Actions

Work Header

Con amor CH

Summary:

El invierno alcanza a Cale Henituse; Choi Han persigue el verano.

Y ambos se encuentran en donde la muerte gobierna.

 

O un AU en donde Choi Han termina en algún país en el norte y no en la aldea Harris.

Notes:

Inspirado en el día 2 del chchweek "Battlefield", no como una participación, obviamente

Chapter 1: (Este es) El invierno en la primavera

Chapter Text

 

Es un día de luto.

Alberu Crossman, no se preocupa demasiado en estas situaciones, pero para varias cosas siempre hay excepciones.

La nobleza tiene una etiqueta complicada y absurda en varios casos. En esta situación en particular, se trata de la muerte de alguien. La norma de esto es que alguien encargado por su padre mande una carta de apoyo a la familia del fallecido, meras palabras de aliento.

Sin embargo, además de las palabras de aliento, Alberu ahora ha tenido que presentarse directamente en el funeral.

Como príncipe, tiene que hacer conexiones con varios nobles, incluso desde una edad temprana. Alberu lo sabe y hace su trabajo, pero no por eso quiere entrometerse en todo, menos en un momento como este. La incomodidad es demasiada.

Por otro lado, además de su trabajo como príncipe, la persona fallecida en cuestión es amiga cercana de su madre.

Ah, Alberu recuerda el mal llanto de su madre cuando le dieron la noticia. Quedo devastada.

Querida, vamos. Sí, te duele, pero no es algo que se puede revertir. Ya, ya paso. Iras para despedirla y todo estará bien.

Fueron de las pocas palabras de consuelo que le dio su padre a su madre. Alberu no puede evitar pensar que habría sido mejor que no dijera nada y en el fondo, sabe que esa es una de las razones por las cuales acompaño a su madre al funeral de su amiga.

Por una y varias razones, su padre no puede ir y aunque su tía insistió en que ella acompañaría a su madre, Alberu seguía sintiendo que su corazón se hacía pequeño al recordar la mala noche que paso.

Así que aquí esta.

En un incómodo momento dentro de un carruaje, soportando la horrible tensión en el aire. El día es nublado; toda la semana ha estado con un mal clima, pero hoy en particular se siente como si el cielo fuera a caerse. Eso solo empeora las cosas. El camino se hace lento. 

—Sigo sin poder creerlo— Comenta su madre con apenas una voz audible. —Me había enviado una carta recientemente y ahora ella…

Alberu no puede decir nada, en cambio, se sienta junto a su madre y le da la mano.

—Me siento tan mal, mi niño. Me siento mal. No sé cómo voy a poder ver la cara de Deruth, oh, no puedo ni imaginar lo devastado que se ha de encontrar. —Su madre sigue lamentándose—. Y el pobre Cale, debe haber tenido un gran impacto todo esto.

Unas lágrimas salen de los ojos de su madre y Alberu inmediatamente saca un pequeño pañuelo de su bolsillo para dárselo. Ella lo recibe, pero solamente lo dobla y lo mantiene en su otra mano.

—¿Sabes, mi Alberu? Cale tal vez sea tres o cuatro años menor que tú. No puedo pensar en lo triste que ha de estar. Perder a tu madre a tan temprana edad…

Los siguientes minutos antes de llegar a su destino pasan igual. Alberu solamente quiere que todo pase rápido. También quiere poder consolar a su madre adecuadamente, pero por más palabras que diga, no ve que su madre pueda tener un poco de consuelo. Así que la escucha.

El llanto de una madre para otra. Su madre derrama lágrimas como amiga. Se lamenta para ella misma.

No es hasta que se van acercando al lugar destinado que su madre hace el intento por aguantar sus lágrimas y en medio de un silencio apenas confortable, ella vuelve a hablarle.

—… Alberu, quisiera pedirte algo.

—¿Sí, madre?

—No quiero obligarte a nada, apuesto que tienes suficiente aguantándome, pero…¬¬—Ella duda, Alberu se siente inseguro cuando lo hace. — Solo si se presenta la oportunidad, ¿Podrías acercarte un poco a Cale? No digo que siempre lo mantengas cerca si no quieres, pero, por lo menos hasta que pueda recuperarse bien…

Su madre no puede terminar adecuadamente lo que quiere decir, pero Alberu lo entiende.

Sabe que ella dice la verdad cuando menciona que no quiere obligarlo a nada, tal como sabe que acercarse a alguien por este tipo de cosas es complicado. Un poco de simpatía sincera no es mala, pero querer forzarla en ocasiones no sale bien y se derrumba fácilmente.

Tampoco es como que Alberu se sienta indiferente a la muerte de alguien.

—Haré mi esfuerzo, madre.

Sí, tal vez un poco no hará daño.

Su madre apenas le sonríe levemente. Entonces Alberu piensa que puede manejar la situación.

 

 

O tal vez no tanto.

Todo ocurre de forma sofocante. Su llegada, la misa, el entierro, la forma en la que fueron y regresaron de un lado a otro. Todos los nobles que conoció apenas y otros pocos más que reconoció. El llanto de varios, el pésame de algunos y las miradas indescifrables o fuera de lugar de otros.

Por momentos Alberu piensa que el tiempo no se siente, pero cuando ve a su madre llorar frente del conde seguidos de otro Lo siento demasiado y un No sé qué debo hacer, piensa que tal vez se sobrestimó demasiado.

Su madre apenas se da cuenta de su incomodidad a la hora de moverse y en ese breve momento lo único que hace es darle un ligero señalamiento que al final Alberu interpreta a su propia forma. Se va del lugar con cuidado, dejando que su madre pueda dar su apoyo a un muy devastado conde.

Y Alberu no sabe a dónde ir realmente. Camina con cuidado por los pasillos de la residencia, atento a todo el lúgubre lugar; va con miedo de encontrarse a algún familiar del conde y que le saquen algún comentario, ya sea que se trate de su motivo de estar ahí o de otra cosa totalmente innecesaria e indiferente en ese momento.

Rápido y lo más silencioso que logra que sus pasos sean, finalmente llega a un pasillo que lo conduce directamente a las puertas del jardín. Casi corre para poder salir.

Y finalmente fuera, respira. Dando rápido un vistazo parece que nadie más está ahí.

O eso cree hasta que se adentra un poco más y lo ve, ve a Cale Henituse. Alberu quiere ser el siguiente en morirse, pero antes de retroceder y volver a entrar, recuerda las palabras de su madre. No tiene escapatoria.

Camina con cuidado, apenas hace el ruido suficiente para avisar que también se encuentra ahí.

Y Alberu vuelve a preguntarse si fue buena idea acercarse cuando percibe el apenas silencioso llanto proveniente del niño.

Hace unas horas ellos apenas tuvieron su primer encuentro y Alberu no puede evitar que su primer pensamiento sea nuevamente que el pelo de Cale sea idéntico al de su madre. Piensa que es doloroso.

Con duda y tomando su distancia, se sentó en el mismo banco que él.

Y luego nada, solo un ligero alivio que llega al pequeño príncipe por no haber sido echado inmediatamente y lo único que pasa en diez y en quince minutos es que el aire se vuelve más frío y los sirvientes de la casa apenas se preparan para prender cada luz del lugar.

Sin saber que más hacer y viendo que Cale se ha calmado en ese tiempo, el rubio se prepara para decir algo, pero antes de que pueda hacerlo, Cale se adelanta a él.

—No tienes que decir nada.

—… ¿Perdón?

—Guarda tus palabras, no quiero escuchar a nadie más. —Agrega Cale y Alberu apenas aguanta mirarlo cuando sus ojos se encuentran por primera vez—… Sé que todo estará bien, pero ahora mismo, no puede evitar sentirme triste, así que no intentes consolarme.

Eso fue… Demasiado sincero para lo que está acostumbrado Alberu, pero todavía asiente ante esas palabras y continúan en el lugar durante un rato más en silencio.

Alberu al final puede manejar eso, porque ve a Cale un poco más de cerca y lo entiende. Comprende que Cale no le dice que no lo consuele por ser malo, sino porque sabe que ninguna de esas palabras tendrá efecto sobre la tristeza pura y fría.

Y Cale al final se apiada de Alberu; le evita una situación incómoda. Y piensan que, aunque no todo es agradable, algo, incluso si es mínimo, sale bien de ese jardín y de ese corto y breve momento de desahogo o de aquella fría noche.

Ese ha sido el primer encuentro entre Alberu Crossman y Cale Henituse.

La siguiente vez en varios años, es Cale quien comprende a Alberu entre más silencios y perdidas.

 

 

──────

 

 

—Paerun está realmente inquieto.

—¿Ah?

—Dije que Paerun está inquieto, su alteza.

Sentado mientras se llena con algunas galletas y té en la oficina del príncipe heredero, Cale suelta el comentario sin mucho cuidado.

—¿Qué tan inquieto?

—Lo suficiente como para que nosotros estemos subiendo el presupuesto de la guardia real.

—Hay que darles una parte a los magos también.

—Bien.

—Y deja de acabarte todo, no eres la única persona que pasa por mi oficina en un día.

—¿Me vas a impedir el gusto ahora que me voy? Eres muy malo, hyung. —Cale hace un puchero y luego sonríe burlonamente a Alberu. Incluso si el rubio sabe que solo se está burlando de él, no dice nada de su comportamiento conveniente y mañoso.

—Nadie te está obligando a irte, tú mismo lo decidiste.

—Bueno, incluso si Billos es capaz de hacer bien su trabajo sigue siendo un comerciante. —El pelirrojo responde cortamente y sabe que no es necesario que diga más.

El hijo bastardo del Gremio de comerciantes Flynn, Billos, hasta el día de hoy no le ha fallado una sola vez a Cale, pero incluso con la experiencia de años no se puede confiar. Sabe que un comerciante se mueve a donde más le conviene y en la guerra cualquier lugar puede ser dudoso. Incluso si siempre ha sido seguro, en situaciones así, algo puede caerse o romper en el momento en el que menos te lo esperas y aquello más inesperado sorprendentemente puede durar.

Es por eso que Cale prefiere estar más activo incluso si sabe que tiene a alguien quien puede hacer ese tipo de trabajo y Alberu lo sabe, por lo que solamente puede suspirar.

—Solo ten cuidado; aunque el reino de Breck puede quedar posicionado en una situación parecida a la nuestra, no puedes confiarte demasiado tampoco.

—¿No te estás comunicando con la princesa Rosalyn?

—Incluso si lo hago no sé exactamente lo que piensa, actualmente tiene… Un pequeño conflicto entre ella y algunos nobles.

—De acuerdo, no podemos apoyarnos en ella por completo entonces.

—De cualquier forma, solo quiero que estés atento a cualquier cosa y si sabes de algo, me lo digas inmediatamente.

—Eso mismo pensaba hacer, hyung.

—Y es lo único que espero que hagas. —Una sonrisa de confianza de Alberu a Cale; no dura más de un minuto. —Ahora sal, tengo cosas que hacer.

—Eres tan malo hyung. —Vuelve a bromear Cale. —Y yo que todavía le voy a dar saludos de tu parte al marqués Stan. —Claro que una vez no es suficiente.

—¡Tú…! —La cara levemente roja de Alberu no pasa por alto ante Cale y eso solo hace que quiera avergonzarlo más. — Vete antes de que me arrepienta y llame al consejo para nombrarte ministro, sabes que puedo manejarlo en menos de media hora.

Por supuesto en este momento tiene otras prioridades que bromear sobre la, supuestamente, “apenas y nada” estrecha relación entre su hyung y Taylor Stan. —Nos vemos su alteza, llegará el día en que pueda regresar y vuelva a ver la radiante sonrisa del sol de nuestro reino.

Por otro lado, incluso si no va a bromear con eso ahora, no dejara pasar la oportunidad de irritar por última vez a Alberu.

—Largo.

 

 

──────

 

 

—Te ves cansado, Billos.

—¿Se nota demasiado, joven maestro Cale?

Luego de su reunión con Alberu, Cale se teletransporto directamente a su casa (Bendita sea la magia, Alberu realmente tiene que invertir más en los magos), en donde tuvo una breve conversación con su padre, algo sobre su salida y de cómo podía darle más dinero y de gente e información y un Ron ya tiene casi todo cubierto, no tienes que preocuparte acompañado de otro Joven maestro, este Ron se encargara de todo y Lo acompañaré a donde sea, joven maestro para ser remplazado por un Mi hijo definitivamente te ayudará que concluyo en un Estoy a su servicio, joven maestro por parte de su chef.

O algo así.

Cale realmente paso eso rápido y de la forma más discreta, utilizando a un mago que Ron contrato, se teletransporto a una residencia en el territorio del marqués Stan, en donde se reuniría con Billos, lo que lo lleva a estar sentado en un cómodo sillón, en frente del no tan acomodado comerciante quien tiene una obvia cara de cansancio.

—Incluso si te viera desde la torre más alta del palacio real lo notaría. 

—Lo siento, joven maestro; todo ha estado demasiado ajetreado últimamente.

—No tienes que disculparte, no es como si pudieras controlar todo o tal vez sí, pero no en este momento.

—Oh, por favor, joven maestro.

—Como sea, vamos al punto. Si nos apuramos tal vez puedas dormir por lo menos 10 minutos.

—Bien. —Billos apenas se acomoda en el sillón para inmediatamente poner la cara más seria que puede hacer. — Los reinos del norte siguen moviéndose de forma discreta, pero parece que están pasando a otra fase. —Cale asiente ante esto. — Por lo que he visto, la actividad entre Paerun y Norland se ha intensificado poco a poco, apenas de forma sutil, y el reino de Askosan empieza a sonar un poco más en el reino de Breck.

Aunque no le gusta lo que escucha, Cale sabe que casi cualquier cosa ahora mismo puede servirle como ventaja. Moverse de la parte norte al resto del continente y viceversa es difícil. La información y los chismes que pueden ser “totalmente seguros” tardan hasta meses en llegar con una confirmación, por lo que necesita sacar todo lo que pueda de forma rápida.

La primera vez que escucho que algo podía estar pasando en Paerun, Cale pensó que se trataban de cosas internas, pero conforme pasaba el tiempo y más información llegaba, se dio cuenta de que podía no ser solo eso. Es peligroso.

Ya sea que se traten de problemas internos o una invasión para intentar comerse entre ellos mismos, Cale sabe que deben prepararse para cualquier cosa, más siendo uno de los países más cercanos a ellos, junto al reino de Breck.

Es por eso también que va a la frontera con Breck; la información que se reúna ahí puede ser importante y le permitirá moverse más rápido a que si se pone a buscar a Billos de forma constante sabiendo que él no se queda quieto en un solo lugar por mucho tiempo. Pero antes de ir ahí, tenía que verlo una última vez en un tiempo. Por supuesto la charla duro un rato si quería dejar todos seguro.

—Le hubiera escrito un informe de todo esto, pero ya sabe joven maestro.

—Sí, en estas circunstancias no es conveniente. De cualquier forma, lo que me das ahora me sirve.

Billos da un leve asentimiento y Cale solo piensa que el pobre realmente está cansado porque no ha extendido esto con sus comentarios sobrantes.

—Bien, si ya terminamos todo, me retiro.

—Claro, joven maestro.

Sin esperar más, Cale se levanta de su asiento. Se estira y se dirige a la puerta sin decir más ni voltear a ver a su acompañante a quien solo escucha moverse y justo cuando va a girar la perilla un ligero y apenas perceptible Oh llega a sus oídos.

—¿Uh, pasa algo? —Cale apenas voltea disimuladamente. Ahí, parado junto al sillón, se encuentra Billos levemente perplejo mientras mira lo que tiene en su mano, ¿Una nota o una carta?

—No es nada, solo que parece que realmente necesito descasar. —Suspirando, Billos mira avergonzado a Cale. Algo extraño y una mala sensación lo invade haciendo que frunza levemente el ceño. Billos se estremece. —Realmente no es nada de lo que usted tenga que preocuparse, joven maestro Cale.

—Ve a dormir hombre.

Y sin más Cale finalmente sale.

“También debería dormir”, piensa y se dirige a su siguiente destino.

Claro que eso será luego de estar un rato en una cama y de tener una charla con Taylor, un: Me alegro de verte, sabes que puedes ir y venir a cualquier parte del territorio cada vez que quieras, ¿Cómo se encuentra su alteza?, Cage también tiene ganas de verte y finalmente Descansa todo lo que necesites.

Y por supuesto que Cale durmió inmediatamente después de eso.

 

 

──────

 

 

No paso mucho tiempo para que se encontrara finalmente en la frontera con Breck, en un pueblito no muy rústico, pero curiosamente un poco más concurrido de lo que esperaba. Un lugar en donde a Cale le gustaría pasar una temporada solo y sin interrupciones ni cosas molestas respecto a nobles o los movimientos extraños de algún país vecino.

Y todo va relativamente bien.

—Joven maestro.

Entonces llega algo.

—¿Qué ocurre?

—Ha llegado esto por parte del Gremio de comerciantes Flynn.

Una carta. Otra sensación extraña.

Cale apenas la tomo en sus manos, “¿Paso algo?” es lo que se pregunta, seguido de millones de ideas de lo que posiblemente sea.

Y cuando la lee, Cale se pregunta si es una broma.

Tal vez Billos es quien más necesite unas vacaciones.

Al final piensa que lo mejor que puede hacer es regresarla y lo hace, pero incluso así no puede evitar sentirse incómodo.

 

 

──────

 

 

Ese incidente se repite unas cuantas veces más. No más de seis, pero si lo suficiente para que Cale haga una llamada a Billos.

—¡Lo siento joven maestro Cale! —Un muy preocupado Billos que parece estar a punto del colapso. — ¿Te había mencionado que todo es un desastre? Sabe, la última vez a mi hermano se le ocurrió la idea de meterse con mis clientes, fue hace unos ocho meses, seguro se acuerda que le mande una carta con un regalo. —Cale definitivamente no se acuerda del contenido de la carta, pero sí del regalo: un pequeño broche con una esmeralda que le termino dando a su hermana. — Bueno, no siempre me gusta recurrir a sobornos así, pero estaba entrometiéndose demasiado al punto en el que casi me quita a tres clientes, ¡Utilizando más sobornos! Y ni siquiera eran lo suficientemente buenos; escogió primero a los nobles más bajos para darles cosas aún más bajas y no se dieron cuenta hasta que me metí, ¿Puede creerlo?; por cierto, ¿Le gusto el regalo?

—Billos.

—¡La cuestión aquí es que, comparado con eso, ahora definitivamente está haciendo algo más jodido! No sé cómo lo logra y estoy dudando de si realmente quería llegar a este punto, pero no solo mis líneas de información son un desastre, las de mi padre también, ¡Oh, pero por favor no deje que nada salga de aquí! Incluso si seguimos chocando el uno con el otro, ahora mismo estamos más cerca, aunque es pesado. —Billos siguió delirando un poco, Cale tampoco quiere hacer el esfuerzo para detenerlo. —De cualquier forma, joven maestro Cale, ya que es un asunto urgente mandaré a alguien más para que vigile la situación.

—Claro, lo esperaré. —Billos sonrió levemente desde el otro lado del dispositivo de comunicación, Cale al menos le tiene piedad de él en esta situación. —Pero quiero que me hagas un favor para compensar esto. —Un poco, solo un poco.

 

 

──────

 

 

Gracias a la magia y a los dispositivos de comunicación, la costumbre de enviar cartas ha empezado a disminuir poco a poco, por lo menos entre algunos cuantos nobles. La gente común que no puede pagarse un dispositivo de comunicación y mucho menos puede pagarle a un mago para poder usarlo, las sigue utilizando e incluso las damas nobles siguen empleando su uso a la hora de hacer una invitación para alguna fiesta.

Cale no tiene una opinión en particular sobre eso. No es su actividad favorita escribir cartas, pero de vez en cuando lo hace para comunicarse con algunos nobles o hasta con Alberu, siempre que no se trate de un tema urgente, claro.

Pero de toda esta situación, lo que le llamo la atención no fueron las cartas en sí mismas, no. Aparte del contenido, fue la firma.

Las cartas llegaban con una firma curiosa, no porque fuera mala o chistosa, sino porque se le hizo conocida.

CH

Eran sus mismas iniciales.

Cale no es tonto y sabe que no es la única persona en el mundo que debe tener esas mismas iniciales, pero el que haya ocurrido la misma confusión más de dos veces llamo su atención.

No pudo tomarlo como algo particularmente malo.

A juzgar por el contenido, las cartas no tenían más intención que servir como un desahogo, Cale se dio cuenta de eso cuando reviso la última carta y entendió rápidamente que las cartas aparentemente estaban escritas por la misma persona que se supone debía recibirlas. Bien, eso fue raro, un tanto espeluznante.

Pero incluso así Cale no es nadie para juzgar a la gente. Si alguien quiere escribirse cartas a si mismo, ¿Por qué no hacerlo? Cada uno afronta la soledad y se desahoga como puede y Cale estaba decidido a dejar ese asunto incomodo de lado…

Y fue bastante impulsivo y tonto. Demasiado. Viendo la situación con las cosas ya hechas y sin una sola gota de alcohol en su cuerpo luego de un día pesado, Cale solo piensa que quiere morirse; la vergüenza no lo deja en paz y quiere irse del país, del continente.

Sí, se irá y no regresará, nunca más. Tomará a Ron y a su hijo Vicross; tiene bastante dinero ahorrado, lo suficiente para comprarse una pequeña y cómoda casa en el continente oriental; hará una carta para Alberu despidiéndose, sabe que las cosas se pueden salir un poco de su control, pero Cale piensa que su tía Tasha puede cubrir su parte si le dan un poco de tiempo. Le mandará regalos a su familia de vez en cuando, al igual que a Eric, Amiru, tal vez a Gilbert y Taylor junto con Cage.

Escribirá otra carta también para Billos, aunque realmente quiere maldecirlo directamente sabe de igual forma que luego se terminará insultando a sí mismo y todo sería algo como: Es increíble que tu hermano te jodiera tanto; aunque al final todo es mi decisión debes saber que si no fuera porque te descuidaste nunca me hubiera pasado por la cabeza esto; todo está jodido; Paerun, maldita sea Paerun y sus cosas extrañas; que se jodan los nobles Y finalmente un muy fuerte y alto Yo también me voy a la mierda.

 

 

Pero, por otro lado, había la posibilidad de que lo que hizo no tuviera demasiadas consecuencias. No por lo menos una que le cause la muerte.

Era seguro que la persona en cuestión podía sentirse incómoda y confundida, pero recordando su forma de escritura, Cale estaba casi seguro de que no le enviarían una amenaza de muerte luego de eso. De hecho, lo más seguro es que no respondan nada a la carta que él mismo envío esta vez; la vergüenza definitivamente llegaría y eso es un indicio de que probablemente no haya nada de regreso.

Tal vez eso fue lo que le dio a Cale la seguridad para hacer tal locura; olvídate de la emoción que tienes cuando haces algo arriesgado, tener casi la certeza completa de lo que pasará después es lo que ayuda a Cale a mantenerse tranquilo y a poder dormir por lo menos unas cuantas horas antes de despertar y que su primer pensamiento sea “Creo que definitivamente me equivoque”.

Y Cale se siente mal.

Por lo menos las dos primeras semanas, antes de que Vicross llegue a su cuarto e interrumpa su lectura con la noticia de que, contrario a lo que más esperaba, realmente hubo una respuesta. Cale quiere vomitar, pero su mirada permanece igual de indiferente que siempre.

Pasan un día entero antes de que Cale tome la dichosa carta en mano.

Y leyendo palabra por palabra en ella, Cale piensa brevemente que tal vez no es tan malo. 

Esa ha sido tal vez la única cosa buena que ha hecho de forma impulsiva. No quiere volver a hacerlo (Y no por eso cumplirá sus palabras).

 

 

──────

 

 

—¿Ese es tu informe?

—Sí su alteza, ese es el informe.

Un suspiro cansado por parte de Alberu, un tono neutral por parte de Cale.

Han pasado casi cinco meses y medio desde que Cale fue a la frontera y ahora se dio unos pocos días para regresar a la capital. En todo ese tiempo Cale ha reunido varias cosas. Mucha información, mucho papeleo y gente, pero sobre todo eso, algunas cartas.

—Esto fácilmente puede convertirse en un problema, deberé organizar una reunión con la princesa Rosalyn muy pronto. 

—Me encargaré de eso.

—Bien, aparte de eso, ¿Hay algo más de lo que quieras hablar?

“Sí. Cometí una locura, pero salió sorprendentemente mejor de lo que esperaba.”

—No hyung, solo que quiero volver a holgazanear.

Alberu no puede evitar soltar una leve risa ante el comentario.

—Claro. Cuando pase lo más tenso, ten por seguro que tendrás unas merecidas vacaciones, aunque no dudo que estés descansando de todas formas, ¿Duermes bien?

“No. Me la he pasado leyendo cartas de un extraño que me escribe constantemente y a quien le respondo de igual forma; tiene una letra muy bonita.”

—Sí, realmente no tengo un muy mal horario. —Pero incluso si no es malo, no deja de ser pesado en ocasiones.

—Me alegra oír eso

—Tú también debes descansar, hyung.

—Claro, claro. Tomaré un descanso cuando pueda. —O por lo menos eso es lo que quiere.

Su charla se termina rápido. Cale no puede quedarse mucho tiempo, no si quiere mantener su racha de trabajo tal como la ha llevado hasta ahora. No si quiere regresar rápido para recibir a tiempo la carta que espera…

Algo lo golpea cuando piensa eso. Es inquietante.

Cuando Alberu pregunto si quería hablar de algo, Cale realmente quería hacerlo y eso es sobre nada más y nada menos que la correspondencia que envía y le llega.

La primera vez fue algo impulsivo, la segunda fue porque no vio problema y a partir de la sexta empezó a ser algo habitual. No es como si se la pasará todo el día escribiendo, claro que no; también tiene trabajo que hacer, tan agotador.

Pero incluso si no es parte de su horario fijo, Cale no puede evitar sentirse emocionado cada vez que manda algo y luego espera una respuesta.

En algunas ocasiones en las que tiempo para ir con Alberu sin necesidad de tener algo urgente que atender, Cale aprovecha y se queja un poco de las cosas con él. Alberu también hace lo mismo de vez en cuando. Sin embargo, estando tan lejos y con un asunto importante en sus manos, no quería ni podía darse el lujo de molestar al contrario.

Entonces vio las cartas como una oportunidad para distraerse un poco. Por lo menos dos o tres, que se convirtieron en más; se multiplicaron y no se sintió tan mal. Leer que alguien que ni siquiera conocía lo apoyaba de lejos con mensajes cortos y, según él, sinceros (Porque así los siente, Cale sabe que todas esas líneas escritas en tinta negra son escritas con sinceridad), le dio algo lo suficientemente confortable para sacar una pequeña sonrisa en sus labios. 

Algo para sentirse aliviado, emocionado. Acompañado en esos momentos en los que se abruma o en aquellos en los que simplemente quiere no hacer nada.

Y Cale sabe que, si Alberu pudiera, lo acompañaría. Sabe que Vicross no es del todo una mala compañía, incluso si siempre se tensa por el aire vicioso que tiene. Sabe que Eric Wheelsman, como el buen amigo que puede ser, correría hasta él para consolarlo, un ¿Te encuentras bien, Cale?, Incluso si no puedo hacer mucho sabes que estoy junto a ti.

O Amiru Ubarr con su típico Puedes venir y descansar en la costa de nuestro territorio, joven maestro Cale

Y también el marqués Stan junto con la ex-sacerdotisa Cage y Tenemos un buen vino, seguro te encanta.

Sí, Cale lo sabe. Sabe que no siempre está solo. Tiene a su padre y a su madre y a sus hermanos y hasta a Ron.

Y ahora también tiene un ATT: CH

Cale no sabe qué hacer con eso.

No puede ponerlo en la misma repisa que Alberu o Eric o Vicross, ni en la otra misma en donde están Taylor y Cage y Amiru. Mucho menos en donde se encuentra su familia.

Así que, en vez de mantenerlo de frente, lo mantiene a un lado. Lo sujeta con tanta fuerza para poder soltarlo con la misma seguridad cuando llegue la ocasión.

Esa es la mentira de Cale.

 

 

──────

 

 

“A CH

 

Deseando primeramente que su persona se encuentre adecuadamente.

Escribiste la vez pasada que irías a ver a tu hermano, siendo así, espero que tu visita sea agradable. Pienso yo, que la familia es importante, ya sea que estén presentes o no en tu cotidianidad, sabes que puedes confiar en alguien.

Yo he estado lejos de mi familia por mucho tiempo; la nostalgia me invade cada vez que los recuerdo, pero no estoy del todo triste.

Algún día volveré al pueblo y podré visitarlos, incluso si es solo un día o dos. Además, el hogar que ahora también es mío no es malo; sin embargo, incluso si es agradable, la calidez no se puede comparar. Pero te apropias de eso, de lo nuevo que tienes y lo disfrutas.

Aunque hablando con sinceridad, quisiera por lo menos escuchar la voz de mi madre una vez más (Perdón por eso).

 

Tal vez cuando regreses, mi carta ya se encuentre en tu casa y esté amontonada en el resto del correo.

Me atrevo a preguntar entonces, ¿Tuviste un viaje agradable? Incluso si dices que será corto espero que sea bueno; los viajes así se vuelven terribles si son pesados. Espero descanses bien de regreso. 

Seguí el consejo que me disté para cuidar al ave que encontré la otra vez. Realmente me ayudo, muchas gracias, ¿Te gustan los animales? A mí sí, pero si no sabes cuidarlos pueden lastimarse fácilmente.

Me siento mal sabiendo que hay gente que caza por diversión. Perdona mis palabras, pero los odio demasiado, si tan solo pudiera ir con cada uno de esos nobles que buscan divertirse así los golpearía sin pensarlo; eso no es diversión, es una crueldad pura…

Tal vez deje salir de más mi enojo, perdóname.

Hay algo que me incomoda, pero por más que quisiera decirte, no puedo hacer eso.

Además, no quiero abrumarte con mis problemas. Seguro tienes cosas más importantes que hacer en lugar de leer y responderme. No tienes que hacerlo si quieres.

De cualquier forma, te agradezco por esto. Me ha hecho feliz poder hablar con alguien así. El día de hoy, lo que más me ha animado ha sido leer tus palabras y poder escribirte de regreso.

Aunque lamento demasiado que solo sean unos pocos párrafos sin nada realmente interesante y mi mala letra... ¿Cómo tienes una letra tan linda?

De cualquier forma, ya sea que me respondas o no (Que lo entendería perfectamente), espero te encuentres bien hoy y mañana.

ATT: CH”

 

 

──────

 

 

Alguna vez, Cale pensó que es mejor actuar como basura y ser ignorado y repudiado por el resto de la nobleza a tener que aguantar sonrisas falsas y gente hipócrita.

Actualmente, no puede actuar como una basura y tiene que convivir con esa misma gente que tanto le cae mal. Si no fuera porque de alguna forma se hizo hermano jurado de Alberu (Maldita sea ese momento que llego sin darse cuenta), definitivamente seguiría siendo peor de lo que ya es (Aunque siempre que menciona que es una basura Alberu se ríe de él).

El único consuelo que tiene es que Alberu no lo hace convivir demasiado con el resto de los nobles. Por otro lado, y de forma irónica, algunas veces cuando se trata de hablar con la nobleza extranjera, el rubio manda a Cale a tratar con ellos y sorprendentemente no ha salido mal hasta ahora.

Así que cuando Cale se reúne con la princesa Rosalyn en una residencia cerca de la frontera del reino de Breck, Cale casi puede estar seguro de que todo saldrá bien.

Apenas se equivoca. No es que ella no sea fácil de tratar, pero el resto de los nobles… Cale no quiere lidiar con eso, pero lo hace.

Se reúnen en una y en otra ocasión y en otra más

Y es un constante ir y venir de un lado a otro. Alberu le dice que mandará a su tía Tasha como su apoyo y aunque lo quiere, no puede aceptar por ahora. Apenas ha tenido un avance con algunos gracias a la ayuda de Rosalyn. Su hyung no bromeaba cuando había dicho que tienen problemas. No es que sean demasiados, pero aquellos que le ponen muros para evitar que avance son demasiado insistentes. Demasiado

—Joven maestro Cale.

—¿Sí?

—Tiene tinta en la manga de su ropa.

—¿Eh? —Cierto, tiene tinta. Cale no había notado. Esta mañana, apenas pudo despertarse a la hora adecuada; debió haberse machado en medio del desastre que fue arreglarse y acomodar los documentos en su escritorio. —Oh, no me había dado cuenta. Perdóneme. 

—Oh, no tiene que disculparse conmigo, no me importa. Sé lo que es tener un desastre en el escritorio temprano por la mañana. —Rosalyn le sonríe. Es algo cálido y comprensible. Cale se siente aliviado de que ella sea una buena persona, pensando que, aunque ella diga que está bien, debería tener más cuidado.

Pero un tiempo después, nuevamente hay tinta en su manga y cuando se da cuenta, se avergüenza un poco de lo que significa.

Su mirada cansada delata que se ha pasado parte de la noche despierto. Aquellos que lo ven de lejos piensan que alguien como él debió de haber pasado toda la noche bebiendo o haciendo algo interesante; mientras que los pocos que pueden ver las pequeñas manchas de color negro en su ropa, pueden fácilmente pensar en lo que realmente sucedió.

Esas pocas manchas de tinta son lo que lo delatan y les dicen a todos que Cale ha tenido un momento agradable en medio de tantos papeles y letras. Uno que comparte con una sola persona más.

 

 

──────

 

 

“Para mi amigo CH

 

El día de ayer tuve una gran cena. La mesa se llenó de las cosas más deliciosas que alguien puede imaginar. Desearía poder cocinar así de bien, quisiera preparar algo para ti.

Dime, incluso si no puedo dártelo en este momento, ¿Qué es lo que más te gusta comer? Creo que toda comida sabe bien siempre que esté lo suficientemente caliente.

Ayer también tuve un paseo agradable, aunque me hubiera gustado que las nubes no cubrieran demasiado al sol, me da frío. Por otro lado, habías mencionado que te gusta caminar incluso si el clima es nublado y ciertamente tiene su encanto, pero pienso que lo hubiera disfrutado más contigo.

Recientemente terminé el libro del que te había hablado, finalmente tuve tiempo de hacerlo. La gente está muy apurada y ansiosa siempre, no puedo culparlos… Para mí, el tiempo se siente tan lento, ¿Te pasa también a ti? Realmente no sé si es más desesperante esperar o correr.

Pero incluso si no lo siento como todos, tengo que avanzar igual que los demás, tú mismo lo dijiste. Aunque es más fácil ver, hay ocasiones en las que tengo que actuar.

Quisiera…”

 

 

──────

 

 

—Bien, finalmente hemos podido cubrir casi todo. La señorita Rosalyn también se veía aliviada cuando la junta termino.

—Es de esperarse, viajo demasiado. Sabes, algunos viajes se hacen demasiado pesados incluso si son cortos y en este tiempo han sido muchos.

—¿De verdad?

—Sí, tal vez es porque el tiempo pasa demasiado rápido… Puedes intentarlo si no estás seguro.

—Definitivamente no.

Alberu y Cale están sentados uno frente del otro. La mesa con varias botellas de vino y algunas copas. Luego de mucho tiempo, han terminado de hacer negociaciones con el reino de Beck y pueden tomarse una noche de descanso. 

—… Cale, ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Uh, claro.

—Realmente… ¿Crees que podamos salir bien de esto?

Cale se detiene, ¿Qué está preguntando? Alberu no siempre actúa de esa forma, tendría que estar muy borracho o tal vez…

—… Hyung, yo sé que eres inteligente, por favor, puedes responder eso tú mismo.

—Oh, claro que puedo hacerlo, pero quiero escuchar lo que tienes que decir.

—Lo que tengo que decir… Es que me preocuparé por eso en el momento. —Cale responde luego de meditarlo un poco. —Nos hemos preparado con anticipación y hacemos lo que podemos… Y si algo sale mal, haré lo que pueda para solucionarlo; si supiera que alguien quiere golpearme, haría lo que sea para evitarlo en vez de lamentarme y quedarme esperando el golpe.

Incluso si no es fuerte y al final recibe daño, Cale intentaría evitarlo, bloquearlo.

—Hyung, no quiero lamentarme por algo que no ha pasado, porque si fuera así siempre estaría triste y ansioso. —Aunque no por no quererlo siempre puedes evitar sentirte así.

Cale no dice lo último, pero lo comprende y deja que pase por su mente para luego mezclarse en el vino y en la noche.

Esos son los pensamientos de Cale. 

 

 

──────

 

 

“...La rosa que me enviaste llego en buenas condiciones. La he puesto en el lugar más seguro de mi habitación.

Quisiera poder hacer lo mismo contigo.

¿Haces ejercicio como te dije? Algún día estaré ahí y me aseguraré de que lo hagas, te enseñaré yo mismo paso por paso, tampoco quiero que te lastimes. Mi corazón duele con solo la idea. Quiero que siempre seas feliz.

Mi amigo, incluso si no crees en las palabras escritas en papel, eres de lo más preciado para mí y ya sea hoy, mañana o en mil años, voy a querer que vivas bien. Aquí o allá,                         con quien quiera que estés o incluso con tu sola compañía, deseo que una sonrisa pinte tu rostro.

Apuesto que te ves bien sonriendo, quisiera verte haciéndolo por lo menos una vez, pero por ahora, me conformo con que me digas que lo haces a menudo.

Pero tampoco me mientas. Si estás mal o triste, también quiero enterarme, ¿Es muy egoísta de mi parte querer saber lo que sientes?

Oye, ¿Alguna vez te has enamorado?

 

Con cariño, CH”

 

 

 

La letra de esta carta es desordenada. Algunas manchas de tinta cubren por completo las palabras. Otros apenas pueden distinguirse. Lo más seguro es que fue escrita con nervios.

 

 

──────

 

 

 

Un chico pelirrojo se sienta en un jardín. Tiene una carta en mano.

No la lee, pero la toma con cuidado mientras se mece en una silla. Incluso si le gusta más cuando hay nubes en el cielo que lo ayudan a no quemarse con el sol, no huye de él en este momento de tranquilidad.

Todo es cálido y algo dentro de él se derrite lentamente. Lo hace desde hace meses.

—Cale.

Una mujer llega y se dirige a él con tranquilidad, es la condesa Violan.

En un inicio su relación fue mera cortesía seca y se deshizo rápidamente para no quedar nada más que algunas presentaciones formales de vez en cuando.

—¿Sí, madre?

Ahora, no es algo perfecto, pero definitivamente es agradable y cariñoso.

Entonces Cale piensa que alguien tenía razón cuando dijo que la familia es importante.

 

 

──────

 

 

“Mis sentimientos explotan en mi corazón, creo que se puede salir de mi pecho.”

“Lo siento, lo siento.”

“La vida es demasiado corta, ¿No te parece? Aunque casi siempre la siento eterna, eterna como mi amor, ¿Puede ser eso realmente eterno? La gente cambia de opinión constantemente, pero en este momento parece que me va a asfixiar.”

“Incluso si ya no quieres responder…”

“¿Estoy siendo muy egoísta porque quiero verte y tenerte entre mis brazos? Tan solo por un momento…”

“¿Dime, te estoy lastimando?”

“¿Puedo decirte que te amo?”

“Con todo el amor que puedo sentir por ti…”

 

Esta carta tiene varios errores, pero ninguna mancha para intentar cubrirlos. Todo aquí es lo más sincero que se puede ser. Algunas lágrimas cayeron en ella.

 

 

──────

 

 

Es un día tranquilo.

Lo más tranquilo que puede estar en un cementerio.

El nombre en escrito en la lápida de la tumba que está siendo recordada: Jour Thames.

Cale ve la tumba de su madre con nostalgia.

—Toma el tiempo que quieras.

—Sí, padre.

Mientras su padre, el conde Deruth, evita hacer cualquier comentario sobre el anillo que lleva puesto su hijo.

 

 

──────

 

 

“Cariño, he cometido un gran error. Un gran pecado.”

“No puedo decirte por más que quiera…”

“No tengo idea de lo que debo hacer.”

“El tiempo es tan extenso, pero no puedo volver en él.

No, incluso si volviera, ¿Realmente podría revertir todo lo que hice? Amor, lo único que realmente estoy dispuesto a repetir una y otra vez eres tú…”

“Tengo miedo, tengo tanto miedo…”

“Mi cielo, quiero que sepas…”

 

Esta carta está arrugada, nuevas lágrimas hay aquí.

 

 

──────

 

 

—Se ve cansado, joven maestro.

—¿Es así?

—El tiempo es terrible.

—¿A dónde irás?

—He pasado mis bases al Imperio Mogoru; me moveré un tiempo por el centro, antes de retirarme más al sur. —Billos responde sin titubear. La nobleza no es la única que se ha estado moviendo. —Durante este tiempo no podré hacer entrega de sus cartas… Es muy peligroso.

—Lo entiendo.

—De verdad lo siento joven maestro Cale.

—Billos.

—¿Sí?

—Incluso si no fuera tan complicado en este momento, no te pediría que lo hicieras. —En todo el tiempo que llevan juntos en la habitación, Cale apenas voltea a ver al contrario. — Si las cosas fueran fáciles, yo mismo las entregaría. —Y luego no habría nada más que mandar.

—… Lo entiendo.

—De cualquier forma, te agradezco.

—No tiene que hacerlo.

—Pero quiero.

Un cómodo silencio los rodea por los próximos minutos. La residencia habitual de su encuentro ahora esta media vacía. Incluso los guardias que acompañan a los dos visitantes fueron mandados a hacer la vigilancia por la zona en vez de quedarse del otro lado de la puerta.

El momento no se rompe hasta que un dispositivo de comunicación suena desde algún otro punto de la casa. Todo se tensa.

—Cuídate, Billos.

—Usted igual, joven maestro Cale.

Esta es la despedida entre Cale Henituse y sus sentimientos, llevados por Billos Flynn. 

 

 

──────

 

 

“Algo malo pasa. Algo terrible.

Las consecuencias de mis acciones y de varios más están tocando la luz.

Quiero revertirlo, pero no sé si pueda hacerlo. No puedo moverme de forma tan descuidada. La mirada de unos y varios están sobre mí, siempre atentos. Ahora están cuidando cada uno de mis movimientos, las últimas cartas que te mande apenas pude esconderlas de todos.

En una situación diferente, me habría gustado que el mundo supiera cuanto te amo. Sería capaz de gritarlo al aire hasta apenas poder respirar...

Pero en este momento definitivamente es mejor que guardemos esto solo para nosotros dos.

Algún día, espero, podre conocer a tu familia, quisiera hacerlo, ¿Estás seguro cuando dices que me aceptarían? No puedo esperar el momento en que todo finalmente llegue a su fin y pueda verte y hundirme en ti.

Por ahora, solo puedo hacerlo en mis sueños y hay veces en las que quisiera quedarme en ellos para siempre, pero saber que tú estás aquí, en el mundo real, esperándome, me da la suficiente fuerza para continuar.

¡Y lo sé! No debería continuar solamente por alguien más, tú mismo me lo dijiste. Pero incluso si avanzo por mí, quiero que estés a mi lado también.”

“Te amo.”

“Tal vez nunca es demasiado, pero sí lo suficiente, dime, ¿Realmente sientes que te amo así?

“Esta será mi última carta en un tiempo, lo lamento…”

“Te adoro tanto, tanto.”

“… Tengo miedo de que luego de esto, no quieras volver a saber nada de mí. Lo entendería perfectamente.”

“Incluso si me odias, no te culparía.”

“El pecado que no quiero cometer…”

“No puedo pedirte que me perdones. No, no puedo pedirte nada.

Si piensas que lo mejor es olvidarme, entonces hazlo, cariño, ¿Tengo permitido llamarte así?

Mi corazón, mi cielo. Estrellita brillante. No te gustan los apodos dulces, dices que te empalagan.”

“Es demasiado, ¿Cuán abrumado te encuentras por leer todo esto? Si es que lo haces, lo lamento.”

“Por el amor que te tengo, quiero decirte todo lo que siento y pienso en un momento como este, quiero darte toda la sinceridad que pueda solamente a ti. Mi lealtad y cariño. Mi ser desde mi cuerpo hasta mi alma. Todo lo que represento y lo que soy te pertenece solamente a ti porque mi última voluntad antes de perderme (y tal vez perderte también a ti, Dios no lo quiera) es postrarme a tus pies y entregarme a ti. 

No a Paerun ni a Norland y mucho menos a Askosan.

No a ninguna nación o continente.

No a Clopeh Sekka, que se joda. Terminaremos en el infierno y ahí mismo lo volveré a matar incluso si termino recibiendo un castigo peor.

(No, para mí no hay castigo peor que este).

Quiero verte y que mi último pensamiento sea, que te has llevado todo de mí…”

“Incluso si no soy digno, deseo poder besarte…”

“Quiero poder tenerte entre mis brazos…”

“¡Y el mundo puede saber cuanto te amo!”

“Y todo lo que siento es solamente para ti.”

“Con amor, Choi han.”

 

Esta carta no fue entregada.