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Una adaptación Supercorp

Agradecer a BGJunq20, CoveiroSensei y ES_Morangopor dejarme traducir esta historia, dejo en enlace a su historia

Todos los créditos son suyos.

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- Me alegro de haberte encontrado- Kara se volvió al oír la voz de Sara. La rubia había estado caminando, pero con pasos inseguros, tambaleándose ligeramente.

- ¿Estás borracha? - preguntó sobresaltada la rubia. Era inusual ver a Sara Lance caminando así.

-Solo si estás borracha de sueño, Supergirl - Respondió la leyenda dejando escapar un bostezo -A diferencia de la chica de acero que durmió toda la noche con su mujer, su hija y mi hija decidieron hacer un desastre toda la noche en mi casa -Completó el viajero del tiempo, haciendo que los ojos de Kara se abrieran de par en par.

-¿Mi hija durmió en tu casa? -repitió la rubia en tono interrogativo, dividida entre la sorpresa y el susto.

-¿Lena no te lo dijo? - Preguntó la viajera sorprendida -Lena me dijo que tenías problemas para dormir después de enfrentarte a Parallax y por eso, sugerí dejar que Lori se quedara a dormir y que Lauren y ella hicieran la mejor fiesta de pijamas. No dormí nada porque Ava estaba ocupada intentando poner orden en la Agencia, ahora que podemos ordenar las cosas....

-Espera, espera -preguntó la rubia, confusa -¿Tengo una hija con Lena Luthor? ¿Una hija llamada Lori que durmió en tu casa con tu hija?

-¿Estás bien, Kara? -preguntó Sara, mirando fijamente a Kara durante un segundo -¿Qué año es? - Preguntó, sorprendida al ver el traje de Kara. Era sutil, pero había algunas diferencias.

-Es 2021 -replicó Kara, observando a Sara tragar en seco.

-¿No es 2026? -preguntó la heroína del tiempo.

-No -respondió Kara, confirmándolo.

-Mierda -refunfuñó -Tengo que irme. -Y salió corriendo.

-De ninguna manera, Sara Lance -respondió Kara, volando y aterrizando delante de Sara.

-No es el verano de 2026, ¿verdad?

-No, estamos en el verano de 2021, no estoy casada, Lena es mi mejor amiga y tú no tienes una hija y yo tampoco -aclaró Kara.

-Técnicamente, estoy embarazada este verano y Lauren nacerá pronto -corrigió Sara -Y Lori querrá a Lauren y pasarán el verano en el campamento que Lena está fundando para los hijos de los supers -Aclaró dejando a Kara aún más confusa.

-Lena es mi mejor, Sara -Afirmó la rubia, echando de menos el suelo bajo sus pies y no tenía nada que ver con sus poderes.

-Entonces... -Sara miró en todas direcciones..

-Ella no me mira... así -afirmó Kara, en negación.

-Lo descubrirás por ti misma.

-Ni se te ocurra huir, Sara Lance -gritó Kara -Puedes sentarte y contármelo todo.

-No puedo dar spoilers de tu futuro y si no llevo a tu hija -se interrumpió Sara, sobresaltada por la mirada de Kara -Quiero decir, a la hija de Kara de 2026 a casa, Lena Luthor-Zor-El me va a arrancar la piel y Ava seguro que cauteriza después porque llegaré tarde a cenar con ella y Lauren.

Y así como apareció, Sara desapareció, transportada por una tecnología aún no inventada en aquella época.

Kara miró fijamente al vacío donde el viajero del tiempo había estado de pie hacía sólo unos minutos. Ese día se había despertado y había mirado al sol, había estirado el cuerpo y pensado que sería un día hermoso. Era el primer día de verano, pero ahora tenía que enfrentarse a la información de que en el futuro tendría una hija con Lena. La misma Lena que era su mejor amiga y que, en unas horas, quedaría con ella para ir al concierto más esperado de su vida.

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La conversación con Sara fue tan confusa que Kara se pasó el resto del día preguntándose si no habría sido fruto de alguna alucinación. No tenía sentido. No era posible, ¿verdad? Claro, podría recurrir a otros medios para averiguarlo. Barry, o tal vez Brainy sabía algo. Pero haría un papel ridículo, ¿no? Por mala suerte para ella, era fin de semana y ni siquiera tenía su trabajo para distraerse, ni llamadas para Supergirl. Maldita la época en que la ciudad tenía más esperanza y confianza con sus discursos alentadores. Lo único que le quedaba era darle vueltas a aquella historia en espiral dentro de su propia mente, casi hasta el momento en que Lena quedó en pasar por ella. Si Kara se cambió de ropa tres veces y se arregló un poco más de lo previsto para ir a un concierto con Lena, no había testigos que lo demostraran.

-¡Lena! -La rubia sorprendió a la otra mujer en cuanto oyó el primer golpe en la puerta, visiblemente agitada y ansiosa.

-Hola, Kara. ¿Todo bien? -Lena arqueó una ceja y Kara casi sintió que se derretía.

-¡Sí! - La respuesta salió demasiado alta para quien quisiera sonar convincente -¡Todo va genial! ¿Por qué no iba a serlo? Hoy vamos a ver el concierto de Taylor desde el balcón, y es uno de los mejores regalos que me han hecho. Por supuesto, también estuvo la vez que compraste CatCo, que fue muy genial... - Divagó un poco, pero pronto la morena le tocó el brazo, devolviéndola a la tierra de nuevo.

-Está bien, cariño. Entiendo tu emoción, pero ¿podemos irnos? Quizá podamos entrar en el vestuario y hacernos una foto si llegamos a tiempo...

-¿En serio? -preguntó Kara, sorprendida, tomando ya su bolso, su abrigo y saliendo por la puerta tan deprisa que casi deja atrás a Lena, riéndose, cuando ya estaba en la puerta del ascensor, pulsando el botón una y otra vez.

-Pues sí. Tengo algunos contactos, pero ni siquiera un Luthor es capaz de un milagro.

Los ojos de Kara se abrieron de par en par al darse cuenta de que Lena hablaba muy en serio sobre la posibilidad de la foto.

-Vamos, ¡estúpido ascensor!

{...}

Kara ya debería haber aprendido a nunca dudar de una Luthor. Cuando Lena prometió que éste sería uno de los mejores veranos de sus vidas, no bromeaba.

De momento, Kara intentaba contener su propia emoción mientras entraba en el camerino de Taylor Swift. Sólo sería una foto y un autógrafo, pero ya era increíble, igualmente.

- ¿Lista? - preguntó Lena, observando a Kara con una sonrisa en la cara.

- Lista - confirmó Kara, emocionada y ansiosa.

Lena agarró a Kara de la mano y empezó a caminar por el pasillo que las llevaría al camerino, sin darse cuenta de que la rubia se había sentido afectada por el repentino contacto.

La mano de Lena era cálida y su piel suave. El agarre, firme, pero permitiendo que Kara pudiera recuperar la mano en cualquier momento. No había el sudor que Kara imaginaba que habría en su propia mano. Lena no tiraba de ella, sólo la guiaba. No era imperativo, sólo era... cariñoso, concluyó la rubia perdida en sus pensamientos cuando sintió que Lena se detenía.

Y entonces le llegó el sonido de maquilladores, estilistas, productores y todos los demás profesionales que rodeaban a la superfamosa minutos antes del espectáculo. Kara necesitaba concentrarse en algo que no fuera la ausencia de la mano de Lena entre las suyas.

- Hola, Lena, ¿verdad? - preguntó la estrella del pop al acercarse.

- Esa soy yo y esa es mi amiga Kara - Presentó la morena, tras saludar a la estrella del pop.

- Desgraciadamente ya llegamos tarde - Habló Taylor, viendo que todos se movían apresuradamente a su alrededor - Y de todas formas sólo habrá tiempo para una foto - Dijo en tono de disculpa - Pero hay mucha gente ahí fuera esperándome y no quiero decepcionarte.

- Claro que lo entendemos -Lena sonrió, comprensiva.

- Yo en medio - dijo Kara, un poco fuerte, cuando Taylor fue a abrazar a la morena para que se hicieran la foto - Es mi regalo, me pongo en medio de mis dos personas favoritas - Intentó arreglarlo, pero sonrojándose un poco y dejando que su famoso puchero se hiciera presente.

- Bien -afirmó la estrella del pop, haciendo sitio para que Kara se colocara entre Lena y ella.

Lena tomó su móvil y se dejó abrazar por Kara, sonrieron y se hicieron unas selfies.

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Lena pensó que el nerviosismo de Kara se debía al concierto, y que quizá después de ver a Taylor Swift en persona, hacerse fotos y todo eso, se le pasaría la ansiedad. Pero ahí estaba, viendo cómo Kara devoraba todos los bocadillos que ofrecía el camarero como si no hubiera un mañana. Y admitámoslo, ni siquiera eran tan buenos. A la gente no suele importarle mucho la comida cuando está borracha. Pronto quedaron muy lejos del nivel de calidad de los adorados potstickers o las pizzas favoritas de Kara. Pero la rubia pasó los primeros minutos con la boca tan llena que apenas se paraba a respirar, o a balbucear, como Lena sabía que ocurría cuando su mejor amiga estaba demasiado emocionada. Entonces se le ocurrió una idea excelente.

El whisky era su mejor opción cuando necesitaba relajarse un poco. ¿Podría conseguir unos tragos de alcohol alienígena con unos dólares más de propina al camarero? Kara ni siquiera se dio cuenta de que su compañera susurraba al hombre que les servía, tan inmersa estaba en sus propios y confusos pensamientos. Sólo lo vio cuando, minutos después, Lena le tendió un vaso que contenía un líquido azul brillante que, sin duda, no era de origen terrenal. Ella lo aceptó, pero con un claro signo de interrogación en el rostro.

- Esta es una noche para relajarse, cariño- explicó Lena, con una sonrisa radiante en la cara. Por cierto, ¿su sonrisa fue siempre tan brillante o fue el efecto de la iluminación del escenario? - Has sido un manojo de nervios desde que salimos de casa. No te preocupes, J'onn sabe que estamos fuera esta noche y se ocupará de cualquier emergencia- argumentó la Luthor, pensando que Kara podría negarse a beber por culpa de la capa.

- Uf, gracias- respondió Kara en voz baja. Incluso tenía miedo de decir más y acabar estorbando y diciendo algo que no debía.

Como de costumbre, las suposiciones de Lena eran correctas, al menos en parte. Al final del primer vaso, Kara parecía más relajada y su energía menos agitada. Incluso cantaba y bailaba todas las canciones, a veces llevando a su amiga con ella. Y la Luthor sólo aceptaba porque estaban solas en ese espacio.

- Me alegro de que lo disfrutes. Me alegro de que hayas podido soltarte un poco. Estabas muy tensa, actuando un poco extraño. Casi pensé que no era buena idea traerte aquí -dijo Lena tras unos minutos contemplando la emoción de la rubia por el espectáculo. No lo negaría, le inflaba un poco el ego saber que era capaz de proporcionar momentos tan felices a su persona favorita en el mundo.

- ¡Oh, no, Lee! - Kara volvió a hablar, un poco demasiado alto - Esto es lo único que puede distraerme hoy - Murmuró y se arrepintió en cuanto vio que el semblante de la morena se tornaba preocupado.

- ¿Por qué, cariño? ¿Qué ha pasado hoy? - Lena se acercó un poco más a ella, sus hermosos ojos verdes se centraron en el rostro de la rubia, dispuesta a captar algo que la ayudara a entender qué le pasaba a su mejor amiga.

- Hmm, nada - Pero la Danvers se dio cuenta de que había dicho demasiado. Y existía la promesa de "no más mentiras" entre ellas, así que la mejor alternativa era intentar huir. Entre otras cosas porque, bajo la influencia del alcohol alienígena, difícilmente sería capaz de formular una mentira convincente.

- Kara - la Luthor le llamó la atención, sujetándole suavemente la cara con ambas manos. Esas dos manos tan suaves, cálidas y cariñosas... Pero Lena siguió hablando. A Kara le costó algún esfuerzo centrar su atención en la voz que salía de aquella boca, aquellos labios bien dibujados por el llamativo carmín... Vale, mala idea - Sabes que puedes contarme lo que sea, estoy aquí para lo que necesites - Lena tiró de ella para que se sentara un poco en los sillones y la música y la voz de Taylor siguieron sonando de fondo.

- Sí, lo sé. Es que... creo que fue un accidente. Ni siquiera debería saberlo. Y cuanto más pienso en ello, más me parece una alucinación en mi cabeza. Pero hace tanto tiempo que me libré de las alucinaciones después de la Zona Fantasma... Y Sara desapareció de la nada, tal y como apareció - La heroína, con cero control sobre su propia boca, sólo necesitaba un pequeño incentivo para divagar sin control.

- Oye, cálmate, Kar. Lo que dices no tiene sentido - La morena intentó tranquilizarla - Respira, ¿vale? Y empieza desde el principio, despacio por favor. Sea lo que sea, te ayudaré y lo afrontaremos juntas, ¿si? - Estaba visiblemente preocupada. Kara era una kriptoniana acostumbrada a enfrentarse a los mayores villanos, a los mayores desafíos, incluso al fin del multiverso, ¡por Dios! Eso tenía que ser grave para dejarla tan inquieta - Ahora, dijiste Sara. ¿Supongo que es Sara Lance, líder de las Leyendas?

- Hm, sí, más como co-capitana ahora, junto con su esposa, por lo que he oído. ¡Sólo que una Sara de 2026! Se acercó, me hizo el mayor spoiler de mi vida y se fue. Ahora no sé qué hacer con esa información.

- Vale, Kara, ¿te va a pasar algo malo? ¿Cómo esa predicción de Flash antes de la Crisis? Porque si es así, podemos evitarlo -Lena se levantó de repente y empezó a pasearse frenéticamente por la pequeña habitación, totalmente en modo Superamiga sobreprotectora de su heroína favorita. Cuando Kara se dio cuenta de que había preocupado aún más a la mujer, se levantó y se detuvo frente a ella, provocando que también se detuviera y la mirara.

- No, nada de eso, te lo prometo - La rubia tomó la palabra y se dio cuenta de lo caótica que se había vuelto aquella conversación cuando ahora era ella la que calmaba a Lena. Vale, quizás hacer esto un poco borracha no fue la mejor idea. Ella misma se sentía aún más confusa y no podía confiar en sí misma. Pero ahora el daño ya estaba hecho.

- Entonces, ¿qué es? - preguntó Lena, ya un poco animada- ¿Qué puede ser tan importante como para ponerte así? Kara, dime, por favor, ¡me estás poniendo nerviosa! - A Lena le molestaban las evasivas de la rubia.

Un estímulo más y todo resentimiento hacia la heroína se fue por el desagüe.

- Tenemos una hija -soltó en una sola exhalación y observó cómo el rostro de Lena pasaba de estar totalmente preocupado a quedarse en blanco, congelado, procesando la información a la velocidad de una ventana vieja.

- ¿Qué? - Era todo lo que salía de tu boca

- Bueno, más bien tendremos, en el futuro... -Kara bajó la cabeza, sin tener valor para enfrentarse a la mujer que tenía delante. Sabía que sonaba absurdo, pero aún así temía la reacción de Lena.

- ¿Cómo... espera... qué? - Lena estaba en shock, pero no tenía otra forma de decirlo, así que se limitó a suspirar y esperar - ¿Quieres decir que... tú y yo... tendremos una hija... juntas... en el futuro? - Habló despacio, como si con cada palabra la información se consolidara en su cerebro y fuera interpretada lentamente - ¿Como... como... una pareja? Cómo Alex y Kelly son la madre de Esme... ¿Es eso lo que me estás diciendo? - Lena sintió que le flaqueaban las rodillas y Kara se apresuró a llevarla de vuelta a los sillones.

- Pues sí. Y me quedé tan sorprendida como tú.

- ¡Vaya! - Eso fue todo lo que dijo Lena y luego hubo largos minutos de silencio. A Kara le encantaría decir que podía leer las reacciones de su amiga, pero lo único que veía era una gran confusión de sentimientos recorriendo aquellos iris verdes. No podía decirlo con seguridad, ya que sus sentidos estaban un poco borrosos, pero al menos no había rechazo ni enfado. Fue un comienzo, ¿verdad? Y, bueno, no estaban obligados a seguir ese destino si no querían. Como dijo la propia Lena, podrían evitarlo. Aunque, ahora que el alcohol en su sistema le permitía pensar en ello con menos barreras, parecía un escenario perfecto, de sus sueños...

- Necesito un whisky - la Luthor sacó a ambos de su ensoñación.

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Cuando el sol se elevó en el cielo de National City, Lena se movió, tratando de ocultar su rostro de los incómodos rayos que caían sobre ella. Sin embargo, cuando se dio la vuelta, la morena se sobresaltó y terminó apresurándose a sentarse.

Ella seguía vestida con su ropa de la noche anterior, pero Kara no. La rubia llevaba ropa diferente, una mezcla del traje y los jeans, casi como un fallo al desactivarlo.

La manta que la mantenía caliente era en realidad la capa de la rubia que estaba desatada del traje.

Si el razonamiento de la morena fuera normal, seguramente estaría analizando el motivo de la combinación de ropa de esa mejor amiga.

Pero todo lo que podía pensar era en Kara contándole sobre el futuro que Sara Lance les había revelado y el lápiz labial corrido de la rubia.

- ¿Dónde estoy?- La voz ronca de Kara llegó a los oídos de la morena, haciendo que despertara de su trance y dejara de mirar sus labios perfectos. Lena miró a su alrededor y se dio cuenta de dónde estaba.

-Mi oficina, en la fundación- respondió la morena, tratando de sonar natural.

- ¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó Kara, aún sintiendo la resaca de tanto alcohol de la noche anterior. -No puedo recordar nada después de que Taylor tocó Love Story.

—Todavía recuerdas más que yo —confesó Lena— Me detuve en Seven.

-Creo que bebimos demasiado- comentó Kara, sin saber qué decir.

-Bueno, vamos a tener una hija- intentó bromear Lena -tenemos que disfrutar de nuestros años de soltería antes de que se cause el terror.

-Según mis cuentas, tenemos dos años más- dijo Kara sin pensar.

Lena se congeló de nuevo.

Kara empezó a mover las manos con nerviosismo.

- ¿Dos años? - Preguntó, tratando de confirmar si escuchó bien.

-Um... según mis cálculos, sí- declaró Kara, como si esta conversación no fuera una locura en absoluto.

-Entonces, en dos años, ¿tú y yo saldremos, nos casaremos y tendremos una hija?- Lena preguntó dudosa.

- No sé si es en ese orden -respondió Kara, no muy segura de adónde iba aquella conversación-. Sara no dio ningún detalle, sólo dijo que llegaba tarde para entregarte a Lori y desapareció cuando vio que yo no era la Kara que buscaba.

-¿Nuestra hija se va a llamar Lori?- Lena preguntó sin saber por qué estaba preguntando.

-Llamaría a nuestra hija Lori ¿y tú?- Kara preguntó como si estuviera preguntando por el clima.

-Kara, ¿realmente me estás haciendo esa pregunta?- Lena preguntó, sorprendida.

La rubia luego se dio cuenta de que estaban teniendo esa conversación, incluso antes de que hablaran sobre todos los otros pasos que deberían haber venido primero.

- Alex me necesita en el centro -intervino Kara y echó a volar, tras observar a Lena un momento y fijarse en el pelo revuelto de su amiga, el pintalabios manchado y quizá una pequeña marca en el cuello de Lena que recordaba a los intensos besos en una noche de borrachera de Taylor Swift tras enterarse de que iba a ser la madre de la hija de su mejor amiga.

- Kara... - Sin tiempo para decir nada más, la morena volvió a sentarse, observando a la rubia volar por el cielo de National City - Y el día no ha hecho más que empezar - refunfuñó, frotándose el cuello y resoplando levemente. La resaca todavía presente detrás de sus ojos y ahora, estaba Lori...

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Cuando pensaba en hablar con sus amigas, lo último que Lena Luthor esperaba era encontrarse con un traje del ejército, protectores de pecho y sosteniendo un arma pesada llena de bolitas de pintura naranja.

-Dime otra vez ¿por qué estamos aquí?- Preguntó la morena, confundida, mientras se escondía detrás de uno de los barriles que servía de caseta para protegerse.

-Ruby y sus amigos necesitaban que alguien responsable viniera y tú querías hablar con urgencia- respondió Sam. -Y no pude cancelar.

-¿Y cómo terminó Andrea aquí?- Lena preguntó, confundida.

-Soy el otro adulto responsable que cuida a los adolescentes que quieren 'matarnos'- respondió la latina, sonriendo a Sam.

- ¿Me he perdido algo?- preguntó Lena, notando las sonrisas y miradas detrás de sus lentes y casco protector.

-En realidad no, cariño- Andrea fue directa -Solo la parte dramática de nuestro comienzo de romance- se rió al ver a Sam sonrojarse.

-No fue dramática- se quejó Sam, considerando seriamente si dispararle a Andrea ahora o más tarde.

-Me diste la vuelta durante un mes, Samantha- le recordó Andrea.

-Tengo una hija adolescente- dijo Sam como si eso lo resolviera todo.

-Quién se dio cuenta de que estábamos juntas dos segundos después de nuestra primera vez, mientras comíamos panqueques en tu cocina- espetó Andrea.

-Sé que están en un momento importante, pero hay 4 adolescentes con armas cargadas durante 6 horas y me gustaría evitar recibir más disparos de los necesarios — advirtió Lena, cortándolas pero feliz por sus amigas. Sabía que se llevaban bien, pero no esperaba que fueran tan avanzados.

Sin esperar, Sam empujó a Lena hacia un montón de hojas, escondiéndolas a ambas, mientras que Andrea se escondió detrás de un árbol falso.

Esperaron a que los adolescentes se alejaran, evitando un intercambio de disparos en desventaja, antes de comenzar a hablar de nuevo.

-Entonces, ¿qué era tan urgente que viniste a un campo de paintball en lugar de estar con Kara?-preguntó Andrea. Ya tenía demasiada curiosidad para esperar más.

- Kara y yo hemos hablado hoy mismo de tener una hija llamada Lori -respondió Lena, intentando no hablar de Sara Lance y su spoiler del futuro.

-¿Cuándo empezaron a salir?- preguntó Sam, sorprendido.

-Creo que ni siquiera tuvimos un primer beso

-Así que ese chupetón en tu cuello es del color equivocado. Si fuera naranja, hasta podrías decir que era una bolita – bromeó Andrea y Lena pensó en replicar – Todavía es muy temprano para los moretones, no vendrán hasta mañana.

-No recuerdo nada después de que Taylor empezó a cantar Love Story ayer y yo empecé a beber- Confesó la morena- Me desperté en mi oficina con Kara y ella también bebió…

-Ella es Supergirl- dijo Sam como si eso fuera obvio.

-Y no es inmune al alcohol extraterrestre- respondió Lena, interrumpiendo la idea de Sam. Y ella misma le había dado alcohol a Kara. Ni siquiera podía pensar en que fuera una pretensión de la rubia.

-Aparentemente, Kara Danvers no es tan inocente como parece- bromeó Andrea nuevamente, haciendo que Lena se sonrojara. La morena misma tenía curiosidad acerca de cómo se había hecho esa marca y aún recordaba los labios manchados de Kara, como los suyos esa mañana.

-Creo que necesitan hablar- dijo Sam - y hablar de ustedes, antes que de los hijos.

-Sam tiene razón- estuvo de acuerdo Andrea. -Si me hubiera hablado acerca de ser la madre de Ruby antes de llevarme a la cama, habría salido corriendo.

Sam se limitó a reír, sacudiendo la cabeza.

Y Lena disparó, descargando su frustración en los dos adolescentes de espaldas. Necesitaba ganar este juego si quería hablar con Kara.

- Hablaré con ella - prometió Lena - Aunque todavía no sé qué decir - admitió la morena.

- ¿Qué tal comenzar con la frase: 'He estado enamorada de ti durante cinco años'? - sugirió Sam y Lena ni siquiera trató de negarlo, no cuando ya había confesado a sus dos amigas lo que sentía por la rubia.

- Y luego, recuérdale que eres Lena Luthor, la mejor mujer que esa rubia alienígena tendrá en su vida - dijo Andrea, también disparando unas veces, acompañada de Sam- Pero ahora quiero esa bandera- se rió y avanzó .

Sam y Lena simplemente se rieron y siguieron adelante, ese juego estaba resultando muy divertido.

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Había sido un día largo, pero al final Lena agradeció a Sam por llevarla al campo de paintball. Quién diría que disparar bolas de pintura era una gran distracción del lío en el que estaba en su vida, más precisamente, su relación con su mejor amiga (o posible futura madre de su hija). Estaba tan cansada que ni siquiera se molestó en asearse adecuadamente, solo se quitó la pesada ropa protectora y se fue a casa, pensando solo en su ducha caliente. Atravesó la puerta distraídamente cuando…

-Hola- La voz era familiar, pero eso no ayudó a que su cerebro la asustara menos.

-¡Kara! ¡Me asustaste!- Habló con la mano en el pecho, como si eso solo pudiera detener el latido acelerado de su corazón y mantener su corazón dentro de su caja torácica.

-Lo siento- dijo la rubia, avergonzada. Estaba sentada en el sofá de la habitación del ático, claramente esperando a que llegara Lena.- Yo... siento entrometerme. Te busqué en la Fundación, en la Torre y nada. No sabía dónde podrías estar, así que... pensé que era mejor esperar aquí.

-No tenías que…- Sus palabras decían una cosa, pero su tono decía otra. Todavía estaba molesta por la forma en que Kara la había dejado hablando consigo misma antes -¿Cuánto tiempo has estado aquí?

-No mucho- Kara ni siquiera intentó acercarse. Se limitó a observar cómo Lena dejó las llaves y el teléfono celular, se quitó las botas de combate que llevaba puestas y fue a la cocina de concepto abierto a buscar un poco de agua de la nevera. Preguntó, con una mirada extraña a la morena y Lena notó que además de las botas llenas de lodo que quedaron atrás, aún tenía suciedad y hojas pegadas en su cabello. - ¿Me he perdido algo? Podrías haberme llamado…- Kara estaba a punto de hacer un puchero, pero se contuvo, sabiendo que no estaba en su derecho.

-No, no pasó nada malo.- Se explicó a sí misma para quitarle cualquier preocupación a su “amiga”. -Sam me arrastró al paintball con Ruby y Andrea y pateamos el trasero de algunos adolescentes.- Ella sonrió al recordar. A veces sus genes Luthor se manifestaron.

-Oh- exclamó Kara, imaginando la escena -suena divertido.

-Sí, fue muy divertido- respondió Lena, luego pasaron unos momentos de incómodo silencio entre ellas. Hasta que Kara se aclaró la garganta y lo interrumpió.

-Lamento la forma en que me fui antes…

Lena se dio cuenta de que se avecinaba un aluvión de disculpas y la interrumpió. No era lo que quería escuchar. Estaba confundida y su mente objetiva quería respuestas.

- Todo bien, yo entiendo.

-No, eso fue muy grosero de mi parte. Intenté volver a la oficina pero ya te habías ido. Lo cual estuvo bien, en cierto modo —Y ahí estaba, la famosa divagación— Terminé hablando con Alex, le dije lo que dijo Sara, y ella me dio una palmada en la nuca, después de escucharme durante horas, por supuesto. Pero bueno, me hizo prometer que saldría de allí directamente para hablar contigo. Acabo de romper la orden para conseguirlo.

Kara señaló la pequeña mesa en el centro de la habitación, que Lena no había notado hasta entonces.

-¿Un ramo de plumerías y una caja de bollos irlandeses? — preguntó retóricamente, con una ceja arqueada. Kara solo asintió, porque de repente su garganta estaba extremadamente seca. -¿Se supone que esto es una disculpa?

- Bueno, sí, si tú quieres -respondió la rubia, insegura de si estaba eligiendo el enfoque adecuado-. Me gustaría hablar... de nuestro futuro, si tú también quieres -Fue casi una súplica.

Lena estudió seriamente a la mujer en su salón. Ella era, con diferencia, la persona que más amaba en su vida, sin duda alguna. Obviamente estaba dispuesta a escuchar y hacer lo que fuera necesario para mantener esa relación, sin importar las condiciones.

- Está bien. Sam me dio un consejo similar, ya sabes... Creo que podrían tener razón. Dame unos minutos. Quiero darme una ducha y estar mínimamente presentable para que podamos tener esta conversación. ¿Está bien?

Kara sonrió.

- ¡Claro!

Poco sabía Lena que Kara también aceptaría cualquier cosa que pidiera en ese momento.

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Kara esperó pacientemente, o no tanto, pero no lo admitiría. Pasaron 30 minutos antes de que Lena regresara a la habitación luciendo como una persona diferente. Pijama de seda negra, mucho más elegante que la ropa que usaba Kara para ir a trabajar y el pelo aún húmedo, que frotaba con una toalla entre las manos.

-Entonces… me tomé la libertad de pedir comida. Ya es tarde y me imagino que debes tener hambre- dijo Kara y su estómago gruñó, revelando quién tenía realmente hambre. Kara se sonrojó, pero al menos hizo reír a Lena.

-Claro, cariño-. Lena dejó caer la toalla en el respaldo de una de las sillas de la cocina y volvió su mirada hacia Kara. -Te ofrecería vino, pero creo que es prudente tener esta conversación sobrias esta vez- bromeó.

-Agua estará bien- respondió simplemente. Tenía muchas ganas de esa conversación y no quería detenerse más. Lena sirvió dos vasos y volvió a la misma habitación que la rubia, sentándose a su lado en el sofá. -Diré esto antes de que pierda los nervios, y Rao me ayude- Kara suspiró y continuó. -Lo quiero todo, Lena. Siento que hemos sido arrojadas al ojo de un huracán y cada paso de una relación se ha estropeado por completo. Pero si este spoiler sirvió de algo, fue para hace que me de cuenta de que esto es posible. No es solo un deseo reprimido que me aseguré de mantener en lo más profundo de mi pecho. Si esta hija existe en el futuro, es porque existe la posibilidad de que tú también quieras eso, y Rao, cuanto más lo pienso, más increíble me parece esta idea... Un futuro contigo - Lo soltó de una, fue como quitarse una tirita de una sola vez. Era necesario o moriría asfixiada.

- ¡Vaya! Oye, cálmate…- reflexionó Lena mientras absorbía todo lo que Kara acababa de confesar. -Kara... no lo sé. Espero que esto no sea solo porque Sara cometió un error y ahora lo sabes. Quiero decir... me preocupo demasiado por ti como para arruinar nuestra relación por un malentendido- Sí, era meticulosa en la elección de las palabras, segura de que "amistad" ya no encajaba. Luego suspiró, era hora de jugar con la verdad. Se lo debía a las dos. -La verdad es que… te amo. Y realmente, se volvió muy difícil de ignorar después de lo que me dijiste. Pero no quiero que te sientas obligado a nada. Lo entenderé completamente si…

Pero Kara la interrumpió antes de que su inseguridad la hiciera caer más profundamente en esta madriguera de autodesprecio.

- ¡No no no! ¡¿Estás bromeando?! No, Lena, por favor, nunca…- Kara se quedó sin aliento, tan preocupada por refutar los pensamientos de Lena. Así que tuvo que respirar hondo- Mira, yo también te amo, y ahora entiendo que debí permitirme sentir y decirte esto hace mucho tiempo- Sonrió, tratando de sonar lo más convincente posible- Y ahora que sabemos que estamos juntos en esto, incluso podemos olvidarnos de esto de la hija, por así decirlo. Sí, lo sé, imposible… Pero lo que quiero decir es que podemos hacerlo a nuestra manera. Citas, más citas, etc., en nuestro tiempo, sin presión- sugirió y esperó a ver qué diría Lena. Por alguna razón, ahora se sentía mucho más segura y sonreía ante la nueva posibilidad que se abría para su vida.

-Creo que suena perfecto- Lena también sonreía, pero aliviada de que todas sus inseguridades se hubieran ido por el desagüe.

Pero entonces sonó el timbre, rompiendo la burbuja que los envolvía en ese momento. Probablemente están entregando la cena.

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-Aparentemente, nuestro momento es siempre el peor posible- comentó Lena, caminando para abrir la puerta.

-No podríamos salir de todos modos- Kara observó el clima afuera, estaba lloviendo fuerte ahora.

-Las lluvias de verano, siempre vienen a refrescar las noches más calurosas- dijo Lena sin segundas intenciones, sin embargo, Kara se sonrojó.

- Hum, sí.

Cuando Lena volteó y vio a la rubia en ese estado, la morena se echó a reír.

- No quise decir... de esa manera, Kara - El intento de tranquilizar a la rubia no salió exactamente como lo había planeado, al ver la mirada que Kara le dió - Quiero decir, tomémonos nuestro tiempo, sin prisas, ¿qué te parece?

-Nuestro tiempo…- Kara repitió pensativa -Nuestro tiempo es un completo desastre- se rió.

-Pero es nuestro, Kara- sonrió la morena- y creo que la comida, una buena película en la tele sin miradas indiscretas y tu abrazo son todo lo que necesito para tener una cita perfecta.

-Sabes, si estuviéramos ahí fuera, probablemente te besaría ahora mismo- Kara suspiró.

- ¿Por qué?- Lena preguntó, sorprendida.

-Nunca he besado a nadie bajo la lluvia- respondió Kara.

-Tal vez otro día —sugirió Lena —No me gustaría mojarme el pijama —aclaró la morena.

-Quiero que nuestro primer beso sea especial…

-Creo que ya nos dimos nuestro primer beso- la interrumpió Lena, sonrojándose.

-Si no lo recuerdo, no lo cuento- dijo Kara haciendo un puchero -y quiero recordar mi último primer beso.

Lena solo miró a la rubia, también sonrojada.

-Vamos a comer -la llamó Kara, sacando a la morena de su trance.

Pero Lena le impidió abrir la primera caja, tirando de ella de la mano y abriendo la puerta del balcón, donde caía la lluvia.

- Pero…

-Es solo un pijama- dijo Lena y tomando el cuello de Kara -esto es más importante- dijo la morena y finalmente besó a Kara.

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- Sí… esta lluvia de verdad viene a refrescar – bromeó la rubia, cuando se separaron, manteniendo sólo sus frentes juntas. La mano de la rubia seguía acariciando el rostro de Lena mientras se permitían respirar. -Absolutamente, ese fue el mejor último primer beso que podría desear- Kara sonrió.

La lluvia estaba parando ahora, el aire fresco soplaba esa noche de verano. Aprovecharon el momento. Se dieron cuenta de que ahora que sus sentimientos estaban expuestos sobre la mesa, no había nada que pudiera romper su burbuja de romanticismo. Luego intercambiaron unos cuantos besos más para prolongarlo, solo deteniéndose cuando Kara se dio cuenta de que la piel blanca que estaba tocando suavemente no era piel de gallina por el contacto, sino por la tela mojada más el aire fresco que las envolvía.

-Creo que será mejor que entremos y puedas cambiarte. No queremos que nuestro primer beso se vea empañado por un resfriado —bromeó Kara.

-Solo si tú también cambias, porque planeo pasar el resto de la noche abrazándote- Lena sonrió.

Así que entraron, dejando el balcón abierto a propósito. Lena era mucho más hábil con las temperaturas suaves que con el calor de los últimos días. Para ello, separó ropa más abrigadora, una sudadera esta vez, así como una sola manta para poder compartir con la rubia a su lado.

Y finalmente disfrutaron de su comida, antes de que también se enfriara. Kara ordenó en el restaurante italiano favorito de Lena. Y podría decir que estaba sorprendida, pero sabía que su heroína siempre haría todo lo posible por ella. Incluso si lo hubieran planeado, su primera cita no podría ser más perfecta.

Después de comer el postre, se acostaron muy cómodamente en el sofá, Kara la abrazó de forma protectora, haciendo que la morena se acurrucara contra su pecho con una manta cálida y suave que contrasta con el aire de la noche. Estaban listas para ver una película.

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La lluvia comenzó a caer afuera nuevamente cuando la animación de Disney se apoderó de la pantalla en la televisión gigante de Lena.

— ¿Es romántico ver Frozen en una primera cita?- preguntó Kara, divertida.

- Somos una super y una Luthor, cariño - respondió Lena como si ese hecho lo justifica todo - Todo este hielo me está dando escalofríos - bromeó, frotándose los brazos.

-Ven aquí- llamó la rubia, abriendo los brazos. Lena se acurrucó más cerca de la rubia y Kara se inclinó, acostándose en el sofá, llevándose a Lena con ella.

La morena solo suspiró, relajándose por completo y volviendo su atención a la película.

- ¿Estás calientita?- preguntó la rubia, comprobando a Lena.

-¿Me veré como una tonta si digo que estoy calientita gracias a ti? — preguntó ella, un poco tímida.

-Prometo no decirle a nadie que Lena Luthor puede ser una tonta romántica- Kara sonrió, abrazó a Lena aún más fuerte y dando un beso en el cabello de la morena.

-Aprecio eso, Alex nunca me dejaría tranquila- le recordó Lena, sabiendo cuánto la molestaría su amiga.

-Eso es cierto, incluso más si sabes que estamos viendo Frozen en una cita- Kara estuvo de acuerdo en que su hermana la molestaría mucho si supiera los detalles de su primera cita. -Pero me alegro de que hayas aceptado. Realmente necesitamos ponernos al día con nuestro maratón de Disney.

-Una cosa más que nos perdimos cuando estábamos peleadas. Creo que es justo recompensarte. Y, debo confesar, que Elsa es mi princesa favorita.

- ¡¿Lo juras?!- Kara la miró, sorprendida.

- Sí, me identifico un poco con ella - Confesó la morena - El hielo siempre me pareció una metáfora de que se había convertido en una chica fría y alejada de la gente, incluso de su hermana, la persona que más quiere.

-Bien, pero ahora sabemos que Elsa no era fría. Ella simplemente no recibió el afecto que merecía cuando era niña, como tú- dijo Kara comprensivamente. -Ella se preocupa por el Reino más de lo que se preocupa por sí misma, al igual que tú te preocupas por todos los demás. Pero al final, creo que esta comparación todavía tiene sentido. Elsa es una princesa ruda, no solo porque tiene poderes, como tú- Kara deja otro beso en la parte superior de su cabeza, sobre su cabello negro.

-Pero Elsa aún no está casada, ni tiene hijos en la franquicia- Lena sonrió, casi desafiando a Kara a dar una buena respuesta.

- Todavía estamos en la segunda película, tal vez Disney decida lanzar una tercera… Elsa encontró a esa chica de la tribu en el bosque, incluso hay un shipp para las dos. - Kara tiró de la cara de la morena para hablar mirándola a los ojos. -Pero no importa, ahora eres mi Elsa- Funcionó, porque le arrancó una sonrisa a la mujer en sus brazos y la terminó con un rápido beso en los labios, antes de reproducir la película.

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Cuando amaneció, Kara notó que se había quedado dormida con Lena en sus brazos. Se habían sentido tan cómodas viendo películas toda la noche en los brazos de la otra que Kara ni siquiera podía decir cuándo se quedaron dormidas.

Afuera, la lluvia nocturna había cesado y el sol brillaba nuevamente.

En su mente, Kara recordó a Lena diciendo que Elsa era su princesa favorita y luego una sonrisa apareció en su rostro.

-Lee, buenos días- llamó en voz baja, viendo a Lena abrir lentamente los ojos.

-Buenos días- respondió la morena y sonrió, notando que todavía estaba en los brazos de Kara.

-Lee, ¿confías en mí?- Preguntó Kara, sin darle tiempo a la morena para procesar nada más.

-Sí- respondió la morena, sin entender del todo esa pregunta de la nada.

- Entonces ponte algo de ropa abrigada – dijo la rubia, sonriendo.

Lena pensó en objetar, pero Kara tenía una sonrisa tan brillante que no tuvo el coraje de derretir esa dulce sonrisa que tenía la rubia.

Dirigiéndose a su habitación, Lena hizo su higiene matutina y luego encontró a Kara cambiada en su sala de estar, con un abrigo grueso.

- Consíguete un abrigo más grueso, cariño – comentó la rubia, sonrojándose al darse cuenta de cómo había llamado a Lena, quien sólo llevaba un abrigo, al fin y al cabo, afuera comenzaba a hacer calor.

La morena volvió al dormitorio y agarró su abrigo de nieve. Kara sonrió, aprobándolo.

-Vamos- Y tomó a Lena en sus brazos, haciendo que la morena chillara de miedo y agarrara el cuello de la superhéroe, ocultando su rostro en la curva con el hombro de la rubia. Estaban volando.

{...}

Cuando Lena volvió a abrir los ojos, estaban en un bosque cubierto de nieve.

-Ahí mi Elsa, ahora puedes cantar a través del bosque y besarme- bromeó Kara al ver a Lena confundida.

-Kara Danvers, no existes- dijo Lena, riendo.

-Querías un felices para siempre para Elsa, pero te mereces un felices para siempre para nosotras- declaró Kara, sonando tonta y juguetona.

Lena solo rió y la besó, antes de notar que estaban en medio de un bosque con árboles altos, donde sus copas se tocaban.

La castaña respiró hondo, sintiendo el aire helado del bosque invadir sus pulmones. Estaba limpio y fresco.

-Me enamoré de la mujer más romántica del mundo- declaró Lena, tomando la mano de Kara y comenzando a caminar.

Kara sonrió, siguiendo a Lena y tarareando por lo bajo.

Lena comenzó a prestar atención a lo que cantaba Kara y fue entonces cuando reconoció la canción. Era la misma canción que Elsa había cantado en la primera película, cuando se sentía totalmente libre de ser ella misma.

- Let it go, let it go. Can't hold it back anymore. Let it go, let it go - tarareó Kara mientras Lena comenzaba a seguirlo.

- Turn away and slam the door. I don't care what they're going to say -Kara escuchó a Lena cantar más fuerte- Let the storm rage on. The cold never bothered me anyway

Tomando la mano de Lena, Kara comenzó a cantar más fuerte, las dos cantando juntas mientras caminaban por el bosque y disfrutaban de la belleza del bosque.

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Después de toda la locura que las inició, Lena se encontró en las primeras horas de la noche enviándole mensajes de texto a Kara mientras se vestía en su ático.

Estaban juntas ahora, todavía sin etiquetar, pero juntas.

Habría una noche de juegos más tarde en la casa de Alex y, por primera vez, iban a estar juntas como algo más que amigas.

 ‘¿Ansiosa por esta noche?’   Lena preguntó por el mensaje de texto que acababa de enviar. Estaba un poco ansiosa.

‘No lo creo’ Respondió Kara ‘Tengo más ganas de verte y robarte un beso’ Confesó la rubia, enviando junto a ella un emoji de cara sonrojada.

‘Roba todos los que quieras, cariño’ respondió la morena, mordiéndose el labio inferior. Al principio, tenía miedo de ser una chica pegajosa, pero tanto ella como Kara sabían que estaban viviendo la fase de luna de miel de cada inicio de relación y se permitieron la libertad de ser honestas, de disfrutar y hacer lo que quisieran.

‘El sol se ha puesto y hay una hermosa luna que empieza a aparecer en el cielo’ respondió Kara, con un emoji de gatito.

‘Me estoy preparando’ envió Lena y vio los emojis que había enviado Kara, riendo ‘La puerta del balcón está abierta’

‘¿Estás usando lápiz labial?’ preguntó Kara

‘Todavía no’ respondió Lena, sin comprender.

‘Entonces ven al balcón’ Fue la respuesta de Kara unos minutos después. Lena se limitó a bloquear su teléfono móvil y se rió, caminando hacia su balcón

Kara le sonrió a la morena y le dio un pequeño y suave beso.

Lena envolvió a Kara en su abrazo, poniéndose de puntillas para besar a la chica de sus sueños.

-Te extrañé- susurró Kara, sonriendo.

-Yo también, cariño -confesó Lena, aunque sonaba cursi. Después de todo, la noche aún estaba comenzando y se habían visto antes en el almuerzo en Noonan's.

-¿No podrías arruinar mi lápiz labial antes de irnos?- Lena preguntó con una ceja levantada, mirando a Kara.

-Sabes, arruinar el lápiz labial siempre impecable de Lena Luthor levantaría demasiadas banderas- bromeó Kara.

-Entonces, ¿hoy no vamos a ondear la bandera sobre nosotros?- Lena preguntó, confundida. Habían acordado dejarlo ir, sin etiquetas y sin presión. Pero nunca había dicho nada acerca de estar frente a sus amigos.

-En realidad, te besaré cuando me apetezca- respondió Kara sin dudarlo, apartando la sombra de preocupación que se había apoderado del rostro de Lena.

-Tu hermana me matará si te beso cuando le ganemos- Lena se rió, saltando de nuevo a los brazos de Kara para darle otro beso.

-¿Sabes que van a molestarnos toda la noche, verdad?- preguntó Kara, comprobando si Lena se sentía cómoda con todo.

-Sam y Andrea estarán allí para ayudar a Nia y Alex- le recordó Lena, suspirando un poco mientras apoyaba la frente contra el pecho de Kara.

-Estas dos son lo improbable e increíble en una pareja- bromeó Kara, abrazó a Lena y apoyó la barbilla en su cabeza mientras observaban cómo la ciudad se ralentizaba mientras caía la noche y la brisa fresca comenzaba a soplar.

-¿Y nosotros somos lo imposible y lo inevitable?- preguntó Lena, haciendo que Kara mirara.

-Somos una super y una Luthor- respondió Kara, como lo había hecho Lena antes. La morena solo se rió.

Y los dos se dejaron sentir un poco más de ese comienzo de la noche en su propia burbuja.

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Kara esperó pacientemente a que Lena terminara de arreglarse y luego decidieron ir juntas al apartamento de Alex. Ahora, con el pintalabios bien colocado, los besos se hicieron más contenidos. Lena incluso llamó a su conductor para que las llevara para no tener que preocuparse por el tráfico y tener toda su atención centrada en la rubia en sus últimos minutos a solas.

-Creo que comenzaré a usar colores más suaves, o barras de labios mate si me da la oportunidad de besarte apropiadamente.- La morena suspiró, falsamente abatida después de otro intercambio de besos en el asiento trasero del auto.

- ¡De ningún modo! — Kara casi se puso nerviosa solo para probar su punto — El lápiz labial fuerte es tu marca registrada, y es muy sexy, debo decir — La rubia se sonrojó ante la confesión — Creo que el mate resolvería ese problema — Una pequeña sonrisa se escapó de la esquina de su boca. .

-¡¿Sexy, eh?!- Lena arqueó la ceja a propósito -Anotado.

-¡Lenaaa, te estás burlando de mí!- Y el puchero volvió a la velocidad de la luz.

-Tú eres quien lo empezó, cariño. Pensé que ya habías entendido que molestar a un Luthor siempre es un riesgo.- Sonrió con picardía, sin siquiera tratar de ocultarlo, antes de darle a su chica un casto beso más.

Kara permaneció en silencio el resto del camino, sabiendo que caería fácilmente en las burlas y sería muy difícil mantener intacto ese lápiz labial en los labios de la morena. Por suerte para ella, ya casi llegaban.

{...}

Al salir del ascensor, intercambiaron una mirada de complicidad y Kara tomó la mano de Lena con confianza. Habían acordado que no se privarían de nada de lo que quisieran hacer.

Alex las recibió en la puerta y pasaron, todavía de la mano como una fuente de apoyo silencioso. Así que simplemente dejan que la información sea absorbida poco a poco por su grupo de amigos. Vieron la boca abierta de Nia, la mirada inquisitiva en los ojos de Alex, que conocía el comienzo de esa historia pero no estaba al día. Así como la sonrisa de complicidad de Sam y Andrea, la sonrisa comprensiva de Kelly con aire de saber lo que estaba pasando desde hace mucho tiempo, y así sucesivamente. Comenzaron los susurros y ellas se limitaron a servirse un poco de vino y se sentaron en sus asientos, como cualquier otra noche normal, esperando quién sería el primero en ceder a la curiosidad y hablar.

-Está bien, ¿realmente vamos a pretender que no estamos viendo lo que está pasando justo en frente de nosotros?- Alex, la más impaciente, fue la primera en dejarse llevar por el impulso alimentado por la curiosidad, haciendo que la pareja más nueva solo se riera, pero aun así no respondiera.

-No iba a decir nada, pero como Alex abrió esa puerta… ¿De verdad van a torturarnos sin decirnos cómo sucedió?- preguntó Nia, emocionada y eufórica.

-Nia, mi pequeña aprendiz, ¿o debería decir chismosa de nacimiento? Sabía que su curiosidad no me decepcionaría- bromeó Kara con su colega.

-Alex, realmente espero no tener que enfrentar tu enojo porque estoy con tu hermana pequeña- murmuró Lena detrás de su copa, pero lo suficientemente alto para que los demás también lo escucharan. No le tenía miedo a Alex, era una clara provocación.

- Está bien, deja de molestarlos, curiosa - los interrumpió Sam - Les tomó mucho tiempo para esto y ahora, déjenlos disfrutar en paz. Ninguno de nosotros se vio obligado a declarar abiertamente que estábamos saliendo antes de estar listos.

Lena y Kara estaban sentadas juntas en el sofá, con la rubia abrazando a la morena por los hombros, quien tenía su rostro contra el hombro de Kara.

-Puedes esperar unos días para que Lena invite a salir a Kara- soltó Andrea, riéndose de su amiga sonrojada y viendo a Supergirl jadear.

-Apuesto a que Kara pregunta primero- dijo Nia, defendiendo a su mentor.

Kara solo se rió y Lena besó la mejilla de Kara.

-En nuestro tiempo, ¿verdad? - preguntó Lena al ver a Kara asentir y darle un tímido beso, provocando las más diversas reacciones entre sus amigas.

-Por fin -dijo Alex y tocó su copa con la de Sam, haciendo reír a la Luthor y rodar los ojos, acercándose a ellos, sintiendo esa atmósfera de paz y tranquilidad que tanto soñaban después de todo lo vivido.

Kara sonrió al ver a Lena junto a su hermana y Sam.

-Cuídala bien, Danvers- dijo Andrea, -se merece sonreír así todos los días.

-Yo me encargaré de eso- prometió Kara y tocó su propio vaso a Andrea, los dos sellando un acuerdo silencioso.

-Entonces, ¿empezamos los juegos?- preguntó Kelly, recordándoles por qué estaban todos ahí.

-Ven, mi pareja- llamó Kara, tomando la mano de Lena y colocándola a su lado nuevamente, volviendo a su posición acurrucada en el sofá de dos plazas en la casa de Alex.

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La noche de juegos transcurrió mucho más tranquila y agradable, para el crédito de Sam. Y así, sin grandes alardes, pudieron disfrutar por primera vez del momento con amigos en pareja. Y, como si estuvieran aún más conectados que antes, ganaron varios combates e intercambiaron algunos besos en celebración. Envuelta en esa burbuja intocable, cuando llegó el momento de irse, Kara sugirió que se fueran volando, ya que la morena había enviado a casa al conductor.

La noche era hermosa y la heroína estaba deseando volver a casa, estar a solas con su chica y poder por fin difuminar ese labial. Lena puso los ojos en blanco ante la propuesta, pero aceptó con gusto. Después de todo, viajar en los brazos de la rubia no era un sacrificio. Pero durante el vuelo, bajo el cielo despejado que aclaraba las luces brillantes de las estrellas y la luna creciente, Kara se dio cuenta de que nunca había tenido la oportunidad de mostrarle a Lena la belleza de la noche vista desde otro ángulo. Sus vuelos siempre fueron apresurados, simplemente transportándose de un punto de la ciudad a otro durante una misión, o salvando a Lena de otro ataque. Pero esta noche sería diferente. Tuvo la oportunidad de hacer algo diferente con ella.

-Lena- llamó la heroína, mientras desaceleró su vuelo, rescatando del fondo de su mente algo que Kal le había dicho una vez que había hecho con Lois cuando todavía eran novios. La morena apartó la cara del hueco de su cuello para mirarla a los ojos — Quería mostrarte algo, ¿de acuerdo? - Preguntó y Lena asintió - No te preocupes, te estoy sosteniendo. Con cuidado, ¿puedes pisarme las botas?

Lena la miró con suspicacia pero hizo lo que le pedía, aunque no pudo evitar que las mariposas en su estómago se movieran en el aire. Pero confiaba plenamente en la seguridad de los brazos de Kara a su alrededor, que rápidamente se apoderaron de su cintura con fuerza.

Kara comenzó a subir lentamente con Lena, hasta la parte superior de los edificios para que las luces de la ciudad no eclipsaran la iluminación natural de la noche. La rubia se tomó estos segundos admirando los rasgos de la morena y sus reacciones, perdida en esos ojos verdes que lograban ser aún más hermosos que las luces de la noche. Vio la sonrisa del otro en cámara lenta.

- Sabes, creo que es una de las cosas más hermosas que alguien ha hecho por mí - dijo Lena, mirando perdida en su entorno - Pero no tienes que hacer algo especial para impresionarme todos los días.

-Créeme, esto no es ningún esfuerzo. Yo solo… Bueno, tal vez me inspiro en tu presencia, en nuestro nuevo estatus, poder besarte y tocarte todo el tiempo… - Explicó ella - Así que veo o pienso en algo hermoso y quiero compartirlo contigo. - sonrió, muy complacida de poder demostrar todo lo que sentía por Lena, ya sea con actos grandes o pequeños.

-Estás creando un monstruo mal acostumbrandome de esta manera.

- ¿Crees?- Kara bromeó -Bien, no me importa apoyar a este monstruo. Tengo toda mi vida para dedicarme a esto.

- ¡Tonta!

Y ese pequeño descanso en el vuelo valió totalmente la pena cuando Lena le devolvió un apasionado beso. Kara definitivamente repetiría esto todos los días si esa fuera la recompensa.

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Cuando Sara apareció frente a ella apresuradamente, un poco desesperada por devolverle a su hija, Kara no esperaba que llegara el mayor spoiler de su vida.

La Leyenda ni siquiera se había dado cuenta de que ella estaba en el año equivocado y por eso salió a hablar con ella y entregarle todo.

Kara se rió pensando en el destino. El mismo destino que entrelazó su camino con Lena, hizo que perdiera la llegada de Kal-El a la Tierra y también la hizo ir a los Danvers en lugar de quedarse en Metrópolis.

Fue con ese pensamiento en mente que Kara volvió a escribir en su computadora, después de ver el movimiento en la sala de redacción de CatCo. Ahora que era jefa de redacción, la rubia sentía que su trabajo había aumentado, pero tampoco podía quejarse. Sentía que estaba construyendo un legado con Cat, un legado que tendría su rostro, su manera, su marca.

Y fue solo cuando el sol comenzó a ponerse que la rubia levantó la cabeza de lo que había estado escribiendo y la sonrisa que se apoderó de su rostro iluminó la habitación.

-Lee- la rubia se levantó y corrió a abrazar a la morena entrando a su oficina.

- Vine a traer la cena, cariño- reveló la morena, mostrando la bolsa que llevaba - Traje tu favorito.

-Eres la mejor- se rió Kara, abrazando a la morena.

-Hiciste tanto esto por mí, pensé... Debería cuidar más a mi chica- espetó Lena, viendo a la rubia sonreír para sí misma.

- Tu chica está muy feliz con esta visita sorpresa y todo este cariño - Y Kara la besó

-¿Cómo estuvo tu día?

-Sólo estoy haciendo algunas historias y tratando de no ser parcial en las historias sobre ti- admitió Kara, encantada con Lena. La rubia se preguntó si sería así para siempre, Lena hipnotizándola cada vez que estaban juntas.

-¿Me llamaron la dama de hielo esta vez? ¿Luthor lunática? ¿O la oveja negra?- preguntó Lena, recordando algunas de las historias más perversas sobre sí misma.

— ¿Dama de hielo? ¿Quién, tú? ¿La mujer más caliente que he conocido?- Kara la miró confundida. Lena le había traído comida, la abrazó con cariño, siempre atesoró su bienestar. Lo último que Kara podía decir sobre Lena era que era una mujer fría.

— Caliente, ¿eh?- preguntó Lena, su voz llena de otras intenciones y divertida al mismo tiempo.

-Eres despiadada en los negocios- respondió Kara, tratando de alejarse de la sonrisa satisfecha que recibió de Lena, -pero conmigo, eres una verdadera romántica, Lena Luthor.

-Soy sexy, Kara Danvers- respondió la morena.

-Sexy, caliente, muy caliente, pero también tonta, romántica, linda, cariñosa- dijo Kara y fue el turno de Lena de sonrojarse, prefiriendo robarle un beso a Kara en lugar de tratar de responder.

- Caliente ¿eh?- Lena bromeó de nuevo.

-Lee- refunfuñó Kara, escondiendo su rostro en el hombro de Lena, respirando el aroma de su cabello.

-Vamos a comer, cariño, antes de que se enfríe- Lena pensó que sería mejor aligerar un poco el estado de ánimo, o no sería capaz de evitar una escena y esas paredes de vidrio detrás de ella no invitaran a lo que tenía en mente.

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Después de una cena un poco más tranquila en la oficina, ya que todavía había algunos empleados dando vueltas, Kara apenas puede concentrarse en otra cosa ahora que Lena está presente. Así que terminó su día de trabajo y se fueron a casa juntas.

Esta vez se eligió el loft de la heroína, pero lo cierto es que no se habían separado desde aquel beso en el balcón. Terminaron pasando las noches juntas casi sin darse cuenta ni hablar de ello. Esta noche no sería diferente. Como ya habían comido, solo faltaba que se dieran un relajante baño caliente y se pusieran ropa cómoda. Tal vez charlar un poco, tomar una copa o dos de vino, ver una película antes de acostarse. Su rutina había estado cambiando entre estas opciones durante los últimos días.

Resulta que, casualmente o no, cuando Kara salió del baño, con el pijama puesto y aún secándose el cabello, la imagen que encontró fue la de Lena vestida nada más que con una bata transparente, con una pierna sobre la cama, aplicándose crema hidratante distraídamente sobre la piel blanca. Y por primera vez Kara supo lo que era olvidar cómo pensar. Si le preguntaban, no podría decir cuánto tiempo pasó en la puerta del baño, paralizada.

- ¿Te gusta lo que ves? -El tono bajo, aterciopelado y deliberadamente burlón sacó a Kara de su trance, pero todo lo que salió de su boca fueron balbuceos incomprensibles. Lena se rió de esa escena, pero pronto se sintió acalorada por el efecto que tuvo en la kryptoniana sin siquiera intentarlo. Lo que no quiere decir que no pudiera aprovechar la ocasión.

La morena entonces se compuso, no mucho, porque al fin y al cabo… y caminó lentamente hacia la rubia, viendo como los ojos azules recorrían su cuerpo, hipnotizados. se acercó y le rodeó el cuello con los brazos, un gesto que se había vuelto habitual, y finalmente la besó suavemente. Y Kara finalmente reaccionó, correspondiendo y colocando sus manos en la cintura de la otra mujer.

El contacto las calentó a ambas y el beso se volvió muy caliente en poco tiempo. Solo se alejaron cuando Lena tuvo que jadear por aire. Pero ahora ya había sentido en ese simple contacto que Kara estaba en la misma página para ella. Ahora solo necesitaba el consentimiento verbal para aceptar lo que tenía en mente.

-No quiero obligarte a nada, y puedes decirme si eso es demasiado, pero ¿qué dices si seguimos así, tal vez en la cama, y vemos a dónde va?- Su voz oscilaba entre sugestiva e insegura.

-Por favor- se limitó a decir Kara, sintiendo su cerebro todavía como gelatina inútil. Todo lo que sabía era que quería todo lo que Lena proponía.

Luego, la morena tomó cariñosamente sus manos y la llevó a la cama, acostándolas juntas y continuando exactamente donde las habían dejado. Simplemente dejando ir lo que sus cuerpos estaban pidiendo.

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El despertar esa mañana trajo un poco de confusión a sus sentidos. El cálido cuerpo a su lado, junto con el aire fresco de la mañana que entraba por la ventana abierta, le puso la piel de gallina.

Pero lo que la marcó fue la sonrisa de Kara. La rubia estaba acostada frente a ella, mirándola y ahora, al notar su despertar, llevó su mano al rostro de la morena y le hizo una suave caricia en la mejilla.

Lena sonrió, usando sus piernas para jugar con las piernas de la rubia, sin ninguna intención.

-Buenos días- dijo con voz ronca.

-Buenos días- respondió Kara, dándole a Lena solo un beso y sintiendo que la morena se acercaba aún más a ella, enviando un escalofrío por todo su cuerpo.

-¿Tenemos que levantarnos?- preguntó Lena, permitiéndose acurrucarse con Kara.

-Necesitamos un poco de café.- Kara se rió, escuchando su estómago gruñir.

-Está bien, ¿qué quieres comer, amor?- Lena preguntó, sin siquiera darse cuenta de la forma en que había llamado a Kara.

La rubia observó a la morena tomar su celular, sabiendo que le iba a pedir algo.

-¿Qué tal si tomas un baño relajante mientras nos consigo algo?— preguntó, teniendo una idea.

-¿Un baño relajante sin ti?- preguntó Lena con una ceja arqueada. Kara se sonrojó.

-Te prometo que valdrá la pena- respondió la rubia, al ver que la mirada de la morena se tornaba curiosa.

-Bien- estuvo de acuerdo, rindiéndose, notando que Kara no iba a decir nada más.

Lena tiró de la sábana hacia ella mientras se levantaba, pero Kara fue más rápida y apartó la sábana de Lena.

- ¿Disfrutando de la vista?- Lena trató de sonar natural y provocativa, pero ahora, a la luz del día, sintió una ligera inseguridad bajo la mirada de Kara.

-Mucho- respondió Kara, sonriendo a Lena -la mujer más sexy del mundo está desnuda en mi habitación, ¿realmente pensaste que dejaría de disfrutar de la vista?

Lena se sonrojó, le sonrió a Kara y caminó hacia el baño.

Kara suspiró, enamorada.

{...}

La heroína trató de ser lo más rápida posible para que su idea de sorpresa para esta mañana tan especial funcionara. Cuando volvió a entrar por las grandes ventanas del apartamento, pudo oír que la ducha seguía abierta. Ella sonrió y se apresuró a preparar una bandeja de clásicos que ya sabía que funcionarían bien en un día como hoy. Bollos irlandeses, capuchino de Milán y croissants de París, acompañados de una sola flor de plumería que aún logró comprar en el camino. Era perfecto. Cuando estuvo satisfecha, se cambió el traje por ropa cómoda y se llevó todo a su dormitorio. Se sentó en la cabecera y solo esperó cuando escuchó que la ducha se cerraba.

La reacción de la morena al entrar a la habitación fue la esperada. Esa brillante sonrisa que solo lucía para Kara, cada vez más a menudo. Y la rubia sabía que ella era la responsable de causar ese efecto.

-Kara- exhaló Lena, casi sin aliento. Se estaba acostumbrando a los gestos de la rubia, pero eso no significaba que cada vez estuviera menos asombrada.

-Entonces, ¿cuánta hambre? Por qué estoy…- Kara trató de sonar casual.

Lena llevaba su bata esponjosa y logró lucir aún más adorable. La rubia no sabía cómo eso era posible.

Luego la morena se sentó en su regazo, entrelazó ambas manos en su cabello, en la nuca y la besó apasionadamente.

-Sé que no importará si digo que no tuviste que volar alrededor del mundo, así que gracias.

Kara sonrió, aún más satisfecha.

- Bueno, mi intención era esa, entonces, objetivo logrado con éxito - Le devolvió el beso a la mujer en sus brazos - Te amo - Soltó las palabras en un suspiro, casi sin darse cuenta. Simplemente salió, muy natural.

Por una fracción de segundo, Lena contuvo la respiración antes de relajarse, como si se diera cuenta de que su corazón y sus sentimientos están perfectamente seguros con esa hermosa y cautivadora mujer.

- Yo también te amo, Kara, mucho - Regresó con toda la seguridad que sentía - Quiero que seas mi novia - Dio el salto de confianza y ahora era ella quien sorprendía a la rubia.

-Lena, tú no…- Kara intentó, pero la morena la interrumpió.

-Lo sé, nuestro tiempo, nuestra manera, sin presión. Pero esto es lo que siento y quiero ahora. Si tú también lo quieres, solo di que sí.

- ¡Sí! Acepto. Por supuesto que quiero ser tu novia- Kara sintió que sus ojos de repente se calentaban y humedecían. La petición la tomó completamente por sorpresa.

- ¡Excelente! - Lena dejo unos besos esparcidos por sus mejillas, dejando sus labios para el final, igualmente feliz por lo que estaban viviendo juntas - Ahora, creo que tenemos un café para tomar y sería un pecado dejar enfriar un café de Europa con tanta dedicación de por medio - Se levantó del regazo de su ahora novia y se sentó en la cama, comenzando a servirse a sí misma y dejando a una novia completamente tonta aún procesando lo que acababa de pasar.

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Invitar a salir a Kara era tan natural como tomarse de la mano, intercambiar pequeños besos por la Torre y dormir en la casa de la otra casi todas las noches.

Lo que a Lena no le pareció natural fue la revista que Jess le acababa de dar.

Había una foto de la noche anterior, frente a la Fundación, cuando Kara la recogió para irse a casa. Kara estaba vestida de civil y ella también. No hubo superpoderes esa noche, solo dos mujeres tomadas de la mano, besándose mientras caminaban hacia el restaurante que Lena había reservado antes.

Celebrarían su relación en una cita, como le gustaba pensar a Lena cuando salía a cenar con Kara así, para consentirla.

-Jess, por favor llama a Cat Grant- pidió la morena, sabiendo que el secreto de Kara y ella ya no era solo de ellos.

-¿Va a hacer una declaración, señorita Luthor?- preguntó la asistente ejecutiva más brillante que Lena haya conocido.

-Voy a darle a Cat una exclusiva, junto con Kara, para ver si puedo quitarme de encima esta prensa chismosa- respondió Lena, molesta.

-La Srta. Danvers la quiere mucho, Srta. Luthor- comentó Jess -y no es ningún secreto que ustedes dos fueron hechas la una para la otra.

-Y yo también la quiero mucho, Jess- admitió Lena, sonriendo un poco sonrojada.

-¿Necesita algo para la declaración, señorita Luthor?

-Solo estar ahí- respondió Lena a Jess, agradeciéndole el apoyo que siempre ha tenido. -Y que tengas la entrevista con Cat para hoy. No importa lo que tenga que hacer y recordarle que es la noticia del siglo: Una Luthor y una Super juntos.

-Claro, señorita Luthor.- Y se retiró.

Cuando Lena volvió a mirar los papeles sobre su escritorio, se sorprendió al escuchar una voz detrás de ella.

-¿Noticias del siglo, amor?

-Somos la pareja más sexy y poderosa de la ciudad, cariño- alardeó Lena, riendo y viendo a Kara acercarse para abrazarla.

- Se te olvidó decir más apasionado también - se rió Kara, besando a su novia

- Al parecer, nuestro secreto ha llegado a su fin.

-No me acordé de comprobar si había algún paparazzi ayer- se lamentó Kara.

-Está bien, cariño, eventualmente lo iban a descubrir- la consoló Lena.

-Nos molestaran durante unos días y luego encontrarán algo más, ¿verdad?- Anticipó Kara, pensando en cómo actuaba siempre la prensa chismosa.

-Ojalá Taylor lance algún álbum que vuelva a romper Twitter y luego se olviden de nosotros- bromeó Lena y ambas rieron.

-Pero ahora, tenemos una cita, ¿recuerdas?- preguntó Kara, viendo a su novia comenzar a juntar cosas en la mesa.

-Alex me mataría si lo olvidara- Lena sonrió -Y estoy deseando saber cómo quedarán las modificaciones que he hecho cuando lo pruebes.

— ¿Frank nos llevará?- preguntó Kara, queriendo evitar volar a la Torre y ser vista con Lena en sus brazos nuevamente. No quería darle más libertad a la prensa, con la esperanza de que Cat pudiera ayudar a silenciar un poco y devolverles sus días pacíficos.

-Sí, cariño- confirmó Lena, recogiendo su bolso y uniendo su mano con la de Kara. -Vamos

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Kara no solía disfrutar de estos momentos de experimentación con los cambios del traje, de estar de pie durante horas sólo para ser pinchada. Siempre acababa aburrida y hambrienta, pero no podía ni siquiera comer porque tenía que quedarse quieta, sin moverse. Por eso Alex se sorprendió cuando la rubia entró en la Torre de buen humor, de la mano de Lena, aunque sospechaba el motivo. Cuando sacó su tablet para ayudar a Lena estuvo segura, viendo a su hermanita muy sonriente mientras Lena hacía la parte de revisar medidas, material, textura, resistencia y todo lo demás. Sin duda fue una experiencia más interesante que con Winn o Brainy, nada personal. Y para ser justos, la científica también se estaba tomando su tiempo para alisar la tela, casi imperceptiblemente, pero Alex sabía que no era necesario.

-Estas dos gays inútiles podrían respetar mi presencia aquí- murmuró entre dientes -o, no sé, respetar el ambiente de trabajo al menos…

Lena no entendió, pero fue suficiente para que Alex viera la mirada de Kara en ella, sonrojándose por haber sido sorprendida en el acto, pero claramente divirtiéndose también.

-Está bien, estamos listos para la prueba- dijo Lena.

Sin los anteojos, el nuevo uniforme fue activado por un reloj inteligente que, para empezar, monitorea sus signos vitales en tiempo real y archivaba la información para una posible consulta posterior. Kara se negó con vehemencia a usar un brazalete, sin entrar en demasiados detalles al respecto. Pero al menos Lena la convenció de usar la versión anti-kriptonita. Según ella, no tenía sentido que la heroína se expusiera si tenían la tecnología a mano. Aún así, la Super rechazó el casco para evitar ataques innecesarios de claustrofobia. Ella lo activaría cuando fuera necesario. Fue suficiente para que su novia estuviera un poco más tranquila. Poco a poco, Lena incorporó todas las adaptaciones al nuevo traje con la ayuda de su cuñada. Después de que todo estuviera debidamente documentado y probado, Lena aprovechó que Alex abandonaba la sala durante unos minutos para jugar con algunas funciones nuevas, como activar y desactivar algunas partes concretas del traje.

-Confieso que me gustó mucho la primera versión de tu traje, pero no sé por qué pensaste que era una buena opción para pelear- dijo Lena mientras hacía desaparecer la capa.

-Oh, ¿te refieres a la falda? - Kara se sonrojó - Bueno, Winn lo hizo. En el momento en que emergía Supergirl, tenía sentido diferenciarse de Kal de alguna manera.

-Ya veo- dijo Lena, recordando ese primer traje.

-Pero tienes razón, me siento mucho mejor con pantalones- coincidió Kara, pensando en lo agradable que era no preocuparse de que la falda se le levantara mientras volaba.

-Apuesto a que esa falda consiguió muchos admiradores para Supergirl- bromeó Lena con una pequeña punzada de celos.

-Aparentemente, tú eras uno de ellos- respondió Kara, notando la brecha.

—No es mi culpa si pareces esculpida por los dioses —declaró e hizo que la rubia se sonrojara aún más- Pero admito que cuando estaba diseñando la nueva versión, tuve la tentación de mostrar un poco más otra parte de tu hermoso cuerpo - Sonrió con picardía y pulsó un nuevo comando, que hizo desaparecer las mangas de su uniforme.

— ¡Lena! No sabía que tenías… Una “cosa” con mis brazos — Esa era información totalmente nueva para ella. Eso sí, notó la preferencia de la morena por acariciar partes específicas de su cuerpo, pero que consideró más inocentes. Ahora empezaba a ver con otros ojos.

-Como no tener una 'cosa' con tus brazos, Kara. ¿Te has visto a ti misma? — preguntó lo que parecía obvio.

-En ese caso- dijo la rubia con más confianza ahora -dudo que Alex me permita luchar con partes del cuerpo expuestas innecesariamente, pero no creo que nada nos impida probar el traje en un entorno más privado- coqueteó.

-Creo que puedo trabajar en una versión con falda y sin mangas…- Lena consideró seriamente.

-¡Voy a parecer una animadora, Lena!- Fue una protesta divertida.

La morena solo arqueó una ceja y permaneció en silencio, considerando la idea.

Kara entendió, una vez más, por qué nunca debería jugar con un Luthor después de esa mirada de la morena.

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Cuando Cat recibió la llamada de Jess, hablando sobre el interés de Lena en otorgar una exclusiva, sintió que había ganado el premio gordo. Le encantaba silenciar los tabloides sensacionalistas. Y este, en particular, se había metido con su alumna más brillante y ahora su compañera de trabajo. Es obvio que estas tres mujeres, quizás las más poderosas del planeta, demostrarían de lo que son capaces cuando se unen en una misma misión. Lo cual, en este caso, fue para desacreditar una serie de chismes y suposiciones falsas que se habían formado en torno a la relación de la pareja más reciente.

Y ahora, ahí estaban, las mujeres más poderosas de la ciudad sentadas en el estudio de televisión donde, hace unas semanas, Kara se había revelado al mundo como Supergirl.

-Buenas noches Ciudad Nacional y alrededores- saludó Cat divertida mientras la cámara se encendía y hacía zoom en su rostro, -Hoy, en esta ocasión especial, les traigo la exclusiva más esperada de la semana, una cordial bienvenida a nuestra querida Supergirl y su novia, la heredera de Luthor, Lena.

Kara y Lena sabían que Cat usaría todo el poder de una super y una Luthor a su favor, pero aun así, sentían que su relación era mucho más que dos grandes nombres.

-Entonces, chicas, ¿cómo están? – preguntó la reina de los medios – Y no vale decir enamoradas, porque eso es más que explícito. No has soltado sus manos desde que llegaron aquí.

Kara y Lena se sonrojaron.

-Hola, Cat- saludó Lena, sonriendo.

- Hola Srta. Grant — Kara la saludó como siempre llamaba a su mentora.

Cat se rió.

-Y así que, finalmente están juntas. ¿Ahora es realmente oficial?- preguntó, sonriendo.

-Ahora es realmente oficial- confirmó Kara con una sonrisa que llegó a sus ojos.

-Su amistad se conoce desde hace mucho tiempo. Ha tenido sus altibajos, hasta donde yo sé, pero Lena siempre ha sido partidaria de Supergirl y la mejor amiga de Kara Danvers. Ahora solo eres Kara, mi querida pupila- dijo Cat con cariño, mirando a Kara con orgullo. -¿Qué fue lo que te hizo dar el primer paso?

Kara sonrió, sonrojada y recordó a Sara apareciendo frente a ella y soltando el spoiler más grande de su vida.

-Es una historia que pasará a la historia- Lena se rió, recordando cómo estaba Kara ese día que todo comenzó.

— LENA!!! - Murmuró la rubia - No es mi culpa que a veces, unos amigos extraños que tengo decidan aparecer y romperme - Respondió la rubia, tratando de evitar mencionar el viaje en el tiempo - Pero digamos que un amigo decidió interferir con nuestra amistad en ese momento, el día que Lena me llevó al concierto de Taylor Swift.

-Entonces, ha pasado un tiempo desde que están juntas- señaló Cat. -¿Mantuvieron esta relación en secreto?

-No fue tan así. Cuando Sara interfirió, estaba confundida, no sabía qué pensar o decir — Kara trató de justificarse — Me enamoré de Lena hace mucho tiempo, pero solo recientemente me di cuenta de mis sentimientos por ella. Tuve que repasar mi definición del infierno para darme cuenta de que no podía vivir sin ella. Pero tenía miedo. ¿Cómo le diría a mi mejor amiga que me había enamorado de ella?

-¿Diciéndome, 'Estoy enamorada de ti'?- Lena preguntó como si fuera obvio.

-Tú también podrías haber hecho eso- se quejó Kara, haciendo un puchero.

Lena se rió, pero no pudo resistirse. Acercó a su chica para besarla y Cat solo esperó, riéndose de las dos mujeres frente a ella.

-Cariño, ¿cómo podría decir que te amaba cuando llené tu oficina de flores y te compré una empresa, y te las arreglaste para convertirlo en una amistad?- preguntó Lena, después de limpiar el lápiz labial corrido de los labios de Kara.

-Tienes razón, pero solo porque no me di cuenta de que eras mi persona hasta cuando arriesgué todo para salvarte- Kara terminó asintiendo, un poco tímida -Pero eso es todo, estaba un poco perdida cuando Sara me hizo darme cuenta de que era una posibilidad tener eso — Y señaló a ella ya Lena — Solo que yo estaba tan… tan… que ni siquiera sé cómo explicarme.

-Tuviste un ataque de pánico gay, Kara- se quejó Cat. -La mujer de tu vida es una posibilidad y esa si esa mujer sigue siendo Lena Luthor, cualquiera entraría en pánico.

-Dices eso porque no sabes lo que es tener una mirada lujuriosa sobre ti- pensó Lena en voz alta, recordando la primera mañana después de su noche apasionada.

-Aparentemente, Kara Zor-El no es toda la inocencia que Kara Danvers hizo parecer- Cat hizo el punto provocativo.

-Ella no es tímida en absoluto- dijo Lena.

-Lee, ¿quieres lidiar con toda la ciudad queriendo saber cómo es nuestra vida sexual?- Kara susurró y Lena se rió, bajo la mirada curiosa de Cat. -Pero de todos modos, al regresar, nos tomó unos días entendernos.

-¿Incluso después de besarse en el balcón de ese concierto?- preguntó Cat, sorprendiéndolas a ambos.

- ¿Qué?- Kara preguntó sorprendida.

-Eso es lo que dijeron algunos camareros cuando investigué un poco- dijo la reina de los medios, revelando que ya sabía algo aquí y allá.

-Entonces, ¿me creerías si te dijera que no recuerdo absolutamente nada después de algunas canciones?- Lena preguntó.

-Yo aún menos- completó Kara.

-Entonces, ¿un pánico gay, besándose en un concierto y solo después sucedió? – preguntó Cat sorprendida -Ustedes dos son muy lentas.

- ¡¡Oye!! No fue así, Lena decidió que sería más divertido ir a jugar paintball en lugar de hablar conmigo.

-Cariño, fuiste tú quien voló para salvar a un gato en un árbol en lugar de continuar nuestro beso de la noche anterior- espetó Lena.

-Pero te busqué más tarde- dijo Kara como si quisiera aclarar algo -y esperé a que te deshicieras de ese montón de hojas para que pudiéramos hablar.

- ¿Hojas? ¿Paintball?- Cat los miró sorprendida.

-Si, es relajante vencer a algunos adolescentes en la captura de la bandera- respondió Lena como si no le importara. -Y yo estaba ayudando a mi amiga a cuidar de su hija. ¿Qué puedo hacer? La mujer de mi vida me había dejado parada con un chupetón en medio de mi oficina para salvar a un gato.

-Oh, pero en mi defensa, aparecí en tu casa con la cena y tuvimos nuestra primera cita- Kara se sonrojó al recordar esa noche.

-Un beso bajo la lluvia, vimos Frozen y luego me llevaste a cantar en el bosque- dijo Lena, viendo a Cat mirar sorprendida. -Mi chica es la más romántica.

-Fue una cita realmente buena- respondió Kara, haciendo un puchero.

-Fue la mejor primera cita de mi vida- Lena tuvo que ceder, había sido increíble. — Creo que toda nuestra historia es así, momentos tan simples y llenos de significado. No planeamos demasiado, es simplemente natural. Kara hace que sea fácil estar con ella.

-¿Comenzaron a salir oficialmente en un bosque?- preguntó la reina de los medios.

-En realidad—Kara estaba un poco sonrojada—comenzamos un poco más tarde, solo lo dejamos ir. Nuestros amigos casi se vuelven locos con eso - Se rió la rubia - Pero fuimos en nuestro propio tiempo. Y todo estuvo bien, esa mañana, cuando Lena preguntó, dije que sí.

-Entonces, Kara Zor-El, ¿nuestra querida Supergirl es una chica comprometida ahora?

-Y muy bien comprometido- reveló Kara, -de por vida, si Lena lo quiere.

Lena se limitó a taparse la boca con las manos, mientras Cat también las miraba, sorprendida.

-¿Es lo que creo que es?- Cat preguntó, sin contenerse, porque Lena parecía estar conteniendo la respiración sin siquiera darse cuenta.

-Todavía no- dijo Kara, mirando a Lena después de darse cuenta de lo que había sugerido, -pero algún día, con un brazalete, lo será. Es una promesa, Lee.

Lena no pudo decir nada, solo unas pocas lágrimas cayeron de su rostro cuando la morena se adelantó y besó apasionadamente a su novia.

-Volveremos después de los comerciales- dijo Cat, indicando que ese beso duraría un poco más.

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Después de que la entrevista se volviera viral, Kara estaba en su mejor momento, disfrutando de la relación que pensó que nunca tendría. Ni siquiera tener que lidiar con el bombardeo en las redes sociales de CatCo por culpa de ella podía sacudir su estado de ánimo.

Todo iba bien durante unas semanas. Y esta noche, después de un día completo de trabajo como editora en jefe y Supergirl, todo lo que quería era llegar a casa, darse una ducha caliente relajante y prepararse para una cena romántica con Lena. Nada especial que celebrar, solo porque sí.

Pero sintió que su ánimo decaía drásticamente tan pronto como entró en su apartamento y lo encontró inundado. ¿Qué podía hacer si no llamar a Lena y cancelar su noche? No tenía idea de cuánto tiempo solía tomar resolver este tipo de problema.

-Hola cariño, ¿cómo estás? — Lena contestó la llamada en los primeros timbres — Ya me voy de la oficina. Pronto estaré lista para…

Pero Kara la cortó, la molestia clara en su tono.

-No, Lee, no llamé por eso. Acabo de llegar a casa y mi departamento está inundado… - Explicó ella, desanimada.

-Hmm ya veo. ¿Y has averiguado de dónde viene el problema?

La pregunta hizo que Kara recordara de repente que tenía visión de rayos X y escaneó su entorno.

- Se rompió una tubería arriba. Eso explica. La mayor parte del agua se ha acumulado aquí. Pero de todos modos, no importa. No creo que pueda resolver esto a tiempo para llevarte a cenar.

- Tenemos reservas para tu restaurante favorito. No lo dejaremos ir. Todo lo que tienes que hacer es activar tu seguro, empacar tus cosas más importantes y buscar un lugar. Luego arreglaremos el resto, ¿de acuerdo?

- ¿Estás segura?- Kara preguntó, sorprendida.

- ¡Claro que sí! Si crees que necesitas ayuda, puedo enviar un equipo allí para ayudarte. Pero no acepto cambios de planes para nuestra noche.

-No, Lee, no quiero abusar…- Kara estaba un poco avergonzada.

-Entonces, ¿harás lo que te pedí?- preguntó, insistiendo, sabiendo que Kara tenía una forma de querer arreglar todo y era un poco terca a veces.

-Sí, lo haré.- El atisbo de una solución satisfactoria lo animó. -Voy a hablar con el vecino sobre el seguro y te encontraré.

- ¡Excelente! - Como una Luthor, Lena sabía cómo convencer a alguien para que hiciera lo que ella quería - Y, amor, no olvides esa lencería azul que te compré de regalo. Me prometiste que lo usarías pero todavía no lo he visto modelando tu hermoso cuerpo.- Aprovechó la distancia del teléfono para bromear y casi podía ver a la rubia sonrojándose intensamente al otro lado de la línea.

-Bueno, parece que hoy solo estoy siguiendo tus órdenes…- Kara se resignó, aunque lejos de estar molesta por eso. -Eso no es una queja.

- ¡Buena niña! — elogió Lena, socarrona — sigue portándote bien y tu noche no terminará con el postre.

Y el día de Kara iba a terminar mucho mejor de lo que había imaginado minutos antes.

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Lena logró que Kara disfrutara de la cena y de esa noche sin preocuparse de que su apartamento se quedara atrás con una tubería rota. Al otro día, se aseguró de enviar un equipo para que se encargara del resto de las cosas, para que los muebles no se estropearan, y trajo todo lo que Kara quería al ático. Ahora el resto estaba en manos del seguro y Kara estaba acomodada en el ático. Y todo fue bien de nuevo durante los siguientes días. Bonificación: podían ir y venir de la Torre juntos la mayor parte del tiempo.

Con lo que no contaban es que este pequeño cambio en la dinámica no pasó desapercibido para Alex Danvers, quien era un vigilante experimentado y observador. Entonces, después de que la pareja salió junta a la Torre una vez más al final de la tarde, Alex pensó que era una buena idea verlo. Su primera parada fue en el edificio en el que vivía Kara, pero cuando llegó allí se dio cuenta de que todo el piso estaba prohibido en cuanto se abrieron las puertas del ascensor. Bueno, lógicamente, debería ir a cierto condominio de lujo, entonces. Y eso fue lo que hizo, simplemente apareciendo por sorpresa en la puerta de Lena. La mayor sorpresa fue que Kara abrió la puerta, demasiado cómoda, para ser honesta.

- ¡Hola, Alex! ¿Algún problema?- Kara preguntó, confundida. Después de todo, se habían visto hacía menos de una hora.

- Ningún problema. Me sorprendió cuando fui a buscarte a tu loft y descubrí que todo tu piso estaba prohibido.

-Oh, sí, una tubería rota- dijo Kara casualmente mientras dejaba entrar a su hermana. Como si apenas recordara el pequeño incidente que había enfrentado con su apartamento días atrás—Pero Lena y el seguro ya se encargaron de todo.

-¿Así que no ibas a decirme que te habías mudado?

El hecho es que Kara y Lena no habían hablado sobre los términos exactos de su nuevo acuerdo, y la joven Danvers dudó, sin saber qué decir. Afortunadamente, Lena llegó y la salvó, como de costumbre.

- Hola, Alex - La morena salió del dormitorio - ¿Cómo estás?

-¿Así que mi hermana menor decidió encontrar los esqueletos que guardas en tu armario, Luthor?- Fue directo a lo que Lena miró sorprendida y un poco asustada.

- ¿Esqueletos?- repitió Kara, también sorprendida.

-Kara ya conoce mis 'esqueletos', Alex- Lena trató de sonar normal, repasando su mente para ver si había algo que Kara pudiera descubrir en esos días que lo avergonzaría o haría que la rubia los abandonara.

-Solo viviendo con la persona es que realmente encuentras los esqueletos, hermana- respondió Alex.

-¿Qué descubrió Kelly cuando se mudó contigo?- Lena preguntó, mirando a su cuñada. Alex jadeó, sonrojándose -Ella me habló de posters de algunas bandas de chicos.

-¡Lena Luthor!- Alex habló amenazadoramente.

- Tu hermana definitivamente encontrará algunos 'esqueletos' en mi armario - dijo Lena con un tono travieso, pensando en cierta caja que se guardaba allí - Pero creo que no querrás saber mucho al respecto.

Alex vio a Kara sonrojarse y a Lena reírse de ella.

-¿Podrías no traumatizarme?- Alex preguntó con disgusto.

-Tú eres el que quiere hurgar en mi armario- replicó Lena, mirando a su cuñada y riéndose.

-No puedo hablar contigo- Alex se cruzó de brazos -Te dejaré disfrutar de tu nueva vida de casada. Adiós, hermanita.- Y se fue, dejándolas a las das paradas en medio de la habitación hasta que escucharon el sonido del ascensor.

-¿Qué hay en la caja, Lee? - Preguntó Kara mirando a su novia, curiosa.

Fue el turno de Lena de sonrojarse.

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-Cariño, creo que voy a hacer lasaña hoy- espetó Lena, paseando nerviosamente por la habitación, agitando las manos.

- ¿Olvidé una fecha?- Kara preguntó. Lena sabía cocinar muy bien, pero rara vez hacía lasaña debido al clima.

-Ninguno, solo me apetece- respondió la morena, esperando que Kara se olvidara de la caja por ahora.

-¿Y quieres que abra una botella de vino para nosotros? - Preguntó, insinuando, su voz un poco ronca.

-Me gustaría- aceptó Lena, dejándose llevar por Kara tocándole la cara y besándola.

-¿Y luego te gustaría abrir la caja conmigo en el dormitorio?- Kara preguntó, pensando que para que la morena se desviara tanto del tema, habría algo interesante ahí.

-¿Está tratando de seducirme, Srta. Danvers? - Preguntó la morena, riéndose del ligero humor.

-Solo devolviéndote tu distracción- se rió la rubia, tomando el vino y abriéndolo, mientras Lena comenzaba a cocinar.

-¿Quieres ayudarme a estirar la masa?- Lena la invitó, sintiendo que la rubia la abrazaba por la espalda y luego, deslizando su mano por todos sus brazos y luego tomando sus manos y deslizando el rodillo para estirar la masa.

El vino ya estaba abierto y entre picotazos en sus copas, las dos reían y conversaban alegremente.

La salsa se estaba reduciendo, la carne ya estaba bien cocida, solo esperaba ser mezclada con los tomates mientras la masa estaba estirada, esperando el tiempo de armado.

-Pruébalo- pidió Lena, revolviendo la cacerola un poco más.

Kara, oliendo el delicioso aroma del plato, dejó que la morena le diera una cucharada.

-¿He mencionado que me encanta tu sazón?- preguntó, tomando otra cuchara para probar un poco más. Sus ojos cerrados, asimilando todo el sabor que había en esa pequeña degustación, fue la mayor revelación para Lena de que Kara disfrutaba su cocina.

-Sabes que me encanta oírte decir eso- espetó Lena, sin pensar.

- ¿Por qué?- Kara preguntó, sorprendida.

- Bueno, aprecias la buena comida, cariño y saber que te gusta es algo especial para mí – dijo Lena tímidamente, notando que Kara dudaba en contestar, abriendo y cerrando la boca - ¿Qué es?- La curiosidad la atrapó por la reacción de Kara.

-Iba a jugar contigo, pero me temo que estropearé el ambiente- dijo Kara, sonrojándose.

-¿Que ibas a decir?- preguntó la morena, notando que Kara había dudado.

- Me complaces en la cama, en la mesa y en el baño - Dijo la rubia riendo.

-Guarda ese pensamiento para más tarde- respondió Lena, dándole a Kara un beso en la mejilla. -Tenemos una caja para explorar.

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Al día siguiente, después de descubrir lo que había en la caja misteriosa y divertirse mucho con el contenido, Kara se dio cuenta de que incluso después de tantos años de amistad, ahora saliendo, todavía tenía cosas que aprender sobre Lena. Los pensamientos y los recuerdos se arremolinaron a su alrededor todo el día y poco a poco se dio cuenta de cómo, aunque simple y no planificada, su relación la había llevado a otro nivel.

Ella y su novia aún no habían hablado más profundamente sobre eso, sobre las condiciones y los arreglos, pero era un paso dado, establecido, ya que ninguna de las dos habló de que Kara regresaría a su departamento en algún momento. Con eso en mente, Kara sabía que necesitaba aclarar esto o no dormiría por la noche. Y no había alternativa, tenía que ser con Lena, que estaba más interesada además de ella.

Finalmente, hizo todo lo posible para terminar el día temprano en CatCo y se fue a casa. Quería llegar allí antes que Lena y prepararse para esta conversación. Trató de no hacer nada demasiado diferente a su rutina. Llegó a su casa, se duchó, lo que ayudó mucho a bajar la ansiedad, pidió comida y esperó a la morena, mientras veía algo en la televisión.

- Hola querida. Llegaste temprano…- dijo Lena nada más cruzar la puerta, repitiendo también los mismos gestos de siempre: dejar la llave y el bolso, quitarse el abrigo y los tacones, y sonreír cuando Kara la saluda con un beso.

— Sí, hoy quería esperarte. ¿Con hambre?- Kara se desvió un poco para no anticiparse. Quería que Lena se sintiera completamente cómoda para esta conversación.

—¿También pediste la cena? ¿Me estoy perdiendo de algo?- La morena se molestó en comprobar.

- Oh, no, nada especial, te lo garantizo – dijo Danvers llevándose ya de la mano al otro al sofá, luego fue a la cocina a buscar la comida.

— Está bien, te confieso que no tuve tiempo de comer nada esta tarde. La cena se ve genial.

Kara les sirvió y les permitió comer en un clima templado mientras pensaba en cómo abordar el asunto. Cuando sirvió las copas de vino antes del postre, finalmente se armó de valor.

-Sabes, no quiero sonar aburrida o estropear nuestro estado de ánimo, pero necesito hablar de algo contigo- Trató de sonar casual, para no preocupar a su novia, pero Lena la conocía lo suficientemente bien como para escuchar. los matices de inseguridad detrás de su voz…

-Que sería…- Luthor le dio el beneficio de la duda y esperó a que continuara.

-Hmm, bueno… sabes que mi apartamento volverá a ser habitable en unos días…

-Oh…- Lena exhaló y Kara pudo sentir una pizca de tristeza atravesándola. - Entiendo.

- Sé que me hiciste un favor. Ya pasábamos la mayoría de las noches juntas y tenía sentido quedarme aquí contigo. Quiero decir... No tendría sentido ir a un hotel, o dormir en el sofá de Alex... - Divagó - Pero no hemos hablado de que sea... permanente, o no... - Por fin expuso el motivo de su inseguridad.

-Cariño.- Lena tomó su mano para tranquilizarla. -No fue un acto de amabilidad en absoluto. Confieso que me tomaste por sorpresa en la entrevista con Cat, hablando de “para siempre”. Pero realmente comencé a pensar de esa manera después de eso. ¡Tendremos una hija en el futuro, por Dios! — Se rieron juntos — Lo que quiero decir es que ahora comparto mi vida contigo. Nunca pensé en que te fueras de aquí para volver a tu apartamento, porque eso no es lo que quiero. Me encanta tenerte cerca tanto tiempo como sea posible. Nunca cambiaría eso por nada. Pero solo soy yo siendo honesta, así que sabes lo que pienso al respecto. Si crees que es demasiado pronto para dar este paso, lo entiendo y te prometo que no le daré mucha importancia.

No fue hasta que Lena terminó su monólogo que notó la gran sonrisa en el rostro de Kara, lo que la tranquilizó.

-Lena, sabes… Alex dijo eso de encontrar los secretos de una persona solo cuando vives con ellos, y se me quedó grabado en la cabeza. Ayer esta broma nos valió una noche divertida, pero eso no fue todo. Cada día te conozco más. Y por eso me encantaría quedarme y, como dijiste, pasar el mayor tiempo posible contigo, conocerte, tu rutina, tus manías, tu vida. Creo que no nos dimos cuenta de que ya dábamos un paso más en nuestra relación, pero no me arrepiento, ni creo que fuera demasiado pronto. Creo que fue una muy buena elección. -Y ahora fue el turno de Kara de ver a Lena devolverle la amplia sonrisa.

-¿Estás segura de que estás lista para compartir tu vida con una adicta al trabajo, una bruja en su tiempo libre, una aburrida y sistemática Luthor? - Bromeó, más relajada.

-Más que lista. Y, de hecho, ha sido muy divertido sacarte un poco de ese ciclo y ver emerger a una Lena más suave en los últimos meses. Y tú eres mucho más que eso, Lee. Mucho más que esta imagen prolija, con prendas de diseño perfectamente planchadas. Eres tan dulce y sutil. Que cocina muy bien, por ejemplo. Eres una gran madrina que se sienta en el suelo a jugar con Esme. Eres una amiga dispuesta a ensuciarse jugando al paintball para ayudar a cuidar a su sobrina y a sus malcriados amigos. No veo nada aburrido en ello- puntualizó Kara con un tierno beso en la mejilla, que dejó a Lena sin palabras.

-Te amo, Kara- declaró Lena, arrojándose a los brazos de la mujer de su vida.

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La conversación sobre su último cambio en el estado de su relación fue esclarecedora. Con el tiempo, Lena olvidaría que la gente, especialmente los más cercanos a ella, la veían como algo más que una Luthor. Siempre es bueno escuchar otras perspectivas. Y Kara cerca era un recordatorio constante.

Por supuesto que notó los cambios que la rubia trajo consigo a su vida. Y ella lo consideró positivo, en realidad. Este domingo por la mañana, por ejemplo, estaba preparando café y panqueques, en lugar de beber el líquido negro sola en la oficina del ático mientras revisaba algunos correos electrónicos. Y como Kara no había aparecido incluso después de que el olor flotara en el apartamento, puso todo en una bandeja y lo llevó al dormitorio.

- ¡Buenos días, sol!- Tan pronto como cruzó la puerta, Lena se dio cuenta de que Kara estaba completamente despierta -Me sorprendió que no vinieras después del café, a la cocina.

- ¡Buen día! Decidí esperarte aquí. Te escuché preparar nuestro café, panqueques y todo- admitió la rubia, sonriendo.

Entonces Lena se acercó con la bandeja, dejándola en medio de la cama y dándole un beso en los labios a su novia.

-Falseaste un café en la cama, ¿es eso lo que me estás diciendo?- arqueó una ceja juguetonamente.

-Oh, es cómodo. Y me gusta cuando me mimas, ¿sabes…?- Kara ni siquiera se molestó en ocultarlo.

Lena se sentó en la cama junto a ella, sirviendo las dos tazas de café.

-¿Así que te gusta que te mimen? – preguntó Lena, curiosa.

-Mira, preparaste nuestro café, volviste a la cama en lugar de revisar los correos electrónicos, me diste besos y, con suerte, podré convencerte de que te quedes aquí un poco más, abrazándote y besándote.

-Um, ¿de cuántos besos estamos hablando?- preguntó Lena, lista para negociar.

-Tantos como quieras- ofreció Kara, comiendo sus panqueques.

-Si puedo pasar toda la tarde en sus brazos, podría considerar cerrar este trato, Srta. Danvers - Lena propuso ver a Kara viéndola sonreír.

-Podría considerarse aceptado, señorita Luthor- Kara besó a Lena en la mejilla. -Esta cama es lo suficientemente grande para las dos, el colchón es suave, las sábanas son suaves y tu cuerpo está cálido- enumeró Kara, mirando a Luthor.

-Entonces, ¿qué tal si me abrazas ahora?- Lena preguntó, viendo que Kara ya había terminado su café, al igual que ella.

- Ven aquí - invitó la rubia, abriendo los brazos y recibiendo a Lena en su abrazo, acostándose las dos poco después.

La suave caricia del cabello de la morena mientras disfrutaban del silencio fue un consuelo que Lena nunca pensó tener. Pero ahora, ya no sabía cómo vivir sin él.

-¿Crees que seremos buenas madres?- preguntó la morena, sin moverse.

-Lori tendrá suerte de tenerte como madre- respondió Kara. -Eres una mujer increíble, Lee. Eres cariñosa y responsable, cuidarás y protegerás a nuestra hija del mundo. Y le darás mucho amor, estoy segura.

- ¿Cómo sabes eso? - Preguntó la morena, todavía insegura.

- Porque te conozco - Respondió la rubia - Y con solo hacerme esta pregunta, ya se nota lo mucho que te importa. Nuestra Lori va a ser la niña más afortunada del mundo.

-No tengo ninguna duda de que ella te tendrá- dijo Lena, sonriendo.

-Ella nos tendrá a las dos- corrigió la rubia.

-Desafortunadamente no pude pasar ese tiempo con mi mamá, pero espero tener ese tiempo con nuestra pequeña- reveló Lena- Espero poder verla crecer, verla convertirse en una mujer increíble y feliz que se sienta completa. Una mujer orgullosa de la madre que tuvo.

-Tu madre debe estar orgullosa de la mujer en la que te has convertido, mi amor- dijo Kara, besando la parte superior de la cabeza de Lena, sin dejar de acariciar suavemente el brazo de la morena mientras la sostenía entre sus brazos.

Lena tenía la cabeza apoyada en el pecho de Kara y disfrutaba cada segundo de esa comodidad.

-No recuerdo mucho de ella -confesó Lena- pero recuerdo que cocinaba para mí.

-¿Es por eso que te gusta cocinar?

-Sí- admitió Lena -cocinar me recuerda a ella y también te hace sonreír. Son los grandes amores de mi vida en un solo momento.

-Apuesto a que a Lori le encantará tu comida.

-Creo que disfrutará más volando contigo-. Lena se rió.

-Cuando pienso en ella, primero pienso en nosotros jugando en el jardín, en nuestra casa en los suburbios con un perro y un árbol para que yo la columpie- Kara describió soñadoramente.

-¿Te gustaría vivir en una casa como la que viviste en Midvale?- Esa pregunta apareció en la mente de Lena hace un tiempo, ¿dónde querría vivir Kara cuando Lori fuera parte de sus vidas?

-Sí, pero no tiene que ser allí, creo que prefiero quedarme aquí y ver crecer a Esme, con Lori, con nuestros amigos- asumió Kara. -Nuestra vida está aquí y me encanta como es.

-Yo tampoco me veo saliendo de aquí -coincidió Lena- Lori será feliz en esta casa que describiste.

- Por favor, no salgas a comprarla mañana -bromeó Kara, un poco seria- Quiero elegirla contigo, entrar en ella por primera vez e imaginarnos en ella, imaginarnos sentados en el salón frente a la chimenea, bebiendo vino cuando la nieve ensucie nuestra entrada. Imaginando a Lori jugando en el jardín. Y cuando entre en el que será nuestro dormitorio, quiero imaginarme haciéndote el amor en él.

-Está bien- aceptó Lena dejando caer algunas lágrimas en sus ojos -Quiero verlo todo contigo- Y sin resistirse más, Lena tomó los labios de Kara con los suyos, dejando fluir todo su amor por la rubia.

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¿Qué sucede cuando Eliza anuncia que visitará a su familia en National City? ¡Eso! Kara inicia una campaña para comer su famoso pastel de nuez, completa con el drama de que su madre es la mejor del mundo y no puede encontrar nada igual en Noonan's ni en ningún café o panadería que conozca, y hay muchos.

Esta vez aún logró persuadir a Esme como respaldo. Incluso había esperado a la matriarca con los ingredientes que había comprado, ya que se sabía la lista de memoria por las muchas veces que había hecho esa misma compra en Midvale. Incluso preparó la habitación de invitados y la convenció de pasar estos días en el penthouse en lugar de en un hotel, ya que ahora tenían espacio para recibirla.

Lena se divirtió viendo toda la acción y, dado que estaban inmersos en la experiencia, pensó que sería divertido invitar a Esme a quedarse con ellos mientras Eliza estaba en la ciudad. Así fue como terminó en la cocina, con el delantal a juego con el de la pequeña, y las dos escuchando atentamente mientras la mayor le enseñaba su receta familiar secreta. Feliz de finalmente poder hacerlo, ya que ni Alex ni Kara tenían talento para la cocina.

Cuando los diversos moldes estuvieron en el horno, las dos mujeres ayudaron a Esme a limpiar toda la harina que se había derramado sobre ella, riéndose. Entonces la niña corrió al cuarto, tan impaciente como su tía, a esperar que el fuego hiciera su trabajo. Lena y Eliza se quedaron atrás, quitando la harina de la encimera y el fregadero. Pero gracias al ambiente abierto, pudieron ver y escuchar a las dos niñas jugando en el salón.

-Cuando Kara me dijo que te gustaba cocinar, me costó creer en Lena Luthor en la cocina- bromeó Eliza mientras observaba a su nuera limpiar y guardar algunos utensilios en su cocina muy bien equipada.

-Oh, vamos, Eliza... Sabes que es muy similar a dirigir un laboratorio- bromeó Lena e hizo reír a la otra.

-Sí, lo sé, soy muy consciente -asintió- pero lo que quiero decir es a tu interés en una actividad tan mundana. Pero verte a ti ya mi hija viviendo juntas ahora, y la forma en que interactúas con Esme...¿Es demasiado suponer que tal vez están planeando sus próximos pasos, como formar una familia, por ejemplo?

Lena fue tomada por sorpresa, es verdad. A pesar del enfoque muy gentil de Eliza. Entendió que era natural que su suegra quisiera saber sobre la relación de su pequeña hija y hacia dónde lo llevaban.

-Solo hemos estado juntas por un tiempo. Aunque ya compartimos la casa, este no fue un paso planeado. Pero te sorprendería lo mucho que este tema ha sido recurrente- respondió Lena, recordando el acto impulsor de todo.

-Bueno, me alegro por ti, cariño. Ya te consideraba parte de la familia y siempre noté la forma en que ustedes dos se miraban. Me alegro de que finalmente lo hayan hecho realidad- La mayor expresó su aprobación. -Después de todo, siempre quise que Kara encontrara a su persona, al igual que Alex encontró la suya.

- En otros tiempos, nunca hubiera considerado esa posibilidad, Eliza - confesó Lena cuando las dos mujeres ya habían terminado de organizar todo el espacio y ahora estaban de pie, una al lado de la otra, solo mirando a sus dos amores comunes - Cuando me mudé aquí, yo pensé que podría trabajar con Supergirl, nunca imaginé casarme con ella. Pero luego conocí a Kara, y tener su amor en mi vida lo cambió todo- y era verdad.

A pesar de la extraña y desordenada predicción de Sara, no se embarcarían en esto si no hubiera mucho amor involucrado. Suficiente amor para mantener una posible familia en el futuro. Ese amor que Eliza percibía entre su hija menor y su nuera de manera casi palpable.

-Sabes, ese es el tipo de cosas que toda madre quiere escuchar. Quizás algún día en el futuro lo entiendas . Pero Kara siempre fue una preocupación aparte. Siempre ha tenido mucha carga que llevar, que no se puede confiar en compartir con personas que no está preparada. Y aunque es extremadamente fuerte por fuera, su corazón es frágil. Así que mi única petición es que la cuides bien- Intercambió una mirada tierna con la morena a su lado.

-Eliza, puedes estar tranquila. Ya la he lastimado mucho, soy consciente de ello y lo lamentaré por siempre. Pero no volveré a cometer ese error nunca más. Ella es lo más preciado que tengo en esta vida.

-Y confío en ti para eso, cariño.

Su momento solo fue interrumpido por una niña que vino corriendo a abrazar sus piernas.

—La tía Kara mandó a preguntar cuánto tarda en estar lista esta tarta —dijo la niña traviesa, con esa carita llena de inocencia

— ¡ESME!- Oyeron el grito de protesta que venía de la habitación y se echaron a reír.

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Cuando Alex llegó a la Torre, lo último que esperaba era ver a Kara y Lena realizando varios cálculos en una pizarra.

- Entonces a ver, considerando el tiempo de producción de todos los materiales, son unos cuatro meses - anotó Lena - Y luego está el tiempo de construcción - pensó la morena.

-Dos meses más, si consideramos mis poderes y no hay una crisis como la anterior,- resolvió Kara.

- Entonces, tenemos que descontar 3 años aquí - recordó Lena - Y todavía estamos dentro del período de 5 años.

- Cierto, para que dejáramos a Lori dormir fuera, desde luego ya no podría estar siendo amamantada - señaló Kara - Podemos concluir que tendría que tener más de dos años. No creo que la dejáramos salir hasta los tres años.

-Y tenemos tiempo de gestación- consideró Lena -Lois tuvo un embarazo normal de nueve meses del bebé súper.

-Está bien, entonces, tenemos que observar si Lori tiene tres años y teníamos nueve meses de embarazo, entonces ambos decidimos tenerla por lo menos con un mes de anticipación- observó Kara- y luego, mezclando nuestro ADN para que el útero esté en las condiciones ideales para un embarazo.

-Eso es tres años y diez meses- Lena lo anotó.

-Y va a pasar el verano en el campamento, por lo que Lori tiene al menos tres años.- Kara recordó lo que Sara había dicho -Un campamento que vas a fundar.

-Lauren tiene 5 años, solo podía ir al campamento con al menos 3 años- trazó Lena.

-Y luego tenemos que fundaras el campamento en ¿2024?- Kara preguntó.

-Tal vez comenzaría el proyecto unos seis meses antes, solo para que todo salga bien- señaló Lena.

Alex solo las vio a las dos continuar con sus locas cuentas.

- Entonces, en vista de eso, no podría manejar dos proyectos tan grandes juntos y ya necesito estar embarazada de Lori aquí - Lena miró a Kara - Porque nuestra hija definitivamente fue mi mayor incentivo.

-Octubre- gritó Kara -Eso es todo, Lee.

-Octubre de 2023- asintió la morena.

-Te vas a quedar embarazada en 2023 para que Sara pueda retroceder en el tiempo y darme el spoiler que nos cambia la vida.

- ¿QUÉ?- Alex gritó de miedo.

- Alex - Los dos la miraron asustados.

-¿De verdad estás tratando de calcular la fecha de nacimiento de mi sobrina? – preguntó con curiosidad.

-Nada puede salir mal, o Sara no retrocedería en el tiempo y luego, quién sabe…

-Eres lenta, pero te darías cuenta- se quejó Alex.

-No nos arriesguemos- declaró Kara -Quiero tenerlo todo- completó, señalando a la morena.

- Entonces, hagámoslo así, nos casamos en octubre de 2022 y nace Lori un año después, en octubre de 2023, ¿qué te parece, cariño?- preguntó Lena, mirando la pizarra.

- Necesito un trago - dijo Alex, no conforme con lo que estaba viendo - Esa fue la propuesta más extraña que he visto en mi vida.

- ¡ALEX!- Kara se quejó.

-No te preocupes, preguntaré bien- prometió Lena y le dio un beso a Kara, sin contener la sonrisa en su rostro.

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Dicen que la planificación es la única manera de asegurar un negocio exitoso. Planificar todo con anticipación puede asegurar que se pueda cerrar un buen trato, puede asegurar que el dinero esté bien invertido. Y varias cosas más.

Para Lena, ser una empresaria exitosa siempre significó planificar sus pasos, sin embargo, lo improbable siempre podía ocurrir.

Un spoiler podría cambiarlo todo.

Y así se encontró Lena, tiempo después de haber estado calculando con Kara la fecha de nacimiento de su futura hija, para la fiesta de Navidad en casa de Eliza en Midvale.

Aún siendo una mujer de negocios, cuando se trataba de Kara, la morena perdió un poco la cabeza y dejó que sus sentimientos afloraran y le quitaran todo, fue así mientras buscaba el regalo de Navidad perfecto para la kryptoniana. Vio la joyería y de repente supo exactamente qué comprar y la caja de terciopelo estaba pesada en el bolsillo de los pantalones de chándal que llevaba puesta esa noche de Navidad.

Como de costumbre, Eliza había obsequiado a sus hijas, nueras y nieta pijamas para pasar la noche juntas. Esme se las había arreglado para ordenar tantas galletas navideñas con la ayuda de Kara y las dos corrían juntas por la sala de estar como si no pudieran romper una multitud de cosas diferentes con los poderes de la rubia.

-Kara, por favor, pueden tirar el árbol de Navidad- suplicó Eliza, por enésima vez.

-Todo está bajo control, mamá- Kara se rió de nuevo, corriendo detrás de su sobrina.

-Esme Danvers Olsen, si derribas el árbol de Navidad, ¿cómo va a dejar Santa tu regalo?- Kelly apeló a esa pequeña frase y vio que ambas se detenían al mismo tiempo.

- Lo siento, mamá, te prometo que seré buena - respondió Esme y tiró de la rubia hacia ella - Tía Kara, continuaremos el juego afuera mañana, ¿de acuerdo?

- Concuerdo- Bromeó con su sobrina.

-No sé quién es el más joven aquí- se quejó Alex.

-Kara, ¿no es obvio? - respondió Eliza divertida.

- ¿Kara? - Lena se rió entre dientes - Tiene un alma de niña preciosa, algún día será una gran madre.

-Tú también, querida -respondió Eliza sin que la morena se lo esperara, con una sonrisa cómplice.

-En serio, ¿quién puso este muérdago aquí?- Kara se quejó cuando vio el objeto sobre ella mientras jugaba a otra cosa con Esme.

-Claro que fue mamá, le encanta meternos en este negocio- se quejó Alex.

-No te vi quejarte la Navidad pasada- bromeó Kelly.

- ¡Kelly! Eww- se quejó Kara, cubriendo los oídos de su sobrina.

-Ahí va el mojigato- Kelly puso los ojos en blanco con diversión.

-¿Qué sucede cuando te subes al muérdago, tía Kara? preguntó Esme con curiosidad.

-Necesitas besar a la persona con la que te enamoraste- explicó Kara y besó las mejillas de la chica con cariño y sonrió cuando sintió que ella besaba las suyas en respuesta.

-Ahora sabes por qué siempre pongo los muérdagos por aquí- explicó Eliza, complacida con la escena y eso pareció darle una gran idea a Lena.

-¿Podemos comer ahora?- preguntó Lena, cambiando el foco de la conversación para no dar pistas sobre su plan.

-Realmente eres lo que comes- señaló Kelly divertida.

-¡KELLY!- gritó Alex, casi demasiado horrorizada.

-¿Quién es el mojigato ahora?- Kara se rió a carcajadas y corrió a la cocina con Esme.

Después de la cena, Lena bebió otra copa de vino para animarse, aprovechó la distracción de Alex, Kelly y Esme con el papel de regalo rojo y le dio un beso a Kara antes de llevarla al lugar exacto donde colgaba el muérdago.

-Parece que hemos caído en el muérdago.- Puntualizó casi demasiado divertida ante esa idea.

-Parece que nos hiciste caer en el muérdago a propósito- Kara rió suavemente.

-Primero, ¿puedes responderme una pregunta?- preguntó Lena en voz baja, como si necesitara más coraje.

-Claro, Lee, ¿qué pasó?- Al darse cuenta del nerviosismo de la otra, Kara agudizó sus propios sentidos, sin darse cuenta de que su familia los estaba observando.

-Nunca pensé que sería tan afortunada de tenerte como mi familia- comenzó Lena suavemente, acariciando el rostro de la rubia y mirando sus majestuosos ojos azules. -Elegirte no fue intencional, pero fue la mejor elección de mi vida. Y suelo ser una empresaria que se replantea cinco veces lo mismo, a menos que se trate de ti, porque siempre quiero más. Entonces, cuando vi esa vitrina, supe que era hora de arriesgarme un poco más. Kara Danvers Zor-El, ¿me harías el honor de casarte conmigo?- Se arrodilló y abrió la caja de terciopelo que una vez había estado en su bolsillo, revelando un pequeño anillo de compromiso de esmeralda.

-Acabas de estropear el muérdago de Navidad- murmuró Alex en voz baja, pero Kara podía oírla.

-Shh, Alex, me están proponiendo, déjame enloquecer en paz- respondió Kara casi automáticamente, arrancando una hermosa risa de Lena por un beso apasionado bajo el muérdago.

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Otro de los muchos cambios que Kara aportó a la planificación metódica de Lena fue el calendario de los eventos festivos. Vacaciones o no, la Luthor pasó ese tiempo alternando entre trabajar en la oficina y asistir a las galas que organizaba su familia y no podía escapar sin que Lillian hiciera un gran escándalo por ello.

Bueno, para ese año, aparte de que Kara se la llevó a kilómetros de cualquier oficina, o incluso del laboratorio (que para ella era casi ocio, pero quién sabe…), para pasar la Navidad; seria el primero de Esme en la familia, lo cual era un evento aparte, ya que incluso los Danvers no habían tenido niños que mimar en mucho tiempo; también fue el primer año de Kara como editora en jefe de CatCo. ¿En qué influye esto en Navidad? La rubia, ahora su propia jefa, aprovechó su época favorita del año para darse un tiempo hasta Año Nuevo.

Entonces, "Tú también eres tu propio jefe", fue lo que dijo para convencer a la morena de que se uniera a ella en lo que consideraba una locura. Pero subió a bordo. Si quisiera experimentar esto de la familia como una forma de “entrenarse” para ser una buena madre en el futuro, lo haría bien. Y esa era un área que Kara dominaba mucho más que ella, tenía que admitirlo. Así que simplemente aceptó y siguió sus instrucciones.

Lo que no esperaba es que Kara usara esta semana entre vacaciones y organizara una pequeña recepción para sus amigos. Cuando se dio cuenta, J'onn y M'gann, Nia y Brainy, e incluso Sam, Andrea y Ruby estaban llegando con bolsas y todo. Y Lena vio con alegría que la casa de la familia Danvers se convertía en una especie de campamento desordenado, mientras que Kara estaba muy emocionada con su "gran fiesta de pijamas", como ella la llamaba.

-¿Por qué siento que fuimos llamados aquí por alguna razón? -preguntó Nia con curiosidad, notando una especie de cambio en el aire de la habitación.

-Nia, concéntrate en arreglar las sillas mientras Kara enciende el fuego- pidió Lena, tratando de desviar el tema, pero eso solo hizo que la joven periodista se sintiera más segura.

-Así que definitivamente está pasando algo- Sam se rió entre dientes ante el ceño fruncido de su amiga mientras terminaba de colocar la madera en el lugar adecuado para que Kara pudiera encender el fuego.

-Ya sé lo que es- alardeó Alex.

- ¡Alex!- Kara se quejó con su hermana.

-Déjalos que te lo cuenten, cariño- dijo Kelly.

-Argh, está bien- Alex se detuvo.

-Gobernada- Sam, Lena y Andrea puntuaron juntos, y luego se rieron.

-Mami, ¿qué es gobernada? ¿Y por qué las tías dijeron que eres uno?- preguntó Esme con curiosidad.

-Ignora a tus tías, cariño- suplicó Alex, nerviosa ante la idea de explicarle esto a su bebé.

— Tía Lena, ¿me dirás qué es?- Esme se volvió hacia su tía.

-Mira, creo que Eliza me está llamando, ahora vuelvo querida.- Lena se alejó rápidamente de la niña mientras Kelly suspiraba, ¿por qué había conseguido una familia tan loca?

Después del incidente, los amigos se organizaron en la fogata, pasaron varios malvaviscos para derretir en el fuego y también galletas para completar la merienda. Además, compartieron cómo había sido su Navidad y, a propósito, Kara fue la última.

-Está bien, entendemos que estás enamorado- Nia interrumpió a J'onn y M'gann, quienes estaban comentando sobre un típico ritual marciano que a ella no le interesaba demasiado.

-¡Lena Luthor, vamos, dilo! ¿Cómo estuvo tu navidad? ¿Por qué tienes esa sonrisita tonta?- Sam sabía que había algo más.

-Arruinaron la tradición del muérdago- explicó Alex -en serio, no quiero volver a detenerme en un muérdago en mi vida.

-Alex está haciendo un drama- Lena trató de encogerse de hombros, sus mejillas se sonrojaron.

-¿Qué hicieron ustedes dos bajo el muérdago? — Andrea tenía curiosidad — Dios Mio, ¿no van a decir que tuviste sexo debajo de él? Incluso yo no sería tan pervertida- La latina sonrió.

- ¡Andrea! Hay niños en el círculo- se quejó Kelly. -Después me toca a mí explicarle cosas que ella no necesita saber todavía.

-Por el amor de Dios, Lena le propuso matrimonio a Kara bajo el muérdago- explicó Alex con impaciencia.

- ¡Alex! Iba a decirlo- Kara hizo un puchero.

- ¡Alex! Estuvimos de acuerdo- se quejó Lena a continuación y sostuvo la mano de la rubia cariñosamente mientras sus amigas gritaban incontrolablemente, enloqueciendo como si fueran estudiantes de quinto grado.

- ¡No creo! ¡Kara, tienes que decírnoslo!- Sam y Nia ordenaron juntos.

- Fue uno de los momentos más inolvidables de mi vida - Kara suspiró enamorada - Me llevó bajo el muérdago y me dijo que me respondiera algo, nunca imaginé que sería una propuesta de matrimonio - Sonrió tontamente.

-Y así arruinaron la tradición del muérdago- volvió a quejarse Alex.

- Si no es así, no me casaré -Sam suspiró, enamorada de la escena en su mente.

-Dios mío…- Andrea simplemente mordió su malvavisco y su galleta, después de todo, estaba realmente jodida.

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Bueno, por desgracia, los festejos pasaron y una Kara ligeramente malhumorada tuvo que volver a su rutina en National City. Lo cual Lena sabía que era pura rabieta ya que su prometida también echaba de menos la vida que tenían, sobre todo ser Supergirl ahora que podía sentirse libre llevando el traje.

Pero después de todo este tiempo, Kara también se dio cuenta de que en el camino de ser Lena, solo “Lena”, la morena no negaba su magia en absoluto. Sin embargo, estaba enfocando sus habilidades en combinar magia y ciencia, incorporándolas a los trajes del equipo, haciéndolos inmunes a la magia y creando artefactos especializados en caso de que alguna vez se enfrentaran a oponentes del nivel de Nyxly. Incluso ahora que tenía acceso, dedicó meses al estudio de la magia y la ciencia kryptoniana, aumentando en gran medida su espectro de conocimiento.

Por otro lado, esto significaba que en la mayoría de las misiones, el héroe más nuevo del equipo prefería quedarse en la Torre o en la base del nuevo DEO, supervisando, en lugar de salir al campo. Solo salía cuando era sumamente necesario, como hoy. El equipo estaba teniendo dificultades para contener lo que pensaban que era un ladrón de bancos ordinario, pero era un ilusionista, que desaparecía repetidamente y aparecía ante sus ojos, lo que dificultaba mucho su captura.

Cuando la situación se estaba prolongando más de lo necesario, Lena le dio la orden a la IA vinculada a los uniformes del equipo para que leyera a ese tipo molesto que era la razón por la que su cena se retrasó. Y sus sospechas eran acertadas, su software reconoció que las ondas electromagnéticas emitidas por el villano correspondían a magia. Así que resopló y activó el portal a través de su reloj, entró en acción, capturó al hombre y resolvió el caso en menos de 5 minutos.

Regresó por el portal y lo dejó abierto para que el equipo también pudiera regresar más rápido. Pero cuando se dio cuenta de que no seguían su camino, miró hacia atrás para verlos todavía sorprendidos, mirándola.

- ¿Vendrán?- los llamó y los sacó de su trance. Todos se movieron un poco confundidos y finalmente la siguieron a través del portal.

Después de que lo interrogaron y solo había papeleo por hacer, Kara se acercó a Lena, que trabajaba en su puesto anterior, frente a una de las muchas pantallas de monitoreo, ahora observando más de cerca las habilidades del ladrón y la naturaleza de su magia.

-Deberías hacer esto más a menudo- dijo Kara y vio que la morena se desviaba de su enfoque concentrado en la pantalla.

- ¿Mmm?- Lena solo preguntó, sin saber a qué se refería Kara.

-Deberías hacer esto más seguido.- La rubia reiteró su punto.

-¿Esto qué, cariño?- Lena todavía estaba un poco confundida por ese enfoque.

-Unirte a nosotros en el frente- Super sonrió, convencida de que esta era su mejor idea en años. -¡Eres tan ruda! Apareciste y atrapaste al tipo que nos estaba dando un baile. ¡Eres increíble, Lee! ¡Y apuesto a que serías increíble en acción!

-No sé, Kar…- respondió Lena, claramente indecisa pero considerando -No sé si quiero llamar la atención sobre mí, ¿sabes? No ahora que todo va tan bien en tantos aspectos de mi vida. Ya le he dado gracias a Dios que mi presencia en la derrota de Lex pasó casi desapercibida, aún con tanta gente ahí…- Expresó su incertidumbre al respecto.

-Pero hay una solución muy simple para eso- dijo Kara, todavía confiada. -Sé que revelé mi identidad, pero esto funciona para mí. No significa que sea lo mejor para todos. Mira, Nia, Alex y Kelly permanecen en el anonimato, por ejemplo.

- ¡Vaya! – exclamó la morena apenas entendió a lo que se refería Kara – ¿Estás diciendo…?

- ¡Sí! Eres un héroe, ya eres parte del equipo, ¡ahora necesitas un uniforme! - Concluyó su razonamiento muy emocionada - ¡Ah, y un nombre en clave, por supuesto!

-Lamento interrumpir, pero escuché parte de la conversación- Alex llamó la atención de los dos, quienes estaban tan absortas en sí mismos que ni siquiera notaron su presencia allí. -Y creo que Kara tiene razón, cuñada. Ya es hora de que tomes tu lugar en el equipo, por completo.

-Sí!- Kara agradeció la ayuda de su hermana para convencer a Lena. -Si te hace sentir más cómoda saliendo a la calle con nosotros.

-Creo que me gusta la idea…- Lena todavía lo estaba considerando, pero sabía que era mucho más probable que aceptara la sugerencia. La idea realmente tenía mucho sentido, no podía negarlo.

-Entonces, ¿podemos empezar a trabajar en un traje? Eres una bruja, no creo que nadie se imagine ver a Lena Luthor vestida con un traje medieval…- Sugirió Alex, por alguna razón, muy emocionada por la noticia.

-Bien, siempre y cuando sea un vestido completamente negro. Y lo siento Alex, pero nunca usaré maquillaje como el tuyo. Prefiero una versión mate, más discreta y que me cubra más la cara… - Lena ya estaba completamente involucrada y divagando sobre el tema.

- Está bien, entiendo que el estilo es para pocos - Alex le devolvió la provocación - Todavía podemos colocarle una capucha, una capa o el propio vestido... Te ayudará a disimular la cara también…

-Me gusta, podemos probarlo- Cuando se dieron cuenta, las tres mujeres comenzaron a dirigirse hacia los laboratorios, comenzaron a diseñar de inmediato, en el punto álgido de la emoción.

-Y todavía necesitamos un nombre…- le recordó Kara.

- ¿Puedo sugerir 'Spellwoman'?- Se escuchó la voz de J'onn. Tampoco habían notado la presencia del marciano escuchando tranquilamente la conversación. Era muy bueno nombrando héroes.

-¿Escuché mal o estás nombrando una nueva heroína?

Y una vez más el grupo no se dio cuenta cuando se abrieron las puertas del ascensor.

-¡¿Srta. Grant?! -exclamó Kara sobresaltada -¡Te juro que no le dije la ubicación de la Torre! — corrió a justificarse ante el grupo, mientras que Lena solo reía.

-¿De verdad crees que mi editora en jefe entraría y saldría de mi revista en cualquier momento para interpretar a Supergirl y no sabría dónde encontrarla?

Kara no respondió, solo resopló de frustración. Seguramente ya debería haber esperado esto.

-Ahora, qué tenemos aquí... Lena Luthor está adoptando su lado de bruja-héroe, según tengo entendido…- Cat examinó a la mujer a fondo, de arriba a abajo -Spellwoman…- probó el sonido.-Como la persona que inventó Supergirl, necesito decir que es un buen nombre. Seguramente uno pensaría…- Habló como si eso fuera un cumplido en sí mismo.

-No vas a decir 'somos chicas', bla, bla, bla, 'Spellgirl' es mejor…- Kara le recordó los propios argumentos de Cat en ese momento.

- ¿Spellgirl? – pronunció Cat casi con disgusto - ¡Dios mío, Kara! ¡El sonido de esto es horrible! Yo te enseñé mejor. El nombre también tiene que ponerse de moda. La gente necesita usarlo, para eso necesitas tener una pronunciación fácil.

-No estoy preocupada por el marketing- intervino Lena.

-Eso deja que se hagan cargo los expertos, querida- Cat la interrumpió, demasiado cómoda para interferir.

-¡Pero Lena es mi pareja y yo soy Supergirl! - Aún intentaba Kara, muy alterada, el puchero casi formándose en sus labios.

-¡Por el amor de Dios, Kara! Quieres pareja o formar un dúo country?! - Dijo Alex, completamente cansado de esta rabieta.

-Sí... Lo siento, Kar, pero eso es un poco cursi- también tuvo que admitir Lena.

-¡¿Oh, incluso tú?!- Kara llevó sus manos a su pecho dramáticamente, sintiéndose traicionada.

-Tengo la intención de ser una heroína seria, mi amor.

- Bueno, ya está decidido, ¡pronto tendremos a “Spellwoman” en las calles de National City! — Cat sentenció — Lena, cariño, ¿cuáles son las posibilidades de que me concedan una exclusiva para lanzar ese nombre? Ya sabes, ahora es casi una tradición que CatCo anuncie a los nuevos héroes en la ciudad.

— ¡¿Ah, ahora quieres seguir las 'tradiciones'?!- Kara protestó y todos se rieron, aunque sabían que era un argumento inventado en el acto por la gran reina de los medios.

-Kira, mira a esta mujer, el poder que emana de ella... Tiene que ser 'Spellwoman'"- señaló finalmente Cat.

-En realidad, mi prometida es un bombón- Kara se encogió de hombros como si ese hecho fuera trivial.

- KARA?

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National City 2026

El portal se abre de nuevo en la cocina de la casa de la familia Lance-Sharpe, a tiempo para ver a su esposa preparando la cena. Una vez que Sara pone un pie en el entorno familiar, localiza a su hija y esposa, deja un rápido beso en cada mejilla y sale corriendo por la casa. Comportamiento extraño que deja a su esposa con un gran signo de interrogación en su rostro.

- Mamá, no podemos correr por la casa para jugar después de ducharnos - Lauren casi grita para que su madre escuche en cualquier habitación que haya dentro de la casa - Mamá Ava no deja - La niña parecía tentada a seguir a su madre pero resignada, sentado en el sofá, para evitar un regaño.

-Lo sé, cariño- Sara trató de modular su voz para sonar tranquila frente a su hija, que ya regresaba de su pequeña búsqueda.

- ¿Qué pasó, Sara? - Ava espera a que su esposa se acerque un poco más a ella para preguntar en voz baja. Si era serio, no querían asustar a su pequeña con cosas de adultos.

-¿Dónde está Lori?- Sara preguntó sin aliento, no solo por la breve carrera, sino por el creciente nerviosismo.

- ¡¿Qué Lori?!- Ava responde con otra pregunta, claramente confundida.

-¿Qué quieres decir con qué de Lori?- Sara se desesperó aún más cuando escuchó esa frase de su esposa.

-No tengo idea de quién es Lori, cariño- Ava parecía genuinamente confundida, se dio cuenta el mayor.

-I…Iré a la casa de Kara y Lena, no tienes que esperarme para la cena- Sara tartamudeó y se fue de nuevo, maldiciéndose por ser tan estúpida como para romper una regla muy importante sobre los viajes en el tiempo.

Dos cuadras después, Sara llamó a la puerta de la casa de la familia Luthor-Danvers una y otra vez hasta que Lena le abrió confundida y aparentemente cansada.

- ¿Sara? ¿Qué haces aquí? - Preguntó.

-Vine a ver cómo estaban- Inventó la primera mentira que pudo encontrar en su mente confundida.

- ¿Cómo estamos?- Lena se frotó los ojos, muy cansada.

-Sí, después de la derrota de Parallax, sé que Kara no está durmiendo lo suficiente- explicó simplemente.

-Todavía tenemos problemas para dormir toda la noche- explicó, tomando una respiración profunda. -Las pesadillas siguen siendo constantes, todo era muy real para ella.

-¿Y dónde está Kara? - Buscó las fotos de los dos con Lori por la habitación, pero no encontró ninguna, de hecho, la diferencia era la presencia de una niña sonriente de ojos azules.

-Ayudando a Liam en el baño, probablemente haciendo un gran desastre- Lena puso los ojos en blanco divertida, pero estaba agradecida de tener al menos unos minutos de paz cuando estaba con su bebé y en los brazos de su esposa.

-¿Espera, Liam?- Sara estaba aún más confundida en ese momento -¿Dónde está Lori?

- ¿Lori? ¿Quién es Lori? – preguntó Kara, sus brazos estaban ligeramente mojados, al igual que su camisa y Sara podía ver claramente el comienzo de las ojeras en el rostro de la kryptoniana y ni siquiera sabía que eso era posible.

– ¿Quién es Lori?- Lena repitió la pregunta.

-No puedo creerlo, me he convertido en Barry- murmuró Sara para sí misma en completa desesperación, recordando cuando Barry retrocedió en el tiempo para salvar a su madre y creó una nueva realidad donde la hija de John Diggle era en realidad un hijo. -¿Quién es Liam? - Volvió con una pregunta.

-¿Qué quieres decir con quién es Liam? - Lena se cruzó de brazos y arqueó una ceja mirando a Sara - Pensé que había elegido excelentes madrinas para nuestro hijo, Kar, al parecer nos equivocamos.

– ¿Madrinas?- Sara estaba realmente perdida en ese tema.

-¿Cómo pudiste, Sara? Confiamos en ti para cuidar a nuestro chico ¿y ni siquiera te acuerdas de él?- Kara adoptó la misma pose que Lena.

-Debería convertirte en una rata- Los ojos de Lena comenzaron a brillar amenazadoramente.

-Yo…yo, lo siento, accidentalmente viajé atrás en el tiempo y le dije a Kara que ustedes dos tenían una hija llamada Lori y ahora que estoy de regreso ni siquiera saben quién es ella- soltó Sara de repente y estaba muy confundido cuanda Kara y Lena comenzaron a reírse abiertamente.

Simplemente ya no se sorprendió cuando vio a su esposa e hija riéndose juntas a su lado.

-Te dije que iba a caer como un patito- Kara se rió de buena gana.

-Y pensé que Sara no le tendría miedo a Lena- agregó Ava con una sonrisa.

-Vivir para ver a Sara Lance, ex-asesina profesional, asustada de una bruja- Lena se secó las lágrimas que corrían por su rostro después de tanta risa.

-Espera, ¿todo esto fue un engaño?- Sara comenzó a darse cuenta de eso a medida que su miedo se disipaba.

-Un engaño no- Lena volvió a reírse -Un hechizo- Le guiñó un ojo y terminó el hechizo lanzado anteriormente, dejando que su casa volviera a ser lo que era antes, una habitación llena de juguetes y fotos de ellos y su pequeña.

- ¡Te mataré!- Sara gritó, casi enojada.

-Nos debes esto por darnos el mayor spoiler de nuestras vidas- explicó Kara.

-¿Tienes alguna idea de cómo hemos estado?- Lena continuó.

-¿Y has esperado todo este tiempo para jugarme esta ridícula broma? – preguntó Sara indignada -Y, cariño, ¿cómo puedes ser parte de todo esto?

-Es simple, cariño, las chicas conocen las reglas sobre el viaje en el tiempo, ya sabían sobre el error de Barry, no cometerían el mismo error que tú- Le guiñó un ojo a su esposa y las chicas volvieron a reírse abiertamente.

-Espera, ¿dónde está Lori?- preguntó de nuevo.

- Paseando con la abuela Eliza y la prima Esme - respondió Kara - También nos están ayudando porque todavía no hemos podido dormir bien desde Parallax.

-Tiene sentido- Sara se cubrió la cara completamente avergonzada, ¿cómo había caído tan fácilmente en esa broma?

-¿Quieres decir que nuestro próximo bebé se llamará Liam?- Kara preguntó en voz baja, solo para que Lena escuchara.

- ¿Qué te parece la idea? Lori ya empezó a pedir un hermanito- continuó Lena en el mismo tono.

-Creo que podemos empezar a intentarlo- murmuró y besó la frente de Lena con ternura- Te amo

-Yo también te amo, cariño- murmuró Lena también y luego besó los labios de su amada esposa, eso fue solo el comienzo de un nuevo ciclo.

EL FIN