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Language:
Español
Stats:
Published:
2025-02-10
Updated:
2025-12-17
Words:
26,527
Chapters:
5/?
Comments:
4
Kudos:
15
Hits:
335

OATH FOR ANARCHY

Summary:

Kudou, el respetado y frío lider de la resistencia cuyo único pilar que lo mantuvo de pie todos estos años en medio de la guerra y el caos de la época más oscura del inicio de los Quirks, no fue la llegada de los héroes, ni si quiera en si mismo, si no la sed de venganza y justicia que tenía por todos aquellos que cayeron en manos de All for One.
Su perspectiva dará un giro inesperado con la llegada del hermano del ser que más odia, cuestionando si sus motivaciones pueden ser más honorables o si puede ser un héroe a pesar de lo que esta dispuesto hacer por su libertad, incluso dar la vida para dejar un legado.

Chapter 1: Arrastrando las espadas del pasado

Chapter Text

Sentía sus puños bañados en sangre, todo a su alrededor era borroso y sentía que veía doble y al mismo tiempo no, al tragar sentía su garganta seca y tenía un sabor a cobre en la lengua al ver la imagen del hombre a quien había desfogado su rabia acumulada por la semana horrible que tuvo. El mismo tenía la cara desportillada por tantos golpes que recibió y tosía ligeramente mientras ambos analizaban la situación, hasta que dos hombres amigos del cantinero agarraron a Kudou por los brazos y lo sacaron del bar por el altercado.

Kudou se levantó mientras se sostenía la cabeza sintiendo agria su propia respiración, reflexionando sus acciones de tan solo minutos, pensando si lo hizo por el bien de aquella mujer que era golpeada y gritada por aquel hombre o simplemente lo hizo porque buscaba algo para desquitar su reciente frustración por la misión fallida, claro que no quería pensar en eso o nuevamente iba a sentir la culpa o el peso de sus responsabilidades como líder de la resistencia.

Decir que el último objetivo fue malo quedaba corto, fue un fiasco y no solo eso, ni se acercaron un poco a enfrentarse al maldito tirano de All for One, lo último que quería pensar en como enfrentarse a sus compañeros al día siguiente en la base, una de las razones por las cuales tomo la decisión de simplemente embriagarse en un bar clandestino.

Cruzaba las calles suficientemente ebrio para que el sonido de los conductores histéricos retumben en su mente pero no lo suficiente para caer inconsciente y poder moverse con coherencia, pasaba de alto callejones y les daba una mirada de reojo a matones asaltando y golpeando a un hombre quien parecía tener deudas, aunque tenía ganas de golpear a cada uno de ellos, el humor se le escapó de las manos cuando lo echaron del bar, así que solo lo ignoró pero aún seguía la duda en su mente, "¿Cuánto tiempo más seguirá siendo así?".

Se lo había preguntado seguidamente, desde que inició la era de los superpoderes o "Quirks" que fue el nombre que decidió darle la sociedad, todo había sido un caos. No era sorpresa que la incorporación lenta y aleatoria de nuevas habilidades fue la base de un estado caótico entre las naciones que ante dicho paradigma no supieron actuar a tiempo, siendo lo que veían sus ojos la consecuencia.

Seguía caminando y su mirada se desvió hacia arriba para observar una gran pantalla que iluminaba la calle en medio de la noche mostrando el canal del noticiero nacional donde con mucho temor hablaba sobre el incremento de los delitos a nivel mundial y con un claro temblor en su mirada la periodista hablaba de manera "neutral" sobre los ideales de All for One haciendo ver positivo el trafico de dones, personas o cualquier perversión que se le atravesara por la cabeza.

Kudou al verlo bufó con claro enojo en su expresión intentando contener el impulso intrusivo con su don lanzar una piedra directa hacia la pantalla y callarlo pero simplemente soltó un "Tch" y siguió su camino hacia la base, en su camino y un paso en falso tropezó por su mente claramente mareada y con gran ira solo se quedó sentado en la acera y pensó: "Esto no podría empeorar" .

—Mierda...—Maldijo sin dudar en su voz al ver comenzar la incesante lluvia, que para su desdicha no era un clima que disfrute y mucho menos en este momento. Sin temblar en ningún segundo en su voz o que le importe un cacahuete si alguien lo ve gritó intentando aliviar un poco su frustración:

—¡Wow! ¡Ni siquiera tú te puedes poner de mi lado! ¡¿Entonces para qué carajos me traes hasta aquí?! —No medía sus palabras en aquel estado deplorable quedándose debajo de la lluvia, definitivamente era uno de sus peores días y se guardó esa ira interna hasta ese momento, después de todo nunca fue bueno procesando sus emociones ante el luto de un compañero quien nuevamente entregó su vida a la causa de un mejor mañana,

Se quedó ahí por un momento donde parecía que todo se congeló y solo podía escuchar su respiración agitada y su mandíbula tensa, perdió la noción del tiempo y percibía que los segundos parecían eternos. Se hubiera quedado toda la noche atrapado en ese instante hasta que escuchó pasos; eran una mujer caminando apresuradamente intentando evitar cualquier mirada y pasar desapercibida con el abrigo negro que portaba, y una capucha que cubría su rostro jalando con una mano a su pequeña hija y con la otra un trineo con muchas espadas y objetos que recogió para vender.

La pequeña que de la misma manera que su madre no mostraba su rostro y miraba el piso arrastrando por el aire una muñeca de trapo.

Ante un jalón apresurado de su madre al ver a Kudou con un hedor a alcohol, la niña hizo caer aquel juguete ante los pies del pelirrojo mientras seguía dando pasos pero al darse cuenta jaló su brazo hacia sí misma y darse la vuelta para recuperarla.

Kudou vio la muñeca y antes de que la niña reciba un regaño por parte de su madre, lo levantó y se lo ofreció a la pequeña, su mirada se tranquilizó y la recibió para abrazarla viendo a Kudou un largo instante hasta darle una sonrisa ligera y mientras sostenía su muñeca buscó con su mano derecha en los desgastados bolsillos de su vestido y luego en la mano de Kudou dejó una moneda.

Kudou iba a replicar contestando que no estaba mendigando limosna con una expresión claramente avergonzada por la situación pero antes de que suceda la niña volvió a tomar la mano de su madre para continuar su camino, dejando que se pierda en la vista de Kudou.

El volvió a bufar viendo que la lluvia se calmaba retomando su camino, a veces su mirada se desviaba ante los grafitis que aunque había muchos groseros, resaltaban aquellos cuyo objetivo era motivar a la rebelión contra All for One y Kudou lo veía como la señal divina que esperaba del universo, si debía seguir.

Al llegar a su destino e intentar ingresar sin hacer el mínimo ruido por la humedad de sus zapatos y escabullirse hasta su habitación pero una de las lamparas se encendió de repente revelando a un hombre con cabello plateado con su característico pañuelo negro en su frente aún en uniforme, escaneando con la mirada a Kudou y los brazos cruzados ante de decir en un bufido:

—Vaya, vaya, miren quien se animó a venir, después de dejarnos a todos desmoralizados—. Era Bruce, su segundo al mando y aunque muchos lo duden una de las únicas personas de decirle la verdad a Kudou en su cara, su mirada penetrante y claramente juzgando el estado de su superior, con su tono amargo y claro sarcasmo.

— No quiero oírlo Bruce, estoy cansado, ¿podrías irte a dormir?— Claramente la situación tensa que dejó a Bruce lo molestó mucho y ahora tendrían una de esas discusiones que llegaban a lo mismo.

— Ah, ¿crees que puedes decirme eso después de dejarme con el equipo y escapar?, claro que conveniente.

— Si —Dijo con firmeza Kudou mientras se daba la vuelta hacia su habitación y decir en voz baja para no despertar a los demás— Ahora déjame en paz.—Su mano que buscaba el picaporte mientras que sus dedos torpes ponían el código equivocado y se maldijo por ello: —Mierda, se me olvido cual era...

Bruce lo analizó con la mirada mientras con la frustración y enojo en su cabeza antes de que en un movimiento tosco tomó el hombro de Kudou y lo giró para tenerlo frente a frente antes de volver a retomar la conversación.

— Lo de hoy fue un asco, lo se perfectamente, todos ahora mismo nos sentimos una basura pero al menos hubiera ayudado las palabras de su líder.

— ¡¿Y que esperabas que les dijera, eh?! ¿¡Que está todo resuelto, que todo fue parte del plan, que todo va bien y que pronto todo va a terminar!?

— ¡No, pero al menos tu insignificante presencia hubiera ayudado! ¡Fue una mierda y lo entiendo, perdimos a Echizen y no hay nada que podamos hacer contra ese monstruo— Sus palabras claramente mostraban la frustración de toda la situación y el dolor que aún cargaban, Kudou sentía pesar su estómago al escuchar el nombre del camarada caído, maldijo en sus adentros y luego con veneno al articular las silabas contestó:

— ¡¿Mi presencia lo hubiera resucitado?!

— ¡No, pero al menos un poco de tu apoyo no nos hubiera hacer sentir que todo vale una mierda!

— ¿¡Pero te oyes a ti mismo!? ¡¿Un poco de mi apoyo!?— Se apartó de la puerta y se acercó a él— ¡Esto no es una cancha de béisbol, Bruce! ¡Esto es la realidad! ¡Es jodidamente cruel y no siempre puedes ganar!

— ¡No te entiendo Kudou! ¡Eres el ser que esta más dispuesto a matar a All for One y el único que tiene pelotas para dirigirnos pero eres un imbécil egoísta que solo nos ves como herramientas!

— ¡Es cierto que mataría a All for one si tuviera la más mínima oportunidad! ¡Y también es cierto que los veo como herramientas! El objetivo es liberar a todo el mundo de él a como dé lugar ¿¡Qué esperabas, que fuéramos una familia feliz y que nos abrazaríamos después de un día en el que murieron compañeros importantes!?

— ¡Al menos un poco de empatía! ¡Pero nunca lo entenderías, no es como si tuvieras un poco de cuidado con el efecto que tienes hacia los demás! ¡Además tu no puedes usar la palabra familia porque nunca tuviste una ni entiendes su valor!— Bruce entendió a la brutalidad de sus palabras y que fue demasiado lejos, pero antes de que pueda retractarse Kudou llenó de frustración y acercándose de forma amenazadora contestó:

— ¡¿Y crees que yo disfruto esto!? ¡¿Crees que disfruto enviarlos a peligrosos misiones en las que pueden morir en cualquier momento!?

— ¡No, pero al menos estar con ellos en sus momentos difíciles! ¡Eres su líder, todos confiamos en ti, que tu eres el que puede agitar la espada y darnos algo mejor que esto!

— ¿¡Agitar la espada!? ¿¡Que te crees que soy, un héroe de cuento de hadas!? ¡Esta guerra esta lejos de terminar y solo va a dejar muertos a nuestro paso! ¡Estoy haciendo lo que puedo pero no puedo protegerlos a todos!— Eran claras las palabras de Kudou despreciaba aquello, su objetivo era claro y no era algo que él considere noble por lo cual nunca se consideraría una especia de héroe. El aire se quedó tenso, mientras Bruce comprendía sus palabras hasta que Kudou volvió a hablar con más suavidad entre un suspiro:

— Deja de intentar de idealizarme así, Bruce, estas viendo lo que quieres ver. Soy un buen estratega, pero no soy un maldito dios.— El silencio por un instante fue incomodo pero Bruce después de aclarar sus pensamientos y suavizar sus palabras cambió ligeramente el tema:

— Mañana acordamos una reunión después del funeral de Echizen, espero que puedas asistir.

— Lo se, ¿Algo más?— Kudou quería finalizar la conversación para irse a dormir y recomponer las fuerzas que perdió en las últimas horas, pero Bruce dubitativo y con una expresión estresada, pensó si era correcto decirle en ese momento, pero luego de repensarlo y que no vuelva a surgir la oportunidad habló:

— Hable con el prisionero y me dio un poco de información...— Su tono era dudoso y su mirada vagaba ligeramente por las baldosas del piso.

— ¿Qué tipo de información?— Preguntó seriamente mientras pensaba, tenía planeado de todas formas hablar con la persona que capturaron en la última misión y que era un aliado de All for One.

— No habló muy claro al respecto ni se si lo que dice es verdad, pero mencionó algo de una base secreta que frecuenta All for One y que ahí se encontraba su hermano, fue muy confuso...— Kudou al instante pudo sentir que la sobriedad lo alcanzaba y como todo se dispersaba pensando y después dijo con firmeza:

— ¿Sabías que All for One tenia un hermano?

— No, para ser sincero pensé que ese monstruo no tenía familia.— La respuesta de Bruce fue sincera y concisa, ninguno de la resistencia había tenido ese tipo de información y lo último que pensarían es que aquel tirano tenga alguna conexión que no hubiera matado.

— Mantenlo encerrado y no dejes que nadie lo interrogue antes que yo.— Las instrucciones de Kudou eran claras y al instante Bruce las aceptó, mientras volvía a hablar en un tono más suave.

— Al parecer All for One, no esta solo...

— Eso es obvio...Tiene una horda de secuaces y seguidores, ¿pero un hermano secreto?— Reflexionó buscándole algún sentido a la situación.

— Tal vez lo mantiene oculto porque tiene un Quirk especial o es una pieza importante— Kudou pensó en las posibilidades de la primera opción, pero le parecía un tanto extraño. No le veía sentido a esconder a su hermano si él pudiera serle de utilidad ante todo su ejército, luego pensó en una segunda opción que le pareció más lógico

— No, no creo que sea así. Si fuera así, All for One nos lo hubiera enviado al frente desde hace mucho tiempo...

— Entonces debe tener información clave para que no sepamos nada sobre él— Bruce pensó un instante ante la situación y luego sugirió:— Si lo matamos, daríamos un gran golpe a All for One.— Kudou lo pensó lentamente, acerca pero luego dijo claro y firme:

— No, no lo mataremos aún. Primero lo capturaremos y averiguaremos quien es, solo entonces sabremos la mejor manera de utilizarlo. ¿Esta claro Bruce?— Bruce asintió ante las ordenes de Kudou mientras se retiraba y finalmente podía tenderse a la cama pensativo por el "hermano" de All for One.

Kudou veía el techo de su habitación con muchas dudas al respecto, todo el alcohol se desvaneció ante el descubrimiento de que podría haber una mente maestra detrás de los actos maquiavélicos de All for One, muchas preguntas rondaban en su cabeza.

«¿Quién era?»

«¿Porqué no sabían sobre él hasta ahora?»

«¿Era una pieza tan importante?»

«¿Al fin tenían una oportunidad de ganar?»

Su mente divagaba en aquello, al mismo tiempo lentamente cansada y perturbada expandía sus pensamientos.

 

Al abrir mis ojos veía todo, era borroso y sentía cenizas y sangre seca en mi rostro, quería gritar pero al mismo tiempo sentía que perdí la sensibilidad de mi boca, mi mano izquierda se encontraba en uno de mis costados del torso que sangraba

Al abrir mis ojos veía todo, era borroso y sentía cenizas y sangre seca en mi rostro, quería gritar pero al mismo tiempo sentía que perdí la sensibilidad de mi boca, mi mano izquierda se encontraba en uno de mis costados del torso que sangraba. Mi corazón palpitaba e intentaba concentrarme en las personas a mi alrededor que algunas con sus dones intentaban defenderse y otras con armas prediseñadas. Uno de ellos me dirigió la mirada y gritó algo que no alcance a entender y lo único que percibió mi oído fue un pitido, seguida de una explosión.

Rápidamente al entender mi situación y tener memoria de las últimas horas, mi cuerpo giró para ocultarse entre los cuerpos y rápidamente ver si mis guanteletes aún podían funcionar, al parecer tenía suerte ya que aún prendía pero me maldije al ver que solo tenía un proyectil, supongo que solo tenía un tiro, no dude en ver el panorama y mi mente ya sabía para quien era.

Era obvio, el tipo ese del bando enemigo cuyo don de espinas se descontroló y ahora era un completo caos y en mi opinión alteró la naturaleza de mi plan. Estaba en la mira, tenía que esperar el momento exacto para disparar en aquella zona de su cuello y acelerar el proyectil de manera que no lo perciba y tenga una muerte rápida.

Espera, espera, tengo que ser preciso y, ahora está distraído es el momento, justo mi mano presionó el gatillo pero al parecer su mirada me vio a través del reflejo de las baldosas de la pared y se giró repentinamente.

Esquivó el proyectil para observarme fijamente, «Mierda» me maldije y con pasos torpes arrastrando sus brazos llenos de espinas para enfrentarme, pero antes de que lance sus brazos y pueda matarme se mostraron ondas que lo empujaron y lo aturdió por un instante.

Quedé estupefacto por un instante al ver quien fue el causante de la interrupción, era Echizen, lo detuvo por un instante y el enemigo lo agarró del cuello mientras las ramas provenientes de su cuerpo lo asfixiaban lentamente, lo mire fijamente y el villano también me tomó del cuello mientras sonreía, fue en ese momento en que Echizen dijo algo, eran murmullos que no logré entender pero con el poco aliento que tenía lanzó ondas hacia el lugar haciendo que el proyectil que fallé hace tan solo unos minutos vuelva a estar un momento en estática.

En ese momento fue como si mis pensamientos con Echizen se sincronicen y active mi don haciendo que el proyectil acelere su velocidad dando justo en el cuello de aquel maniático, haciendo que antes de caer, ahorcara el cuello de Echizen.

Mi respiración era jadeante y buscaba el oxígeno del aire pero al instante al ver que Echizen no respondía, lo agarré e intenté reanimarlo pero la sangre seguía fluyendo entre mis manos.

—¡Echizen! ¡¿Puedes oírme?! ¡Reacciona!— Intentaba que mis palabras puedan capturar su atención que parecía desvanecerse lentamente, pero antes de volver a hablar el murmuró:

— Comandante ¿lo hice bien?— Al ver la situación y que nadie había para respaldarnos, ambos sabíamos que se venía al final, no era la primera vez que veía morir a un compañero mío pero jamás pensé que vería a uno de los mas jóvenes en esa posición, trague y luego dije:

— Lo hiciste muy bien.

— Es bueno saber que al menos mi muerte salvó su vida, porque usted va a traer un mejor mañana ¿verdad?—Tenía lágrimas en sus ojos mientras su mirada se disipaba por el lugar y sentía que su voz se perdía entre el silencio. Por primera vez no sabía que decir, aunque todas las muertes serían recordadas, a veces olvido que ponen su última voluntad su fe en que puedo traer algo mejor para el futuro. Es frustrante ya que ellos no lo verán y se conforman con una promesa que no saben si lograré, en medio de mi silencio volvió a tomar la palabra.

— Si All for One cree que todos pueden servir a él y solo él, entonces yo creo que sacrificar una vida puede salvar a todos...— Tragó en medio del dolor y lágrimas volviendo a hablar con un susurro que mostraba su voz quebrada.— Espero que yo haya sido una de esas personas, uno para todos...

Aquel concepto me parecía tan difícil de entender en medio de palabras confusas que murmuraba pero antes de que pida una explicación más especifica, sus respiraciones se apaciguaban y mirando el cielo que estaba lleno de smog y polvo perdió el último rastro de vida, exhalando por última vez.

Sentía mi respiración agitada pero no era la primera vez ni sería la ultima, supongo que capture frialdad al ver la escena de un camarada sin vida, no lo consideraba humano pero dejó de importarme aquello desde hace mucho.

Comencé a caminar en medio de una niebla espesa, no lo recordaba así antes, pero todo era tan curioso en este momento y de pronto era como si me acercara lentamente hacia un muelle, suspire al ver el alba reflejado en el lago. Al bajar mi mirada pude percibir cadenas atadas a uno de los postes del muelle, estaban empolvadas, hasta podría decir oxidadas pero antes de que pueda describirlo mi mente quería saber el final y que estaba atado.

Al bajar del muelle y caminando por la arena me tope con un pequeño niño viendo el mar cuyo pie era el destino de aquella sospechosa cadena, el infante al notar mi presencia volteo su cabello era blanco y sus ojos destacaban por su verdosa profundidad en medio de la maraña de su pelo, su ropa desgastada y su cuerpo desnutrido. Iba a preguntar pero él fue quien articuló la primera frase.

— ¿Eres un héroe?— Quedé un momento en silencio, no entendía porque de repente preguntaba algo así, su voz tan infantil como si tuviera mucho pesar me daba escalofríos.

— Yo...— Antes de poder formar una respuesta coherente, él niño gritó de repente como si su inocencia desapareciera por la ira.

— ¡¿Cómo puedes ser un héroe, cuando mataste a muchos?!— Eso definitivamente me dejó con el estómago en la boca y sentía que mis manos comenzaban a arder y al verlas notando que estas derramaban sangre por doquier.

— ¿Cómo...sabes eso?— Esa era la única frase que dije mientras sentía que su mirada se retorcía y sonreía con ironía y sus labios comenzaban a desprender un líquido carmín a la par de su mirada perdida.

— Porque eres igual a él... —Dijo por última vez antes de sumergirse en el profundo océano como si se ahogara, desesperado sentía que tenia que hacer algo pero al ver mi reflejo en el agua, todo se detuvo.

— No...no...—Era lo único que podía pensar cuando vi como si mi rostro fuera el mismo que él, aquel que lastimó a muchos, yo lo reflejaba y mientras caía en la arena desesperado por no querer ver mi reflejo, el niño salió del mar con All for One, como si aquella imagen del agua cobrara vida y mi respiración se congelo y sentía que me ahogaba al verlos.

—Lo eres...— Todo fue un remolino de emociones hasta que de un sobresalto me levantaba y al ver mi alrededor estaba en mi habitación y la alarma a lado resonaba, trague al ver que todo aquello fue una mala pasada de mi mente.

Mi cabeza me dolía pero no era nada que no pudiera manejar, intentaba buscar un poco de aire cuando me levanté y sintiendo palpitaciones en mi nuca y pensando en el sueño extraño que tuve, sentía que lo relacionaba mucho a todos los problemas que tenía ahora.

Es decir, ahora que sabíamos que había alguien muy cerca de All for One que lo ayudaba, debíamos ser cautelosos sin contar que hoy sería un día pesado por el funeral a todos los caídos y debía al menos dedicar un par de palabras que no emocionaba por cierto. Probablemente no me importaría pero el recuerdo del sueño y las palabras de Bruce me hacían reconsiderar lo que debería decir.

«¡Eres su líder, todos confiamos en ti, que tu eres el que puede agitar la espada y darnos algo mejor que esto!».

Una y otra vez se repetía, a veces olvidaba que no soy solo yo quien sufre las atrocidades de All for One, que muchas personas son victimas de ese monstruo y que todas las personas que sacrifican su vida en esta base, son porque de alguna forma confían en mi.

No sabría como decirles a todas esas personas que al igual que ellos quiero algo mejor, pero como decirles también que no soy un Dios, no puedo cumplir todo lo que se espera de mi, que no soy lo que creen que soy.

Esperan que los guíe a algo mejor o que simplemente sea quien acabe con All for One, he matado a tantos que considero que aunque las causas son nobles, los medios nunca lo serán, supongo que esperan que me ensucie las manos de sangre para que ellos sean libres.

Supongo que eso quería decir Echizen antes de morir.

«Uno para todos»

Por la muerte de uno, muchos viven, por el sacrificio de los que dan su vida por esta causa, esperan que los demás puedan ver algo brillante y ahora entiendo que esa es la carga que debo tener en mis hombros.

«Porque eres igual a él... »

Aunque lo negaba continuamente, ahora lo veía más claro que nunca, mis acciones nunca tendrán perdón, sin importar a cuantos salve o si todos confían en mi. Soy la herramienta perfecta ante el propósito que decidí cumplir. Uno por todos, si nadie puede agitar la espada para matarlo, yo lo haré. Si nadie esta dispuesto a sacrificar para manchar sus manos de sangre, entonces yo lo haré. Si nadie tiene el valor de convertirse en un monstruo para acabar con otro. Entonces lo haré yo.

 

La habitación oscura donde de uno de los condenados jadeaba repetidamente por el dolor de la tortura a la que estaba sometido, lo hacía tartamudear, hasta que escuchó que la puerta se abría y de ahí entraban Bruce y Kudou

La habitación oscura donde de uno de los condenados jadeaba repetidamente por el dolor de la tortura a la que estaba sometido, lo hacía tartamudear, hasta que escuchó que la puerta se abría y de ahí entraban Bruce y Kudou.

Bruce miró secamente al hombre que se encontraba a ahí y sin una mínima muestra de arrepentimiento o compasión le dio un golpe antes de hablar.

— Ahora dile lo que me dijiste ayer.

—Y-ya le dije todo lo que se, no pude escuchar mucho solo lo escuche de un cliente hablando por teléfono.— Su tono era suave y temeroso con Kudou observando las facciones de su rostro y dijo un poco irritado por su actitud poco colaborativa.

— Mira no tengo todo el día, si no quieres dejar de respirar en los próximos cinco minutos, será mejor que comiences a hablar, ¿Qué sabes del asociado con All for One?

Las palabras duras de Kudou hicieron temblar al testigo, quien era un prestamista que entregaba información al tirano y su voz y determinación se rompían al sentir un golpe en su rostro proveniente de uno de los soldados y Kudou repitió.

— Volveré a repetirlo ¿Quién es el supuesto hermano de All for One?

— ¡No puedo! Solo lo oí por teléfono cuando una vez vino a pedirme información.— El hombre sintió un segundo golpe que definitivamente rompió su nariz, antes de que Kudou retome.

— ¿No puedes o no quieres? De no ser por la información que le diste a Bruce ya estarías muerto.

— ¡No me mate! ¡No lo recuerdo! ¡Creo que era Yuno..! ¡No! ¡Era Yaiko...! ¡No!— Su voz retorcida tragaba desesperado y con temor por su vida.

— ¿Puedes parar de tartamudear idiota?. Eres patético— Kudou irritado por las palabras sin sentido de aquel hombre, planeaba rendirse ahora y prepararse para el funeral de sus camaradas.— Bruce, deshazte de este inútil.

— ¡Por favor no! ¡En serio All for One tiene un hermano! ¡Tenía su apellido Shigaraki! ¡Y que yo sepa lo visita seguido!— Aquellas palabras detuvieron un momento a Kudou que se volteaba para enfrentarlo, no parecía estar mintiendo y su expresión era aterrorizada.

— ¿Shigaraki?— Probó aquel nombre en sus labios e intentaba articular y luego dijo serio.— ¿Y su nombre?

—¡No lo recuerdo! ¡Pero se que iniciaba con Y, y tenía un kanji con significado sobre uno!

— No te pregunté el significado, ¡¿Cuál es su nombre?!

— ¡En serio que no lo recuerdo! ¡Yani! ¡No! ¡Era Yoji! ¡No!— El hombre volvía a hablar tartamudeando y diciendo nombres al azar. Kudou ya estaba cansado de estar en una situación donde no llega a una conclusión.

—Eres el hombre más frustrante con quien he hablado.— Al no recibir respuesta alguna se retiró sin dejar antes una orden.

— Vigilenlo, si vuelve a decir información importante llámenme de inmediato.

 

Habían pasado un par de horas desde que hable con aquel lacayo de All for One, aunque me frustraba que no pueda decirme más, quería dejar de pensar en ello y concentrarme en lo del funeral

Habían pasado un par de horas desde que hable con aquel lacayo de All for One, aunque me frustraba que no pueda decirme más, quería dejar de pensar en ello y concentrarme en lo del funeral.

No era la primera vez que decía un discurso después de una misión que dejó bajas pero por alguna extraña razón, siempre esperaba que fuera la última. A veces dejó de importarme las palabras que decía y solo repetía lo mismo una y otra vez, pero a diferencia de las otras veces, la muerte de un compañero y sus palabras me hicieron reflexionar, junto a las palabras de Bruce que más de una vez me dan un golpe de realidad.

«Es bueno saber que al menos mi muerte salvó su vida, porque usted va a traer un mejor mañana ¿verdad?»

Muchas veces olvidaba que no solo era yo quien estaba desesperado por que todo se acabe, que todos los que estuvieran en aquel funeral, me verían nuevamente para al menos tener un gramo de esperanza.

Pero yo ya no lo tenía, aunque esto inició por esperanza, actualmente la motivación era más vengativa.

En el fondo siempre supe que acabaría así, pero aún mantenía la fe en que algún día pueda justificar todo lo que hice diciendo que era por buscar algo mejor, pero ya noté que eso nunca ocurrirá.

A diferencia de las anteriores veces que dí el discurso de despedida, esta vez pensé cada palabra y pensamiento que iba a expresar. Ya estaba cansado de decir que vendran tiempos mejores y que se queden como promesas vacías, tal vez debía dejar de verlo como esperanzador y ver como es ahora; una promesa de venganza.

Ver los rostros tristes mientras caminó hacia el final del grupo, todos con la mirada distante que de cierta forma me incomodaba pero creo que ya me acostumbre.

«¡¿Cómo puedes ser un héroe, cuando mataste a muchos?!»

Sentía que cada rostro me decía aquellas palabras y juzgaba mi caminar hacia la tarima, sentía que cada paso pesaba por todos los cuerpos que cargaba en mi alma.

Cuando al fin llegue frente a todos y pude ver desde lo alto sus cabezas gachas y las tumbas cerradas, trague el nudo que tenía en mi garganta y luego de pensar y el silencio absoluto del público sabía que tenía que comenzar.

—Camaradas, compañeros y amigos. Hoy nos encontramos después de una gran batalla, una en la que perdimos a hermanos y personas que lucharon lado a lado con nosotros y dieron su vida por nosotros y nuestro ideal de libertad.

Nuestras bajas han sido muchas no solo hoy, sino a lo largo de esta dura guerra y con sinceridad puedo decir que me siento desesperanzado.— Todos se sorprendieron por las palabras y quería echarme para atrás, decirles que el destino y la suerte mejorara pero ya no había vuelta atrás.

—Al igual que ustedes me siento devastado por la muerte de un compañero mío, quien dio su vida en batalla para salvarme, sus acciones siempre serán recordadas, pero lo que nunca olvidaré serán sus últimas palabras y se las compartiré.

Él antes de morir, dijo que esperaba que su muerte al menos haya servido para algo, menciono algo sobre como su sacrificio nos dará a todos un mejor mañana. Uno para todos.

Él murió soñando que se convertiría en un héroe pero en el fondo sabía en lo que se estaba metiendo, todos nosotros lo sabíamos; que esta lucha no iba ser fácil ni justa y mucho menos a ser sin sacrificios. Pero aún así...ellos eligieron quedarse. ¡Eligieron pelear, porque entendieron algo que nosotros olvidamos por el dolor de estos años!— Después de hacer una pausa y re acomodar mis pensamientos y la mirada expectante de las personas.

—¿Saben qué es lo peor de todo esto?— Mi tono era suave pero sentía que me daba cada una un golpe y esperaba que también en los demás.— Que al parecer no importa cuanto pelemos o si nos levantamos, siempre parece que perdemos. Ellos murieron y nosotros estamos aquí sin poder cambiarlo. Y si, de seguro muchos como yo se cuestionaron ¿qué sentido tiene seguir haciendo esto?

Pero si por un instante piensas que rendirnos es la mejor opción o si piensas que ya no importa, recuerda sus caras. ¡Recuerda sus nombres! ¡Cada uno de ellos nos dejó y nos condenó a que recordemos que sus muertes tuvieron un propósito!

¡¿Saben que decía Echizen?! Qué algún día todos aquí, seríamos héroes, que algún día podríamos perdonarnos y tener paz. Pero creo que se equivocó...

¡No soy un héroe! ¡Nunca lo seré! ¡Pero eso no me preocupa! Porque un héroe inspira esperanza y con bondad logra sus objetivos, pero yo no quiero hacerlo con una sonrisa, porque tengo rabia, al igual que muchos de ustedes.

¡Esa rabia que guardamos contra el hombre que nos arrebató todo! ¡Y esa rabia es lo única que nos queda!

¡Que no nos pidan ser héroes porque nosotros sabemos que no vale la pena serlo! ¡Les prometo que todo esto no fue en vano! ¡Porque aunque no somos héroes, somos fuertes por que no tenemos miedo!— Todos parecían esperanzados por aquellas palabras y luego Bruce, quien era gran amigo de Echizen levantó su mano gritando. — ¡Uno para todos!— Aquel grito se plasmó en el ambiente y todos levantaron sus manos diciendo unisono esas palabras.

En medio de aquella celda, el hombre que por desgracia del destino fue atrapado por la resistencia jadeando e intentando no caer en la locura al intentar recordar aquel nombre que le causo muchos golpes

En medio de aquella celda, el hombre que por desgracia del destino fue atrapado por la resistencia jadeando e intentando no caer en la locura al intentar recordar aquel nombre que le causo muchos golpes. Repentinamente comenzó a reír y recibió una cachetada del guardia de turno.

— ¿Qué te parece tan gracioso, imbécil?

— Lo recordé... —Dijo riendo perdiendo la cordura repitiendo.

— Lo recordé, su maldito nombre es Yoichi Shigaraki.