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Chapter Text

Su muerte fue dulce, rodeada de familiares y amigos, había tranquilidad en su partida, una vida bien vivida.

Solo tenía 30 años.

En realidad siempre supo que moriría joven, los médicos hicieron lo mejor que pudieron y en realidad no sintio mucho dolor gracias a los medicamentos. Talvés tener el conocimiento de que tenía el tiempo contado desde joven le hizo apreciar la vida que tenía, aunque no se caso ni tuvo hijos disfruto de cada momento.

En realidad era algo a considerar, nunca se enamoro ni tuvo pareja y era vergonzoso admitir que murio virgen, lo cual… en realidad no es importante, pero siente que dice mucho del tipo de vida que vivió, no es que nunca saliera en citas ni tuviera pareja, pero simplemente no parecían durar, ninguna se sentía correcta y talvés era el miedo de dejar atrás a un compañero de vida pero al final nunca llego a nada.

Flotando en medio de un mar estrellado se sentía bastante melancólica, reflexiva incluso. Aunque siempre fue una persona tranquila esta calma infinita parecia antinatural, sola con sus pensamientos y su imaginación, recordando una vida que no tiene miedo de dejar atrás para siempre. Su percepción del tiempo siempre fue distorsionada, llegaba muy tarde o muy temprano y nunca podía estimar la hora del día, tampoco las fechas importantes ni menos la temporada de lluvias.

Cuando una luz dorada apareció ante sus ojos soltó un suspiro ¿talvés había estado en una especie de limbo y llego la hora de partir hacia la otra vida? Nunca había sido una persona religiosa, pero tenía curiosidad sobre si le esperaba el cielo o el infierno ¿talvés reencarnaria? Quizas lo que le esperaba era simplemente la nada.

Despertar con dolor de cabeza y el cuerpo pesado no era parte de su plan para la otra vida. Se siente cansada y débil e inmediatamente decide que debio caer en el infierno, ¿el cielo no tiene tortura, verdad? Nunca ha tenido mucha resistencia al dolor, como alguien que crecio en el mundo moderno y tuvo analgesicos constantemente toda la vida realmente nunca había sentido un dolor como este.

Hay luz detrás de sus parpados e imagenes pasando por su cabeza y de repente ya no sabe quien es.

Es Lucy Heartfiia pero no lo es.

Porque recuerda una vida llena de medicamentos y hospitales y recuerda comer vegetales en un comedor decorado con oro. Recuerda atuendos formales y elegantes para ir al trabajo y recuerda el dolor del corse que se ciñe a su cintura. Recuerda una vida de matematicas, formulas y maquinas y recuerda una vida encerrada en un castillo con tutores en una biblioteca inmensa.

Sus ojos lloran cuando se incorpora en la inmensa cama y se da cuenta del brillo antinatural de las estrellas detrás de las puertas de vidrio que dan al balcon. Sus manos son pequeñas y tiene que forzar su mente a situar su edad a los diez años y no a los treinta. Y luego viene otro dolor de cabeza porque Lucy Heartfilia es la novia (¿no oficial?) de Natsu, el protagonista de Fairy Tail y eso fue hace una vida y uno de sus pequeños placeres.

Vuelve a tirarse en la cama y respira profundamente. Sus recuerdos se estan asentando y el dolor desaparece con cada inhalación. En su ¿otra? vida le gustaba bastante el anime, los dibujos animados y el manhwa, le gustaban las novelas y la lectura a pesar de que trabajaba en el Departamente de Desarrollo de la empresa. Talvés debido a que su trabajo consistía en tanta investigación fria y lógica amaba los mundos donde la lógica estaba revestida de magía.

Fairy Tail fue uno de sus primeros animes y aún no había concluido su emisión cuando ella murió, tampoco es que se halla mantenido muy al día con su emisión, consecuencias de la vida adulta. Una sonrisa autocritica se forma en su rostro. Ella en realidad tenía muchos escapes de la rigidez de su trabajo, no la malinterpreten, ella amaba su trabajo; pero nunca fue una persona que se encadenara a una sola cosa y si no fuera por su enfermedad habría viajado, habría conocido el mundo no solo a través de documentales, videos en internet y redes sociales; sin embargo no era bueno para su salud, se quedo en casa y en el trabajo, en la gran ciudad donde en cualquier momento podía ir al hospital, ella vió el mundo a través de las pantallas y vivió aventuras a través de la fantasía, a ella le encantaba Fairy Tail y su manía de tener un final feliz cuando todo parecía teñirse de desesperación, incluso después de años de no ver un capitulo adecuado ni comprarse los mangas, ella aún leía los comentarios en los foros y resumenes vagos en linea. Ella recuerda lo básico y sabe que este mundo esta lleno de magia, amistad y la locura de las batallas donde por algún milagro nadie muere.

Su mente corre entre varios recuerdos que se acomodan en su cabeza y un sentimiento profundo le aprieta el corazón. A ella también le gustaba el romance.

Si debe creer en su experiencia como lectora diría que ha transmigrado, pero esto no se siente como transmigración, no siente que haya tomado posesión de un cuerpo ajeno, se siente como si ella fuera Lucy Heartfilia y eso es aterrador, porque es Lucy Heartfilia y su mundo es el entretenimiento de otro mundo.

Talvés… ¿Reencarnación?

Pero en tal caso, ¿por qué recién recuerda ahora?

Sus ojos se abren y su cabeza da vueltas cuando se levanta bruscamente de la cama, su cuerpo esta acostumbrado a la altura cuando salta y es natural ir a su escritorio para ver el calendario, es el escritorio donde se sienta todos los días para estudiar y el calendario al que rara vez le presta atención.

7 de julio del año X777.

Lucy siente que se le escapa el aire de sus pulmones y sale al balcon a mirar las estrellas, es de noche, se supone que debería estar dormida. Sus padres salieron en la mañana rumbo a Crocus y se supone que no volverán hasta que acaben sus negocios y ella sabe que su madre no volvera para quedarse.

La enfermedad de deficiencia magica la matara.

Su corazón le oprime el pecho y siente que va a estallar, sus rodillas gimen cuando golpea el suelo y de repente su garganta esta apretada y recuerda que en esta vida ella nunca ha sido buena lidiando con el dolor mientras se derrumba a la luz de la luna.

Se despierta con lagrimas en los ojos y viento en su rostro, hace frio y los pajaros cantan. Aún no amanece y Lucy sabe que nunca volvera a amanecer en la mansión Heartfilia.

Se levanta dolorida y tiene que repirar profundamente antes de lograr ponerse en pie, los recuerdos pasan por su mente como un torbellino y necesita hacer algo o se volvera loca.

Sus pies están frios y la alfombra pica sus sencibles pies, cruza la gigantesca habitación con pasos largos y se coloca frente a su escritorio, saca papeles y plumas y empieza a escribir los acontecimientos de este mundo:

• Se une al gremio de Fairy Tail después de conocer a Natsu en Hargion.
• Rescatan a Macao convertido en un ¿monstruo?
• Buscan un libro en la mansión de un noble y obtiene a virgo.
• Erza pide ayuda para investigar al Gremio de ¿Eisenwalt? que invoca a un demonio sellado en una flauta ¿Se supone que su canto mataba?
• Natsu roba una misión para la Isla Galuna donde Gray enfrenta su pasado y Deliora es destruido por el hielo de Ur. Obtiene a Sagitario.
• Su padre envia a Phantom Lord para recuperarla, guerra contra Fairy Tail y Gajeel junto a Juvia se unen a Fairy Tail ¿se unieron en ese momento?
• Lucy salva a Loke que en realidad era Leo.
• Son atacados en un casino ¿que hacian en un casino? por los antiguos compañeros de Erza y un Jellal loco que estaba poseido por Zeref ¿En realidad que le paso a Jellal?
• El consejo lanza un arma superpoderosa ¿bomba nuclear? contra la Torre del cielo y Natsu entra en Dragon Force.
• Enfrentamiento con Laxus ¿Había una especie de Festival?
• Enfrentamiento con Gremios oscuros que buscan algún tipo de poder antiguo. Conocen a Wendy, Sorano ¿Angel? Tiene la llaves de Aries, Escorpio, Gemini y Caelum, también esta el Dragon Slayer del Veneno y su ¿serpiente? ¿No se volvió su serpiente miembro de Fairy Tail?
• ¿Una invación de dragones? Gray y Juvia cooperan.
• Edolas ¿Un mundo que se queda sin magia? Mistogan es Jellal de otro mundo y se convierte en Rey.
• Pruebas de Clase S. Un gremio oscuro ataca dirigido por el antiguo maestro de Fairy Tail? ¿Qué sucedió realmente? También aparece la hija de la maestra de Gray y su ¿hija, hermana menor? de cabello rosa. Después de derrotar al gremio oscuro aparece Zeref y Acnología. Cana es hija de Gildars.
• Congelación de 7 años.
• ¿Una muñeca como su hermana y algún plan para destruir el mundo?

La mirada de Lucy se desvía hacia Michelle, la muñeca que le regalo su padre por su cumpleaños. Ya puede sentir otro dolor de cabeza cuando se acerca a la muñeca y la abraza fuertemente, ¿por qué se siente tan importante? Probablemente pueda resolverlo en algunos años.

• Entrenamiento para los Grandes Juegos Magicos.
• En los juegos magicos aparecen Sting y Rogue, dragon slayers de la luz y las sombras. También Yukino que es hermana de Sorano y tiene las llaves de libra, piscis y la treceava llave, ophiucus.
• Invasión de dragones y la princesa abrio la puerta eclipse ¿engañada por un Rogue del futuro?
• Fairy Tail gana los juegos y hay algunas misiones ¿algo sobre espiritus malos?
• El gremio oscuro Tartaro ataca, Acuario es sacrificada para invocar al Rey Espiritu Celestial. Los dragones estaban dentro de los dragón slayers y mueren intentando derrotar a Acnología.
• El gremio se disuelve por un año.
• Guerra contra el Imperio Alvarez. Gray es un Demon Slayer, Lucy descubre los Vestidos Estrella, ¿algo sobre la madre de Erza?, Mavis dejo alguna especie de poder increible en el gremio.
• ¿Eran 12 guerreros poderosos los que atacan a Fairy Tail?

Lucy termina su lista de acontecimientos importantes y hace una mueca, su cabeza palpita ante el desastre que acaba de escribir, hay manchas y rayones y preguntas y, y… en realidad ella sabe más, en su vida anterior no tenía mucho tiempo para ver adecuadamente el anime, muchas de las cosas que sabe en realidad eran solo menciones en blogs de fans, pero talvés sea el hecho de recuperar los recuerdos de su antigua vida o el dolor de cabeza que le estruja el cerebro pero no puede encontrar la fuerza para escribir más información.

Un paso a la vez.

La fecha de ayer era el día en el que se abrió la puerta eclipse y los dragon slayers fueron lanzados al mundo ¿había mención de que Anna Heartfillia había viajado en el tiempo con ellos?, la madre de Lucy enfermo por abrir la puerta.

Su corazón se estruja al recordarlo y las lagrimas vuelven a caer. Incontrolable e inútil y en realidad no sabe que más hacer.

Su mamá va a morir.

El bosque es diferente, los olores son muy diferentes. Tiene moretones y duele, pero es un dragón y no va a quejarse. Se levanta, olfatea el aire y hace una mueca. ¿Dónde está Igneel?

Le duele la cabeza y por un momento un destello de ojos negros lo hace enderezar la columna y gruñir. Entonces todo se vuelve borroso y grita. Siente que su craneo palpita y golpea su cabeza contra el suelo de tierra, no es suficiente, gruñe y rasguña como si pudiera encontrar al causante en el mundo físico, como si pudiera detener a su enemigo cuando en realidad su torturador esta dentro de su cabeza ¿es posible tu cabeza estalle de dentro hacia afuera?

¿Existe alguna magía que permita a su usuario entrar en la cabeza de alguien y hacer que duela?

El dolor se detiene tan rápido como llego, dejandolo jadeante y sudoroso.

Y entonces recuerda.

Una guerra para la que no estaban preparados, su fuego apagandose contra el poder puro de un dragón que solo trae destrucción, los cuerpos de magos y civiles tirados en las calles, atrapados en una guerra que desde el principio buscaba la muerte. Recuerda los gritos de sus amigos y las oraciones de los inocentes y el olor a miedo en el aire.

Recuerda a Zeref.

Zeref, su hermano, quien lo empujo a través de la puerta eclipse con el cuerpo sin vida (Muerta, muerta, Lucy está muerta, ella no puede estar muerta, Lucy está muerta, muerta, muerta) de Lucy en sus brazos. En su visión solo hay cenizas, fuego y sangre, huele la pobredumbre de la guerra y escucha la orden de volverse fuerte, lo suficientemente fuerte para matar a su hermano inmortal.

Le duele la cabeza y su magia se retuerse dentro de su cuerpo y siente la sangre de Lucy cubriendo sus manos mientras los olores de sus nakamas se dispersan en el aire con sus vidas escapandose como hojas movidas por el viento.

Siente el fuego lamiendo su piel y el poder que resuma en sus venas y recuerda que nada de eso es suficiente.

Esta jadeando, arrodillado y derrotado en un bosque cuyos olores no reconoce y observa su vida pasar ante sus ojos, las burlas de Gray, la espada de Erza, la risa de Wendy, la pelea con Gajeel, el huevo de Happy, la Isla Tenoru y Luce.

Su cuerpo cae derrotado sobre la tierra iregular, el olor a naturaleza es reconfortante y equivocado, su cerebro lentamente procesa la información mientras le recuerda quien es aquí y ahora.

Es Natsu Dragneel, hijo de Igneel, el Rey Dragón.

Y acaba de cruzar una puerta, la puerta Eclipse, con sensei Anna y ahora está pérdido en el bosque.

Recuerda eso, la primera vez, caminar durante dias, casando y defendiendose de los monstruos que habitaban el bosque. La primera vez su olfato no había podido guiarlo, perdido y solo en un lugar desconocido. Ahora sabe a donde ir, e incluso si no lo supiera puede olerlo, escucharlo, sus sentidos son fuertes y estan en alerta y Natsu tiene que recordar que no siempre fueron así antes de entender que él es diferente.

¿Es más fuerte?

Probablemente lo sea. Sus manos son más pequeñas pero su nucleo arde con la misma intensidad que cuando se enfrento a su hermano. ¿Consecuencias de viajar en el tiempo? Probablemente tenga que entrenar su cuerpo para adaptarse a su magia pero eso está bien, esta acostumbrado a entrenar.

Y de repente se da cuenta que todo va a cambiar.

Ya no es el mismo Natsu que llego a Fairy Tail la primera vez, es más maduro y poderoso y no sabe que hacer con eso. Debe volverse más fuerte para enfrentarse a Zeref y lastimablemente eso también significa que el gremio debe ser más fuerte, no es tan arrogante para pensar que puede lograrlo todo solo.

Necesita un plan.

Pero el no hace planes, generalmente le deja ese trabajo a Lucy.

—Lucy…—, susurra al viento. Su corazón late como si quisiera salirse de su pecho y reposar en las manos calidas de la chica que lo hizo vivir el presente.

Ella atraveso la puerta Eclipse junto con él.

La revelación lo golpea y sus pasos se aceleran. Necesita encontrarla. Necesita verla, abrazarla, impregnar su olor en su piel y nunca soltarla.

Ya la perdió una vez.

Juntos, piensa Natsu, juntos podrán descifrar que hacer a partir de allí.

Sueña con risas, amigos, el calor de un cuerpo junto al suyo y luego hay gritos, lamentos, la sensación de no ser suficiente. Una y otra vez. Su magia abandona su cuerpo y las firmas mágicas de sus nakamas se desvanecen mientras ella no puede hacer nada más que sollozar mientras la vida se le escapa, ve destellos de una batalla a lo lejos y el cabello rosa de quien hace latir su corazón y luego el vacio que la reclama para nunca volver a ver las estrellas.

Sus padres llegan una semana después y las lagrimas vuelven a caer por sus mejillas. Ha estado llorando durante tanto tiempo que los sirvientes han empezado a preocuparse. Sus tutores incluso han acortado las clases al ver sus ojos rojos, pero en realidad nadie le habla y Lucy esta acostumbrada a ello, pero la parte de ella que vivió toda una vida en un mundo diferente no puede evitar chasquear la lengua con desaprobación al ver el nivel de negligencia de estas personas. Es confuso y molesto, siente que su personalidad cambia acorde con sus recuerdos pero al mismo tiempo se siente como dos personas tratando de dirigir su vida. Lucy piensa vagamente en dos mini Lucys es sus nombros, cada una señalando una dirección diferente y haciendola tropezar con sus pasos.

Suspira.

En realidad no es extraño que ninguno de los sirvientes le dirija la palabra más de lo necesario, este es un mundo diferente al de su antigua vida y aquí nadie tiene el nivel suficiente para dirigirle la palabra, sus doncellas se limitan a sus tareas y sus tutores son respetuosos incluso durante las clases. Los plebeyos no pueden dirigirle la palabra a los nobles.

Y Lucy es una princesa.

Es extraño y catarquico y ella está acostumbrada a dar ordenes y solo las cortesias básicas a los empleados. Este es un mundo bastante extraño, tiene tecnología que imita las bombas nucleares y lacrimas costosas que no están limitados por la señal de las torres de comunicación; pero no tiene la suficiente tecnología para preparar arroz en una freidora o el nivel suficiente para considerar la educación una obligación del Estado. Es una era dónde la revolución industrial parece estar tomando forma pero al mismo tiempo la nobleza gobierna el país, es una sociedad donde la magía es rara pero aceptada y donde ni siquiera se han inventado los autos.

Las ciudades son grandes pero dispersas entre sí y los monstruos atacan a los humanos que se atreven a explorar el mundo, los comerciantes utilizan carretas y contratan magos para protegerlos de los bandidos y monstruos, los ferrocarriles son un lujo revolucionario y muchas personas apenas pueden permitirse la vestimenta básica. El poder del Estado no llega a muchas ciudades y hay lugares sin ley donde rige la ley del más fuerte.

Era algo aceptable en el anime y algo que en está vida nunca había cuestionado, pero ahora lo cuestiona y tiene preguntas. Su posición es lo suficientemente alta para que nadie la cuestione cuando les pregunta a sus tutores sobre el gobierno de Fiore y ¿cómo funciona, sensei?

Este mundo es fundamentalmente diferente a como lo vio a través de la pantalla y está bastante agradecida por su educación privilegiada (hay niños que ni siquiera saben leer o escribir porque la educación se deja a los nobles encargados de sus territorios o alcaldes que lo ven como algo opcional) cuando los tutores que tan rigurosamente han contratado sus padres responden todas sus dudas; es agradable saber, tener respuestas incluso si no son las más importantes, ella pasa de idiomas a politica, de matematicas a administración, de leyes a botanica; y después de una semana dónde nadie la cuestiona pero sus miradas se llenan de dudas: Lucy entiende.

Su madre es Layla Heartfilia y sus tutores han sido muy cuidadosos al explicarle que su linea de sangre desciende de ella. Los Heartfilia son una linea matriarcal desde antes de que se creara el Reino de Fiore, sin embargo cayeron en la desgracia después de una serie de malos negocios y quedaron en bancarrota cuando su madre era apenas una niña, fue solo gracias al duro esfuerzo de sus padres al crear la empresa Heartfilia Konzern que pudieron recuperar su prestigio y llevarlo a nuevas alturas. Su padre es Jude Heartfilia, de soltero Law, y es el actual presidente de la empresa Heartilia Konzern, es el tercer hijo de una familia de barones y bastante respetado en la aristocracia.

Es mucho y al mismo tiempo es lo mismo de siempre, porque ahora tiene recuerdos de otra vida y se da cuenta de que una niña de diez años es la responsable de dirigir un imperio empresarial y tomar el lugar de sus padres lo cual… ¿por qué nunca se menciono en el anime que Lucy era una princesa?

Supone que aún es bantante chocante. En su anterior vida nunca fue algo más que una chica común, enferma y quizas un poco inteligente que consiguio un buen trabajo y trato de vivir su vida sin arrepentimientos. Le da dolor de cabeza, aunque eso bien podría convertirse en algo permanente dado lo mucho que esta llorando, las maravillas de la deshidratación.

—Princesa.

Lucy se estremece.

La puerta es grande, roble tallado con bellos dibujos de flores y enredaderas, el pasillo es silencioso y el mayordomo del que nunca supo su nombre la observa mientras le abre la puerta. Dentro, el sol brilla detrás de las puertas de vidrio y su luz destaca la alfombra roja que cubre el suelo de madera y piedra. Tres personas se encuentran junto a la gigantesca cama con sabanas de seda donde reposa una mujer de cabellos dorados, su mamá.

Mira brevemente a Zoldeo, que llora silenciosamente mientras se aferra a la llave de Capricornio y el terror la invade porque su espiritu está en peligro. Y se siente inmediatamente fatal porque es prejuicioso y es una persona de confianza de su madre y no debería estar pensando en como quedarse con las llaves cuando su madre esta muriendo frente a ella.

La culpa la golpea como un maremoto mientras sus pies la llevan a la cama donde reposa su madre.

Las paredes de piedra fueron revestidas hace poco de hormigon y pintadas precariamente con pintura blanca, el aire se siente sofocante y todo en está habitación grita pobredumbre, muerte, desesperanza. Su madre está en medio como un pilar inamovible de hielo y es… hermosa, sus cabellos rubios parecen hilos de oro y sus ojos cafes son calidos y suaves como el chocolate, incluso enferma brilla dignidad y elegancia, y Lucy no puede entender como una persona que parece brillar vitalidad es el centro de oraciones a los cielos rogando misericordia, su cabeza resuena con la amargura, el dolor, confeciones y arrepentimientos que son susurradas en la privacidad de los corazones de quienes se prestaron para revestir este lugar de penumbra.

—Mamá —, susurra, las lagrimas vuelven a rodar por sus mejillas y los recuerdos del pasado y lo que podría ser un futuro la invaden.

Esta es su madre, fuerte, digna, hermosa y elegante, su madre que le canta canciones de cuna y le transmitio su amor por los libros y las artes, su madre que le deja probarse sus joyas antes de partir a las fiestas de otros nobles con su padre. Ella es su mamá y se está muriendo por deficiencia de poder mágico por abrir la puerta eclipse y traer a los dragon slayers a esta epoca. Ella es su mamá y cuendo se vaya crecera sola y sin amigos atrapada en una mansión que es más una jaula de oro que un hogar. Atrapada entre paredes de hormigon tetrico y sofocante, entre y pisos de piedra, madera y marmol mientras su alma se pudre hasta que llegue a Fairy Tail y aún así…

—No quiero que me dejes sola…—, es una suplica al viento, incorrecta, vana y absolutamente inútil, porque su mamá no puede quedarse.

La muerte la reclama y la sangre de Lucy canta cuando siente la divinidad que se filtra por las paredes, llega lenta y silenciosa, no será está noche, ni mañana, ni talvés en una semana más, pero el reclamo es claro y firme, la muerte reclama un alma y las estrellas exigen a su hermana. Hay seres que observan pacientes listos para pelear por el alma de su mamá y Lucy lucharía contra ellos si tan solo tuviera la oportunidad.

Perlas corren por la mejillas de su mamá y Lucy siente que la desgarra la culpa porque la esta colocando triste y en realidad no tiene diez años para hacer suplicas tan estupidas, ella en realidad no puede luchar contra los dioses que tejen sus intrigas más allá del velo mortal. Ella ha vivido una vida con tiempo limitado y ha aceptado su final con dignidad, debería comprender la situación y enfrentarlo con dignidad y aplomo… y sin embargo parece que estar en el cuerpo de una niña hace que sus emociones se vuelvan incontrolables porque sus pensamientos no dictan sus acciones y ella gime, suplica y llora, ruega a los cielos y a los dioses para que su mamá no la deje.

No quiere estar sola.

No quiere que su mamá muera.

Tiene recuerdos de hace una vida y recuerdos de estos diez años, y no sabe que hacer consigno misma. Ella es una caos de emociones desbordantes y esta apunto de perder los pilares que la sostienen, porque en cuento su madre se vaya su padre también lo hará y ella quedara sola, abandonada en una mansión donde nadie le habla como una persona normal, dejando que la vida se le escape de entre las manos, con heridas en el corazón y cicatrices en el alma hasta que huya y encuentre a Natsu...

Ella es egoista y quiere seguir siendolo si eso significa que su mamá se quedara un poco más.

—Mamá por favor… no me dejes sola… te necesito… por favor.

Pero sus suplicas son respondidas con sollozos ahogados y ahora ellas no son las únicas que están llorando porque las tres personas que esperan al otro lado de la cama demasiado grande y demasiado solitaria también empiezan a llorar.

Es deprimente.

—Princesa Lucy —, gime una mujer de cabellos verdes, es díficil recordar su nombre en el lio de sus emociones, pero la mujer respira con valentía mientras se traga sus lagrimas y cruza la habitación para arrodillarse junto a ella y le extiende una mano.

Y el oro brilla cuando le muestra su contenido.

Una llave dorada.

Grammi, le proporciona su memoria.

—¿Grammi?

La mujer sonrie, llorosa y con las manos temblorosas mientras le extiende la llave como una ofrenta.

Lucy nunca rechazaría una llave.

Y en cuanto el oro toca las yemas de sus dedos su corazón se llena de calidez y es como si algo que debe permanecer roto comenzara a unirse dentro de ella.

—Ya no soy digna de cuidar la llave, princesa—, confiesa, mirando sus pequeñas manos sostener la llave con reverencia—. Es mejor que usted la cuide.

Lucy asiente, no ve la mirada triste de su madre ni la expresión amarga de Zoldeo, ella sostiene la llave contra su pecho y se siente calido. Su madre suelta un suspiro que parece más un gemido y antes de que Lucy se de cuenta hay otra llave entre sus pequeñas manos, la Sra. Spetto le sonrie suavemente mientras la lagrimas caen de sus mejillas y su madre le da palmaditas en la cabeza.

Lucy cierra los ojos, tener las llaves se siente correcto y reconfortante y las lagrimas han dejado de brotar de sus ojos pero aún le duele el corazón.

—Zoldeo—, susurra su mamá, su voz suena tan débil.

El hombre con cabellos rizados se acerca a ella y se arrodilla, aprieta la llave de Capricornio con dureza y Lucy siente la tentación de arrancarsela de las manos, hay ira y rencor acumulandose en sus venas y ella no sabe de donde vienen esos sentimientos.

La llave le es entregada y Lucy no pierde el tiempo en apretarlas contra su pecho. Son sus llaves, sus espiritus, se siente bien tenerlos de vuelta.

Excepto que realmente nunca los tuvo.

Sola en su habitación Lucy se siente más en paz que en la última semana. Le duele el corazón por su mamá, pero aprieta las llaves y se siente como reparar algo roto, se siente correcto tener las llaves en sus manos y su magia palpita brillante, ansiosa, por realizar sus contratos. Siente su sangre burbujear y hay una desesperación por ver a sus espiritus que le quita el aliente y talvés tenga algo que ver con los sueños que la han estado atormentando todos los días, imagenes que se niegan a abandonar su mente y emociones cuyo significado no tiene la fuerza para afrontar.

De alguna manera, siente que podría invocarlos a los tres sin tener repercusiones y eso es raro, porque siente su magia palpitar en su pecho y el oro fluyendo por sus venas, siente polvo de estrellas en sus mejillas y ella no debería saberlo. Porque en realidad no recuerda haber hecho un contrato con anterioridad ni mucho menos recuerda, siente, la cantidad de magía requerida para forjar un contrato.

Se siente diferente y ella sabe que no pueden ser solo sus recuerdos porque su magia palpita y algo dentro de ella no ha parado de mirar a su alrededor con la esperanza de encontrar algo. Ha vestido de rosa toda la semana y solo pensar en colocarse un lindo vestido azul bebe anteayer casi la hizo vomitar.

¿Qué está buscando?

—Luce.

—Natsu.

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Es ella.

Casi siente que podría desplomarse cuendo sus cálidos ojos chocolate se encuentran con los suyos y ella pronuncia su nombre. Ella recuerda, ella recuerda, ella recuerda. No ha dormido correctamente en toda la semana y apenas a probado algunos bocados de sus presas, sus piernas palpitan por días de carrera y cabalgata y valió la pena. Porque Lucy está aquí y no importa si cae, porque ella lo levantará.

Entonces su cuerpo se rinde y a Natsu no le importa porque unas manos suaves y gentiles lo recogen, su corazón está saltando de su pecho y casi puede ver como es entregado a la niña que lo mira con tanta preocupación.

Natsu frunce el ceño.

No le gusta ver a Lucy preocupada, su rostro debería tener una sonrisa permanente y debería oler brillante ya noches de cielo estrellado, pero no puede encontrar en sí mismo la fuerza para decirle que deje de preocuparse porque ante todo ella es su compañera, ella es su igual , marcharon juntos a la guerra y sobrevivieron hasta la batalla final. Una vez le prometió que nunca la trataría como algo delicado que debía mantenerse encerrado y protegido, no va a romper su promesa.

Sea lo que sea que venga en el futuro lo enfrentarán juntos.

—Oh, luz de estrellas, tienes muchas heridas…

—Bandidos…—, susurra—,... y algunos monstruos, nada importante.

Ella no parece convencida, pero lo deja estar mientras lo ayuda a llegar al baño. Es gigantesco y huele a Lucy, y solo por eso ya es de su agrado. Sus pensamientos son dispersos mientras el sueño intenta reclamarlo, hay manos que lo ayudan a quitarse algunas prendas y una bata que lo cubre antes de quitarse los pantalones. Se sentado queda por unos momentos, un limbo entre el sueño y la realidad que se desdibuja continuamente hasta que Lucy está ahí de nuevo, acompañandolo hasta entrar en el agua calientita y diciendole que lo ayudará con su cabello, pero el resto es su responsabilidad.

Natsu tararea. Ambos saben que se quedará en el agua hasta que Lucy vuelva a sacarlo y lo meta en la ducha para terminar de estar limpio. Así es Luce, puede quejarse y gritar y darle una patada dolorosa, pero al final siempre lo cuida y lo ayuda cuando lo necesita. Manos gentiles le acarician el cabello, el olor a vainilla que tanto le gusta a Lucy se impregna en sí mismo, es agradable, no ha recibido un baño como este desde antes de irse a entrenar por un año.

Su garganta se cierra cuando la culpa lo invade, tiene esa desesperada necesidad de disculparse como nunca lo hizo adecuadamente antes. La vez que rompió su promesa y la dejó sola .

Nunca volverá a suceder.

—No vas a enjabonarte, ¿verdad?

Natsu tararea.

Escucha un resoplido y le gustaría abrir los ojos para ver su puchero, pero cada vez le quedan menos fuerzas para mantenerse consciente. Ella debe darse cuenta porque agarra una esponja y retira la parte superior de la bata mojada, empieza por sus brazos y es delicado cuando tiene que bajar hasta su pecho y él quiere reir, ella siempre tuvo cuidado de no pasar la línea y ellos tenían la habilidad de bailar entre la amistad y el romance de manera tan perfecta que nunca busco cuestionarlo ni mucho menos cambiarlo. Ella frota su espalda y es suave e intimo y todo lo que se imagina que había perdido después de dejarla; Pensó que nunca recuperarían lo que tenían y aún así ella estuvo a su lado, ella lo acompaño sin dudarlo cuando regreso después de tanto tiempo y nunca se lo echo en cara, nunca reclamó, gritó ni lloró, hizo referencias sutiles cuando era hipócrita y luego permaneció en silencio.

—Levanta las patas, gatito.

Quiere reirse y llorar, quiere abrazarla y nunca dejarla ir. Ella es su luz y estar lejos de ella se sentía como vivir en un mundo de tristeza y oscuridad, ahora ella esta junto a él refunfuñando sobre el barro y la suciedad, suaves quejidos que hacen que este sea talvés el mejor momento de su vida.

—Está bien, una ducha rápida y a la cama, mañana pediré un desayuno para un ejército.

Natsu sonrie, se coloca la bata correctamente y sale de la bañera apoyandose en Lucy hasta llegar a la ducha donde ella lo deja por su cuenta mientras va a buscar ropa. Deja que unas cuantas lagrimas caigan junto a la lluvia artíficial y cuando sale Lucy ya le ha dejado otra bata limpia.

Es rosa suave y huele a Lucy. Es perfecto.

Cuando se desploma en la cama jura que ha llegado al paraiso y por primera vez en una semana se deja caer en un sueño profundo.

Por primera vez en siete días no tiene pesadillas.

Lucy observa al niño de cabellos rosados acurrucarse entre sus sábanas y siente una calidez que no proviene de sus llaves llenarle el pecho.

—Esto es tan confuso…

Es Natsu.

La parte de ella que ha vivido una vida entera está conmocionada, pero dispuesta a ayudar y cuidar al niño que parece haber recorrido un infierno mientras la ternura la invade. Luego está la parte de ella que nunca ha salido de esta mansión y esta emocionada de ver otro niño de su edad, un niño de cabellos rosados que actúa como un gatito y talvés podría ser su amigo.

Y sin embargo, la mayor parte de ella grita y chilla, baila y se regocija solo con verlo. Es como conocer la felicidad. Es esa parte de ella la que la hizo ayudarlo a bañarse incluso si nunca había hecho algo semejante. Es esa parte lo que la hace suspirar y observar al niño acurrucarse contra sus sabanas y caer rendido.

No tiene lógica.

Pero no tiene tiempo para reclamar, enojarse o gritar por respuestas, no cuando el único que puede responderlas acaba de desmayarse totalmente agotado. Sacude la cabeza mientras sus pies la llevan al baño para descargar el agua y siente el nudo en su estomago cuando ve el agua de un marrón rojizo testigo de la sangre y la suciedad que habían cubierto al niño que acaba de irrumpir en su habitación.

Deja la ropa escondida a un lado decidiendo lavarla después… o conseguir ropa de verdad, porque esos harapos claramente no cumplen su función.

Cuando vuelve a la habitación toca la campana a lado de la puerta y espera fuera de su habitación a que lleguen sus doncellas. Les ordena no molestarla y traerle un desayuno completo mañana porque hoy no cenará. Lo más probable es que sean sus ojos aún rojos por las lagrimas de la tarde, o quizas haya corrido el rumor entre la servidumbre, pero no la cuestionan e incluso le dicen que puede dormir todo el día porque su padre cancelo su tutoría.

Ella asiente y les pide que no entren a su habitación.

Hay lastima en sus miradas y Lucy huye, se refugía en paredes desnudas y el silencio de una habitación custodiada por un dragón dormido. Se siente seguro y ella no puede esperar para tener alguien con quién hablar. Es un sentimiento nuevo y conocido al mismo tiempo, la cantidad de personas con las que ha interactuado regularmente en esta vida son sus padres y sus profesores cuando tiene preguntas. Tener a otra persona con la que compartir sus sentimientos, con la que expresar sus pensamientos, alguien que escuche y responda en igualdad de condiciones se siente catárquico.

Recuerda una vida donde la conversación fluía con naturalidad pero nunca con profundidad, donde conocía a muchas personas pero pocas la conocían a ella, una vida dónde sus pensamientos y sentimientos más profundos fueron guardados con candado y nadie se molestó en buscar la llave hasta que murieron junto a ella.

Y ahora tiene todas estas emociones que no coinciden con sus pensamientos y ella misma quiere mirarse al espejo y sacudirse para encontrar una respuesta aceptable a sus acciones.

—En realidad debería aprovechar el momento—, susurra para sí misma, un hábito que se ha gestado con los años.

En realidad solo quiere ignorar la presencia de Natsu tanto como le sea posible.

El vestido le llega hasta las rodillas y no hay nadie que corrija su postura cuando se sienta en forma de loto y saca la primera llave, recuerda que Acuario debe ser invocada en agua y lo deja para un futuro mientras observa la llave de Capricornio.

Mi alma celestial a los astros conecta,

del polvo estelar, divina esencia.

Mi voz ancestral en los cielos resuena,

mi alma cosmica, en ascendencia.

Oh ser sagrado, enlaza nuestros destinos,

con hilos de luz en caminos divinos

Cruza tu puerta, espiritu sagrado

¡Abreté! ¡Puerta de la Cabra, Capricornio!

Un halo de luz se forma en su mano, un destello de energía que le recuerda a una explosión de purpurina dorada. Su corazón da un vuelco cuando una extraña energía la rodea. No es como nada que haya sentido antes, pero al mismo tiempo es como una pieza faltante en un rompecabezas, como un órgano que no sabía que necesitaba hasta que lo tuvo. Se siente raro y correcto, perfecto de una manera que no está dispuesta a cuestionar en este momento.

Hay un destello de luz y una figura que parece salir del cielo estrellado, irreal, antinatural y fascinante. Un hombre de cabellos blancos como la leche y cuernos dorados vestido con un traje de etiqueta se para frente a ella, sus ojos están ocultos detrás de unas gafas de sol negras pero sabe que la están mirando. Un juicio o algo parecido está llevandose a cabo y lo único que Lucy puede hacer es observar, porque este no es el Capricornio que vio hace una vida a través de la pantalla y talvés debería dejar de tener expectativas tan irrealistas como condicionar este mundo a un anime de otro mundo.

Es Capricornio y así es como debe de ser. El más antiguo del Zodiaco.

El pecho de Lucy se aprieta dolorosamente y sus manos se extienden como si quisiera abrazarlo, le pican los ojos y quiere decir algo, hay palabras atrapadas en su garganta, momentos olvidados en el tiempo.

Por fin, después de lo que parecieron horas, Capricornio le habla.

—Lucy Heartfilia—, pronuncia con reverencia. Lucy siente que va a llorar y aprieta los dientes porque no entiende, ¿qué está pasando? ¿por qué sus emociones son tan caóticas?—. Haz causado un revuelo en el Reino Celestial.

Ella parpadea.

—Yo… ¿qué?

Capricornio la observa, incluso con sus gafas, es indudable la sabiduría de su presencia, ¿talvés algo relacionado con ser el más antiguo?

—Los contratos entre un espiritu y su contratista no son algo que pueda cambiarse con el paso del tiempo, es un vinculo entre almas que se refleja en el corazón. Mientras este vigente nada puede romperlo. Incluso si el cuerpo de nuestros invocadores estuviera muerto mientras su alma aún no haya cruzado el velo mortal nuestro vínculo continúa vigente; y sin embargo…—. Capricornio se ve afectado, sus palabras danzan por la cabeza de Lucy mientras intenta darle lógica a algo que parece tan fuera de su alcance—. No tenemos un contrato pero tenemos un vínculo. El Dios Rey de los Cielos se niega a darnos una explicación y nos insta a seguir nuestros instintos.

Lucy asiente, cierra los ojos y repasa las palabras de Capricornio una por una. Parece que los espiritus tampoco saben lo que está sucediendo exactamente (porque algo está sucediendo). Talvés… (Y Lucy está empezando a odiar los talvés, las dudas, las preguntas sin respuesta, todo parece convertirse lentamente en un laberinto del que cada vez es más dificil ver el final), tiene algo que ver con sus recuerdos, con su vida pasada, con la razón por la que Natsu está aquí, durmiendo en su cama, conociendola aún cuando se supone que no deberían conocerse hasta que ella abandone está jaula de oro a la que llama hogar.

Probablemente lo que sea que suceda en el Mundo Celestial este relacionado con las emociones turbulentas de las que no conoce su origen.

—¿Qué te dice tu instinto?

Capricornio se agacha frente a ella y debe contener las ganas de extender los brazos y alcanzarlo, es más alto que ella incluso con una rodilla en el suelo.

Se siente ceremonial.

Y luego, como si la situación no estuviera poniendo a prueba la velocidad a la que puede palpitar su corazón, Capricornio se quita las gafas.

No hay esclerotica. Sus ojos son de un marrón cálido, motas de oro bailan por el chocolate y en el centro no hay pupila, en cambio hay diferentes puntos brillantes que inmediatamente reconoce como la constelación de Capricornio.

Es hermoso.

—Haz un contrato conmigo, Princesa Heartfilia.

Y una explosión de emociones y poder puro los rodea. Lucy ni siquiera tiene que pensarlo, un contrato con Capricornio es algo que anhela, algo que necesita tanto como el aire que respira. Su vínculo está forjado con cadenas de oro, sangre divina y polvo de estrellas.

Siente que flota en el universo infinito, amada por el firmamento en toda su gloria. Aquí es donde pertenece, piensa, a este cielo estrellado por encima del dolor y la miseria de los mortales. Nadando entre el cosmos todopoderoso. Se siente como la eternidad después de la muerte.

Pero luego recuerda un cabello rosado que la espera en su cama y la realidad la golpea con fuerza cuando sus ojos enfocan el resto de la habitación. Es blanca y con muchos peluches, vacía de una manera que recién esta semana a empezado a percatarse. Unos fuertes brazos la envuelven y se siente cálido.

—¿Capricornio?

El espiritu la abraza con fuerza y por fin, ella cede a sus propios instintos y le devuelve el abrazo, sus ojos pican y su cuerpo se relaja mientras deja que la magia de Capricornio se entrelace con la suya. No hay ninguna condición en su vínculo, no hay fechas, requisitos o exigencias. Es puro y poderoso y tendrá tiempo para analizarlo cuando su mente pueda empezar a seguirle la pista a sus sentimientos.

—¿Qué está sucediendo?

El espiritu se aleja lentamente y ella se muerde la lengua cuando la protesta ruega una salida. El vuelve a colocarse las gafas y la mira atentamente. Aún no la suelta y esa es la única razón por la que puede mantener su llanto bajo control.

—Ha regresado en el tiempo, princesa.

Su cerebro hace corto circuito.

—¿Qué?

Capricornio observa su cama, donde un dragón muy dulce sigue acurrucado entre las sabanas ajeno a la catarsis que está viviendo Lucy.

—No estoy seguro de como es posible, pero lo recuerdo. La guerra contra Alvarez y la batalla final donde su alma se negaba a abandonar su cuerpo mortal—. Él la mira, como si ella tuviera algún tipo de respuesta para todo lo que está sucediendo—. Algo debió suceder porque ahora es una niña de nuevo y el mundo es el mismo. Incluso si los espiritus no estamos regidos por el tiempo de los humanos lo cierto es que el mundo ha retrocedido y sus almas junto a él. Nuestro contrato me ha permitido recuperar mis propios recuerdos y experiencias en base al vínculo que sigue vigente entre nosotros.

Lucy asiente, porque es lo único que puede hacer.

Las palabras se registran lentamete en su cerebro, se siente como nadar en algodón y desesperarse en sus esfuerzos para no hundirse hasta el olvido.

Si murio en la guerra contra el imperio Alvarez, si de alguna manera retrocedió en el tiempo… ¿entonces recuperó los recuerdos de su vida pasada debido a esa distorción temporal? Un efecto secundario… entonces ¿por qué no recuerda su vida como Lucy Heartfilia más allá de los diez años?

Pero eso tampoco es correcto.

Los sueños y pesadillas que no puede ubicar en el tiempo, las sensaciones, los sentimientos, las emociones incontrolables, todo en ella grita de una manera que no es propia ni de su vida anterior ni de Lucy Heartfilia de 10 años.

“Esto son solo… resonancias de un futuro que no puedo recordar”.

Es complicado. Verdades entrelazadas con tanto desconocimiento, una añoranza de respuestas que siempre la ha perseguido.

—Princesa…—. Capricornio la observa con suavidad, hay algo en su toque y en la decadencia de su voz que la sacan del pozo de sus pensamientos—. Instaré a los otros espiritus para forjar los mismos contratos, pero si el misterio que ha guardado nuestro Rey significa algo dudo que ellos puedan saber algo hasta que también reanuden sus contratos con usted.

Y eso es todo.

Capricornio la abraza una última vez antes de desvanecerse en una nube dorada de purpurina cuyos restos desaparcen en segundos. Lucy se queda sola con sus pensamientos y decide que ha tenido suficiente por un día.

Mañana, piensa, mañana podrá organizarlo todo y establecer un curso de acción adecuado. Se coloca su pijama rapidamente y se sube a la cama dónde Natsu a acaparado las almohadas. Todo esta caliente y agradable y sucumbe al sueño mirando una cabellera rosada que vuelve a aparecer en sus sueños.

Siente la suavidad de un abrazo y ve el brillo de un árbol gigante que pasa por su ventana. Recuerda desayunos y risas en un departamento que ha visto mejores días. Ella está feliz, segura y a salvo. Sus manos toman un papel de un pizarrón enorme y la agita frente al rostro adolescente de Natsu. Sus pasos la llevan a danzar sobre la vereda del rio y unas manos cálidas la sujetan de la cintura cuando se resbala.

Cabellos rojos como la sangre bailan en el borde de su visión y unas manos heladas le chocan los cinco después de un trabajo bien realizado.

Hay un ronroneo bajo su mentón y el consuelo de un suave pelaje azul.

Ella es suave. Como algodón de azucar semi sólido, con el aroma de los astros a su alrededor de una manera que ni siquiera otros magos celestiales son capaces de imitar.

Cuando se conocieron Natsu estaba seguro de que todos los magos de espiritus celestiales olían tan bien como ella, no le da vergüenza admitir que se equivoco. Incluso si todos los magos que utilizan magia celestial tienen un ligero aroma a polvo de estrellas Lucy es diferente; porque no es un aroma secundario o un tinte tan suave como el aderezo. Ella huele a polvo de estrellas y a noches estrelladas, ella huele como algo caído del cielo de una manera que las palabras nunca lograran abarcar por completo.

—Mmm… Natsu…

Su voz es como melodías de un tiempo olvidado, hubo una ocasión en la que converso con Gray sobre ello, acerca de como la voz de Lucy se tornaba melodica cuando estaba relajada, ambos lo atribuyeron a la influencia de Lyra o a su educación acomodada, pero saber que siempre fue así…

—Deja de moverte Lucy, me quitas la manta.

Natsu sabe que está siendo un poco espeluznante, casi puede sentir a Happy riendose a su lado con una cara macabra, mientras ambos observan dormir a Lucy como lo hicieron hace toda una vida. No puede esperar a su reencuentro.

Ella frunce el ceño y Natsu inmediatamente lo toca con el dedo. No le gusta.

—Es mi cama, puedo hacer…

Cuando Lucy abre los ojos, Natsu sabe que su tiempo de paz se acabo.

Hay un chillido que le revienta los timpanos y una patada que lo saca volando de la cama, Honestamente, las patadas de Lucy siempre han sido poderosas, si las entrenara adecuadamente serían un arma a tener en cuenta.

—¡No me asustes así!

—¡Tu eres la que se despertó con tendencias homicidas!

—¡¿Qué haces en mi cama?!

—¡Dormir! ¡¿Acaso las camas sirven para otra cosa?!

Lucy se sonroja, un tinte rosado le sube desde el cuello hasta la coronilla y Natsu se rie, el sabor de la victoria le pica las mejillas y finalmente se contenta con mantener una amplia sonrisa en su rostro. Ver a Lucy sonrojada siempre es un placer para la vista.

—De cualquier forma ¿qué haces aquí? No, espera ¿Sabes algo acerca del viaje en el tiempo? ¿Qué sucedió? Mis espiritus me dijeron que los contratos están ligados al alma y… espera, eso no es…

—La puerta Eclipse—, responde Natsu. De pronto, el ambiente es mucho más serio que hace unos minutos y vuelve a subirse a la cama de Lucy. Ambos sentados frente a frente entre las sabanas revueltas y el calor del sol que lentamente empieza a iluminar la gran habitación —. Zeref nos empujo a través de la Puerta Eclipse, o Neo Eclipse, me dijo que debía volverme lo suficientemente fuerte para matarlo y luego desperte justo después de atravesar la puerta Eclipse por primera vez.

Ahora tienen tiempo para volverse fuertes tal y cómo quería Zeref, faltan muchos años para que Alvarez invada Fiore y tenga que matar a un hermano a quién el tiempo le robo la cordura. Es un alivio, que Lucy este aquí con él, juntos son un equipo imparable. Probablemente lo arruinaría si estuviera solo.

—Fue un dolor de cabeza en realidad—, confiesa, recordando el dolor que había sentido al despertar con sus recuerdos de cuando era mayor, se pregunta si Lucy sufrió al igual que él. Siente un sabor amargo en la garganta de solo pensarlo.

—En realidad… mis recuerdos no son tan nítidos, creo que vienen en forma de sueños cuando estoy dormida… yo…

Sus brillantes ojos chocolate se oscurecen y brillan. Natsu se pregunta vagamente si esta tratando de invocar algún espiritu, pero no tiene sus llaves en sus manos y según recuerda los ojos de Lucy solo adquirían ese brillo cuando usaba su magía.

—Recuerdo mi vida pasada.

No tenía la intención de confesar, de verdad que no.

Pero es Natsu.

En su otra vida (siempre espectadora, nunca protagonista) siempre se sintió frustrada por la falta de confirmación de su relación. En esta vida, los sentimientos de su pasado antes de pasar por la puerta Eclipse son abrumadores, se siente segura, calida y valiente, con él a su lado sabe que no tiene que caminar a oscuras, no tiene que estar sola. Desde que despertó hace una semana sus pensamientos, sentimientos y emociones han sido erraticos y poderosos, dejandola con dolor de cabeza y más preguntas que respuestas.

Ayer Capricornio le explico algunas cosas. Hoy siente que por fin comprende lo que ha sucedido.

Ella es Lucy Heartfilia y debería haber muerto durante la Guerra contra el Imperio Alvarez, pero su alma se nego a abandonar su cuerpo y fue empujada junto a Natsu por Zeref a través de la puerta Eclipse al pasado. De alguna manera el viaje en el tiempo le permitió recuperar los recuerdos de su anterior vida. Ahora está en su cuerpo de diez años, con todos los problemas emocionales que eso conlleva, soñando con los acontecimientos anteriores a su viaje en el tiempo.

Tiene que lidiar con tres paquetes de recuerdos, experiencias, sentimientos, valores y emociones de los que esta segura que también son el motivo de sus nuevos dolores de cabeza.

Y no quiere lidiar sola con todo esto.

Talvés es egoísta, talvés es sabiduría.

Pero el caso es que ella confía en Natsu, probablemente confiaría en él incluso si ella fuera realmente la Lucy de diez años que ha estado encerrada en esta mansión toda su vida y que ahora llora por la enfermedad de su madre.

Así que confiesa.

—Una vida incluso antes de ser Lucy Heartfilia, probablemente el viaje en el tiempo me permitió recuperar estos recuerdos. Yo era…

Le cuenta su vida en un mundo moderno, su enfermedad, su familia, sus estudios, su incapacidad para enamorarse y su fanatismo por el anime, los libros, los mahnwas y el mundo del entretenimiento. Sus sueños y esperanzas que a pesar de su mejor esfuerzo nunca pudieron cumplirse. Le cuenta su muerte, la paz que se encuentra al final de una vida bien vivida, porque al final hizo lo mejor que pudo con lo que tenía y no tiene arrepentimientos, talvés añoranzas de las cosas que nunca pudieron ser, pero no arrepentimientos.

Le cuenta sobre despertarse en su cuerpo de diez años con dolor, los recuerdos que la abrumaban hasta llegar a cuestionarse quien era ella, darse cuenta de que su madre va a morir por abrir la puerta Eclipse, las emociones y sentimientos que la abrumaron durante toda la semana sin explicación, los sueños de una vida que llega en retazos y la conversación con su madre justo antes de que él llegara.

Al final, le muestra sus tres llaves y termina contando su conversación con Capricornio.

—… y luego me dormí.

Natsu la observa, su atención silenciosa es agradable como la lluvia en un día de primavera. A lo largo de su historia no la interrumpió más que para abrazarla y hacer suaves ruidos de consuelo (como un gato, piensa Lucy, ronroneos y gruñidos que le curan el alma). Ella esta recostada sobre su pecho, ambos acurrucados sobre las sabanas de una manera tan intima que sino fuera Natsu ella nunca lo habría permitido.

Exteriorizar sus pensamientos en voz alta, frente a una persona en la que confía, es muy diferente a escribirlo en papeles que son quemados al instante. Esto, se siente liberador, como una pesada carga que por fin ha sido levantada de sus hombros y le permite respirar. De repente todo deja de ser una incognita gigante, un laberinto oscuro sin fin; esto se siente como respuestas y un claro despejado. Ahora puede mirar adelante, trazar un camino.

Juntos, piensa Lucy.

—Te llevaré de viaje—, dice Natsu, y Lucy tiene que levartarse un poco para mirarlo a la cara, esta serio y su voz es firme, ¿por qué dijo eso tan de repente?—. Viajaremos a muchos lugares hermosos y comeremos diferentes tipos de comida, haremos muchos amigos y viviremos muchas aventuras. Podrás escribir todos los libros que quieras y podrás hacer todas esas cosas relacionadas con maquinas que hiciste en tu otra vida. Podemos ir al teatro para entretenernos o ir a conciertos y cantar a viva voz sin que nos importe lo que digan los demás.

Lucy parpadea, acaso…

—Te llevare a citas y haremos todas esas cosas romanticas y cursis que hacen las parejas. Nos volveremos muy fuertes junto con todos nuestros amigos, Fairy Tail se convertirá en un gremio que pueda enfrentarse a un imperio por si solo y nunca tendrás que estar sola.

Su corazón palpita tan fuerte que está segura de que Natsu lo escucha. Se lleva la mano al corazón y siente una mano calida acariciar su mejilla cuando ambos se incorporan.

—Haré realidad todos tus sueños, Lucy. Incluso si no puedo prometerte que no sufrirás dolor o que el camino será fácil; puedo prometerte que nunca estarás sola. Fairy Tail es tu familia, tus espiritus son tu familia, y moriré antes de volver a dejarte sola. Si tenemos que luchar lo haremos juntos, si tenemos que entrenar lo haremos juntos, en lo bueno y lo malo estaremos juntos. Eres mi compañera eterna Lucy Heartfilia, estaremos juntos para siempre.

Natsu se inclina, los rayos de sol iluminan su rostro y motas de polvo dorado revolotean a su alrededor. Aquí, en su habitación gigante pero vacía de personalidad, en esta cama suave en la que ha llorado todas las noches durante una semana y ahora se mantiene caliente después de una dulce noche de sueño. Es en este mismo momento cuando el sol ilumina los ojos negros como el carbón de Natsu Dragneel que Lucy se da cuenta de que no tiene miedo, no con Natsu a su lado.

—Te amo—, susurra. Es débil y verdadero, tan real como las estrellas del cielo, se siente inmenso y revelador, pero también se siente como una corriente que fluye con suavidad. Es tan natural como el astro sol iluminando la mañana y tan encantador como la luna abrazando la noche. Su corazón, bendito sea su resistencia, no para de latir como si quisiera salirse de su pecho y ella esta segura de que Natsu escucha, fuerte y claro, la verdad que nunca ha sido dicha en voz alta a pesar de resonar poderosa cada vez que se miran a los ojos.

Son los sentimientos de una Lucy que viajo en el tiempo, es el enamoramiento de una niña que por fin siente el calor de un hogar, es la esperanza y anhelo de una mujer que nunca conoció tal cosa como el amor romántico. Es verdadero y carece de razón y explicación. No tienen que rendir cuentas a nadie, no tienen que dar explicaciones ni pedir permiso para algo tan puro como amar a alguien.

Ella tiene tres personalidades convergiendo dentro de ella, aún sin alcanzar un equilibrio. Es una mujer que vivió su vida sin arrepentimientos y ahora observa como un amor que vivió a través de la pantalla se exterioriza; ella es una niña que se siente importante por primera vez en su vida al conocer a alguien que la acompaña en igualdad de condiciones; y ella es los sentimientos silenciosos de un recuerdo que desea un final feliz.

Lucy sabe que ama a Natsu Dragneel y no necesita los recuerdos de como llego a suceder; sus sentimientos arden con la emoción de la victoria cuando Natsu termina de inclinarse y sus labios rozan los de ella tan suavemente que, al principio, Lucy se pregunta si es solo la brisa que entra por el balcón; pero luego hay un poco más de presión y ambos dejan escapar un suspiro de alivio. Es timido y experimental, suave y tentativo de una manera que revela su inexperiencia. Es perfecto.

—Bueno, eso fue mejor de lo esperado.

Natsu gruñe, arrastrandose debajo de la cama después de ser empujado brutalmente fuera de esta cuando las doncellas le trajeron la comida. Ellas apenas tocaron la puerta antes de entrar.

—Al menos trajeron el desayuno—, comenta Lucy, jugueteando con la nueva trenza que le cae sobre el hombro derecho.

Las doncellas habían entrado más tarde de lo normal, como se les había solicitado, pero al igual que hacen siempre, solo tocaron la puerta una vez antes de ingresar a la habitación y comenzar a prepararla para el resto del día. Natsu había logrado esconderse debajo de la cama mientras las doncellas aireaban la habitación y le preparaban su baño de burbujas. El polvo lo había hecho estornudar y encender una pequeña llama en las sabanas de seda desarregladas; Lucy había tenido que dejar caer torpemente el vaso de agua que le habían entregado para apagar el potencial incendio afirmando que estaba pescando un resfriado por dormir con las puertas del balcon abiertas.

Las doncellas no la habían cuestionado y una afirmó que informaria de ello a la doncella principal. La dejaron peinada, vestida y con la habitación limpia. Un desayuno que incluía huevos revueltos, tocino, frutas, panqueques, pan, leche, chocolate y jugo de naranja decoraba la pequeña mesa cerca del balcon, era comida suficiente para al menos cuatro personas y Lucy estaba segura de que las doncellas esperaban tener las sobras para su propio disfrute.

—¿Cómo se supone que vamos a comunicarnos si tengo que esconderme cada vez que lleguen esas sirvientas?—, se quejó Natsu, sentandose frente a ella. Sus fosas nasales se dilataron cuando el delicioso olor del desayuno lo inundó, abrió la boca y empezó a devorar la comida sin comtemplaciones.

—Doncellas—, corrigió Lucy—. Y come más lento, te vas a atragantar.

Fue descaradamente ignorada.

“Tiene el apetito de un dragón”.

Lucy guardo sus pensamientos para más tarde mientras también empezaba con su desayuno. En realidad la pregunta de Natsu era válida pero estaba sujeta a sus planes, ¿qué hacían ahora?

Lucy suspiro.

Su objetivo principal era eliminar a Acnología y Zeref. Eran la mayor amenaza a largo plazo y la razón por la que habían muerto en la primera linea del tiempo. Para ello debían fortalecerse tanto de manera individual como en conjunto con el gremio. Lo cuál planteaba algunas interrogantes, ¿cómo podían fortalecer a todo el gremio sin levantar sospechas? Durante la anterior semana Lucy había intentado dejar caer pistas sutiles sobre el futuro a sus doncellas (tenía la esperanza de hacerse pasar por una vidente) y había fallado estrepitosamente, su lengua ni siquiera podía formar las palabras necesarias antes de que un dolor palpitante cerrara su garganta.

—Oye, Natsu. ¿Puedes hablar del futuro con otras personas?

—No, lo intente con un comerciante al venir aquí, solo quería decirle que sus productos no se venderían bien, pero algo me impidió hablar.

Lucy tarareo. Bien, entonces estaban solos en esto.

También estaba la cuestión de que Fairy Tail no era el único gremio que se vio envuelto en la guerra. Todo Fiore había sufrido las consecuencias. Necesitaban fortalecer a todos sus aliados, pero Lucy no veía una manera viable de hacerlo en este momento; ya era demasiado díficil trazar un plan de acción para su propio gremio, sería más fácil si todas las figuras importantes pertenecieran a Fairy Tail, especialmente los dragon slayers.

De repente un plan comenzó a tomar forma en su cabeza.

El gremio estaba bastante tranquilo después de la salida de Gildarts. La ciudad ya volvía a reorganizarse en su forma habitual con la partida del mago de clase S. Makarov pensó brevemente en la cantidad de dinero invertido en la modificación de la ciudad y la falta de fondos del gremio.

Casi quería llorar al recordar las finanzas del mes pasado.

Sin embargo, valía la pena, no solo por el prestigio que Gildarts traía al gremio y que ocasionaba un gran número de misiones, sino también porque era el único mago capaz de tomar misiones de clase S.

—Oye abuelo.

Makarov se detuvo, dejando la cerveza a un lado mientras observaba a su nieto acercarse a él. La madera crujió cuando bajo de la barra y quedo a la altura de Laxus.

—¿Sucede algo, Laxus?

El niño sacudió la cabeza, cruzo los brazos por un momento antes de dejarlos caer y miro hacía la puerta, donde la ciudad terminaba de reformarse después de la partida del mago de la destrucción.

—¿No notaste algo extraño?

—¿Algo extraño?

Laxus resopló, su molestia era evidente cuando volvió a cruzar los brazos y mirar a su abuelo con el ceño fruncido.

—Kana intento acercarse a Gildars.

Makarov tomo un sorbo de cerveza.

—Es el único mago de clase S del gremio, Laxus. Mucha gente lo admira, aunque es una pena que no pudiera pedirle un autografo—, se rio.

Laxus gruñó irritado antes de mordarse rapidamente la lengua. Su magía zumbó a su alrededor por unos instantes, la charla ligera del gremio tampoco ayudaba con su mal humor.

Había demasiado ruido.

—Había algo extraño entre ellos—, aclaró Laxus, tratando de hacerle ver a su abuelo que algo extraño estaba sucediendo ahí.

Makarov levantó una ceja, instandolo a continuar.

Laxus grito de frustración y se dió la vuelta. Esto era muy irritante, sabía que algo extraño sucedía entre Gildarts y Kana pero no tenía ninguna prueba para señalarlo, nada a lo que aferrarse. Pero había algo. Su nariz se crispó con el fuerte olor a humo en la parte trasera del gremio y se tapo su dolorida nariz, estaba empezando a considerar esos olores como un arma asquerosa.

Oyó a su abuelo llamarlo.

Lo ignoró.

Sus pasos fueron pesados mientras salia del gremio rumbo a casa. Se suponía que aún debería estar en cama, pero lo que su padre no supiera no le haría daño. Los vellos de sus brazos estaban parados por la estática y volvió a resoplar con molestia.

Esperaba acostumbrarse rápidamente a todo este asunto de incrustarse una lacrima. No quería decepcionar a su padre.

—Eso se parece al pizarrón que tenías con la ubicación de todo el gremio—, comentó Natsu, saliendo nuevamente de debajo de la cama.

Lucy había pedido a sus doncellas que le trajeran un pizarrón enorme junto con hilo rojo y clavos, además de un mapa enorme y todos los periodicos que hubiera en la mansión.

Habían estado sorprendidas, especialmente después de retirar los platos del desayuno donde no quedaba ni una migaja de pan. Una de ellas había refunfuñado casi silenciosamente sobre no comer en exceso. Lucy no estaba preocupada por eso, después de terminar sus planes para el futuro estaba lista para entrenar arduamente para fortalecerse a ella misma.

—Es nuestra base para planificar los siguientes cinco años—, explico Lucy, empezando a escribir los nombres de todos los miembros del gremio relevantes en papeles que coloco ordenadamente a un lado de la pizarra. Luego, con un marcador trazó una linea dónde señalo cada año—. Necesito saber dónde y en qué momento se unió cada miembro al gremio. No podemos dejar que nuestras acciones impidan que ninguno se una al gremio. Por el momento solo estoy escribiendo los más importantes, aquellos a los que de ninguna manera podemos permitirnos perder para la guerra contra Alvarez.

Extendió el mapa a un lado del pizarrón y empezo a colocar clavos con la cabeza roja en aquellos lugares donde tendrían sus batallas junto con rápidas notas de la fecha tentativa y los implicados.

—Ayudame a recortar cualquier noticia que consideres importante de los periodicos y dime si sabes la ubicación de los miembros del gremio.

—Eso es fácil, cuando yo llegué al gremio ya estaban Erza, Laxus, Cana y Gray. Después de unieron Levy, Mirajane, Elfman y Lisanna, los demás empezaron a llegar con los años.

Lucy tarareo, escribirndo algunas notas y moviendo nombres para que encajaran con las fechas.

—¿Cuándo te uniste al gremio?

—¿Después de un año de llegar al futuro?

Lucy parpadeó.

—¿Tardaste un año en unirte al gremio? ¿Qué estuviste haciendo antes de eso?—, chilló.

Lucy no podía imaginarse a un niño de ¿diez? años vagando solo por Fiore, era extremadamente peligroso.

Un segundo después se dio cuenta de que esa era la realidad en este mundo. Los niños sin tutores generalmente se las arreglaban solos o si tenían suerte eran acogidos por algún alma caritativa. Probablemente a nadie le parecio raro ver a un niño vagando solo por la ciudad.

Bien, ella iba a cambiar eso… de alguna manera.

—Estaba buscando a Igneel—, respondió Natsu, colocando varios recortes en la mesa que habían convertido en su centro de trabajo. No parecia afectado por el tono de Lucy ni las implicaciones de sus palabras—. El abuelo me encontro cerca de Hargeon la primera vez y me llevo al gremio. Dijo que podía continuar mi busqueda si me unía.

Lucy asintió.

Coloco los recortes en la pizarra mientras el sonido de los pajaros resonaba en la habitación. Una hora después su pizarra de investigación ya había tomado forma.

—¿Gray es de Iceberg?—, cuestiono Lucy, observando el recorte de periodico que narraba lo sucedido con Deliora. Alguien había tenido la audacia de tomar una foto del monstruo congelado, el articulo estaba lleno de elogios a Ur y había una breve mención de que tenía dos alumnos. En al anime nunca se menciono de que país era Gray, en realidad, la ciudad natal o la edad de los personajes rara vez era confirmada.

—Una vez dijo que su mentora menciono que en Fiore había magos fuertes, así que vino para convertirse en uno.

No era de extrañar que no hubiera articulos sobre Gray, probablemente abandono el país antes de que los buitres se dieran cuenta de que podían obtener información de la Heroina de Iceberg directamente de su discipulo.

La noticia era relativamente reciente…

—¿Cuánto tiempo llevaba Gray en el gremio cuando llegaste?

—¿Talvés un año?

Los ojos de Lucy brillaron.

—Bien. Entonces es hora de trazar un plan preliminar.

El desconcierto de Natsu es evidente, pero la mente de Lucy ya está corriendo para resolver sus primeros objetivos, las bases para cumplir su misión.

Mi alma celestial a los astros conecta,

del polvo estelar, divina esencia.

Mi voz ancestral en los cielos resuena,

mi alma cosmica, en ascendencia.

Oh ser sagrado, enlaza nuestros destinos,

con hilos de luz en caminos divinos

Cruza tu puerta, espiritu sagrado

¡Abreté! ¡Puerta del Cangrejo Gigante, Cáncer!

Es la primera vez que Natsu observa la primera invocación de un espíritu del zodiaco. Claro, estuvo allí la primera vez que Lucy invocó a Plu y la vez que tuvo que invocar a Virgo de emergencia, pero Lucy siempre le dijo que la primera invocación era sagrada, importante y fascinante.

Él no lo entendió hasta este momento.

Puede respirar el poder de la magia de Lucy en el aire, siente la magnitud de lo que Lucy está haciendo en este preciso momento: Ella está conectando dos mundos. Ella es un puente entre el Mundo Celestial y Earthland.

La magia brilla dorada sobre la piel de Lucy y la llave en sus manos palpita poder en chispas de oro mientras un puente de magia pura se abre camino a través de Luce.

Hay tanto poder concentrado en el aire que es imposible para los agudos sentidos de Natsu no notar cada parte del proceso, cada pisca de intención en su magia que nunca ha parecido menos magia que en este preciso momento.

Y luego, con un trozo de cielo revoloteando alrededor de Lucy, la luz dorada y segadora se convirtió en Cáncer.

Y Natsu recuerda al espíritu pero aún no puede creer que se vea tan majestuoso (una de las palabras complicadas que había aprendido mediante pura exposición por parte de Lucy).

El cangrejo está vestido con una camisa azul oscuro y pantalón negro, sus botas de combate combinan con el look al igual que sus lentes, pero es al aura y las pinzas lo que llaman la atención de Natsu.

Parece sangre.

El cangrejo tiene pinzas en su espalda y espadas en sus manos. Pero todo es de un rojo oscuro que parece reflejar la luz dorada de manera antinatural. Sus pasos son silenciosos y Natsu tiene que buscar activamente en sus recuerdos para averiguar si siempre fue así.

La respuesta es no.

Claro, la apariencia no ha cambiado, pero las espadas son nuevas y las pinzas no eran tan rojas.

Lucy se abalanza sobre el espíritu y los instintos de Natsu hormiguean. El espíritu parece desconcertado, pero acepta el abrazo y le da palmaditas a su invocadora.

—Capricornio tenía razón. Tenemos un vínculo—, susurra el espíritu.

Lucy tararea, con el rostro aún enterrado en el estómago se Cáncer.

Ella es tan pequeña.

Cáncer se agacha, colocándose a la altura de Lucy para que puedan mirarse a los ojos y es cuando Natsu se da cuenta del cambio más importante. Los ojos del espíritu son diferentes.

Es un mar de rojo sangre con puntos dorados que parecen cautivar a Lucy, especialmente cuando ambos piden un contrato.

Natsu recuerda que con Plu ella tenía un cuaderno con las fechas y las condiciones de su invocación, algo sobre la confianza y contratos de trabajo eficientes. Pero esto parece algo más. No es que sea malo, no siente ninguna mala intención del espíritu más allá de las olas de su propio poder abrumador.

Y después de un rato su poder parece disminuir. Y las pinzas dejan de verse tan sangrientas y las espadas desaparecen de sus manos. Su poder se entrelaza con el de Lucy y alcanzan un equilibrio.

Natsu nunca se había dado cuenta de que los espíritus estaban tan entrelazados con Lucy.

—Arigato, Cáncer.

—Fue un placer ebi.

Y se va. Cómo si no fuera más que polvo dorado- El espíritu desaparece y Lucy tiene una sonrisa gigante en su rostro.

—Bien, eso fue más fácil de lo esperado—, dice Lucy.

—¿Debería ser más complicado?

—No exactamente. Cómo mis espíritus sienten nuestro vínculo el contrato es más abierto, pero también es abrumador para ellos recordar todo lo que pasó en la primera linea del tiempo.

Natsu resopla.

—Bien, ¿Ahora qué?

El ceño de Lucy se frunce de manera adorable, en serio, ella es muy linda de pequeña, de grande también pero hay algo diferente en ver sus mejillas hincharse. Le dan ganas de besarla.

Y se sonroja inmediatamente, el beso de antes todavía se siente como algo monumental incluso si fue solo el roce de sus labios. Pero no fue solo eso, fue Lucy.

—Ahora vamos a conseguirte ropa apropiada—. Lucy lo mira de arriba a abajo, Natsu aún viste la bata rosa suave que le dió Lucy y aunque es cómoda Natsu no es Gray para pensar que puede salir a la calle con esta ropa.

—Apuesto a que ni siquiera pensaste en eso.

Natsu discute, pero Lucy siempre ha sido Lucy y le responde enojada para después llamar a Capricornio, está vez no hay un cántico y la simple mención de abrir la puerta hace que la llave brille dorada al igual que sus ojos. Un momento después, Capricornio está allí.

—Lamento molestarte, Capricornio, generalmente le pediría ayuda a Virgo pero aún no tengo su llave. Podrías traer algo de ropa para Natsu por favor.

—Por supuesto, princesa.

El cambio de ropa que trae es una versión miniatura de la ropa que Natsu usará en el futuro. Se siente agradable.

—Gracias Capricornio.

Lucy le pide al espíritu que se lleve el pizarrón y luego se despide del espíritu de la cabra.

Natsu ni siquiera pensó en ocultarlo.

—Oye Lucy, ¿has probado en mostrarles el futuro por escrito?

La cara que hace es simplemente demasiado divertida para no reírse. Por supuesto, Lucy le lanza una almohada inmediatamente después.

—Tenía algunas notas del futuro escritas, de la primera vez que me desperté. Las doncellas limpiaron mi habitación Pero no dijeron nada al respecto, no creo que vieran nada, pero sería mejor comprobarlo.

Natsu escucha los pasos rítmicos en el pasillo y los susurros de las sirvientas de Lucy. Mientras ella escribe, Natsu vuelve a meterse debajo de la cama, es grande y lo suficientemente oscuro para que nadie lo vea, sería un mejor escondite sino estuviera lleno de polvo, ¿no sé supone que los ricos limpian todo obsesivamente para que brille?

—¿Natsu?

Justo a tiempo. Las tres sirvientas de antes ingresan a la habitación después de un suave toque en la puerta y saludan a Lucy. Es molesto, piensa Natsu, como las sirvientas ni siquiera esperan la respuesta de Lucy antes de colocar el almuerzo en la mesa cerca de la ventana grande y proceden a recoger los periódicos desechados.

—¿Cómo se encuentra mi madre?—, pregunta Lucy.

La sirvienta con más canas murmura su desconocimiento antes de que todas vuelvan a salir por la puerta.

Lucy suspira.

Cuando Natsu sale de la cama puede ver mejor el gran almuerzo que le prepararon a Lucy. Es imposible que ella se lo acabe todo, pero para eso está Natsu.

—Tendrás que salir de la mansión después de almorzar, saldré junto a la Sra. Speto a ver la ciudad. Asegúrate de que parezca un encuentro casual—, le recuerda Lucy.

La carne estaba suave y ese jugo parecía una mezcla de varias frutas, aunque sin duda lo que más le gustaba a Natsu era esa cosa rellena de carnes y verduras con el aderezo.

—¿Me estás escuchando?

Natsu asintió, por supuesto que la estaba escuchando, simplemente podía escucharla y comer al mismo tiempo. ¿Mmm?, vaya, esa salsa era deliciosa. Sin duda, ser rico tenía sus ventajas, si el plan de Lucy tenía resultados podrían verse un par de veces más, se pregunto si era posible volver a comer está comida, ¿tenía nombre? las comidas caras siempre tenían nombre.

—Bueno, eso nos dará un margen de maniobra por el momento, ¿tal vés después podriamos realizar visitas a domicilio? aún no se me ocurre nada para que podamos movernos de un lado a otro constantemente.

Él estaba de acuerdo, el plan de Lucy tenía sus fallas, especialmente sino lograban convencer a su sirvienta, pero no importaba, Lucy era inteligente, encontraría la solución.

El frío era algo a lo que estaba acostumbrado; sin embargo, incluso él tenía que admitir que caminar en la nieve era bastante molesto, sus piernas estaban hundidas hasta las rodillas y cada paso era un prueba de resistencia.

Era como un entrenamiento de Ur.

Solo pensarlo le dio un escalofrio, pero luego recordo su mirada decidida mientras se interponía entre él (ingenuo y estúpido) y el monstruo que mato a su familia, un sacrificio que se la había llevado para siempre. Su gargante se cerro y sus ojos hormiguearon. Se sacudio la cabeza. Este no era el momento, debía ir al oeste, a la punta del continente. Necesitaba volverse fuerte y enorgullecer a Ur. Demostrarle que estaba avanzando ahora que ella había sellado su pesadilla.

Un temblor sacudió el suelo.

—¿Qué está-

Una tonelada de nieve cayo sobre él, junto a un grito agudo que lo dejo inmovilizado.

—¡Ahhh! ¡Que susto! Pensé que iba a morir—, exclamó una niña, acariciando la nieve como si fuera un peluche—. Que bien que caí sobre la nieve.

La nieve se retorcio debajo de ella, haciendola apartarse antes de que un niño de cabellos negros y sin camisa saliera de la nieve.

—¡Eso estuvo cerca! Maldita sea, perdí mi camisa otra vez—, se quejó Gray, rebuscando en la nieve, pero solo encontro su capucha. Bueno, eso era mejor que nada—. ¿Quién eres tú?

La niña parpadeo rápidamente, dandose cuenta de que en su huída había aterrizado sobre otro niño.

—Me llamo Nano Leaf. Lo siento, estaba huyendo e iba muy rápido, no quería caer encima tuyo.

Gray resopló.

—Da igual. Oye, ¿sabes cómo se llega hasta la ciudad?

Y cómo si la suerte de Gray no pudiera empeorar, unos tipos extraños los rodean y gritan a la niña sobre escaparse, unos momentos después, recibe un golpe en la cabeza y queda inconsciente.

El viento helado acalla los latidos de su corazón. Lyon esta insconsciente después de intentar utilizar esa magía extraña y Ur le pide que le diga que ha muerto. Gray esta desconcertado y no entiende, Ur su mamá está vida, pueden huir, tomar a Lyon y refugiarse en el este, no es como si Deliora fuera a darse la vuelta en su paso de destrucción de casualidad, cuando fueran más fuertes podrían volver y derrotarlo. Pero Ur lo abraza y le dice que lo ama como a un hijo y Gray observa horrorizado como su cuerpo se desvanece en hielo, Deliora detiene sus pasos cuando el hielo comienza a cubrirlo y Gray observa como el monstruo del tamaño de una montaña se paraliza con sus ojos llenos de odio observando a su maestra. Hay una sonrisa en esos dientes podridos, un desprecio por su debilidad que lo perseguira para toda la vida.

La sonrisa de Ur es suave cuando se despide y Gray llora arrodillado en la suave nieve que cae. Cuando Lyon despierta Gray cumple la voluntad de su maestra y le dice que Ur ha muerto, se siente como la verdad a pesar de ser una mentira, el cuerpo de su maestro es el frio hielo que encierra sus pesadillas y escucha resignado los gritos de Lyon. Honestamente se lo merece.

—¿Cómo voy a cumplir mi sueño de superarla si está muerta?

Gray recibe los golpes de Lyon sin resistencia, el demonio de la destrucción está a unos metros de ellos, con su eterna sonrisa congelada en su rostro como si se burlara de ellos. Lyon sigue gritando y arremetiendo hasta que su magia se acaba y acaba rendido en la nieve. Él no quiere saber nada de él y Gray no lo culpa, sino hubiera sido tan arrogante Ur seguría con vida (está maldito, primero sus padres y luego Ur, los demonios lo persiguen para arrebatarle todo lo que ama, estupido niño que mata todo lo que ama).

—Tu mataste a Ur.

Cuando se despierta nota que esta en una celda sucia y que la niña, Nano, está junto a él. sus ropas están sucias y hay un moreton en su cara, al mirarse así mismo Gray se da cuenta de que además de la ropa un poco desarreglada está en mejores condiciones.

—Oye, ¿estás bien?

Nano asiente suavemente.

Gray esta a punto de preguntarle que sucedio cuando su estomágo (que no ha comido adecuadamente en días, desde que dejo la cabaña de Ur y decidió venir al oeste) ruge de hambre. Nano sonrie con los ojos llorosos y le entrega un pan, mohoso y un poco quemado, pero comida al fin y al cabo. Luego le cuenta de que se encuentran en las celdas del gremio Chrono Noise.

—Vaya, así que esto es un gremio.

Nunca había estado en un gremio, sabe que había uno a dos pueblos de distancia de la casa de sus padres, pero duda que siga en pie después enfrentarse a Deliora, y en realidad nunca estuvo muy consciente de la ubicación de la casa de Ur, pocas veces salían al mercado antes de volver a su aislada cabaña a continuar entrenando.

—¿Son tus compañeros?—, le pregunta Gray.

Nano niega con la cabeza y el moreton es más evidente que nunca. Gray se regaña mentalmente, fue una pregunta estupida. Ur seguramente lo regañaria si se enterara.

—Supongo que es obvio, no encerrarían a sus compañeros en una celda—, murmura, evitando la mirada de Nano.

La celda está sucia y no hay ventanas, los barrotes parecen viejos y oxidados, ¿podría romperlos con su magia? Probablemente seria mejor en la noche cuando todos esten dormidos, pero ¿qué hora es? Es díficil distinguir el tiempo cuando toda la luz que obtienen es de una lampara de gas a unos metros de la entrada de la celda.

Este no puede ser un gremio legal ¿o sí? Gray nunca a estado en un gremio, así que en realidad no puede decirlo.

—Lo siento, no te habrían encerrado sino te hubieras encontrado conmigo.

—Tch. No importa, al menos conseguí algo de comida.

—¿Qué hacías en el bosque?

—Estaba buscando el camino a una ciudad. Quiero tomar el ferrocaril para ir al oeste y unirme a un gremio. Mi maestra decía que los gremios del oeste tienen a los magos más fuertes. Quiero ser tan fuerte como ellos.

—¿Entonces eres un mago?

Gray asiente, invocando su magía para mostrarle a Nano una flor de hielo.

—Mi maestra me enseño está magia, Ice Make. Ella decía que es la magía de la libertad.

Recuerda sus enseñanzas, su sonrisa, el frio de la nieve y el hielo a su alrededor. Su magia es su legado y Gray planea hacerla sentir orgullosa.

—Wow. ójala mi magia fuera igual, así talvés podría ser feliz.

Gray la obserca, ladeando la cabeza desconertado, ¿acaso su magia la hace infeliz?

Pero no tiene tiempo para cuestionarlo, porque varios magos entran y la agarran con brusquedad llevandola a lo que parece ser un  encuentro con el maestro de este gremio. Gray frunce el ceño, ocultando su magia hasta que lo necesite.

—Gracias por acompañarme Señora Speto y Señorita Clara.

—No tiene nada que agradecer, su alteza.

—Vivo para servirla, mi lady.

Lucy soltó una risita. Le había costado convencer a la Sra. Speto, al ama de llaves condecorado de la familia Heartfilia para que la acompañara al pueblo más cercano a la villa Heartfilia, luego, y solo para tranquilidad de la Sra. Speto, habían traído consigo a la Srta. Clara que era una experta en Artes Marciales.

Ella no recuerda si fue así en su primera vida y no se dió cuenta o si es algo nuevo. Pero no va a cuestionarlo cuando es tan conveniente para sus planes.

El pueblo de Lyrio es pequeño comparado con ciudades como Magnolia o Crocus, pero tiene altas murallas que evitan el paso de las bestias y los ferrocarriles tienen su propia entrada protegida con magia, como la ciudad con mayor influencia de Heartfilia Korzen, se ha desarrollado abrumadoramente en las últimas décadas y tiene un promedio de 40000 habitantes.

La única razón por la que la Sra. Speto cree que es aceptable que Lucy esté aquí sin un batallón de guardias armados hasta los dientes y sin permiso de su padre, es porque ella dejó caer suficientes pistas que indicaban que no podía soportar estar en la misma mansión donde su madre se estaba muriendo. Había sido torpe y dramática, las lágrimas eran reales, pero era necesario. Por el futuro.

—La estación es bastante grande—, comenta Clara. Se ha vestido con un vestido amarillo sencillo y unas sandalias, se ve drásticamente diferente de como normalmente se viste con su traje de mucama.

—Aquí deberían llamarme solo Lucy.

La Sra. Speto frunce el ceño, pero no la contradice. Ella tiene un vestido rosa largo abultado que la hace parecer una mujer mayor de lo que es. Aún así es un vestido bonito, combinado con un bolso que parece haber visto días mejores dado lo desgastado que está.

Lucy se pregunta si la Sra. Speto acompañaba a su madre cada vez que salía a la ciudad. Se pregunta si su madre también tenía salidas a escondidas de su padre como ella lo está haciendo ahora o si siempre fue la imagen de mujer noble y amable que se ha esforzado por construir ante la alta sociedad.

Recuerda que no hace mucho, antes de que su madre enfermara, Lucy había tenido la fortuna de ver a su madre preparándose para una gala. La Sra. Speto estaba ajustando el corse y una de sus doncellas estaba eligiendo las joyas.

Su madre, dulce y atenta a pesar de su ahora obvia incomodidad por los tirones que le daba la Sra. Speto para ajustar el corse, le había dejado probarse las joyas y elegir el conjunto de esa noche.

Lucy había escogido diamantes rosas.

—Salgamos de la estación, está bastante concurrido—, sugiere Clara, agitando su mano frente a su cara en un intento infructuoso por refrescarse.

La Sra. Speto parece estar de acuerdo. Lucy mira alrededor una vez más, intentado encontrar a Natsu antes de que se vayan. Este era el momento perfecto para un encuentro casual.

—¡Cuidado!

Justo a tiempo.

Natsu choca contra ella estrepitosamente, Clara chilla cuando es empujada y Lucy pierde el equilibrio. Por suerte, Natsu es lo suficientemente rápido para agarrarla antes de que toque el suelo y la endereza con movimientos expertos.

Están frente a frente, hay una arruga en la frente de Natsu y sus ojos la miran preocupados. No parece un movimiento planeado.

—Lo siento, no veía a dónde iba.

Lucy ignora el regaño de la Sra. Speto y observa a Natsu, hay una preocupación real en sus rasgos, sus ojos observan frenéticamente alrededor de la estación, sus manos aún la sujetan de la cintura.

—¿Por qué ibas tan rápido?

Natsu tuerce la boca.

—Escuche a unos tipos hablar algo acerca de tomar la estación, quería ir a informar a los guardias.

Es notable que Natsu no se haya encargado el mismo del asunto. Aún las sostiene de la cintura mientras sus ojos escanean su alrededor.

—¿Tomar la estación?

Esto no estaba en sus planes.

—¡Debemos avisar a los guardias!—, exclama Clara, la Sra. Speto la secunda. Ambas buscan con la mirada algún guardía pero Natsu no se ha movido y Lucy sabe que es demasiado tarde para alertar a las autoridades.

—¡Todos al suelo!

Una explosión sacude la estación de ferrocarriles y el fuego le lame las orejas antes de que Natsu se coloque firmemente delante de ella.

Bueno, siempre pueden improvisar.

—¡Tenemos bombas en toda la estación! ¡Si no quieren morir nos darán todo su dinero y cualquier cosa de valor! ¡Entendido!

Hay ocho personas a la vista. Todos vestidos de negro y posicionados en zonas estratégicas, la salida, el segundo piso, las puertas, el ferrocarril… Un hombre sale de lo que Lucy supone es la estación de los guardias arrastrando a tres de ellos, inconscientes y sangrando.

La Sra. Speto gime asustada. Lucy no la culpa, es una mujer mayor que probablemente nunca estuvo en una situación de riesgo.

En realidad Lucy tampoco, pero sus sueños no han hecho más que dejarle el sabor amargo de la guerra y la calidez de un hogar que la espera. No sé siente intimidada y talvés debería estarlo, pero tiene a Natsu junto a ella y sus llaves en el bolsillo.

—Te brindaré apoyo si es necesario—, susurra Lucy, tan bajo que solo un cazador de dragones podría oírlo.

Natsu sonríe.

—Lo sé.

Lo siguiente que sucede es una masacre unilateral, excepto por el hecho de que no hay muertes, Natsu es demasiado amable para eso.

El usuario de fuego, probablemente tratando de recuperar el control después de que los primeros dos atracadores fueran noqueados con una patada y un puñetazo de fuego, no dudo en enviar un torrente enorme contra el niño de pelo rosado.

Lucy solo sonrió detrás de su mano.

El fuego fue inmediatamente ingerido por Natsu y el shock que eso le provocó a los otros dos magos que se acercaban fue suficiente para que Natsu enviara a todos a volar.

Solo uno de cada mil habitantes despertaba como mago en Fiore, pero la diferencia entre cada usuario de magia era abismal. De cada mil magos, solo uno podría llegar a considerarse un mago poderoso. Eso sin contar la dificultad del aprendizaje de la magia, la mayoría solo aprendía un tipo de magia y algunos eran más comunes que otros.

Eso significaba que de los 17 millones de habitantes en Fiore, solo 17 mil eran magos, y de esos magos solo 17 podían considerarse verdaderamente poderosos. Claro, la estimación de poder estaba hecha de acuerdo a los estudios de la Academia ERA, y en realidad se basaba únicamente en los magos de “luz” que seguían las leyes del Consejo, así que habían muchos magos poderosos que no eran tomados en cuenta.

De cualquier manera, Natsu era poderoso y usaba una magia considerada pérdida. La situación se manejo velozmente cuando llegaron los caballeros runicos y Natsu se alejo de la estación.

—¡Espera!—, grito Lucy, arrastrando a la Sra. Speto y a Clara lejos del tumulto.

La gente estaba sorprendida por la demostración de poder y los caballeros runicos tomaban declaraciones después de apresar a los atracadores.

—¡Fue como una salamandra de verdad!

—Todo ocurrió tan rápido…

—¿Un niño de pelo rosa?

—…se fue hace poco…

Gray merodea en silencio los pasillos del gremio, hay sangre en las paredes y susurros detrás de los muros, huele mohoso y putrefacto. Hay una explosión y un grito. Sus pasos se aceleran en busca de Nano, incluso si la niña le cayo encima junto a un montón de nieve también le dio su última rebanada de pan, era amable. No era una mala persona y Gray estaría condenado si dejase a la niña en manos de esos magos.

Él va a salvarla.

—¡Maldita mocosa!

Nano se estrella contra la pared, su pequeño cuerpo se desploma por la fuerza del impacto. Unos hombres se acercan a ella y las manos de Gray brillan cuando invoca su magía. El circulo magico que aparece llama la atención de todos los presentes y Gray sabe que no puede contra todos ellos.

—Ice Make, Suelo.

Las piernas de sus oponentes quedan atrapadas y Gray aprovecha para recoger a Nano y salir corriendo, la niña pesa más de lo que parece en la espalda de Gray y se despierta después de unos segundos de balanceos torpes por este laberinto que llaman gremio.

—Oye, ¿qué querían esos tipos?—, le pregunta, dejandola caminar por su propia cuenta mientras buscan la salida.

Nano solloza.

—Mi magia acelera la eclosión de los huevos, quieren que la use para incubar huevos de demonio y apoderarse de Bosco.

—¿Qué mierda?

—Son un gremio oscuro—, explica Nano, como si eso respondiera todas las dudas de Gray.

Bueno, al menos respondio la más importante.

Gray siente el hielo perforar su cuerpo desde dentro, por supuesto, tenían que ser demonios. Nunca podían dejarlo en paz. Incluso antes de llegar al oeste había logrado toparse con un gremio oscuro que justamente trataba con demonios.

—Tenemos que salir de aquí—, susurra. Hay una desesperación en su tono que odia y la mirada temblorosa de Nano solo lo hace sentir más impotente. 

Puede salvarla.

—No lo creo niños.

Por supuesto, este es el momento en el que el villano final decide aparecer.

Gray se coloca delante de Nano, los magos empiezan a rodearlo, probablemente los localizaron hace un rato y solo esaban esperando la aparición drámatica de su jefe. Casi quiere burlarse, pero han sido atrapados por este tonto truco y sería aún más humillante sino logran salir airosos de está situación. Tiene que salvar a Nano.

—La niña que llevas es la pieza clave para que me corone como Rey de Bosco, no puedo permitir que me la quites--, comienza el jefe de los imbeciles, regodeandose de la posición de poder que tiene sobre ambos niños. Su discurso continua firmando la importancia de Nano y ofreciendole a Gray un puesto como su mago derecha cuando crezca. Gray se burla, pero el imbecil continua afirmando su enorme poder y sus planes de grandeza, dice su nombre en algún momento pero Gray no le da importancia. Tienen que salir de ahí.

Cuando el imbeficil afirma por centecima vez que le devuelva su propiedad su temperamento estalla.

—¡Ella no es de nadie maldito pedófilo!

Su voz resuena en el gremio y los magos que los rodean hacen muecas incómodas mientras miran a su jefe. Nano le toma de la mano y sacude la cabeza, rogandole que cierre la boca.

—Gray, está bien.

—¡No lo es! Voy a derrotarlo y tu vas a recuperar tu libertad, ¡¿entendido?!

Lanza flechas de hielo a su adversario y casi quiere reir de la situación. Se siente pérdido y patético y talvés solo quiere volver a casa para que Ur lo abrace y pueda pelearse con Lyon, pero Ur no esta, Lyon lo odia por matarla, y nunca podrá volver a su hogar.

—Maldito mocoso--, resopla el imbecil, haciendo explotar todas su flechas como sino fueran más que dibujos de papel.

—¡No soy un mocoso! ¡Soy el discipulo de Ur!

El hielo explota a su alrededor, las flechas continuan volando y Gray crea una espada para sí mismo mientras intenta pensar en una estrategía para salvar a Nano. Los circulos mágicos delatan el uso de su magía pero también delatan la magía de su oponente. El imbecil parece capaz de formar explosiones en cualquier parte que lo desee y estallan al minimo contacto con su hielo dejando trozos de hielo a su alrededor.

—Me estás haciendo perder el tiempo.

—¡No me importa! ¡Voy a aplastar esos huevos de demonio y tus estupidos planes de convertirte en rey!

El brillo rojizo de múltiples circulos mágicos brilla en el suelo y las explosiones resuenan por todo el gremio, el escudo de hielo de Gray apenas sobrevive a la explosión y Nano solloza detrás de él. Los otros magos no parecen querer meterse en la pelea y Gray no entiende porque no lo hacen, pero está agradecido. Si alguno de ellos fuera le mitad de fuerte que su maestro serÍa un problema. Los circulos mágicos se forman uno tras otro y las explosiones amenazan con derribar la estructura del gremio; si eso ocurriera Gray podría proteger a Nano y huir de este lugar, si este es un gremio oscuro los guardias de la ciudad deberían encargarse de ellos.

—¡Cuidado!

Hay un dolor punzante en su espalda y Gray está en el suelo, su visión es borrosa mientras intenta incorporarse solo para que el dolor se vuelva insoportable y tenga que quedarse estático. Hay una risa delante de él y un golpe en su torso lo envía volando contra la pared, por un momento todo es oscuridad antes de darse cuenta que el dolor lo hizo perder la consciencia por segundos.

No logra escuchar las palabras del imbecil pero no necesita hacerlo para llamar a su magia. El jefe de los imbeciles queda atrapado en un iglú de hielo y todos los circulos magicos que había colocado reaccionan cuando encuentran algo que atacar. El eco de la explosión resuena en sus oídos, su cuerpo está tendido contra la madera podrida y la oscuridad lo llama tentadora; los gritos en la lejanía le advierten que Nano está cerca de él. Invoca su hielo para protegerlos y deja que su consciencia se desvanezca.

Está muy cansado.

Encontraron a Natsu a dos cuadras de la estación, tenía un paso relajado en su andar que Lucy sabía era una fachada para que ellas pudieran encontrarlo.

—¡Disculpa!—, dijo Lucy, acercándose lo suficiente para colocar una mano sobre su hombro.

Natsu se dió la vuelta, ladeó la cabeza como si estuviera confundido y la miro fijamente.

Bueno, ahora todo depende de la actuación de Lucy.

—¡Muchas gracias por salvarnos antes! ¿Puedo saber tu nombre?

—Natsu, Natsu Dragneel.

Lucy sonrió brillantemente.

—Mucho giusto, mi nombre es Lucy Heartfilia, cómo recompensa por ayudarnos ¿hay algo que pueda hacer por ti?

La Sra. Speto asintió con aprobación detrás de ella, Clara soltó un suspiro con lo que pareció ser alivio. Lucy estaba conforme de que su actuación no se notará demasiado forzada.

—¿Mmm? En realidad no, ¿De casualidad viste a una niña pequeña de pelo azul? ¿O a un niño rabioso con cabello negro un poco más alto que yo? ¿O talvés a dos niños que parecen pegados por la cadera, uno rubio y otro pelinegro?

Lucy parpadeó.

—No, lo siento. No los he visto.

—Bueno, está bien. Gracias.

Natsu se dió la vuelta. Lucy se arrepintió inmediatamente de decirle que actuará normal, sin parecer muy entusiasmado con ella. Tenían que establecer una manera de contacto en esta ocasión, en realidad el atraco les venía excelente, así era más un favor que debía devolver y menos una buena obra como estaba planeado.

Si tan solo pudieran consolidar el favor.

—¡Espera! ¡Puedo ayudarte a buscarlos! ¿Son tus amigos?

Natsu se dió la vuelta, está vez se paró frente a ella y asintió rigidamente.

—No los veo desde hace una semana, estábamos con Anna sensei pero luego cruzamos una puerta y me desperté en el bosque. Estoy tratando de encontrar a los demás.

Lucy trato de parecer lo más desconcertada posible. Por suerte, la Sra. Speto sugirió que continuarán la conversación en otro lugar y lograron conseguir una mesa en un restaurante de clase media.

Lucy hizo los pedidos y converso con Natsu tratando de que pareciera una conversación normal entre dos niños.

—¿Entonces… tu maestra se llama Anna?

Natsu tarareo.

—Si, es una mujer rubia con ojos cafés. En realidad te pareces mucho a ella.

Lucy ladeó la cabeza.

—¿Y estabas con otros cuatro niños?

—Estabamos entrenando para ser dragón Slayers.

—¿Qué es eso?

Y luego, Natsu se lanzo a una explicación detallada de la magia que fue creada para enfrentarse a los dragones y lo difícil que fue aprenderla, mencionó a Igneel y a los demás dragones como sus padres adoptivos y que cada uno les enseñaba magia de cazadragones de sus respectivos elementos.

—…por supuesto, la magia de Igneel era del elemento fuego. Así que mi magia es la de un Dragón Slayer de fuego.

Clara exclamó asombrada.

—¿Es por eso que pudiste comer las llamas de ese mago en la estación?

Natsu asintió entusiasmado.

—¡Si! Los Slayer pueden comer magia de su mismo elemento.

La Sra. Speto también parecía impresionada.

—¿A qué te refieres con pasar a través de una puerta y despertar en el bosque?

Natsu hizo una nueva incómoda, Lucy lo alentó en silencio.

—Bueno, no estoy seguro. Anna sensei dijo que teníamos que ir a un lugar lejano y que la puerta nos llevaría más rápido, brillaba mucho pero no recuerdo lo que pasó después. Me desperté solo en el bosque.

—Talvés fuera una puerta de teletransporte—, sugirió Clara—, leí que fueron muy usadas en la antigüedad por los magos más poderosos para ir de un lugar a otro, aunque dejaron de usarse debido a lo mucho que costaba fabricarlas, hay rumores de que la última puerta se encuentra en Pergrande.

Lucy y Natsu se miraron sorprendidos, eso sin duda ayudaba con su tapadera.

—¿Talvés usaron una puerta y algo salió mal?

Ambas doncellas continuaron su conversación ajenos a las sonrisas de satisfacción de ambos niños.

Lucy decidió que era momento de hacer su jugada.

—¡Bueno, está decidido! ¡Te ayudaré a encontrar a tus amigos!

La Sra. Speto pareció a punto de protestar cuando llegó la comida. Lucy estaba agradecida de que Natsu estuviera acatando sus consejos, los modales mínimos en la mesa eran necesarios para dejar una buena primera impresión.

A mitad de la comida Lucy hizo su siguiente movimiento.

—Si realmente pasaste a través de una de esas puertas de teletransporte no hay nada que nos indique dónde podrían haber terminado tus amigos. ¡Podrían estar dispersos por todo Fiore!

Natsu hizo una mueca.

Perfecto, pensó Lucy.

—No podrás enncontrarlos tu solo.

—¡Pero no puedo quedarme esperando que ellos me encuentren! Además ya casi se me acaba el dinero que tenía, debo encontrarlos.

Lucy lo silencio rápidamente.

—¡Puedes unirte a un gremio de magos!—, exclamó Lucy—, así yo también podré escribirte cartas para avisarte si encuentro a alguno de tus amigos. Mi papá conoce mucha gente, y sería más fácil colocar carteles de búsqueda que ir tu solo a recorrer todo un país.

Natsu parece considerarlo. Pero la desicion ya estaba tomada incluso antes de que salieran de la mansión.

—Bueno. Parece un buen plan.

Hay una llave plateada brillante en su mano y luego está rodeada de fanáticas que gritan, un golpe y luego un almuerzo temprano en un restaurante con un chico de pelo rosado un gato parlante. Un barco lleno de esclavos y un hombre que afirma ser salamandra, sus llaves tiradas al mar y luego una explosión de fuego.

La primera vez que se conocieron.

Llegar a Magnolia un año antes se siente como llegar a casa pintada de un color diferente. Hay mucho que es igual y mucho que ha cambiado.

El bullicio de la ciudad es reconfortante y los olores aún no están completos, Pero lo estarán.

Una razón por la que siempre le ha gustado Magnolia es por la falta de miedo en el aire, las ciudades con gremios de magos siempre se sienten mejores que aquellas que no los tienen. Los gremios protegen la ciudad de los monstruos y Magnolia lleva esa seguridad tan al extremo que ni siquiera tienen murallas que rozan el cielo como otras.

Al final de la calle principal, pasando la catedral de Kardia que huele a metal, delante del lago lleno de los peces que son la comida favorita de Happy y con el sol brillando como el cabello de Lucy.

El edificio del gremio Fairy Tail se alzaba ante él.

Un imponente edificio de piedra y madera de tres pisos con ventanas luminiscentes y una pintura colorida. Su techo rojo brillaba con fuerza bajo el sol. En lo alto de las puertas, colgando orgullosamente del centro del edificio, se alzaban tres banderas con el símbolo de Fairy Tail. Casi justo encima de las puertas abiertas, se leía la palabra "Fairy Tail" en letras opulentas.

Sus pasos lo llevan como si conocieran el camino, lo hace, talvés no en este cuerpo pero este es su hogar.

—¿Nani?

Una puerta de magia pura aparece ante él, la luz es cegadora y Zeref quiere traspasarla, pero el rugido del dragón negro del Apocalipsis lo deja paralizado y en lugar de cruzar la puerta corre a proteger a la Primera. Natsu no sabe que hacer, su hermano, el mago negro más poderoso del mundo está aterrorizado por la llegada del asesino de su padre dos veces, ya van dos veces que ese dragón le quita a su familia. Piensa que sería más fácil que lo odiara, que Zeref hubiera sido completamente consumido por la oscuridad, pero no, alguien totalmente consumido por sus deseos egoistas no correría a proteger a quien amo hasta la muerte. Zeref no está bien de la cabeza pero no es intrinsecamente malo. Natsu reconoce el patrón, viejos amigos que se vuelven aliados, personas que nunca tuvieron la oportunidad de elegir el camino de la libertad. Acnología aterriza y Natsu deja que el fuego lo abrace.

Natsu parpadea, supone que no puede evitar recordar sus últimos momentos antes de ser lanzado a través del tiempo. La puerta Eclipse había sido transportada hasta integrarse completamente con su gremio y ahora va a cruzar esas mismas puertas.

—Supongo que este es el trauma que Luce menciono.

Natsu endereza la espalda como siempre ve hacer a Lucy, un hábito que se le ha contagiado a lo largo de sus aventuras y da un paso adelante, sus manos tocan las puertas de madera y repira profundamente.

Por fin en casa.

Makarov esperaba tener un día tranquilo, todos los niños habían tomado misiones lejos en distintas partes de la ciudad y estarían fuera todo el día.

Laxus estaba actuando extraño y Makarov estaba seguro de que era por esa extraña magia que se estaba asentando en su núcleo.

Estaba furioso.

Pero aún esperaba pacientemente a qué Iván viniera a explicarse, no parecía dañino para su nieto y en realidad sus niveles de poder se estaban adaptando adecuadamente, solo por eso estaba siendo paciente.

Dejo escapar un poco de humo de su vieja pipa. Laxus era un buen niño, incluso si ahora estaba actuando más irritante que de costumbre, en realidad estaba siendo mucho más amable con los demás niños, como lo demostró su repentino interés en Kana y la palmadita en la cabeza que le dió a Erza.

Solo quería que recurriera a él si cualquier cosa con su nueva magia lo molestaba.

—¡Hola! ¿Ustedes son el gremio de Fairy Tail, verdad? ¡Quiero unirme!

Un niño, de cabellos rosados y sonrisa desafiante ingreso al gremio pateando la puerta. Avanzo hasta pararse frente a Makarov y lo miro con los ojos brillantes.

—¿Tú eres quien inscribe a los nuevos miembros? Soy Natsu Dragneel, un dragón Slayer de fuego.

¿Dragón Slayer?

—Oye niño, más respeto al maestro.

—¿Otro niño?

—Ya van cuatro, esto pronto se convertirá en una guardería, te lo digo yo.

—¿Qué es un Dragón Slayer?

Makarov observo al joven, vestía una gabardina negra con ribetes dorados con una sola manga y pantalones blancos holgados junto con botas de combate. También llevaba una gran mochila de viaje en su espalda.

Una vestimenta demasiado formal para un niño.

—¿Dijiste que eras un dragón slayer? Esa es una afirmación muy grande, se supone que es una magia perdida.

No quería dudar de las palabras del niño, pero el último dragón Slayer registrado fue hace cien años y fue gracias a una lácrima de dragón.

—¡Claro que lo soy! ¿quieres que te lo pruebe?

El niño encendió su puño con magia de fuego pero no había un círculo mágico. Makarov escucho a los otros miembros del gremio jadear con asombro cuando no vieron el círculo mágico. Era sabido a nivel general que todas las magias usaban círculos mágicos para utilizarse, incluso si eran pequeños o estaban grabados en el cuerpo del usuario.

—Impresionante—, susurro Makarov, el niño no tenía ningún tatuaje en sus manos que le permitiera invocar fuego.

—¿Eso es todo lo que se necesita para impresionar al maestro? Solo es un poco de fuego.

El que hablo fue Lars, un nuevo miembro que no tenía mucha inteligencia pero si una gran fuerza física potenciado por su magia de re-equip de armas. Uno de sus amigos lo secundo rápidamente mientras Lana, la camarera sacudía la cabeza con irritación.

—¡Oye! ¡¿Qué dijiste de mi magia?!

—¡Lo que oíste niño!

—¡Cierto! ¡Solo es un poco de fuego! ¿Qué tiene de impresionante?

Makarov observo la pelea en silencio. Natsu no parecía intimidado por las acusaciones de ambos hombres y en lugar de ello estaba entusiasmado, claro, tenía el ceño fruncido y el puño levantado, pero también una sonrisa ladeada que Makarov asoció inmediatamente con problemas.

Cuando ambos hombres se acercaron de manera intimidante el cuerpo de Natsu estallo en llamas ardientes que enviaron ondas de calor por todo el gremio.

—¿Qué dijiste sobre mi magia?—, pregunto Natsu, tenía una sonrisa en su rostro y su ropa se mantuvo a pesar del fuego, o era una gran capacidad de control de su magia o era ropa espcialmente diseñada para soportar las altas temperaturas.

Los ojos de Makarov se abrieron incredulos cuando un solo golpe del niño mando a volar a sus dos miembros de gremio sin esfuerzo. Aún no había ningún circulo magico.

El fuego de Natsu se apago y Makarov se pregunto quien rayos era este niño capaz de mandar a volar a dos magos y dejarlos clavados en las paredes antimagia.

—Eres bastante poderoso—, observó.

Natsu asintió con estusiasmo.

—Por supuesto, son las enseñanzas de Igneel y Anna sensei, ¿ahora puedo unirme a su gremio?

—No hay requisitos para unirse a un gremio Natsu, aunque está prohibido realizar misiones fuera de la ciudad hasta que tengas más de diez años.

—¡Tengo once años!

Makarov suspiro, hizo un gesto con la mano y un circulo magico azul brillo antes de que el sello del gremio se materializara en sus manos.

—¿Dónde lo quieres?

—En el hombro de color rojo.

Makarov asintio. El logo de Fairy Tail brillo suavemente, la magia acepto a Natsu como digno de ser parte de Fairy Tail y Makarov se estremecio. Por alguna razón, sintió que esto significaba muchos problemas.

Un dragón negro que ruge y el brillo dorado de una cúpula, siente la magia de su familia y las manos que tiemblan, hay determinación y esperanza, y luego despiertan años después, en un mundo donde su gremio perdió su hogar y su padre le escribió cartas cada día, arrepentimientos que ella nunca pudo enfrentar cuando su muerte la golpea como el rugido de un dragón que les robó siete años.

Lucy grito, empujando al mayordomo que la sujetaba. Pateo su rodilla y consiguio liberarse solo para que otra doncella la agarrara firmemente y la arrastraran a su habitación. Tener recuerdos de una vida pasada y sueños de un futuro que sucedió no cambiaban el hecho de que estaba en el cuerpo de una niña de diez años que nunca había hecho ejercicio.

—¡Quiero ver a mi mamá!

La dejaron en su habitación, encerrandola con llave. Si quisiera, Lucy podría invocar a Capricornio o incluso a Cáncer, pero no tenía garantias de que su padre no le quitara las llaves después, y aún tenía mucho que hacer en la mansión Heartfilia.

Pateo la puerta una vez, deseando poder huir como lo hizo cuando tenía diesiseis años y no soportaba más el silencio de su padre. Necesitaba ver a su madre, abrazarla y decirle lo mucho que la amaba. Lucy enderezo la espalda y salio a su balcón, ella estaba en el primer piso y su madre estaba a un pasillo de distancia en la mansión, pero rodearla y trepar las paredes era factible.

Con cuidado dejo que sus piernas cayeran mientras sujetaba los barrotes con las manos, su cuerpo cedió a la gravedad y ahora solo estaba sostenida por sus temblorosas manos, sus musculos gritaban por un esfuerzo que nunca antes había hecho y el suelo se sentía muy lejano. Lucy solto un suspiro. Sus dedos cedieron y cayo al suelo, apenas sintio el roce de la superficie se tiro completamente para minimizar el impacto. El cesped recortado no amortiguo su caída y gimió mientras volvía a incorporarse. Probablemente tenía un par de moretones.

La siguiente parte no fue tan díficil, aunque sí agotador. Correr al otro lado de la mansión con la esperanza de que nadie la viera y llegar hasta el único balcon iluminado. Había rosas rosas bajo el balcon de la habitación de su madre y nada que la ayudara a escalar.

—¡Ábrete! ¡Puerta de la Cabra, Capricornio!

Un suave resplandor dorado rodeo la llave y con un suave destello Capricornio estaba junto a ella. Estaba agradecida de que las siguientes invocaciones no fueran tan llamativas como la primera, aunque el cielo estrellado brillara con más fuerza no era algo díficil de ocultar.

—¿En qué puedo ayudarla, princesa?

—Gracias por venir, Capricornio. ¿Podrías ayudarme a subir hasta el balcon, por favor?

—Por supuesto, princesa.

Ese titulo otra vez, ¿acaso Virgo había influenciado a sus espiritus sin que se diera cuenta? Tendría que preguntarle cuando la recuperara.

Capricornio la cargo en brazos y de un solo salto llego al balcón tan facilmente que Lucy se arrepintio de no haberlo invocado desde el principio. Sus sueños (recuerdos de un futuro que ya vivió) eran cada vez más nitidos y largos, pero sabía que aún le faltaba mucho para adquirir todos los conocimientos de los diez (diecisiete) años que había vivido, estaba especialmente interesada en sus años como maga de Fairy Tail, y en sus recuerdos con Natsu quien le producia emociones tan intensas.

Cuando sus pies tocaron el suelo, se escabullo suavemente para entrar en la habitación de su madre y se sorprendio al encontrar a su padre sentado a su lado.

Jude Heartfilia lloraba. Tomando la mano de su esposa y sollozando suplicas imposibles de cumplir.

—Amor, esta bien, estaremos bien….—, su madre, bendita en sus últimos días susurraba palabras de consuelo, promesas que no podría cumplir y que solo hacían que más lagrimas cayeran de los ojos de su padre.

—¿Por qué, Layla? ¿Qué sucedio en el palacio para que regresaras en este estado?

Lucy se quedo aparalizada, sus pequeñas manos apretaron las puertas deslizables de vidrio que daban al balcon. Su padre, maldito años después en su dolor, sumergido en la desgracia de perder a su amada, ignorando a su única hija, suplicaba a su madre pronta a cruzar las puertas de la muerte.

—No me arrepiento, Jude. No sé que me espera después de cruzar la puerta que brilla pero… no me arrepiento de nada.

—Te espera el río de las estrellas, como a cada mago celestial que ha existido.

Lucy se sobresalto al igual que su padre. Había olvidado que Capricornio estaba con ella.

Jude Heartfilia se quedo paralizado cuando el espiritu se acerco a la cama de Layla con su hija detrás de él.

Capricornio se arrodillo, observando la débil figura de su antigua ama tambalearse entre el velo mortal. Aún a las puertas del cielo, se veía hermosa.

—Todos los magos celestiales tienen su lugar entre las estrellas salvo que el Dios Rey de los Cielos decrete lo contrario. Cuando cruces la puerta serás tan inmortal como las estrellas del firmamento, una nueva estrella nacera para servir a la Reina de los Cielos por toda la eternidad.

Layla palidecio aún más si era posible, sus ojos chocolate miraron desesperadamente a Jude que sollozo angustiado, sujetando fuertemente la delicada mano de su amada.

Capricornio solto un suspiro de derrota.

—Sin embargo, la Reina de los Cielos también rige sobre el matrimonio, la misma institución fue creada para celebrar el juramento del vínculo eterno entre ella y el Rey de los Cielos—, miro a Jude, cuya apariencia demacrada se reflejaba a través de sus lentes de sol—. Si el compañero de un mago celestial reune suficientes meritos será salvo junto a su amante en las estrellas compartiendo la eternidad. Antiguas historias relatan algunos de los más famosos casos de eternidad entre las estrellas, aquellos que se han elevado a constelaciones, pero hay muchos que se elevaron unicamente como estrellas.

Los ojos de Jude brillaron, la esperanza florece en su pecho como un monstruo hambriento. Una eternidad con Layla, si esto no fuera una despedida sino un hasta luego. Si lograra reunir suficientes méritos como para ganarse un lugar en el firmamento junto a su esposa…

—¿Qué méritos debo reunir?

Capricornio nego con la cabeza.

—Eso deberá descubrirlo usted mismo.

Y con una última reverencia a su amado maestro, Capricornio cerro su puerta con un halo de luz.

Jude sostuvo la mano de su esposa con ojos cariñosos y determinados, la sonrisa de Layla resumaba esperanza. Lucy se acerco lentamente a ambos, subiendose en la cama cuando su padre no protesto por su falta de modales.

Nunca supo el destino que le aguardaba después de la muerte, pero era reconfortante saber que podría encontrarse con su madre en el más allá. Lucy acaricio el cabello dorado de su mamá y le dio una última sonrisa.

—Me convertiré en alguien de quien estes orgullosa mamá. Una dama noble como tú, un empresario éxitoso como papá y una maga poderosa. Seré alguien que pueda proteger a las personas que ama—, prometió. La magia sello sus votos y los ojos de Layla se entreceraron con ternura.

Lucy no decía esas palabras solo para su madre, sino para ella misma. No quería dejar de lado todos los conocimientos que tenía de su vida pasada (era un regalo inesperado, pero quería usarlo y aprovechalo para beneficiar a los que amaba), tampoco quería renegar de las oportunidades que le daba esta vida (talvés un beneficio de tener los recuerdos de una mujer de treinta años ambiciosa por cosas que nunca podría tener); pero Lucy Heartfilia estaba dispuesta a utilizar todas las armas que tuviera en esta vida para evitar un futuro donde Natsu cargaba su cuerpo sin vida hasta el salón del gremio en ruinas.

Lucy no quería ver un futuro donde perdía a todos los que amaba. Natsu y ella tenían una gran carga sobre los hombros y ¿qué era ella sino una maga celestial? Las promesas estaban entretejidas con la magia y las estrellas se encargarían de que cada palabra que pronunciara tuviera un registro en el cosmos.

Escucho los sollozos de sus padre, sus propias lagrimas se derramaron y Layla Heartfilia murio con una sonrisa después de aceptar el juramento de su amada hija.

Esa noche, una nueva estrella se incorpora al firmamento y el río sagrado de las estrellas celebro una fiesta en honor a la nueva doncella de la Reina de los Cielos.

Un mar de estrellas se extendía ante ella, Acuario las guiaba a ella ya Brandish por los recuerdos del pasado. Su madre, hermosa y demacrada se despedía por última vez de su amiga. Consolo a Brandish lo mejor que pudo cuando ambas vieron a Zoldeo apuñalar a la mujer que lloraba arrepentida. Un asesinato a sangre fría que sembró odio y dolor en el corazón de una chica que sollozaba en sus brazos.