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"No siempre estaré ahí para salvarte"

Quizás, era un castigo que los Dioses le dieron por sus palabras tan severas y firmes. Los Dioses quizás le estaban restregando en la cara sus errores, le restregaban el tiempo que perdió, se burlaban de sus decisiones.

Ella mira hacia su izquierda, mientras los remolinos salvajes de arena danzan junto a la brisa natural de invierno que la mantiene levitando del suelo, sus ojos se encuentran con los de Willow, y su corazón se ahoga en arrepentimiento mientras ve en los ojos de su madre una sola pregunta.

“¿Dónde está Weiss?”

Una lágrima se desliza silenciosa por su mejilla, y su mirada vuelve hacia el frente, mirando directamente al Grimm.

No puede derrumbarse ahora, la gente por la que su hermana y sus amigos lucharon tan fervientemente aún están en peligro.

Y sus esfuerzos no serán en vano.

Lanza un grito, intentando despotricar el dolor de su corazón con él, lanzándose de frente a los Grimm, y pronto el sonido de más armas se escuchan, así que está segura de que los demás cazadores están haciendo su labor, pero no les presta suficiente atención, su corazón a punto de destrozarte se cubre en una capa de frío doloroso, las lágrimas nublan un poco su visión, mientras sus pensamientos son tan peligrosos como sus ataques hacia Grimm.

“No siempre estaré ahí para salvarte”

No lo decía en serio.

Por los hermanos… ¡No lo decía en serio!

Ella hubiera salvado a su hermana una y todas las veces que hubieran sido necesarias.

¿Cuándo fue la última vez?

¿Cuándo fue la última vez que abrazó a Weiss?

¿Cuándo fue la última vez que le dijo que estaba orgullosa de ella?

¿Cuándo fue la última vez que le dijo “te amo”?

Aún recuerda el primer día que la cargó en sus brazos, tan pequeña, tan dulce, tan frágil, tan hermosa.

Estaba tan orgullosa, era la hermana mayor de una niña muy bella, por lo que hizo el juramento de que la pequeña Weiss Schnee crecería como una niña fuerte y valiente.

El tiempo había pasado rápido, su pequeña hermana se convertía en una señorita, y buscó en todo ese tiempo enseñarle todo lo posible para ser una dama fuerte y capaz.

Las circunstancias cambiaron.

Ella se marchó, dejó a Weiss atrás para estar bajo la tutela de Ironwood.

¿Por qué?

¿Por qué no continuó al lado de su hermana?

¿Cuándo fue la última vez que cepilló su cabello?

¿Cuándo creció tanto y ya no era la niña a la que arropaba cuando sus padres discutían y Weiss lloraba hasta quedarse dormida?

¿Por qué terminó todo de ésta manera?

Winter solo quería respirar, volver a abrazar a su hermana, besar su frente como en todas esas noches que lo hizo cuando era niña, antes de que comenzara a entrenarla y tomar el papel de una instructora más que el de una hermana.

Oh, por los Dioses, ¿Por qué perdió a su hermana así?

Ni siquiera se percató de cómo han llegado más cazadores, controlando a Grimm, mientras otros más se dirigen a lanzar órdenes al grupo de civiles. Winter se detiene un momento, revisando la situación, y entiende rápidamente que son cazadores de Vacuo, limpiando junto a los cazadores de Atlas y Mantle el Grimm mientras protegen a las personas.

Siente la caga más ligera en sus hombros, ahora hay más posibilidades de tener las menores bajas posibles. Toma una bocanada de aire, cierra sus ojos unos instantes, los ruidos y voces se silencian.

“Penny, hagamos esto”.

Abre sus ojos, ardientes en llamaradas azules, y se lanza hacia el Grimm una vez más.

[…]

La tormenta aminora, así que su visión cada vez se vuelve más clara, los cazadores comienzan a trazar una ruta para los civiles hacia Vacuo, y el Grimm comienza a volverse más escaso hasta que logran llevar a la población a las orillas de Vacuo.

Winter no tiene noción del tiempo. Todo parece ser tan rápido y tan lento al mismo tiempo, en un momento todos están desorientados, sin saber qué hacer, y en otro momento, están rodeados por la gente de Vacuo, alzando centros de campañas, refugios y puntos de registro para los civiles de Atlas y Mantle, movilizándose lo más rápido posible.

La doncella agradece en el fondo la hospitalidad de la gente de Vacuo, tiene muy presente que no hay un historial alentador entre Atlas y Vacuo, pero la solidaridad y los malos tiempos eran capaces de unir a las personas.

Ojalá su hermana y sus amigos estuvieran aquí para verlo.

Winter siente que su cuerpo se estremece, se ha desconectado de todo por un momento, y se ha quedado congelada en un solo lugar, mirando como las personas se ayudan unos a otros a su alrededor, debería estar ayudando también, buscar contactarse directamente con el director de Shade, acercarse a las personas que están tomando el rol de registro de la cantidad de refugiados, debe buscar a los demás cazadores y trazar nuevos planes para poner a salvo a los civiles a lo largo de los tres reinos restantes.

Debe. Debe. Debe…

—¿Qué sucedió? —Winter se estremece ante la voz a su espalda, y lentamente se gira, mirando de frente a Nora Valkyrie, sus ojos aguamarina están llenos de lágrimas que transmiten un dolor abrumador que te quita el aire, pero la chica la mira con ardiente determinación al necesitar saber lo que sucedió, mientras Lie Ren está a su izquierda, con su mano apoyada en el hombro de la chica, hay una súplica silenciosa en sus ojos teñidos de rosa, pidiendo respuestas. Oscar Pine aprieta en sus manos su arma, mirándola con ojos temblorosos y acuosos, seguro rogando en no tener que escuchar lo notorio. Por otro lado, Emerald Sustrai está mirándola con seriedad, como sí conociera la respuesta y hay un aire de resignación y hasta empatía a su alrededor.

Una parte de Winter quisiera no estar en ésta posición. Es normal en una guerra perder camaradas y dar dicha información a sus familiares y amigos, es un protocolo lamentablemente habitual, pero Winter no puede hacerlo, su corazón está quedándose sin costuras para mantenerse unido.

Pero ellos lo merecen. Merecen saber que sus amigos han caído.

—Lo siento —susurra, sus ojos azules se llenan de lágrimas y hay arrepentimiento en ellos mientras ve como los ojos de aquellos chicos la ven con horror —. Sus amigos… Lamentablemente no--- —sus palabras murieron en su garganta cuando Nora gritó, lanzándose al suelo de rodillas y abrazándose a sí misma con desesperación. Ren y Oscar se arrodillaron a su lado de inmediato, el primero acunándola contra su pecho mientras lágrimas caían silenciosas de sus ojos rosas, el otro joven por otro lado, temblaba.

—Eres la doncella ahora —dice Emerald mirándola con seriedad, no hay veneno en sus palabras, más bien una profunda comprensión y empatía —. Así que la chica se ha ido —Nora solloza más fuerte, aferrándose desesperada a Ren.

—Yang, Blake, Ruby, Weiss, Penny y… Jaune, ¿A todos ellos los perdimos? —pregunta Ren con voz temblorosa, elevando su mirada hacia Winter, quien siente todo el peso del mundo al verlos tan destrozados… Tan destrozados siendo solo unos niños.

—Así es —responde, intentando mantener las costuras de su corazón un poco más, necesita ponerse en movimiento, levantar a estos niños, necesita…

—Weiss… ¿No volverá? —Winter siente que su corazón se ha roto por completo, su mirada va de inmediato hacia Whitley, que está al lado de su madre y Klein. Su hermano pequeño, aquel que juraba seguía los pasos de su padre la miraba consternado, había lágrimas amenazando con romper toda la compostura de su recto hermano, quien era sostenido por Willow. Su madre la miró con tristeza, ajustando más su agarre en su hijo para ayudarlo a no desmoronarse, y Klein… Oh, el hombre lloraba después de escucharla.

Las lágrimas finalmente se deslizaron por sus mejillas —. Lo siento, no pude salvarla —mira fijamente a su madre con arrepentimiento, la culpa quema tal cual fuego, que lentamente consume y arrasa con todo lo bueno.

Willow comparte una mirada con Klein, a lo que él se acerca a Whitley y lo mantiene en pie. Su madre rodea a los chicos que lloran en el suelo, y se acerca hasta ella, las manos de su madre la han tomado con delicadeza de los brazos, solo para terminar envolviéndola en un abrazo.

Winter pierde su aliento, conmocionada por el gesto de su madre, tan cálido y reconfortante al mismo tiempo, ni siquiera recuerda alguna ocasión en que Willow la haya abrazado, pero se deja llevar en estos momentos en que todo se ha ido a la basura, así que envuelve los brazos alrededor de la espalda de su madre, y deja que sus lágrimas fluyan con más abundancia.

“Oh, querida hermana, mentía cuando decía que no estaría ahí para salvarte, lo habría hecho, pero no fui lo suficientemente rápida para hacerlo”

[…]

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Las horas fueron eternas.

Los días fueron eternos.

Cuando finalmente llegaron a Vacuo, él ignoró por completo que estaba acompañado, solo necesitaba buscar, necesitaba verlas.

Necesitaba saber que ellas estaban bien.

Se transformó, sobrevolando el cielo, revisando a las personas en los refugios improvisados, necesitaba localizar a alguien conocido que le informara sobre sus sobrinas. A cualquiera.

Ruby.

Recuerda que cuando Ruby dijo su primera palabra, la pequeña estiraba sus brazos hacia él, tocando con sus pequeñas manos sus mejillas.

"¡Qow!"  Reía enérgica, casi parecía orgullosa de su logro, y Summer que estaba frente a él, había soltado un lamento al ver que su pequeña niña no dijo "mamá" o "papá" primero, sino que la primera palabra que salió de sus labios fue el nombre de su tío.

“¡Qrow!” Había gritado Summer con indignación, haciendo uno de sus típicos pucheros, y por supuesto que Tai lo mataría cuando se enterara, pero él no pudo prestarle atención del todo, estaba perdido, mirando con conmoción a la pequeña niña de destellantes ojos plateados que no dejaba de darle palmaditas en las mejillas, como si fuera la cosa más divertida del mundo.

Él se rió, acercando su rostro al de la pequeña para juntar sus frentes. “Así es, pétalo, soy Qrow”. La pequeña Ruby se rió, y siguió jugando con sus mejillas. Sus ojos color carmesí se dirigieron a Summer, quién les sonreía con dulzura, y volvió su atención a la niña en sus brazos.

Estaba perdido. Él sabía que estaba perdido desde el primer momento en que Summer lo obligó a cargarla pese a sus propias protestas.

Yang.

“¡Tío Qow!” Yang reía risueña, abrazándolo por el cuello, aferrada a no soltarlo mientras sus pies se balanceaban en el aire, y él solo rogaba que nada raro sucediera mientras la cargaba en sus brazos “¡Hermanita”! Gritó la pequeña, solo para después apuntar con su dedo a Summer, o más específicamente a su vientre.

La comprensión tardó un poco en llegar, pero cuando lo hizo, él dio un pequeño asentimiento, mirando los ojos plateados de su mejor amiga y sonriéndole, insinuando una silenciosa felicitación, obteniendo una cálida sonrisa por parte de Summer.

“Al parecer, serás la que mande en ésta casa, petardo”. La pequeña se rió, emocionada por la idea de ser la hermana mayor. “¿Estás consciente de que tendrás que compartir a tu fabuloso tío ahora?” Le preguntó a la menor con diversión, provocando que Yang detuviera abruptamente el balanceo de sus piernas, y le mirara con el entrecejo fruncido.

“¡Qrow!” Lo reprendió Summer, intentando ocultar la pequeña sonrisa que se formaba en sus labios por su comentario.

Yang simplemente volvió a reír, balanceando sus piernas una vez más, mientras lo abrazaba más y escondía su pequeño rostro en su cuello.

Él sabía que la pequeña no había entendido del todo lo que dijo, así que solamente emitió una suave risa, envolviendo a su sobrina en sus brazos.

“¡Te amo!” Exclamó la pequeña abruptamente, él simplemente vuelve a reír.

“También te quiero, petardo”. Le responde sin contratiempos, sin importarle que de vez en cuando la pequeña golpee sus costillas con sus pequeños pies, no puede culparla, está claramente emocionada ante la llegada de su hermanita.

Aterriza justo frente a Winter después de haberla visualizado en un lugar apartado de las personas. El terror lo invade cuando la normalmente mirada estoica de la mujer refleja incertidumbre y una tristeza profunda cuando sus miradas se encuentran, y Qrow siente miedo, pánico.

—Por favor, dime que ellas están aquí —suplica, y ruega a cualquier fuerza mágica, mitológica o cualquier otra mierda, mientras mira a los ojos a Winter.

Los ojos de Winter se llenan de lágrimas, la mujer pierde su perfecta compostura, está desgastada, agotada, y sufre un dolor incurable.

—Lo lamento, Qrow —ella dice con voz temblorosa, y él solo pierde el aliento, sintiendo como sus pulmones se contraen, reacios a que el aire circule de nuevo —. Se han ido —declara finalmente, dejando escapar un doloroso sollozo de sus labios —. Las cuatro, y… Penny y Jaune… Se han ido —su voz se quiebra por completo, y se estremece agresivamente, ella ya no es la mujer que oculta lo que siente.

Un zumbido aparece en sus oídos, el nudo en su garganta se retuerce agresivamente, provocando un agudo ardor, su corazón se oprime, y las lágrimas trazan un ardiente camino por sus mejillas.

Da unos pasos hacia atrás, alejándose de la mujer que le mira con crudo dolor, pero a él no le importa, no le importa en lo más mínimo, su propio dolor lo está consumiendo, lo está quemando, casi como si pudiera hacerlo cenizas. Sus manos van directo a su cabeza, sus dedos se entierran y se enredan en su cabellera, su mandíbula se tensa mientras reúne todo el aliento que puede.

Y pronto grita con agonía pura.

Se lanza al suelo de rodillas, sus manos se vuelven puños que golpean el suelo con fuerza y desesperación.

¡¿Por qué?!

¡¿Por qué Ruby?!

¡¿Por qué Yang?!

¡¿Por qué el puto mundo se ensañaba con sus sobrinas?!

¡¿Por qué el maldito mundo les había arrancado a sus sobrinas?!

Entonces reza.

Ruega que sea una pesadilla.

Suplica que ellas estén vivas.

Que todo sea solo un maldito mal sueño.

Oh, mierda…

¿Cuándo fue la última vez que las abrazó?

¿Cuándo fue la última vez que las escuchó reír?

¿Cuándo fue la última vez que dijo que las amaba?

Su corazón duele, es una agonía cruda que lo retuerce, todo su cuerpo tiembla, y ni siquiera se había dado cuenta de que los brazos de Winter lo envolvían, la mujer temblaba, sollozaba dolorosamente, y Qrow no la apartó, estaba tan desecho ahora, tan roto, y la idea de morir resultaba tan atractiva ahora, solo quería morir.

El olor a rosas de Ruby.

El olor a hierba fresca de Yang.

Se desvanecen, se escapan en el viento, se pierden.

Él perdió a sus sobrinas, perdió a las niñas que juró proteger.

Ellas eran su responsabilidad.

Ellas eran su prioridad.

Maldita sea la hora en que el mundo las involucró en su guerra.

Maldita sea la hora en que él las dejo involucrarse en esto.

Él siempre había luchado para que no tuvieran que involucrarse en esto, y, sin embargo, ellas terminaron aquí.

Los malditos Dioses saben lo orgulloso que ha estado de ellas.

Los malditos Dioses saben el bien que esas dos le hacían al mundo.

Entonces, ¿Por qué los malditos Dioses les arrancaron su aliento?

¡¿Por qué los malditos Dioses borraron sus existencias?!

¡¿Por qué los malditos Dioses se ensañó con sus niñas?!

Él habría muerto de una y mil maneras posibles, todo con tal de mantenerlas con vida, ¡Eso lo sabían los Dioses! ¡¿Entonces por qué se las arrebató cuando él no podía estar con ellas?!

“Por favor, Qrow, cuida de las niñas mientras no estoy, ¿sí?”

Le ha fallado a Summer.

Le ha fallado a Taiyang.

Oh, por los hermanos, Tai.

Tendría que decírselo a Tai, tendría que decirle que perdió a sus dos hijas… Él tenía que.

Así que otro grito salió de sus labios, desgarrando su garganta.

Él no tiene perdón.

“Oh, pobre cuervo que atrae la mala suerte”.

[…]

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Ni siquiera recuerda bien el flujo del tiempo, en un momento sabe que estaba de rodillas en la arena, llorando mientras había un zumbido persistente en sus oídos que aturdía sus sentidos, y en otro momento estaba con el resto en el despacho del director Theodore, parada en silencio detrás de Winter y con la mirada aguamarina desenfocada en el suelo. Quizás Ren, quien estaba tomándola de la mano, la había guiado en el trayecto, siguiendo a la hermana mayor de Weiss, la verdad no sabía si eso era así, pero ya estaban ahí, así que no importaba tanto.

Si Winter y el director de Shade estaban hablando de algo importante, simplemente no pudo prestar atención, aún si lo intentara, no podría ser capaz cuando su mente trabaja a mil por minuto, rebobinando una y otra vez las palabras de Winter, repasando una y otra vez la sonrisa de Penny para tranquilizarlos una vez se separaron, recordando la risa enérgica y la seguridad de Yang, la suave mirada preocupada de Weiss, la sabiduría y tranquilidad de Blake, el optimismo de Ruby... La alegría, energía y dedicación de Jaune.

Sus ojos volvieron a cristalizarse debido a las lágrimas, apretando sus labios con fuerza para evitar colapsar de nuevo, luchando por no perder el ritmo de su respiración y comenzar a hiperventilar. Ren claramente se dio cuenta, ya que de inmediato le dio un apretón de mano, recordándole que él estaba ahí, que era su ancla, y por muy egoísta que fuera, Nora estaba agradecida por ello, ya que una vez más, estaba siendo difícil mantenerse en pie. Sus pensamientos se detuvieron abruptamente cuando sus oídos finalmente pudieron captar la voz del director.

—Podrán instalarse en los dormitorios de nuestra academia, estoy consciente del esfuerzo que han realizado al evacuar y defender a los ciudadanos de Atlas y Mistral, nuestros cazadores de mayor confianza se encargarán y les ayudarán, por el momento, creo que les haría bien tomar un descanso y después hablaremos de lo demás —fueron las palabras del director, quien notoriamente se dio cuenta de las condiciones en las que estaban, pero a Nora con total sinceridad no le importaba, si eso significaba que les darían un lugar para "descansar" y por ende, tener privacidad, entonces estaba bien.

Volvió a alejarse una vez más de la conversación que el director tenía con Winter, quizás el hombre agregó algunas otras palabras, pero por el momento estaba en lo mínimo interesada.

Una vez más, era guiada de nuevo por Ren, sin embargo, ella nunca apartó la mirada del suelo o se molestó en explorar su entorno, lo único que deseaba era poder llegar a esa dichosa habitación y... ¿Y luego qué? ¿Llorar de nuevo? ¿Pensar de nuevo? ¿Dormir por horas? ¿Qué diablos debía hacer? Esto era una derrota, ellos perdieron. Si, ellos salvaron a tantas personas de Mantle y Atlas como pudieron, ¿pero a que costo? Penny murió, Yang, Blake, Ruby y Weiss cayeron al vacío, Jaune también lo hizo... ¿Lo valió? ¿El riesgo? ¿El plan? ¿Valió la pena no haberse quedado con Weiss, Penny y Jaune para luchar con ellos?

Nora sabe que, ante la perspectiva de muchos, ella no es de las que se detiene a meditar las cosas, pero la realidad es, que ella puede hundirse hasta el fondo de sus pensamientos, pensando en ello una y otra vez, intentando encontrarle un sentido a lo que sucedió.

Ella jamás se perdonará haber cruzado a Vacuo, ella podría haber hecho más, haberlos ayudado más. Se mantuvo unida cuando Yang cayó, siguió dando indicaciones a las personas a pesar de estar preocupada por los restos del equipo RWBY y por Penny, quienes peleaban contra Cinder y la loca chica de cabellos bicolor. Sintió que el corazón se le caía al estómago al recordar como Cinder cortó el lazo de Gambol Shroud, haciendo que Blake y Ruby se perdieran en la oscuridad, pero escuchó las palabras en su mente y las repitió: “prioridad número 1”, se repitió una y otra vez, así que continúo trabajando, era una cazadora, debía continuar, aún si la dolorosa desesperación y preocupación se cernían agresivamente a su alma.

—Nora —la llamada suave de Ren rompe su concentración. Parpadea algunas veces para aclarar sus pensamientos, y se percata de que habían llegado a la habitación y ella estaba de pie en medio de ésta. Sus ojos aguamarina se dirigieron a Ren, quien parecía haber cerrado la puerta y ahora la miraba con tristeza, Nora ni siquiera se dio cuenta de cuando se soltaron de las manos, quizás si estaba demasiado perdida en sus pensamientos y estaba trabajando casi en automático.

Nora desvió su mirada para observar la habitación, y un nudo se formó en su estómago. Había un par de literas, como en Atlas, pero la decoración era tan suave y cálida que te recordaba a Beacon, sintió como sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y apretó sus labios hasta casi hacerlos sangrar. Miró hacia la litera que tenía a su derecha, notando como Oscar ya se había subido a la cama superior, el chico no había dicho ni una sola palabra desde que les dieron la noticia, pero Nora sabía que ahora mismo, él temblaba debido al llanto silencioso mientras miraba fijamente su espalda, y no pudo evitar sentir una punzada de dolor en su pecho, quería consolarlo, hablar con él, pero en esos momentos, ni siquiera ella estaba cerca de poder controlarse si abría la boca y hablaba del tema, así que solamente lo dejará ser, necesitaban espacio después de todo. Luego notó a Emerald, sentada en la cama inferior a Oscar, mirando fijamente la ventana de la habitación, callada, sin hacer ningún ruido, quizás solo pensando, pero Nora no iba a prestar atención a eso, no tenía ni las fuerzas, ni la voluntad, no había nada, así que solamente movió sus pies entumecidos, dirigiéndose a la cama inferior de la litera libre, sentándose tan lentamente como nunca lo había hecho, sus manos se aferraron a la orilla del colchón, apretando con fuerza como si eso la pudiera mantener firme en un sitio, antes de que el suelo a sus pies desapareciera y se encontrara cayendo a un abismo.

Sintió como a su lado izquierdo el colchón se hundió, y pronto un brazo tan reconfortante y familiar se deslizó sobre sus hombros flácidos y derrotados, atrayéndola a la calidez de un abrazo. No dijo nada, no había palabras, solo un profundo dolor, un nudo en la garganta y la necesidad de volver a gritar ante lo injusto que es el mundo. Ella se escondió en el pecho de Ren, pegándose más a él mientras sentía como la envolvía más en sus brazos que habían comenzado a temblar, y pronto sus ojos aguamarina volvieron a llenarse de lágrimas que esta vez sí fueron derramadas, solo que en silencio.

Ellos perdieron, no fue una victoria, no fue nada, solo cumplieron, solo hicieron el trabajo que pudieron hacer, pero no ganaron, porque si hubieran ganado sus amigas estarían aquí, Jaune estaría aquí...

Todos estarían aquí, juntos.

Si su familia estuviera reunida por completo, entonces se hubiera considerado como una victoria.

Pero ellos no estaban aquí, y ahora lo único que tenían eran sus corazones hechos pedazos, igual que en la caída de Beacon.

Igual que con la muerte de Pyrrha, habían vuelto a estar de luto.

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Ren suele apreciar el silencio, le ayuda a meditar, a pensar y había encontrado un amigo en él cuando lo requería. Sin embargo, hay muchas diferencias entre el silencio de la mañana, antes de que todos despierten, y el silencio que hay cuando personas que son valiosas para ti faltan.

Cuando perdió a sus padres, perdió a su familia y su refugio, hubo un vacío en el pecho y un dolor silencioso, pero luego Nora estuvo ahí, y Nora se volvió su familia también, no reemplazando lo que había perdido, sino siendo añadida a ese espacio en su corazón. Después llegaron a Beacon y esa familia creció, Jaune y Pyrrha, compañeros de equipo que se volvieron parte de esa pequeña familia, luego amigos que se volvieron familia, Ruby, Weiss, Blake, Yang, Oscar, Penny... Personas con las que no existe un vínculo de sangre, sino un lazo mucho más fuerte que los impulsa a ser mejores, a seguir avanzando, a disfrutar de los pequeños momentos de felicidad, personas inesperadas, diferentes entre sí, pero tan iguales a la vez por las similitudes de sus ideales, personas que se cuidan entre ellos, que luchan los unos por los otros.

Ahora, en un doloroso silencio camina junto a Nora entre las masas de refugiados después de tomarse tres días de privacidad, intentando procesar el dolor y la perdida que sufrieron, y que aun luchan por procesar.

Oscar fue el primero en salir de la habitación solo un día después, acompañado por Emerald, quien no refuta ni se molesta por seguir al chico que se involucró de inmediato a la atención de los refugiados con los cazadores de Atlas, Mantle y Vacuo.

Nora no tuvo ánimos de seguirlo de inmediato, y con total sinceridad, compartió el sentimiento, mientras Oscar trata de mantenerse ocupado para no pensar, para lidiar con la pérdida de su familia a su manera, Nora y él prefirieron dar una pausa e intentar procesar lo sucedido.

El tiempo avanza, no se detiene y los empuja a entender que no dejara de avanzar solo porque han perdido a varias personas que amaban, es cruel, su filosofía es extraña, pero no pueden luchar contra el tiempo, ni tampoco pueden luchar contra el destino, quien decidió que Jaune, que Penny y que el equipo RWBY no se reunieran con el resto de su familia.

No pueden luchar ni contra el destino ni contra el tiempo.

—Ren... —lo llama Nora en un susurro, su mano se enrosca en su brazo, mientras sus ojos aguamarina se mantienen fijos en una dirección. Él sigue la dirección en la que mira, notando enseguida lo que Nora ve.

En un punto apartado de los refugiados y de los que han tomado el control, Winter Schnee está de rodillas en el suelo, una mano pálida descansa en el hombro de Qrow Branwen, quien está en el suelo, escondiendo el rostro en sus manos mientras la especialista le habla con una mirada llena de dolor.

Ren siente como el aire se atasca en sus pulmones y su estómago se retuerce, es tan obvio que el cazador ya ha sido informado de que sus dos sobrinas no lo lograron, y el pelinegro no puede evitar sentir tantas ganas de llorar, el hombre frente a Winter Schnee luce tan destrozado y derrotado, ese hombre vio a sus sobrinas crecer, él conocía sus sueños, sus metas y ni siquiera pudo verlas por última vez antes de emprender su plan.

A su lado, sintió como el agarre de Nora aumentó, a lo que volvió sus ojos magenta a ella. Su pareja lloraba silenciosamente mientras mantenía la mirada fija en los adultos.

—Vi... Vi cuando Yang cayó —murmuró ella con voz temblorosa, sin dejar de mirar fijamente a Qrow —, fue solo un segundo, pero la vi, y me asusté, porque no podía dejar de moverme, no podía dejar de decirles a los ciudadanos que se apresuraran y evacuaran, no pude pensar hasta mucho después —sin decir nada, Ren deslizó su mano para tomar la de su pareja, que aún encajaba sus dedos en la piel de su brazo —. Quería ayudarles con Cinder y Neo, pero yo tenía un trabajo, así que... —las palabras murieron en sus labios cuando un sollozo la interrumpió —. Luego Ruby estaba colgando, yo estaba guiando a los que faltaban por el portal. Blake intentó poner a Ruby a salvo, pero cayeron —la respiración de Nora se vuelve irregular, y Ren no puede evitar sentir impotencia por no poder decir nada en esos momentos que la tranquilice —. Jaune me dice que cruce y busque a los cazadores, pero no pude volver —Ren no necesita su semblanza para saber que Nora siente culpa por cruzar y no quedarse a ayudar, también sabe que la herida es muy reciente, y nada la convencerá de lo que piensa de sí misma, así que solo la toma en sus brazos y la abraza, su corazón late a mil por segundo, las lágrimas se acumulan en la comisura de sus ojos magenta y se aferra a ella lo mejor que puede, ella esconde su rostro en su pecho, sollozando sin descanso. Han pasado tres días, pero la herida es tan fresca que arde y quema, no hay días de descanso, es una etapa de duelo y luto —. No me quedé, Ren... No lo hice —murmura su pareja con palpable arrepentimiento.

Las palabras no se forman en su boca, no está seguro de que decir o hacer, después de mucho tiempo no sabe qué hacer, se ha sentido tan entumecido los últimos días, tan perdido como no lo había estado en mucho tiempo. Ojalá pudieran rebobinar, cambiar, arreglar, pero esa gracia no está disponible para ellos, y ahora deben marcar el comienzo de su siguiente paso, necesitan avanzar, por aquellos que se quedaron atrás.

“Entonces, seguiremos avanzando hacia adelante”, fueron las palabras de Ruby en los primeros días de carretera, con una dulce sonrisa mezclada con melancolía y tristeza después de la primera mención de aquellos que perdieron, “Por qué es lo que ellos hubieran querido. No creo que debamos olvidar, pero si avanzar y honrar su memoria, luchando por lo que es correcto”.

Él lo sabe, Nora lo sabe, Oscar, Winter, los Schnee, Qrow... Todos lo saben. Entienden que deben avanzar y preservar los esfuerzos de los que ya no están aquí, aun si duele, aun si es tan doloroso y frustrante, deben continuar, aún hay cosas por hacer, aún hay personas que dependen de ellos.

—Nora... —susurró su nombre con voz temblorosa, su mano derecha realizó un rápido camino hacia la mejilla de su pareja, acunándola con delicadeza y guiándola a elevar su mirada a él, los ojos aguamarina empañados en lágrimas se conectaron con los ojos magenta que también derramaban lágrimas —. Tenemos que seguir avanzando —los ojos de Nora brillan en reconocimiento, el mantra de Ruby los rodea y cubre como lo hace su capa roja brillante, un mantra que Jaune también utilizó cuando estaban en el interior de la ballena, y un mantra que ahora ellos necesitan usar para poder recomponerse.

—Seguir avanzando... —murmuró Nora con la voz entrecortada, colocando una mano sobre la de Ren que acunaba su mejilla —. Lo sé —admitió con voz pequeña, cerrando los ojos unos instantes y tomando pequeñas bocanadas de aire, solo para volver a abrir sus ojos una vez más y mirar al chico —. Aun si duele, hay que seguir —reconoció, separándose de él, Ren la dejo ir y ella volvió la mirada hacia donde Qrow y Winter estaban —. Necesito decírselo... Soy la última que las vio, así que... —su voz volvió a quebrarse, Ren comprendió lo que Nora quería decir, así que, en silencio, colocó sus manos en los hombros de su pareja, dándole un reconfortante apretón, indicándole que él la apoyaba —. Gracias —le susurró ella, para después tomar una bocanada de aire y comenzar a caminar hacia los adultos y él la siguió, uno al lado del otro, juntos para seguir avanzando.

En las buenas, en las malas, la familia siempre está ahí.

Hay desconocidos que se vuelven familia, no necesitas compartir lazos de sangre para valorarlos como tal.

Perdieron a varios miembros de su familia, pero deben ser fuertes por ellos, seguir avanzando por los que ya no están.

Pasará bastante tiempo antes de que puedan estar aceptablemente bien, pero continuarán avanzando, no pueden rendirse, su familia aún cree en ellos, aún velan por ellos, así que, no se detendrán.

[...]

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Oscar ha vivido muchas cosas a lo largo de su corta vida. Creció en una granja un poco apartado de la ciudad principal, así que no hizo muchos amigos a lo largo de su vida. Cuando tenía 5 años, perdió a sus padres que un día salieron de paseo a la ciudad para hacer unos encargos, sufrieron un accidente y desde entonces fue cuidado por su tía. Siempre hubo cierta monotonía y regularidad en su día a día en la granja, envuelto en una familiar rutina. Y después, un día aparece una voz en su cabeza así que su vida cambia totalmente, de repente tiene que lidiar con grimm, personas que quieren su cabeza, con una mujer inmortal, con las expectativas de cumplir el rol de Oz... Ser el próximo Oz y perder totalmente quien es...

Por supuesto que es injusto. Es injusto ser esa "alma de ideas afines", y ceder tu cuerpo a alguien más que no eres tú, adquiriendo nuevos hábitos, cambiando gradualmente para ser quien "debes" ser. Es injusto que siendo solo un adolescente tenga que estar metido en una guerra que ha durado muchos años. Es injusto tener que ser el que enfrente a una mujer con un rencor personal contra la humanidad y la vida.

Bien, puede trabajar con eso. O más bien tiene que trabajar con eso, después de todo, él fue el elegido, ¿no?

Por tanto, también tiene que enfrentar esto, ¿no? Perder a personas en esta guerra, amigos y familia ya que siempre, a lo largo de todos estos años ha sido así.

Así que por eso ahora está trabajando, ayudando en todo lo que puede para distraerse del dolor que siente, siempre ha sido así, trabajar para no pensar más, para bloquear pensamientos que pueden llevarlo al umbral de la oscuridad. Si... Es mejor enfrentarlo así.

—Si sigues de esa manera te vas a estrellar contra el suelo —le dice Emerald sin un tono en específico en su voz mientras continúa su tarea de apilar las cajas de suministros médicos, manteniendo la mirada color carmesí en el estante.

« “ Ella tiene razón, Oscar, necesitas parar por un momento”».

Oscar gruñe rodando los ojos, moviendo otra caja hacia Emerald para que la acomode con el resto.

—Estoy bien —responde simplemente, sin intención de seguir hablando y solo centrándose en el trabajo.

Emerald lo ve por el rabillo del ojo, su entrecejo se frunce un poco, pero no dice nada más y continúan en silencio.

«“Oscar, no podrás ayudar a nadie si colapsas por exceso de trabajo. Sabes que todos necesitan—”»

—¡He dicho que estoy bien! —siseo el granjero con frustración, sus dedos volviéndose blancos al presionarlos contra las orillas de la caja que cargaba.

Hay un silencio ensordecedor y tenso después de su arrebato. Oscar solo espera que Ozpin finalmente desista y lo deje en paz.

—Es obvio que no lo estás —dijo Emerald dejando de hacer lo que hacía para dirigir su atención al chico y rompiendo el silencio.

Oscar la miró, confundido durante unos segundos ante su declaración. Ella no había dicho muchas palabras desde la caída de Atlas, simplemente lo seguía y trabajaba con él varias horas hasta que él decidiera retirarse a su habitación. Generalmente, Oscar tomaba las tareas que no estaban siendo atendidas o en las que faltaba personal para realizarlas, y las tomaba con la intención de mantenerse alejado lo más posible de las multitudes y los otros cazadores, más que nada porque no quería escuchar el hilo de rumores que comenzaron o las preguntas que se referían a sus amigos perdidos, los evacuados solían preguntar por los cazadores que los evacuaron, que había sido de ellos o en dónde estaban. Oscar no podía soportar escuchar como el tema salía de vez en cuando, su estómago se hundía y sentía una opresión en su corazón cuando escuchaba la mención de alguno de ellos, así que intentó mantenerse lo más apartado y ocupado posible, las únicas veces que interactuaba con otras personas era cuando Winter los reunía y hacían planes de cómo proceder con los refugiados, sus necesidades y su traslado a lugares seguros. Él debía de estar presente en esas reuniones debido a la voz de Ozpin, dónde lo consultaban la mayoría de las veces. En los primeros días, ni Nora ni Ren estuvieron involucrados en dichas reuniones, se mantuvieron alejados un poco, aislándose en la habitación que se les había asignado, ha pasado una semana y ellos hasta hace dos días comenzaron a participar en las reuniones finalmente, uniéndose Qrow a las reuniones también. Mientras, Emerald generalmente se perdía por ahí en el tiempo en el que él estaba metido en una reunión. Era comprensible después de todo, ella no hace mucho tiempo había estado del lado del enemigo, ella había estado involucrada en la caída de Beacon, tenía parte de la responsabilidad de aquellos que salieron heridos en Vale, en el torneo... Puede que ahora ella los esté ayudando y que sus habilidades sean de mucha utilidad en sus futuros enfrentamientos, pero eso no podría borrar el daño ya hecho por ella. Él supuso que por todo eso, Emerald lo seguía en la realización de las tareas que él tomaba, después de todo, implicaba poca o nada de gente alrededor de ellos. Por ello, ahora está confundido por su intervención.

—Yo... Eso no importa, tenemos trabajo que hacer —responde él, dejando la caja que aún cargaba sobre otra que estaba entre él y la joven de cabellos menta.

—Mira, no sé mucho de estas... Cosas de hablar sobre sentimientos y todas esas tonterías —dice Emerald, cruzándose de brazos mientras su mirada lo recorre de arriba hacia abajo dos veces, antes de centrar sus ojos carmesí en los avellana de él —. Y para nada quiero consolarte porque no sirvo para esas cursilerías o mostrarme "preocupada" por ti, niño —ella arquea una ceja —. Pero es obvio que no estás bien. Has estado trabajando desde que sale el sol y terminas hasta que la luna aparece, ni siquiera pasó un día desde que todo pasó y comenzaste a trabajar —ella le miró firmemente —, esto es una guerra, niño, creo habérselos dicho antes, a veces van a perder, quizás la batalla, quizás amigos, pero esa es la guerra y no puedes hacer otra cosa que continuar —apretó su mandíbula, desviando la mirada mientras Oscar le miraba con el entrecejo fruncido en enojo y algunas lágrimas retenidas en sus ojos avellana —. Es una mierda, ¿okey? ¿Crees que no me parece... Inquietante que varios de ustedes perdieran de esa manera contra Cinder? ¿Qué entre todos aquellos que ustedes perdieron esté la pequeña "señorita heroína"? ¿La mocosa que ha sido tan terca y ha desafiado a Cinder y a la misma Salem? —interrogó, volviendo la mirada a él de nuevo —. Es una porquería que sucediera cuando acabo de cambiar de bando, pero sigo aquí, tomé una decisión, voy a vivir con esa decisión y sé que aún debo enfrentarme a Cinder, pero tú me diste ésta oportunidad cuando le di la espalda a Salem. Así que no te atrevas a descuidar tu persona solo porque necesitas reprimir el dolor que sientes de haber perdido a tus amiguitos —dice frunciendo el entrecejo, mostrando los primeros indicios de incomodidad en sus facciones al profundizar en sus palabras —. Y no te atrevas a simplemente revolcarte en el suelo en tu dolor, ¿qué acaso tus amigos no te enseñaron que debías seguir aún pese a las pérdidas? —Emerald hizo una mueca, guardando silencio solo unos segundos, como si se debatiera en decir sus siguientes palabras —¿Qué acaso no siguieron adelante cuando Nikos y Polendina murieron? —se atrevió a preguntar, dejando ver un signo de arrepentimiento en sus ojos al decirlo, si era por el hecho de mencionarlo o por el hecho de que ella había sido participe, Oscar no estaba seguro, pero él solo apretó sus manos en puños con fuerza, su cuerpo comenzaba a temblar.

Los ojos avellana finalmente no pudieron retener las lágrimas, así que resbalaron por sus mejillas, empezó a hiperventilar mientras el dolor en su pecho cada vez se volvía más fuerte. Emerald no dijo más, ella en silencio se dirigió a la salida de la carpa, dejándolo solo.

No sabe cuánto tiempo está transcurriendo o a dónde se fue Emerald, pero continúa llorando. Los recuerda a cada uno de ellos, Weiss y su pequeña insistencia de que se abrigue mientras están en Atlas, actuando un poco maternal al igual que lo hace Nora. Yang contándole chistes para animarlo en los momentos que estaba libre de sus asignaciones de cazadora. Las sesiones de lectura con Blake en los tiempos libres en que coincidían. El apoyo incondicional de Ruby, siendo sin saberlo su pilar para esforzarse y continuar gracias a la fe que siempre ha mostrado tenerle, siempre mirándolo con él, reconociendolo como una persona única, como su propia persona. Y Jaune... Jaune quién, a pesar de haber tenido tropiezos con él, se convirtió en su mejor amigo, su hermano.

La garganta de Oscar arde, ni siquiera se dio cuenta cuando sus llanto aumentó de volumen, pero ahora mismo no puede calmarse, está tan asustado de la posibilidad de perder a más personas, está enojado por perder a su familia, está triste, está muy cansado.

De pronto, unos brazos lo envuelven, el aroma a frambuesas llega a su nariz, y abre sus ojos llenos de lágrimas para ver a la persona que lo ha abrazado.

Nora está ahí, ella lo envuelve en un abrazo de oso, meciendo su cuerpo un poco para calmarlo mientras los ojos aguamarina de ella están llenos de lágrimas. Detrás de Nora, Ren está de rodillas, una mano descansa en el hombro de ella y la otra está en su cabeza, frotando suavemente su cabellera oscura.

Oscar desenvuelve sus brazos de si mismo para envolverlos alrededor de Nora y aferrarse a ella con fuerza, sollozando dolorosamente.

Él no quería volver a perder a nadie más, su familia estaba muy rota.

Y Oscar continúo llorando hasta agotarse, hasta que ninguna lágrima pudiera salir más, hasta quedarse dormido. Nora y Ren se quedaron con él, pacientes y en silencio, estuvieron con él.

Emerald se mantuvo en la entrada de la carpa, cruzada de brazos mientras su mirada se mantenía perdida en el exterior, como si vigilara que nadie se acercara.

—¿Emerald? —la mencionada miró por sobre su hombro para ver a Ren —. Gracias... Por llamarnos.

Emerald no respondió, simplemente asintió para volver después su mirada al exterior.

Ren devolvió su mirada a Nora, quien mordió su labio mientras frotaba pequeños círculos en la espalda de Oscar, el cual ya había cedido al sueño. Se mantuvieron así por un rato, inmóviles con solo el sonido de sus respiraciones llenando el lugar.

[...]

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Winter suspiró temblorosamente, sus ojos reflejando cansancio y su vestimenta un poco desalineada, sentada en silencio en el escritorio que tenía disponible en la habitación que el director Theodore le había asignado. Las pilas de registro en la pantalla de su monitor de los alumnos de Atlas y los cazadores activos del caído reino eran bastante largas, un registro que se tuvo que llevar a cabo para tener un control de los cazadores y aquellos que se estaban preparando para seguir ese camino, todo con la finalidad de encontrar una reasignación para ellos en todo este dilema.

—Hey, reina de hielo —Winter en el pasado quizás se habría molestado por el apodo, considerándolo irrespetuoso, pero eso hubiera sido en otras circunstancias... La actualidad era otra.

Ella dirigió sus ojos azules helados a la puerta, encontrándose con los ojos rojos del cazador recargado en el umbral de la puerta. Él no lucía mucho mejor que ella, su cabello estaba descuidado, su vestimenta un poco descuidada y su capa parecía tener rasguños nuevos, pero lo más notorio, era la tristeza en su rostro, el cansancio, la sensación de que había perdido una parte de su alma.

Winter suspiró —. Estoy intentando pensar en muchas cosas —le dice, aquella fachada militar se cayó hace mucho tiempo, ahora son compañeros en esto después de todo, así que ahora no hay silencio entre ellos —. Aquellos chicos, los estudiantes de los primeros años de la Academia Atlas y aquellos de las demás sub-Academias, ¿cómo los podemos reubicar a una rutina que ya no está? —sus ojos vuelven a las pilas de papeles, se permite sentir angustia, preocupación —, todos esos jóvenes vivieron la caída, vieron como su hogar se hizo escombros, toda habitualidad se perdió, ahora tienen un futuro incierto. Sus escuelas se hicieron cenizas, aquellos cimientos que los entrenarían para ser cazadores... Todo lo perdieron —una impotencia lenta y ardiente recorre sus venas, todo esto era un desastre.

—Entiendo lo que dices —dice Qrow, y ella se permite mirarlo de nuevo, notando que se ha sentado en la cama que ella ocupa —. No es como si pudieramos simplemente reubicarlos —admite, su tono es sombrío mientras sus ojos estan perdidos en un punto de la habitación —. Beacon por lo que sabemos no está operativo, lo último que supimos es de la zona segura en Vale, incluso llegaron a establecer perímetros en Patch a pesar de ser una isla. Para aquellos del nivel secundaria, creo que Signal podría abrir sus puertas para ellos, pero fui maestro ahí, y no sé si su capacidad pueda tolerar a todo un puñado de niños extranjeros de otro reino —Winter baja la mirada, escuchando atentamente un razonamiento admisible por parte del cazador —. Haven necesitaba una resignación de director, además de maestros, y sus cazadores se volvieron escasos desde... —las palabras murieron en su graganta. Winter notó como una antigua rabia burbujeó en los ojos del cazador —. Desde que Leo los vendió y terminaron aniquilados, al igual que varios jóvenes de los años superiores... Haven está en un limbo, quizás se podrían reubicar a esos niños de Atlas en la Academia Haven —suspiró, su mano palmeando su pecho. Winter pensó que era un viejo hábito de cuando consumía alcohol, solo esperaba que Qrow se mantuviera como hasta ahora, alejado de eso —. Las sub-Academias de Vacuo quizás puedan aceptar a los niños de nivel secundaria, pero sería plantear lo mismo que con Signal —suspiró, claramente frustrado. Quizás tanto como ella, lo había estado pensando también desde que empezaron las primeras movilizaciones de civiles Atlesianos y habitantes de Mantle hacia Mistral, escoltados por esos mismos aprendices cazadores que deberían estar en clases, con el objetivo de graduarse y asistir a una de las grandes Academias.

—Espero que los Mistralianos no tengan muchos problemas con aceptar a algunos civiles de Atlas y Mantle —susurró, sin ningún esfuerzo por ocultar sus pensamientos —. Quizás sea suficiente con los cazadores de alto rango que acompañan a cada grupo y el informe escrito que se presentará, además de que la transmisión de... —las palabras murieron en su garganta, sus ojos volvieron a enfocarse en Qrow, notando como se había tensado, sus manos apretadas en puños. Winter cerró sus ojos —. La transmisión de Ruby fue vista por los reinos, así que es un antecedente más —decide guardar silencio, dándole un momento a Qrow luego de mencionar a su sobrina después de bastante tiempo, incluso los niños no solían mencionar a sus amigos, como si se hubiera vuelto una especie de tabú.

—Deberías poder reubicar a los niños de la Academia Atlas en Haven con la ayuda de Theo, incluso quizás aquí en Shade a los que se pueda —dice Qrow, rompiendo el silencio y poniéndose de pie, caminando hacia la puerta —. Averigua primero quienes han quedado a cargo de la academia Haven los últimos meses y habla con ellos. Aquellos profesores, militares, cazadores que tengas a tu disposición de tu reino, los necesitas distribuidos donde a tu gente se le distribuya para proporcionar seguridad y apoyo a los cazadores de los otros reinos —Qrow se detuvo en el umbral de la puerta, dándole la espalda en todo momento —. Tomará mucho tiempo, además, Salem nos respira en la nuca y logró obtener dos reliquias —él la mira por el rabillo del ojo, sus manos escondidas en los bolsillos de su pantalón —, eres la nueva doncella del invierno, seguro la gente de la bruja ya está aquí, buscando a verano... —suspira, cansado —. Tenemos mucho trabajo, Winter, y no tenemos nada de tiempo —el cazador salió de la habitación, dejándola sola.

Winter suspiró, esto era un dolor de cabeza y una opresión constante en su pecho, por ahora, reubicar a los civiles sería la prioridad, después vendrian los chicos de la rama de cazadores, aun los necesitaba para la evacuación, no eran tan experimentados como un cazador, o incluso como un joven de primer año de Academia superior, pero eran todo el apoyo que necesitaban. Es cierto que los cazadores de Vacuo estaban siendo un apoyo, pero eran demasiados Atlesianos y gente de Mantle y ellos también tenian sus trabajos y asignaciones por hacer.

La mayor de los hermanos Schnee observó las listas de nombres de los jovenes que se supone, deberían estar en su primer año de clases en la Academia Atlas, tantos sueños rotos, tanta esperanza echada al suelo, quemándose y haciéndose cenizas.

La Academia que la formó ya no existía, ni los pasillos tan familiares del cuartel, ni el característico olor de las oficinas... Todo se había ido, el clima helado ya no lo conocía, se había perdido junto a la caida de su hogar.

Un hogar que había sucumbido al agua, según lo que Robyn y el resto de lo que quedaba de los Ace Ops le describieron.

Todo se había ido, dejando solo una sensación de extraño vacío, el reino que la vio crecer se esfumó y no podía hacer nada ante eso.

Y junto a ese reino que se fue también lo hizo su pequeña hermana, y así se fue un pedazo de su alma.

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Qrow suspiró, cerrando la puerta detrás de él, saliendo de la oficina de Theodore.

Se quedó unos segundos quieto, con los ojos cerrados, el pasillo estaba en total silencio y el sonido del reloj era lo único que podía escucharse.

—Hey —el cazador tomó una bocanada de aire, sus ojos rojos se dirigieron a Robyn, quien venía caminando del lado derecho del pasillo —¿Reunión dificil? —le pregunta, cruzada de brazos. Qrow suspira, alejándose de la puerta y comenzando a caminar, siendo seguido por la cazadora.

—Nos tomará mucho tiempo y muchos recursos para ayudar a Atlas y Mantle, Theodore no ha cambiado su posición, nos brindará toda la ayuda posible, y la hospitalidad de la gente de Vacuo ha sido un apoyo que nos ha aligerado la carga —dice, sus ojos rojos fijos en el frente, sus manos ocultas en los bolsillos y su postura encorvada con desgana —. Pero respecto a la reubicación de un número bastante grande de personas... Debemos buscar más ubicaciones que solo los reinos principales.

Robyn lo observó mientras continuaban caminando, Qrow podía fácilmente sentir su mirada sobre él, en las últimas semanas había sido así.

—¿Puedo preguntarte... Cómo estas? —preguntó la cazadora, la cautela se notaba en su tono, como si revisara el terreno lentamente.

—Sigo vivo, creo que eso es todo —responde, una amarga ironía gotea en la insinuación, recorriendo los pasillos sin tener una noción realmente de que tan rápido o lento va. La monotonía de las últimas semanas transcurría sin transcurrir realmente, es como si se hubiera estancado.

—Qrow —ella coloca su mano sobre su hombro, incitandolo a detenerse y mirarla —. Sé lo difícil que esto debe ser para ti, perdiste mucho ese día —los ojos de la cazadora reflejan preocupación, pero él no se inmuta, no quiere la preocupación de nadie, está cansado de todo esto —. Si necesitas hablar en algún momento, de lo que sea, debes saber que cuentas conmigo —dijo, una triste sonrisa en sus labios, solo para después dejarlo ir, y caminar en otra dirección.

Él mordió su labio, su atención enfocándose de nuevo en los pasillos, dándose cuenta que llegó hasta la puerta de su habitación designada sin ni siquiera percatarse.

Su corazón comienza a acelerarse, la pregunta de Robyn hace eco en las paredes de su menta, aprieta la mandíbula y de inmediato ingresa a la habitación, cerrando de golpe la puerta y recargándose en ella.

Qrow inhala de forma temblorosa, sus ojos se llenan de lágrimas y se recarga en la puerta de su habitación, dejándose deslizar contra ella hasta terminar en el suelo.

Qrow no puede reprimir el sollozo que escapa de sus labios, golpea suavemente su cabeza contra la puerta, mirando hacia el techo.

Está tan cansado, sabía muy bien los riesgos, todos conocen los riesgos que hay en este trabajo, perderás a muchas personas, morirán y sus huellas se desvanecerán.

Los recuerdos vienen en oleadas, al igual que el dolor pasa de ser sordo a ser agonizante. Si tan solo tuviera una oportunidad, solo una, al menos para escucharlas una última vez, ver la sonrisa despreocupada de Yang, diciéndole que todo saldrá bien, la sonrisa reconfortante de Ruby, respaldando a su hermana.

Está tan cansado, de verdad quisiera rendirse, tirar todo a la basura, el mundo por el que estaba luchando, la única razón por la que continuó de pie... Eran ellas, siempre fueron ellas. Al principio, por dejarles un lugar mejor, no dejar que la oscuridad de la guerra la conocieran, después, cuando las verdades a medias fueron completas y las mentiras se desmoronaron, se rindió, pero la terquedad ardiente de su pequeña sobrina lo trajo a flote una vez más, y al último, toda su determinación fue en ayudarlos, a no dejarlos perderse en el camino de rocas filosas, amortiguar todo lo posible los golpes que les pudieran dar.

Al final, falló tan miserablemente, le dio esa información a Ruby después de que despertó de estar inconsciente luego de la caída de Beacon, ella se puso en movimiento por lo que le dijo, solo la siguió de lejos y la puso en riesgo... Que idiota había sido, se supone que la cuidaría.

Desde el primer momento en que Yang fue colocada en sus brazos al nacer lo supo, sucedió lo mismo cuando Summer le entregó a Ruby. Él moriría por ellas, sería su escudo, intentaría mantenerlas a salvo lo mayormente posible... Pero falló, y se odiará siempre por eso, hasta que deje de respirar se va a odiar, porque cuando ellas más lo necesitaron, no estuvo ahí.

Qrow aprieta la mandibula con fuerza, empuña su mano y comienza a dar golpes en el suelo, uno, tras otro, tras otro. Conforme pasa, su ritmo y fuerza aumentan, golpeando cada vez mas fuerte.

Qrow suelta un grito lleno de dolor, golpeando con fuerza el suelo una vez más.

El tiempo se detuvo cuando Yang fue puesta en sus brazos.

El tiempo se detuvo cuando Ruby fue puesta en sus brazos.

El tiempo se detuvo cuando Yang sonrió por primera vez.

El tiempo se detuvo cuando Ruby dijo su nombre como su primera palabra.

El tiempo se detuvo cuando Yang besó la frente de su hermana cuando lloraba por caerse de rodillas.

El tiempo se detuvo en esos pequeños momentos, tenía que estar constantemente saliendo de sus vidas, no quería arruinarlas con su semblanza, pero esos pequeños momentos eran los mejores, los mas queridos, los más atesorados...

Y el tiempo se detuvo cuando al gritar el nombre de ambas por medio del aurricular, todo lo que se escuchó fue estática.

El tiempo se detuvo por completo cuando Winter lamentó su perdida.

Y ahora el tiempo estaba estancado, ya no estaba en sus manos.

Qrow ya no podía respirar igual de nuevo, todo esto... Simplemente no podía. Primero Summer, después ambas niñas... Oh, si que era un amuleto de mala suerte.

Rechinó sus dientes, molesto, reprimiendo un nuevo grito que quería escapar de su boca. Simplemente debería dejar que todo se vaya al demonio.

No.

Tomó una larga respiración, inhalando y exhalando, sus pensamientos siendo aplacados.

Era cierto, seguir siempre hacia adelante, ese es el mantra que un cazador debe seguir.

Y estará condenado si no continúa luchando, porque está lucha fue de sus sobrinas, ellas ardieron como el fuego, se mantuvieron firmes como un roble, lucharon demasiado en una pelea que no les correspondía, tomaron el mando y cargaron con el peso del mundo... Y que fuera castigado si todo ese esfuerzo que ellas pusieron lo dejaba morir.

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Ciertamente, odiaba la arena, se metía en su calzado y tenía que estar sacándola de el cada cinco minutos. Odiaba el calor, le producía más estrés del que ya tenía. Odiaba el enorme bullicio que había, solía ser la que lo hacía, pero su humor decayó las últimas semanas, ahora era irritante.

—¿Nora? —ella giró la cabeza de inmediato ante el llamado, volvió a colocarse el calzado que se había quitado para sacudirle la arena que se le había metido, sentada en unas cajas de suministros. Sus ojos aguamarina se encontraron con un rostro que no había visto hace mucho tiempo.

—¿Coco? —reconoció, frunciendo un poco el entrecejo, curiosa por ver a la líder del equipo CFVY parada frente a ella.

—Hey chica, mucho tiempo sin verte —le dice, una sonrisa curveada en sus labios. Nora apenas sonríe, no puede detener los recuerdos que se filtran en su mente de una época olvidada en Beacon —. Nos habríamos acercado a saludar desde la semana que llegaron, pero todo esto es un gran desastre, CFVY estuvo en las fronteras, controlando grimm junto a otros grupos, estuvimos acampando ahí así que ninguna oportunidad de verlos, niños.

—Es bueno verte, Coco —dijo Nora, sin saber exactamente como dirigir una conversación con la amante de la moda sin que llevara a preguntas que la lastimarían. Detrás de Coco, el resto de su equipo llegó, poniendo un poco más ansiosa a Nora, no la malinterpretes, se alegraba de verlos, pero ahora mismo... Bueno, aún no era un buen momento para ella o Ren, u Oscar, o Winter y su familia, o Qrow... Para nadie —¡Hola chicos grandes! —aún así los saludó con la mejor sonrisa.

Velvet le sonrió —. Hola Nora, ¿cómo ha ido todo?

—Hacemos lo que podemos —responde Nora con su sonrisa un poco más forzada esta vez —. Justo me dirigía a la oficina del director, tenemos una reunión para revisar lo de las reubicaciones que han hecho las últimas semanas con Winter y Qrow dirigiéndolo —les dice un poco más rápido de lo que quisiera, pero necesita evitar un poco cualquier otra duda que pueda desencadenar una espiral.

—Oh, genial, nosotros también vamos con el director ya que nos ha solicitado también —dijo Velvet con alegría. Ahi van las oportunidades de Nora.

—¡Fantástico! Entonces en marcha —Nora trata de emular la alegría de la fauno, pero su sonrisa sale en una mínima mueca que de inmediato borra, tomando la delantera del equipo. Un equipo completo, susurra su mente co algo de zaña, agitando su corazón con amargura, dolor y vergüenza —¡Y díganme! ¿Ahora son estudiantes de Vacuo? —era una pregunta riesgosa, podía llevar a que le hablaran de la situación de Beacon, no te confundas, Nora tiene un panorama de Beacon después de salir de Vale bastante grabado en su mente así como el resto, pero ha sabido a través de Winter, quien discute primero con ellos todo sobre la evacuación, reinstalación, mantenimiento, etc., acerca de a donde van los refugiados, así que conoce vagamente que Beacon aún tiene muchas zonas seguras, dado a que el dragón que... Ruby congeló en la punta, si bien, dejó de ser una amenaza, eso no pudo evitar que el grimm llegara por sentirse atraído al dragón. Vale está un poco mejor, si bien, la vigilancia aún es mucho más abundante ante los grimm que se adentran, han podido llevar una vida casi "normal".

—Bueno, estuvimos mucho tiempo en Beacon ayudando con todo lo que podíamos —comentó Fox a su espalda, Nora decidió darle una mirada por encima de su hombro mientras caminaban entre el montón de personas para llegar a la escuela —. Las clases se reanudaron lo mejor que se pudo a finales del año pasado, ya que nuestros compañeros y nosotros mismos estuvimos haciendo labor de campo y las instalaciones no son accesibles debido al grimm, pero logramos llevar un período de clases aceptable.

—Ahora estamos aquí ya que la señorita Goodwitch nos envió junto a otro equipo —tomó la palabra Velvet —. El plan era discutir un plan rápido con el director Theodore en voz de la directora Goodwitch para organizar un grupo e ir a ayudarlos con Atlas después de ver la transmisión de Ruby.

Nora se detuvo en seco en medio del pasillo, sintiendo su estómago retorcerse cuando el nombre de su amiga salió de los labios de alguien más, giró su cabeza abruptamente para fijar su mirada al equipo CFVY —¿Entonces están aquí porque la profesora Goodwitch y ustedes vieron la transmisión y querían ayudar? —preguntó con un nudo en la garganta. No sabía eso, no había prestado atención a la información, quizás fue cuando estaba sumida en su cabeza cuando llegaron, quizás el director lo comentó en algún momento y ella no escuchó, bueno, usualmente escuchaba más a Qrow y Winter.

Coco arqueó su ceja con confusión —. Por supuesto, ¿creían que no haríamos nada cuando hicieron esa transmisión? —cuestionó —. Estábamos moviéndonos lo mejor que podíamos por eso de las comunicaciones caídas, llegamos aquí a Vacuo junto al equipo GRRN como representantes de Vale y de la señorita Goodwitch ya que somos, ya sabes, ¿el mejor equipo de los años superiores?, y eso fue para transmitir de forma segura el mensaje de que debíamos unirnos y enviar ayuda a Atlas. Iniciar un plan, y todo eso —comentó, soltando después un suspiro—. Pero fue demasiado tarde al parecer, porqué repentinamente se soltó una alarma de grimm en las afueras, después tuvimos que correr a ayudar, y la cadena de comunicación interna nos informó sobre la caída de Atlas, que trajeron a todas esas personas, así que hicimos nuestra parte, involucrándonos con los Vacuan para formar parte de los escuadrones y proteger las fronteras —sonrió con amargura —. Es una mierda que no hayamos logrado movernos a tiempo, pero queríamos y queremos hacer todo lo posible ahora, GRRN de hecho forman parte de los reubicadores que llevan Atlesiano y gente de Mantle a Vale, y no tengo duda de que la directora lo esta haciendo genial.

—Sabes, incluso nos encontramos con el equipo SSSN, ellos también estuvieron con nosotros junto a otro equipo de Haven, éste último de hecho está participando en las reubicaciones en Mistral, para ayudarlos —comentó Yatsu con su habitual calma.

Nora sintió que el nudo de su garganta se apretó con fuerza, sintiendo el escozor de las lágrimas en sus ojos. Habían estado dispuestos a acudir en su ayuda, iban a ayudar porque escucharon y creyeron en el mensaje que Ruby dio. Una parte de Nora quería volver a llorar a todo pulmón y decir "¿Ves eso, Ruby?, lo hicimos, el mensaje les llegó y querían ayudar. Lo hiciste". Se mordió el labio, girándose de nuevo y siguiendo caminando —. Gracias —les dijo, intentando que su voz no sonara temblorosa, solo esperaba que no se preocuparan o molestaran por su actitud, pero estaba intentando.

Llegaron a la oficina en silencio, abriendo la puerta para entrar y dándose cuenta que la oficina había más personas de las que estaban contempladas, claro, estaban el director, estaban Ren, Oscar, Qrow y Winter, más CFVY y ella, bueno, eran más, pero su atención se centró en el equipo SSSN, que también estaban ahí en la oficina. Nora no quiso comentar nada, ¿qué podría decir? Así que se dirigió con su grupo, parándose entre Ren y Oscar, pasando su brazo por los hombros del más joven, quizás un modo de consuelo para él ya que si bien, también estaba trabajando en esto como ella, era una forma de calmar su tensa figura siempre que sucedían estás reuniones. Eran demasiado jóvenes para todo este infierno.

—Primero que nada, quiero decirles que estas semanas, si bien, han sido muy difíciles, el esfuerzo conjunto de todos nosotros ha dado sus frutos —comenzó el director, mirándolos con una sonrisa.

—Esperen —interrumpe Sun, mirándolos con el entrecejo fruncido, reflejando confusión —¿Dónde está el equipo RWBY? ¡Oh! ¿Y Jaune? ¿No estarán en la reunión? —pregunta con curiosidad —¡Necesito felicitar a Ruby por ese mensaje! ¿Aparecer mundialmente para dar un mensaje y advertir sobre un enemigo del que nadie nos habló? ¡Sin duda tiene unas agallas enormes! —exclamó extasiado, sonriendo brillantemente.

Un tenso silencio se instala en la habitación, Nora se estremece violentamente, abrazando a Oscar un poco más mientras siente como él también tiembla y se encoge más contra ella. Ren la rodeó con su brazo en su espalda, a modo de consuelo. Los ojos aguamarina se deslizan a Qrow y Winter, el primero ha agachado la mirada, apretando la mandíbula con fuerza, Winter parece más firme, pero su labio tiembla.

—También me preguntaba donde estaban... —murmuró Coco, arrugando el entrecejo, al menos percibió el humor en el aire.

—Ellos no... —Winter frunció los labios como si hubiera mordido un limón muy agrio —... No lo lograron en la evacuación —la doncella endereza su espalda firmemente para mirar a los dos equipos. Nora nota que las expresiones de Sun, Neptune y Velvet son las más demostrativas, mirando con horror y miedo a la ex-militar atlesiana, el resto solo están tensos, mirándola sin poder creer sus palabras (¿quién lo haría? RWBY era el mejor equipo de los primeros años, y el equipo JNPR se desintegró completamente).

—¿Qué? —cuestiona Sun con la voz temblorosa, mirando hacia ella y Ren.

—Se crearon una especie de puentes en un vacío, que se conectaban por medio de portales que conectaban de Atlas a Vacuo —comenzó a explicar Ren, su voz, aunque era tranquila, Nora podía percibir el dolor silencioso detrás —. Hubo un ataque, el equipo RWBY y Jaune se quedaron atrás para controlar daños, pero... Cada uno de ellos cayó al vacío.

Nora odia el silencio, ama el ruido, hablar y que todo alrededor resuene, pero éste silencio lo aprecia, porque le permite tomar un respiro.

—Yo... —murmuró Sun, claramente frustrado y herido mientras apretaba la mandíbula con fuerza. Sage colocó una mano en su hombro, quizás a modo de consuelo, como Nora supone. Neptune suspira, cubriendo su rostro con la palma de la mano.

—Lo sentimos mucho —Fox expresa con afligida tranquilidad, colocando la mano en el hombro de Coco para que la amante de la moda deje de apretar los puños con tanta fuerza. Velvet solloza, siendo abrazada por Yatsu en un intento de tranquilizarla.

Las puertas abriéndose captó no solo la atención de Nora sino del resto. Había tres figuras adultas en el umbral, con expresiones de horror mirando hacia ellos. Nora frunció el entrecejo, pero el reconocimiento de quienes eran golpeó como un tsunami, soltando de inmediato a Oscar y cubriendo su boca con sus manos, mirando con horror, que aquellos eran Kali y Ghira Belladona, los padres de Blake, y a su lado, si bien solo lo conoció por una fotografía, cortesía de Yang, sabía que era Taiyang Xiao Long.

—Tai... —escuchó la voz áspera y sin ocultar la amargura de Qrow.

—¿Qué diablos fue lo que dijeron? —le cuestionó el hombre rubio directamente a Qrow, sus ojos azules mirando fijamente hacia él. Nora jugó con sus manos entrelazadas nerviosamente, sintiendo que una tormenta había iniciado. ¿Cómo diablos podrían coincidir de esa forma tan absurda? Quizás ellos llegaron debido a que se enteraron de todo debido a las evacuaciones y vinieron a ayudar, pero, ¿cuáles eran las probabilidades de que llegaran justo cuando le explicaron a SSSN y CFVY que habían perdido a su equipo hermano y a Jaune? Eso fue por mucho, una mala jugada del estúpido destino, y si fuera por Nora, el destino podía comer mierda. Nora estaba tan metida en su pensamiento que se perdió el hecho de que Taiyang había cruzado la oficina en un segundo, yendo contra Qrow y agarrándolo por el cuello de la ropa, ella evitó dar un jadeo alarmado, pero Oscar lo hizo en su lugar —¡¿Dónde diablos están mis hijas, Qrow?! —había una gran desesperación en su pregunta, y Nora pudo notar el desliz suplicante también.

—¿Blake? —Nora miró de inmediato a la señora Belladona, notando las lágrimas abundantes en sus ojos mientras su esposo la sostenía con firmeza, mirando hacia los adultos con el rostro pálido —. Mi bebé no puede estar... Ella no puede, yo lo habría sentido —murmuraba Kali, sacudiendo su cabeza en negación —. Soy su madre, si ella se fuera lo sentiría... Sé que lo haría —el corazón de Nora se rompió por eso, mordiendo su labio y dirigiendo la mirada a Qrow. Pudo notar como Winter y el director Theodore parecían listos para intervenir con Taiyang. Nora sabía que el resto estaba congelado en su lugar sin saber que hacer.

La cruda comprensión brilló en los ojos de Xiao Long mientras miraba la respuesta en los ojos de Qrow, como si ya lo hubieran hecho antes, y a Nora se le hace un nudo en la garganta cuando Taiyang suelta bruscamente a Qrow —¡Se suponía que estabas con ellas para cuidarlas! ¡Te fuiste con Ruby para seguirla! ¡¿Por qué diablos no las cuidaste?!

Una silenciosa e inexplicable ira burbujeó en las entrañas de Nora cuando Taiyang parecía dispuesto a culpar y hacer sentir más miserable a Qrow de lo que, ella sabía, ya se sentía. Ella lo escuchó llorar, ella vio su mirada destrozada y todo el dolor —¡No puedes culparlo! ¡Lo intentó como todos nosotros! —gritó con furia antes de poder pensarlo más, las lágrimas ya resbalando por sus mejillas. Ella se sacó del agarre que no sabia que Ren había puesto en su brazo para tranquilizarla, en cambio, dio dos pasos al frente mientras sabía que toda la atención estaba sobre ella —¡Si te atreves a culpar a Qrow entonces me tienes que culpar a mí! ¡Yo vi cuando Yang fue la primera en caer, pero no pude ir a ayudar porque yo tenía que evacuar! ¡Yo vi a Blake caer cuando intentó salvar a Ruby, pero ambas cayeron! —gritó desesperada —¡Se suponía que los ayudaría al volver por ayuda, pero no pude volver así que los perdí! ¡Así que también fue mi culpa!

—Fue mi culpa por no tener cuidado en las condiciones de los portales, no podíamos volver por ellos una vez cruzamos —dijo Oscar con seriedad, apoyándola con firmeza, pero ella no se volteó a mirarlo, manteniendo la mirada firme en Taiyang.

—Todos podíamos haber hecho más, todos tuvimos culpa aquí —dice Ren a su espalda.

—Y usted no tiene ningún derecho de gritarle a Qrow —gruñó Nora —. Él estuvo con nosotros todo el camino, quizás en algún momento fue un dolor en el trasero, pero a comparación de usted, que dejó a Ruby y Yang, y no las siguió, Qrow si lo hizo —Nora tenía una vaga idea de que si Ruby la escuchara, se habría enojado con ella al ser tan dura con su padre, pero Nora no podía tolerar que Qrow fuera culpado injustamente, él hizo lo que pudo, él tenia otra misión igual de importante y no podía estar en dos lugares a la vez. Taiyang se volvió hacia Qrow, quien la miraba entre sorprendido y triste, así que se sobresaltó cuando Taiyang lo abrazó con fuerza, murmurando palabras que no fueron capaces de registrarse en los oídos de Nora, pero que imaginó, que seguramente era disculpas y algo más, porque los ojos de Qrow se llenaron de lágrimas y lo abrazó de vuelta. Bueno, al menos Nora había evitado una pelea unilateral, ahora seguía el recomponerse de nuevo y dejar que Winter y Ren se disculpen con el director Theodore por llevar está discusión en su oficina cuando originalmente solo hablarían de trabajo. Bien, después lo resolverían, ahora mismo, quizás podría ayudar hablando con los padres de Blake, ¿no?

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El mes que ha transcurrido ha sido como un borrón para Nora, o al menos piensa eso mientras deja de lado unos suministros y truena su espalda para liberar la tensión. Las reubicaciones han avanzado bien, todavía falta bastante, pero al menos no ha habido problemas y no han tenido pista de los secuaces de Salem o la bruja misma (no sabe si tomarlo como algo bueno o malo). Al menos, han estado recibiendo más apoyo de Vale y Mistral, enviando a algunos cazadores de confianza y expertos para reabastecer suministros. Ghira y Kali han abierto Managerie, así que varios faunos han podido instalarse. Kali lleva el control aquí en los campamentos de los faunos que se trasladarán con esa chica camaleón (¿Ilia?) y otros faunos más que no ha conocido bien, mientras que Ghira lleva el control en la misma isla. Hace unas semanas había venido la profesora (¿ahora directora?) Goodwitch, quien sorpresivamente los había abrazado a Ren y a ella fuertemente en cuanto los vio (por supuesto que le contaron de inmediato lo que sucedió con Jaune y su equipo hermano, y su estricta profesora los abordaría de inmediato con cariño, por las cicatrices que tenían), después de eso, ella estuvo algunos días, discutiendo con el director, Qrow, Winter, Robyn y una mujer fauno (¿Dalia?), quién era la encargada de la academia Haven ahora. Discutían sobre todo lo que estaban haciendo y todo eso, cosas que eran demasiado para Nora en este punto. En fin, Dalia y la señorita Goodwitch se marcharon, enviaron más gentes y eso se ha vuelto una rutina familiar.

Si... Habían caído en una rutina familiar, que después se rompería para comenzar a localizar a la doncella del verano, también encontrar a la bruja y su gente. A veces quisiera un respiro, pero inmediatamente descarta el pensamiento, y se muestra determinada a continuar.

Taiyang estuvo ayudando arduamente en las evacuaciones, y una parte de Nora sabía (que así como ella, Oscar e inclusive Ren, Qrow y Winter), él trabajaba tanto para poder mantener su mente ocupada, intentando nublar el dolor, aunque también, sabía que lo hacia también por sus hijas (diciéndole a Qrow algo sobre que no volvería a hacer lo que hizo en el pasado), así que él formaba parte de los cazadores que acompañaban a los civiles en el viaje para llegar a salvo.

Hablando de rutina familiar, algo ante el mero pensamiento le decá que quizás esa rutina se haría añicos, llamarlo su intuición mientras se aleja del campamento para reunirse con su grupo (llamada de emergencia de Winter al parecer) a una de las localizaciones más cercanas. Como es abitual, ella ya esta al lado de Ren, quien tiene a Oscar y Emerald de su lado, y antes de siquiera poder preguntarles si sabían que estaba pasando, Winter y Qrow entran a la carpa en donde se juntan, el entrecejo confundido de Qrow mirando a la Schnee le dice a Nora que él no tiene ni idea de que sucede, pero su cuerpo se estremece en anticipación cuando nota en el rostro generalmente estoico de Winter una palpable inquietud.

—Okey, suelta la lengua ya, ¿qué sucede? —la interroga Qrow, cruzando sus brazos y mirándola fijamente.

Winter guarda silencio un segundo —. Llegaron más personas al refugio —anuncia firmemente, mirando a Qrow.

Nora no comprende, ¿qué pasa con eso?

—¿Cómo? —cuestionó Oscar, intrigado sobre como eso estaba inquietando a Winter.

—Lo que quiero decir... Es que llegaron más personas a nuestros campamentos, pero ellos... Estas personas han sido interrogadas por los cazadores que los encontraron mientras hacían rondas en los alrededores —Winter tomó una bocanada de aire —. Los cazadores me dijeron que vieron como esas personas, que claramente son atlesianos y civiles de Mantle, salieron del tronco de un árbol que brillaba —dijo rígidamente, centrando su atención en Qrow. Bueno, Nora no esperaba eso —. Y en lo interrogatorios ellos dijeron lo mismo, todos —la voz de Winter tembló —. Ellos habían caído de los puentes cuando Cinder y Neopolitan atacaron.

—¿Qué? —cuestionó Nora con voz pequeña, sintiendo que su corazón se aceleraba. Eso implicaba... Eso implicaba...

Winter siguió mirando a Qrow —. Y ellos dijeron, que una joven cazadora estuvo cuidándolos y enseñándoles a sobrevivir mientras estaban donde fuera que estaban —la albina acercó su mano, tomando la de Qrow suavemente, como si las siguientes palabras fueran a ser una bomba. Nora estiró su mano para sujetar la de Ren ante eso —. Ellos dijeron, que la joven cazadora tenía cabello rubio y ojos lilas... Y se presentó a ellos como Yang —informó lo último con suavidad. Nora no pudo evitar jadear, las lágrimas ya formándose en sus ojos mientras Ren apretaba su mano. Por el rabillo del ojo, notó como Oscar se tambaleó, siendo estabilizado por una sorprendida Emerald. 

—Me estas jodiendo —gruñó Qrow, con sus ojos llenos de lágrimas mirando a Winter.

—No lo soy —le dice ella, esta vez, Nora puede ver las lágrimas de Winter en sus ojos mientras estos brillan con algo parecido a la esperanza —. Yang los cuidó por un tiempo, hasta que se separó de ellos para explorar. Ella no volvió con ellos, ya que otra persona apareció, les dijo que conocía la salida y los llevó a un enorme árbol que brillaba y los trajo a Vacuo —Winter mordió su labio —. Sé que es apresurado, pero si lo que dijeron es realidad, entonces...

—Jaune, Ruby... Todos están vivos —susurró Ren en shock, y Nora, sintió como sus rodillas cedieron mientras comenzaba a llorar, sintiendo el corazón en su garganta ante la perspectiva de que sus amigos, su familia, pudieran estar vivos y podrían volver.

No, no era una simple esperanza, algo en su corazón se lo dijo, ellos volverían a casa pronto.

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