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A la tercera va la vencida

Summary:

Se vuelve a despertar contra su voluntad, y ni siquiera tiene tiempo de arreglar nada antes de que la nube le lleve de nuevo al exterior.

Y de nuevo, el elegante gato negro le mira fijamente, ronroneando y maullando. Jiang Wanyin lo mira, aún medio dormido, y luego suspira con fuerza.

"Te dije que te fueras", dice, mirando a su alrededor. Están en el mismo sitio que antes, así que o bien el gato se quedó allí y volvió a invocarlo a propósito o regresó después de que se le olvidara. Intenta de nuevo escuchar el lenguaje del gato, pero le resulta tan incomprensible como antes. Chasquea los dedos y el gato desaparece, esperanzado hacia su dueño.

 

a.k.a Jiang Wanyin es invocado por un gato, que pone su mundo patas arriba.

Notes:

Esto es una traducción de una historia en inglés, mi primera historia en este fandom que amo tanto!

Espero que lo disfruten!

Work Text:

Jiang Wanyin abre los ojos de repente, un poco desorientado. Enfoca la vista y se da cuenta de que sigue dentro de la lámpara. Frunce el ceño. ¿Por qué despertarse si nadie le estaba invocando? Espera un poco, pero no ocurre nada. Vuelve a la cama, deseando sin éxito que su cuerpo vuelva a dormirse.

Cierra los ojos, pasando su mano izquierda a través de su cola alta, con la otra mano rascando su estómago cuando lo siente.

Alguien está frotando la lámpara.

Salta de la cama en menos de dos segundos, se arregla el chaleco sin botones, se asegura de que sus pantalones están subidos, se pone los zapatos y apenas tiene tiempo de mirarse en el espejo cuando el tirón es demasiado fuerte y es absorbido por la lámpara en la llamativa nube morada que tanto odia.

Sus pies aterrizan suavemente en el suelo y él cruza los brazos, hace brillar sus ojos y hace que la nube se aleje más rápido. Abre la boca para empezar a hablar, pero no ve a nadie. Se encuentra en un claro aislado de todo en lo que parece ser un espeso bosque, con cielo azul y clima cálido. Mira a su alrededor pero no ve a la persona que frotó la lámpara.

"¿Qué carajo?”, dice en voz alta, y un agudo 'miau' suena desde sus pies. Mira hacia abajo y ve a un gato completamente negro con ojos azules, sentado en sus patas traseras, ronroneando y maullando a intervalos, mirándole atentamente. Junto al gato yace la lámpara de Wanyin, con algunos pelos de gato pegados a las joyas en la superficie.

Suspira, exasperado. No es la primera vez que sucede, pero usualmente son perros los culpable, nunca un gato.

No es muy fan de los gatos.

"Vete", le dice al gato, que no mueve un músculo y sigue ronroneando ruidosamente. Jiang Wanyin intenta comunicarse con el gato, pero su lenguaje interior le es completamente ajeno y, haga lo que haga, no puede traducirlo. Frunce el ceño y se agacha. El gato se lanza inmediatamente hacia él y empieza a frotarse contra sus piernas y sus manos. Wanyin sonríe suavemente y empieza a acariciarlo.

"Eres un gato cariñoso, ¿verdad?", le dice, frotándole detrás de las orejas con una mano mientras busca en su cuello con la otra. Encuentra un collar con una etiqueta dorada. Se acerca para leer la inscripción.

“Propiedad de Nie Huaisang. Devolver a la estación de la policía metropolitana de Qinghe si lo encuentra perdido.”

"¿Estación de policía metropolitana de Qinghe?", se pregunta Wanyin. Levanta la vista, cierra los ojos, hace una rápida búsqueda mística y descubre que se encuentra en el año 2019, en las afueras de la ciudad de Qinghe, a unos veinte kilómetros de dicha "Comisaría", demasiado lejos de la lámpara para llevar el gato hasta su dueño sin enfurecer a su magia.

De repente se da cuenta de que ha pasado 560 años dormido dentro de la lámpara. Suspira de nuevo, pasándose una mano por la cara. Mira al gato y lo acaricia rápidamente antes de levantarse. El gato maúlla con fuerza y vuelve a frotarse contra sus piernas, pero Wanyin se aparta de él.

"Lo siento, pero no puedo quedarme. Si no puedes comunicarte conmigo, no puedo concederte deseos. Espero que puedas encontrar a tu dueño", chasquea los dedos y vuelve a la lámpara.

Se pasa el resto del día pensando que quizá tener una mascota no sería tan mala idea. Podría limpiar mágicamente y hacerle inmortal como él, para no tener que estar solo. Pero...

No quiere sólo compañía. Quiere un amigo, alguien con quien poder hablar, que le tome de la mano, le abrace e incluso le dé contra el colchón. Pero eso es imposible para él. Renunció a un futuro con un compañero, con un amante, cuando se convirtió en genio.

Se toca el tatuaje que tiene en la parte de atrás de la mano izquierda, tres triángulos dorados uno al lado del otro, entretejidos en su piel para siempre.

“Desear es para los idiotas, Wanyin, tú lo sabes,” se dice a sí mismo, antes de quedarse dormido.

Se despierta de nuevo en contra de su voluntad, y esta vez no tiene tiempo de arreglar nada antes de que la nube se lo lleve de vuelta al exterior.

Y de nuevo, el hermoso gato negro lo mira, ronroneando y maullando. Jiang Wanyin lo mira, aún medio dormido, y luego suspira.

"Te dije que te fueras", dice, mirando a su alrededor. Están en el mismo sitio que antes, así que o bien el gato se quedó allí y lo volvió a invocar a propósito o regresó después de que él se olvidara. Intenta de nuevo escuchar el lenguaje del gato, pero le resulta tan incomprensible como antes. Chasquea los dedos y el gato desaparece, con suerte hacia su dueño.

"De nada, Nie Huaisang", dice y vuelve a la lámpara. Se tumba en la cama y mira sin ver hacia el techo que desaparece.

¿Cómo es Nie Huaisang? Para poseer un gato tan hermoso y elegante debe de ser un hombre al que le gusta el lujo y la comodidad. ¿Por qué huiría el gato entonces? Tal vez quería tener una aventura. ¿O estaba cansado de ser mimado todo el día? Wanyin soltó una risa sardónica. ¿Quién se cansaría de que lo cuidaran? Le encantaría tener a alguien que le cepillara el pelo con mimo y adoración....

Con ese pensamiento deprimente, se quedó dormido.

Volvió a despertarse, esta vez lentamente hasta que estuvo plenamente consciente. Levantó la vista y se sentó rápidamente porque lo que era inequívocamente una mariposa blanca revoloteaba a su alrededor, dentro de la lámpara. Estaba boquiabierto, todavía incrédulo, cuando sintió que alguien frotaba la lámpara y las nubes púrpuras lo arrastraron antes de que pudiera investigar.

Esta vez, frente a él, había un hombre que sostenía al gato negro. Wanyin, aún con la boca abierta por la sorpresa, sacudió la cabeza y cerró la boca. El hombre, que parecía tan alto como él y tenía el pelo castaño, largo y suelto, le sonrió con amabilidad en sus ojos verdes. Sus delgadas manos acariciaban al gato, que tenía los ojos cerrados y ronroneaba ruidosamente. Miró a Wanyin de la cara a los pies y de nuevo hacia arriba, y esta vez sonrió satisfecho. Wanyin, mirando sus extraños pantalones azul claro indecentemente ajustados y su amplia camisa negra que tenía el dibujo de un loto morado, sintió como si se le hubiera secado la garganta de repente.

"Me preguntaba adónde se había escapado mi querido gato", dice, y su voz es melódica e intensa. Wanyin siente un escalofrío. "Ahora me pregunto por qué no se quedó aquí, mirándote".

Wanyin sentía que todo se estaba yendo en una dirección que él desconocía, así que decidió adentrarse en territorio conocido.

"Este es el genio de la lámpara" comienza, y el hombre -obviamente Nie Huaisang- abre mucho los ojos y su sonrisa se desvanece. "Te concederé tres deseos, pero ten en cuenta que hay cosas que ni siquiera los genios pueden conceder. No puedo matar a nadie, ni resucitar a nadie, ni hacer que nadie se enamore de otra persona. Aparte de eso, el mundo es tuyo para que lo desees".

Nie Huaisang permanece en silencio, mirándole con algo que Wanyin no puede identificar. Al cabo de unos segundos, empieza a inquietarse y se aclara la garganta.

 

"¿Y bien?", dice, y Nie Huaisang salta como si se hubiera sobresaltado al salir de una ensoñación. Vuelve a sonreír.

 

"¿Sólo tres deseos, entonces?", pregunta, y Wanyin asiente. Nie Huaisang reflexiona un segundo y el gato mueve la cabeza hacia su mano, para que reanude las caricias. "Tengo todo lo material que se me ocurre", empieza, paseándose de un lado a otro, "dinero, ropa, pintura, papel, pinceles, libros... Incluso mi adorable gato, a pesar de sus tendencias escapistas.” Se detiene y vuelve a mirar a Wanyin, que se ha quedado embelesado, observando el fluir de su pelo. Sonríe de nuevo ante la expresión culpable del genio. "¿Qué desearías tú?”, pregunta y toma a Wanyin por sorpresa.

No es la primera vez que alguien le hace esa pregunta, y él siempre les suelta tonterías. Pero esta vez, ve de nuevo la mariposa blanca revoloteando encima de la cabeza de Nie Huaisang, que no se da cuenta, y suspira.

"Desearía ser libre, para navegar por el mundo y encontrar mi lugar", dice y Nie Huaisang frunce el ceño.

“¿Eres un esclavo?” Le pregunta, y Wanyin se encoge de hombros.

“No exactamente,” dice, cruzándose de brazos. “Yo elegí convertirme en esto, pero no me puedo ir a menos que…”

“¿A menos que qué?” Insiste Nie Huaisang.

“A menos que mi dueño desee mi libertad,” dice Wanyin, y Nie Huaisang entrecierra los ojos, desconfiado.

"¿Cómo sé que no eres un demonio maligno que quedó atrapado en la lámpara como castigo por tus terribles actos contra la humanidad y ahora intenta liberarse estafándome?", pregunta, y Wanyin se queda atónito un segundo antes de soltar una carcajada. Sigue riéndose mientras se limpia las lágrimas de los ojos.

"No tengo forma de demostrar que te equivocas", dice y hace un esfuerzo por mostrarse serio. "Nunca fui humano, pero no soy un demonio. Nací con poder, y dada la elección entre morir una muerte horrible o vivir para siempre con magia, elegí esto. Nunca hice nada para dañar a los humanos ni a nadie que no pudiera luchar contra mí en igualdad de condiciones. Así que cree lo que quieras. Aún tienes tres deseos".

Nie Huaisang aún le mira con recelo, pero su rostro denota asombro. Empieza a pasearse de nuevo.

"¿Hay algún truco detrás de los deseos? ¿Como que si deseo un auto, alguien morirá para que yo lo herede?”.

Wanyin le mira con confusión. Nie Huaisang se pregunta qué es hasta que cae en cuenta, mirando la ropa que lleva el genio.

"No sabes lo que es un auto, ¿verdad?", pregunta, y Wanyin asiente.

"No lo sabía cuando lo mencionaste, pero ahora lo sé. Y no, no hay trucos detrás de los deseos. Si deseas un auto, aparecerá un auto nuevo para ti, sin la pérdida de nadie".

"Mmmm", musita Nie Huaisang, "Interesante". Besa la parte superior de la cabeza del gato, que ahora está extendido en los brazos de su dueño, completamente a gusto, y Wanyin siente una extraña punzada de celos. "¿Puedo desear algo para alguien más?".

“Mientras no sea muerte, resurrección o amor, sí puedes.” Dice Wanyin.

"Muy bien", dice Nie Huaisang, "deseo que la granja de mi hermano Nie Mingjue sea siempre fértil, tenga éxito y le haga feliz".

Wanyin se sorprende. En todo su tiempo como genio, nadie había deseado nada para otra persona. Chasquea los dedos y siente que la magia funciona. Asiente con la cabeza. "Hecho"

"Maravilloso", dice Nie Huaisang, y lo mira. "Deseo encontrar a mi verdadero amor".

"No puedo hacer que nadie se enamore de ti", dice Wanyin, y Nie Huaisang sacude la cabeza.

"Eso no es lo que deseo”, dice "Permíteme decirlo de otra manera: Deseo tener una señal clara, una marca, que me haga saber que la persona que también tiene esa marca es mi pareja perfecta y que podemos ser felices juntos, romántica, sexual y también en el plano de la amistad."

Wanyin no encuentra ninguna violación, y si la hubiera, la magia simplemente no funcionaría. Chasquea los dedos y siente que la magia funciona.

Inmediatamente, Nie Huaisang deja caer el gato, gritando, mientras sujeta su mano izquierda con la derecha. Un poco de humo sale de ella y el olor a carne quemada llena el claro. Wanyin corre hacia él, preocupado.

"¿Qué, qué ha pasado?"

"¡No lo sé, dímelo tú!" grita Nie Huaisang, con lágrimas en los ojos. Wanyin le coge las manos y, sin mirar, se las cura. El humo se disipa y Huaisang deja de llorar y ambos miran su mano. Tres triángulos de oro, uno al lado del otro, están incrustados en su mano, para siempre.

Wanyin suelta la mano como si le quemara y se tambalea hacia atrás.

"Tienes que estar jodiéndome”, murmura para sí y siente cómo las lágrimas le pican en los ojos.

¿Qué clase de broma de mal gusto era esa? Tiene los ojos fijos en la mano de Nie Huaisang.

"¿Qué es esto? ¿Es la marca que deseé?”, pregunta Nie Huaisang y Wanyin asiente. El hombre mira su nuevo tatuaje y sonríe. "Bueno, yo...", se corrige rápidamente, “yo quería que la marca apareciera sin dolor, pero, bueno, ya está aquí". La mira mejor y frunce un poco el ceño. "Esto parece bastante... común. ¿Cómo voy a saber si la persona que la tiene es mi pareja perfecta?".

Wanyin cierra los ojos y suspira. Los abre de nuevo y se acerca a él. Extiende la mano izquierda, con la palma hacia abajo, y al acercarse a Huaisang, los triángulos brillan con una luz dorada. Atónito, levanta la mano y los triángulos también brillan. Mira las manos y luego a Wanyin. Su mirada se suaviza.

“¿Cómo te llamas?” Le pregunta, y Wanyin no puede mirarlo.

“Jiang Wanyin,” le contesta.

“Yo soy Nie Huaisang,” dice y Wanyin asiente.

“Lo sé.”

“¿Cómo?”

“El collar de tu gato,” dice Wanyin, “Yo lo envié hacia ti la segunda vez que me convocó.”

“Oh,” es todo lo que Huaisang puede decir.

Wanyin levanta por fin la vista y fija su mirada en Huaisang. Puede ver su asombro y sus dudas reflejadas en esos ojos.

"Yo... yo no he hecho esto. Quiero decir que yo no me he hecho tu pareja perfecta. Yo no tengo mucho control sobre mi magia... tiene mente propia".

"¿Esto es sobre ti?”, pregunta Huaisang y Wanyin asiente.

"Si miras más de cerca, los triángulos tienen una pequeña escritura dentro. Dice mi nombre en la Lengua Antigua”

“¿Lengua Antigua?” pregunta Huaisang.

"La lengua que hablaba mi pueblo antes de ser esclavizado y asimilado", dice Wanyin.

"Eso parece una larga historia para otro día", dice Huaisang, y coge la mano de Wanyin con la suya. Wanyin jadea, sintiendo una corriente de algo al contacto. Los jadeos de Huaisang dicen que sintió lo mismo. Sonríe, suavemente.

"¿Quieres ser libre, Jiang Wanyin?", pregunta Huaisang, y Wanyin le aprieta la mano suavemente antes de asentir.

"Sí, quiero".

"Bien. Jiang Wanyin, genio de la lámpara, deseo que seas libre de tu esclavitud con tu magia intacta, bajo tu control de nuevo".

Los ojos de Wanyin se abren de par en par y, antes de que pueda pensar demasiado, chasquea los dedos.

Siente cómo su magia cambia, se transforma, transforma su cuerpo. Cierra los ojos y siente que el dolor le atraviesa el alma y grita.

Nie Huaisang ve al genio ser levantado del suelo en una nube púrpura con rayos de luz cruzando su cuerpo y teme por él cuando grita. Corre hacia él, le agarra del tobillo y tira de él hacia abajo. Wanyin se desploma como un muñeco de papel en sus brazos, la nube y los rayos desaparecen en un instante y ambos se estrellan contra el suelo.

Nie Huaisang jadea con los ojos cerrados, los brazos apretados alrededor de Wanyin. Aún puede sentir la corriente al contacto con su piel. Tensa su abrazo y abre los ojos.

"¿Wanyin?", pregunta, y el genio gruñe y empieza a moverse. De repente vuela hacia atrás, despegándose de Huaisang, y su cara es una mezcla de horror y alivio.

"Lo siento", le dice a Huaisang.

"¿Por qué? Te he jalado, ha sido culpa mía. ¿Cómo te sientes?”

"Me siento... libre, supongo", dice, y se levanta. Le tiende la mano a Huaisang, que la toma y se levanta. Están muy cerca y ahora Huaisang se da cuenta de que los ojos de Wanyin son muy azules.

"Me alegro de que seas libre", dice, "¿qué quieres hacer ahora?".

"Gracias", dice Wanyin en cambio "nunca podré pagarte por esto".

"Puedes empezar por darme un beso y luego contarme cómo te metiste dentro de una lámpara como un genio".

Wanyin le sonríe, una expresión tierna que derrite a Huaisang hasta el suelo. Y cuando Wanyin lo toma de la barbilla con sus delicados dedos, le inclina la cara hacia arriba y le da un intenso beso a labios cerrados, Huaisang ya está derretido. Cierra los ojos, disfrutando de la sensación que recorre su cuerpo cada vez que tocan la piel del otro, y ronronea, contento.

Se separan y se miran durante unos segundos, aturdidos y felices, y luego ambos esbozan enormes sonrisas.

"Tienes mucho que aprender, Jiang Wanyin", dice Huaisang, y le toma la mano. Mira a su alrededor y ve que su gato ya empieza a alejarse. "Ven conmigo"

“Adonde quieras", dice Wanyin y ambos se alejan del claro, tomados de la mano.

Una mariposa blanca sigue revoloteando donde antes estaba la lámpara, ahora un montón de cenizas. Sus delicadas alas tocan las cenizas y éstas se evaporan en una nube de humo púrpura.

Cuando el humo se disipa, la mariposa ya no está.