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Lucifer dice.

Summary:

Es otro típico AU de universidad y retos, nada más. Solo quería sacarlo de la cabeza ;)

Work Text:

Dean sonríe directo a la mesa junto a la puerta de auxilio al entrar al comedor, en dónde se encuentran sus amigos: Meg fumando de brazos cruzados en el umbral de la puerta, Charlie metida en un libro, Benny, Crowley y Luci jugando al póker. —¿Qué hace este bastardo aquí?— Sin pelos en la lengua se dirige a Lucifer mientras toma asiento junto a Charlie. —Les he traído una broma, o bueno, un reto. Pero los necesito a todos juntos.— Cada uno deja de hacer lo que hace para prestarle atención, aunque a ninguno le cae excepcionalmente bien, lo integran en sus bromas por el buen ingenio que éste tiene.

Es entonces que el mayor de los Novak se estira en su lugar, satisfecho de haber captado su atención. —Tengo que averiguar si mi hermanito es gay.— Charlie es la primera en mostrar un gesto de desagrado. —¿Y eso? No le importa a nadie.— Entonces todos están de acuerdo. —Sí, es que Castiel tiene una admiradora, y la amiga de su admiradora dice que es gay, asi que ya saben.— Se alza de hombros. —¿Estás ciego o sordo?— Meg se acerca un poco a él. —¿Acaso no oíste los rumores del beso que me plantó en aquella fiesta?— Dean voltea los ojos.

—Yo sí, pero ellas no, vamos, solo tienen que insinuarsele y ver que responde, es fácil.— Charlie harta del tema se levanta y se marcha, no tiene ganas de abrir la boca. —Si lo hacemos ¿qué ganamos?— Crowley alza las cejas, él nunca hace nada sin recompensa. —Lo que quieran, y digo cualquier cosa.— No es que los chicos sean fácil de comprar, pero obtener cualquier cosa de Lucifer es tentador. —Veremos.— Es lo único que suelta Dean.

Por otro lado Charlie toma asiento junto a Sam, Cass, Jo y Kevin; su segundo grupo de amigos (y de Dean). —No adivinarán de lo que hablan esos tarados.— Los cuatro se acercan a ella. —Quieren hacer la cosa más estúpida del mundo, obviamente, guiados por Lucifer.— Sam se relame los labios. —¿Cuándo no?— Entonces todos ríen. —Cuéntanos que no tenemos todo el día.— Kevin la apura. —Sí, a eso voy. Quieren averiguar si Cass es gay mandando a alguno de ellos.— Cass frunce el seño. —¿Van a mandar a alguien a preguntar?— Jo lo mira con una mueca torcida. —No creo.—

Entonces todos se quedan en silencio, pensando. —Puedo meterme en la decisión así que dime como prefieres esto.— Charlie, imaginando la respuesta, le pregunta a Cass. —¿No es mejor evitarlo? Después de todo no vas a frenar a tus amigos ¿eh? Siempre es lo mismo con todos ustedes, se quejan de Lucifer pero hacen todo lo que les dice.— Sam se molesta sin tener idea de algunas cosas. —Sam, no es tan así como crees.— Castiel intenta explicar algo. —No soy tan bobo, tenemos a Charlie de los dos lados, lo podemos mover a mi favor.— Entonces Sam cae en cuenta de a que se refiere Castiel, siendo empujado por Jo. —Muy bien, dile algo así como que me notaste viéndolo mucho, ya sabrás.—

Al finalizar la jornada escolar Charlie vuelve con Dean y aquel grupo, con una sonrisa traviesa. —¿Pensaron en como hacer?— Meg la mira sorprendida. —Creí que no entrarías esta vez, pero veo que sí; por algo te quiero tanto.— La abraza de los hombros. —No tenemos nada, a menos que Meg lo bese nuevamente, pero se rehúsa y no nos dice nada más.— Benny la mira con los ojos entrecerrados. —Ya les dije, tengo mis motivos.— Entonces Charlie alza la cabeza. —Tiene que hacerlo Dean.— Dice decidida. —¿Y por qué yo? Cualquiera de ustedes puede besarlo.—

—No funciona así, Dean, lo estuve observando, y no solo este día, él te mira cuando cree que no lo estás viendo.— Charlie le explica. —Pero hermano, nosostros si lo vemos.— Crowley se suma a la sugerencia de Charlie. —Ademas tu y Cass tienen una relación rara y es compañero de Sam, será más fácil que con cualquier otro.— Meg está de acuerdo. —Bien, pero todos me deben una cerveza.— Los señala con su dedo índice. —¿Y qué tengo que hacer? ¿Bañarme en su habitación y salir con la toalla? ¿Atascarme en el lavarropas? ¿Darle una clase de yoga?—

Charlie lo mira con asco. —Tu cerebro está podrido de tanta pornografía, solo ve y pregúntale que le parecería un beso.— Charlie lo hace parecer tan simple. —¿Eso acaso funciona?— Benny se ríe. —No sé a ustedes, pero a mi siempre me funciona.— La pelirroja se defiende, haciendo reír a Meg. —Si le funciona.— Dice entre risas. Dean voltea los ojos, otra vez, pero no tienen otra idea y a decir verdad podría funcionar; entonces sonríe misteriosamente. —Bien, grabaré la interacción con mi celular y ya está, si dice que no gana la admiradora.— Todos están de acuerdo.

—¿Y si dice que sí?— Benny pregunta preocupado. —¿No lo besarás? ¿o sí?— Vuelve a preguntar, haciendo que Crowley lo vea divertido. —Hará lo que tenga que hacer.— Le dice con una voz amenazadora. —Veremos.— Y finalmente se marcha, sosteniendo su bolsa muy decidido. Su grupo de amigos se queda en silencio. —Hay que seguirlo.— Meg propone y todos están de acuerdo, comenzando a caminar lento por donde su amigo se fué.

Dean llega al conocido departamento, inhala adquiriendo confianza y golpea la puerta, para su suerte lo atiende Castiel, sin pensarlo dos veces prende la grabadora. —Hey.— Saluda, pareciendo un poco sospechoso. —Hola Dean, Sam salió.— Cass sigue parado en la puerta, listo para cerrarla. —En realidad vine a verte.— Entonces el ojiceleste alza las cejas. —¡Ah! Bueno, ya lo hiciste.— Entonces cierra la puerta frente a Dean, quien sonrie mordiéndose la lengua y vuelve a golpear.

—Quiero pasar.— Se recuesta en el umbral de la puerta, Castiel se corre a un lado dejándolo pasar finalmente, Dean se dirige directo a la heladera y saca dos botellas de cerveza. Castiel vuelve a su asiento frente a unos libros y Dean se sienta junto a él extendiéndole una botella. —¿Y eso?— Cass lo mira confundido. —¿No te dijo Sam? Tenemos un parcial en dos semanas.— Dean abre la boca como si supiera.  —Yo todavía no, puedo dormir en las noches.—

Entonces comienza su primer movimiento juntando sus sillas, Castiel lo voltea a ver. —Estas muy cerca.— Dean, como respuesta, acerca su rodilla a la de su amigo, intentando darle alguna señal. —Tu rodilla está muy cerca.— Aún sin hablar Dean coloca su mano en el muslo de Cass; es entonces dónde finalmente Castiel se calla, pero simplemente estudia disfrutando de las caricias de su amigo, tomando ocasionalmente unos tragos de cerveza. Pasan un tiempo así hasta que Dean comprende que no llegará a ningún lado y aparentemente Charlie tenia razón.

—Cass ¿puedo darte un beso?— Directo y con una voz clara Dean finalmente se anima a decirlo, Castiel deja de hacer lo que hace y lo mira con una pequeña sonrisa. —No lo se ¿puedes? Digo, ¿quieres? Por mi no hay problema, un beso es un beso.— Dean lo ve con una expresión dura. —Un beso no solo es un beso, Cass, vienen con distinta intenciónes.—Entonces Castiel empuja su silla y queda frente a frente con Dean. —¿Cuál es tu intención entonces?— En la lengua le queda la pregunta "¿Es para saber si soy gay como te dijo mi hermano?"

Dean se queda callado, mandándo todo al diablo. —Supongo que tengo dos intenciones, te diré una: quiero probar tus labios desde que te presentaste como el compañero de cuarto de mi hermano.— Para Cass eso es suficiente, más que suficiente en realidad. Sin dudarlo se inclina agarrando el cuello de la camisa de Dean y le planta un beso rudo.  En su cabeza él iba a iniciar el beso, Cass iba a estar nervioso y él lediría que todo está bien. Claramente Castiel no está nervioso.

—Dean.—Cass le habla entre el beso, permitiéndose así morderle el labio; el nervioso es Dean. —Dean párate que estoy incómodo.— Dean le hace caso, se apoya en la mesa de una forma sexy, planeando agarrar a Cassie de la cintura y darlo vuelta en dónde él está. Castiel sube apoyando sus palmas en el borde de la mesa, quedando cara a cara con Dean, junta un poco sus cuerpos para colocar su pierna derecha entre las de su amigo, quién lo agarra de la cintura; pero para su sorpresa no puede darlo vuelta y quedar como el dominante.

Mucho menos cuando Castiel muerde y chupa su cuello al mismo ritmo que mueve su rodilla. Dean solo puede acercarlo más a él, tirando su cabeza hacia atras disfrutando las sensaciones. En cuanto se rinde definitivamente en tener el control en aquello, Dean, sujeta con fuerza el cinturon de Cass, intentando desabrocharlo. —Aquí no, que también come Sam.— Cass susurra casi en un suspiro. —Hoy quiero comer yo.— Dean le dice logrando desabrochar el cinturón, entonces se arrodilla al mismo tiempo que baja los pantalones de Castiel, curiosamente unos boxer amarillos con abejas se dan a relucir.

Dean no se sorprende en absoluto ya que fueron regalo de él (dos pares a decir verdad) y Castiel sonríe de lado. Antes de comenzar a gemir por las suaves caricias que Dean le otorga a su miembro, cuándo este comienza con una lenta felación los gemidos de Cas se vuelven súplicas incoherentes. Del otro lado de la puerta Sam está listo para entrar a su departamento, es entonces cuando los gemidos de su compañero le advierten que no está solo allí dentro; sin nada más que hacer se sienta en el suelo a ver tiktoks.

—Vamos a mi cama.— Lamiéndose los labios Cas levanta a Dean del brazo, el rubio lo obedece. Ya en aquella habitación Dean vuelve a pretender tener el control. Castiel se encuentra desnudo frente a él, puede finalmente admirar aquel cuerpo vagamente ejercitado, sonríe de lado. Sentado en el borde de la cama de plaza y media espera que Cass tome asiento sobre él y lo monte, pero el pelinegro tiene planes distintos; lo empuja por los hombros recostándolo bruscamente.

Dean vuelve a ser besado por él, entonces Castiel baja sus besos hacia su cuello e intenta sacarle la remera, cosa que logra a duras penas. Sigue besando todo su cuerpo hasta llegar a esos jeans azules que tanto conoce, con un poco de delicadeza se los quita y sigue su trabajo de dejar besos húmedos en todo el cuerpo de Dean. En cuanto el rubio abre los ojos y ve como, sensualmente, Cass se chupa los dedos se aleja un poco. —¡Ey! Alto ahí.— Cass entrecierra los ojos. —¿No estás seguro? Podemos parar.— Dean no quiere parar, no es eso.

—Yo sólo... Yo creí... ¡Agh! Es mi primera vez con un hombre, ya sabes, no suelo hacer esto.— Con su mano hace un círculo. —¿Quieres cambiar de roles?— Castiel ofrece sin problemas, buscando algo en la mesita de luz a los pies de la cama. —Supongo, aunque tampoco sé hacer eso.— Y otro gesto con las manos aparece. —Podemos dejarlo en sexo oral si quieres, no te obligo a nada.— Dean realmente se sorprende con la libertad que su amigo habla de todo eso, ellos nunca habían tocado el tema del sexo antes, ni siquiera sabía si Castiel había tenido su primera vez; ahora sabe que sí.

—No, yo quiero más, he fantaseando con eso, solo que no es como en mis fantasías.— Lo que Cass había sacado del cajón rebota a su lado, y su amigo se pone sobre él, juntando sus frentes. —Haré lo que se hacer, y si algo te incomoda o no te gusta sólo dime y paro. ¿Te parece bien?— Dean asiente con la cabeza antes de besar a Castiel nuevamente. Es así como el pelinegro vuelve a repartir besos por su cuerpo, dándole una merecida mamada. En el momento que moja sus dedos con lubricante y acaricia el al ano de Dean, éste último ríe. —Eso está frío.—

No dice nada más mientras siente como Castiel lo acaricia, o incluso cuando mete un dedo allí, o dos, no siente nada más que una incomodidad, incomodidad que se olvida rápidamente cuando Castiel lo besa mientras mueve sus dedos dentro y fuera de él, en un momento los dos dedos se vuelven tres y luego de eso Castiel toca un punto que hace arquear la espalda a Dean. —Hazlo de nuevo.— Susurra aferrándose a la espalda de Castiel. —Haré algo mejor.— Le Susurra este, sacando sus dedos. Con suma paciencia abre un preservativo y lo coloca en su miembro. —¿En serio? Si alguno de los dos tuviera una infección el otro ya se hubiera contagiando.— Se burla Dean.

—Lo sé, y se que ninguno la tiene porque la semana pasada fuí a hacerme el examen, examen que gracias a Sam se que también te hiciste. Me lo estoy poniendo para que sea más fácil la entrada.— Dean traga saliva pero nada más, espera que sea así de fácil como Castiel dice, entonces así lo es, no va a negar que es una sensación incomoda al principio o que arde como el infierno, pero no duele, no duele cuándo Cass finalmente está dentro. —¿Eso es todo?— Pregunta abriendo los ojos. —Dean, no sé si es eso un halago o un insulto.— Castiel le sonríe divertido.

—¿A qué te refieres?— Dean vuelve a ser besado por Cass en el cuello. —Es solo la puntita.— Le susurra este, agarrando sus nalgas más fuerte. —Así que prepárate.— Dean se aferra a su amigo esperando lo peor, pero para su sorpresa tampoco es doloroso, al contrario, la incomodidad desaparece luego de unas embestidas y solo queda un placer inexplicable cada vez que Castiel se mueve lejos y hacia él. A decir verdad nunca se imagino en una posición similar ¡qué mal estaba! Porque definitivamente se lo está pasando genial. Muchísimo, más al tener a Cass sobre él haciendo esas caras tan sexys y gimiendo solo para él, todo es solo Castiel y él.

Por otro lado Sam se sorprende al ver a los amigos de su hermano allí. —¿Qué haces afuera?— Meg le pregunta. —Castiel está con alguien.— Sam junta las cejas. —Estaba gimiendo hace un rato, creo que ahora fueron a su habitación.— Charlie ríe. —¿Viste a Dean?— Aún riendo pregunta. —No, no creo, lo ví hace rato subiéndose al Impala pero nada más.— Benny se sienta junto a él. —Ya veo.—

Castiel vuelve a besarlo, Dean se aferra a la espalda de éste y empuja hacia delante, pidiendo más sin palabras. —Sube.— De la nada Cass deja de hacer lo que hace y se recuesta junto a Dean, quien lo mira con burla. —No creo poder hacerlo, es medio raro.— Igualmente se sienta sobre Castiel. —Bájate si no quieres, no pasa nada.— Nuevamente no es una cuestión de querer o no, porque si es así Dean estaría haciendo cosas humanamente imposibles ahora que tiene a Castiel de esa forma. —Lo intentaré.— Nunca admitirá que está avergonzado porque es la primera vez que está haciendo algo como eso, y al contrario de él, Cass parece un experto.

Entonces Dean vuelve a ser penetrado, esta vez de otra manera, no le desagrada, puede sentir a Castiel aún más profundo, y cuando este lo mueve por las caderas se deja llevar completamente, admirando la bella imagen de Cass con los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás. Cuando Dean toma las riendas del asunto las manos de Castiel se dirigen a su espalda, y mientras rebota puede sentir las uñas de Cass por su espalda, cosa que lo anima aún más. Rebota mientras siente como una de las manos baja hasta su cadera y la otra comienza a masturbarlo lentamente, volviéndolo completamente loco.

No duran mucho tiempo más hasta que Castiel logra sincronizar su orgasmo con el de Dean, un último beso los hace sonreír. —¿Esto también era parte de tu asunto con Luci?— Castiel dice burlón, divertido al ver cómo aparece una cara de pánico en Dean. —No, no. ¿Cómo sabes lo de Lucifer?— Dean quiere bajarse de Cass, pero éste lo sujeta. —No seas bobo, Charlie me dijo y juntos estuvimos de acuerdo en que tu serías el indicado. —Oh... Entonces si, era parte de mi plan.—Dean acaricia el pecho transpirado de Castiel.

Se quedan así unos segundos, disfrutando de ellos dos, entonces golpean la puerta. —¡Voy!— Grita Dean bajandose de Cass para ir al baño, colocarse los boxer y el jean e ir a abrir la puerta, Castiel hace todo más lento. Abre la puerta con una sonrisa de lado, viendo no solo a su hermano sino a sus amigos, los deja pasar estirando su cuello para que vean las marcas que Castiel dejó, y cuando se da vuelta muestra con orgullo los rasguños de Castiel, entonces el pelinegro entra en la escena, vestido completamente pero aún así mostrando sus propias marcas en el cuello. Lo que la ropa no muestra es que las marcas de Castiel termina en su pecho y las de Dean siguen hasta sus nalgas y muslos.

Nadie dice nada hasta que Charlie comienza a reír. —¿Entonces se pueden rendir con Castiel?— Dean lo abraza de la cintura con posesión. —Díganle a quien pregunte que Castiel tiene novio, y que soy yo.— Cass se sonroja, pero está de acuerdo con ello.

La reunión termina dejando a Dean y Sam en el departamento, mientras Charlie secuestra Castiel muy feliz. —¿Realmente te cogiste a Cass?— Sam le pregunta a su hermano, no va a negar que está un poco enojado con Dean, después de todo lo conoce lo suficiente en temas de relaciones. —No. Él me cogió a mí, Sammy eso fue espectacular, no sabía que yo también podía doblarme así, estuve perdiendo el tiempo con las mujeres, lo mío definitivamente es estar debajo, o sobre o junto a Cass. ¿Sabías que tenemos un punto en...— Sam le pone la mano en la cara.

—Detente justo ahí, no me gustaría saber más.— Dean se ríe. —¿Seguro? Tengo mucho de que hablar ¿alguna vez has chupado un pene? Toda mi vida creí que era asqueroso, pero no es así, es tan exitante cuando lo hize...— Nuevamente Sam lo interrumpe tapándose los oídos y gritando "lalalala". Dean comprende. —¡Bien! No hablaré más del tema, por ahora. Dime ¿dónde estabas?— Sam sonríe negando con la cabeza. —Con Jess, me invitó a salir y pagó todo, estubo genial, la próxima la llevaré a un lugar aún más caro. —¿Están compitiendo?— Dean busca algo de la alacena. —No, le pediré matrimonio.— Dean encuentra las papas.

Al otro lado del departamento Charlie y Castiel tienen una conversación similar. —¡Dean es el pasivo! ¡Un uke! ¡Un omega!— Charlie grita divertida mientras Castiel no comprende ninguno de esos términos. —Supongo, yo he estado en ambos lados, tampoco me molestaría ser el pasivo.— Castiel se alza de hombros. —Todos pensamos que eras el pasivo, con la marcas de Dean y eso.— Charlie estira sus piernas. —Se lo propuse, pero bueno, en otra ocasión quizá.— Entonces Castiel estira sus piernas también. —Quien lo diría, son una pareja de versátiles.— Nuevamente Charlie usa una palabra que Cass no comprende y cambia de tema.

Al día siguiente se encuentran a Castiel rechazando personalmente a la chica interesada en él, explicándole que sería imposible para ellos porque él está actualmente en una relación y es gay, cosa que la chica entiende perfectamente y se disculpa. Dean llega al momento en que Castiel se despide de ella y lo besa en los labios, dejando a la chica, y a cualquier espectador, boquiabierto con la escena, después de todo Dean era el último en quien alguien pensaría junto a Cass.

Y es que se pasó toda la secundaria siendo algo parecido a un homofóbico, todos sus ex compañeros son los más sorprendidos, cualquiera que conocía a Dean en aquella época no podría creer lo que ahora están viendo sus ojos, pero la gente cambia, al parecer.

La bisexualidad de Dean es un tema recurrente unas semanas, pero el longevo noviazgo de él y Castiel es un tema todavía más comentado cuando, después de que Dean deje la universidad para seguir con el negocio familiar de su familia y Castiel termine su carrera de profesor de Historia, se presentan en la graduación de Cass con anillos de compromiso a juego y más unidos que antes.