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Cuerdas - Luckity

Summary:

Tras ir por el infame libro apodado por la misma sociedad como "Cuerdas"
Quackity inicia una nueva vida en karmaland sin ser consciente que
Desencadenó una serie de sucesos a futuro por el mismo libro

Chapter 1: Biblioteca

Chapter Text

Los ratones de la biblioteca hacían eco con esos pequeños dientes que mordian de lado a lado las paginas desgastadas y amarillentas de los libros polvorientos, apenas podía respirar con tanto polvo.

Siempre habia sido alérgico a varias cosas en su vida el polvo era una de ellas, lo odiaba en realidad odiaba varias cosas como las bibliotecas y ese era el problema, estaba en una biblioteca, buscando uno de los libros más codiciados por todo el mundo.

El maravilloso libro de las cuerdas apodado por la sociedad actual.

Su contenido era secreto en realidad nadie sabia si existían, las malas lenguas decían que el infierno estaba en este libro, que podías abrir portales a el cielo o al infierno, a cualquier lado que te daría el poder de la inmortalidad de la transportación sin utilizar las enderpels o que podrías ser invisible que te daría el poder absoluto.

Otras malas lenguas decían que este libro estuvo involucrado de la desaparición de tecnoblade y que vino a cobrar venganza desde el infierno por robarle una pequeña parte de poder.

La curiosidad había empezado un día que el sol desaparecido del cielo y las estrellas lo remplazaban con una noche estrellada.

Una copa se encontraba en su mano llena de vino con uno de los rojos mas puros que había visto en su vida, la copa se movía en círculos en su mano la otra mano estaba en su mejilla, el codo recargado en el barandal de la oficina de jschlatt.

Las votaciones fueron un éxito hace unos días, el era el vicepresidente de L'Manberg conocido ahora como Manberg el nombre no le apetecía, pero era un comienzo, un cambio que se habia hecho para que este fuera gobernado por Jschlatt y el.

- ¿Y ahora que haremos? - Pregunto con voz curiosa o solamente aburrida mirando como la constelacion de regulos tomaba lugar en el cielo.

- Un cambio - Dijo una voz seca por el vino o tequila que tomaba el hibrido a sus espaldas - ¿Otro? - Pregunto con ironía El del gorro.

- Nunca son suficientes Alex -

- Me refiero que hacemos cambio tras cambio, y no veo diferencia ni siquiera tomas mi opinión en cuenta Jschlatt, eso es a lo que me refiero - Dijo el con su típico tono de enfado que Jschlatt ya se había acostumbrado.

La cosa estuvo algo tensa entre ambos desde que los dos despertaban en la cama del otro cada fin de semana, olvidando qué pasó el día anterior y olvidando que cuando se paraban de la cama prometiendo que ya no volvería a pasar, pasaba una y otra vez.

Queriendo olvidar lo que sentían el uno por el otro sin tener mucho éxito, era tóxico y ambos lo sabían y ese era el problema les encantaba .

- No me gusta ese tono Quackity -

- No es que me importe lo que te gusta o no, no intento ser de tu agrado si no te has dado cuenta - Dijo Alex con voz pequeña en las ultimas seis palabras.

Sintio una manos agarrando y estrujando su cuello apretándolo dejándolo sin aire, intento rasguñar la cara de Jschlatt para alejarlo. Lo estrangulaba con tanta fuerza que en un momento a otro estaba en el suelo hincado tosiendo, sus pulmones le ardían.

- !Que mierda te pasa¡ - Dijo interrumpiendo las palabras que pronuncio con tosidos

-Te dije que no me gustaba ese tono, no seas dramático ponte de pie pareces débil.

Sus pulmones se tranquilizaron podía respirar con regularidad pero sabia que las manos de Jschlatt dejarían una marca, como las demás que se borran al tiempo pero dejan el sentimiento de impotencia a flote.

Jschlatt siempre fue así de agresivo nunca cambio, siempre se desquitaba con las paredes y los vasos rotos de cristal, las ventanas, los jarrones, El propio Quackity.

Había muchas veces cuando Jschlatt no estaba ebrio era divertido, es por eso que me intereso en primer lugar, su seguridad no se veía a diario en una persona. Tenia sangre de líder.

Cuando me despertaba por las mañanas después de follar en la noche el estaba de espaldas indiferente.

Otras veces agarraba mi mano y se la acercaba en la cara para esparcir pequeños besos por todo el brazo, dejando salir unas cuantas carcajadas.

Pero en ese momento no era así, en ese momento se tenia que levantar sacudirse el vino tirado por su copa rojiza, pareciendo sangre derramada en su traje azul pararse alado de Jschlatt y no volver a parecer débil enfrente de El.

- Voy a tener todo el poder posible en la palma de mi mano Quackity - dijo Jschlatt, Alex lo miraba confundido no estaba acostumbrado a tal forma de seguridad de Jschalatt.

Lo decía como si realmente fuera posible pero en ese momento todo mundo sabia que dream o Technoblade le vencían fácilmente con un pardee espadas y unos bloques.

- El libro de cuerdas - Dijo el hibrido, Alex no se resistió en sacar unas cuantas carcajadas al aire, era ridiculo solo era una leyenda ese libro.
Como el libro para revivir personas una fantasía, eran historias para sacar a las personas de la amarga realidad.

- ¿Y como planeas hacer eso? Es solo un cuento -

- No lo es, esta en una cueva dejado por los dioses, cuando nos abandonaron cariño - dijo Jschalatt, le parecía irónico como le llamaba cariño después de dejarles marcas en el cuello por estrangulamiento.

- De donde sacaste esa información, Cariño - Mencione con evidente sarcasmo.

- Cuando fui a explorar solo, encontré unos grabados en una torre tallada en piedra..tuve que hacer un intercambio muy grande para obtener la traducción Quackity, así que si le mencionas esto a alguien realmente te pasará algo muy malo ni siquiera nuestra cercanía te ayudara si es que me traicionas - Jschalatt termino.

Una pequeña sonrisa de lado se incrustó en el rostro de Quackity. Solamente Jschlatt lo podía poner de ese modo.

Se abalanzó a sus brazos haciendo que la copa de vino cayera del balcón donde se veía todo Manberg, las manos de Jschlatt bajaron a su cinturas atrayéndolo pegándose mas al cuerpo de el profundizándole el beso.

Fue una noche larga.

 

Le hubiera gustado burlarse de Jschlatt en su cara de como es que no tenía razón, de como es que el libro estaba en una biblioteca abandonada.

Cientos de libros polvorientos madera carcomida por los mismos insecto, el polvo abundante quemándole de adentro.

Pero Jschlatt estaba muerto, el mismo lo comprobó comiendo su propio corazón en su funeral, burlándose y bailando en su tumba.

El libro de cuerdas estaba desprotegido en una estantería con mas libros sin nombre.

Lo identificaba fácilmente por su cubierta roja que en tantos cuentos se describía como brillante y el rojo mas puro que podría haber en el mundo, el titulo no lo identificaba estaba tallado con dorado posiblemente un oro liquido usado como tinta.

Pasando sus dedos por las paginas destellantes, eran hechizos, rituales, portales, poderes, poder.

Soltó un suspiro había estado meses buscándolo para intentar hallar una forma de curar a Charlie.

Pero ahora quería poder, estaba en sus manos, no las de Jschlatt, no las de Tecnoblade, no las de Tommy, no las de Wilbur, no las de Dream, No, estaba en las suyas.

No entendía el idioma, no creía que alguien lo entendiera al pasar se guiaba por los dibujos ilustrados por dorado vivo, había uno en particular que le llamo la atención, era uno de un portal con patrones desconocidos.

Paso sus dedos por el dibujo ilustrado, abajo de la imagen había lo que parecían letras la imagen empezó a brillar, lo hubiera dejado ciego completamente si no es que aparto el libro inmediatamente.

Todo era blanco su cuerpo le hormigueaba, perdió la consciencia segundos después.

La biblioteca de un momento a otro se volvió blanca con un brillo inimaginable.

De un momento a otro oscureció como si nada hubiera pasado, como si todo volviera a la normalidad pero no era así.

Un cuerpo y un libro con cubierta roja desaparecieron.

Chapter 2: Tabú

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El aire rociaba su rostro dormido, estaba perdido, donde mierda estaba no recordaba nada.

Su ultimo recuerdo era su temporal despedida de Charlie, no. Era un hongo gigante, o las estrellas iluminando su camino de noche por el desierto.

Una ráfaga de recuerdos de su pasado vinieron por El y se lo llevaron al inicio, Tommy, Karl, Wilbur, Dream, George, Jschlatt.

Sus ojos se abrieron poco a poco, reflejando un lugar asquerosamente blanco, una mancha de sangre pecaría con las paredes asfixiante mente blancas.

- No tardaste mucho en despertar, Quackity de las nevadas - Una voz lo despertó enseguida.

levantándose con mas fuerza de la necesaria, su mano se dirigió al bolsillo de su pantalón por la navaja que tenia guardada. Regalo de Sam, pero no estaba.

Al abrir los ojos completamente se dio cuenta de que realmente el blanco no quedaba mucho el con viejo que estaba enfrente de El.

Su barba era extremadamente larga y su cabello blanco le hace parecer calvo, pero estaba desarmado podría ser un blanco muy fácil, derribarlo y salir de aquí parecía lo más obvio.

- Donde mierda estoy - Frunció el ceño - Cuidado un paso en falso y no dudare en matarte - Dije con la voz más desconfiada que pudo salir de mi garganta.

- No tengo la necesidad de hacerte daño, estas en uno de los lugares mas seguros del plano existencial - Dijo el anciano decrépito, con una voz extremadamente tranquila como si realmente creyera que exista un lugar seguro en todo el mundo. Quería reírse en su cara y decirle que no sea estupido.

- Me invocaste, encontraste el legendario libro de cuerdas, con que motivo fue - Menciono el anciano.

- Yo, no te intente invocar no se de que hablas, no tengo ni la más mínima idea que es el libro de cuerdas - Mintió.

En lo que menos se quería meter en este momento de su miserable vida era en un problema con un tipo de ángel, demonio, hibrido o como mierda sea ese puto anciano.

- No es bueno mentir a un dios Alex -

- Los dioses no existen, nos abandonaron es este puto mundo de mierda - Dijo con la voz mas personal que podría hacer.

El no creía en nada de eso, si realmente existían ese tipo de dioses entonces ¿Por que la esperanza lo abandono hace mucho?

El anciano soltó una pequeña carcajada. Me miro de pies a cabeza como si me pudiera ver a travez de mi, a lo mejor lo hacia. Esperaba que no pudiera no quería que nadie vea a travez de mi mascara rota.

Una ráfaga de recuerdos lo inundaron su llegada a L'Manberg, su rechazo en la entrada, su campaña electoral, George, la guerra, la política, los muros, los abusos físicos, su hipocresía, su cicatriz.

Le costaba respirar no quería mirar. Había evitado sus recuerdos por meses no queria volver a su época de felicidad no quería volver a las tardes con Wilbur, a sus mañanas con Sapnap sabia que si revivía sus recuerdos se sentiría como una mierda. Como un peón en un juego de ajedrez.

No quería recordar su soledad y lo vació que estaba.

Caí de rodillas, su cabeza le daba vueltas - ¿Que hiciste?- Pregunte con dificultas, intentando pararse, no podía era como si sus piernas fueran rocas enormes.

- Ví suficiente en tu mente, y se que no me invocaste con intención de cambiar de vida o iniciar una nueva - Respondió el anciano.

Quackity levanto la mirada. Si había pensado en comenzar de nuevo en mandar a la mierda el casino eh irse lejos de las Nevadas. Solo, igual no haría ninguna diferencia.

Pero Charlie le detenía.

Lo pensó unos segundos si realmente tendría la oportunidad de dejar todo atrás lo haría, sin dudarlo, pero sabia que un nuevo lugar significarían nuevas personas, nuevas personas que preguntarían por su cicatriz, inicio o cualquier dato personal que no quisiera dar.

Ya había intentado iniciar de nuevo más de una vez.

- ¿Y si quisiera? - Pregunte levantando una ceja con interés, poniéndose de pie enfrente del viejo.

- Podrías, tienes el poder suficiente para mandarte a cualquier lugar del mundo, con personas que quisieran iniciar de cero al igual que tu - Volvió a responder a su pregunta

- ¿Que tendría que hacer? - Dijo con cierta desconfianza, algo que le enseñaron durante años era no confiar en nadie ni aunque el trato fuera realmente tentador para su persona.

- Tienes el libro de cuerdas junto contigo, no tiene que hacer absolutamente nada, solo estarías consiente que eso significaría dejar todo atrás -

Trago saliva, sabia lo que significaría dejar solo a Charlie, pero sabía que tenia que ser egoísta al menos una vez en su vida. Pero también sabia que ese dicho no aplicaba en El ya que El había sido egoísta muchas veces en su vida.

También sabia que Charlie se marcharía en algún momento. Como cualquier persona que conoció en su vida.

Lo alejaba lentamente hasta que la soledad se volvía hacer presente en el marco de su oficina con millones de diamantes pero ni una sola persona que lo quisiera de verdad.

- Hazlo, pero quiero una mascara -

De un momento a otro sintió una mascara en su cara cubriéndole la mitad, llevo una mano a su cicatriz, No estaba, no estaba su cicatriz, sentía la mascara fría como el acero.

Soltó un suspiro con alivio. Lo menos que quería es que personas vieran que tan roto estaba.

- Encontrarás a nuevas personas Alex, personas que al igual que tu encontraron el libro de las cuerdas en sus perspectivas realidad, pero dejaron todo atrás para empezar desde cero en un nuevo lugar llamado Karmaland, Cuida tu mascara por que si se te llega a romper volverá Quackity de las nevadas -

La información lo dejó pálido.

¿Realmente esto pasaría? ¿Realmente dejaría todo atrás? ¿Realmente existían realidades alternas?

No pudo pensar con claridad antes que unos patrones con destellos naranjas apareciera a sus pies, tragándolo por completo llevándole en un vacío enorme.

 

Escucho pajaros cantando.

Chapter 3: Cartel

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El reflejo del agua hacia ver un pequeño arcoíris en movimiento, era lindo agradable a la vista y si te concentrabas mucho en el agua reluciente te dabas cuenta como los peces de colores nadaban en círculos por medio de las pequeñas corrientes de agua en la cascada.

Rubius había salido por agua ala cascada cercana al pueblo encontrándose a Lolito de paso. Lo saludo levantando la cabeza ligeramente, el contrario respondió levantando el dedo del medio y con cara de fastidio pasando de largo, estaba claro que no había superado su derrota en damas chinas la noche anterior.

Algunos fines de semanas se encontraban en la casa de vegetta para hablar una que otra vez de como les iba en sus proyectos personales, pero aunque el objetivo era la convivencia sana.

Aunque de sana no tenia nada en absoluto normalmente terminaba con un pueblerino enojado por perder tantas veces en el monopolys o ajedrez. O cualquier otro juego en donde la competencia estaba presente, Aunque era algo infantil realmente lo tomábamos con humor.

Tomando varias cubetas de agua se re dirigió al pueblo observando en el camino el bosque y la naturaleza.

Si bien Rubius no hablaba mucho sobre lo que le gustaba personalmente, estaba seguro que la naturaleza estaba en la lista de temas favoritos para conversar con alguien, la luz del sol era radiante.

Al levantar la vista de los arboles verdes observo el castillo de Vegetta que normalmente se veía por casi todo el pueblo.

valla que Vegetta era egocéntrico al construir un castillo enorme para una sola persona, una pequeña sonrisa se le escapo en las comisuras de sus labios. Recordando como le intento ayudar en construir el establecimiento y termino en una pelea de asimetría en la cual el perdió.

Su sonrisa se desvaneció inmediatamente cuando tuvo un escenario en lo mas profundo de su mente, empezó a hiperventilarse había muchas bombas, explosiones, una voz familiar pero desconocida, flores, blanco.

Agarro su cabeza con sus dos manos, estaba pasando de nuevo dejo las cubetas de agua y corrió al pueblo tardando en el proceso no mas que unos minutos para llegar a este.

Al entrar al pueblo busco la iglesia con sus ojos y no tardo en correr y abrir la puerta de esta.

Todos estaban adentro de la iglesia, Rubius al recorrer las caras de ellos vio la preocupación colarse en sus rostro. Al parecer no había sido el único en sentir el regreso fugaz de algunos de sus recuerdos pasados aunque hubiera sido en pocos segundos.

Al mirar a todos expectantes en lo que podría pasar y tener un silencio de varios segundos, se adentró a la iglesia viendo como todos lo miraban menos staxx que estaba sentando mirando el suelo.

Al observar a todos a salvo su pulso empezó a disminuir, de lo alterado
no vio como una rama rayo su brazo viendo la marca roja de su piel.

Recuperando su aliento levantó su vista pareciéndole curioso como todos rodeaban un circulo en la iglesia.

- Ustedes también lo sintieron - Dijo con seguridad y observar como la mayoría asentía con la cabeza y algunos seguían seguramente aturdidos por alguna revelación de su mente.

- Estaba ordeñando y me noqueo - Dijo Fargan con hilo de voz - Pensé que no volvería pasar -

- Pensamos querrás decir - Aseguro Willy.

- Pues están estupidos por que yo si lo vi venir - Continuó Mangel, con rencor en su voz.

Creyó mejor no preguntar lo que pudo haber visto Mangel por motivo de su propia seguridad.

Vegetta seguía pensativo. Sin decir ninguna palabra todavía siendo esto raro de El ya que en estas situaciones el tomaba el control tranquilizando a la mayoría de nosotros eh intentar que pensemos con claridad pero esta vez parecía ser diferente. No parecía lo era.

La ultima vez qué pasó fue hace siete semanas cuando estaba apunto de subir la luna en el atardecer.

Todo karmaland se había alterado al encontrar unos manuscritos raros en un cofre del centro, sospecharon que pudo ser otro pueblerino pero rápidamente descartaron la idea al ver patrones hechos con tanta precisión que parecía inhumanos.

La primera vez fue cuando encontraron unos dos libros en un idioma in entendibles estuvieron semanas intentando descifrarlo y los únicos que pudieron acertar algunas palabras fueron Willy y Vegetta, Este ultimo por su gran conocimiento de la magia y sus conexiones en esta área.

Todos desbloqueaban recuerdos, o escenarios que ninguno recordaba, la mayoría prefería callar con lo que vio sabiendo que posiblemente podría ser falso.

Aunque esto era una posibilidad también podría no serlo, aterrorizando a todos con la solo idea de pensar como es que pudieron hacer algo así en esos escenario o como es que veían caras que no recordaban, o voces.

Una voz interrumpió sus pensamientos - Esta vez no fueron manuscritos ni libros, fue una persona, Doblas - dijo Vegetta logrando que todos lo voltearan a ver. Su voz parecía mortalmente seria, nada que ver con sus anteriores conversaciones.

La sola idea de pensar que no estaban solos y que algo o alguien los estaba acechando. Un ser mas grande posiblemente que podría tentar con la vida de una persona, hacia que todos se pusieran serios en el tema.

- ¿Donde esta? - Pregunto, con su voz mas seria que pudo salir de su garganta. Tener a una persona que no conocían era realmente preocupante para los ciudadanos de karmaland.

No sabían como podría ser esta persona un asesino, un posible psicopata, o algún ser que desconocían de su existencia. De tan solo pensarlo se le helaba la sangre.

Vegetta lo miro a los ojos, levantando la mano y haciendo una señal para que se acercara.

Avanzo y teniendo las miradas de todos presentes.

El circulo de personas se abrió y observo un chico de no mas que 20 años, sentado amarrado por las manos y piernas, tenia una mascara cubriéndole la mitad de su cara. Su mandíbula y sus labios delgados lo hacían parecer atractivo hasta cierto punto.

Su cabello negro contrastaba con lo que podía ver de su cara que parecía amigable. Parecía desconfiado de todos nosotros pero al mirarlo con claridad observaba su cara de preocupación.

- Es un niño - Dijo para si mismo.

- Lo es pero, no podemos confiar que pueda ser una bestia de otra tierra cambia formas - Dijo Alexby. Si bien parecía estupido e ingenuo no descarto la pequeña posibilidad.

- ¿A alguien le parece familiar el chico? - dijo Willy, pero todos negaron con la cabeza. Nadie en su vida había visto a ese chico con chaleco azul y gorro negro.

Luzu avanzo al frente, haciendo que todos den un paso hacia atrás. Agarro la barbilla del chico bruscamente, luciendo pensativo y procedió en quitarle la mordaza, que era solamente un nudo de trapos mal amarrados.

- Habla - Dijo secamente. Luzu mirando al chico enfrente que parecía que podría desmayarse en cualquier momento por su aparente debilidad.

- ¿Que quieres que diga excatamente? - Cuestióno el chico levantando una ceja.

- ¿Cual es tu nombre? ¿Sabes que lugar es este? ¿Como llegaste aquí?¿Eres de este universo? - Pregunto Vegetta con la última pregunta casi susurrando.

- Lo único que se es que me llamo Alex Quackity - Dijo algo desorientado Alex.

- Que es lo ultimo que recuerdas - Dijo Luzu recargándose en una hacha mientras hacía frente a Alex poniéndose cara a cara como si analizara cualquier movimiento de el menor.

- Yo no tengo ni la más mínima idea de donde estoy ni quien soy. Pero lo que si se es que si me sigues viendo de esa forma me vas a hacer un agujero en el craneo - Dijo el chico con una leve tono de enfado.

Luzu por lo contrario se alejo del chico, poniéndose alado de Fargan que parecía con mayor curiosidad. Mientras el chico barría con la mirada a todos los integrante con aires de superioridad.

- Tienes cara de virgen - dijo Mangel con un tono burlesco, el comentario aliviano el ambiente del momento haciendo sonreír a uno que otro miembro.

- ¿Y tu eres? - Pregunto Quackity devolviéndole el tono burlesco, le pareció divertido como el chico había callado a Mangel con una mirada de prepotencia y un comentario burlesco.

Al parecer no fue el único por que la mayoría de los que rodeaban a Mangel soltaron unas carcajadas haciendo mas familiar el ambiente que aquel sitio en el que había entrado.

- Mangel, diría que un gusto pero no lo es - Respondió Mangel con un poco de humor, el chico no tardo en devolvérsela.

- ¿Y crees que para mi si lo es? - Contraatacó Quackity.

Las cosas empezaron a calentarse entre Mangel y el chico, haciendo que Mangel sacar una navaja y se dirigiera al chico.

Vegetta interrumpió a Mangel tomándolo de la muñeca con un poco mas de fuera que la necesaria, tranquilizándolo con un "Hombre déjalo" haciendo razonar a Mangel soltando la navaja y dándose media vuelta a su sitio inicial.

Mangel no reaccionaba así del todo pero las personas nuevas lo podrían alterar .

- Es como nosotros, en el inicio me refiero, las primeras semanas tampoco recordábamos nada - Dijo Rubius mismo, haciendo que todos incluyendo Alex lo miraran, Vegetta le regalo una media sonrisa.

- Cierto yo aparecí después que ustedes y me paso justamente lo mismo - Confirmo Illojuan, y era cierto la primera vez que pareció el todos entramos en pánico amenazándolo con espadas y un pardee arcos.

- Pienso que lo llevemos a la prision y después hablemos que podemos hacer con El - finalizo Vegetta.

todos asintieron, observo como Staxx y Illojuan, cargaban al chico para dirigirlo a la prision, los demás salían de la iglesia o se quedaban sentados mirando las vitrinas coloridas.

Salió a tomar aire, el sol seguía reluciente, toda la situación lo pudo alterar un poco.

Escucho como los pájaros cantaban, cerrando los ojos haciendo salir un suspiro de alivio, al abrir los ojos diviso el cartel de bienvenida, le pareció irónico el cartel y como es que contradecía una bienvenida a karmaland realmente.

Unas mano se coló en su cintura haciendo girar, una sonrisa se asomo en su rostro dejando las manos en los hombros de Vegetta.

- ¿Que te pareció?- Pregunto Vegetta, Rubius solo levantó una ceja - El chico?- Pregunto, Vegetta solo asintió mientras observaba su rostro como siempre lo hacia.

- Inofensivo ¿Y a ti? -

- Inofensivo también - Vegetta lo siguió observando unos segundos hasta que, El se hizo un paso hacia atrás - Creó que deje unas cubetas de agua en el bosque - dijo acompañado con una sonrisa de culpabilidad.

Vegetta solo asintió dejando que rubius soltara sus manos de los hombres de vegetta diera una vuelta y se dirigiera al bosque.

Al camino del bosque se encontró con sus cubetas de agua tiradas en la tierra creando un tipo de lodo que hizo ensuciar sus cubetas recién lavadas.

rodó los ojos y se acerco a re juntarlas, sin duda visitaría al chico mas tarde, y esperaba que tuviera algunas respuestas.

Chapter 4: Algodon

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Lo único en su campo de visión era acero, convertidos en rejas, una cama con una cobija roja y una almohada blanca el algodón salía por los bordes y el pequeño cubículo de metal en una esquina de la celda.

No recordaba como había llegado a este pueblo, lo único que pudiera recordar en su mente vaga era su nombre, y cosas básicas de la vida.

La persona que le pudo haber hecho esto sabia realmente que borrar en su mente y que mantener, sabia que era bilingüe pero no sabia como consiguió serlo, sabia cual era su edad pero no su fecha de nacimiento, sabia cual era su nombre pero no su apellido sabia no era de ese lugar pero no sabia de donde era exacta a mente.

Sentía un hueco enorme en su mente como si pudiera alcanzar todos esos recuerdos que le harán faltantes pero se alejaban cada segundos haciendo más difícil esa tarea.

Sus muñecas le dolían por los amarres agresivos que recibió, haciendo que se tornaran de color rojizo y un leve tono morado.

Con los pocos minutos cuando lo interrogaban pudo analizar a la mayoría de la sala, el lider por su forma de mover, expresarse, mandar y saber como calmar a los demás era el de pantalones morados, a lo mejor mencionaron su nombre pero no presto mucha atención en eso.

Su mano derecha era el chico osos o el de la boina verde, el chico con traje de policía parecía que quería analizar cualquier movimiento de todo mundo.

No tenia en claro que papel cumplía cada quien en este pueblo.

Lo que si sabia es que en el momento en que me liberaran o en el que saldría por mano propia me alejaría de este lugar, aun asi le parecía curioso que no fuera el único que habían encontrado de la misma forma, a palabras del hombre con camisa blanca y celeste.

Pero algo tenia claro, que no era el único que quería respuestas y a la vista de todos el podría ser la respuesta mas clara a sus problemas de memoria.

No sabia si todos tenían conflictos de sus recuerdos pero podían ser lo mas seguro si El los tenía ellos también, esperaba realmente que no lo torturasen para obtener respuestas.

Lo mejor que se le ocurría en ese momento era no estar de pie recargando su frente a las rejas y acostarse en la cama.

Camino por la celda inspeccionando cuales podían ser sus puntos débiles si llegara a necesitar salir, al ver con detenimiento la cárcel pudo divisar que efectivamente una reja estaba zafada, al moverla un poco pequeños fragmentos de metal salió de el techo, era mejor dejar así las cosas y cuando tuviera más energías salir pero primero intentar conseguir respuestas a este paradero.

Decidió sentarse en la esquina de la cama poco al colchónada, tumbándose por completo recargando su espalda en el colchón con cubierto rojizo, sus brazos descansaron en los costados de su torso sus piernas por algun motivo se sentían muertas.

Al dirigir su mirada al techo y no tener algo mas interesante que ver en la celda o fuera de esta decidio cerrar los ojos y descansar, podia ser peligroso el no estar alerta pero sus ojos se sentía cansados con el resto de su cuerpo.

 

Sus ojos se abrieron de golpe al escuchar como alguien entro a la sala de la celda, logro sentarse en la cama con las piernas sobre ella.

Se llevo una mano a los ojos, sintió la mascara sobre estos asi que opto por parpadear varias veces.

Logro divisar a el chico con pantalones morados, que había interceptado cuando el maniaco que lo quería apuñalar.

Se levanto de inmediato y se acerco al chico afuera de las rejas intentando hacer su mirada desafiante sin seguramente tener mucho éxito.

El chico de pantalones lo miraba con con interés y diversión ala vez, al momento de intentar pensar un insulto que no fuera tan grotesco como para que lo agarren a golpes pero bien planeado, el chico solo abrió la celda  - Eres libre - La voz del chico de pantalones morados, lo saco de sus pensamiento dejándolo perplejo.

- Pero primero necesitamos que respondas unas preguntas, despues de el cuestionario tienes la libertad de irte o quedarte pero siendo vigilado claro hombre - Continuo el ojimorados

- ¿Es una decisión que tu tomaste o tu grupo tomo?- Pregunte con leve curiosidad

- Todos acordamos hace unas horas que haríamos contigo y llegamos a la conclusión mas humana posible, claro que algunos se opusieron - finalizo, el silencio era incomodo las vistas fijas incomodaban el ambiente.

- Me parece bien - Conteste, si bien no quería que me intimidaran el chico realmente parecía una maquina de guerra.

Aunque sus ojos eran amables no quería sentir ni la mas mínima confianza.

El chico lo guió a un cuarto oscuro a excepción que había una lámpara que iluminada realmente poco pero servia para identificar algo en la profunda oscuridad, emitía una luz amarilla anaranjada, colgada justamente en el centro de la mesa bastante básica.

Acompañada con una silla poco cómoda según su espalda al recargarse en ella al momento de sentarse.

Otros tres chicos entraron a la habitación, que parecía un interrogatorio - Bien empezamos - Pronuncio el chico morado con una voz tersa.

Sentía que este interrogatorio iba a durar horas.

Chapter 5: Cubetas

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Las hojas de otoño adornadas en el suelo pisadas por las personas pueblerinas que pasaban en los caminos concurridos de karmaland.

Habían pasado semanas, desde que Quackity se decidió quedar en Karmaland,  junto a unos patos que encontró en el lago mientras caminaba una madrugada.

La cubeta de peces destripados, le pesaban en sus adoloridas manos. Sabia que no estaba hecho para trabajar desde que Willy, le pidió la primera semana que reparara la barda de una familia pueblerina del pueblo.

Termino colgado del techo en cabeza abajo, mientras Fargan se reía a carcajadas. Pero bien que no fue el único en quedar mal, ya que Alexby intento ordeñar unas vacas y termino pisoteado por estas.

- ¿Necesitas una mano? - Pregunto una voz conocída desde su hombro izquierdo.

Giro la cabeza para mirar a illojuan con una sonrisa en su rostro. El solo asintió con la cabeza pasándole una de las cubetas de pescado destripado a illojuan quien la tomo con gusto.

- Mierda realmente es cansado hacer una casa me duelen los brazos, y seguro que un nervio se me estiro - Menciono el de mascara con voz lamentable.

Avanzo con Illojuan sobre el camino rocoso. Hacia la montaña donde estaba su intento de casa, que seguramente fallaría ya que no se le daba la construcción.

Si bien las personas en karmaland eran agradables, no todos les importaba lo que hacia o no hacia, al principio si lo mantenían vigilado a todas horas. Y eso le causaba dolor de cabeza e incomodidad.

Lo que si había aprendió era en no confiar en nadie lo había prendido a las malas. Terminando en una mina y con unos raspones y cortes en los brazos y torsos, por culpa de Rubius.

No se había quedado callado y se la había devuelto con dos minas mas.

Pensaba que el hibrido no pararía hasta que se vengara por las dos minas. Rubius era una persona confusa, le agradaba pero eso no significada que fuera confiable en lo absoluto.

Llegando al final de la montaña y bajando un camino verde hacia ver su Casa Blanca tamaño mediano.

La casa le parecía fea pero no era experto en decoraciones así que no se podía quejar realmente. Seguimos avanzan ando con una platica animada.

- Hombre pues te dije no sabría ponerle nombre a una vaca rosa, que se supone que le diría ¿Vacusa? - Dijo con Illojuan con una sonrisa. Haciendo que Quackity soltara unas carcajadas.

- No mames que nombre mas culero yo le pondría, "Rovacu" queda muchísimo mejor y con un sombrerito y un traje a juego se la pelan las demás vacas - Termino el mexicano, haciendo que el español soltara carcajadas y viceversa.

Llegaron a la puerta de su casa dejando las cubetas de pescado en la entrada - ¿Y estarás ocupado en este momento? - Pregunto el español con cierto tono de interés a Alex que en ese momento le estaba dando agua a sus hijos patos.

- No lo creo, ¿Por que lo dices? - Pregunto el mexicano distraído - Necesitas un favor no cabron?- Dijo divertido.

Eran ya dos favores esta semana a la tercera le tendría que invitar a los tacos de el pueblo, Hera un trato hecho por ambos en su segunda semana en karmaland.

- Necesito que le des estos pergaminos a Luzu - Dijo el español sacando el pergamino de su mochila.

- Ay no Cabron, ya son tres esta semana te amuelas pendejo no pienso ir hasta la casa de ese emo deprimente - Dijo, con desinterés el chico con gorra que estaba guardando los pescados en su congelador express,  que consistía en dos yeleras encimadas de forma vertical.

- Pero me la pelas por que el cargar a tus pescados hasta aquí contó como un favor, mutuo - Soltó una carcajada el español.

- Pero yo no sabia cabron - Grito Quackity desde su cocina lanzándole una lata de sopa en la frente a Illojuan, haciendo que se sobara la frente mientras hacia un puchero bastante gracioso.

- Es mutuo - Puntualizó Illojuan - Bueno, si me permites cabron Mangel me habla, llévaselo a Luzu y yo hago el aseo de la iglesia de mañana por ti - Dijo el Español.

El aseo de la iglesia lo convenció al instante.

Hace dos días en la noche estuvo involucrado en una guerra de comida junto a Willy.

Mientras Vegetta gritaba "ilegalisimo" y nos perseguía a Quackity y a Willy junto a Lolito por la iglesia.

Alexby gritando que no mancharan sus preciadas paredes de carne a medio cocer. De castigo Vegetta nos hizo turnarnos para limpiar la iglesia una vez por semana y mañana era su turno.

- Trató - Dijo el Mexicano, no escucho una respuesta así que al voltear se dio cuenta que Illojuan ya se había ido.

Que imbecil imagino que solo lo había buscado para hacer que llevara los pergaminos.

Suspiro y dejo la lata de sopa en la isla de la cocina, agarro su mochila y los pergaminos.

No entendió que decían los pergaminos apenas podía distinguir los patrones. Opto por no cuestionar y salió de su casa camino a la de el emo deprimente.

Después de avanzar con el tritón hasta la casa de luzu, llego y observo como su entrada era realmente tétrica, no le molestaba lo que sus ojos veían pero no era su estilo de decoración en lo absoluto, el prefería un fondo mas lujoso o algo rústico.

Prefirio sacudir su cabeza alejando sus pensamiento y avanzar hacia la puerta e tocarla.

Recibió de respuesta un grito que decía que avanzara, así que solamente abrió la puerta encontrándose a un Luzu leyendo en el sillón de su casa.

 

El castaño levanto la vista para visualizar a Quackity parado en la entrada de su casa con manchas de pescado y un olor horrible.

- ¿Pescaste? - Pregunto con interés y una ceja alzada.

- Pues si cabron, no mames yo no soy salvaje y no cazo animales- dijo el hibrido con un ceño fruncido.

Avanzo hacia Luzu y extendiendo los pergaminos a la altura de su cara. El castaño los tomo sabiendo perfectamente que Illojuan había mandado a Quackity a entregarles estos, ya que el Español era un perezoso para este tipo de cosas.

- Gracias, Quacks - Dijo el castaño, tomando los pergaminos y poniéndolos alado del sofá.

Habia convivido con Quackity desde que llego, le parecía entrañable la personalidad de el contrario.

Le aconsejo y le ayudo sus primeros días a palabras de Vegetta necesitaba que alguien lo vigilara de cercas. Y en el momento de conocerlo no podría decir que se llevaron mal de hecho todo lo contrario.

El menor que se veía que tenía carácter y prepotencia resulto no ser del todo mal. Un accidente con una serpiente un poco cómica ademas de ayudarle con la mina de Rubius, los acerco de manera amistosa.

- ¿Para que son? Me refiero a los pergaminos - Pregunto el menor con voz bastante interesada.

- Son unas coordenadas o mapa la verdad no tengo claro de que son pero tengo entendido es para encontrar un pueblo perdido o estructura en el desierto - Dijo Luzu con inseguridad ya que no tenía muy entendido para que eran los pergaminos, sin mas le resto importancia al asunto.

- Ya veo Luzu - Dijo el menor con aire pensativo mientras dirigía su mirada a los ojos del ojirubi que se encontraban en ese momento sobre el rostro del Mexicano - ¿Tienes tacos? - Pregunto el chico.

- No, pero tengo ensalada - Dijo sonriendo el mayor.

- Me basta con eso, tengo una pinche hambre que me comería unos buenos ajolotes - Dijo el menor dirigiendo su mirada a la pecera donde en la superficie se encontraban ajolotes rosados.

Luzu rio a carcajadas mientras se ponía de pie para dirigirse a la cocina y sacar de la nevera el recipiente que contenía la ensalada, para ofrecérsela a Quackity que para ese momento se le veía sentado muy cómodo en la barra de su cocina.

- ¿Cocinas? - Pregunto el mayor.

- No cabron, si yo cocinara me intoxicaría yo mismo, pinches recetas que no sirven, disque tienes que ponerle mas sal pero como mierda identificas la sal y el azúcar no mames Luzu - Dijo el menor con una sonrisa en su rostro mientras tomaba un plato de la cocina de luzu y se servia una gran porción de ensalada.

- Admito que tampoco soy bueno en la cocina, pero al menos no estoy tan criko como para no identificar la sal y la azúcar - Continuo el mayor haciendo que Quackity le frunciera el ceño, en respuesta a la acción del menor solo soltó una carcajada.

- Di lo que quieras viejo criko pero yo se que la sal y el azúcar son iguales - Finalizo con la conversacion mientras seguía comiendo ensalada.

Durante un buen rato Luzu siguió con su lectura en el sillón y Quackity comiendo, el silencio no podría describirse como incomodo pero si inquietante, para romper el hielo se acordó que illojuan y Él habían quedado de ir a unas cuevas para conseguir materiales.

- Quackity, quisieras ir a unas cuevas con illojuan y conmigo en la tarde - Pregunto el mayor sin levantar la mirada de su libro.

- Obviamente lusuu como me voy a negar a esa oferta - Respondió el menor mientras guardaba nuevamente la ensalada - Entonces te veo en la tarde Luzu, gracias por la ensalada - Dijo Quackity antes de salir por la puerta de bienvenida.

Luzu se despidió con un movimiento de despedida con su mano.

 

Quackity estaba sentado en la fría piedra mientras intentaba que sus pulmones agarraran el máximo oxigeno posible, sus piernas temblorosas por correr tanto.

No sabia donde estaba Luzu o Illojuan, los cabrones se separaron por una horda de zombies que le persiguieron. Mientras que El tuvo que correr para no ser alcanzo por los zombies mas pequeños, eran solo niños.

Intento borrar esos pensamientos, mientras sacudía la cabeza y se ponía de pie sosteniéndose por las paredes de cobre que le rodeaban.

Su ropa estaba manchada por la sangre.

Suspiro ya que se había librado de los zombies de una forma bastante cruel. Seguía pesando que ellos, también fueron humanos hasta que se condenaron al ser mordidos por uno.

Intento avanzar por los mismos pasos que había pisado momento antes cuando intentaba escapar sin mucho éxito.

Las paredes eran iluminadas con la antorcha sostenida por el mismo, la cueva era demasiado grande así que intentaba pensar que iba a encontrar a los chicos y salir de esa cueva.

No era una muy buena idea entrar a una cueva mientras eres claustrofóbico.

Se suponía que Luzu lo iba a cuidar, o eso había dicho momentos antes de entrar a la cueva, cuando le había comentado que era la primera vez que iba a entrar a una cueva grande.

Normalmente entraba solamente por carbón y algunos materiales a la mano pero no tan profundo sin que la luz solar se extinga.

- Pinche Luzu me dejas solo, ya no te volveré a aceptar tu pinche ensalada - Se quejo en voz alta con voz mas divertida en vez de molesta.

Le gustaba aliviar el ambiente cuando estaba asustado así que siguió hablando con El mismo para no sentirse tan solo.

Le dolía levemente la garganta por gritar tanto el nombre de Luzu.

Momentos antes que se separara de este, le parecía gracioso que ya había dicho tantas veces su nombre que ahora solo decía "wuzu"

Avanzo lo que parecían horas por la cueva, llevándose de paso algunos minerales que le serian útiles en la creación de armaduras e armas, ya no se sentía tan nervioso

Continuo avanzando hasta que vio un poco de lava a lo lejos, se acercó a esta.

- Piche Luzu ni me vino a buscar a que llevar al niño en correa y ni me vino a buscar el hijo de su puta madre - Dijo en voz alta otra vez con el típico tono de queja.

- Te puedes dejar de quejar un momento - Le respondió una voz conocida.

Levanto su cabeza para arriba y diviso a Illojuan en la esquina de una piedra, una pequeña montaña de roca pura. Rápidamente una sonrisa se coló en su rostro y empezó a escalar.

- Hijos de su puta madre me dejan solo - Respondió Quackity dejando salir una sonrisa, a un lado de Juan estaba Luzu.

- Cabron que no te encontrábamos, me acabo de topar a juan hace unos cinco minutos, ya no te separes niño - Dijo Luzu con tono preocupante en las ultimas palabras de la oración, un pequeño golpecito toco su hombro.

- Mas les vale cabrones que no me vuelvan a dejar solo, casi me pongo a construir mi casa halla abajo - Menciono con tono indignado, mientras que Juan solo lo empujo hombro a hombro avanzando en la cueva.

Después de avanzar en la cueva y profundizarse en esta encontraron diamantes.

- No mames cabron mira diamantes - Dijo Quackity - A mi me parece que aquí alguien se quedará sin diamantes ya que solamente ahí dos, no se quien sea - Continuo Quackity con una obvia mirada hacia illojuan que le miraba indignado a un lado de Luzu.

- Pues, como yo estoy dirigiendo la expedición a mi me parece justo que me quede con dos diamantes - Respondió el ojirubi

Después de minar alrededor de los diamantes encontraron un diamante mas, así que ahora eran tres diamantes que lo mas obvio es que cada uno se quedara con uno.

Pero illojuan robo los tres, haciendo una pelea infantil con Quackity y Luzu por lo ultimo Quackity empujo a Illojuan haciendo que esté cayera a un hoyo y quedara atrapado unos minutos mientras que Luzu y Quackity lo intentaban.

Los tres suponían que ya era de noche así que era momento de regresar a sus casas.

Minaron una salida y rezando que no les cayera lava salieron con una noche estrellada y una luna en el punto central del cielo iluminando todo, era realmente bonito.

- Buenas noches cabrones - Dijo illojuan antes de darse una vuelta eh irse a su casa finalmente.

Luzu y Quackity se quedaron solos en la salida de la cueva, Luzu estaba organizando su mochila y sacando cosas que no le sirvieran mucho.

- Gracias por invitarme Luzu me la pase bien - Admitió Quackity mientras volteaba a la luna.

Podían escuchar el sonido de creepers o zombies a lo lejos pero los dos estaban muy cansados como para ir a matarlo y conseguir un poco de experiencia era mejor ignorarlos y seguir con su camino.

- No fue nada Quacks, tengo que decir que me caes bien y veo que tienes futuro en karmaland pronto, te convertirás en un niño karmaland créeme - Dijo Luzu en forma de broma pero con nostalgia, de alguna u otra forma podría identificarse con Quackity.

Luzu observo como Quackity se le queda mirando a una constelación realmente no sabia como se llamaba pero se le veía un brillo en sus ojos.

- ¿Te recuerda a algo? La constelación - Dijo L uzu con una mirada fija al rostro del menor.

- No, pero tengo la sensación que- - Quackity fue interrumpido antes que terminara su oración

- Que lo recordaras de una parte como algo familiar, algo que te recuerda a tu antes de perder la memoria - Acompleto Luzu quien para ese momento había bajado la mirada, todo el tiempo tenia la misma sensación como si hubiera vivido una doble vida, y le incomodaba.

Quackity respondio asintiendo con la cabeza todavía sumido a sus pensamientos - ¿Quisieras recordar algo todo antes de todo esto? - Pregunto Quackity mas serio de lo normal.

- No -

La respuesta hizo que se le helara la sangre a Quackity lo normal sería decir que si. Su curiosidad no tardó en llegar.

- ¿Por que? - Pregunte Alex mientras le devolvía la mirada fija a Luzu que momentos antes le había otorgado.

- Quackity mírame - Fue lo que dijo luzu antes de tomar la barbilla de Quackity y cortar la distancia entre su cara y la del mismo.

- ¿Realmente crees que hice cosas buenas antes de perder la memoria? Con solo mi aspecto podría darme cuenta lo que pude hacer en el pasado, con mis cicatrices...No creo que halla sido una muy buena persona en el pasado - Tomo un bocado de aire - O solamente tengo el miedo de confirmarlo - Admitió en voz baja.

Quackity miraba de cercas a Luzu y realmente no le quería dar la razón decirle que es verdad lo que dice.

Que da miedo el saber que pudiste hacer en el pasado como terminaste en Karmaland, el por que no tenemos memoria, el descubrir quien les pudo haber hecho esto, el confirmar que desiciones tomaron en un pasado no recordado.

Estaba seguro que aunque Luzu no podría ver su expresión por completo, por culpa de la mascara sabía y había captado el punto.

Chapter 6: Ilusión

Chapter Text

Habían pasado seis meses desde que illojuan se había unido karmaland el pueblo de los héroes llamado por las familias pueblerinas del pueblo.

Y habían pasado seis semanas desde que Quackity se les había unido.

Principalmente no confiaba en El, pero al pasar los días no se le hacia una persona peligrosa ni mucho menos un psicopata.

Aunque el chico era raro al poner crema a sus hot dog y que contaba con una mascara algo tétrica, ademas de eso no le podía ver algo fuera de lo normal.

Vegetta no podía dormir en la noche, desde el recuerdo fugaz que penetro su mente en el momento que Quackity apareció en la entrada de karmaland le carcomía por dentro.

Desde hace días tenia insomnio, Merlon le había aconsejado tomar pociones para dormir pero aunque se tomara dos o hasta cinco le hacían efecto nulo, así que se acostumbro a estudiar pergaminos y libros en las noches.

Esto a espaldas de los demás héroes no les quería alertar para nada.

Asi que mejor solo no lo comentaba, cuando le preguntaban si ya había encontrado una posible respuesta.

No quería arruinar sus esperanzas de recuperar su memoria ya que no había encontrado nada de información en los últimos seis meses hasta la llegada de Quackity.

Vegetta se tallo los ojos con su mano, se sentó sobre la orilla de su cama y con un cuerpo a medio dormir se levanto.

Dejando el peso de su acompañante solo en su propia cama, realmente estaba cansado por tanta actividad.

Podía sentir como su cuerpo era una roca. Pero el insomnio no le dejaba dormir a si que mejor era levantarse y hacer algo productivo a esperar a sabiendas que no podría dormir hasta que el sol saliera de las colinas, se medio vistió y fue rumbo a su oficina.

Sentía como la roca minada por el mismo, era fría como el acero. Hacia ver como el castillo estaba abandonado y mas solo de lo usual, admitía que le gustaba lo extravagante.

Pero un castillo solamente para el mismo lo hacia sentir de alguna forma vacío por dentro.

Dejo pasar los pensamiento y continuo su camino por el pasillo grande y lujoso.

Las vitrinas estaban siendo iluminadas por la luz de Luna que se asomaba por estas.

Al abrir su oficina puro divisar el libro con cubierta rojiza que le había estado manteniendo despiertos por días enteros solamente para intentar ver su contenido.

Sellado por algún hechizo que desconocía el mismo.

El libro lo habían encontrado a unos cuantos metros del cuerpo de Quackity en su llegada, aunque en el interrogatorio le preguntaron varias veces si había traído objetos personales.

La respuesta era la misma que todas las anteriores un simple No.

Karmaland estaba habitado por familias enteras o personas solitarias ademas de los llamados héroes, aunque un pueblerino destacaba.

Merlon

Merlon, era el anciano del pueblo una de las personas mas sabias y mas viejas. No se le podría calcular exactamente su edad, si le preguntaran al mismo Vegetta diría que Merlon esta desde la Prehistoria.

El viejo no era muy simpático ni hablador, si querías algo necesitabas preguntarle directamente, era como un cuerpo sin alma alguna como un títere sin vida.

O esa fue la idea que se planto Vegetta después de visitarlo para obtener respuestas el día de la llegada de Frank quien había aparecido de igual manera como todos.

 

El día estaba principalmente nublado, era algo raro ya que no era tiempos de lluvia como para que el cielo pareciera realmente deprimente a la vista.

Pero eso no le importo a Vegetta quien se habia dirigido a la casa de Merlon para obtener respuestas del viejo, quien para ese momento estaba mirando una pecera vacía con la mirada perdida.

Era como si el no estuviera realmente en ese lugar, como si su alma se hubiera desvanecido desde hace años.

Al observar a Merlon de espaldas su molestia empezó a surgir como momentos antes de llegar a la casa de este ¿Como era posible que estuviera tan tranquilo?

Posiblemente llegaran mas personas como el chico que había aparecido en la entrada a Karmaland que podría ser un posible asesino y poner en peligro a las cientos de familias que habitaban en pueblo.

¿No se supone que tendríamos que proteger a las personas del pueblo? Ese era su deber eso era lo que Merlon les llenaba la cabeza cada día.

Ese era su propósito su Único propósito.

- ¿Ya has de saber no Merlon? - Dijo Vegetta con leve molestia en su voz.

Merlon sabia que personas hiban aparecer en la entrada de Karmaland, no sabia como y ni si quiera le diría, si se lo preguntaran varias veces.

Merlon tenia ese tipo de magia o esa era la respuesta que nos daba siempre la típica "Es un secreto para los conocedores de magia"

Aunque Vegetta se propuso ser de los mejores hechiceros, Merlon todavía no confiaría en El, para brindarle ese tipo de información que El mismo había calificado como prohibida.

- ¿Del chico Staxx te refieres joven Vegetta? -

- Imagino que hablaste con el ¿no? -

- Lamentablemente no eh tenido la oportunidad de cruzar palabras con el nuevo, héroe - Termino la oración con un hilo de voz al final.

Como si "héroe" fuera una palabra prohibida en su vocabulario como si fuera una aberración.

- Entonces como sabes su nombre, Merlon - Dijo de la última palabra de la misma manera como el había pronunciado "héroe"

El viejo guardo silencio lo que normalmente hacia.

Cuando Merlon le dio el acceso a la parte prohibida de la biblioteca del pueblo, había robado un libro titulado {Los Dioses De Karmaland}

Aunque creía que el titulo era solo para atraer la atención de las personas que quisieran conseguir mínimamente poder resulto que no lo era.

El libro se veía viejo como si hubiera vivido incontables guerras.

Al leer el libro comprendió que habían un semidiós en el pueblo.

Una persona que no tenia alma ni mente propia, una persona que les había dado acceso a los dioses que entraran a su cuerpo y lo poseyeran cuando los mismos dioses quisieran. No tardo en llegar a la conclusión que esa persona fuera Merlon.

Merlon era una de las llaves a todas sus respuestas.

No sabia como actuar, No sabia si le tenia que contar a los demás, no sabia en que confiar, no sabia en que mierdas estaba metido.

¿Para que llenarles la cabeza de pura mierda si no les dirían la verdad?

Eran mas preguntas que respuestas. Lo que si tenia claro era intentar hablar con los dioses directamente sin que Merlon fuera el enlace de comunicación y Para eso el libro explicaba como invocarlos directamente.

Después de salir de la casa del viejo sin obtener respuestas decidió invocarlos. No confiaba en que Merlon fuera el enlace de comunicación por una simple razón.

El poder corrompe a cualquier Persona.

Y no sabia si Merlon era una mente corrompida y era mejor no aclarar sus dudas. Así que una noche decidió invocarlos.

La invocación era sencilla tenia que ir a la iglesia que era la parte mas antigua de todo el pueblo ademas de la biblioteca.

Cerrar cualquier ventana pero en este caso solo coloco un hechizo de oscuridad en las vitrinas coloridas.

Se sentó en el piso y comenzó con la invocación leyendo en voz alta las palabras exactas que tenia escrito el libro, había estudiado día y noche para entender el vocabulario de libro. Así que no era un problema el hecho que estuviera escrito en un idioma inhumano.

Ya estando en un circulo con velas y sentando con las piernas cruzadas, respiro profundamente.

Las velas se apagaron, Sus piernas se habían quedado dormidas, La sangre le bombeaba por las orejas, su pulso empezó a bajar poco a poco.

El tiempo se detuvo como si la noche y el día no existiera, y solamente lo que existiera fuera un espacio en blanco sin sonido alguno ni vida viviente.

Vegetta al abrir los ojos estaba en un lugar completamente diferente, todo estaba blanco, como si hubiera entrado al cielo, o como si estuviera en el Olimpo de los dioses griegos, pero si el Olimpo hubiera sido víctima de una guerra hace años ya que todo estaba muy descuidado.

Al punto que los muros blancos fueran destrozados y dejados hechos pedazos y lo poco que se pudiera rescatar de esa obra maestra eran las columnas opacas.

Rápidamente visualizó una presencia justamente enfrente de El, era como una especie de burbujas moradas, era claro que el ser estaba indivisible y solo podía notar su presencia física de esa forma.

Al voltear la cabeza varias veces no se le hacia descabellado que hubiera podido contactar con el Olimpo de los dioses griegos, a lo mejor si tenia suerte podía ver al mismísimo Zeus, Rio a sus adentros al pensamiento tan absurdo.

- Vegetta, héroe de karmaland, viajero de universos, criminal mas buscado, múltiple siete, guerrero de los siete mandamientos, autor del libro jerárquico, Lobo nocturno, Ayudante de la simetría, Aprendiz del hechicero supremo, Líder de mas de un universo - Dijo una voz que sonaba como si fueran mas de siete voces, a lo mejor mas de diez voces como si fueran varias personas hablando afonicamente al mismo tiempo.

- Ninguno de esos títulos, es mio ademas de los dos primeros - Contestó con voz dura.

No quería parecer débil enfrente de un dios, aunque admitía que le daba cierta curiosidad los titulo que le nombro el contrario.

- Lo son, pero no en este universo Son de tus otras versiones - Respondió el dios volviendo a su voz afónica. - ¿Que es lo que necesitas, Vegetta? ¿Por que has deseado llamarnos desde hace tiempo? -

¿Otras versiones? Sabia a lo que se podía referir, sabia la teoría de los multiverso de los universos paralelos.

Pero esas teorías le sonaban absurdas, aunque las halla leído mas de una vez en libros antiguos no le lograban de convencer hasta hoy.

Ese no era el punto, el punto era saber quien fue el responsable de borrarle su identidad, y el saber de por que tanto secreto, que era lo que ocultaban los dioses.

- Quiero respuestas ¿Quien fui? ¿Porque no lo recuerdo? ¿Que hago en karmaland? Quiero saber la verdad - Terminando la oración se dio cuenta que había dicho la última oración con mas dureza de la necesaria.

- ¿Por que seriamos nosotros quienes tendríamos que contestar tus preguntas joven, Vegetta? - Preguntaron las voces con tentada burla.

- Según tengo entendido, "Persona que encuentre la manera de invocar a los llamados dioses, se les otorgara respuestas a las preguntas del viajero"- Respondió Vegetta con seguridad en su voz después de todo se había memorizado varias cosas del libro que le pueden ser de utilidad, tenían la obligación de responderle.

- Bien - dijo la voz de los dioses acompañada de carcajadas.

La información que le proporcionarían es demasiado poderosa como para condenar la cordura de cualquier terrestre con avaricia e ambición de por medio y volverlos títeres con los cual jugar dentro de su ya corrompida mente.

Antes que Vegetta pudiera respirar fue transportado a una ilusión que se podía parecer al espacio exterior con miles de estrellas de por medio.

Maravillado por la hermosa imagen

- Hace incontables años los dioses se reunieron al Olimpo tras una llamada. Las dimensiones y mundos enteros colapsaban como un borrón sin existencia, pasando de ser una esfera brillante coexistiendo a solo ser polvo de estrellas - decían las voces.

Las estrellas se convirtieron en paredes en blanco con dorado, era el Olimpo mas cuidado, como si lo hubieran tallado a la perfección y no hubiera sido descuidado por miles de años como el lo vio antes de la ilusión.

La voz continuo - Se necesitaba equilibrio en los mundos así que los dioses se dividieron por realidad, creando de por medio tres libros sagrados para cada una, escritos por sangre de dioses con información divina. Prohibiendo a los dioses mismos intervenir físicamente si los terrestres necesitaran ayuda.

Tres enormes libros parecieron enfrente de El, uno con cubierta verde esmeralda simbolizando la vida y la muerte, el segundo con cubierta roja simbolizando el poder, el tercero apenas desapareció cuando dirigió su mirada a este.

- Todos los libros de cada realidad fueron colocados estratégicamente, solo para ser descubiertos por personas merecedoras. Pero al pasar el tiempo los terrestres los utilizaban de forma inadecuada pasando de mano a mano de muerte a muerte. Y aun así los libros obtuvieron el objetivo por el cual fueron creados, haciendo que el equilibrio se restableciera pero al costo de la ambición condenando su alma al egoísmo

>> Algunos descubrieron la forma de viajar entre realidades por los escritos, otros solo para robar poder de estos y otros mas solo los quemaron - La imagen de los libros cambio repentinamente por llamas de alto calibre alzadas por los cielos quemando todo a su paso por el mundo, animales, personas, construcciones.

Era horrible la imagen, fuego sacado desde el mismo infierno.

Rápidamente entendió a lo que se refería todo a eso. Los dioses no se podían interponer así que no se le podía otorgar las respuestas que tanto buscaba.

Las respuestas estaban en los libros.

 

Vegetta no le podía quitar los ojos encima al libro rojo que levitaba, se encontraba en su oficina.

Sabia que era el mismo libro que los dioses le habían enseñado meses atrás, pero lo que no entendía Vegetta era el como apareció junto a Quackity.

¿Acaso era Quackity el que lo había encontrado?

Lo único que el sabia era que las respuestas se encontraban exclusivamente en el libro rojizo.

- Vegetta, vuelve a la cama - Dijo una voz exigente en el umbral de su puerta atrás de el ornes amatistas.

Esbozo una sonrisa y volteo la cabeza.

Su corazón dio un vuelco al ver a Rubius recargado en la puerta siendo iluminado por la Luz de Luna que se colaba por las vitrinas, estando cubierto por las sabanas blancas de la cama, se veía precioso.

Como una verdadera obra de arte.

Rápidamente obedeció levantándose del la silla y dirigiéndose a Rubius con pasos lentos mientras admiraba la imagen.

Al momento de estar cerca con el no tardo en esparcirle besos en toda su cara, el contrario respondió soltando carcajadas antes de demandar que "no era justo que lo dejara solo en la cama" exigiéndole que su castigo que lo cargara a la habitación.

Vegetta cerro la puerta de su oficina dejando el libro atrás en la oscuridad, para priorizar lo que realmente le importa.

Cargando a Rubius. Mientras el mismo se reía del hibrido por que parecía una doncella.

Y el contrario solamente se acurrucaba en el cuello de Vegetta esperando su llegada a la habitación y dormir juntos al fin.

Chapter 7: Tablero

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Quackity estaba a oídos sordos. Mirando fijamente el tablero de ajedrez específicamente a la reina blanca alineada enfrente del rey, no podía sacarle la vista.

Todavía no dejaba de pensar en el sueño que había tenido. Era uno de esos sueño que aunque quisieras no los podrías olvidar era como un recuerdo que no había pasado aun o que ya paso haciéndolo frustrante.

Pero sentía esa familiaridad al momento de recordar el sueño.

El sueño si se podria describir así, eran unas vías del tren, como un borrón fugaz de algo que pudo pasar tiempo atrás.

El no estaba seguro si había sido el único en tener un sueño un tanto extraño, no sabia si los demás integrantes también lo tuvieron pero suponía que era lo mas seguro por el silencio incomodo después de estos recuerdos fugaces que te dejaba atónito.

Aunque ese sentimiento lo aliviano un poco no fue el único con la duda del como es que estos días sus pocos recuerdos plasmados en sueños, o ilusiones habían regresado con escenas cortas o imágenes fuera de lo normal.

Sintió una leve patada proveniente de Luzu abajo de la mesa, rápidamente levanto la vista y se dio cuenta que la mayoría de los miembros lo miraban con interés

- Niño ¿Estas escuchando? - Pregunto Willy con leve molestia.

- Cabron no dormí bien - Respondió Quackity excusándose del como avía ignorado la platica de Willy desde el inicio de esta.

Como siempre todos los integrantes se habían reunido una vez a la semana, esta ocasión era para dar una noticia importante.

No podía prestar atención si apenas se podía mantener despierto por lo cansado que había estado la noche anterior ya que regreso de minar junto luzu y illojuan.

Su sueño no le ayudaba en nada dejándole pensando por minutos enteros viendo hacia la nada, básicamente durmiendo despierto.

Sentía la mirada de Luzu quemándole la mitad de la cara en la cual volteaba a mirar a Willy.

Willy solo lo miro con desaprobación, antes de voltear con Fargan y Mangel. Quienes se encontraban atentos al plan del chico con boina verde.

Volteo su cabeza en el lado donde se encontraba Luzu, quien le estaba correspondiendo en la partida de ajedrez. Este respondió con un peon avanzando una casilla. Quackity al ver el error del castaño respondió tomando el peon con su caballo.

Una pequeña sonrisa positiva se coló en la cara de Luzu quien estaba perdiendo a manos del chico con gorro.

- Deberías prestar atención Quacks - Le aconsejo en susurro el castaño sin levantar su vista del tablero, estaba pensando en su próximo movimiento de la partida, no se iba dejar ganar por un cabron que apenas puede ir al baño por si mismo - Esto podría ser crucial para todos - Siguió hablando Luzu.

Quackity desvió su mirada de Luzu a Willy quien estaba haciendo ademanes en el centro de la sala.

Willy por su parte estaba dirigiéndose a Lolito quien no paraba de hacer preguntas sobre tema.

Quackity volvió a mirar a Luzu, quien seguí concentrado en el tablero, se le hizo lindo el como es que fruncía en ceño concentrado.

Al final el castaño se decidió y Movio su reina capturando su caballo.

Quackity rápidamente movió su alfil amenazando el rey y la reina al mismo tiempo haciendo decidir a Luzu proteger con la torre a su rey sacrificando a su reina.

El chico del gorro no tardo en capturar a la reina, soltando una leve carcajada de alegría y levantando los brazos en modo de victoria. Atrayendo la atención de la mayoría de la sala, quien miraban con diversión a Luzu por perder otra vez.

- Suerte de principiante - Se excuso Luzu con diversión - Eso a mi me parece unas Excusas bien baratas - Respondió Mangel con burla hacia el castaño, se encontraba a lado de Fargan y Lolito, sosteniendo la mano del pelirrojo.

Rubius se levanto del sillón y se incorporo en el centro de la sala junto a Willy, haciendo que todos en la sala lo miraran con curiosidad de lo que haría.

- Podría alguien de la puta sala tomar atención, podríamos conseguir respuestas carajo - Dijo con frustración Rubius quien agitaba las manos exageradamente hacia Willy.

- Alguien que le de un calmante a la Rubia Tetona - Respondió Quackity con diversión, sacándole unas carcajadas a todos los integrantes menos Rubius que respondió lanzándole un cojín a la cara a Quackity, Haciendo que el chico se fuera para atrás junto con la silla.

Si todos se reían antes, en este momentos las carcajadas podían sonar hasta el otro lado del pueblo.

Quackity sin dejar de reírse se acomodo la mascara que se había movido un poco. Se paro con un salto y lanzándole el cojín de regreso a Rubius quien lo logro esquivar.

- Bien, Bien, ya a que dejar de lanzar cojines a los pendejos - Dijo Luzu quien se posiciono enfrente de Quackity alzando las manos en forma de paz.

En ese momento sonó como la puerta del baño era abierta haciendo que todos dirigieran su mirada a esta.

Salio Staxx quien se había perdido de lo que podía haber llamado reunión. Tenía presentido que faltaba alguien pero no recordaba quien.

- ¿ Y De que me perdí? - Dijo Staxx poniendo sus manos en las caderas haciendo ver algo graciosa la escena - Estos imbeciles están peleando- Respondió Illojuan, refiriéndose a Quackity y a Rubius.

Quienes no se paraban de mirarse con posición de defensa quien de los dos podría atacar primero. Teniendo ambos un cojín atrás de sus espaldas.

- Mejor consíganse una habitación - Añadió Staxx con sarcasmo, haciendo que algunos de los integrantes rieran junto con el.

Rubius le guiño el ojo a Quackity logrando que este se sonrojara y sacara una pequeña sonrisa nerviosa.

- Ya podrían de dejar de hacer babosadas - respondió Vegetta quien para ese punto se había parado a un costado de Willy - Concuerdo, Quackity vete a tomar por culo - Dijo Rubius con aires infantiles.

El chico del gorro respondió sacándole la lengua a modo de juego, tomando asiento junto a Luzu y el tablero.

- ¿Al menos un resumen? - Pregunto Staxx que se había sentado en medio de Mangel y Lolito. Siendo un mal tercio de la pareja.

- Bien comenzare desde el puto inicio ya que son unos babosos que no prestan atención - Hablo Willy. Mientras que Vegetta y Rubius tomaban asiento hombro a hombro.

Willy siguió - Como ya sabrán salí del pueblo la semana pasada, para dirigirme a Goldsilver en busca de la famosa adivina Silver, les voy adelantar el como es que me quede varado en una isla, el como fui perseguido por nutrias y como es que me arrestaron tres veces, en fin el punto es que la encontré y me dio esto-

Willy lanzo unos pergaminos y unos cuantos mapas desgastados al centro de la mesa dejando todo es expectantes para que siguiera contando.

- Me dio unos pergaminos y me dijo que normalmente la perdida de memoria es algo casual en temas anormales, pero no es común que tu memoria no regrese después de varios meses así que me aconsejo ir tras el oráculo de stultum, que se encuentra en un posible templo en el desierto- Señaló un punto de el mapa amarillento.

Reconoció de inmediato el mapa. Era el que le había entrado a Luzu el día anterior

El mapa era algo mediano pero dejaba ver algunos otros pueblos o reinos que extrañamente estaban quemados en el mapa, lo importante era el templo que se hallaba en el desierto señalado.

- Y el oráculo que hace o ¿Que tiene de especial? - Pregunto Luzu.

- Según dice que deja ver tus vidas pasadas, recuerdos borrados por tu propio cerebro o artificialmente entre otras cosas magistrales, También dicen que fue creado por un semidios y mas tarde lo robaron unos Cazadores de recompensas - A completo Willy.

- Así que seria un tiro al blanco - Añadió Quackity, sin apartar la mirada del mapa mostrado.

- Algo así - Respondió el de boina verde con voz insegura. La sala se quedo en silencio, esto significaría algo de esperanzas.

Estaba seguro que algunos integrantes también habían tenido sueños como el mismo había tenido con las vías del tren, Y sabia que intentaban invadir el tema.

- No creo ser el único que tiene algunos recuerdos fugases - Dijo Quackity, sin apartar la mirada del centro.

- Quackity por primera vez en su vida tiene razón, tenemos que hablar del tema- respondio Luzu quien se encontraba alado del chico con gorro - Yo igual eh tenido eso, no se como mierda se llame. Pero lo que si se es que no es normal. Desde que Quackity llegó a Karmaland esto esta pasando y mas frecuentemente cada vez, mi mente esta colapsando - Finalizo Luzu, quien obtuvo una mirada de agradecimiento del Mexicano.

- Tengo ilusiones, de repente hasta al punto que no se que es real o que no y estoy hasta los huevos de eso - Añadió Fargan.

- Okey algo está decidido vamos a ir por ese puto oráculo - Dijo Alexby ganándose una sonrisa de algunos.

- Bien, quienes se apuntan para ir - Dijo Vegetta con ánimos.

Todos levantaron la mano con coordinación y confianza.

- Tenemos dos días para prepararnos y empezar con la aventura. El sitio es algo lejos - Finalizo Vegetta.

Quedando como terminada la reunión.

Chapter 8: Sahara

Chapter Text

Quackity se acababa de despertar, y era una mierda de día para ir a la expedición ¿Las razones? El clima. No tenia ganas en lo absoluto de ir a viajar con un clima donde en cualquier momento te podría caer granizo, truenos, y lo peor, la lluvia.

No es que no le gustara la lluvia, en lo personal le gustaba el como se veía o como se escuchaba. Pero en el momento de el mismo mojarse con las gotas de lluvia le parecía incomodo.

El pensamiento de ir a viajar por primera vez junto a un grupo de personas que ni si quiera les podría confiar su vaso le parecía poco alentador, pero la curiosidad le carcomía asi que no era una opción quedarse en Karmaland.

No sabia si sentirse emocionado o preocupado que fuera su primera vez el salir del pueblo.

Ignorado el hecho que hacia frío, se levantó tallándose los ojos y dirigiéndose a su baño, para bañarse y comenzar un nuevo día.

 

Vegetta, terminaba de alistar su mochila para el viaje. El punto de reunión seria la iglesia. Pero aun faltaba tiempo para salir del pueblo así que mejor decidio ir a su oficina.

Como siempre no pudo dormir bien. Seguía pensando una y otra vez si realmente seria buena idea el ir por el oráculo de stultum.

El que había alentado a los chicos. todavía no se decidía cual seria el momento en que les podría dar la noticia, que el tenia un libro místico escrito por dioses, y el cual posiblemente podría poner en peligro al pueblo entero.

Aunque todavía no sabia si era mejor solamente dejar el tema por un momento y concentrarse lo que si podía hacer y El como no podía abrir un libro con cientos de hechizos en varias noches e investigar cada centímetro de portada.

No le podía quitar la mirada al libro era como si el libro le llamase desde sus adentros, como si se metiese en su cabeza y lo pesque en un mar de curiosidad.

Decidió que era mejor salir de su oficina, aclarar su mente un rato y asegurarse que sus cofres estén muy bien cerrados, y no cometer el error de dejarlos abiertos otra vez, sin embargo un ruido proveniente de la cocina lo alerto.

Bajo las escaleras con una espada empuñada en su mano. Con pasos silenciosos se adentro en la cocina preparado para atacar. Se sobresalto el encontrar a Rubius asaltando su refrigerador.

- Hombre me asustaste - Dijo Vegetta, bajando su arma y dejándola en la isla de la cocina hecha de mármol - ¿Que haces aquí? - Pegunto.

- Mierda si que pareces un cadaver, ¿Desde hace cuanto no duermes?- Interrumpió El hibrido quien se acerco al peli negro tomándolo de los costados de su cara con ambas manos, para ver de cercas sus oscuras ojeras, haciendo contacto visual por unos cuantos segundos.

El ojimorados respondió tomando de la muñeca al castaño con mas fuerza de la necesaria para apartarlo de su cara y alejarse a su vez.

- No respondiste mi pregunta Doblas -

- Que quieres que te diga, iba pasando por aquí y me dio hambre - Respondió el hibrido con un claro tono que por supuesto conocía Vegetta, dandole una mordida a su tostada, por la cual no se había percato el peli negro.

Vegetta sabia el doble sentido de las palabras dichas por el rubio, Quien para ese momento se había sentado en la isla de la cocina abalanzando sus pies de forma infantil.

- No quiero follar en este momento - Añadió en forma de susurro, pero de igual forma los dos lo escucharon con claridad.

- Estas molesto, ¿No es así? - Pregunto con fastidio el rubio

Vegetta sabia que no había razón para sentirse enfadado con el Rubio ya que de igual manera no tenían una relación formal ni nada por el estilo, lo mas cercano que lograban tener era follar cuando quisieran.

Pero igual le molestaba el hecho que Rubius coqueteara con medio pueblo en su presencia. Si salían para recolectar papas, le coqueteaba al chico que las regaba. Si salían por madera le coqueteaba a la chica que ayudaba a afilar las hachas. Si tenían una reunión le coqueteaba cualquier integrante de karmaland, Joder le coqueteó hasta a Merlon.

Rubius era la única persona que con tan solo una mirada le podía sacar de sus casillas.

- No estoy molesto, solamente no dormí bien - Se excuso el peli negro intentando no hacer contacto visual con el contrario - ¿Tienes todo listo para ir al Templo? - Cambio de tema.

- Si, yo...soñé otra vez con las TNT - Respondió el hibrido con tono serio no común en el. Vegetta no tardo en levantar la vista con lastima.

El oso que para ese momento todavía seguía sentado, tenia un hueco entre sus piernas. En las cual Vegetta aprovecho y avanzo entre ellas enredando sus brazos en los hombros del contrario para intentar dar un abrazo un poco incomodo por la posición.

- ¿Fue muy malo? - Pregunto Vegetta quien había dejado que el rubio se enterrase en su cuello.

- No, pero fue algo nuevo, Digo, yo estaba alrededor de varias personas mirándome como si estuviera en el suelo y estaban llorando, otras gritando, joder ni si quiera recuerdo sus caras -

Vegetta asintió era normal entre ellos hablar de los sueño que habían tenido, o de los recuerdos borrosos. El mismo también había tenido y se lo compartía exclusivamente a Doblas.

El ambiente se envolvió en un silencio cómodo, El abrazo seguía firme hasta que Rubius decidió apartarse y volver con un contacto visual.

Esmeralda chocando contra Amantistas.

El momento fue interrumpido por un golpe en la puerta. Seguramente era Luzu y Willy quienes habían quedado en llegar primero a la casa de Vegetta y luego dirigirse a la iglesia.

- Son Luzu y Willy - Dijo Vegetta cortando el contacto visual y aparatándose del hibrido para dirigirse a la puerta. El contrario lo siguió.

- No me dijiste que vendrían -

- ¿Por que te diría? -

La conversación llego a su fin en el momento en que Luzu y Willy abrieron la puerta.

 

Lo primero que vio Luzu al abrir la puerta fue a un Vegetta con las mejillas sonrojadas y a un Rubius intentando no tener contacto visual con sus ojos verdosos.

Era claro lo que se traían los dos, realmente era mas claro que el agua pero milagrosamente los dos todavía no eran descubiertos por los demás. El mismo los había descubierto una vez que fueron a minar, Lolito, Mangel, Vegetta, Rubius, y claro El mismo.

Al parecer era el único con los pies en la tierra al ver las dos parejitas intentando follarse con los ojos. Aunque había sido gracioso al principio después fue incomodo, desde ese momento decidió el no volver a salir a minar con ninguna de las dos parejas.

- Primero que nada, Buenos días - Dijo Luzu saludando, antes de dar un paso al frente de la casa.

Los buenos días fueron coordinados por los dos, haciendo su ya mas obvio sonrojo, a Luzu eso le causo una sonrisa.

- ¿Compañero estas listo? Y Rubius tu...? - pregunto Willy al dejar la pregunta al aire.

- Vine a desayunar, igual ya me iba - Respondió el rubio dirigiéndose a la puerta.

- Ya estas aquí ¿No, no es quieres acompañar a la iglesia? - Pregunto Luzu, ganándose una mirada molesta de Willy quien no le agradaba mucho el hibrido.

- Iría pero deje mi mochila en mi casa así que...los veo en la iglesia en unos minutos - Dijo Rubius antes de desaparecer directo en la puerta.

Un silencio incomodo se apropio del lugar. Era mas que claro que los tres sabían del tema de Rubius, pero ninguno lo menciono, y mejor se dirigieron a la iglesia con una conversación animada.

- Va a llover - Dijo Willy.

- Lo bueno que tengo una sombrilla - Respondio Vegetta señalando su mochila

- ¿Por que mierda llevarías una sombrilla al desierto Vegetta? - Pregunto Luzu con cierta burla en su voz.

Soltando una carcajada Willy dijo - Como olvidar la vez que íbamos a ir a minar y se trajo una tostadora -

Las carcajadas de ambos no se hicieron a esperar.

- Hombre, pues era por si la necesitábamos -

- ¿En una mina? Seguramente un zombie quería hacerse un sándwich mientras nos persigue -
Continuo Luzu.

- Oh seguramente una araña quería desayunar mientras nos enredaba en su telaraña - A completo
Willy.

Sin embargo la lluvia no se hizo a esperar y era Vegetta quien se burlada de sus dos compañeros quienes intentaban arrebatarle la sombrilla y el peli negro no se dejaba y continuaba corriendo a la iglesia.

Al momento de entrar a la iglesia empapados se encontraron a la gran Mayoría de los principales pueblerinos, menos a Fargan y Rubius quienes seguramente no tardarían en llegar.

Los tres pasaron a la iglesia y dejaron sus mochilas a un costado de la puertas mientras tomaban asiento e intentaban recuperar aire.

- Llegan tarde - Les recalcó Alexby quien los miraba mal al fondo de la iglesia por entrar empapados de agua.

- Mira mal a Vegetta el fue quien nos quizo esperar dejándonos empapados - Respondió Willy

Vegetta seguía riéndose de Luzu y Willy.

- Por pendejos, No me digan que también fui el único en traer sombrilla - Dijo Quackity quien levanto su sombrilla rosada con flores amarillas.

- No me juzguen esta mas vergas la suya - Dijo Quackity encogiéndose de hombros - se la intercambie a una niña que estaba pasando vendiendo pan a cambio de una manzana dorada.

- Me sorprendes Quackity, deberías ser emprendedor - Dijo Luzu con claro sarcasmo pero una linda sonrisa en su rostro.

- ¿Envidia? - Respondió Quackity correspondiéndole la sonrisa - Como no tienes idea, Quacks - le siguió Luzu.

Antes que Luzu pueda contestar dos figuras aparecieron en la puerta, las cuales eran claramente Fargan y Rubius quienes también estaban mojados de pie a cabeza.

Alexby rápidamente se acerco para detenerlos y que no se sentaran en ninguna silla, ya que las mojarían.

———

Todos decidieron que cuando la Lluvia se calmase avanzarían, aproximadamente una hora duraría o eso fue lo que calculo Lolito.

Mientras todos estaban conversando individualmente con varias personas. Como Staxx con Willy y fargan y lolito.

Como Quackity había dicho anteriormente le encantaba como lucia la lluvia, asi que decidio admirar el paisaje por las vitrinas mojadas de la iglesia, recargándose en su maravillosa sombrilla amarilla.

- ¿Te gusta la lluvia? - Una voz interrumpió sus pensamientos. Quackity volteo la cabeza y diviso a un Luzu con cafe en la mano. Al parecer Vegetta había traigo Café instantáneo.

- No ¿y a ti Luzu? - Pregunto el menor sin apartar la mirada de Luzu quien miraba fijamente la vitrina.

- No podría decir que me disgusta - Respondió el mayor, dando paso a una conversación que duraría hasta que la lluvia se calmó.

———

Todos habían salido del pueblo para ese punto. Y se dirigían al Templo, Antes de salir los pueblerinos les habían regalado canastas de frutas y vegetales para el camino.

Aunque a Quackity no le gustaba mucho las frutas y vegetales no se podía quejar de la dulce manzana roja que disfrutaba al momento de subir la montaña llamada marques.

Se podía decir que habían avanzado considerablemente unas millas. Pero todavía no muy lejos como para ver el desierto.

Todos para ese punto estaban cansados menos Luzu y Lolito que al parecer tenían energías para caminar mas o incluso correr. Quackity no se podía considerar una persona con buena condición física.

El mismo lo había probado cuando intento hacer Carreritas con unos niños del pueblo y obviamente el perdió.

El Sol comenzaba a bajar, haciendo más evidente los rayos de Sol anaranjados mostrando un lindo paisaje debido a las montañas.

Ya había pasado unas diez horas desde que salieron del pueblo y realmente se sentía un muerto en vida. Se decidió mejor tomar un descanso de unos minutos para volver a caminar al bosque mas cercano e intentar acampar en ese lugar. Y en la mañana seguir con la caminata.

Quackity se sentó en el primer tronco que vio de manera horizontal recargado en el suelo. Abriendo su botella de agua y tomando tragos grandes, esperaba que su vejiga aguantara hasta llegar donde seria el mejor lugar para dormir.

- ¿Cansado? - Pregunto Luzu quien se había sentando alado del chico de Gorro. Que intentaba recuperar aire - Mierda hace tiempo no caminaba tanto, creo que me estoy oxidando - Continuo Luzu.

- Si estoy algo cansado pero lo puedo lidiar. ¿Y los demás? - Pregunto Quackity, al ver solamente a Willy, stax, illojuan y Rubius quienes estaban descansado, unos arriba de un árbol y los otros dos recargados en un árbol seco.

- Creo que fueron a eyectar - Respondió ojirubi .

- ¿A que? A mi me hablas en español Cabron -

- Eyectar significa, Cagar Quackity. Hombre, después te regalo un diccionario- respondio Luzu, correspondiéndole la sonrisa a Quackity.

- Mi vida hace cinco segundos era mejor antes de que me digieras eso - Dijo el del Gorro, El castaño solamente soltó una pequeña carcajada y decidió mejor tomar agua.

Después de unos minutos los demás regresaron y siguieron su partida. Agarraeon sus mochilas. El camino no había sido tan desagradable como se lo pudo imaginado antes de partir.

El tiempo se fue muy rápido con su conversación con Luzu quien no paraba de contar anécdotas suyas en Karmaland o el algunas otras misiones. Y como siempre el menor, lo miraba con atención sin perderse un solo detalle de la historia.

El Sol se escondió en las montañas dejando a la vista estrellas brillantes, que les iluminaban el camino junto con la Luna.

Algo que si tenia que admitir Quackity es que le Fascinaba la Astronomía, Había leído varios libros de estrellas, constelaciones y planetas, en la biblioteca del pueblo y cada uno de esos libros le encantaba.

Podía identificar cualquier constelación fácilmente. Aunque estuviera cansado se sentía tranquilo mirando el cielo estrellado acompañado.

Luzu estaba a la derecha de Quackity cargando la mochila del menor.

- ¿Te gusta la astronomía entonces no es así? - Pregunto el mayor.

- Te gusta hacer muchas preguntas ¿no? Luzu - Contesto el chico - Me gusta si - admitió

- Que quieres que te diga Quacks, me considero una persona muy curiosa, y como no lo seria si soy psicólogo. Me gusta ver a travez de las personas eso es todo -

El chico de gorro asintió, siguiendo con su caminata encerrando a los dos en un silencio cómodo. Quackity podía considerar a Luzu un amigo, después de todo le ayudo vengarse de Rubius en su primera semana de Karmaland.

Y era con la persona que mas convivio en todo su estancia de Karmaland. Le agradaba se sentía agradable estar con el castaño.

Ademas que le divertía el hecho que le contara datos raros del mundo, como una vez que lo encontró caminando en el pueblo y rápidamente los dos se unieron para platicar un rato.

El mayor le soltó un dato curioso como el "sabías que aun lápiz se le puede sacar punta hasta 17 veces y se pueden escribir 47 mil palabras con él y dibujar una línea de 56 kilómetros de largo."
Y le parecía algo divertido el como lo comentaba con tanta normalidad.

- ¿Y que puedes ver a travez de mi? - Pregunto Quackity sin soltar la vista del cielo estrellado.

- Ahora tu eres el que hace preguntas -  Dijo Luzu con un tono divertido ganándose un puñetazo en el hombro de manejar juguetona por parte de Quackity - Bueno puedo ver que eres una persona relativamente impulsiva e espontánea. Eres interesante, te estresas por cosas muy pequeñas, la verdad no se que opinar de tu mascara, Tienes ataques de pánico frecuentemente. Y Seguramente antes de llegar a Karmaland no habías trabajado en el campo así que podemos descartar que estabas o vivías en un lugar rural -

Quackity no tardo en mirar la cara de Luzu directamente haciendo contacto visual con la mascara.

- ¿Como sabes eso cabron? Ni si quiera yo noto eso, acaso me has acosado Luzu - Dijo la última acusación con humor. Pero admitía que si le interesaba el como es que el Mayor había sacado esas conclusiones tan fácilmente.

- Bueno me gusta analizar a las personas antes de conocerlas del todo, eso me da una advertencia el como podía ser en el futuro, Ademas bueno tus acciones te hacen ver como dije impulsivo, haces las cosas muy espontáneas, Estoy seguro que tuviste un ataque de pánico en la mina así que seguramente eres claustrofóbico. Tenías marcas en el cuello como rasguños hechos por ti mismo seguramente inconscientemente -

Quackity alzo su mano por encima del cuello para tocarlo, Hasta el mismo no sabia que se hacia esas marcas.

- Me sorprendes, Ahora en adelante no voy a subestimar a los emos acosadores de chicos lindos como yo -

Luzu soltó una carcajada. Si bien se le daba bastante bien analizar a las personas en algunas le costaba bastante como era el caso de Lolito.

El mayor volvió a mirar a Quackity quien seguía con su mirada al cielo, cortando el contacto visual de la mascara que tenían segundos antes. Seguramente sus ojos se iluminaban al ver una constelación especifica pero el mismo no sabia el nombre.

Era lindo ver como es que el menor veía el cielo estrellado, y la luna iluminando en lo que podía ver su rostro.

La caminata paro de un momento Otro, los zombies y arañas se podían escuchar a lo lejos pero en ese momento todos estaban demasiado cansados como para ir a por ellos.

- Aquí podemos descargar, y en la mañana podemos seguir - Dijo Vegetta. El lugar era un pequeño Sahara indicando que seguramente estaban cerca del desierto mas afondo.

Quackity no tardo en ayudar a Luzu en descargar la mochila que cargaba de el bajándola al suelo.

- Que alguien me cargue que me desmayo por caminar tanto - Grito Lolito, haciéndose caer a los brazos de Vegetta quien era la persona mas cercana al pelirrojo.

A Quackity se le hizo divertida el como es que el pelirrojo no se levantaba de los brazos del chico con suéter morado, mientras lo sacudía haciendo reír a todos, alivianando el ambiente ya cansado.

Quackity rápidamente empezó a armar su casa de campaña mientras los demás hacían lo mismo, menos Staxx quien le dio pereza y mejor solo puso una manta en el suelo.

Ya armada la casa de campar no tardo en acostarse y quedarse dormido. Estaba lo suficientemente cansado como para siquiera quitarse el gorro para dormir o cambiarse de ropa.

———

Algunos pequeños rayos solares pegaban con la cara de Quackity, despertándolo poco a poco, y abriendo los ojos despacio, al principio no reconoció el lugar donde se encontraba pero después de unos segundos asimilando las cosas recordó todo lo que había pasado el día anterior.

Al parecer seguía siendo lo suficientemente temprano como para que las estrellas y la luna todavía no se escondieran por completo, Los podía ver ya que con el cansancio de anoche se le olvido poner la lona arriba de su casa de acampar.

Después de intentar conciliar el sueño sin mucho éxito decidió que era mejor levantarse e hacer pipí lo antes que sus compañeros se despertaran.

Acomodando sus zapatos y dirigiéndose a un pequeño árbol que se encontraba a unos considerables siete metros, pudo al fin hacer del numero uno mientras miraba los rayos solares.

Terminando de hacer lo que tenia que hacer se lavo las manos y se mojo la mitad de la cara que estaba a la vista con agua refrescante ya que su mascara no le odia permitir mojarse del todo bien. Todavía se sentía adormilado y eso le ayudo a despertarse un poco mas.

Al llegar al campamento pudo ver las casas de campaña terminadas pudo identificarlas con facilidad cual de todas era la de Luzu, quien al parecer seguía dormido.

Quackity decidió Caminar un poco mas, y digiérase a una roca lo bastante grande como para unas cinco personas. Pero pudo ver una persona sentada ya en la roca.

Concluyó que era Rubius que seguramente se había despertado antes que el y estaba desayunando para ese momento.

Decidió hacerle compañía.

- Buenos días pendejo - Saludó amablemente Quackity al rubio quien le respondió con una mirada con falsa molestia.

- Buenos días, ¿soñaste con nopales? - Dijo con tono burlón Rubius.

- No pero con tu vieja si - Respondió sacándole unas cuantas carcajadas al contrario. Era extraño como el convivir con Rubius había mejorado bastante.

Al principio el Hibrido oso lo veía como una amenaza y le llenaba de preguntas como ¿Quien eres? ¿Que quieres? ¿Por que no tienes acento? ¿Que quieres conseguir? Entre otras preguntas un poco mas raras e invasoras.

Incluso cuando le había puesto una mina la primera semana, a Quackity no le cayo del todo mal pero desde ahí supo que no podía confiar en cualquier persona en karmaland ni si quiera si les veía inocentes o con intensiones buenas. Claro que había una excepción con Luzu.

Ahora el Mexicano podía encontrar hasta divertido el convivir con el Rubio. En si no tenían una conversación en especifica solamente con lo que salía o con bastantes burlas de ambas partes.

Quackity observo el lindo perfil de Rubius iluminados por los rayos solares indicando que estaba amaneciendo. y realmente le dio envidia el como es que se veía tan perfecto.

No es que estuviera interesado personalmente con el chico de forma romántica, pero podía admitir que era realmente guapo. Tenía envidia el como es que no podía sacarse la mascara y enseñar su cara a los demás.

- Que me ves puñetas - La voz de Rubius le saco de sus pensamientos.

- Como carajo le haces para ser tan guapo, Rubia Tetona - Respondió Quackity con sinceridad.

- Existir - Respondió el hibrido, soltando una sonrisa sincera - ¿Acaso crees que soy guapo? No sabia que eras romántico Quackity, quien lo diría -

- Si lo admito eres guapo - Dijo Quackity sin terminar la oración - Pero no mas que yo -

El rubio respondió con una carcajada.

- Si tuviéramos hijos serian perfectos - Añadió Rubius en forma coqueta - No puedo ver bien tu cara pero con tu sonrisa te califico con un dos y valla que estoy siendo humilde - Continuo con humor. Ganándose un puñetazo en el hombro y ser tirado de la roca por Quackity.

Sin dejar de reír siguió - Ya, ya hombre tu sonrisa es perfecta estaba bromeando - Dijo el Rubio sin dejarse de reír en el suelo.

Respondiendo y jalando de las piernas a Quackity causando que también cayera al suelo.

- Pendejo que me llenas de tierra - Dijo que Quackity levantándose al instante del suelo y sacudiendose Acción que también imito el contrario.

Después de unos minutos Staxx fue el primero en levantarse y empezar a esperar a todos. Para seguir al desierto.

———

Con nuevas energías Quackity tenía motivación para seguir caminando con una mochila no tan pesada pegada a su espalda, habían pasado alrededor de unas cinco horas, todavía no estaba del todo cansado, a la derecha de él seguía Luzu quien le compartía anécdotas de sus meses en karmaland.

Aunque la anécdota quedo en los aires al divisar todos una montaña de arena indicando que no estaba lejos el templo escondido.

Acelerando su paso y subiendo la montaña después bajándolas.

Algunos rodando como Quackity junto con Fargan y Illojuan, llenándose de arena a su vez, y otros caminando como era el caso de los demás quienes solamente veían divertidos la escena de los tres peleándose en arena.

Después de alrededor de unas dos horas encontraron lo que era un Sahara lo bastante grande como para considerarse una ciudad.

Mirándose unos a otros y sabiendo que por el punto que se encontraba en el mapa era ese lugar donde se encontraba el Templo.

Y sobre todo el oráculo de stultum.

Chapter 9: El libro de los condenados

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Poco a poco se empezaron a adentrarse al Sahara.

Al adentrarse por completo en este. Era como el entrar en un mundo completamente diferente. Quackity miraba alrededor atento a cualquier moviente del interior para estar alerta.

Al momento de entrar completamente, y voltear su cabeza por donde habían pasado anteriormente no lograron ver nada del desierto y solamente empezaron a ver arboles verdes y grandes.

Las cosas empezaron a transformar poco a poco mientras avanzaban mas afondo en busca del templo. Al punto que ya no parecía el Sahara de un principio, si no mas bien como una selva tropical.

Aunque fuera raro todo a su alrededor se veía tan natural y tan vivo. No se veía en lo absoluto como un lugar peligroso.

Pero aun así no bajo su espada, y no la bajaría por nada del mundo imitando a todos los integrantes quienes avanzaban con pasos cuidadosos y siendo tragados por la misma selva.

Algunos caminaban en parejas como Lolito y Mangel agarrados de la mano viendo alrededor, otros solamente de hombro a hombro como era el caso de Quackity y Luzu quienes no apartaban su mirada al frente, aunque no se veía nada mas que pura selva.

- Hombre este lugar es algo tétrico ¿no? - Comentó Fargan. Ganándose una mirada irritada de todos en forma que no hablara si algo los podría escuchar.

Para ese punto a Quackity no le sorprendería encontrarse al mismo dragón de las tinieblas en ese lugar.

¿Estaba algo preocupado el como es que un Sahara había cambiado a una selva tropical? Si y mucho, de hecho para ese punto sus rodillas se sentían frágiles pero por nada del mundo saldría del lugar corriendo.

Después de largos minutos sin parar de ver selva y selva siguieron caminando hasta que se encontraron una estructura a lo lejos.

Intercambiando miradas unos a acordaron que efectivamente habían encontrado el templo.

Al momento de ver de cercas el templo realmente era muchísimo mas grande y en lo alto resaltaba una palabra stultum. La entrada se dividía en dos por un tótem grande que servia de separador para las dos entradas. Una ala derecha y la otra a la izquierda. Eso solo suponía una cosa.

Se tendrían que dividir en grupos de dos.

- Bien, supongo que todos pensamos lo mismo - Dijo Luzu con lastima en su voz.

- No nos podemos separar - Dijo Staxx ganándose una mirada curiosa de todos - ¿Acaso no han leído los libros de misterio o terror de la biblioteca? - Continuo Staxx obteniendo una mirada divertida de la mayoría.

- Eso es ficción Staxx, pero tiene razón una de las dos entrados puede ser un tipo de trampa - Añadió Mangel, logrando tener una mirada de orgullo por parte de Lolito quien se encontraba a su izquierda sosteniendo la mano de Mangel - Me refiero que un oráculo valioso no estaría así, como así en un lugar como este - Mirando de arriba abajo el templo.

- Mangel tiene razón, puede ser que alguien se tenga que quedar afuera para ayudar si se necesita ayuda - Añadió Lolito, diciendo su mirada a Alexby.

- Ami ni me miren - Dijo Alexby encogiéndose de hombros, ante la mirada de todos.

Vegetta alzo la voz haciendo que todos lo miraran atentamente. Aunque no se digiera, todos sabían que Vegetta era el tipo de líder que necesitaban para momentos como este.

-Si Mangel, pero entre mas caminos mas posibilidades de llegar al oráculo si o si necesitaríamos ir pos ambos lados - Dijo Vegetta - Pero tienes razón...Posiblemente habrá trampas peligrosas - continuo el peli negro recapacitando en sus palabras.

- Entonces que alguien se quede afuera y los demás nos dividiremos en dos grupos - Ordenó Rubius quien se paro arriba de una roca cercana.

Quackity miraba atento la escena, no sabia en que grupo quedaría esperaba quedar con Luzu. Volteo su cabeza a un llamado a su nombre a la derecha de su hombro.

- Quackity es el mejor candidato para que se quede afuera del templo - Comentó Luzu. Quien rápidamente fue jalado aun lado por Quackity.

- Que vergas yo si entrare al templo Luzu - Respondió Quackity con el ceño fruncido. Mientras que a Luzu lo tenía prácticamente de cara a cara.

- Quacks estarás mas protegido afuera que adentro -

- No vas a decidir por mi viejo Criko - Dijo Quackity, con leve molestia. Honestamente se sentía agradecido en el hecho que Luzu se preocupara por el. Pero nadie decidiría por el y menos en este momento.

Luzu lo miraba comprendiendo - Bien pero por favor ven conmigo Quacks - Susurro Luzu con inseguridad en su voz. No se podía permitir que nadie saliera lastimado de ningún modo y sobre todo Quackity que empezaba a tener una linda amistad.

Quackity observaba a Luzu con duda.

- Bien sepárense - Dijo Willy haciendo que la mitad de todos tomaran un lado mientras el de boina verde pasaba sobre el medio con los brazos extendidos obligándoles a tomar un lado. Separándoles por derecha e izquierda.

- Entonces Rubius, Illojuan, Alexby y Staxx se quedan conmigo - Dijo Vegetta dividiéndolos - Luzu y Willy ustedes dirijan el otro equipo, y asegúrense que Fargan y Lolito no se metan en problemas  - Continuo Vegetta sabiendo como eran Fargan y Lolito.

- ¿Quackity te quedarás? - Pregunto Willy, haciendo que menor alzara la vista quien quedaba en la división de ambos quipos.

Quackity no se quería quedar por nada del mundo.

- No ¿en cual equipo voy? - Pregunto con seguridad el menor.

- A nosotros nos falta alguien - Dijo illojuan quien estaba sentado en la roca que Rubius montaba.

Sin perder el tiempo Quackity se dirigió al equipo número uno quienes eran, Vegetta, Rubius, illojuan, Alexby, Staxx y por supuesto el mismo. Quackity miro el segundo equipo y sobre todo a Luzu quien lo miraba preocupado, eran Lolito, Willy, Fargan, Mangel y Luzu.

- ¿Nos quedaremos aquí o vamos a entrar por el oráculo? - Pregunto Quackity con fastidio. Por el hecho que ya habían pasado algunos minutos mientras todos se preparaban para entrar y dejaban algunas cosas atrás para ir mas livianos y no con tanto peso por las cosas de campamento.

- Bien repasemos, si ahí trampas recuerden protegerse con el escudo, no nos separaremos por nada del mundo. Si uno de nosotros se pierde recuerden la bengala de emergencia que siempre cargan y protegan se unos a otros - Dijo Luzu, ganándose una miraba aprobatoria de todos y obteniendo una sonrisa pequeña de Quackity.

Antes que entraran al templo quienes ya estaban en la entrada mirando el templo y analizándolo mientras que Willy y Vegetta intercambiaban armas.

Quackity entrecerró los ojos, pasando levemente sus dedos sobre la rasposa superficie de la piedra desgastada. Encontro un nombre grabado abajo del tótem "foolish" decía gravado en piedra desgastada.

El nombre le sonaba familiar pero no recordaba a verlo leído en alguna parte o al menos escucharlo, restándole importancia se dirigió a la entrada de el templo donde su grupo le esperaba.

Ya estando ambos grupos en sus lados.

- Solamente traten de no matarse - Dijo Alexby refiriéndose al segundo equipo, antes de ser el primero en cruzar la entrada del templo, atrás de el fueron los demás menos Quackity quien se encontraba indeciso al entrar.

Luzu y Quackity eran los últimos que quedaban en la entrada del templo. Siendo esperados por los demás integrantes de sus respectivos equipos.

Quackity miro a Luzu quien también lo miraba viceversa. Rápidamente Quackity dejo su pequeña mochila aun lado, corriendo a la parte derecha de la entrada al templo y se abalanzo a los brazos de Luzu dandole un abrazo. Quien le recibió gustoso correspondiéndole el abrazo.

- Cuídate Luzu - Dijo Quackity antes de recibir un beso en la frente por parte del castaño. Sobresaltando al menor quien no esperaba tal acción de Luzu, quien le regalo una sonrisa - Lo haré Quacks, Si pasa algo no dudes en activar la bengala - Dijo Luzu antes de cortar contacto con el menor y entrar al templo.

Dejando a un Quackity paralizado en la entrada.

- ¡Hombre apúrate que el día se nos va ir! - Grito Illojuan, en la entrada de la izquierda, esperando al menor. Quien rápidamente entro al templo sin antes rejuntar su mochila del suelo y con un sonrojo notable.

Todos habían entrado al templo en busca del oráculo.

 

Habían avanzado por alrededor de unos cinco minutos, en realidad no era mucho tiempo, pero el lugar lo hacia ver como horas.

Todo estaría a oscura si no fuera por las antorchas que cargaban. El fuego de la antorcha hacia ver el lugar un poco más tétrico de lo normal, pero como había pensado antes no saldría corriendo.

Las paredes desgastadas amarillenta llenas de letras en un idioma inhumano acompañados con dibujos pintados a mano. Hacia ver el lugar mas viejo de lo que seguramente lo era. Aunque no cabía la posibilidad que el templo seguramente fue creado hace cientos de años.

Quackity observaba expectante el como es que las lianas del exterior poco a poco entraban en los agujeros descubiertos del templo seguramente por todos los años abandonados, el templo tenia varios huecos seguramente por los años inactivos del lugar, haciendo que la luz del día se cuele por estos.

Aunque la luz solar se colaba en pequeños huecos, estas no quitaban del todo la oscuridad del lugar. Quackity podia escuchar a lo lejos algunos ruidos que seguramente eran de animales cercanos del lugar.

Al momento de avanzar mas de pronto illojuan quien estaba enfrente del grupo paro en seco.

- ¿Que sucede? - Pregunto Quackity, Pero rápidamente obtuvo respuesta al avanzar entre hombros de Rubius y Vegetta. Ahí estaban cuatro entradas divididas en cuatro pasillos diferentes sin ningún tipo de iluminación. Ni si quiera por los anteriores huecos del techo que poco a poco empezaron a desaparecer mientras avanzaban. Podrías ser por que estábamos entrando a subtierra.

- ¿Creen que los demás también se hallan topado con unos pasillos parecidos? - Pregunto Illojuan - A lo mejor los encontremos mas adelante si elegimos el camino correcto - Finalizo.

- No nos podemos separa - Dijo Quackity haciendo que todos lo voltearan a ver - Al menos no ahora, alguno de estos caminos podrían ser mortales o alguna mamada así -

Staxx que para ese momento no había dicho nada decidió hablar - Opinó que nos tendremos que separara de nuevo, así podría ser mas Rápido encontrar el camino al oráculo - Comento

Alexby que estaba nervioso desde que habían entrado a lo que ahora era la selva y no paraba de temblar dijo - No nos podemos separar, ni siquiera saben si un monstruo nos va a esperar al otro lado del pasillo - Termino de decir Alexby mirando con preocupación notable a los demas miembros.

Vegetta miraba pensativo a Rubius quien miraba a alexby mientras hablaba.

No se quería arriesgar en perder a nadie pero si no se arriesgaban no iban a conseguir nada - Que cada quien tome uno que sea Quackity y Alexby otro será illojuan y Stax, yo y Rubius tomaremos el central - Dijo Vegetta.

- Vegetta no te quiero ofender en las matemáticas pero si somos tres equipos y son cuatro pasillos sobrara uno - Dijo Quackity sin faltarle el humor.

- Entonces que Alexby valla con illojuan y Staxx - dijo el hibrido oso con simpleza.

- Eh verga ¿ Y yo por que me quedare solo? - Pregunto Quackity incrédulo a la opinión de Rubius.

- ¿No tienes los huevos suficientes patito? - Djo con burla Rubius, Quackity respondió sacándole la lengua, apenas se notaba por la poca luz pero los dos se hacían muecas infantiles.

- Es verdad seria mejor de esa forma, perdón Quackity pero uno se tiene que sacrificar - Comento Staxx.

- Eh, Eh hombre ninguno debería irse solo - Dijo Illojuan, haciendo ademanes exagerados como ya era costumbre.

Quackity no se quería quedar solo, ni mucho menos si se trataba estar en un lugar casi por completo oscuro. Pero si realmente era necesario lo podría hacer.

No quería parecer Débil o frágil, no quería ser el que se quedara afuera solamente para ser protegido.

- Puedo ir solo, digo ¿Que tan difícil puede ser?- Dijo Quackity con una risa nerviosa a final de su oración - Ademas alguno de ustedes me podría dar una de sus bengala para tener una extra - Dijo refiriéndose al equipo de Staxx, illojuan y Alexby. Era obvio que sobraba una bengala en ese quipo que le podría ser útil para el.

- Ehh Quackity lo decía de broma - Comento Rubius con tono serio - No es buena idea que te quedes solo -

- Ya lo dijeron cabrones, Ademas tendré dos bengalas, si el pasillo está cerrado me regreso y ya - Dijo con simpleza, el del gorro.

- Si estás seguro Quackity, entonces bien. Si el pasillo está cerrado o ahí algo extraño regrésense aquí - Dijo Vegetta señalando el suelo abajo de sus pies - Mientras, este será nuestro punto de reunión temporal si pasa algo malo -

Todos asintieron y avanzaron. Cada quien por su lado.

El pasillo era iluminado por su antorcha rojiza. Quackity veía alrededor del pasillo, las paredes, el suelo, el techo que realmente no se veía y solamente era negro a lo lejos, realmente no parecía que hubiera trampas y si las hubiera seguramente el ya estaría muerto.

Debía admitir que no se sentía del todo seguro y eso era una buena señal sin bajar la guardia, siguió andando hasta que encontró algo que destacaba en el largo pasillo. Ahora no solamente el suelo era roca rasposa amarillenta, si no también había un relieve lo que parecía como una roca destacada. Eso le dio una mala espina.

El camino también tenia otras direcciones, aveces a la izquierda y aveces a la derecha. Presentía que podria ser un laberinto y todo esto conduciría a pasillos sin salida para tomar otro y así sucesivamente hasta perderte y no encontrar salida.

Se acercó lentamente al relieve del suelo, no parecía una roca más, Parecía un tipo de trampa. Se puso de cuclillas mientras la veía fijamente iluminándola, pasó sus dedos suavemente arriba de esta sin otorgarles fuerza.

Y efectivamente parecía un tipo de trampa. Le recorrió un escalofrío por su columna. ¿Cuantas trampas más habría escondidas? Un sentimiento de culpabilidad le vino a flote.

¿Y si los demás no notan las trampas y por accidente las activan? Eso podría costarles demasiado.

Bajo su mochila lentamente dejándola a su costado, saco de esta una tiza que se usa para dibujar en paredes o suelos.

Quackity las usaba mucho cuando salía a jugar con los niños del pueblo, quienes le pedían amablemente en ocasiones que saliera a jugar con ellos y él no se podría negar fácilmente, junto a illojuan o Luzu, pero el último normalmente siempre estaba ocupado con sus consultas y toda esa mierda de ser psicólogo del pueblo.

Tomó su tiza y remarcó con un círculo al rededor del relieve en forma de señal para que las demás personas a futuro tengan cuidado con la trampa.

Quackity siguió avanzando. Entrando en sus pensamientos mas profundos.

Si el mismo podría describir su estancia en Karmaland en estos últimos meses realmente podría describir como agradable y poco estresante.

Le gustaba Karmaland apenas podía sentirlo como un pequeño hogar.

Sus ganas de abandonarlo bajaban cada que hablaba con otro integrante animadamente, sus amistades que apenas empezaban le hacían sentir querido y al menos importante.

Sobre todo Luzu quien fue el miembro con el que más habría convivido en todo este tiempo. Sobre todo los primeros días, no se le despegaba para nada y eso le agradaba aunque al principio era callado empezaron agarrar confianza poco a poco teniendo un quimica increíble y hasta tener conversaciones por horas. Como era el caso de este viaje, por todo el camino no se despegaron y conversaban de cualquier cosa.

Quería ya encontrar el Oráculo para saber al menos de donde venia o responder preguntas sencillas de el mismo. Willy no había explicado como es que funcionaba el Oráculo.

No estaba seguro si Willy sabia o si al menos alguien sabia. Pero en cuanto lo encontremos iríamos GoldSilver para ir con la bruja o hechicera, ni si quiera sabia que era silver pero le daba igual.

Lo que importaba era saber el como es que había llegado a Karmaland.

Quackity estaba perdido en su mente hasta que algo lo devolvió a la realidad, había pisado algo diferente dirigió su vista a su zapato y estaba colocado en una trampa parecido a la que había visto minutos antes.

Sus ojos se abrieron como platos blancos, mordió su labio inferior y su respiración comenzaba acelerarse.

Mierda, Mierda, Mierda.

No despego su pie de la piedra que estaba abajo de el. Si lo hacia lo mas seguro es que un mecanismo se activara para matarlo. Acerco la antorcha lo mas cerca posible de las paredes para divisar si había una trampa. No vio nada y si se acercaba mas despegaría el pie y pagaría las consecuencias.

Bajo su mochila con cuidado y saco su arco. Tomó una flecha y agarro el libro que se había traído. Regalo de Luzu, el titulo estaba grabado en gris  {Estrategias de Ajedrez} abrió el libro y arranco una pagina donde hablaba de las cosas más básicas. Por supuesto que no arrancaría una hoja importante.

Guardo el libro devuelta a su mochila, y tomo su mechero. En volvió la hoja en la punta de la flecha lentamente y incendio la hoja.

Antes que se apagara el fuego de esta tomo su arco y disparo la flecha enfrente. Iluminando todo el camino, las paredes, el suelo, y sobre todo los disparadores de flechas. La flecha se pego en la pared apagando el fuego y dejando todo a oscuras nuevamente, menos su alrededor.

La flecha se había estancado donde estaban los disparadores unos cuantos metros de Quackity.

Empezaba a sudar frío. Sin despegar el pie se puso de cuclillas y quito el pie y con una mano seguía presionando, se acosto en el suelo cubriendo todo su costado con el escudo que traía en la espalda cargando. De ese modo si las flechas se disparaban se dirigirían al frente y le pasarían por encima. Y si los disparadores dirigidos al suelo se activarían. Solamente le dispararían al escudo.

El escudo había sido un regalo de Vegetta para todos los integrantes, así que todos tenían uno para ellos individualmente. Le había puesto un encantamiento de resistencia. Solamente algo muy poderoso dañaría a gran escala el escudo.

- Vamos Alex tu puedes - Dijo en un susurro para darse ánimos el mismo. Cerrando los ojos con fuerza y despego su mano de la roca.

Varias hileras de flechas dirigidas arriba eran lanzadas, bajando poco a poco a montones hasta casi rozar con el escudo. Después era el escudo quien recibía las flechas cubriéndolo a el mismo.
Por suerte no recibió un flechazo pero su mochila no corrió con la misma suerte, que recibió cuatro flechazos. Su comida estaría agujereada.

Dejo pasar unos segundos y se levanto con un Salto con los brazos arriba y una gran sonrisa.

El mismo había logrado sobrevivir a un puto mecanismo de flechas.

- Ahora quien me la pela, pendejos - Dijo Quackity con adrenalina por lo sucedido. Miro enfrente y su escudo estaba demasiado dañado, le pareció curioso. Agarro las flechas del suelo y la del escudo y las puso en su mochila agujera. Excepto una flecha analizo a detalle.

Las flechas debían llevar demasiado tiempo en ese lugar de veían desgastadas pero estaban hechas de un material que no era piedra, ni hierro, ni metal ni nada por el estilo. Podía ser que fuera de un material en contra de encantamientos como resistencia.

Le resto importancia y siguió andando con una gran sonrisa y su ego hasta el cielo, se topo con los mecanismo de frente. Si se activaran estaría muerto de pie a cabeza.

Los mecanismos estaban empolvados. Había dos caminos dividido por el mecanismo, que eran varios mecanismos de flechas en una gran pared, Decidió tomar el Izquierdo.

A los pocos metros se topo con una pared. Genial después de unas cinco paredes de piedra sin ningún pasillo que se había topado minutos antes en su camino. Se topaba otra pero esta era diferentes a las demás.

No solo tenia una pared grande. No, también tenia unas piedras corrientes que podrían servirle para descansar y no sentarse en el frío suelo. Al momento de acercarse pudo ver como entre las seis piedras de considerable tamaño una estaba mal movida dejando ver una pequeña puerta.

Una sonrisa se coló en el rostro de Quackity. ¿Y si había encontrado la salida o un recorrido secreto para ir por el oráculo? Si fuera el caso se lo restregaría a todos en la cara los siguientes dios. Si salían vivos de ese lugar por supuesto.

Aparto la roca para ver con claridad la mini puerta. Paso sus dedos suavemente tocando la puerta, al parecer era de metal oxidado. Estaba cerrada pero lo oxidado le ayudaría en abrirla fácilmente.

Suspiro, tenia hambre hace horas no comía. Pero su manzana de la mochila estaba agujereada y sin mencionar su burrito de pollo que apenas pudo sobrevivir pero estaba con polvo, así que mejor no decidió probarlo. No quería terminar con una infección en el estomago. Se resigno en robarle la comida a Alexby cuando lo viese.

La puerta tenia fragmentos de metal todavía opacos, la mayoría era oxido, la puerta pequeña le calculaba al menos unos 70 centímetros si acaso 80 centímetros pero no pasaba del metro. Suspiro. Lo menos que quería para ese momento era meterse a ese lugar.

Después de unos minutos mirando la puerta fijamente. Pensó si realmente tenía que activar una bengala de las dos que tenia, pero recapacito y sería inútil. No estaba en algo libre la bengala solo pegaría con el techo y seria todo. Un desperdicio.

Se dejo caer de rodillas para estar más cómodo e intentar abrir la puerta. Tenía pequeños tornillos alrededor de ella, y algo gravado en el centro en un rectángulo las letras oxidadas decían "for the idiot who finds it first - F" Lo que se podía traducir como "Para el imbecil que la encuentre primero - F" Le parecía curioso el como es que estaba en ingles el texto, y la oración sobre todo.

Pero la pregunta era quien verga era "F"

Seguramente la inicial de un nombre, o una dedicatoria. Siguió analizando la puerta hasta que decidió que ya era momento de abrirla.

Se puso de pie y la pateo repetidas veces, nada. Tomo una de las rocas pesadas, la cargo hasta que la lanzo contra la pequeña puerta. Destrozando la en pedazos. Al parecer si estaba lo
suficientemente oxidada como para no aguantar una roca de gran tamaño.

Quackity se agacho y pudo ver como es túnel era estrecho y oscuro. Paso saliva fuertemente. Tomo su mochila y su escudo para cargarlo nuevamente en la espalda. Saco la roca del túnel por que le estorbaría para cruzar.

Se puso a gatas, con una mano sostenía la antorcha y con la otra avanzaban aria. Se adentró al túnel estrecho. No era buena idea meterse en un túnel tan pequeño siendo claustrofóbico. Rezaba para que el túnel no fuera lo suficientemente largo como para tardar mas de cinco minutos en el.

Sus manos le ardían por la tierra que estaba en sus rodillas y manos. La piedra amarillenta del suelo, se termino al momento de ingresar en la pequeña puerta. Lo único que había era la tierra.

Algo nuevo que descubrió en este momento era que odiaba el polvo. Hacia que sus pulmones ardieran y lo llevara a toser.

Por suerte tenia la mascara puesta, sino fuera por eso la antorcha ya hubiera quemado su cara o al menos hubiera que sudara a mares. No se sentía bien, era una puta tortura estar avanzando mientras que te empolvas, tus manos se raspan contra tierra, toses fuertemente y tienes calor.

Después de unos minutos avanzando, y se encontró con una pequeña rampa vertical al momento de avanzarla se dio cuenta que estaba al final del túnel, pero algo lo bloqueaba así que lo golpeo con todas sus fuerzas con la única mano libre que tenia. Algo callo atrás la antorcha empezó a iluminar un cuarto.

No tardo en ponerse de pie y sacudirse la tierra. Sus pantalones se habían rasgado y la punta de sus tenis se habían raspado.

Sus manos brotaba sangre. Le resto importancia aunque le doliera.

Observó mas detenidamente el cuarto, y se dio cuenta que era mas como una oficina, había un gran escritorio en el centro de la oficina, atrás de el había un silla a su izquierda un estante de libros a su derecha otro estante y arriba tenia una pintura abstracta. Dio unos pasos.

La oficina era cuatro por cuatro, a un lado del estante derecho estaba la otra pared, este lado de la oficina era un grande mapa enmarcado casi la mitad de la pared, miro atrás para continuar seguir analizando el cuarto, este tenia una pequeña mesa con dos sillas, arriba de la mesa había otra pintura con una bandera.

Miro que era lo que bloqueaba el tunel y era un tapiz pegado a la pared, pero cortado en las zonas de la puerta. Disimulaba la entrada al túnel. Y por último, la pared a un lado del tapiz, tenia una puerta junto con otra estantería de libros y algunos artefactos en la repisa.

Siguió andando por el cuarto y analizarlo a profundidad, tenia la idea que la persona encargada de "proteger" o "servir" o alguna mamada así, le pertenecía la oficina. No había ningún nombre.

Se dirigió a los artefactos a un lado de la puerta, eran cosas egipcias, un reloj de arena destacaba. Lo miro fijamente, la arena no terminaba aunque el frasco era pequeño la arena era infinita. Le gusto ese detalle.

Se dio la vuelta para dirigirse al Tapiz. El tapiz cubría toda la pared de punta en punta. Era el templo pero "arreglado" imaginaba que el tapiz fue realizado antes que fuera abandonado.

Se veía decente o perfecto como si toda pieza encajase y tengo un lugar específico en el tapiz. En una pequeña esquina tenía la "-F " todavía no podía entender lo que significaba.

Prosiguió con la mesa. Era sencilla solamente con dos sillas de madera desgastada y polvorienta. Levantó su mirada para dirigirla al pequeño mapa que era una bandera, con tres líneas rectas y un rombo en el centro, la primera era celeste la segunda blanca y la tercera azul, el rombo era amarillo. Muy poco original.

Siguió andando y se encontró una pintura, no sabría cómo describirla. Parecía arte abstracto, le resto importancia y siguió con la habitación.

Alfin se encontró con el escritorio y los estantes. Los estantes no se podía hablar mucho, solo libros mal apilados. El escritorio era de madera igual que las sillas, se dirigió a la parte de atrás y efectivamente había cajones.

Los jalo con fuerza ya que no salían. Se encontró con varios atrapa sueño, pergaminos sin tinta tinta seca, cinco pequeños soldados de juguete. Lo último le pareció curioso a Quackity, todos estaban vestidos de una manera particular.

Había cuatro antorchas más desgastadas. Tomó dos y las prendió con el mechero que traía. Si apenas la llama se podía mantener viva pero le sirviera para iluminar más. Las coloco en los extremos de la habitación, iluminaban decentemente.

Sus ojos recorrieron el lugar. Y vio como los dos grandes estantes que llegaban hasta el techo tenía, un cuadro en el medio, arriba de la silla, el cuadro estaba mal colocado.

Se dirigió hacia El y lo agarró bajándolo de la pared y apartándolo del clavo que lo sostenía.

Quackity se sorprendió al ver que el cuadro escondía un pequeño escondite donde se encontraban pergaminos, un libro y una vela.

Se subió arriba de la silla para ver mejor el espacio pequeño, en una esquina se encontraba un araña y en la otra un insecto que no tenía ganas de averiguar que era.

Agarro las cosas con rapidez y las dejo caer al escritorio, dejando el cuadro en su lugar inicial. No quería que la araña le saltase en la cara o de espaldas. No se podía considerar fanático de las arañas o insectos en general.

Observó los pergaminos, al verlos detenidamente observó que no solamente eran pergaminos, si no también mapas. La vela se veía común y corriente. El que destacaba entre estos objetos era el libro de portada morada, con un titulo que no se le podía entender. Las paginas de costado se veían de blancas relucientes. Como si no hubiera estado guardado por tanto tiempo.

Su titulo gravado con tinta dorada. Tenía un presentimiento malo si lo habría pero una gran curiosidad le ahogaba, atrás del libro había una nota amarillenta.

" the book of the damned " lo que se podría traducir como " El libro de los condenados "

El título era de color dorado como si hubiera sido escrito por oro líquido. La pasta era dura y el libro parecía como si hubiera vivido incontables guerras.

Sintió una familiaridad enorme en el momento que lo había rosado con sus dedos la portada color morado intenso.

Esto aumento su curiosidad.

Decidió abrirlo, las paginas estaban escritas en un idioma que no podía ser humano, las imagines resaltadas eran preciosas. No podía entender nada del libro pero con un hechizo de traducción no se le complicaría. Le podría pedir ese favor a Vegetta o hacerlo por su cuenta. Pero estaba seguro que no seria buena idea que el mismo se involucre con la magia.

Decidió guardar todo en su pequeña mochila. Se relamió los labios, los pergaminos que había tomado se habían manchado con sangre de sus manos, decidió tomar la botella de agua y remojar sus manos para calmar el dolor.

Una voz familiar proveniente atrás de la puerta, que estaba en la oficina interrumpió sus pensamientos. Tomó su mochila se la colgó en la espalda junto el escudo.

Agarro la manilla de la puerta. Estaría muy agradecido si era la voz de Staxx. Con mucho cuidado la abrió poco a poco, con fuerza ya que la madera seguramente se había hinchado por tantos años sin tener uso.

La puerta conducía a unas escaleras grandes. La subió con desconfianza y su espada en mano.

Cada escalón hacia que su respiración se acelerara, al momento de subirlas por completo se encontró con una solo demasiado grande que parecía el centro del templo.

Staxx se encontraba junto a Alexby cargado en sus hombros, al otro lado estaba illojuan de igual manera cargando a Alexby. Rápidamente se dirigió corriendo hacia ellos.

- ¿Qué pasó? - Se apresuro a preguntar, aunque la situación era preocupante de igual manera se sentía feliz al encontrar sus amigos.

- El gilipollas fue lanzado al otro lado de la habitación cuando un creeper le explotó en la espalda - Respondió Illojuan con humor. Correspondiéndole la sonrisa a Quackity quien dejo caer su escudo e mochila para ayudarles a cargar a Alexby.

- ¿Desde hace cuanto estas aquí? - Pregunto Staxx a Quackity.

Ignorando los quejidos del pobre Alexby quien se encontraba en el hombro de Staxx y Quackity - No se hace unos minutos me encontré con un túnel por los pasillos después hubieron flechas y casi me atraviesan encontré un pasillo donde había rocas y una roca era la puerta a una oficina pequeña que esta en esas escaleras - Respondió Quackity sin tomar pausas y recuperando el aire. Apuntó a las escaleras donde había subido hace unos momentos.

- ¿Una oficina? - Pregunto Illojuan - ¿En un templo? Quackity no te quiero tomar a lo loco ¿seguro que no estas criko en este momento?Puedo ver tus ojos rojos desde aquí - Termino de decir illojuan dirigiendo su mirada las escaleras.

- Que si pendejo - Respondió Quackity con el ceño fruncido.

Después de unos minutos al atender a Alexby Quackity quería recorrer la sala. Mientras que Staxx ayudaba, illojuan estaba recostado en el suelo y Quackity mirando las paredes. Las paredes parecían una gran pintura de lo que parecía la cultura egipcia.

Lo mas probable es que si fuera el centro del templo ya parecían las salidas del laberintos. Otras salidas que no sabían de que era. Seguramente de donde venían Luzu y los demás.

Al mirar hacia arriba, el techo estaba de forma triangular y en la mera punta había algo reluciente que llamaría la atención de cual quería, no importaba la piedra brillante iluminaba todo el centro, sin ya en ese situar antorchas.

En el centro de toda la sala donde se encontraban sus compañeros. Estaban tres vitrinas de exposición como si de un museo se tratase. Pero vacías.

Después de unos minutos de divagar otras voces se escucharon a lo lejos. Rubius y Vegetta salieron donde era una salida ya mencionado, A ambos se les ilumino la cara al vernos todos juntos.

- Les ganamos - Dijo Quakity con las manos hacia arriba en modo de victoria - Nosotros llegamos primero - Termino. Ganándose una sonrisa de parte de todos.

- Mierda nos perdimos - Dijo Rubius intentado no hacer contacto visual con nadie en la sala y especialmente con el rostro cubierto en un rosa pastel.

- ¿Seguros que se perdieron?  ¿Y no andaba de conejos? - Pregunto illojuan con una ceja alzada y una sonrisa picara.

- ¿Conejos? - Pregunto Quackity, haciendo que todos sacaran unas carcajadas.

El ambiente aliviano al instante, hasta que Vegetta vio las vitrinas vacías.

- Mierda - dijo repetidas veces el peli negro con ropa morada, obteniendo unas miradas intrigantes - No no no no no, No se encuentra el oráculo - Al momento que Vegetta termino la oración.

El ambiente se volvió tenso. El estomago de Quackity se encogió. Se dirigió con todos quienes rodeaban la vitrina. Menos Alexby que se encontraba en el suelo frío lamentándose.

Abajo de la exposición central se encontraba {Oráculo} gravado en piedra de mármol. Su corazón dio un vuelco. No era posible que hubieran venido para nada.

- Silver nos dio la información pero no estaba segura si el Oráculo se encontraba todavía aquí - Dijo Rubius mordisqueando su labio, lo suficiente como para que se abriera una herida y sangrara.

Unos pasos interrumpieron un momento, desviando su mirada a lo que era otra salida. Se encontraba Fargan, con los ojos como platos blancos, su pecho subía y bajaba ala velocidad de la Luz. Y sus brazos y pecho estaban manchados con sangre.

Quackity pudo ver como sus ojos estaban completamente rojos, hinchados e inundados por él pánico.

Chapter 10: Caída

Chapter Text

Luzu habia entrado al templo dejando a un paralizado Quackity en la entrada del templo.

Al momento de entrar era como si la luz solar se hubiera esfumado menos en orificios del techo que se colaba. Recibió una puñetazo en el hombro por parte de alguien que no reconocía debido por la falta de luz.

- Luzu soy yo o últimamente has estado mas feliz - Dijo Mangel, entonces Luzu pudo captar que fue el quien le dio un puñetazo amistoso.

- Será por ¿algo? o ¿Alguien? - Pregunto Mangel con énfasis en el alguien.

- No digas babosadas, Mangel - Respondió Luzu encendiendo su antorcha coordinadamente con todos los demás enfrente de El, iluminando su paso que cada vez se hacia mas oscuro - Si estoy Feliz es por que decidí ser optimista es todo - Siguió Luzu haciendo que todos soltaran carcajadas en forma de burla.

Luzu no era conocido exactamente por su optimismo en el pueblo.

Era conocido mas bien por ser realista y decirte las cosas como en realidad son, aunque siempre lo negara todos sabían que aunque fuera un gran psicólogo en algunos momentos no era prudente en su forma de hablar.

- No entiendo la gracia - Exclamo Luzu con aires ofendidos claramente de broma - Todos saben que soy una persona muy optimista -

- Ese patito te golpeo muy fuerte la cabeza ¿no? - Continuo Lolito, haciendo que volvieran con algunas risas disimuladas. Haciendo que Mangel lo rodeara con una brazo alrededor de sus hombros.

- Vamos Lolito tu tampoco eres un claro ejemplo de no ser golpeado en la cabeza - Dijo Fargan defendiendo a Luzu quien podía entender a la perfección.

- Exactamente ustedes dos - Luzu señalo a Mangel y Lolito quienes caminaban prácticamente abrazados - Son un claro ejemplo de ser golpeado en la cabeza todo el tiempo -

- Podemos dejar de hablar de como se golpean en la cabeza - pidió Willy, quien estaba enfrente de todos comandando la caminata.

- Vamos ustedes no saben lo que se pierden -dijo Lolito dejando de caminar y poniéndose de puntitas para atrapar los labios de Mangel quien le correspondió el beso gustosamente - Ser golpeado en la cabeza ha sido lo mejor que me a pasado en la vida - Dijo Lolito antes de volver con otro beso.

Luzu no dijo nada y solo rodeo a la pareja pasando a un lado de ellos y continuando caminando unos metros dejando atrás a Lolito y Mangel. Willy y Fargan también le imitaron.

El camino oscuro no era completamente recto, si no también había otras rutas como la izquierda o derecha.

A Luzu le dio aires de laberinto, ya que también había caminos sin ninguna continuidad con una pared bloqueando el paso. Tomando otra ruta.

Luzu siguió caminando junto a sus compañeros. La conversación había muerto momentos despues que entraran a un pasillo, debido a que el otro camino estaba bloqueado y decidió era tomar uno de la derecha seria una buena idea.

Sintió presión en el pecho y mala espina en el momento de entrara al pasillo. No les había tocado ninguna trampa, y el que les toque ahora seria de esperarse.

Sintió una punzada en su pecho, en el momento que escucho el clásico ruido de las arañas. El ruido proveniente del techo se hacia cada vez mas intenso. No tardo en dirigirse en frente con willy y tomarle del hombro para detenerlo y no seguir caminando.

- Es peligroso - Advirtió el de sudadera negra.

El chico de boina verde tenia una expresión indescifrable - No me digas que quieres que avancemos si esta repleto de arañas, Willy no es momento de tus estupideces - Siguió Luzu.

- Lo ultimo que quiero es avanzar a un lugar lleno de arañas - Le correspondió el ceño fruncido a Luzu - Pero si es necesario nos podemos encargar ademas que tenemos flechas, no es problema si son pocas - Insistió Willy.

- Vamos que yo estoy con Luzu, No es seguro avanzar ademas no a que ponernos en peligro si no es necesario - Defendió Mangel.

- Si no nos ponemos de acuerdo esos mojones vendrán - Advirtió Lolito sosteniendo la mano de Mangel.

Y como lo había dicho Lolito solo bastaron con unos segundos para que el sonido de las arañas incrementasen y se dirigieran a nosotros.

Aunque la antorcha No iluminaba a grande escala, se podía apreciar como las arañas caminaban hacia nosotros por las paredes, y el techo.

Entrecerro los ojos y observo que el color de la enormes arañas no era el normal negro o azul marino que las hacia mirar aterradoras. No, en este momento las arañas enormes eran de color cafe claro o un color arenoso.

Rápidamente dirigió su mano hacia el mango de su espada afilada.

Willy con un rápido movimiento saco su espada y su escudo.

El estando enfrente del grupo junto a Luzu fueron los primeros en recibir una araña que se estampó en su escudo.

Mientras Fargan se coloco atrás de Lolito para preparar su arco y dispararle a las arañas que eran demasiadas. Mangel por su parte se incorporó junto a Willy con su pico de hierro.

El sonido se incrementó tanto que su cabeza zumbaba y sus ojos palpitaban, lo único que podía llegar a ver eran las arañas rodeándolos.

Luzu aparto su escudo y atravesó una araña de gran tamaño con su espada de diamante empuñada en su mano. La araña se esfumo con tan solo un toque y se convirtió en arena pura.

No podía creer que con tan solo un toque las arañas se desvanecían como si siempre hubieran sido arena y no unos monstruos con ocho patas y varios ojos rojos.

- ¡Se desvanecen! - Grito Luzu sin apartar su mirada de la arena esparcida en el suelo rocoso.

Pero un golpe que lo tiro al suelo raspando su cara lo hizo apartar la vista de la arena.

Levantó su cabeza para mirar con fijación pero no tuvo tiempo al momento de ser atacado y casi mordido por las mismas arañas. Un pico de hierro lo salvo de ser mordido por una de estas.

Mangel le ofreció la mano y Luzu no dudo en tomarla para incorporarse en la batalla. Rodeados por los monstruos de ocho patas. Se formo un circulo en el largo y oscuro pasillo.

Las antorchas se encontraban en el suelo ya que nadie se preocupo en detenerlas y estaban lo suficientemente ocupados en sus espadas e escudos.

Todos formados en un círculo, Luzu, Lolito y Willy se encontraban con una espada para defenderse. Fargan tenía a cargo las flechas y Mangel con su escudo y pico estaba preparado.

Las arañas les atacaron en el preciso momento en que Luzu se paro del suelo. Aunque las arañas se desvanecían en el momento de ser tocadas por el pico o la espada. Era un caso diferente si ellas se lanzaban para atacar.

Luzu apuñalo una en el aire, cuando se lanzo contra el haciendo que su arena cayera justamente en su cara haciéndolo toser. No importo y se defendió otra vez hasta que por lo menos cinco arañas le atacaban.

Cada una era apuñalada menos unos que se coló en la espalda de luzu mordiendo el escudo.

Fargan no tardo en darse cuenta para tirarle una flecha a la araña sin dañar a Luzu. Los monstruos de ocho patas eran demasiado e incontables cada quien peleaba individualmente con al menos cinco o mas arañas.

- Es un respawn - Advirtió con un grito ligero Mangel a la vez que pateo una araña para alejarla y después golpearla con su pico.

Miro como a Lolito le iban atacar de espaldas y rápidamente lo defendió colocándose de espaldas junto con El. Peleando juntos.

Luzu no tardo en escuchar como Mangel advirtió el hecho que era un respawn, no se le habia ocurrido aunque era lo mas obvio.

Mientras le daba un codazo a una araña gigante que lanzo su telaraña y El esquivo olímpicamente. Miro por donde provenían las arañas Tomando su antorcha para encaminarse junto a su escudo.

Se puso su escudo para protegerse y avanzar corriendo haciendo que varias arañas se estamparan en su escudo gigante mientras el iluminaba paredes y techo para encontrar el respawn. Y efectivamente si lo habia.

El respawn era un triangulo con hechizos alrededor de infinidad.

Estaba a varios metros. Sabia el como se creaban y como crear uno gracias que Vegetta le dio una pequeña lección de Hechicería básica.

Pero su satisfacción no duro mucho al momento que al menos unas siete arañas lo tumbaran.

- Lo encontré  - Grito Luzu antes de ser tirado al suelo por tantas arañas. Se protegía como podía mientras estas le intentaban morder. Sus piernas se llenaron de telaraña siéndole imposible el pararse.

Milagrosamente una espada de diamante le salvó apuñalando a todas las arañas, Willy estaba enfrente de El. Con su escudo en mano y su espada que le acababa seguramente de salvarle la vida.

Las arañas eran una plaga que salían del respawn.

- A que hacer Círculo de protección - Ordenó Lolito. El escudo de protección lo habían ensayado incontables veces.

Básicamente consistía en formar un circulo con su escudo formando lo mas parecido a una trinchera.

Luzu no tardo en quitarse las telarañas e intentar pararse siendo tambaleado y sostenido por Fargan quien se encontró a su lado.

Todos tomaron su posición y formaron la trinchera empujando una que otra araña. En ves de un circulo la trinchera tomo forma triangula.

Luzu, Willy y Lolito se encontraban en cada lado mientas que Fargan y Mangel se aseguraban de tapar lo que era un improvisado techo con sus escudos.

Esto les daba tiempo de pensar y protegerse. Los escudos eran atacados por las tantas arañas que se encontraban afuera de la protección, asiendo que se muevan y haciendo tambalearlos.

- Bien - Dijo exhausto Fargan quien apenas recuperaba el aire de lo rápido que había pasado todo - Supongo que tenemos que destruir el respawn -

- ¿De verdad? - Dijo Willy con claro sarcasmo - Bien este es el plan - fue interrumpió por Luzu.

- Willy no, tu nos metiste en esta mierda por querer avanzar así que yo dire el plan, soy mejor estratega - Interrumpió Luzu ganándose una mirada aguda de Willy. Espero unos segundos para que Willy digiera algo pero no fue así.

Siguió para continuar con su plan - Vamos a empujar cada quien de su lado en forma exterior para que las arañas sean empujadas hacia atrás y darnos el tiempo de prepararnos -

- Fargan va a disparar flechas a las arañas que se me acerquen, Mangel lo protegerá. Lolito y Willy se encargaran de matar a la mayor cantidad de arañas posibles que intervengan. Mientras yo romperé el Spawn - Finalizó Luzu, todos lo veían convencidos incluyendo Willy.

Contando hasta tres todos hicieron lo que les correspondía, Luzu corrió hasta el Respawn siendo perseguidos por las arañas.

Aunque el lugar se encontrara a media oscuras los ojos rojos de las enormes arañas se distinguían en la oscuridad.

Siendo protegido por Fargan corrió hasta donde se encontró el Respawn, este iluminaba todo de varios colores.

Un arte a la visto humana, en el centro del triangulo se encontraba una pequeña representación de lo que era una araña de arena.

El sonido que producían las arañas hacia que se desconcentrara. Ignorando el hecho que su cabeza podía estallar por el dolor. Agarro su pico de diamante y comenzó a golpear el triangulo flotante repetidas veces.

Le comenzó a doler el brazo por el peso del pico. Unos segundos mas tarde logro romper lo que era una pequeña protección para el centro del triangulo.

- Al fin - Dijo en un pequeño suspiro, mientras recobraba fuerzas y aire.

En el momento de levantar el pico para dar el ultimo golpe, una flecha le rozo el brazo haciendo que su pico cayera al suelo y su brazo sangrara.

Rápidamente volteo su cabeza para encontrar a Fargan con una mirada cómplice. Un " Lo siento" fue gritado por Fargan mientras seguía lanzando flechas hacia las arañas que le rodeaban.

Aunque la cortada podía ser profunda, Luzu no sentía nada por la adrenalina que corría por sus venas.

No tardo en agacharse para tomar su pico y dar el golpe final.

En el momento que golpeo la pequeña araña en el centro del triangulo una onda expansiva y un ruido ensordecedor hizo que Luzu fuera lanzado por el pasillo varios metros.

Todo se volvió blanco de un momento a otro.

En el momento del impacto solo sintió el como estaba lleno de arena y sus ojos se entrecerraban. No podían escuchar nada.

Apenas podía sentir como su cuerpo se adormecía y sus ojos se cerraban.

Soltó un pequeño suspiro para sus adentros. Pero su pequeño momento de descanso fue interrumpido por alguien que le sacudió con fuerza para evitar que se desmayase.

Abrió los ojos de golpe y pudo divisar a Willy con una enorme sonrisa.

- Lo hicimos - Dijo Willy abrazándolo con fuerza por los hombros. Luzu dirigió su mirada al pasillo y efectivamente ya no estaban esos ojos rojos que le causarían pesadillas por semanas.

Solo estaban sus compañeros sentados en el suelo recobrando la conciencia al igual que el.

Al parecer la onda expansiva causo que las arañas se desvanecieran y sus compañeros fueran lanzados por los aire al igual que El. Pero la diferencia era que fue Luzu quien recibió la mayoría del impacto.

Apenas podía sentir sus extremidades. Volvió a mirar a Willy y una pequeña sonrisa se incrusto en su rostro.

- Willy estas aplastando mi brazo - Se quejo Luzu por el abrazo extremadamente largo. Willy se disculpo y le ayudo en pararse junto a sus compañeros quienes también tenían una sonrisa en su rostros.

- Nos vemos demacrados - Dijo Lolito con diversión pero exhausto por la pequeña batalla de las arañas. Pero realmente tenía razón todos nos muy mal. Luzu no era el único quien sangraba - Definitivamente elegimos el peor de los cuatro caminos - siguió diciendo el pelirrojo.

- Mierda ¿Realmente tenemos que avanzar? - Pregunto Mangel, tomando la mano de Lolito - Podemos descansar - Dijo Mangel como una opción viable.

- No, tenemos que seguir. Pero créeme que yo también quiero descansar - Admitió Luzu haciendo que sus hombros cayeran - Los demás no se detendrán. Así que nosotros tampoco - Recobrando el aire.

Avanzaron lo que fueron largos minutos. Aunque el laberinto todavía continuaba preferían siempre tomar el camino que no les diera mal presentimiento.

Luzu sentía sus piernas quemarse.

Se había colocado una venda alrededor de la cortada de su brazo. Recibiendo varias disculpas por parte de Fargan. Las cuales respondió con un "No te preocupes Fargan, se que no era tu intención ".

 

- Definitivamente con Vegetta me caso, a Rubius lo mato y me beso a Staxx - Dijo Fargan distraídamente siguiendo con una de tantas conversaciones que habían perdido el interés sacando temas nada serios y completamente absurdos.

- No me convence - Dijo Willy.

- ¿Por que? digo Staxx no besa taan mal - Respondió Fargan.

- No me refiero a eso - Frunció el ceño - Pero no voy a preguntar el como sabes como besa Staxx - Continuo Willy - Me refiero que ya cruzamos este pasillo al menos unas tres veces -

Luzu quien no prestaba atención a la conversación hasta ese momento. Levantó la mirada para analizar el pasillo - ¿Por que lo dices? - Pregunto el castaño.

- Por los patrones del suelo, y las rocas  -

El castaño no había prestado atención a esos pequeños detalles.

- Hace un rato con otro pasillo igual pensé que lo habíamos repetido pero no fue así o eso supongo - Añadió Mangel - Cada pasillo tiene diferente suelo, este tiene patrones de líneas, el otro patrones de aspírales y el otro patrón de cuadrados - Siguió hablando con normalidad Haciendo que todos voltearan a sus pies para observar el suelo que efectivamente estaba en patrones triangulares.

- ¿Serán pasillos conectados? - Pregunto Lolito.

- No creo, puede ser que solamente sea al alzar - Opino Willy.

- Lo dudo aquí nada es al azar. Esto tiene que tener una explicación - Dijo Luzu.

Volvió a girar su cabeza intentando cubrir todo el pasillo oscuro con la iluminación de la antorcha rojiza. Lo máximo que podía iluminar eran las paredes con ilustraciones que apenas un experto del tema podría descifrar.

- Sigamos avanzando posiblemente sea un error, si ven algo raro avisen - Ordeno Mangel.

Y como lo había dicho el chico de la banda en la cabeza continuaron con el camino rocoso. Luzu si apenas se podía concentrar y mantener despierto.

Se preguntaba a que se enfrentaron sus demás compañeros. La curiosidad le carcomía por dentro quería saber si se encontraban bien pero otra parte de él prefería reprimir la curiosidad, ya que no quería preocuparse de mas.

Un nudo se instalo en su garganta con tan solo pensar que Quackity le pudo pasar algo. Retiro esos pensamientos confundidos en lo mas profundo de su mente para seguir caminando.

Al momento de levantar la vista pudo divisar a todo el grupo caminando enfrente de El. Se estaba agobiando de tanto caminar sin rumbo.

No se le podría considerar claustrofóbico, ni nada por el estilo pero con esta situación hacia que le costara respirara en un camino tan estrecho para cinco personas.

Decidió ignorar la ansiedad que sentía en ese momento y se concentro en los murales. Se detuvo en seco al momento de observar con detenimiento específicamente una pintura.

Algo resaltaba en la pared.

Un tótem de piedra amarillenta y ojos de esmeralda destacaba en la pared de roca.

Al momento de acercarse mas al tótem pudo ver el como este parecía un botón Por el relieve que llevaba. Abajo del tótem parecía que había personas arrodilladas hacia el, como si lo alabaran.

- ¿Esto se podría considerar raro? - Comento Luzu haciendo que al instante todos pararan en seco para dirigirse al tótem y verlo de cercas - ¿Alguien mas ya lo había visto? - Pregunto el cataño.

Pero sus compañeros respondieron con un coordinado "No"

- Al menos yo no ¿este pasillo ya se repitió? - Dijo Lolito acercándose mas, al pequeño tótem encristalo en la pared. Siendo alejado lentamente por los hombros por Mangel.

- No, los patrones se han repetido una y otra, Líneas vesicales, aspírales, triángulos y cuadrado pero suelo es de Líneas horizontales así que no hemos estado en este pasillo - Comentó Mangel mientras analizaba a detalle el Tótem.

Luzu noto que había un pequeño gravado abajo del Tótem una pequeña ¨F¨ le pareció curioso ese detalle - ¿La F significara algo? - Pregunto.

- Lo dudo - Contesto Willy - Lo mas prudente seria alejarnos de esa cosa - Opino el de la boina verde polvorienta .

- No - Respondió Luzu ganándose una mirada intrigante del grupo, ya que en estos casos era común que el castaño accediese a ese tipo de cosas para no poner en riesgo al grupo - Lo mejor seria apretar ese puto botón. Hemos estado caminando por seguramente horas, si va a pasar algo que pasee ahorita y no cuando se nos acabe la comida o el agua -

- Luzu acabas de tener un ejemplo claro del como pueden acabar las cosas si nos arriesgásemos - Contraatacó Willy dando de ejemplo a las arañas gigantes - Como tu dijiste no es momento para las estupideces -

- A tomar por culo Willy, Luzu tiene razón si va a pasar algo que pase en este momento y no cuando estemos mas debilitados y sin energías - Opinó Fargan.

- ¿Y crees que en este momento no estamos debilitados? - Respondió Mangel señalando la venda sangrienta de Luzu y el corte profundo de la espalda de Lolito - Es mejor seguir por los pasillos y sin riesgos de por medio. Puede que encontremos la salida - Siguió hablando Mangel esperanzado.

- Cariño, siempre te apoyo pero Luzu tiene razón es mejor arriesgarnos ahora y no cuando prácticamente estemos muertos en vida sin energías y comida - Dijo Lolito tomándola mano de Mangel y besándola en el proceso. Mangel respondió asintiendo con la cabeza.

- Bien prepárense que voy a apretar el Botón - Aviso Luzu quien se escondió atrás de su enorme escudo.

Los demás le imitaron posicionándose atrás de El,  en una pose de protección en cualquier caso impredecible.

Su mano rozo con el tótem rocoso y una visión se coló en su mente.

Un tótem cobrado en vida gigante de al menos unos veinte metros desde su perspectiva inferior. Los ojos esmeralda del gigante se incrustaron en el mientras lo veía desde arriba fijamente. El fondo era rojo con lianas y ruinas.

La imagen fue rápida y corta.

Volvió a la realidad con la respiración irregular y pulsando el botón, Al momento de soltarlo las paredes empezaron a cambiar y la realidad parecía que cambiaba transformando las paredes en cualquier tipo de esculturas abstractas.

- Mierda, mierda mierda - Decía con desespero, al voltearse completamente para verificar si sus compañeros seguían detrás de el. Solamente encontró una pared grande y desgastada que no estaba ahí hace pocos segundos.

Grito el nombre de sus amigos a todo pulmón y no hubo respuestas.

El escudo que antes tenia había desaparecido como si de polvo se tratase.

La respiración se hacia mas tensa cada paso que daba en los pasillos iluminados por antorchas colgada que antes no había le daba un pequeño escalofrío por lo frío que se sentía el ambiente, Los pasillos seguían pareciendo laberintos.

Pero la diferencia era que estos se respiraba un aire mas fresco en vez de tanto polvo y que eran muchísimos mas amplios.

Habían mas pasillos que antes, no se limitaban. Esto si parecía un jodido laberinto sin fin.

Siguió Gritando el nombre de sus amigos a todo el pulmón y seguía sin obtener respuestas.

Eligio pasillos al azar para intentar orientarse sin obtener éxito, respiro profundamente intentando calmar sus nervios.

- Tu puedes Luzu, consigue una salida no es tan difícil - Se alentó así mismo en modo de ánimo.

Ajustó su mochila que no había desaparecido como su escudo y corrió por los pasillos, no había absolutamente nada, algunos incluso estaban cerrados y sin salida. Hasta que se adentro a un pasillo extremadamente pequeño.

Tomó una bocana de aire y avanzo al único pasillo no iluminado por antorchas. Agarro una antorcha de las tantas que había en todos los pasillos y se adentro.

La oscuridad reinaba al igual que el silencio.

Una voz susurro en su oído. Nombres que no conocía, lugares que no había visitado y cosas que no entendía en lo absoluto. Probablemente se estaba volviendo paranoico pero sentía miradas sobre El. Apresuró el paso tanto que no sintió el momento en que se estampo en lo que parecía una pared.

Cayó al suelo por el tosco golpee de su frente. Una pequeña risa se le escapo, aluzo bien que fue con lo que se estampo y era una puerta de hierro lo suficientemente grande para al menos dos personas que pasaran hombro a hombro.

Se puso de pie sacudiendo se el polvo. Definitivamente era una puerta al infierno o al cielo.

La puerta de por si era intimidante. Ni si quiera podía calcular los años que pudieron pasar para que estuviera en ese estado tan deteriorada y oxidada. Una pequeña perilla metálica sobresalía de la puerta.

No tardo en intentar abrirla y sin mucho esfuerzo lo hizo.

Avanzo al espacio que estaba delante de el. Unos ruidos que no reconocía se incrementaron en el momento en que dio algunos pasos al frente.

La perilla que antes sostenía en su mano se desvaneció, y en el momento de voltearse a la puerta detrás de El que anteriormente había cruzado no estaba.

Trago saliva, no tenia tiempo en pensar que le pudo suceder a la puerta. Pero claramente había aprendido algo esos últimos diez minutos y era que nada era lo que parecía.

Unos ruidos que no podría identificar se incrementaron cuando intento aluzar alrededor de su espacio personal.

Saco su espada que se encontraba a un lado de su cadera. Estaba preparado a lo que se debería enfrentar.

El pánico se hizo presente en su cuerpo haciendo que su sangre se sintiera como hielo y sus latidos incrementaran de una forma impresionante.

Otras tres antorcha se hizo presente en la habitación. No tenia claro que tan grande era el espacio donde se encontraba pero era lo suficientemente grande como para identificar el fuego al menos unos quince metros de distancia.

- ¿Willy? ¿Luzu? - Preguntaron coordinadamente unas tres voces que pudo idénticas a la perfección - ¿Quien eres, no te vemos? - La voz que resalto en la pregunta, era de Lolito.

- Soy Luzu, ¿Donde estamos? ¿Se encuentran bien? ¿Que son esos ruidos? - Pregunto apresuradamente el castaño, mientras avanzaba a sus amigos.

- ¡Luzu no te muevas! - Advirtió Faragan desde la distancia - Ahí otro Respawn -

Al oír eso Luzu se quedó congelado en su lugar.

Cayó en cuenta que era un Respawn de Zombies de los peores enemigos del hombre. No lo había notado por estar desconcertado.

Aunque el sonido de los zombies podía sonar a distancia muchas veces. Este sonido, parecía mas tranquilo que la mayoría de Zombies que había enfrentado en sus meses en Karmalnd.

Lo único que quería Luzu para ese punto era desaparecer de ese templo con el Oráculo.

- !¿Son muchos?¡ - Pregunto gritando.

- !No lo sabemos, En medio de la habitación ahí una fosa grande llena de esas mierdas¡ - Hablo Mangel, también gritando para que Luzu escuchara con claridad - ¡Estas del otro lado, si sigues caminando lo mas seguro es que caigas a la fosa! - Siguió Fargan.

- !Okey, gracias por advertir chicos, ¿Willy no esta con ustedes?¡ -

- !No, en el momento en que activaste el Tótem nos divido a cada uno, nosotros nos encontrados en un pasillo conectado pero Willy no apareció. Teníamos la esperanza que se encontrara contigo¡ - Respondió Lolito.

Un sentimiento de culpa y preocupación salieron a flote.

Todo alrededor de la sala estaba oscuro lo único que se escuchaba eran los rugidos hambrientos de aquellas personas muertas convertidas en monstruos verdes.

Necesitaban iluminación si querían avanzar o al menos diseñar un plan.

- !Mangel, Necesito que actives el hechizo de iluminación que no enseño Vegetta¡ - Grito Luzu - ¡Las instrucciones están en la página 27 del Libro de encantamientos¡ -

Mangel no espero y saco su libro de encantamientos.

Habían acordado que el lo llevaría ya que el equipo en que se encontraba, no tenia muchas ideas de hechizos como Vegetta quien no necesitaba el libro ya que el ojimorados se los sabia de memoria.

Agradecido que no fuese Willy quien traía el Libro Abrió la pagina 27 y empezó a conjurar el hechizo, que era uno de los más básicos.

El libro empezó brillar como de costumbre.

Mientras que Luzu podía ver la pequeña esfera que tenia en las manos Mangel. Empezó a escuchar los Rugidos mucho mas fuertes.

No tardo en ver como los zombies escalaban la fosa.

Un zombie corrió hacia el Castaño quien rápidamente sostuvo su espada y dejando caer su antorcha apuñalando al zombie.

La espada se deslizo fuera del zombie quien no paraba de Rugir, ya en el suelo el cadaver  seguía arrastrándose hacia Luzu.

Dirigió su espada en la cabeza del zombie para decapitarlo.

La luz conjurada no se hizo de esperar en la habitación, Siendo una esfera blanca y posicionándose en el techo triangular.

Encandilado por la luz. Luzu pudo observar con detenimiento a sus compañeros que efectivamente se encontraban al otro lado de la habitación.

Avanzo a la orilla de la Fosa gigante para observar una de las imágenes mas grotescas que había visto en su vida.

El estómago le dio vuelco en el momento que vio como los zombies eran masacrado por ellos mismos intentando salir de la fosa escalando.

La sangre, los cuerpos. Aunque los cuerpos no eran de personas ya que estos zombies eran generados por encantamientos creados, no le quitaba lo horrible y repugnante. Siendo despedazados por ellos mismos.

Le hizo querer vomitar. El olor era tan desagradable que no se le iba olvidar por el resto de su vida.

En el centro de la fosa se encontraba el Respawn. El hoyo gigante media al menos unos cinco metros de profundo.

Debían tener cuidado en no acercarse mucho a los zombies. Una sola cortada y te infectabas por completo.

Lolito se encogió de hombros - Mierda eso es asqueroso - Refiriéndosela a la fosa.

La cantidad de zombies empezaron a incrementar. Era bien sabido que si un humano se acercaba a un Respawn. El Respawn incrementaba demasiado llenando incluso la sala de tantos mobs que aparecían ala vez.

- No tarda en llenarse la fosa y que los zombies salgan a flote - Dijo Luzu.

Empezó a observar con detenimiento el espacio donde se encontraba. Como era de esperarse Todo era de roca amarillenta semejante al templo.

La fosa se encontraba mas cerca de el que de sus amigos, ya que ellos si tenían espacio.

Básicamente estaban atrapados otra vez.

Respiro profundamente intentando analizar todo lo que había pasado las últimas horas pero todavía su cerebro no podía procesarlo.

- Bien - Susurro para si mismo. Si Willy no se encontraba el se tenia que poner a cargo del grupo - Voy a intentar cruzar sin caerme. Tenemos poco tiempo antes que la fosa se llene y los zombies se hagan una plaga.

Intento pensar una idea de como cruzar sin caer. Una idea se le vino a la mente, se sentía estupido por no pensarlo antes.

La respuesta era muy fácil una ender pearl. Se golpeo mentalmente por no recordarlo.

- ¡¿Como mierda vas a cruzar Luzu?! - Grito Lolito al mirar como Luzu ajustaba su mochila a su espalda y sacaba algo de esta ademas que se remangaba las mangas de su sudadera negra - Se va a caer - Dijo en un susurro para si mismo lo suficientemente alto para que su novio y amigo lo escucharan.

- ¡Con una Ender pearl! - Dijo como si fuera lo mas obvio del mundo, aunque se sentía un poco hipócrita al decirlo ya que el ni si quiera lo había pensado momentos antes.

Ni siquiera lo pensó cuando se puso en la orilla de la fosa sintiendo el aliento desesperado por los cientos de zombies.

Lanzó la pequeña esfera lo mas lejos posible.

Su estomago dio un vuelco al sentir la sensación familiar de las Ender Pearls.

De un momento se golpeo con una pared. Al abrir los ojos rápidamente se aferro a la otra orilla de la fosa, sus amigos le agarraron de los brazos e hombros para sujetarlo y que no cayera.

Podía sentir como jalaban sus pies y la fuerza en las criaturas hambrientas.

Fue jalado por sus tres amigos e impulsado por el mismo hacia arriba, golpeándose de golpe contra el suelo en el momento que toco el suelo y los pies de sus amigos. Se sintió aliviado.

- Gracias - Agradeció a sus amigos mientras seguía tirado en el suelo recuperando el aliento perdido por su pequeño pánico.

- Casi mueres - Reprendió Mangel, quien le extendía la mano para que se pusiera de pie y Luzu sin problema la agarro poniéndose de pie con un salto poco optimista.

- Pero no morí - Sonrió sarcásticamente, haciendo reír a Lolito como a Fargan - Soy yo o esas mierdas tienen mas fuerza, casi me arrancan el pie - Opinó el castaño.

- Puede ser que estén alterados o el Respawn este encantado - Comentó Fargan - Digo sabemos que los zombies de Respawns son inteligentes por naturaleza, lo son tanto como para pelear o escalar cosas, pero ¿Aumentar fuerza? - Dudo su amigo.

- No, Recuerda que esas cosas son generadas por Magia así que se pueden modificar, incluso pueden volar si la persona que los creó lo desea. Tenemos que tener mucho mas cuidado al momento de matarlos - Dijo Mangel pensativo sin apartar la mirada de los Zombies.

Lolito quien se encontraba a un lado lo abrazo. Solo ellos dos se entendían, Solo ellos dos sabían de las visiones que Mangel tenia. Solo ellos dos sabían de como meteorito impacto en Mangel volviéndolo un monstruo.

Luzu aparto la mirada de la escena que sus amigos proyectaban.

Se concentro en intentar ver si habia un tipo de salida en la gran parte donde se encontraban. Aunque el lugar donde se encontraban tenia varias paredes abstractas, pequeñas salas y mucho, mucho polvo.

la luz se convertía en tenue en el momento de entrar en las salas casi oscuras. Entro en una de las cinco que había. Esta estaba vacía. Siguió entrando en casa una sin obtener ninguna anormalidad hasta que entro en la ultima.

Era mas grande que las demás, arriba de las paredes pintadas con patrones desiguales se encontraba algo que destacaba y era algo carmín como una mancha de sangre seca. En la pared del fondo se hallaba algo que no podía ver con claridad.

Al avanzar unos metros, observo como era un marco de puerta llena hasta el tope de piedras tapando el paso.

Y por primera vez que había entrado al templo tuvo una pizca de optimismo.

- !Luzu están saliendo de la fosa! - El grito de Mangel lo alerto.

- ¡Chicos encontré una salida! ¡encontré una salida! - Grito con emoción, empezó a intentar quitar las pequeñas, medianas y grandes rocas que cubrían el paso.

Esperaba que fuera una salida de la prision donde estaban.

Sus manos no se raspaban gracias a los guantes que traía y siempre cargaba. Unos sonidos provenientes atrás de el hicieron que se volteara para encarara al Zombies que caminaba a rastras hacia el castaño.

El zombie será relativamente normal, la cara la tenia podrida hasta los huesos y una parte de el estaba aplastado. Imagino que fue por intentar salir con desesperación.

Empuñó su espada en su mano y se dirigió al zombie quien caminaba mas rápido hacia El.

Lo apuñalo en el estomago y por obvias razones el zombie seguía avanzando hacia el castaño profundizando el corto y abriendo sus órganos.

Se volvió a golpear mentalmente por su acción tan estupida. Retiro la espada del abdomen del monstruo y antes que avanzara mas lo decapito haciendo que su cabeza volara atrás de El.

La sangre esparció su apreciada espada.

Los sonidos graves no paraban de aumentar en cada segundo. Golpe tras golpe en seco se escuchaba.

Salió del lugar donde estaba para encontrarse una escena que hizo que su sangre volviera completamente fría.

Los zombies salían en masa de la fosa, Fargan intentaba protegerse con su arco siendo inútil y sacando su espada de diamante para defenderse. Mangel era el único que se defendía con su pico atrás de el estaba Lolito quien lanzo su bengala a un zombies que se acerco demasiado a los dos.

Mierda, Mierda, Mierda.

Un zombie que no había visto se abalanzó hacia el, lo esquivo con fluidez y lo decapito en el momento que le dio la espalda.

Para ese punto ni si quiera podía identificar a sus amigos por la cantidad de cadaveres vivientes.

Trago saliva en el momento que vio salir de la fosa un zombie con armadura y espada. Era bien sabido que ellos sabían atacar y tenían el doble de fuerza.

Un grito desesperado lo desconcertó. El grito provenía de la voz mas aguda del grupo. Lolito. Lo Intento localizarlo con la mirada pero fue inútil.

- ¡Lolito ¿Donde estas?! - Pregunto desesperado Mangel al no encontrar a su novio.

La escena lo desconcentro de seguir con la pelea. Un zombie lo tomo desprevenido apuñalando su brazo ya sangrante. Un grito de dolor salió de sus cuerdas vocales.

Volteó rápidamente para defenderse, la sangre le hervía, viendo todo rojo. Apuñalo repetidas veces al zombie quien le hacia poco daño con su armadura de diamante.

No tardo en hacer que el zombie cayera al suelo y decapitarlo en el proceso, su brazo izquierdo le dolía como el infierno. Varios zombies se abalanzaron hacia el para morderlo. No tardo en responder con su espada en alto y un brazo des capacitado. Mato a todos que se les atravesaban.

Tenía suerte que el zombie lo apuñalo y no mordió.

Su respiración irregular y sus oídos zumbando hicieron que el miedo se convirtiera en adrenalina fluyendo en sus venas.

No tardo en adaptarse al ritmo de matar lo que hubiera en su alrededor. Siempre fue bueno en peleas con armamento y cuerpo a cuerpo. Todo esto le causaba un pequeño deja vu.

Intento abrirse paso a los cientos de zombies que le rodeaban. Pero no había fin se quedaba estancado entre ellos, intentando no ser mordido o incluso rasguñado. Siguió peleando.

 

Mangel nunca fue bueno en las peleas con espadas a comparación de Vegetta, Staxx, Rubius o incluso Luzu.

Lo único que podía ver a estas alturas era la sangre corriendo por el suelo y los deformados rostros de los zombies que le atacaban y no dudaba en matarlos.

Aunque era algo fácil el decapitarlos. No lo era cuando estas cansado y rodeado de montones de ellos. Nada de esto se comparaba a nada de lo que había vivido sus meses en Karmaland.

Lo único que quería para ese punto era estar acostado en la cama con Lolito a un lado hablando o incluso solamente abrazados. Lo único que quería era salir de ese infierno.

Estaba entrando en pánico y no por el mismo. No.

Era por Lolito, que no lo encontraba, su novio no había contestado a sus llamados desesperados.

El miedo lo carcomía por dentro, ninguno de sus compañeros presentaba señales de vida o que el supiera. Ya que apenas podía ver las paredes.

Volvió a gritar el nombre de su novia con desespero. Y para su suerte si hubo respuesta.

- ¡Mangel! ¡Amor! !Estoy bien¡ - Contesto Lolito, apenas se le escuchaba con los ruidos del exterior. Al instante que Mangel escucho la voz de Lolito se quito un peso encima.

Los zombies no paraban, sus rodillas se sentían frágiles, sus brazos como gelatinas. Era muy cansado todo eso. Pero seguiría de pie si significaba el estar alado de Lolito al final del día.

 

Le acaba de mentir al amor de su vida y se sentía de la mierda mentalmente como físicamente.

Realmente Lolito se encontraba en una esquina de las paredes desangrándose por una de sus piernas ya que fue brutalmente apuñalado por uno de los tantos zombies en la zona.

Se encontraba sentado y siendo defendido por Fargan quien se encontraba enfrente de el para que los zombies no les acercara.

Se sentia completamente inútil. Fargan cargaba con el doble que aguantaba, el pobre no era especialmente bueno con la espada. Su especialidad era el arco y flecha, el chico tenia ojo de águila en el momento de dispararlas.

Pero en esta ocasión no había ni arcos ni flechas para atacar en tan corta distancia.

Lolito ni siquiera podía explicar el como terminó intentando detener la hemorragia de su pierna, en una esquina.

Solo sabia que se separo de Mangel en el momento que los zombies empezaron a aparecer en masa. Intento defenderse con todo, intento usar el entrenamiento de Rubius pero fue en vano.

De un momento a otro estaba en el suelo desangrándose al borde de la muerte si no fuera por uno de sus mejores amigos que le ayudo.

Estaba intentando detener el sangrado con una de sus mangas. Tenía la vista fija en el sangrado hasta que Fargan fue tirado al piso enfrente de El.

Rápidamente lo jalo hacia El, para evitar lo mas posible que los zombies lo mordieran, Intento agarrar su espada pero fue inútil ya que se encontraba a metros de el. Se hizo bolita esperando su muerte.

Pero una luz cegadora proveniente de algún lado hizo explotar a todos los zombies. Haciendo un charco de cadaveres verdes y sangrientos. Se le revolvió el estomago.

Pero ahora podía con claridad sin ningún zombie de por medio.

Lo primero que busco con la mirada era a su novio que se encontraba de rodillas con expresión de sorpresa. El también estaba completamente sorprendido.

No paso ni medio segundo para que gritara el nombre de Mangel y el chico de banda blanca corriera hacia El.

 

Luzu se encontraba luchando con al menos siete zombies por su cuenta. Se sentía exhausto, no estaba acostumbrado a tal grado de pelea.

Lo máximo que hacia en su día a día era escuchar los problemas de sus pacientes uno por uno.

Un zombie con espada apareció en su campo de visión enfrente de El. No dudo en abalanzarse hacia enfrente para decapitarlo lo antes posible.

Pero un zombie en su costado lo tumbo al suelo, su cara contra el suelo raspandola un dolor ardiente lo invadió.

Lo único que podía ver en ese punto era su muerte y un zombie apunto de apuñalarlo en el estomago.

Una luz resplandeciente y cegadora lo encandilo en el instante. Pronto litros de sangres volaron por el aire.

Al abrir los ojos se encontraba en el suelo con cadaveres a su alrededor. Se intento poner de pie en un salto pero apenas podía moverse.

Poco a poco, se logro poner de pie para mirar a Willy en el mismo sitio donde al inicio se encontraba, al otro lado de la fosa teniendo el libro de encantamientos en su mano y una esfera de color blanco.

Su cara ensancho una sonrisa.

Willy no tardo en teletransportarse con una Ender Pearl cayendo justo en el medio donde se encontraba Fargan quien ya se estaba intentando poner de pie.

- ¿Están bien? - Pregunto Willy quien se paraba del suelo tambaleándose. No faltaba ser experto para saber que se encontraba débil el chico de cabello blanco.

- ...Nosotros... - No término la oración al ver a sus compañeros tirados en el suelo, Lolito se encontraba sentado en un pequeño charco de sangre y Mangel arrodillado a su lado mientras intentaba detener el sangrado. Por otra parte Fargan era el mejor que se encontraba de los cuatro.

- Yo al menos me encuentro bien - Mintió - mejor que ellos dos - Admitió el castaño señalando a los dos tortolitos de la esquina - pero tú te vez mal ¿Que paso? - Pregunto.

Willy sabía que se veía como la mierda, seguramente más pálido de lo normal y más débil.

Pero había una sola explicación. Uso básicamente todo el poder de magia que sabía. Vegetta y El ensayaron por semanas encantamientos que les ayudarán en combates.

Y había un hechizo en particular que si lo convocabas, te absorbía tu energía y una parte de tu alma. Magia negra en pocas palabras, Vegetta le había advertido en no usarlo si no fuera necesario.

Pero sabía que en este momento era necesario.

Se iba a encontrar débil al menos unas horas antes de recuperar energías como habitualmente lo hace.

Luzu por lo contrario noto que el hechizo no rompió el Respawn y que pronto los zombies saldrían de nuevo.

- Chicos a qué dirigirnos a esa zona - Ordenó apuntando a la última de las cinco marcos de puerta.

No tardaron mucho hasta que los cinco se encontraban en el espacio donde se encontraba la puerta todavía llena de rocas.

Fargan sostenía intentando crear una barrera en la entrada de la sala con el único escudo que no se desvaneció del grupo, que pertenecía a Willy.

El escudo no lograba tapar todo el marco.

Mangel y Luzu se encargaban en intentar quitar las rocas de gran tamaño que bloqueaban la salida.

Por lo contrario Willy y Lolito se encontraban en una burbuja de protección creada por Mangel.

La iluminación bajó por mucho ya que no se encontraban en el centro de donde provenía la luz.

Las manos de Mangel empezaron a sangrar por las rocas rasposas y por el intento de quitarlas rápidamente.

Roca por roca era despegada de las demás y todavía no encontraban una salida del purgatorio en el que estaban.

Fargan empezó a sudar frío cuando se dio cuenta que los zombies volvían a salir de la fosa, volteó su cabeza donde se encontraban Mangel y Luzu y ahí supo que todo iba a acabar muy mal.

Dos de sus soldados se encontraban en estado deplorable y los otros tres apenas podían mantenerse de pie.

Lo único que quería Luzu en ese momento era que si morían.

Al menos que sus amigos encontraran sus cuerpos.

Willy se encontraba desmayado en los brazos de Lolito quien luchaba para mantener los ojos abiertos por la pérdida de sangre.

Mangel arto de la situación agarró su pico de diamante con dificultad y lo alzó para golpear fuertemente las rocas. Una cortada en su brazo se abrió para empezar a sangrar de manera exagerada por el esfuerzo que ejercía.

Luzu lo quiso imitar pero no tenía su pico a la mano apenas cargada con su mochila y una espada.

Fargan empezó a ser empujado por la horda de zombies.

- Mierda..¡No los puedo detener yo solo! - Gritó con desespero Fargan.

- Yo voy - Respondió Luzu tomando su espada y colocándose a lado del hombro izquierdo de Fargan y empezó a empujar.

Fue inútil ya que un zombie pequeño pudo lograr colarse.

Luzu lo decapito al instante. Aunque no era un zombie sintió un pinchazon de culpa.

Podría imaginar que los zombies se multiplicaron por el daño que tuvo el Respawn por el hechizo conjurado de Willy.

Eran empujados hacia atrás haciendo más difícil la tarea. Alguno de los pocos zombies que lograba, Entrar eran derrotados enseguida.

Mangel no se detuvo en seguir picando las piedras, le costaba bastante aunque las rocas parecían normales, aseguraba que era de otro material compleméntame te diferente.

podía sentir su sangre hirviendo en su torso y en sus brazos.

Su sudor aumentó más sin parar de picar por los sonidos desesperados de los zombies a su espalda, su respiración aumentó de velocidad igual que su pulso.

Una delicada voz lo desconcentro de su tarea.

- Mangel - Llamo su amada pelirroja - Tu sangre - Dijo con un hilo de voz delirante.

Mangel ni siquiera volteó a verle seguía picando una y otra vez. Podía sangrar hasta su última gota para lograr sacar a Lolito de ese infierno.

Pico y pico hasta que sus manos y el mango del pico se cubrieran de su sangre carmín, tuvo resultado al momento que pico en una esquina y las rocas cayeron para atrás rompiendo la gruesa barrera.

La esperanza lo invadió inesperadamente.

Recobró aire y siguió picando con éxito, al otro lado de la barrera de piedra se encontraba un pasillo oscuro.

- ¡La rompí! - Gritó con orgullo volteando a ver a sus compañeros.

Y su esperanza se derrumbó poco a poco al ver el escudo en el suelo cubierto de Sangre verde y a Fargan y Luzu luchando con varios zombies.

Dirigió su vista a su amado, quien se encontraba con los ojos abiertos haciendo ver sus ojos hermosamente verdes y brillantes aun con la poca luz que había en la habitación.

- Saldremos de aquí, amor - Le prometió a Lolito y en respuesta obtuvo una pequeña sonrisa.

Suspiro y tomó su pico para volver a picar descontrolada mente, su respiración empezó a volver irregular se y lo único que escuchaba era su pulso acelerado.

 

Luzu apenas se podía mantener de pie, cabeza por cabeza era destrozada por su afilada espada.

Intento tomar aire pero fue inútil ya que un pequeño monstruo verde se dirigió hacia Fargan.

Lo decapito con agilidad, Su sangre hervía por dentro y por fuera, su labio hinchado por tanto mordisquearlo y su cabeza delirando por la falta de comida lo hacía sentir Deplorable.

No sabia en que momento estaba rodeado nuevamente de zombies, un grito de felicidad lo distrajo al voltear a ver era Mangel quien había logrado penetrar en esa pared de roca indestructible.

La euforia se apoderó de su cuerpo.

Sin darse cuenta fue empujado para atrás cayendo de espaldas y golpeándose otra vez.

Se levantó y comenzó a luchar con la pequeña esperanza que salieran vivos de ese maldito templo con el oráculo que le trajera más preguntas qué respuestas.

La sala se llenaba de zombies y solamente dos personas no podrían con la carga.

Mangel llevaba ya una muy buena parte de el marco, con dificultad podría entrar una persona demasiado baja y delgada.

- !Mangel Ayúdanos¡ - Pidió Fargan en un grito deplorable con desespero, mientras apenas podía sostener la espada sin que se les resbalara de sus nerviosas manos.

Para ese punto los zombies no solamente eran comunes, si no también que empezaban a salir nuevamente zombies que empuñaran espadas escudos, y armaduras.

Mangel estaba indeciso por una parte podía acabar con el marco de la puerta y al fin salir. Pero por otra parte eso significaría la muerte de sus dos amigos.

Exhausto agarro su pico desgastado de diamante y comenzó a defender a sus compañeros.

Los zombies eran fuertes con cráneos duros y eso se les complicaba más.

Un zombie con armadura se le abalanzó y él respondió con una patada en el estómago haciendo que cayera al suelo y en el momento de degollarlo en el suelo.

Otro zombie se le abalanzó a su cuello, respondió con un codazo haciendo que el zombie retrocediera unos metros.

Acabando con el zombie en el suelo y con un giro rápido arranco la cabeza del zombie que se le había abalanzando segundos antes.

Un cadaver tenía una espada en su mano, Esos zombies eran los peores.

Se le abalanzó al zombie mientras el cadaver respondía intentando apuñalarlo sin estrategia pero con precisión.

No tuvo éxito ya que con un movimiento rápido lo volteó contra la pared haciendo que su cabeza se torciera de una forma desagradable.

Intento recuperar aire mientras otros zombies se le abalanzabas feroces y podridos.

Pasaron minutos cuando la horda se multiplicó. Sabia que tenia que tomar medidas drásticas.

Corrió por su mochila empujando a los cadaveres al suelo. Mangel había dejado su mochila junto a Lolito.

Aunque estaba lleno de zombies era fácil de ubicar a su amado  ya que la burbuja de protección era la mayor iluminación de la zona,

Fue su idea el proteger a Willy y Lolito en la burbuja, su magia era demasiado débil apenas podía sostener el hechizo de iluminación y protección a la vez.

- Lolito, mi mochila - Dijo Mangel con desespero ya que sabía que no tardarían los zombies el seguirlo.

Y dicho e hecho un zombie se abalanzó hacia él y si no fuera por la advertencia de Lolito seguramente lo hubiera apuñalado con su espada.

- Aquí la tengo - Respondió La pelirroja extendiendo su mochila desgastada, sin que pasara la barrera de protección.

Mangel hizo un movimiento de mano para que la burbuja abriera un pequeño orificio lo suficientemente grande para que la mochila saliera.

- Gracias, amor - dijo con cariño Mangel antes de cerrar la barrera por completo. La burbuja no se podía abrir si la persona que lo conjuró no lo deseaba.

- Mangel, cuídate - Dijo con tono preocupado.Mangel asintió en respuesta.

Abrió su mochila con desespero y al final de esta se encontraban dos explosivos de pólvora.

Suspiro mientras que las sostuvo en su mano junto con el perchero.

Se dirigió a Luzu quien se encontraba en el centro peleando con la mayoría de zombies.

Se le veía ensangrentado, se preguntaba si toda la sangre era de Luzu. Se colocó en su espaldas mientras le ayudaba con los zombies a diestra y siniestra.

- Luzu tengo Explosivos, a que dirigir a todos los zombies a un lugar y encenderlos -

- Actívalos en la esquina de ese lado - Apuntó una escultura abstracta, que se encontraba en una pequeña esquina de la sala.

Mangel pudo cruzar con éxito, decapitando unas cuantas cabezas en el camino y colocó los explosivos en una esquina.

Pudo observar como Luzu y Fargan estaban en la otra esquina de la habitación siendo protegidos por el escudo encantado por Vegetta.

- ¡Vengan a mi hijos de puta! - Grito Mangel a todo pulmón.

Logrando que los zombies se dirigieran hacia El.

¿El plan? Muy sencillo. Activaría los explosivos en el momento que los zombies se encontrarán muy cerca, haciendo que la mayoría muriera y él escapara rápidamente antes que la explosión detonara directamente a el.

Segundos antes que los zombies corrieran a su dirección, pudo divisar los hermosos ojos verdosos de Lolito.

Los zombies corrieron desesperados a su dirección, no tardo en activar los explosivos y correr a la dirección opuesta.

Tenía siete segundos antes que explotaran.

Corrió deprisa chocando con todo tipo de zombies, siendo arrastrado por ellos. Su pico se encontraba en su mano intentando hacer espacio entre él y los cadaveres vivientes.

Siete...

Siguió avanzando.

Su sudor recorría su cuerpo, su corazón latía tanto que escuchaba la sangre de sus oídos bombear.

Lo único que veía eran caras y cuerpos putrefactos, intentando ser mordido sin éxito alguno por su leal pico de diamante.

Seis..

Una sensación de ardor lo hizo parar de golpe, proveniente de su estómago.

Cinco...

De pronto un líquido carmín cubría la mayor parte de su abdomen, sus manos se dirigieron a la herida para divisar el como fue empalado por una espada.

Sus ojos se cristalizaron, su respiración se detuvo y su pico era tirado al suelo por su propia mano.

Cuatro...

Intento avanzar pero su cuerpo traicionero lo arrodilló mientras que zombies lo mordían por sus hombros y brazos.

Tres...

Sus oídos se cerraron ambientándolo en un sonido blanco, los gritos preocupados De Luzu y Fargan eran ignorados olímpicamente.

Dos..

Los gritos desesperados de Lolito.

Las mordidas lo Cubrían aún más de su propia sangre y arrancándole trozos de piel quedando solamente carne viva.

Uno.

No duro mucho su sufrimiento de ser comido vivo, ya que los explosivos detonaron.

 

Lolito se encontraba en la burbuja de protección. No había visto a Mangel salir de la horda y su precaución detonó al cómo la TnT explotó demasiado cercas de Mangel.

Sus gritos de desesperación rasgaban su garganta.

La sala se llenó de humo y sangre verde.

Cuando los explosivos detonaron pasaron varios segundos antes que viera movimiento.

Luzu se dirigía a un bulto entre los cuerpos. Y realmente esperaba que aquello no fuera su amado.

———

Luzu se había movido rápido, estaba aturdido por la explosión pero eso no lo detuvo ni un segundo.

Busco desesperadamente entre los cuerpos intentando encontrar a su amigo, pero era inútil.

Fargan quien también le ayudaba con desespero y nerviosismo. Encontró a su amigo.

Lo saco lentamente de donde se encontraban la mayor parte de cuerpos.

Mangel estaba prácticamente agonizando, todo su torso hasta el cuello estaba repleto de sangre tanto carmín y verde.

Una espada de hierro se encontraba en su abdomen siendo la mayor causa del sangrado.

Un escalofrío le recorrió la espalda, ni siquiera podía analizar todo lo ocurrido.

Fargan se arrodilló a la altura de su amigo y intentó detener el sangrado causado por la espada.

- Nononono, Mangel tú no...Porfavor no - Repetía sucesivamente Fargan manchándose del líquido carmín de su amigo.

Luzu estaba paralizado, no podía respirar, no podía pensar ni mucho menos actuar.

Un remordimiento lo atacó en su estómago, volteó a la burbuja de protección para ver a un Lolito gritando con desespero intentando salir de la barrera pero era inútil.

Tenía que dirigir tenía que hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados. No iba a dejar que Mangel muriera.

Se arrodilló para tomar el pulso de su amigo en la muñeca. Sus manos estaban temblando para no comprobar lo obvio, pero se sintió milagrosamente aliviado al sentir que su pulso seguía a su lento ritmo.

Había esperanza que viviera, aunque fuera mínima la había.

Los zombies no tardarían en aparecer de nuevo, y necesitaba romper la barrera de piedra que lo detenían en salir.

- Fargan inte- - No pudo acabar la palabra, la situación lo hacía tartamudar, tomo un bocado de aire  - intenta detener el sangrado -

Fargan ni siquiera le escuchó lo único que le interesaba era no perder uno de sus amigos más cercanos.

Luzu podía seguir escuchando a Lolito llorando desesperadamente, le partió el corazón el como La pelirroja podía perder a su amado. Y Perder a un amigo.

- Mangel - El castaño le llamó por su nombre, Mangel estaba semi inconsciente. Luzu no sabía si le escucharía - Destruye la barrera de protección, Loli - Su voz se quebró - Lolito te quiere ver -

No hubo respuesta, no sabía si Mangel quería tomar el riesgo de liberar a Lolito y que los zombies regresaran o si realmente no lo escuchó y se había desmayado por completo.

Era la primera opción.

Luzu no perdió el tiempo de levantarse y agarrar el pico que antes sostenía Mangel para destruir la barrera de piedra.

No tenía idea cuanta fuerza utilizo para que las piedras se rompieran en pocos minutos. Lo único que quiera era salvar a Sus amigos.

La barrera se destruyó. El pasillo, era oscuro pero estaba seguro que eso podía conducir a un lugar más seguro.

Ni siquiera se había dado cuenta que estaba llorando por la desesperación y el temor. El no podía correr todo ese camino. No ese estado en el que estaba.

- Fargan corre, yo protegeré a Mangel, si los zombies se vuelven a regenerar - Ordeno. Fargan no tardo en ponerse de pie y correr lo más rápido que podía.

Luzu tomó su espada para defender, y se arrodilló en el suelo para detener la hemorragia.

El llanto de Lolito, y el de El se mezclaron en sincronía.

- Lolito, todo va a estar bien - Le dijo al pelirrojo pero ambos sabían que si Fargan no regresaba rápido sería su muerte asegurada.

- !Mentiroso¡ - Gritó la chica atrapado en la barrera golpeando energéticamente el suelo lleno de sangre salpicando la protección.

Un pequeño zombie apareció en el umbral y el se levantó de rodillas nuevamente para luchar.

Varios pasos se escucharon en el corredor.

Chapter 11: Guttae

Chapter Text

El corazón de Quackity galopaba mientras corría atrás de Fargan. El chico ni siquiera podía vocalizar bien sus palabras y parecía que en cualquier momento se desmayaría.

Momentos antes Quackity había apartado la mirado, cuando observó con detenimiento al chico, quien estaba cubierto de sangre, moretones y rasguños.

No quería imaginarse a Luzu, y era lo que su mente repetía cada segundo que pasaba corriendo a donde los dirigía Fargan.

Luzu, Luzu, Luzu.

Quienes corrían en el estrecho camino eran, Vegetta quien saltó corriendo por su mejor amigo Willy, Rubius siguió a Vegetta sin pensarlo dos segundos, y Staxx.

Alexby los quería acompañar pero en el estado en que se encontraba no era buena idea. Illojuan se había ofrecido él cuidarlo mientras volvieran.

Su preocupación por el Castaño le revolvía el estómago. O seguramente era él hambre que traía después de no comer por horas.

Si bien había pasado varias semanas que había aparecido en el cartel de Karmaland, apenas había empezado a confiar con los integrantes del pueblo. En especial con Luzu y Vegetta.

- Ya casi - Fueron las primera palabras pronunciadas de Fargan sin tartamudear.

Llegaron a otro corredor más amplio que el anterior y el caminado de Fargan se intensificó. Unos sonidos de zombies le hizo parar en seco.

Si al final del pasillo se encontraban zombies, significaría que Luzu podía estar en grave peligro. Y más con la cantidad que sonaba hacia retumbar sus oídos.

Llegaron rápidamente al final de pasillo que se encontraba demasiado oscuro, Fargan fue el primero en pasar, seguido por Staxx, Rubius y Vegetta.

El fue el último en pasar.

Se heló su sangre al ver la escena, Luzu apenas se podía mantener de pie, ni si quiera lo podía reconocer a simple vista. Fácilmente lo podía confundir con un zombie acabado de despertar de la muerte.

Pero aún así tenía una espada en su mano y de pie. Su estómago dio un otro vuelco al ver a Mangel en el suelo.

Mangel se encontraba acostado boca arriba y algo plateado vertical resaltaba en su cuerpo. Cayó en cuenta que era una espada. Se le erizo la piel.

Se quedó estático mientras que Sus compañeros se incorporaban a la batalla.

-...Miroleus... - Susurró Vegetta, convocó una esfera en la palma de su mano de color morada como la mayoría de hechizos que realizaba.

La lanzó con precisión la onda a los zombies, y cayeron como piedra a sus pies.

Sus compañeros peleaban voltearon a ver el invocador del hechizo que obviamente era de Vegetta.

El hibrido trago saliva.

Quackity pudo ver otra prueba del por que seguían a Vegetta como líder, y el porque era respetado por todos en el pueblo.

Quackity estaba mirando la escena expectante, con los oídos zumbando sin oír los gritos de Lolito.

El espacio se inundó en un silencio. Acompañado con el llanto desesperado de Lolito que rogaba para que lo sacaran de la protección.

Tanto como Rubius y Vegetta intentaban deshacer la protección pero era inútil. La magia era algo delicado.

Staxx por su parte al igual que Fargan intentaban ayudar a Mangel.

Luzu se desplomó contra el suelo y Quackity corrió hacia el. Cayendo de rodillas se acercó al Castaño quien se encontraba medio inconsciente.

Quackity agarro la cabeza del castaño con cuidado, para acomodarlo en su regazo. No quería que estuviera contra el frío y húmedo suelo.

- Luzu estoy aquí - Susurró el del gorro - ¿Estas bien? - Pregunto pero claramente era una pregunta estupida.

Luzu solto una risa delirante con aires de ironía.

- Alex - Suspiro el castaño, haciendo que Quackity le recorriera un escalofrío por la columna vertebral, nunca le había llamado por su primer nombre - Mangel necesita ser curado, puede morir -

- También tú - Recalcó Quackity. Mangel se encontraba en mal estado diría que deplorable pero Luzu no estaba mucho mejor - Quédate aquí voy por mi botiquín - Dijo, antes de levantarse y correr por su mochila.

El castaño, no tardo en desobedecer al hibrido, poniéndose de pie difícilmente por su estado actual.

Al observar a sus amigos que minutos antes no se encontraban. El alivio no se hizo de esperar, hasta que noto que Alexby y Illojuan no se encontraban en ningún lado.

Su intento de caminar apresuradamente hacia Vegetta fue inútil, ya que fue detenido por Quackity.

- Luzu, entiende que no te encuentras bien - Dijo con voz frustrante el menor ¿Acaso Luzu no le importaba su propia salud?

Un escalofrío viajó por sus huesos, siendo observado fijamente por Luzu con una mirada penetrante color carmín. Quackiy trago saliva.

- ¿Donde están Alexby e Illojuan? - Pregunto el Castaño, con la voz más seria que había escuchado en su corta vida.

- Ellos están a salvo, se quedaron en el centro - Respondió Quackity con voz suave.

Luzu asintió con la cabeza - Tenemos que sacar a Mangel de este lugar - Se le quebró la voz al castaño. El hibrido asintió con la cabeza. Luzu se apoyó en su hombro para ser guiado donde estaba, el de la banda en la cabeza.

Quackity no había convivido mucho con Mangel, pero lo suficiente para saber que era querido por el pueblo de lo que él nunca lo haría.

Apoyo a Luzu hasta llegar con Staxx. Que se encontraba de rodillas intentando con desespero detener la hemorragia, pero era inútil, la sangre y las mordidas eran exageradas.

- ¿Seguirá con vida? - Pregunto Fargan, con la voz quebrada y lágrimas amenazando con salir de sus ojos marrones.

- Si lo está - Respondió Luzu - Mangel creó la protección de Lolito y Willy e iluminó con el hechizo de luz, si el estuviera... - Tomó un bocado de aire para alivianar sus pulmones ardientes - ...Los hechizos hubieran desaparecido -

- Tengo un botiquín - Comento Quackity, sacando una reluciente pequeña caja blanca con una cruz roja en el medio.

- Necesitamos más que eso - Añadió Staxx, mientras mirada hacia enfrente fijamente, donde se encontraba un chico amante del morado.

 

Vegetta no podía creer nada de lo que estaba pasando, de un momento a otro estaba perdido en un laberinto junto a Rubius, y al otro estaba repasando todos los hechizos que sabía para revertir una protección azul, con manchas rojas por la sangre derramada.

No estaba pensando con claridad, algo que Merlon le había reprendido muchas veces.

Estaba desesperado para sacar a Willy y Lolito antes que se asfixiaran. Mientras que Mangel, estaba muriendo a sus espaldas. Estaba entre las cuerdas.

- Vegetta - Ignoro la voz de Rubius que le había llamado varias veces - Vegetta, basta. Estas actuando histéricamente - Otro intento de llamarlo. Pero nada haría que apartara su mirada del su libro de hechizos - !Vegetta¡ -

Sus hombros fueron agarrados por el rubio, sacudiéndolos desesperadamente. De inmediato se aparto del agarre mirando a los ojos a Doblas.

- !Intento ayudar¡ - Le grito con frustración a su amante, haciendo que el contrario tragara saliva - Deberías hacer lo mismo - Frunció el ceño y volvio a su libro de magia.

Rubius le correspondió el ceño fruncido. Al igual que Vegetta agarro un libro de magia para re buscar, pero sabia que se engañaba el mismo.

Era inútil, todos sabían las respuestas del el como la barrera se podría desvanecer pero nadie dijo nada. A fin de cuentas eso incluiría el matar a uno de los integrantes para salvar a los otros dos. Era una opción no viable.

- Esto es inútil, intentare despertar a Mangel - Dijo Rubius devolviendo el pequeño libro a la mochila, y pasando de largo cuando el ojimorados le llamo por su nombre.

Se dirigió donde se encontraban la mayoría de integrantes, rodeando de cuclillas el cuerpo de Mangel.

Desde que habían llegado a la sala se negaba al observar el cuerpo de su amigo. Mangel era una de las personas mas importantes para el, había afrontado varios retos junto a su lado, como su gran compañero y amigo. Podrían salir de esta, estaba seguro.

Pero otra parte de El le decía que no se engañara.

Al avanzar e mirarlo tan de cercas, su respiración se empezó a irregular, y su ansiedad creció. Estaban Jodidos, estaban hasta el tope de mierda. Sabia que venir por ese puto oráculo les condenaría de por vida.

Se inclino para agarrar la muñeca de su amigo y tomar su pulso, no sabia si preocuparse o aliviarse al sentir el pulso tan bajo. En cualquier momento podía morir.

- Rubius, llama a Vegetta, necesitamos sacarlo de aquí sin que se desangre - Staxx ordenó con desespero.

Pero hizo caso omiso. Llamar al ojimorados solamente empeoraría las cosas.

- Magia curativa - Luzu hablo Rompiendo el silencio del grupo. Rubius lo miro a los ojos asintiendo con la cabeza y de inmediato cayo de rodillas junto al cuerpo de su amigo. Luzu lo imito.

- ¿Que harán? - Pregunto vacía mente Quackity pero nadie le respondio.

Fargan y Staxx se apartaron del cuerpo, al momento de despegar sus manos de las heridas abiertas, la sangre abundo. Luzu trago saliva.

Hace tiempo no practicaba tal Magia, el experto en esta área era Willy siendo el aprendiz del único doctor en el pueblo. Pero, para ese momento el chico estaba pálido como un cadaver y seguramente con pocos segundos de oxigeno.

Dos personas eran mejor que una en cuestión de Magia. No recordaba ningún hechizo de curación, pero el rubio comenzó a pronunciar palabras que le eran conocidas. De inmediato supo que hechizo era.

- anima tua et corpus tuum resurget - Vocalizó el Rubio, concentrado y con las manos en los hombros de Mangel. Luzu no siguió con el hechizo. Mirándolo desconcertado.

- Rubius, ese no es un hechizo curativo - Interrumpió el castaño, pero el contrario hizo caso omiso y siguio repitiendo una y otra vez.

- ¿Para que es el hechizo? - Preguntaron Fargan, Staxx y Quackity sincronizada mente.

- Es para despertarlo - Respondió el castaño con amargura.

- Rubius basta, es mejor curarlo que matarlo del dolor en cuanto abra los ojos - Hablo Staxx, tomando de los hombros al Rubio con fuerza. Pero el contrario siguió con el hechizo.

Fargan que se dirigía a Rubius de una manera nada amigable.

Pero se detuvo en seco. Cuando los ojos de Mangel fueron abiertos en su totalidad, las lagrimas del acostado no se hicieron esperar para abundar su rostro, mezclando sangre y lagrimas a la vez.

- Mangel, todo esta bien, necesitamos que desvanezcas la barrera  - Dijo Rubius de una manera fria, tan fría que Luzu nunca lo había visto actuar de una manera tan poco empatía.

Todos miraban la escena expectante, el como Mangel con sus pocas fuerzas, movió su mano a la derecha. Haciendo que la luz azul de la barrera desapareciera, reemplazándola con una luz tenue.

Staxx y Fargan se volvieron a inclinar, para un intento de vendar las heridas con el botiquín de Quackity.

- Todo va a estar bien Mangel - Luzu hablo con su voz quebrada en mil pedazos, sabiendo que mentía otra vez.

Los ojos de Mangel apenas se podían mantener abiertos, pero aquellos ojos que poco a poco perdían su brillo solo miraban al amor de su vida.

 

Lolito al ser liberado, tomo un bocado se aire. Se sentía asfixiado momentos antes. Estaba segura que tenia un tono morado en su cara por la falta de oxigeno.

La barrera llena de salpicaduras de carmín, le impedían ver con claridad. Y al momento de salir de aquella prision, se sintió levemente aliviado.

Mangel podía ser salvado por sus amigos.

Una pequeña sonrisa salió a flote, pero se desvaneció de golpe al ver como seguía en el suelo con un charco de sangre.

Intento pararse con dificultad, pero su pierna se lo impedía. Vegetta se encontraba frente de el, ofreciéndole la mano. La agarro inmediatamente sin dudar.

-...Mangel...llévame...a...Mangel...- Pidió la pelirroja hiperventilandose. El aire estaba a su alrededor pero el oxigeno le faltaba.

Vegetta asintió y rápidamente dejo que el chico se apoyara en su hombro para caminar pasos lentos hacia en centro de la sala. Las miradas de lastima de sus compañeros no se hicieron esperar.

Cayó se rodillas de golpe contra el suelo, siendo salpicado por la sangre derramada.

Los ojos de Mangel le seguían en cada movimiento, una pequeña sonrisa quizo salir. Comunicándole que estaba bien, pero no pudo.

Aparto su vista del contacto visual que se había formado, observando con claridad las heridas y la carne abierta de su amante. Su estomago se revolvió y su pecho se apretó.

Cualquier sonido que había escuchado momentos antes como los murmullos, las palabras de apoyo o los lamentos se hicieron blanco.

Sus oídos se cerraron y su vista solamente podía ver las mordeduras en los hombros de Mangel. Aunque quisieran era imposible salvarlo.

Estaba condenado. Los ojos rojos de Lolito se llenaron nuevamente de lagrimas.

- T-Tu...me prometiste q-que todo...iba a estar b-bien - Hablo con un hilo de voz, acompañado con tartamudez.

La mano se incrusto en la mano de su amante, sosteniéndolo como si su vida dependiera de aquello.

- L-los dioses - Mangel pronuncio las palabras en forma de advertencia, con su ultimo aliento.

Sus ojos perdieron su único brillo que les dejaba con vida, remplazando solamente dos canicas vacías. La luz tenue invocada por Mangel se desvaneció, quedando todo el espacio en una profunda oscuridad.

El llanto de Lolito se detuvo, sus ojos se agrandaron. Su respiración se acelero y sus manos tomaron el pecho de Mangel. Acurrucándose en este y manchándose de la sangre de su amado.

El silencio se quebró en cuanto Lolito grito a todo pulmón.

 

Quackity estaba sentado en una esquina del centro. Tomando aire y contando los muros que había en la zona.

El suelo estaba frío y el ambiente también. Todo se había convertido en lágrimas derramadas y penas. Se habían dirigido al centro para salir del templo, pero decidieron tomar un descanso de todo.

La mayoría de los integrantes se encontraban esparcidos sentados en el suelo, comiendo o solamente curándose de la pelea anterior.

El llanto de Lolito y Alexby hacían eco en todo el centro, los demás lloraban en silencio o solamente aparentando que se encontraban bien para regresar lo mas pronto a Karmaland.

Vegetta y Rubius se encontraban atendiendo a Willy que todavía estaba desmayado y pálido como un papel en blanco. Alexby y Fargan juntos lloraban por su compañero. Illojuan y Staxx consolaban a Lolito, ofreciéndole un hombro en el cual llorar.

Luzu estaba sentado en el frío suelo, mirando fijamente el techo recargado en la pared. Era el único que no había derramado una lagrima al igual que Vegetta, y el mismo Quackity.

Las tripas de Quackity rugieron en su interior, había perdido el apetito hace unos minutos y ni siquiera el robar la comida a Alexby lo animaba.

Aparto la mirada de sus compañeros, por alguna razón sentía que miraba algo muy intimo y privado. Pues durante toda su estancia en Karmaland, nunca los había observado quebrarse como un delicado cristal.

No los culpaba, después de todo habían perdido a un héroe y un amigo. Quackity tenía la fuerza para no llorar y quebrarse.

Siguió observando y contando los murales, eran pinturas desgastadas en las paredes. El centro, conformaba la zona como un decágono, siendo realmente grande.

Un mural le llamo especialmente su atención, algo en su interior le decía que se acercara.

Se puso de pie con cuidado, llamando la atención y la curiosidad de sus compañeros. Nadie se había movido de su lugar desde que se establecieron en su sitio.

No le importo cualquier mirada curiosa que se le atravesara, cruzo en centro parea dirigirse al mural que se encontraba a algunos metros de Fargan.

El mural como todos los demás era gigantesco y su pintura desgastada agarrando un tono amarillento, pero eso no impedía mirarlo con claridad.

En el puro medio del mural, se encontraban tres grandes libros, el primero de color rojo puro, sintió una familiaridad al instante en que lo vio. El segundo era de color verde, no conecto con aquel libro en lo absoluto.

Pero el tercero, era de color morado que lo dejo sin palabras. Era exactamente el mismo libro que encontró en la oficina. Trago saliva.

Abajo de los cada uno de libros se encontraban escritos que seguramente era un idioma antiguo.

- ¿Se te hacen conocidos? - Pregunto Vegetta, que al parecer se había parado detrás de el. Pensó en decir una mentira pero ¿Por que mentiría?

- Si - Respondió, y avanzo hasta el mural, lo suficientemente cercas como para que sus dedos rozaran con la pintura seca, los relieves de cada detalle eran increíbles.

Abajo en un esquina de cada mural se encontraba la letra "F" Que seguramente era el dueño del templo, o un artista muy talentoso.

Un relieve algo particular de color dorado al igual que el fondo. Detrás de los libros, le llamo especialmente la atención. Seguramente de lejos no se notaria que posiblemente era un botón pero el estar tan cercas revelaba su intención.

Interrumpió otra pregunta de Vegetta cuando apretó el botón sin pensarlo dos veces. El sonido un mecanismo viejo, se escuchó en todo el espacio conformado por el centro.

Dirigió su vista desorientada, al origen de aquel el sonido y observo un pasadizo que antes era un mural de un barco viejo. El pasadizo no era muy largo pero era lo suficientemente grande como para que varias personas pasaran de hombro a hombro.

Quackity no dudo en acercarse corriendo al pasadizo, que se encontraba a varios metros lejos.

Al estar algunos metros mas cercas puso observar el como podía ser otra oficina, o alguna cosa parecida.

Sus amigos curiosos también se acercaron sin cruzar el marco de la puerta.

- ¿Seria una buena idea entrar? - Fue una pregunta retórica de Illojuan, su voz estaba ligeramente mas ronca y apagada.

Nadie contesto la pregunta hasta que se acerco Rubius a un lado de Quackity - No seria mala idea el entrar, parece inofensivo - Propuso el hibrido oso.

Y sin ninguna palabra Vegetta se adentro a la zona. Quackity le siguió, ignorando el agarre de Luzu para intentar detenerlo.

Al momento de entrar, varias antorchas se encendieron. Haciendo notar una mesa redonda en el centro de la habitación, banderas en las paredes, libros y pergaminos esparcidos en la mesa al igual que en el suelo.

Parecía que hubo una tormenta en la misma habitación por el desastre que había, Quackity avanzó en una bandera que era muy parecido, casi igual a la que vio en la oficina.

Sintió algo en el zapato y al observar habían pisado tinta derramada. Hizo una mueca desagradable, sin duda iba a tirar esos zapatos.

- Esto es un desastre - Dijo Fargan, mientras hurgaba en los pergaminos y libros.

Quien se veía algo alterado para encontrar o buscar algo era Vegetta quien miraba todo los pergaminos, mapas y libros que podía.

Quackity al igual que la mayoría se dirigió a la mesa redonda que era para al menos unas ocho personas, era extremadamente grande.

Pudo divisar un mapa marcado y lo agarro antes que alguien mas se lo arrebatara.

El mapa era mas grande que un mapa normal. Marcaba sitios, que en su vida había escuchado, mostraba mucha información. Decidió guardarlo en su mochila agujereada.

- ¿Esto puede ser útil? - Pregunto Quackity.

- Para el paradero del oráculo a lo mejor, pero Willy menciono que este templo estaba lleno de objetos codiciados o artefactos mágicos. Armas, pergaminos, mapas, esferas, piedras, Libros. Ect - Contesto Vegetta, sin apartar su vista de un libro que estaba hojeando.

- Supongo, que todos esos objetos fueron robados - Contesto Rubius, con un hilo de voz. El hibrido oso tenia razón, nadie se podría resistir el entrar al templo por curiosidad o ambición. Y el dejar un artefacto a su suerte no era una opción.

Quackity siguio rebuscando pero, al parecer la mayoría de cosas eran basura.

Hasta que observo unas repisas al fondo de la zona, el hibrido no tardo en dirigirse a ese sitio. Al estar mas cercas pudo observar como todo estaba repleto de pergaminos, algunos incluso tirados en el suelo y manchados de tinta.

- Chicos aquí demasiados pergaminos - Hizo énfasis en demasiados.

Vegetta no tardo en dirigirse a un lado de Quackity, agarro la mayoría de pergaminos posibles y los dejo en la mesa.

- Trae los demás - Ordeno el ojimorados. Quackity no tardo en obedecer. Al parecer los pergaminos en realidad no eran muchos pero, hacían la impresión por ser tan voltosos.

Luzu quien no había dicho ni una sola palabra, abrió un pergamino.

- statera trilogy - Pronunció el castaño, repitiendo las mismas palabras que había leído en el pergamino.

- ¿Alguien que sepa latín? - Pregunto Rubius, la pregunta era retórica, pero Vegetta le arrebato el pergamino a Luzu contestando con un " Yo"

Quackity no perdió el tiempo y agarro un pergamino abriéndolo. El pergamino era algo muy delicado pues si lo tomabas mal seguramente se rompería ante el contacto brusco.

En el pergamino había algunas coordenadas anotadas, información con letra cursiva que no entendía en lo absoluto. Y honestamente ni siquiera le quería entender, lo único que quería era irse del templo y volver a su apenas construida casa.

Bostezo ruidosamente haciendo que todos le voltearan a ver.

- Honestamente, ya quiero irme de este lugar ¿Cuando nos marcharemos hacia Karmaland? - Pregunto el de gorra, mirando fijamente a Vegetta.

- Después que agarremos pergaminos suficientes, regresaremos a la selva, por donde yo y Doblas llegamos al centro. Por lo que eh visto es el camino mas seguro - Aseguro el orbes amatistas.

Quackity se limito a asentir con la cabeza y salió de el despacho para dirigirse al centro.

Miro alrededor para observar que los únicos que no entraron fueorn, Lolito, Staxx, y Willy por obvias razones.

Suspiro.

 

Quackity suspiro nuevamente.

Habían pasado dos días que habían llegado a Karmaland, el camino fue mortalmente silencioso. Nadie en el trayecto tuvo la libertad de mencionar la muerte de Mangel.

Ningún chiste, ninguna broma y ni mucho menos nombres fueron nombrados.

Había pasado tiempo suficiente para que el pueblo supiese la muerte de su héroe y las lagrimas del pueblo no se hicieron esperar.

Quackity por su parte no salió de su casa después de que puso un pie nuevamente en ella. No quería salir al pueblo. No tenia ganas suficientes, ni mucho menos energías.

Pensó en salir para visitar a Luzu, en el camino hacia Karmaland no había dicho ninguna palabra. Era como un fantasma.

Pero Quackity tampoco era un monstruo que se quedaría encerrado, y no iría al funeral de su amigo.

Así que ahí estaba. En el funeral. Vestido completamente de negro a excepción de su gorro con una pizca de azul.

El funeral todavía no comenzaba y se había ido a sentar a la segunda hilera de asientos. El pueblo se encontraba asientos atrás. Quackity nunca había visto tanta gente reunida en un solo lugar.

El lugar se dividía en dos grupos. De asientos, la derecha y la izquierda, dejando pasar directamente un pequeño camino hacia el escenario.

El ambiente era triste, las nubes habían dominado el cielo y la neblina se hizo presente. El ataúd cafe con una "K" en el centro estaba cerrado. Una foto de Mangel se encontraba a un lado del ataúd.

Todo el escenario estaba en una plataforma, no era tan alta en realidad pero si lo suficiente para que destaque.

- ¿Como estas? - Pregunto una voz apagada, pero aun sin su brillo Quackity pudo adivinar que era Luzu. Se sentó a un lado de el.

- Yo debería hacerte esa pregunta - Contesto. Trago saliva al observar los ojos carmines de Luzu sin su brillo característico. Al igual que el estaba vestido de negro a excepción que el castaño tenia unos gemelos y el una corbata - ¿Como estas de tus heridas? - Pregunto Quackity.

- Bien, el único daño grave que tuve fue el brazo, posiblemente este des capacitado un tiempo por eso - Contesto el castaño, pero observo que no era suficiente la respuesta - Al parecer me fracture una rodilla y tengo varias heridas en el torso - Admitió.

Quackity iba a responder pero fue interrumpido por Staxx que subió a la plataforma.

- Pueblerinos, pedimos amablemente que tomen asiento. El discurso comenzara en unos pocos minutos - Dijo Staxx. Haciendo que de inmediato todos tomaran asiento.

Los héroes no tardaron en aparecer, tomando la primera hilera de asientos.

- Lolito no esta - Comento el hibrido.

Quackity, había escuchado algunas cosas supuestamente fueron dichas por el pelirrojo, antes del funeral por medio de Illojuan.

- Seguramente ahorita llega, no creo que falte - El castaño respondió, soltando un suspiro al final y acomodándose derechamente en su asiento. Quackity le imito.

Pasaron los minutos y Vegetta subió al escenario, saludando amigablemente y respetuosamente. Como siempre.

Todo el pueblo estaba presente, todos los héroes estaban presentes y solamente faltaba una persona.

Lolito no se hizo esperar, pasando libremente por el camino que dividía los dos grupos de asientos.

Vestía un sombrero de color negro y un vestido del mismo color. El Largo llegaba a sus zapatillas altas de color negro reluciente. Lo que resaltaba de la silueta era el escote que traía y las aberturas en los lados del vestido. Que permitía ver la blanca piel de su cintura.

Su cara no se podía ver gracias al velo, pero su cabello rojizo que siempre traía en una coleta fue liberado, llegando hasta su cintura.

Era claro el mensaje que quería transmitir su vestimenta.

Lolito camino el pasillo, como si de una pasarela se tratase. Por supuesto que en el funeral de amante nunca dejaría de ser ella.

Y eso era lo que mas amaba Mangel.

Después de la gran entrada de la viuda, el discurso no se hizo esperar.

 

El discurso de funeral termino, los murmullos aumentaron cuando Vegetta menciono el hecho que Mangel, se sacrifico por sus amigos.

El pueblo preguntaba como habia muerto pero sus respuestas no eran saciadas, ningún héroe quería revivir ese amargo y áspero recuerdo.

En especial Luzu quien lo vivió en primera persona.

Quackity trago saliva pesadamente, durante todo el discurso no se había concentrado en lo absoluto. Su mente y pensamientos solo giraban alrededor del libro que habían encontrado en la oficina.

Su vista se levanto del pasto húmedo, cuando Fargan subió a la plataforma.

- Las personas que quieran dedicar unas palabras, pueden pasar a la plataforma - Informó el azabache, bajando del escenario con la cabeza abajo y unos ojos sin animo.

- ¿Vas a pasar? - Pregunto el castaño que se encontraba a un costado del hibrido.

Quackity miro inseguro a Luzu. No creía que fuera buena idea pasar al frente, siendo consciente que si apenas cruzo palabras con el contrario. Siendo de las pocas el primer día que le amenazo y casi lo apuñalaba si no fuera por Vegetta.

- No creo - Contesto con voz insegura, dudando de su respuesta - ¿Tu si? -

- Esa es la idea - Respondió el ojirubi - Pero siendo sincero no me siento preparado -

- Se que lo harás bien - Optimizó el menor con una pequeña sonrisa ladeada que el mayor no respondió - Sabes que todas estas personas no saben que tu fuiste el encargado de la misión, no deberías preocuparte por eso -

Quackity presentía que Luzu mas que nadie se echaba la culpa, por ser el segundo encargado y consiente en la tragedia.

- ¿Es muy obvio? - Pregunto el castaño, dandole la razón al de gorro y admitiendo que sentía una profunda culpa. El menor negó con la cabeza.

- No, en lo absoluto - Contesto el hibrido - Pero puede que otra persona no lo vea de ese modo - Dijo en modo de advertencia volteando a ver a la pelirroja, que se encontraba en la primera fila con un pañuelo en la mano y sentada delicadamente.

Respiro lentamente.

- Gracias - Respondió Luzu mirando fijamente al hibrido.

Quackity intento sonreír pero su sonrisa no salió en lo absoluto, mas bien fue una mueca poco agradable - Dé nada, sabes a lo mejor pueda compañarte en un día de estos en dar terapia a las personas - Contesto con una pizca de humor.

- También gracias - Dijo con sinceridad el castaño - Por intentar animarme pero realmente, hoy me siento como una mierda -

Quackity asintió con la cabeza comprendiendo a lo que se refería el mayor. Desvío su vista del castaño cuando Staxx subió a la plaforma a decir algunas palabras. Todos los héroes en su mayoría lo harían, menos el.

Algo se revolvió en su estomago cuando recordó el libro morado. Todo el tiempo en que se había encerrado por cuenta propia en su propia casa se había dedicado en investigar sobre el libro y los pergaminos.

En la mayoría de los pergaminos todo estaba en ingles, a excepción de algunas palabras claves en Latín. Por lo contrario el libro estaba en un idioma que no podría reconocer. Pero de igual manera varios párrafos estaban en Latín.

En su poco conocimiento y con ayuda de un diccionario había podido traducir algunas palabras en latín, con el inglés no se le dificultaba en los pergaminos. Pero su prioridad para ese momento era el libro.

Una palabra destacaba en todo el libro que se mencionaba repetidamente, en básicamente todas las paginas.

Mente.

Los pergaminos por lo contrario mencionaban una trilogía de libros, y el como los dioses se codiciaban entre ellos. Todo era el punto de vista de un dios que prefería vivir en la tierra que un plan no físico.

Un Dios inmortal, un dios con vestimenta de tótem y tiburón. Un dios que pocas personas le temían.

El punto de vista de aquel ser, cambiaba conforme pasaba la información de los pergaminos, los analizo una y otra vez pero claramente faltaban pergaminos que Vegetta tenia.

Los pergaminos relataban en primera persona el como todo se estaba destruyendo el como viajo entre dimensiones y el por que creo el templo. Pero la información faltante no la tenia Quackity.

- ¿Quackity te encuentras bien? - Pregunto Luzu al ver al menor tan tenso.

Quackity se desconecto por décima vez de su mente, al ser llamado por el castaño. Sin darse cuenta su mano había comenzado a rascar su cuello discretamente, pero aun así lastimándolo.

- Si, solamente voy a tomar algo de aire - Dijo el hibrido antes de levantarse y dirigirse hacia un lugar algo apartado.

El castaño se quedo pensando el hecho que básicamente estaban en aire libre.

Quackity se dirigió al primer baño publico que vio cercas, siendo en un local pequeño. Recargándose en el lavado y volteando haber su reflejo.

¿Realmente existirían otras dimensiones? ¿Otras realidad? ¿Los dioses existían?

Eran preguntas que retumbaban su mente cada minutos ¿Por que carajo los dioses no les ayudaban en nada? Los dejaban varados a su suerte. Esa respuesta fue respondida por un pergamino, era claro y sencillo.

Mataban a todo aquel que se acercara demasiado al plano físico.

El mismo escritor, lo había relatada en los pergaminos. El mismo escritor, sabia que se condenaba a muerte por escribir tal información y crear un templo en el cual se resguardaría la información escrita.

Trago saliva pesadamente, sus oídos zumbaban.

Se miro fijamente al espejo, su cabello desarreglado oculto, abajo de un gorro era lo mismo que hacia su mascara. Ocultar.

En ningún momento desde que inicio en ese pueblo se había arrebatado esa mascara que estaba incrustada en su rostro.

El escritor había relatado la creación de tres libros, Poder, Muerte y Realidad.

¿Su propósito? No tenia ni la más mínima idea, la tinta esparcida en el suelo daño algunas cosas de la delicada hoja del pergamino.

Pero algo si tenia en cuenta. El libro que había encontrado en esa puta oficina era uno escrito por los mismos dioses y le pertenecía.

Tenia claro que si el libro morado hablaba tanto de la mente, era probable que hubiera información sobre los recuerdos y memorias, siendo uno de los puntos claves que toco el escritor del pergamino.

Volvió a mirar su reflejo, dirigió su mano hacia esa mascara feliz que ocultaba la verdad de su rostro.

Alguien toco la puerta fuertemente. Haciéndole gruñir.

- ¿Vas a tardar mucho? - Pregunto una voz áspera que no reconoció en lo absoluto. Se dirigió a la puerta abriéndola. Para observar a un hombre bajo y calvo.

Al parecer había tocado la puerta varias veces y no le contesto.

- De hecho ya salí - Sonrió abriendo paso para que el señor entrara al baño. El señor susurro un "gracias" cerro la puerta del baño fuertemente.

Quackity tomo un bocado de aire y lo soltó lentamente, un ejercicio de respiración muy efectivo.

Salió del local donde se encontraba para observar el como empezó a llover una brisa medianamente ligera.

Hizo una mueca, no quería mojarse pero no habría otra opción. Se volvió a dirigir hacia el funeral.

Entrecerró los ojos, al observar muchas personas en un mismo sitio.

¿Se podría tratar de una secta? Quackity se quiso animar con sus pensamiento totalmente absurdos pero no lo logro. Sin mas comenzó a dirigirse al montón de personas.

Al llegar pudo divisar el como los pueblerinos rodeaban un solo punto. Con la curiosidad y su mente imperactiva se adentro a la multitud siendo arrojado y empujado. Se escuchaban gritos y palabras de aliento, pero ni siquiera presto atención a eso al momento de intentar llegar al frente.

Al llegar al centro del circulo puso observar la razón.

La lluvia le hacia ver la escena borrosa, pero se encontraba Lolito siendo sostenido por Willy en su abdomen.

Mientras que la pelirroja quería desesperadamente a gritos aturdidos acercarse a Luzu quien estaba en el suelo, seguramente tirado por la pelirroja momentos antes que el llegara.

- Tu lo mataste - Grito con furia la chica sostenida por Willy - Tu lo mandaste a poner la puta bomba, fue tu culpa - Sus gritos se entrecortaban - Es tu culpa Luzu -

Luzu estando mojado por la misma lluvia y sentado en el pasto suave pero empapado del agua, de las mismas gotas arrojadas por el cielo nubloso. Sus ojos carmines solo miraban odiosamente a Lolito, quien patéalaba para ser liberada.

- El lo decidió - Contraatacó el castaño - Por El, sigues con vida - Haciendo énfasis en El.

Los murmullos de la multitud aumentaban, aunque algunos de los héroes no se atrevían en interrumpir la pelea, algunos ayudaban a sostener al pelirrojo con la fiereza de Lolito se necesitaban mas de dos personas.

Quackity busco con la mirada a Vegetta, quien solamente miraba expectante la escena, sus ojos dudaban en interrumpir o dejar que el show pase a menores. Pero el hibrido no pudo distinguir con claridad esa confusa mirada del ojimorado. ¿Rencor?

- Mentiroso, tu se lo dijiste - Gruño la pelirroja, dandole un codazo a Willy que sostuvo su estomago por el golpe. Liberando a Lolito que se dirigía peligrosamente hacia Luzu.

Rubius que se encontraba en la primera hilera de la multitud al igual que los demás héroes. Intervino agarrando el brazo del pelirroja con fuerza. Siendo inútil el acto, ya que fue empujado por Lolito hacia atrás, terminando con el rubio en el pasto. Los demás héroes intervinieron.

Luzu para ese momento se había puesto de pie, observando como el intento de Lolito de zafarse de los tres agarres era inútil. Se dirigió cara a cara hacia la pelirroja.

- Luzu no hagas algo que te arrepientas - Advirtió Alexby, que sostenía con fuerza las piernas del pelirrojo.

Finalmente Luzu quedo cara a cara a pocos centímetros del sostenido. Si algunos de los dos estaba llorando no les podía notar por las gotas de lluvia que caían con fluidez.

- Me quitaste todo lo que amaba - Susurro, la pelirroja.

- No, el decidió dar su vida por nosotros, fue su decisión no la mía, no la de Fargan ni la de Willy. Deja de culpar apersonas Lolito. Cae en la puta realidad, el ya no esta - Cada una de las palabras fueron pronunciadas con frialdad pura, por el castaño.

Quackity escucho con claridad la oración y trago en seco. La multitud se encontraba aunque fueran metros, el hibrido no creía que hubieran escuchado. Ya que todo fue pronunciado como un susurro en voz alta.

Si el agarre de Lolito era intenso, incremento con desespero. Arruinando su hermoso velo y que su sombrero cayera al pasto abruptamente.

Una pueblerina no mas de quince años se adentro al forcejeo con una poción de ataque en la mano. Las pociones de este estilo eran arrojadas y no tomadas para ser bebidas. La etiqueta de la enfermería resaltaba en el envase cristalino de la poción.

Quackity agarro con fuerza a la chica para alejarla de los golpeas.

- ¿Que intentas hacer? - Pregunto el hibrido observando la poción.

- Es un tranquilizante - Dijo la chica con seguridad.

Los dos voltearon a mirar el como Staxx se incorporaba al forcejeo, todo estaba ocurriendo muy rápido.

Quackity le arrebato la poción a la chica y avanzo hacia el centro del circulo. Lanzó la poción directamente hacia el pelirrojo, quien le cayo en el pecho rompiendo el cristal y creando un humo intenso que hizo toser a Lolito.

No tardo mas que unos segundos para que los agarres se ablandaran y el pelirrojo cayera al suelo mojado. Desmayado.

- ¿Quackity...? - Pregunto dudoso Vegetta.

Quackity se sonrojo abruptamente al observar que todos los pueblerinos le miraban al igual que los héroes, sus mejillas ardieron.

- Es un tranquilizante - Hablo rápidamente. El ojimorado solo asintio con aprobación dando paso al cuerpo desmayado del la pelirroja.

Durante todo la escena. Merlon observaba con ojos puestos en Quackity y una mirada vacía, pero cualquiera que tuviera contacto visual con el viejo. Sabría que esa mirada no era de El.

 

Después de lo ocurrido todos los héroes se reunieron en casa de Vegetta. Como siempre el ambiente estaba tenso.

Todos estaban callados mirando al pelirrojo desmayado en el sofá. Algunos volteaban a ver a Luzu quien sostenía unos frutos rojos congelados en una bolsita sobre su ojo para que desinflamara.

- ¿Sabes cuanto dura el efecto de la poción? - Pregunto Fargan sobre el tranquilizante lanzado por Quackity hacia Lolito.

- No - Contesto el hibrido - Pero el tranquilizante tenia la etiqueta de la enfermería, así que supongo que si son de los básicos, duraría alrededor de unos veinte minutos -

- Pues queda al menos unos tres minutos para que despierte - Agregó Luzu secamente.

- No deberías estar cuando despierte - Dijo bruscamente Staxx, cruzado de brazos en una forma posesiva. Luzu comprendió las palabras, pero aun sentía la sangre hirviendo.

- Vegetta nos llamo a todos por alguna razón, créeme que después de lo que quiera decir Vegetta estaré gustoso de no ver a Lolito, ni acercarme por días - Respondió Luzu con la misma brusquedad.

- Fuiste poco empatico - Opino Illojuan, que comía una barra energética.

- ¿Luzu insensible? no me digas - Dijo con sarcasmo Alexby. Luzu y Alexby no tenían una buena relación de por medio, al ser personas con diferentes caracteres. Luzu solo rodó los ojos en respuesta.

- ¿Alguien sabe donde esta Vegetta? - Pregunto Quackity intentando desviar el tema.

Rubius rio entre dientes de una forma irónica - Seguramente follandose a Willy - Dijo el rubio de forma molesta. Quackity no podía describir con palabras la relación de Vegetta y Rubius.

- ¿Entonces crees que acaben rápido? - Respondió Sarcásticamente el de gorro. Haciendo que el rubio lo viera de mala manera.

- Puede que invitaran a tu madre para hacer trio ¿Por que no vas y lo verificas? - Contesto Rubius.

Quackity iba a responder de forma sarcástica pero la presencia de Vegetta y Willy irrumpieron en la sala de estar.

Willy mejoro rápido ya que fue instalado en la enfermería de inmediato que regresaron del templo. Aunque en el camino de igual forma recupero fuerzas.

- Para su información no estamos teniendo sexo, a diferencia de Rubius no somos solamente una polla caliente - Dijo Willy inmediatamente al poner un pie en la sala. Hablando de relaciones poco amigables Willy y Rubius eran un muy buen ejemplo.

- Seguramente lo dices por que ayer me escuchaste mientras me cojia con tu abuela - Respondió mordazmente el híbrido oso.

- Doblas...- Dijo con advertencia Vegetta. Rubius respondió con las manos levantadas para representar que era inocente.

Vegetta trago saliva - Como sabemos no encontramos el oráculo -

- Pero con ayuda de Fargan descubrimos que ahí otro pueblo, llamado Tortillaland donde según viajeros de pueblo en pueblo, se encuentra el hechicero supremo -  El ojimorado tomo un bocado de aire y siguió - Si conseguimos llegar al pueblo y hablar con el hechicero posiblemente nos de una respuesta -

- Entonces esto es solo una flecha al vacío, otra vez - Dijo Quackity pensante.

- Pero tu eres hechicero ¿No? Por que tu no puedes investigar eso y hacer los truquitos con la mente - Añadió Illojuan.

- Esos "truquitos" no son fáciles, solamente una persona con habilidades mágicas muy avanzadas, puede adentrarse en él área de la mente - Contesto el amante del morado - Ademas son muy pocas personas con esa habilidad -

- Me parece bien, pero es muy pronto con todo lo que sucedió - Dijo Luzu. En el otro extremo de la sala. La mayoría se encontraban sentados en los sillones a diferencia de Luzu que no paraba de moverse de un lado a otro.

Lolito se movió indicando que iba a despertar. El chico abrió los ojos cansados y con su cuerpo adolorido pudo sentarse flojamente en el sofá.

- ¿Que paso? - Pregunto el pelirrojo.

Quackity, sabiendo lo que ocurriría después, siendo demasiado predecibles. Seguramente Lolito se alteraría y volverían a pelear, pero más razonablemente creando un acuerdo temporal. Así que solamente se limito en ponerse de pie y salir al corredor.

Observó las frías paredes de piedra y las ventanas hermosas que reflejaban la lluvia. Se había mojado pesadamente, pero Vegetta no les permitiría entrar mojados a su hogar, así que gracias a los hechizos de secado rápido pudieron entrar al castillo.

Practico nuevamente los ejercicios de respiración.

La curiosidad de los pergaminos y la continuación lo mataban. Necesitaba encontrar los pergaminos y sabia que no era el momento indicado de nuevo en pedirle los pergaminos a Vegetta así que solamente los encontraría por su cuenta.

Era mas fácil pedir disculpas que permiso.

Un llamado se adentro en su mente, la familiar sensación que sintió en el templo. Llamado por aquel muro y aquel libro morado.

Y nuevamente siguió aquella voz, recorriendo las puertas y los largos pasillos oscuros iluminados únicamente por antorchas, que prendían al paso de la persona.

En cada paso aquel pensamiento de búsqueda se hacia mas creciente, como un radar.

Doblo una esquina de los pasillos, otro largo corredor. No dudo en avanzar puerta por puerta era abierta y cerrada. Hasta que llego a una puerta en especifico. El llamado venia de adentro.

No dudo en abrir la puerta, no tenia ningún tipo de seguro así que no batallo en lo absoluto.

Al avanzar, cayo en cuenta que era la oficina de Vegetta por los artefactos de magia y el escritorio que se encontraba al final de la habitación.

Sintió un poco de temor que Vegetta le descubriera husmeando en sus cosas pero el llamado le especificaba que estaba demasiado cercas.

Cerró la puerta a su espalda y avanzo.

Pudo divisar un libro de color rojo levitando en una pequeña plataforma negra. Avanzo hasta llegar centímetros de aquel libro, la voz se cayo.

El libro lo llamaba.

El título era igual que el libro de color morado, parecido a oro liquido.

Sus ojos se cegaron ante el deseo de tocar aquel libro, no dudo en agarrarlo. Al momento de sentir el tacto del libro del rojo mas intento que había visto en toda su vida. Imágenes rápidas cegaron su mente.

Dos rostros que no conocía se adentraron a su mente, un chico de cabello castaño y el otro de cabello rubio mirándolo amablemente en una pequeña cueva. Pero la imagen se fue rápido como las siguientes.

Fuegos artificiales iluminaban el cielo estrellado, Un hongo gigante de el tamaño de un edificio, unos lentes de color blanco, junto a una mascara de sonrisa pertubadora nada perecida a la suya.

Un cartel que decía "las nevadas"

De un momento a otro no estaba en la oficina de Vegetta, se encontraba en un baño elegante. Intento controlar su cuerpo, pero no podía. No tenia el control de cuerpo.

Su cabeza se dirigió a sus brazos y manos que se encontraban manchadas de sangre. El piso en el que estaba descalzo estaba lleno de vidrios rotos y una parte de botella rota.

Estaba frente a un lavado, que igualmente tenia salpicaduras de sangre.

- ¡¡Cuando salgas te matare Alex!! - Grito una persona que se encontraba atrás de la puerta en la que el estaba recargado, intentando que no la abriera a la fuerza. El grito le provocó un escalofrío.

Se acerco al espejo roto para divisarse a el.

Con la cara demacrada, ojeras negras. Sin una playera y con heridas en las clavículas. Unas marcas moradas de ahorcamiento resaltaba en su cuello. Sus ojos rojos se vieron fijamente y acabo la escena.

Quackity regreso a su cuerpo y a la oficina de Vegetta. Estando completamente desconcertado y desorientado.

Su respiración se irregularizo, su cuerpo y sus piernas flaquearon.

El libro cayo al suelo. Su propio cuerpo se abalanzó hacia atrás estrellándose con una mesa que se encontraba a tras de el.

La mesa se tambaleo y se volteo hacia atrás. Tumbando a la vez frascos de vidrio haciendo que se estrellaran en el suelo.

El ruido sonó fuertemente por la cantidad de cosas que se cayeron.

Sus párpados empezaron a caerse lentamente observando todo borroso. No tardo al observar a sus amigos entraron a la oficina y lo vieron casi desmayado en el suelo entre frascos rotos.

Lo ultimo que observo antes de perder la conciencia fue el como Luzu sostenía su cara y preguntaba repetidamente preguntas que no escuchó.

Chapter 12: Piezas

Chapter Text

Cuando estas semi consciente segundos antes de despertar del todo. Sientes tu cuerpo descansando, tus dedos cosquilleando y tu mente despertando.

Al momento de abrir los ojos, no puede observar con claridad. La noche se apodero del día creando así un ambiente tranquilo que horas atrás no se esperaba venir.

Las imágenes retumbaban en su cabeza.

Sus ojos observaron donde se encontraba, forzó su vista para contemplar la sala de estar en el castillo Vegetta. Puso divisar como los integrantes dormían tranquilamente. Algunos apilados entre si, y otros solamente mas apartados que el resto.

Sintió un pinchazo en su corazón al no observar a Mangel cerca y acurrucado con Lolito.

Quackity se sentó en el sofá. Al parecer el lo había abarcado por completo dejando sin espacio a sus amigos que algunos recurrieron dormir en el suelo.

Los grillos creaban ambiente en el gran eco de la sala.

¿Cuánto tiempo se había desmayado? Pero realmente la verdadera preguntas es ¿Por que se había desmayado?

Al recordar el tacto con aquel libro de color rojo su mente se nublo por la profunda curiosidad que sentía. ¿Esas imágenes de algún modo fueron importantes en su pasado?

Sabia que no podía tapar el dedo con un sol. La ultima escena que las visiones le habían mostrado le hacia sentir débil, un sentimiento que por alguna razón destetaba. Se sentía pequeño y frágil al recordar como se escondía de aquella persona que casi arrancaba la puerta que sostenía con fuerza para seguramente matarlo.

No solamente compartió cuerpo y visión con esa escena. Si no también compartió el sentimiento de terror y de frustración. La prepotencia resaltaba en todo su esplendor.

Intento reprimir esos pensamientos en los mas profundo de su mente y buscar algo que comer. Y sobretodo buscar a Vegetta.

Aunque algunos de sus amigos se encontraban dormidos en la sala, cuatro personas no estaban. Vegetta, Rubius, Willy y Luzu. No se encontraban por ningún lado que su visión pueda observar.

Sintio sus piernas flaquear al momento de ponerse de pie. Se dirigió al pasillo donde se encontraba la cocina.

Observó con claridad como sus compañeros descansaban tranquilamente y un sentimiento de paz lo inundo. Algunas veces no parecían tan hijos de puta. El Como Fargan que dormia boca arriba mientras abrazaba un cojín y a un lado se encontraba Alexby roncando.

Suspiro. Todo lo ocurrido en el templo no solamente les había debilitado físicamente, también mentalmente a todos los héroes.

Fargan tenia algunas cicatrices resaltan tes en sus brazos y cuello. Aunque tenia que decir que Luzu fue el que se llevo más cicatrices y fracturas. Willy no se dejaba atrás por el hecho que estuvo débil un buen tiempo.

Decidió apartar la vista y dirigirse a la cocina. Seguramente era el único lugar en el castillo donde no se perdía en lo absoluto.

Mientras caminaba por los pasillos, los ventanales grandes hacían lucir una increíble vista sobre Karmaland con la asombrosa lluvia. Sintió un hueco en el estomago.

LLego a la cocina, y se dirigió directamente al refrigerador. Agarrando una tostada.

- ¿Despertaste? - Pregunto una voz que le hizo saltar del susto, haciendo que su tostada con apenas mermelada untada cayera al suelo. Era Willy.

El peli blanco se encontraba bebiendo lo que parecía un vino mientras veía las estrellas en la ventana opacada por la temerosa lluvia.

- Si, me dio hambre - Respondió Quackity, sacando otra tostada y instándola nuevamente de mermelada - Gracias por asustarme - Dijo con sarcasmo.

Ni por la luz tenue de la cocina, se podían disimular los ojos rojos de Willy de las lagrimas derramadas.

- De nada - Contesto el peli blanco sin mucho interés - ¿Que hacías en la oficina de Vegetta? -

- ¿Ni siquiera me preguntaras como me encuentro? - Dijo con cierta burla el de la mascara. El contrario bufo y tomo otro trago de su copa de vino.

- Vegetta esta como histérico - Contesto el peli blanco - No es que no me importe, solamente quiero saber por que mi gran amigo Vegetta le importa tanto el por que husmeabas en su oficina - El tono de voz tenía algo de burla y curiosidad.

- ¿Estas dudando de Vegetta? - Cuestionó Quackity con una ceja alzada, que no se mostraba gracias a la mascara que utilizaba.

- Quackity, soy policía. Mi deber es dudar de todos en el pueblo - Respondió Willy, restándole importancia el por que dudaba de su líder.

- Rubius igual es policía y el no duda de todo mundo, mucho menos de Vegetta -

- Por que a diferencia de el, Ami si me importan mis amigos - Contesto el de la copa.

- ¿Entonces dices que Rubius no se preocupa por nosotros? - Cuestionó nuevamente Quackity.

- Se supone que yo soy el que interroga - Respondió el de boina verde.

- Te tardaste en darte cuenta - Dijo Quackity con una sonrisa burlona en su rostro. Willy sonrió de forma sarcástica. Tomando otro trago de su vino.

- El libro rojo, que tenia en su oficina me llamaba -.

Willy alzo la ceja, acercándose al chico mas bajo.

- Nadie sabia que Vegetta tenia en su oficina ese libro - Respondió el peli blanco - Debes saber que libro es ¿No? -

Quackity negó con la cabeza. El no tenia información de aquel libro con portada roja. Lo único que se limitaba a Sabas era que ese libro estaba conectado de alguna forma con el y que seguramente era el libro que los pergaminos y el mural se referían.

- ¿Tu si sabes de que es? - Pregunto el menor. Willy negó la cabeza en respuesta - ¿Entonces como..? - Dejo la pregunta y la curiosidad al aire.

- ¿Ya terminaste de comer? - Cuestionó el peli blanco, observando las migajas de Quackity en sus comisuras de labios. El de gorra no tardo en limpiarlas, con un notorio sonrojo. Asintió con la cabeza.

- Bien, vamos con los demás - Ordeno Willy. Saliendo de la cocina, y caminando a la oficina del oji morados.

No caminaron tanto, para llegar a la puerta que horas antes había abierto. La puerta estaba entre abierta y la iluminación amarillenta de antorchas se hacia ver en el pasillo oscuro. Willy y Quackity entraron sin tocar la puerta.

Al entrar a la oficina, su primer vistazo fue. Luzu sentado en el suelo cruzado de piernas y varios pergaminos a su alrededor. Rubius tenia algunas pociones en la mano, dando entender que se encontraba realizando algunas pociones, quien sabe de que. Vegetta miraba fijamente en libro en sus manos.

- Desperté - Anunció al momento de poner un pie dentro de la oficina, Todos levantaron la vista de lo que estaban haciendo.

- Me alegro - Dijo Luzu con media sonrisa forzada, y un ojo morado acompañado con alguna que otra cicatriz - ¿Como te encuentras? - Pregunto el castaño.

- Supongo que bien - Respondió a la pregunta. Luzu asintió con la cabeza. El castaño iba a volver hablar, pero el orbes verdes le interrumpió.

- ¿Tu tienes los demás pergaminos? - Pregunto apresuradamente Rubius.

- Si ¿Por que? - Contesto, se le había olvidado el tema de los pergaminos. Algo se revolvió en su estomago.

- Te lo dije Doblas - Dijo Vegetta, avanzando hacia Quackity. El chico por reflejo dio un paso hacia atrás - ¿Leíste los pergaminos? - Pregunto el líder.

- Si, pero tu tienes los demás pergaminos, me falta información que comprender - Admitió Quackity. Vegetta asintió con la cabeza pensativo.

- Cuando te pregunté si se te hacia familiar este libro - Señaló levantando la mano quedando a la par con su cara el libro rojo - Me dijiste que si, pero no lo habías visto nunca antes ¿De donde lo conoces, Quackity? - Pregunto Vegetta. Los demás tres veían la escena expectantes por la respuesta de Quackity que no tardo en llegar.

- No tengo la menor idea, esa madre me llamo y yo le hice caso. Me desmaye y esa es toda la historia - Contesto el de gorro azul - Ademas de hoy, no eh visto en mi vida ese horrendo Libro -

Aunque Quackity decía la verdad. Sintió un como sus palabras eran pronunciadas con venenos, por lo que el recordaba nunca abría visto esa cosa. ¿El libro morado que tenia guardado en su casa, seria igual de importante que aquel libro rojo?

- ¿Y por que te desmayaste? - Insistió el pelinegro. Quackity frunció el ceño, que seguramente no se veía gracias a su mascara que cubría la mitad de rostro.

- Hombre Vegetta, que no sabe nada Quackity. Déjalo darle un respiro, desde aqui veo como lo asfixias con tu presencia - Interrumpió Luzu. Le agradeció internamente, apenas Vegetta asintio y dio algunos pasos hacia atrasa, solto un suspiro que no se habia dado cuenta que reteñía.

- Ahora me toca preguntar - Hizo que todos en la oficina le mirarán con curiosidad - ¿Por que te importa tanto ese libro? - Le pregunto al oji morados. El chico solo se limito a bufar.

Se acerco a pasos peligrosos, quedando cara a cara con Quackity. Aunque Vegetta le ganaba en altura no se iba a dejar intimidar. Siendo sincero nunca pensó en que se sentiría intimidado por Vegetta.

- Este libro rojo, pertenece a la trilogia Statera - Respondió Vegetta con voz peligrosa y fría.

Por alguna razón, el rostro de los demás en la oficina cambió abruptamente ¿Acaso era el unico que no sabia que era la trilogía Statera?

- ¿Vegetta de que hablas? - Pregunto Willy dando un paso enfrente.

- Como oíste mi buen Willy, Este libro - Vegetta levanto el libro nuevamente a la par de su cara.

- Es el libro de cuerdas -

El rostro de Luzu, Rubius y Willy empalecieron.

Quackity alzo una ceja - ¿Y eso que es? - Pregunto con ignorancia hacia el tema.

Los cuatro al mismo tiempo bufaron a la pregunta de Quackity.

- Debe de ser una broma... - Dijo Willy cruzándose de brazos y recargándose junto a Luzu.

- Bueno a fin de cuentas es una leyenda ¿Que tan seguros están que eso es el libro de cuerdas? - Comento El castaño en la oficina.

- ¿Pero que es eso? - Volvió a preguntar Quackity siendo ignorado por los demás. Que hablaban de cosas que por mucho no entendía aunque quisiera.

- Vegetta entiendo tu... - Dejo la palabra al aire el rubio, dando entender que no estaba seguro de lo que diria -...Paranoia, si paranoia. Pero ¿Ya dormiste? - Vegetta contesto con fruncirle el ceño a su amante. Quackity volvió a insistir con la pregunta.

Rubius resoplo al escuchar nuevamente la pregunta de Quakcity.

- Que alguien le explique la leyenda al niño que se le reventara una vena - Comento Rubius, haciendo que Quakcity le mirara con enfado.

- Bien - Dijo Luzu y se levanto del suelo, haciendo que Willy que estaba recargado en su hombro cayera al piso - Te contare la leyenda de la trilogía statera. La leyenda que todos saben - Quackity asintió con la cabeza algo animado.

- Vegetta ya sabes - Dijo el castaño antes de posicionarse al centro de la oficina. Vegetta le siguió con un frasco en mano, lo que parecía algunos polvos. Luzu prosiguió con la tan infame leyenda.

- Miles de historias pasan de creencia en creencia, de persona en persona. Pero ninguna es confirmada. Sin embargo te contare la mas famosa de todas aquellas leyendas, Quacks - Los ojos del mencionado se iluminaron de curiosidad.

- Tiempo atrás, el mundo era dirigido por jerarquías mayores. Cuando todavía no existía la libertad y no eras un forastero solitario. Una sociedad escrita y dirigida por los que se sospechaban, eran semidioses desterrados - Tomo aire y siguió con la historia el castaño.

Los polvos de Vegetta fueron lanzados al aire siendo manipulados por el ojicarmin, creando una ilusiones, varios tronos fueron colocados y personas encadenadas se mostraron.

- Una gran guerra fue proclamada por los humanos, para conseguir su libertad, dejando a un lado sus puntos débiles y mas humanos, creando una guerra interminable contra los semidioses de aquella época. Logrando después de varios años ganar. Terminando con todos los dioses y semidioses existentes -

La ilusiones mostró a lo que se imaginaba que eran dioses y humanos luchando, las personas con arcos y libros de encantamientos, varios hechiceros mostrados y dioses controlando.

- Se desconoce el como ganaron los humanos, pero en un momento en el que la tierra se tambaleaba y los mares desaparecían. Dos personas, una con corona y la otra con un corazón enorme. Se dicen que eran híbridos - Añadió Luzu, con media sonrisa. A la cual Quackity respondió.

Una imagen de la tierra quebrandose en dos se mostró, pero surgieron las personas señalas.

- Escribieron tres libros, en los cuales se les conoce como la trilogía statera. Algunas personas piensan que estos dos compañeros eran los últimos dioses que quedaban y con sus ultimas fuerzas crearon un enlace entre los libros y su poder. Dejando la tierra descansar. Los dos se desconocen donde su paradero, puede que los hayan matado o puede que se hayan consumido en la escritura de los tres libros -

Los tres libros fueron mostrados iguales como los del mural en el templo.

Quackity trago saliva ¿Acaso el tenia en su poder el libro morado que se mostraba? La respuesta era un claro si.

- Los libros fueron colocados estratégicamente para que personas en particular, encontraron aquellos libros. Que con su poder podrían controlar la tierra e incluso ser un dios -

- El primer libro es conocido como Cuerdas - Los ojos de Luzu se iluminaron - O también conocido como. El libro del poder abstracto. Este con su contenido te permite, tener el control de cualquier cosa física, o cualquier plano no físico. Básicamente distorsionar la realidad como la conocemos. Pero tu mente tiene que no ser frágil para controlar tal poder -

Quackity dirigió su vista al libro de portada roja que se encontraba en manos de Rubius, quien miraba los iluciones de Vegetta como si fuera lo mas interesante del mundo. Posiblemente lo eran.

- El segundo libro es conocido como Líneas. O también como El libro de las almas abandonadas. Este libro se dice que fue escrito cuando uno de las dos persona que lo encontraron. murió pero el otro lo intento traer a la vida mediante la muerte creando el segundo libro. Te pone en contacto con la muerte, dándote el poder de contactar con aquellos que perecieron -

Se mostraron dos planos mediante una ligera línea, mostrando un lugar oscuro con almas rascando la tierra para salir del inframundo y arriba se mostraban, prados y arboles creciendo.

- El tercer libro es conocido como Teatres. O también como El libro incomprendido, con este libro no te puedo dar mucha información. Es el que menos fama tiene pero da el poder mental -

- Pero no se saben donde se encuentran, bueno no hasta ahora - Finalizo de hablar Luzu dirigiendo su vista hacia el libro de cuerdas sostenido por Rubius.

El silencio se coloco en la oficina.

- ¿Como sabes Vegetta, que es el libro de cuerdas? - Pregunto Willy mirando con ojos de desconfianza al ojimorados.

Vegetta miraba fijamente el libro, sin ninguna palabra de intermedio.

- La leyenda, es falsa - Admitió Vegetta.

- Ahí muchas leyendas, es imposible que se encuentra la verdadera - Contraatacó Luzu, dirigiéndose a un lado de Willy. Quackity le siguió.

Todo miraban con confusión a su líder ¿Estaba delirando?

La mirada de Vegetta se hizo sombría.

- Hable con los dioses - Dijo Vegetta con la voz apagada y monótona.

La sorpresa por parte de todos en la oficina no se hizo a esperar. Al igual que la intriga.

Era imposible.

- Mentiroso - Musitó Rubius - Los dioses no existen -

- Oh créeme cariño, existen - Hablo el ojimorados.

- Encontre un libro hace tiempo, con el cual me contacte con los dioses de Karlmalnd, no en general ya que no ahi modo de hacerlo. Pero ellos me contaron la historia. Los libros tienen como propósito el hacer equilibrio en nuestro mundo y en todos los mundos - Dijo Vegetta.

- ¿Mundos? - Cuestionó Luzu. La atención de todos se concentro en el castaño.

La culpabilidad de Quackity aumento por no haber dicho nada al castaño de los pergaminos o el libro que encontró. Mordisqueó su labio y se concentro en la respuesta de Vegetta.

- Bien, es mi turno de hablar - Dijo el ojimorados dirigiéndose, al centro de la oficina donde antes se encontraba Luzu.

-...Hace incontables años los dioses se reunieron al Olimpo tras una llamada...

 

Luzu nunca creyó en los dioses ni en las leyendas contadas en pueblo en pueblo. Solo eran cuentos para niños se repetía una y otra vez cada vez que, paseaba por la plaza y escuchaba aquellos niños emocionados pidiendo que le contaran la leyenda una y otra vez.

Pero...Todo tiene un cambio ¿No?

Se encontraba sentado en el suelo junto a Willy y Quackity. Después que Vegetta contara su versión de la historia y el como oculto por semanas aquel libro de portada roja.

Sentía una pequeña traición por la desconfianza. Uno de sus amigos más íntimos le había ocultado el hecho que tenia el libro de cuerdas.

La oficina se quedo en silencio cuando Vegeta termina de contar todas las noches que se quedo sin dormir para analizar aquel libro. Suponia que no era el unico levemente molesto con el orbes morados. Rubius se veía que ardía por dentro pero intentaba disimular. A cambio de Willy que miraba con decepción a su mejor amigo.

- ¿Y como sabes o que tu no eres una mente corrompida? - Quackity hablo. Todos le miraron con atención, la pregunta no se le había cruzado por la mente al castaño.

- Por que el poder corrompe a las mentes. Yo nunca tuve el poder - Respondió Vegetta, su respuesta parecía ensayada. Como si el mismo se lo hubiera cuestionado por varios días.

- Vegetta - Hablo por primera vez Rubius - Eres un maldito gilipollas - Sus ojos llenos de traición coordinaban con su forma brusca al hablar.

De un momento al otro, el rubio aventó el libro rojo hacia una pared y salió por la puerta. Vegetta le siguió mientras intentaba tartamudear una respuesta.

Willy salio de la oficina seguido por Vegetta con pasos bruscos y molestos.

- ¿Volverán? - Pregunto con leve humor Quackity, tan falso que ni al mismo Alex le daba alguna gracia.

- Si, siempre vuelven - Hablo Luzu con su voz monótona - Solamente se siente traicionado, igual son cosas de parejas -

- ¿Son pareja? - Cuestionó el menor con una ceja alzada. Luzu volteo su vista del frente para mirara al costado de su hombro, la mascara de Quackity le observaba.

- ¿De verdad eso te importa en este momento?

Quackity bufo en respuesta.

- ¿Recuerdas los pergaminos del templo? - Luzu asintió lentamente - Bueno...Yo leí la mitad de los pergaminos y te tengo que decir que lo que conto Vegetta es lo mínimo de lo que es en realidad la historia - El castaño se queda pensativo, observando solamente un punto fijo sin decir una palabra.

Los gritos del pasillo por parte de Rubius y Vegetta se escuchaban desde la oficina, no tardarían en despertar a medio pueblo. Luzu dejo caer su cabeza hacia el hombro de Quackiy.

- Quacks

- Dime

- Tuviste una visión ¿No? - Quackity dudo en asentir, pero lo hizo - ¿Que fue lo que viste? -

- ¿Desde cuando contamos que es lo que vemos en nuestras visones, eh Luzu? - Cuestiono el hibrido.

- Desde que pienso que realmente eres de la pocas personas que no me juzga, por lo del templo - Admitió el oji carmín. Quackity soltó un suspiro.

- Te seré sincero, realmente no se que vi. No se si fue un recuerdo o otra mierda parecido. O incluso si es uno de los dioses jugando con nuestras retorcidas mentes para divertirse -

Luzu capto el hecho que el menor no quería hablar explícitamente de sus visones.

- Sabes, ahí cazadores de recompensan y hechiceros - El castaño solamente acurrucó mas en el cuello del menor. Se sentía como una mierda y en cualquier momento entraría en crisis.

- ¿Si? - Pregunto con una sonrisa ladeada el menor.

- Si, y ellos buscan a la trilogia statera, aunque suene absurdo siguen creyendo lo que antes pensaba como cuentos para niños -

Quackity no entendia el punto del castaño ¿A que quiera llegar? Dejo caer su cabeza junto la de Luzu,

- ¿Sabes que significa? - Pregunto el castaño, Quackity negó - Significa que vendrán por karmaland tarde o temprano, estamos en peligro si uno de esos hechiceros intenta buscar la magia que produce ese puto libro -

Quackity sintio helar su sangre. No se habia puesto a pensar sobre eso, pero si ya habian pasado semanas desde que el llego, ningun peligro se habia acercado por la magia producida por un libro de portada roja.

Sintio como un cubo de agua fría le caía encima metafóricamente. Si bien un libro no era un problema. Dos si lo eran.

 

- ¿Vos de verdad cree encontrar esa mierda? - Hablo una voz áspera por el vodka tomado.

La música clásica junto el ambiente de bar hacia que su cuerpo se relajará. El vinilo cambió a otro canción.

- Estoy seguro de lo que sentí, encontré la trilogía statera - Afirmó el hechicero.

- ¿Donde? - Pregunto el hibrido.

- En otra dimensión, y necesito tu ayuda para encontrar los libros -

Chapter 13: Delirio

Notes:

Holaa, espero se encuentren bien. Hice un cambio en el capítulo anterior y cambié el nombre de dos de los libros. "Teatres" es el libro de la mente como Luzu lo había explicado y "Líneas" es el libro de la muerte.
Espero no se confundan. <33

Chapter Text

Se miro al espejo antes de salir de su ahora construida y avanzada casa. Aunque su visión periférica era complicada por la mascara, la cual siempre llevaba puesta. Ya se había acostumbrado por completo.

El espejo roto le brindo un leve deja vú.

Cerró sus ojos y inhalo aire, contando los segundos. A los pocos segundos exaltó por su nariz tranquilamente.

Mordisqueó un poco su labio y repaso mentalmente lo que llevaba en la mochila, pergaminos, agua, linterna, el libro de Teatres.

Hizo que su estómago diera un vuelco. No le había comentado a ninguno de sus amigos el hecho de que tenia un libro de la tan infame trilogía.

Pero hoy si lo haría.

Quackity se dirigió a su habitación antes de partir, dejando temporalmente su mochila a un costado de la puerta.

- Quack - Grazno su pequeño pato amarillo, se encontraba arriba de su grande cama. Quackity sonrió tiernamente.

- ¿Que dices amigo, me acompañas a visitar a Luzu?

El pequeño pato dorado le miro por algunos segundos antes de volver graznar, Quackity sin pensarlo lo agarro delicadamente entre sus manos.

- Será un pequeño viaje no te preocupes.

Se dirigió a la salida de su casa y se miro por ultima vez, en el espejo a un lado de la puerta. Avanzo con la mochila. dirigiéndose a la casa de Luzu.

La primera persona a la cual le contaría, que el mismo Alex Quackity tenia el libro Teatres.

 

Luzu no habia podido conciliar el sueño, desde la ultima vez que piso el castillo solitario de Vegetta, hace dos dias. No habia vuelto a ver a sus compañeros.

Fue como si todos los héroes despues de contarles el sorprendente hecho de que en Karmaland se encontraba el libro cuerdas. Desaparecieran y se encerraran en sus mundos.

No mentiría en decir que los habia buscado también, por que no era asi en lo mas mínimo. Lo unico que queria para ese momento era terminar ese dia y volver a la cama.

Necesitaba un jodido descanso, y su ojo morado lo delataba.

Empezó a oler a quemado.

- Mierda - Gruño el castaño. Y saco con una espátula el jamón que se encontraba en el sartén. Amaba los omelettes pero sin jamones quemados.

Rápidamente volteo su omelette antes que al igual que el jamón, se quemara.

- Genial, otra vez me disocié - Hablo sarcásticamente.

Con delicadeza, se sirvió su desayuno con algo de pimienta y sal encima.

- ¿Que huele a mierda? - Dijo una voz detrás suyo y las alertas de Luzu se activaron.

Con rapidez tomo el cuchillo que encontraba a la mano y volteo para sujetar del cuello al contrario.

- ¡¡Soy yo!! - Chillo Quackity cuando su espalda pego hacia la pared, y su cuello aplastado por el antebrazo de Luzu.

- Carajo Quackity, me asustaste - Contesto el castaño alejando su brazo de Quackity y dando un paso hacia atrás con las manos alzadas.

- Perdon, me exalte.

- Cabron - Contesto el menor sobando su adolorido cuello - Fue mi culpa por entrar sin avisarte.

- Solamente estoy algo mas...alerta desde. Bueno ya sabes.

- No eres el único, todos en el pueblo están iguales...Bueno que me hiciste comer, viejo crikoso - Pregunto Quackity desviando el tema.

- Mi intento de omelette fue un fracaso - Admitio alzando los hombro - Se quemo.

- Ya lo olí - Admitió Quackity con unas sonrisa de culpabilidad - Sabes, me alegra no a verte avisado que vendría.

- ¿Porque? - Levantó la ceja, mientras agarraba su taza favorita para servirse su adictivo café, de todas las mañanas.

- Por que te hubieras puesto una camisa.

El rostro sonrojado de Luzu no se hizo a esperar. Bajo la mirada para ver efectivamente su torso al descubierto, siendo observado por el pelinegro.

- Quien diría que Alex Quackity, es un morboso que le gusta ver a sus amigos sin camiseta - Su tono burlón se hizo notar en su voz.

Miro se arriba abajo al hibrido, lo que apenas se podía ver de su rostro sin cubrir. Estaba completamente rojo. Avanzo con pasos seguros hacia el menor.

El ojirubi se detuvo.

- Quack - Graznó el pequeño patito amarillo, que se encontraba en el suelo.

Luzu dirigió la mirada hacia este, alzo una ceja y volteo a mirar a Quackity en busca de respuestas.

- Es mi mascota - Respondió el pelinegro, trago saliva para olvidar la situación anterior y el como una llama interna se prendió.

Luzu dejo su taza de cafe en la isla de su cocina para inclinarse, hacia el pequeño patito amarillo. Una sonrisa tiernamente ladeada no se hizo a esperar en el rostro del mayor.

- Es adorable, Se parece a ti.

- ¿Que? - Cuestiono el peli negro.

- Eres un hibrido pato ¿No?

- Mis alas me delatan - Se encogió de hombros, observo nuevamente la cocina - ¿Puedo cocinarme algo? No desayune.

- Oh créeme te dejaría pero eres la persona más desastrosa que el conocido en mi vida, después de Rubius - Quackity bufo - ¿Qué tal si yo te cocino mientras tu le das de comer al patito?

- Es una buena idea - Su caracterizada sonrisa ilumino su rostro, camino a zancadas hacia el castaño para agarrar a su patito amarillo.

- ¿Te parece bien un omelette? - Pregunto el castaño, mientras agarraba una camisa y se la ponía - Prometo que no se quemara.

- Me parece bien, pero a chingarle - Contesto Quackity. Le sirvió un poco de arroz a su pato.

Se lanzo hacia el sillón enorme del castaño. Se quedo mirando el techo unos segundos, ¿Hace cuanto no sentia esta tranquilidad?

La ultima vez podria ser unos dias antes de ir hacia el templo, se le revolvió el estomago de tan solo pensar aquel desastroso día.

- ¿Has hablado con alguien? - Pregunto Quackity sin apartar su vista del techo.

- No, bueno solamente con mis clientes. Pero si te refieres a ellos, no eh vuelto hablar con ninguno, supongo que siguen enojados.

Empezó a cortar el queso cuidadosamente, el sol pegaba contra la cocina.

El perfecto color castaño de Luzu de su cabello, se mezclaba armoniosamente con los rayos de Sol mañaneros. Definitivamente era la vista favorita de Quackity de ahora en adelante.

- No lo entiendo, no fue tu culpa ade- - El menor fue interrumpido por el castaño.

- Quackity, no quiero hablar de eso. Por favor - Pidió Luzu, suspiro y siguió cortando el queso silenciosamente.

- Bien - Mordisqueó su labio inferior - Fargan me había contado de una feria que se realiza cada cinco meses - Quackity se acomodo en el sillón.

- Oh cierto la feria, se me habia olvidado por completo

Luzu revolvía lo huevos rápidamente y los vertió en el sartén caliente.

- La ultima vez que la feria paso, Alexby intento prender fuegos artificiales. Pero cayeron en casa de Vegetta. ¡Su jardín se prendió en llamas! - Soltó una sonrisa al recordar aquel momento.

Quackity escuchaba atentamente.

- Después tuvimos que intentar apagarlas llamas, con botes de agua de la feria. Obviamente Vegetta se dio cuenta, tuvimos que pasar la noche en la cárcel - El castaño soltó una carcajada.

- ¡Que pendejos! - Quackity estalló en carcajadas - Me hubiera gustado llegar antes al pueblo, para ver como pasaron la noche en la cárcel. ¿Crees que cancelen la feria de este mes? -

- No se si cancelen la feria, sería dentro de unos ¿Cuatro días? - Se encogió de hombros - Podrías preguntarle a Merlon.

- No creo que sea lo mas prudente preguntar - Contesto el pelinegro, el castaño rio - ¿De que te ríes puñetas? -

- ¡Tu hablando de imprudencia! - El castaño siguió riendo a carcajadas. En consecuencia el jamón cayo al suelo.

- ¡¿Crees que soy imprudente Lucio?! - El ceño fruncido del menor, lo tenia que forzar. Sus ganas de reír apenas las podía aguantar.

- Quackity, ¡Le preguntaste a una anciana cuanto le quedaba de vida! y le dijiste ¡Que podía hacer buena pareja con Merlon! - Luzu hacia ademanes exagerados con las manos.

- ¡Es que parecía de cien años, no mames hasta tu lo pensaste! - Quackity rio como si no lo hubiera hecho en días enteros, lo cual era cierto.

A ambos les dolía el estomago de tanto reír.

- El desayuno esta listo, Bon appetit - Dijo Luzu, sirviendo los omelettes en sus respectivos platos.

Quackity se levantó rápidamente. Agarro los dos platos y los sirvió en la isla de la cocina, donde normalmente se comían.

Los dos se sentaron a comer.

- Se ve deliciosamente - Comento Quackity antes de probarlo.

- Lo esta - Afirmó Luzu.

- Egocéntrico.

- Imprudente.

- Viejo crikoso.

- Imperativo.

- Sin camisa.

- ¿Que tipo de insulto es ese? - Pregunto el castaño con una sonrisa en el rostro.

Quackity se encogió de hombros, con una sonrisa cómplice.

Después de algunos minutos de comer animadamente, hablando de cualquier estupidez. Quackity recordó el por que iba a la casa de Luzu en primer lugar.

El libro y los pergaminos, hizo una mueca ante el pensamiento.

- Luzu, tengo algo importante que decirte - La voz de Quackity se volvió mas seria.

Luzu levanto la mirada.

- Dime.

- ¿Recuerdas los pergaminos y la mierda esa de los libros?

El castaño bufo.

- ¿Como lo olvidaría?

Ahora Quackity tenia toda la atención de Luzu, mirándolo fijamente. Mientras tomaba tranquilamente su cafe, al menos se había tomado unas tres tazas.

- Traje los pergaminos, y quiero que los leas.

La curiosidad del castaño se profundizo ante esa petición.

- ¿Por que?

- Creo poder encontrar una manera de desbloquear nuestros recuerdos.

- ¿Como...?

Quackity se levantó de su silla para dirigirse a su mochila, que se encontraba en el sofá de Luzu. El pequeño patito descansaba recargado a la mochila.

Camino de vuelta a la isla de la cocina.

Al abrir la mochila, lo primero que pudo ver fue el libro que tanto le había robado el sueño. Pero primero quería enseñarle a Luzu, todo lo que el sabia de los pergaminos.

Ignoro ese libro y saco todos los pergaminos enrollados. Cerró la mochila y esparció cada pergamino en la mesa.

- Necesito que los leas, para entenderlo - Pidió Quackity.

Luzu asintió a respuesta. No podría negarle nada al menor, para este punto.

 

La ventana que antes se iluminaba con el sol saliente, comenzaba a ser iluminada por la luz anaranjada de la tarde.

Los pergaminos estaban esparcidos por toda la isla de la cocina, arriba de estos se encontraban objetos pesados para que no se enrollaran y leerlos con claridad.

El idioma en el que se encontraban los pergaminos no era un problema, Luzu sabía poco de magia pero lo que sabía era útil al realizar un hechizo de traducción. Aunque ambos sabían inglés. Era importante traducir las palabras en latín aunque fueran pocas.

Entre más leía el castaño, cada vez se sentía más sorprendido.

¿Era acaso esto real?

Se sentían huecos en la historia relatada por aquel semidiós.

- Quackity.

El menor levantó la visto hacia el mayor.

- Dime.

- Tenemos que decirle a Vegetta.

Quackity suspiro.

- Los demás pergaminos los tiene Vegetta, asi que posiblemente el ya sepa todo - El menor se encogió de hombros, al parecer Luzu se encontraba menos sorprendido de lo que el estuvo.

- Pero el sabe algunas partes que nosotros no - El castaño levanto la vista de los pergaminos en la mesa, la luz del sol empezaba a ser tenue - Y nosotros sabemos algunas partes que el no -

- ¿Los leíste todos?

- Si, esto es...Carajo estoy en shock - Una sonrisa enorme se ilumino en el rostro del mayor.

- Quackity, tenemos la oportunidad de tener nuestros recuerdos.

El hibrido al ver como Luzu sonreía.

Dejo de mirar a los pergaminos como una amenaza y empezó a verlos como una esperanza.

El menor se levanto del suelo en un salto optimista, y con una gran sonrisa se dirigió al castaño para abrazarlo. Algo que Luzu no esperaba, pero recibió de la misma intensidad que el menor.

Quackiy habia saltado sobre sus hombros para sostenerse de ellos, y por lo contrario Luzu lo sostuvo por la cintura y lo alzo unos centímetros al aire, sin soltarlo.

- ¿Que fue lo que te hizo cambiar de opinión? - Cuestiono el menor.

- ¿Cómo?

Ambos se separaron del abrazo. Las manos de Luzu se encontraban rozando la cintura de Quackity y el contrario seguía aferrado a sus hombros.

Dejando una tensión al aire.

- Cuando fuimos a minar junto a Illojuan, te pregunte si querías tener tus recuerdos. Tu me contestaste que no, y fuiste frío en el tema.

- Supongo que si tengo la oportunidad de tener mas recuerdos junto a Mangel o saber algo mas de mi y sacarme de dudas, no lo negaría en este momento.

- ¿Y tu Quacks?

El agarre de ambos se intensificó, lo que era el espacio personal no existía en este momento.

La respuesta que tenia Quackity era en automático un si, pero para ese punto. ¿Realmente quería saber todo sobre el? El solo recordar su anterior visión su sangre se convertía en hielo puro y su mandíbula se tensa.

- Yo, no lo se - Admitió Quackity. Alzo la vista para tener al menos contacto visual con Luzu, pero su mascara se lo impedía en cualquier momento - Cuando tuve la visión o esa mierda, al tocar el puto libro, vi algo que me hace dudar.

Quackity aspiro el olor de Luzu. Por un instante le hizo olvidar aquel recuerdo, que lo ponía con la piel de gallina.

- Espero que no halla sido algo fuerte - El Castaño no insistió en preguntar. Algo que el menor agradeció internamente.

- No, no lo fue - Mintió.

Recordó el libro que se encontraba descansando en su mochila, esta vez al pensar en Teatres su estomago no daba un vuelco, al contrario lo podía hacer sentir bien.

Quackity trago saliva ¿Como se suponía que se tenia que decir esto?

- ¿Recuerdas la trilogía statera? Son tres libros, Cuerdas, Líneas y Teatres.

Luzu asintió con la cabeza lentamente.

Quackity mordisqueo su labio inferior nerviosamente. El castaño observó cada detalle de este.

- Yo tengo el libro de Teatres - Soltó una bomba verbal.

El rostro de Luzu se convirtió en algo inexpresivo, no reacciono. Relamió sus labios y suspiro.

- ¿Como...? - Aunque Luzu no halla reaccionado, Quackity se sintió juzgado ¿Estaba siendo igual que Vegetta?

- En el templo yo lo encontré. Esa chingadera me llamo me pidió que me lo llevara - Hizo una pausa para agarrar aire - Yo no sabia que era hasta que me contaste la leyenda de los libros - Intento excusarse ante Luzu. Tartamudeando en el intento.

- Quacks, no era tu obligación contarlo, esta bien. Respira - Sus manos viajaron hacia sus hombros, temía que al menor le diera un ataque de ansiedad. Al parecer era propenso al tenerlos.

Quackity hizo los ejercicios de respiración, siendo animado por Luzu. Suspiro, exhalo y contó números mentalmente.

- Me esta carcomiendo la cabeza todo esto - Admitió el menor, se recargo en el torso de Luzu y volvió a suspirar - Esos libro están malditos.

- ¿Tienes el libro en este momento? - Pregunto el castaño, en respuesta Quackity asintió con la cabeza.

Aunque le costo, se separo de Luzu para dirigirse hacia su mochila. Tuvo que despertar a su pequeño pato nuevamente, abrió la mochila y ahí se encontraba aquel libro.

- Es este - Contesto y alzó el libro hacia el Luzu.

El castaño al ver el libro se sorprendió aun mas, su portada era color morado oscuro, con una tinta dorada. Y aspiraba que tenia al menos unos doscientos años.

- Quacks, sabes que esto significa que somos mas propensos a sufrir una emboscada de cazarrecompensas. Mierda - Luzu no se le había cruzado en la cabeza, el maldito problema de los libros.

Quackity avanzo nuevamente hacia Luzu con el libro en la mano.

- Lo se, por eso vengo contigo, después de recuperar las memorias y explicar todo de los pergaminos todos los demás podemos quemar los libros o desaparecerlos - Un hilo de voz sostenía cada palabra con la esperanza de que Luzu no se negara a ayudarle, a explicarle a todos.

Luzu sintió.

- Te ayudare a decirle a Vegetta.

- Gracias Luzu - Hablo con sinceridad.

- De nada Quacks, iremos con Vegetta para que nos hable de la otra parte que tiene de los pergaminos.

Quackity le regalo una sonrisa ladeada a Luzu la cual el contrario correspondió. Abrió y cerro la boca al escuchar el timbre de la casa del castaño.

- ¿Quien es? - Pregunto el menor, viendo como Luzu se dirigía hacia la puerta.

- Deja veo quien es Quacks, no seas desesperado - Una pequeña risa se le escapo al castaño, y una carcajada al hibrido. Quackity siguió enrollando los pergaminos, atento a lo que pasaba en la puerta.

Una figura afeminada apareció en el umbral de la puerta.

- Luzu, buenas tardes - Hablo la chica rubia, con una gran y linda sonrisa.

- ¡Lana ¿Como estas?! - Pregunto Luzu, correspondiendo su sonrisa.

- Bien, gracias ¿Estas ocupado?

La sonrisa de culpabilidad del castaño salió a flote.

- De hecho me dirigiré a la casa de Vegetta, pero ¿Ocupabas algo? - Cuestiono el chico, mientras se recargaba al marco de la puerta.

Quackity frunció el ceño, no tardo en acomodar todos los pergaminos restantes, en su mochila agujereada.

- En realidad venia por mi chaqueta beige - Respondió la rubia con su sonrisa en bobada y una voz extremadamente amable. Luzu alzo la ceja a su petición. Pero su cara cambio abruptamente al recordar aquella chaqueta.

Definitivamente Quackity no conocía a la rubia en la puerta ¿Era nueva en el pueblo?

- Oh si claro, la chaqueta - Luzu que estaba recargado en el marco, abrio la puerta por completa para invitar a pasar a Lana - Pasa adelante, voy a ir a buscar tu chaqueta.

La rubia no tardo en pasar a la entrada.

- ¡Creo que la deje en el sofá de tu habitación! - Grito Lana, antes de ver desaparecer la espalda de Luzu por las escaleras. Soltó una pequeña risita.

Quackity veía la escena con los brazos cruzados. Al parecer la chica todavía no notaba su presencia.

- Quack - Graznó su pequeño patito, sobre la isla de la cocina.

Tanto como Lana y Quackity voltearon a ver al pequeño pato.

- Madre mía que me has espantado - Hablo Lana refiriéndose a Quackity, mientras sonreía y dirigía su mano a su pecho. Donde se encontraba un suéter cafe claro, que combinaba perfectamente con el pantalón blanco ancho de la chica.

- Lo siento, últimamente suelo hacer eso - Recordando la penosa escena de la mañana.

La rubia camino hasta el peli negro, para extender la mano en modo de saludo, algo que el menor acepto sin dudarlo. Regalándole una sonrisa enorme.

- Quackity.

- Lana, ¿Eres nuevo en el pueblo? - Pregunto la rubia.

- Si algo, tengo un par de semanas en Karmaland - Contesto el hibrido. Encogiéndose de hombros.

- Oh ya veo, perdón tuve que viajar unas semanas fuera del pueblo. Hay tantas noticias nuevas que todavía no proceso bien.

La rubia tenia algunas marcas en el cuello, algo que el menor noto. Parecía una persona tranquila como para que peleara y dejaran moretones.

- Lo imagino, el pueblo a estado desanimado estos días - Quackity hablo con la mejor comprensión que pudo.

- Si lo eh notado - La sonrisa de la rubia se desvaneció poco a poco, pero todavía no paraba de radiar felicidad.

- La encontré - Luzu hizo presencia en la cocina, sosteniendo la prenda de ropa.

Lana y Quackity voltearon a ver al castaño. La chica avanzo hacia Luzu para agarrar la chaqueta con amabilidad.

- Veo que ya se conocieron - Mirando a ambos, a Lana con la chaqueta en mano y a Quackity con su patito dorado en mano.

- Si Quackity, es muy amable - Respondió Lana

- ¿De verdad? Yo lo veo como un hijo de puta - Bromeó el castaño.

En respuesta Quackity paro el dedo del medio, haciéndole una señal obscena.

Lana soltó una pequeña risa por la interacción de ambos. La chica se encamino a la salida junto ambos.

Quackity extendió su mano en forma de despedida hacia Lana, lo cual correspondió.

- Adiós Quackity, espero tener una conversación mas larga contigo en el futuro.

- Adiós Lana, un gusto conocerte - Sonrío.

Quackity se dirigió por su mochila, en el momento que Lana se marcho al marco de la puerta.

- Gracias por la chaqueta, de verdad la necesitaba hoy.

- ¿Planes para salir?

- Puede ser, si estuvieras libre mañana podríamos salir - Propuso la rubia dejando un dedo apuntando al pecho del castaño, quien sonrió en respuesta.

- Había pensado que fue suficiente con lo de ayer - Su voz saco un lado juguetón que apenas pocas personas sabían que existía.

- Lo dudo, nunca es suficiente para ti - Imito su tono de voz, Lana dirigió su mano al cuello de Luzu, para girarlo unos centímetros y fueran visibles las marcas que dejo la noche anterior - ¿Los cubriste?

- Magia de reflejos, algo sencillo de hacer y efectivo.

- Lastima, te veías bien con ellos.

Luzu chasqueo los dedos frente a la rubia, y las marcas moradas de su cuello estaban a la vista.

- ¿Mejor?

La chica sonrió en respuesta.

- Te veo mañana - Dijo antes de darse la vuelta y dirigirse a sus supuestos planes. El mayor cerro la puerta.

La escena fue vista por el hibrido.

- ¿Hey quacks, nos dirigimos con Vegetta, ya? - Pregunto Luzu, con su estupida sonrisa boba.

Quackity avanzó con su patito amarillo en manos.

- Puedes dejar el patito en mi habitación, dejarle comida y agua. No creo que tardemos mucho - Propuso el castaño, podía hacerse de noche en el camino y tendrían que lidiar con los zombies.

- De acuerdo, ahora vuelvo - Dijo Quackity antes de desaparecer por las escaleras. No era la primera vez pasaba al segundo piso de Luzu.

Después de algunos segundos el menor salto algunos escalones, para caer a un costado del castaño. Y sin ninguna palabra ambos salieron de la casa.

El sol se escondía por las pocas montañas que había alrededor de Karmaland, y las estrellas apenas se hacían notar en el cielo nublado.

La casa de Vegetta resaltaba a en todo el pueblo, hacia sombra en los grandes bosques que rodeaban. Sin duda si tenias la suerte de entrar al prestigioso castillo, tendrías de las mejores vistas de tu vida.

El silencio inundaba el ambiente, en cada paso del corto camino.

- Quackity, ¿Por que no habías dicho nada del libro? - Pregunto el castaño, haciendo un intento para desahogar el ambiente. La respuesta del contrario fue una encogida del hombros.

- ¿Por que no me mencionaste que tenias novia, pendejo? - Pregunto el Quackity entre dientes.

- ¿Eso que va en el tema? - Contesto Luzu con una ceja alzada y una media sonrisa.

- Tu fuiste el primero en preguntar algo que no va - Contraatacó el menor, pero su bufido de risa apenas lograba terminaba las palabras.

- Pregunte sobre el libro ¡Los libros! literalmente vamos a casa de Vegeta por el ¡Libro! - Contesto el castaño con ademanes exagerados, apuntando el castillo del ojimorados.

- Bueno, entonces chinga a tu madre - La carcajada de ambos no tardo en surgir. Pero se silenciaron después de algunos segundos, volviendo al silencio completo.

- No somos novios, si eso querías saber - Contesto Luzu a la anterior pregunta del hibrido.

Quackity bufo.

- ¿Entonces solo follan y ya? Valla y yo pensando que tenias corazón.

- Oh eso me dolió - La mano de Luzu se dirigió a su pecho en forma de dolor. Haciendo reír a Quackity quien le empujo diciéndole "Pendejo"

- En realidad yo y Lana somos ex, pero ella tuvo que viajar a un pueblo.

- ¿Por que?

- Bueno ella es aprendiz de medicina, así que cuando un pueblo cayo en guerra - El sol desapareció por las colinas dejando un azul tenue - No tardo en ayudar a acudir y también a luchar. Es una guerrera.

El camino cada vez se hacia mas corto, viendo a algunos metros la famosa escalera de Vegetta.

- ¿Por eso cortaron?

- No, cortamos por otros temas - Luzu se encogió de hombros.

Quackity detuvo su caminata, sosteniendo con fuerza su mochila entre sus manos.

- ¿De verdad crees que es buena idea mencionarle a Vegetta sobre el libro?

- Puede que tengas tus dudas, pero Vegetta es buena persona. A lo mejor el tema de la magia lo haga salirse de sus casillas, pero hasta ahí.

- Bueno, si pasa algo es tu culpa pendejo - Dijo bromeando el pelinegro. Avanzando a las grandes escaleras del lugar.

En el momento de aparecer en el gran Jardín del castillo, se podía ver todo Karmaland y esas grandes colinas que reflejaban lo cómodo y acogedor que era el pueblo, siendo tan privado e intimo.

Las casas de sus amigos se veían con claridad, siendo de las mas grandes del pueblo y teniendo una gran importancia en este.

También se podían observar las casas de los pueblerinos y todo el ganado con detenimiento, pero algo importante resaltaba en el pueblo. Aquellas antorchas siendo apagadas, para no llamar la atención de los monstruos.

Esos esqueletos, zombies y esas extrañas criaturas que apenas pueden ser observadas en las sombras. No conocía su nombre. Pero si los mirabas a los ojos estabas muerto.

Sentía una gran familiaridad a estas criaturas misteriosas.

- Linda vista ¿No? - Menciono el castaño a un costado del pelinegro.

Quackity asintió en respuesta, en realidad no le parecia tan linda la vista. Escuchar algunos chillidos por los animales siendo devorados o los pueblerinos que sacan arañas gigantes de sus casas. Hacia que quisiera apartar la vista.

Pero se había acostumbrado hace tiempo al hecho de que, si realmente Karmaland fuera tan seguro como Merlon lo había pintado. Los héroes harían su trabajo y acabarían con esos monstruos que robaban el sueño a esas pobres personas.

- ¡Quackity! ¡Luzu! - Hablo una voz que le hizo alertarse, volteo con rapidez. Observó a Vegetta, con una gran sonrisa en su rostro - ¿Como están?

- Bien, chingon ¿Y tu? - Contesto el hibrido, dejando a Luzu con la respuesta en la punta de la lengua.

- Me alegra, estoy bien - Respondió Vegetta.

Como siempre, el ojimorados camino seguro, hacia Luzu con los brazos extendidos.

Dandole una abrazo de hermandad al castaño. El cual respondió el contrario de la misma forma.

- Me alegra que estes bien, Vegetta - Hablo Luzu con una sonrisa sincera.

- ¿Que les llevo, pasar a mi cantón? - Pregunto el ojimorado.

Luzu soltó una pequeña carcajada.

- ¿Acaso fuimos tan ruidosos? - Pregunto Quackity con una sonrisa algo nerviosa, no podía olvidar el ultimo encuentro con el ojimorado.

- En realidad no, pero tengo una extensión de magia que me advierte quien entra a los terrenos del castillo.

- Me deberías enseñar eso - Comento Luzu. Mirando divertidamente a Quackity quien se encogió de hombros con una sonrisa cómplice.

- A mi igual, me estoy cansando de los explosivos que pone, ese pinche niño con cabello de brócoli ¿Como se llamaba? - La voz de Quackity se intensifico, intentando recordar el nombre.

- Titanicus - Vegetta salto una gran carcajada, la cual siguió Luzu - Pero que dices hombre, es un amor de persona.

- Es un gilipollas Vegetta, ya perdí las cuentas de las veces que a puesto explosivos en mi entrada - El castaño hablo.

Vegetta se encogió de hombros.

- ¿Quieren pasar? - Vegetta señalo la puerta del castillo. Ambos asintieron en respuesta.

Al entrar al castillo lo primero que se observaba desde la entrada era anteriormente un marco donde se encontraba Vegetta tanto como Rubius. Ahora solamente era un espacio en blanco notorio, donde no se encontraba ningún cuadro.

Ninguno de los tres hizo un comentario al respecto.

Cuando se entraba en el castillo normalmente se encontraba un ambiente acogedor o mágico. Esta vez se encontraba un ambiente vacío.

- ¿Has hablado con alguien, estos días? - Pregunto Quackity curioso, viendo todos los retratos de la pared. Le encantaba el arte.

- Solamente con Lolito, y aveces con Willy. Los demás parecen haber desaparecido en sus mundos o algo así, gilipollas.

- ¿Como esta Lolito? - Pregunto el castaño.

Vegetta apretó los labios creando una línea recta, hubiera sido graciosa en cualquier momento que no fuera este.

- Mal, esta realmente mal. Me preocupa.

- Supongo que me sigue odiando - Luzu se encogido de hombros.

- No te agüites mi buen Luzu, ya veras que entenderá - Hablo Quackity, sobando el hombro del castaño.

Vegetta suspiro.

- Se que no vinieron a visitarme solamente por que si. Vienen por el libro ¿No es así? - Pregunto Vegetta. Con los hombros caídos.

Quackity bajo su mochila y se dirigió a la pequeña mesa, en la grande sala para abrir su mochila y esparcir los pergaminos. No saco el libro Todavía no.

- En realidad venimos a hablar sobre esto - Fue Luzu quien hablo esta vez.

- ¿Pergaminos? - La cara confusa de Vegetta no tardo mucho - ¿Los pergaminos del templo?

Quackity asintió en respuesta.

Vegetta sonrio para si mismo.

- Realmente habia pensado que los habías dejado en el templo.

Luzu tomo asiento cómodamente en el sofá, estaba nervioso.

- ¿Tu leíste los pergaminos? - La voz de Quackity se hizo mortalmente seria, algo que ninguno de los dos había visto nunca.

Al igual que Luzu, Vegetta tomó asiento en el sofá frente a la mesa. Siendo observado por el castaño y hibrido en cada movimiento. Abrió los brazos en el borde del sofá, y cruzo sus piernas cómodamente.

- Cada maldita palabra - Contesto con la misma seriedad.

- Entonces sabrás que no hay necesidad de dirigirnos hacia el hechicero supremo, para recuperar nuestros recuerdos ¿No es así? - Fue el turno de Luzu al hablar.

- Es una interesante lectura, nos muestra las dos partes de los humanos y dioses. Pero no llegue a esa parte de recuperar recuerdos - Exhalo - Al semidiós le robaron sus recuerdos si, solo se eso y otras cosas interesantes. Pero supongo que te quedaste con la parte importante.

- Los pergaminos se complementan, necesito que traigas los tuyos Vegetta - Quackity necesitaba. No, le urgía saber la otra parte de los pergaminos. Se moría por saber.

- De acuerdo - Vegetta sonrió ligeramente, antes de levantar su mano unos centímetros y en su palma se creara, una ligera y brillante luz morada. La cual no duro mucho.

Tanto como Luzu y Quackity alzaron una ceja.

Los pergaminos se materializaron en la palma del ojimorados, enrollados perfectamente en un hilo negro. A lo contrario de los pergaminos que Quackity cuido, que por suerte no se habian roto, por el mal cuidado.

Los pergaminos de Vegetta eran pocos.

- ¿...Tu...Como...? - Preguntaba con dificultad Quackity, al haber observar el truco de Vegetta.

El ojimorados soltó una breve carcajada al ver como dejo boca abierta al hibrido.

- Recuerda que soy Hechicero.

- Cierto, cierto - Contesto distraídamente Quackity al agarrar con seguridad los pergaminos bien enrollados. Y postrarlos en la mesa.

- ¿Nuevo hechizo? - Pregunto Luzu hacia Vegetta. El hechicero asintio.

Quackity se hinco para esparcir cada pergamino en orden cronológico, ya que era una historia. Una historia incompleta.

- ¿Puedes resumirnos lo que sabes? - Pregunto el castaño, mientras veía al chico organizando los pergaminos.

Vegetta suspiro.

- Un humano, convertido en semidios que desafió a los dioses. Acompañado con un guerrero de corona y una espada manchada de sangre, eso es lo que se.

- ¿Que es lo que saben ustedes?

- Una misión fallida, persecución entre dimensiones, guerra y delirio - Contesto Luzu hacia la pregunta, no era el mejor resumen pero servia para entender la situación.

- Listo - Quackity se puso de pie en un salto para observar, la organización de los pergaminos en la mesa. Algunos estaban al borde de caer.

Vegetta al igual que Luzu, se pusieron de pie a un costado del hibrido.

- A leer y entender - Luzu suspiro, había leído básicamente toda la tarde.

Aunque no pareciera los pergaminos eran medianamente grandes, lo que hacia que cada uno tuviera bastante texto de por medio. Y aunque fueran escritos por un semidios la letra era difícil de entender.

 

Quackity Leía a un lado de Luzu. Sentía su mente abrumada, entendía todo sobre los pergaminos.

El habia terminado de leer los primeros días, ¿Pero los nuevos pergaminos? La narrativa era desgarradora. Y no paraba de sobre pensar en toda la situación.

Si tuviera que resumir el mismo y entender todo lo leído lo haría a su forma.

Foolish un humano que fue convertido en un semidios, su mente fue borrada por los dioses, para cumplir una misión. A palabras de el para que su nostalgia con su dimensión no afectara en el proceso de destruirla.

Destruir la mayor cantidad de trilogías stateras en las dimensiones condenadas.

 

Seguía siendo un humano, lo era.

Aunque esas palabras resonaban una y otra vez en su cabeza, sabia que no se podía mentir mas tiempo. Tenia que ser realista.

Estaba perdiendo la cabeza.

Aquellas risas, y gritos que tumbaban su cabeza en cada paso que daba, hacia que quisiera estrellar su propia cabeza contra la dura pared del templo, hasta por fin descansar y morir.

Una y otra vez revivían esos vividos recuerdos.

Esos profundos recuerdos, tristes, felices y aterradores. Pero todos reflejaban su soledad y hasta que punto llego para no tener que cumplir su misión.

La misión que le quito absolutamente todo, dejándolo varado en un templo creado por sus propios manos y en soledad, junto con un libro que te romperé mentalmente en pedazos.

Se supone que era inmortal, eso lo convertía en un semidiós. Y lo mas cercano a un dios ademas de su poder. No morir nunca.

Se supone que su sangre es oro y el tótem de vida, lo lleva en sus venas.

Pero todo lo que puedes conseguir, puedes perderlo.

Su mano herida y sangrante se la llevo a su pecho donde se encontraba una herida profunda. Las lagrimas de sus ojos no tardaron en salir.

Todo era por culpa de los dioses.

Cuando consiguió ser inmortal a cambio de su humanidad y fue proclamado un semidiós. Fue el mejor dia de su vida, podia recordar cuando al probar su inmortalidad, no dudo en tirarse de una torre alta donde aseguraría su muerta.

No murió, al contrario. Comprobó nuevamente que era un semidiós.

Cuando una noche tranquila después de beber y charlar con fundy, se recostó en su habitación de la capital mas codiciada de todo el dream smp.

Había visitado nuevamente las Nevadas. El dueño de aquella capital a petición de Fundy y Charlie inauguró su casino. Siendo uno de los mejores reencuentros de su vida, al poder volver saludar a sus antiguos compañeros.

Todo el dream smp había asistido a aquella fiesta.

El mismo se había retirado de manera temprana, las ultimas semanas había recibido llamados de dioses indirectamente mediante sus sueños, y se había alejado poco a poco de su trabajo. Encerrándose para si mismo.

Aquella noche, no fue como los demás llamados. No, esta vez dejo el plan físico y despertó en un Olimpo. Blanco y grisáceo.

Por primera vez en todos aquellos años fue tratado como un dios y convivido con otros dioses.

Le ofrecieron una oportunidad, una misión. Un objetivo en su vida, dejar todo atrás y convertirse en un dios. No decidió en aquel momento, le dieron meses para pensarlo.

Los días pasaron y eventos ocurridos en las Nevadas, dejaron destrozado a la capital tanto como el dueño. Sus compañeros e amigos, abandonaron su trabajo.

Purpled había traicionado al país, dejando a Charlie casi muerto y en estado vegetal.

Las semanas pasaron y otro evento dejo destruido a las Nevadas, por completo. Todos aquellos días se dedico a pensar una y otra vez su decisión.

Sabia que decisión tomar, su objetivo desde que recordaba era convertirse un dios. Así que acepto convertirse en uno.

Al momento de contactar nuevamente a los dioses, ellos le advertieron que primero tenia que borrar su memoria.

Una regla importante era no acercarse al plan físico. Y si lo haría, pagaría con su vida.

Ningún dios se podría acercar a las dimensiones, a menos que fuera completamente necesario. Como la misión que le otorgaron.

El acepto.

Le borraron la memoria, siendo convertido en una marioneta para los dioses, renunció a todo por ser uno de ellos. Dejándose expuesto y a su disposición. Ellos le mandaron a una misión.

Una donde tendría que buscar todas las versiones de La trilogia statera. Y matar a la mayoría de los cazadores de dioses. El acepto con gusto y orgullo.

Después de cumplir su supuesta misión, podría ser un dios.

Fue enviado a dimensiones. Para arrebatarles su única fuente de poder, donde podrían amenazar a dioses. Los libros.

No era ni el primero, ni el ultimo en ser enviado a todas esas infinitas dimensiones para cumplir la misión en especifica y matar a todos aquellos que tendrían agallas, para arrebatarle el poder y vida a un dios con el mismo poder de esos libros.

No podría decir o describir qué pasó con su memoria. Pero algo empezó a fallar, comenzó a tener visiones de su vida como un humano.

De sus amigos.

Todo llego a su fin cuando fue mandado a una dimensión. Una dimensión que sentía que pertenecía. Después de siglos fue enviado a su dimensión, con la misión de destruir a varias personas en especifico y con ellas. Destrozar los tres libros.

No era nada nuevo, era lo mismo que hacía durante años. Pasar de dimensión a dimensión. Matar a aquellos quienes son considerados una amenaza, y llevarse los libros junto con las muertes de los individuos.

Pero esto era diferente.

En aquellos años. Donde el tiempo funcionaba diferente, en el plano no físico.

Aunque sus recuerdos eran dañados constantemente, todavía no podía entender el por que habían creado los libros para destruirlos nuevamente.

Al momento de regresar a su dimensión, no dudo en cumplir su misión y buscar primero las personas que tendría que matar para después continuar y quemar aquellos libros.

Un hibrido en especifico tenia el libro de Teatres, y el mismo hibrido tendría que matarlo.

Primero fue por el.

Cuando llego a la puerta de aquel hibrido fue amenazado, lucho pero aquella persona era fuerte. Y por primera vez en años no pudo cumplir con su misión, fallo y rompió una regla.

Un guerrero que tiempo antes había matado a varios dioses y les había robado su poder. Uno de los mas fuertes que existían entre las dimensiones, y destacaba por su corona.

Aquel hibrido aseguraba que lo conocía, que el realmente no era una mala persona y que había pasado mucho tiempo desde que lo había conocido.

Experimentaron con el libro de Teatres, para saber el como recuperar sus memorias. Pero sus acciones tuvieron consecuencia cuando las recupero. Todo fue observado por sus superiores

Cuando al fin abrió los ojos, cayo en cuenta todo lo que había hecho. Todas aquellas dimensiones que había condenado junto a esas vidas inocentes y culpables.

Todos aquellos libros que quemo, podría asegurar que pocas trilogías existían.

Fue perseguido por los dioses. Ellos los tenían a la mira tanto como al guerrero como al el mismo. Tuvo que camuflarse con su poder otorgado, para no ser detectados.

Escondieron solamente un libro, Cuerdas ocultado mediante el mismo hechizo para no ser visto.

Lo ocultaron en una biblioteca.

Tuvieron que llevarse al libro de Teatres, para seguir escondiéndose de la constante mirada de los dioses.

No encontraron el tercer libro, le pertenecía una persona mayormente poderosa en todo dream smp. Estaba protegido ese libro, no hacía falta que interviniera.

Viajaron entre dimensiones, siendo rastreados una por una y destrozando aquellas dimensiones en el proceso de escapar.

Por las constantes luchas y peleas que tenían entre esos dioses, tuvo que matar a sus colegas. Soldados y amigos que había forjado entre años y compartían la misma misión que el.

El guerrero nunca lo abandono.

Hasta un día, el día que tuvo que escapar solo y dejar atrás aquel amigo que le protegió en cada momento, esa amistad que perdio.

Aquel guerrero que le había jurado acabar con los dioses. En una pelea de muchas no pudo conseguirlo. En esa pelea fue herido en el proceso y teniéndose que refugiarse en una dimensión.

Su poder e inmortalidad desaparecían, cada minuto que esa herida avanzaba por todo su pecho.

Se refugio con el libro de Teatres en un pequeño templo que creo en su ultimo aliento para ocultar aquel libro.

Pero aquel libro le carcomía la mente con cada minuto que pasaba encerrado en aquella burbuja de delirio. Los murales de el templo eran visiones que no paraba de tener, o también reflejaban una parte de su vida.

Las risas y gritos eran agonizantes.

Sabia con perfección que estos efectos pertenecían al libro, con el que tanto tiempo se había encerrado. Un libro demasiado poderoso que rompía y destroza la mente en cada fragmento de cada recuerdo doloroso.

Su mente era débil para aguantar ese delirio.

Veía al amor de su vida andar por el templo, como si fuera una casa acogedora,  y observaba con claridad como sus mejores amigos le ayudaban a poner trampas en cada pasillo.

El poder que le arrebataba aquella herida, era una consecuencia por la traición a los dioses y el intento de proteger esos libros que detonarían el fin del mundo, tarde o temprano.

Esa voz en su interior le recordaba una época en su vida, donde fue controlado en el Dream smp.

Tenia la pequeña esperanza que nadie encontrara el libro que escondió en la biblioteca, y si fuera el caso. Entonces que aquella persona rezara de rodillas en pedir perdón a los dioses, antes de ser asesinado brutalmente por ellos.

El libro de líneas, apodado de esa forma por que su poder era tan ligera como una línea entre la muerte y la vida. Una línea que se rompería tan fácilmente con una petición de revivir o comunicarse con una alma en su limbo.

Ese libro era conocimiento general que le pertenecía a una de las personas mas poderosas de todas las dimensiones, le seria imposible a los dioses arrebatarle ese libro a ese guerrero con mascara rota.

Un grito agonizante escapo de sus cuerdas vocales, al sentir su herida avanzar por su torso. Su sangre dorada cubría casi por completo esa parte de su cuerpo.

Con sus ultimas fuerzas había escrito pergaminos. Escribiendo en ellos una parte de su historia, pintada de forma heroica. Mostrando los dos lados que le toco vivir. Humanos y dioses, siendo ambos una de las cosas mas repugnantes.

El libro que se encontraba en aquel hueco atrás de esa pintura que impregnaba un recuerdo. Se burlaba de el, lo llamaba débil.

Sabia que los dioses tarde o temprano descubrirían el templo, su poder otorgado no era lo suficientemente poderoso para camuflar todo el templo.

Pero si el libro, le estaba dando la mayor cantidad de fuerza en poder ocultarlo.

Los artefactos que había inventado para curar su demencia no fueron suficiente.

Un fugaz recuerdo apenas desbloqueado hizo que riera entre dientes, el hechizo inventado por magia prodigiosa moldeada en sus manos de oro, era peligrosa. Pero útil si tus recuerdos fueron borrados por aquellos seres apodados dioses.

Tenías que tener una mente fuerte para profundizar en el libro de Teatres y saber navegar en el, para poder desbloquear y romper aquella barrera que impedía recordar. Eso también había relatado en un pergamino especifico.

Se encontraba en aquella oficina de cuatro paredes, muriendo en una silla.

Una voz de las voces que le había acompañado en esos días de sufrimiento. Hablo, mostrando en su locura una de sus amigas mas cercanas antes de arruinar su vida.

Ella se encontraba balanceando sus pies de forma infantil en una de las sillas, arrugando la nariz por el vivido polvo que soltaba la roca áspera. Pero nunca perdía su sonrisa juguetona.

- ¿Te levantaras? Ya es de mañana. - Pregunto esa bella voz, que le causaba nostalgia.

- No lo creo, me tendré que ir Tina. - Dijo apenas con esfuerzo.

- ¿No me llevaras? - Cuestionó su amiga con un puchero.

Suspiro y las lagrimas inundaron sus mejillas.

- Tengo una misión para ti - La chica le miraba atentamente - Necesito que protejas los artefactos del centro, son importantes para mi -

La chica asintió con entusiasmo, se puso de pie con un salto. Acercándose lentamente hacia el.

- No te vallas, te vamos a extrañar Foolish - Pidió la chica, la hermosa aura que se percibía en la chica era la misma que recordaba con claridad.

- ¿Tu y quienes? - Pregunto ladeando un poco su cabeza, soltó una carcajada que la chica no entendía - No son reales, Jodete tu y ese maldito libro - La chica con desilusión bajo la mirada y se desvaneció convirtiéndose en polvo.

Trago saliva, no quería llorar. No eran reales.

Una risa burlona, hizo que volteara su cabeza al otro extremo de la oficina. Viendo a la perfección a un viejo amigo sentado en otra silla.

- Eres patético - Hablo esa voz que reconocería en cualquier lado. Ponk.

Foolish ni siquiera hizo el intento de corregirlo.

- Ellos encontraran los libros, tu esfuerzo no sirvió de nada. Destruirán la trilogia statera original y el mundo se jodera. - Dijo con un tono aburrido ponk, mirando sus uñas sin interés.

- Ellos crearon los tres primeros libros con sangre de dioses, son los mas poderosos. Si esos tres libros se destruyen, se condenaran ellos mismos. Matando todo y a todos, hasta a los mismos dioses - Su voz salía con odio, escupiendo cada palabra.

Ponk desapareció de la silla, volviéndose polvo al instante.

Foolish por primera vez desde que decidió cortar lazos con los dioses, sintió esa conexión restablecerse. Su cuerpo de inundo de una familiar sensación. Los dioses estaban logrando contactarlo.

En especifico, Ese dios lo estaba logrando.

Rompió esa rama de conexión con esfuerzo, con su respiración irregular intento con todas sus fuerzas levantarse de esa silla. Tirándola en el intento pero poniéndose de pie al final.

La ira lo estaba fulminando, sus orejas bombeaban y sus puños se apretaban.

Estaba muriendo, estaba condenado a hacerlo.

Y si iba a morir, al menos sería poniéndole frente a ellos que hicieron su vida miserable. Destrozando cada pesado de recuerdo feliz, lo convirtieron en una arma, en un cazador. Llenándolo con mentiras despiadadas.

Salió de aquella oficina.

Si iba a morir al menos sería vengándose y llevándose a algunos de ellos con el, hasta la muerte

Chapter 14: Desbloqueo

Chapter Text

Las piezas en su cabeza conectaban una por una.

¿Todo se había tratado de los dioses y sus engaños?

Vegetta esta mínimamente mareado en cada segundo que pasaba, posiblemente era por su mala alimentación de los últimos días o su falta de sueño.

Cada palabra que leía , era una respuesta a tantas de sus grandes preguntas.

Foolish, el único semidiós que se atrevió a romper aquella ligera pared de cristal que divide a los dioses y humanos.

No le había dado tanta importancia a sus pergaminos, los cuales guardaba en el cajón a un lado de su cama.

Ninguno de los tres había comentado nada. El silencio que ya era normal en el ambiente.

Vegetta miro fijamente la pared. Nuevamente sintió ese hueco en su estomago al no admirar el cuadro, que adornaba una parte importante de su castillo. Aparto la vista.

No había hablado con Rubius, desde que le había abofeteado.

Últimamente solo se comunicaba con Lolito, quien le contaba la falta de Mangel en su vida y su deterioro de salud mental, desatando una parte de su locura. La cual antes mantenía bajo llave en la presencia de Mangel. Pero ahora no era posible.

Recordó esa mañana, la cual le acompaño la pelirroja en su castillo.

 

En esa mañana.

El tiempo de lluvia seso, para que la primavera poco apoco se inclinara en los prados futuramente verdes.

Poco a poco las ventanas del castillo reflejaban rayos cálidos de sol.

Vegetta se encontraba en la cocina, preparando dos tazas de cafe. Como acostumbraba cada mañana que cierta persona le acompañaba.

Lolito sentado en un sillón conectado a la ventana, observando aquella vista que no cualquiera podía observar. Volteo su cabeza suavemente al mirar a Vegetta re cargado en el umbral de la puerta. Con dos tazas de cafe en la mano.

Si fuera otro momento y otra persona hubiera sonreído.

Vegetta se acerco poco a poco, previniendo que ninguna gota de cafe rebalsara la taza. Lolito sostuvo la taza de cafe delicadamente. Previniendo lo mismo.

El ojimorado se sentó en el sofá conectado con la ventana, observo como el pelirrojo cruzo las piernas, demasiado alertado para pasar el rato tomando una pequeña taza de cafe.

- ¿Tomaste tus medicamentos? - Pregunto Vegetta con su característica ceja alzada.

El pelirrojo ignoro la pregunta. Saco una pequeña bolsita color verde musgo. La abrió, dejando a la vista polvo blanco. Vegetta suspiró sabiendo que continuaba.

La pelirroja vertió el polvo en su taza de cafe, meneando la cuchara para que se esparciera en todo el cafe.

- ¿Esos son tus medicamentos Lolito?

- No, esas mierdas no las estoy tomando desde hace tiempo - Una risa delirante salio de los labios Eso le preocupo aun mas a Vegetta. Sin mencionar las ojeras demacradas que tenían los dos.

- Imagino que te hace sobrellevar tu dolor esa cosa - Comento el ojimorado al pelirrojo.

- Lolito - La pelirroja alzo la vista - Tienes que buscar ayuda.

Lolito bufo con una pequeña sonrisa.

- ¿Sabes como se castigaban a las persona en la antigüedad?

Vegetta sabia la respuesta, pero prefirió darle el beneficio de la duda a Lolito.

- No lo se, dime.

- Apredramiento, ahorcamiento, la hoguera - Apretaba la taza de cafe, hasta el punto de derramar algunas gotas - Azotamiento, desgarramiento de cuerpo, empalamiento - Cada palabra que decía Lolito, tenia un tono realmente psicopata.

- Eres consciente que no estamos en la antigüedad ¿No? - Cuestiono nuevamente el pelinegro. Las personas como Lolito se les tenia que entender, y escuchar con paciencia. Algo que había intentado desde el regreso de aquella misión.

Aquel cabello pelirrojo, que caracterizaba a Lolito. Estaba cortado de manera desaliñada. Imagino que posiblemente en una madrugada de suficientes alucinógenos, se lo habría cortado con unas tijeras o posiblemente con una espada.

- No estamos en la antigüedad - Su cabeza se inclino amigablemente - Pero podemos hacer un pequeño viaje al pasado, para castigar a los culpables - Propuso Lolito, recostándose en el sillón.

- No permitiré que mates a Luzu - Cada sílaba la menciono con calma, recalcando el hecho que si se metía con Luzu. El no dudaría en estar en el lado del castaño.

Lolito se levanto de su asiento de forma lenta, no se encontraba lejos de Vegetta. Se acerco lo suficiente para activar las alertas del pelinegro. Su paso era lento y seductor. Sus caderas bailaban en cada paso que caminaba.

El ojimorado podria admitir, que si no se hubiera fijado en cierto rubio. Le hubiera dado una oportunidad a Lolito, era realmente atractivo. Y eso lo usaba a su favor. Su sed de venganza, despertaba cierta curiosidad en el pelinegro.

- ¿Sabes por que el gilipollas de Rubius te abandono? - Cuestiono la pelirroja, Vegetta trago saliva bruscamente. Lo menos que quería era pensar en el rubio - Si la sabes ¿No? - Sonrío de forma cínica. Lolito se sentó en horcajadas en las piernas de Vegetta.

Vegetta no hizo ningún movimiento al respecto.

Lolito sabia jugar bien sus cartas, en todos los días que había visitado al pelinegro. Habían compartido anécdotas, sentimientos de desahogo y por su puesto intimidad.

- Exactamente, te abandono por que eres una mierda de persona - Gruño cada palabra que decía, su voz estaba llena de veneno lista para lanzar en cada acusación. Su mano se dirigió al cabello de Vegetta para jugar con el un rato y aspirar ese olor cálido y protector - ¿Y tu? Que cojones hiciste al respecto. Solamente te acostaste con la persona en luto del pueblo - Lolito meneo sus caderas.

- Ostia Lolito, deja de victimizarte. Lo único que quieres es sangre derramada por la muerte de Mangel - Por primera vez desde sus encuentros casuales. Menciono aquel nombre maldito, que derribaría toda protección y barrera de Lolito - Luzu es inocente y si llegas a hacerle daño, te matare - Sus manos se dirigieron a las caderas del contrario. Lolito aparto sus manos del cabello de peli negro bruscamente.

El nombre de sus amantes, era lo único que dividía a los contrarios.

La espalda de Lolito se arqueo al contacto.

- Estas enfermo - Escupió Vegetta. Quien se rio en su cara al respecto.

- Sabes perfectamente que lo estoy.

El nombre de Mangel retumbaba en su cabeza, una y otra vez ¿Hace cuanto no pensaba en su nombre? Vegetta no tenia derecho a mencionar el nombre, de su fallecida alma gemela.

La mano de Lolito viajó detrás de su espalda, en su pantalón se encontraba una pequeña daga platinada. No dudo en sacarla eh intentar apuñalar al pelinegro.

Vegetta rapidamente sostuvo el brazo de Lolito con fuerza, limitando el movimiento de la daga.

- ¡Lolito! - Grito, Ambos hacían presión.

Las hermosas facciones de Lolito se transformaban, poco a poco en furia y lo que fue lujuria solamente era odio.

Lolito hacía presión con la daga, y con ambas manos el peligro lo detenía. El pelirrojo se encontraba en ventaja, por su posición de horcajadas. Dejo caer la daga al aire, y con la otra mano la sostuvo. En un rapido movimiento apuñalo a Vegetta en el brazo.

El contrario retuvo su grito de dolor. Apretó su mandíbula.

Lolito fue empujado hacia atrás con fuerza por parte del pelinegro. Cayendo al suelo, mientras que Vegetta se levantaba a pasos lentos del sillón, con una expresión neutra saco la pequeña daga de su brazo.

El sangrado empezó a escurrir por su brazo.

- Tu locura te esta cegando - Vegetta realmente intentaba empatizar con Lolito, pero por mas que quería siempre era lo mismo. No confiaba en Lolito ni en su moral.

- ¿Locura? - rio - No Vegetta, es venganza.

Los ojos azules de la pelirroja lo miraban con una pizca de diversión, ladeo su cabeza y sonrió. Una de esas sonrisas jodidas que muestran lo enferma, que se encuentra la persona.

- ¿Eres el líder no? Eres el que lidera este lugar, pero mírate. Siendo tan jodidamente patético, ni siquiera estas cazando a esos asesinos sueltos en el pueblo.

- Lo patético eres tu y tu sed de venganza. Nadie de aquí tuvo la culpa de la muerte de Mangel, el se sacrifico. Si realmente lo hubieras amado, entenderías.

Vegetta lanzo la pequeña daga cubierta de sangre hacia el pelirrojo.

La plata resonó con la piedra.

La sonrisa de Lolito se convirtió en una mueca de tristeza.

¿Otra vez le estaba haciendo caso a esas voces en su cabeza? Estaba jodido, se hundía cada día mas a ese repugnante hoyo negro, que con esfuerza pudo liberarse. Su única fuente de felicidad había muerto.

Esta acostumbrado a ver sombras, oír voces y acatar ordenes desde que dejo sus medicamentos.

- ¿Tu que cojones sabes del amor? - Su voz se quebró ante la preguntó retórica.

 

Vegetta había estado pensando desde que Lolito abandono su casa dejando cafe y polvo derramado en la alfombra. También dejando una mediana cicatriz en la parte superior de su brazo.

¿El realmente que sabia del amor? ¿Que sabia de su vida en general?

Nada.

Esa era la cruda respuesta, necesitaba sus recuerdos. Las visiones que formulaban su cabeza hacían eco.

La noche se apodero del dia, siendo iluminado por algunas estrellas brillantes y aquellas constelaciones a la vista del ojo humano.

- ¿Que te pareció, el método de conseguir los recuerdos? - Cuestionó Quackity.

Vegetta apartó la vista de la pared, volviendo a la realidad.

- No seria necesario ir con el hechicero supremo para recuperar la memoria - Colaboró Luzu, estando sentado a un lado del mas menor.

Vegetta los miro fijamente.

Quienes le borraron la memoria. ¿Realmente eran dioses? Algunas preguntas eran contestada por los pergaminos traducidos, pero otras surgían dentro de su cabeza.

- Me parece buena idea - Se encogió de hombros - Pero hay un inconveniente Quackity.

- ¿El libro Teatres? - Pregunto Luzu, Vegetta asintió con la cabeza.

Se dio un pequeño masaje en el cuello. La situación lo tenia algo alterado.

- No tenemos ese maldito libro, y si lo tuviéramos quedaría el libro y nosotros expuestos a los dioses.

Quackity y Luzu intercambiaron miradas.

- ¿A que chingados te refieres? - Pregunto el hibrido.

Tomo un poco de aire, para aliviar el temblor de su pierna. Suspiro.

- Cuando una persona muere, en este caso un semidiós. Sus hechizos desaparecen, quedando expuesto cualquier objeto que protegía o cualquier hechizo en funcionamiento en el transcurso de su vida - Tomo un bocado algo de aire - Entonces el hechizo que protegía al libro, desapareció.

- ¿Pero el poder de un semidiós no seria algo diferente a uno humano? - Cuestiono Quackity.

- Puede ser, aunque realmente lo dudo.

El dolor de cabeza se agudizo ¿Que era lo que lo mantenía en tan mal estado?

Quackity lo miraba fijamente, Luzu por lo contrario intentaba hacer el menor contacto visual posible. Evitando la mirada a toda costa.

- ¿Pero existe al menos una pequeña posibilidad? - Pregunto Luzu a Vegetta.

- ¿Que es lo que se traen entre manos vosotros? - Cuestiono el orbes amatista con una ceja alzada. Ninguno respondio. Ambos se les veía nerviosos o alterados, Vegetta observó atentamente las marcas del cuello de Luzu - ¿Ya Follaron?

Vegetta soltó una pequeña risa, al observar como ambos se sonrojaban.

- No, Luzu solo cojio con su novia - Respondió Quackity, sus mejillas se volvieron rojo carmín al escucharse mas como un reproche, que una respuesta concisa.

- ¿Novia?

- ¿Podemos no desviarnos del tema? Vegetta - Pidió el castaño, incomodo hacia el tema.

El ojimorado levanto las manos en forma de paz.

- Como digas.

- Bien, regresando al tema anterior. Los libros - El sonrojo del hibrido seguía en su rostro y su forma de hablar, demostraba su inconformidad con el tema antes tocado - Tenemos que mostrarte algo.

Vegetta asintió. Su dolor de cabeza iba en aumento en cada segundo que pasaba, pestañeaba constantemente. Sus párpados se encontraban calientes y sus manos frías.

El hibrido se acerco a su mochila agujereada y saco lo que parecía un libro.

Vegetta entrecerró los ojos al ver el color morado reluciente del libro.

Quackity se acerco para enseñarle el libro, que tenia en manos. Su sangre de helo al observar Teatres.

Sus ojos se agrandaron.

- Tengo el libro de Teatres - La voz de Quackity fue un intruso en su mente.

¿Como?... ¿Cuando? Eran preguntas nuevas.

Quackity extendio el libro hacía sus manos, dudo en agarrarlo.

El libro le llamaba.

- Quackity, no creo que deberías ofrecerle el libro - Luzu hablo demasiado tarde, sus manos conectaron con el libro.

Al tocar la textura del libro su mente se nublo y su cuerpo se adormeció.

Imágenes cegadores reinaron en su mente.

El olor de césped recién cortado inundo su nariz, la sensación de soledad se hizo presente en su cuerpo.

Una imagen de un cartel desgastado con la palabra "Karmaland'' le dio una sensación de familiaridad.

Múltiples visiones hicieron quedar su mente en blanco, rostros no conocidos. La luna brillante, rejas de cárcel. Una mascara. El color violeta.

El cielo rojo como el infierno.

Abrió los ojos inmediatamente cuando las visiones cesaron. No se encontraba en su casa, se encontraba sentado en el césped y el sol reluciente que iluminaba la tarde le hacia entrecerrar los ojos.

Al intentar mover su mano, se le hizo imposible. El no tenia el control de su cuerpo.

- ¿Entonces no hay otra opción? - Pregunto la misma voz de Vegetta, el tono era neutro. Ninguna emoción estaba a flote.

- Lamentó informarte joven héroe, que no la hay - Una voz conocida hablo. El cuerpo que no controlaba giro su cabeza para observar a Merlon, estaba sentado en el césped acompañándolo.

- Todos se fueron, no hay ningún héroe en el pueblo - Musitó Vegetta mirando el atardecer. Ambos compañeros se encontraban en una montaña en lo alto. Observando todo Karmaland a lo lejos. O lo que al menos alguna vez fue.

Pero ese Karmland era diferente.

- ¿Cual es tu siguiente movimiento Joven Vegetta?

- Buscar posiblemente mi única salida de aquí - Su voz era determinada - Encontrare el libro de Cuerdas.

El rostro de Merlon se transformó en confusión.

De un momento a otro volvió a su castillo, donde Quackity y Luzu le miraban preocupados.

Sus ojos se cerraban y con esfuerzo podía mantenerlos abierto, la sensación de debilidad que su cuerpo sentía era repugnante.

Cerró sus ojos.

 

Al abrir sus ojos lentamente, su cuerpo se puso en alerta al escuchar gritos.

- ¡¡Y por que carajo no lo mencionaste antes!! - La voz de Rubius sonaba a lo lejos y poco a poco se acercaba.

- ¡El no tenia la obligación de decirle a todo el puto pueblo¡ - Defendió Luzu.

- ¡Vete a la chingada Luzu, me puedo defender solo! - Hablo Quackity con su típico acento mexicano.

- ¡¡Si tenemos dos jodidos libros los dioses nos matarán!! - Fue el turno de Willy en gritar. Un golpe retumbó en toda la escena eh hizo que Vegetta abriera los ojos de golpe.

Illojuan había tirado un jarrón al piso. Para que todos se callaran.

- ¡Cierren la puta boca, me tienen hasta la polla! - Illojuan amenazo con tirar otro jarrón al piso, todos guardaron silencio.

- Ese era el jarrón favorito de Vegetta - Susurro Alexby.

- Y hablando de Vegetta - Señaló Fargan, todos miraron al pelinegro.

Vegetta se encontraba desorientado, era demasiada información todo lo que había pasado las ultimas horas.

Sus ojos recorrieron cada acción de sus compañeros.

Todos se encontraban de pie, lanzándose cosas o amenazando con golpear todo lo que se moviera. Menos Lolito y Staxx que se encontraban sentados en silencio, veían toda la escena que montaban.

Sus ojos conectaron con los orbes verdes de Rubius.

Rubius frunció el ceño y aparto la mirada hacia Alexby.

Observó de pies a cabeza el hibrido oso, su color de cabello ahora era castaño. Su aliento se escapo al mirarlo por completo ¿Hace cuantos días no lo había visto? Parecía una eternidad.

- ¿Hace cuanto sabes que Quackity tenia el libro de Tetres? - Pregunto Willy.

Intento contestar la pregunta pero todo era demasiado rapido, la platica con Merlon lo había confundido.

¿Merlon era un semidios? O por que había convivido con el, antes que sus recuerdos desaparecieran ¿Había otro Karmaland?

- Por quinta vez, el no sabia nada desde hace unas horas - Respondio Luzu.

- ¿Horas? - Musito el mago - ¿Hace cuanto estoy inconsciente?

- Al menos unas cuatro horas - Respondió Staxx.

Lo mas probable es que ahora todos sus amigos tenían el contexto de los pergaminos y los dos libros en Karmaland.

- Te desmayaste después de tocar el pinche libro - Añadió Quackity.

Estaba acostado en el sillón, se sentó correctamente. El dolor de cabeza desapareció, pero la sensación de vulnerabilidad re apareció.

- Nadie mas se había desmayado al tocar el libro ¿No? - Pregunto Vegetta, Quackity negó con la cabeza - Tuve algunas visiones.

- ¿Cuales? - Pregunto una voz monótona, pertenecía a Lolito. Al parecer era la primera vez que hablaba desde que llego junto con sus compañeros.

No respondió la pregunta.

- ¿Que hacen aquí? - Cuestiono el pelinegro.

- Quackity y Luzu nos llamaron - Respondió Willy.

Quackity se acomodo el gorro en su cabeza.

- Yo igual tuve visiones cuando toque el libro de Cuerdas - Hablo Quackity - No son agradables, en realidad es una puta mierda

- Necesito aclarar algunas cosas - Y sin previo aviso Vegetta abandono la sala.

Todos quedaron expectantes a lo que pasaría despues.

- Quackity - La voz de Luzu desvió la atención de todos - Si es posible desbloquear nuestros recuerdos con Teatres, ¿Que estamos esperando?

- Son conscientes que estamos en peligro en este momento ¿No? - Aviso Willy el cual estaba apunto de salir a encontrar a Vegetta - Ellos en cualquier momento pueden interceptar los libros y acabar con nuestras vidas.

- Y sobre todo, poner en peligro Karmaland. Y todas las vidas las cuales estamos a cargo de protegerlos - Fargan hablo.

Las manos nerviosas de Quackity sostenían el libro, trago saliva fuertemente rasgando su propia garganta ¿Era el único con curiosidad?

Quería saber de su pasado, quería saber el por que de su mascara.

- Entonces a que ser rápidos en desbloquear nuestros recuerdos - Quackity abrió el libro y una onda expansiva de color morado rodeo él área.

Ignorando el grito de sus compañeros que levitaban por la onda de magia, empezó a buscar algo relacionado con los recuerdos.

El color morado del libro era el mismo color de los ojos de Vegetta. Rubius fue el único en notar ese detalle.

 

Vegetta caminaba en círculos en su habitación, sostenía el libro que se habia robado de la biblioteca prohibida de Karmaland tiempo atrás "Los Dioses De Karmalan"

El libro relataba el como había un semidiós en el pueblo.

Si los semidioses tenían la misión de destruir las trilogías Statera ¿Que esperaba Merlon?

¿Que era lo que realmente planeaba el viejo?

Merlon les llenaba la cabeza de idea errónea. "El peligro viene de afuera" repetía sucesivamente el viejo en los entrenamientos, en la iglesia, o incluso en los discursos de cualquier evento con mínima importancia.

¿Y si el peligro realmente Merlon?

La puerta se abrio de golpe, volteo y pudo observar a Willy recargado en el marco de la puerta.

- ¿Te encuentras bien? - Pregunto Willy.

Vegetta, trago saliva lentamente creando un silencio comodo entre ambos. El peli blanco era importante para el, y era la persona a la cual mas confiaba en todo Karmaland.

- ¿Que cojones es ese libro? - Pregunto el peli blanco.

Vegetta en respuesta lanzo el libro suavemente hacia Willy quien lo atrapo con una mano, ambos estaban acostumbrados a los reflejos del otro. Su sincronización era única.

Willy soltó un bufido al leer el titulo del libro.

- Han pasado muchas cosas estos días tio - El nombrado no pronuncio ninguna palabra - Necesito que me expliques, por favor - Pidió Willy.

Vegetta se recargo en su cama, sentándose cómodamente mientras sus manos se dirigían a su cuello para masajearlo. Había jurado nunca mas dormir en el sillón, era jodidamente incomodo.

- ¿Recuerdas que te conté que me infiltre a la biblioteca prohibida que Merlon vigila? - Willy asintió - Bueno, me encontré ese libro que me permitió contactarme con los dioses. Al leerlo bien, mencionaba que un semidiós se encontraba en Karmaland - Los ojos de Willy se abrieron de sorpresa y su cara era indescriptible, algo que a Vegetta le causo gracia.

- ¡Joder, es este libro entonces! - Willy alzo el libro y Vegetta asintió - ¿Merlon es el semidiós? - Cuestiono el de gorra verde.

- Yo...no lo se, no creo que sea un semidiós en si. Pienso que es mas bien como una marioneta, eh hablado con el viejo cientos de veces y puedo afirmar que no esta en sus cabales - Vegetta tomo un pequeño suspiro - Lo mas probable es que lo tendremos que enfrentar tarde o temprano.

- No pienso que sea el momento de hacerlo, y estas jodido.

- Lo estoy Willy, estoy cansado. Esos putos libros me han tenido despierto por días - Se froto los ojos - Y madre mía con las visiones que tuve hace rato.

- ¿Puedo preguntar sobre las visiones?

- No.

- De acuerdo - Willy entendió la decisión de su amigo - ¿Que es lo que tenemos que hacer con los libros? Si los mantenemos en Karmaland algo pasara tarde o temprano, y sin mencionar al Gillipollas de Merlon.

- ¿Por ahora? Recuperar nuestros malditos recuerdos.

Willy sonrió irónicamente.

- Un patito se nos está adelantando entonces.

 

Todos se encontraban rodeando a Quackity, quien estaba sentado en la alfombra. Buscaba pagina por pagina alguna relación de las barreras mentales.

El pergamino hablaba del hechizo pero solo era mencionado. Se suponía que el lugar donde puedes encontrar información mental, era el libro de Teatres.

Observaban al hibrido concentrado, repitiendo el hechizo de traducción una y otra vez.

Quackity sentía sus manos cosquilleando cuando tanteaba la textura del libro, la magia corría por las llenas de sus dedos y eso lo hacia sentir conectado con las paginas y el texto en estas.

El libro hablaba de temas interesantes como lo eran las almas, y las mentes conectadas en dimensiones diferentes. La redacción, las imágenes en las paginas son realmente hermosas y confusas.

- ¿Alex? - Pregunto una voz que no identifico, levanto su cabeza para prestar atención al llamado.

Es el punto fijo de todos sus amigos, le observan expectantes.

- No me distraigan cabrones - Pidió.

Todos le miraron confusamente.

- No hemos dicho nada - Dijo Fargan. La cara de Fargan empezó a cambiar. Sus facciones se empezaron a hacer mas redondas y delicadas, su cabello cambio a un castaño familiar y su ropa a un suéter morado con un espiral en el medio.

De un momento a otro ya no era Fargan.

Los ojos de Quackity se abrieron de par en par. Sus manos lo arrastraron hacia atrás tropezando con alguien, levanto su cabeza para mirar quien era.

Un chico rubio le miraba de forma divertida y una sonrisa enorme en su rostro la cual llegaba a hacer aterradora. Era el mismo que mostró su visión cuando toco el libro de Cuerdas.

- ¡¿What the hell?! - Su voz no era a la que acostumbraba, el pánico se apodero de su cuerpo, intento levantarse de un salto el cual no pudo realizar. Al mirar sus pies los cuales no podía mover.

Sus piernas se estaban hundiéndose en lava. Miro a su alrededor y sus amigos ya no se encontraban. Se encontraba en un mar de lava pura, con restos de algo viscoso.

- ¡Luzu! - Grito, no recibió respuesta. Sus gritos hacían eco en el mar de lava. Gritaba el nombre de sus compañeros.

La lava subía cada vez mas rápido llegando a sus caderas sin detenerse.

Como ultimo recurso intento volar con sus alas, pero no las sentía. Dirigió su mano a estas para no encontrarlas.

La lava le consumió, todo se volvió negro a su alrededor.

Abrió sus ojos de golpe para encontrarse sentado en la alfombra en casa de Vegetta, con el libro Teatres en sus piernas y la misma posición antes del espectáculo. Su respiración se agudizo.

Lanzó el libro al otro extremo de la sala.

- ¡Quackity! - Acudió Alexby agarrándolo de los hombros.

- Hombre, mírame - Staxx lo sostuvo de la barbilla para hacer contacto visual - ¿Que tienes?

Intento formular una repuesta pero no lo consiguió, seguía en shock.

Miraba a su alrededor para mirar a sus compañeros preocupados, ya no se encontraba en esa lava ardiente.

Sintió el como alguien le tomaba de la mano, su primer instinto fue alejar su mano. Pudo ver como Luzu tuvo fuerza en no soltar su mano.

- ¿Que pasa? ¿Leíste algo que te altero? - Pregunto el castaño. Tomando el lugar de Staxx.

Los ojos de Quackity se encontraron con los orbes rubí de Luzu, su respiración empezó a tranquilizarse poco a poco. Estaba en su lugar seguro, se repetía una y otra vez en su cabeza.

- Tuve una visión o una ilusión, no lo se - Suspiro - Verga es horrible, me estaba ahogando en lava ¿No me desmaye? - Pregunto.

- No - Contesto Rubius - Te vimos concentrado leyendo.

- ¿Quackity, acaso probaste las drogas de Lolito? - Pregunto illojuan con una media sonrisa. El mencionado ignoro la pregunta.

- Delirio - Hablo alguien en la escaleras. Era Willy detrás de el se encontraba Vegetta.

- Luzu lo había explicado, y también foolish en los pergaminos, ese libro juega con las mentes débiles y las manipula de forma que distorsiona la realidad - Explicó Willy.

Quackity frunció el ceño.

- Mi mente no es débil.

- ¿Entonces por que no puedes resistir la influencia del libro en ti? - Willy alzo una ceja, se agacho para agarrar el libro, lo abrió de forma desinteresada.

- Si Foolish no pudo con la influencia del libro, y era un semidiós ¿Que te hace pensar que alguien puede? - Contraatacó Quackity.

- Tienes razon, puede ser que sus mentes sean débiles.

- Hablas mucho Willy como si tú realmente no fueras débil - Fue el turno de Rubius en defender. Todos en la sala sabían de la rivalidad entre el peli blanco y el hibrido oso.

- Yo no digo que mi mente sea fuerte - El peli blanco se encogió de hombros - Pero posiblemente si hay una persona que pueda resistir el libro.

- ¿Quien?

- Vegetta - Dijo Willy, dando un paso hacia atrás para que el nombrado quedara frente a sus colegas.

Todos miraban la rivalidad entre Rubius y Willy.

- Bueno, en parte tiene razón - Hablo Staxx, Rubius le miro con el ceño fruncido - Me refiero a que Vegetta siempre a tenido más conocimiento en estos temas ¿Por que no lo intenta? - Dijo Staxx con una sonrisa forzada.

Quackity le hubiera dado gracia el comentario de Staxx, pero después de su visión lo único que quería era curruca en su cama, y pasar todo el día acostado cómodamente, lamentándose de vivir.

El hibrido pato se puso de pie con dificultad de la alfombra. Luzu le ayudo. Le agradeció con una sonrisa pequeña la cual el castaño correspondió.

Vegetta se sentó en el lugar que Quackity ocupaba antes.

Vegetta tocó la portada del libro y esa electricidad que siento la primera vez de tocar el anterior libro. La sintio otra vez, esa conexión especial.

Antes de concentrarse en ojear el libro alzo su mirada hacia arriba, siendo el centro de atencion en toda la sala.

Sus ojos conectaron los los orbes verdes de Rubius, una vez mas el hibrido aparto la mirada.

La pequeña sonrisa que se le habia formado al mago ante ese contacto visual, se esfumo tan rapido como se formo. Bajo la vista para concentrarse en leer el libro.

Lo abrio lentamente, y una onda expansiva morada estalló. La cual al parecer no era una sorpresa para sus compañeros, pero sin duda para el si.

Los jarrones, cojines y cualquier decoración de la sala empezo a levitar con esa honda mágica.

Y sin pensarlo se concentró en leer y traducir con ayuda de un hechizo. Todo lo escrito de manera sangrada en el libro.

El libro lo repaso, observando los títulos y subtítulos de este.

Y de un momento a otro estaba encerrado entre letras y significados de las barreras adaptables a la mente humana.

 

Rubius admiraba a su antiguo amante, concentrado y transmitiendo una aura mágica la cual se persevera por el libro entre sus manos.

Aparto la mirada para observar la pared de ladrillo negros. Ningún cuadro se encontraba colgado, sintió un pinchazo en su corazón.

Vegetta y el tenían una relación complicada, lo dejaron en claro cuando poco a poco su compañerismo empezó a transformarse a lujuria de ambos. Sin tener limites y desarrollando sentimiento alarmantes de por medio.

Sin embargo los limites de relación meramente carnal se rompieron cuando conversaban por horas sobre sus visiones, o problemas personales.

Resoplo un mechón de cabello castaño que se encontraba cerca de sus ojos.

- ¿Donde cojones se encuentra el otro libro?

- Doblas, guarda silencio - Exclamo el mago aun concentrado en el libro. Rubius cruzo sus brazos en forma de molestia.

- Es verdad tio, ¿El otro libro no es importante en todo este tema? - La pregunta de Alexby, hizo que Vegetta se quisiera arrancar los oídos por la desconcentración provocada.

- Posiblemente también hable de las barreras mentales ¿No? - Hablo el hibrido oso.

- No lo creo, se supone que Teatres es el único de los tres libros en tocar el tema mental y- - Añadió Luzu. El castaño sintio la mirada de todos en la sala, incluyendo la de Vegetta. El sonrojo que esto provoco se hizo notar enseguida- Aunque puede servir, para algo - Se encogió de hombros.

Al parecer no todos habían pasado pagina con el tema del héroe fallecido y las acusaciones de Lolito hacia este.

El morete que Luzu tenia en el ojo estaba lejos de curarse y las vendas en sus brazos delataba su estado de recuperación. Lo que al parecer si era nuevo en el psicologo era las marcas de su cuello.

- Yo voy por el libro de Cuerdas - Alexby se ofreció con una sonrisa. Vegetta dudo en asentir pero finalmente lo hizo.

- El libro se encuentra en el despacho - Dijo el pelinegro antes de volver sumergirse dentro de la lectura rápida. Alexby hizo gesto de afirmación antes de salir por el corredor.

- Joder, solo espero que el niño no explote nada de el despacho - Susurro Vegetta pero al fin al cabo todos lo escucharon, algunos bufaron y otros rodaron los ojos.

La indiferencia entre los héroes abundaba en la sala.

- Yo voy con Alexby - Aviso Rubius, dando un paso flojo hacia el corredor con los brazos cruzados.

- ¿Madre mía eso me debería calmar? - Bufo Vegetta. Rubius en respuesta hizo una señal obsena con su mano dirigida hacia el orbes morados, antes de desaparecer por el corredor.

Siguió caminando hacia el despacho, observando a Alexby que no paraba de hablar sobre los temas que tocaría en la iglesia después de recuperar sus recuerdos.

Rubius estaba obsoleto en sus propios pensamientos como era de costumbre estos días, últimamente se encontraba mal. No comía, no salía de su casa y sobre todo se la pasaba el día durmiendo.

La perdida de Mangel lo tenía vulnerable.

Hasta el punto de descuidar sus labores como héroe de Karmaland, cada dia se veia peor. Y podía puntualizar que no era el unico. Nadie notaba las grandes y negras ojeras debajo de los ojos de Staxx o incluso la sangre que derramaban los brazos de Fargan.

El corredor estaría oscuro, si no fuera por las antorchas en las paredes.

Puerta por puerta avanzaban sin apartar la vista enfrente, aunque Alexby dudaba sobre donde se encontraba el despacho. Rubius memorizo cada camino hacia este. Por todas las veces que Vegetta lo llevo cargando en sus brazos, con esa característica aura de protección que le proporcionaba el orbes amatistas.

Los recuerdos que le hacían sentir esas famosas mariposas en el estomago, fueron desechados por el enojo y la decepción que todavía sentía por el hechicero.

Pasaron ambos un umbral que se dirigía a unas escaleras de piedra para subir al segundo piso, los ventanales traspasaban la luz de luna. Hermosa a la vista con todas esas estrellas incontables, con las cuales tanto soñaba.

Las yemas de sus dedos rozaron con la barandilla de piedra.

- ¡Rubius! - Grito Alexby.

- ¿Eh? - Rubius le miró confundido por el grito.

- Hombre te estoy hablando hace minutos.

- Que si, que si - Rubius rodó los ojos. El despacho se encontraba frente a ellos.

- ¿Crees que funcione lo que Quackity y Vegetta están haciendo? - Cuestiono el menor.

Rubius sin ninguna tipo de expresión abrio la puerta y todas las antorchas del despacho se encendieron.

- Si te soy sincero tio, estoy seguro que ellos mismos no saben ni lo que están haciendo.

Alexby se adelantó para observar el despacho con detenimiento. Solo una vez habia entrado en la oficina, cuando estaba en construcción.

Pero sus ojos se abrían en grande al observar todos esos artefactos mágicos que Vegetta guardaba bajo llave.

En cambio Rubius escaneo el despacho con sus ojos verdes, no habia nada nuevo. Podria ser esas botellas vacías de vino debajo del escritorio o esas nuevas pociones que Vegetta preparaba con gran emoción para los aldeanos del pueblo.

Pero el libro flotante que destacaba en toda la oficina robaba la atención de los dos amigos.

- ¡¿Es ese?!- Alexby alzo una ceja acercándose al libro con intención de tocarlo. A demás de Vegetta, Willy, Quackity, Luzu y Rubius nadie mas había visto el libro.

Pues todos los demás héroes se encontraban dormidos en el momento de revelar que "el gran líder Vegetta" tenia resguardado el infame libro de cuerdas.

Rubius le detuvo tocándole el hombro lentamente, antes que pudiera sentir el contacto del libro.

- El libro noqueo a Quackity cuando lo toco, puede que tu también te desmayes - Se encogió de hombros - O no se que tan masoquista eres para tocarlo. - Informo Rubius. Alexby asintió y dio un paso hacia atrás agarrando un gran bocado de aire con las manos en lo alto.

Y sin previo aviso Rubius tomo el libro con sus dos manos.

- ¡Hey! - Alexby frunció el ceño - ¡Hombre deja el libro, si no lo puedo tocar tu tampoco! - Exigió dando saltos para arrebatarle el libro al hibrido, quien tenia alzado el libro hacia el techo haciéndole la tarea imposible a Alexby por su estatura.

Rubius rodó los ojos con humor y le extendió el libro al mas bajo. Alexby dudo en agarrarlo.

- Dudaste - Rubius fue rápido en darse la vuelta con el libro para salir del despacho. Alexby le siguió.

- ¡Eres un Gillipollas! - El hibrido ignoro él insulto y siguió caminando.

Ambos avanzaron en silencio, el camino hacia la sala no era realmente largo. Hasta que llegaron al camino recto para llegar al centro, donde se encontraban todos. Se escuchaban los murmullos silenciosos por parte de sus amigos.

Rubius que se encontraba delante de Alexby, le toco el hombro ligeramente deteniendo el paso de ambos.

- ¿Que? - Pregunto Alexby. El hibrido suspiro. El cura no había visto tan de cercas al ahora castaño, se veía realmente demacrado, sus ojeras se encontraban hasta sus mellizas y sus ojos verdes apenas se podían mantener abiertos. No dijo nada al respecto.

- ¿Fumas? - El ahora castaño saco unos cigarros de una pequeña caja de cartón colorida, que tenia guardada en su bolsillo. Alexby asintió y Rubius señalo la ventana. El cura no entendió a lo que se refería.

Rubius bufo.

- Vamos afuera un rato, necesito un poco de aire fresco y se ve que tu también.

- Pero los demás necesitan el libro - Alexby se mordió su labio ligeramente.

Rubius le dio un codazo.

- No seas Aguafiestas Lely.

Las mejillas del mencionado se empezaron a calentar por el apodo ridiculo que Fargan le había otorgado.

- No me digas Lely - Sus hombros se relajaron y su ceño fruncido desapareció cambiándolo con una sonrisa cómplice - Solamente vamos afuera, si me dejas cargar el libro.

Rubius rodó los ojos con humor.

- De acuerdo.

- ¿Por donde saldremos? - Cuestiono el menor.

- Por aquí - Rubius señalo el ventanal morado, que iluminaba y se extendía a una gran parte del corredor incluyendo las escaleras.

- ¿Esa cosa se abre? - Cuestiono Alexby.

- Que si tío, todo en este puñetero castillo tiene salidas por donde sea.

Rubius se acerco al ventanal el cual se dividía en varios cuadros morados de diferente escala. Alexby observaba confundido, como el hibrido se acerco a una maceta con una planta, donde saco una pequeña piedra gris.

- ¿Tu de verdad romperás la vent- - Fue interrumpido por el sonido de vidrio roto. Sus ojos se agrandaron y una sonrisa pinto su cara.

Rubius que lanzo la piedra contra un cuadro le miro rápidamente con las cejas alzadas y su boca formada como una perfecta "O" Algo que hizo estallar a carcajadas a Alexby.

- Ni se escucho - Respondió Rubius pero su voz asustada no se disimulo. Algo que hizo reír aun más fuerte a Alexby - Ostia callate tio que nos escuchan - Rubius intento callarlo pero era inutil.

Y por primera vez desde hace dias Rubius tambien rio por la situación. Definitivamente Vegetta los mataría si llegaba a ver una parte de su ventanal roto.

Su estomago empezo a doler por la risa contagiada.

- Vamos afuera ahora si - Dijo Alexby, intentando salir por el ventanal evitando los vidrios rotos, los cuales eran pocos.

Rubius le siguio con la risa y el libro en mano.

 

La vista de Karmaland era realmente hermosa, aunque las montañas no dejaban ver el exterior del pueblo y por supuesto esos hermosos prados que se observaban a lo lejos. Karmaland definitivamente no era un pequeño pueblo.

Ojeaba el libro de cuerdas en manos, Alexby jamas lo habia tocado y todavía no podia procesar bien que la típica leyenda que le contaban a los niños en las iglesias era real.

Todo podia ser una ilusion y despertar en cualquier momento.

- Odio ese libro - Fue Rubius quien hablo rompiendo el silencio, mientras miraba las estrellas serenamente. El humo de su cigarro se desplomaba con el ligero viento de la madrugada.

- ¿Por que? - Pregunto Alexby.

- Destruye todo - Hablo desinteresado el hirbrido, algo que Alexby se habia acostumbrado escuchar en la voz del castaño últimamente.

Alexby volvió a fijarse en el libro en sus manos.

- ¿Que fue lo que destruyo? - Cuestiono el cura.

- Mi relación con Vegetta - El humo del cigarro fue disparado en el libro.

Los ojos de Alexby se agrandaron con sorpresa - ¡Tenias una relación con Vegetta! ¿Que coño como núnca lo supe?

Rubius bufo.

- Realmente no era una relación formal - La cara de Rubius se convirtió en desagrado algo que noto Alexby - ¡Bueno podía llegar a ser una relación formal! pero el Gillipollas lo arruinó ocultando ese puñetero libro - Los ademanes del castaño eran exagerados, sin duda se podían observar su rencor hacia el orbes amatistas.

- ¿Pero no eran novios?

Rubius le frunció el ceño. Algo que hizo reír a Alexby.

- Bueno, bueno ¿Pero que tiene que ver el libro? - Cuestiono el cura

- No sabes nada de relaciones.

Fue el turno de Alexby en fruncir el ceño, Rubius no mentía. Pero no significaba que esas palabras dolían en especial sabiendo que no habia aclarado las cosas con Fargan, algo que medio pueblo sabia.

- Vegetta no confia en mi, y eso es una mierda - Apretó su cigarro - ¡¡El hijo de puta ni siquiera me pudo decir que tenia uno de los libros mas importantes de todo el puto mundo!! - El cigarro cayo al suelo.

Rubius piso el cigarro contra el césped para apagarlo.

- No creo que tuviera la obligación de decirte - Alexby se encogió de hombros, Rubius le miro fijamente a los ojos, con el ceño fruncido. Para evitarlo mejor decidio admirar Karmaland. Se podia notar que el castaño seguía dolido por la pelea con Vegetta.

Ambos quedaron en silencio mirando el horizonte. Después de un rato el menor decidió romper ese silencio tranquilo.

- Los moustros siguen atacando, acabo de ver como una orda entro por el costado de los cultivos de patatas a la izquierdo. Mira - Señalo Alexby forzando sus ojos para mirar en la oscuridad. Las sombras eran varias.

- No pienso ir en este momento - Rubius se encogió de hombros - Tio que los demas que se encarguen, o que se encierren en su casa. Igual en la mañana los moustros desaparecen.

- ¿Y los pueblerinos? Merlon se va a Molestar - Recalcó Alexby.

- Ese viejo lo único que hace es quejarse y decir acertijos raros como respuestas.

- No deberías de hablar así del líder, el fue quien fundo Karmaland. Debemos de actuar como los héroes que somos, y matar los moustros todas las noches - Reclamó Alexby, Rubius noto la frustración en su voz.

- ¿Heroes? Ningún héroe en este pueblo ah hecho algo que merezca ese titulo - Las palabras de Rubius hicieron enojar a Alexby, cerro el libro con fuerza y señalo al hibrido con un dedo apuntándolo. El castaño respondio levantando la barbilla.

- No te reconozco Rubius.

- Todos cambiaron Alexby, al menos los que realmente nos importaba Mangel - Dijo Rubius amargamente.

Los ojos de Alexby se agrandaron ¿De eso se trataba todo? ¿Mangel?

La amargura del recuerdo, el funeral, el grito desgarrador de Lolito en el templo, el cuerpo sin vida de su fallecido amigo, le hacia querer arrancarse los ojos con sus propias manos.

Su rostro se transformó en ira ¿Hace cuanto habían empezado a discutir, en vez de reír?

- ¡Mangel no tiene nada que ver! - Sus puños se apretaron - ¿Sabes que? No me quedare con los brazos cruzados mientras los putos zombies estan poniendo en peligro a nuestra gente.

Rubius ve como Alexby se gira para las escaleras en casa de Vegetta y dirigirse a la orda, sin antes haber aventado el libro al hibrido quien lo atrapo por sus milagroso reflejos.

- Venga Alexby es una orda, no podrás solo espérate a los demás, les dire - Un pinchazo de preocupación invadió la conciencia de Rubius.

Alexby le ignoro y de un momento a otro estaba bajando las escaleras.

Rubius se mordió el labio ligeramente ¿La había cagado? Ignoro el pensamiento de culpa, Alexby tampoco habia sido del todo empatio.

Al igual que el contrarios Rubius dio media vuelta y se dirigio a la puerta principal del castillo. Dio paso a esta, siendo el centro de atencion de todas las miradas curiosas en la sala.

Escaneo la escena, la mayoría se encontraban sonriendo de una manera que no habia visto en dias. Fargan tenia unas copas de vidrio con vino dentro de ellas y una sonrisa de triunfo en su cara. Illojuan por lo contrario se vertía vino con saltos imperativos en modo de celebración.

Una pequeña sonrisa surgió en sus labios sin saber que celebraban.

- ¡¡Lo logramos!! - Grito Luzu con una gran sonrisa.

Alguien le dio un abrazo que le hizo tambalear.

- ¿Que logramos? - Pregunto confundido, Staxx era quien le abrazaba.

- ¡Vegetta encontro el hechizo! - La respiración de Rubius se estanco, pero una gran sonrisa salio a flote olvidando todo lo sucedido hace unos minutos -  ¡Vamos a recuperar nuestros recuerdos! - Siguio escandalizado Staxx.

Rubius abrazo a Staxx con la misma emoción.

Levantó su brazo en forma de victoria.

- ¿¡Venga hombre que estamos esperando!?

Rubius se adentro con sus compañeros quienes estaban saltando y gritando, con una alegría que le hizo recordar los primeros dias que despertó en Karmaland.

Fargan vino por detrás y le abrazo por la espalda.

- ¿Donde esta Alexby? - Pregunto con emoción Fargan.

La pregunta aunque muy insignificante que fuera, le corto su momento de felicidad. Apretó el libro que aun tenia en una mano. Nadie le estaba prestando atencion al libro en su posesión.

- Salió a matar a zombies - Respondio rascándose el cuello, Fargan seguía mirándolo, esperando mas que esa respuesta - Lo qué pasa es que se colaron unos zombies, por las cosechas de patatas y fue a defender.

- ¿Era una horda? - Cuestiono Faragan.

- Si parecía una horda, no creo que tarde. Es bueno peleando - Se encogió de hombros.

- Si, el es bueno peleando - Una pequeña sonrisa de orgullo se escapo de los labios de Fargan - Voy a ir por el - El hibrido le dio su copa a Rubius quien la tomó y le dio un pequeño sorbo.

Fargan se volteo a todos, siendo el centro de atención de todas esas sonrisas.

- Ahora vuelvo, voy a ir por Alexby para eliminar algunos zombies. Sigan con el hechizo - Guiño el ojo y sin algo mas que agregar Fargan salio del castillo.

 

Quackity sentia la euforia recorriendo sus venas, la emoción y sorpresa del momento le iba hacer estrellar su cabeza.

Las imágenes que antes su mente le habia mostrado, iban a tener un contexto y una historia detallada en toda su vida.

El ambiente se habia disparado de forma positiva, Vegetta contenía una gran sonrisa que compartía con Willy.

La unica persona que parecia una pared en blanco era Lolito, cruzado de piernas en el sillón principal. Con una expresión neutra y seguramente reprimiendo sus ganas de ahorcar a Luzu en la alfombra de Vegetta.

Quackity saltaba con emoción sus alitas amarillentas en su espalda se movían con rapidez, y su brazo estaba en los hombros de Illojuan.

Aunque sus saltos se detuvieron ante la pregunta de Rubius. Apenas habia notado su presencia, al parecer Fargan se marcho del castillo por Alexby o algo asi habia escuchado.

- ¿Como cojones es que consiguieron el hechizo? - Cuestiono el hibrido oso, compartiendo una sonrisa.

Staxx agarro los hombros de Vegetta para conducirlo hasta el centro.

- Nuestro Brujo favorito lo consiguió - Respondio Staxx.

Vegetta se sonrojo notablemente, con una sonrisa cómplice.

La expresión de Rubius cambio a una que Quackity no podría describir, al recibir la respuesta respondiendo con un simple "Oh lo imaginaba"

- ¿¡Que chingados estamos esperando por iniciar con el hechizo!? - Dijo Quackity.

- Concuerdo con Quacks, ¿Cuando iniciaremos? - Hablo Luzu absorbiendo algo de su vino.

- El hechizo parece ser mental - Ojeo la pagina donde se hablaba del tan esperado hechizo - Dice que tendríamos que obtener los recuerdos vívidamente -

- Vegetta macho, explícate - Fue el turno de Willy en hablar.

El nombrado suspiro.

- Bien, lo voy a simplificar. - Se obligo en hacer algunos gestos con la mano - La mente es un especie de laberinto con nuestros recuerdos cada mente es diferente, y lo mas probables es que sean diferentes resultados - Hecho un vistazo al libro - Aqui especifica que su conciencia será la que estará despierta mientras en el plano físico el cuerpo estará inconsciente.

- Pero ¿como? - Pregunta con un hilo de voz el pelirrojo sentado en el sillón. Lolito, todavía no alzaba la vista, se encontraba rascando su brazo.

Vegetta sacudió su cabeza al quedarse hipnotizado con la imagen de Lolito, todavía podia recordar el olor de cafe en la alfombra de la mañana.

- Imagino que ya no necesitan este libro - Rubius alzo las cejas, y dejo el libro arriba de una silla cualquiera en la sala.

- El libro explica el procedimiento.

- Espera ¿Eso significa que todos nos quedaremos inconscientes? - Cuestionó Quackity.

- Si lo estaremos - Afirmó Willy.

- ¿Cuanto tiempo será? - Pregunto Staxx, nadie lo habia dicho pero la mayoría se habia hecho la misma pregunta.

- No lo se, el libro tampoco es que sea muy especifico.

Un aplauso hizo sonar la sala, todos voltearon a ver a Rubius quien seguía aplaudiendo con ánimos.

- Entonces a empezar, quiero recordar como cojones me hice esta cicatriz - Señalo la cicatriz en su en su antebrazo.

Vegetta rodó los ojos con humor ante la acción del hibrido.

- ¿Esperaremos a Fargan y a Alexby? - Pregunto Illojuan.

- Ellos dijeron que avancemos, ademas si algo sale mal. Los cabrones se podrán salvar - Luzu se encogió de hombros.

- Todos siéntense en circulo - Ordeno Willy.

Quackity se sento de inmediato con las piernas arriba de la otra de forma cómoda, Illojuan se sento a un costado y Luzu en la derecha.

- ¿Emocionado? - Susurro Luzu con una pequeña sonrisa ladeada, dandole un pequeño codazo amigable.

Quackity asintió, sin quitarle la vista a esas marcas moradas en el cuello del castaño. Ignoro la sensación de vuelco y se concentro en respirar.

No podía perder otra vez los estribos como lo hizo hace apenas unas horas. La maldita ilusion era tan real, que podían jurar que habia pasado. Juraba que habia sentido ahogarse en lava y su desespero en intentar volar sin sus alas.

Illojuan le distrajo hablándole.

- Hombre apuesto que me agarre a putazos con una osa en el pasado ¿eh? - Illojuan se alzo la camisa unos centímetros, y eran suficientes para observar unas grandes cicatrices en el torso del Español - Solo una fiera me pudo hacer esto.

- Oh, la mama de Rubius - Propuso Quackity, haciendo reír a illojuan.

- Tio, que su mama no deja estas cicatrices - El español se puso de espaldas, y se alzo la camisa dejando ver marcas realmente grandes por toda su espalda - Su mama deja de estas.

Quackity estallo en carcajadas, al igual que Staxx quien se encontraba a un costado de Illojuan.

- Si te mamaste.

- Joder macho que los estoy escuchando, ¡¡Unas ostias les voy a terminar metiendo!! - Grito el ahora castaño hibrido.

Todos en el circulo ya formado rieron.

- Que si Rubén que si - Luzu imito a la perfección la voz de Rubius que a Quackity le comenzó a doler el estomago por tanto reír.

Vegetta se puso de pie en el centro del circulo. Apenas aguantándose la ganas de reír comenzó las indicaciones del libro.

- Voy a empezar, y necesito que todos guarden silencio - Pidió el orbes amatistas, y por consecuencia empezaron otra ronda de risas descontroladas.

Despues de unos minutos y unos regaños por tarde de Willy al fin guardaron silencio.

Aunque las risas lo ocultaran estaban nerviosos por el viaje mental que iban a realizar, Rubius se encontraba rascando su brazo de forma nerviosa y por lo contrario Staxx mordió sus labios hasta el punto de sacar una gota de sangre.

Se podria decir que todavía no estaban preparados.

Lolito se encontraba sentado en el sillón, sin intención de unirse al circulo. Antes que Vegetta comenzara con el conjuro miro directamente al pelirrojo.

- Lolito ¿No quieres recuperar tus recuerdos? - Pregunto Vegetta.

Lolito alzo la mirada y conecto sus ojos verdes con los orbes violetas del hechicero.

- No quiero.

Vegetta apreto su mandíbula con frustración. No podia permitir que Lolito se encontrara consciente mientras los cuerpo de sus amigos estaban inconscientes especialmente el de ciertos orbes rubí. Dudaba en la estabilidad mental del pelirrojo.

- Lolito necesito que te unas al circulo.

- Ya dije que no quiero, me rehuso en recuperar mis recuerdos. Esa mierda me hará mas mal, que bien. Igual ya estoy jodida mentalmente - Hablo cínicamente la pelirroja, cada palabra que pronunciaba se escuchaba el rencor que sentia y esa sangre hirviendo de tras de su blanca piel.

- No me fio de Lolito - Añadió Luzu, siendo consciente que el, principalmente que todos era el objetivo del pelirrojo.

- ¡¡Luzu si hablas otra vez te reviento a ostias!! - Grito Lolito.

- ¡Hey! ¿Quieres putazos Lolito? Yo te los puedo dar con gusto - Fue el turno de Quackity en gritar.

Y sin previo aviso, Lolito salto del sillón hacia Quackity aplastándolo contra la alfombra de forma brusca. Golpeando donde fuera posible. El hibrido aunque sorprendido por la acción no se quedo atras y regresaba los golpes.

Quackity logro pegarle un puñetazo en la cara y por otro lado Lolito solo golpeaba con furia donde fuera posible.

Ambos volcaron por la alfombra, haciendo que los héroes se pusieron de pie para intentar separarlos.

- ¡Quítenme a esta pendeja de encima! - Grito Quackity. Como si se tratase de un español hacia el oro. Lolito no se quitaba de encima, golpeando varias veces el torso del hibrido - ¡Luzu! ¡Luzu!

Lolito aprovecho los gritos para ahorcar al hibrido.

Y sin previo aviso Lolito fue volcada por Vegetta, la sostenía por los hombros y torso como una especie de felino. Lolito seguía esterica.

Quackity de inmediato empezo a sobarse el cuello, tosiendo. Luzu que se encontraba a un lado, antes impidiendo que Lolito le clavara una daga al menor. Empezó a auxiliar a Quackity.

- ¿¡Que cojones fue eso!? - Dijo Illojuan.

- ¡Pinche maniática!

- Lolito cálmate - Repetía el orbes violeta al español en susurro.

Poco a poco la respiración y los movimientos de Lolito empezaron a tranquilizarse. Vegetta se dirigio frente a la pelirroja.

- Necesito que te tranquilices, por favor no interfieras en esto - Pidió el hechicero.

Las manos de Lolito se encontraban temblando y sus ojos estaban dilatados. No habia tomado sus médicamente, y desde la mañana no tomaba ningun tipo de intoxicante su cuerpo. Apenas estaba entrando en algun tipo de abstinencia.

Su cuerpo es como una bomba apunto de explotar.

Su mente se fragmentaba en momentos qué pasó en Karmaland, la sala se transformó en la habitacion de su antiguo amado, con él aroma de Mangel inundando el ambiente.

Su interior tenia carteles con flechas, para dirigir los caminos que había cruzado y puerta que habia abierto.

Algunas con con llave y otras con la puerta abierta a su paso dando en camino esos momentos que le marcaban. Deseaba tener mas de esos momentos con Mangel.

No quería recuperar sus recuerdos, queria solamente venganse de Luzu por quitarle todo lo que tuvo algúna vez.

Sintio el contacto de una mano sosteniendo con fuerza sus brazos hasta el punto de hacerlos temblar, su pequeña ilusion desapareció. Y lo que era antes una ventana hacia el bosque, ahora era Vegetta mirándolo furiosamente.

Y lo que antes olía a Mangel ahora olía a Vegetta.

Vegetta se inclino a su oreja.

- Colabora Lolito ¿Acaso no quieres mas recuerdos con Mangel? - Cuestiono Vegetta

Lolito asintió, ¡El lo quería! ¡Ella lo quería! Lo deseaba.

¿Por que cojones ataco a Quackity?

¿Por que odia tanto a Luzu?

¿Por que sentía su inconsciente siendo reprimido en aquella pequeña caja con la que sus pesadillas le atormentaba?

Sintio sus brazos liberarse del agarre, estaban rojos y las manos de Vegetta dejarían una marca. Igual era una de muchas de las que le habia dejado el orbes amatistas, no tenia importancia.

Vegetta volvio al centro de la alfrombra redonda, el circulo se había dispersado.

La mayoría dandole prioridad a Quackity quien empezaba a tener unas marcas rojas en el cuello. Rubius por otra parte no habia movido un dedo, estaba distraído observando la escena de Lolito que acaba de terminar.

Despues de unos minutos mas, en el circulo se encontraban todos incluyendo a la pelirroja. Quackity aprovechaba cada momento para mirarla de forma grosera.

Vegetta por lo contrario cerro los ojos, ambas manos sostenían el libro. Una aura violeta comenzaba a formar el libro. En susurro conjuraba y sus manos, mal viajaban en el aire.

La conexión entre el y el libro se hacia mas grande, Podría describirlo como un hilo cruzado con una aguja. Le costaba el concentrarse.

Sus manos obtuvieron una luz violeta parecida al aura, se suponia que era magia. Se inclino lentamente hasta que una de sus rodillas cayo al suelo.

La mayoría de los integrantes tomaron un bocado de aire.

Y con un suspiro toco la alfrombra blanca, la esfera violeta se disperso por el centro y unas flechas se dirigieron a cada miembro llevando consigo fuego.

El fuego se disperso y la alfrombra se sombrío la sala se oscureció. La aura desapareció de un momento a otro.

El fuego se apago.

El hechizo no habia funcionado.

- ¿Que coño? - El orbes amatistas frunció el ceño. Todos intercambiaban miradas confundidas.

- ¿Que cojones paso? - Pregunto Staxx.

- No lo se - Respondio Vegetta, con desespero empezó a leer una y otra vez el hechizo.

- ¿Por que chingados no funciona? - Cuestiono el hibrido pato.

Luzu se llevo sus frías manos a su cuello, la frustración lo iba a matar.

- ¿Quizá Vegetta no tiene determinación que se necesita? - Propuso Fargan.

- No lo se - Volvio a responder el oji amatista.

- Espera... - Todos miraron a Willy - Quizá no puedes por que no eres el dueño del libro ¿No se supone que la leyenda, contaba que solamente el portador de Teatres podía utilizar el libro solamente a su favor? -

- Ostia tía que es verdad - Los ojos de Rubius se agradaron - La que nos lleva, Foolish esta muerto ¿No?

Vegetta suspiro y dejo de leer alzando la mirada a la idea de Willy.

- Es verdad, solamente el unico que libro que limita es el libro de Teatres - Le dio la razon al de boina verde - Yo no soy el dueño del libro. Es Quackity.

Vegetta miro fijamente a Quackity, acto seguido todos lo observaron.

- Quackity tú tienes que conjurar el hechizo, fuiste el que encontró el libro.

La mejillas del hibrido se calentaron.

- No se como utilizar el libro. Nunca eh usado magia - Admitió el menor.

Vegetta se puso de pie caminando hacia el hibrido extendiendo el libro el cual Quackity no dudo en agarrarlo.

- Tu puedes niño, solamente concéntrate.

Y con eso Quackity se puso de pie, dando su lugar al orbes violeta.

Era el centro de atencion de todos los miembros, eso le recordó al primer dia de al que llego a Karmaland.

Suspiro. Inseguro conecto sus ojos con los de Luzu, le sonrio de forma ladeada el castaño. Quackity no correspondió su sonrisa, abrio el libro y repaso el hechizo en su mente.

Las imágenes ilustradas de forma perfecta, mostraban como la mente se fragmentaba en tantas partes que la unica forma en unirlas, era unir el núcleo en forma de un refugio en tu propia mente.

Fruncio el ceño y comenzo a susurrar.

- Sanguis meus et mens mea fractis claustris, quae modo frangere potes, da mihi quod ad me pertinebat denuo, et animam meam denuo condemno - Susurro palabra por palabra.

No repitió una vez mas para que la conexión entre el libro y el se entrelazaran.

Los ojos del hibrido se iluminaron de forma violeta fugaz.

En sus manos se formo una esfera brillante y fuerte. El ambiente comenzo a oscurecerse y solamente existía el y el libro.

Todos miraban asombrados, no se comparaba en absoluto al intento de Vegetta.

Quackity sentia la electricidad correr por sus venas llenando de poder su sangre. Se inclino lentamente hacia el suelo eh hizo contacto con este.

Las alas de Quackity se esponjaron.

Líneas poderosas iluminaban el centro cada una se disparo hacia los demas miembros.

Al mismo tiempo fueron dirigidas las líneas formadas en el ahora frio suelo morado, las líneas viajaron por el suelo bailando una por una dando consigo a los integrantes. Y con eso las llamas se extinguían corriendo por el cuerpo de todos. Llegando a los ojos haciendo que se cerraran y una llama permaneciera arriba de las cabezas.

Quedaban inconscientes listos para recuperar sus recuerdos.

Quackity observaba la danza de la magia estando impresionado. La aura que ahora tenia pequeñas linternas flotantes en el ambiente fueron pisoteadas por una onda del suelo. Inclinando a Quackity a sentarse pacíficamente.

El suelo realizo un patrón moviendo línea por línea creando algo parecido a un atrapa sueños.

Estas se iluminaron y viajaron por el cuerpo de Quackity, sintiendo un cosquilleo en la sien.

Sus ojos se cerraron abruptamente.

Su conciencia fue reprimida y su cuerpo desconectado, su mente expuesta a lo desconocido.

 

- Hemos llegado a Karmaland - Anunció el hechicero supremo a su grupo. Sus ojos viajaron a las grandes construcciones del pueblo y las numerosas casas.

- Al fin - Dijo emocionado la chica castaña. Habían pasado horas de viaje desde que decidieron partir desde Tortillaland, las cosas no fueron fáciles para el grupo.

- Cierren un toque el orto, si quieren que nos escuchen - Ordeno el Argentino. Todos le miraron enfadados.

El grupo observaba al pueblo desde la distancia de una montaña.

- Lo mejor será cruzar hasta por las cosechas, son las menos vigiladas durante las noches - Opino la rubia.

- Es buena idea Mayichi - Respondio el Argentino.

Bajaron la colina, hacia las cosechas mas cercanas.

- Juan ¿Donde se encuentran los libros? ¿Los detectas? - Pregunto un Español.

- Si Auron - Cerro sus ojos, localizando el poder que tanto le llamaba - Están ahí - El hechicero señalo el castillo que descartaba en el centro del pueblo.

- ¿Nos podemos esperar hasta la mañana? Joder, Hemos caminado todo el día.

- Reborn, el poder de esos libros son magníficos. No sabes ni la mitad de cosas que podríamos hacer con ellos - Se reflejaba la ambición en los ojos de Juan.

- Si los conseguimos, entonces que no caiga en las manos del gillipollas del profeta. Ataquemos de noche lo mas posible - Dijo Auron.

- El pibe tiene razón, si atacamos que sea en la noche.

- Entonces alistémonos con el armamento - Aconsejó la Mexicana.

Después de unos pocos minutos cruzaron la cosecha.

El grupo podía observar como los moustros abundaban en el pueblo. Algunos gritos escalofriantes se escuchaban por las casas, o al menos las zonas más cercas del campo. Ni siquiera habían entrado al pueblo por completo y podían asegurar que la seguridad no era la mejor.

Avanzaban con pasos cuidadosos.

- ¡¡JUAN CUIDADO!! - Grito Reborn. Una flecha era dirigida hacia el hechicero, quien la pudo detener en el aire con un solo movimiento de mano.

El grupo se puso alerta.

Spreen alzo la mirada hacia el atacante.

Un chico con tatuajes azules y una túnica cafe le miraba aterradoramente. Sostiene un arco alzado preparado para atacar.

El grupo se miro entre si, el chico iba ser un blanco fácil para eliminar.

Y sin previo aviso una guerra comenzó.

 

Merlon observaba atentamente como Karmaland caía en llamas.

El joven Fargan y el joven Alexby batían a duelo contra oponentes mas avanzados de nivel.

Pueblerinos ayudaban al ataque, sin embargo ninguno de los demás héroes aparecen en batalla.

Algo llamo la atención del viejo. Era el hechicero supremo, uno de los mayores oponentes que los dioses podían tener. Condenado a ser uno de ellos, junto a todas las demás versiones del hechicero supremo.

Se burlo de la débil versión del hechicero supremo en este universo.

Merlon camino pasos lentos hacia el castillo. Sabia que este era el día del juicio ante los héroes que había preparado hace tiempo. Una carnada para los dioses y una condena a sus almas.

Su misión era recuperar lo perdido años atrás, su unica razón por la que lo habían desterrado de ser un Dios, condenado a ser una simple marioneta.

Hoy recuperaría los libros.

Hoy Karmaland caería y las sangre de los héroes seria derramada.

Chapter 15: Vegetta

Notes:

En una vida puedes vivir más vidas.

Paréntesis para recordar que cada personaje
Proviene de un Karmaland o universo diferente
Así que cada quien tiene su propia historia ✨🥟✨

Chapter Text

- Tuve un sueño de ese día - Dijo la chillona voz del pequeño Samuel, otra vez le contaba a su gran amigo Willy del peor día de su vida, el cual le perseguía en sus pesadillas.

Sus ojos se cerraron con fuerza al recuerdan su sueño. Las llamas de fuego extendiéndose en su habitación, decorado con morado, patrones de guerra y magia en las paredes. No lo podía recordar con claridad ese día. Pero lo que sí podía recordar eran los gritos de sus padres quemándose en el fuego, mientras que aldeanos intentaban apagar la casa con cubetas de agua.

- ¿Lo mismo de siempre? - Cuestiono su pequeño amigo, el cual no apartaba la vista del gran y estrellado cielo. Curioso a lo distante y lejano.

- No, esta vez fue diferente - Su pequeña mano cubrió la cicatriz de su brazo derecho. Una quemadura grande la cual no podía ocultar. Su amigo bajo la vista del cielo hacia Samuel con una mirada curiosa.

- ¿Que fue lo diferente?

- Pude observar el rostro de mi padre - Respondió con una sonrisa tímida, Willy inclino la cabeza nuevamente curioso. - ¿Como era? ¿Como en los retratos o la estatua? - Cuestiono el peli blanco.

- Si, era exactamente igual, el tenia un ojo verde y el otro lo tenia violeta - Su mirada choco con la de su mejor amigo, rompió el contacto para observar el cielo. Willy lo imito.

- Me quiero ir de aquí Samuel.

- ¿Del orfanato?

- No, de Karmaland - Respondió Willy, el ojimorados lo miró confundido.

- ¿Por que?

- Quiero ir en busca de la trilogía Statera - Respondió Willy. Samuel le miro divertido, sus brazos viajaron hacia el césped recostándose en este.

- Viajáremos hasta encontrar la Trilogía Statera ¡Lo prometo! - Prometio el ojimorados.

La famosa leyenda de la trilogía Statera, era contada en el orfanato antes de dormir. Esta noche la escucharon nuevamente por las niñeras, antes de escapar por la ventana y pasear por la colina verde, como lo hacían todas las noches.

- ¿Lo prometes? - Pregunto el peli blanco esperanzado.

- ¡Lo prometo! Eso es lo que haremos, después de convertirnos en guerreros de Karmaland, Willy - Samuel se levanto del césped para inflar su pecho y poner sus manos en su caderas en forma de un héroe como en las historias - ¡Mañana ambos cumpliremos doce y empezaremos nuestro entrenamiento con los niños grandes del pueblo!

Willy rio avergonzado por sonrojarse. Imito a Samuel y se puso de pie. Apuntó al horizonte fuera de Karmaland, donde las reglas y los cuentos antes de dormir no existían.

- ¡Y saldremos de Karmaland hacia aventuras! - Dijo Willy con una gran sonrisa la cual Samuel imito.

Después de unos minutos hablando de las aventuras que les esperaban, decidieron que era tarde y fueron de camino hacia el orfanato entre risas y sueño.

Vegetta recordaba ese día como el día en que inicio una vida diferente a la que muchos esperaban para el.

 

Habían pasado al menos cuatro años desde de su promesa con su mejor amigo, las aventuras que tantas expectativas tenían ambos, no faltaron.

Los entrenamientos como guerreros de Karmaland eran constantes. Samuel no se rendía en ninguno, sobresaliendo de los demás de sus compañeros. Siendo un niño destacado y considerado prodigio a travez de los rumores en Karmaland.

Willy su mejor amigo no se quedaba atrás, estudiando medicina junto a los enfermeros del pueblo. Destacando por su inteligencia.

El numero de habitantes en Karmaland se hacia mas grande en cantidad por cada año que pasaba.

- ¿Samuel? - Pregunto una voz, el peli negro alzo la vista rápidamente. Era el entrenador, sus compañeros le miraban curiosos. Samuel trago saliva y agarro con nervios su arco ante las miradas.

- ¿Que? - Respondió, sintió un codazo por parte de Alexby. Entendió su error y tosió corrigiéndose - Perdón, ¿Mande? - Se disculpo por la falta de respeto hacia su comandante.

- Estas distraído - Recalcó su entrenador con el ceño fruncido.

- Si, perdón - Admitió - No dormí bien.

El comandante asintió. Era el centro de atención de toda su clase.

- No te distraigas niño - Aconsejo su entrenador.

Samuel asintió.

Después de las lecciones bajo el brillante sol con tiro con arco. La tarde llegó apoderándose en un ambiente amarillento y tranquilizador. Samuel observaba a los aldeanos y sentía esa calidez con el pueblo.

Las clases por mas que sus manos ardían, no habían acabado. Por lo contrario, ahora era tiempo de pelea cuerpo a cuerpo y arma blanca.

Las lecciones comenzarían nuevamente después que el tiempo libre para comer terminará.

Niños del pueblo que al igual que él querían ser el orgullo de Karmaland. Luzu, un niño tranquilo y casi prodigio en pelea cuerpo a cuerpo con arma blanca. Alexby que era mas pequeño que los demás pero un espíritu es alentador. Y quien mas destacaba Mangel, hijo del comandante y alguien respetado ente los pequeños.

Sonó la campana, lo que significaba que su tiempo de descanso termino. Se dirigió nuevamente al prado con sus amigos entre risas y empujones.

- ¡Quien llegue al ultimo ordeñara a las vacas! - Grito Alexby quien fue el primero en salir corriendo, seguido por Mangel y Luzu.

Fue el ultimo en llegar a las filas.

Después de los breves ejercicios de calentamiento por el entrenador, era tiempo de elegir parejas. Como usualmente pasaba, el y Luzu se juntaron. Ambos eran un reto de enfrentamiento para el contrario en cualquier actividad física.

- ¿Listo? - Pregunto el pequeño castaño con una sonrisa.

- Siempre estoy listo - Contesto Samuel.

Ambos quedaron frente a frente. Listos para combatir a la orden de su entrenador. Pero en vez de eso el comandante le toco el hombro con firmeza al castaño.

Ambos niños le miraron expectantes.

- Luzu tu practicaras con Mangel, este día - Ordeno el comandante. Luzu asintió y se retiro del lugar.

- ¿Yo con quien voy a practicar? - Pregunto confundido el pelinegro.

- En un momento llegan - Aviso el mayor.

¿Llegan? ¿Acaso era mas de una persona?

Después de pocos minutos observando a sus compañeros combatiendo en arma blanca al grito del mayor. Cada pose en la pelea era importante, cada técnica y cada arma tenia que ser tu brazo derecho, una extensión de tu cuerpo y eso en lo personal, le encantaba a Samuel.

Por suerte para el pelinegro estaba demasiado distraído observando los combates, antes de presentir la presencia de alguien a sus espaldas.

- ¿Tu eres el hijo de la guerrera y el hechicero muertos?

La voz sobresalto a Samuel. Giro para mirar quien era el niño estupido, que hace preguntas estupidas.

El chico estaba cruzado de brazos en forma retadora. Estaba vestido de color negro con pantalones corto y calcetas blancas, de manera formal. Un traje nada apto para combatir cuerpo a cuerpo.

- Si soy yo, quien pregunta - Sus ojos se agrandaron al observar pequeñas orejas en el cabello castaño del niño - Espera ¿¡Eres hibrido!?

El niño en respuesta se sonrojo notoriamente y se cubrió las orejas.

- ¿¡Si y que tiene!? - Se defendió el niño.

- Bueno, nunca había visto un hibrido en mi vida - Se encogió de hombros - En este pueblo no existen - Se sintió apenado por la reacción tan inapropiada que tuvo hacia el niño de ojos miel.

- Pues entonces ahora hay uno - El niño frunció el ceño - Y soy el único así que en cierta forma, soy especial.

- ¿De donde vienes? - Cuestiono - ¿Invernas? ¿Atacas por miel o algo así?

El niño dio avanzo en zancadas hacia el pelinegro, cuando estuvo de frente le apunto con un dedo hacia el pecho.

- ¿Acaso te criaste en un burdel? - El niño de ojos acaramelados, levanto la ceja.

Aparto el dedo del niño con un manotazo, en reacción el hibrido lo miro indignado.

- ¿Que es un burdel? - Pregunto confundido.

- Eres ignorantes entonces.

- Ignorante tu y tus orejas feas.

- ¡No son feas! - El niño volvió a sonrojarse.

Samuel rodó los ojos. Jamas había visto al niño de ojos miel en el pueblo. Imagino que era el niño de una familia recién llegada a Karmaland. Según los rumores había llegado solamente una niña, de todas las familias que se integraron al pueblo en las ultimas semanas.

La unica familia que se suponia que tenia una hija era la familia del nuevo cura del pueblo.

Vegetta bufo.

- ¿Eres hijo del cura? - Pregunto confiado en la respuesta.

- Así es - El niño alzo la barbilla con aires de superioridad.

- ¿No se suponía que era una chica la hija del cura? - Pregunto con cierta burla. Odiaba a los niños que se creían mas superiores a los demás. Y definitivamente este niño no le daba buena espina.

El niño de sonrojo nuevamente.

- ¿Acaso me veo como una chica? - Cuestiono el niño de forma estupida.

Al observar detalladamente el cuerpo del niño, podía decirse que su conflexion era mas delgada que la de sus amigos a su edad y sus facciones eran bonitas y finas como las de una chica.

- Si

El niño abrió la boca ofendido, listo para atacar de nuevo con sus respuestas venenosas. Pero el entrenador llego antes que digiera un insulso patético.

- Veo que ya se conocen - Dijo el comandante con una gran sonrisa.

Ambos niños alzaron una ceja.

- ¿Es el con quien luchare? - Bufo ante la ridícula idea.

- Así es - Afirmó el mayor.

Ambos chicos se miraron confundidos. Samuel podría admitir que hasta Alexby podria ser mejor contrincante que el chico de ojos miel.

- Bueno yo no tengo ningún problema, con pelear con niñato - Aclaro el niño de ojos acaramelados.

Samuel rodó los ojos ante el insulto.

Poco a poco sus compañeros se sumaban curiosos, ante la escena que montaban el nuevo chico castaño y el niño prodigio.

- Al centro y postura para pelear - Ordeno el mayor.

Ambos chicos hicieron caso, los dos empuñaron una espada.

El chico sin nombre agarro una espada verde y el pelinegro una violeta. Con hombros hacia atrás y un paso enfrente, ambos firme listos para atacar.

- Presentaos - Ordeno el mayor.

El chico de ojos miel se reverencio con una mano en su pecho y la otra en su espalda empuñando la espada.

- Mi nombre es Rubén Doblas.

Rubén, era un lindo nombre para un chico tan insoportable.

El pelinegro imito la postura de Doblas. Algunas risas de sus amigos se escucharon entre sus compañeros.

- Mi nombre es Samuel de Luque - Dijo con burla, pues no era normal tanta formalidad en el combate.

- ¡En posición! - Grito el comandante.

Ambos empuñaron la espada en posición de defensa.

- ¡Despedázalo Samuel! - Grito Luzu. Seguido de Mangel y Alexby. Segundos despues fueron callados por el entrenador.

Percibió que el castaño era rápido y muy hábil.

Su boca se curvo en una sonrisa ante la vanidad del castaño.

El primero golpe fue dado hacia el aire, por parte del castaño, y con pasos rápidos comenzó a acorralar al pelinegro. Quien se protegía con la espada, con su propio empuñamiento de arma. Utilizándola en forma de escudo.

Rubén salto para atacar el frente de Samuel, quien lo esquivo habilidosamente. Atacó la espalda del castaño, pero el chico fue demasiado rápido en darse una media vuelta y patearlo hacia atrás.

El pelinegro se obligo a dar pasos hacia atrás por la patada a su estomago. Por un momento quizo vomitar.

El apoyo hacia Samuel entre sus compañeros empezó a dudar. La astucia del hibrido sorprendía a todos.

El castaño tomo un bocado de aire. Con el cual el Samuel aprovecho en acercarse con su espada hacia el pecho del contrario. Por suerte Rubén de igual manera se protegió con la espada, rodando en media vuelta para empujar al pelinegro hacia atrás y saltar para atacar.

El pelinegro se protegió con su espada quedando frente a frente con el hibrido. Tenerlo tan cercas reflejaba sus dulces ojos acaramelados, que le observaban como un desafío, el cual cumplir a costa de todo.

Samuel frunció el ceño y en pocos movimiento cayo de rodillas, atacando el pecho bajo del su contrincante.

El cual dio un giro hacia atrás apoyándose en su antebrazo, cayendo de mala forma y golpeándose su espalda contra el pasto.

De igual manera no se dejo amedrentar, y contraataco desde el suelo astutamente. Se asustó momentáneamente cuando su espada rasgo la camisa de Samuel.

El peligro se detuvo en seco, dudando en continuar. Anonadado por la capacidad de Rubén.

Después de varios minutos peleando a espadas, ambos estaban agotados. Pero ninguno queria acabar con la pelea.

Las piernas de Ruben flaqueaban y algunos moretes empezaban a formarse en sus brazos. Pero mantenía la frente y la espada en alto, si dudar en ningún movimiento.

Admitía que le sorprendía la fuerza y estrategia de Samuel con la espada

Ante la continua pelea, sus piernas cayeron de rodillas ante la espada de Samuel. Obligadas a concentrarse en el flanco izquierdo del moreno y no centrarse bien en los golpes. Por que Samuel precipito hacia el.

Intento evitarlo pero el choque en su espada fue tan fuerte que ambas espadas se partieron en dos.

Confundido con la situación deshicieron continuar con la pelea, acompañados por la mitad de espada que quedaba. La confucion dio ventaja a Rubén. Levantándose y quedando nuevamente frente al pelinegro.

Peleando con las pequeñas espadas que quedaban. En un franco movimiento hirió la mano derecha de Samuel, que en consecuencia flaqueo con la espada.

Y con otro movimiento pateo nuevamente una rodilla de Samuel quien cayo al suelo. Intercambiando roles.

El pelinegro en defensa ataco su pierna con la diminuta espada, por suerte pudo defender el castaño. Piso con fuerza la rodilla del pelinegro quien ahogo un grito de dolor.

Precipitó un golpe tan fuerte en la espada de Samuel que salio volando, quedando únicamente con las manos vacías.

Ambos quedaron en silencio intentando recuperar un poco del aliento perdido minutos atrás.

Samuel no lo podia creer.

Había perdido.

Jadeo buscando aire, mientras que contemplaba a Rubén.

- Buen Duelo - Admitió, todavía anonadado por el castaño.

El castaño rodó los ojos con humor.

- Gracias, tu tampoco fuiste tan maloo - Dijo el hibrido.

Samuel bufo.

- Nunca dije que fui malo.

- Bueno, pues lo fuiste.

El pelinegro abrio la boca pocamente ofendido.

- Lo dice la persona que lucho con pantalones cortos y seguro una biblia en su bolsillo.

- Al menos yo no tengo la camisa rasgada por mi contrincante - Ruben observo el cuerpo arrodillado ante sus ojos. Era todo un espectáculo podía admitir - Humillante por cierto.

- ¿Quieres saber que es humillante? - Alzo una ceja el pelinegro, se puso de pie sin ayuda alguna para enfrentarse cara a cara con el hibrido.

Quedando cara cara donde solo existía los orbes agridulces y orbes de cenizas oscuras listas para encender.

Ruben analizó el rostro de Samuel.

- ¿Se van a besar o algo así? - Pregunto Lolito, una compañera suya experta en cazar y por supuesto en arco y flecha.

Los dos chicos habían olvidado que eran el centro de atención.

Ambos chicos se sonrojaron notoriamente. El castaño bufo y se aparto hacia un costado de todos sus compañeros. Quedando solamente el pelinegro en el centro de todos.

Ahora que podía observar bien. Los brillos del sol naranjas habian desaparecido resmplazado por un cielo poco estrellado combinado con un azul relajado y un rosa opaco.

Willy se acercó a el tocándole el hombro con orgullo.

- Lo harás mejor a la próxima - Animo su amigo mas cercano quien había salido de sus estudios para observar la pelea. Sonrió ante las palabras de Willy. Todos sus amigos lo empezaron a animar con palabras de apoyo, rodeándolo en un circulo.

Pero el, no podia apartar la vista del castaño. Un contrincante digno con el cual luchar, el cual ya se dirigía nuevamente al pueblo.

Antes de que se marchara se aparto de sus amigos para dirigirse al hibrido.

Corrió y con su mano le toco el hombro.

- Me encantaría luchar contigo de nuevo, si es posible - Le regalo una sonrisa insegura, al chico que lo dejo asombrado.

Ruben curvo sus labios.

- También me encantaría Samuel.

Y a los catorce años conoció al gran amor de su vida.

Su nueva razon para construir un nuevo Karmaland y no dejar arder al pueblo a futuro en un mar de lava.

 

Habían pasado tres años desde el acontecimiento con espadas.

La magia recorría la llama de sus dedos y eso lo hacia sentir poderoso. Esa corriente eléctrica que profundizaba en las raíces de su propia magia heredada de su padre, un hechicero importante en la jerarquía.

Habia crecido con la idea de ser un guerrero al igual que su difunta madre, pero ser un hechicero al igual que su padre tambien le llamaba la atencion. No podia recordarlos pues era demasiado pequeño cuando perdio a ambos pero las anécdotas contadas por el pueblo eran mas que suficientes.

Los dos eran amados por el pueblo de Karmaland, fueron parte de la fundación del pueblo y las estatuas que habia en el centro de Karmaland podian hablar por si solo.

Las clases como nuevo comandante lo tenian agotado, todos los dias entrenaba a los pequeños del pueblo. Y despues de las clases en las mañanas o tardes, se desconectaba de la realidad para hundirse en los libros de hechizos. Algo que le encantaba.

Ama su vida.

Y no podía esperar a que mejorara.

Sus dedos malviajaron por el aire con esa esfera purpura que iluminaba su despacho, una vieja oficina en el orfanato. El lugar era acogedor pero no muy lindo, podía asegurar escuchar a los roedores caminar por las paredes.

La esfera desapareció cuando la puerta de su despacho se abrió de golpe.

Le molestaría si hubiera sido otra persona quien interrumpía su practica, con esferas iluminantes. Pero era Ruben.

- ¿Te interrumpí? - Pregunto alarmado el hibrido.

- No, realmente ya iba a dejar de practicar - Sonrío - Mucho por hoy, mejor me centro en otras asuntos mas importantes.

El orbes miel se acerco lentamente hacia el con pasos tranquilo, quedando frente a frente.

- ¿Asuntos mas importantes que yo? -  Pregunto el castaño envolviendo sus brazos a los hombros del pelinegro, quien sonrió ante el contacto.

Sus labios se acercaron tanto que podía sentir el aliento del otro.

- No, nada es mas importante que tu. Ruben.

El hibrido beso al pelinegro quien correspondio el beso, envolviendo su mano a la cintura del hibrido. Acercándose ambos convirtiendo mas intimo el ambiente.

Intercambiaron aliento y saliva.

La mano de Samuel viajo hacia la cabellera de Ruben, tirándola hacia atrás para dejar expuesto el cuello del castaño. Besando y lamiendo toda la extensión del pálido cuello.

El hibrido reprimió sus gemidos, y estrecho mas su cuerpo con el del pelinegro.

Samuel agarro con delicadeza a Ruben por sus muslos para cargarlo y dejarlo sentado en su escritorio. El castaño respondió con unas cuantas risas.

Nuevamente se unieron a gemidos, saliva y chupetones.

- ¿Te he dicho que me vuelves loco? - Pregunto el castaño con una sonrisa curveada, disfrutando las manos del pelinegro viajando por todo su torso.

- Solo cuando te doblegas hacia mi - Se burlo Samuel. Observando al castaño sonrojado hasta las orejas, con el cuello extendido solo para el.

- Eres un pervertido Samuel estamos en un orfanato. Los niños nos van a escuchar- Bramó el castaño. Disfrutando todo.

- ¿Quieres probarlo? - Pregunto el pelinegro con una ceja alzada.

El hibrido rio ante la propuesta indecente.

- ¡Yo siendo el hijo del cura! ¿Pecando de esta forma? - Dramatizó Ruben, colocando una mano en su frente - Me ofendes joven Samuel. ¡Algún dia de estos tendrás que ir a confesarte!

Ambos rieron.

- No me culpes a mi - Las manos de Samuel se dirigieron hacia la cintura del castaño envolviéndola, se acerco hacia el oído de Ruben para susurrarle - Culpa a tu cuerpo que me hace pecar.

El castaño se aparto del contacto, demasiado sonrojado y con una ereccion en sus pantalones.

- Me encanta cuando te pones en ese modo - Admitió el castaño. El pelinegro rio.

- ¿Pasamos limite? - Pregunto el oji negro.

- No, seguimos siendo virgenes - El castaño se encogió de hombros - Pero si seguimos asi, un dia de estos los niños nos verán.

- No quiero traumatizar a niños pequeños - Ambos se abrazaron, la cabeza castaña se escondió en el cuello del pelinegro - Virgenes hasta el matrimonio - Bromeó el hechicero principiante.

- ¿Planeas casarte conmigo? - Bromeó el castaño.

- Por supuesto, y tener dos hijos - Contesto el pelinegro.

- Me gusta el nombre Brayan para el primer niño - Agregó el hibrido.

- Es un lindo nombre - Admitió.

- Lo es - Respondió el castaño embelesado con el aroma del pelingro - ¿Sabes que sería gracioso?

- ¿Que? - Cuestiono Samuel, acariciando el tierno cabello de su amado.

- Que cuando llegara a la iglesia, tu estes montando un caballo - Respondió con risas.

Samuel rio a carcajadas.

- ¡Que eres tontisimo!

Ruben abrazo a Samuel envolviéndolo de besos en toda su cara.

Ambos se encontraban sumergidos en una burbuja donde solamente existían los dos. Hasta que la puerta fue abierta. Ambos se separaron del abrazo mas rapido que la velocidad de la Luz.

- ¡Samuel lo conseguí! - Grito Willy, emocionado. Su sonrisa desapareció al observar la escena, Samuel y Ruben notoriamente sonrojados y con la ropa desaliñada.

Samuel carraspeo.

- ¿Que conseguiste? - Cuestiono, intentando arreglar un poco de su cabello revuelto. Ruben se bajo de la mesa, imitando a Samuel al intentar arreglarse.

- Imagino que interrumpí algo - Respondió el peli blanco.

- ¿Tu crees? - La molestia de Ruben fue camuflada por el sarcasmo en su voz.

- No interrumpiste nada.

- De acuerdo - Dijo incomodo Willy, avanzo hacia el escritorio y dejo unos cuantos mapas en este.

- ¿Que es eso? - Pregunto el castaño.

Los ojos de Samuel se agrandaron.

- ¿Eso son las coordenadas del portal?

- ¡Si! Luzu y yo rastreamos el portal ayer, apenas hoy llegamos al pueblo - Explicó eufórico - ¡Podremos encontrar al dragon Samuel!

La adrenalina recorrió el cuerpo de Samuel, ¿Podrían cumplir uno de sus mas grandes sueño? Traer la cabeza del dragon a Karmaland.

- ¿¡El dragon!? - Grito Ruben - Debe ser una broma, Samuel. Si ustedes dos estupidos enfrentan una deidad como el dragón, sentenciaran su muerte. ¿Están bobos o que?

- Podemos enfrentarlo, es solo un dragón - Minimizó Willy - Ademas, ¿Que nos garantiza que sigue vivo?

- Eso es estupido e inutil. ¿Por que pondrán su vida en riesgo por nada?

- No es por nada - Era el turno del pelinegro el hablar - Hay una leyenda del Dios Drekoros, el cual segun dice un antiguo mito, desafió a los dioses mayores y fue condenado a vivir eternamente dentro del cuerpo de un dragon.

- Se dice que su rugido es la manifestación de su frustración y su aliento de fuego su ira. Aunque es un dragon, muchos creen que su espíritu divino sigue habitado dentro, esperando el momento adecuado en que acaben con su sufrimiento. Si alguien digno lo asesina. Se cuenta que el dios agradecerá otorgando un titulo y una respuesta a una pregunta.

- ¡Pero es un puñetero dragon! Samuel, cariño no creo que sea bueno que vayas.

- Nada nos va a impedir ir, Ruben - Setencio Willy, mirando al castaño con ojos amenazantes. Despues de todo ambos no tenian una buena relación. Y Samuel lo sabia.

- Ruben, esto es importante. Para mi y Willy - suspiro - Si tu quieres acompañarnos, es tu decisión.

- ¿Desde cuando el nos acompañara? - Pregunto Willy .

- Desde hoy.

- Ni siquiera lo hablamos Samuel.

- Piénsalo, nos puede ayudar en la pelea contra el dragon. Es bueno con la espada, tiene buen pulso para el arco y es buen estratega.

Willy fruncio el ceño ante la idea. Por lo contrario el castaño sonrio a la propuesta.

- No me importaría acompañarlos - Admitio el hibrido - Me aseguraría que ninguno muriera.

Willy suspiro.

- Nos vamos en una semana - Aviso el peli blanco antes de salir furioso del despacho.

La pareja hizo contacto visual, esperando con ansias enfrentar al dragon.

 

El oxigeno era escaso en esa dimensión, y con la batalla que habia vivido hace pocos segundos. Aseguraba que no alcanzaría cortar la cabeza del dragon sin antes caer de rodillas exhausto.

El dragon se encontraba en el centro, lo rodeaban columnas de obsidiana enormes. Las entidades las cuales no puedes ver a los ojos se encontraban estáticos, observando a su reina caída.

Algunos querían atacarlos, pero Willy y el habian practicado una protección aprueba de apariciones dentro del domo, el cual llegaba a varios metros despues de las enormes columnas. Una proteccion tan poderosa que ni siquiera el mismo dragon pudo atrevasar quedando encerrada en la gran y resistente proteccion en forma de domo.

Samuel era el que contenía el domo con su propia magia.

Exhaustos por la pelea, los tres se habian encargado en romper las jaulas las cuales contenían cristales que brindaban salud al dragon. El mas afectado fue Ruben en explotar uno demasiado cerca de su propio cuerpo siendo lanzado por los aires, atrapado por el mismo Willy con la ayuda de una enderperl.

Willy por lo contrario prefirió lanzar flechas al dragon en sus puntos débiles como la garganta, estomago o ojos.

Samuel al punto de la desesperación se teletransporto al lomo del dragon con la ayuda de una enderperl. Y con su fiel espada apuñalo una y otra vez el lomo, ocasionando un mayor descontrol al momento de viajar a la cara del mismo dragon para apuñalar sus ojos.

Despues varios minutos los tres pudieron derrotar al dragon.

- ¿Se acabo el agua? - Pregunto Willy. Ruben le extendio una bota llena de agua.

- ¿Samuel quieres agua?

- No - Respondio, su cuerpo se sentía tenso y la magia le consumía poco a poco - No creo poder resistir mas el domo, es demasiado poder.

Tanto Willy y Ruben se vieron a los ojos, ambos preocupados.

- ¿Crees poder resistir para decapitar al dragon? - Pregunto Willy.

Samuel asintio indeciso.

- Entonces no perdamos tiempo - Musito Ruben.

La cabeza se desprendió del dragon minutitos despues. Los tres quedaron llenos de sangre negra, pegajosa y asquerosa al contacto.

- ¿No se supone que se otorga la recompensa cuando decapiten su cabeza? - Pregunto el hibrido.

- No, la cabeza es para Karmaland, la recompensa es cuando el huevo lo quebremos - Explicó el Peliblanco, apunto hacia el huevo el cual se encontraba arriba de una columna baja.

Como si fuera un trofeo bañado en oro, o tal vez eso era lo que es.

Los tres se acercaron al huevo, Por la parte de Samuel lo apuñalo con su espada, Willy con su propio pico y Ruben con un arco.

Y esa fue la primera vez que los tres se alejaron del plano físico, dejando varado su cuerpo.

Al abrir sus ojos pudo divisar una estructura gris.

Giro su cabeza en busca de sus compañeros, sintio un alivio cuando los observo al igual que desorientado que el mismo. El lugar era una estructura sin lugar ni forma, todo en gris. Los colores no existian.

- La mascara de tres caras WillyRex. El ambicioso verdugo Rubius y el subestimado hechicero Vegetta. ¿Acaso fueron ustedes los cuales acabaron con mi vida mortal? -

Samuel levantó la mirada hacia la voz poco intimidante inclinándose a un tono elegante.

- Si, fuimos nosotros - Fue Willy quien respondio con seguridad.

La deidad no se podia observar con claridad o seguramente era por la falta de color en el lugar. Exponiéndose solamente como una sombra en unas escaleras grandes y unas cadenas del tamaño de una casa extendidas por todo el lugar.

- ¿Por que ustedes? Ironico - Respondió curiosa la voz. Incluso algo divertida con la situacion.

- Buscamos la recompensa - Fue Ruben el que hablo.

La voz bufo.

- ¿Recompensa? - Cuestiono la voz.

- Asi es, el titulo otorgado y la respuesta - Afirmó Willy.

- Acabó de otorgarles nombres. Vegetta, Rubius y WillyRex ¿No es así?

Los tres se intercambiaron miradas.

- ¿Por que esos nombres? - Pregunto confundido el ahora nombrado Vegetta.

La voz se burló nuevamente.

- Por que esos nombres resonaran y toda persona en la tierra los conocerá.

Los tres intercambiaron miradas confundidas ¿A que se refería la deidad?

"Vegetta" Ese nombre jamas lo habia escuchado, no le desagradaba.

- ¿Nos podrías dar una respuesta a una pregunta? - Cuestiono el peliblanco.

- Lo puedo hacer, puedo darles una respuesta a lo que quieran - Afirmo halagado - Seria un honor para a mi responder a una incógnita para ustedes.

- ¿A que te refieres con honor? - Demandó Willy.

La deidad se mofo ante la pregunta.

- ¿Esa será tu pregunta a la que quieres respuesta? - Cuestiono en tono burlón.

Willy volteó rápidamente hacia Samuel.

- ¿Lo hago? - Susurro el Peliblanco.

Samuel asintio.

Y con gran valor, Willy inflo sus pulmones y bajo su pecho lentamente.

- ¿Donde se encuentra la trilogia Statera? Específicamente el libro de Cuerdas - Pregunto finalmente con valor Willy.

Las cadenas que se encontraban en la enorme escalera se rompieron en pedazos grandes y la escalera se partió en varias partes. Haciendo ver un vacío negro en las grietas.

Los tres pueblerinos retrocedieron por instinto.

- ¿Trilogia Statera? ¿La unica trilogia que podria extinguir a los dioses? - Pregunto atemorizada la voz.

Willy asintio.

- En esta dimensión no existen los tres libros, un semidios fue enviado por los mismos dioses fue el encargado en destruir el libro de Líneas y Teatres. Al norte de Karmaland. El libro de Cuerdas se encuentra en una cueva bajo tierra, donde un cofre roto la desguarda.

Los ojos del ahora nombrado Vegetta fueron abiertos como dos platos blancos.

- Eso no responde la pregunta - Aspero Rubius - ¿¡Donde se encuentra el libro de Cuerdas!?

- Pague mi deuda con ustedes por liberarme de mi tormento. Ahora ya saben que hacer.

Los tres guerreros abrieron los ojos en par en par, no se encontraban en la estructura gris. Ahora se encontraban nuevamente en el plano fisico.

Ese fue el dia en que designaron los próximos nombres que pasarían a la historia.

 

Conforme pasaban los meses, incluso los pocos años. Los inefables nombre de los tres guerreros se esparcía como pólvora. No había pueblo que no conocía a los pueblerinos ahora llamados heroes de Karmaland.

La cabeza tan codiciada del dragon se exponía en lo mas alto de Karmaland.

Tanto Willy y Vegetta habian abandonado el orfanato.

El tiempo pasaba y Vegetta había abandonado la idea de ir tras el libro de cuerdas. Pues dirigir Karmaland era su nuevo objetivo de vida, no podia abandonar todas esas familias que depositaban la esperanza en los heroes de Karmaland.

Y abandonar Karmaland para ese punto era algo que no tenia planeado.

Aunque la vida le sonreía no podía ignorar los problemas con sus compañeros.

- ¡Auron cómo estás hombre! - Saludó Vegetta. Con una canasta de frutas, pues acaba de salir del mercado.

- Todo bien macho ¿Y tu? - Saludó Auron, el joven psicologo del pueblo y el último héroe nombrado en Karmaland, despues de enfrentar una orda de zombies el solo y salvar a varios niños de un ataque de saqueadores, fue merecido su titulo.

- Bien, bien ¿Como vas con la campaña de Luzu?

Auron se mordió el labio inferior, dudando en responder.

- Esta dando frutos, lo veras en las elecciones de mañana - Aseguro el Auron.

- Entonces ahí te veo - Respondió sin antes avanzar a su casa. Una mano en su hombro lo detuvo.

- Antes que te vallas ¿Has visto a Lolito?

- No, pero me encontre a Luzu con Fargan por las cosechas. A lo mejor y Fargan sepa.

- Gracias - Respondio Auron con una sonrisa, antes de darse la vuelta y marcharse.

Vegetta continuo con su camino, necesitaba practicar, los hechizos últimamente le salían de maravilla.

Camino a casa, saludando a los pueblerinos a su pasa.

Reluciendo su anillo de compromiso.

 

- ¡¿Como cojones te vas a ir ahora?! - Grito Vegetta a Lolito, las elecciones habian sido un exito para el pelirrojo pues habia ganado tras una traición de Auron por Luzu.

Karmaland no sabia nada de Luzu ni Auron desde hace un par de dias.

- ¡Necesito buscar a mangel, coño! - Respondio Lolito, frustrado. Mangel se habia marchado hace dias de Karmaland y su enamorado queria ir tras el.

Lolito lanzo un jarrón hacia la pared de la Casa Blanca.

Vegetta con un chasquido reparo el jarro con magia.

- No Lolito, te comprometiste con ser alcalde. Cumple tu deber - Demandó el pelinegro.

Vegetta se interpuso entre la puerta y Lolito.

Los ojos de Lolito temblaron.

- ¡Se supone que soy superior a ti! Apártate de mi camino pueblerino - Los ojos amargos de Lolito lo veían desafiándole en cada movimiento que hacia.

Vegetta mordió su lengua para no escupir insultos que no llevarían a ningun sitio, se aparto del camino. Lolito cruzo la puerta de la Casa Blanca hacia el bosque.

Lo ultimo que vio Vegetta de Lolito fue su larga cabellera de fuego fugándose al bosque.

 

- Madre mia lo que esta pasando con Auron y Luzu - Opino Rubius, se encontraba en su regazo observando el atardecer en una montaña.

- Si, Luzu esta desenfrenado - Suspiro - Escuché que Auron abandono el pueblo esta mañana ¿Es cierto?

- No tengo idea, no eh hablado con nadie. Estoy demasiado ocupado organizando nuestra boda - Dijo Rubius con una grande sonrisa, presumiendo el hermoso anillo que se encontraba en su mano - Puro drama con esos chicos.

Vegetta sonrió enternecido, apartando la vista de su amante hacia el amanecer.

Mañana seria el gran dia de la boda.

 

La boda era secreta, entre comillas ya que los únicos invitados eran algunos pueblerinos y por supuesto sus amigos más cercanos.

Vegetta trago saliva al ver a los invitados, no se encontraban Mangel, Willy, Auron y por Supuesto Lolito.

Sintio un pinchazo en el corazon al no ver a Willy, su amigo mas cercano. Últimamente se habian distanciado.

Estaba nervioso, pero nada podia salir mal. Ambos habian firmado los papeles de casamiento un dia antes de la boda en la iglesia.

- ¡Mira que llega la novia! - Aviso Luzu la persona que los iba a casar.

Vegetta al mirar a Rubius aseguro que sus ojos brillaron, al observarlo con un vestido esponjado blanco y una cabellera rosa que hacia resaltar su pálida piel, con una figura increíble y por supuesto esos ojos avellana que tanto le encantaban.

Una sonrisa tímida aparecio en los labios del pelirosa.

Llego al altar y tomo la mano de Vegetta, sentia su corazon salir de su propio pecho. Podia asegurar que amaba a Rubius mas que cualquier otra persona en su vida.

Las personas de su alrededor gritaban de emoción y las rosas eran aventadas al aire.

¡Al fin el gran hechicero Vegetta y el inefable guerrero Rubius se casarían tras años de su relación!

- Estas bella - Susurro Vegetta.

- Gracias, tu tampoco estas nada mal - Contesto Rubius con un sonrojo notable.

El discurso de Luzu empezo y la atencion de Vegetta solamente la tenia su amante.

- Ruben Doblas ¿Tomas a Samuel como tu legitimo esposo, en el amor y en la enfermedad hasta que la muerte os separaré? - Pregunto Luzu.

Rubius trago saliva, forzando una sonrisa insegura que a los ojos de Vegetta parecía segura.

- Si, acepto.

Vegetta soltó una risita nerviosa.

- Samuel del Luque ¿Tomas a Ruben Doblas como tu legitimo esposo en el amor y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?

- Si, lo acepto.

- ¡Yo los declaro esposos! Puedes besar al novio.

La mano de Samuel bajó hacia la cintura de Ruben para atraerlo y besarlo suavemente, el castaño respondió dulcemente, sediento como si fuera el ultimo beso que ambos compartieran cariñosamente.

Los invitados explotaron en aplausos y rosas eran aventadas hacia los novios, la sonrisa de Vegetta no podia ser mas grande. Los dos se apartaron, quedando expectantes, pues el ruido de alegría en la iglesia era conmovedor.

Ruben trago saliva fuertemente, sus manos se encontraban nerviosas, su garganta seca y sus piernas temblaban. Estaba seguro que sus ojos se encontraban cristalinos.

- ¡Quiero anunciar algo en esta iglesia! - Aviso Rubius.

Los aplausos cesaron quedando confundidos al igual que Vegetta quien le miraba enbobado.

- ¡Pido el divorcio! - Exigió Rubius.

Los aplausos se apagaron y los ojos de Vegetta se agrandaron.

- ¿Cómo? - Pregunto confundido Vegetta.

Ruben no levanto la vista para observar la traición en los ojos de su ex amante.

El alma de Vegetta se había escapado de su cuerpo.

 

La magia que últimamente recorría la llema de sus dedos era mas fuerte, sentia la intensidad cada vez que provocaba los hechizos.

Sin duda su magia se encontraba ligada a sus emociones. La esfera en sus manos tomo un tono morado fuego cuando escucho la puerta atras de su espalda abrirse.

Era WillyRex.

- ¿Nostalgico? Hace tiempo no visitabas este despacho - Señalo el peliblanco, pues tenia razón. No habia visitado el orfanato en bastante tiempo.

Vegetta no respondio.

Willy suspiró y avanzó con pasos lentos, mientras observaba las paredes carcomidas y los muebles dañados. Siempre comparo este lugar a un agujero de rata.

- Alexby y Fargan se marcharon - El pesar en la voz del oji verde se hacia notar - Alexby fue a unos templos para conocer mas de los dioses y Fargan se marcho a un pueblo un poco lejos de aqui.

Vegetta bajo la mirada, se dio vuelta lentamente quedando cara a cara de Willy.

- ¿Hace cuanto se fueron?

- dos semanas.

- No se despidieron - El tono de voz de Vegetta era brusco.

- Lo se, Merlon me aviso, me dijo que quería hablar contigo.

Que se joda Merlon penso Vegetta.

- No fuiste a mi boda Willy.

El oji verde bajo la mirada, apenado.

- No pude, Merlon me mando a una misión

- Tu misión era después de la boda, lo se por que yo mismo se lo pedí a Merlon.

- ¿Para que queria que fuera? ¿Para verte casarte con un gillipollas?

- Se supone que tú tuviste que estar para mi, ¡Yo siempre eh estado para ti! - Grito Vegetta, Willy dio unos pasos hacia atras.

- ¡Nunca has estado para mi! ¡No mientas Samuel! - Contraatacó Willy - ¡Yo te dije, coño te dije que no te casaras con el!

- ¡El es el amor de mi vida! - Los ojos del pelinegro se cristalizaron.

- ¿Entonces por que te dejo? - Susurro el orbes verde - El amor de tu vida jamas te dejaría.

Vegetta no respondio.

- Tu lo sabes Samuel - Señalo con un hilo de voz - Sabes que tu eres todo para mi ¡Carajo! Todo el puñetero pueblo sabe que te amo - Vegetta hizo una mueca de dolor - ¿Y sabes que es lo peor? Que tu también lo sabes - La voz del peliblanco se quebró - Yo no iba a soportar el amor de mi vida casarse con alguien mas, ya no mas.

- Willy yo no te correspondo. No de esa forma - Para el pelinegro le era imposible levantar la vista hacia Willy.

- Lo se, pero si tu y yo dejáramos Karmaland como todos los demás. Para cumplir nuestro sueño quizá y solo quizás podríamos estar el uno para el otro.

Vegetta dudo.

- ¿Nuestro sueño? - Cuestiono el pelinegro.

- Buscar el libro de Cuerdas - Sonrió - Nuestro sueño de siempre.

- ¿El libro de cuerdas? ¿Dejar Karmaland? ¿Te estas escuchando Willy?

La sonrisa del peliblanco se desvaneció.

La tensión en el ambiente era pesado.

- Lo prometiste Samuel.

- Éramos niños.

Una pequeña lagrima deslizo en la mejilla de Willy.

- ¿Y qué harás? ¿Te quedarás en Karmaland mientras todos los demas se van? Yo tambien me voy, a cumplir al menos mi sueño - Recalco con una mano en su pecho.

- No puedes dejar Karmaland Willy - El pelinegro sintio un pinchazo de frustracion - ¡Se supone que eres un héroe! ¡Actúa como tal! - Demandó el mas alto.

Willy sintio un escalofrio recorrer por su espalda por culpa de la magia en la habitación, dio un paso hacia tras por precaución. Sabia de lo que era capaz Vegetta.

- No me pienso quedar en un pueblo roto Samuel. ¿Vienes conmigo?

Vegetta relamió sus labios. No se dio cuenta hasta ahora que estaba llorando al sentir la amargura de sus lagrimas.

- No.

El peliblanco suspiro.

- Bien, quédate entonces. Te aviso que me largo cuando amanezca.

La ultima vez que Samuel miro a su mejor amigo fue cuando cruzo por la puerta a perseguir secretamente el sueño de ambos.

 

La primera vez cuando salio a caminar por el pueblo observó varias casas de los pueblerinos desalojadas. Muchos se marchaban pues ya no habia heroes que los protegieran.

Camino hasta el centro del pueblo. Donde se encontraba la estatua de sus padres.

Leyó el texto abajo de la estatura {En honor a los guerreros mas fuertes de todo Karmaland}

Trago saliva.

- ¿Vegetta? Pense que te habías marchado con Willy - Dijo una voz a atras de el. Luzu.

- Yo pense que ya no habia nadie en el pueblo - Se giro para observar a Luzu, sintio un pinchazo en el pecho cuando lo miro con una mochila grande y las cosas básicas para viajar.

Luzu tambien se marcharía.

- No, todavía esta Rubius y Merlon. Ambos estan evacuando el pueblo, ayer los zombies destruyeron las cosechas y mataron varios animales. No hay comida.

- ¿A donde te diriges? - Pregunto curioso. No habia visto a Luzu desde la boda, ya no se notaba con tantas ojeras abajo de sus ojos. Aunque seguía con el semblante serio y frio.

- A un pueblo cercano de a qui - El Castaño extendió una carta a Vegetta - Fargan me envió una carta, al parecer Auron se encuentra en ese pueblo.

Vegetta observo la carta  {Tortillaland: Para mi emo favorito, Fargan}. Estaba escrito en la esquina de la carta.

- Asi que todos se fueron.

- Si, es triste que el pueblo de nuestra infancia se a dispersado. Pero asi es, son etapas - Luzu se encogió de hombros.

Mordió su lengua al no decir que Karmaland no era una etapa.

- Que te valla bien en el viaje Luzu, cuidate amigo mio.

- Lo haré Vegetta, gracias por todo - Luzu lo abrazo como un hermano - Rubius se encuentra en la montaña - Señalo el castaño antes de marcharse a otro pueblo.

La ultima vez que Vegetta abrazo a Luzu fue cuando se despidieron, cada uno tomaría caminos diferentes.

 

Después de semanas, pudo observar a su ex prometido. Viendo el atardecer observando el horizonte, mientras dibujaba en una libreta que el mismo Samuel le regalo.

Se acerco a pasos lentos y ligeros.

- Hola.

Rubius giro a su dirección, y por un instante pudo observar su sorpresa.

- Hola, no te habia visto en semanas

- Si, no eh salido mucho.

El silencio se apodero del ambiente.

El pelinegro reprimió las ganas de abrazarlo y demostrarle que todavía lo amaba, que cada fragmento de su destrozado corazon lo queria devuelta y nunca soltarlo.

Pero por otro lado queria gritarle hasta que su voz se desgarrara y demandarle una explicacion.

No hizo ninguna de las dos.

Vegetta avanzó a un lado de Rubius tomando asintio en el pasto verde.

- ¿Por que lo hiciste? - Pregunto todavía dolido el pelinegro.

Rubius suspiro.

- Lo siento.

- ¿Por que?

- Samuel, no me hagas esto por favor.

Ambos se sentian tan íntimos pero tan distantes a la vez.

Tan cerca pero tan lejos.

- Solo necesito un por que, Ruben - Su voz se quebró - Necesito la puta respuesta, quiero saber por que me abandonaste. Se suponia que teníamos todo y formaríamos una familia Ruben. ¿Por que?

- Por que no estoy preparado, t- tu hablabas de formar una familia, salir a cazar con niños y simplemente no estoy listo Vege- Samuel - La voz del castaño se quebró por completo y sus ojos se convirtieron en cristales relucientes - No quiero alianzas que me obliguen a abandonar mi libertad.

- Me lo hubieras dicho, no debimos acabar de esta forma.

- Lo siento.

- Un lo siento no soluciona todo Ruben.

- Lo se.

Ambos se quedaron en silencio varios minutos, reflexionando en lo que pudieron ser y nunca serán.

- ¿Tambien te vas? - Cambió de tema, disimulando el dolor en su voz.

- Si, se supone que iba a salir con Luzu a un pueblo para rencontrarnos con Fargan. Pero le dije que se adelantara - Explico, secándose las lagrimas con su brazo.

- Asi que te marchas...

- Si, a Tortillaland. Dicen que el pueblo es demasiado grande y que tiene varias islas, será interesante.

Samuel bufo.

- ¿Sabes que es extraño Doblas? Que te odio por completo pero te sigo amando con cada parte de mi ser ¿Tu sigues sintiendo algo por mi?

Rubius aparto la vista del atardecer anaranjado para observar con detenimiento las facciones de Vegetta.

- Siempre sentiré algo por ti.

Unos pasos interrumpieron la escena intima que ambos ex amantes compartían.

Merlon.

- Veo que ya se recupero Joven Vegetta, ¿Rubius podrías dejarnos a solas? - Pregunto Merlon.

Rubius asintio.

- Me voy Vegetta, cuidate - Y sin una despedida digna se marcho hacia colina abajo.

El corazon de Samuel se rompio en pedazos al mirar al hibrido marcharse.

- ¿Que paso Merlon?

El viejo avanzo hacia el cesped, sin sentarse todavía. Con su bastón sostenido por ambas manos, observo el amanecer con el ceño fruncido. Vegetta le hubiera gustado saber que estaba pensando su instructor.

- Karmaland ya no existe - Informo Merlon.

El peso de las palabras pronunciadas por Merlon cayeron como piedras sobre sus hombros.

¿En que momento Karmaland paso de ser un pueblo unido, donde compartió momentos increíbles a solamente ser un pueblo vacío donde los rayos del atardecer era lo unico vivo en el pueblo?

- ¿Desde que momento Karmaland se caía a pedazos? - Cuestiono el pelinegro.

Merlon reflexiono ante la pregunta.

- Karmaland nunca fue estable, solamente una estructura apunto de derrumbarse.

Estructura.

La palabra resonó en la mente del pelinegro, recordando aquel dia en que consiguió su titulo. Uno de los nombres mas conocidos entre los pueblos Vegetta.

El apodo que todo Karmaland conocía. Ya no era reconocido como el hijo de la guerrera y el hechicero. No, el era conocido por sus azañas.

Ser el redentor de la hermandad oscura, salvar el pueblo varias veces, ser sobreviviente de meteoritos, luchar con mounstros y lo que solamente el y su ex amante sabían. Ser el lobo nocturno.

La nostalgia lo golpeo.

- Ustedes eran el pilar de Karmaland - Recalco el viejo.

Vegetta cerro los ojos y estiro su cabeza hacia atras, concentrándose en el ligero viento que viajaba entre las hojas.

Decidió guardar toda esa nostalgia en una pequeña caja en lo mas remoto de su corrupta mente.

- Fue mi error alejarme del pueblo - Respondió guardando todo ese sentimiento - Fue mi error abrirle las puertas a Auron para que se uniera a la alcaldía y fue mi error alejar a Mangel de Karmaland - Se recrimino seriamente.

Los ojos de Merlon eran canicas vacías, observando sin orgullo a lo que antes era su mejor aprendiz.

- Lo mejor seria que usted Joven hechicero salga del pueblo, las casas abandonadas podrían atraer a saqueadores.

La sola idea de dejar Karmaland era un golpe de realidad.

- Pienso marcharme al amanecer - Informo Merlon.

Vegetta volteo con los ojos sorprendidos para observar a un Merlon sin ninguna emoción, recorrió el rostro del viejo, intentando decifrar una debilidad. Algo que delatara que no se iba y que aun habia esperanzas para que llamaran a los heroes hacia Karmaland y todo empezara de nuevo.

Solo queria cumplir un deseo.

No sabia en que momento todo se derrumbo, fue demasiado rápido.

- ¿Entonces no hay otra opción? - Pregunto la misma voz de Vegetta, el tono era neutro. Ninguna emoción estaba a flote imitando lo mas que podia a su mentor. Rogaba en su interior que la unica persona que le quedaba en su vida no se marchara.

Como las demás, como sus amigos, vecinos, padres...

Merlon suspiro.

- Lamentó informarte joven héroe, que no la hay.

- Todos se fueron, no hay ningún héroe en el pueblo - Musitó Vegetta con un intento de aceptar la realidad pero fallo. Sus ojos nostálgicos miraban todo Karmaland a lo lejos, o lo que al menos alguna vez fue.

Mérlon tenia curiosidad que es lo que haría su aprendiz de ahora en adelante. Lo mas seguro es que fuera detrás de sus amigos hacia Tortillaland.

- ¿Cual es tu siguiente movimiento Joven Vegetta?

Vegetta quedo en blanco, lo unico que deseaba era quedarse en Karmaland. Pero esto ya no era Karmaland.

No había nada que le recordara a sus amigos ni a su vida de antes.

Levantó la mirada hacia el frente con el ceño fruncido, los rayos del sol se apagaban poco a poco ocultándose en las colinas. Lejos y distante, sin rumbo alguno.

Cayó en cuenta que necesitaba una salida del golpe de realidad en el cual estaba sumergido.

Y sabia cual podría ser.

Una la cual había rechazado poco tiempo atrás, llevándose consigo una persona importante de su vida.

- Buscar posiblemente mi única salida de aquí - Su voz era determinada - Encontrare el libro de Cuerdas.

El rostro de Merlon se transformó en confusión.

Y lo que era antes orbes vacíos sin vida alguna ahora eran esferas brillantes llenas de curiosidad.

- ¿Cuerdas? ¿Sabes donde se encuentra el libro? - Pregunto confundido y sorprendido el viejo.

- Tengo una idea donde se puede encontrar - Afirmó.

- ¿Donde?

Mordisqueó un poco su labio inferior.

- Lejos de aquí, muy lejos - Respondió apuntando el horizonte del norte.

Y por alguna razón que Vegetta no comprendía en ese momento, Merlon lo veía aterrado.

- Si este Karmaland ya no existe, entonces creare uno nuevo - Afirmó, poniéndose de pie.

El sol se había apagado por completo dejando nueves anaranjadas y una vista hermosa la cual duraría pocos segundos.

- Buena suerte en tu viaje Merlon.

Bajo la colina, dejando a un Merlon con escalofríos y ojos desorbitados.

Y esa fue la ultima vez que miro a Karmaland y a su viejo mentor.

 

Los recuerdos llegaban como luz hacia su mente, la barrera que antes bloqueaba todos aquellas recuerdos había caído en picada en su propia mente dejando escombros que desaparecían entre mas sus memorias regresaban.

Sus recuerdos se encontraban detrás de puertas que habia en una casa que al parecer el había construido tiempo atras en su vida.

Blanca y con una decoración morada.

Entre mas puestas abría, mas recuerdos desbloqueaba.

Observa su vida pasar ante sus ojos, las caídas, su desamor, la guerra o incluso su lado oscuro.

Pero las puestas se hacían mas pequeñas en cada paso que daba, sus recuerdos habian finalizado dejando un vacío en la casa.

Y por primera vez en el tiempo en que estuvo atrapado en sus recuerdo pudo sentir algo exterior, un escalofrío pasar por su columna vertebral. Cerro los ojos con fuerza.

De un momento a otro sintio su cuerpo fisico, su respiración y cada hormigueo que se encontraba en su cuerpo bajo su piel lo sentía a la perfección.

Abrió los ojos en par en par con la respiración agitada.

Su audición se recupero, siendo como un golpe mental.

Se encontraba sentado con las piernas cruzadas como sus amigos, quienes se encontraban igual de desorientados. Veía borroso cada parte de la sala.

Quackity se encontraba en el centro del circulo con sus manos en su cara y temblando de una forma brusca.

Escucho sollozos pero no pudo identificar de quien venia.

Y Vegetta supo que Karmaland estaba en peligro cuando escucho la voz de Alexby gritar por ayuda.