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Chapter Text

Capítulo 01

Todo empezó en un día en el que menos se podría esperar una sorpresa, la verdad es que a veces le da pavor pensar que pudo haber pasado si no hubiera salido.

Puede oler la humedad de la tierra al contacto de las gotas de lluvia cayendo contra la tierra y el pavimento, él se adormece por el sonido de la lluvia cayendo por el techo y escucha el sonido ocasional pero lejano de los truenos junto a la luz de los relámpagos. Se encontró junto a su hermano humano en la sala, recuerdo el ruido de los cambios de páginas y el ocasional movimiento de sus orejas.

Recuerda estar en aquella alfombra peluda ya veces los sonidos se confundían con ese pequeño sonido realmente bajo, era un sonido tan bajo que las gotas que impactan los árboles de la arboleda son más fuertes. Su curiosidad por ese llamado de socorro es más grande que la culpa al dejar que su hermano se encargue de limpiarlo y bañarlo después, así que aprovechando la pequeña siesta de Wangji pasa a irse por la puerta que le colocaron no hace mucho.

Pasa por toda la arboleda hasta posarse en el árbol que está al frente de una casa deshabitada, alzando la cabeza puede vislumbrar una pequeña cosa peluda que no se puede aferrar bien a la rama del árbol. Imaginándose y luego corroborando la versión del otro implicado, las gotas de lluvia inundan sus ojos junto a que sus pequeñas garras no pueden prensarse al árbol mojado.

Lan Huan normalmente ayudaría en el momento exacto, pero como diría en el futuro para excusarse fue “es tan bonito que me gusta verlo llorar y refunfuñar” . Fue así como se ganó una mordida en el futuro por no ayudar en ese momento, pero ahora solo miraría a esa pequeña pelusa negra remojada, además no corre real peligro dado a que la rama de aquel árbol no es tan alta.

Sin embargo, para la pequeña pelusa negra era otro asunto, siendo que emite los maullidos de socorro para que su madre o padre lo ayudasen en aquel problema. El minino negro estaba en demasía de la molestia y el miedo, el solo estaba viendo los relámpagos con su madre y en algún momento llego a su padre para llevarse a su madre, dejándolo así sin nadie que lo acompañase. Por lo cual Jiang Cheng simplemente se tiró a una rama mucho más alta de la que se encontraba, todo relativamente bien hasta que no calculo bien la distancia y se está aferrando a la rama como si fuera su juguete preferido siendo arrebatado por ese chico de negro yrojo.

Como iba el asunto es que las gotas de lluvia eran muy grandes para sus ojos grises, parecía que está llorando y más importante aún, se está mojando toda la pelusa de su cuerpo, el solo quiere que mamá se acerque y le da calor, cariño y una buena bañada.

̶¿Te puedo ayudar?  ̶ dijo una voz tranquila

El pequeño felino intento ver hacia abajo por un costado, pero solo vislumbro un algodón blanco con patas y un punto negro de nariz, eso imagina que sería dado a que parece algo sucio, mojado y con un olor particular.

̶¿Eres un perro?  ̶ silbo el pequeño minino

Jiang Cheng ahora no solo tenía problemas para subir, ahora tenía que defenderse de la cosa marrón blanquecina, quizá si le araña o le muerde la nariz podría escapar. Después de todo su madre le enseño que debía atacar la nariz o los ojos de su contrincante o agresor.

̶Yo creo que si  ̶ respondió el contrario ladeando su cabeza  ̶ Al menos eso me dice el veterinario.

̶¡Yo digo que no!  ̶ expreso algo colérico el gatito  ̶ ¡Ahora aléjate si no quieres que te quite a mordiscos esa nariz!

El remojado algodón solo pudo observar a la bolita refunfuñante que intenta subir de la rama, sin duda puede ver la energía del cachorro.

̶Te ayudare, pero a cambio no me quites mi nariz.

̶Ya fueras

Con eso el perro procedió a explicar el plan sencillo a su vista y suicida para vista del gatito, consistía en que el pequeño se dejara caer de la rama y Lan Huan daría vueltas por el área para tratar de ser su colchón en la caída. Claro Jiang Cheng se negó debido a que podía caer en las fauces de ese perro remojado y el aun no quiere despedirse de su existencia, después de todo quien arañará y hará tropezar al chico de rojo y negro.

Pero también recuerda lo que dijo su amigable y esponjosa hermana, que era el que los perros también podían ser amigos dado a que ella misma tenia a dos de ellos como sus amigos, o mejor dicho ella era la niñera de dos de ellos. Además, ese algodón marrón sucio no parecía malvado, así que intento dar un salto de fe y se dejó caer para que lo atrapase.

El samoyedo al no ver reacción del pequeño gato intento buscar otra solución para poder bajarlo de ahí, pero de la nada vio como el gatito se soltó de la rama y el inmediatamente paso a dar vueltas para amortiguar dicha caída para el minino. Sin duda era impredecible aquel felino o simplemente no le gusta recibir ayuda, más aún fue el hecho de que el pequeño cuerpo impacto con el suyo para rebotar e independiente del dicho de los gatos caen de pie, puede ver como ese minino está en el suelo tirado de costado y solo mirándolo con esos ojos grandes como sorprendidos al igual que los suyos propios.

̶¿Tas bi…

̶¿Cómo qué no caigo de pie?  ̶ vocifero el pequeño  ̶ ¡Se supone debía caer como madre!

Lan Huan no entendía la diatriba del pequeño por no poder caer de pie, pero se podía ver como el pequeño seguía silbando o encrespándose aún mojado por no caer como se corresponde a su especie. No le ve nada de malo realmente, después de todo conoce a un pastor alemán que dejo escapar a una tortuga siendo que se supone una raza de buenos vigilantes.

̶Entonces si no soy un gato  ̶̶̶ pronuncio el pequeñín  ̶ ¿Y si le digo a madre que me meta en arroz?

̶No creo que…

̶¡¿Tú?!  ̶ el menor le dirigió una mirada amenazadora  ̶ ¡Todo es culpa tuya!

El pequeño Jiang Cheng trata de ver con la mirada más matadora que esta aprendiendo por parte de su madre, Lan Huan solo atina a temblar por el frío que es tomado como victoria por parte del contrario.

Ambos se quedan conversando algunas cosas, o mejor dicho Jiang Cheng le despotrica el hecho de no caer como dicta su especie y Lan Huan aduras penas puede terminar algunas oraciones para aportar. Todo normal siendo sus voces, las gotas de lluvia impactando alguna superficie junto al trueno y la ocasional iluminación de relámpago, normal hasta que de repente se encuentra de costado al suelo.

̶Muevete y te arranco el ojo  ̶ sisea una voz algo amenazadora.

Y efectivamente puede vislumbrar un gato negro cuya pata está cerca de su ojo, pero también un peso algo más pesado sobre su estómago. Imagina es otro gato

-No sea inoportuno  ̶ una voz apacible junto a una presión aún más fuerte en su estómago  ̶ O dejare a mi señora cumpliendo la advertencia.

Ciertamente se siente algo asustado como preocupado, la gata fácilmente podría competir con su amigo Jin Guangyao o el tío Qiren cuando mordió su pantufla al ser pequeño.

̶A-Cheng vamonos ̶ dice aquella felina oscura.

El pequeño Jiang Cheng se queda algo pasmado erizando su pelaje lo más que pudo dado a que un momento estaba hablando efusivamente y sin notar la presencia u olor de sus padres. Sin duda no se siente un gato, ha traído vergüenza a su linaje felino, no puede creer que ni su nariz a pudo ayudar.

Jiang Cheng a su corta edad piensa que sus poderes felinos no son propicios en tiempos de lluvia por más que no le afectan o desagraden el agua. Luego descubriría que estaba chiquito y tenían que cuidarlo.

̶¿Xiao Cheng? ̶ pregunto el gato gris medio esponjoso por la lluvia.

̶ ¿Qué hacen? ̶ concurso el pequeñín

Lan Huan no entendió nada, pero su filtro cerebro lengua no estaban juntos por lo que decían cosas como ̶ ¡Nada me pasara porque tío Qiren me dio la bendición!

Los tres felinos no sabían cómo proceder o que reaccionar, ideas como las siguientes por parte de ellos iban desde.

“¿Se impacta fuerte contra el suelo que está dando incoherencias?” , por parte de Madam Yu

“¿Mi peso le está quitando aire?”, se dijo Jiang Fengmian.

“¿Se le bajo la presión? ¿Le traigo una coco-cola?” , se le preguntó a Jiang Cheng   

Lan Huan no sabía dónde colocar su cara dada a la fatal vergüenza y no podía identificar el ambiente que era de proteger al pequeño felino de su perruna presencia. Entonces se ve como Jiang Cheng se acerca a su rostro para quitar la pata de la gata y proceder a ronronear. Dios mío el pequeño gatito está ronroneando como una pequeña locomotora compacta, Lan Huan es débil de corazón para estas cosas.

̶Madre, el chucho no hizo nada.

̶¿Es así? ̶ largas miradas por parte de ambos gatos negros ̶ ¡Hum! Si es así, ni modo.

De repente el canino blanco ya no tiene la amenaza negra y la presión en su estómago, pausadamente se encuentra levantándose en sus cuatro patas para poder observar a la familia de tres. Y vaya sorpresa.

̶Que fotogénicos.

̶¿Disculpar? ̶ pregunto el gato gris con pelaje abundante.

̶Que se ve el pedigrí y linaje, sin duda.

̶¿Me acaba de llamar…

̶Mi señora, no lo dice de esa manera…

Y fue así como Lan Huan conoció sus futuros sueños, con Madam Yu mordiendo su pata delantera, Jiang Fengmian tratando de quitar a su señora y Jiang Cheng ronroneando y mordisqueando de vez en cuando en la otra pata delantera no mordida. Sin duda buenos recuerdos para contarle a sus amigos y el hecho de que compartieron un evento familiar, aunque faltaba una integrante, pero cuya primera presentación también estuvo a la altura de recordar.

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Lan Huan se encuentra actualmente cojeando de una pata a veces y con un Lan Wangji guiándolo cuidadosamente para visitar a los nuevos vecinos del barrio. Se han mudado hace unos tres días y aunque generalmente uno brindaría hospitalidad al primer día, se debe decir que ambos estaban ocupados, es decir con él no caminando mucho por las lesiones en su pata por cortesía de aquella pantera negra en miniatura y el pequeño algodón negro que se disponía a ronronear y clavar sus pequeños dientecitos.

Se percata que el lugar al cual se mudaron los nuevos vecinos es la casa vacía en donde se encontró a la familia de gatos. Vaya coincidencia, si se acerca un poco más, puede oler el aroma de aquellos felinos, siendo el más fuerte el aroma de cachorro del pequeño minino.

Cuando se acercan a dicha viviendo hay algo que le hace mover su cola con alegría, el olor inconfundible del que acaba de pensar junto a otros conocidos que reconoce y otro que parece familiar pero realmente no saca. Sin duda su cuerpo empieza a reaccionar de emoción, podría explicarse y ver a dicho pequeño nuevamente.

Lan Wangji ajeno al pensamiento del canino se dispone a tocar la puerta con correa y regalo en mano. Puede escuchar el timbre algo escandaloso para su gusto y pisadas fuertes, se imagina una manada de elefantes, pero no es algo que diga abiertamente siendo a que cumple la labor de su tío que por alguna razón se negó a acompañarlo.

La puerta es abierta bruscamente y se topa de lleno con la figura de un hombre casi de su estatura con vestimentas de negro y rojo, su sonrisa es algo coqueta sino fuera que dicho desconocido al bajar la vista su cara se encuentra con un cambio algo dramático de bronceado a papel amarillo verdoso. Lo siguiente que registra es que le cerraron la puerta nuevamente, la manada de elefantes regresando al interior y un chillido no tan varonil.

El humano le da un vistazo a su compañero cuadrúpedo y viceversa, no entendiendo la situación se recompone de la conmoción y se dispone a tocar nuevamente la puerta, cuando es abiertamente no tan abruptamente por la figura de una mujer algo más baja pero cuyos ojos pertenecen al primer chico que lo recibió.

̶ ¿Sí? Buenos días  ̶ habla jocosamente  ̶¿Puedo ayudarlo?

Lan Wanji hubiera podido responder aquella simple respuesta sino fuera que Lan Huan metió su hocico para ver la puerta, sorprendido por este acto se suma a que la cola de su perro se mueve eufóricamente y sin control.

̶ Me disculpo  ̶ con las orejas quemándole jala la correa de su mascota  ̶ No suele hacer eso.

̶ Jejeje

La mujer de la puerta solo pasa a reírse despacio, pero de alguna manera logra ser algo escandalosa. Intentando jalar la correa de la puerta, puede ver a los pies de la fémina unas pelusas de color negro y plomo.

La señora de la casa dirige la mirada a donde la poso el joven, se encuentra con su pequeño Cheng y la joven Yanli, flanqueándola en ambos lados. Ve como la nube con correa mueva su cola furiosamente al olfatear en dirección de la mini panterita y esta pasa de esponjoso a pelaje normal en tiempo récord.

̶ ¿A-Cheng?  ̶ ladro el blanco.

̶ ¡El descaro!  ̶ bufo el otro.

El pequeño felino se encuentra conmocionado por encontrar al canino de esta casa, se supone no se encontrarían nunca en su vida, aunque sabía que vivía por los alrededores.

̶ ¡Vaya!

La señora del hogar pudo ver como la nube blanca procede a ladrar suavemente y la pequeña bolita negra a maullar en respuesta, le daba curiosidad como correspondía esa pequeña conversación de especies diferentes.

Viendo que quizá tendrían una conversación algo larga decide hacer lo correcto.

̶ ¿Joven, gusta pasar?

El susodicho sigue a la señora mientras que la gata gris avisa al perro. ̶ Pase por aquí, señor.

Lan Huan se percató de la otra felina y se sintió algo avergonzado por no darles los modales correspondientes del buen saludo. El peliblanco le da una mirada de congoja procediendo a saludarla y seguirla hacia adentro. La pelusa plomiza solo le responde con amabilidad y que no debe preocuparse de las formalidades.

Llegan a la gran sala en donde se encontraban la dama y el joven. La felina los acerca un poco mirando a las puertas corredizas que dan al patio.

̶ Veo que conoces a mi A-Cheng  ̶ dijo la jovencita de pelos plomos y largos.

Lan Huan para sus oídos captando la pregunta  ̶ Claro, hace unos días.

Yanli muestra sus ojos abiertos ante la respuesta, mientras Jiang Cheng esta entre las patas delanteras de su hermana.

̶ Vaya, no lo sabía.

El samoyedo ve como el pequeñín resopla, pero es bañado en un lado de la cara y el cuello por la paciente Yanli que le importa los resoplidos.

̶ Jiejie, aquí no.

Y ciertamente Lan Huan puede entender la vergüenza de los cuidados frente a otros, recuerda como Wangji lo había abrigado demasiado cuando fueron de viaje a las montañas. Abrigado pudo estar, pero las risas y mordiscos en el gorrito por parte de Mingjue nadie lo dejara olvidar.

̶ ¿Puedo decir que fue casi al llegar aquí?

El canino no podía entender realmente a que tiempo fue, solo recordar que fue hace exactamente tres días por los constantes mansajes a su pata herida. Por lo cual la duda le asalta de si el encuentro con la familia de felinos realmente fue tan intrascendente o que la familia suele enfrentarse con otras especies por lo cual se han olvidado de su encuentro. Aunque eso lo pone aún mas inseguro al pensar que fue tan olvidable.

̶ Le dije a jiejie sobre el chucho…

̶ Palabra  ̶ amonesto su mayor.

Huan estaba encantado en cómo iba la dinámica familiar, la joven Yanli estaba pasando su rasposa lengua por todo el vientre de su hermano pequeño y dando lo que parecía ser unos pequeños mordiscos, mientras que este solo se dejaba o se aferraba como una garra al hocico de su hermana en los momentos de mordidas. Recuerda ver los baños de hermanos en solo dos pares de hermanos como los Nie y los Wen.

̶ ¿Entonces los conoció la misma noche que llegaron? 

̶ Um, los conocí de noche. De hecho  ̶ contesto el blanco del grupo.

Yanli estaba craneando la información recibida, ella recuerda que su suavecito hermano le comento sobre un blando individuo, aunque este era acompañado de objetivos como “remojado” y “sucio”. También recuerda la cola furiosa de su madre latiguear mientras murmuraba sobre “un individuo puerco sin educación” y su padre al lado acicalándola aun cuando se llevaba uno de los latigueos a su cara.

Supone que todos estos objetivos se refieren al joven canino frente a ella, lo ve amistoso para acarrear comentarios algo malos por parte de su madre. Su padre solo se mostraba algo divertido por la situación dado a que su madre se siente irritada siendo padre la calma con baños y mimos, A-Cheng no paro de hablar como se la vera cuando se vean nuevamente para mostrar sus nuevas habilidades. Dichas habilidades consisten en caer de pie a distancias no tan altas y hacer tropezar al querido A-Xian.

̶ ¿Vive cerca?  ̶ pregunto Yanli.

̶ A unas cuantas casas de aquí  ̶ respondió el gentil Huan

̶ Vete de nuestro vecindario, por favor.  ̶ comento el pequeño Cheng.

̶ ¡¡A-Cheng!!  ̶ expreso la linda Yanli.

Lan Wangji se preguntaba que tanto ladraba o sonidos emitía hacia los felinos, solo podía ver que la gata grande le mordía el vientre o la oreja del pequeño gatito por alguna razón. A Cangse Sanren no le preocupaba los gatitos/nietos de su hijo, sino el perro que parecía con una sonrisa eterna y a veces alzaba su patita como para querer interrumpir o los gemiditos cada que A-Li hacia chillar al pequeño A-Cheng.

̶ ¡Pero si dije “por favor”!  ̶ chillo el pequeño gatito.

̶ Eso no se dice, A-Cheng  ̶ siguió mordisqueando la gata mayor.

̶ Señorita Jiang, no es necesario.

̶ Ya lo dijo  ̶ espeto el minino.  ̶ ¡Ayuda mi pancita!

Lan Huan sabía que la joven felina no agrediría a su tierno hermano, pero las lágrimas y ojos entrecerrados le ponían a querer robar al pequeño michi para resguardarlo en su cama. También podía ver como sus orejitas se caían o se colocaban atrás con su cola esponjada mostrando su descontento.

̶ Vaya, hay invitados.

Cinco pares de ojos se fijaron en el nuevo integrante que acababa de pasar a la sala sin que se dieran cuenta. El señor, por el anillo según Wangji, era parecido al joven que le abrió la puerta, pero más alto y robusto. La señora paso acercarse al nuevo personaje para dedicarle una gran sonrisa.

̶ Llegaste, pensé que sería más tarde.  ̶ pronuncio la señora del hogar.

̶ Ciertamente tuve que ver si estaban bien.  ̶ contesto el otro.  ̶  ¿Dónde está A-Ying?

̶ Sí  ̶ le secundo una voz  ̶ ¿Dónde está ese gremlim?

Y solo tres pares de ojos no humanos siguieron a la voz o bueno solo dos, dado a que la pequeña pelusa negra se estaba trepando por las piernas del señor al querer recibir los mimos de este.

̶ ¿Quiénes son nuestros invitados?

Lan Huan vio a dos figuras salir detrás del señor y vaya que fueron conocidos para el canido.

̶ ¡¿Qué hace este fulano lanoso aquí?!

Silencio completo, Yanli se quedó sorprendida por la fuerte/escandalosa voz que salió de su madre, Huan solo tenía en mente “Si no me muevo no me vera” en letras grandes y chillonas, mientras que el gatito de la casa ronroneaba fuerte como dependiendo su vida.

̶ Joven Lan, ha pasado un tiempo.

La casi estatua lanosa puede respirar con tranquilidad al poder conversar con el más tranquilo de la banda felina que conoce de momento.

El can blanco hubiese respondido con tranquilidad sino fuera la señora gatuna que procedió con su descarga verbal.

̶ ¿Así que quieres morir?

̶ Señora Yu yo si quiero llegar a Navidad.

El samoyedo pensó si su filtro cerebro a boca servía contra los gatos, recuerda no hablar así con su hermano de otra camada o con Wangji, pero están los Jiang y ya soltó sandeces en un par de interacciones en toda su vida canina.

La dulce risa salida de Jiang Yanli los deja girando a todos en su dirección.

̶ ¿Xichen, verdad?  ̶ el nombrado asintió. ̶ ¿Te gustaría pasar unas pruebas?

El joven canino Lan solo tenia la palabra “pruebas” chocando en toda su cavidad craneal y con letras neón muy fuerte, casi que llegaba a escuchar un soundtrack de una película que no recuerda muy bien.

Madam Yu solo podía sentirse satisfecha con las susodichas pruebas que podría darle su primogénita así que no pudo notar que su pareja solo pasaba a lamer su cuello y morder sus orejas o como su hijo era sobeteado por el señor de la casa mientras ronroneaba con la fuerza de una locomotora. Peor aún el saber que el hijo del matrimonio se encerró en su cuarto hasta nuevo aviso por dicho invitado de blanco.