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La ETEPII (Estación Terrestre de Puertos Intersatelitales e Interplanetarios) de Corea del Sur se asemeja más a un túnel subterráneo que a sus contrapartes del siglo pasado donde aún se requiere de un gran espacio para poder contener a las multitudes en espera de abordar trenes deslizables, pues viajes que duran apenas unos segundos, como los realizados en la estación, solo demandan un espacio físico donde las filas humanas avancen hasta dar con la salida elegida, 10 de cada lado, designadas con una letra de la a A a la S brillando en estridentes luces, y conectadas a un portal específico a través de una pequeña escalinata, el proceso es sencillo, llegar al final de la escalera y cruzar el marco iridiscente, el escaneo y admisión realizado por este es rápido e infalible, y tres pasos más tarde te encuentras fuera de la tierra en alguno de los múltiples destinos.

La última salida, coronada con la letra S, es uno de los puertos más cotizados, protegido por un alto e impenetrable sistema al ser el que viaja la tercer mayor distancia dentro del sistema solar, requiere de permisos especiales y una fortuna binaria muy por encima del nivel promedio, ambas cosas manejadas principalmente entre políticos y estrellas; De niño, Jimin observaba el penúltimo escalón de esta, vandalizado con una única palabra en rosa fluorescente que dejaba leer "Saturno", el destino final del puerto, cruzar ese escalón significaba un sueño en ese entonces, tener los permisos y la lectura binaria suficiente para ser escaneado y luego admitido por el portal, en lugar de escurrirse entre las figuras móviles de las élites caminando en el túnel para robar cualquier cosa que sus pequeños y hábiles dedos pudiesen tomar, ahora, a sus 26 años, cuando ha comprendido el mundo y el quehacer humano, esa idea es más una ilusión, o una torpe obsesión.

—¿...tu posición? — escucha el final de la pregunta directamente en su oído derecho, donde se ha colocado el micro comunicador.

—Kitty Gang, indica posición —repite una segunda voz, que reconoce como la de Yoongi, el segundo al mando de su equipo.

—¿Soñando con saturno? —escucha en el micro comunicador izquierdo, conectado únicamente a la voz de su mejor amigo.

—En posición, el objetivo se encuentra transfiriendo en un local de comida —responde Jimin ignorando a Taehyung y su intento de molestarlo.

—Procede ahora —indica Namjoon, el líder —, Fox Eye, prepárate para la transferencia de datos.

—Canal de transferencia listo —responde Jin, el mayor de todos.

Jimin avanza con confianza entre las filas de la estación, una de sus manos cerca del bolsillo derecho de su chamarra, donde su arma se encuentra guardada, pues nunca puede saberse si una misión saldrá bien o si las cosas se pondrán divertidas, cruza el límite de las salidas promedio, personas como él quedándose atrás, mientras que las personas de la élite a su alrededor avanzan sin sospechar a su lado, confundiéndolo con uno de ellos, si Jimin solo estuviese usando su playera Chanel vintage probablemente le estarían mirando y tendría a algún guardia deteniéndolo al instante, pero a pesar del cabello platinado, la chamarra de mezclilla bordada con múltiples cristales en un extenso patrón que adquirió hace un año en una venta ilegal, es suficiente para engañar a cualquiera, al cubrir parte de su nuca y poseer un valor rondando por arriba de una nivelación 32, Jimin, en cambio, hizo la transferencia en su nivelación 2 a un par de androides mellizas.

Las nivelaciones determinan tu estatus, se encuentran clasificadas en código binario, como la mayor parte de las cosas ahora, y es a partir del nivel 32 que las fortunas inician con un número uno y terminan con varios ceros, una nivelación dos como la de Jimin... cualquiera puede hacer las cuentas.

—El objetivo se encuentra a 5 metros, iniciando la localización del sistema mater a transferir —informa Jimin a su equipo, ágil vista analizando su objetivo.

El local automático de comida en la zona élite ofrece una variedad de obleas, burbujas y cristales que para Jimin nunca podrán lucir apetitosos, pero que el objetivo paga con agrado, recibiendo diminutos discos púrpuras y cubos de ternera.

—Eso luce increíble —menciona Jimin en un tono tan dulce que apesta a lavanda y sonríe al objetivo —, ¿alguna recomendación?, siempre termino pidiendo los mismos cristales de soja y fruta dragón.

El objetivo le encara y sus duras facciones se ablandan de inmediato con interés, por supuesto, debe creer que Jimin no es humano, debe creer que es una estrella, o peor, un androide en busca de un pago.

—Los cubos son una delicia —dice el objetivo.

—¿De verdad? —Jimin humedece sus labios —, ¿puedo probar?

El objetivo ofrece la bandeja, pero Jimin entreabre sus labios, el hombre abre los ojos con sorpresa y tanta lujuria que el estómago de Jimin se revuelve, callosos dedos tomando un cubo, Jimin toma la muñeca del objetivo con sus propios dedos llenos de anillos para que este deposite la comida entre sus gruesos labios.

—Transferencia iniciada —dice Jin.

Jimin mantiene el agarre en la muñeca del hombre, pues su mater, la fuente de información con todos sus datos, se encuentra insertada justo debajo de la piel, adherido al músculo que cubre el radio, una localización común entre las élites, mientras que personas como él portan la mater justo debajo de la piel de la nuca, donde todos puedan verla y saber de donde provienes, Jimin muerde la mitad del cubo proteico sostenido por el objetivo y luego comienza a masticarlo lentamente, el hombre frente a él sigue cada movimiento de su boca en trance.

—23% de la transferencia completada, 60 segundos para la salida —continúa Jin.

—Salida lista —informa Taehyung.

—Agust D —llama Namjoon —, confirma la información recibida.

—Confirmando —dice Yoongi.

—Una delicia, en verdad —halaga Jimin tragando el texturizado bocado y vuelve a sonreír.

Nadie puede resistirse a su sonrisa.

—Ven conmigo —pide el objetivo.

—Necesito algo más que cubos para considerar esa opción —dice Jimin con diversión.

—Me dirijo a Saturno.

—58% de transferencia, 40 segundos.

—Pagaré tus sueños —continúa el hombre al no recibir respuesta.

—Está bien —acepta Jimin al escuchar el porcentaje de transferencia logrado.

Así, comienza a avanzar hacía el puerto S junto al objetivo, su pulso acelerándose en espera de las palabras de Jin, comienza a subir la escalinata detrás del hombre, dedos aún rodeando la muñeca contraria, tinta rosa fluorescente anunciando un único destino, una parte de Jimin quiere correr de inmediato y apresurar la misión, mientras que la parte infantil en su ser le traiciona con un conocido cosquilleo corriendo por su piel como cada vez que piensa en la superficie del planeta anillado.

—73% de la transferencia.

—Pagaré tu viaje cuando lleguemos, mientras sigas a mi lado podrás pasar —le dice el hombre, claramente satisfecho con el chico que cree haberse ganado.

Debe seguir creyendo que Jimin se trata de una IA avanzada, pues ha ofrecido pagar por sueños, el souvenir favorito de cualquier androide al ser el regalo perfecto para conquistar la última fase de la evolución, mientras que para los humanos en la actualidad esa palabra es considerada una broma, una falsa esperanza, por lo que es irónico pensar que para Jimin, Saturno realmente sea un sueño.

—Transferencia lista.

—Información confirmada.

Jimin suelta la muñeca del objetivo, el hombre le mira y luego al dispositivo que luce como una accesorio adornando su mano en una red de anillos que cruzan sus dedos, y que en realidad se trata de un mecanismo diseñado para el tráfico de información, pero antes de poder terminar de entender Jimin hace que éste atraviese el puerto.

—Kitty Gang, retirada —indica Namjoon.

Jimin puede percibir un destello de otro planeta en el parpadeo que se lleva al objetivo.

—Jimin-ah —le llama Taehyung.

Superficies plateadas e iridiscentes.

—Kitty Gang —advierte Namjoon.

Altos invernaderos extendiéndose por largas paredes.

—Minnie —repite Taehyung—, ¿necesitas ayuda?

Jimin reacciona ante el sobrenombre y da media vuelta, comienza a bajar obteniendo miradas irritadas de las demás personas, al llegar a la base de las escaleras choca con una de estas, pero esquiva a las que les siguen, sin embargo, eso llama la atención de un par de guardias, quiénes se movilizan de inmediato tras él.

—Mierda —dice Jimin —, dos jodidos guardias me han visto —informa —, estoy avanzando por la lateral, reubicación de salida.

—¡Tú, detente! —grita uno de los guardias.

Jimin continúa avanzando, más personas notando el alboroto.

—¡Guardia Universal!, ¡detente!

—Salida reubicada —dice Taehyung en el micro comunicador general —, a 200 metros del centro Génesis II.

—Estaré ahí en 2 minutos, enciende las motocicletas.

—Entendido.

—Tiger V, activa el protocolo 100100010001 —ordena Namjoon.

Jimin comienza a correr, esquivando las filas humanas, el cosquilleo transformándose en energía, no necesita ningún protocolo de ayuda pero sus dedos se cierran sobre su arma, comienza a subir la escalinata de la salida indicada por Taehyung, puede escuchar a los guardias acercarse, pero sabe que no son lo suficientemente rápidos.

Finalmente sale a la ciudad, una ligera llovizna cayendo de un cielo azul marino atravesado por las puntas de altos edificios llenos de anuncios que emiten hologramas con personajes de marcas y letras fluorescentes, el tren deslizable corriendo en su veloz trayecto suspendido a 10 metros del suelo, y el imponente centro Génesis II, subsede de la principal planta de producción de androides, el único lugar sin iluminación en medio de un mar de luces, luce como una boca de lobo, Taehyung lo describiría como la puerta al inframundo escupiendo seres con apariencia de ángeles a un destino aún peor.

Jimin localiza a su mejor amigo en la parte izquierda de la salida de la estación, justo debajo de un traslúcido logo de Coca Cola que gira alrededor de una igualmente traslúcida botella de vidrio holográfica, y corre hacía este, no sin antes disparar con su arma hacía el arco que vigila la entrada a la estación, el cañón rosa emite dos balas que desestabilizan la estructura, una tercer bala disparada seguramente por Taehyung hace que ésta comience a caer al mismo tiempo que los guardias llegan a los últimos escalones, impidiendo su paso, Jimin guiña un ojo a los guardias y sacude su arma llena de coloridos stickers con diversión, luego recibe el casco que Taehyung le lanza y se lo coloca antes de montar su motocicleta.

—Iniciamos la retirada —informa Taehyung al equipo.

Jimin acelera, esquivando los autos y peatones a su paso, Taehyung le sigue de cerca, ambas motocicletas emitiendo luz tornasol en su trayecto, luego grita con júbilo, celebrando la misión completada cuando atraviesan el puente Banpodaegyo y sus coloridas fuentes de luces que ahora funcionan como una planta hidráulica para iluminar la ciudad.

Al término del lago solo deben recorrer algunos metros más antes de acceder a un laberinto de locales ambulantes, estridentes calles y aún más estridentes multitudes de las clases bajas, niveles del 1 al 5, Jimin gira en un angosto callejón y llega finalmente a la puerta doble metálica del almacén donde se esconden.

—Acceso —pide Jimin.

—'Hyung, por favor podrías...'

Jimin retira los micro comunicadores de sus oídos cortando la frase de Namjoon, y con un pitido las puertas metálicas se deslizan hasta abrirse.

—Eso fue divertido —dice Jimin dentro del escondite mientras acomoda su motocicleta y la cubre con tela impermeable para ocultarla, besa la palma de su mano y luego deja el beso sobre el vehículo.

—Si nos hubiesen perseguido lo habría sido aún más —opina Taehyung decepcionado mientras acomoda su propia motocicleta.

—Uh-uh —exclama Jimin llegando hasta Taehyung —, la ví tambalearse en el puente —dice con respecto al vehículo de su amigo —, llévala al taller.

Taehyung hace un sonido en desacuerdo pero Jimin se mantiene firme.

—La revisaré antes de la próxima misión —promete Taehyung.

Luego ambos caminan hasta dejarse caer en uno de los sillones al centro del gran almacén que consideran su hogar y escondite, Jimin ríe con la energía aún vibrando por su piel, cabeza cayendo sobre el hombro de Taehyung.

El escondite es funcional y práctico, en la esquina derecha se encuentra un taller repleto de refacciones, herramientas y un auto en reparación, en la izquierda una pequeña cocineta eléctrica y un frigobar, en la parte trasera está el baño y las habitaciones compartidas que han acondicionado para los integrantes del equipo, el resto es un despliegue de pantallas, mapas y múltiples aparatos, además de una pequeña puerta cuadrada en el piso con acceso psicométrico que accede a un sótano donde almacenan los procesadores, plantas de energía e información, y que es donde aún deben encontrarse sus hyungs en este momento, procesando la información robada para luego transferirla a su último cliente y recibir el pago encriptado solicitado.

—¿A qué sabían? —pregunta Taehyung luego de unos segundos de silencio, refiriéndose a los cubos de res.

Ambos han dejado caer la cabeza sobre el respaldo del sillón, extremidades abarcando el resto del espacio, pero su amigo lo encara para hacer la pregunta y Jimin también lo encara para responder, rostros cerca, una sonrisa se despliega en Jimin al leer la curiosidad en las profundas iris oscuras de Taehyung, quién al ser un androide joven aún tiene la capacidad de experimentar genuina duda infantil ante las cosas más pequeñas, de acercarse más, Jimin siempre ha creído que podría ver cúmulos de estrellas dentro de los ojos de su amigo, aunque lo más probable es que se encuentre con tejido y fibras iguales a las que él posee, tal vez fibras aún más perfectas que las que él posee.

—¿Quieres saberlo? —responde Jimin.

Taehyung asiente con emoción.

Jimin se acerca más a su amigo, tibias respiraciones mezclándose, a esta distancia Jimin es capaz de delimitar cada uno de los lunares que adornan el rostro de Taehyung y de contar las largas pestañas naciendo de sus párpados, uno de estos posee doble pliegue como todos los androides y el otro no, es una diferencia que siempre le ha gustado a Jimin, como si este hecho hiciera a Taehyung más humano, lo cual, al analizarlo mejor, no es del todo bueno, pues los humanos son seres horribles, y Taehyung es cien veces mejor que cualquiera allá afuera que haya nacido por concepción y no por creación.

Los dedos de Jimin despejan un mechón azul cayendo directamente sobre el mono párpado de Taehyung, dejando un toque fantasma al bajar por su mejilla, tersa piel dorada tiñéndose de un suave rosa ante el toque, luego, Jimin entreabre los labios.

—No voy a besarte para saber...—inicia Taehyung al ver que Jimin le mira como esperando a que haga algo.

Pero entonces Jimin alza una bolsa de plástico en la periferia y la sacude cerca de Taehyung.

—No quiero que me beses, pervertido —replica Jimin antes de alejarse y comenzar a reír por el estado de Taehyung.

—¡Yah!, Jimin-ah —reclama Taehyung ruborizándose aún más, y atrapando la dichosa bolsa de plástico que Jimin le lanza.

Dentro de esta se encuentra un gran cantidad de los caros cubos, así como frutas y flores encapsuladas en resina dorada, los cuales Jimin robó al hombre antes de que este desapareciera del otro lado del portal, Taehyung toma uno y devora la cúbica forma con entusiasmo mientras Jimin se sigue burlando de él haciendo sonidos de beso y frunciendo los labios exageradamente.

—Apuesto a que saben mejor en mí —dice Jimin aún riendo.

Aunque el humano está mirando a su mejor amigo con gentileza, la sonrisa satisfecha que se despliega en el rostro de Taehyung con el sabor de la comida es casi adorable.

—Si quieres un beso solo pídelo —responde Taehyung y aleja su rostro de él colocando una gran palma contra sus labios y nariz, Jimin se queja.

¿Por qué su amigo tiene que tener manos tan monstruosamente grandes?, al menos Jimin ahora ha crecido, no se siente tan pequeño a lado de Taehyung como cuando tenía 15 años, pero aún así la diferencia de tamaños sigue siendo remarcable.

En ese instante la puerta hacía el sótano se abre, Jin sale a través de esta manipulando con rapidez hologramas de gráficos que salen desde el pequeño emisor que se conecta a su mater, le siguen Yoongi y Namjoon, los cuales discuten acerca del pago realizado.

—Nos pagó como un nivel 18, ese sujeto está más cerca del 32 que cualquiera —se queja Yoongi.

—Considerando la fuente de extracción no podíamos cobrarle más, fue en un lugar público —razona Namjoon —, lo cual me lleva a... —y mira enfáticamente a Jimin.

Jimin deja escapar un bufido que intenta escucharse indignado, pero se hace pequeño y se acerca más a Taehyung, ciñéndose al brazo de este.

—Jimin... —inicia Namjoon.

—Complete la misión —lo interrumpe este —, me distraje por un momento, lo admito, pero había demasiada gente y... se logró la transferencia, ¿no es eso lo que importa?

—Te pusiste en peligro, y ponerte en peligro...

—Nos pone en peligro a todos —completa Jimin como un infante siendo regañado por sus padres —, no te preocupes, si alguna vez me atrapan tendrían que arrancarme la mater del cuello para saber de ustedes, no los atraparan por mi culpa.

Taehyung se tensa ante sus palabras.

—No me refiero a eso —prosigue Namjoon y suspira —, solo ten más cuidado.

Jimin asiente casi imperceptiblemente, desviando la mirada a un punto en la nada en la otra esquina del almacén.

—¿Cómo se escucha un ramen real para la cena? —dice Jin para disipar la tensión.

Todos exclaman confirmaciones a excepción de Jimin, pues aún no ha terminado de sentirse indignado, así que se acurruca contra Taehyung, quién desliza sus dedos por la piel de su nuca y le narra la historia de algún libro de antaño que está leyendo donde hay carruajes, coronas y espadas, hasta que el olor a fideos hace que su estómago gruña, termina cenando junto a todos porque tiene dignidad pero también debe comer.

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La tormentas solares que llevaron a la nueva era iniciaron con auroras boreales pintando los cielos de países que jamás habían visto una, al inicio las personas grabaron el acontecimiento con asombro, publicando fotos y haciendo tendencias, después llegaron los fallos eléctricos y los datos perdidos, cuentas de banco siendo vaciadas por errores informáticos y archivos desapareciendo de las nubes virtuales, entonces las personas dejaron de asombrarse y comenzaron a temer, las altas temperaturas cocinaron todo a su paso durante 60 años, el caos, el hambre y la guerra se acentuaron durante la primera década, el inicio de la estabilidad como es conocida ahora llevo otros 20 años, y en medio de todo esto, Génesis I creó los primeros androides, la línea base incluía dos modelos, uno de características femeninas y otro de características masculinas, todos lucían iguales en un intento de homogeneizar su introducción a la convivencia con la especie humana.

La guerra nuclear destruyó el centro de Génesis I, destruyó países, reglas y sueños, los humanos restantes, los "nuevos humanos", como les gusta llamarse, desarrollaron una fijación con la personalización ante el perdido sentido de pertenencia en una tierra que sus antepasados habían ultrajado, una sociedad que habían corrompido y un sistema que habían envenenado, los nuevos humanos no tardaron mucho en volver a parecerse a los "viejos humanos", pero es algo de lo que nadie habla, porque el temor ha reemplazado los sueños, la división de clases no se considera un retroceso, al menos no en la mente de las elites que al clasificarla en un sistema numérico creen hacerla justa.

Genesis II se introdujo al mismo tiempo que el mater, el nuevo sistema de identificación humana, el recinto de toda información y fortuna, y los nuevos androides dejaron de ser iguales, modelos diversos siendo producidos en masa e introducidos a la sociedad de los nuevos humanos, seres perfectos que cumplen los trabajos que nadie más quiere hacer, que dan la compañía que nadie más daría y que lucen como nadie más luce, inocentes, puros y con la capacidad de sentir asombro, perfeccionando una sociedad que cree haber sido perfeccionada por su propia mano, y embelleciendo un sistema que sería corrompido de nuevo de ser solo humano.

Los nuevos humanos aún se sienten superiores a los androides, porque el hecho de reconocer lo contrario significa caos.

El androide puede pensar.

Ese fue el primer hito alcanzado por los viejos modelos de Génesis I.

El androide puede sentir.

El último rasgo adquirido por los últimos modelos antes de la guerra.

El androide puede soñar.

La última fase de la evolución para consagrarse como seres en lugar de objetos, llegó hace 25 años desde las puertas de Génesis II y sus difuntas líderes.

Un androide que piensa lo hace para entender, responder y actuar, uno que siente para acompañar, convivir y pertenecer, pero uno que sueña ha alcanzando la capacidad de formar recuerdos con sus pensamientos y emociones, y de formar su propio criterio, su propia consciencia y persona, uno que sueña se convierte en lo más cercano a un humano, y dado que los humanos contemporáneos no sueñan solo temen, puede que los hayan superado.

Los androides se han convertido en los verdaderos nuevos humanos.

🪐🪐🪐

"Está herido"

"No tenemos suficiente espacio"

"Se puede quedar conmigo"

"¿Qué pasa si muere?, podríamos estar en problemas"

"Si lo dejaron aquí entonces no le importa lo suficiente a nadie"

Lluvia ácida, frío, dolor, y luego... nubes suaves, el olor a sangre desapareciendo, un toque de lavanda, un nuevo lugar.

"Estarás bien"

La oscuridad que envuelve a Taehyung se ve invadida por destellos de luz neón rosa, las cuales parpadean una y otra vez, como si se encontrara atravesando un túnel subterráneo en el tren deslizable, el ritmo con el que aparecen y desaparecen aumenta hasta que las luces se funden en una figura, primero parece que se trata de un par de alas, tal vez de un ente celestial, pero entonces una silueta humana es delimitada, la cual extiende su mano a Taehyung, el androide mira sus pies, los cuales están flotando, y se da cuenta de que a su alrededor las estrellas brillan, se encuentra suspendido en medio de nebulosas, y la mano que le es ofrecida atraviesa una galaxia entera.

"¿Puedes verme?" pregunta la silueta.

Taehyung alza la vista, un par de frondosos labios repiten la pregunta, y al hacerlo atraen a Taehyung como si poseyeran su propio campo gravitacional, el androide intenta responder pero no puede.

"¿Puedes sentirme?" preguntan esta vez aquellos conocidos labios.

"Sí" responde Taehyung recuperando su voz ahora que está más cerca, ahora que se encuentra orbitando alrededor de la silueta.

"¿Cómo lo sabes?"

Taehyung lo sabe, lo sabe porque puede pensar y sentir, y al pensar y sentir... está soñando.

Taehyung está soñando.

"¿Tae-ah?"

"Mi corazón... estoy..."

Una fuerza externa lo aleja, pequeños dedos intentan atrapar los suyos pero Taehyung se aleja cada vez más, la galaxia que los separa consumiendo toda la oscuridad.

"¡Tae-ah!"

—Tae-ah —Taehyung abre los ojos de improviso ante la voz de Jimin llamándolo.

La bruma de su sueño se mezcla con la realidad por unos segundos, hasta que se hace consciente de su entorno.

—¿Hmm? —pregunta estirándose, la comodidad de la cama de Jimin haciendo que quiera dormir de nuevo.

—Namjoon nos quiere a todos en el sótano ahora —informa Jimin.

Taehyung sabe que si su líder no estuviera convocándolos, Jimin no tendría problema alguno con dejarlo seguir durmiendo o con volver a acurrucarse con él en la cama que comparten, en realidad ellos tienen dos camas, y no es que su cama no sea cómoda pero la cama de Jimin siempre se ha sentido mil veces más cómoda, razón por la que Taehyung la toma como refugio para sus pesadillas, y por la que murmura en confirmación volviendo a cubrirse con las cobijas.

—Taehyung-ah —llama Jimin no pudiendo evitar reír ante un Taehyung somnoliento, y lo sacude ligeramente —, creo que es serio.

—Levantarse tan temprano debería ser ilegal —dice Taehyung finalmente saliendo de la cama.

Nota entonces que Jimin ha cambiado el color de su cabello, matices violetas, rosas y lilas donde antes había solo plata, y sus dedos suben a los mechones casi por instinto, Jimin no lo aleja, solo sonríe cuando Taehyung asiente en aprobación del nuevo color.

—Estarás bien —dice Jimin palmeando su espalda, pequeños dedos revolviendo los caóticos mechones azules de Taehyung en respuesta al estudio de su nuevo color de cabello.

"Estarás bien"

Los antiguos dueños de Taehyung le compraron sueños un par de veces en compensación por ciertos trabajos, trabajos que ningún androide o humano debería tener, y que aún hoy ensucian sus manos con sangre y dolor ajeno, en ese entonces Taehyung solo dormía cuando su cuerpo ya no podía sostenerse en pie, los sueños que le compraban se sentían tan bien como todos los androides decían, la droga futurista creada para las IA, pero Taehyung no creía merecerlos.

Luego fue rescatado y Jimin llegó a su vida, Taehyung apenas y podía dormir al inicio, crueles imágenes impidiendo su descanso, creyó que se había vuelto loco, la realidad es que estaba soñando, soñaba con lo que había hecho, estaba soñando por primera vez y eran pesadillas, el androide creyó merecerlas, tardó años en darse cuenta de que la razón por la que había empezado a soñar era otra, y fue hasta que sus pesadillas se vieron invadidas y transformadas por un visitante recurrente, que se dio cuenta de que no solo estaba soñando, también estaba sintiendo.

Y la razón de ambas cosas era la misma persona.

🪐🪐🪐

El grupo de Jimin o, mejor dicho, el equipo de Namjoon, pues es por él que todos se conocieron y formaron el grupo, se dedica a buscar y encontrar información, la cual obtienen desde la mater de los objetivos que soliciten sus clientes, lo cual también es otra forma de decir que son hackers que roban datos para obtener una fortuna a cambio, sin embargo, la mayoría de sus clientes son de nivelaciones grandes pidiendo información de otra nivelaciones grandes, así que el cargo de consciencia no es demasiado, y la mayor parte de las veces sus clientes solo buscan formas de hacer blackmail, descubrir robos o infidelidades, y muy pocas veces les piden algo realmente interesante, eso no impide, claro, que el equipo aproveche la información obtenida para descubrir secretos de las grandes élites, pero ese solo es un efecto colateral.

El ambiente es extraño cuando Jimin entra al sótano seguido de Taehyung, y encuentra a sus tres hyungs cerca de la computadora principal del lugar, a la cual llaman Nodriza, y que mediante su emisor está proyectando un largo código binario en el cual algunos 0 y 1 son reemplazados por otros signos alfanuméricos.

—¿Qué sucede? —pregunta Jimin —, ¿es un mensaje? —intenta adivinar al notar las alteraciones en el código.

—Es una huella —corrige Jin, uno de los expertos en informática del equipo.

—¿Una huella? —Jimin sigue sin comprender.

—Alguien entró en nuestro sistema —explica Taehyung interpretando de inmediato el código —, esta es la huella digital que dejaron atrás.

—¿Cómo? —Jimin observa ahora el código con temor, el sistema de protección de Jin no ha fallado desde que tiene memoria, es imposible pensar que alguien lo haya atravesado.

—Creo que la pregunta más importante es por qué —dice Yoongi.

—¿Podemos saber qué buscaban? —pregunta Namjoon.

Jin y Yoongi comienzan a deslizar proyecciones y teclear en el holograma de letras que se despliega frente a ellos, sus hyungs lucen ciertamente alterados.

—Se infiltraron a las 3:25 horas —dice Yoongi —, puedo rastrearlos dentro de las carpetas superficiales, nada importante —Taehyung murmura que su colección de música de los 50s es importante y Jimin sonríe —, pero su huella desaparece de improviso cuando se acercan al primer nivel encriptado.

—¿Tal vez no pudieron atravesarlo? —sugiere Jimin.

—O lograron hacerlo y borrar su rastro —continua Yoongi —, aún así no creo que hayan podido acceder a otros niveles.

—El nivel 5 contiene los datos de los clientes —dice Namjoon.

—Es imposible que hayan entrado ahí —exclama Jin.

—¿Por qué? —pregunta Jimin.

Su hyung sonríe —Porque yo lo programe Jamann-iie —entonces Jin comienza a desplegar imágenes para explicar sus palabras —, las primeras capas tienen un sistema de protección básico, pero las capas más profundas son inaccesibles sin la codificación correcta, deberían teclear casi un millar de dígitos que cambian constantemente, además, el sistema está diseñado para leer el comportamiento humano, ninguna computadora podría hackearlo.

—¿Y si se trata de alguien como yo? —pregunta Taehyung.

Jin niega. —El acceso solo se logra a través de una mater.

Jimin puede ver alguna emoción cruzar los ojos de su amigo pero esta desaparece tan rápido que no puede leerla.

Namjoon le pide a Jin que proteja las carpetas superficiales mientras Yoongi continúa intentando rastrear a quién sea que haya logrado acceder a la Nodriza, y Jimin y Taehyung son enviados a conseguir materiales para una nueva computadora, ahora que la Nodriza se encuentra vulnerable.

—No llevarás eso —dice Jimin cuando ve a Taehyung acercarse a su motocicleta —, aún no la has revisado.

—Pero Minnie —se queja Taehyung —, es un trayecto corto, prometo arreglarla cuando regresemos.

—Prometiste arreglarla antes de volver a salir, podrías accidentarte —razona Jimin.

—Yo la revisaré mientras ustedes salen —ofrece Namjoon acercándose a ellos.

Por lo que es Jimin manejando su motocicleta con Taehyung sentado tras él como terminan saliendo del almacén a las psicodélicas calles del exterior, los brazos de Taehyung rodean su cintura por debajo de su chamarra favorita, un ejemplar en cuero negro ornamentado con pedrería rosa, el agarre de Taehyung es firme sobre su torso, pero Jimin puede leer la nota de gentileza que su mejor amigo siempre tiene con él, como si pudiese romperlo, lo cual es irónico, pues es Jimin quién se encuentra protegiendo al androide constantemente, como si se encontrasen en un juego donde ambos quieren ser el héroe del otro.

—¿Qué fue eso ahí dentro? —pregunta Jimin cuando se detienen en un cruce, recordando la reacción de Taehyung mientras Jin hablaba más temprano.

—¿Qué fue qué cosa? —Taehyung mira la carretera con interés.

—Sabes a qué me refiero.

Los autos avanzan y Jimin se ve obligado a ignorar la falta de respuesta de su amigo.

—Si algo le pasa a mi bebé... —advierte Jimin mientras asegura su motocicleta en el taller de un conocido.

—Me cortaras la lengua —completa Taemin, el dueño del lugar y un chico dos años mayor que él con el que Jimin solía follar.

—Se muy bien cuánto la valoras —sigue Jimin, acomodando su casco y el de Taehyung en el manubrio de la motocicleta.

—Podría decir lo mismo de tí —bromea Taemin con un filo seductor y mirando a Jimin sin recato —, ¿harás algo esta noche?

—Si revisas el aceite de mi bebé podría considerarlo —dice Jimin dirigiéndose a la salida sin lucir mínimamente afectado por el claro interés que Taemin conserva en él.

—¡No me atrevería a dejar a tu otro bebé sin medio de transporte! —grita Taemin y ríe.

Jimin sale del taller sin dirigirle otra mirada.

—Puedo volver al almacén solo —dice Taehyung naturalmente, como si hubiese hablado del clima (nublado el día de hoy).

—¿De qué hablas? —se queja Jimin —, sabes que eso es historia pasada.

—Pero ¿es cierto?

—¿Qué cosa?

—Que valoras su lengua.

Jimin ríe, siempre ha amado la sinceridad de Taehyung, al inicio creía que era un rasgo androide, luego se dió cuenta de que esa solo era una característica de su personalidad real.

—Supongo que estaba bien —responde Jimin antes de que ambos se introduzcan a la multitud recorriendo la avenida principal, por alguna razón, Jimin no está tan interesado en compartir esa clase de detalles de su vida sexual con Taehyung.

La mayoría de la mercancía que puedes encontrar en la zona que ingresan es ilegal, pero al encontrarse en áreas marginadas, a nadie le interesa realmente, en los primeros locales se encuentra toda la mercancía actual y en la parte media puedes encontrar objetos, entretenimiento e imitaciones de la comida de los viejos humanos, pero el día de hoy Jimin y Taehyung se dirigen al fondo, dentro de los callejones donde se vende la mercancía importante, piezas para la construcción de armas y computadoras, requisitos falsos para viajes interestelares (los cuales fallan la mayor parte del tiempo, dejando a sus inocentes usuarios varados en otro lugar por siempre, o peor, encerrados en una celda cuando los portales los detectan), también se ofrecen servicios médicos clandestinos, reubicación de mater, e incluso androides son vendidos en esta zona de la ciudad.

—¿Buscan sueños? —oferta un androide con media cabeza rapada, el resto del cabello es verde y se encuentra trenzado.

—Júpiter, Saturno y Neptuno, tenemos los códigos que te ayudarán a llegar —grita una humana, robusta y rubia —, de la nuca a tu muñeca, reubicación de mater sin costo extra.

Pensar en una reubicación de mater genera nauseas en Jimin, pues su propia instalación en la nuca no fue agradable, y poco tiene que ver con el que haya sido en un consultorio clandestino a dos ciudades de este lugar.

Ambos atraviesan los callejones sin dificultad, muchos ahí les reconocen y los saludan, algunos con agrado real, otros con falsa amabilidad, en esta y cualquier otra era es importante tener tantos contactos como sea posible, por lo que adquieren las piezas requeridas luego de visitar un par de lugares conocidos, luego ambos deciden visitar su local de comida favorito.

—Kim Taehyung —escuchan una ligera voz cuando están terminando de comer.

Jimin encara entonces a dos androides que bien podrían haber sido idols del siglo pasado, con esbeltas figuras, pequeños rostros y brillantes labios, ambas son hermosas y se encuentran vestidas a juego con cortas piezas de ropa rosa geométrica, una de ellas porta una corona metálica que luce afilada, como el patrón de un sonido, y la otra usa tecnológicos audífonos de casco.

—¿Por qué has tardado tanto en visitarnos? —habla la androide que usa la corona.

—¿Estás dejando que el trabajo te consuma de nuevo? —pregunta la otra.

Jimin concluye que ambas androides debieron conocer a Taehyung cuando aún se encontraba preso, es decir, bajo órdenes del humano que se hacía llamar su dueño, pero tal vez lo conocieron cuando ya era libre y pasaba la mayor parte del tiempo lejos del almacén, evadiendo las noches y sus pesadillas, claro que Jimin está seguro de que todos los androides de esta zona deben conocer a Taehyung así que a veces es difícil saber si fue antes o después.

—En realidad, creo que solo estoy durmiendo demasiado —responde Taehyung y sonríe.

—Durmiendo, eh —la androide de la corona ríe —, eso es nuevo —murmura.

Finalmente ambas miran a Jimin.

—¿Qué hay de ti humano? —pregunta la androide de los audífonos —, ¿prefieres dormir durante la noche o permanecer despierto?

—Depende de la noche —responde Jimin con confianza, aunque se siente ciertamente intimidado por la apariencia de las androides.

No porque luzcan amenazantes o por el claro coqueteo que tienen con Taehyung y ahora con él, tal vez un poco por lo primero, pues cuando Taehyung recién se había unido al grupo pasaba la mayor parte del tiempo en esta parte de la ciudad, rodeado de androides y humanos olvidados, sabe también que follaba con la mayoría, pero ese hecho no es el que le molesta, no tendría porque molestarle, lo hace el temor de que Taehyung regrese a ese estado, uno donde solo era un fragmento de lo que es ahora, perdido y vacío, que de alguna forma si vuelve a follar con esas androides extrañe aquellos tiempos y se vaya de su lado, sabe que es egoísta querer tener a Taehyung solo para él, pero no puede evitarlo.

—¿Qué hay de esta noche? —sigue la androide aún mirando a Jimin, un paso más cerca, delgados dedos subiendo por su brazo —, los humanos me han dicho que soy una gran compañía.

—Estaremos ocupados —interrumpe Taehyung el momento haciendo que la androide se aleje de Jimin y levantándose de la mesa donde comieron —, desafortunadamente es algo importante.

Taehyung toma las bolsas llenas de circuitos, piezas y materiales con una mano y la muñeca de Jimin con la otra.

—¿Robaste la información incorrecta? —pregunta la androide con audífonos siguiendo sus movimientos.

—Ninguna información es incorrecta —responde Taehyung perspicaz.

Las androides sonríen, hacen sentir a Jimin confundido, porque parecen leer las situaciones de forma tan rápida como su mejor amigo, pero a diferencia de Taehyung, no se las explican.

—No los molestaremos más entonces —dice la androide de la corona despidiéndose —, ven a visitarnos pronto Kim Taehyung, mi hermana estará encantada de verte, incluso podríamos regalarte algunos sueños de la mejor calidad, aunque —mira a Jimin —, parece que ya no los necesitas.

Jimin sacude su mano libre a modo de despedida mientras Taehyung lo saca del local, largos dedos, muy parecidos a los de la androide, rodeando su muñeca, aunque este toque lo hace sentir seguro en vez de confundido.

Para el viaje de regreso optan por usar el camino largo, aquel que les permite viajar por la orilla del lago y atravesar uno de los barrancos, las nubes se han disipado por un momento, un pálido sol ocultándose en el horizonte, el viento golpea la piel de sus rostros que no está cubierta por los cascos, y el titanio negro de la motocicleta refleja los rayos de luz, que junto a las luces rosa neón que cruzan el metal del vehículo al ritmo de su aceleración, forman estelas iridiscentes en el asfalto, como un meteorito deshaciéndose al cruzar la atmósfera.

Jimin estaciona en el punto más alto del barranco, se quita el casco y recibe el viento directamente contra su piel, mechones violetas despejando su frente, en otros tiempos este lugar debió estar lleno de naturaleza, ahora solo puede observarse una jungla de edificios, pero aún así se siente bien estar en este punto, lejos de todo lo demás, por supuesto, no se encuentra solo, pero no hay nadie más con quién Jimin quisiese estar en el fin del mundo que con Taehyung.

—¿Me dirás ahora? —pregunta Jimin cuando han permanecido varios minutos en silencio, mirando hasta donde su vista puede alcanzar, el humano no ha olvidado lo que pasó más temprano en el sótano.

—Se siente como sí estuviese incompleto —explica Taehyung.

Jimin mira a su amigo, la tensión de su cuerpo desapareciendo porque está obteniendo una respuesta, porque Taehyung está a su lado y no va a escapar como antes.

—¿En qué sentido?

—Ese es el problema —continua Taehyung —siempre hay un cambio, cuando pienso que ya no estoy incompleto, existe algo que me lo recuerda, un nuevo detalle, un nuevo rasgo.

—Nadie está completo —razona Jimin —, y nadie puede ser capaz de todo.

Jimin está totalmente seguro de eso, porque por mucho tiempo él pensó que no sería capaz de nada, hurtando de bolsillos ajenos desde que era un niño y uniéndose a un grupo de adolescente para hacer lo mismo, se dio cuenta que donde otros eran expertos en informática, economía o cultura, e incluso expertos en todo lo anterior como Taehyung, que al ser un androide muchas veces está demasiado cercano a lo que se conoce como perfección, mientras que él sólo podía hacer su mejor esfuerzo y aún así fallar, le tomó tiempo encontrar su lugar y vivir su presente, darse cuenta de que había logrado encontrar amigos, un hogar y su propia individualidad, y conocer a Taehyung fue algo clave para esto, por lo que ver sufrir a su amigo siempre es difícil.

—Como yo, por ejemplo —continúa Jimin —, he escapado de los guardias desde que era un niño y aún así sigo fallando.

—Pero yo nunca fuí un niño.

Jimin tensa los labios, sabe que los androides nunca lo han tenido fácil, obligados a hacer lo que nadie más quiere, creados para complacer no para ser, claro que muchos han encontrado la libertad como Taehyung, pero la forma en que añoran a su especie nunca termina, y Jimin cree que eso los hace más humanos que a los propios humanos.

El toque de Taehyung sobre su piel le hace temblar, no porque sea incómodo sino porque no lo esperaba, la punta de los dedos del androide se encuentra sobre su nuca, un punto que su amigo parece adorar, acariciando constantemente cuando están juntos.

—Es solo que —dice Taehyung —, a veces, me sigo preguntando cómo se sentiría tenerlo todo, una infancia que recordar, un padre que extrañar... una mater.

Jimin siente el índice de su amigo sobre el punto exacto en su nuca donde su mater brilla, como una pequeña estrella debajo de su piel, la luz azul que despide el diminuto aparato revelando el estatus de su portador, por eso las clases bajas lo portan en el cuello, para que todos puedan saberlo, ningún humano desea tener su mater en la nuca y aún así, aquí está Taehyung, un androide que daría todo por tener una mater incluso ahí.

¿Pero qué hay de bueno en ser humano?, Jimin no lo sabe.

—Sabes que Jin hyung no lo dijo de esa forma —dice Jimin recordando las palabras de su hyung.

"El acceso solo se logra a través de una mater"

—Lo sé —murmura Taehyung —, no es que sus palabras me hayan hecho sentir así, solo lo que implican.

—No tienes que ser humano, yo... a veces agradezco que no lo seas.

—Pero fuí diseñado para desearlo.

Los dedos de Taehyung caen de su nuca y su amigo desvía la mirada.

—Sí, porque el humano no puede soportar que otra especie sea mejor que él, no, el humano no puede soportar que otra especie sea como él pero no falle... Tae-ah, sí eso es lo que deseas, debes saber que eres más humano que cualquiera, con o sin mater, los chicos y yo te vemos de esa forma.

¿No es extraño que se desee ser lo que no se es?

Un androide que desea ser humano, y un humano que preferiría ser androide, porque si Jimin fuese uno podría acompañar mejor a Taehyung y comprenderlo, y ¿no es entonces eso señal de que Taehyung es tan humano como él y viceversa?

—¿Y qué importa si no hay mater o infancia? —continua Jimin —, o un padre, el mío me abandonó y no recuerdo mucho de mi infancia, pero no digo esto para que sientas lástima por mí o te sientas mejor, lo digo porque no necesitas nada de eso...

Jimin busca la mirada de Taehyung, tomando su hombro para que lo encare, su amigo lo hace luego de unos segundos

—Tae-ah, estás viviendo y envejeciendo como un humano, puedo sentir tu corazón latir y tú puedes sentir el mío —Jimin toma la mano de Taehyung y coloca la palma contra su pecho —, ¿cierto?, ¿puedes sentirme?

"¿Puedes sentirme?"

Taehyung no responde, pero Jimin puede ver la pausa en su respiración y luego un ligero asentimiento, ojos fijos en los suyos, están cerca, no por primera vez Jimin admira la belleza de su amigo, la caída de sus pestañas haciendo sombra sobre sus pómulos, el lunar nadando en el rosa de su labio inferior y la textura de su piel que parece entrelazarse con las últimas luces de la tarde, no por primera vez siente algo que se ha obligado a no sentir de nuevo.

—¿Estás soñando? —pregunta Jimin justo en el momento que el sol se oculta, el mundo transformándose en un universo azul infestado de neón.

Una parte en Jimin se convence de no saber porque lo ha preguntado, las androides en el local dijeron algo acerca de ofrecerle sueños, pero si Taehyung sueña por su cuenta, no tiene que ir con ellas ¿verdad?, sin embargo, otra parte en él también desea que Taehyung esté soñado gracias a él, lo cual es imposible, ¿qué le podría ofrecer Jimin a Taehyung que su amigo no haya conocido ya?

—¿Ahora? —murmura Taehyung y su palma libre acuna el rostro de Jimin, haciendo que se encuentren peligrosamente cerca, sus labios casi rozando los contrarios —, eso parece.

Nada. Jimin no le puede ofrecer nada. Y sabe que Taehyung tampoco lo quiere o necesita.

Ni siquiera un beso sincero porque alguien más ya le ha enseñado eso a Taehyung, alguien más ya ha admirado su belleza y lo ha deseado de esa forma, pero Jimin es su amigo, su mejor amigo, y debe ser mucho mejor que eso, Taehyung no lo ve de esa forma y debe respetarlo.

—Kitty Gang, Tiger V —escuchan de repente la voz de Namjoon en sus micro comunicadores —, ¿están bien?, informen posiciones.

—Estamos bien —responde Jimin alejando a Taehyung de él y dándole la espalda —, nos encontramos en el camino de regreso.

Jimin también sueña, sueña con cosas imposibles como planetas anillados y el amor de su mejor amigo, pero los humanos ya no pueden soñar, por lo que probablemente incluso en eso falla, en ser humano, y tal vez sus sueños son lo que todos dicen, falsas esperanzas y tristes obsesiones.

🪐🪐🪐

El día que Taehyung despertó por primera vez lo hizo todavía dentro de su cápsula de cristal, un "despertar prematuro", dijeron las científicas que lo revisaron una vez que lo sacaron del gran contenedor lleno del líquido bioluminiscente donde los androides permanecen hasta estar listos, así que en sus primeros segundos de vida Taehyung sintió que se estaba ahogando, estaba muriendo incluso sin comprender todavía la vida.

Una vez afuera fue vestido, se le enseñó su nombre y se le habló acerca de su creación, se le enseñó todo lo que debía saber antes de salir al mundo real, se le adoctrinó para obedecer, para buscar la perfección y con ello desear su humanidad, "El humano es perfecto cuando no lo sabe y al saberlo deja de serlo", por lo que mientras él supiese lo que era nunca podría ser humano, pero de alcanzar las fases sin saberlo entonces podría serlo.

Pensar, sentir, soñar.

Tan solo dos meses después cumplió 15 años mentales y su reloj biológico fue encendido con una apariencia física de la misma edad, con este rasgo podría comenzar a envejecer como cualquier humano y salió a la línea de venta en el apartado de Edad Productiva, pero Taehyung no corrió con la suerte de ser adoptado por el sistema público gubernamental o privado, donde adoptaría el trabajo asignado e iniciaría su vida de cero, y pronto se dio cuenta de que el humano al que había sido vendido siempre lo vería como un objeto y no como un ser.

Se convirtió en el guardaespaldas de un mal hombre, en realidad, en mucho menos que un perro guardián, y fue tratado como tal, un ser instintivo y feroz, aprendió a sentir miedo y rabia, tristeza y soledad, y luego, a evadir esos sentimientos para no sufrirlos.

Una noche, un grupo de hombres los rodeo a él y su dueño, el mal hombre huyó dejando a Taehyung atrás, malherido y al borde de la muerte, Taehyung se dio cuenta de que había regresado al inicio, sintió la muerte y esta vez ya había comprendido la vida, por lo que el conocimiento de que iba a morir no fue del todo desagradable.

—Está herido —dijo una suave voz.

—No tenemos suficiente espacio —dijo una segunda voz más grave.

—Se puede quedar conmigo —ofreció la primera voz.

—¿Qué pasa si muere?, podríamos estar en problemas.

—Si lo dejaron aquí entonces no le importa lo suficiente a nadie.

Nadie. ¿Taehyung había sido alguien alguna vez o solo era algo?

¿Había sido creado para esto?, para sufrir y morir sin conocer otra cosa, para vivir conociendo el origen de su creación y saber que esta misma era el origen de su dolor, jamás humano, porque el humano no sabe porque existe y así el dolor es menor.

Luego sintió cómo movían su herido cuerpo y se quejó en agonía, la lluvia había aumentado su fuerza, el frío se colaba hasta la parte más profunda de sus huesos, Taehyung aún estaba sintiendo, entonces no podía ser solo algo ¿o sí?, supo que había sido subido a un automóvil deslizable cuando la lluvia sobre su cuerpo se detuvo y escuchó el sonido del motor, a través de sus ojos inundados en sangre y sus húmedas pestañas pudo percibir el brillo iridiscente de las calles y una figura sosteniendo cuidadosamente su cabeza sobre su regazo.

—Estarás bien —dijo la suave voz.

Y conociendo la gentileza humana por primera vez, Taehyung le creyó.

Al tratarse de un androide joven, de tan solo 2 años materiales, su recuperación fue más sencilla que la del humano promedio, un rasgo que con el paso del tiempo en su reloj biológico se iría perdiendo, el primer día que recuperó la consciencia lo suficiente para poder levantarse se dió cuenta de que se encontraba en una sencilla habitación, sin ventanas y con una tenue luz rosa neón iluminando sus paredes, así como un sistema de audio casero junto a algunas pantallas de computadora del otro lado de la cama individual, Taehyung examinó todo lentamente, un botón en la pared desplegaba el holograma robado de un anuncio de la ETEPII, la proyección de saturno orbitando al centro de la habitación y el armario lleno de excéntricas piezas de ropa, muchas de ellas pertenecientes a otra época, le decían que la persona que lo había alejado de la muerte pertenecía a una nivelación baja, pero también que se trataba de alguien auténtico, aún así Taehyung había salido de la habitación con recelo.

—Oh, estás despierto —había exclamado una voz apenas se había cerrado la puerta de la habitación.

"Estarás bien"

Taehyung reconoció la voz de inmediato, en realidad, el androide está seguro de que nada le podrá hacer olvidar esa voz jamás.

—¿Cómo te sientes?, ¿tienes hambre? —continuó el humano llegando hasta él —, mi nombre es Jimin, ¿tienes un nombre?

—Dejemos que respire primero, Jaman-iie —dijo otra voz.

Resultó que Taehyung había sido rescatado por un grupo de 4 humanos en nivelación 2, pero dada la fortuna ilegal que poseían manejaban una nivelación 16 a través del negocio hacker que poseían, Taehyung no se unió a ellos de inmediato y ninguno le presionó tampoco para que lo hiciera, por lo que el desconocido concepto de libertad corrompió sus primero meses de regreso a la vida, ya había conocido la tristeza, el dolor y la maldad, y al adentrarse en los rincones de aquella zona de la ciudad, convivir con otros androides libres, y ver las luces neón sin ninguna cadena que lo detuviese, conoció esta vez el egoísmo, la lujuria y el exceso.

Las pesadillas le hacían escapar de su cama individual colocada en el espacio libre de la habitación de Jimin, está seguro de que el humano siempre lo escuchaba levantarse y también le escuchaba regresar, Taehyung sabe que cuando se desvanecía para luego despertar cobijado y con comida al alcance siempre se trato de Jimin, no importaba que a veces Taehyung regresara en la madrugada o lo hiciera varios días después, apestando a nicotina, sudor y sexo, su cama siempre permaneció ahí, limpia y lista para él, abandonada en su propósito, al igual que las camas de agua en el Gran Acuario, lugar llamado así no solo por los estanques virtuales infestados de hologramas de coloridas especies extintas de peces, sino también por la gama de androides que ofrecen sus servicios dentro, y que Taehyung había conocido cuando trabajaba todavía para el mal hombre.

—Debería felicitar a tus creadores —decía siempre la dueña —, eres una especie encantadora, y hay un lugar aquí para tí si lo quieres.

Un lugar.

Taehyung quería pertenecer a un lugar y ser alguien.

—¿Nivelación 12? —escuchó Taehyung el timbre de una conocida voz cuando salía del Gran Acuario una tarde.

—Estas piezas no valen más que una nivelación 6 —continuó la voz de Jimin.

—Incluyen el traslado —dijo el vendedor con el que discutía.

—¿Qué significa eso?, yo solo puedo transportarlas.

Taehyung había divisado al joven humano en un local de tecnología al otro lado de la calle, el vendedor le miraba con incredulidad dada la cantidad de pesadas piezas que Jimin estaba adquiriendo, pues no siempre se veía a un chico de 16 años buscando tales materiales.

—¿Eso te parece gracioso? —exclamó Jimin al ver como el vendedor sonreía, claro enfado coloreando sus suaves facciones.

Taehyung podía no pasar mucho tiempo en el almacén, pero sí podía describir a sus habitantes bastante bien, en especial a Jimin, emociones intensas contenidas en un delicado cuerpo, inteligente, capaz... olor a lavanda y mirada astuta, hermosos labios y alguien con quién la mayoría sabe que es mejor no iniciar una pelea.

—Escucha niño —inició el vendedor —, estas son piezas reforzadas, no es chatarra para que...

Jimin había tomado el cuello de la ropa del hombre en un instante para acercarse a él de forma amenazante, mano libre cerca de su arma, por lo que el asustado hombre empezó buscar algo debajo de su mostrador.

—De acuerdo —intercedió Taehyung sin pensarlo —, te pagaremos una nivelación 8 por las piezas, los dos las transportaremos así que no necesitamos el servicio extra.

Su súbita aparición había sido suficiente para distraer a Jimin quien soltó el cuello del hombre con desagrado y dejó que Taehyung transfiriese el pago siguiendo cada uno de sus movimientos, en unos minutos se encontraban fuera, el androide cargando todas las piezas y siguiendo a Jimin.

—No voy a transferirte de regreso esa nivelación 8 —dijo Jimin caminando hacía su motocicleta.

—No esperaba que lo hicieras.

Jimin sonrió ligeramente con la respuesta y luego extendió los brazos para que Taehyung le diese las piezas.

—Voy contigo —dijo Taehyung, obteniendo una confusa mirada —, sé que puedes cargar esto solo, pero no creo que quieras arriesgarte a rayar a tu bebé.

El humano le miró por otros dos largos segundos antes de aceptar.

—¿Dónde la adquiriste? —preguntó Jimin observando la motocicleta de Taehyung mientras este aseguraba la mitad de las piezas en la parte trasera —, es de la misma gama que la mía.

—A través de un par de viejos androides —respondió Taehyung —, es de la misma gama porque pedí que la buscarán así, tienes buen gusto en motocicletas.

Jimin sonrió satisfecho de nuevo.

—Lo sé —dijo antes de colocarse su casco.

Luego, ambos manejaron hasta el almacén, Namjoon, Yoongi y Jin recibieron al androide de la misma forma que Jimin, sin preguntas, amistosos y gentiles, dándole una bienvenida que siempre fue suya, dándole tiempo hasta que estuviese listo para hablar, y dándole un lugar, por lo que Taehyung comenzó a trabajar con el grupo, más precisamente hablando, comenzó a trabajar junto a Jimin, por el pasado que los seguía eran los más capaces para las tareas del trabajo de campo, y siendo sincero, el androide no había esperado formar un dúo tan bueno con el humano, pronto se habían convertido en grandes amigos.

Las pesadillas de Taehyung tomaron varios años en irse por completo, al igual que la aparición de sus sueños, pero aún recuerda con claridad la primera noche que soñó.

—¿Estás despierto? —preguntó un Jimin de 18 años, el repiqueteo de la lluvia y poderosos truenos comiéndose casi por completo su pregunta.

Jimin no preguntaba "¿Tienes pesadillas?", tal vez porque la forma en que Taehyung despertaba envuelto en sudor y quejándose en busca de aire respondía por él.

—Sí —respondió el androide, dedos buscando el vaso de agua junto a su cama.

—¿Te quedarás despierto el resto de la noche?

—Sí —repitió Taehyung.

—Puedes... puedes quedarte despierto conmigo entonces —ofreció Jimin con cierta timidez.

Jimin no solía ser tímido jamás, Taehyung siempre le veía como este ser valiente y lleno de confianza en sí mismo, como un sol alrededor del cual los planetas orbitan, aunque con él, Jimin mostraba su lado más gentil y también su lado más vulnerable, como ahora.

El humano también era vulnerable en aquellas tardes donde hablaban por horas, enseñando y aprendiendo del otro, el humano le mostraba a Taehyung el sabor de algún producto que obtenía de nivelaciones superiores, le mostraba paisajes y formas de reír que el androide no había conocido antes, y en respuesta, Taehyung enseñaba a Jimin acerca de historia, arte y música, su pasatiempo favorito; Conocían día a día al otro sin estigma, Jimin no reiría al ver a Taehyung emocionarse por experimentar algo nuevo o simple por primera vez, como nadar o teñirse el cabello, y Taehyung no reiría cuando Jimin no conocía la respuesta de algún cálculo o el nombre de algún personaje, se habían hecho cercanos, y esta cercanía también comenzó a ser física, dedos corriendo por el cabello del otro, brazos conciliadores en hombros o espalda, tibios abrazos y pequeñas caricias.

Por lo que resultó sencillo para Taehyung salir de su cama y acostarse junto a Jimin, el humano arropó a ambos de inmediato, acomodándose de forma que encararan al otro.

—¿Sueñas con lo que pasó? —preguntó Jimin, la oscuridad ocultando sus rasgos por lo que Taehyung solo era capaz de escuchar su voz.

A Taehyung siempre le ha gustado la voz de Jimin.

—No son sueños, son pesadillas —respondió —, tal vez ni eso, tal vez solo son recuerdos que atacan mi mente.

—Entiendo, ¿quieres hablar de ello?

—Esta noche no.

—¿Cómo iba la canción que mostraste esta tarde? —Jimin cambió el tema.

—Wise men say, only fools rush in... —empezó a cantar Taehyung en voz baja.

Se trataba de una vieja canción que habían escuchado en un vinilo de Elvis Presley que Taehyung compró al inicio de la semana

—But I can't help...— Taehyung tarareo el resto pues la letra de la canción le parecía demasiado íntima, incluso con Jimin.

—Me gusta —murmuró Jimin también comenzando a tararear, dedos encontrando el cabello azul de Taehyung.

Así, sin darse cuenta, con la voz de Jimin poblando el ambiente y pequeños dedos acariciando su cabello, Taehyung se había quedado dormido de nuevo.

"¿Dónde estás?"

Taehyung podía escuchar la pregunta pero no podía ver a Jimin, el lugar donde se encontraba estaba totalmente oscuro.

"¿Tae-ah?"

Una puerta apareció frente a él, por lo que el androide corrió directo a esta, pero al intentar llegar brazos comenzaron a detenerlo, gritos y quejidos llenando la oscuridad, Taehyung comenzó a luchar contra la fuerza que lo detenía, sangrando en el proceso, comenzando a deshacerse en pequeños fragmentos hasta lograr liberarse y abrir la puerta.

Fuera, el universo entero le esperaba, cúmulos de estrellas y el espiral de una gran galaxia azul y rosa.

"Ahí estás" escucho de nuevo la voz de Jimin ", te estabas tardando"

A través de la galaxia la mano de Jimin le fue extendida, Taehyung estiró su propia mano, intentando entrelazar sus dedos.

"Ya estás a salvo"

Taehyung no le dijo a nadie acerca de su primer sueño, ni tampoco de los que le siguieron, la imagen de Jimin apareciendo en casi todos, y el androide comenzó a descansar de verdad, así como a añorar el regreso a su habitación, a la cama de Jimin donde ahora pasaba cada noche, explicando que era mucho más cómoda, a su amigo no pareció importarle, pues Jimin también lucía mejor sabiendo que las pesadillas de Taehyung habían comenzado a desaparecer.

El Gran Acuario dejó de tener sus visitas diarias, reduciéndose a un par cada tantas semanas, Taehyung había hecho algunas amistades ahí dentro, y tener a otros androides a su alrededor le hacía ver las cosas desde distintas perspectivas tomando en cuenta que su tiempo transcurría rodeado de humanos, pero también había otras razones para regresar al Gran Acuario, con su nueva vida en el almacén y trabajando junto a su equipo Taehyung estaba conociendo sentimientos como la gentileza, la lealtad y la valentía, pero junto a Jimin, el androide estaba conociendo otros sentimientos, sentimientos que no esperaba tener, sueños que no esperaba sentir.

Los cuales tenían caducidad antes de tener que desbordarse.

—¿Qué les parece Good Boy? —sugirió Jin y todos rieron.

—Se escucha algo fetichista ¿no crees hyung? —dijo Yoongi.

Aquella noche en que todo se desbordó, se encontraban en la esquina de un bar celebrando una misión recién completada, Taehyung aún no poseía un nombre clave y todos estaban sugiriendo opciones.

—¿Qué tal Tata? —dijo esta vez Namjoon —, ya saben, por Tae-Tae.

—Es demasiado obvio, hyung —reprocho Jimin, las palabras derritiéndose desde sus brillantes labios, pesadas con el alcohol que había estado bebiendo.

—¿Por qué no V? —ofreció Yoongi —, la victoria de hoy fue suya.

—Tiger V —completo Jimin y sonrió, acomodando el cuello de la chamarra de Taehyung, regalo del humano a este en su último cumpleaños.

"No hemos celebrado tu cumpleaños" dijo Jimin la mañana del 30 de diciembre del año pasado ", y el año está por terminar"

"No tengo uno"

Entonces el humano había designado que el 30 de diciembre sería su cumpleaños, luego había planeado una pequeña fiesta y entregado una bolsa de regalo a Taehyung por la noche, una chamarra Gucci de color índigo dentro de esta, con detalles color mostaza y un tigre bordado lleno de cristales a la altura del pecho en el lado izquierdo, la palabra "Loved" en la espalda, había sido una alegoría perfecta porque rodeado de sus amigos Taehyung se había sentido amado.

—¿Qué opinas tú Taehyung? —preguntó Namjoon.

—Tiger V, eh —respondió Taehyung sonriendo de lado.

—Por supuesto, eliges la opción de Jimin —bufo Jin bebiendo de su cerveza.

—La mejor opción —corrigió Jimin presuntuoso.

Pero era cierto, a Taehyung en realidad no le importaba el nombre, elegiría cualquiera que le gustará a Jimin.

—Bien, está decidido —continuó el más joven de los humanos —, ahora me voy a bailar.

Excepto que bailar no es lo único que Jimin lograba estos días, porque si Taehyung era encantador para los androides, Jimin lo era para los humanos.

"Tan bonito como una androide"

Ese era el halago del siglo y Jimin lo recibía constantemente ahora que había cumplido 19 años y sus facciones habían perdido los últimos atisbos infantiles.

Pero aunque Jimin había desaparecido el resto de la noche, se había unido a ellos en el camino de regreso al almacén, se había sentado en medio de Jin y Taehyung en el asiento trasero, portando una risa ligera y labios besados, cabeza rubia cayendo sobre el hombro del androide, luego, Taehyung lo había guiado hasta la habitación de ambos y lo había recostado con cuidado.

—¿Crees que soy bonito? —preguntó Jimin cuando Taehyung le quitaba las botas de tacón cuadrado que calzaba esa noche.

El androide se detuvo por una milésima de segundo antes de continuar con su tarea.

—¿Por qué preguntas?

Jimin se encogió de hombros —Hmm... todo el mundo lo dice.

—Entonces no es necesario que yo lo diga.

Taehyung comenzó a quitarle los pantalones de mezclilla negra a Jimin, para finalmente cubrirlo con las cobijas.

—Te equivocas —dijo Jimin —, tu opinión es la única que me interesa —y se quitó las cobijas recién colocadas sobre él para luego deshacerse de la camisa que aún usaba, quedando solo en ropa interior.

No era el estado más desvestido en que se habían visto, compartiendo cuarto y siendo amigos, era algo casi rutinario, pero esta noche Taehyung podía percibir algo más, algo denso y tibio difuminando en el ambiente... algo peligroso.

—Sí —respondió Taehyung desviando la mirada de la piel de su amigo —, eres bonito.

El androide se dirigió a su propia cama, quitándose la ropa dispuesto a dormir.

—¿No dormirás conmigo? —preguntó Jimin escuchándose decepcionado.

La pregunta no estaba del todo fuera de lugar, tomando en cuenta que dormían en la misma cama diario pero, de nuevo, había algo más detrás del tono desinteresado y ebrio de Jimin, sin embargo, Taehyung tomo una respiración y se obligó a actuar tan normal como Jimin mostraba estar.

—¿Tan bonito como un androide? —murmuró Jimin cuando estaban acostados hombro a hombro.

Para Taehyung, Jimin era más bonito que cualquiera, androide o humano.

—Tan bonito como Jimin puede ser —respondió Taehyung.

El androide sintió entonces a Jimin incorporarse, el rostro del humano acercándose al suyo, tibio e incitante.

—¿Qué significa eso?

Jimin se inclinó más cerca al no obtener una respuesta.

—Jimin...

—¿Tan bonito como para besarme? —dijo Jimin, labios rozando los contrarios.

Taehyung reaccionó, tomando a Jimin por la cintura para alejarlo de él pero solo logró cambiar la posición en la que se encontraban, y teniendo a Jimin debajo de él, labios entreabiertos dándole la bienvenida y ojos suplicando algo, se dió cuenta de que estaba sintiendo.

Deseo.

Cuando se besaron, fue caliente y húmedo y bueno, pero también fue frenético, como un animal salvaje puesto en libertad en una tierra jamás conocida luego de estar encerrado toda su vida, les hizo gemir, dedos corriendo por piel descubierta, por curvas y músculos, Taehyung ansiaba más con cada segundo, acaparar cada sonido, cada movimiento y cada sabor en Jimin, y fue al percibir los restos de alcohol en medio del beso que reconoció otro sentimiento.

Amor.

Los muslos de Jimin rodearon su cintura, acercándolo aún más, Jimin gimió cuando sus pelvis se tocaron, temblorosos dedos buscando entre sus cuerpos.

—Espera, Jimin, espera —dijo Taehyung.

Porque su amigo no estaba del todo consciente, y porque Taehyung lo deseaba y lo amaba pero también lo respetaba, no había nadie a quién respetará más, el androide se había alejado, la acción sintiéndose casi dolorosa, Jimin se había visto confuso por un momento, luego enfadado y finalmente avergonzado, antes de acostarse de nuevo y darle la espalda.

Cuando Taehyung intentó hablar de lo sucedido a la mañana siguiente, Jimin lo evadió, por lo que el tema fue relegado hasta casi desaparecer.

El rechazo en la mirada de Jimin cuando Taehyung se alejó por completo y salió de la habitación debe ser el mismo que sus ojos reflejan en este momento, con Jimin negándose a besarlo sobre el barranco y subiendo de regreso en su motocicleta.

Eso no cambia el hecho de que Taehyung lo ama, lo ha amado por más de 10 años y estará para él de la forma en que Jimin lo necesite, humano, androide, amigo... o un desconocido.

🪐🪐🪐

Jimin camina sigilosamente por el extenso pasillo que se presenta ante él cuando ingresa al edificio indicado, la misión de hoy no implica tratar con humanos así que podría ser considerada sencilla, no así, la parte de infiltrarse en un hotel de élite, el equipo decidió que usará la puerta del estacionamiento, por lo que ahora debe encontrarse en las salas de mantenimiento, rodeado de grandes estructuras que sirven como almacén de la energía obtenida por los paneles solares invadiendo todo el techo del rascacielos.

—Estoy dentro —murmura para que su equipo conozca su ubicación una vez que encuentra la puerta hacía el vestíbulo.

—Entendido —responde Namjoon —, escaneo térmico activado, sabremos si alguien se acerca a tí cuando entres en la habitación.

El vestíbulo del hotel está lleno de cristales en todas sus paredes, diminutos cubos que generan un espectro de colores cambiante, así como la reproducción de varios árboles de cerezo hechos también de cristal distribuidos estratégicamente, que deslumbran a Jimin por un momento, las personas que lo transitan ríen y lucen ajenas a lo que se ve día a día en los callejones urbanos, Jimin toma un respiro y se adentra a la pretenciosa multitud, el magenta del traje que usa hoy siendo reflejado por los cubos, cuello alto y elegante corte de un modelo Louis Vuitton que él mismo restauró.

Jimin se dirige al ascensor de cristal, procurando mantener una fachada confiada y casi desdeñosa con su alrededor, la cual no tiene que fingir demasiado, tomando en cuenta que ver la riqueza de este lugar se sigue sintiendo como un balde de agua fría al pensar en lo mucho que se sufre fuera de estas paredes, cuando las puertas del ascensor se cierran suspira aliviado, viendo el número holográfico que se proyecta en un esquina subir hasta el 26 en un desfile de más cubos y azules fosforescentes que puede ver a través de las paredes.

El pasillo al que ingresa posee un piso también enteramente de cristal, debajo del cual brilla lo que luce como lava azul iridiscente, Jimin camina hasta la puerta indicada con un 26-3 y dirige el escáner de su mano llena de anillos al sistema de código que permite la entrada.

—Estoy frente a la puerta, a la espera del código de entrada.

—Análisis de variables iniciado —dice Yoongi.

Jimin escucha sonidos en su periferia y ve con pánico la puerta conjunta abriéndose.

—3 personas, 2 androides y un humano —informa Namjoon por el micro comunicador.

—¿Agust-D? —pregunta Jimin.

—Un segundo, el análisis aún no termina.

De la puerta 26-2 sale un hombre vistiendo un costoso smoking gris así como un antifaz oscuro y brillante que podría estar hecho de obsidiana o algún otro costoso material, a sus lados rodea las cinturas de dos hermosos androides, el hombre está riendo, parece ebrio, pero mira a Jimin con sospecha.

—STSM1930 —dicta Yoongi y al mismo tiempo Jimin lo teclea con parsimonia en el sistema holográfico.

Al ver la puerta 26-3 abriéndose Jimin suspira por lo bajo y el hombre parece perder el interés en él siguiendo su camino hacía el ascensor, no así uno de los androides que mantiene su mirada en Jimin hasta que este ingresa en la habitación, el lugar está iluminado por luces azules, un amplio espacio a modo de sala con sillones blancos, lámparas esféricas colocadas sobre mesas oscuras y un ventanal que cubre todo el frente a través del cual la ciudad brilla como una galaxia.

Jimin sabe que la información que debe robar hoy, perteneciente al dueño de alguna empresa de automóviles, se encuentra en la habitación principal, o al menos eso es lo que pudieron investigar cuando recibieron la misión por parte de un tercero en representación del dueño de la compañía enemiga del objetivo de hoy.

—¿Te reconocieron? —pregunta Taehyung en su micro comunicador individual.

Pero Jimin lo ignora, ni siquiera estaba seguro de colocarse este micro comunicador el día de hoy, pues se siente enfadado con Taehyung, pero no está listo para reconocer la razón por la cual lo está.

—Minnie...

—RM, me dirijo a la habitación principal.

—Sin movimiento en la periferia —dice su líder.

Pequeñas cactáceas de cristal decoran los estantes sobre la cama de la habitación principal, Jimin coloca la punta de su índice sobre de una de las ficticias espinas de la planta antes de tomarla para llevarla consigo, seguramente nadie la extrañara, la fuente de información se debe encontrar en el armario en una clásica caja fuerte, así que ese es su siguiente destino.

—Encontré la caja fuerte, no parece tener un código digital —Jimin escanea el objeto —, creo que es un dispositivo de antaño.

—Dispositivo de antaño confirmado —dice Jin.

Jimin niega con incredulidad, estos ricos se jactan de ser nuevos humanos pero codician a los viejos humanos y sus creaciones, las cuales no son del todo infalibles como algunos dispositivos de ahora, así que sin mayor ceremonia saca una ganzúa tubular dinámica y elige la forma adecuada para abrir la caja fuerte, en pocos segundos escucha el click que anuncia que lo logró.

—Caja fuerte abierta.

Dentro de la caja se encuentran un par de joyas, papeles y finalmente una extensión de mater en forma de una pequeña esfera.

—Fox Eye, estoy conectando la extensión a tu sistema —informa Jimin tomando la esfera para que los anillos la puedan leer.

—Conexión lista, rompiendo sistemas de bloqueo, Agust D y yo buscaremos la información solicitada.

Aunque todo va bien, Jimin puede sentir el latir de su corazón aumentar con cada segundo que permanece ahí, el dueño de la habitación podría entrar en cualquier momento, o ese androide de antes podría haber avisado acerca de él y los guardias ya podrían encontrarse camino a arrestarlo.

Sin embargo, tan solo 5 minutos después, Jin anuncia que encontraron la información y están haciendo la transferencia de la misma, por lo que Jimin camina fuera del armario, la esfera aún en su mano, esta habitación también posee un gran ventanal, y a lo lejos puede ver el holograma del sistema solar que corona la ETEPII, así como el hueco oscuro de Génesis II.

¿Si Jimin fuese un androide hubiese cumplido todos sus sueños?

Tal vez estaría del brazo de uno de estos sujetos nivel 34, viajando a Saturno frecuentemente y comiendo cubos de res diario, pero tal vez habría conocido a Taehyung en Génesis II y este le hubiese visto como un igual, o tal vez hubiese trabajado en el Gran Acuario y podría haber visto a Taehyung entrar ahí por primera vez, Jimin no habría permitido que nadie más se acercará a él, lo habría proclamado suyo, entonces su amigo no habría conocido la perfección para luego regresar a la realidad y tener lástima por él, dejar que Jimin lo besará para luego recordarle que eso no es lo que buscaba en él, y luego... luego mirarlo en el barranco como si en realidad lo amará, Jimin había tenido que alejarlo, recordarse que no era así, que solo se trataba de compasión por parte del androide.

Jimin, el pobre humano que nunca tuvo nada.

—¿Estás molesto? —escucha la voz de Taehyung de nuevo.

¿Molesto?, Jimin lo está, porque amar a Taehyung es difícil pero no amarlo lo es aún más.

—¿Podemos hablar de ello?

A diferencia de Taehyung, a Jimin no se le da bien hablar, ¿hablar para qué?, ¿para terminar de romper su corazón?, ¿para demostrar una vez más lo perfecto que es Taehyung que incluso con los sentimientos de Jimin entre ellos haría que su amistad funcionará?, no, Jimin no quiere nada de eso, prefiere mantenerse así, en un lugar donde ambos son mejores amigos y puede cuidar de Taehyung, donde pueden ser solo ellos dos incluso cuando exista el peligro de un tercero.

—La transferencia está lista — dice Jin sacándolo de sus pensamientos.

Jimin vuelve a dejar todo en su lugar, cierra la caja fuerte y se prepara para salir de la habitación.

—Kitty Gang —lo interrumpe la voz de Namjoon cuando está a punto de abrir la puerta para salir —, detecto movimiento a 6 metros de tí, se está acercando, es un androide.

Es el androide que lo vió, Jimin está seguro, así que se aleja de la puerta de salida y regresa a la lujosa sala, observa su alrededor para tomar un plan de acción pero el click en la puerta no le deja otra opción que esconderse en el primer lugar a la mano, en este caso detrás de uno de los sillones, los pasos le indican la entrada del intruso (no, Jimin es el intruso), y aprovecha un pequeño espacio para espiar la nueva presencia, la cual justamente se trata del androide que vió momentos atrás.

—Es un androide que me vió entrar aquí —dice Jimin al equipo —, estaba junto a otro hombre que se hospeda en la habitación de al lado... no tiene relación con el objetivo, no entiendo porque me buscaría.

—Tiger V —habla Namjoon —, estrategia de salida.

—Mierda, mierda —murmura Jimin viendo al androide escanear el lugar con la vista.

—Minnie, ¿cómo luce? —pregunta Taehyung en su micro comunicador.

—¿Cómo luce? —responde Jimin sarcástico —, si quieres luego puedo conseguirte su nombre y una cita.

—Minnie...

—Cabello oscuro y rizado, piel pálida... tiene... —Jimin nota entonces la presencia de una luz a la altura de la nuca, no es una mater, es algo que simula serlo —, tiene un implante en la parte de atrás del cuello, como si fuese una mater.

—Escúchame, debes intentar salir cuando se distraiga, te alcanzaré, es un androide a pedido, no es como yo.

Un androide a pedido.

Esos modelos fueron descontinuados luego de la destrucción de Génesis I, porque significa que su dueño pagó una fortuna inmensa por él, y significa que este androide es obediente a un nivel más robótico que humano, que tiene capacidades solicitadas específicamente por su comprador, y que Jimin está en peligro real.

En el momento que el androide camina hacía la habitación principal Jimin no lo piensa y corre hacía la salida, obviamente es notado, pero aprovecha los segundos extra para cerrar la puerta y correr hacia las escaleras de emergencia.

—Te está siguiendo de cerca, Agust D, ¿puedes buscar el plano del hotel para encontrar un atajo? —indica Namjoon —Tiger V...

—Estoy en camino —dice Taehyung y se escucha agitado.

—No necesito ayuda —dice Jimin porque tiene orgullo y sigue enfadado.

Jimin continua bajando por las escaleras, iluminadas solamente por bombillas blancas titilantes y carteles que anuncian la salida en cada piso con anuncios rojos.

—Pequeño humano, ¿dónde estás? —puede escuchar un par de pisos arriba la voz del androide —, o debería decir... pequeña rata.

—Piso 18, seis pisos abajo de donde estás, ahí se encuentra un bar, será más fácil perderlo ahí dentro —anuncia Yoongi.

Contar los pisos se hace eterno mientras escucha los rápidos pasos que le siguen, Jimin sostiene su arma fuera listo para disparar, pero finalmente llega al piso indicado, ingresa a un espacio musicalizado por sensuales sonidos eléctricos, la luz es baja, destellos verdes y azules chocando contra vasos de whisky, ebrios mandatarios y la piel desnuda de múltiples bailarines, tanto humanos como androides, que visten pequeñas prendas, algunos hacen pole dance, otros se encuentran sobre el regazo de los clientes, y una mujer de brillantes rizos rojos se encuentra en medio de un escenario y atrae el resto de las miradas con sus movimientos.

—Estoy dentro, ¿dónde estás Minnie? —pregunta Taehyung.

Jimin continúa avanzando en busca de una salida, no se atreve a mirar atrás, pero el sonido de un pequeño disturbio le indica que tiene compañía.

—Kitty gang, ubicación —vuelve a preguntar Taehyung esta vez en el micro comunicador general.

—Dije que no necesito ayuda.

—¿Por qué estás haciendo esto?

—Saldré solo.

—Ese androide...

—No sé qué tienen ustedes dos hoy —interrumpe Namjoon —, pero esto no es un juego, Jimin, vas a morir ahí dentro si no nos das tu maldita ubicación.

—Estoy en el bar —exclama Jimin —, cerca del escenario.

Jimin evalúa su alrededor, puede ver al androide de antes buscarlo varios metros lejos, da algunos pasos hacía atrás para esconderse en la penumbra que genera una esquina del escenario y entonces siente como es aprisionado por uno de sus brazos.

—¿Quién eres tú? —le pregunta quién lo ha atrapado.

Se trata de otro androide, es la segunda compañía que vió con el hombre de antes, pero a diferencia de su compañero no posee el brillo en la nuca, es menos robótico e intimidante, por lo que debe pertenecer a una línea de diseño normal, sus rasgos son de algún país foráneo, cabello rubio casi blanco y ojos azules.

—Demyan —escucha Jimin entonces la voz de Taehyung.

Los dedos de su amigo toman el otro brazo de Jimin, y el humano se siente aliviado contra su voluntad.

—Kim Taehyung —dice el androide llamado Demyan —, debí imaginarlo.

—Que extraño, yo no imagine verte aquí —continúa Taehyung.

—Ya sabes, la comida y el techo escasean estos días —Demyan sonríe y mira a Jimin —, ¿compañero tuyo?

—Así es, solo estamos de paso así que...

—Este lugar es peligroso —lo interrumpe Demyan —, el androide que los está buscando no es como nosotros, se llama Hayoon y nunca los va olvidar.

—Tampoco lo olvidaré entonces —responde Taehyung y acerca a Jimin hacía él enfáticamente.

—Así que este es el humano del que hablan en el Gran Acuario —dice Demyan dejando ir a Jimin ante la acción de Taehyung —, de verdad es bonito, cómo es que...

Taehyung mira a Demyan con advertencia.

—Yo distraeré a Hayoon —Demyan suspira —, si siguen el camino de la izquierda encontrarán la salida.

—También deberías salir de este lugar —dice Taehyung antes de comenzar a caminar con Jimin a su lado.

—Me debes una, Kim Taehyung —exclama Demyan antes de que se alejen —, tal vez puedas conseguirme un humano tan bonito como el tuyo.

🪐🪐🪐

Mientras viajan en sus motocicletas de regreso al almacen Jimin piensa en la reprimenda que recibirá de Namjoon al llegar al escondite, aún peor, piensa en el silencio incómodo que tendrá con Taehyung porque su amigo no lo va a obligar a hablar, ambos escenarios le hacen querer girar en la siguiente calle y manejar sin destino fijo, pero antes de poder prepararse para enfrentar su destino observa su espejo retrovisor por tercera vez mientras cruzan el puente y nota un auto que no ha dejado de seguirlos.

—No están siguiendo —anuncia Taehyung al mismo tiempo en el micro comunicador general.

—Y ahora qué —murmura Jimin —... auto estilo Pougeot, placas JJH-9794 —informa al equipo.

Taehyung y él se miran, su amigo hace un par de señas con sus dedos que significan ocupar un camino alterno para poder perderlos, Jimin asiente.

—¿Crees que se trate de Hayoon? —pregunta Jimin a Taehyung mientras ambos aceleran.

—No lo creo, Demyan debe haberlo distraído el tiempo suficiente, además, para esos androides es difícil estar lejos de sus compradores.

—¿Es cierto que nos seguirá buscando?

—Solo si intentamos algo en contra de su comprador.

—Lo siento —dice Jimin, porque es más fácil hacerlo mientras no tiene que ver a Taehyung a la cara.

—No tienes que disculparte conmigo... solo... ¿podemos hablarlo?

—Está bien...

Bajo la amenaza de haber puesto en verdadero peligro a todos, Jimin sabe que le debe eso a Taehyung, también le debe una disculpa a Namjoon y al resto del equipo, por años ha estado cerca de cometer un error como este y aunque fue advertido ninguno la tomó contra él cuando volvía a fallar porque solo era eso "cerca de...", pero Jimin no desea poner en peligro de nuevo a nadie, su equipo es lo más cercano que tiene a una familia y sería estúpido perderlos.

Toman algunas intersecciones con las motocicletas, pero cuando han perdido al auto de vista notan entonces la presencia de una tercera motocicleta cerca de ellos.

—Cambio de plan —dice Taehyung —, lo conduciremos al escondite y lo atraparemos ahí.

—¿Qué? —exclama Jimin pero su amigo ya se encuentra acelerando.

Taehyung y Jimin estacionan las motocicletas donde la noche las cubre al final del callejón, la entrada al escondite se encuentra cerca y esperan detrás de un contenedor a la tercera motocicleta, la cual llega en cuestión de un par de minutos.

—Hyung, creo que los encontramos —dice el sujeto que la conduce.

—Acércate a la entrada —murmura Taehyung a Jimin —, yo lo atraparé.

Jimin hace lo pedido fingiendo no ver la figura al inicio del callejón, sus dedos tiemblan mientras presiona el código de entrada y en su periferia puede ver la figura que se mueve montando de nuevo su motocicleta, pero cuando está por llegar a él, Taehyung se lanza atrapando al sujeto, Jimin esquiva la motocicleta, la cual se golpea contra el fin del callejón y Jimin se apresura a apagarla.

Su persecutor perdió su casco con la caída y Taehyung retira el micro comunicador del mismo, luego comienza a forcejear, es clara la fuerza que posee incluso siendo un poco más bajo que su amigo, por lo que logra escapar de los brazos de este y dirige un par de golpes, ambos inician un pelea pero Jimin toma su arma y da un golpe con la culata en la sien del sujeto, el cual lo inmoviliza, luego termina de abrir el escondite y ambos guían el cuerpo inconsciente de su persecutor dentro.

🪐🪐🪐

—Es un niño —dice Jin observando al persecutor de Jimin y Taehyung.

El sujeto o, mejor dicho, el chico que se encuentra amarrado a una silla en el centro de la sala del almacén es realmente joven, más que todos en el equipo, no debe tener poco más de 18 años, Jimin ha limpiado la herida que le generó con el arma, y también colocó un apósito sobre la misma, así que herido, inconsciente y sin su casco luce aún más joven y mucho menos intimidante.

—Escanee el micro comunicador —dice Yoongi entonces —, la señal proviene del otro lado de la ciudad, pero ¿quieren saber que más encontré?

Todos lo miran.

—Restos del código binario que interceptó a la Nodriza.

—¿Así que es él quién intentó robarnos información? —pregunta Jimin viendo al chico con horror, de verdad es demasiado joven.

Claro que todos en el equipo iniciaron a la edad de ese chico o incluso antes en el negocio, pero verlo desde el exterior es terrible, ese chico seguramente solo tomó malas decisiones, de haber podido Jimin le hubiese advertido no tomarlas.

—No creo que lo haya hecho solo —dice Namjoon —, esperemos a que despierte y entonces lo sabremos.

Jimin decide ayudar a Yoongi y Jin con la cena, y mientras lo hace pide disculpas por su comportamiento, incluso derrama algunas lágrimas que no tenía planeadas derramar, Jimin odia verse vulnerable pero sus hyung le dan un abrazo fraternal.

—Nos preocupamos por ti Jimin —dice Jin —, todos aquí te amamos.

—¡Ahhhg! —se queja Yoongi saliendo del abrazo —, suficiente, ahora déjanos terminar la cena.

Jimin entonces se dirige al taller mecánico donde Namjoon se encuentra limpiando de las manos el aceite que acaba de usar en el auto que está reparando, cofre abierto y herramientas por doquier.

—Hey —saluda Jimin.

—Hola —dice Namjoon y se acerca a una pieza del cofre.

Jimin le pasa a Namjoon la llave que va a ocupar.

—Gracias.

Jimin se sienta sobre la mesa de herramientas y continua pasando a su hyung lo que va a utilizar, desde ahí puede ver a Taehyung, quién está vigilando al chico aún inconsciente y le anima a hablar.

—Lo lamento —inicia Jimin mientras le entrega una nueva herramienta a Namjoon.

Su hyung deja la herramienta que está usando a un lado para mirarlo.

—Puse en peligro la misión —continúa Jimin —, y los puse en peligro a ustedes, Taehyung dijo que no debíamos preocuparnos por ese androide, pero prometo que si alguna vez se cruza en nuestro camino asumiré las consecuencias, de verdad lo lamento, no solo por hoy sino por todas las veces en que hice lo mismo, prometo mejorar hyung y prometo trabajar mejor.

—Te olvidaste de algo —dice Namjoon, quién luce conmovido con sus palabras.

—¿De qué? —Jimin vuelve a sentir las lágrimas acumularse en las esquinas de sus ojos.

—También te pusiste en peligro a tí, y el equipo no sería el mismo si no estuvieses, estoy seguro de que ni siquiera habría equipo, con trabajo o no, solo nos tenemos entre nosotros, por lo que cualquier peligro futuro, lo enfrentaremos como lo que somos, una familia.

Jimin asiente antes de levantarse y recibir a su hyung, el abrazo de Namjoon es conciliador, casi paternal, así que el menor termina por derramar esas lágrimas.

Es mientras cenan lo cocinado por Jin y Yoongi que el chico comienza a moverse, primero se queja, luego tose un par de veces y finalmente comienza a abrir los ojos, tensandose de inmediato al ver el lugar y posición donde se encuentra, todo el equipo se reúne a su alrededor.

—¿Cuál es tu nombre? —pregunta Namjoon.

—¡No diré nada! —exclama el chico —, pueden torturarme, pero no sacaran ni una palabra de mi boca —finaliza con dramatismo y tensa los labios.

—Sabes que ahora que estás despierto podemos acceder a tu mater, ¿verdad? —dice Yoongi nada impresionado.

El chico abre los ojos, los cuales ya son imposiblemente grandes, como los de un ciervo bebé, Jimin ríe en su mente con la comparación.

—Jungkook —dice el chico fácilmente derrotado —, pero para su información el resto de cosas en mi mater no es importante.

—Cualquier información es importante —dice Taehyung.

—Tu eres el androide —dice Jungkook con una pizca de emoción —, el de la impresionante colección de música.

—Veo que hurgaste en nuestro sistema niño —sisea Jin.

—Alguien que tiene algo importante en su mater diría que no lo tiene —opina Jimin.

—Para ser un ladrón tiene buen gusto en música —dice Taehyung orgulloso de su colección.

—¿Por qué intentaste entrar en nuestro sistema? —pregunta Namjoon.

Jungkook no sabe a quién responder primero, y su estómago gruñendo es un gran anticlimax para el interrogatorio improvisado, así que Jin suspira y le sirve un plato de cena al chico, este le mira con recelo por unos segundos y niega a abrir la boca para ser alimentado pero el agradable olor le hace ceder casi de inmediato.

—¿Qué edad tienes? —continúa Namjoon.

—22... casi 23 —responde Jungkook con las mejillas llenas de guisado proteico.

Al menos no es menor de edad, piensa Jimin.

—Escucha Jungkook —intenta razonar Namjoon —, realmente podemos ingresar a tu mater y Yoongi está a punto de hackear tu micro comunicador, por lo cual podremos buscar tus contactos, así que por qué no nos dices porque intentabas entrar a nuestro sistema y así nos ahorramos un conflicto mayor.

Jungkook mira al mayor, parece tenerle un respeto instantáneo y traga antes de lucir indeciso en si debería hablar o no.

—Si me dan mi micro comunicador y me dejan hacer una llamada, tendrán lo que quieren —dice finalmente y luego abre la boca para recibir más alimento.

—Podría revelar nuestra ubicación, hyung —razona Jimin.

—Debes hablar con altavoz —indica Namjoon asintiendo hacía Yoongi, quién despeja los hologramas en los que trabajaba para hackear el aparato y lo acerca.

—Jeon Jungkook —dice el chico y el micro comunicador tintinea antes de desbloquearse con la voz de su dueño —, llama a Hobi hyung.

—¡Jungkook-iie! —responde una voz a los pocos segundos —, por fin respondes, ¿estás bien?, ¿dónde te encuentras?

Jungkook mira a Namjoon quién le hace un gesto para que hable.

—La buena noticia es que estoy bien, hyung —responde Jungkook —, y que encontré el lugar que me pediste.

—¿Qué?, ¿seguro estás bien?, te iré a buscar... espera, ¿cuál es la mala noticia?

—La mala es que me atraparon y el grupo hacker está escuchando nuestra llamada en este momento.

La línea se queda en silencio por un momento.

—¿Hyung? —llama Jungkook.

—Proyéctame —pide la voz en el micro comunicador.

Namjoon acerca el aparato a las manos atadas de Jungkook para que este haga el movimiento que genera un holograma de la persona con la que hablas, cuando la persona del otro lado de la línea termina de definirse el grupo entero lo reconoce de inmediato.

—¿Acaso es...? —inicia Jimin.

—Jung Hoseok —se presenta el holograma —, ¿quién es el líder?

Jung Hoseok, también conocido como J-Hope, es uno de los ex hackers más famosos de la historia, así como el actual CEO de una empresa de sistemas informáticos, nivelación 36 y un héroe para casi todos en el equipo, lo cual solo genera muchas más dudas, porque ¿qué tiene que ver Hoseok en el intento de robo de información de la Nodriza?

—No conozcas a tus héroes —bufa Yoongi y se cruza de brazos.

—Kim Namjoon —se presenta Namjoon —, pero supongo que eso ya lo sabes, Jungkook está bien, no tenemos planeado hacerle daño, solo queremos llegar al fondo de este asunto Hoseok-ssi.

A pesar de lo que han visto de Hoseok en videos o anuncios, una personalidad burbujeante y sonrisa fácil, es remarcable que en este momento luzca totalmente opuesto a ello, como si estuviese listo para materializar su holograma y atacarlos.

—Agradezco el buen trato a mi aprendiz estrella —dice Hoseok —, y supongo que no tengo muchas opciones en este momento, su mater contiene todo lo que necesitan —Hoseok suspira, perdiendo la facie intimidante —, supongo que no hay opción —murmura para sí mismo.

—Así es —dice Namjoon —, pero lo dejaremos ir si obtenemos una buena explicación de tu parte.

—Su grupo ha empezado a generar temor en ciertos círculos, ¿lo sabían? —inicia Hoseok —, las personas en la élite comienzan a hablar, sus cabezas están a punto de tener precio.

Jimin piensa entonces en Hayoon, el androide que lo persiguió esta noche, de alguna forma debe haber sabido de quién se trataba, y por eso ha regresado a buscarlo.

—Eso no explica todavía la intrusión en nuestro sistema —replica Namjoon.

Hoseok sonríe esta vez —Eres un buen líder —halaga —, debo admitir que temía encontrarme en la lista de sus objetivos, no se llega aquí sin ganarse un par de enemigos, y algunos clientes antiguos me han pedido buscarlos, supongo que saben que no tuve éxito todavía, aunque debo admitir que me impresionó mucho su sistema de protección y las capacidades de su equipo.

—Lo sabemos —dice Namjoon —, y no estás en nuestro objetivos —revela —, pero me parece que todos podríamos beneficiarnos de esto.

—No sé porque tengo la misma idea —concuerda Hoseok —, te escucho Namjoon-ssi.

—Una alianza —dice Namjoon.

Hoseok sonríe de nuevo.

🪐🪐🪐

Jimin no está seguro de que esperaba de este día, pero sin duda no era que su equipo desarrollará una alianza con uno de sus héroes, que además resulta ser el dueño de una gran empresa, Hoseok les ha prometido protección mientras ellos no intenten hackearlo y le ayuden a buscar a sus enemigos, también les ha prometido equipo, materiales e incluso un par de manos extra por un tiempo, incluso se ha quedado hablando con ellos por un par de horas, sus hyungs han formado una amistad con él sorprendentemente rápida tomando en cuenta que intentó robarles información, pero ellos tienen a su hermano menor adoptado así que tiene sentido, Jimin piensa que pronto el equipo tendrá 7 integrantes en lugar de 5 y de alguna forma se siente casi destinado.

Aún es gracioso, porque Yoongi ha aceptado a regañadientes el polizón en forma de un chico de grandes ojos y dientes de conejo en su habitación, quién ya se siente también parte de la familia y se ha encariñado con el grupo luego de que Namjoon prometiera arreglar y mejorar su motocicleta y Jin le diera postre luego del guisado proteico, Jungkook jura que ese guisado nunca había sabido también como hoy, Jimin sospecha que Jungkook está medio enamorado ya de todos sus hyungs pero no puede culparlo, el niño está aquí para aprender de todos, y Jimin mentiría si no dijese que ya se siente también encariñado con él.

Solo falta algo el día de hoy y Jimin sale de su ducha dispuesto a enfrentarlo.

"¿Podemos hablarlo?"

Cuando entra en su habitación Taehyung ya se encuentra ahí, sobre su cama, cabello azul esponjado luego de estar húmedo y secarse al ambiente, piel dorada desprendiendo polvo de estrella bajo la luz rosa neón, y ojos leyendo rápidamente el holograma de un libro, luce como todo lo que Jimin ama, quiere y necesita, y aunque no sea así para el androide, sabe que necesita decirlo, estará para Taehyung de la forma en que su amigo lo ame, quiera y necesite de regreso.

Jimin se sube a la cama, sentándose detrás de Taehyung con las piernas cruzadas, su amigo se acerca a él inconscientemente para recibir caricias en el cabello sin dejar de leer, y Jimin se las proporciona también como parte de un hábito difícil de sacudirse.

—¿Qué estás leyendo? —pregunta Jimin luego de un momento.

—"¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" —responde Taehyung y se inclina hacía el toque de Jimin sobre su cuero cabelludo.

—¿Lo hacen? —la voz de Jimin es cautelosa y suave, como terciopelo.

Un momento de silencio.

—Mis sueños no —dice Taehyung finalmente, apaga el libro y se gira despacio para encarar a Jimin.

—¿Podemos hablar? —pide el humano por primera vez.

—Sí —Taehyung accede de inmediato.

—Siempre estuve celoso de los androides —revela Jimin —, quiero decir, de la forma en que ustedes pudieron conservar los sueños, entre los nuevos humanos esa palabra se considera prohibida, algo fútil, pero al mismo tiempo se convierte en algo deseado, he tenido sueños desde que puedo recordarlo y cada uno de estos es más imposible que el anterior.

Taehyung lo escucha con atención, ni una pizca de expectativa o juicio en su actuar.

—Creo que te he contado la mayoría —continúa Jimin —, pero sé que en algún momento deje de hacerlo.

Jimin puede leer el '¿por qué?' en la mirada de Taehyung.

—Supongo que tenía miedo, eres mi mejor amigo Tae-ah, y eres más humano que cualquiera que haya conocido antes, desde el momento en que te encontramos he querido convertirme en tu igual, y si para ser humano debo renunciar a los sueños en lugar de ganarlos, entonces lo haré.

—Jamás te he visto como algo menos que mi igual, como algo menos que aquello que un humano debe ser —dice Taehyung.

—¿Testarudo y egoísta?

—¿No es el rasgo más humano sentir todo tipo de emociones?

—¿Y por qué alguien quisiera ser eso?, es feo y genera dolor, ¿por qué alguien quisiera ser eso en lugar de ser...? —Jimin suspira —... perfecto— concluye bajando la mirada.

—¿Eso piensas?

—Pienso que has conocido demasiada perfección toda tu vida, ¿cómo puedo superar eso?

—No tienes que hacerlo.

—Quiero hacerlo.

—¿Por qué?

—Cuando fuimos a conseguir piezas para la nueva Nodriza y esas androides se acercaron —narra Jimin —, tenía tanto miedo de que te fueras con ellas por todas las malas razones, no quiero que te alejes de nuevo, no podría vivir de esa forma y eso está mal, es egoísta querer mantenerte solo para mí, quiero ser mejor que eso, me enfada no poder serlo.

Taehyung se escucha esperanzado con su revelación —. No me molesta estar solo para tí Jimin-ah —dice.

Jimin alza la mirada.

—Pero... está mal.

—Entonces ninguno de nosotros es perfecto como piensas, pero podemos mejorar juntos.

Juntos como amigos, piensa Jimin.

—Eso no es todo ¿cierto? —dice Taehyung y la esperanza en su voz parece apagarse.

—Yo intenté no sentirme de esta forma —confiesa Jimin.

—Lamento haberte presionado —se disculpa Taehyung al mismo tiempo.

Porque el androide piensa que Jimin no lo ama como más que a un amigo incluso habiendo intentado lo contrario.

—Está bien —dice Jimin —, gracias por no alejarte cuando te bese aquella vez.

Taehyung está confundido, ¿qué está diciendo Jimin?

—Yo era el que quería besarte —dice Taehyung pensando en el día del barranco.

—¿Qué?, tomé demasiado esa vez Tae, pero estoy seguro de que fuí yo quién te besó.

—¿De qué estás hablando?

—¿De qué hablas tú? —Jimin está tan confundido.

Taehyung no luce mejor.

—Hace unos años celebramos alguna misión —inicia Jimin —, bebí demasiado y cuando volvimos aquí te besé... estoy seguro de que estaba montándote como un cachorro en celo —Jimin cierra los ojos —... lo cual lamento mucho, lo que quiero decir es que... Tae-ah, estoy enamorado de tí desde que... no lo sé, tal vez desde que hablé contigo por primera vez, intenté evitarlo, pero me fue imposible, sé que no te sientes así y ahora sé que no importando lo que pase quiero estar contigo para siempre, y ser tu amigo es más que suficiente.

Contra todo pronóstico, Taehyung comienza a reír, dulce como el azúcar morena que compras con una nivelación 19.

—Wow —se queja Jimin —, acabo de derramar palabras desde el fondo de mi corazón y tu te ríes.

Sin embargo, Jimin también termina riendo, todo está bien, todo se siente bien ahora que ha confesado sus sentimientos, entonces siente las manos de Taehyung tomar las suyas, cubriéndolas por completo, de repente su amigo está cerca, muy cerca, Jimin puede percibir cada nota de su perfume, el punto en que su pulso palpita en su cuello, y la forma en que enuncia las palabras cuando habla.

—Jimin-ah —dice Taehyung suspirando —, he estado enamorado de tí desde que te escuche por primera vez, ni siquiera sabía cómo lucías o qué pensabas, pero eres todo lo que creo que debe ser la vida, no hablo de ser humano o androide, sino de la vida misma... eres la primera persona que me mostró amabilidad, eres... eres la razón por la que sueño cada noche, lo cual en mi caso, es literal.

Jimin se queda en blanco, ¿Taehyung lo ama?, ¿de verdad lo ama de regreso?

—Te amo Minnie —dice Taehyung como escuchando sus preguntas.

Y Jimin... Jimin vuelve a llorar por tercera vez en la noche, las lágrimas se acumulan rápidamente en sus ojos antes de escurrir silenciosamente por su mejillas, a lo que Taehyung responde atrapándolas con sus pulgares, tomando el rostro de Jimin con aquella delicadeza que nunca desaparece, por lo que tal vez llorar no se siente tan mal esta vez.

—Te amo Tae —dice Jimin porque necesita decirlo en voz alta.

—¿Puedo besarte? —pregunta Taehyung.

—Sí...

Taehyung se inclina cerrando el resto de espacio que los separa y conduciendo sus labios juntos aún tomando el rostro de Jimin, a diferencia de la primera vez que se besaron esta vez es suave, el androide se desliza con ternura sobre su boca, consumiendo el suspiro de satisfacción de Jimin, probando de su labio inferior y abriendo los ojos en medio de todo para poder apreciar la forma en que luce el humano.

Se besan por largos minutos, es íntimo e intenso, para Taehyung se siente como poder atravesar finalmente la galaxia que lo separaba de Jimin, la palma de este se coloca sobre su pecho, la otra tomando su hombro, instándole a acercarse aún más.

—Tu corazón —murmura Jimin sobre su boca.

—Es la primera vez que late así de fuerte —murmura Taehyung de regreso.

"¿Puedes sentirme?"

"Sí"

"¿Cómo lo sabes?"

"Mi corazón, estoy soñando despierto"

Jimin sonríe y vuelve a besarlo.

// cw: smut, palabras posesivas, todo en un ambiente consensuado //

Pronto los labios de Jimin se abren, permitiendo la entrada de la lengua de Taehyung, la cual conoce con su propia lengua, el calor subiendo a las mejillas de ambos, besar nunca puso a Jimin tan al borde, porque su amigo es cuidadoso, como es de esperar, pero con el roce de sus dientes sobre su carne y la forma en que sus dedos bajan de su rostro para delinear la curva de su cintura, tibias palmas cubriendo la piel de su abdomen y acariciando hasta bajar por sus muslos y también redondear su trasero, Jimin puede percibir el deseo que existe en Taehyung, la necesidad de estar más cerca y tocar, probar y lamer, perder el control que siempre ha mantenido a su alrededor, y Jimin quiere hacer lo mismo.

Jimin se recuesta, guiando el peso de Taehyung sobre él, abriendo las piernas para acomodarlo entre estas, dedos también tocando la piel al descubierto, músculos firmes y el ancho de la espalda del androide, ambos descartan sus playeras, pecho a pecho la tibieza los consume, el latir de ambos corazones, y los besos que jamás se detienen.

Taehyung se aleja picoteando una última vez los labios de Jimin y luego su comisura derecha, deslizando sus labios por su mejilla para besar también ahí, Jimin piensa en el lunar que Taehyung posee y se imagina la impresión que este deja en cada lugar que besa en él, una pequeña estrella formando una constelación en su cuerpo, el androide besa su otra mejilla y su frente, besa detrás de su oreja y se detiene ahí para murmurar con voz baja que enciende cada sentido en Jimin.

—Eres tan hermoso Minnie.

Los dedos de Jimin aprietan los músculos en los brazos de Taehyung con el cumplido, su amigo continúa besando su cuello, su pecho y el lunar que nace sobre su clavícula, la punta de la lengua del androide conociendo el filo del hueso bajo su piel, Jimin suspira y su espalda se arquea generando fricción que tiene a ambos tensandose en placer.

—No te detengas —pide Jimin —, quiero sentirte.

—También quiero sentirte.

Taehyung vuelve a sumirse en su recorrido, prestando atención al firme abdomen de Jimin, saltándose su semi erección aún cubierta con su ropa interior para besar el interior de sus muslos y probar la carne con movimientos circulares de su lengua.

—Ah... Tae-ahh —gime Jimin cuando este succiona la piel previamente degustada.

El androide regresa a la boca de Jimin, la piel de este ha dejado un sabor dulce en su paladar pero son sus besos donde la sensación se magnifica, y mientras se besan Jimin comienza a mover sus caderas, encontrando sus pelvis en un ritmo constante.

—Dime que deseas —pregunta Taehyung alejándose por un momento, ojos encontrando los de Jimin, piscinas oscuras y dilatadas que podrían tragarlo entero.

—Deseo que me folles... fuerte —pide Jimin.

Taehyung gime ante el pedido, y su próximo beso delata la forma en que él también desea lo mismo, empujando de regreso, guiando las caderas de Jimin con su agarre, la fricción haciendo de sus besos un coro sonoro, húmedo y lascivo. La punta de la lengua de Taehyung degusta el sabor salado de la capa de sudor en la curva del cuello de Jimin, el cual se mezcla con la dulce fragancia que parece envolverlo siempre, el androide retira la ropa interior en su camino y sus palmas toman la cara interna de los muslos de Jimin, los cuales abre para él, la visión hace a Jimin lloriquear, sintiéndose expuesto de una manera tan deliciosa y vibrante que tiembla con el placer que golpea su cuerpo.

La respiración de Taehyung es tibia contra su entrada y su boca se mueve con gusto, húmeda lengua definiendo el anillo de músculos antes de invadirlo, Jimin piensa que podría desmayarse en ese momento con el cúmulo de sensaciones que explotan en su sistema, no es solo el hecho de que su amigo sabe lo que hace, sino el hecho de que sea su amigo quién lo está haciendo.

—Ahhh —gime Jimin hasta que su voz se vuelve tan aguda que desaparece.

Taehyung quiere dejar una impresión y se nota, pues el androide desea que Jimin no pueda valorar otra lengua más que la suya, el primer dedo que ingresa en Jimin es largo y elegante, lo hace fácilmente, como si las paredes de Jimin supieran de quién se trata, el lubricante escurriendo por la piel de los muslos del humano es una imagen que Taehyung no olvidará pronto, Jimin se encuentra relajado y consumido en placer, jadeando en busca de aire y buscando la mirada de Taehyung para mantenerse cuerdo.

—¿Es egoísta querer que no vuelvas a hacer esto con nadie más? —pregunta Taehyung moviendo su dedo dentro y fuera, subiendo a la altura de Jimin para murmurar en su oído.

—No- no quiero hacer esto con nadie más de nuevo —responde Jimin.

—¿Pero es egoísta? —Taehyung besa suavemente el punto detrás de su oreja, un fuerte contraste con la forma en que ingresa un segundo dedo en su entrada.

—¡Sí! —exclama Jimin.

El androide no sabe si le ha respondido o si se trata de un motivante para seguir moviendo sus dedos, las caderas de Jimin empujan contra estos, así que tal vez ambas.

—Entonces soy tu igual —continua Taehyung, besando esta vez sus labios.

Sus dedos continúan preparando a Jimin, difuminando la respuesta que este iba a darle, chasqueando en conjunto con el lubricante, acariciando el punto exacto que hace a Jimin gritar por más.

—Dos seres egoístas es una idea muy romántica —ríe Jimin cuando Taehyung saca sus dedos por completo, no olvidando lo que iba a decir minutos atrás.

—Dos humanos entonces —dice Taehyung.

Jimin vuelve a reír dulcemente, y Taehyung atrapa los últimos segundos de risa con su boca.

—¿Me follaras ahora o seguiremos discutiendo la naturaleza humana? —murmura Jimin contra su boca, palma buscando la erección de Taehyung aún cubierta por su ropa interior, goteante y pesada.

Taehyun gime, los dedos de Jimin rodeando la base para dar un par de caricias, temblando al conocer el largo y pensar en lo bien que se sentirá dentro de él.

—Tampoco quiero que hagas esto con alguien más de nuevo —dice Jimin aún tocando y Taehyung sonríe.

Aunque el proceso de quitar la ropa interior del androide y usar más lubricante en su erección es lento, así como la forma en que ingresa en Jimin, buscando adaptar al humano lentamente antes de follarlo, besando sus hinchados labios y repitiendo lo hermoso que es, cuando Taehyung comienza a moverse lo hace bajo el pedido de Jimin de hacerlo fuerte, Jimin juraría que de bajar una de sus manos rodeando el hombro de Taehyung sería capaz de sentir las estocadas contra su abdomen, cada embestida le hace perder el aliento, una espiral de placer y plenitud entumeciendo sus sentidos.

Cuando Jimin llega a su orgasmo lo hace con Taehyung profundamente dentro de él, palma bombeando su erección y boca cubriendo la suya, y tal vez no es el momento más agradable para pensarlo pero mientras Jimin se ducha horas más tarde, limpiando los restos del semen de Taehyung (y probablemente también del suyo) en su piel, piensa que ser humano con Taehyung, egoísta o no, puede resultar más sencillo de lo que pensaba.

🪐🪐🪐

—Acabo de darme cuenta —dice Jimin cuando se une a Taehyung en el techo del edificio donde se encuentra su escondite, el neón convirtiendo al mundo en una galaxia —, de que Jungkook pensará que todas las noches aquí incluyen escucharnos follar.

—Bueno, eso podría ser cierto a partir de ahora así que... —dice Taehyung riendo cuando Jimin lo hace.

—No permitiré que arruines mi reputación con el pasante —bromea Jimin —, y...

—¿Qué?

—No quiero que nadie más te escuche en ese estado —dice Jimin aún bromeando por lo posesivos que se pusieron antes, aunque hay un filo de verdad en lo que pide.

—Existen los sistemas de aislamiento de sonido —ofrece Taehyung antes de abrir sus brazos.

Jimin se funde con él al instante, labios encontrándose gentilmente.

Segundos más tarde, cuando Jimin esconde su rostro en el cuello de Taehyung, todavía burbujeando con el beso que compartieron, el androide los comienza a mover en un ligero vaivén, Jimin escucha entonces la conocida música reproduciendose de fondo, uno de los archivos restaurados de Taehyung, una de sus primeras memorias juntos, y esta vez pueden tararear la letra completa, 'Take my hand, take my whole life, too, for I can't help... falling in love with you' canta la voz al ritmo del siglo XX, pero aunque han sido casi 200 años de esas palabras, Jimin se siente identificado, pues resulta que, es cierto que las ideas de los viejos humanos son las mismas en los nuevos humanos, y si ese es el caso, entonces los sueños en los humanos aún existen.

Sin embargo, con la voz de Elvis Presley arrullando su baile, y los labios de Taehyung besando los suyos, Jimin piensa que Saturno es poco comparado a esto.

Fin.

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Chapter Text

La edad de la mujer que camina frente a Jimin debe superar los 60 años, sin embargo, la forma en que se mueve no delata un gramo de debilidad, lo cual impresiona al pequeño humano de 7 años, robar a las élites no es difícil cuando no lucen como esta mujer, segura de sí misma y de lo que es, mientras que la mayoría de los humanos en niveles superiores tratan de ocultar su falta de confianza en sí mismos con sus fortunas, titubean al transferir y caminar, son paranoicos e inconstantes, o al contrario, simplemente están tan enajenados de su entorno, creyéndose intocables, que todos toman y roban de ellos, pero sus cuerpos siguen riendo de las misma viejas bromas, comiendo sin realmente probar, viviendo como si el tiempo fuese tan infinito como sus fortunas.

Así que cuando Jimin estira sus pequeños dedos para tomar algo dentro del bolso que carga la mujer y esta se detiene de improviso, la acción le hace saltar en su lugar y luego golpearse contra la espalda de su objetivo, “He sido atrapado”, es lo primero que piensa, su padre se va a enfadar con él, o peor, Jimin será llevado por la guardia mundial y nadie lo va a rescatar, seguramente su padre estará feliz de ya no tener que cargar con él, Jimin será enviado a hacer trabajos forzados a una fábrica en Plutón o úpiter, o tal vez a Génesis II y entonces los androides robarán su cerebro y se van a alimentar de él para ser humanos como dice Lori, la niña con quién roba comida en el mercado.

—Oh —dice la mujer girando y mirando hacía Jimin —, hola pequeño, lo lamento, no ví que estabas ahí.

Jimin no puede enunciar palabras, cabeza gacha y manos al frente frotándose entre sí con nerviosismo y por el frío invernal presente en la estación de la ETEPII, yemas aún cosquilleando por el robo que iba a cometer, además, se siente súbitamente avergonzado ante la amabilidad que desprende la mujer.

—¿Estás perdido? —pregunta la mujer.

Jimin niega.

—¿Dónde están tus padres?, ¿tu familia?

—Los espero —responde Jimin en voz baja.

Algún día Jimin tendrá una familia, una que va a quererlo y cuidarlo bien, no lo dice en voz alta porque esa idea se escucha más como un sueño y su padre le ha dicho que los sueños no existen, que solo son una invención para mantener a raya a los androides, pero Jimin no puede evitar pensar en esa idea y muchas otras.

—Yo también espero a mi hijo —dice la mujer y sonríe —, iremos a Saturno, es mi planeta favorito desde que tenía tu edad, ¿a dónde viajarán ustedes?

Ante la palabra Saturno, Jimin vuelve a mirar a la mujer, sorprendido, porque nunca había hablado tan de cerca con alguien que fuese a viajar tan lejos, es una antítesis interesante, por lo que miente y señala el primer puerto a su alcance a modo de respuesta.

—Marte es un buen planeta, mucha arena, pero un buen planeta —comenta la mujer.

—¿Cómo es Saturno? —pregunta Jimin sin poder evitarlo.

Él ha visto la palabra grafiteada en las escaleras y también ha visto el holograma del planeta que emite un dispositivo en el techo de la ETEPII, pero en realidad no sabe mucho de los destinos después de los puertos, ni siquiera ha usado uno alguna vez, son como un misterio, tan cercano que a veces se pregunta si estaría mal intentar cruzar uno de ellos, tal vez algún día pueda infringir el sistema.

—Saturno posee aquellos grandes anillos que todos conocemos —explica la mujer —, los cuales puedes observar desde Urano, pero lo más impresionante son sus colonias, tienen amplios pisos que reflejan el plateado de una superficie adaptada para nosotros, todas las paredes están hechas cristal y residen en su interior la naturaleza que alguna vez existió aquí, las semillas abundan, los humanos allá, aquellos que han sido aprobados para ser residentes eternos, comienzan a entender de nuevo a la tierra.

Es como si las palabras de la mujer se reflejarán en los ojos de Jimin, quién mira el brillo del portal con una nueva perspectiva.

—¿Entender a la tierra? —pregunta.

—La vida más allá de nuestra existencia —dice la mujer.

Y puede que Jimin no le haya robado nada físico a la mujer ese día, pero sí termina robando su asombro por el planeta anillado.

🪐🪐🪐

Las estrellas en el mundo contemporáneo siguen brillando en el cielo cada noche.

Sin embargo, ahora también se le conoce así a las personas famosas, los artistas del siglo, en su mayoría androides, que reflejan una vida perfecta en los programas que se transmiten por señales universales, que anuncian productos, políticas gubernamentales y te invitan a formar parte de uno de los lemas de Génesis II, “Más que polvo de estrellas”, el cual se inspira en la popular frase de Carl Sagan, un astrónomo y astrofísico del siglo XX, que dijo alguna vez “Somos polvo de estrellas reflexionando sobre estrellas” pues nuestros átomos y los de todo lo que existe están hechos de los desechos de estrellas antiguas que murieron en el pasado remoto del universo.

La primera vez que Jimin leyó esto en un libro digital que le prestó Namjoon cuando tenía 14 años, no pudo dejar de pensar en ello, mirando su piel para ver si podía ver algún trazo brillante, alguna pequeña molécula incandescente en el océano de dermis o un resto de luz, y por muchos años el lema de Génesis II le hizo reflexionar a qué se referían con ese “Más”, no fue hasta que conoció a Taehyung que pudo darle su propia interpretación, los androides son más vivos, más gentiles… más humanos.

Jimin se ha encontrado con buenos humanos en su vida, como Namjoon, Jin y Yoongi, a los cuales conoció cuando tenía 10 años, mucho antes de que su padre lo abandonase en las calles cuando cumplió 12 años, tomando un tren deslizable para no volver jamás y dejándolo sin nadie ni nada (tomando en cuenta que su madre había muerto durante su parto y su padre se llevó todo lo que tenían, transfiriendo la fortuna de la mater de Jimin a la de él), Namjoon lo había levantado del callejón donde Jimin lloraba desconsolado y le había dado un techo, y con Jin y Yoongi, le habían dado la familia que siempre quiso.

Sin embargo, hay algo en los androides que alcanzan la última fase de la evolución, aquellos que comienzan a soñar, que Jimin no termina de entender, es ese “Más” en el lema de Génesis II.

Antes, Jimin creía que ese más significaba perfección, ahora sabe que ese “Más” también es un “Menos”, menos egoístas, menos evasivos, menos crueles, no significa que un androide no pueda ser todas esas cosas, solo es el hecho de que al serlo, tienen una razón, algo que muchos de los nuevos humanos han olvidado y son solo por ser, por lo que al final dejan de serlo.

El emisor de Yoongi que Jungkook tomó prestado está proyectando alguna serie antigua con dragones y peleas, protagonizada por estrellas del pasado, de vez en cuando parpadea porque está roto, y Jimin ha perdido parte de la trama al quedarse dormido por segundos contra el pecho de Taehyung, puede que el sillón en el que se encuentran los tres no sea el más cómodo del universo, empero, con la noche oscureciendo el almacén, y al estar acurrucado contra su novio, con su cobija favorita cubriéndolos y los dedos del androide corriendo por su nuca y su espalda, es casi imposible evitar que sus ojos se cierren.

—¿Quieres que te lleve a nuestra cama? —murmura Taehyung cerca de su oído cuando Jimin comienza a dormitar de nuevo, enviando una onda cálida e íntima por todo su sistema.

‘Nuestra cama’, a Jimin de verdad le gusta como se escucha eso, no es como que no hayan dormido juntos en la misma cama los últimos 6 años, pero el hecho de que se hable de eso en voz alta es lo que hace que su corazón lata con fuerza, con una adrenalina diferente a la que experimenta en las misiones, esta es puramente feliz, excitante y todas las cosas buenas que quedan en este desgastado mundo de neón, es como luz de estrellas, cada día junto a Taehyung se siente como sumar estrellas a sus átomos, estrellas que son nuevas y puras.

—Mmmmm —Jimin murmura y niega con la cabeza, se siente demasiado cómodo aquí, además…

—La cena estará lista pronto —dice Jin desde la cocineta.

Jimin necesita comer.

—¿Alguien vio mi emisor? —dice Yoongi saliendo desde la compuerta que lleva al sótano.

Jungkook gime con sorpresa, apaga el emisor de inmediato y lo guarda en su sudadera en un limpio movimiento, eso despierta a Jimin.

—¡Jungkook-ah!, estaba viendo… —se empieza a quejar Taehyung pero se interrumpe con las palabras de Yoongi.

—No lo he visto desde hace una semana —continua Yoongi buscando en las repisas y mesas del taller.

Y bueno, es interesante que los maratones de series propuestos por el menor hayan iniciado justamente hace una semana, piensa Jimin, pero no dice nada, porque al ser los menores, Jungkook, Taehyung y él ahora son un grupo de tres que protege la espalda del otro, no tiene nada que ver con que Yoongi se volverá loco cuando sepa dónde está su emisor y Jimin verá y se reirá de ello cuando ocurra, todo aún cómodamente acurrucado contra el pecho de su novio, la vida es buena.

—¿Dónde está Namjoon-ah? —pregunta Jin a Yoongi.

—Él y Hobi siguen planeando la red de vigilancia en nuestros sistemas —explica Yoongi buscando ahora en la cocina.

Jimin puede ver a Jungkook ponerse más nervioso con cada cajón que abre Yoongi, y aunque aparenta desinterés definitivamente no es el mejor actor del grupo, sus ojos están tan abiertos como pueden estar y miran de un lado a otro, pero cuando su hyung se dirige hacía ellos queda claro porque ninguno de los tres es una estrella profesional, al menos no bajo la mirada de Agust D, todos deben verse tan culpables como Jimin piensa porque Yoongi entrecierra los ojos.

—De casualidad —dice su hyung con templanza —, ¿alguno de ustedes tres ha visto mi emisor?

Los tres niegan al unísono con la cabeza y Yoongi los mira con el doble de sospecha, los segundos pasan lentos, la mirada es tan pesada y acusatoria que termina por romper a los menores.

—¡Jungkook-ah dijo que tú se lo habías prestado! —exclama Taehyung.

—¡Te lo iba a decir! —súplica Jungkook.

—De cualquier forma está roto, la mitad de los capítulos que veíamos no se entendían —se queja Jimin y se cruza de brazos.

Ante eso Jungkook mira a Jimin con pánico.

—¿Roto? —pregunta Yoongi luciendo más sombrío.

—¡La cena está lista! —canturrea Jin ajeno a lo que pasa.

Mientras comen el delicioso guisado proteico de Jin, y Yoongi le da a Jungkook un sermón acerca de la mentira y la verdad, siempre sereno y asegurando al menor que es mejor hablar a mentir, Namjoon se une y rompe su plato haciendo que la tensión se disipe, y más tarde Taehyung entrelaza sus dedos con los de él cuando todos deciden continuar viendo la serie en el emisor roto amontonados en el sillón, Namjoon asegura que puede repararlo, y Jimin cree que sus amigos, su familia, y esta clase de momentos también pueden ser considerado el “Más” del lema de Génesis II, pero tal vez no son un “Más” sino un “Incluso”, porque incluso siendo solo polvo de estrellas sigue existiendo la dicha y la bondad.

🪐🪐🪐

Saturno es divertido.

Eso es lo que piensa Jimin luego del primer día que pasan en el planeta anillado.

Si a su yo de 7 años le hubiesen dicho que algún día estaría aquí, admirando a Mimas, Encélado y Titán, comiendo verdaderos vegetales y frutas de numerosos huertos, recorriendo galerías de arte viejo y nuevo, tomando fotos con su emisor de sus amigos, su novio y la tierra vista desde lejos, vistiendo playeras y gorras a juego que dicen “Yo ♡ Saturno”, y besando a Taehyung sobre montañas de hielo, además de viendo extensos invernaderos bioluminiscentes a través del cristal de un hotel, seguramente habría creído que se trataba de charlatanería, un intento de engañarlo, supone que ese es el encanto de los sueños, pensarse imposibles como un incentivo de suspirarlos y, en algunos casos, lograrlos.

En realidad, Jimin no sabía qué esperar hace 24 horas cuando su cumpleaños había iniciado con Taehyung cantando en voz baja contra su oído, para luego felicitarlo y besarlo profundamente, amplias palmas tomando su cintura, acariciando a Jimin con tanta ternura y amor que su piel se sentiría efervescente y sus comisuras no podrían evitar sonreír con plenitud total, luego sus amigos lo habían sorprendido con un pastel rosa lleno de pequeñas estrellas doradas de azúcar hecho por Jin, incluso Hoseok se había unido, el pastel también tenía velas, una pequeña fortuna en un postre de apenas 20 centímetros de diámetro, finalmente se había colocado una venda en los ojos a pedido de estos y había sido conducido por Taehyung a un destino desconocido.

Jimin había abrazado el torso de su novio mientras este conducía a ambos en su motocicleta a través de la ciudad, sus amigos tras ellos en el automóvil por fin reparado de Namjoon, con los ojos vendados Jimin se sentía más sensible a sus demás sentidos, el fresco viento contra su piel, los latidos de Taehyung debajo de sus dedos, el tráfico de altas velocidades en sus oídos y los restos de lluvia saboreados por su boca.

Luego había bajado escaleras con ayuda de Taehyung, miles de destinos cruzando su mente, el murmullo de la multitud alrededor de ellos delatando un lugar concurrido, pero Jimin se sentía tan feliz que no podía terminar de adivinar.

Por supuesto que, definitivamente, Jimin no había esperado que Taehyung retirará la venda de sus ojos y se encontrasen frente a las escaleras del portal a Saturno, el grafiti rosa sintiéndose prohibido al estar tan cerca.

—Creo que me has dado suficientes sueños —explicó Taehyung —, es momento de que yo te de uno.

En cofradía con sus amigos, el androide le había hablado a Hoseok acerca del sueño de Jimin de visitar cierto planeta, su más reciente amigo y héroe hacker había sonreído antes de asegurarle que podía cumplir el sueño, Taehyung había insistido en pagar los pasajes de todos, y aunque Hoseok podía costearlo mil veces sin necesidad de su ayuda, había aceptado la transferencia de fortuna del androide bajo su insistencia, siempre y cuando él pagará el resto del viaje.

Así, habían reservado los pasajes, y bajo su nombre Hoseok había tramitado lo necesario para que la lectura de las mater de los humanos y la huella AI de Taehyung fuese reconocida por el portal el día del viaje.

Estando frente al portal y enlistando los objetos que no pueden olvidar antes de ingresar al portal, algunas personas miran al grupo con cierto recelo, más específicamente a las mater brillando debajo de sus nucas, y Jimin está a dos miradas más de reaccionar.

—En Saturno la diferencia de clases no existe —explica Hoseok cuando de forma inconsciente Jungkook oculta su mater debajo del cuello de su chamarra.

—En Saturno —continúa y suspira —... ya lo verán.

Subir los escalones que conducen al portal, con el repiqueteo del tacón de las botas que Jimin usa hoy, es una sensación extraña, su corazón parece querer correr de una vez, ya sea directo al portal o en dirección contraria, percibiendo su estrés, Taehyung entrelaza sus dedos y sonríe a Jimin con confianza.

—¿Juntos? —le pregunta el androide segundos antes de toparse con la superficie tornasol que luce como un pequeño huracán de nebulosas.

Jimin asiente, por un momento piensa que la alerta de intrusión se escuchará y entonces despertará de este sueño, las puntas de sus dedos tocan la superficie en movimiento, desapareciendo como si el portal lo dividiese en pequeñas moléculas, las cuales comienzan a viajar con este, dos pasos más y entonces su cuerpo entero atraviesa el portal, Taehyung aún está a su lado, y en un parpadeo de luces de colores ambos se encuentra del otro lado.

Pero estando en Saturno lo primero que Jimin ve no son los pisos plateados o los invernaderos infinitos, tampoco son las cápsulas suspendidas por rieles traslucidos o los elevadores de cristal, lo primero que Jimin ve es a Taehyung mirándolo de regreso.

Taehyung, quién no es un sueño cumplido o un sueño por cumplir, sino la belleza que existe en la realidad.

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