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Toshokan Shisho no Nikki/Librarian's Diary

Summary:

The 31 year old librarian at the demonic school, Babyls, is a demon who has managed to fly unnoticed throughout her career, until the new school year begins, and with it, a series of unfortunate events that will disrupt her peaceful life. There, while she struggles to stay away from trouble, she will try to remain unnoticed, as all her secrets depend on her anonymity.

Notes:

¡Hola! Soy Raita-Sama, su escritora, quiero darles algunas aclaraciones.

La historia se desarrolla simultáneamente con el manga, solo que desde la perspectiva de nuestra protagonista. Intento presentar a mi personaje sin afectar significativamente lo establecido en la historia principal. Esta historia trata sobre una relación poliamorosa con tres personajes, así como algunos ships que me gustan. Dicho esto, si no les gusta ninguno de estos temas, les pido atentamente que no comenten nada y simplemente se salten este libro. Sin más preámbulos, agradezco su preferencia y espero que disfruten leyéndolo.

El idioma cambiara al español ya que veo que muchos tienen problema con el género de la protagonista por lo que dejare la traducción a su dispositivo electrónico en el que estén leyendo, gracias.

Chapter 1: Ceremonia de bienvenida

Summary:

La ceremonia de bienvenida es algo que muchos esperan con emoción, especialmente nuestra protagonista que continúa con su rutina de una década pero sin dejar de lado la felicidad de que finalmente su pequeño hermano inicia sus estudios avanzados.

Notes:

Cuando finalize de cubrir el primer capitulo del manga, todas las partes se fusionaran a esta para tener mas control y que sea mas organizado todo esto, cuando eso pase esta nota sera borrada, además como celebración por finalizar el primer capitulo la portada del tomo sera publicada a color y se quitara la portada provicional, gracias por su comprención.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

CAPÍTULO 1

El viento helado de la madrugada recorría audazmente los rincones de aquella antigua casa Minka, los años estilo pisos de madera rechinaban tras su paso denotando que sus gloriosos años ya habían pasado mientras que las viejas y algo corroídas tejas se tambaleaban en su presencia. 
Los pacíficos pasillos guiaban silenciosos el gentil recorrido de aquella fría brisa que traspasando las imponentes y pulcras puertas Shoji finalmente envolvieron en su gelido abrazo aquel cuerpo inerte que reposaba sereno sobre el tatami.
Acostada sobre un mullido y muy hermoso Futon descansaba apacible el cuerpo de una joven, cubierta hasta la cabeza con una sábana blanca entrelazaba con elegancia los dedos de sus manos sobre su pecho, su largo y oscuro cabello descansaba a su lado perfectamente acomodado mientras que el pesado silencio reinaba.
Su lenta y muy larga respiración era lo único que confirmaba que aquel ser en reposo estaba vivo y no era el cuarto fúnebre de un cadáver, finalmente como si hubiera esperado la llegada del viento frío de la madrugada aquellos parpados poseedores de largas y rizadas pestañas se abrieron para dar paso a un hermoso par de ópalos de color azul Alba que miraron inexpresivos a la nada como si el dueño de los mismos aun no hubiera despertado.
Lentamente la fina sabana que la cubría se deslizo a la par que su cuerpo se levantaba para sentarse, sus manos reposaron sobre su regazo y su mirada giro a la enorme ventana detrás de su cama derrotada y sin vida se quedó en silencio mirando el horizonte similar a cuando alguien que tiene su tiempo de vida contado admira el mundo que lo rodea, doblegado a su cruel realidad, sumido en una desesperación que lo carcome pero agotado de sufrir y de pelear, solo esperando.
El ambiente se mantiene así hasta que los primeros rayos de luz se asoman, los graznidos guturales de las aves dan la bienvenida a un nuevo día y el paisaje infernal se baña en carmín consumiendo las sombras del mundo como también la de sus ojos que finalmente asimilan su realidad y llenos de esperanza acompañan al demoniaco amanecer con una bella sonrisa que se esparce a sus labios.
La puerta de madera y papel se desliza dando paso a la joven quien cubierta en un precioso y puro kimono camina similar al viento que la había despertado, silenciosa y gentil, hasta llegar al comedor donde de forma precisa y rápida prepara la mesa para posterior a terminar amarrar sus largas mangas a su espalda y comenzar a preparar hábilmente platillo tras platillo de deliciosa comida.
Satisfecha por su trabajo sirve la comida en la mesa y lava los utensilios que se utilizaron, y come gustosa su ración. Al terminar admira su trabajo por unos minutos y tras sentirse realizado por lo que ve desata sus mangas, coloque sus platos en el fregadero y salga del comedor en dirección a los dormitorios.
Primero, se detiene en la puerta de la habitación contigua a la suya desliza con suavidad el Shoji y admira con alegría al joven demonio que descansa en su interior con delicadeza camina a su lado y dulcemente retira la máscara protectora de su cara permitiéndole acariciar su mullida melena albina.
Con sus dedos retirados el pelo de su rostro permitiéndole ver con claridad su cara, en sus adentros su estómago quemaba y se contraía mientras que su mente y cuerpo se llenaba de la más pura euforia permitiéndole sonreír más ampliamente mientras sentía como cada parte de su ser asimilaba y reconocía lo que tenía frente suyo. Admirar a su hermanito dormir era la mejor parte de su día, le causaba una satisfacción extrema y una sensación indescriptible de adrenalina que le recordaba y confirmaba que seguía viva, que él era real.
Satisfecha acerco su cara a la del contrario y maternal beso su frente dándoles los buenos días y despertando a su vez al menor de los hermanos.

 


- Buenos días Goemon.

 


El mencionado miro adormilado a la contraria quien solo sonreía alegre.

 


- Oh, buenos días también Nechan.

 


Contesto para bostezar segundos después, la mayor aprovechó el momento para abrazarlo tomándolo por sorpresa pero no negándose al contacto.

 


- Felicidades por tu primer día hermanito, prepárate que el desayuno ya está listo no querrás llegar tarde a la ceremonia de bienvenida.

 


Le dio unas pequeñas palmadas en la cabeza mientras el demonio adormilado asentía antes de salir de su habitación y caminar hacia la más grande de la casa donde tras abrir las puertas el cabeza de familia y padre de los hermanos ya estaba despierto. 

 


- Buen día Otosan, es una espléndida mañana.

 


El nombrado la miro y gracias a su gran tamaño en dos pasos el gigante samurái se encontraba frente a ella.

 


- El desayuno está listo por favor acompáñenos con su presencia.

 


La enorme mano del adulto reposo dulcemente sobre ella pidiéndole que alzara la mirada para ser recibida con un puchero infantil en la cara de su padre.

 


- Chiimachan volviste a despertarte a horas demoniacamente tempranas.

 


La contraria no sabía cómo reaccionar, a veces olvidaba que la personalidad de su hermano era una calca exacta a la de su padre.

 


- L-Lo lamento Otosan estaba… eh, emocionada y me deja llevar.

 


El mayor no se rindió con su regaño y arrastro a la joven hasta el Dojo donde finalizó su larga charla. 

 


- Preparare el Dojo e iré a comer, termina tus preparativos para que no se te haga tarde.

 


La pelinegra avanzando y tras despedirse de regreso a su habitación donde se deshizo de aquel pulcro kimono para cubrirse en tonos tierra, vistiendo una larga falda tableada, una camisa de mangas abullonadas y un suéter sin magas finalizo su uniforme acomodando una encantadora jabot en su cuello decorado con un hermoso camafeo similar al tono de sus ojos.
Cepillo con calma su largo cabello y lo amarro con un encantador listón carmín, tomo el cinturón de su armario y se colocó un par de botas que le ayudaban a verso más alto. Finalmente limpio y esmalto sus largas y puntiagudas uñas, reviso que todo estuviera en su lugar y tras aprobar su propio uniforme tomo de su lámpara de mesa la pantalla de tela que la decoraba y la coloco sobre su cabeza ocultando su rostro y simulando una similitud física más cercana a la de su padre y hermano.
Preparada para salir se dirigió al comedor de la enorme casa donde su padre y hermano ya desayunaban.

 


- Nos vemos más tarde Otosan, que tengas un buen día en el Dojo.

 


Toco la mejilla de su padre con su máscara simulado un beso de despedida con su boca.

 


- Consigue mil aliados hermanito, y tráelos a casa, me haría muy feliz el cocinarles algo delicioso.

 


Hizo el mismo gesto que con su padre y tomando su maletín se dirigió a la salida de la casa.
El cielo en tonos violetas y rosados ​​​​le presento una mañana estupenda donde le resultado relajante el caminar a su trabajo, 10 años como Bibliotecaria era su más grande orgullo y placer por todo ese tiempo había recorrido innumerables veces ese mismo camino y rutina.
Disfrutaba mucho de la ceremonia de bienvenida ya que ese día nadie utilizaba la biblioteca y le permitía poder reorganizarla cómodamente, ese año la única diferencia era que su hermano menor Goemon entraría en su primer año de instituto, estaba esperanzada de que le fuera de maravilla y ansiosa por poder conocer a los nuevos compañeros de su encantador hermano.
Su mirada vislumbro a lo lejos su destino, feliz de haber podido llegar incluso unas horas antes de lo previsto, admiro el enorme castillo frente a ella.

 


- Este será un buen año, puedo presentirlo.

 


Apretó su agarre en su portafolio y sin poder contener su emoción dio una pequeña porra para sí misma.

 


- ¡Devi-Devi-ooooo!

 


Y tras mirar con determinación alegre la edificación continuó su camino, hacia el Instituto Demoniaco Babyls, donde daría inicio un nuevo año escolar.

Notes:

Estare encantada de leer sus dudas, teorias o retroalimentación sobre los capitulos.
Me ayudarian mucho tanto para mejorar mi escritura, como saber que la historia les sigue interesando.
Estoy feliz tambien de poder mostrar un poco de mi arte y espero pronto puedan apreciar la primer portada a color!
¡Gracias por leer!

 

Atentamente: Raita-Sama.

Chapter 2: Ceremonia de bienvenida

Summary:

La interacción con otros demonios no sólo es difícil para los jóvenes recién ingresados ​​y se revela un hecho muy poco conocido entre nuestra protagonista y uno de los demonios.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

CAPÍTULO 2

La imponente entrada de la escuela recibía gustosamente a la bibliotecaria Chomi'Ja, sus ojos admiraban con alegría como sus compañeros de trabajo descendían de su vuelo de forma segura y entraban a las instalaciones donde se saludaban y platicaban sobre el nuevo año escolar.
Para la joven esto era una oportunidad de oro, la hora perfecta, la ropa perfecta y el lugar perfecto, todo se unía para permitirle acercarse al grupo y al igual que sus demás compañeras sonreír ampliamente e intercambiar platica con los demás.
Dio un paso anhelante y embriagada por la idea, pero el sonido de sus risas la hizo reaccionar y detener su cuerpo en seco, ¿Y ahora qué? apareció fuertemente en sus pensamientos, sus ojos temblaron con inseguridad y sus labios se derritieron en una mueca de incertidumbre, con un profundo suspiro la pelinegra medita sus acciones, aún después de 10 años su relación con la mayoría de los profesores era estrictamente laboral o incluso inexistente.
Le resultaba difícil entablar charlas y temía por las consecuencias de cometer un error en el proceso, ¿Qué tenía que decir cuando hablaran sobre un tema que no era de su conocimiento? ¿Mentir? ¿Y si descubrirían la mentira? ¿O si preguntaban por más detalles? Peor aún, ¿Y si esa decisión derivaba en que la invitaran a una salida grupal o despertaba algún interés mayor a su persona?
La simple idea de lo peligroso y estresante que eso resultaría hizo que le doliera la cabeza y un sudor frío recorriera su espalda.

 


- No… lo necesito –

 


Pensó en voz alta, una década de mantener distancia había culminado sin ningún inconveniente, no tenía mala relación con nadie porque nadie la conocía lo suficiente como para dar un juicio sobre su persona y eso era beneficio así que el deseo de modificar el estatus quo que regía su vida parecía una decisión apresurada y errónea.
Si todo estaba bien ¿Por qué cambiar?
Tras permanecer unos segundos de pie aquel semblante juvenil y extrovertido que compartía con su familia se disipo como nieve en primavera y lo sustituyo una postura encorvada como si un enorme peso acabara de ser puesto en su espalda.
Camino con más lentitud hacia el interior llamando la atención de los presentes que tras observarla unos momentos finalmente la reconocieron.

 


- Oh, bibliotecaria Chomi Ja´ ¿Cómo está? – 

 


Mantuvo su mirada sobre quien la llamo y a comparación de lo que imaginaba que sería una respuesta cálida de su parte, lo que salió de sus labios fueron palabras monótonas cubiertas en un tono bajo y ronco como si todo el entusiasmo de la mañana la hubiera abandonado.

 


- ¿Sí? -

 


 Su conciencia debatía acaloradamente con su espíritu, estaba frustrada, su voz no hacia lo que le pedía y su cuerpo parecía envejecer 20 años con cada segundo que pasaba.
Quería decir más que un seco monosílabo así que trato de buscar con desesperación algo con lo cual complementar su respuesta.

 


- Oh, Profesor Orias, Profesor Ipos…  -

 


Miro fijamente a los mencionados envuelta en pánico tratando de recordar la pregunta mientras que los contrarios solo la miraban confundidos.

 


- Si, hace… un lindo día.  –

 


Avergonzada por la situación giro su cabeza como si jamás los hubiera visto y presa en pánico trato de alejarse pero su cuerpo solo reacciono dando pasos lentos y cortos a sabiendas de que si en ese estado trataba de correr sus piernas le fallarían ya que podía sentirlas temblar como gelatina.
Tras ambos demonios verla perderse entre los demás docentes finalmente lograron reaccionar a lo que acababa de pasar.

 


- Vaya, pensaba que Furcas era el único anciano entre los profesores. –

 


Ipos miro confundido a Orias pero antes de poder corregir su declaración miro dudoso a la nada, ¿En realidad era un error? tomo su mentón pensativo tratando de resolver por su cuenta aquel enigma.
Chomi Ja´ como pudo surco los pasillos de la instalación con audacia, no debía chocar con los demás eso traería problemas, no debía hacer con tacto visual eso traería más problemas, divagando entre sus preocupaciones rápidamente llego a la entrada de la vieja biblioteca donde se adentró con prisa y cerro tras de sí las enormes puertas en las que se recargo con cansancio y finalmente pudo dejar libre aquel aire contenido en sus pulmones.

 


- Olvide esa parte… otra vez. –

 


Todos los años las ceremonias de bienvenida habían sido iguales, saludos incomodos con compañeros, una lucha por atravesar los pasillos sin causar algún accidente y llegar con la vida drenada a su biblioteca donde finalmente podía descansar un poco de la constante paranoia que le causaba la interacción social.
No se confundan adoraba con cada fibra de su ser su trabajo y a sus compañeros, quería ser su amiga, salir y entablar una relación saludable en el horario laboral pero tristemente para ella la misma idea que la hacía saltar de alegría también la frenaba y la juzgaba, el tener un círculo social implicaba compartir parte de individualidad, secretos preocupaciones y dudas que la chica no estaba dispuesta a compartir con otros.

 


- Supongo que este será otro año muy pacifico. –

 


Aunque la palabra sonara agradable, no se sentía así, porque para Chomi Ja´ pacifico significaba tres cosas, silencioso, monótono y solitario cosas que tras una década de obtenerlas sin esfuerzo habían resultado sumamente deprimentes.
Tras tomar un sorbo de aire con el que disipo sus pensamientos finalmente recobro la compostura y con una gran comodidad se adentró en su enorme biblioteca.

 


- Buenos días mis amigos, los extrañe mucho. –

 


Declaro sonriente a los anaqueles.

 


- Bueno acabemos rápido aquí, no quiero perderme la ceremonia de este año. –

 


Gentilmente dejo su maletín en su pequeño escritorio y tras quitarse la capa que formaba parte del uniforme comenzó  a reacomodar sus preciados libros mientras el tiempo pasaba volando.
La velocidad de una década de experiencia se dio a relucir cuando en menos de 3 horas aquel laberinto de libros parecía haber regresado 700 años en el tiempo, sus viejos y mohosos anaqueles relucían por lo limpio de su superficie y aquellos libros corroídos y lastimados ahora lucían como nuevos y reposaban acomodados perfectamente en cada sección.
Orgullosa de su trabajo la bibliotecaria de Babyls tarareaba alegre mientras terminaba de darle una última limpieza a su escritorio esperando a que la hora llegara para salir en dirección al auditorio.
El rechinar de una de las puertas abriéndose llamo su atención haciéndola girar la mirada confundida por saber quién interrumpía su tiempo de calidad hasta que sus ojos se posaron sobre el responsable e inconscientemente una cálida sonrisa se dibujó en su rostro.

 


- Kalego buenos días. –

 


El demonio de mirada severa entro cómodamente al lugar dirigiéndose hacia ella.

 


- Vaya este lugar luce completamente diferente cada que vengo. –

 


La chica guardo su trapo con el que limpiaba y termino de acercarse al contrario para mantener una tranquila conversación, Naverius Kalego era uno de los pocos demonios con quienes tenía una relación estrecha, podía hablar cómodamente de lo que quisiera y hasta donde ella quisiera ya que él no insistiría para saber más.

 


- ¿Recibiste las semillas de cactus que te mande? –

 


El peli morado bajo la mirada dejando de observar sus alrededores y prestando ahora su atención a la chica frente a él.

 


- Crecieron bien, gracias. Tenía mucho tiempo queriendo tener un ejemplar de ese tipo. –

 


Con genuina alegría la menor unió sus palmas tratando de transmitir con ello la gran sonrisa que tenía debajo de su máscara.

 


- Me alegra escucharlo, en nuestra última cena comentaste sobre ella y cuando encontré sus semillas no pude dejar pasar la oportunidad. –

 


Kalego la miro fijamente ante su entusiasmo acción que en segundos corrigió cuando noto lo que hacía.

 


- Lamento que te hayan tenido que molestar en tu tiempo libre ese dia. –

 

 

- Oh, no tienes que disculparte, no tenía nada que hacer ese día de todos modos y el asistir ayudo a que dejaran de molestar por un tiempo como todos los años, además tenía mucho tiempo que no comíamos juntos. –

 

 

- Hm, cambiando de tema Dali quiere que todos nos reunamos en el auditorio para terminar los últimos preparativos. –

 

 

- Claro deja tomo mi capa y nos vamos. –

 

 

Rápidamente coloco su capa de nuevo en sus hombros y con serenidad y aun manteniendo una amena conversación ambos demonios salieron de la biblioteca rumbo a su destino.
Kalego y Chomi Ja´ tenían una relación más complicada que la de solo compañeros de clase o de trabajo, gracias a la tradición de los Naverius en dar un nuevo sucesor cada movimiento generación para seguir el legado del perro guardián de Babyls se solía comprometer con antelación a ambos sucesores tanto al que tomaría el puesto de cabeza de familia como al de perro guardián.
El sucesor de la familia solo podía consumir su matrimonio una vez que tomara el lugar de líder, a este se le otorgaba una pareja competente y que podría beneficiar a la familia mientras que para el sucesor de Babyls su compromiso era únicamente algo en papel y se tomaba como pareja a alguien común ya que se acostumbraba que el líder de familia trajera a ambos sucesores.
Aun así, el compromiso era una prevención y un plan B por cualquier eventualidad por lo que se llevó acabo y se estipulo que tras 22 años de mutuo acuerdo y respeto al contrato, ambas partes podrían disolver el compromiso aun así existía una cláusula donde se daban 10 años como garantía después de la finalización del contrato para poder reanudar el mismo por cualquier eventualidad, una vez pasado este tiempo ambas partes eran completamente libres.
Este acuerdo podía resultar molesto e incluso injusto, pero Chomi Ja´ no le veía el problema, su compromiso fue a una edad temprana así que tiempo no perdió y Kalego junto con ella habían acordado el punto en que se encontraría esa relación, él no tenía deseos de casarse o algún sentimiento romántico hacia ella y por su parte la chica compartía el nulo deseo romántico por el otro y solo tenía interés en poder ayudar a un buen amigo así que acordaron que al igual que sus familias ambos tomarían este acuerdo con un simple papel y vivirían sus vidas. lo mejor posible hasta entonces.
Después de todo su relación amistosa era buena y solo faltaban 2 años para poder pedir la disolución así que ¿Qué podría salir mal? ¿No?   

Notes:

Estare encantada de leer sus dudas, teorias o retroalimentación sobre los capitulos.
Me ayudarian mucho tanto para mejorar mi escritura, como saber que la historia les sigue interesando.
¡Gracias por leer!

 

Atentamente: Raita-Sama.

Chapter 3: Ceremonia de bienvenida

Summary:

La amistad entre Kalego y Chomi Ja' es de camaradería y respeto mutuo...
la mayor parte del tiempo

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

CAPÍTULO 3

El olor a lilas proveniente del demonio que la acompañaba causaba en la joven bibliotecaria una gran nostalgia, evocando recuerdos de agradables momentos como también de pequeñas y gentiles acciones por parte del mayor a su persona.

 


- Entonces, ¿De nuevo te viste superada por un simple saludo? –

 


Comento en tono de burla causando que la contraria frunciera el ceño frustrado por su comentario.

 


- No es tan sencillo Kalego. –

 


Trato de defenderse.

 


- Claro que lo es, tu eres la que lo complica, tu afán por ser parte de su grupo siempre termina en desastre, cometes muchos errores y gracias a tus comportamientos extraños muchos creen que eres un viejo demonio senil. –

 


La peli negra ladeo la cabeza con inocencia.

 


- ¿Eh? –

 


Exclamo como si acabara de ser testigo del descubrimiento del siglo.

 


- No pongas esa cara estúpida como si te acabaras de enterar. –

 


Dijo con molestia mientras empujaba con uno de sus dedos la frente de la menor.

 


- ¡Ay diablos!, Lo notaste. –

 


Contesto en broma mientras su amigo solo respondía con un profundo suspiro y detenía su caminata algo apresurada para comenzar a igualar la velocidad de su compañera.
Chomi Ja´ llamativamente con gozó por su acción, le encantaba la forma en que Kalego era considerado con ella, eran pequeños gestos que si no prestabas la atención necesaria pasarían desapercibidos pero que para Chomi Ja´ resultaban conocidos y agradablemente repetitivos. 
Regular la velocidad de sus pasos, manejar un tono de voz menos severo, mantener con tacto visual cuando creía que no lo notaba y llamarla por su nombre de forma cómoda eran actos pequeños pero muy apreciados por la contraria quien era feliz de saber que su amistad era tan bien recibida.

 


- Espero este año poder ver como imparte la actividad de invocación de familiares. –

 


Comento en respuesta a la amena platica que llevaban manejando a lo largo de su camino y tratando de cambiar el tema de conversación de su persona al trabajo.
- No es nada gratificante ver a un montón de basuras sintiendo la gran cosa mientras creen haber invocado algo de valor.-

 


Comenta el profesor plantando una mirada confundida y molesta en su rostro mientras recordaba los años anteriores.
Chomi Ja´ soltó una pequeña risa por su reacción, aunque ya estaba acostumbrada a su forma habitual de ser le solía divertir mucho la forma tan cruel de referirse a un evento que todos los años ha impartido y dirigido.

 


- ¿Eso crees? –

 


Coloco la punta de sus dedos sobre la zona que se supone estaría su boca simulando contener una sonrisa.

 


- Eres el experto aquí así que no puedo dar objeción alguna, aún así tengo la sensación de que este año será diferente. –

 


Sonrió complacida.

 


- Siempre dice eso. –

 


Contesto el demonio a su frase motivadora mientras remarcaba su declaración con sus cejas.

 


- Y siempre me equivoco, lo sé, pero que te puedo decir soy un demonio testarudo. –

 


Dijo con alegría mientras disfrutaba y grababa en su memoria aquel muy raro momento en que bromeaba con Kalego.

 


- Demasiado. –

 


Ambos sonríen ante el ambiente agradable.

 


- Pero hablo enserio, este año mi pequeño Goemon comenzara sus estudios y tengo la certeza de que será el inicio de grandes noticias para la familia. –

 


Sus ojos se iluminaron y su voz sonó más dulce de lo usual.

 


- Hm, ya lo veremos. –

 


Comento con una sonrisa retorcida.

 


- Prometo evaluar con gran severidad al capullo que se ha ganado tus elogios, quizás valga algo. –

 


La demonio miro enajenada a su compañero mientras inconscientemente sostenía una sonría rígida como piedra, si, él era esa clase de demonio.

 


-  Solo tú te referirías a tu cuñado de una forma tan cruda. –

 


La mención del parentesco por matrimonio de Kalego con su familia tomo al mencionado por sorpresa causando que Chomi Ja´ disfrutara de su victoria sorpresiva.

 


- Hm… y, hablando de grandes progresos para este año… -

 


Remonto el mayor con un aura oscura a su alrededor, esto no pintaba para nada bien.

 


- Shichiro ya se encuentra en su laboratorio desde hace unas horas. –

 


Chomi Ja´ tenso sus hombros y se cubrió en sudor frio por el camino que sabía estaba a punto de tomar su conversación.

 


- Pero no he visto ni oído noticias de una visita de tu parte, eso es grosero Chomi Ja´ es etiqueta básica. –

 


Sonrió victorioso a su provocación disfrutando de ver como la más pequeña luchaba por dar una respuesta coherente mientras defendía su posición en esa batalla verbal que a simple vista se podía deducir al ganador. 

 


- Ah sí… ¿P-Por qué será? –

 


Contesto sin pensar mucho mientras que instintivamente quiso acelerar sus pasos para escapar de su situación, siendo detenida por el agarre firme de la mano de Kalego sobre su cabeza.

 


- ¿A dónde planeas huir? Estamos en medio de una conversación. –

 


Dijo en tono severo mientras la chica frente a él podía sentir un aura oscura rodearlos de repente.

 


- No.. yo, ah.. –

 


Temerosa y en busca de una salida vislumbro a lo lejos al supervisor Dalí quien platicaba en la entrada del auditorio junto a otros compañeros de su prometido.

 


- ¡D-Dalí senpai, lamentamos la demora! –

 


Con gran ímpetu llamo a su superior quien no tardo en reunirse con la pareja y salvar de una plática muy incomoda a la agradecida chica.
Con alegría y en silencio disfruto desde una esquina la forma tan peculiar en que su superior trataba con su gruñón amigo, desvió su mirada cuando los ojos de Kalego la miraron con ira tras dejar que Dalí y otros profesores lo arrastraran lejos, dejándola sola y finalmente logrando tragar saliva.

 


- Entonces ya ha llegado. –

 


Dijo para sí misma perdida en la imagen que le trajo la mención de aquel enorme demonio quien coloreaba sus mejillas de un brillante carmín y dibujaba en su boca una tonta sonrisa, al igual que con Kalego, Chomi Ja´ conoció a Shichiro desde que eran jóvenes estudiantes pero a diferencia del peli morado con quien pudo desarrollar una relación amena con Balam le resulto todo un desafío mantenerse tranquila a su lado o tan siquiera hablarle. 
No podía decir con certeza cuando comenzó a causarle esos sentimientos pero estaba más que segura que aquel enorme demonio de largos cabellos albinos causaba que su corazón saltara y su espíritu ardiera en las abrazadoras llamas de un inocente amor adolecente que con los años se asentó en su ser como un amor incondicional.
Suspiro con anhelo mientras trataba de regresar su atención al presente pellizcó sus mejillas hasta que una punzada naciera de ellas y de esa forma despertara y regañara a la bibliotecaria.

 


- Reacciona Chomi Ja´ estas en horario laboral. –

 


Demando para sí misma mucho más calmada, determinada a distraerse camino hacia una de las profesoras ayudando en lo que podía mientras poco a poco los minutos pasaron.
El auditorio que hace unos momentos se encontraba vacío ahora era el epicentro de un gran número de jóvenes demonios que platicaban entre ellos con entusiasmo mientras que tras bambalinas los últimos detalles para dar inicio a la apertura del año estaban por concluir.

 


- Bibliotecaria Chomi Ja´ ya he terminado con la última verificación de luz y sonido. –

 


- Oh! Gracias profesor Murmur. –

 


Agradeció al mencionado y continuo con la limpieza del enorme piano de cola, mientras trabajaba el ruido animado que desprendían las enormes cortinas atrajo su atención y con gran fascinación se asomó por los bordes de la tela admirando a los nuevos y actuales estudiantes cubiertos en sonrisas esperanzadoras y hablando de sueños asombrosos.

 


- Carne fresca. – 

 


Susurro entre risas oscuras mientras con su lengua dibujaba con deseo los bordes de sus desfigurados labios, deseaba con mucha vehemencia ver como esas sonrisas inocentes eran destruidas para dar paso a miradas ambiciosas quería ver esos sueños ser pulidos para dar paso a ambiciones más claras.

 


- Realmente disfruto la ceremonia de apertura. –

 


Tranquilizando su entusiasmo, busco con mirada preocupada entre la multitud encontrando a su amado hermano y padre, sonriendo con satisfacción al verificar que ambos se encontraban bien.

 


- CHOMI JA´. –

 


La mención de su nombre en aquel tono oscuro hizo que un pequeño salto acompañara a su sorpresa y con nervios giro la mirada encontrándose acorralada por un muy molesto Kalego.

 


- Si te sobra tanto tiempo libre para desperdiciarlo en hacer nada, entonces es buen momento para retomar nuestra plática pendiente. –

 


La hostilidad de sus palabras podía cortar como un cuchillo los nervios de la joven. 

 


- Kalego se gentil, es el primer día. –

 


Rogo con voz temblorosa al mayor quien ignora su súplica tomándola del cuello de la ropa y arrastrándola lejos de las cortinas.
Con resignación se dejó llevar aceptando que quizás había ganado la última batalla pero definitivamente no la guerra.

Notes:

Estare encantada de leer sus dudas, teorias o retroalimentación sobre los capitulos.
Me ayudarian mucho tanto para mejorar mi escritura, como saber que la historia les sigue interesando.
¡Gracias por leer!

 

Atentamente: Raita-Sama.

Chapter 4: Ceremonia de bienvenida

Summary:

La ceremonia de bienvenida nunca fue la más normal en los 10 años que lleva trabajando, pero la de ese dia, Chomi Ja´ esta muy segura de que sera una que nunca va a olvidar.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

CAPÍTULO 4

Cada vez que pasaba cerca del pequeño descanso que tenía la salida trasera del gran auditorio Chomi Ja´ solía mirarlo por un largo rato, inmersa en la cascada de momentos clave que aquel pequeño cuadro de piedra caliza había vivido a su lado, a veces en sus enajenados recuerdos solía reír preguntándose cuantas historias y cuantas confesiones prohibidas podrían compartir al mundo ese viejo descanso.
Como la vez que, en su primer día como estudiante de Babyls, Kalego le regaño gracias a que como los profesores la confundieron con uno de ellos y por vergüenza a corregir ese error no dijera nada, causara que a lo largo de todo ese día 7 grupos de estudiantes perdieran horas de su vida en escuchar como cocinar un buen pan de nata en lugar de una clase real.
O la vez que, en su primer día como profesores, Kalego le regaño por causar que media escuela dejara de ir a la biblioteca gracias a que comenzó a correr el rumor de que un espectro aterrador acosaba, hostigaba e incluso se comía a los estudiantes que se atrevían a entrar, cosa que le dolió, ya que no pensaba que sus habilidades sociales fueran malas hasta ese nivel. 
O como ese mismo día donde de nueva cuenta aquel descanso era testigo de una nueva historia para su largo historial.

 

 

- ¡Ni siquiera el familiar más rebelde de todo el maldito infierno se atrevería a tanto, de hecho, a este punto compararte con un familiar resulta más insultante para él que para ti. -

 

 

Sus ojos azulados se desviaron con sudor frío al costado de las aberturas de su máscara, tragando saliva al ver como el brazo de Kalego bloqueaba cualquier posibilidad de escape de aquel bombardeo de regaños y reclamos.
No era la primera vez que le hacía eso al demonio frente a ella, de hecho de manera preocupantemente molesta para Kalego, se había vuelto costumbre en momentos en los que la pequeña demonio no encontraba forma de escapar a su lengua afilada.

 

 

- No es mi culpa que seas malo para socializar. -

 

 

Comento en medio de un nervioso puchero y miro con ojos temblorosos como aquel comentario hizo que el atractivo rostro de su amigo se cubriera con nuevas arrugas en su frente y un deseo de guerra naciera en sus ojos severos.
Si, bajo presión era propensa al auto sabotaje, pero en su defensa Kalego era una fuerza imparable a la hora de imponer respeto, no por nada era el perro guardián de Babyls y el principal supervisor de que las reglas se cumplieran.
Además, en medio de toda la prosa que desbordaba de sus furiosos pulmones muchas de sus palabras cargaban con el peso de verdades dolorosamente ciertas.
Aun cuando lo había intentado un millón de veces a lo largo de su época como estudiante y sus años como docente, su relación con Shichiro Balam no se podría considera tan siquiera cercana, por lo menos no de manera recíproca.
Conocía su gusto por los libros ilustrados, de hecho había leído a escondidas muchos de ellos cuando los empezó a hacer y le resultaba sumamente encantador la manera tan linda en que aquel enorme ser dibujaba y explicaba cosas como la tortura, maldiciones e incluso guerras sangrienta en historias conmovedoras o divertidas.
Era consciente de su amor por el conocimiento de todo ser vivo y su afán de tocar y acariciar a cualquiera que se le cruzara, muchas veces envidio y maldijo a todos aquellos estudiantes que caían en sus garras y podían sentir su toque, incapaz de entender cómo era posible que aquel encanto albino fuera visto como alguien aterrador.
Ella podía describir de memoria a la enorme gárgola con los ojos cerrados, pero por otro lado, Shichiro solo conocía su nombre y con suerte uno que otro dato irrelevante y superficial sobre su persona, aun cuando estuvieron juntos como estudiantes, nunca tuvo el valor de cruzar la línea de conocidos a amigos y ahora como docentes esa línea solo se ensancho más y más.
Y aunque sabía sobre algo que podría unirles más, esa carta también resultaba en una espada de doble filo que no estaba dispuesta a que la apuñalara por la espalda…

 

 

- Kalego déjala respirar. -

 

 

La voz melosa y alegre de un viejo demonio saco de su meditación a Chomi Ja´ e hizo que el enojo de Kalego se esfumara con un escalofrió y en su lugar quedara el más puro fastidio y desagrado que el director Sullivan le podía causar.

 

 

- Llevas regañándola en esa esquina un largo rato hasta el punto en que la ceremonia ya va a comenzar. -

 

 

El brazo de Kalego se despegó de la pared lentamente y junto a él sus propios pulmones, dejando salir todo el aire contenido que inconscientemente guardo con cada palabra que Kalego decía.
Miro de reojo a Sullivan y un sudor de incomodidad se dejó ver brevemente antes de aprovechar el momento para escabullirse de regreso al auditorio dejando a ambos demonios atrás, Kalego era de los pocos que podía volver un soñado Kabedon en el preámbulo de una reprimenda equivalente al interrogatorio policial, solo que para su desdicha Kalego nunca hacía de policía bueno.
La ceremonia de ingreso paso como cada año, desde su inicio hasta el himno escolar la bibliotecaria intento  fervientemente entrar en escena, pararse al lado de Kalego y sus compañeros, orgullosa y altiva de su posición como integrante fundamental del instituto Babyls, pero, como cada año, sus dudas tenían siempre más peso, y, como lo había hecho desde hace 10 años prefirió desistir, manteniéndose al margen del escenario, detrás del enorme telón, oculta en las sombras pasando sin pena ni gloria en la memoria colectiva de los demonios presentes. 
Su única distracción de aquella triste muestra de sumisión fue aquel cantico que aunque sonoro y agradable al oído expresaba el ferviente deseo demoniaco de consumir y torturar a aquellos seres míticos llamados humanos, remarcaba la superioridad de los demonios y se jactaba de las nulas posibilidades que tenían aquellos lamentables seres frente a las fuerzas demoniacas, en conclusión, era divertido.
Tras finalizar aquel coro de voces, Chomi Ja´ continuo tarareando la pegajosa canción en voz baja, más relajada gracias a ese momento, dirigió  su mirada al centro del escenario donde el director daría unas palabras al nuevo alumnado.

 


- IRUMAAA, SOY YO! ¡TU ABUELITO! -

 


La alegre declaración del viejo demonio hizo que toda la sala se cubriera en susurros confundidos y sorprendidos.
¿De cuándo acá Sullivan tenía un nieto? 
Ni siquiera tiene hijos ¿pero ya es abuelo?
Chomi Ja´ miro al director con ojos perdidos tratando de entender cómo diablos ese salto genealógico era física y genéticamente posible.

 


- Me he sacado esta foto con él. -

 


El enorme poster que deslumbro los ojos de los presentes solo trajo más dudas que respuestas para ella.
Como en el nombre de Delkila ese niño tenía algún parentesco con el demonio incómodamente extrovertido que era el directo si en la foto la cara del pobre diablo parecía rogar porque la tierra se lo tragara, además, si saco la foto hace unos minutos ¿Cómo es que ya la tiene impresa en tamaño poster? Inclusive tiene suficientes copias para repartir.
La tez morena de la chica palideció mientras trataba de comprender lo que sea que Sullivan hacía en el escenario, aquel viejo demonio era en el mejor de los casos extraño y la joven pelinegra ya tenía más que suficiente con las joyitas que eran su padre y hermano por lo que tratar con el director era toda una odisea, aun así tenía una cosa segura, la situación era cuanto menos incomoda.
Con la misma forma sínica en que entro a decir lo que quiso, el director Sullivan se retiró del escenario terminando el confuso y extraño discurso y dejando a todos los presentes inmersos en sus propias dudas.
El ambiente pareció cambiar cuando uno de sus compañeros docentes de forma magistral dirigió la atención a la siguiente actividad, el discurso del delegado de primero.
Las miradas y murmullos se dirigieron a un solo demonio, Asmodeus Alice, hijo de una de las trece coronas y quien saco la mejor nota en el examen de acceso.
Chomi Ja´ lo analizo de pies a cabeza, no había tenido nunca el placer de conocer a su madre y honestamente no lo quería tener pero reconocía que aquel joven se miraba prometedor y con una elegancia que muy pocos demonios podían conseguir.
Asintió para sí misma, estaba más que conforme en que el joven Asmodeus diera el discurso, después de la tempestad que fue lo que sea que hizo el director hace unos momentos, unas palabras alentadoras y que avivaran el fuego de sus ambiciones por parte de una joven promesa como Asmodeus era lo que necesitaba la ceremonia para cerrar con broche de oro.

 


- De hecho, acaba de haber un cambio de último minuto. -

 


¿Eh?

 


- En lugar del delegado Asmodeus, hablara el estudiante becado Iruma. -

 


¿¿Eh??

 


- ¡IRUMA! ¡AL ESCENARIO! -

 


¿¿¿EEEEEEHHHHHHH???
Sorprendida quedaba corto para lo que estaba sintiendo, ¿eso era posible? ¿Dónde quedaron los ensayos? ¡¿Y DESDE CUANDO EL VIEJO ESTABA GRABANDO?!
Miro al joven Iruma quien se erguía rígido en el centro del escenario, las voces de los demás proclamaban su fortaleza al estar parado en el centro sin un ápice de duda o temor pero a sus ojos el pobre diablillo más que seguro parecía estar paralizado por el miedo y bueno ¿Quién no? El cambio fue de último minuto y la cara del chico le decía que no tenía la más mínima idea de que decir u hacer.

 


- Esto no pinta nada bien. -

 


Declaro para su persona mientras se cubría la cara dispuesta a evitar a toda costa grabar en sus retinas aquel incomodo momento, apenas empezaba el día y no era ella la que estaba en medio con ojos de trágame tierra pero realmente ya quería irse a su casa. 

 


- ABERUHAUKEN… -

 


La simple oración la hizo despegar sus manos de sus ojos y mirar con gran confusión al peli azul.

 


- TARUTOUDARI… -

 


La sangre de su cara cayó en picada y sus ojos se contrajeron con horror.

 


- IUSABEBE… -

 


Una presión aberrante cubrió el auditorio e inclusive Kalego miro con horror lo que estaba aconteciendo frente a ellos.
Era acaso estúpido, no, tan siquiera ¿Estaba consciente de lo que estaba haciendo?

 


- RISUTOURU, ABURUZE… -

 


Su voz era dudosa pero confundida cosa que no sabía si le preocupaba o le asustaba.

 


- SUTOUMANU, ABERUGE… -

 


Los alumnos presentes dejaron de respirar y los padres al fondo no despegaban su mirada del joven, temerosos de moverse, temerosos de parpadear.

 


- URU, MAHORABA TSUREZAZA. -

 


Finalmente lo había completado, finalmente los pulmones de todos los presentes podían gritar asombrados por aquella temeraria hazaña, un hechizo prohibido, capaz de matar a quien lo recitara de una forma aberrantemente terrible y dolorosa. 
Y en lugar de estar satisfecho u orgulloso aquel joven lucia confundido e inclusive asustado, como si no conociera las consecuencias, como si decirlo en voz alta no tuviera importancia, era similar a alguien que jamás en su vida había leído lo que tenía en sus manos y solo lo recito pensando que era algo bueno.
Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando Dali y otro grupo de profesores corren hacia el joven, las voces de sus compatriotas se ven opacadas por Iruma, por el shock total en su rostro cuando Dali menciona lo que todo mundo conoce pero aparentemente aquel joven no, los espasmos en todo su cuerpo que hacen temblar sus extremidades de manera casi imperceptible y el sudor frio que cubre su rostro mientras parece ignorar la palabras de reconocimiento que los profesores le dicen.
Loco, un demente total, un tonto que no sabía decir si era ignorante o un temerario.

 


- Increible. -

 


Se escapó de sus labios, mientras trataba de analizar al extraño espécimen que temblaba como gelatina en el escenario.
Sus pensamientos dieron paso a sus acciones y de forma rápida su rostro se dirigió a Kalego en busca de debatir sus dudas y quizás encontrar una respuesta a la maraña de pensamientos que tenía.
Pero en cambio su mente se enfrió de golpe cuando fue testigo de la feroz mirada asesina de Naverius, tembló y apretó su boca impidiendo de manera efusiva no dejar salir ni un solo sonido mientras admiraba con creciente pavor el aura oscura que la ira burbujeante de su compañero creaba.
Si, quizás aún no sabía si era un demonio estúpido o uno rebelde, pero, de lo que estaba segura en ese preciso momento, era que mañana.
Ese loco, seria demonio muerto.

Notes:

Estare encantada de leer sus dudas, teorias o retroalimentación sobre los capitulos.
Me ayudarian mucho tanto para mejorar mi escritura, como saber que la historia les sigue interesando.
¡Gracias por leer!

 

Atentamente: Raita-Sama.

Chapter 5: Ceremonia de bienvenida

Summary:

Chomi suele hablar en voz alta sin darse cuenta, y, la mayoria de las veces, resulta hacerlo en el momento y lugar menos indicado.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

CAPÍTULO 5

- ¡Un lunático! Eso es lo que es.

 

Quizás, si solo se analiza su comportamiento de manera superficial, pero en su cabeza seguían presentes aquel sudor frío que recorría las manos del chico acompañado por aquel par de ojos temerosos que buscaban en los adultos un ápice de broma en sus declaraciones, un lunático no temería por el desmembramiento espontáneo, no se disculparía en voz baja ni trataría de desaparecer de la existencia mientras descendía del escenario más pálido de lo que ya era.
Era incoherente, pero, tampoco alguien cuerdo se arriesgaría a completar un hechizo prohibido a todo pulmón y en pleno escenario principal rodeado de estudiantes, padres y docentes, diablos era como saltar a la lava y en lugar de gritar horrorizado sonriera y riera mientras se disponía a hacer una bola de cañón.

 

-Pero fue increíble.

 

Estaba de acuerdo, no cualquiera se atrevería a tanto, además no tuvo que pasar por el examen de ingreso sino que fue egresado por parte del director un demonio de rango superior con quien parece tener un parentesco, aunque eso estaba seguro que no se dio naturalmente.

 

- Sin duda, el chico tiene agallas.

 

De hecho a su propio juicio más que denotar agallas parecía ajeno a lo que estaba sucediendo, inclusive Dali dijo que el niño no conocía el efecto de recitar el hechizo correctamente, algo extraño ya que sueles recitarlo con un conocimiento base de lo que recibes un cambio, ¿Cómo diantres recitas algo sin saber sus efectos? ¿Acaso vivió toda su vida recluida o debajo de una piedra? ¿De dónde saco el señor Sullivan a ese pequeño demonio tan particular? Tenía más dudas que respuestas con forma más meditaba sobre la situación.

 

- ¡Fue súper divertido! Parece un demonio prometedor.

 

Un golpe seco sobre un escritorio cercano la hizo salir de golpe de su conversación mental con sus colegas mientras brincaba por la sorpresa en su asiento, miro con sudor frío al causante, un enfurecido y disgustado Kalego que miraba irritado a los presentes.

 

- SILENCIO.

 

Dijo con imponencia mientras los demás profesores comenzaban a dejar la plática en paz, nerviosos por no querer meterse en la ira de Kalego.

 

- Esa basura es igual que su abuelo, haciendo lo que quiere en un lugar respetable y manchando la ceremonia con su supuesto discurso de mal gusto.

 

Chomi Ja´ bajo la mirada tragando saliva mientras trataba de ignorar con todas sus fuerzas las muy notorias miradas fugaces que le daban los demás profesores rogando con cada una que intentara hacer algo con la bomba de tiempo que era Kalego en esos momentos.
Con un suspiro la poca determinación de dejar a su suerte a sus compañeros se esfumo y con paso nervioso se trató de acercar al peli morado, jugueteando con sus largas uñas mientras buscaba en su mente la mejor forma de no morir en el intento.

 

-Kalego....

 

Su voz se le escapó temerosa de los labios llamando la atención del mencionado.

 

- ¿QUÉ?

 

La mirada defensiva y asesina que el demonio le depositaba a su persona le dejo sin aliento, y con el tono crudo de su voz hizo que su magnífico plan para apaciguar la ira de la bestia se disipara como el agua en el desierto, dejándola a merced de su aplastante rabia, sin un plan y con un debate interno para saber porque siempre es ella la que termina en ese tipo de situaciones.
Enserio, ¿Quién pensó que la mejor opción para momentos de esa índole era dejarlo todo en manos de alguien como ella?
Probablemente lo hacían por su título de prometida que compartía con el profesor o por los años de amistad que tenían pero ¿Qué creían que pasaría? Puede que lo conozca desde los 11 pero eso no le daba automáticamente poderes o control sobre cada vez que él se enojaba, de hecho el conocerlo por tanto tiempo la hacía experta en saber cuándo no meterse en su camino y por el nombre del rey demonio Delkila estaba más que segura de que ese era uno de esos momentos.
Sintió su vida pasar como una película por sus ojos y tras debatir seriamente sobre sus decisiones hasta ahora, finalmente tuvo una revelación.

 

- Yo… yo… creo, que tenía que recoger unos libros que tomaron prestados, permiso.

 

Y con una respetuosa reverencia realizo su mejor jugada, escapar con la cola entre las patas antes de que algo malo pase, siempre funciona y estaba orgullosa de confesar que no siente remordimiento alguno mientras sacrifica a la mayoría por su propio bienestar.
Ventajas, de no tener relaciones cercanas con sus compañeros de trabajo.
Con gran destreza, en menos de unos segundos logro salir de la sala de profesores, recargo sus manos y espalda en la puerta buscando prevenir que cualquier desertor aparte de ella frustrara su gran escape y se quedó unos segundos en esa posición recuperando su paz mental.
Finalmente y tras un debate interno para decidir su siguiente curso de acción, quito su peso de la gran puerta y se dirigió en silencio al interior de uno de los pasillos en busca de su principal fijación del momento, el estudiante becado Iruma.

 

- ¡Escucharón! Asmodeus e Iruma se están batiendo en duelo en el patio.

 

La voz de un chico que corría por el pasillo cercano llamo su atención y la hizo adentrarse en dirección opuesta al camino que inicialmente tomo.

 

- ¿En serio? Que divertido vamos a ver!

 

La curiosidad por ese comentario la hizo seguir al grupo de jóvenes demonios llegando al patio interior donde para deleite de los presentes se daba lugar un duelo entre la joven promesa Asmodeus y el extraño demonio Iruma.

 

- ¡Como se esperaba de Asmodeus! ¡Parece que es una ejecución pública!

 

El enfrentamiento se mostró impactante a la vista, bolas de fuego viajaban a toda velocidad por los aires mientras eran hábilmente esquivadas por el joven peli azul, el terreno se veía destrozado y cubierto de ceniza denotando que los ataques llevaban ya un buen rato acribillando al demonio, la ropa de ambos se veía desaliñada y sucia además del notorio cansancio que crecía en sus rostros conforme el tiempo pasaba.
Era un espectáculo digno de ver y aunque sabía que debía detener el alboroto su curiosidad y deseo por saber más sobre aquel extraño niño la hicieron dejar que continuara la pelea hasta que finalmente ambos cayeron al suelo agotado.

 

- ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo es que no te puedo dar?!

 

La sofocada voz de Asmodeus exigió al contrario una respuesta, se notaba fastidiado pero sorprendió, al parecer pensó que iba a ser tarea fácil, y, honestamente ella también lo pensaba, diablos el pobre niño no estaba llorando en ese momento porque todas sus lágrimas se evaporaron con el fuego abrazador de cada uno de los ataques que esquivo, era fascinante, si en ese tiempo volviera a ser una adolecente también estaría en medio del tumulto, extasiada con lo extravagante y anormal que le resultaba el comportamiento del chico.

 

- Genial.

 

Se le escapó.

 

-No le ha atacado ni una vez.

 

Sus propias palabras despertaron un sin fin de preguntas y su cerebro comenzó a pensar y analizar todo lo que había sucedido hasta ese momento.

- ¿Por qué no ataca? ¿Acaso no puede? ¿o no lo ve necesario?

Pensó en voz alta sin notar que los que llegaron a escuchar su voz esparcieron lo dicho por ella como un enorme teléfono descompuesto que en cuestión de segundos desfiguro sus palabras.

 

- Es verdad no ha atacado ni una vez

 

- ¿Qué? ¡Acaso cree que no vale la pena Asmodeus!

 

¿He?, esperen, ella nunca dijo eso, en primera ni siquiera quería decirlo en voz alta se supone que eran preguntas para sí misma no para que todos los presentes se enteraran de eso y peor aún lo contaran como ellos quisieran.
El nerviosismo por lo que su descuido estaba causando la mareaba y torpemente trataba de arreglar las cosas pero por algún motivo todo se fue desencadenando en que ese mal entendido se hiciera más grande hasta el punto de llegar a los dos demonios en el centro del patio.
Iruma como pudo trato de arreglar las cosas pero era igual de bueno que ella en ese ámbito por lo que solo termino de poner los clavos finales a su propio ataúd.
Chomi Ja´ miro con pánico como gracias a la cólera que cegaba al joven demonio una joven inocente de cualquier pecado estaba por sufrir un gran daño a manos de las abrazadoras llamas de Asmodeus.
Tenía que actuar, no podía permitir que esto escalara más ni que alguien inocente saliera herido, pero antes de tan siquiera comenzar a dar el primer paso la imagen fugas del peli azul tomando al contrario de la cintura se le atravesó justo antes de que una enorme explosión de polvo cubriera el patio, los jóvenes alrededor comentaban confundidos sobre qué había sucedido mientras Chomi trataba de aclarar su visión para poder saber que acciones tomar.
Finalmente la neblina árida se disipo, y, como si de una escena sacada de la película más extraña que se podía imaginar, ahí, en el centro de todo y para deleite de los presentes, el estudiante becado Iruma acababa de realizar un perfecto suplex Alemán.
El silencio que cubrió el lugar por unos segundos exploto en ruidosos vitoreos que aclamaban la aplastante derrota que aquel distinguido demonio había sufrido a manos de Iruma, los presentes hicieron correr la noticia como la pólvora y en cuestión de segundos el flash de varias cámaras tomaron constancia de la inédita escena.
Chomi Ja´ sintió sus músculos destensarse, aquello no resultaba menos preocupante pero existía una clara diferencia en que el herido fuese un demonio del calibre de Asmodeus a alguien común como aquella pobre desconocida que estaba en el lugar y momento menos indicado.
Se acercó a Iruma quien preguntaba nervioso y preocupado donde quedaba la enfermería, con una voz tranquilizadora le señalo lo mejor que pudo la dirección y tras una reverencia de agradecimiento por parte del chico este mismo salió de escena.
Chomi Ja´ se quedó inmóvil en su lugar, con la mirada fija en el demonio que se perdía poco a poco entre los pasillos, en un inicio lo busco con la idea de encontrar una respuesta y calma a su mente entrometida, y, al encontrarlo, termino obteniendo más dudas y preocupaciones.

 

- Creo que es mejor dejarlo estar… por ahora

 

He inmersa en sus pensamientos se aleja del lugar, caminando sin rumbo aparente dejando el tumulto detrás, y con ellos también, aquel enigma de nombre Iruma.

Notes:

Estare encantada de leer sus dudas, teorias o retroalimentación sobre los capitulos.
Me ayudarian mucho tanto para mejorar mi escritura, como saber que la historia les sigue interesando.
¡Gracias por leer!

 

Atentamente: Raita-Sama.