Work Text:
Prompt: Voz
Ya me había hartado de que Ron siempre estuviera hablando de su relación con Hermione, está bien, son mis amigos y estoy muy alegre de que por fin hubieran confesado sus sentimientos, pero ¿era necesario que todo el día me contara acerca de lo perfecta que era su relación?
De como el pelirrojo se arrepentía de no haberle dicho desde antes acerca de sus sentimientos a Hermione, de cuanto tiempo había desperdiciado lejos de su "alma gemela".
Y sin duda alguna Weasley estaba decidido a compensar el tiempo perdido, aunque esto implicara que quedara como mal tercio siempre.
Así que para evitarme que me hablara sobre lo feliz que era su relación decidí mejor irme en el momento que Ron se quedaba viendo embobado a Hermione, no, ya no quería quedar enmedio de esos dos otra vez.
Así que mejor busqué a donde ir, podría ir a la biblioteca, pero ¿estar rodeado por libros y personas estudiando? no, gracias, ya tenía suficiente con Hermione recordandole siempre los mil pendientes que tenía por hacer.
También estaba en Gran Comedor, pero ahí había demasiada gente platicando y haciendo ruido, lo que sin duda solo le recordaría como sus amigos se empeñaban en ignorarlo, el noviazgo de Hermione y Ron estaba acabando con la amistad de los tres, pero no se los reprochaba, ellos merecían ser felices.
Seguía pensando acerca de donde podía ir a perder un rato el tiempo, y ahí fue cuando recordó, las gradas que estaban frente a las canchas de basketball, sin duda el lugar perfecto, aunque según recordaba ahí se sentaban los de último año, pero ¿qué importaba? por un día que estuviera ahí nadie se iba a morir.
Pero parecía que el destino me odiaba, estaba seguro que este tenía algo en contra de mí porque al poco tiempo de estar sentado perdiendo el tiempo con mi teléfono llegó alguien a interrumpirme.
-No sé si es tu primera vez aquí, pero ese lugar está ocupado-
Apenas escuché esa voz se me erizaron los vellos de la nuca, era la primera vez que un alfa, había logrado diferenciar por el tono de voz, tenía este efecto en mí. Mi omega sólo quería pararse y disculparse con el extraño, algo completamente absurdo, porque ese lugar primero, no era de nadie, y segunda podía estar donde quisiera.
-¿Es que acaso eres sordo? vete de aquí-
Ahora tenía un dilema, mi omega interior estaba a nada de echarse a llorar por no estar haciéndole caso al extraño, y yo quería encararlo por como me estaba tratando, no podía permitir que este alfa que no me conocía de nada se sintiera mejor que yo, claro que no.
-¿Sabes qué? yo me quedo aquí si yo quiero, porque yo no veo tu nombre en ningún lado- le respondí cuando logré levantar la mirada del suelo.
Aunque no sé si esto fue lo mejor que pude haber hecho, ya que en el momento que acabé de hablar logré ver como los ojos del alfa que estaba enfrente de mí oscurecían.
El color gris de sus ojos desaparecía y quedaban absolutamente obscuros, pasó de plata líquida a una tormenta eléctrica, simplemente hermoso, algo que pensó mi omega, no yo, obviamente.
Al parecer no fui el único que tuvo esta extraña reacción con la voz del otro. Pero el problema ahora es que se me hacía imposible apartar la vista de sus ojos, mi omega sentía que podría quedarse mirando a estos una eternidad sin cansarse en absoluto.
-Draco, no tenemos todo el tiempo del mundo, apúrate, vamos tarde a la otra clase-
No sé cuanto tiempo nos quedamos viendo el uno al otro pero sólo logré salir de este trance cuando una omega pelinegra, que si no se equivocaba se llamaba Pansy, le había hablado al alfa rubio, que ahora según descubría se llamaba Draco.
Pero no fui el único de salir de este trance al escuchar la otra voz, porque también vi como el alfa rubio se desorientaba durante unos segundos para después sólo dirigirme una mirada de odio para dirigirse a donde estaba la omega, que hadecir verdad tenía un aroma demasiado dulzón para su gusto.
-Ya, Pans, no exageres, todavía faltan 10 minutos- respondió el rubio llegando a lado de la pelinegra, mientras agarraba la mochila de esta y se la colgaba en el hombro.
Por la cercanía y familiaridad con la que se acercó pude distinguir que eran o amigos muy cercanos o pareja, aunque lo más obvio es que fueran amigos, obviamente, nada tenía que ver que su omega interno se pusiera nervioso y triste ante el mero pensamiento de que ellos pudieran ser más que amigos.
A pesar de que ya ni siquiera había rastro del alfa ojigris a la vista su omega se seguía sintiendo nervioso, seguro sólo estaba delirando por que su celo ya estaba cercano y por eso había reaccionado así ante la presencia de un alfa desconocido, sí, seguro era eso.
Y seguramente por eso quería investigar quien era ese alfa y porque nunca antes lo había visto, porque obviamente había escuchado de Draco, o al menos de Draco Malfoy, uno de los mejores jugadores de basquetbol del país, sin duda una promesa en el deporte, y además venía de una familia bien acomodada.
En ese momento se preguntaba, ¿cómo es que nunca había visto al famoso Malfoy? si todo el mundo hablaba de él, sin duda estaba demasiado perdido en sus propios asuntos como para preocuparse por un alfa sin importancia.
Sí, todos esos pensamientos de querer volver a ver al rubio eran obra de mi celo cercano,porque nunca antes se había interesado por un alfa, la simple idea era absurda.
Aunque en mi interior sabía que no era cierto, no era únicamente por mi celo, ahí debía haber algo más, esos sentimientos no eran normales, eso no podía ser correcto.
Pero a pesar de que sabía que no debería acercarme más a ese alfa, probablemente Pansy era su novia, sólo quería ir con él y escuchar su voz otra vez. Deseaba ver como su mirada cambiaba tan drásticamente, como lo había hecho solo unos minutos atrás, deseaba volver a perderse en esa mirada plata, y pensar que esa tormenta eléctrica solo le miraba a él.
Negué cuando me di cuenta hacia dónde se dirigían mis pensamientos, mi omega no podía encariñase con ese alfa con aires de superioridad, no, no se iba a encaprichar con un alfa y menos con ese.
