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Silver and Gold

Summary:

Johnny se sintio engañado cuando salio de casa de Silver, ese dia comenzo a escribir su propia historia, aunque los fantasmas del pasado siempre regresan

Inspirado en "This street sets its own pace, you can never drop your guard" de Kleenexwoman

Notes:

Lei la obra original el siguiente par de horas mi mente no dejaba de pensar, ¿que pasaria si con los años Johnny y Silver se reencontraran?

Chapter 1: Capitulo 1

Chapter Text

1) LaRusso dejo de insistir en que era el enemigo después de un tiempo

Jhonny debía admitir que vivir con el señor Miyagi era casi el mejor alojamiento que ha tenido en mucho tiempo, tenia una cama, tres comidas al día y un buen conejero que no lo juzgaba, lo único que hacia una mella en que obtuviera el primer puesto era su tercer compañero de vivienda.

Pagaría todo el dinero que poseía por poder tener una foto de su rostro la noche en que lo vio llegar con el señor Miyagi y la única maleta con cosas que poseía, hizo un berrinche que no ser porque el anciano logro mediar entre ellos hubiera terminado en una pelea.

Aun así, eso no hacia mucho mejor el trato que tenían durante los primeros meses, al menos ahora se dedicaban a ignorarse en lugar de pelara como perros y gatos como aquellos primeros días.

“Daniel-San no debería buscar pelea” escucho que le decía el hombre al chico en cuestión “pelea jamás ser buena, envenena el corazón”

Escucho el suspiro del chico mientras se mantenía oculto detrás de la pared, no era que quisiera hacerlo, solo que salía de tomar una ducha después de un largo día de trabajo cuando escuchó la conversación de los amigos.

“No inicio peleas” intento defenderse Daniel “solo que no confío en el” le dijo de forma resignada “si hubiera visto la forma en que parecía tan cómodo viviendo en casa de Silver también compartiría mi opinión”

“Johnny-san no vivir más con sensei malvado” le dijo mientras seguía ocupado preparando la cena para todos “vivir con Daniel-san y Miyagi”

Había tanto en ese hombre que no entendía, el porque aceptarlo en su casa, en su negocio, y en sus vidas, entrenarlo y decirle que en verdad tenía algo de valor en la vida, aún recuerda que la primera noche que llego a su negocio con toda su vida metida en una pequeña maleta totalmente perdido y con el corazón roto, el cómo lo sentó en su mesa y le preparo un té para después decirle que todo estaría bien.

Pasaron un par de días después de la conversación que no debería haber escuchado, y las cosas parecían estar mejorando entre los dos chicos más jóvenes, el fin de semana anterior incluso Miyagi los puso a practicar sparring uno contra el otro, su defensa también se estaba mejorado y parecía que LaRusso estaba listo para todo lo que All Valley le arrojara.

Pero ese día había algo diferente en el ambiente, tal vez fueron los clientes que no dejaban de entrar y salir de la tienda, el almuerzo que pidieron llego equivocado y todos terminaron comiendo una especie de tofu especiado que no les termino de gustar, o el elefante blanco dentro de la habitación.

Desde la perspectiva de los clientes era un buen detalle que resaltaba las posibles vasijas a obtener con su bonsái, pero las tres personas sabían la realidad detrás de ello, habían llegado esa mañana a abrir la tienda donde ahora Johnny les ayudaba para pagar su estancia gratis en casa del anciano, cuando lo vieron, un jarrón con un bello arreglo de rosas blancas y lirios azules con una sola palabra en la nota frente a ella, PERDÓN, en una perfecta caligrafía.

Mientras que Miyagi solo lo puso en un lugar donde no resultara dañado entre el movimiento de la tienda, Johnny intentaba ignorarlo y Daniel le dedicaba miradas fulminantes cada poco minuto, como si con ellos llegara a la persona que los envió.

Aun así, el día parecido mas pesado de lo que había resultado anteriormente, pero no fue hasta que llegaron a casa que la bomba estallo, cualquier otro momento pudo pasar como un simple detalle y cambiarlo, pero esa noche en particular fue la chispa que reactivó el fuego dentro de ambos adolescentes.

“Tal vez solo estas aquí para traicionarnos como Silver” grito Daniel mientras seguía al rubio por la casa después de la pelea que habían comenzado en el comedor “no solo eres otra de las marionetas sin cerebro de Kreese sino también la zorra de Silver”

A Jhonny le hubiera dolido menos un puñetazo en el rostro que aquella afirmación, eran palabras que constantemente se repitieron en su mente desde el momento en que salió de aquella casa hacia más de un mes, en todos los momentos de paz su mente se llenaba de aquellos pensamientos intrusivos de las mil veces que ahora pensó que el otro jugo con él, era más fácil que admitir que su corazón también sufría por la persona de al que tontamente y sin darse cuenta se enamoró.

Con un firme empujón lo saco de la que Miyagi le dijo que sería su habitación, mientras daba media vuelto y buscaba la bolsa con la que llego, el dinero era un poco menos que cuando salió de casa de Tiger, pero aun así tenía lo suficiente para pagar una noche en un hotel, tal vez podría vender algo de la joyería que llevo consigo.

Daniel se dio cuenta de su error cuando escucho al señor Miyagi llamar a Jhonny desde la puerta, escucho claramente el sonido del motor acelerando a fondo en la entrada y las llantas derrapando, salió corriendo de su habitación mientras escuchaba al mayor buscar las llaves del auto

“Johnny-san se fue” fue lo único que dijo mientras se ponía el abrigo para salir a buscarlo “Miyagi traerá a Johnny-san a casa y Daniel- san podrá arreglar problemas”

Daniel rápidamente tomo la mano del hombre mientras tomaba las llaves “ire yo por el” dijo firmemente para dar media vuelta hacia su auto.

No podía decir que encontrar al chico fuera tan fácil como cuando salió de casa, habían pasado horas y del enfado por la discusión paso a la culpa por sus palabras y finalmente la preocupación, sabia que Johnny había sido tan victima de Silver como el, pero era más fácil culparlo y enfrentarlo a el que al verdadero motivo de su furia, estaba aterrorizado de enfrentar al hombre o a Barnes.

Si no fuera porque es el Avanti era reconocible hubiera pasado de largo a la persona sentada en la orilla de la playa, pero paso tanto tiempo viendo como el otro chico lo enceraban y pulía que cuando lo vio se detuvo junto a el y bajo del auto.

“Lo lamento” dijo cuando estuvo parado detrás del rubio “fui un imbécil y no merecías nada de lo que dije”

“Lo merecía” replico Johnny mientras dejaba su vista en el agua, “por ser tan estúpido para no notar que Tiger tenía algo que ver con sensei”

“No lo hacías” le dijo rápidamente Daniel “y no merecías que Silver te engañara por una venganza de la que no eres parte” le dijo tomando asiento junto a el “tampoco merecías lo que dije” le confeso después de un suspiro largo “estaba celoso contigo porque parece que le agradas al señor Miyagi”

La risa lo sorprendió a Daniel mas que otra cosa, recordaba haberla escuchado en los pasillos de la escuela, en el estacionamiento mientras el chico hablaba con sus amigos, incluso cuando le entrego ese trofeo en el All Valley, pero nunca en el tiempo que el chico llevaba viviendo con el par de amigos.

“Tranquilo LaRusso no te voy a quitar a tu sensei” le dijo mientras se reía del motivo de los celos del chico, conocía bien el sentimiento de sentirse desplazado, y en justificación al moreno era consciente que había actuado peor cuando paso lo de Ali “pero ambos sabemos que soy su favorito”
Ambos sabían que el camino no seria fácil, pero aquella noche podía ser un paso en la dirección correcta.

Chapter 2: Capitulo 2

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2) Si tu enemigo insiste en la guerra incapacítalo para llevarla a cabo

Terry se miró nuevamente en el espejo, el traje que usaba estaba perfectamente arreglado, el color le favorecía, Johnny se lo había dicho meses atrás cuando lo llevo de compras, cabello arreglado en su habitual cola de caballo y la corbata roja alrededor de su cuello fue planchado con la mayor delicadeza posible.

Si era sincero estaba nervioso, existía una gran posibilidad de ver esa noche a su novio, siempre y cuando LaRusso no decidiera a ultimo momento no presentarse en el torneo, estaba casi seguro de que aparecería para asegurarse de que no lastimaran a sus seres queridos como habían amenazado.

Escuchaba a lo lejos el parloteo de John junto a Barnes, pero no registraba la voz a fondo en su cabeza, sentía sus manos temblar levemente, se prometió a si mismo que mejoraría, que dejaría de lado esa rivalidad de la que ni siquiera participe más que por una deuda de vida.

“Señor Silver” le llamo Margaret desde la puerta “el auto esta listo para llevarlos al torneo”

Salió rápidamente sin hacer caso al parloteo que continuaba de sus acompañantes, era mejor no perder la concentración que tenía en los últimos días, intentar los doce pasos parecía más sencillo de lo que le estaba resultando, llevaba días en ello, pero no lograba pasar del paso tres, aun así, sabía que si no estaba en su mejor forma no lograría su objetivo.

El torneo paso como un borrón, Barnes arraso con sus contrincantes, discursos de los distintos dojos y los estudiantes yendo con sus compañeros a ser consolados o felicitados después de sus encuentros, recordó la primera vez que estuvo en un All Valley hace una década, era el primer año de Cobra Kai y solo los fuertes recibían reconocimiento, que tontos habían sido en aquel entonces.

“Maldito traidor” escucho murmurar a su compañero de armas mientras veía al otro lado de la habitación “deberíamos dejar que Barnes le enseñe una lección al señor Lawrence como lo hizo con LaRusso” le dijo mientras veía al chico malo del karate las timar a su actual oponente.

No estaba seguro si era por la droga que faltaba en su sistema, la euforita de la violencia del torneo o los celos que lo invadía, pero la furia que sentía en ese momento era legitima, quería cruzar la sala del torneo y quitar las manos de LaRusso de SU novio, las risas y sonrisas de Johnny solo deberían ser dedicadas a él, a nadie más, mucho menos a un perdedor como Daniel.

“Mantenlo interesante” le dijo a Barnes sin dejar de ver a la pareja frente a él “lastímalo un poco, suma un punto y luego piérdelo, le ganaremos en muerte súbita”

Si él no podía subir a la colchoneta a golpear al chico de Jersey haría que lamentara haber tomado algo que era suyo, pero esta noche dejaría que el otro se divirtiera con el anterior campeón, al final de la noche era el quien se llevara el verdadero premio a casa.

Daniel miraba a Silver y Kresse desde su lado de la colchoneta, habían visto desde las gradas como Barnes torturaba a sus oponentes y parecía que su siguiente victima era el, aun asi ajustaba el karategi para subir a pelear su título.

“¿Estás seguro que quieres hacer esto” le preguntaba Johnny mientras veía a su antiguo sensei y a su exnovio parados juntos “nadie te juzgara si decides no pelear”

“Si huyo hoy pasare el resto de mi vida huyendo de Kresse y Cobra Kai”

“Patéale el trasero” le dijo para dejarlo subir a las colchonetas

Johnny miro a ambos contendientes, un año antes cualquiera de los golpes que había lanzado esta noche Barnes le habría costado la descalificación, ahora veía como golpeaba a su nuevo amigo y sabia que si no hubiera comenzado su pelea con LaRusso hacia un año nada de esto pasaría, se sentía responsable de la paliza que estaba recibiendo el chico en la colchoneta, con paso decidido se acerco al par de serpientes.

“Detén esto Tiger” le dijo parándose con confianza frente a ellos “LaRusso y Miyagi no tienen nada que ver con el combate”

“Señor Lawrence” le dijo Kresse poniendo toda su atención en el “parece que esta destinado al fracaso eligiendo esas tonterías del Miyagi-do”

Johnny lo miro fijamente, sabia qué si las cosas se salían de control contaba con la ayuda del señor Miyagi, aunque no se lo dijera era consciente de que no lo dejaría solo como los demás adultos en su pasado

“Todo esto es por ti” le dijo Tiger centrando su mirada en él, como deseaba que dejara esas ridículas ropas baratas que ahora usaba y volviera con el a vestir piel y caros diseñadores que había comprado para el “por Cobra Kai, no podemos permitir que un don nadie arruine nuestro nombre bebe” le dijo mientras tomaba su rostro entre sus manos

“Ustedes hacen bastante bien el trabajo” no podía decir que lo único que encontraba en los ojos del más joven era furia, en el fondo de su mirada azul encontró la decepción dirigida hacia el “son tal para cual, un par de abusadores de menores” le dijo soltándose de su agarre.

“Cuida tus palabras Johnny” le amenazo Kresse acercándose a el

“¿O volverás intentar estrangularme por hacer lo correcto?” le dijo dando la vuelta para volver con su nuevo sensei, sabía que eligió bien al alejarse de ese par, mientras que Daniel recibía otro golpe ilegal y se alejaba de la colchoneta para no recibir otro golpe.

A Terry no le gusto la forma en que le había hablado Johnny, jamás en todo el tiempo juntos abuso de él, todo lo que hacían era totalmente consensual, y se esmeró en darle lo mejor del mundo al chico, pero has pasado meses torturando a otro, le recordó su cabeza, odiaba tener sentido de la culpa sin las drogas.

“¿Es verdad capitán?” esa duda aun atormentaba el fondo de su mente “¿intentaste matarlo hace un año?

“Solo le di un correctivo” le dijo Kresse viendo el torneo, o mas bien la masacre “el chico necesitaba un castigo por perder”

Parecía que era la primera vez que veía a Kresse en su vida, un total desconocido que decía apreciar a su alumno estrella, pero aun así decidió beligerantemente poner en peligro su vida, un hombre que no sentía culpa ni remordimiento por lo que había hecho.

El réferi seguía descontando puntos y aquellos ojos azules decepcionados se encontraron nuevamente con los suyos mientras el anciano parecía consolar a Dany-boy para que pudieran terminar sus tres minutos, los tres minutos mas largos de su vida.

Un tiempo fuera podía ser solicitado por cualquiera de las partes, y aunque LaRusso parecía de mejor animo luego de esa charla con su sensei sabía que no era un verdadero oponente para Mike, un tiempo fuera y una charla motivacional no lograrían remediar la paliza recibida.

“Tenemos un anuncio que hacer” les dijo el maestro de ceremonias llamando la atención de todos en el torneo “por decisión del dueño y actual sensei de Cobra Kai en respuesta a la conducta antideportiva de su competidor ha decidido retirarlo del torneo” el silencio reino frente a todos, mientras se alejaba de su compañero de guerra, escucho los virotes cuando anunciaron a LaRusso como el ganador de ese año.

Johnny lo miro cuando llego a su lado, parecía que Miyagi se había vuelto su centinela, cuidándolo a lo lejos por si necesitaba ayuda mientras felicitaba a Daniel.

“No puedo arreglar lo hice en el pasado” le dijo mientras se acercaba a el “pero quiero mejorarlo para nosotros ahora” le dio tomándolo entre sus brazos “solo tú y yo, nadie mas tiene que intervenir entre nosotros y lo que tenemos”

Johnny estuvo tentado a aceptar, volver a vivir sin preocupaciones siendo el mundo del hombre con coleta, que le mimaran todos los días y lo hiciera sentir la persona más especial en el mundo, extrañaba eso más de lo que se quería admitir a si mismo en sus noches de soledad.

“Johnny-san” escucho al hombre a su espalda “Miyagi llevara a Johnny san y Daniel-san a cenar”

El hombre detrás de él no lo juzgaría si decidía aceptar la propuesta de Tiger y marcharse, o si las cosas no funcionaban y volvía una noche para pedir asilo, era un hombre con más bondad en un día malo de la que el que el sería capaz en toda su vida.

Era un gran compañero de casa y un mejor jefe, un sensei paciente y abierto a las dudas, también era la persona que le enseño que valía por lo que era y no por lo que podía ofrecer, no por su apariencia o talento, sino simplemente por ser el.

“Me están esperando” le dijo mientras se soltaba de sus manos y volvía con quienes le enseñaban el camino de la paz.

Chapter 3: Capitulo 3

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3) Los sitios de hamburguesas nunca eran un buen lugar para una primera cita, pero no podía pagar algo mas

Decio colgar otra llamada agotadora de su madre, le insistía en que de no inscribirse a la universidad jamás tendrá un buen futuro, por mucho que se lo explicara en cada vez que hablaban parecía no entender que, aunque la tienda estuviera yendo viento en popa aun era su primer año y necesitaba que todos estuvieran comprometidos con ella.

La tienda estuvo en silencio mientras regaba los árboles, el señor Miyagi se había ausentado durante unos días para visitar a un par de amigos que habían venido a la ciudad y Johnny se estaba encargando de un pedido grande de alguien rico que los contrato, no estaría con nadie hasta la hora de la cena.

Las flores en el mostrador parecían burlarse de él, después de unos meses que siguieron llegando el señor Miyagi había encargado un florero con un bonsái grabado en el para exhibirlas, un fantasma siempre presente de Silver para atormentarlo.

“Quita esa cara LaRusso” le dijo el rubio recién llegado “con esa expresión no vas a venderle un árbol a nadie”

Daniel lo miro al rubio por primera vez en todo el día, detrás de las puertas de cristal que habían instalado podía apreciar la pintura roja del firebird estacionado junto a su auto, otro recordatorio de aquel hombre.

“Correo para ti” le dijo simplemente pasándole la carta con la caja que estaba en el mostrador cuando abrió, aunque estuvo tentado a abrirla sabia que Johnny se daría cuenta y se molestaría por la invasión a la privacidad.

Johnny miro las palabras en el papel, siempre estaban escritas con una caligrafía perfecta, no había una forma de mal interpretar el mensaje en ella, guardo la carta en el sobre y lo puso en su chaqueta, pero dejo que la caja posara frente a ambos hombres mientras que las lámparas y la luz natural hacían brillar los zafiros en la joya recién recibida en silencio.

“Deberíamos salir a cenar” le dijo Daniel de la nada “con este calor vendrían bien unas hamburguesas de aquel sitio que te gusta en el centro”

El moreno era consciente que el precio de esas cosas era ridículamente caro, pero podría permitirse un pequeño gusto esa noche, tal vez no podría pagar una pulsera de zafiros y diamantes en ese momento, pero podía hacer feliz al otro chico con comida.

“Claro” le dijo Johnny sin prestarle más atención” llamare a los chicos por si se quieren unirse a nosotros”

Jimmy y Dutch aun odiaban a LaRusso a pesar del tiempo pasado después de la secundaria, pero Tommy y Bobby podían tolerar su presencia lo suficiente como para compartir unas cervezas y una hamburguesa con el chico de Jersey.

“Pensaba mas como solo tu y yo” estaba nervioso, no sabía de donde salió el sentimiento o el valor para invitarlo, pero no soportaba ver más de esas estúpidas flores llegar sin decir algo sobre ello “como una cita”

Johnny enmudeció enseguida, no tenía citas, había habido algunas noches de sexo rápido en bares con desconocidos, algunas chicas o chicos dependiendo de cual fuera su ánimo esa noche, pero nunca una cita, no después de Tiger.

“Eso estaría bien” le dijo mirándolo a los ojos, tal vez era hora de dejar atrás a Tiger y lo que significo en su vida “te vere esta noche LaRusso, es una cita”.

Chapter 4: Capitulo 4

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4) Las crisis siempre fueron un golpe de realidad

“Encontraron algo anormal en tus últimos estudios Terrance” le dijo el medico sentado frente a él, lo había hecho ir personalmente a verlo, dijo que era importante “realizaremos mas estudios, pero existe una probabilidad de que lo encontramos sea cáncer” le dijo de forma directa.

“¿Cuánto tiempo me queda?” le pregunto directamente

“Determinaremos el tipo de cáncer y el tratamiento viable, si podemos combatirlo” le dijo tratando de aminorar la noticia, los pacientes siempre reaccionaban mejor a las buenas noticias y sabia que necesitaba esperanza en ese momento.

Terry en ese momento sintió como el peso de los años lo habían alcanzado, la guerra, Cobra Kai, rehabilitación, por fin creyó que estaba poniendo orden en su vida y significaba que posiblemente esta estaba llegando a su fin.

“¿Quieres que alguien te acompañe?” las palabras del médico lo sacaron de su trance “las primeras sesiones pueden tener algo de mareo o cambios en la presión del paciente” no había escuchado una sola palabra de lo que habló, era mejor así.

No quedaba nadie, sus padres hacía años que habían muerto, no tenia hermanos ni hijos, no volvió a saber nada del capitán desde aquella noche en el torneo hacia tantos años, su Johnny vivía en un apartamiento de mierda en Encino con LaRusso.

Al parecer ahora jugaban a la casita, hacia tiempo que Daniel trabajaba vendiendo autos mientras que John se dedico a una tener su pequeño negocio de paisajismo y pasar días podando arboles con el viejo.

“Conseguiré un chofer” fue lo único que dijo cuando se levanto de la silla “llama a mi asistente para que programe las citas” le dijo tratándolo como una charla de negocios en lugar de discutir su vida.

 

Los vecinos amenazaron con que si volvían a escuchar gritos llamarían a la policía, no fue consciente en qué momento las cosas se habían puesto tan mal, se suponía que sería solo una pequeña reunión entre amigos para celebrar su aniversario y lo siguiente que supo fue que Daniel estaba besando a la que había dicho solo era una compañera del concesionario donde ahora trabajaba en el pasillo del apartamento que era su hogar desde hacia un par de años.

“Te dije que fue un error, que jamás volvería a suceder” le dijo Daniel mientras sacaba las cosas que él ponía en la maleta

“¿Entonces debo considerar un error que tu lengua estuviera en su garganta o el que los haya encontrado?” le pregunto directamente “Dime algo LaRusso ¿si no los hubiera encontrado habría pasado algo más entre ustedes?

Johnny veía las lágrimas en los ojos de LaRusso, la misma desesperación que años antes tenia Tiger cuando le pedía que se quedara hacia casi una década atrás, cuando al igual que Daniel decidió no contestar a su pregunta para decirle una dolorosa verdad.

“Johnny eres el amor de mi vida, jamás haría algo que pudiera hacerte daño” le dijo mientras tomaba su mano para intentar tranquilizar la furia del hombre de ojos claros “las parejas pasan por crisis y esta solo hará mas fuerte nuestra relación” le dijo intentando apaciguar las aguas.

Johnny escucho las mismas palabras antes, recuerda ser un niño con un pijama de dibujos animados cuando su padre se las dijo a su madre, una vez que se marcho fue ella quien se las repetía a Johnny cuando este le pedía que se fueran después de cada infidelidad de Sid.

Ahora no estaba seguro si se las decía a sí misma o a él, pero aprendió algo de todas aquellas veces, algo roto jamás volvería a ser fuerte en el mismo lugar.

Miro al que creyó nuevamente el amor de su vida frente a él, la sensación era parecida a estar flotando en el mar después de que una ola lo hubiera golpeado fuertemente y a la vez como si le clavaran un cuchillo en el corazón y lo retorcieran solo por el simple placer de hacerlo.

“Enviare por mis cosas cuando consiga un lugar donde mudarme” fueron sus palabras al salir de la casa.

Se encontró nuevamente sentado en el coche perdido como en su adolescencia, sabía que el primer lugar donde lo buscaría Daniel era la casa de Miyagi, sus amigos tenían sus propias vidas así que no podía llevar su caos donde ellos y jamás volvería a casa de Sid, prefería volver a vivir en el auto y tener sexo por dinero a pedirle algo a ese imbécil, no sería justo buscar a Tiger como un rebote para dañar a Daniel.

Mientras se adentraba a la tumultuosa california su única parada fue en la licorería, una botella de whiskey y dos paquetes de cervezas serán sus compañeras para aliviar un corazón roto, esa noche no sabia que el alcohol seria su compañero más tiempo de el que pensaba.

Chapter 5: Capitulo 5

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5) Eros y Ágape

La quimioterapia era una perra, el médico le dijo de algunos efectos secundarios, aunque nunca le dijo que tendría vómitos todo el día y sentiría que le hubiera pasado un camión por encima la mayoría de los días, la única ventaja era que al parecer tenía una buena genética y no había perdido su cabellera, aunque las primeras canas de la edad comenzaban a hacer mella en él.

Aun así, hubo buenos días, hoy fue uno de esos, por lo que en contra de todo lo que había recomendado el medico se encontraba sentado en la barra de un bar cercano a un complejo de oficinas tomando una copa y buscando algo de diversión para la noche.

“Pareces una mierda” escucha a su espalda, reconoce la voz enseguida “no sabía que lo tenías en ti” le dijo tomando el asiento a su lado

“No puedo decir que me moleste la visita” le dijo sin despegar sus ojos de él, tal vez era una alucinación y despertaría después de unas horas de fiebre, pero quería sentir que era real “pero normalmente soy yo el que sabe exactamente donde estas, nunca al revés”

“Estaba haciendo un proyecto al final de la calle” le dijo llamando al barman, al parecer lo conocían por la botella oscura que dejo frente a ambos “¿cuál es tu excusa para parecer que te arrollo un autobús?”

“Cáncer” no agrego mas palabras, la conversación parecía que había llegado a su fin mientras Silver quitaba sus ojos de el para hacer parecer que el fondo de su vaso era la cosa más interesante del mundo.

“Supongo que todos los villanos tienen una debilidad”

Terry rio tan fuerte que sentía que sus ojos derramaban pequeñas lágrimas de sus ojos, mientras los que llegaron a saberlo hablaban de como lo compadecían y que luchara con fuerza Johnny lo tomaba como una simple parte más de la vida, justo lo que necesitaba.

“Y siempre pensé que la mía eras tu” fue directo al punto, el último año le había demostrado que tiempo era lo único que no podría comprar “creo que jamás me presente correctamente” le dijo volteando a verlo “Soy Terry Silver” dijo extendiendo la mano para estrecharla con la de Johnny.

“Ya no soy un chico de 17 años” le dijo mientras se soltaba y tomaba nuevamente su cerveza “no puedo jugar más al sugar baby con el tío rico que quiere encerrarme en su casa”

“No tenemos que encerrarte en casa” le dijo mientras estudiaba su aspecto, los tops ajustados y los shorts se habían cambiado por camisas de bandas y pantalones de mezclilla, aun así le daban el aire juvenil que solo se conseguía al seguir en mitad de sus veintes “me conformaría con que te quedaras a mi lado”

Johnny estudio a Tiger como aquella primera vez, la cola de caballo había desaparecido, ahora lucía un cabello suelto poco mas corto de lo habitual cuando vivían junto y un poco más claro, perdió masa muscular, pero seguía teniendo la constitución de alguien que podría derribarlo con facilidad, un poco mas de arrugas alrededor de esos ojos azules que lo miraban fijamente, los años le pasaron factura, pero también lo habían favorecido.

“Cómprame otra cerveza y me quedare otros quince minutos”

No supo si fue el alcohol en su sistema, la charla como viejos conocidos o simplemente la atracción que ambos aún se tenían, pero cuando se acercaba el amanecer Johnny decidió dejar su auto en el bar y subir al de Terry, el Corvette Tuxedo combinaba mejor con el nuevo Tiger de esa noche.

Lo llevo a su casa y cruzo las puertas de cristal mientras lo besaba, parecía un hombre que había estado famélico y finalmente se le daba el tan ansiado alimento, la ropa dejo un camino desde la entrada hasta la cama de Tiger, cuando finalmente comenzó a vencer el sueño a ambos hombres el sol resplandecía alto en el cielo.

Johnny miro su reflejo en el espejo del baño, Terry preparaba la tina para ambos mientras le daba unos momentos de privacidad.

“eres perfecto” le dijo parándose detrás de él, ambos frente al espejo veían el resultado de la noche escrita en la piel del otro, marcas de rojas adornaban al mas joven desde el cuello hasta los muslos, podía ver siluetas rojas de manos en sus caderas que en unos días serian moradas, también que los hombros de Terry tenían finas líneas rojas que acompañaban a las que seguramente estaban en su espalda.

Hacía años que no sentía esa comodidad, cuando lo metió en la bañera y lo volvió a follar se sintió tan natural como respirar, la segunda ronda en el mostrador del baño solo le hacia sentir que siempre había pertenecido a ese lugar, la comida preparada por un chef privado y compartido entre almohadas de pluma y sabanas de seda lo convencieron a quedarse otra noche.

Una noche rápidamente se convirtió en dos, luego una semana, antes de darse cuenta estaban viviendo juntos, ahora había posters de conciertos en la sala junto a pinturas tan caras que a Johnny a veces le daba miedo mirarlas, sus camisetas de trabajo se guardaban junto a trajes hechos a medida.

Terry le compro a un Aston Martin db4 después de convencerlo ver las películas del 007, Johnny rediseño la vista del jardín y coloco algunas plantas en él, muchas veces Tiger lo seguía vistiendo con cuero y maquillaje, con gruesas gargantillas que tendrían diamantes y otras piedras preciosas, otras lo llevarían a clubes donde miraba a personas con sus extraños fetiches que nunca terminaron de encantarle.

Abrieron una botella de un vino que le dijo que era muy raro cuando inauguro otra sucursal de su empresa de paisajismo en San Francisco, tomaron otra botella de lo mismo cuando después de un examen les informaron que el cáncer había desaparecido.

En esos años el señor Miyagi cerro la tienda de bonsáis, el trabajo había disminuido y quería dedicarse a reencontrarse con algunos amigos en su jubilación definitiva, aun se encontraba con él para entrenar, alguna cenas familiares con el mayor y grabo a fuego en su memoria la primera vez que lo llevo a cenar a la casa de Terry, “Si Johnny es feliz Miyagi ser feliz por el” le dijo cuando lo dejo en la puerta de su casa, una parte de él se sintió orgulloso por eso, como un adolescente que presenta a su primer novio y lo aprueban.

Tiger lo follo en su avión cuando consiguió empleados y un administrador para poder tomar unas vacaciones, no importo que las aeromozas o el piloto pudieran escucharlos, a ninguno de los dos le interesaba, lo volvió a follar al aire libre cuando decidieron salir una tarde en el yate, tampoco les importo el capitán, estaban en su pequeño mundo.

Se enamoro de los colores en la Toscana, del azul y el paisaje de Santorini, aunque odio el frio permanente en Londres, y las ratas en Paris.

Conoció el país que origino el Karate y la ciudad de la que venia su sensei el mismo año que cumplía treinta y dos, Terry hablaba con algunos nuevos socios mientras el hacia turismo en la ciudad, esa noche en la calle más concurrida del mundo recibieron juntos el cambio de milenio, recuerda haber dado la vuelta para besarlo tan fuerte que ambos quedaron sin aliento.

Chapter 6: Capitulo 6

Summary:

Con este capitulo llegamos justo a la mitad, asi que aun quedan casi 20 años de historia que contar y se me ocurrio algo corto de Silver en el jercito que no se si publicar pero estoy trabajando igual en el.
Gracias a todos los que han leido esto.

Chapter Text

6) El frio de febrero congelo dos corazones, pero solo se detuvo

Se sentía como una mierda ese día, se veía exactamente como se sentía, no podía golpear a Sid esa noche que no lo dejo entrar a despedirse de su madre, así que un pobre incauto en el bar cercano fue quien pago los platos rotos.

No pregunto quién fue el que pago su fianza, en ese momento no le interesaba nada en la vida, sentía que había perdido todo en el momento que Laura Lawrence dejo este mundo.

“Alcohol jamás ser buen consejero” le dijo el hombre a su lado mientras lo ayudaba a llegar hacia donde se encontraba el féretro “nubla la mente y el juicio”

Johnny hubiera deseado poder replicar algo, decir que el alcohol había sido lo único que lo mantuvo unido cuando la vida lo golpeo, cuando perdió aquel torneo y su sensei, el hombre más importante en su vida intento matarlo, cuando el hombre que quería lo engaño para acercarse a su rival, cuando el que creyó el amor de su vida lo engaño y ahora cuando una de las personas más importantes de su vida decidió dejarlo solo en el mundo.

Después de algunas cervezas y un poco de whiskey todo mejoraba, su ascenso en el mundo económico, el regreso a la alta sociedad y el reencontrar a su antiguo amor y poder recuperar el tiempo perdido, todo inicio en un bar, no podía ser tan malo si es donde encontró lo mejor de su vida.

El alcohol parecía la mejor compañía que ha tenido en mucho tiempo, no pensaba dejar su botella a un lado, así que solo la tomo con más fuerza y se acercó al féretro para la última despedida a su madre.

Sid miraba con asco a Johnny, recibía las condolencias de los que llegaban antes de comenzar la despedida de su esposa, pero parecía que su inútil hijastro estaba decidido a robar la atención que a él le correspondía por derecho, era el viudo, no aquel borracho sin beneficio.

Todo aquello fue visto por un hombre que llego de forma silenciosa, sabía quién era Sid y que era un imbécil, siguió buscando la cabellera rubia tan conocida dentro de la multitud.

“Era una gran mujer” dijo llegando a su lado “el mundo extrañara su perdida” al menos SU mundo, pensaba cuando veía al rubio derrumbarse de esa forma.

“¿Hoy no basta con enviar flores y regalos caros Tiger?” no parecía impresionado, quería pelear y dejar que su furia sacara de él las lágrimas que no se permitía derramar del todo.

“La madre del hombre que amo merece el respeto de entregarlas en persona” le dijo mientras se colocaba junto a su lado, podía ver claramente de donde venían muchos de los rasgos de Jhonny

Pareció sacar una risa amarga de la garganta de Johnny, no existía nada de gracia en ella pero el dolor y la ira era lo único que sentía en los últimos tiempos.

“No juegues al imbécil conmigo” le dijo de forma agresiva sin mirarlo, solo las flores posadas sobre la mujer “prácticamente desapareciste durante el último mes con tus negocios mientras ella agonizaba”

Sus ojos no dejaban un segundo el ramo de flores, las peonias eras las flores favoritas de su madre desde que era niño, las tuvo en su ramo de novia cuando se casó con su padrastro y estaba tan feliz que resplandecía. Volvió a ver la misma expresión en su rostro cuando la busco después de años de no saber anda de ella, recuerda al mismo hombre a su lado que ahora daba el pésame.

Hubo un par de veces que le regalo pequeños arreglos de aquellas mismas flores en los años siguientes, aun así, no encontraba una sola en todo el lugar, Sid dijo que sería un desperdicio de dinero.

Pero el que dirían nunca le importo al hombre, eso lo detuvo a Tiger para presentar sus respetos a la mujer con sus flores favoritas, ni para estar con su hijo en el momento más vulnerable de su vida por si lo necesitaba.

Antes de que Johnny tuviera tiempo de hacer un movimiento para seguir desquitando su furia apareció Miyagi junto a uno de los amigos cercanos del chico, parecía que los había perdido de vista cuando logro alcanzar a su madre.

Dejo de escucharlos al ver a Weinberg señalando a seguridad donde estaba su pequeño grupo, la expresión molesta no indicaba más que furia del hombre.

Deseaba poder llevarlo a su casa y encadenarlo en su cama de ser posible, que nunca más LaRusso, el anciano o algo que lo entristeciera pudieran alcanzarlo nuevamente, donde podría ser el único dueño de sus risas, sus sonrisas y sus anhelos, el único que lo tocara y lo escuchara suplicar por más en la cama, hacer que Johnny fuera solo para él.

“Haz que lo saquen y te arruinare” le dijo parándose frente al padrastro del rubio “es la última vez que vera a su madre, no puedes alejarlo”

“Es un inútil y un borracho” le dijo altivo, molesto porque alguien lo retara en sus decisiones “nunca vio por su madre y ahora quiere fingir que le importa”

“Y tú lo dejaras hacerlo” Terry se inclinó sobre el resaltando aún más la diferencia de tamaños y constituciones entre ambos, sabia todo de ese tipo, las veces que engaño a su esposa, como maltrato a John, el exhibirlos como premios caros que compro, lo odiaba tanto como a LaRusso “porque si haces algo en contra de John ahora o en cualquier momento de tu patética vida date por muerto”

Sid nunca había sido amenazado en su vida, pero no deseaba descubrir si las amenazas de Terrance Silver era una broma, no era desconocido para muchos que uno de los hombres más poderosos que conocería en su vida solo tenía tres obsesiones, el arte, las armas y su estúpido hijastro, no se arriesgaría a perder el fruto de años de esfuerzo por culpa de un borracho sin futuro.

“Debes ser un estúpido si no te das cuenta que es una basura que no vale nada”

La alta sociedad de California pasaría el siguiente par de años hablando de como en el funeral de Laura Weinberg le habían roto la nariz al hombre recién convertido en viudo, cuando Silver dijo que le fue por una falta de respeto a la difunta y su familia nadie lo cuestiono, a un hombre tan poderoso mejor seguir la corriente.

Al igual que nadie noto un par de ojos azules llorosos que habían visto todo a lo lejos, por primera vez se centraron únicamente en el hombre al otro lado del salón, cuando Tiger volteo a verlo mientras lo escoltaban fuera del salón Johnny le dedico una tenue sonrisa, se sintió un poco menos solo ese día.

Chapter 7: Capitulo 7

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7) Johnny lo amaba, se lo había dicho, y él lo amaba a pesar de todo

Parecía que desde ese frio febrero su vida comenzó a ir cuesta abajo y aun lo hacía cada vez más, hacia semanas que no hablaba con él señor Miyagi o sus amigos, incluso Dutch insistía en que necesitaba ayuda, no entendían que estaba bien, solo era una mala racha, deberían dejar de meterse en su vida.

Todo era mejor en los 80’s, recuerda que estaba en la mejor etapa de su vida en la secundaria, los 90 también fueron buenos, salió por primera vez del país, consolido su negocio, tenía una casa bonita y una familia, el problema era que parecía que cuando llegaron los 2000 todos decidieron volverse idiotas y nenitas.

¿Quién decidió que no podía hacer su trabajo después de un par de cervezas? Vive en California, carajo ¿Qué esperaban que bebiera para bajar el calor cuando trabajaba en un jardín bajo el rayo del sol? El tipo que lo contrato dijo que estaba realizando el trabajo de forma imprudente y he hizo que le pagara una multa por incumplimiento de contrato, maldito estúpido.

La discusión con los abogados le llevo a pagar una segunda multa por comportamiento temerario y agresión, dijeron que era una persona violenta, ¿acaso no eran hombres? Deberían poder aguantar un golpe sin terminar llorando.

“Estas borracho otra vez” fue lo primero que escucho al cruzar la puerta del ático “Además es casi media noche ¿Dónde carajos estabas?”

Miro a la mujer sin siquiera dedicarle una palabra para caminar directamente al refrigerador para sacar una cerveza y encerrarse en la habitación de invitados mientras ella lo seguía por el pasillo recriminándole el pasar por una copa antes de estar armando los muebles del bebe, lo volvía loco los constantes reclamos, como deseaba volver a recuperar la paz de antes.

 

Lo suyo no era ensuciarse las manos, nunca le gusto tener que ser el quien hiciera los trabajos pesados si podía pagar para que alguien lo hiciera, pero eso no le impedía hacer excepciones, la hoja de instrucciones mostraba que estaban bien colocadas todas las piezas y cuando probo la resistencia parecía lo bastante sólido.

Era la última pieza de la habitación, en su vida jamás espero llegar a tener una guardería en casa, aun así, lo único que hacia falta era el pequeño ocupante que estaba a unos días de llegar, pronto tendría a su familia en casa se dijo a si mismo para aminorar la ansiedad del lugar vacío.

Lo encontró en el mismo bar donde hacia un año atrás lo arrestaron, para alguien que acababa de convertirse en padre no parecía siquiera estar enterado de la noticia, también noto las mejillas un poco más hundidas y la ropa floja, prefirió no comentar sobre ello.

“¿Lo has conocido?” pregunto tomando el asiento a su lado “¿o vas a seguir aquí bebiendo en lugar de estar en el hospital?”

“Lo vi y es perfecto” le dijo tomando otro sorbo de su Coors “también vi todos esos regalos, gracias”

“¿Fueron demasiado?” Shannon actuaba como si lo fuera cuando vio las flores y los peluches llenar la habitación, puede que toda la atención la haya molestado, o que venía de la pareja del padre de su hijo, aun así, era poco considerando todo lo que esperaba al pequeño en casa.

“Me gusto el tigre” le dijo volteando a verlo, Terry nunca había visto tanta tristeza en sus ojos como ahora “se que Robby lo amara”

“Robert Lawrence es un buen nombre” aunque seria mejor Silver piensa “eso significa que se convertirá en alguien importante”

“Keene” le corrige “Shannon esta bastante molesta porque no estuve cuando nació, mi nombre no aparece en el certificado”

Tendrá que hablar con su abogado, se recuerda Terry, tal vez en lugar de una custodia compartida puedan tener al niño por completo, está seguro que por una buena cantidad ella terminaría cediendo.

Johnny no parecía contento con ello, pero sabe que en el fondo hay algo más, con los años encontró todos esos pequeños gestos que revelaban que ocultaba algo.

“John todo está bien” le dijo tomando su mano, necesitaba ayuda, seria mas sutil esta vez que sugerir el entro de rehabilitación, la pelea fue tan mala entonces que dejo la casa y hasta el momento no había vuelto a ella.

“Shannon dice que necesito aprender mi lugar y ser un padre para Robby” le dijo mientras bebía la nueva cerveza

“Mejoraras” él lo acompañaría en cada paso, no dejaría que pasara por la misma soledad que el cuándo recibió rehabilitación “serás un gran padre para Robby”

“Dijo que si quiero ser parte de la vida de mi hijo tengo que estar presente siempre” parecía las palabras que salían de su boca eran lodo para el “que no hay espacio para ti”

Terry debía admitir que aún no ha aprendido a aceptar el rechazo, tal vez por eso siempre es tan complaciente con sus seres queridos por eso no esperaba que esa mujer lograra hacer lo que nadie más hizo en años, romper todas las esperanzas que tenia de recuperar a su familia.

“Podríamos quedárnoslo” le dijo tomando su mano entre las suyas “podemos ser solo nosotros tres en otro país” Johnny vi la misma desesperación que la primera vez que lo dejo “podremos llevárnoslo y ella jamás nos encontrara, me asegurare de que Robby y tú siempre estén seguros y juntos.

“Te amo” le dijo tomando su rostro entre sus manos para plantar un firme beso en sus labios “pero el me necesita” le dijo con lagrimas corriendo por su rostro “también necesitara a su madre”.

“Te amo y siempre serás el único en mi corazón” le dijo Terry volviendo a unir sus labios con los del rubio para terminar alejándose de él.

Dejo un billete de cien dólares en la barra para cubrir una cuenta que no era suya y salió del bar para entrar en el auto que lo trajo.

No volteo atrás en ningún momento, el lugar a su izquierda tenia un asiento para niño colocado, el más seguro que existe le dijo el vendedor cuando entro en aquella tienda de bebes, ideal para recién nacidos.

“¿Quiere que llame a su médico señor?” La mirada del conductor parecía preocupada, solo en ese momento noto que sus manos temblaban y había estado conteniendo la respiración, sintió lo que eran los primeros síntomas de un ataque de pánico, comenzó a tomar respiraciones profundas para controlarse.

“No” dijo sin sonar convencido “solo salgamos de aquí”

“¿Lo llevare a casa o prefiere que volvamos al hospital?”

En el hospital estaba Robby, ese pequeño lleno de vida con un futuro brillante por delante, en casa estaba la soledad y los recuerdos del padre de aquel chiquillo, ninguno de ellos te pertenece, se recordó a sí mismo, nunca más estarán contigo.

“Vallamos al hangar” fue su única respuesta para enviarle un mensaje a su nuevo asistente para encontrarlo con sus documentos, haría un largo viaje.

Chapter 8: Capitulo 8

Notes:

Este capitulo es dedicado a todas las vicitimas de violencia, por favor recuerda que siempre existe alguien que te puede ayudar, por favor, no se permitan tener esa vida, gracias a todas las personas valientes que alzan la voz y dicen basta, se que no es facil irse pero siempre lo mejor esta por venir.

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8) Coors Banquet anunciaba un sabor afrutado, cuando la bebían descubrían que era una mentira

Era fácil quedar estancado en una relación, a los 17 Johnny sabía que una línea telefónica o las mensualidades de un auto podían dejarlo atrapado donde no quería estar, nunca imagino que una noche de borrachera lo dejaría estancado con un hijo en una relación sin futuro.

Amanda no solía consultar al señor Miyagi por tonterías, la ultima vez que busco un consejo de él terminaron borrachos la noche antes de su boda.

Entro con cuidado en la casa, se escuchaba ruido en el jardín por lo que supuso que el sensei estaba en la parte de atrás, posiblemente practicando algún kata antes del almuerzo.

“Se que debí haber llamado a la puerta, pero no podía esperar para decirle y debe prometerme que Daniel jamás se enterara de” su voz murió cuando al abrir la puerta después de su discurso se dio cuenta de que no era el nipón quien la esperaba del otro lado.

Aunque en el paso de los años había visto fotos del hombre frente a ella en los años que tenia con Daniel nunca lo conoció personalmente, creyó que pasaría mas tiempo sin que lo conociera.

“Si buscas al señor Miyagi volverá en un par de horas” le dijo sin voltear a verla mientras colocaba unas plantas junto a la plataforma que daba al jardín “puedes esperarlo adentro”

No sabe como actuar, era un completo extraño que conocía a alguien de su familia lo suficiente para que lo dejaran solo en la casa, para que su foto estuviera exhibida en la misma estantería que la de su boda, para que sus hijos jugaran juntos, aun así, era un completo extraño.

“¿Porque cambias las plantas?” fue lo único que dijo, recordaba Daniel emocionado colocándolas hacia un par de meses atrás

“Hare algo mejor” fue la única respuesta que recibió continuar con su labor.

“Daniel paso horas colocándolas” le dijo arrebatándole la pala “deja de arruinar su trabajo” es una mujer de carácter firme, siempre cuidara de él, pensó mientras se ponía de pie.

“Miyagi quiere un estanque” le dijo tomando la pala nuevamente “Dijo que será algo sobre equilibro”

“Dios en verdad lamento esto” le dijo intentando arreglar el mal entendido “el estrés está volviéndome loca, no he dormido en un par de semanas con Anthony despertando en las noches y Sam ahora quiere hacer Karate y siento estar descargando todo sobre ti”

Johnny dejo sus herramientas para sentarse plataforma, tomo dos Coors que tenia en una pequeña hielera junto a la herramienta y le ofreció una mientras abría la suya

“Parece que la necesitas más que yo”

Amanda miro la cerveza ofrecida, al hombre lleno de tierra frente a ella y decidió tomarla, nada podría ser peor de lo que era en ese momento.

“Cuando no se que hacer el señor Miyagi siempre tiene un consejo para mi” le dijo mientras limpiaba la tapa para abrirla “pero creo que esta vez el problema es mayor de lo que él podría aconsejarme”

“¿Problemas en el paraíso” le pareció curioso que buscara consejo del hombre mayor que nunca volvió a casarse y dejo a su primer amor en Okinawa, se recordó a si mismo que él también lo había hecho antes ”Daniel jamás golpearía a una mujer o su madre le cortaría las pelotas” y valla que esa mujer a veces daba miedo recordó “es un desastre doblando ropa y ni hablar de planchando pero a menos que te haya sido infiel no creo que exista un verdadero motivo para el divorcio” le dijo de forma sincera.

“Entonces tu eres el chico” le dijo tomando un sorbo de la cerveza para después toserla “¿Por qué bebes esto? Sabe horrible”

Johnny rio tan fuerte que su estómago dolía, las caras que hacia la mujer eran oro, lo sorprendía que a pesar del horrible sabor volvió a beber de la botella como si fuera un reto personal.

“¿De qué chico hablas?” le pregunto mirándola “¿follamos en algún bar o viste mi trabajo de modelaje?”

Modelaje era una forma de decirlo, fueron un par de fotografías que le pidió un tipo en la playa pocas semanas después de haber dejado la casa de su padrastro, era dinero fácil, aunque hubiera tenido que aguantar un poco de toqueteos del idiota que pago por ellas.

Daniel lo llamo pornografía infantil, Tiger estaba mas molesto con el fotógrafo que por las fotos en si cuando le conto la historia, pocas veces lo llego a ver de esa forma en todos los años juntos.

“El que rompió el corazón de Daniel”

“Creo que fue al revés” le dijo intentando evadir el tema “pero no creo que eso te haya hecho huir hoy”

Y con esas palabras Amanda le conto entre copas el drama que ocurría en su familia “entonces ella dijo que soy un fracaso como madre y esposa” le dijo un poco mas borracha “y ahora estoy desahogándome con una cerveza con el ex de mi esposo”

“Lucille es una perra” le dijo John un poco mas borracho que ella “cuando estábamos juntos solía decirme siempre que su hijo merecía alguien que pudiera darle una familia en lugar de un chico que era prácticamente un jardinero y obligaba a su hijo a hacer las labores del hogar”

“Daniel ama hacer las cosas del hogar” le dijo Amanda abriendo otra cerveza “adora cocinar para Sam los fines de semana y hace unos días lo vi mirando tutoriales en youtube sobre como peinarla”

“Adora hacer sus panqueques de con chispas de chocolate” le respondió el otro “y nadie ama mas que el hacer adornos para navidad”

Amanda rio fuertemente con eso, recordaba la primera navidad que habían pasado juntos, su esposo paso horas armando unos pequeños ángeles para el árbol, casi sufre un aneurisma cuando uno de ellos perdió la cabeza la navidad que Sam pudo ponerse en pie

“Debes creer que soy una bruja” le dijo con pequeñas lágrimas en la comisura de los ojos después de estar recordando anécdotas graciosas de su esposo “te he abrumado con mis problemas maritales y no te he preguntado como esta tu esposa”

“La madre de mi hijo está molesta por algo, así que me lanzo un par de cosas y me volvió a echar de casa” le dijo con la simpleza de un hecho que no va más allá, siempre era la madre de su hijo, jamás su pareja, su novia, su esposa, eso volvía loca a Shannon, reclamaba que le estaba quitando un lugar que por derecho era suyo “Suelo venir aquí mientras se le pasa el enojo y me deja volver un par de días después”

“¿Suele hacerlo muy seguido?” En verdad parecía preocupada, aunque recordaba a Daniel molesto por una supuesta relación con quien dijo era un psicópata le preocupaba que la chica fuera de quien nadie había notado las banderas rojas.

“Solo cuando esta molesta” le dijo “o hay algo que quiere que no puedo pagar o tiene el periodo” le dijo apurando la cerveza en sus manos.

“¿Has pensado en dejarla?” le dijo con toda la seriedad que podía en su estado “lo que hace no es normal ni correcto”

Sid nunca lo echo a la calle, aun así, siempre les había echado eso en cara, que todo lo que habían tenido en la vida era gracias a ellos, que no servían para nada y que sin el no eran nada, recordaba claramente la ocasión de los baños, fue la última vez que permitió que lo humillara antes de decidir abandonar su casa.

Ali era una chica ruda, recuerda cuando le dio aquel golpe en el club de campo, pero fuera de ello solo un par de discusiones y ella llego a empujarlo un par de veces cuando estaba molesta, y por más fuego que ardiera en su interior el jamás se atrevería a tocar a una mujer.

Daniel y el tenían caracteres tan distintos que muchas veces terminaban chocando entre sí, pocas veces llegaron a ponerse físicos y aun así nunca lo hicieron con el afán de lastimar verdaderamente al otro, la mayoría de las veces lograban encontrar un punto medio donde ambos obtuvieran lo que querían o llevaron el problema a la cama hasta que uno cedía.

Tiger jamás le puso una mano encima fuera de sus juegos de almohada, incluso cuando llegaron a practicar karate fue lo suficientemente cuidadoso para no hacerle un verdadero daño, y siempre era mimado después de ello.

El mayor problema que tenían era el control, siempre parecía querer que Johnny estuviera a disposición de sus alocados horarios, lo sobreprotegía demasiadas veces incluso dentro de sus propios negocios, no podía negar que era parte de lo que amaba del hombre, pero muchas veces lo frustraba.

Shannon era su propia historia, solía molestarse por cualquier cosa, gastaba mas dinero del que estaba ganando en ese momento y siendo sinceros ambos eran un desastre con Robby. Recuerda que cuando era niño escucho a sus padres pelar demasiadas veces, pero todos los matrimonios lo hacen, tiene recuerdos difusos de jugar al escondite en la alacena, por eso hace lo posible para que los de su hijo sean mejores que los que tiene de su padre, no siente que lo esté logrando.

“John nadie tiene derecho a lastimarte” le dijo tomando su mano entre las suyas “no importa si es un hombre, una mujer o si dice que es porque te ama” le dijo seriamente “si alguien hace algo que te lastima esta bien pedir ayuda, tienes personas que te aman y siempre estarán para ti.

Johnny siente las lágrimas en sus ojos, pero decide contenerlas, la parte que aun recuerda a Kresse le dice que si llora será débil y las debilidades no son permitidas, aun asi no hace nada para alejarse de la mujer.

Ambos se ponen de pie cuando escuchan correr la puerta y ven finalmente al señor Miyagi frente a ellos sosteniendo una caja de pizza.

“Comida para largo trabajo” les dice posándola frente a ambos “Fiesta por día de trabajo” dice sacando el sake de la bolsa en su otra mano.

Cuando Daniel pasa a recoger a su esposa horas mas tarde decide deliberadamente no mencionar el Firebird rojo en la entrada, tampoco el característico olor a Coors que tiene Amanda sobre ella o el que encontró tres vasos en la mesa, pero solo al señor Miyagi y a ella esperándolo, aun así, una vez que ambos están en la cama y nota que ella está entre el mundo de los sueños y la embriaguez decide hacer la pregunta.

“Mandy” sabe que lo escucha, aunque no si lo recordara al día siguiente “¿Johnny es feliz?”

“Lo será” le dice mientras se acerca mas a el “cuando venza a la bruja y recupere a Tiger” suelta unas pocas cosas de borrachos hasta quedarse dormida, no vuelve a beber de esa forma en muchos años, pero si mantiene otras charlas en el mismo jardín con el rubio en otras ocasiones.

Chapter 9: Capitulo 9

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9) El almuerzo con Robby
La maestra volvió a colgar el teléfono cuando la envió nuevamente al buzón, la subdirectora estaba decidida a llamar a protección infantil porque no recibían una respuesta rápida y la fiebre el niño solo parecía subir.

“Debe tener algún otro contacto además de sus padres” dijo la directora buscando el expediente, cuando llego a la letra K saco el indicado para Robert S. Keene “algún abuelo o tío que hayan agregado al archivo”

Pasaba las páginas del expediente del niño hasta que escucharon caer algo al suelo, cuando levantaron la pequeña placa metálica solo tenía escrito y un número de teléfono en el anverso.

“Creo que el abuelo de Robby lo trajo el año anterior” dijo la directora mirándola “podríamos tener mayor suerte que con su padre”

 

Hacía años que no pisaba su país natal y aunque habría preferido que se mantuviera de la misma forma por el resto de su vida el hombre al que pensaba adquirir su compañía dijo que su salud no le permite dejar su mansión en Beverly Hills, por lo que en contra de su buen juicio ahora estaba de vuelta en casa para negociar con el hombre.

Lleno sus mañanas con juntas o comidas con inversionistas, las tardes eran ocupadas por cenas elegantes con viejos y nuevos amigos, no dejo un solo momento de calma en su día y en el fondo eso lo llenaba de tranquilidad.

Era por eso que la llamada que recibió lo saco de balance, se alistaba para ir al club de golfo a tomar el almuerzo con algunos amigos que hizo en el extranjero cuando su teléfono comenzó a sonar.

El numero era de California, pero pocas personas sabían que estaba en el país, y aun menos de ellas tenían su numero personal, cuando le pidieron que pasara a recoger a Robby Keene sentía que el mundo venia nuevamente encima suya.

Eso lo llevo a la situación actual, tener a un niño de seis años frente a él, que después de un poco de llanto por el desconocido que lo saco de la escuela, una visita rápida al médico y un breve mensaje de texto al que esperaba siguiera siendo el número de Johnny.

Al parecer el niño contrajo la gripe y sus padres no acudieron a su llamado, y aunque ahora parecía en relativa calma los ojos llorosos hablaban del tiempo trascurrido. Estaba agotado y apenas paso menos de dos horas con él.

“¿Almorzaste?” pregunto inseguro de como comportarse con el “Podríamos ir al lugar donde tú quieras”

Los ojos del niño parecieron brillar por la propuesta, comenzó a enumerar restaurantes y lugares donde sus padres solían llevarlo, aunque al parecer nunca lo solían llevar juntos, hablaba de uno o de otro.

“¿Hay algún lugar al que te guste a ti?” pregunto divertido por lo energético que resulto el niño, le recordaba a su padre en esos aspectos.

“Tanmee dijo que cuando estuviera mejor me llevaría a comer sushi como a Sam” dijo como si fuera un secreto “pero ha vuelto al hospital y papa dice que cuando salga no debe salir de casa” le confeso con toda la tristeza de la que los niños eran capaces.

Una década atrás habría sabido exactamente que tenia el anciano, si John se lo pidiera sería tratado en los mejores hospitales del mundo para hacerlo feliz, pero después de aquella tarde en el bar no volvió a saber nada de el ni de su familia.

El niño aprecia encantado una vez que llegaron al restaurante, ordeno un poco de todo para que lo probara mientras él le contaba todo lo que ha pasado en su vida hasta el momento.

Descubrió que le gustaban las tortugas ninja, pero no los Power Rangers, que practicaba futbol y era alérgico a las nueces, le hablo de cuando el viejo lo llevo a pescar y que sus padres solían pelear mucho, que se mudaron hacia un año a una casa mas pequeña y que su madre salía mucho con sus amigas, le dijo que su padre suele beber latas que jamás lo dejaba tocar.

Le hablo de los dibujos que había hecho para su padre y que su mama salió de viaje hacia unos días, que a veces llama, pero no había vuelto a casa, que no tenía hermanos, pero quería a la hija de LaRusso como si lo fuera, después paso a las noches que escucho a su padre llorar y no decir nada a la mañana siguiente, que aún no descubre el motivo, pero cuando Robby lloraba el hombre le compra un helado y canta Walking On Sunshine para que se sienta mejor.

Se pregunto si Robby sería igual de vivaz si hubiera crecido con el y Johnny en lugar de sus padres juntos y enseguida silencio ese pensamiento, recordó lo que dijo su ultimo terapeuta sobre imaginar cosas que podrían haber pasado.

Noto el cambio en el pequeño cuando de repente comenzó a mirar hacia la entrada muy nervioso y un repentino silencio lo invadió.

“¿Pasa algo señor Keene?” Vio el auto de su padre a través de los cristales de entrada, el niño posiblemente también lo reconoció, aun así, estaba decidido a ignorarlo el mayor tiempo posible, cuando todo terminara volvería a la soledad de su casa y a su vida de frivolidad.

“Papá estará molesto” le dijo mirando el plato “dijo que no debo aceptar cosas que el o mamá no me hayan dado”

“¿Te cuento un secreto?” le pregunto en el mismo tono bajo que uso el pequeño “tu padre amaba que le hiciera regalos” al menos la mayoría de ellos le habían gustado, recordó “cuando naciste llene la habitación del hospital de muñecos de felpa y el parecía encantado”

Robby soltó una pequeña risa, parecía mas aliviado que antes “Papá me ayudo a ponerle nombre a muñeco favorito” le confeso “es un tigre blanco y lo nombro Terry porque dice que le recuerda a alguien que quiere mucho.”

La alegría que sintió en ese momento Terry quedo en el olvido cuando el hombre finalmente entro en el restaurante, las gafas de sol mal colocadas no podían hacer mucho por ocultar lo que suponía era un ojo morado debajo de ellas, la barba de hacia días parecía descuidada igual que todo el aspecto del hombre.

Podría ignorar la forma en que se tambaleaba como un mareo por la insolación o suponer que también tenía el mismo virus que su hijo, pero no el aliento alcohólico, parecía que lo saco de un bar cuando estaba en pleno apogeo. Fue la primera vez que sintió sus venas arder por la ira que sintió al verlo así.

“Robby” le llamo una vez lo ubico en el lugar “¿Cómo te encuentras travesura?” le dijo colocando su mano en la frente del niño.

“Si estas tan preocupado creo que deberías haber contestado cuando la escuela busco a sus padres” le dijo acercándose a él “mírate John eres un desastre andante”

Johnny parecía que quería decir algo, replicar que estaba bien, pero en ese momento su cabeza solo pensaba que si Tiger no hubiera buscado a su hijo probablemente el y Shannon habrían perdido la custodia ese día.

“Estoy bien” le dijo sin mirarlo, no quería ver la decepción en sus ojos “solo he tomado una copa”

“Dijiste lo mismo cuando te dije del centro de rehabilitación”

Recuerda como después de esas palabras y un par de gritos por parte de ambos Johnny salió de la casa hecho una furia, no contesto llamadas ni mensajes y cuando lo hizo solo le grito que lo dejara en paz, ahora no podía ver a la persona que había amado frente a él, era el mismo rostro, pero sin la vitalidad.

Dejo una tarjeta metálica frente al niño que lentamente seguía comiendo su almuerzo, la coloco frente a él mientras intentaba ignorar a su padre a su lado.

“Llámame si alguna vez necesitas algo Robby” le dijo para mirar fijamente al padre del niño “O si decides recuperarte John” le dijo para dar media vuelta y dejar el lugar escuchando un leve gracias señor Silver del parte del niño antes de alejarse demasiado.

Chapter 10: Capitulo 10

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10) Crisantemos y otros obsequios
Terry era un hombre que le gustaba agasajar a las personas que le eran importantes, le había comprado un edificio a John Kresse para que cumpliera el sueño de ambos de la escuela de Karate, después pago un año viviendo en el extranjero y el maestro suplente para que aprendieran el arte del puño en Corea.

Pago la educación universitaria para los nietos de su asistente, incluso fue a su funeral y les dio buenos trabajos a esos mismos chicos. Los amantes que tuvo en algún momento de su vida fueron agasajados con los caprichos que quisieran, no importaba si fueron unas semanas o una noche los que paso con ellos, todos habían resultado felices después de eso.

Ahora muy en contra de lo que dijera Johnny suele mimar a Robby cuando lo visita, después del primer año el niño tenía tantos juguetes que ya no cabían en su alcoba y le seguía dando más, aunque el rubio reclama que lo echaba a perder, pero también tenía una sonrisa al ver que su hijo no era tratado de la misma forma que él lo había sido.

Aun así, la persona que más podría decir con seguridad que consintió era a Johnny, autos, joyas, conciertos, arreglos florales que costaban más que el salario de un obrero y morían en un par de días, lo llevo a recorrer el mundo y le consiguió caros árboles que podía regalarle al anciano, pago sus multas de tránsito y lo saco de aquellas cárceles en Fresno y Tijuana donde termino por hacer locuras con sus amigos.

Las pocas personas especiales para el tenían todo lo que pidieran en la vida, él se encargaría de conseguirlo, pero pocas veces recibió algo que en verdad lo hiciera feliz.

Desde joven su padre le inculcó que en los negocios tienes que ser despiadado mientras hace creer a los demás que les hacia un favor, que eran ellos los que tenían la sartén por el mango, cuando el verdadero titiritero era el, solo reforzo lo que los boinas verdes le enseñaron, a manipular para sobrevivir, jamás mostro piedad con sus enemigos.

Aun así, existen las excepciones, hubo una sola vez en su vida que hizo un regalo a alguien que realmente no le agradaba, había odiado al hombre y a su alumno más que a nadie en la vida, ambos habían tomado alguien que amaba y lo alejaron de él.

Fue amable con el hombre cuando se vio obligado a tratarlo en cenas que Johnny organizaba, en sus cumpleaños y cuando lo recogía de entrenar con el anciano, aun así, nunca le termino de agradar, era un viejo zorro astuto que parecía siempre saber más de lo que decía realmente.

Pero esa tarde era distinta a otras, el día estaba caluroso y soleado a pesar de ser casi invierno, como si el mundo se estuviera burlando de los dolientes en la sala.

Camino a paso firme en el silencioso salón, Johnny no le pidió que lo acompañara conociendo la animosidad del hombre con su maestro, así que quedo tan sorprendido como LaRusso cuando lo vio aparecer, pero el control de daños supo que era mejor detener la furia del hombre junto a su esposa y sacarlo de la sala rápidamente.

Su asistente coloco el jarrón en una mesa cercana al féretro, sin ninguna nota o una estola con el nombre de quien lo enviaba, solo estaban presentes en ella los crisantemos y lirios, 86 para ser exactos.

Se paro frente al féretro y miro al hombre dentro, tenía la misma paz que cuando lo llego a ver en vida, que cuando amenazo la vida de su estudiante, odiaba esa expresión, intento sacarlo de quicio una noche borracho cuando Johnny se había marchado, aun ahí seguía transmitiendo una calma que ahora le resultaba escalofriante, antinatural.

Se inclino frente al hombre por segunda vez en su vida, ya no había un jardín verde sino un salón con frio mármol, no era el mismo hombre que hace 27 años se paró frente a él con su cabello negro perfectamente arreglado en una coleta y el corazón lleno de odio para cobrar venganza en nombre de otro.

Ahora sus cabellos sueltos y grisáceos colgaban sueltos a los costados de su rostro, los años le habían hecho pagar las veces que hizo daño a otros, con el tiempo encontró la paz que tanto ansiaba en su vida y dejo de lado la venganza, en gran mayoría.

“Gracias” le dijo al hombre que había partido a otra vida “te juro que ahora yo cuidare de ellos”

Cuando se levantó y salió de la sala, vio a LaRusso en el pasillo, gritaba tanto que le sorprende que no le hubieran llamado más la atención del par de personas que los miran desde las orillas del pasillo.

“Tranquilo Danny-boy” le dijo de pie frente a él “no tendrás que vernos más cerca de ti”

Daniel quedo estático, Silver era el villano de su historia y quien más atormentaba su vida, incluso en los años que no lo vieron siempre estuvo presente, estaba en las flores que llegaban a casa cada cierta semana, en el auto de Johnny, en los regalos de cumpleaños, en los recuerdos de viajes y joyas que recibía, era una constante que odiaba.

“¿Qué harás?” Les pregunto sin estar seguro de querer saber la respuesta.

“Robby necesita una nueva escuela” le dijo Johnny, era posiblemente la primera palabra que le dirigía por voluntad propia en más de una década que no tuviera que ver con el señor Miyagi “nos mudaremos antes de que termine el año”.

Chapter 11: Capitulo 11

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11) La mascota del sensei Lawrence

La primera vez que Johnny tuvo una mascota se trató de un pequeño Beagle, fue un regalo de Sid antes de casarse con su madre para ganar puntos con ella, el tenía seis años y fue fácil tomarle cariño al cachorro.

La segunda semana de vivir con el imbécil de su padrastro el cachorro salto a la piscina y se ahogó, lloro tanto que su Sid sugirió que no tuviera otra mascota porque no sabía lidiar con él duelo.

Recuerda haberse enfadado cuando escucho a los empleados de la mansión chismear en la cocina de haber visto al hombre ahogar al pobre animal y murmurar algo sobre hacerle lo mismo al dueño a la menor oportunidad.

En el cumpleaños número 9 de Robby, Tiger le dio un cachorro de Golden Retriver, su hijo estaba encantado y el animal fue su mejor amigo hasta que lamentablemente murió un par de años después por una enfermedad autoinmune que detectaron hasta que fue demasiado tarde.

La tercera era la mas reciente, solo que en forma de un adolescente desgarbado.

El chico Diaz le recordaba a la mascota de su hijo mas de lo que le gustaba admitir, estaba encantado cuando lo defendió de algunos idiotas, aunque el mismo haya sido un idiota con él en la mayor parte de sus encuentros, parecía que estaba ansioso por complacer y hacer mostrar su valía para llamar su atención a pesar de todos los rumores que los vecinos decían sobre él.

Aun así, el chico lo miraba como si el fuera quien colgó la luna y las estrellas en el cielo, decidió mostrarle un par de movimientos porque en verdad lo necesitaría para sobrevivir la escuela

Podría decir que era la vocación que le dejo el anciano de ayudar a los débiles, que eran por aquellos años de añoranza del deporte que amaba, porque el chico Díaz le recordaba a Robby cuando era niño y lo acosaban o solo por simple gusto de dar clases, pero al pagar el depósito del local solo podía sentir la furia dentro de él porque LaRusso decidió actuar como un imbécil aun mayor que siempre al hablar mal de Cobra Kai y Tiger.

Así que aquí estaba con un adolescente demasiado entusiasta frente a él que no podía siquiera recibir un golpe, quince mil dólares menos en su tarjeta y un local que era realmente inútil en Reseda.

“Sensei su teléfono está sonando” le dijo el chico Diaz mientras lo hacía limpiar los espejos, la misma técnica que Miyagi lo había hecho hacer cientos de veces con los autos, no tenían tiempo que perder antes de que comenzaran las clases.

“Almorzamos juntos?” decía el mensaje en su teléfono, Tiger acababa de volver de un viaje de negocios, así que aún no sabía nada de su dojo secreto, había dicho que el auto estaba en casa de Jimmy para que su hija pudiera moverse hasta que volviera a la universidad, si lo veía en ese momento sabría que algo no estaba del todo bien.

“Demasiado trabajo, mejor en la cena” no era del todo mentira, solo que era lo que el creía, con un solo estudiantes que pagaba menos de la mitad que otro dojo en la zona terminaría antes de lo previsto en números rojos, un negocio siempre tiene altas y bajas, le recordó la voz de su novio, el Cobra Kai original en su primer año fue un fracaso como negocio, tal vez el suyo era igual.

“Paso por ti” fue lo ultimo que le dijo, si donde lo veía era en su antiguo apartamento no podía decir nada, funcionaba como bodega desde hacia demasiado tiempo para levantar sospechas de pasar por él o del auto que usaba ese día.

Volvió a mirar al hico Diaz contándole emocionado una historia de su Yaya y de las bandas ochenteras que recientemente descubrió, siempre podía decirle a Tiger que había un cachorro en su nuevo proyecto, podía guardar el dojo un poco más para él.

Terry miro la pantalla de su teléfono, a pesar de que Johnny odiaba la tecnología no podía hacer anda con el gps del auto si no sabia que este existía, tampoco con el de su teléfono, ambos marcaban como una ubicación frecuente esa mediocre plaza comercial.

No tuvo dudas antes de una infidelidad, sabía que su pareja odiaba las mentiras y nunca le seria infiel, pero también que no le contó toda la verdad de lo que hizo en él verano, por lo que tomo la iniciativa de investigar un poco por su cuenta.

Sabía que era feliz, que tener a su hijo en casa viviendo en una familia estable y amorosa era un logro personal para el rubio, darle algo que él nunca tuvo.

Tenía una relación amigable con la madre de su hijo y un negocio que después de la crisis financiera y personal logro volverá ponerse en pie, citas esporádicas con su terapeuta y cuatro años de sobriedad.

Aun así, desde la muerte de su antiguo sensei noto que había algo que faltaba en su vida, pero nunca ahondo más en ello, ahora veía que era.

“¿Deberíamos enfrentarlo por ocultarnos esto?”

Robby a su lado estaba molesto, fue el quien descubrió de lo que llamo la doble vida de su padre y corrió a buscarlo, estaba molesto por la cercanía que parecía tener con el chico latino, Terry sabía mejor que nadie que los celos eran peligrosos y los del chico estaban a flor de piel, las maravillas de la juventud.

“Aun no es el momento” le dijo mirando la sonrisa de John junto a sus únicos dos estudiantes, también noto otra cosa en el retrovisor del auto “pero podemos ayudarlo a llevar a Cobra Kai a la gloria hasta que este listo para abrirlo a nosotros”.

Robby lo miró fijamente antes de volver a centrar su atención en su teléfono y la pobre publicidad de su padre, confiaba en Tiger y sabía que él tendría un plan de acción, siempre parecía estar tres pasos antes que los demás.

Terry miraba a ambos hombres, el rubio dentro del dojo divirtiéndose y siendo feliz en la inocencia e ignorancia de lo que se avecinaba, el otro escondido en un auto y fulminándolo con la mirada, parecía que él no los había visto, al parecer tendría un poco de diversión a costa del pequeño imbécil.

“Mientras tanto ¿Qué te parecería contactar con tu querida amiga hija de LaRusso?” le dijo al adolescente “Podría ser bueno distraer a Danny-Boy del juego y golpear primero”

Chapter 12: Capitulo 12

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

12) El hombre que abrió la caja de Pandora

Tenía la misma sensación que años atrás, pero no podía definir exactamente solo en que época de su vida la sintió, solo que conocía lo que pasaba a su alrededor, como una punzada que le prevenía.

Sabía que la terapia no era lineal, que una adicción era peligrosa, había tenido más recaídas en los ochentas de las que se siente cómodo revelando, y a lo largo de la última década ha lidiado con bastantes recaídas de Johnny para que el que entre tambaleándose en la sala no lo sorprenda.

Pero la sangre no es algo común, normalmente cuando había sangre también significaba donaciones al ayuntamiento y charlas con sus abogados para que todo quedara debajo de la mesa, ahora la quietud de ello lo inquietaba.

Se acerca a él y lo sostiene del brazo mientras lo lleva al baño de su habitación, no presta atención a los desvaríos de borracho de su pareja, mas concentrado en descubrir si no había una herida oculta además de los rasguños que parecía tener en los brazos-

-Volvió – le decía de forma repetitiva- lo va a joder todo y arruinara a los chicos

-Nos encargaremos del imbécil de LaRusso- le dijo intentando calmarlo- ese pequeño idiota no podrá acabar con nuestro legado.

Porque eso era lo que significaba Cobra Kai, el legado de su vida, la vida de Johnny y en algunos años la de Robby, eran cobras y siempre se levantaban, aunque los creyeran destruidos.

-John Kresse volvió- le dijo mirándolo de forma alterada, si Terry lo soltó un poco no dijo nada sobre notarlo- dijo que recuperara Cobra Kai

Ah, ahora recordaba donde lo sintió, era la misma sensación de cuando su padre lo encontró en el armario con el hijo del chofer en su adolescencia, de cuando lo asignaron al servicio activo, cuando Ponytail fue ejecutado y los vietnamitas lo seleccionaron para pelear con Turner.

La calma antes de la tormenta, era el escalofrió que recorría su cuerpo para gritarle, todo esta jodido, que su tranquila vida ha dado un giro de 180 grados y no puede hacer nada para detener la tormenta que arrasara con ellos.

Notes:

Con esto hemos llegado al final, me costo batante escribi este final porque una parte de mi me decia que siguiera la historia de Cobra Kai, como dato curioso existen otros tres finales alternativos.

Gracias a los que llegaron hasta aqui.