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–Apresúrate y ven a casa, tengo una sorpresa para ti–
Jean sonrió al mensaje que apareció en la pantalla de su celular. Las sorpresas de Marco eran raras pero definitivamente valían la pena. –No puedo esperar– dijo rápidamente acelerando para llegar rápido a casa.
“¡Marco!” grito Jean al llegar a casa. “Marco, ¿donde estas? Pisando un calcetín que estaba al pie de la escalera y sonrió. Subió las escaleras siguiendo diferentes prendas de ropa. Una camisa por aquí, un par de pantalones colgando de la baranda. Una de las camisas de Jean tirada afuera de la entrada del baño. “Marcooo”
“Polo” escucho a Marco llamar por encima del sonido del agua corriendo en el baño. La sonrisa de Jean se agrando mientras tomaba el cuello de su camisa y empezaba a quitársela. El tarareo de Marco y ocasionales salpicaduras atrajeron a Jean, que estaba todavía parado afuera de baño. Agarro el pomo de la puerta y la giro lentamente. “Así que la sorpresa de la que hablabas…” Jean sonrió “Estoy-… ¿Marco? ¿Qué es eso?”
Marco estaba sentado sobre sus rodillas frente a la tina “mira lo que encontré” Un pequeño patito chapoteaba alrededor de la tina graznando felizmente mientras que otro estaba sentado en la pila de la ropa limpia a la par de Marco.
“¿Patos? ¿Esa es la sorpresa?”
“¿No son lindos? La sonrisa del mayor empezó a desvanecerse “Pensé que te gustarían”
Jean inhalo y exhalo riéndose. “Me encantan Marco. ¿Los has nombrado ya?”
“Todavía no, ha sido difícil nombrarlos”
“Llamemos a este Marco, esta tan feliz nadando”
“Pero es mi nombre, no podemos llamarlo así”
“Claro que podemos, llamemos a este Jean y juntos tendrán sus propias aventuras ¿Qué te parece?
La sonrisa de Marco se ensancho. “Es perfecto. Pero tengo una pregunta por qué no tienes puesta la camis…-” se rio “Oh pesaste que la sorpresa era… woops”
“No” las mejillas de Jean se sonrojaros y tomo la camisa del piso. “Vamos a tener que lavar mucha ropa. Sin mencionar que los patos hacen sus necesidades… por todos lados”
“Compre pañales”
Jean balbuceo “Es como criar niños, Marco. No sabemos cómo ser padres”
“Entonces solo tendremos que aprender. Mira que pequeños son, cuidar de ellos no debería ser difícil”
“Bien” Jean atrajo a Marco a sus pies y pasó sus dedos en su sedoso cabello color chocolate “simplemente no puedo negarte nada”
“Y estoy tratando de mantenerlo siempre así” dijo Marco apoyando su cabeza en los hombros de Jean.