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Language:
Español
Stats:
Published:
2023-10-15
Updated:
2024-10-01
Words:
170,497
Chapters:
42/?
Comments:
4
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7
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770

Encuentro Infinito

Summary:

Un mundo donde todo es diferente, la realidad se voltea y ya nada es igual o en realidad, es lo que debe ser. Así se puede describir.

Dejar de conocer a ese alguien que cambió el rumbo de tu historia y también la de toda una galaxia i/o universo, puede llegar a ser catastrófico.

Conozcamos el resultado de este cuando Adastra este mas lejos que nunca de una verdadera plenitud, cuando todo se pierde, cuando el causante solía ser en tu otra vida tu alma gemela.

Veamos cuanto tomará que suceda ese..

 

Encuentro Infinito.

Notes:

Este es un fanfic fábrica que posee una limitada cantidad de spoilers sobre Adastra. El resto de las cosas aquí presentadas no son canon y son nada mas y nada menos que creación de un escritor humilde.

Le invito a mi wattpad donde ya hay disponible una cierta cantidad de capitulos:

https://www.wattpad.com/story/351506723?utm_source=android&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create&wp_uname=Luis_Kitsune&wp_originator=O8cHfIpn1sfxdfCMkaN90iD5tjeKzvFUXLefadLTLBk%2B56ahZ%2FNKNzB8G4bAkbR564M4iTuNDbK0g4%2BO44S1gGglOViJ8NBWhAjTEL%2FE%2FiPxyCMQomWjSokgwlwRtm1q

Gracias. Disfrute la lectura.

Chapter 1: Sinopsis

Chapter Text

Amicus.

Joven emperador de toda una luna y galaxia. Los Padres lo bendijeron con un lugar en la familia real, hermanos que lo querían, amigos, y un prometido al que ama con todo su corazón...

Pero esa no es nuestra historia.

...

 

...

 

...

La galaxia entera se ve próspera, los tratados de paz están en camino y las nuevas relaciones entre los Hermanos están a punto de dar frutos.

Todos gozan de salud, buenos momentos, la ayuda en la Luna de Adastra suscitadas tanto por el Emperador y los demás aliados han hecho de todo este micro cosmos un mejor lugar para habitar.

Nada puede ser mejor para Amicus y sus amigos...

Eso pensaba.

Los humanos. Una especie agresiva y con malas intenciones ataca un día aleatorio. Nadie esta listo . Su fuerza supera con creces a los lobos y les derrota. Una nueva monarquía nace, y el emperador a sido destronado de su puesto.

La nueva historia es escrita. Los caminos que debían cruzarse se han alejado mas que nunca y la avaricia colma el ambiente. Ya no hay confín en la galaxia que este seguro de los humanos.

Amicus devastado , demigrado , ahora empieza a comprender las cosas, nada cambiará a este paso. Tres años se han ido y algo debe cambiar, pero ¿Que?

...

Hay que averiguarlo.

Chapter 2: Demigrado

Chapter Text

La guerra. Tan terrible y devastadora.

Un mundo incompleto colisionando en conjunto con otro. Vidas relegadas a la nada y el sufrimiento en esparcimiento temprano. Así ah sido desde que nos descubrieron.

Todo comenzó un día cuando ellos llegaron, sus naves y armamento apuntaron de inmediato contra todo opositor. Eliminó a quien mostrará los colmillos y devastó las esperanzas de vida.

La incertidumbre es todo lo que queda ahora en este planeta.

Esclavizados y obligados a seguir sus órdenes como especie inferior, su crueldad no tenía limites. ¿Qué se necesita para llenar todo ese ego del que presumen? ¿Amaran el sufrimiento? ¿Qué culpa tenemos nosotros de todo esto?

Miro mi cola entre mis muslos, tratando de no mostrarla en presencia de nadie. Esta ropa apenas logra cubrir todo de mi cuando llega la hora de trabajar. Si suelto pelo, eso les enfadara. ¿Algo les parece inadecuado? También se enfadaran y cargare con las consecuencias.

Llevo la bandeja con la comida y vino hasta el lugar. Allí donde se llevan a cabo las comidas regulares de la familia real. Esto en conjunto con la breve oración de agradecimiento a su Dios, me hace saber toda la horrenda fachada bajo la que se esconden...

Al menos, así había sido bajo el mandato de este hombre. El antiguo gobernante autoproclamado de Adastra y una parte de las Galaxias. El a muerto no hace mucho, ahora, su heredero tomo su lugar. El es...

No sabría describirlo. Es tan callado, reservado. Pero sospecho que la manzana no ah caído tan lejos del árbol.

Cuando entró al comedor, lo hago con la cabeza gacha y en silencio como de costumbre. Eh sido entrenado para esto, las marcas en mi espalda lo demostrarán. Eh tenido que rasguñar para llegar hasta aquí. Al igual que otros pocos que pertenecen a la servidumbre para la familia de la corona.

No me detengo a ver a ninguno de los miembros de este bodrio de familia, sólo sirvo Io que debo junto con mis compañeros y entonces, estoy listo para irme…

— …  -Al menos eso creí, hasta que una de las copas vacías resbaló de mis patas y se precipito por el borde de la ostentosa mesa- ¡Mierda-!

Mascullo por lo bajo y trato de alcanzarla, pero resbala de mis dedos y alcance… Sólo que nunca llega a tocar el suelo, una hábil mano la sujeto antes de romperse.

— ¿Acaso no sabes lo que es... tener cuidado? -La voz suave y cadente me hace ponerme recto, mirando entre mis patas en el suelo, tratando de mantener la compostura. De pronto, el comedor quedó en completo silencio. Soy consciente de las miradas que todos aquí me dan- Mírame cuando te hablo...

— Señor, no tenemos permitido...

Mírame.

Su tono autoritario me hace removerme en mi lugar. Se que corro peligro desobedeciendo órdenes, así que, incómodamente, nervioso por mi vida, levantó la vista…

—… -Inmediatamente doy con sus ojos oscuros. Ese cabello marrón casi descuidado. Piel canela sin pelaje. Extraño en los humanos. Además de esa ropa, una toga gris abierta lo bastante larga que llega a sus muslos y que luego se complementa por unos pantalones de la misma clase.

Ante mi, ante todos, el Emperador Marcos, originario de la Tierra.

Bien. Ahora... -Golpea su uña contra el cristal de la copa- Hablemos de esto...

Chapter 3: Culpables de Todo

Chapter Text

Recuerdo, hace algo mas 3 años, cuando yo, Amicus el hijo del emperador de Adastra, vivía en paz. Mi padre gobernando la galaxia, era su mejor momento. Mis hermanos y yo nos preparábamos para nuestras futuras responsabilidades que no llegarían sino hasta otro siglo más o menos.

Vivíamos bien. Se podría decir que todo era perfecto entonces. Cassius preparándose para su cargo en bienestar social, Virginia bajo el ala de Cato, alistando para algún día, ser mi consejera una vez tomará la corona. Yo mientras tanto no tuve muchas cosas en las cuales destacar. Quería estar listo y demostrar que merecía mi puesto, por ello estudié de forma inalcanzable. Para ver un futuro brillante donde los Hermanos, las Galaxias pudiesen converger en unidad. Tal como Druso y Mera una vez quisieron hace muchos eones.

Ahora…

— Despierta, animal.

Una voz me atrajo a la realidad, ¿Cuántas horas eh estado divagando? Levantó la mirada y me encuentro con un puño. No es lo bastante fuerte como para causarme gran daño, pero igual me tomo por sorpresa.

— ¿Cómo te atreves a mirar a la cara a tu superior? Maldito lobo, escoria asquerosa. Los errores no son permitidos aquí, ya deberías saberlo.

A ver... ¿Cómo llegue aquí?

Ah si.

Estaba en el comedor, el Emperador Marcos me cuestionaba con su penetrante mirada. Hubo unos segundos de silencio hasta que dije:

“— Fue un error, lo lamento señor."

Luego de eso, hubo un silencio por demás de ensordecedor. Era casi chistoso porque hasta sentí el tiempo ralentizarse bajo su atenta mirada. Y después, todo terminó con un 'Esta bien’ de su parte y me permitió irme. Lo siguiente que supe es que justo antes de marcharme con una bolsa de sobras de comida que pude reunir, uno de estos tipos, creo que es el hermano del Emperador, me mandó a encarcelar toda la noche. El hambre está haciendo mella en mi, y la sed es todavía peor.

— No comprendo como "Mi querido hermano" puede ser tan blando con ustedes. Necesitan una mano dura, bestias.

Sus palabras no tienen tanto peso sobre mí cómo el hambre. Pero es molesto.

— Y que sea él quien heredará el lugar del trono en lugar de a mi. Soy el mayor por amor a Dios. Debería de estar en su puesto. A estas horas del día los tendría a todos trabajando como los animales que son -Cada que hablaba escupía como si la vida y el odio se le fuesen en ello. Esto que tengo en frente, este sujeto, no es más que un llorón-

— Ni los críos de mi pueblo hacían tales berrinches pero los humanos... Todos ustedes son un montón de ilusos caprichosos…

— … ¿Que? -Su voz de volvió atronadora de repente- ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?! Soy de la familia imperial. Superior a ti y a todos! Y tu solo eres un simple esclavo...

— Y aún así, aquí estas haciendo un escándalo como un niño tonto ante este esclavo... -Incluso me atreví a reírme en su cara mientras mis brazos tiraban con más fuerza de los grilletes y cadenas. Estaba seguro de que esto me costaría demasiado, pero parece que mi cordura se tiró por la ventana; y supe que así sería cuando escuché el sonido del metal deslizarse una espada o cuchilla siendo desenvainada. Al mirar al frente, vi a este sujeto con una pequeña daga en sus manos- Una daga, el arma de los cobardes.

Otra risa corta y el sujeto estaba abalanzándose sobre mi, tirando de mi pata, puse resistencia, pero estoy demasiado débil. Iba tras mis dedos, y el forzoso trabajo en su respiración me decía que ya estaba casi mas allá del razonamiento. Voy a perder un dedo.

No puedo hacer mucho más que resistir hasta que se cansé o alcance Io que desea, y por lo que veo, va a ser lo segundo...

— ¿Que crees que haces?

— ¡Ah! -El sujeto brinco como una rana al manifestarse aquella voz que.. Sonó más fría que nunca- Ma-Marcos. Digo, Emperador…

— Te eh preguntado, ¿Qué crees que haces?

El Emperador humano, familiar de los usurpadores del trono de mi padre y a quien le corresponde, avanzo al frente en la sucia celda poco iluminada. Su hermano bufón estaba temblando, como cuando consigues a un niño a punto de hacer una travesura. La expresión completamente fría del Emperador me puso los pelos de punta.

— Y-yo yo, solo- -El menor de los hermanos elevó su mano, cortando sus palabras torpes y ausentes de explicación-

— Mejor, hablaremos de esto mas tarde. Mientras tanto… -Chasqueo su dedo y dos guardias entraron a la celda rápidamente. Uno de ellos se llevó al sujeto quien murmuró un par de cosas antes de desaparecer, el otro, llegó hasta mi y con una llave y quito los grilletes.-

Ambas manos caen a los costados mientras yo…

Mis manos son libres, después de tantas horas, pero aun permanezco preso en este lugar que solía llamar mi hogar. Estos pasillos ahora son mas que ajenos a mi, un lugar inhóspito lleno de desesperación y tristeza, manchado por la sangre de quienes intentaron impedirlo. Prácticamente sólo y abandonado por los Padres.

Que será de aquellos seres que decían querer lo mejor para nosotros. ¿Acaso ya no existen? Ellos... Ellos...

Mi mente era un revoltijo, masajee un poco mis muñecas librándome del dolor y entonces una mano se colocó frente a mi rostro. Allí, delante de mi, este sujeto al que llaman emperador, me tendía la mano en medio de la semi oscura habitación/ celda.

El… Es una de las razones por las que todo esta así. Los humanos no tienen corazón, son avaros, egoístas, toman todo lo que amas y lo destruyen, tal y como le hicieron a mi padre.

Mi padre el…

Ignore su ayuda y me coloque de pie por mi cuenta. Ahora, mirando a todos lados menos a el.

— Gracias por liberarme señor. Ahora, ¿Puedo retirarme?

Puedo sentir su mirada sobre mi. Analizándome, quizá sólo poniéndome incómodo por el mero placer de hacerlo. Yo acomodo mis prendas ll mejor posible a pesar de lo sucias que están. Deseo quitarme esto de encima.

— Ve.

Es lo único que necesita decir para que yo me marché de allí. Sin mirar atrás, apresurándome, ignorando a guardias y demás gente en mi camino. Sólo quiero llegar a casa.

A veces me golpeó con otras personas, casi caigo al tropezar, pero trato de alejarme lo más rápido posible del Palacio que solía ser mi hogar. Las ganas de gritar, golpear... Llorar.

Pero no lo eh hecho desde mi padre y mi no lo hare ahora, no.

Ya es de madrugada, estuve toda la noche encerrado. Desde que la vida se volvió de servidumbre monótona, las horas se pasan volando y pronto vuelvo a casa.

Gracias a dios por eso.

Ni si quiera note el momento en que tome mi bolsa con sobras, una bolsa no muy grande, pero es mas que suficiente. Tampoco note la hora en que llegue hasta nuestra vivienda actual. Centrado en uno de los barrios mas pobres casi a las afueras de la ciudad de Adastra. Todos los lobos fuimos enviados a este lugar luego de que los humanos se empoderaran de la ciudad. Nada funciona, ni los Triunviratos o cualquier sistema anteriormente nuestro. Hasta la tecnología es distinta, te hace sentir idiota.

Así me siento yo.

Trato de forzar una sonrisa, se dará cuenta muy pronto si lo permito, pero quizá pueda aguantar hasta que pueda huir a mi habitación, quien sabe. Abro la puerta.

— Ya llegue -Cierro y lo primero que detectó es el olor a algo delicioso. Una especie de guiso quizá. Ella ah estado aprendiendo nuevas recetas últimamente-

Hijo, bienvenido.

Una loba aparece por la puerta de la cocina. Su sonrisa es deslumbrante como siempre, su pelaje blanco se ve un poco sucio, hay una pañoleta sobre su cabeza casi cubriendo sus orejas. Estaba limpiando y haciendo otros quehaceres.

— Mama -Me acerco para abrazarla apretadamente, no demasiado para evitar herirla. La extrañe en todo el día. Ella es quien me queda aquí ahora. Mi lugar seguro. Mis preocupaciones se van a su lado y puedo creer que todo es un mal sueño del que estoy por despertar-

— Bienvenido a casa, Amicus.

Casa… Este es mi hogar.

Chapter 4: Algo es Mejor que Nada

Chapter Text

—Eso estuvo delicioso. Gracias por la comida -Dije al tiempo que limpiaba los trastes. Además de esto y mi “Empleo” es lo menos que puedo hacer para ayudar a mi madre.-

—Probé una nueva receta. Al parecer no fue tan mala idea mezclar algunas verduras con los frijoles que cosechamos -Asentí de acuerdo con ella. La pequeña cosecha que plantamos hace sólo unos meses dio buenos frutos, entre ellos, frijoles, papás y otras cosas. Fue un duro trabajo preparar la tierra y mantener su constante  cuidado, pero a la final, el resultado fue satisfactorio- No me dijiste por que no llegaste anoche…

Oh mierda. Esto no es bueno.

—N-No fue nada. Sólo nos necesitaban trabajando hasta tarde y me quedé con todos en la sala común en vista de que era muy tarde para caminar hasta aquí.-

—Oh, entiendo.

No quiero preocupar a mi madre. Ya hay bastantes cosas en que pensar. Es fácil imaginar lo que pasaría si se enterara de lo que pasó. Como me encerraron y golpearon. Casi monta un golpe de Estado cuando me azotaron la espalda. Fue algo que no quisiera volver a vivir. Más que todo porque no quiero que la lastimen.

Mientras secó los platos restantes, soy capaz de repetir los eventos de la noche anterior en mi cabeza con una facilidad sorprendente. Cualquiera que pasara por algo así, estaría traumado o lo que sea… Yo no soy cualquiera.

En mis 24 años de vida lobuna fui capaz de presenciar eventos dignos de las películas dramáticas de mi pueblo. Una guerra por el poder, sangre, tragedia, niñas y niños heridos, hambruna, enfermedades. A duras penas el sistema de salud se mantiene en nuestro beneficio, pero cosas como los suplementos para la edad fueron revocados, los Linguas disponibles para el reconocimiento lingüístico de otras especies hermanas o niños también se limitaron al punto de que sólo los brinda a los que los humanos les conviene.

Se nos ha quitado el derecho de comunicarnos con especies hermanas fuera de los tratados y las únicas que aun mantienen lazos con nosotros, sólo porque es mejor unirse al enemigo que enfrentarlo  de momento, han sido los gatos.

Me pregunto cómo estarán las cosas para los demás…

—Amicus… -Mi madre me observa con semblante preocupado desde el otro lado de la pequeña cocina. Se balancea sobre sus patas, haciendo rechinar suavemente la madera del suelo. Su mirada azul más clara que la mía me observa con maternal análisis- ¿Algo paso anoche?

—¿Anoche…? ¿Quién?

Okey, que alguien me abofetee, era hacerse el ignorante, no hacer el papel de idiota obvio.

—A ver jovencito, será mejor que hables ahora o-

Sus palabras fueron cortadas por un sonido de campana. Ese ring ton… El dispositivo este, la vídeo pantalla o como sea que le llamen los humanos. Estamos recibiendo una llamada visual.

Ambos corremos hacia la sala y luego entramos al estrecho pasillo que da a las habitaciones, entramos a la del final, un poco más espaciosa y cerramos la puerta. En esta habitación sólo hay una mesa, dos sillas y una pantalla delgada con una antena integrada. Es una combinación entre los dispositivos humanos con la de avanzada de los gatos.

Cassius nos la confirió hace tiempo ya, la última vez que estuvo aquí con nosotros…

Mi madre desplazó su dedo en la pantalla y entonces aparecieron dos figuras conocidas en ella. Uno portaba su expresión agria de siempre pero con la diferencia de que había un rastro de alivio en el; supongo que a Cass le preocupa que no contestamos en algún punto, sea cual sea la razón.

El otro, luciendo un porte serio, se trataba del felino, amante de Cass, Alexios. El joven gato embajador asintió con la cabeza a modo de saludo.

—Valla, cada día que pasa lucen más enamorados -Bromeó porque me hace falta, madre no duda en darme una palmada cariñosa modo de decir “No molestes a tu hermano”

—Por favor, no empieces Amicus. Tu luces más raquítico que la semana pasada, parece como que te esfuerzas por pasar hambre y dar pena -El comentario cortante por delante-

—Aww, extrañaba oír tu mierda tóxica, hermanito.

—Tóxico tu mal aliento, gordo mamon de mierda.

—Basta ya. ¿Qué les eh dicho de las groserías? -Y así, madre acaba con nuestra discusión infantil como si nada. Puede dar miedo si se lo propone- ¿Cómo va todo por allá? Alexios, ¿Cuidas de mi pelusa?

Tuve que reunir todo de mi para no romper a carcajadas por ese mote que mamá le puso a Cass hacia tiempo, años atrás. Surgió de las veces en que le tocó darse una ducha, al secarse el pelaje, parecía una gran pelusa blanca. Una bola de algodón en si. Lo que sumado al comentario de Virginia “Pareces una pelusa, o algo pachoncito y abrazable” unido todas las piezas y se le quedó. A veces le dice así. Otras no, todo radica en el momento.

Madre, ya no soy un cachorro. Por favor, no me llames así -Dice rojo hasta las orejas-

A mi me gusta ese mote. Debería empezar a usarlo… -Dijo ahora Alex de forma pensativa, logrando que Cass bufara en reproche. Y dice que ya no  es un cachorro. Todavía hace berrinches de ese tipo-

Volviendo al tema. Estamos bien. Justo ahora, estamos en la embajada. Alex tenía un compromiso pendiente.

Tratamos de buscar negociar más sobre los recursos que Omorfa puede suministrar a Adastra y a los lobos. Seguramente habrá que dar algo a cambio a los humanos también, pero con tal de ayudarlos, debería bastar.

Sobre todo a ti, mamá. La próxima vez que Alex valla, le enviaré con las medicina que te hagan falta y un poco más para que duren.

— No deberían molestarse en estas cosas. Ustedes tienen sus propios asuntos que resolver -Mama podía ser algo... Testaruda, en cuanto a todo esto. No porque no lo necesitará, sino que, ciertamente, ellos se la pasaban ocupados. Pero obvio que buscarían maneras de ayudarla. Así es Cass y por que no, Alex también.

Era sorprendente como Alex lograba desplazarse entre estas tierras. Ahora, Adastra es territorio de los humanos, y sólo las negociaciones han sido aceptadas de parte de externos. Esto suponiendo que aún se recuperan de las perdidas que dejó la guerra que tuvieron con la explosiva guerra en nuestra contra. Así que, si hay beneficios de por medio, seguramente les parecerá apropiado el trato diplomático.

Divague tanto, que había perdido el hilo de la conversación original.

Oh cierto. Olvidé que los tenía en espera -Dijo de pronto Cassius-

—¿De quién hablas hijo?

Y como respuesta a la pregunta de mamá, una nueva ventana de vídeo se abrió, revelando a Virginia, ataviada con sus usuales vestimentas típicas de Khemia. Estas se volvieron usuales cuando ella se marchó hasta ya.
A su lado, Neferu, quien acariciaba de manera distraída una tela sobre sus hombros. Quizá un accesorio de su planeta o lo que sea.

Madre se llevó las manos a la boca sorprendida y alegre.

Bueno, ya comenzaba a creer que te olvidaste de nosotros -Dijo mi loba hermana con su semblante estoico, ahora, algo ofendido- Es una falta de respeto hacer esperar a las personas.

Siendo justos, deberíais estar agradecida de que al menos lo recordará. Tengo otras cosas en que pensar ¿Sabes? -El lobo blanco lo descarto como si nada-

—Ya niñas, ambas son bonitas -Obviamente, no perdería la oportunidad de disfrutar esto. Hacia tiempo no estábamos reunidos… Virtualmente. En físico, eso es otra historia- ¿Cómo está el clima de Khemia?

Seco como de costumbre, Amicus. Pero tu hermana insiste en que es perfecto.

Si que lo es -Confirmó la aludida sonriendo- Además, tienen las mejores bibliotecas y centros de estudio. La mayor parte del tiempo eh ido de la biblioteca a la Universidad. Y de allí, a la embajada con Neferu.

Es toda una ratona de biblioteca. Cuando me de cuenta, me habrá quitado el puesto que tengo en la embajada -Dijo el chacal con fingida preocupación y lamento. Eso me hizo reír-

Debo admitir que en cuestiones de estudios y tecnología, Khemia esta más avanzada que Omorfa… Y es mucho decir, considerando que somos una red de transmisión galáctica -Explicó Alexios-

Pero no tienen el frio agradable de aquí. Así que, van perdiendo, Khemia.

Este tonto comentario de Cassius inicio una conversación absurda otra vez en la que mamá y yo sólo pudimos reír y aportar de vez en cuando. En momentos así, extraño el pasado, las cosas buenas de la vida simple y sin guerras mediáticas galácticas o golpes de estado.

Aunque trajo buenas cosas, por ejemplo, justo cuando explotó la guerra, Neferu llegaba a Adastra para iniciar negociaciones. Fue precisamente en ese momento que Virginia le recibiría, pero con todo el algarabía y ataques en los diferentes puntos a nuestra luna, Neferu decidió que escapar era lo mejor, y en el proceso, se llevó a Virginia.

Fue muy oportuno. Ningún humano sabe que tengo hermanos. En cuanto a Cassius, el estaba en Omorfa ese día y no le quedó de otra mas que esperar a que sucediera lo mejor… O lo peor.

—Saben, se acerca esa fecha… -Decidí decirlo ahora o nunca. Después sería imposible- El aniversario luctuoso está cerca y…

Escucho como alguien sorbe por la nariz. Cuando levantó la vista, veo a Cassius tapándose el rostro. Alex le dice cosas reconfortantes al tiempo que lo acerca para abrazarlo. Neferu y Virginia lucen igual o más tristes. Sólo que como yo, contienen las lágrimas.

—Niños, su padre y Cato merecen ser despedidos como es debido. No podemos evitar esto siempre. Ya han pasado tres años -Dijo madre-

Y como vuela el maldito tiempo. La herida sigue igual de abierta que ayer, antes de ayer y todo este tiempo atrás. Nada a mejorado. Todo sigue igual de mal. La única diferencia es que la mierda se a acentuado y ahora podemos respirar sólo un pocl.

—Ellos habrían querido que siguiesen adelante. Orgullosos de sus sacrificios. ¿No lo creen?

Tienes razón mamá. Pero… No es fácil.

Duele… -La voz completamente dolida de Cassius destroza mi corazón. Es como verlo ser aquel niño frágil y temeroso de todo lo que podría dañarlo. Ojalá pudiera confortarlo-

—A nosotros igual. Pero es cierto, debemos seguir adelante… No tengo idea de como, pero hay que intentarlo.

En silencio, tal parecía que todos estábamos de acuerdo. La vida nos a lanzado muchas cosas dolorosas y aún es difícil cargar con ellas. Ya nada se trata del linaje, el orgullo, la fuerza o siquiera un lugar en esta Luna trastornada. Todo se a reducido a buscar una solución conveniente para todos… Y muy a mi pesar, sólo puedo pensar en una cosa.

Venganza…

—¿Dijiste algo, hijo? -Pregunta mamá de repente y yo sólo niego con la cabeza-

—Sólo pensaba en como sería todo si nada de esto hubiera pasa-

—Basta -Dice de pronto, luciendo sería- El hubiera no existe. Así que, deja de pensar en pajaritos preñados y concéntrate en el futuro. Tómalo como un consejo de experiencia propia -Me guiño el ojo con complicidad y entonces regreso su mirada al cielo oscuro y estrellado. Luego de hablar un rato mas con todos, colgamos y nos sentamos aquí fuera a mirar el cielo-

Pues… Puede que tuviese razón. No debería pensar tanto en los “¿Qué tal si…?”,  la vida es lo que es ahora y nada ni nadie puede cambiar eso…

Por más triste que sea.

—… -Justo aquí, justo ahora, vivo el , tratando de contemplar un futuro. Miro a las estrellas, espero un susurro de alguien o algo. Anhelando las respuestas que quieren mis preguntas. Es tan duro vivir así, pero de otra forma, es mejor que la muerte. Tengo a mamá al menos, no puedo quejarme. Tenemos salud dentro de lo que cabe y no nos falta un plato de comida-

Muchas veces llegue a dejar comida siendo inconsciente de cuanto podría anhelado una persona promedio. El hambre, residente constante de sus estómagos; la necesidad de probar bocado así sea de sobras. Hubo un momento donde todo fue así.

Hice de todo para sobrevivir, y apenas si lo logramos mama y yo. Otros en nuestra posición jamás lo hubiesen hecho, y si nos encarcelaban como quería el antiguo emperador, menos que menos pasaba.

Entonces, soy afortunado  de estar vivo. De tener esto, las estrellas brillando en el firmamento nocturno. A mi madre que es un consuelo. Que puedo dormir tranquilo pensando en que mis hermanos están bien a pesar de estar lejos. Creo que estoy bien así por ahora. Quien sabe cuánto más durará esto o si continuará.

Sólo se que debo continuar sin importar que…

Sin importar que.

Chapter 5: Egoísmo Propio

Chapter Text

—Sal de ahí maldita… -Masculle por lo bajo tratando de sacar esta cosa. Posicione mis pies de tal forma de poder usar el peso de mi cuerpo a mi favor. Finalmente salió con un sonido seco que incluso mando a volar sobre mi un poco de tierra- ¡Eso!

Sonreí victorioso contemplando el gran energúmeno entre mis patas. Se trataba de un ejemplar de yuca, verdura de procedencia de la Tierra; tenía alrededor de treinta centímetros de diámetro. Es de las más grandes en todo este sembradío.

Coloque el vegetal en la bolsa de tela a un lado donde ya aguardaban otras más recién extraídas, mire al cielo tapándome un poco los ojos con las patas. Vita estaba en su completo apogeo y el calor es extremadamente insoportable. El pelaje se pega a mi cuerpo por el sudor de forma repugnante y la toga que suelo usar esta sucia. Hasta yo estoy sucio de tierra. Juro que si me dejó asolear y me riegan, me saldrán plantas de algún lado.

—Bueno, eso pasa cuando trabajas duro…

Mirando más allá, veo como hay otros lobos y lobas de la servidumbre, de este limitado grupo al que me eh metido con todo el empeño del mundo, extrayendo sus propios vegetales o recogiendo frutas. La cosecha de esta temporada a sido buena.

Han pasado algunos días desde el incidente en la cena. Desde entonces no me eh vuelto a topar con el hermano del emperador Marcos. Y que bien. No lo extrañaré.

Camine hasta un árbol más allá de este lado del sembradío y mi espalda se pega al apoyarme en el. Luego me dejó caer y con un suspiro pesado cierro los ojos al estar en la comodidad del suelo. El día a sido largo. Eh tenido que limpiar muchas cosas hoy ya que algunos de los sirvientes que trabajan conmigo fueron relevados del cargo por no hacer bien su trabajo. Por lo tanto, me lo dejaron a mi.

Sólo dios sabe por qué razón.

Pero ciertamente, me gusta este tiempo en la cosecha a pesar de todo lo duro que es. Desde que comenzó toda esta locura de pseudo esclavitud (lo digo de esta forma porque a pesar de todo, aún nos quedan algunos derechos), eh tenido que buscar la forma de apaciguar, o al menos entretener mis pensamientos pesimistas para mantenerme a flote.

No es para menos, toda mi vida fui preparado para ser una sola cosa, tal como lo hizo mi padre y su padre. Desde Druso que fundó Adastra, este ah sido el siclo de preparación del emperador. Conocer la historia, ser parte de ella, mirar al pueblo y ser el pueblo. Y así sucesivamente para ser un buen líder. Alguien dispuesto a mirar mas allá del palacio y tender la mano a quien lo necesitará.

Ser la estrella de esperanza que brille en el firmamento de Adastra.

Esa es la misión de vida de alguien en el poder.

Pues, ¿Qué tal? Ahora usurpado, no queda mucho que hacer realmente, al menos para mi. Eso paso por mi cabeza tanto que desarrollaba jaquecas de todo el día. La culpa, aún cuando no hice nada…

Y aún con eso, siento que tengo culpa en esto.

Sólo entonces, en el peor de los momentos cuando ni yo mismo me soportaba, apareció la jardinería.

Sucedió de la noche a la mañana literalmente. Mamá trajo consigo unas semillas de calabaza. Fue extraño verla planear en nuestra mesa que tantas cosas haría con la calabaza una vez fuera cosechada cuando ni siquiera se habían plantado. Pero quizá fue eso lo que me motivo, que llamó mi atención de tal manera que una vez dentro, nunca pude ni quise salir.

Preparamos por semanas la Tierra. Conseguimos ayuda de algunos vecinos, nos prestaron agua, herramientas que nos faltaban por nuestra constante ausencia de cosas; un proceso largo pero satisfactorio como habré mencionado antes.

Era como mi segunda vocación. Es que sólo…

Es tan simple y complejo al mismo tiempo. Como una simple semilla nace y da frutos cualquier cosa de donde esta semilla provino. Y que el proceso se repita de esa manera una y otra vez. Es parecido a la vida de las personas en general.

Y eso me gusta. Porque no es complicado. Tiene sentido y no es peligrosamente impredecible.

Y por mas difícil que me resulte de admitir, por mas despiadados e hijos de puta que puedan ser los humanos, tienen sus buenas cosas. Un ejemplo de ello es la amplia variedad de vegetales y comida que son deliciosos y no saben a tiza.

Aquí solamente, tenemos desde frutas como las manzanas y bananas hasta vegetales como zanahorias y coliflor.

El aguacate me gusta demasiado. Podría comerlo con lo que sea.

—¡Amicus, ven un momento! -El grito de uno de los lobos me hizo regresar a la realidad. Okey, hora de volver al trabajo-

—¡Voy! -Me aproximo hacia el. Es un joven de pelaje azabache y esta mirando con preocupación algo entre las lechugas- ¿Sucede algo?

—En realidad… Si.

Se aparta para que pueda ver y lo que contempló no me gusta nada.

—Oh Edepol… -Las lechugas estaban podridas, erosionadas en las puntas de sus hojas, convirtiéndose en algo espolvorizo y amarillento que olía mal- Parazitoze

Me colocó de pie. Esto es grave.

—Iré a con la jefa. Tu revisa cuantas están  afectadas junto con los demás.

Sin esperar respuesta, me  apresuro a salir del sembradío. Estamos en la parte trasera del Palacio, la zona fue reformada para cosechar los alimentos de la familia del Emperador de la Tierra. No me toma mucho tiempo hasta llegar a la pequeña caseta donde ella suele estar. La veo hojeando unos papeles de algo mientras rasca su cabello canoso con saña.

—Genoveva, ocurrió algo con… -Lleva su mano hacia arriba, cortando mis palabras. Detesto cuando hace eso.-

—¿Cuántas veces eh dicho que no me interrumpas cuando estoy ocupada, tu…? -No se molesta en aprender mi nombre. Eso o no le importa, apuesto que es ambas cosas-

—Eso no importa ahora -¿Por que siempre es tan complicado hablar con ella?- La cosecha…

—Ah, ósea, que sea lo que sea que vengas a decir, es más importante que mi lectura ¿No es así? -La humana de pronto luce ofendida. Como si le hubiese dicho algo malo-

¿Eh…? Duh. Obvio es mas importante.

La Parazitoze ocurre cuando larvas transgénicas evolucionadas de la combinación de material residual de ciertas plantas y larvas de la transmute insec genicus se combinan y está desarrolla un apetito voraz por la especie de plantas en cuestión y comienza un proceso de reproducción y esparcimiento desde las raíces, donde absorben los nutrientes y roban todo lo necesario para que la planta viva.

En números pequeños causan caos, sólo de imaginar lo que pasaría si se multiplican miles de estas a la vez...

Pero entonces veo que mi obstáculo es esta mujer que parlotea y blasfema más que el diablo y regreso a pensar en que hacer o decir para que me capte. La resistencia de las plantas en la Tierra debe ser menor a la nuestra, si es así, el tiempo es oro.

- ... Mejor vete ya. Me estresas... -Cruza sus piernas inusualmente peludas y entonces vuelvo a intentarlo-

- Oiga...

Genoveva es una mujer que debe rondar por los 50 años. Es una amarga de lo peor. Densa como no hay idea. Aparentemente no tiene sentimientos, así es desde que llegó aquí. Fue asignada como la jefa del sembradío. La cosecha se lleva como ella diga, o si no…

No puedo evitar ver su látigo. Ese que reposa sobre la mesa donde ella tiene sus dichosos papeles. Se, y porque lo eh visto, como castiga a la gente, lobos o humanos, cuando le llevan la contraria.

Aún con eso, no puedo callarme esto.

—Hay Parasitoze en la huerta. Hasta ahora sólo vimos en la lechuga. Pero si se sigue esparciendo…

—¿Y eso a ti en que te afecta? -Inquiere la mujer arqueando una de sus casi inexistentes cejas- Estas encargado de sembrar y cosechar. Lo que pase luego de ello no debería interesarte. Además, ¿En que te afectan un par de lechugas malas? De eso se pueden encargar los cocineros.

La amarga mujer regresa su mirada desabrida a sus papeles sin prestarme mayor atención. No puede ser que en serio diga esto…

—Obvio que me afecta. De esto come el emperador, y de allí a la familia imperial y el resto de servidumbre. Eso te incluye. Si comen esto, se pueden intoxicar como no tiene idea y-

De pronto, golpea la madera de la mesa con su puño y me hace respingar ligeramente en mi lugar. Al menos lo pude disimular.

—A ver, niño lobo. Te lo voy a poner de está forma; yo no soy de la servidumbre, soy tu jefa, cuidado de como me hablas, tengo mucho más valor que tu aquí. Soy consciente de mi lugar, mi función, y lo que soy o no puedo ser. ¿Tu lo estas? No lo parece. Pero claro, que se puede esperar de un paria. Un destronado inútil que fue mimado. ¿Mamá te dio mucha lechita de cachorro?

Hace caras y burlas que me enerva la sangre. Mis dientes se aprietan por la rabia acumulándose.

>>> Y en lo que a mi concierne, que se intoxiquen lo que quieran -Dice para luego lanzar un escupitajo al suelo y ponerse de pie. Que asquerosa mujer- Yo preparo mi propia comida, así que, no me quita el sueño si alguien se muere envenenado. Al fin y al cabo, para esta gente, sería lo mejor…

Esas palabras me confunden un poco.

Comienza a marcharse antes de que pueda decir algo

—No me molestes más. Debería alegrarte si se muere el rey o lo que sea el niñato ese. ¿No ibas a serlo tu? Ow, cosita. Seguro te gustaría estar en su lugar. Si eres inteligente, quizá está sea tu oportunidad. Quien sabe…

Apreté mis patas en puños que casi sangraron por las garras. Dios, es que…

Suspiro.

Muy a mi pesar, en el fondo, de verdad deseo que todos ellos mueran. Que paguen por las vidas que quitaron, el sufrimiento que nos hicieron pasar. Que entre ellos se lleven a Genoveva también y que todo vuelva a ser como antes porque extraño todo lo que era.

Lo seguro que estaba de mi. De quien solía ser. De tener a mi familia. ¿Es mucho pedir que…?

—¿Y de que serviría eso? No va a regresar a papá o a Cato…

Por más que intentó ser egoísta, no puedo. Es como si me viese predispuesto a hacer lo correcto de manera automática. ¿Dónde esta mi odio? Porque desearía que fuese lo bastante fuerte como para mandar todo a la mierda y acabarlo ya, y aún así…

—Me lleva el jodido diablo -Me di la vuelta y empecé a caminar con dirección a las habitaciones del palacio. Allá donde fue la  sala de trono donde alguna vez mi padre se sentó, donde pude estar yo, y hoy en su lugar hay otro.- …

Una vez llegó, me quedo paralizado.

Estar frente a esta puerta me pone en un gran conflicto interno. Pero no tengo tiempo para pensarlo demasiado. Si espero a que anochezca, el trabajo de todo un año se irá por el caño.

Tocó el panel negro junto a la puerta enorme, este se ilumina un momento y entonces se abre la puerta. Oportunamente, esta aquí.

Avanzó hacia el, esta sentado en el trono, mirándome con la barbilla en alto y con esa expresión fría y sería. Su posición es confiada, no veo nada de duda en su postura o miedo ante el lobo que soy. Además, esos ojos...

Es como si leyese mi alma.

—Emperador… -Hago una reverencia y entonces lo miro, esta vez, por iniciativa mía a lo ojos. Trato de verme determinado en mi misión. No lo hago por ellos, hago esto porque si mamá se enterara seguro me mata… Y también porque prometí que trataría de hacer siempre lo correcto- Necesitamos hablar…

El me observa en silencio durante unos segundos.

—Mmm… Ilumíname entonces, Amicus.

Sabe mi nombre, bien. Significa que me ve. Entonces, escuchará.

Ahora, no pienso regresar atrás...

Chapter 6: Comprometido con lo Mio

Chapter Text

—Entonces, de eso se trata… - El actual emperador de Adastra llevo su mano hasta la altura de su barbilla. Una expresión pensativa se forma en sus serias facciones. Recién termino de explicarle la situación y el motivo por el cual entre sin pedir permiso. Ahora sólo me queda esperar a que este sujeto no sea un mentecato como lo es Genoveva-

Si bien cuando se elige al próximo monarca, usualmente, entre los Hermanos existe una comparación, y eso es que el heredero al trono debe ser el mayor de los  vástagos (Esto en el caso de que sea lo contrario a unigénito) si resulta que el mayor de ellos es mujer, se hace la excepción a la regla. Y si a alguno de los menores no le parece está decisión, esta en su derecho de exigir su lugar para con el trono en una serie de pruebas.

En el caso de nuestro padre, tuvo que ganarse su lugar en una batalla de Pugnu, arte marcial modificado en Adastra para usar nuestro gran peso y músculos a favor, tomando en cuenta que la mayor población lobuna de esta Luna es generalmente de amplia estructura (Hablando en el caso de los hombres); como dato curioso, esto lo aprendimos de los gatos, y con el tiempo, lo adoptamos a nuestro estilo y ellos “Evolucionaron” en un sentido más filosófico y pacifista.

Regresando al tema original, profundizó en este razonamiento pseudo machista pasivo agresivo con el objetivo de dar a notar como es el caso de nosotros los lobos; agresivos, fuertes, tendemos a la guerra y conflictos. Un buen emperador posee esas cualidades, pero también es inteligente, un estratega, suele pensar tomando en cuenta los pros y contras en torno a su gente, pero por sobre todas las cosas, busca el bien común y no confía.

Esto último lo aprendí a la mala, pues miren donde estoy, y donde está el. La mirada de este joven, Marcos, esta llena de profundidad, razonamiento analítico y mordaz. A pesar de no poseer un gran tamaño o músculos, la carencia de garras o colmillos, está por encima de mi justo ahora.

Quiero buscar una solución para esta situación, me refiero al sembradío, porque…

Yo ya no puedo hacer nada por mi gente.

—Valla, me estoy enterando de está peste -Me giró abruptamente al escuchar otra voz en la sala. No había notado su presencia. En la dirección al trono, a unos metros de donde estoy, hay una mujer sentada de forma elegante. Su cabello castaño cae en ondas a los costados y sobre sus hombros, su mirada verde esmeralda me observa y con sus labios sonríe tranquilamente. Esta ataviada de un vestido azul marino que cae de un lado como cascada y del interior, sobre sus piernas, se arma un pantalón de está misma tela. Extraño tanto a mis pantalones de todo el día …- Suena interesante... Ignorando el hecho de que es terrible. Oh, y disculpa mis modales. No era mi intención asustarte.

Se levanta y camina hacia mi, yo me pongo a la defensiva de forma instantánea porque…

—Soy Elisa. Un placer.

—… -Me quedo paralizado, su mano pende en el aire y yo sólo la veo como un estúpido. Mi pelaje erizado, respiración acelerada ligeramente, mis ojos buscan una salida de manera automática. La distancia entre ella y yo es de un metro y siento mi espacio personal invadido- Y-yo…

—¿Sucede algo?

Ella luce confundida, refleja todo lo que siento yo justo ahora. Esta siendo  amable conmigo y eso es raro en los humanos.

Debo ser respetuoso. Tomarla.

Pero ¿Y si es un engaño?

Yo...

¡¿Qué mierda me pasa?! Toma su mano y ya.

—Ah… -Me espabilo mordiéndome la lengua, con fuerza suficiente para lastimarme; el sabor metálico y amargo inunda un poco mi hocico y entonces puedo reaccionar- Amicus.

—… -De pronto luce curiosa. Sus ojos grandes me observan y yo me pierdo en un recuerdo que creí olvidado-

Era cachorro otra vez, recién cumplí los 9 años, papá me llevo de cacería por primera vez, el lo llamo un ritual de iniciación a mi hombría.

Nos paseamos por el bosque durante 2 días, buscando una presa apta para la ocasión, no comimos nada en todo ese tiempo y el hambre hacia mella en mi. Sobreviví a punta de agua, pero aun cuando se dice que tu cuerpo resiste sin alimento por una semana o mas dependiendo el caso sólo con el vital líquido, los nutrientes que comemos son vitales en algunos funcionamientos del cerebro. Las vitaminas. Muchas de ellas ayudan a cerrar heridas, calcio para el fortalecimiento de los huesos, y así sucesivamente.

A eso de las 5 de la tarde/noche apareció. Un venado precioso, manso, bebía agua de un arrolló. Mi padre me empujó hacia el diciendo “Sírvete, esa es la cena” y estaba dispuesto a hacerlo.

Camine hasta el sigilosamente, una daga en mi mano, esto se debía hacer sin armas de fuego, a lo mucho está pequeña arma tan grande como mi pata de cachorro. Mis garras y fauces son el elemento principal.

Así que salte sobre el, lo atrape a la primera. Me sentía débil, pero la idea de probar bocado en horas me alentó para hacerlo.

Mis sentidos bullian en una explosión momentánea, podía saborear el premio mayor, a sólo un movimiento de obtenerlo.

El cuchillo a unos centímetros de la garganta y…

Entonces vi sus ojos.

Grandes, cargados de temor. Ese venado sabía lo que estaba por pasar tanto como yo. Sus ojos enormes y dilatados entonces me reflejaron. Tanto de el miedo en el, lo veía en mi. Mi hambre estaba ahí, los instintos asesinos, quería saciar mi necesidad de alimento.

Es parte del proceso de crecimiento de un hombre. Hazlo” alentó mi padre…

Pero no lo sentí así.

Era incorrecto, egoísta. Quitar una vida...

Vete a casa” Dije liberándolo, rápidamente saltó de un lado a otro y se perdió entre los árboles. Estaba hambriento, pero feliz de darle una oportunidad de vida.

Entonces sonó aquel ‘¡Bang!’.

Mire hacia atrás, mi padre me veía con decepción mientras su rifle humeante se posicionaba con la mira hacia delante.

Ese día, comimos. Sobrevivimos. Pero no lo hicimos todos.

Con el tiempo supe que un líder sabía proteger vidas valiosas, y a su vez, sabía sacrificarlas por un bien mayor.

Quizá una de las pocas cosas que no me gustaban de la idea de convertirme en emperador. Y tal vez, sólo tal vez...

Por eso me encuentro aquí.

—¿Estas bien? -La chica Elisa me observaba preocupada. Supongo que me perdí en la nada-

—Si. Este… -Carraspeo, regresando mi mirada hacia Marcos- Si no se actúa ahora, podemos dar por perdida la cosecha.

—Comprendo la situación… -Un momento de silencio. Es hasta incómodo porque se que Elisa, quien quiera que sea ella aquí, me observa de pies a cabeza. Ahora me siento incómodo y avergonzado de no cambiar de ropa y darme un baño antes de venir-

—Bueno. Creo que ya cumplí con avisar. Así que… -Retrocedo un paso, estoy listo para irme. Ya no me necesitan- Yo me retiro y…

—¿Qué sugieres hacer?

… Escuche mal, ¿No?

—Perdone, pero creo que no le oí bien -Mi expresión debe ser de sorpresa porque escucho una pequeña risa provenir de Elisa-

—Te eh preguntado, ¿Qué sugieres hacer? -Repite el, ahora inclinándose al frente en el trono- Se nota que sabes sobre esto, y puede que sean siembras originarias de mi planeta, pero conoces a la plaga y seguramente, sabes atacarla. ¿Me equívoco?

Su razonamiento es acertado, por lo que asiento, aún sorprendido.

—Si pero… ¿Qué puede valer mi opinión en esto? Sólo soy un…

—Oye -De pronto, luce más serio- No me salgas con la mierda “Sólo soy un sirviente. No se nada” se nota que si lo sabes.

—… -Lo considero un momento, quiero ayudar a evitar algún  desastre. La tasa de propagación de la Parazitoze es tal que se esparce por el aire en los residuos de la polvorosa en que se convierten las cosechas; esto podría atacar incluso a la pequeña zona donde vivo. No puedo permitirlo- Hay algo. En realidad, tengo un conocido que… -Oh Dios, espero no arrepentirme. El trabaja prácticamente sin permisos. Ojalá esto no le arruine a el su negocio-

—… ¿Y bien?

… Mierda.

—Conozco a alguien que puede brindar un repelente para esto. Surtió efecto rápidamente en la cosecha en mi casa. Puedo asegurar que funcionará.

Bien, lo dije. Más tarde me arrepentiré.

—… Sólo tengo una pregunta más para ti, Amicus. Y es: ¿Por qué haces esto? O mejor dicho, ¿Que esperas de todo esto, ayudarme a mi, al Palacio? Por lo que pude entender, Genoveva no estuvo muy dispuesta a cooperar; luego estan tu y tu familia también… -Hace una pausa. Ambos sabemos quienes somos y lo que representamos para el otro en este silencio voraz tan corto pero eterno. También comprendo de lo que habla porque hasta ahora, no soy muy consciente del por que lo hago- Pero aun así tu insistes. ¿Por qué?

Eso quisiera saber yo, carajo.

—No estoy del todo seguro… -Miro entre mis pies, inmediatamente me topo con el suelo de cristal con mármol negro de fondo, este suelo solía gustarme de niño porque cuando las luces aquí se apagaban, daba paso a una iluminación nocturna del techo. Una hermosa vista que simulaba las galaxias…- Sólo trato de hacer lo correcto. Prometí que trataría de hacerlo siempre que fuera posible…

Ahora lo miro a el.

—Sea con quién sea.

...

El silencio se vuelve a hacer en la sala. En ese tiempo, el me observa sin pestañear. Casi creí que se murió hasta…

—Elisa -Nombró el de pronto-

—Si -La chica busca en sus bolsillos y me entrega una moneda… Una moneda de oro. Es un aureo, una de las monedas de mayor valor en Adastra. Esto es…-

Las monedas con las que comerciabamos aquí pueden servir como unidad para el as. El as es la unidad minima. Por encima de ella estaba el sestercio que valía dos ases y medio, el quinario que valía cinco ases, el denario que valía diez ases y finalmente, el aureo, valía veinticinco ases.

En si, es la moneda con más valor. Antes cientas de esta, ahora sólo las sueño.

—Usa lo que necesites para pagar. El resto, conservarlo -Dice sin interés, ahora metiéndose de lleno en una tableta holográfica proyectada de un dispositivo que no conozco-

—P-Pero… ¡Esto es demasiado! -Grito anonadado. El me observa con extrañeza- ¿No le molesta derrochar ese dinero?

—Técnicamente, no es mío. Ella se lo ganó.

—Y yo, estoy dispuesta a ayudar -Confirma la chica. Ahora estoy mas impactado- Ve a comprar lo que haga falta y regresa pronto. Agradecemos tu cooperación.

—Ah… Okey…

Comienzo a alejarme, me despido de forma vaga, perdido en lo que acaba de ocurrir. Salgo de la sala del trono y entonces, una vez se cierra la puerta, mi cerebro vuelve a conectar.

Quisiera hacer memoria de los eventos, pero relacionarlos me llevaría demasiado tiempo.

Y es lo que menos tengo ahora.

—No importa… -Veo la moneda de oro en mi pata, pensando en que al pestañear, se iría. No lo hace. Entonces, comienzo a caminar- Hay trabajo que hacer…

》》》

Media hora después, un poco aseado y sin ropajes llenos de tierra, estoy en el mercado de la ciudad de Adastra. Como siempre, todo de este lado es tan movido. La gente camina de aquí a allá. En su mayoría humanos, porque los lobos ya casi no nos acercamos a este lugar pues es la concentración de terrícolas más prominente.

Espero al metro, la parada está atestada de personas. No debe faltar mucho para…

Área centro – Zona este del Mercado.

La voz robótica da el aviso y pronto estoy sentado, mirando por la ventana a la ciudad pasando de prisa. Todo luce tan pacífico y “normal” aún cuando conozco todas las reconstrucciones y remodelaciones que se efectuaron tras el estallido de la guerra.

Juego con la tela en mi muñeca. Es un trozo de tela rojo que... Tiene su propia historia. Así me entretengo.

Agradezco que nadie se sienta cerca de mi. Los humanos rehúyen de mi especie y todos los hermanos. Pues por mi perfecto.

No quiero lidiar con nada más ahora.

Pasan los segundos, pasan los minutos. Así de fácil se va todo…

》》》

—¡Amicus, amigo mío! Estas vivo, perro sarnoso -Recibo y respondo con la misma fuerza al abrazo de este lobo de pelaje marrón. Tan animado como siempre. Un caso- ¡Ahh, puta, me rompes la jodida espalda!

—Eres un dramático y delgaducho. ¿Qué esperabas?

Sonreí al joven hombre frente a mi. Este lobo de pecho blanco y ojos de un amarillo divertido es Tiberio. Un antiguo conocido que obtuve por ser hijo de un amigo de mi padre. Resulta ser que el progenitor de este chico en cuestión, era uno de los Triunviratos. Cuando este consejo de viejos lobos anticuados se desarmo, el y su padre se vieron en la necesidad de comerciar todo lo que tenían durante y después de la guerra.

Cosa que sólo le resultó a Tiberio porque su padre pelo demasiado los colmillos y lo encerraron. Hasta el sol de hoy sigue ahí.

Pero al menos Tiberio puede verlo una vez a la semana. Algo recientemente implementado para nuestros nuevos derechos de "pseudo esclavos".

—¿En que te puedo servir hoy? ¿Negocios o placer? -Menea sus cejas oscuras de manera sugerente y yo río por ello-

— Digamos que es más por necesidad. ¿Tienes repelente contra la Parazitoze?

—Claro que si. Cinco ases para ti por ser mi amigo. Hay mucha de esta peste suelta últimamente -Hace una mueca de desagrado. No le gustan las larvas o insectos de ningún tipo. Así suele ser el- ¿Asedian tu huerta?

—Nah. Pienso llevarlo al Palacio. Se propagan en la siembra -Jugueteo con el “brazalete” en mi muñeca izquierda. Esa tela roja amarrada a mi tiene su historia y pues… Es complicado. Justo ahora tengo este tic nervioso y llego a tocarla sin darme cuenta-

—¿Todavía estas allí? Te diré algo, Amicus… -Camina hasta el interior de su tienda, yo le sigo. Es una tienda de variedades que posee de todo un poco a pesar del reducido tamaño. Anaqueles con los productos, cosas guindadas con ganchos del techo, artesanía, etc. Hasta comestibles deshidratados. El lobo más delgado camina hacia el mostrador y entonces saca una botella del repelente que busco- No se que es lo que buscas estando allí. Pero déjalo -¿Qué? ¿De que habla?- No te humilles más. Ya es bastante con las marcas en tu cuerpo, no necesitas demostrarle a toda Adastra lo miserable que puede ser el heredero al trono siendo pisoteado por unos humanos que-

—Espera, alto allí – El silencia su carrera frenética de suposiciones. Estoy cansado de esto. La gente asumiendo cosas. Hablando, diciendo lo que no es. ¿Qué les importa a ellos lo que hago con mi vida? Y que sea Tiberio quien llega y me dice estás cosas… No lo hace mejor- No necesito que me digas nada de esto. ¿Crees que no  se lo que hago? ¿Qué no se lo que dicen de mi? Eso me importa una mierda. Hago esto porque es lo que quiero. Necesito el puesto y mi madre necesita medicación. Así que, por favor Tiberio, no vengas a mi y seas como los demás que critican y juzgan todo de otros cuando ni siquiera se ven en un espejo.

—… -Quedarse atónito es poco para lo que expresa su rostro, pero esto cambia de pronto por otra cosa que no identifico- Entonces ven y trabaja conmigo.

—En serio que no estás haciendo un buen trabajo el día de hoy para ser gracioso -Advierto-

—No bromeó. Lo digo en serio. Me hace falta ayuda aquí. Puedo pagarte bien. Quizá no tanto como en el Palacio pero… -Me coloca una mano en el hombro y me observa como… Contrariado o algo por el estilo- Te prometo que no te faltaría apoyo y comprensión de mi parte.

Ahora mismo puedo ver lo serias que son sus palabras. No esperaba está oferta, menos de el y que al llegar aquí sucedería tal cosa.

Quisiera ser de los atrevidos, de esos que toman riesgos y van con todo o nada. Sería genial sentirse así otra vez.

Pero ese lobo ya no está aquí. Dijo jugar por lo seguro.

Tome su mano en mi hombro con la mía propia, había una diferencia de tamaños mínima.

—Aprecio la oferta… Pero ahora mismo no puedo darme el lujo de cambiar de empleo o…

—Esta bien -Su mano se aleja de la mía de forma repentina. Hay algo de decepción en su rostro, pero creo imaginarlo cuando vuelve a su estado natural. Eso también fue inesperado- Sólo recuerda que vivimos a unas pocas calles de distancia. Visítame.

—Tu también me podrías visitar.

—Detalles, detalles… -Nuevamente, me saca una sonrisa este lobo de peculiares ojos. Extrañaba su actitud relajada. Debería considerar seriamente esa visita- En fin, te puedes ir, espantas a mis clientes -Se acerca con la botella de repelente comprimido- Va por cuenta de la casa.

— Ah no. Eso no -Pero el insiste. No puede ser...- Bien...

Se lanza sobre mi para abrazarme, entonces aprovecho la oportunidad. Le correspondo, dejando discretamente la moneda en su mostrador. El lo necesita mas que yo.

— Cuidate, perro gordo.

—Tu también, esqueleto.

Me golpea la barriga y luego empuja fuera, ambos riéndonos.

Tiberio…

Espero le valla bien…

》》》

Ya es casi las tres de la tarde, tuve que pasar por otros ingredientes en caso de que el pesticida no funcione del todo.

No dudo de la capacidad de esto, ni mucho menos de Tiberio quien lo preparo. Es prácticamente un genio con los quimicos.

Sólo trato de prevenir que lamentar.

Corro por los senderos de entrada y me desvió por el camino hacia el ala este que conecta directamente a la sala del trono, una vez avise a Marcos que ya regrese, podré ir a preparar los equipos y regar con apoyo de los demás a esas pestes y mandarlas al infierno de los bichos…

¿Los insectos tendrán infierno?

Pero que estoy diciendo.

Cuando ya estoy por llegar, dobló a la derecho y entonces me topo con alguien de lleno.

—Mierda, ¿Está usted bien…? ¡Woa! -Me agachó a tiempo para evitar un ataque contra mi rostro. El arma azota contra la pared en mi derecha y sólo atinó a arrastrarme hacia atrás- ¡¡¿Esta usted loca?!

—¡¿Loca?! ¡Te di una orden eh inmediatamente fuiste de chismoso, maldito animal rastrero! -Genoveva lucía molesta, enervada, enfurecida hasta decir basta-

—¡Hice lo correcto! -Sigo retrocediendo, se que me estoy acercando a una pared mientras ella me acorrala. No puedo matarla… Podría atacarla, defenderme, pero estoy seguro que lo usaría a su favor- Usted quería ignorar algo tan grave como eso. ¿Qué esperaba, que me lo guardará? ¡Pues no, vieja loca!

Mis gruñidos se hacen más fuertes. No se cuanto resista este impulso de supervivencia arraigado a mi y mi especie.

—Si bueno… ¡Y es por eso, que vas a pagar!

Nuevamente, agita su látigo en el aire, danzando ligero como en la nada y luego descendiendo de forma veloz y mortífera hacia mi. Esto dejará marca.

Me cubro con ambos brazos, en espera del golpe.

Entonces conecta, lo escucho rebotar por el pasillo amplio y solitario. Se ah adherido a la piel.

—… ¡! -Cuando abro los ojos, no concibo lo que veo-

—Ya es la segunda ocasión en la que te salvo… -Su brazo está enrollado del látigo de Genoveva, la piel canela está al rojo vivo y la sangre empieza a escurrir  de la seguramente, profunda herida- A este paso, tendrás que devolverme el favor.

El…

El emperador… Marcos, el me… Protegió consigo mismo.

—¿Decías entonces…? -El joven hombre mira hacia el frente, a una boquiabierta Genoveva- ¿A quién vas a hacer pagar?

Esto… Esto no esta pasando…

Chapter 7: Fuera de Control

Chapter Text

No. No no no y mil veces en definitiva ¡No!

Esto no esta pasando. Lo que veo es…

—¿Qué es lo que hace?

Contempló ante mi como Marcos, quien sólo hace segundos se metió en lo que seguro sería una fea cicatriz a mis muñecas, si no que a mi rostro, retiene con su mano atada el látigo de Genoveva.

¡La maldita cosa le esta haciendo daño! Tiene pequeños alfileres incrustados, prácticamente le arranca la carne. Su sangre mancha todo su brazo, la piel canela ahora es rojiza y húmeda. No puedo soportar esto.

—¡¿A qué demonios cree estar jugando?! ¡Se esta haciendo daño!

—Estoy bien… -Su mano ahora sangra por sujetar el arma. Genoveva no cede, es más, parece hasta dispuesta a continuar con esto ya que jala con fuerza, rivalizando con la del joven monarca usurpador-

Eso no es “Estar bien”.

Me colocó de pie, dejó la bolsa con las cosas en el suelo y trato de avanzar…

—Ni se te ocurra -Me detengo en el último momento cuando esos ojos… Tan determinados se posan sobre mi. Están llenos de algo. Molestia, quizá irá por ser herido. Porque ella siquiera tiene la osadía de ponerse en su contra- …

—Pero… ¿Por qué…?

Es que… ¿Acaso no puedo ayudar a nadie nunca? Quizá sepa lo inútil que soy. Porque… No lo puedo entender. No puedo…

No puedo…

—Eres ridículo. ¿Por qué lo defiendes? Estoy dándole lo que se merece por su insubordinación.

—Llámame insubordinación a contar la verdad, y tu egoísmo fue la razón de esto sucediera. ¿Qué necesidad había de llegar a estos extremos?

Marcos jaló con fuerza, esto le está pasando factura, su sangre mancha el suelo y ropa. Genoveva luce más enfadada por la defensa que propone el joven hombre.

—Te crees superior ¿No es así? -De pronto Genoveva cambia de ángulo todo el tema. Su rostro contorsionado por el desprecio. El agarre sobre su arma se aprieta más mostrando un par de venas viejas, verdes y grotescas- Crees que como tienes ese gran trono y una corona sobre tu cabeza estas en derecho de tratar a los demás como se te antoja. Eres tan ignorante…

Comenzó a carcajear, haciéndose de un tirón y logrando remover levemente de su sitio a Marcos.

—No estás hecho para ese puesto. Eres sólo la sombra de tu padre y nada de lo que digas o hagas cambiará eso. ¡Ni ayudar a estas abominaciones te hará mejor, porque en el fondo sabes tanto como yo, como el…! -Me señala. Inmediatamente mi cola se enrosca en mi pierna- ¡Qué eres un falso doble cara más, uno que sin dudarlo los destruirá con tal de obtenerlo todo! Aún si tienes que someter a tu propia raza-

—¡Basta!

La voz de Marcos resono en todo el corredor, retumbado entre paredes y esquinas sin faltar lugar. Una voz que puede ser tan suave y serena puede tornarse potente y pesada con las palabras correctas o incorrectas. Me hizo temblar, porque muy en el fondo, se cual es mi lugar en la cadena donde ahora danzo, pero…

Se cual es mi lugar en la cadena alimenticia. El lugar al que pertenezco realmente…

—¿Qué, piensas llorar? ¿El bebé de mami necesita que le cambien el pañal?

Las burlas de Genoveva no parecen alcanzar a Marcos. El joven mantiene su rostro inexpresivo. Parece maquinar algo en ese cerebro tan incorregiblemente indescriptible.

—¿Sabes cual es el problema de la gente como tu? -Genoveva vacila en su sonrisa- No ven más allá de sus narices. Tienen el ego tan inflado que son incapaces de comprender, por más sencilla que sea, que no se requieren motivos ocultos para hacer lo correcto…

—¿Estas diciendo que haces esto por que… Es lo correcto? … -Estalla entonces en otra tanda de carcajadas más fuertes, sus risas molestan a mis oídos al rebotar en las paredes de este lugar- Eres más insulso de lo que creí. Debo admitirlo. Pero eso no cambia nada. ¿Tú crees que el o su gente no te traicionaran en cuanto tengan la oportunidad?

Marcos me observa entonces y le sostengo la mirada, hemos estado haciendo esto mucho de forma reciente, el me mira, analiza y yo… Desvió la mirada.

—Si lo hacen entonces… -Espero a sus palabras. Que diga lo que espero, que tomará represalias y hará lo que este en su poder por acabarnos o…- No me quedara más de otra que vivir con eso. Prefiero confiar en un enemigo potencial a un supuesto aliado injustificado del cual si me hiera en el futuro.

¿Qué…?

Sus palabras… No tienen sentido. ¡Qué diablos significa esto!

Es entonces cuando sucede.

—¡Uhg!

De pronto, con un ruido metálico o seco, Genoveva cae al suelo. Su látigo afloja y la mano dañada de Marcos se libera. A espaldas de donde hace un segundo estuvo de pie la anciana mujer aterradora, ahora se encontraba Elisa. Hay una sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Siempre quise hacer eso -Dice presumiendo de su arma, una sartén. Eso es tan… Edepol-

—Elisa, llama a los guardias y que la encierren. Más tarde atenderé este asunto.

La chica asintió y entonces se estaba yendo. Paso por mi costado, con su escueta sonrisa… Mirando de reojo hacia mi.

—… -Okey… Creo que todo terminó mejor de lo esperado. Digo, casi soy azotado, pero en realidad estoy bien, no tengo heridas, no sangro… Oh mierda- Oiga, su brazo -Dije más alarmado de lo que quisiera sonar. El humano se giró hacia mi, viéndose un momento el brazo, casi con desinterés, el cual paró de sangrar… ¿No es muy pronto para…?-

La mano sana de Marcos se coloca frente a mi, esperándome a que la tome para levantarme.

Yo…

Dudo por un segundo, entonces me levanto yo mismo… No puedo.

Esas dos palabras se repiten mil y un veces más en mi mente y me impiden hacerlo.

No puedo.

No puedo. No puedo.

No puedo. No puedo. No puedo.

—Estoy bien, señor. No se preocupe -Mantengo mi fachada de fuerte y me levanto por mi cuenta; aún cuando estoy más humillado de lo que estuve nunca, incluso cuando fui azotado, incluso cuando estuve preso de mi libertad, incluso cuando mi corona fue usada en mi contra y me hicieron ver como una paria sin valor real, me queda algo de orgullo que se niega a dejar que me ayude. Y ahora, soy yo el que es observado de cerca. Perfecto.- …

El me observa, yo hago lo mismo. Trato de mantener en blanco mi expresión, pero se que falló cuando el se da la vuelva y empieza a caminar. Creo escuchar un suspiro mientras se aleja o me lo imagino.

Sea como sea, debo decirle algo.

Yo… No debería dejarlo ir sin darle las gracias por lo menos. Después de todo, se lo debo… Dos veces.

—Eh… Señor… -Mientras el se detiene, yo recuerdo sus palabras. Lo que dijo… Por alguna razón, saber que confía en mi o en alguno de mi raza, de alguna manera, genera satisfacción. Su mano lastimada se eleva a la altura de su pecho y parece sujetarla con la otra. Yo cause eso, al menos de forma indirecta- G-gracias… Gracias por protegerme de ella… No esperaba que…

—¿Qué te ayudará alguien como yo?

—¿Qué? ¡No! Yo iba a decir que no esperaba que… Alguien aquí me ayudará. Es que todos aquí parecen ser tan egoístas y sólo piensan en si mismos y… Pero usted… Ugh. Olvídelo, sólo me estoy enredando más -Me dirigí hacia la bolsa con el repelente para tomarlo, cuando me giró, Marcos sigue allí. Hay un silencio abrumador- … ¿Estará bien…?

—No tienes que fingir que te preocupas por mi. Es molesto.

—¡…! -De pronto me siento enfadado y avanzó hacia el, le sujeto del hombro, tiró mi racionalidad por la ventana- ¡Qué mierda te sucede! Acaba de recibir esa herida por mi culpa, ¿Cómo demonios crees que no me preocupa eso?

Con un movimiento brusco, quita mi pata de su hombro. Se voltea entonces a verme.

—Lo hice por compromiso, no malinterpretes todo, lobo -Su tono es frio y mortífero, logra que mi estómago se vuelva un nudo, pero no retrocedo está vez. El enojo está a la orden del día-

—Compromiso o no, no puedes andar por ahí tratando a la gente de esa manera -Señaló mas allá del sendero por el que vine antes, hacia la ciudad- Nadie, y digo NADIE tiene por que ser tratado de esa manera. Hay valores como el respeto y la humildad, cosas que no eh visto en cualquier miembro de tu familia en el tiempo que llegaron y se instalaron sobre nosotros. Nos quitaron todo, apresaron, humillaron ¡Mataron a seres queridos y siguen como si nada!

Suspiro, porque había controlado mi postura muy bien hasta ahora. La mierda golpeó el ventilador o cómo sea que dice la frase humana. Sabía que esto tarde o temprano ocurriría, pero no con el.

No lo esperaba.

Es que sólo de verlo, con esa expresión vacía yo…

—¿Sabe? Creí que talvez, solo talvez… Usted seria diferente… Que error más grande -Le dejó la bolsa con el repelente sobre su pecho y el lo toma. Sin decir nada mas me largo de aquí, lo mas lejos posible de el, de todo esto- …

Y aun cuando ya hay kilómetros de distancia entre el Palacio y mi persona, aún siento sus palabras como si las repitiera en mi oído.

“Lo hice por compromiso, no malinterpretes todo, lobo”

—Como los odio, humanos… Te odio, Marcos.

El dolor fue extraño, persistente, y por alguna razón, permanente en esta vergüenza de mi carente existencia sin aparente valor.

Duele. Sólo eso. Duele.

...

~♧~

...

—Quisiera saber, ¿Con que objetivo hiciste de todo esto un drama? -Ruedo los ojos por esas palabras. No me siento de humor para tolerarlo-

—Ahora no Elisa.

Maniobro sobre la mesa, suturando la herida ampliamente abierta en mi muñeca. No esta quedando nada bien. El dolor no es para menos tampoco, pero se controlarlo. Lo eh hecho siempre.

—Si no es ahora, ¿Cuándo?

—Dios… -Suspiro en derrota ante mi insistente compañera- Es lo mejor. Ya me expuse demasiado -Jugueteo con el hilo torpemente, la sangre casi coagulada no me deja ver del todo lo que hago-

Elisa se acerca a mi en ese momento, me libera de mi torpe intento de suturarme una vez arrebata de mi mano la aguja y ella misma comienza a hacer el trabajo mejor de lo que pude hacerlo yo.

—Te “Expusiste demasiado” en el momento que metiste esta bonita mano a sujetar ese feo látigo. Sólo mírate la palma, está incluso peor que un queso con agujeros -Me quejo internamente por como esta suturando, ya me apuñaló tres veces la mano. Sospecho que lo hace como castigo, además del sermón- Esto no va a funcionar.

Suspiro como por décima vez este día ante tal situación. No entiendo por que todo deber ser tan complicado.

Me resigno ante lo que tengo que hacer ahora. Camino hasta el fondo de mi habitación, un cuarto mucho más pequeño del que me ofrecieron inicialmente porque, detesto los amplios espacios de una casa. ¿Y este Palacio? Mejor ni digo nada.

Alcanzó a llegar hasta el armario y girando una perilla en cierta forma, se desliza el mueble en cuestión, revelando una habitación que mantengo oculta hasta de mi propia familia.

Padre me encomendó este secreto familiar antes de morir, es en parte la razón por la que estamos donde estamos. No necesito ver hacia atrás en el pasadizo para saber que Elisa me acompaña. Después de todo, es mi mano derecha, consejera y mejor amiga… Por mas irreal que sea.

Llegando hasta el final, luego de bajar un par de escaleras en espiral y toparnos con un mini laberinto de túneles que no fueron instaladas hace menos de dos años, llegamos al lugar que busco. La puerta se abre sola, la energía púrpura rodea los marcos e intrincados diseños de la superficie robusta; esto da pase a la Habitación. Un lugar que sólo nos pertenece a la realeza, ahora, también a allegados de confianza.

La habitación no tiene mucho que destacar, paredes de bloques gruesos, unas vigas de concretó. Lo único destacable es está piscina de agua cristalina y luminosa que emana una extraña energía que revitaliza…

Hay algo más en ella, por eso, no opto a usarla cuando me lastimó, pero esta cosa en mi mano es grave.

—Te espero desde aquí -Dice Elisa desde la puerta. Su expresión sonriente ahora es sería-

Asiento en respuesta y entonces estoy frente al agua. Tan tranquila, extraña, bizarra y de alguna forma, siniestra.

Se visualiza mi reflejo y a partir de mi silueta, el agua destello en un color purpura que la torno completamente. Mi mente se vacía, está fría, helada por el solitario y gélido silencio, ni siquiera puedo escuchar el escaso viento filtrarse por las paredes…

Se que está aquí. Observándome pacientemente.

Evocó entonces las palabras para acabar con esto. Mentalmente.

“Cúrame” -Susurro a las penumbras en mi mente reflejadas al agua púrpura, mis ojos allí se iluminan por un segundo en rojo cuando algo responde-

“Tu mano…” -Es un siseo rastrero y escalofriante, pero no me detengo un vez aquí. Llevo mi mano y posó la palma justo sobre el líquido. Espero unos segundos y entonces agua asciende, trepa por mi piel y reposa unos segundo sobre mi brazo herido. Una extraña energía reside allí unos segundos y luego el agua regresa a su sitio. La voz vuelve a susurrar- “Dos veces más…”

Luego nada. El vacío oscuro de mi mente se desvanece y el agua turbia regresa a su color cristalino brillante. Me hace desconfiar, porque tal como todo lo que conozco de mi mundo, de mi familia… De mi mismo; se esconde por medio de una máscara de amabilidad, bienhechuría, bondades. Y es por eso…

—Que no confío en nadie…

Esto lo digo a nada en particular.

Veo mi brazo, mi mano. Ambos curados y sin cicatriz. Tendré que usar algo para cubrirlo en caso de que los guardias o alguien mas lo puedan notar o…

—¿…? -Algo no está bien. En mi muñeca han aparecido algo. Unas dos manchas… No, parecen más bien estrellas. Están algo lejos la una de la otra, quizá un dedo de distancia, pero por cualquier razón, las percibo ahora tan lejanas que parecen años luz de diferencia- ¿Qué es esto…?

Sea cual sea la respuesta, no la tengo ahora…

Tal como no tengo control de mi destino desde que nací.

Chapter 8: No Queda de Otra

Chapter Text

Hay algo en el aire…

Puedo olerlo. Lo percibo en mi paladar. Es agrio y se mezcla con mi saliva en algo desagradable.

Todo está oscuro, pero puedo percibir algo.

Movimiento.

De pronto puedo ver.

—¡Ah! -El saco sobre mi cabeza desaparece y puedo ver con claridad… Ojalá no fuera así- ¡…!

Estoy en una habitación casi completamente oscura. Sólo hay una bombilla iluminando todo el reducido espacio. Mis ojos apenas se adaptan al crudo lugar. Mi boca esta pastosa y la sangre se había acumulado, ahora escapa de la comisura de mi boca, la nariz igual, huelo mucha humedad en el aire y toda clase de cosas unificadas en este tenebroso ambiente que debe estar bajo tierra.

Sólo que lo que destaca realmente, es mi padre…

—Debiste… Huir.

Eso dice en cuanto me nota, con uno sólo de sus ojos pues el otro está hinchado y sangriento. Al igual que todo su herido cuerpo.

—Pa-padre… -Mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente. A estas alturas pensaría que estoy seco después de todo lo que eh sollozao, pero no es así, nuevamente derramó mis lágrimas, forcejeo con las cadenas y aprieto mis colmillos. Mi padre esta reducido a casi nada. Su cuerpo semidesnudo gotea sangre, todo el pelaje está enmarañado, costroso; los puntos blancos que formaban parte de su pelaje de un lobo adulto, cubiertos por su propia esencia vital rojiza. Estuvo soportando durante días, no eh sabido de el hasta ahora- Ah…

—Ni si te ocurra llorar -Masculla. Las lágrimas de pronto cesan. En sus ojos logró ver la resignación mezclada con su fuerte orgullo- Un verdadero emperador no hace esa porquería.

...

Un sonido estridente inunda mi habitación. Es la alarma otra vez. La ignoro y vuelvo a cubrirme con las sábanas.

—Sólo déjenme en paz…

No me siento con ánimos de nada. Pase toda la noche y parte de la madruga pensando. Sólo PENSANDO. Una y otra vez dándole vueltas a un asunto que no tiene importancia…

Pero parece que si tiene algo de eso pues no me dejó descansar sino tan sólo una hora.

Vuelve el replicante sonido. Dios mío. Estoy a nada de lanzar la maldita cosa por la ventana si…

—¿Hijo? Llegarás tarde al trabajo -Mi madre toca la puerta justo antes de decir esto. No, por favor…- ¿Te sientes bien?

—Estoy bien ma… Sólo no tengo ánimos de ir a trabajar.

—Eso no es habitual en ti. ¿Seguro de que todo está bien?

—Si… -¡No! No lo estoy y no se por que. Hace mucho no me sentía así de bajoneado y no me gusta. Doy gracias cuando la escucho alejarse por el pasillo y entonces… Sigo ahogándome en este repentino ataque de miseria-

Amo a mamá, pero simplemente no puedo decirle que estoy deprimido sólo porque un idiota como cierta persona en la que no quiero pensar, me trato mal. Es decir, debería saberlo, es de esperarse de alguien como el. Y por favor, ni que fuera la primera vez.

Pensando en si mismo siempre. Egoísta. Incapaz de confiar en alguien y con el ego híper inflado…

De pronto recuerdo que quizá, sólo en algunos momentos (Muchos) estuve en su lugar y pues…

Pero es una idiotez. Recuerdo a muchas personas que me insultaron a mí o todo mi familia de diversas formas posibles. Hubo una ocasión en que un tipo me llamo lame botas en la calle, fue fácil ignorarle. O aquella vez en que unos sujetos en la Universidad me amenazaron sólo por ser “Demasiado amable” con un chico.

Así que si, por mas pequeñas que sean, el cúmulo de todas esas situaciones me han hecho resistente a todo…

Entonces, ¿Por qué me siento de estas forma?

Mejor trato de dormir.

Vuelvo a girar sobre mi costado, la cama de madera rechina con mi movimiento de cuerpo pesado y luego cierro los ojos. Con suerte, no soñaré con traumas del pasado y lograre descansar de verdad hasta el medio día y luego ver que hacer con mi patética vida. Si, eso suena como un buen plan.

Un Misisipi.

Dos Misisipi.

Tres Misisipi…

—¡…! -La puerta suena nuevamente y gimoteo con cansancio total. Estoy a nada de…- Mamá, te dije que estoy bien…

Pero la puerta sigue siendo golpeada, el sonido es molesto, ametralla mi cerebro y a la jaqueca recién formada. Golpe, golpe, golpe tras golpe.

—¡Mmmmfffggg! -Me cubro el rostro con una almohada y ahogó mis gritos en ella… Cuando acabo, noto que el golpeteo a parado. Retiro la almohada y…-

—¡Buenos días por la mañana solecito! -Tiberio esta frente de mi con un plato de algo sobre una bandeja de esas que usas para comer en la cama. Huele rico-

—Tiberio… ¡¿Pero que haces aquí?! -Intento cubrir mi media desnudez con las sábanas pero sólo consigo caer de la jodida cama como un tonto- ¡Mierd…! -Me callo la boca pensando que mama ronda cerca. El lobo marrón me observa con preocupación, aunque también hay diversión en esos ojos amarillos y yo solo lo fulmino con la mirada ahora. Le hablo apretando los dientes- Que haces aquí…

—Pues, llevándote el desayuno duh -Usa un tono de “obvio” y entonces me tiende la mano. La recibo sin dudar y pronto estoy en la cama de nuevo- Vine desde bien temprano para poder acompañarte al trabajo. Como nos queda de camino la parada. Entonces, tu madre dijo que estabas dormido todavía, cosa que es inusual para ti entre días de semana; preparé con ella tu desayuno… -Levanta la bandeja como prueba de lo último. Bien, tratare de no darle muchas vueltas al asunto de “Prepararme el desayuno con mi madre”- Y luego vine aquí cuando me cansé de esperar y te vi hacer el ridículo con tus peludas pelotas al aire. Por cierto, tengo un taparrabos igual a ese -Se ríe un poco mientras yo me cubro más con la manta, seguramente rojo cual tomate si todo mi pelaje fuese blanco como el de Cassius-

Perfecto, la humillación del día.

—¿Oye, me dirás que es lo que te tiene desanimado?

—Depende, ¿Te irás en cuanto te lo diga? -La expresión alegre de Tiberio bacilo y eso bastó para arrepentirme- Disculpa… -Me apresure a decir- No me eh sentido del mejor ánimo desde ayer.

—Mmm… Bueno -Coloca la comida frente  mi. Son pan tostado, carne, queso y algo de jugo… Para ser un plato sencillo, se veía terriblemente delicioso- Podemos hablar al respecto si quieres, y luego, ver que hacer. Me tomaré la mañana para esto. Solo debo llamar al tipo que me alquila el lugar para avisar que iré más tarde y entones seré todo tuyo -Con un guiño coqueto sale de la habitación, no me da tiempo a protestar o poner peros. No debería sorprenderme, el es así-

Muy a mi pesar, le tendré que relatar los suceso, y quizá a mi madre también. Me siento mal ocultándoselo.

Debo lidiar con esto de la mejor forma posible. Eso haría un adulto responsable.

Correcto.

》》》

Fuentes han confirmado que el Emperador Marcos, en conjunto con los líderes y encargados de la Tierra, sostendrán una reunión en la que se decidirá el sistema de elección de líderes para cada sector. Esto no sólo se limita a los ámbitos laborales, si no también a la capacidad y derecho de otorgar a todos los ciudadanos un voto para decidir por su cuenta a futuros mandatarios.

>>> Cabe destacar que  el joven heredero de la corona no lleva más de 1 año en el poder luego del repentino fallecimiento de su padre. Existen especulaciones sobre querer formar un nuevo prototipo de designados para los cargos de poder y…

—¿Qué significa eso? -Pregunto Tiberio arqueando su poblada ceja, a lo que yo respondo-

—Algo así como los Triunviratos. Solo que humanos y seguramente, más dictadores.

Me encojo de hombros, tratando de no pensar demasiado en nada de esto.

El lobo marrón a mi lado suspiro mientras yo mantengo mi mirada en el cristal a mi lado, viendo toda la ciudad pasar, a su vez, escucho las noticias provenientes en la mini pantalla en la parte superior del vehículo.

—De veras que no comprendo todo esta palabrería política. Es decir, ¿Cómo lo toleras? -Luce realmente intrigado- A mi me daría pereza participar en algo así.

—No se trata de soportarlo, prácticamente, nací contemplando esto.

Y en cierto modo era verdad. La política ante mis ojos es un juego de ajedrez, jugar cierta pieza significa un posible costo y desventaja a futuro, por lo que debes estar preparado para aceptar la responsabilidad de tus acciones, así como de futuras pérdidas por igual.

Todo tiene un coste en está vida. El coste de ser emperador por ejemplo es que nunca tienes descanso, hay personas que dependen de ti y por ende no les puedes fallar. Pero ¿Qué pasa cuando lo peor sucede? Tienes que resignarte a aceptar toda la culpa aún cuando no halla sucedido por orden directa propia.

Estación central- Ciudad de Adastra.

—Aquí bajo -Realizó el amague para colocarme de pie eh ir al Palacio. La jornada no se puede aplazar por mucho tiempo, me reducirán el sueldo de día y…-

De pronto, Tiberio sujeta mi para y me hace sentar otra vez.

—Tiberio, ¿Qué haces? Debo bajar para-

—¿Ir a trabajar? No, amigo mío. Eso no esta pasando -Dice solemne y veo con pesar como se cierran las puertas del vehículo y regresamos a la marcha veloz- Dije que me tomaría la mañana y no exageraba. Ahora, vamos a alegrar tu día. Y por supuesto, tengo la idea perfecta para ello.

—… -Veo hacia atrás como la estación de parada se hace más pequeña y lejana, ya no puedo volver hasta la siguiente parada y eso si este lobo me deja bajar allí. Dioses…- Esta bien.

Estoy deprimido y derrotado, así que, que mas da, ya voy tarde en todo caso.

Me resigno a hacer lo que Tiberio me dice, quizá dejar de preocuparme me ayude de algo.

El caso, es que no dejó de hacerlo en todo el camino.

》》》

—Recuérdame, ¿Por qué hacemos esto? -Pregunto aferrándome a la barra aseguradora con todas mis fuerzas-

—Para levantarte los ánimos -Tiberio suena emocionado, no lo estoy mirando porque tengo los ojos cerrados con fuerza- Oh vamos, no tiene gracia si los cierras.

—¡NADA de esto tiene gracia! -El maldito se ríe de mi. Es que lo hare pagar por esto- Y cuando decías que “Levantarías mis ánimos” ¡No creí que fuese literalmente!

—Pero que dices, si esto es divertido.

—¡No es jodidamente divertido!

—Pero si ya acabo.

—… ¿Eh? -Pero justo cuando abro los ojos lo peor pasa, descendemos estrepitosamente desde la gran altura de esta enorme estructura y siento que mi estómago flota hacia mi garganta y luego en la subida regresa a su lugar. Luego toma una repentina curva y entonces mi voz se pone al tanto con mis emociones- ¡AAAAAHHHHHH!

—¡Wujuuu! -Tiberio se suelta de la barra de seguridad y alza las manos cuando la montaña rusa toma una posición de cabeza y luego vuelve a descender. Las náuseas llegan a mi y entonces…- ¡Ni se te ocurra vomitarme encima!

Pero no es tan fácil cuando estás en una de estas cosas con tu corazón latiendo a mil y…

Y…

》》》

—Hombre lo siento. No sabía que te pondrías así de mal -Lucho con mi  respiración para evitar vomitar de nuevo. En verdad que no estoy echo para estas cosas. Me pongo de pie y trato de recomponerme lo mejor posible. Me debato internamente si debo matar a este tonto o sólo vengarme.-

Al final, no es ninguna de ellas.

—Esta bien, Tiberio. Te perdonare sólo si prometes nunca más hacerme algo así.

El se anima de inmediato.

—¡Promesa de lobo cazador!

—Tu no fuiste tal cosa -Lo empujó con el hombro cuando empezamos a caminar por el parque de atracciones. Solo se ríe tambaleándose-  ¿Esta bien que andemos por aquí? Digo, sólo eh visto humanos.

—¡Claro! Este lugar es un sitio público. Además, no hacemos nada malo con divertirnos y ya.

Asiento, pues tiene sentido lo que dice.

Cuando Tiberio me trajo a rastras a este lugar, inmediatamente tuve el pensamiento de que sería problemas para los dos.

En los últimos años, algunos lugares que solían ser públicos antes de la guerra, se volvieron de acceso único para los humanos. Los lobos no tenemos permitido ingresar a esos sitios custodiados por guardias, y quien se atreviera a desobedecer estar orden sería considerado hostil.

Pues bien, había pasado un rato y no ocurrió nada. Los humanos nos miran extraño pero mas allá de eso, todo está bien.

—Entonces… ¿Me vas a contar que es lo que te tiene de mal humor?

Había estado esperando este momento desde que me desperté como un desastre en mi cama. Ya se estaba tardando, dio oportunidad de subirnos a un par de juegos y comprar algo de comida. Justo ahora, pruebo algo llamado “Algodón de azúcar” no estoy seguro de por que a los humanos les gustan tanto las cosas procesadas que obviamente deteriora sus cuerpos, pero debo admitir que…

¡Esta mierda esta buena!

Me mantengo un rato en silencio, Tiberio juguetea con la servilleta en una de sus patas al tiempo que ve a la gente socializar o divertirse en los carros chocones. Nos encontramos sentados en una banca debajo de una árbol.

Casi creo que no diré nada hasta que comienzo.

Le explicó toda la situación desde que fui a verlo en su local hasta cuando me fui a dormir e inevitablemente me empecé a auto despreciar. Algo que ya casi es una costumbre.

No lo observe mientras hablaba pero sabía que su rostro cambio muchas veces de expresión. Tristeza, molestia, lástima o rabia.

Cuando termine, se dejaron asentar mis palabras en el silencio de un minuto. Entonces fue su turno de hablar.

—Ahora me siento mal por sacarte de tu cama -Sonríe apenado. Yo arquee una ceja hacia el-

—De entre todo lo que dije ¿Es lo único que te preocupa? -No puedo evitar reírme un poco-

—Es que, okey, valla mierda que te tratarán así. Lo se, y lo entiendo. Lamento haberte arrastrado hacia aquí cuando seguro preferirías estar durmiendo o algo así.

>>> Pero ¿Sabes, Amicus? Desde hace tiempo quería salir así contigo. Desde que todo ocurrió. No puedo decir que seamos amigos porque apenas te conozco, mucho menos comprendo del todo lo que sucede en tu día a día; y sinceramente, no entiendo muchas cosas en la vida como tal… -El sonríe con tristeza- Mi padre solía decir que sólo podía cumplir con sus órdenes y de resto no servía para nada más…

Frunzo el ceño por ello.

—Eso no es cierto.

Se encoje de hombros.

—Puede ser. Pero, había algo en lo que si estoy de acuerdo con el, y eso es que las personas buenas siempre que sufren, cosas buenas les ocurrirán después.

Quisiera pensar así. Que algo bueno ocurrirá en cualquier momento. No importa si es efímero, sólo quiero que todo deje de ser tan lúgubre.

—Otra cosa que el dijo fue… -Lo vuelvo a mirar entonces. Terminé con mi dulce y ahora jugueteo con la tela en mi muñeca izquierda. Estoy incómodo por revelar estas cosas, pero guardarlas tampoco es nada sano- Cuando alguien está sufriendo en silencio, suele apartar a los demás. Y eso de alguna forma es como piden ayuda -El me observa algo determinado. Inmediatamente recuerdo a Marcos… ¿Podría ser cierto eso de el?- De cualquier modo, quizá se puso tan a la defensiva porque le aterra que se enteren, quien sabe, hasta te puede tener miedo.

Ahora me rio de verdad. Lo menos que eh visto en Marcos es miedo hacia mi.

—Lo dudo mucho.

—No importa. El punto… -Desvía la mirada y… De pronto me toma la mano- Quiero que sepas que no estás sólo Amicus. Eres alguien con un gran corazón, has pasado por mucho. Recuerda que me tienes a mi…

—Tiberio…

El contempla mi segura expresión de sorpresa, me suelta estrepitosamente y se coloca de pie.

—¡Pe-Pero también tienes a tu-tu mamá y hermanos y amigos y Dios sabe quien más, por su puesto. No estoy sólo yo, eso sería raro! ¡Oh, mira eso, tiró al blanco! ¡Juguemos!

Se aleja a paso apresurado y yo…

—… -Sonrió. Porque a pesar de todo, y por improbable que fuera, ya no me siento tal mal como hace minutos. Me pongo de pie y corro para alcanzar a Tiberio. Uno de mis brazos sobre su hombro y lo arraigo a un medio abrazo- Vamos entonces, amigo mío.

El se ríe algo nervioso, pero se que esta cómodo conmigo cerca.

Gracias Tiberio. Gracias…

~♧~

—No  entiendo por que estos ancianos deben de ser tan complicados -Digo, al tiempo  que prácticamente apuñaló con la pluma los papeles frente mío. Odio el papeleo, sobre todo si viene de los cascarrabias de la antigua orden en la Tierra. Puras babosadas, que si el agua de la Tierra no es bastante buena como la de aquí, que si hay problemas con revueltas y sin mi no hay resolución, les molesta no disfrutar de está Luna. ¡Por amor a Dios!- ¿Cuánto costaría acabar con todos ellos?

Se que mi mirada es sombría cuando Elisa arquea una de sus delgadas cejas.

—Ni lo pienses. ¿Quieres que después asignen a unos peores? -Me estremezco ante esa idea y suspiro derrotado. Mejor continuó con el trabajo- La reunión es en una semana, para cuando vengan y disfruten sus vacaciones, podremos patearlos fuera de aquí para estar en paz hasta el próximo año.

Eso suena bien. Pero estaría mejor si nunca regresarán.

—Padre nunca parecía preocupado por ellos…

—Eso se debe a que los ignoraba -Veo a Elisa rodar los ojos con diversión. Ojalá tuviese el mismo ánimo de ella, pero por alguna razón, no es así. Veo el reloj y son más del mediodía. Ya casi la hora de comer- Luego de eso, tienes que dar un discurso a tus súbditos como nuevo emperador, sabes que no te puedes ocultar toda la vida.

Veo por el rabillo del ojo como algunos de la servidumbre entran con platos de comida y los van dejando en una mesa cerca de mi escritorio. Algo me dice que mejor no los vea para evitar toparme con…

—Ojalá se pudiera -Hay pesar en mi voz- Tengo un bloqueo, no se me ocurre nada que decir. Tuve que adaptarme a unas leyes que apenas conozco como las de esta Luna y de paso convencer a todos de que no soy la misma mierda que mi padre.  ¿Cómo se supone que puedo hacer eso sin lucir débil ante nadie?

Elisa cabecea, pensando.

—Quizá si no tuviera los papeles y palabras tan mal estructurados… -Cuando escucho ese murmullo me tenso por completo, y al mirar la fuente de esa voz, veo la misma tensión en el- …

Amicus.

Frunzo el ceño de inmediato.

Este lobo no se presentó por la mañana y viene a aparecer ahora como si nada…

—¿Cómo dices? -El se pone serio cuando le hablo. En lugar de bajar la mirada como siempre hace, me mira directo a los ojos…-

—Sus papeles estan mal estructurados, y el discurso carece de fuerza –Dice con simplicidad. No puedo creer lo que dice, mi discurso no…-

Elisa se aproxima hacia el.

—¿Qué tanto sabes al respecto? -Dice la chica ojeando las páginas que me tomo una hora escribir-

—Lo suficiente para saber que es poco apropiado para lo que piensa usarlo. Le va a hablar a sus mandatarios, no es un proceso electoral. Sin mencionar que tiene serias faltas de ortografía.

—… -Este lobo de…-

—Tiene razón -¡¿Ella también?!-

—Y eso que, puedo escribir algo mejor en poco tiempo.

—Lo dudo… -Okey, hasta aquí. Hijo del antiguo emperador o no lo voy a…-

—¡Lo tengo! -Exclama Elisa de pronto y eso nos hace saltar al molesto lobo y a mi al mismo tiempo, cortando el contacto visual- ¡Tu! -Señala a Amicus- Van a trabajar juntos para hacer el mejor discurso de la historia.

¡¿Ehh?!

—¿Te sientes mal o que? No pienso trabajar con este -Indicó-

—Valla, estamos de acuerdo para variar -El sarcasmo en la voz del lobo es notable. Esta sacándome de quicio-

—No me interesa. Van  a trabajar juntos, ¡Quieras o no! -Sentencio la chica de forma firme y yo…-

Me quiero aventar por la ventana…

Chapter 9: La Historia Duele

Chapter Text


—Una vez más… Como monarca de toda una Luna, dueño de otra galaxia aparte y visir de futuras uniones Entre razas inter estelares, ¿Cómo garantizará usted, emperador Marcos, la seguridad en garantía de la existencia humana en un entorno de posibles desventajas como mandatario?

Estoy a punto de rodar los ojos como por cuarta vez debido a la tonta voz que utiliza el lobo. Es tan ridículo, si continuo así quedaré visco.

Me limito a contestar.

—La respuesta es muy sencilla, delegado. Mantener lazos entre otras especies es el primer paso para asegurar nuestro lugar dentro de las galaxias. Para empezar, tenemos a Omorfa, con quienes ya sostenemos negociaciones para ejercer tratados de paz en los que nos reconozcamos como iguales en esta vasta galaxia.

—¿Y qué garantiza que acepten este supuesto trato? ¿Qué impide que reaccionen más adelante de forma que fracture la estabilidad en nuestra sociedad.

—No hay nada que lo garantice, pero son riesgos que hay que tomar para obtener lo que buscamos…- Siento que no estoy siendo realmente justo con lo que digo o pienso decir. Sobre todo por el lobo frente a mi. Su expresión es pensativa justo ahora y se que dirá algo o renunciará a esta eventualidad que tenemos ahora-

Soy consciente de mi lugar y de como llegue al poder. Pisoteamos toda una especie y la humillamos con tal de apoderarnos de su hogar y recursos. Mi padre tomo decisiones muy radicales en su vida, pero a medida que el tiempo avanzaba en la tierra, llegamos a enbarcarnos en un viaje sin rumbo en busca de algo que ni siquiera éramos del todo conscientes su existencia. Pero el siempre dijo que si había algo o alguien.

Insistió tanto que cuando llegamos a este sistema solar, a Adastra… No lo pensó dos veces antes de ir con todo.

A veces quisiera que todo se hubiese dado de otra forma. Me siento algo mal de vez en cuando pero...

—Okey, seré sincero… -Hay que realizar sacrificios por el bien de todos. Y si debo lucir igual de desgraciado que mi padre con tal de asegurar  a todos, lobos y hermanos incluidos…- No estás seguro de lo que vendes o expones. No se si me captas.

Yo frunzo un poco el ceño.

—De cierta forma, lo hago… -Trato de sonar creíble, pero no lo logró, su mirada me lo dice todo. En realidad, odio los discursos, por toda la presión, las masas. Hay mucho en juego. La gente espera que diga ciertas cosas o actúe de cierta forma, por lo que es todavía mas complicado cuando estás de mandatario. Me pone algo nervioso. La picazón en mi muñeca regresa una vez más. Justo ahí donde tengo una venda que cubre nada más que mi piel recientemente sana- Esta bien. No lo hago.

Suspiro derrotado y me dejó caer en el sillón atrás de mi. Ojalá no fuese tan complicado, sólo salir y decir lo que quiera y que esos viejos y demás personas que me observará se conformen con eso. No quiero prometer nada que no pueda cumplir. No quiero presionar a nadie a hacer tal cosa.

Sólo busco estar en paz. ¿Eso es mucho pedir?

Cuando ese pensamiento se hunde en el fondo de mi mente, recuerdo que estoy acompañado. Mis ojos van hacia Amicus, el lobo está sentado en la alfombra revisando la gran cantidad de papeles esparcidos sobre la mesa de centro de está, mi oficina. Se ve tan concentrado, quizá más de lo que yo nunca me eh puesto en algo como estudiar papeles.

En su mayoría lo hago por compromiso.

Compromiso…

Recuerdo la última vez que hable con el y… La culpa me llega.

Vuelvo a suspirar con pesar. No me puedo lamentar de un daño que ya esta echo. Sólo puedo continuar.

—Si continúa mirándome así, va a taladrar un hoyo en mi frente.

Mierda.

¿Desde hace cuanto lo noto? Mejor cambio de tema.

—Sólo me cuestiono por que razón aceptarías ayudarme con esto. Hasta donde puedo ver, te beneficiaría más si yo perdiera el mandato.

Amicus levanta la mirada de los papeles y veo como su frente se contrae al arquear una de sus cejas. La marca simbólica de su frente bastante peculiar se mueve a la par.

—Si, porque lidiar con otro humano peor que usted sería mejor -Ironía- En cuanto a la pregunta, lo hago por el pago. Lo necesito. Y hablando tonterías no avanzaremos.

Ruedo los ojos. Estoy cansado de esto, pero tengo poco tiempo para planificar todo.

Esta reunión y discurso es importante. Decidirá si soy realmente competente para el puesto y si en verdad soy capaz de dirigir toda una galaxia (Y una Luna incluida). Así que, fuera pereza, necesito pensar en algo.

—¿Por qué le disgustan tanto hablar   en publico?

Lo pienso un momento. No se que tan desventajoso sería revelar mis ansiedades a este lobo. Aunque por otra parte, se todo de el (Al menos en su mayoría expedientes familiares y demás) aún así no eh decidido usar cualquier información en su contra porque al final, no hay beneficios, y en este conversación, tampoco los hay. Por lo tanto…

—Tengo… pánico escénico

—¿Qué? -Se  acerca para oir mejor-

—Tengo pánico escénico… -De nuevo, salió en forma de susurro-

—No le oigo bie-

—¡Pánico Escénico! –Grito más que exasperado. Entonces, el joven lobo cabecea como un niño curioso, frunce el señor y luego sus orejas revolotean por quien sabe que-

—No parece el tipo de persona que sufra de algo así.

—Pues si. Ya vez. ¿Ahora que? ¿Piensas burlarte de mi? Adelante, hazlo.

—… -Amicus luce sorprendido. Luego, la sorpresa es reemplazada por enfado- En realidad, iba a decir que no tiene nada de que avergonzarle. Todos pueden pasar por algo así. Yo sufría de eso antes. Pero te garantizó algo… -Avanza hacia mi, yo me mantengo firme en mi lugar, esperando a que la enorme figura del lobo se cierne sobre mi- No lo resolví chillando como una magdalena o acusando a la gente de falsos. Eso sólo te hará ver peor. Y te aseguro que ya luces mal para todos, independientemente de si te conocen o no…

Se aparta de mi rápidamente, caminando hacia las puertas dobles de cristal que dan a una azotea algo amplia y con vista al huerto y la ciudad de Adastra. Cuando Amicus abre las puertas, lo primero que percibo es el olor húmedo frio de la noche, acompañada de una suave brisa. Es refrescante, quizá demasiado frio, pero el joven lobo prosigue y atraviesa el umbral de la puerta, llegado hasta el balcón y apoyándose en el.

El clima de aquí es raro. Suele hacer demasiado calor durante el dia y la noche pero hoy en particular, no.

Observó al lobo desde nuestra pequeña lejanía. Es tan… Diferente. Ya no se deja aplacar. Es como si en las pocas horas que pasaron el hubiese cambiado. No retrocede, me planta cara. Quiere pasar por encima de mí.

Mis ojos caen de nuevo sobre la pila de papeles. Considero la idea de dejarlo ir a casa. Pero no avanzaremos en nada de esta forma. Además… Siento incorrecto dejarlo marchar de esa forma durante la oscura noche. Hace unas horas se ocultó el sol. Elisa nos dejó encargado trabajar hasta donde fuera posible. El único percance podría ser la tensión insoportable entre Amicus y yo. Sin mencionar mi poca habilidad con las palabras exactas.

El lobo es mas listo de lo que aparenta. Tiene sus conocimientos en leyes y actuar como mandatario. Ah utilizando términos que ni idea existían. No mencionemos su capacidad de liderazgo, dando ideas ocasionales que resultan lógicas.

Se nota que nació para esto.

Por más que me pese, este lobo nació para el puesto que tengo. Y no puedo hacer nada para negarlo.

~♤~

Respiro hondo el frio aire de la noche. Mis pulmones se enfrían y una sensación agradable recorre mi pelaje. Necesitaba apartarme un segundo o diría algo de lo que seguro me arrepentiría.

Debo admitirlo, aceptar trabajar en esto para el, como ayuda, fue una idea terrible. Primero, porque no me cae bien y pues… ¡Es familia del hijo de puta que mató a mi padre!

Segundo, es mas tapado que cañería antigua. Puedo darle crédito al tener guardados términos propios de la política de Adastra y que los sepa complementar más que bien con las de su planeta. Pero eso no basta para convencer a un grupo de ancianos que llevan más de su vida completa en esto.

Es complicado, casi imposible convencerlos, y las posibilidades de que pierda el trono son…

No quiero pensar en eso. Si todo lo que ah pasado sucedió bajo el mandato monárquico de un solo hombre, no me imagino lo que sería si fuese de otros mas retrógrada o un tipejo peor.

Que me avienten al fuego por pensar así de lógico.

Mis orejas reaccionan al sonido de pisadas a mis espaldas. Se acerca. Okey, veamos que ocurrirá ahora.

No pienso apartar la mirada, pues gracias a la conversación con Tiberio, se que merezco respeto.

—¿Sucede algo, Majestad? -Ups. Salió sin querer el sarcasmo-

Se que le afectó cuando le escucho bufar como el animal venenoso que me imagino que es el.

—… Lamento lo de hace un momento…

Okey, eso no lo esperaba.

—En realidad, lamentó TODO lo de antes. Fue grosero de mi parte… -No me observa. Al mirarlo, veo que busca ver a cualquier sitio menos a mi… Me recuerda a Tiberio está mañana-

Las palabras de disculpas se asientan en el ambiente semi iluminado. Las luces de la oficina apenas dan algo de cobertura lumínica a nuestras espaldas. La luz de nuestro satélite nocturno se encarga del resto. Esta lleno, por lo tanto, se acerca lo suficiente como para brillar con intensidad y que no se vea tan sombría la noche.

Me mantengo en silencio, procesando lo que acaba de decir. Es tan…

Extraño.

—No pienso disculparme a cambio -Es lo que atinó a decir y entonces si que voltea a verme. Su ceño está profundamente fruncido y yo me río de forma arrogante… Valla, hacia tiempo que no me burlaba de alguien… Bien, es cruel, pero se lo merece- Pero las acepto de cualquier forma.

—Aja, lo hago porque quiero dejar de lado la cosa rara entre nosotros. Así que, no esperes algún trato especial.

Podría jurar que esta enfurruñado. Es divertido.

Le doy una palmada en la espalda, el se encorva mas sobre la baranda de la azotea.

—Tampoco esperaba tal cosa.

Creo... Que me estoy tomando muchas libertades con el. Quien sabe...

Ahora, camino un poco alrededor, pensando en como acomodar las ideas en mi cabeza.

—Estuve pensando, ¿Qué tal si intento inspirarle a escribir algo con mis propias palabras? -Pregunto una vez lo rodeo. Hay desconcierto en su rostro-

—¿A que te refieres con eso?

Me detengo a verlo. El joven emperador es… Eso, joven. Se ve tan pequeño. Nervioso. Sigue conservando su aura imponente, inaccesible. Un rostro que no da lugar a muchas emociones. A cualquiera que lo vea lograría sentirse amenazado. Por ello, optaremos en esta idea.

—Vas a intimidarlos con argumentos. Argumentos lógicos, llenos de sentimiento y sin brechas hacia las dudas. Eso haría…

Me como las últimas palabras.

“Eso haría yo en tu lugar”

Ahora que tengo su atención, procedo a explicarle mi punto.

—Si quiere convencerlos, debe evitarse los rodeos, ir directo al grano. Y si en el proceso elimina cualquier resquicio de duda, será perfecto.

—De acuerdo… -Parece saborear las palabras que solté- Y, ¿A qué te referías con que “Me ibas a inspirar”?

—Bueno… -Ahora yo estoy nervioso- Hace algún tiempo hice esto para poder decirlo a toda Adastra… Una vez tomará el trono… -Y… Así de fácil vuelve la tensión- En fin… -Respiro hondo, y comienzo a relatar aquellas palabras que tanto empeño puse en escribir tiempo atras:- Hace veinte milenios fuimos elegidos por los Romanos, nuestros Padres. Los lobos, nosotros, una especie arrogante y orgullosa, de entre miles de sapiens, fuimos bendecidos por su misericordia y carácter bondadoso… Pero les rechazamos. Fuimos los primeros Hermanos abandonados en la historia. Dejados a la deriva, a nuestra suerte…

Empiezo a moverme lentamente, camino al compás de la brisa, relatando una historia que fue más que celebrada entre miles de fiestas y fogatas, contadas a nuestros niños y repartidas a todos los que pudieran estar dispuestos a conocerla.

Nuestra historia.

>>> El imperio cayo en declive. Perdimos lazos con Hermanos, recursos. Muchos perecieron por el egoísmo de nuestros ancestros hace 15 milenios. Las cicatrices aun permanecen en la piel de nuestra historia.

Miro hacia el cielo. Iluminado por las estrellas, es una vista magnifica.

Sonrió por la siguiente parte. Es increíble que recuerde esto todavía después de tantos años.

>>> Caímos de forma estrepitosa como si está Luna hubiese sido tragada por el Poso. El golpe fue catastrófico. Cinco mil años de amarga desolación. Cinco mil años de abandono y soledad… Hasta que Druso llegó.

Volteó a ver a Marcos, me observa, es como… Si tuviese toda su atención.

>>> El era mi ancestro, y nos salvó a todos. A partir de su llegada, nos abrimos paso a través de la galaxia. Consiguiendo Niños abandonados como nosotros, recursos por los que rasguñamos y peleábamos tanto. Todo iba para mejor. Y ¿Qué fue lo que encontramos como lo más valioso?

Hago una pausa dramática mientras veo al horizonte en la ciudad.

>>> Reavivar las relaciones, los lazos con los demás Hermanos. El mundo empezaba a girar, la órbita ya no nos pertenecía sólo  a nosotros, era de todos. Compartimos una misma herencia, y eso eran los Padres. Fundamos un camino apto para la paz de todos nosotros.

>>> Sólo hubo un percance... Druso debía decidir...

Esta parte es quizás la más dolorosa. Pero al recordarla, siempre hay algo cálido, una especie de anhelo en mi pecho…

Mi mano precisamente va a dar allí en medio de mi relató.

>>> Su esposa, Meera, estaba enferma. Los Padres le dieron a escoger, las galaxias o la vida de su mujer; siendo consiente de lo que elegiría, ella le robó su decisión. Meera corto con su hilo de la vida, el dolor de su pérdida se convirtió en llamas que dejaron cenizas, y de las cenizas de su sacrificio, Druso se levantó y fundó un nuevo mundo, está Luna, y más allá de la galaxia, cuando podamos expandirnos y repartir nuestros conocimientos, cuando estemos en contacto con lo que somos y debimos ser.

>>> “Hacia las estrellas” Clamó el. Ahora, eso es lo que digo en el presente. ¡Hacia las estrellas, y más allá! Eso, es Adastra…

Al finalizar mi relató, mi corazón late de orgullo, un orgullo primario por lo que soy y de donde vengo. Hacia tanto tiempo no sentía esto y…

Cuando me tocó el rostro, noto que deje escapar una lágrima. Rayos.

—Me deje llevar… -Me río un poco. Cuando noto el silencio, observó a Marcos. Su rostro es una pintura. Hay muchas emociones que no sabría por donde empezar a describirlas- Y… Eso era… Ya se, es muy idealista.

Pero el no dice nada. Se mantiene en silencio.

—¿Majes…?

—Por favor. No me llames así… -El de pronto se da la vuelta. No entiendo que pasa- Puedes quedarte a dormir. Enviaré a un guardia a que te guie a una habitación. Tomate libre el día de mañana. Buenas noches.

Entonces empezó a alejarse. No puedo comprender.

¿Dije algo que lo ofendió? ¿Siquiera escucho por completo toda la historia?

No entiendo. De verdad…

—No entiendo a los humanos… -O sólo no lo entiendo a el-

Poco sabía Amicus que su historia, provoco en Marcos un profundo dolor ajeno que nunca había sentido…

Chapter 10: Un dia Común

Chapter Text

Una frase que solía usar Cato era; "Los escorpiones sin aguijón están destinados a nunca descansar y siempre mirar a lo que parece calmo en busca de amenazas. A la final, es su propia paranoia la que los acaba".

Por alguna razón, estos últimos días no dejaba de repetirla en mi cabeza.

Lo que va de 3 años en los que siempre tuve que sobrevivir a coste de mi sueño o cansancio, donde no pude parar ni descansar, en estos 4 días lo eh tenido. Al menos de cierta forma.

La cotidianeidad, paz, relajación. Esos sólo son unos de los pocos elementos presentes que por cualquier motivo no dejó de desconfiar.

Haciendo un recuento, desde aquella confusa eh incómoda noche en la que Marcos me había dejado sólo en la terraza, hemos estado conviviendo más cerca el uno del otro. Los motivos siguen siendo los mismo, practicar su próximo discurso que será en dos días más...

Pero no es como si estuviese esperando otra cosa. Obviamente no.

Entonces, sucede que no hablamos de nada más allá de lo vago y profesional. Ideas para el discurso, lidiar con su pánico escénico; en lo que por cierto, ah logrado mejorar, y otros asuntos de poca importancia.

Se podría decir que estamos en un punto muerto. O mejor dicho, un acuerdo silencioso sobre no hablar de lo que sea que ocurrió la otra noche.

Y gracias a la luz de Vita que es así. Ya de por sí resulta incómodo tener que tratar con el. Es tan...

Ni sabría como calificarlo.

Luego está Elisa. La humana a veces es un enigma. Suele mirarme, luego sonríe. Hace lo mismo con Marcos.

Sólo dios sabe lo que pasará por esa mente. No lo quiero ni imaginar.

Pero bien, hablando de cosas mejores, como en casa, mamá y yo llegamos a convivir mucho más con Tiberio. Mi amigo incluso se sentó a desayunar y cenar en las últimas ocasiones con nosotros, incluso tuvimos la oportunidad de presentarlo a Virginia, Cassius y Alexios cuando llamaron ayer por la noche. Neferu no estuvo disponible en esa ocasión, algo sobre que tenía un asunto importante como embajador o lo que sea.

Al menos alguien está cumpliendo con au verdadero puesto...

-¿Ocurre algo? -Vuelvo a la realidad cuando Marco agita su mano sin pelaje frente a mi. Parpadee un poco para espabilarme, eh vuelto a divagar.-

-Si. Sólo pensaba en otras cosas.

El asiente y entonces se retira hacia su lugar, sentándose en el suelo cruzando la piernas frente a un sofá mullido. Delante suyo está la mesa baja con todos sus papeles en un nuevo orden casi impecable. Al menos logró organizarse, antes este lugar parecía un desastre.

Bien, ahora, otro tema que acabo de recordar, por algún motivo este chico ahora es como...

¿Inofensivo?

Ugh, no se como ponerlo. Es similar a cuando tienes un Feral de gato montés de mascota que pasó la mayor parte de su vida en la vida salvaje, lo traes y le das una bolsa de Cannabis.

Así me lo imagino, los Padres saben por qué.

Luego de mi pequeño discurso idealista y de como indirectamente le conté que el imperio de mi raza que llevó eones en construirse, callo con la llegada de los suyos, se a comportado demasiado... Dócil.

De nuevo la comparación. Ruedo los ojos por eso.

Observo al joven hombre con detenimiento. Se ve tan... Tranquilo. Sus facciones son de un muchacho humano cualquiera que no ah vivido reales tragedias. Allí, frunciéndole el ceño a lo que sea que escriba, soy capaz de notar lo delicado que es un humano.

La piel delgada y poco carnosa. Huesos frágiles. Rostros pequeños y pocos colmillos o dientes. Sin garras.

¿Cómo es que alguien así alberga tanto egoísmo? Porque como yo lo veo, el es sólo uno más de el montón que parecen dulces ángeles... Cuyas máscaras una vez se caen, muestran a los demonios que ocultan.

-No puede ser... -De pronto, Marcos empieza a recoger y organizar lo poco desordenado en la mesa para levantarse- Disculpa, tendremos que continuar mas tarde.

-¿Qué sucede? -¿Por qué preguntas? No es tu asunto-

-Se supone que debía hacer algo ahora. Regresare a eso de las cuatro para continuar con esto -Sin muchas explicaciones sigue su caminata apurada hacia la puerta. Yo me soy prisa y lo sigo- Eh...

Se voltea a verme a unos pasos cerca de la puerta.

-Creo que podrías tomarte hasta esa hora libre. Le avisare a Elisa. Ella se queda a cargo. Pregúntale lo que necesites.

Como no se me ocurre que mas decir, me limito a asentir. Ambos salimos de la habitación y con un asentimiento de cabeza, se despide. Lo veo marchar con paso presuroso por el pasillo y luego estoy sólo.

Muy bien, ahora tengo como dos horas libres. Son las dos y algo, no eh almorzado...

¿Qué podría hacer a continuación?

Me para en la barbilla y la mente trabajando. Así paso un rato hasta que empiezo a vagar por los pasillos. En algún momento deje de pensar y sólo pude embobarme con este descubrimiento sobre que cambiaron los azulejos en algunas paredes del Palacio eh instalaron en las ventanas unos cristales coloridos con imágenes... Lindo.

-Me cagó en la madre de Tarzan... -La repentina blasfemia atrae mi atención al frente. Ni idea que es un Tarzan. Resulta que me encuentro con este tipo, el hermano de Marcos... Ni se su nombre. Pero es el mismo que me mando a encarcelar la semana antes pasada- ...

Me detengo en seco bajo su mirada agria. Veo como aprieta los puños a sus costados. Percibo fácilmente la rabia hacia mi.

Da un paso, luego otro y... No se detiene. Me rodea fácil sin mediar palabra. Puedo jurar por sus dientes crujir a mis espaldas y luego sus pisadas se desvanecen en la lejanía.

Eso fue incómodo... Okey, esto es un eufemismo.

-¡...! -Algo vibra en mi oreja. Casi me hace saltar del susto. Debo dejar la paranoia o acabare como el escorpión del cuento de Cato. Oh ¿Qué tal? Pensé en ello de nuevo-

Presionó el botón del dispositivo en mi oreja. Este es un transmisor de correos o audio mensajes. Es bastante práctico.

-Usted tiene un mensaje nuevo: ¡Hey Ami, ¿Qué tal va tu día? Espero que mejor que el mío. Este lugar parece un cementerio. Seguro tiene que ver con que es inicio de fin de semana... -Me rio de las ocurrencias de Tiberio. A pesar de todo, suena animado- En fin. Quería saber si de alguna forma de llevarían preso si tomo prestado a uno de los mejores asistentes en servidumbre del Palacio para un bien merecido almuerzo. Si no hay peligro de ser ejecutado, te espero en mi local. ¡Bye bye!

Una vez el mensaje termina sonrió y niego con la cabeza. La mayoría del tiempo, Tiberio sólo piensa en comer. Como "Consecuencia" eso significa saber cocinar casi tan bien como mamá.

-Y seguro como de que el Pozo está hueco de que no me perderé eso.

Con un nuevo plan, me dirijo a la sala del trono donde suele estar Elisa, para avisarle que saldré un rato.

Estoy emocionado en todo el camino, y por una vez en el día, no me preocupo por eso.

...

》》》

-¡Debes estar bromeando!

-¡Para nada, es la verdad!

Ambos reímos a carcajadas. Mi estómago duele incluso.

Tiberio me estuvo contando una historia divertida sobre cómo se le atoro de chiquito algo en la nariz cuando era un niño travieso. Paso tanto tiempo buscando una solución para no tener que ir al hospital. Todo para que al final de tanto tratar, justo antes de que el doctor le revisara, estornudara lo que se le atoro y golpeó en la cara al lobo.

-Sólo a ti te ocurren esas cosas -Seguí riendo un momento más. En algún momento era sólo yo riendo, y cuando me dije, Tiberio me veía, sonriente. Era extraño. Su mirada, como jugaba con su comida de forma distraída- ...

-E-Eh... -Se aclara la garganta mientras desvia la mirada. Luego regresa a su faceta usual- Dime, ¿Cómo va todo con el emperador amargado?

-Pues... Es complicado. Últimamente, creo que nos toleramos mejor.

Ante mis ojos, eso es mejor que sólo andarnos atacando. Esos encuentros verbales con todo el mundo me tienen algo arto.

Luego está lo que pasó con Genoveva, el encuentro de hace rato con el hermano de Marcos...

Si, demasiado para mi.

-Podría decirse que es hasta aburrido como todo se ah calmado.

-Eh... Parece que alguien tiene una cena masoquista -El lobo frente a mi juguetea con las papas y salsa. De nuevo, los humanos tenían una comida que podría considerarse mortal, pero de algún modo es adictiva. Juro que la población de lobos obesos aumentó el cincuenta por ciento con su llegada a esta galaxia-

-¿Tú crees?

Podría ser cierto. No me sorprendería si desarrollo tal cosa.

-Aunque, si lo pienso con cuidado, me alegro que sea así -Lo observó extrañado por sus palabras- Eso garantiza que no correrás peligro, y que cuando se acerque el final del día, podré volver a verte.

...

Tiberio acaso...

-Disculpa. Voy a buscar unas servilletas. Si te parece, te acompañare a la parada en cuanto te vallas.

Asiento de acuerdo. Lo veo pasar de nuestra mesa al mostrador y de allí a una puerta en la trastienda.

Mis manos se sienten sudorosas, hay un leve nudo en mi estómago y mi corazón...

Estoy sobre analizando todo. No puede ser tal cosa...

Al mirar la mesa, veo la pila de servilletas intactas que se supone, siempre incluyen con las comida.

La duda no desapareció entonces, ni después.

...

~♧~

-... "Ya no estoy seguro de lo que hago. Por favor, tu siempre tienes las respuestas, ¿Qué diferencia todo ahora?" -Corto mi hilo de pensamientos al mirarme la muñeca. Allí donde fui herido hace poco. Las dos manchas, marcas o lo que sea; siguen allí. No se han ido-

Desde hace algún tiempo supe que hacer sin problemas. Sabía lo que me tocaba, pertenecía, convenía y demás. Era fácil de lidiar con todo.

Pero ahora es distinto. En aquel lejano entonces no tenía tantas dudas como ahora. No se a que se debe.

-Sólo es un mal momento.

Me trato de convencer con esto todo el camino cuesta arriba al Palacio. Este sendero al bosque está naturalmente iluminado sólo por el sol poniente.

Los cambios horarios en Adastra solían confundirme al principio, pero ahora es mas fácil de lidiar después de tanto tiempo. Y no esta nada mal. Es incluso mejor que la tierra.

Nada de miseria o destrucción. Los lobos suelen seguir un mandato al igual que otras especies hermanas y por ello no han surgido insurgentes o parecidos. Aquí se está mas en contacto con la naturaleza, hay costumbres que incluso la familia imperial hemos adoptado.

Ojalá pudiéramos respetar todo lo demás de estos seres así como su cultura Romana. Una cultura de la que poseemos ciertas similitudes.

Aunque, teóricamente, tenemos un poco de cada raza.

Por ejemplo, las comunicaciones de avanzada son casi del nivel de Omorfa. De Khemia, hemos logrado superar su Impulso con creces. Y así sucesivamente, osos, los aviarios...

-¡...! -Me pongo alerta cuando en la entrada escucho una algarabía. Risas, improperios. Me acerco dejando atrás las largas y eternas escaleras, a medida que lo hago, mi expresión ennegrece. Veo a mi... Familia. Están riendo... Burlándose de alguien- No me...

Es el maldi- ... Amicus. Es Amicus, y lo tienen cargando un montón de platos a nada de caerse. Lo mantienen retenido de irse hermanos, dos de los mayores. El que se metió con el lobo la última vez está sentado mas allá en silencio, pero eso no logra apaciguar mi creciente molestia.

Avanzó más rápido y una vez me notan sus expresiones de euforia cambian a temor... Todos menos esa mujer. Mi... madre.

Me da náuseas sólo pensar en ella así.

-¿Se puede saber que ocurre aquí? -Siseo con todo el veneno posible de poner a mi voz y el ruido enmudece. Es entonces cuando mi "madre" está mujer de 30 años, se levanta con su actitud altiva. Esta enfundada en un vestido fino. Algunas joyas relucen en ella. Las mismas pero en mayor cantidad que las que poseen mis hermanas.- Tu eres la responsable ¿Eh?

La apuñaló con la mirada, esperando que caiga muerta y retorcida inmediatamente...

¿De dónde salió esta repentina ira?

Mejor me ocupo en quitarle cosas de encima a Amicus, el lobo está a punto de ceder de los platos a la altura de su cabeza.

-¿Pero que haces, niño? Nos estamos divirtiendo.

-Exacto. Ustedes, bola de ponposos. El no... -Tomo los platos de Amicus y gradualmente, los voy descartando sobre estos seis egoístas miembros de la família. Todos me miran anonadados. La mas sorprendida es mi madre- Van a llevar esos platos a la cocina, los van a lavar y luego no los quiero ver en lo que resta de día. En cuanto a esto, si se les ocurre tomarlo a el él o cualquier otro de la servidumbre para su placer, yo mismo los voy a estrangular hasta que se les salgan sus ojos. ¿Les quedó claro?

Ninguno responde. Solo me observan.

-Dije ¡¿Quedo malditamente claro?!

Entonces respondieron con un si unísono. Incluso madre, quien me ve de forma despectiva. Nada nuevo.

Bien. Sin nada mas que hacer aquí, tomo a Amicus de la muñeca y lo traigo conmigo lejos de ellos. Escucho sus refunfuños inconformes, quejándose de la falta de diversión. Pues ¿Qué creen? Ellos no son para entretener a nadie.

Avanzó y avanzó sin detenerme. Freno sólo un momento para dar paso a mi habitación, una vez dentro, las puertas se cierran y yo suspiro exasperado.

¿Cómo se atreven a tomarlo así? El no es para eso. Todos merecen un grado de respeto. No pueden tratarle así. Ellos... Ellos...

-Marcos -Oh dios. Olvidé que estaba aquí... En mi habitación. Escaneo el area rápidamente en busca de irregularidades y desorden. Me alivia saber que esta bien-

Nadie a entrado nunca a mi habitación. No Ni siquiera Elisa. Es mi... Lugar sagrado o como quieran llamarlo.

-Lamento eso. Me disculpo en nombre de mi familia. No se que les ocurre. No debieron tomarte para esas tonterías...

En ningún momento me volteó a verlo. Es demasiada la vergüenza que siento... La de la habitación más que todo. Esta es como mi area segura.

De pronto, su para cae sobre mi hombro y yo respingo.

"¡Me lleva...!"

Perfecto. Mostre debilidad. ¿Qué sigue? ¿Ser humillado frente a toda la galaxia?

-Oye, esta bien. Estas muy nervioso... - Hace que me gire hacia el y desvió la mirad a otra parte. Redirige mi rostro entonces hacia el frente y veo... Genuina preocupación- Emperador, si sucede algo...

Me lo quito de encima. De pronto estoy enojado con el.

-Te eh dicho que me llames por mi nombre... -Ni se que relevancia tiene todo esto en la conversación. Solo se que no me gusta ser llamado así por el- ... Sólo lo siento...

Vuelvo a suspirar y camino hacia la ventana. El sólo se puso y sólo queda la noche. La habitación es iluminada por el satélite en función de Luna para este lugar, las estrellas están en su apogeo y hace frescor por la brisa.

-No me gusto que te tratarán así -Esa confesión no débil salir de mi boca... Pero ya lo hizo. El silencio me perturba y espero cualquier cosa. Pasos vienen a espaldas mía, se acerca, lentamente, se coloca al lado mío, viendo en la misma dirección-

-¿Sera muy pesado bromear con que uno no elige a su familia? -Eso hace que sonría a medias-

-Ellos no son mi familia... Al menos no biológicamente -Por el rabillo del ojo logró visualizar sus orejas moverse en mi dirección. Tengo su atención... Por alguna razón eso me alivia- Mi padre se caso con es mujer hace tiempo. Las leyes de nuestro planeta me impiden desligarla del lado que los unió. Por tanto, tengo que soportarla. Es el mismo caso con sus hijos...

Me entristece saber que mi padre era tan soso tratando a la gente, tan orgulloso, que se caso con la primera mujer "Bella" que se le puso enfrente sin siquiera detenerse a averiguar si era buena.

Ella sólo está por el lugar del trono. El dinero. Comodidad. Cosas que no le puedo quitar porque si. Prácticamente, sólo eso le importó.

Se robó la poca atención que apenas me daba mi padre y por ello tuve que crecer por mi cuenta.

Supongo que era de esperarse. El hombre deliro hasta en sus últimos momentos...

Eso digo yo.

-Es una pena que sea así... ¿Puedo preguntar algo? -Ahora si que lo observó- ¿Qué ocurrió con tu madre?

...

Sonrió a medias otra vez, pero de forma triste.

-Ella era una mujer increíble. Tenía un don natural para saber las cosas que decir y hacer en el momento justo. Le gustaba jugar bajo la lluvia. Solía llevarme con ella en eso. Recuerdo que no había quien se resistiera a ella, y sonreías sólo por su saludo.

>>> Mi padre decía antes de morir que salí igual de terco que ella. Que herede sus ojos avellana. La amargura si es de el viejo -Amicus sonríe por ese dato- la música era su pasión. En las fiestas, reuníamos a todos en el pueblo alrededor de una gran hoguera, ella cantaba y tocaba la guitarra... Oh, la guitarra es...

-Se lo que es una guitarra.

... Me río un poco por su expresión. Recordar a mamá es tan... complejo. La extraño, pero estoy feliz al mismo tiempo por ella.

Ya no sufre. Y no verá en lo que se convirtió papá, lo que hizo, y en lo que me convertí yo mismo...

-Se nota que la amabas mucho.

Asiento de acuerdo.

...

Hay un silencio cómodo ahora. Estoy tan tranquilo. Se siente bien esto.

Cotidiano. Refrescante. Ojalá todos los días fueran así de comunes... Claro, sin el evento con la familia, claro está.

-¿Marcos? -Hago un ruido para que sepa que lo oigo- ¿Cómo se llamaba?

-... Rodhéa. Significa, 'La flor del rosal' otra forma de decir Rosa...

Mi corazón se aprieta. Trago pesado por su recuerdo. Ella no tenía que irse...

-Es hipócrita decir esto dada nuestra situación pero... La extraño demasiado.

-... -Amicus no dice nada. Lo agradezco internamente porque no quiero sentirme como un monstruo por quitarle a su padre. Aún cuando no fui yo, me siento responsable-

Permanecemos en silencio un rato. Controlo mis emociones casi desbocadas en ese tiempo y...

-Mi padre solía decir... -Aquí vamos...- Qué todas las criaturas vivas llegan a su descanso eterno con los Padres. La paz los llena, no hay dolor, tristeza, sólo seguridad del tono y la nada. Aunque nuestros padres sean de mundos diferentes, se que tu madre y mi padre están bien con ellos. Y ¿Sabes Marcos? Ya no te quiero culpar por lo de mi padre...

Lo observó sorprendido.

-Estoy cansado de que peleamos. Queramos o no, vamos a tratar con el otro. Así que... -El se gira hacia mi, me sonríe. Luego eleva su mano hacia mi- ¿Te parece bien empezar de cero?

-... -¿Esta hablando en serio? ¿Por qué querría tal cosa? ¿Qué obtendría? ¿Qué...?- ¿Por qué...?

-Mmm... ¿Por qué no?

-¡...! -Su sonrisa... Es tan sincera. No miente. El... De verdad, lo dice en serio.-

Mi mano se levanta, temblorosa, ansiosa. Entonces le tomo la pata y... Estoy sonriendo.

-Gracias Amicus...

-¡No hay problema! Hagamos borron y cuenta nueva.

-Mhm... -Estoy feliz por esto. Bueno, quien lo diría, los días comunes son los que más sorpresas te dan...-

Si. Ahora me gustan los días comunes.

...

~♤~

-¿No sospecho?

-No. Su estado le impidió analizar de mas las cosas -Respondí a la voz por el comunicador en mi oreja. Estoy camino a casa- Espero que cumplas con tu parte. Si haces algo que no estuvo en el acuerdo...

-Oye, acabas de conocerme, si. Pero algo que debes saber de mi, es que no ando rompiendo tratos. Tu sólo cumple con tu parte y yo hare lo mismo.

Frunzo el seño. No pienso confiar en el para nada.

El reinicio en la relación con Marcos resultó muy oportuna para este tipo. Hasta da miedo como su plan que me contó esta tarde se alinea perfecto con la situación.

-Cuando sea el momento, me comunicare contigo. Recoleta toda información útil hasta entonces.

Y corto.

...

Continuó mi camino a casa. Pensativo. Cansado. No quiero sobre pensar esto ahora, ni lo mal que me caerá.

-Valla día común...

Ahora sólo los Padres sabrán que pasará...

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Este capítulo tiene un significado para mi. Tiene cierta relevancia que fragmenta con mi vida propia.

A veces la vida te puede quitar a alguien querido, que no se lo merece. Duele como ninguna otra cosa, y la cotidianeidad de la vida puede frustrarte también a pesar de ser bueno.

Es triste y lamentable sobre todo si has perdido a un ser querido. Un amigo, hermano , padre o madre...

Quiero decirles que la tristeza no siempre permanece . Que aunque duela, existe el consuelo y la felicidad mas adelante. Todos merecemos ser felices, aún si alguien conspira en contra para que no sea así .

Sean fuertes. Siempre hay alguien que los apoya, y si no, sean ese apoyo ustedes mismos.

Los quiero. Gracias por leer.

Chapter 11: Una Sorpresa Tras Otra

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¿Cómo está madre, hermano? -Volteó la vista a mi espalda y encuentro a la susodicha en el sofá. Me apartó para que la salude con su mano y entonces regreso mi vista a Virginia-

—Bien. Dentro de lo que cabe. ¿Y tu? ¿Cómo va tu ciudadanía? Un pajarito me dijo que ibas a salir afortunada en todo eso -Meneo las cejas en broma y ella sólo rueda los con diversión-

Para otorgarle una residencia a Virginia sin que se viese afectada como elemento colateral o posible insurgente dentro de la crisis que los lobos y humanos vivimos en la actualidad, ella y Neferu urdieron un plan. Virginia tomaría temporalmente el apellido del chacal y se volvería familia del Faraón. Lo que en pocas palabras se resume en que ella y Neferu se casarían legalmente.

No se por que sospecho que al Faraon le alegrará esta noticia de su hijo, ya que para nadie ah sido un secreto los intereses del Chacal. En todo caso, hasta lo presume.

No te emociones. Una vez esto acabe, volveré a mi dulce soltería. Tal y como debe ser.

—Que no te escuche tu prometido. Se sentirá herido -Me soslaya con su mirada y yo carcajeo-

El día a pasado de lo mas natural. Decidí tomarme todo el día libre para olvidar momentáneamente todo fuera de casa. Hable con Cassius también más por la mañana. Dijo que había ido con Alexios al sistema Ancora y que posiblemente vengan de visita pronto.

Ojalá. Extraño a ese gruñón hermano mío.

-Escucho una voz lejana de fondo en la video llamada, entonces Virginia dice que tiene que irse a resolver un par de asuntos logísticos. Algo sobre su investigación pendiente- Ni se te ocurra hacer alguna tontería. Todavía no olvido como te encerraron el otro día.

—Si si, ya se… -Me arrepiento de haberle dicho eso. No deja de darme lata conque pondrá un candado en mi hocico para mantener a raya mis respuestas “Ingeniosas”- Cuídate. Te quiero.

Igual.

Una vez se desconecta la transmisión, suspiro. Lo e estado haciendo mucho últimamente.

“Y ¿Por qué será?”

Pues que más va a ser. Es mi conciencia recordando cada que puede lo mal reflejado que estará todo si continuó con los planes que tengo.

Es eso o me estoy desinflando.

Pero debo hacer algo. Ya no puedo vivir así. Ni mi madre, ni nadie más.

Por ello debo continuar a pesar de todo.

TOC-TOC

La puerta es tocada por alguien y no dudo en levantarme a ver quien es. Ya es pasada la puesta del sol. Y no creo que halla olvidado algún compromiso con alguno de los vecinos o…

—Hey, buenas noches -Tiberio me saluda desde el otro lado de la puerta. Esta abrigado con una chaqueta, pantalones largos y gorro… Se ve adorable. Considerando el clima templado que últimamente hace debido a la temporada recién entrante, es entendible- Espero no interrumpir.

—Para nada, cariño -Responde mamá por mi. Me apartó un poco de la puerta para que pueda hablarnos a los dos cuando ella se acerca- ¿Qué te trae por aquí a estas horas? Aún no es hora de la cena.

Bromea ella. Algo reciente entre ellos.

Tiberio podrá negar cuanto quiera, pero se que cayó en los encantos culinarios de mama. Es decir, no hay cocinera que se le compare. Prepara cosas increíbles con pocas cosas a la mano. Por ello apuesto a que trata de resistir de venir a comer todo el tiempo. Eso se a convertido en elemento de bromas por parte de mamá, y como no puede ser de otra forma, el se sonrojo como un tomate.

Me alegra saber que se llevan tan bien.

—En realidad, venía a invitarlos a salir hoy a la plaza -Dice esto con una gran sonrisa en cuanto se recupera de la broma de mamá. Cabeceó extrañado- ¿Recuerdan que nosotros los lobos tenemos está celebración llamada ‘Saturnalia’?

Obviamente. Se supone que es una de las mas antiguas tradiciones romanas y todos aquí la conocen. Asiento en respuesta.

—No la celebramos desde que…

Me detengo en el último segundo al  recordar a papa.

—Bueno -El se rasca la nuca, sintiéndose incomodo igual que yo- Sucede que los humanos celebran casi todos los días de este mes hasta que llegue final de calendario. ¿No es genial? Podemos ir allá y disfrutar sin problemas. Hay varios amigos que fueron.

—Se supone que los Saturnales suceden a finales del mes. ¿Por qué razón festejarían algo que todavía no llega? -Mamá tiene razón. No tiene mucho sentido. Las celebraciones innecesarias pueden atraer el paganismo y malos hábitos de pereza… Ya de por sí los lobos de esta Luna solíamos ser holgazanes-

—No tengo idea. Pero de lo que si estoy seguro es de que no me perderé este evento. ¿Lo mejor? El emperador tuvo la idea de organizar este festejo. Hay comida, vino y entretenimiento. Entonces, ¿Se animan?

Veo como cuestiona primero a mi madre, ella parece meditarlo un momento. Entonces, los ojos de Tiberio dan con los míos y veo tanta esperanza en ellos que es difícil considerar la idea de quedarme a dormir largo y tendido hasta mañana.

—Por hoy paso. Quería acabar de trabajar en unas telas que me encargaron reparar. Tu puedes ir si quieres cariño -Me sonríe cariñosamente como siempre y con una palmada en mi hombro, regresa a su asiento. Yo por mi parte me remuevo sobre mis pies, pues estoy nervioso y quiero considerar todos los factores que esto pueda incluir-

Es inusual está reciente celebración, más aun considerando la delicada capa de vidrio en la que caminamos lobos y humanos. Aún hay muchos de nosotros bajo el esclavismo y otros corren con menos suerte que yo o Tiberio, la posibilidad de alguna reprimenda en este evento es más que evidente…

—No estoy muy seguro… -Me preocupa lo que pueda ocurrir. Más que eso,  si realmente es sincera toda esta historia de festejar el mes como tal-

—Por favor, Ami… -Tiberio me sujeta de la pata entonces y tiene toda mi atención. Vuelvo a ver esos ojos, mi reticencia empieza a ceder, desvanecer. Diablos, me voy a arrepentir. Asiento con la cabeza y entonces el lobo un poco mas bajo que yo esta saltando de la alegría- ¡Vamos entonces!

—Hey, espera me arreglo. No pienso salir con ese frío.

—Aunque podrías, considerando toda la grasita de allí, eso ess un manto térmico muy eficiente -Mama señala mi barriga y yo me sonrojo de la vergüenza. Le reprocho, pero se rie, y pronto Tibs la sigue-

Y escuchando las risas de ambos, me pierdo en el pasillo para alistar mi ropa.

Siempre esperando que todo salga bien.

》》》

—¿En serio piensas comerte todo eso? -Pregunto a Tibs, observando la insana cantidad de dulces o comida que lleva consigo. Hay desde manzanas carameleadas, bocadillos fritos, brochetas… Y sigue la lista-

—No ahora, pero si que lo hare -Y con eso, sigue mordisqueando una de esas manzanas. También tengo una propia, pero no me esfuerzo tanto  en acabarla de inmediato. Prefiero disfrutar del panorama bullicioso-

Desde que llegamos hemos visto de todo un poco, y en efecto, la plaza está atestada de personas. Lobos o humanos. Hay decoraciones de papel colorido, guirnaldas, luces guindadas en las paredes o luminarias. Se escucha una música provenir más al centro, donde se encuentra la estatua de Druso, que a lo lejos se puede visualizar como a sus pies hay varias decoraciones de laurel y telas de toga púrpura y dorada, representado su heroicidad o casi divinidad.

Es un lindo gesto que hiciesen eso.

Los puestos de comida que nunca estuvieron por aquí abundan en los alrededores. Hay juegos recreativos, sitios de apuestas y mas. Los niños corren y se divierten, encendiendo pequeños fuegos artificiales que simulan las estrellas.

Mi corazón se llena de algo cálido al ver toda está escena porque… Todo parece tan normal y tranquilo. Un anhelo tan fuerte el que de pronto de invade se planta en li corazón, entonces se con certeza cuanto deseo que esto siempre fuese así.

Tiberio nos guía hacia una mesa de madera instalada casi cerca de la plaza y la gran estatua. Ahora percibo que hay personas bailando. Parejas de lobos y humanos por separado…

—¿Estas bien? -Observó a Tibs, ha dejado por un momento su comida sobre la mesa y me observa preocupado. Sus orejas Es tan ligeramente echadas hacia tras.-

—Si. Sólo disfrutaba de la vista…

—Es extraño ¿No? Hasta yo me doy cuenta -El observa ahora a la gente bailando- El año pasado, cuando crucé por aquí, todo estaba desierto. Hacia tanto silencio que calaba en los huesos y… Dolía. Entonces, cuando supe que esto se organizaba, lo primero en lo que pensé fue ‘Amicus tiene que venir conmigo. Lo necesita.’

Sus ojos de un amarillo brillante me observan y puedo saber a lo que se refiere.

—Gracias Tibs, yo… Lo necesitaba -Sonrió lo mejor posible a pesar del extraño nudo en mi estómago. Sea lo que sea que signifique, creo estar seguro de que no tiene que ver con la manzana-

Eh disfrutado tanto últimamente de la compañía de Tiberio que no me detengo a analizar que sucede justo ahora.

No a él y yo. Más bien a TODO lo que nos rodea.

No dejó de pensar tampoco en cierto hombre…

Marcos no menciono nada sobre esto, hemos mantenido una comunicación medianamente decente los últimos días. No habla mucho de si mismo claro, pero ah dicho un par de cosas que me han ayudado a… Desglosarlo, si se puede decir así.

Pero mas halla de eso, sigue siendo un misterio que planes oculta o secretos guarda en su mente.

Unos suaves murmullos se escuchan entonces, voces se sincronizan mas allá donde debe estar la banda. Los veo, sólo que no llevan instrumentos, entonces, uno de ellos comienza a cantar…

 

https://youtu.be/gdVjVtpr55M?si=_qw6Zx3EJEw7rZwO

 

—Hello darkness, my old friend
I've come to talk with you again
Because a vision softly creeping
Left its seeds while I was sleeping
And the vision that was planted in my brain still remains
Within the sound of silence…

Sus otros cuatro acompañantes le siguen en la vocalización, suenan increíbles, los humanos tienen una cultura tan variada y hermosa que…

—¡…! -Una mano se coloca frente a mi de pronto, mirando hacia arriba, la sonrisa de Tiberio da conmigo, tomándome por sorpresa ante cualquier eventualidad que pude predecir- …

—¿Quieres bailar?

Yo… No se que decir. De pronto siento mis mejillas calentar, un cosquilleo brota de mi pecho de forma chistosa y entra en conflicto con el nudo generado por la ansiedad.

Ansiedad naciente a partir de la idea de que todos nos observan, aún cuando se que no es así. Yo…

¡Ahg! A la mierda todo.

Desviando la mirada y respirando algo acelerado sujeto su pata, el sonríe ampliamente y entonces me arrastra a la pista improvisada. El ritmo lento nos rodea en cuando sujeta mi mano izquierda con su mano derecha a la altura de nuestras cabezas. Mi mano libre en su cintura lo hace brincar, ahora se que no soy el único nervioso.

In restless streams I walked alone
Narrow streets of cobblestone
Beneath the halo of a streetlamp
I turn my collar to the cold and damp
When my eyes were stabbed by the flash of a neon light
That split the night
And touched the sound of silence…

La voz a cambiado, es femenina, pero no por menos potente. La música fragmenta dentro de nosotros y nuestro ligeros movimientos entre la marea de personas, bajo el ritmo silencioso de la melodía oscilante en el viento, perdiéndose y encontrándose con nuestros sentimientos vivaces.

And in the naked light I saw
10,000 people, maybe more
People talking without speaking
People hearing without listening
People writing songs that voices never share
And no one dare disturb the sound of silence
Of silence
Of silence

Las voces se reúnen en armonía...

Sonrío algo avergonzado y el me devuelve la misma. Estamos juntos, sólo los dos, y eso esta bien. De alguna forma lo entiendo, se que sólo esto me hacía falta para sentir un atavismo de paz real y dejar atrás mis dudas.

—Me hace feliz estar cerca de ti… -Dice en un susurro-

Lo observó sorprendido, sonrojado, sabiendo lo que eso implica. Mi corazón late…

Fools, said I, you do not know
Silence like a cancer grows
Hear my words that I might teach you
Take my arms that I might reach you
But my words, like silent raindrops fell
And echoed in the wells of silence

Late de forma presurosa, casi saliendo de mi caja torácica. Todo se tensa, todo se afloja. ¿Qué debería decir ahora?

Abro mi boca para hacerlo, pero niega con la cabeza y cierra mis labios con uno de sus dedos…

And the people bowed and prayed
To the neon god they made
And the sign flashed out its warning
In the words that it was forming
And the sign said
The words of the prophets are
Written on the subway walls
And tenement halls
And whispered in the sound of silence

—No digas nada. No hace falta que lo hagas...

En silencio, me abraza, y la música acaba con nosotros tabaleando en este instante.

Aplausos y ovaciones llegan para la banda. Nosotros nos separamos y hacemos lo mismo. No lo vuelvo a ver hasta que todo queda en calma otra vez.

Sólo me sonríe. Se encoge de hombros y parece tan tranquilo.

—Tiberio, tu...

 

https://youtu.be/s0mjO2RI4pE?si=CzLFejsNYA7yQ9rk

 

La música me corta entonces otra vez lo que estoy por decir. Es veloz, rítmica y consonante. Para bailar de forma más presurosa. Estoy por sacarnos de la pista, pero alguien parece tener otros planes.

—Disculpe caballero, ¿Me concede esta pieza? -La voz es familiar, femenina, suave y elocuente…-

—¿Elisa?

Ella me sonríe como solo sabe hacerlo su persona, no me da tiempo a contestar tampoco. Sólo atinó a mirar a mi espalda a Tiberio quien me despide con un agitar de su mano y entonces estoy bailando este ritmo veloz y con sentido campirano, por decir algo.

—¿Qué haces aquí?

—¿Es que, acaso la consejera y mejor amiga del emperador no se puede divertir? -Gira sorpresivamente y me río-

—Eres la consejera de Marcos, ¿Eh? -Asiente- No sabía.

Sonrió cordial más que todo, pues esta chica suele resultarme mas misteriosa de lo que puede ser el mismo Marcos.

Como dijo algún humano por ahí: “Nadie sabe para quien trabaja”

—Hay muchas cosas que no sabes de mi, querido… -Me guiña un ojo en un gesto que solo puedo definir como entretenido, y…- ¡Ahí vas!

Con una nueva vuelta sorpresiva, me envía girando hacia otra persona, lo sé cuando, en un estado de risa y euforia por la diversión, llegó a estos brazos delgados sin piel.

Veamos que humano me tocó esta vez.

—¿Amicus?

—… -Mi cuerpo se tensa y no como hace unos segundos con Tiberio, se debe a algo como la anticipación o miedo. Sea lo que sea, sólo puedo abrir los ojos en sorpresa a lo idiota, porque en definitiva, no me esperaba esto tampoco- Marcos…

Ambos nos sostenemos la mirada sorpresiva, y sólo con esto, se que la noche no dejará de tomarme de la cola como una serie de juegos con una sorpresa al final...

Chapter 12: Sin Sentido

Chapter Text


—¿Qué haces? -Sus grandes manos me rodean. Se sienten calientes sobre mi piel. El contacto visual sigue, mientras la música veloz réplica una vez más en la siguiente estrofa-

No responde, ni se aparta. Permanece quiero como si procesará lo que sucede. Y también lo hago. Me sostiene de un hombro y la cadera a la vez, a una distancia casi inexistente.

Me apartó un poco. No tan brusco por si lo puedo ofender, tampoco tan suave porque… ¿Por qué no?

—Marcos… ¡Oh, Edepol! Disculpa… -Da un paso atrás pero pronto una pareja de bailarines muy entusiastas lo empujan a mi de nuevo. Apenas y nos sostengo de pie en este momento- Okey, esto no lo esperaba.

—Oh, no me digas. Yo si que esperaba tener que sostener a ambos para evitar ser aplastado por tu enorme trasero está noche…

—¿Eh? ¿Por que esperaría algo así? -Mi rostro se contorsiona por su pregunta tan…-

—Por favor, dime que en esta Luna conocen el sarcasmo -El sólo se encoje de hombros y yo suspiro. Ahora me empujan a mi en esta ocasión y casi maldigo de no ser porque recuerdo mantener la compostura. Vuelvo a separarme del lobo, tratando de buscar con la vista una salida de este océano de gente mezclada- ¿Se puede saber por qué invitaste a Elisa a bailar y como terminaste chocando conmigo?

—¿Invitarla? Ella me tendió la mano -Por supuesto que si. Dios, ahora que se traerá entre manos esa mujer-

Suspiro, sintiendo como el cansancio y la molestia regresan. La idea de asistir a este festival (Idea de Elisa) era fomentar algo de convivencia entre las dos especies, además de dar un respiro a todo el estrés y tensión latente, por ello se revocó la prohibición de lobos en esta plaza.

Ya puedo oír a los vejetes del consejo lanzándose críticas al respecto.

¡Pero es necesario! Llevo toda la semana con la presión de saber lo injusto que somos como monarquía. No podemos imponer nuestros deseos y “Superioridad” Sobre una especie que en la antigüedad intento “Elevarnos” como dicen por acá.

En esos pensamientos me encuentro cuando nuevamente me empujan. Okey, ya estoy arto.

Me doy media vuelta y me alejo lo mas posible de la multitud. Una de las cosas que mas me disgustan, estar en medio de grandes grupos de personas, me causa ansiedad; lo cual no tiene sentido debido a mi cargo mandatario.

Osciló entre la danza frenética de las parejas, ahora multifacéticas y logró llegar hasta un extremo apartado con escaleras que ascienden hacia algún lugar posiblemente solitario.

Perfecto.

Voy a la mitad de las escaleras, pensando en tantas cosas, como que debía estar cerca para el pequeño discurso que daría Elisa a mi nombre, porque si, ando de incógnito. Por eso uso ropa que habitualmente no tendría. Suéter grueso, pantalones de jean. A pesar de lo mucho que a avanzado nuestra cultura en cuanto a vestimentas, nos gusta conservar el aire antiguo románico.

—¿Marcos? -Mee detengo en seco al oír esa voz de nuevo. “Dios, por favor, no…” ¿Cuánto más me tengo que humillar está noche? Ya fue bastante con hace uno momento, no quiero más-

Girando hacia atrás mi rostro, veo a Amicus lucir incómodo. Curioso también y quizá algo confundido. Dios sabe por que.

Y tiene sentido una vez miró hacia abajo, nuestras manos están unidas y el que mantiene un firme agarre es nada mas y nada menos que yo mismo.

—¡…! -Siento los gritos internos a punto de salir y retiró la mano de forma repentina. Okey, ahí va otra humillación. No siquiera se por que le sostenía la mano- N-Ni se te ocurra decir algo.

Me lleva, odio que me tiemble la voz.

El levanta las manos en aparente son de paz y entonces puedo respirar. Me doy la vuelta y continuó mi odisea hasta la cima de estas escaleras de concreto. Oigo pasaos tras de mi y en efecto, el lobo de casi dos metros sigue aquí.

—¡¿Por qué me estas siguiendo?! -Grito pero con dientes apretados para amortiguar-

—Oye, no es que me emocioné pasar mucho tiempo contigo, es sólo que tienes esa expresión de querer aventarte por el primer risco que encuentres -Oh, eso expresa perfectamente como me siento- Así que… Si no te molesta, te acompaño un rato.

¿Qué tendrá este en la cabeza para acercarse así a mi?

Como sea. Ruedo los ojos y sigo subiendo. Refunfuño todo el camino hasta llegar a un lindo morados con piso de baldosas rústicas. Hay una barra de metal en el borde del peñasco y un letrero con  una ilustración que reza “No subirse a la baranda”

¿Cuántos accidentes habrán ocurrido antes para tener que llegar a esto?

Me acerco a la baranda en cuestión e inclinó mi cuerpo sobre ella, reposando mis brazos sobre la fría superficie metálica. El sonido de la música esta un poco amortiguado y ya no aturde tanto el bullicio. Suena más como una voz apagada en la lejanía.

Miro hacia la ciudad a unos metros descendentes bajo nosotros, también en lo lejano hay unas casas mas pequeñas, luces apenas visibles salen de ellas. Ese debe ser el área que padre les designo a los lobos.

Padre… Dios, ¿En que pensaba cuando hizo todo esto? Esta tan mal en tantos sentidos, y lo peor, es que en este año eh aportado a ello.

Quiero creer que las pequeñas cosas que cambie en este año sirvieron de algo, pero sólo pienso en que un año no se compara a casi tres de dolor, pérdidas y lamentos. Las heridas no daban así de fácil como mi muñeca, y es difícil pensar con claridad cuando estoy prácticamente bajo órdenes.

No me quito la culpa claro está, pero en este juego de la política no estoy por encima de todo. Durante todo este año transcurrido me han monitoreado, comprando si cumplo con ciertas expectativas. Elisa dijo que si no hacia las cosas tal y como se esperaban, perdería la oportunidad de cambiar todo este embrollo desde la fuente. Creí que sería fácil…

Ahora veo las cosas mejor que antes.

Me despejo un segundo de estos pensamientos, veo por el rabillo del ojo a Amicus, parada a mi lado izquierdo, callado y sin decir nada al respecto. Agradezco que me este dejando este tiempo para pensar. Prefiero evitar hablar de ello.

No quiero ser grosero ni antipático con el, mucho menos tratándose de que el fue quien ofreció la tregua y acepté gustoso. Es sólo…

No se cómo tratar a la gente a veces. Me sale natural ser serio y antipático.

—Supongo que te estabas divirtiendo mucho con tu novio halla abajo hace un momento… -Y ¿Ahora por que dije eso? Ni que me importará-

Hay un momento de silencio y luego responde.

—¿Qué? -Se ríe un poco nervioso- Tiberio y yo no somos novios. Es sólo… -Hace una pausa, y si sólo supiera que ese silencio dice mas que mil palabras- Es sólo un amigo.

Eso dicen todos.

—Como sea, deberías de ir con tu “No novio” y disfrutar del resto del festival y no pasarlo aquí con este amargo intento de hombre…

“¡¿Pero que se me metió en el trasero y murió allí?!  No debería de soñar tan herido, es más, ni debería de decirle nada al respecto.”

El lobo parece darse cuenta de mi pequeño conflicto interno porque se inclina sobre mi y me observa directo a los ojos, yo me enderezo y lo observo firmemente.

De nuevo, ya no retrocede como antes.

De pronto, ese aire curioso y pensativo desaparece y es reemplazado por algo similar a la sorpresa y malicia, que luego da paso a la diversión.

—No puede ser… ¿Estas celoso?

—Pff. Eso es estúpido, no siento tal cosa -Cruzó los brazos y miró a otra parte- Para  empezar, no me gustan los hombres.

Creo...

—Puede ser, pero eso no te impide sentir celos de que me lleve mejor con el que contigo -¿Desde cuándo este maldito lobo se siente así de cómodo para hablarme de este modo?- Anda, admítelo, estas celoso.

—En tus sueños mas salvajes estaré celoso -Contraataco-

—Y sin embargo, allí lo aceptas.

Estoy por perder los estribos. Ahora el lobo me picotea con sus grandes y gruesos dedos lobunos y yo trato de apartarlos. Mi rostro se debe contorsionar en muecas chistosas, eso sí la risa desenfrenada de Amicus me dice algo.

—¡Para! -Pero sólo me sigue picando las costillas. Me causa cosquillas y yo ODIO las cosquillas- ¡Qué pares te e dicho-!

En ese momento no fui consciente de mi retroceso, estuve al tanto de todo cuando tropecé y empecé a caer hacia lo que seguro sería un doloroso golpe…

Sólo que el golpe nunca llegó.

En su lugar, fui rodeado por un par de brazos grandes, suaves y llenos de pelaje, me sentí recibido como por suaves nubes de algodón que podían tornarse como firmes rocas en busca de mi protección. El calor que emanaban era reconfortante, se sentía como el lugar seguro al que acudiría si fuese un chico indefenso, objetivo en este peligroso universo, y que con un solo toque, la paz infinita llegará…

El olor a lavanda me invade y de nuevo soy ese niño que corría en los campos de flores. Tantos aromas hogareños naturales en un mismo lugar.

Mis ojos estaban cerrados y cuando los abrí, un espejo vislumbra mi alma, un río cristalino embotellado en dos orbes me devuelven la mirada. Soy consciente de donde estoy, como, cuando y por que, con sólo este sencillo toque que podría acabar en cualquier segundo, donde todo es una mera ilusión y la verdad se vuelve la retorcida mentira que quiero abandonar.

Pero ¿Por qué tan de pronto? ¿Qué es lo que tiene este hombre en particular que me hace sentir tantas cosas correctas y que envían a mi mente en cuestionamientos sobre lo que debía ser pero que ya no es?

Apartalo!" Grita mi mente. Más no lo hago.

¿Por qué? Esa es la pregunta. Y así de repentina como esa pregunta, se torna mi reacción; una que no fue calculada ni premeditada.

Sólo sucedió…

~♤~

No puedo hacer nada. No se que es lo que pasa.

En lugar de apartarse se acercó un poco mas a mi. No puedo moverme, no lo quiero lastimar, tengo esta sensación fantasma de que si lo dejo ir ahora cualquier atavismo de sentido que acababa de capturar se dispersaría en la nada.

"¡¿Que mierda estas haciendo?!"

Sus labios se mueven entonces.

Te encontré por fin~

Es su voz pero… Al mismo tiempo no lo es. Se sintió extraño, como si fuera filtrado a través de una radio, sólo que la estática era suave.

Te dije que el universo era una esfera. Sin importar que tanto se expanda, volveré a ti…

¿De quién son esas palabras? No las reconozco como mías. Pero percibo el sentimiento puesto en ellas.

También se lo que representan para el. El dolor, la pérdida, un vacío que se extiende y ahorca nuestros corazones.

Siento que se que es esto. Lo que representa. Lo que somos…

~◇~

Nada de lo que esperan permanece, porque aún estando en brazos del otro, este no es el momento ni lugar…

Por más que se deseara.

Algo sucede, gritos provienen del festival, una repentina oleada de pánico llena el aire y eso destruye la atmósfera que los rodeaba.

—¡Tenemos que ir a ver! -Marcos es el primero en avanzar, pero Amicus se queda un poco atrás-

Esta pensando, razonando, buscando sentido a…

¿A qué exactamente?

Todo es brumoso, no tiene sentido. Con eso claro, se dispone a seguir los pasos del humano emperador quien ya le llevaba cierta ventaja.

Cuando ambos llegaron, se encontraron con todo un caos. Gente corriendo, niños llorando, un par de cosas incendiándose.

Es un desastre.

—Pero ¿Qué ocurrió aquí? -Marcos se hacia la misma pregunta. No sabe hacia donde mirar, pues es un completo caos-

Entre tantas cosas, siente un vacío ligero en su mente, en su estómago. Hay algo ausente, pero no sabe muy bien de que se trata.

Entonces visualiza a Elisa más adelante, no duda en ir hacia ella y asegurar que este bien. Esta junto al amigo de Amicus, Tiberio…

—Gracias a Dios, estas bien -En la voz de su amiga hay alivio, y el siente lo mismo-

Amicus hace lo mismo con Tiberio y es cuando pregunta lo que ambos necesitan saber.

—¿Qué sucedió aquí?

—N-no estamos muy seguros… -Dice Tiberio algo pálido. No le gustaba verlo así- El sólo subió y…

Hace movimientos con sus manos sin sentido. El lobo busca respuestas con la humana y está procede a contar.

—Estaba realizando el discurso de agradecimiento que habíamos planeado para la velada, todo iba bien hasta que este tipo llegó… -Señala a un lobo inconsciente en el suelo. Sus patas están sujetadas por cuerdas y pistones artesanales sueltos. Además de eso, en su rostro lleva puesta una máscara anti gas- Subió a la tarima, delirando, diciendo cosas sobre que ya se nos había acabado el tiempo a los Hermanos…

—Entonces liberó el gas que hacia llorar…

Gas lacrimógeno.

—No lo entiendo. ¿Cuál era su objetivo? -Marcos parece pensativo y alerta, buscando las mismas respuestas que Amicus deseaba-

Sólo que esas respuestas no estaban por llegar, para ninguno de los dos…

Chapter 13: Incoherente

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La pasada noche de ayer, en lo que debía de ser una emotiva nueva festividad para la Luna Adastra, se convirtió en una oleada de pánico cuando en la plaza de Druso, un insurgente de procedencia desconocida soltó una bomba lacrimógena que trajo consigo el caos en la que estaba resultando una hermosa velada. El Festival de la Nueva Luna, como había declarado la consejera del Emperador Marcos, acabo de forma estrepitosa con al menos 20 afectados y tres heridos…

El televisor continúa transmitiendo las noticias mientras que yo me desconecto. Desde que regrese a casa anoche no pude dormir por la migraña que hasta ahora por la mañana continúa.

Tiberio se quedó a dormir con mamá y conmigo debido a que lucía agitado todavía tras presenciar los eventos de anoche.

Y ¿Quién no lo estaría?

Aunque mas que afectado, me siento constipado o algo así. Y lo peor del caso sería que en una hora debo ir a trabajar.

Justo ahora, preparó el desayuno de todos. Mamá se encuentra en la mesa, todavía viendo el televisor. Ya le había dicho que nos encontrábamos bien, pero esta empeñada en sentirse preocupada.

Se aprecia el gesto, pero no me gusta verla así.

Mientras tanto, Tiberio retoza con suaves ronquidos en el sofá de la sala. El pequeño lobo cayó prácticamente muerto en cuanto se tranquilizó.

—¿Qué hay del joven, Marcos?

Eso es otra cosa que me tiene alucinando. Justo ayer, cuando el fuego se apago y dimos nuestras respectivas declaraciones a los guardias y policías humanos, Marcos y Elisa se ofrecieron a traernos…

Marcos con una insistencia que no había comprobado antes.

—Ya te dije que estaría bien. Es el nuevo emperador, ¿Sabes? Lo más seguro es que justo ahora este siendo custodiado veinticuatro siete sólo por seguridad -Le doy vuelta a la tortilla en la sartén, la tercera y última que saco antes de apagar la estufa-

Es extraño, porque luego de hablar un poco con el, está este vacío de recuerdos… Supongo que debo estar cansado.

Sirvo la comida en los platos. Presentó en la mesa las tortillas, aguacate, pan y jugó de fresa de la cosecha. Flores de lavanda dentro de un jarrón de cristal le dan un toque especial al desayuno del día. Y por supuesto, estas son mis flores favoritas.

Tanto así que hubo uno de mis cumpleaños en los que recibí una botella de esa misma esencia como regalo, me emocioné muchísimo y la uso sólo en ocasiones especiales.

Hasta el sol de hoy me ha durado.

—De todas maneras… -Mamá empieza a juguetear con su comida, luce algo nerviosa, su oreja izquierda se agita un poco. Esta por decir algo delicado o de índole similar. Le tomo la mano y le doy oportunidad de hablar- No se. Sólo es un sentimiento raro. No me hagas caso.

Le sonrió amablemente.

—Avísame cuando ese sentimiento cambie, ¿De acuerdo? -Ella asiente y entonces luce más tranquila-

Bien, a lo siguiente.

Tomo uno de los vasos en el fregadero y vierto un poco de agua del grifo. Me acerco a Tiberio y metiendo mis dedos en el vaso, los paso por el somnoliento rostro del lobo y comienza a despertarse con gemido de molestia.

—Despierta, bello durmiente. Es hora de empezar el día.

—Mmmhh… Cinco minutos más… -Terminó de verter sobre el lo que resta del agua y entonces espabila por completo, tosiendo un poco, seguramente porque el agua se le fue por la nariz- ¡Ami!

El pequeño lobo hace pucheros adorables, mi madre me reprende por ser malicioso, y yo…

Me río en mis adentros, sólo porque quiero y puedo…

~♧~

—Sera mejor que hables.

—Váyanse… A la mierda… ¡UGH! -Descargas eléctricas son desplegadas sobre el cuerpo del lobo. No ha dicho nada desde que empezó la primera fase del interrogatorio- ¡Ya les dije… No se nada! ¡No estaba en mis cabales!

—Respuesta equivocada.

El hombre a cargo del interrogatorio, un lobo ni más ni menos, vuelve a activar la máquina que despliega la electricidad en el cuerpo del lobuno. Sus gritos de dolor son amortiguados a duras penas por sus fauces y colmillos apretados.

—Esto no esta dando resultados. Que pare por ahora. Quizá pensar un rato le ayude en algo… -Digo en cuanto veo que no estamos llegando a ninguna parte. Nunca eh sido afamado o fanático por la tortura medieval. Pero casos desesperados requieren medidas desesperadas. Bajo mi gobierno, no permitiera ningún insurgente-

Elisa golpea el cristal dos veces y entonces el lobo se detienen. Sale de la habitación y desaparece en el corredor… Por ahora.

Todo este asunto del posible ataque terrorista me tiene con los pelos de punta. No puede ser cierto que nadie hubiese visto nada sospechoso en las horas posteriores al suceso.

Causas y motivos, desconocidos.

—Quizá si viéramos las grabaciones otra vez… -Niego con la cabeza a la sugerencia de mi consejera.-

—Estamos perdiendo el tiempo. El sujeto apareció de la nada. Nadie vio que sucedió, ni como, ni por qué. Es un completo son nadie… Bueno… -Lo es a excepción de que solía llevar una vida sencilla según sus antecedentes. Es repostero, su propio negocio pequeño de postres que ya fue revisado de pies a cabeza. No había nada sospechoso que indicará que actuaría de esta forma-

Estoy frustrado, me llevo las manos a la cara y las pasos por mis ojos y cienes en busca de relajarme.

No funciona.

—Okey, tiempo fuera. ¿Qué tal si dejamos esto por un momento y nos relajamos, eh?

Suena tentadora la oferta. No dormí nada anoche. Tiene mucho que ver con el suceso y… Este espacio en blanco de mi cabeza. Por alguno motivo, luego de berrear alguna estupidez con Amicus todo es borroso.

—No estaría mal un descanso…

Caminamos por el camino y luego entramos al elevador para salir de las mazmorras. Este Palacio tiene instalaciones bastante prácticas…

Eso debió sonar cruel.

Pasamos un rato caminando y luego un rato más en la zona trasera, junto a él el jardín y la alberca, debajo de un árbol conversando. Las preocupaciones no se van, pero al menos estoy un poco más tranquilo.

—¿Qué sucedió anoche entre tu y Amicus? Por alguna razón sentí está… -Ay Dios. Aquí vamos. Ella y sus teorías locas que…- Tensión sexual.

—¡Mmpff! -Y eso es todo. La tasa de te que bebía tan pacíficamente fue esculpida de mi boca como si fuese un no se que. Toso, casi me ahogo, eh internamente, maldigo a Elisa y sus ideas dementes- ¡¿Qué… mierda?!

—Uh. Te hice blasfemar. ¿Significa que esto en lo cierto?

— Estas delirando.

— Quizás... -Sonríe maliciosa-

—¡No! No pienso seguirte la corriente en esto -Me pongo de pie y trato de alejarme de ella. Por supuesto que no hay nada entre nosotros. Sólo se trata de una relación empleado-empleador. ¡Nada más!-

Busco una salida de aquí, pero…

Emperador, se solicita su presencia en el salón del trono cuanto antes.

La voz robótica de una de las computadoras crepita en el comunicador de mi oreja. Me pongo en marcha aprovechando esto y sin quejarme de lo repentino.

Pero Elisa me sigue.

—Y luego está el otro lobo, Tiberio… ¿Estas celoso de el?

—Okey, ¡Basta! -Digo avanzando rápido. Necesito ignorarla. Pero ella insiste todo el camino-

No se de donde saca estas ideas absurdas.

Colocó mi mano en el panel negro, dándome paso a la sala del trono. Allí adentro, me esperan dos figuras.

Especies hermanas. Uno de ellos  me es familiar. Ya e entablado diálogos con el que en su mayoría resultan satisfactorios y con beneficios para otras partes.

Mientras que el otro, mucho mas alto que el primer embajador, mira de forma estoica hacia el diseño plasmado en el techo.

—Joven emperador Marcos. Que Aphotep valla consigo -Dice a modo de saludo mientras que yo extiendo mi mano y el la recibe con su pata en un estrechar amistoso-

—Lo mismo para usted, Neferu.

El Chacal sonríe con el mismo aire enigmático de siempre. Realiza el mismo saludo con Elisa y está, gustosamente le saluda.

Sospecho que han hecho buenas migas. Quizá porque sus personalidades son similares en ciertos puntos.

—Es bueno ver que se mantiene ocupado… -Dice, seguramente refiriéndose a lo que pasó ayer. Yo suspiro algo cansado-

—Ocupado es la palabra clave. Pero no importa. ¿No nos presentas?

Digo observando al imponente Oso a sus espaldas. Va vestido de forma peculiar, algo como una faja o corsés se ata estrechamente en su abdomen, su cabello marrón un poco más oscuro que su pelaje tapa la mayoría de su rostro, dejando a la vista sólo uno de sus ojos. Usa pantalones en rayas verticales que alcanzan sus gruesos tobillos. Sobre sus hombros hay una túnica blanca. Habría que resaltar también las varias trenzas alrededor de su cuello formadas con su grueso pelaje. Hay una escueta sonrisa en sus labios y su mirada va de Elisa hacia mi.

—Oh, mis modales. Mil disculpas. Los presentó. El es Bjarni, es mi acompañante en está gira repentina por Adastra.

—Buenos días para los dos -El Oso, uno de los llamados Hermanos entre las galaxias, tiende su mano y le saludamos-

Lo bueno de ocasiones como estas, con Neferu en peculiar, es que no hay que seguir las formalidades y podemos ir directo al grano.

Justo como ahora.

—¿Puedo saber el motivo de su inesperada visita? -El Chacal ladea el rostro en una sonrisa divertida-

—¿Qué pasa, Emperador? ¿Un embajador no puede visitar a el homólogo de una Luna esclavizada?

Sonrió ligeramente, más que acostumbrado a los comentarios directos de este Chacal.

—Usualmente sólo vienes a dar malas noticias o buscar algún beneficio a nombre del Faraón. Pero incluso así, en aquellos casos avisan con una semana de anterioridad. Por lo que ahora asumo, se debe a una situación extra oficial.

El de ojos azules me aplaude un par de veces.

—Nuevamente, tu perspicacia logra suponer bien. En efecto, vine aquí por motivos personales. Pero también, queríamos ver al autor de la desgracia de anoche -Entonces mi sonrisa apenas visible desaparece- Hay algo de lo que Bjarni y yo nos quisiéramos enterar; si nos permites claro.

Lo medito un minuto por lo menos en el que todos guardan silencio. Puedo oír incluso las respiraciones de cada presente en la sala, los latidos de mi corazón me recuerdan que sigo aquí, en silencio y vivo. Meditando divagaciones inútiles sobre que hay tras de esa sonrisa amable.

Como no encuentro un pero, decido aceptar la petición.

—Muy bien. Pero quisiera una explicación luego -Cruzó mis brazos, demostrando que no aceptaré un no de su parte en esto. Por supuesto que el sonríe y asiente-

—Es lo justo. Siendo de ese modo, ¿Qué les parece si nos acompañan está noche? Ya tenía planes para la velada y quisiera que ustedes nos brindarán el honor de venir.

Mmm…

Bueno, no veo por qué no.

—Claro.

~♤~

—¿Por qué no podemos hacer esto en casa? No comprendo su fascinación por estos sitios atestados de gente… -Refunfuño con mis manos en las caderas-

—Sólo quiere ser cortes. Y según el, no me quería toda la velada en la cocina -Responde mamá con simpleza. Bueno… Creo que eso esta bien. Pero últimamente, no estoy cómodo rodeado de gente, menos en lugares finos-

Sólo los Padres saben como tolero trabajar en el Palacio.

Mientras más nos acercamos al sitio acordado me remuevo dentro de este traje de diseño humano. Esta adaptado para mi gran tamaño y debo decir que es bastante cómodo al igual que los pantalones sastre que utilizó. Mi cola tiene libertad y la camisa blanca de botones me da un aire elegante.

Sólo por esta ocasión opte en usar la loción de lavanda tratándose de una cena “Importante”. Por supuesto que no podía faltar la cinta roja en mi muñeca. Casi nunca me la quito.

Sólo que… No se explicarlo. Desde hace un rato me está picando justo en esa zona. No es imposible de ignorar, pero si molesta.

—Tengo una duda… -Empieza Tiberio, luciendo nervioso en su trajecito de color rojo- ¿Qué hago yo aquí?

Eso también quisiera saberlo. Mamá prácticamente lo arrastró hasta aquí en cuando lo vio llegar al barrio.

—Para que conozcas a un amigo de la familia. Figúrate esto como si fueses, no se, mi sobrino o… -Ella me observa fe reojo y yo me erizo del miedo. Su mirada no me da buena espina- El novio de mi hijo; lo que quieras.

—¡Mamá!

—Señora Cupedia, yo… -Tiberio luce igual de avergonzado que yo-

—Y te e dicho jovencito que sólo me digas Cupedia. Además, sólo bromeó.

Padres, denme un respiro.

Eso me recuerda, no eh tenido tiempo de tocar cierto tema con Tibs. Debería aprovechar de hacerlo más tarde.

Hago una nota mental sobre ello.

—Ya llegamos.

Al frente de nosotros, ubicados casi al final de la cuadra, se ilumina en colores amarillos por lámparas de la “Época victoriana” como suelen llamarle los humanos a esas grandes faroles, un pequeño y acogedor restaurante de comida italiana.

Bueno, esta vez eligió un lugar que luce íntimo y que da gusto sólo al mirarlo.

Hay grades ventanas de cristales que permiten ver hacia adentro. Sillas de estilo acolchado y de un solo puesto, nada como las largas y exageradas camas/sillas que solían abundar. Hay mesas separadas redondas con manteles lindos. Cabinas más apartadas hacia las paredes que dan cierta privacidad, hay que destacar la iluminación, que son bombillas echas a partir de frascos reciclados y otros componentes que aprovechan energía solar.

Eh estado leyendo un poco al respecto. Es un sistema bastante innovador.

El lugar tiene un aire minimalista y sencillo, pero no es un agujero de mala muerte o una pasarela hacia el lujo. Ambientado en una época antigua de la historia del Este en la tierra; y si, también leí al respecto. Condenenme...

No se si eso sonó clasista.

Al final, en una de las cabinas privadas con grandes muebles con forma de media Luna, diviso las orejas picudas de Neferu. Así ya nos dirigimos y…

—Bueno, bienvenidos -El Chacal nos salude a con su actitud alegres y despreocupada de siempre, tiene compañía, un oso, es el primero que veo en persona y luego…-

—No me jodas…

—¡Amicus! -Mamá me reprende, pero es lo que menos importa cuando veo a esos dos aquí-

—Me consta lo poco alegre que te hace sentir tenerme aquí. Pero tampoco es para que lo hagas tan obvio -Marcos me da una mirada suspicaz y… ¿Acaba de sonar herido?- Buenas noches Madame… -Lo veo colocarse de pie y saludar a mi madre de forma respetuosa... Okey- Mi nombre…

—Marcos, ¿Cierto? Es un placer -Ella luce muy cómoda cerca suyo. Sonríe de ese modo tan encantador que es solo de ella- Me llamo Cupedia. Ya conoces a mi hijo (aparentemente grosero está noche) -Murmura y yo frunzo un poco el ceño. Más no dejó de mirar a los dos humanos frente a nosotros. En especial a Marcos- Y este pequeño de aquí, es Tiberio.

—Anoche no tuvimos oportunidad de presentarnos… -El pequeño lobo avanza y saluda a cada uno respectivamente. Se toma su tiempo con Elisa y yo mientras tanto, sigo alucinando-

—¿Qué les parece si se sientan y nos ponemos de acuerdo para ordenar? -Esto lo dijo el oso, quien luce impasible en su expresión-

Todos nos acomodamos, Elisa se tuvo que levantar y al final, el oso cuyo nombre es Bjarni se sentó en uno de los extremos, Neferu le secunda, a su lado mi madre, después yo, Tiberio, Marcos y Elisa…

Por alguna razón me siento mas incómodo ahora. Y algo me dice que no soy el único.

Hay excepciones claro como Neferu, quien sostiene una plática casual con Tiberio, mamá y Elisa.

Bjarni luce algo entretenido con lo que sea el aparato en su muñeca y Marcos…

De vez en cuando lo atrapó mirándome. A veces soy yo el atrapado mirándolo. Es extraño, no se que ha sucedido entre ambos pero aun cuando no percibo la incomodidad o el recelo de un principio, hay una especie de pared que me hace dudar en acercarme.

Algo que realmente no me conviene.

Mi muñeca pica todavía más que antes. Trato de ignorarla todo lo que puedo, no es tan difícil tomando en cuenta cuántas pláticas hay a la vez y tanto que ver.

Suspiro mirando el menú frente a mi. El mesero llega y toma nuestras órdenes, todos plátican ahora y yo me mantengo en silencio. Cada día más antisocial.

“Esta va a ser una larga noche”

~◇~

Mientras tanto, dentro de los calabozos en el Palacio…

—No se nada, no se nada, no se nada…

Aquel lobo que causó tanto pánico se encogía como un ovillo en el rincón de su celda. Las réplicas de las descargas eléctricas han cesado y ahora sólo queda un ligero ardor en sus músculos.

El frio de la celda, las incómodas superficies, la falta de luz y aire fresco, todo le enloquece lentamente en este vacío casi completamente oscuro en el rincón más abandonado de la Luna. Sus soyosos llenan el impetuoso silencio.

¿Qué le sucedió? ¿Quién lo engaño? ¿Cómo paso todo esto?

Pregunta tras pregunta, todas sin respuestas.

Eso creía.

De pronto, hay sonidos, movimientos, una respiración que resalta entre la silenciosa penumbra, cada vez más iluminado el lugar por una tenue luz violeta. Acercándose, como una esperanza o quizás más dolor. Lo que sea estaría bien para ayudarlo a mantener unida su cabeza y no perderla.

El ligero compás de las respiraciones se ve acompañado de unos ruidos extraños, chasquido o choques pequeños como de engranajes o sistemas mecánicos. Se intensifican tan lentamente que la piel se le eriza con el pasar de cada desdichado segundo.

CLIK-CLAK

CLIK-CLAK

CLIK-CLAK

—¡¿Qui-quien eres?! -Grita tembloroso, tan indefenso, desarmado e inútil-

La respiración cesa.

—… ¿Hola? -Mira hacia donde creyó ver una luz, pero todo en el decae cuando ve la ausencia de ella. Se lo tuvo que imaginar, ya está desvariando y sólo lleva una noche encarcelado- Debería dormir…

Eso era lo más sabio por hacer. Junto sus manos y las uso como almohada para amortiguar contra el incómodo colchón de la celda, el frío es penetrante pero podrá soportarlo sin morir por pulmonía.

—…

Lentamente el sueño le invade y…

Muere.

Una voz retumba en su oído, se levanta, lo pone alerta. Es como estática mezclada con el sonido de engranajes y máquinas, uñas desgarrando paredes ahora y gritos agudos invaden su cabeza.

Todo es oscuro, frío y no hay paz…

Todo es como es y así terminará…

Tristemente, eso es todo lo que hay para el...

Chapter 14: Giros y Giros

Chapter Text


En la vida, el ser viviente tiende a traspasar una larga vigilia de eventualidades con las que se ve sometido a crecer para madurar. Una de ellas llega a ser la vergüenza, ya sea por estar en el foco principal, siendo observado por todos. Otro caso es aquel que le incomodan los espacios cerrados o tiene un mal recuerdo sobre cómo paso vergüenza. Los llamados traumas o eventos inolvidables en cualquiera de los sentidos.

Pues bien, de entre todos esos momentos, estar aquí sentado, incómodo, con un plato de lo que sea esta pasta de cosecha transgénica, teniendo que "Socializar" con un grupo de personas que nada que ver, sintiéndome extrañamente irritado, es uno de esos eventos que seguro recordaré.

Se supondría que tendríamos una conversación importante. Todo respecto a los sucesos de la noche pasada. Por eso supongo que Neferu decidió invitar a quienes estuvimos presentes, para compartir cualquier descubrimiento que el y su acompañante Bjarni lograrán hacer.

Pues, nada de eso llega todavía.

Mientras espero, apuñalado mi plato de comida con el tenedor, observó distraídamente el bullicioso escenario que se creo luego de que los tres alborotadores del grupo iniciarán una "Entretenida" plática sobre de donde provenía la pasta.

Hasta ahora, Elisa posee las de ganar gracias a su dedicada defensa sobre cómo la pasta se originó en la antigua Grecia, más o menos en la época de un tal Horacio que por lo que entiendo, es un lírico y poeta que explicaba en una de sus prlsas el sabor divino de una sopa de garbanzos con este ingrediente casi que místico.

Quizá alguno de los antiguos emperadores lo conocía, quien sabe, pero hay un par de variantes que no concuerdan en la historia. Sobre todo porque el primer levantamiento de los humanos falló en un comienzo, Dios sabe por que, luego, de alguna forma evolucionamos en culturas, construcción y tecnología; muy pronto avanzamos a una sociedad con su propio impulso, de algún modo, los emperadores siempre llevamos un paso adelante.

Recuerdo a mi padre decir que llevar la corana tenía cierto precio y recompensa a cargar. Quizá había algo como un conocimiento oculto, no lo sé...

- Valla, que pena. No puedo refutar esta teoría -Dijo Neferu con cierto tono de tristeza. A pesar de todo, parece complacido-

- No es teoría. Se trata de una verdad irrefutable que tus trucos de chacal sucio no podrán derribar -Se jactó Elisa con la barbilla en alto- Pero fue interesante. Deberíamos hablar mas de esto luego. Quizá y te deje ganar.

Neferu se carcajeo y asintió con la cabeza, gustoso por la proposición.

- La historia humana y Khemiana son muy interesantes, pero también son parecidas en algunas de sus culturas.

Tiberio, el acompañante lobo de Amicus y Cupedia lucía curioso y maravillado. Sus grandes ojos amarillos le daban un aire inocente.

Aunque se vestía curioso, como los anillos en sus tobillos. No es que sea malo o luzca inadecuado. Sólo es al primero que veo lucir así una vestimenta romana.

- ¿Podría preguntar...? -Una voz suave llama mi atención. Cupedia me observaba y parecía estar a punto de preguntar algo- ¿Cómo es la tierra? Es cierto que todas las especies hermanas intentaron Elevarlos a las galaxias, incluyendo los lobos?

- Mamá... -Estuve a punto de contestar gustoso. No tengo conflictos sobre hablar de mi planeta natal. Pero la voz firme de Amicus me interrumpió. Lucía más serio que nunca y eso me llenó de frustración. ¿Por qué motivos? No lo sé. Esta simplemente sentado allí, sin dirigirme la palabra. Creo que hasta intenta imaginar que no estoy aquí y...-

"¿En que demonios estoy pensando? El que fue cortante al principio sin razón fui yo."

Esta situación con mi cabeza va de mal en peor. Ah sido así desde que Elisa y yo les dejamos en su casa ayer por la noche luego de declarar. Empecé a sentirme potencialmente irritado, no dejó de darle vueltas a todo, algo me decía que tenía que regresara con el, decirle algo...

Pero de nuevo ¡¿DECIRLE QUE?!

- No está bien preguntarle cosas así. Después de todo, por algo dejaron su planeta.

...

- Wao. Que buena forma de matar los ánimos, Amicus -Por supuesto que Neferu no se guardo su comentario. Comprensible lo cortante que se acaba de comportar. Siento la mirada de todos menos la de Amicus, quizás piensan que saltare sobre el o que lo ejecutare. Quien sabe-

- En realidad, no lo hace. A diferencia de lo que piensas, no me guardo mis opiniones en busca de aparentar algo.

Rayos, ahora soy yo el que lo arruinó.

Amicus me observa con los ojos bien abiertos, en lo que pensaba sería un estallido de furia, pude ver como en esos ojos cristalinos el pasar de la confusión, miedo, vergüenza y pena. Acto seguido, se disculpó y dijo que iría al baño.

Veo su ancha espalda alejarse y perderse en el pasillo. La mesa queda en un silencio sepulcral y yo me rasco en la muñeca. No soporto está picazón nueva. Lleva un rato molestando.

- Tranquilos. Yo me encargo -Neferu se levanta con su usual galantería y sigue los pasos del lobo. Espero no diga algo inadecuado-

- Entonces... -Cupedia me veía con una sonrisa algo apena. Bueno, puedo evitarle los problemas si actuó como si nada-

- La tierra solía ser un lugar lleno de vegetación. Hermosos paisajes como los de Adastra, sólo que mi planeta era más grande y variado.

>>> La nieve caía cada temporada a punto del fin de año. Mi hogar se pintaba con colores blancos, hacíamos fiestas cada tanto y rezábamos a nuestros dioses antes de las comidas. Teníamos un solo sol a diferencia de ustedes, nuestra Luna era un satélite para la órbita. Habían miles de culturas pero la predominante resultó ser precisamente la romana.

>>> No era un lugar perfecto, pero mi visión de niño y adolescente son las mejores de ese entonces.

- ¿Qué hay de sus vehículos? ¿Siempre fueron así de modernos e increíbles? -La pregunta de Tiberio me hace sonreír a medias. Esta vez, la que contesta es Elisa-

- Nah. En realidad, hasta hace unas pocas décadas desarrollamos el trasporte móvil por gravitación magnética. Los trenes que instalaron aquí s una muestra de ello.

- ¿Qué dicen sobre el Impulso? -Bjarni luce... Curioso. Su postura firme no me facilita adivinar que es lo que piensa justo ahora con esta pregunta- Tengo entendido que en Adastra desarrollaban métodos para imitarlo, pero no estaban a más de 50 años por lo menos en conseguirlo. Puedo decirlo gracias a comparaciones obtenidas de los catedráticos de Khemia.

Este oso...

- Disculpa que conteste con otra pregunta, pero ¿Eres residente de los Khemianos? -El oso asiente-

- Cuando la guerra empezó, yo solía vivir en Lux. Allí, era guía de turistas en preparación. Mi trabajo requería conocer la historia y entorno del lugar donde iba -Como me molesta saber que los actos de mi padre afectaron a tantos inocentes. Pudo haber otra forma, siempre la hay...- Entonces, en vista de que muy pronto las guerrillas no tardaría en llegar, recurrí a mi mejor carta que era abordar una nave de evacuación y tomar rumbo a la Luna mas cercana. Resulto ser Khemia y en una de mis investigaciones di con Neferu. Me ayudó con mis papeles y decidí volverme homologo de los chacales.

- Bueno, vaya. Debió ser duro dejar toda tu vida atrás -Cupedia se veía genuinamente sorprendida-

- Ni tanto. Nunca me gusto vivir en Måne. Así que estuvo bien darme un cambio de aires al venir a Adastra. Luego Khemia... Se puede decir que soy como un nómada o mochilero -Eso nos sacó unas risas a todos. Bjarni no tenia aire de nómada, era más como un vikingo o algo así- En fin, no han contestado mi pregunta.

Observo de reojo a Elisa y noto que también está esperando por mi respuesta. No tengo toda la información que concerté de donde obtuvimos este medio, pero hay un par de cosas que si podría decir.

- Antes de Elevarnos a nosotros mismos, estábamos viviendo una crisis de sobrepoblación y falta de bienes. Ya sea de comida o cualquier otra cosa. Nuestro planeta ya venia sufriendo desde hace décadas por esto. Un día en particular, mi tatarabuelo, el cuarto emperador en la línea, dijo tener una visión sobre un futuro catastrófico para los humanos, pero que habría un regalo de los "Seres de la nada" que nos permitirán ir más allá de nuestro planeta y salvar lo que quedaba de el.

>>> Muchos lo tomaron como una demencia del decrépito anciano de 79 años por aquel entonces, tiempo después, cosas raras pasaron...

- ¿Raras?

Asentí hacia Tiberio.

- Levantamientos de tierra en lugares inesperados. Muertes consecutivas a nivel planetario. Máquinas dejando de funcionar como era debido. Nuestra sociedad recaía lentamente. Fue hasta los tiempos de mi padre que obtuvo la última visión con la que la fórmula del impulso logró originarse.

- Luego llegaron a Adastra.

- Si. Justo unas semanas después de tanta preparación. Dejamos a la mitad de la población alla y el resto vinimos aquí. En su mayoría eran guerreros tengo entendido...

Me siento algo mal contándole esto a ellos, porque si no me equívoco, Cupedia es la viuda del Emperador anterior de Adastra.

"Soy tan hipócrita"

- Ojalá hubiese sido de otra manera... -Mis manos sobre la mesa se retuercen con pena, y no sabía que dije eso en voz alta si no hasta que la loba blanca me tomo de la mano- ¡...! -Observó a la delicada mujer, tan frágil pero vivas, su mirada me da consuelo ajeno-

- No te sientas mal. Lo que pasó antes no fue por culpa tuya. Deberías preocuparte en el presente -Y su sonrisa... Dios mío-

Me habla y trata como si no fuese el hijo del desgraciado que mató a su esposo. No entiendo nada. ¿Por qué lo haces? ¡¿Por qué?!

- Porque es la verdad -La pregunta que parecía estar pintada en mi rostro fue contestada por Tiberio ahora- Tu no ordenaste que nada de esto pasará. ¿Cierto?

... Niego con la cabeza.

- Ahí lo tienes -El chico me sonreía ampliamente y... No se ni que decir-

- Gracias... -Es lo único que llegó a usar. Pero ese gracias es tan universal justo ahora-

"Gracias por no odiarme". "Gracias por sus palabras, las necesitaba".

Simplemente gracias.

La mano de Elisa toca mi rodilla en señal de apoyo. Discretamente la sujeto mientras que la conversación se vuelve más amena. Ahora, creo que puedo disfrutar un poco más de la comida.

Aún cuando cierto lobo no sale de mi cabeza...

...

~♤~

- ¿Qué tal esto?: Te hace falta algo de sexo. Con gusto, yo podría-

- ¡No! -Neferu respingo en su lugar a unos metros de distancia de mi. Lo veo a través del espejo con el ceño fruncido-

Desde que Neferu entró por la puerta de este pintoresco baño lo único que a echo para "Animarme" han sido ideas terribles. Y cuando digo terribles es en toda la extensión de la palabra. Joder, cada una a sido peor que la anterior.

- ¡Entonces dime que hacer para quitarte esa actitud de perra loca! Arruinas la comida. ¿Acaso algo se te metió en el trasero y murió allí? Porque no comprendo para nada tu actitud.

El chacal luce indignado. Se arregla con molestia las arrugas de su traje. Una especie de traje Khemiani echo con túnicas azules sin mangas. Sinceramente, no tiene ni una sola.

Suspiro mas que frustrado porque ya no ni siquiera se por que estoy actuando así.

Primero creí tener de excusa el que Marcos fue cortante en cuanto llegue, pero luego, fue verlo allí sentado, esforzándose por ser natural (Porque no engaña a nadie) y yo sólo...

¡Uhg!

- Yo tampoco lo entiendo... Desde que empezamos a involucrarnos más de cerca como... Dos individuos cuyas razas no se quieren matar entre si a veces, han sucedido cosas raras. Antes de llegar creo estar bien con el. Digo, anoche no hablamos mucho y luego todo tranquilo el día de hoy más de lo mismo...

Neferu me observa cuidadosamente, uno de sus dedos cubre su labio inferior y yo uso ese tiempo de su meditación para tratar de aclarar mis pensamientos.

Las molestias en mi muñeca no han parado. Eso sumado a este pequeño pero irritante dolor en mi cabeza... Si, algo no esta bien.

- Es obvio que no hay respuesta clara. Así que, mejor regresamos y tratamos de salvar lo que queda de noche. Tengo algo importante que decirles.

- Eso es otra cosa... -Lo detengo antes de que llegue a la puerta. Si pata cerca del panel negro- ¿Por qué razón nos reuniste aquí a todos nosotros si no tenemos absolutamente nada que ver el uno con el otro?

Mi cuestionamiento parece tomar por sorpresa al chacal, pero esa sorpresa dura nada. Piensa, vacila, duda en cada momento y se que esta tratando de pensar en que decir.

Luego sonríe y responde.

- Digamos que, en un juego de domino, quien tenga las fichas correctas, y la imaginación necesaria para utilizarlas, puede ganar contra quien sea.

- ... ¿Qué? -Neferu se ríe y abre la puerta- Vamos ya lob-

- ¡Dámela maldito!

Inesperadamente, Neferu es sacado a la fuerza del baño y chocado contra la pared frente a la puerta de forma brusca. Lo oigo quejarse mientras corro hacia ellos.

Una vez salgo, contempló como el chacal es retenido a unos centímetros del suelo por un humano que parece una jodida montaña de músculos. Su apariencia es aterradora, no sabía que los humanos podían verse así. Su cuerpo se ve cubierto por venas de un tono oscuro hasta su rostro, su respiración es acelerada como el de una bestia slvaje en frenesí, gritando incoherencia sobre cosas que ni siquiera el Lingua puede traducir, sus ojos...

Dios mío, que...

- ¡Neferu! -Bjarni aparece y carga contra el humano. El joven oso que parecía mas un erudito tecnológico utilizó todo el peso de su cuerpo y arrastró al hombre consigo mismo, logrando librar de ese agarre el cuello del chacal- ¡Ahh!

El hombre parece defenderse y lanzar golpes de forma errática. Sin apuntar realmente. Bjarni No se queda atrás. Responde con ferocidad.

Esos ojos oscuros, perdidos en la negrura sin fin. Ojos negros como carbones. No tienen lo blanco de la córnea.

- ¡Amicus, reacciona! -El grito de Bjarni me saca de mi shock por la apariencia de este tipo- ¡Revisa a Neferu!

Cierto. El chacal necesita ayuda.

Me espabilo lo mejor que puedo y me cerco a Neferu, verificando si está bien con mis pocos conocimientos de medicina.

- Sólo me maltrato un poco. Nada muy grave.

Eso me alivia un poco. Ciertamente si algo le pasaba aquí, nosotros...

- ¡Amicus, cuidado! -Oigo gritar a Marcos desde el lado contrario a la pelea. En lugar de fijarme en lo que sucede, miró hacía el humano emperador-

Un grave error.

Siento que algo me golpea con fuerza y soy derribado luego. Los mareos me invaden y todo da vueltas. Miro el techo del restaurante, algunas figuras se ciernen sobre mi.

Oigo gritos, forcejeo, golpes y luego...

Silencio.

...

...

...

- ¡Amicus!

...

- ¡¡¡Amicus!!!

Puedo oír la voz de alguien... Es una voz que me resulta familiar. La siento muy cerca de mi.

No me gusta como suena. Hay frustración y dolor en ella...

Me puedo sentir flotar en esta nada, donde sólo puedo escuchar voces murmurar. Todo está tan allá de mi justo ahora, tan lejano e inalcanzable que hasta lo extraño.

Desconozco los motivos. Desconozco los "Por que?"

Pero quiero calmarla.

- Hola... -Mi voz se vuelve un echo que se pierde en la penumbra. No hay nada más allá de mis párpados, sólo tinieblas y oscuridad. Me pregunto si habré muerto, si este será el final para mi-

Lo siento muy repentino.

- Id quod non mortuus est... (Eso es porque no has muerto...) -Me giró en busca de la nueva voz que no proviene de mi. Busco, pero no hay nada- Tantum ostendam me ut quicumque volo ... (Solo me muestro ante quien yo quiera...)

Ahí esta de nuevo. Justo a mi espalda. Pero al girarme no hay nada.

- Estoy perdiendo el juicio...

- Quod perdes, erit vita tua, si cum hoc perseveres (Lo que perderás será la vida si sigues con esto) -La voz suena enfadada, pero su tono crepitante y uniforme no deja distinguir nada además de eso- Hoc certe ut expectatur quisque morietur. Imo, noli resistere. omnia frustra erunt... (A este paso, todos morirán tal y como se esperaba. No te resistas. Todo será en vano...)

Esto no podría ponerse más extraño. Pero una parte de mi dice que me lo tome en serio o podría pasarme algo.

- Okey, supongamos que te tomo en serio, voz aterradora. ¿Que pasa si no "Dejó de resistirme"?

Hay algo de burla en mi voz porque aparentemente no puedo tomar todo esto con seriedad.

Pero no llega una respuesta. Todo se queda en un silencio perturbador que consigue erizarme hasta la cola.

- Bueno, supongo que hasta allí llegó... -Espero despertar pronto y-

- ¡Desine, impedimento esse! ( deja de ser un estorbo) -Una cosa sin forma me ataca de la nada. Empieza a cubrirme y arrastrarse hacia la oscuridad y entonces...-

- ¡Virgam! -Esas palabras son lo último en salir de mi boca y entonces...-

Pierdo la conciencia otra vez...

...

...

...

Lentamente, siento como todo vuelve a tener forma concisa. Ya no estoy perdido en mares de penumbra y no me siento desorientado o asechado por algo. En cambio...

- ¡Ouch! -Lo primero que me recibe es una cachetada, cortesía de Marcos- ¿Pero que mierda te...? ¡...! -Lo segundo es un fuerte abrazo de su parte-

- ¡Idiota! ¡¿Cómo se te ocurre?! ¡¿Nunca te han dicho que no devies la mirada en una pelea?!

...

Justo ahora mi cerebro no procesa toda la información. Este abrazo es... Cálido. Eliminando el echo de que me siento un poco adolorido del cuello, tengo un dolor de cabeza del demonio y que tengo las piernas entumecidas, esto es...

No se como describirlo. Agradable quizás. Marcos me observa con ojos llorosos y... Me duele verlo así.

- Tenías a Marcos preocupado.

Eso lo dijo Neferu con un aire tranquilo y divertido. Marcos se separa de mi entonces.

- A todos Neferu. A todos -Entonces mi madre es la siguiente en abrazarme. Ahora que me fijo, estamos fuera del restaurante y... ¿Estoy recostado en una camilla?- No nos vuelvas a asustar de esa manera... Nunca.

- Por favor, tengan cuidado con el paciente -Esa supongo es la voz de la paramédico-

- ¿Están bien? ¿No les paso nada? -Busco a todos con la mirada, Tiberio luce bien, Bjarni igual. Elisa está algo apartada gritándole a alguien, no se ve bien desde aquí por que esta dentro de una patrulla pero creo que es el humano que nos ataco-

- Al que le pasó algo fue a ese tipo. Se llevó una buena paliza -Tiberio estaba riéndose un poco. En realidad, todos lo hacían-

Inmediatamente, se a quien agradecer.

- Bjarni...

- Con permiso -Marcos se retira y va donde unos oficiales de la guardia. Yo continuó con lo mío-

- Gracias por protegerlos a todos. Estoy muy agradecido.

- Este... Si, bueno. El caso es que, te equivocas de a quien debes darle las gracias -El oso sonríe de medio lado. Oh, bueno, siendo así...-

- Neferu...

- Nop. Tampoco fui yo.

Frunzo el ceño confundido.

- ¿Pero quién...?

- Hijo... -Mamá me gira el rostro en dirección a... ¿Marcos?- En cuanto vio el fuerte golpe que recibiste, actuó por instinto...

- Eso es poco decir Cupedia. Por poco y lo mata -Neferu se jactaba con una risa con notas de orgullo, mientras que yo sólo podía inundarme en asombro- Prácticamente enloqueció luego de que desmallaras. El tipo iba a por ti y en un chasquido se le habia prendido de la garganda como una serpiente consteictora. Y en cuanto el tipo cayó, fue a la cocina en busca de cosas para detener el sangrado en tu nuca. Te quedará una linda cicatriz.

Y en efecto, al tocar la zona del impacto, siento una protuberancia que antes no estaba allí.

- ... -"El me salvó... Marcos"-

Este joven chico, el nuevo emperador de mi Luna. Alguien que luce todo enclenque el...

Cuando Marcos voltea hacia nosotros, inevitablemente sonrió en agradecimiento. No me detengo a ver cuál es su expresión, se que es de sorpresa y esta muy bien justificada.

Eh sido una porquería con el.

A paso seguro los dos humanos se aproximan de regreso a nosotros, yo estoy dispuesto a decirle lo que siento ahora.

- Marcos, yo-

- Ahora no. Debes descansar... -Eso... Me desalienta un poco, pero no bajare la cabeza. Debo arreglar las cosas entre nosotros. Le sonrió un poco mas y veo como intenta evitarlo, pero a la final me corresponde el gesto- Luego podemos... Ya sabes.

Luce apenado. Yo lo aprovechó.

- No. No lo se -El moreno humano arruga el rostro por este pequeño juego del que cada día disfruto un poco más-

- ... -El mira hacia los presentes y se que no soy el único resistiendo las ganas de reír- Neferu, Bjarni; tenían algo para decirnos.

- Oh pero, puede esperar.

Dioses, estoy que reviento en risa.

- Neferu... -Volvio a repetir el nombre del chacal, sólo que está vez con los dientes apretados-

Luego de un par de risas y amenazas más, el chacal cede.

- Okey, okey. Esta vez lo dejo por la paz. Veamos... -Busca algo en su bolsillo- No se por que, pero el sujeto que nos ataco quería algo. Y ese algo es esto.

En su pata, había un pequeño rectángulo con bordes de oro, tan pequeño que casi me pierdo de su existencia.

- ¿Eso es...? -Marcos parece conocer esa extraña cosita-

...

~¤~

No sabía que fue lo que le pasó. Primero estaba en el restaurante, comiendo tranquilamente, y luego de un momento a otro ¡Pum!

Todo nublado.

La cabeza le palpitaba y se sentía realmente mal.

El humano no era capaz de recordar nada hasta hace un momento que despertó.

¿Qué fue lo que sucedio? Dicen que atacó a alguien pero...

Mientras que la patrulla se movía y el se balanceaba sobre su asiento con sus extremidades aseguradas por grilletes, le daba vueltas a todo lo que pasó...

Pero eso no serviría de nada realmente.

- Fallaste...

- ¡...!

- Sea lo que sea esto, lo quería. Y tengo la sospecha de que lo que sucedió la noche del Festival, tiene mucho que ver con esto.

Las insinuaciones de Neferu los estaban conduciendo a algún lugar, ¿Pero donde precisamente?

Eso buscaba saber Marcos, porque ese era un chip nano biométrico. Esa tecnología estaba a penas a prueba y desarrollo en la Tierra y ninguno había sido exportado a Adastra.

¿Qué hacia este aquí?

- ¿Qué es lo que buscan con esa cosa? -Tiberio no entendía del todo lo que sucedía, pero por la expresión de los demás, deducía que no era nada bueno-

- ¡Ahg! -De pronto, todo se volvio caliente, era como si el infierno naciera en su estómago y se esparciera por todo su cuerpo. Y luego el frío, era abrumador, sus piernas temblaban, la sangre le helaba. Quería huir desesperadamente de esto-

Dolía y mucho.

- Algo le sucede ¿Estas bien ahí atrás? -El guardia asomó su mirada, pero al hacerlo sólo descubrió como el humano se convertía en cenizas con un grito de agonía que perforó sus almas, luego de que unas flamas púrpura lo envolvieran por completo, no quedo nada de el- Mierda...

- Emperador Marcos. Hay una situación...

La computadora del Palacio empezó a crepitar por medio de su auricular. Debe tratarse de una emergencia.

- Reporte -La explicación de Neferu queda a segundo plano por ahora-

- Prisionero 0203 no ubicado en las instalaciones. La firma caalorica indica que el último paradero de el sujeto fue en la mazmorra. Celda 302.

El tipo que atacó en el Festival...

- Eso no tiene sentido. Significaría que...

...

En el Palacio, donde una vez hubo un lobo que aparentaba desconcierto y temor tras horas de interrogatorio, ahora sólo quedaba la nada y un montón de cenizas.

- El tipo que acaban de llevarse... -Neferu luce desconcertado también, su atención puesta en un aparato en el brazo de Bjarni. Su fachada relajada a caído y eso les sorprende a todos- ¿Murió?

...

El juego de la rueda empezaba a girar, y nadie detendría su avance constante.

Siempre girar, girar sin parar...

Chapter 15: ¿Drama?

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- Los estudios realizados a lo poco que quedó arrojan los mismos resultados. Es el mismo componente en el que se convirtieron de forma misteriosa.

- ... -Observando las evidencias es fácil afirmar que ambos sujetos; el lobo que soltó el gas lacrimógeno durante el Festival, y el humano asaltante del restaurante, tuvieron un mismo deceso luego de comportarse de manera errática y violenta que fue seguido de confusión y desorientación. Las teorías de Neferu y Bjarni son ciertas- Supongo que es demasiada casualidad para que se trate de una combustión espontánea. Digo, ¿El mismo día y da la casualidad que con los mismos patrones?


- Sin mencionar de que ambos tuvieron cierto contacto previo con usted o cualquiera de los otros testigos principales -La afirmación del chacal tiene peso puesto que ambos tuvieron contacto previo con Amicus, Tiberio, Elisa y conmigo mismo, la evaporación simultánea es lo más intrigante en todo esto, ya que además de haber borrado toda evidencia en sus cuerpos, parece más una acción para evitar descubrir algo. La pregunta sería ¿Descubrir qué?- Esto es tan molesto. Vamos a posponer nuestra partida para seguir buscando pistas sobre esto.

- ¿El hijo del faraón no debería regresar a su hogar seguro luego de algo así? -Pregunto divertido. Neferu bufa-

- Yo puedo hacer lo que quiera. Además, nos conviene... -Arqueo una ceja en una expresión de interrogante- Los Visires en Khemia tienen un mal presagio. Creen que lo mejor es que todas las piezas de ajedrez deberían estar dispuestas en este nuevo tablero.

No tengo ni idea de lo que pueda significar eso, pero tampoco me importa realmente.

- Lo que sea... -El vehículo se detiene frente al edificio al que iba. Llegó la hora- Estamos en contacto. Te avisaré si la reunión con los ancianos se reprograma de una vez para este fin de semana. El año esta por terminar y estoy seguro que no quieren perder más el tiempo para la nueva elección -Los ancianos de la Tierra se habían instalado ayer aquí en Adastra. Esta de más decir la poca amabilidad con la que me saludaron debido a todo el escándalo que ocurre en esta pequeña luna-

Quien lo diría, el chisme trasciende hasta en años luz y galaxias de distancia.

- Lo que digas, majestad. Estamos en contacto.

Y la vídeo llamada finalizó. Bien...

- Estas tomando esto con mucha calma -Sonreí ligeramente-

- Eso, Elisa, se debe a que las apariencias engañan -La de lentes me observó de forma perspicaz. Sin mentira ninguna, interiorizar todo lo que me llena de preocupación ahora es lo que logra mantenerme a la vanguardia de la situación. Tener que sobre analizar todos los eventos sin ojo crítico y con la mente serena sólo nubla el juicio- Quiero creer que todo esto es pura casualidad.


- Si creyeras eso realmente, estarías siendo un iluso -Tushe-

- Dioses... -Recosté mi cabeza contra el respaldo del asiento, un suspiro de pesar saliendo de mi boca, no siendo el primero de este día. Ya casi no comprendo nada de lo que ocurre aquí realmente. La situación delicada que podría alivianar el conflicto entre lobos y humanos esta en juego y esto perjudica las buenas posibilidades- ... Me duele el hombro...

- ¿Todavía? -Asentí, tocándome la extremidad mencionada- Eso no es normal, deberías ir a que te revisen -Bufe escéptico- Por esa actitud es que te suceden las cosas... Pero supongo que es lo menos que te podía pasar al actuar como lo hiciste aquella noche.


- "Aquella noche..." -Repito las palabras de Elisa mientras veo a través de la ventana-

Sigo sin creerme que perdí el control. O más que eso, casi mato al tipo que nos ataco.

Que vergüenza, no es digno de mi tener esa clase de actitudes, suelo ser muy lógico, calmado, simplemente pudimos llamar a la policía o huir del restaurante pero...

Entonces revivo esa escena; Amicus es golpeado, su pesado cuerpo cae contra el frio suelo con un ruido seco, casi inerte, el pelaje en su nunca se manchaba ligeramente por la sangre saliente. Parecía estar muerto, y yo...

Sólo perdí el control. Todo se puso rojo y lo siguiente que recordé es que dientes de se habían clavado en la muñeca del tipo, estuve por arrancarle la mano y toda la articulación de un solo movimiento. Todavía siento algo de esa sangre en mi boca y esófago y quiero...

- ¡...! -Me llevo las manos a la garganta cuando las arcadas aparecen. Debo resistirlo-

- Respira... -La suave voz de Elisa me calman junto con suaves movimientos de su mano en mi espalda. De a poco las náuseas cesan y puedo respirar normalmente- Todavía ¿Eh?

- ... No se que haría sin ti.


- Estarías vomitando justo ahora, seguramente -Ella me da una leve sonrisa que termina de amortiguar mis malestares- Lo que hiciste no fue tu culpa. Al menos no del todo, y lo sabes.

Si... Ese es el problema, que no lo siento así.

- Es increíble como ese lobo a influenciado positivamente en ti... -Frunzo el ceño y la miro sin comprender- Antes no te preocupabas por proteger a nadie más que a la estabilidad de este gobierno. Eras impersonal... Pero con el cerca, desde el primer momento, metiste las manos al fuego por el -Elisa señaló mi muñeca en ese momento. Yo por otro lado...-

Me cuestiono que tan de cierto es todo eso. No puede ser que una sola persona me hiciera cambiar. Además, ¿Qué le sucede de repente haciéndome pensar en esto? Lo normal sería cuidar a quién lo necesite pero...

Hay momentos en los que entró en conflicto con cientos pensamientos. Mi lugar, posición, como debo ser o actuar. ¿A quién le importa realmente eso? ¿A mi me importa siquiera?

A mi... ¿Me importa... El?

- Como sea. Ya deberíamos haber entrado -Busco huir de este tema lo mejor posible. Elisa no me la dejaría pasar en una situación común, pero ahora debe notar que no quiero esto. Abre la puerta y entonces nos abrimos pasó al exterior- Hora de trabajar.

- Fundamentar relaciones, así se le llama a esto.

Y con suerte, podría crear muchas y generar aprobación, si y sólo si esto sale bien.

Frente a ambos se levantaba el hospital general de Adastra. Instalación sapien dispuesta para toda clase de vida pensante en la galaxia.

La idea fue originalmente de mi padre para atender a humanos y utilizar recursos generales de esta Luna para crear curas contra la virología y enfermedades provenientes de la Tierra sin cura. Al llegar aquí, se dieron cuenta que los virus eran incluso peores que los de nuestro hogar y mas perjudiciales para nuestra especie. Entonces, en un movimiento en conjunto y valla que inesperado, se reformó para atender a todos los sapiens en las galaxias.

Hay cerca de 70 pisos con diferentes áreas dispuestas para cada eventualidad posible. Equipos de la última generación creada por ingenieros que combinaron tecnología Adastriana y terrícola para mayor eficacia y comodidad.

Solía ser el pent-house de un Triunvirato, que luego de la guerra y la reestructuración en la sociedad, se vio como más beneficioso crear este lugar. Tiene incluida un area de geriátrica, a donde nos dirigimos ahora.

Si, una de las pocas cosas aquí de las que no me arrepiento por mi padre.

- Vamos entonces.

...

》》》

- ¡27-B! -Exclame el siguiente número que extraje de la canasta-

- ¡Bingo! -Una ancianita grito y saltó levemente en su lugar al tener la victoria en esta mano de Bingo. Su premio, un viaje redondo por toda la Luna conociendo cualquier paisaje turístico que tenga para ofrecer. Sonreí cuando la dulce mujer comenzó a bailar de felicidad. Sus nietos estaban junto a ella celebrando igual de animados-


- Estas sonriendo como bobo otra vez~

Ruedo los ojos por el canturreo de Elisa. Pero no puede decir mucho, estamos en igualdad de condiciones.

- Crucifícame si no tengo permiso disfrutar de esto -Ella elevó sus manos en señal de redención. Lo esperaba-

Ciertamente, esto me gusta mucho, un evento de beneficencia que no solo se trate de dinero. Estar presente en este evento, con muchos residentes y personas hospitalizadas, humanos o lobos por igual, pasando el rato, gozando, demostrandome que no toda la felicidad en esta Luna está manchada por el rencor o la tristeza. Dándome algo más que ver que el triste panorama que suelo ver y que me veo obligado a vivir.

Si...

Sólo hay un problema.

- Emperador... -Una de las enfermeras llegó hasta mi. En el area de adultos mayores fue mejor realizar todo esto ya que es espacioso y cómodo, ella era la principal encargada, una loba de pelaje negro- La mayoría de internados están aquí... Salvo por la población de lobos de mayor edad. Representan un treinta por ciento del conteo y lucen renuentes.

- ¿Sabe a que se debe eso? -Quise saber preocupado-

- Dicen que estos eventos son de humanos y que no los pueden disfrutar.

Rayos, como me lo temía.

No todos disfrutarán de esto. Elisa me lo comento antes, preparábamos varias actividades que se llevan a cabo justo ahora, pero había un factor de probabilidad que indicaba este suceso. La falta de aceptación para con un evento que aceptará el complemento de ambas razas.

Al menos supongo yo que se debe a eso.

- ¿Qué ocurre? -Pregunta Elisa-

- Los lobos ancianos no disfrutan de esto. No pensé que fuera a ser tan necesario investigar sobre que gustan hacer o jugar aquí, pero...

Esto puede perjudicar los planes en gran medida...

- Si me permite... -La loba vuelve a llamar mi atención. Luce una pequeña sonrisa que me da un poco de esperanzas- No se si lo sepa, pero a los lobos nos gusta el drama en exceso...

¿Dónde habré oído eso antes?

- ¿Drama dices? ¿Cómo podemos usar eso? -Puedo ver los engranajes en la cabeza de Elisa girar. Debajo de todos esos moños que se hizo hoy-

Pero creo tener algo.

Chasqueo los dedos cuando la idea se alinea perfectamente en mi cabeza.

¿Quieren drama? Pues, lo tendrán.

- Señorita, por favor, encargué que cuando el evento acabe en unos minutos aquí, despeje todo y hagan todo lo bastante cómodo para todo el mundo. Organice a los adultos mayores aquí también y deje este espacio disponible -Indique lo último señalando el área donde e la mesa que ocupábamos con todos los premios, cajas y demás-

La loba asintió y luego se retiró para organizar todo lo que le pedí. Me gire, y Elisa me observaba con interrogante.

- ¿Qué planetas hacer, malvado ser? -Bufo por su apodo-

- ¿Qué es la mejor fuente de drama en el mundo? -Ella parece estar en blanco- Una obra de teatro al buen estilo de Adastra.

Si boca callo abierta luciendo sorprendida, era chistosa, pero no tenía el tiempo para detenerme a reír.

- Esta historia es muy sencilla y requiere sólo dos personas y alguien que la narre, además, todos la conocen aquí. Al menos los lobos.

Camino hacia el pasillo contiguo a la derecha. Debo pedir unas cosas a los guardias que nos acompañaron y esperan allí.

Indicó que necesitó tales cosas y entonces vuelvo a ver a Elisa con una pequeña crisis en su rostro.

- ¡¿Pero de qué va todo esto?! ¡¿De dónde piensas sacar a dos actores en tan poco tiempo?!

...

Mierda. No había pensado en ello.

- Ay carajo... -Ella estaba lista para saltar por una ventana. Al igual que yo-

...

A menos que...

Dios. Esto no me va a gustar.

Comienzo a buscar vídeos en la web. Debe haber algo similar. Al mismo tiempo enciendo mi comunicador para hacer una llamada.

Creo que las náuseas volverán en cualquier momento.

- ¿Marcos? Que sorpresa. Dime, ¿Que necesitas?

- ¿Sinceramente? ... A ti, Amicus...

Ojalá y todo salga bien...

Chapter 16: Destino o Casualidad

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La musica de inicio nada que ver. Solo me gusta y tiene semi relevancia en la historia :v

https://youtu.be/Zc13NAc7dvM?si=4Ic6qs_Fdlc7r8vY


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Fregar los trastes es una tarea entretenida cuando posees dos cosas.

La primera, es la buena compañía de alguien con la cual hacer de la tarea más llevadera y rápida. Porque ¿De que otra forma terminaría de limpiar tres pilas de platos sucios? No acabaría nunca.

Los hermanos de Marcos tienen la mala costumbre de acumularlos en sus habitaciones propias y cuando se efectúa la limpieza, terminarás encontrándote todos esos platos de todo el día.

Es desagradable como viven algunos.

En fin. La segunda cosa, es una buena canción que acompañe todo de forma sabrosona.

Menear la cola (Literal y figurativamente) es algo que me gusta mucho últimamente. Sobre todo por cierto lobito de ojos amarillos.

Sonrió al mismo tiempo que enjuago un plato de color verde en porcelana. La noche anterior organizamos una comida en casa a la que Tiberio fue…

Ah, Neferu y Bjarni también.

Luego de saciar el apetito, bailamos varias clases de música humana. Debo confesar que comienzo a desarrollar una inclinación hacia el género de la salsa. Bailarlo me es un poco difícil, pero Tiberio me tiene paciencia y es un gran maestro.

Tiberio…

—Vomita aquí -Una de mis compañeras en la  servidumbre me coloca un caldero frente al rostro. Es una humana, y sus dulces ojos marrones son enormes. Cualquier que la ve, cree que tiene como quince años o algo así cuando en realidad me lleva diez años de diferencia. Como sea, yo arqueo una por esta repentina acción-

—No comprendo…

—Es que tienes esa cara que dice que empezará a escupir corazones hasta por las orejas -Suelto una corta risa, negando con la cabeza a la vez-

—No se de que me estas hablando…

—¡Ay por favor! Eres muy obvio Amicus. Anda, dime quien es la afortunada -Sus ojos brillando con expectación por la respuesta-

—No existe tal afortunada… -Técnicamente es verdad. Porque para empezar, no me atraen las mujeres-

Anteriormente, habría sido un tema del cual tendría repudio y haría lo que estuviese en mi poder para negarlo. Incluso fingir hasta en el matrimonio con tal de que no se enterara nadie. Ser infeliz y todo eso, al menos de lo que temía planeado ya hace tiempo cuando mi mente era poco madura para buscar una mejor alternativa.

Ahora es otro caso. La sociedad ah dado vueltas últimamente respecto a este tema ya que en un inicio, a las personas gay se nos consideraba una aberración que debía eliminarse, aún cuando los romanos originales se emparejaban con sus compañeros de guerra. Pero esto era en tiempos antes del levantamiento real por los Padres.

En la actualidad es algo que todavía molesta a algunos pero ya ni tanto al caso. Incluso los humanos parecen tener una sociedad incluyente que respeta los gusto de otros…

Pienso en Marcos instantáneamente. Me causa curiosidad saber si es así como yo o… “Normal”.

Nunca lo e visto acompañado o emparejado de alguna persona. Tampoco parece prestarle atención a tal tema. Tan inaccesible como siempre, seguro es una pareja terrible…

¿Y que tal si a el le gustan los hombres como a mi? Eso podría acercarnos de algún modo, ósea, refiriéndome a que quizá no somos tan diferentes como creo. A veces me pregunto cosas sobre el y me doy cuenta lo poco que los conozco y luego es tan esos pensamientos que me hacen querer averiguar más de lo que guarda…

Pero ¿El por qué querría saber más sobre mi? Es obvio que estamos en busca de lo mismo, una mejor sociedad, sea en el mando que este. Eso ya es bastante…

Y aun con eso, quiero conocerlo, quiero saber más sobre su familia, su planeta y…

Yo quiero a…

—El emperador Marcos -Respingo en mi sitio. Todo mi pelaje se eriza cuando, pensando en que pude haber dicho algo en voz alta y no me percaté- Te está llamando.

Mi compañera señala mi dispositivo de comunicación en el borde de la ventana delante de nosotros, y en efecto, Marcos me estaba llamando.

Es un alivio, casi creí que era descubierto…

¿Pero descubrir que? No es como que tenga algo que ocultar, ¡Por supuesto que no! Eso sería ridículo…

Tomo el aparato, algo tembloroso contestó.

—¿Marcos? Que sorpresa. Dime, ¿Qué necesitas? -Es raro que me llamará. No e hablado con el en estos días. Según entendí, estaba ocupado con cosas de Emperador-

—¿Sinceramente? … -Espero a que hable, su pausa me pone nervioso- A ti, Amicus…

Abro los ojos sorprendido, me lleno de preocupación a la vez así como de una sensación de anticipación desconocida.

“¿Qué estara pasando?”

Sea lo que sea, estoy seguro de una cosa.

Estaré para el si lo necesita.

》》》

—¿Necesitas que yo, que…? -Hago una mueca más que extrañado. El humano de oscuros cabellos me ve con una inusual suplicación-

—Por favor Amicus. No se a quien mas pedirle que haga esto y no confío en los extraños. Ya tenemos casi todo planeado y sólo me hace falta que intérpretes el papel.

—Pero… -Suspiro algo frustrado- Lo que me pides es demasiado complicado. No eh practicado nada…

—Creí que todos aquí conocían esa danza.

—Si, pero no significa que sea igual de fácil hacerla que recordarla -Me cruzo de brazos. Es imposible hacer esto así de la nada-

Los lobos somos demasiado exigentes con las tradiciones. La danza de Druso y Meera es mas que eso. Es la representación de como se creo Adastra, nuestro hogar, el sacrificio de dos personas por toda una raza de sapiens. Si resulta mal, se podria considerar hasta un insulto para los lobos y el daño será irreversible para con la reputación de Marcos y demás.

No puedo participar en esto, no…

—Por favor… -Marcos me sujeta de la mano cuando estoy casi seguro de mi decisión. Hay tanto anhelo en esos ojos que se me complica no mirarlo. Me doy cuenta incluso de una mancha dentro de la pupila del humano. Parece una estrella- Tengo fe en que podemos hacer esto. Sólo inténtalo…

Quiero ayudarlo, pero no me dio del resultado en todo esto de la obra. Además…

Interpretar a Druso me recordaría lo que estar cerca del Imperio. Estaría genial pero…

—Marcos, la banda está entreteniendo a todos. Dicen que como mínimo tenemos media hora –Elisa entra a la habitación y nos encuentra todavía indecisos. Su mirada va de uno al otro- Creo que llegue en mal momento…

Retrocede a sus pasos en reversa y vuelve a irse así como llegó.

—… -Observó la mano de Marcos. Es realmente pequeña a comparación con la mía. Es delicada, pequeñas venas dibujan sobre ella y su piel canela, sigo unos lunares hasta la venda en su muñeca y la observó distraídamente- ¿Sanaste tú herida?

—¿Eh? -Observa su muñeca también. Noto en su expresión como se pone un poco nervioso. Por alguna razón, últimamente me es más fácil leerlo- Si, estoy súper. Ese látigo no era nada…

… ¿Súper? ¿Cuando empezó a usar esa expresión?

—Okey, escucha, Amicus… -El sujeta con su otra mano la muñeca vendada y me observa. Una repentina tristeza inunda sus ojos- Se que no me merezco pedirte un favor. Mucho menos por como te había tratado desde que nos conocimos…

—Técnicamente, ni me tratabas -El hace una mueca chistosa-

—El punto, es que no me siento en derecho  de pedirte o exigirte algo, como pedirte ayuda cuando no me la merezco… -Lo veo cerrar los y tragar pesado, como si le tomase demasiado decir lo que sea o esta por soltar algo muy sincero- Y aun así no puedo dejar de pedírtelo, porque no puedo imaginar que alguien más haga esto conmigo…

—Marcos…

Voy a permitirme pensar como un iluso, sólo por esta vez.

En pocas palabras dijo que confía plenamente en mi…

Siento como mi corazón da una pirueta por cualquier razón en ese momento. Me tocó el pecho, preocupado de que sea algún para cardíaco generado por la sorpresa de está confesión.

Cuál sea el caso, ahora…

—Maldición, chico… -Bufó por lo bajo, mirando a este humano que solo sabe darme dolores de cabeza y hacer que mi mundo se desordene por completo… Estoy mal si eso realmente me parece interesante de el. Le doy una sonrisa a Marcos, ahora mas que imposible que me pueda negar- Esta bien. Te ayudare, pero te aseguro que sólo veo desastre en esto.

De pronto, algo cambia en el. Sus ojos se iluminan como grandes faroles expresando gratitud, una enorme sonrisa se subí a en su rostro y soy testigo de como este chico usualmente frío me abraza.

Me quedo sin aliento, más por lo inesperado que por su fuerza considerable. Pero es… Cálido.

—¡Te lo agradezco mucho! ¡No te vas a arrepentir! … Eh -De pronto es consiente de sus acciones y luego se separa de mi. Carraspea un poco para aliviar lo incómodo de la situación y entonces sonríe de nuevo, sólo que un poco mas pequeño esta vez- ¡Ejemp! Entonces… Vamos a mostrarte todo y a prepararnos.

—Okey, pero sólo una cosa -El me observa. Yo sonrío malicioso, más que dispuesto de aprovechar la situación- Esto no es gratis. Y antes de que digas algo, no quiero más dinero. Lo normal está bien. Pero quiero un favor -El asiente para que continúe- Aún no se en que usarlo, pero te aseguro que cuando lo sepa, cobraré… -Doy pasos hacia el que lo obligan a retroceder hasta chocar su espalda contra la pared. De pronto me siento audaz y mi brazo se apoya en su misma pared por encima de su cabeza. Acerco mi rostro y lo veo de cerca con la misma sonrisa maliciosa- Con intereses, por supuesto.

En mi arrebato, aprovechó y toco su nariz con la punta del dedo, luego estoy saliendo de la habitación.

Puedo sentirme algo acalorado. Sin prestar mucho atención, camino hacia donde dijo Marcos que estaría todo, el me alcanza un minuto después y entonces nos ponemos manos a la obra.

~◇~

—Hoy si que fue un día productivo -Me siento contento de haber podido ayudar mucho aquí. Usualmente, sólo estoy ayudando a los ancianitos, pero hoy en particular fui enviado a tratar con el área de pediatría, en el zona de guardería- Edepol, pero que ternura de niños.

Sólo de recordar a todas esas ternuras me dan ganas de chillar.  No es por nada, pero siempre e sido amante de los niños. Los lobos, cuando somos unos críos pequeños, resultamos ser una bomba de ternura.

¡Pero Dios! Nada como los niños humanos. La carencia de pelaje, esos ojitos pizpiretos, las mejillas rosaditas… Dan ganas de hasta adoptar.

—Uh, cálmate Tiberio, fuera impulso de idiotez -No estoy listo para tal compromiso, y para como esta la situación, creo que haría mas mal a esa pobre criatura que un bien-

Bueno. Despejando mi mente de cualquier pensamiento similar, decido tomar un atajo por el área del geriátrico en este hospital, así aprovecho y averiguo que evento realizan. Oí por la mañana que realizaban un acto de beneficencia y juegos recreativos. Debe ser entretenido.

Bajo las escaleras y dobló a la izquierda. Las puertas dobles de cristal esperan a por mi y cuando paso a través de ellas me sorprende el tumulto de gente acomodándose en toda la gran habitación.

—Me pregunto que van a hacer ahora…

Utilizo mis orejas para inmiscuirme un poco en las conversaciones, rápidamente captó a alguien diciendo una cosa sobre una obra y capta mi atención.

Camino hacia donde está el área despejada, el gran espacio alberga lo suficiente para que emule un mini escenario, eso en el caso de que sea una obra de teatro real.

A los lobos nos gusta el buen drama. Es casi una segunda naturaleza.

Escucho un par de voces en la puerta a mi lado, deduzco que aquí debe de prepararse el elenco y demás. Me asomo y me quedo sin habla por lo que veo.

—Entonces, su cuerpo cae, muerto e inerte entre tus brazos, Druso. Tu amada se ah ido por cuenta propia y tu te lamentas por su sacrificio… -Alguien relata esto, lo que creo es la historia de Druso y Meera. Al mismo tiempo, presencio como Amicus sostiene el brazo de un Marcos, maquillado con delicadas rayas que lo hacen lucir elegante. Lleva puesto unos pantalones largos y anchos que casi parecen ser un vestido, el cual cae de forma dramática en su final metafórico-

Cualquier que lo vea, cree que es un actor profesional.

La Historia de Druso y Meera… Dios. Me trae tantos recuerdos. Esta historia es hermosamente trágica. Lloro siempre que la leo o revivo en vídeos de obras. ¿Y la van a interpretar esos dos? Esto no puede ser mejor.

Siento mi cola agitarse con expectación, contempló a su vez como la práctica se repite, el cuento empieza de cero mientras que el tiempo corre.

Se ven tan bien complementados, se sincronizan a la perfección, y la mirada que ambos se dan es…

Maldición. Es capaz de quitarte el aliento.

Posee un anhelo tan natural e incomparable, pero a la vez puedes sentir lo poco conscientes que son de ello.

Es tan… Real…

¿Real? Ósea, ¿Existe alguna posibilidad de que entre Marcos y Amicus…?

Niego con la cabeza. Es imposible. Esos dos se toleran apenas. Digo, me alegra que mejoren su relación, es lo más que puedo desear para la historia trágica que los envuelve… Y aun con eso, me duele pensar que Amicus esté interesado por el en ese sentido…

—“No hace falta que decidas” Dijo Meera. Entonces, ella decidió por Druso, los lobos y toda galaxia… -Aquí viene de nuevo la parte en la que Marcos desfallece. El luce trágico y devastado, hay una sonrisa en el que dice un “Adiós” pero cuando cae en el agarre…-

—¡GAAAHHH! -Algo sale mal, un sonido seco y morboso silencia todo ruido en la habitación, y luego Marcos se retuerce enel suelo sujetando su brazo-

—¡Marcos! -Amicus lo toma de inmediato, le observa y descubre una fractura en su brazo por lo que puedo oír. No puede ser, Marcos…- ¿Cómo paso esto?

—Le dije que debía revisarse el hombro. Ese golpe que le dieron mal sano y ahora con el esfuerzo debió salirse de su lugar o se fracturó. Una de una -Elisa está cerca de ellos, observando con ojos analíticos-

Pronto llega un doctor para analizar al joven emperador. El hombre dice que no puede participar así en la obra. Debe guardar reposo.

—¡No puedo hacer eso! Llegamos muy lejos. No puedo fallarles a todos esos lobos -Marcos protesta con todo lo que tiene; su compromiso me sorprende y crea una sonrisa en mi rostro. Es admirable que halla un humano así de comprometido con su deber, y que a pesar de las diferencias sociales o de especies, esté dispuesto a darlo todo incluso a coste de su salud-

...

Pero eso no bastará…

~♧~

—Ya lo oíste. No vas a hacer nada. Se cancela el show -Sentencia Elisa-

No puede  ser que esto este sucediendo. Todo por mi terquedad. Y no pudo sucederme en otro momento. Ya teníamos todo planeado y las prácticas iban a dar buenos frutos, podía sentirlo.

—¿No existe alguna alternativa? -Amicus luce esperanzado a pesar de todo. Es un poco bochornoso estar entre sus brazos de esta manera. Pero me convenzo de que es puro compañerismo y preocupación-

—¡Por supuesto que la hay! Conseguir a un reemplazo que pueda memorizar la práctica de los últimos veinticinco minutos. La cosa es, ¿Dónde hallaremos a tal persona?

—Yo lo haré -Todos miran hacia las puertas más cercanas, en ellas esta Tiberio. Su mano sujetando fuertemente su camisa con un gesto de determinación en su rostro. También percibo en el una sorpresa momentánea, pero supongo que se debe al calor del instante-

—¿Tibs, que haces aquí? -Amicus parece estar igual de sorprendido que todos. El pequeño lobo sonríe con nerviosismo-

—Suelo ser voluntario aquí al menos una vez por mes. Vine a ver que era este evento y pues… Acabe viendo su práctica de los últimos 15 minutos, al menos -Se encoge de hombros luciendo algo apenado-

—¿Dices que puedes recordar toda la coreografía? -Elisa luce tan esperanzada como todos-

El lobo marrón asiente rápidamente.

—En realidad, me gusta tanto la historia que siempre que se me presenta la oportunidad, veo antiguas interpretaciones de esta obra. Me gusta mucho -Entrelaza sus dedos algo nervioso. Puede que no esté muy seguro de en lo que se está previendo participar- Quiero ayudarlos… Si me dejan, claro.

Me parece mas que bien el que se ofrezca. Nos vendría muy bien ahora que perdí mi oportunidad. Pero para eso, necesitamos estar seguros de todo.

—Tiberio. Acercarte, por favor -Yo me siento en mi lugar para ponerme un poco mas cómodo, a pesar de lo bien relajado que estaba en los brazos del lobo grande… ¿Pero en qué estoy pensando?-

Veo al pequeño lobo de ojos amarillos acercarse lentamente. Se que esta esforzándose por ser útil dado mi estado. No sólo por mi, quizá más que todo por Amicus.

Tengo esa sensación en la boca del estómago.

Tiberio se sienta frente a mi y yo le pregunto, sin apartar mis ojos de los suyos en ningún momento.

—¿Estas seguro de hacer esto? Recuerda que nadie aquí te juzgara si das un paso atrás.

Quiero cuidarlo de lo que pueda pasar si falla o entra en pánico. No cualquiera resiste la presión de las masas observándote. Yo apenas y lo hago.

Observo a Tiberio morderse el labio inferior, sopesando las posibles consecuencias de involucrarse en este drama pseudo politico.

No le toma mucho tiempo decidir.

—Lo hare.

Y con esa respuesta, todos se ponen en marcha para prepararlo. La ropa que usaba se la colocaron a él, al igual que  las rayas, ahora un tanto más oscuras que las tonalidades de su pelaje; son pintadas en el mismo patrón que las mías para simular la apariencia de Meera.

—Agradezco que te tomaras las molestias de preguntarle directamente -Amicus me pone una de sus manos en mi hombro sano. El otro ahora es sujetado por una tela mientras que termina todo esto. Serán ilusos si creen que me iré sin ver el desenlace-

Sonrió ligeramente.

—Bueno, pensé que como era el, necesitaría asegurarse a si mismo lo que quería. Sólo hice la pregunta correcta.  Ahora todo depende de el… -Veo a Amicus de reojo. Esta sonriendo en dirección a Tiberio. Una pequeña molestia invade mi pecho, pero la ignoro para decir lo siguiente- Y depende de ti también. Así que, cuídalo, lobo lavanda, y demuéstranos lo que puedes hacer.

El gruñe un poco.

—¿Qué es ese apodo tan feo?

—Por favor. Te queda como anillo al dedo. Siempre hueles a eso -Rasco mi cabeza de forma distraída, notando que aún llevo mi corona de hojas doradas. Se me ocurre algo, por eso la retiro y se la ofrezco al lobo a mi costado- Cuando llegues a la última escena, póntela. Eso dará mas drama del que podrían pedir.

Amicus la sujeta algo inseguro, la contempla de forma silenciosa. Sólo puedo imaginar que está pensando en lo que sería si fuese suya esa corona.

Ah, la vida es una perra. Ojalá todo no fuese así de complicado.

El destino te juega unas bromas a veces y la casualidad aporta a ese malvado plan…

Dios, acabo de sonar como un erudito.

—Todo está listo para comenzar -Indicó la enfermera asomándose por la puerta. Todos comienzan a alborotarse, a pesar de que solo son dos los que participarán. Los ánimos llenan el ambiente con una electricidad degustable y yo sólo puedo hacer algo ahora-

—Okey todos, escuchen… -Los presentes guardan silencio- Agradezco de corazón que hiciesen todo esto en tan poco tiempo. También agradezco a los dos protagonistas y sólo me queda desearles lo mejor allí fuera -Todos, hasta el personal médico presente, aplauden y vitorean a Tiberio y Amicus- ¡Como sea, ahora salgan, demuestren lo que valen y denle a todos esos lobos una buena dosis de drama lobuno patentado por humanos!

Hay risas y luego, todos se alistan con el “escenario” para comenzar de una buena vez.

—¿Estas bien con esto? -Se de lo que habla Elisa. Y sinceramente…-

—Estaba realmente emocionado por participar… Pero creo que esto es lo mejor -Mis ojos están puestos en la pareja de lobos que comenzara el show. Mi mejor amiga no dice nada más, sólo me atrae a un medio abrazo-

Ella sugiere ubicarnos en la primer fila para observar todo el espectáculo. Y yo…

Ahora sólo me queda observar en silencio.

》》》

https://youtu.be/D9W4DLjmoOM?si=KgftxWPmfvRckriX

 

Las luces fueron disminuyendo su intensidad, dejando todo bajo una oscuridad que tenía iluminación tenue, al tiempo que todo era penumbra se reducían las pláticas y la expectación surgió.

Llegó la hora.

Los paneles largos en el techo comenzaron a cambiar su tonalidad, luces de colores morados, azules y celestes brillaban levemente, mientras un tono de música suave similar al violín se manifestaba.

El aire de misterio se rompe cuando una voz femenina inunda la estancia.

—¿Quiénes somos realmente dentro de este sistema? Buscamos un futuro naciente y glorioso, mientras renegamos el presente ambiguo. Pero ¿Qué es todo esto sin el pasado que nos trajo hasta aquí? -El libreto fue modificado para darle más profundidad a la historia. Aunque de por si, ya era muy profunda- Déjenme contarles la historia de dos almas trágicas, dispuestos a sacrificarlo todo por su futuro…

Ahora entra de fondo una suave música. Espero sea apropiada.

“(Ella iba caminando sola por la calle
Pensando: ¡Dios, qué complicado es esto del amor!
Se preguntó a sí misma cuál habrá sido el detalle
Que seguro cupido malinterpretó)”

Hace diez mil años, éramos conocidos como “Los indeseados” nuestra civilización era pequeña, marchita cual flor de primavera azotada por la sequía. La deshonra de los Padres; la vergüenza de los Hermanos…

>>> Nadie en las galaxias nos apreciaba. Y eso nos dejó a la deriva del frío cosmos.

En ese momento, Amicus se irgue como Druso, un emperador solemne que buscaba la paz y prosperidad para su pueblo. Levantándose desde las sombras de su trono improvisado. Sus ropajes azules y vestimenta romana antigua resaltan sus rasgos y sus ojos.

Observa al “Horizonte” que somos nosotros con la barbilla en alto.

“(Él daba como cada noche vueltas en la cama
Sonó de pronto una canción romántica en la radio
Quizá fue Michael Bolton quien metió el dedo en la llaga
Y como le faltaba el sueño, fue a buscarlo)”

—Druso en ese momento, lleno de convicción, hizo una propuesta…

—“Reconectemos con nuestros Padres. Volvamos a nuestro origen, siendo lo que debimos ser” -Amicus suena tan serio e imponente que hasta se me ponen los pelos de punta-

Resultó más fácil decir esto que hacerlo. La fuerza de la arrogancia nos cegaba e impedía nuestro avance, fuimos perjudicados por lo que más no jactamos. Los Hermanos no querían saber de nosotros, y nada parecía a nuestro alcance…

Amicus avanza en ese momento, a paso firme. Entonces se detiene en el centro de la habilitación. Su mirada perspicaz en la nada.

“(Los dos estaban caminando en el mismo sentido
Y no hablo de la dirección errante de sus pasos.)”

Justo en ese instante, surge Tiberio, como Meera del suelo. Todos suspiran al ver a este joven y adorable lobo. Caen en su encanto trágico. Su mirada natural da entonces con la de Amicus.

“(Él la miró, ella contestó con un suspiro
Y el Universo conspiró para abrazarlos)”

—El mundo gris se torno de color cuando ella apareció. Meera, una Hermana Hindú, de la cual Druso no pudo apartar su mirada…

Ambos caminan lentamente hacia el otro, entonces sus patas planas se encuentran a mitad de camino y luego se entrelazan sus dedos. Se pueden oír varios “Aww” de fondo.

Entonces comienzan a bailar, girando y encontrándose con el otro, sonriéndose mutuamente, disfrutando de todo como si fuera tan real y perfecto, de forma lenta y armónica con la música.

Como si hubiesen encontrado a su… Alma gemela.

“(Dos extraños bailando bajo la Luna
Se convierten en amantes al compás
De esta extraña melodía
Que algunos llaman destino
Y otros prefieren llamar casualidad)”

Se detienen un segundo…

—Inevitablemente, la historia llena de dolor y angustia los unió en algo mas profundo. Se enamoraron.

Amicus toma a Tiberio y lo abraza, diciendo un “Te encontré”.

“(Y él le preguntó al oído: Mi amor, ¿dónde estabas
Durante todo el tiempo que yo tanto te busqué?
Ella le contestó: Lo siento, es que estuve ocupada
Aunque, para serte sincera, ahora no entiendo en qué)”

—Mmm… -Siento una incomodidad en el pecho mientras esto sucede-

—El imperio creció como si fuera por magia, “Oh, milagro divino” exclamaban por ambos nombres. Almas gemelas que danzaban a un mismo son, eran perfectos entre si, bajo el cielo estrellado el silencio del cosmos era su música ...

“(La noche se hizo día, pero no se fue la Luna
Se quedó a verlos, apoyada en el hombro del Sol
Alúmbrales con fuerza, brilla todo el día (todo el día)
Y cuando llegue la noche, yo sellaré su pasión)”

Amicus sujeta entonces  a Tiberio, levantándolo sobre su cabeza y haciéndolo descender lentamente hasta sus brazos,  luego extendiéndose al punto de separarse…

La música se alza entonces. Al igual que mis sentimientos. Mi corazón late a prisa por lo que veo.

“(Dos extraños bailando bajo la Luna
Se convierten en amantes al compás
De esta extraña melodía
Que algunos llaman destino
Y otros prefieren llamar casualidad)”

—“Meera, ¿Qué sucede?” -Amicus le pregunta a Tiberio cuando llega la parte más triste de está historia-

Como un espiral malévolo, todo gira sin freno, pues Meera se a enfermado…

Incluso la voz de la chica que narra se rompe un poco ante la historia.

Tiberio comienza a enfermarse; el dorso de la mano sobre su frente y entonces decae. Su cuerpo está casi inerte sólo sujetado por las manos de Amicus en su cintura…

—“Por favor, no me dejes…” -Ruega Amicus. Su rostro se llena de dolor y tristeza, una que se proyecta en mi. Veo unas lágrimas salir de sus ojos, Tiberio mientras tanto sonríe levemente y lleva su pata a la mejilla del lobo que lo sujeta-

“(Y bailan
Sin que les importe nada que suceda alrededor
Y bailan
Y la gente que les miran va creyendo en el amor)”

De forma trágica, una nueva elección se presenta. Los padres dicen: “Salvar a Meera, o a tu gente” Druso sabe cuál es su decisión… Pero su amada se la arrebata, y decide por todos.

—“No me iré.  Permaneceré siempre que me recuerdes. Entonces, permanecere aquí -Tiberio toca el pecho de Amicus, también llorando junto a su pareja, ahora mismo, siento que yo también llorare-

—Meera sabía lo que elegiría Druso, así que, dio su vida a cambio de la paz y prosperidad que tanto anhelo el emperador lobo. Pero ¿A que costo? Pues su vela fue apagada…

En ese momento, algo ocurre, algo inesperado fuera del libreto.

Amicus y Tiberio se observaban con intensidad. El dolor los empeñaba y el anhelo también.

“Un último adiós” se escuchó murmurar. Y luego Tiberio estaba siendo besado por Amicus.

“(Dos extraños bailando bajo la Luna
Se convierten en amantes al compás...)"

Amantes trágicos unidos por la eternidad y el olvido. Dolidos en la nada y el todo absoluto, sin elección u opinión. En eso se convirtieron.

Meera se desvanece y cae en el sueño profundo, estoy  seguro que todos lloramos ahora. No siento mi corazón bombear. Se a detenido pienso yo.

“(De esa extraña melodía
Que algunos llaman destino
Y otros prefieren llamar casualidad)”

Amicus se levanta en ese momento, saca la corona que antes le preste. Se la coloca y se en ese momento, que solamente a él le podría quedar bien.

—“Ahora, somos Adastra. Que los recuerdos de nuestro pasado, nos impulsen a un mejor futuro. ¡Hasta las estrellas!”

“(Y otros prefieren llamar casualidad)”

Todo queda en silencio. Nada hace ruido, ni las respiraciones parecen estar. Para mi… Todos es tan muertos.

De pronto, uno de los lobos ancianos se levanta y grita en orgullo. El resto del público lo secunda luego y todos son ovaciones para nuestros protagonistas.

Estoy tan feliz, lo hicieron increíble y se merecen esto…

Veo a Amicus saludar y sonreír. Abraza a Tiberio fuertemente y… Algo en mi se retuerce. Me duele.

Esta nueva sensación me abruma y…

Huyó de allí.

Camino fuera de la estancia, lejos del bullicio, lejos de lo que me hace esto, sea lo  que sea. Me escondo debajo de unas escaleras luego de haber caminado bastante y me quedo pensando “¿Qué te sucedió?” Pues, eso quisiera saber yo.

Estoy feliz por ellos. Hubo algo fuera de planes, pero fue fantástico y…

Cuando esa imagen del beso regresa a mi, fuerzo a cerrar los ojos. La quiero olvidar. No quiero tenerla. ¿Por que duele tanto?

¿Por qué me siento así?

Simplemente por que…

—¡No me lo puedo creer! -Pasos presurosos se acercan y yo me escondo más. Detectó un olor a lavanda y… Se quienes son- Este… Disculpa por eso ultimo.

—En realidad… Quería hablar sobre eso… - Amicus suena dudoso- Tiberio ¿Tu… Gustas de mi?

Hay un minuto de silencio en el que quiero oír una negación a pesar de no saber el por qué. Pero es todo lo contrario.

—Si… Lo hago desde que te conocí.

Quiero correr lejos de aquí, pero no puedo. Esto me duele cada vez más.

—Escucha, no estoy muy claro ahora conmigo mismo. Hay mucho que pensar y todo eso… -Tiberio hace ruidos afirmativos- Pero aún así, me gustó… -Me tapó la boca con las manos mientras las lagrimas surgen una vez más- Quisiera tomarme el tiempo contigo.

—¿Cómo una cita? -El pequeño y adorable lobo debe verse tan emocionado como suena. Amicus afirma- ¡Me encantaría!

Se que ahora se abrazan sin necesidad de verlos, y quizá sólo por eso me siento un poco más mal.

Escucho como se van, y entonces sigo con mis lamentos repentinos.

El dolor de mi brazo no tiene importancia ni comparación con este agujero que come mi pecho. Este vacío me hace sentir más terrible de lo que ya era antes.

Soy tan horrible.

Tiempo después, llega Elisa a mi. Me abraza y consuela en silencio. Yo lo agradezco.

—Cometi un error con todo… -Esa confesión sale de mi boca y ni siquiera se por que la uso- ¿Qué me sucede, Elisa? ¿Por qué yo...?

—Ssshhh… -Ella acaricia mi cabello de forma reconfortante y por mi parte sigo lamentándome entre hipidos-

Más tarde me e tranquilizado…

Pero la tormenta en mi interior persiste todo el tiempo…

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DIOSES

Ame escribir este capítulo .

(Ya puedo imaginar lo que pensarán 😅)

Quiero darle las gracias a aquellos que han permanecido conmigo desde el principio. También a los nuevos que vendrán o ya estan y los que son fantasmitas pero aún así les interesa. Ustedes son mi fuente para poder hacer esto.

Le dedico este hermosamente trágico capítulo a ustedes 😉

Chapter 17: Los Dias Buenos Pueden ser Malos

Chapter Text

¡El Arco de las Revelaciones al Nuevo Mundo terminó ! Es tiempo de que esta historia comience su siguiente etapa.

El Arco de los Desvanecidos .

😈😈😈

Prepárense , que esto comienza ahora.

(Gracias por leer como siempre. Abrazos y besos)

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...

En algún lugar, donde el espacio no existe bajo su peso y la realidad se dobla a voluntad...

El frío silencio infinito se expande en el horizonte, luego se contrae a la vista ciega. Donde una vez empezó algo, ahora sólo queda una nada perseverante.

Viendo hacia la lumbre que se deforma sobre el suelo, vislumbra el tiempo tejiéndose a paso lento pero seguro, sin adelantos, sólo un presente sin segundas oportunidades.

Aquí, sólo en esta forma, hay un chance para que todo suceda de la mejor manera. Pero aun con eso, esta fuera del alcance.

Su mano se cierra en un puño que extingue la flama. Ah llegado el tiempo de actuar como se debe.

- Me has arrebatado toda oportunidad de acción en los últimos siglos; pues ahora, llegó mi turno para hacerte pagar con la misma moneda...

El tiempo detenido comienza su marcha otra vez, la cuenta regresiva a dado marca de cuando será el fin. Nadie es consciente de eso, nadie es capaz de saberlo...

Mientras desvanece, sus esperanzas regresan...

Que así sea, pues su turno de jugar por fin a regresado.

...

~♤~

- Okey. Tengo la cocina, sala, habitaciones y el baño. ¿Qué me estara faltando? -Me detengo junto a la puerta admirando mi trabajo. En solo dos hora pude limpiar todo en la casa a una velocidad vertiginosa y todavía siento que me quedan energías para hacer algo mas-

Pero claro, quizá eso se debe a mi emoción bullente de los últimos días.

- Hijo, voy camino al hospital. Recuerda desayunar antes de irte. No me gusta que te saltes las comidas -Sonrió ante la cariñosa reprimenda de mamá. Siempre preocupándose por los demás. Su estado de salud ah mejorado en los últimos días, eso gracias al cambio de su medicina de recien-

- Claro ma'. Cuídate y pórtate bien -Bromeo-

- No prometo nada~ -Ella se va canturreando mientras yo me rio, una ligera ráfaga de frio de filtra por la puerta antes de cerrarla. El clima invernal por fin exploto allá fuera. En cuanto a mamá, bueno, podrá estar todo lo enferma o débil que quiera, pero nadie le quita su flama interna. Lo que significa que me amenazara con la chancla si insisto demasiado en acompañarla-

Claro, no está de más asegurarme de que tome un vehículo en lugar de caminar, lo cual hace y agradezco a los Padres por ello.

Muy bien. Con todo dentro de la casa listo y limpio, trato de ordenar una lista mental de que pudo faltarme mientras recojo todos los utensilios de limpieza. Llegó a la cocina, guardo las cosas en las gavetas inferiores y me recuesto un momento contra el mesón. Pensando.

Solo pienso, no se ni siquiera en que lo hago. Últimamente me veo sobre analizando cosas sin importancia o preocupado por una situación que desconozco o no a sucedido.

Es como el típico mal presentimiento que explota en el último momento. Pero como no tengo idea de que tan cierto es, lo ignoro con un encogimiento de hombros.

Veo el reloj sobre el marco de la puerta, todavía falta una hora para que el llegue por mi. Suspiro con una sonrisa porque de alguna forma siento como si fuese una colegiala tonta como de esas películas humanas.

De nuevo, el tiempo a pasado volando y los días con el, ya estamos a sólo tres días de Saturnalia, anoche prácticamente dormimos sobre las bolsas de adornos navideños que mama tanto se empeñó a comprar, porque según ella "Adoptar costumbres familiares como la de los humanos que vuelven de su hogar un regalo bien envuelto, nunca está de más".

Pues debo admitir que es un lindo gesto para nuestra humilde morada.

Hay material de cedros colgadas de aquí a allá. Moños lindos y brillantes, cinta colorida y unas "Piruletas" de adorno.

Casi me trague una pensando que era dulce real.

Hay varias cosas más pero justo ahora no puedo detallarlas con total lucidez.

¡PIP!

Un sonido proveniente de mi intercomunicador de oído llama mi atención. Me deslizó hasta el pequeño aparato que descansa sobre su funda correspondiente y luego lo pongo en mi oreja de forma torpe. Por poco se me cae gracias a la anticipación, pero consigo mi cometido mas pronto que tarde.

- Usted tiene un nuevo mensaje: "¡Hola, Ami! Espero que tengas un hermoso amanecer, así de hermoso como tu..." - Siento mi rostro llenarse de calor por esas palabras, cubro mi boca en un gesto de pena combinado con una risa. Tiberio se a comportado así de meloso desde el otro día. Claro, desde lejitos ya que quedamos en que lo lento era lo mas viable para ambos- "Y... Aquí viene la parte mala. No podré pasar por ti ahora para nuestra cita. Sucedió algo en la tienda y debo ir a atenderlo. ¿Qué dices sobre vernos luego de tu turno? Espero tu respuesta. ¡Bye!

Valla. Bueno, es lamentable este cambio de planes. Pero quizá sea provechoso.

Busco verle el lado bueno a la situación y mejor le respondo. Le digo que me parece bien (Esto después de devolverle el halago de una forma igual de melosa) y una vez estoy satisfecho con mi respuesta, me doy una ducha y preparo para ir a trabajar. Lleno mi bolsa con lo habitual, sólo que por esta vez incluyó algo que no mee pertenece.

La corona de Marcos sigue en mi posesión. Eh querido entregársela directamente desde el día en que me la presto para usarla en el baile y desde que la música de aquella escena se detuvo, no lo e visto más.

Ni siquiera deambulando por el Palacio o sentado en la sala del trono. Simplemente no se a sabido de el...

Al menos por mi parte.

Me extraña, y lo digo en toda la extensión de la palabra porque ah pospuesto su preparación para con el discurso. Se supone que el anuncio cambiaria para esta semana pero ahora resulta que todo se alinea perfecto para el inicio del nuevo año.

- ¿Conveniente o problemático?

Lo que sea. Después hablaré con el. Tendrá sus razones.

De todas maneras, no perderé el día. No señor. Mucho menos dinero. Si eres productivo puedes lograr muchas cosas en un día entero.

- ... Mierda -Me rio cuando me percató de lo ansioso que estoy por la cita de está tarde. Está impulsando mi ritmo. Supongo que no cae mal la motivación-

Y si cae lo de dinero extra, mejor para todos.

- Nada puede arruinar este día~

Bailo y canto un poco incluso cuando salgo al exterior nevado y frio, y no por primera vez hoy me digo que las cosas irán bien.

...

~◇~

- Comprendo la situación. Pero sin su autorización directa, no podré acceder a los historiales de la Tierra -Neferu se quejaba notablemente a través de la pantalla. Tras de el había de fondo un estante lleno de libros y enciclopedias. Buscaba información en la biblioteca municipal-

- Neferu, por favor. Entienda que estamos en una posición difícil. Pero haremos esto, ingresa mis códigos propios, debería de funcionar más que bien. Toma la información que necesiten y luego nos informan.

El chacal luce algo inconforme, seguramente porque deseaba más que sólo los códigos de acceso al historial de procesos manufactúrales de la Tierra en exportación a Adastra desde la computadora central.

Tiene sentido, el no a dado la cara a nadie mas que a mi en los últimos días.

Se ah convertido en un calvario lidiar con la familia de Marcos que insiste en que si por fin se... Suicido, entonces lo dijera de una vez. Luego está la actitud malhumorada y...

- Deja de insistir Neferu. Cuando sea el momento aparecerá. De todas formas, el no es tu asunto -La voz lógica de Bjarni me apoya de donde sea que se encuentre. Agradezco a los cielos por ello- Pero no está de más decir que, si sucede algo, nos avises.

- Por supuesto. Pueden estar tranquilos en ese aspecto -Las orejas de Neferu decaen y suben de vez en cuando mientras seguimos con la investigación remota. El caso de los atacantes de las otras dos noches sigue latente a pesar de no repetirse nuevamente un incidente similar. Determinamos que el mejor plan de acción para esto era verificar las fuentes donde se producen estos chips sin autorización en Adastra. Después de todo, sin un experimento a prueba que debe permanecer clasificado-

- Oye, Elisa, no hay nada realmente interesante aquí. Lo único que destaca es el cronograma de envío para unos medicamentos; polio, toxoide... ¿Potasio en suero? -El chacal luce intrigado mirando lo que parece ser la lista de medicinas en sus manos-

- Ah, no importa. Esas sólo son cosas básicas que requerimos los humanos. La idea de traerlas aquí, es ver que tan efectivas y necesarias llegan a ser para otras especies como los lobos...

Después de todo, se llegó a la conclusión de que el trato médico no debería mirar a quien, y si logramos mejorar nuestras defensas contra el virus aviar común de esta Luna, sería una victoria de por si.

- Okey chicos, por favor, manténgame informada. Debo seguir unos asuntos aquí -Ajustó mis lentes sobre el puente de mi nariz y segundos después los sapiens en mi pantalla se han ido- Muy bien, a lo que sigue...

Mi estómago gruñe fuertemente.

- ... Supongo que comer no le hace daño a nadie.

Con una nuevaa directiva, me dispongo a caminar hacia la cocina. Tengo muchas tareas para hoy y si quiero cumplir con todas, necesito que mi cerebro este en su máxima capacidad.

En el camino reflexionó sobre los últimos días. Han sido un poco duros, sobre todo para Marcos. Casualmente, paso junto a su habitación.

Me detengo y aguardo en silencio, incluso aguanto la respiración a ver si captó algún sonido suyo. Pero sólo está el usual silencio en este pasillo.

Me resigno, porque estoy tan segura como de mi nombre que si intento ayudarlo, el resultado será el mismo de esta mañana. Siendo vetada de su habitación. Aunque no tenga las fuerzas para hacerlo de forma definitiva, se que hacer enfadar al peli castaño de mi mejor amigo no es mejor.

"Dale un poco de espacio, Elisa"

Me infundo a mi misma esas palabras y confío de que el juicio, aunque algo decaído, pueda mantener a flote a Marcos.

Es lo que me queda por hacer.

Luego de unos minutos por fin eh llegado a la cocina, un delicioso aroma a queso y algo como vegetales inunda mis fosas nasales. Es lo primero que captó, pues lo segundo, es al lobo de oscuro pelaje y gran tamaño meneando las caderas con una canción de Chayane como fondo.

Casi suelto mi tableta por lo inesperado de la situación... Pero luego, se me ocurre algo.

Sonrió con malicia y avanzó silenciosamente, danzo de forma grácil callada por mis pies ligeros al mismo tiempo en que Amicus lo hace. Esta tan descuidado que no percibe mi presencia, y esto lo hace un blanco fácil.

- ¡Bu! -Digo infantilmente y el efecto es inmediato-

Amicus brinca hacia tras, yo lo esquivó por fortuna, sobre sus patas superiores hay varios platos humedos los cuales vuelan por el aire. No lo pienso dos veces dejando mi tableta sobre el mesón de la cocina, utilizó al lobo como plataforma de salto, lanzó una rápida disculpa por usar su barriga como trampolín, atajó dos de los platos en el aire, los otros dos están por quebrarse, o mejor dicho, estaban, porque atraviesan las ventanas abiertas y luego caen dentro de la alberca del patio trasero del jardín.

¡Fiu! Por los pelos.

- Amicus, ¿Estas...? -Lo encuentro sujetándose la barriga, su frente tocando el suelo de mármol. Bien, sería estúpido preguntar por su estado viéndolo así-

...

》》》

Un rato después de que el lobo se recuperará y yo almorzara algo de pasticho de brócoli, nos damos la oportunidad de hablar calmadamente...

Hasta ahora.

- ¡Oh! Casi lo olvido. ¿Sabes donde está Marcos? Quería devolverle su corona -Amicus parece tan ajeno a los comportamientos recientes de Marcos. Creo que lo mejor es pararlo ahora-

- Amicus... No creo que sea buena idea tratar con Marcos justo ahora... -El luce confundido por la información-

- Uh... Okey. Entiendo, pero sólo sería un momento. Quisiera ver como esta y devolver lo que me presto...

Ay. No puede ser. ¿Por qué tiene que ser tan amable?

¡¿POR QUE TENÍA QUE SUCEDER TODO ESTO AHORA?!

Me mantengo callada un momento, sólo pensando en una forma amable de decirle que se mantenga al margen. Pero sólo encuentro hostilidad entre mis ideas. No quiero maltratarlo, pero me va a llevar a ese extremo.

De nuevo, aunque no lo quiera.

Cuando me encontré con Marcos el otro día, no supe actuar, mi mente buscaba darle sentido a todos sus balbuceos a pesar de que sabía el motivo de su comportamiento. Fue simplemente insoportable verlo todo roto, desconsolado. Lo peor del asunto sería que aun no logra descifrar las causas de estas actitudes.

- ¿Acaso... Le sucedió algo a Marcos? ¡¿Qué paso, está bien?! -Amicus se coloca de pie, ahora más alerta que nunca. Sus orejas lo demuestran y sus ojos proyectan preocupación-

"Si tan sólo no fueses tan ciego"

No puedo hacer de ojos ciegos a este dolor ajeno. Y puede que no me incumbe ni esta en mi derecho meterme, pero puedo intentar protegerlo hasta que las olas feroces del pensamiento que golpean su mente se tranquilicen hasta que el logre descifrar todo por su cuenta.

- Escucha, por favor... -Pienso bien en lo que diré- Sólo necesita estar sólo. No nos necesita a mi, ni mucho menos a ti haciéndolo sentirse más agobiado. Solo... Déjalo ser.

Veo la expresión de Amicus cambiar. Pasa de sorprendido a preocupado y luego serio. Refleja mi actitud justo ahora.

No pienso seguir aquí, perdiendo el tiempo en una atmósfera ahora tensa y una charla que no nos concierne tener a ambos. Me levanto y con una despedida y disculpa vaga, me marcho para continuar con mi trabajo.

"Lo siento Amicus... Pero ahora no es momento para que hables con el"

...

》》》

~♤~

Veo la superficie de mármol, igual que como hace unos diez minutos antes y todavía no sufre cambios. Mi pata se mantiene suspendida en el aire, a centímetros de tocar el panel negro para entrar a su habitación.

No me muevo ni un centímetro.

- ¡Ugh! Pero ¿Qué me pasa? -Paso con frustración mi pata por encima de mi cabeza. Tiro un poco de mis orejas al tiempo que miro el solitario pasillo, como esperando a que Elisa aparezca de la nada a regañarme. No puedo creer que este aquí de nuevo, con esta sensación de que hice o paso algo malo, que me divide y separa de el. Creí que había avanzado en eso de la comunicación, incluso abandone la idea de funcionar como un espía y conocerlo de verdad-

Pues ¿Qué creen? No es tan sencillo.

Es frustrante este tira y afloja donde ninguno sabe a donde caminar. Veo con tristeza como cualquier eventualidad nos hace girar en círculos, una y otra vez, y luego regresamos a donde todo empezó.

El tuvo la culpa, yo tuve la culpa. ¿Eso importa realmente? Sólo quiero estar en paz, maldita sea...

- Maldición, no puede ser que este actuando así- Me infundo valor golpeándome el pecho. Aseguro el plato de comida que llevo en mi pata derecha para evitar que se caiga algo, es la comida de Marcos, o en este caso, la cena, ya que pasaron horas desde que hable con Elisa. Tengo entendido que no desayuno hoy tampoco-

En fin. Una vez echa mi pequeña revisión y realizando una breve oración a los Padres...

Entró.

Tocó el panel negro, la puerta se abre y luego estoy dentro de está sencilla habitación, con una cama amplia que luce cómoda con sólo mirarla, un tocador y mesa de noche. Hay un ventanal a unos metros por los que seguro entra la luz matinal como un despertador natural. Las paredes en colores neutros, lo más que destaca son las cortinas azules y la manta sobre la cama.

Dejo mi inspección para después, ya que es la primera ocasión en que entró aquí y espero no tener que hacerlo de nuevo bajo términos delicados...

¡Tampoco es que espere estarlo por cualquier otro termino o situación! Para nada...

- ¡...! -Veo a Marcos reposando en una silla junto a la ventana. La vista me sorprende. Su torso delgado pero bien construido está al descubierto, piel canela que me recuerda al color del café se vislumbra gracias a las luces de la habitación, estoy seguro de que ese efecto sería mejor con luz solar. Viste sólo unos pantalones de pijama y su brazo es sostenido por uno de esos soportes raros que se usan cuando el brazo esta muy lesionado y no lo puedes mover. Un cabestrillo-

Entre mis segundos de atontamiento, algo en particular reclama mi atención. De forma silenciosa llegó hasta el, justo cuando estoy por encima suyo, noto que en el brazo desnudo de Marcos, más específicamente en la zona de la muñeca, residen dos pequeñas marcas, o mejor dicho, tatuajes como les llaman los humanos.

- Te dije que quería estar sólo, Elisa...

El no se da cuenta de que soy yo, así que me mantengo callado sólo para detallar esas marcas.

Ambas poseen forma de un prisma o algo similar, pero cada uno tiene un color propio. La estrella que está mas arriba posee unos bordes de color amarillo brillante casi imperceptible y en su interior está este color morado que resulta un poco peculiar ante la vista.

La que está un poco mas abajo, es de un azul pálido iris denté. No se mantiene, y dentro parece ser algo como verde agua.

Algo en estas marcas me causa una rata sensación. Captan toda mi atención, mi mano pica con la idea de querer tocarlos. Es extraño.

No estaba enterado de que le gustasen los tatuajes a Marcos. Es tan impropio de el...

Como sea. Cuando estoy lo suficientemente cerca, susurró en su oído con malicia;

- Te vas a resfriar.

El inmediatamente salta lejos de mi. Yo me río unos segundos, pero al notar que soy el único actuando así, me detengo.

Me encuentro con la mirada perturbada de Marcos. Se ve tan...

Demacrado.

Hay ojeras pronunciadas debajo de sus párpados, su estado desaliñado es terrible y toda esa confianza de la cual exuda casi todo el tiempo ya no esta. Solo queda este chico parecido a Marcos con una actitud bastante deprimente y cansada, asustada. Estoy por decir algo al respecto, que me preocupa su estado, pero el se me adelanta.

- ¿Qué crees estar haciendo aquí? -Su tono molesto e irritado me toma por sorpresa. ¿Por qué esta actuando así conmigo? ¿Acaso soy el único al que le habla así, o hay otros?

Sea como sea, me disgusta.

- ¿Sabes que? No importa. Déjame sólo.

Su actitud cortante debería de ser suficiente para espantarme, pero en cambio, me estoy acercando a su mesa para dejar la comida.

- Supe que no has querido comer. Tampoco sales a hacer tus deberes. Así que pensé que podíamos hablar y...

- No.

- ... ¿Qué? -Pregunto algo conmocionado. El entonces gira a verme. Su expresión es una nueva llena de sentimientos horrendos mezclados entre si que gritan que debo dar un paso atrás- ¿Por qué actúas así?

Aprieta sus dientes, las muelas crujen y su expresión desalineada se acentúa un poco más. Da un paso cerca.

- ¿Qué por que, dices? Ah no lo sé, Amicus. Tu dime, ¿Por qué no adivinas? Ya que yo tampoco lo se, puedes tratar de ayudarme. Por que eso haces siempre, ¿No? Ayudarme -Sus ojos se expande en algo que busca resaltar su sarcasmo y molestia- Pero ya mee estoy cansando de eso...

- Marcos, no te entiendo. Estábamos bien. Todo iba excelente. Hablemos de esto, podemos resolverlo juntos -Insisto-

- No. No puedes... -Cierra sus ojos y se abraza con una sola extremidad-

- Eso no lo sabes tu. Por favor, solo... -Extiendo mi mano para tocarlo. Hacerle ver que estoy aquí para escucharlo. Porque eso es lo que haría un buen amigo. Pero sólo centímetros de distancia nos separan, aún así se siente como kilómetros, y justo a nada de tocarlo, aparta mi mano con un manotazo, que en mis adentros, se sintió más doloroso de lo que fue en la realidad-

Marcos de pronto comienza a temblar. Sus ojos se ven sospechosamente vidriosos y rojos en la córnea. Yo doy un paso atrás.

- Vete... -Estoy por protestar de nuevo...- ¡Qué te largues de aquí! ¡Déjame sólo! ¡No te quiero cerca de mi!

...

No puedo soportarlo mas. Me giró sobre mis talones y salgo corriendo de la habitación. Avanzó sin mirar atrás, no se si me topo con alguien en el camino, no me importa, sólo huyó lo mas lejos de el porque es lo que me pide este dolor, sensación de rechazó nueva.

No me doy cuenta de las lágrimas traicioneras que escaparon de mis ojos hasta que estoy afuera y el aire frío de la noche me recibe.

- ... "Marcos..." -Miró hacia delante y hay una figura pequeña sentada en las escaleras. Tiberio me espera. Limpio lo mas pronto posible mis lágrimas y lo alcanzó, abrazándolo por la espalda-

- Hey grandote. ¿Listo para la cita?

Hago un sonido de afirmación que el nota es bastante débil. Se voltea a verme preocupado.

- ¿Todo bien? -Pienso en decirle pero... Tengo miedo de arruinar la cita-

- Sólo estoy cansado. Fue un día largo.

- Oh, pues, prepárate para relajarte, porque vamos a un lindo lugar que seguro te gustará.

Sonrió como me es posible. Espero que esto me ayude a levantar el ánimo.

Nos colocamos de pie, listos para irnos. Yo veo por última vez al Palacio, imaginando a Marcos en la ventana observándome. Pidiendo aunque sea algo de arrepentimiento en su mirada.

Pero no hay nadie...

Nos marchamos entonces, lejos de ese lugar y del emperador que no deja de dañar mi cabeza. Pero en ningún momento se desvanece de mis pensamientos esa actitud.

"No te quiero cerca de mi"

Eso fue lo que dijo.

Bueno, consiguió alejarme, eso es seguro...

" Quizá el día no sea tan bueno después de todo..."

 

Chapter 18: Juegos Indeseados

Chapter Text

La marcha presurosa de Amicus  se detiene al borde de las escaleras, lo veo recuperar el aliento y luego está en brazos de Tiberio.

Mi corazón se aprieta por la imagen, pero ignoro la sensación. Lentamente me acostumbro a esto.

“No seas tan iluso”

Incluso mis propios pensamientos se voltean en mi contra, y eso es porque saben la verdad. También la se…

Y eso es que soy un idiota. ¿De que me sirve relacionarme con la gente si terminare herido de la nada?

“Por que sabes que te aterra quedarte sólo. Tu amistad con Elisa es prueba de ello”

Un echo interesante del cual quisiera racionalizar si no me sintiera tan demacrado a pesar de que llevo un par de dias sin salir de esta habitación.

Ni siquiera cuando llegue a Adastra holgazanee tanto. Anduve ocupado en diferentes proyectos propios.

Proyectos que deje de lado cuando me volví emperador…

—¡…! -Me ocultó tras la pared cuando Amicus gira su mirada hacia acá. Mi corazón late a millón, justo como hace nada cuando el lobo estuvo aquí, en mi habitación, invadiendo mi espacio personal más íntimo sin ningún reparo- Esto es estúpido…

Cuando estoy seguro de que ya no hay moros en la costa, me colocó de pie y suspiro sujetando mi brazo herido. Es tan incómodo llevar esta cosa, pero me digo a mi mismo que es parte de un castigo por comportarme como lo hice en los últimos días.

En eso, mis ojos se encuentran con la comida que dejó Amicus. El plato luce bien, con todo ese queso derretido, un manjar a la vista, más mi estómago no se siente dispuesto a probar bocado.

El nudo que aparentemente se instaló de por vida dentro de mi se aprieta, no sólo con la idea de la comida, si no por el recuerdo de todo lo que le dije a Amicus.

No puede ser cierto que esto me pase.

Me jalo el cabello con frustración, me quejo adolorido cuando olvido que mi brazo esta incapacitado. Me trago un grito y mis ojos pican por las nuevas lágrimas a punto de escaparse.

Padre siempre me advirtió que los sentimientos eran un problema, que podían hacerte  dudar de lo evidente y dañarte a profundidad, incluso más que cualquier herida de un arma. ¿Quién diría que el viejo tendría razón?

¿Quién diría que me comportaría así?

¿Quién diría que yo podría estar celoso?

¿Celoso?

—¿De quien?

“¿No es obvio?"

De pronto la imagen de Tiberio invade mi mente. El recuerdo exacto de cuando el se lanzó sobre Amicus en cuanto tuvo oportunidad.

Ese lobo…

Mi corazón se aprieta mientras algo dentro de mi se retuerce. Puedo sentir esas manos frías y huesudas trepar desde mi interior, tomar forma y convertirse en algo. ¿Lo que necesito? ¿Lo que estuve buscando?

No lo se. Solo se que esta viva, me susurra al oído lo que debo hacer.

“Todo tiene solución. Lo único que tienes que hacer…”

—Es desearlo…

Lentamente camino hasta el armario. La perilla gira sin siquiera tocarla. Me abre paso a este pasadizo siniestro que susurra y me llama lentamente a algo que no hay vuelta atrás.

Bajando las escaleras, mi mente divaga mas en pensamientos de los cuales no me pertenecen realmente, pero…

Se siente bien imaginarlos.

¿Como sería cumplirlos? Ver al causante de todo esto…

“Tiberio tiene la culpa…”

Con el cuello torcido, pudriéndose en un agujero y que los gusanos coman de dentro hacia fuera sus globos oculares y demás órganos.

“¿Qué será?”

“¿Lo averiguamos?”

¿Qué estoy sintiendo ahora? Es como si fuese diferente. Estoy consciente pero hay algo más…

Alguien.

Llegó hasta la entrada, todo está iluminado por el intenso brillo morado, era como si me esperará.

Mi reflejo me recibe en el estanque, sombrío y con ojos brillantes y siniestros. Sabe lo que quiero.

—Muéstrame…

Algo pasa. El agua cambia su forma y en ella vislumbra una escena, son ellos.

Amicus y Tiberio.

Están juntos, cenando en un lindo restaurante. Ríen, se toman de la mano y pasan un rato agradable.

La tristeza y dolor en mi pecho comienzan a transmutar. Su forma pincha y se convierte en rabia. Los celos asoman su horrenda cabeza como la bilis que acumuló dentro de mi.

“Solo debes desearlo…”

“Y en un chasquido, se te concederá”

Tengo la oportunidad frente a  mi, justo aquí y ahora de cobrar venganza. Sonrió ante la idea de cobrarme con su sangre, lo quiero muerto y destrozado en miles de piezas, sus órganos servidos en un plato.

Lo quiero.

Lo anhelo.

¡LO NECESITO!

No importa si Amicus sufre. Quiero que sienta lo mismo que yo. Quiero que sepa cuanto duele ser yo ahora.

¡LO HARÉ! -Mi voz se escucha doble y monstruosa. No estoy sólo ahora, esta cosa me abraza y aconseja lo que creo necesitar. Lo se, lo se-

Tocar el agua, y pedir el deseo...

~♤~

—Estuve leyendo sobre esto. Le llaman sushi. Es pescado crudo enrollado en un fajo de arroz para un solo bocado -La explicación de Tiberio sobre cómo la gastronomía humana está tan llena de variedad a logrado distraerme por unos minutos. Incluso me veo interviniendo de vez en cuando-

Es un tema amplio. Los platillos que se han podido idear a través de todos esos años de evolución en que incluso los Hermanos ignoramos su existencia, les a permitido innovar más allá, incluso el queso que nosotros creímos era insípido en cualquiera de sus presentaciones consiguió conquistar a la mayoría del poblado de los lobos.

Existen casos especiales en los que incluso gente de otra ciudad en nuestra Luna o incluso un sistema a parte vienen a probar bocado.

Esta explicación detallada me hace pensar seriamente en lo poco que crecimos como sapiens. No sólo hablando en términos gastronómicos.

Salud, vivienda, economía, agricultura…

Armas.

Eso no importa ahora claro. De algún modo, el que este nuevo gobierno se encargué de todas esas cosas, es favorable para ambas especies y quizás para la economía y relaciones comerciales.

—¿Ami? -Regreso  a la realidad cuando Tiberio me llama. Luce preocupado-

—Lo siento. Estuve divagando -Sonrió apenado. Desconozco el tiempo en que Tiberio trato de llamar mi atención. Sujeto su mano, un poco tímido, esto para que sepa que estoy con el- ¿Qué  decías?

—Te pregunte si tenías planes para fin de año -El juguetea con sus palillos. Los dejo de lado cuando no logró dominarlos. Me paso lo mismo-

Pienso un segundo en que responder, mamá dijo que organizará una cena aprovechando que Neferu, Bjarni y otras personas estaban cerca. Así que…

—Déjame responderte con otra pregunta ¿Tu que harás? -El sonríe y cabecea de forma pensativa-

—Nada en realidad. Esperaba que aceptaras pasarlo conmigo y planear sobre la marcha. ¿Tienes planes?

Asiento.

—Ma’ organiza una cena. ¿Te animas a ir como mi invitado?

El sonríe ampliamente, la emoción aparece en su cola agitándose de forma frenética.

—¡Me encantaría! Sería como una cena familiar… Disculpa si me incluyo de mas -Luce apenado, pero yo niego con la cabeza y le acaricio una mejilla. Si pelaje es suave, y ya comprobé por los últimos abrazos que suele tener encima un olor a nueces. Me comentó que le gustaban mucho- Oh. ¿Irían  Elisa y Marcos? Disfruto mucho de la compañía d ambos.

—Uh… -La tranquilidad que por fin había cobrado se desmorono en ese instante por la sola mención del joven Emperador...- N-no se…

Aún no puedo sacarme de la cabeza su actitud. Eso no es propio de el. Marcos es muchas cosas pero…

De pronto me doy cuenta de lo poco que conozco al humano. No e pasado el tiempo suficiente con el como para asegurar que piensa de tal modo.

No se quien es, ni lo que está dispuesto a hacer. Ese temperamento es prueba clara de ello.

No lo conozco.

El peor de mis defectos es que llegó a guiarme demasiado por lo que muestran las personas, no estoy dispuesto a dudar de lo que ocultan, y eso me aterra, porque ¿Quien en su sano juicio confiaría en un desconocido?

Aparentemente caigo en esa categoría de “Ingenuo”

—Te fuiste otra vez… -Ahora si que luce preocupado. Yo suspiro algo triste… Bueno, muy triste-

—¿Alguna vez tuviste esta sensación…? No, más bien, un sentimiento, del tipo que no  debería de afectarte tanto, pero… ¿Si lo hace? Ugh.

Mis manos pasan por mi rostro. Estoy enredando de más el asunto. ¿Por qué últimamente me es tan difícil comunicarme? Antes solo salían sin parar.

—Mejor olvídalo. Es una tontería…

—¡Óyeme no! -Tibs se levanta, su silla chirrea al irse hacia atrás con su movimiento. Toma mi rostro con sus manos y me observa determinado- Nunca digas que tus preocupaciones no importan, porque si lo hacen. Así que no te lo guardes, si necesitas hablar, hagámoslo.

Valla. Tan pequeño y tan apasionado a la vez. Este chico es una cosa.

Sonrió estremecido ante la dedicación de Tiberio, en respuesta, decido contarle como se desarrollaron los eventos del día y las razones de mi desconcierto. Además, aprovechó para decirle sobre esta sensación extraña en mi pecho, no quise pensar en ello antes, pero desde hace un rato tengo pequeñas palpitaciones en momentos exactos, como si estuviese tratando de prever a mi mismo de cualquier cosa que este por pasar. Sea buena o mala.

—Quizá sólo estoy cansado -Sugiero, sintiéndome más escéptico que nunca ante las supersticiones de los lobos. Tiberio por otra parte niega con la cabeza chasqueando la lengua varias veces-

—Las cosas suceden por algo Amicus, ¿Qué no sabías? -Arqueo una ceja- La gente dice, que todo tiene una razón de ser en esta vida. Por ejemplo, si yo me comiese este trozo de wasabi entero… -Me nuestra el condimento en cuestión con un tenedor- ¿Qué tu crees que ocurrirá?

—Pues, te vas a picar como si tuvieses al diablo bailando en tu boca.

—¡Exacto! Suponte que este pequeño grano de wasabi es la vida. Por su cuenta, puede traerte un número desigual de cosas malas, las cuáles como degustador de la vida, te harán sufrir como no tienes idea… -Su analogía es inusual, pero creo entender lo que está diciendo- No obstante, tendrá el mismo número de cosas positivas que te hará gozar de los pequeños momentos.

—¿Dices que todo en la vida es igual de bueno como malo? -No tiene mucho sentido en mi opinión-

—Mmm… Si y no. Déjame continuar. Imagina que esta ensalada… -Señala su ensalada de salmón y lechuga marinada- Es un evento x que pasa así de rápido por la vida… -Mezcla un poco del wasabi en la ensalada y luego lo engulle tranquilamente. Me sonríe y encoge un hombro- Es picante, pero también tienen la textura suave que aplaca el picante -Explica la textura del sabor-

—Okey, ya me perdiste.

—Lo que intento decir, es que la vida vale cada segundo, independientemente de que tan malo pases un día, el siguiente puede ser mejor, y esa expectativa te mantiene a flote. Algunos creen que este mundo donde coexistimos, en un nivel distinto a los Padres o quien sea, puede estar prescrita la historia, cambia un evento, sucede algo y la historia entera será distinta. ¿Usas la opción de no hacer nada? Sigue siendo lo mismo. Entonces te pregunto, Amicus, ¿Cuál es el sentido de la vida si no eres capaz de aprovecharla al máximo y arriesgarte a por todas, ya sea por ti mismo o un ser querido?

Bueno… Pensando a fondo en ello, es tan complejo como simple. ¿Valdrá la pena entonces seguir cada día, sabiendo que puede ser malo o peor? Y ¿Por qué no en todo caso?

—Sea como sea, el punto es que debes tener fe de que las cosas serán para un bien mayor. El dueño de tu destino eres tu mismo, y nadie podrá cambiar tu propia historia.

Me quedo en silencio un bien rato contemplado las palabras de este lobo… Edepol, definitivamente, Tiberio es una cosa única. No se como se las arregla para ser así.

Y aprecio mucho su interés en este tema. No cualquiera se tomaría el tiempo de escuchar los problemas de otro.

—Gracias Tiberio… -Mis palabras ocultan más sentimientos de los que puedo digerir, y cuando esos ojos amarillos me observan, diciéndome en silencio que están viéndome, que tengo toda su  atención y valgo lo que merezco, estoy seguro de que soy real-

Soy ahora consiente de una verdad muy poderosa, y esa es que esperaré a por todos los dias de ahora en adelante con la frente en alto, porque no habrá mal sentimiento o adversidad que me detenga de sonreír.

El resto de la velada lo pasamos hablando de cosas más tranquilas y menos profundas. Aprendemos cosas del otro. A Tiberio no le gustan los insectos, mucho menos los gusanos. Le hable sobre esta vergonzosa cicatriz que me hice de chiquito en una de mis posaderas, un momento que como ya resalta, marco mas que mi vida. Ambos nacimos el mismo mes, sólo que yo soy menor que el por un año… Valla cosa.

Y así, demás temas que fueron y vinieron, no recordé más el tema con Marcos por hoy, sentí que me merecía un descanso de tanto estrés y pasarla con Tiberio fue lo mejor.

Comimos helado de regreso a casa, porque según el, había que hacer esto después de una cita perfecta, según sus conocimientos de películas de romance. Y tras caminar un poco por la avenida que antecede a la zona donde vivimos, regresamos a casa.

—La pase increíble hoy -No duda en abrazarme y yo tampoco lo hago al corresponder. Es como un suave peluche- Ojalá se repita pronto.

—Oh, pero así será -Aseguró sonriente. Me siento ligero junto a el. Quizá tenga que ver con todo lo que hablamos- Ten una linda noche. Sueña con los angelitos -Bromeo-

—Ósea, contigo.

—… -Seguro que me sonrojo hasta la punta de las orejas. Este lobo es un caso sin remedio. Lo empujó a su casa riéndome, por hoy estoy bien con ese abrazo como un cierre-

Cuando desaparece su pelaje marrón de mi campo de visión, puedo entrar a casa tranquilamente. Me encuentro con que mamá me esperaba en el sofá, dormitando. La trasladó con cuidado hasta su cama y luego me preparo para dormir.

—… Cosas buenas como malas ¿Eh? -Es lo último que está en mi mente antes de desvanecer en el sueño-

》》》

Al día siguiente…

—Mmm… Otra vez quedó mal lavada está ropa… -Frunzo el ceño ante un grupo  de prendas blancas que no adoptaron el color perlado que esperaba. Supongo que tuve que estregarlas más y usar un poco mas de jabón- Aunque tampoco es que pueda hacer jodidos milagros cuando esta gente se revuelva en el suelo…

Mientras lanzó pestes contra la familia de cierto emperador en el que no quiero pensar, oigo pisadas presurosas acercarse por el pasillo fuera de la lavandería.

Me aproximó a la puerta y veo correr de forma frenética a dos chicas del servicio, llevando encima varias cosas como toallas, una cubeta y un botiquín si no me fijo mal.

—¿Qué está…?

—Amicus -Salto de sorpresa. Me volteó y  encuentro a Neferu luciendo una actitud sería y preocupada, algo inusual en el- ¿Qué haces aquí?

—Este… ¿Mis oficios? -El luce algo extrañado todavía, pero comienza a caminar. Se detiene justo antes de pasar de mi-

—¿Vienes o que?

Su pregunta me toma por sorpresa. Decido preguntar a que se refiere.

— Vine a ver a Marcos. Me dijeron que estaba enfermo… ¿No sabías?

Que Marcos está…

—¿Qué? -Todo ensordece ante mi. Lo único que oigo son los latidos de mi corazón, golpeando fuerte contra su caja torácica-

Nuevamente, estos juegos del puto destino…

Chapter 19: Sueños y Recuerdos Olvidados

Chapter Text

-Ya es tiempo, cariño...

...

...

...

¿Qué es esto?

Hay una luz frente a mi, distorsionada, como si viese el sol a través del agua en el mar...

-*¿Dónde estoy?*

Floto en la nada, sintiendo cada músculo, hueso, tendón y gota de sangre en todo mi ser, como si de pronto fuese consciente de lo que soy y lo que me conforma.

Soy liviano como una hoja en el viento, pero a la vez pesado como una roca. Demasiado pesado.

Las aguas turbias en el fondo me arrastran a la penumbra, esa luz se hace cada vez más distante, los latidos de mi corazón son cada vez mas lentos y mis parpados pesan. Sólo quiero dormir aquí, dejarme llevar por este frío que me rodea, dejarme llenar por la ausencia del calor de la vida.

Dejarme de todo, y ser todo...

No se por que estoy aquí, pero no me opongo, dejó que me lleven; soy consciente de mi inconsciencia y olvido lo que era o debía ser. ¿Tenía un propósito? ¿Todo esto es un sueño? O ¿Yo soy el sueño?

...

-*¿...?* -Oigo algo en la distancia, es como si la claridad invadiese mis oido sordos y me recordase algo importante-

Lo siento en mi ser.

-En la distancia, verás una estrella. Esa es tu casa, ¿Cuándo volverás? ...

Es como si una voz angelical me arrullase para dormir la siesta. Calma mi alma perturbada, y puedo sentir que mi descenso se detiene.

-Debajo del árbol, siembras tus sueños, esos que vuelan a la eternidad... -¿A quién pertenecen esas palabras, esas dulces notas de voz que me llenan de tanta calidez. Me ayuda a sentirme bien, pero también hay este vacío que le añora demasiado-

Trato de perseguir esa sensación, pero así como llega, se va con la música, cada vez mas lejana.

-En el camino verás dientes de león, y con ellos flotaras hasta el espacio exterior. Y mi amor... Te alcanzará...

...

Todo queda en silencio, la música y la voz se pierden en la nada y yo...

Surjo de las aguas.

-... -Siento todo mi cuerpo extraño. La conciencia regresa lentamente a mi mientras que observó el cielo anaranjado de un atardecer. El agua ondea a mi alrededor, puedo sentirla deslizar por mi cabello y demás partes del cuerpo, el aire fresco llena mis pulmones como si hace nada no hubiese estado "Respirando" bajo el agua- *¿Qué fue lo que me paso?*

-¿A ti? Nada, al menos por ahora -Me levanto en busca de esa voz. Mi visión se ve absorta en el horizonte. Es como la aurora boreal en la tierra sólo que... Más increíble. El cielo expande una gama de colores naranjas provenientes de un atardecer sin dirección real, mientras que colores morados llenan todo. El agua debajo de mí se tiñe como el espacio sideral, hipnotiza mi visión y hace dudar de donde me encuentro realmente- No estás muerto, obviamente.

La voz vuelve a manifestarse. Yo sigo sin divisar la fuente.

-*Debo estar soñando...* -Trato de dar sentido a todo lo que me rodea. Mi corazón se encuentra en una inusual paz que logra perturbarme un poco-

Una risa corta llena el aire.

- Ustedes son tan predecibles y sencillos. Se preocupan por cosas sin relevancia -Parece que puede oír lo que pienso- En efecto, así es.

Rayos.

Intento abrir la boca y decir algo, pero tal parece que con mis pensamientos basta para el. Me da esa sensación. En lugar de seguir perdiendo el tiempo, le pregunto que es lo que sucede.

-¿Qué es lo último que recuerdas?

Hago un repaso rápido en mis memorias.

Recuerdo haber estado en mi habitación... Bueno, llevo dias sin salir de allí realmente salvo para usar el baño. Entonces, el día lo pasé igual que hace casi una semana... Excepto porque Amicus llegó a mi cuarto...

Los recuerdos regresan. Como lo trate, las cosas que empecé a sentir contra el y Tiberio, yo en la Habitación... Dios.

-Puedes estar tranquilo. No sucedió nada de lo que sentías... O más bien, lo que te obligaron a sentir. Digamos que metí las manos al fuego para evitarlo.

Volteó mi mirada estupefacta a la nada, buscando un sentido a lo que dice está voz que parece estar en todas partes.

-*¿Me obligaron a sentir?* - Realiza un sonido de afirmación- *¿Quién...?*

- Eso no es importante -Justo aquí termina mi curiosidad- Es lo mejor. Supongo que conoces ese dicho humano sobre el gato... -Frunzo el ceño ante lo que dice, pero me evito replicar- Como te darás cuenta, estas son las consecuencias de no exteriorizar tus emociones. Hacer eso, te vuelve peligroso y un objetivo para quienes desean el poder.

No entiendo nada de lo que dice realmente. ¿Qué tiene que ver eso conmigo?

-Lo sabrás a su tiempo. Mientras tanto, te daré un consejo: Quienes crees que sólo te harán daño, realmente te beneficiarán en la vida... -De nuevo, no entiendo de que va todo esto- El lobo, cabeza hueca. Deja de apartar al lobo.

¿Amicus?

La voz gruñe afirmando.

- De todas formas, estos recuerdos serán sellados en cuanto despiertes. Te sugiero que tengas cuidado.

-*Espera...*

De la nada, el brillo en este lugar se vuelve cegador.

-Hasta pronto, joven emperador. Esta no será la última vez que hablaremos...

Todo se vuelve blanco y...

...

...

...

Al abrir los ojos, me cuesta adaptar mi visión al brillo tenue de esta habitación. Me siento como si fuese me hubiese pasado por encima una aplanador. Lo que es peor, es que sinedo el caso, deberia sentirme mas relajado. Mis extremidades están débiles y adormecidas, pican un poco de forma irregular, siento la boca pastosa y el cuello está terriblemente tenso. Hay un par de molestias cuando respiro por la nariz, pero nada grave... Creo.

No tengo idea de que fue lo que me paso.

-¡...! -Un recuerdo fugaz llega a mi de pronto, siento que incluso estoy reviviendo la escena. Soy un niño otra vez, en los brazos de mamá, en mi habitación, ella nos mueve suavemente mientras canta esa canción de cuna que escribió sólo para mi. Se siente tan lejano ese recuerdo que...- Maldición...

Me olvidó de los modales y maldigo en murmullos mesclados con sollozos. Los recuerdo llegan a mi como golpes feroces y tengo un intenso sentimiento de arrepentimiento que carcome mi alma.

No puedo creer que estuve a punto de desearle la muerte a alguien, ¡Y sobre todo Tiberio! El no se merece eso, ¿Qué clase de monstruo soy?

-¡Marcos! -Una voz adormitada estalla a mi lado. Se quien es y no me hace falta mirarlo entre mis lágrimas. Amicus está cerca de mi, y yo sólo lloro más fuerte como si la vida se me fuese en ello- ¡Doctor! -Grita otra vez, luego me toma de la mano- Maldito idiota, estas bien, de verdad. ¿Por qué...?

Su voz se rompe un poco, como si estuviese a punto de llorar también. Quisiera saber por qué.

No creo merecer sus lágrimas o algo parecido, a la final, no soy distinto a mi padre. Para nada.

-¡¿P-por qué no puedes ser un jodido humano normal?! ¡No puedes sólo llegar y asustarme así, imbécil! -Su agarre se fortalece en mi, de pronto su mano alcanza mi cabeza y la acaricia. El cálido toque alivia algo en mi. Los cabellos que cubrían mi rostro ya no están, intenta limpiar mis lágrimas con sus dedos y en breves momentos logró ver su rostro teñido por la preocupación y el alivio. Esos ojos... Dios mío. ¿Por qué son tan hermosos? Siento que veré los secretos del universo en esos orbes azules de seguir admirándolos- Edepol... Me alegra que despertaras, gran estúpido.

Algo golpetea una y otra vez, estoy casi seguro de que es su cola.

Y esas palabras, aunque intentan ser un insulto, llegan a mi como el conforte que necesitaba tanto.

Lloro un poco más, alegre de estar aquí, con el, vivo y bajo su toque. Aunque sea efímero este instante, estoy seguro que lo recordaré...

Igual a como recuerdo la canción de mamá...

...

~♤~

Caminando de un lado a otro me muerdo las garras, de vez en cuando observando al suelo, otras mirando tras el cristal de la habitación de Marcos.

No es como que pueda ver algo realmente, cuando los doctores entraron y bajaron las persianas para tener privacidad de observar el estado del humano. Lo cual, por algún motivo, me pone más de los nervios.

-Vas hacer un agujero en suelo. Cálmate -La voz neutral de Elisa me pone aun mas nervioso. En lugar de sentarme, me detengo frente a ella-

-Por favor, explícame de nuevo como fue que lo encontraste.

Ya lo pregunte una vez, justo después de llegar al ala médica como alma que se lleva el Otro, con Neferu pisándome los talones. Juro que nunca antes corrí así de rápido en mi vida, y no pude ocultar cuán preocupado me hizo sentir Marcos; podía compararlo incluso a la vez que nos llevaron a padre y a mi a una celda justo después de que el imperio fuera derrocado.

Pasamos dias siendo torturados, física o psicológicamente. En nuestras mentes sólo existía la preocupación de como se encontraría mamá.

Los moratones y cortes sanaron, perdí a mi padre, pero pude respirar aliviado de que al menos ella esta sana y salva.

-Como ya dije, estuve buscándolo ayer justo una hora después de que rechazara mi oferta para cenar juntos, igual que en los últimos dias. No lo encontré en ningún lugar en un rato y eso me preocupo. Llame a todo el personal, incluso le marque a Neferu para saber si sabía al respecto aun cuando era improbable. Rato después de buscar en todas partes, casi hasta el amanecer, decidí ver de nuevo en su habitación y lo encontré desmayado, oculto en una esquina del baño que lo mantuvo bien escondido.

Sigo sintiendo desconfianza por esta historia. La inconsistencia de esto, sobre cómo lo halló en el baño, es ilógico. Si yo perdiese a alguien que vi por última vez en su habitación, el primer lugar donde miraría sería el baño.

No pasas por alto algo así de simple.

-No entiendo cuál es el misterio. Que digan de una vez que es lo que tiene -Neferu se quejó desde su asiento. Una de sus piernas se cruza elegante sobre la otra, la impaciencia hace que esta rebote constantemente-

Incluso el pierde la paciencia.

-Tienen que tomarse un momento. Tomando en cuenta que la biología de Marcos no esta del todo acostumbrada a la atmósfera de Adastra, aún con sus tres años viviendo aquí, sin las vacunas necesarias sigue siendo un blanco fácil de enfermedades de cualquier tipo. Por ello están ambos doctores atendiéndolo.

En efecto, desconocemos lo que le pueda ocurrir al joven humano. Por ello se decidió acudir a dos profesionales especialistas en ambas ramas de la salud de cada especie hermana para juntos, determinar el mejor método de tratamiento.

Justo cuando estoy por continuar mis preguntas a Elisa, la puerta de la habitación es abierta y los tres saltamos sobre los médicos con preguntas que vuelan sin cesar en espera de ser contestadas.

-¡Ey! -Todos nos tranquilizamos por la llamada de advertencia del doctor- Guarden silencio y les explicamos. Doctor Sergei...

El humano con la bata asintió a su señal, procediendo a explicarnos que Marcos desarrollo algo que los humanos conocen como Moquillo, que comúnmente se ve en especies de caninos, algo que aparentemente es un término para los de mi clase o la de Neferu.

En un principio, ambos Es tan reacios a hablar frente a mi y el Chacal. Me sorprende cuando Elisa dice que somos cercanos a el y gente de confianza.

Seguramente se toman las molestias ya que quieren evitar un escándalo en todas partes. Quizás no. Quien sabe...

-¿Por qué se contagiaría de tal cosa? Es un humano -Neferu lucía consternado-

-Eso es porque la variante que le contagió los síntomas es originaria de Adastra -Esto lo dijo el doctor Sumaher. El lobo que debe tener mas o menos la misma edad que el doctor Sergei comienza a explicar, que como los lobos somos una especie sapien; de algún modo esta enfermedad que para nosotros sería un resfriado común, para un humano como Marcos el cual tenía las defensas bajas y poca alimentación en los últimos días, fue capaz de afectarle-

-Tuvo que estallar de la nada. Seguramente fue primero la fiebre, luego los dolores de estómago y quizá un poco después otra gama de síntomas salteados -Se quita los guantes de sus manos y ajusta sus lentes sobre el puente de la nariz. Me llama la atención como sonríe- Para su buena fortuna, el sistema inmunológico del joven es bastante fuerte y no tardará en recuperarse. Eso si, debe guardar reposo. Además de su brazo dislocado, ahora posee una debilidad temporal de sus músculos. Por lo que deben atenderlo hasta que se recupere...

-Esto incluye alimentarlo con cosas nutritivas e invitarlo a realizar ejercicio todos los días. Las vacunas no están de más. A su vez, ayudarlo, porque cuando decimos reposo absoluto es ABSOLUTO.

Creo poder interpretar lo que habla, pero mejor me callo.

-Doctor, ¿Cuánto tiempo le tomará recuperarse? -Elisa lucía genuinamente preocupada. No imagino como debió reaccionar cuando encontró a su mejor amigo donde estaba y el estado en el que se encontraba-

Creo que si eso me hubiese pasado a mi, ya sea con mama, mis hermanos o incluso Tiberio, me desmallaba.

-Como ya dijimos, requiere reposo. No obstante, hay una cosa mas de la que deberían de enterarse. Y eso es que Marcos a estado experimentando lo que sólo podemos calificar como "Bajón emocional" -Jamás había escuchado algo como eso-

-No somos terapeutas profesionales, pero nuestros conocimientos coinciden en que la actitud apagada, síntomas inusualmente explosivos, así como su actitud actual... -Observando al humano desde la puerta, puedo ver su expresión apagada- Es fácil concluir en que una de las razones por las que pudo enfermar tenga que ver con sus frágiles emociones.

¿Quiere decir que se enfermó por que se sentía triste?

-Suele pasar que cuando nos reservamos las molestias mentales o psicológicas, como les quieran llamar, ya sean minuseas o incluso el estrés por la idea de perder cabello, puede enfermar a la persona según la fuerza del pensamiento.

-No puede ser... Sabía que Marcos estaba inconforme con algunas cosas, pero jamás pensé que llegaría a esto. Creí que me lo diría a su tiempo.

-No es tu culpa, Elisa. El... -Yo mismo recuerdo la escena que protagonizamos hace apenas unas horas- Es complicado. Pero tu no tienes la culpa de nada...

Internamente, me culpo a mi mismo. Las palabras que acabo de usar podrán ser para la humana, pero quizá sólo quizá, estoy tratando de convencerme a mi mismo de ello.

-Ciertamente. Ni siquiera el tiene peso de culpa sobre algo que no sabe controlar. Así que, lo mejor será que de momento, lo releven de su cargo...

-Permanentemente... -Todos giramos en redondo cuando una ostentosa voz se presenta detrás de nosotros. La proposición de tal cosa sólo podría venir de una venenosa boca. Allí, parada con su ajustada actitud y rostro de limón agrio, estaba la madre de Marcos... O el intento de eso mejor dicho-

¿Cómo se llamaba?

-¿No? -Trata de decir de una forma inocente que no resulta para nada.- Mi... Hijo, debería descansar, esto a sido mucho estrés para el, ustedes lo han dicho antes -Señala a ambos doctores, los cuales parecían estar incómodos por la nueva presencia-

La odiosa mujer pasa delante, obviando nuestras presencias y mirando por el cristal de la puerta. Podía oler desde mi lugar su desprecio hacia Marcos y eso provocaba que mis colmillos se apretasen.

-¿No sería mejor si otro de mis hijos...?

-No -Elisa da un paso al frente, hay desafío en su mirada, la pomposa mujer frunce el ceño por ello- Estoy dispuesta a sustituirlo en los deberes que, seguro sus hijos no son competentes para realizar. Así que, no se "Preocupe" -Realiza comillas en el aire con sus dedos mientras yo me deleitó de como la desagradable fémina tuerce su feo rostro-

-Ten cuidado, niña... -Ella camino hasta casi encontrarse con Elisa. Ambas se sostienen la mirada desafiante que pronto se convierte en amenazas silenciosas- No sabes con quien te metes.

-Oh, lo hago. ¿Por qué cree que tenemos esta conversación entonces?

Elisa sonríe con astucia, mientras que la mayor bufa y agita su abanico en el aire, tratando de lucir impenetrable ante comentarios ácidos cuando es todo lo contrario. Le afectan, y la humana de lentes lo sabe.

La madrastra de Marcos comienza su retirada, no sin antes detenerse a vernos con desprecio a Neferu, Elisa y a mi. Nosotros tenemos expresiones planas que seguro deben darle la señal de que no conseguirá nada aquí, y luego se marcha tan pronto como llegó, con el rabo entre las patas... De manera metafórica claro.

-Eso fue incómodo.

-¿Y que más da? La perra esa no tenía nada que hacer aquí -El odio en las palabras de Elisa me toman por sorpresa. Neferu parecía querer decir algo, pero con una mirada de advertencia, logré que cerrara el hocico-

En fin. Supongo que todo estara bien por ahora. Quiero creer eso ya que últimamente todo se descontrola con facilidad.

-¿Doctores? -Marcos llama desde el interior de su habitación. Todos acudimos a él, encontrándolo sentado en su cama. Su frente parece algo húmeda, quizá trato de levantarse y le tomo mas esfuerzo del que esperaba-

-¿Sucede algo joven? -Pregunta el doctor Sergei-

-Si... -Sigue habiendo algo de esa actitud apagada. Pero es mejor eso a ver presente el dolor con el que despertó. Maldita sea, llore al verlo tan destrozado y ni siquiera se por que actuaba así- ¿Puedo bañarme? Es que ya no soporto este calor. Dios, me siento como un tamal hervido.

...

No pude evitarlo, estalle en risas. Yo aquí preocupado y Marcos actuando como si nada.

-No eres normal, chico... Pero me gusta eso de ti...

-¿Eh?

Tarde me si cuenta de que lo había dicho en voz alta. Oh joder. Que vergüenza. Eso se puede mal interpretar fácilmente.

-¡P-pero ya sabes! ¡Me refiero a que me gustas como tu! Osea, individuo, hermano sapien y... ¡¿Por qué demonios se ríen?!

Los bastardos de Elisa y Neferu carcajean sin repudio frente a mi. Marcos enrojece, seguro yo también. Los doctores son los únicos que parecen medianamente calmados además de sus escuetas sonrisas.

-Siendo así, creo que ya sabemos quién se encargará de ayudarte en el baño -El lobo sonreía del joven emperador hacia mi- Con eso claro, nos retiramos. Llámenos si hace falta.

Los vemos marchar. El momento se asienta y  una nueva sensación de calma llega con esta tranquilidad.

-¿Qué tu vas a hacer que conmigo...? -Bastó una sola pregunta de Marcos para ponerme tenso-

Padres. En lo que me suelo meter.

》》》

Luego de hablar sobre lo que paso, que sucedió y dejó de suceder, así como la baja obligatoria que le tocaría acatar a Marcos, Negrín y Elisa se marcharon a sus propias labores una vez llegamos a la habitación del humano.

Hay algo de nervios en mi. Nada más allá de la realidad, por que, vamos, ¿Quién no estaría nervioso en mi posición?

Cierro la puerta despidiéndome de los ya mencionados y entonces estoy sólo con...

-¿Amicus?

-¡¿S-si?! -Mi voz se vuelve un poco aguda. Debo relajarme o pensará mal de mi- ¿Ocurre algo?

Esta sentando en su cama. Igual que como lo acabo de dejar. Pude darme cuenta de que el más mínimo movimiento de alguna extremidad le causaba dolor, por ello insistí en cargarlo hasta acá.

Estúpidamente, porque olvidé que existían estas cosas llamadas silla de ruedas.

-Es algo vergonzoso... ¿A quién engaño? ¡Es terriblemente vergonzoso? -Voltea su rostro a otro lado- No tienes que hacer esto. Puedo pedir a alguien mas que lo haga por ti y nos ahorramos lo incómodo.

Incluso incapacitado es terco como una mula. Y si, se que es ese animal feral equino.

Ciertamente, la idea es tentadora, porque no se realmente como deba manejar esta situación...

Pero me imagino a alguien más lavando a Marcos, el chico completamente expuesto a manos desconocidas, sintiéndose cohibido. La idea de manos extrañas y posiblemente nada cuidadosa me hacen estremecer, por lo que antes de pensarlo dos veces niego enfáticamente.

-Yo puedo... -El calor sube hacia mi rostro y las puntas de mis orejas. No quiero sobre analizar la situación- Sólo dame un momento para avisar a mamá que posiblemente me quedé a dormir aquí. Quizá Tiberio también quiera saberlo.

Me doy la vuelta y...

-No deberías quedarte... - El tono de su voz es bajo. Me preocupo de forma instintiva- Hay gente dispuesta para eso y no quiero...

-"Y no quiero ser una molestia para ti y blah blah blah" por favor, Marcos. Mis padres no lograron que aprendiese a comer branza parmesian (Queso parmesano). Tu no lograras sacarme esto de la cabeza por mas que quieras.

Veo como sus hombros caen en señal de derrota y tomo eso como la oportunidad para hacer las llamadas pertinentes. Primero mi madre, que debe estar preocupada por la hora que es y no eh llegado. Por que si, es la decima hora de la noche, mi turno acabo hace mucho.

Cuando ella contesta, soy lo más breve posible, le explicó lo sucedido, que me quedaré a cuidar de Marcos y que cierre todo en casa con seguro.

-Avísame que tal se desarrolla su estado. Podría preparar algo de sopa a ver si mejora...

-Me gusta tu idea. Cuando decidas, estaré feliz de entregársela. O en todo caso, traerte para que tu misma lo hagas -La idea parece gustarle por como habla apresurado sobre ingredientes-

-Hijo, se que es repentino, pero, ¿Y si lo invitas a la cena de Saturnalia? Quiero creer que para entonces estarás mejor, y..

Corta con sus palabras justo allí. Yo por mi parte sonrió, porque mamá está haciendo eso de preocuparse por alguien que lo necesita.

Sin embargo, hay algo de conflicto en mi interior. Quiero pedirle que se presente, pero ni idea de lo que responderá. Por eso prefiero decirle que intentaré convencerlo pero que no se haga hagan ilusiones debido a su estado de salud.

Una vez me despido de ella, el siguiente en la lista es Tiberio.

Le llamo varias veces, pero no contesta, asumo que debe este dormido ahora. Para no dejar las cosas así, le envió un mensaje para que por la mañana lo pueda leer.

Okey. Todo listo.

-Respira hondo, Amicus. No lo dejes ahora.

Refuerzo mis expectativas sobre ser persistente y buscar el bien mayor para los demás, aun si me cuesta a mi. Se que es egoísta, pero sólo será esta vez. Y se trata de Marcos, así que, quiero creer que todo saldrá bien si lo deseo con la fuerza suficiente.

Por que, ayudar a un amigo nunca esta de más ¿Cierto?

Pero ustedes no son tal cosa.

Agitó la cabeza y alejo esos pensamientos.

Sean verdad o no, eso no importa ahora.

-Hare lo que tenga que hacer. Y ya...

Chapter 20: Quizas...

Chapter Text


"Vamos Marcos, respira hondo"

"Todo saldrá bien. Sólo debes tomarte un segundo y relajarte..."

-No puedo.

Me resigno, gritando internamente por lo que esta a punto de pasar. Esta no es una situación en la que pueda guardar la calma, simplemente no.

¿Por qué en nombre de las entidades cósmicas tenía que enfermar y sufrir una debilidad muscular? Juro que cualquier otra cosa sería mejor...

Mejor me callo. No valla a ser que empeore por andar pensando tonterías.

Como dicen por ahí: "La mente tiene poder"

-So-solo es un baño. No pasa nada. Es tu empleado, tu su jefe, y va a limpiarte... En una bañera... Con agua caliente... S-sus grandes manos con garras sobre mi cuerpo restregándose por doquier... -Bajo mi cabeza hasta donde pueda, mirando entre mis piernas a la tela de mis pantalones como una especie de armadura que cubrirá la "Santidad" de mi cuerpo... Grito de nuevo, está esta vez con los dientes fuertemente apretados.

Generalmente, en la Tierra habían estas costumbres. Cuando eres un Emperador, tienes cosas de las cuales ocuparte y el aseo podría resultarle una tarea trivial y poco interesante por tu propia mano. Hay algunos (Preferiblemente mujeres, pero esto es según el interés o necesidad del susodicho o algún miembro de la familia) que se les asignaba de tarea asear el cuerpo para evitar las molestias de hacerlo uno mismo.

Es mas que obvio que no soy fanático de tales cosas. Mi intimidad es eso "Mi intimidad" por ello me resulta en tal conflicto que ahora, el lobo, al que por cierto trate muy mal hace sólo unas horas, tenga que encargarse de ello hasta Dios sabe cuando.

-¿Que hice para merecer esto? -Mi pregunta hacia los cielos no obtiene respuesta. Sería raro si sí lo hiciera.

Suspiro.

Miro con gran tristeza que a este punto no puedo ocultar mis emociones como solía ser antes de el. Amicus es... Incluso describirlo es una gran labor.

-¿En que momento empezaste a cambiar tu visión de el? -Cierto mis ojos, aun sintiendo en mi cuerpo la debilidad y cansancio con la que me desperté.

Rozó mis dedos contra la suave y satinada tela de mi cama. Es lo mas que puedo hacer sin retorcerme del dolor. Eso me humilla un poco y da con mi orgullo.

Mirando hacia atrás, es increíble como en cuestión de dias el hijo del antiguo emperador logró tomar cierto papel en mi vida. También a llegado a hacerse un lugar con Elisa. Me impacta, porque nunca hubo alguien como el.

Mientras todos los lobos se disponían a mi servicio o temían, el fue de frente, inseguro, pero constante. Eso logró captar mi atención, confiar en el sin motivo aparente, confiarle secretos y vivencias que nadie además de Elisa o allegados que ya no existen en este plano conocen.

"¿Por qué razón lo sigues apartando entonces? Con el tiempo, sólo a probado ser digno de tu amistad"

Ciertamente. La voz de la razón en mi cabeza posee un punto válido. Es sólo que...

Me aterra aceptar esto. No puedo.

Además de las razones que quiero alejar de mi mente, también sigue habiendo está... Cosa. Necesidad o miedo visceral. Algo anómalo que realmente nació de un día para otro. Me sigue rogando que no lo deje entrar, que lo aparte tan lejos como se me haga posible, que mi gobierno es fuerte y no necesito la visión o palabras, incluso presencia de alguien como Amicus para proseguir...

¿Y qué tal si en realidad si que lo necesito?

-Ese pensamiento no me dejará dormir hoy, seguramente...

Porque, ¿Con que derecho lo quiero cerca si estuve a punto de herirlo más que nunca? No podré olvidar como ese "Algo" mezclo sus oscuras palabras conmigo. Deje de ser yo por un instante, si no fuera por...

-Listo -Amicus entra y cierra la puerta detrás de él. Caminando, cada vez más cerca de mi, lleva sus manos a la túnica que lo cubre y parece secar el sudor en ellas.

Al menos se que no soy el único nervioso.

Amicus se detiene frente a mi. Balancea su peso de un pie a otro, denotando los nervios que yo mismo poseo. No puedo mirarle al rostro todavía.

-Insisto que puedo pedir esto a alguien más... -Amicus suspira-

-Y yo insisto en que no me harás cambiar de opinión.

Ahora si que lo observó, con el ceño fruncido, más que irritado por todo esto, pero cuidando mis palabras.

Me devuelve una mirada igual de intensa y permanecemos así lo que parece una pequeña eternidad. Una que promete un desafío... Al menos si no estuviese incapacitado. Pero en cuanto a mi voluntad, esa es otra historia.

-Mientras mas tiempo permanezca ahí, más posible es de que el agua se enfríe y tu estado empeore -Hay un estremecimiento en todo mi cuerpo. Lo que menos deseo ahora es sentirme peor- Además... Si te ayuda, prometo que no veré nada. Sólo quédate en taparrabos o como les llamen ustedes a sus trapos íntimos. Te ayudaré a llegar allá y cuando estés listo, te haré entrar.

-... Dios Santo... -Agitó mi cabeza, dándole permiso de tocarme. Titubea al principio, pero luego Amicus coloca su brazo bajo el lado interior de mis piernas y espalda para luego pegarme a su pecho, elevándome al estilo princesa- ... Esto no puede ser más vergonzoso...

-¿Eso crees? Y ni siquiera hemos comenzado -La diversión en la voz del lobo no me hace gracia. Gruño para que esto le quede claro, pero por la pequeña sonrisa en su boca, deduzco que le divierte a pesar de todo.

Amicus se abre paso a la habitación del baño, la puerta nos da la bienvenida con un desliz silencioso y luego estamos dentro.

Las paredes en colores claros como crema saludan cuando la iluminación automática da vida a la habitación. El baño tiene un tamaño algo considerable, lo bastante como para albergar una ducha con sus paredes de cristal y una secadora el la parte superior, un area para la tina y toda una pared dedicada al tocador y espejo con sus respectivos lavabos. Hay una limitada cantidad de elementos de cuidado personal aquí que me pertenecen, no requiero de muchas cosas en realidad. El cuidado personal lo hago a la antigua en su mayoría.

-Bueno, puedo decir que hay cosas que no cambian mucho... -Ese comentario llama mi atención- Oh, es que, está solía ser una de las habitaciones de invitados originales. La remodelaron, lo se sé por el tipo de cerámica que usa el suelo.

Observó los hexágonos negros que arman el suelo. A veces olvido que Amicus vivió aquí desde que dio su primer vistazo al mundo.

Me sienta un poco mal ocupar este lugar. Pero que se le va hacer.

Y ahora que lo pienso con cuidado, el no sabe de la Habitación, así que, debería andarme con cuidado.

-Hace tiempo, mi habitación solía estar cerca a la de mi padre. Cuando murió, ordene que adaptasen está para mi -Por dos razones, estar cerca del manantial en las catacumbas, y alejarme lo mas posible de "Mi familia" - No me emocionaba la idea de estar a unos pasos de ellos...

-Oh, tu... Bueno, la familia de tu madrastra -Asiento- Comprensible.

Amicus me deja sobre el inodoro, me siento de la forma más cómoda posible y hago el mayor esfuerzo por quitarme la camisa por mi mismo. No es tan sencillo, flexionar los músculos, realizar los movimientos de mis brazos o piernas se siente como la peor de las torturas; se siente como si dentro de mi, miles de hilos pequeños se cortarán uno a uno, amenazando con que mi extremidad caiga inerte al piso y que luego se vuelva polvo.

Me consta que todo es parte de este malestar, pero esa idea facilita la tarea.

-Permíteme.

-No, yo... -Ignora mis protestas y con cuidado, levanta mis brazos a la altura de mi cabeza y la camisa que usaba desaparece en un sesto de ropa sucia- ...

Me detengo un segundo para ver a este hombre. Amicus está inclinado sobre mi, más bien, una de sus rodillas tocado el suelo y la otra de soporte. Se concentra ahora el quitar las tiras que atan mis sandalias, y lo hace de forma tan dedicada que me convence de ser realmente profesional.

Un ceño fruncido persiste en su rostro, señal de concentración. Yo contemplo sus facciones. Eh visto a lo largo de mis veintitrés años de vida a una infinidad de hombres. Estudiando especies y creciendo rodeado de cosas que un humano normal consciente del "Mas allá de la Tierra" podría ver. Fui criado para comprender todo y asimilarlo fácilmente.

Pero aquí me encuentro, admirando las facciones de un hombre lobo como si fuese la cosa mas maravillosa de todos los tiempos, mientras quita cada una de las prendas sobre mi, noto detalles como un niño que descubre las constelaciones. El lunar en la barbilla, esos ojos que parecen el reflejo de una laguna viva iluminada por una Luna llena de mi planeta o este mismo. Si pelaje oscuro y el mas claro en su hocico. Las manos que tocan mi ropa con aprecio y seriedad también forman parte de la ecuación. Pero hay algo que toma toda mi atención...

Es esa marca de pelaje blanco entre sus grandes cejas, forma un símbolo, uno que tan bien estudié, está presente en la realeza de esta Luna. Amicus, al igual que su padre y hermanos, poseen esta marca representativa de su linaje. Pero esta mas allá de solo ser una distinción genética, lo se...

No puedo detenerme sólo con observarlo, debo tocarlo.

Y lo hago...

-¡...! -De algún modo, mi mano logró elevarse y tocar con suavidad la frente de Amicus. El lobo está tenso bajo mi toque, sorprendido, conmocionado, y quizá incluso algo avergonzado. Veo esos orbes y se que se pregunta: "¿Qué esta haciendo? ¿Cómo se está moviendo? ¿Por qué me toca?" esas preguntas también florecen en mi, así como este calor agradable dentro de mi pecho mientras que mi pulgar roza esa zona, pero no hay respuestas que me ayuden a mi o a este hombre.

En algún punto, se detiene en su tarea y sólo me observa, no como yo lo hago, eso es seguro. Su oreja se bate con nerviosismo y yo decido acariciarla, pero allí se termina el momento de ensoñación. Su mano sujeta la mía.

-Me alegra que recuperes la movilidad. Ya estás listo. Dejaré que entres así -Regresando a la realidad, me encuentro en ropa interior. En algún punto se perdió toda la vergüenza. Sólo quedan resquicios de ella antes de su migración- ¿Todo bien?

Asiento, ahora perdido en mis pensamientos.

Esta vez, cuando Amicus me toma entre sus brazos, no opongo resistencia, dejó que me lleve y con delicadeza me deja reposar en el agua tibia como si fuera la flor más delicada del valle dejándose caer en las aguas de la laguna.

El agua posee jabón, dejó que por unos segundos mi cuerpo se relaje de toda la tensión acumulada. Hace tiempo no me doy este lujo, y por supuesto que no con alguien observándome.

Cierro los ojos y dejó reposar mi cabeza contra el borde de está bañera. Trato dr pensar y organizar tanto en mi cabeza. El año terminó, o bueno, terminará, con tantas cosas que digerir.

No sabría por donde empezar a organizar mis ideas, no e tenido tiempo para hacerlo, mucho menos con la montaña rusa de emociones en la que me e metido de repente.

Abro uno de mis ojos y encuentro a Amicus sentado en una silla al lado de la bañera. Mira hacia el suelo, pensando, esa expresión sólo la e visto en personas que no consiguen paz por las noches de tanto pensar y pensar.

"¿Qué sucede en esa mente tuya?"

Estuve así por un rato, hasta que sentí que ya estaba bien para que usará una esponja y me lavara. Esta era la parte más invasiva, en mi opinión.

Amicus sujeta uno de mis brazos y lo levanta, su mano junto a la esponja restriegan el interior de mi brazo y axila. La sensación es agradable, mucho más de lo que quisiera admitir, y no lo se, quizá lo disfrutaría más o estuviese un poco tranquilo si...

-La madre de tus hermanastros estuvo en el ala médica hace un rato -Amicus rompe el silencio con esto. Estoy entre agradecido como intrigado y preocupado- Insiste en que sería mejor si dejaras de ser emperador por uno de sus hijos. O en el peor de los casos, ella.

Una risa sardónica huye de mi boca.

-Eso no es una novedad. Legiona cree que cualquiera es mejor que yo para este puesto... -Hasta pronunciar su nombre representa una molestia. Mis ojos se desvían hacia el agua espumosa de la tina, imagino que mis problemas reposan en cada una de las burbujas y que, si fuese así de fácil, podría eliminarlas estallándolas- A veces siento... Que tiene razón, en que no soy apto para el cargo.

-¿Por qué crees eso? - El lobo se oye conmocionado, pero no hago o digo nada para tranquilizarlo.

Mirando hacia atrás, no e echo más que recibir un planeta donde existe desunión y repudio. Las personas no siempre confían y sus heridas abiertas no sanaran por una mera disculpa. Es como Amicus y yo.

Ambos sabemos que somos dañino para el otro, y aún así siguen ocurriendo estos eventos que nos obligan a juntarnos de nuevo y luego volver a alejarnos, como un círculo vicioso. Todo eso está mal. Lo se...

-Ya no tiene mucho caso hacer esto. Se está volviendo una costumbre y no quiero seguirlo haciendo... De todos modos, quiero decirte, lo lamento...

El frena sus movimientos.

Prosigo.

-Desde que te conocí, sólo e sabido lastimarte, apartarte. Te hago más daño que bien cuando nos encontramos y eso me sienta mal. No quiero esto para ti, una hipocresía o idea de que me debes algo cuando no hay nada. Sólo soy un egoísta -No dice nada en esta pequeña pausa, así que continuó- Y ¿Sabes? Si renunciarás, no te culparía de nada ni mucho menos haría algo para cambiarlo. Estoy cansado de meterme en tu vida y herirte.

Quiero que escuche y vea que cada una de mis palabras son reales, de verdad que lo son...

Pero no voy a negar que me entristecería que se marchara. DE VERDAD me haría sentir mal.

-¿Tu... Quieres que me valla? -Su tono de voz es bajo y tembloroso. Yo intento mirarlo lo mejor posible aún cuando estoy de espaldas a el.

-¿Qué? ¡No! Yo sólo... Si tu quisieras, no lo impediría. No quiero interferir en tu felicidad o... Lo que sea... -No consigo las palabras adecuadas para decirle- Sinceramente... -Trago pesado. Este nudo en mi garganta es mera ilusión, pero el miedo ante el rechazo se hace presente. No quiero que se valla, pero si se queda corre el riesgo de sufrir más. ¿Quién querría lidiar con alguien como yo, puros problemas? - Amicus, yo... Quiero mantener esta vez mi disculpa. Quiero evitarte algún mal. Con tenerte aquí justo ahora ya me parece demasiado abuso. Seguro preferirías estar con tu madre, o con... -La bilis se me acumula en la boca. Pero me la guardo como castigo- Tiberio.

Espero que no note mi molestia.

Con un suspiro, me resigno y dejó caer en la bañera. Su gran tamaño me permite hundir mi cuerpo hasta la boca y sólo dejarme ser como nada en el agua un momento.

-De verdad me enfado como me trataste. Creí que habíamos llegado a una tregua... -Me hundo más en el agua- La forma en la que me echaste... Odio admitirlo, pero me dolió como no tienes idea. Trajiste a mi viejos recuerdos que no creí haber guardado conmigo. ¿Por qué? Sólo dime eso.

-... No lo se. Supongo que sólo soy un imbécil que no sabe tratar a las personas... -En cierta medida, es verdad. Lo que sé refiere al resto, como la pelea interna que se desarrolla dentro de mi gracias a el... Prefiero callarlo- Esto no importa de todos modos. Como ya dije, si te marchas, todo bien. Te dejaría algo bastante generoso incluso por las molestias claro.

Escucho su gruñido a mi espalda y luego...

Estoy envuelto por unos fuertes y cálidos brazos.

Amicus abraza mi cuello y mi cabeza reposa sobre su pecho peludo. Tan... Cálido. Los latidos son con una melodía fina de un solo tono que podría dormirte con facilidad.

-De verdad que eres un estúpido. Puedo aceptar que te llames de toda mierda, por que si te lo mereces...Sin embargo, no es justo. No es justo, porque me pides que haga algo que me disgusta. No es justo que te trates a ti mismo de esa forma. No es justo que trates de hacerte el mártir y elegir por mi como si supieras lo que me conviene más. Y tampoco es justo como me has llegado a tratar, si, ya lo dijiste, pero también comprendo que no todo es fácil, que llegas a sentirte tan sobrepasado por todo, que te guardas lo que te frustra y molesta durante el día, que debes usar una máscara de indiferencia y poca accesibilidad por miedo a ser herido. Nada de eso es justo... -A este punto, mis hombros tiemblan ante la convicción en sus palabras. Así nada mas logró deshacer todo lo que estaba previsto- Obviamente, no te estoy excusando. Tendrás que ganarte la redención, y para eso, debo andar cerca de ti. Para vigilarte y todo eso.

Me salpica algo de agua. Quizá le parece gracioso o busca un modo de aligerar el ambiente.

-Puede que veas demasiadas cosas malas en ti, Marcos. Eso no implica que no hayan virtudes de las cuales sentirte orgulloso... Así que deja de auto compadecerte. Detesto eso -Restriega su gran mano en mi rostro y yo me quejo a gritos amortiguados. La sensación es horrible, me recuerda a cuando mamá me despertaba y... Valla conflicto. Estoy dudando de como calificar este momento.

"Quizá sólo deba dejarlo ser. No todo en esta vida se puede cuantificar o calificar eso diría alguien por allí."

-Y bueno... -Una vez me suelta, pone su atención en mi otro brazo y talla con la esponja otra vez con el mismo ritmo lento y firme. Hace una pausa de un par de segundos en los que creo que considera lo que está por decir, y se declina por escoger: - Se cuando a alguien le hace falta un abrazo.

...

No esperaba eso.

Así que me burló un poco de el.

-No estoy tan falto de cariño como crees ¿Eh?. Además, apuesto a que lo dices sólo para ponerme las manos encima -Amicus tararea.

-Puede que sea cierto -... ¿Eh? - Solo mira estas. Son irresistibles.

Deliberadamente me coloca ambas manos sobre mis pequeños pectorales. Los aprieta con tal descaro que logra un gran sonrojo en mi.

-¡Suéltame, lobo pervertido!

Las fuerzas que una vez tuve en mi mano para tocar su frente brillan por su ausencia. Amicus carcajea como un gran tonto ante mis intentos fallidos de apartarlo, sólo me queda usar mi cabeza y dientes para lograrlo.

De esa forma, el baño incómodo que fue esto en un principio se convirtió en un juego para dos niños grandes. Cada uno con sus respectivos pensamientos o preocupaciones ahora muy lejos de lo que fue en un comienzo.

Puede que la relación que llevemos sea inestable, que yo lo arruine todo en algún momento o que Amicus por fin comprenda que no tengo remedio y que lo mejor sea dar un paso atrás...

Sin embargo, prefiero disfrutar de este pequeño momento de alegría, porque seguro como el infierno que su duración será tan corta como la vida de una cigarra.

A la final, el baño estuvo bien. Hubieron momentos incómodos en los que Amicus me dejó sufrir para poder mantener la dignidad de mi ser, si saben de lo que hablo.

Hablar con el se está volviendo mas sencillo, y aunque hallan cosas delicadas de por medio, optamos por callar en ese momento. Acordamos ser sinceros el uno con el otro cuando haga falta, y eso está bien.

Es más de lo que podría esperar de el...

-Oye, lobo... -Con un gruñido me hace saber que me escucha. Esta secando mi cabello con una toalla- No te hagas ilusiones. Pero... Puede que más adelante te tome la palabra.

Se detiene, luego continúa. Yo supongo que el sabe de lo que hablo.

Y esta bien. Este silencio es mejor que cualquier otro.

》》》

-Bien, la gente del servicio te trajo una cena bastante ligera. Así que... -Un plato de humeante sopa es colocado frente a mi. La mesita para comer en cama posa sus soportes a cada lado de mi pierna y estoy algo ansioso por comer- Ahógate.

Lo soslayo con la mirada, su hocico tiene una sonrisa divertida y yo acabo rodando los ojos con media sonrisa.

Yo me dedico a probar mi comida, pero...

-... -Los brazos siguen entumecidos y yo maldigo internamente por eso-Amicus...

-¿Si? -Su expresión es de diversión todavía.

Yo hago un esfuerzo máximo por no lanzarle la sopa encima, se lo que hace.

-¿Podrías...? -Miro de la sopa a el. Se hace el tonto- ¿Puedes?

-Lo siento. Pero no leo mentes. ¿Podrías decirlo en voz alta y sin fruncir el ceño? -Este... Se está tomando demasiadas libertades ahora-

Tomo una gran respiración y cerrando los ojos voy un momento a mi lugar feliz o como le gusten llamar hoy dia. Al abrirlos, lo escupo.

-¿Puedes por favor darme de la jodida sopa?

-¡Anda! Una grosería. Pensé que no las conocías. Sólo por eso, te hare el favor.

Por supuesto que si...

Una a una me va dando las cucharadas de sopa. Las verduras y pollo juntos con demás ingredientes y el calor de la misma me ayudan de alguna manera. Al menos interpreto de ese modo las sensaciones en mi cuerpo.

Nada que ver conque sea el quien me la este dando.

Vuelco toda mi atención en la comida. Las leves líneas de vapor que expulsa, los aromas en ella. Incluso la presentación me esta resultando interesante justo ahora. Hay casabe (Es una fina torta o galleta echa con yuca procesada a la cual se le da esta apariencia una vez seca). Además, agregaron un jarrón que traía una combinación de flores algo peculiar.

Lavanda y flores de limonero.

Recuerdo haber leído algo al respecto antes. La lavanda usualmente es plantada para crear un ambiente con aroma relajante y crea una hermosa vista en un gran cultivo, pero también se dice que es la mejor paraje posible para un limonero, ya que protege con su aroma de las plagas y permite prosperar la cosecha de limones.

Juntas desprenden un olor interesante. Una combinación tan improbable como preciosa.

-¿Marcos? -Amicus me observa con preocupación- ¿Sucede algo? Te perdiste un momento.

Asiento con media sonrisa.

-Sólo andaba pensando en... -"Cuan improbable es el destino, que junta parejas tan extrañas. Como tu y yo..." No puedo evitar ponernos desde ese ángulo. Comprendo mi posición y lo que considera mi mente junto con el loco corazón mío, y no tiene sentido.

"No vale la pena de todas formas. Te conviene más una Salvia que un Limonero seco..."

-Paso otra vez. ¿Seguro de que estas bien? -De verdad parece importarle.

-Sólo estoy cansado. Creo que aun no me recupero. Pero estaré bien...

La duda persiste en sus ojos, pero es mejor eso a que me mal intérprete... Bueno, que me mal intérprete mucho más.

Nada es sencillo para mi. Nunca lo fue, y no me interesa que lo sea.

Prefiero vivir y ya.

-Gracias por esto...

Con sonrisas mutuas, continuo.

Sólo continuó.

~♤~

Arropo su delgado y delicado cuerpo. La visión de toda una responsabilidad como es la carga del Emperador sobre esos hombros me hace sentir ligeramente triste en su lugar. Y pensar que podría vivirlo por el.

Marcos alcanzó el sueño más pronto que tarde luego de comer, y ahora retoza con suaves respiraciones, constantes como el viento silencioso de esta noche. Luciendo tan pacífico en su letargo, nadie creería que es tan fuerte como yo.

Y no sólo hablo de fuerza física...

-Debería ir a dormir también... -La idea es tan tentadora... Pero no me veo capaz de alejarme ahora. Quiero estar cerca de el-

Resignado a estos nuevos comportamientos ilógicos que residen dentro de mi, busco un par de mantas y una almohada, para poder preparar el sillón y tener una cama improvisada. Estrujo los cojines a ver si la maldita cosa se vuelve un poco más cómoda, y entonces estoy recostado.

El sillón está junto a la ventana, lo que me brinda una panorámica del cielo nocturno. Las estrellas me saludan una a una y yo sonrió imaginando que quizás mi padre y Cato se reirían de mi actitud tan indecisa. Últimamente dudo mucho...

-Sobre todo cerca de ti... -Miro de reojo a Marcos, esperando que despierte en algún momento para decir algún comentario sarcástico, pero no lo hay.

Hoy fue un día bastante extraño, por decir poco. Quisiera tener algo de tiempo para poder analizar todo lo sucedido.

"Y ¿Para que? De cualquier modo, es mejor si todo transcurre sólo. Por andar sobre pensando sucedió esto. Querer evitarlo, evadirlo..."

...

Este razonamiento no se siente completamente mío, pero prefiero aceptarlo sólo porque estoy cansado.

Cierro los ojos, revivo el día entero hasta este punto. Hay tanto en lo que trabajar mañana, o hoy ya que pasó la media noche. Pienso, reflexionó. Busco un sentido seguro en esta incertidumbre nueva.

Mi mente repite el abrazo otra vez. Me sorprende como cada toque o palabra de su pertenecía rebota dentro de mi con tanta fuerza. Me encuentro comparándolo con Tiberio y luego dudo del porque lo hago.

Mis ojos pasan de Marcos a ese florero que le dejaron junto con la comida, las flores captaron su atención en gran parte de la cena. No dejó de pensar en su relevancia o concepto.

-Quizá le doy demasiadas vueltas al asunto.

Quizás si, quizás no.

¿Importa?

...

Chapter 21: Pensamientos

Chapter Text

Una vida por otra vida.

El conjunto de vivencias que se nos otorga, del cual todos diferimos a hacer lo que nos plazca con ella. El libre albedrío como concepto mismo, se relaciona a la interacción plena con el ambiente. Uno por uno se complementan y al final de la carrera, se destruyen a si mismos.

Errantes, vagando en el cielo y la nada. Como hojas perdidas en el riachuelo, como crías de animales en busca de la supervivencia sin sus Padres. La progenie misma de las estrellas que colisionar y se extinguen al final de los eones.

Eso es la existencia. Cuando el destino es benevolente y permite la conexión plena de las vidas solitarias, nace el júbilo de un lazo tan natural y duradero que puede persistir, trascender del tiempo y las dimensiones, donde ninguna piedra o papel es capaz de registrar tal evento.

Así como miles de almas vagan por el valle de la muerte para su reciclaje o el tiempo se dobla para crear un nuevo entrecejo, también podrá mantenerse una variante, por mínima que sea; Sólo eso basta para que la historia se repita. Bien puede ser incluso algo tan sencillo como...

- Lavanda y limón... -Las flores reposan sobre la fina capa de agua que representa el suelo de este mundo. Tan frágiles y sencillas, pero aun así, tienen el potencial de cambiar el mundo que las rodea, juntas. A veces dudo de por qué los Padres unirían vidas sapiens de la misma forma, cual era el objetivo de aplicar reglas tan fundamentales a la coexistencia entre almas.


¿Quizá se deba a un juego? ¿Una trampa? ¿La apuesta de una competencia que terminó mal?

- ¿Sera posible que dejes de racionalizar todo lo que ves y vengas a echarme una mano?

Esa voz exhausta y ligeramente amarga hace que ruede los ojos, pero a final de cuentas me deslizó hacia el, dejando caer estas flores y permitirles seguir su odisea por el mar infinito que nos rodea.

- Un descanso de esto no te vendría mal. Si sigues mirando a través de eso, vas a quedarte ciego -Trato de sonar lo mas suave posible, pero de todas maneras gruñe y se amarga más.

Nada nuevo.

- Descansare una vez todo esto se resuelva. Estamos muy cerca, no pienso permitir que nada me lo arruine.

- Pero, que novedad... -Mis pies descalzos se deslizan con delicadeza a su alrededor. Esa mirada infinita y casada me observa de reojo, tratando de nivelar mi comportamiento despreocupado. Sonrió de medio lado una vez alcanzó a estar frente a el- A estas alturas deberías de rendirte con alterar su futuro. Ya hemos tratado de manipularlo o prever a voluntad, y siempre sucede el mismo resultado decepcionante.

Oh, pero el esta demasiado lejos de eso. Niega enfáticamente y persiste en su observación constante y taciturna.


- Al menos puedo vigilar que no haga nada otra vez. No puedo permitir que arruine todo una vez más, tal como en el principio.

El principio... Suena tan lejano, ajeno a mi. Mis orejas se agitan un poco, un tic que suelo tener al buscar el entendimiento sobre algo. Es como un rompecabezas sin sentido real, no existe forma de ubicarlo en el presente, aquella época era demasiado confusa para todos, y aunque fuese medianamente consciente de lo que podría ocurrir en su tiempo y en lo que repercutiría sobre el futuro, jamás tuvo oportunidad de hacer nada para resolverlo.

Después de todo, estaba muerta antes de que todo ocurriese.

Pero la duda real es ¿Cómo?



Mirando hacia los canales del pasado no halla respuesta, como pescador que no atrapa un pez durante la jornada. Lo mejor, por ahora, es dejar que todo transcurra.

- Te dejaré en paz, sólo por ahora. Pero cuando empiecen a salir de tus cuencas las pelotas cósmicas que tienes por ojos, entonces me burlare con un "Te lo dije"


Me ubique cerca de el, sentada, piernas cruzadas y mirando a otra parte. Estar aquí no es tan malo tampoco, hay tiempo para reflexionar y siempre existe algo por hacer.



Con eso en mente, me dejó guiar por las voces filtradas en el mundo del silencio, de ese plano donde una vez estuve, y pronto regresare.



...


~♤~

Despertar.

A veces, está resulta ser una de las pruebas más complicadas de la vida. Literal y metafóricamente hablando.

Además de tener problemas para dormir plenamente, cuando lo logró, es bien entrada la madrugada, tiene que ser un día especial de esos en los que te cansas hasta morir que quedó tan dormido que bien podría estar muerto.

En esas ocasiones ni siquiera puedo soñar. Así lo puedo definir.

Hoy en particular es un día extraño. Si, dormí como un maldito resorte retorcido, este mueble no deja nada al descanso y estoy seguro que una vez me levante, sufriré las consecuencias. Y sin embargo, no lo hago porque aún se siente bien está pesadez del sueño que no experimentaba hacia tiempo.

Estoy despierto en su mayoría, pero ¿Qué tal si fingiera haber muerto sólo para dormir un poco más?

Si, creo que es demasiado pedir.

- ¿...? -El sonido del inodoro siendo activado llama mi atención hacia el baño. Aún no abro los ojos, mis orejas captan todo lo que necesito en mi lugar. Oigo la puerta abrirse y luego, unos torpes pasos entran en la habitación. No lo resisto más. Abro los ojos y me encuentro con la mirada cautelosa de Marcos, que luego se vuelve de sorpresa al verme despierto. Se tambalea, pero alcanza a sujetarse de la pared- ¡¿Qué haces de pie?!

- Uh, en el baño. Duh -Su tono es de "Obvio" - ¿Qué, piensas acompañarme a todos lados, también me sujetaras para apuntar correctamente?

Se que se está bromeando, pero una parte inaudita de mi se encuentra apreciando la posibilidad.

Agitó la cabeza horrorizado por mis pensamientos. NO vallas por allí.

Marcos camina con gran esfuerzo y quejas silenciosas hasta su cama. Se deja caer en ella con un ruido de alivio y lo veo quedarse inmóvil, boca abajo con las sábanas cubriendo su lado frontal.

- No quería preocuparte, ni despertarte. Pero como me urgía ir, tome la determinación de ir por mi cuenta. Aún me duele, pero no tanto como antes y ya puedo hacerlo por mi cuenta.

- Eso no significa que estés listo para hacer todo por tu cuenta -Me colocó de pie, respingo un segundo cuando el frío de invierno se cuela a través de mis piernas y llega a la nuca, eriza mi pelo y me toma un segundo ajustarme.

- De cualquier manera, no pienso seguir encerrado aquí. Quiero usar mi tiempo en algo más si no voy a estar trabajando -Mirándolo bien, es admirable su dedicación a la labor.

Más hombres como el en el mundo, las galaxias o lo que sea, y será mucho mejor todo.

- ¿No hay nada que te convenza de lo contrario, cierto? -Un sonido de negativa es todo lo que necesito como respuesta. Me colocó de pie una vez más y el suelo ya no me afecta. Comienzo a alistarme para un nuevo día- Iré a prepararte algo de comer y luego comenzaré mi jornada. Tengo cosas pendientes y...

- Ey, no tan rápido -Marcos revela su rostro de entre las sábanas alborotadas. No se molesta en levantarse ni un poco- Usted hoy no va a trabajar. Ya hizo bastante ayer y anoche con quedarse para cuidarme. No creas que no me di cuenta de cuantas veces te despertaste para verificar mi temperatura.

Eso hace que me avergüence un poco. Mis orejas se tornaron rojas seguramente al ser descubierto por este humano tan... Perspicaz.

- Vas a recoger tus cosas, dejaras que Elisa se encargue de mi el resto del día y tu podrás descansar hasta mañana. Eso es lo que vas a hacer, si.

- Pe-pero...

- Pero nada - Girando sobre si mismo como un insecto en su crisálida, el humano logra acomodarse de forma que está sentado contra el espaldar de su cama-Ya ayudaste bastante, Amicus. Y no quiero seguir molestándote. Así que, por favor, aceptaste día libre de un enfermo necio y haz lo que gustes. Sin preocupaciones por mi o demás. Mañana puedes hacerlo si gustas.

La idea no me gusta nada, siento que es muy pronto par apartarme de su lado, sin embargo... Estaba deseando algo de tiempo para mi. Seguramente mamá lo agradecería, el que este con ella en un de sus habituales dias. Eso sí Tiberio no ronda cerca.

Lo que me recuerda que debo hablar con el también.

Okey, luego de meditarlo y dudar como nunca, aceptó el ofrecimiento del humano y, al terminar de organizar todo aquí y encargarme de los trastes sucios, me despido con una sonrisa, la cual Marcos corresponde igual de bien. Mi cola se sacude como loca mientras me alejo de los aposentos del joven emperador.

Es agradable verlo sonreír más.

Al menos puedo decir que también estoy mejor. Ya no hay pesadez en mi pecho y retorcijones en mi estómago que hacen pesar mi cuerpo y ralentizan mis movimientos. Seguramente era toda la tensión entre el y yo, pero con eso superado, puedo ir a casa, mucho más tranquilo que cuando vine de allá hasta aquí.

- A descansar... -Y eso, es lo que haré.

...

~♧~

- ... -Mirando desde la ventana de mi habitación, divido a Amicus en la lejanía, cada vez mas chico ante mis ojos. Con el, los recuerdos de anoche sobre vuelan mi mente y llenan mi diafragma con una serie de sensaciones que logran cortarme el aire.

Quiero creer ilusamente que es un embolia cerebral o algo así.

- ¿Y bien...? -Recuerdo que no estoy sólo en la habitación y que Elisa me observa como indigente que ve comida en la mesa de un evento público como los que hacen en las vendimias. Por mi parte, hago una mueva de horror por como luce su rostro.

Dios me libre de ver algo así en la noche.

- ¿Bien, que?

- ¡No te hagas! ¿Que paso anoche? -Palmea mi pierna y eso duele mas de lo esperado.

- ¡Oye! Dios... ¿Qué va a suceder? ¡Estas loca! Sólo me dio un baño y me ayudó a comer -No entiendo de que van estas preguntas- Fue amable conmigo. Hablamos y resolvimos lo que sea que sucedió entre nosotros. Eso es todo.

Como si le hubiese dado a un niño un kilo de azúcar para comer en el desayuno, ella estallo en chillidos de lo que sólo puedo describir como pura emoción, emoción de la cual soy completamente ajeno

- Ay, pero por amor a los cielos... No pienso seguir en esto. Tengo mejores cosas que hacer, pensar, ir y... Oh Dios- No puede ser. Lo olvide. Giro en redondo hacia Elisa, ella no lo capta de inmediato, pero pronto sus ojos se expanden casi tanto como los míos y se coloca de pie para organizar todo para mi.

- Voy a llevarte, pero a cambio, quiero una explicación de lo que hacías en el poso debajo de nosotros.

Me detengo en seco, siento como una mano huesuda se retuerce dentro de mi, como si jalara con fuerza mis terminaciones nerviosas mientras evoca una ola de recuerdos vividos sobre aquella noche nada lejana. Aun me aquejan los pensamientos de culpa por toda la ira, celos y posesividad inusuales en mi, aún puedo mantener fresca en mi memoria las venenosas palabras que se me fueron susurradas en su momento, pero que ahora, persisten con mayor fuerza.

Me causa tanta vergüenza, pero debo confesar que... Después de anoche, no es tanto.

"Luego de que me abrazara..."

Agitó la cabeza como una maraca en noche de salsa brava dentro de un bar. No hay relación absoluta entre una cosa y otra.

Sin embargo, esto, sea lo que sea esto, no puedo sobrellevarlo por mi cuenta, ya no más. Encapsular mis emociones fue lo que me metió en un embrollo, y si debo confesarme con Elisa cual mujer viuda en domingo siete en una iglesia, así será.

Lo que sea para recuperarme pronto.

Mientras me ayuda a arreglarme, me dedico a contarle con lujo de detalles lo que sucedió y lo que dejó de suceder. Las expresiones de Elisa pasaron de una a otra de forma consecutiva y que finalizó con un rostro serio y pensativo. Desconozco totalmente lo que ocurre en su mente, pero ciertamente, justo ahora no tengo mucha concentración para ello.

Para cuando esta cerca el medio día, salimos del Palacio.

...

~♤~

- Pobre. Debe sentirse aburrido en su habitación -Asiento con la cabeza mientras suelto un suspiro. Mamá está que no se cree lo que le sucedió a Marcos. Mientras escucho lo que tiene para decir al respecto, yo pelo un par de papas que tendrán como destino la sopa especial de mamá. Huele delicioso- Quien diría que una de nuestras gripes mas débiles podría afectarlo así.

- Es lógico hasta cierto punto, Cupedia... -Observo a Tiberio, sentado en la mesa de la cocina mientras pica aliño- La biología humana no es como la nuestra. En algún momento tenía que ocurrir algo así... Aunque no deja de ser preocupante.

- Quiero creer que mejorará pronto. Después de todo, es tan testarudo... -En mi se forma una sonrisa pequeña, recordando la personalidad de Marcos. Ese es un hueso duro de roer, diría mi padre.

- Son tal para cual -El comentario de mamá me hace fruncir el ceño mientras la observó, cubre su boca con una de sus manos para ocultar su risa mientras que Tiberio carcajea con toda libertad. Sólo puedo bufar por lo terribles que son- Como sea...

De pronto, algo se aferra a mi espalda, brazos delgados pasan alrededor de mi cuello y envuelven en un abrazo. Mamá me observa desde mi hombro.

- Hijo~ -Oh dioses. Ese tono de súplica...- Se que es tu día libre y que quieres descansar, pero estaba pensando en que podríamos hacer uso de ello y llevarle de está sopa a Marcos, la cual hice con todo mi amor. ¿Por favor?

"Eres un caso, mamá..." Sonrió mientras pienso en esto. Esos ojos de súplica son tan grandes y brillantes que no podría decirle que no de ningún modo.

- Ya sabes que para mi, nada que te resulte importante, es problema -Beso la cima de su cabeza para que conste mis palabras. No importa que haga, la verdad, siempre estaré dispuesto para ella y su causa...

Y claro, no puedo negarlo, quiero comprobar como sigue Marcos.

Condénenme.

- Prepara lo que llevarás. Saldremos luego del almuerzo. Tiberio, espero contar con tu presencia también -El pequeño lobo de pelaje marrón sonríe ampliamente. Si cola se agita con emoción y esos orbes brillan como los de un cachorro que ve a su 0adre luego de semanas apartado de el.

- ¡Por supuesto que si, capitán!

Ruedo los ojos con una sonrisa por el apodo, ahora puedo seguir con lo mío tranquilamente mientras mamá hace lo suyo para esta tarde. Le envió un mensaje a Elisa avisando que ore acompañado más tarde, ella ve el mensaje pero no contesta nada. Supongo que está ocupada.

Lavando ahora cada una de estas papas me permito divagar, pienso en lo que podría ocurrir está tarde, pero soy optimista, más de lo que nunca fui. Sonrío recordando las pláticas que sostuvo anoche con Marcos hasta verlo desfallecer del sueño, lo que aprendí de el mientras divagaba contándome cosas sobre su persona o de su planeta.

"Uno nunca deja de aprender" Eso dijo el. Y me parece cierto. A veces, en lo que eh notado hoy durante mi día de descanso, me encuentro ansiando la próxima plática. ¿No es una locura?

Valla que si. Pero en un mundo de locos, el cuerdo es el verdadero loco.

- ¿Estamos alegres el día de hoy? -Tiberio me sorprende, sujeta mi brazo y lo pega a su cálido pecho con una sonrisa divertida. Yo desvío la mirada con una sonrisa nerviosa.

- Me atrapaste con las manos en la masa... O bueno, en las papas -Río por mi mal chiste- Estaba pensando en Marcos. Anoche resolvimos nuestras diferencias... Solo espero no volvamos a pelear. Me estoy cansando de esto, ¿Sabes?

Tararea de acuerdo, su expresión se torna pensativa. Me pregunto en maquina ese cerebro suyo.

Entonces vuelve su sonrisa de diez mil vatios.

- Me hace feliz, verte feliz...

Y con sólo esas palabras, el se dirige hacia mi madre para ayudarle en lo que haga falta. No se por que, pero hay un presentimiento dentro de mi pecho que dice... Que esas palabras tienen más significado del que soy consciente.

Las analizo durante un rato, pero no concluyó en nada. Me resigno a ver que sucede con el tiempo, como siempre, esperado el mejor de los resultados.

Eso es lo que puedo hacer, esperar.

...

》》》

- "Antes de ir, necesito que me hagas un favor. Dirígete hacia el costado derecho del Palacio. Verás unas escaleras. Sigue el sendero. Cuando llegues allí, entenderás para que te pedí ir"

Eso es todo lo que dice el mensaje. Es tan extraño. Pero a estas alturas debería estar acostumbrado.

- Okey... ¿Podrían esperar aquí junto al árbol? Elisa necesita que haga algo por ella.

- Claro. Ve con cuidado.

- Aquí te esperamos -Tiberio me guiña un ojo y yo respondo von una sonrisa sencilla. No e tenido el tiempo para pasarlo con el, pero apuesto a que podré hacer algo para compensarlo.

- Vuelvo pronto.

Me doy la vuelta y sigo las indicaciones de Elisa.

Constantemente, desde que llegué a conseguir trabajar aquí, al menos para aferrarme al mínimo atavismo de lo que solía ser antes, disponía mi mente a apreciar cosas de las cuales yo daba por echo. Desde lo mas pequeño, como los insectos o plantas que rodeaban los lares del Palacio, como las vistas desde el acantilado. Fui mal agradecido, soy capaz de admitirlo, y por eso, me hice un mapa mental sobre cada cosa que conocía o deje de conocer aquí.

Sin embargo, haciendo un repaso de este mapa, no recuerdo estas escaleras. Tampoco recuerdo este pasaje cubierto por un muro de líneas y enredaderas que hacen del paseo más enigmático, ni mucho menos el camino que mis pies recorren a paso dudoso.

La vista me llena con conflictos guardados, ¿Cuántas veces pude ignorar este lugar en el pasado? O ¿Es que fue reciente?, ¿En que momento ocurrió?. Estas son unas pocas de todas esas dudas en mi mente alborotada.

Sigo caminando, no bacilo al pisar, más que dispuesto a descubrir a donde da este misterioso camino ausente de mis memorias. Las respiraciones que hago son constantes, puedo sentir la anticipación acumularse, mi brazo izquierdo pica a medida que me acerco a donde sea que valla. Una fina capa de sudor frío se posa en mi frente y hago mi mayor esfuerzo por no tocarme o me erizare toda esa zona.

- Al fin... -Luego de caminar por lo que sentí una breve eternidad, el túnel de plantas abre paso a la luz de la tarde. Veo más allá una figura recostada contra la pared de rocas a mi lado derecho, mirando hacia las extensiones de vegetación pura del lado izquierdo. Elisa capta mi presencia justo saliendo de aquí y no duda en caminar a mi dirección.

Sólo que en lugar de detenerse, me palmea el hombro e indica con su cabeza que continúe.

- Cuidare a los tuyos mientras tu cuides al mío.

Su mano alzada y ese grito son lo último que veo de ella antes de perderse en el sendero por el que vine.

Tragando pesado el nudo en mi garganta, sigo.

Me topo con un túnel, la salida no esta demasiado legos y parece que este lugar oculta una cámara secreta que no tiene techo. Varios olores me reciben a medida que avanzó, la piedra húmeda mezclada con el frío invernal, aromas de flores cada vez más fuertes con cada uno de mis pasos, aire puro.

No es lo único, en realidad.

- ¿Eso es...?

Mis orejas se agitan y deleitan por los suaves y delicados acordes de una guitarra, el sentimiento cautivador en ellas, lo emocional de cada nota, todas esas cosas colapsan en una sirve melodía acústica.

Y una vez estoy lo suficientemente cerca, escucho algo más que me deja todavía más impactado.

- ¿Dónde vas, pequeña estrella? Tu hogar no está aquí cerca. Pierdes el sentido de la realidad...

Un canto candente y ligeramente agudo, pero hay una profundidad en su voz que aprieta el corazón.

- Debajo del árbol, siembras tu sueños, esos que vuelan a la eternidad. Donde reposo yo, y reposas tu...

Me acerco con lentitud a la fuente de la voz, diviso los alrededores maravillado por la apariencia casi etérea de este pequeño campo. Un valle de flores, las cuales yacen cerradas por el invierno y la nieve ligeramente dispersa aquí y allá, es el recibimiento a mi. Me saluda una naturaleza pausada en el tiempo helado, suelos de concreto cuidadosamente hechos en senderos rodean y cruzan zonas sin flores y todas colisionan en un solo lugar, al centro de la pequeña caverna sin techo.

Marcos esta allí.

- Por el camino verás dientes de León, y con ellos volaras al espacio exterior... Y mi amor, te alcanzará...

Cada vez mas cerca, un paso más delante del otro, no soy consciente de lo que hago, hipnotizado por el canto humilde de este joven que hace palpitar mi corazón de forma extraña. Mi mano se extiende hacia el una vez estoy cerca suyo...

- En la distancia, verás una estrella, ella te ilumina de camino a casa. ¿Cuándo volverás? ...

El silencio se cuelga y entonces mi mano esta en su hombro.

Se exalta, protege su guitarra, luego se queja del dolor.

- ¿Q-que haces aquí? -Está a la defensiva, con sus ojos bien abiertos taladrándome. Ahora me lamento haber interferido en lo que sea esto.

- Lo lamento, yo... -Apenado, rasco mi brazo que no deja de picar. El nota este movimiento. Con una respiración temblorosa contestó- Venía a dejarte un regalo con mama y Tiberio, pero Elisa me pidió un favor y por alguna razón, cuando llegue aquí ella se fue y...

Veo como Marcos murmura algo y blasfema. Su mirada perfora el piso cubierto de una fina capa de nieve, y luego de calmar su respiración, vuelve a mirarme. Esta vez no hay pavor en sus ojos amielados.

- ¿Un regalo dijiste?

Asiento a la pregunta.

...

Quedamos en silencio otra vez, Marcos juguetea con las cuerdas de está guitarra en sus manos. Esta nervioso, puedo verlo en el, tampoco se levanta del suelo o rompe su posición arrodillada.

Este es el momento de irme. Maldigo internamente por lo imprudente que fui, debí dejarlo en paz hasta que terminará con esto y...

- ¿Quieres... Hacerme compañía?

- ... -Parpadeo mas que sorprendido. Pienso que pude habérselo imaginado, pero no es así. El humano opta por no verme al rostro otra vez, está entretenido con una pequeña roca. No estoy seguro de si lo hace por voluntad propia.

- No pienses nada. Ya estás aquí, por lo que sería descortés hacer que te marches...

Una emoción nace dentro de mi ante la perspectiva de ser invitado por el mismo. Con una amplia sonrisa, me siento a su lado, rueda los ojos por mi actitud pero no me molesto en disimular.

Nos mantenemos en silencio un segundo, la presencia del otro no genera incomodidad, para variar. Lo único que se escucha es la brisa invernal y nuestras respiraciones propias. Noto que a un costado del árbol sin hojas que aparentemente cubre todo este espacio donde nos sentamos, está ubicada la silla de ruedas de Marcos.

Al menos ya se como hare para llevárselo de regreso.

- Entonces... Elisa te dijo que estaba aquí... -Hago un ruido afirmativo- ¿Qué tanto te contó de este lugar?

- Mmm... Nada en realidad. Ni siquiera sabia que estabas aquí... -Inevitablemente mis ojos observan la guitarra, todavía entre sus manos. Me causa tanta curiosidad- No sabía que tocaba la guitarra.

Busco por el camino neutral. Creo que funciona cuando una media sonrisa aparece en sj rostro.

- Hay mucho que no sabes de mi... -Acaricia el instrumento de madera refinada casi con adoración, mi curiosidad aumenta a medida que lo observó por mas tiempo.

No digo nada por un rato, sólo mirando a los campos que nos rodean. Es hermoso como esta cuenca parece formada hasta por la naturaleza misma. Pensaría eso si no hubiese vivido aquí cerca. Este lugar lo hicieron los humanos y eso nadie lo saca de mi cabeza.

Un suspiro llama mi atención, Marcos inclina su cabeza hacia el frente y su mano cae, revelando su muñeca donde están esas peculiares marcas. Insinuó al respecto, pero dice que es un tatuaje sin sentido y la conversación vuelve a morir.

Me siento como hace años, un cachorro otra vez que no sabe nadar. Era duro aprender, sobre todo porque odiaba el agua, o más específicamente los grandes cuerpos de agua. Estamos estancados, pataleando por no ahogarnos en el silencio de nuestras palabras y mentes turbias. Hay tanto en mi que desea preguntar, pero trato de ser sabio y dejarlo todo a su tiempo y capacidad propia.

- Era de mamá... -Lo observó sin comprender. La respuesta llega sola- Esta guitarra. Era de ella. No se si recordarás que en alguna ocasión dije, que ella solía tocarla y cantar para mi pueblo...

Si que lo hago. Es casi imposible olvidar algo tan emocional y vivido.

- Justo cuando llegaste, cantaba una... Una canción que ella escribió para mi. Me ayudaba a dormir y no soñaba con... -Traga pesado- Esas cosas...

Luce mortificado, pero no se detiene. Me observa con un atavismo de sonrisa.

- Vengo aquí a cantarle... Para que no olvide que la amo -Se apoya hacia el frente un poco, su mano se extiende y acaricia una loza de piedra la cual no había visto antes. Hay una inscripción en ella, mis ojos se expanden al reconocer el nombre.

"Aquí, yace Rodheá. Grandiosa esposa, increíble madre, buena amiga de todos. La amable flor de la Tierra"

Esto es...

- Un jardín dedicado a su memoria. Quizá sea una de las pocas cosas de las que no me arrepiento al estar aquí. En la Tierra, también tenemos uno para honrarla por quien fue en vida y no lo que otros esperaban de ella. Y una vez esta cuenca se abrió, yo mismo cultivo cada una de las plantas que vez...

No hay pretensión y vanagloria en su voz. Es sólo un hijo que extraña a du madre e hizo un sacrificio para conmemorar a su madre fallecida.

Sonrió ampliamente a Marcos y decido arriesgarme, colocando un brazo sobre su hombro y atrayéndolo a un medio abrazo. Se tensa al principio, pero no tarda en relajarse. Quizás, en alguna parte de mi, admiro a Marcos en este aspecto. Tiene el valor para afrontar un echo y usar el dolor en algo efectivo. Algo hermoso.

- Apuesto a que en primavera, como lo llaman ustedes, se ve precioso.

Hace un ruido afirmativo.

- Es mi época preferida. Las abejas suelen venir aquí para polemizar. Hay tantos colores, sobre todo porque hay plantas aquí que se ven en la tierra... Podría invitarte a verlo un día...

- ¿En serio? -Me mira con media sonrisa.

- Así puedes venir a ayudarme a sacar la mala hierba y todo -Suelto una gran carcajada por eso. Marcos es una cosas sería. Me sorprende siempre.

- Supongo que eso es lo que haces cada vez que sales los dias como hoy -Afirma- Es un hobby interesante... -Ahora contemplo su instrumento, el que le a sido heredado por la vida eterna de su madre- Y cantas muy bien.

- ¡Pff! Por favor. No seas condescendiente.

- ¡No lo soy! Es la verdad. Expresas tanto, y esa canción de antes... Es preciosa.

Frunce ligeramente el ceño, luego voltea su rostro a otro lado. Aún así moto sus orejas enrojecer, las comisuras de su boca suben y me encuentro apreciando estos toques de vergüenza que destruyen su fachada de seguridad.

- No tienes remedio... -Se abriga más dentro de su ropa de invierno. Aunque no hace mucho frío, supongo que su cuerpo débil no lo siente igual- Amicus...

- ¿Mmm?

- De verdad, lamentó todo lo de antes.

- Esta bien. Ya te lo dije, sólo hay que tratar de mejorar en nuestra comunicación y todo irá mejor -Le resto importancia, pero Marcos no ve las cosas tan simples como yo. Lo sé al cruzar miradas con el. Hay tanto... Y tan poco a la vez, que duele.

...

~♧~

- Me siento ahogado a veces por todo el resentimiento que me tengo. El daño que eh echo directa e indirectamente con todos aquí. Y no es sólo eso... -Mis manos se aprietan sobre mis piernas- TODO me parece que está mal, y simplemente, no se que hacer para mejorar esta visión. ¿Qué es lo que me hace bueno para ti? Sólo te eh demostrado lo contrario. Y... Yo...

- ... -Amicus se mantiene en silencio. La profundidad y filo de mis palabras clavan más dentro de mi. Soy consciente de la irrefutable verdad que me envuelve y es más verás que una quemadura sobre la piel de alguien. Existe el daño que echo. Nada de lo que haga podrá borrarlo. Persistirá en la historia misma.

Entonces, ¿Con que motivo sigo intentando cambiar las cosas si sigo siendo igual o peor que mi padre?

...

El silencio confirma mis miedos, es como una capa pesada que cubre mi cuerpo y lo hace pesar miles de toneladas. Quisiera que todo fuese más fácil, que todo sea diferente, que el valle que nos rodea no halla sido manchado de sangre inocente alguna vez como hace tres años.

Es mucho pedir cambiar el pasado. Eso lo se, y no por ello deja de doler.

- Admites tus errores...

- ... ¿Qué...?

Amicus me gira ligeramente en mi sitio y contempla la consternación que me mancha. Hay una sonrisa en su rostro lobuno.

Pero ¿Por qué?

- Marcos, no soy el mejor ayudando en temas de errores y responsabilidad o todo el drama de la vida individual. Bastante tengo conmigo mismo. Sin embargo, soy capaz de diferenciar entre las personas que se arrepienten de verdad de sus malas acciones, que buscan cambiar y mejorar. Esa clase de personas que buscan un bien para todos. Tu tienes eso...

Sin darme tiempo a asimilarlo, toma la guitarra de mis manos y la acomoda en si.

- Con permiso -Realiza un asentimiento respetuoso hacia la tumba de mi madre- Espero que no te burles...

Desliza sus garras por las cuerdas, se me atora la respiración, no son precisamente buenas, son mas bien torpes.

- Tenme paciencia. Hace mucho que no intento esto...

Vuelve a intentarlo entonces.

 

https://youtu.be/zOota1BS_Uw?si=Lc5VFyhWE1Kp_eDF 


(Me disculparan que no conseguí una versión acústica de guitarra para esta canción . Aún así , la quise incluir)

Sus dedos forman finas notas melodiosas, cada una de ellas deleita con lentitud mis oídos y comienza a generar calidez en mi pecho. Reconozco lo torpe, pero también todo el esfuerzo que da con ello.

- Toma un tiempo para pensar

en ser flexible, confiar y amar.

Toma un tiempo para pensar

en ser flexible, confiar y amar.

- ¿Amicus? -De la nada, empieza a cantar. Estoy tan confundido justo ahora. Miro hacia tras a ver si encuentro a Elisa jugándose una broma. Pero no hay nadie.

- Empiezo a pensar

y tal vez te alarme.

Lo que dirán

para dañarte.

Tu forma de actuar

no fue agradable.

Dije cosas que son

como un enjambre.

"¿Qué...?"

- Y, oh, pierdes visión,

la sensación,

tan pequeñas cosas

que te importan más...

Me pongo de pie, mas que listo para huir...

- Y te confunden,

podrían perderte.

La mano de Amicus me sujeta entonces, su mirada es de ruego. Quiere que diga lo que siento, que ya no escape, que explote estos sentimientos con el, por el.

- Toma un tiempo y recuérdate,

y toma un tiempo y encuéntrate.

Toma un tiempo y pregúntate

si así nos vamos a alejar.

>>> Pero no, pero no, pero no, pero no, pero no.

Está bien, está bien, está bien, está bien, está bien.

Nada hay, nada hay, nada hay, nada hay que temer.

Yo estoy aquí, aquí.

"Es ahora o nunca" Incluso mi mente sabe esto. Quiero hacerlo, de verdad que lo deseo...

Cierro los ojos y aprieto los dientes

"¿Me hará débil decirlo?"

...

- Empiezo a pensar

y tal vez me alarme,

lo que dirán para dañarme.

Mi forma de actuar

no fue agradable.

Dije cosas que son

como un enjambre.

Recuerdo todo en un solo instante. Como menosprecie a la gente para alejarla de mi...


- Y, oh, pierdo visión,

la sensación,

tan pequeñas cosas

que me importan más,

y me confunden,

podrían perderme.

Trate tan mal a gente como Elisa que asoló quería apoyarme. Mire por encima de mi hombro a otros poniendo en una sima mi dolor como si fuera el más grande de todos. Por que no fui más listo...

Amicus sigue y yo me dejó caer al suelo, las rodillas chocan con la piedra del sendero.

- Toma un tiempo y recuérdate,

y toma un tiempo y encuéntrate.

Toma un tiempo y pregúntate

si así nos vamos a alejar.

>>> Pero no, pero no, pero no, pero no, pero no.

Está bien, está bien, está bien, está bien, está bien.

Nada hay, nada hay, nada hay, nada hay que temer.

A Amicus... Cuanto lo siento...

Mis ojos empañados en lágrimas y mi voz estrangulada. Me acerco a el nuevamente y nos enfrentamos el uno al otro. Derramando todo sobre nosotros.

- Yo estoy aquí, aquí...

... Sonrió tristemente por la ironía de las cosas. Porque a la persona que pensé más odiar, es a quien más resulte querer...

- Ahora lo se... -Es un susurró tan bajo que apenas yo siento que lo expulsó.

Amicus me observa con una sonrisa más brillante que el sol mismo, y terminamos. Nuestras voces resonando juntas en una última estrofa.

- Y sólo lo pensé, lo pensé, lo pensé, lo pensé, lo pensé.

Está bien, está bien, está bien, está bien, está bien.

Los veremos, veremos, veremos, veremos pasar,

desde aquí, aquí.



- Toma un tiempo para pensar

en ser flexible, confiar y amar.

Toma un tiempo para pensar

en ser flexible, confiar y amar...


...

~◇~

- ¿Fue un sueño? - Ruedo los ojos ante tal pregunta.

- No. Pero será lo que ellos quieran.

Observo detenidamente como aletargan bajo una fina capa de nieve, sin darse cuenta, aferrados el uno al otro. Esperaba tener que preparar un ambiente para ellos, pero al parecer, lo hicieron solos.

De todas maneras, no los dejaremos morir de hipotermia.

Un chasquido y entonces están en la habitación del humano, los cubre una sábana en la misma posición de antes y ahora si es posible estar tranquilo.

- ¿Por que se durmieron?

- El cansancio - Es lo más posible . Técnicamente , ninguno a descansado bien.

- Admitelo, querido, eres un amante del drama y romance.


Suelto un bufido ante tal cosa y prefiero irme ahora que puedo. Hay mejores cosas que hacer que tener esta conversación.


- Vigílalos.

Lo último que oigo antes de salir de este luchar, es la baja risa que no duda en evidenciar y el tarareo de la canción de antes.



Suspiro resignado, aunque un poco divertido. Los humanos tienen actitudes tan inusuales.


- Pero tu no eres mejor...

Y eso, es una verdad irrefutable.

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(Parte 1/3)

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

De entre todas las cosas habidas y por haber en la existencia de cada civilización sapien, una de las cosas que más se honra, que mas se respeta y rinde tributo (Luego de los desaparecidos Padres, por supuesto) son las tradiciones.

Tan preciosas, únicas en cada cultura, significados especiales que comparten una historia o regalo. Son tan...

- ¡Cuidado! ¡Lobo y lechón pasando! -Corrí hasta donde mis piernas lo permitieron, velocidad reducida por el peso extra encima de mi. Maniobrar a una mujer humana con su mini camada de pequeños revoltosos resultó en casi perder el tren. Afortunadamente, con un último salto alcance a cruzar las puertas antes de que estas se cerrarán.

Lechón preparado en un hombro. Condimentos y regalos de última hora en mi mano libre, y otro par de cosas escondidas precariamente en mis bolsillos.

Un gran suspiro escapa de mi boca. A mis veinticuatro años de edad, siento que ya no estoy para estos ritmos acelerados.

Y como decía; tradiciones, son tan estresantes.

- Muy bien, tengo las papas, el condimento favorito de mamá, las alcaparras y pasas. Creo que eso es todo...

Preparar una cena navideña no es nada fácil, y hacerlo en ultima hora tampoco. Hoy se supone que acaba este año de mierda, y sin importar qué, sigo corriendo de un lado a otro como caballo desbocado.

Necesito un descanso de todas estas cosas.

Me sujeto con fuerza a la barra suspendida, no pierdo la vista de mis pertenecías y compras. La última vez que cometí tal error estando de pie, termine sin dinero y por poco no roban mi taparrabo. Una locura.

La tasa de crímenes en la ciudad ha bajado recientemente con el nuevo sistema y tratos por la monarquía que impone Marcos, sin embargo, años atrás no podías salir a la calle sin correr peligro de que te asalten o maten en todo caso. Bien y dicen que la necesidad hace al ladrón.

- ¿...? -Un ruido apenas perceptible atrae mi atención. Busco con la mirada y me encuentro con una escena que aprieta mi corazón.

Un pequeño, de no más de cinco años, se abraza al costado del que supongo, es su hermano. Ambos lucen cansados, su ropa sucia o andrajosa, como le quieran llamar. El cabello largo, casi les hace pasar por pelaje de lobos.

El menor de los hermanos sostiene con fuerza su barriga, el hermano mayor de unos diez u once años le pide que aguante, pronto llegarán a casa, le promete unas sobras que quedaron guardadas.

En ese momento siento como mis ojos se humedecen. No puedo soportar esto. Ver como dos criaturas tan pequeñas e indefensas pasan hambre, incluso cuando son la "Especie dominante" en esta Luna. Pero por supuesto, la pobreza no discrimina.

Me imagino por un momento lo que sería estar en su lugar, imaginándome vagar por las frías calles de la ciudad de Adastra, en invierno y con sólo unos harapos cubriendo mi ambiente y débil cuerpo. Mis hermanos a un lado, no están en mejores condiciones y Cassius solloza mientras lo cargo a mi espalda. Virginia trata de pedir limosnas, pero niegan con la cabeza.

Buscar sobrevivir esa noche...

- No lo aguanto -Me arrodilló y dejo las bolsas en el suelo, busco frenéticamente entre las compras algo que darles, llamó la tensión con mis movimientos frenéticos y como deje el lecho a un lado, a penas lejos al alcance del suelo- ¡Si! -Una bolsa con manzanas que planeaba usar para una tarta está entre mi pata. Se las ofrezco a los niños quienes parpadean con sorpresa- Para ustedes.

La agitó con una sonrisa. El mayor no parece estar seguro, el menor extiende su mano y el mas grande la detiene en seco. Hay duda, desconfianza. Me duele pensar que hasta los más pequeños pueden tener un mal concepto de los lobos.

Pero no me rindo.

- Adelante. Quiero que la tengan. Tu hermanito estaría feliz ¿No es así? -Me dirijo al más pequeño, tratando de convencer al mayor. La pequeña cosa agita la cabeza, ansioso por la fruta verde y rojiza. También hay unas de color morado y violáceo que son un manjar de dulces y jugosas, estas hubiesen sido especiales para la tarta.

Aunque, vale más ver como al fin acceden y no dudan de devorarlas en su lugar. Degustan con gran placer las frutas en sus manos, casi comen la mitad para cuando el tren se detiene en mi estación. Me despido para poder bajarme y seguir con mi día.

- ¡Espeye, cheñor! -El grito infantil de la menor de las criaturas capta mi atención. Para cuando me doy cuenta, algo se aferra a mi pierna. El niño me observa con una sonrisa- Graciash. Feli Navidad.

- ... He -Palmeo su cabeza y revuelvo su cabello- Igualmente, pequeño... -Miro al mayor, me observa y luego asiente con la cabeza, correspondió el gesto, y luego de una despedida mas acorde, bajo del tren.

Sonrió por el pensamiento de que alguien, aunque solo sean dos pequeñas gotas de agua en un océano, tendrán algo para masticar esta noche. El lugar donde una vez estuvieron las manzanas está vacío, pero mi corazón se encuentra colmado de felicidad.

- Feliz Navidad...

》》》

El porche de mi casa saluda con animosidad, esto debido a las decoraciones, todas biodegradables de plantas y adornos de bambú. Con la ayuda de Tiberio, guindamos varias guirnaldas que destellan colores rojos, verdes y amarillos, conseguí que me vendieran a un precio accesible estas coronas de cedro para colocarlas justo en los costados a la puerta, y junto al sendero que da con la entrada al frente, lo que según es un "Reno de cartulina", esto fue cosa de mamá. El frío de anoche trajo consigo a una breve nevada, y así se mantiene la fina capa blanca, creando un ambiente con muchos contrastes pero sin perder el buen espíritu de estas fiestas.

Esta perspectiva de una celebración así me anima muchísimo. El concepto principal de Saturnalia, es librarse de las cadenas a las que suele apagarse la sociedad en lo que respecta a los estándares y posiciones sociales. Esto, además de las reuniones familiares y la comida con amigos, hacen de la celebración algo especial.

Imagino el día en el que está no sea sólo una costumbre de un sola semana, que pronto todos podamos tener los mismos derechos como solía ser antes y que los trabajos que perdimos y nuestros hogares que dejamos atrás puedan regresar, por supuesto, manteniendo las enseñanzas de todo lo que ah sucedido en los cuatro años pasados, en los que tuvimos que "Coexistir " con los humanos.

Es mucho pedir que algo así se cumpla, pero tengo fe en que podrá ser.


https://youtu.be/FjJdKqSSAq8?si=EgorJxh47THAEzgg

 

( Para que me entren al ambiente de mi tierra :3)

Una vez estoy frente a la puerta logró escuchar el algarabío de hoyas y cubiertos. Un aroma cruza las paredes y detectó la comida de mamá. Hay música también, gaitas le llaman, recientemente me dijo que eran lo mejor para la época. Me alegra saber que no para de informarse de estas costumbres humanas que son más que interesantes a medida las conocemos.

Cruzó el portal de mi hogar, dejó mi abrigo en el perchero y me apuro a terminar de entrar. Este lechón pesa y será mejor acabar los preparativos ya que estamos contra reloj. Mamá insistió en que necesitaríamos más ingredientes para la cena de esta noche, pero sigo pensando en que quizás exagere con las proporciones.

- ¡Al fin llegas, querido! Por favor, coloca las cosas en el mesón -Acató su orden como si fuera el soldado de una coronel. Me deslizo a través de la cocina, con un ligero menear de caderas, ondulando mi cola y haciéndola bailar en el aire hasta que estoy libre para poder encargarme del lechón.

Mamá me explico que había que terminar de prepararlo, sacarle lo que no sirve y conservar lo que no se usará para esta noche. Suele decir mucho que comprar alimentos de este tipo sin manipular demasiado, así como el pollo, sale mil veces mejor y se aprovecha hasta más que comprarlo preparado.

Ella le llama a estos datos los "Trucos de pobres astutos".

Entonces, durante la próxima media hora, me dedicó a cortar, limpiar, lavar y preparar. No se cuanto tiempo pasa, pero según mi estómago, ya debe ser cerca de la hora doce del medio día. Es entonces cuando llega el segundo soldado de nuestra escuadra.

- ¡Eyo! Buenos medios días, ya llegó por quien lloraban -Tiberio entra a la casa, rebosante de confianza como había sido en los últimos días desde que mamá le dio la aprobación para salir conmigo.

Fue algo bochornoso, pero valió la pena. Ahora, pasamos nuestro tiempo libre prácticamente prendidos del otro. Y eso esta bien, porque me agrada su compañía y estoy cómodo a su lado.

- Ahí te hablan, hijo -Ruedo los ojos por su astuto comentario, pero no lo pienso dos veces para acercarme y plantar un beso en la mejilla de el pequeño lobo. Suelta una risita mientras me susurra un par de cosas, el como fue su día y las cosas que trajo consigo.

Una botella de vino Sagrada Familia. Esta cosa es difícil de conseguir últimamente, y queda perfecto para la salsa en las hayacas. Las cuales empezaremos a hacer muy pronto.

Y como si fuera su señal, mamá nos pide que nos pongamos en nuestras respectivas tareas, yo terminando con el lechón para cocinarlo, y Tiberio lavando las hojas de las plantas de plátano, las cuales son más idóneas para envolver las hayacas hamacas y todos sus ricos ingredientes.

El tiempo se va volando en lo que mis manos maniobran con los cuchillos como si fuese una extensión más de mi cuerpo. Extrayendo trozo por trozo, lanzando al agua, luego picando otra vez y al guiso. Estos momentos de calma me ayudan a pensar sobre cualquier cosa, temas que estuve aplazando, dejando de lado por mis ocupaciones, y lo mas sorprendente sería que dichos temas surgieron de ayer mismo, justamente con la visita a Marcos.

Luego de nuestra plática, puedo decir que dimos un paso para mejorar en nuestra posible amistad en proceso. Eh conocido una nueva cara de su alma, como notas musicales ocultas tras el escenario de una obra. Me mantiene a la expectación saber que ya no me odia, a lo mucho creo que hay recelo en dejar que entre, pero a comparación con lo de antes creo firmemente en que todo mejorara.

Incluso pude superar el momento de vergüenza tras despertar a su cama, abrazado a el. Ni siquiera recuerdo el momento en que decidí cerrar los ojos y mas allá del instante todo vergonzoso que atravesé, lo deje ser. Obvio que me aleje para evitar que todo fuese más insoportable cuando despertara.

No necesita saberlo. Es lo mejor para el.


https://youtu.be/gdUoOXVXbDg?si=FIPENAbCD81l4sEk

 

- La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Ay dios... -Murmuró esta encantadora canción que, tiene toda la razón. Uno nunca sabe que pueda pasar, y mientras todo cambia, se debe aprovechar cada segundo como si fuera el último.

Los tarareos de mamá llenaba la atmósfera, su "Tunbao" como le denomina a el contoneo de su cuerpo alterna entre dar pasos largos o hacer golpear las cosas al ritmo de la música. Se ah convertido a pesar de las circunstancias en una mujer llena de vida que no le teme a su discapacidad, la cultura latina le llena el alma como si fuera parte original de sí misma.

"¿Sabes lo hermoso que es aprender cosas de alguien que posee raíces únicas? Tu nunca dejas de aprender"

Y ciertamente, uno nunca deja de aprender de aquellos que te rodean. Sean quienes sean. Es precioso, increíble, demuestra como la diferencia de culturas no es una barrera para conectar, tal como ella lo ah demostrado; tal como lo que empieza a formarse entre Marcos y yo.

Somos Romanos, si. Pero vamos más allá de eso y rompemos el molde en cada ocasión posible.

Esta cena es evidencia futura de ello. Y por lo poco que dure esta noche, persistirá sin importar qué en los corazones y almas de quienes la probaron. En los niños que recibieron obsequios. En los que se sentaron a dar las gracias. En aquellos 'Amos' que no dudaron en cambiar de lugar con sus mal llamados 'Sirvientes'

Esas son las tradiciones. Conexiones únicas, hermosas y eternas.

...

》》》

- ¡Por los padres! No aguanto más... -A trompicones, Tiberio camina y se desploma en el sofá, casi cayendo encima de mi. Honestamente, si no estuviésemos todo olorosos y sudados por todo el trabajo que realizamos en la cocina preparando la comida y demás estaría más que contento de que sale sobre mi y use como colchón para dormir la siesta.

Es mas que evidente el 'Por qué' no lo hago y nos doy distancia en cada extremo del sofá. Nos relajados un rato, mi cabeza cuelga y reposa contra la parte superior de este mueble y me cautivó por el frío colándose en mis extremidades y huesos de forma gratificante. Ya no aguantaba el calor, sentí que iba a morir asfixiado, esa cocina es un monstruo.

Estoy feliz de habérsela regalado a mama por todo estás festividades, también porque se lo merece, Pero nunca imaginé que una cocina completa de seis hornillas y un horno pudiesen ser tan brutalmente calientes. Supongo que la tecnología aun no es perfecta.

- Ami... -Tiberio yace acostado ahora en el mueble, sus piernas cuelgan fuera del reposa brazos y me observa somnoliento- Acaba con mi sufrimiento. No aguanto los brazos de tanto lavar hojas y picar cosas...

- Lo siento, pero eso supone mucho esfuerzo para mi justo ahora. ¿No te conformas con un beso reparador? -Ofrezco, seguramente tan exhausto como el pequeño lobo dramático. Sorprendentemente, las pillas se le recargan y asiente con efusividad. Sonrió ante lo desvergonzado que es este chico y me inclino para dejar un beso sobre su frente.

Noto su cambio de ánimo. Me fulmina mientras un puchero se forma en su boca con reproche.

- Oye. Eso no cuenta.

- Dije "Un beso reparador" nunca dije que te lo daría en cierto lugar.

Se queja ante mis alegatos pero luego esta como si nada. Juega con sus garras, viendo como quedaron trozos de grumos y residuos de vegetales picados.

Tiberio podrá ser todo lo adorable y encantador que quiera, pero acordamos ir lento y averiguar que existía entre el y yo. Eso hacemos.

A veces quiero corresponderle, pero me siento tan inseguro de la idea a veces que me abruma. Entonces, ir por lo seguro nunca esta de más. Salimos, hablamos regularmente, esto que hacemos es una prueba de lo que podría ser algo mas a largo plazo. No quiero salir herido, mucho menos herirlo a el. Por lo tanto, iré por la orilla dela playa, como quien dice.

- No comas ansias... -Lo arraigo hasta mi, ya más fresco, y lo abrazo de lado- Todo a su tiempo.

- Si, ya lo se. Sólo que a veces me emociona la idea de... -Nos señala a el él y a mi- Esto.

- A mi igual, pero seguro recuerdas lo que dije -Asiente con la cabeza. Una de sus orejas está gacha. Trato de animarlo, breves cosquillas y algunas sobre lo bien que huele a ajo molido y ya esta como nuevo.

Tiberio responde pronto a mis ataques, y luego de un forcejeo en el que aprovechamos para tontera con el otro, nos desplomamos una vez más, abrazados, sólo disfrutando del silencio.

Le cuento lo que me ah sucedido últimamente y como me los tomo. Presta atención a cada una de mis palabras, y eso me gusta. Aunque también quisiera oir cosas de el.

La burbuja se rompe cuando mamá llega.

- Ay niños, pero ¿Qué hacen allí? Vayan a alistarse -La loba blanca que me engendró al igual que a mis hermanos utilizaba un vestido sencillo de color azul marino. Habían un par de brillos aquí y allá. Usa sandalias de tacón un poco altas y se puso una antigüedad que, hacia mucho no le veía ponerse.

- Mamá... Estas preciosa. O bueno, más de lo usual -Admiro los delicados aretes circulares de oro que mi padre le dio hacia mucho tiempo. Los mismos con los que le prometió amor eterno debajo de un árbol de cerezos. Meseta historia de pies a cabeza, pues de todas, junto a la de Druso y Meera, me fascinan y llenan de calidez mi pecho. Ese tipo de sentimiento de anhelo que llega a lo mas profundo del ser.

El largo cabello gris de mama ondula a los costados, sus ojos brillan ante mi elogio y Tiberio no duda en seguirme, el más pequeño siente una gran admiración por mamá, y no estoy seguro de por que, pero sospecho de que han hecho tan buenas migas como les es posible.

Sonrió ampliamente y me colocó de pie. Es verdad, los invitados vendrán muy pronto. Neferu afirmó su asistencia junto con Bjarni, el oso no podía faltar, dijo mamá. Mientras que Marcos...

Bueno, no se sabe todavía. Dijeron que tratarán de venir. Aún no se recupera del todo, y eso está bien. Pero, mientras que estoy en busca de una toalla extra para Tiberio, pienso, luego lo hago otra vez.

De verdad deseo que este presente. Y esa idea me mantiene a la expectativa.

Es la cuarta quinta hora, el momento se acerca, y con ello, la cuenta regresiva para este año también manifiesta como un verdadero reloj con su 'TIC-TAC' y todo.

Esto apenas comienza. Si los padres aun existen, pueden estar seguros de ello...

Chapter 23: La Fragilidad de un Alma Rota o...

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(Parte 2/3)

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

—Los veinte centros de vacunación ya fueron instalados. Diferentes fármacos y vacunas diseñadas para inmunizar a la población humana y lobuna están listos para iniciar el proceso a escala de toda la ciudad. Las demás naves llegarán pasado mañana a puertos de embarcación alrededor de esta luna, ya que se les dejará a los trabajadores finalizar el año como se debe. Además, tengo permiso para tomar todas las pantallas pasado mañana, precisamente para dar el discurso que cerrará con todo esto. ¿Me falta algo?

Compruebo con mi consejera fiel, a lo cual niega con su cabeza, portando una sonrisa de satisfacción.

—Todo está preparado para recibir el año del mejor modo. Luego, creo que podremos pensar en ayuda humanitaria y… Bueno, lobuna. Alimentos gratuitos, comedores, centros de ayuda y albergues, incluso medicinas de primera mano.

—Si, pero podemos pensar en ello otro dia…

Trato de ocultar mi sonrisa justo al pasar junto a ella, Elisa no pierde detalle de mi actitud, soy más que consciente de eso, y sólo en lo más profundo de mi ser, una nota masoquista le gusta que así sea.

—Entonces, capitán, ¿Cuáles son los planes para el día de hoy? —No tarda en alcanzarme, cuando lo hace, le brindó una mirada suspicaz desde mi actual altura, sentado en esta silla de ruedas eléctrica.

—Vamos a ver el cascanueces original y acabar la noche bebiendo ron Pope… —Su cara de contrae en una mueca de desagrado total, la cual gozó. No lo hice a propósito, a veces olvido lo natural que puede salir el sarcasmo— Obvio que es broma. Iremos a donde Amicus.

Un tarareo seguido por una risita me hace apretar los labios. Soné demasiado emocionado para lo que debía. De todas maneras, ya lo dije y no hay escapatoria. La puerta de la sala del trono me corta el paso y debo parar un segundo para darle apertura.

—Eso explica por que estabas ansioso por terminar. Sin embargo, ¿No es muy tarde? —Fija sus ojos en la hora de su tableta, un ruidito inconforme sale después de ella, el cual rebota por todo el pasillo solitario y abandonado. También les dimos libre estos dias a los trabajadores. De todas maneras, podemos usar nuestras propias manos a veces, ¿No? — Vamos media hora tarde. Nos tomará otra media hora llegar también.

Me encojo de hombros, sintiéndome relajado a pesar de la impuntualidad.

—Es mejor tarde que nunca.

Elisa no trata más el tema, guarda silencio y en cambio apresuramos el paso. Los golpes de nuestros pasos… Bueno, sus pasos, resuenan a través de estos pasillos largos que bien podrían ser de un sueño sin fin.

Me molesta un poco  tener que utilizar esta silla, pero es mejor a la alternativa de estar en cama todo el día sin hacer nada. Mi cuerpo aun se siente algo débil luego de tolerar esa fiebre rara de moquillo. Ojala no me vuelva a pasar algo similar en el futuro o a cualquier otro. De todos modos, las vacunas que llegarán mas pronto que tarde resolverán este problema.

En poco tiempo, llegamos a la salida principal. Aumento la velocidad de esta silla hasta donde se me haga posible sin lucir ansioso, aunque cuando se que no lo estoy haciendo bien, se refleja en mi el río de emoción que está por desbordarse. Trae buenos recuerdos, cuando era niño y deseaba con todas mis fuerzas a que llegará el sábado que, si no mal recuerdo, era justo cuando tenía mi cita de juegos con Elisa. Esas viejas imágenes en mi memoria de dos chiquillos jugando sin preocupaciones sobre el futuro provocan nostalgia, dulce y lejana que llena mi corazón.

A veces quiero olvidar tantas cosas, situaciones que me avergüenzan, cosas que me generan ansiedad, momentos terribles de mi juventud. Ciertamente, es natural sentir esta clase de cosas, pero…

¿Si llegase a perder la memoria, querría recuperar todo, incluidos estos momentos que causan conflictos en mi?

Siento como la bruma de pensamientos se hace mas espesa, controló mi respiración y profundizó en ella, busco algo mejor en que pensar, aún cuando son tantas cosas. Mi próximo discurso, enfrentar a la Antigua Orden de la Tierra, llevar a cabo todos los proyectos y tras impuestas en el cronograma. Esas cosas son meras tonterías en mi opinión. ¿De que me sirve ir a Lux sólo para la inauguración de un par de cosas para el bien social, saben que soy mi apoyo y quiero ayudar, pero a veces me frustra sentir que no tengo tiempo para mi…

Es tan fácil perderse en todo eso, sobre todo un día tan emocional e importante como lo es el de hoy…

Sin embargo, una sola cosa logra que se disperse en un parpadeo.

—Entonces, sigues vivo, inválido —Cuando la puerta principal se desliza en su apertura, lo primero en captar mis globos oculares es una cara tan irritante. La voz áspera de prepotente y lo mal hablo. Frunzo profundamente el ceño hacia Euniceo, mi… Hermano. El tipo que atacó a Amicus y lo encerró toda la noche en la mazmorra.

—Sospecho que no te enseñaron a respetar y a hablar con tal cuando sólo eras una insufrible cría. Eso deja mucho que desear de los valores que te inculca tu… Santa madre…

Elisa se aseguró de poner todo el sarcasmo y depreció para que Viviana, “Nuestra madre”, lo escuchara fuerte y claro. La mayor se encontraba unos pasos por detrás de Euniceo, mirando al horizonte casi al borde de las escaleras. Lo fácil que sería sólo empujarla y dejar que la gravedad haga lo suyo.

—Y a mi me parece que los empleados de este Palacio son muy confianzudos. ¿Quieres poner a prueba tu suerte y empleo? —Mira a Elisa por encima de su hombro, pero es entonces cuando me adelanto a mi amiga y me pongo frente a ella.

—Adelante, haz algo y verás como me las pagas —Utilizó mi mirada mas feroz y mordaz, dándole señales para que retroceda, solo que…

—¿En serio? —No lo hace. En cambio, da un paso hacia nosotros, su expresión es helada, quizás más que la nieve acumulada en todas partes, trata de hacerme apartar la mirada creyendo que por estar en esta silla puede intimidarme.

Pues, ¿Qué cree? No es así.

Alzó mi barbilla y vuelvo mas drástica mi mirada, a medida que se acerca le es mas complejo mantener su postura, pero lo hace bien y lo admito. Nadie tolera que lo observe de este modo por tanto tiempo sin que desvíe la mirada.

Desde muy pequeño, incluso antes de poder caminar y que me enviasen lejos, las personas a mi alrededor decían lo severas que pueden ser mis miradas. No se por que, pero mis ojos proyectan este efecto y lo eh sabido aprovechar.

Al menos, hasta ahora.

—¿Crees que podrás mantenerte donde estas por mucho tiempo mas? —Esta frente de mi, y Elisa, a poca distancia también. Seguramente resguardándome— Intentas aparentar ser algo mejor. Bueno. Como si fueses la única oveja blanca del rebaño… —Sus brazos caen como péndulos a cada uno de los apoya brazos de mi silla. Aprieta mis brazos en un agarre fuerte que clava sus largas uñas estilizadas en mi piel. Sus ojos se encuentran con los míos a esta cercanía, todo el odio se manifiesta en ellos. No hay mentiras, dobles caras o secretos. Esta es su verdadera forma de ser, y la conozco tan bien como su fascinación por clavar sus garras en mi. Siendo más pequeño, logró hacer esto muchas veces a escondidas de padre… — Pronto, todos se darán cuenta de lo mal que estas. Que eres igual a nosotros o peor. Y que sólo busca tu beneficio propio, y allí, Marcos, es que estaremos nosotros para burlarnos de ti, como el chiste de buen hombre que intentaste ser con todas tus fuerzas.

—… —Mantengo mi posición indiferente, solo observando el panorama tan  desalentador. Tan… Realista.

Viviana tiene razón en algo, y es que SOY una mala persona. Herede un mundo dañado, lleno de resentimiento, colmado de incertidumbre donde personas que sólo eran diferentes eran denigradas por ese echo y ya. ¿Que tan diferente puede ser el especismo al racismo o la homofobia? En nada. Todos lanzan odio sin sentido.

¿Por qué hay tanto de eso? Nada logramos con el odio. Sólo hay divisiones, guerras, conflictos, muerte, dolor. La avaricia del hombre es como el inconmensurable desierto, no hay esperanza de que cambie y las arenas del un respiro al valle de la muerte que pueden presentar. Las esperanzas de mejorar reducen y con el tiempo, se vuelven nulas.

Pero ese es el problema, en cada ser viviente hay maldad.

Y ¿Aceptarla es tan malo? ¿Qué tal si… Usará esa maldad para algo productivo, entonces?

—¿Eso a ti en que te afecta?

Esas palabras bastan para que su actitud cambie por completo. En sus ojos atrapó un atavismo de algo, una emoción tan familiar y retorcida que acobarda las almas del hombre o mujer más fuerte.

Miedo.

Es entonces cuando me llevo al límite, impulsó mi peso sobre mis débiles piernas ejerzo dominio sobre mi cuerpo, desafío el dolor, desafío mis propios reclamos y gritos internos, hasta que estoy de pie y mi altura se ante pone sobre la suya con tacones.

— A mi parecer, todo lo que dices es sobre cómo afectare a todos aquí. Que si no soy suficiente o soy la peor persona de la humanidad... —Entrecierro los ojos y afilo la mirada. Un estremecimiento recorre todo su cuerpo vanidoso y ostentoso— Pero a mi me parece que en realidad, temes por lo que pueda hacer contra ustedes si tomo un curso contrario.

Doy un paso, ella retrocede.

— ¿Crees conocerme? No tienes ni idea... —Casi puedo oír mis huesos, entumecidos por la falta de movimiento, accionándose, estirado tendones y crujiendo huesos.

Me sobrepongo a mis límites.

— Temes que en lugar de torturar a los lobos, valla en contra tuya. ¿O de los humanos? Nah... —Mi sonrisa aparece, maliciosa y victoriosa ante la expresión que toma su rostro y el de Euniceo— Preferiría ser un infeliz con ustedes antes que con cualquier otro ser pensante de este mundo. Y te puedo jurar algo, MADRE... —Ella queda acorralada contra el muro bajo que bordea las escaleras— Si, soy peor que tu; que todos ustedes, pero ¿Realmente?

Miro de Euniceo a ella. Estas palabras las digo con toda la seguridad de mi existencia. Y no hay quién la pueda renegar.

— A quienes preferiría torturar antes que a los lobos o algún otro humano... Sería a ustedes.

— No te atreverías, somos...

— ¿Mi familia? Lo siento, pero no. Eras familia de mi padre, y tus hijos sus hijastros. Yo siempre eh sido un paria, tu lo has dicho incontables veces. ¿No?. Con eso claro, quisiera irme. Hay algo mas importante esperándome.

...

Con toda la reticencia del mundo, retrocedió y se apartó a un lado. Su cabeza gacha, rostro cubierto por su sombrero. Seguí caminando, un paso tras de otro, cada vez más acostumbrado al dolor de mi cuerpo.

La satisfacción que siento ahora es más que suficiente para sedar todo dolor i/o molestia.

Camino, y camino. Elisa muy cerca de mi.

Para cuando me doy cuenta, estamos en la estación del tren. Y yo...

Ya no siento nada.

...

》》》

— ...

— ...

El paisaje de la ciudad de Adastra se desplaza velozmente por el panorama. Soy testigo silencioso de lo que la velocidad ascendente puede hacer con la mente y el tiempo. No hay limites, tampoco retrasos, todo va de acuerdo a un plan. Una vía, ruta y final determinado.

Al igual que estas vías, puedo imaginar el sendero de mi existencia, como cada vuelta ah cambiado el curso de forma vertiginosa, haciéndome dudar paso tras paso, y nuevamente continuar a tientas sin saber en qué momento podría caer al abismo o llegue al final repentino de esta ruta.

"La vida es un misterio, tal y como las entidades que conspiran en nuestra contra o a favor"

Padre tenía dichos tan buenos como ciertos. Era una habilidad innata que apreciaba... Justo antes de que enloqueciera.

— Has estado muy callado en los últimos minutos.

— No siento que haya nada que decir.

Todavía mirando por la ventana, escucho el suspiro de Elisa. Algo le preocupa y estoy seguro de ser yo.

Pero no dice nada, lo agradezco, al menos de momento, prefiero dejarme llevar por el silencio. Ni siquiera oigo las vías o algún ruido de maquinaria. Soy al un ligero temblor mientras que el tren flota por los rieles magnéticos  y hace breves paradas, y mientras más tiempo pasa, mas cerca estamos de la estación indicada.

A la distancia se pinta un nuevo paisaje. Valles y planicies grises con tonos amarillos, adentrándonos, estas se vuelven en bosques de árboles secos y sin hojas. La nieve cubre la mayoría del panorama y el atardecer esta en su último apogeo.

Brevemente me llena la tristeza por toda la desigualdad en condiciones de vivienda que llegan a soportar los lobos. No me Parece justo haberlos enviada hasta aquí. Pero fue un decretó paranoico de padre que no eh podido remover con mi poder. Antes necesito el permiso de la Orden, este sistema me ata de manos y pies a normas anti democráticas que pueden actuar en su contra.

Pero no temo, no bacilo en lo que debo hacer. Pienso arreglar esto aún si no duermo durante el próximo año. Quiero...

— Cambiar este lugar...

— ¿Mmm? —Elisa se acerca, no escucho lo que dije. El nudo aparece en mi garganta, pero me fueron a hacerlo.

La imagen de niños sin techo o comida. Lobos con precarias camas y hogares. Toda una especie sin beneficios a nada mas que ser empleados de sueldo bajo y maltratados, o incluso denigrados a ser meros esclavos.

Y solo en esas cosas me pregunto, ¿Qué habría sido de Amicus si padre no lo hubiese aceptado como sirviente? Si no le parecía entretenido esclavizar al hijo del anterior emperador, el padre del joven lobo; humillarlo fue su gloria y para mi será un calvario.

— Quiero cambiar todo esto... Ya no lo soporto...

El tren reduce su velocidad al tiempo que mi voz baja hasta ser un murmullo que apenas puedo oír yo mismo.

— No eres como tu padre. Tampoco eres como Viviana o sus hijos.

Cierto...

— Pero soy yo. El emperador. ¿Qué pasa si sucede eso en verdad? Que un día despertarte y le quitaré todo a los lobos, que les quite lo poco que les queda. ¿Qué pasa si...? —Las últimas palabras me duelen como nunca porque una terrible imagen las acompaña— ¿...Si un día daño a Amicus, como lo hizo padre?

La simple idea cala dentro de mi. Me duele más que la idea de morir y preferiría hacerlo antes que dañar al lobo. Mi corazón pide a gritos que nunca lo intente, pero ¿Qué me garantiza lo contrario? El alma humana es tan frágil eh inocente, que bastaría con un chasquido para corromperla.

— ¡Entonces, yo misma te detendré! —La convicción en sus palabras es palpable— Marcos, hemos crecido juntos. Conocemos los secretos del otro, nuestros miedos y convicciones. Nunca harías algo así.

— Eso tu no lo sabes.

— Lo se... —Como prueba de ello, me toma firmemente de la mano que apoyaba en el reposa brazos de mi asiento. No me di cuenta de cuán fuerte apretaba mi mano hasta este momento— Por favor, debes dejar de dudar de ti mismo. No eres un reflejo de tu padre. Eres mejor que eso y puedo dar fe de ello. De otro modo, ¿Por que estaríamos en este tren?

...

Una corta risa escapó de mi boca, era rota como mis emociones.

— Es inaudito como unas cuantas palabras pueden hacer mucho por ti... Pero gracias —Mi mano gira en este momento, capturando la de Elisa, nuestros dedos se entrelazan en un apoyo silencioso.

Pasa el tiempo, bajamos del tren, ya en la estación, estamos listos para acabar está corta odisea navideña.

"Prosperidad hay cuando tienes una familia que te ame incondicionalmente"

Mamá no se refería a la familia de sangre, trataba de hablar sobre ese alguien una persona, sea cual sea, que este para ti como un hermano de otra sangre. Que te brinde lo que te falta para mejorar, y sólo entonces, descubriría lo invaluables que son esos momentos, justo cuando los recuerdas en estas fechas finales...

》》》

— Muy bien. Aquí estamos —Es lo que dice Elisa una vez llegamos a la casa indicada. Los lindo adornos navideños y la vibra de "Bienvenidos a casa" atrae por completo la atención.

En lo que a mi respecta, así se siente.

— No babees sobre el a la primera —Le lanzó una mala mirada por su comentario tan inoportuno.

— Ridícula... —Subo de a dos las escaleras del porche, la ansiedad llena cada célula de mi cuerpo cuando estiró mi mano hacia el timbre. Me detengo entonces, algo me retiene, seguramente soy yo mismo. Mi mano tiembla ligeramente mientras que respirar se vuelve complicado. La mirada divertida de Elisa persiste a mi espalda y yo maldigo internamente el estar así.

— Me va a dar hipotermia aquí fuera.

— ¡Te quieres callar! —Grito entre dientes, no queriendo llamar la atención de alguien adentro de la casa. Pero es muy tarde, mi poca suerte me traiciona.

— ¿Hay alguien allí? —La puerta se abre Repentinamente y yo tropiezo. Caigo sentado en el suelo de madera frío.

Me siento tan estúpido, y sólo aumenta cuando esos ojos que me inquietan tanto se encuentran con los míos.

— ¡Oh, si vinieron! —Amicus me alcanzó y ayudó a ponerme de pie. Siento que tiemblan mis piernas, pero lo ignoro— Me sorprende que estés aquí. Y claro, me alegra. Pero ¿Cuál es tu fascinación por estar en el suelo?

Siento mis mejillas calentar de vergüenza.

— Fue sólo un accidente.

El lobo tararea comprensivo. Hay una pequeña sonrisa en su rostro que no tarda en contagiarme.

Dios, ayúdame.

— ¿Van a entrar? Los invitados esperan.

Con un tembloroso asentimiento de cabeza afirmó, y luego estamos entrando a la casa.

Sólo puedo rogar a los cielos que todo salga bien...

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Hola amigos. Gracias por leer mi historia hasta aquí . Como siempre, muy agradecido por su apoyo.

Debo comentarles algo. Oficialmente, regreso a la Universidad y tengo muchas cosas encima ahora. Así que, es posible que no logre subir a tiempo o me límite a publicar una vez por semana.

Haré lo posible por seguirles trayendo mas de esta historia. Y de nuevo, gracias por el apoyo.

Bya 😉

Chapter 24: Bendecido

Chapter Text

https://youtu.be/W0-QfA4whTk?si=l8tt_oNctoRcS7Z-


Solo entenderán esta canción al final...

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Tome un sorbo de la tasa de chocolate caliente que nos ofreció Cupedia, la cosa estaba realmente deliciosa, y si alguien me intentará ofrecer mas, me sería imposible negarme.

Mis ojos no se quedan quietos en un solo lugar despues de un minuto, se desplazan rápidamente por toda la casa, observando cada detalle, foto, pintura, mueble, adorno o decoración navideña del lugar. Es como si tratará de retener todo la información posible sobre Amicus y su familia. Lo cual  debería de ponerme de malas porque, realmente no tengo por que inmiscuirme en sus asuntos. Sin embargo, ¿Qué mas puedo hacer?, aquí, sentado en un sofá increíblemente cómodo, con Elisa a un lado mío y al otro Bjarni. El oso casi me aplasta con su gran tamaño, y eso que es sólo por su costado.

El y Neferu llegaron justo antes que nosotros, ahora, el chaval sostenía una entretenida conversación con la madre de Amicus, riendo mientras bebían un poco de buen vino. Amicus estaba algo apartado, sentado cerca de la ventana junto a Tiberio. El pequeño lobo se prendía en su brazo como un bebe Koala lo hace a su madre.

Desvío la mirada hacia mi tasa medio vacía otra vez, no quiero ver demasiado, se siente incómodo y es como si…

Suspiro cansado, ya no encuentro definiciones para lo que siento.

— Te vas a desinflar —La voz baja y gruesa de Bjarni logra sobresaltarme. Por poco y derramó el chocolate encima de mí, o peor, la alfombra— ¿Algún problema?

Niego con la cabeza y trato de sonreír lo más genuino posible. El oso tiene unos ojos tan perspicaces y penetrantes que, no me sorprendería si leyese mentes.

— Solo estoy algo… Desubicado… Bueno, estoy algo incómodo —Trato de conservar la plática sólo para los dos— Nunca eh echo esto.

— ¿Estar rodeado de sapiens en una fiesta? —Poseía un tono uniforme y sin rastro de resentimiento, sin embargo, lo tome como si falte su respeto.

— ¡No es eso! —Murmure/grite. Mire hacia los lados y todos seguían igual, incluso Elisa, que parecía absorta en un libro de costura que estuvo en la mesa de cristal frente a nosotros. Supongo que es de Cupedia—

Para mi consternación, el oso soltó una suave risa, acompañado de un “Lo se”

— ¿Desde cuándo no asistías a un evento no oficial?

Sopese la respuesta por un segundo, otro segundo después, sabía lo que respondería.

— Cinco años, por lo menos —Las gruesas cejas del oso se fruncieron en sorpresa. Incluso yo me pondría así— Desde que mamá murió y vinimos en busca de algo más fuera de nuestro planeta, no eh tenido tiempo para socializar, o energía en todo caso. Estaba muy cansado para pensar en ello, sobre todo porque padre insistía en que me gastará estudiando para ser su reemplazo, muy pronto… —Desvié la mirada a otra parte, me concentre en una pequeña rama de olivos sujetado al marco superior de la puerta a la cocina— Sucedió lo que más temía… Tiempo después, estamos aquí.

Encogí un hombro, resignado a esta realidad. Supongo que era lo que merecía. Mientras otros chicos querían juguetes o un caballo con el cual cabalgar en la llanura y conocer el mundo, yo tuve una montaña de papeles sin calificar y prioridades de las cuales hacerme cargo. La corona tiene su carga y peso, lo se tomar en su medida, pero a veces tanta monotonía se vuelve aburrido, y cuando te acostumbras a esa monotonía, cualquier cosa te sorprende.

— Ya veo… —Fue lo único que dijo. De resto, el silencio intermitente que creaba mi mente, las charlas que iban y venían, así como los “Me alegra que estén aquí” fueron sólo una antesala a lo que de verdad le dio importancia, según yo. Miraba a Amicus precisamente, estaba vistiendo una ropa interesante. Suéter rojo con bordados dorados y pantalones jeans. Sus pies descalzos y ese pelaje inusualmente reluciente le hacían lucir…— ¿Sera por cierto personaje que te animaste a venir hoy?

Me ahogue con mi propia saliva, en parte  si gracias por no tener mas chocolate en la taza, o los resultados serían desastrosos. Mi corazón se aceleró una milla por hora y cuando levante el rostro, allí estaba el, luciendo preocupado como si fuese una prioridad para el.

Aparte la mirada y carraspee para recomponer mi irritada garganta. Sólo entonces afronte la suposición del oso.

— No tengo idea de lo que hablas. Así que, puedes dejarlo.

— … —Se quedó inmóvil cual estatua, no tenía nada mas que decir, o me decía todo en su mirada. Sea cuál sea, apartó la mirada y activo el aparato en su muñeca, observando lo que sea que sea eso.

Yo suspiro, miro de nuevo en dirección a Amicus, pero ya no esta. Ni el o Tiberio. Supongo que esta bien…

Esta muy bien…

Pasan los minutos, me pierdo una vez más en mis pensamientos, no transcurre mucho tiempo cuando todos nos juntamos otra vez en la sala, esperamos a que sea la décimo sexta hora para sentarnos a comer en la mesa, según Cupedia. Hablamos de nosotros mismos, aspiraciones para este nuevo año, proyectos en camino. No llegamos al segundo que compartirá la palabra cuando el timbre de la casa suena.

Los lobos se observan entre si con curiosidad, extrañeza, por lo que supongo…

— No esperábamos a nadie más… ¿O si? —Tiberio y Amicus niegan con la cabeza, a lo que la mayor en la sala se coloca sobre sus patas y camina lentamente hacia la puerta. Todos aquí la observamos, hasta que el portal se abre y ella jadea audiblemente.

~¤~

Cupedia llevo ambas manos hacia su rostro, la sorpresa la había golpeado y no sabía si creer que lo que contemplaba era cierto o una ilusión muy cruel, pero fue allí que esas manos de pelaje oscuro y garras delicadamente cortas y estilizadas que supo cuán real era. Como las lágrimas que empezó a derramar justo allí. Desbordada por sus emociones se lanzó a los brazos de su hija y la apretó tan fuerte como había deseado durante  esos tres años tan largos de distancia.

Amicus fue el siguiente en sorprenderse, sus ojos estaban tan abiertos que fácilmente saldrían de sus cuencas. Todos parecíamos congelados en este instante, aguantando el aliento, siendo el testigo de como esta familia se reunía; atrás de Virginia, estaba Cassius, el cual era acompañado por Alexios, el embajador gato de Omorfa con el que previamente Marcos tuvo conversaciones sobre tratos y cosas políticas.

El lobo de ojos azules no perdió tiempo y se unió al momento de emotividad, abrazando a su madre y hermanos. Tanto tiempo distanciados, tanta falta que se hacían a los otros, y ahora, por fin estaban reunidos.

Corazón apretado, sentimientos surgiendo y brotando desde el interior, pues, ¿Qué puede ser más importante que la familia?

Todos, incluido Marcos, sonreían, porque si bien los tiempos podían ser difíciles, creer en milagros, sobre todo los navideños como los de aquellas viejas películas, nunca estaba de más…

~♤~

¿Qué requiere un hombre para ser plenamente feliz?

Quizá dinero, joyas, poder… Nah.

Según yo, lo que un hombre necesita para ser plenamente feliz, es recuperar aquello que tiene verdadero valor. Darle un significado no cuantificable y apreciarlo por lo que vale aún si no tiene denominación.

Hace tres años se me arrebató todo; perdí a mi padre, nuestro hogar, mis hermanos tuvieron que huir para aunque sea poder salvarse ellos de la situación, ser humillado y maltratado, aguantar…

Aguantar, aguantar, aguantar. En eso se tornó mi rutina diaria. Mi vida cotidiana.

Sin embargo, hoy, aquí, siendo el último día del año, arreglando la mesa junto con mi familia y amigos, puedo decir que sufrir valió la pena por llegar a tenerlos.

— Hay tanto que deseo contarles. Sucedieron cosas los últimos días… —Estoy tan emocionado que no se por donde empezar, al mismo tiempo, hago malabares con los cubiertos. Es entonces cuando Virginia me detiene.

— Cálmate. Tenemos tiempo para eso, por ahora, podemos concentrarnos en preparar la mesa, comer y disfrutar las pocas horas que le quedan a este año. ¿De acuerdo?

Asiento entusiasta a mi hermana. Dios, cuanto extrañaba su forma de ser. Suele comportarse tan relajada y calculadora, es todo lo opuesto a Cassius y a mi.

Hablando del susodicho, no se había apartado mucho de mamá luego de que llegarán. Tuvimos un momento para platicar, y nos explicaron que esta estancia no durará mucho tiempo, será cosa de una sola semana. Al menos por ahora.

Y aun así, me resulta perfecto.

Precisamente, como si con el pensamiento lo invocara, llega desde la cocina y se dirige hacia el sofá. No me ah dicho mucho, pero ocasionalmente me sonríe un poco. Al menos puedo decir que también le alegra verme.

— Madre solicita tu presencia en la cocina, joven…

— Marcos —El humano se levantó de su asiento y estrecho la mano con Cassius. Había un leve brillo de reconocimiento entre ambos.

Alexios, quien estuvo sentado junto a Marcos durante un rato sosteniendo una conversación tranquila, soltó un pequeño bufido, mirando a Cassius con diversión.

— Sabes quién es, Cass. No te hagas el tontuelo —El lobo blanco fruncido el ceño a su acompañante.

— No se de que hablas…

— Por favor, Cassius… —Neferu intervino— Todos aquí sabemos que estas medio obsesionado por Marcos, no dejas de conspirar en su contra.

Virginia soltó una risita que captó la atención de todos.

— Como la vez que dijo algo sobre que se comería el cerebro de Amicus y todos los lobos para absorber la inteligencia.

Eso trajo una oleada de risas que hizo ver al lobo delgado como un tomate de la vergüenza.

— ¡Cállense! No pueden culparme, tenía que asegurarme de que quien sea que estuviese mandando a trabajar a mi hermano, no fuese una especie de monstruo brutal.

Allí vi mi oportunidad para jugar también.

— Aww. Entonces, estabas preocupado por mi. Que dulce eres hermanito…

Intente abrazarlo, pero con un manotazo que hizo poco por mi apartó mis brazos.

— Y los lobos. Lo hice más que todo por los lobos en general, eso es.

Nuevamente, todos reímos mientras Cass hacia pucheros que Alexios no dudo dudó en aplacar. Por otro lado, Marcos había estado muy callado. Paso gran parte de la velada viendo a un punto muerto. Eso Me preocupo.

El humano estaba colocando platos a lo largo de la gran mesa que habíamos pedido prestada. Era lo suficientemente extensa para albergarnos a todos. Las indicaciones de mama lo ayudaron a ubicar vasos y demás. Hoy no era el emperador, sólo era nuestro invitado.

Lo que me recuerda…

— Una moneda por tus pensamientos —Tiberio sujeto mi mano, sólo con eso logró sacarme del trance de mis pensamientos. Sonreí inmediatamente porque sus suaves almohadillas se sentían bien con las mías, e instantáneamente era como un efecto relajante— No dejas de mirarlo. ¿Sucede algo en particular? Quizás… ¿Un problemita del corazón?

Fruncí el ceño otra vez, sintiéndome consternado.

— ¿Pero que dices? —Medio susurre, tratando de ocultar lo mortificado aje me hizo sentir tal cosa—

El sólo se encogió de hombros con una sonrisa divertida y malicia oculta tras esos ojos bonitos. Tiberio era un  caso clínico, porque, de verás, ¿Quién sino el tendría tanta imaginación?

Si esta está diciendo lo que creo que esta diciendo, sólo puedo intentar burlarme de el o…

No se.

Solté un bufido, sólo para no quedar en silencio. Resultó bien porque no quiso tocar otra vez el tema.

Agradecido con el de arriba por ello.

— ¡Todos, tomen asiento, es hora de la cena! —Mamá se oía llena de emoción, así que, sin perder demasiado tiempo, ocupamos nuestros lugares. Tiberio y Marcos se quedaron de pie para asistir a mama mientras servía la comida.

Ambos se veían tan determinados en su labor, Tiberio prácticamente danzaba mientras colocaba los grandes platos de comida y hoyas redondeadas en la mesa. Los olores apenas huían de los contenedores tapados pero mi nariz alcanzaba a detectar lo necesario. Me maravilla cuando sentí el olor del guiso, ingredientes como la carne y el pollo sazonados con tanto amor y  dedicación. Panes de jamón, picados y alineados, apilados en un pequeño montículo.  La ensalada de gallina, con toda esa papá y mayonesa a borbotones bien calculados. La boca se nos hizo agua.

Con todo dispuesto en la mesa por fin podíamos sentarnos todos. Mamá en la punta de la mesa, yo la secundo, a mi lado Virginia y le seguía Cassius. Alexios no dudó en sentarse junto a mi hermano. Neferu tomo asiento en la punta opuesta, Bjarni después y de el; frente a Cassius, Tiberio y luego Elisa. Mamá reservo el último lugar, a su lado izquierdo, para Marcos.

Tímidamente se sentó, una pequeña sonrisa se tejía en su rostro y miraba hacia abajo. No podía imaginar que cruzaba por su cabeza, por que se comportaba de forma tan pequeña, apagada. Socializo con todos, fue cortes, nadie podrá quitarle eso de la cabeza. Pero ¿Por qué?.

No suele ser así. Algo me lo dice en el fondo de mi pecho.

— Antes de comenzar, debo decir un par de cosas. Ahora… —Mamá llevo las manos a su pecho— Me siento realmente colmada. Tanto que… Podría morir en paz ahora.

NO DIGA ESO.

Fue como ponerse de cuerdo con todos aquí, saltando de forma sincronizada par decir lo mismo. Una corta risa se esparció en la mesa, que pronto fue callada por mamá.

— Pero lo digo en serio. Lo único que deseaba era estar junto a mis hijos una vez mas. Y después de tanto tiempo, por fin se pudo…

Apretó sus ojos en un intento para evitar el llanto. Podía identificarme con ella, poseemos la misma creencia de “La familia es lo más importante” y, por que no, también me sentía listo para llorar a cántaros.

¿Y cómo no? Por naturaleza, los lobos convivimos como manada, nos cuidamos el uno al otro y la seguridad de uno involucra a todos los demás. Al menos así funciona lo que eh leído al respecto. Los ferales llegan a ser una cosa curiosa.

Esto trasciende desde nuestros antepasados y recae sobre nosotros. Es natural, lógico, cierto, no puede tener negación ni mucho menos algo con que retirarse. Es la verdad.

— Quiero dar las gracias esta noche, con todos ustedes. Para que está Saturnalia sea recordada y las venideras lo  sean aun mas, por todas las cosas que nos permitieron estar aquí. Por la familia, amigos, y nuevos conocidos a los que deseo seguir teniendo en mi mesa.

Todos parecíamos estar de acuerdo, hay tantas cosas por las cuales agradecer, las palabras el alcanzarían para ellos, y eso es algo que deberíamos tener siempre en mente. Agradecer por lo mucho y lo poco.

Padres que todo lo ven y conocen, ¿Cuántas bendiciones se merecen las personas en toda una vida? La desdicha no importa si habrá una gota de esperanza al final de todo…

— Entonces… —Elevando sus manos, mamá nos invitó a todos para unirnos en una breve oración, uniendo nuestras manos. Inclino la cabeza hacia el frente, sonriendo con gratitud desbordante. La mayor satisfacción que podría tener, es verla sonreír así— Gracias, Padres benevolentes…

Todos imitábamos su posición en oración, aunque yo observa con los ojos abiertos sin embargo, y pude encontrarme con la mirada de Marcos. Había un velo, algo dentro de su mirada…

— Esta noche, la última Luna que veremos bajo el número celestial de nuestras mortales almas, damos gracias simplemente por existir. Por el sustento, por que no nos hace falta nada importante… —Realiza una breve pausa en la que parece pensar. Luego prosigue— Doy gracias por tener a mis hijos aquí, es mas de lo que podría pedir. Doy gracias por los invitados y ahora amigos con los que podemos convivir. Me siento bendecida sólo por eso…

Otra pausa, entonces el apretón de su mano llamó mi atención. Quería que continuará, si leí bien el mensaje en su mirada.

— Y-yo… —Tartamudeo en un principio, nada seguro de que decir, entonces…

Mis ojos se levantan, allí está el. Me sonríe, sus ojos brillan con intensidad, hay tanto en ellos que calman mi corazón acelerado y el frio que creí quebraría mis dientes, ahora es cálido como una hoguera…

Correspondí a Tiberio y continúe, ahora, más tranquilo.

— Doy gracias por el sustento y la vida. Una oportunidad invaluable de tener a las personas mas importantes de mi vida cerca de mí, compartiendo mesa y cena. No podría desear nada más…

Apreté a Cassius y el prosiguió.

— Gracias por la resistencia, la paciencia de tantos años dio sus frutos. Esto es mas de lo que merezco…

— Gracias por bendecir mis ojos con la presencia de mi madre y hermanos. Gracias por no dejarnos a la deriva, aún si no hay respuesta. Gracias por la fe…

Virginia sonaba algo ronca, quizás aguantando las ganas de llorar justo como Cass y lo hacíamos. O solo lo imagine, con ella numca se sabe.

— Gracias por hacerme el paria de mi familia. De otra forma, no me dejarían viajar y trabajar a mi conveniencia. Yo si veo lo bueno en lo malo.

Amortigüe  una carcajada porque sólo a Neferu se le ocurren tales cosas.

— Gracias por el chacal a mi lado, sin su insistencia, no estaría sentado junto a personas tan agradables y comida tan deliciosa  preparada con cariño. Doy gracias por los conocimientos, como siempre, y por la existencia —Bjarni fue mas que específico, pero esa sinceridad es apreciable.

— Gracias por la oportunidad de tratar a gente nueva, y enseñarme que aún hay cosas salvables en la humanidad.

El gato dijo esto observando el pernil, que parecía llamarlo con un canto de ave a su posible pareja en la distancia. Hasta sus pupilas se ensancharon y todo.

Sólo espero que ese comentario no afectará a Marcos de alguno modo, ya que tiene muchos modos de interpretación. Y por lo que veo, esta bien.

— Es la primera vez que hablo directamente con ustedes Padres, así que… Ténganme paciencia —Eso nos hizo reír— A ver… Ya se. Doy gracias por mi mejor amigo, sin el, seguro sería miserable… —Observe con detenimiento a Marcos, su cabeza estaba mas agachada, ocultando su rostro con su cabello— Gracias por enseñarme cada día de mi vida que las experiencias valen por un millón. Aprender no tiene precio y crecer en esos conocimientos y el cariño son aun mas valiosos. Gracias…

Finalmente, habíamos llegado al último en dar las gracias. Todos esperábamos con expectación al humano, en silencio, presenciando su callada figura que parecía inmersa en otra parte. Sólo quería escucharlo y asegurarme de que estaba bien.

Levanto su cabeza, yo también lo hice un poco para verlo bien. Esas facciones pensativas se acentuaban y yo sufría por verlo dudar. ¿Se tratara de su miedo escénico o algo así? Y ¿Por qué lo interpreto como algo que preocupaba profundamente?

No. No lo se otra vez.

— Realmente, no se que decir ahora… —Mi cabeza se eleva un poco más. Marcos miraba hacia su plato vacío— Este año fue difícil, doloroso, y no encuentro muchas cosas en las cuales destacar una felicidad olímpica…

A este punto, todos veíamos con preocupación al joven.

“Ojos de miel como sus dulces y dóciles palabras, ¿Que es lo que perturba tu sana vanidad? Se tratara del miedo o vergüenza de ser imperfecto y frágil, elemento fácil de quebrar pero con duras emociones y convicciones. ¿Qué albergan tus pensamientos ocioso? Un acertijo o parábola al revés que buscas cantar, o es sólo la carta que prometía enviar…"

— Me duele admitir que temo a este nuevo año, temo a tomar elecciones erróneas y arruinarlo todo… Se que es de mortales equivocarse, pero eso no le quita peso… —Cerró sus ojos y respiro lentamente. Esperaba ver más de esa mirada nublada…

Pero cuando los abrió, había pura determinación y orgullo.

— Sin embargo, ¿Qué seria de la vida si no se cometen equivocaciones? Por medio de ello se aprende, y te mejoras a ti mismo… Así que, padres y dioses que todo lo ven, quiero darles gracias por… —Y sus ojos cayeron en mi, y fue…

Diablos, sentí mi pelaje erizar.

— Todo… Doy gracias por todo, lo bueno y lo malo por igual. Estoy orgulloso de mis decisiones, porque de otro modo, no estaría aquí, viviendo algo que sentí no merecer. Son creadores de virtudes y bendiciones; mi vida, aunque desastrosa, puede dar fe sólo con la presencia que me brindan estas almas amistosas.

Todos lo observamos ahora, más seguro y orgulloso por lo que decía.

Ese brillo que suele envolver su sonrisa, era un verdadero espectáculo.

— Así que, gracias por todo otra vez. Por mi compañera y mejor amiga que esta en cada momento requerido, gracias por los alimentos, amigos… Gracias por todo…

Paso un momento hasta que todos aceptamos, dijimos “amén” y empezamos a comer con alegría. Jamás oí al humano decir tantas cosas sabías como esas. Tanto sentimiento, veracidad, cosas que de nuevo, ah ocultado en su interior para impedirles salir. Porque a pesar de lo hermoso que puedes ser ppr dentro, sigue existiendo el miedo al exterior, y no hablo realmente de otros lugares fuera de aquí. Es TODO sobre Marcos.  Tiene tanto sentido y sólo por eso, lo hacen más…

Más…

¿Especial?

No importa.

Comimos sin parar hasta casi reventar, acompañamos con una bebida llamada “Papelón con limón” o limonada como también la nombró mamá. Luego de acabar, pasamos un buen rato juntos, ideando juegos o platicando. La noche casi acaba después de todo y este tiempo valía oro. Bromee con mis hermanos, discutí con Neferu y el terco de Bjarni, contamos historias en la sala, viendo las brazas de la chimenea, con Tiberio en mi regazo. No había asientos, así que me proclamó como su silla.

No  se en que momento encontré divertido fastidiar a Marcos, pero lo valía en cada chance.

— Ya te dije, bola de pelos, el aguacate se llama así, no palta. ¿Quién te dijo esa sucia mentira? —Espeto el humano de piel canela. Su tono era exasperado.

— Una de las chicas en la cocina. Dice que es otro modo de decirlo. Y ¿Para qué exageras? Es sólo un tonto nombre nada más. Y sucios tienes los pensamientos, por cierto.

Lo vi enrojeecer de la molestia, estaba por llegar a su límite luego de horas de haber estado lanzándole puyas. Pero para mi sorpresa, se calmó de un segundo a otro, una respiración honda y luego esa sonrisa peculiar.

— Vaya, eso es muy hipócrita, viniendo de alguien que maldice más que una bruja de cuarta.

Fruncí el ceño, sintiéndome confundido.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Averígualo. ¿Que no sueles jactarte de tu inteligencia superior? Usa esa media neurona que los Padres te dieron, hijo.

Este bastardo astuto.

— ¿Por que no te vas a la mierda, Marcos? Apuesto a que allí disfrutarían más de tu presencia —Escupí ignorando los reclamos de mi madre. Esperaba que está pobre respuesta bastará, pero no fue así.

— Siendo así, normalmente pediría la dirección de tu casa, pero ¿Qué crees? Ya estamos allí.

El bullicio en la sala se hizo presente, incluso mama ocultaba su risa tras de un trapo y una tos falsa. Okey, ya estaba hasta las casillas.

Tome lo primero que vi en mi camino, lo empuñe y luego lo lance en su dirección. Pero el desgraciado la atrapó con una sola mano. La sonrisa de auto suficiencia había vuelto.

Sólo que no duró mucho. Su rostro sin pelaje palideció segundos después cuando noto lo que había hecho. La manzana callo de su mano al suelo, su boca se abrió como un aeropuerto y yo no sabía que pasaba.

Aún con eso, me goce su expresión, pensando que lo había sorprendido o algo así. El tonto se la merece.

— ¡Carajo! —Un chillido repentino logra asustarnos a todos, miramos en todas direcciones descubriendo que era Elisa, quien parecía estar en un pequeño ataque de emoción, si su sonrisa decía algo.

Al menos no era un ataque, pero temo que a mi corazón le de uno…

— ¿Qué le pasa?

— No lo se. Sólo cuida tu cerebro —Alexios palmeo el brazo de Cassius en reproche. Sólo a el se le ocurre algo así.

— ¿Sucede algo, Elisa? —Neferu manifestó la pregunta que todos deseamos hacer. Elisa sólo agitó su mano, riéndose en su lugar, apenas y podía controlarse. Marcos por su parte, parecía querer correr lejos.

— No es nada, amigo Chacal. Sólo contemplo esta repentina proposición entre Marcos y Amicus.

¿Proposición? No entiendo nada.

— Elisa, calla —Rogó el otro humano—

— Ay vamos. No puedes negarte ahora a tu prometido.

… ¿Eh?

— Déjenme les explico. En la tierra, tenemos una vieja tradición algo… Peculiar, por decir algo —Se inclinó para recoger la manzana. Una vez la tuvo, empezó a lanzarla y atraparla en su mano— Cuando uno de nosotros arroja una manzana hacia cierta persona, bien que puede ser una ofensa casi tan grande como golpearle el rostro. Sin embargo… —La mujer me observo con ojos filosos y me estremecí bajo su  atención— Si la persona que era objetivo de recibir el golpe de la manzana, la atrapa… —Ahora miro a Marcos con una sonrisa torcida— Eso significa que la ofensa resultaba ser en cambio una propuesta de matrimonio. Y que ha sido aceptada. Así que ¡Felicidades!

¡¿Qué?!

Observe a Marcos estupefacto, esperando todo fuese una broma de mal gusto. Pero sólo encontré una mirada apenada y mejillas sonrojadas como nunca antes. Me levanté consternado, casi tiro al suelo a Tiberio si no adivina mis movimientos. La primera en reírse fue mama y luego las carcajadas llegaron.

Esto no es cierto.

— ¡N-no me casare contigo!

— ¡¿Y tú crees que yo quiero, perro baboso?! —Contraataco Marcos.

— ¡¿A quién llamas baboso, criatura lampiña?!

Nos amenazamos con la mirada, casi gruñendo como animales, prácticamente nuestras frentes chocaban con el  reto la rabia bullendo. A este paso, las cosas no acabarían bien…

— Niñas, basta. Ambas son lindas, ahora bésense.

— ¡CÁLLATE, NEFERU!

El chacal pagó los platos rotos de esta discusión, una que duró más de lo esperado. Al menos todo se calmó con el pasar de los minutos cuando quedó mas que claro que no iba tal cosa como una boda entre nosotros. Ni que estuviésemos locos…

Si…

En fin. Todo suele ser inesperado y se puede salir de control a veces, sobre todo en torno a el. Pero no me arrepiento de tenerlo como… Como amigo. Soy feliz por tener a mi familia junta otra vez y de disfrutar en la comodidad de mi hogar. En Resumen, soy un hombre en pleno apreciar del todo mismo, muy agradecido…

Así me siento yo. Agradecido.

~♧~

La noche… Tan silenciosa, oscura y luminosa al mismo tiempo. Mirando hacia el cielo, me encuentro con estrellas, constelaciones que son desconocidas para mi. Fui estudiante de los cuerpos celestes y amante del cosmos mismo. Hoy día, soy ajeno a las pinturas que estas explosiones cósmicas llamadas estrellas me presentan, les doy nombres que seguro olvidaré, y luego vuelvo otra vez a mi mente.

El silencio del exterior, la poca iluminación y el particular silencio acompañado de breves momentos de algarabía generados por los vecinos o incluso mis anfitriones y su familia. Volteo mi mirada y a través de la puerta entre abierta, veo a Neferu peleando con Bjarni para darle un beso. El muérdago esta sobre sus cabezas eh imagino que Elisa les comento la tradición por pura diversión. El chacal luce comprometido, pero la pesada mano del oso lo detiene sin problema.

Una risa sea atora en mi pecho. Siento tan familiares como Atenas estas emociones. Nostalgia empaña mi mirada, recuerdos del pasado van y vienen de forma alegre y gris por igual. No recuerdo la última vez que de verdad disfruté de estas celebraciones “Paganas” pero el suave dolor en mi pecho se opaca por la felicidad.

Vale la pena” Me aseguró. Porque de otro modo, ¿Por que estoy aquí? Hay tantas excusas y ni una sola decidí usar. Lo deseaba, y este es el resultado. El mejor de los que pude predecir.

— Ey… —Giro cuando lo escucho, Tiberio se asoma por la puerta de forma cautelosa— ¿Puedo hacerte compañía?

Asiento con la cabeza sin dudar, y cuando está a mi lado… No estoy seguro de que decir.

Pude lidiar con el antes, no es complicado seguir el ritmo de sus conversaciones y palabras elocuentes y bien estructuradas. Pero a veces me pregunto que es lo que piensa.

Hace sólo un momento estaba riéndose a carcajadas por la “Propuesta” de Amicus. Pero cuando su diversión se detuvo, hubo un destello en su mirada que me hizo sentir observado en todas las direcciones. No tenía secretos en ese instante y era transparente para el. Así lo puedo interpretar.

Este joven lobo, hijo de un Triunviro de la antigua Adastra, ¿Qué secretos ocultan sus ojos dorados, y hasta donde me conoces?

Y si, me detuve a investigar sobre el.

— Te noto algo triste… ¿Es por algo que hicimos?

Niego apresuradamente la cabeza.

— ¡Para nada! Sólo han sido maravillosos conmigo y Elisa… Y ciertamente, siento que no lo merezco…

— Vamos, no digas tonterías. Todos merecen ser tratados con respeto. ¿No dices eso siempre? —¿Cómo lo…?— Amicus me habla sobre ti. Dice que siempre tratas de mantener esas palabras.

Bueno… Eso no lo sabía.

Algo dentro de mi pecho se llenó de calidez tonta ante la idea de Amicus hablando cosas buenas de mi. Desvíe el rostro para ocultar mi ensoñación tonta.

No se que me sucede con el…

— Pues, siento que es la verdad…

El esta de acuerdo.

— Sabes, en su momento, me alegro saber que por fin arreglaron sus diferencias. Ami luce… Más feliz, vivo, luego de hablar contigo —Me observa sonriente— El estima mucho tus valores. Tiene de en que hagas lo correcto. Y yo… —Encogió uno de sus hombros— Por lo poco que se de ti, puedo garantizar y dar fe de su confianza hacia ti. Te mereces sólo cosas buenas…

Sus ojos se desplazan ahora hacia las estrellas. Esa sonrisa permanece allí. Y yo…

Trago en nudo en mi garganta. Reconozco a su vez por que le gusta tanto a Amicus. Tiberio es sincero como ningún otro, se cuando las personas mienten, y el no lo hace. Es amable conmigo a pesar de todo el daño que pude causarles antes. Y para completar, elogia cosas de mi que ni siquiera soy completamente merecedor.

Amicus se merece a alguien así, sin duda.

Cuidalo bien, por mi… Por favor.

Suelto tanta resignación en ese murmuro que mis ojos se humedecen…

— ¿Dijiste algo?

— Uh… No —Uso mi mejor sonrisa para convencerlo. Pero no hace mucha falta— ¡Ah!

Algo me levanta y aprieta contra su pecho. La fuerza es abrazadora y apenas logró respirar.

— ¡Amicus! —Me sorprende reconocerlo sin verlo. El lobo está lleno de un aroma que me embriaga y… Me cuesta no olerlo co  detenimiento.

— ¡Gracias, gracias, gracias! Neferu nos dijo que hiciste para que mis hermanos vinieran. Estoy tan agradecido —Tanto sentimiento en su voz… Dios, casi lloro porque se sentía tan bien estar así con el.

— ¡Neferu! —Aún así, quería mantener en secreto este pequeño acto de bondad. No necesitaban enterarse.

— No es justo que sea el único regalo de Navidad sin remitente. Es lo justo, amigo mío.

Suspire ante los alegatos del chacal mientras Amicus me asfixiaba. Cupedia siguió en la fila de los abrazos y agradecí por lo suave que fue.

Los agradecimientos llovieron y yo…Estaba abrumado. No esperaba que una mera sugerencia a Elisa acabará con todo el plan de traerlos. Esto me fastidiara con los ancianos de la Orden, porque seguro como el infierno que se quejarán… Sin embargo, lo vale.  Así que no importan esos cadáveres andantes.

— No te quejes. Es lo menos que puedes recibir por ser un pan de Dios —Las burlas de Elisa me hicieron verla mal. A este paso, mi rostro se quedará tieso de tantos cambios de expresión.

Una vez todo se calmó, quedamos Tiberio y yo, solos otra vez. El silencio se impuso en el ambiente frío, hice bajos con mi aliento mientras el aire de complicidad persistía. Me entretuve con eso hasta que Amicus volvio.

Tiberio nos daría algo de tiempo para charlar, y no se por que, pero sentí que lo hacía con alevosía.

— No tuve oportunidad de darte esto antes… —Presenta ante mi la corona de hojas doradas que le preste hacia días para el baile. El recuerdo ya no es tan malo. Sólo una simple molestia en el pecho. De forma dudosa extendí mis manos y la roce con los dedos, para luego sujetarla a un lado. Agradecí cortésmente— Oh, pero aun no te doy mi regalo…

“¿Qué?”

Es entonces cuando su mano, que había estado atrás de su espalda todo este tiempo, se reveló, sujetando un pequeño empaque con envoltura navideña. Y cuando digo pequeña, me refiero al tamaño de su mano, mas o menos.

Mis ojos revolotearon por la sorpresa y trate de rechazarlo, pero me convenció diciendo que era de mala educación no aceptar regalos de la gente. Con recelo (Y curiosidad, por que no), tome el pequeño empaque. Lo agite y manosee como un pequeño que hurgaba entre los regalos para adivinar que había dentro, pero la mirada expectante de Amicus me hizo saber que deseaba que lo abriera.

— Bien… —Retire con cuidado el envoltorio y… ¿Qué…?

Mis manos temblaron un poco por lo que veía. No significa mucho en cuanto a algo monetario, tiene que ver mas con el trasfondo de los recuerdos que vinieron a mi.

Mamá… Ella solía decirme “Limoncito” cuando era niño, cuando me enfadada, arrugaba la cara como si hubiese probado limones.

— Se que no es joyería o algo costoso, pero, le dedique tiempo. Creí que podría gustarte, sinceramente… —Desvío la mirada y rasco atrás de su nuca— Sentí que te faltaba algo en los últimos dias que te vi. En lo que respecta a tu imagen y… No se pueden secar. Las preparé para que durasen toda una vida de ser posible, y por alguna razón, vi que ambas eran apropiadas… ¿Te gusta?

Vulnerabilidad en su mirada. Duda. Miedo. Ansiedad. Emoción. Esperanza. Tantas cosas en una sola mirada, me llena y perturba, pero también bendice con una sonrisa natural pues…

Me siento afortunado. Es una sensación que me pertenece y a la vez es de alguien más.

Amicus toma la corona de hierbas que preparó para mi. Una corona de emperador, similar a la mía, sólo que echa con lavanda, hojas de limón armando la misma. Las flores de lavanda están intercaladas con las de limón, puestas en intersecciones precisas de forma firme y perspicaz. Con suma delicadeza me la puso, y recibir este regalo de su parte me hizo sentir tan colmado de felicidad.

— Cuando... Sientas miedo o soledad, no lo sé. Tu sólo ponerla y será como... Tenerme alli...

No se estaba ruborizando. Yo NO me estaba ruborizando. Y esas palabras... Dioses.

Una emoción que seguro todos sentimos de mas el día de hoy, pero en distintas formas. Vienen con promesas. Momentos cotidianos. Hijos pródigos. Parejas inesperadas. Momentos divertidos o un regalo pequeño.

“¿Así se siente la felicidad?”

Si. Así quizás si.

— Amicus… —Tan cerca suyo, podía oír los latidos de su corazón calmo, ritmo lento y acompañado que sincroniza con los acelerados míos. Quería decir algo, ya se que era eso. Por fin lo tengo claro— Yo…

— ¡Diez segundos! —Los gritos de Cupedia advirtieron lo inevitable, y sonreí triste, pero no desanimado.

Mi mano palmeo el hombro de Amicus, y cuando tuve su atención otra vez, le sonreí, exprese en mi rostro todas las emociones que podía… Todas menos a las que me resignare.

— Gracias por todo. Yo… Estoy muy agradecido de que seas mi amigo.

Son pocas las palabras que pueden causarte daño a ti mismo. Y estas, son las únicas bien intencionadas que apuñalan mi espíritu, más no mi convicción.

Una lágrima escapó de uno de mis ojos, Amicus la captó entonces y la seco. El gesto me alivio y dolió.

— Gracias a ti, por todo.

— …

Y sólo con eso, mis heridas internas cesaron un poco de su dolor.

Esta noche, terminamos con broche de oro. Desvelados hasta desfallecer bajo el manto del cielo estrellado, fuegos artificiales iluminado todo. Abrazando, riendo, llorando. Admirando la benevolencia de la existencia misma por todo lo que nos permitió y dejó de permitir.

Esa noche, se nos bendijo a todos con el inicio de un nuevo año. Desconozco las bendiciones que recibieron cada uno de forma individual, pero yo conozco la mía.

Aceptación.

Aceptación contra el dolor, aceptación contra el destino, aceptación contra lo inesperado…

Por última vez, observe a Amicus abrazado a Tiberio. Se susurraba cosas dulces, que pude o no anhelar.

Yo me conformaba con los abrazos de Elisa. Y saber que eran felices.

Aceptación… Para reconocer cuando algo no es, ni  será para mi.

...

Chapter 25: Wolp Tsiwt 1

Chapter Text


La siguió de cerca aún cuando llevaba prisa. Su rastro de destrucción era notable hasta para un ciego. Trozos de jarrones y plantas que decoraban el pasillo por aquí y allá, sillas lanzadas al otro extremo del lugar o incluso alguna lámpara rota.

Llevará su tiempo recomponer esas cosas.

Pero no podía ser de otro modo, esto pasa cuando eres un individuo sin verdadero balance. Ansioso de poder y cegado por las emociones negativas como el miedo y la arrogancia. No podía permitirse tanta humillación por más que quisiera abstenerse de un conflicto.

Eso le sucedía a Viviana.

Euniceo siguió a su madre hasta sus aposentos, allí donde solía dormitar junto a su padrastro muerto. El padre de Marcos fue un hombre que no dudo en darle las facilidades a tan ególatra mujer, y con lo que se vio recompensado fue ser eliminado de allí. Cada recuerdo, prueba o pieza que alguna vez estuvo en esa recámara fue borrado como si de cambiar sábanas se tratara.

Aunque eso no le importaba a Euniceo, sólo estaba allí para asegurarse que la mujer decrépita que lo crio mantuviese su mierda junta.

- ¿Estas bien?

Ella soltó una estruendosa carcajada chirriante.

- ¡Oh, pero claro que si, hijo mío! ¡¿No se nota?!

Tenía que admitir cuán estúpida fue su pregunta.

En lugar de seguir junto a la puerta, se adentro en la habitación, comenzando a recorrerla con ojos críticos y dedos curiosos en busca de algo medianamente interesante. Su necesidad de emoción y dominio menguaban brevemente.

- Necesitamos hacer algo con el -Presto atención real a la mujer sentada en la cama. Su sombrero caído dejaba a la luz la calva prominente de una mujer de su edad mal dimensionada y o ocultada.

Ella podría desear lo que quisiera al igual que Euniceo, sin embargo, alcanzar tal objetivo independientemente del que sea, estaría por más que condenado ante los ojos públicos.

- Tendríamos las de perder si tratamos de eliminarlo, el no esta sólo -A su mente llegó esa mujer, Elisa. Su "Grandiosa" amiga y consejera. No podía creer que le dio un puesto de esa magnitud a una mujer. Un hombre como el bien podría suplir sus funciones y hasta mucho mejor, pensó.

Luego estaba todo el bodrio de animales con los que ah empezado a relacionarse. Es decir, todo comenzó gracias a sus ganas de joder la vida de alguien. El maldito lobo le ah traído tantas molestias que desea con todas sus fuerzas poder vengarse de el.

Como sea...

En efecto, el hombre en cuestión tiene gente que lo protegerá a capa y espada. Entonces, ¿Qué podría hacer una simple pareja de madre e hijo contra el mayor monarca de toda la humanidad, y los lobos incluidos?

...

- ¡...! -Algo cambia de pronto.

Un rasguño se manifiesta en la habitación, las luces parpadea y el viento se vuelve una condensación de cosas desagradables como la putrefacción que genera un cadáver en descomposición, solo que es tan suave y monótono que casi pasa por alto. Susurros en las paredes, viento donde no debería haber... La mirada perdida de Viviana y una sonrisa tan torcida como la curva en el dobles de la luna menguante en repentina formación. Los bellos de su cuerpo se erizaron en cuanto los ojos oscuros que Euniceo heredó cayeran sobre si mismo.

El joven vástago se preguntaba que era lo que sucedía y trataba de averiguar cuanto peligro corrían allí el y su madre. Sin embargo, Viviana volvio en si con un respingo poco menos que usual o mucho más que extraño.

El corazón de Euniceo casi sale por su boca, mientras su madre se retórica en su propia ensoñación, que en algún punto la llevo a cambiar una y otra vez la posición de sus ojos como si estuviese siguiendo algo o a alguien por toda la habitación, hasta quedar sobre el otra vez.

- Ya se... -Viviana se colocó de pie mientras la habitación regreso a su estado natural. Mientras tanto, ojos colmados con inspiración total por parte de la mal llamada madre seguía aumentando su intensidad- Vamos a usar lo que más le importa actualmente en su contra, y para mejorar...

Buscando entre sus cosas, encontró una pequeña cámara con lo cual demostrar su punto. Tenía un terrible plan entre manos.

- ¿Qué planeas? -Viviana sonrió con suficiencia, una que no ve desde hacia hacía tiempo ya, cuando era una ambiciosa caza recompensas con forma de futuros esposos. Esa avaricia y odio eran tan palpables como en aquel entonces, quizás hasta peor. Y sólo en el fondo de su mente, Euniceo percibió algo todavía más terrible tras de esta actitud.

Otra sonrisa, un plan detallado, y sólo porque creía de manera ingenua que era así, este "Regalo" de fin de año sería quizás el mejor que podría pedir.

"Que comience el juego entonces"

...

~♧~

"El tiempo es relativo". Esa frase célebre tiene tanto peso sobre mi ahora.

Como haber pestañeado y de pronto aparecer en otro sitio, despistado, con desorientación, la capacidad de categorizar y presenciar eventos de un día común se hacen casi inexistentes e ininteligibles como las palabras que no logras comprender. Así más o menos se siente.

Tres semanas han pasado desde Navidad. Veintiún dias terrestres en los que Adastra había empezado una nueva etapa de cambios donde todos éramos contribuyentes activos. Y no sólo me refiero al estrepitoso cambio de clima y los infernales soles de "Enero" en este planeta

Había logrado concertar varios asuntos, uno tras otro para tratar de acabar con ellos lo más pronto posible, lo que se terminó convirtiendo en casi un mes trabajando sin descanso. Respirar es una acción que podría quitarme tiempo, si no fuese una acción vital del cuerpo.

Apenas iniciamos el año y ya estamos en estas torturas...

Como sea, de cualquier modo, estuve entretenido en muchas actividades pendientes. Además de atender las preguntas y caprichos de los ancianos de la Orden de la Tierra, llevamos a cabo la vacunación que habíamos estado planeando. Aproximadamente el cuarenta por ciento de los habitantes estaban oficialmente inmunizados durante un año contra los virus y demás cosas que podrían tener cada especie. Elisa recomendó ampliar la lista de fármacos en torno a las demás especies Hermanas, y por mi esta bien. Sólo habrá que tomar algo de tiempo para ello, puesto que de momento estamos con la agenda a tope y dudo mucho que mi cerebro alcance a redactar un contrato eficiente, mucho menos siete de esos para todos los demás que faltan.

Entonces si, las ocupaciones llueven cuando menos lo esperas.

- "Y no es como que me pueda quejar..." -En efecto, darme el lujo de perder el tiempo en lamentaciones no hará nada por reducir la pila de papeles en mi oficina. Además...- Así me distraigo de lo demás.

Y con eso me refiero a cierto lobo que no deja de rondar mus pensamientos. Dios, que complicado ah sido dominar esta mente que ya no parece mía.

Es tan vergonzoso. Sólo de recordar me hace retorcer sobre mis pies, mucho mas de lo que ya lo hice el día de hoy.

Desde aquella última noche del año, cuando Amicus me entregó una nueva corona, pude ser capaz de aceptar un número de cosas que antes no estaba dispuesto ni porque el mundo se llegara a acabar. Fue complicado, difícil, pero en mayor parte, atribuyó esta revelación a Tiberio...

Y es por el también que debo dar un paso atrás. El chico se merece a Amicus sin duda alguna. Tiene mas para ofrecerle que yo, un intento de hombre lleno de complejos traumas; las cargas de conciencia son algo que no pienso dejarle al lobo de ojos azules, sea mi amigo o algo mas...

Me estremezco ante tal posibilidad. De ninguna manera ocurrirá y debo aceptarlo. No me estoy sonrojando, no empiezo a sentir vergüenza, y por supuesto que no me quedo embelesado ante la imagen mental de Amicus cerca de mí, hablando, tomando mi mano, sus brazos envueltos a mi alrededor y...

- ¡AAHHH!

- ¡AHH LA PUTA! -No se en que momento, pero me asusté casi tanto como Elisa cuando grite. Llegó en algún momento y no lo note- Mi maldito corazón... Siento que se va a salir... -Hablaba sin aliento, una de las manos estilizadas en su pecho y se encargaba sobre si misma. Me sorprendía como esas gafas no se caían de su rostro. Cuando se calmó, Elisa me observo con detenimiento- ¿Otra vez te molestan esos pensamientos?

Desvíe la mirada.

Por supuesto que son los bobos pensamientos. A estas alturas de mi vida debería ser capaz de controlar la conducta de mente y cuerpo, no tener arranques de ansiedad por ideas estúpidas o una morbosa necesidad de averiguar que esconde la mente de Amicus y como deseo comprenderlo y saber todo sobre si mismo. Pero heme aquí; teniendo una pequeña crisis existencial sobre mis sentimientos, justo a una hora antes de salir a dar el que, según Elisa, puede ser el discurso más importante en la historia de las galaxias...

Bueno, más bien el segundo. No puedo quitarle peso a las palabras del primer emperador de los lobos, Druso. Estamos en niveles muy diferentes y seguro como el infierno que no alcanzó a sus talones caninos.

Sin embargo, no dejó de pensar en ello. Se cuán deficiente soy, no hace falta que lo aclaren. Desde el primer día quise evitar a toda costa caer en la monotonía de los monarcas, acabar corrompido por el poder o enloquecido como mi padre. Fui capaz de leer sobre las culturas hermanas en mi tiempo libre. Inculque conocimientos, enriquecí la curiosidad sobre estos individuos evolucionados a especies que superan con creces las expectativas humanas, y todavía más importante, sembré en mi la promesa de ser justo y noble, no herir al indefenso, tratar de cuidar a quien lo requiera aunque fuese a costa de mi vida. Incluso me esmere para impedir que cualquiera de los hijos de Viviana llegase a tomar mi lugar, pues sería algo imperdonable para mi mismo.

Sin embargo, hubo días donde falle y me desvíe un poco

Realmente, no existen personas buenas o malas. Esta creencia la herede de madre. Ella solía pensar que las decisiones eran lo que nos convertían en los que somos, nuestra esencia más primitiva que concertaba los cimientos de quienes somos. Entonces, ¿Qué pasa cuando eliges no hacer nada? ¿Eso en que te convierte?

¿Debí ser egoísta y rechazar ser emperador? Y siendo así ¿Qué hubiera pasado con todos los lobos, Cupedia, Tiberio... Amicus?

- ¿Marcos?

No. No puedo pensar así. El hubiera no existe. Sólo queda el presente por enfrentar. Soy el emperador y debo ser justo antes todas las cosas por el bien común...

Aún a costa de lo que siento.

- ¿Mmm? -Mis ojos algo picosos se posaron sobre ella y su expresión preocupada. Tampoco quiero fallarle a ella.

- Sea lo que sea que pienses, todo saldrá bien.

Mirada determinada, rostro serio. Un manuscrito se escribía en cada una de las líneas de sus facciones dedicadas sólo a la verdad. Por ello lo agradezco con mi mas sincera sonrisa, también agradeciendo a los dioses por esta maravillosa amiga con la que se me bendijo.

- Entonces... Alexios pidió permiso hace unos minutos para entrar... -¿El gato? ¿Qué querría el aquí? - Le digo que estas ocupado o...

- Déjalo entrar.

Ella asintió, y segundos después, la puerta se abrió con un deslizamiento sordo. Allí estaba, manos al frente, ropa perfectamente acomodada con los colores púrpura y azules, como con uvas representativas de Omorfa, guindadas en su oreja como arete natural. Entró con paso firme y expresión indescriptible, tal y como solía ser en cada una de nuestras reuniones. Hemos hablado con frecuencia las últimas semanas debido a cuestiones de logística y comunicación vía Omorfa. Sin embargo, es nada menos que una excusa pues terminamos platicando sobre cosas de nuestros respectivos planetas.

Una moneda por otra de igual valor.

- Buenos días, majestad... -Sus ojos se elevan a la altura de mi cabeza, donde debería estar mi corona de laurel dorada. Brilla por su ausencia, más el gayo no dice nada- Y Elisa -La mencionada sonríe levemente en respuesta- Venía a comprobar el estado de su discurso. Esta listo, eh de suponer.

Mi estómago se retórico ante la pregunta. Por supuesto que estaba listo, el problema era que yo no lo estaba.

Asentí lentamente sólo por cortesía, sin embargo, fue notable para el felino mi duda.

- No mientes, pero tampoco dices toda la verdad -Da un paso al frente, veo una de sus orejas agitarse- ¿Sucede algo?

Cabeceó al tiempo que dejó su pregunta hundir. No hace falta que responda, ya sabe la respuesta. Lo veo en su mirada. Pero justo cuando esperaba que dijese algo al respecto, me sorprendió con otra cosa.

- ¿Gustaría caminar conmigo?

Elisa y yo nos observamos brevemente, compartiendo en silencio nuestras dudas, nuestra amistad alcanza ese nivel en el que no requerimos de las palabras para comunicarnos. Al final, decidí que no haría daño caminar con el. El gato solicitó privacidad y Elisa no protestó por ello. Entonces, unos minutos después, estábamos en el jardín, observando las cosechas fructíferas y bendecidas por la vida adastriana.

Un espectáculo a la vista.

- ¿No te parece encantadora la naturaleza? Tan compleja como especial...

Alexios se arrodilló cerca unos cultivos de zanahorias, recogió la tierra con sus patas y la observo con detenimiento antes de dejarla dispersas en medio de sus dedos. Yo no supe que decir para responder sus palabras.

- Me gusta la fauna de este planeta. En Omorfa, el clima templado permanece, y por ende, no hay oportunidad de hacer crecer las mismas plantas que hay aquí.

Y sin embargo, hay excepciones. Se lo que está tratando de hacer, distraerme de mis preocupaciones. Veo con tristeza lo imposible que es, pero, supongo que dejarme llevar no me hara daño.

- Antes, esto solía ser un jardín cualquiera. No había cosechas y sobraban las plantas y enredaderas con esas extrañas flores que no dejaban de crecer. Eran una molestia. Además, la exagerada alberca se eliminó y decidimos aprovechar la tierra en esto.

- Una sabía decisión, debo decir.

- Si, bueno. Mi padre estuvo en contra de esto gracias a los caprichos de cierta persona... -La imagen de cierta mujer estirada llega a mi cabeza, y agradezco cuando pronto se va- Pero gracias a algo de esfuerzo, a cortos pasos logre convencerlo y se sembró en este lugar. No es por presumir, pero...

Sonrió ampliamente mientras observo cierta parte de esta cosecha. Un árbol que se ah cosechado con mucho cariño, incluso pude ayudar a cuidarlo. Increíblemente, alcanzó su tamaño regular en sólo un año. Aún espero por sus frutos pacientemente.

- Ese árbol de mangos lo cultive yo mismo, como uno de los primeros en estas tierras. No suelo ensuciar mucho mis manos...

- Tal y como debe ser -Parecía seguro al decir esto.

- ... Sin embargo, fue agradable. Solía disfrutar de está cosas cuando tenía tiempo libre, ahora...

"Creo haber caído en un espiral de confusión." En lugar de decirle esto, me lo reservo.

Un suspiro escapa de mi interior, cierro los ojos y miro a ningún lado, pensando en...

Nada.

- Estoy realmente asustado de arruinado todo. ¿No es tonto?

- Para nada. Hasta los más expertos se equivocan.

- Entonces no entiendo por que me siento tan preocupado. Tengo clavado en la cabeza los miles de resultados negativos y...

Veo hacia el suelo, perdiendo el impulso de las palabras.

- Odio tener pánico escénico...

- No digas tonterías -Alexios se colocó de pie, entonces es cuando noto la leve diferencia de tamaño entre ambos. No me considero alguien alto, pero el acaba de hacerme pensar que si- Ese no es tu problema. El problema lo tienes aquí... -Señala mi frente con su garra- Te preocupas tanto por lo que digan otras personas, y te esmeras tanto en complacer a todos que incluso pones en riesgo tu salud. ¿Pánico escénico? Una mierda. Lo que te sucede es la típica falta de confianza y auto desprecio propio.

- ¿Qué? Eso no tiene sentido -Yo no tengo nada de eso... ¿No?

Alexios luce escéptico mientras arquea una ceja.

- Cupedia le hablo a Cass sobre el altercado en el restaurante. ¿Por quien me tomas?

Me tense inmediatamente por la idea de haber sido expuesto de algún modo. Mi mano va directo a mi muñeca, acariciando la venda blanca que cubre mi brazo eh imagino lo que dirá a continuación, que soy un anormal, que mis comportamientos no son dignos de la corona, se burlara de mi o...

- Marcos, mírame... -No quiero hacerlo. Tengo miedo. Pero insiste y lo hago- ¿Sabías tu que los líderes de mi planeta querían que fuese un espía aquí?

Mis ojos se abren levemente con sorpresa.

- Si, lo se. Es una putada -Le resto importancia con un encogimiento de hombro- Esperaban que sembrase el caos en esta Luna para desestabilizar el frágil sistema de los lobos y humanos. Así podrían destruirse entre ustedes y todo eso...

Alexios como espía... Hasta ahora, no había considerado que los otros hermanos quisiesen intervenir, ya sea para ayudar o tomar parte del desastre. Esto abre mis ojos a una nueva perspectiva y las posibilidades son abrumadoras.

- ¿Sabes por qué específicamente yo? Simple. Cassius. Saben lo que tenemos y estaban dispuestos a usarme, ir desde adentro y profundizar en las relaciones con humanos para acabar con sus cimientos -La cola del felino se enrollo alrededor de su cintura, un gesto que en mi opinión, se definía en algo de ansiedad o vergüenza- Sin embargo, lo rechace en banda.

Esa sonrisa tan pequeña y fugas, casi inexistente, se hizo presente en el. La mirada verde del gato se fijaba en el cielo despejado, más allá de las nubes donde parecía bordar formas y vida que eran sólo regentes de su imaginación.

- Me ofrecieron tantas riquezas al final de esa travesía, y las deje sin dudar... Seguro te preguntarás el por qué -Me observa entonces con la misma expresión-

- ¿Estabas seguro de lo que querías? -No es imposible.

Pero Alexios río una vez y luego continuó.

- Además de eso, hay algo más. Saber lo que quieres, auto amarte, mantenerte firme en lo que quieres. Todo eso puede ser la clave. Pero siempre hay algo que te impulsa. ¿Qué es lo que te impulsa ti, Marcos de la Corona Romana?. ¿Un sueño quizás?, el dinero o poder no sería algo descabellado, o será...

Avanza, colocándose a mi lateral derecho. En este instante, sentí como toda la sangre de mi cuerpo se enfriaba y calentaba a la vez. Sabía lo que diría.

- Algo parecido a lo mío... ¿Amor? Pero, la pregunta correcta es, ¿Por quien?. Creo que sólo lo determinaras si averiguas que es lo que quieres con total certeza. Eso si no lo sabes, claro está...

Un breve toque de su mano con garras sobre en mi hombro, y luego se marchaba, tarareando una canción que le pertenece sólo a el.

El ritmo del corazón de Alexios alcanzó a los oídos del mío, demostrándole un punto de vista nuevo, uno que quizás no era tan desconocido y confuso como creía. La melodía perduró el tiempo que me tomo regresar para prepararme una vez más para el discurso.

Y tal vez, sólo tal vez, ya no me sentía tan preocupado como en un principio.

Chapter 26: Wolp Tsiwt 2

Chapter Text


- ¡Cuando dije que deseaba hacer algo emocionante contigo, no me refería a esto! -Grite con todas mis fuerzas como un demente justo al sentir mis pies perder el ritmo y quedar a la deriva, una deriva muy inclinada como es la pendiente más traicionera en la ciudad de Adastra.

Un vago pensamiento sobre lo afortunado que soy de que ya casi no hayan vehículos por esta zona me tranquiliza, al menos hasta que Tiberio grita en oido colmado de risas.

- ¡Pero esto es mil veces mejor! -Otra tanda de risotadas por parte de mi acompañante, luce confiado con todo el luck de casco y protecciones de ciclista. Seguramente también influye el echo de estar colina abajo en una bici doble, bajando a una velocidad vertiginosa en la que juro poder ver mi vida cruzar frente de mis ojos.

En cualquiera de los casos, veo la misma conclusión: Manejar vehículos no es lo mío, ni autos, motocicletas y por supuesto que un gran NO a los aviones. Añado la bicicleta a la lista mientras seguimos bajando como dementes. En algún punto luego de salir del estupor y estar estacionados junto a una acera, llegó a otra conclusión; esto viendo al relajado y sonriente lobo de pelaje castaño a mi lado.

Tiberio es un adicto a la adrenalina...

...

》》》

- Eso fue divertido, repitámoslo algún día.

- Por supuesto que no -No dude al decir esto, y por la risita que intentaba ocultar Tibs, deduje que era una broma.

Gracias a los Padres por ello.

- Al menos aprovechamos tus horas de descanso. Tomando en cuenta que casi todo el personal se fue a la plaza, al igual que la mitad de Adastra, resultó conveniente para esta pequeña aventura.

- Si... pero de ninguna manera vuelvo a salir de "Aventuras" contigo, sólo si implica perder la vida o alguna extremidad. Gracias, pero no gracias.

Otra risa, y yo suspiro con derrota. Tiberio...

El pequeño lobo ah revelado facetas llamativas en los últimos días. Tuve oportunidad de salir recurrentemente con el a un par de citas, y cada día estoy más seguro de que no existe modo de aburrirse a su lado. Me gustó pasar tiempo con el, almorzar, cenar o desayunar. No hace mas de tres dias que compartimos la cama en una "Pijamada", que terminó más temprano para el resto y muy tarde para nosotros en lo que vimos películas y jugamos videojuegos, porque si, aparentemente me eh contagiado por estos juegos de consola en la que los humanos invierten un dinero exorbitante. ¿Ya dije que Tiberio lo compro?

En fin, el caso es que nos cansamos tanto que compartimos cama (Sofá) y despertar a su lado fue... Interesante.

- ... -Observo con detenimiento al de ojos amarillos hablar sin parar, es tan lindo y juguetón. A veces me siento tan abatido y el logra animarme, es un gran amigo...

Amigo...

Siento que es inadecuado llamarle de ese modo, sólo que no se muy bien el por que. Es decir, lo bese antes, quería hacerlo, pero cuando eso sucedió fue como el calor del momento, ahora en la actualidad tengo mas dudas que antes.

¿Sera tiempo de darle una oportunidad? Tal vez no sea tan malo intentarlo...

- ¿Ami? -El tren de pensamientos se descarrila, eso pasa cuando Tiberio agita mi mano, buscando mi atención- Tienes que llegar al trabajo.

Oh, cierto.

Luego de deshacernos en un sesto la basura de las hamburguesas que el sugirió comer en este parque, tomamos camino a la estación del tren. Tiberio me acompaña de camino allí y seguimos platicando sobre lo que sucedería a continuación con todos nosotros.

El discurso de Marcos empezará muy pronto, y me siento algo mal al no acompañarlo, pero me digo que es lo mejor para evitar desconcentrarlo...

Lo raro es que no hemos interactuando luego de la fiesta de Saturnalia. Me había acostumbrado a tenerlo cerca últimamente, y pues... ¿Qué puedo decir? Su presencia es algo entrañable, si es posible decirlo así.

- Ve con cuidado -Dijo Tiberio aferrándose a mi en un apretado abrazo. Su cabello corto me hizo cosquillas en la nariz cuando olí su aroma. Esa esencia levemente picante es una cosa- Y me avisas cuando llegues. Quizás me detenga por ahí a ver el discurso de Marcos.

Asentí con la cabeza. Estaba por subir por las escaleras a la estación este.

- Tu cuídate, no molestes a nadie con tus palabras traviesas -El mas pequeño llevo una de sus manos al pecho, luciendo ofendido.

- Pero ¿Cómo te atreves? Yo soy un buen chico...

- Eso no te lo crees ni tú mismo -En lugar de defenderse se echo a reír. Negué divertido con la cabeza por este lobo que me causa emociones cálidas en el pecho. Me pregunto si seguiríamos igual que ahora si nos hubiésemos conocido antes.

Luego recuerdo que tal cosa como el hubiera no existe.

Veo a Tiberio marchar con paso alegre, su cola se agita de forma vivaz de un lado a otro y sólo después de que se va, noto que la mía le acompañaba como si se hubiesen sincronizado. Me di la vuelta, todavía riendo, empecé a buscar la zona donde el tren con dirección a la salida centro, a donde se supone está el Palacio, y espere un momento.

Me doy el tiempo de pensar en algunas cosas que deje de lado hace algunas semanas. Por ejemplo, la conversación que tuve con Virginia antes de irse.

Ella me comentó que la producción de Adastra en materia prima tuvo una disminución en comparación del año pasado, los pocos tratados de comercio que existían entre otras especies hermanas seguían en pie, pero a mi hermana le preocupaba lo que pudiese suceder si eso caía mucho mas.

No era curioso que me dijera esto, ella siempre esta al pendiente de todas esas cosas. Lo que llamó mi atención completamente fue cuando me pidió explícitamente que aconsejara a Marcos sobre este tema.

No pude evitar reír.

¿Yo aconsejarlo? Ese cabeza dura apenas y escucha a Elisa. Le dije varias veces que no me haría caso, que se rindiera de convencerme a tratar con el sobre eso. El problema fue cuando no sólo fue solo ese tema, me di cuenta de lo peligrosa que podía tornarse la situación si las problemáticas seguían acumulándose, así que...

No tuve de otra. Cedi, y llame al humano, quién de forma algo inconsistente, pidió a Virginia que fuese en persona para hablarle y poder realizar planes al respecto. Me sorprendió lo fácil que accedió, pero me sorprendió todavía más lo que dijo Virginia cuando regresó ese día del Palacio.

- "¿Cómo va a ser posible que hallan personas que lo odien? Es demasiado amable, suave para disgusto de un Emperador machista y retrógrada.¡ Escucho cada una de mis preocupaciones y me aseguró de que las resolvería! -Bufo rodando los ojos- Y pensar que lo condene tanto como lo hice con su padre. Incluso Cass lo acepta, por más que le duela."

- "Muérete, hermana..."

Contuve la respiración por un momento y luego la solté, imaginé que en ese suspiro se iban mis preguntas. No lo hicieron, pero puedo soñar con ello.

- Marcos...

Hasta su nombre es una especie de canción sin nombre. Tiene un efecto tan extraño en las personas que lo rodean. Cautiva, tranquiliza, esto a pesar de lo reservado y tímido que es. Prueba de ello es mi madre, ella desconfía mucho de las personas, pero fue cosa de conocerlo aquella noche que cenamos junto a Neferu y Bjarni, para ella encajó.

Soy fiel creyente de las estrellas. Ellas están allí, son una verdad irrefutable aunque inalcanzable. Danzan por la noche mientras giramos lentamente en un baile tan antiguo, complejo, lo suficiente como para hacer dudar a los mas sabios y vigorizar a los más inocentes. Pero, el...

El es diferente. Lo siento en mi pecho, en mis ojos cuando lo miran, en mi respiración cuando se agita. Emociones viejas ¿O tal vez nuevas? Surgen sin parar y no se de donde provienen. Me confunden. Son similares a lo que siento por Tiberio en algún sentido, sólo que no desgloso el misterio de que los diferencia.

"Quizá sea lo mejor para todos" y, ¿Realmente es así?

- Esto es tan molesto... -Murmuro para mi. Cuando el tren detuvo su marcha delante de mi, quede paralizado, preguntándome que hacia. Frente de mi volaban las imágenes de las últimas semanas, casi cuatro meses desde que todo comenzó. Complejo pero sencillo, soy capaz de interpretar mis sentimientos, pero, ¿Cual es el nombre que deben llevar?

Fue como automático, dando una vuelta entera, seguida de otra. La gente me observaba seguramente, pero ahora no podía importarme menos. Tome asiento junto a la ventana en este tren, busque mis auriculares y los coloque en modo de radio para escuchar. Vagar por las emisoras humanas y adastrianas me hizo darme cuenta de lo poco social e informado que puedo estar, lo supone al escuchar noticias de eventos políticos, algunas revueltas en Lux. Extremistas y quien sabe que más.

Creo que las cosas están algo agitadas fuera de la ciudad.

Me pregunto qué sucede más allá de estos edificios, más allá del Palacio y lo que conozco de esta Luna. Veintiún años en este lugar, con un futuro tallado en piedra, aferrado a el como las garrapatas lo hacen a la carne. Súmale cinco ahora, son veinticinco sin saber que hacer, eso te da tiempo suficiente para pensar...

Me causa pena, y es extraño. No me siento responsable directamente, creo haber dejado ese sentimiento atrás, pero si estoy seguro ahora de que en lugar de huir antes pude hacer más. Aunque, prefiero creer en ese refrán sobre que el presente es lo más importante y no hay otro.

Sin esto, no conocería a Marcos como lo hago ahora, no sabría la historia de su madre, como conflictos de el mismo. Sus ojos ya no son ajenos a mi, compartimos un par de penas y pensamientos, el cabello enmarcado y coronado por el laurel dorado...

Es fácil creerlo, las fantasías, sólo debo ver esta ciudad, la velocidad que alcanzamos y sus ventanales, llenos de luz de Vita que encandilan mi mirada, una paz y calma tan breve llegan a ser protagonistas; yo sin embargo no soy consciente de donde voy, literal y figurativamente. Aprecio esto de algún modo discordante. Aprecio momentáneamente el presente incierto, y deseo de corazón que otros (El) sepan hacer lo mismo.

Invierto demasiado tiempo buscando algo que ni siquiera se que es, frustrado, estoy a punto de rendirme.

Sólo que fue allí cuando le hallé.

- Buenas días a todos... Yo...

Su voz está ronca, envuelta por un tono serio aterciopelado. Tan complejo como siempre se presenta ante la multitud, aguardando en un silencio expectante más largo y riguroso del que es debido.

Quiero saber como esta. Verlo. Y para mi fortuna, delante, clavado sobre la puerta de este vagón del tren, hay una pantalla encendida. Esta en silencio, pero no necesito que ella suelte ruido alguno, los auriculares me bastan.

Y allí está. Lo veo como si fuese la primera vez que hablo, cuando se presentó hace mas de un año ante los lobos y humanos luego de la muerte de su padre. Me apena admitir que hubo júbilo por la muerte de ese despiadado hombre, pero los ánimos no dudaron lo suficiente cuando se supo que su descendencia seguía en la fila del trono.

"Ese es nuestro nuevo enemigo", había oido a muchos decir eso y cosas incluso peores durante algún tiempo. No tenía sentido ahora, pues al chico que vi entonces no era demasiado diferente a este. Figura delgada, cabello un poco mas corto que en la actualidad, expresión determinada y a la vez plana. Una corona de laurel se cernía sobre su cabeza y eran solemnes las únicas palabras que dijo en aquel entonces.

"Haré mi trabajo como se debe. Gracias." Y luego se retiró con su usual aura de misterio. Enigmático y pretencioso hasta decir basta, su apariencia difiere levemente de lo anterior. Hoy llega a ese podio con ojeras debajo de sus ojos, unas medias lunas que podrías notar con la suficiente atención, no hay corona sobre el, viste igual de humilde como siempre, su camisa y túnica, envuelta por cuerdas de hilo dorado que la sujetan, cabello largo, ahora envuelto en una corta cola baja tras de el, su rostro y esa mirada...

Hay incertidumbre, duda. Miedo ante la falta de aceptación, resignación a lo imposible de una redención en sólo un par de palabras. Promesas vacías ya no servirán de nada y a su vez, podrían ser una linda ilusión.

¿Quién en su sano juicio levantaría la cabeza con tantos temores o problemas sobre volando en el como abejas de cuatro pulgadas como las de este planeta, con todo y aguijones.

Oh, pero ese es el caso. El lo haría.

Luego de tomarse ese momento, contemple como respiraba profundo un par de veces con los ojos cerrados. Repentinamente golpea su pecho, deduzco que es para infundirse valor y cuando abre los ojos, incluso a través de esta pantalla, puedo saborear la ferocidad de su alma, ahora, ardiendo con una pasión noble eh inquebrantable.

El siguiente movimiento me deja sin palabras.

- Desearía darles a todos un discurso realmente emotivo, con cientos de promesas sobre cómo mejorará todo, como dejaremos atrás todo el dolor... -Sobre su cabeza colocó la corona que le había regalado, todo este tiempo la tuvo cerca. Ahora más que nunca, veía algo relucir en el, tan real como la existencia del universo... Y mi pecho se llenó de calor, gratificado por su amabilidad- Tristemente, esa es sólo una mentira. Pues, las heridas supurantes no pueden sanar con promesas vacías...

Hay algo en su voz, el tono, la realidad de sus palabras que hace erizar los pelos de mi nuca.

- Lamento decepcionarlos. No soy la esperanza de la gente o un enviado de Dios o los padres...

La cámara cambio de ángulo y pude notar la gran cantidad de humanos y lobos presentes, todos aguardando en silencio, escuchando sus sinceras palabras.

- Tampoco creo ser lo que necesitan como emperador. No soy un héroe, un maestro de la palabra, o gladiador que librara las mil batallas que nos puedan alcanzar. Tampoco Soy Druso o un héroe de la Tierra. Solo soy un hombre... Un hombre común y corriente, que es imperfecto; a quien le encomendaron la tarea que quizás, se merecía alguien mejor, el que lleve esta corona sobre mi cabeza... -Tocó dicho elemento con la punta de sus dedos, como si fuese tan frágil que temiera se disolviese- No me hace inmune ante la posibilidad de cometer errores inherentes y lastimar gente. Sólo soy un hombre que sufre en nombre de los suyos, en nombre de las injusticias y de la tristeza que nadie se merece vivir...

>>> Sufro... Porque en parte, me siento culpable de los errores que no cometí, pero que me heredaron... -Su mirada recorrió rápidamente los alrededores, era como si reconociese a cada uno de sus visires y escuchas. Trataba de verlos a todos, tocarlos con su suave voz. Ver más allá de sus rostros confundidos, inconformes, cansados y adoloridos.

Yo sostuve la respiración a continuación, porque de algún modo, estaba comprendiendo el trasfondo de sus palabras. En lo que era para mi el canto inconstante y pausado, que los lobos interpretamos originalmente como un aullido.

- Sin embargo, deseo compartir algo con ustedes, en este momento como la primera vez que me presento y expongo realmente ante ustedes, no como emperador, no como superior, si no como individuo. Quiero... No. Deseo con todo mi corazón y alma demostrarles un cambio real, para TODOS, y eso haré. No más palabras, sólo acciones...

Buscó en el podio, el rumor de hojas o papeles susurra en el micrófono de manera audible. Entonces revela en su mano un papel. Parecía un contrato. Durante un segundo lo aprecio con sus ojos y luego volvió con su mirada determinada al frente.

- Este discurso iba a ser sólo para decirles un par de cambios y darle la bienvenida a los ancianos de la Antigua Corte de la Tierra. Pero hay cosas más importantes, como esto -Golpea el manojo de hojas con el dorso de su mano- Quiero darles la seguridad a todos de ser libres a elegir como ser felices. Basta de restricciones y denigrar a los demás. Mientras este aquí, y espero que durante las próximas generaciones, se haga respetar este derecho de todos por igual.

>>> A partir de hoy, todos seremos iguales entre nosotros como debe ser a los ojos de Dios o los Padres. Así que, eh decidido devolverles sus derechos a los lobos...

Sentí mi corazón detenerse instantáneamente, saboree las palabras que uso y trate de darle sentido. Intento descubrir si estoy soñado, pero no es así. Esto es real, lo estoy escuchando ¿No?

No soy el único impactado, se nota como el público exhala sorprendidos, casi como un sollozo sincronizado.

Yo sigo buscando a Marcos con la mirada. No hay arrepentimiento o engaño en el, sólo la pura verdad, la necesidad de justicia.

- A partir de hoy, hare valer este derecho, los humanos ya no trataremos como esclavos o inferiores a los lobos, porque somos Hermanos, ¿No? Nacimos en puntas diferentes del cosmos y las galaxias, pero, las estrellas también y todas son hijas, hermanas y primas nacidas del universo -Una pequeña sonrisa aparece en el- No estoy en derecho a pedirles nada, lo se, y también se cuán inconformes estarán algunos de esta decisión. Pero no me arrepiento, y por eso les ruego, unámonos, por favor. Aunemos fuerzas para afrontar la adversidad, juntemos nuestras manos para escalar la montaña de las dificultades, demostremos a nuestros hermanos que podemos crecer juntos, cambiar para mejor, avanzar recordado nuestro errores del pasado para ser grandiosos en el futuro, porque el amor...

Veo detenidamente la pantalla en espera de que diga algo. Mientras espero, el tren se detiene. Sigo observando, y es como si me mirara a mi y solo a mi cuando sus ojos ven a la cámara.

"Te siento tan cerca..."

- El amor, aunque no lo crean, si ayuda a sanar heridas. Lo puedo decir por experiencia...

Siento que estoy por llorar, mis pies avanzan en automático, así como mis confusos sentimientos. Corro y evado a todos en mi camino, quiero alcanzarlo, por eso tome ese tren.

Quiero estar con el.

Me encuentro entre las personas de la calle mientras que diviso más cerca la multitud a la plaza. Ya estoy cerca, en ese tiempo, todo sigue en silencio.

El tren quedó atrás, pero el que transporta mis pensamientos sigue corriendo por las vías del razonamiento, la imaginación y revelando emociones fuertes que me impulsan a seguir corriendo.

¿Esto sucede en verdad?

- Y... Quiero que cuando pase un año, y nos volvamos a ver aquí, sean capaces también de elegir por su cuenta a quien crean mas conveniente de mandar, de cuidarlos y velar por ustedes... Por ello, dentro de un año, como se dictamina en este contrato, voy a delegar mis funciones a un elegido por ustedes mismos, un postulado que se sienta dispuesto a luchar por lo correcto. En pocas palabras, desarmare la monarquía, y eliminare mi mandato anti democrático de la tierra también. Además, eliminare el sistema de la Antigua Corte...

Me detuve en seco, casi a punto de ser arrollado en un cruce. No puede ser que en serio diga eso...

Tenía que llegar y pronto, acelere el paso para lograrlo en cuanto fue prudente cruzar. Por fin alcance la marea de gente.

- ... Una de las cosas que pido a los Dioses, es libertad de decisión y sabiduría... Quiero creer que este es el caso y que mi inclinación es correcta. Una señal de ellos. Estoy dispuesto a dar mis extremidades si por ello puedo cambiar todo para bien.

>>> Por la Adastra reluciente de lobos colmados con bendiciones. Por la Tierra, mi hogar, del cual se, habremos venido personas que deseamos hacer lo correcto...

Mis latidos acelerados y la marcha me tiene exhausto, apenas y puedo respirar entre tanta acumulación de gente. El mismo pensamiento persiste.

"Quiero verlo"

"Necesitará mi apoyo"

No quiero creer lo peor.

- Por nosotros, la unión de dos especies hermanas, encontrados en el dolor, pero, espero yo, unidos por la fe de una galaxia mejor...

...

...

...

Nade entre tantas personas, todas confusas y atónitas. Llenaban sus rostros la curiosidad o el impacto, eso pude ver durante la travesía inesperada, pero al llegar casi al frente, con sólo unos pocos metros de distancia del humano...

- ¡GRACIAS!

- ¡GRACIAS, EMPERADOR MARCOS!

- ¡ES EL MEJOR!

Quedé impactado cuando todos los presentes estallaron en gritos de apoyo y aplausos, el júbilo invadió las calles de la ciudad de Adastra como el aroma de las flores en plena primavera o el olor a sal de una playa. Gente riendo, saltando, abrazando o sollozando de felicidad. Los humanos se daban la mano con lobos y otros seguían en shock. Por supuesto, hubo gente en desacuerdo, pero prefirieron retroceder a decir algo.

No podía concebir este suceso. Soy testigo de cómo todo lo que creo cotidiano, nuevamente daba un giro de ciento ochenta grados. Y por otro humano, ni mas ni menos.

- Pero esa es la cosa. El no es un humano cualquiera...

No, no lo era.

Desde mi lugar, goteando sudor que empapaba mi ropa y con latidos del corazón todavía presurosos, sea por la travesía o bien por las palabras de este hombre que no deja de sorprender, lo contemplo una nueva vez.

Marcos llora un poco, exaltado incluso por la aceptación de su séquito. Elisa estaba cerca, por supuesto, aplaudiendo en apoyo de su mejor amigo. Vitoreos llovían sin parar, como si de un diluvio de emociones se tratase, una lluvia que daa paso a un "Arcoiris" como le dicen los humanos y luego una cosecha enormemente bendecida por la naturaleza. El joven humano, mi amigo, me encuentra entre la multitud. Sólo puedo sonreírle, orgulloso y agradecido por este suceso. Marcos duda, pero luego todo rastro de ello se desvanece y se reemplaza con una amplia sonrisa de dientes perlados, la más maravillosa que eh visto hasta ahora.

Me doy cuenta de cómo a cambiado, crecido en cuestión de unos pocos meses. Desde aquel día que me tendió una mano indiferente en el oscuro calabozo, cuando me confió el dinero y su confianza para salvar las cosechas, luego se abrió al punto de confiarme sus lamentos más profundos y facetas mejor guardadas, proteger a mi familia, un abrazo que rompió la distancia, su confianza precipitada por el dolor y finalmente, esto.

Nos reconocemos ahora, veo también cuanto crecí en el proceso a su lado y las buenas cosas que llegaron de forma inesperada. Lo puedo admitir.

"Lo quiero." Y no me arrepiento de haberlo aceptado como mi amigo, ni lo hare nunca.

Hoy, todos los demás presencian el ascenso de una nueva era. ¿Yo? Presenció el ascenso de algo más importante, más valioso, algo que no se equipara a todo lo demás...

Amicus no lo sabía del todo, pero su corazón dolido empezó a sanar en algún punto de toda la historia, y a su vez, un sentimiento similar al cariño se colaba dentro suyo. No lo deduciría fácilmente, claro esta, pero nada es fácil en esta vida, y sin embargo, lo logramos a su debido tiempo...

Chapter 27: Wolp Tsiwt 3

Chapter Text

 

Quien diría existe tal sentimiento, emoción latente bulliciosa que peligra por explotar dentro suyo. Sin duda, los pocos años de vida que tuvo le permitieron ver y vivir de todo un poco, y quizás suficiente como para estremecerlo de pies a cabeza y de vuelta a su corta cola.

Mirándose al espejo, diría que sólo está vestido para la ocasión, cuando es en realidad LA OCASIÓN. Sonríe ante la perspectiva de rodearse una vez más de lujos a los cuales apenas pudo tolerar durante su juventud, jamás le gustó lo ostentoso y mucho menos ser objetivo de miradas atentas como seguro lo sería está noche; tendría que ver mucho con su acompañante y a la vez por su propia fama.

Después de todo, su padre sería liberado muy pronto y no podía esperar a verlo, aún si tenía su actitud ególatra y amargada de siempre. Quería a su padre y sin duda no lo cambiaria.

Tiberio se observó al espejo, buscando cada detalle mal ubicado en su nuevo traje perfectamente arreglado y planchado. Tuvo que usar la plancha durante mucho rato para que no quedará arruga alguna y sin embargo, creía todavía estaba algo imperfecto.

Sacudió la cabeza y alejo los pensamientos negativos o autocríticos, no queriendo continuar por ahí o terminaría resignándose a no asistir.

Esta, era la noche que cerraría con broche de oro la nueva era entre lobos y humanos, y también todos los Hermanos además de eso. Sólo pasaron un para de horas desde que el discurso de Marcos causó revuelo en toda la Luna, los lobos estaban emocionados, mas por la fiesta que se llevaría a cabo en el Palacio. Se imaginaba que los demás Hermanos como los Gatos o Chacales estaban igual de emotivos.

Y ¿Quién no? Después de todo, se acababa este siclo de guerras y humillaciones por fin. Presos políticos injustificados serían liberados y las limitaciones que ataban a los Lobos de hacer sus negocios prosperar o no tener derechos por fin eran disueltas.

- Definitivamente, nada podría arruinar esta noche.

Sin duda que si.

- ¡...! -Un pinchazo en su bícep izquierdo pálpito. Una molestia algo recurrente que data desde el día en que lo vacunaron contra las enfermedades básicas de Adastra y la Tierra. Dijeron que esto podía ocurrir, que dolerá al principio. Seguía haciéndolo, no era doloroso, pero molestaba. Por lo menos sólo sucedía una vez al día.

Aunque, esta vez fue diferente. El pálpito se dio acompañado de una presión extraña en su ojo. Precisamente donde el lingüa estaba instalado. Así como llegó, la molestia desvaneció, y pronto quedó en el olvido cuando se vio una vez más al espejo de cuerpo completo en su habitación.

Estaba listo. Y ya era hora de irse. Su acompañante le esperaba, y estaba ansioso por verlo. Quería saber como se sentía Amicus y cual fue su reacción en cuanto se entero.

Claro, esto a su debido tiempo.

Alzó la barbilla, no dio marcha atrás por sus tontos pensamientos de duda y cuando estuvo listo, salió de la casa.

Para Tiberio, está noche sería perfecta.

Si...

...

~¤~

Nadie, en serio. Nadie habría imaginado que esto sucedería. De entre todas las cosas que pudieron ocurrir, Marcos eligió la que Elisa menos esperaba.

Y que bien por ello. Bien sabía que su amigo tenía la mejor de las intenciones para con está Luna, y si esta en su corazón que la libertad es lo correcto, entonces le apoyaría hasta el final.

- Bienvenidos -Dijo a modo de saludo para una familia de humanos que recién llegaba. Las puertas del Palacio se encontraban abiertas de par en par, esperando a todos los invitados de la noche, que bien podrían ser todos los habitantes de la Luna y otros más.

Un ejemplo claro de ello fue como Neferu, el chacal hijo del Faraón, llegó acompañado de Virginia y demás familiares de Amicus que residían fuera de este sistema. Estaban más que contentos, todos de acuerdo con que la decisión del joven era, de nuevo, la correcta. El agradecimiento flotaba en sus facciones.

Ni en sus más locos suelos lo habría imaginado. Renunciar al poder y desarmar la monarquía por un gobierno democrático que sirviese a todos por igual. Devolver derechos y tierras, liberar presos que fueron encerrados de forma injusta. Marcos le contó de todo esto hace unas horas en un frenesí de ideas que no pudo contenerse de anotar.

- Elisa, buenas noche -Saludo a uno de los antiguos Triunviros de Ad rot, un viejo lobo de pelaje negro. Claro estaba que los lobos eran invitados también. Marcos exigió a los pocos seguritas recientemente adquiridos que tratarán a todos por igual, con respeto, mientras se aseguraba que durante el discurso, el alcance llegase a toda una galaxia de ser posible para invitar a todo el que quisiera.

Había pasado sólo un día luego del discurso.

El ambiente en el Palacio era vivaz, lleno de encantó. La vida que hoy abunda aquí, con incluso pequeños niños jugando o gente probando la comida, era la clase de sensación que Elisa solía imaginar, pensando y divagando en el mundo de los sueños el como sería todo antes de su llegada, este momento de verdad cautivaba el corazón de la humana.

"Señora Rodhea, el estara bien. Todo fue complicado desde el principio, pero puede que ahora todo valla a mejor"

Llevó ambas manos a su pecho, justo sobre la tela del vestido que utilizaba, saboreando las emociones arremolinadas en su alrededor. Sólo se pudo serenar cuando llegaron hasta ella los siguientes invitados.

Pero en la mente de Elisa, permaneció esta anticipación a lo bueno, quizás también a lo malo, porque el futuro que Elisa visualizaba tras sus gafas era próspero donde mirará.

...

~¤~

No comprendía el objetivo de esta cosa, tan sofocante, imposibilita la movilidad y ni se diga de cómo lo hace lucir. Un hombre de su calibre debería mostrar con orgullo su pecho, un hombre que ah retornado a su madre tierra con la frente en alto a pesar de haber huido. No tiene cabida cubrirse con tales prendas de una especie primitiva y desorganizada como la de los humanos.

Al menos eso pensaba.

- Quería verme bien, y por eso me refería a utilizar mi vieja armadura. No esté apretado traje de monigote andante -Cassius se quejo de la ropa, una camisa sencilla en color negro mangas largas, pantalones plateados con un cinturón que tenía hebilla dorada. La armadura parcial sobre su hombro izquierdo brillaba por su reciente lustrada. Y para acabar de completa el conjunto, unos hoyuelos en las muñecas de su camisa.

Cupedia lo reprendió cariñosamente, sabiendo lo quisquilloso que podía llegue a ser Cassius. Saber esto, no hizo nada por su problemática, pero decidió ignorarlo lo mejor posible ya que era un caso especial.

- Es ropa muy bonita. Aprécialo, no todos los dias recibes un regalo del hijo del Faraón -Dijo la madre, observando al susodicho del otro lado de la mesa redonda. Neferu asintió mientras agitaba suavemente su copa de vino, y ese gesto bastó para hacerle rodar los ojos.

- Deja la impaciencia -Oh, pero Alexios le conocía demasiado bien. Sabía cuán ansioso se sentía. Pasaron años desde que se escondió en Omorfa, sin llamar la atención y fuera de los reflectores. Volver al Palacio, el lugar donde creció alguna vez y pudo estar destinado a regir como emperador (Eso en el caso que Amicus no quisiera), bajo todas estas miradas curiosas o poco discretas le estaban sentando mal a su tranquilidad. Solo quería estar en paz y en privacía.

"Métanse en sus malditos asuntos" Mascullo en su mente, temiendo de lo que haga su madre si le escuchaba maldecir.

- ¿A que hora piensa llegar Amicus? Tampoco veo a su amante y Marcos, ¿Se pusieron de acuerdo para llegar tarde?

- Marcos se esta preparando -La repentina aparición de Elisa a sus espaldas le hizo saltar de su asiento. Por lo menos contuvo el grito en la puerta de su garganta. Los demás en la mesa rieron un poco mientras Cassius apuñaló con la mirada a la humana. Ni ese bonito vestido blanco impediría que la hiciese pagar si no estuviesen rodeados de gente.

Elisa sonrió con notable burla.

- Llegaron muchas personas, este salón está hasta el cuello de gente. Una buena cosa que hay un área superior... -Neferu mencionó esto en busca de cambiar de tema al tiempo que la recién llegada se sentaba al lado de Cupedia.

- Si... Mmm. Si no me equívoco, es la segunda ocasión en la que usamos este lugar.

- ¿En serio? Creí que los humanos eran estas bestias llenas de paganismo y amor por el desastre y celebraciones aleatorias sin sentido.

¿El Chacal pudo decirlo de forma más ofensiva?

En cualquier caso, las intenciones de molestar a la humana fallaron, la risa en su rostro decían esto.

- Es una buena forma de resumir nuestro comportamiento. Tristemente, está algo alejado de la realidad. No se si lo sepan, pero el Palacio fue remodelado, y cuando hablo de remodelación, me refiero a que abrieron toda una nueva sección, extendiendo hacía los lados de la playa. Aquí es donde estamos. Si se fijan, el olor a agua salada les dará en la nariz.

En efecto, así era.

Cassius sólo se preguntaba que habría sucedido con los Archivos. Hace un momento pasaron de camino hacia este salón por donde podía recordar, estaba ubicada la puerta en cuestión. Ya no estaba.

"¿De verdad los Padres nos abandonaron?"

Quizás nunca lo sabrían.

- ¿Estas bien? -Estuvo mirando hacia la mesa durante un rato sin darse cuenta, hasta que Alexios tomó su mano. Asintió con la cabeza y dio un suave apretón a la mano del felino, agradeciendo en un susurro por preocuparse por el.

Observo las esmeraldas que son los ojos de Alexios, cautivado por su belleza y enigma silencioso que lo hicieron caer por el. Están seguro que de no conocerlo hace años durante las revueltas que trajo la guerra, habría enloquecido.

El gato estuvo allí par el cuando le hizo falta, consoló la pena, le tomo la mano cuando sentía que iba a desmoronarse y fue su gancho a la realidad. Mientras que para sus hermanos fue sencillo seguir adelante y afrontar la realidad, para Cassius fue una odisea en la que incluso tuvo que redescubrir sus sentimientos para con este hombre a su lado, porque, en nombre de los Padres, ¿Qué hizo el para merecer este regalo tan maravilloso?. Alexis no tiene comparación, y su habilidad, forma de ser y mente única lo hacen nada mas que maravilloso.

Y se aseguró de demostrárselo, depositando un beso en su mejilla "Trágame tierra" se dijo por la vergüenza. Luego artículo movimientos con sus manos en una lengua humana que, para su desgracia, se había vuelto más que útil hasta antes de recibir sus Dispositivos Auxiliares.

- *Gracias-por-estar-allí-para-mi* -Alexios parpadeo sorprendido, Cassius se sentía sonrojar. La amplia sonrisa de su novio le dejaron en claro que el mensaje fue bien recibido.

No respondió de vuelta, en cambio, el gato se acercó para abrazarlo, ocultar su rostro dentro de la curva del cuello de Cass. Disfrutaron el momento sin importar nada más.

Durante muchos años creyó que quedar relativamente sordo era una maldición, un castigo de los Dioses por no haberse quedado a pelear. Esta discapacidad se generó gracias al estallido de una "Granada" como le llaman los humanos al maldito explosivo ese redondo. Estuvo demasiado cerca y con lo que alcanzó a cubrirse fue con un contenedor de basura que apenas cubrió su cuerpo.

Pudo morir... Pero para su sorpresa, Alexios apareció justamente y lo salvó en el último instante, llevándolo consigo al último embarque de Omorfa con todo y orejas sangrantes. La explosión lo dejo con un pitido que duró varias semanas y finalmente acabo en una opacidad que nunca desvanecería, a no ser que usase auriculares especiales.

Era un tontería, las invenciones de los humanos, que en un principio fue lo que le dejaron en ese estado, resultaron ser lo que le ayudarían a obtener una solución.

No fue fácil, claro esta. Durante un año estuvo resignado y triste ante tal castigo, lamentándose, ahogandose en autocompasión y todo eso.

Pero Alexios llegó y entonces le dio soluciones. De alguna forma que no comprendía entonces le ayudó a recuperarse emocionalmente. Impulso a Cass para aprender un nuevo método de comunicación. El lenguaje de señas era tan exclusivo y personal que casi lo Sentí a suyo.

Incluso dio un par de clases durante unos dias a niños en su misma posición.

Todo gracias a el, este gato serio, terco y mañoso que no se rindió con el.

- Te amo -Susurro sólo para el y luego beso su cien.

No Era el mejor con demostraciones de afecto o esas cursilerías, pero... Tiberio lo inspiraba. Le hacia un mejor hombre y por el sentía que estaba aquí presente, viendo quizás un nuevo conjunto de cambios sin precedentes para todos por igual.

"Y lo agradezco"

...

~¤~

Podía notarlo sin mucho esfuerzo. A pasado tanto tiempo evaluando gente, descubriendo sus secretos como una gran estratega, explotando debilidades y haciéndose a favor en el campo de juegos y guerras que es la vida, y todos esos años de conocimientos adquiridos no han sido en vano y no fallarían en una ocasión de índole tan menor como lo es el ámbito social.

La tensión era palpable, casi podía picarla con uno de los cuchillos dispuestos sobre la mesa tan bien decorada con un sencillo florero y unas cuantas flores de margaritas delante suyo. Disimuladamente veía más allá del florero de cristal, contemplando como los presentes permanecían en sus asientos, o pegados a la barra de bebidas improvisada, también demasiado bien decorada. Esta fiesta, toda su planeación tiene la palabra "Esfuerzo" escrita en todos lados...

Y sin embargo, nadie hacia nada demasiado radical por disfrutarlo.

Veía a su acompañante por el rabillo del ojo. Neferu parecía estar perdido en sus pensamientos, suele hacer eso mucho, aún si mantiene esa aura relajada, se pierde sobre todo si hay una copa de vino entre sus manos, justo como ahora. En los últimos años pudo ver facetas que el mismo Chacal reveló a su debido tiempo, tocando el terreno y averiguando cuan seguro era confiar en Virginia. No lo culpaba, eran extraños por aquellos días, además de ser hija del Emperador, también una residente política. Entonces bien, fue complicado demostrar que estaba seguro a su lado.

Y no es que Virginia estuviese dispuesta a darle cuerda a una tontería de esa índole, sólo prefería lidiar con Neferu a diferencia de hacerlo con otras personas que quizás le caerían mal.

Pero ese no es el punto, justo ahora, contemplaba varias cosas sobre el hombre a su lado. Neferu fue de mucha ayuda, la cuido cuando estuvo sola en terrenos desconocidos y le ayudó a hacerse un lugar dentro de la familia del Faraón y de su equipo de homólogos.

Hablemos ahora de lo personal.

Resumido en una palabra el es... Una cebolla.

Así como se escucha. Neferu es una cebolla. Capa sobre capa de complejas personalidades y hábitos, todos con un sentido de ser, algunas de esas capas crecieron sin permiso, como escudos contra una plaga que pudiera hacerle daño. Suele escudarse, no le gusta dejar entrar a nadie en su vida personal.

Y ¿Acaso Virginia no es así también? Ella no es Amicus quien está dispuesto a ayudar y es transparente con todos. Y menos Cassius, que cree que todos son incordios que preferiría ver desaparecer; y todavía con eso dejó entrar a Alexios.

Por lo tanto, ambos no eran muy diferentes, tenían sus propios problemas y temores y por ello debían luchar constantemente cada día. El ojo público, por ejemplo.

A ninguno le importa realmente lo que opinen de ellos.

Algo que resaltar, es que se sienten cómodos con el otro. No se juzgan y andan sin rodeos. Efervescente, así podría calificar su relación.

Su amistad.

- Me pregunto a que hora llegará el anfitrión... -Dijo en voz alta y Neferu lo captó de inmediato.

- Lo mismo pregunto de tu hermano. Crees que este, ¿Cómo se dice...? -Apreciando el sabor del vino, descubrió que utilizaron algo de romero- Mancillando al pequeño Tiberio.

Tuvo que usar todo de si misma para no escupir el vino sobre la mesa. La risa era opacado por sus pequeñas arcadas eh intentos por toser.

- ¿Tienes problemas? Como siempre, tu indiscreción se convierte en una inversión total de mi energía. ¿No quieres hacer algo útil con ella?

- ¿Qué sugieres? -La sonrisa torcida eran señal de atención, y Virginia lo usaría a su favor.

Se puso de pie, miro alrededor y preparo un plan tan simple como efectivo.

- Sígueme la corriente...

Paso decidido, mirada determinada. Si barbilla en alto era señal de altivez, una que sembró y cosechó hasta ser lo que es el día de hoy. Si vestido púrpura en lentejuelas brillaba con cada una de las pisadas de sus tacones, lista para aprovecharse de la situación y hacer de esto algo memorable.

Yendo hacia los músicos, les pidió que tocasen una canción que le gustaba bastante. Sentía que podría poner los ánimos por lo alto. Y ahora, se abrió paso hacia una de las mesas donde se sentaban unos humanos, el hombre al que le puso la mirada observaba entre sus dedos entrelazados, retorciéndolos sobre el otro.

Seguramente, sintiéndose mas aburrido y decepcionado a lo que esperaba realmente.

 

https://youtu.be/fHGKG9dyTKI?si=U-fIQZ0fRcD9dhRB


( Quería poner la versión del gato con botas pero el audio latino no me lo permitió por no se que 😅)

I met a girl in east L. A
In floral shorts as sweet as may
She sang in eighths into barrio chords
We fell in love but not in court...

La música comenzó resonar fuerte y claro, cautivado sentido y atrapando miradas curiosas en el ligero continuar de sus caderas. Atrayendo a sus presas dentro del flujo de sus maquinaciones.

I don't
I don't...

"La seducción es otro modo de ganar las guerras" y su pensamiento no estaba nada desacertado.

- ¿Bailas? -Dijo sin tantas vueltas. El hombre, al igual que los demás sentados junto a el, quedaron sin palabras aun cuando no dijo nada impresionante. Se sintió satisfecha por este hecho, y con una suave sonrisa arrastro al sujeto hasta la pista de baile.

Ah, America, americano
Ah, America, americano...

Virginia lanzó una señal discreta hacia Neferu, y fue un indicativo más que suficiente par también ponerlo en marcha.

Mis canciones son de la re-revolución
Mi córazon me duele por mi generación
If you love me, we can marry on the west coast
On a Wednesday, en el verano, en agosto...

Uno frente del otro, al centro de la pista de baile. Miles de ojos desde todas las direcciones y un hombre bastante penoso. ¿Qué se requiere para detener a una mujer de cumplir sus objetivos?

"Nada", lo guio entonces durante el camino, indicó con sus propias manos donde tocar y que no. Esa mirada azul vergonzosa amenazaba con huir hacia la desaprobación de los demás, pero bastó poner una de sus manos en la barbilla con poco bello para que la atención fuese sólo suya.

I don't speak your
I don't speak your
Lenguaje, oh no!...

- Sólo mírame a mi, y baila -Hizo uso del tono mas suave que tenía, y nuevamente, no se vio decepcionada con el resultado.

I don't speak your (won't speak your)
I won't speak your (won't speak your)
Jesus Cristo...

Entonces empezó. Un paso delante y otro tras, que luego se convirtieron en giros completos y azotadas de tacones contra el suelo. Esbozo una sonrisa para demostrar su propio disfrute, pues el tipo no lo hacía nada mal. Más allá del nerviosismo inicial, resultó perfecto.

Ah, America, americano
Ah, America, americano...

Dando un giro como trompo de forma grácil extendió sus movimientos más allá de el, de sus manos, todo para demostrar su habilidad, pero también para hacer la invitación silenciosa mientras sus manos y brazos realizaban elongaciones certeras y fluidas de acuerdo al ritmo y a su acompañante.

Allí fue que Neferu se incluyó a la fórmula, ingresando con su propia pareja de baile, la chica lucía dulce, pero sus ojos demostraban confianza atrevida que combino muy bien en la danza del Chacal.

I will fight for, I have fought for how I love you
I have cried for, I will die for how I care
In the mountains, las campanas están sonando
Todos los chicos (chicas) y los chicos (chicas) se están besando...

Virginia nunca fue de compartir un baile con nadie, pero por supuesto que tenía experiencia en ello. Los movimientos y foros audaces eran prueba de ello.

I don't speak your
I don't speak your
Language, oh, no
I don't speak your
I won't speak your
Jesus Cristo...

De niña, se creía imperativo que las mujeres completas además de cocina y hacer los deberes, debían ser sabias y elegantes, fuertes eh intrépidas. Esta noche, era esas cuatro.

Y mientras sonreía, extasiada por sus propias maquinaciones intrépidas por hacer de la noche algo memorable, por fin sucedió. Muchos otros se unieron a la pista de baile, atreviéndose con Sus propias parejas respectivas, amigos o incluso desconocidos de la raza contraria. Esta noche, humanos y lobos danzaban como una sólo persona. Nada los separa, sólo el baile y la música los aferra, y quizás, con algo de esfuerzo...

- ¡Ha! -Otra vuelta en manos de su hábil acompañante.

I don't speak your (won't speak your)
I won't speak your (won't speak your)
Americano
I don't speak your (won't speak your)
I won't speak your (won't speak your)
Jesus Cristo...

Luego de esta noche, no se separarían jamás...

Ah, America, americano
Ah, America, americano
Ah, America, americano
Ah, America, americano...

Miles de cuerpos en la pista de baile o en una esquina, disfrute sin fin en este instante tan corto pero perpetuo. Incluso los críos de ambas especies retozaban o jugaban, bailaban en un intento por imitar a los mayores, y eso sólo la cautivó todavía más.

Don't you try to catch me
No, no, no, no
I'm living on the edge of
Living on the edge of
The law, law, law, law...

Don't you try to catch me
Don't you try to get me
No, no, no, no...

- ¡Eres increíble! -Hablo por primera vez el hombre que eligió para su plan, sonreía ampliamente, y el gesto fue devuelto.

- Lo se... -Cúlpenla por arrogante. Los reta.

Don't you try to catch me
Living on the edge of
The law, law, law, law.

En sus brazos acabo, inclinada hacia tras y sujetada por esas ágiles manos. Respiraciones agitas y algo de sudor atrevido acumulado, todo, incluso cuando la música acabo, réplicas del éxtasis seguían allí.

El bullicio no se hizo del rogar, los aplausos y vítores a la banda, pero también dirigidos a la pareja central que fueron ellos y el pequeño espectáculo que montaron. Neferu Negro no se había quedado atrás, hizo de las suyas y luego siguió bailando con quien se le cruzará.

Hombres y mujeres por igual. El baile es eso, una celebración a la vida y la gloria musical, bendición de los Dioses. Y hoy, Neferu bailaría en alabanza a sus Padres.

Miro hacia su mesa, donde estaba su madre y sus hermanos. Porque finalmente había llegado Amicus junto con Tiberio.

"Ya era hora..."

Fue de vuelta con ellos tras despedirse del hombre con el que bailo, y la fiesta siguió por un rato más. Nadie dejó de bailar o se desánimo, después de todo, apenas la fiesta comenzaba.

Y mientras esperaban al anfitrión, Virginia se comprobó a si misma que no había mejor modo de animar una fiesta...

...

》》》

- ¿Te sientes bien? -Cupedia le pregunto a Tiberio. El pequeño lobo se sentía algo mal de la cabeza, había dicho previamente.

Asintió con la cabeza, asegurando que estaría bien.

- Lo siento, por mi culpa llegamos tarde.

- No digas eso. Tu salud no es algo por lo cual debamos reprocharle. Así que no te disculpes -Amicus, como siempre, tratando de hacer sentir mejor a los demás. Era interesante ve como maduro recientemente, hace meses, las conversaciones por medio de las pantallas dejaron ver una actitud decaída.

Virginia se alegraba de verlo en mejor estado.

- En todo caso, no se perdieron de nada importante, además de como Virginia ánimo todo hace un rato -Elisa le sonreía ampliamente, y la loba sólo encogió uno de sus hombros.

- Sólo hice lo que quise.

- Literalmente, armaste todo un show. No le restes importancia, al menos hiciste de esto algo mas soportable -Cassius se refería a que quito toda la atención de ellos. Lucia agradecido... Solo un poco.

- Sólo llegamos al final, tenía que haber visto eso. ¿Puedes repetirlo?

La mirada traviesa de su hermano menor le inspiraba diversión, tenía la respuesta indicada, algo sobre que tendría que morir sin presenciar como repite tal cosa. Pero justo allí, la música se detuvo y los aplausos se dieron a escuchar.

Marcos por fin apareció.

El humano portaba una suave sonrisa y un saludo escueto de su mano. Todos tomaron asiento y los que no, se ubicaron donde no estorbaran a la vista. El joven emperador se posicionó justo delante de la banda, muy cerca de donde estaba el piano de cola negro.

Lucia bien, usando la corona que Amicus le regaló. Un traje que combinaba túnicas romanas en azul rey y un saco formal, debajo de ese se notaba la camisa blanca de botones manga larga y los pantalones de color negro y zapatos a juego le daban este aire moderno Adastra-terráqueo.

Una capa blanca y corta residía sobre sus hombros, envuelta alrededor de su cuello.

Sus vestimentas lo hacían ver humilde pero sin perder la elegancia, Virginia podía aceptarlo, era guapo.

- Buenas noches a todos. Quisiera darle las gracias a todos ustedes, los presentes y también a aquellos que lamentablemente no pudieron venir. No hay palabras que puedan expresar todo mi agradecimiento. Puedo decir que eh sido bendecido con el mejor de los resultados...

Se paseó un poco alrededor del piano, sin dejar de mirar a todos los presentes y las cámaras que grababan este momento.

- No pienso tomar mucho de su tiempo, este es una fiesta y hay que celebrar como es debido. Sólo.. Déjenme brindarles unas palabras.

>>> Al llegar a esta Luna, fui ignorante eh inexperto. Deseaba cumplir con mi labor y morir haciendo eso para estar en paz conmigo mismo -Frunció el ceño ligeramente - No me daba cuenta de lo equivocado que estaba y cuan mal me estaba haciendo, me estaba forzando a mi y a todos ustedes en algo injusto... Entonces, un día, eso cambio.

Virginia sintió que la mirada del humano iba hacia un lugar en específico, deslizo sus ojos y fue fácil reconocerlo. Los ojos azules de su hermano se encontraron con los del joven Marcos.

"Ya veo..." pensó perspicaz.

- No se como, no se cuando. Sólo se que ahora... Todo es mejor gracias a ello, y sólo... Sólo puedo decir gracias. Gracias por todo.

Todos aplaudieron en respuesta, incluyéndola. Quien diría que esto fuese real, toda la sinceridad, todo este agradecimiento y sentido de pertenencia emocional. ¿Era consciente de ello?

- Ahora todo es mejor, como ya dije. Y pues... -Las manos de Marcos fueron a su espalda, lucía nervioso, pero bastó con un suspiro para calmarse- Quisiera darle un regalo a ese "Motivo" en particular. Esto... Se lo dedico...

Amablemente, pidió al joven sentado en el piano que se retirará, ocupó su asiento y admiro las teclas del gran instrumento.

"¿Tocará una canción...?" En efecto, así sería.

Marcos tenía el corazón en la garganta, temiendo el perro de los resultados, pero un toque fugaz a su objeto más valioso, aquel colocado sobre su cabeza, y una mira colmada de emociones hacia el objeto de sus mayores esperanzas, fue suficiente para hacerse uno con la música.

Un pensamiento floto en la mente del humano, ajeno a todos los demás.

"Mamá, esto es por ti también..."

Y entonces, tocó...

Chapter 28: Wolp Tsiwt 4

Chapter Text


Bien y dicen que por tus sentimientos terminas haciendo locuras, y de alguna manera, en mis veintidós años de vida no eh realizado tantos movimientos arriesgados y comprometedores como los que ejecute en los últimos meses.

Todo mi ser se a convertido en un saco blando que desborda emociones, tan sensible como una rosa recién nacida luego del rocío de la mañana. Soy como aquella promesa frágil de un niño que promete volver al día siguiente con sus amigos y cumple sin dudar.

Soy aquel que calla su amor, porque si, lo puedo admitir. Esto es amor, y siguiendo la línea anterior; también soy quien grita en voz alta la canción del desconsolado, el bendecido, el amado y triste desafortunado de la vida bélica y benevolente. Cuanta contradicción y realidad puedo afrontar por día y noche, sólo para llegar hasta una conclusión.

Mi conclusión está más allá de mi, sentado en una silla vistiendo ese precioso traje rojo carmesí de solapas negro carbón de botones dorados y pantalones de marrón terracota, se sienta junto a su pareja, un dulce chico de traje turquesa finamente decorado con rayas a cuadros plateados. Sonrisas idénticas, emociones intensas. También está aquí otra conclusión, el pequeño lobo es mi conflicto, cuyo remedio a la enfermedad es apartarme lo más lejos.

Sólo pido a los dioses, mi melodía llegue al lugar correcto, y que se lleve consigo estos sentimientos que aprietan mi corazón. Que lo hagan vivir otra vez, y todo sea una vez mas como tiene que ser…

Mi conclusión está aquí… En este piano.

 

https://youtu.be/EcfEajB2F8s?si=fJEO5R0tM4n21Au_

 

—I used to hear a simple song…

Mi voz sale temblorosa al principio, siendo un manojo de nervios que debo controlar para entonar.

—That was until you came along…

Pero tras cada palabra, el nudo en mi garganta se deshace. La aprensión desvanece…

Now in it′s place is something new
I hear it when I look at you…

Y sólo entonces, recordando lo valioso, mi pecho se calienta por tanto y tan poco como nunca sentí. Sólo así logró cantar con el corazón en la mano…

Comienzo  a tocar, suave melodía de mi corazón dedicado, renuente en todo pero tan dedicado hacia su sentir. Es complejo, difícil, lo debo afrontar. Pues bien, las mariposas en mi estómago revolotean y el vértigo se manifiesta, pero abandonar no es una opción…

—… —Asiento con la cabeza a los demás músicos, ellos sonríen y comienzan a tocar. El violín acompaña mis notas como una vigía fiel, mientras que el contrapunto de los demás prepara el terreno para avanzar— With simple songs I wanted more. Perfection is so quick to bore. You are more beautiful by far…

Y como el agua, se compadece de la sequía del desierto en mi corazón, confesando por mi estas palabras atoradas.

—Our flaws are who we really are…

Continuar tocando es mi misión ahora, más dedicado que el roble en el patio que cubre tu figura con su sombra fiel. Soy guiado por la música en mi corazón, expresando la angustia y agradecimiento al responsable de esto. Más, sin embargo, también está dedicado para quienes me tendieron la mano o pata, para el caso. Palabras de consuelo, ánimos sospechados, enigmas que resuelven mis propios enigmas, eh incluso un comentario atrevido que logra sacarme una sonrisa…

Tenía los ojos cerrados, por eso no vi el momento exacto en el que ambos se colocaron de pie y abordaron la pista de baile. Sujetados suavemente en los brazos del otro, presenció más allá de mi piano y sus teclas el como Amicus y Tiberio bailan bajo el suave ritmo de mi melodía pragmática.

Duele… Pero no se compara a la alegría ajena que me aborda.

“No hay nada que pueda hacer, además de sonreír a nombre de ustedes.” Y eso está bien. Soy testigo, así como cientos más de esta llama, un amor que les pertenece sólo a ellos y no tendrá fronteras, de cómo los bendigo con esta canción humilde y llena de promesas de respeto y cariño puro, como el amigo que debo ser.

Vislumbro su futuro, uno donde pintó como secundario, y sólo eso cautiva mi corazón dolido y lo impulsa a gritar, rugir como león. “Es por ustedes…”

Y los instrumentos redoblan su poder armónico por igual.

—I used to hear a simple song
That was until you came along
You took my broken melody
¡And now I hear a symphony!

Ah-ah oh-ooh-oh ah-ah… Los músicos me acompañan, los presentes también, todos cantan y corean, celebran el milagro del cambio y el milagro del amor. Estoy llorando, y eso esta bien. No es tristeza.

Esto es mi alegría desinteresada. Porque mientras intervalo con fuerza mis últimas notas musicales, liberó de forma silenciosa mi amor por el, lo dejo esparcir en el cosmos y escaparse lejos en una estrella fugaz. Queriendo que sea errante y jamás regrese, y que le valla mejor lejos de aquí. Que le pertenezca a otro. Y todo esto lo siento, vivo, conozco, mientras que contemplo el desenlace…

Ambos se detienen bajo la atenta mirada de todos nosotros, y sucede una vez más. Y si la primera vez dolió, esto fue mucha más. Pero seré fuerte, porque los amo más de lo que los puedo odiar y/o envidiar.

Se observan y luego… Cierran la distancia en un beso delicado, cargado de sentimientos y todo lo demás. Que se de el regocijo, pues celebrare por ellos.

—And now I hear… A symphony…

Cruzó miradas con los causantes de todo el remolino dentro mío, mirada azulada y otra amarilla. Oro y Zafiro, preciosos minerales que por su cuenta son preciosos, y unidos majestuosos.

Sonrió.

Llegan a mi los gritos de emoción, felicitaciones y palabras de aliento. Gratitud por sobre todas las cosas y otra mezcla de sentimientos más. Algunos lloraban, tuve el beneficio de llegar a sus corazones y eso infla mi corazón con orgullo.

Más pronto que tarde soy abordado y solicitado para hablar con todos a la vez, pero por hoy disfrutaré y lo tomaré con calma.

“Sabía decisión” Y eso es así. También lo se cuando la ausencia de ambos proclama mi atención, y aunque el vacío no desvanece de mi interior, siento que algo mas es llenado en su lugar.

“Amor… Eres tan misterioso”

Y sólo el misterio trae respuestas importantes para el enigma de nuestras vidas…

~♤~

Ya no pude resistirlo, lo necesitaba con toda mi alma desesperada y me lancé de cabeza sin dudarlo al abismo. No mas barreras, no más distancia o dudas.

Pero… ¿Estás seguro de esto?”, tiene que serlo porque de otro modo, como puedo llamar esto que brota de mi pecho. Inunda todos mis sentidos y lo hace arder como Vita. Lo hace cuando me abraza, cuando me apoya, escucha mis problemas o estamos juntos…

Cuando nuestros labios se cruzan de este modo. Todo se intensifica, las emociones estallan una contra otra y nos deja sin aliento alguno. Piernas débiles alojadas por la recién descubierta pasión, Tiberio envuelve sus delgados y lindos brazos alrededor de mi cuello y yo ocupo su cadera con mis manos. Nuestras bocas están en una batalla, frenesí desbocado que luego cesa y transforma en algo mas suave, y que después se pausa cuando nos urge el aire. Desenredamos nuestros hocicos y las frentes se juntan al tiempo que normalizamos nuestras respiraciones, lo veo a los ojos y sin duda el devuelve la misma.

Ya no hay nada que nos separe del otro. Por eso lo abrazo, aún sin poder controlar mis emociones.

Marcos…” Su canto fue maravilloso, lleno de gloria y dedicación. También había nostalgia y resignación. De alguna forma, fue suficiente para llevarnos hasta aquí, con nuestros cuerpos tan cerca como era posible, compartiendo el mismo aire cargado del aroma del otro. Olfateo a Tiberio y esa esencia meloso llena mis pulmones.

—Hasta tu olor es dulce… Como la Salvia —Murmuró. Su cola se agita de forma tímida y se que se esta sonrojando.

—Y tú hueles a un campo de flores… —Entierra su rostro en mi pecho, y disfruto de ello. Mientras que en el interior, la fiesta continua, ambos estamos aquí, admirando la noche estrellada con nuestros sentimientos a flor de piel. Comienza a formarse en mi interior la sensación de paz y regocijo, sintiéndome seguro pues, de ahora en adelante, todo será distinto… Si, distinto.

—Me pregunto, ¿Cómo hare de ahora en más si ya no trabajaré como sirviente? No creo que hayan trabajos buenos y-y… Hay Dios, mamá. Ella necesita medicamentos...

El pánico comenzó a relucir en mi, una realidad que no siquiera había llegado comienza a acosarme y me estremezco completamente.

Los pagos de la casa, la comida, materiales para mantener la cosecha, los medicamentos de mamá y ahora los de Cassius, mas bocas que alimentar y-

—¡…! —Tiberio me besa, cortando el hilo de pensamientos caóticos que bien podrían dejarme sin sueño esta noche. El toque fue suave, pero había firmeza en ello. Los labios de Tibs eran tan suaves, delicados y esponjosos, quería hacer esto sin parar ahora.

Pero para mi consternación, se detuvo.

—No a llegado el día de mañana y ya te estás estresando. No sabes lo que pueda pasar en estas horas de diferencia, así que, relájate. Lo resolveremos… —Su mano abrió paso en mi brazo hasta llegar a mi mano, entrelazando sus dedos junto con los míos en un  gesto de apoyo y compromiso. Su sonrisa tan transparente era todo lo bueno de este mundo, y no sabía como agradecerlo. Las almohadillas en la mano de Tibs se sentían perfectas para tocarme, y sólo saberlo con era acción dejaba mucho a la imaginación. Sin embargo, no puedo explorar más esas cosas porque me abraza nuevamente— Además, si fuese así, sabes que Marcos no te dejaría a la deriva. Es muy bueno para eso…

Si, Marcos…

Tenía que verlo en un momento para decirle todo lo que pasaba por su mente ahora. En algún lugar de su cerebro alocado, Amicus creía que el humano era algo responsable de este presente, en el que estaba con Tiberio, abrazados y disfrutando del momento. No podía decir que esto era amor, pero definitivamente existía un “Algo” importante.

—¡Rayos…! —Y como si lo hubiese estado invocando, apareció por la puerta de cristal contigua a está azotea. Lucía nervioso, murmurando algo a sus espaldas y a la cortina. Pronto su mirada ansiosa da con nosotros y sonríe, tratando de ocultar su incomodidad— Ho-Hola…

Tiberio y yo no nos separamos demasiado, en cambio, vamos hacia el para abrazarlo, como si lo hubiésemos ensayado previamente. Primero se sorprende, se tensa, pero luego cada uno de sus músculos se afloja y sus brazos se envuelven a los costados de cada uno. Tiberio es lo suficientemente alto como para estar á a la altura del humano, por eso reposa su barbilla en el hombro de este humano de corazón grande. Yo en cambio reposo sobre la sima de su cabeza, sintiendo un poco de su aroma a limón llenar mis propios pulmones que hace nada estaban bañados de la esencia dulce de Tibs.

Este chico…”  Fui testigo de como un hombre podría abrir de par en par su corazón, confesarse delante de miles, pero primeramente delante suyo. Las palabras en esa canción no sólo eran un homenaje a todo lo bueno, sino también para lo malo. Como sus enseñanzas influyeron a tal punto de acarrearnos hasta aquí. Este punto donde una etapa termina y otra inicia.

Es el final del comienzo nada más” creo recordar a alguien decir esto en algún libro o película, pero no es imperativo. Me importa más apreciar este momento, como se siente estar unido a alguien a quien quiero, más bien, dos personas a las que quiero. Como uno cautiva con su tranquilidad y forma única de ser y como otra revela nuevas formas de maravillarse en esta vida monótona. Basta con cambiar de ángulo, buscar una nueva perspectiva menos ruidosa y más nítida. Dejarse llevar por las aguas del rio de las verdades y descender suavemente al lago de los milagros.

Así me siento ahora.

Pero el momento no dura más, me siento algo decepcionado por ello, pero me digo que más adelante.

Marcos nos observa con cautela, Tiberio parecía estar a punto de decir algo pero el humano lo detuvo con una mano al frente. Pide un momento en silencio y siento la preocupación bullir dentro de mi.

—Yo… Necesito decirles algo —Mi compañero lobo y yo le asentimos. La ansiedad me hace buscar consuelo en cualquier parte y la mano de Tibs es la más próxima. La sujeto, y no pierdo detalle de como los ojos ámbar de Marcos caen sobre el punto de nuestra unión y el rostro medio frunce en una mueca extraña…— Y-yo…

Veo como la motivación que una vez pudo existir en el delante del escenario se tambalea, su brazo izquierdo tiembla y lo sujeta con fuerza. Mira al suelo, reprimiendo algo como un quejido o lamento.

—Mar…

—No Amicus —De la nada, levanta el rostro, luciendo por un momento más renovado. El fuego que ardió durante su canción se manifiesta nuevamente y me quita el aliento. Elevando la barbilla y tomando aire nos mira a ambos, guarda las manos atrás de espalda, luego van a sus costados y las seca, para finalmente unir las al frente otra vez. Hay tanta duda, miedo, indecisión en el. Pero es importante, lo se sé por como persiste en decir lo que sea que este en la punta de su lengua— Debo decirles lo que siento, a los dos… Amicus, yo…

Espera un segundo, dos, luego tres y continúa mirándome. Frunce el ceño más determinado que antes, gruñendo como sólo un animal lo haría, aprieta manos en puños tan fuertes como rocas y cruje los dientes.

Hasta que por fin, abre su boca.

~♧~

—<<Habitantes de las galaxias…>>> —Todos nos exaltamos de pronto por la voz robótica retumbante. Resuena en todas partes, en los dispositivos de nuestros oídos, los altavoces y pantallas dentro del salón, electrodomésticos y demás. Llena cada rincón de la ciudad y la Luna sin falta con palabras crepitantes y bizarras que se adhieren a mi nuca como una mano amenazante de la huesuda parca, y saber esto me pone los pelos de punta— <<Siéntanse seguros está noche, porque han visto la sonrisa de un Ángel insospechado en todo su esplendor…>>

Busco con la mirada dentro del salón, pero no localizó a Elisa en las cercanías. Ella estaba aquí sólo segundos antes, apoyándome, incluso me empujo para interrumpir el momento de Amicus y Tiberio, solo para que saliese de este problema con mis sentimientos. No puedo creer que estaba tan cerca…

Miro confundido a la pareja de lobos, lucen igual o más perdidos que yo. Segundos antes no me sentía capaz de articular palabras coherentes sin balbucear y sabotearme, siendo el desastre de persona que suelo ser. Pero ahora, todo mi miedo se esfumó, al igual que la poca motivación que logré reunir. Ah quedado una anticipación retorcida, sabiendo que algo malo está por suceder. Podía verlo en los rostros de las personas, sus respiraciones y como sus cuerpos podían congelarse o sudar frío, justo como el mío.

—<<Es sólo que están ignorando donde está el verdadero peligro. Dulces palabras de una lengua melosa, llena de promesas maravillosas que encantan y cautivan a todos por igual… >>—Tiberio comienza a quejarse de algo, sujeta su cabeza y a la vez noto el pálpito de su brazo, antinatural y desagradable, veo como la carne pulsa lenta y firme. Amicus lo sostiene pero el pequeño lobo dice que lo está sofocado— <<A ellos también los engañó…>>

Hay un silencio abrumador en el que sólo percibo los jadeos de Tiberio. Un grito rompe en el aire, originado desde el interior del salón, luego soy empujado por una figura veloz y pequeña. Tiberio ingresa con paso apresurado y Amicus y yo le seguimos el paso para ayudarla.

“¿Qué está pasando?” La respuesta está más allá, en una de las pantallas a lo alto de la pared. Un vídeo que creía estaba resguardado como evidencia.

—<<¿Qué hizo ese pobre lobo para sufrir tal destino? Ser dañado por este demonio de plumas blancas y halo sobre su cabeza, al punto de no dejar nada de su mera existencia…>> —Con la leve diferencia de que ahora aparezco en el vídeo, arrojando combustible sobre el lobo prisionero que había atacado en el Festival. La forma en la que se quemó y no dejó nada atrajo náuseas y gritos, repitiéndose en bucle y dejando mas atónitos que antes a todos lo que no sabían la verdad sobre esto— <<Y su maldad cobra sin discriminación…>>

Ahora se veía como ataqué al hombre del restaurante, justo cuando enloqueció. Dios mío…

Lucia como una bestia desalmada. El tipo ya había caído noqueado y no me bastó. Tuve que ir por su brazo y casi arrancarlo.

—<<Y el  destino es el mismo que el anterior…>>

Me detengo entonces, cada vez mas horrorizado por las imágenes que mis ojos no estaban dispuestos a dejar ir. El humano se quemó de dentro hacia fuera, con ojos vueltos gelatina y luego dejando nada otra vez, sólo cenizas.

—<<Ese es tu líder, ¿De verdad lo quieres gobernándote? ¿Sabes lo que te hará? Humano o Lobo, luego de esta noche…>>

Miles de imágenes se reproducen entonces, desplegándose sin freno en  esa pantalla, en TODAS las pantallas de TODA Adastra y varias galaxias más.

Esto no puede ser…” Guerra, dolor, sufrimiento, tortura, esclavismo en masa. Tantas formas de dañar a alguien, tantos juegos retorcidos donde pierdes los dedos y tantos malditos momentos reproducidos en ese video.

Todos están…

La gente comienza a verme con desconfianza, apartándose levemente, abrazándose a si mismos. Tienen miedo.

Oigo un quejido, miró hacia la salida y veo a Tiberio balancearse torpemente. Corro sin dudar hacia el, más preocupado por el que por cualquier otra cosa. Por el rabillo del ojo veo a Amicus tratando de calmar a su familia, y me destroza ver algo de duda en los ojos de Cupedia cuando dan con los míos. Pero no tengo tiempo para pensar en ello.

Salgo hacia el pasillo abandonado, todavía oyendo lo que dice la voz crepitante.

—<<El es tu emperador. Un hombre doble cara, un niño sin madurez al borde del poder absoluto con la capacidad para destruir todo si se le antoja. Sin amor a la vida y resentido ante todo y todos por no ser como quiso…>>

—¡Yo no soy así! —No se por que grito si ni siquiera se de donde viene todo esto. Pero lo hago sin embargo, grito con voz rota al pensar en todas esas veces que el poder me tentó, cuanto daño le hice a un solo lobo y cuanto podría causar si así lo deseo, con un solo chasquido podría.

Entonces regreso a la vez que estuve por hacerles daño a Tiberio y Amicus, el como se sintió acercarse tanto a la oscuridad de mi corazón. Me estremezco por completo, aún sin perdonarme eso.

De pronto, siento mareos, todo se desestabiliza y yo caigo de rodillas, sintiéndome enfermo. Mi brazo comienza en su ligazón regular, solo que está es peor a comparación de anteriores. La picazón se transforma en quemar, quema dentro de mi piel y no la logro aliviar.

<<¿Permitirán que les haga daño y termine de destruir lo poco que les queda? ¿Serán los móviles de sus maquinaciones y el medio que usará hasta que no quede nada de vida dentro de ustedes?>>

Un sollozo huye de mi boca, sintiendo la palpable impotencia, como si estuviese enterrándome en arenas movedizas y lentamente aceptó el cruel destino que me espera. Sigo preguntándome que esta pasando, quien hizo esto y por que. ¿Dónde está Elisa? No  esta aquí apoyándome y yo…

Yo…

—M-marcos… —Mi crisis se rompe cuando oigo su voz temblorosa y baja, apenas audible para cualquiera, pero lo suficientemente alto para mi que estoy a unos metros de distancia. Tiberio está arrodillado, temblando en el suelo y abrazándose los costados. Creo que esta llorando, hace pequeños hipidos que desgarran mi miedo.

Me colocó de pie otra vez, queriendo todavía ayudar a Tibs, saber que le pasa, al menos hasta que Amicus llegue y me ayude para así poder controlar yo mismo las demás situaciones.

Avanzó, camino entre la semi penumbra de este camino sin transeúntes, todos están acaparando el salón, llenándose la mente con mentiras sucias. Deseo que lo ignoren, yo no eh cometido ningún error  y tampoco busco nada de lo que ellos creen.

Pero ¿Cuándo me creerán estando aquí? Debo resolver un asunto a la vez…

—Tiberio… ¿Estás bien?

—Ayu-dame Marcos… No  se que me pasa… —Extiendo mi mano para tocar su hombro, listo para identificar que mal es el lo aqueja, pero nada te prepara para todo en la vida…— ¡AHH!

Como si no me conociera, justo antes de tocar su hombro, Tiberio se abalanzó sobre mi con una daga entre sus manos. La poca distancia apenas me permitió evitar un corte mortífero. Caigo sentado al suelo, impactado por lo que está sucediendo. La sangre brotando de mi mejilla en un corte liso robo un jadeo de mi boca, y la vista delante de mí aporta a la consternación.

Tiberio se levanta del suelo, luciendo una expresión plana casi sin vida. Sus ojos no tienen ese brillo amigable y cálido que suele caracterizarlo, en cambio, sólo hay una sensación de vacío total emergiendo de el y dentro de mi mismo.

Blande el arma blanca una vez más delante de mi, listo para atacar. Apenas un grito ahogado después logro rodar en el suelo y esquivar la puñalada.

—¡Tiberio, reacciona, soy yo, Marcos! —Pero hace caso omiso, corre en mi dirección y tomándome del cuello y jalando hacia abajo asesta su rodilla contra mi estómago. La fuerza es tal que casi me voy en vómito, en su lugar, lo que sale es sangre.

No para allí.

Un puñetazo aterriza en mi rostro, el líquido rojo a manchado mi ropa y rostro. El suelo no es muy diferente. Así es como quedó entre la pared y su cuchilla, indefenso ante los repentinos ataques de este lobo tan…

Inocente.

—No. Este No eres tú. ¡Tiberio respóndeme!

—… —Su  avance es ralentizado hasta sólo quedar un metro delante de mi. Me observa con detenimiento y luego se acuclilla, sin perder de vista nada de mi— Creíste que podías huir de tú destino. Tan ingenuo…

Esa voz… No es Tiberio. Sonaba distorsionado y mortífero. Una voz doble que apenas y filtraba la verdadera voz del pequeño lobo. Mis ojos se expanden ante la realidad, algo de verdad MALO estaba pasando, y no podía quedarme aquí o…

—No se que esta pasando aquí, pero no se saldrá con la suya —Masculle más consciente ahora de mi posición desventajosa. Pero eso me impulsó lo suficiente, uso mis piernas y pateo con la fuerza suficiente como para apartar de mi al lobo.

Retrocede un poco, lo suficiente para dejarme escapar y empezar a correr y-

—¡Hermano! —La voz de Euniceo capta mi atención, y por una vez en la vida, siento alivio de verlo. Nos encuentro a mi y a Tiberio en está situación y se sorprende.

—¡Retrocede Euniceo! ¡Es peligroso! —Me duele decir esto, sobre todo porque conozco al de ojos dorados y se bien como es…

—Déjame ayudarte hermano… —Veo como una multitud de sombras aparecen por el pasillo, y quizás vea una esperanza para detener esta…— Todo v yo y como se planeó…

—¿Qué…? —No tengo tiempo de nada. De un momento a otro, Euniceo toma mi mano y la envuelve en un cuchillo que después entierra en su propio pecho— ¡…!

Los queridos de mi supuesto hermano son audibles, lo veo escupir sangre, y entre las marchas carmesí, lo veo brindarme una sonrisa venenosa que congela la mía propia.

Tiberio no se queda atrás…

—¡AYUDA! ¡NECESITAMOS AYUDA! —Y entonces se corta a sí mismo varias veces, todo con esa cara inexpresiva que ahora me causa terror.

Todos llegan a donde estamos y se topan con esa terrible escena, planificada como una obra maestra bien orquestada y ejecutada. Todos me observan con recelo como el monstruo que amenaza a los protagonistas.

—Es… Esto no es lo que parece… —Mi pulso se acelera todavía más cuando encuentro la mirada de los lobos y el gato de los cuales me había sentido tan cómodo y bienvenido a su lado. Mi mente va a mil y un cosas a la vez sin comprender realmente como llegamos hasta aquí.

Los hombres más grandes de la multitud empiezan a avanzar, listos para rodearme y atraparme como la bestia sin corazón que ahora representó para ellos…

—¡…! —Pero paran cuando el esta delante de mi. Escudándome como si hubiese nacido para ello. Si ancha espalda romana es la vista impenetrable de un muro que seguro es más amenazante de frente y bajo sus orbes azules—Amicus…

—Cállate.

Me silencio de inmediato, las fuerzas de mi cuerpo se es tan acabando y amenazó con desfallecer. Pero debo mantenerme o si no todo terminará para mi.

Todo fue la calma antes de la tempestad” Ese pensamiento no es mío pero lo siento apropiado.

Los hombres fuertes no resisten sin embargo y ya veo donde terminará todo. Amicus pagaría por mi culpa y yo… Yo…

¿Moriré?

¡BOOM!

“¿Qué paso?” De pronto estoy tirado por completo en el sucio suelo, escombros y una niebla de polvo nos rodea. Todos los demás están  lejos ahora. Amicus está derribado en el suelo a unos metros de mi, y distingo entre lo poco visible la figura de Tiberio acercándose a el.

—No… —Un murmullo sale de mi, uso mis brazos para acercarme, pues mis piernas no cooperan ahora. Y mientras mas lo intento mas en vano parece. El se aproxima, más y más y MÁS…

—¡…! —Pero me detengo. No porque quiera, si no porque alguien me sujeta y carga sobre su hombro. La explosión se había dado en la pared entre nosotros y los presentes, y por ese agujero que quedó, la figura desconocida me carga fuera de allí. Forcejeo, desconfiado por completo de todos y todo. Ya no puedo creer en nadie y eso duele…

—¡Woa! Calmese, emperador. Todo estara bien… —La suave voz de este hombre influye a que pare, mi cuerpo comienza a rendirse por completo y mi visión se nubla— Ahora está con nosotros…

Yo no importo, salve a mi familia…” entre la bruma, solo reconozco a otra figura grande cargando algo casi de su mismo tamaño. Es Amicus a quien lleva.

No quiero dejarlos…”

En mi mente, persisten las imágenes de todos esos que segundos antes confiaban en mi y ahora sólo dejaron vacío dentro mío con  esas miradas generosas. No lo puedo soportar.

El karma me habrá alcanzado y yo…

Pierdo la conciencia…

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¿ Qué pasa si volteamos Wolp Tsiwt?

Ah, claro. Plow Twist , también llamado "Giro de trama" 😈

Chapter 29: Avanzar Sin Detenerse

Chapter Text


...

Hace frío...

Debajo de mi hay una capa compuesta de tantas cosas, tierra, rocas, ramas y otro conjunto de cosas húmedas por la lluvia. No necesito abrir los ojos para saber que cae, mi cuerpo percibe las gotas frías sin complicaciones, son como lágrimas de la naturaleza, contemplando un suceso trágico, lamentando una pérdida...

Y así es, soy culpable de está desgracia.

Cuando abro los ojos el color gris llena mi mirada, todo luce nublado, el tipo de clima templado que podrías ver en esta zona de la Tierra. Todo bosques y naturaleza, tierras de bestias y animales nobles como traicioneros. Un páramo inhóspito al que pocos se aventuran, y todavía son menos los que salen de aquí con vida. Es todo cosa de sobrevivir un día a la vez.

Entonces, aquí estoy, siendo este abandono de huesos y carne lleno de sangre, hambriento y cansado, abandonado como si fuera nada, una cosa sin valor ni relevancia, lejos de todo lo que conocía. Ya van varias semanas de soledad y comienzo a perder la percepción de las cosas. Disocio que soy realmente, un ser humano o una bestia más de este cruento bosque...

...

Pasan los segundos, minutos, horas. Las finas y heladas gotas de agua hacen cosquillas sobre mi piel, y al mismo tiempo atraviesan de forma dolorosa cual cuchillas filosas. Está en mi mente, lo se, esté dolor no es real, pero aún creo que me lo merezco. Un gran suspiro huye de mi boca, me preparo para afrontar mi destino, las consecuencias de mis actos, es lo menos que puedo hacer. Cuando logró incorporarme lo suficiente para estar sentado, veo la tristeza apagada en su mirada, lo último que sintió fue eso y el dolor. Ya no hay sangre, la lluvia se la llevó a la tierra para que volviese a su lugar de origen como lo es el ciclo de la vida.

Saber eso me hace sentir mas horrible, porque significa que le puedo restar importancia a una vida de manera sencilla...

Mi pecho se aprieta con dolor fantasmal, luego un gruñido se atora en mi garganta para luego salir convertido en un grito de rabia. Las lágrimas se mezclan con la lluvia y mis gritos no cesan durante un buen rato. Las bestias no se acercan por miedo ante la monstruosidad que llora la pérdida de otra vida, y sólo por un segundo, desearía estar en su lugar...

...

...

...

La sensación de dolor y el hormigueo de mi brazo regresan con fuerza, lentamente me adapto a volver al mundo de los conscientes y trato de ubicarme una vez más. Primeramente, trato de sentarme, pero mi cuerpo sigue ligeramente adormecido, así que voy por mi segunda opción que sería recordar.

¿Qué fue lo que pasó?

Y mientras esa duda se hunde en mi mente junto a la oscuridad de mis ojos cerrados, recuerdo todo. La fiesta, Amicus y Tiberio en el balcón compartiendo un beso, el vídeo extraño, Tiberio atacándome, Euniceo se apuñala a si mismo...

Todo vuelve a mi en una ráfaga, y pensar que solo horas antes de todo eso me estaba muriendo de los nervios y luego todo ocurrió de golpe. Cuando lo entiendo, reacciono de pronto, y entonces me levanto con un grito ahogado, necesito ponerme en marcha y resolver toda esta locura pero...

- ¡Ah! -No termino de poner todo el peso de mi cuerpo sobre mis pies cuando caigo de lleno contra el suelo. El dolor se esparce, pero no es tan fuerte como el antiguo. Mi mejilla arde un poco y me duele el pecho.

Blasfemo en pensamientos por mi torpeza.

- ¡Marcos! -Un par de patas oscuras se aproximan a mi, y cuando esperaba recibir el olor a lavanda grabado en mi cabeza, percibo en su lugar una esencia de jabón femenino- No debes levantarte todavía, humano tonto.

Virginia me recoge del suelo y regresa a esta cama incómoda donde me desperté. Las sábanas azul oscuro están todas revueltas, cobertor descolocado aquí y allá. Un desastre total, tanto como yo ahora.

- ¿Qué está pasando? -Pregunto, articulando la duda en mi mente, y es porque requiero de alguien que me ayude, estoy confundido, cansado, adolorido y con mi orgullo roto. Lo que menos quería era revivir una vieja memoria del pasado justamente ahora que mi cerebro apenas se pone al día con todo.

La loba me observa con preocupación, la respuesta no llega por un rato, lo medita, ordena sus ideas y yo hago lo mismo con mis pensamientos. Lentamente conectó puntos en mi cabeza, tratando de dar forma a toda esta revuelta, y a su vez estudio mi nuevo entorno. Paredes metálicas pintadas de blanco, suelo gris, no hay ventanas, una habitación sencilla...

- No hay manera sencilla de decirlo... -Hay derrota y pena en su voz- No, sera mejor que alguien más te contesté.

- ... Entonces, ¿Dónde estamos? -Eso parece ser un tema más sencillo para ella.

- El sistema Ancora -"¿Qué...?" Eso quiere decir que salimos de Adastra- No había mucho tiempo para encontrar un escondite. Ellos dijeron que lo mejor era huir ahora que podíamos. De otra forma... -Calla sus palabras como si fuese lo mas complicado de decir en la vida.

- Significa eso que... Estamos en el espacio -Suspiro frustrado, ya que cada vez entiendo menos que esta pasando- ¿Quién nos trajo? ¿Son de fiar? Y... -Es entonces que recuerdo a Amicus- Amicus, ¿Dónde esta? El intento protegerme y...

- El también se encuentra bien, solo... Algo abrumado -Virginia me tranquiliza con sus palabras, pero aun así necesito verlo y asegurarme de que no esté herido. No obstante, antes de eso, otra duda aparece en mi, recuerdo que no éramos los únicos en esa fiesta, antes de la revuelta ellos me observaban confundidos y asustados y...

- ¿Qué hay de tu familia y los demás?

No hay respuesta, baja ls mirada y pienso lo peor. No puede ser...

- Dios... -Me hundo en mi lugar, hombros caídos, cabeza gacha y pensamientos alborotados, incluso más que antes.

"¿Cómo pudo pasar esto? Todo iba bien, creí que así era. Me esforcé por cambiar las cosas y con esto me pagaron. Los errores de mi padre... No, esto es mío, soy una mala persona, no hice lo suficiente y ahora otros pagan en mi lugar, yo soy..."

"Soy..."

- Marcos, escúchame... -Mis pensamientos son lo bastante confusos como para distraerme de todo. Virginia queda a segundo plano, TODO queda a segundo plano. Estoy perdido, lo se ahora. Nunca fui suficiente y me terminé convirtiendo en algo peor que mi padre. Me lo merezco, merezco morir, debí morir allá como el cobarde que soy, un asesino mentiroso y desgraciado que-

- ¡Basta! -Toda mi cabeza gira hacia un lado de manera abrupta, un nuevo dolor se manifiesta en el lado contrario de mi rostro a la herida de antes. Ella me golpeó. Virginia posee una mirada feroz y determinada, me quita el aliento con ello y por fin conozco por que es conocida como la mas implacable de los tres hermanos de la realeza original- No tenemos tiempo para preocuparnos por ello. ¿Crees que tu amiga está pasándola bien allá fuera? O ¿Mi madre o Cassius? No podemos permitirnos bajar la cabeza y entrar en pánico.

Me estremezco.

- Sabemos que están bien, sólo fueron tomados como prisioneros al igual que otros lobos. Al menos eso dicen las noticias. Pero no debes dejarte llevar por esto, hay que hallar una solución.

Veo a esta mujer de grandes talentos, bendecida con inteligencia y altivez, naturalidad para demostrar su dominio. Ella avanza y repliega a quien se le cruce, y aún es capaz de decir lo correcto en cualquier situación. La veo, está aquí, sacándome de mi estupor, recordándome que hay cosas más importantes en las cuales pensar. Y es verdad, estamos bien, pero nuestros amigos y familia no.

- Tienes razón. Lo lamento.

- Por supuesto que la tengo, humano tonto -Espeta con orgullo y eso provoca una suave sonrisa en mi- Se que todo es muy repentino y abrumador, pero lamentarse no sirve de nada. Debemos alzar la cabeza... -Se coloca de pie, llevándome con ella- Y pelear todos juntos para que todo se resuelva. No pienso cometer el mismo error de huir dos veces como una cobarde.

Me toma un momento recuperar el aliento y poder digerir todo de golpe. Lo hago apenas y cuando estoy seguro de estar completo, asiento con la cabeza.

- Bien... Pero, ¿A que te refieres con "Todos juntos"? -Recuerdo como me cargaron y a la distancia reconocer a Amicus en el mismo estado. Me preocupado un segundo al pensar que pudimos ser secuestrados...

Pero Virginia abre sus ojos en advertencia, lo suficiente para decirme que me calle o me golpeara otra vez.

Lo hago apenas.

- Primero lo primero, te vas a meter al baño y te ducharás y cambiarás de ropa. Pareces un monigote o algo así -Soy empujado hasta una puerta contigua a la incómoda cama. Esta se abre con un deslizamiento silencioso y contemplo un pequeño baño con lo necesario. Ducha, lavamanos, inodoro, etc- Allí hay ropa, póntela y sigue el único camino fuera de aquí hasta la sala común. Allí te esperamos...

Y antes de que pueda decir algo más, se va, dejándome con miles de dudas en la punta de la lengua. Suspiro una vez más y me adentro al cuarto, la puerta se cierra tras de mi. Contemplo el reducido espacio y entonces doy con una mirada amielada, MI mirada.

Soy un desastre, toda mi ropa esta sucia, rota y manchada con algo de sangre. Y eso que sólo uso la camisa que cargaba debajo del traje y los pantalones. El dolor de mi mejilla es por esa herida de antes, ahora está sellada con una bandita. Tengo un par de moretones en los brazos y al quitarme la camisa me encuentro con un doloroso golpe manchando mi pecho y zona del estómago, el sólo verlo me duele.

Agitó mi cabello sintiendo frustración, porque es imposible que esto este sucediendo. Pero lo hace. Estoy vivo al menos, debería alegrarme pero...

No me siento alegre realmente...

Camino a la ducha, ya despojado de mis prendas, el agua sale automáticamente y me hiela hasta la sangre, pero es bueno porque desvía mi mente de todo pensamiento autodestructivo. No quiero pensar, sólo unos segundos fuera y podré seguir adelante...

Seguir...

Eh estado haciendo lo mismo durante años y mira donde estoy. Destronado, humillado, golpeado y sólo...

Es tal como en ese bosque, aquel día de lluvia. No soy nada realmente, y mis enemigos tampoco lo son. Quien me amenaza paga las consecuencias, pero al final del día, soy yo quien lamenta todo. Soy todo lo malo de este mundo, porque quien me rodea sufre. Y mientras la lluvia artificial desciende sobre mi piel temblorosa y dolorida, suaves lamentos huyen de mi boca, pues la tristeza por fin llega a mi luego del shock. Perdí lo poco que me importaba y ahora cabe la posibilidad de que incluso no haya salvación alguna. La partida siempre estuvo en mi contra y realmente nunca lleve la delantera en este juego dela vida.

Soy miserable, pequeño y débil. Y si no pude hacer nada antes para cambiarlo, entonces ahora eso luce mas imposible que nunca antes...

》》》

Luego de estar dentro de la ducha el tiempo suficiente para que los dedos de los pies me quedasen como pasas, tomó una de las mudas de ropa que (Igual que todas) son de color negro tanto pantalón como camiseta manga larga, no había sandalias o zapatos, por lo que permanecí descalzo. Salgo de la habitación, dejando atrás este último atavismo donde aguarda una realidad o al menos el recuerdo de algo que solía ser estable. La noción del tiempo no está de mi lado ahora, así que no me molesto en buscar relojes, no queriendo enterarme de hace cuanto estuve noqueado.

El sendero me guía por un camino recto y medianamente estrecho, por el que podría pasar Amicus y todavía quedaría algo de espacio para Tiberio...

El lobo cruza mis pensamientos pero los aparto, no queriendo pensar en el todavía. Necesito analizar a detalle que fue lo que impulso a Tibs para hacer esto, o en todo caso, asegurarme de que aquel destello siniestro que auguraban sus ojos no eran mera producto de mi imaginación.

Para mi fortuna, el hilo de pensamientos dura lo mismo que un gas en una tela de hamaca, eso cuando llegó a la que supongo, es la sala común... Sea lo que sea.

No existe mucho por destacar, desde este extremo en el que supongo se designan la mayoría de habitaciones, detallo una habitación igual de sencilla como donde me desperté. Paredes grises, una mesa de centro pequeña frente a un sofá que parece incómodo al igual que la cama, varias sillas a un costado en la que por cierto, una es ocupada por Virginia que observa algo entre sus manos y otros dos pasillos mas adelante. Las únicas diferencias destacable aquí son las ventanas tapadas por una especie de cortina y el televisor sobre la pared frente al sofá, el cual por cierto está encendido y un sapien, aparentemente hombre, observa con atención.

- Las cosas parecen descontrolarse a medida que pasan las horas. Sólo mira, la tasa de crímenes subió al máximo y de pronto se desplomo -Dijo aquel desconocido, su voz era suave y cadente, algo que escucharía de una persona con cierta edad.

- Naturalmente, nada esta bien ahora, así que no se sorprenda de ver estos informes... -Virginia no apartó su mirada de entre sus manos. Parecía inmersa en ello.

- Eso lo entiendo, joven Virginia. Lo que me incomoda... -El se gira hacia la loba de ojos purpura, revelando una apariencia algo adulta. Cabello plateado ondulado cae a lo costados y por su espalda, el lobo porta un pelaje marrón oscuro, ojos de un azul pálido que desborda calidez perceptible aun cuando no se es objetivo de ellos. Viste una ropa algo similar a la mía, solo que una pechera cubre su torso y usa una especie de túnica corta de color verde sobre sus hombros- Es lo repentino de ellos, ¿Cómo se tranquilizaron? Solo para empezar, hace unos momentos toda Adastra era un caos hasta que... -Y es entonces que esos ojos pálidos, reflejantes de toda una vida llena de experiencias notan mi presencia. Sus palabras cesan, sea por mi aparición o por lo delicado de sus palabras. Al final, ambas involucran mi estabilidad de alguna forma.

Pero prefiero prestarle atención al personaje frente de mi.

- H-Hola... -Alcanzó a decir, sintiendo incomodidad bajo el escrutinio del lobo. Este hombre no tardo en acercarse a mi, y luego de observar lo que sea que viera, sonríe con suavidad mientras sujeta mi mano- ¿Ah?

- Joven Marcos, es un placer tenerte con nosotros por fin. ¿Cómo te sientes? -Luce genuinamente preocupado, el apretón en su mano es firme y amistoso-

- Uh, bien, sólo algo golpeado y cansado... -Asiente con la cabeza, comprendiendo. No se exactamente que hacer conmigo mismo, estoy aquí, todo nervioso por cualquiera que sea la razón. Trato de distraerme pero me es imposible, quiero saber que pinta este sujeto aquí. Y, parece que adivina lo que pienso, pues me suelta y luego lleva una de sus grandes manos al pecho amplio que presume- Había estado deseando conocerlo, lamentó que las circunstancias no sean las mejores. Me presentó, soy Magister, se escribe Magistr, pero prefiero que me llamen Magis; solía ser el Triunviro de Lux antes de la llegada de su raza. Actualmente, estoy aquí para ayudar en lo posible...

Oh, perfecto, otro lobo al cual arruinamos la vida...

- Llevo tiempo estudiando a su especie, siguiendo su política, y debo decir que son una cosa sumamente interesantes -Sonríe ampliamente. Trato de corresponder, pero lamentablemente nada de mi está dando abasto.

- Magis, según lo que me acaban de informar antes de tu llegada -Me observa- Está aquí como una especie de apoyo. Sus conocimientos en la política de Adastra lo hace un excelente activo, además de conocer las leyes casi al pie de la letra, también es el campeón de Pugnu más aguerrido, aún a su edad... -Informó Virginia, luciendo brevemente entretenida.

- Y, tengo conocimientos de medicina, hablo cinco idiomas diferentes, y un poco del tuyo. Pero no es muy importante ahora -El me toma de los hombros y hace que tome asiento en el sofá, y tal como imaginé, es duro como una roca- Me alegra saber que estas bien, cuando te cargue hasta la nave, creí que estabas muriéndote. Al menos sólo fue el estrés que hizo te desmallaras. A los demás les alivio un poco.

"Entonces, el fue quien me salvó en aquel momento..." Recuerdo la explosión y todo lo demás. Debo decir que, aun luciendo una edad algo propensa a la debilidad, es como un viejo roble en plena gloria. No se de donde sale la analogía, pero creo que es adecuada.

- Quiero saber, desde hace un rato hablan de "Nosotros" y agradezco que me ayudarán, estoy en deuda. Pero... ¿Quiénes son? ¿Por qué nos ayudaron? ¿Dónde está la familia de Virginia y Elisa? Y... -Hay tantas preguntas de las que deseo una respuesta, pero este hombre, Magis, las calla levantando su mano.

- Espera. Se que ahora estas pasando por una situación extremadamente compleja y todo te resulta muy confuso, pero debes esperar un poco más. Ya deben de estar por llegar los demás y así matamos dos pájaros de un solo tiro.

- Sólo aguanta. Me han estado diciendo las ultimas horas -Virginia parecía divertida por ello, al contrario de lo que es esperado.

Para mi fortuna, no debo esperar demasiado.

Precisamente, escucho varios pares de pasos acercarse. El lobo de unos... ¿Cuarenta años?, suelta un tarareo mientras se coloca a mi costado, como si me protegiese, y de algún modo, agradezco este gesto.

Es bastante patético sentirme así ahora...

Por el pasillo surgen tres figuras, una de ellas es Bjarni, luciendo ese semblante serio que tanto le caracteriza, me brinda una suave sonrisa que con dificultad correspondo.

Los otros dos son desconocidos para mi, uno de ellos, alto, corpulento y desaliñado, vestido con ropajes entre abiertos en el pecho y sin mangas, su postura está llena de confianza y sus ojos me evalúan de forma curiosa y amistosa. No es incómoda al menos, creo que ese momento paso con la presentación de Magis. Cejas pobladas, ojos amarillos, una cabellera peinada de forma peculiar, pelaje en tonos oscuros y claros en zonas interiores. Sus brazos muestran algunas marcas y tatuajes, y entre los colmillos sobre salientes de su hocico de glotón, una pipa descansa de costado.

El otro, sin embargo, es mas enigmático todavía. Una especie de lagarto, es la primera vez que veía a estas especies hermanas en particular, pero si sabía de su existencia. En la biblioteca había encontrado una referencia de las diversas especies Hermanas y los Niños que estaban en proceso de ser elevados. La piel de un verde oscuro y brillante de sus escamas, semblante serio y ojos de un negro total con iris blanco brillante. Un cuerpo que parece tallado en piedra, con brazos mas grandes que dos manzanas juntas. La larga cola escamosa que posee cae inerte a su espalda. Los ropajes negros y porte firme, elegante pero amenazante brillan en su postura. Un par de cuernos salen de su cabeza rectos hacia atrás, y lo hacen ver más intimidante.

Trago pesado por inercia, no sabiendo como enfrentar a los nuevos personajes que me rodean. Pero no es del todo necesario, el glotón toma la delantera con un bramido lleno de vigor.

- Vaya hombre, estas entero. Pensé que no lo lograrías, estabas destruido como la mierda -"¿Eh?" El glotón sonríe ampliamente y yo, pues...

- ... Este... ¿Gracias? -Sí, mi inteligencia se fue por el caño. El hombre suelta una carcajada estridente que obliga a los sapiens que me rodean, eh incluso a mi de cubrir las orejas, menos el lagarto quien parece inmune.

- Brunis, lo asustas. Y como sigas hablando así de fuerte, nos dejaras sordos -Se quejó Bjarni, y cuando el glotón río otra vez, por lo menos fue entre dientes- Lamento eso, Marcos. Tomando hilo formal, te presento a Brunis, embajador de Khemia y originalmente, contemporáneo conmigo y Neferu. Allí donde lo vez todo escandaloso y molesto, es uno de los mejores en su trabajo.

- No olvides el "Jodidamente sexy" -Agrego el susodicho con deje de orgullo. Un guiño que bien podría ser una combinación de coqueteo o travesura me hace curvar los labios en un leve sonrisa.

- ... Ajá... -El oso portaba una cara de pocos amigos luego de oír eso. Hasta yo siento como que las actitudes no cuadran en este ambiente, pero lo hace más chistoso y tolerable- Y ahora...

- Yo puedo, Bjarni, gracias... -El lagarto habla por primera vez, y esa voz profunda causa algo dentro de mi, similar a un estruendo resonante, ¿Me atemoriza, intimida o desarma? Avanza en mi dirección y yo retrocedo un poco aún sentado, comienzo a sentirme vulnerable estando cerca de el. Este lagarto me inspira una sensación de revelación; en el sentido de estar desprotegido y con todo de mi expuesto. Un miedo a ser reconocido y que cualquier secreto en mi interior salga a la luz. Por fin conozco ese temor visceral de la naturaleza, como cuando sabes que corres peligro de algún modo antes de que ocurra la tragedia y el depredador te atrape.

Y cuando llega a sentarse en la mesa frente de mi, siento empequeñecer ante su altura todavía prominente. Nada muy lejano a la realidad, es alto como nadie.

- ... -No dice nada por un momento que se siente eterno, una picazón creciente de mi brazo vuelve a relucir, eso sumado a las vagas sensaciones del miedo y los reflejos automáticos en espasmos que oculta mi cuerpo. Esos oscuros ojos me miran de una forma tan cercana, creo incluso verme reflejado en ellos, y en ese instante, escanea toda mi alma "¿Esto es la impotencia?, no... Es algo más" no se como, pero me conoce como nadie más. Algo me lo susurra en el oído- ...

...

~♤~

- Mckaila Noada, Edeberto Gonzáles, Julieta Yafar. La lista para las ultimas horas de decesos va mas o menos así. Siguen llegando reportes de desapariciones y encarcelamientos, pero también el repentino cambio en el comportamiento de las diversas facciones políticas de Adastra, durante lo que han sido sólo veintinueve horas desde que el supuesto benevolente emperador Marcos hullera por acusaciones de lesa humanidad y trato cruel junto a conspiraciones y métodos ilegales injustos. Las pruebas de su complot a futuro sobre un presunto esclavismo para las especies, humanas y lobunas, se volvieron contundentes gracias a la intervención y presentación de evidencias por parte de Euniceo y el resto de la familia imperial...

- No quería creer que mi hermano sería capaz de tales actos... -El humano hermano de Marcos se presenta en una entrevista pregrabada, luciendo herido y sumamente consternado, todo un show en potencia. Yo lo sabía bien, ese era un mentiroso...

Pero...

- Maldición...

Apague el dispositivo táctil que estuve mirando y escuchando durante las últimas horas en busca de algo, cualquier cosa sobre mi madre y Cassius, así como de los demás. Pero nada. No hay rastro de ellos y es frustrante.

Quizás estén muertos y es culpa del humano...

- Grrr... -Contento un grito de furia mientras me recuesto en el frío suelo. La cabeza me duele y no puedo soportarlo más. Ni siquiera la falta de sueño logra aplacar todo lo que siento dentro de mi, todos estos pensamientos extraños. Necesito hacer algo, no puedo estar aquí y sólo mirar...-

Sólo mirar a la distancia, observando en este mirador de la extensa nave donde desperté siendo rodeado por un lagarto extraño, un glotón hablador y un lobo ex triunviro. Recibiendo bombas de información abrumante mientras que la mente se devana en pensamientos destructivos que quedan atrás y se reemplazan por nuevos mientras avanzamos por el espacio y la galaxia. Una vista maravillosa es presentada delante de mi, la oscuridad del espacio, iluminada por estrellas y supernovas en la lejanía de años luz, pequeños planetas y estrellas enanas. Cometas y meteoritos asomándose a saludar.

- "No había forma de que estuviesen a salvo en Adastra. Lo mas viable fue irse de allí." -Eso fue lo que dijo Bjarni. - "Tu hermana está allá fuera, quiere verte. Le preocupas."

En ese momento estaba ignorando sus palabras, hasta que;

- "El humano también está aquí" -Toda mi atención cayó sobre esa corta frase. Y saber que hablaban de Marcos me sentó mal y ese malestar se conectaba con el...

"Contrólate" Necesito pensar con la cabeza fría. Lentamente tomó aire y luego lo expulsó por la boca, repito esto un par de veces más hasta estar satisfecho, luego abro mis ojos y veo hacia el espacio.

Todo este espectáculo me genera cierta paz que impide mi locura. Y aún así...

- No es suficiente... -Me recuesto en el suelo con mi costado del lado izquierdo, y sin dejar de mirar por el cristal, me vuelvo un ovillo pegando mis piernas a mi pecho.

Tan mal, tan confundido de como fue que esto sucedió. Creí que era una gran noche, pero ahora me doy cuenta de que la felicidad no esta para mantenerse como constante en mi vida. Lo puedo deducir.

Sólo hay que echarle un vistazo al entorno; tengo la certeza porque mi madre no está a mi lado, porque mi hermano podría estar mal herido, porque mis amigos quedaron atrás mientras yo me lamento aquí, y también lo sé gracias a esos ojos que tanto me maravillaban y que ahora sólo me causan miedo y resentimiento.

Las lágrimas huyen por su recuerdo.

¿Por qué Tiberio haría algo como esto?, ¿Cuál seria su objetivo?, ¿Traicionarnos por dinero o algo más?, ¿Acaso era infeliz?, ¿Sera que yo lo...?

...

¿...Era infeliz por mi culpa?

...

El tiene la culpa...

No. En definitiva no la tiene.

Cubro mis orejas como si con eso pudiese dejar de oír esos pensamientos. Marcos esta pasando por un momento tal malo como el mío, no puedo siquiera creer que lo considere. Por amor a los Padres...

...

- Entonces, ¿Por qué no dejó de pensar así de el?

Porque en el fondo, sabes que siempre a sido el enemigo número uno de tu vida. Tu padre te lo dijo, debes cobrar con la misma moneda al responsable de tus males. Debes odiarlo...

Quizás se deba a lo convincente de ese video. Tenía información muy precisa y el mensaje se oía tan certero, hasta hipnótico. Se pudo meter en mi cabeza con facilidad, me causó un temor que no existía en primer lugar, sólo... ¿Cómo diablos? Marcos no mataría ni a una mosca.

Oh, pero si lo haría. ¿Recuerdas al tipo del restaurante?

Se me corta la respiración por ese pensamiento. Dudo una vez más de el, de todo y todos los que me rodean porque ya nada es como solía ser, me han engañado, me han hecho sentir ultrajado, lo único que deseo es volver a casa...

- Pero es imposible, te necesitan aquí... -Trato de convencerme de ello. Eso fue lo que me dijeron al despertar. Aquel lagarto de apariencia atemorizante dijo que era necesaria mi presencia si quería que todos saliésemos ilesos. Y una pequeña parte egoísta de mi rogaba que lo ignorara y exigiera por todos los medios que me dejarán ir, pero...

¿Y si tenía razón? ¿Y si por cualquier motivo soy necesario aquí de verdad? No puedo dejar de darle vueltas al asunto...

Además, la jodida curiosidad me esta rogando.

Malditos sean los dioses que jugaron en nuestra contra para hacernos caer de esta forma. Maldita sea la ocasión en que los humanos encontraron nuestro planeta y causaron todo esto. ¡Y maldito seas tú...!

...

Me detengo, incapaz de maldecirlo, me duele pensar así de el y las lágrimas se intensifican, es entonces cuando lo recuerdo y todo se mezcla dentro de mi. Miedo, alegría, pena, euforia, rabia y emoción. Tantas cosas dirigidas a una sola persona, tantas experiencias que bien son pocas y a la vez su valor se vuelve incalculable, ese humano me trajo hasta aquí, pero yo decidí estar a su lado, ¿No?

...

"Necesito moverme..." Poniéndome en marcha es el único modo de superar esto, quedarse aquí no resolverá nada de lo malo en este mundo nuestro.

Me colocó de pie y camino sin rumbo real, avanzó entre las habitaciones, conociendo nuevas salas y recámaras de esta nave como si fuesen los parajes de mi mente, organizada y enredada a su vez, toda mal echa y compleja, pero es entendible a final de cuentas. Me sorprende que pudiéramos huir en esto, se nota que es enorme la estructura, tomando en cuenta que los disparos del armamento de Adastra estaban a la disposición. Quizá no sucedió porque la revuelta seguía en marcha, quien sabe.

A medida que me adentro y encuentro callejones sin salida, retrocedo y avanzó de nuevo, presentó una repentina calma acompañada de bajos susurros, el sonido de los mecanismos en la nave se despliegan con suaves movimientos y una vibración casi inexistente aborda mis orejas. Desconozco por un segundo mis acciones pero la comezón de mi brazo aparece y luego se intensifica con cada pisada, es cuando me doy cuenta que iba hacia algún lugar, lo supe porque ellos insistieron en que estuviese presente, supongo que puedo hacerlo; cuando me acerco lo suficiente, escucho voces en el siguiente pasillo y antes de entrar a la sala, me detengo para oír tras el muro.

- ¿Qué crees que ganas culpándote? -Si no me equívoco, esa era la voz del lagarto, el hombre estaba hablando con alguien en la habitación. Haciendo uso de mi olfato, detectó varias esencias en la habitación, así que supongo ya empezaron.

- ¿Qué... A que se refiere? -Marcos habla ahora, parece estar confundido al igual que yo escuchando esto sin contexto-

- ... -La respuesta no llega inmediatamente, hay un silencio abrumador en la sala, como si ninguno de los presentes quisiera intervenir en ello- Las equivocaciones del pasado ahora son como un peso imposible de cargar, lamentas cada uno de los viejos errores que creaste y dejaste por la paz, sigues dándole vueltas al asunto y sigues hallando motivos para creer que eres culpable de todas y cada una de las cosas que han sucedido, llevándote incluso a desconfiar de los demás... ¿Me equívoco?

Joder, todas esas cosas se las dijo a Marcos, pero también las sentí como si fueran dirigidas hacia mi.

- Yo... No se de lo que habla -Evita el tema. Percibo en su voz la vergüenza y el miedo, es muy evidente.

Otra pausa.

- A mi parecer, si que lo saben. Sólo son lo suficientemente tercos para no aceptarlo. Pero, ¿Qué creen? Ya no hay tiempo para hacer esto. Ahora mismo nos buscan, y sentarnos a discutir algo así de irrelevante sólo desperdiciara la ventana de oportunidad... -La puerta se abre de pronto y ahí está el, observándome aquí agachado escuchando a escondidas como un niño que espía la conversación de sus padres - Y se los digo a los dos.

- ¡Ah! -Un viento helado me atraviesa el pecho, es como si una mano fría apretase mi corazón y luego lo soltara, dejando un recuerdo opresivo y congelante en el. Esos ojos oscuros me observan inexpresivos mientras que yo sólo puedo verle con temor recién nacido- No espiaba.

- Claro que no. Ahora siéntate -Y regresa a su lugar en espera de mi.

Puedo optar por no hacer caso, ¿Cierto? Solo debo regresar por donde vine y... Hundirme otra vez en mi autocompasión.

Me toma un segundo normalizar mi respiración y decidir que hacer, me doy cuenta de que no tengo muchas opciones, y es humillante...

"Bueno... Mierda. ¿Cómo hizo eso?" No puede ser todo casualidad, porque ¿Como sabría que estaba oculto tras de la puerta para empezar? Da miedo...

Trato de restarle importancia, no tengo ánimos para pensar en nada justo ahora. Ni siquiera en estupideces de está índole.

Claro está en que ese deseo no se me va a cumplir, porque ahora soy el centro de atención de todos estos ojos. Sobre todo los de EL. Es así como me veo nuevamente en un racionamiento sin valor sobre lo aprensivo de estar así. No sufro de pánico ni me incomodan las miradas ajenas, pero por cualquiera que sea la razón, algo me dice que hay más aquí de lo que veo realmente.

- Amicus... -Marcos se coloca de pie, listo para acercarse a mi, pero yo niego con la cabeza y el frena en seco.

- Ahora no, por favor... No me siento como alguien apropiado para hablar justo ahora... -Me enfado conmigo mismo porque lo que realmente deseo ahora es poder hablar con el, asegurarme de que no esta herido y abrazarlo fuerte. El, además de Virginia son lo único que conservo ahora mismo que percibo reales y no siento como que pueden desaparecer en cualquier segundo. Mientras desvío la mirada y me siento a su lado, sigo asustado por mis pensamientos que asedian con la misma ridícula idea.

Que el tiene la culpa.

Le eh echo sentir mal, pero a pesar de todo, no flaquea y me permite este momento de egoísmo.

"Cuánto lo siento..."

- Ya que estamos todos, lo mejor es comenzar esta reunión como es debido -Dice de pronto el hombre de piel escamosa, este lagarto extraño y misterioso que sólo Dios sabe para quien obra- Pero déjenme recalcar, nadie aquí tiene la culpa de todos estos sucesos. Así que, pueden sacarlo de sus cabezas. Todo este desastre fue orquestado por manos siniestras, y la razón por la que están aquí, es para impedir que pase a mayor.

Parece tan seguro de lo que dice, como un discurso bien preparado con el que busca vender algo y nosotros somos sus compradores; parándose al frente, sin dudas al respecto y dejándonos a todos en silencio, somos sus oyentes, o al menos, lo seré cuando me demuestre que es de fiar.

Ya no puedo creer en nada, ni nadie.

- Si, bueno, antes que nada, ¿Quién es usted? -Afilo mi mirada en su dirección, mostrando abiertamente lo poco que confío en el a pesar de salvarnos el pellejo. Virginia me reprende con un siseo, pero yo prosigo- No me malinterprete, pero es muy extraño que un sujeto aleatorio, junto a un tipo que parece un criminal a pesar de ser un embajador Khemiano, salgan de la nada diciendo que nos van a ayudar precisamente luego de que estalle un golpe de estado. Además, no nos dice absolutamente nada de lo que necesitamos o de quien es usted. Para mi, resulta en algo muy sospechoso.

Conozco al menos de vista a Magis, mi padre, Potes, tuvo varias reuniones con el a las cuales tuve oportunidad de asistir para aprender. Para ese entonces yo seguía siendo un cachorro de diecisiete años y el mayor se veía más joven. Pero de entre tantas historias sobre hermanos y leyendas de especies sin conocer y cual alimentar en inteligencia, nunca vi una como la de el lagarto delante de mi. Las descripciones varían mucho en la limitada información existente. Incluso los glotones tienen más historia aún siendo una especie de números con los cuatro dígitos.

Entonces si, no me fio de el para nada.

...

El silencio se prolonga nuevamente en la habitación mientras el y yo batallamos con la mirada, nadie se atreve a interrumpir el duelo que se a formado. Me observa sin parpadear, los ojos se me secan y arden en ese tiempo y no importa, estoy decidido a dejar un punto en claro. Sin embargo, es cuando me concentró en esas irises blancas que un escalofrío recorre mi columna, la sensación de temor regresa y luego...

- Responde... Por favor -Mi mirada vacila y el gana.

"Me lleva..."

- Mi nombre no es importante. De donde vengo, son sólo un atavismo, te mantienen atado a una sola existencia sin permitirte renacer en algo mejor. En cuando a lo demás, no puedo decir mucho...

No lo soporto más y me pongo de pie.

- ¡¿Y cómo quieres que confiemos en ti?! ¡Ni una mierda dices!

- ¡Amicus! -Virginia sigue mi erguimiento para detener de esta rabia. Puede que este tomándome esto muy a pecho y sea el cansancio hablando, no importa, ya lo arruine, pero obtendré respuestas de una forma u otra.

Sólo que el objetivo de mi desconfianza la detiene.

- Es la única opción que les queda. De querer dañarlos, ¿No creen que estarían muertos ya? -Contrataca. Hay sentido en eso.

- Y de querer ayudarnos, habrían traído consigo a mi madre y los demás. ¿Qué hay de Neferu? El también era parte de esto, ¿No es así? -Acusó con mi mirada a Bjarni, quien sólo la desvía desinteresado. Sabía que se trataba de eso- En mi opinión, sólo lo abandonaron a su suerte.

- ¡Oye, perrito! -Mi atención es capturada por el glotón, Brunis- Sólo para que lo sepas, Nef quiso que así fuera. Tenía la certeza de que su presencia, cuando todo sucediera, sería necesaria allí. Fue su decisión y nadie lo obligó. Así que deja de hablar tanta mierda -El bastardo gordo me observaba con prepotencia que hizo crujir mis dientes.

- Independientemente de eso, ¿Qué hay de mi madre, Cassius y Alexios? Elisa también -No podría olvidar a la humana ni aunque quisiera - Quedaron atrás en ese remolino de locura. ¿Cómo pueden estar tranquilos aquí mientras que ellos...?

Y me detengo en el último segundo. No quiero esto, le eh echado sal a la herida, la expresión de Marcos me lo dice todo, al igual de como Virginia mira hacia otro lado. ¡Es que simplemente no puedo callarme! Nunca deje sola a mamá y ahora puede que este pasándolo mal. ¿En cuanto a los demás? Su destino puede ser igual de malo, incluso podría sucederles Dios sabe que mientras que hablamos aquí.

- Lastimosamente, estaban fuera de nuestro alcance. Sólo éramos nosotros tres, y las probabilidades de sacarlos a todos era baja -Respondió Bjarni de forma automática, se veía ligeramente triste ante eso.

A mi me hace enojar.

- ¿Se basaron en unas estúpidas estadísticas...? -La necesidad de golpear algo se hace presente y debo controlarme, el borde a mi locura esta mas cerca luego de cada inaudita palabra.

- Todo fue con un fin... -El murmullo del oso me hace preguntar ahora.

- ¿Qué fin?

- El de asegurar el juego final -Nuevamente habla este desconocido, siendo más confuso que antes- Es complicado, pero en términos que pueden entender, aseguramos las piezas más importantes en el tablero con un fin mayor. Ganar la última pelea.

De pronto mi mente máquina las cosas con cuidado, algo de lo que dice me suena familiar.

- Por favor, hemos perdido demasiado tiempo, déjame explicar.

Pide que vuelva a sentarme y... con reticencia lo hago.

- Antes que nada, debo reafirmar en que hay cosas que... Simplemente no puedo decirles. Algunas cosas salen de nuestra comprensión, y es por ellas que a veces se deben llevar a cabo acciones riesgosas. Créanme, se de lo que hablo, así a sido toda mi vida. Ni controlando todo puedes hacer que salga como deseas... -No se dice nada al respecto, sólo escuchamos con atención, mientras que este hombre nos revela algo de su vida tan importante o quizás sea algo que nos quite el sueño incluso.

Mientras que Virginia, Marcos y yo permanecíamos rectos en nuestros asientos, Bjarni y Brunis ladeaban a este sujeto, el supuesto líder de toda esta operación, según como yo lo veo. Cierra los ojos y por un momento esa vibra intimidante se atenúa y revela algo más, un fuego suave y bondadoso que ilumina las noches oscuras, olor a humo casi en el final de la vida de aquella llama.

Por un momento creo que es otra persona, pero luego de un suspiro comienza a hablar y lo termino olvidando.

- Al momento de nacer, sueles ser una hoja en blanco, listo para escribir tu historia y agregar nuevas páginas a la historia de tu vida. Cerrar capítulos eh iniciar nuevos es primordial, pero... ¿Qué pasa cuando reescribe un evento de las primeras páginas? ¿Qué creen que sucede con toda esa historia escrita? ... Más o menos así empezó esto -Cuando el camina hacia las ventanas tapadas detrás de Virginia, estas se despliegan con un suave deslizamiento y muestran un precioso paisaje de un planeta inhabitado. Colores celestes y purpurinos resaltan en toda la circunferencia, imponiéndose incluso por encima de los remolinos. El observa mas allá, pareciendo nostálgico de repente.

>>> Mi planeta era un lugar donde todos, lagartos en si de varias clases, teníamos una conexión estrecha con nuestros Padres. Vivíamos en la naturaleza y no la quitábamos del camino para establecernos, nos dejábamos llevar por las corrientes de viento y el aroma de los árboles recién nacidos y por aquella pradera llena de flores. Era un hogar, tan hermoso... -Por un segundo, cerró sus ojos como si pudiese revivir el momento que relata- No dependíamos de la tecnología parental porque teníamos algo mucho mas valioso, fuimos bendecidos con un don que sólo nace en el sexto hijo del sexto hijo...

Los lagartos son una especie tan reservada y nómada que incluso viven en la otra punta del universo. No les gustan los forajidos de otras especies según tengo entendido y son muy tradicionales. Eso rezan los antiguos documentos, y aún con eso, jamás escuche de algo similar.

- Por aquel entonces era joven e inocente, no sabía las consecuencias que podrían tener mis actos o el peso que me caería si los ignoraba. A la final, resultó en algo que nunca espere... Pero eso no lo puedo decir. Es irrelevante para el presente -Y, ahí va otra vez la mula al trigo. Suspiro audible para que note mi molestia, pero lo ignora. El se gira hacia nosotros, mirando a cada uno en busca de algo- Como dije, la relación con los padres era buena, a tal nivel que incluso no requeríamos de las facilidades de toda esta tecnología parental...

Señala a su alrededor, y mientras lo hace, trato de buscar algo se sentido a sus palabras en las miradas de los demás, pero le prestan atención.

- El don del que les hablé antes, desciende desde los Padres y sus creaciones más humildes, los Monitores -Elevó su mano al frente y cubrió con ella sus ojos oscuros y peculiares. Puedo sentir como su ánimo baja ligeramente- Algunos de mis camaradas podían oír las mentes de otros, en otros casos veían mas allá en el tiempo. Esto era parte de nuestra cotidianeidad, como un nacido por el número seis... Pero lo ignore, me dije que no sería importante. Era feliz estando como estaba, amigos buenos, vecinos amables que me invitaban a comer, un techo... -Frunce el ceño ahora- Fue entonces que sucedió, apareció ese don que tanto envidiaban los demás. A la corta edad de los catorce años, pude ver más allá en el tiempo y... Lo que vi ese día cambio por completo mi percepción.

Quiero preguntar...

- No lo hagas, por favor. No tengo permitido decirlo -Me advierte con el misticismo por delante- Interponerse con el tiempo y la realidad es algo que se puede condenar. No quiero eso para ustedes.

- Espere, quiere decir que usted... ¿Ve el futuro? -Pregunto Marcos con una expresión chistosa, entre confuso y sorprendido.

- "Y también hago cosas con la mente"

- ¡AHH! -Su voz... Estaba en mi cabeza. Juro que la oí dentro de mi - ¿Ustedes...? -Cuando veo a Virginia noto su expresión de sorpresa, pero es sólo una mueca, mientras tanto, Marcos parecía horrorizado. Tocó su hombro, algo preocupado, pero cuando se da cuenta de lo que paso, se recompone como si nada.

- Lo se, es desagradable como el carajo al principio. Pero te acostumbras -Brunis le resto importancia mientras Bjarni suspiraba y el lagarto mágico desviaba la mirada - Pero queda claro el punto. El jefe hace cosas mágicas~

Frunzo el celo cuando el glotón articula movimientos raros con sus manos delante de mi cara. Las apartó disgustado.

- En resumen, luego de esa... "Visión" para llamarlo de algún modo, me embarque en un viaje a través de las galaxias y conociendo a los demás Hermanos, haciendo acuerdos y dejando avisos por donde pasara. Juro que casi conozco a todos los sapiens habidos y por haber del universo, y si no hubiesen estado tan lejos... -Mira a Marcos y luego a Virginia y a mi - Quizá todo fuese diferente...

De pronto el es quien luce culpable, y Dios, que me trague el poso pero no creo que tenga mucha culpa en esto. Vaya ironía porque ahora soy yo quien cree esto de el en lugar de al revés, me pregunto si Marcos lo hace también.

Supongo que se vería hipócrita darle los mismos consejos a alguien en quien todavía no confío...

- ¿Por qué no avisaste por medio de un mensaje o algo? -Pregunto Virginia con tono curioso.

- Porque... Si bien pude ver ese futuro, o un fragmento de el, no sabía dónde y a quienes les ocurriría. Y luego de hablar con los Khemianos aunamos un plan para reducir los factores de riesgo...

- Neferu desconfío tanto como tu -Agrego Bjarni con media sonrisa mientras me veía- Por mi parte no fue tan complicado, después de todo, tengo mi propio número de experiencias inusuales vividas y-

- ¡Yo lo supe desde un principio! El jefe tenía ese vibra tan 'Swash' que grita cosas especiales y todo eso! -Brunis puso su brazo sobre los hombros de Bjarni en un arranque de emoción, el oso estuvo a punto de irse al suelo por el repentino peso y luego empezaron una discusión tonta sobre lo insoportable que es el glotón.

- ¿Qué es eso de "Swahs"

- No tengo la menor idea.

Me reí entre dientes por como el humano y Virginia sólo le prestaron atención a eso.

A la final, las discusiones cesaron con un pesado suspiro. Provino del lagarto quien se recortó contra la pared.

- Aún con meses y años de anticipo, no pude evitarlo. Soy algo decepcionante... Pero estoy decidido a impedir que todo acabe en tragedia -Golpea su gran puño contra la palma de su mano - Si no hacemos algo, las galaxias sufrirán por todo lo que se avecina, una guerra sin precedentes y con un enemigo demasiado poderoso como para imaginarlo siquiera.

Es allí cuando asiente a Brunis y el robusto hombre enciende la pantalla de la tele, mostrando las últimas noticias enfocadas en como el hermanastro de Marcos tomó el control y ahora comienza a desplegar fuerzas de control para todos, el porcentaje de apoyo es de un cincuenta por ciento según las gráficas y a medida que el caos avanza, el número crece también.

- Todo esto fue planeado de principio a fin. Adastra era un caos hasta hace menos de una hora. De pronto las cosas se calman pero se sigue haciendo presión sobre el mismo punto; el miedo. La gente esta tan aterrada, pero luego salen a prestar su apoyo. Eso no tiene sentido-Explica Magis como si hubiese estudiado esto toda la noche. No dudaba que sería así.

- Bien dicen que entre el respeto y el miedo hay sólo una línea delgada -Virginia tenía razón. Infundir el miedo puede ser suficiente para que toda una sociedad dude y busquen por culaquier método una oportunidad de sobrevivir.

- Pero, ¿Qué tiene todo esto que ver conmigo y la familia de Amicus? -Pregunta Marcos confundido todavía - Comprendo el que Euniceo quisiera el poder, me lo dejó claro miles de veces; lo que me extraña es cual sería el motivo de obtener más control, Ya debería ser suficiente para el y su familia, son conformistas después de todo. ¿Por que incitaría propaganda falsa de mi y llenaría de terror las calles? Solo le bastaba con derrocarme y no llevarlo tan lejos como para atacarme, hacerse la víctima eh ir por Amicus y los suyos. Y luego Tiberio... -Baja la cabeza como si recordar lo lastimara, y yo siento el mismo dolor.

- No es tan sencillo en realidad -La afirmación de Virginia nos toma por sorpresa a todos- ¿Recuerdas que Tiberio se sentía mal? Tenía estos dolores en el brazo, dolores de cabeza, espasmos en el ojo. Pude hablar con el un momento luego de que llegarán y fue fácil notar su estado.

Eso es cierto, cuando fue a mi casa apareció con una expresión desencajada, parecía estar forzando su respiración por un momento, llegamos tarde ene espera a que se recuperara, y cuando lo hizo, parecía haberse olvidado del dolor o lo que fuera. Actuó normal y no tenía síntomas de nada.

- Si, pero no parecía nada grave... ¿Esto que tiene que ver con nuestro problema?

- Abre los ojos cabeza dura. Esto es mas profundo de lo que parece... -Sus ojos morados miran a Marcos- La noche en que Neferu y Bjarni llegaron a Adastra les hablaron de unos chips nano biométricos, ¿Recuerdas?

- Si, esos chips fueron diseñados para el comportamiento cardiovascular, si no tengo mal entendido. La propuesta vino de la tierra y fue muy tentador para el area medicinal eh impedir infartos.

La explicación de Marcos apenas y tiene sentido para mi, pero de algún modo creo saber hacia dónde va todo esto. Una risa sin humor manifiesta de pronto, Bjarni está cruzado de brazos luciendo enfadado.

- Eso te dijeron entonces. Pues que patraña -Tecleando en el dispositivo de su brazo se revela en la pantalla de la sala imágenes nuevas en 3D del chip en cuestión. Los componentes resaltan con sus respectivos nombres y demás- No se quien rayos fue el infeliz que hizo esta aberración, pero ese chip no es nada medicinal. Se trata de un baño dispositivo para la reeducación mental de quien lo porte en su sistema.

"¿Qué? Ósea... ¿Para controlar a la gente?"

- Exactamente es eso -La afirmación del lagarto a mi pensamiento me tomé por sorpresa- Tenemos la sospecha desde hacía tiempo de que los humanos podrían construir esto tecnología con un fin egoísta y malvada, así que, enviamos a alguien a investigar.

- Y regreso con esto -Bjarni señala el chip todavía en la pantalla- No sabíamos si realmente era lo que teníamos, pero no es muy descabellado pensar en ello. Eso explicaría por que Tiberio actuó como lo hizo -"Eso quiere decir... Que Tiberio no lo hizo adrede. Lo sabía" -Sin embargo, todavía no entendemos como funcionaba en primer lugar. Estas cosas por su cuenta no funcionan sin energizarse correctamente y eso lleva su tiempo.

- No puedo creer que mi gente hiciera eso... -Se lamentó Marcos.

- Sea cual sea el caso, debemos tomar cartas en el asunto. Primeramente, avisar a Khemia sobre el estado de Neferu, incitar al faraón de mantenerse quieto y hacer los mismo con Omorfa. Luego será buscarles un lugar seguro donde quedarse mientras resolvemos esto.

Y... ¿Ya? ¿Eso es todo el plan?

- ¿Nos quedamos fuera hasta el último momento? -Me sorprende oír a Marcos así. Es como si la idea de quedarse fuera, aún si es por su propio bien, le molestara.

- Eres el enemigo número uno de Adastra, apenas podemos ocultarte en un planeta sin que estalle la guerra con que sólo toques el suelo, niño. Esto es lo mejor.

Brunis tampoco parecía muy dispuesto a eso, pero querían mantenerlo a salvo. ¿Eso no es suficiente?

- No...

- ¿Mmm? ¿Qué dijiste?

- Eh dicho que no. No me voy a quedar atrás -Marcos se coloca de pie con la barbilla en alto, observando al lagarto de forma impasible. Por primera vez, noto una expresión diferente en el. Hay sorpresa- Estoy cansado de huir de mis responsabilidades. Que si debo ocultarme, disque es por mi bien, y que no debo meterme en algo tan peligroso. Basta, estoy cansado de todo esto.

- ... -Hasta ahora, nunca había notado lo aguerrido que es este chico... Si ceño fruncido, una mirada tajante, pecho afuera. Todo lo contrario al penoso, al amable, al mentido o temeroso. Este Marcos está dispuesto a pelear.

- Quiero dejar de culparme por todo esto, así como usted dice. La única manera en la que creo que puedo hacer eso es redimiéndome ayudándoles a ustedes. Peleare de ser necesario, pues huir no es una opción para mi -De pronto golpea su pecho delgado y un sonido bajo como de tambor resuena en la sala, y me deja sin habla- Salvaremos a Elisa, la familia de Amicus, Tiberio y a toda Adastra. No aceptaré un no como respuesta.

...

Mierda.

Nunca creí experimentar de el algo como esto, el orgullo, es como si mi propia sangre ardiera en motivación con la suya. Me cautiva y estremece como si fuera la primera vez, y por una nueva ocasión sin contar, me percato de que este humano no tiene igual ni aunque buscará por todo el cosmos.

- ¡...! -Una risa rompe el aire denso, Virginia no puede evitarlo, sujeta su estómago y respira con dificultad. Y nosotros...

Bueno, sonreímos un poco en comprensión. Cualquier otro esperaría oculto en un rincón por miedo a morir, pero Marcos se esta lanzando hacia el peligro, está dispuesto a luchar y eso ya es mas de lo esperado.

- Hay que ver que tu no eres un humano normal... -Sigue riéndose la de ojos morados.

- Te puedes acostumbrar.

¡Wohoho! Esta que arde el chico. Como me inspira a abrazarlo, es hasta tierno cando doblega a los demás con sus motivaciones, tal y como acaba de hacer con el lagarto.

- Esta mas que claro que nosotros también iremos Jefe... -Me aseguró de que la voz salga mas o menos igual a la de Brunis, sólo para bromear.

- Muy bien, siendo así, entonces no me quedara de otra. Los demás si quieren pueden... -Pero el de piel escamosa no acaba la rase cuando todos negamos. Ahora estamos juntos en esto- De acuerdo. No digan que no se los advertí. Tendrán que prepararse para lo que viene.

Bufo con una sonrisa.

- Eso sera fácil. Soy el mejor en Pugnu -Trato de jactarme de mis antiguos logros durante la adolescencia como luchador, pero no contaba con la respuesta de Magis.

- Oh, pero que veo, ¿Un rival o saco de prácticas? El antiguo Príncipe de Adastra tendrá que demostrar esos dotes o de otra forma acabarás perdiendo uno de esos bonitos dientes.

El reto no me intimida para nada, en cambio, estoy motivado a luchar. Le respondo con un "Que así sea" y acordamos ponernos de acuerdo mas adelante para entrenar. La conversación entre todos se vuelve más vana con el tiempo y luego de minutos enfrascados en tonterías, el lagarto vuelve a llamar nuestra atención.

- ¿A dónde entonces?

Buena pregunta.

- Khemia sigue teniendo un lazo político con Adastra aún cuando es inestable. Si llegamos allá, es muy probable de que acuden al faraón de ocultar prófugos de la justicia y querrían iniciar una guerra... Lo cual sería tremenda hipocresía porque lo malditos tienen a Nef.

Lo que dice Brunis es muy cierto. Ahora es peligroso acercarse a esa Luna.

- Con Omorfa sigue siendo lo mismo. Tendríamos que buscar un lugar que este prácticamente apartado de ellos por completo y luego hacer lo del mensaje... Pero no se me ocurre ningún lugar -Magis busca una solución a esto, pero no atándose el cabello o caminando de aquí allá lo consigue. Luego de minutos, Bjarmi suspira con molestia palpable.

- Muy bien, en vista de que no queda otra opción...

- ¿Estas seguro? -El lagarto lo interrumpe, sabiendo lo que dirá antes que nosotros.

- No es como que hayan mas opciones. Además, alguien me debe un favor todavía. Sólo debo avisarle que estoy en camino -En eso, procede a activar el dispositivo de su brazo otra vez, luego de teclear la pantalla digital un rato más, vuelve la mirada hacia nosotros. Notando lo atentos que estamos a el- ¿Qué?

- ¿A dónde vamos? -Cuestionó Virginia.

- ... -El osos pasa por diferentes expresiones, seriedad, tristeza, molestia y algo como la nostalgia mesclada de alegría. - Manė... Iremos a mi planeta, mi hogar natal.

"Oh por Dios..."

- Fijare el rumbo entonces...

- ¡Espere, señor lagarto! -El mencionado se detiene al llamado de Marcos. Se voltea y lo mira- Gracias... Á todos en realidad, por no abandonar esta causa perdida que soy y... Todo eso.

Los ojos amielados de Marcos me observan entonces y siento una calidez en mi pecho. Tan familiar y querido ese sentimiento de amistad, sonrió pequeño y luego miro a otra parte.

Necesito resolver las cosas conmigo mismo para poder hablarle como se debe... Ese es el plan al menos.

- No es nada... Y pueden llamarme M si quieren. Supongo que un apodo no está de más...

Y con eso se pierde en el pasillo. Rato después nos dispersados todos para ir a descansar, sabiendo que debemos estar listos para cuando llegue la hora de aterrizar.

Rememoro toda la plática de hace un rato mientras estoy camino a mi habitación yo sólo, pensando el los riesgos que todo esto involucra. Ya los vi en mi mente y aun así pienso tomarlo. Tengo una misión en la que no puedo fallar.

"Iré por ustedes pronto, sólo esperen" Mama, hermano, amigos... Tiberio.

No los voy a abandonar.

~♧~

La nave finalmente ah atravesado la atmósfera de Manė, luego de unas dos horas de viaje, el planeta originario de Bjarni. Se nos han dado varias prendas para usar ya que el frio de aquí es demasiado fuerte. Sólo espero no congelarme.

Mientras esperamos a por los demás para abrir la compuerta, espero en mi sitio, recostado contra una pared al costado de la salida. Amicus me acompaña en silencio, así ah sido desde que nos reencontrarnos y no creo que vaya a cambiar demasiado pronto.

- Mhm... -El me extiende algo en una de sus manos de pronto. No pregunto, sólo lo tomo y veo que se trata de la corona que hizo para mi. Esta algo maltratada, pero resistió bastante. Me alivia saberlo ya que... Bueno, le eh cogido mucho aprecio a esta pieza de regalo- Virginia se la encontró antes. Y aprovechó de entregar tu mensaje. Y te tomaré la palabra... Más adelante.

- Mmm... Es mas de lo que esperaba recibir -Respondo, sintiendo tranquilidad en mi ser.

Le había pedido a Virginia luego de separarnos que le dijese algo sencillo a Amicus en mi nombre.

"Todo es difícil ahora. Así que esta bien si no hablamos, pero debes estar conmigo a cambio, porque estaré contigo cuando lo necesites y cuando no también. Es la única forma de superar todo."

Algo con muchas implicaciones entre letras, pero necesario para que se captara.

Los demás habían llegado finalmente, con Bjarni delante de todos, luego Amicus y yo, Virginia y Magis, y al final estaban Brunis y M.

Estábamos listos.

Las compuertas se abren y entonces el páramo helado nos recibe con una suave ventisca y vistas de terciopelo blanco. Hay varias figuras por delante de nosotros.

Cuando Bjarni avanza y una de sus patas toca la nieve, me quedo sin habla. Lentamente su pelaje cambia a un color blanco y con colores amarillos. Me sorprende este cambio radical tan repentino, al igual que a todos los demás.

- ... ¡Hmmp! Novatos... -Es lo único que dice cuando voltea a vernos y avanza, tomando la delantera con el que asumo es el cabecilla en esta Luna.

Respiró hondo ante la anticipación y el miedo, me sostengo sobre mi mismo y fortalezco mis convicciones. Soy un humano, que cometió errores que debe enmendar, que ahora luchara por los suyos y defenderá la vida...

- ¡...! -En silencio, Amicus enrosca su dedo meñique con el mío propio. No me observa, pero se que esconde ese silencio que ahora nos divide y une- "También estoy aquí para ti..." -Pienso apretando su dedo en respuesta.

Soy un humano torpe que sim querer se enamoro de un lobo. Uno que ah sufrido y siento que debo proteger. Y lo hare a toda costa.

Esa es mi convicción. Ahora lejos de Adastra, y más lejos de la Tierra. Sin hogar o familia propios, defenderé a quienes me importan en esta vida.

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Hola todos, gracias por leer hasta aquí esta historia . Estoy muy agradecido porque siempre lo hacen y me dejan sus comentarios o estrellas. Los aprecio enormemente.

Verán , este arco esta apenas en la mitad, la otra seguira a continuación . Pero debo decirles que por el resto de este mes no subiré capítulos porque necesito descansar (Y me toca estudiar para la uní igualmente)

Así que, de nuevo gracias por acompañar a nuestros personajes preferidos hasta aquí . Sus historias apenas se están escribiendo y nuevos desafíos aparecerán , pero sólo podrán superarlo si se comprometen en ello. Así es la vida.

Gracias de nuevo , ahora si me despido. Adiós!

 

Chapter 30: Curiosidades

Chapter Text

Les dejo un pequeño apartado con datos que quizás no quedaron claros o no conocían de mi historia.

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Detalles que no conocías de la nueva Adastra.

• Encuentro Infinito se desarrolla en una línea temporal alterna producida por la alteración del destino Espacio/Tiempo en el pasado.


• Teóricamente, los personajes tienen dos o tres años más que en la historia original. Por lo que los eventos canon de Adastra no sucede de ningún modo.


• La madre de Amicus no murió gracias a su ofrecimiento como servidumbre a la corona del momento (El padre de Marcos). Exigió que ayudaran a su madre a cambio de tener al príncipe de la Luna a sus pies.


• Marcos y Amicus fueron torturados de formas diferentes cuando eran niños.


• La guerra contra los Khemianos nunca ocurrió, a eso se debe el lazo ya existente hasta antes de la invasión humana. (Por consiguiente, significa que Cato nunca enloqueció y si fue un buen amigo)


• Brunis si tiene ambos brazos en esta historia. Esto lo hago ya que, según registros canónicos, el glotón lo perdió cuando sucedía la invasión de Cato a la colonia de su especie cuando Adastra se enteró de como los Khemianos los rescataron a ellos, sus anteriores Niños que fueron abandonados. En el proceso perdió su extremidad y su raza se extinguió hasta sólo quedar el y un compañero. En mi historia, esto repercuta en que no hubo tal guerra gracias a la cordura puesta en Cato, y  no cobro a casi toda su especie como su brazo.


• La tecnología Parental no está disponible en la Luna. Ni el sistema de drones o cualquier elemento sibernetico originario de los Padres. La invasión de los humanos los hizo proteger su integridad a cualquier costo.


• La tecnología humana a superado con creces a la de los Lobos, pero no se compara todavía a la de otros Hermano. Sin embargo, las armas... Ese es otro asunto.


• Tiberio es mi oc, pero está inspirado originalmente en aquel lobo que solía ser hijo del Triunviro de Tricelli que engañó a su hijo y Amicus cuando se besaron para exponer al príncipe, lo que resultó en que el emperador Potes (padre de Amicus) los expulsara a Ancoris. (Como dato curioso, Tiberio es muy vergonzoso, pero los brazaletes que lleva en cada extremidad [Y digo TODAS donde puedas poner algo así], son un recordatorio de que es un esclavo de sus deseos carnales])


• Cassius quedó medio sordo luego de que una granada humana estallara muy cerca suyo. La sensibilidad de sus oídos lo hizo quedar comprometido en lo que respecta a la audición. Por ello utiliza aparatos, y de no ser por Alexios, muere.


• Elisa y Marcos sólo tuvieron minutos de diferencia al nacer, pero no cumplen el mismo dia. En el calendario humano, Marcos nació dos minutos antes de la media noche y Elisa un minuto después. Por ello son prácticamente hermanos, además de que sus padres los hicieron unirse en amistad desde antes de poder caminar.


• Alexios no tiene garras. Un detalle que no mencione en los capítulos anteriores era que Alexios perdió sus garras cuando se llevó a Cassius a su planeta, Omorfa. Los gatos son muy reservados, y aunque suelen ser eruditos la mayor parte del tiempo, sus reglas están por encima de la sangre incluso. Así que, como castigo menor al llevar un fugitivo de una Luna en decadencia, le cortaron las garras, o más bien, extrajeron de raíz como un escarmiento.


• Neferu es llamado "La gloriosa Flor de Khemia" y a mucha honra. No quería decirlo, pero a mi parecer, que les digan Flor o algo similar, es algo para sentirse orgulloso aún cuando están basados en sociedades originalmente machistas. El chacal no es repudiado de su lugar en la fila del trono debido a que fue el primer hermano que realizó un trato comercial justo con el Emperador de Adastra en ese momento, que era el padre de Marcos. Su destreza y lírica le permitieron hacerse con el respeto del hombre y la amistad de un Marcos un poco mas joven.


• Virginia se convirtió en homóloga principal de Khemia al conocer todos los datos disponibles de Adastra, además de realizar evaluaciones y actuar en función de consejera no oficial para la familia Khemiana. También se llegó a comprometer con el chacal para mantener su estadía en ese planeta.


• Marcos sabe tocar cuatro instrumentos musicales, que serían la guitarra, piano, violín y tambor. Este último fue mas por las festividades y tradiciones, pero lo suyo son los instrumentos clasicos.


• Me gusta representar a Amicus, Tiberio y Marcos como un triángulo amoroso basado en tres elementos aromáticos que se relacionan bien entre si, pero no todos juntos. Es decir, lavanda, salvia y limón. Según la hervologia, la salvia hace de un aroma relajante si se junta con la lavanda y ayuda a limpiar el ambiente, pero el limón protege de las plagas y amplifica los olores con notas dulces y cítricas. Juntas podrían funcionar en un jarrón, pero... Sabemos que este trío no se puede cumplir así de fácil 😏


• La familia de Amicus no le han dado un sepelio debido a Potes (padre de Amicus) y a Cato, debido a que por los traumas del pasado, el lobo, quien sería el cabecilla de la familia, aún no acepta este echo y que no encontraron sus cadáveres luego de la guerra.


• Los Hermanos Osos los estoy inspirando en la historia y mitología Nórdica. (Como dato curioso, los osos pueden cambiar el color de su pelaje como un defecto congénito de su ADN que los hace lucir menos destacable según el entorno. A esto se le conoce en la vida Real como mimetismo y sucede con ciertas clases de osos, zorros, lobos y aves. Pero haré que sólo los osos se vean de colores blancos o pálidos cuando están en su planeta natal nada más, siendo la única Luna donde hay clima templado permanente.)


• Rodhea, el nombre usado para la madre de Marcos, está inspirado en Rosa. Rodhea significa 'Bella Rosa' o algo similar, y esto en particular lo hago para dedicárselo a mi madre, que en paz descanse.


"Vive en mis recuerdos y en cada flor del valle rojo carmesí, porque existes en su aroma y en mi piel, en mi mera existencia y anhelo de tenerte. Eterna eres y serás en cada una de mis memorias, y como el tiempo, serás imperturbable" para ti, mamá 💝

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Nos leeremos mas pronto de lo que creen 😉

Chapter 31: 🌠Capítulo Especial: Infinitamente Encontrados🌠

Chapter Text

Este capítulo no tiene que ver con el canon de mi fanfic, es un regalo tanto de Navidad como de cumpleaños para mi querido Amicus , y por que no, para ustedes también, tomando en cuenta que hay ciertos criaturos que andan algo 🔥🔥🔥

Jejeje ahora disfruten 🤗

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- En serio cariño, ¿Hacia dónde me llevas? Llevamos mas de media hora caminando.

- No seas exagerado, sólo han pasado cinco minutos -El lobo tarareo ante eso, según la percepción de Marcos, tardaron tanto fue porque Amicus no deja de hacerse el tonto en todo el camino. Oh, pero claro, es que la idea de venderlo nada mas saliendo del Palacio era de lo mejor hasta que lo llevo a la realidad.

- A mi parecer, llevamos más tiempo. Además, ¿Que es esto? -Toco la venda que cubría sus ojos- ¿Por fin decidiste vengarte de todas las veces que te obligue a servirme vino cuando llegaste? Si es así, lo siento. Sólo no me comas o algo así.

Es todo, rompió en risas por sus ocurrencias. Sólo a Amicus se le ocurrían estas tonterías, pero sinceramente, lo ama por eso y mucho más. Amicus se había convertido en una pieza clave de su vida, llevándolo a conocer cosas que nunca creyó reales, vivir experiencias únicas que los unieron más, aventurándose día con día en las diversas eventualidades que el destino les prepara. Siempre daba gracias por el nuevo amanecer, el siguiente respiro y la oportunidad de despertar al lado de este maravilloso hombre, que si bien no es perfecto, nunca lo cambiaría por nada en todo el universo.

Precisamente este día estaban teniendo una pequeña aventura en el valle. Había estado preparando durante meses está sorpresa, la cual cambio una y otra vez hasta tener este pequeño y lindo momento de intimidad para ambos. Después de todo, hoy era un día especial y quería aprovecharlo para los dos, muestra de ello es la canasta en su mano derecha, mientras que con la izquierda guiaba a su prometido por este camino de sendero sinuoso que tuvo que despejar con antelación.

Ya estaban cerca, los árboles empezaban a disminuir y la luz comenzaba a cruzar el follaje de las hojas en los árboles. Estaba emocionado y la cola de Amicus decía que también lo estaba. Arrastró con un poco más de rapidez a su lobo emperador para llegar pronto, el no tardó en seguirle el paso, y cuando el camino por fin se despejó, una vista bastante enigmática y llena de simplicidad los envolvió.

- Muy bien, hemos llegado... -Acercándose a su prometido, Marcos liberó la mano de Amicus y dejó la canasta de lado. Poniéndose de puntillas sobre sus pies alcanzó la cabeza de su lobo y le hizo inclinarse, comenzó a liberar el nudo de la venda y sólo antes de apartarse, dejó un casto beso sobre esa boca lobuna que tanto le fascinaba, ganándose un pequeño ruido de aprobación.

- Si vas a hacer eso luego de vendarme los ojos, puede que te deje hacerlo más seguido -Se sonrojo levemente por el comentario atrevido, sabía que escondían esas palabras, una petición silenciosa de lo que quería. Pero sólo por ahora lo ignoraría.

El humano soltó una suave risa en cambio y terminó con su labor, para luego permitirle a Amicus ver el lugar, cuando esos ojos azules se abrieron y se adaptaron a la luz, dijo;

- ¡Feliz cumpleaños!

- Vaya... -Amicus sonrió ampliamente por la vista, una pequeña planicie con pasto cubriendo el suelo, vista contigua a un acantilado que observaba hacia la ciudad. Además, el lugar tenía sombra parcial por un árbol en el costado rocoso- ¿Me trajiste a ver la vista?

- ... -Se contuvo de golpear su frente cuando noto su falta de comprensión en el asunto- No, esto... -Le mostró la canasta y luego señaló el entorno- Preparé un picnic sólo para los dos, por tu cumpleaños. Traje incluso tus comidas preferidas, las prepare yo mismo. Como has estado bastante ocupado, pensé que sería un buen detalle...

Desvió la mirada sintiéndose apenado, Amicus le observaba y rascaba su cabeza cerca de la zona donde se sostenía su corona de laurel dorado. No había estado muy seguro sobre esto, el lobo estaba acostumbrado a cosas elegantes y el estar en el Palacio era su segundo lugar favorito en este planeta. Estuvo planteándose la idea de ir a la playa, pero han ido tantas veces que sería repetitivo, entonces, mientras pensaba, un día decidió escaparse para caminar y luego de un rato (En el que se perdió por completo) dio con está zona apartada. Le pareció perfecto en su momento, incluso vino con un día de antelación para limpiar las hojas y ramas para que se viese más bonito.

Pero ahora se cuestionaba que tan bueno fue esto...

- Pero si no te gusta, podemos volver al Palacio, hacer otra cosa o... ¡Mmm! -Fue silenciado por un suave y amplio pecho. Amicus lo estaba abrazando con una fuerza casi aplastante, trato de extender el gesto durante un tiempo más, aún cuando le costaba respirar. Estos momentos le parecían tan sagrados entre ambos, porque a veces la distancia de las horas del día parecían demasiado y solo lo abrumaba, sin embargo no decía nada para no ser una molestia, aun cuando lo habían platicado muchas veces eh incluso Amicus le incitaba a salir juntos, que lo acompañara en su jornada.

Ambos se esforzaban a su manera, y creía firmemente que era lo que importaba en realidad.

- Me parece perfecto, así como tu. Muchísimas gracias, cariño -Sintió como un beso fue depositado sobre su cabeza y así de fácil sus extremidades se volvieron blandas bajo su toque y cada duda se disolvió- Es increíble. De veras que no te merezco.

Se rió por lo bajo.

- Lo hice porque te amo.

Y ahora era el turno del lobo para sonrojarse. Era tan lindo.

- Debo admitir que me sorprendió que te tomaras las molestias de hacer algo así, considerando que este no es un asunto tan importante -Comentó Amicus mientras lo guiaba hacia el centro de la planicie para armar el picnic. Eso llamo su atención.

- Pero, es tu cumpleaños. Obvio es importante -Dijo algo consternado. Amicus sólo se encogió de hombros mientras extraía la manta a cuadros de la canasta.

- Si, bueno. Nosotros lo vemos como un día más. De acuerdo, cumplimos un año y todo lo demás, pero ¿Cuál es el objetivo de festejar algo así? Todos los dias nacen nuevos bebés. Eso si es algo para celebrar.

Aún le sorprendía cuantas diferencia existían entre sus culturas, y esto de todas las cosas consiguió que pusiese una mueca de horror. La ensalada de pollo casi se le cae incluso.

- Es que... ¿Cómo lo digo? -Pensó bien en sus palabras. Desde el pequeño incidente de hace meses sobre lo que significaba ser novios y lo del sexo que podía conllevar, había estado meditando todo lo que fuese a explicarle a su lobo en dado momento. "No existen malos entendidos, si no malas explicaciones" Por alguna razón ese dicho era bastante apropiado- Digo, se trata de el día en que naces, de por si es una fecha muy especial. ¿Nunca te han hecho una fiesta o algo similar? O a alguien más...

El negó con la cabeza luciendo un poco perdido.

Mientras se acomodaban continuaron la plática, explicando la importancia del cumpleaños en la tierra, el lobo parecía intrigado y eso estaba bien. Así fue hasta que se convirtió en algo mas banal. Amicus elogió cada uno de los platillos que preparo. Marcos sabía que le gustaba el queso, pero el de Adastra era muy desabrido, así que tuvo que mover cielo, mar y tierra para encontrar una cabra, y con algo de investigación, preparo su propio queso. Luego busco por todas partes la forma de preparar un pan especial, recordaba la receta a medias y yendo al restaurante que Amicus le mostró hacia meses, consiguió la ayuda del chef, la textura crocante y el sabor del queso tenían a su prometido suspirando, y eso le fascinaba.

Luego estaba la siguiente etapa de su plan, las frutas. Lastimosamente, las frutas en Adastra aún no se cultivaban del mismo modo que en la tierra y eso automáticamente las hacia insípidas, por lo que siguió con su siguiente opción y una que lo dividió entre reír y consternarse. Tomo "Prestado" dos racimos de uvas de la habitación de Cassius y Alexios sin que el gato se diera cuenta. No estaba orgulloso de ello, pero valía la pena por ver a Amicus feliz.

Además, estaban ricas.

- Uff... -Luego de comer hasta casi reventar, Amicus se recostó en la manta mirando al cielo, su mano hacia círculos en su barriga demostrando lo satisfecho que se sentía- Edepol, no comía así desde... Ya ni recuerdo. De verás, serás un gran esposo.

- Si lo dices sólo para que te cocine por el resto de nuestras vidas y me tengas descalzo y embarazado en casa, seguro que así será -Me atreví a bromear, pero la mirada que me dio fue obviamente una duda- No Amicus, no puedo embarazarme. Eso es de... las mujeres.

- Oh... -Soltó una suave risa que le hizo rodar los ojos. Así todo tonto le quería- Ven aquí.

Lo tomo de la mano y recostó a Marcos a su lado, con la cabeza reposando sobre su pecho, sintiendo la respiración del peludo y los latidos de su gran corazón. El humano cerro los ojos y se dejo llevar por el momento, las sensaciones de la cercanía, los sonidos opacados por el ruido de la naturaleza, la brisa que acariciaba su ser y los finos rayos del sol de media mañana. El calor del pecho de Amicus se sentía más abrazador que el sol, ¿Y era eso posible?

Si le dijeran a Marcos hace meses que terminaría aquí, abrazado a un lobo antropomorfo emperador del espacio, viendo las nubes de un cielo de otra Luna, comprometidos y unidos por un anillo, viviendo está historia de amor... Seguramente hubiese pateado en las pelotas a ese alguien.

Pero estaba aquí, era real, todo lo que pasaron los trajo a la actualidad y los junto de un modo inesperado. Y ¿Saben que? No cambiaria absolutamente nada.

- Un beso por tus pensamientos -Marcos levantó la mirada, sintiéndose inundado de pronto por las emociones de euforia, gratitud, amor ante todas las cosas.

- Sólo recordaba cosas... Debería estar abrumado ahora, pero la verdad no lo hago. Es extraño, pero supongo que el amor que siento es mas grande que cualquier otro temor -Agitó la cabeza entonces, deshaciéndose de esos pensamientos nostálgicos- De cualquier modo, disfruto de estos pequeños momentos contigo.

Y fue como ver un globo inflarse, el pecho de Amicus creció a la par de su sonrisa, y en lugar de responder, beso al humano, con todo el amor e ímpetu que su cuerpo podía expresar. Lentamente sus manos rodaron sobre sus costados y Amicus lo levantó para que quedara recostado sobre su amplio frente. Las manos no se alejaron, si no en cambio se aferran con fuerza entre si mientras que con delicadeza recorría esa piel caramelo. El lobo suspiraba dentro del beso, de pronto lo casto se convirtió en algo más y lo santo comenzó a perderse...

Y aunque Marcos jamás lo aceptará en voz alta, era esto lo que esperaba al final de sus planes.

~◇~

Mentiría si dijera que no ansiaba esto. Su cuerpo ardía de deseo incontrolable por la sola presencia de este hombre, este humano que tanto lo enloquecía. Sus dedos se enroscaban sobre si, apretaba sus cuerpos en movimientos horizontales que rozaban sus partes bajas, el calor que emanaban sus bocas y el sabor adictivo de los besos en una danza sensual que los hacia caer lentamente.

Tanto amor, tanto deseo, tanto... Todo. Y su cerebro fallaba con las palabras, pero se aseguró de decir lo único que tenía más claro que el agua en su vida.

- Te amo -Murmuró y gimió cuando Marcos chupo su lengua de esa manera enloquecedora. Bajo sus grandes manos hasta la circunferencia prohibida de su hombre y acuno ese precioso trasero que tanto lo tentaba. Puro deseo y pasión los envolvía y ni el sol ardiente que es Vita los detendría de llegar hasta el final.

Marcos gimió cuando sus fauces pasaron a su cuello y mordió con suavidad la carne blanda, dejando pequeñas marcas que apretaron más los pantalones de ambos. "Me gusta morderte porque eso significa que me perteneces, y me amas de vuelta, tal y como lo hago contigo" Un día se lo confeso a su amado y esa noche no pararon de gemir hasta que sus cuerpos cedieron por el cansancio de las múltiples rondas de sexo, de hacer el amor, de conectar con el otro.

Cambio de posición ahora, dejando a Marcos recostado contra el mantel y quedando Amicus por encima, se enorgulleció al ver el desastre sensual que era el humano. Cuerpo semi sudoroso, pupilas dilatadas, respiración agitada, y la evidencia de su excitación entre sus piernas. El y sólo el había sido el creador de está vista, y sería el destructor de la misma.

Por ello no dudo dudó en bajar, oliendo cada tramo de piel canela y tentadora sobre la ropa blanca que lo cubría, desplazo su nariz fría en las costillas de su hombre y sonrió pícaro por el nuevo gemido de sorpresa.

- Tonto... ¿Qué crees que haces? -Exigió saber su humano entre respiraciones cortas.

- Oh, nada. Sólo... Juego con mi comida -Y sin repudio alguno uso su lengua para acariciar fugazmente la polla erecta de Marcos. El de pelo castaño se retorció sobre si mismo por el repentino espasmo de placer que recibió en esa lamida, y Amicus saboreo el delicioso pre que escurría su humano. En un principio, cuando comenzaron a intimar hace meses, se sorprendió por este sabor medio amargo y salado, no fue desagradable en realidad, al contrario, lo llevo al borde de querer más y en una sola ocasión ordeño a Marcos como si fuera una vaca- Pero tranquilo, no me gusta tomarme demasiado el tiempo... Aunque eso ya lo sabes.

El se rió por su comentario.

- Tan impaciente... ¡Hey! -Las ganas lo estaban matando, arrancó las ropas de Marcos de un tirón, y de no ser porque eran desabróchables ya estarían rotas.

- Pero mira eso... -Lamio sus labios cuando la gloriosa desnudes de su prometido quedó expuesta a la luz del brillante sol. El sudor se reflejaba sobre su piel lampiña y esa imagen engrosaba su verga al punto de no poder aguantarlo por mucho tiempo mas.

Sin embargo, se tomó su tiempo de mimarlo, lucía algo apenado y miraba a todos lados como si temiera que los viesen. Seguramente olvidando que estaban muy lejos de los ojos ajenos.

Se inclinó sobre el, besando de nuevo sus labios para relajarlo lo suficiente y que ambos disfrutarán por completo. No fue una sorpresa lo que vino luego, fue Marcos quien lo desvistió a el ahora, dejando al viento y sol su cuerpo expuesto. El sudor se acumulaba bajo el pelaje mientras el sol seguía su carrera a la cima del cielo, y sonrió ampliamente cuando supo que ambos sabían que por fin llegó el plato principal.

- En la canasta, hay algo que es para ti, y para mi... -Apenas dijo Marcos mientras recuperaba el alimento.

Sin perder demasiado tiempo alcanzó dicha canasta y de ella extrajo dos cosas, la cual una llamo más su atención que la otra.

- Lo del empaque azul es para ambos, el negro es para ti... Si te parece bien probarlo esta vez.

Oh dioses, no tenía idea de lo que causaba en el. Todo su tren inferior palpitaba en ambos extremos por la anticipación y prefirió callar para lanzarse a la acción.

- ¡Wou! Pues, que bueno que te guste -Se abalanzó sobre Marcos, luego tarareo, dejo un camino de besos en el rostro, cuello y pecho de su humano, bajando lentamente hasta por fin hacerse con su polla. No midió ni se anduvo con rodeos, la metió completa en su boca dando lametones y llevándola al extremo de su garganta- ¡Ay joder!

Aprovecho el éxtasis de su humano mientras chupaba, alternó en sus manos, ahora libres. Una la llevo hasta el frasco azul que tenía lubricante, colocó una considerable cantidad en su mano y comenzó a tantear los terrenos previamente explorados de Marcos, jugando con un dedo astuto que causó oleadas dentro de Marcos que bien podían hacerlo correr si no sujetaba con firmeza su polla. Las quejas llegaban pero lo instaba a resistir por el.

Amicus siguió con el juego, volviéndose cada vez más audaz y ahora masajeaba y lubricaba su propia polla. No quería lastimar a su humano, después de todo, quería seguir gozando con el, y luego de esto tendrían que regresar a pie a casa.

Podía cargarlo, pero habían muchas cosas que deseaba hacer con el y sus piernas funcionales.

Una vez acabo con su polla, liberó la de Marcos cuando su boca comenzó a acalambrarse. Un 'POOP' húmedo resonó cuando la libero. Subió nuevamente y dejó un beso sucio con su propio sabor al humano, se puso de costado con el y empezó a preparar lo siguiente, pero ahora dejaría a Marcos jugar con el.

- Ven aquí -Se recostó y dejó al humano sentarse sobre su pecho dándole la espalda, el lo captó de inmediato y comenzó a trabajar en el lobo. Marcos tomó algo de lubricante y Amicus observó como con lentitud aplicaba en su tesoro estrecho y manejaba su polla como un experto- Eso es querido...

Se dejaron llevar entonces, manos volando aquí y allá, los dedos de Marcos infiltrándose en su agujero estrecho mientras le hacia la mejor paja de la temporada, Amicus repitiendo el proceso, con la diferencia de comerse la verga del humano como si la vida se le fuese en eso.

- Ahh~ -Ambos gemían, muy cerca de su punto glorioso. Estaban preparados para acabar con todo y no hicieron falta las palabras, fue como sincronizarse y saber lo que iba a pasar a continuación.

Se separaron entonces, Marcos se desplazo hasta el siguiente objeto, sólo Dios sabrá cuando lo obtuvo, pero lo agradecería más tarde. Vio como se posicionó entre sus piernas abiertas y masajeo juguetón su agujero una vez más. Mostró sus colmillos en una sonrisa cargada de promesas indecorosas si no se apresuraba; y claro estaba que se tomó su tiempo para jugar. Ambos goteaban y no podían controlarse más, por eso lo motivo a hacerlo de una vez.

- Me dices si te duele -Dijo su amado prometido sosteniendo el consolador tocando su entrada. La cosa fácilmente era del tamaño del pene de Amicus.

- Tu tranquilo, puedo maneja- -Y lo metió en seco- ¡Maldición...! -Gimoteo sintiendo dolor y sudor frío por todos lados, no estaba listo. Oía a Marcos disculparse en la distancia y lo atrajo consigo a su pecho, se sentó y la maldita cosa terminó de entrar un Milenio después (Según el).

Amicus beso a Marcos con todo lo que tenía mientras se meneaba, esperando que pronto el dolor se fuera y su interior se expandiese al fin. Fue una dura espera pues no suele hacer del pasivo muchas veces, pero lo suele disfrutar. La única diferencia es que está cosa es más grande que el de Marcos y le llevó su tempo tomarlo todo.

-Respira cariño, acéptalo -Hizo caso, y lentamente, lo demás sucedió solo.

~♡~

Al borde se sentían, mientras las paredes carnosas del interior de Amicus comenzaban a aflojar y el placer le inundaba los sentidos, Marcos se encargó de posicionarse a si mismo sobre su lobo. Amicus lo abrazo por la cintura, y alineando su agujero con la polla de Amicus, lentamente bajo.

- Oh Dios Santo... -Sentía los anillos de carne darle paso, Amicus estaba alucinando en el paisaje del placer eterno y efímero al mismo tiempo. Se sentían mutuamente, ambos sufriendo por un esfuerzo que en cuestión de nada, se volvió todo- Ah mierda... Te amo -Lo beso con fuerza, Amicus al fin reaccionaba y sus caderas subieron, cuando bajo, fue recibido por una estocada directa en su próstata- Joder, has eso otra vez.

- No resistiré... -Murmuró contra sus labios.

- Entonces follame como si no hubiese mañana, mi emperador.

Y eso fue lo que hizo.

- Oh dioses... Malditos padres... Aah~ -Amicus los comenzó a balancear uno sobre el otro, piel rozando, sudor goteando, el crudo sonido de la carne golpeando sumando a una cacofónica de gemidos que provenían de ambos. Estaban persiguiendo el final del túnel, la línea de meta, el maldito huevo de Pascua oculto en sólo Dios sabe donde.

Sus corazones latiendo a mil mientras que golpe con golpe estaban más cerca, Marcos se sentía tan lleno, como suele ser al estar con su lobo, su hombre, el macho alfa de su manada que le rompía con su amor los interiores a base de éxtasis.

Amicus se sentía tan pleno, lleno de jolgorio, orgullo por todo en lo que se ah convertido, este chico, se ah vuelto TODO su mundo. No pide nada más, no ansía a nadie en su lugar, sólo es el y todo se trata de el hasta el final de los tiempos en que acabe su último jodido aliento. Mientras entraba y salía de el, sabía que más allá de sólo tener sexo, se estaban uniendo como un todo de sus almas.

Lengua lobuna afuera, lamiendo cuello y haciéndose con todo su sabor. Bocata humana traviesa, empoderada de esos pechos como montículo bendecidos por la naturaleza. Cosquillas, espasmos, dolor, ansiedad, alegría, euforia...

Te amo. Te amo. TE AMO.

Repetirán sus mentes en sintonía, una y otra vez mientras que ambos rompían sus límites, el orgasmo cerca, la estrechez de Amicus llenada por completo por la loca idea de su hombre y Marcos a punto de ser el receptor de todo. Un comienzo y un final como debe de ser, y...

- ¡Ah, mierda! No aguanto...

- Dentro... ¡Lléname todo!

Y los deseos del humano fueron las órdenes del lobo.

¡Aaaaahh! De manera simultánea estallaron de forma gloriosa, Amicus llenando cada esquina de Marcos con su semilla y el humano depositándose sobre el pecho de su lobo.

Se desplomaron luego, exhaustos hasta decir basta y quedando del lado junto al otro.

...

- Ugh... Dioses... -Sin aliento es poco decir. Amicus estaba muerto si se le permitía exagerar, mientras Marcos... - ¿Cariño?

No respondió, hasta que...

- Zzz... Zzz... -Los pesados ronquidos del humano lo hicieron reír suavemente. El lobo los llevo hasta la sombra del árbol y se encargó de limpiarlo a ambos.

Luego, espero. Sabiendo que esperaría por Marcos cuanto fuera necesario, porque el, era su todo...

》》》

- Entonces, al fin me gano el cansancio -Amicus asintió a esta duda mientras devoraba las sobras del picnic. Ya era cerca de la tercera hora y el sol se había atenuado.

- Te deje dormir todo el rato. Te veías tan relajado. Supongo que nos hacía falta algo así.

Ambos fueron algo sonrojados.

- Si te soy sincero, esperaba hacerlo un par de veces más...

- Goloso.

Marcos soltó entonces una risotada tras oír eso. Mientras Amicus terminas de comer, ciertos pensamientos invadieron su mente, así como recuerdos de la vez que visitó la escuela a la que su prometido asistía.

- Amicus -El lobo soltó un ruido, indicando que tenía su atención- ¿Crees que en otro mundo tu y yo seamos felices?

El emperador dejó de comer en ese momento.

- ¿Y esa pregunta de pronto? -Cuestionó curioso.

Marcos no sabía como explicarlo, era algo en lo que había estado pensando desde...

"Ambos sufrirán..." Eso había dicho aquella cosa... "El otro" desde entonces, de un tiempo hasta acá no dejaba de pensar en los "Tal vez"

- Es que siento que tu eres todo para mi, y por lo tanto, si te perdiera, no podría vivir... -Lentamente se acercó a el para tomar su mano, una que Amicus ya tenía dispuesta para el - Y luego tengo estos pensamiento del tipo "¿Qué pasaría si el y yo nunca nos hubiésemos encontrado?" y este miedo visceral me invade... No quiero vivir algo así. Me pregunto, si existen otros mundos, ¿Estamos juntos en ellos?

- ... -Amicus guardo silencio, sabiendo que era un tema importante para su humano. Lo medito, pidió sabiduría a los Padres para saber que decir. Y cuando no obtuvo nada, sólo dijo; - Quisiera poder aplacar tus dudas, amor, pero no puedo. Sólo soy un lobo tonto que gobierna una Luna... Pero si tengo algo claro -Puso ambas manos sobre las de Marcos, haciendo relucir los anillos en sus dedos- Estamos juntos en este mundo, y eso es lo que importa. Nada nos separará, al menos por mucho tiempo, pues siempre volveremos a los brazos del otro. Y si es cierto lo que dices pues... -Se encogió de hombros con una sonrisa que, sin saberlo, apaciguo el interior tormentoso del humano- Esperemos entonces que sean tan tercos como nosotros para lograrlo. Ya sabes, no puedes desafiar el destino o lo que sea.

- ... Ja ja... -Marcos abrazo a su prometido, sintiéndose más calmado y feliz. En su subconsciente sabía que Amicus tenía la razón, no importaba en que mundo fuera, estarían destinados a encontrarse infinitamente hasta el final de los tiempos.

Y eso Nada lo cambiaría.

- ¿Qué dices si regresamos al Palacio y acabamos con lo que empezamos?

Uh. Le gustaba como sonaba eso.

- ¿Quién es el goloso ahora? -Picardía en la voz del humano.

- ¡Tu! -Y así empezó una guerra de cosquillas que acabo en besos y caricias de más.

El destino no es lineal, podemos cambiarlo con nuestras decisiones, y sólo a veces, otros influyen en el. Pero solo nosotros somos capaces de determinar el final de un capítulo y el inicio de otro sin importar la dificultad o la adversidad, ser rescilentes es lo que nos queda para poder hacer del final de nuestra historia, el mas grande de todas las historias.

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¡Feliz Navidad a todos! 🎄🎆🍻🤗🎉🎊

Chapter 32: Resoluciones

Chapter Text

¡Hola!

Feliz año nuevo, día de Reyes y cualquier otra cosita por ahí . Como va el inicio de año? 😁

Por fin estoy de regreso y esta segunda etapa de la historia comienza... ¡Así !

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Adastra...




Una Luna como ninguna otra, a millones de años luz de la Tierra. Cuidada por las benevolentes manos de los Padres, supuestos dioses que buscan lo mejor para sus hijos.




Este lugar, tierra lunar acunada por los antiguos Romanos que colmaban sus existencias de manera abundante. Hogar de los Lobos y tierra renaciente donde una vez vivió un hombre, visir y revolucionario. Elegido por los creadores y bendecido con grandes facilidades, con la creencia de que el cambio esta dentro de todos y cada uno de los seres con inteligencia de las múltiples galaxias.




Su nombre ya muchos lo conocen...




Pero ¿Qué queda de aquella quien fue su fuerza y motivo de lucha perpetua? La razón de ser, su todo y su nada. Nadie la conocía más que por su simbolismo. La única Hermana que estuvo dispuesta a sacrificarlo todo por una especie al borde de la extinción, la Santa, la mártir de todo un mundo que dio su último aliento a la causa de un hombre dispuesto a todo por ella por igual.




¿Qué tiene ella que ver en todo esto, luego de años, décadas, siglos en los que la prosperidad vino y se fue? Cuando las alianzas se fomentaron entre terceros, cuando la paz era una constante, y cuando se fundó una guerra inesperada que atrajo a todos en un espiral de devastación.




Tal vez tenga nada que ver, tal vez su sacrificio no tenía mayor significado, tal vez sólo era una Hermana Hindú Tigresa cualquiera, "Pudo ser cualquiera" dirán otros. Pero yo...




Yo lo se mejor.




El futuro que ella pensó podía construir con sus manos fue nada mas que una maquinación, una trampa disfrazada de bella utopía lejana que resultó ser la muerte segura al lado de ellos...




Esos malditos Lobos...




Un día era una chica tranquila, feliz y dedicada. Comedida a su labor de costurera. Teníamos planes, y viviríamos en nuestro planeta sin remordimientos hasta que llegase el día en el que tuviéramos que formar parte de la Amalgama y nos reuniéramos con nuestros padres; y luego, al día siguiente se creía toda una mujer con poder sobre su futuro al lado de un perro pulgoso.




La sangre me hierve de sólo recordar sus palabras antes de marcharse.




"Me necesita, y yo necesito encontrar mi lugar en el universo, y si esta junto a él, sólo yo lo decidiré. Tu no eres nuestros padres ni nadie para exigir nada."




...




No supe nada más de ella hasta años después cuando todo paso, su enfermedad dio la cara, esa extraña cosa comenzó a comérsela viva y ya era muy tarde para ayudarla, era muy tarde para salvarla con la cura de mi planeta...




También fue muy tarde para mi. El viaje que emprendí en su búsqueda se vio aparatoso y termine aquí, sin conciencia de donde estoy realmente, vagando lejos en una nave sin energía, abandonado por los malditos dioses y condenado por mi propia mano. Tuve que detenerla, luchar, matarlo antes de que todo pasara. Pero no, preferí quedarme atrás y verla morir lenta y tortuosamente como la estúpida ingenua que solía ser.




Sólo recuerdo su nombre, sólo recuerdo lo que era, sólo recuerdo su amabilidad...




...




De algún modo, tras tanto tiempo dormido, puedo ver más allá de mi sueño inducido. Se lo que a pasado durante todos estos años, cada detalle, pequeña cosa importante de la historia, como si alguien la hubiese murmurando en mi oido mientras dormía. Conozco a cada personaje de este loco cuento y la cabida, la importancia que poseen y lo que esta en juego. Es como si todo se repitiera, con esos dos...




Amicus y Marcos.




Debo hacer todo lo posible, hacer lo que este a mi alcance para impedir que suceda de nuevo y el universo se cubra en su oscuridad. Esa cosa no esta acechando, siempre estuvo a un lado de todos conspirando sin dudar. Alteró la vida, la historia y el tiempo, no puedo permitir que haga más, que le haga lo mismo a ese humano y cobre su vida tal y como lo hizo con...




Mi hermana, Meera...




...




...




...




~○~


- Dime, ¿Qué muestran las estadísticas el día de hoy? -La voz monótona del nuevo emperador supremo de la Luna Adastriana pregunto a su progenitora, quien era también su consejera en la labor. Era un alivio para Euniceo saber que no tenía que designar a sus demás hermanos en cargos de poder, son demasiado holgazanes para tal cosa.


Viviana por otro lado...


- Los centros de reclutamiento están en su sesenta por ciento de capacidad. La aprobación que recibes de los ciudadanos, lobos y humanos, es bastante alta. Y las jornadas de trabajo pre impuestas resultaron en algo favorable. La producción de tierras para la cosecha antes de temporadas de invierno sera prospera, esto gracias a tu espléndida decisión de regresar a Genoveva a su cargo y mejor que antes como jefa del sector alimenticio -Explicó la mayor con una sonrisa fría de labios pintados en negro, cubierta por la sombra de su ostentoso sombrero negro- A los que no, los ignoramos y preparamos como cerdos para el matadero. Nuevos obreros para la producción de armas, sin duda alguna. Próspero a final de cuentas.


Eunicio sonrió ante esos datos.


- ¿Que hay de los insurgentes? Las primeras semanas estaban decididos a irse con todo en nuestra contra.


Recordaba los ataques de bombas improvisadas al Palacio, casi dando a la sala del trono, donde se encontraban ahora. Enviar a los nuevos guardias que se unieron a su causa les resultaba mas que satisfactorio. A quienes se rindieron, les permitieron ser parte de sus filas... Luego de un pequeño acondicionamiento. Y los que no...


Hay que usar la imaginación para esta parte.


Los humanos podían ser parte de el, pero quienes se opusieran, fueran de la raza que fueran, pagarían con sangre. Viviana había ayudado a Euniceo a llegar a esa conclusión.


"Hay que recordarles quien esta a cargo" Decía ella.


Y por supuesto, la mujer encantada de "Ayudarlo".


- Luego de hacer uso de gases venenosos que dejaron a diez de ellos muertos en el acto, se retiraron más allá de los límites de nuestras tierras. Sigue siendo territorio Adastriano, pero las dunas son peligrosas, hay criaturas gigantes y raras que seguramente ya los devoraron... -Viviana cabeceó un poco y lamio sus labios como si probará el sabor de sus palabras, entonces observo a Euniceo y esa sonrisa que el más joven empezó a ver como algo que lo lograba poner nervioso apareció- ¿Enviamos cazadores a por sus cabezas, hijo mío, emperador?


El tono era... Dios Santo. Le causaba tanta aprensión, pero decidió ignorarlo y negar con la cabeza ante la duda mórbida de su madre.


- Tu lo has dicho. Morirán allí afuera. Lo mejor es concentrarse en finiquitar los detalles faltantes aquí... -Eso puso en limbo la conversación. La sonrisa desapareció y la seriedad inundo el rostro que solía ser su inmaculada e ignorante madre egoísta, dejando en su piel un riso de temor anti natural que seguía sin saber de donde venía.


- ... Esta bien. Sigamos entonces.


Suspiro discretamente de alivio.


"Eso fue intenso..." Pensó Euniceo mientras recordaba el comportamiento inusual de su madre en estos últimos meses. Luego de la huida de Marcos, muchas cosas cambiaron en esa Luna donde el humano gobernaba, y lentamente el miedo comenzaba a apoderarse de los corazones de todos los que estuviesen desprotegidos o gobernados por el.


No sabía que sentir al respecto, pero no buscaría darle forma tampoco. Ahora tiene el poder, eso es lo que le importa.


Si... Nada más.


- Esto a sido entretenido, sin duda. Ahora bien... -Jugó con la ostentosa corona de oro fundido que sus escla- súbditos le otorgaron el día de la ceremonia de coronación- ¿Qué nos toca a continuación?


- Mmm... -Viviana medito mientras observaba su tableta. La mujer hacia su mayor esfuerzo por contener una ansiedad monstruosa...


Una que era peligrosa y no le pertenecía, y a la que Euniceo era totalmente ajeno.


- Deberíamos priorizar las jornadas de salud y vacunación contra enfermedades. El tétanos y gripe aviar se pueden dar con facilidad.


El más joven observo entonces a su progenitora de reojo, ella sonrió levemente ante esto con su soberbia usual.


- ¿Desde cuándo te interesa tanto la salud de otros?


- Desde que son nuestros esclavos y requerimos de su sangre para obtener lo que buscamos... -Y ahí está. Esa sonrisa otra vez. Cada día era más complicado mantener la calma ante la obvia sed de sangre de su madre. Sin mencionar cuán poco creíble se oían esas palabras, había algo más que lo incomodaba y le asediaba en el fondo de su mente.


Carraspeo incómodo y miro a otra parte, buscando una escapada de esa platica.


- Pasando a otro tema... ¿Cómo esta el movimiento de los otros Hermanos, gato?


De entre las sombras a espaldas de su trono, la figura delgada y felina de Alexios surgió, luciendo su fachada e inexpresiva. Ninguno de los dos humanos estaba cómodo cerca de los demás hermanos, pero este gato en particular...


- Favorable, mi señor.


Dijo con voz uniforme.


Este gato resultó más útil de lo que esperaban, pensaban ellos.


...


~○~


Caminar por los pasillos de aquel gran recinto le generaba paz, al menos desde que comenzaron a usar el lugar como su hogar temporal y una base de operaciones. El extenso lugar y paredes de baldosas incorporadas en hexágonos grandes generaba un contraste interesante, pues la arquitectura de los Osos si bien era bastante bruta en el exterior, tenían el diseño de interiores muy bien dominado.


- Pero eso no es lo que importa ahora...


Ciertamente, porque el día de hoy, M sentía está extraña inquietud en su pecho. El de sangre fría no podía dejar de pensar, analizar, buscar un error de operaciones en las últimas semanas, pero no daba con nada. Es como esa vez cuando...


- No otra vez... -Sintió el estómago hundirse cuando aquella idea se planto en su mente.


No puede cambiar otra vez. No sabría como manejarlo, apenas y esta en condiciones ahora para lidiar con su presente, y su si vuelve a ocurrir algo como lo de hace años...


- No. No va a pasar -Agitó la cabeza y su cola se batió en respuesta sincronizada. Trataría de convencerse de ello hasta el último segundo, es decir... Ahora podía permitir engañarse, cosa que antes no le ocurriría ni en décadas de vejes. Quizás al fin está sucediendo eso que ella le dijo alguna vez sobre que también era un amante del drama o lo que sea.


No importa.


Llegó al final del pasillo, una algarabía provenía de las puertas dobles contiguas y podía imaginar lo que ocurría dentro. Se han estado debatiendo esto desde que aquel humano se empeño en fortalecer su espíritu y voluntad. Su fuerza en bruto también.


Poso una de sus manos, verdes y llenas de escamas esmeraldas que nunca imagino podría terminar adaptando, cuando empujó...


- ¡Woah! -Lo primero que vio al entrar a la extensa habitación fue a una gran figura peluda rodando y chocando contra la pared a su lado. Este se levantó con una sonrisa de emoción ante el clamor de la batalla- ¡Eso fue bueno para empezar!


Con un movimiento seco hizo tronar su cuello, Brunis arrancó a correr con ferocidad y saltó al centro del cuadrilátero donde se estaba desarrollando la contienda.


Lo segundo que vio fue la gran cantidad de osos que gritaban y vitoreaban a los peleadores, apostando incluso sus pertenecías, porque si, aquí los métodos de comercio eran distintos a otros planetas hermanos.


Sabía lo que pasaba, pero aún así necesito asegurarse. Miro a los alrededores y entonces encontró a Virginia, quien observaba de brazos cruzados el espectáculo.


- ¿Qué tal te encuentras M? -Dijo a modo de saludo la loba.


- Podría estar mejor... -Otro hábito con el que a tenido que lidiar en los últimos años, el pesimismo natural. Siempre está allí listo para rasguñar en todo momento- ¿Acaso es lo que estoy pensando?


La mujer de observo de reojo con una sonrisa de suficiencia, un suave asentimiento de cabeza fue su respuesta.


- Se esmero demasiado para llegar hasta aquí. Aún le falta según mi opinión... Pero mi hermano seguramente lo aprobaría como alguien digno de dar pelea.


El agarre de ese hombre a los brazos rechonchos de Brunis le permitieron jalarlo y usar el peso del más grande en su contra. Callo como un costal de papas a la lona, aunque luego se levanto una vez más.


M contemplaba con fascinación su crecimiento, lo confiado que se veía y lo fuerte que estaba ahora a diferencia de cuando pusieron un pie sobre esa Luna osuna. Sabía que aún le faltaba mucho por recorrer, pero ahora...


- ¡Anda, pequeño príncipe! ¡Dame con todo lo que tengas! -Exclamo Brunis cual grito de guerra y obviamente tuvo su respuesta.


Camino hacia el centro de la lona, bajo su cuerpo a la altura de su centro y tomó posición defensiva, listo para continuar.


- Entonces, ven por mi, Brunis -Dijo Marcos exudando confianza al calor de la batalla.


...

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Por hoy eso es todo mi gente, y ya se que esta muy corto, pero es mientras tanto , una intro, interludio o como le quieran llamar. Lo bueno está por comenzar apenas en esta historia 😉

Nos leemos pronto 🤗

Chapter 33: Te Conozco

Chapter Text

Hey amigos, quería hacer una aclaratoria porque me lo han preguntado bastante estos días sobre el modo en que escribo.

Esta clase de símbolos   (~¤~, ~♤~, ~♧~) se supone que cambian la perspectiva a otro personaje, el primero es para personajes secundarios y los otros dos van dirigido a Amicus y Marcos respectivamente.

Ahora, con estas flechas   (》》》) hago referencia a un avance rápido del día o la noche , como sea, un adelanto para la trama.

Eso sería todo, disfruten el cap de hoy 🤗

○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○○

—Que inicie la sesión entonces —Lord Eric se sentó en su enorme silla, el asiento chirreo debido a su peso, demostrando la antigüedad de su estructura.

Nosotros le seguimos después, tomando asiento en nuestros respectivos lugares. Yo me encontraba cerca de Virginia y Magis, M se colocó casi al frente listo para empezar sus alegatos, en caso de que hiciese falta. Habían pasado cinco meses mas o menos en el calendario de la Tierra y durante ese tiempo nos adaptamos a un nuevo estilo de vida. Adoptamos nuevas costumbres, estudiamos lo que estaba a nuestro alcance, y nos preparamos para lo que pudiese venir antes o después de este día. Meses de espera habían culminado, por fin sabríamos la decisión que tomaría el rey de Måne para con nuestra causa.

Recuperar Adastra seguía siendo mi prioridad, eso fue lo único que permaneció igual después de todo esto. Salvarlo de lo que sea que hayan echo Eunicie y Viviana. Salvar a la familia de Amicus y a Neferu.

Dios, apenas y puedo creer que el Faraón fuese tan comprensivo cuando M y Brunis fueron a explicarle la situación. Casi pensé que iniciaría una guerra de forma estrepitosa. Pero gracias al Todo, el se lo tomo con calma y mente fría y dedujo que lo mejor era esperar.

Bien y dicen que las malas noticias son las primeras en llegar, y desde que nos fuimos, no ha habido ruido alguno de esa Luna donde viví mis últimos años.

—Nos tomó un poco de tiempo deliberar, sobre todo por lo repentino de su llegada y la temporada misma. Estamos en medio de un invierno cruento. No piensen algo equívoco, por supuesto que nos alegra tener aquí a tan pintorescos personajes… —Explicó el soberano con una suave sonrisa. Lo hacía ver más amable de lo que sus cicatrices en brazos y medio pecho revelado permitía ver— Sin embargo, traer hasta la ciudad central a nuestros Ledere(Líderes) fue imperativo para decidir. Después de todo, nuestras tierras se dividen en tres, y al final del día, seguimos siendo una gran familia.

¡For den flotte familien! —Exclamaron los Osos en la sala, así como los guardias también. Eso se podría traducir como “Por la gran familia”.

—Es comprensible, Lord Eric. Agradecemos su hospitalidad, en nombre de Adastra y Khemia. Así como su apoyo incondicional —M como siempre iba a la vanguardia, exponiendo con tranquilidad y buen uso de palabra sus argumentos. Según el, en sus viajes no tuvo oportunidad de conocer Måne. Se había retrasado lo suficiente recorriendo los otros planetas Hermanos y por ello, Bjarni fue de vital importancia para nuestra llegada tan bien recibida en lugar de haber sido encerrados por invadir espacio no autorizado.

El oso en cuestión se veía tenso, observaba a todos lados y esquivaba las miradas agudas de Lady Sifgrid. Era extraño verlo lucir así. Por otra parte, su pequeño hermano Clemens parecía estar tranquilo. Una sonrisa perpetua que no abandonaba y rostro mientras que parecía evaluar algo interesante en nosotros…

—… —Aunque ahora que me dijo bien, está mirando a Brunis.

—Joven Marcos.

Respingo en mi lugar ante el repentino llamado. Lord Eric me observa y no tengo idea de para que me requiere. Creí que sólo hablaría M por nosotros.

—Uh… Si señor —Rápidamente me colocó de pie, sintiendo la mirada de todos sobre mi, trato de ser respetuoso dando un paso al frente e inclinando brevemente la cabeza  hacia ellos, la corte de Måne. Veo a Bjarni, buscando algo de consejo en el. Sólo me ve una vez y luego cierra sus ojos como si descansará.

Parece que estoy solo en esto.

De pronto todo se siente más frío, mientras que debajo de mis ropajes hay un calor intenso y un poco de miedo ante cometer un error grave. Se que es la presión al momento, pero…

¿Quizás me culpen por todo lo que paso? Sinceramente, no me sorprendería. Eh tenido sueños incluso en donde esa situación ocurría a donde fuera. Pierdo a Adastra para siempre, a la familia de Amicus, Neferu, y yo…

No lo soporto.

—Hay un par de cosas que quisiera preguntarte yo mismo, si se me es posible, claro —Asiento, sorprendido de que pida permiso. Sólo tenía que ordenarlo y en cambio fue amable— Gracias. Ahora bien. El señor M… —Observa al susodicho un momento— Ya me explico todo lo que ah estado ocurriendo con ustedes. Primeramente, y se que no me incumbe, debo decir que desapruebo la invasión inicial de su raza… —Y ahí está. Ahora es cuando me dicen toda la mierda que e sido— Han traído sufrimiento a los Lobos y desestabilizado todas las galaxias con su estrepitosa llegada. Es decepcionante saber que la Inteligencia otorgada por los Padres pueda llevar a esto…

Eso es verdad. Los Humanos somos una raza traicionera y egoísta. No merecemos su apoyo.

—… —Ya imaginaba yo que algo así me dirían, pero no sabía que dolería tanto, el pecho se me apretó incluso.

—Sin embargo, debo decir ahora que también es trágico notar que, mientras algunos intentan solucionar los errores del pasado, otros crean nuevos que perjudican incluso a los de su propia familia. Permíteme decirte, muchacho, cuanto lamento tu posición —Levante el rostro sorprendido. Sólo había calidez en su rostro, como el hombre benevolente que todos dicen que es— Hemos estudiado a detalle todo, tus cambios para la Luna, como has intentado cambiar para bien, removiendo leyes discriminatorias y tratando de eliminar estigmas. Debo decir que es admirable que intentarás todo eso en tan poco tiempo, y puede que lo hubiese logrado.

Lord Eric me sonríe ampliamente. No sabría que decir a eso. Me siento algo apenado.

—Só-Sólo lo hice porque me pareció lo correcto. Además… —El llega a mi mente entonces, trato de dispersarlo rápidamente. El es el motivo de muchos de mis cambios, aunque no lo quiera admitir— Lo hice por otro motivo…

Siento como las mejillas se sonrojan, dejándome en evidencia ante todos. Aunque es fácil culpar al clima después de todo.

Lord Eric no ahonda en el tema, en cambio continúa.

—Comprendo. Eso esta bien. Entonces… El golpe de estado que te han dado resultó tal y como esperaban. Te sacaron del panorama, no del modo que seguro querrían, pero lo hicieron. Y ahora, sólo los padres sabrán que es lo que planean hacer.

—Y para eso solicitamos su apoyo. Ayúdennos Lord Eric, por favor. Necesitamos hallar una solución para impedir que todo empeore. Ya le explique todo y los motivos por los que llegue aquí, por los que llegue a Adastra en compañía de todos los demás. Si no hacemos algo, me temo que… —M corto con sus palabras en ese momento. Como si temiera incluso decirlo con su propia boca.

Soy consiente de todo lo que podría  pasar si permitimos que ellos sigan en el poder. El lagarto está convencido en que sus visiones tratan de decirle algo sobre un terrible futuro donde todos podríamos perecer, pero de nuevo, se le dificulta saberlo con exactitud.

Aún no tenemos idea de lo que pueda representar eso y mucho menos una forma para solucionar este embrollo. Estamos algo varados y requerimos de una solución inmediata donde ya no caigan más personas inocentes.

Es una molestia andar a tientas con todo esto, sólo quisiera que todo fuese más simple. Que mis problemas no hubiesen involucrado a todo el universo y sólo estar en paz. ¿Es mucho pedir eso?

Y luego esta está cosa…

Rasco mi brazo izquierdo, justo sobre las dos pequeñas estrellas que aparecieron de la nada hace meses cuando defendí a Amicus del látigo de Genoveva. Parecen años desde aquel día, e igual que entonces todo es complicado. Por alguna razón esta marca extraña… Bueno, no ah reaccionado en un tiempo.

En fin. Todo es una locura.

—Si me permiten interceder… —Quien hablo esta vez y rompió con el silencio fue Lady Sifgrid, su voz era tan uniforme e indiferente. Sería. Ella no me daba buenas vibras, quizás tenga algo que ver su constante mirada evaluativa, la cual ahora estaba sobre mi. Hasta este momento veia una posibilidad de que nos pudiesen ayudar…— Puedo comprender hasta cierto punto que esten en una odisea con cierto grado de complejidad, y yo de entre todos al igual que mi esposo, soy activa en ayudar a quien lo requiera… —Como si fuese una prueba, tomó la mano de Lord Eric demostrando un breve atavismo de cariño en su aparentemente perpetuo semblante helado— Sin embargo, hay prioridades que atender y dudas que responder. Como por ejemplo, señor M, ¿Que clase de ayuda espera de nosotros? —Todos guardan silencio en ese preciso instante, sólo la brisa helada de la casi noche se escuchaba golpear las paredes. M estaba parado en una encrucijada porque… ¿Qué podía pedirles? — ¿Acaso un ejército? ¿Quiere que sacrifiquemos guerreros a su causa? ¿Ir a una guerra donde las probabilidades de perder y acabar como los Lobos con la llegada de los Humanos? ¿Sacrificarlo todo por unos desconocidos?

Dios, estas preguntas me hacen sentir mal. Virginia me toma del bajo de mi abrigo, una forma de demostrar que esta cerca apoyándome, pero igual es difícil no sentirse mal.

—Por favor… —Un bufido se manifiesta en la sala. Todos dirigimos la mirada a Bjarni, quien hoy más que nunca luce un gesto de desagrado en su rostro.

Algo sobre que ese nuevo pelaje lo hacia hacía ver como más imponente llegó como un pensamiento fugaz a mi mente.

—¿Algo que declarar…Bjarni? —Espetó con dientes apretados la reina. El oso sólo la observó con aburrimiento y respondió;

—Ambos sabemos que no se trata de eso. No es el mejor movimiento en estos momentos y por sobre todo, sería un acto suicida. No subestimes su inteligencia, Lady Sifgrid… —Esto último lo dio como si de una burla se tratara. La osa apretó sus colmillos y sus estilizadas garras rasguñaron levemente la madera de la mesa.

—Oh, ¿En serio? Supongo que me confundí. Es obvio que estando contigo, estarán bien huyendo. Eso lo sabes hacer con una gran facilidad.

Las fosas nasales del oso se ensancharon y votaron un leve humo blanco. El frio aumentaba mientras la noche caía rápidamente aquí.

Bjarni elevó la barbilla con expresión altanera mientras Sifgrid se levantaba. Era como si viese una periferia que conduciría a la muerte de alguien. Podía ver las chispas volar entre ellos, un desprecio tan palpable que era imposible pasar por alto.

—¡Ahh! —Pero nada llega a ocurrir. Un fino ruido corta el aire tenso y hace de todos menos a M y a mi retorcer de dolor. Sujetan sus cabezas y tímpanos con saña. Ve sorprendido como Virginia apenas se contienes de doblarse y cubrir sus orejas. A diferencia de ella o los demás, Lord Eric no se tapa sus orejas. Esta igual de calmado que hace un momento.

Miro ahora a la silla donde se sentaba el hermano de Bjarni, el pequeño oso tenía sus garras en el hocico y era quien emitía el ruido. Un silbido según yo.

Luego de unos segundos más se detiene.

—Este no es el momento, ni el lugar… —Dijo al tiempo que se colocaba unas gafas redondas de montura negra. Sus ojos ya de por si lucían enormes antes, hay que verlos ahora para creer que crecieron aún más— Ah, por fin veo bien. Eso de ser ciego no me gusta… —Su comentario estaba cargado de diversión, la cual uso para ordenar discretamente a el par de osos que estaban por matarse que se relajaran. Sifgrid tomó asiento y Bjarni regreso a su lado.

Eso fue impresionante. Supongo que ese silbido sólo funcionará en mamíferos o algo así.

—Ejemp. Como ya se expresó, queremos evitar un conflicto, sobre todo si no nos incumbe —Dijo el más pequeño de los Osos en la sala— Es bien sabido y comprendido las bajas que podrían existir de por medio, además de todo el coste en equipamiento y preparativos. Sería un total derroche…

—Clemens, simula por un momento que no amas más al dinero que a las personas —Reprendió cariñoso Lord Eric. El pequeño de pelaje semi amarillento atinó a reírse brevemente para luego continuar.

—Ahora, tomando en cuenta lo que se ah expresado, debo resaltar la tasa de mortalidad en esto. ¿Tendrán un plan siquiera para enfrentar esta adversidad? —Su pregunta la dirigió hacia mi. N o cualquier otro estuvo por intervenir con cualquier cosa, pero el rey de los Osos los detuvo en seco.

No tenía nada a final de cuentas, porque sabía lo peligroso que era esto y lo que involucra. Me quedé callado pensando en cualquier cosa, algo que no disminuyese las posibilidades de lograrlo, porque deseo de verdad enmendar mis errores pero ahora cuando se me presenta la gran oportunidad entre las oportunidades comunes, no tengo nada…

Sinceramente, ¿Por qué razón sigo intentando aferrarme a todos? Lo único que logró con eso es que los terminen dañando.

—Escucha Marcos… —El oso de pelaje negro vuelve a llamarme. Veo con algo de tristeza a su rostro peculiar, una cara que puedo asociar a la de un padre amoroso y comedido de su hogar. Alguien que no haría daño pensando erróneamente. Quisiera que mi padre hubiese sido así y entonces no estaría aquí…— Dejemos todo esto de lado un segundo ¿Si? Te voy a realizar una pregunta, y quiero que contestes lo primero que se te venga a la mente. Se sincero, no dudes. Sólo habla, puede que nuestra decisión no cambie, pero de todas formas, esto es importante. Veo que quieres hacer algo, lo estas ansiando con todas tus fuerzas pero… No logras emprender el vuelo.

>>> Respóndeme ahora, joven Marcos, antiguo emperador de la Tierra y Adastra, ¿Qué es lo que tu quieres hacer?

—… —Sólo necesito un segundo para tener la respuesta. Esta allí, en automático, lista para asomarse otra vez. Estoy listo para luchar, no pienso seguir cometiendo los mismos errores, voy a hacer lo que este a mi alcance y sin dudar ni una vez más. Miro a los ojos al gran soberano de esta helada ciudad llena de gente de corazones cálidos, corazones que no pienso quebrar, que deseo ayudar, proteger— Yo-

"¡¿Pero qué…?!" El brazo se me eriza por completo, de la nada algo golpea en la parte posterior de mi cerebro, como un pequeño  espasmo seguido de una idea y luego una respuesta. Una exhalación huye de mi boca cuando presenció lo mismo que el.

—Algo viene…

—¿Marcos…? ¡…! —Virginia tiembla y tropieza en su asiento, al igual que todos nosotros cuando esa cosa choca contra el suelo.

Todos entran en alerta, sabiendo que algo pasa pero no estaban seguros de si era bueno o malo. Yo por otro lado sólo estaba seguro de una cosa.

—Hay que ir con Amicus —Solté sin mucho alargue al tema y empecé a correr. Podía oír los gritos exaltados y las interrogantes de los demás venir a mis espaldas.

Pero sólo corrí, y lo hice tan rápido como podía con tal de estar y proteger a ese lobo…

》》》

~♤~

Me tomo algo de tiempo ubicar el lugar exacto donde callo, pero fue fácil cuando un ligero humo comenzó a generar la cosa esa. Mientras mis pies cubiertos por las botas eran el único ruido cercano, además de la brisa que surcaba las ramas de los árboles en esta zona medio boscosa, mi mente se fue a divagar en las sensaciones familiares. No era algo sobre el bosque o el entorno en general. Se trataba de algo más y no tenía explicación. Una sensación cosquilleante en la nuca me decía algo, más saber que era eso resultaba difícil decirlo.

Ramas y rocas sonaban tras cada pisada, el bosque no era tan profundo y denso al menos. Lo más destacable es la gran cantidad de linternas para ayudar a quien entrará de noche y las casas para aves y otras criaturas pequeñas. Me gustaba que aquí s preocuparan mucho por la fauna en general.

Mi respiración salía a bajos de mi boca, haciéndose un humo blanco que desvanecía sólo un  segundo después. Debo agradecer que mi pelaje creció, de otro modo, está chaqueta no sería suficiente para asegurar el calor. Trato de apurarme al tiempo que mantengo atención en la destrucción que dejó ese supuesto meteorito o lo  que fuera, Marcos ya sabe que estoy haciendo y todo porque descuide mis pensamientos. Debo darme prisa antes de que todos lleguen, asegurar el entorno, esa clase de cosas.

Sin embargo, una voz en lo profundo de mi mente me dice que estoy cometiendo una severa estupidez al meterme aquí, un bosque a altas horas de la noche donde podría aparecer una bestia peligrosa y sacarme los ojos…

Ya se, estoy exagerando un poco. Pero que mas da. Quiero evitar de todos modos que el llegue aquí y corra peligro, ¡Digo! Todos, todos vendrán, seguramente.

“Maldita sea, cállate cerebro” No dejó  de divagar con la idea de estar cerca suyo de nuevo. Aún no logró mantenerme sereno, después de todo, es difícil tomando en cuenta esta… rara cosa entre nosotros.

Rasco mi brazo derecho pensando en eso.

No hemos tocado el tema, pero  quiero hacerlo… En su momento. Al menos ya no me siento aprensivo ante la idea de estar cerca suyo. Y claro, si vamos a buscar una solución a todo este embrollo, tenemos que saber trabajar juntos.

¿Cierto? Correcto.

—¡…! —Mi hilo de pensamientos es cortado cuando veo el supuesto meteorito. No resultó ser eso o basura espacial.

Sonidos mecánicos y cosas como despresurizaciones surgen de ella. Esta… Nave, está aparentemente intacta. La estructura es rara, pero muy resistente…

—Mejor regreso… —Eso digo, en su lugar camino hacia ella como el propenso al peligro que soy— ¿De donde vendrá…? Es tan… ¿Arcaica?

Desciendo por los montículos e irregularidades recién echas en el terreno, trato de evitar hacer mayores ruidos por si se trata de algo o alguien peligroso. Mirando la estructura de la nave, es ligeramente grande y larga. Quizás un poco más que las convencionales en casa.

Mmm…

Mi pecho se llena de calidez cuando recuerdo un vago momento de mi infancia, papá me explicaba por primera vez como manejar una de las naves. Puede que fuese sólo un pequeño lobo, pero recuerdo todo lo que dijo ese día. Pasos a seguir, instrucciones, protocolos de emergencia. Incluso dijo que COM, la inteligencia artificial del Palacio, estaría disponible por si lo necesitaba.

Sonrío brevemente, porque aun así la choque en el patio.

Extraño esos dias de simpleza. Cuando regresaba a casa y mama nos tenia la cena preparada, nos estábamos juntos y agradecíamos a los Padres…

Espero que estén todos bien.

—Ugh…

“… ¿Lo habré imaginado?” No. Justo ahora se repitió ese ruido, es como… ¿Un quejido?

Camino hacia el frente, buscando una entrada en la antigua cosa de propulsores desgastados y estructura oxidada. No veía nada resaltante. Así fue hasta que dí con una especie de botón en todo el frente, debajo del cristal frontal. Lo presionó con un poco de duda y de pronto el frente se parte a la mitad y el cristal se despliega hacia atrás.

Mentiría si dijera que eso estuvo increíble, para ser una nave vieja.

Un humo concentrado sale desde adentro, está frío y vuele a algo viejo, como si no la hubiesen abierto en muchos años. Trato de ajustar mi vista lo mejor posible a la oscuridad en el interior, pero no veo mucho además de unos cuantos botones brillantes y polvo.

—Tu…

Escucho un suave susurro, casi creo haberlo imaginado. Hasta que algo se mueve en la oscuridad, pasos torpes que luego se vuelven pesados y se acercan. Retrocedo, pero ya es muy tarde.

—¡Muérete maldito! —Es lo primero que dice esa voz masculina y ronca. Se siente débil al igual que sus brazos medio entorpecidos. Pero no fallan en su agarre contra mi cuello, caemos juntos al suelo sucio y húmedo, sus manos cobran más fuerza con los segundos y noto la imponencia de este sujeto, su cuerpo me lleva casi una cabeza de ventaja en altura y sus brazos son más gruesos que los míos. Trato de quitarlo de encima, decirle que me confunde con alguien o lo que sea. Pero esta iracundo y pronunciando sandeces — ¡N-No te dejaré q-que le hagas lo mismo!

—¡¿Pero que te pasa?! —Golpeó el interior de sus brazos y se doblan con facilidad, pierde el equilibrio y aprovecho la oportunidad para sacármelo de encima. Me apartó como por tres metros de el. Lo veo, luce extraño, usando una ropa extraña mientras respira irregularmente. No puede mantenerse a si mismo sobre sus pies y el frío debe estar pasando factura— No se quien seas, pero estas equivocado de persona.

El sujeto toce, es seca y da algo de asco. No se recompone pronto, pero cuando lo logra, sigue mirándome con la misma rabia.

—Oh, pero si se quien eres… Maldito lobo —Los pelos se me erizan ante sus palabras. No lo entiendo. En mi vida eh visto a este sujeto.

—¡Amicus! —Giro sorprendido cuando oigo la voz de Marcos, luciendo agitado y algo consternado por el panorama. Y eso que apenas puede ver durante la noche— ¿Qué está…?

Sus ojos se ensanchan cuando dan con el sujeto desconocido. Da un paso atrás, pero luego se obliga a estar al frente de nuevo.

¡Marcos, aléjate!

Para mi sorpresa, gritamos esto al mismo tiempo. Nos observamos con sorpresa y luego irritación. Veo unas luces moverse,  ya vienen los refuerzos.

Pero ahora me aqueja una nueva duda.

—¿Conoces a este tipo? —Acuse al humano. Balbucea un poco y luego niega con la cabeza.

—¡Por supuesto que no! Es la primera vez que veo a un…

En ese momento llegan todos, con linternas más luminosas que acaban con la oscuridad de la noche y revelan al personaje misterioso, y es…

Un Hermano Tigre.

—¿Tú eres…?

—Así es, perro pulgoso —Espetó el hombre exhausto mientras se ponía de pie— Y voy a evitar que arruines todo otra vez…

“¿De que esta hablando? ¿Me conoce?

—Claro que te conozco, señor obvio —Escupe, y veo un notable color rojo escurrir de su boca manchando sus bigotes. El tigre luce algo enfermo, pero parece importarle poco, porque avanza hacia mi con una actitud hostil— Te conozco lo suficiente… Y se lo que debo hacerte.

No puedo moverme por la confusión, aún así intento reaccionar, pero se me adelantan.

—¡Basta! —Marcos se interpone en su camino, sus brazos abiertos en protección a mi persona. El Tigre se detiene en seco, a tan sólo un metro de mi y medio metro del humano.

Todos aguardamos en silencio, esperando a cualquier cosa, queriendo saber que es lo que sucede a continuación, y quien rompe el silencio, es nada más y nada menos que el mismo invitado inesperado.

—Eres idéntico a ella… —Murmura débilmente sobre la cabeza de Marcos, y siento que esas palabras tienen mucho significado.

—¿De quién hablas? —Pregunta el humano.

—A mi hermana… Meera… —Su voz se quiebra al pronunciar su nombre, y yo quedo en shock otra vez. “¿Se refiere a…?”— Ella era tan amable, tan buena, tan valiente… Tan tonta, también… Dando su vida por quien no vale la pena…

Contempló con asombro como sus ojos de un color rojo rubí se pierden en la nada mientras se inundan en lágrimas. Sus ojos parecen puestos en mi, la rabia se diluye, el dolor surge, la tristeza se apodera de el cual ve a Marcos y entonces levanta lentamente su mano hasta ponerla sobre la cabeza del chico. Estoy preparado para atacar, pero no hace falta cuando sólo se trata de una caricia. Sus piernas seden primero y luego suelta un suspiro pesado, que lo hace caer sobre los pequeños brazos del humano, dejándonos a todos con una sensación de confusión colectiva.

—¿Que acaba de pasar? —Pregunto M mientras se aproximaba junto con los demás atrás suyo. Marcos y yo solo nos observamos igual de confusos, mientras el Tigre dormitaba en sus brazos.

“Eso quisiera saber yo. ¿Qué diablos fue lo que sucedió?”

》》》

Un rato después, fuera del bosque…

—¿Dices que no lo conoces? —Pregunto Lord Eric algo preocupado, mirando hacia el vehículo que se llevaba al Tigre a un hospital. Virginia y Brunis estaban hablando con los paramédicos un momento.

—No. Jamás llegue a conocer a alguien como el —Respondió Marcos mientras trataba de infundir calor en sus brazos con sus manos.

—¿Tampoco interactuaste antes con otros hermanos Tigre? —Este fue Clemens, el hermano de Bjarni con un apego peculiar al dinero.

Marcos negó con la cabeza una vez más.

—No. Es la primera vez.

—¿Qué hay de la tv, tengo entendido que suelen transmitir…?

—Lady Sifgrid, con el respeto que se merece, déjeme interrumpir. Sólo eh aparecido una vez en televisión universal, y casi nadie estuvo al pendiente de eso al comienzo de mi mandato efímero. No tengo relaciones con los Tigres, apenas y sabía que existían y tenía entendido que su planeta estaba a dos galaxias de distancia. Y por supuesto, no conozco a ese individuo, ni el como me conocía a mí o Amicus…

Nos mantenemos callados un momento mientras esa declaración se asienta en el fondo, veo a Sifgrid y la mujer luce tranquila. Me pregunto que ocurre en su mente.

—De acuerdo, supongo que habrá que esperar a que despierte. Querido, iré a ver algo en la nave. Ya regresó.

—Con cuidado, mujer… —La vemos marchar hacia la nave, donde Bjarni y otros investigadores osos observaban con lujo de detalles en busca de alguna pista para descifrar este evento. Un suspiro atrapa mi atención y cuando veo a Marcos se esta disculpado con Lord Eric.

—Fui grosero con ella… —Se lamentó.

—Sabe que no lo hiciste con esa intención. Esta pasando demasiado tan de repente. Es normal que pases por eso —Se encogió de hombros el rey, para luego observar el panorama— Es como si de pronto todo se pusiese de acuerdo, ¿No creen?

No estoy muy seguro de a que se refiere con eso, pero el oso se explica sólo.

—Es como si el destino, o alguien más enviará señales.

—A estas alturas, no se que es peor, el destino o los padres —Comentó en automático, la amargura de mi voz es evidente, pero eso sólo causa una risa en el gobernante.

—Tienes un punto allí. La vida puede ser una maldita a veces. Sin embargo, es mejor saber aprovecharla —Esto lo comento observando un reloj de bolsillo. Se veia viejo.

Los relojes en Måne marcan Veintisiete horas, a diferencia de Adastra y la Tierra. Su sol esta muy lejos y la Luna está prácticamente montada sobre nosotros ahora. Es una vista espectacular luego de una suave tormenta helada.

Mientras que el momento pasaba, podía sentir el frío hacer mella en mi cuerpo. Aún no me acostumbro a estas temperaturas, pero eso no es lo que me distrae realmente, Marcos está temblando, casi no puede soportar más estar aquí.

Me debato internamente si debería de hacer algo dada nuestra situación y…

A la mierda.

—¿Amicus? —Ignoro lo que dice cuando me quito una de mis chaquetas y se la colocó a el. Luego lo acerco con uno de mis brazos y trato de brindarle todo el calor posible. Esto es tan bochornoso y no se por que— … ¿Gracias?

—Lo que sea. ¿Estas mejor? —Asiente suavemente, con sus mejillas rojas por el frío y su delgado cuerpo un poco tembloroso. Es una cosa…

—¿Cómo has estado? —¿A qué viene eso de pronto? Me ha dejado descolocado. Sólo suspiro y respondo.

—Bien, supongo. Estuve buscando algo así como la paz interior.

—Oh, y, ¿La encontraste?

Guardo silencio un momento, porque en las últimas semanas sólo pude buscar la paz interior y terminar pensando en el. Pero eso no tiene por que saberlo.

—Yo…

—Hemos terminado —Bjarni llegó, justo a tiempo, con los estudios realizados a la nave. Al menos lo más superficial posible en cuanto a tecnología se refería. Sifgrid le seguía el par y luego se posiciono junto a su esposo. Luego nos reunimos todos, esperando a ver que tenía para decirnos el joven embajador osuno— La nave es bastante antigua, estos modelos no están registrados en la base de datos que llevo años construyendo sobre cada una de nuestras culturas Hermanas.

—Pero es fácil asumir que se trata de la tecnología parental de los Hindú —Continuó Lady Sifgrid— Según la lectura del lingüa, las palabras y nombres de los controles son de ese origen, por lo que podemos descartar que provenga de otro lado.

—Creí que los Hindú no disponían de la tecnología Parental realmente —Agrego un curioso Magis, quien hasta ahora se mantuvo al margen sólo escuchando y observado.

—Pues si, y debido a eso, son los únicos con los materiales más resistentes en naves y con un Impulso casi infinito. Lo poco que eh logrado estudiar sobre sus Padres, dice que eran demasiado humildes y que esa misma mentalidad se las inculco a sus hijos, por ello, fueron dadivosos en las herramientas que dispusieron para su supervivencia —Explicó metódicamente Bjarni, dejándonos sorprendidos.

—Ya veo. Eso quiere decir que ah estado recorriendo la galaxia de forma indefinida. Pero no explica por que en primer lugar llegó hasta aquí. ¿Por qué vendría hasta acá en primer lugar? ¿Sólo para atacar a Amicus y  decir locuras?

Virginia lucía escéptica, al igual que todos.

Yo  sentía que se trataba de algo más. Me pregunto si el también lo pensaría…

Brevemente veo a Marcos y luce concentrado en la plática, supongo que sólo son ideas mías.

—Ahí es a donde quiero llegar. Veamos… Revisando el motor y los paneles, pude deducir que se quedó sin Impulso y combustible para moverse por el espacio. Eh de suponer según el grado de polvo acumulado y el óxido de los componentes, que ah estado varado durante mucho tiempo, y su nave cayó aquí por mera casualidad.

Todos comienzan a hablar al mismo tiempo, no sabemos que creer ahora. Me aturde tanta algarabía y no puedo evitar acercar mas a Marcos cerca de mi. El frio se está volviendo insoportable.

Lo bueno es que se detiene cuando M llama nuestra atención.

—Espera un poco Bjarni. Hay algo que no me cuadra. El sujeto conocía a Marcos y a Amicus, ¿No significa que vino aquí por ellos?

Buena jodida pregunta, sea cual sea el motivo que lo trajo hasta aquí, no confío realmente. Todo esto es muy sospechoso.

—Allí es donde todo se complica… —Bjarni enciende el dispositivo de su brazo, revelando un esquema digital de la nave y toda su estructura interna— Aquí, en esta área de la parte trasera de los propulsores, hay una abolladura, no fue causada con la caída, sucedió en el espacio, supongo yo que fue debido a alguna lluvia de meteoritos o lo que sea, aunque no explica cómo se pudo quedar a la deriva… —Tocó otra cosa del esquema y entonces se ilumino algo similar a un cilindro— Esta cabina que ven aquí, es un módulo de suspensión criogénica.

—Tecnología utilizada para alargar o preservar la vida de alguien durante un tiempo indeterminado —Detalló Sifgrid como si hubiese estado de acuerdo con Bjarni de decirlo, justo ahora no se sentía esa rivalidad o desprecio entre ambos osos.

—Tengo una teoría, y esto tiene mucho que ver con lo que les dijo a ustedes dos… —Bjarni nos observa a Marcos y a mi. Temo por lo que sea que diga, y sospecho hacia dónde va con esto— El dijo específicamente “Mi hermana, Meera” ¿No es así?

Ambos asentimos al mismo tiempo.

—Bueno, revise los registros de la cápsula, la fecha en que se indujo a sueño suspendido… Data de al menos más de ochocientos años.

Me quedo sin aliento al oír eso.

—No puede ser, ¿Durante esos años no ocurrió…? —Marcos esta tan atónito como yo.

—Fue mas o menos cuando sucedieron los eventos de la nueva Adastra. La decisión de Druso y Meera, el sacrificio de ella… No puede ser… —Virginia llevo ambas manos a su boca en sorpresa.

—Si, lo es… —Bjarni nos observa nuevamente, con una preocupación que atraviesa todo juicio y seriedad que pueda tener. Una verdad que derrumba todo lo que creíamos dado por echo— Ese tigre, su nombre es Raunak. Hermano de la fallecida doncella Meera.

—¡…! —Marcos y yo nos observamos sin saber que pensar, decir o hacer, sabiendo que la historia, una vez mas cambia de forma estrepitosa. Al igual que todos aquí lo saben…

La pregunta sera la siguiente; ¿Para bien o para mal?

Chapter 34: Veracidad en Rayas

Chapter Text


- ¿Cómo va con su castigo? -Pregunte, sintiendo algo de asco por pisar este lugar de tan baja calaña. De no ser por los dos guardias humanos que traje conmigo estaría cagado por la presencia de este lobo que parece haber salido de una prisión de máxima seguridad. Sus tatuajes y colmillos afilados dan miedo y sus ojos rojos irritados mee observan de reojo de vez en cuando.

- Más que un castigo, no estoy seguro de que pensar... -Gruño el en respuesta, yo arqueo una ceja sin comprender.

- Supongo que se refiere a que fue una gran tortura para el, su cuerpo digno de la realeza mancillado por cientos de depravados. ¿De eso se trata, no? -Sonrió levemente por la desagradable idea, eso hasta que una rata se cruza por mi camino y un chillido huye de mi boca, mientras casi me trepó en uno de los guardias.

- ... -El lobo me observa con desagrado. Carraspeo y recuperó la compostura, sintiendo el calor de la vergüenza llenar mi rostro- No lo diría así...

Seguimos caminando hasta llegar al final del pasillo. Una puerta negra con bordes dorados y un cartel que dice "VIP" y otro debajo que pone "Desocupado" está frente a nosotros. Hay un olor desagradable a cloro mezclado con sudor y almizcle.

En definitiva, odio estos sitios.

- Aquí esta su Príncipe Khemiano...

Cuando el propietario de este antro/prostíbulo abrió la puerta, nunca imaginé ver tal escena llena de contraste con el exterior. Las paredes eran rojas, cortinas blancas cubriendo ventanas semi abiertas, un suelo con alfombra de color marrón y varios detalles mas como un mini bar al final de la extensa habitación. Al centro, una inmensa cama matrimonial redonda albergaba enredado entre sus sábanas a un chacal con cadenas y grilletes. Su cuerpo apenas y se movía mientras trataba de incorporarse, respiraciones irregulares y un par de moretones, mordidas y arañazos alrededor de todo su cuerpo. La cereza del pastel sería su culo levantado y dispuesto para el siguiente animal que llegará a descargar sus deseos más bajos en el.

- Bueno bueno, Neferu. ¿Qué tal es tu estadía aquí? -Me mofe del hombre con orgullo al saber que justo ahora debe estar roto dentro de sí. Acabado, y sin ganas de vivir. Tal y como esperaba- Ya no hablas mucho, apuesto a que te cerraron la boca y te abrieron otra cosa en su lugar -Digo en vista de que no responde.

Nunca pensé en torturarlo originalmente, mi plan era sacarle toda la información posible sobre los planes de Marcos o sus amigotes que lo salvaron de mi. Despues de todo, madre está convencida de que el Chacal sabe más de lo que nosotros pensamos. Pero cada intento de interrogatorio resultó en un desastre, enfadados nosotros y el burlándose hasta el final, pervirtiendo mis palabras en inmundicias en las cuáles no quiero pensar.

Este es su castigo por insubordinado.

- ¿Piensas hablar de una vez o debo dejarte otra semana aquí?

...

Una pequeña exhalación se escucha desde su posición, el Chacal se incorpora para acostarse de lado, soltando gemidos de dolor por el esfuerzo, dice algo, no lo escucho, me acerco entonces para oírlo mejor y...

- ¿Qué...?

- Dije... -Su voz es apenas un débil susurro- Aún pienso en follarte ese culo de perra engreída.

Como si fuese una prueba, la escoria de hombre se lanzó para lamerme el rostro con su áspera lengua. La sensación asquerosa me causa náuseas, sobre todo por su aliento y el como me tocó la boca. Me cuesta mantenerme en pie.

- ¡Maldito! -Me apartó bruscamente de el, sintiendo como podría vomitar justo ahora, como la vergüenza me llena por completo. El Chacal se ríe audiblemente mientras abre las piernas como la zorra profana que se jacta de ser.

Me doy media vuelta y huyó de aquí, sintiéndome sucio y humillado. Dejó atrás la habitación y amenazó al dueño con que si no hacen sufrir a la perra Khemiana en la próxima semana, el siguiente en su lugar sera el y que obligaría a toda la población masculina para que le de por el culo.

Sospecho vagamente que no le molestaría, pero no pienso tanto en ello. Corro y me apuro a salir de este bodrio con los guardias, en el proceso realizo una llamada y no me molesto en tranquilizarme.

- Dime que le sacaste algo a la puta de Elisa -Mascullo.

La voz al otro lado de mi madre suena indignada y me amenaza por la bajo con que module mi tono.

- Cuidado con como me hablas jovencito. Recuerda quien soy... -La sensación de que algo mas que ella me amenaza se siente e la parte posterior de mi cerebro otra vez, pero la ignoro.

- Tuve un mal momento. Responde.

- Mmm... -Ella suena molesta todavía, pero responde- Es un hueso duro de roer. Hará falta más que una tortura común para sacarle información útil, eso sí es que sabe algo del paradero de tu hermano.

Frunzo el ceño por como sigue llamando a Marcos "Hermano mío".

Los planes de conseguir algo útil para capturar a Marcos y evitar que siga inmiscuyéndose en nuestro reinado se ven entorpecidos por ellos, gente común y corriente cercana a el. Puede que no sepan nada y aún así los tenemos prisioneros...

- No se ni para que los seguimos teniendo encarcelados. Ese bastardo no compartió nada de información, y aunque tus sospechas sobre Neferu fuesen ciertas, no creo que diga nada. Son inútiles.

- Entonces, ¿Los matamos? -Me estremezco por la idea y paro mi marcha en seco- ... Eso supuse. Escúchame bien querido... -Adopta ese tono siniestro que pone los pelos de punta- Un peón no es inservible sólo por serlo, en el ajedrez, cada pieza es fundamental para ganar. Comete un error como dejar suelto a un peón por el tablero y te derrocara como un rey, y no queremos eso, ¿Cierto?

Solté un ruido en negativa.

- Correcto. Siendo así, si no obtenemos nada útil, aún los usaremos de carnada en su momento, y el vendrá sólo. Pero de momento, sigamos buscándolo. Quizás con algo de suerte, nos hagamos con algo más valioso...

Comenzó a reír de una forma retorcida, regando la hierba del miedo que ya sembró dentro de mi. Sin decir más, corta la comunicación y yo quedo aquí, fuera de este prostíbulo, sintiendo que últimamente, nada de lo que hago es por iniciativa mía...

...

~¤~

- Aunque supiese algo, nunca te lo diría, bruja...

Las palabras de Elisa llegan a oídos de Viviana una vez acaba la llamada, la mayor la observó de pies a cabeza, sonriendo por el trabajo de su títere.

Estaban en los calabozos debajo del Palacio, aquí había encerrado durante dias y sin comida a Elisa, luego de que las torturas físicas como electrocución y golpes fallaron. La inanición en la joven mujer comenzaba a hacer mella sobre su cuerpo, el calor del lugar también y sus cicatrices no hacían mucho por cerrarse. Sin embargo, ella no se inmutaba.

- Hay algo que me causa curiosidad. Tu y Marcos fueron criados prácticamente bajo los mismos términos. Claro está que mi hijastro tuvo la peor parte... -Elisa la observó con rabia poco disimulada- Veamos, tu fuiste acondicionada para no sentir casi nada de dolor en tu cuerpo, sólo que usaron métodos menos dolorosos por el contrario de Marcos, quien tuvo que sufrir sólo en un bosque, como una bestia abandonada, luego someterse a torturas físicas y emocionales que casi extinguen su vida. Es una pena que no fue así.

Viviana observó un cuchillo sobre la mesa, dispuesto para la tortura del día. Pensó en sujetarlo por un momento, pero, eso le dijo que se haría cargo por su cuenta.

- Lo que quiero saber es, ¿Por qué se tienen tanta lealtad? ¿Sera cosa de una costumbre animal? Soy consciente de lo que puede llegar a ser Marcos si se enfada de verdad -Soltó una risa sardónica- Podría decir que es incluso peor que yo. Me pregunto... ¿Enloquecería si se entera de todo lo que le pasó a sus queridísimos amigos?

Elisa no respondió nada, solo la observó del mismo modo, ella sabía que decía la verdad, una de las razones por las que Marcos trato de restringirse por completo era debido a eso, sus emociones. Perder el control sobre ellas sacaría a relucir la peor de sus caras, una que su propio padre plantó en el a la fuerza, imitando el comportamiento más hostil de un animal buscando hacerlo lo suficientemente sanguinario como el, aún si tenía que sufrir por los actos que cometiera de manera inconsciente una vez saliera.

Quería creer que estaba bien, en un lugar seguro, protegido de lo que sea, que Amicus se encargaría de cuidarlo como Marcos le contó que harían mutuamente y que solucionarían todo a su tiempo...

Pero ese era el detalle, no sabía que ocurría fuera de esta cárcel, como se sentía y si estaba sano y salvo. No perdería la fe, no. Eso es lo último que debe perderse.

Elisa sonrió debido a ese pensamiento, observando a los vacíos ojos de Viviana, reconociendo esa carencia de vida una vez mas y hablando directamente con quien orquesto todo esto.

- Puedes creer lo que te de la gana. Crees tener el poder absoluto pero la verdad es que sólo eres un intento de vida... -Escupió directo a sus zapatos- Intenta lo que quieras, no lo lograras. Y disfruta mientras puedas, cuando todo acabe, no serás nada mas que un mal recuerdo en el universo...

"Viviana" crujió sus dientes en obvia señal de enojo, y con un chasquido de su dedo, el dio un paso al frente.

- Tiberio, córtale la lengua a esta habladora.

A su orden, el susodicho apareció, luciendo una ropa idéntica a los nuevos guardias del Palacio, o mejor dicho, marionetas. Su vista esta igual de vacía cuando toma el cuchillo, Elisa se prepara para el dolor, pero nada la preparo para la expresión macabra y risueña que apareció en el pequeño lobo, con sus ojitos dorados brillando en un tono púrpura mientras sujetaba su barbilla y la obligaba a abrir su boca.

En cuestión de segundos paso, y el dolor está vez fue mas real que nunca, tanto, que el grito de Elisa recorrió cada pasillo y recoveco del Palacio entero sin falta mientras que llenaba de incertidumbre a quien siguiese consciente y la escuchase, preguntándose a si mismos, cuando acabaría todo esto...

...

~¤~

...

- Hermano...

Esa voz...

Si, es ella. Sin duda alguna...

Mi sueño era plácido, tan tranquilo como un remanente sin fuertes corrientes de agua, disfrutaba de un silencio natural, de cómo el bosque realizaba sinfonías propias de la vida, como los pájaros cantan su melodía sobre las ramas de los árboles, y la sensación de la hierba rascando el pelaje de mi espalda.

Escucho su flauta, una melodía que acompaña a las aves dentro de su orquesta, es tan hermosa, siempre que la oigo me tranquiliza, y nunca me canso de escucharla.

Mamá solía tocarla para ambos cuando sólo éramos unas bolas de pelo. Su flauta quedó en manos de Meera y yo conserve los dotes de padre, como hombre trabajador que se respete, me rompía la espalda todos los días con el objetivo de llevar el pan a la mesa. Hasta ahora e cumplido, siempre constante, llegando a traer más de lo necesario aun si es a coste de mi propia salud.

- No me gusta que te excedas demasiado en el trabajo. Te puede matar la falta de descanso... -Las ojeras debajo de mis ojos son prueba suficiente.

- Ya lo sé. Pero que, ¿Quieres que deje de trabajar y dejarte eso a ti? -Cuando abro los ojos para verla, el brillo del sol me deja ciego, pero se refleja en su rostro, no veo directo a el.

Se que ella preferiría hacer algo más que de costurera, pero no hay mucho para ofrecerle. Las mujeres aquí tienen sus labores y no somos tan liberales como otros Hermanos. No quiero que alguien la lastime si se enteran de sus deseos únicos.

- De cualquier forma...

- No.

...

Eso fue suficiente para silenciarla. Pasamos minutos así, yo con los ojos cerrados disfrutando del cobijo y sombra de este árbol de Aam (Mangos) y Meera guarda silencio hasta que se escucha su flauta otra vez, la melodía no es la de antes, se siente... Diferente, rebelde.

- Hermano... Debes despertar...

¿Qué...?

El recuerdo se hace mas brillante, luego se oscurece de golpe y...

...

...

...

- ¿Despertaste?

Respiro lentamente al tiempo que regreso a la vida real, hay tanto que asimilar al mismo tiempo que no se por donde empezar, y eso que aún no abro los ojos, que por cierto, los siento llenos de lágrimas.

- ¿Cómo te sientes? -Esa voz otra vez. Sólo la eh oído dos veces en persona, pero ahora que me fijo, se siente tan joven, indefenso... Diría inseguro, pero ciertamente, eso ah disminuido en un tiempo.

Los olores en el aire se juntan de pronto, huele extraño, como si una botella de sharaab (Alcohol) hubiese sido derramado a propósito junto con otro conjunto de gases que hacen picar la nariz. Frunzo el rostro, por eso pero...

- ¿...? -Captó entonces otra esencia, es un olor cítrico como... ¿Neemboo? (¿Limones?).

Lo siento tan cerca, es reconfortante, me trae recuerdos a un viejo limonero que teníamos sembrados en el patio trasero de nuestro hogar. Era usado exclusivamente para hace te. Busco un poco más cerca en su dirección, no está demasiado lejos y quizás si aspiro un poco más pueda dormir otro poco y...

- Veo que al menos estas respirando debidamente.

...

Abro los ojos de golpe, siendo encandilado de nuevo como si siguiese en el sueño. Las luces blancas en el techo me han dejado un tanto ciego pero puedo reconocer a una figura masculina delante de mi.

- ¿Eres...? -Cuando mi vista se ajusta, veo un rostro... Lampiño. No tiene pelaje como tal, así que, asumo que es uno de esos humanos raros...- ¿Marcos? -El asiente. Eso significa que no es cualquier humano, es MI humano.

Lo veo a detalle y me sorprendo por su apariencia, su piel sin pelo es algo oscura, morena creo que se dice, su pelaje superior es de un Castaño oscuro, el cual va hacia atrás y se ata en una especie de nudo. Sus ojos... Woa, son interesantes. Me recuerdan al color del ámbar más claro que puedes conseguir... Sinceramente, es distinto a lo que esperaba.

- ¿Te sientes bien? -Me pregunto, siento que el lingua en mi ojo cosquilleo ligeramente, supongo que aun no termina de adaptarse a su idioma.

- Si... Sólo... Estoy algo cansado.

Cubre su ojo por un momento, supongo que si lingua también está tratando de entenderme. De pronto se ríe y yo arqueo una ceja, sintiéndome confundido.

- Perdona, es que, dices estar cansado cuando pasaste mucho tiempo dormido, es medio hilarante.

...

Bueno, desde cierto punto de vista, lo es.

Sonrió ligeramente mientras trato de incorporarme en esta cama. Cada movimiento es un gran esfuerzo, y lo es más cuando noto una de mis muñecas atada a un tubo extraño que le dela cama.

- ¿Pero que...? -Es como un grillete, pero más delgado y con una cadena. No puedo soltarme de el. Como si fuera poco, comienzo a notar la ausencia de mis prendas, solo llevo una especie de bata, además, nace la duda de donde diablos estoy ahora- ¿Tu hiciste esto? ¿Dónde está mi ropa, por que me atan y...?

- Woa, cálmate un momento allí. Primero, no. No fui yo. Segundo, debe estarse lavando ahora mismo, porque estaba toda húmeda y sucia, sobretodo porque te lanzaste como un demente a atacar a Amicus. Tercero, te acabo de decir el por que te atamos -El humano frente a mi se cruzó de brazos alzando su barbilla, mostrando una actitud más tosca que con la cual me despertó originalmente.

Bufo, sintiéndome indignado por las actitudes que toman conmigo. Soy el bueno aquí, deberían de estarme agradecidos. No puede ser que esto me este pasando...

- Debe ser una broma, acabo de despertar después de quien sabe cuántas décadas o siglos y lo primero que hacen es tomarme preso...

Marcos no cambia su postura, pero algo en su mirada se hablando cuando dije eso.

- ¿Sabes cuanto tiempo paso? -... Con reticencia asiento- Ósea, planeaste esto.

- Mierda no -Niego efusivamente- ¿Crees que yo querría una porquería así? Perdí todo, mi hermana, amigos, conocidos. No se si mi planeta sigue existiendo y estoy varado aquí, junto a ti, un humano tonto y su grupo de pardillos que tratan de salvar a la Luna llena de pulgosos.

Bueno, eso salió más amargo de lo que esperaba, pero ya lo dije, no me pienso disculpar por eso.

Marcos luce de pronto algo triste, como si sintiera...

- Ni se te ocurra verme con lástima, no necesito eso de nadie... -Miró hacia cualquier lado menos a el. Una imperiosa necesidad de hablar se apodera de mis labios- Ya lo supere. De un modo u otro, no puedo hacer nada para cambiar el pasado...

La habitación se llena de silencio, aprovecho para recuperar un par de memorias dispersas, ubicarme correctamente, reconocer mi lugar y saber que puedo hacer ahora, suponiendo que estoy en mis veintinueve años todavía... Bueno, ochocientos veintinueve más o menos.

Tengo muchas cosas en las que pensar, pero la única cosa de entre todas que todavía mantengo claro...

- ¿Por que no querías que me acercará a Amicus? -Lo volví a observar, esta vez mostrando una sonrisa arrogante.

- Te habías tardado en preguntar. Eres bastante lento... -Abre Ante la boca, ahora siendo su turno de indignarse. No le doy tiempo a decir nada- Es muy obvio el por qué -Me incorporo mejor en mi lugar, mirándolo directamente a los ojos- Estoy convencido de algo, cada de un lobo interfiera en la vida de otra especie, ese desafortunado ser acabara en desgracia... -Marcos frunce el ceño por mi declaración- ¿No me crees? No te culpó, pero me da igual si lo haces o no. Estoy aquí por un objetivo, no eres precisamente a quien quería cuidar, pero ahora eres lo que tengo... -Esto último se siente embarazoso de decir, hasta el humano lo nota, sus mejillas enrojecen ligeramente- Voy a alejarte lo mas posible de tu "Oh grandioso amigo" Amicus, y te llevaré tan lejos como sea posible.

- Pero... ¿Por qué yo? -Ni siquiera yo mismo entiendo eso. Sólo se que en una de mis divagaciones, mientras estaba dormido, comencé a agarrar conciencia del todo, y entre tantas cosas bellas como trágicas que vi a pasar, historias y situaciones interesantes, algo me alcanzó. Eso era... Una voz, no lo se. Me mostró algo, lo que más temía, la única razón por la que quise emprender esta mierda de viaje y que me trajo aquí en primer lugar.

- ¿Quieres saber? -El se acerca expectante. Yo le indicó con mi dedo que se acerque para susurrarlo y cuando está cerca...- No es tu asunto, metiche.

El se aparta entonces, luciendo molesto, refunfuña cosas en mi contra. Es una vista chistosa que alivia un poco de mis malestares. Ah, extrañaba esto. Me rio libremente, sin poder creer que funcionará esa tontería.

Así paso un momento, yo riendo y Marcos quejándose, hasta que un suspiro del humano llama mi atención.

- Eres un fastidio, Raunak. Pero no creo que pueda hacer mucho al respecto -Asume con resignación.

- Crees bien... Espera, ¿Cómo sabes mi nombre?

- Revisaron los registros de tu nave y la cápsula donde dormiste todos este tiempo, fue fácil para Bjarni obtener tus datos. Y también... -El humano se acerca un poco, está vez luciendo cauteloso por lo que fuera a decir- Por favor, contesta esto, si no lo haces, tomaré tu silencio como verdad, y si mientes, lo sabré... -Observa fijamente mis ojos mientras espero, la tensión se cumpla repentinamente- ¿Eres realmente hermano de Meera?

...

"Con que de eso se trata..."

- Así es... Era mi hermana menor.

Marcos me observó en silencio y tras parpadear tres veces llevo ambas manos a su cabello, alborotándolo levemente.

- Esto lo cambia todo... ¿Por qué estas aquí? ¿Cómo nadie de Adastra se entero de tu existencia?

Estaba genuinamente sorprendido, seguramente porque le metieron en la cabeza que Meera era una Santa, honesta hasta la médula. Nada muy alejado de la realidad ciertamente.

- Verdad que ahora te hace dudar de todo, ¿Eh? Ella pudo ser todo lo buena que quisieras, pero tenía secretos, muchos de los cuales ocultó al mundo. Debido a eso, su actitud llena de vanagloria la arrastro a un final temprano... Eso y ese lobo...

- ¿Lobo? -Mierda. Se me escapó.

- Olvídalo. No importa. Ahora, si no te molesta, por favor déjame sólo. Te lo pido amablemente aunque no te merezcas mi consideración -Su rostro se tuerce en una mueca. Internamente me río de el.

"Adorablemente estúpido... En que estoy pensando"

- Okey, lo hare. Pero ten en cuenta esto -Se colocó de pie, y me observó con su barbilla en alto. No era demasiado grande este chico- Tengo más preguntas por hacerte, y en su momento me las tendrás que responder. Y mientras estés aquí, te estarán vigilando. Ten en cuenta que yo mismo hare esto, no permitiré que lastimes a Amicus -Entrecerró sus ojos sobre mi, se veia amenazante pero... No lo suficiente.

- Yo también expuse mi posición. No pienso permitir que la historia se repita -Arquea una ceja, viéndose confundido- No preguntes. Ya no estoy de humor para tus preguntas de niño tonto.

- ¿Eh? ¿A quién llamas tonto? Hasta donde se, el que tiene las ataduras a una cama de hospital no soy yo.

- ...

Carajo.

- Eso imagine... -Procede a caminar hasta lo que creo es la puerta, sólo que se detiene justo allí- Vendré a visitarte de vez en cuando. Y no trates de huir, aquí te cuidaran mientras recuperas tus fuerzas.

Ruedo los ojos ante tal cosa.

- Esta bien mamá, me portare bien.

Es el turno del humano para rodar los ojos, es lo último que veo de el antes de que se marche de una vez por todas y quedó completamente sólo.

Suelto un gran suspiro de derrota ante mi nueva realidad, limitado por un anillo de metal y las suaves amenazas de un humano que trajo un montón de caos al universo con su mera existencia.

"Espero que el presente no sea así de complicado siempre, de ser así, habría preferido morir en el espacio..." ¿Pero que esto y diciendo?

Sacudo la cabeza, disgustado por esas ideas, y mejor me recuesto a ver si puedo descansar un poco más. La salud y todo eso...

"No me gusta que te excedas tanto..." incluso en el presente, sigues preocupándote por mi a través de otros... Hermana tonta.

No puedo evitarlo, sus recuerdos llegan a mi como una oleada sin fin, sus palabras, consejos, sonrisa, esa sonrisa que pareciera ser ahora de Marcos. ¿Por qué me recuerda tanto a ella?. Dios... Que estupidez.

Llevo mi brazo libre hasta mis ojos, cubriéndolos en un intento desesperado por no llorar. Pero las lágrimas son traicioneras y una de ellas escapa.

"Meera... ¿Por qué no me hiciste caso?"

- Con permiso -Una voz femenina se escucha dentro de la habitación, me alarmó un poco pero disimulo bien mi lagrimar. Cuando abro los ojos, veo a una loba esbelta y de ojos morados junto a la puerta. Creo que su nombre era...

- ¿Virginia? -Ella sonríe de medio lado, mostrando confianza mientras se acerca lentamente a mi.

- Me conoces, perfecto. Eso moviliza las cosas -La mujer se sienta en la misma silla que ocupó Marcos, usando una pose llena de seguridad y poder que logra su objetivo; hacerme sentir arrinconado- Creo entonces puedo ir directo al grano. Quiero respuestas, y me las darás.

Ambos nos observamos, e inmediatamente se lo larga que sera esta platica...

...

~♧~

Tome un sorbo un poco prolongado de mi cerveza de barril, me sentí refrescado como ligeramente asqueado por el sabor. Sigue sin fascinarme el alcohol, pero por una vez quiero hacer algo fuera de lo cómodo para variar, después de todo, desde el día de ayer las cosas se vuelven impredecibles.

- *Glup* Ahh... -Agradezco que a esta hora del medio día no hayan muchas personas dentro de este bar, me sentiría abrumado de ser así. Observó las paredes de azul oscuro de un estilo más moderno y sobrio, la gran estructura con forma hexagonal, con suelos de piedra semi pulida y rústica. Hay varias mesas dispersas por todo el lugar, así como la barra donde ahora me siento y atienden a la clientela. Aquí sirven una variedad de bebidas y platos característicos de Måne, y los dueños son muy buenos en su trabajo cada uno.

- ¿Mañana dura, amigo? -Como si lo hubiese llamado con el pensamiento, un lobo de pelaje gris oscuro se presentó ante mi, sus manos limpiaban con un paño un caso de cristal recientemente lavado. Sus ojos claros me observaban con algo de curiosidad, característico desde el primer día en que llegue a su bar.

- Mañana, noche y todo lo demás... -Dije para luego tomar otro gran trago de mi bebida, sintiendo la efervescencia y picor de esta cerveza nórdica- En resumen, otro día más en mi vida. ¿Qué hay de ti Dar? ¿Cómo esta la familia?

Darius, uno de los dueños de este, el bar Remante, mostro su sonrisa de un millón de dólares con la cual compraría la amistad del hombre más desdichado sobre la faz del universo.

- Bueno, ya sabes, lo usual. Un día como todos los demás, otro vaso medio lleno y un plato por servir... -Se encoje de hombros con una sonrisa, mientras, coloca el vaso en la barra y el paño en su hombro- No me quejo... -Me observa detenidamente- ¿Sucede algo?

Si, sucede todo. Pero no sabría como decirlo.

- Estaré bien, sólo tuve una noche movida...

"¿Cuesta tanto hablar de lo que pasa?"

Darius no se ve convencido, por eso suspiro algo resignado, sabiendo que guardarme las cosas es un hábito en el que debo seguir trabajando para dejarlo.

- Anoche se presentó cierto sujeto y... Todo cambio... Dios -Estrujo mis ojos con el dorso de mi mano, sintiendo el cansancio sobre mis hombros y la duda constante de siempre. No dejo de pensar en lo que hable con Raunak esta mañana, y decir que fue extraño se acerca por poco. Primero lo sentí honesto y luego fue cerrarse en banda. Tengo tantas dudas sobre el, lo que busca, que piensa obtener alejándonos a mi y a Amicus...

Y luego esta el lobo. Hoy esperaba hablar con el cuando lo vi en el hospital, había ido por el mismo motivo que yo, interrogar al tigre recién llegado. Pero luego cuando salí, sólo estaba Virginia.

- ¡Ahg! ¿Por qué todo debe ser tan complicado?

- ¿Hablas del invitado inesperado o del lobo que te trae mal?

- Ambos... E-espera -El lobo de pelaje gris comenzó a reírse a carcajadas, mi rostro enrojeció, al punto de poder ver mi nariz ruborizada.

- Di-disculpa. No pude evitarlo. Me la pusiste muy fácil chico. Ejemp -El lobo tomó mi vaso y lo volvió a llenar con el líquido embriagante, no lo bebí de inmediato, sólo observé mi reflejo en el contenido líquido- Veamos, sigo preguntándome por que te escandaliza tanto su sola mención. Esta guapo, te gusta, es amable. ¿Qué mas necesitas?

Sigo sin poder creerme que un día nada más se lo solté como idiota a este hombre. Bien y dicen que contarle tus penas a un extraño ayuda, pero no se como sentirme al respecto con que me lo restriegue en cara.

- El problema es que, primero, no es normal amar a alguien de otra especie... Digo, ni siquiera se como puede funcionar eso. Y luego esta el hecho de que esta enamorado de alguien más -El recuerdo de Tiberio ensombrece mi humor de por si oscuro.

- Y ¿Dónde está ese alguien?

- El... -Me trabó, buscando una forma de decirlo- Es complicado.

- Aja... -Darius me observa de forma escéptica, yo por otro lado me frustro un poco más.

- Dar, estamos en un posición complicada. No pienso aprovecharme de ello para... -Arquea una ceja expectante, la lengua se enreda por haber caído en su trampa sin intención- Tu sabes.

- Mmm... Supongamos que lo hago. Y ahora, déjame suponer otra cosa...

Darius toma su paño y lo desliza sobre la barra de madera, dejándola reluciente tras su paso.

- Tenemos dos problemas aquí, vamos por pasos. Dices que lo que te detiene de intentar algo con el señor lobo ex emperador, es que tiene pareja y todo es "complicado" como tu dices -Asiento con la cabeza, sintiendo pena- ¿Qué tal si, nada de eso estuviese pasando? Para ser mas claro, tu, un chico humano y el, un lobo. ¿Por qué no estar juntos?

- Ah... Porque no es correcto... -Digo mientras aprieto uno de mis brazos de forma nerviosa. Ese sólo gesto vasta para demostrar lo poco que creo en mis palabras.

- ¿Quién decide que es correcto? ¿Los Padres?, ¿Yo?, ¿Algún rey o reina? Dime, Marcos, ¿El amor es un pecado? -Niego con la cabeza. Darius sonríe ampliamente y me da tres aplausos- Ahí lo tienes. La raza, el sexo, origen o lo que sea, nada de eso debe ser un impedimento para que el amor triunfe por encima del odio. Todo se trata de esfuerzo y dedicación, y si tu de verdad quieres algo, y eso es para ti, vendrá por tu cuenta.

Dios... Ojalá pudiese creer esas palabras. Me duele mucho la idea de sentirme tan cerca y tan lejos a la vez de el. ¿Por qué me debo acobardar? Puedo convivir con el...

Y sin embargo, no soy yo el que sea aleja, ahora es el...

¡No puede ser! Y ¿Se habrá enterado de mis sentimientos? Ay no, no puedo con todo esto.

Tomo la cerveza y la bebo sin respirar, necesito sedarme un momento o perderé la cordura.

- Ve mas despacio. Lo mejor que puedes hacer si quieres dejar de sentirte mal, es aceptar tus sentimientos. Ya lo haces en una parte, tienes la mitad del trabajo echo. Sólo queda superarlo. Si no estas dispuesto a quererlo por x o y razón, tendrás que esforzarte por dejarlo atrás. No apoyare tampoco que te metas en una relación, pero si digo que estudies el panorama, encuéntrate, y cuando estés listo, deja ir todo. Te aseguro que te sentirás mejor... Oh, ya regreso.

Con un guiño y sonrisa enigmática, Darius va al otro lado de la barra para atender nuevos clientes. Mientras tanto, yo quedo aquí con mis pensamientos otra vez.

- ¿Qué hay del invitado inesperado? -Pregunte a nadie en particular, sabiendo que el tema de Raunak es otra cosa que me quitará el sueño.

- Eso sólo lo puedes decidir tu.

- ¡ME CAGÓ EN DIOS! -Casi me vierto mi cerveza encima cuando esa voz profunda me tomó por sorpresa. Mi corazón palpita como si fuese a salir por mi boca- ¿Lord Eric? ¿Qué hace aquí?

- ¿Un viejo oso no puede disfrutar de un trago al medio día? -Su sonrisa demuestra que no le ah molestado mi pregunta. Me alivia eso, lo menos que necesito ahora es a un rey enfadado en busca de mi cabeza- Lamento eso, debí presentarme.

Me senté al lado del soberano mientras recuperaba la compostura. El oso es realmente alto, sentados a la misma altura apenas llegó a la altura de sus hombros.

Muchos osos aquí son altos en realidad.

- Esta bien, su Majestad-

- Sólo dime Eric, chico. Ahora estoy relajándome.

- Bien... Eric... -Y me quedo allí, callado sin saber que decir. De no ser por Darius que vino a atender a Lord Eric, esto resultaría más incómodo. Pero así como llegó, se fue.

- Disculpa si luego entrometido, pero creo haber oído algo sobre Raunak, ¿Me equívoco? -Bueno, mierda. Suspiro con resignación. Resulta que ahora soy obvio para todos- ¿Estas preocupado por el? O ¿Quizás te preocupa qué lastime a alguien que amas?

Fingiré que no capte esa indirecta, el borde pícaro en su mirada lo deja en claro.

- Tiene que ver más con lo que representa su llegada. Es... Inesperado, y todos estos cambios repentinos cuando apenas me adaptó a vivir aquí y todo lo demás...

- Sientes que te ahoga todo junto.

- S-si... No estoy acostumbrado a decir mis inseguridades pero... Temo cometer un error. Quiero solucionar esto porque me siento responsable, pero también lo hago porque se que es lo correcto y nadie se merece el sufrimiento que a causado Euniceo, Viviana, mi padre... Incluso yo mismo -Puedo recordar cada desdichado día donde la monotonía era una constante de la Fórmula como me deje llevar por ella, fingí ignorancia y todo fue para peor. ¿En que clase de persona me convierte eso? Y encima, parece que estoy conectado a la tragedia de los demás incluso antes de que naciera. Joder, pero que mierda pasa...

- A mi parecer, eso sólo te convierte en una persona normal -Lo observó detenidamente- Dices que atraes la tragedia, pero no ves más allá de eso. ¿Pensaste en algún momento todo el bien que pudiste hacerle a los demás mientras buscabas solucionar tus errores o el de los demás?

- Pues...

- O ¿Llegaste a imaginar el bien que les hacías a sus vidas? No se mucho sobre Bjarni, pero el cree en tu causa. Te sonríe, es honesto y te toma en cuenta. Puedo dar fe de ello, cuando vivía aquí, solía ser un osezno demasiado gruñón -El gobernante soltó una risa desde lo profundo de su estómago, fue casi como júbilo por el pasado- Marcos, veo a través de ti. A través de tus amigos y sus ideales. Todos buscan un objetivo en particular, pero es tan unidos por el sentido del deber y lo correcto, y por sobre todas las cosas, siento aquí... -Con dos de sus dedos, tocó su pecho, justo sobre el corazón- Tienen lealtad hacia ti. Porque te los has ganado, has crecido, aprendido, dudas, conoces y evolucionas. ¿Acaso piensas retroceder sólo por un amor no correspondido y una situación complicada?

... Bueno, tiene razón.

- Escucha... -El oso colocó una de sus grandes manos sobre mi hombro y me giró hacia el para hablar de frente. Sus ojos lucían mas sabios de cerca, y su benevolencia era el doble, combinado con mucha amabilidad- Debes ver el vaso medio lleno, tal y como dijo Darius... -Precisamente, volteó hacia un lado y veo al lobo, abrazando a un oso de su mismo tamaño y de pelaje blanco, el cual carga a una pequeña cría en su brazo izquierdo. Esos eran Fridthjof, también conocido como Fry, el esposo de Darius y Annika, hija de ambos. Juntos, abrazados, unidos, eran una bella familia- Sólo tu tienes la fuerza para seguir adelante. Hacia un futuro mejor. Es como un viejo proverbio nórdico... "Fortiden brenner med gårsdagens flammer. Nåtiden er landet hvor vi høster våre håp. Og fremtiden vil være hjemmet festet med opplevelsene fra gårsdagen" ("El pasado arde con las llamas del ayer. El presente es la tierra donde cosechamos nuestras esperanzas. Y el futuro, será el hogar cimentado con las vivencias de un ayer")...

- ... -Mi labio inferior comenzó a temblar con esas palabras, las deje hundir en el centro de mi corazón y las volví mías, tratando de apreciarlas como un tesoro divino. Y así lo veía, un tesoro que ayudaba a mi alma - Pero, ¿Qué pasa si llego a perder el control y hiero a alguien? O no se....

- ... He. Entonces sera allí cuando el amor que cosechaste de sus frutos para traerte de vuelta.

Ay no...

No pude resistirlo más, me lancé hacia delante y abrace a este increíble rey, al no poder demostrar con mis palabras lo que sentía, lo exprese de este modo, apretando fuerte y agradeciendo en pensamientos hacia lo alto a los Padres de los Nórdicos por crear a este maravilloso ser.

Sabio como ninguno, amigable como un gran amigo e incomparable gobernante de este lugar, páramo helado, pero lleno de un calor especial que llenaba los corazones de sus habitantes.

Lord Eric me abrazo hasta que sentí era suficiente y cuando me soltó, quedé en un silencio reflexivo. Eso hasta que una duda comenzó a picar, tal y como venía sucediendo desde hace semanas.

- Oiga, Eric... -Soltó un ruido, diciendo que tenía su atención- ¿Qué pasa entre Bjarni y Lady Sifgrid? Me parece que cuando es tan cerca del otro son... Eh...

- ¿Hostiles? -Asentí sin dudar. Eso lo hizo reír- Si... es difícil de explicar. Ambos comparten un pasado complicado. Pero, no es mi deber decirte. Puedes preguntarles si quieres. Son demasiado honestos como para no decirlo.

- Con el respeto que se merecen usted y su esposa, ¿Yo, preguntarle algo a ella? Me matara.

El Lord soltó otra tanda de carcajadas más fuertes. Esta vez me reí un poco con el, porque es contagioso.

- Ya se que eso parece, pero Sif es mas háblame de lo que crees. Ella se preocupa por su nación, por lo tanto, debe ser esa potencia fría y calculadora que yo no puedo. Ya sabes, soy demasiado risueño y todo eso.

Ahora fui yo el primero en reír.

Así continuamos el resto de la tarde, conociéndonos mejor y hablando de nosotros o nuestros hogares. Quien diría que un dio malo tendría a un buen amigo nuevo.

...

》》》

Luego de esperar un rato frente a la puerta, esta se abrió. Magis abrió, luciendo sorprendido de verme. Sonreí hacia el.

- Pero que sorpresa, Marcos. Entra -Entre sin dudar. No me quejo en lo absoluto, la noche está helando. Al entrar al recibidor de esta pequeña cabaña, me encontré a M, sentado junto al fuego de la chimenea leyendo un libro. Cuando noto mi presencia se colocó de pie y me saludo.

- ¿Qué te trae por aquí a estas horas, pequeño humano? -Los motes de Magis nunca me cansaran, es divertido ver como siempre es diferente al anterior sin falta.

- Vine a hablar con Amicus. Se que esta aquí.

- Estas en lo cierto -Tal como si lo invocara, salió de una puerta, por la que asumo es la cocina- ¿Que se te ofrece?

Luce tan serio... Últimamente actúa así en mi presencia. Ya se por que. Ambos lo sabemos.

- Vine a contarles sobre una decisión que tome. Quería que estuviesen al tanto... O bueno, es mas una idea... -Esto surgió durante la plática con Lord Eric. Luego de discutir ciertos temas, el había llegado a una conclusión, a lo que varias ideas llegaron a mi.

- "En nuestra cultura, los Tigres y los Hermanos Hindú, son representados como entes de la verdad. Suelen representar eso también en su cultura. Busquémosle un sentido a la repentina aparición de Raunak; ¿Qué tal si el es una señal viviente sobre que debes develar la verdad? Vino por ti y Amicus, está conectado con el pasado y ahora con el presente. Quizás quiere decir algo..."

- "Pero ¿Qué exactamente? ¿Verdad, revelar... Inocencia?" -Lord Eric aplaudió a eso.

- "¡Quizás signifique que debes develar tu inocencia de lo que se te acusa! Y que mejor forma que yendo a la raíz."

Eso dijo el, quiero creer que no estaba borracho en lo absoluto, y una vez que se los explicó a los chicos, quedan intrigados. Aún no estoy seguro del todo sobre como pero...

La cosa está en que sea viable y a los demás les parezca razonable.

- Quiero ir al hogar de Raunak. Al planeta de los Hermanos Hindú -Los ojos de los tres hombres delante de mi se abrieron como platos debido a mis palabras. La parte complicada sera convencerlos ahora- Siento que allí, podríamos obtener algo para solucionarlo todo... O al menos una parte de eso. Y para ello, necesito la ayuda de todos... -Veo a Amicus en específico, su rostro convertido en una pintura- Necesito tu ayuda, Amicus.

Ahora todo depende de esto...

Chapter 35: No te Ilusiones... ¡¿Cómo que ya lo hiciste?!

Chapter Text

(Parte 1/2)

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- Creo que ya estamos todos -Dijo Marcos justo al frente de nosotros. Se veía nervioso, trataba de ocultarlo mucho, pero yo podía ver a través de el. Pasar tiempo con una persona te permite conocer cada pequeña cosa de su persona, ya sean costumbres al comer o pequeños tics nerviosos.

Sin embargo, no importa cuanto lo conozca o el tiempo que pase con el, Marcos sigue sorprendiéndome una y otra vez, quitándome el aire con una sola de sus acciones y dejándome con el corazón en la garganta, tal y como si fuese la primera vez.

El único punto de diferencia aquí, sería en lugar de yo tener que convencerlo de mis planes, el tiene que hacerlo con todos nosotros. Luego de anoche relatarnos una explicación algo vaga sobre lo que estuvo sucediendo los dias pasados, y nos soltara la bomba de su nuevo deseo, se tomó el tiempo de reunir a todos los demás y explicarles lo mismo. Obviamente esta decisión fue influenciada gracias al consejo de Magis, quien se veia más curioso que nunca sobre el humano.

No era el único.

Extrañamente, M se apartó y guardo silencio, cuando le pregunté dijo que sólo estaba estudiando todo lo que tenía que decir, pero a mi parecer, estaba ocultando algo. Su actitud cambio desde la aparición de Raunak, el Tigre pretencioso que casi me mata por Dios sabe que razón.

El muy odioso fue realmente despectivo cuando fui a exigirle respuestas.

- "Ugh, ya llegó el saco de pulgas. Lamento decirte que no puedes estar aquí" -Dijo nada mas entre.

- "¿Y eso por que?" -Pregunte de forma estúpida.


- "Porque eso implicaría compartir el aire contigo, y no me interesa para nada. Así que, adiós, Pulgoso"

Ni siquiera tuve oportunidad de insultar al maldito. Me sentía muy indignado.

La expectación se mantiene en el aire mientras esperamos a que Marcos ponga al día a todos los demás, diciendo palabra como se le llego a ocurrir tal idea y la intervención de Lord Eric. Dudo mucho que el buen soberano haya intervenido con malas intenciones, puede ser más posible que estuviese ebrio, quien sabe.

- De esto se trata entonces. Quiero ir al planeta de Raunak y buscar respuestas. Quizás allí encuentre algo para revelar mi inocencia, y de ese modo, la gente en Adastra no tendrá razones para ir a por mi cabeza...

El cuarto, que sería la habitación donde Marcos, Virginia y Brunis se hospedan, se llenó con un silencio pesado. Esto era lo que me temía, ninguno se siente convencido por la idea del humano. Todos lo observamos, no sabiendo que decir ante su declaración.

La primera en hablar es mi propia hermana.

- Marcos, sabes cuanto te respeto. En las últimos meses inclusive aprendí a verte más que como un humano cualquiera que ahora gobernaba mi hogar... -Virginia se colocó de pie desde donde se sentaba y entonces pregunto- Pero, ¿Te das cuenta de las sandeces que dices?

Marcos parecía estar listo para retroceder ante la contundencia puesta en esa duda.

- Sólo escucha lo que dices, una tarde de bebidas que dio como resultado una idea inconsistente; ir a un planeta que está casi al borde del universo y buscar algo como "La verdad" justo en un lugar que no tiene absolutamente nada que ver con todo esto.

Duele admitirlo, pero es cierto. Los testimonios de Marcos sólo están infundados, lamentablemente.

Virginia avanzó hacia el, y la diferencia de tamaño quizás ya no era tan notable como tiempo atrás, pero ella seguí luciendo su porte de superioridad.

- Por favor, escucha. Ahora nuestras opciones son pocas, no podemos implementar recursos que no tenemos en una expedición de ese calibre. Y las posibilidades de perderse en el espacio tal y como seguro le ocurrió a Raunak son muy altas... -Colocó una mano sobre el hombro del chico, y lo supe muy bien. A Virginia le dolía más que a nadie ser quien dijera estas cosas, pero sabía también lo que implicaba no decir la verdad. Tenía que ser realista.

Todo esto, un plan alocado, ir hasta esos lares. Nosotros estamos muy lejos de casa, estamos solos, Lord Eric le confesó a Marcos que no le daría apoyo de sus fuerzas si el peor de los resultados llegaba. Estamos aquí siendo un peligro en potencia, bien puede ser cuestión de tiempo para que al fin nos encuentre Euniceo y mande toda una armada hacia acá. Sin mencionar que las fuerzas y armamento incrementaron gravemente. M y Bjarni se dedicaron a investigar junto a homólogos de Khemia, determinaron que las fuerzas en Adastra maximizaron su calibre de amenaza en un cincuenta por ciento de manera inesperada. Sólo los Padres saben que diablos ocurre allá.

- ... No creo que sea una locura -Vuelvo a ver al único humano en la sala, encontrándome como su rostro lleno de temor se levanta hacia el ímpetu de Virginia. Traga pesado y la mira fijamente a los ojos- Se lo que arriesgaríamos aquí, lo que implica. Y no quiero que alguien mas sufra por mi culpa...

Marcos apretó en puños sus manos, casi jurando que podría romper su piel en cualquier momento.

- Es que ya no puedo quedarme de brazos cruzados y no hacer nada. Necesito seguir esto no porque sea una revelación en un bar o una tontería como capricho. Lo quiero hacer porque... Lo siento aquí -Su mano se levantó hasta la altura de su corazón y se sujeto con fuerza el suéter como si fuese su propio corazón. La determinación en sus palabras era algo...

No sabría como llamarlo.

- ¿Una corazonada? Eso no sirve en una posible guerra. Necesitamos hechos concisos y-

- Yo también siento que tiene sentido.

Para sorpresa de todos, el que interrumpió a mi hermana fue M. El lagarto cruzaba su pierna izquierda sobre la derecha de forma elegante y su cola caía inerte a su lado.

- ¿Qué quieres decir con eso jefe? ¿Tuviste otra visión? -Pregunto Brunis de manera expectante. El lagarto sólo se encogió de hombros y miro al humano otra vez.

- Creo que de entre todas las cosas a las que podrías aferrarte de manera desesperada, esta es la mejor de todas. ¿Tienes idea de por que? -Marcos negó- Obviamente, no desvelaste toda la noche pensando en ello... -Fue allí que M me observo a mi, su mirada era indescifrable- Corrígeme si me equívoco, en Adastra, había algo llamado "El Archivo" ¿No es así?

Mis ojos se expandieron al oír eso.

- S-si... Yo... -Me quedo sin palabras, adivinado hacia dónde va esto a pasos cortos.

- ¿Archivo? ¿Qué es eso?


- El Archivo, nuestra red de conexión directa con los Padres y el único sistema de tecnología Parental al que no se le escapaba nada. Podía vigilar cualquier cosa en Adastra y tendría datos certeros de todo...

Explicó Virginia a Marcos, luciendo pensativa ahora.

- Recientemente, la palabra no dejaba de bailas en mi cabeza. Sucede desde que Raunak llegó aquí. Ahora... -M se acerco hasta Marcos, sus pasos amortiguados por la alfombra apenas se sentían, eso o era queme ensimisme demasiado en mis pensamientos- ¿Cuál es la posibilidad de aprovechar eso a nuestro favor?

Hace mucho que no oía de esa habitación. Se suponía que aprendería a usarla debidamente el mismo año que llegaron los humanos a Adastra, pero como todo cambio, fue imposible.

- Si dicen que es una red de información total, significa que podemos irrumpir en ella y obtener evidencias contundentes de la inocencia de Marcos y tratar de parar todo de una vez -Bjarni también maquinaba, todos comenzaban a moverse en una dirección...

- En efecto, no es tan mala idea -Magis no se quedaba atrás con sus opiniones, más que fascinado como siempre por los planes de Marcos.

A veces me resulta algo... Excéntrico.

- ¿Dicen que ese Archivo nos puede ayudar? -Una luz de esperanza sumado a una sonrisa comenzó a abrirse paso en el humano. Dios, esa sonrisa...

- ¡Por fin! Buenas noticias -Brunis lucía como si estuviese por beberse un galón entero de alcohol sólo para celebrar este "Descubrimiento".

Las conversaciones se volvieron simultáneas, todos planificando cosas o exponiendo ideas, sorprendiéndome como un rayo de esperanza es mas que suficiente para inspirar a otros, un peligro inminente como ningún otro. La falta de realidad puede generar cosas en la gente, y la tendencia a decepcionarse es la más probable en ocurrir.

"Lamento esto, Marcos..." Internamente me sentí pésimo por lo que estoy por decir.

- A ver, sólo hay un problema con todo este maravilloso plan -Todos los ojos cayeron sobre en ese instante, no me detuve para nada y mantuve la seriedad en el tema- Esa sala ya no está.

Aprieto los dientes cuando la confusión invade todos estos rostros, personas que tenían fe y ahora me encargo de aplastar.

- P-pero ¿Qué dices, Amicus? Ustedes dicen que en el Palacio-

- Si supieses lo mismo que yo y Virginia, no nos harías perder el tiempo con estas falsas esperanzas -Observo con reproche a mi hermana- Los padres nos abandonaron, el que esa sala en específico se desvaneciera es prueba suficiente de ello.


- ¿Desapareció? ¿Cómo...?

Me encogí de hombros, sin una respuesta real.

- No tengo la menor idea. Recorrí tantas veces esos pasillos, se que estaba ubicada al final del corredor, casi cerca de los aposentos del Emperador -Con dolor ocultó, observó decaer las esperanzas de Marcos- Ni siquiera está la puerta. Asumo que los Padres la ocultaron o eliminaron para el caso, con tal de impedirles hacerse con mas poder del que tu gente ya poseía... Lo siento -Me recuesto en la pared junto a la ventana, ignorando la caída de nuestra única pista.

Ya no puedo confiar en los Padres, ellos nos dejaron a nuestra suerte, tal y como hicieron con Druso hace eones. No vale la pena intentarlo, al menos no por ahí...

Pero por sobre todas las cosas, no quiero ver a Marcos meterse más en el fango. Se está ahogando, al menos eso creo, trata de anclarse a cualquier atavismo de oportunidad y estara dispuesto a ceder su vida en el proceso si lo requiere.

No quiero eso pare el, necesito protegerlo de eso, quiero ayudarlo, que no sufra más...

- ¿Qué hay de los demás Hermanos? -Su voz en cambio, no muestra señales de tristeza, sólo hay firmeza, bravío, levantó la mirada y me quedó sin aliento por lo serio que luce. Es tal y como aquella vez.

Flashback.


- Mírame cuando te hablo...


- Señor, no tenemos permitido...


- Mírame.


Su tono autoritario me hace removerme en mi lugar. Se que corro peligro desobedeciendo órdenes, así que, incómodamente, nervioso por mi vida, levantó la vista...


- ... -Inmediatamente doy con sus ojos oscuros. Ese cabello marrón casi descuidado. Piel canela sin pelaje. Extraño en los humanos. Además de esa ropa, una toga gris abierta lo bastante larga que llega a sus muslos y que luego se complementa por unos pantalones de la misma clase.


Ante mi, ante todos, el Emperador Marcos, originario de la Tierra.


Fin del Flashback.


Esos días lucen tan lejanos, pero el fuego en su mirada sigue siendo el mismo... O algo similar, a cambiado. Se renueva, evoluciona, crece y convulsionan en muchas cosas a la vez, y eso es lo que mas caracteriza a este humano.

- Los demás Hermanos se comunican con sus Padres, ¿No? Significa que tienen algo similar al Archivo. Si lograremos acceder a uno, ¿No podríamos obtener algo útil?

No perdía las esperanzas, eran tan brillantes que podrían dejarte ciego. Justo ahora, me siento espectador de una historia donde solía ser el desdichado protagonista, pero pronto todo cambio, oponiéndose a viento y marea, cambiando, evolucionando...

Tocó mi muñeca vendada por la vieja y gastada cinta roja.

"Conectándose" ese es Marcos.

- Quizás... ¡Puede funcionar! -Si Bjarni logra emocionarse de ese modo, algo bueno a de ser.

Sonrió amargamente por esta escena, no queriendo verla destruida nunca por los nuevos temores de mi corazón o cualquier otra cosa.

- Sólo necesitamos que Raunak nos guíe. Nuestra tecnología es algo rudimentaria y poco ortodoxa. Siendo así, la siguiente opción más viable, es viajar a su planeta.

- ¿Irán conmigo? -De pronto todos se ofenden, como si los hubiesen sacado de pronto de unos planes de vacaciones.


- ¿De verdad pensabas ir tu sólo? Estas como tonto si es así -Magis comenzó a alborotar con cariño el cabello de Marcos, la escena alegre inundaba mi corazón con algo hermoso...Y a su vez, me helada la sangre saber que el estaría cerca suyo.

El peligro inminente, la confusión, los pros y contras...

Me cuesta respirar de pronto.

- ¿Amicus? -Oigo su voz cuando me aproximo a la puerta, no lo veo, sólo sigo.

- Conmigo no cuenten para esto...

Es cuando estoy fuera en el frío ambiente que las palabras se repiten en mi cabeza, y no por primera vez en este año, estoy seguro de lo idiota que soy...

~¤~

- ¿Estará bien de verdad? Parecía bastante disgustado por la idea de este viaje -Una expresión de preocupación lleno las facciones del humano, como siempre, cuando se trataba de Amicus, el quería buscar el mejor modo de entenderse- Quizás si sea una mala idea...

- Oh vamos, no te arrepientas justo ahora. Nos tienes en la palma de tu mano con todo este plan, no querrás decepcionarnos -Trate de bromear, pero sólo conseguí que bajara un poco la cabeza. Suspiro mientras reprendo mi carente sentido del humor y llevo mi mano a su hombro- El sólo necesita espacio, no te tortures por eso. Piensa en que por fin podemos actuar luego de meses y tal vez, sólo tal vez, este plan sea lo que nos hacía falta para ponernos en marcha.


- ... Hay demasiado en juego...

- Y por ello, no podemos permitirnos perder -Dijo M, desde el otro lado de la sala. Se había abrigado para irse de una vez, al igual que como hicieron todos los demás. Bjarni fue a informar a Lord Eric y a sus delegados de este nuevo plan, mientras que el resto fue a atender sus cosas- ¿No crees, Marcos?

El humano duda, vacila, pero con una profunda respiración su mirada cambia y responde.

- Cierto.

Eso me gusta más. Su confianza es contagiosa.

- De acuerdo, ahora me retiro. Con permiso...

- Espera M... -Fui por mi abrigo, tenía planes de salir también, lo alcanzó en la puerta y me despido de Marcos hasta más tarde. Confío en que el chico mantenga su motivación hasta entonces e incluso después.


- Te has vuelto muy cercana a el -Comentó el lagarto, yo sonreí de medio lado.

- La adversidad suele juntar a las almas más opuestas por una sola causa... Sinceramente, yo creo en la suya. Y por ende, en esta misión.


- Mmm... Es bueno saberlo...

Salimos de la casa, juntos caminamos por el mismo sendero, el hacia su lugar de hospedaje. Yo por otra parte...

- M, ¿Qué tanto sabes de nosotros? -El lagarto no atreve tensarse con mi repentina pregunta. Supongo que tomarlo con la guardia baja es mas complicado de lo que parece.

- Se más de ustedes y otros hermanos en su mayoría porque convivo con ellos, de otro modo, confiar en mis habilidades llega a ser un desacierto total -Pateo una roca hacia delante, rueda contra la fría baldosa del suelo y luego cambia de dirección- Justo como esa roca, puedo ver cosas en un mismo camino, pero no predigo si habrán cambios drásticos dentro de la historia. Raunak por ejemplo, es una inconsistencia de esto mismo.

La mención del Tigre me confirma un par de cosas, confiar demasiado en algo no lineal como el futuro es una terrible decisión. Internamente me pregunto que es más viable en todo caso.

Observo de reojo a M, un sujeto que sigue aguardando muchos misterios y maneja una limitada cantidad de hilos a nuestras espaldas. Yo lo se bien, tiene poder, pero reciente una falta de ello, como si le faltara más. E pregunto quien era antes de conocernos y lo que hacía, ¿De verdad viviría en un planeta lleno de lagartos?

Suspiro.

Demasiadas preguntas ilógicas. De nada me sirve cuestionar eso ahora. El tiempo del todo es perfecto y si hay algo que debamos saber, saldrá sólo a la luz.

- De acuerdo. Aquí me quedo -Digo una vez llegó a mi destino y debo separarme de el.

- ¿No quieres que te acompañe? Podría ser...


- ¿Peligroso? -Suelto una risotada- Por favor, tendría que esforzarse para hacer tal cosa. Nos vemos, M.

Me despido, lo último que escucho de el es un "Lo que digas, princesa". Hace mucho tiempo que nadie me decía así... Bueno, excepto Neferu. El solía molestarme con eso todo el tiempo... Lo extraño bastante. Espero que se encuentre bien.

En fin.

Luego de entrar al hospital, subo las escaleras y encuentro el area de observación. La última vez que hable con el andaba de mal humor...

- ¡Pero que clase de comida es esta! -Un ruido fuerte de algo metálico cayendo al suelo capta mi atención. Aparentemente, ese es su estado natural. Me acerco a la puerta abierta de su habitación, oigo quejidos y refunfuños. Cuando me fijo, en el suelo descansa una bandeja de aluminio, junto con una serie de cubiertos y lo que parecía ser un tazón de avena- La comida de aquí es basura. ¿Cómo esperan que me recupere comiendo esta porquería?

Tan molesto como siempre. Puedo sentir la migraña cerca.

- ¿El gatito no quiere su comidita? Eso es lo que hay para, tristemente para tu caso -Raunak se tensa momentáneamente cuando me ve llegar, luego rueda los ojos al tiempo suelta un bufido- Buenos días.

- ¿Qué tienen de buenos? -Rodeo el desastre que creo y me siento del otro lado de la cama, lo veo, fulmina con la mirada un envase pequeño de gelatina. Con un suspiro pesado lo alcanzó y lo abro. El me observa con una ceja arqueada- ¿Se puede saber que haces aquí?


- ¿No puedo visitarte? -Respondí con un tono borde pero de superioridad. El chasquea los dientes y toma una cuchara sobre la mesa puesta sobre sus piernas.

- Preferiría que no lo hiciera ninguno de los tuyos -Uy, pero cuanto resentimiento.


- Veo que no dejaras de odiar a los Lobos sin motivo alguno. No comprendo eso.

- No tienes por qué comprenderme. No necesito eso de ti, ni de nadie -Estuvo por probar la gelatina, pero se detuvo en el último segundo.

Que testarudo.

- Igual, no vine a hablar de eso. Quería informarte sobre algo, y vas a cooperar quieras o no.

El me observa entonces, sus ojos se afilan sobre mi y muestran la amenaza silenciosa. Teñida con un color rojo sangre me alertan la posibilidad de correr un riesgo, a este tipo seguro no lo intimida cualquiera, menos una mujer.

Y es por eso que me considero perfecta para la ocasión.

- ¿Qué te hace creer que lo haré?

Bastará con una sonrisa de suficiencia, y en dos pasos sencillos, estara a mi disposición.

"Aquí no hay gato y ratón. Sólo una presa fácil de cazar..."


~♧~

- ¿Como supiste que estaría aquí? -"Por lo menos podrías saludar primero" pensé irónicamente mientras me acercaba tras de el él para ubicarme a su lado, a un metro de distancia para no invadir su espacio.

Tal parece que se a echo adepto a la soledad.

- Tengo poderes psíquicos -Trate de bromear, pero Amicus siguió mirando hacia la distancia. La vista desde este mirador era bastante impresionante, podía verle el encanto en un día de suaves brisas de invierno y delgadas capas de nieve- Magis me dijo que podrías estar aquí, ya sea meditando o lo que sea... -Resulta relajante desde mi punto de vista, me saca una sonrisa, ya que es similar en pequeños rasgos a la vista desde el balcón de mi habitación en el Palacio. Cuando eran tiempos fríos y todo lucía de este modo- Me gusta.

- Yo supongo que no has venido a decirme solo eso -Sus palabras atraen mi atención, lo observó detenidamente y veo su rostro inexpresivo, con orejas algo planas- Puedes decirlo, soy un idiota.


- Eres un idiota, si. Pero yo también. ¿Eso que tiene que ver?

El me observa incomprendido.

- Marcos, trate por todos los medios de impedir esta locura. Se supone que debo ayudarte pero sólo tire por tierra tus esfuerzos -Bueno... Hasta que por fin me mira de verdad.

Viéndolo de ese modo, Amicus de verdad quiso retener esta idea, mi teoría es que quiere protegerme... Proteger a todos de lo que pueda pasar. No es un héroe, al final del día sólo sera un joven hombre que busca ayudar a los demás.

- Boob -Tocó su feo y húmeda nariz con uno de mis dedos a modo de juego, el la sacude levemente y me vuelve a ver con confusión. Me limito a sonreír porque este hombre... Ugh- Ya se lo que hiciste. Supongo que también lo habría echo de ser tu. Pero no nos quedan muchas opciones. M confesó que no sabía que dirección tomar, y que esto es lo que menos ansiedad le causaba, así que, así es todo.

Me encojo de. hombros, mirando otra vez a la ciudad. Los soles de Måne están en su apogeo lejano, por lo que apenas realicen entre la neblina. La iluminación es tenue, por lo que se pueden ver varias luces de la ciudad en la distancia.

- Comprendo si no quieres venir, pero no podrás detenerme. Tome una decisión y me aferrare a ella. Además, no te preocupes por el Tigre, si intenta algo raro, puedo castrarlo.

Para mi sorpresa, esta vez si que hice reír Amicus. Trata de ocultarlo con una tos falsa, pero no lo logra demasiado bien.

- Siendo sinceros, no me veo capaz de dejarte sólo y a tu suerte. Enloquecería si no te veo al nada más iniciar el día... ¡E-espera, yo no...! -Lo miro bastante extrañado, no es hasta que miro su rostro consternado y medio enrojecido que entiendo todo. Lo que se interpreta en sus palabras. Debido a eso, comienzo a carajear y el me insulta- ¡¿De que te ríes gran tonto?!

- ¡De ti, por supuesto! -Seguí riendo por un rato mas, hasta que me cansé y no pude más. Me acerque a el y recosté la cabeza sobre su hombro- Estoy tan feliz de tenerte a bordó...

"Y de tenerte en mi vida..." Guardar esas palabras me hará daño, pero a la larga serán nada. Disfruto de este momento junto a el, mi amigo. Como se ríe suavemente y me envuelve con uno de sus brazos, me atrae cerca suyo, oigo los latidos de su corazón mientras reposo en su cálido sueño, casi sintiéndome listo par dormir.

Pero no puedo hacerlo hasta asegurarme de algo. Tomo su mano, entrelazo sus dedos con los míos y digo.

- ¿Tu también sientes eso?

- ... Desde que llegamos, es como si la comenzó se hubiese esparcido. No sólo se trata de una corazonada normal, aumenta. Cuando estoy cerca de ti...


- Reacciona...

- Si...

Ambos nos mantenemos en silencio un momento, dejando asentar las palabras. Veo nuestros brazos, debajo de cada venda están los pares de tatuajes de estrellas. Extrañas cosas que surgieron un dia sin motivo, ahora nos une.

Desde que abandonamos Adastra, es como si la conexión se hubiese fortalecido, como si fuéramos libres de pronto y este lazo hubiese dado paso a algo más.

No entiendo el como, ni el por qué, pero sea lo que sea, nos mantiene juntos aun cuando estamos lejos, ayuda a encontrarnos mutuamente.

- Amicus...

- ¿Mmm?

"Te amo" sólo dilo, suéltalo de una vez.

- Yo... -Trago pesado, sintiendo la renuencia de mi propio cuerpo a decirlo- Hace mucho no hacemos algo juntos, ¿Quieres salir mas tarde?

"¡Maldición!"

- Mmm... Claro -Lo observó, luce una sonrisa que llena de calidez mi corazón- Te pasaré buscando más tarde. ¿Qué tal a la Sexta hora?

Asiento, demostrando más emoción de la que debería.

- ¡Perfecto! Eh... Si -Lo abrazo rápidamente y luego retrocedo, listo para escapar- ¡Nos vemos entonces!

Ahora soy yo quien huye de el, quien lo diría.

Mi corazón apresurado en su marcha equipara mi respiración y pasos, se lo que esto significa.

"¿L-lo invite a salir?"

O sea si, pero no.

Tal cual, me doy cuenta de lo estúpido que soy, pero para mi sorpresa, la vergüenza no es lo bastante grande como para opacar esta nueva felicidad, en una normalidad tan inusual como la que ahora llevamos en este, otro planeta Hermano.


...

Chapter 36: En el Frío Danzan Nuestras Penas

Chapter Text

(Capítulo 34)

...

¿Un lugar que solía verse vació es comparable con uno que se siente inhabitado?

Si cambiamos los componentes de términos en esta pregunta, se descubre que es lo mismo a decir que: “¿Un lugar vacío es lo mismo que uno que se sienta vacío?”

Mírelo por donde prefiera, la respuesta seguirá siendo la misma, y a su vez, seguiré caminando por estos oscuros pasillos donde una vez hubo vida, y luego un atavismo de ella. Sigo avanzando, mis pisadas no se oyen en el extenso camino, esta periferia de la cual solía llamar “Palacio” y ahora sólo es una sombra de aquellos días.

Si me preguntaran, las pocas veces que deambule por aquí, las señales de movimiento eran incluso más notables. Ahora paso habitación tras otra, recorro un sendero casi muerto donde las pocas personas de verdadera importancia y disposición se localizan a lo mas profundo de estas penumbras.

Adastra se a sumergido en un manto de oscuridad nuevo, no se el como, ni el por que, pero exactamente tres dias atrás no hay vista del sol. De no ser por los relojes no  sabría que ahora es medio día y debo alimentarlos.

— A lo que e llegado… —Suelto una retahíla de maldiciones, pues el personal de servidumbre se redujo para reemplazarlos por guardias, lo que eso significa que yo debo encargarme de ellos. “Ugh, lo que hago por amor.”

Continuó mi camino, alejándome lo mas posible de la vista de los guardias desperdigados en cada esquina del Palacio. Trato de no llamar su atención, la última vez que venía a esto, uno de ellos se me pego como una garrapata y fue problemático la hora siguiente.

Finalmente, luego de torturarme mentalmente por todo este circo que dejamos formar, llegó a las escaleras que dan pase a las mazmorras. Me detengo en seco, sosteniendo la bandeja con alimentos entre mis patas, asegurándome de no tirarlos. Tomándome por sorpresa como siempre…

— Buenas tardes, señor Alexios. ¿Cómo va su día? —Tiberio me observa, con esa nueva y espeluznante sonrisa perpetua. Esta en lo bajo de las escaleras, la poca iluminación me deja verlo, en su postura rígida y ropajes oscuros, brazos cruzados a su espalda y cola perfectamente inmovilizada. Para ser alguien adorable logra asustar si se lo propone.

Sobre todo si es un traidor de su calibre.

— Buenas tardes, Tiberio. Todo bien, sin novedades.

Me quedo quiero, incluso sosteniendo la respiración en espera de su próximo movimiento. Se vuelve una estatua durante un minuto entero que me hace sudar, pero cuando pasa el tiempo, sus ojos caen en la bandeja en mis manos y luego va sobre mi.

— Veo que planteas darle sustento a los prisioneros —Dice de forma plana.

— Así es. Se han comportado y por ello no se les quitarán las comidas del día.


— Mmm… —Tararea suavemente mientras me observa. Temo por que se moleste o pase algo, cualquier cosa que lo provoque y me prohíba llevar las comida.

Desde que Marcos, Amicus, Virginia y los demás se marcharon, tuve que lidiar con esto, sigo sin acostumbrarme, es difícil, me mantengo tenso hasta durmiendo y el miedo se suma a la expectativa cuando este tipo me rodea…

— … —“Tiberio… ¿Qué sucedió contigo?” algo tuvo que ocurrirle, este no es el, de otro modo— ¡…!

— Espero que estos sean todos tus motivos para darles alimento, de otro modo… —Llegó hasta mi en algún momento y no lo pude ver. Su mano de garras oscuras reposaba sobre mi hombro, con una silenciosa nota de amenaza oculta entre líneas— Si tu lealtad es cuestionable, haré que no tengas forma de dársela a nadie nunca más.


— … —Es difícil mantenerse inexpresivo, más con el personaje a mi lado. Algo en mi pecho se enrosca y corta la respiración, ¿De esto se trata el verdadero miedo a la muerte? O ¿Se tratara de una simple ilusión?. Sea cual sea, responderé lo siguiente— La pregunta correcta es; ¿A quién debe ir mi lealtad, a ti o al emperador de turno?

La mano es retirada de mi hombro, suaves pisadas acompañadas de un silbido siniestro se alejan y yo apenas controlo los latidos de mi corazón. Este convenio mee a puesto en jaque demasiadas veces, y no se cuanto más poder tolerarlo.

“Hazlo por ellos. Sólo resiste un poco más…” suspiro con ese pensamiento, porque si al final no fui espía para Omorfa, lo fui para ese sujeto.

  Bajo las escaleras de una vez, no queriendo andar por aquí por mucho tiempo más, luego procedo a abrir las compuertas con el permiso de un guardia y me adentro a las celdas. Al final están ellos.

— ¡Alex! —Cassius se colocó de pie en cuanto me vio, los huesos de sus piernas crujieron audiblemente mientras temblaba en su ascenso, el ruido me hizo estremecer de dentro hacia fuera. Pero no lo oiría quejarse, su orgullo no se lo permitiría. Desde que lo tomaron a el y Cupedia como prisioneros, las dosis de sus medicamentos para sus problemas corporales han sido mínimos. Debido a eso, tuve que hacer un pacto para impedir que esto fuera a peores.

Servir a Euniceo no me gusta en lo mas mínimo, soy de Omorfa por todas las estrellas, no me doblegó ante la voluntad de otros ajenos…

Y sin embargo, aquí estoy, sirviendo a un imbécil por amor.

— ¿Te encuentras bien? Les traje comida y… —Mostré de forma discreta el frasco con las medicinas que requerían. No era mucho para darles suficiente fuerza o movilidad, pero sus cuerpos aguantaran mientras esperan aquí.

Cassius resoplo mientras se apoyaba en la reja, debía estar algo exhausto. Según Cupedia, no a podido dormir bien estos días.

— Eso deberia preguntártelo yo a ti. Estas todo el día con ese imbécil, me preocupa que te haga algo.

Cass no dudo dudó en llevar su mano a mi mejilla, y por impulso del estímulo, recuesto mi rostro sobre su palma.

— Estoy bien. A Euniceo no le importa que los cuide siempre y cuando colabore con el. Esta desesperado por mover todo y a todos y poner en marcha su plan, sea cual sea… ¿Cómo se sienten?

Esta vez fue Cupedia quien respondió, acercándose lentamente hasta el frente de la cárcel. Se veia tan maltratada como Cassius, usando ropajes insípidos y que lucían incómodos hasta decir basta.

— Algo cansados y magullados, pero resistiendo… —Cuando estuvo lo bastante cerca, colocó su mano en mi brazo, dándome una suave sonrisa que ocultaba cansancio y dolor. Mis facciones se aflojaron sintiendo esta culpa de tener lugares distintos. Me duele la idea de ver a Cupedia así, ella es una madre y mujer trabajadora que lucha a pesar de sus dificultades, no merece esto. Inevitablemente me pregunto si mi madre habría sido así, este donde este, viva o muerte… No importa. Ella no está ni estuvo en su momento, no  es lo importante ahora. Deseo firmemente sacarlos de aquí, buscar una manera de hacerlo no a sido sencillo, sobre todo porque contactarse con el tal M se vuelve un martirio con tanta vigilancia.

Me quiero quitar una oreja de lo compleja que se torna la situación.

— Aguanten un poco más. Afuera todo es un caos… Y tengo la certeza de que pronto cambiará —a estoy convencido de eso. Marcos puede hacer una diferencia en los demás, lo logró en Amicus, y el lobo hizo lo mismo en Marcos. Por ello nos toca creer— Coman, no tengo mucho tiempo antes de regresar.

Ellos afirman, agradezco que lo hagan con cuidado y en silencio, eso me da oportunidad de pensar en muchas cosas. Como que hay muchos huecos o… No sabría como explicarlo. Es como si tuviera una corazonada, la duda es…

¿Qué tan certera será?

Y mientras veo a Cass y Cupedia devorar sus platos de arroz con vegetales y pollo, me cuestiono que tan real a sido todo lo que nos a pasado y hasta que punto seguirá sucediendo…

~♧~

— Alguien quiere impresionar —Me tense levemente cuando oí esas palabras, esperaba encontrar algo se reproche pero cuando gire hacia Virginia, solo encontré una suave sonrisa pícara en su semblante, allí, sentada en el sofá de una plaza de la sala. Brunis estaba en el sofá de tres plazas, cuerpo robusto acostado y bien relajado, observando con diversión mientras sus colmillos frontales se asomaban en una expresión de diversión, debía estar disfrutando esto.

— Sólo quiero verme bien. Estoy algo cansado de vestirme como si no me importara donde me paro —Me excuse mirándome en el espejo por quita quinta vez mientras me aseguraba de anudar bien la correa de mis pantalones, enderezar mi chaqueta y organizar mi cabello, el cual sentía poco dispuesto a cooperar cuando, según Brunis, estaba perfecto.

Y no estaba demasiado lejos de la realidad. A pasado tanto tiempo desde que me vestí como… ¿Un hombre cualquiera? No sabría como describirlo, desde casi siempre estuve utilizando túnicas y cosas así, y cuando llegamos a Måne comencé a usar estos suéteres o abrigos, incluso mantos con los cuales no andaba demasiado pendiente de si me veia bien o no. Así que, para variar, quiero verme presentable.

— No entiendo cual es el estrés. Si te gusta, ¿Por qué no  decirlo directamente? Ya sabes, ropa provocativa, o nada de ropa para el caso…

— ¡¿Qué?! ¡Estas demente! —El rostro me arde al imaginar tal cosa. Dios mío, que vergüenza. Quiero tomar lo primero que se me crucé y lanzárselo a Brunis directo en la cara— No puedo con ustedes…

Siguieron riendo mientras yo me apartaba del espejo, mirando hacia cualquier lado mientras el tiempo pasaba. No se en que punto Brunis se enteró sobre mis sentimientos por Amicus, pero… En una parte me alivia porque me a prestado apoyo y consejo, es un buen tipo, aunque demasiado revoltoso y ruidoso… También me asusta porque nunca se sabe en que momento soltara uno de sus comentarios locos y me tome por sorpresa.

— Solo es una salida de amigos… —Intento convencerme, pero… Mi estúpido corazón quiere creer otra cosa. Mientras espero y espero, el clima se vuelve un poco más tenue, el agradecer efímero se asoma por los bordes de este pseudo planeta y me cuestiono si debería tomarme este tiempo para “Disfrutar” dada nuestra posición.

Mientras que yo estoy aquí, relajado de la vida, hay otros que la están pasando difícil. ¿Me hace mala persona pensar en esto? ¿Debería llamar a Amicus y cancelar? O…

— Marcos —Una mano cae sobre mi hombro y ahí están Virginia y Brunis, preocupados, quizás notando los tormentosos pensamientos que invaden mi mente— Deja de pensarlo demasiado.

“¿Cuando me volví tan transparente?”

— Esta bien que te diviertas un poco, de entre todos, me parece que has sido quien más a desvelado pensando en soluciones. Y eso está bien, pero no es bueno para ti. ¿Recuerdas lo de hace tres meses?

Como olvidarlo, estaba tan desesperado e impaciente que desarrolle insomnio, enloqueciendo lentamente. No conseguía dormir y mi salud se deterioraba rápidamente por eso y el cambio de entorno. Me tuvieron que detener en seco y pase algo de tiempo en terapia para saber cuanta falta le hace al cuerpo descansar de todas las preocupaciones o deberes. “Las peores enfermedades las creamos nosotros en nuestra mente” eso dijo el doctor.

— Amigo, escucha, una noche de diversión no te quitara nada. Y pase lo que pase, trata de disfrutarlo. La vida es una y hay que gozarla.

— No puedo creer que diré esto, pero tienes razón… Gracias —Sonreí agradecido de tenerlos conmigo. Independientemente de que pasará, tenía que pasarla bien. Me lo debo.

— Y bien, si hay algo de acción del tipo “empalando carne”… —Gesticula un movimiento obsceno con su mano, logrando que me contorsione de la vergüenza mientras Virginia tapa su boca con una mano— De nuevo, disfrútalo.

Muy bien, hasta aquí.

— ¡Marcos, espera! ¿Dónde…? —Virginia ya no se molesta en esconder sus risas.

— A esperar afuera, donde mi dignidad no se vea fragmentada por chistes sobre como llenar mi agujeros corporales… —Abro la puerta del departamento— O la morbosa idea de “Empalar” cosas-

De la nada, choco contra una superficie dura y firme, casi me ahogo a pesar de lo suave, con un olor tan familiar y embriagante, como si fuesen dos grandes almohadas o…

— Hola Marcos.

— ¡…! —Mi cuerpo entero se tensa, esa voz la reconozco hasta en mis sueños más locos… Mejor no hablar de eso— He-Hey Amicus.

Retrocedo un paso, luego otro, y allí están Virginia y Brunis. Hago una nueva mueca sabiendo a lo que van por sus expresiones.

— Hola chicos —Amicus se toma su tiempo, saludando, charlando con su hermana y el glotón. La ansiedad me llena— ¿Quieren venir?

— Oh no —Virginia niega con su cabeza —Tenemos cosas que hacer, pero vayan tranquilos.

— Ya sabes Marcos, recuerda lo que hablamos.

Lo veo de mala forma y el sólo se carcajea. A lo que hemos llegado, ¿Cuándo me hice centro de diversión?

— ¡Vamos ya! No perdamos tiempo —Empujó a Amicus para poder marcharnos de una vez, pero debí esperar esto, no me salvaría tan fácilmente.

— ¡Usen protección!

“La putaaa!” Casi lanzó a Amicus escaleras abajo, trato de averiguar que quería decir Brunis con eso y por una vez en la vida, agradecí las complejas diferencias sociales entre nuestras especies.

Comenzamos entonces, una salida que puede salir tan bien como mal, sólo los de arriba lo saben.

》》》

Luego de varios minutos caminando me doy cuenta de que no teníamos un rumbo fijo, y es difícil saber también si el tiene algo en mente para esta noche…

— … —Mirándolo de reojo, el lobo parece más inmerso en el cielo nublado que en cualquier otra cosa. Supongo que no sabe que podemos hacer hoy y…

“Espera.”

Me detengo en secó cuando el razonamiento me abofetea tres veces y todavía me parece poco.

“¡Tu lo invitaste a salir pedazo de idiota!”

Quiero golpearme contra algo, en definitiva soy un asco para estas cosas. Ni siquiera a empezado como tal esto y ya lo estoy arruinando…

— Marcos…

— ¡¿Qué?! Digo, ejemp… ¿Si? —Creo que exagere demasiado en mi tono de voz, soné como locutor de uno de esos dramas adastrianos.


— Acabo de recordar algo, y siéntete libre de dejarme si así lo prefieres…  —Luce algo apenado. Me pregunto de que se trata— Necesito ir al invernadero, ayer cuando termine mi jornada olvidé unas cosas y necesito pasar por ellas hoy, ¿Podemos pasar por ahí un momento o…? No, estoy seguro que prefieres ir a-

— Amicus, ¿Desde hace cuanto me conoces? —Pregunte seriamente, sintiéndome levemente ofendido de que el pensará que preferiría ser egoísta con el— Ya se que desde hace poco tiempo, pero sinceramente, si necesitas ir, prefiero acompañarte y así vamos juntos después a… Hacer lo que sea. ¿Me explicó?

El asiente, viéndose algo sorprendido.

— Muy bien, entonces, vamos —Sintiéndome audaz, lo empujó con el hombro, y luego camino al frente de ambos.

Escucho sus pisadas atrás de mi, y aunque seguimos guardando algo de silencio, puedo decir que el ambiente tenso se disipa del todo.

“Podré ser todo, pero nunca un egoísta para ti…”

》》》

La Cúpula es como llaman al invernadero, el lugar de asentamiento de los Padres Nórdicos. Su estructura es tal como su nombre, un domo gigante de cristal en el cual se resguarda la mayoría de los cultivos más originarios de este sistema solar. El lugar se divide en cuatro áreas seccionadas más pequeñas que la central, a esta última es a donde nos dirigimos, la mas frondosa de todas.

Cuando llegamos, el guardia junto a la puerta identificó a Amicus rápidamente, ya que es uno de los voluntarios más entusiastas de la actualidad. A mi me tuvo que hacer muchas preguntas y registrarme, procedimientos normales de esto.

Una vez dentro, contemple un largo pasillo en el cual había incluso un área de desinfección, todo para proteger la integridad del ecosistema que aquí resguardan.

— Entonces… Se bienvenido —Amicus deslizó su tarjeta de acceso y la vista que recibí maravilló mis ojos. Un paraíso tropical, diferente al frío exterior, playas se arremolinaban unas sobre otras, formando arcos o guirnaldas vegetales, cultivos elevados por grandes estantes mecánicos, paredes de cristal forradas por mantos de hojas y raíces que hicieron de su lugar un hogar. Los arboles eran enormes y frondosos, de todos colores y clases, los olores que mi nariz captaba eran demasiados y muy pocos eran identificados. Había atrás para caminar, pasillos con escaleras para subir que contaban con flores enroscadas sobre las barandas.

En definitiva, un lugar impresionante. Quedé con la boca abierta. Amicus sonrió complacido por mi reaccion, siendo quizás lo que deseaba.

— Sígueme… —Lado a lado, avanzamos, soy testigo de como la vida puede volverse algo precioso si sabes como cuidarlo debidamente. Ni con toda la tecnología humana nosotros pudimos hacer algo así en la tierra o Adastra— Así como la tecnología Parental de los Lobos reside dentro del  Archivo, la de los Osos aguarda en este espacio. Se dice que aquí la naturaleza funciona de otra forma, una mejor con la que pueden coexistir diversas especies de plantas y cultivos…

Subimos escaleras al tiempo que Amicus me explica todo eso.

— Según lo que me explico Bjarni, ellos hablan con los Padres a través de esta vida… —Con toda la delicadeza que sus grandes manos le permitían, Amicus acaricio una flor de colores purpurinos con tonos blancos y celestes. El aroma que expulsaban era fuerte y embriagante— Jamás pensé que podría conocer un lugar así fuera de casa… Pero ese no es el punto —Seguro recordó a lo que vinimos, por como agachó sus orejas.

— ¿Sabes? Me gusta cuando actúas así… ¡…!

Cuando me mira detenidamente, no puedo evitar apartar la mirada y toser. Dios, de pronto es difícil no decirle estas cosas.

— Ejemp, entonces, ¿Qué buscamos?

— O-Oh si —Mira en todos lados— Se supone que deje cerca de aquí mis llaves. Deben estar cerca, ¿Puedes buscar en aquella dirección? —Dice señalando al otro lado de esta plataforma, a mis espaldas. Yo asiento con la cabeza y comienzo un escaneo rápido por mi lado mientras Amicus hace lo mismo del suyo.

Me pregunto cómo serán, quizás como unas normales, quien sabe.

Mientras reviso entre las masetas o mesas ubicadas aquí y allá, me encuentro con muchas cosas interesantes, por ejemplo, hay unos frutos extraños, ubicados por debajo de otras plantas, captan mi  atención por el echo de que brillan en la oscuridad con un color azul.

— Vaya… —Me acerco lo suficiente para detallarla, maravillado por la luminiscencia, sin embargo, al otro lado de esta área terrosa, veo un manojo de llaves en el suelo.

Bingo.

Como no veo un sendero rápido por el cual llegar, me arriesgo por aquí, camino con cuidado de no pasar una raíz o algo así, luego me agachó y las alcanzó.

— ¡Si!

— ¡Marcos, cuidado! —Me giró hacia Amicus, no sabiendo de que debo protegerme, pero ya es tarde.

La vista se me nubla cuando algo me cae encima, baña mi parte superior del cuerpo y me cuesta respirar. Una mano me saca de aquí y por el simple tacto se que es Amicus.

No escucho bien tampoco, es como si algo espeso me cubriera, segundos después algo me salva la vida, un líquido moja mi rostro ya humedecido y entonces recupero los sentidos.

— ¿Estas bien? ¿Te hiciste daño? —El lavo luce genuinamente asustado, más que yo incluso.

— S-si. Sólo… ¿Qué es esto? —Sobre mi cuerpo se esparce un líquido pegajoso y cristalino, no es desagradable, en realidad huele a…— ¿Miel?

Amicus suspira con algo de cansancio.

— Algo así… —Alcanza un pañuelo y comienza a limpiar mi cara, al tiempo que retira mi chaqueta humedecida— Es salvia de esa Leken Venus (Venus Juguetona) —Mirando hacia atrás veo a una extraña flor o planta, similar a las plantas atrapamoscas de la tierra, pero luce más como una flor cerrada. Desde la punta de sus “Pétalos” escurre el mismo líquido viscoso que ahora está sobre mi— Lo lamento, debí estar al pendiente. Ellas son muy bromistas hacen esto todo el tiempo. Entenderé si prefieres irte a cada luego de esto.

De pronto se ve triste, luce culpable y con las orejas gachas. Yo sólo alcanzó a reírme un poco, descolocándolo.

— Ay, vamos Ami, sólo estoy algo… Pegajoso.  Pero no es nada, hay peores cosas… —Veo mi chaqueta, ahora sucia— Bueno, quisiera decir eso de mi chaqueta, pero al menos no me ensucie la ropa debajo de ella.

Busco verle el lado positivo a las cosas, recordando las palabras de Brunis y Virginia. A veces simplemente necesitas reírte y dejar todo fluir.

— ¡Es más! Puedo hacer pasar este olor por el de una loción! 

Mis esfuerzos de animar al lobo no son en vano, su cola se agita después de una rato y me sonríe levemente.

— No tienes remedio… —Su nariz se agita y olfatea en mi dirección— Debo admitir que si hueles delicioso… Como un dulce.

“Eh… ¿Yo…Que?” Eso es todo, entró en corto y caigo derribado al suelo de la vergüenza. Increíble que sólo necesite de una frase para desarmarme.

Me quedo así por un rato, Amicus a mi lado tratando de entender que me sucedía, y yo haciendo el ridículo una vez mas. 

Pero disfrutando, al fin y al cabo.

》》》

— ¿Seguro de que te encuentras bien? —“Además de sentirme mareado por el aroma de tu loción impregnada en tu chaqueta, estoy de maravilla” Fue lo que alcance a pensar cuando Amicus pregunto.

Asiento con la cabeza, ocultando mi sonrisa estúpida por tener encima está enorme prenda del lobo. Estoy seguro que Brunis se burlaría hasta mi muerte.

— Me preocupa más el que agarres una hipotermia. ¿No es demasiado delgada? —Niega con la cabeza, pero se que sólo se hace el fuerte. Puedo ver su mandíbula temblar ligeramente del frío.

Este hombre…

— Agradezco tu preocupación, pero me parece que ya e metido mucho la pata hoy.

— Nah. Creo que si llevamos la cuenta… —Mira hacia arriba, como si contará de verdad— Creo que me llevas ventaja por una. 


Mi chaqueta embolsada tiene  algo para decir.


— Tonto. Lo dice quien me rasguño mientras me daba una baño.

— ¡Ay, ya supéralo!


— En tus sueños.

Un segundo después estamos riendo como tontos, recordando lo ridículos que fuimos en el pasado no tan lejano.

Rememoro los pocos momentos importantes que e vivido junto a Amicus o a su causa, y descubro que no son pocos realmente. A sido una montaña rusa de emociones desde el primer día y cada recuerdo es como una trago de agua fresca, es tan…

Flashback.

— Te dije que el universo era una esfera. Sin importar que tanto se expanda, volveré a ti…

Fin del flashback.

— ¿Qué…? —Me detengo en sexo por ese… ¿Recuerdo?

Fue sólo un destello, perro juró haber visto a Amicus, me sostenía en sus brazos y lo que dijo…

— ¿Qué significa todo esto…?

— ¡Marcos, ven a ver esto! —El lobo me había tomado mucho ventaja, cruzando en una nueva Que cuadra hacia lo que creo era el bazar. Me apresura a alcanzarlo por donde desapareció su cola.

Decido guardar para más tarde ese momento, recuerdo o lo que sea. Esto no es algo que pueda dejar pasar, sobre todo así de repentino…

— Uh… ¿Qué es esto?

Mis ojos se sobresaturan con la gran cantidad de cosas para ver. El bazar es un área comercial en todo el centro de Måne, estamos literalmente en el centro de todo. Este lugar se trata de una enorme plaza con sus diversas calles y zonas varias donde se instalan habitualmente vendedores de toda clase. Hace algun tiempo vinimos de turistas, peri ahora… Luce tan diferente. Generalmente se vería igual de frío y apagado como suele estarlo a estas horas de la noche, pero hoy en particular era todo lo contrario, lucía lleno de vida y calor.

— Eso quisiera saber yo —Amicus estaba igual de impresionado que yo, con la única diferencia de que sonreía y sus colmillos reducían con el brillo de las lámparas flotantes.

Nuevos puestos de comida eran instalados, las calles adornadas con decoraciones de papel reciclable y guirnaldas coloridas. Puestos de juegos y diversión variada, dispuesta para los transeúntes o curiosos de la noche. Las calles se extendían y el alegre bullicio no tenía fin.

— … Señor, disculpe —Llamo la atención de un Oso que iba pasando, el me observa con algo de duda mientras averiguo que sucede— ¿Qué pasa aquí? ¿Están celebrando algo?

— Oh si —Asiente y forma una sonrisa en su rostro— Hoy celebramos Valisblot.

Dijo así nada mas y luego desapareció sin dar más detalles.

Un poquito más de información, ¿No?

Como sea…

Amicus y yo nos vimos al mismo tiempo, sin tener que decir nada para saber lo que el otro pensaba. Después de todo, no teníamos nada mejor que hacer y esto se veía más que apropiado.

Nos adentramos lado a lado en este evento, disfrutando de espectáculos de fuegos artificiales y cantos variados, descubrí como los Osos tienen un canto mas apetecible que el de los lobos, y cuando se lo menciono a mi acompañante sólo bufa, demostrando lo ofendido que estaba. 

Camino hacia otra parte, nos estuvimos a comer pescado en vara, que es lo mismo como se escucha, pescado asado y sazonado en una vara. Trate de sacarle la receta al vendedor, pero es un hueso duro de roer.

— ¿Mmm? —Un puesto de juegos estaba realmente agitado, al acercarme brevemente, descubro a muchos niños tratando de sacar peses del agua haciendo uso de hojas de papel y luego depositándolo en peceras. Uno de los pequeños osos casi lo logra, pero su red improvisada de papiro se rompió en el último minuto.

— ¿Quieres intentar? —Su voz… Tan cerca de mi oído, susurra como si fuese un secreto y respira tan cerca que me estremezco. Logró asentir  con la cabeza y aprovechó el que se toma la libertad de pagar para recomponerme. “CONTROLATE”.


— Tienes tres intentos, joven —Afirmó con la cabeza, a lo que tomó el primer papiro, cuando sumerjo la pseudo red, está se desmorona como si nada.

— Pensé que seria mas fácil… —Amicus se divierte observándome mientras apoya su peso en un pilar de madera a su lado, parece disfrutar mis expresiones—De nuevo…

Intento nuevamente, esta vez voy por uno de los peses al centro, estaba lo suficientemente alto como para alcanzarlo. Cuando el papel lo atrapa, lo sacó pero no pasa del agua.. 

— Rayos… —Un intento mas y estoy frito.

— ¿Por qué no intentas con las esquinas traseras? 

Un nuevo escalofrío recorre mi columna por su causa. ¿En  que momento se acerco?

— ¿Por qué…?

— Sólo prueba… —Amicus se retira una vez más y me deja esta opción a tomar. Por un lado quiero confiar y… Ay, al diablo.

Me lanzo hacia la esquina, poniendo toda mi confianza, y cuando meto la red cierto los ojos jalo hacia mi, esperando que funcionará…

— ¡Tenemos un ganador! —Grita el dueño del lugar y la gente aplaude, abro los ojos y me sorprendo de ver en mi contenedor al pececito. Sonrió ampliamente mientras miro a Amicus, agradecido con su idea— Aquí tienes joven.

Me entrega una linda pecera con pediatras azules decorativas en e fondo y otros detalles como plantas artificiales y un cofre del tesoro, depósito al pequeño ser y lo veo nadar animadamente. Estoy feliz, sin embargo, esto no lo hice por mero capricho.

Busco al pequeño osito de antes y lo encuentro anhelado el pez en mis manos mientras abraza las piernas de su madre, no lo pienso dos veces, me arrodilló delante de el y se lo ofrezco.

— Creo que el quiere estar contigo.

Basto con decir esas palabras y acercarle la pecera para que su lindo rostro de ojos saltones se  iluminaran. Con algo de reticencia se acerca y la toma, agradeciendo tímidamente como la cosita adorable que es. Me despido de la familia y cuando vuelvo con Amicus tiene una expresión sorprendida.

— ¿Jugaste para dárselo al niño?

Sonrió apenado.

— Si. Lamento si pagaste por nada, te lo devolveré o- —Coloca su plata sobre mi boca, su sonrisa me hace ver lo poco enfadado que esta, y la calidez en sus ojos me quita todo frío que pudiera tener antes.

— Eres alguien interesante, ¿Te lo habían dicho ya?


— ¡…!

No hace falta decir nada, porque todo queda aquí. Toma mi mano y nos guía al siguiente puesto que llame nuestra atención, nos divertimos como si nada estuviese pasando fuera de esta burbuja que hemos creado entre los dos, y puedo decir, mientras sujeto su mano con fuerza y recuerdo sus palabras, que está noche me hace mas feliz de lo que pude ser nunca…

~♤~

La noche siguió y siguió, y nosotros continuamos en está peculiar celebración de los nórdicos. Comimos y jugamos, hablamos de tantas cosas que no sabíamos del otro y gozamos como no lo hicimos antes.  Conocimos detalles de está cultura que quizás otros lobos como yo o mi padre, incluso Druso me atrevo a decir, conocerían jamás.

Quien diría que esto sería tan entretenido, y es que  veces olvidó lo emocionante que llega a ser la vida estando a su lado. Había olvidado lo que se sentía, y me reprocho por haberlo alejado de mi…

Veo a Marcos unos pasos por delante de mi, charla con una mujer enfundada en un traje tradicional, parece que le esta dando una hoja y lápiz. Me pregunto de que se tratara...

Aunque no debo esperar demasiado, lo se cuando un anciano vestido igual con ropajes tradicionales llama mi atención y tiene un manojo de hojas y lápices iguales en sus manos…

— ¿…?

》》》

— Ahh… Estoy exhausto —Eso decía el, pero la expresión en su rostro daba a mostrar que todavía tenía energías para más— Extrañaba esto. Impresionarme por otras culturas. Siempre fui fanático de las tradiciones de otros pueblos, ya sea de mi propio planeta o más allá de nuestro sistema solar.

Eso capta mi atención.

— ¿Nunca lo hiciste en Adastra? —Agita de lado a lado su cabeza.

— Trate, pero estaba tan preocupado por controlar a los hijos de… Viviana. Luego estaba papá que me obligaba a tomar una imagen que fuese apropiada, murió, me convertí en emperador y… El tiempo que disponía de convirtió en el del resto de todo un mundo.


— Mmm… Suena a algo triste, la verdad…

“A veces siento que eres igual a mi…”

Ojalá hubiese tenido su tiempo para estudiar nueatra cultura en lugar de tener que seguir las exigencias de su padre. Sería un gran homólogo como Virginia o Neferu. Incluso eh oído que algunos van a la Universidad Khemiana si son lo suficientemente sobre salientes.

Y eso me recuerda…

— Oye, había algo que quería preguntar… —Marcos realiza un ruido afirmativo, señal de que mee escucha— ¿Por qué los Romanos?  —Me observa detenidamente— Digo, según registros, la Tierra posee muchas clases de muestras de Levantamientos de todas las especies Hermanas. ¿Por qué tu especie se inclinó por los Romanos y no otra?

El humano se debate internamente la respuesta, quizás tratando de omitir alguna información… Pero lo conozco, y se que no se trata de eso.

Hay ocasiones en las que me digo que tan irónica puede ser la vida, y está es una de esas. Los humanos eligieron ser Romanos por alguna razón, y luego invadieron precisamente el hogar donde los Padres Romanos depositaron sus esperanzas, con nosotros los lobos. ¿Sería una especie de karma del pasado? ¿El precio a pagar?  

— No tengo todos los detalles. Eso nunca me lo pregunte realmente. Pero si se algo —Nos detenemos cerca de un parque, donde una alberca de aguas congeladas forman una pista de hielo y en la que ahora se divierten muchas personas. La música hace del ambiente mas ameno, digno de un evento así— Cuando era niño, se me ocurrió preguntarle a mi padre algo que jamás contestó y fue la razón por la que… —Traga pesado, este es un tema delicado según puedo deducir— Fue la razón por la que me abandonó en el bosque durante una parte de mi infancia.

Me sorprende escuchar eso, me siento herido por Marcos y a la vez, una ira desconocida florece en mi pecho a su nombre.

— Le pregunté por que siempre que estaba sólo, hablaba con la nada. Nunca supe la razón, pero luego de ser abandonado, no me atreví a tocar el tema nunca más por miedo a su reacción. La próxima vez que cuestione algo, fue cuando quise saber por qué éramos nosotros los gobernantes por encima de cualquier humano. Tenemos miles de culturas en nuestro pequeño planeta pero resulta que de entre todas, la Romana es la que adquirió más fuerza por ciertas creencias a los dioses. Padre me dijo ese día “Porque EL nos eligió por encima de todos, y seremos su herramienta cuando llegue el momento”

Esas palabras logran ponerme los pelos de punta y ni siquiera las recibí yo.

— No tengo una respuesta precisa para tu pregunta, pero puedo decir que alguien… O algo, fue el responsable de elegir a mi tatara tatara tatara abuelo hace mucho tiempo. Le confío los secretos del universo y el modo de crecer con ellos… Y el como dominar a quien fuera en nuestra contra…

— … —Veo como todo el panorama se oscurece de repente, Marcos aún trata de lidiar con su pasado… Ambos lo hacemos. Es difícil, y sin embargo, el mas que nadie prosigue. A diferencia de mi, que ni siquiera me e atrevido a enterrar las cenizas de padre y Cato. Cada persona en este mundo tiene problemas con los cuales vivir, y si dejas que te ahogue en ellos…— … Quiero creer que has hecho el mejor trabajo del mundo.

El me vuelve a ver, dudando en un principio, pero aceptando con una suave sonrisa.

— Gracias…

— Hola, buenas noches, damas y caballeros… —Justo a unos metros de nosotros vemos una pequeña estructura nueva, sobre ella un sujeto de porte elegante se sube y da un saludo a las personas en el hielo o la cercanía— Quisiera agradecer por participar esta noche en uno de los eventos más importantes de nuestra cultura. El cariño, o el amor para el caso, se trata de un sentimiento poderoso y sin comparación en este universo. Alcanza cualquier distancia y se sobrepone a todo, eso es Valisblot, así que, quisiera darles las gracias por amar, querer y encariñarse con sus iguales… —Todos aplauden ante esas palabras, pero noto que Marcos está tenso de la nada.

— No puede ser… —Murmura, me acerco para averiguar de que se trata— Hoy en el calendario humano…


— ¡Dicho eso, amigos y amigas, traigan a sus parejas y pulan el piso… O el hielo para el caso, con nuestra invitada de la noche, una cantante consagrada de Måne. Les presentamos a Chia!

La gente no se hizo del rogar, y en el proceso, ambos quedamos en el centro de todo, siendo arrastrados por la repentina estampida de personas, y casi asfixiados por esta multitud. Cuando me fijo bien, una osa de ropas… Peculiares, con algo como una peluca, pasa al frente y la banda atrás de ella comienza a tocar. Primero con acordes lentos y sobrios de un piano, pero luego, los demás instrumentos se unen al paso de quien los guía.

— Don't cry, snowman, not in front of me. Who'll catch your tears if you can't catch me, darling? If you can't catch me, darling… —La chica canta increíble, y fácilmente lleva a todos a otro mundo donde la suave melodía del romance los invade. Marcos luce incómodo, se remueve sobre sus pies y allí permanece sin saber que hacer.

“¿Y que tal si eres tu quien guía esta vez?” Me pregunto a mi mismo.

La nieve es el lugar, la oportunidad es hoy, y… Somos buenos amigos, ¿Por qué no hacerlo?

— Don't cry, snowman, don't leave me this way. A puddle of water can't hold me close, baby… —Veo a Marcos una vez mas, los gritos de mi cabeza insisten… Y cedo. No sabiendo que es lo que me impulsa, me paró delante de el, extendiendo mi mano y sorprendiéndolo— Can't hold me close, baby.

Me observa con ojos ampliamente abiertos, casi creo que rechazara, la última vez que bailamos fue de forma obligada y apenas nos tolerábamos. Hoy es diferente.

— ¿Quieres bailar? —Duda, vacila y tiembla… Pero algo sucede en su cabeza, quizás devela algo o un motivo oculto, también puede ser mera cosa del momento, al fin accede, luciendo avergonzado, tan rojo como el Tomatito que imagino que es— …

No nos adentramos en la pista por supuesto, nos quedamos por fuera donde la nieve danza junto y bajo nuestros pies. Torpe, inconsistente, pero tan verdadero, no queremos que sea perfecto, sólo se trata de dejarnos llevar. 

— I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go…

Es como si flotáramos alrededor del otro, la confianza bullendo y nuestras manos en los lugares exactos, mi corazón… Yo anhelo tenerlo cerca. Miro a esos ojos del color de la miel y contempló como las emociones tambaleantes son reemplazadas por algo fuerte y seguro. No defino lo que es…

Pero se que me encanta verlo en el.

— ¿De qué te ríes? —Pregunta, arqueando una ceja, con media sonrisa y mejillas rojas.

— No es nada…


“Mentiroso”

— No sabes mentir.

Una risa huye de mi interior, no pudiendo ocultarlo nada a este hombre. Las notas en la voz de la osa aumentan, y con  eso mis sentimientos de jubilo repentino. 

— Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby.

>>> My snowman and me… My snowman and me… Baby...

El cielo derrama sus lágrimas de alegría convertidas en copos de nieve que caen sobre nosotros, adornan el cabello de mi acompañante humano, sacándole risitas y haciéndole apartar el rostro y recostarlo sobre mi pecho, y un pensamiento fugaz sobre que allí pertenece me estremece de buena manera.

Estar tan cerca suyo me hace sentir que no debo luchar… Y eso solía asustarme, porque perder el espíritu de lucha significa volverse débil.

Pero resultó ser lo contrario. Marcos…

— … —Veo la venda en mi brazo, cubriendo la marca, y se lo que significa desde este punto de vista. El no me quita, me suma— No se si estoy borracho… Pero siento o estoy  seguro de algo…

— ¿Mmm? —Luciendo intrigado, retira la cabeza de mi pecho. Le sonrió por quien sabe cuanta vez está noche.


— Don't cry, snowman, don't you fear the sun. Who'll carry me without legs to run, honey? Without legs to run, honey.

No hace falta decir nada, porque el silencio habla más que miles de palabras juntas.

— Don't cry, snowman, don't you shed a tear. Who'll hear my secrets if you don't have ears, baby? If you don't have ears, baby. —Y mientras el silencio exista entre nosotros, la complicidad permanecerá… No estoy seguro de como lo se, pero es una certeza— I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go…

>>> Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby. My snowman and me…


— Creo que eres hermoso… —Mi mano se eleva hasta su  rostro estupefacto y acuno su mejilla sonrojada. Yo mientras tanto me dejo llevar y nos guio en la música, sintiendo tanto en este sólo momento junto a mi acompañante.

My snowman and me… Baby.

El silencio se hace una vez más, nosotros nos detenemos, y cuando siento el corazón acelerado, veo a Marcos como un hombre, como mi amigo, como alguien diferente… ¿Pero de que modo? ¿Por qué sucedió todo esto para empezar?

¿Importa realmente? Tal vez lo haga…

— Je, gracias, supongo… 

No se de donde vino esa ola de sinceridad, pero de cualquier forma, termina en cuanto nos separamos y la canción acaba. La noche fue testigo de algo, y yo…

Siento que me pierdo de algo importante, sin embargo, me queda clara una cosa.

Marcos es un ser valioso para mi y mi vida…

~♧~

La noche estaba terminando y yo…

Aún no me saco ese momento de la cabeza. Tan cerca suyo, sintiendo su cuerpo, bailando y… ¡DIOS! Así nunca dejaré de sentir cosas por el.

“Creo que eres hermoso…” ¿Qué significa eso?

— Bueno, ya llegamos —No me percate de cuando recorrimos el trayecto de regreso al apartamento donde vivo. Así de perdido estaría— Me la pase increíble. ¡No se por que nunca hicimos esto antes!

Amicus luce tan feliz y… Dioses, tengo tantas ganas de besarlo.

Doy media vuelta para dejar de verlo y evitar hacer una locura. Recuerda, sigue teniendo novio.

— También yo… Buenas noches-

— ¡Espera! —Sujeta mi mano, y no se imagina que cada toque provoca tanto en mi. Sea bueno o malo por igual— Ten —Lo veo, en su mano tiene una especie de sobre— Un anciano dijo que era una tradición… Así que, ábrelo cuando sientas que… Me necesitas o no se.

— Ha… —Dan ganas de llorar. Este tipo es sólo…Ya se me acabaron las palabras para describirlo— Gracias… —La tomó, y no aguanto, lo abrazo y suelto aunque sea una fracción de lo que siento— ¡Te quiero… Amigo!

Y huyó, porque parece que es una nueva costumbre en mi.

Corro escaleras arriba, sonriendo mientras aprieto en mi pecho su carta, y por esta noche, y quien sabe cuanto, resistiré las ganas de abrirla…

~¤~

Ambos fueron víctimas de sentimientos fuertes y complejos está noche, mientras Amicus regresaba a su casa rememorando la espléndida velada que tuvo con su “buen amigo” no pudo evitar sonreír.

Esperaría próximos encuentros igual de memorables.

Marcos por igual, claro esta, y sus sus sentimientos amainaban, sería lo mejor para todos.

Ambos se recostaron en sus respectivas camas y el crujir de la estructura los recibió ansioso por el sueño. El Humano cayendo más pronto que tarde en la ensoñación de los que pernoctan, mientras el Lobo incómodo por algo en su bolsillo captaba su atención somnolienta. En el bolsillo trasero de su pantalón estaba una carta, la cual, pudo suponer de quien era el remitente.

La guardo, haciendo el mismo pacto que le solicitó a Marcos, y mientras ambos caían en el sueño profundo, poco sabían que los engranajes de algo se ponían en marcha, y que cada cosa caería en su lugar a su debido tiempo…

Todo esto y en un día de San Valentín para los humanos, ni mas ni menos...

(Capítulo 34)

...

¿Un lugar que solía verse vació es comparable con uno que se siente inhabitado?

Si cambiamos los componentes de términos en esta pregunta, se descubre que es lo mismo a decir que: “¿Un lugar vacío es lo mismo que uno que se sienta vacío?”

Mírelo por donde prefiera, la respuesta seguirá siendo la misma, y a su vez, seguiré caminando por estos oscuros pasillos donde una vez hubo vida, y luego un atavismo de ella. Sigo avanzando, mis pisadas no se oyen en el extenso camino, esta periferia de la cual solía llamar “Palacio” y ahora sólo es una sombra de aquellos días.

Si me preguntaran, las pocas veces que deambule por aquí, las señales de movimiento eran incluso más notables. Ahora paso habitación tras otra, recorro un sendero casi muerto donde las pocas personas de verdadera importancia y disposición se localizan a lo mas profundo de estas penumbras.

Adastra se a sumergido en un manto de oscuridad nuevo, no se el como, ni el por que, pero exactamente tres dias atrás no hay vista del sol. De no ser por los relojes no  sabría que ahora es medio día y debo alimentarlos.

— A lo que e llegado… —Suelto una retahíla de maldiciones, pues el personal de servidumbre se redujo para reemplazarlos por guardias, lo que eso significa que yo debo encargarme de ellos. “Ugh, lo que hago por amor.”

Continuó mi camino, alejándome lo mas posible de la vista de los guardias desperdigados en cada esquina del Palacio. Trato de no llamar su atención, la última vez que venía a esto, uno de ellos se me pego como una garrapata y fue problemático la hora siguiente.

Finalmente, luego de torturarme mentalmente por todo este circo que dejamos formar, llegó a las escaleras que dan pase a las mazmorras. Me detengo en seco, sosteniendo la bandeja con alimentos entre mis patas, asegurándome de no tirarlos. Tomándome por sorpresa como siempre…

— Buenas tardes, señor Alexios. ¿Cómo va su día? —Tiberio me observa, con esa nueva y espeluznante sonrisa perpetua. Esta en lo bajo de las escaleras, la poca iluminación me deja verlo, en su postura rígida y ropajes oscuros, brazos cruzados a su espalda y cola perfectamente inmovilizada. Para ser alguien adorable logra asustar si se lo propone.

Sobre todo si es un traidor de su calibre.

— Buenas tardes, Tiberio. Todo bien, sin novedades.

Me quedo quiero, incluso sosteniendo la respiración en espera de su próximo movimiento. Se vuelve una estatua durante un minuto entero que me hace sudar, pero cuando pasa el tiempo, sus ojos caen en la bandeja en mis manos y luego va sobre mi.

— Veo que planteas darle sustento a los prisioneros —Dice de forma plana.

— Así es. Se han comportado y por ello no se les quitarán las comidas del día.


— Mmm… —Tararea suavemente mientras me observa. Temo por que se moleste o pase algo, cualquier cosa que lo provoque y me prohíba llevar las comida.

Desde que Marcos, Amicus, Virginia y los demás se marcharon, tuve que lidiar con esto, sigo sin acostumbrarme, es difícil, me mantengo tenso hasta durmiendo y el miedo se suma a la expectativa cuando este tipo me rodea…

— … —“Tiberio… ¿Qué sucedió contigo?” algo tuvo que ocurrirle, este no es el, de otro modo— ¡…!

— Espero que estos sean todos tus motivos para darles alimento, de otro modo… —Llegó hasta mi en algún momento y no lo pude ver. Su mano de garras oscuras reposaba sobre mi hombro, con una silenciosa nota de amenaza oculta entre líneas— Si tu lealtad es cuestionable, haré que no tengas forma de dársela a nadie nunca más.


— … —Es difícil mantenerse inexpresivo, más con el personaje a mi lado. Algo en mi pecho se enrosca y corta la respiración, ¿De esto se trata el verdadero miedo a la muerte? O ¿Se tratara de una simple ilusión?. Sea cual sea, responderé lo siguiente— La pregunta correcta es; ¿A quién debe ir mi lealtad, a ti o al emperador de turno?

La mano es retirada de mi hombro, suaves pisadas acompañadas de un silbido siniestro se alejan y yo apenas controlo los latidos de mi corazón. Este convenio mee a puesto en jaque demasiadas veces, y no se cuanto más poder tolerarlo.

“Hazlo por ellos. Sólo resiste un poco más…” suspiro con ese pensamiento, porque si al final no fui espía para Omorfa, lo fui para ese sujeto.

  Bajo las escaleras de una vez, no queriendo andar por aquí por mucho tiempo más, luego procedo a abrir las compuertas con el permiso de un guardia y me adentro a las celdas. Al final están ellos.

— ¡Alex! —Cassius se colocó de pie en cuanto me vio, los huesos de sus piernas crujieron audiblemente mientras temblaba en su ascenso, el ruido me hizo estremecer de dentro hacia fuera. Pero no lo oiría quejarse, su orgullo no se lo permitiría. Desde que lo tomaron a el y Cupedia como prisioneros, las dosis de sus medicamentos para sus problemas corporales han sido mínimos. Debido a eso, tuve que hacer un pacto para impedir que esto fuera a peores.

Servir a Euniceo no me gusta en lo mas mínimo, soy de Omorfa por todas las estrellas, no me doblegó ante la voluntad de otros ajenos…

Y sin embargo, aquí estoy, sirviendo a un imbécil por amor.

— ¿Te encuentras bien? Les traje comida y… —Mostré de forma discreta el frasco con las medicinas que requerían. No era mucho para darles suficiente fuerza o movilidad, pero sus cuerpos aguantaran mientras esperan aquí.

Cassius resoplo mientras se apoyaba en la reja, debía estar algo exhausto. Según Cupedia, no a podido dormir bien estos días.

— Eso deberia preguntártelo yo a ti. Estas todo el día con ese imbécil, me preocupa que te haga algo.

Cass no dudo dudó en llevar su mano a mi mejilla, y por impulso del estímulo, recuesto mi rostro sobre su palma.

— Estoy bien. A Euniceo no le importa que los cuide siempre y cuando colabore con el. Esta desesperado por mover todo y a todos y poner en marcha su plan, sea cual sea… ¿Cómo se sienten?

Esta vez fue Cupedia quien respondió, acercándose lentamente hasta el frente de la cárcel. Se veia tan maltratada como Cassius, usando ropajes insípidos y que lucían incómodos hasta decir basta.

— Algo cansados y magullados, pero resistiendo… —Cuando estuvo lo bastante cerca, colocó su mano en mi brazo, dándome una suave sonrisa que ocultaba cansancio y dolor. Mis facciones se aflojaron sintiendo esta culpa de tener lugares distintos. Me duele la idea de ver a Cupedia así, ella es una madre y mujer trabajadora que lucha a pesar de sus dificultades, no merece esto. Inevitablemente me pregunto si mi madre habría sido así, este donde este, viva o muerte… No importa. Ella no está ni estuvo en su momento, no  es lo importante ahora. Deseo firmemente sacarlos de aquí, buscar una manera de hacerlo no a sido sencillo, sobre todo porque contactarse con el tal M se vuelve un martirio con tanta vigilancia.

Me quiero quitar una oreja de lo compleja que se torna la situación.

— Aguanten un poco más. Afuera todo es un caos… Y tengo la certeza de que pronto cambiará —a estoy convencido de eso. Marcos puede hacer una diferencia en los demás, lo logró en Amicus, y el lobo hizo lo mismo en Marcos. Por ello nos toca creer— Coman, no tengo mucho tiempo antes de regresar.

Ellos afirman, agradezco que lo hagan con cuidado y en silencio, eso me da oportunidad de pensar en muchas cosas. Como que hay muchos huecos o… No sabría como explicarlo. Es como si tuviera una corazonada, la duda es…

¿Qué tan certera será?

Y mientras veo a Cass y Cupedia devorar sus platos de arroz con vegetales y pollo, me cuestiono que tan real a sido todo lo que nos a pasado y hasta que punto seguirá sucediendo…

~♧~

— Alguien quiere impresionar —Me tense levemente cuando oí esas palabras, esperaba encontrar algo se reproche pero cuando gire hacia Virginia, solo encontré una suave sonrisa pícara en su semblante, allí, sentada en el sofá de una plaza de la sala. Brunis estaba en el sofá de tres plazas, cuerpo robusto acostado y bien relajado, observando con diversión mientras sus colmillos frontales se asomaban en una expresión de diversión, debía estar disfrutando esto.

— Sólo quiero verme bien. Estoy algo cansado de vestirme como si no me importara donde me paro —Me excuse mirándome en el espejo por quita quinta vez mientras me aseguraba de anudar bien la correa de mis pantalones, enderezar mi chaqueta y organizar mi cabello, el cual sentía poco dispuesto a cooperar cuando, según Brunis, estaba perfecto.

Y no estaba demasiado lejos de la realidad. A pasado tanto tiempo desde que me vestí como… ¿Un hombre cualquiera? No sabría como describirlo, desde casi siempre estuve utilizando túnicas y cosas así, y cuando llegamos a Måne comencé a usar estos suéteres o abrigos, incluso mantos con los cuales no andaba demasiado pendiente de si me veia bien o no. Así que, para variar, quiero verme presentable.

— No entiendo cual es el estrés. Si te gusta, ¿Por qué no  decirlo directamente? Ya sabes, ropa provocativa, o nada de ropa para el caso…

— ¡¿Qué?! ¡Estas demente! —El rostro me arde al imaginar tal cosa. Dios mío, que vergüenza. Quiero tomar lo primero que se me crucé y lanzárselo a Brunis directo en la cara— No puedo con ustedes…

Siguieron riendo mientras yo me apartaba del espejo, mirando hacia cualquier lado mientras el tiempo pasaba. No se en que punto Brunis se enteró sobre mis sentimientos por Amicus, pero… En una parte me alivia porque me a prestado apoyo y consejo, es un buen tipo, aunque demasiado revoltoso y ruidoso… También me asusta porque nunca se sabe en que momento soltara uno de sus comentarios locos y me tome por sorpresa.

— Solo es una salida de amigos… —Intento convencerme, pero… Mi estúpido corazón quiere creer otra cosa. Mientras espero y espero, el clima se vuelve un poco más tenue, el agradecer efímero se asoma por los bordes de este pseudo planeta y me cuestiono si debería tomarme este tiempo para “Disfrutar” dada nuestra posición.

Mientras que yo estoy aquí, relajado de la vida, hay otros que la están pasando difícil. ¿Me hace mala persona pensar en esto? ¿Debería llamar a Amicus y cancelar? O…

— Marcos —Una mano cae sobre mi hombro y ahí están Virginia y Brunis, preocupados, quizás notando los tormentosos pensamientos que invaden mi mente— Deja de pensarlo demasiado.

“¿Cuando me volví tan transparente?”

— Esta bien que te diviertas un poco, de entre todos, me parece que has sido quien más a desvelado pensando en soluciones. Y eso está bien, pero no es bueno para ti. ¿Recuerdas lo de hace tres meses?

Como olvidarlo, estaba tan desesperado e impaciente que desarrolle insomnio, enloqueciendo lentamente. No conseguía dormir y mi salud se deterioraba rápidamente por eso y el cambio de entorno. Me tuvieron que detener en seco y pase algo de tiempo en terapia para saber cuanta falta le hace al cuerpo descansar de todas las preocupaciones o deberes. “Las peores enfermedades las creamos nosotros en nuestra mente” eso dijo el doctor.

— Amigo, escucha, una noche de diversión no te quitara nada. Y pase lo que pase, trata de disfrutarlo. La vida es una y hay que gozarla.

— No puedo creer que diré esto, pero tienes razón… Gracias —Sonreí agradecido de tenerlos conmigo. Independientemente de que pasará, tenía que pasarla bien. Me lo debo.

— Y bien, si hay algo de acción del tipo “empalando carne”… —Gesticula un movimiento obsceno con su mano, logrando que me contorsione de la vergüenza mientras Virginia tapa su boca con una mano— De nuevo, disfrútalo.

Muy bien, hasta aquí.

— ¡Marcos, espera! ¿Dónde…? —Virginia ya no se molesta en esconder sus risas.

— A esperar afuera, donde mi dignidad no se vea fragmentada por chistes sobre como llenar mi agujeros corporales… —Abro la puerta del departamento— O la morbosa idea de “Empalar” cosas-

De la nada, choco contra una superficie dura y firme, casi me ahogo a pesar de lo suave, con un olor tan familiar y embriagante, como si fuesen dos grandes almohadas o…

— Hola Marcos.

— ¡…! —Mi cuerpo entero se tensa, esa voz la reconozco hasta en mis sueños más locos… Mejor no hablar de eso— He-Hey Amicus.

Retrocedo un paso, luego otro, y allí están Virginia y Brunis. Hago una nueva mueca sabiendo a lo que van por sus expresiones.

— Hola chicos —Amicus se toma su tiempo, saludando, charlando con su hermana y el glotón. La ansiedad me llena— ¿Quieren venir?

— Oh no —Virginia niega con su cabeza —Tenemos cosas que hacer, pero vayan tranquilos.

— Ya sabes Marcos, recuerda lo que hablamos.

Lo veo de mala forma y el sólo se carcajea. A lo que hemos llegado, ¿Cuándo me hice centro de diversión?

— ¡Vamos ya! No perdamos tiempo —Empujó a Amicus para poder marcharnos de una vez, pero debí esperar esto, no me salvaría tan fácilmente.

— ¡Usen protección!

“La putaaa!” Casi lanzó a Amicus escaleras abajo, trato de averiguar que quería decir Brunis con eso y por una vez en la vida, agradecí las complejas diferencias sociales entre nuestras especies.

Comenzamos entonces, una salida que puede salir tan bien como mal, sólo los de arriba lo saben.

》》》

Luego de varios minutos caminando me doy cuenta de que no teníamos un rumbo fijo, y es difícil saber también si el tiene algo en mente para esta noche…

— … —Mirándolo de reojo, el lobo parece más inmerso en el cielo nublado que en cualquier otra cosa. Supongo que no sabe que podemos hacer hoy y…

“Espera.”

Me detengo en secó cuando el razonamiento me abofetea tres veces y todavía me parece poco.

“¡Tu lo invitaste a salir pedazo de idiota!”

Quiero golpearme contra algo, en definitiva soy un asco para estas cosas. Ni siquiera a empezado como tal esto y ya lo estoy arruinando…

— Marcos…

— ¡¿Qué?! Digo, ejemp… ¿Si? —Creo que exagere demasiado en mi tono de voz, soné como locutor de uno de esos dramas adastrianos.


— Acabo de recordar algo, y siéntete libre de dejarme si así lo prefieres…  —Luce algo apenado. Me pregunto de que se trata— Necesito ir al invernadero, ayer cuando termine mi jornada olvidé unas cosas y necesito pasar por ellas hoy, ¿Podemos pasar por ahí un momento o…? No, estoy seguro que prefieres ir a-

— Amicus, ¿Desde hace cuanto me conoces? —Pregunte seriamente, sintiéndome levemente ofendido de que el pensará que preferiría ser egoísta con el— Ya se que desde hace poco tiempo, pero sinceramente, si necesitas ir, prefiero acompañarte y así vamos juntos después a… Hacer lo que sea. ¿Me explicó?

El asiente, viéndose algo sorprendido.

— Muy bien, entonces, vamos —Sintiéndome audaz, lo empujó con el hombro, y luego camino al frente de ambos.

Escucho sus pisadas atrás de mi, y aunque seguimos guardando algo de silencio, puedo decir que el ambiente tenso se disipa del todo.

“Podré ser todo, pero nunca un egoísta para ti…”

》》》

La Cúpula es como llaman al invernadero, el lugar de asentamiento de los Padres Nórdicos. Su estructura es tal como su nombre, un domo gigante de cristal en el cual se resguarda la mayoría de los cultivos más originarios de este sistema solar. El lugar se divide en cuatro áreas seccionadas más pequeñas que la central, a esta última es a donde nos dirigimos, la mas frondosa de todas.

Cuando llegamos, el guardia junto a la puerta identificó a Amicus rápidamente, ya que es uno de los voluntarios más entusiastas de la actualidad. A mi me tuvo que hacer muchas preguntas y registrarme, procedimientos normales de esto.

Una vez dentro, contemple un largo pasillo en el cual había incluso un área de desinfección, todo para proteger la integridad del ecosistema que aquí resguardan.

— Entonces… Se bienvenido —Amicus deslizó su tarjeta de acceso y la vista que recibí maravilló mis ojos. Un paraíso tropical, diferente al frío exterior, playas se arremolinaban unas sobre otras, formando arcos o guirnaldas vegetales, cultivos elevados por grandes estantes mecánicos, paredes de cristal forradas por mantos de hojas y raíces que hicieron de su lugar un hogar. Los arboles eran enormes y frondosos, de todos colores y clases, los olores que mi nariz captaba eran demasiados y muy pocos eran identificados. Había atrás para caminar, pasillos con escaleras para subir que contaban con flores enroscadas sobre las barandas.

En definitiva, un lugar impresionante. Quedé con la boca abierta. Amicus sonrió complacido por mi reaccion, siendo quizás lo que deseaba.

— Sígueme… —Lado a lado, avanzamos, soy testigo de como la vida puede volverse algo precioso si sabes como cuidarlo debidamente. Ni con toda la tecnología humana nosotros pudimos hacer algo así en la tierra o Adastra— Así como la tecnología Parental de los Lobos reside dentro del  Archivo, la de los Osos aguarda en este espacio. Se dice que aquí la naturaleza funciona de otra forma, una mejor con la que pueden coexistir diversas especies de plantas y cultivos…

Subimos escaleras al tiempo que Amicus me explica todo eso.

— Según lo que me explico Bjarni, ellos hablan con los Padres a través de esta vida… —Con toda la delicadeza que sus grandes manos le permitían, Amicus acaricio una flor de colores purpurinos con tonos blancos y celestes. El aroma que expulsaban era fuerte y embriagante— Jamás pensé que podría conocer un lugar así fuera de casa… Pero ese no es el punto —Seguro recordó a lo que vinimos, por como agachó sus orejas.

— ¿Sabes? Me gusta cuando actúas así… ¡…!

Cuando me mira detenidamente, no puedo evitar apartar la mirada y toser. Dios, de pronto es difícil no decirle estas cosas.

— Ejemp, entonces, ¿Qué buscamos?

— O-Oh si —Mira en todos lados— Se supone que deje cerca de aquí mis llaves. Deben estar cerca, ¿Puedes buscar en aquella dirección? —Dice señalando al otro lado de esta plataforma, a mis espaldas. Yo asiento con la cabeza y comienzo un escaneo rápido por mi lado mientras Amicus hace lo mismo del suyo.

Me pregunto cómo serán, quizás como unas normales, quien sabe.

Mientras reviso entre las masetas o mesas ubicadas aquí y allá, me encuentro con muchas cosas interesantes, por ejemplo, hay unos frutos extraños, ubicados por debajo de otras plantas, captan mi  atención por el echo de que brillan en la oscuridad con un color azul.

— Vaya… —Me acerco lo suficiente para detallarla, maravillado por la luminiscencia, sin embargo, al otro lado de esta área terrosa, veo un manojo de llaves en el suelo.

Bingo.

Como no veo un sendero rápido por el cual llegar, me arriesgo por aquí, camino con cuidado de no pasar una raíz o algo así, luego me agachó y las alcanzó.

— ¡Si!

— ¡Marcos, cuidado! —Me giró hacia Amicus, no sabiendo de que debo protegerme, pero ya es tarde.

La vista se me nubla cuando algo me cae encima, baña mi parte superior del cuerpo y me cuesta respirar. Una mano me saca de aquí y por el simple tacto se que es Amicus.

No escucho bien tampoco, es como si algo espeso me cubriera, segundos después algo me salva la vida, un líquido moja mi rostro ya humedecido y entonces recupero los sentidos.

— ¿Estas bien? ¿Te hiciste daño? —El lavo luce genuinamente asustado, más que yo incluso.

— S-si. Sólo… ¿Qué es esto? —Sobre mi cuerpo se esparce un líquido pegajoso y cristalino, no es desagradable, en realidad huele a…— ¿Miel?

Amicus suspira con algo de cansancio.

— Algo así… —Alcanza un pañuelo y comienza a limpiar mi cara, al tiempo que retira mi chaqueta humedecida— Es salvia de esa Leken Venus (Venus Juguetona) —Mirando hacia atrás veo a una extraña flor o planta, similar a las plantas atrapamoscas de la tierra, pero luce más como una flor cerrada. Desde la punta de sus “Pétalos” escurre el mismo líquido viscoso que ahora está sobre mi— Lo lamento, debí estar al pendiente. Ellas son muy bromistas hacen esto todo el tiempo. Entenderé si prefieres irte a cada luego de esto.

De pronto se ve triste, luce culpable y con las orejas gachas. Yo sólo alcanzó a reírme un poco, descolocándolo.

— Ay, vamos Ami, sólo estoy algo… Pegajoso.  Pero no es nada, hay peores cosas… —Veo mi chaqueta, ahora sucia— Bueno, quisiera decir eso de mi chaqueta, pero al menos no me ensucie la ropa debajo de ella.

Busco verle el lado positivo a las cosas, recordando las palabras de Brunis y Virginia. A veces simplemente necesitas reírte y dejar todo fluir.

— ¡Es más! Puedo hacer pasar este olor por el de una loción! 

Mis esfuerzos de animar al lobo no son en vano, su cola se agita después de una rato y me sonríe levemente.

— No tienes remedio… —Su nariz se agita y olfatea en mi dirección— Debo admitir que si hueles delicioso… Como un dulce.

“Eh… ¿Yo…Que?” Eso es todo, entró en corto y caigo derribado al suelo de la vergüenza. Increíble que sólo necesite de una frase para desarmarme.

Me quedo así por un rato, Amicus a mi lado tratando de entender que me sucedía, y yo haciendo el ridículo una vez mas. 

Pero disfrutando, al fin y al cabo.

》》》

— ¿Seguro de que te encuentras bien? —“Además de sentirme mareado por el aroma de tu loción impregnada en tu chaqueta, estoy de maravilla” Fue lo que alcance a pensar cuando Amicus pregunto.

Asiento con la cabeza, ocultando mi sonrisa estúpida por tener encima está enorme prenda del lobo. Estoy seguro que Brunis se burlaría hasta mi muerte.

— Me preocupa más el que agarres una hipotermia. ¿No es demasiado delgada? —Niega con la cabeza, pero se que sólo se hace el fuerte. Puedo ver su mandíbula temblar ligeramente del frío.

Este hombre…

— Agradezco tu preocupación, pero me parece que ya e metido mucho la pata hoy.

— Nah. Creo que si llevamos la cuenta… —Mira hacia arriba, como si contará de verdad— Creo que me llevas ventaja por una. 


Mi chaqueta embolsada tiene  algo para decir.


— Tonto. Lo dice quien me rasguño mientras me daba una baño.

— ¡Ay, ya supéralo!


— En tus sueños.

Un segundo después estamos riendo como tontos, recordando lo ridículos que fuimos en el pasado no tan lejano.

Rememoro los pocos momentos importantes que e vivido junto a Amicus o a su causa, y descubro que no son pocos realmente. A sido una montaña rusa de emociones desde el primer día y cada recuerdo es como una trago de agua fresca, es tan…

Flashback.

— Te dije que el universo era una esfera. Sin importar que tanto se expanda, volveré a ti…

Fin del flashback.

— ¿Qué…? —Me detengo en sexo por ese… ¿Recuerdo?

Fue sólo un destello, perro juró haber visto a Amicus, me sostenía en sus brazos y lo que dijo…

— ¿Qué significa todo esto…?

— ¡Marcos, ven a ver esto! —El lobo me había tomado mucho ventaja, cruzando en una nueva Que cuadra hacia lo que creo era el bazar. Me apresura a alcanzarlo por donde desapareció su cola.

Decido guardar para más tarde ese momento, recuerdo o lo que sea. Esto no es algo que pueda dejar pasar, sobre todo así de repentino…

— Uh… ¿Qué es esto?

Mis ojos se sobresaturan con la gran cantidad de cosas para ver. El bazar es un área comercial en todo el centro de Måne, estamos literalmente en el centro de todo. Este lugar se trata de una enorme plaza con sus diversas calles y zonas varias donde se instalan habitualmente vendedores de toda clase. Hace algun tiempo vinimos de turistas, peri ahora… Luce tan diferente. Generalmente se vería igual de frío y apagado como suele estarlo a estas horas de la noche, pero hoy en particular era todo lo contrario, lucía lleno de vida y calor.

— Eso quisiera saber yo —Amicus estaba igual de impresionado que yo, con la única diferencia de que sonreía y sus colmillos reducían con el brillo de las lámparas flotantes.

Nuevos puestos de comida eran instalados, las calles adornadas con decoraciones de papel reciclable y guirnaldas coloridas. Puestos de juegos y diversión variada, dispuesta para los transeúntes o curiosos de la noche. Las calles se extendían y el alegre bullicio no tenía fin.

— … Señor, disculpe —Llamo la atención de un Oso que iba pasando, el me observa con algo de duda mientras averiguo que sucede— ¿Qué pasa aquí? ¿Están celebrando algo?

— Oh si —Asiente y forma una sonrisa en su rostro— Hoy celebramos Valisblot.

Dijo así nada mas y luego desapareció sin dar más detalles.

Un poquito más de información, ¿No?

Como sea…

Amicus y yo nos vimos al mismo tiempo, sin tener que decir nada para saber lo que el otro pensaba. Después de todo, no teníamos nada mejor que hacer y esto se veía más que apropiado.

Nos adentramos lado a lado en este evento, disfrutando de espectáculos de fuegos artificiales y cantos variados, descubrí como los Osos tienen un canto mas apetecible que el de los lobos, y cuando se lo menciono a mi acompañante sólo bufa, demostrando lo ofendido que estaba. 

Camino hacia otra parte, nos estuvimos a comer pescado en vara, que es lo mismo como se escucha, pescado asado y sazonado en una vara. Trate de sacarle la receta al vendedor, pero es un hueso duro de roer.

— ¿Mmm? —Un puesto de juegos estaba realmente agitado, al acercarme brevemente, descubro a muchos niños tratando de sacar peses del agua haciendo uso de hojas de papel y luego depositándolo en peceras. Uno de los pequeños osos casi lo logra, pero su red improvisada de papiro se rompió en el último minuto.

— ¿Quieres intentar? —Su voz… Tan cerca de mi oído, susurra como si fuese un secreto y respira tan cerca que me estremezco. Logró asentir  con la cabeza y aprovechó el que se toma la libertad de pagar para recomponerme. “CONTROLATE”.


— Tienes tres intentos, joven —Afirmó con la cabeza, a lo que tomó el primer papiro, cuando sumerjo la pseudo red, está se desmorona como si nada.

— Pensé que seria mas fácil… —Amicus se divierte observándome mientras apoya su peso en un pilar de madera a su lado, parece disfrutar mis expresiones—De nuevo…

Intento nuevamente, esta vez voy por uno de los peses al centro, estaba lo suficientemente alto como para alcanzarlo. Cuando el papel lo atrapa, lo sacó pero no pasa del agua.. 

— Rayos… —Un intento mas y estoy frito.

— ¿Por qué no intentas con las esquinas traseras? 

Un nuevo escalofrío recorre mi columna por su causa. ¿En  que momento se acerco?

— ¿Por qué…?

— Sólo prueba… —Amicus se retira una vez más y me deja esta opción a tomar. Por un lado quiero confiar y… Ay, al diablo.

Me lanzo hacia la esquina, poniendo toda mi confianza, y cuando meto la red cierto los ojos jalo hacia mi, esperando que funcionará…

— ¡Tenemos un ganador! —Grita el dueño del lugar y la gente aplaude, abro los ojos y me sorprendo de ver en mi contenedor al pececito. Sonrió ampliamente mientras miro a Amicus, agradecido con su idea— Aquí tienes joven.

Me entrega una linda pecera con pediatras azules decorativas en e fondo y otros detalles como plantas artificiales y un cofre del tesoro, depósito al pequeño ser y lo veo nadar animadamente. Estoy feliz, sin embargo, esto no lo hice por mero capricho.

Busco al pequeño osito de antes y lo encuentro anhelado el pez en mis manos mientras abraza las piernas de su madre, no lo pienso dos veces, me arrodilló delante de el y se lo ofrezco.

— Creo que el quiere estar contigo.

Basto con decir esas palabras y acercarle la pecera para que su lindo rostro de ojos saltones se  iluminaran. Con algo de reticencia se acerca y la toma, agradeciendo tímidamente como la cosita adorable que es. Me despido de la familia y cuando vuelvo con Amicus tiene una expresión sorprendida.

— ¿Jugaste para dárselo al niño?

Sonrió apenado.

— Si. Lamento si pagaste por nada, te lo devolveré o- —Coloca su plata sobre mi boca, su sonrisa me hace ver lo poco enfadado que esta, y la calidez en sus ojos me quita todo frío que pudiera tener antes.

— Eres alguien interesante, ¿Te lo habían dicho ya?


— ¡…!

No hace falta decir nada, porque todo queda aquí. Toma mi mano y nos guía al siguiente puesto que llame nuestra atención, nos divertimos como si nada estuviese pasando fuera de esta burbuja que hemos creado entre los dos, y puedo decir, mientras sujeto su mano con fuerza y recuerdo sus palabras, que está noche me hace mas feliz de lo que pude ser nunca…

~♤~

La noche siguió y siguió, y nosotros continuamos en está peculiar celebración de los nórdicos. Comimos y jugamos, hablamos de tantas cosas que no sabíamos del otro y gozamos como no lo hicimos antes.  Conocimos detalles de está cultura que quizás otros lobos como yo o mi padre, incluso Druso me atrevo a decir, conocerían jamás.

Quien diría que esto sería tan entretenido, y es que  veces olvidó lo emocionante que llega a ser la vida estando a su lado. Había olvidado lo que se sentía, y me reprocho por haberlo alejado de mi…

Veo a Marcos unos pasos por delante de mi, charla con una mujer enfundada en un traje tradicional, parece que le esta dando una hoja y lápiz. Me pregunto de que se tratara...

Aunque no debo esperar demasiado, lo se cuando un anciano vestido igual con ropajes tradicionales llama mi atención y tiene un manojo de hojas y lápices iguales en sus manos…

— ¿…?

》》》

— Ahh… Estoy exhausto —Eso decía el, pero la expresión en su rostro daba a mostrar que todavía tenía energías para más— Extrañaba esto. Impresionarme por otras culturas. Siempre fui fanático de las tradiciones de otros pueblos, ya sea de mi propio planeta o más allá de nuestro sistema solar.

Eso capta mi atención.

— ¿Nunca lo hiciste en Adastra? —Agita de lado a lado su cabeza.

— Trate, pero estaba tan preocupado por controlar a los hijos de… Viviana. Luego estaba papá que me obligaba a tomar una imagen que fuese apropiada, murió, me convertí en emperador y… El tiempo que disponía de convirtió en el del resto de todo un mundo.


— Mmm… Suena a algo triste, la verdad…

“A veces siento que eres igual a mi…”

Ojalá hubiese tenido su tiempo para estudiar nueatra cultura en lugar de tener que seguir las exigencias de su padre. Sería un gran homólogo como Virginia o Neferu. Incluso eh oído que algunos van a la Universidad Khemiana si son lo suficientemente sobre salientes.

Y eso me recuerda…

— Oye, había algo que quería preguntar… —Marcos realiza un ruido afirmativo, señal de que mee escucha— ¿Por qué los Romanos?  —Me observa detenidamente— Digo, según registros, la Tierra posee muchas clases de muestras de Levantamientos de todas las especies Hermanas. ¿Por qué tu especie se inclinó por los Romanos y no otra?

El humano se debate internamente la respuesta, quizás tratando de omitir alguna información… Pero lo conozco, y se que no se trata de eso.

Hay ocasiones en las que me digo que tan irónica puede ser la vida, y está es una de esas. Los humanos eligieron ser Romanos por alguna razón, y luego invadieron precisamente el hogar donde los Padres Romanos depositaron sus esperanzas, con nosotros los lobos. ¿Sería una especie de karma del pasado? ¿El precio a pagar?  

— No tengo todos los detalles. Eso nunca me lo pregunte realmente. Pero si se algo —Nos detenemos cerca de un parque, donde una alberca de aguas congeladas forman una pista de hielo y en la que ahora se divierten muchas personas. La música hace del ambiente mas ameno, digno de un evento así— Cuando era niño, se me ocurrió preguntarle a mi padre algo que jamás contestó y fue la razón por la que… —Traga pesado, este es un tema delicado según puedo deducir— Fue la razón por la que me abandonó en el bosque durante una parte de mi infancia.

Me sorprende escuchar eso, me siento herido por Marcos y a la vez, una ira desconocida florece en mi pecho a su nombre.

— Le pregunté por que siempre que estaba sólo, hablaba con la nada. Nunca supe la razón, pero luego de ser abandonado, no me atreví a tocar el tema nunca más por miedo a su reacción. La próxima vez que cuestione algo, fue cuando quise saber por qué éramos nosotros los gobernantes por encima de cualquier humano. Tenemos miles de culturas en nuestro pequeño planeta pero resulta que de entre todas, la Romana es la que adquirió más fuerza por ciertas creencias a los dioses. Padre me dijo ese día “Porque EL nos eligió por encima de todos, y seremos su herramienta cuando llegue el momento”

Esas palabras logran ponerme los pelos de punta y ni siquiera las recibí yo.

— No tengo una respuesta precisa para tu pregunta, pero puedo decir que alguien… O algo, fue el responsable de elegir a mi tatara tatara tatara abuelo hace mucho tiempo. Le confío los secretos del universo y el modo de crecer con ellos… Y el como dominar a quien fuera en nuestra contra…

— … —Veo como todo el panorama se oscurece de repente, Marcos aún trata de lidiar con su pasado… Ambos lo hacemos. Es difícil, y sin embargo, el mas que nadie prosigue. A diferencia de mi, que ni siquiera me e atrevido a enterrar las cenizas de padre y Cato. Cada persona en este mundo tiene problemas con los cuales vivir, y si dejas que te ahogue en ellos…— … Quiero creer que has hecho el mejor trabajo del mundo.

El me vuelve a ver, dudando en un principio, pero aceptando con una suave sonrisa.

— Gracias…

— Hola, buenas noches, damas y caballeros… —Justo a unos metros de nosotros vemos una pequeña estructura nueva, sobre ella un sujeto de porte elegante se sube y da un saludo a las personas en el hielo o la cercanía— Quisiera agradecer por participar esta noche en uno de los eventos más importantes de nuestra cultura. El cariño, o el amor para el caso, se trata de un sentimiento poderoso y sin comparación en este universo. Alcanza cualquier distancia y se sobrepone a todo, eso es Valisblot, así que, quisiera darles las gracias por amar, querer y encariñarse con sus iguales… —Todos aplauden ante esas palabras, pero noto que Marcos está tenso de la nada.

— No puede ser… —Murmura, me acerco para averiguar de que se trata— Hoy en el calendario humano…


— ¡Dicho eso, amigos y amigas, traigan a sus parejas y pulan el piso… O el hielo para el caso, con nuestra invitada de la noche, una cantante consagrada de Måne. Les presentamos a Chia!

La gente no se hizo del rogar, y en el proceso, ambos quedamos en el centro de todo, siendo arrastrados por la repentina estampida de personas, y casi asfixiados por esta multitud. Cuando me fijo bien, una osa de ropas… Peculiares, con algo como una peluca, pasa al frente y la banda atrás de ella comienza a tocar. Primero con acordes lentos y sobrios de un piano, pero luego, los demás instrumentos se unen al paso de quien los guía.

— Don't cry, snowman, not in front of me. Who'll catch your tears if you can't catch me, darling? If you can't catch me, darling… —La chica canta increíble, y fácilmente lleva a todos a otro mundo donde la suave melodía del romance los invade. Marcos luce incómodo, se remueve sobre sus pies y allí permanece sin saber que hacer.

“¿Y que tal si eres tu quien guía esta vez?” Me pregunto a mi mismo.

La nieve es el lugar, la oportunidad es hoy, y… Somos buenos amigos, ¿Por qué no hacerlo?

— Don't cry, snowman, don't leave me this way. A puddle of water can't hold me close, baby… —Veo a Marcos una vez mas, los gritos de mi cabeza insisten… Y cedo. No sabiendo que es lo que me impulsa, me paró delante de el, extendiendo mi mano y sorprendiéndolo— Can't hold me close, baby.

Me observa con ojos ampliamente abiertos, casi creo que rechazara, la última vez que bailamos fue de forma obligada y apenas nos tolerábamos. Hoy es diferente.

— ¿Quieres bailar? —Duda, vacila y tiembla… Pero algo sucede en su cabeza, quizás devela algo o un motivo oculto, también puede ser mera cosa del momento, al fin accede, luciendo avergonzado, tan rojo como el Tomatito que imagino que es— …

No nos adentramos en la pista por supuesto, nos quedamos por fuera donde la nieve danza junto y bajo nuestros pies. Torpe, inconsistente, pero tan verdadero, no queremos que sea perfecto, sólo se trata de dejarnos llevar. 

— I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go…

Es como si flotáramos alrededor del otro, la confianza bullendo y nuestras manos en los lugares exactos, mi corazón… Yo anhelo tenerlo cerca. Miro a esos ojos del color de la miel y contempló como las emociones tambaleantes son reemplazadas por algo fuerte y seguro. No defino lo que es…

Pero se que me encanta verlo en el.

— ¿De qué te ríes? —Pregunta, arqueando una ceja, con media sonrisa y mejillas rojas.

— No es nada…


“Mentiroso”

— No sabes mentir.

Una risa huye de mi interior, no pudiendo ocultarlo nada a este hombre. Las notas en la voz de la osa aumentan, y con  eso mis sentimientos de jubilo repentino. 

— Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby.

>>> My snowman and me… My snowman and me… Baby...

El cielo derrama sus lágrimas de alegría convertidas en copos de nieve que caen sobre nosotros, adornan el cabello de mi acompañante humano, sacándole risitas y haciéndole apartar el rostro y recostarlo sobre mi pecho, y un pensamiento fugaz sobre que allí pertenece me estremece de buena manera.

Estar tan cerca suyo me hace sentir que no debo luchar… Y eso solía asustarme, porque perder el espíritu de lucha significa volverse débil.

Pero resultó ser lo contrario. Marcos…

— … —Veo la venda en mi brazo, cubriendo la marca, y se lo que significa desde este punto de vista. El no me quita, me suma— No se si estoy borracho… Pero siento o estoy  seguro de algo…

— ¿Mmm? —Luciendo intrigado, retira la cabeza de mi pecho. Le sonrió por quien sabe cuanta vez está noche.


— Don't cry, snowman, don't you fear the sun. Who'll carry me without legs to run, honey? Without legs to run, honey.

No hace falta decir nada, porque el silencio habla más que miles de palabras juntas.

— Don't cry, snowman, don't you shed a tear. Who'll hear my secrets if you don't have ears, baby? If you don't have ears, baby. —Y mientras el silencio exista entre nosotros, la complicidad permanecerá… No estoy seguro de como lo se, pero es una certeza— I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go…

>>> Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby. My snowman and me…


— Creo que eres hermoso… —Mi mano se eleva hasta su  rostro estupefacto y acuno su mejilla sonrojada. Yo mientras tanto me dejo llevar y nos guio en la música, sintiendo tanto en este sólo momento junto a mi acompañante.

My snowman and me… Baby.

El silencio se hace una vez más, nosotros nos detenemos, y cuando siento el corazón acelerado, veo a Marcos como un hombre, como mi amigo, como alguien diferente… ¿Pero de que modo? ¿Por qué sucedió todo esto para empezar?

¿Importa realmente? Tal vez lo haga…

— Je, gracias, supongo… 

No se de donde vino esa ola de sinceridad, pero de cualquier forma, termina en cuanto nos separamos y la canción acaba. La noche fue testigo de algo, y yo…

Siento que me pierdo de algo importante, sin embargo, me queda clara una cosa.

Marcos es un ser valioso para mi y mi vida…

~♧~

La noche estaba terminando y yo…

Aún no me saco ese momento de la cabeza. Tan cerca suyo, sintiendo su cuerpo, bailando y… ¡DIOS! Así nunca dejaré de sentir cosas por el.

“Creo que eres hermoso…” ¿Qué significa eso?

— Bueno, ya llegamos —No me percate de cuando recorrimos el trayecto de regreso al apartamento donde vivo. Así de perdido estaría— Me la pase increíble. ¡No se por que nunca hicimos esto antes!

Amicus luce tan feliz y… Dioses, tengo tantas ganas de besarlo.

Doy media vuelta para dejar de verlo y evitar hacer una locura. Recuerda, sigue teniendo novio.

— También yo… Buenas noches-

— ¡Espera! —Sujeta mi mano, y no se imagina que cada toque provoca tanto en mi. Sea bueno o malo por igual— Ten —Lo veo, en su mano tiene una especie de sobre— Un anciano dijo que era una tradición… Así que, ábrelo cuando sientas que… Me necesitas o no se.

— Ha… —Dan ganas de llorar. Este tipo es sólo…Ya se me acabaron las palabras para describirlo— Gracias… —La tomó, y no aguanto, lo abrazo y suelto aunque sea una fracción de lo que siento— ¡Te quiero… Amigo!

Y huyó, porque parece que es una nueva costumbre en mi.

Corro escaleras arriba, sonriendo mientras aprieto en mi pecho su carta, y por esta noche, y quien sabe cuanto, resistiré las ganas de abrirla…

~¤~

Ambos fueron víctimas de sentimientos fuertes y complejos está noche, mientras Amicus regresaba a su casa rememorando la espléndida velada que tuvo con su “buen amigo” no pudo evitar sonreír.

Esperaría próximos encuentros igual de memorables.

Marcos por igual, claro esta, y sus sus sentimientos amainaban, sería lo mejor para todos.

Ambos se recostaron en sus respectivas camas y el crujir de la estructura los recibió ansioso por el sueño. El Humano cayendo más pronto que tarde en la ensoñación de los que pernoctan, mientras el Lobo incómodo por algo en su bolsillo captaba su atención somnolienta. En el bolsillo trasero de su pantalón estaba una carta, la cual, pudo suponer de quien era el remitente.

La guardo, haciendo el mismo pacto que le solicitó a Marcos, y mientras ambos caían en el sueño profundo, poco sabían que los engranajes de algo se ponían en marcha, y que cada cosa caería en su lugar a su debido tiempo…

 

Chapter 37: En el Frío Danzan Nuestras Penas

Chapter Text

...

¿Un lugar que solía verse vació es comparable con uno que se siente inhabitado?

Si cambiamos los componentes de términos en esta pregunta, se descubre que es lo mismo a decir que: "¿Un lugar vacío es lo mismo que uno que se sienta vacío?"

Mírelo por donde prefiera, la respuesta seguirá siendo la misma, y a su vez, seguiré caminando por estos oscuros pasillos donde una vez hubo vida, y luego un atavismo de ella. Sigo avanzando, mis pisadas no se oyen en el extenso camino, esta periferia de la cual solía llamar "Palacio" y ahora sólo es una sombra de aquellos días.

Si me preguntaran, las pocas veces que deambule por aquí, las señales de movimiento eran incluso más notables. Ahora paso habitación tras otra, recorro un sendero casi muerto donde las pocas personas de verdadera importancia y disposición se localizan a lo mas profundo de estas penumbras.

Adastra se a sumergido en un manto de oscuridad nuevo, no se el como, ni el por que, pero exactamente tres dias atrás no hay vista del sol. De no ser por los relojes no sabría que ahora es medio día y debo alimentarlos.

-A lo que e llegado... -Suelto una retahíla de maldiciones, pues el personal de servidumbre se redujo para reemplazarlos por guardias, lo que eso significa que yo debo encargarme de ellos. "Ugh, lo que hago por amor."

Continuó mi camino, alejándome lo mas posible de la vista de los guardias desperdigados en cada esquina del Palacio. Trato de no llamar su atención, la última vez que venía a esto, uno de ellos se me pego como una garrapata y fue problemático la hora siguiente.

Finalmente, luego de torturarme mentalmente por todo este circo que dejamos formar, llegó a las escaleras que dan pase a las mazmorras. Me detengo en seco, sosteniendo la bandeja con alimentos entre mis patas, asegurándome de no tirarlos. Tomándome por sorpresa como siempre...

-Buenas tardes, señor Alexios. ¿Cómo va su día? -Tiberio me observa, con esa nueva y espeluznante sonrisa perpetua. Esta en lo bajo de las escaleras, la poca iluminación me deja verlo, en su postura rígida y ropajes oscuros, brazos cruzados a su espalda y cola perfectamente inmovilizada. Para ser alguien adorable logra asustar si se lo propone.

Sobre todo si es un traidor de su calibre.

-Buenas tardes, Tiberio. Todo bien, sin novedades.

Me quedo quiero, incluso sosteniendo la respiración en espera de su próximo movimiento. Se vuelve una estatua durante un minuto entero que me hace sudar, pero cuando pasa el tiempo, sus ojos caen en la bandeja en mis manos y luego va sobre mi.

-Veo que planteas darle sustento a los prisioneros -Dice de forma plana.

-Así es. Se han comportado y por ello no se les quitarán las comidas del día.

-Mmm... -Tararea suavemente mientras me observa. Temo por que se moleste o pase algo, cualquier cosa que lo provoque y me prohíba llevar las comida.

Desde que Marcos, Amicus, Virginia y los demás se marcharon, tuve que lidiar con esto, sigo sin acostumbrarme, es difícil, me mantengo tenso hasta durmiendo y el miedo se suma a la expectativa cuando este tipo me rodea...

-... -"Tiberio... ¿Qué sucedió contigo?" algo tuvo que ocurrirle, este no es el, de otro modo- ¡...!

-Espero que estos sean todos tus motivos para darles alimento, de otro modo... -Llegó hasta mi en algún momento y no lo pude ver. Su mano de garras oscuras reposaba sobre mi hombro, con una silenciosa nota de amenaza oculta entre líneas- Si tu lealtad es cuestionable, haré que no tengas forma de dársela a nadie nunca más.

-... -Es difícil mantenerse inexpresivo, más con el personaje a mi lado. Algo en mi pecho se enrosca y corta la respiración, ¿De esto se trata el verdadero miedo a la muerte? O ¿Se tratara de una simple ilusión?. Sea cual sea, responderé lo siguiente- La pregunta correcta es; ¿A quién debe ir mi lealtad, a ti o al emperador de turno?

...

La mano es retirada de mi hombro, suaves pisadas acompañadas de un silbido siniestro se alejan y yo apenas controlo los latidos de mi corazón. Este convenio mee a puesto en jaque demasiadas veces, y no se cuanto más poder tolerarlo.

"Hazlo por ellos. Sólo resiste un poco más..." suspiro con ese pensamiento, porque si al final no fui espía para Omorfa, lo fui para ese sujeto.

Bajo las escaleras de una vez, no queriendo andar por aquí por mucho tiempo más, luego procedo a abrir las compuertas con el permiso de un guardia y me adentro a las celdas. Al final están ellos.

-¡Alex! -Cassius se colocó de pie en cuanto me vio, los huesos de sus piernas crujieron audiblemente mientras temblaba en su ascenso, el ruido me hizo estremecer de dentro hacia fuera. Pero no lo oiría quejarse, su orgullo no se lo permitiría. Desde que lo tomaron a el y Cupedia como prisioneros, las dosis de sus medicamentos para sus problemas corporales han sido mínimos. Debido a eso, tuve que hacer un pacto para impedir que esto fuera a peores.

Servir a Euniceo no me gusta en lo mas mínimo, soy de Omorfa por todas las estrellas, no me doblegó ante la voluntad de otros ajenos...

Y sin embargo, aquí estoy, sirviendo a un imbécil por amor.

-¿Te encuentras bien? Les traje comida y... -Mostré de forma discreta el frasco con las medicinas que requerían. No era mucho para darles suficiente fuerza o movilidad, pero sus cuerpos aguantaran mientras esperan aquí.

Cassius resoplo mientras se apoyaba en la reja, debía estar algo exhausto. Según Cupedia, no a podido dormir bien estos días.

-Eso deberia preguntártelo yo a ti. Estas todo el día con ese imbécil, me preocupa que te haga algo.

Cass no dudo dudó en llevar su mano a mi mejilla, y por impulso del estímulo, recuesto mi rostro sobre su palma.

-Estoy bien. A Euniceo no le importa que los cuide siempre y cuando colabore con el. Esta desesperado por mover todo y a todos y poner en marcha su plan, sea cual sea... ¿Cómo se sienten?

Esta vez fue Cupedia quien respondió, acercándose lentamente hasta el frente de la cárcel. Se veia tan maltratada como Cassius, usando ropajes insípidos y que lucían incómodos hasta decir basta.

-Algo cansados y magullados, pero resistiendo... -Cuando estuvo lo bastante cerca, colocó su mano en mi brazo, dándome una suave sonrisa que ocultaba cansancio y dolor. Mis facciones se aflojaron sintiendo esta culpa de tener lugares distintos. Me duele la idea de ver a Cupedia así, ella es una madre y mujer trabajadora que lucha a pesar de sus dificultades, no merece esto. Inevitablemente me pregunto si mi madre habría sido así, este donde este, viva o muerte... No importa. Ella no está ni estuvo en su momento, no es lo importante ahora. Deseo firmemente sacarlos de aquí, buscar una manera de hacerlo no a sido sencillo, sobre todo porque contactarse con el tal M se vuelve un martirio con tanta vigilancia.

Me quiero quitar una oreja de lo compleja que se torna la situación.

-Aguanten un poco más. Afuera todo es un caos... Y tengo la certeza de que pronto cambiará -a estoy convencido de eso. Marcos puede hacer una diferencia en los demás, lo logró en Amicus, y el lobo hizo lo mismo en Marcos. Por ello nos toca creer- Coman, no tengo mucho tiempo antes de regresar.

Ellos afirman, agradezco que lo hagan con cuidado y en silencio, eso me da oportunidad de pensar en muchas cosas. Como que hay muchos huecos o... No sabría como explicarlo. Es como si tuviera una corazonada, la duda es...

¿Qué tan certera será?

Y mientras veo a Cass y Cupedia devorar sus platos de arroz con vegetales y pollo, me cuestiono que tan real a sido todo lo que nos a pasado y hasta que punto seguirá sucediendo...

...

~♧~

-Alguien quiere impresionar -Me tense levemente cuando oí esas palabras, esperaba encontrar algo se reproche pero cuando gire hacia Virginia, solo encontré una suave sonrisa pícara en su semblante, allí, sentada en el sofá de una plaza de la sala. Brunis estaba en el sofá de tres plazas, cuerpo robusto acostado y bien relajado, observando con diversión mientras sus colmillos frontales se asomaban en una expresión de diversión, debía estar disfrutando esto.

-Sólo quiero verme bien. Estoy algo cansado de vestirme como si no me importara donde me paro -Me excuse mirándome en el espejo por quita quinta vez mientras me aseguraba de anudar bien la correa de mis pantalones, enderezar mi chaqueta y organizar mi cabello, el cual sentía poco dispuesto a cooperar cuando, según Brunis, estaba perfecto.

Y no estaba demasiado lejos de la realidad. A pasado tanto tiempo desde que me vestí como... ¿Un hombre cualquiera? No sabría como describirlo, desde casi siempre estuve utilizando túnicas y cosas así, y cuando llegamos a Måne comencé a usar estos suéteres o abrigos, incluso mantos con los cuales no andaba demasiado pendiente de si me veia bien o no. Así que, para variar, quiero verme presentable.

-No entiendo cual es el estrés. Si te gusta, ¿Por qué no decirlo directamente? Ya sabes, ropa provocativa, o nada de ropa para el caso...

-¡¿Qué?! ¡Estas demente! -El rostro me arde al imaginar tal cosa. Dios mío, que vergüenza. Quiero tomar lo primero que se me crucé y lanzárselo a Brunis directo en la cara- No puedo con ustedes...

Siguieron riendo mientras yo me apartaba del espejo, mirando hacia cualquier lado mientras el tiempo pasaba. No se en que punto Brunis se enteró sobre mis sentimientos por Amicus, pero... En una parte me alivia porque me a prestado apoyo y consejo, es un buen tipo, aunque demasiado revoltoso y ruidoso... También me asusta porque nunca se sabe en que momento soltara uno de sus comentarios locos y me tome por sorpresa.

-Solo es una salida de amigos... -Intento convencerme, pero... Mi estúpido corazón quiere creer otra cosa. Mientras espero y espero, el clima se vuelve un poco más tenue, el agradecer efímero se asoma por los bordes de este pseudo planeta y me cuestiono si debería tomarme este tiempo para "Disfrutar" dada nuestra posición.

Mientras que yo estoy aquí, relajado de la vida, hay otros que la están pasando difícil. ¿Me hace mala persona pensar en esto? ¿Debería llamar a Amicus y cancelar? O...

-Marcos -Una mano cae sobre mi hombro y ahí están Virginia y Brunis, preocupados, quizás notando los tormentosos pensamientos que invaden mi mente- Deja de pensarlo demasiado.

"¿Cuando me volví tan transparente?"

-Esta bien que te diviertas un poco, de entre todos, me parece que has sido quien más a desvelado pensando en soluciones. Y eso está bien, pero no es bueno para ti. ¿Recuerdas lo de hace tres meses?

Como olvidarlo, estaba tan desesperado e impaciente que desarrolle insomnio, enloqueciendo lentamente. No conseguía dormir y mi salud se deterioraba rápidamente por eso y el cambio de entorno. Me tuvieron que detener en seco y pase algo de tiempo en terapia para saber cuanta falta le hace al cuerpo descansar de todas las preocupaciones o deberes. "Las peores enfermedades las creamos nosotros en nuestra mente" eso dijo el doctor.

-Amigo, escucha, una noche de diversión no te quitara nada. Y pase lo que pase, trata de disfrutarlo. La vida es una y hay que gozarla.

...

-No puedo creer que diré esto, pero tienes razón... Gracias -Sonreí agradecido de tenerlos conmigo. Independientemente de que pasará, tenía que pasarla bien. Me lo debo.

-Y bien, si hay algo de acción del tipo "empalando carne"... -Gesticula un movimiento obsceno con su mano, logrando que me contorsione de la vergüenza mientras Virginia tapa su boca con una mano- De nuevo, disfrútalo.

Muy bien, hasta aquí.

-¡Marcos, espera! ¿Dónde...? -Virginia ya no se molesta en esconder sus risas.

-A esperar afuera, donde mi dignidad no se vea fragmentada por chistes sobre como llenar mi agujeros corporales... -Abro la puerta del departamento- O la morbosa idea de "Empalar" cosas-

De la nada, choco contra una superficie dura y firme, casi me ahogo a pesar de lo suave, con un olor tan familiar y embriagante, como si fuesen dos grandes almohadas o...

-Hola Marcos.

-¡...! -Mi cuerpo entero se tensa, esa voz la reconozco hasta en mis sueños más locos... Mejor no hablar de eso- He-Hey Amicus.

Retrocedo un paso, luego otro, y allí están Virginia y Brunis. Hago una nueva mueca sabiendo a lo que van por sus expresiones.

-Hola chicos -Amicus se toma su tiempo, saludando, charlando con su hermana y el glotón. La ansiedad me llena- ¿Quieren venir?

-Oh no -Virginia niega con su cabeza -Tenemos cosas que hacer, pero vayan tranquilos.

-Ya sabes Marcos, recuerda lo que hablamos.

Lo veo de mala forma y el sólo se carcajea. A lo que hemos llegado, ¿Cuándo me hice centro de diversión?

-¡Vamos ya! No perdamos tiempo -Empujó a Amicus para poder marcharnos de una vez, pero debí esperar esto, no me salvaría tan fácilmente.

-¡Usen protección!

"La putaaa!" Casi lanzó a Amicus escaleras abajo, trato de averiguar que quería decir Brunis con eso y por una vez en la vida, agradecí las complejas diferencias sociales entre nuestras especies.

Comenzamos entonces, una salida que puede salir tan bien como mal, sólo los de arriba lo saben.

...

》》》

Luego de varios minutos caminando me doy cuenta de que no teníamos un rumbo fijo, y es difícil saber también si el tiene algo en mente para esta noche...

-... -Mirándolo de reojo, el lobo parece más inmerso en el cielo nublado que en cualquier otra cosa. Supongo que no sabe que podemos hacer hoy y...

"Espera."

Me detengo en secó cuando el razonamiento me abofetea tres veces y todavía me parece poco.

"¡Tu lo invitaste a salir pedazo de idiota!"

Quiero golpearme contra algo, en definitiva soy un asco para estas cosas. Ni siquiera a empezado como tal esto y ya lo estoy arruinando...

-Marcos...

-¡¿Qué?! Digo, ejemp... ¿Si? -Creo que exagere demasiado en mi tono de voz, soné como locutor de uno de esos dramas adastrianos.

-Acabo de recordar algo, y siéntete libre de dejarme si así lo prefieres... -Luce algo apenado. Me pregunto de que se trata- Necesito ir al invernadero, ayer cuando termine mi jornada olvidé unas cosas y necesito pasar por ellas hoy, ¿Podemos pasar por ahí un momento o...? No, estoy seguro que prefieres ir a-

-Amicus, ¿Desde hace cuanto me conoces? -Pregunte seriamente, sintiéndome levemente ofendido de que el pensará que preferiría ser egoísta con el- Ya se que desde hace poco tiempo, pero sinceramente, si necesitas ir, prefiero acompañarte y así vamos juntos después a... Hacer lo que sea. ¿Me explicó?

El asiente, viéndose algo sorprendido.

-Muy bien, entonces, vamos -Sintiéndome audaz, lo empujó con el hombro, y luego camino al frente de ambos.

Escucho sus pisadas atrás de mi, y aunque seguimos guardando algo de silencio, puedo decir que el ambiente tenso se disipa del todo.

"Podré ser todo, pero nunca un egoísta para ti..."

...

》》》

La Cúpula es como llaman al invernadero, el lugar de asentamiento de los Padres Nórdicos. Su estructura es tal como su nombre, un domo gigante de cristal en el cual se resguarda la mayoría de los cultivos más originarios de este sistema solar. El lugar se divide en cuatro áreas seccionadas más pequeñas que la central, a esta última es a donde nos dirigimos, la mas frondosa de todas.

Cuando llegamos, el guardia junto a la puerta identificó a Amicus rápidamente, ya que es uno de los voluntarios más entusiastas de la actualidad. A mi me tuvo que hacer muchas preguntas y registrarme, procedimientos normales de esto.

Una vez dentro, contemple un largo pasillo en el cual había incluso un área de desinfección, todo para proteger la integridad del ecosistema que aquí resguardan.

-Entonces... Se bienvenido -Amicus deslizó su tarjeta de acceso y la vista que recibí maravilló mis ojos. Un paraíso tropical, diferente al frío exterior, playas se arremolinaban unas sobre otras, formando arcos o guirnaldas vegetales, cultivos elevados por grandes estantes mecánicos, paredes de cristal forradas por mantos de hojas y raíces que hicieron de su lugar un hogar. Los arboles eran enormes y frondosos, de todos colores y clases, los olores que mi nariz captaba eran demasiados y muy pocos eran identificados. Había atrás para caminar, pasillos con escaleras para subir que contaban con flores enroscadas sobre las barandas.

En definitiva, un lugar impresionante. Quedé con la boca abierta. Amicus sonrió complacido por mi reaccion, siendo quizás lo que deseaba.

-Sígueme... -Lado a lado, avanzamos, soy testigo de como la vida puede volverse algo precioso si sabes como cuidarlo debidamente. Ni con toda la tecnología humana nosotros pudimos hacer algo así en la tierra o Adastra- Así como la tecnología Parental de los Lobos reside dentro del Archivo, la de los Osos aguarda en este espacio. Se dice que aquí la naturaleza funciona de otra forma, una mejor con la que pueden coexistir diversas especies de plantas y cultivos...

Subimos escaleras al tiempo que Amicus me explica todo eso.

-Según lo que me explico Bjarni, ellos hablan con los Padres a través de esta vida... -Con toda la delicadeza que sus grandes manos le permitían, Amicus acaricio una flor de colores purpurinos con tonos blancos y celestes. El aroma que expulsaban era fuerte y embriagante- Jamás pensé que podría conocer un lugar así fuera de casa... Pero ese no es el punto -Seguro recordó a lo que vinimos, por como agachó sus orejas.

-¿Sabes? Me gusta cuando actúas así... ¡...!

Cuando me mira detenidamente, no puedo evitar apartar la mirada y toser. Dios, de pronto es difícil no decirle estas cosas.

-Ejemp, entonces, ¿Qué buscamos?

-O-Oh si -Mira en todos lados- Se supone que deje cerca de aquí mis llaves. Deben estar cerca, ¿Puedes buscar en aquella dirección? -Dice señalando al otro lado de esta plataforma, a mis espaldas. Yo asiento con la cabeza y comienzo un escaneo rápido por mi lado mientras Amicus hace lo mismo del suyo.

Me pregunto cómo serán, quizás como unas normales, quien sabe.

Mientras reviso entre las masetas o mesas ubicadas aquí y allá, me encuentro con muchas cosas interesantes, por ejemplo, hay unos frutos extraños, ubicados por debajo de otras plantas, captan mi atención por el echo de que brillan en la oscuridad con un color azul.

-Vaya... -Me acerco lo suficiente para detallarla, maravillado por la luminiscencia, sin embargo, al otro lado de esta área terrosa, veo un manojo de llaves en el suelo.

Bingo.

Como no veo un sendero rápido por el cual llegar, me arriesgo por aquí, camino con cuidado de no pasar una raíz o algo así, luego me agachó y las alcanzó.

-¡Si!

-¡Marcos, cuidado! -Me giró hacia Amicus, no sabiendo de que debo protegerme, pero ya es tarde.

La vista se me nubla cuando algo me cae encima, baña mi parte superior del cuerpo y me cuesta respirar. Una mano me saca de aquí y por el simple tacto se que es Amicus.

No escucho bien tampoco, es como si algo espeso me cubriera, segundos después algo me salva la vida, un líquido moja mi rostro ya humedecido y entonces recupero los sentidos.

-¿Estas bien? ¿Te hiciste daño? -El lavo luce genuinamente asustado, más que yo incluso.

-S-si. Sólo... ¿Qué es esto? -Sobre mi cuerpo se esparce un líquido pegajoso y cristalino, no es desagradable, en realidad huele a...- ¿Miel?

Amicus suspira con algo de cansancio.

-Algo así... -Alcanza un pañuelo y comienza a limpiar mi cara, al tiempo que retira mi chaqueta humedecida- Es salvia de esa Leken Venus (Venus Juguetona) -Mirando hacia atrás veo a una extraña flor o planta, similar a las plantas atrapamoscas de la tierra, pero luce más como una flor cerrada. Desde la punta de sus "Pétalos" escurre el mismo líquido viscoso que ahora está sobre mi- Lo lamento, debí estar al pendiente. Ellas son muy bromistas hacen esto todo el tiempo. Entenderé si prefieres irte a cada luego de esto.

De pronto se ve triste, luce culpable y con las orejas gachas. Yo sólo alcanzó a reírme un poco, descolocándolo.

-Ay, vamos Ami, sólo estoy algo... Pegajoso. Pero no es nada, hay peores cosas... -Veo mi chaqueta, ahora sucia- Bueno, quisiera decir eso de mi chaqueta, pero al menos no me ensucie la ropa debajo de ella.

Busco verle el lado positivo a las cosas, recordando las palabras de Brunis y Virginia. A veces simplemente necesitas reírte y dejar todo fluir.

-¡Es más! Puedo hacer pasar este olor por el de una loción!

Mis esfuerzos de animar al lobo no son en vano, su cola se agita después de una rato y me sonríe levemente.

-No tienes remedio... -Su nariz se agita y olfatea en mi dirección- Debo admitir que si hueles delicioso... Como un dulce.

"Eh... ¿Yo...Que?" Eso es todo, entró en corto y caigo derribado al suelo de la vergüenza. Increíble que sólo necesite de una frase para desarmarme.

Me quedo así por un rato, Amicus a mi lado tratando de entender que me sucedía, y yo haciendo el ridículo una vez mas.

Pero disfrutando, al fin y al cabo.

...

》》》

-¿Seguro de que te encuentras bien? -"Además de sentirme mareado por el aroma de tu loción impregnada en tu chaqueta, estoy de maravilla" Fue lo que alcance a pensar cuando Amicus pregunto.

Asiento con la cabeza, ocultando mi sonrisa estúpida por tener encima está enorme prenda del lobo. Estoy seguro que Brunis se burlaría hasta mi muerte.

-Me preocupa más el que agarres una hipotermia. ¿No es demasiado delgada? -Niega con la cabeza, pero se que sólo se hace el fuerte. Puedo ver su mandíbula temblar ligeramente del frío.

Este hombre...

-Agradezco tu preocupación, pero me parece que ya e metido mucho la pata hoy.

-Nah. Creo que si llevamos la cuenta... -Mira hacia arriba, como si contará de verdad- Creo que me llevas ventaja por una.

Mi chaqueta embolsada tiene algo para decir.

-Tonto. Lo dice quien me rasguño mientras me daba una baño.

-¡Ay, ya supéralo!

-En tus sueños.

...

Un segundo después estamos riendo como tontos, recordando lo ridículos que fuimos en el pasado no tan lejano.

Rememoro los pocos momentos importantes que e vivido junto a Amicus o a su causa, y descubro que no son pocos realmente. A sido una montaña rusa de emociones desde el primer día y cada recuerdo es como una trago de agua fresca, es tan...

- "Te dije que el universo era una esfera. Sin importar que tanto se expanda, volveré a ti..."

-¿Qué...? -Me detengo en sexo por ese... ¿Recuerdo?

Fue sólo un destello, perro juró haber visto a Amicus, me sostenía en sus brazos y lo que dijo...

-¿Qué significa todo esto...?

-¡Marcos, ven a ver esto! -El lobo me había tomado mucho ventaja, cruzando en una nueva Que cuadra hacia lo que creo era el bazar. Me apresura a alcanzarlo por donde desapareció su cola.

Decido guardar para más tarde ese momento, recuerdo o lo que sea. Esto no es algo que pueda dejar pasar, sobre todo así de repentino...

-Uh... ¿Qué es esto?

Mis ojos se sobresaturan con la gran cantidad de cosas para ver. El bazar es un área comercial en todo el centro de Måne, estamos literalmente en el centro de todo. Este lugar se trata de una enorme plaza con sus diversas calles y zonas varias donde se instalan habitualmente vendedores de toda clase. Hace algun tiempo vinimos de turistas, peri ahora... Luce tan diferente. Generalmente se vería igual de frío y apagado como suele estarlo a estas horas de la noche, pero hoy en particular era todo lo contrario, lucía lleno de vida y calor.

-Eso quisiera saber yo -Amicus estaba igual de impresionado que yo, con la única diferencia de que sonreía y sus colmillos reducían con el brillo de las lámparas flotantes.

Nuevos puestos de comida eran instalados, las calles adornadas con decoraciones de papel reciclable y guirnaldas coloridas. Puestos de juegos y diversión variada, dispuesta para los transeúntes o curiosos de la noche. Las calles se extendían y el alegre bullicio no tenía fin.

-... Señor, disculpe -Llamo la atención de un Oso que iba pasando, el me observa con algo de duda mientras averiguo que sucede- ¿Qué pasa aquí? ¿Están celebrando algo?

-Oh si -Asiente y forma una sonrisa en su rostro- Hoy celebramos Valisblot.

Dijo así nada mas y luego desapareció sin dar más detalles.

Un poquito más de información, ¿No?

Como sea...

Amicus y yo nos vimos al mismo tiempo, sin tener que decir nada para saber lo que el otro pensaba. Después de todo, no teníamos nada mejor que hacer y esto se veía más que apropiado.

Nos adentramos lado a lado en este evento, disfrutando de espectáculos de fuegos artificiales y cantos variados, descubrí como los Osos tienen un canto mas apetecible que el de los lobos, y cuando se lo menciono a mi acompañante sólo bufa, demostrando lo ofendido que estaba.

Camino hacia otra parte, nos estuvimos a comer pescado en vara, que es lo mismo como se escucha, pescado asado y sazonado en una vara. Trate de sacarle la receta al vendedor, pero es un hueso duro de roer.

-¿Mmm? -Un puesto de juegos estaba realmente agitado, al acercarme brevemente, descubro a muchos niños tratando de sacar peses del agua haciendo uso de hojas de papel y luego depositándolo en peceras. Uno de los pequeños osos casi lo logra, pero su red improvisada de papiro se rompió en el último minuto.

-¿Quieres intentar? -Su voz... Tan cerca de mi oído, susurra como si fuese un secreto y respira tan cerca que me estremezco. Logró asentir con la cabeza y aprovechó el que se toma la libertad de pagar para recomponerme. "CONTROLATE".

-Tienes tres intentos, joven -Afirmó con la cabeza, a lo que tomó el primer papiro, cuando sumerjo la pseudo red, está se desmorona como si nada.

-Pensé que seria mas fácil... -Amicus se divierte observándome mientras apoya su peso en un pilar de madera a su lado, parece disfrutar mis expresiones-De nuevo...

Intento nuevamente, esta vez voy por uno de los peses al centro, estaba lo suficientemente alto como para alcanzarlo. Cuando el papel lo atrapa, lo sacó pero no pasa del agua..

-Rayos... -Un intento mas y estoy frito.

-¿Por qué no intentas con las esquinas traseras?

Un nuevo escalofrío recorre mi columna por su causa. ¿En que momento se acerco?

-¿Por qué...?

-Sólo prueba... -Amicus se retira una vez más y me deja esta opción a tomar. Por un lado quiero confiar y... Ay, al diablo.

Me lanzo hacia la esquina, poniendo toda mi confianza, y cuando meto la red cierto los ojos jalo hacia mi, esperando que funcionará...

-¡Tenemos un ganador! -Grita el dueño del lugar y la gente aplaude, abro los ojos y me sorprendo de ver en mi contenedor al pececito. Sonrió ampliamente mientras miro a Amicus, agradecido con su idea- Aquí tienes joven.

Me entrega una linda pecera con pediatras azules decorativas en e fondo y otros detalles como plantas artificiales y un cofre del tesoro, depósito al pequeño ser y lo veo nadar animadamente. Estoy feliz, sin embargo, esto no lo hice por mero capricho.

Busco al pequeño osito de antes y lo encuentro anhelado el pez en mis manos mientras abraza las piernas de su madre, no lo pienso dos veces, me arrodilló delante de el y se lo ofrezco.

-Creo que el quiere estar contigo.

Basto con decir esas palabras y acercarle la pecera para que su lindo rostro de ojos saltones se iluminaran. Con algo de reticencia se acerca y la toma, agradeciendo tímidamente como la cosita adorable que es. Me despido de la familia y cuando vuelvo con Amicus tiene una expresión sorprendida.

-¿Jugaste para dárselo al niño?

Sonrió apenado.

-Si. Lamento si pagaste por nada, te lo devolveré o- -Coloca su plata sobre mi boca, su sonrisa me hace ver lo poco enfadado que esta, y la calidez en sus ojos me quita todo frío que pudiera tener antes.

-Eres alguien interesante, ¿Te lo habían dicho ya?

-¡...!

No hace falta decir nada, porque todo queda aquí. Toma mi mano y nos guía al siguiente puesto que llame nuestra atención, nos divertimos como si nada estuviese pasando fuera de esta burbuja que hemos creado entre los dos, y puedo decir, mientras sujeto su mano con fuerza y recuerdo sus palabras, que está noche me hace mas feliz de lo que pude ser nunca...

...

~♤~

La noche siguió y siguió, y nosotros continuamos en está peculiar celebración de los nórdicos. Comimos y jugamos, hablamos de tantas cosas que no sabíamos del otro y gozamos como no lo hicimos antes. Conocimos detalles de está cultura que quizás otros lobos como yo o mi padre, incluso Druso me atrevo a decir, conocerían jamás.

Quien diría que esto sería tan entretenido, y es que veces olvidó lo emocionante que llega a ser la vida estando a su lado. Había olvidado lo que se sentía, y me reprocho por haberlo alejado de mi...

Veo a Marcos unos pasos por delante de mi, charla con una mujer enfundada en un traje tradicional, parece que le esta dando una hoja y lápiz. Me pregunto de que se tratara...

Aunque no debo esperar demasiado, lo se cuando un anciano vestido igual con ropajes tradicionales llama mi atención y tiene un manojo de hojas y lápices iguales en sus manos...

-¿...?

》》》

-Ahh... Estoy exhausto -Eso decía el, pero la expresión en su rostro daba a mostrar que todavía tenía energías para más- Extrañaba esto. Impresionarme por otras culturas. Siempre fui fanático de las tradiciones de otros pueblos, ya sea de mi propio planeta o más allá de nuestro sistema solar.

Eso capta mi atención.

-¿Nunca lo hiciste en Adastra? -Agita de lado a lado su cabeza.

-Trate, pero estaba tan preocupado por controlar a los hijos de... Viviana. Luego estaba papá que me obligaba a tomar una imagen que fuese apropiada, murió, me convertí en emperador y... El tiempo que disponía de convirtió en el del resto de todo un mundo.

-Mmm... Suena a algo triste, la verdad...

"A veces siento que eres igual a mi..."

Ojalá hubiese tenido su tiempo para estudiar nueatra cultura en lugar de tener que seguir las exigencias de su padre. Sería un gran homólogo como Virginia o Neferu. Incluso eh oído que algunos van a la Universidad Khemiana si son lo suficientemente sobre salientes.

Y eso me recuerda...

-Oye, había algo que quería preguntar... -Marcos realiza un ruido afirmativo, señal de que mee escucha- ¿Por qué los Romanos? -Me observa detenidamente- Digo, según registros, la Tierra posee muchas clases de muestras de Levantamientos de todas las especies Hermanas. ¿Por qué tu especie se inclinó por los Romanos y no otra?

El humano se debate internamente la respuesta, quizás tratando de omitir alguna información... Pero lo conozco, y se que no se trata de eso.

Hay ocasiones en las que me digo que tan irónica puede ser la vida, y está es una de esas. Los humanos eligieron ser Romanos por alguna razón, y luego invadieron precisamente el hogar donde los Padres Romanos depositaron sus esperanzas, con nosotros los lobos. ¿Sería una especie de karma del pasado? ¿El precio a pagar?

-No tengo todos los detalles. Eso nunca me lo pregunte realmente. Pero si se algo -Nos detenemos cerca de un parque, donde una alberca de aguas congeladas forman una pista de hielo y en la que ahora se divierten muchas personas. La música hace del ambiente mas ameno, digno de un evento así- Cuando era niño, se me ocurrió preguntarle a mi padre algo que jamás contestó y fue la razón por la que... -Traga pesado, este es un tema delicado según puedo deducir- Fue la razón por la que me abandonó en el bosque durante una parte de mi infancia.

Me sorprende escuchar eso, me siento herido por Marcos y a la vez, una ira desconocida florece en mi pecho a su nombre.

-Le pregunté por que siempre que estaba sólo, hablaba con la nada. Nunca supe la razón, pero luego de ser abandonado, no me atreví a tocar el tema nunca más por miedo a su reacción. La próxima vez que cuestione algo, fue cuando quise saber por qué éramos nosotros los gobernantes por encima de cualquier humano. Tenemos miles de culturas en nuestro pequeño planeta pero resulta que de entre todas, la Romana es la que adquirió más fuerza por ciertas creencias a los dioses. Padre me dijo ese día "Porque EL nos eligió por encima de todos, y seremos su herramienta cuando llegue el momento"

Esas palabras logran ponerme los pelos de punta y ni siquiera las recibí yo.

-No tengo una respuesta precisa para tu pregunta, pero puedo decir que alguien... O algo, fue el responsable de elegir a mi tatara tatara tatara abuelo hace mucho tiempo. Le confío los secretos del universo y el modo de crecer con ellos... Y el como dominar a quien fuera en nuestra contra...

-... -Veo como todo el panorama se oscurece de repente, Marcos aún trata de lidiar con su pasado... Ambos lo hacemos. Es difícil, y sin embargo, el mas que nadie prosigue. A diferencia de mi, que ni siquiera me e atrevido a enterrar las cenizas de padre y Cato. Cada persona en este mundo tiene problemas con los cuales vivir, y si dejas que te ahogue en ellos...- ... Quiero creer que has hecho el mejor trabajo del mundo.

El me vuelve a ver, dudando en un principio, pero aceptando con una suave sonrisa.

-Gracias...

...

-Hola, buenas noches, damas y caballeros... -Justo a unos metros de nosotros vemos una pequeña estructura nueva, sobre ella un sujeto de porte elegante se sube y da un saludo a las personas en el hielo o la cercanía- Quisiera agradecer por participar esta noche en uno de los eventos más importantes de nuestra cultura. El cariño, o el amor para el caso, se trata de un sentimiento poderoso y sin comparación en este universo. Alcanza cualquier distancia y se sobrepone a todo, eso es Valisblot, así que, quisiera darles las gracias por amar, querer y encariñarse con sus iguales... -Todos aplauden ante esas palabras, pero noto que Marcos está tenso de la nada.

-No puede ser... -Murmura, me acerco para averiguar de que se trata- Hoy en el calendario humano...

-¡Dicho eso, amigos y amigas, traigan a sus parejas y pulan el piso... O el hielo para el caso, con nuestra invitada de la noche, una cantante consagrada de Måne. Les presentamos a Chia!

La gente no se hizo del rogar, y en el proceso, ambos quedamos en el centro de todo, siendo arrastrados por la repentina estampida de personas, y casi asfixiados por esta multitud. Cuando me fijo bien, una osa de ropas... Peculiares, con algo como una peluca, pasa al frente y la banda atrás de ella comienza a tocar. Primero con acordes lentos y sobrios de un piano, pero luego, los demás instrumentos se unen al paso de quien los guía.


...

-Don't cry, snowman, not in front of me. Who'll catch your tears if you can't catch me, darling? If you can't catch me, darling... -La chica canta increíble, y fácilmente lleva a todos a otro mundo donde la suave melodía del romance los invade. Marcos luce incómodo, se remueve sobre sus pies y allí permanece sin saber que hacer.

"¿Y que tal si eres tu quien guía esta vez?" Me pregunto a mi mismo.

La nieve es el lugar, la oportunidad es hoy, y... Somos buenos amigos, ¿Por qué no hacerlo?

-Don't cry, snowman, don't leave me this way. A puddle of water can't hold me close, baby... -Veo a Marcos una vez mas, los gritos de mi cabeza insisten... Y cedo. No sabiendo que es lo que me impulsa, me paró delante de el, extendiendo mi mano y sorprendiéndolo- Can't hold me close, baby.

Me observa con ojos ampliamente abiertos, casi creo que rechazara, la última vez que bailamos fue de forma obligada y apenas nos tolerábamos. Hoy es diferente.

-¿Quieres bailar? -Duda, vacila y tiembla... Pero algo sucede en su cabeza, quizás devela algo o un motivo oculto, también puede ser mera cosa del momento, al fin accede, luciendo avergonzado, tan rojo como el Tomatito que imagino que es- ...

No nos adentramos en la pista por supuesto, nos quedamos por fuera donde la nieve danza junto y bajo nuestros pies. Torpe, inconsistente, pero tan verdadero, no queremos que sea perfecto, sólo se trata de dejarnos llevar.

-I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go...

Es como si flotáramos alrededor del otro, la confianza bullendo y nuestras manos en los lugares exactos, mi corazón... Yo anhelo tenerlo cerca. Miro a esos ojos del color de la miel y contempló como las emociones tambaleantes son reemplazadas por algo fuerte y seguro. No defino lo que es...

Pero se que me encanta verlo en el.

-¿De qué te ríes? -Pregunta, arqueando una ceja, con media sonrisa y mejillas rojas.

-No es nada...

"Mentiroso"

-No sabes mentir.

Una risa huye de mi interior, no pudiendo ocultarlo nada a este hombre. Las notas en la voz de la osa aumentan, y con eso mis sentimientos de jubilo repentino.

-Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby.

>>> My snowman and me... My snowman and me... Baby...

El cielo derrama sus lágrimas de alegría convertidas en copos de nieve que caen sobre nosotros, adornan el cabello de mi acompañante humano, sacándole risitas y haciéndole apartar el rostro y recostarlo sobre mi pecho, y un pensamiento fugaz sobre que allí pertenece me estremece de buena manera.

Estar tan cerca suyo me hace sentir que no debo luchar... Y eso solía asustarme, porque perder el espíritu de lucha significa volverse débil.

Pero resultó ser lo contrario. Marcos...

-... -Veo la venda en mi brazo, cubriendo la marca, y se lo que significa desde este punto de vista. El no me quita, me suma- No se si estoy borracho... Pero siento o estoy seguro de algo...

-¿Mmm? -Luciendo intrigado, retira la cabeza de mi pecho. Le sonrió por quien sabe cuanta vez está noche.

-Don't cry, snowman, don't you fear the sun. Who'll carry me without legs to run, honey? Without legs to run, honey.

No hace falta decir nada, porque el silencio habla más que miles de palabras juntas.

-Don't cry, snowman, don't you shed a tear. Who'll hear my secrets if you don't have ears, baby? If you don't have ears, baby. -Y mientras el silencio exista entre nosotros, la complicidad permanecerá... No estoy seguro de como lo se, pero es una certeza- I want you to know that I'm never leaving. 'Cause I'm Mrs. Snow, 'til death we'll be freezing. Yeah, you are my home, my home for all seasons. So come on, let's go...

>>> Let's go below zero and hide from the sun. I love you forever where we'll have some fun. Yes, let's hit the North Pole and live happily. Please, don't cry no tears now, it's Christmas, baby. My snowman and me...

-Creo que eres hermoso... -Mi mano se eleva hasta su rostro estupefacto y acuno su mejilla sonrojada. Yo mientras tanto me dejo llevar y nos guio en la música, sintiendo tanto en este sólo momento junto a mi acompañante.

- My snowman and me... Baby.

...

El silencio se hace una vez más, nosotros nos detenemos, y cuando siento el corazón acelerado, veo a Marcos como un hombre, como mi amigo, como alguien diferente... ¿Pero de que modo? ¿Por qué sucedió todo esto para empezar?

¿Importa realmente? Tal vez lo haga...

-Je, gracias, supongo...

No se de donde vino esa ola de sinceridad, pero de cualquier forma, termina en cuanto nos separamos y la canción acaba. La noche fue testigo de algo, y yo...

Siento que me pierdo de algo importante, sin embargo, me queda clara una cosa.

Marcos es un ser valioso para mi y mi vida...

...

~♧~

La noche estaba terminando y yo...

Aún no me saco ese momento de la cabeza. Tan cerca suyo, sintiendo su cuerpo, bailando y... ¡DIOS! Así nunca dejaré de sentir cosas por el.

"Creo que eres hermoso..." ¿Qué significa eso?

-Bueno, ya llegamos -No me percate de cuando recorrimos el trayecto de regreso al apartamento donde vivo. Así de perdido estaría- Me la pase increíble. ¡No se por que nunca hicimos esto antes!

Amicus luce tan feliz y... Dioses, tengo tantas ganas de besarlo.

Doy media vuelta para dejar de verlo y evitar hacer una locura. Recuerda, sigue teniendo novio.

-También yo... Buenas noches-

-¡Espera! -Sujeta mi mano, y no se imagina que cada toque provoca tanto en mi. Sea bueno o malo por igual- Ten -Lo veo, en su mano tiene una especie de sobre- Un anciano dijo que era una tradición... Así que, ábrelo cuando sientas que... Me necesitas o no se.

-Ha... -Dan ganas de llorar. Este tipo es sólo...Ya se me acabaron las palabras para describirlo- Gracias... -La tomó, y no aguanto, lo abrazo y suelto aunque sea una fracción de lo que siento- ¡Te quiero... Amigo!

Y huyó, porque parece que es una nueva costumbre en mi.

Corro escaleras arriba, sonriendo mientras aprieto en mi pecho su carta, y por esta noche, y quien sabe cuanto, resistiré las ganas de abrirla...

~¤~

Ambos fueron víctimas de sentimientos fuertes y complejos está noche, mientras Amicus regresaba a su casa rememorando la espléndida velada que tuvo con su "buen amigo" no pudo evitar sonreír.

Esperaría próximos encuentros igual de memorables.

Marcos por igual, claro esta, y sus sus sentimientos amainaban, sería lo mejor para todos.

Ambos se recostaron en sus respectivas camas y el crujir de la estructura los recibió ansioso por el sueño. El Humano cayendo más pronto que tarde en la ensoñación de los que pernoctan, mientras el Lobo incómodo por algo en su bolsillo captaba su atención somnolienta. En el bolsillo trasero de su pantalón estaba una carta, la cual, pudo suponer de quien era el remitente.

La guardó, haciendo el mismo pacto que le solicitó a Marcos, y mientras ambos caían en el sueño profundo, una chaqueta olorosa a dulce se lavaba y todos reposaban, poco sabían que los engranajes de algo se ponían en marcha, y que cada cosa caería en su lugar a su debido tiempo.

Todo esto y en un día de San Valentín para los humanos, ni mas ni menos...

Chapter 38: La Dualidad de la Cotidianeidad

Chapter Text

Disculpen la tardanza mis amores, estuve muriendo el miles de sentidos estos días . Pero al fin actualizo. Veamos si puedo subir algo el fin de semana para compensar.

Besos y abrazos 😍😘

(1/?)

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La mañana había comenzado del mejor modo posible, sintiéndome recién salido de un sueño y atontado por la vuelta a saber de lo que era la realidad. Trate de controlar mis ideas bobas de enamorado crónico pero era demasiado difícil, sin embargo... ¿Estaba de más fantasear un poquito? No.

Correcto.

Luego de salir de mi ensoñación, prácticamente salte de la cama para comenzar el día, el sol matutino era apenas vigente pero lo sentía como un bello amanecer con vista a la ciudad. Todo se veía hermoso...

-Ya carajo... -Tuve que darme un pellizco en el brazo o estaría así de idiota toda la mañana. Me dirigí al baño para realizar el aseo de rutina, y mientras lo hacía planificaba en mi cabeza varias cosas referentes a lo del viaje. Necesitamos ponernos en marcha pronto, y para eso es mejor llevar un número de provisiones para todos los involucrados, sin mencionar que debía encontrar el modo de convencer a Raunak de guiarnos de vuelta a su planeta. Después de todo, es el único que sabe cómo ir- Sin embargo, no sera fácil.

Le dije a mi reflejo.

Las intenciones del Tigre siguen sin ser del todo claras. Sólo se sabe que quiere alejarme de Amicus a toda costa porque "Es peligroso para mi" cosa que no tiene verdadero sentido.

Quizás tenga mucho o poco que ver con el golpe de estado en Adastra, quien sabe, sólo reconozco la directiva del día, eso al tiempo que cierro el agua del grifo y me dirijo a la sala principal.

-Voy a convencerlo a como de lugar.

Y que Dios me condene si falló en el intento.

-¡Carajo! -Pero es que no podía faltar la primera metida de pata del dia. Me parece que alguien dijo alguna vez "El salado no tiene día libre" es decir, pendejo es pendejo donde se pare. Por andar distraído casi piso algo como una cola, me tropiezo sobre mis propios pies y caigo al suelo como un idiota. Al menos caí sentado, pero creo que me lastime el coxis.

-¡Marcos! ¿Estas bien? -Virginia ya estaba allí, lista para ayudarme. Asiento con la cabeza mientras me levanto por mi cuenta.

-Debo tener más cuidado con tu cola naranja...

Ella me observa con una de sus perfectas cejas arqueada.

-Marcos... -Asiento. La estoy escuchando- Yo no tengo cola naranja...

...

Lentamente giró la vista, temiendo lo peor posible, y cuando veo su rostro rayado concentrado en lo que sea que diga el periódico, se que estoy a punto de gritar.

-Buenos dias, humano. ¿Cómo despiertas el día de hoy? -Pregunta Raunak casualmente.

-¡Puto...!

Engancho ambas manos a mi pantalón para así evitar sujetar el florero al lado mío y usarlo como... No se que haría con eso, pero lo usaría eventualmente como arma.

-¿Qué-haces-aquí? -Pregunté de forma cauta, sabiendo que este tipo puede intentar cualquier cosa mientras esté cerca.

-Yo lo invite a vivir aquí, al menos hasta que nos embarquemos en el viaje -Veo horrorizado a la mujer.

-¿Qué...? -Me quedo sin palabras, creyendo que oí mal.

-Le dieron de alta y no tenía donde quedarse, así que le propuse un trato simple. Lo tenemos cerca si el está dispuesto a darnos su ayuda. Y como bonus para el, de ese modo puede vigilarte por cualquier enfermiza razón por la que lo haga.

- Lo único enfermizo aquí es la comida que estas sirviendo. ¿Qué es esto? Siquiera puede considerarse huevo revuelto?

Miro con desconfianza al Tigre mientras que toca su omelet de color verde, échenle la culpa al perejil. Recordando brevemente, vuelvo a hace tres dias cuando lo conocimos, y que en su estado deplorable pudo atacar a Amicus y hacerlo retroceder. Andar a la ligera con el es peligroso hasta que se demuestre lo contrario, y cuando deseaba ponerlo de nuestro lado, no me refería precisamente en traerlo a vivir con nosotros.

-Como me sigas mirando así, se te saldrán los ojos.

Frunzo el ceño.

-Disculpa, rayitas. Pero simplemente no puedo concebir que vivas tan cerca de mi, y por una razón tan insignificante. ¿Acaso hay algo de lo que no me e enterado? -Veo a Virginia, ella no reacciona, su rostro está inexpresivo mientras que en su mano reposa una tasa de lo que supongo es café. Ninguno de los dos dice absolutamente nada, y aún sabiendo que quizás si hay algo, decido seguir con mi día.

Voy a la cocina y sacó mi desayuno.

-Eres demasiado paranoico para ser tan joven.

El comentario del Tigre me hace bufar.

-Ser paranoico implicaría temer que algo imposible pase. En nuestro caso, tengo fundamentos para no confiar en ti, aún si nos ayudas no pienso bajar la guardia... -Me giró hacia el, encontrando esos ojos rojizos sobre mi- No perdonare tu ataque a Amicus, y te aseguró, si intentas algo similar, cualquier cosa sospechosa, te las verás conmigo.

Puse toda mi seriedad y amenaza en esto último, tratando de marcar un punto que quizás el tomaría en cuenta o no.

-De nuevo, paranoico -Como si nada regreso su vista al periódico. Yo por mi parte serví la comida en el plato y me senté en la mesa junto a estos dos, tratando de ignorar la nueva tensión en el ambiente. Aunque me parece que Virginia esta muy relajada.

Pienso en cuál sería la mejor recompensa para este sujeto al ayudarnos, pero es difícil saberlo, no lo conozco lo suficiente para asumir algo. Que haya sido Virginia precisamente la que ideo esto me llena de más intriga, pues ninguna de sus acciones carece de fundamentos, cuando vas caminando hacia cierto lado ella ya había ido y venido tres veces antes que tu y en la mitad del tiempo.

Las maquinaciones de su cabeza son un misterio ahora, pero confiare en que nos revelará sus motivos cuando pase el tempo, a mi y los demás, eventualmente. Lo que me recuerda...

-Ahora que lo pienso, ¿Qué pasa con Brunis? Este lugar ahora si se queda pequeño con cuatro personas.

-No estaba en contra de meterlo aquí. Siempre y cuando se mantenga lejos de las habitaciones y duerma en el sofá, todo bien -En ese momento Raunak soltó una risa inconforme.

-Ese maldito mueble me destrozara las lumbares...

"Seguro que su pomposo ser lo soportara" Ruedo los ojos, porque si yo soy dramático para el, entonces no se debe escuchar cuando habla.

El desayuno transcurre con total "Normalidad" si se puede decir de algún modo. Trate de pensar en otras cosas pero fácilmente la presencia del Tigre me distraía. Sin importar cuanto pensará en un tema de conversación las ideas se iban resbalando entre mis dedos como agua, y en un pestañeo ya había consumido mi desayuno. Pocos segundos después cuando estaba por rendirme fue que una pregunta surgió.

-Raunak, la última vez que hablamos dijiste que abandonaste tu planeta para buscar a Meera... -En ese instante Virginia prestó toda su atención a la plática que recién comencé. Seguro estaba en modo investigadora.

-Lo hice, si -Respondió con simpleza, aún sin mirarme.

Si fue así, tuvo que enterarse de algún modo donde estaba ella. No conozco a detalle toda la trayectoria de la Hindú, lo poco que aparece sobre ella en la biblioteca del Palacio en Adastra sólo dan conocimientos de su estadía en dicho planeta al lado de Druso. Conferencias, cosas pequeñas como bailes o momentos clave en los que ella pudo participar. En aquel entonces eran la sensación de toda la galaxia, según se cuenta. Todo acaba con su más grande acción de amor, cuando se sacrificó por todo el cosmos...

Sin embargo, hay cosas que siguen sin cuadrarme.

Por ejemplo, si es cierto lo que dijeron Amicus y Virginia, sólo el Emperador podía comunicarse con los Padres, entonces, ¿Bajo que circunstancias ella sabría que esto era lo correcto y que no existía alguna alternativa? Los Padres pudieron haber intervenido, lo hicieron antes, pues según viejos registros, un antiguo amigo del emperador antes del padre de Amicus, el emperador Potes, había perdido la visión en un accidente trágico donde su familia pereció. El emperador de turno rogo a los Padres durante un día entero y estos le concedieron una cura alternativa, a base de máquinas que le permitirían ver.

Teniendo esto en cuenta, paso a mi siguiente duda.

-¿Por qué esperaste a que pasarán años para ir por ella? -Decir que se quedó estático es poco, su actitud se volvio cautelosa de la nada y repentinamente volvio a su personalidad indiferente. Cambios tan radicales sólo pueden decir una cosa- Los Hindú están fuera del radar digital de la tecnología parental, así que no tienen comunicación con el resto del mundo. ¿Cómo te enteraste que ella estaba en Adastra y...?

-¿No te han dicho que es una falta de respeto meterse en la vida de otras personas? -Fue cortante, toque un tema sensible.

Justo ahora vislumbro un poco de el, ese enojo y dolor se manifiestan, me causa algo de pena ser tan invasivo pero...

No me parece justo que siga guardándose las cosas, desde que llegó, sólo a dejado acumular las dudas de todos.

-No es justo...

-La vida no es justa. Tu amiga canina lo sabe. Pregúntale cuántas veces respondí una de sus preguntas.

Veo a Virginia y ella se encoge de hombros.

-Bueno, me contestaste la vez que te pregunte si seguías siendo virgen... -Los ojos casi se me salen al escuchar eso. Raunak enrojeció lleno de vergüenza.

-¡Me tomaste por sorpresa y jugaste sucio! ¡No puedes bombardear a alguien con miles de preguntas y esperar que responda todo audazmente!

-Aja si, lo que te haga feliz gatito.

Raunak gruño mientras fulminaba a la loba con su mirada, yo por mi parte observaba el intercambio con curiosidad y diversión naciente. No esperando que algo así sucediera.

-El punto, es que dejes de meterte en mis asuntos. Yo no te pregunto que pasa en tu jodida vida de niño enamoradizo o sobre tu pasado oscuro -Frunzo el ceño, temiendo por cuanto sepa de mi. - No tienes idea todo lo que e pasado, así que no supongas nada sobre mi y facilítame la tarea de soportar esto. Ya es bastante tener que adaptarse al presente...

-¿A si como adaptarte a la idea de que llevas más de ochocientos años virgen?

-¡Cállate Virginia!

La conversación a variado tan de pronto que me pierdo. Ellos empezaron una discusión sobre la triste vida sexual del Tigre y yo...

Sólo veo. No hay mucho que pueda hacer, ellos se están matando entre sí a palabras.

"Puede aparentar que no le importa, pero ambos lo sabemos mejor. Raunak, tu y yo..."

A los dos nos causa vergüenza el pasado. A diferentes niveles pero lo hace. Por ahora puede que suelte el tema, pero quiero llegar al fondo de esto. Mientras tanto, disfrutaré de lo inesperado de todo esto.

"¿Y no dicen que las mejores cosas vienen de forma inesperada?" quizás si, pequeño yo de la conciencia. Debo tratar de llevar las cosas con calma. Puede que Raunak no confíe en nosotros justo ahora, pero quien sabe, puede que más adelante lo haga y conteste a nuestras dudas...

¡TOCK TOCK TOCK!

Golpes pesados en la puerta captan nuestra atención, y Virginia se ofrece a abrir sólo para dejarme los trastes sucios. La miro con ojos entrecerrados y un amagué de sonrisa, sabiendo cuanto odia lavar los platos. Ni modo, me pongo en ello, llevo las cosas sucias al fregadero mientras que escucho las quejas de Raunak sobre que no debo dejarlo perecer en el sofá destroza lumbares.

-No te pienso rogar -Sonaba tan convencido de ello.

-Puedes dormir en el mismo sofá entonces. Eso no me quita el sueño -No necesito verlo para saber que me fulmina con la mirada. Justo cuando estoy por molestarle un poco más, lo cual se puede volver una costumbre divertida, pasos fuertes se adentran en la cocina y luego una exhalación de sorpresa atrae mis ojos.

-¡Tu! -Es cosa de parpadear para luego ver a Amicus sometiendo al Tigre contra el suelo. Me pide que le consiga cuerdas para amarrar al "Intruso" y me siento muy tentado de hacerlo.

-¡Ayuda! -Exclamó el Tigre.

Supongo que se filtró por mi cabeza alguna especie de señal de peligro. Lo digo por como el lobo usa pantuflas y un suéter sencillo con pantalones. Debió salir de casa a toda prisa.

Virginia regresa a la escena una vez más, luciendo dividida entre reír o ayudar a Raunak.

Por mi parte, me siento convencido de que para estar empezando el día ya todo es una locura, sin embargo, una cotidianeidad de este tipo llega a ser millones de veces mejor que sentirse miserable con uno mismo.

¿Hay preguntas? Por supuesto. El asunto de mi conexión con Amicus es otro tema a tratar... Pero, de nuevo, lo ignorante un momento.

En momentos así, llegas a apreciar tu vida de una forma que antes no te dignabas a probar, y todo lo demás sobra...

"Me pregunto cómo la estarán pasando los demás..."

...

~¤~

-¿Estás de broma? No podemos tomar eso a la ligera. Denegado.

Fruncí el ceño por la nueva negativa de Sifgrid. La muy insufrible había estado toda la mañana viendo imperfectos en los planes que había realizado para la agenda de viaje galáctico. La última había sido pedir a Khemia un poco de ayuda con el suministro de Impulso con el cual alcanzar a tener un retorno seguro en el caso de que no encontráramos el planeta de los Hindú.

Trate de rebatir con mil argumentos, pero ella simplemente no está de acuerdo con nada de lo que ponga sobre la mesa. Tener la aprobación de Clemens y los demás encargados en Måne no es suficiente, ella representa a Lord Eric en su ausencia, por lo tanto, tiene el voto final.

-Por amor a los Padres Sifgrid... -Masajee en puente de mi nariz, pues el dolor de cabeza siempre llega cuando se trata de ella. - ¿Qué debo hacer para convencerte? Ya tengo a alguien que puede convencer al Faraón. Están dispuestos a apoyarnos en lo necesario si les devuelve a Neferu. La nave de Raunak está dispuesta, y con algo de suerte, las coordenadas incluidas.

-Eso no es suficiente -Alza su barbilla con aquella altanería que tanto le caracteriza. Si no fuese tan irritante...- Estamos hablando de un viaje a lo desconocido. Cualquier error puede ser perjudicial, perderían todo en el proceso y a ustedes. ¿De verdad quieres eso?

-No, pero-

-Eso sera todo por hoy entonces -Sin darme tiempo a decir nada más, recoge sus cosas y se levanta de la silla. Estábamos en una sala de juntas, algo pequeña pero previamente privada para cualquier conversación importante. Sifgrid está por cruzar la puerta cuando dice; - Dame algo que me de seguridad y podremos hablar sobre poner en marcha todo, mientras tanto, sólo estorbas, Bjarni.

Cerró la puerta y solo quedo detrás de ella el golpe de la misma y su olor a madera barnizada. Nadie se atrevido a decir nada durante el próximo minuto, permanecí estático mirando la mesa y luego el brazalete de mi brazo. Mis colmillos chocaron por la frustración de haber terminado de nuevo en el inicio, y todo por ella.

"Denme paciencia, dioses míos... Porque si me dan fuerzas, la mando a la Amalgama con ustedes"

-Bueeeno. Con todo esto claro, nos reunimos de nuevo mañana. Tiempo estimado de una nueva planificación... -Clemens asume con facilidad eso, y aunque si puedo pensar en algo de aquí al día de mañana, la cosa estara en que vuelva a decir que no o al fin vea algo bien en este.

O sea, nunca.

Todos comienzan a retirarse y yo planeo hacer lo mismo, estoy algo cansado y quisiera descansar en la comodidad de mi habitación solitaria por un par de horas.

"Ah, nada como el tiempo a solas"

Ajustó mi abrigo en torno a todo mi cuerpo para asegurar el calor, y una vez listo para irme, me levanto de la silla y camino hasta la puerta, pensando en el siguiente plan de acción...

-Espera allí, hermano -"No, por favor..."

-Te lo había dicho antes, no hay nada de que hablar.

Adelantarme a los eventos es una "Táctica segura" nada menos que una mala costumbre con la cual estuve evitando lo inevitable los últimos años y meses posteriores en los que nos hemos instalado aquí.

Pero para mi sorpresa, Clemens no a rezongado, blasfemado o dicho algo para demostrar molestia. Ni siquiera un ruido. En cambio, soltó una corta risa que me dejó desconcertado.

La última vez que nos vimos el... Era diferente. Ahora, cuando me volteó y lo miro a los ojos, sólo puedo ver a ese pequeño por el que estuve a punto de darlo todo.

-Quería saber si estabas libre, para que me acompañes a hacer un par de cositas personales, tu sabes, como en los viejos tiempos, siendo los hermanos que somos. Pasar el tiempo.

Frunzo el ceño cuando oigo esas palabras salir de su boca, recordando un par de cosas amargas, heridas que aún siguen abiertas...

-¿'Hermanos"? JA, no me hagas reír -Su sonrisa decae un poco, se esta forzando a mantenerse calmado, al tiempo que yo ya no lo estoy. Me a buscado y encontrado y me va a escuchar- No somos hermanos. Dejamos de serlo en el momento que tu avaricia casi me empujó a la infelicidad.

-S-si, pero, hermano...

-¡Me manipulaste! -Doy un paso al frente sintiendo que voy a perder los estribos, mis colmillos salen al igual que las garras, respiro agitado y mi cabeza se vuelve un tormento. Clemens retrocede, su sonrisa a desaparecido por completo y ahora sólo queda su miserable expresión de pena. Mira hacia otro lado, no pudiendo encararme como un hombre lo haría- ...

No hay nada mas que decir, salgo de la sala de juntas a paso apresurado, pisando fuerte y sin interés a medirme. Cuando estoy en el exterior y el frío me recibe, cierro los ojos y aprieto la mandíbula, pues el dolor sordo regresa a mi pecho. Mis ojos se abren y de inmediato se fijan sobre un contenedor de basura en el callejón junto al edifico. No lo puedo tolerar.

-¡¿Por qué?! -Golpeó el contenedor y se abolla- ¡¿Por qué?! -El siguiente golpe hace crujir mi mano, el escozor de dolor se presenta, pero lo ignoro- ¡¿POR QUÉ?!

Una ráfaga de golpes cae sobre la pobre cosa, la cual se abolla y tiñe de rojo a medida que descargo más y mas de esta frustración acumulada, porque había llegado al borde y no podía podía seguir fingiendo por más tiempo que estaba bien y no me importaba nada, que estoy herido, exhausto y nada me sale bien, sólo quiero que alguien me tienda la mano y me asegure, aún si es una mentira, que todo estara bien.

¿Eso es tanto pedir? Un poco de consuelo, paz, que mis problemas desaparezcan...

"Esto paso por qué siempre buscas dar la talla, pero cuando estas en problemas y la gente te ofrece ayuda, sólo haces como que no es nada..."

Mis pensamientos intrusivos son mas conscientes que yo.

-¿Bjarni? -Alguien toca mi hombro y yo retrocedo hasta que la espalda toca el frio metal y los pantalones tocan el suelo lleno de nieve semi derretida- Ey, chico, soy yo, tranquilo.

Brunis se acerca con cautela, sujeta mis hombros y observa mi deplorable estado. No parece saber realmente como ayudar en esta situación, tiene una expresión de incomodidad bastante notable. Me sorprende que a pesar de todo soy consciente de todas estas cosas.

-Mierda chico, tu mano -El pelaje está todo maltratado y manchado. Es muy notable por la tonalidad blanca- ¿Qué sucedió? ¿Estas bien? Creo... Uh... ¿Un doctor?

Ningún médico puede ayudarme con esto. Me encojo de hombros y trato de levantarme, el Glotón me ayuda, pero en vez de soltarme, me engancha uno de los brazos sobre su hombro.

-¿Qué haces? -Exijo saber. No necesito que este tipo irritante también me moleste.

-¿Ayudarte? No te voy a dejar aquí tirado -A pesar de su tono, es honesto.

Pero no me gusta ser tratado así.

-¡Puedo caminar! -Me apartó de Brunis, pero cuando lo hago me golpeó la mano y siseo por el ardor.

El robusto lleva ambas manos a las caderas y me observa con cansancio, yo me remuevo sobre mis pies, no sabiendo que hacer ahora.

Me tomo un momento para pensar en una vía de escape, pero esta eventualidad me a dejado fuera de mis casillas y no pienso correctamente. Veo a Brunis, sintiendo aprensión. Desde que nos conocimos nuestra relación a sido de mera interacción obligatoria. Nunca me eh visto en una posición tan vulnerable frente a el, y tampoco lo llegue a ver así de callado y sin saber que decir.

No necesito esto. Sólo quería estar tranquilo hoy.

-Mira Bjarni, no se que te haya dejado en tal estado, los motivos y las circunstancias. Tampoco necesito que me lo digas, es perfectamente entendible. Pero eso... -Señala mi mano, la cual por cierto a comenzado a hormiguear- Se va a inflamar, en todo caso de que no tengas roto algún dedo. Por lo tanto -Allí engancha su mano a mi brazo y comienza a tirar de mi- Te voy a llevar a que te pongas unas vendas y hielo por lo menos.

-¡Pero...!

-¡Cállese la boca! Animal del monte -¿Quién mierda se cree este? - Me importa una mierda lo que creas, te vas a dejar ayudar. ¡Quieras o no!

-...

Sin mi consentimiento, Brunis me arrastró por la ciudad en busca de una farmacia, y no pudiendo ir en contra de la decisión que se le metió entre ceja y ceja, me deje ser.

"Es como ser una hoja que se deja llevar por el rio Nilo..."

Y que Ahotep me perdone por la comparación, pero esa es la verdad. Soy una hoja marchita en el rio de sus lamentos...

》》》

~¤~

-Esta horrible... Pero servirá -Afirme cuando vi mi trabajo acabado. Como no encontramos una farmacia cerca, lleve a Bjarni a una tienda. Caminando un rato por los pasillos encontré las cosas necesarias, aún si no son adecuadas, sirven de forma provisional. - Eso debería evitar una hinchazón, de cualquier modo, ve en un rato al médico.

-... ¿Qué se supone que es esto? -El oso levanto su mano envuelta en cinta adhesiva y guisantes congelados. En lo personal, es tan bueno como una visita provisional al doctor.

El oso suspira con notable cansancio, esperaba que criticara algo pero en su lugar se quedó callado, sentado en esta banca fuera de la tienda.

Es extraño verlo así de decaído. Su rostro suele ser está cosa sin expresiones, pero hoy...

"No esperaba esto cuando salí temprano a caminar" Últimamente sentí que debía ser más consciente con mi salud, por lo que empecé a trotar por las mañanas para crear un equilibrio, con lo que no contaba era que vería a este oso machacando un pobre contenedor de basura.

Observo con detenimiento al oso, tratando de averiguar qué sucede en esa cabeza suya. Ojos medio oscuros por ojeras debajo de los párpados, cabeza gacha, mano casi rota y ensangrentada. Da dolor imaginar li que sera lavar ese pelaje.

-Ya te puedes ir -Cabeceó un poco. No se si este bien hacer eso.

-Nah... -Me siento a su lado en la banca, prefiriendo quedarme- Te ves mal, me sentiría culpable si te dejo así... Además, temo por ese tambor de plástico al lado tuyo.

Trate de bromear con el, a ver si de milagro conseguía animarle. Estaba lejos de la realidad, ya que no se inmutó de su actitud decaída. Bjarni suspiro nuevamente y recostó su cuerpo en el respaldo de la banca, dejándose caer sólo un poco en ella, mirando hacia delante donde había una tienda de ropa sin mucha validez en la situación.

-Pierdes tu tiempo conmigo...

Frunzo el ceño profundamente mientras lo veo, temiendo que alguien se haya metido en la piel de este arrogante sujeto y lo reemplazara por una copia depresiva.

Generalmente, Bjarni y yo no nos llevamos la mar de bien. Somos completamente opuestos en personalidad y puntos de vista. Cuando nos preguntaron con quienes preferíamos vivir, escogí a Virginia y Marcos sin pensarlo demasiado. Estar cerca suyo es una discusión constante por ver quien tiene la razón...

Pero hoy está mal, la discusión no es divertida y las pausas me causan ansiedad. Bjarni luce terrible y yo no tengo ni idea de qué hacer para ayudarlo. ¿Y por que me molesto? No es mi asunto, ya me lo dejó claro el también... Sin embargo, no es correcto. No está bien dejar 1ue alguien, aún si te cae mal, se vea así.

-Escúchame bien, oso. Puedo entender que estés mal, que no quieras hablar de eso, se respeta. A veces yo mismo no quiero hablar cuando estoy triste... -Me mira con ojos escépticos y yo sonrío ligeramente con gracia- Si, ya se. Difícil de creer. Pero, es verdad... -Esto me trae un par de recuerdos de mi niñez, la sonrisa se vuelve añorante de aquellos tiempos más sencillos y menos abrumadores- La vida esta diseñada para probar que tan fuertes somos y si nos podemos levantar tras cada uno de sus golpes... -Lo veo a los ojos ahora, sintiendo verter sobre mi algo de ese dolor viejo y escondido. Reconozco esa clase de mirada donde sea- A veces sufrimos mas porque la gente que nos importa es quien más nos lástima, y si, estas en tu derecho de odiar y guardar rencor... Pero encapsular todo te lastimara más.

El desvía la mirada a otra parte, no pudiendo sostener el contacto visual. Aún sigo hablando entonces.

-Se que solo es la opinión de un alborotador y que quizás no me tomes tan en serio. De nuevo, no es mi asunto. Guarda silencio todo lo que quieras. Pero, si un día cualquiera en el que te sientas dispuesto a hablar-

-No lo haré.

No esperaba menos.

-Digo SI QUIERES... Puedes contar conmigo. O cualquiera de los demás, apuesto a que son mejores que yo en esto -No soy de hablar de sentimientos y esas cosas. Es complicado expresarse adecuadamente.

No digo nada mas entonces, nos quedamos en silencio durante algún tiempo, y cuando el medio día esta cerca, me pregunto si Bjarni estaría mas tranquilo para irnos a alguna otra parte.

Para mi sorpresa, es el primero en colocarse de pie. Sus movimientos parecen realmente forzados a intentarlo. Una vez de pie, el por fin me mira, y su rostro ya no luce tan esa expresión de total derrota.

-No tenías por qué quedarte conmigo... Y sin embargo, lo hiciste.

Me encojo de hombros con media sonrisa

-Si me estuviese desmoronando, querría que alguien viniera por mi y no me dejara tirado en un frío callejón. ¡...!

-... -Es algo efímero, pero juro haber visto un atavismo de sonrisa en su rostro justo antes de que girará a otro lado- Con respecto a lo que dijiste...No prometo nada... Pero puede que te tome la palabra.

-¿Acabas de sonreír?

-No -Me colocó de pie y trato de encararlo, pero no me deja ver su rostro.

-¡Ay mierda, si lo hice!¡Pude hacerte reír osito de felpa! -Estoy casi dando saltitos.

-Ya volviste a ser el mismo tipo irritante de siempre -Gruño con hastío y yo estaba que volaba de felicidad.

Ni idea de por qué la emoción.

-Es decir ¿Empezaste a considerar que era medianamente agradable?

-... -No dice nada, y empieza a caminar lejos de mi. Pronto lo alcanzó y llevo mi brazo sobre sus hombros, el lo retira pero pronto lo aprendo otra vez.

-Esto es buenísimo. Jamás espero algo así hoy. Y ya sabes... -Puede que aún se vea triste, pero esta más recompuesto a su yo de siempre. Así que, reiteró- Si necesitas hablar, ya sabes a quien llamar.

-Jmmp, sigue soñando...

Yo me suelto en carcajadas mientras el oso sólo soporta mi actitud. No me atrevo a decir que nos llevaremos súper dupis a partir de ahora, pero veo una posibilidad de ya no detestarnos. Y si resulta algo bueno, así sea que me deje apoyarlo, será una recompensa.

Nos quedamos juntos por un rato más, lo invite a ver la practica del día, ya que según Virginia, Marcos y Amicus empezaban hoy a entrenar juntos, y algo me dice que Magis lo destrozara. Bjarni luce tentado y aprovechándome de eso, lo arrastró hasta allá.

Pasamos un buen rato juntos a pesar de todo.

La cotidianeidad puede hacer tanto bien como mal a las personas, pero saber armarla y romperla para variar hace de la vida un manjar del cual disfrutar cada día. Ya sea que termine con un desayuno estrepitoso o una bolsa de guisantes congelados en tu mano.

Sin duda, es bueno eso...

Chapter 39: Eres tú Pasado

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(2/?)

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Limpie el sudor de mi frente aún sosteniendo esta sonrisa. Los golpes del día no se sienten y debo confesar que para variar, fue divertido que me apaliaran.

Hoy por la mañana, luego del incidente con Raunak, Marcos y yo tuvimos una charla entretenida en la que salió a la luz una sugerencia de entrenar junto a mi. Para mi sorpresa fue optimista y aceptó de inmediato.

Veamos, los entrenamientos con Magis son una mierda dura. Y luego, entrenar con Marcos se vuelve entretenido, no siquiera debo reprimirme tanto como pensaba porque el humano es bastante hábil. Si bien sus golpes no alcanzan la potencia de un lobo maduro como los de Magis, es bastante ágil y compensa la falta de fuerza con movimientos de llaves y torceduras poderosas.

—Un oponente digno, sin lugar a dudas.

El chico siempre consigue sorprenderme, y es... No lo se, creo que orgullo, infla mi pecho cuando lo veo así de vivaz.

En fin...

Guarde mi ropa sucia dentro del bolso que suelo llevar conmigo, y preparándome para una ducha rápida, trato de pensar en cual movimiento enseñarle próximamente a mi amigo.

—¡Ey, deja quieto! —Un grito mezclado con risas atrajo mi atención, por el sendero que conduce a las regaderas veo a dos osos bromeando. No me llama la atención su presencia, si no como se presentan. Además del echo de estar desnudos, se inclinan por un comportamiento mas "Cariñoso" del que vería a en un par de amigos. Desvío la mirada— ¡Que dejes, amor!

El oso un poco más joven comienza a correr soltando carcajadas mientras que el mayor lo persigue a los baños con la misma jovialidad. Más allá de lo bochornoso de la escena, es dulce. Pero…

Creo que es mejor tomar el baño en casa.

Guardo mis cosas rápidamente y salgo. Aún cuando me e alejado de esos... "Tortolos" no puedo evitar pensar un poco en ello. Recordando un poco a Tiberio...

Su actitud juguetona oculta entre la timidez inicial siempre lograban cautivarme, e inclusive asustarme. Buscaba aventuras y me llevaba siempre que podía, las llamadas "Citas" fueron pocas pero valieron la pena, así fue hasta que...

—… —Mis pasos se vuelven mas lentos mientras que me acercó a la salida, pues esa pregunta a vuelto a flotar sobre mi cabeza una vez más. El peso me tiene ahogado en la incertidumbre, quiero saber que fue lo que sucedió. Marcos esta convencido de que no era el mismo, y quiero creer que es así, pero nada nos lo garantiza. ¿Desde un principio era su objetivo? ¿Sólo fui un móvil para acercarse al humano? ¿Yo... Siquiera le importe?.

—Una moneda por tus pensamientos —Esa voz me saca del estupor, pensé que Marcos había llegado, dijo que lo esperará en la salida. En cambio, frente de mi estaba Magis. Su mirada cálida se volvió de interrogante— ¿Debo asumir que algo te está molestando?

"No se le escapa nada" Pensé.

Con un suspiro demostré su punto. Viendo por las puertas de cristal veo el paisaje invernal apoderarse de las calles de esta bella ciudad helada. La nieve cae constante y sólo puedo pensar en cuanto le hubiese gustado a Tibs ver esta cultura.

No dejo de pensar en el...

—Mmm... —El mayor se apoya en la pared, viendo fijo también más allá del cristal. Su cabello está atado en la parte trasera pero los mechones delanteros caen a los lados de la cara y una barba un poco pronunciada acentúa sus facciones de lobo maduro— ¿Crees que conseguirás algo útil preguntándome el "Por qué"?

...

Lo pienso detenidamente y luego niego con la cabeza. Revolcarse en el pasado y las dudas que dejo sin contestar no servirá de nada.

—No pienso dejar que me consuma, pero... No puedo olvidarlo. Forma parte de algo importante... O formaba. Ya ni siquiera lo se —Ojalá todo fuera más sencillo.

—No insinuó que debas olvidarlo. Aún hay esperanzas. Antes de rendirte, inténtalo hasta el final. Luego, si resulta el peor de los casos, sólo queda eso, el olvido —Golpea suavemente mi hombro, hago una nueva interna por un golpe que recibí justo allí— Debes pensar las cosas con detenimiento Amicus, no todo es lo que parece, incluso ahora vamos en un limbo. ¿De quien? Ni idea. Quizás de los Padres y otras fuerzas como el  destino.

—No creo en ninguno de los dos, ya no...

Mi fe se había perdido en el momento que perdí a padre. Y sólo se me confirmó esto el primer día que trabaje para el nuevo imperio como sirviente. Las puertas del Archivo ya no estaban, ¿Qué más se necesita para tenerlo claro? Ellos nos abandonaron.

Y si mi destino era sufrir mil desgracias, que mierda de destino.

— No te ofendas, pero creer en que todas las cosas del universo están planificadas para enseñarnos o darnos cosas importantes para nuestro crecimiento, es una porquería.

El mayor suelta una suave risa.

—Respeto tu opinión Amicus, no dudes de ello. Sin embargo, ten lo siguiente en cuenta... —Magis se coloca una gorra sobre su cabello, preparándose para salir— Ese destino en el que no crees obra de formas misteriosas, es como los Padres, se dice que no tienen poder sobre el todo como creemos, que también son imperfectos como nosotros. Y ese "Destino de porquería" tal vez sea un mentira, sólo una ilusión boba y una pérdida de tiempo en la cual creer. Sin embargo —Golpea mi frente con un dedo, justo sobre la marca de mi familia— Te trajo hasta aquí. Te permitió luchar día con día para cuidar de tu madre, esperaste paciente por tus hermanos, conociste personas que valían la pena. Te enamoraste... —Los recuerdos de Tiberio llegan, y siguen siendo brillantes como sus ojos— y luego, hiciste mas amigos... —A mi familia se sumaron Neferu, Barniz y Elisa— Uno en especial...

Magis entonces me tomo de la barbilla y giró mi rostro hacia atrás, viendo venir por el pasillo a Marcos, el cual ríe por cualquier cosa que dijera Virginia en burla de Raunak. Pero mi atención está toda sobre el, me atrae, es difícil no notarlo entre multitudes. Es simplemente el.

—Sea o que sea que obre a nuestro favor, te permitió vivir y llegar a encontrarte con ese chico. Sobrevivieron, nos trajo hasta ustedes, al igual que a todos. Y oye bien Amicus, las personas están unidas por lazos, lazos que son perpetuos y difíciles de romper. Se extienden y van más allá de lo comprendido... —Esas palabras causan un cosquilleo sobre mi muñeca, se asienta un escalofrío en la parte posterior de mi cabeza también— Y esos lazos persisten una y otra vez en todos los mundos que imagines, incluso dentro de una mente turbia, como la que puede tener ahora Tiberio.

Lo observó con duda, tristeza también.

—No te pido que seas creyente de aquello que no vemos, se creyente de lo que podemos hacer para realizarnos, estemos donde estemos y con quien sea que nos encontremos. Y sólo... No dejes de sentir.

Esas palabras... Su profundidad me hace cosas serias en el corazón. Recordando cosas del pasado como los consejos de padre. Es una sensación que creí olvidada, y no me opongo a ello.

¿Tendrá razón en lo que dice?

—Magis, que bueno que no te has ido ¿Vienes con nosotros a comer algo? —Fue lo que dijo Marcos cuando estuvieron lo bastante cerca. El lobo negó, aún con esa sonrisa suave en su rostro.

—Vayan ustedes tranquilos. Ya tengo planes. Espero verte en las próximas prácticas, Marcos   —El humano asintió, mas que emocionado.

—Dalo por echo!

La animosidad del humano es tan abrumadora como cautivante, está en su mejor momento ahora con esa actitud más abierta. Todos lo notamos pero no decimos nada.

Magis se despidió finalmente con un asentimiento de cabeza, y cuando sus ojos se posaron sobre mi, no pude evitar pensar en que el brillo en ellos era una especie de esperanza desinteresada, como si esperará algo para  mí o alguien más.

Raro.

—Bueno... ¿Vamos? —Todos estábamos listos, y Virginia ya tenía su mano en la puerta.

—¡Si, maldición, date prisa que hace frío! —Exclamó la desgracia rayada de Raunak, abriéndose paso por la puerta sin importarle que nos quedáramos atrás.

—En serio que no lo soporto —Bufe, y Marcos soltó una carcajada que casi me hace reír a mi también, mientras que Virginia sólo negó con la cabeza en diversión.

Supongo que tendremos que seguirlo, genial… Nótese el sarcasmo. Y lo peor del caso, es que de ahora en adelanté, lo veré mas a menudo.

Que alguien me ayude.

》》》

Como había prometido el humano, fuimos a comer bajo invitación suya, y nosotros gustosos. Al principio imagine que se trataría de un lugar lujoso, costoso, de esos que te cobran hasta por la respiración, pero debí saberlo mejor. Marcos nunca fue fanático de lo extravagante y elegante, algún vez me dijo que las formalidades y apariencias eran una molestia para su vida.

Lo recordé cuando estuvimos frente al establecimiento, un pequeño y humilde lugar del que salía un dulce y cálido aroma que captó toda mi atención. Al entrar, fuimos recibidos por una pequeña comerciante, la mujer era una dulce anciana con una sonrisa encantadora. El mostrador que nos separaba de ella estaba ampliamente abastecido con toda clase de manjares, de los cuales una clase particular de panes abarcaba casi toda la vista.

El lugar eran lindo, paredes de color amarillo crema, unas cuatro mesas con sus sillas, calefacción por su puesto, lo cual es un alivio para mis patas, y una suave música de fondo.

—Bienvenidos jovencitos, a mi tienda de Boller’s (Como los nórdicos generalizan el nombre a los bollos dulces o salados) ¿Les puedo ofrecer algo?  —Limpio sus lentes para ver mejor, la osa mayor se sorprendió en cuanto se los puso y sus ojos dieron con Marcos— ¡Ay, Marcos, querido! Eras tú. No te  reconocí.

El humano soltó una suave risa que, por alguna razón, sentí más encantadora que lo usual…

¿Pero cuando empecé a verlo como alguien “Encantador”?

—Me da gusto verla, señora Ane. Veo que uso los lentes que le traje —La mujer asintió con animosidad, sus cabellos blancos atados en una cebolla sobre su cabeza se agitaron ligeramente, mostrando lo poco anudado que está.

—Están mucho mejor que los de siempre. Quisiera usarlos más a menudo, pero me causa intriga lo que le pueda hacer a mi vista si lo hago —Lucía algo apenada por esa confusión, pero Marcos se dedicó a tranquilizarla.

—No tiene que preocuparse. Esos lentes son bifocales, y con los exámenes que usted me entregó, mandar a hacerle unos personalizados no es problema. Lo correcto es que los use ya que su vista esta pasando por un degradamiento. Algo normal en la salud visual de algunas personas. No se preocupe porque algo le pase, pero si empieza a tener dolores de cabeza, avísele a su oculista, o en todo caso, a mi.

Pero ¿Qué estoy viendo?”, No soy el único sorprendido, Virginia luce intrigada por la plática tan casual que sostiene el humano. Raunak por otra parte…

—… —Parece estar en su propio mundo.

Con un suspiro y promesas de cuidarse mas, la amable mujer ofreció una carta, donde la lista de estos postres se extendía de manera casi indefinida en el frente y parte trasera de la página. Eran muchos.

—Trajiste una compañía muy interesante está vez. Casi me olvidó, disculpen mis modales.

—Para nada señora, me presentó, soy Virginia, este otro lobo es mi hermano Amicus, y  el amargado aquel… —La de ojos púrpura señalo a Raunak, el mencionado gruño por ello— Se llama Raunak, y si se e constipado, tranquila, esa es su cara de siempre  —Mi hermana tomo la delantera y nos presentó a todos con su usual personalidad a la dulce anciana, ella sonrío con amabilidad que a su vez fue devuelta y nos saludó a todos.

—Encantada, encantada. Es la primera vez que Marcos trae amigos con el, sobre todo a una chica tan linda… ¡Oh! —De pronto sus ojos se iluminan, viendo de mi hermana a mi amigo con sus manitas sobre su boca luciendo sorprendida— ¿Acaso ustedes son…?

—¡Eh! —Marcos se sobresalta, las palabras se completan solas y la mujer luce más animada y divertida que antes.

Veo con diversión como Marcos se enreda con su propia lengua. Se puso nervioso tan fácilmente. Raunak en ese momento prestó algo de su atención, bufando desde el otro lado viendo la selección de postres. Pero, para fortuna de todos, Virginia se adelanta una vez más y niega.

—Para nada. Marcos y yo solo somos amigos —Tan serena y relajada como siempre a sido. Admiro esa cualidad de Virginia.

La señora Ane comenzó a reír, excusándose por su falta de delicadeza.

—Mi error. Soy un poco metiche en ese aspecto, mil disculpas —En ese momento, Raunak paso por detrás de mi, golpeándome a propósito. ¡Este bastardo!. Se coloca detrás de Marcos, su mano posada sobre el hombro del humano. Mis ojos fulminan esa mano con un recelo desconocido. Pero no soy el único que nota ese toque— Eso significa que… —Algo que no esperaba ver en esta señora era una expresión de picardía. Ahora el centro  de atención es el Tigre, y mi estómago se tuerce de forma desagradable por lo que se que dirá. — Hacen linda pareja. Inusual si me lo preguntan.

Mis ojos y boca se abren, sintiendo algo de horror trepar dentro de mi pecho.

—¡No es así! —Ya de por sí es una sorpresa que Marcos y Raunak dijeran esto a la vez… ¿Pero que yo lo haga también?

Es decir, ¿Qué me pasa? Ni que fuera mi asunto.

Los demás me ven con curiosidad y yo desvió la mirada, sintiéndome repentinamente apenado. Mis mejillas arden por algún motivo y la desagradable cosa en mi pecho se enrosca con saña cuando la idea de que ellos dos…

Eug, no. No pienses en eso Amicus.

Seguro se debe a la idea de que mi mejor amigo pueda estar con alguien que es peligroso hasta que se demuestre lo contrario. Si, así es. Tiene que ser.

—Raunak es… Uh… Es complicado, si. Ehm… ¿Podríamos sentarnos y así pongo al tanto a mis amigos sobre sus deliciosas creaciones?

—Por supuesto. Siéntense cómodos.

No nos hacemos del rogar y vamos hacia la mesa mas lejana al mostrador, donde en silencio nos sentamos por un momento. Estoy un poco perdido en mi pensamientos, ni siquiera puedo leer bien de que son cada uno de estos dulces. Es como si de pronto mi cerebro se hubiera desconectado y sólo me perdiera en el espacio.

Esa extraña sensación de mi estómago ya no esta, sólo dejó atrás una vaga molestia fantasmal. Suspiro porque de pronto todo se puso muy raro de la nada, es decir, ellos iban a negarlo al fin y al cabo, ¿No? …

¿No?

Agito la cabeza algo molesto, no sabiendo de donde vienen exactamente estos pensamientos intrusivos e insensatos. Marcos luce de lo más tranquilo, quizás porque de esta concentrando en no exteriorizar todo y controla bien sus expresiones… Quien sabe. Es difícil leerlo en ciertas ocasiones, tal y como solía ser.

El esta sentado a mi lado, mientras Virginia y Raunak están frente de nosotros, creo que mi hermana está poniendo al tanto al Tigre sobre lo que son los sabores que se presentan en la carta, sin mucho éxito, claro está.

No es que quiera empatizar con el fastidioso felino de ojos rojos, pero asumo que debe ser abrumador el cambio de tantas cosas. La actualidad debe ser un enorme contraste con su pasado, mas por el echo de que su gente no era adepta a utilizar tecnología, apenas y lo harían para el transporte, tengo entendido. Ahora existe una brecha generacional del tamaño de el Pozo y tiene que vivir con ello.

Perder a tu familia, tus amigos, la gente que amaste. .  Dioses.

Mi cuerpo se sacude con un escalofrío de temor. Yo enloquecería si me sucediera algo así.

—¿Estas bien? —Para mi sorpresa, Marcos pregunta eso. Interrumpe el hilo de pensamientos y me trae de vuelta a la realidad, una donde no tengo que pasar por las mismas cosas que Raunak, porque tengo a los míos cerca, a casi todos me refiero, y pronto los tendré… Además, lo tengo a el.

Si…

Sonrío suavemente hacia el y hablo por lo bajo, no queriendo que el Tigre sepa que estuve sintiendo algo además de odio por el.

Tengo un orgullo que mantener, por amor al todo.

—Solo me preguntaba que se sentiría estar en su lugar —No hace falta explicarle demasiado al humano, es inteligente, incluso mas que yo, y con eso entiende todo lo necesario del asunto.

Marcos no ahonda mas en el tema, sabiendo que es algo complejo, volvemos a nuestros pensamientos por un rato hasta que prestó atención a lo que dice Virginia.

—¿Reusó ilimitado, dices? —Luce interesada en cualquiera que sea el tema. Raunak asiente, con una cara de aburrimiento que parece perpetua en el.

—Por eso somos los únicos Hermanos con un Impulso inagotable. Nuestra tecnología parental utiliza un método de aprovechamiento energético del cual extrae todo el potencial de los componentes a usar… —Esto se oye interesante. Me inclino un poco hacia adelante, sonrió con diversión cuando Marcos hace lo mismo que yo a la vez. Es como si estuviéramos sincronizados— Sin embargo, no podemos disponer de cualquier material para la producción del Impulso, con el tiempo se agotaría. Por ello desarrollamos un método de reutilización a base de nuestra ciencia arcaica.

—¿De que se trata? —Pregunto el de ojos color miel con sumo interés, a lo que el Tigre bufa con una ceja arqueada.

—Oh, terminaste de hablar con tu mascota, Humano. Disculpa, pero creí que querrían seguir hablando de mi como si no los escuchara —Mis labios se aprietan en una fina línea… O algo parecido. No imagine que pudiese escucharnos— Estas orejas no están de adorno. Pero en fin, para que vean que soy bueno, les contaré también, para nutrir sus cerebros de pasa.

—El único con cerebro de pasa aquí es el Tigre con más orgullo que neuronas. Cuidado y sales volando como globo, te estas hinchando de tanta mierda que sale de tu boca.

—¿Eh? ¿Acaso quieres pelear, pulgoso?

En cuanto el Tigre se puso de pie, yo hice lo mismo. Trataba de llevar las cosas por la paz pero al maldito le fascina buscarme. Mis colmillos comenzaban a asomar como la clara amenaza que lanzaba, las garras del Tigre se desplegaron, listo para atacar.

—Cuando quieras, donde quieras, gato zarnoso y mal oliente…

Estámos a punto de arrancarnos la garganta sobre esta mesa, y juro que no se irá ileso de aquí…

—¡Se calman ustedes dos! —Marcos interviene, colocándose entre los dos— ¿No pueden pasar ni media hora sin pelear? Por amor a los cielos, dejen de joder tanto.

Si tono cansado y demandante hace mella en mi, y aunque nos seguimos apuñalando con la mirada nos sentamos, queriendo evitar un matanza… De momento.

—Tal parece que no por ser alienígenas dejan de ser enemigos naturales… —Ese murmullo me causó curiosidad, pero prefiero no ahondar en ello.

—¿Decías, Raunak?

El mencionado asintió a Virginia, aclarándose la garganta.

—Como decía, dióxido de carbono. Reciclamos la contaminación del oxígeno para crear un Impulso casi infinito.

Nosotros tres miramos con sorpresa, casi incredulidad al Tigre.

—¿Qué? Pero, ¿Como puedes usar algo así como impulso? Generalmente el combustible bruto se entrega sin alterar de los mismos Padres.

Virginia tiene razón, al menos así es en nuestra cultura. El Emperador es quien más dispone de el. Si no hay un Emperador, es imposible comunicarse con los Padres y a su vez obtener el Impulso Estelar.

—Si bueno, nuestro caso es MUY diferente —El orgullo en su voz es palpable. Tuerzo los ojos por eso— Como dije antes, nuestros motores aprovechan al máximo los materiales de cualquier tipo para crear un Impulso “Alternativo” y en un principio, pudimos optar por el carbón o materiales fósiles de cualquier clase. Plantas, agua, etc. Eso no resulto conveniente porque implicaría depender de recursos valiosos para nuestra comunidad —Mientras explicaba, Raunak jugaba con una servilleta, doblando la misma sobre si una y otra vez tratando de dar una forma— a pesar de que es muy poco, las naves generan una cantidad de contaminación que originalmente era expulsada a la atmósfera del espacio o dentro de nuestro planeta, pero cuando vimos el potencial de esta “Contaminación gasífera”, decidimos sacar provecho. Los motores fueron reestructurados y las tuberías de escape fueron modificadas para almacenar en un contenedor hermético todos esos gases. En ese mismo contenedor, los gases atraviesan un proceso de condensación y luego son enviados a un aparato ubicado al costado de la nave, el cual transforma los materiales en impulso. Y así…

—Tienen una fuente individual de Impulso inagotable… —Complete yo. El tigre asintió, con una sonrisa santurrona.

—Muy bien perrito, cinco puntos para ti —Le voy a arrancar la lengua como me siga hablando así. — En fin, de eso se trata.

Esta información en sumamente interesante. Quien diría que se podría aplicar un método de ese calibre. Las posibilidades son casi infinitas. Y pensar que los Lobos estuvimos tan atrás en cuanto a estas investigaciones se refería. Después de todo, crear nuestro propio impulso y repartir los conocimientos a través de las Galaxias, y a su vez, expandirla, es parte del objetivo original que los Padres tenían para todos nosotros. Así algún llegaríamos a convertirnos en lis próximos Padres y ascender a la infinites de la Amalgama.

—Debo confesar que es inaudito, en el buen sentido. Nosotros carecemos de Impulso en Adastra —Dijo Virginia de forma pensativa.

—Por supuesto. Típico de ustedes.

Raunak no se detiene en sus constantes ataques a mi gente. Juro por Dios que…

—No hables así. Se considera una falta de respeto. Tu gente puede tener avances más sofisticados que los de Adastra o mi planeta… —Marcos se veia serio, defendiendo la integridad de mi pueblo con su voz perspicaz— Sin embargo, hay cosas que quizás desearían tener. Todos somos diferentes a nuestra manera y tenemos virtudes que otros no.

Virginia asiente, sonriendo por la veracidad en las palabras del Humano. A veces es como si fuese alguien mas viviendo dentro de el quien habla con toda esa sabiduría.

Aún así, Raunak se hace de los oídos sordos, se acomoda en su silla y reprocha con la mirada al joven.

—Te puedo asegurar que no tengo nada que envidiarle a su gente —Hablaba de los Lobos y los Humanos. Su actitud reacia sólo me hace pensar que el Tigre es especista o algo por el estilo. Desde que llegó solamente nos ah ofendido. ¿Cuánto mas habría que tolerar eso?

—Puede ser, pero… —Marcos se inclina sobre su silla, pasándose de frente y con la cabeza inclinada a un lado mientras miraba al de rayas. Este gesto hizo retroceder por un  segundo al felino— ¿Acaso hay algo que tengamos que de verdad deseas tener?

La mesa de lleno de silencio, ni siquiera podrías escuchar los hornos o máquinas que puedan estar cerca. Raunak observó fijamente a Marcos y este le devolvió la misma mirada penetrante. Alguna fibra delicada habrá tocado el humano que ahora el luce así. ¿Qué secretos aguarda en esa mente vieja e incomprendida? ¿Existirá algo de lo que no sabemos? O, ¿Se trata de algo mas profundo?

—Tch… —El primero en apartar los ojos es Raunak. Sus cola se enrolla en una de las patas de la silla y sus orejas van hacia atrás. Parece que fue derrotado por el humano.

Uno más a la lista.

—Relajando entonces sobre este tema, creo que a Bjarni le interesaría saber sobre esto, en cuanto venga, claro.

El comentario de Virginia tiene peso, y no sólo porque es así, si lográramos imitar esa tecnología, llegaríamos sin problemas a donde sea. A su vez, sería un avance importante en la ciencia colectiva. El asunto es Raunak. Cuando mi hermana dijo eso, su expresión se volvio pensativa, bordeando lo preocupado.

La conversación murió allí de momento, pronto Marcos nos pudo explicar un poco sobre los tipos de postres que aquí vendían tal y como había prometido. El chico vino varias veces antes y nos contó sobre que de vez en cuando, para ganar algo de dinero, ayudaba en el descargue de los camiones con insumos para la tienda. Lo llamo “Una chamba de un rato”.

Minutos después, llegaron Bjarni y Brunis. Estuvimos esperándolos todo el rato, y al fin estando juntos, ordenamos cada uno lo que comeríamos. Casi todos pedimos algo llamado Fastelavnsboller: que serían algo así como panecillos dulces rellenos de nata o mermelada con los que, según testimonios del oso presente, señala el inicio de los cuarenta días de la Cuaresma (aunque el ayuno, claro, es opcional, según entendí.) Están muy ricos.

Hablando de Bjarni, estaba preocupado mas temprano, ya que poseía un semblante decaído. Para mi es un alivio ver como ahora luce una actitud más apegada a lo que es usualmente. Quizás tenga que ver la presencia de Brunis, el Glotón no se a separado de el en todo el día, y eso me alegra. Tal parece que no soy el único que se ha visto influenciado de manera positiva por otra persona.

—¡Oh, y recuerdas cuando caímos por ahí! La nieve nos llegó hasta la nariz ¡Ja, ja, ja! —Marcos en ese preciso momento sonreía, de una forma tan real, tan brillante, era un sonrisa que podía llenar de calidez un corazón. Siento que por el a valido la pena todo esto, porque seguimos juntos y cuando a mi me faltó la esperanza, pudo devolvérmela sin necesidad de exigirla.

Nosotros, el mundo entero, no es exento a este don, porque parece ser eso. Una bendición divina, con la capacidad de oponerse al ambiente mas triste. Estos son días críticos, en los cuales se acerca cualquier cosa que podamos imaginar. Pero…

Si tuviese que elegir pasarla en mi amargura o encarar el mundo con una sonrisa similar a la suya…

—¿Pasa algo, amigo? —Me mira, aún con esa sonrisa que muestra sus dientes ligeramente abiertos. La sonrisa de un inocente cachorro. Yo niego con la cabeza, igualando su expresión.

—Todo bien.

Salvaremos a todos, incluyendo a Tiberio. Tendré fe. Porque ahora, e elegido a Marcos…

Tal y como la primera vez.

~♧~

—Señora Ane —Llamé a la dulce osa anciana, ella asomó su cabeza por encima del mostrador parada de puntitas sobre su asiento alto— ¿Podría darnos tres más con el relleno de chocolate?

—Claro, querido.

La mayor se fue a la búsqueda de mi pedido, dejándome sólo un momento mientras que los demás se divertían en la mesa haciendo escándalos de vez en cuando.

Esto se sentía… Bien. Desearía tener a Elisa conmigo ahora, pero es como diferente, me refiero a como lo imaginé…

Ser alguien normal, con buenos amigos con los cuales platicar y pasar el rato. No sabía cuanto necesitaba esto hasta ahora. Me doy cuenta de lo solitaria que era mi vida aún cuando mi mejor amiga estaba a mi lado, pero ahora…

—Es diferente… —Afirme mientras los veía. Estaba lo suficientemente distraído como para no notar la llegada de cierto felino a mis espaldas. Fue cuando golpeó su codo contra mi brazo que le preste atención— ¡…! ¿Sucede algo?

Me tomo por sorpresa este…”

—Sólo necesitaba alejarme del bullicio. Es todo —Dijo creándose de brazos, fingiendo desinterés.

—Vaya, pero si al orgulloso y rimbombante Raunak no le gusta el escandalo. No me lo creo. Es como si tu llegada a este planeta se quedará corta —Burlarse de el es tan sencillo a veces, Sólo debo abrir la boca y es tan fácil ponerlo contra la pared. Como ahora, aprieta la quijada y mira a otra parte. No comprendo como de sus casillas a Amicus.

—Eres insoportable.

—Y aun así, insistes en estar cerca de mi. ¿Quién es el insoportable ahora? —Otra vez evita mi mirada. Es como si no soportara verme.

—En fin, no venía a hablar de esta mierda. Quiero… Pedirte algo…

Arqueo una ceja.

¿Y por qué susurramos? —Se le va hacer un surco en la frente si sigue frunciendo el ceño.

—A la mierda… —Estaba listo para marcharse, pero lo detuve en el último segundo. Cuando mi mano se envuelve sobre la suya, se queda viendo el punto que nos une fijamente. Creo que no le gusta el contacto físico.

—Okey ya, te escucho. Ven… —Lo traigo de vuelta a mi lado, y mientras intenta organizar sus ideas se da cuenta de que todavía nos sostenemos de las manos. Se separa, luciendo algo incómodo— Entonces…

—Yo… Uh… —Organiza sus ideas, le busca sentido a las palabras y frunce el ceño, quizás se deba  a la frustración. Un hombre adulto no debería lucir adorable en su posición… Sin embargo, lo hace cuando esos bigotes se agitan de forma nerviosa— Quiero que… Lo que dije antes… ¿Podrían mantenerlo lo más privado posible?

—¿Eh? ¿Hablas de lo del Impulso de tu gente?

El mayor asiente. Yo cabeceó, curioso por esta petición.

—Necesito saber el por qué de esta decisión.

El suspira, nada acostumbrado a pedirle nada a nadie supongo.

—Es una cosa de orgullo… Por mi hogar —Su boca se tuerce en una mueca, la vergüenza colora ligeramente su rostro y esos ojos de rojo brillante se empañan por algún recuerdo o algo similar— Voy a decirte algo y espero que no te burles o te juro que… Haré algo de lo que te arrepentirás.

Arqueo una ceja, dudando de sus palabras. De nuevo, luce adorable.

“¿Qué mierda me pasa con identificar a hombres animales con cosas como lindo y así?” Necesito revisarme la azotea.

—Han pasado décadas desde que deje mi planeta. Y a pesar de que se muchas cosas de la actualidad… El único lugar que nunca pude ver fue mi hogar, Brihaspati. —Raunak toma una expresión plana, rayando entre lo triste y preocupada. Puedo sentir con facilidad la duda que lo atormenta ahora, y me pregunto si esto viene desde hace un momento en la plática o en verdad lleva tiempo así.

Posiblemente sea la segunda.

Anteriormente sólo lo vi lucir despectivo y altivo, pero ahora muestra algo diferente. Genuino interés por algo. Un hogar, tierra que lo vio nacer. Así de preocupado estará como para venir a mi y pedirme algo.

—Mi hogar se encontraba muy apartado de todos los demás Hermanos, en un lugar donde las rocas del espacio se volvían el mismo escudo que nos protegía tanto de las ráfagas solares como de los desbalances en la gravedad. Me preocupa saber que ese lugar ya no este y… —Cierra los ojos y suspira de nuevo, tomando una vez más su postura— Ese no es el punto. En el peor de los casos, quiero proteger la integridad de mi pueblo, preservando sus conocimientos, siendo los representantes de la verdad pura, ahora quiero que se mantenga el silencio… Sólo de momento… Porque en mi pecho siento que, si reveló todo… —Toca la zona de su corazón, viéndose reflexivo— Podría diluirse todo lo que alguna vez fuimos.

—… —Tal y como dijo, una cuestión de orgullo. ¿Qué puede ser mas vital para alguien que su patria, su hogar, sintiéndose necesitado de cuidar algo que bien podría estar extinto… Casi puedo identificarme con el.

Por ello, esbozó una sonrisa amigable, tratando de tranquilizarlo poniendo una mano en su hombro y dibujando círculos en el.

—Hablaré con ellos para mantenerlo discreto —Raunak abre de par en par esos ojos carmesí, llenos de sorpresa ahora.

—¿De verás?

—Si. Puedo entender a la perfección. Hay cosas que también me gusta reservar sólo para mi, y revelarlo, haría de ello mas real —Desvió la mirada al suelo, sabiendo las cosas que preferiría olvidar. El pasado es agridulce, dependiendo de cómo lo mires.

El Tigre desvía la mirada, pero viendo desde perfil puedo ver algo que me sorprende.

—¿Acaso… Estas sonriendo? —No me lo creo.

—¡N-No! Imaginas cosas…

Ahí esta de nuevo. Sonrió ampliamente ahora, no pudiendo creerme esto.

—Esta bien, sigue engañándote. Pero escúchame algo, Raunak —El vuelve a mirarme, esta vez me pongo serio con lo que estoy por decir— Por experiencia propia, puedo decirte lo difícil que es renegar del pasado, o intentar olvidarlo. No te permitas eso, y trata de aceptarlo, siguiendo adelante…

—Mmm… —El asiente con la cabeza, no diciendo nada mas. Yo me pregunto cuántas veces daré consejos que ni yo mismo sigo, y me prometo trabajar en ello.

Es lo que me queda.

Un rato después llego lo que pedí a la señora Ane, y al regresar a la mesa las risas continuaban. Cada que veía a Raunak me encontraba con sus ojos, le brindaba una sonrisa amigable, y aunque no me la correspondía, sus ojos me daban algo similar a eso. Como un gracias sin articular.

El tiempo pasa, nosotros disfrutamos el presente, y aunque el mañana sea incierto, sólo nos queda seguir avanzando.

Un paso a la vez…

~¤~

—Me perdí de una divertida comida con los niños. Espero sea importante como para reunirnos en tu casa… La cual, esta tan poco iluminada —M siempre tiene las luces apagadas cuando esta solo, me hace preguntarme cual es el objetivo de estar así. Podría dañarse la vista o algo parecido.

Enciendo la luz a un lado de la puerta, encontrándonos con las piernas cruzadas y sentado en posición de loto sobre la mesa de la sala. Supongo que estaba meditando.

—Algo está pasando. Siento que de aproximan —Dice el lagarto, manteniendo el misterio.

—No soy fan de las adivinanzas como todos piensan. ¿Puedes ser más específico, mi estimado?

Solicite mientras me saltaba en el sillón junto a el.

—Adastra. Euniceo y Viviana tienen una pista de donde encontrarnos. Debemos hacer algo y prepararnos para su llegada.

Miro al hombre escamoso, preguntándome cuanto tiempo llevará en esa incómoda posición.

—Hacer algo implica salir de aquí. Hace dias que no te veo. ¿Todo ese tiempo estuviste meditando?

No contesta mi pregunta, abre los ojos por fin y sus escleróticas brillan sobre mi.

—Magis, ¿No escuchas lo que digo? Ellos vendrán pronto, debemos avisar a los demás. Estar preparados. —Luce algo histérico. Justo lo que necesitaba. Suspiro y tomó al lagarto, llevándolo sobre mi hombro mientras busco el baño— ¡¿Qué haces?!

—Idiota. Esta apretando. Tomaras una ducha y comerás algo.

—P-pero…

—Pero nada. Los Padres sabrán cuando fue la última vez que probaste bocado o estuviste en contacto con el sol. Harás lo que te digo y luego hablaremos.

Encontrando el cuarto de baño, lo dejo sentado sobre el inodoro. El se cruza de brazos y me fulmina con la mirada, las escamas sobre sus mejillas están un poco enrojecidas.

—¿Y que pasa con lo de advertir al resto? —Yo cabeceó, sabiendo que no parara si no lo detengo ahora.

—Los chicos están comiendo, disfrutando de un rato “Normal”. Nosotros avisaremos a Lord Eric y planearemos un método de contingencia. Pero sólo será cuando no huelas a muerto y tengas algo en el estómago. Preocuparnos de más no sirve de nada.

M saborea mis palabras, no sintiéndose muy convencido. Mira sus patas las cuales se remueven sobre sí mismas. Yo preparo la ducha para que haga lo suyo y no este helando.

—Por no preocuparme paso todo esto…

Ese murmullo oculta mas significado del que puedo imaginar, pero ahondar en ello se siente incorrecto. Ahora debo tomar una sola función.

—Antes no nos tenías a todos nosotros, ¿No crees? —Digo arrodillándome frente a el. Su mirada está llena de culpa, una que no se si tenga mucho que ver con el tema. Pero prefiero ser un apoyo, ya que de ese modo, sera mas útil con los ánimos altos. Golpeó su mejilla con cariño y camino hacia la puerta— Pase lo que pase amigo, estaremos juntos en esto.

El me observa… Y luego asiente. Cierro la puerta en ese momento y me dirijo a la cocina, buscando algo para prepararle.

El futuro es desconocido y el pasado no siempre resulta ser lo que conocemos. Lo se de primera mano. Sin embargo, no hay que dejarnos abrumar.

Las ruedas del destino comienzan a girar otra vez, pues el descanso se acabo, disfrutemos la tranquila historia que tenemos hoy, porque luego…

—No habrá marcha atrás…

Chapter 40: Hilarante

Notes:

Me acabo de dar cuenta que el capítulo 36 no se había subido. Una disculpa para todos 😅

Chapter Text

El tiempo se me a ido de las manos y hasta ahora pude terminar el cap.

Sólo diré que se vienen cositas luego de esto jejeje.

Disfruten 🤗

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“Es maravilloso…” Fue lo que pensé por quien sabe cuanta vez en la última media hora que lo estuve viendo. Es sorprendente como alguien que alguna vez viste como un peligro podía cambiar a verse tan pacífico e inocente mientras duerme… Eso y mucho más.

Aún cuando Amicus tiene su mandíbula abierta con todos esos colmillos filosos y ronca de forma estruendosa, soy capaz de apreciarlo como si fuere el ser más precioso en toda la galaxia. Y mientras me mantengo sentado en mi lugar, en esta cama, su cama, en su habitación sólo puedo sentir un terrible anhelo por querer ver esto todas las mañanas.

“Mira pero no toques” —Me recordó una insidiosa voz en mi cabeza. Debe ser la razón advirtiéndome o algo así.

Solo momentos antes estaba dormido, soñando que retozaba en nubes esponjas y un valle de lavanda era mi cama, sentí tanta tranquilidad que juro por los dioses casi creí haber vuelto a nacer, pero todo fue un sueño, uno hermoso que no duró lo suficiente para mi pesar, y más de lo que quiera admitir. Cuando mis ojos se abrieron desperté sobre algo suave, y no era cualquier cosa, se trataba del pecho suave, peludo y esponjoso de Amicus, fuente originaria de ese aroma a flores de lavanda.

No me enorgullece, pero absorbí tanto de su olor que bien podría estar drogado de el.

—¿Por qué debe ser tan complicado? —La noche anterior la pase demasiado bien a su lado pero… Hay veces en las que me quedo sólo y los pensamientos se acumulan, la tristeza nace, el dolor en mi pecho…

Mis dedos rozan suavemente las almohadillas de los suyos, sintiendo el calor que irradian, como un pequeño fuego nacido las ramas de un árbol seco. Deseo tanto a veces poder decirle…

“Te amo.” Lo sencillo que  sería. Como todo podría ser perfecto entre ambos… Pero luego recuerdo que son mis fantasías. La realidad es otra, no estoy echo para el amor, no lo merezco, si bien estoy dispuesto a mejorar en mis equivocaciones, aún me queda mucho por resolver, debo cambiar todo lo dañado y crecer en mi mismo…

Aprender a amar todo lo que odio en mi.

Y mientras mis dedos se deslizan sobre su brazo, bícep, pasa por encima de la tela roja y tocó el punto donde nuestras almas se conecta, un escalofrío me recorre. Me estremezco. Trato de aventurarse más allá al tiempo que reflexiono. Tampoco estoy dispuesto a interponerme en lo que hay entre el y Tiberio. Cuando todo esto acabe el pequeño lobo volverá a sus brazos, se amaran más, vivirán juntos, casaran, tendrán familia y…

—Estas exagerando… —Me reprochó. Estaría feliz de que vivieran todo eso, aun si es a costa de mi corazón roto. Lo aceptaré de forma adulta.

Aun así, quisiera poder decirlo tan sólo una vez, sería liberarme de una carga tan pesada, sólo dos palabras…

—Amicus… —Me inclino lentamente, mi mano sobre su pecho donde el corazón late, tan cerca de el, rostros casi alineados… Un leve roce…— Yo…

Susurros nada más, respiraciones solitarias, tan cerca, real, hermoso.

—Te a-

—¿Marcos?

—¡AHH! —Me voy hacia atrás y caigo con fuerza al suelo. Amicus se asoma por el borde de la cama, luciendo preocupado por mi vergonzosa escena. De algún modo se que hacer y decir— ¡Aja! ¡Te tengo, avispa insidiosa!

—¡¿Una avispa?! —El lobo se retrae y se protege con las sábanas. Mis manos juntas emulando que tengo capturando al bicho imaginario me dan ventaja.

—¡S-si! ¡Pero ya la tengo y me encargare de ella! —Me levanto, corro a la ventana y liberando una de mis manos abro la ventana y suelto el aire entre la otra, dando supuesta veracidad a mis palabras. “Dios, eso estuvo cerca” — Por poco y te pica, me alegra haber estado aquí para darme cuenta.

Río, y a pesar de que el nerviosismo es notable en mi voz Amicus suspira con alivio. Se coloca de pie y rápidamente llega a mi, envolviéndome en un apretado abrazo que me vuelve medio estúpido. Mis piernas se aflojan y todo.

—No se que haría sin ti, amigo —Es notable su alivio. Después de todo, Amicus es alérgico a las picaduras de abejas. Me lo contó hace algún tiempo. Ni siquiera recordaba eso hasta ahora.

—Si… Amigo… —Lo abrazo, no con la misma firmeza, pero lo hago, ignorando la sensación agridulce de esa sola palabra. No puedo creer que estuve por besarlo… Un momento después me doy cuenta de la carencia de camisa sobre su pecho y eso me hace enrojecer. Nos separamos lentamente—Este… ¿Estas bien?

No se exactamente qué decir ahora. Por eso pregunto algo que bien podría estar fuera de lugar, y lo nota.

—¿A qué se debe la pregunta? —Cuestionó con una de sus orejas caídas e inclinando la cabeza, mostrando su curiosidad.

—Bueno… —Tomó asiento en la cama nuevamente. Amicus me sigue y se sienta cerca de mi, la inquietud y calma me invaden a partes iguales— Es sólo que… No se, no quiero deprimirnos. Sólo pienso que nunca te pregunte directamente como te sentías con todo esto —Señaló nuestro alrededor— Debido a mi, estas aquí y tu familia lejos. ¿No piensas en ello? ¿No me guardas resentimiento?

El lobo parpadea lentamente sin dejar de verme, su expresión sería me hace dudar de que tan prudente podría haber sido abordar  este tema. El más grande suspira y sopesa la pregunta, para luego responder;

—No te voy a mentir Marcos, al principio si que te guardaba algo de resentimiento… —Lo sabía, no podía ser de otra forma— Desde que me involucre contigo no eh podido parar ni un poco,  doy vueltas una y otra vez en la misma dirección. Es algo cansado, y luego de la fiesta de aquella noche… —Hace una pausa, en algún momento llegó a tomar mi mano para juguetear con mis dedos— Casi creí odiarte.

“Debiste hacerlo, lo merezco, después de todo…” Lo que hice o estuve a punto de hacer no se borra de mi mente, hasta yo se la clase de persona que soy.

—Tenías excusas de sobra… —Afirme, mirando a otro sitio.

—Pero no pude hacerlo —Vuelvo a observarlo, no comprendiendo su comportamiento contradictorio.

—¿Por qué?

Guarda silencio un segundo, quizás acomodando sus palabras.

—Simplemente no pude. Quiero decir, trate tanto y por eso me aleje en los meses anteriores. Buscaba excusas más apropiadas que sólo decir “Desde que el llegó, todo a sido para mal” pero eso no era más que una pequeña fracción de la realidad, porque Marcos… —Envuelve mi mano entre las suyas y sujeta con firmeza, ese gesto, sumado a la oleada de emociones que se reflejan desde su interior, me quitan el aliento— Es cierto que todo fue complicación tras otra luego de hacer aquel desastre en el comedor hace varias lunas,  pero no puedo negar que eh recibido tantas bendiciones también, que fácilmente podría acabar olvidando lo malo.

Un nudo se forma en mi garganta ante tales palabras.

—Y luego de que Magis me… “Partiera la madre” como suelen decir por ahí tu gente… —Eso me saca una risa llorosa— Tomarme un tiempo para meditar y reflexionar fue lo más prudente, porque comprendí cosas que antes no era capaz de ver, el que ambos formábamos parte de un algo misterioso, que tu eres no un culpable, si no una víctima mas de las circunstancias, que extrañar a mi familia y lamentarme por su lejanía no los regresaría… Pero por sobre todo, las cosas malas del día a día son aprendizajes, no siempre son lindos o tienen buen final, pero con ellos crecemos y maduramos. Eh aprendido a valorar un poco de eso y tratar de avanzar, para que no me dejes atrás.

El alborota mi cabello con cariño, sacándome una risa.

—Ambos hemos crecido mucho, ¿No crees?

Asiento con la cabeza.

—Si. Y estoy contento de haberlo echo a tu lado —No tengo el derecho, pero aún en contra de mis reproches mentales, apoyo mi cabeza en su hombro. El me envuelve en su brazo y los sentimientos afloran.

—Ya lo dije mucho en ocasiones pasadas pero… Quiero que conste, que estoy muy agradecido de que siempre seas una constante en mi vida… Al menos desde que nos conocimos.

—Culpó de eso al destino, el idiota gusta de juntarnos de forma estrepitosa. Como la noche del Festival —Amicus se ríe audiblemente. Yo sonrió con el recuerdo.

—Se siente tan lejano pero ocurrió sólo meses atrás.

—Eso sucede cuando haces viajes galácticos estrepitosos.

Una vez más, reímos, no pudiendo hacer mas al pensar en la ironía de la vida. Un mar de coincidencias o casualidades, quizás planeadas o tal vez no. Pero siempre hay que tener lo importante en mente, y es que estaremos para el otro a partir de ahora.

Nos mantendremos juntos mientras que nos sea posible.

El ambiente es sereno, ya no hace falta decir más. No sabemos cuanto tiempo pasa, pero en ningún momento nos separamos del calor que genera el otro. Ojala fuese así de sencillo, sólo los dos, en esta pequeña habitación y sin nada más como el mundo exterior…

Mis ojos se desplazan por toda la habitación, viendo el ligero desorden de zapatos y ropa sobre una cesta. Siempre imagine a Amicus como alguien muy ordenado, y más allá de eso, la habitación está impecable.

Pronto cambio la vista a cualquier lado, y terminó viendo nuestras manos unidas. Entrelazas sobre la otra, la imagen se siente tan…

Familiar…”

Un segundo veo nuestras manos y de repente son las mismas otra vez, pero cambiadas, es momentáneo, pero vislumbro un cambio enorme de la imagen. Juro haber visto arena, como de una playa, nuestras manos no estaban vensadas, pero a cambio tenían un anillo cada uno. Mi corazón se acelera, todo vuelve a ser como es realmente, no hay anillos ni arena, solo nosotros en la misma posición. Amicus tiene sus ojos cerrados, respirando lentamente disfrutando del momento, pero yo…

Esto me recuerda algo, ese momento cuando recordé algo del pasado o quizás un sueño.

—Amicus… —Hace un ruido para indicar que me oye— Hay algo que quería preguntarte, sobre esa noche en el Festival. Ese día…

TOC-TOC. Alguien tocaba a la puerta justamente.

—¿Si?

Dice Amicus.

—Ah, si están despiertos… —Era la voz de M— Okey, eh… Tengo un Tigre vociferando cosas en la entrada sobre que viene por el, y lo cito: “Humano secuestrado por la bola de pulgas”

“No puede ser, Raunak…” Ayer no le dijimos a donde íbamos Virginia y yo. Supongo que se extraño por nuestra ausencia y se alarmó…Y exageró, como suele suceder.

—Tenía que ser —Amicus suspira audiblemente, yo froto su espalda en consuelo y luego de un momento medio sonríe—Deberíamos ir, o tumbara la puerta.

—Oh, no lo dudes.

Me colocó de pie junto con el, dándome cuenta de algo.

—¿Me cambiaste la ropa anoche? —Otro análisis y me sonrojo furiosamente— ¡Me viste desnudo!

El se da la vuelta luego de llevarse su camisa al cuello, una de sus cejas esta arqueada.

—Medio desnudo. Y no se de que te quejas, ya te di un baño estando EN VERDAD desnudo.

—… Buen punto.

Nuevamente, Amicus y yo estallamos en risas, sintiendo el peso de la comodidad que se a creado entre ambos.

Sólo por esta vez me dejó pensar sin remordimientos que, amo ser amigo de este lobo.

》》》

~♤~

—Otra vez, gracias por haber venido hoy, y uh… Disculpa por arrastrarte hasta acá. No te imaginas cuanto lo agradezco  —Es lo menos que puedo decirle. Después de todo, Marcos dispuso de su día libre para venir a echarme una mano.

—Ya te lo dije Amicus, no es nada. Prefiero esto a tener que lidiar con Raunak y su inquietud por estar encerrado en casa todo el día —Eso dijo el humano mientras regaba un par de plantas áridas en la otra esquina de esta jardinera. Se le veía cómodo con la labor.

Sonreí agradecido sin dejar de mirarlo. Sabía que tenía que concentrarme en mi propia labor, esas raíces con protuberancia exagerada no se arreglarían solas.

El día de hoy nos encontrábamos en el Invernadero, había pedido ayuda para organizar todo en  este lugar, después de todo, se acercaba la visita anual de toda Måne, una forma de los Osos con la cual, según Bjarni,  los habitantes podían sentirse más cercanos a sus Padres. Permitiendo una entrada pública y total a las instalaciones, incluyendo recorridos y actividades varias para todas las edades. Es una forma “Eficiente” de demostrar la Oh grandiosa benevolencia de los creadores.

Nada mas alejado de la realidad.

Aunque actualmente estoy receloso ante el mero concepto de estos “Dioses” debo aceptar que trabajo es trabajo, y llevo algun tiempo laborando aquí y apreciando la diversidad de este lugar, toda la vida, como funciona y la cuidan. Es mi modo de dar las gracias, y lo mas seguro es que pronto se convierta en un adiós, ya que cada día más se acerca el momento de nuestra partida y sera difícil dejar atrás todo esto. Es un lugar seguro de toda la mierda peligrosa que aguarda mas allá de está pequeña galaxia

En fin.

Como decía, solicite ayuda, pero no vinieron a trabajar muchos compañeros porque “Tienen vidas propias que atender”. Totalmente entendible, deben de estar preparando comidas o cosas familiares como viajes y traslados, esta fecha funciona en simultáneo con la fundación de toda esta pseudo Luna Osuna. Lo que genera más peso aún para terminar de preparar nuestra parte, el mantenimiento en la apariencia de las vides y demás plantas. Mañana tienen que lucirse.

Aún cuando sólo a nosotros nos encargaron esto, se volvio productivo el trabajo. Con Marcos el tiempo pasa volando y se siente menos pesado. Es agradable.

Podemos estar entrenando, hablando, pasando un rato en silencio sin nada más y todo es simplemente un chasquido para que termine. Lo cual por cierto, sucede bastante seguido. Estos últimos días convivimos más de cerca, para no ir demasiado lejos la noche de ayer había ido con Virginia de visita a nuestra residencia, y estando tan absortos en una cosa y la otra se quedó dormido. Tuve que prestarle mi cama…

Debo admitir que no era tan ideal dormir juntos en la misma cama, podía ir al mueble, pero  esa cosa peca de lo mismo que el que tienen mi hermana y el humano en su propia residencia. El resultado de evitar la lumbalgia o dormir en el suelo fue el susto que nos llevamos al despertar.

Ya ni modo.

Si, fue un poco incómodo pero… Nada desagradable. Es más, aún recuerdo vagamente como fue cuando se abrazo a mi luego de habernos acostado en la cama, eso sí fue algo peculiar pero…

Como sea, divago demasiado.

Sin embargo, me pregunto por que el humano habría mentido con respecto a la avispa. No es que sepa mucho de la fauna de Måne, pero las bajas temperaturas diarias no deberían permitir enjambres de esas cosas… Bueno, que se yo. Sea cual sea el motivo, igual lo hizo, quizás para justificar su agitamiento, pero no dejo de pensar el por qué.

Y luego, lo que dijo...

—¡…! —Mierda, casi pico una hoja. Debo tener más cuidado. Decido dejar las tijeras de lado un segundo y vuelvo a mirar al humano, quien se estira por regar las plantas más altas suspendidas en macetas colectivas con cadenas aéreas.

Una de las cosas que pude descubrir en nuestra cercanía, era la constante atracción hacia el otro. Me refiero a que hay dias en los que sólo gravitamos en torno al otro. Es como esta cosa de saber lo que le sucede al otro si se filtran las emociones. Sigo sin comprender del todo por que sucede eso, pero ahora ambos somos conscientes de este extraño enlace. No lo discutimos porque sabemos que de hacerlo lo volvería más real y sería una nueva adición a la extensa lista de cosas por resolver, y lo que menos quiero es eso… “Queremos”

—¿Todo en orden?

El me observa y asiente efusivamente.

—¡Si, no hay problema! —Mi sonrisa se ensancha un poco más. Puedo confiar ahora de que cuando necesite apoyo, me lo pida. Después de todo, el lo prometió.

—“Estoy realmente cansado de tener que vivir negando la realidad. Al final, soy consciente de mis problemas y que si quiero mejorar todo a mi entorno, debo empezar por mi…”

En ese momento, me había mirado con la intensidad de un alma dispuesto a todo. Sonara exagerado, pero así lo pude interpretar.

—“Amicus, me siento mal. Tengo mucho miedo de lo que pase. Pero tratare de no retroceder ante la adversidad, y si tengo problemas yo… No aseguró ser el mas comunicativo, pero quiero que, si estas dispuesto, claro. Me oigas tu.”

Trataba de decir que me necesitaba, podía oírlo en sus emociones.

—“Puedes tomar mis palabras como una promesa, que tratare de cumplir a toda costa”

A final de cuentas, aquí estamos, conviviendo más de lo que pude imaginar. El mundo da demasiadas vueltas, hace meses nos odiábamos bastante y andábamos en puntillas alrededor del otro. Ahora es difícil el separarnos al final del día. De verdad que las mejores amistades son las más inesperadas…

—¡Una jodida planta me ha ensuciando el culo!

Suspiro mientras tuerzo los ojos, sintiendo como el momento de reflexión se rompe. Este tipo es especialista en eso.

Raunak se interpone en mi visión de Marcos, haciendo berrinches y blasfemando a diestra y siniestra como suele hacer siempre, jactándose de ser alguien con un valor diferente a mi y los demás,  y que no debería estar haciendo estas “tonterías”

—No puedo creer que esas malditas plantas azules me jodieran está ropa. Es una de sólo dos conjuntos de ropa que tengo de casa. Único en su clase y que vale demasiado para-

—¿Por qué no cierras la boca? Mejor siéntete honrado —El me observa con confusión, al igual que siempre, hay desagrado dirigido hacia mi— Esas “Plantas azules” sólo consumen vitaminas de los desechos más finos que se les pueda ofrecer como abono. Lo que quiere decir a que eres una mierda lo bastante adecuada para ellas, como es de esperarse de alguien como tu.

El Tigre hace una mueca de enfado, parecía listo para discutir, Sólo que antes de decir cualquier cosa, Marcos se interpuso en su camino.

—Oigan, no empiecen a pelear. Es muy temprano para eso —El chico apuntaba el agua de la manguera hacia cualquier otro lado para no empaparnos a nosotros al tiempo que se acercaba. Tenía una leve sonrisa divertida en su rostro. — Raunak, por favor. Tu quisiste venir. Lo menos que puedes hacer es colaborar.

—Pero… —El felino frunce el ceño y desvía la mirada. Sus bigotes se agitaron, un tic nervioso que aparecía cuando algo lo molestaba. He podido descifrar ciertos comportamientos de este sujeto, y si no lo conociera al igual que la base de sus motivos para estar aquí, diría que está celoso.

Es decir, sólo basta con recordar como actuó esta mañana, llegando a casa para llevarse a Marcos si o si. Obviamente el humano se negó, pues ya habíamos quedado para hacer esto juntos el día de hoy. Yo necesitaba la ayuda y estaba dispuesto a darla. Así que, sin mas remedio y luego de poner tantos peros inútiles, Raunak se invitó sólo a esta actividad, siendo un dolor de culo…

Y no precisamente del que da gusto sentir.

—Es una injusticia. Yo soy mejor que esto. Alguien de mi clase-

—Alguien de tu clase puede estar seguro de lo sucio que puede quedar como no cuide sus palabras. Dime gatito, ¿Quieres que tu pomposo culo cielo no sea el único que se ensucie hoy? —Estoy dispuesto a tomar el lodo y embarrárselo en el hocico de ser posible, pero quizás no haga tanta falta, la mera idea de pasar por eso debe bastar para aplacarlo. El bufa una vez y me da lla espalda, caminando hacia el otro lado de esta plataforma a hacer quien sabe que.

Perfecto. Así me gusta.

—Calladito se ve mas bonito —Marcos se ríe por mi comentario, casi olvidó que esta aquí. Pasa por mi lado, con cuidado de no mojarme, dándome un suave golpe con su hombro.

—Eres terrible —Llega  a las escaleras, antes de descender, voltea a verme— Iré a cerrar la llave. Ya termine mi lado. Vuelvo enseguida.

Con un asentimiento de mi parte desaparece, y ahora me quedo en mi lugar, pensando en que podría estar faltándome por hacer. Me encojo de hombros restándole importancia, después de todo, en la noche llegarán los del siguiente turno y ellos terminarán el trabajo restante.

Creo que si Marcos no tiene nada mas para hacer hoy, podría sugerirle que vayamos a comer algo, o lo que sea. Con tal de divertirnos…

—Cuidado, sabandija —Raunak pasa cerca de mi y me apartó, sin embargo, no quito mi mano del camino y acaba bajo el pie de este— ¡Hijo de puta!

Me coloco de pie, sintiendo los dedos de mi mano adoloridos, casi creyendo que los había roto. Palpitan, y sospecho que me va a tocar vendarla mas tarde.

—¡¿Qué mierda sucede contigo, no ves por donde caminas? ¡¿O tu desmedido ego no te permite tal cosa!?

El Tigre se voltea, portando una sonrisa santurrona.

—Sucede que sólo le prestó atención a cosas importantes. Tu no eres una de ellas.

Mi mandíbula cruje por su cinismo. Trato de caminar a las escaleras e ir por algo al botiquín en los baños para ponerle a mi mano, pero el Tigre se atraviesa en mi camino.

“Ay no…”

—Apártate —Espeto, pero le da igual, en cambio me acorta la contra la baranda de las escaleras, al borde del abismo de casi diez metros de caída abajo.

—Óyeme, y hazlo bien porque será la única vez que lo diga. No me agradas en lo absoluto y solo quiero clavarte las garras en los ojos…

—El sentimiento es mutuo —Ambos nos lanzamos amenazas con la sola mirada y ligeros gruñidos, mis orejas deben de estar inclinadas hacia atrás tal y como las del Tigre. Lo que nos separa de matarnos ahora es absolutamente nada y cualquier cosa puede hacernos cruzar la línea.

Varias cosas cruzan mi mente  en este instante, desde el primer encuentro, la forma en que se comporto al nada más verme, como el Tigre manifestó expresamente que iba a alejarme de mi humano, como todo después de ese día a sido convivir con el como si caminara sobre un lago congelado y frágil; quisiera saber el por que de todo esto, ¿Por qué yo? Pero ¿Qué hago con pensar de más? Sólo consigo mirar una y otra vez lo mismo:

Me quiere muerto de una u otra forma.

—Sin embargo, te debo soportar si quiero mantener al humano cerca y a salvo de ti. Así que, no me provoques, perro sarnoso. O juro por los malditos Padres que te voy a matar y no me importará que el chico lo vea y deba destrozarlo en el proceso  —Apuñala mi pecho con su dedo, dando por terminada esta conversación.

No tengo tiempo de contestar, Marcos elige ese momento para regresar y el Tigre se aparta, mis ganas de responderle quedan a tercer plano cuando el humano nos observa con esa mirada perspicaz.

—Espero que no estuviesen discutiendo otra vez.

Tan perceptivo como siempre, no se le escapa casi nada.

Raunak sin embargo prefiere hacerse el ignorante, pasa de Marcos, yendo escaleras abajo por donde el humano acaba de pasar. En silencio me quedo sólo viendo su cola desaparecer, Marcos hace un ruido el cual llama mi atención. El me observa detenidamente y logra incomodarme. Desvío mi propia mirada y rasco mi cuello.

—Entonces… Creo que a acabamos aquí… —Estoy listo para marcharme y dejar atrás este incómodo momento, sin embargo, el humano se queda allí, pensativo, mirando donde una vez estuvo el insolente felino. A veces quisiera poder descifrar cada pensamiento que cruza por su cabeza, pero no es tan fácil, ni siquiera con nuestro nuevo vínculo— ¿M-Marcos?

Parpadea dos veces y sonríe ligeramente, debí sacarlo de sus pensamientos.

—Si, vamos

Nuestra jornada laboral acabo por hoy en cuanto cruzamos las puertas del Invernadero, fue un poco difícil seguir la conversación que Marcos y Raunak tenían, trataba de mantenerme alerta con el mas alto y de rayas, la mente divagaba entre lo que podía o no hacer este enemigo jurado y cualquier movimiento meramente brusco era un erizar de mi pelaje, aún cuando había expresado que no me tocaría por quedar bien con marcos o incluso el humano daba una separación entre ambos, el cometido de Raunak al lanzar esa amenaza en el aire se había cumplido.

Hacerme sentir el mas mínimo atavismo de miedo a su causa.

Hombres grandes como montañas, llegará el día en que deberán temer al sol, pues así como un Padre bendice la tierra fructífera con su arduo trabajo, también puede condenarla con su pereza. Así mismo, el sol que bendice la existencia con su luz puede condenarla del mismo modo.”

Aquel proverbio que nunca entendí cuando estaba en la escuela llega a mi, y con gran pesar, al fin lo eh comprendido…

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—Quisiera saber, ¿De donde sacas dinero para comprar estas cosas? —Pregunto el humano viendo el pan con queso entre sus manos y la muda de pantalón a la cual Raunak llamo “Un llegue”. También probaba su propia merienda mientras que en una bolsa que guindaba de su brazo se guardaba su extraño pantalón hindú.

Me estoy haciendo la misma pregunta del Humano.

—Sólo trabajitos ocasionales, nada interesante —Le resta importancia con un movimiento de su mano y probaba su trozo de pan caliente. Como era de esperarse, no me daría nada a mi, tampoco esperaba tal cosa pero…

—… —Sobo mi estómago cuando este gruñe, una protesta por aguantar el hambre y seguir a este par en toda una travesía dentro de la tienda comunitaria de ropa más grande en Måne. Raunak se quejo en todo el camino hacia la estación del tren, y Marcos por una vez en su vida no pudo ser jodidamente para ignorarlo, en cambio sugirió a buscar algo para suplantar sus, y lo sito; “Una prenda de valor incalculable que cualquiera de gustos básicos no sabría apreciar” aja si, como no.

Entonces, el Tigre prácticamente salto en la búsqueda y después de horas (Media hora) encontró un pantalón acorde a su pomposo estilo. Me reservo las molestias de describirlo, pero para hacer una idea, tiene demasiados detalles de hilo de oro para mi gusto “Básico”. Luego de eso, sacó más dinero para comprar algo para el camino, obviamente haciéndose el tonto y diciendo que ya no tenía dinero suficiente para comprarme y poniendo una cara de chiquillo que rompió un plato sin querer.

Vaya mierda de tipo.

El único motivo por el que no me resigne de irme por mi cuenta, es porqué prometí a Virginia y Brunis que llevaría a Marcos de vuelta… Bueno, dos motivos, no me gusta la idea de dejar sólo al humano con este tigre roñoso.

—Hey, ¿Estas bien? —El toque de Marcos sobre mi hombro me tranquiliza, es cálido y reconfortante. Hacia tiempo que no me dedicaba a sentirlo, ahora lo hago con mis otros sentidos ya que estrujo el cansancio de mis ojos. El aire frio mescla el aroma a limón y el del pan, una combinación inusual que bien podría ser un plato exótico para mis fosas nasales. Suspiro, abro mis ojos y le sonrío suavemente.

—Si, sólo quiero ir a casa.

El humano asintió, una media sonrisa en su rostro colorado por el frío. Marcos deja una palmada en mi hombro, luego toma el pan con ambas manos y lo parte a la mitad. Me entrega una, y sólo porque está mañana no desayune mucho, lo tomo. Agradezco sonriendo y alborotando su corto cabello, el cual se ve extraño pero no menos interesante ahora.

Tan interesante…

Nos quedamos cerca del otro, medio abrazados mientras caminamos a la estación (Un detalle interesante sobre las modernidades de los Osos, es que su tecnología de maquinaria en transporte es bastante equiparable con la humana), el Tigre lidera el camino y me alegra saber que no nos presta atención. Es cuando ya llegamos a la plataforma de embarque que se gira y nos ve.

Su rostro se llena con desagrado, ceño fruncido, cola enroscada, orejas planas, casi podría confundirlo con… ¿Celos?

No, debía ser un error. ¿Por qué motivo el sentiría celos?

—Bien, pronto estaremos en casa. Necesito una ducha caliente —Marcos sonreía con diversión, algo que últimamente abundaba en el, eran estas bromas ocasionales.

Solía ser más que todo sarcástico.

—¿Un baño, en este clima horrorosamente frío? Tu especie es una cosa única… —Por supuesto que no podía faltar el comentario del de ojos rojos, aún así, lo vi como mi oportunidad para descontar las puntas de todo el día.

—A algunos nos gusta mantener nuestra higiene corporal, Raunak. No todos somos fanáticos de los baños con lengua —El felino frunce el ceño mucho mas que antes y hace una mueca de estupefacción, a lo que yo sonrío en mis adentros— Tu sabes, con eso de que eres como una especie de primo de los Gatos como Alexios. Aún no comprendo como se alcanzan hasta los rincones más… Oscuros.

El felino se ve horrorizado, rojo de indignación o vergüenza ante mis insinuaciones, mientras que Marcos veia la escena con una mano cubriendo su boca, evitando escapar las risas. Obvio que ninguno de los felinos se baña de esa forma, sólo saco a relucir algo que leí una vez sobre los “Ferales” esos animales de la tierra que prácticamente son descendencia de nosotros…

Eso me hace preguntar, de tantas criaturas que existen, ¿Cuántos de ellos habrán descendido de nosotros los Hermanos? O ¿Cuántas especies hermanas habrá?

—Tu… —Oh, aquí viene. Raunak luce realmente furioso y ofendido, da un paso y luego otro hacia mi. Por mi parte, me quedo plantado en mi lugar, no queriendo demostrarle temor a este tipo, ya bastante humillación eh llevado hoy por su causa.

—Oigan, basta, ya llega el tren —Pero no hace caso, el Tigre avanza y empuja a Marcos, yo le sujeto la mano con fuerza.

—¡Hey, no hagas eso!

—¡Cállate! Me vas a escuchar…

—¡Raunak, para, hablemos con calma! —Insiste el humano, pero cuando el Tigre lo mira, es empujado nuevamente. Eso es todo.

Tomo al felino por el cuello de su abrigo y lo empujó contra la pared, suelta un gruñido sin dejar de verme con esa mirada fiera y filosa.

—¡No te atrevas a tocarlo! —Gruñí yo mismo con colmillos expuestos, Raunak sonríe altanero elevando la barbilla

—Yo hago lo que se me da la gana, y el debe saber su lugar. Es pequeño y débil, así que no puede mandarle a un hombre como yo. ¿Sabes lo fácil que sería someter a una mierdecilla como el?

—¡…! —Un pitido cubre mis oídos, la bruma de la rabia envuelve mis sentidos, este tipo ya me llevo al limite, nadie habla así de mi Marcos. Cuando estoy cerca de lanzar el primer golpe, un grito capta mi atención, girándome hacia atrás y viendo que Marcos ya no está cerca, en cambio, veo su rostro tras la ventanilla del vagón del tren en marcha, un tren que no es el nuestro— ¡Marcos!

Corro hacia el, buscando sacarlo de alli. No conoce tan bien la ciudad, es malo ubicándose, si lo dejo ir podría perderse o pasarle algo.

—¡Amicus! —No consigue como abrir la puerta y el tren va cada vez más rápido que no puedo seguir el paso, trato de alcanzarlo y subir, pero es imposible— ¡Cuidado!

Llegó al límite de la plataforma, mi pie toca el vacío y caigo estrepitosamente en el suelo de la colina llena de nieve, me eh ido de cara al suelo y medio me lastime la nariz, pero no creo que este rota.

—¡Marcos! —Veo el tren alejarse, yendo a quien sabe donde y dejándonos atrás. Virginia va a matarme como se enteré que lo perdí.

—Justo lo que faltaba… —Raunak esta atrás de mi, con brazos cruzados  mirada sombría a donde alguna vez estuvo el tren. Una oleada de rabia me invaden y de inmediato me pongo de pie.

—¡Esto es tu culpa! —Acusó con mi dedo— Ahora, gracias a ti perdimos a Marcos en la segunda ciudad más grande de todo el universo.

—No exageres. Ni que yo lo hubiese obligado a entrar al tren… —Se excusa como si nada mirando a otro lado. Es obvio que hay algo de culpa y me voy a aferrar a eso.

—¡Lo empujaste y debido a eso  callo en el tren, maldito egoísta! —Frunce el ceño, y en contra de los reproches que esperaba, se quedó en silencio.

Perfecto, ahora debemos hallar el modo de reencontrarnos con Marcos.

—¿Cuál es el drama? Esta bien grandecito para volver a casa sólo.

—Uhg… —Llevo dos dedos al puente entre mis dos ojos y trato de lidiar con la frustración. Este sujeto no me pone las cosas sencillas para nada. Debo concentrarme y pensar, también mantener la calma saltare sobre su cuello— A ver, escucha… —Digo luego de tomar una respiración profunda y mirándolo de frente— Se que Marcos es un adulto, que puede cuidarse sólo y todo lo que quieras, yo lo puedo asegurar por experiencia propia. Sin embargo… Su habilidad para la orientación es realmente deficiente. Literalmente lo eh visto perderse en Adastra y vivió años allí. Imagínate lo que le puede pasar en una ciudad más grande y a kilómetros de su ruta usual.

El frunce el ceño, quizás comenzando a comprender las implicaciones de esta situación.

—¿Tan mal esta? —Respondo con la sola mirada. Raunak suspira y rueda los ojos con hastío— Esto me gano por relacionarme con bobos… Muy bien, lobo rastreador, ¿Cuál es el plan? O ¿Iremos por ahí como tontos preguntando por el lampiño humano exiliado de su planeta?

—Tu sacamos no hace más que mejorar… —Me quejo de su constante actitud ácida. Ahora veo las vías del tren, en la distancia visualizo el siguiente tren, ya tengo una idea de que hacer— Vamos a ir por el, nos detendremos en la primera estación y preguntaremos a vigilancia si lo vieron cerca o abordando otro tren. En el mejor de los casos, Marcos se quedó quieto en la estación esperando a por nosotros.

—¿Y si no? —Escepticismo.

Y justificado.

—Entonces tendremos que rogar porque no bloquee su mente y me deje ver algo que nos ayude a ubicarlo —Fiarme de nuestro enlace no resulta conveniente, Marcos suele bloquear sus pensamientos casi todo el tiempo. No lo culpó, llegue a hacer lo mismo en su momento.

El tren frena delante de nosotros y cuando Raunak se colocó a un lado de mi, puedo notar su inconformidad. No es como que se moleste por ocultarla.

—Esto me saco por relacionarme con un montón de moorkh bhaiyon (Hermanos estúpidos)

—La tuya por si acaso...

Con un último bufido guarda silencio, y una vez estamos dentro del tren, no dejo de pensar en lo hilarante que es la vida. Una mañana agradable con la persona que más me agrada en el mundo pasa a convertirse en una tarde con aquel que más detesto.

Hilarante, ha. Me parto de risa…

》》》

~♧~

—¡Ya llegue! —Grite en cuanto crucé el umbral de la puerta, luego de hora caminando, quitarse los zapatos es un enorme alivio. Virginia apareció por el pasillo y no tardó en llevarse las manos a la cintura y verme con algo de molestia.

—¿Se puede saber donde andabas? Amicus me dijo que te perdiste en el tren. Aún siguen buscándote el y Raunak.

Bueno, se han tomado su tiempo.

—Lo lamento, pero pensé que esta seria una buena oportunidad…

—¿Oportunidad de que Marcos? —Exige saber, viéndose confundida.

—La oportunidad para que esos dos aprendan a convivir con el otro y trabajar juntos sin querer matarse… Es un cincuenta a cincuenta de que funcione o se maten al fin —Deje mi abrigo en el perchero, frotando mis brazo tratando de hacer calor. La loba seguía mirándome con la misma expresión— Amicus trato de leer mis emociones para averiguar donde andaba, pero aun no es lo bastante bueno como para atravesar las barreras mentales.

Me jactó un poco por la fuerza de mi mente. No es la primera vez que pongo a trabajar mi cerebro de este modo. Por algo dicen que el conocimiento es poder, aún si todavía desconozco tanto de este enlace que el lobo y yo compartimos ahora.

—A veces me pregunto cómo diantres funciona el mundo para ustedes —Dic ella con tono de resignación— Desde que convivimos, todo a sido un caos y misterios por resolver, necesito vacaciones de eso.

Virginia se desplomó en el sofá de una plaza sin su usual gracia, indicativo del cansancio que presenta su cuerpo. Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua, pero cuando un olor amacerado alcanza mis fosas nasales, pregunto si tenemos visita.

—Ah si, Bjarni llegó para hablar con Brunis. Se veia algo decaído y tenso. Llevan un rato allí.

Miro el pasillo que conduce a la habitación del glotón, preguntándome de que se trataría su plática. No me pienso inmiscuir, hay cosas que simplemente no podemos preguntar o decir.

—Cada quien tiene su historia, ¿No crees? —Pregunte sentándome al lado de mi amiga, ella hizo un ruido afirmativo.

—Hasta tu las tienes.

En eso tiene razón, todos tenemos una historia que contar, independientemente si es del pasado o el presente, forma parte de nosotros, y los únicos que podemos relatarlas somos, de nuevo, nosotros mismos…

Chapter 42: Lo que Quedó Pausado 2

Chapter Text

Muchos no suelen recordar su infancia, puesto que con el pasar de los años, todas y cada una de esas cosas se ven reemplazadas por un conjunto de vivencias con un valor tanto superior como inferior que influye en sus vidas. Hay un cierto porcentaje de personas que en cambio si lo hacen, y llevan tales recuerdos muy presentes en su día a día…

A veces quisiera poder olvidar varias cosas de mi pasado, pero no importa cuánto lo intente, siempre están allí.

Por ejemplo…

Cuando era solo un osezno de tan solo cinco años, recuerdo que jugaba en el patio de mi humilde casa, una cabaña casi ruinosa con sus paredes de madero podrido que pudo haber visto mejores épocas, un patio maltratado por los inviernos y hiervas malas que crecen y se enroscan a los pies de las escaleras, el árbol seco y torcido debajo del cual colgué mi columpio, en dónde me sentaba a esperar la nieve que caía casi todas las tardes y descubría nuevas formas en los copos de nieve que rozaban mis patas y enfriaban mi húmeda nariz infantil.

Es lo más claro que tengo en estos momentos.

Una parte de esos años fue bastante tranquila, a pesar de todas las cosas complicadas como la situación económica o sentimental de mis padres. A ver…

Por aquel entonces, Måne atravesaba una época de cambios radicales. Luego de la reestructuración del nuevo gobierno por los diligentes seleccionados en la época de sembrina, según los logros adquiridos de los candidatos, ganó el favorito por el pueblo, junto con su propuesta de eliminar las divisiones interculturales y socio polares de las mini metrópolis que solían conformar las tres ciudades que ahora es la ciudad de Måne; entre ellas estaban Veðrfölnir, la ciudad del norte que se extendía con alas rapaces de metal asinselado, de la cual se proveían las armas de todos los osos en Måne, Ratatösk, la ciudad donde nuestros mensajeros y eruditos se formaban y que se encontraba al otro extremo de la ciudad central, muy lejos de Veðrfölnir. Finalmente, Niflheim, así llamábamos la zona central antes, una ciudad que residía debajo de la esperanza de un nuevo amanecer por medio del florecimiento de Yggdrasill, que es como pensábamos llamar a nuestra nueva tierra una vez se arreglara todo, y a su vez, una posible destrucción atraída por Níðhöggr, la criatura sin rostro que golpearía con odio nuestra civilización al igual que a todas las demás razas hermanas.

— Espera un poco —Brunis interrumpió un momento mi relato, con una duda muy importante— Eh leído antes sobre su cultura, y soy consiente a medias de como funciona para ustedes la muerte y todo eso, al fallecer, van al Valhǫll (Valhala) y el mundo que conocemos lo ven representado bajo un sistema llamado “El árbol del mundo” —Asiento, sorprendido por la basta cantidad de conocimiento que posee, aunque no se lo pienso decir directamente— Lo que quiero saber es, así como los Lobos y los Chacales creen en la existencia y en el poder, o al menos la mera idea de este, ¿Ustedes lo hacen? Y, ¿Eso implicaría que ese tal… ni- ... Nio- … —Las palabras no alcanzan a formarse correctamente, logrando que se frustre al tercer intento — ¡Ugh! ¡El como se llame el bicho ese que matara a todos! ¿Crees que así es como llaman al Otro”

Analizando con detenimiento su pregunta, podría tener una respuesta… No tan clara.

— Compartimos muchas similitudes entre todos porque originalmente no éramos solo “Hermanos” éramos una gran familia que convivía y heredó sus historias y costumbres derivadas con el pasar de los años y que fueron modificadas. No sería muy extraño pensar en que el dragón de nuestros cuentos sea el Otro. Digo, tomando en cuenta que el Valhǫll sea la Amalgama, en la que creen los Lobos y otros…

— Seh, cuando estiramos la pata.

— Eso fue muy básico de tu parte. Pero no importa. Si es o no, no es lo importante ahora. Prosigo…

Siendo entonces una época llena de cambios, en mi casa también había otro puñado de situaciones que podrían ser inesperadas para alguien de mi corta edad.

Mi madre, una osa que solía llevar una expresión tan plana y colmada de aburrimiento, callos en las manos de tanto trabajar sin descanso, era la principal proveedora del hogar. Cómo mencioné antes, Måne sufría cambios, en los cuales buscábamos la unificación total de las mini ciudades en una gran metropolis, por lo cual, se le exigió a todos los hombres adultos de la casa ir a aportar en la labor, la construcción de esta nueva ciudad llevaría su lapso de un año estelar, lo que en nuestro planeta y el horario de los humanos se interpretaría en seis meses y medio. Por lo tanto, las mujeres se quedaban a cargo de la mayor parte de negocios como el sector agrónomo, y por ende, mi madre, una de las mejores cultivadoras de invierno, era de las mejores en su cosecha, producción en masa, y venta.

Era una época difícil pero se pagaba bien por ello, tengo entendido, y la fuerza de esa mujer era suficiente para cargar sola con nuestro hogar…

Pero, ¿Qué pasa con mi padre? Bueno…

Era un oso bastante mayor que madre, llevándole veinte años de diferencia, con más experiencia de vida así como de malas vivencias acumuladas, como la fractura de su pierna izquierda, esto le impidió trabajar de cualquier manera y fue de esos pocos hombres que no colaboró en la construcción de la nueva Måne; el resultado de aquellas eventualidades fue la caída en el alcoholismo, bebiendo cuánta botella sacando del salario de madre y trayendo consigo varias peleas y dificultades aún mayores.

Sin embargo, el no era un mal padre. Mientras madre se iba a trabajar, el se aseguraba de que todo quedara bien en casa para que no me faltará nada, y aunque después se perdía en una botella, sabía que me amaba a pesar de todo. Ciertos días, unos muy contados, cuando no estaba ebrio, jugaba conmigo y me ayudaba con la tarea de la escuela a la que solía asistir. Era un hombre inteligente, especializado en el manejo de los números, siempre admire eso de el.

Así que, de cualquier manera, no era una vida tan mala, la indiferencia de una madre, el amor vago de un padre, ingresos medios, comida decente. Quizás podía haber sido mejor, no lo sé, pero era bueno y aceptable.

Al menos hasta lo que vino después.

— “¿Embarazada?” —Recuerdo a padre preguntar, más atónito de lo que nunca pude creer llegar a ver— “P-pero, ¿De mi?”

Madre estaba frente a el, mirándolo desde arriba en su posición de pie mientras el se sentaba en su sillón favorito. Juro que el hombre se hundió un poco en su lugar. Mamá se cruzo de brazos y luego arqueo una ceja, observándolo con reproche.

— “Si no, ¿De quién más sería?”

Obviamente no le gusto nada la duda de papá, sin embargo, está revelación fue como la espabila que padre necesitaba, porque luego de eso, unas pocas horas después lo escuché decir que independientemente de todo, se encargaría del bebé en camino…

Aún sabiendo, que ese bebé no era suyo.

Tiempo después, las cosas tuvieron que haber mejorado, lastimosamente, no era el caso. Puede que papá hubiese soltado el trago por un rato y se limitará de ahora en adelante a beber los finales de semana, puedes sacar al hombre de la botella, pero no sacar la botella del hombre. Las peleas se hicieron más constantes y eran ahora por tonterías, presencié varias de ellas de echo y a su vez fui motivo de algunas.

Mamá parecía estar atravesando un mal momento, y era entendible, puesto que el crudo invierno comenzó a azotar con fuerza y esto le dificultaba seguir con su trabajo, tal y como a muchos otros, sin mencionar al bebé en camino. El primer medio de alimentación se volvió todo el menú de pescados posibles de conseguir en las aguas de los estanques congelados, y aún así, eso no era suficiente por la creciente demanda y competitividad de pesca.

Papa por otro lado intento conseguir cualquier trabajo sencillo desde casa, y aún con eso, sus limitaciones lo tenían atado, pero eso no lo detuvo, aprendió del noble oficio de la costura y cuando no estaba remendando cosas de otras personas por un par de monedas, estaba cuidando de mi y que me fuese bien en el colegio. Fueron bellos momentos efímeros para el y para mí…

Hasta esa tarde.

Recién llegaba del colegio, había sacado muy buenas notas, sin embargo, la alegría que sentía se volvería una total desdicha. Lo supe al escuchar los gritos desde fuera de casa.

— “Ya no puedo lidiar con esto, márchense de aquí.”

Algo había golpeado contra el suelo de madera, lo que asumo, eran las maletas que madre había preparado con antelación. Su tono era más severo y amargo que nunca.

— “Pero que dices mujer, no puedes echarnos así, yo no importo, ¡Pero al menos piensa en tu hijo!”

— “Es debido a no dejar de pensar en el que hago esto, quiero que se vayan los dos en cuanto llegue y no regresen” —Ella casi estaba gruñendo, papá sin embargo insistió.

— “Esto que estás haciendo está mal y lo sabes. ¡Por el amor de dios, es un niño! ¡No puedes simplemente arrojarlo a la calle para que ande a su suerte, no es cualquier persona, tu sangre!” —Podía escuchar las dificultosas respiraciones de mi padre, desesperado por una solución a esta locura, pero el no sabía que mamá ya estaba más que dispuesta a dejarnos ir sin derramar lágrima alguna. Lo supe cuando ella respondió una vez más.

— “Igual y nunca lo quise…”

Ese fue uno de los momentos más críticos de mi vida, puesto me di cuenta de… Cuan poco me importaban esas palabras. Es decir, si, me dolió, pero si indiferencia nunca me permitió crear un vínculo real con ella, y una parte de mi ya sospechaba esto.

Papa por otra parte solo quedó sin habla, seguro tenía la boca abierta, luciendo estupefacto y dolido. No podía percibir nada de ellos ahora, y así fue por un par de segundos, hasta que papa rompió el silencio.

— “Hagamos un trato.”

— “No quiero nada de ti ni-”

— “Cállate” —Siseo papá, logrando callar las mortíferas palabras de mi progenitora— “Vas a hacerlo, si o si, porque te conviene por sobre todas las cosas…”

El silencio se pospuso nuevamente, logrando que el peso de la situación se volviese más vigente, mientras que yo soportaba el frío clima, todo con tal de no romper el hilo de esta delicada “Negociación”. Madre fue quien rompió esta vez el callado ambiente.

— “Sorpréndeme, entonces.”

Escuché el rechinar de esa vieja silla donde mamá llegaba a sentarse, pude imaginarla justo allí, sentada en su dura postura mientras encendía una hoja de tabaco, fumándola con ese semblante lleno de rigor que nunca perdía, solo que por esta ocasión no sería así, por el bebe en camino.

— “Vas a deshacerte de nosotros… Pero no como deseas” —Mis orejas oyeron con atención total, sabiendo que justo aquí, mi realidad podría cambiar— “Me iré, sin decir nada y sin reclamos, solo desapareceré de tu vida, pero, cuidaras tu de Bjarni y el bebe hasta unos días después de que nazca.”

Mis ojos se abrieron de par en par, no creyendo esto.

— “¡¿Qué estás proponiendo?! Yo no…”

— “Lo harás, cuidaras de ellos porque de otra forma, iré con las autoridades y te delatare como la madre desnaturalizada que eres. Y ya sabes cómo son las leyes de protección a menores en este lado de la luna.”

La sentencia máxima por crímenes de odio contra infante podía rondar a la muerte o prisión perpetua. Ella no tenía otra opción, por más que frunciese el seño, maldijera o crujiese los dientes como animal, no podría hacer nada. Y como la mujer calculadora que era, no dijo nada más, solo acepto.

Ese día, me despedí de mi padre con lágrimas en los ojos y la nariz tapada, no podía creer que de verdad se iría, esperaba que el volviese a nosotros y nos visitará, pero…

Nunca lo hizo.

Antes de ver su espalda ancha desaparecer en el lejano panorama cubierto por la nieve, recibí unas palabras de las cuales nunca me olvidaré, mientras su mano se pasaba sobre mi hombro y sonreía suavemente con el cariño que nunca pude apreciar en más ocasiones.

— “Si tú sendero se tuerce, intenta siempre regresar dos pasos atrás, y si estas dispuesto a arriesgar lo que tienes justo allí, sigue adelante y no mires atrás.”

— “Pa…” —Su mano se fue de mi hombro, su calor desapareció con su tacto, su silueta se perdió en el páramo nevado, y yo…

Quedé solo…

Esa tarde, casi noche, ví a mi padre partir para nunca más regresar, a mis espaldas la mirada helada de mi madre, una mujer sin compasión, que sostenía su vientre abultado con melancolía y saña, ansiosa por el tiempo pasar y yo por las pruebas que pudiesen llegar…

El tiempo paso volando, no sentí cuando fue que se marcharon los días hasta que lo tuve a el entre mis brazos…

— “Clemens. Ese es su nombre. Ahora deja dormir”

Madre dejo a un pequeño Clemens en mi cuidado desde incluso su nacimiento. A diferencia de cualquier cosa que habría esperado, era muy parecido a mi, ojos grandes y hermosos, un pelaje delgado y corto de color semi amarillo, parecía una pelusita, y lo que más hacía era dormir. En mis brazos, pude sentir ese fragmento de cariño que se fue con papá, quien nunca más dio la cara, y el cariño que madre jamás fue capaz de evocar.

El era la única familia que tenía, y en ese momento, nos prometí a ambos nunca abandonarnos, siempre cuidaría de el…

No paso demasiado tiempo hasta que madre cumplió con su parte del trato que hizo con papá, nos echo de casa, dejándonos a Clemens y a mi en el orfanato al otro lado de la ciudad, casi al centro, lo bastante lejos para no tener que toparse con nosotros de forma aleatoria.

En mis pensamientos lo agradecí, pues tampoco quería verla de nuevo.

Estaba listo para afrontar una nueva realidad, un estilo de vida diferente en este orfanato de paredes color terracota y flores plantadas cerca de la entrada, solo necesitaba una última cosa de ella antes de decirle adiós para siempre.

— “Madre, necesito saber algo.”

Ella estaba ya a cinco pasos de distancia, de veras que estaba desesperada por dejarnos. A estás alturas ella se veía muy cansada, maltratada por la vida y sus propias emociones, arrugas y canas, manos de mujer trabajadora, eso era ella.

— “Idéntico a tu padre, pides favores que nadie te ofreció” —El hastío era notable— “¿Qué es lo que quieres?”

— “Yo…” —No debería estar preguntando tales cosas sin importancia, sin embargo, es algo que no me concierne a mi del todo, pensaba en Clemens— “¿Quién es el padre de Clemens?” —Pregunté, aferrándome a la canasta dónde mi pequeño hermano iba cubierto por sábanas acolchonados y calientes. Madre no se digno a voltear, solo la escuché resoplar, para luego responder con su usual desinterés, el cual vi hasta el último momento.

— “Un poco hombre que ya está muerto y no vale la pena buscar…”

Con esas últimas palabras ella se fue, para nunca más volverse a mostrar, no teníamos nada, y a la vez teníamos lo que necesitamos. Yo a mi hermano, y el a mi.

Eso nos bastaría…

Los años pasaron volando con una velocidad vertiginosa, parecía ser ayer cuando habíamos llegado a este orfanato de paredes adoquinadas con ladrillos más viejos que mi existencia misma. Con solo catorce años, logré mantenerme unido y a flote con Clemens, sobreviviendo día con día gracias al buen trato de las cuidadoras y su cariño. No era tan mal lugar, habían muchos chicos y chicas a los cuales pude llegar a conocer. No soy, ni era de tener amigos, pero era interesante conocer a otras personas.

A través de los años comprendí que no siempre podías dejar entrar a todo el mundo a tu vida, por eso debes tener siempre cuidado en todo aspecto de tu vida. Preferí mantener distancia de aquellos que no me inspiraban confianza, y aunque a veces fuera solitario, pude amar esa soledad conmigo mismo.

Por otro lado, Clemens crecía y se volvía inteligente, siendo un chico muy habilidoso en todo lo que respecta a números, el podría ser incluso mejor que el yo de aquella edad cuando solo sabía lo básico. Podía contar los dedos de mis manos las veces que le expliqué un tema que no entendía y para mí sorpresa, era capaz de absorber más de lo estrictamente necesario para las clases. Aunque por el contrario, siendo la oratoria mi fuerte, el fallaba. Nada que un par de sesiones fuertes no arreglaran.

Cada día era una sorpresa nueva de su parte cuando llegábamos de la escuela a nuestras habitaciones, y al contrario de mi, el tenía muchos amigos.

Gracias a qué trabajaba de forma ocasional haciendo cualquier trabajito que se presentará, tuve la oportunidad de reunir dinero a medida que pasaba el tiempo, en ocasiones usaba un poco de este para compartirlo con Clemens o para darnos un gusto como comer un postre o llevarnos al parque. Todo era más simple en aquel entonces, pues ninguno esperaba más del otro que el cariño y comprensión que podría ofrecer.

Aún entonces, sabía lo que deseaba para nuestra adultez; una casa bonita y decente, donde podríamos vivir tranquilos y sin preocupaciones sobre a donde ir cuando cumpliéramos la mayoría de edad. Esa era mi meta, y por ello tuve que laborar de forma sería y legal a la edad de quince años, en la cual se otorgan tales permisos a menores de edad.

No fue fácil.

Llegar exhausto a casa, probar bocado, dormir, ir a estudiar, entrar a trabajar y repetir el proceso.

Era algo abrumador y extenuante, sobre todo porque no tenía con quien hablar mis preocupaciones, al menos hasta comprender algo de mi hermano. Así como sabía que para el, relacionarse con todos era algo sencillo, así como empatizar, esos días en los que todo se me hacia gris y no podía mantenerme de pie me daba los ánimos necesarios. El fue mi fuerza en esos momentos, haciéndome reír, viendo todo como el vaso medio lleno y encontrándole lo bueno a esta vida. Era un buen chico.

Y costará lo que costará, nos mantendría unidos…

Sin embargo, allí se presentó una idea nueva, pues la llegada de una persona cambiaría por completo cuales serían mis prioridades y me harían ver cuáles eran mis necesidades.

Había concluido con mi penúltimo año de educación en la escuela que el orfanato disponía para sus niños, siendo el mejor de la clase y logrando tener un promedio casi perfecto en la SEGM “Sistema Estudiantil Global de Måne”. Estaba orgulloso de mi trabajo académico, aún cuando era difícil compensar horas de estudio con mis trabajos ocasionales. Con ayuda de las cuidadoras tuve un nuevo objetivo, y ese era consagrarme aún mas en los campos de estudio que deseaba, por lo que decidí enviar mis notas a la academia más prestigiosa de esta Luna, Læringssted.

Esperaba ser aceptado y poder asistir allí, ya que lo mínimo que se requiere para que un estudiante opte por un cupo, es que tenga notas con puntajes excepcionales o por lo menos destacar de alguna otra forma. La intervención monetaria no era una opción, ya que los Osos siempre respetamos y elevamos el conocimiento y logros propios por encima de las influencias externas.

Por eso nunca Elevamos a ningún Niño y tampoco los acogimos, en su lugar, damos apoyo para que puedan desenvolverse por su cuenta (Otra cosa que valoramos y respetamos)

En fin…

Estaba ansioso por la respuesta, fuera cuál fuera, estaría recibiéndola en el trascurso de mi último año de clases, y siendo el caso, no podía disminuir el ritmo.

Entonces, un día cualquiera saliendo de la biblioteca publica del sector fui a recoger a Clemens en el parque frente al orfanato, dónde usualmente el estaría jugando con sus amigos, como había sido una semana muy productiva donde el sacaba excelentes notas y yo avanzaba en mis planes, quise comprar algo para la merienda.

Caminando hacia la panadería más cercana, una donde vendían unos sabrosos dulces de maíz que tanto le encantaban a Clemens y mis predilectos dulces de frambuesa, me encontré con ella… Y cuando digo que nos encontramos, hablo precisamente de mi frente y la suya en el cruce del siguiente muro.

— “Pero que demo-“ —La oí maldecir entre dientes luego de que ambos cayéramos al suelo, cuando abrí los ojos, me encontré con esa joven osa de pelaje plateado claro, reluciente, sus pestañas grandes revoloteaban cuál alas de insectos y los ojos de un tono anaranjado que portaba eran un espectáculo para la vista de cualquier.

Nunca espere que esa mirada me traería tantas cosas nuevas, cosas buenas… Y que le pagaría de la peor forma posible…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Chapter 43: Lo que Quedó en Pausa 3

Chapter Text

 

 

— Papa, ¿Por qué presentaste al tío Bjarni como tú amigo? —La pregunta de Eivor había conseguido tomarme tan fuera de base que casi tire todo el estante de libros. Planeaba leerle un cuento para dormir.

— ¿En qué momento?

— Te tomaste mucho tiempo para decir que era tu “Amigo”. Además, estabas muy nervioso como para estar hablando con alguien cercano a ti. Así que, asumí dos cosas, o en verdad era tu amigo o era este tío del cual casi nunca hablabas por cuál sea tu pasado oscuro con el.

Casi podía sentir que los ojos saltaban de mis cuencas por las sorpresas que este niño me daba. Allí, luciendo su pijama de patitos amarillos, Eivor era un chiquillo sumamente astuto que no dudaba en ir de frente por su curiosidad.

“Que los Padres le protejan esa mente a mi niño” pensé.

Volviendo a la realidad, me encontré de nuevo con esos ojos semi carmesí con los que e vivido y amado desde el fatídico y glorioso día de su llegada. No podía encontrar una forma de evadir está conversación que no fuera mentir, pero…

Me prometí hace años cambiar, el motivo de esa promesa me observa con expectación y no puedo fallarle, sería una deshonra más a la interminable lista que ya poseía, cortesía del pasado que me forje.

— Está bien… —Llegue hasta su cama y me senté junto a el, palpando su rodilla con una suave sonrisa, la cual seguro vacilaba por el miedo a lo que podría pensar de mi luego de saberlo— Hoy te contaré una historia especial, la historia de tu familia… —El de cabellos cortos contenía su emoción bajo la leve sonrisa, pero antes de ilusionarlo, puse un tema claro— Escucha… No soy perfecto. Nadie lo es, de echo. Cometí muchos errores y me arrepiento de varios de ellos, sobre todo uno en particular que estás por conocer. Quiero que sepas que, a pesar de cualquiera que sea tu pensamiento sobre mi al final de esto yo… Te amo, hijo. Y aceptaré todo lo que tengas para decir.

Eivor cabeceó un momento, contemplando mis palabras, luego de eso, sentí como su mano envolvía la mía en señal de apoyo.

— Yo también te amo, papá.

Dioses, aun de grande, es muy adorable. Me derrito con esa cara.

— Muy bien, siendo así… Comenzaré más o menos por el principio, sobre como fue mi vida en el orfanato. Porque ya sabes como fueron mis humilde inicios, te los conté hace poco —Con el asentimiento de Eivor, se me dio paso a abrir una puerta que estaba medio cerrada, era hora de sincerarme con el pasado y tratar de avanzar…

Solo espero no arrepentirme de contar esto.

Cuando era joven, mucho más joven que tu a esta edad, vivía en una pequeña zona urbana, donde los grandes edificios de madera sólida, bloques de hormigón y acero fundido, se alzaban sobre el campanario del orfanato que nos recibió a Bjarni y a mi…

— Hermano ¿Terminaste con tus labores? —Un Bjarni bastante joven era la primera persona que veía en mi despertar, y también era el último al dormir.

Algo que solía hacer mucho era descartar las cosas, sobre todo mis deberes con un movimiento de mi mano, esto más que todo cuando empecé a entrar a la etapa de la adolescencia en un oso.

— Más tarde, iré a jugar con mis amigos.

— ¡Clemens, aguarda…!

En muchas ocasiones lo deje así, con la palabra en la boca, prometiendo volver para cumplir con lo mío. Durante un tiempo fue así, porque aún cuando disfrutaba de estar con mi hermano, era muy agobiante por todo el empeño que me hacía ponerle a los estudios.

Podría decirse que me ahogaba.

Aún así, Bjarni siempre quiso lo mejor para mí.

Durante mi infancia, no me faltaron cosas ni tuve que envidiar nada a nadie, porque todo lo que quería estaba a mi alcance; comida caliente, un peluche con el cual jugar…

Observé en la repisa sobre el escritorio de Eivor, dónde allí reposaba entre varias cosas, un pequeño peluche de un pingüino emperador bebé, todo tela desgastada y pintura pálida, afectado por los años de existencia.

— El señor Feed debió ver muchas de tus aventuras —El comentario de mi hijo me saco una sonrisa nostálgica, en la cual proseguí con mi relato.

Era bueno en gran parte de mis estudios, y solo debería preocuparme por no causar problemas y nada más.

Debía ser sencillo, y lo era, aún cuando sabía que mi hermano se esforzaba día y noche por conseguirnos un hogar, al menos antes de que el tuviera que abandonar el orfanato. Las leyes de Mane son claras, el asilo a jóvenes sin hogar solo sería brindado para menores de edad, y en el caso de ser residentes hasta la llegada de la edad adulta legal, su salida del sistema sería ejecutado de forma inmediata.

El peso de poder separarnos no nos había preocupado tanto como en ese entonces, pues podían alejarnos el uno del otro en cualquier momento, y todos esos años evitando ser adoptados no habrán servido de absolutamente nada si eso ocurría.

Entonces, Bjarni se puso en marcha, mientras que yo, trataba de disfrutar de mi juventud, siendo su hermano menor…

Así fue la mayor parte del tiempo, hasta que ella llegó…

Un día cualquiera que había salido a jugar con amigos, quedé de verme con Bjarni al el salir de sus estudios particulares, me dirigía a paso apresurado pues el lugar de reunión seria en la plaza más cercana al orfanato, que estaba en frente prácticamente de nuestra panadería favorita con esos dulces postres que yo amaba. Corrí presuroso, y cuando estuve lo bastante cerca;

— ¡Ay! —Presencie una escena particular, dónde Bjarni prácticamente derribaba a una chica que fácilmente podría ser un ratoncito ante el. Mi hermano, aún sorprendido, se dispuso a ofrecerle ayuda, presentándose en el proceso— Una disculpa, ¿Te encuentras bien?

Ella sujeto su mano y suspiro, su expresión desde mi posición se veía como algo de pesar o fastidio. Colocándose de pie y sobando su cabeza, hablo.

— Supongo que estaré bien. No es el primer golpe del día —Sonrió con diversión la de pelaje blanco, un ojo cerrado y expresión suave. Mi hermano por su parte tarareo con un breve tono de risa, seguro también se llevó un buen golpe.

Algo que llamo mi atención en ese momento era que la chica era bastante alta, casi tanto como Bjarni, y el era alto apenas en su edad de aquel entonces.

— Soy Bjarni. Y si me permites, déjame reponerte lo que tiraste —Observe hacia el suelo y Vi como una cajita de galletas yacía desmigajada en el suelo. Mi estómago se revolvió por el desperdicio de comida y dinero.

— Oh no, no es necesario.

— Insisto. Seguro ibas a llevárselos a alguien, o quizás eran para merendar. No lo sé, la verdad, pero no puedo dejar que una dama pase por algo así.

De forma galante y caballerosa, Bjarni extendió su brazo hacia la joven osa, que no debía pasar la misma edad de mi hermano. Ella dudo un segundo, miro hacia los lados como esperando encontrarse con alguien, pero a la final accedió.

Yo no podía seguir allí haciéndome el espía, así que decidí alejarme de ellos y esperar a que el ojiverde recordará mi existencia…

Lo cual, sentí que paso demasiado tiempo antes de que sucediera.

Al cabo de una hora los vi salir de la panadería riéndose con complicidad, algo que me sorprendió bastante puesto que mi hermano no se suele reír así con extraños. Yo estaba sentado en una de las muchas bancas dispersas por el parque y cuando fue el momento, me acerque. Vi a la chica despedirse de Bjarni con un apretón de manos justo cuando un carruaje extraño de esos que solo ves por el centro de la ciudad, y al llegar, el más alto de nosotros dos todavía veía en dirección a donde una vez estuvo la osa de pelaje blanco y ojos curiosos.

— ¿Quién era?

Bjarni se tenso por un segundo para luego relajarse al notar que era yo. Supongo que estaba tan distraído que ni siquiera noto mi presencia.

— Clems, no te había visto.

— Ni ahora, ni mucho menos haces media hora que había llegado —Su sonrisa decayó un poco cuando noto que estaba levemente enfadado por como se olvidó de mi— ¿Me vas a decir quién era ella?

— … —El de ojos verdes regreso su mirada una vez más al camino cubierto por la delgada capa de nieve, y viéndolo desde cierto ángulo, diría que es extraño ver a alguien tan centrado como el distraerse por cualquier cosa que pase— Es solo una chica…

Fue su única respuesta.

No quise prestarle más atención por el momento, así que dije que para pagarme la espera, me debía comprar mi postre favorito antes de irnos.

Aunque más que castigo, ya eso iba a suceder de un modo u otro.

Nos marchamos a casa esa vez con un silencio bastante peculiar, y poco sabía yo que aquella chica iba a abrirnos puertas a las que nunca creímos poder alcanzar a tocar siquiera…

Puertas que eran tanto buenas como malas…

— Entonces… —Bjarni se había cambiado de sitio, ahora se medio apoyaba junto a la ventana de la habitación mirando hacia quien sabe dónde, si no me equivoco, tenemos al lado solo el muro de otra casa. Aún así, lo importante era lo que podía seguir contándome— Ese fue mi primer encuentro con Sifgrid.

Asentí con la cabeza, tratando de imaginar como era eso de que se llevaban bien antes. Con la enemistad que ahora tienen, lo veo poco probable.

— Ese tropiezo me permitió conocer de primera mano a una chica algo tímida, pero segura de si misma. Una combinación peculiar, según yo. Me contó un poco sobre que se había escapado de su padre un rato y que los dulces que llevaba eran para dárselos y que no se enojara tanto…

Solté una leve risa.

— ¿La responsable Sifgrid dando sobornos? Eso sí que es una novedad.

El oso sonrió con expresión nostálgica, mirando ahora hacia el suelo un poco a la izquierda.

— En ese solo momento que tuvimos en la panadería, sentí que me daba una bocanada de aire fresco. Algo diferente que me refrescaba de todas las preocupaciones que tenía encima… Nadie nunca me hizo sentir así de cómodo.

Lo observé con detenimiento, preguntándome si en ese entonces, o incluso en la actualidad, Bjarni sentiría algo por Sifgrid.

No es imposible, pero según los términos bajo los que ahora se rige su relación, algo malo tuvo que haber pasado con ellos para distanciarse así de feo. El oso lucía conflictuado por la ola de sentimientos y nostalgia que le llegaban, lo podía ver en sus ojos tormentosos.

— De cualquier manera, esa no fue la última vez que trate con ella, Clemens y yo nos sorprendimos con su siguiente aparición en nuestras vidas…

Las semanas y pocos meses pasaron volando, mis estudios iban viento de popa y Clemens hacia lo que podía desde su posición. Lo obligaba a estudiar la mayor parte del tiempo, pero la información le quedaba. Por su parte, el interés ante cierta clase de cosas… “Selectas” comenzó a atraer su atención.

— Hermano —Me llamo en alguna ocasión mientras que caminábamos, eso luego de un día entero haciendo compras para el año escolar por venir de Clemens, y con suerte, el mío propio en Læringssted— Quiero uno de esos —Señalo hacia la vitrina de una tienda por la que pasábamos, dónde relucían entre varias cosas un juguete tan extraño como el mismo nombre que llevaba. La etiqueta por encima decía que había sido tallado con un roble de árbol antiguo y poco visto en Måne, bordeado con hilos de un alambre caro que unía sus partes y las extendía entre si. Cuando ví el precio, juraba qué me iría hacia atrás por lo caro que era.

— Clems, no puedo comprártelo, es muy caro y todavía tengo que comprar mis propios materiales de estudio.

El pequeño miraba desesperado, de verdad lo deseaba, ofreció ideas y formas de pagarme el favor, pero la respuesta seguía siendo la misma, por mas que me doliera.

— ¿Por qué? Siempre estás reuniendo dinero de todos tus trabajos —Se quejo.

— ¿Recuerdas para que lo hago? Se supone que quiero estudiar en un lugar de prestigio con estándares que cumplir, cosa por la que tú vas a pasar también si quieras un buen futuro… —Enfadado, giro su cabeza hacia otro lado, no queriendo verme— Y quiero también tener algo por si debo irme antes que tú. Quiero tener un hogar apto para que no nos molesten, donde puedas crecer de forma normal. Lo hago por ti.

— … —El no dijo nada más, dejo hasta allí la conversación y siguió caminando, sin siquiera volver a ver.

Un rato después, llegamos al orfanato y…

— Bjarni, justo a tiempo. Alguien te estaba buscando —Una de las cuidadoras nos recibió con esa información, yo observé extrañado a mi hermano sin saber que esperar, grande fue nuestra sorpresa al entrar al recibidor, dónde yacía sentada la misma osa de pelaje blanco y ojos peculiares de hace un par de semanas había conocido, ella me sonríe e inevitablemente sonreír de vuelta.

— Pero que sorpresa —Dije a modo de saludo.

Ella asintió.

— Lamento llegar sin avisar. Andaba cerca y quise saludarte.

— Entiendo… —Estuve un segundo mirándola con esa sonrisa, hasta que sentí el tirón en el bajo de mi chaqueta, Clemens se había impacientado y seguro le molestaba que no lo presentará— Oh, mis modales, Sifgrid, te presento a Clemens, mi hermano. Clemens, conoce a Sifgrid. Nos conocimos en…

— La panadería, ya se, lo dijiste antes. Mucho gusto —Con expresión sería le extendió la mano, sorprendente para su edad que pueda articular esas expresiones tan indiferentes y pesadas. La chica le sujeto la mano encantada a pesar de todo, y le brindo una sonrisa.

— También me da gusto conocerte, pequeño.

Luego de decir eso, Clemens retiro su mano de la de ella.

— Por favor, evita decirme de esa forma. Mido un tamaño promedio para mi edad. Pronto creceré —Casi exigió con los brazos cruzados y ceño fruncido. A Clemens no le gustaba que le dijeran por seudónimos relacionados a pequeño. Le acomplejaba bastante su altura.

— ¡Ja! No me digas, a la final, igual se quedó así de enano —Brunis soltó una tanda de risotadas, supongo que en cierto modo es chistoso, solo que ya no le tengo la misma gracia a esas cosas como solía hacerlo antes.

— Si… En fin…

Sifgrid se quedó por unas pocas horas con nosotros, conversando o jugando en los columpios al frente del orfanato. Se veía muy cómoda y su sonrisa era brillante. Mientras tanto, Clemens se mantenía al margen, luciendo indiferente y soltando comentarios ácidos que ni siquiera sabía que poseía en su lenguaje. Sin embargo, con todo y eso ella sabía llevarlo, de alguna forma, Clemens no tuvo comparación con ella por más complicado que fuera.

Y así, pasamos esa tarde, conviviendo entre los tres…

— ¿Sabes a dónde irás cuando te gradúes?

— Bueno, estoy aspirando a un cupo en Læringssted.

— Vaya, eso es impresionante. Debes ser muy inteligente entonces, aunque si me lo preguntas, todo tu demuestra eso de ti.

Ella lo dijo con buenas intenciones, y saber eso me hizo enrojecer brevemente, mi pelaje no debe disimularlo bien, pero da igual.

— Solo quiero tener buenas oportunidades de vida. Entrando allí, podría comenzar a demostrar mi valor, haría relaciones comerciales por medio de pasantías y estudios, y cuando llegue el momento, podría tener un empleo decente, ¿Sabes? —Contemple como Clemens pateaba una roca de forma distraída, girando en círculos mientras seguía pateando la una y otra vez— Quiero por sobre todas las cosas, darnos una vida digna. Se que en algún punto tendremos que separarnos, pero…

— Quieres cuidar a tu hermano en lo posible, para que no sufra —Asentí con la cabeza, ella me daba una sonrisa— Eso es lindo. Si hubiese tenido un hermano, seguro querría que fuera como tú.

Eso llamo mi atención.

— ¿No tienes hermanos? —Negó con la cabeza.

— Mis padres solo pudieron concebir una vez. Las posibilidades de tener más progenie eran bastante bajos, y pues, supongo que tener a su “Princesa” los hace muy felices de por si… —Ella lo dijo con media sonrisa, a su vez, acariciaba su cabello de forma pensativa.

Poco sabía yo sobre la familia de Sifgrid, pero no veía necesario conocer más sobre ello en este momento, ahora podíamos disfrutar de la comodidad de estar sentados en los columpios, solo observando el panorama, guardando silencio.

En mi mente, me preocupaba como una relación como la nuestra podría estar creciendo de forma tan veloz, quizás era cosa del momento o de verdad estábamos muy compenetrados en cuanto a formas de pensar se refiere, pero estaba seguro de que ella tenía buenas intenciones, y yo estaba feliz de haber conocido a una persona que superaba con creces mis bajas expectativas sobre la gente.

Así era…

El tiempo paso, y a medida que mi graduó se acercaba, mi edad del solsticio (Forma de decir cumpleaños) se aproximaba con más velocidad, sabía lo que implicaba ser mayor de edad, y estaba listo para afrontarlo, más no estaba seguro de si Clemens lo haría también. Durante ese tiempo, trabaje como loco para tener la facilidad de moverme hasta que llegara el día, mientras tanto, la prioridad mayor estaba puesta en mis estudios, queriendo ser un homologo y estudioso de Måne.

A su vez, Sifgrid estuvo con nosotros, conviviendo de cerca y ayudándonos de vez en cuando. Era muy amable, incluso cuando Clems no estaba de humor para ella; tuve oportunidad de conocerla un poco más, sabiendo que su padre era un hombre importante, en ese momento no me reveló de que laboraba, pero era lo bastante alto como para permitirse tener un guardia de seguridad vigilando a su hija desde las sombras, y a su vez, permitirle a ella una mesada que bien podría durarle para todo un mes si se lo proponía.

El juguete que una vez no pude comprarle a Clemens ella se lo dio, no quiso dar muchas explicaciones, pero dijo que era algo de buena fe y en son de paz, para amainar las aguas entre mi hermano y ella.

Los días se llenaron con sorpresas y eventualidades que valían la pena, estaba dispuesto a despertar un día más con tal de seguir coexistiendo en este nuevo entorno, y deseaba que nunca terminara…

Y un día sucedió.

“Señor Bjarni, agradecemos su interés en nuestra institución y la encarecida valuación de sus capacidades, sin duda nos honraría que asistiera a nuestra unidad educativa…”

“Sin embargo, nos entristece comentarle que debido a términos legales como la ausencia de un adulto que este a su cargo, se nos es imposible permitirle ingresar. Según los artículos de leyes de Måne, un menor de edad, de ninguna clase, posee la potestad para decidir con pensamiento crítico de adulto, y por ello, lamentamos negarle su solicitud.”

— …

Todo se volvía negro en mi cabeza, leyendo una y otra, y otra, y otra vez las mismas líneas, lo cerebro comenzaba a aplastarse por el peso de las mismas palabras, estaba enloqueciendo lentamente porque mis planes tan perfectamente realizados ahora se iba a la basura…

Y todo por ser huérfano.

— Debió ser duro para el tío Bjarni.

Asentí con la cabeza, pues Eivor tenía mucha razón. Esos fueron días grises para todos nosotros, literal y figurativamente, podía incluso recordar como el cielo parecía haberse puesto de acuerdo para oscurecer y dan un panorama todavía más sombrío.

— Ciertamente, no supe que más hacer por el esos días. Era difícil imaginar como alguien así de dedicado a sus planes, tan resistente, podía desmoronarse por culpa de algo así. Odiaba verlo entristecer, me dolía… Entonces, trate de buscar alguna solución para este problema. Poco sabía lo que iba a suceder después de allí.

— ¿Clemens? ¿Cómo averiguaste dónde vivo? —Sifgrid lucía genuinamente sorprendida por mi presencia, se hallaba con la mitad del cuerpo asomado por fuera de la reja de su casa… Una pomposa mansión de varios metros cuadrados, pero que a pesar de eso, no lucía tan exageradamente arrogante como me la imaginaba.

Naturalmente, cualquiera se sorprendería si un niño de diez, casi once años, aparece en tu puerta siendo casi un extraño, sin embargo, no tenía muchas opciones de a quien pedir ayuda. Y sabiendo que Sifgrid no a aparecido estos días por el orfanato, asumo que no sabe nada de lo que está ocurriendo.

Claro, sigue siendo extraño como el infierno que este aquí.

— Niña, siempre llegas en un vehículo blindado cuando nos visitas y tienes escoltas cuidándote la espalda. Sin mencionar los costosos regalos. No es ciencia espacial termodinámica, y son un niño, no ciego —Arquee una ceja, demostrando mi punto, ella entonces se pudo relajar, no sin perder algo de la reticencia de antes, saliendo por completo para hablar.

— Okey, no se que les enseñan a los niños de tu edad hoy día, pero debe ser bueno —Rodé los ojos, ocultando a su vez el amague de sonrisa que iba a salir— ¿Qué necesitas? ¿No deberías estar en la escuela?

— Si, bueno, me escape, necesito tu ayuda con algo de Bjarni, pero por favor, ¿Me dejas entrar un momento? Me estoy congelando y fue un largo viaje.

Mis huesos temblaban desde dentro, cuando lo noto, rápidamente me tomo de los hombros y me guío hasta el interior de la mansión, recibiéndome un cálido ambiente que me hizo suspirar de alivio.

— Debe ser rápido, mi padre está en casa y no quiero que se enfadé contigo por ser una visita inesperada.

— Tranquila, princesa, tampoco quiero que el Lord se enfadé con su propia hija por asuntos como estos. Así que, al grano.

Procedí a contarle todo lo que estaba sucediendo con Bjarni, como lo habían rechazado y justo ahora se estaba deprimiendo terriblemente en su habitación. No había querido probar bocado últimamente, y aunque parezca exagerado, está situación se a tornado para el como el fin de su mundo o algo así.

Sifgrid escucho con atención a todo mi relato, asentía de vez en cuando y llevaba su mano a su mentón de manera pensativa. Tomaba esto como algo serio, y en realidad, lo era.

— Nunca imaginé que el fuese esa clase de persona. Se ve tan lógico.

— Pues, lleva planeando su vida desde que nací y nos dejaron en el orfanato, según me contó, desde cierto punto de vista es hasta obvio que podría sucederle esto siendo tan precavido y visionario.

El único mal de Bjarni es no saber expresar adecuadamente sus emociones, siempre fue así, y que todos los problemas, preocupaciones y percances se acumulen justo ahora solo hicieron de la gota que derramó el gran vaso en el que solía vivir mi hermano.

— Entonces… ¿Qué haremos?

Ella suspiro, y en ese momento me comencé a preocupar.

— No estoy muy segura, debo pensar un momento. Mientras tanto, explícame que te hizo pensar que yo podría hacer algo útil. Digo, somos amigos, y tú y yo… Solo conocidos, por no decir otra cosa —Totalmente de acuerdo— No sé si sea algo en lo que podamos inmiscuirnos, y lo digo más que todo porque no quiero hacerlo sentir peor.

— … —Apreté mis manos en puños, mirando hacia el suelo, no sabiendo que responder. Siempre tuve mi orgullo muy en alto aún cuando apenas soy meramente consiente de pocas cosas, soy un niño al fin y al cabo, no puedo lograr mucho por mi cuenta. Pero en cuanto hizo esa pregunta, yo…— Sabes, Bjarni no lo sabe, pero siempre eh envidiado las facilidades que ustedes los ricos y poderosos poseen…

Ella frunció ligeramente el ceño, sin comprender, o malinterpretando mis palabras antes de tiempo.

— No te lo tomes a mal, es solo que… Siempre desee esta comodidad —Señale los alrededores de esta mansión— Más que todo porque no quería que mi hermano se matará trabajando, estaba dispuesto a hacer todo lo posible, incluso si debía odiarlos… Pero odiar a alguien es difícil, sobre todo si se hace un lugar en tu vida o tienes un motivo que es más importante que tus propios deseos egoístas…

Justo en ese momento ya no la podía ver al rostro por la vergüenza que sentía de decir esto.

— Amo a mi hermano y haré lo que este en mi alcancé para ayudarlo tanto como lo a echo por mi. Y si debo sacrificarme en el proceso para ser humillado o lo que sea, lo haré con tal de verlo feliz… Eso es, supongo. Y solo creí que tú eras la mejor opción…

Mis mejillas debían estar rojas, pedir ayuda siempre se me a figurado algo tan bochornoso, pero es lo que me queda a estás alturas.

Una mano se colocó sobre mi hombro y cuando vi a la mayor, sonreía cálidamente.

— Es muy noble de tu parte. Gracias por tu sinceridad… —Asentí con la cabeza, no sabiendo que más decirle— Sin embargo, aún no se que puedo hacer para ayudarlo. Si quieres entrar a esa escuela, debe tener un cuidador legal, y a su edad es difícil conseguir uno y que por sobre todo no los separe… —Podía ver los engranajes de su cabeza trabajar, buscando una solución. Cuando ella suspiro derrotada, supe que sería más difícil de lo que imaginé— Esta difícil, no se que hacer para ayudar…

— Tal vez tu no, pero yo si tengo una idea, querida hija —Respingamos en nuestros lugares cuando aquella voz se manifestó en el lugar con su grave tono lleno de fuerza y altivez. Solo lo había oído por la radio antes, pero tenerlo delante de mi, al Lord Baard, padre de Sifgrid y gobernante de Måne, es una experiencia única. Con su único pelaje marrón casi cobrizo, barbilla en alto y media sonrisa en su rostro— Cuéntenme mas sobre ese tal Bjarni, y puede que tal vez los ayude.

Sifgrid y yo nos observamos con ojos completamente abiertos de sorpresa, y lo que sucedió después, fue como un milagro de los Padres…

— Entonces, ¿Caíste en una especie de depresión? —Brunis lucía sorprendido y con creces, hasta yo lo estaría.

— Llámalo como quieras, estuve mal por una semana y ni siquiera pude obtener ánimos de ir a trabajar o estudiar.

Su cara de sorpresa se pronuncio aún más, así de grave fue que un estudioso como yo dejo de lado lo que amaba.

— Pero sabes, algo sorprendente paso después… —Sonreí con nostalgia, ya que recordar esto me traía buenos recuerdos.

Estaba deprimiéndome cada día más como un idiota, puesto que de forma espectacular, todos mis planes se venían abajo con un mero tropiezo. La habitación del orfanato se volvió mi lugar seguro y dormir mi actividad favorita, estaba cayendo muy rápido, y aún cuando mi lógica mente mente que esto era un desperdicio de energía, no podía evitarlo.

Me seguía doliendo… No ser suficiente. No lo era para ellos ni para mis padres. Y darme cuenta que a lo largo de mi vida, tantas relaciones y cosas habían fallado solo por el echo de no ser suficiente…

Era triste caer siempre en lo mismo, incluyendo estos pensamientos que en primer lugar no debería tener.

— ¡Hermano! ¡Ven rápido!

Respingue en mi lugar cuando la puerta se abrió de golpe y entro un acelerado Clemens a la habitación, no quería ser malo con el, pero de verdad no tenia ánimos de lidiar con nadie.

— Clems, no estoy de humor… —Trate de ocultarme bajo las sábanas, pero mi hermano menor me las quito y con un movimiento fluido logró levantarme y empujar escaleras abajo— ¡Wow! Con cuidado, me vas a tirar y…

— Solo baja —Apenas y pude mirar donde iba, me causaba bochorno andar vistiendo solo una camiseta vieja y mis pantalones holgados, pero tampoco tuve tiempo de prepararme. El frío suelo echo de madera me causaba picor en las patas.

A estás alturas, no podía hacer nada para ir en su contra…

— ¡…! —Estando en el vestíbulo, fui recibido por tres personas, una de ellas era la cuidadora a cargo del orfanato entero, las otras dos por otra parte eran Sifgrid y…— Lord Baard…

El hombre más astuto, fuerte y sabio en la actualidad de toda Måne. Pelaje carmesí como suelen contar, corona dorada sobre su cabeza, porte serio y estoico. Todo en uno.

Pero, ¿Qué podría querer un hombre como el aquí, conmigo y…?

Cuando mire con detenimiento, note que la ropa de Sifgrid y la de el Lord portaban emblemas similares, algo que seguro pase desapercibido antes. Ahora puedo unir puntos con facilidad y todo cuadra de manera conveniente.

— No esperaba esto…

— … —Ella se encogió de hombros y sonrió levemente— Yo tampoco.

Clemens se posiciono a mi lado entonces, sujetándome de la mano como si fuera otra vez un osezno bebé, me traía recuerdos. Quería saber que era lo que había echo, y además, por qué no estaba en la escuela.

Nada de esto hizo falta, porque el mayor en la sala por fin evocó palabra, y fue como si todos se callarán por el.

— Bjarni, me han hablado sobre ti. Tanto mi hija como tú hermano Clemens, ambos sienten un profundo afecto hacia ti… —Asiento con la cabeza al gobernante, su bigote pronunciado era acariciado por un segundo con las yemas de sus dedos en forma pensativa— Supe también que mi hija a estado escapándose últimamente para visitarlos, y a pesar de esos actos, agradezco a los Padres de que sean amigos civilizados.

Me imagino que siempre están al pendiente de que ningún extraño se les acerque. Que bueno que aquella vez que nos tropezamos no era un loco o algo así.

“Justo ahora tengo la pinta de uno” pensé.

— De acuerdo, escuché con cuidado joven. Vine aquí para obtener algo, y dar a su vez otro algo con un valor similar… —No entiendo a lo que se refiere el mayor, supongo que mi rostro expresa la confusión, porque pronto se explica— Eh venido a adoptarlos a ti y a tu hermano, de ese modo, seré tu guardián y podrás tener mi apoyo para estudiar en Læringssted. De nada.

Mi cerebro quedó más que frito con eso.

— ¿Qué, pero… por qué?

— ¿Por qué no? Es una mejor pregunta —Dijo una Sifgrid sonriente.

— Hermano… —Mire a Clemens— Nos van a ayudar, y tú podrás llevar a cabo tus planes —Mi pequeño hermano… Entonces, el orquesto esto… Tenía ganas de llorar, regañarlo por andar pidiendo favores, pero… No podía enfadarme con esa carita que se aferraba a mi cintura en un pequeño abrazo.

— Se de tu valor, por eso, quisiera ver qué sea explotado adecuadamente —Lord Baard seguía igual de estoico, en definitiva, era un espectáculo hablar con el.

Sin embargo, esto era demasiado sencillo. No podía creer que algo así fuera verdad.

— Disculpé, mi Lord, pero tengo una duda —El asintió, otorgándome la oportunidad de hablar— ¿Qué objetivo tendría adoptarnos? Digo, somos desconocidos para usted. Y, ¿Solamente porque fueron a pedirle ayuda usted hará esto? ¿Sin esperar nada a cambio?

El chasqueo con sus dientes mientras que una media sonrisa apareció en su rostro, tomando esa pose que demostraba estar dos pasos por delante de ti.

— ¿Quién dijo que yo no tendría beneficios? —Parpadee confundido— A partir de ahora, yo cuidare de ustedes, les daré ropa, alimento, un techo. Todo esto sale de mi corazón, ciertamente. Pero… A cambio, para no quedar en deuda, y para mostrarles como se gana el pan de cada día, trabajarán con mi personal de la casa, haciendo las labores a medio tiempo con sus estudios.

— … —Quedé sin palabras.

— Ahora, preparen sus cosas “Hijos” nos vamos a casa.

La diversión era notoria en su voz justo con esa palabras aún cuando no bromeaba sobre el tema. Yo por mi parte no lo podía creer, mentiría si dijera que esto no es una gran sorpresa, y que justo ahora podría enloquecer lentamente no sabiendo que pueda sucederme a mi y a los demás.

Y este, era a penas el interludio de lo que sería mi último baile Måne…