Archive of Our Own ^beta

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El evento del Torneo de los Tres Magos le mostró a Cordelia que no podía confiar en todo el mundo, aun si amaba a esa persona. 

La verano de la niñez se fue dejando a Cordelia con el sentimiento de que debía dejar de lado la faceta de creer en todos y tomar enserio sus deberes como la Dama de la casa Potter.

Consciente que Lord Gaunt (Voldemort) no podía atacarla, debía jugar sus cartas para asegurarse de poder establecer una diferencia en el mundo mágico. Quedarse en la linea neutral de la guerra que parecía volver a reestablecer. 

Ella jugara en el juego del poder para asegurarse que ninguna gota de sangre mágica vuelva a ser derramada.

【Ｃａｓｔ】

Phoebe Dynevor — ℂ𝕠𝕣𝕕𝕖𝕝𝕚𝕒 ℙ𝕠𝕥𝕥𝕖𝕣 

"Estoy cansada de que Dumbledore me crea una dama oscura por mi sueño de restablecer las vías Antiguas. Poco me importa su rivalidad con Lord Voldemort, solo me importan los niños y su futuro"

Daniel Sharman — 𝕋𝕙𝕖𝕠𝕕𝕠𝕣𝕖 ℕ𝕠𝕥𝕥

"Por favor, mi Delia, mi Sol, perdóname. Todo lo que hice fue para protegerte"

Ben Barnes — 𝕊𝕚𝕣𝕚𝕦𝕤 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜

"Acabo de hacer un pacto con el demonio que mató a James, a Regulus y Lily, pero lo hago por mi hija"

Andrew Garfield — ℝ𝕖𝕞𝕦𝕤 𝕃𝕦𝕡𝕚𝕟

"Asesine a Greyback, pero ahora uno de mis niños fue condenado a mi misma pesadilla!"

Gina Rodríguez —𝔼𝕕𝕚𝕥𝕙  𝕃𝕦𝕫𝕒𝕣𝕕𝕠

"¡Acérquensen a mi hijo o me los comeré vivos!"

Lino Facioli —ℝ𝕖𝕟é 𝕃𝕦𝕫𝕒𝕣𝕕𝕠

"¿Y si hacemos una revuelta estudiantil? Históricamente ha servido."

Emma Watson— ℍ𝕖𝕣𝕞𝕚𝕠𝕟𝕖 𝔾𝕣𝕒𝕟𝕘𝕖𝕣

"Por favor, hermana. No te pongas triste"

Hailee Steinfeld — 𝔼𝕠𝕨𝕪𝕟 𝔽𝕣𝕒𝕤𝕖𝕣

"Aléjate de ella, ya suficiente daño le has hecho Nott"

Anya Taylor-Joy — 𝔻𝕒𝕡𝕙𝕟𝕖 𝔾𝕣𝕖𝕖𝕟𝕘𝕣𝕒𝕤𝕤

"¿Que se cree Umbridge para juzgarnos"

Anna Popplewell — ℙ𝕒𝕟𝕤𝕪 ℙ𝕒𝕣𝕜𝕚𝕟𝕤𝕠𝕟

"La idea  de una revuelta estudiantil se escucha genial"

Kit Connor — ℕ𝕖𝕧𝕚𝕝𝕝𝕖 𝕃𝕠𝕟𝕘𝕓𝕠𝕥𝕥𝕠𝕞

"Le mentiste, la traicionaste. Sus padres murieron por una traición"

Cha Eun-woo — 𝕏𝕦𝕖 ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘

"¿No te has dado cuenta Cordelia? Nuestras magias se complementan, somos almas gemelas."

♥ Playlist ♥

♪ Don't Blame Me; Taylor Swift

" No me culpes. El amor me enloqueció"

♪Look What You Made Me Do; Taylor Swift.

"Pero me volví más inteligente, mas fuerte con el tiempo."

♪ War of Hearts; Ruelle. 

"Las sombras se arrastran. Y quieren crecer mpas fuerte, más profundas que la verdad."

♪Let Me Sign; Robert Pattinson

"Te envolveré en mis brazos y sabrás que estas a salvo"

♪Running up than hill; Kate Bush

"Somos tu y yo, no seremos infelices"

♪Every Breath You Take; The Police

"Como duele mi pobre corazón con cada paso que das"

♪Cantarella; KAITO.

"No podré esperar que caigas en mi juego al fin y que estés junto a mí."

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"Al Señor Oscuro. 

Reciba usted esta carta con el motivo de un dialogo sobre el asunto que ha estado siendo arrastrado por más de una década. 

Se de sus intenciones hacia mi, el deseo de asesinarme. Tal vez no comprenda el trasfondo completo de las circunstancias para llegar a este punto. 

Soy consciente que en sus manos y conciencia tiene la muerte de mis padres, y el motivo por el que todos los susurró que ha recaído hacia mi como La-niña-que-vivió a partir de los eventos de Samhain del año 1981. 

Pero algo que no puede negar es que por las venas de ambos corre la magia de los Slytherin por muy diluida que este. 

Ante la magia soy su heredera, y habrá serias consecuencias si asesina a su heredera. También permanece como una advertencia la maldición de Lucien Gyrffindor que lanzó a nuestros antepasados. 

Se que es un mago listo y no se arriesgará a volver como una sombra de Quimera. 

Estoy dispuesta a dialogar cara a cara con usted, para reafirmar mi posición neutral en el conflicto que parece volver luego de años. 

Si bien existen motivos por el cual yo quisiera buscar venganza , la guerra no es un tema en el que quiera participar. 

Se que posiblemente usted nunca ha conocido o conoce la ubicación de la fortaleza de los Slytherin que ha quedado perdido en el tiempo. Como muestra de mi intención a un Parley, envió el mapa, las coordenadas y la forma de acceder a Thurdar, la fortaleza de nuestros antepasados. 

Cordialmente

Lady Cordelia E. Potter. 

Dama de la noble Casa Potter

Heredera la Noble y Ancestral Casa de los Black"

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Sirius miró su vaso con Whisky para luego mirar a Remus. 

Había contado el contenido, la carta de Cordelia, el asunto con Voldemort. Ahora estaban aquí reunidos, Sirius, Remus, Edith y Madame Augusta.

—No puedo creer que les haga esto un día antes de su boda— dijo Sirius bebiendo de lo que quedaba en su vaso, Edith le sirvió más. 

—Es Cordelia de quien hablamos — contestó Remus

—Es mucho más importante que una boda— dijo Edith— ¿Más licor, Madame Longbottom?

—Gracias, niña— dijo Madame Augusta extendiéndole su vaso. — Te ves pálida. 

—Es que un sigo procesando que el profesor Durmstrang haya sido Voldemort— dijo temblorosa— En la estancia tenía el presentimiento que algo ocultaba, una vez le dije que si lo veía haciendo algo raro le arrancaría el corazón y se lo daría de comer a Cóndor. 

Sirius miró Edith. 

—No mires así— dijo Edith— La magia que emanaba daba sospechas. Y tenía razón, mi ojo de loca no se equivoca. Pero amenacé a un señor oscuro, bien decía mi abuela que supiera mantener boca callada. 

Remus la abrazó por los hombros y le dio un pequeño beso en la sien. 

—Contesté su carta— dijo Sirius— La reunión será dentro de tres días. 

—Lo suficiente para armar un plan— propuso Madame Augusta— Es maldita profecía también señalaba a Neville. Las protecciones de la residencia Longbottom han sido fortificadas. ¿Y qué harás con Cordelia?

—Ella estará presente en la reunión— contestó Sirius — Estará usando el anillo de heredera de los Black. Lo he modificado para que sirva como traslador hacia Grimmauld place. Los Black han sido paranoicos desde siempre y sabes que significa eso. 

—Desconfianza de la gente. Siempre han de llevar algo mortal— dijo Edith— ¿Posible alcoholismo?

—Protecciones fuertes, mucho más que la Potter Estate— comentó Sirius— Las protecciones de Grimmauld place la reconocerán como la nueva señora si algo me pasa en esa reunión. Ahí entras tu Remus. 

—¿Qué tal esconderse en el extranjero?— propuso Edith— Tengo mente ciertos lugares. En la costa de Esmeraldas hay una bruja parsel hablante, con gusto la daría protección. La comunidad mágica en Galápagos. El norte de la selva brasileña y también podemos ir a Bariloche, hay una comunidad de brujas que la pueden acoger.

Edith miró un momento su anillo rúnico. 

—Edith y yo nos llevaríamos a Cordelia y a los niños muy lejos de aquí, Sirius— dijo Remus— Solo danos la orden y desaparecemos del continente muy rápido. 

—Salir de Gran Bretaña suena bien— asintió Sirius con la cabeza— Les proporcionaré lo necesario. 

—Es lo más lógico en este caso— apoyó Madame Augusta. 

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Había algo de paz para Cordelia ayudar a tía Edith preparase para la boda. Ella vio como la señora Noe la maquillaba mientras las dos reían. 

Su algo nuevo era una pulsera.

Su algo viejo era el collar con la constelación de Aries, que fue último regalo de abuelo. 

Su algo prestado era el velo que usaron sus primas anterior a ella.

Su algo azul era los aretes de Aguamarina.

—Delia preciosa— le dijo mientras le unos pasadores de cabello— ¿Me ayudas con esto?

—Claro— sonrió Cordelia, se levantó de la cama donde estaba sentada. Con cuidado tomó el pasador y ajusto el mechón rebelde con cuidado. 

—¿Por qué esa cara triste?— dijo la señora Noe— Pareces Bambi, luego perder a su mami. 

—¡Noe!

—De acuerdo, cometario incensario

—No es nada— dijo Cordelia — Solo son cosas. 

Ambas adultas se miraron, pero no dijeron nada. Luego de colocarle el velo, la señora Noe tomó el peine de marfil y aguamarinas de tía Edith. 

— Fabián está afuera— dijo la señora Noe— Ahora, como él es tu hermano por magia, deberá entregar tu peine a Remus. 

Tía Edith sonrió ampliamente y asintió con la cabeza.  Luego de unos minutos entró un el señor Fabián, Cordelia había escuchado como ambos eran amigos desde que fueron acogidos por el Ayllu donde crecieron, como hermanos. 

Cordelia se fue hacia el patio donde ya estarían llegando los pocos invitados. Antes de que irse por completo los escuchó hablar. 

—Mírate, como una novia sonrojada— le dijo con un tono de burla. 

—Ojalá te caigas por un hoyo— dijo tía Edith con diversión.

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El jardín trasero de la casa fue decorado en luces que brillaban suavemente. Había unas mesas decoradas con manteles blancos. 

Cordelia se sentó junto a Hermione, quien estaba emocionada. 

—Esta es la primera boda a la que asisto, cuya invitación está a mi nombre y no al de mis padres— dijo emocionada— Además es interesante ver una boda mágica. 

Eran pocos los invitados. Los Malfoys, los Lestrange con Eowyn, los Tonks junto a Sam. Madame Longbottom y Neville. Percy con Penélope. René estaba sentado junto a señora Noe, a su lado estaba Colin y Dennis

Cordelia sonrió viendo a tío Moony parado junto a papá y el druida. Sonría como nunca. 

Todos los presentes vieron como tía Edith caminaba por el pasillo del brazo de su amigo, con una sonrisa amplia, el velo se arrastra por el césped.

Cuando llegó al final, los dos novios se sonrieron. Ambos se tomaron de las manos mientras el Druida hablaba de la unión de la magia de ambos novios, luego de su diatriba juntó las manos con una cinta con runas bordadas. 

—La madre magia proteja esta unión, que la bendiga y la proteja de todo mal— dijo el druida separándose de los novios. 

—Mi magia y corazón es tuyo— dijo tío Moony con su varita en su mano, tocándola con su punta la varita de tía Edith— Hasta el día de mi último aliento. Tú eres mías y yo soy tú. 

—Mi magia y corazón es tuyo— repitió tía Edith— Hasta el día de mi último aliento. Tú eres mío, yo soy tuya. 

De ambos extremos de la varita brotó un brillo dorado cálido. 

—Por la presente, proclamo solemnemente a estos dos hijos de la madre magia, unidos— dijo el druida— Como un solo corazón, una sola carne y una sola alma. 

Hubo aplausos cuando los novios se besaron, tía Edith estaba con una sonrisa que resaltaba sus mejillas sonrojadas y tío Moony tenía una sonrisa cálida. 

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En la pequeña recepción, tía Edith se quitó su velo para mayor comodidad, además de ser una reliquia familiar muy cuidada. 

El tocadiscos reproducía canciones de suaves de jazz, aunque el primer baile de los novios fue un pasillo en español. 

Mientras ambos bailaban se sonrían. Cordelia estaba sentada junto a René que le traducía la letra de la canción. 

—"Hemos jurado amarnos hasta la muerte"— dijo mientras veía a como tía Edith apoyaba su cabeza en el hombro de tío Moony— "Y si los muertos aman, después de muertos amarnos más"

—Es una bonita letra— comentó Cordelia. 

—Es J J— dijo René— Quítale la música y queda poesía según mamá. 

El resto de la noche, ambos novios cambiaban de mesa para conversar, son sus invitados. La señora Noe tenía una cámara con muchos rollos, diciendo que era para los padres de tía Edith. 

—Quiero una con mis muchachos— dijo tía Edith. En la mesa donde estaba el pastel y se colocó la pequeña familia. 

René estaba a lado de tío Moony, Colin a la izquierda de tía Edith y en el medio de ambos novios estaban Dennis.

Al momento de partir el pastel, los novios se dieron mutuamente un bocado entre risas alegres y sonrisas cálidas.

Luego de una tres horas, la música siguió sonando. Sam dijo que era una suerte que no haya lanzamiento de ramo, porque así no habría tacones rotos o lesionadas. 

Cuando la fiesta acabó invitado, felicitó ala pareja, Cordelia abrazó a tía Edith, ella le dio un beso en la frente llamándola sobrina. 

Su papá, ella y Hermione regresaron a Potter Estate con René, Colin y Dennis. 

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El día de la reunión con Voldemort, Cordelia apenas logró comer bocado. 

En el desayuno solo pudo tomar un vaso de leche y miel, en el almuerzo solo dio dos bocados antes que su estómago se cerrará y la para merienda solo tomó una taza de té con una sola galleta salada. 

Cuando llegó la hora, estuvo lista, su padre le insistió en usar su anillo como heredera de los Black. 

—Todo estará bien— le dijo mientras le daba un beso en la frente. 

—Todo saldrá bien, papá— sonrió Cordelia— No hay nada que temer. 

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La reunión fue pactada en Donwell House, así que inevitablemente, luego de días y varias cartas que jamás respondió, Cordelia vería a Theo. 

Primero salió su padre de la red flu y luego le siguió Cordelia, se quitó el hollín de su falda y chal. 

—Lord Black. Lady Potter— saludó Lord Nott recibiéndolos. — Nos están esperando en salón privado. 

—Lord Nott— saludó Cordelia a la par de su padre. El anfitrión de la casa los guio hacia el lugar, Cordelia en todo momento mantuvo su cabeza en alto con su brazo entrelazado al de su padre. 

Los tres entraron al pequeño salón donde esperaba el profesor Gaunt, Theo y una enorme boa que estaba recostada cerca del calor de chimenea. 

—Es un placer que haya aceptado mi petición a una charla, Lord Voldemort— dijo Cordelia rompiendo el silencio que se había formado. 

Ella junto a su padre se sentaron en el sillón doble que estaba justo enfrente donde el señor Oscuro permanecía sentado. La serpiente levantó su cabeza mirándola 

—He de decir que su carta en petición a esta noche ha sido una sorpresa debido a los antecedentes entre ambos—contestó él ¿Profesor Gaunt? ¿Lord Gaunt? ¿Voldemort?

Cordelia estaba confundida en la manera como llamar al hombre frente a ella. 

Ella vio como su padre se tensaba, con cuidado lo tomó de la mano, cualquier imprudencia saldría muy mal. 

—Resalto que lo dije en la carta— Cordelia dijo manteniendo la compostura— En sus manos y conciencia tiene la muerte de mis padres, sé que fue una guerra. Pero usted desconocía cosas en ese momento, la línea de magia de mi madre, por ejemplo.

—Oh, si, una sorpresa— contestó el señor Oscuro— Un punto que pudo cambiar muchas cosas. ¿Supongo que Dumbledore ha de saber de esto hecho? Sobre todo porque aquí está uno de sus perros más leales. 

Cordelia apretó su agarre en la mano de su padre cuando sintió que se iba contra el hombre frente a ellos. 

—Por mí fuera, Dumbledore se puede ahogar con sus malditos caramelos— respondió su padre muy molesto— Ahora yo no sirvo en ningún bando, protejo a mi hija. 

—Quiero hablar con la niña a sola— dijo el señor Oscuro. 

—No— dijo rápidamente su padre. — Ella se queda aquí. 

—"Si tu carta fue una amenaza"— Voldemort se dirigía, la voz sisieante. Estaba hablando en parsel. 

—"Mi carta nunca fue una amenaza"— respondió Cordelia— "Yo no tengo motivos para luchar. ¿Por qué he de tirar el sacrificio de mis padres ante tal imprudencia"?

—"No mientas niña"

—"Dije que era muy listo para atacar su heredera. Usted y yo tenemos un objetivo similar, aunque el mío no involucra muertes o guerra."— contestó Cordelia— "Usted arriesgó todo la primera vez el día en que asesino a mis padres. Yo sin querer le di una segunda oportunidad el día en que le entregue esa piedra"

Cordelia miró a su alrededor, notó la mirada de su padre y el rostro de preocupación de Theo. 

—"Que se gana en una guerra que no deja más que huérfanos, familias rotas y sangre mágica derramada"— agregó Cordelia. 

—"El mío tampoco. El derramamiento de sangre mágica es lo último que deseo".

— "¿En serio? Porque la última vez que revise usted derramó bastante"

—" No seas insolente con tu Lord, niña

—"¿Por qué debo llamar mi señor, cuando los dos descendemos de Salazar Slytherin?"

—"Porque por antigüedad y poder, tengo la ventaja."

 —"Entonces tomé su lugar como Lord Gaunt. Gánese al Wizegamont. Yo forjaré el pilar desde Hogwarts, usted hágalo en el resto del mundo"

—Digamos, que acepto. ¿Qué me garantiza que cumplas?— preguntó Voldemort ya en lengua normal. 

Cordelia miró a su padre. 

—Un pacto de sangre para asegurarnos que ninguno de los dos atacaría directamente o enviaría a terceros a hacerlos. Después de todo, somos los últimos Slytherin que quedan— dijo Cordelia. 

—Hecho— accedió el señor Oscuro. 

Ambos se pusieron de pie, Cordelia le brindo a su padre una sonrisa de tranquilizadora. Ella se quitó el guante de la mano derecha. 

El señor Oscuro le hizo un corte en la palma para luego hacerse lo mismo. Los dos juntaron sus manos y pronunciaron el juramento correspondiente. Cordelia sintió una ligera perturbación en la magia, pero todo acabo cuando ambas gotas de sangre se mezclaron en una sola para luego dar lugar dos pequeñas esmeraldas con un centro rojo. 

La esmeralda correspondiente a Cordelia, se transformó en un sencillo collar que ella se colocó sin ayuda y para Lord Gaunt un anillo de banda dorado con la esmeralda en el centro. 

—Hemos llegado a un acuerdo— finalizó Lord Gaunt— Una jovencita lista, Lady Potter. 

—Concuerdo, un trato para no atacarnos— sonrió Cordelia para luego inclinar su cabeza levemente en señal de respeto. 

Cordelia escuchó a su padre suspirar, exhalar todo el aire que estaba conteniendo ante la tensión, además del rostro aliviado de Theo. 

—Quisiera hablar a solas con Cordelia— pidió Theo. Cordelia lo miro, aún molesta. 

—Que Nagini acompañe a los jóvenes— dijo Lord Gaunt— Necesitó hablar con Lord Black, acerca de Regulus Black y algo que me debe. 

La gran serpiente se apartó del fuego y se deslizó hacia ellos dos. 

—Por favor, no hagas ninguna imprudencia— le suplicó Cordelia con ojos serios a su padre— No quiero perderte. No quiero perder una nuevamente a un padre. 

—Te lo prometo— le contestó su padre besándole la frente. 

Theo y Cordelia salieron del salón con la serpiente como chaperona. 

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Los dos caminaron por los pasillos en silencio con los siseos de Nagini

—Lord Black ha dicho que plenas aceptar propuestas de cortejo en su cumpleaños 16— dijo Theo rompiendo el silencio. 

Cordelia lo miro seria. 

—Sí, quinto año, será duro entre los T.I.M.O.S. y mis niños, sería un poco injusto para mi cortejo — contestó Cordelia. 

—Cordelia— dijo Theo tomándola de las manos. Ella se curó del corte y nuevamente estaba usando sus guantes de encaje— Perdóname, yo no quiera traicionarte. 

—Me mentiste en la cara por meses— contestó muy enojada, separándose de él — ¿Cómo le puedo entregar mi corazón a alguien que mintió tan descaradamente en la cara?

—Lo siento, en serio me arrepiento— la miró con ojos suplicantes. 

—Habría entendido. Era mi seguridad la que estaba en juego. Y me mentiste

Los dos se miraron. 

—Hubiera aceptado que me cortejaras, poder soñar un futuro contigo— siguió diciendo Cordelia con cuidado acercó su rostro hacia el rostro de Theo. Pudo percibir su perfume y como sus pupilas se dilataban— Es una pena que esté molesta contigo, porque acabo de comprar un bálsamo labial con sabor a cereza que con gusto te hubiera dejado probar. 

Ella se separó de él, sonriéndole de manera cruel cuando escuchó pasos cerca. Cordelia vio a su padre acercase a ella un poco serio. 

—Es hora de casa— le dijo mirando a Theo con seriedad. 

—Lo veré en Hogwarts, Heredero Nott— se despidió Cordelia con una leve inclinación de cabeza. 

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Edith vio a Sirius salir de la red flu, con el cuello de la túnica desabrochado y con cara de pocos amigos. 

—¿Y como fue?— preguntó Remus. Ambos habían estado esperando desde hace horas en el salón noticias. 

—Cordelia está a salvo— dijo Sirius. Edith se llevó una mano al pecho. — Hay un pacto de sangre, no se atacarán mutuamente o enviarán a alguien a hacerlo

—"Gracias Madre magia"— suspiro aliviada en su mente

—¿Por qué esa cara, canuto?— preguntó Remus. 

—Regulus— sollozó cubriendo su rostro con su mano. Edith miró a su esposo y suspiro, con cuando camino hacia la gaveta donde estaban sus licores. 

Necesitarían algo fuerte esta noche. 

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Edith miró a Sirius dormir en su sillón, cuando los niños bajaron a tomar el desayuno vieron la patética figura del hombre roncar en su sillón. 

—¿Por qué el tío Sirius huele a perro mojado?— preguntó René picándolo con el control remoto. 

Edith arreó a sus tres chicos como si fuesen becerros hacia la cocina donde el desayuno les estaba esperando. Remus les serviría el desayuno mientras ella trataba de reanimar a Sirius. 

Escucharlo lamentarse por su hermano le rompió el corazón a Edith, ella era una hermana menor, pero era la mayor de sus primas, así que en parte podía empatizar con Sirius, no protegerlas le hubiera roto el corazón para siempre. 

Con un vaso de huevo crudo y ajo conjuró un Aguamenti hacia el rostro de Sirius, él se levantó exaltó con un jadeo ahogado. 

—Buenos días, bella durmiente— saludó Edith con una ligera sonrisa— Al menos fuiste consciente en dejar a la pequeña Delia en Grimmauld Place a salvo para venir a mi casa a hacerte mierda. Pero será la primera y única vez que lo permitiré, no quiero un borracho rondando en mi casa como un mal ejemplo para mis hijos. 

—¿Qué hora es?— preguntó Sirius estirándose, con la voz ronca y con aliento a zorrillo muerto. 

 Como las ocho de la mañana— contestó ella extendiéndole el vaso— Bébetelo, te ayudará con la resaca. Es lo mejor que pude hacer, mi segunda cura ideal. La que es más deliciosa no la sé preparar. 

Haciendo una mueca, Sirius se bebió de un largo trago la mitad del vaso. 

—Gracias, por dejarme quedarme en tu sillón— dijo Sirius frotándose el ojo— Y lamento si hice algún desastre. 

—No, solo bebiste dos botellas, una de vodka y otra de aguardiente— Edith se sentó a lado de Sirius y darle dos palmaditas en la espalda— No te culpo, enterarte como murió tu hermano, tratando de hacer algo imposible. 

—Él solo tenía 18, no adulto todavía y aun así decidió volverse un Mortífago— se lamentó Sirius— Siento que yo lo lleve a su muerte en la noche en que decidí huir de Grimmauld Place y no mirar atrás. 

Edith vio su mirada perdida, son decir nada, solo uso su brazo para rodearlo por los hombres y apoyar su cabeza. 

—No es tu culpa— le dijo mirándolo a los ojos— No cargues con una cruz que no debes. Ve a casa, Cordelia estará preocupada por ti. 

Sirius le sonrió levemente y trató de beber un poco del cura-resaca, pero lo apartó ante el terrible olor.

—Te dije, no sé cocinar la receta deliciosa— le sonrió Edith.

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Cordelia nunca pensó que necesitaría ropa de luto tan pronto. 

En una llamada casual a tía Petunia se enteró de malas noticias. 

Tío Vernon murió. De un infarto camino al trabajo, algo rápido y fulminante. 

Cordelia no asistió al velatorio, pero si estuvo para el día del entierro. Fue un sábado al medio día, estaba con un vestido negro que le cubría tres dedos debajo de la rodilla, con el cuello llegándole a las clavículas y guantes de encaje negro. 

Fue en el cementerio de Brompton donde se llevó el lamentable hecho. Cordelia estaba abrazada al brazo de Dudley en todo momento, muy cerca de tía Petunia y para su mala suerte cerca de Marge.

—... la muerte es un lugar a que todo mortal está destinado a llegar— dijo el pastor que oficiaba el entierro— solo aquellos que han seguido los mandatos de Dios pueden partir de este mundo con la seguridad de entrar al reino de los cielos. 

Cordelia escuchó sollozos detrás de ella, con discreción volteó la mirada sobre su hombro, entre las pocas personas presentes, había una mujer llorando con un pañuelo pegado a su nariz, hecha una cosa sollozante. También pudo ver como tía Petunia apretaba los labios ante los sollozos de la presente. 

Luego de que cubrían la tumba, pidieron un taxi hacia hacia Privet Drive. El ambiente en la casa era desolador, Dudley, tía Petunia y Marge se fueron hacia sus respectivas habitaciones y Cordelia se quedó en la sala meditando. 

Si bien nunca llegó a formar lazos afectivos con tío Vernon, él le proporcionó un techo y alimento a Cordelia durante toda su infancia, había un pequeño sentimiento de tristeza, pero no era transcendental. 

Ella se quitó los guantes y caminó hacia el cuarto de tía Petunia. Ella estaba acostada en forma de bolita abrazada con la almohada, estaba sin tacones con el cabello suelto y rastro de lágrimas silenciosas mojando su rostro. 

Se le partía el corazón a Cordelia ver a su tía en ese estado. 

—Tía— Cordelia se quedó en el marco de la puerta— Prepararé el almuerzo, descansa. Han sido días duros para ti, déjame cuidarte a ti y a Dudley.

Ella no respondió, solo asintió con la cabeza. Cordelia silenciosamente camino hacia la cocina, revisando lo que había en las gavetas o en la refrigeradora planeó algo sencillo para comer. Fueron minutos silenciosos de ella encendiendo la hornilla o cortando vegetales cuando Marge entró a la cocina con su mirada juzgadora. 

—¿Necesitas algo tía Marge?— preguntó Cordelia. Nunca fue su tía, pero la llamaba así por cortesía— ¿Té? ¿Agua?

—Luces como una mujerzuela con ese escote— le respondió, Cordelia dejó de lado el cuchillo ante la forma como la llamó. 

Cordelia miró hacia su ropa, era modesta, nada escandaloso y prácticamente el cuello del vestido le llegaba le cubría todo. 

—Con esos vulgares pechos— siguió acusándola— Al menos hubieras tenido algo de decencia en el funeral de mi hermano. 

Cordelia se mostró molesta, llamándola de esa forma.

—Bueno, Marge— dijo Cordelia dejando atrás la cortesía— Al menos estos vulgares pechos me asegurarían no quedarme solterona en una granja llena de perros como tú. 

Ni bien acabo la frase, Marge la abofeteó muy fuerte que se tuvo que agarrar de la encimera

—¡¿Cómo te atreves a hablar así?!— le gritó mientras la tomaba del brazo. 

Cordelia la miró con furia, sentía su mejilla derecha ardiendo del golpe. 

—¡¿Cómo te atreves a golpear a mi sobrina?!— interrumpió tía Petunia, jaló a Cordelia liberándola del agarre de Marge. 

Rápidamente, la sacó de la cocina, cerrando la puerta. Debido al escándalo Dudley bajó de su cuarto, con la camisa blanca arremangad, sin cobra y el saco que usó durante el entierro.

—¡Tú no tienes ninguna autoridad en golpear mi sobrina!— gritó tía Petunia al otro lado. 

—¡Estaba corrigiendo a esa mocosa maleducada!

—¡¿Qué le dijiste?! Cordelia jamás le respondería de forma grosera a nadie. 

Dudley la abrazó mientras eran testigos de los gritos de ambas mujeres. 

—¡Te quiero fuera de mi casa esta misma noche! ¡Si te he soportado todos estos años fue porque eras hermana de Vernon!— le exigió tía Petunia. 

—¡Bien me iré! ¡Pero parte del seguro de vida de hermano deberá pasar a mí!

—¡Eso jamás! Ese fondo es para Dudley— contestó tía Petunia —¡Además, nunca te daría nada de ese dinero sabiendo que eras consciente de que Vernon una amante hace más de seis años!

Hubo un silencio, Cordelia miró a Dudley impactada. 

—¡¿Crees que no sabía que había comprado un departamento para esa mujerzuela?! ¡Yo soy la que maneja las cuentas y gastos de esta casa!— ella hizo una pausa— ¡Incluso esa descarada fue lo suficientemente cara dura para asistir al velatorio! ¡La misma mujer que estabas consolándola en el cementerio!

Dudley se abrazó a Cordelia como si fuese un salvavidas. 

—¡Si no me divorcie de él fue por Dudley! ¡No le daría el gusto a esa mujerzuela a quedarse con lo que es de mi hijo por derecho!— le gritó tía Petunia— ¡Ya no hay ningún lazo que me obligue a tener que soportar tu horrible presencia en mi casa! ¡Así que lárgate de una vez de mi casa!

La puerta de la cocina se abrió, dejando ver a tía Petunia sollozante mirándolo a ambos. 

El único sonido de la casa era de las ollas hirviendo en el lugar.

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Luego de ese par de días en Privet Drive, Cordelia tuvo que regresar a Potter Estate. Se aseguró de llamar en la mañana o en la noche a tía Petunia para saber si estaba bien. 

Cordelia estaba en la biblioteca del estudio de su abuela, reviso los libros que su mamá colocó en el lugar, había muchos de runas o encantamientos, incluso encontró un par de novelas muggles. 

Una edición muy vieja de Un oso llamado Paddington. Dentro había una notita que decía simplemente: "Para leérselo a Cordelia"

Una edición muy desgastada de Cumbres Borrascosas. Por curiosa encontró una dedicatoria escrita a mano. 

"Feliz cumpleaños Lily. Espero que disfrutes el libro. Con cariño, Severus"

Cordelia se sentó en sillón del estudio con los dos libros en sus manos, los revisó superficialmente. El libro de Paddington lucía intacto a pesar de los años, sus hojas lisas y sin arrugas, una completa diferencia con Cumbres Borrascosas, que tenía las hojas muy amarillas, con algunas páginas con los bordes doblados. 

Tenía muchas anotaciones, frases subrayadas en un resaltador amarillo intenso o escrito en los márgenes los pensamientos de su mamá.

Solo fueron unos minutos, luego Cordelia se cambió a ropa para hacer jardinería. 

Con guantes gruesos y sombrero, y arrodillada, empezó a quitar las hierba malas que crecían rosas de las muchas flores en el jardín. Estaba estaban tan inmersa en sus pensamientos; sus niños y su estudios. Los T.I.M.O.S. , en Theo y cuanto tiempo seguiría la ley del hielo, que no escucho al visitante que se arrastró por detrás de ella hasta que posó una fría cabeza en su hombro y siseo un hola. 

Cordelia gritó asustada cayendo al suelo para luego ver a Nagini cerca de sus flores. 

—"Nagini. Me has asustado"— Cordelia se levantó del suelo sacudiendo la hierba y la tierra de su overol.

—"He venido a ver a la pequeña cría"— contestó la serpiente. — "¿Qué haces pequeña cría?"

—"Jardinería"— Cordelia agarró la tijera y empezó a cortar los malos brotes mientras la serpiente se acostó en la tierra viéndola hacer su labor.

Pasaron los minutos y lo único que se escuchaba era el sonido de la pequeña radio a baterías que Cordelia consiguió a principios de verano, era una radio novela (Una adaptación radial vieja de Jane Eyre)

—"El niño con olor a menta ha estado triste"— dijo Nagini luego de minutos de silencio. Cordelia supo que se refería a Theo.

—"Él mismo se puso en esa circunstancia al mentirme"— contestó seriamente Cordelia — "Si tan solo me hubiera dicho la verdad."

—"Él se ofreció a servir a Tom para mantenerte a salvo"— continuó Nagini con su diatriba —"¿Ese no es deseo de cualquier persona? Una persona capaz de hacer cualquier cosa para proteger al nido y las futuras crías."

Ante lo último, Cordelia se sonrojó hasta el cuello. Nagini alzó su cabeza y con su lengua saboreo el aire.

—"Han llegado dos personas"— dijo la serpiente.

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Sirius se limpió las manos mientras caminaba hacia la sala de estar. Doug lo interrumpió de su mensual mantenimiento de su motocicleta diciendo había lo estaba esperando Lord Prewett y la señorita Clearwater en la sala de estar.

Sirius como pudo se limpió las manos del aceite de motor, pasó rápido por un baño para limpiarse el rostro.

—¡Chicos! — los saludó a ambos con una sonrisa. Un vistazo rápido notó que Penélope tiene una jarro transparente con un bicho verde revoloteando frenéticamente, el insecto se golpeaba contra el cristal. — ¿Qué los trae por aquí?

Penélope miró a Percy.

—¿Se acuerda que Cordelia le pidió a Penélope que mantuviera vigilada a Rita Skeeter?— tanteó Percy con una pregunta causal.

—Si. Mi hija me contó de su pedido a la señorita Penélope.

—Lo tengo— dijo Penélope extendiendo el jarro a Sirius— Hace días que veía un bicho revolear sospechosamente la oficina de Percy y al departamento de Aurores.

Sirius tomó el jarro mirando más de cerca. Era un escarabajo verde, como del tamaño de un broche enjoyado. El insecto empezó a revolotear con mayor fuerza.

—¿Ve esa marca de anteojos alrededor del rostro del insecto?— señaló Percy— Rita Skeeter es una animaga no registrada.

Una enorme (y cruel) sonrisa se formó en el rostro del Sirius ante la afirmación de Percy y el estado catatónico del insecto buscando una ruta de escape de su transparente prisión.

—Oh, no, no— dijo Sirius con fingida preocupación hacia el insecto— Señorita Skeeter, pero qué mala educación transformarse en insecto para espiar a familias de sangre puras.

Sirius le entregó el jarro a Penélope.

—¿Alguien lo sabe?— preguntó Sirius. Percy y Penélope negaron con la cabeza al mismo tiempo— Perfecto. Percy, te entregaré una carta con mi sello. Se la darás directamente a Amelia Bones, que le preparen un juicio público ante el Wizegamont. Porque muchos van a querer que Skeeter pague por las difamaciones de años y años.

Sirius vio sonreír ligeramente a Penélope.

—¿Algo más que decir, señorita Clearwater?

—Esta madrugada he recibido mi cepillo— sonrió ampliamente ella. Sirius vio como Percy la tomaba de la mano y acariciaba con delicadas los dedos de ella — La Madre Magia me ha reconocido como una New Blood.

—Muchas felicidades, Penélope— le felicitó Sirius — ¿Andy ya sabe la buena noticia? Después de todo, eres su pupila.

Ante la mención de Andrómeda, Penélope abrió los ojos como lechuza.

—Usted es el segundo en saber luego de Percy— comentó ella — Estaba más enfocada en Skeeter. Pero apenas entreguemos a Skeeter con Madame Bone, le visitaré a la señora Andrómeda.

— Está bien— dijo Sirius— Acompáñeme a la oficina. Les daré la carta con mi sello. 

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Cordelia camino por los pasillos del Ministerio del brazo de su padre. El juicio contra Skeeter iba a ser ese día.

Si bien ella aún era menor de edad y el control de su asiento estaba en total control de su padre, se le tenía permitido asistir. Cordelia estaba a un par de años en ser considerada una bruja mayor de edad y con ello viene sus responsabilidades como la dama de la casa Potter.

Necesitaba aprender.

Su padre usaba sus túnicas negras con esos detalles en plata. Se había recortado el cabello y permitido su barba, con el cabello peinado hacia atrás. Cordelia aún se preguntaba como aún no tenía una pareja y su padre era muy apuesto, como un caballero escrito por Jane Austen.

Cordelia se vistió lo más recatada posible, con la falda negra amplia y una blusa blanca con ligero volante en conjunto con una capa gris y guantes de encaje negro.

Mientras caminaba hacia las salas de audiencia se topaba con otros Lord o Damas, los saludaba con una ligera sonrisa cordial. Al llegar a la audiencia, vio a Neville junto a Madame Longbottom, también vio a Blaise junto a Lady Zabini.

Algo que no pasó por alto fue la presencia de Lord Gaunt, conversando con otros Lord, entre ellos Malfoy, Lestrange, Crabbe y Goyle.

— Por aquí cariño— le indicó su padre, ambo se sentaron el uno junto al otro.

Pasaron unos cinco minutos hasta que todos los asientos fueron ocupados por su representantes, luego llegó el ministro seguido por una mujer bajita y con un horrible gusto por el color rosado.

— El día de hoy se realiza el juicio contra la bruja, Rita Skeeter— leyó el ministro el pergamino en sus manos— Acusada de ser una animaga ilegal y espionaje a numerosas familias sangre puras. Hagan pasar a la acusada.

Una puerta lateral de la sala se abrió, Nympahodra entró sujetando del brazo a una muy derrotada Rita Skeeter. Fue sentada en la silla que tenía vista hacia todo el Wizegamont, y la Nympha se colocó varios pasos detrás, con sus manos atrás de su espalda, luciendo orgullosa de su uniforme de Auror.

—Señorita Skeeter— dijo el ministro— ¿Es consiente de la situación en la que se encuentra?

Rita Skeeter asintió con la cabeza.

—¿Es consciente de las numerosas denuncias que se han presentado en su contra?

Ella volvió asentir la cabeza.

—¿Es consiente que con las pruebas recopiladas no fue factible que cuente con un abogado para este juicio?

Skeeter asintió con la cabeza.

—El asistente del ministerio pase a leerle todos los cargos al Wizegamont— ordenó Fudge.

Cordelia vio al heredero Sewlyn levantarse, con un pergamino en sus manos. Él empezó a leer con voz clara todos los delitos de Rita Skeeter. Numerando a las familias que han presentado una demanda, con fecha en que los artículos maliciosos le hacían mención. Algo que Cordelia no sabía, era que Rita Skeeter se había colado a las ruinas de la cabaña de Godric Hollow luego de la muerte de Lord y Lady Potter en la noche de Samhain del 81 y entrando a área medicina donde permanecieron los cuerpos antes de su funeral.

Cordelia podía pasar por alto el hecho de sus artículos infames contra ella. Pero irrespetar de esa manera los cuerpos de sus padres, eso era caer bajo.

—Lord Black aquí presente también era un animago ilegal y no lo veo siendo juzgado— fue lo único que dijo Skeeter cuando el ministro Fudge le dio la palabra.

—Lord Black y su situación a la ilegalidad de su forma animaga fue resuelta— respondió Fudge. Cordelia tuvo que tomar la mano de su padre ante la notable molesto— El caso de Lord Black nunca involucró una situación de espionaje, fueron cuestiones personales. Pero ahora Lord Black cuenta en el registro de animagos del Ministerio.

Cordelia sonrió cuando vio el rostro de Skeeter desmoronarse.

—A Rita Skeeter se le condena a una estancia en Azkaban de diez años, sin derecho a impugnar la sentencia— dictaminó el ministro Fudge.

Con un movimiento de varita, la sentencia fue dada.

Nymphadora se acercó a Skeeter para escoltarla y llevarla a Azkaban.

Cuando se fue, los presentes se levantaban de sus asientos bajo leves charlas. Cuando Cordelia estuvo frente al Señor Oscuro, hizo una leve inclinación de cabeza y llamándolo Lord Gaunt.

Jugando bien, los dos conversaron un poco sobre que El Profeta estaba en una situación delicada por la condena de Skeeter. Luego se despidieron, Cordelia abrazó a Neville felicitándolo por ser nombrado Prefecto de Gryffindor, puesto que era compartido con Eowyn.

—Escuche que la señorita Granger ha sido nombrada como la prefecta de Slytherin junto al heredero Malfoy— comentó Madame Augusta.

—Tía Cissy está muy contenta por ambos— sonrió Cordelia.

—Pensaba que usted sería la prefecta de su casa— dijo Madame Augusta.

— Estoy segura que Hermione será una excelente Prefecta de lo que yo seria.

Un carraspeo se escuchó detrás de su padre y ella. Cordelia vio como la expresión de la señora Augusta cambio rápido a una mirada fría.

Los dos se giraron y vieron a la subsecretaria del Ministro con una sonrisa falsa.

—Señorita Umbrigde— saludo su padre

—Lord Black— saludó con su voz chillona— Madame Longbottom. No sabía que han puesto de acuerdo con Lady Zabini en convertir la sala del Wizegamont el día de hoy en una guardería.

Le dio un vistazo rápida a ella y Neville.

—Los jóvenes aquí presente son Lady Potter y Lord Longbottom— contestó su padrino con una voz fría— En poco tiempo tomarán su puesto por derecho de sangre. Ambos necesitan ir aprendiendo las responsabilidad con las que nacieron.

—Bueno, en el caso de Lord Longbottom es compresible— soltó una risa molesta— Pero de la señorita Potter. Creo que soy un poco despistada en estas cosas, pero creo que una niñita no es realmente la cabeza de una casa. Quizás, Lord Black, debería esperar a traer al futuro esposo de la señorita Potter, después de todo, el manejará el asiento de los Potter en un futuro.

Cordelia evitó mostrarse roja de la furia, en cambio, se clavó las uñas en las palmas cubriera de sus guantes de encaje. La mirada de Madame Augusta y su padre eran frías, Neville con cuidado colocó sus manos sobre los hombros de Cordelia.

—Si usted juzga de tal manera mi posición con referente mi señorío y mi género— dijo Cordelia fingiendo inocencia, miró levemente hacia abajo para luego alzar su mirada batiendo un poco sus pestañas— Usted no debería tener tal cargo de responsabilidad si cree que nuestro género es poco preparado. ¿No lo cree?

El rostro de Umbridge de torció, como un sapo al que le echaban sal, ante la contestación de Cordelia.

—Cordelia— le llamó su padre. Su voz podía sonar seria pero sus ojos brillaban ante la divertida e ingeniosa contestación que dio ella. — Que poco amable has sido con la señorita Umbridge.

Su padre se despidió de los presentes por ambos y fueron hasta la red flu.

—Que mujer para más horrenda — fue lo único que dijo Cordelia antes de entrar a la chimenea para ir a casa. 

Chapter Text

Escocia era hermosa, sus paisajes verdes y el aire fresco eran un deleite para el verano. Y Fraser Hall completa el paisaje de manera perfecta.

Cordelia, su padre, Hermione y perros llegaron hacia el punto de aparición en el jardín del lugar, Eowyn ya los estaba esperando. Ella corrió emocionada abrazando a Cordelia y Hermione, casi cayendo las tres al suelo por la fuerza del abrazo. 

—Me alegra que pudieran venir— dijo Eowyn soltándose del abrazo con una sonrisa en su rostro.

—Participas en una carrera de Abraxan. Seremos tus porristas personales— Cordelia sonrió.

—¡Hola tío Sirius! — Eowyn lo abrazó para luego ser derribada por Barbie y Oli que saltaron sobre ella buscando mimos. Luego de ser atacada por ambos perros guió a los tres hacia dentro del lugar.

En la sala de estar estaban Lord Lestrange leyendo la edición del Profeta de ese día y Lady Lestrange con Corvus a su lado leyéndole algo. Scout, estaba dormido a los pies de Lady Lestrange.

Corvus sonrió cuando notó la presencia de ella y saltó del sofá para abrazarse a las piernas de Hermione.

—Es bueno que llegaran— sonrió Lady Lestrange saludando con un beso en la mejilla a Cordelia y Hermione— ¿Ya desayunaron?

—Ya desayunamos. Ligero, porque venimos en traslador— contestó su padre a su prima—¿Pero no estaría mal una segunda ronda?

—¿Y los Lupin? — preguntó Lord Lestrange dejando de lado el periodico— La invitación también fue extendida hacia ellos.

—En Ecuador— contestó Cordelia jugueteando con las manos de Corvus— Tía Edith quería llevar a Colin y Dennis para conocer al Ayllu y familia.

—Y ella tenía que hacer algo con su identificación, algo de cambiarla o yo se que de burocracia muggle a la que está atada— agregó su papá Sirius.

Lady Lestrange llamó a un par de elfos para que dejaran el equipaje de cada uno para ellos ir a comer para tomar el desayuno.

Eowyn entrelazó sus dos brazos con el de Cordelia y Hermione, quedando ella en el centro.

—Luego del desayuno les enseñaré el establo donde está Stardust— les dijo Eowyn.

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Stardust era un imponente Abraxan, de color caramelo y ojos negros, sus alas era muy blancas.

—Estoy nerviosa por la carrera de pasado mañana— les confesó Eowyn mientras cepillaba el crin de Stardust. —¿Y si me caigo?

—No te vas a caer, Eowyn— le tranquilizó Hermione. Eowyn suspiro mientras seguía cepillando a Abraxan— Eowyn Sarah Fraser, mírame.

Eowyn las miró a ambas un poco cohibida.

—Tengo miedo de decepcionar a mis padres.

—No los vas a decepcionar— la calmó Cordelia— Es tu primer Ascot, lo vas a hacer bien.

Eowyn se alejó de Stardust y apoyó la cabeza en el pecho de Cordelia. Hermione le dio un par de palmaditas en la espalda.

—¿Y si hacemos galletas? — preguntó Eowyn. — Muero por tus galletas de mantequilla.

—De acuerdo haremos galletas— sonrió Cordelia.

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El Common Ridding era una carrera muy presenciada cada año. Por lo que no era de extrañar que fueran tres días completos de evento. El primer día fue una gran feria de artesanos escoceses e ingleses.

Theo llegó junto a su abuelo, y él tenía la esperanza de poder conversar con Cordelia. Aunque quedaron media muertas cuando la encontró rodeada de sus amigas y Longbottom.

Cuando se toparon en un puesto de dulces, Cordelia lo saludó cortésmente antes de entrelazar su brazo con Granger e irse, de ahí le siguieron Pansy y Daphne. Fraser le dedicó una mirada férrea y Longbottom lucía muy serio, algo poco habitual en él.

—Te ficharon— le dijo Blaise ante la situación.

—Es mejor que no te encuentres solo, sobre todo con lo sobreprotectora que es Eowyn con Cordelia— sugirió Draco.

Los tres estaban paseando por el lugar, con la señorita Tonks y Smith muy cerca de ellos. Las dos riéndose de algo.

—¿Algún consejo Sam? — preguntó Draco en dirección a la parejita.

—No hagas. Ya se la pasará el enojo— contestó Sam revolviéndole el cabello a Theo —A menos que hayas hecho algo super mal, de ahí, prepárate para un crudo invierno de indiferencia.

—Solo le omití cierta información— dijo Theo.

—¿Solo eso? ¿No hay otra chica involucrada en este asunto? — preguntó la novia de la señorita Tonks muy seria.

—Yo respeto mucho a Cordelia para engañarla de tal forma— contestó Theo ofendido ante tal calumnia.

—Okey, mi error pensar eso— se mostró arrepentida de su suposición — Lo cual está bien para ti. Porque la última vez que engañaron, le pinché las llantas y eché azúcar en el aceite de motor al auto de mi ex.

Draco y Blaise la miraron interrogantes mientras que la señorita Tonks arqueo una ceja. La señorita Smith solo sonrió inocente para luego verlo a él.

—Cordelia es una niña muy comprensiva, solo necesitas tiempo— le sugirió la señorita Sam — Y tal vez las flores más lindas que puedas encontrar. Ya falta poco para su cumpleaños 15, sorprenderla con un hermoso arreglo de flores.

—Gracias por la sugerencia— respondió Theo tomando en cuenta lo dicho.

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—¿Y hasta cuándo seguirá la ley del hielo hacia Theo? — preguntó Daphne, Cordelia levantó su vista del pequeño libro que hojeaba. Las cinco y Neville estaban en un puesto de libros viejos.

—Cuando acabe el verano— contestó Cordelia — Planeaba terminar el periodo de silencio en Yule, pero sería muy cruel para eso.

—Es tu decisión— dijo Hermione — Aunque, yo te sugeriría conversar otro más con él. Es mejor conversar para poder perdonar.

Cordelia suspiro mientras jugaba con el collar con la pequeña esmeralda del pacto.

—Cambiemos de tema— dijo Pansy — ¿Que paso en el juicio de Skeeter? Y no te guardes ningún detalle.

Cordelia frunció los labios recordando a Dolores Umbridge.

—Es mejor irnos a sentarnos— sugirió Cordelia — tengo alguien de quien quejarme.

Pansy aplaudió contenta, los seis avanzaron hacia el lugar donde había carpas para resguardarse del sol. Tenía mucho que decir sobre tal desagradable mujer. 

Chapter Text

El Ascot se realiza anualmente en Glencoe, por lo que el espacio de la carrera se preparó con semanas de anticipación y con las mismas protecciones que tuvo la final del Quidditch para ocultarse de los muggles.

La pista de carrera se parecía un poco a una pista normal de un hipódromo, pero la diferencia era que había ciertos obstáculos flotantes. 

La carrera tendría lugar después del mediodía. Cordelia había optado por una vestimenta por algo fresco para este día soleado, un vestido veraniego blanco con detalles en celeste y con guantes de encaje celeste, también tenía una sombrilla para resguardarse del sol.

Desde la mañana podía ver a Eowyn nerviosa, se mordía la punta de sus guantes y solo mordía dos veces su tostada.

–Estoy nerviosa– dijo por quinta vez mientras se colocaba sus botas largas. Eowyn se recogió el cabello en un peinado con mucha crema para peinar. – Siento que me voy a caer de Stardust.

–No te vas a caer– le tranquilizó Cordelia.

– Si. Tu orgullo no lo permitirá– sonrió Hermione.

Eowyn les sonrió y los abrazó, soltando un suspiro de alivio.

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Sirius se quedó sentado a lado de su hija Y Hermione que tenía a Corvus en su regazo sentado en las tribunas cuando notó como Bella se acercaba hacia él y Rodolphus. Le hizo una seña para que se acercará.

Sirius dejó a las chicas para acercarse a Bella, que estaba con la expresión más seria del mundo.

–Está aquí. Caín Gordon está aquí – dijo Bellatrix muy seria.

–¿Quién es ese? – preguntó Sirius.

–El padre biológico de Eowyn– contestó ella molesta. – No se supone que el sujeto vive en Canadá. ¿Qué demonios hace aquí en Escocia?

Bella miró hacia donde había un grupo de personas, frunciendo su ceño a un hombre no muy alto. Sirius lo estudió y se dio cuenta de algunas similitudes con Eowyn. El color del cabello negro, aunque él ya mostraba indicios de entradas y canas o el hecho de que tenía muchas, el hombre y Eowyn tenían muchas facciones similares.

El sujeto tenía a una chica muy joven, no mayor a veinte años entrelazada en su brazo.

–Tranquilízate Bella – le dijo Sirius colocando una mano sobre el hombro de su prima – El Ascot es muy popular, de seguro está aquí como espectador. Dudo que quiera acercarse a Eowyn.

–Renunció a sus derechos de paternidad cuando Eowyn aceptó el dinero – agregó Rodolphius – El solo fue un accidental donador de esperma. Eowyn es nuestra hija, no nos la van a quitar.

–Le sacaré un ojo si se acerca a mi hija– amenazó Bellatrix.

–Si, que lo harás – contestó Sirius mientras guiaba a Bella por las tribunas.

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–¡Damas y caballeros. Damos inicio al Centésimo Quincuagésimo Sexto Common Ridden! – exclamó el anunciador conjurando un sonorus. –¡Como cada año, tenemos a los mejores jinetes junto a sus Abraxan en una carrera para demostrar al mejor equipo!

Cordelia miró a sus amigas, todas estaban expectante a Eowyn y Stardust. Él más preocupado, sin contar a Lord y Lady Lestrange, era Neville. Se notaba algo tenso, así que aprovechando que estaba sentado a su derecha, lo tomó de la mano.

Neville la miró y ella le sonrió.

El sonido de una corneta inició la carrera, el punto de inicio abrió las puertas y los Abraxan salieron y empezaron la carrera. Stardust estaba con una montura que mostraba el número seis.

Eowyn se sujeto a las riendas de Stardust y rápidamente empezó a ganar ventaja, solo detrás del número ocho y el cuatro.

El mundo alrededor se mostraba júbilo, algunos se pusieron de pie para ver mejor a los jinetes. Primero fueron dos vueltas completas a la pista antes que pasaran a los obstáculos flotantes.

Cordelia jadeo un poco, cuando Stardust tomó vuelo. Apretó un poco sus manos, esperando que Eowyn se sujetará bien de las riendas.

El número ocho tomó una ventaja sobre los demás, y Eowyn dejó atrás al número cuatro. Fueron tres vueltas a los obstáculos flotantes antes que los Abraxan descendieran a la puesta para una vuelta final.

Eowyn junto a Stardust estaba a la par del jinete número ocho en la última vuelta. Cordelia se puso de pie para mirar en el momento justo en el jinete número ocho cruzaba primero la meta para segundos después Eowyn cruzar.

Cordelia miró cerca de ella como Corvus aplaudió felizmente mientras que Lord y Lady Lestrange me mostraron felices. Su papá Sirius chifló contento antes de aplaudir con una gran sonrisa.

–Un segundo lugar está muy bien para ser el primer Ascot de Eowyn – dijo Hermione sonriendo.

–Lo ha hecho muy bien– concordó Cordelia. Neville a su lado suspiró aliviado.

Pansy no podía dejar de sonreír por la victoria. El organizador llamó a los tres primeros lugares. La corte y Neville se rompieron al ver que el jinete número ocho era Cedric Diggory.

En las tribunas inferiores vieorn a los mellizos Chang. Cho Chang tenía una gran sonrisa mientras plaudia contenta mientras le entregaba la corona de Laurel para el Abraxan de Diggory, a su lado estaba Xue, con una leve sonrisa y llevando una pequeña caja

La corte bajó hacia los tribunales donde estaban los demás jinetes. Eowyn se había quitado el casco, tenía muchos mechones de su cabello pegados a su cara, el rostro un poco sudoroso.

Con una distancia prudente, vieron que se notaba frustrada. Lord Lestrange abrió sus brazos y la atrajo en un abrazó de oso mientras le daba un suave beso en la coronilla.

–Lo hiciste bien querida – le dijo mientras la reconfortaba – Bella y yo estamos orgullosos. Será el próximo año.

Eowyn soltó un quejido mientras aún era abrazada por su padre

–Bueno al menos Diggory ganó en algo esta vez – escucharon a Xue cerca de la Corte. Las cuatro y Neville lo vieron – Señoritas. Lord Longbottom y gusto verlos.

–Si. El gusto es nuestro – dijo Neville – No sabíamos que estaba aquí con su hermana.

–Cho está siendo cortejada por Diggory – sonrió levemente y Cordelia notó hoyuelos – Y mi deber como hermano es su chaperón. ¿Quieren un dulce?

Xue abrió la caja que traía, dentro había unos dulces que a simple vista parecen dos panqueques con relleno de crema de chocolate.

–La especialidad de la casa. Dorayakis con crema de dulce– dijo. Los cincos se miraron ante la oferta.

Pansy fue la primera en tomar uno, le dio un mordisco. Sus ojos abrieron un soltó un suspiro que indicaba que estaba delicioso. Xue repartió los demás de la caja.

–Gracias– le sonrió Cordelia cuando le entregó uno, ella le dio un pequeño mordisco. Xue le sonrió feliz cuando Cordelia dijo que estaba delicioso.

A su lado escuchó a Hermione toser un poco.

–¿De qué es el relleno? – preguntó antes de volver a soltar un quejido.

–Crema de avellana y maní – contestó Xue extrañado.

–¡Maní! – repitió horrorizada Hermione. Ella le pasó su dorayaki a Pansy para luego ver a Cordelia –¡Soy alérgica al maní!

Cordelia le pasó su postre a Neville mientras tomaba de los brazos a Hermione.

–¡Llévame con alguien antes de que se me cierre la garganta! – pidió Hermione con una mano sobre su garganta. Cordelia asintió con la cabeza, abrió su sombrilla para protegerlas del sol, con cuidado se fueron sin despedirse en busca de algún adulto.

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Theo estaba caminando junto a Draco cuando vieron como Cordelia tenía sujeto del brazo a Granger.

Granger parecía respirar como pez fuera del agua.

Draco aceleró su paso acercándose a ambas.

–¿Qué sucedió? – preguntó muy preocupado mientras con cuidado sostenía la barbilla de Granger.

–Xue Chang nos ofreció un dulce, pero tenía maní – contestó Cordelia muy preocupada – Y Hermione es alérgica al Maní. Estamos buscando a algún adulto o algún medimago.

–Hay un puesto de sanador aquí cerca – dijo Theo colocándose cerca de Cordelia. – Es mejor llevarla ahí.

Granger asintió con la cabeza mientras Draco apartaba a Delia para servir como apoyo de Granger. Ambos caminaron y Delia se quedó atrás.

Cordelia y Theo se miraron unos segundos antes que ella fuera detrás de Granger.

Theo miró a Chang conversar con Longbottom, con calma se acercó a ellos.

–No sabía de este inconveniente – dijo Chang mostrándose apenado.

–Hermione no lo menciona muy seguido – contestó Longbottom. –Iré a buscar a Lord Black. Las chicas fueron por Lady Malfoy.

Xue Chang asintió con la cabeza. Ambos se miraron y la mirada de Chang se mostró un poco sarcástica.

–Heredero Nott– dijo con falsa cortesía, o así lo percibió Theo. –¿A visto a la Cordelia?

Theo frunció el ceño ante la familiaridad que Chang hablaba de Cordelia.

–En un puesto médico con Granger – contestó Theo. Sabía de primera mano por Anderson; uno de los patitos de Cordelia, que Xue Chang andaba detrás de Delia.

–Gracias. La ire a buscar

–¿Por qué harias eso?

–Me preocupo por la señorita Granger – contestó un poco apenado –Ha sido mi imprudencia que la haya puesto en esa situación.

–Aléjate de Cordelia.

–Heredero Nott. Soy consciente de su cercanía con Cordelia – dijo Chang – He sido criado con valores y jamás me fijaría en una chica con novio.

Theo lo miró serio

–¿Pero Cordelia no es su novia, verdad? – sonrió triunfante – Así que no hay descortesía que muestre mi interés en ella.

–Cordleia y yo estamos a punto de llegar a un cortejo– dijo Theo.

–Ahí está la palabra clave. A punto –señaló Chang – Pero no lo está. Por lo que no hay impedimento que sea yo quien la corteje. ¿Verdad?

Xue Chang le dedicó una sonrisa que parecía cordial, pero sus ojos se mostraron en plata por unos segundos antes de irse. 

Chapter Text

La tarde estaba cayendo cuando Theo fue interceptado por Fraser y Longbottom. Fraser se cambió de su ropa de equitación por un vestido gris con un cinturón tipo corse negro. Tenía un gusto similar a Lady Lestrange por los tonos oscuros.

Los tres caminaron hacia un lugar apartado para hablar a solas, mentiría si dijera que no temía por su integridad con Fraser cerca, podía confiar que Longbottom evitará que le hiciera daño.

—¿Van a desaparecer mi cuerpo o qué? — fue como Theo inició la conversación.

—Tengo varias opciones para ese momento — contestó Fraser. — Pero como amiga de Cordelia tengo el derecho de decirte un par de cosas. Aléjate de ella, ya suficiente daño le has hecho a Nott.

—Hice lo que estuvo a mi alcance para protegerla — dijo Theo muy serio.

–Lo sabemos, pero.. — trató de buscar las palabras Longbottom — Le mentiste, la traicionaste. Sus padres murieron por una traición. Ella hubiera entendido la situación si hubieras hablado con honestidad, no decirle la hiciste que pensara que era débil.

Theo suspiró levemente, Longbottom le dio un par de consuelo en el hombro con una sonrisa algo tensa.

—Cordelia no piensa dejarte mucho tiempo la ley del hielo — dijo Fraser — Ya para el inicio del año escolar te perdonara. Mira, dentro de poco es el cumpleaños de ella y Neville. Habrá una pequeña cena para celebrarlo que estoy organizando junto a mi tío Sirius, estás invitado.

Theo miró a Longbottom, él asintió con la cabeza.

—Gracias Fraser.

—No hay de qué— contestó ella — Pero haz algo estúpido nuevamente y toda la corte hará para ti un juicio marcial.

Longbottom y ella se fueron hacia donde estaban los demás.

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Sirius estaba charlando con Bella, Narcissa, Andy, Sam y Nymphadora sobre algo de Yule. Para mala suerte de Sirius este año te tocaba ser el anfitrión y no tenía la mente para ocuparse de eso. Lo bueno era que tenía primas que le encantaba tomar el control y se encargaran de todo eso.

—Amo la ginebra escocesa— dijo Sam sirviéndoles un poco a cada uno de la botella que compró — Me ayuda en los días malos y depresivos.

—¿Me amas más a mi o la ginebra? — preguntó Nymphadora hacia su novia. Desde que estaban cortejando, Sirius le dio acceso a Nymphadora a la galería de joyas de los Black.

Por lo que el broche de araña de rubí y oro estaba decorando su abrigo vestido gótico, cosa que combinaba.

—Disculpe – dijo un hombre con acento americano. Bellatrix frunció los labios cuando noto que el Gordon —¿Usted es Lady Lestrange?

—Si, soy yo— contestó Bellatrix deslizando su mano hacia el bolsillo de vestido donde guardaba su varita.

–Me presento– dijo el hombre —Soy el padre de su hija adoptiva. No, no se alarme, no busco su custodia. Fue una sorpresa saber que la que reclamó fondo que mis padres establecieron fue reclamado aquí en Inglaterra.

–Bueno, ya vio a MI HIJA – respondió Bella resaltando el hija muy claro — Así que nos puede dejar en paz.

—Si es lo mejor. No quiero hacerme cargo de la hija que tuve con una prostituta — dijo Gordon con un tono despectivo. Andy agarró del brazo a Bella al ver que estaba lista para cortarle la lengua a ese sujeto.

—Sabe señor. Debería hacerse la vasectomía— dijo Sam con su vaso de ginebra en su mano —Le sale más barato que pagar la manutención de hijos ilegítimos.

El hombre torció su rostro, Sirius se puso frente a sus las mujeres, con la barbilla en alto y su varita apuntando a la garganta, retándolo si era idiota como para atacar a su familia.

—Adiós — dijo Sirius. El hombre se dio media vuelta y se fue, pasando cerca de una de las sobrinas de Barty que estaba junto a una chica de cabello muy rizado.

—Que hijo de puta — soltó Nymphadora. Andy en vez de regañarla asintió con la cabeza.

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El 30 de julio, en Fraser Hall se celebró el cumpleaños 15 de Neville y Cordelia. Fue una cena informal. Y eran pocos los invitados. Como siempre las familias Malfoy, Lestrange, Nott y los Tonks eran las más cercanas a ambos cumpleañeros.

También estaba la Corte, y Padma Patil que formaba parte del círculo de amigos de Neville por el club de D&D. Percy estaba junto a Penélope y Ginny.

Eowyn tenía un tocadiscos en el salón, por lo que por gusto de ambos cumpleañeros había música muggle.

Desde que Cordelia y Neville se habían juntado, eran como hermanos. Siempre apoyándose y consolándose, así que Neville cumpliría con su papel y actuaría como un hermano mayor para Cordelia.

Neville se sonrojo cuando Eowyn lo llevó a un pequeño saloncito apartados de todos. Desde el interno había estado cortejando en secreto (solo su abuela y los padres de Eowyn eran consciente de la relación de ambos)

—Te tengo un regalo muy especial — dijo ella un poco sonrojada. Le extendió una caja envuelta en papel marrón.

Neville la abrió, dentro había un walkman en color negro y con tres cintas. En el fondo había una lista escrita a mano.

"Mezcla especial para Neville"

—Son canciones que me recuerdan mucho a ti — dijo Eowyn. Neville miró la primera canción. — Y ya tiene el encantamiento para que funcione en Hogwarts.

Starman - David Bowie.

—Gracias Eowyn — le sonrió Neville, él se inclinó para darle un beso en la mejilla.

Los salieron del saloncito antes de que preguntaran por ellos.

Las chicas de la Corte (Padma ya era un miembro de la misma) estaban en el centro. El tocadiscos reproducía una canción de ABBA.

—But now it ins't true, now everything is new — cantaron las seis — And all I've learned has overtuned, I beg of you.

Entre las seis bailaban. Hermione reía junto a Cordelia haciéndola girar. Pansy y Daphne cantaban a juego y Padma revoloteaba cerca de ellas sonriendo.

Neville no fue ajeno a la mirada de Nott sobre Delia. Esperanzado, con ojos brillantes esperando ser notado.

—Don't go sharing your devotion— la mirada de Cordelia se posó sobre Theo, Igual de brillante, lo que hacía que sus ojos verdes se vieran como jades — Lay All Your Love On Me.

Neville miró la devoción en los ojos de ambos.

Cerca de la medianoche llegó el pastel. Neville y Cordelia se colocaron juntos detrás del pastel. Había dos velas prendidas. Neville apagó primero su vela pocos segundos ante la de medianoche y cuando dio la media noche, el primero minuto del 31 de Julio Cordelia sopló su vela.

Ambos hermanos espirituales se sonrieron mutuamente mientras se tomaban de la mano.

Chapter Text

Theo supo que Cordelia, Lord Black y Granger regresaron a Potter Estate dos días después de la cena de cumpleaños.

Aceptó la sugerencia de la señorita Smith y mandó a hacer un bouquet de flores; rosas, lirios y crisantemos. Fue a Potter Estate luego del mediodía, cuando pasó la red Flu estaba un elfo recibiéndolo.

—Doug llevará al joven señor al recibidor— dijo el elfo luego del saludo — La pequeña dama los recibirá con los demás herederos.

—¿Demás herederos? — preguntó Theo confundido.

—Oh si. Muchos herederos han venido a visitar a la pequeña dama por su cumpleaños— contestó el elfo mientras lo guiaba en el recibidor.

Theo fue consciente de cómo muchos de sus compañeros de casa, aquellos que no estaban cortejando a nadie, habían estado rodeando como cuervos. Al parecer su pequeña separación de Delia fue suficiente para que descendieran sobre ella.

Dejó su molestia de lado cuando vio a Cordelia. Tenía una bonita sonrisa mientras hablaba con Warrington, todos ellos habían traído flores y uno que otro obsequio. Si bien ninguno podía hacer una oferta de cortejo, aquí estaban, esperando su oportunidad.

Lord Black estaba sentado en uno de los sillones a una distancia corta de donde estaba Cordelia. Se podía ver claramente en su rostro el disgusto por tantos herederos rodeando a Delia, y a su lado estaba Lady Malfoy con una expresión de deleite y orgullo hacia Cordelia.

—Oh Theo — Lady Malfoy se levantó de su lugar para acercarse a él — Es gusto verte.

—Lady Malfoy —saludó Theo inclinando su cabeza en un gesto cordial a la madre de su amigo, desde su lugar vio como Lord Black torció su vista en disgusto.

—Veo que has traído flores — señaló el bouquet con la mirada y una sonrisa. Las miradas de sus demás compañeros eran de perfecta competencia, en uno de los sillones estaba Xue Chang.

En sus manos había un pequeño jarrón de cristal transparente con flores pequeñas y rosadas y un libro envuelto en papel decorado.

—La cena de cumpleaños no pudo conversar mucho con ella— dijo Theo en un tono claro, lo suficiente para hacerles saber a los demás que estuvo en un día importante y ellos no —Pensé que una visita sería adecuada.

—La peste ha llegado— murmuró Black disgustado. Lady Malfoy lo miró con desaprobación, él no dijo nada, solo agarró su copia El Profeta y posó su mirada en las noticias.

Theo se sentó a lado de Lady Malfoy, Cordelia lo miró un momento, sus ojos parecían brillantes y notó un leve rubor en sus manillas antes de volver su atención con la persona que hablaba.

Warrington miró su reloj y dijo que debía irse. Él le besó la mano a Delia y ella se despidió deseándole un buen día.

Theo se levantó y se acercó a Delia antes que Chang se acercará. Un detalle que tomó en cuenta fue que dejó de usar listones en su cabello desde principios del verano, optando mucho más por pasadores o broches. Él pensó que Cordelia quería lucir más como una señorita que una niña.

Luego la charla giró en torno a los T.I.M.O.S

Como este año sería la prueba, muchos usaron ese hecho como una excusa.

—Yo puedo ayudarla en lo que quería, Lady Potter — dijo Higgs que estaba en su último año –Tuve buenas notas en mis T.I.M.O.S, con gusto podría servir en algo.

—¿Pero este año no son sus É.X.T.A.S.I.S? — intervino Chang con su sonrisa de bondad, cosa que no caía Theo por completo. —Un examen importante después de todo.

—No podría pedir tal cosa, señor Higgs— dijo Cordelia —Usted debería concentrarse en su examen. Además, mis amigas y yo tenemos un círculo de estudio que hasta el momento nos ha ido — Theo notó como ella lo miro — Además, el heredero Nott junto al Heredero Malfoy han sido parte de los mejores puntajes de cada año. Así que estaremos bien, pero, gracias por su preocupación señor Higgs.

Higgs lo miró y Theo sonrió.

La charla siguió, los elfos habían traído bocadillos para los presentes. Las miradas de Black sobre todos ellos era la misma, deseando que se fueran de una vez de la casa.

Alguien mencionó a su grupo de estudio. Como los niños de primer año se acercaban a Delia queriendo seguir las enseñanzas de las Vías Antiguas.

—Son niños muy curiosos— sonrió Cordelia ante la mención de sus patitos —Colin Creevey ha empezado sólo en su educación de las tradiciones mágicas y su hermano Dennis está siendo instruido por mi hermano Neville.

—Ha habido esperanza de New Bloods desde que Granger fue declarada como una el año pasado— dijo Theo.

—Oh, bueno. Hermione es una chica muy lista— Cordelia habló orgullosa — Lo iba a lograr, tarde o temprano, pero Hermione lo iba a lograr.

Luego de minutos, muchos se fueron yendo, solo quedando Theo y Chang como visitas. Él le entregó las flores.

—Son muy lindas Xue — dijo Cordelia tocando una de las pequeñas flores rosadas.

—Son cerezos— él le sonrió y luego le extendió el pequeño libro envuelto — Espero que el libro sea de su agrado. Me tengo que retirar, mi madre vendrá por mi mañana, pero mis asuntos en el templo familiar no me tomarán mucho tiempo y podría regresar antes del inicio de clases.

—Muchas gracias. Y suerte con su madre— sonrió Cordelia.

Cuando quedaron los dos, Lord Black bajó su periódico y le dio una mirada que decía: ¿Y tú a qué hora de te vas?

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Sirius organizó una cena en Potter Estate, había estado en constante correspondencia con Petunia luego de la muerte de su esposo.

En parte, sentía la responsabilidad de velar por el bienestar de la familia de Lily luego de que el Vernon Dursley muriera.

En su constante intercambio de cartas, Petunia habló de los planes de vender su casa en Privet Drive. Una charla con su hijo acordó que era lo mejor. Al chico no le gustaba para nada Smeltings y que solo estudiaba ahí por deseos de Dursley.

Así que ahora estaba buscando un hogar en Plymouth, la unicidad que estaba como a siete kilómetros de Potter Estate. Sirius, empezó sin decirle nada la construcción de una modesta casa muy cerca de Potter Estate.

Cuando Sirius le extendió la invitación de vivir en el hogar de los Potter la rechazó amablemente diciendo que ella y su hijo desearían un pequeño hogar.

Bueno, Sirius les daría la sorpresa. Porque sabía que Petunia Evans quería estar al pendiente de Cordelia. Y ya encontró un lugar para que Dudley continuará con sus estudios.

Como la cena era para adultos, Cordelia y Dudley estaban en la casa de Reus y Edith en una pijamada con René, Colin y Dennis.

El comedor formal de los Potter estaba con un grupo de parejas casadas y las más cercanas. Reus y Edith regresaron de sus vacaciones del hogar de ella, Madame Augusta, estaban las primas de Sirius con sus esposos y Nymphadora junto a su novia. y Rabastan que estaba de visita

La cena transcurre en una animada conversación. Narcissa quería hacer sentir cómoda a Petunia, le preguntó sobre sus pasatiempos o cosas sencillas, no tratando de tocar mucho el tema de su fallecido esposo.

Cuando Petunia mencionó que estudiaba contabilidad en la preparatoria, Edith se puso igual de animada. Ella también se había graduado en su Bachillerato muggle de la misma especialidad.

—Una entra en pánico cuando al final de todo el ejercicio te das cuenta de que el activo no coincide con pasivo— río Edith. — Y ponte a buscar en qué está mal.

—O los proyectos de crear empresas ficticias — dijo Petunia — Y luego porque en la vida profesional se hace sencillo crear empresas fantasmas. Nos enseñaron eso desde jóvenes.

Sirius río por el chiste de Petunia. Y no pasó desapercibido la sonrisa de Rastaban.

—¿Supongo que trabajó un tío en su especialidad? — preguntó Andy

—secretaria en una empresa. Deje de laborar cuando me case — contestó Petunia — Aunque durante mi matrimonio me encargaba de las declaraciones anuales de impuestos de la casa, Así que se puede decir que no he perdido mis años de estudio.

—¿Y piensas reintegrarse al ámbito laboral? — Edith bebió de su copa de vino.

—Si. Muchos no saben cómo manejar el papeleo de las declaraciones de impuesto— sonrió Petunia — Así que ahí entro yo. Tengo todo bajo control. Tengo el ingreso de la renta mensual de un departamento que mi esposo tenía en Londres,

Oh, Sirius sabía de eso porque Ted manejó ciertos asuntos. Sólo sabía unas cosas: que Dursley había tenido un departamento para su amante y que Petunia al ser la esposa tenía derecho legal al lugar ya que siempre estuvo a nombre de él y no de la amante.

Petunia no dudó en enviar una orden de desalojo y poner en renta el lugar.

La charla giró luego en torno a los niños.

—Colin participó en el Ijyi de la comunidad de Edith este año — comentó Reus.

—Ha sido reconocido como New Blood y ha recibido su anillo de sello— sonrió ampliamente Edith — Pensé que era muy joven, el chamán principal de la comunidad dijo que era la edad adecuada para participar. Ahora esperaré para llevar a Dennis.

—Otro New Blood — sonrió Andrómeda – Primero Hermione, luego Penélope y ahora Colin.

—Son buenas noticias — dijo Malfoy — Y sé que hay muchos chicos estudiando. Los grupos de estudio que Lady Potter ha formado.

—Los amigos de mi Neville y el joven Luzardo — comentó Madame Augusta — No nos debería sorprender que en los años venideros y las Vías Antiguas se fortalezcan.

—Y todo gracias a la presencia a Lady Potter — dijo Rastaban para luego mirar a Petunia — Debe estar orgullosa su sobrina

—Si. Hice lo que estuvo a mi alcance para educarla — sonrió Petunia, aunque sus ojos se mostraron algo tristes — Delia es lo último de Lily que me queda en este mundo.

Sirius podía entenderla. Delia era el único vestigio que quedaba de James y Lily en esta vida.

Chapter Text

Cordelia sonrió levemente cuando su padre le abrazó para luego darle un beso en la frente. 

—No te olvides Delia — le dijo seriamente — Si necesitas de mi ayuda. Háblame al espejo.

Cordelia asintió con la cabeza. Su padre le entregó un espejo de doble cara, según él, lo solía utilizar mucho en las vacaciones y detenciones para comunicarse con su papá James.

Algo de mucha utilidad y mucho más rápido que una lechuza.

—Papá

—¿Si mi linda estrellita?

—Voy a perdonar a Theo — dijo Cordelia. Él hizo una mueca de disgusto — Y si él envía una propuesta de cortejo a casa. Por favor, no la quemes.

—¿Pero tu dijiste que no querías propuestas hasta tus 16?

—Estaba enojada. Pero ya he pensado, Theo es un chico muy atento y valiente— ella se mostró sonrojada — Él hizo aquello porque me quería proteger. ¿Qué chico haría eso si no me quisiera?

El rostro de su padre pasó de disgusto a resignación.

—De acuerdo. No quemaré la carta del mocoso infernal.

—Papá— dijo seria

—Del heredero Nott— corrigió con los dientes apretados. Cordelia sonrió y lo abrazó. —Lo único bueno de esto es que me ahorrare la quema de otras propuestas.

Cordelia río. Vio como Hermione caminaba hacia ellos con el carrito y su baúl, Crookshanks caminaba a su lado.

Hermione saludó a su padre y luego le dijo al odio a Cordelia que tenía noticias. Las dos se despidieron y subieron al tren.

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Draco tuvo que dejar de lado a sus compañeros. En el vagón de Prefectos, los seis de los ochos nuevos Prefectos se sentaron alrededor de una mesa donde estaban los instructivos que los esperaban.

Todos los presentes estaban ya con sus uniformes y placas de Prefectos a la vista.

—¿Dónde está Finch-Fletchley?— preguntó Eowyn cruzada de manos. Su gato que usaba pantalones estaba en su regazo durmiendo ante las caricias de ella sobre sus orejas.

—¿Dónde está el heredero Longbottom?— preguntó Padma Patil.

—Neville cruzó la barrera al lado muggle de la estación— contestó Hermione. Draco notó otro libro muggle en sus manos.

—¿Por qué? — preguntó Hannah Abbott.

—No compete decirlo— Hermione regresó su mirada al libro.

Luego de un par de minutos los buscados entraron al vagón, Longbottom lucía como siempre, pero la sorpresa era que Finch-Fletchley tenía el brazo derecho con algo blanco desde la mano hasta el codo, siendo sostenido por un cabestrillo.

—Lamento la demora— se disculpó el prefecto de Hufflepuff —Neville me estaba ayudando con mi baúl y con ayudarme a colocarme la túnica. 

—¿Qué te pasó? — preguntó Draco.

—Odio a los mocosos — él hizo una cara de disgusto. Patil se levantó y con cuidado lo ayudó a sentarse — Gracias Padma. Y contestando a su pregunta Heredero Malfoy, esta es la prueba de lo que pasa cuando le dan un mocoso de menos ocho años un Jeep a escala. Fue hace cuatro días que caminando me atropelló el hijo de mis vecinos de frente con su estúpido auto a batería.

Draco solo comprendió que había sido arrollado, y por un auto. ¿Como un niño podía tener un auto?

—¿Y cómo sigues? — preguntó Bones

—Fractura expuesta — contestó él — Mi médico dice que debo estar un mes con esto, pero apenas lleguemos a Hogwarts iré con Madame Pomfrey para que me cure. Me rehúso a estar con esta cosa por un mes. Además, esta es la mano con la que sostengo mi varita.

—Bueno. — Goldstein se enderezó mientras repartía los papeles que algún maestro había dejado en el lugar — Según estos papeles es para decidir cómo nos repartimos las patrullas nocturnas.

—Y cuando podemos usar el baño de Prefectos para evitar malas situaciones — agregó Hermione.

—También debemos tomar en cuenta que cada año hay más nacidos de muggles que se están interesando en las Vías Antiguas— dijo Neville — Debemos fijar algún método para que sean instruidos.

—¿Esto está siendo autorizado por el director o algún maestro? — preguntó Goldstein con algo de desconfianza.

—No hay ningún reglamento que prohiba aquello, Goldstein— contestó Draco cruzado de brazos.

¿Dónde estaba su honor de mago? Se notaba claramente su poco aprecio por las tradiciones mágicas.

—¿Hay grupos de estudios de eso? — preguntó Abott

—El club de calabozos y dragones— respondió Finch-Fletchley señalando con la mano buena a él, a Longbottom y a Patil — Junto a Elton, Chris y René.

—Busca a Cordelia— dijo Hermione — Ella te responderá todas tus dudas.

—No creo que esto esté permitido— volvió a interceder Goldstein.

—¡Merlin! — se enfado Eowyn — Hannah solo está preguntando. Solo es un grupo de estudio, no es una maldita secta satánica.

Finch-Fletchley rio un poco mientras Patil se cubrió con su mano la boca para no reírse ante la cara de ofendido que puso Goldstein.

—Hagan lo que quieran— dijo Goldestein —Pero ni crean que participaré en esto.

—No es necesario— contestó Hermione — Y Padma aquí presente se ha ofrecido a instruir a los niños. También Gillie Anderson es una Ravenclaw de tercer año que está bajo la tutela de Cordelia. No es necesaria tu ayuda.

—Deja de creerte superior solo porque fuiste reconocida como una New Blood — Goldstein apretó los dientes — No eres nada.

Draco se levantó de su asiento con su varita esgrimida apuntando a su cuello, Goldstein lo miro desafiante.

— Te sugiero que le hables con respeto hacia la señorita Granger— advirtió Draco — Es protegida de la casa Black. Dudo que mi tío, Lord Black, deje pasar este asunto. ¿No escuchaste lo que pasó con Mclaggen?

Goldstein trago en seco ante las miradas que todos los demás Prefectos le daban. Casi todos aquí, menos Abbott, eran amigos o tenían tratos cordiales mutuamente.

—Lamento mi comentario, señorita Granger — se disculpó Goldstein.

—No hay cuidado.

Los ochos regresaron al asunto de las parrillas, cuestiones de los de primer año, hasta que llegó el tema de hablar con los maestros.

—Tendremos nuevo maestro de DCAO— dijo Patil.

—¿Y el profesor Crouch? — preguntó Longbottom con el gato de Eowyn en su regazo.

—Mi tía está embarazada. Un embarazo delicado y mi tío ha decidido ceder su puesto para estar con ella — contestó ella.

—¿Y quién será el nuevo maestro? — preguntó Abbott —¿Regresará el profesor Lupin?

—Es un hombre lobo — contestó Goldstein con condescencia — Las leyes del ministerio no le permite estar en Hogwarts.

Draco vio como Eowyn torció los ojos, Longbottom la tomó de la mano. Hermione le dio una mirada de molestia mientras negaba con la cabeza.

—Qué raro que hables así del profesor Lupin— dijo Patil — Cuando en tercer año decias que era una persona muy lista.

—Hipócrita— murmuró Finch-Fletchley.

—Este año la junta de gobernadores ni Dumbledore tuvo elección — contestó Draco — Es alguien del Ministerio.

—Y esperemos que sea para bien— Hermione se preocupó —Este año son nuestro T.I.M.O.S

—Con tal que no sea como Lockhart estaremos bien— dijo Longbottom.

La reunión de Prefectos continuó durante otros diez minutos hasta que todo quedó arreglado. Los ochos salieron del vagón. A Hermione se le cayó el libro, Draco rápidamente lo regocijo.

Esta vez era un libro con la portada de la imagen de una pared de piedra y una figura verídica de rojo con gorra. "El cuento de la Criada"

—Gracias Malfoy — le dijo Hermione abrazando el libro — ¿Ya terminaste el libro que te preste?

—Si. Te lo devuelvo luego— le sonrió Draco —Un libro muy interesante.

—Y eso que no has visto el musical— ella le devolvió la sonrisa — El Fantasma de la ópera es mi clásico favorito. Me tengo que ir, mis amigas me esperan.

Cuando la vio irse con una sonrisa, Draco parpadeó y ante la vista de sus ojos castaños brillantes o el hielo en su mejilla izquierda cuando sonrió.

Se apretó el corazón con ambas manos con toda intención de hacerlo callar.

Chapter Text

Theo miró a Cordelia subir a uno de los carruajes acompañada de Gillie, la niña parecía hablar mucho y Cordelia solo asentía con la cabeza y sin dejar de sonreír. No vio a ninguna de las amigas de ella, así que caminó rápido y se subió al coche.

—¡Hola! — le saludó Anderson.

—Theo— saludó a Cordelia con una leve sonrisa.

—Señoritas— devolvió el saludó Theo. Antes que el coche pudiera avanzar una persona más se subió al coche.

Xue Chang.

—Señoritas — saludó a ella con una sonrisa — Heir Nott — lo miro a él e inclinó levemente la cabeza — Es una suerte que haber cogido el carruaje, perdí a Cho que corrió hacia su amiga.

Theo no perdió el detalle como Gillie Anderson se tensó ante la mención de la amiga de la señorita Chang. La niña le hizo señas a Cordelia para que se inclinara hacia ella, Cordelia se inclinó levemente y le susurró algo al odio.

Theo no pasó por alto como los ojos brillantes de Delia pasaban a ser muy fríos.

—¿Y qué tal tus vacaciones Xue? ¿Theo?

—Estudiando— contestó Theo.

—Estuve los últimos días en Tohoku— contestó Chang — Soy parte japonés por mi madre. Así que como el mayor tuvo que ayudarla con ciertas cosas del templo familiar, y fue castañas. Cuando tenga la oportunidad le traeré castañas, son deliciosas asadas.

—¿Y Mizu? — preguntó Cordelia. 

—¿Qué es un Mizu? — preguntó Theo luciendo interesado.

—El Kitsune de dos colas de Xue — contestó Gillie emocionada—Es blanco con destellos azules. A Mizu le gusta acurrucarse cerca del fuego algunas ocasiones

Theo recordó al maldito animal en la prueba del laberinto y el ataque en el verano pasado. Miró directamente a Xue, que le sonrió con inocencia.

—Mizu está bien— dijo Chang ignorando su mirada. La maldita criatura que lo atacó dos veces era de Chang. — Y confieso algo. Las tareas del templo son aburridas, cuando tenía la opinión salía al pueblo a visitar el centro de Arcade.

Theo permaneció callado mientras el carruaje avanzaba, Chang seguía hablando de sus días en japón con su madre. El recorrido miró a Delia, sonriendo ante las palabras de Chang. Cuando llegaron a Hogwarts, Chang se despidió diciendo que debía buscar a su hermana.

—Gillie. ¿Por qué no avanzas? — pidió Cordelia — Necesito hablar de un tema importante con Heir Nott.

—No sería correcto dejarte a solas con un chico— señaló Gillie con una sonrisa de inocencia.

—No se preocupe señorita Anderson— dijo Theo — Será una charla corta. Lady Potter estará a lado de sus amigas.

Gillie lo miró por unos momentos antes de encogerse de hombros y salir del carruaje dejándolos solos.

—Estás perdonado— dijo Cordelia. —Por la mentira.

—¿Me estás perdonando?

—Sam me aconsejó que mantuviera una distancia para poder analizar mis sentimientos y no decir algo de lo que me pueda irrumpir luego — comento Cordelia mirándolo a los ojos —Luego de mucha meditar, si bien he estado molesta y dolida de que no me hayas tenido la misma confianza que yo he tenido contigo, sé que lo que hiciste fue para protegerme.

—¿Entonces... tú y yo? —tanteó Theo la pregunta.

—Puedes enviarle a mi padre la oferta de cortejo— sonrió ella — Me prometió que no quemaría tu carta.

Theo no pudo evitar sonreír, con delicadeza tomó las manos de Cordelia y le besó los nudillos, ella se sonrojó, pero sin dejar de sonreír. Un pequeño jadeo se escucha fuera del carruaje.

Ahí estaba Anderson, soltando una risa tonta mientras salía corriendo lejos de ellos. 

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Cordelia sentía su corazón latir muy rápido, cuando se reunió con sus amigas, Pansy se quitó su guante y le colocó la mano en la frente pensando que tenía fiebre por lo roja que estaba su cara.

Ella explicó su charla con Theo.

—Debiste dejarlo un poco más. Un mes hubiera sido suficiente— fue lo único que dijo Eowyn antes de dirigirse a la mesa de Gryffindor.

Las cuatro se sentaron en la mesa de Slytherin esperando el momento de la selección, y viendo rabdomante a la mesa de los maestros Cordelia arrugó en disgusto cuando notó una persona agradable.

—¿Qué hace ella aquí? — preguntó Cordelia claramente molesta cuando vio a Dolores Umbridge sentada a lado de Tía Edith.

—Oh no. — dijo Hermione — Ella debe ser el reemplazo del profesor Crouch. Padma dijo que su tío tuvo que renunciar porque la señora Patil está embarazada y necesita cuidados.

—No. Ella no — Cordelia expresó su disgusto — Aun sigo furiosa por lo de la audiencia, esa mujer es molesta.  

—Uhhh nunca te vi tan molesta— dijo Daphne. — Nunca pensé que llegaría el día.

—Me dijo incompetente frente a mi padre y Madame Augusta— Cordelia miró a la mujer que vestía horriblemente de rosa —Prácticamente me dijo rubia tonta.

—Pero... tú no eres rubia Cordelia— señaló Pansy.

—Es un decir muggle— contestó Hermione — El chiste de que las rubias son tontas. Algo muy misógino.

Cordelia asintió con la cabeza.

Ella apartó la mirada de Umbridge cuando empezó la selección de los de primer año junto a una nueva canción por parte del sombrero y de ahí la cena apareció. Ella intercambiaba miradas con sus amigas y de vez en cuando a la mesa de profesores.

No dejó pasar por alto como le dedicó una mirada de disgusto a tía Edith que conversaba muy alegre con la profesora.

Por un momento, ella y Theo se miraron. Ella sonrió algo ruborizada y regresó su vista a Hermione que no dejaba de hablar del libro que estaba leyendo, luego de la cena, quería ir a tomar su sueño de belleza.

—Bueno ahora, les pido un instante de su atención para los habituales anuncios de principio de curso — anuncio Dumbledore — Recordatorio a los de primer año en mantenerse alejados del bosque prohibido. También quisiera anunciar el reemplazo del profesor Crouch, debido a que tuvo que ceder su puesto por motivos familiares, la materia ahora la impartirá la profesora Dolores Umbridge.

Hubo un educado, pero nada entusiasta aplauso a Umbridge.

—Las pruebas para los equipos de quidditch de cada casa tendrán lugar en...

Su anuncio se interrumpió por un carraspeo, la profesora Umbridge se aclaró la garganta, mientras se ponía de pie. Tía Edith la miró consternada, como si tuviera el derecho a interrumpir el discurso del director.

La vio murmurar algo por el movimiento de sus labios, pero no supo qué.

El profesor Dumbledore la miró unos segundos antes de sentarse y mirar con interés a Umbridge.

—¿Acaba de interior a Dumbledore? — dijo incrédula Hermione, como si se hubiese abierto un gran agujero en el piso. Cordelia solo asintió con la ceba y diciendo un: aja.

—Gracias, señor director— dijo Umbridge con una sonrisa falsa — por esas amables palabras de bienvenida.

Cordelia hizo una mueca, su voz seguía siendo tan desagradable como recordaba.

—Estoy dispuesta a conocerlos a todos y estoy segura de que seremos muy buenos amigos.

Al oír aquello, algunos alumnos se miraron mutuamente y otros soltaron una sonrisa burlona.

—Preferiría ser una monja antes que ser su amiga— dijo Cordelia.

Umbridge se claro una vez más la garganta ante los murmullos, sonaba mucho más seria y adoptó una postura monótona.

—El ministerio de Magia siempre ha considerado que los jóvenes son la base de nuestra sociedad. El cumplimento de las leyes y la moralidad de nuestra comunidad es algo vital. Es el deber de los docentes instruir a los jóvenes magos por el buen camino.

Lugo Umbridge sonrió con otra falsa simpatía. 

—Entre tanto se debe conservar algunas viejas costumbres, y estará bien que así se haga, mientras que otras, desfasadas y anticuadas, deberían ser abandonadas. Sigamos adelante, así pues, hacia una nueva apertura, eficacia y responsabilidad, decididos a conservar lo que hay conservar, perfeccionar lo que haya que perfeccionar y recortar la practicas que creamos que ha de ser prohibidas

Dicho esto, se sentó, el comedor estaba en silencio, luego hubo unos pocos aplausos por educación.

Dumbledore nuevamente se colocó de pie con una expresión de seriedad, luego sorgo cortésmente hacia Umbridge. Luego terminar de decir los anuncios correspondientes y el banquete acabó.

Mientras Hermione y Draco guiaban a los de primer año común, Pansy, Daphne y ella caminaron juntas por los corredores.

—El Ministerio tiene una infiltrada— dijo Pansy — ¿Por qué creen que esa está aquí?

—¿Pero por qué el ministerio interferiría en Hogwarts? — preguntó Daphne.

—No lo sé. Pero sí que Umbridge va a ser fastidiosa— contestó.

Cordelia solo podía pensar que Dolores Umbridge sería una gran molestia este año. 

Chapter Text

Sirius miró con odio la carta en sus manos.

El sello de la casa Nott.

Propuesta

Cortejo

Mi heredero

Lady Potter.

Unir a las familias.

—¿Podrías dejar de poner esa mirada homicida? — pidió Petunia encendiendo su cigarro. — Tarde o temprano tenía que suceder esto.

—Si, pero esperábamos que fuera tarde — se sinceró Remus — Aun es una cachorra, una bebé.

—¡Exacto! Una bebé que un mocoso salido del infierno nos la quiere robar — apoyó Sirius arrugando la carta en sus manos.

—Estoy rodeada de idiotas— dijo Petunia exhalando humo — Ya es una señorita. Ya la llevaste a audiencia. Le estás enseñando sus responsabilidades, déjala que la cortejen.

—Ella lo ama. Lo vi en sus ojos— se lamentó Sirius dejando la carta y sirviendo hasta el borde su vaso con Whisky — Así veía James a Lily…. Ese mocoso sabe sobre la línea Slytherin en la sangre de mi hija.

—Sirius…— advirtió Petunia.

—Estoy diciendo la verdad. Si Lily hubiera mostrado cualquier indicio de la línea de los Slytherin, ella se habría mostrado como un trofeo para cualquier familia — dijo Sirius — Todos hubieran visto las ventajas de un vínculo matrimonial.

Sirius se bebió el vaso de golpe.

—Nadie habría visto a Lily. James vio a Lily — la miró seriamente — A Lily le gusta coleccionar tazas de gatos. A Lily le gusta leer una y mil veces Cumbres Borrascosas. A la Lily amable y dulce, pero a la vez capaz de arrancarle el corazón a alguien para después comérselo.

Sirius apretó con fuerza el vaso, los cristales cayeron en su regazo y a sus pies. Sintió arder los cortes ante el contacto con el alcohol, Remus extendió su varita y con un simple encantamiento el dolor se fue.

—Solo debemos vigilar al chico— comentó Remus.

—¿Entonces si apoyas el plan de James? — Sirius sonrió a Reus — ¿Cuatro personas arrastrándolo a la Casa de los Gritos para amenzarlo?

—Esto no es El Padrino — dijo Petunia inhalando su cigarro — Y eso es ilegal y poco moral.

Sirius miró la carta y suspiró, miró a Remus, tan nervioso como él.

Cogiendo otro vaso, lo llenó de whiskey y lo bebió de golpe para levantarse y escribir una respuesta.

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Cordelia tomó su desayuno mientras leía la carta de tía Petunia y el cambio de colegio de Dudley a Plymouth, luego la carta de su padre.

“Nott es libre de cortejarte.

Si hace algo estúpido no dudes en hechizarlo”

Cordelia dobló la carta con una sonrisa.

—¿Y esa sonrisa? — Cordelia alzó su mirada encontrándose con René interesado en esa carta.

—Cortejos — contestó ella.

—Oh. el tío Sirius al fin se resignó de que nunca vestirás santos — río él —Bien por ti. Pero, si quieres un chaperón, por si acaso, estoy disponible.

Cordelia rio levemente, su mirada fue hacia mesa de maestros, Su vista fue directo hacia el horrible rosa de Umbridge, no pasó por alto que esa pésima mujer miraba a tía Edith con una mueca de asco, cosa que no notó tía Edith, ya que seguía conversando con la profesora Trelawney.

—¿Por qué Umbridge mira así a la profesora? — preguntó Pansy llegando mientras se sentaba junto a Cordelia.

—Umbridge ha impulsado leyes que perjudican a los hombres lobos — contestó René — Y al parecer sabe que mi madre está casada con Remus.

—” Otro motivo para que me desagrade” — pensó Cordelia.

—Esperemos que no diga nada estúpido frente a mi madre— dijo René — Ustedes la pueden ver todo sonrisas y buenas vibras. Pero enojada…— negó con la cabeza — … es mejor ir rezando.

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La primera clase fue pociones, en un lunes por la mañana.

Cordelia se sentó habitualmente junto a Hermione, Miró en la mesa de al lado donde estaba Theo, ella le sonrió y él le devolvió la sonrisa.

—Luces muy sonrisa— se río Hermione.

Cuando la clase estuvo presente. El profesor Snape, con su habitual mirada, hizo que la clase dejará de susurrar.

—Antes de empezar la clase de hoy — dijo mirando a toda la clase — Espero que sean conscientes de que en el mes de junio tendrán que rendir uno de los exámenes más importantes en su vida académica, en el que demostrarán sus habilidades al momento de la elaboración de pociones. A pesar de que la mayoría de aquí no entiende el fino arte de las pociones espero al menos un “Aceptable” — detuvo su mirada en Weasley que trago seco — El próximo año muchos de ustedes ya no estarán en esta clase. Lo cual es perfecto para mí, ya que yo solo preparó a los mejores alumnos para sus EXTASIS

La clase continuó con la preparación de un Filtro de Paz, una de las tantas opciones que estarían en los TIMOS.

Era una poción complicada, durante la ora el profesor Snape caminaba entre los espacios de trabajo.

Cordelia pudo ver como Eowyn y Neville miraban a su caldero que echaba un leve vapor grisáceo, Eowyn mirando el caldero y el libro viendo que estaba mal.

Nuevamente, Finnigan le prendió fuego a algo que apagó tan rápido como ardió en una pequeña llama.

El profesor Snape recorrió los calderos, criticando a los que lucían fatal, cuando miro el caldero de Hermione y ella, no hizo comentario alguno, por lo que significaba que estaban bien.

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En la clase de Aritmancia, la profesora Vector comenzó su la importancia de este año y su significado para los TIMOS

Paso a cada alumno un recopilado de hojas donde estaban los temas que se han tomado en los TIMOS durante los últimos cinco años.

—Se que este año será muy complicado— dijo la profesora mirándolos a todos — Pero hasta el momento esta clase no me ha decepcionado. Se que obtendrán buenos resultados, haré todo que esté a mi alcance… ¡Bueno saquen sus libros!

La clase transcurre con la profesora enseñando la posición de los astros y como aquello influye mucho en el momento de realizar rituales habituales o el momento de preparación de ciertas pócimas.

Cordelia escuchaba la mayor parte con mucha diligencia, y solo tenía la certeza de una cosa.

Sería un año exhausto. 

Chapter Text

Al parecer la única que palabra que los profesores repetían constantemente era TIMOS, Cordelia comprendía el peso que conllevaba esa palabra, pero honestamente, ya la estaban cansando con la repetición de lo importante de esas evaluaciones. 

Lo sabía, era un examen super valioso para la vida académica.

Pero los maestros infunden el miedo al punto que no le sorprendería ver a chicos en la enfermería por un ataque de ansiedad.

Llegó la esperada clase de DCAO,

Hasta el momento Umbridge solo ha ganado aspectos negativos en la opinión de Cordelia. Indirectamente la llamó una tonta incompetente en el Wizengamot y su presencia en Hogwarts no mostraba buenos augurios.

Cuando ingresaron al aula, Umbridge que al parecer no conocía otro color que el rosa, ya estaba esperando. Todos guardaron silencio ante la presencia de ella, hasta el momento la primera clase de cada maestro de DCAO definía el desempeño en el resto del año.

Tío Moony seguía siendo el mejor hasta el momento.

—¡Buenas tardes a todos! — saludo a los alumnos cuando todos estaban sentados. Nuevamente se organizaron como siempre. Delia junto a Hermione, Pansy con Daphne y Neville con Eowyn.

Algunos cuantos respondieron con un “Buenas tardes”, y al parecer no fue de su agrado ya que negó con la cabeza.

—No. No. No — negó con la cabeza – ¿Así saludan a su maestra? Me gustaría oírlos decir: Buenas tardes, profesora Umbridge. Volvamos a empezar, por favor. ¡Buenas tardes a todos!

—Buenas tardes, profesora Umbridge — contestó la clase al mismo tiempo. Eowyn se giró hacia Cordelia y Hermione haciendo una marca.

—Mirada al frente señorita — indicó Umbridge a Eowyn ella rodando los ojos miró al frente — Eso está mucho mejor — los felicito con dulzura — ¿A que no ha estado tan difícil? Guarden sus varitas y saquen sus plumas, por favor.

Cordelia miró a Hermione arqueando una ceja. ¿No se supone que es una clase de practica?

En silencio guardaron las varitas y sacaron pergamino, tinta y pergamino. Nuevamente Cordelia sacó sus plumas con olores frutales.

Defensa Contra Las Artes Oscuras: regreso a los principios básicos.

—Hasta el momento esta clase ha sido muy irregular y fragmentado, ¿verdad? —afirmó la profesora Umbridge con sus manos entrelazadas frente a su cuerpo — Por desgracia, el constante cambio de profesores, muchos de los cuales no seguían. al parecer, ningún programa de estudio aprobado por el Ministerio ha hecho que estén muy por debajo del nivel que nos gustaría alcanzar en el año del TIMO.

—No. Está mal — dijo Cordelia interrumpiendo a Umbridge— En nuestro tercer y cuarto año manejamos un plan de estudio que se basó más en la práctica. De hecho, el profesor Lupin…

—¡No me interrumpa, señorita Potter! — Umbridge tensó una sonrisa — Alce la mano.

Ella la alzó, pero Umbridge la ignoró… ella regresó la vista al pizarrón.

—Este año seguiremos un curso sobre magia defensiva cuidadosamente estructurado, basado en la teoría y aprobado por el Ministerio. Copien esto, por favor.

Golpeo su varita en la pizarra y el primer mensaje fue sustituido por los “Objetivos del curso”

1. Comprender los principios en que se basa la magia defensiva

2. Aprender a reconocer las situaciones en las que se puede emplear legalmente la magia defensiva.

3. Analizar en qué contextos es oportuno el uso de la magia defensiva.

Por uno par de minutos en el aula se escuchó el sonido de las plumas sobre el pergamino. Luego Umbridge preguntó por el libro de Teoría de defensa mágica, la clase respondió que sí.

—Estupendo. Quiero que abran el libro por la página cinco y lean el capítulo uno, que se titula “Conceptos elementales para principiantes” En absoluto silencio, por favor.

Ella se sentó en su silla detrás de la mesa, osbevandolos como un sapo en espera de moscas.

Cordelia abrió su libro con sus resaltadores, a los cinco minutos soltó un bufido de aburrimiento, miró a su lado a Hermione, que tenía la nariz arrugada en disgusto, miro el panorama en la clase.

Todos parecían aburridos.

Cordelia miro como Hermione ignoró la orden y cerró su libro mirando la pizarra. Pasaron otros minutos, en lo que Cordelia se aburrió y sacó lentamente la copia de bolsillo de Cumbres Borrascosas de su mamá y la colocó en su regazo para leerlo.

—Alguna pregunta, señorita… —Cordelia dejó el libro para ver que Umbridge se dirige a Hermione.

—Hermione Granger— contestó ella — ¿Cuáles son los objetivos?

—Mire, señorita Granger, creo que los objetivos del curso están muy claros si los lee atentamente— dijo la profesora con decisión y falsa dulzura

—Pues yo creo que no — soltó Hermione sin miramientos — Ahí no dice nada sobre la práctica de los hechizos defensivos.

Se produjo un silencio donde muchos de la clase miraron a la pizarra o a Hermione.

—¿La práctica de los hechizos defensivos? — repitió la profesora Umbridge con una risita — Verá, señorita Granger , no me imagino que en mi aula pueda surgir ninguna situación que requiera la práctica de un hechizo defensivo por parte de los alumnos. Supongo que no espera usted ser atacada durante clase, ¿verdad?

—¡¿Entonces no vamos a usar la magia?! — exclamó Weasley en voz alta.

—Por favor, levante la mano si quiere hacer algunos comentarios durante mi clase, señor…

—Weasley –contestó con la mano alzada.

Cordelia y Hermione alzaron la mano.

—¿Otra pregunta, señorita Granger?

—Si — contestó ella — Es evidente que el único propósito de la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras es practicar los hechizos defensivos, ¿No es así?

—¿acaso es usted una experta docente preparada en el Ministerio, señorita Granger? — preguntó Umbridge con voz falsamente dulce.

Eowyn giró donde ella y se encogió de hombros, como si le contradijera silenciosamente a Umbridge.

—No, pero…

—Entonces no debe comentar nada. Magos muchos mayores y más inteligentes que usted han diseñado nuestro nuevo programa de estudio. Aprenderán los hechizos defensivos de manera segura y teórica…

—Pero los TIMOS serán la mitad de examen práctico con Aurores evaluándolos…– señaló Cordelia

—¡La mano, señorita Potter! — le gritó Umbridge.

Ella se levantó de su asiento mirando a la clase.

—No es mi intensión de criticar el modo en que se han hecho las cosas en este colegio — explico con una sonrisa tensa — Pero esta clase han estados dirigidos por algunos magos muy irresponsables, sumamente irresponsables; por no mencionar — soltó una desagradable risa — algunos híbridos peligrosos en extremo.

—Si se refiere al profesor Lupin — Cordelia se puso de pie enojada — era el mejor, nos enseñó de una manera….

—¡Siéntese y no me interrumpa, señorita Potter! —chilló Umbridge con las mejillas rojas del enojo. — ¡Veinte puntos menos para Slytherin por su desacato!

Cordelia se sentó apretando los puños.

—No quiero ninguna otra pregunta. Se sentarán y leerán. Para esta tarea quiero un comentario del capítulo y sus opiniones netamente del texto.

La clase se quedó en silencio, Cordelia regreso su costa al libro, Umbridge camino hacia ella y le arrebató las plumas con olores frutales.

—Están prohibidas, señorita Potter — fue lo único que le dijo mientras le confiscaron sus preciosas plumas.

—” Perra” — fue lo único que pensó Cordelia antes de seguir leyendo el estúpido libro de la clase 

Chapter Text

Edith miró desde la mesa de profesores a sus niños. 

René bostezó en su mesa, con los ojos adormilados y el cabello algo despeinado. Miraba su tazón de avena como si tratará de entenderlo. 

Estaba segura de que se develó haciendo algo anoche. 

Luego miró a Colin, su pequeño tomaba su chocolate mientras leía un libro de aritmancia, y luego a Dennis que conversaba animadamente con un compañero de casa. 

Dejando de lado su fase de mamá gallina regresó a sus anotaciones de la clase. Los de tercero y cuarto ya tenían todo el cronograma del año listo y pulido. Sexto de igual manera.

Lo complicado eran con los de Quinto y Séptimo. 

Los TIMOS y EXTASIS merecían mayor detalle. 

Edith se rió de esta situación. Ni bien acabó el bachillerato disfrutó de quemar los libros de las materias que más odiaba mientras ponía a Blacksabath de fondo, alegrandose de que nunca jamás le vería la cara a los maestros que más detestó por seis años. 

Y ahora ella es maestra. 

¡Ja! Como la vida daba vueltas divertidas. 

Un carraspeo la sacó de su lectura, Edith alzó la mirada y a su izquierda estaba Umbridge mirando sus papeles. Edith rápidamente los volteó para evitar la mirada indiscreta de esta.

—* ¿Si que cosita?* — preguntó. Con los años había aprendido a manipular la perfección su anillo y podía decir frases en español aun con el anillo puesto. 

Umbridge alzó su ceja confundida. 

—¿Qué se le ofrece, profesora Umbridge? — preguntó Edith en inglés. 

—Me llamó la atención lo que tiene programado para los de Quinto año — dijo mirando los papeles. 

—Bueno. Es un buen año para llevar a los practico— contestó ella — Es su año de TIMOS. Y no solo es teoría. 

—¿Y su  plan de estudio fue aprobado por el Ministerio?

—La junta de gobernadores leyó el contenido de mi malla educativa que preparé— Edith forzó una sonrisa. —Y fue aprobada de forma unánime.

—¿Y cuántos años lleva ejerciendo la docencia?

—Muchos más que usted. De eso estoy segura— respondió Edith quitándose los lentes — Además de que soy parte del Comité de Traductores Rúnicos de la AML desde que tengo 18 años. 

— ”¿Por qué no te metes en tus malditos asuntos, metiche?” — pensó Edith para sí misma. 

Umbra se soltó un Humm antes de seguir con su desayuno. 

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Theo observó como Cordelia habana con Padma, unos niños de Ravenclaw de primer año se acercaron a ella. 

Anderson de seguro fue quien les habló de ella. 

La niña de Ravenclaw seguía a Cordelia cuando tenía la oportunidad, siempre pidiendo su opinión sobre tareas o le contaba su día. 

Cuando Theo estaba junto a Delia, Gillie Anderson los veía con una sonrisa. 

Aquellos nuevos niños significaron una alegría a Cordelia pero a la vez más responsabilidad. él la vio como trataba de balancear sus taras, la preparación para los TIMOS y los patitos. 

Aun no sabia si ella consciente mente se habia aliado a todos los Prefectos ( menos el idiota de Goldestein), pero ahora niños de primer año en Hufflepuff y Gryffdinor se estaba mostrando adeptos a las tradiciones magicas y las Vías Antiguas. 

—¿Un veneno caducado es más o menos mortal? — preguntó Anderson a Cordelia. Ella alzó la mirada de su pergamino de Aritmancia. 

—Mmm… No lo sé— dijo ella para luego verlo a él. Sus brillantes ojos verdes lo miraron buscando respuesta. 

—Menos letales— contestó Theo. 

El pequeño grupo de siempre, Gillie y dos hufflepuff se reunían aquí para ser ayudados con sus dudas. Emily le tocó el hombro a Theo llamando su atención. 

Luego señaló por un pasillo. 

El maldito de Xue Chang se estaba acercando a ellos. 

—Lady Potter — saludó primero a Cordelia y luego lo vio a el — Heredero Nott. Hola chicos – sonrió mientras los saludaba con la mano. 

—Chang— dijo Theo. 

Aún estaba tratando de averiguar el motivo por el que envió a su maldito Kitsune  tras el, 

—El día de ayer escuché que usted, Lady Potter, estaba buscando este libro — Chang sacó de su mochila un tomó de pasta negra — Madame Pince me dijo esta mañana que lo necesita para Runas. 

Theo frunció el ceño. Los dos habían estado como media hira recorriendo los estantes buscando al maldito libro, y lo tenía él. 

—Muchas gracias, Chang— Cordelia sonrió. 

—De no hay de que— él le sonrió. Theo sabía que no tenía nada de qué preocuparse. 

él y Cordelia estaban en un cortejo, así que Xue Chang no significaba ningún peligro, pero sí una molestia. 

Cordelia le había dicho a Gillie que estaban saliendo, la niña le contó a un par de amigas y para el final del día medio Hogwarts era consciente que ambos se cortejaban. 

—He podido notar, en estos días, Lady Potter — le señaló Chang— Es que tiene muchos más niños a su cuidado. 

—Un poco — respondió Cordelia — Pero me las arreglaré. No le puedo negar la ayuda a quien la pide. Además, tengo a Theo que me ayuda — ella apoyó su cabeza en el hombro de Theo. 

Theo le sonrió a Chang, con una clara victoria en su rostro que hizo que Chang se mostrará serio. 

—Me gustaría ayudarla— Chang volvió a su sonrisa calmada — Este año será complicado y me gustaría poder ayudarles. Me puedo ofrecer como tutor de los niños cuando ustedes estén muy ocupados. 

—¿En serio harías eso?

Theo miró a Cordelia, la había visto estos últimos días un poco cansada, él también le estaba ayudando con las tutorías, pero Quinto año los tenía atados de mano. 

—Comprende que es un año… complicado — explicó Chang — Así que con gusto ayudaré en lo que más pueda. 

Theo miró a Chang, y él lo vio. 

Nuevamente un destello plateado cruzó su mirada oscura. 

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Cordelia recibió correspondencia de Lord Gaunt. 

No es que mantuviera una estrecha “amistad”, pero como su heredera natural siempre le decía de los nuevos textos que iba descubriendo de en Turdah

—¿Y qué harán hoy sábado? — preguntó Cordelia terminando de beber su taza — Tengo hoy sesiones con mis patitos y Penélope me mandará  lo que le tomaron para sus TIMOS

—Percy ya me envió los suyos — dijo Hermione. 

—Hoy Hufflepuff tiene su prueba para el equipo de Quidditch — contestó Pansy emocionada — Y René estará probando para Guardian. 

—¿Qué? ¿Serás su animadora personal? — preguntó Eowyn picándole el hombro. 

—Solo le daré mi apoyo — se sonrojo Pansy. Cordelia soltó una risita tonta ante sus mejillas coloradas. — Además la profesora y los Creevey estarán ahí. 

—¿No que era asimétrico? — preguntó Daphne — Luego del mundial siempre tiene esa cosa rara en su bolsillo.

—Asmático — corrigió Hermione — Y si pueden hacer deportes. Les hace bien. 

—¿Y tus planes para hoy Hermione? — preguntó Cordelia. 

—Malfoy y yo estaremos en la biblioteca trabajando en nuestros ensayos de runas — suspiro Hermione.  Eowyn soltó un “Uhhh” emocionada. —No te hagas ideas raras Eowyn, solo es tarea. Además Malfoy es mi principal rival académico, nada más. 

—Quien sabe — sonrió Cordelia super emocionada — Ustedes dos son como Lizzy y Darcy, se miraban desafiantes pero dentro de poco se confesaran su amor apasionado y demandante. 

—¿Tú también Cordelia? — Hermione la miró seriamente

— En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame a usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo . — citó una frase del libro. 

Hermione se fue del lugar con el soro  serio pero las mejillas sonrojadas

—Y no la veremos el resto del día – rio Eowyn tomando  lo que quedó del desayuno de Hermione. 

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—Umbridge es los ojos y odios del Ministerio en Hogwarts — dijo Draco. Theo alzó la mirada a su compañero. 

—¿Cómo sabes eso? — preguntó Blaise. 

—Es la secretaria de Fudge, la persona de mas confianza de sus trabajadores mas cercanos — señaló Draco — Ella no tiene formación como docente y nos va a joder este año, justo este año que son nuestros TIMOS y tenemos a una inepta como maestra. 

—No me hables de esa mujer — dijo Blaise — ¿Sabías que se atrevió a insultar a Potter en su cara en el juicio de Skeeter?

—¿Qué hizo que? — se mostró molesto Theo. 

—No la insulto directamente — contestó Blaise — Primero se fue contra mi madre, Madame Longbottom y Lord Black diciendo que habían convertido el Wizengamot en una guardería por la presencia mía, la de Potter y Longbottom. 

—¿Y aún sigue con vida? — se mostró sorprendido Draco — Tal vez mi tío perdió su toque. 

—Oh no. Potter le devolvió el insulto sutilmente — río Blaise — Su cara de sapo amargado fue divertida. Pero retomando lo de Draco, es la primera vez que el Ministerio se encarga de colocar un docente. 

—El Wigezamont ya no tiene fe en Fudge — dijo Theo — Un Ministro débil que poco a poco se va hundiendo, siempre dudando. Puede que no exprese libremente su pensar de que las Vías Antiguas son oscuras, pero todo mundo sabe su postura. 

—¿Y qué tiene que ver Umbridge? — Blaise. 

—Colin Creevey. Hermione y Clearwater — enumero Draco. —¿Qué tienen en común?

—Nacidos de muggles — Blaise y luego de unos segundos agregó: —New Bloods. 

—Exacto — Draco señaló — Fudge no puede expresar abiertamente su negativa a las Vías Antiguas y ha estado interviniendo levemente en las decisiones de la Junta de Gobernadores- Tres New Bloods luego de más de dos décadas de mi tío Ted. Y sabe que la raíz de todo esto está en Hogwarts, por eso metió a Umbridge. 

—Para ver quien está promulgando las Vías Antiguas en los nacidos de Muggles — Blaise miró a Theo — Potter y sus grupos de estudios. 

—Umbridge no es tan estúpida para decir o hacer algo contra Cordelia — dijo rápidamente Theo. Dudaba que la mujer fuese una idiota para mostrar su descontento con Delia — Lord Black actuar. 

—-Umbridge es el perro más leal de Fudge — dijo Draco guardando sus cosas — Encontrará la manera de fastidiar a Potter. Yo me voy, tengo cosas que hacer. 

Draco se fue de la sala común dejando solos a Theo y Blaise. 

—Puede que no se vaya directo contra Potter — dijo Blaise mirándolo — Pero si contra algo que ella te tenga mucho aprecio. 

Theo miró a Blaise y salió en busca de Cordelia. 

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Cordelia les estaba enseñando a bordar a sus niñas. Gillie era la que siempre le seguía, luego estaba Emily y las otras dos niñas de Gryffindor de primer año que se juntaron a sus grupos de estudio. 

—¿Está bien? — Sara le mostró sus puntadas de práctica. Estaban algo torcidas pero el hilo bien tensionado.

—Debes cuidar un poco que no se tuerzan los hilos — le señaló a Sara mientras le enseñaba el bordado que ella estaba trabajando. 

Era la silueta de un dragón en color bronce rodeado en un círculo de girasoles. 

—Tus bordados son muy bonitos — dijo Amy acercándose a Cordelia — Nunca haré algo tan bonito como esto. 

—Oh yo  tampoco  sabía cómo bordar bien — rio Cordelia — Me salían las puntas todas torcidas y se enredaban en la parte trasera. Solo necesite a mi propio ritmo. 

Oh y recordaba las veces que se pinchaba la yema de los dedos  con las agujas. 

Nuevamente le explicó a Sara como evitar que se torcieran al final el hilo, Amy asentía con la cabeza a cada palabra y Gillie seguía trabajando en el de ella. Había encontrado divertido bordar pañuelos con distintas flores. 

Cordelia regresó a su bordado cuando un destello plateado cruzó, en un momento a otro Mizu estaba acurrucado en su regazo, sus dos colas esponjosas moviéndose de un lado al otro. 

Amy y Sara querían acariciarlo como si fuese un gato, pero Cordelia las detuvo, no sabiendo cómo reaccionaría el Kitsune. 

Cordelia miró a los lados, si Mizu estaba aquí, Xue también estaría cerca. 

El Kitsune se quedó en su regazo dormido unos cincos minutos hasta que alguien vino por Mizu. Cho Chang aprecio a donde ellas, la miró por unos momentos antes de agarrar a Mizu por el pescuezo. 

El zorro plateado quedó colgando aun dormido. 

—Lamento este malentendido, Potter — dijo Cho Chang inclinando levemente la cabeza — Mi hermano estaba trabajando en su proyecto de Herbología cuando las esporas lo hicieron desmayar. 

—¿Y está bien? — preguntó Cordelia por educación. 

—Si. Dormido — contestó — Y supe que Mizu se había escapado. Me voy, tengo que llevar esta cosa problemática a donde pertenece. 

Cho Chang se fue del lugar, con Mizu aún  colgado del pescuezo como si fuese un bolso de mano. Por su expresión, estaba cansada del familiar mágico de su hermano.

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Dolores Umbridge es una plaga. 

Las siguientes clases solo les hacía leer y leer. Si Cordelia salía perjudicado en su TIMOS por esta vaca rosada, juraba por Circe que buscaría la manera de atormentar a Umbridge por años. 

—¿Y cómo te fue con tu club de bordado? — le preguntó Theo mientras trabajaba su tarea de Transformaciones en la biblioteca

—Bien — sonrió Cordelia — Aunque apareció Mizu. 

—¿Ese animal de Chang? 

—Apareció de la nada sobre mi regazo dormido. 

—¿Pero tú estás bien? — Theo la tomó delicadamente de la barbilla — ¿No te lastimó?

—Theo — río Cordelia, entrelazando su mano con la que él sostenía su barbilla — Estoy bien, solo fue una sorpresa. Cho Chang se llevó a Mizu colgando como si fuese un bolso, y fue gracioso. 

A pesar de la sonrisa de Cordelia, Theo estaba serio. 

—¿Theo estás bien? — preguntó Cordelia. 

—Si, solo pensé en algunas cosas. 

—¿En qué?

—Qué tanto control tienen Xue Chang sobre su familiar mágico. 

—Él ya casi es un adulto. Se supone que debe tenerlo bajo control todo el tiempo. 

—No lo se — negó Theo con la cabeza — Ese animal es peligroso. 

Cordelia miró a Theo y entrecerró los ojos. 

—Me estas ocultando algo — concluyó Cordelia de inmediato y Theo se tensó. 

—No es nada grave. 

—Theo…

—En serio, Delia. No hay nada de qué preocuparse. 

—Theo…

—Solo es algo que me afecta a mi. 

—Theodore — dijo Cordelia con mucha seriedad — Soy tu novia, y necesito saber que te pasa. Quiero ayudarte, y no me será posible si me sigues ocultando cosas. 

Theo la miró antes de suspirar

—El año pasado, el verano pasado, antes de que nos encontráramos en París… — empezó a contar Theo —... fui atacado por esa cosa que se llama Mizu, me mordió en el costado del torso. 

Cordelia jadeó un poco del horror. 

—Por eso digo que Chang no sabe controlar a su animal— contestó Theo. 

–-Debió ser un algún accidente — Cordelia apoyó su cabeza en el hombro de Theo — ¿Por que motivo Xue mandaría su Kitsune contra tí?

—Tienes razón. Debió ser un accidente. 

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El desayuno se le supo como arena en la mañana a Cordelia cuando leyó el artículo. 

Hermione soltó un grito ahogado y puso el periódico sobre la mesa para enseñar a sus amigas una gran fotografía de Dolores Umbridge que lucía una amplia sonrisa en los labios y pestañeaba lentamente bajo el siguiente titular: 

EL MINISTERIO EMPRENDE LA REFORMA EDUCATIVA Y NOMBRA A DOLORES UMBRIDGE PRIMERA SUMA INQUISIDORA

—¿Qué demonios sucede? — dijo Eowyn con una expresión de horror. 

Cordelia alzó la mirada hacia las demás mesas. En Hufflepuff René, Justin y los otros dos miembros del Club de Calabozos y Dragones veían confusos el periodo. 

En la mesa de Gryffindor, Colin y Dennis estaban parados detrás de Neville que tenía el periódico abierto y con una expresión de seriedad. 

En Ravenclaw, Padma estaba leyendo el periodos con una adorable niña de cabello rubio con muchas mariposas de pasadores brillantes. 

—¿Qué locura acaba de cometer el Ministerio? — dijo Cordelia. 

Hermione tomó el periódico en voz alta: 

—Anoche el Ministerio de Magia tomó una decisión inesperada y aprobó una nueva ley con la que alcanzará un nivel de control sin precedentes sobre el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

«Hace tiempo que el ministro está preocupado por los sucesos ocurridos en Hogwarts —explicó el asistente del ministro, Percy Prewett—. Y el paso que acaba de dar ha sido la respuesta a la preocupación manifestada por muchos padres angustiados respecto a la orientación que está tomando el colegio, una orientación con la que no están de acuerdo.

»No es la primera vez en las últimas semanas que el ministro, Cornelius Fudge, utiliza nuevas leyes para introducir mejoras en el colegio de magos. Recientemente, el 30 de agosto, se aprobó el Decreto de Enseñanza n.º 22 para asegurar que, en caso de que el actual director no pudiera nombrará un candidato para un puesto docente, el Ministerio tuviera derecho a elegir a la persona apropiada.

Así fue como Dolores Umbridge ocupó su actual puesto como profesora en Hogwarts —explicó Weasley anoche—. Dumbledore no encontró a nadie para impartir la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras... y por eso el ministro nombró a Dolores Umbridge, lo que ha constituido, por supuesto, un éxito inmediato...

—¿Éxito? — dijo Pansy — Percy debe estar bromeando. 

—Shhh, déjame leer — pidió Hermione. 

El Ministerio ha formalizado esta última función con la aprobación del Decreto de Enseñanza n.º23, que crea el nuevo cargo de Sumo Inquisidor de Hogwarts. De este modo se inicia una emocionante nueva fase del plan del ministro para poner remedio a lo que algunos llaman el "descenso de nivel" de Hogwarts —explicó Prewett—. El Inquisidor tendrá poderes para supervisar a sus colegas y asegurarse de que su trabajo alcance el nivel requerido. El ministro ha ofrecido este cargo a la profesora Umbridge, además del puesto docente, y estamos encantados de anunciar que ella lo ha aceptado.

«Estoy mucho más tranquilo desde que sé que Dumbledore estará sometido a una evaluación justa y objetiva —declaró Lord McLaggen, de 41 años, en su mansión de Wiltshire—.Muchos padres, que queremos lo mejor para nuestros hijos, estábamos preocupados por algunas de las descabelladas decisiones que ha tomado Dumbledore en los últimos años y nos alegra saber que el Ministerio controla la situación.

—McLaggen debía ser — dijo Cordelia — No sabe educar a su hijo idiota sobre el consentimiento…

»Entre esas «descabelladas decisiones» están sin duda los controvertidos nombramientos docentes, anteriormente descritos en este periódico, que incluyen al hombre lobo Remus Lupin, al semigigante Rubeus Hagrid y la maestra de adivinación Trelawney, cuyo estado emocional no ha sido estable. Abundan los rumores, desde luego, de que Albus Dumbledore, antiguo Jefe Supremo de la Confederación Internacional de Magos y Jefe de Magos del Wizengamot, ya no está en condiciones de dirigir el prestigioso Colegio Hogwarts.

«Creo que el nombramiento de la Inquisidora es un primer paso hacia la garantía de que Hogwarts tenga un director en quien todos podamos depositar nuestra confianza», afirmó una persona perteneciente al Ministerio. Dos de los miembros de mayor antigüedad del Wizengamot, Griselda Marchbanks y Tiberius Ogden, han dimitido como protesta ante la introducción del cargo de Inquisidor de Hogwarts.

Hogwarts es un colegio, no un puesto de avanzada del despacho de Cornelius Fudge —afirmó la señora Marchbanks—. Esto no es más que otro lamentable intento de desacreditar a Albus Dumbledore.»(En la página 17 encontrarán una detallada descripción de las presuntas vinculaciones de la señora Marchbanks con grupos subversivos de duendes.)

—¡Ahora ya sabemos por qué nos han puesto a esa Umbridge! ¡Fudge aprobó el Decreto de Enseñanza y nos la ha impuesto! ¡Y ahora va y le da poderes para supervisar a los otros profesores! —Hermione respiraba muy deprisa y le brillaban los ojos—. No puedo creerlo. ¡Es un escándalo!

—¿Y Wizengamont? — dijo Cordelia — ¿No sabía de esto?

—El Wizengamont no interviene en asuntos sobre la educación en Hogwarts — explicó Pansy — La junta de gobernadores no tiene tanta autoridad como el Ministerio. 

—Le dieron poder a un sapo — dijo Daphne. 

Cordelia miró hacia la mesa de profesores, como la profesora Trelawney parecía nerviosa, a punto de un ataque de ansiedad ante el artículo y Tía Edith trataba de calmarla. En un momento dejó el periodo y la tomó de los codos, pasando por las mesas hacia la puerta principal. 

Desde la mesa principal, Dolores Umbridge sonrió ante su victoria. 

Chapter Text

La noticia del nuevo cargo de Umbridge se extendió por Hogwarts como pólvora.

La sala común de Slytherin estaba reunida por cada miembro del alumnado perteneciente a esa casa.

—-La mayoría aquí ya habrán leído esta mañana — dijo Snape a todos los alumnos, quienes asintieron con la cabeza. Cordelia aún estaba incrédula ante lo que leyó.

No era 4 de abril, así que no era una mala broma

—Umbridge ya representa un inconveniente para nosotros — contestó Warrington refiriéndose a los de último año — Hasta el momento esa incompetente sólo nos ha hecho leer toda la clase y no nos deja ni siquiera practicar entre nosotros. Este año son nuestros EXTASIS y esa no hace nada.

Muchos en la sala asintieron con la cabeza y empezaron a quejarse con Snape al mismo tiempo, sobre todo los de primer año.

Snape alzó su mano y todos se quedaron callados.

—Conozco los inconvenientes que Umbridge representa para ustedes — comentó el profesor — Pero encontraremos una solución pronto, vayan a sus respectivas clases. Granger y Malfoy, a mi oficina. La Inquisidora ha dejado una serie de reglas que los prefectos deben estar al tanto.

La sala se empezó a vaciar mientras Hermione y Draco siguieron a Snape hacia su oficina.

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Sirius extendió el pergamino a Dumbledore con una de sus sonrisas victoriosas.

—-La junta de gobernadores, luego de meses de conversaciones ya llegó a la conclusión de que es momento que las celebraciones vuelvan a Hogwarts — dijo Sirius guardó sus manos en los bolsillos de su túnica.

—Lord Black, la junta ya pintando antes de restablecer las celebraciones de la Rueda, y con la política de enseñada de Hogwarts no tienen cabida — contestó Dumbledore.

—La junta no pide que sea para todo el estudiantado — comentó Malfoy a su lado. — Solo para los herederos y pertenecientes a las casas nobles mágicas. Claro, no se excluirá a quienes quieran participar de forma voluntaria sin importar su origen.

—Una cosa es que no permitas la enseña de Vías Antiguas a los nacidos de muggles — dijo Sirius — ¿Pero negarle a hijos de casas antiguas su derecho a sus tradiciones? — negó con la cabeza — Que falta de respeto tienes hacia la magia, Dumbledore.

Dumbledore suspiró.

—De acuerdo — accedió Dumbledore.

—Gracias, director Dumbledore —- dijo Malfoy con cierta frialdad. ¿Por qué debían dar las gracias de todos modos?

—Quisiera hablar con Lord Black.

—Si es sobre la posición de la casa Black a la vista que las facciones del Wizengamont se están volviendo notorias. Déjame recordarte que los Black han sido desde sus inicios una casa oscura y lo sigue siendo — contestó Sirius.

—Hablo de tu posición como representante de los Potter — Dumbledore — No tienes que olvidar que los Potter han sido…

—No tienes derecho de hablar de los Potter, Dumbledore — finalizó Sirius — Será decisión de mi hija decidir a qué facción quiere alinear a la casa Potter, no te metas tu nariz en asientos que no competen. — Sirius miró a Malfoy — Lucius, las damas esperan.

Ambos se despidieron de Dumbledore y se fueron por la red flu.

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La clase de DCAO nuevamente fue lectura del material aburrido.

Cordelia ya se había leído, marcado, subrayado las partes más importantes. Así que como siempre, en su regazo de manera sutil estaba la copia de Cumbres Borrascosas de su mamá.

La novela era interesante, la manera poco esperanzadora en que se desarrolla la relación de Cathy y Heathcliff a lo largo de los años.

"No sé de qué están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola”

Cordelia sonrió levemente hasta que el libro fue arrancando de su regazo, ella miró a Umbridge.

—Confiscado, señorita Potter — le dijo Umbridge — ¿Con qué autoridad lee un material ajeno a la clase?

—Ya leí el material — contestó Cordelia — Todo el material.

Cordelia le extendió el libro, con los capítulos marcadores, con las notas de texto y las partes importantes resaltadas.

—Nunca se le pidió que leyera tan rápido el material — Umbridge le devolvió el libro escolar.

—¿Me puede devolver mi novela, por favor?

—-No — respondió Umbridge regresando a su asiento — Y está castigada la señorita Potter. Lo quiero luego de la cena en mi oficina para que sepa de su castigo.

Cordelia se quedó helada.

Jamás había sido castigada en su vida y tenía que comenzar con esa horrible mujer.

Cordelia suspiro fuertemente y regresó al capítulo del texto escolar.

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Theo cenó junto a Cordelia. Granger no dejaba de arreglarla por leer una novela muggle en clase de DCAO

—¿Crees que te devuelva el libro? — le preguntó Theo a Cordelia.

—No lo sé — contestó ella molesta — ¿Por qué tuve que leer ese libro? Tonta, tonta Cordelia — se regañó a ella misma.

—Bueno, es una novela — dijo Draco — Te puedes comprar otra.

—No, esta no — Cordelia hizo un puchero triste — Era de mi madre, a mi edad. Además — ella miró hacia los lados — se la regaló el profesor Snape cuando aún eran amigos, justo antes de que rompieran su amistad de la infancia. Ese libro es el último vestigio del cariño que se tuvieron.

Theo le pareció que quería llorar.

—Y ni siquiera lo he terminado — finalizó, Granger iba a decir algo pero Delia la interrumpió — Ni te atrevas a decirme el final, Hermione. Ya me arruinaste Historia de dos Ciudades.

Granger se quedó callada.

—Tal vez debas hablar con el profesor Snape — le sugirió Theo mientras la tomaba de la mano — Y pedirle que te ayude a recuperar el libro.

—No — Cordelia negó con la cabeza — Las única vez que hable de mi madre a él se notaba muy triste. Yo solucionaré esto por mi cuenta.

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Luego de la cena, Cordelia se dirigió a su castigo. La oficina de Umbridge podría ser considerada una completa locura.

Con las paredes rosas, platos decorativos con gatos, manteles de encaje en el escritorio y el aroma a esencia de lavanda muy empalagosa en el lugar.

—-Buenas noches, señorita Potter — la saludó la profesora sentada detrás de su escritorio mientras revisaba la hora en el reloj floreado en una esquina de la oficina — Justo a tiempo. Siéntese — señaló con su mirada la silla frente a ella.

Cordelia se quitó el bolso de su hombro y se sentó donde le indicó. Umbridge se levantó y abrió su cajón sacando la copia de Cumbres Borrascosas.

—Leer material que no es el apropiado en mi hora clase, señorita Potter, es la mayor falta de respeto que he visto en mi vida — dijo caminando por su oficina.

—Lose, se que estuvo mal — contestó Cordelia — Y prometo que nunca va a pasar nuevamente.

—Eso espero — Umbridge la miró — Frente a usted hay unos pergaminos, sacó su pluma y tinta. Quiero que haga planas, 200 veces: No debo leer material ajeno en clases.

—Por supuesto, profesora Umbridge — Cordelia miró al libro — Profesora, seria amable en devolverme mi libro. Era de mi madre y le tengo mucho aprecio.

Umbridge camino hacia la chimenea, en un movimiento rápido tiró el libro al fuego.

—Que pena, se quemó

—¡No! — Cordelia se levantó de la silla y se arrodilló cerca de la chimenea, sus ojos rápidamente soltaron lágrimas —¡¿Que ha hecho?! ¡Era de mi madre ese libro!

—No me alce la voz, señorita Potter. Regrese a su asiento y comience las planas— Umbridge la tomó del brazo y empezó a jalarla del brazo para que regrese a su asiento, pero Cordelia solo podía llorar al ver como el libro de su madre se consumía por fuego.

Sollozante Cordelia repitió 200 lo que indicó Umbridge entre lágrimas a la par que el libro quedó en cenizas. 

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A Snape no le gustaba lidiar con el llanto de los alumnos, pero el jefe de Slytherin, así que estaba obligado a escuchar los lamentos adolescentes de sus mocosos.

Llegar a la sala común y ver a Potter llorando en la mañana, con sus amigas detrás de ella y Nott tomándola de la mano mientras con su mano libre cubría parte de su rostro sollozante. ¿Acaso se le murió su lechuza?

—¿Qué sucede aquí? — preguntó Snape mientras se acercaba al pequeño grupo.

—Profesor Snape— Nott fue quien respondió — Cordelia anoche tuvo castigo con Umbridge.

—¿La profesora Umbridge la castigó de manera física? — Snape la miró fijamente, ella negó con la cabeza agachada. — ¿Entonces qué sucedió Potter?

—El libro que me confiscó lo arrojó al fuego — contestó secándose las lágrimas con un pañuelo que Nott le entregó.

Snape hizo su esfuerzo para no torcer la mirada, todo el drama por un libro.

—Y no era cualquier libro — dijo Granger — Era Cumbres Borrascosas.

—Luego se podrá comprar otro libro, Potter — Snape miró a Potter sollozar todavía — No es el fin del mundo.

—Ese libro era de mi mamá — lo miró fijamente y Snape evitó retroceder ante la mirada de Lily — El que usted le regaló para su cumpleaños hace mucho tiempo.

El libro que le dio a Lily por su cumpleaños quince.

Lily conservó el libro después de que su amistad terminara. Umbridge quemó el libro de Lily.

Esa perra.

—No se preocupe Potter — dijo Snape — Hablaré personalmente con Umbridge sobre este asunto

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En el desayuno, René se sentó en la mesa de los Slytherin junto a Neville al ver a Cordelia con la nariz roja por el llanto.

—¿No hay forma de arreglarlo? — preguntó René.

—Lo quemó por completo — dijo ella mirando su vaso con leche — No es más que cenizas.

—¿Sí te compró otro? —le propuso Neville, René lo vio fijamente. Cordelia no quería otro libro, ese era único.

—No.

—Detesto a esa vieja amargada — dijo René — Si se niega a llamarme por mi apellido.

—¿Por qué? — preguntó Hermione

—Insiste en llamarme Pettigrew — contestó él molesto mientras pellizcaba su pedazo de pan — Le he dicho muchas veces que mi apellido es Luzardo, pero me sigue llamando Pettigrew.

—Qué mujer más horrible — dijo Pansy.

—Exacto — René les dijo molesto — Muchas veces le deje en claro que soy Luzardo. Incluso dijo de modo sutil que mi santa madre es una — él se quedó callado — no es necesario decir lo que piensa la vieja vaca de mi mamita.

Las chicas se quedaron calladas y perplejas.

—Yo que me quede así — René masticó su pan.

—Esa mujer es un peligro — comentó Hermione — Es malvada. No es buena maestra.

—Tanto rosa me quema los ojos — hizo una mueca Daphne.

—Pero cambiando de tema — dijo Cordelia — En dos días al fin habrá la fogata de Samhain cerca del lago. El profesor Snape dice que podrán ir los que quieran.

Daphne empezó a aplaudir contenta.

—¿Quién logró el permiso? — preguntó Hermione.

—El tío Sirius entregó el pedido formal formado por los mineros de la Junta de Gobernadores al director — contestó Neville.

—Bueno, somos magos — dijo René — Es nuestro derecho celebrar los ritos de la Rueda. ¿Por qué debemos dejar de hacerlo solo porque unos no son capaces de aceptar las tradiciones mágicas? Es como si a un vegetariano lo amenaces para que coma carne.

—Esa es la metáfora más rara que he escuchado en mi vida — dijo Hermione.

—Fue la primera que se me ocurrió — contestó René — Pero como decía, si no quieren aceptar las tradiciones mágicas, okey, problema de ellos, pero no deben esperar que una sociedad que tiene miles de años se adapte a ellos.

Al ser criado dentro de Ayllu, la importancia de las tradiciones y el respeto a los antepasados fue lo siempre se les inculcó a los niños nacidos dentro de estos o los nacidos de muggles que llegaban a la comunidad.

—Debe irnos a clase — dijo Hermione — Tenemos encantamientos con Hufflepuff.

—Genial — René se comió de un solo bocado lo que quedaba de pan — Las acompaño. Neville y Eowyn tienen Transformaciones con los Ravenclaw.

René acompañó a las chicas hasta el salón de encantamientos, en el camino ellas hablaron de las coronas de flores para las fogatas, él solo se quedó pensando en que pronto sería el inicio de la temporada de Quidditch y decía darle mantenimiento a su escoba.

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La noche de Samhain llegó y cerca del lago se erigió una pira para ser encendida.

Muchos maestros estaban presentes para vigilar a los chicos. Edith sacó sus cosas de oro, como los hilos para el cabello o las pulseras de oro encantando que le regalaron cuando se graduó de Castelobruxo.

—Va a hacer una noche muy fascinante — sonrió Edith a McGonagall — Me recuerda a casa.

Los chicos estaban ocupados, algunas haciendo coronas de flores mientras reían y los había preparando las ofrendas para lanzarlas al fuego.

—Deja esa cara funeral — le dijo Edith picando a Snape cerca de la costilla.

—Es mi cara de siempre — contestó Snape.

—Que amargado — Edith lo señaló, regresó su vista a los niños de Cordelia. Las niñas se sentaron junto a Cordelia mientras tejían coronas de flores.

El fuego fue encendido por McGonagall, Flitwick colocó su caja encantada que tocaba música. Los maestros observaban a los chicos danzar y lanzar ofrendas al fuego.

El ambiente se podía sentir la magia flotar como un neblina de calidez. El día en que el velo entre el mundo de los vivos se debilita con el de más allá.

La magia de familias antiguas haciéndose más presente.

Los chicos reían alrededor del fuego. Edith sonrió al ver a su hijo danzar junto a la heredera Parkinson. Colin con la señorita Ginny y Dennis riendo con sus amigos.

Algunas chicas tenían sus coronas sobre su cabellos trenzados, danzando en sintonía con lámparas de tela donde un brillo anaranjado brillaba en sincronía con la fogata.

—¿Qué sucede aquí? — Edith giró su cabeza, haciendo que sus arracadas de oro tintineaban en sus orejas. Ahí, con la cara de amargura, como un sapo enorme, estaba Umbridge.

—Una fogata de Samhain — respondió Sybill retorciendo los  anillos en sus dedos. 

—El ministerio no lo ha aprobado — dijo Umbridge

—Pero la junta de Gobernadores sí — respondió Snape

—Y muchos padres igual — agregó McGonagall.

—Estas son prácticas oscuras — señaló Umbridge a la fogata — Llevarán a los niños a un camino de perdición.

Edith respiró profundamente mientras envolvía sus brazos alrededor de su poncho.

—Estas son tradiciones de miles y miles de años. Los niños tienen derecho a disfrutar de ellas — dijo Edith con firmeza — Esto es parte de su herencia mágica. Así que, tome una ofrenda y lánzala al fuego, o vete al demonio, Umbridge.

La vieja amargada solo la miró con asco y se fue del lugar.

Edith sacó su mano derecha y levantó su dedo del medio mientras Umbridge regresa al castillo.

—¿Y quien tiene hambre? — preguntó Edith sacando la canasta a sus pies revelando muchas guaguas de pan. 

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La temporada de Quidditch inició con el partido de Gryffindor contra Hufflepuff y como era de costumbre las apuestas se realizaron con anterioridad en la sala común de Slytherin, la mayoría a favor de Hufflepuff.

—Gryffindor tiene como Guardián a Ronald Weasley — dijo Theo colocando 10 sickles a favor de Hufflepuff — Así que, todo a Hufflepuff.

Cordelia no apostó a ninguno de los dos. Ginny era su amiga, al igual que René, así que no le parecía justo apostar a cualquiera de ellos.

El clima era ideal para el partido de Quidditch, algo soleado y sin pronóstico de nubes grises.

En el palco de los Slytherin estaban reunidos expectantes a los dos guardianes de cada equipo que eran su primer partido.

—Lord Black está aquí — dijo Daphne mirando por sus vinculares. — Y señor Lupin igual.

—¿Aquí? —Cordelia preguntó. Daphne le entregó los vinculares.

Cordelia miró a través de ellos. Su padre y tío Moony estaban a la derecha de tía Edith, quien se retorcía los dedos nerviosamente.

Madame Hooch pito dando inicio y lanzó la Quaffle al aire.

Rápidamente una de las cazadores de Gryffindor tomaron ventaja y se pasaron entre las tres. Bell se la pasó a Jhonson, quien escogió de dos de Hufflepuff para luego cederla a Spinnet quien volaba cerca de los aros de Hufflepuff.

Spinnet lanzó fuertemente la Quaffle, pero René la desvió la pelota con una patada certera, quien fue recibido por alguien del equipo de Hufflepuff.

—Vaya atajo — comentó Pansy a lado de Cordelia — ¿Verdad que René ha desviado bien la Quaffle?

—Es una defensa ruda— contestó Draco detrás de ella mientras René esquivaba nuevamente otra Quaffle con su antebrazo. — Considerando que Luzardo es escuálido.

—René no es escuálido — defendió Pansy muy seria y Cordelia sonrió al ver las mejillas sonrojadas de su amiga — Es de metabolismo acelerado. En palabras de él: “Puede comer dos y no engordare”

—Eso se llama tener suerte— comentó Crabbe detrás de ellos. Justo en ese momento, Hufflepuff notaba su primer tiro.

Ginny voló cerca de Ronald, parecía decirle algo, ya que lo señaló y movía su mano como si le estuviera reclamando algo para luego regresar en busca de la Snitch.

—Ginny está molesta — comentó Hermione mirando el partido. En ese momento, una bludger avanzaba hasta René, pero un bateador de Hufflepuff devolvió el golpe haciendo que Katie Bell casi cayera de su escoba.

El partido continuó con los cazadores de Hufflepuff logrando acercar a siete tandas más, dejando a Ronald Weasley aturdido mientras que hasta el momento solo una Quaffle había traspasado la defensa de René, y eso sólo porque tuvo que esquivar una bludger.

—Está nervioso — comentó Theo

—¿Quién está nervioso? — preguntó Cordelia mirándolo después de que René desviara otra Quaffle de los aros de Hufflepuff.

—Weasley — lo señaló a la par que el marcador a favor de Hufflepuff crecía 90 - 10.

Cordelia hizo una mueca ante la expresión de Ronald Weasley se endurecia al ver como era traspasado fácilmente por los cazadores de Hufflepuff.

Cinco minutos después, Ginny atrapó la Snitch y consiguió la victoria a Gryffindor por un margen muy corto de 120 - 160.

René voló cerca de las gradas de Slytherin. Se había bajado los googles, que ahora colgaban de su cuello.

—¿Qué tal lo hice? — les preguntó al pequeño grupo de la corte.

—Lo hiciste espectacular — sonrió Pansy hacia él — Fuiste una buena defensa.

—Gracias Pansy — sonrió de igual forma René

—Te enviaré una invitación para que vengas a jugar a Malfoy Manor — contestó Draco — Linda escoba. ¿Una Starlight 70?

—Si — sonrió René — Regalo de mi madrina y su esposo. Estas son las ventajas que tenemos los ahijados cuyos padrinos no tienen hijos. Te dan buenísimos regalos.

Él río y descendió para reunirse con el resto del equipo de Hufflepuff.

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Sirius escuchó como Edith suspiraba suavemente aliviada cuando acabó el partido.

Claro, Sirius nunca dijo que apostó con algunos maestros a favor de Gryffindor.

—¿Crees que deba llevarle su inhalador? — preguntó Edith sacando el medicamento del bolsillo de su abrigo.

—Yo lo veo bien — contestó Sirius mirando al equipo de Hufflepuff.

—El joven Pettigrew es muy talentoso en el Quidditch — dijo una voz chillona delante de ellos. Sirius evitó hacer una mueca de asco al ver que era Umbridge — ¿Su hijo ha considerado una carrera profesional en el Quidditch?

—Es una de sus opciones — contestó Edith con un tono frío — Y mi hijo lleva mi apellido, profesora Umbridge.

—Bueno, donde vine podrá llevar su apellido, pero aquí es necesario que use el apellido paterno — Umbridge le sonrió a Edith.

—Bueno, no nos podemos complicar las cosas— intervino pacíficamente Remus — Mañana mi esposa y yo podemos ir al Ministerio para darle el apellido Lupin a René y a nuestros dos otros hijos.

Edith miró a Remus sin palabras y el rostro de Umbridge se contrajo en una mueca de asco hacia Remus.

—Es mejor que los jóvenes Creevey conserven sus apellidos muggles — contestó Umbridge. Sirius se dio cuenta de que Snape, McGonagall y Sprout los estaban viendo. — Sería horrible que los niños carguen el apellido de un hombre lobo.

Sirius vio rojo y casi maldecir a la maldita, pero una mano sobre su brazo lo detuvo.

Remus rápidamente logró retenerlo a él y a Edith que tenía su puño listo para romperle la nariz de cerdo a Umbridge.

—Creo que la profesora Umbridge no está en posición para hablar sobre paternidades y crianza de niños cuando usted no es madre— contestó amablemente Remus aun si soltar a Sirius o a Edith.

—Por eso, como docente mi máxima prioridad son los alumnos — contradijo Umbridge ignorando la posición de de ataque de Edith — ¿Que clase de enemigos habrá hecho como una bestia peligrosa que algún día pongan en peligro a ese niños inocentes? También usted, profesora Luzardo. Que mala elección de hombres. Primero un mortigafo y luego un hombre lobo.

Umbridge se fue de las gradas dejando atrás a los demás maestros.

—Me hubieras dejado arrancarle las greñas a esa maldita— le dijo Edith a Remus.

—Que Umbridge ahora con su cargo de Inquisidora tenga la excusa de despedirte — la profesora McGonagall intervino regañando a Edith como si fuese una alumna más — Remus hizo en bien en detenerte. Créeme Edith, no eres la única que quiere que esa horrible mujer se largue de nuestro querido Hogwarts.

—Esperemos que se largue al final del año como los demás maestros de DCAO — comentó Snape para luego ver a Sirius — ¿Potter te ha enviado una carta contando lo sucedido en la detención que le dio Umbridge el otro día?

—Espera… — Sirius miró a Snape — ¿Que te detención de mi hija?

—La otra noche estuvo en su oficina cumpliendo un castigo por leer un libro que no correspondía con la clase — contestó Snape — La hizo repetir doscientos una plana y quemó el libro en la chimenea.

Edith jadeo indignada ante lo sucedido.

—Pobre de mi niña. — dijo Sirius — Ya le preguntaré qué libro fue. Compraré uno nuevo.

—Ese es el problema, Black — Snape suspiró y no lo miró a los ojos — El libro que quemó fue la copa de Cumbres Borrascosas que Lily siempre tenía consigo. Al parecer Potter la encontró y empezó a leerlo.

Oh no. El libro que Lily le tenía mucho aprecio.

— Esa perra — dijo Edith — Esperare el momento y me las cobrare.

—Yo te ayudo — asintió con la cabeza Sirius — Nadie hacía llorar a mi hija y sale ileso de esa situación

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Umbridge disfrutaba el poder que le dio el ministerio, y todos eran testigos de aquello.

Tan pronto tuvo luz verde empezó a interrumpir las clases para evaluar a los maestros. Algo que molestaba a profesores y alumnos por igual.

Estaban en su clase de transformaciones cuando Umbridge interrumpió la clase de la profesora McGonagall.

Cordelia rió levemente cuando la profesora le ordenó a Lavander que recogiera la caja donde estaban los ratones para la clase práctica mientras que a Hermione le ordeno que devolviera los ensayos de la clase anterior. El rostro de Lavander era blanco y temeroso de acercarse a los ratones.

—Ejem, ejem.

La profesora Umbridge utilizó la misma tosecilla ridícula con que había interrumpido a Dumbledore la primera noche del curso. La profesora McGonagall, sin embargo, la ignoró por completo. Hermione le devolvió su redacción a Cordelia, quien la cogió sin mirarlo y vio, con gran alivio, que le habían puesto una S.

—Muy bien, escúchenme todos con atención. Dean Thomas, si vuelves a hacerle eso a tu ratón voy a castigarte. La mayoría de ustedes ya han conseguido que sus caracoles desaparezcan, e incluso quienes les dejaron un poco de caparazón han captado lo esencial del hechizo. Hoy vamos a...

—Ejem, ejem —insistió la profesora Umbridge.

—¿Sí? —dijo la profesora McGonagall volviéndose con las cejas tan juntas que formaban una larga y severa línea.

—Estaba preguntándome, profesora, si habría recibido usted la nota en la que le detallaba la fecha y la hora de su supervi...

—Ejem, ejem.

—Me gustaría saber —empezó la profesora McGonagall, conteniendo su ira y volviéndose hacia la profesora Umbridge— cómo espera hacerse una idea de mis métodos de enseñanza si no para de interrumpirme. Verá, por lo general, no tolero que la gente hable cuando estoy hablando yo.

Cordelia sonrió levemente, sabiendo que la profesora McGonagall era de las pocas en decirle la verdad en la cara a la vaca rosada de Umbridge.

La profesora Umbridge se quedó como si acabara de recibir una bofetada. No dijo nada, pero colocó bien las hojas de pergamino que estaban cogidas con el sujetapapeles y empezó a escribir furiosamente. La profesora McGonagall, haciendo gala de una indiferencia suprema, se dirigió de nuevo a los alumnos.

Cuando salían en fila del aula, Cordelia vio que la profesora Umbridge se acercaba a la mesa de la profesora McGonagall; entonces le jaló la manga de Theo, que a su vez tocó el hombro de Hermione, y los tres se quedaron rezagados adrede para escuchar.

—¿Cuánto tiempo hace que imparte clases en Hogwarts? —le preguntó la profesora Umbridge.

—En diciembre hará treinta y nueve años —contestó la profesora McGonagall bruscamente, y cerró su bolso con brío. La profesora Umbridge anotó algo una vez más.

—Muy bien —añadió—, recibirá el resultado de su supervisión dentro de diez días.

—Me muero de impaciencia —replicó la profesora McGonagall con desprecio, y se encaminó hacia la puerta con grandes zancadas—. Dense prisa, ustedes tres —añadió dirigiéndose a Cordelia, Theo y Hermione.

Cordelia no pudo evitar dirigirle una tímida sonrisa, y habría jurado que la profesora McGonagall se la devolvía. Creyó que no volvería a ver a Dolores Umbridge en lo que quedaba, pero se equivocaba

Estaba en la clase de runas, antes del almuerzo. La profesora tenía en un maniquí lo que aprecia ser un uniforme de Auror.

—Bueno chicos. — dijo la profesora Edith ignorando olímpicamente a Umbridge que vigilaba desde cerca de la puerta — Como les había prometido la semana anterior. Pudo conseguir por un viejo conocido un antiguo uniforme de Auror…

—¿Y quien le proporcionó el informe? — interrumpió Umbridge —¿No parece ser del Ministerio?

—Porque el uniforme es del cuerpo de Aurores de Argentina — contestó tía Edith — Me lo prestó un colega que se retiró por cuestiones médicas. Ahora es el maestro de DCAO en Castelobruxo…. Como iba diciendo, estamos estudiando las runas que se bordan las túnicas de combate y uniformes especiales.

La profesora con su varita hizo girar lentamente el maniquí dejando una vista de 360 grados al uniforme.

—La última vez que se usó este uniforme fue en 1990 luego de una incursión en las zonas peligrosas de Buenos Aires, sobre todo en las zonas mágicas. — siguió explicando — Por lo general los uniformes de Auror llevan bordado runas que hasta cierto punto tienen una inmunidad al suelo. Runas bloqueadoras de maldiciones cortantes. Runas amortiguadoras…

Tía Edith se colocó sus antojos y con cuidado tomó la manga derecha del uniforme.

—Por ejemplo, siempre las zonas en las que se pueden encontrar las runas amortiguadoras son en los puños de las mangas.

—Ejem, ejem — nuevamente la Umbridge interrumpió.

—¿Si, Inquisodra? — preguntó tía Edith con los dientes apretados. Cordelia hizo una mueca al ver que el ojo izquierdo de la profesora temblaba levemente.

—¿Esta clase está dentro del plan de estudio?

—Si. Fue revisado con anterioridad antes de iniciar el año escolar — dijo con voz suave y pausada. Aunque Cordelia podía leer en su mirada un “Te voy a sacar las tripas con un sacacorchos” — Además, mucha de esta teoría la verán los jóvenes en sus TIMOS. Si me lo permite, deseo continuar con mi clase.

La profesora continuó hablando de las zonas en donde normalmente se colocan las runas y como hay un protocolo a seguir al momento de bordarlas.

Luego siguieron con parte del texto, explicando de manera breve desde cuando se empezaron a utilizar este tipo de runas en los uniformes y que casi todos los gobiernos mágicos manejan un mismo estándar en la protección de sus Aurores.

Como tarea la profesora dejó que revisaran el textos de runas en mortajas funerarias e hicieran un ensayo hablando del tema.

Mientras recogían sus cosas, vieron a Umbridge acercarse al escritorio de tía Edith. Nuevamente repitió las mismas preguntas que le hizo a la profesora McGonagall y se fue del aula.

Cordelia y la corte miraron como la tía Edith se quitaba los lentes y empezaba a decirle, lo que parecían, ser insultos en español hacia Umbridge mientras extendía sus manos hacían el ademán de querer ahorcar algo.

Y al parecer eran palabras graves por la expresión de asombro de René.

—Auch, nunca pensé escuchar esas palabras salir de mami — les dijo mientras se dirigía hacia el comedor.

—¿Pero qué dijo tía Edith? — preguntó Cordelia.

—Créeme, no querrás saberlo — negó con la cabeza.

Llegaron al comedor, René se despidió hacia la mesa de Hufflepuff, mientras Eowyn y Padma que se quedan en la mesa de Slytherin junto a las demás de la corte.

Las seis empezaron a conservar sobre lo que habían escuchado de los demás profesoras y las evaluaciones de Umbridge.

—Estuve en la clase de adivinación cuando Umbridge fue a vigilar — contó Padma en voz baja solo para ellas — Umbrigde exigió que la profesora le leyera el futuro…

—No puede forzar una predicción. Es imposible — respondió Hermione.

—¡Exacto! ¡Todo el mundo sabe eso! — dijo Padma muy seria — Umbridge la abordaba, y abordaba de preguntas que hizo que la profesora tuviera una ligera crisis de nervios. Nos dijo a Parvati y a mi que nuestras lecciones particulares se verían suspendidas hasta que se sintiera mejor.

Cordelia hizo una mueca ante lo mala que puede ser Umbridge.

Malvado sapo sediento de poder.

—Esperemos que se caiga de las escalera y se rompa el cuello — dijo Cordelia con una voz suave mientras bebía su copa de agua para empezar a almorzar con tranquilidad.

Umbridge era un problema que debía ser solucionado con rapidez.

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En la Torre de Gryffindor lo único que se hablaba era de cómo no se podía tener un docente de DCAO, incluso algunos decían que Lockhart era mejor que la vaca rosada de Umbridge.

Como prefectos de Gryffindor, Eowyn y Neville, tenía que organizarse de como cubrir los fallos de Umbridge con los de años menores. Como pudieron, y con algo de ayuda de la profesora McGonagall se organizaron en pequeñas tutorías.

Neville colocó el lunes en la mañana un pequeño atención en el tablero de mensajes que estaba en la sala común sobre quienes se ofrecían para dar tutorías a los chicos de primero y segundo, pero nadie contestó la solicitud.

Luego cada uno preguntó a los de sexto y séptimo año, pero nadie estaba dispuesto a aceptar. En parte comprendía a los de séptimo, sus EXTASIS estaban cerca y debían estudiar. ¿Pero los de Sexto?

—Ya no sabemos qué más hacer — dijo Eowyn frustrada mientras despedaza su rodaja de pan

—¿Yo puedo ayudar? — se ofreció Ginny

—Oh Ginny, ya tienes el tiempo ajustado con los entrenamientos de Quidditch — le recordó Neville.

—Yo también puedo ayudar — dijo Colin.

Eowyn suspiro y miró a Neville, manos sabían que dos no eran suficientes. Tal vez para el grupo de primero. ¿Pero los de segundo y tercero?

—Ya veremos cómo solucionamos este inconveniente — dijo Eowyn tratando de sonar calmada.

—Odio a Umbridge — dijo Dennis con los brazos cruzados — Hace que mamá Edith se sienta enferma.

—¿La profesora está enferma? — preguntó Neville.

—Se queja le arde el estómago — contestó Colin jugando con su anillo de sello. Era una banda de oro con una runa. El mismo que demostraba que era un New Blood — Ha estado así desde que Umbridge fue nombrada Suma Inquisidora.

—Una completa locura — comentó Ginny.

Eowyn y Neville se despidieron de los chicos para ir a los Invernaderos a su clase de Herbología. Mientras trabajan en sus plantas susurraron con Justin y Hannah como iban con su trabajo de prefectos.

—Los de Sexto están apoyando a los de primer año — dijo Hannah— Se han ofrecido como voluntarios en ayudar a los pequeños.

—¿Cómo lo hicieron? — preguntó Neville.

—Ellos solos se han ofrecido — contestó Justin. — Pero tampoco es suficiente. Algunos han pedido a sus casas que envíen el material que ellos usaron antes, pero no es lo mismo sin un adulto supervisando. Manejan las teoría, pero necesitan práctica.

—Tratamos de ir al patio exterior pero Umbridge los sorprendió y mandó a detención — agregó Hannah.

—Esa perra — murmuró Eowyn.

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Sus patitos iban mejorando de manera sorprendente.

Gillie. Emily, Joe y Henry estaban en tercer año y ya estudian por su cuenta. Así que ahora se concretaba sus patitos de primer año, y Xue era una gran ayuda, se había convertido en algo como se mano derecha.

La ayudaba a preparar y pulir el material, o cuando ella estaba ocupada con sus tareas él tomaba el relevo para enseñarle a los chicos.

Hoy estaba aprovechando para seguir explicando a su club de bordado sobre las Celebraciones de la Rueda.

—Chang ya demoró mucho en buscar ese libro — dijo Amy.

Cordelia se levantó de su asiento diciendo que ya volvía, camino hacia los estantes de los libros y vio a Xue sentando en el piso con la cabeza hacia atrás y la nariz goteando, Mizu estaba acurrucado a su lado.

—Xue...

Cordelia sacó su pañuelo del bolsillo de su túnica y presionó un poco la nariz.

—No debe preocuparte, Cordelia — dijo Xue con voz — No es nada.

—¿No es nada? — repito seria — Te está sangrando la nariz.

—No es la primera que me pasa — él colocó su mano en la mano que Cordelia sostenía de su hombro — Está bien..

—¿Pero qué es lo que te sucedió?

—Ah... ¿a veces no sientes que está parado y de otro sientes que el piso se mueve a tus pies? — preguntó y ella asintió con la cabeza. Xue abrió los ojos y ella ya no vio su color habitual sino que ahora sus ojos estaban plateados. — Mi madre me explicó como mi núcleo mágico está pasando por su última etapa de crecimiento, puede llegar a sentirme un poco enfermo.

—¿Pero nunca he visto a compañeros pasar por lo mismo?

—Porque ninguno de ellos están ligados a una criatura como yo.

—¿Quieres que te acompañe a la enfermería?

Xue sonrió levemente pero negó un poco con la cabeza, con su otra mano desplazó la presión que Cordelia le hacía en la nariz. Él se levantó del pulso y Mizu parecía despertar, Cordelia se enderezó y se alisó la túnica.

—No es necesario, pero gracias por la preocupación — él se apretó la nariz, Mizu saltó a sus hombros, acurrucándose como una bufanda.

Cordelia no dio nada, solo recordó como Theo le confesó que Mizu lo había atacado el verano pasado. ¿Qué figuraba Xue en esa situación?

Ella observó cómo sus ojos regresaban a la normalidad para luego salir de la biblioteca. Cordelia regresó con Amy, Sara, Kelly e Iván .

—¿Y el señor Chang? — preguntó Iván

—Se sintió mal y tuvo que ir a la enfermería — dijo Cordelia — ¿Dónde nos quedamos?

Los chicos siguieron hablando hasta que la presencia de Umbridge interrumpió la sesión de tutoría. Vestida en ese rosa que provocaba un dolor de cabeza, Cordelia se enderezó y la miró con seriedad.

—Señorita Potter — dijo con esa voz melodiosamente falsa — ¿Qué hace con estos niños?

—Enseñándoles nuestras tradiciones — contestó Cordelia con una leve sonrisa. El rostro del sapo cambió a una mueca de disgusto. — Estamos estudiando sobre las Celebraciones de ...

—Detención esta noche, señorita Potter — la interrumpió rápidamente, alzando su mano para callarla — Luego de la cena. En cuanto a ellos — miró a sus cuatro patitos.

—Tomaré el castigo de ellos — dijo rápidamente Cordelia. No podía permitir que sus niños tuvieran detención con esta horrible mujer.

—No, señorita Potter — contestó Umbridge — Ustedes tendrán su detención antes que la señorita Potter.

Umbridge le arrebató el material de estudio y se fue de la biblioteca. Amy parecía asustada, Cordelia rápidamente la atrajo hacia ella en un abrazo tranquilizador, con cuidado pasó su mano por la espalda de la pequeña niña castaña.

—Cualquier cosa, vengan a mí — les dijo a sus patitos.

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No podía más con Umbridge. A la mañana siguiente de su castigo, donde la hizo repetir 300 veces " No debo impartir tutorías fuera de clases" apareció algo en el tablero de anuncios de la sala común.

De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes. Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes. Para volver a formar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club será necesario un permiso de la Suma Inquisidora (profesora Umbridge).

No podrá existir ninguna organización ni sociedad, ni ningún equipo, grupo ni club de estudiantes sin el conocimiento y la aprobación de la Suma Inquisidora. Todo alumno que haya formado una organización o sociedad, o un equipo, grupo o club, o bien haya pertenecido a alguna entidad de este tipo, que no haya sido aprobada por la Suma Inquisidora, será expulsado del colegio. Esta medida está en conformidad con el Decreto de Enseñanza n.º 24.Firmado:

Dolores Jane Umbridge

Suma Inquisidora

Como era día viernes se reunió la corte dentro del estudio de Rhea en el período de descanso y bajo la Capa de Invisibilidad, de dos en dos entraron sigilosamente.

—Fuimos a dialogar por el club de Calabozos y Dragones — dijo René claramente molesto — Esa vieja prohibió el club.

—Dice que es la excusa para promover un tipo de estudio ajeno al que está en plan educativo — agregó Padma — Sabe que es nuestro de Estudios de las Vías Antiguos.

—Mi club de bordado — se lamentó Cordelia. — Debemos hacer frente a la situación con Umbridge. Esa mujer le está haciendo daño a Hogwarts.

—¿Y que sugiere? — preguntó Draco.

—Organización a escala donde participen estudiantes de las cuatro casas— dijo Cordelia — Hermione...

Hermione se paró y colocó unas cartulinas sobre un caballete que invocó y señaló con su varita.

—Armamos un grupo de estudio secreto — empezó a explicar Hermione — Daphne ha enojado un salón que aparece cuando es enviado cuando alguien lo pide. Lo instalaremos con el apoyo de años superiores de Slytherin tutorías. Nos apoyaremos mutuamente, los de sexto con nuestros TIMOS y a los más pequeños.

—Hay riesgo de expulsión — dijo Blaise.

—Yo asumiré todo — contestó Cordelia.

—Pero Cordelia ... — se preocupó Hannah. — Te puede expulsar

Cordelia no dijo nada, solo sacó su mapeo genealógico de su bolso y se presentó a la corte.

—Umbridge no podrá expulsar a la última descendiente de uno de los fundadores — Cordelia miro el nombre de Rhea Slytherin en el mapa.

Sus compañeros, menos Theo, Pansy, Hermione, Daphne y Eowyn, se mostraron sorprendidos ante lo que decía el mapa. 

Chapter Text

Es curioso saber que históricamente los estudiantes son los primeros en levantarse cuando existe un tipo de injusticia.

Edith estaba parada junto a Severus cuando todos los miembros de la casa Slytherin luego de la cena. Era de conocimiento todo el personal docente que ella solía irse a casa antes de la cena para estar junto a Remus. Así que Umbridge suponía que ella estaba en su casa en estos momentos

Luego le daría una excusa a su esposo del porque llegaba tarde.

Un largo pergamino se deslizó en una de las mesas, mostrando toda la genealogía mágica de Cordelia. Edith no se sorprendió de nada de lo que estaba escrito ahí, Sirius era demasiado parlanchín cuando se le subía el alcohol a la cabeza.

—¿Entonces está dispuesta a restablecer la corte en la casa Slytherin? — preguntó Severus, todos los estudiantes mirándolo a él. Muchos estaban con la sorpresa dibujada en sus caras ante lo mostrado en el pergamino.

—Estoy dispuesta de aquello — contestó con firmeza Cordelia. La señorita Granger, Parkinson y Greengrass estaban detrás de ella, sus personas de confianza— Y espero sus consejos y su guía para hacer lo correcto.

Cordelia empezó a hablar de que había estado ideando ella y su pequeño grupo de amigas, sus compañeros de casa escuchaban atentamente y Edith se aguantó de soltar una carcajada.

Que niños para más despiertos y astutos.

—El día de mañana nos reuniremos con otros estudiantes en La cabeza de Puerco — dijo Cordelia — La profesora Edith estaba dispuesta a recibirnos en su casa pero sería sospechoso que tantos alumnos se encuentren en un domicilio.

Edith solo asintió con su cabeza. Si los chicos hubieran ido a su casa mañana, ella estaría en estos momentos haciendo una limpieza profunda a su sala para que hogar se vea presentable.

Siempre estaba limpio, pero ella era una obsesiva con la limpieza.

—¿Y qué pasa con los que decidan ir y después ir a contarles a Umbridge? — preguntó uno de Séptimo año.

—Yo tengo la respuesta — dijo la señorita Pansy rebuscando en su bolso, luego sacó un frasco de perfume, le liquido era de color azul o lavanda.

—¿Perfume? — se mostró escéptico una chica de Sexto.

—No es cualquier perfume — contestó la señorita Pansy — Un rociada y la persona se olvidaron de la última hora de su vida. Es como esa sensación de que se te olvidó algo de repente y sabías que era. Así quedará la persona que se niegue a participar en esto, no sabrá nada de la reunión.

—¿Y qué pasará cuando alguien decida traicionarnos luego? — preguntó una de las gemelas Carrow.

—Primero, yo asumiré toda la responsabilidad y, Umbridge no podrá expulsarme por ser descendiente de Salazar, sería un ultraje — contesto Cordelia — Y para el traidor, eventualmente será apartado de los círculos sociales y no se que otra cosa preparó Hermione.

La señorita Granger sonrió levemente.

—Lo que necesito, de ustedes, como compañeros es su apoyo y lealtad — dijo Cordelia — Se que ya hay un apoyo entre nosotros desde que el sombrero nos seleccionó a cada uno como un Slytherin. Pero necesito saber, que su lealtad estará a este grupo que formaremos, Umbridge es una piedra, que si bien no podemos mover en estos momentos, podemos ir arruinándola poco a poco. Todos somos magos, la magia nos une… Así que, mis queridos compañeros. ¿Quién está dispuesto a unirse?

Hermione dejó un pergamino en blanco con un bolígrafo a su lado.

El primero en firmar anotar su nombre fue el señor Nott. Previamente está escrito el nombre de Cordelia, Hermione, Pansy y Daphne. Edith vio cómo siguió el señor Malfoy, Zabini, Goyle, Crabbe. Los dos últimos miraron a Cordelia e inclinaron su cabeza.

—Tiene mi lealtad, señora Potter — dijo cada uno antes de volver a su lugar. Los niños de primer año anotaron sus nombres e imitaron a Crabbe y Goyle.

Segundo y tercero. Cuarto y quinto. Sexto y Séptimo. Todos escribieron sus nombres y juraron lealtad a Cordelia.

—Creo que necesitamos un nuevo pergamino para mañana — sonrió Cordelia — Muchas gracias por depositar su confianza en mí.

Edith sonrió y se acercó a Severus y le susurro: — Adoro cuando se utiliza el nepotismo para cosas buenas.

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La Cabeza de Cerdo se llenó con algo de gente.

Al menos en un conteo preparó casi unas veinte personas. Theo no dejo de mirar a Xue Chang que había llegado con su hermana.

Cuando estuvieron todos, Cordelia empezó a hablar de porque estaban aquí reunidos. El objetivo principal de poder tener la clase de DCAO que se merecían.

—Se que todos tendrán duda de este grupo — dijo con sus manos juntas frente a ella — Pero se que entre nosotros nos podemos apoyar. Los de Quinto estamos a meses de dar unas de las prueba más importante en nuestra vida académica y Umbridge es una plaga. Si no la podemos eliminar, podemos armar una defensa para nuestro beneficio.

—¿Dónde serán las reuniones? — preguntó Padma Patil.

—Tenemos el lugar indicado —dijo Cordelia — Perfectamente ubicado y a nuestra disposición.

—¿Cuántas veces nos vamos a reunir? — preguntó Angelina Jonhson — Debemos tener en cuenta los entrenamientos de Quidditch.

—Una vez a la semana estará bien — contestó Cordelia — Necesitan que hablen directamente con sus prefectos sobre qué días tiene una disponibilidad y encontramos un modo de pactar las reuniones con la mayor discreción posible.

—Tengan en cuenta que no podrán decir a nadie ajeno a los aquí presentes — dijo Hermione —A menos que creen completamente que están de nuestro lado y no le contaran nada a Umbridge.

Muchos se miraron y accedieron. Hermione desplegó un nuevo pergamino y Xue Chang fue el polímero en anotar su nombre, le sonrió a Cordelia antes de regresar a su asiento.

Evelyn y Neville escribieron sus nombres, Renfe y sus amigos de Calabozos y Dragones. Los patios de cuarto año de Cordelia. Mientras todos anotaban sus nombres, Cordelia sonrió levemente y tomó la mano de Theo, dejando a Hermione receptando las firmas.

—Todo salió bien — dijo con una voz suave — ¿Verdad?

—Todo salió bien — le sonrió Theo.

—Cordelia — dijo Colin. A su lado estaba una niña de su año, su cabello rubio estaba sujeto por broches de mariposas y llevaba grandes aretes en forma de nabos. Sus ojos eran de un azul muy claro que parecían casi translúcidos

—Colin — le sonrió Cordelia.

—Ella es mi amiga, Luna Lovegood — dijo Colin — Y tiene algo que ofrecerte.

Theo se movió para recorrer la sala, mientras seguían anotando sus nombres vio como Eowyn enredaba sus brazos en el cuello de Longbottom mientras lo besaba en la mejilla.

—Espero que nos llevemos bien, Heredero Nott — dijo una voz detrás de él. Theo se giró para ver a Xue Chang, el frío de la tarde empañó los anteojos que estaba usando ese día.

Él se los quitó y sacó un pañuelo del bolsillo de su abrigo. Theo frunció el ceño cuando noto el bordado de Camelias en color beige y rosa en el pañuelo blanco.

Sobre todos las iniciales C.P.

—Es bueno que nos apoyemos como compañeros — continuó hablando Chang — Hay un proverbio japonés que dice: "Es de los enemigos, no de los amigos, que las ciudades aprendan la lección de construir murallas altas"

Él lo miró.

—Ver la incompetencia de Umbridge para levantar nuestras fortalezas — terminó Chang.

Theo se acercó lo suficiente para poder susurrarle a Chang: — Te estaré vigilando.

—¿Por qué?

—No te hagas el idota — continuo Theo — Se que tu enviaste a tu criatura tras de mí el verano pasado y que aprecio en el laberinto en la tercera prueba. Buscaré la forma de probar que estás de esto.

—Pues te deseo suerte — sonrió Chang guardó el abuelo en su bolsillo, luego se unió a su hermana y a Edgecombe.

Theo apretó los puños y regresó con Cordelia que estaba hablando con Luzardo y Creevey.

—¿Vamos a la casa de tía Edith? — le pregunto mientras se aferraba a su brazo — Ha preparado una tarta de limón y nos han invitado a tomar el té.

—Vamos — sonrió Theo. Alzó su mirada y le dedicó una sonrisa arrogante a Chang que parecía mirarlo con odio y sus ojos brillando en plateado. 

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El lugar era amplio y en estos momentos se mostraba totalmente vacío. Cordelia miró a su alrededor para luego detener su vista en la pequeña chimenea que estaba al final de la sala.

—Nunca creí que Hogwarts tuviera un lugar como este — dijo mientras juntaba las manos frente de ella.

—¿Y como sabías de esta sala, Nott? — preguntó Hermione mientras moira daba a Theo.

—Mi abuelo me contó de este lugar sobre la Sala de Menesteres— contestó Theo — ¿Parece un buen lugar?

—Es un muy buen lugar — respondió Hermione — Y justo tengo el método para comunicar sobre el primer día de la reunión.

—¿Y esas seria? — preguntó Cordelia mientras sacaba la Capa Invisible de su bolso.

—Ranas de chocolate. Dentro de la casa colocaré un papel con la hora y fecha de la reunión.

—Esas son muchas Ranas de chocolate — dijo Theo.

—Será hasta que encuentre otro método que no me reduzca mi mesada mensual — contestó Hermione.

—Debemos irnos — dijo Cordelia — Tenemos pociones.

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Nuevamente esa odiosa mujer estaba en todos los lugares menos en su propia oficina y la cara del profesor Snape, una mueca amarga en su rostro, demostraba que no estaba contento con la presencia de Dolores Umbridge en su salón.

—Hoy vamos a continuar con la solución fortificante. Encontrarán sus mezclas como las dejaron en la última clase; si las prepararon correctamente deberían haber madurado durante el fin de semana. Las instrucciones —agitó su varita— están en la pizarra. Ya pueden comenzar empezar.

La profesora Umbridge pasó la primera media hora de la clase tomando notas en su rincón cuando de pronto acababa de levantarse—. ¡Ja! —exclamó en voz baja al ver que la profesora caminaba dando zancadas entre dos hileras de pupitres hacia Snape, que estaba inclinado sobre el caldero de Dean Thomas.

—Bueno, parece que los alumnos están bastante adelantados para el curso que hacen —comentó la profesora Umbridge con brusquedad, dirigiéndose a Snape, que estaba de espaldas—. Aunque no estoy segura de que sea conveniente enseñarles a preparar una poción como la solución fortificante. Creo que el Ministerio preferiría que fuera eliminada del programa. —Snape se enderezó lentamente y se volvió para mirarla—. Dígame, ¿Cuánto tiempo hace que enseña en Hogwarts? —le preguntó con la pluma apoyada en el pergamino.

Cordelia torció la mirada, encontrándose con Eowyn que colocaba pequeñas orugas machadas, un ingrediente de la poción, en un pequeño tazón, con una sonrisa torcida.

Cordelia se alertó. ¿Qué estaba haciendo ?

—Catorce años —respondió Snape.

—Tengo entendido que primero solicitó el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras, ¿no es así?—inquirió la profesora Umbridge.

—Sí —contestó Snape con serenidad.

—Pero ¿no lo consiguió?

Snape torció el gesto y respondió: —Es obvio.

La profesora Umbridge anotó algo en sus pergaminos.

—Y desde que entró en el colegio ha solicitado con regularidad el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras, ¿verdad?

—Sí —contestó Snape, imperturbable, sin mover apenas los labios. Parecía muy enfadado.

—¿Tiene usted idea de por qué Dumbledore ha rechazado por sistema su solicitud? —inquirió la profesora Umbridge.

—Cinco galones a que antes de Navidad que Snape envenena a Umbridge — le susurró Pansy detrás de ella.

—Diez que es antes de los TIMOS — agregó Daphne divertida.

—No veo capaz al profesor de envenenar a alguien — dijo Cordelia revolviendo el contenido de su caldero.

—Que ingenua — dijeron Pansy y Daphne. Cordelia las miró indignada.

—Eso debería preguntárselo a él —dijo Snape entrecortadamente.

—Oh, lo haré, lo haré —dijo la profesora Umbridge componiendo una dulce sonrisa.

—Aunque no veo qué importancia puede tener eso —añadió Snape a la vez que entrecerraba sus ojos negros.

—¡Oh, ya lo creo que la tiene! —replicó la profesora Umbridge—. Sí, el Ministerio quiere conocer a la perfección el... pasado de los profesores.

Lo que pasó a continuación se esparcía como un chisme en los pasillos dentro de poco. Eowyn se puso de pie con ese tazón con orugas aplastadas mientras avanzaba donde el profesor diciendo: —¡¿Así esta bien, profesor?

Eowyn tropezó dejó caer toda la sangre de oruga y los restos aplastados sobre el vestido rosa chillón de Umbridge.

La profesora chilló como una Banshee cuando la masa verdosa cayó sobre su vestida. Asqueada salió del salón como si fuera perseguida por un asesino serial en la oscuridad.

Cuando Umbridge se fue del salón, todos los presentes empezaron a reír, claramente del rostro asqueado de Dolores Umbridge.

—Ups, lo siento mucho — dijo con una sonrisa malévola Eowyn. El profesor Snape colocó una mano sobre su hombro, haciendo palidecer a Eowyn, ella giró su rostro hacia el profesor — Fue un accidente.

—Regrese a su asiento, Fraser — le ordenó Snape. Eowyn aun con una sonrisa regrese a su puesto, Snape dio la orden de seguir con la clase.

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Las clases continuaron hasta la hora de la cena. Cordelia y sus amigas se estaban dirigiendo hasta el comedor hasta que vieron a muchos alumnos caminar hacia el patio exterior.

Algunos a paso rápido y susurrando. Cordelia vio a Colin tomado de la mano con Luna Lovegood caminando hacia esa dirección.

—¿Qué sucede? — preguntó preocupada al ver a muchos caminar a un lugar.

—¡Flich ha sacado las cosas de la profesora Trelawney de su oficina! — respondió Ginny que pasó corriendo cerca de ellos.

Las cinco se miraron y siguieron a los demás hasta el patio donde estaban siete baúles apilados y la profesora Sybill sollozando aferrándose su gran bolso café, donde colgaban múltiples cuentas multicolores.

Los alumnos se colocaron en las paredes observando como los baúles estaban apilados. Umbridge camino hacia la profesora Trelawney con una sonrisa y un pergamino en sus manos.

—Llevó dieciséis años enseñando y viviendo aquí — dijo la profesora aferrándose a su bolso con la voz llorosa — Hogwarts es mi hogar. No puedo hacerlo.

—La verdad , si puedo — contestó Umbridge mostrando el pergamino con una sonrisa de autosuficiencia.

La profesora Trelawney empezó a llorar mientras veía a Umbridge. De una esquina salieron la profesora McGonagall y la profesora Edith hacia la profesora Trelawney, la profesora McGonagall abrazó a Trelawney que seguía sollozando.

—¿Tienes algo que decir, querida? — preguntó Umbridge con una sonrisa.

—Oh. Tengo muchas que decir — contestó la profesora McGonagall con su acento escoces muy marcado.

—Oh, yo sí te las voy a decir en la cara — tía Edith se empezó a acercar a Umbridge mientras se quitaba los zarcillos de sus orejas —Tu, vaca roñosa y una ma....

Las palabras de la profesora murieron cuando Dumbledore entró al patio caminando hacia las maestras. El alumnado se quedó en silencio cuando el director caminó a paso firme hacia Umbridge.

—Profesora McGonagall, profesora Luzardo — dijo Dumbledore — ¿Quieren escoltar a la Sybill al interior?

—Vamos querida, a tomar té para que te calmes — la profesora McGonagall sujetó de las manos a la profesora Sybill mientras entraban al castillo.

La profesora Trelawney empezó a sollozar agradecida hacia el director mientras era guiada por ambas profesoras.

—Dumbledore. Le recuerdo que bajo el Decreto de Educación numero veintitrés — dijo Umbridge molesta — Declarado por el Ministro...

—Tienes derecho de despedir a mis maestros — interrumpió el director — Pero lo que no tienes es la autoridad de expulsarlos de las instalaciones. Ese poder lo tiene el director.

—Por ahora — sonrió Umbridge, se dio media vuelta y regresó al castillo.

Cordelia miró a su alrededor y todo mundo empezó a susurrar sobre lo sucedido.

—Regresen a sus salas comunes — ordenó el director. Theo la tomó de la mano y la acompañó por el camino con los demás en dirección a hacia las mazmorras. 

N/a: Una sorpresa que muchos, los que están desde el volumen saben..... El número de hijos. 

A continuación el árbol genealógico oficial. 

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El día de la primera reunión llegó. En la mañana, todos los chicos de Slytherin que habían firmado, fueron informados por Hermione y Malfoy en su calidad de Prefectos.

Luego, en transcurso del día, La Corte informó a quienes estaban anotados en el pergamino donde debían reunirse y a la hora indicada.

—Hoy a las ocho en punto en el séptimo piso, frente al tapiz en que los trolls están dándole garrotazos a Barnabás el Chiflado. ¿Podrás avisar a los demás de tu casa? — preguntó con cautela Cordelia a Xue mientras estaban ayudando a sus niños. Ella rebuscó en su bolso los nombres de los chicos de Ravenclaw —Aqui esta lista de quienes están anotados.

—No te preocupes, Cordelia — Xue le sonrió — Yo les doy aviso. ¿Y estás preparada para la reunión?

Cordelia miró a sus patitos, notó como Gillie estaba media decaída. Ella entrecerró los ojos anotando en su mente en preguntarle si todo estaba bien.

—Un poco nerviosa la verdad — confesó— Pero se que saldrá bien…espero.

—Saldrá perfecto, porque tu eres perfecta — dijo Xue. Cordelia se sintió nerviosa ante la mirada de Xue.

Con una media sonrisa solo pudo decir: —Gracias.

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Cordelia al fin pudo encontrarle un uso práctico al Mapa del Merodeador.

Aquellos cuatros bromistas eran unos verdaderos genios al crear tan útil artefacto, con ella pudieron ver el movimiento de potenciales estorbos como lo eran Umbridge y Flich.

—Filch está en el segundo piso —afirmó Cordelia acercándose el mapa a los ojos—. Y la Señora Norris está en el cuarto.

—¿Y la profesora Umbridge? —le preguntó Hermione, inquieta.

—En su despacho —contestó ella, y lo señaló—. Vale, sigamos.

Los Slytherin se había movido por su cuenta hacia la Sala de Menesteres, también Eowyn se quedaría afuera esperando a los demás debajo de un Encamamiento de desilusionador.

—Necesitamos un sitio donde aprender a luchar... —pensó—. Danos un sitio donde practicar... Un sitio donde no puedan encontrarnos...

Una puerta de brillante madera había aparecido en la pared. Cordelia extendió un brazo, agarró el picaporte de latón, abrió y entró el primero en una amplia estancia en la que ardían parpadeantes antorchas como las que iluminaban las mazmorras, ocho pisos más abajo.

Las paredes estaban cubiertas de estanterías de madera, y en lugar de sillas había unos enormes cojines de seda en el suelo. En unos estantes, en la pared del fondo de la sala, se veían una serie de instrumentos, como chivatoscopios, sensores de ocultamiento y un gran reflector de enemigos rajado que Cordelia estaba segura de que su padre le había mencionado en una ocasión.

—Esto nos vendrá muy bien cuando practiquemos hechizos aturdidores —comentó Draco con entusiasmo dándole unos golpecitos con el pie a uno de los cojines.

—¡Y miren los libros! —gritó Hermione, emocionada, mientras pasaba un dedo por los lomos de los grandes volúmenes encuadernados en piel—. Compendio de maldiciones básicas y cómo combatirlas...Cómo burlar las artes oscuras... Hechizos de autodefensa... ¡Uf! —Radiante, se volvió y miró a Cordelia, quien comprendió que la presencia de aquellos cientos de libros había convencido definitivamente a Hermione de que lo que estaban haciendo era correcto—. Esto es fabuloso, Cordelia. ¡Aquí está todo lo que necesitamos!

Y sin más preámbulos, cogió Embrujos para embrujados del estante, se sentó en el primer cojín que encontró y se puso a leer. Entonces oyeron unos golpecitos en la puerta. Cordelia se dio la vuelta. Habían llegado Ginny, Neville, las Patil, los Creevey, René y el club de Calabozos y Dragones.

—Estoy es cool — dijo René. Sus amigos de Club asintieron la cabeza.

—¡Vaya! —exclamó Justin observando lo que lo rodeaba impresionado—. ¿Qué es esto?

Cordelia empezó a explicárselo, pero antes de que hubiera terminado llegó más gente y tuvo que empezar de nuevo. A las ocho en punto todos los cojines ya estaban ocupados. Cordelia fue hacia la puerta y giró la llave que había en la cerradura con un ruido lo bastante fuerte para convencer a los asistentes; éstos, por su parte, guardaron silencio y se quedaron mirando a Cordelia .

También se podía sentir la tensión de como las demás casas veían a los chicos de Slytherin que estaba con algunos libros que cogieron de la biblioteca que proporciono.

—Bueno —dijo Cordelia un poco nerviosa—. Éste es el sitio que hemos encontrado para nuestras sesiones de prácticas, y por lo que veo... todos lo aprueban

Todos empezaron a asentir con la cabeza.

—Qué raro —comentó Fred echando un vistazo a su alrededor con la frente arrugada—. Una vez nos escondimos de Filch aquí, ¿te acuerdas, George? Pero entonces esto no era más que un armario de escobas.

—Yo uso este lugar para meditar — dijo Cho Chang mirando alrededor.

—Oigan, ¿qué es eso? —preguntó Dean desde el fondo de la sala, señalando los chivatoscopios y el reflector de enemigos.

—Detectores de tenebrismo —contestó Casius Warrigton, y fue hacia ellos sorteando los cojines—. Indican cuándo hay enemigos o magos tenebrosos cerca, pero no hay que confiar demasiado en ellos porque se les puede engañar... —Miró un momento en el rajado reflector de enemigos; dentro se movían unas figuras oscuras, aunque ninguna estaba muy definida.

—Creo que deberíamos tener un líder — sugiero Marietta con los brazos cruzados.

—Creo que debería ser Lady Potter — dijo Blaise usando el título formal de Cordelia.

Cordelia miró a Hermione.

—¿Potter? — preguntó Cho Chang.

—La idea inicialmente fue de Lady Potter — dijo Theo. — Por lo que ella deberia ser la lider.

Cordelia volvió a mirar a Hermione.

—Propongo, escoger al líder democráticamente — propuso Hermione — Queda más serio y le confiere autoridad a Lady Potter. A ver, que levanten la mano los que opinan que Lady Potter debería ser nuestra líder.

Todos los Slytherin alzaron su mano sin dudar, junto a la mayoría de los presentes. Marietta aún tenía sus brazos cruzados y con mirada hacia un lado.

—Bueno, como estudiantes de Hogwarts hemos escogido democráticamente a Lady Cordelia Potter como la líder de este grupo — anunció Hermione feliz.

Cordelia sentía sus mejillas sonrojarse, no esperaba que la escogieran como líder.

—Bueno, gracias —dijo Cordelia, que tenía las mejillas ardiendo—. Y... ¿Qué pasa, Hermione?

—También creo que deberíamos tener un nombre —propuso alegremente sin bajar la mano—. Eso fomentaría el espíritu de equipo y la unidad, ¿no les parece?

—Podríamos llamarnos Liga AntiUmbridge —recomendó René con una sonrisa media maliciosa.

—O Grupo Contra los Tarados del Ministerio de Magia —sugirió Fred.

—¿Qué tal Aquelarre? — dijo una suave voz. A lado de Colin estaba Luna Lovegood con su sonrisa soñadora. Su cabello estaba en dos esponjosos rodetes donde colgaban cuentas de estrellas.

—¿Aquelarre? — preguntó Gillie.

—Antes los grupos de magos se juntaban en Aquelarres para protegerse y ayudarse — contestó Luna con la cabeza liderada ladeada hacia la derecha — Eso es lo que estamos formando el día de hoy.

Cordelia sonrió ante la sugerencia de Luna.

—Es una gran idea, señorita Lovegood — dijo Cordelia — Quienes estén a favor de la mano de la señorita Lovegood alcen la mano.

Muchos alzaron la mano a favor de la sugerencia de Luna Lovegood,. Cordelia entrecerró los ojos y empezó a contar rápidamente que eran la mayoría.

—¡Perfecto! — sonrió Cordelia — Entonces El Aquelarre de Hogwarts sera.

—Muy bien —dijo Cordelia cuando Hermione se hubo sentado de nuevo—, ¿empezamos a practicar? He pensado que lo primero que deberíamos hacer es practicar el expelliarmus, es decir, el encantamiento de desarme. Ya sé que es muy elemental, pero lo encontré muy útil...

—¡Vaya, sugerencia! —exclamó Zacharias Smith mirando al techo y cruzándose de brazos—. No creo que el expelliarmus nos ayude mucho si tenemos que enfrentarnos a un duelo real.

—Es un hechizo que muchos Aurores deben manejar a la perfección —dijo Cordelia con serenidad—. El hecho que sea la primera opcion en desarmar a un individuo lo hace el más efectivo—Smith se quedó con la boca abierta, con cara de estúpido. Los demás estudiantes estaban muy callados—. Pero si crees que está por debajo de tus conocimientos, puedes marcharte —añadió Cordelia. Smith no se movió. Los demás tampoco—. Bien —continuó Cordelia. Había tantos ojos fijos en él que se le estaba secando la boca—. Podríamos dividirnos en parejas y practicar.

A Harriet le resultaba muy extraño dar instrucciones, pero más extraño aún le resultaba ver que los demás las seguían. Todos se pusieron en pie a la vez y se colocaron de dos en dos.

—Iré con Hermione — dijo Cordelia tomando la mano de su amiga. —Iremos de pareja en pareja. Aprendemos viendo los logros y las técnicas que manejan. Hermione — miró a su amiga — vamos nosotras primero.

Las dos se pusieron a una distancia considerable entre manos. Cordelia recordó las instrucciones que le daba su padre en el verano.

—¡Expelliarmus! — conjuraron ambas al mismo tiempo, pero Cordelia se hizo ligeramente de lado y la varita de Hermione salió volando.

Draco haciendo gala de sus habilidades de Buscador la atrapó con un rápido movimiento.

—Te moviste cuando Granger lanzó el encantamiento — dijo Cho Chang.

—¿No se iba a quedar a recibir el conjuro? — Eowyn se cruzó de brazos — Dah…

Padma Patil se cubrió la boca con su mano para ahogar su risa.

—Bien— dijo Cordelia evitando que Eowyn dijera algo más — Como pudieron ver, se trata de velocidad. Ahora…. Las Patil.

Padma y Parvati se colocaron al frente y se miraron, ambas cerraron levemente sus ojos antes de conjurar al mismo tiempo el Expelliarmus. Las dos varitas salieron volando hacia los opuestos de las gemelas.

Luego siguieron en pareja en pareja.

René fue contra Zabini. Blaise fue más rápido y René cayó de espalda con su varita al otro lado de la habitación.

—¿Estás bien, René? — pregunta Cordelia. Su primo alzó la mano con el pulgar arriba soltando un quejido, Blaise se acercó a él y le extendió la mano para ayudarlo a levantarse.

Siguieron Draco y Theo, Draco se adelantó un poco a la cuenta de tres y la varita de Theo cayó cerca del libro y los cojines.

Asi siguieron en parejas y parejas. De vez en cuando, algunos Slytherin de año superior corregía las posturas de algunos compañeros.

Hermione se acercó a ella justo después de que Gillie lograra desarmar a Emily. Disimuladamente le señaló el reloj que colgaba arriba de la puerta.

—Ya son las nueve y diez— dijo Cordelia llamando la atención de todos — Bueno, ha estado muy bien pero la sesión se ha prolongado más de lo previsto. Tenemos que dejarlo aquí. ¿Quedamos la semana que viene a la misma hora en el mismo sitio?

Todos estuvieron de acuerdo.

—Entonces el próximo miércoles por la noche —determinó Cordelia—. Ya decidiremos si hacemos alguna reunión adicional. ¡Ahora será mejor que nos vayamos!

Volvió a sacar el mapa del merodeador y lo revisó meticulosamente para ver si había algún profesor en el séptimo piso. Dejó salir a sus compañeros en grupos de tres y de cuatro, y luego siguió con inquietud los diminutos puntos que los representaban en el mapa para asegurarse de que regresaban sanos y salvos a sus dormitorios: los de Hufflepuff se dirigieron hacia el pasillo del sótano, que también conducía a las cocinas; los de Ravenclaw, a una torre situada en el ala oeste del castillo, los Slytherin hacia las Mazmorras y los de Gryffindor, por el pasillo del retrato de la Señora Gorda.

—Fue una buena primera sesión — le dijo a sus amigas. Eowyn bostezo cansada asintiendo con la cabeza. 

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Durante las dos semanas siguientes, Cordelia tuvo la impresión de que llevaba una especie de talismán dentro del pecho, un secreto íntimo que la ayudaba a soportar las clases de la profesora Umbridge y que incluso le permitía sonreír de manera insulsa cuando la miraba a los espantosos y saltones ojos.

Cordelia fue educada en cortesía, así que fingía atender las clases de la aburrida mujer.

Cordelia y el Aquelarre le oponían resistencia delante de sus propias narices, practicando precisamente lo que más temían ella y el Ministerio, y durante sus clases, cuando se suponía que Cordelia estaba leyendo el libro de Wilbert Slinkhard, lo que hacía en realidad era recordar los momentos más satisfactorios de las últimas reuniones del Aquelarre : Neville había conseguido desarmar a Hermione; Colin Creevey había realizado a la perfección el embrujo paralizante; después de tres sesiones de duros esfuerzos, Parvati Patil había hecho una maldición reductora tan potente que había convertido en polvo la mesa de los chivatoscopios…

Incluso Ron Weasley se había unido al grupo, tuvo que firmar el pergamino encantado que Hermione ideó y todo el Aquelarre había firmado, aunque era claro y el disgusto de compartir espacio con Draco, Blaise y Theo.

Resultaba casi imposible escoger una noche a la semana para las reuniones del Aquelarre, porque tenían que adaptarse a los horarios de entrenamientos de tres equipos de quidditch, que muchas veces se modificaban debido a las adversas condiciones climáticas. Pero eso no preocupaba a Cordelia: tenía la sensación de que, seguramente, era mejor que sus reuniones no tuvieran un horario fijo. Si alguien estaba observándolos, iba a costar mucho descubrir un sistema predeterminado.

En el transcurso de la semana, vio como Gillie, su patito favorito, se notaba decaída. Ella le preguntó si todo estaba bien pero Gillie contestó que solo era cansancio. Cordelia nuevamente la interrogó si estaba bien de salud y Gillie respondió que sí.

Lamentablemente, ya no podía seguir con su club de bordado a las niñas de cursos menores o sus grupos de estudio por culpa de la Vaca Rosada de Dolores Umbridge, así que no veía con frecuencia a Xue Chang, aunque no era algo de su importancia ya que Cordelia salía con Theo y Xue Chang era un chico sin mucha importancia en su vida social.

Hermione no tardó en idear un método muy ingenioso para comunicar la fecha y la hora de la siguiente reunión a los miembros del Aquelarre por si había que cambiarlas en el último momento, porque había resultado sospechoso que los estudiantes de diferentes casas cruzaran el Gran Comedor para hablar entre ellos demasiado a menudo. Entregó a cada uno de los miembros del Aquelarre un galeón falso.

—¿Ven los números que hay alrededor del borde de las monedas? —dijo Hermione mostrándoles una para que la examinaran al final de su cuarta reunión. La moneda, gruesa y amarilla, reflejaba la luz de las antorchas—. En los galeones auténticos no son más que un número de serie que se refiere al duende que acuñó la moneda. En estas monedas falsas, sin embargo, los números cambiarán para indicar la fecha y la hora de la siguiente reunión. Las monedas se calentarán cuando cambie la fecha, de modo que si las llevan en un bolsillo lo notaran. Cogeremos una cada uno, y cuando Cordelia decida la fecha de la siguiente reunión, ella modificará los números de su moneda, y los de las demás también cambiarán para imitar los de la de Cordelia porque les he hecho un encantamiento proteico. —Las palabras de Hermione fueron recibidas con un silencio sepulcral.

—Asombrosa idea, señorita Granger — dijo Xue Chang alegando a Hermione. Cordelia noto como Draco le frunció el ceño a Xue.

— Gracias —dijo Hermione—. Porque aunque la profesora Umbridge nos ordenara vaciar nuestros bolsillos, no hay nada sospechoso en llevar un galeón, ¿no? Pero..., bueno, si no quieren utilizarlas...

—Astuta idea, Hermione —- dijo Draco — Umbridge jamás sospecharía del dinero. No tiene la capacidad de interactuar para detectarlo.

Hermione se sonrojó y desvió su mirada a Cordelia, quien le sonrió a su amiga.

—¿Sabes hacer un encantamiento proteico? —le preguntó Terry Boot.

—Sí.

—Pero si eso..., eso corresponde al nivel de ÉXTASIS —comentó con un hilo de voz.

—Ya —repuso Hermione intentando parecer modesta—. Ya..., bueno..., sí, supongo que sí.

—Boot tiene razón — dijo Draco siguiendo halagando a Hermione y Cordelia le pareció divertido su obvio interés en ella — La señorita Granger es una bruja maravillosa. La primera New Blood en más de dos décadas.

Hermione estaba sonrojada hasta el punto que parecía tener fiebre.

Luego de dos semanas, las reuniones fueron suspendidas a petición de los chicos alejando que los partidos se acercaban de debían entrenar. Así que no habría tantas próximamente.

La rivalidad por las Copa Quidditch era tata que Cordelia tuvo que instaurar la regla de no hablar de Quidditch en las sesiones del Aquelarre alejando que no quería generar disputas en la sala, que para eso estaba el campo de Quidditch.

El siguiente partido era Slytherin contra Gryffindor, algo que entusiasmaba a todos.

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El día del partido y el clima parecía colaborar.

Cordelia se sentó en la tribuna de Slytherin junto a parte de la corte. No sin antes saludar a Neville, Eowyn, los Creevey.

—¿Ya le diste un beso de la suerte a Malfoy? — preguntó Eowyn con diversión antes de separarse.

Daphne y Pansy empezaron a interrogar a Hermione. En las dos últimas semanas todo Slytherin se dio cuenta del acercamiento de Hermione Granger con el heredero Malfoy.

Los equipos ingresaron al campo de Quidditch. Crabbe y Goyle eran bateadores. Montague era cazador junto a Warrington y otro compañero que se le había olvidado el apellido junto al guardián. Y Draco como buscador.

Montague y Jonhson se dieron las manos y todos los jugadores se elevaron en el aire.

Cordelia observó como Ginny esquivo por poco una Bludger lanzada por Crabbe.

—Y es Johnson, Johnson con la Quaffle, cómo juega esta chica, llevo años diciéndolo, pero ella sigue sin querer salir conmigo...

—¡JORDAN! —gritó la profesora McGonagall.

—Sólo era un comentario gracioso, profesora, para añadir un poco de interés... Ahora ha esquivado a Warrington, ha superado a Montague, ¡ay!, la Bludger de Crabbe ha golpeado a Johnson por detrás...Montague atrapa la Quaffle, Montague sube de nuevo por el campo y... Una buena Bludger de George Weasley le ha dado de lleno en la cabeza a Montague, que suelta la Quaffle, la atrapa Katie Bell; Katie Bell, de Gryffindor, le hace un pase hacia atrás a Alicia Spinnet, y Spinnet sale disparada...

Los comentarios de Lee Jordan resonaban por el estadio y Cordelia junto sus manos frente a ella mientras veía el partido con atención.

Bletchley, el guardián de Slytherin, había parado la pelota; luego le lanzó la Quaffle a Warrington, que salió como un rayo con ella, zigzagueando entre Alicia y Katie; los cánticos que ascendían desde las tribunas se hacían más y más fuertes a medida que Warrington se acercaba a Ron Weasley.

Ginny parecía seguir buscando la Snitch, pero al notar la velocidad de Warrington giro su escoba, volando demasiado rápido, Warrington lanzó la Bludger.

—... Va a ser la primera prueba para Weasley, el nuevo guardián de Gryffindor, hermano de los golpeadores Fred y George y la buscadora favorita de Gryffindor, y una nueva promesa del equipo... ¡Ánimo, Ron! —Pero un grito colectivo de alegría surgió de la zona de Slytherin: Ron se había lanzado a la desesperada, con los brazos en alto, y la Quaffle había pasado volando entre ellos y había entrado limpiamente por el aro central de la portería de Ron—. ¡Slytherin ha marcado! —sonó la voz de Lee entre los vítores y los silbidos del público—.Diez a cero para Slytherin... Mala suerte, Ron.

La tribuna de Slytherin vitoreo ante el marcador.

—... Ahí va Warrington otra vez —bramó Lee—, se la pasa a Pucey, Pucey deja atrás a Spinnet, vamos, Angelina, tú puedes alcanzarlo... Pues no, no ha podido... Pero Fred Weasley golpea una bonita Bludger, no, ha sido George Weasley, bueno, qué más da, uno de los dos, y Warrington suelta la Quaffle y Katie Bell... también la deja caer... Montague se hace con ella: Montague, el capitán de Slytherin, coge la Quaffle y empieza a recorrer el campo, ¡vamos, Gryffindor, bloquéalo!

Slytherin anotó veinte puntos más, llevando a Ginny revolotear por el campo en una busca desesperada por la Snitch dorada al ver que el marcador era 40-0 a favor de Slytherin.

—... Katie Bell de Gryffindor dribla a Pucey, elude a Montague, buen viraje, Katie, y le lanza la quaffle a Johnson, Angelina Johnson con la Quaffle, ha superado a Warrington, va hacia la portería, vamos, Angelina, ¡GRYFFINDOR HA MARCADO! Cuarenta a diez en el marcador, cuarenta a diez para Slytherin, y Pucey con la Quaffle

Cordelia vio como Ginny bajó picada, al que Draco notó y fue detrás de ella. Desde su posición, Cordelia notó un brillo dorado, Ginny y Draco volaron hacia abajo.

Segundo después se escuchó el silbato que anunciaba el fin del partido. Draco detuvo su descenso con una mueca de frustración mientras Ginny tenia una sonrisa, segundos después, una a Bludger impacto en la espalda bajo a Ginny haciéndola caer.

Cordelia soltó un jadeo de horror y se acercó hasta el borde de la tribuna.

—¿Estará bien? — preguntó Hermione.

Su respuesta fue contestada cuando Ginny se puso de pie, algo tambaleante y cayó de rodillas. Los gemelos Weasley bajaron de inmediato, dejando sus escobas tiradas mientras ayudaban a Ginny a ponerse de pie.

Madame Hooch estaba regalando a Crabbe en el aire, con sus manos señalando a él y después a Ginny.

Fred y George Weasley estaban molestos por Crabbe, que desde el campo de Quidditch estaban que le gritaban insultos a Crabbe mientras sujetaban a Ginny que parecía mareada.

Madame Hooch mandó a los dos a la oficina de la profesora McGonagall mientras Jonhson y Bell sujetaban a Ginny para mandarla a la enfermería.

Por la noche, Cordelia por prueba vez hizo una audiencia pública en la sala común. Desde el silla de cuero negro que estaba justo a lado de la chimenea principal de la sala común.

—Heredero Vincent Crabbe — dijo Cordelia sentada rígidamente en la silla. Había seriedad en su voz — Lo que hiciste en el campo de Quidditch fue totalmente inaceptable.

Muchos de los compañeros de casa estaban en silencio en la audiencia de Crabbe.

—Como es de conocimiento público, Madame Hooch nos quitó 100 puntos por tu accionar , afectando nuestro marcador para la copa de las casas — siguió Cordelia hablando.

Crabbe tenía la mirada baja.

—Tu castigo por esa estúpida acción será que ayudaras a Ginny Weasley con cualquier cosa que necesite por una semana. Que lleves sus libros o su bolso. También te disculpas públicamente con ella el día de mañana en el Gran Comedor— finalizó Cordelia — Ya hable con los gemelos, quienes tenían deseos de romperte la cara pero prometieron no hacerlo.

Crabbe asintió con la cabeza y Cordelia dio por terminada la audiencia. 

Chapter Text

El último maestro que a Umbridge le falta por evaluar era a Hagrid, y como con los demás maestros fue una completa pesadilla, incluso Cordelia pudo notar que era más hostil y criticona con Hagrid.

Dijo en alto todas sus anotaciones cuando Hagrid estaba hablando de los Thestrals.

Solo unos dos en la clase pudieron ver a los Thestrals. Neville y Eowyn, y según el libro de texto, los únicos que hayan visto a alguien morir frente a sus ojos podrían ser capaces de ver a estas criaturas.

Como siempre, Umbridge interrumpe cada que podía y después empezó a hacer preguntas a los estudiantes.

Lavander Brown aprovechó para echarle flores a la profesora Grubbly-Plank y decir que Hagrid era propenso a traer criaturas peligrosas. Entre Hermione y Pansy tuvieron que evitar que Eowyn tirara a Lavander Brown al suelo o arrastrarla al bosque prohibido sin su varita.

Camino a la siguiente clase, Hermione continuó con su diatriba de lo muy pésima docente que Dolores Umbridge. En su recorrido hacia la biblioteca se toparon con un chico de Ravenclaw de último año, Joseph Trip, con una caja de bombones en su manos.

—Yo….yo — el chico estaba sonrojado, tembloroso extendió la caja hacia Hermione — Es para la señorita Granger.

—Oh. Muchas gracias, Trip — dijo Hermione con una sonrisa educada. Trip se sonrojó aun más y se fue rápidamente.

Hermione le pasó la caja a Cordelia, ella miró su anillo y al no sentir nada peligroso dentro de los dulces le devolvió la caja.

—Joseph Trip, su familia es una casa sangre pura menor sin ningún asiento en el Wizengamot — dijo Daphne abriendo la caja de dulces — Según se, sus TIMOS fueron buenos a epec0on de DCAO y pociones.

—¿Tu opinión del chico? — preguntó Eowyn — Porque puedo robar un bate de Quidditch, por si acaso.

—Es la segunda vez que le dirijo la palabra — Hermione tomó un chocolate de la caja.

Siguieron caminando un poco hacia la biblioteca, Cordelia tomó un chocolate y cuando lo mordió, Hermione empezó a toser horriblemente haciendo caer la caja al suelo. El sabor a maní invadió el paladar de Cordelia.

—¡Tiene maní! — dijo Cordelia, ella dejó la otra mitad del chocolate y tomó la mano para llevar a Hermione a la enfermería. Su amiga seguía tosiendo, con una mano sobre su boca.

Para su suerte, los corredores no estaban tan transcurridos como en la hora del almuerzo y pudieron llegar a la enfermería.

—¡Señorita Granger! — Madame Pomfrey se levantó de su asiento y dejó de lado el libro que estaba leyendo. Con cuidado ayudó a sentar a Hermione en una de las camas — ¿Otra vez algo con maní?

Cordelia miró a su amiga. ¿Cómo que otra vez?

—Oh, señorita Porter. — Madame Pomfrey observó el rostro de Hermione. Estaba con manchas rojas y Hermione parecía un pez al que sacaron del agua porque respiraba con la boca abierta — Quédese con la señorita Granger. Ya es la tercera vez que la veo desde que está en Hogwarts porque comió algo con maní.

Madame Pomfrey se fue y Cordelia ayudó a Herm0one, aflojó un poco el cuello de la túnica para que pudiera respirar.

—Es la tercera vez que te pasa aquí en el colegio y nunca nos contaste — dijo Cordelia seria. Hermione trató de hablar, pero un gemido lastimero de sus labios. Sin decir nada, Cordelia recargó la cabeza de su mejor amiga sobre su hombro y le tomó de la mano.

Segundo después, llegó Madame Pomfrey con una poción en sus manos. Se la extendió destapada a Hermione que la bebió toda de un solo trago.

Hermione empezó a toser nuevamente, Cordelia le frotó la espalda, miró a Madame Pomfrey y preguntó : —¿ No hay manera de acabar para siempre con esta alergia?

—Hasta el momento nada, señorita Potter — contestó Madame Pomfrey. El agarre de Hermione en su mano se hizo débil, y alarmada, Cordelia miró a su amiga, tenía los ojos cerrados y respiraba suavemente — No debe preocuparse, efecto de la poción. Solo estará cinco minutos así y luego estará mejor.

—¿Me puedo quedar con ella hasta que se despierte?

—Por supuesto, señorita Potter

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Llegó diciembre, y dejó más nieve y un verdadero alud de deberes para los alumnos de quinto año. Las obligaciones como prefectos de Draco y Hermione también se hacían más pesadas a medida que se aproximaba la Navidad. Los llamaron para que supervisaran la decoración del castillo.

Hermione estaba fascinada en la labor, la sala común de Slytherin también se preparaba. Un par de chicos de Séptimo y otros cuatro alumnos se quedarían en el colegio.

Los Prefectos guiaron a los chicos casi al borde del bosque de un leño para Yule.

Gracias al Mapa del Merodeador que le prestó a Hermione, lograron evitar toparse con Umbridge o Flich.

En el desayuno, estaban hablando de los planes para las vacaciones. El baile de Yule de este año sería en Black Manor organizado por su padre ( ayudado por la tías Cissy, Bella y Andy)

Cordelia tenía resuelto el asunto de su vestido. Cuando vaya a casa ira a una prueba para que le hagan los últimos ajustes antes del baile.

Todo iba bien hasta que…

—¿Por qué no nos dijiste? — preguntó molesta Pansy a Hermione.

—Lo lamento, me olvidé de los planes que tenían mis padres — se exciso Hermione — Entre los TIMOS y mis deberes de Prefecta se me olvidó decirles que iría de vacaciones con mis padres a esquiar. Ellos me hicieron acuerdo al escribirme que me compraron nuevos abrigos y googlees para esquiar.

—¿No puedes cancelar? — preguntó Cordelia.

—Extraño vacacionar con mis padres — se sinceró Hermione — Ellos dicen que quieren aprovechar que aun soy dependiente de ellos y hacer buenas memorias antes de que cumpla la mayoría de edad y empiece a hacer mi vida de adulta. Dicen que un día me casare y me olvidare de ellos, lo cual es mentira, porque soy su única hija y siempre veré por ellos.

—Oh, que linda hija — sonrió Daphne.

—Si. Cuando cumpla los dieciocho, ambos me colocaran en sus registros médicos como la segunda Apoderada de sus decisiones médicas — contestó Hermione.

—¿Qué es eso? — preguntó Eowyn, que como siempre, desayunaba en la mesa de los Slytherin.

—Que en caso que si alguno de ellos no puede decir nada o su estado es muy grave es mi decisión sobre sus tratamientos médicos — respondió.

Eowyn y Pansy soltaron un “Ohhhh” asintiendo con la cabeza.

El día pasó sin mucha novedad, las clases, los maestros recordando que a pesar de ser vacaciones deberían repasar para los TIMOS hasta que llegó la noche y con ello la última reunión del Aquelarre antes de las vacaciones.

La sala de Menesteres había sido decorada por elfos para dar un toque festivo.

—Bueno —dijo Cordelia, y llamó a sus compañeros al orden—. He pensado que esta noche podríamos repasar lo que hemos hecho hasta ahora, porque ésta es la última reunión antes de las vacaciones, y no tiene sentido empezar nada nuevo antes de un descanso de tres semanas…

—¿No vamos a hacer nada nuevo? —preguntó Zacharias Smith en un contrariado susurro, aunque lo bastante alto para que lo oyeran todos—. Si lo llego a saber, no vengo.

—Pues lárgate si quieres, tu presencia no es tan importante después de todo — dijo Theo con los brazos cruzados. Cordelia rápidamente le dio una mirada seria, él se encogió de hombros.

—Practicaremos por parejas —siguió Cordelia—. Empezaremos con el embrujo paralizante durante diez minutos; luego nos sentaremos en los cojines y volveremos a practicar los hechizos aturdidores.

Los alumnos, obedientes, se agruparon de dos en dos; Cordelia volvió a formar pareja con Hermione. La sala se llenó enseguida de gritos intermitentes de ¡Impedimenta! Uno de los integrantes de cada pareja se quedaba paralizado un minuto, y durante ese tiempo el compañero miraba alrededor para ver lo que hacían las otras parejas; luego recuperaban el movimiento y les tocaba a ellos practicar el embrujo.

Tras diez minutos de practicar el embrujo paralizante, esparcieron los cojines por el suelo y se dedicaron al hechizo aturdidor. Como no había suficiente espacio para que todos practicarán a la vez, la mitad del grupo estuvo observando a la otra un rato, y luego cambiaron. Cordelia se sentía muy orgullosa mientras los contemplaba.

Neville era el que mayor mejoría tuvo desde el principio, era alguien más enfocado en la defensa que en el ataque, muy al contrario de Eowyn que se botana que sería una duelista con el mayor sentido al ataque si se presentara la oportunidad.

Al cabo de una hora, Cordelia les dijo que pararan.

—Lo están haciendo muy bien —comentó, sonriente—. Cuando volvamos de las vacaciones, empezaremos a hacer cosas más serias; quizá el encantamiento Patronus.

Cordelia sabía que estaba a poco de lograr un Patronus Corpóreo. Su padre le decía que iba por buen camino y que sería de mucha ayuda en las evaluaciones.

Hubo un murmullo de emoción y luego la sala empezó a quedarse vacía; los estudiantes se marchaban en grupos de dos y de tres, como de costumbre, y al salir por la puerta se deseaban felices fiestas.

Cordelia se quedó con sus amigas, menos Eowyn que se había ido con los demás Gryffindor, para recoger los cojines, estando en el mismo grupo Theo.

—¿Tienes planes para el treinta? — preguntó Cordelia mientras apilaba los cojines.

—Mi abuelo no me ha dicho nada y no iré con mis abuelos maternos hasta el verano — contestó Theo — ¿Por qué?

—¿Te gustaría conocer a mi tía? — preguntó Cordelia tímida. — Ya que tu y yo estamos en un cortejo formal, quiero que conozca a la mujer que fue una madre para mí.

Theo sonrió y la tomó de la cintura, los dos se olvidaron de las chicas, y dijo: — Sería un honor conocer a tu tía.

—Genial — Cordelia sonrió ampliamente — Será un almuerzo informal en su casa. Solo seremos tú, yo, mi tía y mi primo.

Ambos se sonrieron y Cordelia se dio cuenta que un muérdago colgaba sobre ellos. Ella sintió sus mejillas sonrojarse y Theo sonrió para después decir: — ¿Es verdad lo que dicen los muggles?

—¿Qué cosa?

—¿Qué dos personas están debajo de un muérdago deben besarse?

—Bueno — Cordelia alzó su mano para jugar con un mechón del cabello de su novio — Se dice que se besan para encontrar el amor o si ya son pareja es para fortalecer ese amor.

Theo no dijo nada, solo se inclinó sobre ella y le dio un suave beso en los labios antes que Pansy les lanzará un cojín.

—Tortolos, ya es hora de irnos — dijo Pansy para después hacer flotar el cojín junto a los demás.

Cordelia y Theo estaban sonrojados hasta el cuello por las risitas de Daphne y Hermione.

Sin decir nada más, usarán la capa para regresar entre dos pequeños grupos a la sala común. 

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El día en que partían hacia casa para las vacaciones de invierno llegó.

La corte estaba en uno de los compartimentos conversando. Hermione no dejaba de hablar de Glenshee, un lugar en Escocia donde sus padres habían reservado para pasar Yule, y luego regresará a Londres para celebrar año nuevo.

—No es la primera vez que vamos — dijo Hermione emocionada — Esta sería la segunda vez. Papá está emocionado. Y mi nana se quedará en las salas jugando lotería como siempre.

—Aun me siento triste que no vayas al baile de Yule — dijo Cordelia con la nariz fruncida.

—Estaremos juntas en Año Nuevo — contestó Hermione — Prometo traerles fotos.

Las cinco estaban hablando de sus vestidos para el baile hasta que alguien tocó la puerta del compartimiento, todas miraron hacia la puerta, solo fue Eowyn la que se puso de pie y abrió la puerta.

Draco Malfoy estaba al otro lado, con una pequeña caja en sus manos.

—Señoritas — saludó Draco. Cordelia sonrió mirando de reojo a Hermione.

Las cuatro, tenían pequeñas sonrisas y Cordelia : — ¿A qué debemos el placer?

—Escuche que Granger viaja para las vacaciones — Draco le extendió la caja — Un presente para mi compañera Prefecta.

Cordelia miró como Hermione tomaba la caja mientras daba las gracias. Ella la abrió y dentro había un sencillo anillo de oro con un pequeño zafiro en el medio.

Hermione abrió los ojos como una lechuza y alzó su mirada hacia Draco Malfoy.

—Escuché que tuviste un problema con el maní nuevamente — dijo Draco. — El anillo tiene un encantamiento que detecta pociones nocivas, se calienta como un anillo de heredero normal. Pero este tiene una modificación, sentirás frío cuando sientas que algo tiene maní. No es un regalo de cotejo, no te preocupes, sé que quieres esperar a tus cortejos.

Cordelia se decepcionó, pero a la vez estaba encantada que Draco hiciera eso por Hermione.

—Gracias, heredero Malfoy — contestó Hermione un poco sonrojada.

—Draco, por favor— él sonrió — También me gustaría dirigirme a usted con su nombre de pila.

—Si, no hay problema — Hermione sonrió temblorosamente.

—Diviértete en tus vacaciones, Hermione — se despidió Draco para después irse del vagón.

Ya con él fuera, las cuatro rodearon a Hermione mirando el anillo.

—Oh Morgana, está lindo — dijo Cordelia al quitarle la cajita a Hermione para ver más de cerca el anillo — Es simple, pero elegante. Muy Hermione Granger.

Sus amigas también se acercaron para ver el anillo.

—¿En serio no hay nada entre tú y Malfoy? — cuestionó Eowyn con una ceja arqueada hacia Hermione.

—Platicamos los días que tenemos que patrullar los pasillos — contestó Hermione, con su sonrojó y nuevamente sentada en su lugar.

—Un zafiro. ¿Por qué un zafiro? — preguntó Pansy.

—Le estuve mencionando que hay un catálogo muggle que dice que cada mes tiene una piedra preciosa — Hermione le quitó la caja a Cordelia mirando el anillo — Y Septiembre es un zafiro.

— Y el anillo de compromiso de Lady Diana Spencer era un zafiro — Cordelia siempre estuvo enamorada del anillo de zafiros y diamantes que el príncipe Carlos le dio a Lady Diana.

Hermione se quitó el guante de su mano derecha y se colocó el anillo, alzó su mano hasta la altura de su nariz observando el hermoso anillo. Cordelia miró a sus amigas, sabiendo que lo que había entre Hermione y Draco se volvió cada vez más obvio.

“Antes que acabe el año escolar estarán en un noviazgo” pensó emocionada Cordelia.

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Cordelia apenas llegó a casa, se agachó cuando Barbie, Pastelito y Oli corrieron hacia ella. Los tres perros movían sus colas alegres y saltaban alrededor de ella llenándola de lamidas.

—Yo también los extrañe — Cordelia se abrazó al cuello de Barbie, quien le lamía el brazo.

Su padre rio mientras acariciaba la cabeza de Pastelito que buscaba su atención.

—Ve a cambiarte y lavarte el olor a perro — le sonrió.

—¿Puedo llamar a mi tía Petunia? — preguntó Cordelia — Mañana viene la modista para la prueba de mi vestido y quiero que lo vea.

—Por supuesto Bambi — le sonrió.

Cordelia subió a su habitación. Se dejó suelto el cabello y quitó los guantes, Dipsy se había adelantado y preparado su bañera con sales aromáticas, luego de casi una hora estaba limpia y relajada.

Había descubierto que secar su cabello con una secadora muggle le dejaba el cabello más sedoso que si lo secaba con magia. Consiguió uno en el verano, uno pequeño que podía guardar en su baul, y usó el mismo hechizo con el que Eowyn encantó a su Walkman.

Bajó a cenar con su padre, quien le dijo que irían pasado mañana a Black Manor por el baile de Yule. También le comentó sobre la apresurada boda de Nymphadora y Sam.

—¿Cómo que casadas? — preguntó interesada Cordelia.

—Lo verás por ti misma mañana — le extendió una carta. Cordelia rápidamente la tomó para leerla.

La señora la invitaba a tomar el té de la tarde con ella. Cordelia miró a su padrino y le preguntó : —¿No me das una pista?

—Digamos que Sam y Dora pidieron vacaciones adelantadas — sonrió él.

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Cordelia se ajustó los guantes. En la mañana había tenido la prueba con la modista, su tía Petunia recibió la tela e hizo preguntas a la Madame Helena.

Luego de la prueba, almorzaron juntas mientras su padre tuvo que ir a una reunión de la Junta de Gobernadores de Hogwarts, en el más profundo deseaba que fuera para la destitución de Umbridge.

Tía Petunia se despidió de ella diciendo que Dudley la extrañaba mucho y luego se fue en su carro a casa.

Cordelia llegó a la casa de los señores Tonks para ser guiada por el elfo doméstico hacia el pequeño saloncito donde esperaban los demás.

—Cordelia — la señora Tonks se levantó de su asiento para saludarla con un ligero abrazo. Cordelia saludo a cada una de las presentes, a Lady Narcissa y Lady Bellatrix, junto a Eowyn. Sam estaba sentada y Nymphadora estaba de pie con un bebé en brazos.

—Un bebé, que lindo — Cordelia se acercó a Nymphadora — ¿De quién es el bebé?

—Mio y de Sam — contestó con una sonrisa Nymphadora. Cordelia parpadeó un par de veces

“¿Lo de la cigüeña es real?” pensó Cordelia.

—¿Cómo? — preguntó Cordelia.

Ella se sentó junto a Eowyn. Sam y Nymphadora empezaron a contar sobre como hace unas dos semanas habían estado en Soho por un concierto Under grunge , y como saliendo del bar habían encontrado en un callejón a Teddy (como habían nombrado al bebé) en una caja llorando.

Sabían que era un bebé mago porque al igual que Nymphadora, su cabello pasaba de azul a rojo en segundos. Ambas tomaron la decisión de llevarlo a San Mungo.

—... Y decidimos casarnos para luego adoptar a Teddy como nuestro hijo, como lo hicieron con Eowyn — finalizó Nymphadora con Teddy, quien se había levantado. El bebé tenía los ojos azul gris como los de Sam.

—Es una linda historia — dijo Cordelia, luego miró a Nymphadora y preguntó— ¿Puedo cargarlo?

Nymphadora le sonrió y le pasó a Teddy. Cordelia miró al bebé tratando de adivinar su talla. Esta noche empezaría a tener un bonito abrigo para tan lindo bebé.

Eowyn se acercó y le susurró con diversión: — Lo de la cigüeña si es real.

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Cordelia y su padre habían ido a Black Manor el 24 de diciembre, para terminar de ajustar los últimos detalles del baile de Yule y Cordelia supo quien ayudó a su padre a parte de la señora Tonks.

Sam estaba caminando por el gran salón, con Teddy ajustado en un fular a su pecho mientras en su mano tenía una agenda pequeña y en la otra mano un bolígrafo cuya tapa de plástico estaba toda mordisqueada.

—Como buena anfitriona, Cordelia — dijo Sam mientras Cordelia caminaba a su lado — Siempre debes tener todo organizado y anotado en una agenda.

—¿ Y cómo sabes organizar eventos?

—La galería para la que trabajo es tacaña que no quiere contratar a un organizador — contestó Sam acariciando el cabello azul de Teddy — Así que escogieron por azar a quien se encargaría de los eventos y para mi mala suerte yo fui la escogida.

Sam le enseñó cómo organizar desde los alimentos, bebidas, asientos, también que era una opción tener un botín de primeros auxilios. Cordelia asentía a cada cosa que decía Sam, pronto el deber de organizar un baile como Lady Potter.

Antes del almuerzo, Teddy empezó a llorar del hambre, uno de los elfos de Black Manor vino corriendo con un biberón para el bebé, Cordelia le pidió a Sam que le dejara alimentar a Teddy.

Como Teddy aún no parecía tener más de dos meses de edad, Sam le explicó con mucho cuidado como sostenerle la cabeza o como inclinar el biberón. Sam continuó contando las reservas del vino o del whisky mientras Cordelia alimentaba a Teddy.

—Eres un bonito bebé, verdad — dijo Cordelia acariciando una de las regordetas mejillas. Teddy tenía los mismo ojos que Sam, el bebé alzó su mano tratando de agarrar uno de los aretes de Cordelia.

La botella se acabo y Teddy parecía querer llorar, su naricita se volvió roja y sus ojos parecían llenarse de lágrimas, Cordelia dejó el biberón de lado y se puso de pie para poner a Teddy sobre su hombro y darle suaves palmaditas en la espalda.

Luego de dejar todo encargado Sam volvió a poner a Teddy dormido en el fular y despedirse, diciendo que se veían mañana.

Después que Sam se fuera, Cordelia fue hasta la biblioteca de Black Manor para terminar con su tarea de pociones, quería terminar todo antes de año nuevo y tener esos días libres.

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El 25 de diciembre, Cordelia desierto, se colocó un grueso jersey color gris sobre su camisón y bajó a desayunar.

Saludó a su padre con un beso en la mejilla, èl tenía en sus manos un pergamino.

—Zhou Chang no vendrá al baile — dijo su padre — Pero sus hijos vendrán en representación de él.

—Cho Chang ha de venir con Cedric Diggory — comentó Cordelia.

—¿Conoces a los hermanos Chang? — le preguntó y luego murmuró algo — A cierto, el hijo fue uno de los mocoso infernales que fueron a Potter Estate.

—Padre…

—Lo sé, lo sé — él alzó ambas manos en forma de rendición — Ahora el mocoso roba bambi N # 1 te está cortejando.

—Y almorzaremos con tía Petunia antes de año nuevo — sonrió Cordelia — Tu diste ti visto, ya no te puedes arrepentir.

—Tu tía y Moony me amenazaron para que aceptara aquello —contestó él. Cordelia se rio de la cara de su padre, tan gruñón cuando hacía mención de Theo.

Luego del desayuno fueron a la sala de estar donde estaba el árbol y debajo de ellos habían regalos para Cordelia. De Pansy, Daphne, Eowyn , Neville, Theo y uno de Xue.

Abrió primero el de sus amigas, Pansy y Daphne le regalaron un nuevo juego de guantes de seda, Eowyn le regaló un vinil de Fleetwood Mac. Neville le regaló una linda pulsera con un dije de un lirio y una camelia.

Theo le regaló unos lindos pendientes de rubí en forma de gota.

Cordelia abrió el regalo de Xue, ella vio una edición de Cumbres Borrascosas, encima de la portada había una pequeña nota.

“Querida Cordelia.

Sé lo triste que estas por la pérdida de la copia que tenias de Cumbres Borrascosas. Se que la que tenias era muy especial para ti, tal vez esta no reemplace el cariño que le tenias a la anterior, un recuerdo de tu madre, pero se que encontraras esas palabras que marcan en este nuevo libro para ti.

Feliz Yule

Xue Chang.”

Cordelia miró el libro, ella jamás le dijo nada a Xue Chang de su detención con Umbridge o como esa horrible mujer tiró al fuego su libro. O que el libro que arrojó al fuego era Cumbres Borrascosas.

¿O tal vez si se lo dijo pero ella lo olvidó?

—Bueno, ahora toca mi regalo — dijo papá entregando a Cordelia un sencillo sobre. Ella lo abrió y cayó una tarjeta bancaria.

—¿Una tarjeta?

—Una tarjeta de débito del banco Lloyd — contestó papá — Hay una cuenta de ahorros en el banco a tu nombre, y depositaré 500 libras mensuales para tu uso personal en el mundo muggle. Úsalo con sabiduría.

Cordelia no pudo evitar abrir la boca de la impresión, tenía una tarjeta de débito a su nombre, podría ir al mundo muggle sin tener que cambiar su dinero mágico en Gringotts.

—¿Estás seguro papá?

—Es debito — le dijo — Solo puedes gastar el dinero de tu cuenta. Eres una niña responsable, se que gastaras con cuidado tu dinero.

Cordelia sonrió a su padre, lo abrazó por el cuello dándole un besó en su rasposa mejilla.

Y es una enorme coincidencia que su visita de ayer con Sam al centro comercial vio un bonito vestido que parecía llamarla.

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Theo salió de la Red Flu del salón de Black Manor detrás de su abuelo. Se sacudió la ceniza de su hombro y caminó con su abuelo hasta donde estaba Lord Black recibiendo a los invitados.

Cordelia estaba a su lado, luciendo hermosa. Su cabello perfectamente recogido en rizos con dos mechones cayendo por sus mejillas. El celeste de su vestido hacía que su cabello pelirrojo resalta junto a sus ojos.

Theo saludó a Lord Black con cortesía y luego miró a su novia. Ella extendió su mano derecha, cubierta por un largo guante negro, Theo le besó los nudillos deseándole un Feliz Yule

—Te veo más tarde, papá — dijo Cordelia envolviendo su brazo alrededor del brazo de Theo.

Theo le sonrió a Lord Black y este le dio una mirada de muerte. Los dos caminaron por el gran salón de baile de Black Manor donde estaban muchos invitados.

—Que bueno que llegaste — le susurró Cordelia mientras lo llevaba hacia las mesa de postres. Theo miró al Señor Oscuro conversando con Lord Malfoy y los señores Lestrange.

—¿Es por Lord Gaunt?

—No — ella negó con la cabeza. Cuando llegaron a la mesa de postres, agarró una pequeña tartaleta con crema — ¿Alguien fuera de la corte sabía lo sucedido con mi libro?

—¿El libro de tu madre?

—Si ese — Cordelia asintió con la cabeza.

—No dije nada, y sé que Longbottom y Luzardo tampoco hablaron — contestó Theo — ¿Por qué?

—Porqué Xue Chang me regaló una copia de Cumbres Borrascosas y sabía que era de mi madre — respondió Cordelia, preocupada — Y yo nunca hable de eso fuera de la corte.

Theo miró hacia su alrededor, encontrándose con Xue Chang hablando con Warrington y Pucey cerca de la chimenea.

Ahora lo mantendrá más vigilado que nunca. 

Chapter Text

Cordelia se acercó a Pansy y Daphne cuando Xue Chang parecía acercarse a ella. 

Cordelia en un rápido movimiento, entrelazó su brazos con Theo y sonrió a sus amigas, miró a Pansy y dijo: — Que lindo vestido. 

Los cuatro caminaron hacia unos ventanales y Xue ya no se dirige a ellos. Cordelia dejó de sonreír y se aferró al brazo de Theo. Eowyn llegó hasta ellos con el ceño ligeramente fruncido. 

—¿Estás bien? — preguntó Daphne. 

—No…creo — dijo Cordelia — ¿Comenté del incidente de Umbridge y mi libro a alguien aparte de la corte?

—No — contestó Pansy — ¿Por qué?

—Chang le dio una copia de Cumbres Borrascosas — respondió Theo y Cordelia se aferró a su brazo — Dice que sabía lo triste que estaba por la pérdida de la copia anterior…. No sabemos cómo él supo de esto si Cordelia jamás lo mencionó fuera de su círculo de amistad. 

—¿Quieres que lo desaparezca? — preguntó Eowyn. 

—No, no quiero tener problemas — contestó Cordelia — Lo mejor es ignorarlo, tal vez asi las cosas mejoren. 

—O se pueden volver más complicadas — agregó Pansy. 

—Lo mejor es mantenerlo vigilado y si no notamos algo raro podremos actuar en defensa — respondió Theo, tomándola de la mano — La familia Chang no tiene el poder político, sin influencia en el Wizengamot para ser una amenaza. 

—Las ratas cuando son acorralados tienden a morder — comentó Eowyn — Cordelia debe tener mucho cuidado. 

Cordelia apartó su mirada de su grupo de amigos hacia Xue Chang que conversaba con Cedric Diggory y Lord McLaggen. 

Lucía como un chico simpático, pero el asunto de Mizu atacando a Theo y ahora lo del libro. Cordelia mantendrá su distancia con él. 

—¿Hermione te ha llamado? — preguntó Pansy. 

—No, pero estoy segura que nos contara todo de su viaje — dijo Cordelia. 

Ella miró hacia el salón, los adultos ( los malfoy, los Lestrange, los Tonks, tía Edith y tío Remus) estaban conversando. Lord Gaunt se acercó a ellos, pudo ver como tía Edith saludo cortésmente y se fue, como una adolescente huyendo de algún molesto maestro, seguida del tío Moony. Ellos dos caminaron hacia Colin y Dennis que estaban sentados cerca de los ventanas. 

Cordelia devolvió su mirada hacia su novio y amigas tratando de ignorar a Xue Chang. 

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El baile abrió y Theo como novio de Cordelia ya no tenía que escribir su nombre en su tarjeta de baile. Así que la primera pieza había sido para él. 

Cordelia sonreía sutilmente pero sus ojos verdes brillaban. 

Había otras parejas en la pista, muchos que estaban cortejando formalmente como Longbottom con Fraser y algunos Slytherin de su año o superiores. 

Se sorprendió al ver a Luzardo bailar con Pansy, los dos parecían estar conservando de algo. 

Como anfitrión del baile, se esperaba que Lord Black abriera el baile, y lo hizo, pero en vez de bailar con alguna de sus primas, terminó bailando con la profesora Luzardo. 

Acabada la primera pieza, Theo se iba a llevar a Cordelia de regreso a sus lugares cuando Xue Chang camino hasta ellos, él estaba listo para sacar su varita del bolsillo de su túnica, pero Cordelia clavó sus dedos en su brazos, como una advertencia. 

—Lady Potter, Heredero Nott, feliz Yule —-dijo Chang, luciendo tranquilo. 

—Feliz Yule a ti también, señor Chang — Cordelia sonrió con dulzura. 

Theo no podía creerlo qué le pasaba, pero sabía por los ojos de Delia que mantenía una fachada de tranquilidad. 

Sin causar escándalos. 

—¿Puedo bailar la siguiente pieza contigo, Cordelia? — sonrió Chang. Cordelia miró de reojo a Theo. 

—Es lindo que me lo pidieras, pero primero, tendré que ir un momento al tocador — contestó Cordelia, aun aferrada al brazo de Theo. 

Ella lo soltó y caminó por el salón hasta el pasillo. Theo miró a Chang, con las ganas de querer maldecirlo, pero tendría que tomar toda su fuerza de voluntad. 

Primero su maldito zorro de dos colas y ahora el asunto del libro. 

Las parejas que estaban en la pista se separaron, mientras otros anotaban sus nombres en las tarjetas de baile de las brujas. Theo camino hasta donde estaban Draco, Blaise y Luzardo. 

—¿Y Cordelia? — preguntó Luzardo. 

—Creo que huyó de Chang — contestó Theo. 

—¿Entonces por qué viene hacia nosotros? — señaló Blaise. Cordelia regresó al salón y le entregó su tarjeta de baile a Draco. 

—Escribe tu nombre rápido, en tercer lugar — pidió Cordelia a Draco. 

—¿Yo? — preguntó Draco. 

—No. Cary Elwes— contestó con notable sarcasmo Cordelia — Por supuesto que tú, Draco. 

Draco la miró un poco ofendida, pero anotó su nombre. Luego le pasó la tarjeta a Blaise y a Luzardo. 

—Cuando venga Chang, le vas a decir que tú tienes la siguiente pieza — le dijo Cordelia a Luzardo —  Diré que me olvide. Logré que algunos chicos de nuestra casa llenaran mi tarjeta de baile. Así cuando venga, ahora que veo mi yare y fingiré estar apenadas y que no es posible que baile con él. 

—¿No tenias tu tarjeta llena? — preguntó Luzardo escribiendo su nombre — Quería quedarme sentado, no me gusta bailar . 

—Pero bailaste con Pansy — dijo Cordelia — Soy tu casi prima. Deberías ayudarme. 

—Yo ni ayudo a mis primos de sangre — contestó Luzardo devolviendo la tarjeta a Cordelia — Pero como me lo estas pidiendo como un favor, claro que te ayudaré. 

—Gracias — Cordelia batió sus pestañas con una sonrisa. 

Los cincos se quedaron en ese lugar hasta que los músicos empezaron a tocar la segunda pieza, justo en eso venía Chang hacia ellos. 

—Lady Potter — Chang le extendió su mano hacia Cordelia. 

—¿Pensé que me tocaba a mi ? — dijo Luzardo siguiendo el plan — Revisa tu tarjeta, me prometiste la segunda pieza. 

Cordelia fingió sorpresa y abrió su tarjeta de baile, luego vio a Chang y a Luzardo con una expresión de desconcierto. 

—Lo había olvidado — dijo Cordelia para luego alzar su mirada hacia Chang — Lo lamento mucho. 

—Podrá tener la tercera pieza — dijo Chang con calma. 

—Si, es que… — Cordelia giró su tarjeta para que Chang la viera — Ya tengo todos los bailes reservados. Lo lamento mucho. 

—Bueno, si me permiten — Luzardo movió a Chang para tomar a Cordelia de la mano — Debo guiar a mi quera casi prima a la pista.

Cordelia nuevamente se disculpó con Chang antes de ir con Luzardo donde estaban las demás personas bailando. 

Chang frunció el ceño a Luzardo y se fue. 

—¿Qué le pasa a ese sujeto? — preguntó Blaise cruzando de brazos. 

—No lo sé — contestó Theo — Pero él está ligado a ese zorro que les conté y ahora ha asustado a Cordelia con un regalo de Yule

—¿Un regalo? — cuestionó Draco. 

—Mañana les explico amigos — dijo Theo — Solo les puedo decir que debemos mantener vigilado a Xue Chang, es una amenaza. 

Chapter Text

Cordelia encendió la Red Flú. 

—Nos vemos en la noche – se despidió de su padrino. 

—Hasta la noche, Lord Black — se despidió de igual forma Theo. 

Cordelia entró a la chimenea con cuidado, el pay de cerezas que preparó como postre para el almuerzo con tía Petunia y Dudley es una total sorpresa. Theo lanzó el polvo hacia los pies de la chimenea, Cordelia cerró los ojos y se aferró al postre, cuando abrió vio que estaba en la sala de la casa de tía Petunia. 

—¡Delia! — Dudley se levantó del sillón dejando de lado el mando de su videojuego y caminó hasta ella.

La ayudó a salir de la chimenea y la abrazo justo cuando Theo llegó por la Red Flú. Dudley miró a Theo mientras este se limpiaba un poco el hollín de su hombro 

—Dudley, te presento al heredero Theodore Nott, mi novio — dijo Cordelia con una sonrisa — Theo, mi primo Dudley. 

—Un gusto — dijo Dudley extendiendo su mano hacia Theo, su novio aceptó el apretón de mano diciendo que también era un gusto conocerlos. 

Desde la cocina se escuchó un “¿Cordelia ya llegó?”, luego pasos. Tía Petunia llegó a la sala, secó sus manos en el delantal que tenía sobre su vestido, ella le sonrió. 

—Cordelia, mi vida — tía Petunia le besó las mejillas. 

—Tía, es el mi novio, Theo — sonrió Cordelia al presentar a Theo a su tía. 

—Theodore Nott, es un gusto conocerla, señora Dursley — se presentó Theo. 

Tía Petunia sonrió y los invitó a sentarse en la sala. Dudley apagó lo que tenía en el televisor y algunas bebidas. 

Tía Petunia se quitó su delantal en la cocina cuando llevó el postre de Cordelia a la mesa. 

Tía Petunia le preguntó cómo había estado y la conversación giró en torno a todo el quinto año y lo que estaba por venir. 

—Me acuerdo que Lily estaba así en su último año — dijo tía Petunia con las manos sobre su regazo — Si no me acuerdo mal, Lily fue Prefecta. 

—Lo sé, Sirius me lo dijo cuando me enteré que Hermione fue seleccionada — contestó Cordelia. 

—¿Y usted, heredero Nott, es el prefecto de su casa? 

—No, es mi amigo, el heredero Malfoy que tiene esa responsabilidad junto a la señorita Granger — contestó Theo. 

Tía Petunia sonrió y se disculpó diciendo que debía ver algo en la cocina. Cordelia se levantó yendo detrás de su tía, para dejar que Dudley conversara con Theo. 

Cordelia ayudó a colocar la mesa para los cuatro mientras tía Petunia servía los platos. Los cuatro se sentaron en la mesa y tía Petunia mantuvo una agradable conversación con Theo, preguntó hace cuánto tiempo había estado cortejando a Cordelia. 

—Desde el inicio del año escolar — dijo Theo — Primero envíe una carta formal a Lord Black. 

—¿Y por qué a él primero si querías salir con Delia? — preguntó Dudley.

—Porque es el jefe de la casa y en este caso tutor de Cordelia — explicó Theo. — Si bien la carta de intención va primero al jefe de la casa, padre o tutor, la bruja es la que tiene su última palabra en aceptar o no aceptar el cortejo. 

—Me acuerdo que una vez James Potter llevó a tomar un café a mi padre — contó tía Petunia — Fue justo antes de su último año, antes de pedirle a Lily que sea formalmente su novia. 

—¿En serio? — preguntó Cordelia. Ella nunca supo eso o Sirius habérselo contado. 

—Mi padre lo considero muy educado, primero hablar con él sobre sus intenciones con Lily — dijo tía Petunia — Y en las vacaciones de invierno, Lily lo llevó para presentarlo formalmente con la familia. Casi similar a esto, un almuerzo antes de año nuevo. 

Tía Petunia contó que James Potter había llevado un ramo de flores para la abuela Aurora y para ella igual. Cordelia escuchó atentamente todo, Sirius a veces le contaba de sus padres, pero Cordelia no preguntaba mucho porque a veces Sirius se ponía triste cuando los recordaba. 

Así que tenía más información de su padres por parte del tío Remus. 

Luego del almuerzo donde tomaron el postre en la sala. Theo parecía llevar una agradable conversación con tía Petunia, ella le preguntó cuáles eran sus materias favoritas o sus planes para el futuro. 

Cuando terminaron el postre, Cordelia ayudó a limpiar los platos. 

—Es un chico totalmente encantador, Cordelia — dijo tía Petunia. 

—Theo es muy amable e inteligente. 

—Un chico con buenos modales — sonrió tía Petunia — Sin duda mis padres estarían encantados con el joven Nott. Tráelo en otra ocasión, es muy agradable conversar con él. 

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Recibieron año nuevo en la residencia Lupin-Luzardo. 

La tía Edith había preparado una gran cena, orgullosa dijo que René la había ayudado. Los adultos estaban conversando mientras ellos cuatro estaban sentados alrededor de la mesa pequeña de la sala mientras jugaban cartas. 

Cinco minutos antes que dieran la media noche, tía Edith les dio a cada uno un pequeño pedazo de papel. 

—¿Para qué es esto? — preguntó Cordelia. 

—Solo escribe lo que más odiaste de este año en papel o en lo que te fue mal— explicó René — Ya veras. 

Cordelia escribió inevitablemente el nombre de Dolores Umbridge y el nombre de Xue Chang, aún lo mantenía en violencia luego de lo sucedido con el regalo de Yule. 

Tía Edith sacó un extraño muñeco con ropa rosada, del tamaño de una persona bajita. Tenía una cabeza hecha de papel y pintada de forma caricaturizada. 

—¿Es Umbridge? — preguntó Sirius. 

—¡Hice un monigote de ella! — contestó con orgullo tía Edith. 

René les había contado antes que en su país tenían la costumbre de quemar muñecos de aserrín o papel para recibir el año nuevo. 

René colocó los papeles dentro de los bolsillos. Cordelia se fijó que el muñeco tenía ese horrible listón rosado que Umbridge suele usar casi siempre, tenía el maquillaje como siempre lo usa, con un rubor exagerado y ese labial nada favorecer. 

—¿Quién hizo la cabeza? — preguntó Cordelia mientras veía a Sirius y al tío Remus cargar el muñeco hasta el jardín trasero.

—Yo — sonrió orgulloso René — Madre hizo el cuerpo. 

Con la vista en el reloj, un minutos antes de la media noche, Edith roció con algo al muñeco de aserrín y le dio una patada antes de prenderle fuego. 

Tía Edith abrazo a cada uno deseándole feliz año, incluido a Sirius, para luego brindar con el tío Remus y después darse un pequeño besos en los labios. 

El muñeco se empezó a tonar negro mientras las llamas lo envolvía, y algo en el pecho de Cordelia sintió satisfacción al ver a la figura de Umbridge de aserrín consumirse en llamas, recordando como esa horrible mujer había tirado al fuego el valioso libro de su madre. 

Y deseo que este nuevo, la verdadera Umbridge pague por lo que hizo. 

Chapter Text

Recién llevaban dos días desde que inició el año cuando las cosas se pusieron tensas. 

En la madrugada del dos de enero, su sueño fue interrumpido por Kreacher que lo despertó, antes de que pudiera soltar algún insulto, el elfo indicó que había un Auror en el recibidor de Potter Estate.

Sirius se levantó de su cama y se colocó una gruesa bata para ir al recibidor con su varita en mano. 

—Lord Black — el Auror Heines inclinó su cabeza. 

—Heines — contestó Sirius — ¿A qué debo la visita a estas horas?

—Remus Lupin está en Azkaban y hay personas internadas en San Mungo — respondió Heines. Sirius por inercia miró al cielo donde estaba la luna. 

La luna parecía casi llena. 

— ¿Qué sucedió? 

—Fenrir Greyback atacó el hogar de Lupin— explicó Heines — Hubo un incidente. Una pelea, el cuerpo de Aurores está en la residencia de Lupin haciendo las investigaciones y esperan la orden para levantar el cuerpo. 

— ¿Qué cuerpo? — Sirius temió por la respuesta. 

—El cuerpo de Fenrir Greyback — contestó Heines. 

—Y Edith y los muchachos? — preguntó Sirius. 

—En San Mungo como comentario — Heines le respondió — Según las leyes que se tienen sobre los Hombres Lobos, cualquier incidente de carácter criminal deben ser escoltados a Azkaban. 

—Tu mismo dijiste que Greyback atacó su hogar — se empezó a molestar a Sirius — ¿Por qué encerrar a Remus si él estaba defendiendo a su familia? 

—Debemos saber quién asesinó a Fenrir Greyback. 

Sirio bufó. 

—¿Quiere que lo escolte a Azkaban para ver al señor Lupin?

—No tiene que preguntarlo — contestó Sirius mordaz — Regreso en unos minutos. 

Sirius subió hacia su habitación y en el pasillo se topó con Cordelia. Su ahijada tenía todo el cabello sujeto cayendo sobre su espalda y parecía alerta. 

—Kreacher dijo que hay un Auror abajo — dijo Cordelia en voz baja — ¿Qué ha sucedido?

—Son cosas de adulto, Delia— Sirius no le dijo nada, no quería preocuparla

—Tengo quince, no soy una niña, papá. 

La miró a los ojos, esa expresión de seriedad la había visto pocas veces en el rostro de James, y no era buena señal. 

—Remus está en Azkaban — fue sincero — Y Edith y los chicos en San Mungo. 

Los ojos de Cordelia se abrieron de la impresión, su boca trató de articular palabras pero no dijo nada, solo soltó un par de balbuceos. 

— ¿Cómo pasó?

—Eso averiguare —colocó sus manos sobre los hombros de Cordelia —Quédate en casa. 

Ella ascendió con la cabeza y regresó a su cuarto. Sirius entró a su cuarto y rápidamente se cambió de ropa y se colocó una capa negra sobre sus hombros, escribió rápidamente una carta a Madame Augusta informando que debía ir a San Mungo. 

—Entrega esto a Madame Longbottom — le ordenó a Kreacher. 

Su elfo se acercó con la cabeza y desapareció. Sirius corrió hacia el recibidor junto a Heines para ir directo a Azkaban. 

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Augusta fue conducida por los pasillos de San Mungo hasta un cuarto. 

—El joven Dennis fue mordido por Greyback — explicó el medimago — Aún no sabemos si…

—Fue infectado de Licantropía? 

—La señora Luzardo no nos deja examinarlo — contestó el médico Jenkins — Ella parece tener el hombro izquierdo dislocado y un corte en la clavícula. 

— ¿Y los otros dos chicos? 

—Sin heridas. 

Augusta se acercó con la cabeza y Jenkins abrió la puerta del cuarto. Lo primero que vio a Augusta fue a Edith en una camisón celeste pero tenía muchas manchas de sangre, su largo y ondulado cabello negro estaba amarañado y con fragmentos de cristales enredados. 

Edith sostenía la mano de Dennis, el pobre niño estaba mortalmente pálido. Un fuerte y sangriento mordisco se visualizaba en su hombro. 

—Señora Luzardo — dijo Jenkins — Necesitamos revisar al niño….

—"¡Acérquensen a mi hijo o me los comeré vivos!"— gritó Edith temblando desde su lugar. 

Ella giró su cabeza y su expresión de absoluta furia desapareció cuando se dio cuenta de la presencia de Augusta.  

—Madame Longbottom…— susurró con la voz quebrada. Augusta vio el rostro de Edith, un moretón se estaba formando en su pómulo derecho y tenía el labio roto. Ella se llevó la mano a su rostro, había sangre seca en sus manos desnudas. 

—Edith, debes dejar que el médico examine a Dennis — habló con voz seria. Ella empezó a temblar — Tú también. 

—Se supone que nuestra casa está protegida por Runas — sollozó Edith — ¿Cómo Greyback rompió sus protecciones?

Edith empezó a respirar fuertemente, y antes de que Augusta o Jenkis pudieran decir algo, ella se desmayó cayendo de la silla en un golpe. 

Jenkins gritó por ayuda y dos enfermeras más entraron a la habitación. Augusta vio como ponían de pie a Edith y se llevaban fuera de la habitación. 

—Estará en la habitación de al lado por si la quiere ver — contestó Jenkins . —Ahí está la Dra. monteith

Una tercera enfermera entró con un cuenco con una especie de pasta de color plteado. El olor a díctamo llegó a la nariz de Augusta. 

—Sellaremos la mordedura — dijo Jenkins — Y a esperar que el niño no haya sido infectado. 

Augusta se acercó con la cabeza y vio al médico trabajar. El pobre niño gemía adolorido cuando empezaron a colocar el emplasto sobre la mordida. 

Cuando terminó, vertió una poción para dolor con delicadeza por la garganta de Dennis. Jenkis dijo que ahora solo debían esperar a que despierte, Augusta fue a la habitación de al lado. 

La Dra. Monteith dejó un último trapo manchado de sangre en un cuenco lleno de agua. 

—Madame Longbottom — inclinó su cabeza — Hemos curado a la señora Luzardo. Solo son cortes superficiales y no hay herida de hombre lobo por suerte. Le hemos dado una poción para el dolor, pero debemos mantenerla un par de días más para verificar que no haya peligro para el bebé. 

—¿Bebé? — arqueó una ceja Augusta. 

—¿No lo sabía? —preguntó la Dra. Monteith — La señora Luzardo está cerca de su tercer mes. Aún no sabemos qué tantos golpes recibieron en el ataque… por eso creemos que sería prudente tenerla bajo vigilancia médica, por el bebé. 

—Entiendo — Agusta con la cabeza Augusta. 

La Dra. Monteith salió de la habitación dejando sola a Augusta con Edith que dormía en la cama totalmente pálida. 

—Oh querida — Augusta se sentó en la silla a la derecha de Edith y tomó su mano — No te preocupes querida, escribe a Neville. René y Colin estarán en la residencia Longbottom mientras te recuperas. 

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Remus apretó los dientes mientras trataba de que los Dementores no lo atormentaran. 

—¡Se supone que la protegerías, Remus! —gritó Peter en la celda contigua. 

Peter en un principio quedó sorprendido de que Remus estuviera en Azkaban pero la llegada de Sirius hizo que la tensión aumentara luego de hablar de su sucedido. 

Remus no podía sacarse la imagen de Greyback mordiendo a Dennis o como arrojó a Edith contra la mesita de cristal que tenían en su sala de estar estando ella en su forma animaga. Sus manos ardían de la plata pura de la daga de su esposa. 

El sonido de la carne siendo apuñalada o el olor metálico de la sangre en las manos de Remus. 

Remus vio por el pasillo a Sirius regresar con Shacklebolt a su lado. 

—Te dejarán ir — dijo de inmediato Sirius. — Te van a interrogar por lo sucedido. 

—Y los chicos? —preguntó Remus. 

—¡¿Cómo está mi hijo?! — gritó Peter, él asomó su rostro por los barrotes — ¡Por favor Sirius! ¡Dime cómo está mi hijo!

—Madame Augusta envió a René y Colin a la residencia Longbottom — contestó Sirius — Delia está con ellos. 

—¿Y Edith? ¿Y Dennis?

—En San Mungo—respondió Sirius. Kingsley abrió la celda de Remus. Los están vigilando a los dos. 

—Greyback solo mordió a Dennis — contestó Remus — Y es casi Luna Llena. 

— Lo sé — palmeó sus hombros. Los tres empezaron a caminar por los pasillos de Azkaban — Por eso Snape ya está preparando el Matalobos por sí…

—Por si fue infectado. — terminó la frase Remus y Sirius asintiendo con la cabeza — ¿Y Edith?

—Supongo que este tipo de noticias se las debe dar de una manera más alegre — dijo Sirius — Está embarazada y los médicos quieren mantenerla en observación por el bebé. 

Remus se quedó quieto ante esas palabras. 

¿Edith embarazada?

—Debemos seguir, Remus — dijo Kingsley —Ya hay una reunión de juicio. 

Remus no dijo nada más, solo los siguió en silencio. 

Chapter Text

Algo que René aprendió desde siempre era que a su madre le gustaba tener todo limpio, incluso en los días que se sentía enferma, ella limpiaba superficialmente el pequeño departamento en donde vivieron los dos por muchos años. 

Así que recorrer la sala de la casa, con vidrios por todas partes, uno de sus sillones destruidos, sangre manchando el piso de madera y todo hecho un desastre era algo inimaginable para René. 

—Debemos limpiar — dijo buscando la escoba que su mamá usaba para barrer la sala. 

—Podemos pedir a nuestros elfos que vengan a limpiar — sugirió Cordelia — Tu deberías estar descansando en estos momentos. 

—Si, nos escapamos de casa a pesar de que mi abuela nos dio instrucciones de quedarnos allí por seguridad — comentó Neville colocando una mano sobre el hombro de René. 

—Cuando mi mamá regrese va a querer ver su casa impecable — negó con la cabeza mientras se dirigía al armario donde guardaba todo de la limpieza. 

Cordelia y Neville se quedaron con él, le pasó una escoba a Delia quien rápidamente se puso a recoger los fragmentos de la mesa de cristal. Él hizo una mueca al ver la mesita destruida, recordaba como él ganó esa mesa en un juego de bingo hace tres años. 

El sillón podría arreglarse, pero esa mesa de cristal era un peligro. 

Luego de recoger los vidrios y la parte del sillón, René llenó un balde con agua y varios de los productos de limpieza, a pesar de que las instrucciones decían que no debían mezclarse. Pero su madre pasaba por alto las instrucciones y los mezclaba según su gusto. 

Y era algo que él también hacía. 

—¡Las instrucciones dicen que no deben mezclarse! — le regañó Cordelia cuando él mezcló el desinfectante con el cloro. 

—Mamá siempre lo hace — no le dio importancia René mientras se colocaba los guantes de limpieza — Ahora los dos, siéntese en la escalera mientras limpio, no lo quiero a nadie caminado en mi piso. 

Cordelia torció la mirada pero se sentó con la gracia de una dama en el quinto escalón de las escaleras con Neville a su lado, los dos observando a René limpiar los pisos de madera, primero con la mezcla de productos químicos y una segunda vez con vinagre y agua. 

Luego de terminar, René se sentó en un escalón debajo de ellos mientras esperaban a que el piso se secará. 

—¿Ustedes creen que me lleven a Azkaban? — preguntó René en medio del silencio. 

—¿Por qué irías a Azkaban? — preguntó Neville. 

—Porque yo fui él que le cortó la garganta a Fenrir Greyback — contestó René viendo sus manos. 

El recuerdo de haber encerrado a Colin en el cuarto para bajar corriendo por las escaleras, Remus apenas había logrado apuñalar a Greyback un par de veces con la daga de plata antes de quemarse las manos. 

Algo había poseído a René cuando Greyback dirijo su atención a su mamá que se retorcía en los cristales en el piso, en un movimiento rápido deslizó la daga sobre el cuello de Greyback. 

Remus se culpó de la muerte de Greyback para protegerlo. 

—El señor Tonks es un buen abogado — dijo Cordelia con mucha confianza , luego miró a Neville — ¿Tendremos que ir a este juicio?

— No lo sé — negó Neville. 

Ninguno de los tres dijo nada, solo se quedaron mirando el piso. Luego de algunos minutos, Nymphadora entró por la Red Flu, René frunció un poco el ceño al ver como un poco de ceniza ensuciaba el implacable piso. 

—Traigo buenas noticias — sonrió Nymphadora limpiando con un hechizo la ceniza en el piso. 

—¿Remus está libre? — preguntó René de inmediato. 

—Si — asintió con la cabeza Nymphadora, luego vio a su alrededor — Vaya, si que está impecable. Bueno, vamos, iremos a la residencia de los Longbottom. Madame Augusta nos espera para el almuerzo. 

—¿Mi padrinos va a estar ahí? — preguntó Cordelia. 

—No, está en San Mungo junto a Remus — contestó Nymphadora — Vengan, demos ir a comer. 

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Narcissa ayudó a sentar a Edith en la cama. Ella hizo una mueca con su mano sobre su vientre. 

—Con cuidado querida — trato de ser cuidadosa, Narcissa colocó una almohada detrás de su espalda. 

—No quiero estar en reposo, Narcissa — se quejó Edith — Estos idiotas no me dejan estar junto a mi hijo. 

—Necesitas descansar — dijo Narcissa — Y Dennis está siendo cuidado por Sam. Va a estar bien. 

—No lo está. — negó con la cabeza — Mi niño fue mordido y mañana es Luna Llena. Es tan pequeño, y tan dulce, mi pobre niño. 

Narcissa la tomó de la mano para reconfortarla. 

—Él no estará solo — trató de ser positiva Narcissa — Severus tendrá las pociones Matalobos. Tendrá a Lupin…

Edith asintió con la cabeza y se recostó en la almohada acariciando su vientre. Narcissa estaba ligeramente celosa, luego de Draco había deseado otro bebé, pero simplemente no lo conseguía. 

—¿Y Lupin y tú estaban buscando un bebé? — preguntó Narcissa. 

—No, esto es una… inesperada sorpresa — sonrió Edith — Se supone que nunca tendría hijos propios según mi médico por una operación que tuve de adolescente, un quince por ciento eran mis posibilidades de tener un bebé. René fue un golpe de suerte, y ahora tuve suerte nuevamente. 

Narcissa sonrió justo cuando la puerta de la habitación se abrió. Remus Lupin caminó rápido hacia Edith y la rodeó con sus brazos inhalando el aroma del cabello de Edith. 

—Hola Cissy — saludó Sirius. 

—¿Y qué se dijo en el juicio? — preguntó Narcissa, Lupin y Edith susurraban entre ellos. 

—Unos pocos que querían a Remus dentro de Azkaban, pero Ted dio buenos argumentos — sonrió Sirius — ¿Y ella como esta?

—Quejándose de que la mantienen encadenada a esta cama — contestó Narcissa. 

Ella vio a la pareja, Remus colocó su mano sobre el vientre de Edith con una leve sonrisa. 

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Cordelia quería saber lo que pasó en el juicio de Remus así que invito al unico heredero que fue. 

—... Fudge quiera si o si enviar al profesor Lupin a Azkaban — dijo Blaise. 

Cordelia tomó la mano de su novio mientras escucha a Blaise. Esta charla incluyó a Eowyn que a pesar de no tener asientos en el Wizengamot también estuvo presente, incluyendo a Draco. 

—Mi abuelo estuvo diciendo que Fudge afirmaba que Lupin es un peligro — dijo Theo — Que hombre lobo o no, Lupin cometió un homicidio. 

“Yo fui el que le cortó el cuello a Greyback” la confesión de René quedó como un secreto entre Cordelia, Neville y René. 

—¡Pero fue en defensa propia! — protestó Cordelia. 

—Eso dijo Lord Black — contestó Blaise — Lord Malfoy dijo que esto se hubiera evitado si el Ministerio fuera eficiente en la captura de Greyback. Lord Gaunt dijo que el Ministerio sabía dónde se ocultaba pero nunca se dieron a la tarea de capturarlo. 

—Y ese sapo horroroso de color rosa logró que pusieran a Dennis en el registro de hombres lobos — dijo Eowyn — Y también se mencionó que Dennis debería ser expulsado de Hogwarts por motivos de seguridad. 

—¡Una perra! — chilló Cordelia, luego se tapó la boca al notar que la había insultado abiertamente. Sintió sus mejillas calentarse ante la mirada de su novio y amigos. 

—Oh por favor — dijo Blaise no tomándole importancia — Todos en esta habitación tenemos la misma opinión sobre Dolores Umbridge. 

—Esto es injusto para Dennis — protestó Cordelia. 

—Se está buscando una solución — dijo Eowyn — Regresamos a clase en tres días. 

Tres días. 

Cordelia tendría que consultar a su padre un plan para que Dennis regrese a Hogwarts.