Chapter Text
PRÓLOGO
Primera Parte
Ya es tarde, acaba de terminar de fregar los platos de la cena y de arreglar la cocina. Sube sin hacer ruido por las escaleras y entra con cuidado para no despertar al niño que ya duerme.
Se sienta con cuidado de no despertarlo y busca bajo su colchón el gastado cuaderno. Hace meses que no lo mira, pero se sabe de memoria cada palabra de las dos últimas entradas.
31 de Octubre de 1981
Está siendo un día raro. Ha empezado de lo más normal, adornando la casa para Halloween. Pero a media mañana he recibido un mensaje — l o cual no debería haber pasado, nadie debería saber dónde estamos — , así que ¿cómo me ha localizado Severus para mandarme esta lechuza?
Además el mensaje es muy raro: “Coge a tu marido y a tu hijo y corre”… ¿Será una broma? Creo que saldré de casa, me apareceré en Londres e intentaré hablar con él en persona. Será lo más lógico.
1 de Noviembre de 1981
Siento cómo me aplasta la culpa, si le hubiese hecho caso a Severus... aún veo su cara, su horror. Recuerdo la carrera y encontrarme a James cubierto de sangre y a Harry llorando sin parar con una fea cicatriz en la frente. Me arrodillé junto a mi marido y noté su piel aún caliente, no habíamos llegado por minutos. Severus avisó a la Orden y pronto mi casa parecía una estación de tren.
Dicen que el dolor pasará, que olvidaré y seguiré con mi vida. Qué saben ellos. Nunca he sido una cobarde, pero sé que si no fuese por Harry ahora mismo estaría pensando en el suicidio. James era mi vida, sin él nada tiene sentido.
En este momento sólo quiero irme, irme muy lejos, encontrar un agujero y esconderme dentro para que nadie me encuentre.
Lily Potter sonríe triste al leerse. Han pasado casi 10 años y el sentimiento de pérdida sigue ahí, presente cada día al despertarse, como un dolor sordo que la acompaña durante el día y la acuna por la noche. James . Su nombre sigue sonando a suspiro en sus labios, pero se sobrepone y mira a su hijo durmiendo en la cama de al lado.
Han sido años duros, sobre todo los primeros en los que la Orden buscó y encontró los Horrocruxes uno a uno y los fue destruyendo… Bueno, casi todos. El último de ellos aún vivía en su hijo.
Dentro de una semana cumplirá 11 años y le llegará la carta. ¿Cómo va a explicárselo? Sinceramente, no tiene ni idea. Lleva más de un mes discutiendo con Petunia. Ella no quiere que se vayan, ni que le cuente a Harry lo de su herencia mágica. Pero durante 10 años se ha plegado, ha soportado las miradas de su cuñado mezcla de pena y asco, ha sido criada en casa de su propia hermana. Todo para que Harry tuviese una infancia más o menos normal, para que no creciese bajo la marca de ser “el niño que vivió”. Y ahora todo eso quedará atrás, ahora es momento de volver a ser la mujer valiente que fue y recuperar su lugar.
Harry sigue corriendo peligro, a pesar de que a lo largo de los años la Orden lo ha protegido de los intentos de asesinato. Los seguidores de Voldemort eran fanáticos, su muerte definitiva no los ha disuadido y todos quieren eliminar al niño que lo hizo posible.
Suspira triste y se acuesta, por la mañana todo parecerá menos difícil. Como siempre.
Suena el despertador, se levanta, prepara el desayuno y sube a despertar a Harry. Es el momento, debe explicárselo. Se lo lleva al centro de la ciudad y mientras lo invita a un helado se lo cuenta. Al principio no se lo cree, pero poco a poco ve cómo las piezas van encajando, cómo se explican las rarezas de las que está salpicada su vida.
— Voy a enseñarte un sitio, Harry. Aún recuerdo cuando lo vi por primera vez a tu edad.
Lo lleva al callejón Diagón y al ver su cara iluminada ríe por primera vez en 10 años. Y es ése el momento que elige Lily para darle a Harry la carta que ha llegado esa misma mañana. La carta de Hogwarts.
Compran el material en las distintas tiendas, túnicas, varita y todo lo necesario para un nuevo alumno de primero. Nota las miradas sobre los dos, pero decide ignorarlas. Son muchos los que se acercan para saludarlos, pero ella los aleja a casi todos. Su hijo no es un mono de feria.
Cuando ve a los Weasley abraza a Molly con fuerza y le pide que ella y Arthur cuiden de Harry mientras va a por sus cosas a casa de Petunia.
La despedida es breve y fría. No tienen mucho que decirse.
En los siguientes años no puede decirse que se aburra. Cada año parece haber un complot para acabar con Harry, por suerte consiguen frustrarlos todos. Conforme su hijo crece se van separando , él hace preguntas que ella no se ve con fuerzas de contestar y éste termina por refugiarse en Sirius, que lo trata como a un hijo.
Su breve relación con Remus no ayuda a mejorar la situación con un hijo de 13 años que se cree poseedor de la verdad. ¿Quién es este adolescente gritón y dónde ha metido a su niñito?