Work Text:
We could leave the Christmas lights up 'til January
And this is our place, we make the rules
Harry es definitivamente el Omega más hermoso que existe en el Mundo Mágico, y quien se atreva a decir lo contrario, tendrá que darle explicaciones a Draco.
Hoy, en la fiesta que el Ministerio está ofreciendo, con las luces doradas haciendo que esos ojos verdes destaquen aún más, Harry Potter está atrayendo todas las miradas. Las y los omegas le miran con envidia o admiración, las y los betas le miran apreciativamente mientras una sonrisa suave se abre paso en sus rostros cuando el ex Gryffindor nota sus miradas.
Luego están las y los alfas. Esas personas que están logrando colarse en los nervios de Draco, otro alfa que sabe muy bien el efecto que está provocando Harry en todos.
Su Harry.
And there's a dazzling haze, a mysterious way about you dear
Have I known you 20 seconds or 20 years?
—Vamos, Draco —Harry, con una mano en su brazo y una voz divertida, le hace apartar la mirada de Smith, un alfa que estudió con ellos en Hogwarts—. ¿No deberías estar disfrutando de la fiesta conmigo, en lugar de asesinar a los demás con tu mirada?
—No es mi culpa —Draco sabe que está haciendo un puchero mientras habla—. Todos aquí saben bien que tú y yo somos pareja. ¿Por qué no dejan de mirarte?
— ¿Porque soy encantador?
Draco mira a Harry, bebiéndose su imagen como el más dulce néctar y deseando con fuerza que esa fiesta absurda llegue a su fin.
—Eres encantador, sí —Draco sonríe, y toma en sus manos una de las de Harry para besarla—. Pero quiero que ese encanto sólo sea para mí.
—Y así lo es, Draco —Harry le devuelve el gesto, subiendo las manos pálidas de Draco hasta sus labios para besarlas—. Sinceramente, no me importa quién me mire o no. Sólo estoy aquí por ti.
Y qué tan cierto.
La fiesta se había organizado en un principio para el personal de salud privada, pero debido a algunas protestas por aquí y por allá (de Granger y Harry), Draco, junto con muchos otros compañeros, como parte del personal de un hospital público como el San Mungo, también habían sido invitados a la sala de eventos del Ministerio.
Draco no había querido ir, pero con la amenaza de un Harry que iría solo allí en su lugar, no tuvo más que ceder y dejar que su madre le escogiera el mejor traje que un Malfoy pudiera portar.
¿Cómo él podría haberse quedado tranquilo en el apartamento que compartía con Harry, cuando este último estaría en una fiesta rodeado de alfas, siendo el Omega más hermoso?
—Podemos irnos, ¿sabes? —sugiere Draco, quien lo único que quiere es besar apropiadamente esos labios gruesos, brillantes e incitantes— Ya todos los que tenían que vernos lo han hecho.
—No han servido el postre y falta la hora del baile. —responde Harry sin más.
— ¿Quieres un postre? Haré que los elfos de la Mansión te preparen los mejores —levantando una ceja de manera provocativa, Draco mira a Harry de la manera que él sabe que sus peticiones son escuchadas— ¿Quieres bailar? Podemos ir al salón de baile de la Mansión y bailar la música que se te antoje. ¿Qué opinas?
Los ojos de Harry toman ese brillo peculiar que derriba todas las defensas de Draco.
Misión fallida.
— ¿No quieres que nadie te vea bailando conmigo aquí? —su voz podría sonar casual para cualquier desconocido, pero Draco reconoce ese tono lastimero que el moreno siempre utiliza cada que se quiere salir con la suya.
—Harry...
—Supongo que no soy de esos típicos omegas que saben desenvolverse bien en una pista de baile —Harry se encoge de hombros—. Entiendo que te dé vergüenza.
—Merlín Harry, no-
—Lo entiendo, Draco, de verdad. De ser Alfa, yo también haría lo mismo.
—Y si yo fuera el Omega patoso, ¿no me dejarías bailar contigo en público? —Draco no puede evitar ofenderse.
—Si estamos hablando de ti, jamás te haría eso. No tengo el corazón tan podrido como para dejar que alguien como tú se quede con las ganas.
Draco no puede evitarlo. Una carcajada sonora y grave sale de su garganta, atrayendo la atención de los demás, quienes, si no están mirando a Harry, hasta entonces han estado en conversaciones aburridas, en espera de algún cambio en esa fiesta.
—Eres el mal hecho persona, Harry. —después de que la risa se desvanece un poco, Draco mira a su pareja, quien le mira con la misma picardía.
— ¿Me sacarás a bailar o qué? —pregunta él con chulería mientras hace que esa magia propia de los Omegas adormezca un poco el raciocinio de Draco.
—Siempre logras vencerme. —Draco suspira, pero se pone de pie mientras saca su varita. No le ofrece la mano a Harry, pues a pesar de que ahora mismo parezca un Omega mimado, es alguien que no aprecia esos gestos. Si yo puedo ponerme de pie por mi cuenta, ¿por qué necesitaría tu mano? serían las palabras de Harry.
Moviendo la varita hacia el gran piano de cola que hasta el momento ha estado en silencio, Draco piensa en una melodía que recuerda haber escuchado en su infancia, cuando sus padres bailaban en uno de los jardines de la Mansión.
El acorde medio y suave llena el salón, provocando que los cuchicheos se apaguen por completo. Todos los presentes le miran con extrañeza, pero rápidamente su atención se va hacia Harry, quien con esa preciosa gracia que siempre ha tenido, se dirige al centro del salón en espera de su baile y de Draco.
¡No le miren! quiere gritar Draco, pero se limita a centrar su atención en Harry. En ese hermoso Harry que la vida ha tenido el buen tino de regalarle.
Can I go where you go?
Can we always be this close forever and ever?
And ah, take me out, and take me home
You're my, my, my, my
Lover
We could let our friends crash in the living room
This i s our place, we make the call
And I'm highly suspicious that everyone who sees you wants you
I've loved you three summers now, honey, but I want 'em all
Sin tardar más, Draco se reúne con Harry y sincronizadamente, ambos se sostienen mientras empiezan a deslizarse al ritmo de la canción.
En contradicción con la pequeña pataleta de Harry hace un rato, el moreno en verdad sabe cómo moverse con agilidad y gracia, sin importar qué música esté amenizando el ambiente. Draco se ha encargado de enseñarle un poco, al igual que Narcissa, pero gran parte del mérito la tiene Harry, quien es lo suficientemente hábil como para improvisar pasos totalmente atractivos a la vista, además de que desde el momento en que nació, lo hizo para brillar y hacer que todo parezca mediocre a su alrededor.
Draco dirige a Harry en esta ocasión, tomando suavemente al moreno de una de sus manos, mientras que con la otra le acaricia la parte baja de la espalda.
— ¿Estás bien? —pregunta— ¿Cómo puedes lidiar con tantas miradas sobre ti?
Harry ríe, y Draco siente que se enamora un poco más.
—Sólo quiero tu mirada sobre mí.
Can I go where you go?
Can we always be this close forever and ever?
And ah, take me out, and take me home (forever and ever)
You're my, my, my, my
Lover
Draco se siente borracho de dicha.
Hace tres años, Harry le escogió a él sobre cualquier otro para ser su novio, su amante, su prometido y su esposo. Su destinado.
Este Omega maravilloso que, aunque florezca ante los halagos de Draco, no sabe cómo reaccionar ante los de alguien más. Este hermoso hombre que ha prometido hacerle feliz y quedarse a su lado siempre, aún cuando el estilo de vida de Draco, parecido al de un ermitaño, hubiera espantado a cualquiera.
Este poderoso mago que, con una magia más pura que la de una varita, logra que todo un público esté embelesado por él y nadie más.
¡Merlín, que miren! Draco hace girar a Harry, quien ríe de nuevo con deleite. Que miren y se den cuenta de lo que no pueden tener, no puede evitar pensar, con esa energía Slytherin que jamás desaparecerá.
Ladies and gentlemen, will you please stand?
With every guitar string scar on my hand I take this magnetic force of a man to be my lover
—Te amo.
Las esmeraldas de Harry penetran en todo su ser. Luego el fino diamante de su sonrisa, amplia y sincera, le atraviesa el pecho con la más dulce de las lanzas.
—También te amo, Draco. Gracias por hacerme tan feliz.
Draco debe hacerle girar otra vez, y otra vez, y una vez más, intentando así recomponerse un poco.
My heart's been borrowed and yours has been blue
All's well that ends well to end up with you
Swear to be overdramatic and true to my lover
—Te haré aún más feliz en nuestra cama cuando lleguemos. —Draco levanta una ceja y por su atrevimiento, se gana un golpe en su espalda.
—Desvergonzado. —Harry suelta una risita, soltando por un momento la mano de Draco para llevarse la suya propia hacia la marca de unión que ambos comparten. Un gesto inconsciente que Draco ama verle hacer.
And you'll save all your dirtiest jokes for me
And at every table, I'll save you a seat, lover
Ha pasado el tiempo suficiente como para que la canción comience de nuevo y los aplausos de los invitados llenen el lugar.
Harry salta un poco en su sitio por la sorpresa, para después sonreír con candidez y acercarse a Draco mientras este lo abraza posesivamente, sin hacer la correspondiente reverencia.
Ah, él no es tonto. A pesar de tener un talento innato en el baile, sabe que los aplausos son para Harry. Su Harry.
—¿Podemos irnos ya? —Draco por poco y gimotea, cuando ambos se acercan a su mesa a beber un poco de agua.
Harry le mira de reojo para luego suspirar con dramatismo.
—Ya que insistes...
—Si quieres, podemos practicar la danza del amor en cuanto estemos en casa. —comenta Draco en el oído de su pareja.
Harry levanta un codo con precisión, dando en su objetivo, el abdomen de Draco.
—Vámonos.
Draco sonríe y esta vez, sí toma del brazo a Harry, sin importarle sus quejas.
—Pronto será tu cumpleaños —dice mientras caminan en busca del Ministro, para excusarse—. ¿Quieres algo en especial?
Harry le mira, y Draco se derretirá si esto se prolonga más.
—Ya me has dado suficiente. Y con esta noche, me has hecho más que feliz. —sonríe, luego se pone de puntitas y le besa en los labios.
Can I go where you go?
Can we always be this close forever and ever?
And ah, take me out, and take me home (forever and ever)
You're my, my, my, my
Oh, you're my, my, my, my
Darling, you're my, my, my, my. ..
Lover
fin