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Era una buena fiesta, sin embargo, relaciones sociales claramente no era el fuerte de Charly. Había demasiados ruidos ocurriendo al mismo tiempo— la música mientras la conversación mientras el tintineo de copas. Sentía abrumado. Entonces Charly decidió escapar la fiesta en silencio y encontró un balcón donde pudiera sentar solo por un momento.

Conoció a Laura en el gimnasio. Siempre hacen ejercicio a la misma hora (5 de la mañana) porque ambos les gusta cuando no hay tantas personas usando el equipo. Eventualmente, se hicieron compañeros de entrenamiento y por eso, Charly está aquí— sentado en la esquina de un balcón, sintiendo sobreestumulado y teniendo una pequeña crisis nerviosa durante la fiesta de cumpleaños de Laura.

Desde siempre Charly ha tenido problemas haciendo amigos. Es muy tímido y tiene intereses extraños. Nadie quiere escucharlo hablar sobre batería durante varias horas. A través de los años, aprendió que es mejor permitir que otros hablan mientras él simplemente escucha. Entonces, no puede ser desagradable en esa manera.

Cerró los ojos y comenzó a respirar profundamente. De repente, alguien abrió la puerta y salió al balcón. Aparentemente, él no se dio cuenta de Charly. Encendió un cigarrillo e inclinó sobre la reja. Charly no sabía lo que hacer. Miraba al hombre por un momento. Tiene el pelo castaño rizado. Se ve despeinado y no parece favorecer su apariencia. No parecía particularmente atractivo, pero había algo encantador en su forma de comportarse. Charly tosió y el hombre se giró en su dirección.

“¿Qué estás haciendo en el piso?” le dijo.

“Hola. Lo siento,” empezó Charly. “vine aquí porque necesitaba silencio por un rato. No quiero molestarte.”

"No te preocupes. Estoy cansado de hablar con los amigos de mi hermana toda la noche. Este tipo de reuniones sociales me aburren.” Tomó una chupada de su cigarrillo y sonrió. “¿Cómo te llamas?”

"Charly”

"Gustavo. Mucho gusto.”

“Perdóname para preguntarte, pero ¿por qué estás aquí si no te gusta?” Charly le preguntaba.

“Está bien. Aunque yo no quiero estar aquí, quiero apoyar a mi hermana. También toda mi familia está aquí. Si fuera mi decisión, estaría tocando mi guitarra.”

"Gustavo...” pensó Charly. “¿Sos el hermano de Laura?” Gustavo se río.

"Sí. Sos tan lindo, Charly.” él dijo con una risita.

Empezó a sentir mariposas en su estómago. No sabía la razón, pero cada minuto que hablaba con Gustavo, estaba más atraído por él.

"¿Te gusta tocar la guitarra?” Charly preguntó con una sonrisa.

“¡A mí me encanta! Escribí algunas canciones, pero nadie las ha escuchado aparte de mi mejor amigo.” Gustavo tiró su cigarrillo en el suelo y lo pisó. “Tenemos un proyecto para una banda. Es muy pequeña ahorita, pero pienso que tiene potencial. Estamos en busca de un baterista, pero-”

"¡Yo soy un baterista!” interrumpió Charly.

“¿En serio?”

"¡Sí!”

“Bueno,” sacó un recibo de su bolsilla y escribió su número de teléfono. “Vamos a seguir en contacto, Charly. Tenía la sensación del que había algo especial en ti. Además, sos guapo entonces esa es una ventaja.” Con este comentario, Gustavo le dio un guiño.

Charly sonrió en respuesta.

Se abrió la puerta del balcón y de salió un hombre. Era un poco más bajo de Gustavo, con pelo oscuro. Estaba llevando un uniforme de restaurante. Puso su brazo alrededor Gustavo y le dio un beso en la boca.
“Hola” le dijo. “Perdón por llegar tarde. Había tráfico.”

“Estás sudado” Respuesta Gustavo.

“No actúes como si te importara.”

“Charly, esto es Zeta. Es mi cómplice.” dijo Gustavo dándole a Zeta una palmadita en el pecho. Zeta extendió la mano para darle un apretón de manos.

“Mucho gusto.” Él respondió, devolviendo el apretón de manos.

“Charly es un baterista"

“¡No me digas!” Exclamó Zeta. “¡Excelente!”

"¡Gustavoooooo!” Gritó la voz de su mamá desde el interior de la casa.

“Eso es mi señal” dijo Gustavo. “Buenas noches, chicos. Vamos a juntar y practicar muy pronto, ¿no?”

"Claro” Charly respondió.

Los tres entraron a casa. Gustavo y Zeta fueron con la mamá de Gustavo para limpiar. Charly salió y arrancó su carro. Se sonrió a sí mismo. Tenía la sensación de que esto podría convertirse en algo maravilloso.