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Language:
Español
Stats:
Published:
2018-10-10
Completed:
2018-10-10
Words:
4,478
Chapters:
4/4
Comments:
20
Kudos:
158
Bookmarks:
19
Hits:
1,130

Instintos Animales

Chapter Text


 

.

Hannibal se despertó y lo primero que vio fue una bolita negra acurrucada en un rincón, se levantó tambaleándose, agitó su cabeza y después muy lentamente se acercó a su pareja.

-Will- le llamó y como respuesta obtuvo un largo sollozo.

-P-prometiste q-que n-no se la llevarían- le reprochó, luego se apretó sobre sí mismo y siguió llorando bajito.

-Will…- murmuró con la voz rota, levantó su aleta para ponerla sobre la pequeña cabeza ajena pero al final se arrepintió, se dio la vuelta y fue a investigar el nuevo lugar en el que los habían colocado.

Hannibal camino cabizbajo por el hábitat, era espacioso y lleno de cubos de hielo, era significamente más frío, quizá porque era más pequeño que el hábitat que compartía con los demás. Llegó a la orilla del estanque y en el fondo vio una  roca pulida por la corriente, ovalada y blancuzca… lucia como un huevo.

Will estaba pensando que había sido muy rudo con Hannibal, él sabía lo mucho que se había esforzado por cuidarlos a ambos, lo fiero que había lucido y que inclusive había intentado arrancarles los dedos a los cuidadores, su corazón se entibió ante la muestra de dominio que tenía su pareja. Se levantó con trabajo y camino hacía la salida de la cueva, estaba a punto de llamarlo cuando lo vio caminando lentamente hacia él, se preguntó porque su paso era tan cuidadoso, inclinó la cabeza de un lado a otro hasta que pudo ver que llevaba un pequeño huevo entre sus patas. No pudo evitar chillar de gusto.

Will se dedicó a traer las pequeñas ramas que encontraba y las acomodó alegremente en la esquina más cálida de su nuevo hogar.


 

 

-Han pasado 3 días y no han salido- dijo Alanna preocupada.

-Yo no quiero volver a entrar ¿Viste a ese pingüino? Estoy seguro que de haber podido me habría destripado- exclamó Brian Zeller.

-Eres un exagerado- se burló Beverly

-Tu no estuviste ahí, no puedes opinar- murmuró enojado.

-Son animales, no son malos, solo tienen instintos y para Hannibal era natural proteger a su pareja y al polluelo que el creyó suyo- Opinó Alana –Ahora lo que me preocupa es que no han salido de la cueva ni han comido en tres días.

-Deberíamos ir a verlos- apoyó Bev.

-Yo no voy- declaró Brian mientras reprimía un escalofrío.

Alana lo miró con una ceja alzada y luego se burló.

-Podemos ir en la noche, cuando ya estén dormidos, luego les metemos un poco de humo para que estén más relajados y no se despierten, podremos revisarlos sin estresarlos más- sugirió Bev.

-Excelente idea- apoyo Alanna con una gran sonrisa.

Esa misma noche entraron como lo planearon y al entrar a inspeccionar no pudieron evitar que sus corazones se estrujaran ante la escena.

-Están empollando una piedra de nuevo- susurró Alana con la voz entrecortada.

-A este paso ellos morirán de hambre o de tristeza si les quitamos su piedra- señaló Bev con dolor.

-Margot, la pingüina del antiguo hábitat de Will puso dos huevos, no podrá empollar a ambos… ¿No podríamos…?- sugirió un (aún) asustado Zeller.

-¡Excelente idea!- exclamó Alanna.

-¡Shhhhh! No los vayas a despertar o vamos a morir- murmuraron asustados Bev y Brian.

-Perdón- susurró Alanna, pero aún contenta –Vamos por ese huevo.


.
.
Will despertó por el aroma a pescado, se sorprendió porque dudaba que Hannibal se hubiera movido de su lado en toda la noche.

-Cuando desperté ya estaban aquí- dijo Hanni, como si le leyera la mente –Pero se agradece de cualquier forma.

Will solo sonrió y comió lo que su pareja le ofrecía. Luego volvió a acomodarse sobre su huevo.

Pasaron 23 días comiendo solo lo necesario y protegiendo a su huevo, turnándose para hacerlo como cualquier pareja lo haría, sin embargo no se separaban uno del otro en ningún momento. Cierta tarde, cuando Will se acomodaba para su turno, sintió algo extraño, movió su cabecita un poco mirando su huevo, luego de un rato sin notar nada extraño se acomodó sobre él cuando de pronto abrió sus ojos muy grandes.

-¡Hannibal!- graznó mientras agitaba sus aletas -¡Hannibal!

Hannibal quien se encontraba solo a unos pasos de su pareja se acercó rápidamente -¿Qué sucede?

-Se movió ¡Se movió!- anunció con entusiasmo.

Hannibal sonrió, en parte feliz de que su descendencia estuviera dando señales de vida por fin y también por la tierna felicidad de su amado pingüino. Se acercó a él y comenzó a tallarlo con cuidado.

-¿Ya no te molesta que te marque?- le preguntó sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.

-No, ya no- dijo Will, mientras dócilmente se dejaba manipular por el más grande –Tu eres mi pareja y siempre nos cuidas… a mí y a nuestra pequeña.

-Ah, con que ya sabes que será hembra ¿eh?

-Si- contestó muy seguro –Será nuestra pequeña Mischa…

 

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Notes:

Nota: Hola, no sé de pingüinos así que no todo es verdad.
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-Los pingüinos no hacen nidos, empollan de pie (lo hace el macho) pero a mí me gusta hacer nidos así que los hice hacer un nido.
-Los huevos tardan entre 50 y 66 días para eclosionar (depende de la especie).
-Durante el tiempo de incubación el padre no come nada.
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El final quizá fue un poco rápido, ya no tengo tiempo para escribir hasta dentro de un par de meses y prefería acabarlo ahora, espero les haya gustado, no acostumbro escribir cosas tiernas ni dulces, yo soy más de BDSM, parafilias y cosas enfermas (a veces humor) así que hice mi mejor esfuerzo.
La última parte no fue revisada por cuestiones de tiempo, prometo corregir errores después.