Chapter Text
—El bebé esta bien, pero los padres están hechos una mierda. Al parecer el pelirrojo logró proteger al bebé de los ataques.
El sargento Shadwell dictaba mientras Newton anotaba todo rápidamente. El Beta hacia lo posible por anotar todos los detalles que su sargento olvidaba.
—¿Cómo sabe eso?—Newton era novato (a pesar de tener dos años en servicio), y algo incrédulo de la situación que presenciaba, no comprendía que clase de persona haría algo así, y más si había alguien de por medio, en este caso, un bebé. ¿Quiénes harían algo tan cruel en contra de ellos? La escena era totalmente horrible, pero era un milagro que el pequeño estuviese bien, sin ningún rasguño.
—Los anillos muchacho, los anillos... Además, son alpha y omega.— señaló Shadwell apuntando la mano del rubio, donde logró apreciarse con detalle un anillo plateado con un diamante rojo. Por el otro lado, el pelirrojo tenía uno igual, pero en azul y sangre seca, probablemente intentó parar la hemorragia que emanaba de su pecho y hasta último momento, intentar tomar la mano de su pareja.
—Llama a los forenses, deben levantarlos antes de que esté más transitado. Y cerrar esta librería. El estado se hará cargo si no hay alguien con derechos sobre esta.— dicho esto, Shadwell se marchó dejando a un novato a cargo. El bebé estaba con una oficial, Anathema. Logró calmar al pequeño, quien desde que llegaron, lloraba sin cesar y más por el peso ejercido por su padre. Ahora, estaba descansando en los brazos de Anathema.
Por otro lado, estaba la señora Tracy, la vecina que vivía enfrente, quien se encontraba hablando con uno de sus compañeros. Ella, quien había escuchado los disparos, pero que no pudo hacer nada, debido a que varios tipos salían de la librería, robando el Bentley negro del pelirrojo. La única pista era eso, el Bentley negro, pero alguna prueba de qué casta eran, ninguna.
—Comuníqueme con los forenses— Newton hablo por la radio a la central. Inmediatamente lo conectaron y pudo dar la información del lugar. Las cosas serían algo complicadas en esa noche.
Anathema estaba cuidando del pequeño pelirrojo de ojos azules que reposaba en sus brazos. Por nada había permitido que el niño cayera en manos de alguien más, debido a que lloraba de manera incesante y no paraba. Ahora se encontraba alimentándolo a las 4 am.
Newton se acercó. Si algo sabía, es que a pesar de llevar unos dos años, seguía siendo el más joven en servicio. O eso creyó cuando vió a Anathema, quien le ayudó los primeros meses al "chico nuevo", "novato" y "torpe muchacho" (apodo que Shadwell le daba por que el joven era pésimo con la tecnología, incluso tratándose de un teléfono inteligente).
—¿Está bien?— Notó a la chica cargando delicadamente a este mientras le daba de un biberón.
—Claro que lo está. Solo tenía hambre...Es un poco triste lo que ocurrió...— Anathema seguía admirando los bellos ojos del pequeño. La chica llevaba en servicio unos años, aun teniendo la misma edad que Newton, había estado en varias estaciones de policía de la ciudad. Jamás había tenido un caso como este. No era allanamiento, ni siquiera un accidente casual. A la vista de la chica, premeditado y en contra de ambos. De cierta forma sentía algo de impotencia. El niño no merecía perder a sus padres.
—El estado se encargara de él. Espero lo mejor para...¿Sabemos su nombre?— Preguntó Newton, acercándose y viendo al niño. El bebé estaba relajado, durmiendo plácidamente.
—Tardaran en darle un hogar... Y no quiero eso. Lo adoptaría...pero no tengo pareja. Ya sabes, tenemos que estar aquí, trabajando.
—Él estará mejor. No te preocupes por eso Anathema.
Newton intentaba poner a la alpha en calma. Levemente distinguía el olor de esta, que denotaba una preocupación.
—Bien...Gracias...—Siguió cargando al niño y dejando a este dormir. Newton se sonrojó al ver la imagen de este pequeño sobre el regazo de ella. Si algo ocultaba Newton era su gusto por ella. Pero claramente un alpha no podría estar con un beta. Ella era perfecta. No siempre podía obtener lo que quería.
Aziraphale y Crowley estaban en casa. Antes de casarse, estaban muy exasperados con su boda. Emocionados y bastante contentos. Tenían tiempo planeando su boda, y Azira estaba más que contento por esto. Estaban viendo arreglos florales. Si algo deseaban, era tener bellas flores en la recepción, y en los centros de mesa, y en todas las decoraciones, y el rubio estaba bastante pegado en los catálogos yendo a todos los lugares disponibles.
Crowley dejaba que su omega escogiera cada cosa que este quisiera, lo consentía y al igual que él, estaba más que ansioso por tener su boda.
Pero obviamente, cierta omega estaba en discrepancia con esto. Beelz estaba molesta con la decisión. Estaba muy enfurecida por la noticia...y lo peor era que ni siquiera podía decir nada. Crowley había decidido dejarla. Discutían, pero al parecer el no tenía la fuerza mental para soportarla. Y eso le molestaba... ¿Cómo se atrevía a dejarla?... Los primeros meses en que Beelz veía a estos tan unidos, eran una tortura. Se negaba a creer que estaba pasando. Se negaba a creer que esta era su realidad. Pero semanas después esto se convirtió en una ira incontrolable. Y seguía enojada. Seguía molesta. Culpaba al rubio de esto. Si Crowley no hubiese fijado su atención a este...
Beelz solo estaba en cada bar, bebiendo junto a sus amigos. Hastur y Ligur , incluyendo al idiota de Lucifer. Ellos notaban la desdicha de ella. Notaban la ira cada vez que se le acercaban. Conocían a Crowley.
—Creo que deberías dejarlo. Ya, olvídalo Beelz. Yo que tú buscaría a alguien mas. Además, no nos ha hablado...ha estado ocupado.
—¿Ocupado con qué? ¿Con ese idiota comelibros? ... Lo detesto...
Dio un sorbo largo.
Era obvio que lo quería. Pero no era la única así.
Gabriel, era parte del círculo de amigos de Aziraphale. Este desde que conoció a Beelz, estaba embelesado por la belleza de esta. Pero también notaba que buscaba tipos "malos" en cuanto a su aspecto. Honestamente, él no era de su tipo. Pero aún así, el alpha admiraba a esta de distintas maneras.
Azira estaba muy contento con Crowley. Ambos se sintieron conectados y de alguna forma, eso lo era. Estaba marcado por este, y este vínculo los unía. No quería perderse de nada junto a Crowley. Planeaban visitar París. Ir a Escocia. Quizás hasta ir a Estados Unidos. Viajar por todo el mundo, y por supuesto, su anhelada familia...El rubio deseaba un pequeño. Estaría tan feliz al tener un pequeño...Y amaría a este pequeño muchísimo... casi podía sentirlo.
Pasaron los meses... Las preparaciones estaban listas...o casi listas. Crowley pasaba poco tiempo con Azira...esto en parte era normal. Azira estaba viendo la lista de invitados, tratando de estar a la altura e invitar a todos los que eran importantes para ambos. Hacia llamadas constantes, llamadas para Estaban en la librería. Había cerrado. Tenía las cosas muy en claro al tratarse de su boda. Crowley e mantenía ocupado al tratar de mantener las flores de la manera en que su amado había ordenado, y el estrés mantenía a Crowley queriendo tener todo tal cual. Todo a la manera en que Azira pedía y ordenaba. Su omega merecía lo mejor.
Mientras tanto, Beelz estaba al tanto de los movimientos del omega. Estaba solo. Pero ella podía confrontar a este, hacer algo que detuviera la boda. Necesitaba detener esa boda y recuperar a Crowley...
Entro a la librería, lugar donde sabía que este se encontraba. Forzó la entrada, abriendo bruscamente y empujando las cosas en su camino. Estaba furiosa. Vió a este levantarse asustado. Pudo detectar su miedo, y ella estaba enfurecida.
—Podemos hablarlo...Beelz...
El que este la nombrara la hizo enojar.
—¿Así que tú eres el idiota del cual Crowley se enamoró?... No lo vales...Idiota...Pedazo de imbécil...
No estaba contenta con esto...Le dió una fuerte bofetada, empujo y tumbó la mayoría de las cosas de Azira, Los libros fueron lanzados contra Aziraphale. El rubio solo se cubría, sin intención de lastimarla ni herirla...entendía que esta estuviese molesta...pero era exagerado...comenzó a atacarlo con mas brusquedad.
—¡Beelz, no pretendo hacerte daño! ¡Basta!
Azira no quería dañarla, al ser omega, y hombre, era obvio que tenía fuerza y podía lastimarla...pero no iba a hacerle daño...Por mas que ella estuviese empeñada en dañarlo. Poco a poco ella dejo de golpear. Los golpes fuertes y bruscos cedieron a unos menos intensos, y en cambio, pudo escucharla llorar.
Beelz miró y entonces...solo lo dejó. Se fué, molesta. No quería que se casaran. No podía aceptarlo...a pesar de que ya estaban a punto. No debia pasar. No debia suceder.
—Anathema...— Newton la veía estar dormitando en su lugar de trabajo... Se acerco y le dejó el café que a ella le gustaba.
—Mph...— La chica no había dormido. Se mantuvo el resto de la noche ocupada cuidando del bebé. Se había encariñado. No pretendía dejarlo, pero ahora estaba en servicios infantiles. Poco a poco despertó, encontrándose a Newton a su lado. Eso la asustó.
—Calma... te traje un poco de café. Debemos ir a patrullar. Shadwell no quiso llevarme con él...así que...bueno... Me toca estar contigo... — En el fondo, el de lentes estaba completamente emocionado.
—Vaya... Shadwell me dejó con un poco de mala suerte.— Dijo Anathema, riendo un poco — ¿Conducirás?
—No soy malo conduciendo...solo manejando teléfonos, y computadoras. Podemos pasar por un pequeño aperitivo. Imagino que ni siquiera desayunaste
—¡Claro que sí desayuné! —Dijo algo ofendida...pero recordó que no era así. Y entonces...un gruñido de su estomago dejó ver su mentira. Se sonrojó.
—Claro, te creo. Vamos.
Salieron del lugar. Estaban algo cansados por lo de anoche, pero Anathema se sentía a gusto con él. Newton tenia...sus encantos. A pesar de ser un beta. No es que ella se mantuviera pensando en chicos. Ningún omega atraía su atención. Se sentia...algo extraña con respecto a el Beta.
Newton condujo hasta llegar a un lugar de comida rápida. Un autoservicio.
Ella lo miró de manera extraña. El solo la volteó a ver.
—Pide lo que gustes Anathema. Yo pago. En serio, no me molesta. Lo necesitas...no cualquiera hace lo que tú.
El estaba muy nervioso al decir esto. Quizás...estaba dejando ver algo de sus intenciones...o quizás solo estaba arriesgándose. Pero...un impulso de valentía llegó a él. Y entonces al ver su sonrisa, supo que ella accedía.
—Bien. Entonces ambos comeremos.
La alpha estaba muy feliz. Más que con otras personas.
—¿No hay familiares?— Una mujer estaba buscando en el sistema a familiares de los recién fallecidos. No había nadie...o algo. Los parientes estaban difusos. Los abuelos maternos y paternos habían fallecido. No habían familiares cercanos como tíos, ni siquiera primos. La mujer en la computadora se había topado con un niño complicado... Otro niño más en algún desafortunado orfanato.
—Sargento, hemos investigado un poco sobre el caso de anoche. Parece que encontramos una pista. Un pelo. Se que no parece mucho, pero es la primera pista concreta. Los análisis forenses siguen en proceso, tanto los de la pareja como los de ese rastro. Además, los atacantes forzaron el lugar. Un disparo. Eso pudo poner en alerta a las víctimas, por eso el bebé fue sustraído de la cuna. Y además tamb-
—Un reporte muchacho. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?
—Lo siento.
El beta se relajó. Además de patrullar, estaba al tanto del caso. No es que lo ignorara...que bien podía hacerlo. Pero no. Quería dar una resolución e impartir justicia.
—Puedes dejarlo en mi escritorio. Veo que decidiste quedarte. Eso es bueno. Necesitaremos oficiales al tanto de este caso. Avísame de alguna novedad.
Newton dejó el folder que tenia con la evidencia y su reporte. Salió de la oficina de Shadwell, para después ir a su lugar de trabajo. Sin darse cuenta la chica estaba a lado de él. Anathema estaba trayéndole un muffin de chocolate.
—Gracias por lo de hace rato. No te agradecí debidamente...Así que sé que te gustan que sean de chocolate. Espero te gus-
—Gracias!..Oh... Disculpa...Pero gracias.
Ambos estaban algo incómodos.
—Bien...me voy. Iré a hacer algunas cosas.
La alpha estaba muy feliz.
Y el Beta estaba procesando la situación .... Pero estaba feliz.
