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La familia Potter (los problemas de crecer)

Summary:

La familia Potter siempre se consideró la más famosa del mundo magico. Desde lo controversial y polemico en la unión del salvador del mundo, Harry Potter, con el último mortifago cercano a Voldemort, Draco malfoy, hasta el nacimiento de los cuatro niños del matrimonio: James Sirius Potter, Albus Severus Potter, Scorpius Lucius Malfoy y Lily Narcissa Potter.

Una familia tan extraña, amorosa y genial, la cual comenzó los planes para aumentar los miembros. Ahora, James Sirius Potter tendrá que no solo lidiar con la pequeña crisis de llegar a la mayoría de edad, sino la llegada de un nuevo hermanito o hermanita.

¿Qué podría salir mal?

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Chapter 1: Cumpleaños para papá Harry

Summary:

Draco comienza a tener el sindrome del nido vacío y James quiere hacer algo al respecto.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

capitulo 1. Cumpleaños para papá Harry. 

 

En una casa oculta del mundo ubicada Wiltshire al suroeste de Inglaterra, entre muchas casas sangre pura, crecía una de las familias más famosas del Reino Unido mágico. Tanto por las hazañas de uno de los padres, su misteriosa historia de amor que nadie más que sus allegados conocían y como lo controversial que era su relación.

Se trataba del famoso niño que vivió dos veces, Harry Potter, y uno de los últimos mortifagos de Voldemort, Draco Malfoy.

El matrimonio más conocido y a la vez del que pocas fotos lograron filtrarse al mundo se celebró un primero de setiembre de 2007.

De dicho matrimonio, nacieron el futuro del mundo mágico (palabras del propio diario El Profeta)

James Sirius Potter, el primer hijo del matrimonio Potter. Cabellos castaños algo claros a la luz del sol y unos ojos color mercurio algo más oscuros que un Black. Desde pequeño presentó problemas de visión, teniendo que usar lentes, porque ninguna poción parecía querer funcionar en el niño (Draco maldijo a los genes Potter, pero eso no lo detuvo a tener más hijos) era literalmente el hijo estrella. Dulce, amable y todo un Gryffindor de pies a cabeza.

Tres años después, nacieron los mellizos Potter Malfoy. El primero fue una copia exacta del héroe del mundo mágico al cual bautizaron como Albus Severus Potter. Un niño de cabellos negros y revoltosos como los de su padre y unos ojos grises del mismo tono exacto que los de su papá. El segundo salió rubio platinado como su papá, pero de ojos tan verdes como los de Lily Evans. Draco amó ver ambos ojos, porque sabía que cualquiera se enamoraría con solo verlos, mientras que se derritió al saber que tendría a otro Potter con quien batallar para darle un peinado decente. Al pequeño rubio bautizaron Scorpius Lucius Malfoy, cumpliendo la promesa que le hizo al alma de su padre de que uno de sus hijos llevara el apellido Malfoy y el legado.

Y luego, tres años después nació la princesa del lugar. Lily Narcissa Potter. Una bella pelirroja con ojos celestes que le pertenecieron una vez a su abuela Narcissa Malfoy. Una niña hiperactiva, perspicaz y muy dulce, existía una discusión entre ambos padres en que casa podría terminar la pelirroja de la familia, porque faltaba poco para que ingresara a Hogwarts.

Draco comenzó a tener el síndrome del nido vacío. Saber que sus bebés irían a Hogwarts ese año lo destrozó. Tener la mansión vacía iba a ser difícil, así que agendó citas con su antigua terapeuta, la cual sonrío con ternura al saber los motivos y le indicó que viniera en los espacios de su agenda que le hicieran preferibles.

Sí, era mejor así.

Pero esta historia no es sobre Draco o Harry, es sobre la nueva generación. Los niños Potter (y un Malfoy) quienes tenían una pequeña crisis porque el cumpleaños de su padre estaba cerca. Bueno, el mayor tenía la crisis mientras los gemelos solo comían dulces mientras veían a su hermano batallar con una pizarra.

¿Qué carajos iban a hacer?

“Es ridículo” dice Albus con los brazos cruzados mientras veía a su mellizo comer un pie de limón que su tío Justin dejó en su visita más reciente para que Alexis jugara con Lily y los mellizos. Alexis podría tener diecisiete años, pero adoraba venir a pasar el rato con su padrino Draco.

“No lo es, es perfecto” dice James observando el pizarrón mugle con orgullo, acomodándose sus lentes que siempre se deslizaban por su nariz.

“no lo es, joder” repite Albus rodando los ojos “Tal vez papá Harry no lo verá venir, pero papá Draco sí. Digo ¿quién carajos sale al callejón Diagon cuando podemos solo pedir por lechuza?”

“Yo salgo al callejón Diagon, Al” dice James con los brazos cruzados.

“Estás cerca de los dieciséis, eso es casi tener treinta” se encoge de hombro Albus mirando a su mellizo “¿A qué no, Scorp?” el chico rubio se encoge de hombros y sigue con su postre.

“Creo que eres un grosero” responde James ofendido y triste “Solo quiero hacerle algo bonito a papá Harry. Papá Draco está triste y si alegramos a papá Harry también alegramos a papá Draco” explica James preocupado “Lily se viene con nosotros, nuestros papás quedarán solos ¿no entiendes que es importante darles algo?”

“Podrían darnos otro hermanito” dice Lily, quien ingresa al cuarto de su hermano mayor para saltar a la cama con su ropa sucia luego de jugar en el jardín con los pavos reales.

“¿Sigues con lo del hermanito?” dice Scorp dejando de comer para ver a la pelirroja “No creo que sea la mejor forma de pedir otro hermano, pero podría ser, digo… papá Draco es super joven aun, vivimos más de cien años, incluso llegamos hasta los doscientos ¡papá está en la flor de su juventud!”

“Merlín bendito” gruñe Al “Sí saben cómo se hacen los bebés, ¿no?”

“Claro” dice Lily feliz “Papá Draco lo habló. Cuando dos magos se aman mucho, toman pociones y pum, un bebé”

“Tienen sexo” dice Scorpius con malicia y una sonrisa juguetona propia de un adolescente de trece.

“¡cállate!” dice James rojo “Los odio. No, imágenes en mi cabeza procesándose. Ya los recibí, no ¡tendré que ir al psicólogo!”

Albus mira a su mellizo, quien le mira de regreso y ambos chocan los cinco mientras Lily ríe de la cara de un James traumatizado. Un día normal en la mansión Malfoy.

La puerta se abre, provocando que James chillara y cubriera su pizarra.

“¿Niños?” pregunta Draco mirando a su hijo tratar de cubrir un pizarrón con su sudadera muggle “No quiero preguntar, pero debo ¿qué haces, Jamie?” pregunta con humor.

“No veas, no veas”

“Apuntó cosas para el cumpleaños de papá Harry” delató Lily con maldad.

“Esa es mi pequeña serpiente en potencia” dice Draco con humor. Su hijo miraba a su hermana menor con traición y vergüenza “Amor, ¿sabes que papá y yo amamos lo que planeas para nosotros? No hay nada de qué avergonzarse. Tienes quince y sigues siendo igual de dulce” se acerca para abrazar a su hijo “Y espero que no cambie eso nunca” dice melancólico.

“Niño de papi” canturreo Albus burlón, Scorp río mientras Lily tarareaba en aceptación.  

“No les hagas caso” dice Draco guiñándole el ojo para mirar el pizarrón “¿una fiesta sorpresa? Uhm, podría funcionar. No hacemos fiestas a papá, solo cenas tranquilas que tu abuela Molly prepara”

“Nuestro segundo plan es que hagan un hermanito” dice Lily siendo imprudente.

“¿En serio?” pregunta Draco con la ceja alzada “¿y como planeaban que tome pociones de fertilidad?”

“¿Magia?” responde Lily con una sonrisa.

“Joder, si terminas en Gryffindor le deberé a Millie veinte dólares”

“Dame la mitad y quemaré el sombrero si no me envía a Slytherin” propone Lily traviesa.

“O tal vez no” dice Draco para luego mirar el pizarrón “Bien, hay muchos errores allí, pero eres un Potter, perdono eso” dice Draco burlón, besando los cabellos de su único león “Veamos, el sábado irán a la casa de tía Millie y tía Pansy para pasar la tarde con Marcus y Himari” murmura Draco “hablaré con Pans para que los lleven a comprar las cosas. Yo distraeré a tu padre toda la mañana. Tendrán tiempo suficiente. Yo me encargo de las invitaciones” sonríe.

“¡Sí!” grita Lily “¡Fiesta sorpresa!”

“Lily, si lo gritas ya no será sorpresa” dice Scorp con humor.

“gryffindor” dice Albus rodando los ojos.

“Papá Harry salió a ayudar a su tío Ron con algo de la tienda de tus tíos” explica Draco para aliviar a un nervioso James.

“genial” dice James. Tapando la pizarra “gracias papá”

“El próximo año cumplirás diecisiete” dice Draco “Pero siempre estaré aquí, amor”

James asiente con una sonrisa.

“Tengo hambre” dice Lily.

“¿Quieres?” ofrece Scorpius parte de su pie de limón.

“Sí” la niña se levanta de la cama de su hermano de un salto.

“¿Estuviste en la cama así de sucia?” pregunta Draco con el ceño fruncido al ver a su hija con el uniforme de Quidditch que Millie le regaló completamente sucio.

“¡jamás me atraparás!” grita Lily comenzando a correr “¡no al baño, si a las bacterias!”

Draco cuenta hasta cinco antes de sacar su varita para ir detrás de su hija menor.

.

.

James baja las escaleras para la cena. Lily estaba de brazos cruzados con enojo mientras su cabello húmedo era secado con sumo cuidado por un Draco con ropa nueva.

“Tienes once ¿Cuándo dejarás de hacer escenas para bañarte?” dice Albus mirando a su hermana menor “Es ridículo”

“Albus Severus Potter, ¿qué hablamos con usar la palabra ridículo?” pregunta Draco dejando el cabello de Lily para agarrar el cepillo.

“Perdón, papá” dice Albus avergonzado.

“No me gusta bañarme. Igual me ensuciaré mañana” lloriquea Lily.

“No me gusta cocinar todos los días, igual comerán mañana, pero lo hago” responde Draco comenzando a pasar el cepillo por los risos pelirrojos de su hija “Merlín, cada día lo veo más naranja. Bendito el día en el que me burlé de tu tío Ron”

“Es como una zanahoria” dice Scorpius “El cabello de Lily”

“Soy un vegetal” dice Lily con una mirada malévola.

James ríe por eso y decide ayudar a su padre a servir a sus hermanos. Colocando los vasos de plástico. Uno con figura de animales para Scorpius, uno de un solo color para Albus y el de un tiburón con lentes para Lily. Él usaba uno de vidrio y estaba orgulloso de haber subido de nivel.

Era el mayor. La autoridad en caso sus padres no estaban en casa. Era el alfa.

“Gracias, Jamie” dice Draco mirando la mesa servida “Albus, deja de comer el brócoli de tu hermano. Scorpius, ya hablamos sobre dejar la verdura que te corresponde en el plato de tu hermano. Siempre me doy cuenta, hijo. Ni trates de cambiar la técnica o me veré obligado a dejarte sin postre”

“perdón, papá” dicen ambos mellizos avergonzados.

“¿Podemos comer en la sala? ¿Ver pelis?” pregunta Lily.

“Solo si no pelean por lo que quieren ver” advierte Draco.

James usa la varita para elevar los platos y Draco le acaricia la cabecita. Todos se sientan en el sofá. Draco empuja la mesita para que James dejara los platos allí. Lily grita emocionada para ver Donde están las rubias mientras Albus pedía que pusieran la película La forma del agua.

“¿Qué quieres ver, Scorp?” pregunta Draco curioso.

“Una de Marvel” dice Scorp “La del capitán América o una de Ironman. Me gusta como Ironman se vuelve un gran super héroe. Es como… salvó al mundo de un chasquido papá ¿quién hace eso? ¿Salvar al mundo a costa de tu salud?” dice emocionado.

“Papá salvó al mundo” dice James orgulloso de papá Harry.

“Papá no es Ironman, es papá” dice Lily “Papá Draco tuvo que ayudarlo a sacar su brazo, porque se tropezó con las escaleras… ¿cómo se cayó de las escaleras, papá?”

Draco se sonrojó. Harry se tropezó porque Draco no lo había dejado ver por donde caminaba al estar besándolo intensamente, provocando que ambos cayeran, pero Harry fue quien terminó con el brazo atravesando la pared.

“No lo sé, amor” miente con dignidad.

“Claro, dragón” responde Harry entrando al lugar quitándose el abrigo con una sonrisa.

“¡papá!” gritan todos los hijos, corriendo a abrazar a su padre recién llegado. Draco observó eso con un nudo en su estómago,

No tendría escenas así por muchos meses.

Dolía. Joder como dolía.

“Hola, chicos” dice Harry con el corazón derritiéndose de ver las pequeñas creaciones que hizo con su esposo “¿Comiendo en la sala?”

“papá nos dejó con la condición que no nos peleáramos” informa Lily, para tomarlo de la camisa para poder susurrar a su oído “Ayúdame a que pongan la de ¿dónde están las rubias?

Harry ríe y niega.

“no me metas en tus batallas, señorita” dice Harry, provocando que Lily bufara molesta.

“Slytherin” dice Draco malicioso.

“O una leona muy inteligente como Hermione” dice Harry mirando a su esposo “Niños, déjenme saludar a su padre”

“Sí, hagan un hermanito” chilla Lily.

Harry frunce el ceño y mira a Draco, quien se encoge de hombros.

“¡No! ¡Lily!” dice Albus mortificado, mientras James dejaba de abrazar a su padre por las imágenes que formo.

Estaba doblemente traumado.

“¿De nuevo con lo del hermanito?” dice Harry con una sonrisa “Comienzo a interesarme. Podríamos negociarlo” dice Harry con humor.

“Por favor, no lo hagan” dice James algo verde.

“Prometo alimentar al hermanito. Sacarlo a pasear y limpiar lo que ensucie” dice Lily.

Draco río. Su adorable hija estaba describiendo los cuidados para un perro. Adorable.

“¿Sacarlo a pasear?” dice Albus horrorizado “No es un perro Lily” dice molesto el mayor de los mellizos “En primer lugar, no podrá sostener su cabeza los primeros meses. ¿Limpiar lo que ensucie? Usará pañales, Lily. Papá se encargaría de alimentarlo, además los bebés lloran demasiado. Ellos son masoquistas, yo no” apunta a sus padres “Tuvieron cuatro hijos, no me miren así” se cruza de brazos.

“Merlín, es como escuchar mi padre” dice Draco con una sonrisa nostálgica “¿Cómo llamarían al bebé?”

“¿realmente haremos esto?” pregunta Harry con una sonrisa tierna “No me molesta, creo que eso te quitará el síndrome del nido vacío”

“Lo bebés no son curadores mentales, Harry Potter” regaña Draco dejando que su esposo lo abrace “hola”

“Hola, dragón” dice Harry besándolo.

James se apresura a sentarse para tomar su plato y comer. Sabía que esta charla llegaría.

Lily Narcissa Potter lleva pidiendo desde hace semanas un hermanito o hermanita. Su tía Millie había anunciado su embarazo. Luego de dos embarazos siendo encargados por Pansy Parkinson, era momento que la pelinegra rizada colgara la escoba y sea ella quien tuviera al siguiente bebé que tanto deseaban ambas. Eso activó un deseo en Lily de ver a su papá Draco embarazado y tener un hermanito.

El día llegó. James debía ser el hermano mayor y escuchar la conversación con ojos maduros.

Un bebé. Una gran responsabilidad para sus padres y para él, porque siempre adoró cuidar a todos sus hermanos. Ser el ejemplo.

“Bien, creo que tengo un listado” dice Lily comenzando a correr a su cuarto.

“Son nombres terribles” dice Albus “banana no es un nombre adecuado para un bebé”

“Creo que no deberías ser tan grosero” dice Scorpius para agarrar de su plato “¿No deberíamos seguir la costumbre los Black? No quiero ser el único con un nombre de constelación, ya es hora que alguien más tenga un nombre así de bonito”

“¿Se puede escoger el sexo?” pregunta Albus “Otro hermano sería un desastre. Los niños son mucho más terribles de criar y no quiero que mis figuras de acción sean atacadas cuando me vaya de casa y deje mi habitación”

Draco hace una mueca por esa mención. Su pequeño Albus ya comenzaba a pensar en irse.

“Insensible” dice Scorpius “Un hermanito sería adorable”

“Sí, cambié de opinión” dice Albus con una sonrisa.

James rueda los ojos. Albus siempre haría lo que Scorpius quisiera. Si Scorpius no fuera tan noble como su padre Harry, tendría un pequeño esclavo de su edad.

“Volví” dice Lily con una hoja “Comencemos con Hades” dice emocionada “Pensé en Sherk, pero Rose dijo que eso suena terrible y tiene un punto” Harry ríe y Draco le tiene que picar con su hombro para que se callara “Willy Wonka, tal vez pueda hacer chocolate en el futuro. No pasaremos hambre nunca más” Albus se cubre la cara con la mano mientras James lucha por no reírse “¡Gamora!” añade orgullosa “¡Cendella! Como la actriz”

“Son nombres muy bonitos, hija” dice Draco.

“No ha terminado” dice Albus.

“mantis, Scooby, Dipper ¡Bill clave!” chilla emocionada “Imagínate la magia de doritos que podría hacer ¡Oh, salve sagrado dorito con un ojito!”

“¿Qué le dejamos ver?” susurra Harry, mientras Draco sonríe paciente.

“Podemos llamarla barbie, es muy femenino, pero le gusta a Rose” dice la niña orgullosa “Y mi hermana de otra madre será feliz” dice orgullosa.

Draco niega. Jamás le pondría el nombre de una muñeca a su hija. Sabe que barbie es una especie de icono feminista para las mujeres, sobre todo por esa película tan extraña a la cual fueron solo porque Albus parecía tan emocionado. Draco conoce a sus bebés y fue fácil ver la emoción en el niño e inventó la excusa de ir todos solo por Lily (la niña se quedó dormida en los primeros veinte minutos)

No, jamás sería Barbie o algo cercano a lo muggle. Draco podría ser muy progresista, pero no le gustaba eso.

“Me gustó tu lista, princesa” dice Harry con cariño “¿Alguien más quiere opinar?”

“¿Realmente tendrán otro bebé?” pregunta James tragándose la vergüenza.

Hermano mayor… sí. Sería extraño a esa edad. Nadie creería que es su hijo ¿verdad? Sus padres no parecían tener cuarenta y cuatro años.

“no lo sé. ¿Quieres otro hermano? Realmente nunca te hemos hecho cuidar a tus hermanos más de lo normal, no asumirías más responsabilidades de las que tienes ahora. Bueno, tal vez ver a tus hermanos los primeros meses” dice Draco pensativo “Sí, supongo que es mejor que también opines”

“Bueno” dice James pensativo.

“Vamos, Jamie” dice Lily “Tengamos un hermanito y llamémosle Bob Esponja”

“¡Lily, por merlín sangriento!” dice Albus, mientras Scorpius reía junto a Harry.

“¿Quién te enseñó ese vocabulario?” pregunta Draco, para mirar a Harry.

“Soy inocente de cualquier acusación” dice Harry con una sonrisa traviesa.

James sonríe. El próximo año cumpliría diecisiete años. Sería mayor. Su papá Draco estuvo muy triste por como todos sus hermanos y él crecían. James conocía de algunos problemas que tuvo su padre antes de tenerlo a él, no demasiados detalles, pero si los suficientes para entender que hablar sobre la salud mental es importante.

¿Un bebé de dos padres asombrosos? ¿Por qué no? Esa familia siempre tendría amor para regalar.

Y sería casi de la misma edad que el bebé de tía Millie y su madrina Pansy.

“Sí” dice James “¿No pensaron en ponerle el nombre de Lesath y Antares? Son estrellas de las constelaciones de Scorp” dice con una sonrisa.

Draco sonríe. Su niño tan listo.

“Nos encanta, Jamie” dice Harry mirando a su pequeño hombrecito “¿Qué opinas, lily?”

“Suena extraño como Scorpius” dice la pelirroja con el ceño fruncido “¡me encanta!”

“Gracias por escoger estrellas de mi constelación” dice Scorpius con un leve sonrojo.

“buenos nombres, lo acepto” dice Albus encogiéndose de hombros.

“Mañana iremos con el medimago para comenzar con las pociones” dice Harry con una sonrisa.

James mira su plato y sonríe.

Hermano mayor una vez más. Mayoría de edad. ¿Qué podía salir mal?

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“Los Gryffindor´s y sus obsesiones con el rojo” dice Pansy observando los globos rojos con una mueca.

“¿Qué tiene? Mi cabello es rojo tía” dice Lily con vergüenza.

“Perdón tesoro, hablo de este color. El tuyo es mucho más bonito, reina”

“Mira mira” dice Himari de diecisiete años mostrando una hermosa túnica.

Pansy prometió a su hija pasar al menos media hora en las tiendas de túnicas juveniles para que aceptara acompañarla a cuidar al pequeño clan Potter (y un Malfoy)

“Está hermoso, ¿Dónde está tu hermano y los mellizos?” pregunta Pansy con el ceño fruncido.

“James está buscando algo para comprarle a su papá como regalo extra. Scorpius está incomodo por allí porque Albus se fue a coquetearle a Marcus” dice la chica con una sonrisa “Son adorable, mamá” ríe para seguir en su búsqueda de ropa.

“¿Coquetear?” pregunta Lily confundida “¿Es algo de acción?”

Pansy ríe.

“Oh, cariño. Eres tan extraña como una Black” vuelve a mirar su bolso “Es mejor que pasemos por la tienda de postres o recibiremos a tu madrina con un humor de perros”

“Mi madrina nunca está molesta” dice Lily extrañada “¿Por qué no puede jugar estando embarazada?”

“Porque los embarazos son muy delicados, cariño. Los primeros meses son los más difíciles. Sientes mareos, antojos de cosas extrañas, el temor de engordar a pesar de que sabes que en realidad no debería de importarte. Las hormonas… ¿ya te mencioné de la descalcificación de diente? ¿Las pociones se tienes que beber?”

“Tía Pansy” dice Lily asustada “¿Cómo puedo evitar embarazarme?”

Pansy ríe encantada.

“¿No le estabas pidiendo a tu papá Draco tener otro hermanito?” pregunta la Slytherin con humor.

“Papá es fuerte” se justifica Lily antes de mirar por todas partes “¿Hay ropa de samuráis? Quiero ser uno lo que quede del verano, luego Rose me ayudará con mi siguiente personalidad”

Pansy mira a la niña ya acostumbrada a no entender la mayoría de las cosas. A veces creía que Draco era muy manso con la libertad que le daba a la niña, luego descubría que ella era igual con sus hijos, pero los pequeños rastros de prejuicio sangre pura eran difíciles de quitar.

“Creo que acabo de recibir el numero de una bruja” dice James nervioso “¿Por qué soy tan amable? No intento coquetear”

Pansy sonríe enternecida. Su ahijado era tan adorable como Justin Finch-Fletchley. El karma de Harry Potter por haber celado a su novio por tantos años, asustando a ese pobre Hufflepuff.

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James mira todo el lugar con nerviosismo. Millie estaba a su lado mientras veía a su mujer dirigir todo. Incluso Hermione parecía una mansa oveja a comparación de Pansy. Una Slytherin que amaba dar órdenes.

“¿Qué pasa, Jamie?” pregunta Millie devorando su tercera dona.

“Mis padres tendrán otro bebé” termina por decir.

Millie casi se atraganta. Bueno, se atragantó, pero supo disimularlo bastante bien. Logra recuperar la respiración y mira a su sobrino con alegría.

“Maldito Draco Malfoy” dice sin evitar “Soy la madrina de su última hija y no es capaz de avisarme primero”

“No” dice james antes de maldecir “Digo, están en planes. No lo sé y no quiero saber cómo lo manejarán”

“Oh, así que solo está en planes el pequeño Draconis” dice Millie con una sonrisa “Sabía que Harry siempre quiso un equipo de Quidditch, pero pensé que Draco sería el más realista” ríe “La herencia que recibirá disminuirá mucho más”

“Tía” dice James “¿crees que seré un buen hermano mayor?”

“cariño, mira allí” apunta a una Lily que perseguía a Oliver Longbottom con una pistola de agua mientras gritaba ¡Abajo los gobiernos autoritarios! Con una risa macabra “Y allí” Albus parecía estar a punto de iniciar un baile de apareamiento dedicado exclusivamente para Marcus Parkinson “Creo que, si sobreviste con tus hermanos, podrás con un nuevo bebé” ríe “En serio. No sé cómo es que Draco parió a tus hermanos. Sin ofender, pero Lily está decidida a ahogar al pobre Oli”

“¡Lily Narcissa Potter!” dice James asustado por eso “¡baja esa pistola de agua o le diré a papá Draco!”

Comenzó a corretear detrás de la pelirroja. Si esa niña no terminaba como una bruja tenebrosa, sería un éxito de crianza para Draco y Harry.

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Harry es jalado por Draco mientras avanzaban por la mansión a oscuras.

“Creo que sé lo que está pretendiendo, señor Potter” dice Harry con picardía.

“Silencio y avanza” dice Draco avergonzado.

Cuando llegaron al salón donde estaba todo, Draco ilumina el lugar, dejando ver a todos.

“¡Feliz cumpleaños!” gritan todos.

Draco sonríe orgulloso por todo lo que Jamie planeó en su pizarrón estaba allí, incluso el cartel que dibujó era igual. Su pequeño león dulce y amoroso.

“¿Qué? Nunca hacen una fiesta” dice Harry con una sonrisa sincera “¿Dragón?”

“no fui yo”

James avanza feliz y avergonzado.

“Este año Lily se va a Hogwarts con nosotros” comienza James “Y papá Draco estuvo algo triste, así que pensé que sería lindo hacerte una fiesta. Una reunión más de todos en familia, porque no importa si estemos lejos o cerca, siempre podemos reunirnos en familia en cualquier ocasión ¿no? Siempre has sido tú quien venía junto a papá Draco para alegrarme en mis tristezas, solo quería hacer lo mismo y con mis hermanos incluidos, porque todos los amamos”

Draco se cubre la boca mientras aguantabas las lágrimas. Había criado a un ser maravilloso y dulce. No sabía cómo lo había logrado. A veces mirando a Lily dar vueltas sobre su propio eje hasta caerse le hacía dudar de su crianza, pero James era una prueba fuerte de que no estaba fracasando.

“Hijo” dice Harry igual de orgulloso que Draco “Es uno de los mejores cumpleaños. Gracias Jamie, hablo en serio hijo”

“¡Qué viva Harry Potter!” chilla Millie maliciosa “Un aplauso para el niño que vivió”

“Viva” ríen todos, provocando que Harry rodara los ojos, pero no se detuvo en abrazar a su primer bebé.

“Estoy muy orgulloso del hombre en el que te estás convirtiendo, hijo” dice Harry solo para Harry “Sigue así”

James asiente y abraza a su padre con mucho cariño.

“¡Faltamos nosotros!” chilla Lily, corriendo a unirse al abrazo. Draco es jalado por los gemelos y Millie toma la fotografía mientras Justin lloraba en los brazos de su esposa junto a su hijo Alexis.

“Feliz cumpleaños, Harry” dice Draco con cariño.

“Gracias” dice el cumpleañero besando cada cabecita hasta detenerse en su esposo, para darle un delicado y devoto beso en los labios.

Notes:

Espero que les guste. Realmente esto es un relajo mental, no pidan mucho XD

Chapter 2: Competencia de padrinos y madrinas (sale mal)

Summary:

La fiesta de cumpleaños de Millie (como la mayoría de reuniones) termina con una competencia ridicula, solo que esta tiene finales desastrozos y felices... supongo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

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Capitulo 2: Competencia de padrinos y madrinas (sale mal)

 

La fiesta de Harry Potter fue una excelente reunión familiar. Desde el clan Weasley hasta Andrómeda con Teddy asistieron. Todos felicitando a James Potter por su excelente idea y a Pansy Parkinson por ser una excelente organizadora.

Bueno, ella era una reconocida diseñadora. Estaba acostumbrada a tener el control en un diseño, sobre todo si era para la persona que hacia feliz a su mejor amigo.

El cumpleaños quedó atrás. El siguiente era el de Millicent Bulstrode, el veintiuno de agosto, seguido de James el veinticinco. La bruja cumpliendo cuarenta y cuatro y el mago dieciséis.

Y Draco sentía que se le iba el alma. No quería que ni uno de sus bebés creciera. No soportaba el hecho de que abandonaran el bonito hogar que construyó junto a Harry. A veces lloraba en brazos de su esposo y comía bastante helado, pero nunca se mostraba mal frente a sus hijos.

Ellos volarían fuera del nido sin sentir culpa. Era natural. No sería un mal padre al retenerlos. Estaba criando personas adecuadas para sociedad. Con responsabilidades y autonomía.

Bueno, Lily solo tenía once. Se preocuparían más adelante.

Esa mañana, como las últimas en los últimos días, Draco se fue a despertar a sus hijos.

La habitación más cerca era la de James. Su primer bebé y el mejor hijo mayor que pudiera pedir. Su niño de oro.

“Jamie, cariño” entra para encontrar a su hijo dormido sobre su escritorio. Draco hizo una mueca.

Le dolería la espalda.

“vamos, hijo. Ya son las ocho. Puede ser sábado, pero hay reglas” dice con cariño, acariciando ese cabello castaño de bellos rizos que fácil podían ser de los Potter o los Black.

“Papi, cinco minutos más” dice James en un hilo de voz.

Como todos los días desde que comenzó la escuela muggle a los seis años. Y como cada vez, Draco se inclinó a besarle la cabeza.

“Ya te di cinco minutos, amor” miente como todas las veces.

“mentiroso” responde James para esperarse “mi espalda. Necesito café” dice para mirar a su papá Draco “buenos días, papá” saluda

“Buenos días, Jamie” saluda Draco para acomodar el cabello de su hijo “No te has bañado” gruñe “¿Qué tantos leías?”

“Himari me pidió ayuda para investigar sobre la historia japonesa para averiguar si es la más antigua. Yo dije que es la egipcia, así comenzamos una investigación” responde para mirar sus apuntes “Leí demasiado, me duele la cabeza”

“Eso lo heredaste de tu padre Harry” bromea Draco para mirar todo el desastre “te equivocaste aquí. Llamaban Heka a la deidad representativa de la magia” apunta a la palabra mal escrita “Hay muchos libros en la biblioteca en Grimmauld Place”

“No le digas a Mari” gruñe “¿Por qué acepté ayudarle con sus cosas de chica amante de la historia?”

“Porque eres mi niño dulce” responde Draco “Siempre te gusta ayudar. Gryffindor hasta la medula” canturrea con gracia.

“gracias, papá” dice James para levantarse “Merlín, mi espalda”

“ve a ducharte” ordena antes salir de la habitación.  

Camina mientras se dirige a la segunda habitación más cercana. Antes les pertenecía a los gemelos, pero estos le cedieron a su hermanita menor cuando ella comenzó a tener terrores nocturnos. Draco sintió mucho orgullo por sus dulces bebés y su gran corazón.

Abre la puerta y mira allí en esa cama tan grande a su única hija. Su bebé pelirroja que abrazaba su peluche favorito. Un peluche que Draco odió tanto, no importa si era verde. Cuando su hija le miró suplicante, tuvo que aceptar. Ahora, cada que venía a ver a su hija tenía que verla abrazar al muñeco de Sherk como si de un osito de felpa se tratase.

“Este es mío, dragón” aparece Harry apresurado para agarrar la cintura de su marido, así deteniéndolo. Lo jala y lo besa mientras deja que Draco recargue todo cuerpo en los brazos de su esposo. Cuando se separan, deja a un atontado Draco para entrar “Princesa” canturrea.

“No” dice Lily para jalar una almohada y la lanza a Harry, quien con sus habilidades de auror y antiguo buscador atrapa el objeto suave y ríe.

“Princesa. Ayer me hiciste sufrir para que duermas, esta es mi venganza” revela de formal malvada, saltando para elevar a su hija, quien chilla y ambos ruedan en la cama. La pelirroja comienza a patalear entre los brazos de su padre mientras Draco mira todo embobado.

Su padre Lucius nunca fue así de cariñoso. Estaba tan agradecido de haberse enamorado de Harry Potter. ¿Hacía calor o solo era él?

“¡papá! ¡Estaba soñando con Megamente y Batman!” grita la niña.

“Hubieras soñado más si no me hubieras hecho perseguirte por toda la casa, princesa” alcanza a escuchar la respuesta de Harry mientras sale del cuarto para ir al último.

Entra y descubre a Albus nuevamente en la cama de Scorpius. El chico era hecho un ovillo pequeño mientras su mellizo ocupaba toda la cama en su pose de estrella. Brazos y piernas abiertas mientras roncaba.

Eran adorables.

Draco se queda viendo a ambos con los brazos cruzados. Podía verlos tener tres años y estar en la misma pose. Era como una rutina.

“Niños” dice decidido a levantarlos. No importaba si se moría de ternura “Al, Scorp. Son las ocho”

Scorp se movió, provocando que por accidente pateara a Albus, quien al estar cerca de la orilla termina por caer al piso. Draco logra evitar que toque el suelo con su varita y suspira.

“ya desperté” dice Scorpius sentándose para ver como Albus es colocado en la cama “Oh, perdón. No sabía que Al estaba a mi lado”

“Siempre va a dormir contigo, Scorp” dice Draco con humor “Vamos, Al. Es tarde ya”

“no” responde Albus, moviéndose para volver a su pose anterior.

“Déjalo, papá. Yo me encargo” responde Scorpius para volverse a echar abrazando a su gemelo.

“Claro, si no bajan en diez minutos, dejaré que Lily escoja su desayuno” advierte Draco para acercarse a acariciar cada cabeza y volver a salir.

Observa como Lily chilla aferrada al marco de la puerta mientras Harry le jala de la cintura y las piernas. Rueda los ojos y baja las escaleras. Llega a la cocina y ríe al ver la comida ya hecha. Comienza a servir los platos cuando entra James arrastrando los pies.

“Una taza de azúcar con dos de café” pide para pegar su mejilla fría en la isla de la cocina.

“¿Qué les pasa? ¿Tan difícil es estar despiertos a las ocho de la mañana? En Hogwarts yo estaba despierto a primera hora” comenta dejando fruta picada frente a su hijo.

James se metió una cucharada de fresas a la boca para masticar con los ojos cerrados. Pasan algunos minutos para que entre Harry cargando a Lily en los brazos. Podría tener once, pero eso a Harry nunca le importa.

“Buenos días, papá” saluda Lily “¿No consideraste el divorcio como un pasatiempo?” pregunta mirando mal a Harry, quien la suelta con maldad “¡Malo!” chilla ofendida.

“Tu también eres mala diciéndole eso a tu padre” dice Harry “¿A qué no, dragón? Nunca nos divorciaremos. Primero me deberían de matar para que su padre quede libre” responde acercándose para recibir un besito, pero solo recibe una taza de café.

“¿Acabas de tirar a nuestra hija al piso?” pregunta Draco mirando a su hija y luego a su esposo con un ceño fruncido.

“No lo hice, la dejé bien parada en el piso” responde Harry para que luego Lily cayera al piso.

“Me duele, papá” dramatiza la niña “Veo a Merlín, no siento las piernas ¿así se siente morir? Oh, Morgana” comienza a retorcerse en el pido “Papá Draco, ¿lo ves? ¿Viste lo que hizo tu esposo? ¡merlín, me desangro!”

Draco sonríe y se acerca a su hija.

“Ven, bebé” dice extendiendo los brazos “te dejaré ponerles crema batida a tus panqueques de avena si dejas de ensuciarte”

“No quiero batido, quiero venganza” dice la pelirroja apuntando a su padre de lentes “Divórciate de él, me mató”

“¿Cómo podremos hacerte un hermanito si me divorcio de tu padre?” pregunta Draco inocente, ayudando a Lily a levantarse.

“oh, ganaste esta ronda señor Harry Potter” dice Lily para irse a sentar en la mesa “¿Cuánto va a tardar la llegada del hermanito?”

“Un embarazo normal es de nueve meses” responde Albus entrando con su gemelo.

Albus estaba ojeroso y con los ojos hinchados. Scorpius lo había ayudado a caminar para que no se cayera de las escaleras.

“Princesa, tener un bebé no es así de rápido” responde Harry dejando el plato de cereales integrales junto a leche sin lactosa frente a Albus, quien lo acepta con un humor de perros “Scorp, revisa que tu hermano no se ahogue con sus cereales si se queda dormido”

“Harry, ¿no te dije que no le dieras cosas liquidas a Al mientras está más dormido que vivo?” pregunta Draco para ver a su hijo.

“Yo lo cuido” dice Scorpius “no te preocupes, papá” asegura para luego comenzar a ver a su mellizo, quien se mete una cuchara a la boca y se tarda demasiado en sacarla “Creo que, si sigues así, papá Draco te quitará los videojuegos” le susurra preocupado cuando Albus cierra los ojos.

“Escuché eso” anuncia Draco dándole a Lily su plato y la crema batida de siempre y se aleja a preparar el café a su hijo mayor.

“¿Por qué tarda demasiado?” pregunta la pelirroja poniéndole mucha crema batida “No, batido” se queja cuando Harry le quita la crema batida para ponerla de regreso en la nevera.

“Las cosas hechas con amor requieren mucho tiempo para que salgan hermosos. A ti a tus hermanos los hicimos así y nos salieron preciosos ¿entiendes, princesa?” responde Harry para ponerle fruta picada sobre los panqueques de su hija y así su esposo no se moleste de ver demasiado azúcar sobre los panqueques de avena.

“¡Merlín, Albus!” grita Draco mirando como su hijo comienza a derramar leche por la boca.

Se había quedado dormido con la boca llena de cereales y leche, provocando que hilos de leche derramaran. Scorpius chilla y mueve a su hermano, quien despierta de golpe y comienza a ahogarse.

“¡Albus!” también grita Harry, mientras Draco sacaba la varita para ayudar a su hijo.

James se levanta de golpe y también se para a ayudar. Todos los hombres de la casa rodearon a Albus, mientras Lily aprovechaba la distracción para coger chocolate liquido y coloca tanto hasta volverlo una extraña sopa de panqueques, chocolate y crema batida. Huye del lugar y solo regresaría a lavar el plato para no dejar evidencias de su travesura.

“te dije que no le dieras cosas liquidas” gruñe Draco cuando su hijo vuelve a respirar.

“Perdón, perdón, perdón” dice Scorpius avergonzado “Me distraje separando las fresas de las frambuesas”

“No te preocupes” dice James abrazando a su hermano menor.

“Dramáticos” se queja Albus “no moriré, tengo demasiados planes que no llevo a cabo para que Marcus acepte ser mi novio y futuro padre de mis hijos” se mete una cucharada de cereales con leche a la boca.

Draco suspira. Harry sonríe orgulloso de su cachorro.

“¿A dónde fue Lily?” pregunta James mirando por toda la cocina.

Draco mira el lugar. Abre la boca cuando nota el envase del chocolate abierto y mira a Harry, quien entiende también lo que pasa.

“¡Lily Luna Potter Malfoy!”

James suspira, deja de abrazar a su hermanito rubio y se acerca a terminar de preparar su café. Rogó a Merlín que encontraran a Lily rápido para que pudiera pedir permiso para salir de compras con su mejor amiga y prima favorita, Himari Parkinson.

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Himari y James estaban en el callejón Diagon. Podían sentir las miradas de muchos magos y brujas. No por nada Himari era hija de la famosa Millie Bulstrode, la golpeadora de Inglaterra, y Pansy Parkinson, una consolidada diseñadora de modas de la mano de Blaise Zabini, modelo italiano y mejor amigo de Draco Malfoy. James era hijo del salvador del mundo, Harry Potter, y Draco Malfoy, jefe del cuerpo de medimagos de San Mungo.

Eran hijos de personas famosas, aunque en esos momentos estuvieran comprando cosas para nada excéntricas como muchos se imaginan.

James tenía crema para depilación fácil y cera para bellos, porque lamentablemente no heredó los genes libres de bellos corporales de su papá Draco y tenía que deshacerse de todos los pelos que le salían por los genes desastrosos de los Potter. Sí, era complicado querer verse bonito cuando tu depilación solo te duraba máximo tres días.

Himari por su lado llevaba productos para el cabello. Odiaba tener los rizos de su madre Millie, así que buscaba de todo para alisárselos y no tener que andar definiéndose los rizos como antes. Además, llevaba crema para granos y un nuevo babydoll. Si obligó a James a acompañarlo a esa tienda, solo ella y su varita lo sabían.

“¿Crees que debería regalarle a tu mamá zapatitos de bebé para su cumpleaños?” pregunta James incomodo de todas las miradas.

“mamá Pansy te amaría, pero creo que mamá Millie llorará. Sabes lo sensible que está” responde Himari “Dirá que sé están olvidando de ella y que importa más el bebé” suspira para mirar a su mejor amigo “no me malentiendas, mamá Millie adora estar embarazada, pero es tan complicada”

“¿Realmente es difícil convivir con una embarazada?” pregunta James preocupado.

Debía asegurarse que su papá Draco esté bien. Iba a ser el mejor hijo del mundo, no importa si estaba en Hogwarts.

“¿No recuerdas los dos embarazos de mi padrino?” pregunta Himari “Creo recordar el de Lily, tenía siete años” dice pensativa “¿No comía esas cosas muggles y siempre le reclamaba al tío Harry porque fue el quien le enseñó la comida rápida del McDonald’s?”

James hace una mueca. Él solo recordaba como en ambos embarazos pedía solo hermanas mujeres, así siempre sería el único hijo de papá Draco. Ahora podía entender que eso estaba mal y no estaba orgulloso de como lloró cuando le presentaron a los mellizos. Los amaba, pero en ese momento había deseado tanto que su madrina Pansy se llevara a esos bebés y nunca más los trajera, no importaba si ella también estaba esperando a un bebé.

“no lo recuerdo” responde sincero y sonrojado.

Himari sonríe encantada. Ese chico solo estaba en Gryffindor por su valentía para hacer lo correcto, porque era ver a un Hufflepuff en su estado más tranquilo. Los tejones daban miedo cuando estaban molestos.

“Bien, te ayudaré a sobrevivir a un embarazo. Mamá Millie es muy distinta a mi padrino, pero creo que eso será bueno ¿no? No tendrás que soportar los llantos por todo”

“Papá últimamente está sensible porque Lily vendrá con nosotros a Hogwarts” confiesa James “Él cree que lo está disimulando bien, pero ahora cada mañana me acaricia el cabello como si fuera a desaparecer y ya no es tan estricto con Lily. Hoy Lily se llenó de tanto chocolate como si quisiera volverse un chocolate viviente y papá solo la regaño”

“merlín, esa niña un día iniciará una guerra civil” dice Himari con humor antes de suspirar “Pobre de mi padrino, debe ser difícil. Sobre todo, con Albus siempre diciendo sus planes de comprarle una bonita casa a Marcus para mudarse los dos”

“Lo sé” responde James “¿Qué crees que deba de hacer? No quiero que papá esté así. Sé que papá Harry ya debe de estar encargándose de eso, pero también quiero ayudar. No me gusta verlo triste”

“Cumples el 25, ¿verdad?”

“Sí” responde james confundido.

“Dieciséis. Es terrible” dice Himari “Seguro eso le dolerá más. Ver a su bebé cerca de la mayoría de edad”

“no me recuerdes eso” mira a lo lejos la cafetería que más les gustaba a los dos “¿Quieres comer algo? Yo invito”

“Siempre invitas” ríe himari antes de asentir “Podría comerme un pastel de zanahorias ¿Qué dices, león? ¿tarta de melaza como siempre?”

“me conoces tan bien, mi serpiente” responde James, tomando de la mano de su prima para avanzar.

Ambos llegan a la cafetería, entran y son rápidamente atendidos.

“Dos expresos, un pastel de zanahorias y una tarta de melaza”

“Agrega una caja de donas, por favor” pide Himari, antes de que la mesera se alejara “Mamá Millie ama demasiado las donas, eso le alegrará la tarde”

“Lo sé” dice james para mirar el lugar “¿Crees que nos tomen foto como la otra ves? Es incomodo que nadie entienda que somos como primos”

“Cariño, la gente siempre hablará” dice himari “Es mejor que me vinculen con el hijo del héroe del mundo y no con esos idiotas sangre puristas de Slytherin que siguen arruinando la reputación que el tío Draco junto a los mellizos están salvando o peor aún… Lorcan”

“Que horror” dice James ignorando la mención de uno de los gemelos Scamander “ni siquiera lo noto, nadie habla mal de su casa”

“Es por los mellizos. Sabes muy bien como Albus adora explotar la admiración de todos por el tío Harry” se acurruca en la mesa “Fue un alivio dejar de cargar con toda la reputación cuando ellos entraron. Dejé de mandar al carajo a muchas personas”

“Qué encantadora Premio Anual” bromea James para luego lucir pensativo “¿Cómo lo hiciste? Digo, realmente quiero ser permio anual como mis abuelos Lucius y James”

“Creo que estarás bien, Jamie” Himari meneo la mano “Eres literalmente la viva imagen de un ejemplo a seguir. Si no fueras mi primo, creería que eres un psicópata. Nadie es tan amable si no estuviera planeando algo malo detrás de esa mascara”

“¿Realmente?” pregunta James “¿Qué les pasa a ustedes, Slytherin?”

“gryffindor, no lo entenderías”

James sonríe encantado y también se acurruca en la mesa.

“Pero retomando lo anterior. ¿Por qué no le regalas al tío Draco algo para dejar en claro que siempre los tendría? No lo sé, como una fotografía o un juramento inquebrantable. Lo que se te ocurra”

James sonríe emocionado por eso. Piensa las posibilidades.

“Podría darle un collar con hechizo para que cuando abra el dije se proyecte la foto que más ama” chilla emocionado “El tío Blaise le regaló a Flora un collar así con una fotografía de la tía Daphne y él para que dejara de estar asustada por iniciar la escuela, porque también comienza Hogwarts junto a Lily y Rose”

“verdad, las pequeñas Flora Zabini y Rose Granger comienzan junto a Lily” comenta Himari mientras sonríe “Seguramente Hermione dejó de lado su puesto como ministra para enseñarle a su hija mayor sobre todo lo de Hogwarts. Una nueva cerebrito” ríe maliciosa.

“No digas eso” gruñe James “Tía Hermione sabe la importancia de un buen libro”

“Sí, sí. Lo que digas”

“Tú estás leyendo sobre la magia japonesa” reclama james “me desvelé anoche para ayudarte en tu investigación”

“Bueno, ya. Perdón” dice Himari con las manos alzadas “Sabes bien que adoro a Rose, es la única que doma a ese demonio pelirrojo” James rueda los ojos “no me puedes juzgar. Lily es difícil de cuidar, pero con Rose es más sencillo”

“papá Harry y el tío Ron las hicieron convivir mucho” explica James antes de suspirar “Es natural que Lily adore más a Rose que a Flora, porque papá Draco solía ser quien iba solo a casa del tío Blaise. Ahora entiendo por qué”

“¿Por qué?” pregunta Himari curiosa.

“Pasar el rato a beber y hablar de cosas, supongo. Papá Harry pasa el rato con el tío Ron y la tía Hermione, papá Draco también tiene el derecho a no tenernos cerca por un par de horas”

“Tienes un punto” dice Himari “¿De qué hablábamos?”

“Primero sobre embarazos, luego sobre papá Draco y gracias por la idea. Compraré ese collar y se lo daré en la estación para que no se sienta mal cuando nos vayamos”

“Eres un jodido ángel” dice Himari antes de sentarse de forma recta “Bien. Los embarazos siempre son distintos. ¿Desde cuando es que quedaron en intentar tener un hermanito?”

“Una semana antes del cumpleaños de papá Harry”

“Bueno, conociendo como son los tíos, a estas alturas ya deben de tener un bollo en el horno”

“No digas eso” se queja James “Ya de por sí odio a Scorpius por decir sexo, no me puedo borrar cosas de la cabeza así de rápido”

“El bebé virginal de papá” se burla Himari “Se guarda para Teddy”

“Cállate, solo fue un enamoramiento infantil y está comprometido con mi prima Victoire”

“Y es diez años mayor que tú” recuerda Himari con una mueca “Merlín, temía por un momento tener que decirle a mi padrino. Realmente te gustan demasiado mayores”

“Era amable y gracioso ¿okey? Cualquiera se equivoca. Además, ya está superado. Déjame”

“Los Potter siempre fijándose en los Black. Literalmente es tu primo”

“¡Himari!” grita rojo de la vergüenza.

“Okey, paro. Bueno. Embarazos. Antojos, náuseas y cambios de humor son lo principal. También puede haber mucha sensibilidad y lo importante. Jamás le digas que no a tu padre, ni de broma ni porque la respuesta es no. Mamá Millie siempre llora cuando le niegan algo”

“Creo que comprendo” dice James.

Así comenzó una larga charla sobre embarazos, como sobrevivir y la importancia de vivir ese mágico momento… estando a salvo.

“Merlín, sé que digo muchas cosas malas” Himari se limpia la boca “pero realmente esto es mágico, James. Vive ese embarazo, porque puede ser el último y como no te acuerdas de los anteriores, créeme que será una experiencia única”

“Lo sé. No puedo simplemente esperar a ver a papá con pancita. Si la tía Millie es adorable, no sé cómo será verlo a él”

“Lo sé. Tus responsabilidades aumentarán, pero no te vas a molestar. Amo sentirme útil para mamá. Ayudarla a bajar escaleras, ponerle las madias porque ya no mira sus pies. Joder, quiero verla y abrazarla”

James sonríe y asiente.

“Será una buena hermana mayor, de nuevo” agrega lo último recordando al pequeño Marcus Parkinson.

“Sé que amaré a Marshal Bulstrode cuando lo vea, como tú también lo harás cuando conozcas a tu futuro hermanito o hermanita. Estarás bien”

James sonríe. Siente algo en el pecho que dice que tal vez no lo esté. Tal vez esto esté mal y será olvidado, pero está siendo infantil.

Un hermano… a un año de cumplir la mayoría de edad y dejar de ser el bebé de papá Draco… No, es estúpido creer que lo buscan reemplazar. Su padre estaba triste porque se iban a ir todos a Hogwarts, por amor a Merlín.

Un hermanito. Una nueva aventura. Eso debía de pensar.

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“Feliz cumpleaños, madrina” chilla Lily corriendo a abrazar el vientre hinchado de Millie Parkinson.

La pelinegra gimotea emocionada y regresa el abrazo a su ahijada mientras Draco sonríe abrazado al brazo de su marido.

“Draco” dice Pansy acercándose con cariño “Sé que hacer un bebé requiere tiempo, pero a veces es bueno salir del cuarto” se burla la pelinegra.

James tose y Pansy lo mira.

“Jamie. No había notado que estás allí. Perdón, tesoro” dice Pansy acercándose a saludar a su ahijado.

“no hay problema, madrina” dice James recibiendo el abrazo cálido de Pansy.

Lily deja de abrazar a su madrina para dejar que Scorpius y Albus saluden a la mujer embarazada. Millie se siente tan especial. Bueno, es su cumpleaños, pero las hormonas a veces eran únicas.

“¿Dónde está Marcus?” pregunta Albus después de abrazar a tu tía.

“Está adentro” responde Pansy con malicia “Agradecería que estén en el salón donde pueda verlos”

“Pansy, tienen trece” dice Draco de mal humor por esa broma.

“Perdón, papá dragón”

“Como digas mamá serpiente” responde Draco con una sonrisa cómplice.

“Toma, madrina. Feliz cumpleaños” James se apresura a darle el regalo de su tía, así podría buscar a Himari o Alexis Finch-Fletchley.

Millie chilla emocionada y acepta el regalo.

“Merlín en bicicleta, ¿Qué será?” dice emocionada la mujer.

“¿no esperarás, madrina?” pregunta Lily viendo como Millie desgarra el papel.

“Estoy embarazada, cielo. Puedo hacer lo que se me dé la gana” responde Millie, abriendo la caja y chillando al ver una almohada especial para embarazadas “¡Draco Malfoy, podría besarte si no estuvieras casado y yo también!” dice mirando a su mejor amigo, quien se acerca.

“Sé lo que es no poder dormir porque un estomago grande te joda el cuerpo” dice Draco “Y e tu primer embarazo, Mills. Todo para mi Millie”

Millie comienza a llorar y Draco se deja abrazar encantado.

“Vayan, niños. Adentro en las cocinas están Justin con Astoria y Alexis. Luna y Rolf” dice Pansy “Por la sala está Theo, Neville, Ararlia y Oliver”

“¿Daphne, Blaise y Flora no llegan aún?” pregunta sorprendido Draco. Blaise siempre amaba llegar a las fiestas para cotillear tranquilo.

“según Astoria, tienen algunos problemas con el flu, así que vendrán en auto” responde Pansy con tranquilidad “También invité a Granger y su mascota comadreja, están dentro con Rose y el adorable Hugo”

Draco asiente. Harry quiere decir algo sobre eso, pero siente el agarre fuerte de Draco y lo deja pasar de mal humor. James se apresura a buscar a su mejor amiga y la encuentra hablando con los gemelos Scamander. James frunce el ceño.

No le agradaba Lorcan. Era un idiota. No podía creer que de su adorable tía Luna haya salido alguien así de… de… engreído por no decir un imbécil que cree que cualquiera estaría bendecido de recibir su atención. Un total asno.

“Solo digo, si necesitas algo. Cualquier cosa” dice Lorcan mirando lascivamente a Himari.

“Llamaría a James, Lorcan” responde Himari sin pestañar o sentirse incomoda “Ahí viene. James, bebé” dice de forma exagerada para abrazarlo del brazo.

“James” dice Lorcan sin humor.

“¡Jamie!” saluda Lysander “Hace años que no te veo, hombre ¿qué tal?”

“Lys” saluda James encantado.

Lysander era mucho mejor que Lorcan. Podía diferenciar a ambos gemelos por las vibras. El imbécil de Lorcan no era igual que el adorable Lysander.

“¡Rose! ¡Mi princesa!” chilla Lily, provocando que todos miraran a la pelirroja correr a abrazar a la otra niña pelirroja.

“Adorables” dice Himari “¿te acuerdas cuando me llamabas princesa, Jamie?” pregunta nostálgica.

“Es que, con tu cabello corto y rizado, parecías blanca nieves” se justifica James “Y dejé de hacerlo porque me dijiste que usar el princesa no iba de acuerdo con tus ideales feministas”

“Déjame, no me recuerdes mi horrible pasado creyendo que ser feminista no me permitía ser femenina”

“Yo de llamaría princesa cuando quieras, Himari” dice Lorcan con una sonrisa que mostraba los dientes.

“Creo que Alexis nos llama” dice Himari algo irritada.

“Sí, lo escucho” le sigue James, tomando de la mano de su mejor amiga para alejarlo del idiota.

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“Hola, Draco” saluda Neville con emoción “Sé que nos vimos en el cumpleaños de Harry, pero es bueno verte”

“Nev” saluda Draco encantado “¿Qué tal? ¿Cómo va todo para el inicio del año?”

“Creo que Theo me odia. Lo obligué a que me ayudara a trasplantar las mandrágoras que me llegaron” rió mirando a su esposo con su hijo menor sentado en su pierna “Sabes cuanto odia la tierra”

“Lo sé. Recuerdo como siempre era el que tenía menores notas en Herbología. Una lastima que nunca te haya hablado en Hogwarts ¿te imaginas? Ambos enamorándose por clases particulares de Herbología”

“No lo creo, a Theo no le hubiera agradado mi antiguo yo” dice Neville con tranquilidad.

“¿Bromeas?” dice Draco, abrazando a su león favorito (que Harry nunca se entere) “Theo ama la inteligencia y tú lo debes de saber. Solo imagínate. Theo con pocos conocimientos en plantas viendo al tímido león demostrar su inteligencia con cada explicación de plantas y cosas que él nunca entendió. Al principio sería molesto para él, pero poco a poco le robas su corazón”

“Basta” dice Neville avergonzado “Ya estoy casado con él, no me hagas esto”

“Vamos, Nev” dice Draco “Otro bebé. Compartiremos antojos y créeme que es divertido los intentos para tener un bebé”

Neville se sonroja furioso.

“¿Qué le estás diciendo a mi marido, Draco?” pregunta Theo con el ceño fruncido.

“No le hables así a mi esposo, Nott” dice Harry interrumpiendo su conversación con Hermione.

“¡Draco!” dice Hermione para evitar una pelea “¿Cómo va el asunto del bebé?”

“En unos días nos haremos las primeras pruebas. Cualquier cosa, les aviso” responde Draco tranquilo.

“Eso espero” dice Hermione con emoción mal disimulada “Sabes que cualquier cosa, aquí esto. Ser ministra es complicado, pero me gustaría ayudarte como me ayudaste con lo de Rose y Hugo”

“Claro” dice Draco orgulloso.

La magia antigua de los Black podía hacer milagros. Él solo tuvo que buscar el libro adecuado y crear la poción de fertilidad más potente que nadie que no sea un Black conocía.

En eso llega Lily de la mano de Rose.

“Papá” dice Lily mirando a Harry “Quiero mi disfraz de samurái, por favor”

Ron ríe cuando Harry muestra un bolsón grande y Harry mira mal a su amigo Ron. Comienza a buscar entre la ropa que llevan en caso los gemelos o Lily se ensucien, pociones de emergencia y botellas de agua. Todo eso era una costumbre de llevar desde que es padre y saca un disfraz al cual agranda y le da a su hija. Ella ríe feliz y la muestra orgullosa a su hermana de otra madre, quien observa el disfraz.

“No parece históricamente correcto, pero está bonito” dice Rose.

“¿No?” dice Lily “Papá Draco, quiero un disfraz de samurái historialmente correcto”

“Es históricamente, amor” dice Draco “Veré que puedo hacer”

“Es sobrina de una famosa diseñadora de modas” habla Blaise acercándose con su esposa Daphne de la mano “ve, Flora. Saluda a tus tíos”

La niña obedece y corre a saludar a todos.

“vamos, Lily. Ve a pedirle a tu tía Pansy un disfraz bonito”

“Blaise” dice Draco molesto “¿Cómo es que puedes tener una hija tan dulce si das esos consejos?” gruñe “No cariño, no vas a hacer eso”

“Pero… mi disfraz” un bonito puchero aparece en la menor de los Potter.

“Yo te lo compro, nena” dice Blaise “Deja que el sargento Malfoy deje de estar molesto, ve a jugar”

“gracias tío” dice Lily feliz “Prometo siempre cuidar a Flora para que no se case con nadie en las vegas y así nunca le roben la casa como te pasó a ti. Es una pinkie promesa”

Todos los adultos comienzan a reír, incluso Pansy y Millie que recién entraban luego de recibir a todos.

“Gracias nena” dice Blaise “Pero sería mucho más dulce que no mencionemos el robo de mi casa. Ni habías nacido cuando pasó”

“Lo sé” dice Lily “Pero siempre es bueno prevenir. Vamos Rose, llevemos a Flora. Ella será el dragón, así podré salvarte”

“¡Sí, dragón!” grita Flora corriendo detrás de las dos pelirrojas.

Las dos nombradas siguen a Lily, quien lidera con naturalidad con una espada apuntando el camino.

“Merlín, no puedo creer que obedezcan todo lo que Lily quiere” dice Ron “hermano, no es por ofender… pero me preocupa lo que Lily pueda hacer en Hogwarts”

“Ron” dice Hermione con los brazos cruzados.

“Ron… yo también estoy preocupado” admite Harry con una sonrisa nerviosa.

“Harry” esta vez es Draco quien llama a su marido.

“Dejen a mi ahijada en paz” gruñe Millie con los brazos cruzados “Ustedes no entienden. Esa niña tiene mucha creatividad. Hará cosas asombrosas”

“Bueno, eres su madrina” dice Theo “Tu opinión no cuenta”

“Cállate” dice Millie ofendida “Tu no eres padrino de nadie” apunta burlona.

“Porque no quise” responde Theo con tranquilidad “Podría haber sido padrino de Marcus, pero prefiero invertir toda mi atención a mi familia. ¿Lo recuerdas, Millicent?”

“¡Pansy! Te dije que le preguntaras a Blaise primero” se queja Millie con un puchero.

“Cariño” dice Pansy con tranquilidad “Mi primera opción era Astoria”

Theo frunce el ceño. Mira a Pansy y luego a Millie. Su cabeza parece estar trabajando en algo. Antes de que alguien notara eso, Millie volvió a hablar.

“No importa, igual Lily hará cosas increíbles, porque tiene a la mejor madrina de todas”

“Claro, amor” afirma Pansy enternecida.

“¿La mejor madrina?” dice Draco con la ceja alzada “Yo tengo cuatro ahijados” presume “¿Qué te parece eso? Claramente soy el mejor padrino”

“No es justo, es que tu eres prácticamente quien agrandó a esta familia” dice Millie apuntándolo “Eras mejor amigo de Pansy y Astoria. Te hiciste amigo de Neville, Blaise volvió por ti. Trajiste a Justin a tu casa, conocimos a Luna porque te trajo de no se donde cuando llevabas desaparecido meses. ¡Obviamente serías quien más ahijados tendrías!”

“¿Qué dijiste? Solo escuché llanto” se burla Draco, provocando que Millie gimoteara ofendida.

“¿Escuchaste eso, Millicent?” dice Theo “Draco tiene razón, es el mejor padrino. Trata bien a Aralia”

“¡Callaté!” dice Millie “No, esto no puede quedarse así. El numero de ahijados no define al mejor padrino o madrina”

“Chicos” dice Hermione “¿Por qué mejor no paramos esto? Estamos siendo infantiles”

“Granger tiene razón, ¿dónde está Justin con la comida?” dice Pansy levantándose para ir en búsqueda de la comida y así tranquilizar a Millie.

“Claro que lo hace” dice Draco “Mills, te amo, pero no cederé esto. Soy el mejor padrino”

“¡Mentira! Acá todos deben de saber que yo soy la mejor madrina” refuta Millie con los brazos cruzados.  

“Yo creo que soy un padrino decente” dice Ron con tranquilidad.

“Comadreja, no te metas” gruñe Draco.

“Chicos” dice Theo “Están siendo unos idiotas. Están llevándose por opiniones subjetivas ¿no lo creen? No es que se pusieron a competir por ver quien es el mejor padrino o madrina”

“¡Es que no es necesario!” grita Millie “Yo soy la mejor”

“En tus sueños, Bulstrode” gruñe Draco.

“¡Justin, la comida!” grita Pansy esperando que en la cocina los escucharan.

“¿Escuchaste eso, Millicent?” dice Theo “¿Puedes permitir ese trato? Yo no lo haría”

“Theo” llama Neville a su marido comprendiendo las intenciones de su marido.

“No, Draco, deja de ser un idiota. Claramente soy la mejor y es Parkinson” Millie no se rinde.

“Muchachos” Hermione vuelve a intentar calmar las aguas.

“¿Cómo podemos resolver esto?” pregunta Theo ignorando a su esposo, esperando ver el caos.

“Tú y yo, una competencia de ver quien es el mejor padrino o madrina” dice Draco mirando desafiante a la bruja embarazada.

“Creo que esto es ridículo” dice Pansy.

“Parkinson tiene rezón” habla Hermione “Chicos, creo que están siendo muy inmaduros para nuestra edad ¿no lo creen? Oliver está allí con Theo, tiene diez. No pueden estar haciendo esto frente a un niño”

“¡¿Cómo puedes decirnos inmaduros?!” chilla Millie “Claro, como no eres la mejor madrina, quiere evitar que Draco y yo compitamos”

Hermione abre la boca. Frunce el ceño y se cruza de brazos.

“Albus es primer lugar en su salón y estoy segura que será premio anual, todo con mi guía cuando va mi casa ¿qué opinas de eso?”

“Lily también será un genio” dice Millie con el pecho inflado.

“Eso nadie lo va a negar” dice Draco cuando Hermione abre la boca apunto de decir algo producto del enojo “nadie, Hermione. Con los hijos no”

“Sí, tienes razón. Esto ya fue demasiado” dice Harry preocupado.

“nadie te soporta, Potter” tose Theo haciendo una voz chillona que podría hacerse pasar por la de Millie.

“¡¿Quién dijo eso?!” chilla Draco mirando a todos, para mirar a Millie “¡Mi marido también es un buen padrino! ¡mejor que tú, Millie! ¡Mucho mejor!”

“¡Llegó la comida!” grita Justin junto a su esposa, su único hijo Alexis, Luna y Rolf con platos de comida.

“¡Guarda esa comida! ¡Acá no come nadie!” grita Millie ofendida y con la voz quebradiza.

“¡En tus sueños Draco Malfoy!” grita Pansy saltando a defender a su esposa “¡Millie es buena!”

“¡Bien! ¡Una competencia será!” dice Draco levantándose.

Todos se paran para iniciar la competencia. Neville se acerca a su esposo luciendo molesto.

“Sé lo que hiciste” dice Neville decepcionado.

“Calabaza” dice Theo con tranquilidad “Nadie que no tenga mi permiso puede usarme como plato de segunda mesa sin que haga algo al respecto” besa los labios de su esposo “Vamos, veamos esta competencia. Voy a disfrutar cuando Millicent pierda, me haré un té con sus lágrimas”

Neville se sonroja furiosamente. Su hijo menor lo mira y este suspira.

“Nunca hagas algo así, cariño” pide para levantarse del sofá “no importa que caliente te vuelva ese comportamiento” se susurra eso para sí mismo, porque Oliver no escuchó nada.

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“Dragón” dice Harry preocupado “Si estás embarazado, esto no es bueno para el bebé”

“Merlín bendito” dice Draco molesto “no estaré invalido, Potter” se detiene para respirar y mirar a su esposo “Lo siento, creo que estoy algo sensible por las estúpidas pociones y las hormonas que esas cosas me hacen producir”

“Lo sé” dice Harry, mira a Millie y Pansy hablar “¿Cómo se supone que harán esta competencia?”

“Tengo una idea” dice Ron amando el caos que se estaba produciendo “vamos, llamemos a nuestros hijos”

“Ronald” dice Hermione “Ni Rose ni Hugo serán participes de esto, creo que lo mejor es apelar a la paz”

“¡¿Miedo a perder, Granger?!” pregunta Millie con las manos en la cadera.

“Por supuesto que no” responde Hermione.

“Creo que le apuesto todo a Draco” dice Blaise.

“¿Apuestas?” pregunta Justin “Mi amor, ¿puedo?” pregunta mirando a Astoria como un cachorrito.

“No más de veinte galeones, Justin. La última vez perdiste ciento veinte galeones que pudieron haber sido usados en algo bueno” se queja Astoria para ir con su hermana.

“Sí” el tejón hace un saludo militar y saca la billetera “Apuesto quince a Draco”

“Yo apuesto cincuenta a mi esposa” dice Pansy sin dudar.

“Yo treinta a Draco” habla Ron.

“¿Y eso?” pregunta Harry sorprendido.

“Quiero ganar, Harry. Tu hurón si da miedo cuando se propone ganar” el pelirrojo se encoge de hombro.

“Me halagas comadreja, pero el bebé ya tiene padrino planeado” dice tranquilo.

“¿bebé?” pregunta Luna “¿Estás esperando? Oh, felicidades Draco”

“No, Luna” dice Draco “Cariño, están solo en planes, pero gracias de todos modos. Si son dos, te aseguro que también estarás en la lista”

“Sería un placer ser la madrina de uno de tus hijos como fue un placer saber que Lily tiene mi nombre” dice la bruja para meterse un pastelito a la boca.

“Bien, vamos comadreja” dice Pansy “Tú idea”

“Esto será sencillo. Un concurso de ver quien sabe más de su ahijado ¿Qué tal?”

Draco frunce el ceño. No es que quiera quejarse, pero el tenía cuatro: Himari Parkinson, Alexis Finch-Fletchley, Aralia Longbottom y Flora Zabini. Amaba a los cuatro, pero ni de coña se acordaría todo.

“¿Qué pasa Malfollado?” pregunta Millie maliciosa “¿Ahora no es bonito tener cuatro ahijados?”

“Va, es injusto” gruñe Draco.

“¿Qué hay de un sorteo?” pregunta Luna con tranquilidad “El numero que te salga es el ahijado al que tendrás que responder”

“Esa es mi bruja” dice Rolf orgulloso.

“¿Quiénes van a participar?” pregunta Daphne con interés “Digo, sería interesante que sean más”

“Yo” dice Neville solo porque se sentía responsable de los actos malvados de su marido “Llamaré a Lorcan”

“Genial” dice Pansy “Llamaré a James, también me uno”

“¿Piensas ganarme?” pregunta Millie ofendida.

“No llamaré a James” se corrige la bruja, provocando que muchos rían.

“Bueno” dice Harry “Creo que también me uno”

“Sí, más oportunidades de que Millie pierda” dice malicioso Draco.

“Oh, que te jodan Malfollado” gruñe Millie.

“Que sepa hago bien mi trabajo” dice Harry sin vergüenza alguna.

Draco mira a su esposo sin sorprenderse de su descaro. Solo lo empuja levemente y agradece que ninguno de sus hijos estuviera cerca.

“Bien, llamaré a los muchachos. ¿Quién es tu ahijado elegido, Harry?” pregunta Justin.

“El también tiene muchos” apunta Millie.

Harry se encoge de hombros. Tenía bajo se responsabilidad a Teddy Lupín, quien ahora seguramente estaba trabajando, Rose Granger-Weasley y Lysander Scamander.

“Bien, sorteo. Sorteo” canturrea Luna, acercándose a Harry y Draco “Venga, creo que es mejor poner las iniciales”

“Sí” dice Draco mirando contento a la Ravenclaw “¿No quieres participar, Luna cariño?”

“No, estoy bien” responde Luna, comenzando a elaborar los papeles “¿Qué tal todo?”

“Sabrías más de mí si te quedaras a vivir cerca. Te dije que hay una bonita casa cerca a la mansión”

“¿Rolf no te avisó? La compramos, solo quiero terminar mis investigaciones con esas excéntricas arañas en Australia y me quedaré permanentemente aquí. Por Lys y Lorcan” informa la bruja.

Draco sonríe. La bruja había pasado una gran parte de su vida viajando de lugar en lugar investigando. Sus hijos iban siempre con ellos, por eso nunca pertenecían al mismo colegio. Lorcan era Slytherin y Lysander un Ravenclaw, solo que permanecieron a Hogwarts el primer año y el año pasado regresaron porque Rolf y Luna encontraron una investigación que les permitió a los gemelos regresar a la escuela. Era agradable tener a ese parte de la familia nuevamente cerca de Draco.

“¿Ya saben que estudiarán?”

“Ellos sabrán la respuesta” responde Luna con tranquilidad “Yo solo los apoyaré, como siempre”

“Esa es mi chica”

Luna ríe encantada y termina de enrollar todo.

“Bien, listo” dice en voz alta la Ravenclaw “Miren, miren. Saca un papelito, Draco”

Draco obedece. Revuelve entre los papelitos de Luna y saca el más pequeñito. En su interior rogaba que sea el de Himari. Su primera ahijada y mejor amiga de James. Era evidente que era con ella con quien pasó más tiempo.

“Aralia” dice Luna al ver la A y la r, porque Alexis era la A y la l “ven, Harry. Te toca”

Harry obedece y no hace mucho. No revuelve los papelitos y agarra el primero que toque sus dedos. Lo saca y le da a la bruja.

“Rose” dice feliz Luna.

“Harry ya ganó” canturrea Ron “Cambio mi apuesta. Todo a mi hermano”

Harry ríe. Luna es la encargada de llamar a todo. Lily es la primera en llegar de la mano de Rose que se había puesto un bonito vestido de princesas mientras Flora tenía la cara verde. Daphne casi da un grito al cielo y Blaise solo suspiró. No era la primera vez que su hija terminaba con cosas extrañas en el cuerpo mientras jugaba con Lily y al moreno no le molestaba. Daphne era quien solía ser la más estricta de los dos.

“¿Qué pasa, papás?” pregunta Lily emocionada “¿Competencia?”

“Sí, amor. Para ver quien es el mejor padrino o la mejor madrina” responde Draco.

“¡genial! ¡Mi madrina va a ganar!”

“¡Esa es mi chica!” Celebra Millie orgullosa.

“Discrepo” dice Rose con los brazos cruzados “mi padrino Harry es el mejor, ¿a qué sí, papá?” pregunta mirando a Ron, quien sonríe.

“Creo que voy a llorar” dice Harry sintiendo calidez en el pecho.

“¿Qué pasa?” pregunta Scorpius llegando junto a Aralia, quien iba siendo guiada por el mago rubio ya que no quitaba su vista de un libro de aves exóticas.

“Competencia de quien es el mejor padrino o mejor madrina” chilla Lily “¡Y mi madrina ganará!”

“Aralia, ve un momento” llama Theo con tranquilidad.

Aralia hace una mueca y deja de fingir que lee el libro. Realmente no quería deshacerse del toque que tenía de las manos de Scorpius sobre sus hombros, pero siempre atendía al llamado de sus padres a la primera.

“Voy, padre” gruñe.

Theo agarra el hombro de su hija e ignorando la mirada de su esposo, le pide que haga todo lo posible para que Draco ganara. Aralia no preguntó. En su mente de trece años se hizo magnifica la idea.

¿Qué mejor que hacer feliz al papá del chico que te gusta?

Era magnifico.

Mientras eso pasaba, James junto a Himari y Alexis llegaron. Antes de entrar al salón, se topan con loa gemelos. James frunce el ceño cuando Lorcan se acerca como si fuera el chico más lindo de la habitación para hablar con Himari.

“Hola, extrañé tu hermosa presencia” dice Lorcan mirando a Himari como si fuera el sol más brillante.

“Que gracioso, yo no” responde la bruja volviendo a posar su atención de James y Alexis “Vamos, chicos. Creo que es mejor irnos a otro lugar”

“Merlín” dice Alexis “ya ríndete, Lorcan” alcanza a decir, para retomar su camino con sus dos amigos.

“Es un idiota” dice James alto “Los idiotas no pueden entender cuando alguien no quiere nada”

“Solo un idiota reconoce a otro, Jamie” responde Lorcan, mientras su gemelo solo suspira.

James se gira. Mira mal al Slytherin, pero es jalado por Himari.

“Ignóralo, James. No vale la pena”

James suspira y asiente. Todos entran y miran como Justin colocaba ocho sillas. James mira a ambos chicos y ellos se encogen en sus hombros.

“¡Lorcan!” dice Neville feliz “Ven, la competencia casi comienza”

Lorcan alza una ceja y se apresura. En su camino empuja con el hombro a James y no se disculpa. El león se limpia la zona que tocó por miedo a ser contagiado de estupidez y sigue su camino con sus amigos.

“¿Qué?” dice Himari “Mamá, ¿qué pasa?”

“Mari, cariño. Tu madre y tu padrino se pelearon” comienza Pansy “y ahora harán una competencia de ver quien es el mejor padrino o la mejor madrina”

“Es eso” dice James desconcertado, mira a su papá Draco con los brazos cruzados y a su papá Harry ayudar a Justin con las sillas “Merlín, ¿por qué siempre esta familia termina haciendo cosas raras? La otra vez fue una competencia de quien come más perritos calientes y ganó el tío Ron”

“Mamá Millie terminó vomitando sobre los zapatos de mamá… otra vez”

“Ni me lo recuerdes hija o volveré a enojarme” gruñe Pansy antes de suspirar “Vamos, veamos como termina todo”

“Bien” dice Ron en el medio “Las reglas son fáciles. Esas pizarras transfriguradas junto a los plumones serán usados por los ahijados. Luna leerá una pregunta y los ahijados tendrán que escribir allí. Luego, el padrino o la madrina tendrá que decir la respuesta en voz alta, tendrán un punto si su respuesta coincide con la de su ahijado. Quien tenga mayor número de puntos gana”

“¡Sí!” chilla Lily “vamos, tía Millie. Ganemos”

“¿Habrá premios?” pregunta Justin curioso.

“Buena pregunta, tejón” dice Daphne “¿Ideas?”

“El honor de restregarle a todos que es el mejor padrino o madrina” dice Millie “Vale más que un tonto premio”

“Estoy de acuerdo” responde Draco “Vamos, Aralia” mira a su ahijada “No te preocupes, cariño”

La bruja suspira y mira a su padre, quien estaba buscando la manera de ayudar a su hija.

“Primera pregunta” habla luna “Una fácil ¿Cuál es la comida favorita de sus ahijados?”

Draco frunce el ceño. Aralia era una bruja muy seria y una amante de los libros. Una Ravenclaw inteligente y muy discreta. ¿Qué le gustaría?

Harry sonrío y miró a Rose escribir. Siempre, cada que Rose viene a casa, termina cocinando pasta Alfredo. La pequeña bruja con esa comida tan sencilla y una galleta de chocolate se contentaba. Su batido favorito sin duda era el de duraznos.

Neville miró a su ahijado Lorcan. El chico era de comer comida rápida. Una hamburguesa con muchas papas fritas era la respuesta.

Milllie quería morir. Lily era de esos niños que cambiaba sus gustos como cambiaba de ropa. Un día podría amar el rojo y el otro diría que el azul fue siempre su color favorito. Lo único constante en los gustos de Lily era megamente y Sherk.

Joder.

“Listo, tiempo” dice Ron mirando el tempus que invocó.

“vamos, papá” dice James mientras Scorpius aplaudía y Albus se acurrucaba entre los brazos de Marcus.

“Voy primero” dijo Harry tranquilo.

“Gryffindor” dice Draco encantado.

“Adelante, hermano” dice Ron tranquilo.

“Pasta Alfredo y una galleta de chocolate” responde el gryffindor.

Rose sonríe y muestra su pizarra. Todos aplauden y Draco se toca el vientre mientras miraba encantado a su marido.

“Cien puntos para gryffindor” bromea Ron “Digo, un punto para Harry”

Todos ríen.

“Yo” dice Neville “Una hamburguesa con muchachas papas fritas” se apresura a responder.

“La hamburguesa padrino, no puse lo de las papas, pero sí. Me gusta así” dice Lorcan mostrando su pizarra.

Draco se muerde el labio. Si no salía, sería ganarse las burlas de Millie. No sabía que Millie estaba en su propio pánico.

“Bien, ¿Draco?” pregunta Ron.

Draco mira a su ahijada, quien le mira a los ojos. Draco hace algo de trampa y usa Legeremancia. Para su sorpresa, la niña estaba gritando la respuesta como si esperara que hiciera eso.

“Pastel de carne” dice rápido.

Aralia muestra la pizarra y gana el punto.

“¡punto!” chilla James, sonrojándose cuando todos ríen.

Lorcan rueda los ojos. Siempre James Potter demostrando que es el bebé de papá. Era molesto. Todo de James Potter le molestaba, sobre todo que Himari lo prefiera.

“Bien, ¿millie?”

“Eh, bueno. ¿pastel de chocolate?” pregunta.

Lily chilla feliz y muestra la respuesta.

Pastel de chocolate en forma de dinosaurio.

“Cuenta” dice Ron con gracia.

“¡Síiiii, Madrinaaaaaa!” grita Lily.

“Siguiente ronda” dice Luna mirando el papel “Consideraría los cumpleaños, pero siempre los usamos como excusas para reunirnos todos sin excepción, así que ¿pasatiempo favorito?”

Draco conocía esa respuesta. Aralia amaba leer.

Harry frunce el ceño. Rose era una niña con muchas actividades gracias a Hermione y sus deseos que su hija practicara michos deportes. Además, leía mucho y le gustaba tocar violín.

La respuesta de Millie era obvia. El pasatiempo favorito de Lily era jugar con Rose. No había otra posibilidad. Lily amaba a Rose sobre todas las cosas.

Neville sonrío. La batería. Su ahijado amaba tocar la batería y la guitarra eléctrica, pero sobre todo la batería.

“Bien, respuestas” dice Ron “En el orden que respondieron la primera ronda, muchachos”

“Bueno” dice Harry “Rose adora” la piensa por última vez “Leer libros”

“Oh no” dice Rose sonrojándose “Era esa mi segunda respuesta, pero puse” muestra su pizarra roja “Juagar con Lily”

“Rose” dice Lily “Tía, tú respuesta, por fis”

“Jugar con Rose, cariño. Esa nunca cambia”

Lily muestra orgullosa su pizarra. Todos dijeron “Aw” al ver como Jugar con Rose tenía muchos corazones rodeando el nombre de la hija mayor de Hermione y Ron. Eran adorables.

“Punto para Millie, a la siguiente te recuperas” dice Ron a su mejor amigo “¿Neville?”

“tocar la batería” responde el león tranquilo.

“Bueno” dice Lorcan incomodo “Cerca padrino” muestra la pizarra avergonzado.

Estar en la biblioteca de Hogwarts.

Lorcan no sabía porque, solo le gustaba estar allí.

“genial” dice molesto James solo a Alexis y Himari “amaba ir a ese lugar, tendremos que cambiarlo por el lago negro”

“Merlín escuchó mis plegarias. No era mi favorito, pero siempre estamos allí por ti” dice Himari.

“No lo sé, creo que es tranquilizante el silencio” responde Alexis mientras se encogía de hombros.

La competencia siguió. Draco iba a la cabeza junto a Millie. Harry y Neville se retiraron a la tercera falla. Rose se fue a ser abrazada por Hermione y Harry se acercó a tranquilizarla diciéndole que estaba bien que cambiara de gustos. Eso alivió a la niña pelirroja. Lorcan por su parte se sentó junto a su gemelo y arrugó el ceño cuando notó como James reía con Alexis y Himari. No era agradable perder y mucho menos ver minutos después al chico más odioso reír junto a la chica que te gusta.

“Bien. Me aburrí” dice Ron “y ya perdí mis galeones. Así que el que se equivoque, pierde”

“Sí, quiero comer” dice Luna, recibiendo los aplausos de todos.

“Creo que me arrepiento de esto” dice Theo a su esposo “Quiero comer, el tejón junto a Astoria siempre se luce con la comida”

“¿No que querías tu venganza?” pregunta Neville con la ceja alzada.

“no me mires así, calabaza” dice Theo “Estamos con púbico, no quisiera que todos sepan lo que te podría hacer si me sigues mirando así” dice con doble sentido.

Neville gimotea y empuja a su esposo, nadie había escuchado por bendición de Merlín.

“Bien” dice Luna “una complicada ¿Cuál es lo que más desea su ahijado”

Millie maldice. Lily quiere muchas cosas. Draco suspira y mira a Aralia, quien lo mira a los ojos y la respuesta está.

Ser una famosa rompe maldiciones.

Draco sabía que esa pregunta Millie nunca la respondería. Lily siempre cambiaba de aspiraciones. Un día ella gritaría que quiere ser una luchadora de lucha libre y al otro una monja. Era tan extraña su hija y maldeciría a su sangre Black.

Pero Lily era mucho más lista. Ella usó su cerebro de once años para ayudar a su madrina. Ella apuntó a su disfraz. Millie observó y entendió. Era demasiado obvio. Lily sonrió inocente mientras se encogía de hombros y pestañaba coqueta.

“tiempo” dice Ron “Respuestas”

“Bueno” dice Draco “Aralia claramente será una rompe maldiciones”

Aralia muestra la pizarra y todos hacen sonidos de admiración.

“Mi padrino siempre sabe esos detalles” celebra Himari contenta.

“¿Millie?”

“Samurái” responde Millie con orgullo.

“¡SÍ! ¡Samurái!” grita la pelirroja.

“Merlín, nunca nos iremos” dice Blaise cansado.

“Creo que es lindo que ambos conozcan tan bien a sus ahijados” dice Justin.

“Lo dices porque le apostaste a Draco” gruñe Daphne.

“Daph, no le hables a mi esposo así, querida” dice Astoria para seguir bebiendo si taza de té.

“Es gracioso como nadie nota que Draco está usando Legeremancia” dice con humor Rolf.

Draco mira al mago como si fuera un maldito. Millie abre la boca y mira a su mejor amigo como si el mal encarnado.

“¡Tú!” chilla la chica “¡Draco Malfoy! ¡cómo pudiste?!”

“¿Crees que haría algo así?” dice Draco fingiendo demencia “Me dueles, Parkinson. Me dueles tanto”

“¡Sí!” grita Millie.

“La verdad, sí” dice otros al fondo.

“Me sentiría decepcionado si no lo hubiera hecho” dice Blaise con humor.

Harry no respondió. Quería seguir casado, gracias.

James se cubrió el rostro avergonzado. Himari boqueo ofendida.

“¡padrino!” chilla Himari “¿Cómo le puedes hacer eso a una mujer embarazada?”

“¡no hice nada!” chilla Draco.

“¡Tú! ¡Mentiroso! ¡Soy la mejor madrina! ¡Respondí todo con honestidad!” grita Millie.

“De hecho” dice Theo “vi cuando Lily te ayudó en la última respuesta”

“¡JA!” dice Draco “¿Qué dice al respecto, bruja?”

Draco espera su respuesta, pero Millie solo se encorva y gimotea de dolor.

“no me engañarás con eso de nuevo, Millicent Valery de Parkinson” dice Draco con los brazos cruzados.

“no” dice Millie “duele, duele. El bebé está viniendo. Joder. Duele” maldice.

“¡El bebé!” grita Lily emocionada.

“¡Joder! ¡El bebe!” dice Himari pálida, siendo sostenida por James cuando la bruja pierde el conocimiento.

“mierda” maldice Pansy “¡Ayuden, sacos de carne! ¡mi mujer está entrando en labor y duele como la mierda!”

Draco miró a Millie, la bruja se encorva mientras gimotea y eso lo convence. Saca la varita y le aplica hechizos detectores.

“Por merlín sangriento” dice Draco “¡Quítense! ¡Está dilatando!”

Cuando grita eso, Millie chilla apuntando al suelo.

Había roto fuente. Bien, era momento del pánico. No iba a nacer rápido, pero que rompiera fuente no era tranquilizador.

“¡Ayuden a Millie!”

“Me quedo con los niños” dice Luna preocupada.

“Yo igual” dicen Astoria y Daphne a la vez.

“No” dice Justin mirando a su esposa “Alexis, Asto. Vamos a empacar comida” dice serio.

Mientras la pequeña familia Finch-Feltcheley se encargaba de la comida. Draco corría a abrir San mungo para comenzar conseguir habitación y poder ganar tiempo para cambiarse. Él asistiría a su mejor amiga en el parto, era el jodido jefe de San Mungo, podría hacer eso y más.

Harry y Blaise cargaron a una Millie que lloraba del miedo mientras Pansy corría al cuarto por la maleta para el bebé y Himari se desmayaba en los brazos de James. Marcus era abrazado por Albus, quien le aseguraba que todo estaba bien.

“Creo que no debí hacer eso, pero estoy satisfecho” dice Theo mirando el desastre.

“Debí detenerte” dice Neville.

“Ustedes dos son un caos” dice su hija mientras miraba a su hermano menor “Oli, no seas como nuestros papás”

“¿Cómo?” dice el niño sacándose los pequeños audífonos inalámbricos “Estaba escuchando música, hermana”

Aralia solo rueda los ojos. Scorpius se acerca y la bruja se sonroja.

“Esto es un desastre. ¿quieres ir a ayudar?”

“Sí” dice la bruja.

Al otro lado del salón Hermione limpiaba el desastre mientras Ron miraba como los dos magos cargaban a la bruja embarazada.

“Les dije que era tonto” gruñe Hermione.

“mione” dice Ron con cariño “Es Malfoy y Bulstrode. No podrías detener a ambos y lo sabes”

“¡No la sostengan así!” chilla Hermione ignorando a su esposo “Si la hacen caer, los mato. Vamos. ¡Merlín, Himari!” chilla al ver a la bruja desmayada.

Así en medio del caos logran sacar a la bruja embarazada. James, Hermione y Lorcan asisten a Himari, quien al despertar chilla sobre el bebé y James la abraza aliviado. Hermione deja a ambos jóvenes ir a San Mungo.

El resto de la tarde todos los que se quedaron en casa esperan.

Por la noche llega Harry Potter junto a hijo James para anunciar felices de la llegada de Marshal Bulstrode. Un bebé precioso, el cual tendría la fortuna de tener como madrina a Luna Lovegood.

 

Notes:

Hola. Publicando mientras espero a que mis amigas terminen de cambiarse para salir a explorar la ciudad a la que viajamos por vacaciones. Feeling good. Este fanfic no es corregido por mi beta, así que habrá errores, pero X

Los quiero. Disfruten lo raro.

Chapter 3: Capitulo 3: Felices dieciséis. 

Summary:

James cumple dieciseis. ¿Qué podría salir mal?

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Capitulo 3: Felices dieciséis. 

 

El veinticinco llegó. Draco sintió que el alma se le va al saber que su bebé cumplía dieciséis. Era un adulto, no iba a llorar.

Y terminó llorando cuando fue a despertar a su primer bebé. Verlo dormir en la misma posición desde siempre. El chico siempre abrazaba una almohada y parecía ser como una cucharita pequeña esperando a su cuchara grande que los abrazara. Draco solía ser esa cuchara, porque James siempre dormía en sus brazos hasta que el embarazado de los mellizos le impidió seguir abrazando a su león mientras dormían.

Ahora habían pasado trece años de eso.

“Dragón”d ice Harry con el pequeño pastelito que iba a ser para despertar al cumpleañero “¿Todo bien?”

“Sí” dice Draco con la voz rota “No” se corrige mientras se secas las lágrimas “Estaré mejor”

“¿Todo bien con papá?” pregunta Lily, quien tenía una olla y una cuchara para hacer el mayor ruido posible.

“¿Las personas embarazadas no se ponen sensibles en los primeros meses?” pregunta Scorpius a su papá Harry emocionado.

Harry y Draco aún no se hacían las pruebas. Querían primero celebrar el cumpleaños de James sin tener a nadie de la familia preguntando por Draco.

“Sí, pero ahora no es importante” responde Harry con tranquilidad “Vamos, Dragón. Tú eres quien odia que nos levantemos después de las ocho”

“Sí” dice Draco ganando valor y da un paso adelante.

Lily comienza a golpear la olla mientras grita “Feliz cumpleaños” con el tono de voz más alto que una niña de once podía tener. Harry discretamente coloca un hechizo para disminuir el ruido de su hija sin que esta lo notara.

“Buenos días al feo cumpleañero” dice Albus con una cámara para captar en el momento que James se sienta asustado.

“Merlín sangriento” dice el chico para luego ver a sus padres y sus hermanos “¿Qué pasa? ¿Están bien? ¿Están atacando?”

“Me preocupa que hagas estas preguntas” dice Draco para luego negar con la cabeza “Hola, Jamie. Feliz cumpleaños corazón”

James parpadea. Mira a su papá Harry y el pastelito con su nombre y el numero dieciséis. Su mente recién levantada no era la más rápida, así que no reacciona hasta pasado unos diez buenos segundos. Ese tiempo Lily aprovecha para dejar de golpear la olla y al tener un hechizo silenciador sobre ella, nadie nota cuando se coloca detrás de James.

“Oh, Merlín” dice James conmovido para mirar a sus papás “Es mi cumpleaños”

“Sí, mi león” dice Draco besando la cabeza de su hijo.

“Estamos orgullosos de ti, hijo” habla Harry mostrando el pastel “Estás cerca de tener la mayoría de edad y hasta ahora siempre has sido el buen chico que criamos. Feliz cumpleaños, Jamie”

James miró el pastel. Sus ojos picaron y río mientras las primeras lagrimas caían.

“Pide un deseo” dice Scorpius emocionado “Vamos, Jamie”

“No llores” gruñe Albus “no comeré un pastel lleno de mocos”

“Al” dice Draco como una advertencia.

Albus se encoge arrepentido y da unas suaves disculpas. James sopla las dos velas que había mientras pide algo tonto, pero simplemente salió de su pecho.

No quiero crecer.

Le gustaba como era su vida ahora. Su mejor amiga, Himari Parkinson, cumplió la mayoría de la edad ese año y le aseguraba que realmente no hubo grandes cambios en su vida… pero la vida no era igual para nadie y eso era algo que James comprendía.

Tenía miedo de saber que vendría y tener que afrontarlo sin papá Draco.

“Mordida” chilla Lily, empujando la cara de James al pastel.

“¡Lily Luna Potter!” chilla Draco sin palabras.

Albus, Scorpius, Harry y Lily ríen mientras James aleja la cara del pastelito para mostrar toda su cara completamente llena de glaseado pastelero. Sus rizos castaños también tenían parte del bizcocho suave del pastel.

“Jajajaja” James se une a las risas, mientras deja que papá Draco le limpiara la cara como cuando recién aprendía a comer y se llenaba la cara de papilla para bebés.

.

.

Iban a hacer una pequeña reunión. Harry y Draco insistieron en permitirle al chico organizar una fiesta “adolescente” en la mansión con todos los amigos que James deseara, pero no era algo que James quisiera. No era un chico muy sociable. Bueno, era popular y tenía una larga lista de brujas y magos deseando meterse entre sus piernas, pero el James autentico no era amante de los excesos y las grandes aglomeraciones.

Solo una reunión familiar y sus primos era suficiente. Estar con Himari, Alexis y Fred II era solo la mejor parte de todo eso. Sobre todo con Fred II, quien ayer había regresado de su viaje con sus padres (razón por la cual papá Harry iba a ayudar a tío Ron al estar solo con la tienda)

“Bien” dice Draco mirando toda la lista “Aun estás a tiempo de pedir tu fiesta, Jamie” le recuerda a su hijo.

No importaba si Justin y Astoria ya se habían encargado de toda la comida para la reunión. Blaise ya haya comprado el vino para los adultos y el salón de juegos estuviera equipado para que los niños menos de doce pasaran el tiempo. Tampoco que el clan Weasley estuvieran invitados o Teddy haya separado tiempo para venir a la mansión. Draco cancelaría todo si su bebé lo pedía.

“No, estoy bien” responde James dejando de ayudar a Lily con una pintura de un pato con gorra y lentes de sol “Es perfecto tal como lo están organizando”

“bien” dice Draco sonriendo para mirar su lista y fruncir “¡Harry! ¡¿Ya arreglaste la cerca de los pavos?! ¡No quiero que ninguno de los niños Weasley se meta nuevamente a molestar a Agapito! ¡Sobre todo Fred II!”

“¡En eso estoy, amor!” grita Harry desde algún lado de la mansión.

Draco se dirige al lugar donde sale la voz. James sonríe y vuelve a prestar atención a su hermanita.

“¿Y si le agregamos pistolas? ¿O rayos láser? ¿El martillo de Thor?” pregunta Lily concentrada en mejorar su dibujo del pato supremo.

“¿Por qué hacer al pato violento?” pregunta James con gracia “Es un pato, podría ser un pato con mucho estilo”

“Los patos tienen mucho poder. Solo mira sus ojos, Jamie” dice Lily muy convencida “Tienen planes para conquistar al mundo, como las palomas de los escandalosos que robaban cosas ¿entiendes?”

James asiente y vuelve a ver el dibujo. Ese gorro al revés y las gafas le recordaban a Lorcan. Ese pensamiento le hizo sonreír maliciosamente.

“Déjame el dibujo, Lily. Comencemos otro” dice con un plan en mente.

“Pero… mi pato supremo” dice la niña confundida.

“¿Qué tal si hacemos una tortuga Ninja?” pregunta James, provocando que Lily frunciera el ceño y analizara.

“Bien, quédate con el dibujo. Soy una artista muy caritativa”

“Gracias, dulce señorita” responde James, guardando el dibujo para más tarde.

Fred II amaría ver ese dibujo. Himari también se reiría bastante.

.

.

Un par de horas antes de que recibieran a los invitados, Draco llevó a todos al panteón Malfoy. Lily era quien llevaba cuatro ramos de flores con una delicadeza que solo sacaba cuando se trataba de sus abuelos. El panteón Malfoy estaba muy cerca de la mansión. Luego, irían a ver las tumbas de James y Lily Potter.

“Hola, abuelos” dice James mirando ambas lápidas.

“Miren, yo escogí las flores” dice Lily emocionada “Hola abuelita, ¿sabias que voy a tener otro hermanito? Por favor, has que llegue rápido. James el próximo año cumplirá la mayoría de edad y se irá de casa seguramente” James siente como esas palabras son un golpe directo “Y si llega el hermanito, tal vez se pueda quedar más tiempo. James no podría irse hasta que el nuevo hermanito se sepa cuidar, como hizo conmigo”

James siente que quiere llorar. Él nunca se había planteado irse de casa el próximo año, pero Lily sí ¿qué podía pensar de eso? El miedo a crecer aumenta.

“Eso es tan dulce, Lily” dice Harry conmovido “¿Cómo que James se va? ¿Hay algo que no sepa?” pregunta mirando a Draco.

Draco se seca las lágrimas y mira a su hijo, quien se encoge de hombros.

“Es que, en la televisión, algunas historias cuando cumplen la mayoría de edad se van de casa a estudiar o trabajar ¿no hará eso James?” pregunta Lily inocente.

“Merlín” dice Albus “Lily, ya te dije que solo se van de casa porque son muggles. Ellos no se pueden aparecer como nosotros los magos. James podría ir a estudiar en la china y regresar a dormir a casa con magia”

“Oh” dice Lily “¿Puedo cambiar el hermanito por un perrito?”

“¿realmente cambió así de rápido al hermano que aun no nace?” pregunta Scorpius impresionado “¿Nos cambiara a nosotros?”

“No” responde Lily dejando las flores “Pero a Albus tal vez, es un grosero”

“Calla niña zanahoria” gruñe Albus.

Draco sonríe y se acurruca con su esposo mirando a sus hijos tratar de arreglar ambas lápidas.

Cuando están frente a las lápidas de los Potter, es Harry quien se une sus hijos a arreglar todo y colocar las flores mientras Draco trenzaba el cabello de su niña.

.

.

Pansy, Himari y Marcus son los primeros en llegar.

“Hola” saluda James mirando el bonito regalo que Himari llevaba junto a Marcus.

“Hola, tesoro” saluda Pansy “Tu tía Millie hubiera estado encantada de asistir, pero” es interrumpida por James.

“Merlín, no tienes que excusarla, madrina” dice James espantado “la hubiera mandado a casa si hubiera venido. Marshal apenas tiene días de nacido y ella también debe recuperarse”

“Eres un ángel, cielo” dice Pansy encantada.

Himari ríe y le muestra el regalo “¿Lo quieres abrir ahora, león?” pregunta sugestiva.

James frunce el ceño y mira el regalo.

“Dime que el regalo es para todas las edades” pide en un susurro.

“Que puritano nos saliste, Jamie” se burla Himari.

“¿Qué quieren decir con todo eso?” pregunta Marcus confundido “¿Qué le compraste, Mari? Ella no nos dijo nada, solo llegó con el regalo”

“Albus está adentro” dice Himari, provocando que el chico dejara de lucir curioso para parecer emocionado.

“¿Dónde?” pregunta rojo.

“En la cocina con Scorp. Están tratando de quitarle los hechizos de protección a las alacenas para comerse algunas galletas que tío Justin dejó antes de irse a cambiar” dice James con gracia al ver como el chico se alejaba dando saltitos “no puedo creer que unos niños de trece tengan mayor vida amorosa que yo”

“Es porque quieres” dice Himari “Tiene a un montón de brujas y magos que estarían dispuestos a ayudarte con eso. Comenzando con cierto pelirrojo del clan Weasley”

“Himari, si no lo notaste… todos los Weasley quitando a los hijos del tío Bill con la tía Fleur son pelirrojos”

“Cariño” dice Himari “¿Quién es el único pelirrojo de tu edad?”

James frunce el ceño.

“No quiero jugar a algo tan estúpido como al adivina quién Weasley, Himari” se queja James.

Himari gruñe mientras se da un golpe en la cara con toda la mano abierta en señal de frustración.

“Miren, quien diría que el niño Jamie puede decir malas palabras” dice Lorcan burlón llegando con su gemelo que cargaba un regalo en las manos.

“Lorcan” le regaña Lysander antes de sonreír “Jamie, feliz cumpleaños. Bienvenido a los dieciséis. Eres el último en unirte al club, hombre”

“Oh, gracias por recordarme que eres mi mayor por meses, Lysander” dice James con humor, mientras Himari recibía el regalo.

“te ves preciosa, Himari” dice Lorcan mirando a la bruja.

“Sí, sí. Gracias, tú te ves decente. Como decía, James. Es claro que hablo de Fred” dice sin poder aguantarse más.

“¿Qué?” dice Lysander “¿James no sabía que Fred gusta de él? ¿Qué tan denso tienes que ser?” bromea el rubio.

“Disculpa” dice Lorcan sorprendido “¿Qué? ¿Fred no es como el primo de James? Mira que raritos nos saliste, Jamie” dice Lorcan.

James quiere decir algo, pero el shock de saber que tu mejor amigo (lo siento Alexis) tenía sentimientos por ti era el peor cliché del mundo. Por Merlín, es tonto. Himari seguro se drogó antes de venir.

“Creo que voy a vomitar” dice James antes de fruncir el ceño “Deja de mentir, Himari” gruñe “Fred no tiene ningún sentimiento por mí. Nadie está interesado en mí y así me quiero quedar. Moriré virgen, aunque te moleste ¡No sé porque carajos dije eso!”

“¿Vomito verbal, Jamie babe?” dice Fred II llegando junto a su hermana Roxane.

“no” dice James antes de mirar a su mejor amigo con temor “¿El babe es por que soy tú bebé verdad? Digo, porque soy como un hermanito pequeño, ¿verdad?”

Lysander ríe sin creerse lo que James acababa de decir, mientras Himari se cubría la cara y Lorcan solo observaba todo tenso.

“Claro, Jamie bro” dice Fred confundido “¿De qué otra manera sería?”

“Ja, pinocho” dice Roxane antes de mirar a Himari “Himari, ¿escuchaste el rumor de que Molly tiene novio?”

“Merlín, no. Cuéntame todo, querida” dice Himari dejando el regalo con Lorcan para irse con su amiga pelirroja.

El silencio se pone, pero en eso sale Draco y Harry para mirar a los adolescentes.

“¿Quieres que te ayudemos con los regalos, hijo?” pregunta Draco.

“¡Yo puedo!” grita James apresurándose a tomar todos hasta el punto que dejó se ver cosas delante de él y prácticamente corrió del lugar.

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“Creo que esto es una mala idea” dice Scorpius mirando como Lily miraba emocionada la cerca de los pavos reales.

“vete si no quieres ser parte de mi nuevo negocio” dice la pelirroja mirando a las aves “Imagínate. Le pedimos al tío Fred de esos artilugios para hacer crecer a los pavos reales y todos jugamos quidditch sobre ellos”

“Eso es maltrato animal y está mal, Lily” dice Scorpius preocupado.

“Que no, Scorp” gruñe Lily “Es totalmente seguro, porque les daremos galletas al final”

“Los pavos reales no comen galletas” dice Albus, mientras Marcus asiente.

“Todos ustedes son unos aburridos. Solo quiero ser la ama y señora de las aves ¿es mucho pedir?” se queja la niña pelirroja antes de mirar el cerco “Voy a adentrarme”

“Albus, como el mayor por cinco minutos, creo que deberías detenerla o avisarle a papá” dice Scorpius asustado.

“Tienes razón” dice Albus “O podríamos no hacerlo y dejar que Lily aprenda a que no todas las locuras que le lleguen al cerebro van a salir bien. En la naturaleza, llamamos a esto selección natural”

“No somos animales, Albus” dice Scorpius totalmente decepcionado “Llamaré a papá Draco”

Antes del que mago rubio saliera, la niña ya había cruzado el cerco gritando como una pequeña guerrera. Scorpius gritó asustado mientras ponía ambas manos a la cara como si del cuadro del grito se tratase.

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James se lavó la cara tres veces. Se miró al espejo unos largos ocho minutos (incluso comenzó a ver como su imagen comenzaba deformarse) y se dio dos cachetadas para quitarse el sonrojo.

“Hijo” Draco se escuchó al otro lado preocupado “Sé que estás allí dentro ¿todo bien, hijo?”

James respira profundo y se vuelve a mirar al espejo sin responder.

“Dragón, ¿estás seguro que está allí?” escucha la voz de su papá Harry.

“Ve a recibir a los demás, yo me encargo”

James se acerca a la puerta. Pega la oreja a la puerta y escucha pasos. Cuando deja de escucharlos, abre la puerta.

“Hey” dice nervioso al ver a su papá Draco.

“Hey” dice Draco “¿Puedo entrar?” pregunta cariñoso.

James asiente y Draco entra al baño de su hijo. Observa la ropa a un lado fuera del cesto de ropa y el único bote de shampoo (tres en uno para su indignación) abierto junto al jabón fuera de la jabonera. No dice nada, pero lo anota para regaños futuros.

“¿Qué pasa, Jamie?” pregunta Draco caminando al inodoro para cerrarlo y sentarse allí ignorando que por dentro estaba teniendo gritos internos por ensuciar sus bonitos pantalones.

“Bueno” dice James respirando profundo “Sé que va a ser incomodo, porque bueno… usualmente no te hablo de estas cosas y no es porque no te quiera decir… es que nunca me ha pasado”

James se desordena el cabello mientras habla y Draco solo escucha serio.

“Y bueno, no sé porque me molesta tanto. Creo que estoy sobreactuando, pero… pero ¡Es que no sé que hacer! ¿Por qué los humanos tienen sentimientos por otros? ¿Quién usa humanos? Mierda, comenzaré de nuevo. No, olvídalo. Sí, comenzaré de nuevo… solo ¡ah!”

James miró a su padre. Draco estaba con los ojos abiertos con una cara de tratar de entender a su hijo y se sintió un perdedor.

“Bueno, podrías comenzar con decirme el problema y luego de tus sentimientos ¿te parece?” dice Draco con tranquilidad.

“Himari me dijo que Fred está enamorado de mí… bueno, no. Dijo que le gusto y la hermana de él prácticamente lo confirmó y ¿cómo no lo noté? ¿Tan idiota soy? ¿Por qué ahora noto que es raro que me diga bebé? ¿Es raro? ¡¿Por qué hago muchas preguntas?!”

Draco frunce el ceño. No, él no cree que Fred II esté interesado en su hijo. Ese chico era extraño. Parecía más atraído a sus bromas que a un ser pensante según se perspectiva. Ignoró los sentimientos encontrados de que es la primera vez que su hijo le hablaba de sentimientos… románticos. Era parte del crecimiento y hoy había comenzado. Si hizo un buen trabajo, sabría muchas más de esas cosas.

Incluso cosas que no quisiera saber.

“Bien, está bien hacer muchas preguntas. ¿Cómo te sientes con eso? ¿Quieres que hagamos algo? Si quieres quedarte aquí, está bien”

“No, solo… no sé que hacer. Tengo miedo. Fred es… es mi mejor amigo y lo veo como un primo. Sé que, si yo tuviera sentimientos por él y comenzáramos una relación, todos los Weasley estarían celebrando, porque técnicamente uniríamos a la familia”

“Detente allí, hijo” dice Draco “¿Unir a la familia? Yo fui criado para tener esos pensamientos de unión entre familias, pero tú y tus hermanos no. Tú saldrás y si quieres te casarás con quien tu desees y estés feliz, seguro y valorado ¿entiendes? Tu padre ni yo queremos que vivan ese estrés que viví yo de comprometerme para mejorar las riquezas o algo parecido”

James mira a su padre y respira tranquilo. Draco abre los brazos y James se apresura a abrazar a su papá. Se sienta en su regazo y oculta su cara en el cuello pálido de su progenitor.

“Habla con Fred. Podré odiarlo por siempre querer liberar a mis pavos reales, sobre todo a Agapito” James río por el ridículo nombre que puso Lily al único pavo real no albino del lugar “pero sé perfectamente que es tu mejor amigo y se quieren. Seguramente solo son Mari y Roxie las que ven eso”

James se separa. Piensa en eso y llega a la conclusión que no tiene nada que perder. Lo haría.

“Gracias, papá” dice tranquilo “Iré a recibir a todos”

“Bien, tomate tu tiempo igual. Iré a ayudar a tu padre”

James mira como Draco caminaba a la puerta. Abre y se gira a verlo.

“Nunca dudes en decirme estas cosas, ¿bien?”

“Sí… y le puedes decir a papá Harry” dice de una vez para que su padre Harry no viniera a preguntar.

“Ese es mi chico” ríe Draco yéndose del lugar.

James se volvió a lavar la cara y sale del lugar.

“¡James!” grita Scorpius agitado.

“Ahora no, Scorp, tengo cosas que hacer” dice James alejándose.

“¡Mierda!” maldice Scorpius comenzando a correr de regreso.

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“¡Eso Lily!” grita Marcus emocionado.

Lily se encontraba correteando para huir de los pavos reales como si de un toro grande se trataba. Los esquivaba y volvía a correr mientras Albus observaba todo comiendo las galletas que pudo robar.

“¡James está ocupado!” dice Scorpius regresando “¿Ahora que haremos? No le podemos decir a papá Draco o papá Harry. No me pueden castigar faltando días para ir a Hogwarts” lloriquea.

“Mira, está sobreviviendo” dice Marcus viendo a la niña seguir corriendo.

“¡Lily!” chilla Scorpius “¡Tenemos que hacer algo!”

“Yo estoy haciendo algo” dice Albus comiendo de sus galletas.

Scorpius gimotea indignado. Toma a su hermano de la camina y lo arrastra a la cerca. El chico cree que solo se quedaría allí, pero Scorpius lo alza y lo lanza dentro. Mientras Albus se recuperaba de la caída, Scorpius había saltado el cerco.

“¡¿Estás loco?!” chilla Albus.

“¡Hermanos!” dice aliviada Lily corriendo hacia ellos.

“Creo que no lo pensé muy bien” dice Scorpius al ver como detrás de la niña corriendo todos los pavos machos y adultos que su papá Draco criaba.

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James sale para recibir a Teddy Lupín, a su tía abuela Andrómeda y su prima Victoire, prometida de Teddy.

“¡Jamie!” dice Teddy feliz de ver a su pequeño casi hermano.

“Teddy” dice James dejándose abrazar “Hola Vic, tía Andy”

“Buenas tardes, querido James” saluda Andrómeda “¿Ya llegó tu abuela Molly? Sería encantador poder seguir recibiendo recetas para practicar en casa”

“No lo sé, papá Harry y papá Draco recibieron a las personas porque tenía algo que hacer, pero ahora los recibo yo” responde James dejando de ser abrazado por Teddy “El tío Blaise llegará con el vino”

“Lo dices como si tuviera problemas con la bebida, Jamie” ríe Teddy.

“Lo dice porque te conoce, amor” dice Victoire con humor “Hola, Jamie. Mira cuanto creciste”

“¿Cómo es posible que cada que vienes veo tu cabello mucho más rubio?” dice James en forma de broma.

“mi parte Veela hace maravillas. Lastima que no tenga la parte mágica como mamá” bromea para luego tratar de acomodar los cabellos desordenados del león “Mírate, no sé como el tío Draco aun no le da un ataque por como tienes el cabello”

“Papá Harry lo tiene peor” responde James y Victoire le da la razón.

“Teddy” dice Blaise llegando con una bolsa llena de vinos caros en una mano y en la otra a Flora Zabini “Ya llegó por quien llorabas, hijo” ríe.

“Basta, no tengo un problema” dice Teddy sonrojado.

“Blaise, deja en paz al niño” dice Daphne con un bonito regalo en las manos “Felices dieciséis pequeño James. Todavía recuerdo cuando Tory llegó a la mansión contigo en brazos porque te estaba cuidando. Eras tan pequeñito y encantador”

James se sonroja y se rasca la cabeza.

“Contigo me dieron ganas de tener solo un hijo”

“Bueno, eso es bueno. Flora es encantadora” dice James incomodo y recibe el regalo.

“¿Dónde está Lily?” pregunta Flora curiosa.

“Creo que en la cocina o en el patio” responde James para luego fruncir el ceño “Está todo calmado, asegúrate de que Lily no esté haciendo desastres”

“Sí, Jamie” dice Flora comenzando a correr.

“Vamos, Teddy. A abrir estos bebés” dice Blaise llevando al mago mientras su esposa y la prometida de este los seguía detrás.

James se quedó allí. No pasaron ni diez minutos cuando apareció tío Ron junto a tía Hermione y sus dos hijos.

“¡Aquí está el cumpleañero!” dice Ron con alegría “ni pensar que pudiste ser mi ahijado, pero tu padre hurón tiene mucho poder sobre mi hermano” se queja.

James ríe y se deja besar en la mejilla por su tía Hermione.

“Mira cuanto creciste” dice Hermione con nostalgia “¿Recuerdas Ron? Era tan pequeñito y rojito, ahora está hecho todo un caballero. Aun recuerdo cuando te cuidábamos”

“Fuiste nuestro bebé de entrenamiento” bromea Ron “Gracias a ti, supimos que hacer con Rose y Hugo”

“¡Ron!” dice Hermione “No es cierto, cariño. Te cuidamos muy bien”

“Puede que te haya dejado caer una vez” sigue bromeando Ron.

“¿En serio?” dice Draco apareciendo con los brazos cruzados.

Ron pierde el color y niega.

“No, es broma. Malfoy. Nunca dejaría caer a tu primer bebé, dile Mione”

“no, te lo ganaste” dice Hermione “Hola, Draco. Mírate. Te ves radiante”

“Tío Draco” dice Rose “¿Y Lily?”

“Está en el patio. Escuché sus gritos junto a Scorpius y Albus, supongo que están jugando” responde Draco con cariño “Ve, querida”

“Feliz cumpleaños Jamie” dice Rose.

“Espérame, Rosie” dice Hugo antes de correr donde James y lo abraza “Feliz cumpleaños James, eres mi primo favorito” dice antes de separarse y correr a alcanzar a Rose.

“Creo que podría llorar” dice James antes de mirar como su papá Draco se acercaba peligrosamente a su tío Ron.

“Creo que Blaise me llama” dice Ron “Ya voy hombre, no habrás el vino sin mí o Teddy se lo acabará”

Hermione, James y Draco se ríen viendo al hombre pelirrojo correr asustado.

“¿Qué pasa?” pregunta Harry cuando Ron no se detiene a saludarlo.

“Hoy creo que mato a una comadreja” responde Draco “Querida Hermione, ¿qué me puedes decir del ministerio? ¿Algo de lo que me deba de preocupar como la poderosa ministra que eres?”

“Son cosas que no podría decirte” dice Hermione seria “Pero podría dejar que adivines”

“Oh, sería un placer”

“No puedo creerlo” dice Harry con humor “Realmente no sé que hiciste con mi amiga Hermione, Dragón”

James río viendo como su papá Draco se alejaba con su tía Hermione.

“Tu papá Draco me dijo todo” dice Harry “¿Quieres hablar?”

“No, estoy bien. No te preocupes” dice James dejando que su padre lo abraza por los hombros.

“Ya están todos, hijo. Vamos adentro”

“¿En serio?” pregunta James.

“Sabes como es nuestra familia Weasley. Llegan todos juntos”

“Bien, vamos”

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“No puedo llegar tarde porque Lily se mete en estas cosas” se queja Rose mirando como Lily, Albus y Scorpius están sobre un árbol mientras los pavos reales montan guardia alrededor.

“¿Crees que deberíamos ir por el tío Draco?” pregunta Flora asustada.

“¡No!” gritan los tres niños “Busca a James, por favor ¡A James!” gritan asustados.

“Bueno, Jamie dijo que le avisara cualquier cosa” dice Flora dudosa.

“¿Galletas?” pregunta Marcus ofreciendo de las galletas que Albus le dio.

“Dos, por favor” dice Hugo.

Rose mira a su pelirroja colgando del árbol. Frunce el ceño.

“Misión de rescate” dice Rose “¿Quién está conmigo?”

“¡Esa es mi hermana de otra madre!” grita Lily feliz.

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James se pasó una gran parte escondiéndose de Fred. Llámenlo mal Gryffindor, pero simplemente ver al pelirrojo era como prender sus piernas y lo orillaban a correr.

“¿Qué se supone que haces?” pregunta Louis confundido.

James mira a Louis. Era un año menor que él y por lo tanto no era tan cercano como sus amigos, pero es su primo.

“Louis” dice nervioso “Yo… bueno ¿Dónde está Fred?” pregunta nervioso.

“Está en la cocina tratando de robarle cosas al señor Justin” responde “Eres raro, Jamie”

“Gracias por la opinión” responde James antes de suspirar “Puedes buscar a Alexis y decirle que venga aquí”

“No soy una lechuza, James”

James rueda los ojos y le da un galeón.

“Que gentil, voy” dice el chico rubio alejándose.

James suspira y se acomoda mejor. Cierra los ojos un momento para tener paz.

“¿Escondido?” dice Lorcan burlón.

James abre los ojos y mira al gemelo malvado. Frunce el ceño y bufa.

“Para nada, Lorcan” responde.

“¿Sabes que es ridículo? Si no te gusta, simplemente dile y ahórrate el drama de novela turca barata”

James se cruza de brazos y alza una ceja.

“¿Y a ti que te importa si hago dramas? ¿No tienes a una Himari a la cual acosar?”

Lorcan se sonroja y frunce el ceño.

“No la acoso, niño engreído” se defiende.

“Sí, idiota”

Lorcan quiere responder molesto, pero alguien aparece.

“Louis dijo que estabas… Lorcan” dice Alexis molesto “¿Interrumpo algo?”

“No, él ya se iba” dice James “Oh, Alexis, realmente te necesito”

Lorcan observa como James se tira a los brazos de Alexis. Suspira molesto y se aleja. Mira a Himari hablar encantada con Molly, Roxane y Dominique. Por supuesto que no la acosaba.

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“¿Lo tienen?” dice Rose luego de dibujar todo el plan en el suelo sin pasto.

“¿De donde sacaremos una cuerda tan larga?” pregunta Flora curiosa.

“Ese es el detalle” dice Rose “Lily flor” llama.

“Dime Rosie” responde Lily.

“¿Tienes sogas largas?” pregunta seria.

“¡YO!” grita Scorpius “Están en mi cuarto. En el cofre abierto. Son sogas especiales para escalar. Vayan”

“Perfecto” dice Marcus “Vamos, chicas”

“Yo hago guardia” dice Hugo como un pequeño militar.

“Bien pensado, Hugo. Mira que no se caiga ninguno” responde Rose limpiándose las manos “Vámonos, no hay tiempo que perder”

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“Eso es todo” dice nervioso.

“Oh, Dios” dice Alexis con cariño “¿En serio? Vamos, es Fred. No creo que sea cierto. El chico te llama bro y te golpea el hombro cuando les sale bien una broma ¿realmente crees que podría tener sentimientos por ti?”

“Bueno, no digo que sea hermoso, pero tengo mi encanto” dice James algo ofendido.

“No es eso, eres guapo. Joder, eres literalmente la mezcla de dos hombres de buen ver”

“Que asco, no digas esas cosas” se queja James.

“¿Qué? Yo si le doy a tu papá Harry si pudiera. Míralo, es caliente”

“¡Alexis!” grita totalmente ofendido.

Alexis ríe, pero ninguno nota como un pelirrojo se acerca al escuchar la voz.

“Jamie bro” dice Fred, sin notar como su voz hizo que el alma de James se saliera de su alma “¿Por qué tan aislado de tu propia fiesta?”

“Me voy” dice Alexis, ignorando la mirada matadora de James “habla con él, león cobarde. Fred, sé honesto y no le provoques más crisis a mi amigo”

“¿Okey?” responde Fred.

James maldice a Alexis y su futura descendencia. No, desea que le pase lo mismo que al tío Blaise. Que se case con una mujer en las vegas y que le termine robando un día todas sus cosas. Bueno, su tío Blaise tuvo un final feliz al conocer a su tía Daphne, ya que, su tía era auror y fue quien fue a revisar la casa robada.

“nada” dice James de forma débil.

“Venga, James. Nadie te cree ese nada. Dimelo. ¿A quién le pateo el culo? ¿Es Lorcan? Juro que si es ese imbécil que no sabe ni lo que quiere, lo hago mierda”

James ignora eso y se acurruca con Fred.

“Fred” dice con temor “¿Te gusto?”

Fred parpadea y ríe.

“Por supuesto, me tienes que gustar para que seas mi mejor amigo. Si no me gustara, te hubiera llenado las mochilas con bombas explosivas” bromea “Serías un blanco fácil para mis bromas, bebé león”

“No” dice James “¿Te gusto de forma romántica?”

James siente que es alejado y con tristeza lo hace. Mira a Fred molesto.

“¿Quién dijo esa pendejada? No, seguramente fue Roxane. La odio, esa perra chismosa”

“Agradecería que no le digas perra a tu hermana, Fred” dice James incomodo.

“No, es una perra. La odio. Desde el año pasado dice que estoy enamorado de ti y de paso convenció a Himari de es y las detesto. No, claro que no me gustas de esa manera James Sirius Potter. Jamás me gustarías de esa manera”

“Gracias, está claro que nadie me querría de esa manera” dice James sin poder evitarlo. Le había dolido. Bueno, estaba aliviado, pero dolía saber que no era el partido que todos creen que es.

Moriría virgen a los cuarenta.

“No, Jamie bebé. No digo que no tengas tu encanto… es solo que… Joder, creo que eres mi mejor amigo y te lo diré”

“¿Qué?” dice James.

“No me gusta nadie en realidad”

“Bueno, ya llegará alguien” dice James triste.

“No, Jamie. No entiendes. Yo” Fred maldice, es un Gryffindor, joder “Creo que soy arromántico. Estuve investigando. No lo sé y no quiero ponerme etiquetas ahora, pero realmente nunca me ha gustado nadie de la forma romántica. Incluso tú tuviste un crush infantil con Teddy, Himari con ese modelo que trabajó con su madre por un par de meses. Roxane tuvo novios antes y cada que terminaba una relación ella lloraba, porque realmente sentía esas coas y yo… yo nuca y estoy aterrado”

James parpadea. Ahora se siente más estúpido. No duda en abrezar a Fred para darle su apoyo.

“Sabes que no estás obligado a sentir cosas, es tu vida y tú eligen con quien estar, Fred” dice aun abrazado al pecho de su mejor amigo.

“No es fácil, James” dice Fred “No con la enorme familia que tengo yo. Hablo de familia de sangre, sé que tú también tienes una familia enorme, pero la mía es directamente de sangre. Todos esperan que tenga pareja e hijos. Incluso el tío Charlie que no tiene hijos tiene una pareja estable en Rumania. Y todos desde que Roxane abrió la boca esperan que terminemos juntos y unamos a la familia”

James hace una mueca. Él tampoco creía que tendría a alguien. Merlín, la única persona que le gustó era Teddy y ahora le daba cierto asco pensar en eso.

“Dicen que también uno se casa con su mejor amigo” dice James “¿Qué dices? Si llegamos a cierta edad y los dos seguimos sin experimentar el amor, nos casamos y la mierda todo. Adoptamos una niña y la traumamos con nuestra extraña relación”

Fred frunce el ceño antes de romper en carcajadas llamando la atención de todos, incluso de Himari, Roxane, Molly, Alexis, Lorcan y Lysander que estaban algo apartados.

“Claro que acepto casarme contigo, James Potter” dice sin pensar, provocando que James ría.

“¡Sí!” dice George “Ese es mi león. Seremos familia Harry”

Fred y James abren los ojos y se dan cuenta que todos escucharon. James mira a sus padres. Harry y Draco lo miran sin entender que diablos pasa y James se quiere morir.

“¡Viva los novios, carajo!” dice Roxane mientras Himari se seca lágrimas invisibles.

“No debí dejarlos solos” dice Alexis.

“no debiste” dice Lorcan entre dientes.

James está cerca de tener un ataque de pánico, pero Fred le toma de la mano y lo jala para comenzar a correr hacía el jardín.

“Creo que deberíamos”

“Deja, se olvidarán en cuanto Lily haga una travesura” dice Fred quitándole la importancia “Y en eso le ayudaré”

James suspira y se deja llevar con una sonrisa. Su mejor amigo estaba loco y eso le gustaba.

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“Bien, solo debemos de asegurarnos que las canastas estén bien sujetas a las cuerdas” dice Rose seria.

“Las até bien” dice Marcus serio.

“Yo las llené de semillas” dice Hugo orgulloso mientras Flora revisa las cuerdas.

“Bien, lancémosla y movámoslas lejos del árbol. Los pavos reales lo verán y se alejarán” dice Rose con simpleza “¡Corran y no lo piensen!”

“Gracias, Rose. Eres un ángel” grita Scorpius.

“No estaríamos aquí si no fuera por tu culpa” dice Albus mirando a su hermana.

“¡Debiste detenerme! ¡eres el mayor!”

James y Fred miran al grupo de niños con canastas y cuerdas. Los instintos de hermano mayor de James se activan al ver la falta de tres cabelleras que conoce bien. Sus ojos grises buscan alrededor con temor y su alma quiere salir de su cuerpo cuando mira a los mellizos y a Lily allí en un árbol con todos los pavos reales albinos y Agapito.

Lily tenía el vestido rasgado como los pantalones de ambos mellizos. Joder.

“¡Qué carajos!” grita James importándole poco que niños hayan escuchado.

“Esa es mi alumna estrella” dice Fred orgulloso de ver a su princesa Lily sorprendiéndolo una vez más.

“¡¿Qué pasó?! ¡¿Chicos?! ¡¿Cómo! ¡¿En qué estaban pensando?! ¡Papá Draco!” grita desesperado.

“¡no!” chillan los niños “¡¡No le digas a papá Draco!!” gritan asustados.

James siente que va a desmayarse, pero siendo una mano sobre su mejilla y reacciona.

“Calmado, soldado” dice Fred serio “Sargenta Rose, resumen del panorama” mira a su pequeña prima.

“Sargento Fred, Lily quería armar un ejercito de pavos, saltó el cerco y comenzó a ser atacada. El soldado Scorpius junto al bebé Albus saltaron la cerca y todos terminaron sobre el árbol"

“¡Sería un buen capitán!” reclama Albus ofendido de no ser llamado soldado.

“¡Cállate, no querías ni detener a Lily!” grita molesto Scorpius.

“Ahora queremos distraer a los pavos con estas cestas llena de comida para pavos reales que están atadas a estas cuerdas e ir alejando a los animales, señor”

“Oh” dice James, quien dejó de acariciarse la mejilla “Eso… podría funcionar”

“Demasiado tiempo” dice Fred con maldad “Tengo un mejor plan”

“No” dice James “Papá Draco mandó a papá Harry reparar la parte del cerco que explotaste la otra vez. Ya debe estar lleno de hechizos anti bombardas”

“Oh” dice Fred para luego sacar de su bolsillo algo diminuto que agrandó con su varita “Que suerte que un hacha aquí. No creo que hayan puesto hechizos anti cosas muggles, ¿o sí, mi adorable león?”

“Te odio” dice James, pero no detiene a su mejor amigo.

Fred hacer un gran desastre. Saca un pequeño objeto. Una flauta especial para llamar cualquier tipo de animal.

“Chicos, vayan corriendo” dice Fred con inocencia.

James maldice bajo. Se agacha y deja de Hugo se suba a su espalda. Toma a Rose y comienza a correr. No escucha el sonido, solo sabe que Fred ya cumplió con su fechoría cuando escucha el grito de la victoria de le mago y las patitas de las aves correr.

Se gira y mira como el chico pelirrojo corre emocionado a otra dirección. Lejos de los rosales de papá Draco. Al menos era considerado.

Lily, Albus y Scorpius bajan de el árbol y miran al pelirrojo correr. Lily chilla feliz y va detrás antes de que Scorpius la detenga.

“Tú quieta” dice molesto el mago rubio “Ni pienses que te dejaré jugar con mis cosas. Estoy molesto, Lily Luna”

Lily hace un puchero. Quiere llorar. Ella solo quería divertirse.

“¡¿Quién dejó salir a mis pavos?!” escucha el grito de Draco Malfoy, quien había salido a buscar a su hijo para saber qué diablos había pasado.

“El cerco” dice Harry triste.

Tanto el había costado reparar ese cerco.

“¡Hola tío Draco!” dice Fred con humor “¿Ya me dejarás tener un pavo?”

“¡Nunca!” grita Draco sacando la varita “Primero haces estas cosas y ahora te quieres casar con mi bebé, estás muerto Fred II Weasley”

Harry solo observa a su esposo comenzar a alzar cada pavo real que había, mira a sus hijos correr hacie él y James con el resto de niños. Sonríe con humor cuando ve a su hijo Albus ser llenado de besos por un Marcus mientras Lily abrazaba a Rose con felicidad. No pregunta nada y se encarga de reparar las ropas de sus hijos y así evitar la furia del dragón.

"Ellos entraron al cerco" dice James preocupado.

"Lo sé, sentí como se saltaban mis protecciones" dice Harry con humor "Pero estaba con tu padre, no quería que se alterara"

"Pero" dice James mirando a su padre ya alterado.

"No se puede lograr todo en esta vida, león" responde Harry "Ahora, me gustaría que nos explicaras que pasó con Fred. Me gustaría que tuvieras una carrera antes de verte casado, hijo" 

James se sonroja y le cuenta todo a su papá Harry. Papá Draco regresa con Fred y ambos se encargan de explicar todo, quitando la confesión de Fred. Vuelven a repetir la cofesión frente a todos, pero nadie a parte de Draco y Harry les creyeron.

Daba igual, el tiempo diría la verdad. 

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James mira su paste con cariño. Había sido horneado por su abuela Molly estaba tan feliz. Mira a todos cantar el feliz cumpleaños. Ríe bajito al ver muchas plumas sobre la cabeza de Fred II. Su papá Draco le indicó que soplara las dieciséis velas y lo hace. Todos vitorean y no hay Lily para que le estampara la cara en el pastel.

“¿Lily?” pregunta James.

“Estoy aquí, no me dejaron acercarme” dice Lily molesta.

“Ven” dice James.

“Oh, jamie” dicen Draco y Harry con amor.

Lily chilla. Se acerca y sin esperar dos veces a que la inviten de nuevo corre para estampar la cara de James en el pastel. Los mellizos se acomodan detrás de James y los padres a cada lado de los gemelos. Cuando James saca la cara del pastel, sonríe y todos los que tienen celulares comienzan a tomar fotografías del lindo momento.

“Feliz cumpleaños a Jamie” dicen todos con cariño y James sonríe encantado.

“Incluso si sigue siendo un bebé” dice Fred con cariño, siendo aplaudidos por todos.

James se acerca a Himari. Ella está encantada hasta que James estampa su mejilla en su hombro. La bruja chilla ofendida.

“¡James!” se queja “Es un vestido Chanel, maldito desconsiderado”

James se acerca a Alexis y le estampa la misma cara aun con algo de pastel en la mejilla del chico, quien se deja encantado. Justin toma fotos mientras Astoria hace una mueca pensando que tendría que lavar esa camisa. Bueno, lo hacía la lavadora que Justin compró, pero ella tendría que ser quien metiera la prenda a la máquina.

“¡El futuro esposo!” grita George.

“Cállate, fue un mal entendido, lo explicaron” gruñe Draco molesto.

“Papá celoso” se burla Ron.

Draco agarra un puñado del pastel destrozado y lo embarra en la cabellera de Ron.

“te lo mereces” dice Hermione “No se bromea con haber dejado caer a James de bebé” dice Hermione.

“¡Ron Weasley!” chilla Molly “¿Cómo pudiste dejar caer a James de bebé?”

“Mamá, era una broma” dice Ron pálido.

Draco se limpia la mano orgulloso. Molly sin duda se encargaría del resto del karma.

James rueda los ojos. Se quita el resto del glaseado con la mano y sin duda la embarra en el cabello de Lorcan.

“¡Mi cabello!” dice ofendido Lorcan “¡¿Sabes cuanto me cuesta tenerlo limpio?! No es mi problema que tu uses un shampoo tres en uno”

“¡no lo uso!” dice ofendido James, incluso si era cierto.

Draco siente un jodido deja vu y se siente enfermo.

“Se pelean como nosotros los hacíamos” dice Harry con humor.

“Cállate o dormirás en el sofá” dice Draco “Es muy joven”

“Amor, tiene dieciséis. Ya es momento de aceptar que nuestro bebé ya no es tan bebé” dice Harry con delicadeza.

Draco se muerde el labio y niega. Harry lo abraza de la cadera y observan como su hijo saca de su bolsillo un dibujo.

“¡Ja!” dice Himari “¡Eres tú, Lorcan!”

“¡no es cierto!”

Draco se acurruca con su esposo y mira como Lorcan se acerca molesto a James y ambos se miran cara a cara con mucha tensión.

“Joder, puede que tengas razón. Mataré a Lorcan si no lo cuida”

“Oh, dragón” dice Harry besando el cuello de su esposo “Podrás llorar en nuestro cuarto”

“Lo sé”

Notes:

Hola. Descubrí que quiero que la forma de escribir estas historias sea tipo serie de televisión estadounidense XD una histroia principal y otra secundaria que se conecte a la primera o a veces no, simplemente sacar risas y cosas extrañas. No siento la necesidad de introducir a ningún personajes, así que suerte entendiendo a cada uno XD

Chapter 4: Pruebas de embarazo, mascotas nuevas y Hogwarts

Summary:

Lily quiere una mascota antes de Hogwarts y obliga a sus hermanos a ayudar.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Pruebas de embarazo, mascotas nuevas y Hogwarts

 

Los días de agosto estaban cerca de acabar. Draco comenzaba a manifestar malestares que ya había sentido muchas veces. Tres para ser precisas. Los mareos al despertar, malestar con ciertos olores que antes podía ignorar y la increíble necesidad de impedir que su marido lo dejara solo en la cama… incluso si era Draco quien era el primero en abrir los ojos y despertar a Harry.

Siempre se levantaban a las ocho en vacaciones. Draco alegaba que él se despertaba a las seis de la mañana en sus años de juventud antes de que toda su vida se vaya a la mierda, así que, estaba siendo muy considerado en agregarle dos horas más.

Esa mañana fue peor.

Draco se levantó de golpe y pudo llegar al baño de su habitación para terminar depositando toda su cena anterior en el retrete mientras un perezoso y preocupado Harry en cuanto lo alcanzó se encargó de sostener su cabello con cariño.

“Creo que hay bollo en el horno” dice Harry cuando Draco dejó de vomitar, pero se quedó apoyado en el retrete mientras esperaba que las ganas de volver a hacerlo se fueran o simplemente vuelva a sacar por la boca toda su comida.

“No me digas, Sherlock” gruñe Draco mirando a su marido irritado.

“No debí dejar que Hermione te enseñara frases muggles” dice Harry, la cara de Draco se vuelve más severa y el hombre con cicatriz sabe que era mejor no seguir jugando con la paciencia de su marido “Amor, está bien. Compré la pasta dental que siempre te gusta y prepararé el desayuno aplicando los hechizos para bloquear los olores”

“No, en el embarazo de los gemelos por ese tonto hechizo dejaste el gas escapar y casi se incendió toda la mansión si no fuera por los hechizos de protección que había comenzado a instalar por la época de pirómano que tenía James”

“No entiendo como es que James resultó ser el más tranquilo de los cuatro demonios” dice Harry impresionado recordando como su hijo solía quemar sus peluches teniendo tres años y un par de meses “Digo, realmente nos robaba los cerillos”

“Harry, no quiero hablar de James amando el fuego, me cepillaré los dientes”

“Iré a despertar a los niños”

“Ten cuidado con Albus, ha visto una película de terror porque Scorp lo quiso y ya sabes como se pone al despertar después de eso” le advierte Draco.

“Joder, la ultima vez casi me clava un cuchillo ¿por qué pondría un cuchillo bajo su almohada?” pregunta Harry sintiendo un frio en la columna.

“Amor, es un Malfoy y un Black, no porque lleve tu apellido lo innive de mis genes” Draco se lleva el cepillo a la boca.

“Oh, joder. Ahora viviré con el miedo de que, si es una niña, salga como Bellatrix”

“¡toca madera, pedazo de idiota!” grita Draco incrédulo de que su esposo haya dicho eso.

¿Una hija como su tía Bellatrix? Que Merlín y el Dios muggle de su esposo los proteja.

Mientras Draco termina de cepillarse y tranquilizarse de ese horrible pensamiento, escucha un golpe seco. Se termina de enjuagar rápido y sale a ver que pasó. Se encuentra con su esposo desmayado y Albus junto a Scorpius tratando de despertarlo.

“¿Qué ha pasado?” pregunta Draco mirando a Albus.

“Pensé que era el payaso Pennywise que venía por mí” dice Albus pálido “Y lo hechicé, perdón, perdón, perdón”

Draco hace el procedimiento que muchas veces había aplicado en su trabajo como medimago. Harry vuelve en sí con algo de dolor de cabeza y Albus oficialmente quedó vetado de ver películas de terror.

“Pero papá”

“A la próxima me matas a tu padre y no quiero un hijo en Azkaban por hacer lo que ni Voldemort logró”

“Creo que es la nariz lo que le dio la ventaja a Albus” dice Scorpius pensativo.

“¡No mataría a nadie sin primero saber quién es, papá Draco!” chilla Albus.

“Amor, ¿por qué te preocuparía que nuestro hijo estén AZkaban y no el hecho de que me mató?” pregunta Harry impresionado.

“Porque es imposible revivirte si estás muerto, Harry” responde Draco acariciándole la mejilla y dándole un beso “No pienses demasiado o te dolerá la cabeza”

“¡Tengo hambre!” la voz de Lily se escucha cerca de las escaleras.

Draco se encargó esta vez de la comida con ayuda de su hijo James, mientras sus mellizos Albus y Scorpius se encargaban de poner los platos en la mesa y sobre todo Albus tratar de consentir a su papá Harry mientras la única niña de los hijos del matrimonio Potter, Lily, trataba de pensar como robarse la crema batida, fracasando como cada mañana.

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Faltaban un día para Hogwarts. Lily Luna Potter Malfoy sabía eso de sobra y había algo que le faltaba en su lista de pedidos personales. Ya se había cumplido la mayoría, porque la lista no era muy larga, solo contaba de lo siguiente:

 

Cosas que Lily debe de tener antes de que se acaben las vacaciones de verano:

  • Una snitch de entrenamiento nueva.
  • Un traje de samurai
  • Una varita genial como papá Harry
  • Un hermanito para reemplazar a James cuando ya no esté en casa porque será un mago mayor de edad.
  • Luces de colores para poner bajo la cama de Albus y así asustarlo.
  • Tratar de ayudar al capitán Fred a liberar a los pavos albinos y que solo quede el poderoso Agapito (mitad del trabajo hecho, la revancha será el siguiente verano)
  • Una mascota.

 

Solo le faltaba eso y sería feliz.

Una mascota. Una compañera de crímenes, como toda serie digna de villanos necesita. Lily lo había pensado muchas veces. La opción más clásica era pedir un gato y ponerle un nombre cool como Thor el dios del trueno o Lady Pelusa tercera de Gran Bretaña, pero era demasiado básico para ella y no, ella odiaba ser una niña común.

¡Era hija de Harry Potter por amor a Circe! ¡Y del jefe de San Mungo, Draco Potter! ¡Ella debía destacar!

No solo por ser la hija menor y la pelirroja de la familia, si no por algo mucho mejor.

Ser la bruja más excéntrica, como tía Daphne y sus trajes de piel que muchas veces fue tema de discusión con tía Hermione por el maltrato animal y esas cosas.

Tía Hermione es genial, no solo con el P.E.D.D.O que llegó a grandes cosas, sino no hacer que su tía Pansy dejara de usar pieles en sus diseños y reciclara tela usada junto al uso de cuero sintético.

Así que Lily quería aspirar a algo así ¡Ser grande! Como James lo estaba logrando al ser en ese momento el prefecto de Gryffindor, el buscador y capitán del equipo de Quidditch, el mejor de su generación con la posibilidad de ser escogido como el premio anual y el puesto numero dos del mago juvenil más guapo que sacó la revista corazón de bruja, estando por debajo del primo Louis Weasley, pero Lily no lo veía justo. Louis tenía sangre veela, así que para ella James era el numero uno.

¡incluso los mellizos destacaban en Hogwarts! Albus ocupaba el primer lugar de su generación y estaba decidido a que en su quinto año iba a tomar todos los T.I.M.O.S existentes para trabajar más adelante y convertirse en ministro de Magia. Scorpius por su lado ocupaba el tercer lugar, por debajo de Marcus Bulstrode, fundó un club de música y era un líder nato.

Ella también quería hacer cosas grandiosas, pero quería una compañera. Lily sabía que solo tendría a Rose y Flora, pero no era seguro que fueran a estar en la misma casa, así que ella quería tener al menos una compañía segura.

“¡James!” grita en búsqueda de su hermano favorito.

Y eso no era malo. Los mellizos se consideraban uno solo y dictaminaron que James era su favorito. ¿Cómo no amar a James? ¡Es el mejor!

“¡Jamie! ¡Jamie!” chilla la niña correteando por el lugar.

Decide dejar de gritar porque sabe que es en vano. Solo el segundo piso tenía la magia que hacía que pudieras escuchar fácilmente los sonidos de otras habitaciones. James, los mellizos y sus padres sabían como anular eso hechizo en sus habitaciones, eso era algo injusta para Lily y nunca le dijeron porque no podía tener lo mismo. La respuesta era la misma.

“En tu segundo año en Hogwarts te daremos el hechizo, princesa”

Era molesto, ¿cómo podría decir sus planes malvados en voz alta? ¡Corría el riesgo de ser escuchada!

Así que Lily subió las escaleras y escuchó la voz de James ¡no había aplicado el hechizo!

“Por Merlín, Himari ¡¿te pidió una cita?! Dime que dijiste que no” un silencio que Lily supuso era porque James hablaba por ese aparato muggle llamado celular “No, dime que es un experimento social o caridad, pero que en serio no aceptaste porque quieras tener algo con él” otro silencio “¡No estoy celoso! Ni siquiera eres mi tipo y si mencionas a Teddy, juro que voy a tu casa y te ahorco. Se va a casar con mi jodida prima y es diez años mayor que yo, supéralo. Fue mi momento más esquizofrénico” Lily llega a la puerta y escucha curiosa como su hermano hablaba. Era gracioso como la voz del chico se volvió aguda de la vergüenza “Lo digo, porque es Lorcan, Himari. Entre él y Lysander, prefiero mil veces que salgas con Lysander. Es caballeroso, muy gracioso, una vez me ayudó con una tarea de runas que no entendía, por lo tanto, es inteligente y es el prefecto de Hufflepuff ¡Un Hufflepuff! Joder, no puede ser más perfecto ¡Lorcan no es así! Sé que es Slytherin como tú y eso hace que tengan muchas cosas en común, pero es un imbécil ¡lo sabes! Es un idiota rubio de ojos azules como el mar que te va a ahogar Himari. Sé que seguramente debes de pensar que es caliente ¡pero piensa niña, piensa!”

Lily suspira. No, no iba a esperar a que su hermano terminara de describir al primo Lorcan o nunca acabaría. Lily ya había visto antes como su hermano mayor podía tomarse horas quejándose de Lorcan, no iba a esperar tanto ¡Su futura mascota esperaba ser adoptada!

“Jamie, Jamie. Necesito tu ayuda, por favor” entra al cuarto.

“un segundo, Lina” dice James serio “Himari Parkinson no quiero decidir por ti, jamás me atrevería a obligarte a hacer cosas o dejar de hacer cosas, pero es Lorcan. Lorcan es desagradable”

“James, por favor” pide Lily, pero es ignorada.

“Está bien, Himari. Adelante, solo recuerda que Lorcan es de la familia. Si su cita es una mierda, lo tendrás que ver para Yule y cada cumpleaños” hace una pausa “Suerte en tu cita, te amo”

Corta la llamada y el chico se va a su cama. Se tira, agarra una almohada, se lo pone en la cara y grita frustrado.

“¿Qué pasó, Jamie? ¿De que hablabas?” pregunta la pelirroja y James se sienta.

“Cosas que te van a aburrir, mejor dime que quieres, así te ayudaré más rápido” James distrae la atención de Lily de manera astuta.

“¡Oh, sí! ¡Sí, sí, sí!” chilla la contenta “¿Me ayudas a tener una mascota? De preferencia que no sea un hámster como el que tenías. Quiero que me dure todo Hogwarts”

“Te pido que respetes la memoria de mi querido Mads, esos dos años fueron los mejores de mi vida” dice James recordando a su Hámster y el nombre que le puso en honor a su actor favorito Mads Mikkelson. Joder, cada que veía a ese hombre en pantalla, le temblaban las piernas “pero yo que recuerde ya tienes a Agapito, el único pavo real de colores que hay en la mansión”

“Pero Agapito no está permitido como mascota” dice Lily “¡Ya lo pensé!”

“Podrías hacerla pasar como lechuza” Lily dio un tremendo golpe con su pie en el suelo molesta y James solo suspiró “Cariño, eres la princesa de esta casa, pero una mascota es una gran responsabilidad”

“¡ya lo sé! Prometo que lo voy a cuidar, está vez no se van a morir como los dos peces dorados que me regalaste cuando tenía ocho”

James se sentía mal, esos peces de todas maneras tenían grandes posibilidades de morir, los consiguió en una feria donde Lorcan ganó los dos peces intentando ganarse el oso gigante para Himari. Furioso se los dio alegando que no los quería y que los iba a tirar si no los aceptaba.

Sí, debía dejar de pensar en ese idiota.

“¿Realmente sabes las responsabilidades? Lily, te amo, pero una mascota es un ser vivo. No puedes jugar muy brusco con un animal, ellos sienten”

“Sí, lo prometo. James, realmente lo prometo”

James suspiró y le sonrió a su hermana.

“Bien, con los gemelos preparé una presentación con diapositivas en canvas, vamos a hacerlo”

Lily abrazó a su hermano mayor y se sintió la niña más feliz del mundo.

¡Su cómplice del mal estaba cerca!

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Draco volvió a vomitar. El olor del pescado que Harry había comprado para comer le había dado asco. Harry nuevamente estuvo para ayudarle con el cabello y sobarle la espalda.

“Creo que hacernos una prueba a estas alturas es tonto” dice Harry con cariño “Mejor agendamos una cita con Tracey. Sabes que, si vamos con otro especialista, Millie se va ofender, es su mejor amiga”

“No, siempre nos hacemos la prueba rápida” dice Draco agarrando papel y limpiándose la boca para ir a cepillarse los dientes “Quiero mi prueba para guardarla, Harry Potter”

“Bien, termino con el almuerzo e iré al callejón Diagon a comprar uno” dice Harry resignado “Solo espero que esta vez esos imbéciles del profeta no digan algo estúpido, porque con el embarazo de Lily ya comprendí que siempre llegarían a tomarme foto en la botica Ouroboros” dice molesto.

“Creo que ya entendieron con el incidente de Lily” dice Draco tranquilo “No creo que les guste volver a tener a la ministra Hermione Granger agarrándoles de las pelotas”

“Que Hermione no te escuche” dice Harry mucho más tranquilo.

“Es hoy” dice Draco “Hoy sabremos si tendremos un bebé”

“De que tendremos un bebé es seguro, aunque me gustaría seguir intentando” Harry lo toma de las caderas y besa el cuello de Draco, quien por la sorpresa termina poniendo pasta extra en el cepillo “Que gran trasero, señor Potter”

“¿Me dijiste gordo?” dice Draco.

Harry se congela, había olvidado lo sensible que era Draco al inicio del embarazo.

“Eres perfecto, amor” se apresura a decir antes de chupar la piel provocando que Draco se distrajera.

“Déjame cepillarme, no me vas a besar con la boca así” alcanza a decir Draco.

Mientras Draco luchaba por cepillarse bien, Harry se encargaba de jugar con el trasero de su esposo rozándolo con su entrepierna ya dura.

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Lily y James se pasaron horas ideando una estructura buena. Convencer a Harry Potter sería sencillo, el jefe final era papá dragón, Draco Potter.

¡no podían fallar o su papá Draco los aniquilaría con argumentos matadores!

“No puedo creer que en serio deba de admitir que necesitamos mentes Slytherin para mejorar el canvas” dice James mirando el desastre de letras e imágenes.

“¡iré por los mellizos!” chilla Lily saliendo.

“Están abajo en el cuarto de videojuegos” dice James.

Mientras Lily se apresuraba a buscar a sus hermanos, James se quedó viendo el ordenador. Al principio trató de concentrarse en la mascota para Lily, pero su mente viajó a algo mucho más preocupante…

La cita que Lorcan le propuso a Himari y ella había aceptado.

James jamás se metería en las decisiones de Himari si el las consideraba buenas y realmente eran poquísimas las veces que eso pasaba ¡realmente pocas! Así que no entendía el pensamiento de su mejor amiga acerca de aceptar a Lorcan.

Lorcan es la definición de niño guapo e idiota. Una lastima que su tía Luna, una mujer sumamente hermosa en apariencia y alma, haya tenido a un hijo con ese tonto. Bueno, sí podía tener una explicación. Lysander, el hermano gemelo del tonto, se había encargado de llevarse la buena personalidad y Lorcan solo se quedó con el cabello rubio que por alguna razón brillaba bajo el sol y esos ojos de un azul mar hipnotizantes.

No culparía a Himari de aceptar si fuera otra chica, pero estábamos hablando de la bruja criada por tía Pansy. Himari era la definición de reina abeja. Una Regina George con el resto, pero una buena amiga, hermana y persona con las personas que le importa.

¡no tenía sentido!

“¿Por qué James tiene esa cara?” pregunta Albus.

“Sí, parece como constipado” dice Scorpius “Hermano, ¿estás bien?”

“Himari le aceptó una cita a Lorcan o eso entendí” dice Lily usando todos sus conocimientos en relacionar datos para obtener chismes jugosos.

“Oh, mierda” dice Albus mientras Scorpius abre la boca “Se le ha derretido el cerebro, perfecto. Ahora soy yo el hermano mayor”

“Que buen hermano mayor no tocó” dice Scorpius con sarcasmo “¡James!” grita al oído de su hermano y este reacciona.

“¡Ah!” dice el chico “Joder, no grites. Ahora papá Draco vendrá a ver que pasó y lo que estamos haciendo es sorpresa” dice James.

“no reaccionabas” dice el único rubio del lugar.

“Eso es obvio, estaba pensando y como es un Gryffindor, solo puede hacer una cosa al día” se burla Albus y James suspira.

Paciencia, siempre debe de tener paciencia, sobre todo con Albus, quien es el más sensible de sus tres hermanos menores. Debajo de esas capas de sarcasmo y rudeza estaba un niño que tenía miedo a las películas de terror, su película favorita era la nueva de Barbie y escuchaba a Mitski.

“Vale, Vale” dice James.

Pasan los minutos, pero ninguno de sus padres se presenta en el cuarto preocupado.

“Deben de estar ocupado cocinando” dice Lily “Papá Harry compró pescado en el super y papá Draco dijo que lo iba a ayudar”

“Mejor” dice James aliviado “chicos, necesitamos su ayuda”

“¿Qué es?” pregunta Scorpius mientras Albus alzaba una ceja.

Así James comenzó a decirles del plan de hacer una presentación en canvas para convencer a sus padres de permitir a Lily de tener su mascota.

Luego de que Luna respondiera preguntas de James, llegaron a la conclusión de que la niña deseaba un erizo. Era una especie de roedor, sí que estaba permitido ¿verdad? Las ratas son roedores, así que, podrían burlar las reglas. Además, la directora McGonagall adoraba a los niños Potter y Malfoy… a su manera, James lo sabía. La mujer siempre solía llamarlo a su despacho a darle buenas noticias y fue quien se encargó de que James pudiera ser el buscador en primer año al igual que pasó con su padre Harry y permitió a Scorpius fundar su club y a Albus le realizó un horario especial para que siguiera cinco cursos extras y no solo tres que era el límite.

¡La abuela McGonagall era genial!

“¿Puedo ver la presentación?” pregunta Scorpius.

Lily toma la laptop y muestra la primera diapositiva. Scorpius mira el titulo con cariño, hasta que se fijó en un detalle.

“Chicos” dice el Slytherin “¿Por qué pusieron un puercoespín?” pregunta confundido.

“Joder, ¿qué?” dice Albus acercándose “Sí, es un puercoespín ¿cómo el primer lugar de Gryffindor se pudo confundir?” pregunta con una ceja alzada “¡Son completamente diferente, James! Papá Draco no los tomará en serio”

“¡No sé de animales muggles! ¿Okey?” se defiende james.

Los mellizos suspiran.

“Comencemos con el trabajo” dice Albus serio “Si van a hacer una presentación, debemos hacerlo bien. Nosotros conseguimos a Alquimides gracias a la misma técnica”

Alquimides era el hurón que adoptaron cuando Draco permitió a sus mellizos adoptar una mascota. Hicieron una presentación de una hora y media incluyendo una explicación de que son los hurones, su habitad, su dieta y los pros y contras de tenerlo de mascota.

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Harry dejó a su esposo durmiendo en la enorme cama. Terminó la comida, algo bueno tuvo que sacar luego de años viviendo con sus tíos, para cubrirse bien y salir al callejón. Como las tres veces anterior, se dirigió a la misma tienda. Allí en el escaparate estaba Theodore Longbottom arreglando una sección de pociones para refriados. Harry sonrió viendo al hombre lucir tranquilo.

Sí, nada mejor que comprar una prueba de embarazo que en la tienda de un amigo cercano a la familia. Además, Theo era un pocionista formidable, lo que significaba que no habría error alguno en el resultado.

“Potter” saluda Theodore cuando Harry entra.

“Theo, hola” saluda el mago acostumbrado a ser llamado así.

“¿Qué te trae aquí? ¿los niños están sanos?” pregunta el hombre.

Harry agradecía la preocupación de Theo por sus hijos. Originalmente Theo iba a ser ahijado de Scorpius, pero el hombre se negó alegando que prefería ocupar todo su tiempo a su familia. Su esposo Neville y sus dos hijos, Aralia y Oliver Longbottom. Según su esposo, Theo había crecido realmente sin tener a su padre muy presente en su vida y eso no quería repetir ni con su marido ni sus dos hijos.

“Sí, vengo por otra cosa. Nada grabe” dice Harry.

Theo analiza al hombre, antes de rodar los ojos.

“Es la cuarta vez, ya debes de saber donde quedan las pruebas de embarazo”

“Sí, sé que no eres un hombre que reinventa la ubicación de su tienda” bromea Harry comenzando a ir a aquel sector lejos de cualquier ventana.

“Joder, hombre. Es pura estrategia, ¿para qué complicar a mis compradores habituales? Esto no es un juego de adivina la ubicación o un laberinto” responde Theo dirigiéndose a su caja registradora “Como ya debes de suponer, el precio ha subido”

“Sí, sí. No me vas a explicar de la economía, Theo” responde Harry.

“dieciséis sickles” dice Theo con tranquilidad.

“vamos, hombre, ya mejor pídeme un galeón” ríe Harry sacando el dinero.

“Sí, buen punto Potter. Draco merece que gastes” Harry deja de contar sus sickles conociendo que dirá Theo. Debió cerrar la boca “un galeón, por favor”

“Toma” dice Harry dejando el galeón.

“Un placer hacer negocios contigo, Potter. Dile a Draco que le envío mis felicitaciones, conociendo que en todas las veces solo viniste a comprar una prueba de embarazo”

“Es raro que sepas esos detalles, Theo” dice Harry guardando la prueba.

“Se llama tener memoria, Potter. No es mi problema que no la uses”

“Como digas, Theo. Nos vemos amigo” se despide Harry.

“No soy tu amigo” es lo último que escucha y rueda los ojos exasperado. Si no fuera el esposo de Neville, estaba seguro que nadie soportaría a Theo como pareja.

Harry sale del lugar. Suspira al sentir como alguien lo mira. Busca al responsable y nota a un hombre con cámara. Rueda los ojos. Idiota. Saca la varita y desaparece.

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Draco se despierta, va a tomarse una ducha y se pasa unos buenos diez minutos admirando encantado los cardenales en su cuerpo, mucho más en sus piernas. Harry tenía una obsesión con ellas y él no se quejaba.

Le gustaba cuando su esposo las mordía.

Se pone ropa holgada y elimina las pruebas de su travesura para buscar a sus hijos. Escucha las voces y se apresura a ir al cuarto de su bebé mayor, encontrándolos allí peleando. Algo poco común, por lo que supone que están planeando algo.

“¡Ese color no, James! ¡Está comprobado por la ciencia que el ser humano es atraído mucho más con este color!”

“¡no combina, Albus! ¡No se ve nada estético!” gruñe James.

“¡¿hablas en serio Sirius?!” chilla el mago pelinegro mirando a su hermano mayor “¡Debemos usar la mayoría de manipulación!”

“Joder” dice Scorpius estresado.

Draco mira a su hija durmiendo en la cama abrazada a un dibujo a medio hacer.

Bien, ¿qué planeaban sus hijos?

“¡Esos dos colores no combinan!”

“¡Permití que dejaran a ese puercoespín, por amor a Merlín!”

“niños” dice Draco.

De lo que Albus estaba apunto de zarandear a James en desesperación, Scorpius apunto de sobarse la cara y James de cruzarse los brazos en un puchero se quedan quietos. Los tres miran pálidos a la puerta y James al estar más acostumbrado a esconder las travesuras de sus hermanos no duda en cerrar la laptop.

La contraseña era una que Draco nunca podría adivinar. Las iniciales de su canción favorita de Selena Gomez junto a su numero favorito, el veintiocho.

“Por Morgana” dice Albus poniendo la palma de su mano en la cara.

Si papá Draco no había notado la laptop, ahora lo había hecho.

“¿Qué están haciendo en la cosa muggle esa?” pregunta Draco “¿Me van a hacer una presentación?”

“Es sorpresa, papá. En la tarde junto a papá Harry lo mostraremos”

Draco suspira y asiente con cariño.

“bien, espero que así sea. Vamos a colocar la mesa. Su padre no se demora en regresar”

Se había dormido como dos horas, así que como Harry había hecho el almuerzo, solo quedaba comprar la prueba de embarazo.

“Lily está dormida” dice Albus con el ceño fruncido.

“Comerá cuando se despierte, vamos” dice Draco con tranquilidad.

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Harry llegó a casa para encontrar a sus niños acomodando los platos mientras Nixie, la única elfina que sobrevivió en la mansión Malfoy, se encargaba de servir los platos. Supone que Draco está haciendo algo más, porque difícil llama a Nixie a hacer cosas así. Ella es más de limpieza en las habitaciones menos usadas de la mansión.

“Pa” saluda Scorpius.

“Papá Harry” dicen Albus y James “Papá Draco está en el baño, salió corriendo allí y dijo que no le sigamos”

“Seguro le cayó comida en la camisa” dice Scorpius con humor “Es como Al cuando le ensucian el cabello”

“Escúchame Scorpius Lucius Malfoy, con mi cabello no” gruñe el pelinegro más pequeño del lugar.

Harry no se queda a ver a sus mellizos pelear. Se va al baño más cercano, abre la puerta y encuentra a su esposo enjuagándose la boca con el ceño fruncido.

“Hola, ya lo compré” dice Harry sacando de entre su túnica el mini kit para la prueba de embarazo “Theo me robó una Sickle”

“¿Qué? Pero si no lo necesita, solito con su imperio de tiendas Ouroboros amasó una fortuna” dice Draco confundido “A no ser que se haya arrepentido de donar toda la fortuna que su padre le dejó, ahí si lo entendería”

“No entiendo como teniendo un imperio, está atendiendo la tienda en el callejón diagon”

“Theo es extraño, como sea” Draco se seca la boca “Tus hijos están haciendo algo y siento que debería preocuparme por eso”

“Dragón, te amo, pero siempre te preocupas” dice Harry “Y son los niños, si solo fuera Albus o Lily, nos preocuparíamos, pero está James ¿qué de malo haría James?”

“Buen argumento, señor Potter” dice Draco ya no sorprendido por la capacidad de pensar de su marido a veces.

“De nada, señor Potter” ríe Harry acercándose a besar a su esposo, disfrutando las caricias en el cabello “Me gusta mucho, señor Potter”

Draco se sonroja por la manera en como Harry lo dice y lo golpea levemente en la cara antes de besarlo suavemente y alejarse para ir al comedor.

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Lily abrió los ojos. Se estiró de muchas formas antes de sentarse y mirar por la ventana del cuarto de James. Su padre Draco se encargó de que aprendieran a deducir la hora según la posición del sol y la luz, una costumbre sangre pura para algo de rituales y cosas que a Lily no le importaron en ese momento, pero igual aprendió.

“Oh, Waffles” se queja la niña “ya me perdí el almuerzo” mira el ordenador. Lo prende y pone la contraseña de James. Mira las diapositivas y chilla feliz. Nunca en su vida se había sentido tan feliz de que su papá Draco la haya obligado a aprender a leer.

¡Esto estaba genial!

Solo le cambio el color feo que había en algunas partes a uno que combinara con la estética. No sabe quien es el de feos gustos en la familia, pero ella estaba allí para solucionarlo.

Cierra la laptop y sale del cuarto. Va al salón principal, acomoda el proyector muggle que usan para ver películas en familia, colocar los asientos corrector y conecta la laptop y pone la presentación. Corre a buscar el dibujo que hizo sobre su erizo-puercoespín y cuando está nuevamente en el salón comienza a practicar.

“Queridos papás, hermano mayor James y los dos mellizos… No, Albus me va a interrumpir con sus dramas” gruñe “Queridos papás, James, Al y Scorp, hoy estamos aquí reunidos para… celebrar el matrimonio entre Marceline y la dulce Princesa… ¡Concéntrate Lily Luna!” lloriquea la niña, antes de mirar el lugar “Tengo hambre, iré a comer” decide dejar esto para después.

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Draco mira la prueba en sus manos. James, Al y Scorp estaban afuera jugando con las escobas, como siempre hacen luego de comer. Harry estaba en la cama moviendo su pierna derecha sin parar demostrando lo ansioso que estaba. Draco lee las indicaciones, aunque ya las sabía de memoria. Saca los pequeños calderos, los agranda y coloca la poción allí, la bate un poco con la varita y se va al baño. Hace lo que tiene que hacer y sale.

“Bien, a esperar” dice Draco sentándose con su marido.

“Creo que voy a vomitar” dice Harry tomando su mano.

“Merlín, Harry. El síndrome de Couvade solo te hacía dormir y tener antojos” dice Draco rodando los ojos “Te llevaste la mejor parte de los síntomas. Yo tuve los vómitos, la irritabilidad y los pies hinchados”

“Te recuerdo que los antojos que tenían eran raros. Jamás me volvería a comer papas fritas con algarrobina” dice Harry verde y Draco ríe.

“También sabremos cuanto tiempo tengo” dice Draco.

“Bueno, lo intentamos unos días antes de mi cumpleaños” dice Harry “¿Qué quieres que sea?”

Draco lo medita. Coloca su cabeza en el hombro de su marido como siempre hace cuando piensa y trata de pensar. Tenía ya muchos niños, le gustaría tener una niña más. Sería maravilloso.

“Te digo que yo quisiera una niña” Harry vuelve a hablar “Una hermosa niña con tu cabello y tus ojos, sería perfecto”

“Yo también quiero una niña” dice Draco con una bonita sonrisa “Con los ojos de mi mamá”

“Sí, tenía unos hermosos ojos” concuerda Harry “Solo pido que no saque el carácter de tu padre como Albus lo hizo, a veces siento que ese niño es poseído por el fantasma de tu padre”

 “Harry” gruñe Draco y el suspira.

“Aunque tu madre era una dama muy encantadora. Tuvo mucha paciencia para enseñarme a bailar”

“No puedo creer que viviste con ella días después de que me enviaran a Azkaban” ríe Draco “Y a pesar de todos esos meses, no aprendiste a controlar ese horrible cabello”

“Como si no te gustara jalar de mi cabello, dragón”

Draco ríe y pasa sus dedos por ese nido de pájaros.

“¿Y si fuera niño? ¿Cómo te lo imaginas?” pregunta Harry.

“Creo que quisiera otro niño rubio. A veces siento que Scorp se siente excluido. Cuando era niño siempre me preguntaba porque le puse Malfoy y al resto de sus hermanos Potter”

“Un niño rubio, me gusta” dice Harry.

Ambos se miran y sonríe.

“Lo que importa es que sea un bebé sano” dicen a la vez y vuelven a reír.

“Creo que deberíamos separarnos, me preocupa que mis prestigiosas neuronas se hayan atrofiado para estar a la par que las tuyas” dice Draco en broma.

“O puede que yo me haya vuelto muy inteligente” dice Harry “Porque entendí hasta las palabras más complicadas”

“Hermione está orgullosa”

“Lo sé, soy su mejor amigo”

Draco quiere refutar, pero el pequeño reloj suena. Ambos se miran muchos más nerviosos.

“Hoy lo confirmamos” dice Draco.

“Ya tenemos chicos maravillosos, amor. Haremos bien las cosas una vez más juntos”

“Siempre juntos” completa Draco.

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Nixie recoge el plato y Lily suspira.

“Nix” le dice a la elfina.

“¿Si amita Lily?” pregunta la elfina antes de desaparecer.

“Luego me acompañas a la sala a practicar mi exposición, quiero un erizo de mascota”

“Nixie estará feliz de ayudar a la amita Lily, Nixie ya regresa”

Cuando la elfina regresa, ambas se van al salón. La niña comienza a practicar. La elfina siempre le aplaude y la niña aumenta la confianza. Comienza a moverse por el lugar y hacer poses raras. Se cae a veces por girar dramáticamente y salta muchas veces a la mesita del centro que es de madera. Al final, Nixie le asegura que estaba bonito y eso es suficiente para Lily.

“¡James, Al, Scorp!” llama a sus hermanos “¡Es hora!”

“¡no lo hemos terminado!” dice Albus “Falta colocarle colores, los de James estaban horribles ¡nada Malfoy!”

“Ya lo hice, ya lo hice. Vamos, mi erizo está esperando ¡Mañana es el único día que podríamos ir a comprar!” lloriquea la niña.

Los hermanos mayores de la pelirroja bajan de sus escobas. Entre todos van al cuarto de sus padres y tocan la puerta. Papá Harry abre y mira a los cuatro.

“Su padre dijo que planeaban algo, supongo que ya nos van a mostrar”

“Sí, papi. Vamos al salón con el proyector” dice Lily.

“Dragón, los niños quieren mostrarnos algo” Harry entra cerrando la puerta.

Los cuatro se quedan esperando ansiosos.

“¿De qué hablan?” pregunta Scorpius curioso.

“No quiero saber” dice James pálido.

“¿Por qué?” dice Lily a su hermano mayor.

“Nada, Lina. Nada” responde James.

La puerta se vuelve a abrir y sale Draco radiante de felicidad.

“Vamos, niños. Luego les tengo una noticia”

 “¿Son regalos?” pregunta Lily notando una caja en las manos de papá Harry.

“No, princesa, pero estoy seguro que se pondrán felices” responde Harry.

La familia completa llega al salón. Draco mira a Nixie colocar bocaditos mientras tarareaba una canción y recuerda que su hija no había almorzado con ellos.

“Lily, ¿ya comiste?” pregunta.

“Sí, Nix me sirvió” responde Lily y Draco agradece a la elfina, quien chilla de felicidad y desaparece sonrojada.

Lily se para en medio de todos y toce un poco.

“¡Hola! Bienvenidos a esta proyección importante que definirá mi futuro como una niña feliz y sana o una depresiva que escucha Mitski mientras viste de negro” sus ojos grises miran a Albus, quien frunce el ceño.

“¡oye! No estoy deprimido, ¿okey? Y no te metas con mi diosa”

“Sigue, Lily. Ignora al emo” dice Scorpius y Albus lo empuja molesto.

“Así que en sus manos está mi destino”

“¿Qué?” dice Harry y Draco se acomoda mejor en el sofá.

“En la vida de todo niño o adolescente o adulto una mascota es una presencia muy importante. Una mascota es un compañero, un amigo y una familia. Una mascota evita sentir soledad y alegra tus días tristes ¡eso es lo que yo necesito! Así que a continuación les voy a hacer una presentación corta de porque necesito una mascota”

Muestra la primera diapositiva y todos miran en el proyector la imagen grande. Draco sonríe al ver lo dibujos allí, eso los hizo Albus. La música de fondo seguramente fue idea de Scorpius, los colores eran muy James y la decoración sin duda era Lily. Sus hijos se unieron para ayudar a su hermanita a tener una mascota.

El problema era.

¿Por qué había un erizo y un puercoespín?

“Amor, ¿por qué nos vas a pedir dos mascotas?” pregunta Harry “Ya te dimos a Agapito y yo soy quien le da de comer ¿cómo voy a manejar un puercoespín?”

“Oh, no” dice James “creíamos que era otra especie de erizo, nuestro error”

“¿Un erizo? ¿Eso es lo que quieres?” pregunta Draco “Bueno, adelante Lily Luna Potter, convénceme”

Esperen, esperen” gruñe Albus “¡Le cambiaron el color! ¿Por qué le cambiaste l color que elegí?”

Lily rueda los ojos, lo ignora y comenzó una exposición de veinte minutos sobre todas las diapositivas. Harry casi se duerme a la mitad, si no fuera por la patada silenciosa de su esposo. Albus y Scorpius se encargaron de terminarse los bocaditos y James miraba a papá Draco. En cuanto vio esa sonrisa de aceptación, James supo que ganaron esa batalla.

Lily tendría a su erizo.

La niña pelirroja terminó su presentación corriendo a mostrar su dibujo. Draco miró el bonito dibujo de la niña y una cosa extraña que podía interpretarse como un erizo y quiso llorar de ternura. Las hormonas, supone.

“¿Sabes que una mascota es una responsabilidad?” pregunta Harry y Draco deja de ver el dibujo.

“¡James ya me dio la charla!” chilla la niña “Lo sé, lo prometo. Prometo que lo cuidaré. Por favor, quiero una mascota. Si no es un erizo, aunque sea una rata o un gato ¡incluso un sapo! Pero quiero una mascota. No sé si Rose o Flora estarán en mi casa, quiero tener una compañía”

“Vi en tu exposición que ya investigaste los cuidados y su dieta. A diferencia de Agapito, ese Erizo solo va a depender de ti, amor” dice Draco “Es un ser vivo que debes de cuidar, amar y de conocer los limites de contacto que debes de tener para no estresarla. El cuidar a una mascota es difícil, pero si lo deseas, sé que lo harás. Criamos a una niña responsable”

“Sí, lo prometo” dice Lily siendo seria como pocas veces lo era.

“Mañana iremos a comprarte una”

“¡Sí! ¡Sí!” chilla la niña.

“Iremos temprano, no hay muchas personas a las primeras horas de la mañana” dice Draco.

“Y solo iremos contigo. Si vamos la familia completa, será un desastre como la otra vez”

Lily se puso pálida. La última salida familiar fue cuando compraron las cosas para Albus y Scorpius para su primer año en Hogwarts, solo porque ambos niños querían hacerlo con la familia completa. Lily tenía siete años y terminó teniendo un accidente mágico por el estrés de estar rodeada de personas que se acercaban a ver a la familia del salvador del mundo. Las portadas del profeta fueron ofensivas. La niña podía recordar las pequeñas peleas entre sus padres, porque papá Harry quería destruir a El Profeta mientras papá Draco solo quería que lo olvidarán, que se ocuparan más en ella.

Sí, Lily no quería revivir algo así.

“Está bien”

“¿Puedo ir?” pregunta James nervioso.

La cita de Himari y Lorcan sería en el callejón Diagon o eso le dijo la bruja.

“¿Por qué?” pregunta Draco con una ceja alzada al ver esa cara que siempre ponía su hijo cuando tenía algo en mente.

Gryffindor al final y acabo.

“Solo quiero ir y tal vez comprarme un tintero nuevo” se excusa sonrojado.

“Bien, está bien”

“¿Cuál era la sorpresa?” dice Lily ansiosa y feliz.

Draco y Harry se miraron con una sonrisa. Draco sacó una pequeña cajita. Se la entregó a Lily, quien chilló feliz.

“Abran junto la caja” dice Harry, porque Draco no podía hablar del nerviosismo.

Los cuatro hermanos la abren con cuidado, encontrándose con zapatitos de bebé y un caldero en color rosa.

James ya vio esto antes…

¡Ya vio esto antes!

“¿Papá Draco está embarazado?” pregunta James mirando a su papá Draco.

Siente su corazón latir.

“Sí, vamos a tener a otro bebé” dice Draco con la voz rota, dejando caer lágrimas de felicidad.

“Oh, mierda” dicen los mellizos a la vez.

Lily abre la boca. Mira a sus padres y Harry asiente. La niña grita. James se encarga de dejar la caja en un lugar seguro a tiempo, porque la niña se lanza a los brazos de Draco y repite cantando feliz “Un hermanito o hermanita” mientras los gemelos caminan hacia su papá Harry para abrazarlo y llorar.

James observa todo. Otro bebé… comienza a llorar de felicidad y es jalado por su papá Draco, para llorar en su hombro. Toda la mansión se sumerge en un ambiente de paz y felicidad.

Un bebé en una familia amorosa y estable siempre sería una bendición.

“Prometo ser la mejor hermana mayor” dice Lily.

“Prometemos ayudarte, papá Draco” dicen los mellizos.

“prometo cuidar de Al, Scorp y Lils mientras el bebé necesite mayor atención” dice James.

Draco besa las cabecitas de sus cuatro creaciones que hizo con ayuda de Harry. Mira su esposo y ambos se besan como pueden. Sin duda habían formado una familia hermosa.

.

.

“Quiero que sea un erizo con personalidad” dice Lily mientras caminaban a la tienda de mascotas “Que no sea una presumida”

“¿Cómo sabes si es presumida?” pregunta Harry con humor.

“Por sus vibras, papi. Eso es obvio”

James buscó con la mirada en todas partes. Era obvio que no encontraría nada, era muy temprano.

Decepcionado, decide rendirse.

Antes de llegar a la tienda, la familia decide pasar a saludar a la familia que estaba en la tienda de los Weasley. Allí estaba Ron escribiendo en una libreta, mientras un pequeño Hugo dejaba algunas cajas poco pesadas en una esquina.

“¿Qué pasa, hermano?” pregunta Harry contento de ver a su mejor amigo.

“Harry, hola” dice Ron antes de ver a Draco “Hurón, ¿y ese milagro? Oh, niños, hola ¿paseo familiar? Ahora entiendo porque vinieron a esta hora”

“Venimos a comprarle una mascota a Lily de última hora” responde Harry por Draco, quien iba a decir a su mejor amigo comadreja.

“¿Están seguros? Lily, princesa. Una mascota es mucha responsabilidad”

James no escucha la respuesta de su hermanita, porque su atención la capta Fred, quien cargaba una caja enorme.

“¡Fred!” saluda contento.

El chico deja la caja y mira a su mejor amigo. El mago moreno y pelirrojo saluda al mago como puede y James se va a ayudarlo, pero no es necesario. Fred es super fuerte.

“¿Por qué la caja?” pregunta James.

“Es treinta uno. Cada último día del mes reponemos lo que falta del inventario. Siempre ayuda a papá en las vacaciones” responde Fred “Por eso siempre digo que no puedo ayudar cada fin de mes, vengo aquí a la tienda y aprendo del negocio”

“Que responsable” bromea James.

“Algo debía de sacar de mi mamá” se burla Fred.

En eso aparece tío George con una caja mucho más grande y la deja allí.

“Oh, hola Jamie ¿qué haces aquí? Hijo, no dijiste que tendrías una cita” bromea el hombre pelirrojo y Fred rueda los ojos.

“Sí, claro. Una cita” dice sarcástico James “Mis padres y Lily están allí, tío”

“¡Harry! ¡Draco!” dice George acercándose “Princesa Lily”

James y Fred se acercan luego de que los adultos terminaran de saludarse.

“Decía que estos dos futuros esposos parecen que van a tener una cita” bromea George.

“Que gracioso, George” gruñe Draco “¿James?”

“No, por supuesto que no” dice James “Solo saludaba a mi mejor amigo”

“Vayan a pasear por allí, chicos. Nos vemos en dos horas aquí” dice Ron tranquilo “Porque te vas a quedar a ayudar a hacer el inventario, ¿verdad, hermano?”

“Primero mi mascota” chilla Lily.

“Bien, aceptamos la propuesta” dice Fred “Vamos, Jamie bebé. Por aventuras en el callejón”

“¡usen protección!” grita George antes de que los adolescentes salgan del lugar.

“¡¿Qué dijiste?!” escuchan el grito de Draco Potter desde afuera de la tienda.

Ambos adolescentes se miran incomodos, antes de que Fred riera.

“Como si me gustara el sexo” bromea Fred y James ríe.

Fred es asexual, James jamás se olvidaría de la confianza de su mejor amigo al decirle eso.

Ambos recorren el lugar. Van a distintas tiendas ridículas. Pasan por la tienda de Theodore y saludan al propietario, quien les regala pociones para heridas que seguramente se harán en Hogwarts y ambos siguen su camino. Comienzan a jugar entre los dos y caminar de forma patosa y graciosa.

Hasta que los ojos de James notan a la distancia a Himari y Lorcan.

“Oh, por la sangre de Dragón que tío Charlie siempre me regala cuando viene de Rumania” dice Fred impresionado “¿Esos son Himari y Lorcan en una cita?”

“Ya sé” dice frustrado James.

“¿Nos acercamos a saludar? Ellos ya nos notaron” dice apuntando a Himari, quien estaba de brazos cruzados mirando decepcionada a James.

“No, Merlín. Ella dijo que seguro vendría a espiarlo” dice James “pero justo hoy vinimos con Lily”

“Jamie baby, eres un pésimo mentiroso. Himari es una chica ruda, seguro maldice a Lorcan antes de que el se atreva a ponerle un dedo encima”

“Sí, sí. Tienes razón” dice James avergonzado “Pero ella es como”

“Una hermana, sí, sí. Vamos, hombre. Himari es fuerte, deja de subestimarla o en verdadla vas a lastimar”

“gracias, creo que necesitaba que alguien me diga esto” dice James y Fred lo abraza, James no corresponde “Luego me pregunto porque dicen que vamos a terminar juntos”

“eres frío, James Sirius Potter” dice Fred.

James se iba a quejar, pero en eso aparece Lily sosteniendo un bonito erizo y detrás estaba Draco.

“Mira Fred, te presento a Archie, el destructor de mundos” dice la niña contenta.

“Hola, generala del mal” dice Fred agachándose para ver al animal “Hola general Archie, destructor de mundos”

“Fred, no seas tonto. Archie es nuevo, sería más un soldado de primer nivel” ríe Lily.

James mira discretamente hacia donde estaba Himari. La bruja había caminado molesta a otro lado, pero Lorcan no parecía querer seguirla, porque estaba mirando hacía allí con el ceño fruncido, ceño que se hace más severo cuando Fred pone su mano en el hombro de James para que también mirara a Archie, el destructor de mundos, que iba a recibir su primera misión como soldado en las fuerzas especiales de Hogwarts, liderado por Fred II.

“Mira, James. Es listo nuestro nuevo recluta” dice Fred limpiándose lagrimas falsas.

James deja de mirar a Lorcan y mira al erizo.

Draco por su lado vio en silencio toda la escena, dirigió su mirada y rodó los ojos cuando su ahijada retrocedió para jalar al mago del brazo.

“Adolescentes” pone una mano en el vientre “Espero que contigo sea más tranquilo”

.

.

Lily corrió por toda la estación perdiendo su glamour como hija de un Malfoy-Black. Todas las personas muggles dejaron pasar a la niña. Los mellizos iban detrás de ella, mientras James hablaba con Draco y Harry empujaba el carrito sintiéndose viejo como cada año que veía a sus hijos ir a Hogwarts.

Harry extrañaba estar en Hogwarts. Draco no tanto, porque sufría más de tener que regresar a casa sin sus hijos. Ahora, era mucho más porque Lily también se sumaba a la lista.

“Solo trata de asegurarte de que no nos llamen por algo que hizo Lily las primeras semanas” dice Draco.

“Merlín, papá” dice James impresionado.

“James, los amo, pero soy realista” dice el rubio y el castaño ríe teniendo que darle la razón a su padre.

Entre los tres llegan la columna que deben de cruzar.

“Papás” dice Lily “¿puedo cruzar con ustedes?”

“Está bien, princesa” dice Harry dejando el carrito “James, hijo. Ve tu primero, para que veas a los mellizos cuando crucen”

James asiente. Aprieta el carrito y hace una mueca.

Un penúltimo año. Solo dos años más de Hogwarts y tendría que iniciar otra etapa.

Tenía miedo.

Mira a sus hermanos mirarlo con admiración.

No podía decir que tenía miedo. Era un ejemplo para ellos. Si fracasaba, sus hermanos pensarían que también iba a fracasar y no querrían crecer. Debía ser un buen ejemplo. Ser fuerte. Incluso si ahora no quería ir, porque no quería que el tiempo avanzara y crecer.

Estaba aterrado de dejar de ser el bebé de papá Draco.

“James, tú puedes” dice Draco al ver que su hijo no se mueve.

Esas palabras hacen que James comience a caminar, pasa por la columna y llega al verdadero Andén 9 ¾ y nota a lo lejos a Himari y Marcus junto a sus tías Pansy y Millie que llevaba a un pequeño bebé bien cubierto, a Flora junto a sus padres Blaise y Daphne, Rose junto a tía Hermione y tío Ron mientras Hugo jugaba con su consola portátil, Aralia escuchando a Theo mientras Neville peinaba el cabello de Oliver.

Sí, faltaba mucha de su familia, pero pronto llegarían.

Pasan los mellizos. Los tres se separan para esperar a la nueva Potter que cursaría Hogwarts este nuevo año. Pasaron los minutos y Harry, Draco y Lily Potter cruzaron. Lily miró el lugar con nuevos ojos.

“Voy a Hogwarts” dice la pelirroja con alegría “yo voy a Hogwarts”

“Te cuidaremos, zanahoria” dicen los tres hermanos mayores “Tranquilo papás, estaremos bien”

“Encárguense del bebé” dice Albus algo avergonzado.

“Les escribiremos cartas de todo” promete Scorpius.

“Ayudaré a mis hermanos en todo, papás. Estaremos bien. Nos veremos en Yule”

Draco besó cada cabeza de sus hijos, como si fuera la primera vez cuando ellos apenas tenían minutos fuera de su vientre. Ahora no había pelusita de bebé, sino cabello suave gracias a sus cuidados. Harry por su parte abrazó a cada uno y les dijo el mismo discurso de cada año.

Ser buenos, leales y valientes.

Cuando todos los hijos del matrimonio Potter estuvieron dentro del tren, Draco se puso a llorar en los brazos de su esposo. Harry puso un hechizo silenciador sin que Draco lo notara y se quedaron allí hasta que el tren se fue y se perdió en la distancia.

“Ellos estarán bien, dragón” dice Harry.

“Extrañaré tanto a mis hijos” dice Draco “Ahora entiendo porque mamá no permitió que vaya a Dumstrang. Tenerlos ya en Escocia es difícil”

“Lo sé, ahora McGonagall es director, ella nos avisará si algo pasa”

“Recuérdame enviarle una canasta llena de cosas caras a esa pobre mujer, no sabe lo que le espera con nuestra Lily”

 Harry ríe y Draco se seca las lágrimas.

“Vamos a casa, dragón”

“Sí, vamos a casa, león”

Notes:

Hola, bienvenidos a Hogwarts chicos. Yo ando en septimo año (ignora que tiene 19 años) así que cualquier cosa con confianza, pero no me hablen mientras estoy en la biblioteca rodeada de libros, tengo TDAH y me distraigo rapido.

Ya hablando en serio. No me olvidé que este libro existe, solo que estuve algo..... ocupada... odio mi vida a estas alturas lol, bueno x. Espero que disfruten y se viene aventuras de Lily siendo la pesadilla de McGonagall, no, no es una pista de que sea Gryffindor, ya verán que pasará buajajjajajajjaa

Disfruten.

Chapter 5: La selección de Lily Potter

Summary:

Lily Potter y la importante selección de su futura casa ¿qué podría pasar?

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

La selección de Lily Potter

 

Lily miró el tren con emoción. Se quedó quieta para observar a sus padres a través de la ventana y ambos estaban allí mirando el tren. Ella sabía que se irían en cuanto el tren desaparecía, porque ella había acompañado a sus padres desde que Jamie asistió a su primer año de colegio. Ahora era ella quien subía al tren y miraba a sus padres a través de la ventana.

Y tenía miedo.

Quiso romperse a llorar, pero la mano de James la tranquilizó.

“Vamos, zanahorias. Los veremos en Yule y papá va a presumir de su pancita” dice James antes de que Fred II pase su brazo por el hombro del castaño.

“Hola Jamie baby y generala Potter” hace un saludo militar con solo una mano y la pelirroja ríe “Tu princesa Rose está en uno de los comportamientos de allá con tu mano derecha Zabini”

Lily vio a sus padres una vez y se despidió con la mano antes de abrazar a James y comenzar a correr para encontrar a sus mejores amigas.

.

.

James mira a su hermanita correr y sonríe a Fred.

“Bien pensado, creí que comenzaría a llorar” dice James y Fred tararea sujetando el brazo de James “¿A dónde me vas a llevar? Es demasiado temprano para ayudarte en tus bromas”

“Aunque me gustaría inaugurar el año con una exquisita broma que haría enorgullecer a mi tío Fred, mi tocayo, creo que puede esperar. Vamos querido Jamie, conquistemos un compartimiento y mañana vamos a por Hogwarts”

James se sonrojó al ver como los niños pasaban por el lugar y miraban a su amigo pelirrojo como si estuviera loco.

“Soy prefecto, debería detenerte”

“No lo harás porque me amas” Fred intentó robarle un beso y James lo empuja.

“¡Luego porque dicen que somos gays!” dice James y Fred comienza a reír.

“¿No lo son?” pregunta Himari entre risas teniendo detrás a los gemelos Scamander.

Lorcan parecía aburrido, mientras Lysander saluda con la manita mientras sonreía tiernamente.

“Hima, cariño” dice James abrazándola.

“Estoy enojada contigo ¿qué hacías en el callejón Diagon?” pregunta la pelinegra mientras Fred abrazaba a la chica, empujando a Lorcan.

“Teníamos una cita ¿no es obvio?” responde Fred coquetamente mientras aplastaba a la pelinegra y pestañaba cerca del rostro de James, hasta que Lorcan, el gemelo malvado, jalaba de la camiseta del pelirrojo.

“Estás aplastando a Himari, idiota” dice el chico mientras su gemelo rodaba los ojos.

“¿Qué dedo quieres que me chupe?” pregunta Himari mirando mal a Fred y luego a James.

“Chicos, ya separé el compartimiento cerca de los niños” dice Alexis “Estamos en el medio. A la derecha están los mellizos junto a Marcus y Aralia y a la izquierda están los niños”

“Perfecto” dice James tomando el brazo de Himari mientras Fred daba saltitos para luego dar uno grande y aplastar a Alexis.

“Hola Alie ¿qué cuentas, pequeño tejón?” dice Fred contento.

Alexis suspira cansado y todos caminan al compartimiento. Muchos alumnos los miran. Una vez Himari afirmó que son la realeza de Hogwarts por estar directamente relacionado con los salvadores del mundo mágico, James cree que es más porque era intimidante el como cada uno destacaba por su cuenta.

Entran al compartimiento y Lysander lo cierra.

James rueda los ojos cuando Fred se va directo al piso y sacaba una bolsa de dulces. Siempre sería un niño.

“Habla” dice Himari de brazos cruzados.

“Lily adoptó a un erizo” es interrumpido por Fred.

“El general Archie, destructor de mundos, no es un simple erizo. Es un miembro más de este ejército” dice Fred con el pecho inflado.

“Lily no está aquí, Fred” dice Alexis tratando de no reír por la actuación que adquiría el pelirrojo cuando la pequeña Potter estaba cerca.

“Este estilo de vida se construye en todo momento. No voy a arruinar el juego a mi querida Lily solo porque a ustedes les incomoda. Soy un actor de método” dice Fred serio.

“Alexis, deja a Fred ser él” dice James “¿Me das ranas de chocolates?”

“Sí, mi vida” dice Fred extendiendo algunos chocolates.

“¿Así que estuviste allí para acompañar a tu hermana a adoptar un erizo?” pregunta Himari.

“Estuvimos, querida Himari” se mete Fred.

“¿Podrías dejar hablar a James?” gruñe Lorcan y Fred sonríe malicioso.

“Pero Lorcan, soy como la caspa en la cabeza de James. Tan unidos como si hubiéramos nacido del mismo vientre”

“En primera, no tengo caspa” gruñe James avergonzado “En segunda, no gracias. Estoy bastante contento de haber nacido de Draco Malfoy, mi papá favorito… ¡Mira lo que me haces decir!”

Fred comienza a reír y Himari rueda los ojos.

“¿Por qué no te quedaste en Rumania con el señor Charlie? Realmente te quiero ahorcar” dice entre dientes la única chica del lugar.

“Tranquila, serpiente. No soy yo el enemigo” mira sin disimulo a Lorcan y este le dedica una mirada dura “No dije nombres. Si te queda el saco”

“ya, basta” dice Himari.

“Sí, solo fue por Lily. Sabes que amo a Zanahorias, es la bebé de la familia” dice James “Así que fui a acompañarla, en eso pasamos a saludar al tío Ron y al tío George. Fred estaba ayudando a la tienda y se me pegó como garrapata”

Fred miró ofendido a James.

“Estás siendo odioso” se defiende el león mirando al pelirrojo “Sé que estás nervioso también, Fred, pero tampoco vas a incomodar a los chicos”

El pelirrojo suspira y James abre los brazos. El chico gatea y descansa la cabeza en los muslos de James, mientras el castaño acaricia los rizos pelirrojos, ya que, Fred había dejado atrás las rastas.

“Bien, te creo” dice Himari.

“¿cómo les fue?” pregunta Alexis “Solo supe que saldrían”

Lysander mira a su gemelo antes de suspirar y sacar un libro de herbología mientras acariciaba a su conejito “Canelita”

“Fue… mejor de lo que creí” se sincera Himari sin vergüenza “Descubrí que ambos tenemos muchas cosas en común. Nos gusta la música de Panic at the disco! Allí comencé a reconsiderar mi opinión de Lorcan”

“Vamos, cariño. Estoy aquí” dice el chico y algo dentro de James se retuerce.

A él también le gusta Panic at the Disco!

“¿Por qué nos les gusta el hip hop? Puro pop” dice Fred “A James también le gusta esa banda junto a Taylor Swift y ¿cómo se llamaba? Oh, sí. One Direction ¿tiene alguna relación? Son pop”

“Taylor Swift ha explorado más que pop, Fred” dice James algo sonrojado “Y One Direction junto a Panic at the disco! No son solo bandas pop”

“Tienes un crush en Louis Tomlinson y Brendon Urie. Ambos castaños” dice Himari con humor “Creo que ya sabemos tu tipo, James”

“Aunque le gustó Teddy” añade Alexis.

“Se puede cambiar el cabello” contrataca Himari.

“¡ya basta! Ahora es como mi hermano mayor, dejen de ser raros o me harán vomitar”

Todos menos Lorcan comienzan a reír de un avergonzado James Potter.

“Bueno, basta de molestar al bebé James” dice Himari “Como decía, me gustó la cita. Quedamos en ver si lo intentamos ¿a qué no, Lorcan?”

El chico parpadea.

“¿Decías algo, girasol?” pregunta el chico y la bruja rueda los ojos.

“Circe, es tan fácil de leer” murmura la bruja para luego mirar a James que había perdido color.

Himari se había hartado de ver a esos dos pelearse como gato y ratón. Claramente Lorcan estaba fijado en James y por eso había aceptado perder su tiempo en salidas con él, así el chico se daría cuenta que su atención nunca estuvo en ella, sino en su león torpe y amable. Con James, el chico se pondría tan celoso como un buen Potter.

Agradecida estaba de haber prestado atención al pequeño Albus Potter y su claro amor por su hermano menor.

Nunca hartes a Himari Parkinson o ella conspirará en tu contra.

“¿Realmente van a salir?” pregunta Alexis.

“Lo mismo me pregunté y ya hice las paces con eso” dice Lysander “Y siento que esto saldrá mal”

“El Hufflepuff ha hablado, prepárense para el caos” dice Fred y Lysander ríe.

“Sí, soy muy listo” dice el rubio mientras su conejito saltaba para acomodarse en el hombro del chico, provocando que todos soltaran sonidos de ternura… bueno… menos Lorcan y James.

.

.

Lily bajó del tren. Caminó buscando a Hagrid, el amigo de su papá Harry. Guiaba a sus chicas como la líder que es, pero se sorprendió de ver a una niña algo rellena y de cabello pelirrojo mucho más oscuro que el de ella o Rose. Temblaba como gelatina y parecía perdida.

“hola, ¿estás bien?” pregunta Lily sin poder evitarlo.

¡Debía ayudarla!

“Lily, los botes se pueden llenar y tendremos que ir separadas” dice Rose seria.

“Rose, está ayudando a la niña” dice Flora algo tímida.

A ella no le gustaba hablar mucho con desconocidos.

“No entiendo nada de lo que está pasando” dice en un susurro “Mis papás no tienen magia y tengo miedo. No me gusta nada esto, la abuela dijo que me van a lastimar y que no debería de venir”

“¡Tonterías!” dice Lily molesta.

Muggles y sus miedos poco fundamentados.

“no digas esa palabra, mi abuela dice que solo niños de mal vivir dicen esas cosas”

Lily quiere reír, pero su papá Draco la educó tan bien… ¡Incluso si no entendía la mayoría!

“Perdón” decide decir “Soy Lily Luna Potter. Ella es mi mejor amiga Rose Granger y mi otra mejor amiga Flora Zabini… bueno, con más como mis primas” termina por decir.

“Soy Azalea Petunia Dursley” se presenta la niña “A mi abuela no le gustó el primer nombre, de hecho. Decía que podría ponerme Lily, pero a mi madre le gustó más este nombre”

“Hablas mucho de tu abuela” dice Rose algo irritada.

“Rose, princesa ¿qué dijo tía Mione?” pregunta Lily y Rose rueda los ojos.

“Un gusto Azalea” dice Flora algo nerviosa.

“Vamos, Azalea. Nosotras te ayudaremos a encontrar los botes y conocerás Hogwarts. Ya verás que te vas a enamorar del castillo. Mi abuela es la directora”

“La directora McGonagall no es tu abuela, Lily” dice Rose “La abuela Molly es tu abuela”

“nop” dice Lily “La abuela McGonagall también cuidó a papá Harry cuando estaba en Hogwarts” dice la pelirroja para luego tomar la mano de la niña nacida de muggles “Vamos, Azalea. Nosotras te vamos a cuidar”

La niña asintió.

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James miró a sus hermanos mellizos correr para alcanzar un carruaje. Según papá Harry y papá Draco, los carruajes eran llevados por Thestrales, pero James no comprendía como es que esas criaturas no podían verse. Si tenían la fuerza para llevar carruajes, deben de ser grandes. Bueno, la magia nunca iba a ser comprendida.

“Son tan tiernos” dice Alexis mirando como Albus abría la puerta y ayudaba a subir a Marcus como un caballero “Me hacen sentir tan solo”

“Albus es un Potter” dice James orgulloso “Tenemos en la sangre la habilidad de conquistar”

“Claro, señor “Nunca tuve novio”” se burla Fred “vamos, Jamie baby. A por las carrozas”

Draco mira como Scorpius también ayuda a subir a Aralia. Hace una mueca. Sí, sus hermanos menores parecían tener mejor suerte que el en esto de las relaciones románticas.

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Lily ayudó a Rose a subir, luego a Flora y al último tuvo que usar todas sus habilidades para tranquilizar a la niña extraña que temblaba de miedo.

“¡me puedo ahogar!”

“no lo harás” dice Rose desde el bote “Créeme, ya niños se han caído antes y salieron sanos y salvos. Hogwarts es el lugar más seguro que puedes encontrar”

“Papá Harry se aseguró de ello antes de que mi hermano James viniera a estudiar” dice Lily “Es un auror retirado y el jefe de los aurores más joven en tomar el puesto y retirarse”

“¿Aurores?” pregunta la niña mientras Lily la ayudaba.

“hay mucho del mundo mágico que vas a conocer, porque este es tu hogar” dice Lily feliz “Verás que te encantará ser bruja. Papá Draco dice que necesitamos que las nuevas generaciones conozcan nuestras tradiciones”

Azalea mira todo el lago negro. Lily deja de prestarle atención para vivir su propia experiencia. Entre la oscuridad y los sonidos acuáticos del lugar por el movimiento y las criaturas del lago, los ojos grises de la chica se dilataron al ver los primeros avistamientos de Hogwarts.

Su respiración se corta y las ganas de llorar le llegan.

Hogwarts… un nuevo lugar que explorar.

“Dejaré mi marca” dice Lily al viento como una promesa “Haré que mis papás estén orgullosos y destacaré. Traeré honor a la familia”

.

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Lily notó que Flora era la única que destacaba en el grupo que había aceptado a un nuevo miembro. Las tres pelirrojas y luego estaba Flora con un cabello negro y rizado. Lo mejor de la tía Daphne y el tío Blaise.

“¿Qué tenemos que hacer aquí?” pregunta Azalea algo asustada.

“Tendremos la selección” dice Lily con una bonita sonrisa “en Hogwarts existen tres casas a las que puedes pertenecer. Gryffindor, la casa de los valientes. Slytherin, la casa de los astutos y ambiciosos. Ravenclaw, la casa de los curiosos y amantes del conocimiento. Hufflepuff, la casa de los trabajadores”

“Sí, Lily tiene razón. No te preocupes, la selección es indolora. Te pondrán en la cabeza al sombrero seleccionador. Este verá lo que tienes dentro y elegirá. No importa la casa a la que vayas, importa tu desempeño en ellos estudios” añade Rose.

Azalea asiente algo asustada. Flora chilló feliz cuando apareció un mago que Lily y Rose también conocían.

¡El tío Neville! ¡El sub director de Hogwarts!

Lily tuvo que luchar para no correr a los brazos de su tío Neville. Tanto fue el esfuerzo que no prestó atención a cada palabra, solo supo que estaban cerca de la selección cuando todos caminaron directo al Gran comedor.

Los ojos de la niña se emocionaron al ver en la mesa Gryffindor a James y un sombrero tonto en la cabeza mientras Fred saludaba con emoción. Mira a la mesa Slytherin para encontrar a los mellizos aplaudiendo para ella.

Era el momento que toda su familia había esperado luego de que se iniciara una tonta apuesta para ver si iba a Slytherin o Gryffindor.

Sea lo que sea, ella trabajaría duro para destacar.

Comenzaron a llamar mago por mago, hasta que llegó el turno de Azalea.

“Tengo miedo” dice la niña y Lily siente unas ganas de consolar a la niña.

Realmente era extraño, pero sentía la misma conexión que tuvo cuando vio a Rose y Flora. El sentimiento de proteger a sus primas.

“Estarás bien, Azalea. No importa a que casa irás, seremos amigas y te cuidaremos” dice Lily dejando que la niña pelirroja caminara.

No pasan ni dos minutos desde que Neville coloca el sombrero en la niña cuando un fuerte “Hufflepuff” se escucha y la casa del tejón se levantara a aplaudir al nuevo miembro.

 “Vamos” dice Neville “ve con tu nueva casa”

Azalea mira a las chicas y Lily le aplaude y le apunta a esa mesa. La pelirroja camina asustada.

No pasa mucho para que llamen a Rose Granger. La pelirroja camina con seguridad, porque era Lily quien cargaba con el miedo.

¿Qué pasaba si su flor estaba en otra casa? ¿Seguirían siendo las mejores amigas?

El temor se hizo realidad cuando el sombrero gritó fuerte y claro un “Slytherin” que sorprendió a todos.

“¡Un Weasley en Slytherin!” gritan algunos.

Albus, Scorpis, Himari, Marcus, Aralia y Lorcan se ponen de pie para aplaudir fuertemente en celebración, así cubrir los rumores que puedan hacer sentir mal a la pequeña Rose.

“Vamos, Rose. Slytherin también es una buena casa, tu tío Draco estudió allí ¿no es tu favorito?” alcanza Lily a escuchar que el tío Neville le dice a una pálida Rose.

“Sí” dice Rose comenzando a caminar con la cabeza en alto “Suerte” susurra para las dos niñas para irse luego a su mesa.

Pasan los siguientes alumnos, hasta que llega su turno. Cuando gritan “Lily Potter” todo el lugar se queda en silencio. Claro, siempre sería una Potter. La hija del héroe del mundo que se casó con un mortifago. Ella no era tonta, sabían lo que decían de Scorpius solo por ser el único rubio de la familia.

Ella iba a demostrar, al igual que el resto de sus hermanos, que iba a triunfar.

“Vamos, cariño. Estarás bien” susurra Neville colocándole el sombrero.

Pasan lo que para ella eran minutos para que el sombrero hablara.

“Vaya, vaya. Que tenemos aquí, un nuevo Potter” el sombrero dice contento “¿La última?”

“No, papá Draco está esperando un nuevo hermanito” dice Lily.

“Ya veo, ya veo. Veamos que tenemos aquí. Puedo ver mucha lealtad, valentía y curiosidad” Lily se siente orgullosa “Pero hay algo más… algo que destaca sobre todo”

“¿Qué es, señor sombrero seleccionador?” pregunta Lily emocionada.

“Deseos de trabajar duro” el sombrero hace una pausa “Sí, veo que tienes ambición, pero es diferente a los de los Slytherin. Es más, de Hufflepuff”

“¿Qué? No, Slytherin. Soy ambiciosa como una Slytherin” dice Lily.

“Sí, puede ser que tengas eso, también algo de Gryffindor, pero veo mucho potencial para ser un Hufflepuff”

“¿Por qué?” pregunta la pelirroja pálida.

¡Ella no quería esa casa!

“Deseas surgir con trabajo duro. No veo en ti esa astucia para encontrar el camino sencillo, puedo ver tus deseos de conseguir sola lo que deseas. También veo lealtad y un gran corazón. Características que vas a desarrollar por completo estando en ¡Hufflepuff!”

Neville saca al sombrero de la cabeza de Lily. Ella mira al público. Todos estaban sorprendidos.

Primero una Wealsey en Slytherin y luego una Potter en Hufflpuff.

¡¿Qué carajos estaba pasando?! Piensa Lily,

No tiene tiempo de sentirse mal, porque la casa Hufflepuff se alza a victorear y animar. Lily mira a Lysander y a Alexis junto a Azalea ser quienes más se esfuerzan en celebrar.

“¡tenemos un Potter!” chillan algunos “¡Tenemos a un Potter!”

Lily mira a su tío Neville y este le sonríe.

“ve, cariño. Estarás bien” dice feliz “Todos perdimos la apuesta, no te preocupes” añade y Lily no tiene las ganas de reír.

Ella camina a la mesa Hufflepuff de donde sigue observando la selección hasta que le llegan tres notas dobladas en un origami de cisne que voló gracias a la magia. Ella abre los tres y descubre que eran las notas de sus hermanos mayores.

.

.

Zanahoria:

Cariño, no te preocupes. Papá Harry y papá Draco estarán felices no importa en que casa estés. Estamos orgullosos de tener a nuestro primer tejón en la familia. Sabes como papá Draco adora al tío Justin, así que imagínate como se pondrá de saber que eres de esa casa.

Te amo, james.

.

.

Querida Lily:

Quita esa cara, no importa a que casa pertenezcas. Eres una Potter Malfoy, debes siempre andar con la cabeza en alto. Estamos orgullosos de ti, Lily. Así que sonríe, te ves fea con esa cara triste.

Con amor, Albus.

Pd: Todos perdimos la apuesta, así que ¿Quién se va a quedar con el dinero? Te adelanto la respuesta, nadie. Por consiguiente, no te debes de preocupar por eso.

.

.

Lily:

Hola, soy Scorpius. Solo quiero que sepas que estarás bien. El primo Alexis y el primo Lysander te van a cuidar por nosotros cuando estes en tu sala común, pero no dudes en ir a las mazmorras a buscarnos si algo te pasa o solo quieres hablar. Siempre estaremos aquí, no te preocupes. El amarillo te va a quedar precioso, no te sientas mal.

Con mucho amor, Scorpius.

.

.

Lily termina de leer justo a tiempo, porque llaman a Flora Zabini. El sombrero no se demora nada en ella, porque luego de un par de minutos grita ¡Slytherin! Fuerte y claro. La mesa de la serpiente se alza a festejar, pero Lily no se siente mal.

Las cartas de sus hermanos la tranquilizaron bastante y, de todas maneras, ella iba a triunfar.

“Me alegro de que estemos en la misma casa” dice Azalea.

Lily mira a la niña y sonríe.

“Será un buen año, estoy segura”

Notes:

Hola, es domingo yeeeeiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!! en fin, ¿se esperaban a la pequeña sobrina que Harry no sabe que tiene porque mi Harry nunca más se puso en contacto por Dudley? Me gusta el concepto de Lily Potter siendo tan dulce y amable XD nada parecido a su papá Draco en primer año jsjsjs se nota que Dracoaprendió de sus errores y educó bien a sus hijos.

En fin, James y Lorcan el ship enemies que se tienen ganas u-u Himari está harta y prefiere sacrificar su tiempo solo para cambiar algo lol.

Pronto tendremos capitulos de las aventuras de los mellizos. De ellos no me olvido :D

Chapter 6: La primera noche en Hogwarts

Summary:

Los niños Potter-Malfoy tienen una manera única y diferente de iniciar Hogwarts

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Lily jamás se imaginó conocer la sala común de Hufflepuff. Toda su vida creció escuchando las historias de sus padres y de sus tíos, quienes a veces pasaban tiempo en sus respectivas salas comunes. Por ello, se había hecho una idea de cada una y había soñado con estar dentro.

 

Ahora estaba en Hufflepuff con Azalea. ¡Ya tenía una amiga! No estaría sola como había pensado que sucedería si iba a una casa diferente.

 

Y estaba bien. Sus hermanos le recordaron que no importaba a qué casa fuera, siempre sería amada.

 

¡Eso solo hacía las cosas más emocionantes! ¡Sería la primera Potter en Hufflepuff, como Albus fue el primer Potter en Slytherin! ¡Ella se volvería importante!

 

Sí, este era un paso más en su plan de dominar el mundo mágico. No como Voldemort, claro. Ella sería benevolente... y conservaría su nariz.

 

—Solo respeten los horarios de clases y el toque de queda. Los alumnos de primer año tienen un horario para dormir, así que, si no quieren un regaño, deben estar en sus habitaciones a esa hora —explicó Lysander con suavidad a los niños.

 

Lily se sentía tan orgullosa de que sus primos fueran importantes en Hogwarts. Eso generaba mucha presión, pero nunca le tuvo miedo a los peligros.

 

¡Ella era el peligro!

 

Tomó la mano de Azalea mientras seguían a Lysander hasta unas escaleras. La bruja que estuvo al costado de su primo, de cabellos rubios cenizos y pecas, fue quien se encargó de mostrarles el cuarto de primer año, donde dormirían durante el resto del año escolar.

 

Había dos brujas más junto a ellas. Lily reconoció a una de ellas porque era hija de un exmortífago no redimido. Sus padres, para protegerlos, les enseñaron una lista de magos y brujas de quienes debían cuidarse.

 

Adhara Pucey, hija de Adrian Pucey, era toda una sorpresa para Lily.

 

—¿Aquí dormiremos? —preguntó Azalea, distrayéndola de intentar reconocer a la otra niña.

 

—¡Sí! ¿No es emocionante? —gritó Lily mientras corría a elegir su cama.

 

Las ventanas tenían hechizos para reflejar la vista del paisaje que se veía desde los ventanales de las torres Gryffindor y Ravenclaw. Ella quería la cama cerca de la ventana; así podría imaginarse sobre su escoba, siendo la golpeadora estrella de su casa.

 

La cama en la esquina era perfecta. No dudó en correr hacia ella, saltando feliz al ver que las sábanas eran como a ella le gustaban y que el colchón tenía el balance perfecto entre suavidad y firmeza.

 

¡Así se puede dormir correctamente!

 

—¿Por qué no tendremos cuartos propios? —chilló Azalea, indignada— La abuela tiene razón. Este no es un lugar con buenas costumbres.

 

Lily dejó de rodar en la cama para ver a la bruja. No quería decir en voz alta que era una tonta, porque la habían criado bien.

 

Pero su amiga Azalea era tontita. Así suena más dulce.

 

—No soy muy buena en matemáticas, pero somos demasiados alumnos como para tener cuartos propios —intentó ser paciente—. ¿No crees? Además, tenemos cortinas.

 

Se puso de pie para mostrarle las cortinas, tanto cerradas como abiertas.

 

—Papá Harry fue criado en el mundo muggle, así que nos ha enseñado bastantes cosas y comparó Hogwarts con un internado.

 

—Mi hermano Darwin fue enviado a un internado —murmuró Azalea—. Eso quiere decir que... él también comparte habitación.

 

Lily no sabía qué decir, pero sentía la necesidad de que su nueva amiga dejara de quejarse.

 

Las cosas que tiene que hacer para ser una niña de bien... Qué cansado. No entiende cómo Jamie puede ser amable todo el tiempo.

 

¡Ahora entiende por qué no tiene novio! Ella tampoco tendría energías para salir con alguien si tuviera que actuar así todo el tiempo.

 

—¿Lily? —preguntó la bruja pelirroja sin pecas a la bruja pelirroja con pecas y ojos grises—. ¿Qué tengo que hacer?

 

—Busca tu cama y desempaca. Yo haré lo mismo.

 

La bruja asintió y fue a buscar su cama.

 

Lily sonrió al ver que su baúl ya estaba en su lugar, tal como sus padres le habían contado. No dudó en ordenar las cosas importantes.

 

Odiaba ordenar. Por eso amaba con su alma a Nixie, porque la rescataba de la tortura de limpiar sus cosas. Si fuera posible, no estaría revisando su baúl.

 

Pero esto era solo un paso hacia el éxito. Ella será el éxito y, si tiene que convertirse en una elfa doméstica, lo hará. Y se llamará Gomita.

 

No, Gomita no. Tiene que pensar en un mejor nombre.

 

La futura reina del mundo mágico debe tener su guarida bien ordenada.

 

Sacó los stickers de estrellas que brillaban en la oscuridad y los pegó en las paredes de su cama y en la cabecera. Colgó las luces que papá Draco encantó para que brillaran sin necesidad de electricidad y no se estropearan con la magia, sobre las persianas. Luego sacó las fotografías más importantes del mundo y las colgó en el cable de los focos, que tenían forma de corazones con ganchos de madera, sobre los cuales Jamie había trazado dibujos para hacerlas super especiales.

 

La primera foto era la boda de sus padres. Todos los niños Potter (y un Malfoy) adoraban a Draco, y esa fotografía era la favorita de todos, porque su papá parecía brillar de felicidad mientras papá Harry lo cargaba y lo miraba con la misma intensidad y amor de siempre. No importaba cuántos años pasaran, el amor de sus padres nunca parecía apagarse.

 

¡Y ella estaba orgullosa de eso!

 

La segunda foto era la primera que le tomaron a Lily. Apenas tenía un tiempo de nacida, y papá Draco la arrullaba con mucho amor mientras papá Harry los abrazaba.

 

La tercera foto era de todos sus hermanos y ella cuando cumplió un año. James tenía siete años y la cargaba. Scorpius y Albus tenían tres y aplaudían frente a la cámara mientras miraban el pastel con hambre. 

 

La cuarta era de cuando tenía nueve años. Fred II sostenía espadas de Minecraft apuntando a Lily, mientras ella hacía una pose de militar. Rose y Flora se acomodaban las tiaras de princesa, e Himari, al fondo, movía la cabeza y la boca, repitiendo las palabras que James decía mientras discutía con Lorcan. Scorpius y Albus estaban con sus escobas, esperando algo, pero Lily no recuerda qué.

 

La quinta era de cuando papá Draco obtuvo la jefatura de San Mungo. La foto fue tomada después de la ceremonia, con Lily de ocho años, los mellizos de once y James de catorce.

 

La sexta y última foto era de papá Harry enseñándole a usar la escoba. Lily tenía cuatro años, James ayudaba a Draco a cargar almohadas para colocarlas en el piso del jardín, mientras los mellizos estaban en su propio mundo jugando un juego de mesa.

 

Esa era su familia. La mejor familia del mundo.

 

Lily siguió sacando cosas: la jaula de Archi, el destructor de mundos; una pluma de bromas que su tío George le dio a escondidas para que papá Draco no la descubriera; un espejo mágico para llamar a papá Draco o a papá Harry si lo necesitaba; dulces caseros de tío Justin y tía Tory; un reproductor MP3 con todas sus canciones favoritas y las pastillas que debía tomar todos los días.

 

¡Todo estaba listo!

 

Lily se siente orgullosa de volverse autosuficiente. Piensa en lo orgulloso que se pondrá papá Draco y hace que infle el pecho.

 

—¿Viste, Archi? ¡Tu líder es un genio!

 

Saltó a la cama, sus zapatos volaron.

 

¡No necesita bañarse!

 

¿Así se siente la libertad? ¡No duchas del mal!

 

Rueda por la cama como una orugita feliz. Casi podía imaginarse rompiendo su récord de días sin bañarse.

 

En eso, Azalea regresó con una almohada en los brazos, luciendo temerosa.

 

—Extraño a mi mamá y a mi papá —dijo, a punto de llorar.

 

Lily suspiró.

 

Lily nunca fue tan buena consolando o entendiendo las emociones, pero no le gustaba ver así a su nueva amiga. Sentía la necesidad de cuidar a Azalea, no importa si es tontita.

 

¡Es su tontita!

 

—Vamos, recuéstate conmigo —decidió hacer lo que su papá Draco hacía cuando ella iba a su cama por pesadillas.

 

Azalea no dudó en correr hacia la cama. Lily sonrió. Sin duda alguna es su tontita.

 

—La abuela dijo que este es un lugar lleno de salvajes peligrosos. Tengo miedo de dormir y que me hagan algo.

 

Lily no podía evitar pensar que los muggles suenan tan locos. Los magos no son trolls ni duendes a los que se les arrebatan sus tesoros.

 

—Somos brujas, Azalea. Nosotras pertenecemos a este lugar —soltó con una risa— Y no somos animales... bueno, tengo un primo al que mi hermano James llama animal, pero Lorcan y James nunca se han llevado bien.

 

—Yo no pertenezco a este lugar. Fue un error.

 

Lily en verdad no sabía qué decir. Le parecía demasiado irreal que alguien dijera que ser una bruja era un error. La magia era asombrosa, ¡como tener poderes en las películas! Podías volar tan bien y rápido como la tía Millie. Curar a las personas como papá Draco. Proteger a los demás como papá Harry. Cocinar rápido como el tío Justin. Preparar pociones como el tío Theo. Hablar con los animales como la tía Luna. Crear ropa como la tía Pansy. Se podían hacer tantas cosas... ¡las posibilidades eran infinitas!

 

Pero, como pocas veces ocurría, Lily se concentró en encontrar el motivo detrás de esas palabras tan terribles.

 

Azalea estaba asustada.

 

Lily la protegería. Le haría ver que la magia era increíble y que había nacido para ser una bruja.

 

¡Más responsabilidades! A este paso, sería una adulta... qué horror.

 

—Me alegra que seas bruja, así te conocí. Papá Draco dice que las mejores cosas no las ves venir, así que no debes temer al mañana.

 

—¿Y si fracaso? Nunca he visto la magia ni he hecho hechizos. ¡Soy la única bruja de mi familia!

 

—Papá Harry también viene de muggles como tú —contó Lily con orgullo—. Él tampoco sabía que era mago hasta que Hagrid vino a su cumpleaños a decírselo. Su primer hechizo lo hizo aquí, en Hogwarts, y... ¿adivina qué?

 

—¿Qué?

 

—Salvó al mundo mágico —sonrió de oreja a oreja.

 

—Mamá dice que las mentiras para impresionar son malas.

 

Lily dejó de sonreír y frunció el ceño.

 

—No miento. Mi papá es Harry Potter, el niño que vivió dos veces. Según James, hablarán de él en historia. ¡Incluso podríamos preguntarle a un profesor si no me crees! —saltó Lily, ofendida, para defender a su padre—. Salvó al mundo de un horrible hombre serpiente sin nariz cuando tenía diecisiete años. Fue el jefe auror más joven de la historia, pero lo dejó para ocuparse de nosotros, porque papá Draco tiene mucho trabajo en San Mungo. 

 

Azalea abrió la boca, sin palabras, por todo lo que Lily contaba.

 

—¿Es famoso? ¿Tipo Taylor Swift?

 

—En el mundo mágico, sí —Lily alzó la cabeza con una sonrisa presumida, digna hija de Draco Potter— De hecho, no podemos salir al callejón Diagon a hacer compras sin que quieran hablar con mi papá o tomarnos fotos. Eso es lo que no me gusta.

 

—Eso es genial, eso quiere decir que tienes mucho dinero.

 

Lily no entendía el interés en el dinero, pero decidió asentir porque era cierto. Se puso de pie y fue a buscar la foto de la boda de sus padres para mostrársela a Azalea.

 

—Él es papá Harry, y el más bonito es papá Draco.

 

—Tienes dos papás —dijo la bruja con horror.

 

—Los mejores. Papá Draco también tiene mucho dinero —decidió mencionar eso porque parecía interesarle— y es medimago, la versión mágica de un médico. Es el más importante del mundo mágico porque es el jefe del hospital San Mungo —explicó con orgullo—. De hecho, toda mi familia es famosa a su manera.

 

—¿Aquí permiten que los hombres se casen?

 

—¿Por qué no podrían? —preguntó Lily, confundida.

 

Azalea quiso decir algo que a Lily no le gustaría, pero se lo guardó por temor.

 

—¿Tienes más familia famosa?

 

—¡Sipi! Mi tía Millie era una jugadora famosa de Quidditch, pero se retiró y tuvo un bebé. La tía Pansy es la diseñadora de modas más importante del momento. El tío Blaise es un modelo reconocido. Mis tíos Weasley tienen la tienda de bromas más popular de Inglaterra. El tío Justin y la tía Astoria son dueños del restaurante más famoso de la comunidad. La tía Luna y el tío Rolf son zoólogos de criaturas mágicas. El tío Theo tiene una cadena de tiendas de pociones y es un pocionista respetado. Y, por último, la tía Hermione es ministra de magia y la tía Daphne, su mano derecha.

 

—¡Tienes tantos tíos! ¡Tu familia es asombrosa!

 

Lily asintió con el pecho inflado.

 

—¿Cómo es tu familia?

 

Azalea perdió un poco la emoción.

 

—No es tan interesante como la tuya.

 

—Vamos, quiero saber.

 

—Bueno... no tengo tantos tíos como tú porque mis papás son hijos únicos, y mis abuelos también lo son, así que nunca llamé a alguien "tío" o "tía" —Lily se conmovió con eso.

 

¡No tener tíos sonaba triste! ¡Cuántos regalos menos recibiría!

 

—Mi mamá es maestra de química y mi papá trabaja en una empresa de tornillos, muy parecido a lo que hizo mi abuelo en su juventud.

 

Qué aburrido.

 

¿Dónde estaba la acción? ¿La sangre? ¿La adrenalina?

 

—Por eso dices que es un error —soltó, viendo la obviedad—. Ellos son aburridos, pero tú no lo serás. Verás que ser bruja es lo mejor de la vida. Yo te voy a guiar.

 

—¿En serio?

 

—¡Sí!

 

Azalea apretó los puños mientras se encogía de hombros. Lily rió y la abrazó por los hombros.

 

—Mañana comienza tu camino ninja, mi pequeña Azalea.

 

La nombrada no estaba tan segura de las palabras de la pelirroja, pero se sentía tan protegida que decidió creerle.

 

.

.

 

James no podía creer que su Zanahorias hubiera sido enviada a Hufflepuff. Era enérgica e impulsiva como un buen Gryffindor, aunque también tenía la capacidad de conseguir lo que quería de forma Slytherin.

 

Daba igual, su hermanita siempre sería un remolino de desastres sin importar a qué casa fuera. Ya podía ver a su pobre abuela McGonagall pidiendo jubilarse después de un par de meses con Lily en Hogwarts.

 

Se estiró un poco antes de ponerse de pie para guiar a los niños que habían sido asignados a sus casas.

 

No pudo evitar mirar hacia la mesa de las serpientes y ver a los mellizos discutiendo entre sí, seguramente por quién elegiría cama primero. Luego, buscó a Himari.

 

Por supuesto que estaba hablando con Lorcan.

 

James sintió un malestar recorrerle desde la punta de los pies hasta la cabeza. No podía ser que Lorcan fuera tan agradable como para que Himari luciera tan relajada y casi contenta de hablar con esa molestia.

 

Cuando Himari comenzó a reír, James sintió que veía rojo.

 

—Ni siquiera es gracioso —soltó con rabia.

 

Fred dejó de intentar colocar dulces de broma en los postres para observar a su hermano de otra madre. Apretó los labios y alzó una ceja al ver cómo su pequeño león casi soltaba espuma por la boca.

 

—¿Celoso, Potter? —se burló.

 

—Cállate, Fred —gruñó James.

 

No podía creer que Himari siguiera hablando con Lorcan el imbécil Scamander.

 

La molestia notó su mirada y también miró en su dirección. Sus ojos chocaron: gris verdoso contra azul grisáceo.

 

—Vamos, Jamie baby. Con matarlo con la mirada no conseguirás más que una úlcera. Y dime, ¿qué le dirás al tío Draco para justificarlo? "Papi, estoy celoso porque Himari y Lorcan hablan"... no creo que suene bien —Fred lo abrazó por los hombros mientras hablaba.

 

Lorcan lucía tan molesto como James.

 

Sin darse cuenta, se inició un concurso de miradas de muerte entre ambos, al punto de que el Slytherin dejó de hablar con Himari para mirar a James sin distracciones.

 

El duelo terminó cuando Molly II apareció, algo molesta.

 

—Ya es tarde, tenemos que llevar a los de primero a conocer el maravilloso mundo de Hogwarts —dijo la bruja con seriedad, demostrando que era hija del tío Percy.

 

James apartó la mirada de Lorcan y se deshizo del abrazo de Fred para ponerse de pie.

 

—Perdón, Mol. Voy.

 

A lo lejos, Himari notó que en cuanto James se levantó para cumplir su papel de prefecto, Lorcan volvió a mirarla.

 

—Tenemos que llevar a los niños a sus habitaciones, girasol —soltó el mago con suavidad.

 

Himari se contuvo de rodar los ojos. Sabía perfectamente lo que pasaba entre esos dos. Esa tensión solo se resolvía de dos maneras: peleándose o acostándose.

 

—Es verdad. Vamos, Lor.

 

Poco a poco, el comedor se vació. James se encargó de guiar a los de primero, escuchando y respondiendo con amabilidad sus dudas.

 

Luego comenzó su primera vigilancia junto a Molly. A estas alturas, ya no le sorprendía la rutina.

 

Solo tenía que dar un par de vueltas por el castillo y luego podría regresar a la cama... a pensar maneras de alejar a Hima del animal.

 

Cuando llegó a su habitación, vio que Fred había apartado su cama como siempre.

 

—James, otro año más, ¿no? —saludó Louis McLaggen.

 

Louis McLaggen era uno de sus compañeros de cuarto. Cabello rubio dorado, ojos marrones coquetos y varios lunares que resaltaban su rostro perfilado. Si James no le tuviera rencor, admitiría que era el chico más atractivo de su generación. Lo juraba. Pero lo que tenía de sexy, también lo tenía de malo y cruel.

 

McLaggen había sido lo más cercano a un mejor amigo para James.

 

¿Por qué en su último cumpleaños prefirió una reunión familiar en lugar de una fiesta adolescente como cualquier chico de su edad?

 

McLaggen tenía mucho que ver con eso.

 

Se conocieron en el tren a Hogwarts. Louis había entrado a su vagón preguntando si podía sentarse porque no conocía a nadie. En ese momento, James sintió que había hecho su primer amigo fuera de su familia.

 

Adoraba a sus primos y estaba orgulloso de que fueran sus mejores amigos, pero de niño anhelaba tener a alguien que le hablara sin la obligación de ser parte de su linaje.

 

Y McLaggen cumplió ese deseo.

 

La conexión fue inmediata. Era gracioso, paciente y amable. Nunca habló mal de su papá Draco, como muchos niños lo hacían solo porque había sido un mortífago que se casó con Harry Potter. Se convirtió en una de sus personas favoritas.

 

Gracias a él, James logró superar su enamoramiento por Teddy, porque le comenzó a gustar. Si se hubiera enamorado, no habría superado la decepción.

 

Pero la hermosa amistad que creyó tener fue una mentira.

 

McLaggen solo se había acercado a él por interés. Quería aprovecharse de ser "el amigo del hijo de Harry Potter", el sobrino de la Ministra de Magia y el heredero de una gran fortuna.

 

Cuando James lo descubrió, cortó todo contacto. Sus primos lo ayudaron. Fred cambió su cama de lugar, porque siempre eligió la que estaba al costado de McLaggen. sus amigos evitaron que el chico se acercara, e incluso Lorcan—sí, Lorcan el idiota—le dio un puñetazo.

 

Así que cuando McLaggen le habló, James lo ignoró.

 

Se quitó el uniforme, rebuscó en su baúl y se puso uno de los suéteres Weasley que empacó.

 

—Estoy de regreso antes de medianoche —avisó a Fred.

 

—Suerte, señor prefecto.

 

—Suerte, James —agregó el indeseable.

 

—No te atrevas a tocar mis cosas, Fred. Ni se te ocurra ponerme una broma o verás —dijo sin mirarlo.

 

—Venga, Louis. Déjalo en paz —intervino John Thomson, su otro compañero de cuarto.

 

James salió sin dirigirles otra palabra. Molly lo esperaba en la entrada.

 

—Nos vemos a las once para entrar juntos —dijo ella.

 

—Sí, Molly. Ya hicimos esto antes.

 

—Siempre es bueno recordar las cosas, James —bufó la bruja antes de alejarse.

 

James suspiró. Se estiró y comenzó su recorrido.

 

Pensar en cosas desagradables era inevitable en la oscuridad, así que no le sorprendió cuando su mente volvió a Lorcan.

 

¿Cómo diablos Himari puede estar con él? ¡Se supone que los Black son los locos del mundo mágico! ¡Él debía ser quien perdiera la cabeza, no su mejor amiga!

 

¿Qué vio en Lorcan como para que aceptara arruinar su vida así? 

 

Himari es linda. Saco lo mejor de sus tías, así que tenía más opciones.

 

No Lorcan.

 

Sí, Lorcan era atractivo. Sacó lo mejor de sus padres. Lysander era lindo, pero Lorcan... Lorcan tenía un carácter fuerte que lo hacía ver candente.

 

Pero ¡no era suficiente!

 

No eran suficientes esos ojos azul grisáceo, esas cejas que le daban una mirada intensa, esos lunares que refinaban su rostro de modelo juvenil, esa voz...

 

¡Agh! ¡Por la rabia estaba perdiendo la cabeza!

 

—Himari, ¿por qué? —gimoteó en la soledad del pasillo.

 

¿Tan buena fue esa cita como para que Himari accediera a seguir interactuando con el enemigo?

 

James no lo sabía, le mataba no saber. De tanto estar pensando ni siquiera notó que alguien caminaba en su dirección. Por la falta de luz, ambos terminan chocando y cayendo en el piso.

 

¡Hablando del diablo!

 

—¿Para qué demonios tienes lentes si no los usas? —gruñó Lorcan.

 

James sintió que el universo le jugaba una broma cruel.

 

Porque de todas las personas con las que podía chocar... tenía que ser él

 

¿Por qué? ¿Es porque no compartió una cadena de Facebook en la que le deseaban 20 años de mala suerte si no la enviaba a 20 amigos? ¡Maldita sea la tecnología!

 

Himari tenía horribles gustos, esa era la verdad.

 

—¿Y qué hay de ti? ¡Al menos yo tengo la excusa de usar los mismos lentes desde hace dos años porque me da ansiedad ir a cambiarlos y que me digan que aumentó mi medida! —chilló molesto James—. No como tú, que ni los necesitas.

 

—Perdón, enano. Si crecieras un par de centímetros, te habría notado.

 

—Al menos no parezco Slenderman.

 

—No me hagas reír, tontín.

 

James se puso de pie para enfrentar al tarado, pero por error se puso de puntillas para lograr acercarse más a su rostro.

 

Lorcan, obviamente, lo notó. Sabía cuánto medía James luego de tantas peleas.

 

—¿La princesa quiere tacones?

 

—Tráelos y te clavaré uno en el ojo.

 

—Si alcanzas, gruñón.

 

—¡Deja de llamarme con los nombres de los siete enanos! ¡Inmaduro!

 

—Qué rojito estás, tímido.

 

James no estaba sonrojado, lo sabía bien, pero la manera en que Lorcan lo dijo, junto con su voz ronca, hizo que todo su rostro se volviera rojo, haciéndolo ver tan lindo. Las pupilas de Lorcan se dilataron por eso.

 

Lorcan habría sido más consciente de lo mucho que estaba disfrutando ver a James Sirius Potter sonrojado si Himari no hubiese aparecido para borrar cualquier pensamiento al respecto.

 

—No puedo descuidarme ni cinco minutos.

 

—Preciosa —Lorcan se alejó de James, provocando que este se molestara aún más.

 

—¿Por qué están peleando esta vez?

 

—James me chocó.

 

—Iba caminando. Si no me notaste, entonces ambos nos chocamos.

 

Himari chasqueó los dedos, evitando otra discusión.

 

—Deja en paz a James, Lorcan. Lo mismo contigo, James.

 

Ambos agacharon la cabeza y asintieron.

 

—Tenemos que seguir nuestro recorrido. Vamos, Lorcan.

 

—Claro, preciosa.

 

Himari se aguantó las ganas de gruñirle al tonto y decirle que no la llamara así, pero allí estaba James, retorciéndose como si estuviera poseído.

 

James vio cómo Lorcan seguía a Hima.

 

En serio, ¿por qué él?

 

El resto del recorrido, James no paró de pensar en Lorcan y Himari como pareja, llegando hasta el extremo de imaginarlos en su boda.

 

Debió haber compartido la maldita cadena con 20 personas

 

.

.

 

Albus no podía creer que Lily estuviera en Hufflepuff. No solo había perdido una apuesta, sino también la oportunidad de ser un buen hermano mayor que guiara a su desastre pelirrojo.

 

Y los galeones que no ganó siempre vivirán en su corazón.

 

Scorpius, por su parte, estaba orgulloso de Lily. Ella había roto con todas las expectativas, y eso le alegraba, porque sabía que su hermanita deseaba precisamente eso: ser única en la familia.

 

—¿Creen que estará bien en Hufflepuff? —preguntó Marcus, algo nervioso, a su novio, Albus.

 

—Lysander y Alexis sabrán cómo evitar que su sala común se incendie una vez que Lily descubra cómo usar la varita —respondió Albus sin preocupaciones.

 

Scorpius rió mientras asentía, dándole la razón a su mellizo. En esta situación, era Hufflepuff quien debía preocuparse por tener a Lily Potter en su casa. Ella podría iniciar el apocalipsis si así lo quisiera.

 

—Entonces, ¿ganamos o perdimos la apuesta? —preguntó Aralia a Scorpius con curiosidad.

 

El rubio frunció el ceño. Él no había apostado, porque consideraba algo rudo hacerlo. Lily podría sentirse presionada, y eso no lo permitiría.

 

—Nadie ganó —gruñó Albus con molestia. Había planeado comprarle una caja de bombones a Marcus con ese dinero—. Ni perdió. Todos se equivocaron.

 

—Oh, diablos —murmuró Aralia.

 

Así, continuaron con la cena con normalidad. Como Slytherins, debían demostrar buen comportamiento.

 

Hasta que Rose preguntó cómo se elegían las camas, iniciando una guerra entre los mellizos.

 

—Soy el mayor. Debo ser yo quien elija primero —dijo Albus con seriedad.

 

—¡Tú siempre dices que yo soy prioridad! —chilló Scorpius, incrédulo de estarse peleando con su hermano.

 

Desde que nacieron, Albus, al ser el mellizo mayor, siempre había consentido a Scorpius en todo. Le dejaba escoger los asientos en el cine, le daba los mejores juguetes y le decía que sí a todo a su manera.

 

O al menos así había sido hasta que a Albus le empezó a gustar Marcus y lo puso como prioridad.

 

Ahora ambos estaban discutiendo por la cama porque Albus quería la mejor para Marcus.

 

¡Eso no era justo! ¡Antes era él por quien Albus se preocupaba para darle la mejor cama!

 

Scorpius se sintió desplazado. Pronto, Albus tampoco querría hacer los trabajos con él y, en cuanto se descuidara, su hermano y mejor amigo se habría ido de casa para mudarse al sótano de los Parkinson para vivir con Marcus.

 

O peor aún, traería a Marcus a la casa y le daría los platos de Scorpius y su vaso favorito.

 

No le gustaba sentirse un hermano celoso y posesivo, pero estaba perdiendo a su compañero de aventuras.

 

—No es cierto, no eres prioridad —gruñó Albus—. Vamos, solo es una cama.

 

—Entonces, si solo es una cama, déjame escoger primero.

 

—Dios, esto tomará todo el día —soltó Valentino Rossi, su compañero de cuarto.

 

Así, la cena terminó, y los prefectos se encargaron de llevarlos a todos.

 

—¿Por qué parece que Albus y Scorpius están a punto de saltar uno sobre el otro? —preguntó Himari con el ceño fruncido.

 

—Ambos discuten por quién elegirá cama primero —explicó Aralia con exasperación—. Como si hubiera una diferencia.

 

—En el reino animal, quien escoge primero es el alfa de la manada —intervino Lorcan, mostrando sus conocimientos de zoología, algo poco común en él.

 

—Son niños, Lorcan —gruñó Himari—. Listo, ustedes dos, ya dejen de verse así. Son hermanos mellizos, ¿dónde quedó su unión?

 

—¡Yo siempre elijo cama primero! —chilló Scorpius, molesto.

 

—Con más razón debería escoger yo —gruñó Albus—. Estás siendo un mocoso consentido, Scorpius.

 

Scorpius sabía que Albus tenía razón, pero le dolió la manera en que su hermano le habló. Nunca antes lo había tratado así. Usualmente, hablaba así con los demás.

 

—Quieres la mejor cama para dársela a Marcus.

 

—¿Por qué no lo haría? Es mi novio.

 

—Merlín, ya basta —Himari se metió entre ellos—. Si no se comportan, les bajaré puntos, ¿comprenden? Ahora se relajan, van a sus cuartos y dejan que Rossi escoja cama primero.

 

—A mí no me metan, Parkinson —soltó el nombrado, con temor de ser el blanco de los mellizos Potter-Malfoy.

 

Quien llegara al cuarto primero elegiría cama primero.

 

Ambos se miraron y entendieron que pensaban lo mismo.

 

Todos vieron a los mellizos comenzar a correr hacia el pasadizo que conducía a las habitaciones de Slytherin. Albus jaló el brazo de Scorpius para que este tropezara y perdiera velocidad sin llegar a caerse, ganando ventaja.

 

—Se van a matar —dijo Marcus con temor—. Hermana, haz algo.

 

—¿Por qué están así? —preguntó Himari, totalmente confundida por el extraño comportamiento—. Ara, ¿qué sabes?

 

—No doy conferencias —soltó la bruja, demostrando que era hija de Theodore Nott—. Me iré a mi cuarto.

 

Se alejó con tranquilidad. Scorpius solo estaba celoso, no era el fin del mundo. Ella también estaría celosa si le robaran a su hermano.

 

—Mocosos. Todos los que me rodean son mocosos —gruñó Himari, enfadada.

 

—Yo no soy un mocoso, preciosa —soltó Lorcan, acercándose a la bruja.

 

Himari forzó una sonrisa, pero por dentro se visualizó mil maneras de maldecir a un idiota.

 

Volviendo a los mellizos, ambos, entre empujones, llegaron a la habitación y se toparon con cinco camas bien acomodadas.

 

—¡La ventana! —dijeron al mismo tiempo, corriendo hacia allí.

 

Scorpius empujó a Albus, quien terminó cayendo sobre una cama. Extendió los brazos para apoderarse de todo el espacio, provocando que el mago rubio saltara sobre él gritando:

 

—¡Tramposo!

 

Marcus, Valentino y Henrik Byrne, su otro compañero de habitación, se quedaron en la puerta viendo cómo Scorpius sujetaba el torso de su mellizo mientras lo jalaba hacia atrás, provocando que Albus quedara suspendido en el aire mientras se aferraba a las sábanas, que poco a poco cedían ante la fuerza.

 

Y, obviamente, las sábanas se rindieron, provocando que Scorpius cayera hacia atrás mientras Albus perdía el equilibrio y terminaba de cara al suelo.

 

—Eso debió doler —comentó Henrik, divertido.

 

—No es gracioso, ellos nunca se han peleado así —dijo Marcus, preocupado.

 

—¡Tú puedes, Scorpius! —gritó Valentino.

 

—¡Val, no! —chilló Marcus.

 

Ambos mellizos terminaron rodando por el suelo, dándose manotazos mientras miraban a otro lado, temiendo recibir un golpe directo en la nariz o los ojos.

 

—¡Albus, ya basta! —se hartó Marcus.

 

Siempre era suave y tímido, pero cuando la ocasión lo ameritaba, podía sacar el carácter de su madre, Pansy.

 

—Pero estoy luchando por nuestra cama, mi amor.

 

—¡Deja que Scorpius elija! ¡Siempre ha sido así!

 

Albus frunció el ceño y miró a su mellizo, jadeando con las mejillas rojas del esfuerzo.

 

¿En serio se había peleado con su mellizo por una cama?

 

Albus se dio cuenta de que no estaba siendo un buen hermano mayor.

 

—Es verdad, perdón, Scorp. Puedes elegir la cama.

 

Scorpius se enojó aún más. Albus solo se la estaba cediendo porque Marcus lo había dicho, y así no le gustaba. No le había nacido a su hermano ser el de siempre, el que lo ponía primero sin que nadie se lo pidiera.

 

—No, ya no quiero —soltó con rencor—. Elige tú, Marcus.

 

El nombrado retrocedió, sorprendido por las palabras de Scorpius. Todos sabían que él era el mellizo bueno.

 

—Yo... bueno. Quiero la cama de la esquina —dijo tímidamente el pelinegro.

 

—Bien. ¿Scorpius? —preguntó Albus.

 

Scorpius sabía que Albus elegiría la cama junto a Marcus. Así que miró la cama más alejada, la de la esquina contraria a la de su cuñado. No tenía ventanas, pero no importaba.

 

—Esa —dijo antes de caminar hacia allí.

 

—Siento una tensión que se puede tocar —comentó Valentino—. Pero la pelea de mellizos fue divertida.

 

—Ni que me lo digas —dijo Henrik.

 

Albus frunció el ceño. No importaba qué cama escogiera, terminaría lejos de Marcus o de Scorpius.

 

Dormir cerca de su novio o de su hermanito.

 

Miró a Scorpius por un momento. Siempre habían sido ellos dos contra el mundo, así que entendería por qué elegía dormir con Marcus.

 

Quería ser un buen novio, tal como papá Harry era un buen esposo con papá Draco.

 

—Elijo esta —dijo, tomando la cama junto a Marcus, quien sonrió, algo sonrojado.

 

Henrik corrió a tomar la cama que estaba hecha un desastre por la pelea, encantado con el ventanal.

 

Scorpius vio cómo Albus comenzaba a desempacar. Ni siquiera había dudado un momento en querer la cama junto a él.

 

No importaba. Así podría empezar a acostumbrarse a no tener a Albus cerca, y cuando este se mudara al sótano de los Parkinson, no dolería tanto.

Notes:

... no tengo excusas, olvidé que este libro existe xD pero como lo único que abandonó son a mis psicólogos, aquí esa otro cap.

Chapter 7: Travesuras, reconciliaciones, día de mala suerte y ecografías

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

James se despertó con ojeras luego de pasarse toda una noche pensando sobre el inevitable hecho de que verá a Himari con Lorcan pasando el tiempo.

 

Genial, apenas son las seis de la mañana y ya tiene un mal sabor de boca.

 

Se levanta para ir a ducharse, topándose con sus compañeros de cuarto tendiendo sus camas y esperando para usar el baño.

 

Allí está Louis McLaggen, esperando para usar el baño para ducharse... o solo es alguien raro que lleva una toalla a todas partes.

 

Y él se iba a duchar también.

 

Sí, la vida lo odia. Maldita sea la hora en la que no compartió una cadena de Facebook y el haber roto el espejo de su tía Pansy a los cinco años.

 

—Buenos días, Jamie —saluda McLaggen.

 

James tiene atorado en la garganta un "no hablo con babosos" como respuesta al saludo, pero eso sería estar hablando con el baboso, y sería contradictorio.

 

Así que hará lo que se supone que quería decir: no hablar con el baboso.

 

Se pone muy lejos del chico rubio para esperar a usar la ducha.

 

—Buenos días, James —vuelve a intentar el bobo.

 

—Lou, deja tranquilo a James —ordena John Thomson, y el nombrado lo agradece.

 

—Solo estoy saludando a mi amigo, John.

 

James siente un nudo en el estómago. Quiere decirle que no lo son, pero en eso se abre la puerta para dejar ver a un recién duchado Fred.

 

—Buenos días, estrellitas, la Tierra les dice hola —dice el pelirrojo a todos en el cuarto.

 

—James, entra primero. Eres prefecto, así que debes estar listo temprano —suelta McLaggen.

 

James podría decir que no, pero eso es hablar con el baboso.

 

Entra con la cabeza en alto. Podía imaginarse el rostro orgulloso de papá Draco, así que eso le ayudó a no detenerse y comenzar a discutir con el indeseable.

 

.

 

.

 

Lily se despertó gracias al movimiento de Azalea. Se sentó asustada mientras miraba a todos lados. Su cabello rizado estaba esponjado, así que solo podía ver el tono anaranjado de su cabello.

 

—¿Estamos bajo ataque? —dice con la boca seca y la lengua adormilada.

 

—¡¿Dónde?!

 

Ese chillido hizo a Lily despertarse por completo. Se quita el cabello de la cara y mira a Azalea agachada con las manos en la cabeza, esperando un tipo de choque o que algo le cayera.

 

¿Qué le pasa? ¿Es asustadiza?

 

Bueno, claro que sí. También tontita, pero igual la quiere.

 

—Lo siento, nadie nos ataca. Es una broma —murmura, incómoda de tener que explicar lo que para ella es obvio.

 

No es Rose para ser una sabelotodo. ¡¡¡Ella es el puño del equipo!!! Luego está Bella, quien es la amabilidad.

 

¿Qué será Azalea? ¿La asustadiza?

 

—¿Me lo prometes?

 

—Sí. Igual, si alguien nos ataca, yo te voy a cuidar. Papá Harry nos ha enseñado cómo defendernos y a cuidar a nuestros amigos.

 

—Está bien, te creo.

 

Azalea se levanta roja de la vergüenza. A Lily le causó gracia, parecía un tomate así.

 

¡A ella la llaman zanahoria! ¡Ella podría ser tomatito!

 

Es un genio, nadie lo puede negar.

 

—Vamos, vistámonos para ir a clase.

 

—¿Dónde está el baño? Me quiero duchar.

 

—Oh, ni idea.

 

—¿No te vas a duchar, Lily?

 

—¿Y matar a mis bacterias? Eso es crueldad bacteriana.

 

Azalea luce horrorizada, pero solo había tres personas en el mundo que la obligan a ducharse: Harry, Draco y James Sirius Potter. Ninguno de ellos está en Hufflepuff como para que entren a su fortaleza.

 

Ya comienza a ver las cosas positivas de ser una tejona.

 

.

 

.

 

Scorpius sale de su cama con ganas de llorar en la ducha. Es tan injusto cómo Albus no se ha acercado a disculparse o se ha metido a dormir junto a él, como el año pasado.

 

Y sabe el porqué cuando ve a Marcus llevar a un dormido Albus al baño, cerrando la puerta antes de apoyarse en ella.

 

—Scorp, hola.

 

Scorpius quiere bufar y no saludar al ladrón de hermanos, pero lo hace porque es educado.

 

—Marcus, buenos días.

 

—Albus debería comenzar a ser más activo en las mañanas o no desayunará.

 

—Bueno, no es mi asunto.

 

Listo, irá a ducharse en el cuarto de James.

 

Toma sus cosas y sale del lugar.

 

Marcus se queda parado, confundido por cómo había amanecido el mellizo.

 

—Siento que algo malo va a pasar —suelta Marcus, preocupado—. ¿Por qué no fui a Hufflepuff? No sirvo como Slytherin —vuelve a recargarse en la puerta a esperar a que su novio salga.

 

.

 

.

 

 

Jodido Harry Potter y su maldito pene, es lo que piensa Draco mientras lucha por sacarse los cabellos rubios de la cara antes de que se ensucien con su vómito.

 

Malditas náuseas matutinas que le quitan el encanto al embarazo.

Maldito piso frío del baño.

Maldito inodoro que parece burlarse de él.

 

Bien, ni seguirá maldiciendo o su bebé saldrá con mal genio. No es que crea en eso, pero ha tenido tres embarazos donde sus ánimos extrañamente influenciaron a sus niños.

 

El embarazo de James fue de ensueño. Había estado asustado por las experiencias que Millie y Astoria le contaron y que vio de primera mano cuando las iba a visitar. Nada de náuseas matutinas. Antojos la mayoría del tiempo, apetito sexual alto, y eso es todo, porque su marido fue quien sufrió todo lo malo gracias al hermoso síndrome de Couvade.

 

Con los gemelos fue su embarazo más bipolar. Por las mañanas apenas podía tener los ojos abiertos algunos días, en otros corría al baño a vomitar hasta su propia alma. A veces, incluso las pisadas de Harry lo irritaban, y en otras lloraba si Harry estaba lejos (en la cocina o en el cuarto). Un día entero podía tener la música a todo volumen y otro se la pasaba viendo películas con James en brazos, comiendo lo que se le antojara mientras Harry le hacía masajes en sus pies hinchados. A veces era demasiado honesto y sarcástico, otras se preocupaba hasta por alimentar a las abejas del jardín. Tuvo estrías mucho más marcadas, se le adormecieron los dedos, y la presión pélvica junto a los pateos lo dejaron en cama los últimos meses, con James llorando pensando que se iba a morir.

 

El embarazo de Lily fue un total desastre. Náuseas a cada momento, antojos perturbadores que harían llorar a cualquier cocinero. James a veces le masajeaba los pies mientras Harry le masajeaba la espalda, y los gemelos procuraban no hacer mucho ruido. Además, los calambres fueron una pesadilla y se le pigmentó la cara con pecas. Lily parecía que estaba jugando un partido de fútbol con su vejiga, por todas las patadas y las visitas al baño que hizo.

 

¿Qué esperaba con este bebé?

No importaba, es amado.

 

—Dragón, ¿puedo pasar?

 

—¡Estoy a una de castrarte, Harry Potter! —El desear tener un bebé no significa que no pueda amenazar a su marido por embarazarlo.

 

—Bueno, prepararé el desayuno. ¿Qué vas a querer?

 

—Tocino con jugo de papaya.

 

—Okey, amor. Te lo preparo.

 

Draco seca la nariz del inodoro, se pone de pie, jala la cadena e irse a cepillar los dientes con una tonta sonrisa.

 

¿No era encantador su esposo?

 

.

 

.

 

James miró su horario y maldijo su suerte.

 

—¿En serio hay más clases con Slytherin que con Hufflepuff y Ravenclaw?

 

No importa, no caerá ante las ganas de cometer asesinato.

 

—James, ¿puedes venir un momento?

 

Su tío Neville lo había llamado.

 

Bien, James Sirius Potter Malfoy. Podría ser algo sumamente importante. Deja de pensar en Lorcan... y Himari.

 

—¿Sí, profesor Longbottom?

 

En las horas de clase, su tío Neville es solo el profesor Longbottom. Incluso Lily entendió ese límite.

 

—Ven, es algo importante.

 

Ambos terminan en el despacho del hombre. James sonríe al ver la foto de la familia Longbottom en el cumpleaños de su prima Aralia. Su tío Theo sostiene el pastel mientras su tío Neville prende la vela junto a Aralia.

 

—Jamie —oh, así que ahora es su tío.

 

—¿Qué pasó, tío? ¿Le pasó algo a papá Draco?

 

—Draco está bien. Se trata de tu futuro —dice el hombre con cariño—. Este año debes demostrar que eres adecuado para el papel de premio anual.

 

—¿Qué?

 

—Tu nombre está en la lista de posibles alumnos a los cuales vamos a nombrar premio anual. No debería estar diciéndote esto porque es un secreto entre los docentes, pero eres un buen alumno.

 

—¿Yo, premio anual?

 

—¿Te sorprende, Jamie?

 

Sí, lo hacía.

 

No es que no sea un tonto que no reconozca sus virtudes, porque sería despreciar el perfecto trabajo que hicieron sus padres en criarlo, pero eso de verse como el premio anual era algo muy diferente.

 

—Eres prefecto y capitán del equipo de Quidditch. Eres el primer lugar de tu generación y nunca has sido llevado a dirección ni has estado en detención. Todos los profesores tienen un buen concepto de ti, incluso la directora McGonagall ha estado sorprendida de tu buen comportamiento, alegando que tus dos nombres no le habían inspirado confianza.

 

James se sonroja un poco, porque no esperaba esas bonitas palabras.

 

—Está bien. Lo haré. Trataré de ganarme el ser el premio anual.

 

—Ese es mi sobrino.

 

—¿Y quiénes son los otros en la lista?

 

—Eso no te lo diré. Vamos, tienes clases.

 

Al menos lo intentó.

 

.

 

. 

 

Lily sonrió feliz al saber que su primera clase sería Pociones. La tendría con Ravenclaw, pero estaba bien.

 

¡Era buenísima!

 

—¿Pociones? —pregunta Azalea, perdida.

 

—Es como química —es lo único que le viene a la cabeza que pudiera compararse con Pociones.

 

Ella y sus hermanos fueron a escuelas muggles gracias a papá Harry y su deseo de que sus hijos tuvieran una buena educación que los hiciera capaces de sobrevivir en ambos mundos.

 

—Oh... ¡soy horrible!

 

Lily en verdad se estaba esforzando por no molestarse. Ni siquiera Rose es tan pesimista, pero está bien. Ella puede ser buena por las dos.

 

—Está bien, veremos qué hacer.

 

.

 

.

 

Albus se sorprende de no ver a Scorpius al salir del baño. Mira a Marcus en busca de respuestas, pero este entra al baño con una respuesta rápida:

 

Gran Comedor.

 

Albus se sienta a esperar a Marcus mientras piensa en el motivo por el cual Scorpius se fue rápido a desayunar.

 

¿Estaba molesto?

 

La pelea no fue para tanto. No es como si nunca se pelearan.

 

Estaba la vez... y la otra vez que... ¡no olvidemos ese día donde...!

 

Bien, no recuerda la última vez que peleó con su mellizo, pero ¿pueden culparlo? Scorpius es un maldito ángel que a veces le da ardor en los ojos de lo brillante y amable que puede ser, a diferencia de él, que poco se interesa en ayudar al mundo.

 

Scorpius ayuda a todos, Albus ayuda a las personas que le agradan... y la mayoría de las personas no le agradan para nada.

 

Odia con el alma a los incompetentes... y la mayoría lo son. No lo pueden culpar por ser realista.

 

—¿Tienes una túnica limpia? La mía se ha ensuciado con pasta dental —pregunta Marcus, avergonzado.

 

—¿Y el resto de tus túnicas?

 

—Las he olvidado. Mamá seguro lo nota y me las mandará antes de que mami lo note y se burle de mí en la siguiente carta —explica el pelinegro, algo rojo.

 

Albus sonríe enternecido. Va a traerle una túnica a su bonito novio antes de irse a desayunar.

 

.

 

.

 

Draco y Harry salen de casa para, ese día, tener su primera visita con su obstetra de confianza, Lily Moon, quien ha tratado cada embarazo de su familia debido a que es una amiga de Millie.

 

Si Draco se atrevía a visitar a otro medimago, recibiría la furia de Millie.

 

—¿Y si nos vamos y las cartas de nuestros hijos llegan? Quiero saber en qué casa está nuestra Lina.

 

—Dragón, no ha pasado ni 24 horas. Si han enviado una carta, recién los búhos habrán salido de los terrenos.

 

Draco mira mal a Harry. Su esposo es un insensible.

 

—Mientras tanto, nos ocuparemos de ver a nuestro futuro bebé.

 

—Él o ella está dentro de mí y no irá a ningún lado. Mis otros bebés sí están lejos de mí. ¿Por qué eres así?

 

Harry sonríe enternecido. Cada año es lo mismo con Draco. La primera semana siempre es difícil, pero Lily estaba en casa para tranquilizarlo.

 

Ahora ninguno de sus niños estaba.

 

A Harry también le dolía, pero estaba tranquilo y feliz de saber que sus hijos estaban viviendo en Hogwarts, pasando los mejores días con amigos, como él lo hizo.

 

—Si quieres, por la noche podemos llamar a Neville y que nos haga el favor de hablar con nuestros hijos por Red Flu.

 

Draco asiente, dándole un beso a su esposo. Uno suave y lleno de amor, como si fuera la primera vez... aunque su primer beso no fue así de delicado. Detalles.

 

—Vamos, Lily se reirá si llegamos tarde. Esa mujer cree que somos como conejos.

 

—¿No lo somos?

 

—Harry, cállate.

 

.

 

.

 

James llegó al salón de DCAO para toparse con la sorpresa de que el único asiento vacío era con el maldito Louis McLaggen. Mira a Fred con molestia, solo para encontrárselo sentado junto a Lorcan y Himari.

 

¡Maldita sea su suerte!

 

—Si quieres me levanto y te sientas aquí —puede leer que dice Fred.

 

Sentarse con McLaggen o con Lorcan.

 

¿Cuál es la peor opción? Los dos, no hay discusión.

 

Al menos estaría viendo cómo Lorcan trata a Himari, así que en cuanto meta la pata, lo usará para convencer a Hima de huir de una red flag enorme.

 

¿Y si la trataba bonito?

 

Mierda.

 

Caminó directo hacia donde un engreído McLaggen le sonreía.

 

—Jamie, sabía que debía guardarte un asiento —dice el chico con suavidad—. ¿Qué tal el profesor Longbottom? ¿Más responsabilidades que cargar? Sabes que estoy libre para ayudarte con el puesto de capitán.

 

Allí está. El tipo no podía ser amable sin querer algo a cambio.

 

El corazón de James se encogió con el recuerdo de su versión más joven con su segunda decepción amorosa.

 

Sí, es terrible escogiendo chicos que le gusten.

 

Entra el profesor para comenzar con su clase, haciendo un breve resumen de lo que se vería a lo largo del año escolar.

 

James miró discretamente hacia donde estaban Himari y Lorcan. Ambos apuntaban lo que el profesor decía, teniendo al tonto Scamander muy cerca de su mejor amiga.

 

¿Por qué el profesor no decía nada? ¡No es nada decente!

 

—Se te van a salir los ojos si sigues viéndolos, Jamie.

 

La voz de Louis lo hizo saltar, llamando la atención de muchos en la clase.

 

—Señor Potter, ¿algo que agregar a mi explicación?

 

James se puso rojo con todos los ojos sobre él. Maldito McLaggen, maldita su suerte y maldito Lorcan que no conoce el espacio personal.

 

—Lo siento, profesor. Fue mi culpa —salta McLaggen como un caballero.

 

No quiere su ayuda, pero no puede decir nada. Está congelado.

 

—No se vuelvan a distraer, caballeros —suelta el profesor para volver a leer sus anotaciones sobre lo que planeaba a lo largo de las clases.

 

James mira a McLaggen con una ceja alzada.

 

—¿Sí sabes que te odio?

 

—¿Sí sabes que me disculpé?

 

James mira al rubio con el ceño fruncido, asintiendo.

 

—No las quiero. Todo en ti es falso.

 

No recibe una respuesta, así que sigue en las clases recordando que debe esforzarse.

 

Tenía que ser el mejor estudiante.

 

.

 

.

 

Scorpius entró junto a Aralia a la clase de Herbología. Sería un día muy largo ignorando a Albus. Ya fue difícil levantarse de la mesa sin devolverle el saludo.

 

—Scorp, ¿cómo te sientes? —pregunta Aralia, preocupada.

 

—Ni siquiera pensó en que estaba molesto —suelta el rubio con amargura.

 

—Estás celoso, está bien, pero creo que no eres de esos que actúa así.

 

Scorpius lloriquea mientras oculta su cabeza entre los brazos.

 

—Es la primera vez que estoy tan molesto, Aralia. No sé cómo más actuar.

 

—En primer lugar, no lo ignores. Es tu hermano.

 

—¡Con más razón debo estar molesto!

 

—Debes, no quieres.

 

Scorpius bufa, y Aralia le sonríe levemente.

 

—Tienes un gran corazón, Scorp. No debería estártelo recordando.

 

Scorpius asiente. Es verdad.

 

No debería estar así con Albus.

 

En eso entran Marcus y Albus, hablando de cosas. Albus no lucía nada herido ni preocupado. Estaba feliz mientras Marcus reía.

 

—Él es mi hermano. Debería estar preocupado por mí.

 

Aralia niega con la cabeza.

 

—Es Albus.

 

—Mi hermano no es un insensible, Aralia.

 

—¿Ves? Lo defiendes. Deja de ser un tonto. Solo tiene novio.

 

Scorpius asiente. Se le pasó la rabieta gracias a las palabras de Aralia.

 

Solo fue una tonta cama después de todo.

 

.

 

.

 

—¿Tú qué crees que sea, dragón? —pregunta Harry con humor—. Siempre has acertado en todo.

 

Draco le sonríe a Harry mientras lleva una mano a su vientre levemente hinchado gracias a los casi dos meses de embarazo.

 

Cierra los ojos tratando de pensar. Siente la mano de Harry ponerse sobre la suya y siente ese ardor en el pecho por la felicidad.

 

—No lo sé —termina concluyendo, porque nada venía a su mente—. Con nuestros bebés, la palabra venía rápido a mi mente cuando cerraba los ojos. Aquí no lo sé.

 

—Quisiera una niña —dice Harry.

 

Draco se sorprende. Harry nunca antes había mostrado preferencia por el género de sus bebés. Siempre estaba feliz con cualquier resultado.

 

—¿Puedo saber por qué?

 

—Quiero una niña que se parezca a Cissy.

 

Draco siente ese pequeño dolor que nunca se iría con la mención de sus padres. Recuerda cómo Harry le contó la poca convivencia que tuvo con su madre antes de que la asesinaran. Cómo ella le enseñó a bailar, a comer con etiqueta y a combinar la ropa para verse elegante, incluso si solo usaba vaqueros y una sudadera.

 

Su madre y Harry fueron amigos, porque en ese tiempo decirse suegra y nuero, cuando Draco ni siquiera sabía que Harry y su madre hablaban, era poner demasiadas esperanzas en algo incierto.

 

—Yo también. Amo a nuestra Zanahoria igual —añade, porque se siente algo culpable de querer a una niña rubia, cuando tiene una preciosa pelirroja, perturbadoramente parecida en tono de cabello a los Weasley. Muy diferente al de su abuela, Lily Potter, quien tenía un cabello pelirrojo más intenso y oscuro.

 

En eso apareció su antigua compañera de Slytherin con una burlesca sonrisa en los labios.

 

Allí va de nuevo.

 

—¿Con cuatro hijos, la fábrica no ha parado?

 

Si fuera otra persona, Draco se sentiría avergonzado y ofendido, pero ella es una Slytherin. El humor ácido está en todas las venas de Slytherin.

 

—Oh, Moon. Créeme, nunca pararemos si Draco lo permite —responde Harry de forma descarada.

 

Ahora sí Draco se ha avergonzado.

 

—Harry, cállate.

 

—No, Harry. Vamos, te invito un café si no te callas. Es hilarante ver a nuestro príncipe de Slytherin rojo.

 

Draco piensa seriamente en soportar a una Millie ofendida que siga esto.

 

.

 

.

 

Lily no sabe cómo ha evitado que Azalea derrita el caldero en apenas una hora de todas las horas que deben pasar con su tío Theo en el salón preparando su primera poción.

 

¡Jura que casi chilla al ver cómo Azalea pudo confundir dos ingredientes que no se parecen en nada!

 

¿Esto es karma? ¿Así se sienten sus hermanos cuando la tienen que cuidar?

 

Bueno, no lo permitirá. No dejará que el universo le enseñe una lección, ¡viva la anarquía! ¡Viva el caos! ¡La realidad es una ilusión, el universo es un holograma, compra oro!

 

Ella regresará a casa sin aprender lecciones de vida, porque es así de genial.

 

Solo debía encontrar cómo contagiar su genialidad a Azalea.

 

—Creo que estoy siendo una molestia —murmura la pequeña bruja, muy avergonzada, mientras Lily revisa qué ingredientes arrojará al caldero.

 

—Para nada. Molestia es Lisa Simpson. Tú solo estás adaptándote. Ya verás que esto...

 

Se detiene.

 

¡Le enseñará el verdadero potencial de la magia!

 

Se apresura a terminar la poción para ambas, mientras Azalea se queda de pie, viendo nerviosa al profesor, quien había notado que Lily estaba haciendo todo.

 

—Nos vamos a meter en problemas.

 

—Silencio, genio trabajando.

 

Sigue batiendo, recordando perfectamente cómo su papá Draco le enseñó. Pidió los ingredientes tal cual se tratase de una película de doctores y ella fuera... bueno... la que pide las cosas metálicas mientras mutila humanos... ¡sí!

 

Terminó las dos pociones. Las coloca en los frascos y le indica a Azalea que la siguiera.

 

—El profesor me mandará a hacerlo de nuevo. Vió que no hice nada.

 

Lily esta vez no se aguanta y rueda los ojos.

 

¡Va! ¡Su tío Theo la adora! ¡El poder está de su lado, nena!

 

—Profesor Longbottom, terminamos —dice con educación.

 

Es extraño llamar a su tío Theo por su apellido de casada, porque... bueno... es el tío Theo, no hay más ciencia detrás de eso.

 

El tío Theo toma ambas muestras para mirarlas con detenimiento.

 

—Buen trabajo, Potter y Dursley. Limpien sus calderos y estén en silencio hasta que termine la clase.

 

Azalea boquea mientras Lily asiente feliz. Toma la mano pálida de la bruja, porque tenía la terrible corazonada de que su amiga iba a confesar como si hubieran hecho algo terrible, como robarle dulces a un bebé llorón o adelantar capítulos de una serie que están viendo con sus hermanos. Lo último es terrible, aún no perdona a Albus por terminar de ver la serie The Owl House que ambos estaban mirando.

 

¡Eso sí es traición, nivel Rey León cuando Scar dejó caer a Mufasa!

 

Terrible, lloremos.

 

—Pero... pero... no es justo.

 

—Sí lo es, lo intentaste. Azalea, cállate —suelta mientras comienza a limpiar su caldero—. Limpia el tuyo. Imita lo que hago, así verás que hiciste algo.

 

—Pero no con la poción.

 

—Ahora sí estás siendo una Lisa Simpson.

 

Azalea abre la boca y luego la cierra.

 

—A mí me gusta Lisa Simpson.

 

Lily mira incrédula a su amiga, pero nuevamente recuerda su grandiosa idea. Sin duda, debería tener su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood. Su padre es famoso, por ende, ella también lo es, duh.

 

Azalea le trata de seguir el paso. Lily se encarga de sacarle el brillo a su caldero de oro que sus padres le compraron. Se siente tan contenta cuando lo revisa y la limpieza cumple con sus expectativas.

 

Comienza a rebuscar entre sus cosas para llevar a cabo su genial plan. No es dominar al mundo, porque es lunes. Todos odian los lunes y no quiere que su mayor hazaña sea un lunes.

 

Azalea la ve en silencio arrojar cosas, remover con su varita, cortar y volver a arrojar cosas.

 

Y cuando tuvo el color perfecto, Lily carraspeó fuerte para llamar la atención de todos.

 

—¡Hola a todos! Aquí la increíble Lily Luna Potter para demostrarles que las pociones no son deprimentes ¡son igual de fantásticas que todo lo que nos van a enseñar en encantamientos!

 

Con eso arroja la bolsa de pólvora en el líquido caliente. La emoción le hizo olvidar que la pólvora debía ir envuelta en un papel especial para que los fuegos artificiales salgan como deben de verse, si no es así... una explosión se daría dentro del caldero, lo que causaría la expulsión de todo el líquido activador.

 

Lily ni siquiera pudo girar a ver su hazaña, pero Theo sí alcanzó a llevarse la mano a la cara, porque no vería cómo su sobrina se bañaba en una poción bien hecha.

 

Draco lo mataría si se entera que no cuidó a su niña del demonio... ¿qué? Draco no leería los pensamientos de Theo.

 

Lo peor es que Theo sabe perfectamente cómo es Lily Potter. Toda su maldita familia sabe cómo es la pequeña pelirroja.

 

¡¿Por qué entonces la descuidó?! ¡Por idiota!

 

Así que la explosión provocó que todo quede regado por las mesas cercanas. El cabello de Luna dejó de ser naranja zanahoria y su túnica Hufflepuff también dejó de ser negra con amarillo. Azalea quedó igual que ella, pero con un rostro aterrado.

 

Las risas y las quejas de los que fueron alcanzados por el desastre se escucharon.

 

Lily miró el caldero sin entender qué pasó. Solo un momento pensó que esto sería grave, hasta que a su mente le vino la emoción de haber provocado una explosión.

 

¡Podía crear armas geniales si lo intentaba!

 

—¡Asombroso! —alza los puños muy feliz y contenta.

 

—Diez puntos menos para Hufflepuff.

 

Ya no es asombroso.

 

Lily mira a su tío con ojos de cachorro triste, pero el mago no se retractó.

 

—Y otros 10 puntos menos a la señorita Dursley por no haber hecho su poción. Señorita Potter, limpia este desastre. No te retirarás del salón hasta que quede todo limpio.

 

—¿Y si digo que me quemé? —pregunta Lily triste de estar castigada.

 

—Señorita Potter, esa poción está diseñada para no quemar la piel de un mago.

 

Lily agacha la cabeza, aceptando que la genialidad ha perdido la batalla, más no la guerra.

 

.

 

.

 

James se pone de pie para ir con Fred a quejarse mientras buscaban a Alexis para volver a quejarse.

 

—Jamie.

 

—Es James, McLaggen, pero para ti es solo Potter. No somos amigos.

 

—Tú sí sigues siendo mi amigo.

 

—La amistad no es unilateral, McLaggen.

 

El chico hace una mueca.

 

—¿Qué debo hacer para que me perdones?

 

—Cada vez que te hablo siempre terminas preguntando eso y todas mis respuestas siguen siendo la misma: No te perdonaré ni aunque mi vida dependa de eso. Los amigos no se usan, McLaggen.

 

—Era un niño tonto.

 

—¿Qué me asegura que no eres ese niño tonto?

 

—Dándome una oportunidad.

 

—¿Qué me asegura que no estés mintiendo?

 

—Un juramento inquebrantable.

 

James pierde los colores. Mira al mago como si hubiera perdido la cabeza.

 

¿Tanta es su sed de ambición?

 

—Pero qué psicópata.

 

Tanto McLaggen como James giran para ver a Fred con un ceño fruncido, pero fue Lorcan Scamander quien soltó eso.

 

—¿Quieres que te vuelva a romper la nariz, Loulou? —suelta el rubio más platinado junto a una sonrisa diabólica.

 

—McLaggen, ¿sí sabes quiénes son los padres de James? —suelta Himari, tomando su rol de princesa Slytherin—. Oh, claro que lo sabes, por algo estás acosando al prefecto Potter —se acerca de forma peligrosa—. ¿Pero conoces al resto de su familia? Y no solo hablo de la ministra de magia, quien es su madrina. Yo que tú andaría con cuidado, McLaggen. No quieres tener a la realeza mágica en tu contra a tan temprana edad. El último que se atrevió a molestar a un Potter, terminó muerto.

 

James abrió la boca mientras soltaba un jadeo.

 

Himari daba miedo.

 

Pero lástima que McLaggen es Gryffindor.

 

—No quiero molestar a Jamie.

 

—Es Potter para ti, cara de rana —gruñe Fred—. Y aléjate de mi mejor amigo o juro que esta vez sí veré la forma de que te expulsen. Puedo hacerlo, este castillo no ha visto todo el ingenio en bromas que un Weasley puede tener.

 

James es tomado del brazo para ser arrastrado por Fred, mientras Himari jala el brazo de Lorcan, quien parecía querer ser el siguiente en decir algo.

 

James salió del salón sintiendo que su corazón latía fuerte.

 

¿Un juramento inquebrantable?

 

Maldita sea sus genes amables. Si tuviera más de papá Draco, esas palabras no le hubieran afectado.

 

—Oh no —dice Fred—. No, James. Ni te atrevas.

 

Pero James estaba alzando la cabeza completamente rojo y con los ojos brillantes de esperanza.

 

—¿Y si en verdad ha cambiado? —suelta como el tonto que es.

 

—Te mato si le das una oportunidad —gruñe Himari apareciendo—. No, mejor. Le diré al tío Draco.

 

—No lo harías, lo decepcionaría.

 

—Entonces no hagas esa tontería.

 

James se golpea las mejillas para bajar su sonrojo, si eso es posible, mientras Lorcan apretaba los puños inconscientemente.

 

.

 

.

 

Scorpius se disculparía luego de la clase. Sería sencillo. Albus no estaba enojado, porque no tenía esa cara de estreñido que a papá Harry tanto le incomodaba, alegando que se parecía levemente al abuelo Lucius, aunque Scorpius no lo cree porque su mellizo es la copia viviente de papá Harry, mientras él es la copia de papá Draco.

 

Aralia tenía razón. Albus estaba aprendiendo a ser un novio. No es que lo cambiaría.

 

Ahora se siente un tonto dramático.

 

Las clases terminan y se apresura a acomodar sus cosas.

 

Mientras tanto, Albus ve cómo Scorpius no le ha dirigido ni siquiera una mirada para pedir ayuda en la clase de encantamientos. Estuvo más ocupado mirando deprimidamente su cuaderno.

 

A él le pareció poca cosa la pelea, pero a Scorpius sí le ha afectado.

 

¿Cómo puede ser tan idiota al olvidar que Scorpius es sensible?

 

¡Debería saberlo siempre!

 

—Mar —murmura triste.

 

El nombrado deja de mirar con odio su varita, para mirar a su novio con cariño.

 

—¿Sí, Al?

 

—He sido un horrible hermano hoy.

 

—No, ¿por qué dices esa tontería?

 

—Scorpius ha estado enojado toda la mañana y no me acerqué ni siquiera a preguntarle si está molesto.

 

Marcus deja su varita, pero lo hace de una manera que el objeto comienza a rodar por la madera de la carpeta hasta que terminó cayendo por el borde opuesto, lo que significaba que Scorpius tendría que dar una vuelta muy grande para ir a recoger su varita, porque no había nadie frente a ellos.

 

—¿Por qué soy tan torpe? —dice Marcus mirando al cielo con los ojos llorosos. Luego, vuelve a ver a su novio, quien sonrió enternecido por lo adorable que es el mago que tiene frente a él—. Yo creo que sí, debiste no solo preguntarle cómo se siente, sino darle la cama.

 

—Pero quería darte la mejor.

 

—Todos los años dejamos que Scorpius elija. Siempre ha sido así.

 

—Pero...

 

—Nada. Siempre ha sido así. Es verdad que por parte de Scorpius ha estado mal, pero todos sabemos que él no es así. Algo pasa, averígualo.

 

—¿Sabes con quién estás hablando?

 

—Con mi novio inteligente y capaz, ¿o acaso no lo eres? Qué decepción.

 

—Lo averiguaré.

 

—Sí, eres un terrible hermano.

 

—¿Qué?

 

Marcus rió levemente para luego besar la mejilla de Albus, porque aún le avergonzaba la idea de besar a su novio en los labios.

 

—Debes averiguarlo porque te preocupas por Scorp, no para impresionarme. Tonto.

 

—Sí me preocupo y a la vez te impresiono, es un ganar-ganar para mí.

 

Marcus rió fuerte por lo gracioso que era Albus. Nunca entendió por qué el mundo decía que Scorpius era el mellizo gentil y carismático.

 

Para Marcus, Albus es el mejor mellizo Potter.

 

Así que cuando todo Slytherin estuvo listo para abandonar el salón e ir al Gran Comedor a almorzar, Albus no dudó en ir a buscar a su otra mitad. Su compañero de aventuras, sin saber que Scorpius buscaba lo mismo.

 

Ambos se quedan parados mirando al otro.

 

—Al.

 

—Scorp.

 

Scorpius sintió que habían pasado años sin hablar con su hermano, así que corrió a abrazarlo, siendo correspondido, como siempre ha sido desde que ambos aprendieron a cómo abrazarse.

 

Se extrañaron demasiado. Alguien podría recordarles que solo fue una mañana, pero ellos dirían que fueron siglos.

 

—Perdón, no quería ignorarte toda la mañana. Estaba enojado por una estúpida cama —suelta Scorpius antes de que Albus hiciera lo mismo.

 

—Perdóname por pelearme también y por no haberme interesado en hablarte.

 

—¡No tenías que interesarte! ¡Fui yo quien no habló!

 

—Pero soy tu hermano mayor, Scorp. Siempre me voy a interesar, porque yo te cuido.

 

Scorpius sintió tanta paz. Estuvo tan asustado de la idea de que ya no es importante para Albus, pero en verdad no es así.

 

Fue un tonto.

 

—Sé que hay algo más que la cama, Scorp. Tú no eres así.

 

Scorpius podría decirle que estaba celoso de que Marcus se volvió prioridad de su hermano, pero ahora lo veía demasiado tonto y podría causar más problemas.

 

—No es nada importante.

 

—¡Scorpius Hyperion Malfoy!

 

—Albus, en serio. Solo se trataba de la cama.

 

Albus quiere decirle que no sabe mentir, pero no quiere que Scorp lo vuelva a ignorar, así que asiente.

 

—Vamos, no hagamos esperar a Marcus.

 

—Iré por Aralia y los alcanzamos.

 

Albus frunció el ceño creyendo que era una excusa, pero al ver a la bruja parada a lo lejos con cara de "Lo hiciste bien, Aralia. Uniste a dos tarados", supo que Scorpius no lo quiere seguir ignorando.

 

—Bien, Scorp. Trae a tu novia.

 

—¡No es mi novia! —chilla rojo el rubio—. ¡Es como una hermana para mí!

 

—Bien, bien. Sin detalles, gracias.

 

.

 

.

 

Draco sale del baño con la bata puesta, mientras Lily sigue hablando con su marido sobre el anuncio en el Profeta de cambios de leyes que Hermione Granger estaba proponiendo.

 

—Draco, ¿listo para ver a tu semilla de manzana o prefieres llamarlo grano de arroz?

 

Draco rió mientras se acercaba a la camilla.

 

—Ya lo sabes, Malfoy. Eres paciente —advierte la bruja con seriedad—. Así que no me vuelvas a arrebatar los exámenes hasta que termine de leértelos, porque es mi trabajo explicarte.

 

—Pero ya sé lo que los datos tratan de decir.

 

—¡Medimagos son los peores pacientes! —suelta la bruja mientras sacaba el ecogel y se aseguraba de dejar en un buen lugar el transductor de la máquina ecográfica.

 

—Al menos gracias a eso ya vine con los exámenes analíticos, mujer —responde Draco con una ceja alzada.

 

—Lo sé, querido —ríe la mujer—. Bien, hablaremos de los datos después, porque te voy a tener que recetar más vitaminas.

 

—Lo sé, antes del embarazo me he descuidado. Dirigir San Mungo con las nuevas políticas de la ministra ha sido un infierno y con el embarazo creo que he vomitado hasta un pedazo de mi estómago.

 

—Sí, por eso hablaremos después. No es nada de qué preocuparse o ya lo habrías, revisaste las pruebas.

 

—Sí, no lo pensaba negar.

 

Lily toma el gel y lo coloca directamente en el vientre de Draco.

 

Harry suspira tranquilo de que ambos no se hayan puesto a hablar en su idioma extraterrestre médico. Se acerca emocionado como niño en dulcería.

 

—Puede ser la cuarta vez que hacemos esto, pero Harry siempre tiene la misma reacción —ríe enternecida Moon mientras regaba el gel con el transductor, para con el control de control comenzar a modificar la máquina.

 

—No me puedes culpar —dice Harry muy feliz, para luego besar la mano de su pareja.

 

Draco se volvió rojito, pero se quedó callado.

 

Moon comienza a silbar contenta mientras buscaba el útero y al pequeño embrión, sonriendo cantando al encontrar la placenta. Comienza a analizar la imagen, observando las medidas del embrión, allí descubriendo cuántas semanas son y así poder asegurarse de que los órganos del bebé estuvieran bien desarrollados.

 

—¿Cuándo comenzaron con las pociones fértiles?

 

—A finales de julio. Lo lamento, Moon. Estuve tan ocupado que ni siquiera lo apunté —admite Draco porque sabe lo molesto que es que un paciente te mienta.

 

—Está bien, no eres el último mago a quien le pasa —le tranquiliza Moon—. Solo lo pregunto, para saber si ya sabes cuántas semanas tienes.

 

—Seis semanas, eso lo sé.

 

Lily ríe mientras sigue moviendo el transductor y golpetea el panel de control.

 

—La bonita semilla de manzana o el bonito grano de arroz parece tener... —la bruja deja de canturrear para acercar su cara a la imagen con una rigidez que Draco conoce bien.

 

Un medimago no se pone así por algo pequeño. Eso cualquiera lo sabe.

 

Toma la mano de Harry, porque se ha puesto nervioso.

 

Todos sus embarazos fueron tranquilos, no importa si sentía que los síntomas querían acabar con él, fue un hombre embarazado afortunado. Que esa fortuna no se terminara, por favor.

 

—Moon, ya me estás asustando.

 

—Espera, Draco. Estoy viendo algo —dice la bruja con seriedad.

 

Draco mira a Harry, quien lo sostiene y le besa la frente para hacerle sentir seguro.

 

—Sí, en definitiva. No vi mal —dice la bruja dejando de ver la pantalla—. Draco, cariño. Al parecer el embrión A estuvo de travieso tapando al embrión B.

 

—¿Qué? —pregunta Harry sintiendo un déjà vu.

 

Ella dijo casi lo mismo con el primer ultrasonido de los mellizos.

 

El embrión A está muy cerca de embrión B, pero no es peligroso por el momento.

 

—Que semilla de manzana estuvo tapando a grano de arroz, Harry —dice Moon con humor—. Felicidades chicos, tendrán mellizos de nuevo. Ven aquí —apunta a un lado de la pantalla—. Es otro saco amniótico. Ya les he hablado antes de los efectos que traen los tratamientos de fertilidad. Embarazo múltiple.

 

Moon deja de hablar para darles a ambos su espacio. Se pone de pie mientras saca de su cabello su lapicero para apuntarlo todo en la historia clínica de Draco.

 

—Dos bebés —dice Draco totalmente sorprendido.

 

Harry siente que puede llorar de felicidad. No duda en abrazar a su esposo para llenarlo de besos.

 

—¡Eres asombroso, dragón!

 

—Ambos hicimos a estos bebés, Harry. Ambos somos asombrosos.

 

Harry y Draco se miran a los ojos antes de darse un largo y apasionado beso para celebrar dos bebés más a la familia.

 

¿Serían víctimas de chistes por parte de Millie sobre su esfuerzo en tener su propio equipo de Quidditch? Sí.

 

¿Serán víctimas de Pansy, Theo y Blaise llamándolos los nuevos Weasley? También.

 

¿Están preparados para tener mellizos una vez más? No, pero era normal sentirlo cuando te importa ser el mejor padre para tus hijos, pero ambos eran un equipo y tenían cuatro preciosos niños que demostraban que hicieron un buen trabajo.

 

—Tendremos dos bebés, Harry.

 

—Sí, dragón. Dos bebés más.

 

Ambos ríen. Harry se acercó a besar el vientre de Draco antes de separarse de golpe mientras hacía una mueca de asco y se limpiaba la boca aguantando el asco.

 

—¿En serio te olvidaste que tengo aún el gel?

 

Harry no le respondió, porque seguía luchando por sacar todo el gel de su boca.

 

 

 

Notes:

Sorpresa.

 

La pequeña Narcissa y el pequeño Regulus están en camino. Como ya vieron en la pista, ambos serán un par de dramaticos gruñones jsjsjsjsjsjs

 

En fin. Bailemos

Chapter 8: Di no al carbón del viejo panzón parte 1.

Summary:

Los niños deben escribir una carta a santa... y evitar recibir carbón. Es increíble que Lily no tenga que hacerlo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

James: 10 años

Al y Scorp: 7 años

Lily: 4 años

Inicios de diciembre. 

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Diciembre había llegado junto a la nieve, el frío y los resfriados molestos. La casa (mansión) de los Potter recibió cada una de esas características de diciembre. El jardín estaba cubierto de nieve y escarcha blanca, la calefacción muggle estaba siempre funcionando para combatir las brisas frías y Draco Potter estaba con fiebre y la nariz roja, siendo la primera víctima de invierno. Luego de él, sería Scorpius.

“Nixie” llama Draco a su elfina de confianza.

La dulce criatura aparece con su típico sonido de aparición. Usaba un bonito moñito rojo en la cabeza, uniéndose al espíritu navideño.

“Nixie está para servir a su amo Draco” dice la elfina preocupada “¿El amo Draco necesita que Nixie le dé más té de limón? ¿Medirle la temperatura?”

“No, esto es más importante” dice Draco como puede al tener la nariz congestionada. “Mátame”

La elfina gimotea asustada, pero en eso la puerta se abre para dejar ver a un Harry cansado con una charola llena de cosas para cuidar de su esposo.

“Puedes irte a cuidar a los niños, Nix. Yo me ocupo de mi dramático esposo”

“Nixie se retira” dice la elfina haciendo una reverencia.

Draco mira mal a su marido, quien ríe con gracia porque no podía tomar en serio a Draco con su nariz roja como Rodolfo el reno.

“Deberías verte al espejo” dice Harry mientras deja la charola en la mesa junto a su cama matrimonial “Eres adorable, dragón”

“Sigue y dormirás en el jardín, a ver si te resfrías también” amenaza Draco, cruzándose de brazos y girándose para no ver al burlón Harry.

“No lo harías” se burla Harry “Incluso cuando nos peleábamos por cosas más serias, no me sacaste de la cama”.

Draco se sonroja, mira al mago de ojos verdes que le dedica una sonrisa que derrite su resfriado corazón.

“Harry, me siento mal” dice con la voz bajita “Me duele la cabeza, siento que tengo un grifo muggle en vez de una nariz y tengo frío”

“Ven” abre los brazos Harry para que su esposo lo abrace y así compartir su calor.

Draco niega.

“Te voy a enfermar"

“Todos los años te enfermas en estas fechas, Draco. Todos los años te abrazo así y nunca me enfermo”

Draco lo mira mal por recordarle su pobre sistema inmunológico ante las bacterias y virus oportunistas de estas fechas, pero el ver los brazos abiertos de Harry lo hace rendirse de su pobre intento de cuidar de su hombre. Gatea y se hunde en los brazos de su esposo.

“¿Mejor?”

“Mátame”

“Muy gracioso” Harry lo besa en la frente, para después la puerta se abra dejando ver a Jamie con la cara llena de maquillaje mal aplicado.

“¿Cómo está papá?” pregunta el pequeño mago, preocupado.

“James, ¿por qué dejaste que te dejara la cara así?” pregunta Harry, incrédulo de que su hijo siempre termine así cuando cuida de sus hermanos menores sin supervisión.

“Ya sé, pero no pude decirle que no y Lily dijo que estaba quedando bonito” responde James algo rojo, pero era difícil diferenciarlo del exagerado rubor colocado en cada mejilla.

“Te ves bonito, amor. Pero esto ha sido hecho con maldad” dice Draco, ignorando su malestar para cumplir con su rol de padre “¡Albus Severus Potter! ¡Ven aquí ahora!”

“No me molesta, no lo regañen” pide James, tímido.

Harry niega y deja que Draco se salga de sus brazos.

En eso se escuchan muchos pasos. La puerta se vuelve a abrir para dejar ver a tres niños agarrados de la mano. La pequeña Lily Luna de cinco años, usando cajas para simular un traje robótico, estaba en el medio luciendo curiosa. Scorpius tenía también la cara cubierta de maquillaje, pero estaba menos dramático y feo que el de James. El nombrado lucía furioso, aunque la peluca rubia de Barbie en su cabeza quitaba severidad a su mirada.

“¡Chismoso! ¡Sabía que no fuiste al baño!” chilla el mini Harry a su hermano mayor.

“Vine a ver cómo estaba papá Draco” se defiende James, nervioso.

“Albus, ¿qué te dije sobre maquillar así a tu hermano?” pregunta Draco con los brazos cruzados.

“Que tenga cuidado, que la otra vez le piqué un ojo” responde Albus encogiéndose de hombros.

“Eso fue genial” suelta Lily, y Scorpius ríe antes de cubrirse la boca después de la mirada severa de Draco.

“Mira a tu hermano y dime si eso es delicado”

“No es mi culpa que sea muy feo y tenga que ser más duro” se defiende Albus.

“¡Hey! Lorcan dice que soy bonito” chilla James, ofendido.

“Lorcan es un tonto” responde Albus.

“Sí, Lysander es más divertido” añade Scorpius.

“Fred es el mejor” dice Lily para unirse a la conversación.

“Primero, no le digas feo a tu hermano. Los dos se parecen a su padre” regaña Draco, serio.

“Gracias, amor. Aprecio tus palabras” se queja Harry mientras rodaba los ojos.

“Oh, no. Somos horribles” lloriquea Albus, indignado.

“Papá no está tan mal” intenta consolar Scorpius.

“Tú lo dices porque eres la copia de papá Draco. Papá Draco es hermoso” contradice James, “mientras nosotros tenemos a papá Harry”.

“Feo” añade Lily, riendo de la cara ofendida de Harry.

“Disculpa, con esta cara conquisté a su padre y no existirían sin mí, niños sin corazón” se defiende Harry.

“Ya, suficiente. Su padre es caliente, así que-”

“¡Papá!” se quejan los niños más grandes.

Harry y Draco ríen con maldad. Harry le guiña un ojo a su esposo, quien finge desmayarse, provocando que los niños bufaran ofendidos.

“Albus, sé más amable con James o te quitaré el maquillaje” termina por decir Draco con más seriedad “Chicos, no se pueden aprovechar de Jamie de esta manera. Deben respetarlo, es el mayor” les recuerda con seriedad “por favor”

“Perdón, James, ¿te lastimé?”

James deja de chillar por dentro al escuchar cómo su papá Draco les recordó a sus hermanos que deben escuchar al mayor para mirar a Albus.

Es verdad que Albus le hizo dolor a muchos. Las esponjas y los delineadores friccionaron su piel duramente. Casi le dijo que parara por el dolor, pero es el mayor. Sus hermanos son pequeños y no le gustaría hacerlos sentir culpables o tristes por algo pequeño y sin importancia.

Debe ser el ejemplo, el chico fuerte, el guía y el de mayor confianza.

“No, estoy bien”

Draco suspira. Acaricia los cabellos de su ángel mayor antes de mirar a Albus con menos severidad.

“Está bien, Al. Ya puedes regresar con tu maquillaje, cariño”

“Okey, papá” dice con tranquilidad, para tomar la mano de Scorpius para irse a la sala.

“¿Puedo comed galleta?” pregunta la niña pelirroja, acercándose a su papá Harry, quien la alzó con delicadeza y ternura, aunque en el fondo sabía que Lily era un terremoto con piernas.

“¿Puede comer galletas esta princesita?” pregunta Harry a su esposo, quien rueda los ojos con humor antes de estornudar.

“Sí, llévalos a comer galletas, pero sácalos antes de que se enfermen” responde el rubio mayor mientras se sonaba la nariz de forma graciosa, lo que hizo reír a Lily.

Harry asintió, se puso de pie para llevarse a su niña mientras James se quedaba de pie viendo a su papá rubio con preocupación.

“¿Te sientes muy mal, papá?” pregunta Jamie con preocupación.

“No, James. Solo es un resfriado” responde Draco mirando a su bebé más grande con ternura.

James asiente y se gira para decir algo que llenó el corazón de Draco con orgullo.

“Yo cuidaré de mis hermanos, descansa, papi” Así el niño castaño sale del cuarto para ir a buscar a Albus y Scorpius, porque James es el hermano mayor.

James es un hermano mayor responsable.

.

.

“¿Qué creen que debería pedirle a Santa Claus por Navidad?” pregunta Scorpius a sus hermanos mientras mostraba su pergamino en blanco a la espera de ser usado como carta.

“Popo” responde Lily con seguridad, provocando que Scorpius y James rieran por las ocurrencias de la única niña de la casa.

“Lily, deja de usar la palabra popo, es vulgar” se queja Albus, siendo el gruñón de los cuatro hermanos. Papá Harry una vez había dicho que se parecía a su difunto abuelo Lucius, cosa que provocó en su papá Draco mucha risa.

“Popo. Popó. Popo”, Lily comenzó a decirlo muchas veces mientras aplaudía con gracia, provocando que Albus mostrara una cara de indignación genuina que causó en Scorpius una carcajada.

James solo sonrió viendo a sus hermanos. Este tipo de situaciones siempre habían sido muy comunes en casa desde que Lily comenzó a hablar y no solo ser un bebé risueño que le gustaba romper los lentes a su padre pelinegro. Eso le hizo recordar que ese año cumplía 11 años e iría a Hogwarts a cursar su primer año.

Estaría fuera de casa por muchos meses.

Miro su carta y se preguntó si en Hogwarts Santa Claus recibiría su carta, porque eran sus padres quienes se encargaban de enviarla al hombre de traje rojo y barba blanca.

Oh. Eso sería un problema.

“Pediré una guitarra” termina por decir Scorpius. “He visto que en YouTube hay tutoriales. Quiero aprenderme el opening de Naruto. La de Blue Bird” asegura totalmente convencido de llegar a tocar esa canción.

Albus y James miran al rubio con orgullo, mientras Lily, que poco sabía de los gustos musicales de su hermano rubio, decidió usar su pergamino para dibujar lo que para ella era un robot caballo con explosiones de fondo.

“Yo pediré mi Barbie Dreamhouse” afirma Albus mientras toma el crayón rosa.

“Tiene sentido, tu Barbie necesita independizarse de la caja de zapatos en la que vive junto al Max Steel de Lily” dice James para quitarle la vergüenza a Albus por sus gustos en esa muñeca que en todos los comerciales salían niñas jugando con ella, cuando también existían niños como Albus que les gustaba aquel mundo de magia, carreras variadas y tacones rosa. “Bien pensado, Al”

“Obviamente” responde el niño, mucho más envalentonado y seguro de su pedido “Santa Claus deberá traerlo perfecto o la siguiente Navidad comerá galletas con veneno para ratas” dictamina para comenzar a escribir su carta.

“Me sorprendo que no te haya dado carbón” murmura Scorpius con humor, mientras James solo suspiraba sin poder estar de acuerdo con eso. Si uno de sus hermanos recibía carbón, dejaría de lado la buena educación de sus padres para vengarse del viejo panzón con barba blanca por herir a sus hermanitos.

Miro su carta. No sabía qué pedir.

¿Estaba muy mayor para pedir un regalo?

¿Podría escribirle a Santa Claus desde Hogwarts?

No sabía si tendría respuesta. No es que pueda hablar con Santa en persona.

Esperen. Podía hacerlo. El anciano aparecía en casa a dejar los regalos e irse. Podría quedarse despierto para hablar con él.

“Lily quiede dominad el mundo” dice la pequeña pelirroja mostrando su caballo robótico con explosiones “Caballo ayudadá a Lily a dominad el mundo”

“No puedo creer que Lily, teniendo cuatro años, sea más genial que nosotros” se queja Scorpius con humor y orgullo.

“Mi Barbie Dreamhouse es genial” se queja Albus.

“Santa Claus solo trae juguetes, Lily” aclara James, sintiéndose mal de romperle la emoción a su zanahoria.

“James Popo” se queja la pelirroja, sonando muy triste “Santa si me tlae eso, ¡es Santa!” La niña comienza a llorar, provocando que James se sienta mal de haber dicho eso.

“No, Lily. Ven. No llores”, dice James, sintiéndose culpable al ver cómo su hermanita comienza a correr para buscar a su papá Harry.

“Genial, ahora sí nos darán carbón” suelta Albus mientras Scorpius hace una mueca de tristeza. A ninguno de los tres le gustaba ver llorar a su hermanita.

Pasan los minutos para que aparezca Harry cargando a la niña que sollozaba con la cara pegada al cuello del mago mientras arrugaba su playera con sus pequeñas manitas.

“Niños, ¿por qué Lily está llorando?” pregunta Harry sin sonar molesto.

“James dijo que el caballo robot no es un juguete” acusa Albus “Scorpius no hizo nada”

“Albus” dice Scorpius, sorprendido de cómo su mellizo fue capaz de acusar a James sin remordimientos.

“¿James?” pregunta Harry, confundido. Usualmente era Albus quien hacía llorar a Lily por su poca paciencia.

“Es que el caballo robot no es un juguete. Santa solo trae juguetes. Lily se iba a decepcionar cuando Santa no le trajera nada. No quería hacerla llorar, la estaba cuidando” se excusa James. “Soy el hermano mayor. Perdón, papá” Así James comienza a llorar por el miedo de haber sido un mal hermano.

“No. Si James llora, yo también voy a llorar” murmura Scorpius con la voz entrecortada “James no lo hizo con maldad” también el pequeño rubio comenzó a llorar.

Harry no se podía creer que una mañana con Draco enfermo terminaría con tres de sus cuatro hijos llorando en la sala de juegos. Ruega a cualquier Dios que el llanto de sus hijos no llegara a oídos de su dragón o tendría que convencer a su sobreprotector esposo de que a veces los niños lloraban por discusiones y no porque estaban lastimados.

Mira a Albus esperando que se uniera al llanto, pero este abraza a su mellizo mientras regaña a James con la mirada antes de notar la mirada de Harry.

“¿Por qué crees que voy a llorar? Padre, deberías conocer a tus hijos” suelta el niño alzando la cara, provocando que Harry sienta un escalofrío al recordar a su suegro usando el mismo gesto más de una vez en las pocas veces que interactuó con él.

Si no fuera su hijo, juraría que Albus algún día confabularía en su contra.

.

.

Lily se encontraba dormida en el sofá mientras Scorpius comía una galleta de chocolate y Albus le daba un abrazo fuerte. Harry, por su lado, estaba junto a James.

“No estoy decepcionado ni Lily te odia, Jamie” repite Harry mientras su hijo mayor niega.

“Debí quedarme callado”

“Para nada. Ayudaste a Santa Claus a ahorrarse el problema de conseguir un caballo robot”

“Con explosiones” añade Albus, provocando que Scorpius ría mientras sorbe su nariz.

“No sé mucho de cómo ser un hermano mayor” dice Harry a su hijo.

“Sí, lo sé” responde James mirando a su padre, quien rueda los ojos y se repite que James es el que mejor se porta de sus cuatro hijos y, por lo tanto, no lo dijo con sarcasmo o burla.

“Pero creo que estás haciendo un buen trabajo, hijo. A veces ser el mayor implica hacer las cosas difíciles para cuidar a tus hermanos, aunque ellos vean que estás siendo malo. Eso es algo que sé muy bien” despeina el cabello de su hijo “y estoy orgulloso de que seas así, campeón. Créeme"

James abraza a Harry fuertemente, asintiendo mientras se volvía rojo de la vergüenza.

“¿Ya escribiste tu carta?” pregunta Harry para cambiar el tema.

“No, pero iba a pedir una escoba nueva”

“¿Qué pasa con la que tienes?” pregunta Harry.

“Quiero impresionar a Hima y Lorcan” acusa Scorpius mientras Albus asiente.

Harry mira a su hijo y este se encoge los hombros.

“Himari dijo que debería cambiar la escoba y Lorcan en su última carta mencionó que la nueva escoba que salió al mercado es muy buena, porque un amigo que hizo en la nueva ciudad de Australia en la que están viviendo para la investigación de tía Luna lo tiene y lo dejó usar” explica James “y que vendrá a la reunión de Navidad”

“Qué raro que tu padre no mencione que los Scamander regresen a Inglaterra por Navidad” dice Harry. “Bueno, ve a escribir tu carta, campeón. Niños, me llevaré a Lily a la cama”.

“Okey”

James toma la pluma y mira el pergamino. No sabe si recibirá la misma escoba que Lorcan le describió, porque tontamente no le preguntó el nombre.

No importa. Igual quiere una escoba nueva para darle a Lorcan la suya para jugar cuando vengan a la reunión. Alexis y Fred siempre venían con su propia escoba y Himari difícilmente se subía a una que no fuera manejada por él, porque su mejor amiga siempre temía estrellarse con un árbol. Lyssander podría prestárselo a Alexis.

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“¿Saben qué rima con cima?” pregunta Scorpius mientras dejaba de escribir en su cuaderno.

“Literalmente hiciste una rima, Scorp” responde su mellizo mientras dejaba de lado su caja de zapatos a la cual estaba cortando ventanas más grandes y le iba a hacer cortinas de tela blanca que sacó de una camisa que a su papá Harry no le gustaba “¿Me pasas la aguja con el hilo rosa?”

“¿Qué haces?” pregunta el niño rubio, dándole a su hermano lo que pide. Albus le agradeció y siguió con su trabajo “Papá dijo que debemos llamarle si usamos las tijeras”.

“Solo es un minuto y ya estamos muy grandes como para necesitar su ayuda” responde Albus con el ceño fruncido.

“Si te cortas, meteremos en problemas a James. Él nos está cuidando” recuerda Scorpius apuntando al mencionado, quien estaba haciendo un origami de una grulla. “Y míralo. Está muy estresado y solo tiene diez años”

“Terrible, no me importa” responde Albus “Barbie necesita más luz en su cuarto y no se lo puedo negar. Ella puede ser lo que quiera ser y yo solo soy Albus”

“Eres tan raro a veces, Al” ríe Scorpius. “Vamos, te ayudo” El niño rubio dejó su cuaderno. “Igual tengo bastantes años para convertirme en un cantante famoso”

“¿Y me llevarás a tus tours por el mundo?” pregunta Albus, inseguro, mientras dejaba que su mellizo se acostara junto a él en el piso “¿O me cambiarás por tu banda?”

“Nunca, Al. Somos los dos contra el mundo para siempre. Tú vendrás a donde yo vaya, incluso si tengo una novia como todos los cantantes tienen en las pelis” responde seguro el rubio.

“Yo también te llevaré a donde yo vaya. Los dos juntos para siempre y no tendré ni una novia que no acepte que mi hermanito es primero” Albus deja la tijera para abrazar a Scorpius por los hombros y ambos rieron.

James deja de hacer su grulla para ver a los mellizos, alzando una ceja al ver cómo ambos se reían de una manera complicada. No es nada nuevo, ambos siempre tenían esa conexión extraña de mellizos no idénticos.

“No están planeando nada malo como envenenar a Papá Noel, ¿verdad?”

“Mientras no nos traiga carbón, está a salvo” responde Albus, mientras Scorpius asiente y los dos se ponen a trabajar en las cortinas blancas para la casa de Barbie. Albus le mostró cortes de tela blanca a Scorpius, quien ni siquiera preguntó de dónde los sacó.

James se encoje de hombros y, antes de volver a su trabajo, nota que al costado de los gemelos estaba una camisa de su papá Harry. Una de las pocas que tenía en su guardarropa y era solo porque su papá Draco le obligó a comprarla para reuniones elegantes a las que a veces asistían por cortesía.

Oh. No. Están. Muertos.

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“Ahora nos darán carbón” suelta Scorpius mientras los tres tratan de unir el trozo que cortó Albus al resto de la tela “¡Albus! Se supone que eres el más inteligente del grupo. ¿En qué cabeza se te ocurrió?”

“Barbie necesitaba cortinas. Nunca le diré que no a Barbie” responde Albus con el ceño fruncido “Y papá odia usar estas camisas. Le estaba haciendo un favor”.

“¡Papá Draco es por quien papá Harry usa esta camisa! Él será quien se enoje, no papá Harry” chilla Scorpius “Estamos muertos. No tendré mi guitarra”. Albus se encogió de hombros algo culpable, a lo cual los dos miraron mal al niño, pero Scorpius continuó “Y Barbie se quedará sin su DreamHouse”

Albus deja de lucir levemente culpable para lucir devastado.

“Oh, Merlín, ¡esto es injusto! ¡Es el fin!” El niño moreno se lleva ambas manos a la cara, provocando que Scorpius y James suspiraran del cansancio.

“Debemos confesar” propone James. “No hay otra alternativa”

“¿Por qué te unes a nosotros?” pregunta Scorpius, confundido “Tú no hiciste nada, puedes escapar de esto”

“Tú tampoco hiciste algo, fue Albus quien cortó la camisa de papá Harry” dice James.

“Albus y yo somos un solo organismo. Si él se mete en problemas, yo también lo estoy. No hay manera en la que yo deje solo a este rarito” apunta a Albus, quien sigue devastado por su DreamHouse.

“Mi Barbie me odiará y hablará pestes de mí con sus amigas. Estoy acabado” murmura Albus. “Soy un pésimo dueño. No merezco mis discos de las películas de Barbie. No soy digno”

“Albus, ya” se queja Scorpius “Saldremos de esto. Somos una fuerza de la naturaleza” el rubio zarandeó a su mellizo “No te rindas sin luchar”

“Solo es una camisa. Lily ha roto floreros antes” añade James, algo nervioso “Solo nos va a regañar y saldremos de esto”.

Ambos mellizos hicieron una mueca antes de mirar por detrás de su hermano mayor, luciendo perturbados.

“Además, a papá Harry no le gusta esta camisa. Estoy seguro de que nos dará las gracias por salvarlo de que lo use en la cena familiar. Estaremos bien; Papá Noel no nos dejará sin regalos y tampoco nos castigarán. Solo debemos abrazar a papá Draco y decirle lo bonito que es para que lo olvide, ¿no? Ja, ja, ja, ja” James se llevó la mano a la cara para tranquilizar su miedo. Ambos mellizos negaron asustados “¿Qué? ¿Acaso tienen un mejor plan?”

“¿Ocultar la camisa?” escucha a su papá Draco decir detrás de él.

“No, saben que no me gusta ocultarle nada a papá Draco. De alguna manera parece saberlo todo. Da miedo”

“¿Doy miedo?”

James se da cuenta en ese momento de que lo estropeó.

“Ahora sí recibiremos carbón” suelta Scorpius “prendido y en llamas”

“¡Mi casa!” Albus se tapa el rostro.

James se gira despacio solo para encontrar a su papá Draco con los brazos cruzados y la nariz roja.

“Y horas antes escuché a Lily llorar. Tienen mucho que explicar” suelta el rubio mayor mirando a sus tres hijos “una charla que comenzará con su explicación de por qué creen que a su padre no le gusta la camisa que le regalé”

Los tres niños se apresuraron a sentarse en una línea y su padre rubio caminó para sentarse en el sofá. Todos temblaron al verlo adquirir una pose que grita: Estoy muy decepcionado y enojado, más les vale hablar con cuidado si quieren llegar a la mayoría de edad sin estar castigados… o algo así.

“A papá Harry no le gusta la camisa que le compraste” suelta James nervioso “y yo hice llorar a Lily. Lo siento, lo siento, lo siento”

“Oh, Merlín” Albus y Scorpius se llevaron las manos a la cara “Ni siquiera se detuvo a pensar que decir, ¿Dónde está su sentido de la supervivencia?” estaba claro que ambos mellizos tenían la sangre Slytherin predominando.

“¿No le gusta?” murmura su padre algo tocado antes de negar “Eso será un asunto que discutiré con su padre después” mira a los tres antes de detenerse en James “¿Qué le estás enseñando a tus hermanos, James Sirius Potter?”

“Yo” James bajó la cabeza al ver como su padre le dedicaba una mirada de regaño puro.

“¿Decirle palabras bonitas? ¿Abrazos? ¿Doy miedo? ¿Eso no es lo que tú dijiste?”

James asintió y sintió su corazón encogerse con cada palabra. Estuvo nervioso y dijo esas cosas sin pensar para calmarse y calmar a sus hermanos.

“Soy el mayor y estaba buscando resolver el problema” se excusa con nerviosismo.

“Allí está mi queja, James” Su padre se pone de pie “Ser el mayor no solo es que tus hermanos te obedezcan. Ser mayor implica dar el ejemplo. Ellos te admiran, James. Ellos harán lo que tu digas y creerán lo que tu creas hasta que tenga criterio propio” apunta a Albus y Scorpius, quienes niegan rápido.

“Te seguimos a ti, papito” dice Scorpius.

“Y a veces a papá Harry” añade Albus.

“Niños, silencio. Luego llegará su turno” suelta Draco “Esperaba que mi hijo mayor hiciera un mejor papel”

“lo hago… papá” el labio inferior de James tembló y su garganta se cerró.

“No que les diga a sus hermanos que se pueden salir con la suya así. No que piense que doy miedo, ¿te di motivos para tener miedo, hijo?”

“No, no. Nunca. Papá eres un buen papá” niega James.

“¿Entonces por qué te pusiste nervioso por una camisa cortada? ¿Por qué enseñarles eso a tus hermanos? Esperaba de Albus que sea quien me salga manipulador y estaría listo para corregirlo, no mi niño Gryffindor”

“No estoy nada ofendido” dice Albus orgulloso de que sus padres lo conozcan bien.

“Albus, después será turno” repite Draco “Estás castigado”

“Pero… tú nunca me has” James no pudo terminar su oración, la voz no le salió.

“Y me duele hacerlo. No sabes cuanto, pero espero que reflexiones de lo que dijiste. Entiendas que debes tener cuidado en tu forma de pensar y de lo que les dices a tus hermanos. Ser el mayor significa esto. Tener cuidado con tus acciones, para darles un ejemplo a tus hermanos y si no castigo esto, podría repetirse y yo… no me perdonaría nunca que sufran en el futuro por no saberlos guiar”

Los tres se quedaron callados. Todos sabían que sus abuelos fueron mortifagos. Sus padres se vieron forzados a contarles de pequeños de forma suave sobre la guerra para explicar porque cada que salían, muchas personas reconocían a su padre con la cicatriz de rayo y que importancia tuvo en esa guerra. Por ello, ellos sabían que si su papá Draco era un papá genial fue gracias a que luchó tanto para no seguir los pasos de sus padres, quienes fueron excelentes padres, pero no supieron guiar a su papá para que no luchara tanto en la vida.

“Sí, papá” murmura James sin llorar.

“Nada de videojuegos, ni esa cosa muggle que llaman computadora ni ese wafi o lo que sea. Cada día me leerás libros que te dejaré en tu tocador y me vendrás a leer un ensayo de lo que aprendas de eso. Ahora, ustedes dos” miró a sus mellizos.

“Tenemos una excelente excusa” suelta Sorpius, mientras Albus respiraba profundo para confesar solo para liberar a su mellizo.

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“No los puedo apoyar en esto, muchachos” suelta su padre de anteojos mientras este terminaba de cocinar la cena.

“Oh, vamos, papá” insiste Scorpius muy triste “¿Quién castiga a niños en vísperas de Navi-Yule?”

“Sigan, tal vez su padre esté cerca para escuchar sus quejas” Los dos niños gimotearon para mirar alrededor “En serio me gustaría intervenir, chicos”

“Entonces hazlo” pide Albus “Mira a James, papá Draco nunca ha castigado a Jamie. ¡Parece que el castigo lo rompió!” El chico abraza a su hermano que solo estaba parado luciendo perdido.

“Sí, parece constipado” añade Scorpius “Papi, por favor. Son épocas de paz y amor”

“Debieron pensarlo antes de decir que con un abrazo y palabras bonitas pueden librarse” suelta su padre, dejando la olla y la cuchara de madera “Eso es lo que más le molestó a su padre”

“Pero es verdad” añade Albus “Tú también haces eso cuando desordenas algo que papá arregló o te olvidaste de sacar el pollo congelado de la refrigeradora”

Ambos mellizos parecen mucho más contentos al ver cómo su padre se quita el delantal y se gira para verlos con los brazos cruzados. Lucía cerca de ceder.

“Los ayudaría si su padre no estuviera molesto conmigo porque unas personitas le revelaron que la camisa blanca que tanto me encargué de convencerle que me gusta, en realidad me disgusta y que, por cierto, gracias por hacerme ese favor. Me lo ponía una vez más y hubiera terminado en San Mungo con urticaria” Harry se encoge de hombros y se acerca a ellos “Así que aquí los cuatro estamos en la zona de los perdedores frente a un dragón ofendido”

“Y recibiendo carbón por Navidad”

“¿Por qué carbón?” Los cuatro giraron para ver a una soñolienta Lily con su cabello, usualmente rizado, esponjado. Se sobaba sus ojos grises con su manito porque con la otra sostenía su peluche de Stitch.

“Porque tus hermanos se han portado mal y están castigados” responde Harry con ternura, alejándose de sus hijos para ir a consentir a su princesa “Buenas noches, Lina”

"Cadgame, papi. Todo da vueltas”, la niña de cuatro años chilla al sentir las manos de su papá elevarla. Ella con naturalidad termina abrazando el cuello de su padre y descansa su mejilla en uno de los hombros. “Stich tiene hamble”.

“Démosle de comer a Stich, entonces”

“Papá, seguimos aquí con un problema que resolver” le recuerda Scorpius “Somos tus hijos, debes ayudarnos”

“¿En serio? Yo soy su padre y me han traicionado al decirle a su padre que no me gusta la camisa” responde Harry con una ceja alzada “Creo que eso me da el derecho a llevarme a la princesa de esta mansión a darle de comer a su peluche, prender la televisión y ver películas mientras ustedes van y se disculpan con su padre por decir que con abrazos es capaz de ignorar sus travesuras”

“James estaba nervioso” se queja Albus “Todos sabemos que James es un tarado cuando está nervioso”

“No insultes a tu hermano” regaña Harry. “Eso sí hará que se consigan carbón como regalo”

“No es justo” suelta Lily. “Carbón es popo” La niña deja de abrazar a su padre para cruzarse de brazos. “Venganza”

“¡Hasta Lily nos quiere ayudar!” suelta Scorpius “Lily, vamos. Pensemos un plan”

“No metan a su hermana en sus asuntos” Harry mira a la niña pelirroja “¿Verdad, Lily? No quieres ser parte del problema”

La niña mira a su padre y niega con el ceño fruncido.

"Mis hedmanos no melecen cadbón. Ellos son buenos. Si ese viejo panzón les tlae cadbón, galletas con veneno comeda y tendlá un día pada haced los degalos" la niña alza el puño, mostrando que va en serio.

Harry mira a su hija con horror. Busca la ayuda de sus hijos para que le hagan entender a su hermanita que lo que dijo está muy mal y es cuestionable, pero ellos comenzaron a vitorear y aplaudir… mientras James seguía en trance luego de ser regañado por su papi Draco.

“¡Esa es nuestra hermanita!” aplaude Scorpius.

“¡Lily es una revolucionaria!” asiente Albus.

“Vamos, pequeña extorsionadora. Mientras Stich come, hablaremos sobre qué clases de cosas pasan por tu pelirroja cabecita y le llamaré a tu tía Hermione para consultar al respecto” suelta su padre llevándose a la niña pelirroja.

Así se quedaron solo los tres niños de la casa. Ambos mellizos mirando a James con preocupación, porque el niño lucía devastado. Después de todo, siempre fue el ejemplo del lugar al que nunca castigaban.

“¿Crees que le dio un derrame?” pregunta Scorpius asustado.

“No, solo está traumado” responde Albus. “James, vamos. Buscaremos la manera de que papá Draco deje de sentirse ofendido por tus palabras y te perdonará. No es el fin del mundo”

“¡Albus!” regaña el niño rubio “Si no hubieras cortado esa camisa…”

“Perdón, no me había dado cuenta de que traería problemas. Sé que luzco maduro e inteligente, pero también tengo siete años, Scorpius” rueda los ojos Albus “Debemos pensar mejor cómo resolverlo”

“Hacer un plan para no recibir carbón para Navidad” asiente Scorpius.

Ambos se miran y suspiran. Miran a su hermano mayor y hacen una mueca.

“Y recuperar a James”

“Será difícil, pero juntos podremos” sonríe Scorpius y le extiende la mano a Albus. “¿Verdad, Al? “Los dos solucionaremos esto”

“Sí, Scorp. Juntos” ambos ríen y empujan a James a las sillas.

Así los dos mellizos comenzaron a proponer ideas, mientras James solo miraba a la pared recordando el regaño de su papá Draco. De alguna manera, los tres debían encontrar la manera de que, si su papá no acepta sus disculpas, al menos hagan entender a Santa Claus que son niños buenos que no merecen carbón… o aceptarán el plan de Lily y matarán al viejo panzón… Bueno, eso es lo que veían Scorpius y Albus como otra salida, porque James, aunque no ha dicho nada, está muy en desacuerdo con ese plan.

 

Notes:

Hola mis chiques... esta es la última nota que dejaré en este libro de cosas random. Solo habrá si hay anuncios y eso. Los quiero, disfruten la historia. La proxima parte sale el sabado de la proxima semana. Cada sabado habrá cap :)

Notes:

Hola. Esta es una mini historia que públicaré cada que se me de la gana (okey no) cada que quiera reír. Sí, la terminaré. No serán más de 15 capitulos, así que disfruten esta comedia. Las etiquetas irán aumentando conforme voy escribiendo capitulos. Gracias.

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