Chapter 1: Lo extraordinario
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El tenedor choca con el plato, dejando un ruido extridente en todo el comedor. Los presentes dejan de comer, mirando a una de las esquinas de la mesa rectangular.
-¿Qué está pasando?- pregunta la matriarca de la casa. Sus hijas la miran confundidas. -¿Qué les pasó? Se ven tan jóvenes. ¿Dónde?-. Dice mirando a todas direcciones, como si no entendiera dónde está.
-Por Dios ha ocurrido -dice Penélope a sus hermanas. -Tanta tensión por nuestra presentación la ha enloquecido-.
-Tal vez este borracha -cometa Philippa
-Es lo más seguro, mírala. Seguro tomó de más - acotó Prudence con desagrado.
-¡Niñas! Las escucho -regaña Portia, apretando su sien, como si tuviera un gran dolor de cabeza.
-Debes admitir que te comportas de manera extraña -añade Lord Featherington. Portia lo mira, abriendo bien los ojos, su rostro palidece completamente. Se levanta, tratando de salir de la mesa, pero al primer paso se desvanece sin poder pronunciar palabra.
-¡Mamá!- gritan las hijas, corriendo a ver a su madre. El desayuno se interrumpe, Varley trata de despertarla, pero al no reaccionar llaman al médico. Todo es un caos, pero Lord Featherington termina tranquilo su desayuno, como si todo el alboroto no ocurriera.
-Niñas, cuando llegue el médico sabremos más -comentó tranquilamente. -De nada sirve alarmarse-. Sin embargo, las chicas ignoran a su padre, subiendo a la habitación de su madre.
-Entonces si enloqueció -declara Philippa ante su madre inconsciente. Ninguna le respondió, pero asintieron con preocupación.
Chapter 2: mamá a enloquecido... pero no es del todo malo
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-Mira, creo que está despertando -dice Philippa, acercándose junto a sus hermanas a la cama de su madre.
-El médico dijo que no la abrumen, deja a su madre respirar antes de asfixiarla -regana Varley, con el ceño fruncido, pero con notable preocupación.
Al abrir los ojos Portia las mira, su apariencia es desaliñada, con su cabello despeinado, con sus ojos llorosos y apenas recuperando el color de la cara. -¿Qué ha pasado?-.
Varley corre a su lado: -Mi señora, usted de desmayo en el desayuno. El médico dijo que puede ser el estrés, déjeme traerle un té con tilo, menta y miel. Mi madre decía que no había mejor relajante que ese. ¿Le parece bien?-.
-Mamá -comenta Penélope acercándose a ella. -Esto se debe a nuestro debut, tal vez presentarnos a las tres juntas no sea lo mejor-.
-¿Debut? -pregunta Portia desorientada.
-Por Dios, si esta mal- dijo Prudence. -¿Si le empezamos a pedir cosas, creen que nos comprara sin quejarse?-.
-Señoritas, por favor. Lady Featherington le voy a preparar ese su té. Aunque me vaya, no lo olviden, nada de abrumar a su madre - les dice a las tres señoritas que rodeaban la cama. -No molesten a su madre -recalca Varley, antes de salir de la habitación.
-Mamá -se acerca a Prudence, sentándose al costado costado inferior de la cama. -Quiero tu collar, el de perlas que no usas. No lo extrañarás. ¿Me lo regalas?-.
-No- contesta Portia sentándose en la cama.
-Bueno, creo que no estaba tan mal -se queja indignada Prudence. mientras se levanta de la cama uniéndose a sus hermanas. -Es tacaña aún cuando su mente no funciona del todo-.
-¡Prudence! -aclaman sus hermanas, entre indignadas y algo preocupadas.
-¿Dónde están sus esposos? ¿Y los bebés? ¿Dónde están mis nietos? -pregunta Portia mirándolas fijamente, ignorando su interacción.
-Genial es tacaña y ahora esta loca ¿Algo más podría pasarnos? -se queja Prudence mientras sus hermanas tratan de callarla.
-Mamá -dice Penélope, aunque se acerca con cautela. -No tenemos esposos ni hijos, aún no hemos debutado en sociedad. ¿Recuerdas? Nuestro debut es en dos semanas, nuestros vestidos de debut siguen con la modista, dijiste que debemos hacer algunas pruebas, antes de comprar nuestros vestidos para el baile. Se supone que iríamos hoy, pero ya avisamos de tu... eh descompostura-.
-Dos semanas... bueno esto es inesperado. -Portia al no entender bien que estaba pasando, se pellizca el brazo, pero al no ver que nada ha cambiado, bueno solo suspira. Sus hijas tratan de no mirarla tanto, pero, al menos con la mayor, esto no se logra para nada. - Bueno si deben de debutar, entonces prepararemos el mejor debut, hoy... no mejor mañana, si eso es. Mañana iremos a la modista a preparar sus vestidos de fiesta, luego de probar los vestidos de debut, claro está. Ahora, mis señoritas preciosas, porque no se van, déjenme descansar-.
-Pero... - dicen ellas sin querer salir de la habitación.
-Si vayan, esperaré mi té y luego dormiré un poco más. De hecho, porque no usan este tiempo para pensar en el color de sus vestidos. Las dejare elegir-dice Portia, esperando que con esto, por fin la dejaran sola. La reacción es inmediata, Prudence y Philippa gritan, saltan y exclaman con emoción. - Más como niñas pequeñas, que como señoritas a punto de salir en sociedad - piensa con desgano Portia. Penélope sonríe tímidamente. -Vayan y déjenme descansar-.
-¡Claro mamá, eres la mejor! -exclama Philippa con toda la emoción, cada una la abraza y se despide de su madre, hablando de que colores quieren, los que no suelen usar y los que mas le llaman la atención.
- Por Dios... no de nuevo -piensa con desgano Portia, mientras vuelve a tumbarse en la cama.
Chapter 3: Confrontación
Notes:
Ni idea como la gente inglesa del siglo XXI guardaba el dinero, estoy agotada de tanto estudiar 😢😢😭 y esto lo escribí para relajarme.
El Atlético de Madrid perdió todas sus competencias, este año Julián Álvarez se quedará sin títulos 😢 me duele me quema
En fin comenten que me entusiasma leerlos :)
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Lord Featherington entró en su oficina como cualquiera otra noche, dispuesto a sacar dinero de su caja fuerte, quería ir a probar suerte. Aunque sabía que tal vez se encontraría con hombres a quienes le debía.
Al entrar notó que algo estaba fuera de lugar, no supo que era. Al mirar dentro de sus cajones, los papeles estaban revueltos. Entrando en pánico fue a la caja fuerte, detrás de un cuadro. Al abrirla notó que el dinero no estaba. El Barón salió corriendo de su oficina, pero al querer llegar a su habitación, su esposa, Lady Featherington se encontró en la puerta. -Si que te ves mal Archie- le dice sonriendo, con una expresión y una manera que Lord Featherington no estaba acostumbrado.
-¡Portia!- exclamó él entre sorprendido e indignado. -Se ve que estas mejor. Aunque no se si ese golpe te afecto ¿Desde cuando me llamas Archie?-.
-Eso es lo que te importa, típico de ti- dice entre indignada y divertida. -Verte vivo es tan extraño, pero sabes que deberías hacer: llama al abogado y has un testamento-.
-¿Testamento?¿Piensas matarme Portia?- pregunto el Barón indignado. -¿Has enloquecido?-.
-Tal vez... quien sabe-dice suspirando, pero su postura cambia, lo mira fijamente y con una expresión que hizo a Lord Featherington temblar. -Se lo de tus apuestas, se como despilfarras nuestro dinero, se lo poco que te importamos, se lo indigno e inútil que eres...
-¡Portia!-grita, pero ella no se inmuta, sino que se endereza aún más.
-Se que morirás dentro de poco si sigues así. ¡Llamarás al abogado y redactaras un testamento para dejar el título a tu futuro nieto- ordeno, como si siempre hubiera mandado sobre su marido.
-Por Dios Portia, las niñas aún no se han casado, tampoco debutaron-.
-Tú jugándote sus dotes tampoco ayudas. Mírate, ni siquiera puedes darle seguridad a tu esposa e hijas, que clase de poco hombre eres.. -Ante esto Archibald trata de darle un cachetazo, pero Portia lo detiene. -Mañana iré a buscar los vestidos de debut, pagaras vestidos de gala y sobre todo un armario nuevo para las niñas-.
Al soltarse el Barón niega con la cabeza, incrédulo por la situación. -No hay dinero para...
-Si lo hay, me aseguraré de eso. Tu trata de que no te maten, al menos hasta que esté el testamento-.
-Yo... ¿Estas loca? Sabes que si algo me pasa vendrá mi tío como remplazo, es un viejo decrepito. ¡No dudes que las echará a la calle!-.
-Mientes, ese anciano está muy enfermo, no pasará este año. Pero tal vez sea mejor convivir con su joven y apuesto hijo que con un viejo, egoísta, decrepito, apostador y pésimo padre y esposo como tú-.
-¿Cómo sabes eso? ¿Qué te pasa Portia?- pregunta con la boca abierta, aunque Portia estaba en camisón y algo despeinada, el hombre se sentía bastante intimidado por ella.
-Estoy cansada Archibald, no permitiré que arruines el debut de nuestras niñas, si veo que algo está mal y es tu culpa, ten mi palabra, te lo aseguro: ¡voy a matarte! ¿Entiendes?-.
-Realmente te has vuelto loca -declara Archibald, pero su voz titubea.
-¿Entiendes o no?- pregunta ella seria, él la mira como si no la conociera de nada.
-Si, si entiendo, ahora cálmate-.
-Bien, buenas noches - se despide mientras se va a su propia habitación.
-Esta loca -se dice así mismo Lord Archibald Featherington, -completamente loca, aunque me gusta algo loca- pero luego niega con la cabeza. -Creo que yo también estoy volviéndome loco-.
Chapter 4: ¿Qué está pasando aquí?
Notes:
Había dejado una nota triste aquí, pero prefiero dejar algo feliz, si pueden comentar me encantaría leerlos y estoy considerando seriamente poder a Lord y Lady Featherington borrachos. Además agregue una escena pequeña más.
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El desayuno para las señoritas Featherington fue extraño, al menos eso sintieron las chicas, ante las miradas nada disimuladas, aunque si veían que su padre lo intentaba, de Lord Featherington a su esposa. Queda decir que ella se mostró indiferente al no devolver las miradas de su esposo. Como si fingiriera que no existiera, aunque las hermanas se veían, compartiendo miradas entre si, tratando de hablar, pero no sabiendo que decir entre sus padres.
-Niñas- dijo por fin Portia, mirándolas con una sonrisa algo extraña. -Si que lo son ¿Verdad? mis niñas jóvenes y solteras. Pero no por mucho tiempo- termina con convicción. -Iremos a la modista, compraremos hermosos vestidos y luego les enseñaré como van a hacer para conquistar a un hombre -ante esta declaración, Lord Featherington se removió incomodo en su silla. Las niñas miraban confundidas con su madre.
-¿Conquistar?- preguntas las tres señoritas.
-Claro, conquistar, llamar la atención, coquetear, tiene muchos nombres, pero técnicas similares. Es importante conseguir esposos señoritas, muy importante y la primera impresión ayuda a captar la atención-.
-Mamá -dijo con timidez Penélope, -está tarde iré a tomar el té con Eloise ¿Recuerdas? me diste permiso-.
-No creo que recuerde nada -susurro temeroso Lord Featherington para luego ocultarse más detrás de su diario.
-Bueno, pero ya que no pudimos ir a la modista ayer, se deben mover nuestra planificación. Porque no avisas a la señorita Bridgerton, que dado al retraso del día de ayer, hoy no podrás ir, pero puedes ir mañana- comenta tranquilamente Portia, mordisqueando su desayuno.
-Bueno... le escribiré antes de irnos-.
-Perfecto, alguien más quiere agregar algo- ante la negativa de sus hijas, Portia sonríe. - Es fantástico, está temporada debe salir muy bien- declara. -¿Entienden niñas?¿Se esforzaran?-.
-Claro- contestan ellas.
-No quiero sorpresas está temporada, si es necesario repasaremos la conducta que debe tener una señorita en sociedad. Eso incluye, Penélope, no llamar al señor Bridgerton por su nombre, al menos en público-. Ante está declaración Prudence se ríe de su hermana, quien se encontraba con la boca abierta y muy sonrojada.
-Con Colin somos amigos y estamos acostumbrados...
-Penélope, al menos en público deben comportarse como dicta la sociedad. Si es necesario soy capaz de recordarse al mismísimo señor Bridgerton- declara Portia con mucha seguridad.
-¡Mamá, no! -declara Penélope, aún más roja. -Sería muy vergonzoso-.
-Bueno, espero el mejor comportamiento... de las tres-, a lo que las señoritas solo pueden asentir.
-Debe de decir -comienza el Barón, pero enmudece al ver la mirada de su esposa, sus hijas creen que lo han visto un poco sonrojado.
-¿Tienes algún aviso, Archie?-.
-¿Archie? -pregunta Philippa, -¿Desde cuanto lo llamas Archie?-.
-¿Pasó casi, mamá? -pregunta Prudence con el ceño fruncido. -Están actuando raro-.
-Nada que deban preocuparse, ahora...
-Pero mamá- comienza a decir Penélope, pero enmudece al ser el centro de atención.
-¿Estás tratando de tener otro bebé? -pregunta Prudencia, sin la menor vergüenza.
-¡Prudencia! -regaña Portia, quien abre bien los ojos, Lord Featherington toma su periódico, tratando inútilmente de hacerse invisible ante sus hijas.
-Se comportan muy raro- dice la primogénita como si nada. -Igual que cuando trataron de tener otro bebé. Lo recuerdo bien, no era tan pequeñas como estas tontas-.
-Oye, no soy tonta –dice Philippa indignada.
-¿Otro bebé?- pregunta la menor. -¿Cuándo pasó eso?-.
-Hace unos años -dice Portia tranquilamente. -Pero el embarazo no se completa. Aunque eso ya no importa, las tengo a ustedes tres y con eso es suficiente-.
-¿Espera, íbamos a tener otro hermano?- pregunta Philippa mirando a todos.
-Préstenme atención un momento -dice el Señor. -Está temporada vendrá una prima de ustedes, lejana y no la conocen. Pero su padre me pidió estar a su carga. Vendrá poco después del debut, o tal vez antes según la carta. Espero que sean amables con ella, su nombre es Marina Thompson-.
- Está bien... entonces no nos van a decir nada sobre el embarazo de mamá- dijo Philippa.
-Cuando un embarazo no se completa, significa que el bebé muere. No hubo ni habrá más intentos- dice Portia levantándose. -Ahora prepárense para la modista- dijo con enojo, saliendo del salón.
-Escuchen -dice el padre de las chicas, estando mucho más sereno y calmado que hace unos momentos. -El tema del bebé es delicado y su madre no se encuentra bien. No lo menciona-.
-Si, está bien- dice Penélope, sus hermanas solo asienten. Al subir para sus habitaciones, las tres se miran. -Es mi impresión o todo está muy raro-.
-Primero mamá y ahora papá están actuando raro también- dice Philippa con un puchero, como si fuera una niña pequeña.
-¿Archie, desde cuando mamá le habla así a papá? No se supone que siempre estén tan formales y rígidos con el otro -declara Prudence enfurruñada.
-Prudence no deberías mencionar lo del bebé- dijo Penélope mirando a su hermana, quien parecía siempre estar molesta.
-Sólo decía-.
-Además mamá no esta muy anciana para tener otro bebé- dice Philippa mientras iré. -Sería un bebé que nazca anciano de una anciana-.
-Un bebé es un bebé, tonta -le regaña la mayor. Sin embargo Philippa aún se ríe, pero su risa se detiene al ver la expresión de horror de sus hermanas. Al voltearse su madre estaba detrás de ella.
-¡Niñas! -llama Porcía. -Si no se preparan rápido, se irán como están -les dicen con severidad. -Además Philippa, ya que soy una mujer algo mayor, como tan amablemente haz señalado. Pero ustedes al casarse deben tener hijos, quien sabe... una de ustedes tendría al futuro Lord Featherington-.
-Espera ¿Cómo es eso?- dice Prudence entusiasmada.
-Bueno, cuando tu padre fallezca el varón más cercano de la familia tomará su lugar. Así son las reglas de la corona, es decir, uno de sus hijos-. Prudence grita de emoción, como si su padre no estuviera vivo, a Penélope le incomoda un poco su emoción. -Pero para eso hay que casarse, así que prepárense. Iremos en la modista y las criadas no pueden cambiarlas si ustedes no están en su habitación-.
-Mamá -dice Penélope antes de entrar a su habitación. -¿De verdad nos dejarán elegir el color del vestido?-.
Portia mira a su hija con intensidad. -Se que no he sido amable ni la más cariñosa y mucho menos la mejor mamá. Pero esto es importante para mí, porque es su futuro. No solo cambiarán los vestidos, cambiará mucho más Penélope. Yo... quiero que mis hijas brillen como las piedras preciosas que son, y eso querida, créeme que hablo en serio, te incluye a ti-. Penélope siente que sus ojos lagrimean, pero antes de decir nada su madre vuelve a hablar. -Ve a cambiarte o llegaremos tarde- dice como si no hubiera dicho nada extraordinario, entonces se va y Penélope entra a su habitación, siendo la última de sus hermanas que deja el pasillo, con su corazón latiendo y una emoción que la asusta, la esperanza.
Chapter 5: ¡¿Una cita?!
Notes:
si leyeron el cap anterior agregue una escena más, esto es corto
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-Veo que tu también te preparas Portia- dice Archibald Featherington, entrando en la habitación de su esposa.
-Veo que dices lo obvio, pero no vienes a decirme que estoy haciendo. Quiero advertirte que no te dará el dinero- le dice con severidad mientras despide a una Varley nerviosa, que no sabía a que amo mirar.
-Es mi dinero -dice seriamente.
-¿Para qué lo quieres?¿Piensas jugar y perder?- pregunta de manera burlona lady Featherington, dispuesta a sacer los ojos de su esposo que la mira de una forma tan extraña.
-Podría tener suerte...
-Nunca lo haces -le interrumpe su esposa. -Estoy cansada de discusiones vanas, debo ir con mis niñas, bueno nuestras niñas. Las que te has empeñado en descuidar-.
-Bueno yo... tal vez quiera tomar una copa- dice al fin nervioso.
-Bueno hay alcohol en la casa, toma eso-.
-No es agradable tomar solo -refuta él con espero.
-Entonces beberemos juntos -dice Portia restándole importancia. -No te daré el dinero, no confío en ti y no dejaré que husmees mi habitación mientras no estoy - declaro tajantemente, mientras abría la puerta. Ambos salieron, con ella guardando la llave entre sus senos.
-Estás muy atrevida últimamente -dice su esposo mirándola estupefacto.
-Hablaremos más tarde- dice Portia ignorando su comentario.
Chapter 6: La modista
Notes:
Bueno amo escribir esto, es más sencillo que mis demás obras, aunque debo tranquilizarme o no actualizaré nada más
Acepto las críticas constructivas, gracias a todos los que comentan o tiran ideas 😘
Estoy entrando en una crisis, no se como llegaré al examen y me estoy quedando sin tiempo. :I entre entregas y lecturas interminables, siento este el cuatrimestre más duro de la universidad.
Espero que disfruten el capitulo
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Lady Portia Featherington no estuvo tranquila hasta que subió al carruaje, pudiendo respirar tan profundamente como su corsé se lo permitía.
- Entonces niñas iremos a ver sus vestidos de debut, encargar otros para el día y para las primeras fiestas. ¿Recuerdan qué haremos después? -les pregunta Portia, como queriendo involucrar las más.
-Yo quiero ir a Gunter por un helado- dice Philippa, como si le hubieran preguntado lo que deseaba.
-No dijimos nada de helado -dice Portia con cansancio. -¿Acaso me escuchan cuando les habló?- pregunta con resignación.
-Si lo hacemos. Si sigues estresando te tanto por nuestro debut, seguro volverás a enloquecer, y no queremos que te desmayes-contesta Prudence con desgano.
-Luego de la modista iremos a casa a tomar clases, quiero decir tu nos enseñarás como... ¿Captar la atención de los pretendientes? - dice Penélope, respondiendo la pregunta inicial, pero con duda de que decir.
-Si gracias Penélope, tus hermanas podrían aprender de ti, al menos a prestar atención- comenta contenta Portia. Sin embargo su comentario hace que Prudence suelte un bufido. -Eso no es nada femenino -le reclama su madre, pero la mayor la ignora.
-¿Desde cuándo haces comentarios así sobre Penélope, ni siquiera contestó del todo- se queja la mayor.
-Bueno, al menos no refunfuño como tú- le dice enojada la menor. - Seguro los pretendientes no sabrán si eres una dama o un toro que va a envestirlos cuando se descuiden- termina con una sonrisa frente al ceño fruncido de la hermana mayor.
-Un toro vestido de mujer, suena gracioso- declara Philippa, cortando la densa tensión en el carruaje.
-No vamos a pelearnos, ya suficientes tendrán con las demás damas de la sociedad. Así que nada de peleas -ordena Portia, miró a sus hijas que parecían no querer decir nada. -¿Está claro?-. Sus hijas menores asienten, pero Prudence cruza los brazos y la ignorante. -Prudencia- le regaña.
-Si escuché ¿ya estás feliz?-.
-Si lo estoy- contesta Portia con una sonrisa satisfecha.
Al llegar al local de Madame Delacroix, Portia avanza con seguridad, como si tuviera una misión. Creía en su corazón ni que los hombres que luchaban en el frente, contra Napoleón nada menos, su convicción no era tan grande como la suya.
Las señoritas Featherington avanzan más lentamente, pero con mucha curiosidad, por primera vez podrían elegir colores diferentes a los habituales. Estaban tan emocionadas como niñas pequeñas en una dulcería.
-Lady Featherington y señoritas Featherington, sean bienvenidas -les dicen con su acento francés la modista. -Me alegre ver qué se encuentra mejor, Lady Featherington-.
-Si bueno, me encuentro mucho mejor. Dígame: ¿Es posible que haga unos vestidos para mis señoritas? Es para el primer baile de la temporada. Quiero que deslumbrendice la Baronesa, con un tono soñador.
-Claro, aunque no sé si tendré tanta tela amarilla -contesta la modista, mientras sacaba los vestidos de debut. -Si todo sale bien y no hay necesidad de ajustes, puedes llevarte los vestidos de debut, Lady Featherington-.
-En realidad señora Delacroix, no serán amarillos está vez- le dice con seguridad Portia. -Quiero que mis niñas elijan un color, pero sobre todo me gustaría escuchar su consejo-.
-¿Mi consejo?- Pregunta asombrada Madam Delacroix, con los ojos bien abiertos.
-Claro, quiero vestidos que solo favorezcan a mis hijas. Tanto en corte como en color-.
-Por supuesto, claro que si- dice la modista, mirando con atención a cada una de las señoritas.
-Bien, señoritas -dice Portia como un general que comanda un ejército. -Es hora de las pruebas.
Tal como recordaba, los vestidos ya estaban bien, las tres hermanas podían salir con los vestidos de su debut. Pero faltaba los detalles del vestido de fiesta.
-Quiero que el corte sea favorable para ellas, para el cuerpo que tienen y que el escote sea bajo- le dice a Baronesa a la modista.
-¿Bajo? -pregunta Penélope nerviosa. -¿Cómo que bajo?-.
-Si bueno querida- empezó Portia, mirando con atención a su hija menor. -Tienes unos atributos que atraen a los pretendientes, hablaremos mas en casa- le dice cortándola tajantemente. -Ahora elige que color de vestido quieres. No tenemos todo el día y eso va para todas-.
Al salir de la modista sus hijas estaban emocionadas, como si pudieran saltar en sus asientos, aunque Philippa con su niña interior muy exteriorizada lo hizo mientras volvían a casa.
Chapter 7: Una leona cuida a sus cachorros
Notes:
Bueno aquí estoy aliviando mi estrés
Después vendrá una charla muy instructiva (?
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- Eliott se ve muy bien, demasiado bien para un niño que nació un mes antes- dijo Portia mientras miraba a su nieto y luego a su hija.
-Ya no tiene sentido ocultarlo, con Colin... Bueno nosotros adelantamos nuestros votos- dijo Penélope con una sonrisa cansada.
-¿Y eso cuando pasó? Recuerdo haberlos vigilado y la distancia que tuvieron antes de la boda- dice sorprendida Portia Featherington.
-Bueno... ¿Recuerdas cuando él me defendió en casa, de que no lo había atrapado?-.
-¡Tomó tu virtud el mismo día que se comprometieron! - exclamá incrédula, aunque Lady Featherington se relaja al ver qué su nieto se inquieta, arullando y cantando suavemente para que pueda volver a dormir.
-Ya está en el pasado, además todo salió bien al final- comenta Penélope, como quitándole importancia.
- Lo que voy a enseñarles señoritas -dice Portia Featherington en la sala de su casa, con sus tres hijas paradas frente a ellas, prestándole antención, aunque Prudence tenía cara de fastidio. Pero Portia miraba a la menor, que quería entender la mirada de su madre. -Es para llamar la atención de los pretendientes, pero jamás, nunca en ninguna circunstancia deben quedarse solas con ellos. En todo momento deben estar acompañados, una doncella, Varley, yo o cualquiera de la familia del pretendiente, como una madre o hermana ¡Jamás solos! No es una habitación, no el jardín, no en un baile, no y no- clama severamente. -Si el hombre les dice ¿Quiero mostrarles algo? Para luego llevarlas a un lugar a solas ¿Qué dirán?- pregunta.
-¡No!- dicen sus hijas, aunque Philippa parece estar por reírse.
-¡Deben tomar esto con la severidad que amerita! De otra manera pueden enfrentar la ruina o un embarazo antes del matrimonio, un compromiso apresurado y rumores por todos lados. ¿Entienden?- dice Portia como comandante frente a sus soldados. Sus hijas mayores asienten, pero la menor queda pensativa-¿Queda claro, Penélope?- vuelve a preguntar, llamando su atención. -No dejaré que ese Bridgerton, por muy encantador que sea, vuelva a tomarse tantas libertades- piensa Lady Featherington con determinación, como quien tiene claro su propósito. - Nada de momentos a solas con Colin Bridgerton ¿Has escuchado Penélope?-.
-¡Mamá! -reclama la tercera de sus hijas. -Solo somos amigos. Además... ¿Cómo queda una mujer embarazada?- pregunta con curiosidad.
-Si, dijiste que si nos quedamos solas con un hombre podíamos tener un bebé antes de la boda... ¿No sé suponía que los bebés solo nacían dentro del matrimonio? -pregunta Prudence, está vez con una curiosidad genuina.
-¿Las solteras pueden tener bebés? -pregunta Philippa, mirando confundida a su madre.
-Bueno... -suspira. -Si se sientas y prometen tomar en serio mis enseñanzas, yo se los dire-. Sus hijas asientes con entusiasmo sentándose rápidamente en la mesa, mirando a su madre con expectativa.
-Varley -llama Portia tocando su sien. -Traemos té y unas galletas- ordena mirando hacia la puerta, aunque su ama de llames la miraba con la boca abierta. -¡Varley!-.
-Claro, señora disculpe- dice apresuradamente, saliendo de la habitación.
-Bueno comencémos...
Chapter 8: Enseñanzas 1: el embarazo
Notes:
Tengo mil cosas que estudiar, espero poder actualizar mis otras historias, pero requieren más tiempo, así que espérenme un cacho (si leen mis otras historias) y disfruten mis pequeñas actualizaciones de esta historias.
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-No puedo creer lo obsesionada que esta Lady Featherington, no dejar a Pen venir por enseñar que sabe que tontería- gruñe Eloise a su familia en el té. -Penélope dice que su debut está enloqueciendo a su madre, piensa darles claves de ¿Cómo llamar la atención de un pretendiente? Es ridículo, es inaudito, es tan molesto-.
-Querida, debes entender que como madres queremos lo mejor para nuestras hijas. Estoy segura de que Lady Featherington trata de preparar lo mejor posible a sus hijas, dice Violet tratando de calmar la ira de su hija, evitando que Daphne se involucre. Dios sabe que Violet Bridgerton ya no quiere escuchar esa conversación.
-Aunque hacer que Pen debute un años antes, no se... no me parece la mejor idea. Tres señoritas Featherington con su madre a la cabeza, si que no quiero verlo- clama en tono burlón Colin. -Espero que no obligue a Pen a casarse- dice con mayor severidad, -como su amigo reconozco que ella merece un gran hombre a su lado-declara, aunque no con mejor animo. Sintiendo algo raro en el estomago, que poco tenia que ver con las galletas que comía, al tercer Bridgerton no le gusto esa sensación.
-Pen no necesita casarse- defiende Eloise, volviendo a gruñir, o al menos, eso señala con gestos sus hermanos menores detrás de ella.
-Ojala Pen se case con alguno de mis hermanos- canta Hyacinth con entusiasmo. Ante esto sus hermanos mayores presentes, Benedit y Colin, tocen como si se hubieran atragantado ante tal declaración. Mientras que Violet solo pudo reír, por la forma tan cantarina y encantadora con la que su hija menor conto su deseo. -Así sería mi hermana y vendría a todos los tés-.
-Puede casarse conmigo -declaro el pequeño Gregory, pero su hermana se burlo ante tal declaración.
-Jamás enano, Pen no puede esperar mil años a que crezcas, tal vez su madre ya la case con un horrible ogro- expresa con terror Hyacinth.
-O tal vez Eloise la secuestre e impida dejar a los hombres cerca, como un dragón que oculta a la doncella en la torre- propone Colin riéndose.
-Lo de gruñir y asustar ya lo tiene- confirma Gregory, mientras su hermana le lanza un cojín del sillón, que esté a penas logra esquivar.
- Deberían callarse- brama Eloise. -¿Quien sabe que tonterías está enseñándole a Lady Featherington? La pobre debe estar soportando tanto-.
Del otro lado en la casa Featherington, estaban las tres hijas que con entusiasmo esperaban que su madre comenzara.
-Bien, empecemos...- dice Lady Featherington a sus hijas. -¿Recuerdan que tienen un pequeño agujero? -comienza Portia, tratando de dejar las sutilezas e ir al grano. - Después de todo, no fui directa la primera vez y Philippa no consumió su matrimonio, hasta que hablamos de bebés - piensa con resignación.
-Si, es donde orinamos y sangramos- contesto Prudence con molestia. - ¿Qué tiene que ver?-.
-En realidad no es el mismo agujero, es otro donde se orina más pequeño- dice Portia.
-¿Tenemos dos agujeros? -pregunta Philippa sorprendida.
-Niñas escuchen, esto es serio -clama Portia, tratando de hacer entender a sus hijas. - Ese agujero, por donde una mujer sangra es muy importante para poder tener un bebé y es el canal por el cual salen... bueno de ahí salen los bebés en el momento de dar a luz-.
-Qué asco- clama Prudencia.
-Bueno el hombre- continúa Portia, ignorando el comentario de su hija. -No tiene un agujero, sino que tiene un miembro...
-¿Entre sus piernas?- dice Penélope abriendo bien los ojos. -¿Cómo es?-.
-Es... a veces puede crecer y es alargado... sobresale de él -dice Portia, sonrojada e incomoda. -El miembro del hombre debe entrar dentro del agujero por el que sangra. Entonces el hombre libera una sustancia, esta se llama semilla o algo así, entonces con la semilla del hombre dentro de su agujero, así una mujer puede tener un bebé en su vientre... esté acto es el que se realiza en lecho matrimonial y en la noche de bodas- termina Portia suspirando, aunque al ver a sus hijas, tiene la boca abierta y los ojos bien abiertos.
-¿Eso duelo? Suena doloroso- pregunta Philippa.
-La primera vez si- contesta su madre.
-¿Qué pasó las otras veces?- pregunta Penélope. -¿Se disfruta? Porque dijiste que muchas mujeres se arruinan por este acto o solteras se embarazan- agrega a su pregunta, aunque está completamente colorada, pero no se ve tan nerviosa ni asqueada como Philippa y Prudence.
-Depende... bueno deben casarse con hombres amables para que sea mejor la experiencia. Pero debo advertirles que... bueno el placer de una mujer es más sutil que el del hombre. El marido consigue más rápido sus placeres ya veces una no tanto- dice Portia, queriendo cerrar el tema. -Los hombres disfrutan mucho de este acto, por eso van a los burdeles, tienen amantes y todo eso. Entonces estar solas con un hombre es peligroso, muchos se olvidan que son caballeros y ustedes señoritas... algunos trataran de aprovecharse y no deben dejarlos ¿Entienden?-.
-Si, mamá- dicen sus hijas. Ante esto entra Varley con otra doncella, con el té, pasteles de naranja y las galletas.
-Tomemos un merecido descanso, estoy segura que lo necesito- declara Portia, tomando un pequeño pastel de naranja.
-Mamá- comienza a decir Penélope, aunque algo insegura. -Se que has dicho que tenga cuidado con Colin, pero no creo...
-Y lo reafirmo -interrumpe su madre. -No eres su hermana, no creo que te vea así y no tienes, no hay razón alguna por la que los dos deban estar solos. Ya les enseñe, no pueden ser ingenuas ni dejarse arrastrar. Créeme Penélope, si le doy mucha libertar al señor Bridgerton, no pudo que pueda sobrepasar los límites. Un hombre es un hombre ¿Queda claro?-.
-Si mamá- contesta la menor, aunque con un puchero muy claro en su rostro. Ante esto Portia no pudo evitar sonreír - Agatha solía hacer esos pucheros, siempre que no le daban lo que querían - piensa con nostalgia.
Chapter 9: Enseñanzas 2: lleva los ojos al busto
Notes:
Holis, he dicho como quiero seguir escribiendo esto hasta cansarme. Quiero ir al momento del primer baile pero ya, pero seré paciente y esperare el proceso del entrenamiento de la buena de Portia.
Quise agregar algo en el capitulo anterior, luego lo agregue aquí y con eso escribí otro capitulo.
Espero poder leer lo que piensas.
Tengo lección orar dentro de unas horas y no me siento nada preparada
Chapter Text
Cuando el té termino, Portia llama a sus hijas a tomar sus abanicos. -El escote de sus vestidos serán más bajos ahora que van a debutar. Esto es porque el escote es una parte del cuerpo de la mujer... bueno los hombres le suelen prestar mucha atención a esta parte. La idea es que ustedes tomen suavemente su abanico- dice mientras realizan lentamente el movimiento e insta a sus hijas a seguirla. -Deben hacer como si tuvieran calor, pero soplar lentamente, llevando el abanico sobre su pecho. ¡Que no se note tanto, Penélope! Suavemente, sutil en llevar la mirada del caballero hacia el busto-. Lady Featherington era conocida por su extravagancia, pero también por prestar atención en los detalles, al menos creía que lo observadora de su hija menor lo saco de ella. Entonces corrige a sus hijas y las hace practicar hasta que queda convencida. -Muy bien señoritas, pueden tomar un descanso, nos veremos en la cena. Sin embargo antes de la cena Penélope mandó una carta a Eloise, lo más resaltante y lo que más emocionaba a Eloise era: " mamá nos dijo como se hacen los bebés, luego te lo diré, debe ser una charla privada, sin tus hermanos cerca. Tal vez deberías traer a Daphne.. ."
Ante esto, Eloise corre a ver a su hermana, juntas traman una escusa para estar a solas con Pen y compartir esté dato. El té del día siguiente, prometía y mucho.
La cena fue agradable y las chicas Featherington estaban más que emocionadas. -Me entere que ha venido el abogado- dice Lady Featherington a su esposo -¿Has reconsiderado mi petición?- pregunta, aunque sabía ya la respuesta.
-Bueno es difícil hacerlo... mas cuando lo pides con tanto énfasis -reclama el esposo, aunque Portia nota que no está enojada. -¿Qué hacían todas en la sala hoy?- pregunto mirando a sus hijas.
-Mamá nos enseña como llamar la atención de los pretendientes- dice recatadamente Penélope.
-Nos enseñamos que no debemos quedarnos solas con los hombres, en ninguna forma ni manera. Sobre todo Penélope que parece demasiado amigable con Colin Bridgerton- comenta Prudence, para molestar a una hermana sonrojada y enojada.
-Solo somos amigos- reclama Pen ante su familia.
-Tu madre tiene razón. Aunque no tenga la misma fama que sus hermanos... es un hombre y no deben estar a solas- confirma su padre asintiendo. -En la sociedad es raro ver amistades entre hombres y mujeres por... no es bueno que estés sola con él- termina Archibald sin saber cuanto decir, ante esto Portia asiente desde su lugar de la mesa.
-Creo que es injusto que sean tan rígidos, Colin jamás a sobrepasado los límites. Es un gran caballero- refuta Pen mirando a sus padres.
-Entonces no tendrá problemas en respetar las reglas -comenta Portia luego de beber vino.
-No bebas mucho hoy, recuerda lo que dijimos- le dice su esposo, ante esto Lady Featherington asiente, pero sus hijas los miran intrigadas.
Aunque toda compostura en la mesa termino cuando Philippa habla: -Mamá nos dijo como quedar embarazadas, creo que tiene miedo que el señor Bridgerton meta su miembro en Penélope- dice sin pensar mucho en el revuelo que causa sus palabras. Prudence ríe, Penélope grita indignada y Portia la regaña por semejante oración. Aún los sirvientes que los atendían no podían evitar sonreír, con un tipo de sonrisa cómplice que desagrado por completo a la matriarca.
-Por Dios, Portia ¿Qué le ha enseñado a las niñas?- pregunta incrédulo Lord Featherington.
-Lo necesario para que se cuiden, la ingenuidad podría hacer que cualquier chica tonta, más una debutante termine arruinada. Estás señoritas llegaran a la sociedad preparadas, Archibald. Preparadas para todo-.
Luego de semejante declaración la atención en la sala disminuyó, la familia termino de comer tranquilamente. -Mañana después del desayuno ensayaremos otra vez lo del abanico y la inclinación para la reina. De hecho, hasta su debut, ensayaremos la entrada y la inclinación a la reina, junto a los demás- declararo con vehemencia Portia a sus hijas, que gimieron por lo bajo, pero ella no les permitió quejarse.
-Creo que ni los generales de nuestro rey, pueden ser tan severos- comenta Archibald al ver a sus hijas subir a sus habitaciones.
-Claro que no, a ellos no les importa sus soldados como a mi mis niñas- reclamó Portia. -Iré a prepararme para dormir... -al voltear a ver a su esposo, comento- espérame en tu habitación y si tienes Brandy, quiero eso más que wiski-.
Al final algo nerviosa Portia llego a la habitación de su esposo. Fue extraño para ambos, sentarse juntos y tomar unas copas, aunque con su tercer vaso, Portia se sentía más libre de hablar. -¿Es extraño que nunca nos juntemos a tomar algo? Tantos años y nunca lo hemos hecho. No es desagradable- dice mientras se ríe.
-Supongo que puede ser extraño, aunque hay matrimonios que no conviven bajo el mismo techo. Al menos hacemos eso- le dice Archibald, mirándola, aunque parece que su seriedad se va al mirar lo despreocupada que se ve Portia. -Se te ve bien, tal vez deberías tomar más, has estado bastante rígida con todo esto-.
-¿Sabes por qué vivimos bajo el mismo techo?- pregunta ella, con una postura no tan derecha como suele estar.
-¿Por qué?-.
-No tenemos tanto dinero, esa es la razón- ante esto ambos rieron, entonces hablaron, tal vez más que en todos los años de casados. -No me caes tan mal ahora mismo- dice Portia, aunque sus palabras se resbalaban de su boca rápidamente. -Trata de no morir quieres, así conocerás a nuestros nietos-.
-¿Tendremos muchos nietos? -pregunta él como siguiendo el juego.
-Creo que los suficientes, te llaman abuela, gritan y corren por todos lados. Es divertido tratar de seguir su paso, divertido e imposible-.
-Si que lo has pensado -dice Archibald sorprendido, pero sonriendo.
-Es más como una visión del futuro, un sueño que puede realizarse, tal vez pronto- clama mientras bebe otro vaso de brandi, gimiendo al sentir el calor de la bebida en su cuerpo.
-Te estas volviendo loca -le señala su esposo. -Pero me atraes como loca, entonces eso me hace otro loco- declara riendo. -Un matrimonio de locos. en una casa de locos-.
-Locos como un sombrerero, definitivamente y brindo por eso-.
-Brindemos entonces Portia- afirma su esposo, mientras sirve un poco más para ambos. Al poco tiempo entre risas y charlas absurdas hubo un beso, luego otro, otro y luego volvieron a unirse como esposos, luego de años de apenas mirarse.
Chapter 10: Una mañana inusual en la casa Featherington
Notes:
En serio necesito dejar de escribir y concentrarme más
No saben lo mucho que me animan sus comentarios
La presentación fue horrible, se rumoraba un paro general de transporte, al final solo fue el tren y subte, pero la catedra tomó la decisión de hacer todo por videollamada, fue horrible, se trababa todo por el pésimo internet. Fue tan malo que la profesora pidió que alguien de mi equipo explicará, ya que no se entendía nada por lo entrecortada que sonaba :( En fin, espero que les guste esté capitulo.
Chapter Text
Lo primero que sintió Lady Portia Featherington, fue un terrible dolor de cabeza y la secuencia en la boca. Aunque toda queja murió al sentirse rodeada de su esposo. Al tratar de salir de la cama fue una odisea, principalmente porque su esposo, al menor movimiento, la abrazaba más fuerte.
- Archibald- susurro, mientras lo sacudía un poco.
-mmm-
-Archibald -dijo más fuerte. Está vez lo sacudió más fuerte.
-¿Qué pasó?- pregunta somnoliento, pero no sé aleja. -Tu cabello huele bien- susurra, acercándose aún más, bajando a su cuello.
-¡Archibald!- le regaña Portia, luego que su esposo empezará a besar su cuello. -Es tiempo de levantarse- le dice empujándolo. Ante esto su esposo gruñe, aunque Portia pensaba que seguro era una queja que no logro salir del todo comprensible. Sin embargo se aleja de su lado y la deja salir de la cama. -¿Viste mi camisón?- pregunta mirando por el borde de la cama.
-Creo que cayó de mi lado- contesta su esposo, quien ya estaba sentado, aunque no tenía apariencia de querer salir de la cama. Sino que miró atentamente a su esposa, cuando ella se puso el camisón y buscó su bata. Al mirar el reloj que está en la esquina de la habitación, ella suspiro. -Aún no es tarde, tenemos una hora más para que se despierten las niñas- dice Archibald, mirando también el reloj.
-Debo prepararme para el día y pedirle a Varley que organice la casa- dice Portia, tratando de arreglar su enmarañado cabello.
-¿Podrías acompañarme un tiempo más? -pregunto el esposo, mirándola fijamente. Ante esto Portia suspiro. -¿Por qué no?- piensa ella, para asentir y regresar a la cama.
Aunque sus habitaciones estaban enfrentadas, pasar ese pequeño estrecho sin que nadie la viera, era la meta principal de Portia Featherington esa mañana. Con la idea de llegar rápidamente a su habitación, salió de la habitación principal, mirando el pasillo dos veces, al no ver a nadie suspiro, para encaminarse a su habitación. Sin embargo, al entrar se encontró cara a cara con su ama de llaves.
-Mi Lady... Yo- comenzó Varley, pero calla al verla bien. -El mayordomo... Bueno fue a entregar la correspondencia al Señor, me dijo que no pudo, ya que estaban dormidos -aunque Varley no pudo sostener la mirada de la señora de la casa. Toce ligeramente, como si tal gesto, fuera a darle ánimos. -Le dije: John ¿Qué cosas dices? Pero viene a verla y no estaba, entonces los escuché... Sin intención mi señora. Yo, bueno, regresé para traer algunas invitaciones, Lady Danbury ha mandado la suya. No quería, quiero decir... Yo quería esperar a que me llamará antes de atenderla, solo quise dejar las...
-Entiendo Varley- la interrumpe Portia. -Quiero que le diga al señor Brown, que lleve las cartas a mi esposo, junto a un té negro. Y lo preparé para el día, en cuanto a mi, quiero que se me prepare un baño-.
-Claro, Lady Featherington -dice Varley, aunque aún parecía aturdida.
-Dile a las doncellas que preparan a mis niñas, que ellas pueden elegir como van a peinarse hoy-. Ante esto Varley asiente, pero no sé mueve. -¡Ahora Varley!-.
-Si, claro - dice la ama de llaves, como saliendo de su estupor. -Esto de que usted no esté en su habitación... Bueno se repetirá seguido -.
-No sé y no importa. Ve rápido -le ordena Portia. Suspira al quedarse sola y trata de desenredar su cabello, aunque al mirarse en su tocador, puede ver qué se ve tan mal como creía, muy enredado y descontrolado. - Aunque combinaba con su apariencia desordenada - ante ese pensamiento, ella solo puede reír y negar con la cabeza.
Penélope escuchó a las sirvientas antes de que entrarán en las habitaciones, aunque ninguna parecía la reina de la prudencia. Se reían y susurraban. Ella trataba de escuchar, aunque debe seguir mejorando, mas si va a completar el plan que el abogado de su padre le planteó. Los chismes son jugosos, pero ¿Sería ella capaz de captar la atención de la alta sociedad? Está jovencita no lo sabía y la inseguridad seguía molestando en el fondo de su cabeza.
-¿Crees que los señores están buscando otro bebé?- preguntó una de las doncellas. -Yo creí que se habían dado por vencidos-.
-No lo sé, solo se lo que John dijo en la cocina. Los encontraron juntos en la habitación del señor-.
-Tal vez la charla de bebé a sus hijas los inspiró -comenta otra, mientras ríe.
-Dios mío, siguen sin despertar a las señoritas- les regaña Varley. -Les dije que las asistirían. Recuerden que ellas van a elegir su peinado, Lady Featherington las quiere a horario para desayunar -.
-Sí, señora Varley-.
-¿Qué raro que les dejé elegir sus peinados?- comenta la doncella de Penélope, aunque siempre cambian durante la temporada alta. Cree que se llama Mary o Glory, aunque aún no se ha conocido tanto.
-Debe estar de buen humor-comenta una, pero Varley vuelve a regañarlas. Entonces Glory, recuerda al fin, entra a despertarla.
-Señorita Penélope, que bueno que está despierta- dice al mirarla. -¿Qué tal si nos preparamos para el desayuno? -pregunta con una sonrisa, Penélope asiente, y agradece su ayuda. Siempre es amable con los sirvientes, así que se encariñan rápidamente con ella. Eso le daba ventajas, como poder cenar cuando su madre se lo prohibía.
-Su madre dio la orden de... bueno hacer un peinado diferente, el que quiera- ante esto la tercera Featherington sonriendo.
El desayuno fue un evento distinto, no solo los padres estaban ya sentados, Lord Featherington sin su periódico características, que estaba doblado en un costado. Lady Featherington, con el cabello enrulado más suelto, con sus bucles rodeándola.
-Mamá -dice Prudence al verla. -Te ves... relajada con ese peinado- dijo al mirarla. Pero las señoritas Featherington también se veían diferentes, la mayor con el pelo recogido, con una trenza; la del medio suelto, sujeto solo en los costados, mostrando su flequillo; la menor con el cabello suelto.
-Ustedes también se ven bien. Penélope, así que te ves preciosa, segura con un vestido con colores más suaves se resaltarán tus ojos-comentó la matriarca al ver a su hija menor, que se sentó a su lado.
-Yo también me veo bien, gracias- dice Prudence, sentándose con su característico mal humor.
-Dije que las tres se ven bien, no seas celosa de tu hermana- le regaña Portia.
-¡No soy celosa! -niega con vehemencia, la mayor.
-Que raro verte con el cabello suelto, te sienta bien mamá. Aunque siempre prefieres tu recogido-dice Philippa.
-Bueno, hoy no hay que ir a ningún lugar, no veía porque hacerlo- contestó Portia. -N o pude hacerlo, ni no perdería el desayuno tratando de acomodar mi cabello - piensa con resignación Portia.
-Bueno, puedo decir que todas mis señoritas están preciosas hoy- dice Archibald mirando a sus hijas.
-Estas de buen humor- observa Prudencia. -¿Pasó algo? Siento que está mañana es muy extraña-.
-A mi me gusta- dice Penélope, feliz. -Además papá, también se ve más relajado-.
-Aunque sigue con el mismo peinado de anciano aburrido -comenta rápidamente Philippa. Aunque toda la sala la escucho perfectamente.
-Bueno, a diferencia de ustedes no tengo una gran cabellera -le contesta su padre.
-Hasta estás más hablador- dice su primogénita, mirándolo fijamente.
-Bueno ustedes podrían hablar conmigo si fueran más a mi estudio, hasta el momento solo va Penélope- se defiende Archibald.
-Si a escribir, hacer cuentas y leer, aburrido -señala Philippa.
-A veces jugamos ajedrez- agrega Penélope.
-Más aburrido- agrega Prudencia.
-Olvida a tus hermanas ¿Qué tal si jugamos después del desayuno?- pregunta Archibald a su hija menor.
-Claro que no -clama tajantemente Portia. -Hasta el debut de nuestras señoritas, es importante que ensayen y aprendan. Dios sabe las víboras que rodean la alta sociedad, como Lady Cowper y su rencillosa hija, Cressida Cowper-.
-Pensé que tú y Lady Cowper se llevaban bien- le comenta su esposo.
-Claro que no, Archie. Te reto a estar en una habitación con ambas y no querer destrozarte los oídos. Además la señorita Cowper no ha sido amable con mis hijas-.
-Estoy de acuerdo- confirma Philippa. -Ni siquiera Prudence es tan amargada como Cressida-. Ante esto todos ríen menos Prudence, que le da un codazo a su hermana. -Sí-.
Al terminar de desayunar, Penélope sonríe, le están gustando los desayunos con su familia.
-Bien, preparémonos para otra lección- les dice Portia a sus hijas. -¿Cómo hablar con pretendientes?-.
Chapter 11: Enseñanza 3: hablar con los pretendientes
Notes:
Aquí editando en el celu. Mañana no actualizaré, estoy literal, todo el día en la iglesia, muchas actividades. El domingo debo estudiar y preparar un pastel de chocolate para un cumple y el lunes curso, pero seguro actualizó
Seguro cuando lean esto ya será sábado, así que el mañana es hoy
En fin comenten que me gusta leerlos
Para los que han leído otros fanfic míos, seguro en abril no actualizo hasta pasado el 24, pero no he abandonado nada.
Chapter Text
-Mi primer beso fue en nuestro jardín -comentó Penélope a su madre.
-¿Fué ese momento donde te pidió matrimonio?-pregunto Portia, su hija había prometido decirle la verdad. Contestar sus preguntas, pero el gesto nervioso de su hija, le dejo en claro que no iba a ser fácil lo que iba a escuchar.
-No, fue cuando me había quedado encerrada en casa, luego de los rumores de Colin enseñándome a coquetear, para obtener un pretendiente- contestó ella, pero Penélope no agregó ningún otro detalle.
- Entonces si no pensaba casarse contigo ¡Qué trataba de hacer!¡¿Por qué te besó?!- pregunto Portia alarmada, ya saber que Colin Bridgerton, había comprometido a su hija a penas comprometerse y ahora el beso, era demasiado.
-Yo se lo pedí, mamá pensaba que jamás me casaría y... Quería saber que era un beso, sentirlo. Me costaba hablar con los hombres, pensando que nunca le agradaría a nadie. Fue hasta que todo paso, dónde ya no podía caer más bajo. Fue cuando dejé de pensar en lo que dirían de mí, para ser como soy. Así fue como pude hablar con Lord Deblin, solo siendo yo-.
-¿Quieres decir, el escándalo te ayudó a hablar con los hombres?-.
-Colin me enseñó a que debo ser yo, que eso sería suficiente. Tratar de comportarme como algo que no era... -bueno, la tercera Featherington suspiró, -no me ayudaba para hablar con los hombres. Tener miedo de hacerlos sentir tontos o incómodos. Ser yo misma fue la clave, aún para revelar mi identidad como Lady Whistledown-.
-Primero practicaremos la entrada- le dice Portia a sus hijas. -Será ante la reina, debe salir...- el suspiro resignado que sale de ella, recordando la primera vez, sorprende a sus hijas. Ante la cara de duda de sus niñas, Portia sonríe, aunque no llega a sus ojos. -Se hará lo mejor posible, no tiene que ser perfecto, pero no debe ser humillante, trágico o vergonzoso. Debemos ser aceptables, en los posibles impecables y si Dios me escucha, perfectas-.
-Hablamos como si creyeras que lo haríamos horrible- le dice Philippa.
-Si mamá, un poco de fé de tu parte, no vamos a ser horribles -continúa Prudence.
-Creo que ensayar es buena idea- comenta Penélope, pero sin la seguridad de sus hermanas. - Si podríamos hacerlo horrible - piensa la menor de las Featherington.
- Entonces Varley, tu pon una silla en el centro- al verla mover la silla, Portia fue señalando dónde la quería. -Bien- dijo ya satisfecha, -ahora siéntate-.
-¿Yo?-preguntó Varley.
-Si, quien más. Así nos dirás como entramos. Bien niñas, salgamos-. Al salir y cerrar la puerta Portia trató de recordar cada detalle. -Lo primero, no podemos entrar en todas las juntas, será apretado e indigno. Mejor que una entre primero-.
- Seré yo- dijo rápidamente Prudence. -Soy la mayor-.
-Si, será genial que lo primero que vea su Majestad, que decir, ya sabes- dice Philippa.
-¿Qué?- pregunta la mayor, sin entender.
-No sé... Tal vez tu cara gruñona no sea la mejor. Debería ser yo, soy la más bonita. Ante la cara de indignación de Prudence, Portia interviene.
-¡Nada de peleas!- les regaña. -Es importante concentrarse. Philippa entrará primero...
-Pero- quiere reclamar Prudencia.
-Es la del medio, a sus costados entrarán Tu a su derecha y Penélope a su izquierda -. Ante esto las chicas se acomodan, aunque Prudence no evita pisar, sin ninguna intención dice ella, a su hermana Philippa.
-Bien, habrá mucho lujo, así que no se distraigan y miren directamente a Varley, como si fuera la reina-, Portia señala a una de las criadas que las presentes y abra las puertas. Entonces entra, con Philippa a la cabeza. Miran a Varley y las niñas se ríen. -Con seriedad, por favor -les reclaman su madre. -Ahora hay que inclinarse, suavemente y con elegancia, mirando a la reina ¡No sé rían! -les reclaman. Pero la inclinación no es agradable de ver. -Traten de inclinarse todas juntas, miren a Varley, no se mira el piso Penélope-.
-Si, mamá -dijieron sus hijas. Aunque tuvieron que intentar tres veces, para que Portia diera por terminada, solo por ese día, la práctica. -¿Cómo las viste, Varley?-.
-Si fuera la reina, no me gustaría verlas en mucho tiempo- contesta la ama de llaves. -Su inclinación es desorganizada y algo chueca, a decir verdad-.
-Hey- se quejaron Prudence y Philippa.
-Tienes razón, mañana volveremos a practicar. Trenos agua fresca y fruta -le dice Portia a la sirvienta de la puerta. Al verla marchar llama a sus hijas a la mesa.
-La verdad es que voy a decir algo impensado-, luego de una respiración profunda, Lady Portia Featherington, declara a sus hijas: -sean ustedes mismas, señoritas-.
-¿Qué?¿Qué clase de consejo es ese?- pregunta Prudence.
-El mejor, créeme. Sean sinceras, en lo que les gusta hacer, en como es su carácter y que su personalidad salga a flore. El hombre interesado se quedará y eso es más que suficiente -.
-Pero siempre dices que mis gustos no atraían a ningún hombre- declara Penélope.
- Y si a mí me gusta el queso y comer cosas deliciosas -comenta Philippa.
- Penélope, tus gustos atraen a los hombres indicados, no a todos. Lo mismo para Philippa y Prudence. Si deben casarse, mejor háganlo con quién se lleven bien-.
-Tu no te llevás bien con papá -declara Prudence.
-Bueno, mis niñas, mi idea es que ustedes lo hagan mejor que yo. Entonces no finjan, solo sean ustedes y el pretendiente indicado vendrá -.
-Pero a mi me cuesta hablar con otros- dice Penélope. -¿Cómo hablaré con un hombre o como inicio una conversación?-.
-Siempre hay oportunidad, dejen que ellos den el primer paso. Puede ser para invitarlas a bailar, cerca de la mesa de refrigerio. Pero no solos, eso es muy importante. Además Penélope ¿Creo ver qué puedes hablar con el señor Bridgerton, sin ningún problema?-.
-Colin es mi amigo- refuta ella a la defensiva.
-Entonces habla con otros, como hablarías con el señor Bridgerton. Lo más importante, sean ustedes sin importar lo que otros digan-.
-¿Qué le pasó a mamá? Parece otra -piensa Penélope al mirar a su madre. Pero sonríe mientras ella habla, de como comportarse en una conversación. -Ser yo misma, suena más fácil de lo realmente es-.
Chapter 12: Té con los Bridgerton
Notes:
Hola que tal
¿Quien está a favor de traer a Felicity (?
Chapter Text
-Mamá -dijo Penélope, cuando Portia las despidió. -Esto de poder elegir nuestros peinados... ¿Fue solo por hoy?- preguntó con duda. Sus hermanas mayores, también se quedaron, queriendo saber la respuesta.
-En menos de dos semanas debutarán, ante la sociedad ya no serán niñas. Aunque siempre serán mis niñas, mis bebés ante mis ojos-les dice Portia con una mano en el corazón, Prudence solo pone los ojos en blanco.
-Eso no contesta nada -se queja la mayor.
-Bueno, lo que quiero decir es que van a ser mujeres. Buscarán maridos y con suerte tendrán pronto a sus hijos. Ya no necesitarán que les digan como vestir ni como peinarse. Ya pueden tomar esas responsabilidades. Confío en ustedes, mis señoritas-. Al terminar de hablar, Portia abraza a sus tres hijas, que apretujadas y extrañadas le devuelven el abrazo.
-¿Estás bien, mamá?- le pregunta Penélope al terminar el abrazó.
-Mira, mi bebé más pequeña. Eres ingeniosa e inteligente, los hombres que puedan escucharte serán afortunados- le dice con ternura, Penélope y sus hermanas miran a su madre con los ojos abiertos, incluso Philippa sosurra algo, aunque ni Penélope ni Portia lo entienden. -Estoy bien, solo que verlas salir a la sociedad, es emocionante para mí. Ahora vayan, tienen esté tiempo libre- las despide, aunque las jóvenes Featherington no se mueven.
- Sigue aquí, pensé que ya estarían libres -les dice Lord Featherington a sus hijas, cuando entra al salón. - Pensé que podríamos hablar, Portia- dice este mirando a su esposa, aunque con tensión en sus hombros, mira a sus hijas, quienes miran a su madre y padre, como si no supieran a quien prestar atención. -Niñas, no deberían hacer... no sé lo que hacen a esta hora- les dicen su padre, esperando que sus hijas se marcharan. Aunque no parecía probable.
-Debo buscar una cosa en mi habitación -dice Portia-, cortando el silencio incómodo. -Tal vez puedas acompañarme, luego podremos hablar-.
-Claro responde su marido. Sus hijas los miran con mucha atención, lo que pone nervioso a sus padres.
-Bueno, pueden irse también- les dice su madre, volviendo a despedirlas. Pero al verlas como clavadas en el suelo, suspira y se va con su esposo.
-¿Qué creen qué este pasando?- Pregunta Philippa al ver salir a sus padres.
-No sé, pero están actuando raro- les dice Prudence a sus hermanas, cruzando los brazos. -Escuche a las criadas hoy, estaban hablando de que mamá quiere otro bebé -.
-Yo también escuché éso -confirma Penélope. -Creen que está muy melancólica por nuestro debut. Dijo que somos sus bebés, tal vez quiera un bebé para remplazarnos-.
-Mamá es vieja, no sé si va a tener otro bebé - dice Philippa. - Además si nos casamos, vamos a tener bebés, puede cuidar nuestros bebés si tanto quiere-.
-Si no necesitamos otro bebé, ya somos tres y es un buen número -responde malhumorada Prudence. -¿Cómo va a prestarnos atención con un bebé? No puedes hacernos eso, necesitas su ayuda en nuestro debut-.
-Creo que sería lindo tener otra hermana o hermano- comentó Penélope, aunque Prudence la choco al salir.
Para Colin Bridgerton, la nueva temporada lo tenía intrigado, ya que su hermana y amiga estarían debutando. El té estaba por servirse y él miraba la puerta, esperando. La idea de que Lady Featherington, según Eloise, estaba demasiado entusiasmada por casar a sus hijas, entre ellas Penélope, lo había dejado preocupada. -¿Crees que Lady Featherington, obligué a Pen a casarse?- le preguntó Colin a su madre, está le dijo que lo dudaba, pero la preocupación de su rostro decía otra cosa. Él quería, no más bien, él necesita hablar con su amiga. Saber si estaba bien, sabía que no quería debutar este año, dudaba que quisiera casarse. No quería que su amiga sufriera.
-La señorita Featherington -anunciaron. Entonces Pen entró, su cabello estaba más suelto, su peinado completamente distinto, pero se veía bien. Colin solo pudo mirarla, hasta que Benedit le dió un codazo. -Pen, que gusto verte- le dice, dándose cuenta que la había mirado demasiado, siendo el único que no la había saludado. -Te ves bien hoy, quiero decir, no digo que te veas mal, solo que hoy te ves diferente y bien. Pero no digo que antes no te veías bien- dice apresuradamente, su hermano lo miraba extrañado y negaba con la cabeza.
-Gracias Colin- contesta ella mirándolo confundida. - Mi madre nos dijo, a mis hermanas y a mi, que como vamos a debutar podríamos enpezar a tomar nuestras decisiones, al menos en peinado y ropa. Así que, tal vez y con suerte, estás dos semanas semanas serán las últimas con amarillo -.
-Es increíble, Penélope -dice Violet, con tanta alegría. - Aún así, si necesitas alguna ayuda en está temporada, siempre estoy disponible. Incluso si necesitas que hable con tu madre, se que Lady Featherington es peculiar, pero no quiero que te veas obligada a nada ¿Entiendes? Si me necesitas estaré aquí - anuncia con toda seguridad, Lady Bridgerton.
-Muchas gracias Lady Bridgerton -agradece Penélope, con los ojos cristalinos, se limpia con la escusa de que le entró polvo. Nadie la contradice.
-Así es Pen, ahora sí me hacen el favor, hablemos de todo menos el debut- clama Eloise con una clara irritabilidad.
-Puede que tú no debutes, pero es importante para nosotras ¿Verdad Penélope?- pregunta Dapnhe.
-Es verdad, de hecho me gustaría poder ver tu vestido de debut. Y saber cómo prácticas la inclinación ante la reina, me está costando mucho. Pero podemos hacerlo después del té -le contesta Penélope con una mirada cómplice, mirando a Eloise y a Dapnhe, asintiendo sutilmente.
-Me encantaría, Penélope. Mamá, con Penélope iremos a mi habitación, ya que no quiero que el vestido se ensucie, -comenta mientras señala a sus hermanos más pequeños, peleando por unas galletas que tenían chocolate.
-Por supuesto querida, de hecho podrían llevar a Eloise. Así se contagia un poco, aunque sea, de sus ánimos de salir a la sociedad-.
- Iré, pero no creo que me contagie nada- afirma con fastidio, Eloise.
-Entonces- comienza Colin, en medio del té, cuando sus manos chocan con las de su amiga, tratando de tomar un trozo de pastel. -¿Dejarás el amarillo?-.
-Si, eso pienso hacer- le responde Penélope, Colin nota que sus mejillas están más rosadas.
- Extrañaré verte en amarillo, pero te buscaré por tu cabello entonces-.
-¿Buscarme?-.
-Claro Pen, en los bailes. No desaprovecharé la oportunidad de charlar con mi amiga-.
-Claro, cierto. Sería bueno charlar en los bailes-.
Chapter 13: Charla sobre bebés
Summary:
Hola, mi idea es actualizar todos los días, es corto, pero espero que les guste.
¿Quieren saber que soñó Colin?
Chapter Text
-Les digo la verdad- les dicen Penélope en la habitación de Dapnhe. - Mamá dice que el miembro del hombre, que es alargado y puede crecer, debe estrar en un agujero, que es donde sangramos. Dice que puede ser placentero y que es muy importante la semilla-.
-Pero, si una mujer soltera puede quedar embarazada ¿Por que las prostitutas o amantes no lo hacen? Conozco la fama de Anthony y Benedit. Dudo que dejen tirado a hijos, aún si son bastardos- clama Dapnhe, preocupada.
-Es verdad, si no es requisito estar casada, entonces porque muchas mujeres no tienen bebés creés que podrían pasarnos eso Pen Ser solteras y tener bebés no puede pasarnos eso tenemos planes proyectos ideas una vida que horrible sería la ruina - dijo rápidamente Eloise. Tanto su hermana como amiga la miraron.
-Eloise, si hablas tan rápido no se te entiende nada- le regaño Dapnhe
-Respira Eloise. Mamá dijo que si, es posible que una mujer soltera se quede embarazada, solo si hace el acto marital con un hombre y su semilla está en nuestro interior. Creo que la semilla es la clave, lo que sale del miembro del hombre, es como la semilla de una planta y nuestro interior el lugar donde debe crecer, solo que no es una planta... Es un bebé -dice Penélope, estaba sonrojada, pero contenta de compartir esta enseñanza.
- Entonces ¿Mientras no hagamos este acto, no podremos tener un bebé? - pregunta Eloise.
-Si, así es- afirma Pen a su amiga. -Mamá dijo que por eso... -ella mira a la puerta, aunque estaba cerrada no quería que nadie las escuchara. - Mamá nos prohibió estar a solas con un hombre, dice que este acto es muy placentero para ellos, y estar solas con ellos puede hacer que se sobrepasen, provocando un bebé -.
-Nunca estaré sola con un hombre, mucho menos dejaré que me metan nada- clamó con seguridad Eloise.
-No puedo creer que no nos digan nada- dijo Dapnhe, aunque indignada, seguía siendo muy educada al hablar. Levantándose de la casa y caminando por su habitación, miraba a Penélope y luego a la puerta. -Estar en la ignorancia de estos temas es hasta peligroso-.
-Papá no quería que supiéramos, pero mi mamá le dijo que nos estaba preparando. Que no podíamos salir a la sociedad sin saberlo, porque algunos hombres podrían sobrepasarse, y nosotras ser arruinadas o quedar embarazadas antes del matrimonio. Enfatizó lo de no estar solas, nunca en ninguna reunión social-.
-No sé porque mi mamá no me dijo nada- clama Dapnhe angustiada. - Saldré pronto a sociedad, debería de saberlo. Acaso no confía en mi- afirma con tristeza.
-Tal vez no cree que debería decirlo, la verdad que ya no importa. Dapnhe, ahora lo sabes. Aunque ninguna de las dos debe decir que lo sabe, mucho menos decir que lo he contado yo. Se imagina que Lady Bridgerton estaría indignada-.
-Pen, hoy nos ha ayudado, guardaremos el secreto- le dice Eloise a su mejor amiga, Dapnhe asiente, ambas la abrazan.
-Si corremos peligro estando solas, prometo siempre, cuando vea una situación complicada o donde ni tu madre y hermanas estén, yo estaré Pen- le promete seriamente Dapnhe-.
-Lo mismo Dapnhe, nos cuidaremos-. Entre su abrazo grupal, surgió una idea, que Penélope se quedará a dormir, pues las hermanas querían pasar más tiempo con ella. Sabiendo que estás oportunidades se darían poco, o incluso tan vez sea imposible, una vez que Dapnhe y Penélope debutarán.
Al final lograron convencer a Lady Bridgerton de poder hacer una pillamada. Incluso Lady Featherington aceptó, con la condición de que Penélope buscará su camisón y una doncella quedará con ella. Aunque Lady Bridgerton no lo dijo, en la nota de Lady Featherington, estaba escrita que la susodicha deseaba hablar con la matriarca Bridgerton.
La cena de los Bridgerton estuvo animada esa noche y Colin se sintió más que feliz de ver a su amiga en su casa. Sin embargo, la felicidad pasó a dar lugar a otro sentimientos que él no entendia. Pues cuando fue tarde en la noche, Dapnhe, Eloise y Pen bajaron a la cocina a buscar galletas, ya que tanto hablar les dió hambre. Aunque era muy tarde, Colin tuvo la misma idea. El cruzarse fue algo desafortunado, no para ellas, pero si para él. Pues ignoró rápidamente a sus hermanas, como si no existieran. Porque todo lo que podía ver era a Penélope Featherington, en camisón, cuyo escote suelto lo descolo por completo. El cabello suelto de Pen y sus labios lo dejaron paralizado.
-¡Colin!- le regaño su hermana, Dapnhe lo miraba con el ceño más fruncido de lo que él recordaba haberle visto jamás. -Se que no deberíamos estar aquí, pero deja de mirar a la pobre Pen así, mírala -le dijo mientras la señalaba, con Eloise metiéndose entre ellos como barrera. -La has puesto nerviosa. Saber que, olvidemos esto, yo no diré nada ni tu tampoco. Pero danos tus galletas -. Ante esto Colin no protestó. Se inclina y las despidió rápidamente y de una manera muy torpe.
-Claro, tío. Por supuesto es suyo, quédense con las galletas no tenía tanta hambre, ya no recuerdo porque baje- clamo mientras se reía nerviosamente. Eloise tomó las galletas con una queja, pero la mirada de Colin bajó al escote de su amiga, pero Dapnhe le dió un puntapié. -Disculpame Pen, yo me sorprendí -le dice Colin sonrojado. Él ve que ella no estaba mejor.
- Está bien, puedes marcharte Colin- le dice ella suavemente.
-Claro si, yo eso iba a hacer, ya me iba y todo eso...-
-Te estás despidiendo hace cinco minutos, pero no te mueves -le reclama Eloise.
-Si tienes razón, ya me voy-. Pero al ver qué su hermano no se movía, Dapnhe y Eloise arrastraron a Penélope, quien quedó quieta desde que vio a Colin, sin corbata ni saco, con las mangas arremangadas y su cabello despeinado. Pero pareció salir de su estado, cuando salió de la cocina.
Colin admitió que le costó dormir, y al soñar estaba su amiga en camisón.
Chapter 14: Varley no se guarda nada
Notes:
He dicho como me encanta Varley, es fiel, en las buenas , en las malas y en las peores está. Cómo Philippa se siente indignada de que su hermana quiera cambiar el ama de llaves, en la tercera temporada 💖 Es parte indispensable de esta familia disfuncional que tanto me gusta ver redimida
Cuando termine de rendir, tal vez actualizar mis otros fic, a fin de mes veremos
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Varley solía guardarse mucho de sus comentarios, hasta que veía que eran necesarios. No solía opinar del matrimonio Featherington, no habías que opinar. Cosa que cambió en estos días, y ahí estaba ella, viendo a Lady Featherington recién bañada, peinada por una doncella. Cuando sus miradas se cruzaron, la señora despidió a la doncella.
-¿Tienes algo que decirme, Varley?- preguntó la señora, mirando al ama de llaves. -Conozco esa mirada. Adelante dilo- le ordenó mientras volvía a mirarse al espejo, poniéndose crema en la cara.
-¿La relación con el Lord Featherington, será así a partir de ahora?-.
-¿Qué?-.
-Me refiero, dos días seguidos han dormido juntos, ayer durante la hora del té, ambos estaban discutiendo, yo no oí lo que decían, pero una de las doncellas se acercó preocupada. Pues ella dijo y cito: los señores estaba discutiendo y alzando la voz, creo que pueden ponerse violentos. Al acercarme a su habitación, los escuché resolver su discusión- le dice la ama de llaves.
-Bueno, discutimos por dinero. No nos pusimos de acuerdo, es verdad que alzamos la voz. Sin embargo, considera que es mejor liberar el enojo y la frustración de esta manera ¿No lo crees Varley? Mejor que forniquemos violentamente a golpearnos y matarnos- al decir esto, Portia voltea a ver a su ama de llaves. - Mírate sonrojada como una jovencita-le dice mientras se ríe.
-No busco detalles, solo me gustaría ahorrarme a mi y al personal... bueno, violar la privacidad de nuestros señores -.
-Que manera educada de decir, creo entender, que no tienes ganas de escucharnos fornicar. Me parece bien, aunque hay doncellas demasiado chismosas en la casa, quiero nuevas... Más discretas, tal vez- le dice Portia, su mirada no dejaba el espejo. -Tal vez esto sea normal o no, aún no lo sé. Pero mi relación con mi esposo no debería ser, en mi opinión, el tema de debate entre sirvientes-.
- Había estado preocupada por usted, mi Lady-, le dice la ama de llaves, con toda sinceridad. -Desde el desmayó, se ha enfrentado a Lord Featherington, me preocupaba como él lo tomará -.
-Lo estoy manejando muy bien- le responde Portia a su ama de llaves. -De hecho, creo que nunca hemos hablado tanto como estos últimos días, Archibald parece dispuesto a escucharme. Aunque no sin resistencia inicial, pero puedo asegurarte que puedo domarlo-, aunque al decir esto ultimo se ríe, -domarlo, suena bien-.
-Lord Featherington y usted, se que no son cercanos, pero estas prácticas maritales, si puedo preguntar: ¿Serán algo común en está casa?-.
-Por Dios, Varley. Si, tal vez si o no. Te he dicho que no lo se-.
- ¿Cómo cree que será, mi Lady?-.
-Tal vez sea común, ayer hablamos un poco. Algunas cosas administrativas, el dinero, las niñas y bueno si un poco de nuestro futuro- la señora de la casa suspiro. -Varley... ¿Crees qué una persona tiene un día específico para morir?-.
-¿A qué se refiere?- pregunto curiosa la ama de llaves.
-Si una persona se equivoca y muere, si pudiera evitarlo, hipotéticamente, creo que es la palabra. No se, me refiero si de alguna manera, se pudiera evitar que ocurriera la razón de su muerte, no moriría ¿Crees qué es posible?-.
-Mi madre solía decir que Dios decidió el tiempo de muerte, pero los pecados podían hacer que uno muera más rápido-.
-¿Los pecados?-.
-La hermana de la cuñada de mi padre, solía contarnos como ella robaba, tenía una banda, ella debía distraer, mientras sus cómplices robaban. Sin embargo mi madre, sabe que era muy creyente, le dijo que soñó con ella, que si decidió robar aquella noche, ese sería el fin de su vida. Se asustó, pues nadie debía saber de sus aviones, fue tan grande el miedo que no fue, pero al final sus cómplices murieron esa noche y ella dejó toda esa vida atrás. Nos contaba que Dios le dio una segunda oportunidad-.
-¿Crees que es posible? ¿Tener algo como una segunda oportunidad?-.
-Bueno, soy hija de mi madre, así que si creo que la hay. Al menos eso crecí escuchando. Aunque nos estamos desviando, quería hablar de sus actividades con su esposo, Lady Featherington-.
-¿Qué? -.
-¿Desea que le prepare un té especial?- le pregunta Varley. -Ya sabe, después de todo, usted sigue sangrando-. La ama de llaves ve diferentes reacciones en un período muy corto, no sabe con cual se siente cómoda, aunque cree que ninguna le gusta. Desde la sorpresa de Lady Featherington, con sus ojos y boca abiertos, para luego cerrarlos y fruncir el ceño, la negación y la risa, sin ninguna gracia con la que termina.
-Luego que perdió al bebé, el médico dijo que era poco probable volver a tener otro. Mi edad y mi experiencia dicen que no habrá bebé. No tienes de que preocuparte... bebé- termina riendo nuevamente. -Varley corta cada cosa...-
-Mi señora, yo solo pensaba en esa posibilidad. Pero si está muy seguro, entonces no volveré a mencionarlo. Entonces si no necesita nada más, me retiraré-.
- Es verdad, avísale al ayuda de cámara de Archie que lo prepara, y despierta a las niñas-, cuando Varley se alejaba, Portia la detiene. -Espera, casi lo olvido, voy a escribir una nota solicitando que Penélope regrese después del desayuno, creo que una noche en esa casa es suficiente-.
- Bueno, dado que la nueva temporada inicia con una Bridgerton saliendo a la sociedad, tal vez las conexiones de Penélope puedan ser de beneficio para está familia-.
Portia mira a la ama de llaves, aunque Varley no identifica bien esa mirada. Cuando Lady Featherington entrega la nota, vuelve a hablar, pero con una suavidad que extraño pero conmovió a su ama de llaves. - Respeto y considera tus ideas Varley, si en alguien puedo confiar mi vida y las de mis niñas es a ti. No dudes en decirme lo que opina, aunque se trata de que la servidumbre no enloquezca con la idea de que dos esposos estén cumpliendo sus votos... y gracias, tus historias familiares si que son inspiradoras. ¿Qué le paso a esa mujer? La de la segunda oportunidad-.
-Bueno no lo han hecho en mucho tiempo, no puede evitar que la servidumbre se asombre, incluyéndome a mi. Y con respecto a la hermana de la cuñada de mi padre, ya ha fallecido, pero vivió una larga vida, tuvo cuatro hijos y varios nietos. Diría que fue una gran segunda oportunidad-.
-Si, estoy de acuerdo contigo, Varley-.
-Lady Featherington, si puedo agregar algo más, es que sean menos ruidosos, al menos en horarios de la tarde. Seguro que lo que menos quiere hacer es darle una idea muy visual a sus hijas-.
-¡Varley!- clamó indignada Portia. -Tomaré en cuenta lo que dices- termino ella, sin poder dar una objeción a la ama de llaves.
Notes:
La historia de la chica ladrona que se salva de la muerte está basado en hechos reales, una joven fue avisada por una anciana de la iglesia que no fuera a robar, ella se asustó y no fue. Ese día sus amigos, los cómplices de ella, fueron asesinados por los policías que trataban de arrestarlos. Me impactó demasiado su testimonio, Dios la ayudo varias veces, incluso en sueños, pero en fin ella no era creyente, pero que manera de tener experiencias sobrenaturales. Mi mamá tiene sueños, pero son abstractos, como un indicio de lo que va a ocurrir, no los entiende del todo hasta que pasa. En fin, mi experiencia más loca sigue siendo cuando una voz profunda me dijo en mi interior que hable con una chica, tuve miedo y no lo hice, "soy nueva y no tengo idea de nada, Dios no sabré que decir", le contesté. Recuerdo como esa chica se levanto llorando y salió del subte. En fin creer que lo sobrenatural existe, es difícil, era atea y creer a sido una de las cosas más locas que he hecho, perdón por si lleno este capitulo de notas con mis historias personales
Chapter 15: Colin caótico ha empezado ?
Notes:
Holis, comenten que me gusta interactuar y tiren ideas locas para inspirarme
No se si a nadie le gusto el capitulo anterior o si no lo leyeron. Es de Varley
Se acercan los exámenes, si dejo de actualizar, conociéndome abandonaré hasta nuevo aviso. Pero publicaré seguido, aunque los capítulos sean cortos.
Chapter Text
-Colin- susurró ella, estaba enfrente de él, con el mismo camisón que la había visto puesto en la cocina. Su cabello estaba suelto, pero al mirar a sus costados, Colin no vio a ninguna de sus hermanas. -Colin- volvió a repetirle Pen, -baila conmigo- le pidió suavemente.
-Pero no hay música- contesta, pero de la nada sonó un vals, como una banda invisible que tocara solo para ellos. Entonces tomo sus manos, desnudas, sin nada que separara el contacto de piel a piel. -Tus manos -dice mientras comienzas a bailar, -son muy suaves-.
Penélope le sonríe y con las manos desnudas acaricia su rostro, Dios mío, sus suaves manos se sienten muy bien contra su piel. Al bajar la mirada ve su busto, trata de apartar los ojos, pero el camisón no deja nada a la imaginación, jamás pensó que así se verían, demasiado ocultos en sus vestido, pero ahora sus senos clamaban por su atención. -Se que los mirabas- le dice ella, su voz suena angelical para él.
-¿Qué ? -preguntó desorientado.
-Mi escote, en la cocina, se que me mirabas- le aclara, pero él solo puede apartarse avergonzado.
-Perdóname, no quise...
-Mientes, si querías y yo también- le responde con mayor atrevimiento. -Te estaba mirando, tu lo sabes, ambos no pudimos apartar la mirada-. Al acercarse, vuelven a bailar, pero está vez sus cuerpos están más pegados, la siente por todas partes, volviéndose loco. Al bajar la mirada, ve sus labios entreabiertos. -Se que quieres besarme, hazlo, te deseo Colin-.
-Pen, no sería apropiado...
-Pero, yo no anhelo tanto señor Bridgerton - él se espanta, la voz de Pen suena diferente. -Señor Bridgerton- le repite, con una clara voz masculina.
-¿Qué?- se pregunta.
-Señor Bridgerton- clama el ayuda de cámara de Colin Bridgerton. -Veo que ya abrió los ojos, sabe que lo hubiera dejado dormir. Pero me pidió explícitamente anoche y cito: levántame para el desayuno. La señorita Featherington debe ir a casa después de desayunar, así que pensé con mayor razón despertarlo-.
-Pen se va...- susurra Colin, mientras se levanta.
-Después de desayunar, Lady Featherington ya envió una nota-.
-Que rápida para sacarnos tiempo con Pen, luego quien sabe cuando volverá- dice Colin con nostalgia. -Bien, quiero desayunar con mi amiga, apresurémonos-.
-Claro, señor-.
Cuando ya estaba preparado, Colin respiro profundamente, el sueño estaba fresco en su mente, igual que la imagen de Penélope con camisón de la noche anterior. Al entrar a la sala, su familia ya estaba presente, quería sentarse junto a Pen, pero estaba rodeada de sus hermanas, hasta Hyacinth estaba llamando su atención, aún así los ojos azules de ella se encontraron con los de él. Colin abrió la boca, quería decir algo, pero al mirar sus labios, recordó su sueño: -Se que quieres besarme, hazlo, te deseo Colin-.
-Buenos días Colin- le saluda Penélope, sacando al tercer Bridgerton de su ensoñación.
-Pen, buenos días... te ves bien en esta mañana- saluda, pero el sonido de la risa contenida de Benedit, hace pensar a Colin, que se escucho tan mal como él creía.
-Cariño -le saluda su madre. -Casi pensamos que no llegabas al desayuno ¿Dormiste bien?-.
-Claro, a penas apoye la cabeza en la almohada dormir profundamente, de hecho ni soñé, fue un descanso profundo, todo en negro- responde apresuradamente Colin, mientras sirve su té, pero continuamente mira a Penélope.
-Felicitaciones -comenta Benedit, aunque con duda.
-Hermano ¿No crees que Penélope debe quedarse otro día? -clama Hyacinth. -Estamos pensando cuando pedirlo, pero mamá dice que será difícil una vez Daphne y ella debuten -comenta con un puchero. -Yo quiero que te quedes más tiempo- le dice la menor de los Bridgerton, mientras abraza a Penélope. -Anoche dijimos que jugaríamos a las cartas-.
-Hyacinth, Penélope debe volver a su hogar, su madre lo ha pedido. Quien sabe tal vez otro día pueda volver. Difícil no es imposible- le dice Violet a su hija.
-Además volveré a la hora del té, bueno no hoy, pero pronto- le tranquiliza Pen, tan dulce como ella sabe ser. Colin sonríe al mirar su interacción, como encaja también entre su familia.
-Espero que puedas quedarte otro día- dice Colin. -Mejoras cada una de las comidas con tu presencia- afirma mientras le sonríe, una sensación de satisfacción lo invade al verla sonrojarse.
-Pero los tés no son lo mismo- se queja Eloise. -Quiero más tiempo con mi amiga-.
-Lo bueno es que al debutar, podremos vernos en los bailes- le comenta calmadamente Daphne.
-¡Pero eso es solo para ustedes dos! -reclama Eloise. -¿Podríamos salir de compras o vernos en los paseos?-.
-Claro que si, mamá solo quiere entrenarnos mejor. Entrar lo más preparadas a la sociedad-.
-Pero... ¿No vas a casarte está temporada, verdad?- pregunta angustiada Eloise.
-No lo creo, la temporada aún no inicia-le responde Penélope, pero Colin queda desconectado de todo el bullicio, solo repite la pregunta de su hermana.
-¿Casarse? ¿Quieres casarte, Pen? -pregunta, con un nudo en el estomago. Una cosa es bromear y pensar en lo que Lady Featherington tramaría, pero que Pen quiera casarse, vuelve todo más serio.
-Claro, yo... me gustaría. Aunque no se si será en está temporada- responde ella, de forma tranquila como si su declaración no abriera el suelo para tragárselo, al menos así se sentía Colin.
-Bueno, aún queda tiempo para averiguarlo-. El desayuno sigue con el mismo movimiento y bullicio de siempre, pero los ojos de Colin se mueven continuamente en su invitada. El sueño, verla en la cocina con camisón y la idea, nada agradable, de que se casara, lo estaban volviendo loco. Sin embargo Colin, no quiso meditar en ninguna de estas sensaciones.
Al despedir a su amiga, tomo su mano enguantada y beso sus nudillos, el sonrojo y sus labios carnosos abiertos fueron la respuesta más satisfactoria que pudo tener. Cuando se marcho, Colin había decidido que necesitaba pensar un poco, pero en la soledad de su habitación, podía ver los labios de su amiga y la voz de la Penélope de su sueño: -Se que quieres besarme, hazlo, te deseo Colin-.
Chapter 16: Las cosas están cambiando y las señoritas Featherington lo saben
Notes:
Bueno hoy (al momento de empezar a escribir) es jueves santo, o sea que ganas de ver algo de la última cena, una de las cosas más impactante de esa noche es cuando Jesús lavaba los pies de sus discípulos, tarea asignada al esclavo más bajo de una casa, tan humillante que Pedro se negaba a que Jesús lo hiciera. Las leyes, tradiciones puramente humanas él las rompía, hablaba con ternura a los recaudadores de impuestos, leprosos y adulteras, pero con dureza a los lideres religiosos. Decir que este tiempo de recordar semejantes días, me encanta es quedarse corto, amo recordar estos días.
Mañana (viernes) actuaré en una obra infantil, que escribí para mi iglesia, deséenme suerte, porque me encanta escribir, pero no actuar (pero como dicen en mi país: "plata y miedo nunca tuvimos" o algo así XD).
Chapter Text
Tres días, es lo que faltaba para la presentación ante la reina, las rodillas de las señoritas Featherington estaban cansadas. Practicaban cada día después de romper el ayuno, la entrada, la inclinación y levantarse. -No debía ser perfecto, pero si elegante- repetía continuamente la matriarca, en ocasiones Lord Featherington estaba presente, a veces remplazaba a Varley en la silla, pero para él toda inclinación estaba bien y no entendía porque repetirlo tantas veces. Sus hijas se ponían de su lado, hasta que Portia volvió a reclamar: - No es lo suficientemente elegante -. El instructor de baile venía día por medio, ensayaban todos los bailes, estudiaban el lenguaje de las flores y practicaban las presentaciones. Sin embargo, Portia ignoro las acuarelas y el bordado, cosa que alegro inmensamente a sus hijas, que ya se sentían agotadas.
En la casa Featherington algo había cambiado, Penélope fue la primera en darse cuenta, los desayunos eran más amenos, la indiferencia fría de sus padres era remplazada con charlas amenas durante las comidas. Incluso cuando estaba leyendo en el estudio de su padre, pudo ver de primera mano como sus padres hablaban entre sí, riéndose incluso. Penélope había quedado tan sorprendida, que había tirado su libro. -Penélope- le dijo su madre, -ten mas cuidado-.
-Si mamá- respondía ella. Pero la tercera de los Featherington mentiría si digiera que tales cambios le molestan, por el contrario se siente fascinada. Al faltar una semana para su debut, todas, incluso Portia fueron ha pedido vestidos para el día. Cuando Madam Delacroix les entregó sus vestidos nuevos, para su primer baile como debutantes, las jovencitas Featherington estaban extasiadas. Por primera vez, aún soportando las clases de su madre, Penélope tenía esperanzas de una temporada gloriosa.
La siguiente en notarlo es Prudence, quien con su forma nada sutil de ser lo dijo: -Todo esto es porque tratan de tener un heredero- dijo cortantemente. -No considero que sea una buena idea, ya estás viejo para cosa semejante. Debería esperar a que me case y engendré al próximo Lord Featherington- reclamó como una niña berrinchuda.
-Es verdad, hemos estado oyendo rumores de las criadas- dice Philippa, que esa noche admitió delante de sus hermanas, que se enteró de todo en el desayuno.
- Nadie habla de bebé, y con toda sinceridad Prudence, creo que tu eres la menos indicada de decir semejante declaración- le regaña su madre.
-¿Qué quieres decir?- pregunto Prudence muy molesta.
-Cariño, tienes un carácter especial, de esos que a veces ahuyenta los hombres- responde firmemente Portia.
-Creo que tiene tu carácter- responde su esposa. Ante esto ambas, madre e hija, negaron con vehemencia. -Creo que cada una de ustedes saco algo de su madre- declaró el Lord, haciendo callar a las de "carácter fuerte" y las la segunda y tercera hija dejaron de reír, para escuchar lo que su padre tenía que decir, pero este siguió desayunando, como si esa declaración no hubiera afectado a sus hijas.
- ¿A qué te refieres, papá?- preguntó, con genuina curiosidad, la tercera hija.
-Bueno, Penélope tú tienes la inteligencia de tu madre, Philippa saco su belleza...- ante esto, la susodicha se sentó más derecha y sonriendo con arrogancia a su hermano mayor, quien le dio un codazo. -Prudencia, tu definitivamente tienes su carácter-.
-Pero mamá se casó, entonces si hay esperanzas para que Prudence agarre un pobre desgraciado- dice Philippa, aunque antes de poder reír, recibió otro codazo.
-¡Prudence, no golpes a tu hermana!- le regaña Portia.
- Es verdad, no deberías molestar a la más bonita, después de todo seguro yo me caso primero ¿Verdad, mamá?- preguntó entusiasmada Philippa.
-Claro cariño, seguro serás la primera- responde sonriendo. -Pero estos más que segura que las tres se casaran muy bien, espero nietos el próximo año-.
-Aún no se si podrá hablar con los pretendientes- dice Penélope. Temerosa de que el cambio de peinado y la ropa sean suficientes.
-No deberías de tener miedo, de las tres eres la más ingeniosa e inteligente, si puedes hacer reír al señor Bridgerton, seguro podrás con otros caballeros- le contesta su madre. -No pienses tanto en eso, solo deja que la conversación fluya-.
-Porque Penélope y Philippa reciben tantos halagos, estoy aquí también- se queja la mayor.
-Tu también cautivaras a alguien, cielo- responde su padre, pero mira su periódico. -¿De verdad vas a cambiar a las doncellas ?- preguntó de la nada el señor de la casa al ver cartas.
-Si, estas son muy chismosas. Entrevistaré a nuevas doncellas- respondió su esposa, como quitándole importancia.
-Espera, cambiaran a nuestras doncellas ¿Podemos elegir ?- preguntó Prudence.
-No, veremos si tendremos nuevas antes del debut- respondió tajantemente Portia.
Aún ante las prisas, el ajetreo y el gran movimiento de una alta sociedad que esperaba la llegada de la nueva temporada, Lady Portia Featherington consiguió nuevas doncellas, despidiendo a las anteriores, con una clara amenaza: "Lo que sucede en esta casa, no saldrá de está casa". Penélope conoció a Rae, su nueva doncella, que la prepararía para el día. Las tres señoritas Featherington estaban más que sorprendidas ante los cambios que la rodeaban, pero ninguna negaba que estos cambios les encantaban.
A solo tres días de su debut, la madre de las señoritas reunió a sus hijas, ya en camisón en su habitación. Portia, con su porte firme, pero con una bata y el cabello suelto, habló con sus hijas.
- A partir de ahora, terminado cada baile nos reuniremos en mi habitación, a menos que diga lo contrario. Deben decirme como les fue, con quienes hablaron, si bailaron y ese tipo de cosas. Me gustaría que sea un tiempo compartido, después de todo, quien sabe si seguirán en esta casa después. Debo de decir, lo mejor de mi matrimonio fueron ustedes, a quienes he amado, aún con mi rudeza. Son mis bebés, pero... también se que están listas para salir del nido, de debajo de mis alas. Solo quiero que vuelen majestuosamente- les dijo su madre de manera emotiva.
-Mamá ¿Estas llorando?- preguntó Prudence, Penélope y Philippa también se sorprendieron, ver a su madre emotiva y con lagrimas, era por decir poco, demasiado extraño, sobrenatural incluso.
-Solo, falta poco... hemos ensayado y practicado. Mañana veremos los solteros elegibles y después podrán descansar. Ya no practicáremos, les he enseñado lo básico, cualquier cosa más, lo veremos en nuestras charlas nocturnas -.
-Es genial, ya quiero dejar de inclinarme, me duelen las rodillas- comentó amenamente Philippa.
-¿Por qué aquí? -preguntó Penélope, - no en la sala, durante el día como siempre-.
-Vendrá una invitada, estos momentos son solo para nosotras. No para desconocidas-, el tono de Portia era firme. -Mi deber es protegerlas a ustedes, créame que lo haré. Está mujer que vendrá, ella debe saber que son mi prioridad, lo mejor es casarla rápido y que se vaya. Pero ustedes son mi prioridad-. Al terminar la noche, la matriarca abrazo a cada una de sus hijas, despidiéndolas. -Esta vez todo saldrá mejor- se dijo así misma.
Lord Featherington, quien se retiraba a su habitación, vio a sus hijas y las despidió. -Buenas noches, niñas-.
-Buenas noches papá- respondieron ellas.
-No se si su madre les dijo, pero ya que dejaran sus clases de sociedad y se han esforzado tanto, le daremos un día de compras, podrán comprar lo que gusten. Es nuestro premio por todo su esfuerzo y ...- el grito de alegría de Philippa interrumpió al Lord, quien veía con asombro como sus hijas lo abrazaban y gritaban de emoción.
-Gracias, eres el mejor- dijo Philippa, quien era la que menos ocultaba su emoción.
-Gracias, papá- le dijo más tranquilamente Penélope.
-Bueno, es lo menos que merecemos- aclaro Prudence enderezándose, como si semejante cursilería no fuera propio para ella, aunque si abrazó a su padre momentos atrás.
Al terminar la noche el matrimonio Featherington se encontraba en la habitación principal y cada una de sus hijas ya en sus respectivas camas. Penélope sonreía, pues su familia se sentía realmente como una, cree que por primera vez, al menos desde que tiene conciencia.
Chapter 17: Colin sigue soñando
Notes:
Hola, no se cuando publicaré esto, los sábados desde la tarde estoy en la iglesia, hoy escucha una persona decir que hasta que hiciera todo bien no se acercaría a Dios, me pareció re loco, me alegro que Dios no lo exija. Uno puede llegar siendo hasta su enemigo. En fin, mañana (es sábado mientras escribo), es domingo de resurrección.
Tengo ganas de ver "El principe de Egipto" y "The chosen", pero debo de estudiar
Chapter Text
Era el salón de su casa, decorado como el último baile que su madre había celebrado. Sin embargo, Colin notó que no había nadie. Al acercarse a la mesa de refrigerios, vio a Penélope Featherington, con cabello suelto y en pillama, con su camisón escotado.
-Siempre apareces así -le digo.
-Es porque así me piensas siempre, es mi primer baile, tu lo sabes. Mi tarjeta de baile está vacía -le dice mientras sonríe coquetamente.
-Es inaudito, es mejor comenzar a bailar, estás noches contigo son demasiado cortas, mejor aprovechar- le respondí, mientras la saco a bailar, de la nada se escucha música, como si una banda invisible tocará solo para nosotros. Mis manos tocan las suyas, no hay nada más que el contacto piel con piel. -Tus manos son muy suaves -le digo. Me preguntó si toda ella será así de suave.
-No tengas pensamientos indecorodos, sigo aquí -me regaña está Penélope, tal vez mi consciencia está más activa en este sueño. Trato de no pensar mucho, siempre termina el sueño si pienso mucho.
-Mis pensamientos tratan de aguantar los límites de la modestia, jamás te mostraría tal ofensa - declaró con seguridad, aunque se que dudo en mi interior. -Tal vez... yo quiero besarte, Pen-
-Entonces bésame, Colin te deseo..
Colin despierta, siente un hormiguero, como si realmente hubiera tocado las manos desnudas de su amiga. Aunque suspira con frustración, faltan dos días para el debut, Dapnhe se prepara inmediatamente, hay demasiado movimiento y no hay una tarde de té con Penélope Featherington.
Suspira audiblemente, entre agotado y frustrado. Pen persigue al tercer Bridgerton en los pensamientos diurnos, dónde él recuerda sus charlas, sus sonrisas y de forma nocturna con sus manos desprotegidas y un camisón de algodón.
Al levantarse Colin recuerda el fin de sus sueños, él mirando los labios de Penélope,
Carnosos y aún así pequeños, tal como ella es. Penélope. -Entonces bésame, Colin te deseo...- pero Colin jamás llegaba a besarla, despertanse. Sim embargo el tercer Bridgerton era testarudo, negando sus deseos aún así mismo.
Chapter 18: Dame tu palabra
Notes:
Feliz domingo de resurrección ❤️
Espero que la estén pasando bien, yo estoy haciendo pollo al horno con verduras.
Se acerca el debut y con ello el primer baile. Esto es más la calma antes de la tormenta
Perdón por mis actualizaciones cortas, el tiempo me ahorca
Chapter Text
-¿En qué estás pensando?- le preguntó Archibald Featherington a su esposa. Era de mañana, temprano y ambos estaban demasiado cómodos para levantarse.
-He tenido una pesadilla -contesta Portia, aunque no lo mira, ella no miraba nada en particular.
-Quieres hablar de ello-.
- Mueres, siempre mueres, sin importar lo que haga. Cómo si no pudiera salvarte- le dice con la voz quebrada.
-No voy a morir, debes confiar en que me quedan muchos años aún. Te doy mi palabra, estará ahí para correr tras nuestros nietos-, pero la mirada perdida no cambia, Archibald solo abraza a su esposa. -Nadie sabe lo que pasará mañana, pero haré todo lo posible para estar aquí, con ustedes-.
-¿De verdad?- pregunta aún con duda. -Siempre veo lo mismo, tu muerte, nuestra ruina y toda la temporada baja comiendo patatas hervidas-.
-¿Patatas hervidas?- pregunta el barón confundido, al mirar a su esposa ella se ríe.
-No me mires así, es lo único que Varley sabe cocinar, es una gran ama de llaves, pero pésima cocinera- responde ella, el ambiente se aligera, pero la tensión sigue bajo la superficie. -Ante la falta de dinero, ella era la única que podíamos conservar-.
-Tienes una mirada muy fatalista, lo sabes Portia. No te preocupes, estoy vivo, estoy pagando mis cuentas y ya casi no me dejas salir...
-Es para nuestra seguridad- afirma ella.
-Está bien, pero estoy aquí, prometo que si me descompongo acudiré al médico-.
-No hagas tratos peligrosos ni apuestas arriesgadas- le ordena la baronesa.
-Portia...
-No, Archie. Se lo que digo, dame tu palabra-.
-Te doy mi palabra-.
La mañana fue bastante cansador, viendo los solteros que habían en cada temporada, con las advertencias de Portia en los peligrosos y manoseadores.
-Lord Fife, es en el mejor de los casos, un degenerado. Si bailan con él, cuando quiera pasarse con sus manos, sutilmente golpean su mano lo más fuerte que puedan- les señala Portia.
Al terminar agotadas de tantos nombres y detalles, Portia finalizó toda enseñanza. Portia y Archibald mandaron a preparar a sus hijas, podrían comprar lo que quisieran y terminarían su paseo con helado.
Al final del día las señoritas Featherington terminaron con una sonrisa en sus caras, teniendo, al menos en el pensamiento de Penélope, uno de los mejores días de su vida.
-Denme sus palabras, niñas- les dijo Portia en la cena. -Al terminar el baile me dirán todo, el mercado matrimonial es difícil, lo mejor será apoyarnos entre nosotras-.
-Si, mamá- contestaron ellas.
Esa noche, Portia soñó con tranquilidad, sin pesadillas de un futuro-pasado.
Chapter 19: El debut: la preparación
Notes:
Hola, me enganche con una serie coreana que veía mi mamá y padrastro, tipo la compu que sirve está en el comedor o sala, entonces debo estar ahí y me enganche más que ellos. Debo estudiar y ayer me perdí en esa serie super graciosa 😂 la de un cocinero de este siglo que viaja a la Corea del siglo XIX, pero en el cuerpo de una mujer. Nah está tremendo, tengo la bronca (enojo) conmigo misma de engancharme a unos días del exámen.
En fin, el capítulo no es tan largo, pero subiré la segunda parte mañana
Chapter Text
Penélope estaba pasando los dos días más increíbles de su vida, podrían ser perfectos si los Bridgerton estuvieran involucrados, pero aún sin ellos fueron dos días estupendos.
Primero, terminan todas las enseñanzas de su madre, ya no vuelven a practicar inclinarse y les da tiempo de compras. Penélope compró dos libros, hojas y algunas plumas, de hecho su propia madre al verla, le compró tinta. -Para que usarías las hojas, necesitas algo con lo que escribir- le dijo su madre. Si Lady Portia Featherington era conocida, era rechazar toda idea de que Penélope necesitaba escribir o leer, pero no solo le compró la tinta, hasta que su padre quedó sorprendido, mirando a su esposa con incredulidad. -Pero cómprate algo para el cabello, no lo gastes todo en libros ¿Entiendes ?-.
-Claro, había contestado, demasiado feliz para ocultar su sonrisa. Incluso miro a su padre, quien solo pudo mirarla tan sorprendido y sonriente como ella. Comer helado con su familia, fue un acto que Penélope Featherington jamás se imagino, siempre venía con Eloise, venir con toda su familia era... Llamativo.
-El helado es muy frío, me hace doler la cabeza- dijo Philippa en la heladería.
-Es porque lo viene muy rápido, debes comerlo más despacio -le regaño su madre.
-Lo bueno es que confirmamos que lo tienes- se burla Prudence, pero deja de sonreír ante la mirada seria de su madre.
-Habíamos hablado de esto, nada de molestarse- le regaño Portia a su primogénita.
-Está bien mamá, tantos días sin los comentarios de Prudence, hasta hacen que me sienta tan lista como Penélope -declaró Philippa. -No es sencillo ser la más bonita -dice suspirando de forma exagerada, aunque ante esto Prudence la patea, con nada de discreción.
-Me imagino que si-.
-Prudence y Philippa, no actúen como niñas- reclaman de tono bajo, pero amenazante Portia. Su sonrisa era forzada, miraba la heladería, que estaba más vacía que de costumbre. -Pasado mañana van a debutar, deben comportarse como señoritas en sociedad, dejen de hacer niñerías-.
-Si mamá -respondieron ellas.
Archibald y Penélope solo podían reír, de manera disimulada claramente, para evitar ser regañados por Portia Featherington.
Al llegar a casa, Penélope creía que guardaría ese día como uno de sus mejores días.
Un día antes del debut, las señoritas descansaron, les prepararon un baño relajante y se pusieron cremas, para el cuidado de la piel. Ante tanto tiempo preparándose para ese día, las tres señoritas creían estar preparadas para el debut, sin imaginar el pandemónium de esa mañana.
Las doncellas las levantaron muy temprano, las cosas estaba agitada, como músicos de una orquesta que aún no estaban en su posición, regañados por un gruñón líder de orquesta, en forma de Portia Featherington. El desayuno se sirvió muy temprano: -Tal vez no haya oportunidad de comer más tarde -comentó Portia a sus hijas, aún demasiado dormidas para hablar.
Luego del desayunó fue la vestimenta inferior, los corsés se ajustaban a ellas, pero las señoritas Featherington podían respirar tranquilas. -No muy ajustado, deben poder respirar y moverse- les ordenó Portia a las doncellas.
Penélope sintió que sus pechos subían demasiado con el corsé, pero así debía quedar según su madre. Con los nuevos vestidos, menos modestos en la parte superior, tendría que acostumbrarse.
Philippa caminaba con gracias y Prudence respiraba tranquilamente, cosa que debía confirmar a su madre de manera insistente. -No está muy ajustado, está bien, mamá - volvió a repetir, tal vez por cuarta vez la mayor.
El peinado recogido parecía durar una eternidad, porque debía quedar perfecto, en un punto Philippa se quejo, pero Portia la tranquilizó. -Si Dios quiere, solo será esta vez y nunca más -declaró con tanta angustia, como si ya quisiera terminar con semejante tortura. Lord Archibald Featherington, levantado, bañado y fresco como una fruta de temporada desentonaba como una mancha en un lienzo blanco e inmaculado, la calma en medio del torbellino de movimientos. -Todo está saliendo bien, realmente bien- le decía a su esposa, cuando estaba parecía apunto de hiperventilar.
El último detalle, los vestidos, se hicieron con tanta lentitud y meticulosidad, que las señoritas Featherington parecían querer enloquecer. Sin embargo, el momento donde podía salir del asfixiante ambiente de tensión, fue un suspiro, al menos de la parte más lenta.
Al salir Penélope mira a Eloise, ambas se saludan, incluso llega a saludar a Dapnhe. Al alzar más su mirada, sus ojos se cruzan contra con el de Colin, este la mira de una forma que Penélope no reconoce, pero al devolver su sonrisa, no cree que importa.
- Apresúrate Penélope, debemos llegar ante la reina- le dice su madre, ante ésto la menor de los Featherington se da cuenta que es la única que aún no se ha subido. Entonces lo hace, el carruaje se mueve y la ansiedad aumenta, pronto estarán frente a la reina.
Chapter 20: El debut: la presentación
Notes:
Holi, gracias a todos los que han comentado me re alientan. Estoy modo estudio activado, pero seguiré actualizando en lo posible. No se cuando era el baile y el debut, o sea cuanto tiempo después del debut es el primer baile, así que lo dejo con un día de diferencia.
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-Mientras Prudence no caiga, nos ahorraremos la vergüenza-, pensaba Portia camino a la presentación. - El corsé no está tan apretado, me aseguro de ello. Un problema menos, entraremos con Philippa en el medio, no tropezándonos. Advertí, al menos tres veces a Penélope de no dejarse vislumbrar por el lujo. Hemos practicado la inclinación, la sonrisa y el levantarse con gracia. Espero que todo esto sea suficiente, pasar inadvertidas es mejor que ser recordadas por tal horrible presentación-.
- Cariño- susurra suavemente Archibald, -las niñas se están poniendo tensas, debes relajarte-, ante esto Portia mira a sus hijas.
-Respiremos profundamente- les dice ella a sus hijas, -profundamente, para calmarnos un poco-. Estaban apretujados en el carruaje, la matriarca sintió su corazón latir salvajemente, Archibald tomó su mano, apretándola ligeramente. -Esperamos que todo sea rápido, si va bien comeremos postre hoy-.
Al llegar al Parlamento, las señoritas Featherington junto a su madre estaban más tranquilas, el ajetreo y el movimiento era exhaustivo, al entrar se despidieron del Lord, pero Penélope pudo acercarse a Daphne. -Te ves hermosa señorita Bridgerton -le dice ella mientras se inclina.
-Tu también te ves hermosa, señorita Featherington- le responde Daphne, con otra inclinación.
-Te ves muy bien Penélope -le dice suavemente Violet, con ese tipo de tono maternal que hace que el corazón de ella se sienta como chocolate derretido.
-Gracias Lady Bridgerton-.
-Espero que todo salga bien, debo decir que con tanto preparativo no pudimos tomar el té, espero corregirlo pronto. Se te extraña en las tardes de té-.
-Muchas gracias, me siento muy alagada- le responde la más joven de los Featherington.
-Penélope, no te alejes tanto- le dice su madre, acercándose a ella, detrás sus hermanas le seguían.
-Perdón mamá, me encontré con Lady Bridgerton y la señorita Bridgerton-, ante esto hay un saludo formar y algo rígido entre ambas partes.
-Lady Bridgerton, espero que pronto hablemos, tengo algo que decirle- le dice Portia, ante la mirada curiosa de Violet, ella continua: -me preocupa un poco, si podemos decirlo así, la informalidad entre el señor Bridgerton y Penélope, podríamos hablarlo después, al menos ese es i deseo-.
-Claro Lady Featherington, pero debo decirle que puede confiar en que Colin, mi hijo el cual no tiene la misma reputación que sus hermanos, es un joven caballeroso, que no haría nada indecente con su hija, son amigos, pero si tanto desea hablar de esto, podríamos hacerlo-.
-Claro, decente. Oh quería Violet, si tan solo supieras lo que tu caballeroso hijo le hizo a mi hija-, pensó Portia mientras sonería. -Claro, Lady Bridgerton, pero una charla con su hijo no vendría mal, solo para que recuerde la etiqueta con Penélope, al menos en publico-.
-Por supuesto, si tanto le preocupa, le doy mi palabra de hablar con mi hijo. Aunque usted conoce a los jóvenes, yo era mejor amiga de Edmund antes de casarnos, puede que las etiquetas...
-Pero mientras nuestros hijos, solo sean amigos es mejor mantenerlo formal, le pediré ese favor. Ya sabe para evitar malentendidos y rumores innecesarios-.
-Tiene razón-.
-¿Qué tanto susurran nuestras madres?- le preguntó Daphne a Penélope. -Parece serio -.
-Tal vez sea del debut, muchas madres están tensas-.
-Penélope, vamos. No podemos distraernos ahora-.
-Si mamá, -le respondió -nos vemos después- le susurro a Daphne, que solo le sonrió.
Ellas entraron antes que Lady Bridgerton, parecía que Portia sabía cuando le tocaría, pues ya estaban cerca de la puerta cuando les tocó su turno. Del otro lado escuchaban sus nombres, las señoritas estaban nerviosas, Penélope deseaba buscar a Eloise entre la multitud, pero las palabras de su madre volvieron a ella: -No mires arriba, abajo o a los costados, no busques a nadie ni te sorprendas con el lujo. Tu mirada solo debe estar en su majestad. Siempre al frente, Penélope, siempre-, tal sugerencia se la repitió al menos tres veces, por lo que al entrar, suprimió todo deseo de buscar a los Bridgerton, ella obedecería a su madre.
-Está es una prueba de fuego, lo primero que deseaba cambiar, aunque habían cambiado demasiadas cosas. Aunque no me quejo- piensa alegre Portia. -Hagamos esto, mis niñas- les susurra, para darles aliento cuando la puerta se abre. Philippa da el primer paso, entra adelante de sus hermanas, con elegancia, como tanto habían practicado. Sus hermanas entraron a sus costados y luego la misma Portia ingreso. Al caminar las tres estuvieron en la misma posición, se inclinaron con gracia, levantándose de manera adecuada. La reina solo sonrió sutilmente y las despidió. Al salir, todas suspiraron. -Lo han hecho bien, niñas las felicito. Me han hecho muy feliz, hoy comeremos un delicioso postre-.
-Pero no nos dijo nada destacable, a penas si nos miro- le dijo Philippa, algo triste. -Tanto esfuerzo...
-Están bien, solo una se llevará el halago de su majestad. Por hoy, esto a sido más que suficiente-.
-Bueno, si que te ves contenta, mamá- dijo Prudence encogiéndose de hombros.
-Entonces vámonos- les dice su alegre madre, pero mientras salían, ingresa Daphne, radiante y feliz. -Veo que le ha ido muy bien, felicidades señorita Bridgerton-.
-Gracias Lady Featherington- responde la susodicha señorita.
-Ha sido espectacular, ha llamado a Daphne la incomparable de la temporada- les dijo Violet Bridgerton, que solo el decoro evitaba que saltara en el lugar. -Bueno será mejor retirarnos-.
Ambas familias se despiden. Al poder por fin subir a su carruaje Se escucha un suspiro colectivo, en el cual Lord Featherington solo puede acompañar. -Lo han hecho todas muy bien, descansemos por hoy y comamos postre. Mañana será otro día. Aunque no será para nada quiero: vendrá su prima, la señorita Thompson y tendremos el primer baile de la temporada-.
-Si es verdad, ya quiero usar mis nuevos vestidos- responde de manera efusiva Philippa.
-Es verdad, nunca he usado un vestido morado, es el primero que usaré- aclama Prudence.
-Yo quería usar mi vestido morado- señala Penélope.
-Pues usa de otro color, no voy a repetir y menos contigo...
-Prudence, suficiente- regaña su madre. -Creo que el verde te quedará muy bien Penélope, resalta mucho tu cabello-.
-Si mamá, aunque también ya quiero conocer a nuestra prima...
-Penélope- interrumpe Portia, -esta muchacha no está aquí para hacer amigos, no se si deberíamos confiar en ella siquiera. Mientras mantengamos la distancia, mejor para todos-.
-¿No crees que estas siendo algo dura? -pregunto el Lord a su esposa. -Ni siquiera conoces a la muchacha-.
-No necesito conocerla, debemos centrarnos en nuestras hijas y en casar rápido a esa muchacha. Mientras más rápido deje nuestra casa mejor-, ante tal afirmación su esposo solo suspiro y asintió. -No agriemos mi buen humos, estamos celebrando que todo salió bien-.
-Pero solo a esa Bridgerton le fue bien- señalo Prudence.
-Eso no importa, estamos bien como estamos. Pudo ser peor y míranos, hemos salido ilesas y con eso es suficiente-.
-Vaya que estas contenta Portia, me alegro mucho- le dice su esposo. Ambos enredan sus brazos y susurran cosas que sus hijas muy atentas no escuchan, solo para reír solos.
-Bueno, seguimos aquí, no nos ignoren. Que groseros- se queja la mayor.
-Bueno, lleguemos a casa a descansar un poco- dice Portia, ignorando la queja de su primogénita.
En otro carruaje, los hombres Bridgerton hablaban animadamente, pero Colin solo podía pensar en lo bien que se había visto su querida amiga, con algo de vergüenza para si mismo, vi con demasiada atención su escote, viendo como fluctuaba con el movimiento de su cuerpo. De cierta manera agradecía que no hubiera volteado a verlos, pues no podría ocultar su vergüenza. -Contrólate Bridgerton- se regaña a sí mismo en su pensamiento. Aunque no podía negar que se veía bien, adorable, tierna, bonita. -Tal vez son mis sueños, verla en camisón me ha afectado demasiado-.
-Hermano- le dice Benedit. -¿Estás bien? Pareces perdido en tus pensamientos.
-Si solo repasaba lo ocurrido. Ha sido afortunado la aprobación de la reina a nuestra hermana-.
-Por supuesto que si-.
Aunque en la cena se siente atrapado. -Lady Featherington, me pidió que te recuerde que actúes con propiedad con Penélope- le dice su madre, ante esto, él casi se atraganta, llamando la atención de sus hermanos, aunque lo dejan tranquilo al verlo recuperado.
-¿A qué te refieres madre? -pregunta entre curioso y preocupado. -¿Lady Featherington lee los pensamientos acaso?-.
-Solo recordar mantener las normas sociales, aunque sea en publico para no dar una idea equivocada a futuros pretendientes- responde suavemente su madre.
-¿Futuros pretendientes? Pen apenas ha debutado hoy, ya piensa en futuros pretendiente- dice indignado.
-Claro, es nuestra tarea como madres. Además el primer baile es mañana, los hombres estarán atentos a las debutantes. Le dije a Lady Featherington que no tenía de que preocuparse ¿Me equivoque en mi afirmación?-.
-No madre, claro que no. Tengo a Pen en la más alta estima. No hay de que preocuparse-.
-Bien- respondió ella, pero el estomago de Colin no se sintió bien, incluso su apetito voraz se vio disminuido por solo pensar en los pretendientes para Pen.
Chapter 21: La llegada de Marina
Notes:
EL PRIMER BAILE ME RESPIRA EN LA NUCA MARCE
El baile se acerca gente
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-Creo que siempre he amado a Pen, de hecho cada vez que lo pienso estoy más seguro- le dice su yerno a Portia. Colin se veía bien, estaba con su pequeña hija en brazos, Portia tenía a su amado nieto, Lord Featherington.
-Dime: ¿Qué hizo que miraras a Lady Crane? Recuerdo claramente como estabas como cachorro perdido a su alrededor-.
-Bueno, no puedo decir que este equivocada, pero era joven e ingenuo. Veía a los demás hipnotizados por ella, entonces si todos la querían me convencí de que yo también. Para serle sincero, me di cuenta de mis sentimientos cuando la posibilidad de perder un Pen... bueno me abrumo, pero incluso antes de eso estaba confundido, anhelaba sus cartas, me entristecía por no obtener respuestas y releía sus antiguas cartas. Pensaba en ella, como el atardecer me recordaba su cabello, la profundidad de sus ojos azules e incluso me reía recordando sus chistes. Pero fui tonto, no me di cuenta de mis emociones, casi la pierdo por eso...
Era hoy, hoy llegaría Marina y Lady Featherington no estaba de humor, sentía que su gran humor era agriado por solo pensar en esa muchacha, que podría arruinar todo. En el desayuno miro demasiado a Penélope, pero con todo lo sucedido antes, ella fue la que más sufrió. -Hoy es el primer baile, quiero que luzcan deslumbrantes niñas, como estoy segura que son- comienza en el desayuno. -Elijan con cuidado sus peinados y joyas, para dividirnos podemos empezar presentándolas a algunos caballeros. Estaremos atentos a ustedes, -les afirman con seguridad, sabiendo que en momentos como estos es lo que ellas necesitan. Archibald asiente junto a ella, pero debe poner en orden todo: -su padre estará cuidando a Prudence y la invitada que vendrá. Yo me encararé de Philippa y Penélope- les dice, aunque a su primogénita no le ha gustado para nada la idea.
-¿Por qué? Soy la mayor, debería tener un mejor trato que ellas- se queja Prudence.
-No es por tratos, es necesario, no puede vigilarlas a las tres al mismo tiempo. Tu padre se quedará a tu lado todo el tiempo, solo debe vigilar que nuestra invitada se comporte y los caballeros con ella. En si, tu tendrás atención más privilegiada, tus hermanas deben conformarse con una atención dividida, además tal vez hable un poco, que es una fiestas sin chismes-les dice, sabiendo que Prudence se sentiría especial. Terminada toda queja, Varley se acercó a la mesa con cartas, invitaciones, pero Portia ignoró todas ellas para centrarse en Lady Whistledown. Empiezo a leer, suspirando de alivio: - No hay comentario sobre cerdas, aunque no ha agregado un comentario favorecedor, más bien neutral de nuestra familia - piensa, aunque sigue leyendo, ignorando a sus hijas que le hablan. -Sin embargo alaba a Daphne y los Bridgerton en general, no es una victoria, pero al menos es mejor que la primera...
-¡Mamá!- grita Philippa, llamando la atención de su madre. -¿Qué es eso? Te pusiste a leerlo y nos ignoraste completamente-.
-Parece ser una nueva columna de chismes, aunque en este caso si nombra a las personas por nombre y apellido. Bastante innovador- respondió mirando a Penélope, ella aunque trata de disimularlo el halago de su madre la hace sonreír.
-Pues no conozco a ninguna Lady Whistledown- dijo Philippa, tratando de leer la columna con Prudence, que parece no tener intención de compartir su lectura.
-No existe ninguna dama con ese nombre, debe ser un seudónimo- le dice Portia a Philippa.
-¿Qué cosa?- pregunta su segunda hija confundida.
-La autora oculta su verdadero nombre con uno falso- explica Penélope, -eso es lo que significa-.
-Pues seguro es una Bridgerton, los halaga mucho- responde Prudence. -A nosotras a penas si nos nombran, solo dice que salimos juntas al mercado matrimonial, debe haber algo más interesante que decir de nosotras-.
-Creo que no podría decir mucho de las debutantes con solo verlas, más si no son muy conocidos, los Bridgerton son conocidos y queridos dentro de la alta sociedad. Creo que su comentario es más que suficiente -declara Portia.
-Parece que a mamá si le gusto -dice Philippa, pasando la columna a Penélope.
-Bueno los chismes siempre es algo que se da mucho entre las damas, tal vez si triunfe donde otras columnas lograron perecer- dice Archibald, para luego tomar el té.
-Pues estoy casi segura que los hombres son tan chismosos como las mujeres, querido no tengo ninguna duda- declara con firmeza Portia, ante esto su esposo toce levemente, aunque sus hijas se ríen sin ningún disimulo.
-Me estoy acostumbrando a que se hablen así, de hecho me parecen adorables- declara Philippa mirando a sus padres.
-Amor de viejos, no me interesa- refuta Prudencia.
-Con esa actitud segura te casaras con un cascarrabias, ya que hablan el mismo idioma- le replica su segunda hermana, imitando gruñidos y una cara de asco.
-Si es tan así, entonces tu te casaras con una persona que apenas pueda pensar, así sus mentes pequeñas entiende...
-Niñas, es suficiente. No arruinen mi desayuno ¿Qué te ha parecido Lady Whistledown, Penélope?- pregunta la matriarca, para desviar el tema lo más rápidamente posible.
-Me ha gustado mucho. Aunque me gustaría saber que le pareció a papá, estoy seguro de que podría leer esta columna-.
-Bueno, -dice Archibald, tomando la columna, al poco tiempo empieza a reír. -Pues debo decir que tiene muchos comentarios interesantes, pero si es demasiado halagadora con los Bridgerton, es una de ellos o una admiradora, teniendo en cuenta lo influyentes que son, seguro es lo segundo-. El desayuno terminó amenamente, Portia no recuerda desayunos tan animados sin los maridos de sus hijas ni su nietos, pero están ocurriendo bastante seguido.
Las preparaciones para el baile empezaron, el baño se realizó temprano, igual que el cuidado del cabello para cada Featherington. "Los rizos perfectos no se hacen solos". Aunque en la hora del té, toda preparación se vio interrumpida por Lady Cowper, quien había venido a hablar con Portia. Aunque está, debe decir, estaba menos que encantada.
-Veo que se están preparando, aunque ya falta poco. El peinado siempre lo preparo en la noche...
-Lady Cowper, aunque agradezco su visita, estoy segura que con todo lo que hay que hacer... bueno seguro esta muy ocupada-dice, aunque aún así sirve el té.
-Bueno no hay duda, vine a saber si su invitada había llegado, con tantas debutantes este año, parece que habrá mucha competencia y usted querida Lady Featherington, cuatro debutantes suena mucho trabajo-.
-Bueno, confió en que mis niñas se casen en su primera o segunda temporada, con respecto a está invitada, solo el tiempo lo dirá- sonríe Portia, pero tensamente. -Malditas reglas de sociedad, si pudiera echaría a esta bruja de mi casa-.
-Aunque la mayor amenaza, sigue siendo y por mucho la señorita Bridgerton, con su debut, los hombres estarán sobre ella seguro, pero esperemos que se case rápido- continua Lady Cowper, hablan de Lady Whistledown y otros chismes, pero Portia a penas respiro cuando se fue.
Una hora después, cuando sus hijas ya estaban por cambiarse, peinarse y maquillarse, llega Marina. Todas se reúnen en la sala, menos Lord Featherington, reunido con su abogado en el estudio. Entonces ella entra, regia, con seguridad y una sonrisa. -Es hermosa -declara con entusiasmo Penélope, Portia no puede hacer más que temer por su corazón y por el tonto muchacho Bridgerton, que por alguna razón ha cautivado a su familia.
Los saludos y presentaciones son formales y aún rígidos, aunque Penélope tiene un acercamiento a Marina, que hace que a Portia le duela la cabeza. -Señoritas prepárense para el baile, señorita Thompson Varley y yo la acompañaremos-. Al llegar a la habitación, Portia despide a Varley -cuando salga-, le dice a su ama de llaves, -quiero que mandes una doncella que ayude a la señorita Thompson-, ante esto Varley se fue, dejándolas solas.
-Agradezco el gesto de acompañarme, pero yo...
-¿Ha estado con algún hombre, señorita Thompson?- pregunto Portia, sin andar con rodeos.
-¿Cómo dice?- pregunta ella a la defensiva, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
-Lo que pregunte, no andaré con rodeos, está es la primera temporada de mis hijas, quiero que todo salga bien. Pero tú, no eres mas que una desconocida, por eso necesito preguntar. Lo que menos quiero es un escandalo por una soltera embarazada bajo mi techo-.
-Yo no...
-Señorita Thompson, puedo ser su aliada o su peor pesadilla, eso lo decide usted, pero si estás en contacto con un hombre, al que hayas entregado tu virtud, entonces mejor decirnos la verdad de frente ¿Cuándo deben venir sus cursos?-.
-Yo... dentro de una semana, tal vez un poco más- responde ella nerviosa. -Entonces lo oculto por más de un mes, maldita- pensó Portia, sintiendo como el enojo se intensificaba. - ¿Por qué ?- ella duda en preguntar. -Mi padre le dijo alguna cosa, a usted o a Lord Featherington- afirmo ella.
-Si tus cursos no llegan y has estado con un hombre, puede que estés embarazada. No quiero ser dura contigo, si estas en contacto con el joven, mejor avisarle antes de que sea tarde. No quiero ser su enemiga, pero no quiero problemas ¿Entiendes?-.
-Si, entiendo, creo que la próxima carta llegará en unos días-.
-Escúcheme, es culpa de nosotros los padres no decirles a las niñas sobre las relaciones maritales y sus riesgos. Sin embargo, ya no hay vuelta atrás, mejor tratar de que el padre del bebé venga...
-No sabemos si estoy embarazada y él...- suspira con tristeza- esta en el campo de batalla, en España-.
-Eso no me importa, ese muchacho hizo lo incorrecto contigo, pero ni mi familia ni yo cargaremos con sus errores. Inmediatamente después de que llegue su carta le dirás que regrese, de tu embarazo y de que la señora de la familia que te patrocina, está loca y piensa casarte con un anciano-.
-¿No le parece exagerado? -pregunta Marina, mirándola con duda y miedo, pero Portia no se inmuta.
-No, señorita Thompson. Es lo que pasará si resulta embarazada y sin el padre para casarse con usted. Debe saber una cosa, hago todo por mi familia, sobre todo por mis hijas, incluso mataría por ellas si fuera necesario. Sin embargo, no quiero que nada drástico tenga que pasar. Quiero lo mejor para mi familia, lo que menos necesito es un escandalo-.
-¿Qué pasa si no estoy embarazada, le abre avisado en vano?-.
-No, lo importante es casarte y que ese irresponsable se haga responsable de
-George no es...
-¡Es irresponsable! Piense en lo que le he dicho, mejor terminar esto más temprano que tarde. Ahora vístase, necesita estar presentable para el baile- dice tajantemente, mientras se va.
-¿Cómo puede ser tan cruel?- pregunta Marina al verla salir.
-Cuando tengas a tus hijos en brazos, entenderás que una madre hace locuras por sus hijos, prepárate-finaliza Portia.
Chapter 22: El sueño de Colin: la presentación
Notes:
Gente, no creo publicar hasta el domingo, me veo muy mal en el examen, pero culpo mi pésima organización y lo incompleto de mis guías de estudio. Entro en pánico :(
Sin embargo quería escribirles algo antes del baile, corto, pero espero que les guste.
Cada comentario se los agradezco de todo corazón pues hacen que me anime mucho a seguir escribiendo está historia y también me dan ideas.
Ahora algo personal: estos días estuve y estoy leyendo el libro de Jeremías, del antiguo testamento, es deprimente, luego escribe Lamentaciones, pero se entiende, imagínense que Dios lo llama en su juventud, les dice que ya lo había escogido desde el vientre, no podrá casarse ni tener familia, debía hablar con verdad al pueblo de Judá (en esa época Israel se dividió en dos, en Judá estaba Jerusalén), ver todo el caos, destrucción y muerte que ocurriría, hasta el punto donde se quedaría desierta (hasta que regresaron varias décadas después), hablarles a todos, nadie te cree, te quedas solo, eres odiado y te intentan matar varias veces. Lo peor es que ves como cada cosa empieza a suceder. Jeremías siente tanta soledad, confusión y tristeza por su pueblo, que te da ganas de abrazarlo. En fin, releer esté libro es increíble, profecías de como los gentiles (no judíos) reconocerían a Dios, de restauración y promesas del mesías. Releerlo es toda una experiencia, tal vez después lea Ezequiel, su primer capitulo es tan flashero (demasiado loco, increíble, nada común), que aparece en las películas de extraterrestres, como el primer acercamiento, muy loco, pero me encantan. Debería leerlo en orden, pero me cuesta muchísimo leer la ley de Moisés, Números es difícil de leer. Así que aquí estoy leyendo un capítulo al día, completamente en desorden en el orden de los libros, pero me encanta.
¿Sabían que cuando Dios se refiere a su pueblo/ iglesia , lo hace con la alegoría de una mujer? Tipo se representa como un pueblo/país/ iglesia, como una mujer, pasa con Israel, Judá y la iglesia de Cristo en el nuevo testamento.
Chapter Text
Entonces la ve, con su vestido de presentación, entra caminando con gracia, no hay nadie a su alrededor, no entra con sus hermanas y madre, entonces se da cuenta. Él está sentado en el lugar de la reina, la habitación esta vacía, ellos solos están presentes, con un pasillo largo que los separa. Al darse cuenta no sabe que hacer, pero no se mueve, Pen se acerca, con su hermoso vestido de debut, pero mientras camina suelta su cabello, que cae con sus rizos libres. Sus ojos azules lo miran fijamente, con un brillo que él considera precioso. -Pen, tus ojos siempre parecen brillar cuando me ves- dice con una voz ronca. Siente un inmenso deseo de bajar, pero es como si estuviera paralizado, entonces ella llega, se inclina, tal como hizo ante la reina, pero está vez solo lo mira a él, siente la boca seca, quiere decir algo, pero queda paralizado ante la intensidad de su mirada. Pen no se levanta, queda en el suelo, entonces habla y él aún sintiéndose impropio mira demasiado su escote, sus labios y sus ojos intentos. -Bésame Colin, quiero saber que es un beso y solo quiero que tu lo hagas- declara con tal firmeza, pero con una ternura que lo hacen estremecer. Entonces por fin puede pararse, baja del trono real, para acercarse a la mujer que está frente a él.
-Pen -dice mientras toma su mano, la ayuda a levantarse y ambos se abrazan. Su cuerpo calienta el suyo, pero es más profundo, siente un fuego que lo consume por dentro, un gozo en su alma que parece saltar dentro de él, con una sonrisa tímida, ella cierra los ojos, esperando el ansiado beso. Y él, no la haría esperar...
-¡Colin!- grita la matriarca Bridgerton, entonces el susodicho despierta con un gruñido primitivo, entre la frustración y la ira. -¡Colin, es tarde y hoy es muy importante!- le regaña su madre. -Es tarde y ya te has saltado el desayuno ¿Piensas dormir todo él día? Tu pobre ayudante de cámara quiso despertarte: ¡Lo empujaste!- sigue regañando Violet. -Hoy es el primer baile de la temporada y me gustaría no tener que estar detrás de mis, ya mayores debo decir, hijos varones. Solo quiero que tomen esto enserio y...
-Entiendo mamá- susurra el tercer Bridgerton, aunque la frustración no se ha desvanecido del todo. -Puede que hayamos tomado unas copas, para celebrar el debut de Daphne. Pero solo déjame solo un momento, me prepararé y me portare bien- prometió él, mientras su ayuda de cámara se acercaba, da una ligera disculpa, pero él sabe que si pudiera volvería a dormir, tratando de ver el final de su hermoso sueño. -Por Dios, mírame pensando así de una amiga cercana, en Pen nada menos ¿Estaré enloqueciendo?-.
Colin había tomado una decisión, hoy en el baile trataría de distraerse, bailar con otras mujeres, tal vez con Pen, él deseaba verla, pero no sabía si podría mirarla fijamente a los ojos, con los que solía soñar en estas últimas noches, sin sentirse avergonzado. Si estar con ella solo aumentaría su confusión interna, pero no verla en todo el baile no era una idea que le agradará del todo.
Chapter 23: El baile: ¿Colin caótico empieza a surgir ?
Notes:
La conversación entre Benedit y Colin está inspirada en un comentario que me dio la idea. Gracias Ravenkag
Me ha costado recuperarme del cansancio mental y físico que me ha dado tantos días de dormir mal y estudiar. El baile requiere toda mi concentración, pero ya el próximo capitulo continua, serán varios capítulos cortos. Dejen sus comentarios que me encanta leerlos y me súper animan a seguir.
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La tarde iba bien para Colin Bridgerton, hasta que su madre le habló nuevamente, casi regañándole como si fuera un niño, al menos así se sintió el tercer Bridgerton.
-Nunca haría nada inapropiado con Pen, ella es una querida amiga, mamá tu... ¿De dónde viene está conversación? ¿Crees que evitaré que Pen tenga pretendientes o algo así?-.
-Colin, Lady Featherington habló conmigo. No fue una conversación larga, pero entiendo su preocupación. Si los hombres solteros ven como otra joven soltera es más cercana a un joven, que debo decir no es su pretendiente, tal vez no lo vea con buenos ojos. No digo que no hables con ella, solo que en las reuniones sociales y bailes... bueno respetes un poco más las normas sociales- responde vacilante Violet.
-¿Dices que no respetan las normas sociales? Pluma y yo...
-Ahí está- declara Benedit
-Tu también, no puedo creerlo Benedit- reclama Colin a su hermano. -Pen es una gran amiga de la familia- se justifica.
-Pero yo no la llamo así, le digo señorita Featherington, como cualquier soltero de la sociedad debe hacerlo. No digo que no la tenga en alta estimación, solo que no estás siendo apropiado con ella. Si un pretendiente que tal vez sea su futuro esposo...
-¡¿Futuro esposo?!- pregunta exaltado Colin. -Aún no ha pasado el primer baile y ya parecen estar casando a Pen-.
-Colin, cielo- comienza Violet. -Lady Featherington ha declarado su deseo de casar a sus hijas, Penélope podría casarse está temporada-.
-¿Qué tiene de malo que la llame Pen? ¿Por qué no puedo ser como siempre con mi amiga? Acaso estar en sociedad resta el valor de nuestra amistad-.
Benedit mira a su madre antes de hablar, pero lo hace con una firmeza poco común en él: -Colin ¿Entiendes que si la señorita Featherington se casa, puede que ya no puedan seguir con su amistad? Tal vez este distanciamiento sea bueno...
-No podría ser bueno -le interrumpe su Colin a su hermano, aunque en el fondo se alegra de no tener está conversación con Anthony. -¿Cómo podría ser bueno? Jamás dejaría a Pen...
-Si tú o ella se casan con otras personas, lo más seguro es que ni tu futura esposa ni su futuro esposo se entusiasmen con una amistad de hace años, piénsalo: ¿Si estuvieras casado con Penélope, te gustaría que un hombre atractivo esté siempre con ella, la haga reír y tenga tanta confianza con ella, tu esposa?-.
La imagen de Pen con un vestido de novia, de su cabello cayendo sobre sus hombres, de verle con ojos brillosos impacta en su mente. Sin embargo la imagen cambia a ella en camisón, en el sueño que tuvo de ella: - Te deseo, Colin- suele decirle en sus fantasías. Pero pensar en ella con otro se siente incomodo, raro y molesto como si golpearan su estomago lleno, un malestar que lo haría vomitar. -No me gustaría, ella sería mi esposa...-responde Colin.
- Ves, debes entender nuestra postura. Probablemente deba mudarse lejos, no podrá venir tan seguido a tomar el té, no sabremos si podrá siquiera... tal vez la idea de perder está amistad sea algo que debas aceptar. Si Portia está tan decidida a casar a sus hijas, no dudo que hará lo que pueda para hacerlo-.
-Pero... yo no quiero perderla-.
-Colin, tal vez un poco de distancia no sea del todo malo- empieza suavemente Violet. Pero ve como su hijo niega frenéticamente con la cabeza.
-¡No! -exclama Colin. -Si quieres que no esté pegada a ella lo haré, no pensaba buscarla en el baile. Pero si mi destino es perderla, estoy más determinado que nunca que aprovechar este tiempo con ella-. No dispuesto a seguir escuchando sale de la habitación, aunque escucha un: -Creo que lo hemos empeorado- de su hermano.
Cuando llegó la hora del baile, Colin estaba más ansioso que nunca. Benedit se le pegó apenas bajo del carruaje, pero él lo ignora. Al entrar al enorme salón, bellamente decorado. Busca, una y otra vez, una melena pelirroja para seguir. Entonces la ve, su boca se reseca, sus ojos la enfocan, olvida todo lo demás. Solo puedes mirarla, con un vestido oscuro, nada parecido a sus vestidos amarillos. El verde le sienta bien, para Colin se ve perfecto, mientras más se acerca puede ver el corte, el busto tan visible. Se queda paralizado viéndola, cuando sus ojos se encuentran siente como lo alejan de ella.
-¡Colin, compórtate! -le regaña Benedit. -No estás viendo que ya está hablando con futuros pretendientes, claro que no lo veías ni la mirada asesina de Lady Featherington-. Entonces Colin vuelve a ver a Pen, pero no puede un caballero tapar su vista, lo que lo irrita mucho. -Colin, no hagamos una escena, Dios deja de tratar de soltarte-.
-No me agarres- le reclama a su hermano. -Quiero hablar con ella-.
-Bueno está bien- ambos se detuvieron, pero Benedit no lo suelta. -Dale un momento a la señorita Featherington, baila con otra joven y yo mismo te acompañaré a su lado ¿Entiendes?- pregunta con irritación. -Mamá pidió que te vigilará, solo dale un tiempo-.
- Pero yo... -Colin suspira. -Está bien-. Pero Colin estaba lejos de estar bien, estaba inquieto, molesto e irritante, pero a su hermano no parecía molestarlo.
-Con esa cara alejas a las debutantes, me encanta- le dice Benedit, aunque no se había despegado de él. Entonces Colin Miro como una multitud de caballeros comenzaba a dispersarse, otra vez la joven morena era invitada a bailar. -Parece que el diamante de la reina baila muy poco, mientras que la nueva se lleva toda la atención. Culpo a Anthony por...
Colin dejo de escuchar, en la pista de baile estaba Pen quien no se veía muy cómoda con Lord Fife, - ese desgraciado seguro intenta algo con mi Pen -. Pero al tratar de ir hacia esa dirección su hermano lo agarra nuevamente. -Suéltame, ese hombre es conocido por jugar con las debutantes...
-Colin, mira- le señala su hermano, entonces ve como Pen le da un manotazo, tan disimulado para quienes no prestan atención. - Bien hecho, Pen - piensa el tercer Bridgerton con orgullo.
-Debo ir a verla, déjame buscarla después del baile y yo...
-Ni hablar, le dije a mamá que le daría tiempo a la señorita Featherington. Además no has bailado con nadie más, raro en ti- le reclama su hermano.
-Pero no puedo dejarla sola con cualquier sinvergüenza- contrataca Colin.
-Ella parece defenderse sola- le señala su hermano. Entonces Colin suspira y acepta ir a bailar. Se acerca junto a su hermano a la morena, quien salía de la pista de baile.
-Señorita...
-Thompson-respondo ella. -¿Señor?-.
-Bridgerton y este es mi hermano, quería saber si tenía espacio en el próximo baile-. Después de deshacerse de su hermano, Colin comienza a bailar con la recién llegada. La ve hermosa, se ríe adecuadamente de sus chistes. -¿Entonces de dónde ha salido, no la hemos visto en el debut?-.
-Pues solo he llegado hoy, me quedo con la familia Featherington- responde ella.
-¿Con los Featherington, eres un familiar o una amiga de sus hijas?- pregunta Colin, al mencionar el apellido recuerda el porque del baile, quería deshacerse de Benedit y buscar a Pen.
-Soy una prima lejana en realidad, aunque mi prima Penélope ha sido la más cálida conmigo hoy, ya que no las conozco a decir verdad-.
-Me imagino, ella es una persona maravillosa, soy amigo de Pen por cierto- le dice orgullosamente.
-Vaya me sorprende que no hayan hablado aún-.
-Bueno la estaba buscando y tal vez que su madre no estuviera cerca, ella puede ser...
-Intimidante, una bruja total- ante esto ambos se ríen.
-Bueno, puede ser, pero no lo has escuchado de mi ¿Sabes dónde puedo encontrarla? Me refiero a Pen-.
-Esta hablando cerca de la mesa de refrescos- le dice con calma, pero el corazón de Colin salta de la emoción. Entonces voltea a ver a Pen, sin su madre pero con un caballero, Lord Remington. Ambos parecían sumergidos en una conversación, riéndose. Cosa que molestó un poco a Colin, sintió una molestia que lo quemaba por dentro. -¿Señor Bridgerton?- pregunto la señorita Thompson, aunque Colin se disculpo por la distracción, seguía tratando de ver a Penélope en cada momento que pudiera. Cuando el baile termina, se inclina ante la recién llegada, para luego hacer lo menos caballeroso. Salir corriendo, huyendo de su hermano quien se acercaba, con una dirección clara: Penélope Featherington.
Chapter 24: Varley se preocupa
Summary:
Perdón por hacer una pausa del baile y una actualización tan corta, sentarme a escribir ha sido difícil, crisis.
Gracias a Dios puedo decir que mi hermana mejoró mucho, espero que mi sobrino nazca sano y ya no cause dramas , aunque aun quedan unas semanas💞 si hay una mamá leyendo, gracias lo que has hecho y haces es genial. Realmente admiro como pueden llevar ese peso, literal, con todos los cambios emocionales y físicos y luego ser tan dedicadas al nacer el niño. Un embarazo puede ir todo bien, pero con tantos factores en contra, decidir tener un bebé no es sencillo, pero para las que lo han decidido 💖 son geniales, creo que se las critica demasiado, como si debieran pasar por tantos cambios en silencio y sin queja, esa gente no tiene hijos o no se, porque realmente no tienen validez, está bien estar cansada, enojadas o irritadas, sus organos estan apretujados, sus homonas descontroladas, es valido que se sientan casandas .
Dios las bendiga a todas 💞💖
Perdonen la actualización tan corta.
Chapter Text
Era tarde, pero dado todo el ajetro de tener que preparar el debut y el baile, ningúna de las doncellas de la casa pudo cambiar las sabanas. Aunque Varley se dió cuenta que poco usaba su cuarto la señora de la casa, al ir a la habitación del barón se da cuenta de algo. Le pregunta a una doncella la fecha, al escuchar la respuesta, baja con las sabanas apresuradamente.
Buscá y rebusca entre ellas, pero no hay ninguna mancha de sangre. -Tranquila Varley, puede atrasarse unos días, Lady Featherington ha estado estresada- se dice así misma. -Si, es eso el estrés -se ríe sola y niega con la cabeza. -Claro, aunque si no... tal vez deberías hablar con la señora por si... Pero preocuparla en vano, tal vez esperar unos días a qué esté más calmada. Es pronto para saber algo, es estrés. No pienses demasiado en esto-.
-Señora Varley está hablando sola-dice una de las doncellas que trae sábanas.
-Si, debe ser el cansancio o la vejez- responde Varley sin prestar atención. -Dime ¿una de las señoritas ha sangrado?- pregunta.
-Claro, la señorita Prudence, creo que ella y su madre comparten este tiempo del mes. Realmente se había enojado que le pasará el mismo día del baile-.
-Claro, si- dijo Varley algo nerviosa. -Aún es temprano para sacar conclusiones, tal vez esperar unos días sea lo mejor- pensó mientras seguía con sus tareas.
Chapter 25: El baile: Portia una madre protectora
Notes:
hola gente, como están?
Yo bien estoy viendo El Eternauta, está en Netflix y es Argentina basada en una historieta o comic, pero llevada a la actualidad. Si les gusta la ciencia ficción y el futuro post apocalíptico, se las súper recomiendo, voy por el quinto, ya es tarde y con mi familia la terminamos mañana, pero vale completamente la pena, al menos estos capítulos y encima está Ricardo Darín.
Otra cosa, sabían que en Jeremías (de la Biblia) en el capítulo 6 creo aparece un lugar que en un discurso de Jesús se traduce como infierno, es un lugar cerca de Jerusalén, tipo un valle donde se adoraba a un dios llamado Moloc, la gente entregaba a sus hijos para ser sacrificados en el altar, donde se quemaba, luego se usaba para quemar basura. Otra referencia que hace Jesús a Jeremías, es cuando tira las mesas en el templo: "han convertido mi templo en casa de ladrones" es parte de lo que Dios le dice a Jeremías que le diga al pueblo.
Espero que les guste este capitulo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
-¿Sabías que nuestros hijos adelantaron sus votos?- preguntó Portia a Lady Violet Bridgerton.
-Lo suponía, el amor es así. Con mi Edmund apenas podíamos estar separados, adelantar los votos cuando hay tanta confianza y pasión- suspira mientras la ve, -es casi inevitable-.
Portia habló con Penélope antes de entrar al gran salón de Lady Danbury. -Hable con Lady Bridgerton, no me mires así- le dice a su tercera hija, luego que frunciera el ceño. -Hable con ella porque no confió en ustedes, recuerda llamar al joven como corresponde: señor Bridgerton. Hablaras, bailaras y luego si es necesario hablaras con el Señor Bridgerton, pero no es una prioridad-.
- Mamá ya te dije que solo somos amigos-.
-La amistad entre una jovencita debutante y un joven soltero es... no es habitual Penélope, debes tratar de hablar con futuros pretendientes-.
-Sí mamá- asiente Penélope, pero con una expresión mas propia de la mayor de los Featherington.
Entonces Portia se relajo, sus hijas llamaron más la atención que la primera vez, aunque claro todas las debutantes palidecen ante Marina Thompson. Pero esto a Lady Featherington, poco le importa. Al cuidar a Penélope y Philippa en vez de estar contando chismes con otras madres, siente que está aprovechando más el tiempo. Sin embargo, Philippa es invitada a bailar, pero Penélope parecía retorcerse en su lugar: -Tranquila, mira ahí vienen caballeros, se tu misma, habla de lo que te guste- le aconseja su madre, mientras deja a su hija soltarse. Entonces ve como Penélope se desenvuelve, hace reír a un grupo de caballeros, que parece recorrer la pista examinando a las nuevas debutantes como quien examina lo que quiere comprar en un mercado. Al acercarse su esposo junto a Prudence, Portia descuida un momento a su tercera hija, mientras que el caballero que bailó con Philippa la acerca a su madre. -¿Cómo les ha ido?- pregunta al ver los brazos cruzados de su hija mayor, que Portia trata de sutilmente descruzar, mientras le señala que sonría un poco.
-Estos caballeros son aburridos y no me caen bien -le dice su hija mayor. -Ni los guapos me han caído bien- clama como si fuera una desgracia.
-Bueno, no has sido exactamente amable con ellos...- dijo nerviosamente su padre.
-Mamá dijo que seamos nosotras mismas, así que así he sido- reclama Prudence.
-Portia- llama a su esposo.
-Si esos caballeros no pueden con el carácter de Prudence mejor mantenerlos lejos. Habrá alguno que no le moleste- afirma Portia manteniendo su posición.
-¿El señor que baila con Penélope, no es el pervertido que nos señalaste, mamá?- pregunta Philippa mirando la pista de baile, mirando a su tercera hija completamente incomoda, con Lord Fife babeando prácticamente sobre sus pechos. Pero al ver como Penélope no permite que las manos se vuelvan errantes, un orgullo floreció sobre su pecho. - Cuando el baile termine, las señoritas vendrán conmigo, daremos una vuelta por el salón-les ordeno Portia a sus hijas. -Archibald vigila a la invitada-, su esposo solo ascendió.
Apenas terminó el baile, Portia tomó su tercera hija y la llevo junto a sus hijas, sin dar la oportunidad al señor de ni siquiera despedirse. -Estoy orgullosa Penélope, lo has hecho muy bien, eso es soportar con elegancia-.
-Gracias mamá. ¿Adónde vamos? -pregunto mientras caminaban por el salón y se acercaban a la mesa de refrigeradores. Junto a esa mesa estaba un hombre sentado, en uno de esos aparatos que le da movilidad a los que no podían caminar por si solos. -Lord Remington- saluda Portia. -les presento a mis hijas: Prudence, Philippa y Penélope Featherington-, clama señalando a cada una. -Mi hija menor es una jovencita muy curiosa sobre la sociedad, quería saber si podría actualizarla con las noticias, estoy segura que ni la mismísima Lady Whistledown estaría tan informada- lo elogia Portia.
-Lady Featherington ¿Qué creerán sus hijas de mí? Pero debo decir que si me gusta estar informado de todo. ¿A usted también la señorita Featherington?- le pregunto a Penélope.
- He de decir que me gusta el cotilleo y para ser mi primer baile, me he sentido tan encantada como abrumada- responde su hija, mucho más animada.
-Entonces los dejo hablar, daré una vuelta y volveré después- digo mientras los veo platicando. Al alejarme puedo distinguir a Lady Bridgerton, pero la señora Finch junto a su hijo, Albion Finch aparece a su costado. -Señora Finch- saluda Portia, pero ve que la susodicha no se siente muy agraciada por tal saludo.
-Lady Featherington- saluda ella cortésmente.
-Veo que tiene uno de sus hijos en el mercado matrimonial, quería presentarle a mi hermosa hija: Philippa Featherington- ante tal presentación, la hija mayor no tardo en mostrar su descontento. -Y mi hija mayor Prudence-.
-Claro, este es mi hijo Albion - ante esto el se inclina y saluda a las Featherington. Mira a Philippa y estornuda.
-Lo siento estoy nervioso, le gustaría... bueno yo ¿Le gustaría bailar señorita Featherington ?-.
-Claro -responde Philippa. -Aunque el baile ya había comenzado, el próximo baile podría ser-aclara.
-Me gustaría que aprovecharan este tiempo hasta el próximo baile, ya saben para conocerse mejor, más con una acompañante tan agradable como usted, señora Finch- declara Portia, a lo que la señora quiere replicar, pero su hijo concuerda con gran entusiasmo. Al dejar a Philippa se dirige a Lady Bridgerton. -Veo que hablo con su hijo, me alegra mucho Lady Bridgerton- dice Portia después de los saludos correspondientes.
- Veo que su misión de casar a sus hijas está muy firme, aun en el primer baile- declara Violet.
-Bueno, que mejor momento que el ahora, aunque no he visto a la diamante bailar esta noche- declara Portia, orgullosa de que esta noche sus hijas hayan pisado más la pista de baile que la misma diamante, aunque eso sea por error de Lord Bridgerton.
-Si bueno, tal vez Colin no sea el único hijo con el que deba hablar, pero esa es la tarea de una madre, guiar a nuestros niños, aun cuando no son tan pequeños- dice Violet, aunque su tono y su copa casi vacía indicaba más que sus palabras.
-Claro, a veces pienso que aún cuando mis jovencitas se casen debo estar ahí, para ellas. Es tan rápido como pasa el tiempo. Al menos tienes a tus otros hijos más pequeños, aún falta que se salgan debajo de tus alas-clama Portia, sin importar la cara de aburrimiento que pone su hija mayor.
Ante esto Violet sonríe. -Soy afortunada, aunque si admito que extrañaré a cada uno de mis hijos cuando se vayan de casa. Pero mi deseo es que encuentren el amor, así como yo y su padre lo encontramos- declara con nostalgia y seguridad.
-Claro que si, es un deseo noble, le agradezco haber hablado con su hijo -le digo mientras ve a bailar a Colin con Marina, aunque Portia no puede evitar preocuparse. - Ese mocoso ¿cometerá los mismos errores de antes? - se pregunta la matriarca Featherington, mientras le sonríe a Lady Bridgerton.
-Puedo asegurarle que no era necesario, Colin es un caballero y...- se interrumpe, mientras ven como el susodicho escapa muy rápido de la pista de baile, para luego ver al segundo Bridgerton pasar rápido a su lado, aunque retrocede al ver a su madre.
-Perdón se me escapo, no se donde ha ido- le dice a su madre, agitado y nervioso, aunque sus ojos se abren al ver a Lady Featherington frente a él. -Lady Featherington, señorita Featherington, un gusto verlas-.
-Si, es bueno verlo señor Bridgerton, si me disculpan iré a ver a Penélope- declara para volver a la mesa de refrigerios, seguida de su hija mayor, Benedit y Violet Bridgerton. Aunque no llegan a la mesa, para ver como Penélope y Colin salen del salón. Con la señorita tomada de la mano de su mejor amigo.
-Ese idiota- maldice Benedit.
-Bueno Lady Bridgerton, espero que eso de ser un caballero sea cierto, porque esto es fácilmente considerado poco caballeroso- señala Portia con irritación.
-Tal vez fueron a la terraza, vamos y seguro podremos alcanzarlos- señala Violet, ya dirigiéndose hacia el balcón más apartado, con paso decidido.
-Esto si es divertido -señala Prudence mientras sigue a su madre y los Bridgerton.
Notes:
Esto es una reflexión personal, pueden saltearlo, gracias por leer hasta aquí.
Algo muy curioso es el pecado del chisme, que engloba varias cosas, parece muy inofensivo pero al propagarse puede tener un poder destructivo tremendo. Casi destruye la iglesia donde voy hace un par de años, no se muy bien que paso, pero solo se que los rumores arruinaron muchas familias, entre ellos el de una "hermana" que veía a dos personas casadas (no entre ellos) que se cruzaban en el tren y hablaban, está mujer no solo se invento la novela turca de la década, sino que la compartió con todos. Muchas mentiras y algunas verdades, que afectaron a una pobre adolescente que hoy en su vida adulta no confía en las iglesias. Me entristece mucho, si alguien que esta leyendo esto, fue afectada por una iglesia o personas dentro de ellas, te pido perdón, cuando la arrogancia entra en un corazón Dios se aleja y con él el amor que todo espera, soporta y cree. Dios nos ama de una manera muy grande, nos da tantas oportunidades cada día y a veces los que deberíamos representar su amor, hacemos todo lo contrario. El ser humanos siempre se equivoca, aún hay tanto que mejorar en mí, en mi iglesia, pero al menos es menos prejuiciosa que antes. Me he peleado con hermanos y mis pastores, a veces de una manera no agradable. Pero aún continuo firme, porque se quien me rescato cuando mi dolor era demasiado, cuando quise tirarme delante de un tren y una persona lo evito, cuando quise cortar mis venas y el cuchillo no me cortaba. Sabían que a Jesús lo insultaban (los líderes religiosos de su época): "el amigo de los pecadores", así lo llamaban.
Al leer Jeremías veo que me siento más identificada con el pueblo de Judá más que con el propio profeta, mi amor se ha enfriado y me ha hecho reflexionar mucho. Hay un clamor del mismo Dios que se repite a lo lardo y ancho de los libros bíblicos, que se representa en Jesús: acércate a mi, aléjate del mal camino y todo error pasado será olvidado, suena tan bueno que parece irreal. Estoy sensible estos días, tiro mis reflexiones en mis notas.
Para el que aún continua leyendo: Dios te bendiga y gracias por leer mis desvaríos
Chapter 26: El baile: Penélope
Notes:
Vuelvo a recomendar el Eternauta, lo vi entero hoy y posta que está muy bueno.
Como dato curioso, el autor y sus hijas son parte de los desaparecidos de la dictadura militar argentina, la de 1976, otro autor que el gobierno "desapareció" es Rodolfo Walsh. Si algún día vienen a Argentina frente a edificios están dedicatorias a la gente que desapareció, incluso el Ford, tiene un cartel donde admiten que usaron sus instalaciones para torturar gente.
En la serie, el protagonista es veterano de Malvinas, es dinámica, el primer capitulo te engancha completamente y posta que desde que cae la nieve no te puedes despegar de la pantalla.
Chapter Text
Decir que Penélope no entendía que pasaba estaba noche era quedarse corto. Había llegado al baile, con la noticia de que no podría acercarse a Colin. - Una tontería, para él soy una amiga, seguro no me ve como mujer -, había pensado Penélope al bajar al salón. Había mucha gente y eso la puso nerviosa, con deseo de camuflarse, de ser invisible ante tanta gente que la rodeaba. Pero la mano firme de su madre la mantenía a su lado, parecía que a Philippa con sus charlas tontas, pero su sonrisa fácil atraía la atención de los caballeros, hasta que uno la invita a bailar. Entonces se acercan caballeros a ella, su madre la anima hablar con confianza, al principio le cuesta, pero recuerda el consejo que había recibido antes: - Habla con ellos como si hablaras con el señor Bridgerton -, entonces Penélope imagino a Colin en cada caballero, su lengua parecía soltarse, sus comentarios ingeniosos salían de ella. Ver reír a los hombres de sus comentarios fue una sensación de satisfacción absoluta, comparada con la de ver a todos hablando de Lady Whistledown. Entonces cuando iban a invitarla a bailar llega un Lord, quien se presenta con una seguridad que molesta a Penélope.
-Señorita Featherington, es usted muy ingeniosa, pero antes de que estos caballeros llenen su tarjeta de baile, me encantaría tener ese privilegio- le dice, sin esperar respuesta firma su tarjeta para el siguiente baile. -Mira, ya va a comenzar, caballeros me llevare a la señorita Featherington a la pista de baile- dice él, Penélope sin poder negarse, lo sigue.
-No recuerdo su nombre- le dice ella, cuando él la acerca más de lo que ella creía necesario.
-Lord Fife, perdone mis modales. Seguro que con tantos nombres no debía recordar el mío. Pero espero que me tenga más presente- dice mientras baja mas sus manos, lentamente, como si ella no entendiera lo que hiciera. - Es el pervertido, no cabe duda - piensa Penélope, quien se fastidia rápidamente con su cercanía, respiraba muy cerca de ella, hablaba casi pegado a su oído. Pero sus manos errantes, oh eso si que harto a la menor de los Featherington. Entonces cuando el señor quiso bajar aún más sus manos de su espalda baja, ella le dio "un manotazo elegante".
-Espero que recuerde como bailar mi señor, las manos deben ir más arriba- le dice. Aunque en el giro, el lord degenerado, como ella lo etiqueto en su mente, quiso rozar su pecho. Penélope volvió a darle un manotazo, pero está vez los más cercanos si podían oír. -Cuidado con sus manos mi señor, porque créame que yo se usar las mías y lo que menos quiero, Lord Fife, es marcar su rostro tan galante-.
-Debo decirle, señorita Featherington, que me intriga, una debutante con ese cabello de fuego, con su alma ardiente como usted, debería visitarla mañana- le dice con una sonrisa burlona. -Es graciosa y valiente, me gustan las sumisas, pero señorita Featherington...- le susurra más cerca de su oído. -Me apasionan las mujeres rudas y difíciles, son más satisfactorias de tener al final-.
-Seguro que esos comentarios lo hacen muy popular mi señor- le responde ella, ignorando toda etiqueta y pisándolo lo más fuerte que pudo en el último paso. -Pero para su desgracia, no lo hace conmigo- se despide mientras huye del pervertido, para refugiarse en su madre, que parecía roja de furia. Aunque no estaba enojada con su tercera hija, para la sorpresa de la susodicha, recibió una felicitación.
El siguiente caballero, Lord Remington, había sido un respiro de todo, hablaron de Lady Whistledown. -Espero que publique sobre este baile, su primera publicación fue tan buena que la leí cinco veces. Espero ver que tiene de nuevo que decir- comenta alegremente el señor.
-Bueno, el cotilleo de Londres puede ser lo más interesante que trae esta temporada- comenta específicamente Penélope, pensando en Lord Fife. -Aunque usted ha sido el caballero más agradable con el que he tenido el placer de hablar- dice sinceramente ella.
-Debo decirle que puedo decir lo mismo de usted, señorita Featherington, usted parece auténtica-.
-Lo soy, vengo a buscar marido, en vano fingiría. Se imagina tener que fingir toda la vida o peor aún llegar después de la boda y decir: mentí, no soy dulce como creías, póstrate perro- comenta groseramente. Aunque luego abre los ojos, al pensar que estaba demasiado lejos, pero la risa del señor la contagio y toda preocupación se desvanece. -Sería mejor que mi futuro esposo no se lleve ese tipo de sorpresas, al menos eso pienso- aclara, aunque bebe una limonada para bajar el rubor, que parece teñir su piel.
-¿Podría visitarla mañana, señorita Featherington?- pregunta él con una sonrisa. Penélope quiere esa visita, pero antes de que puedan seguir hablando llega Colin, agitado, algo despeinado y con la mirada fija en ella.
-Pen, me alegra tanto de verte. Ven conmigo- le dice tomando su mano.
-Colin, espera- le dice ella, pero él no suelta su mano. -Lord Remington, estaría encantado de recibir su visita y... - pero no termina Colin la lleva, casi a rastras, por la velocidad. -Colin, esos fue grosero- le reclama, cuando por fin se detuvieron, en un balcón, lleno de flores, pero aún iluminado, hay dos mujeres hablando, parecen madres en pleno chisme, pero se toda conversación se detuvo al verlos, de manera nada disimulada. -Colin, tal vez deberíamos volver al salón-.
-¿Lo sabías?- pregunta él de repente.
-¿Sabes qué?-.
-Que si uno de nosotros se casa, acaba nuestra amistad también, mi madre y hermano me han dicho eso. Yo... no puedo, me niego a no verte más- declara desesperado, a Penélope le preocupa como esas madres, que ahora son cuatro, los miran con tanta intensidad. -¿Acaso tienen una manera de rastrear el escandalo ?- se pregunta Penélope.
-Tal vez deberíamos hablar de esto en otro sitio, Colin- señala ella, ante las miradas curiosas. - Oh no, ahora están susurrando -.
-Porque ¿Acaso te avergüenzo?- pregunta él, completamente fuera de si. -Pen no quiero perderte...
-Ni yo, encontraremos la manera- le dice para tranquilizarlo.
-¿Por qué acéptate su visita?- pregunta él desesperado. -Miras a ese hombre como futuro esposo, no creo que sea el indicado. Hemos bailado juntos, aunque solo sea ensayando, tu eres mi pareja favorita de baile y deberías tener un esposo con quien bailar. ¡Te gusta bailar!- declara con mucha convicción.
-Colin, eso es muy grosero. Ni siquiera se si me voy a casa está temporada. Además si tu te casas también debería terminar nuestra amistad-.
-Entonces no me casaré nunca, no quiero perderte Pen- parece que él ve algo que no le agrada, porque vuelve a tomar su mano. -¿Bailarías conmigo?-.
-Yo... si me gustaría-, él toma la mano de ella, su cercanía es más atrevida de la que debería ser, aún siendo conocido, pero parece que ninguno puede apartarse. -¿Dios, esos susurros son las madres chismosas, se escuchan mas fuerte?- piensa Penélope entre sonrojarse y ponerse aún mas nerviosa, por los rumores y por la respiración de Colin, que parece quemar su piel.
-Entonces vamos- le señala Colin. Ambos van rápidamente a la pista, pues el baile estaría a punto de comenzar, tras de ella Penélope ve a su madre, hermana mayor y a Benedit y Violet Bridgerton. Colin la invita al vals, de entre todos los bailes, la más joven de los Featherington siente su corazón late de una manera tan errática, que ella teme que salga de su pecho, aún esta agitada, sin importar la suavidad del baile, esa agitación no parece disminuir. La mirada de Colin, aún siendo errante no le molesta como la del caballero pervertido, Penélope se siente en las nubes con esa mirada. Para ambos, pareciera que todos a su alrededor desaparece, Colin alza la mirada, aunque Penélope se sonroja al darse cuenta que estaba mirando, pero toda queja o comentario ingenioso muere en su garganta, porque los ojos de Colin están más oscuros de lo que ella recuerda haberlo visto antes. La intensidad es tan grande, que parece sumergirse en su mirada.
-Yo tampoco quiero perderte, porque...-dice al fin, una vez recupera la capacidad de hablar. -Porque eres muy importante para mi, Colin- dice ella cuando siente que por fin puede hablar.
-Tu también eres importante para mi, muy importante y bailar aquí contigo, creo que es lo mejor que me ha pasado en un baile, no. De hecho estoy mas que seguro que es lo mejor que me ha pasado. Haces que estas reuniones valgan la pena, me miras de una forma que me siento visto de una manera especial, se que puedo hablar contigo de todo, pero también de nada. En ambos casos esas conversaciones valen la pena, me levantadas el animo y me... yo puedo, quiero decir- se traba, parece que no sabe como continuar.
-No exageres -le dice con tono de burla, pero para ella es una defensa de su corazón.
-No lo hago, realmente eres mi pareja favorita de baile, mi mejor amiga, Pen ¿me permitirías una impertinencia?- declara él, con toda confianza, pero hace la pregunta con toda duda, la dualidad de sus palabras marea a Penélope.
-¿Impertinencia?- pregunta ella.
-¿Me dejarías verte, tarde? No haríamos nada comprometedor, pero quiero, no, necesito con todo lo que soy hablar contigo- declara nuevamente con una convicción que parece derrumbar todo muro de protección. Como si abriera cada capa de piel, carne y hueso para llegar a su corazón, como si ya estuviera abierto delante de él.
-Colin, yo...- pero el baile termina, las manos de Colin deja su cadera, aunque lo hace como si le costara. Mientras que las manos de ambos jóvenes están entrelazadas. -Esta bien, pero no está noche- susurra ella.
-¿Cuándo?- pregunta él mientras salen de la pista de baile. -Ven, te acompaño -le dice mientras ambos bajan, acercándose a una mesa llena de limonada, Colin le ofrece una copa y beben juntos, ambos agitados y sonrojados, aunque es mas notable en ella.
-Mañana, puedo preparar todo para mañana, mi criada nos ayudara- responde ella. Aunque la voz de su madre, recalcando que no debe estar sola con Colin resuena en su mente, pero decide ignorarla.
Colin sonríe, como si hubiera recibió una gran noticia. -Gracias Pen, realmente estoy muy contento con...- sin embargo el calla, la joven mira en la misma dirección, la familia de ambos se acercan a ellos. Cuando Colin quiere volver a huir llegan sus madres, junto a sus hermanos. Para el desagrado de Colin, llega Anthony Bridgerton con toda la manada. Penélope no entiende muy bien que está pasando, pero si sabe que si las miradas matarán, Lord Bridgerton habría matado a Colin.
Chapter 27: El baile: entre rumores y regaños
Notes:
Está noche veremos a nuestras familias protagonistas, pero comencemos con los Bridgerton ¿Quién quiere ver a Colin regañado?
Amar a un mejor amigo no es sencillo, a veces somos impulsivos y podemos perderlo todo, a mí me pasó a mis 20 años, yo confesé mis emociones, él sentía lo mismo, pero dado que yo era atea y el Testigo de Jehová, tuvimos que romper, sino su familia debía despreciarlo, fue un año difícil donde perdí un amor y también un gran amigo, nos equivocamos mucho y terminamos lastimándonos, porque aunque lo intentemos, nuestra amistad no podía repararse ante la intensidad de nuestras emociones, él ya se casó, me enteré por un amigo en común y solo pude mandarle mensaje el día de su boda deseándole toda la felicidad que una persona como él se merece, ya ni se cómo está, pero espero que esté feliz. El controlar nuestras emociones debe ser una práctica diaria, no siempre es fácil, pero es parte de madurar.
Buenos días a todos.
Chapter Text
En el momento que tomó la mano de Penélope, Colin sabía una cosa. No la soltaría a menos que fuera obligado a ello. Bailar con ella se sentía demasiado bien, su cuerpo cálido cerca de él, provocaba un contentamiento en su corazón, que después de una noche agitado y con temor de perderla a ella, su amiga y su sueño, porque solo ha podido soñarla a ella desde esa tonta pijamada. Que maldice pero se alegra tanto de su existencia, la sola idea de perderla, que a ella no le importa le aterroriza, lo destroza y su baile parece que arma sus partes destrozadas. Su corazón suelta su lengua y parece destrozar todo pudor, con un pedido indecente para un caballero: verla a solas en la noche y con suerte, en su mente poco caballerosa, verla en su camisón de algodón. Entonces ella acepta, se siente como si pudiera volar, eufórico, Colin Bridgerton está fuera de sí, y si pudiera saltaría, pero la sola idea de espantar a su sonrojada y adorable amiga lo detiene. Sin embargo, como si la gravedad le recordará su lugar, cae a la tierra al ver la mirada asesina de su hermano, quiere huir, pero no llega a moverse cuando está completamente rodeado.
-Veo que por fin te encontramos- dice Anthony a su hermano menor. -Mejor no intenta nada, porque créeme lo lamentaras- dice con el tono de amenaza que a Colin siempre lo ha asustado de niño, pero ahora lo pone nervioso. -Señorita Featherington, disculpe a mi hermano- le dice el lord a Penélope, que paso de un tono sonrojado, que a Colin le parecía hermoso tiñendo toda su piel visible a una palidez aún notable en ella, pero parece relajarse. Portia Featherington entra en la escena, tomando la mano de Penélope y alejarla de Colin, quien debía de admitir que si estaban muy cerca. Aunque no suelta su mano.
-Señor Bridgerton- comienza Portia mirando al susodicho, con mucha seriedad pero no enojo. -Me imagino que tanta demostración pública, ferviente y debo decir, inusual a mi hija, se debe a que estará a la hora de visita mañana- recalca con una sonrisa que pone nerviosos a Colin, pero también a Penélope.
-¡Mamá!- dice Penélope, sonrojándose nuevamente, Colin no puede evitar sonreír a ver el rosa teñir sus mejillas.
-¡Colín! Responde y responsabilízate- regaña Anthony. -Espero que tengas una idea de lo que acabas de desatar porque yo...- pero su madre parece detener toda reprimenda.
-Creo que ese tipo de conversación estaría bien guardarla, ya saben en su estudio, en privado, en nuestro hogar. Lejos de toda mirada indiscreta- señala la viuda.
-Claro madre- dice Anthony, pero su ceño fruncido está tan presente como al principio.
-Puedo asegurarle, Lady Featherington que estaré en su salón mañana. Pen es una querida amiga... -comienza Colin, pero Portia lo interrumpe.
-No vendrá mañana como amigo, puedes venir como pretendiente dado el despliegue que ha causado en este baile, por el honor de mi hija y por el de nuestras familias. Sin embargo puedes no venir, entonces olvidaremos esto, los rumores disminuirán y Penélope podrá casarse bien con cualquier otro pretendiente, tomará un tiempo pero confío en que pase. Pero si no viene mañana, puedo decir que no quiero que se acerque nuevamente a mi hija- señala y exige Portia, decir que todos tenían la boca abierta y los ojos desorbitados era poco. - Vaya, pensé que aprovecharía esta oportunidad. ¿Acaso no me cree un pretendiente serio? - se pregunta Colin.
-No será necesario, voy a estar mañana, puedo asegurarlo- afirma Colin con toda convicción. -Porque Pen me importa, de maneras que aún trato de comprender, pero con toda seguridad no quiero tenerla lejos- declara mirando a Pen, cuya mano aún sostenía.
-Bueno, que bueno saberlo. Sin embargo guarde su fogosidad- señala Portia, mientras separa sus manos. - Le pido que trate a mi hija con el máximo respeto. Como cualquier señorita de noble cuna merece ¿Ha entendido? ¿Puedo confiar en usted?- pregunta con toda seriedad.
-Si, pero me imagino que ya no tratará de separarnos ni involucrará a mi familia en semejante artimaña- señala Colin.
-Por supuesto que no, como pretendiente puedes verla, bailar y pasear, siempre y cuando tengan una acompañante. Si puedo decirlo, quiero ser yo y solo permitiré a tu madre remplazarme-.
-¿Mamá, que pasa con mis hermanas o Marina?- pregunta Penélope preocupada.
-Tu padre puede ser su acompañante o una doncella, pero con toda sinceridad no confió en el señor Bridgerton ¿Qué opinan? Archibald, Lady y Lord Bridgerton.
-Solo pido que no vuelva a llevarse a mi hija a lugares apartados, no aceptaré semejante cosa. Debería agradecer que no estemos haciendo un contrato matrimonial ahora- refunfuña Lord Featherington, que parecía cansado y enojado, Colin cree que nunca lo ha visto así.
-Lord Featherington tiene razón, pero le doy mi palabra que cuidaremos que mi hermano se comporte- señala Anthony, sin cambiar su mirada asesina, al menos cada vez que ve a su hermano.
-Yo no tengo problema en servir de acompañante- señala Violet, también parecía cansada y su pulcro peinado algo corrido.
-Yo no lo hare, de ninguna manera, hoy ha sido suficiente para mi- señala el segundo Bridgerton. Prudence se ríe ante esto.
-Desgraciadamente esto será un rumor por unos días, al menos-señala Daphne. Quien se hace presente para su hermano, dado la conmoción no se había dado cuenta de su presencia. -Será mejor dispersarnos- señala ella.
-Philippa- dice de la nada Lady Featherington. -Bueno parece que me olvide de mi segunda hija, será mejor que mi esposo y mis señoritas nos retiremos por hoy -ordena ella mientras se va alejando.
-Pero aún no terminó de hablar con Pen- dice Colin, queriendo replicar, pero las dagas de su hermano y Lord Featherington parecía hacerlo callar.
-Mañana, en la hora de visita Bridgerton- dice el lord, mientras se aleja con su familia.
-No nos dejaron despedirnos tranquilos- se queja Colin.
-Cielo, nos has hecho casi correr por todo el lugar, lo menos que puedes hacer es guardar silencio- señala su madre cansada. -Yo también deseo retírame-. Entonces los Bridgerton agotados salen del baile, se despiden de su anfitriona que parece no parar de reír al verlos.
-Creo que nunca un baile me pareció tan entretenido, ya escucho campanas de boda, pero señor Bridgerton, trate de ser más sutil y contenerse, no queremos una boda apresurada, si sabe a lo que me refiero- señala Lady Danbury al despedirlos, provocando que Colin se sonrojara, sintiéndose como un niño atrapado en sus travesuras. -Le aseguró que si vuelvo a ver a su madre perseguirlo como si fuera un niño, yo misma lo golpearé con mi bastón y en un lugar que duela y mucho. Espero verlo pronto... En un mejor estado que esté -señala antes de despedirse.
Colin sale, escuchando su nombre en la boca de todos, pensando si fue todo muy drástico, pero sabía que su noche estaba lejos de terminar. Pero al subir al carruaje no pudo evitar sonreír, de solo recordar su cercanía con Pen. -Mañana nos veremos, solo nosotros y podremos aclarar todo- piensa con alegría.
-Señor nuestro- dice dramáticamente Benedit. -Esa sonrisa me asusta, si vas a meterte en líos no me involucres-.
-Mejor, nadie se meterá en líos- ordena Anthony. -Aunque ya es algo tarde para eso, Penélope y tú están en muchos líos por tu idiotez. No puedo creer que seas tan egoísta, pensé que ella era tu amiga, una que toda la familia estima-.
-Pensé que esperaríamos a estar en el estudio- dice Benedit para aliviar el ambiente.
-Lo haremos, pero no puedo ver su sonrisa como si no hubiera causado un desastre a su alrededor. Si no te controlas podrías arruinar a Daphne, a la señorita Featherington y nuestras familias ¿Nunca piensas en lo que hacer? No claro que no, si lo hicieras no habrías hecho todo esto- reclama Anthony.
-Nunca quise dañar a nadie, pero no me dejaban acercarme a Pen, me dijeron que nuestra amistad terminaría, que solo debía quedarme quieto y aceptarlo. No quiero aceptarlo- responde Colin, aunque cada vez más el carruaje se sentía más pequeña o tal vez solo él se sentía más pequeño, ante la mirada y regaño de su hermano.
-Puede que hayas arruinado las perspectivas de la señorita Featherington ¿Te importa siquiera eso? Parece que no, si debo llevarte lejos para que ella esté mejor lo haré Colin, no puedes ser siempre tan imprudente. Ya no eres un niño, tus acciones tienen consecuencias- gruñe para luego maldecir, mientras él mayor ya no sabe que hacer con las manos, Colin piensa que tal vez está pensando en ahorcarlo.
-Mañana visitaré a Pen- dice para calmarlo. Pero suspira de alivio mientras ve como han llegado a su casa.
-No nos cambiamos, vamos directo al estudio -ordena Anthony. Benedit mira a su hermano menor y niega con la cabeza.
-Hoy no fuiste tu mismo- comienza Benedit- creo que no fue buena idea hablar contigo antes y no pudiste asimilar lo que dijimos, pero jamás creíamos que te comportarías de esa manera- dice con cansancio. Sus palabras de duelen a Colin, aún más que los regaños de Anthony.
-No quise ser una carga para todos, solo no podía, no quiero perder a...-
-¡Colin entra ya ! - le grita Anthony.
Entonces el salón está lucubre, los tres hijos mayores y su madre encuentran.
-Hoy ha sido un día de decepciones -comienza la matriarca. -Pensé que los había criado para ser sensatos, pero hoy ya no se que creer. Principalmente tu, Colin ¿Cómo puedo volver a ver a Lady Featherington a la cara? Me pidió que hablara contigo, que no quería que te interpusieras con las perspectivas de su hija y le dije, le aseguré que no serías un problema. Que eras un caballero, pero hoy no fuiste más que un loco ¿Qué piensas hacer?- le preguntó Violet a Colin, quien se sentía muy pequeño en la silla del estudio. -¿Qué sientes por Penélope? ¿Piensas casarte con ella? ¿Piensas siquiera en como esto la afecta? Los rumores que se van a entender por toda la alta sociedad...- entonces Violet se sentó, pero lejos de su elegancia, se desplomo sobre la silla. -¿Qué haré con ustedes.... contigo Colin?-.
-Yo... no quise causar problemas, pero no vi como acercarme a Pen. Yo no quiero estar lejos de ella, la sola idea de que se fuera para siempre, que no pudiéramos volver a hablar, no pensé...
-Si Colin, sabemos que no pensaste- gruñe Anthony. -Si lo hubieras hecho no estaríamos aquí-.
-Anthony, tu también me has fallado hoy, mi hija, el diamante de la reina no bailo una sola vez- dice Violet, para luego suspirar. -Colin, si no estabas seguro de tus emociones, no deberías haber actuado. Penélope se merece más respeto que eso, frente a toda la sociedad te has mostrado como un demente, se que el amor juvenil puede ser muy intenso, pero aún así necesitas controlarte mejor-.
-Lo haré -dice Colin a su madre. -Me comportaré como corresponde y me avergüenza mis actos, no pensé y lo que menos quiero es afectar a Pen, pero parece que es todo lo que he hecho está noche. Solo espero que mañana pueda redimirme -dice descorazonado. -Fui un necio...
-Un idiota, demente me gusta más -dice Benedit, quien también se veía muy cansado. -Solo compórtate, no aguantaré una temporada haciendo lo de esta noche. Todos te queremos y a la señorita Featherington, pero si debo elegir, elijo a la pequeña- señala él.
-Concuerdo con Benedit- dice Anthony. -Si es necesario encerrarte en nuestra casa de campo o adelantar tu gira, se hará por la señorita Featherington. Pero si te comportas, podrás quedarte. El primer error fue no avisarme de está charla que le darían a Colin, no pudieron solucionarlo y pude haber hecho más, si hubiera sabido. Con respecto a Daphne, puedo asegurarte que ningún caballero que la invito a bailar era digno- señala Anthony defendiéndose.
-Lo haré, yo me comportare- dice Colin.
-Bien, será mejor descansar, mañana será un largo día. No quiero seguir hablando de esto, pero tengan por seguro que no queda aquí, Anthony y Colin-señala Violet. Pero al llegar a su habitación, Colin ve que se madre se queda a su lado. -¿Podemos hablar?- pregunta ella. Él solo asiente. Al sentarse ambos en la cama, Violet lo mira, como si leyera su alma. -Se que quieres a Penélope, pero jamás te has comportado así ¿Qué ocurre?-.
-La vi, a Pen en camisón cuando ella se quedó a dormir, no fue a propósito, solo baje a la cocina cuando ella estaba con Eloise y Dapnhe. Desde entonces yo... -Colin se sonroja. -He soñado con ella, casa día, mis sentimientos han sido confusos, me siento confundido por la intensidad de ellos, quería tomar distancia, asimilar lo que me ocurría, pero cuando me dijieron que nuestra amistad tendría fin, que solo quedaba la distancia entre nosotros, yo no pensé. Solo quería estar con ella, que supiera lo importante que es ella para mí, que no quiero no puedo perderla, porque mi corazón solo se rompería ante ese hecho- entonces Colin llora, lo hace en el regazo de su madre. -Jamás quice lastimar a Pen o su reputación, solo quería tenerla cerca-.
-¿Colin, la amas? Creo que no has pensado en esto, pero tus emociones son fuertes, cuando nos dejamos guiar solo por las emociones, hacemos tonterías, debes controlar todo lo que está saliendo de tu corazón, no lo reprimas, solo controlalo- le dice su madre.
-No sé si es amor, puede ser... ¿Pero si ella no me corresponde? ¿La estoy obligando a aceptarme por mis errores?- se pregunta Colin angustiado.
-Entonces pregunta, cuando amaba a tu padre, lo veía tan lejos, no quería arruinar nuestra amistad, pero él tuvo el valor de confesar su amor. Casarse con nuestro mejor amigo, es lo mejor que podemos hacer, se valiente Colin, porque si no lo haces con la boca, tus acciones lo harán por ti, bueno ya lo están haciendo, pero evitemos el escándalo ¿Está bien?-.
-Si madre, yo gracias... perdóname por mis acciones está noche-.
-Lo haré, solo no lo vuelvas a hacer-.
Chapter 28: Reunión Featherington: carruaje
Notes:
Gente me alegra anunciarles que aprobé mi examen, aún no lo puedo creer, lo tenia por perdido , lloro de la felicidad. Mientras escribía mi hermano me empujo y no se que apreté, pero mucho de lo que escribí se borro :(
Esto es una reflexión personal (tiene que ver con mi fe, así que entiendo si se lo saltan):
Sabían que en la Biblia muchos hombres grandes de Dios se muestran vulnerables, los ves llorar, lamentarse o incluso desear su propia muerte. El versículo mas corto: "Jesús lloro" (Juan 11:35), el caso de Elías (que hacía literalmente descender fuego del cielo) queriendo morir y otros tantos. Pero el más conocido es Jeremías, se lamentaba por su pueblo Judá, sus profecías no eran muy agradables, pues Dios decía que por como estaba el pueblo, él mismo permitiría a los enemigos llegar a Jerusalén y destruir todo, incluso el templo, porque ya estaba profanado. Se entristecía en su soledad, era odiado y muchas veces quisieron matarlo, Jeremías al leerlo, tengo ganas de poder abrazar a ese joven que Dios llamó. Siempre me impacta las historias de ellos, Dios nunca elige a perfectos, son seres humanos que tuvieron fe, pero muchos pecaron, se decayeron y otros se desviaron, pero Dios los regresaba a su camino, lo extraordinario en ellos era que confiaron en Dios, que siguieron perseverando. Hay momentos como últimamente, donde me siento tan indigna de Dios que he querido alejarme, lejos de las expectativas de cuando comencé, con un amor frío, con frustración, pero puedo ver como Dios aún con todo eso me llama y me sostiene, a veces quisiera que se enojara, que sea tan iracundo, pero ha sido como dice Jeremías en Lamentaciones 3:22 : lento para la ira y grande en misericordia (tambien se dice en Salmos 103:8-9:).
A los que leen mis desvaríos en mi crisis de fe, gracias y disfruten la lectura
Chapter Text
-Fueron las palabras de mi madre, las que me dieron la valentía para confesar mis sentimientos- comienza Colin Bridgerton, en una pequeña reunión en familia. -Celebro esté mirada aniversario, recordando las palabras que me dieron ese empujón para luchar por la mujer más maravillosa, la escritora que con cada publicación impacta Londres, pero cada me impacta el corazón. La mujer que amo y amaré, la madre de mis hijos -declara mirando a su esposa, ya muy embarazada y sus dos pequeños que la rodean. -...mi mejor amiga, mi editora, mi luz en la oscuridad, cada día agradezco poder conocerte. Desde que ese sombrero me impacta hasta hoy, cada día contigo a sido una bendición, un regalo maravillo. Por mi amada esposa, Penélope-.
Portia miro a su pequeña nieta, Agatha que se acercaba con un pequeño pañuelo, blanco con flores bordadas. -¿Por qué lloras abuela?- pregunta ella con su voz chillona pero tierna, típica de los niños pequeños.
-Solo estoy contenta por tus padres, tu padre ha dicho cosas maravillosas, es maravilloso para mi como se aman, hacen una extraordinaria pareja...
-¡Ese maldito Bridgerton!- clama con ira Portia a su esposo, el único que estaba con ella en el carruaje, mientras que sus hijas y Marina están en otro carruaje. Aunque Lord Featherington desearía poder intercambiar su lugar con cualquiera de ellas. -¡Se suponía que Lady Bridgerton lo controlaría! ¡¿Puedes creer que me había dicho que no me preocupará?! ¡Mi hijo es un caballero! ¡Si un caballero que arrastra a mi hija!- continúa Portia.
-Cielo... cariño- comienza Archibald.
-Fue una locura- declara Prudence emocionada. -Primero mamá habló con Lady Featherington, la vizcondesa decía que hablaba con el Señor Colin Bridgerton, que tenía todo controlado. En ese momento estaba bailando contigo Marina- ella señala mirando a su prima lejana. - Entonces ya no está, de pronto aparece el siguiente hermano, agitado diciendo que perdió al señor Bridgerton. Vamos rápido a donde estabas Penélope, pero entonces vemos como él te tomo la mano y te llevó a la terraza. Mamá estaba roja de ira, debía ver su cara, la de la vizcondesa fue tremenda, primero estaba sorprendida, se puso pálida para luego ponerse roja cuando el señor Bridgerton volvió a llevarte a la pista-.
-¿Cómo fue el baile con el señor Bridgerton, Penélope?- preguntó Marina. -Cuando te señale en nuestro baile, parecía que yo desaparecí para él, solo podía mirarte, hasta se estaba olvidando de bailar- señala mientras se ríe. -¿Va a cortarte?-.
-¡Cortejarla, eso debería hacer ese maldito! ¡¿Cuántos rumores debería soportar?! Empecé tan bien, evitando tanto los errores, pero... ¡ese muchacho lo arruino todo!- sigue quejándose Portia.
-Fue increíble, su mirada era intensa, al estar tan cerca sintió su corazón latir, tan desenfrenado como el mío. Me dijo que soy importante para él- suspiro Penélope, mientras Philippa y Marina la siguen. -Cuando me llevo al balcón no entendía el porque, aún no lo entiendo, pero sentí que él no quería soltarme la mano, jamás me había sentido tan vista ni lo había visto... bueno no había visto a Colin con una expresión tan decidida en otra cosa que no sea la comida y las competencias con sus hermanos-, la más joven de las damas se sonroja, mientras las chicas se ríen, como si nada importará.
-Aún así fue increíble, al verte bailar mamá llamó a papá, a lord Bridgerton y con ella vino la señorita Bridgerton. Cuando mamá, muy enojada por cierto, le conto todo al vizconde, ese hombre se transformó, parecía que si pudiera, explotaría en el lugar. Estaba indignado...
-Indignado, así estaba y se que el vizconde lo estaba también. Si ese muchacho no puede controlarse con nuestra hija, tengo por seguro que Lord Bridgerton no lo permitirá. Podría hasta sacarlo de Londres, nuestra hija es importante para esa familia y un escandalo mayor, afectaría a ambas familias, debes pensar que los rumores pronto cambian, se aburren y buscan algo nuevo que comentar- le dice el Lord a su esposa, pero ella no parecía tranquilizarse. -Esto se solucionará, puedes creerme... ¿Crees que debutar a Penélope fue un error? Tal vez ahora que estamos recuperando las dotes de las niñas y pronto podremos estar mejor, podemos esperar más tiempo-.
-No, ya está en el mercado matrimonial, debemos seguir, pero es verdad, no es necesario apurar un matrimonio para ella, sigue siendo muy joven- señala Portia, respirando mas tranquilamente. -Me duele la cabeza, estoy exhausta- señala apretando sien.
-Cuando lleguemos a casa te hare un masaje- declara su esposo.
-Aún no sabremos si siquiera vendrá a visitarte, solo queda esperar. Pero mi señor Finch, él dijo que me visitaría y fue encantador -presumió Philippa.
-Me alegro por ti Philippa, aunque Colin dijo que vendría también, me lo aseguró, frente a nuestras familias- señalo Penélope. Ante la conversación de sus hermanas, Prudence entrecerró los ojos.
-Se nota que te divertiste Prudence, alejando caballeros -bromea Philippa, empujándola un poco, pero la mayor solo puede darle un puntapié.
-Calla, los caballeros me aburrieron- señala la mayor. -Es fácil no aburrirte, pero algunas personas no tenemos el cerebro de ave-.
-Prudence, mamá dijo que ya no podemos insultarnos así. Además es solo el primer baile, seguro habrá alguien que pueda llamar tu atención más adelante- comenta Penélope, para aligerar el ambiente. Trató de que su prima diga algo más, pero Marina trataba de quedar callada, pues estaba sentada frente a Prudence. Incluso suspiro de alivio cuando el carruaje por fin se detuvo.
-Parece que podemos bajar, será mejor que me recueste. He bailado tanto, que me duelen los pies- canturrea Marina, una vez lejos de Prudence.
-Es una presumida- declara Prudence a sus hermanas. Pero todas callan al ver a su madre acercarse.
-¡Reunión en mi habitación, ahora! -ordeno la matriarca, con su tono casi militar.
Chapter 29: Reunión Featherington: habitación de Portia
Notes:
Ayer estuve descompuesta, además de que nació mi sobrino, prematuro el bebé, pero todo bien. Así que entre cansancio y malestar no he podido escribir.
Espero que comenten que me encanta leerlos
Chapter Text
-Siempre he amado a Pen, solo que en mi juventud no me había dado cuenta- comenta Colin, diciendo muy seguro.
-Claro que no- declaro a su esposa. -¿Cómo fue que no te diste cuenta?-.
-Tal vez lo negaba o no lo pensaba, pero creo firmemente que siempre los he hecho- asegura Colin. Pero Portia miraba está charlando con una sonrisa, su pequeña nieta en sus brazos, y su nieto dormido en los brazos de su padre. -Al llegar a Audrey Hall, puedes preguntar a mi madre, te dirá lo mismo-.
La caminata de Portia era firme y decidida, sus hijas la seguían, aunque más atrasado Archibald seguía el mismo camino, más para llegar a su habitación que por seguir involucrado en lo ocurrido en el baile.
-Lady Featherington, debo decirle algo... oh veo que todos están aquí- dice Varley en la puerta de la habitación de su señora. -Creo que podríamos hablar después- comenta ella a su señora.
-Lo que debas decirme, puedes hacerlo después, ahora debo hablar con mis señoritas. Puedes retirarte - le ordena Portia. Ante esto su ama de llaves solo asiente. Al abrir la puerta Portia permite la entrada de sus hijas. Una vez todas están sentadas en su gran cama, Portia se acerca. -Bien... ¿Quién quiere comenzar?- pregunta, aunque miraba fijamente a su hija menor. Al esperar un tiempo, volvió a hablar -empecemos por orden de nacimiento, Prudence-.
-Que puedo decir, no me ha gustado nadie en particular, un hombre raro me dijo que me visitaría, pero dudo que otro de los hombres lo hagan, fui yo misma y no lo lamento-.
-¿Quién es el valiente?- pregunta Penélope con los ojos abiertos.
-Tal vez un anciano sordo, así que no la escucho bien- se ríe Philippa.
-No era un anciano, era joven, pero sin ningún titulo -se defendió Prudence, poniendo los ojos en blanco. -Me dijo su apellido, pero no lo recuerdo, solo bailamos y cuando quiso coquetearme le di un manotazo, me miro raro y dijo que me visitaría. A todo esto había un duque en el baile, no estaba en las tarjetas ¿Por qué no lo buscamos?- preguntó Prudence.
-Lord Hastings no es un pretendiente fácil, mejor mirarlo de lejos y alejarnos de problemas. Prudence se que dije que debes de ser como tu, pero se un poco suave con tu visita, si es que viene. Philippa- señala Portia. Su hija del medio salta de la emoción, contando todo tan rápido que nadie la entiende. -Ve despacio, solo un poco más despacio, y no grites como niña de cinco años, harás que me duela más la cabeza -señala Portia, con cansancio. Mientras toma el lugar de Philippa y la susodicha parada cuenta con gran emoción su baile.
-Pero lo más maravillo de hoy ha sido el señor Finch, es amable, le gusta el queso y los dulces, se reía de mis chistes y no es desagradable a la vista. Cuando bailamos juntos me sentí como si flotara, ligera como una pluma. Como mamá no venía se rehusó apartarse de mi lado, acompañándome, entonces hablamos de nuestros gustos, me ofreció un baso de limonada, entonces muy sonrojado me dijo, -nuevamente Philippa grita con un grito tan chillón como estridente. - Dijo que quería venir a visitarme mañana, va a venir mañana-.
-Es increíble Philippa -sonríe Portia mientras abraza a su hija. -Puedo oír las campanas de boda a lo lejos -dice alegre.
-Aun es pronto para decirlo, pero yo si oía campanas en mi interior con el señor Finch -señala Philippa.
-Muy bien, ahora siéntate y no vuelvas a gritar, al menos no cerca de mi. Penélope, es tu turno y me gustaría saber que paso con el señor Bridgerton, que recuerdo claramente decir que no debes verte a solas con él- recalca Portia, cruzando los brazos. -Aunque no te culpo por su impropiedad, creo que hay que tener cuidado con su... fogosidad contigo-.
Penélope, quien estaba tan roja como un tomate, toma aire y se levanta, enfrentando a su familia. -Toda ha estado bien, incluso hice reír a unos caballeros, pero fue difícil con Lord Fife, quien quería sobrepasarse, pero como nos enseñaste le di unos cuantos manotazos. Aun así, dijo que me visitaría mañana. Lord Remington, es agradable, simpático, tiene un gusto por los chismes muy similar al mío, de hecho nos pasamos la noche entre cotilleos, me he divertido mucho y dijo que mañana me visitaría-.
-Es una gran noticia, sabía que se llevarían bien. Pero no olvidemos al señor Bridgerton -recalca Portia.
-Yo... bueno Colin, él vino de repente a decirme que quería hablar conmigo, me llevo a la terraza, dijo que no... -al ponerse más roja, ante las atentas miradas de sus hermanas y madre, Penélope parecía querer tragar las palabras. -Dijo que no quería perderme, que yo soy importante para él y bueno, has escuchado que vendrá mañana- termine Penélope, ya no queriendo ser el centro de atención.
-La próxima vez que hagamos esto, le pediré a Varley unos bocadillos y un té, con toda la emoción no he comido mucho y muero de hambre- se queja Portia. -Lo han hecho bien, pero Penélope, debes evitar que algo como lo de está noche vuelva a ocurrir, el señor Bridgerton es imprudente como apasionado. Pero si bien he visto su determinación, su comportamiento es inadecuado, si Lady Whistledown vuelve a publicar, espero que no sea dócil con ese muchacho y lo regañe como parece que su madre nunca ha hecho de niño. Si el señor Bridgerton no sabe que quiere contigo, ni tiene un anillo para ti frente a toda la sociedad, tu querida debes ser exigente, no aceptar sus términos, llévalo a tus términos -recalca la matriarca.
-¿Mis términos?- pregunta su tercera hija.
-Claro, debes entender que vales y como vales, no puede comportarse como si no fueras una joven de cuna noble, mereces el más alto respeto, ser cotejada a gran voz, frente a todos de manera correcta, que si quiere tenerte solo para él entonces que luche, lo que cuesta es lo que vale y tu vales Penélope. Una hermosa joya no es la que está en oferta, disponible para tomarla en cualquier momento. Es aquella que dado su costo exorbitante es solo poseída por quien puede permitirse apreciar y comprar su valor, se usa de forma exclusiva y tiene mucho cuidado. Ustedes mis niñas son joyas preciosas y raras para mi, no me importa que la reina no las considere diamantes, ustedes son mis diamantes- afirma Portia con gran convicción. Ante tal declaración sus hijas lagrimean de la emoción, haciendo que ella también se emocione. -Deben tener compostura, no lloren-.
-Tu también estas emocionada, mamá- señala Philippa.
-Claro que no, es el sueño que me domina. Basta ya, debemos prepararnos para las visitas mañana y hay mucho que hacer, vayan a descansar- ordena.
Al salir de la habitación, el padre de las señoritas les saluda y felicita a cada una de ellas. -Se han visto hermosas hoy, estoy muy orgulloso les dice -aunque se extraña ante la emoción que ellas muestran. Abraza y despide a cada una, pero a Penélope la retiene un poco más. -Espero que le des un manotazo al señor Bridgerton también, creo que se lo merece- le susurra al despedirla. Ante esto ambos se ríen, y ella se va.
-Es mi imaginación o todas están muy sensibles- le dice Lord Featherington a su esposa.
-Es tu imaginación, vamos a descansar que tengo sueño -señala Portia mientras entra en la habitación de su esposo.
Colin daba vueltas y vueltas, no pudiendo dormir, pues recordaba demasiado su baile con su mejor amiga. -¿Si escalo el árbol fuera de su ventana? ¿Me veré muy desesperado? ¿Me aceptará?- se pregunta, para luego suspirar. -Debo comportarme, pero es tan difícil -se queja. -Mañana la veré, debo comprar flores, tal vez un libro o tinta, recuerdo que a ella le gusta escribir, podría comprarle todo eso -señala mientras sonríe.
Chapter 30: Varley no se guarda nada 2
Notes:
La vida está dando duro. Mi hermana sigue en el hospital con mi sobrino, estará un tiempo y tengo a mi sobrino mayor insoportable, pero se entiende el porqué.
Le hable a una vecina de Cristo, lo que me pone muy feliz, es una de mis pasiones, más que nada porque estoy mejorando este último tiempo. Aunque estoy entre valles o montañas, el sábado justo cuando estaba tan concentrada una de mis hermanas de la iglesia, una señora se manifestó. En fin, guardar rencor no es bueno gente ni cosas de dudosa procedencia. Maldición de Steven King es más real de lo que me gustaría admitir. Tal vez escriba una minishistoria de terror, materias basado en hechos reales tengo 😅 Tal vez la comenten, si alguno tiene una experiencia sobrenatural pueden comentarla.
Aun los comentarios de corazón me alientan a seguir, perdón que actualice tan poco, entre la facultad y la vida misma, cuesta, pero no abandonaré está historia.
Chapter Text
Si ha Varley le pasaba algo, Portia no tenía deseos de averiguarlo.
-He cambiado las sábanas de su habitación aunque no lo creo necesario- le dice su ama de llaves. -Casi no pasas tiempo en tu habitación-.
-Bien- respondió ella secamente. -Quiero pedirte algo, si llega una carta de España anota la dirección, si esta muchacha no piensa buscar al padre de ese niño, yo misma me encargaré- le ordena firmemente Portia.
-Muy bien, también he cambiado las sabanas de la habitación de Lord Featherington- recalca Varley, Portia solo puede resoplar.
-Por Dios Varley, si tienes que decir algo, dilo de una vez- se queja Portia, aunque no quiere enojarse con su leal ama de llaves.
-No ha sangrado, Prudence ya esta en los días que sangra, me refiero a que usted suele sangrar antes que ella, pero aún no ha sangrado- señala Varley.
-Por Dios- suspira Portia, mirándose rápidamente al espejo, prestándole atención a cada marca de expresión. -Tanto estrés por el debut me ha hecho más vieja, he dejado de sangrar o peor, tal vez comience pronto con los calores propios de la tercera edad- gime con desesperación. -Si sigo estresándome podría ponerse completamente blanco mi cabello- gruñe con desesperación. -Necesitaría más cremas y algún tónico...
-Mi señora- le interrumpe Varley. -¿No será que usted esté esperando?- pregunta con cautela la ama de llaves, pero ante la confusión de su señora no puede evitar poner los ojos en blanco. -Esperando un bebé- señala ella, aunque se sorprende ante la risa estridente de Lady Featherington.
-No me hagas reír mucho, no vez que remarca mi hermoso rostro- señala sin prestarle atención a su ama de llaves.
-Hay una posibilidad- recalca la ama de llaves.
-Corta, muy corta. No es la primera vez que tanto movimiento retrasa mi sangrado, creo que en unos días, cuando esté sangrando te diré: mira quien tenía razón. Entonces dejaras esa cara de perro y te reirás conmigo- afirma Portia. -Ahora, debes asegurarte que la cocinera tenga todo lo necesario, lo mejor debe ir en el jardín. Donde mis niñas y sus pretendientes estarán. Lo demás con la señorita Thompson y sus pretendientes en el salón- ordena Portia.
Sin que Varley pueda replicar, tocan la puerta. Ambas voltean, cuando Varley va a abrir ve a Lord Featherington con un ramo de rosas y a sus hijas detrás de él emocionadas.
-Veo que no te has terminado de preparar -señala el barón. -Espero que aprecies este regalo, a decir verdad las niñas me ayudaron a elegir más cosas que solo rosas -dice mientras le entrega una caja envuelta a una enmudecida Portia. Esta toma lentamente el ramo, mirándolo con incredulidad, para tomar y mirar aún más sorprendida la caja. -No te he dado rosas desde antes de casarnos, entonces dado que habrá tantas flores rondando por la casa hoy, quería que tu tuvieras uno especialmente para ti- recalca Archibald, aunque nervioso, mirando a su enmudecida esposa.
-Ha pasado, fue tanta sorpresa que se le exploto su cerebro- afirma Prudence, aunque sus hermanas la hacen callar.
Al abrir la caja, Portia ve cremas, de las cuales ya tenía poco, bombones y un peine. -Es hermoso... gracias- dice pausadamente, aunque todos se acercan al verla llorar. Antes de que trataran de consolarla, Lady Featherington se levanta con porte seguro. -Han arruinado mi maquillaje, y tengo que acomodarlo, será mejor que me esperen sentados en la mesa- ordena a los presentes. -Varley, toma pon las rosas en el centro, luego en la habitación -ordena a su ama de llaves, no dice la habitación , pero por la sonrisa gatuna del barón entendió lo que su señora decía.
Al salir todos, Portia abraza esa pequeña caja, como un tesoro preciado.
-¿Viste su cara?- pregunta Penélope al bajar de la escalera. -Le gusto tanto que lloro-, la menor con su padre ríen de la emoción.
-Es obvio que fue un gran regalo, hay que hacerlo más seguido -comento de manera cantarina Philippa.
-Espero que no explote su cerebro entonces, realmente me preocupe cuando miraba todo con la boca abierta, es poco de mamá ponerse así. Eso significa que fuimos excepcionales- recalca Prudence.
En la mesa, Marina esperaba a la familia. -Vaya veo que todos vienen junto -dice ella al saludarlos.
Al poco de poner el florero con las rosas baja Portia, demasiado contenta como para disimularlo. -Gracias- le susurra a su esposo, quien estaba a su lado tomando el té, este solo asiente, pero su esposa no puede estar más contenta. -Creo que todo está mejorando- piensa, olvidando por completo porque había estado en desacuerdo con Varley.
En cuando el ama de llaves, no tocaría nuevamente el tema, no al menos ella lo consideraba necesario. Pero su sonrisa era similar a la de su señora. -Esta familia me va a volver loca, pero si que no me dejan aburrirme -piensa en voz alta Varley, preparando el jardín para las visitas de la tarde.
Chapter 31: Lady Whistledown opina
Notes:
La universidad me golpea las neuronas con intensidad, mis emociones se desbordan como una tormenta en medio del mar y mi alrededor sigue tan caótico como siempre. Aquí estoy, me presento con una nueva actualización, aunque mi alma este dispersa, mi espíritu acongojado y mi carne cansada.
Les pido sus comentarios(?
Como están gente, espero que hayan visto el eternauta, es mi tercera vez comenzando la serie, aunque la veo de un capitulo al día. La recomiendo...
Mi sobrino sigue en neonatología, aun no lo conozco en persona y mi hermana continua en el hospital para acompañar a su bebé, aunque tengo fe que pronto saldrán.
Trataré de poder publicar más capítulos, pero con la universidad si me ha costado.
Ayer vi el partido de Boca con mi papá, perdió y no me burle, menos mal, porque hoy perdió River (su máximo rival), espero que mi papá no me moleste cuando nos juntemos. Creo que es la primera vez, desde niña que veo todo un partido con mi papá, fue una linda experiencia.
Chapter Text
Portia recordaba cuando se sentó en su habitación a llorar en 1813, al menos la primera vez, la más cercana a este momento. Después de descubrir los engaños de seguridad de su esposo, de ver las deudas insalvables, de saber que estaban en la ruina y que sus hijas no tenían dote. Ella lloro, como una niña pequeña, demasiado angustiada para disimular su dolor. Un momento de debilidad lo llamo Portia, uno donde se desahogaría, para luego enfrentar a un esposo tan perdido y egoísta, que apenas toleraba ver.
Lady Featherington sonríe, aunque se limpia las lágrimas, ese llanto tan lejano y este eran tan distintos, alejados por el tiempo, como si uno fuera una horrible pesadilla y este; este es como un sueño que la envuelve y la abraza, no queriendo despertar. Abraza su caja de regalos de regalos, como si fuera un bebé. Asombrada por este presente, tan extraño y anómalo. -Si he cambiado mucho... mucho- se dice con ánimos.
-¿Señora, se encuentra bien?- pregunta Varley en la puerta. -Todos han bajado a desayunar, pero no hemos servido el desayuno, Lord Featherington dice que la esperemos- aclara su ama de llaves.
Portia abre la puerta, ya más serena y baja la escalera sin decir nada. Aunque vuelve a emocionarse al ver las sonrisas cómplices de sus hijas. - Todo lo que hago, es para ustedes - pensó.
Saludo cordialmente a Marina, quien hablaba animadamente con Penélope, cosa que Portia no aprobaba del todo, pero lo dejaría pasar. Al servirse el desayuno y tomar el té, Portia sintió sus huesos revitalizarse con el calor, su cuerpo despertando del letargo de esa mañana, más fuerzas que habían disminuido al dejar desbordar su corazón, que trataba de mantener con compostura.
-Lady Whistledown -menciona Varley en medio del desayuno. Todas las chicas parecían ansiosas por leerlo, pero Portia pudo detectar como Penélope, estaba más atenta a las reacciones que a su propia columna. - Claro, ella sabe que dice, su curiosidad es otra - piensa mientras observa a su tercera hija.
Prudence grita de sorpresa. -Habla del señor Bridgerton: "Con un atrevimiento digno de un loco o un romántico, el señor Colin Bridgerton protagonizo un momento de lo más particular e inesperado. Tomando a la señorita Penélope Featherington, arrastrándola de la manera menos discreta posible a una terraza, con madres tan chusmas como está misma escritora. Ellas han escuchado del señor Bridgerton decir: me niego a no verte nunca más. Luego de eso llevo a bailar a la señorita Featherington un vals, donde muchos susurraban que estaban muy cerca Mientras el señor Bridgerton llevaba a la señorita por el salón de Lady Danbury, su familia y la familia Featherington protagonizaron una persecución de lo más entretenida. Claro que todos estos actos descontrolados del joven Bridgerton nos hacen preguntarnos ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Acaso habrá una pronto una unión entre estas familias? se hará responsable de sus actos sobre la señorita Featherington, porque seguro ha espantado pretendientes con semejante acto, queda ver si algún valiente la visitará hoy, e incluso si el mismo Bridgerton lo hará. Se dice que Lady Featherington ha hecho una amenaza al joven, aunque está autora desconoce como tal dicha amenaza. Tengo mucha curiosidad si semejante persecución, tan fuera de lugar entre nuestra rígida estructura de etiqueta, volverá a repetirse, esperemos por la salud de Lord Bridgerton que no ocurre, o nuestro vizconde envejecerá de manera prematura..." Tiene razón, la cara del vizconde, sintió que si no estuviéramos nosotros, hubiera golpeado a su hermano- comenta Prudence de muy buen humor.
-Dame, quiero ver que dice de mi- señala Philippa.
-Pues espera que termine de leer- contesta Prudence. -Mamá ¿Qué piensas?-.
-Considero que Lady Whistledown tiene mucha razón. Aunque si el señor Bridgerton cree que se saldrá con la suya, está muy equivocado, pienso darle un puntapié si es necesario, en caso de que vuelva a arrastrar a Penélope. Que comportamiento tan vergonzoso, pero confió en que mi niña lo mantendrá a raya ¿Verdad?-pregunta Portia mirando a su tercera hija.
-Claro mamá- contesto ella sonriendo. -Prometo no dejarme arrastrar, aunque no diré que no me sorprendió-.
-Si ese joven vuelve a hacerlo, soy capaz de golpearlo. Claro después del vizconde, Lord Bridgerton parecía tan indignando como yo- señalo Archibald, mientras seguía refunfuñando.
-Por favor papá, Colin no se atrevería a sobrepasarse conmigo. Solo estaba confundido anoche -defiende Penélope, aunque de manera calmada y con una sonrisa. -Aunque me halaga que quieras defender mi honor, gracias papá- dice mientras se levanta a abrazarlo. -Serás mi héroe-.
-Claro que si, después de todo eres mi pequeña, debo defenderte-.
-Disculpa- reclama Prudence. -Siendo la mayor, también debes defender mi honor si es necesario-.
-Claro, el honor de todas es importante- aclara Archibald, rindiéndose a su hija mayor.
-Hoy es otro día importante- dijo Portia, llamando la atención, antes de terminar el desayuno. -Recibieran a los pretendientes, importante conocerlos y recordar las reglas básicas. La señorita Thompson tendrá el salón, junto a su padre y yo estaré con ustedes -dice señalando a cada una de sus hijas. -El jardín es perfecto para este día soleado y no habrá necesidad de estar todos apretados en el salón. Ahora vayan a vestirse y prepararse- ordena con voz firme, sus hijas asienten mientras salen de la mesa. -Señorita Thompson, espero que se comporte como la joven encantadora que es... pero recuerde que en unos días tendremos una charla importante- le señala, con firmeza pero sin amenaza, la joven solo asiente de manera rígida y sale del comedor.
-¿Qué fue eso?- pregunta Archibald.
-Nada importante, aun falta un tiempo para el horario de visitas... ¿Quieres hacer algo mientras tanto o estas ocupado?-.
-Nunca estoy demasiado ocupado para ti mi lady-le responde de manera juguetona su esposa, Portia sonríe. -Buenos cambios, eso eso-.
Chapter 32: Los pretendientes 1: Colin
Notes:
La universidad está siendo difícil, junto a un par de cosas, mi sobrino está en casa, pequeño, frágil y hermoso. No deja dormir mucho a mi hermana y mi cuñado, pero verlo anima mis días.
Chapter Text
Colin Bridgerton tenía una idea, un plan que realizar con mucho ímpetu: cortar a Penélope Featherington, su mejor amiga y la mujer de sus sueños, la protagonista de cada uno de ellos. Entonces a pesar de haber dormido bastante poco, disidió ignorar su angustia y la preocupación de ser rechazado, para dar lo mejor de sí mismo. Con una vergonzosa ayuda de su madre, el tercer Bridgerton compró varios regalos, pequeños ramos para cada dama Featherington, una manera de disculparse, había dicho la matriarca Bridgerton. Para la fuente de sus deseos recién descubiertos, pero con un cariño de años, compro chocolates, tinta y papel, él sabía que ella amaba escribir. Además de un ramo, el más grande, con crisantemos rosas, violetas, magnolias y rosas rojas, pocas, según su madre para no espantarla. -Muéstrale tu amor de apoco, si solo llevarías rosas rojas... creo que Lady Featherington sería capaz de castrarte- le dice en broma su madre, aunque al tercer Bridgerton poco le hacia gracia. Las filas para todo eran interminables y la preparación del salón para las visitas de la diamante no se prepararían solas, así que su madre volvió temprano. Aunque Colin se sentía más seguro de lo que le quedaba por comprar.
Al terminar y ver que la hora de la visita se acercaba, viendo como su madre se había llevado el carruaje familiar, solo tuvo que tomar un carruaje de alquiler, pero parecía que todo estaba en su contra, esa mañana tan ajetreada. Al fin al conseguir uno, cuando había empezado a marchar a pie. Aunque suspiro de alivio, todo alivió se desvaneció de su rostro al acercarse a la casa Featherington, su ayuda de cámara, bendito sea, invisible ante todo, pero indispensable en esos momentos, lo agarro para que no callera del carruaje.
Al bajar y ver tantos caballeros, entran en pánico. - Pero que es todo esto - pensó con un pesar en el estomago.
-Bridgerton- señalo un caballero, Colin se acerco, más para preguntar, aunque este conocido con el que a penas hablaba, se le adelanto: -¿También vienes por la señorita Thompson? Debes hacer la fila- le dijo señalando la enorme fila que parecía alargarse, incluso mayor que la fila de pretendientes fuera de su propia casa.
-Vengo por una de las señoritas Featherington- respondió él.
-Entonces debes tocar directamente, la ama de llaves guía a los pretendientes de las señoritas Featherington adentro. Aunque no entiendo porque... ¡Bridgerton no me ignores!- gritó el conocido que Colin ni haría el esfuerzo de recordar su nombre. Apresurándose para entrar, Varley lo recibe sin sorpresa.
-Veo que si llego, señor Bridgerton, espero que sepa que ha molestado a los señores de esta casa y también a nosotros los empleados, que tenemos cariño por la señorita Penélope- le dice con demasiada seriedad y una mirada penetrante, que a Colin le daba escalofríos.
-He venido a cortejar a Pen -aunque él no continua viendo como la ama de llaves camina, sin mirar atrás ni avisarle. Salen al jardín donde Lady Featherington está en el medio de las mesas que han acomodado, como si cada señorita tuviera su propio espacio, veía a Prudence con un único caballero, Philippa tenia como cuatro, pero solo sonreía a responder al hombre que Colin había visto con ella anoche. Y Pen, su hermosa Pen, brillante y hermosa acompañada por Lord Fife y Lord Remington. Lady Featherington se acerco a él.
-Veo que si ha venido- le dice, aunque tiene una sonrisa que no es del todo alegría, parece a su madre como cuando Gregory confiesa haberle robado las cintas a Hyacinth, cuando mamá sabía con certeza que lo había hecho.
-Por supuesto, a modo de disculpa he traído un pequeño ramo para todas- le dice. Aunque se alegra cuando ella toma los tres ramos pequeños y lo deja acercarse a Pen. -Pen -dice él, mirándola sonrojada, el día soleado parecía hacerla más bella y brillante a sus ojos. -Te he traído unos obsequios, le dice mientras entrega su ramo.
-Colin son hermosas, debo decir que me alegra tener tantas flores en mi habitación. Tal vez seque algunas para poder ponerlas entre mis libros-, dice mientras toma una rosa roja, sonrojándose aún mas. Una de las doncellas toma el ramo. -Déjalo en agua Rae -pide ella. Aunque grita emocionada, aunque grita emocionada, para luego taparse la boca con cierta vergüenza cuando abre la caja, una bellamente decorada que había sido su última compra, dentro estaba los papeles, las tintas y plumas, junto claro con el chocolate. -Me encanta su regalo, señor Bridgerton, debo decir que es maravilloso- dice sonriéndole. Por el ceño fruncido de Fife, Colin sabe que no importa que también le hayan dado flores, su otro regalo superaba a los de sus contrincantes. No puede evitar sonreír con suficiencia.
-Se como amas escribir, no podía perder la oportunidad de regalarte algo que te ayuda a seguir haciéndolo -señala cuando ella revisa una de las plumas que compro.
-Es muy bello Colin- siente a lady Featherington toser a sus espaldas, de forma nada natural. -Es decir, señor Bridgerton -.
Chapter 33: Los pretendientes 1: Colin 2
Chapter Text
-Esto está mal, muy mal- se dice así mismo Colin, viendo como ha perdido la oportunidad de un paseo con Pen, en los próximos tres días, tres días donde solo la verá en la hora de cortejo y luego soportar que saldrá a citas con estos hombres, que se le habían adelantado. -Si debo esperar tres días, al menos déjeme llevarla a pasear y tomar un helado juntos, se que le encanta lo dulce y nada me haría más feliz que salir contigo Pen, si así lo deseas- , aunque escucha a Portia detrás de él, con su manera tan absurda de corregirlos, cada vez que se toman la libertad de decirse sus nombres y mostrar su confianza establecida por su amistad.
-Estaría encantada Señor Bridgerton- responde Penélope. La charla es amena, aunque la compañía de los tres parece abrumarla, Colin trata de aligerarlo con una broma, responde Pen. Es graciosa, guía la conversación cuando tiene la palabra, y Colin sabe, Dios como lo sabe, que son tres desgraciados rodeando tal vez a la mayor alegría de la temporada, pero más discreta que su hermana. Incluso Fife se muestra genuinamente interesado, algo que sacude profundamente a Colin. - No puedo solo pedirle que sea mi esposa, besarla y llevármela al altar mañana - piensa con resignación.
El calor del sol se siente, su piel blanca y tersa esta algo sonrojada, aunque, es cuando se sonroja, no por el sol, sino por su cercanía, y Colin lo sabe y lo nota, solo para él. Que su rostro se diñe de rubor, que baja hasta su escote que guarda los secretos que solo el hombre que será su marido, Colin espera que sea él, puede descubrir y admirar. Aunque no niega verlos en sus sueños. - Ella es hermosa - piensa al admirarla.
-Debo decir que usted, señorita Featherington, me ha sorprendido- comenta Fife, mientras se levanta para despedirle. -Espera verla mañana, tanto en la hora de visita como en nuestro paseo- saluda tomándole de la mano y besando sus nudillos. -Estaré encantado de poder apreciarla y de escuchar sus interesantes pensamientos-, clama con un encanto que a Colin no lo impresiona.
-Señores -dice lady Featherington. -Esperamos verlos mañana, pero la hora de visita está por terminar- clama. Lord Remington también se desprecia, pero su genuinidad, lo preocupa más que el encanto de Fife.
-Señorita Featherington, espero mucho nuestra cita dentro de unas horas, espero que él día pueda pasar rápido para ese momento, me ha encantado verla, quien sabe, tal vez nuestra quería chismosa nos cuente las jugosidades del día de hoy, mañana-.
-Estoy segura que si, espero nuestra cita mi señor- responde Pen inclinándose, aunque eso solo resalte aún más la curvatura de sus pechos, Colin Bridgerton solo pudo tragar su propia saliva, ya que se había acabado la limonada, el deseo de algo frío no menguo su deseo por pasar más tiempo del debido.
-Mamá, Colin llego tarde por traer regalos asombrosos... ¿Puedes darnos unos minutos más?- pregunta ella con dulzura, definitivamente él estaba acalorado, pero dio su mejor sonrisa ante la que esperaba, fuera su futura suegra.
-Bien- dijo simplemente Portia. - Gracias a Dios, por sus pequeños favores - pensó Colin.
-Pen -comienza él, cuando Portia los deja solos. -Solo puedo disculparme por mi forma caótica y poco caballerosa, se que no fue la menor manera de decirte mis sentimientos- continúa, aunque se traba en como continuar, mirando los ojos de su Pen.
-¿Sentimientos? -dice con duda, pero Colin detecta también espereza, su corazón salta en su pecho.
-Si, Pen te busco porque se que me levantaras el animo, quiero saber la opinión de los libros que lees ya veces he envidiado la oportunidad de Eloise de escabullirse, tenerte solo para ti. Porque son esos momentos que más anhelo, la idea de perderte... no antes de eso, mucho antes mis sueños te han mostrado, mis pensamientos te llaman y mi alma se descontrola dentro de mi, mi espíritu parece incapaz de detener mi alocado corazón y mi carne... no podría decirte estos deseos, solo mencionarlos tal vez me condenaría... -aunque respira profundamente, para no lanzar todo su ser sobre ella, todo lo que su corazón ha pedido. También porque Portia se acerca más, encontrando acomodar un ramo, cuando claramente los esta observando. -Pero como mi corazón te llama, mis pensamientos te buscan, detallando hasta las pecas de tu rostro, recordándome lo hermoso de tu cabello, el deseo de acariciarlo de verte, aun como te vi esa noche en mi casa- calla, aunque luego susurra más bajo -creo que vernos a solas es una mala idea, porque a penas puedo suprimir mi deseo de entregarme a ti en cuerpo, alma y espíritu-.
-Colin- responde ella, toda sonrojada y con sus ojos azules brillando. -yo también te busco... tu estas en mis pensamientos -tartamudea. -Colin ¿Vendrás mañana? -pregunta bajando la mirada, sabe que es tímida, que tal vez este abrumada, pero él desea tanto poder decir más, porque se da cuenta de la intensidad de sus sentimientos y aún más, de como su deseo ha aumentado a solo sueños a querer besarla en la realidad.
-No podría faltar, mi alma ya está agonizando por la idea de que tu primera cita esta temporada no será conmigo, perderme un momento más, no me lo permitiría, pero seguiré tus deseos...-
-Deseo que vengas le dice- toma su mano, aunque enguantada Colin siente su calor, su cercanía, se da cuenta que están mas cerca que antes.
-Yo vendré, pues parece que nuestros deseos son iguales- sus labios están frente él, tan llamativos, llamándolo a ser besados. Colin olvida todo su alrededor, para acercarse más, aunque Lady Featherington llega a tiempo, tosiendo de manera nada natural ni disimulada.
-Ya ha terminado el horario de visitas, debe retirarse Señor Bridgerton- dice Portia, con una mirada que él no supo identificar. -Es hora- recalca- y espero que no se acerque tanto la próxima vez- finaliza con un leve regaño, pero no se muestra enojada, casi parece que todo le hace gracia.
-Claro, tiene razón- él se levanta, pero su corazón no se calma y sus labios reclaman la falta de compañía. -Pen, nos veremos mañana- dice besando sus nudillos, sintiendo su cuerpo temblar y el calor de ella penetrar su interior, abrumándolo con todo lo que ella es.
-Nos vemos mañana Colin-.
Se despiden y Colin sale de la casa completamente renovado, deseoso de otra visita, de otro momento cerca que ella.
Chapter 34: Los Bridgerton opinan
Notes:
Hola, se que me ha costado actualizar, pero no he abandonado esta historia. Sigo viva, tratando de salva una materia y sanándome de un resfriado fuerte, mi mamá tuvo broncoespasmo y aún se agita mucho. Así que aquí una pequeña actualización avisando mi regreso y comenten eso me súper alienta a seguir
Pero gracias a Dios estoy bien, hace poco vinieron a mi iglesia unas personas de Estados Unidos, no me acuerdo de donde, aunque si lo habían dicho. Al terminar la reunión una de las chicas, una afroamericana muy amable (aquí en Argentina son muy pocos los afrodescendientes, aunque ahora se están viendo más, no se si es porque son raros de ver aquí, pero siempre me llaman mucho la atención, son hermosos y su cabello me encanta ♡♡♡♡♡). Volviendo una de las chicas se acerca (con la traductora, porque sino no entendía nada, meta aprender ingles) y me dice que Dios le había mostrado que debía orar por mi. Como deben saber no venía muy bien, estaba mal, había hablado con una de las lideres en la iglesia, buscando ayuda, pero me sentía estancada en un pozo, al final Dios uso a una completa desconocida que ni siquiera hablaba mi idioma para consolarme y recordarme que él está conmigo ♡♡♡♡♡ Dios sabe como hacer las cosas, de hablarnos y llamar nuestra atención de formas que ni imaginamos.
Chapter Text
-Si definitivamente es Colin- señala Benedit junto a su madre. Ambos atentos a la ventana que da una buena vista al frente.
-Al menos algo bueno esta pasando hoy- dice Violet con un suspiro mirando nuevamente al salón, donde otro hombre sale espantado del lugar, con un Anthony, cual dragón de historias fantásticas, asusta a todos los que vienen por el tesoro que ha acumulado. y Daphne, demasiado desanimada y abrumada.
-Espero que Colin no vuelva a sobrepasarse con la señorita Featherington, si hace algo inadecuado soy capaz de batirme en un duelo con él- señala Anthony, tomando unas galletas, sentándose, demasiado satisfecho de espantar a los pretendientes.
- Al menos en ese estamos de acuerdo- señala una Eloise demasiado enfurruñada. -Aunque no me agrada que mi hermano arrastre a mi mejor amiga a la desgracia de ser una esposa, prefiero que sea él que cualquier otra persona-.
-Eloise, no considero que estar casada sea una desgracia- señala Daphne, levantándose para mirar la ventana, la fila tan larga de pretendiente esperando afuera de la casa Featherington, la desanima inmediatamente, pero sonríe al voltear y mirar el cuadro donde están retratados sus padre. -Un amor como el de papá y mamá es algo raro, pero tan extraordinario y estoy segura que Colin y Penélope, amigos desde hace tiempo, puedan formar esa unión tan única- afirma, con nostalgia.
-Colin me recuerda a su padre- dice Violet, -y no mentiré al decir que me encantaría tener a Penélope oficialmente en la familia-.
-Ya quiero que ocurra- señala la menor de los Bridgerton. -¡Penélope será nuestra hermana!-.
-A penas va la primera visita Hyacinth- señala Anthony, no queriendo que su hermana se apresuré.
-Eso no importa, va a ocurrir tarde o temprano y mejor temprano ¿ Podríamos invitar a Penélope a tomar él té? -pregunta la más joven con emoción.
-Bueno, no veo porque no...- señala Violet asintiendo.
Chapter 35: Lady Featherington habla con Colin
Notes:
Hoy ha muerto el padre de un amigo de años, hace años no lo veía, pero nuestro grupo pasaba las pillamadas en la casa de él, con sus hospitalarios padre. Fue de repente, la vida a veces es tan efímera, como hierba del campo dice la biblia, hoy estamos y al ponerse el sol, ya no.
Chapter Text
Decir que esté es un gran comienzo, es decir poco. Pen, la mejor amiga que cualquiera pueda tener, inteligente y bonita... Colin Bridgerton se siente en una nueve, como si pasar entre todo el comedor Featherington no fuera real, como si volará hacia su hogar. Aunque alguien lo frena y ante su atenta mirada, su espíritu parece recordar que su lugar es atado a su carne, que no puede volar ni flotar, solo caminar. Caminar ante la atenta mirada de su, si tiene suerte, futura suegra.
-Lady Featherington- saluda cortésmente.
-Señor Bridgerton, veo que ha tomado su decisión- le dice Portia con severidad, pero Colin se endereza aún.
-Así es Lady Featherington, se que mi comportamiento no fue el mejor, pero tenga por seguro que no tengo intensiones de avergonzar a Pen ni a nuestras familias. Deseo casarme con su hija, se que no tengo títulos como los otros hombres que han deseado cortejarla también. Sin embargo, conmigo a Pen no le faltará nada, la rodearé de lujos y sobre todo de amor... yo quiero que usted y Lord Featherington sepan que estoy dispuesto a no solo cortejarla y si ella desea, poder tener la fortuna de llevarla al altar, tener la fortuna de llamarla mi esposa y tener los hijos que Dios nos regale. No me avergonzaré y como he venido hoy, lo hare en cada día y hora de visita que sean necesarias- afirma el tercer Bridgerton con convicción.
La seriedad en el rostro de Portia fue cambiando mientras él hablaba, hasta una sonrisa, que Colin no sabía determinar. Como cuando se sabía algo que otros no. -No espero nada menos de usted, señor Bridgerton me gustan los chocolates, como a mis queridas hijas, si se dispone tanto a cautivar a esta familia, espero uno mañana-, le dice sonriente.
-Por supuesto, estaré encantado de complacer mi señora- dice Colin, quien se alegra de ver que su encanto y discurso suavizaron a su futura suegra.
-Una cosa más, solo un detalle. Estoy seguro que ha notado que no me agrada de ninguna, como usted y mi Penélope, están continuamente hablado con apodos y nombres. No me importa en una cena familiar -¿Espera me esta diciendo que habrá cenas?-, o en los tés de su familia, pero frente a otras visitas, bailes y cualquier lugar con al menos un miembro de esta sociedad, me gustaría que se contenta un poco-.
-Por supuesto- responde rápidamente Colin. Entonces en su despedida, Portia vuelve a detenerlo.
-Si usted señor Bridgerton, nota que no puede esperar pacientemente el lecho matrimonial, le pediría que se case rápido con mi hoja, en vez de... bueno adelantar sus votos-, ante tal orden, Colin no puede evitar sonrojarse e incluso tartamudear. Al mirar a los costados, solo la atenta mirad del Barón lo observan, quien solo asiente la cabeza. Pero Colin no sabe en que momento estuvo presente.
-Puedo asegurarle, a los dos, que tal vez mis hermanos tengan su fama de libertinos, pero yo no. Soy un caballero y jamás tomaría tantas libertades como la que supone Lady Featherington-.
-Seguro que si, pero como su madre me dijo que no tenia porque preocuparme... visto lo acontecido en la noche del primer baile, puedo decir que solo puedo esperar lo impredecible con usted, más si se trata de mi hija- señala firmemente.
- Solo denos su palabra Bridgerton- señala el Lord. -Ya sabe de mantener sus manos en su lugar, lejas de mi hija ¿Entiende?-.
-Por supuesto- dice él, aunque Colin sale de la casa Featherington rojo como un tomate, pero con la certeza de que al menos sus futuros suegros no lo odian.
Chapter 36: ¿Todo está saliendo bien? Parte 1
Summary:
Hola a todos, la semana que viene vuelvo a cursar, tratare de estar más presente, pero no he parado en estos días. Espero sus comentarios que me alientan a seguir.
En otras cosas, les recomiendo a los amantes del chocolate, a hacer una crema Bariloche, no es solo rica, perfecta para decorar, se mantiene bien fuera de la heladera, deliciosa. La hice por primera vez el otro día:
Un bizcocho de chocolate con chip de chocolate, relleno de dulce de leche con trocitos de merenguitos y cubriéndola con la crema Bariloche(que lleva dulce de leche).
Una bomba de sabor y para el hígado que vale la pena.
Hay algo que el dulce de leche no haga bien...
Chapter Text
-Mamá- dijo suavemente Prudence, tan suave que la misma Portia se sorprendió.
-Dime querida, te ves preocupada-.
-Perdí el bebé, aún no se lo he dicho a Harry. Estaba emocionado de tener otro bebé, yo también. Debías haber visto la cara de regaño de su madre, no quería, no podía seguir en esa casa. Se que él quería visitarlos, pero... ¿Alguna vez tiene sentido que no eres suficiente?
-A veces no entendemos los designios de Dios, pero no es tu culpa cariño, no es tu culpa...- le repetía mientras ella lloraba en sus hombros como si volviera a hacer una niña pequeña.
El recuerdo se asentaba en esa mañana nostálgica, preguntándose si podría cambiar también ello. Si podría salvar a ese nieto que no conoció, o al menos estar con su hija, que tenga consuelo en vez de ojos juzgadores.
-Eres encantadora- le dice Portia a su hija mayor, -cada una lo es a su manera, mis niñas hermosas- les dice mirando a sus hijas.
-¿Gracias?- dice Prudence con dudas.
-Mamá, esta mañana estas extraña- comenta Philippa con duda, mirando a su hermana menor, que es mejor con sus palabras.
-¿Qué haremos para el próximo baile? -pregunto Penélope. -Debo decir que Colin ya me pidió que guardará el primer baile para él. Dice que espera los bailes sólo para verme un poco más-.
-Si, el hecho de que parece querer invitarte a pasear todo el tiempo, denota el anhelo que no separarse de ti, pero -comenta el barón -considero al pretendiente más peligroso, voy a vigilar como águila si es necesario-.
-Creo que vigilar al Sr Bridgerton es necesario, que no sea un libertino no significa que no se aproveche de querer estar a solas. No lo permitas Penélope -señala Portia.
-Considero al señor Bridgerton un romántico, eres afortunada Pen- señala Marina, aunque tal cercanía desagrada a Portia. Con sólo una semana para confirmar lo que ella ya sabía, Marina estaba embarazada, parecía que fingir que todo estaba bien con la debutante más popular, era en el mejor de los casos, la mejor opción. Necesitaban un plan de acción y Archibald... estaba mejorando mucho, pero las deudas no desaparecen con las buenas intenciones.
Al terminar el desayuno, toda las fuerzas de Portia parecían desaparecer. -El estrés me está matando antes de tiempo- piensa con resignación.
-Portia -la llama su esposo, este parece preocupado. -¿Cómo te encuentras? Sin ánimos de ofender pero no te ves muy bien... quería, bueno no quiero molestarte y...
-Dilo, la intriga me mataría- le interrumpe la baronesa.
-Sólo hay dote para dos de las chicas, el problema de las deudas es grabe, pero al menos dos dotes tenemos disponibles-.
-Bueno... veremos que hacemos ¿podrías decirle a Varley que me traiga un té digestivo o algo? Creo que me acostaré un poco...
-¿Quieres que llame al médico?- pregunta el al mirarla con más atención mientras se acercaba. -Recuéstate, deberías guardar tus fuerzas-.
-Tienes razón, hay un baile que aguantar-.
-Si miras el lado positivo, al casar a nuestras hijas, podríamos disfrutar nuevamente de los bailes, en vez de perseguir a nuestras hijas y vigilar a sus pretendientes-.
- Es verdad, aún si una sola debe casarse la próxima temporada, al menos será más ligero-.
-Llámame si me necesitas, te enviaré a Varley-.
Chapter 37: ¿Todo está saliendo bien? Parte 2
Notes:
Estoy escribiendo desde mi celu, la única compu está en el comedor y mi familia es tan ruidosa últimamente 😥 ya estoy atrasada con los temas de la Universidad. Pero no puedo abandonar está historia.
Chapter Text
- No te ves bien, pareces a punto de morir-dijo Prudence de manera cortante.
-¡No le hables así a mamá! -replicó Philippa. -Varley dijo que no se siente bien, deberíamos darle espacio-.
- No, yo quiero escuchar como fue el baile, ya que me lo perdí- respondió pausadamente Portia.
-¿Podríamos hacerlo mañana? -pregunto Penélope. -Y tal vez llamar al médico-.
- No necesito un médico- respondió Portia enojada, pero sin efecto ante la debilidad de su voz.
-Varley dijo que no comiste mucho, dada tu debilidad, podríamos llamar al médico para... asegurarnos de que no es nada contagioso-respondió el barón, mirando a su esposa preocupado. -Si definitivamente vamos a hacerlo-.
- No deberíamos llamar al médico sólo por esto. Estoy bien- les respondió Portia. Pero nadie la tomo enserio. Al final por pura insistencia de la señora, nadie llamo al doctor. Pero al finalizar la semana, con Portia tratando de obligar a Marina a escribir a su amado por su embarazo, su ama de llaves detrás de ella, para que no se esfuerce de más y sus hijas preocupadas, Portia, con cansancio y frustración, aceptó la visita del médico de la familia.
-Ya que no podrá acompañar a nuestros hijos por su estado...-le dijo Violet Bridgerton, quien fue a verla por solicitud de la misma baronesa, en una visita cordial. -Yo me encargaré de estar en cada paseo. Espero que te mejores-.
-Eres demasiado dulce con tu hijo, sólo quiero que seas lo suficientemente firme, para evitar una licencia especial-.
-Lady Featherington, puedo asegurarte que todo estará bien. Lo mejor es que descanses, has tenido una semana difícil-.
Pero descansar es lo último que la baronesa pensaba, sin embargo el médico vendría pronto y sólo podía esperar, mientras sus hijas se preparaban para sus citas y Marina, quien "estaba enferma", esperaba en casa la respuesta de su carta.
Chapter 38: ¿Todo está saliendo bien? Parte 3
Chapter Text
- No creo que salgamos a pasear- dice Penélope a Colin, quien parecía triste por tal declaración. - Mi madre no se siente bien, no quiso ver un médico antes, pero no está mejorado y papá a decidido llamar al doctor que el mismo Vizconde le recomendó durante el baile de anoche. Al volver, junto a mis hermanas fuimos a verla, se veía muy cansada, nos preocupa a todas. Así que hemos decidido quedarnos estar tarde para acompañarla... No es porque no quiera...
-Pen, está bien. Entiendo que estés preocupada. Además puede verte en el horario de visita, tener menos tareas que un Lord tiene sus ventajas- comenta coquetamente. -Te extrañaré hoy, pero entiendo que tu madre este enferma, me sorprendió ver que la señorita Thompson tampoco fue al baile. Espero que lo que tengan no sea contagioso, no poder verte por un tiempo sería mi fin, tal vez caiga muerto la primera semana sin ti- bromea.
-No ceo que sea contagioso, Mamá ha aislado a Marina y no nos ha dejado acercarnos, solo deja que la vea una doncella. Aunque nos a dejado verla a ella, así que no tienes que preocuparte, estoy segura que si fuera contagioso no nos dejaría acercarnos-.
-Ha calmado mis inquietudes, pero mi corazón sigue anhelando nuestra cita... tal vez podamos tomar un helado en otra ocasión- dijo dramáticamente él, llevando sus manos al corazón, provocando que Pen se riera. -Extrañe tu risa hoy, verte tan solemne me pone algo nervioso- comento mientras se quedaban cerca de la entrada. Hasta Lord Remington se veía angustiado cuando no respondiste con un comentario sagaz a uno de sus chismes- le dice con una sonrisa. -Hasta me preocupo ligeramente-.
-Parece que Lord Remington ya te esta cayendo bien. Estoy sorprendida ¿han tenido una clase de acuerdo que no sepa entre ustedes?-.
-No, solo hemos hablado más, creo que sabe que yo le estoy ganando- .
-¿Ganando?- preguntó la pelirroja alzando las cejas.
-Solo digamos que si yo pido tu mano o él lo hace, bueno lo más seguro es que me digas que si- comento Colin con una sonrisa.
-Bueno no sabremos, no hasta que lo intentes ¿Verdad?-.
-Tal vez debería...- pero la charla se ve interrumpida, de la entrada llega el médico, que es acompañado por Lord Featherington.
-Bridgerton- dice el Lord, mirando detrás de ellos, asintiendo al ver a Rae acompañándolos unos pasos atrás. -Creo que la hora de visita ha terminado-.
-Claro Lord Featherington, Pen solo comentaba que iba quedarse en casa por la salud de su madre. Espero que su esposa mejore pronto-.
-Bueno, gracias. Puede retirarse- le dice severamente el Lord. Ante esto, Colin solo se despide, y Penélope se reúne con sus hermanas junto a la puerta de la habitación de su madre, mientras ven entrar al médico y a su padre.
-Tardaste- le reclama Prudence. -No ves que estar con Philippa preocupada es lo peor, ya arruino sus uñas y no pienso dejar que arruine las mías-.
-Es porque ya las mordiste- le reclama la susodicha.
-Claro que no- le dice. Aunque antes que puedan decir algo más su padre sale un momento a pedirles silencio. -Papá se ve preocupado, esto no me gusta- dijo la mayor.
Pero Pen no quiso decir nada, solo esperaron.
Chapter 39: La noticia
Notes:
Entre exámenes y cosas de la vida misma, no había actualizado, pero ya estoy de regreso 😁 si pueden comenten que eso me anima mucho
Chapter Text
-Realmente vas a traer un médico, Archibald, te he dicho que estoy bien- comentario Portia al ver a su marido prepararse para el día. -Se que no he tenido mis mejores momentos, pero si...
- No vamos a discutir más este tema, el médico viene luego del horario de visita. Sin cambios, sin quejas y sin forma de evitarlo. Varley te ha hecho un desayuno ligero... trata de comer- termina con preocupación, mas que con firmeza.
Portia trata, pero esta más inquieta que nunca, su reposo de días se ha extendido suficiente y su malestar hace ver el desayuno con asco. - ¿Es por violar las leyes de la naturaleza, un castigo por querer cambiar el tiempo ?-- se pregunta la baronesa mientras da vueltas en su cuarto . Las horas parecen pasar demasiado lentas, pero al tocar la puerta de la habitación principal, sabe que también paso demasiado rápido.
El médico, recomendado por los mismos Bridgerton, es profesional, no reacciona a una mujer alterada y nerviosa, como si fuera algo común para él.
-Dígame - dice el médico con firmeza. -Antes de que su sangrado de detuviera ¿Seguía viniendo con regularidad? -,la baronesa sólo asiente. El médico sonríe, como quien está teniendo un buen día. -Bueno sus síntomas no vienen con la menopausia como creía su esposo, ni por el estrés como creía usted. Lady Featherington está embarazada...
-¡¿Embarazada?!- preguntan con alarma el matrimonio.
-Si, definitivamente, pero dada su edad, debe cuidarse mucho. Debe comer muchos alimentos livianos y líquidos, es bueno que no haya vomitado en estos días, pero debe evitar saltarse las comidas. No haga tareas exhaustivas y trate de no preocuparse tanto- dice con paciencia. -Necesita varias visitas, cualquier cosa inusual deben llamarme, un embarazo a su edad es una bendición de Dios, pero debe llevarse con precaución- termina el médico mientras guarda su material en su maleta.
Al despedirse y salir, junto con Lord Featherington. Portia no tiene tiempo de respirar sin verse rodeada por tres preocupadas y pálidas señoritas.
- Mamá- dice firmemente Prudence. -Debes decir no que tienes, hemos visto a papá salir, mas blanco que un muerto-.
-¿No vas a morirte ?- pregunta Philippa.
-¡No digas esas cosas! - le reprende Penélope.
-¡Niñas! -regaña el barón al entrar. - No deben abrumar a su madre-.
-Solo queríamos verla, algo le está pasando, vino un médico, merecemos respuestas -reclama la primogénita.
- No Es nada grave- responde el padre.
-¿Entonces que es ?- pregunta la menor.
-Van a tener un hermano o hermana... estoy embarazada- responde Portia, casi susurrando.
-¡¿Qué?!- dicen sus hijas sorprendidas.
Chapter 40: ¿Qué, un bebé?
Notes:
Holis, perdon por tardar, vi por primera vez la serie de Merlina (Wednesday), y debo decir que me encantó, me dio esa nostalgia, una sensación de cuando era chica y veía Buffy the vampire slayer, en engancharme con la historia y una pareja de esta.
Creo que voy a escribir una historia de esta serie, aunque con los nombres usados en Latinoamérica, tal vez pueda conseguir alguien interesado en traducirla. En fin... esto esta en veremos, porque estoy con mucho bloqueo de escritor.
Chapter Text
-¡¿Embarazada?!- dijeron las señoritas Featherington con tono tan estridente y chichón que Portia, pensaba en reprenderlas.
-¿Puedes hacerlo? Pensé que eras vieja para eso y...
-¡Prudence!- la interrumpió Portia. -¿Cómo te atreves?-.
-No esta mintiendo -susurra Philippa, pero aún así su madre logra escucharla, aunque su hija del medio agacha avergonzada la cabeza.
-Creo que es sorpresivo... pero no por eso menos maravilloso. Será increíble tener un hermano, un heredero a la baronía. O otra hermana más- resalta Penélope, con tono tranquilizador, su padre le susurra algo, que nadie logra escuchar, pero Portia creía que era un -gracias-.
-La verdad que lo de la herencia es lo menos preocupante- comienza Portia y levanta la mano para que ninguno de los presentes la interrumpa, ni Varley que volvía a entrar a la habitación, parecida detenida ante la baronesa. -Al casarse pronto, cualquiera de ustedes puede tener un hijo varón, por lo cuál el título seguirá en la familia. Además su padre está bien, vivirá unos años mas.- Si tengo algo que decir al respecto- piensa la matriarca.
-Bueno es cierto, niñas su madre necesita cuidados y descanso, por lo que no estará tan presente... tratemos de aligerar cualquiera de sus cargas...
-No estoy enferma- reprocha Portia a su marido que lo frunce el ceño ante la interrupción.
-Pero por tu edad... bueno yo- toce ligeramente- solo recordemos seguir las instrucciones del médico. Hasta que mejores un poco, será mejor que no vayas a todos los bailes. El próximo es pasado mañana, yo cuidaré de las chicas mientras tanto y Varley o cualquiera de las sirvientas puede ir a retirar los vestidos-, ante esto la ama de llaves solo asiente.
-Me preguntaba- comienza Varley- si desean tomar el té aquí, ya que han cancelado los paseos y Lady Featherington esta en reposo-.
-Claro, nos gustaría Varley- responde el Barón. Ante esto se sienta junto a su esposa y toma su mano. -Un nuevo bebé, creo que el Señor nos ha dado varias sorpresas este año-.
-Más de la que imaginas- piensa Portia mientras asiente.
Entonces sus hijas rodean a su madre, sentándose en la cama, aún cuando los sirvientes traían sillas para estar mas cómodas. Solo se mudaron, para no hacer desastres con el té, por orden explicita de su madre.
-Aunque un bebé sea sorpresivo, creo que ha sido una gran noticia, que aún estoy dirigiendo. Sin embargo, esto no significa que debemos dormir en los laureles, mis niñas deben recordar lo que hablamos, mantenerme informada y obviamente ayudare a organizar cada boda, está temporada es muy importante, su éxito individual será el de la familia, aún el de este bebé ¿Entienden?- pregunta Portia mientras sus hijas le prestan suma atención.
-No te defraudaremos, mamá. Es una promesa- dice Penélope, mientras sus hermanas solo pueden asentir.
Al servirse los tés, comen y charlan, actualizando a la matriarca de todas las visitas del día. Al retirarse todas a sus respectivas habitaciones, la baronesa es únicamente acompañada por su esposo. Quien se recuesta a su lado, abrazándola, poniendo su mano, ya con algunas arrugas sobre su vientre. -Un bebé, aún no puedo creerlo- se ríe. - Pero puedo prometerte, querida que esta vez yo... no voy a estar ausente, voy a hacer lo que tuve que hacer hace años-.
-Gracias- responde la esposa, con algunas lagrimas en sus ojos. -Esto parece un sueño, pero ya no temo despertarme de él, ya se que es real, real y maravilloso-.
.
Chapter 41: Un pretendiente entusiasta
Notes:
Estoy metida a mil con un nuevo fanfic de la serie de Merlina (Wednesday), pero no me he olvidado de esta historia, aunque la actualice poco, sigue estando en mi corazón, no se olviden de comentar que me animan mucho y vamos con POLIN.
Chapter Text
Tal vez si su madre, o Dios no lo quiera, Anthony lo vieran en este momento, bueno seguro que lo mandarían tan lejos posible. Sin embargo Colin Bridgerton podía decir que él tenía una misión, ver y asegurar que su quería amiga y futura esposa, se encontraba bien. Si era o no ético pagar a su doncella, para que pudiera permitir un encuentro a medianoche, bueno eso lo decidiría después. -¿Estará en camisión?- se pregunta el joven, aunque luego niega la cabeza. No estaba aquí para eso, pero se mentiría a si mismo, si negaba su esperanza de verla de esa manera.
-Debería escribirlo en mi diario- susurra, pues estos días de cortejo, de verla en hermosos vestidos y tenerla tan cerca y sonrojada con sus regalos... Colin admitía que le estaba pasando factura. Para evitar enloquecer escribía sus sueños, sus anhelos y sus pensamientos más íntimos, dispuesto a mostrárselos a Penélope, una vez casados, claro está. Se mueve ansiosamente, pasea de un lado a otro de la puerta de servicio, la duda lo carcome. -¿La asuste?¿Vendrá?¿La he perdido por mi impaciencia y perversidad?- piensa, hasta que escucha unos suaves pasos.
-Colin- dice Penélope, en camisón, pero con una bata que tapa los detalles más importantes, aún así Colin traga saliva y se seca el sudor de sus manos. Ella tenía el cabello recogido, claramente se preparaba para dormir.
-Aún para ir a dormir te ves hermosa, Pen, realmente radiante -dice él mientras se acerca, conmoviéndose al ver como su suave piel se sonrojaba.
-Rae me dijo que querías hablar conmigo ¿Pasó algo?- pregunta ella con duda, mientras se ata la bata mas ajustada.
-Quería, no, necesitaba verte Pen- exclamo entre susurros Colin. -Se que el médico visitó a tu madre y estabas preocupada... quería ver como estabas- dice más claramente y con menos desesperación, pero aún así no pudo evitar acercarse, estar frente a ella, separados por pocos centímetros, sentir su respiración y el calor que emanaba de ella. -Contrólate Bridgerton- se regaña mentalmente.
-No tienes que preocuparte, de hecho es una buena noticia...- dice Penélope con una sonrisa que iluminaba sus ojos, aún con la tenue luz. -Mi mamá va a tener otro bebé ¿Puedes creerlo? El médico dijo que debe hacer reposos y papá nos ha pedido cuidarla también. Voy a tener un hermanito o hermanita, pero es tan emocionante-.
-Realmente lo es -le dice Colin mientras devuelve su sonrisa. -Me alegro que no sea nada grave, poder verte sonreír después de verte tan preocupada, es para mi un alivio, Pen - le declara, con una pasión que llega a su joven y sonrojada amiga, de tal manera que siente como tiembla levemente. -Se que no planeabas debutar este año, pero puedo decir que no podría imaginar esta temporada sin ti. Ni mis días sin tu presencia... Pen yo...- susurra entrecortadamente, mientras mira sus labios y sus ojos. -No quiero esperar más, pero esperaré todo lo que quieras...-
-¿Colin?- pregunta ella, sin entender, pero su respiración también cambia. Él sabe que podría cerrar el espacio, tomar sus labios, pero no lo hará, no sin su consentimiento.
-Quiero que seas mi esposa, quiero besarte y cada momento contigo me llena de alegría, pero al mismo tiempo es una pelea conmigo mismo, para contener los deseos de mi corazón que no se detiene en pos de buscar más de ti ¿Puedo besarte?-, ante el asentimiento de Pen, Colin solo puede cerrar el espacio entre ellos, sus labios suaves e inexpertos en los suyos, con duda al principio, pero más determinación al pasar los segundos. Ambos gimen en la boca del otro, el beso se profundiza y Colin se siente en las nubes, flotando después de tener sus deseos encadenados. Se acercan aún más, sus manos empiezan a vagar, pero antes de subir lo suficiente para cumplir sus perversos sueños, una tos los interrumpe, separándose de repente.
-¡Rae!- clama Penélope entre nerviosa y aliviada.
-Es mejor que entre señorita, se está haciendo tarde- le dice la sirvienta, mientras mira fijamente a Colin, quien sabe que se ha sonrojado.
-Si, yo vendré mañana para el horario de visitas- le asegura rápidamente el tercer Bridgerton, aún saboreando sus labios. Ella asiente, pero toma su mano, antes de darse cuenta vuelven a besarse, aunque está vez es un beso casto. -Soñaré contigo -le asegura él al despedirse, sintiendo su corazón saltar en su pecho y un hormigueo por todo el cuerpo.
Al verla desaparecer, vuelve a su casa, queriendo entrar por la entrada del servicio, para mayor discreción. Sin embargo es todo lo contrario, es recibido por Anthony y Benedit, cuya sonrisa traviesa era una total contraposición con el ceño fruncido de su hermano mayor.
-Veo que por fin haz regresado de la casa de los Featherington- señala Anthony con brusquedad.
-Yo...- comienza Colin, pero su hermano no le permite continuar.
-A mi estudio, ahora- ordena con su voz autoritaria, la que usa en los momentos de regañarlos o de negocios complicados. El tercer Bridgerton solo asiente, sabiendo que está en problemas.
Chapter 42: Anthony necesita vacaciones
Notes:
Hola vienen tiempos oscuros, los exámenes se acercan. Vuelvo a repetir: no los he olvidado ni abandonaré la historia, la voy a terminar. Perdonen por las actualizaciones lentas y cortas
Chapter Text
-Podría decir que estoy decepcionado, Colin. Sin embargo no llega a poder expresar todo lo que siento- declara Anthony con enojo, tenía el ceño fruncido y una respiración errática, sus puños estaban cerrados, como si debatiera consigo mismo si debía o no golpear a su hermano menor, Colin no sabía dónde mirar, sus ojos penetrantes e iracundos lo hacían bajar la mirada tan rápidamente, avergonzado como un niño, como si no fuera un adulto. Se sentía como aquel niño de catorce años, larguirucho y con muchas dudas, sin padre y un hermano mayor severo, que no aceptaba sus travesuras. -Creo recordar haberte dicho, Colin, claro y fuerte: si tengo que elegir a uno de ustedes voy a elegir a Penélope Featherington. No solo es una joven de sociedad, cuya virtud es importante. Ella es la mejor amiga de nuestra hermana Eloise, querida por cada miembro de esta familia, quienes las vimos crecen desde que los Featherington se mudaron enfrente-.
-Yo... -comienza Colin, pero Anthony lo interrumpe rápidamente.
-Cierra la boca, no te doy permiso de hablar ¡Maldición Colin! -gritó golpeando el escritorio. -Si la virtud de Penélope se vio comprometida está noche, te doy mi palabra que si Lord Featherington no te reta a un duelo yo mismo lo haré-juro con firmeza. Benedit que estaba en el medio de todo esto, abrió sus ojos y su boca hizo un ruido inteligible.
-Anthony, hermano tal vez deberíamos dejar que se explique -comento con suavidad Benedit.
-Si, necesito alcohol para esto, mucho... -dice el mayor de los hermanos, pero al servirse la mirada severa y el ceño fruncido no desaparece. -Habla Colin, solo la verdad -tal declaración con la firmeza de su voz, provocando un temblor en Colin, se sintió un acusado en medio del juicio, cuyo castigo sería la horca.
-Fui a ver como estaba Penélope, su madre ha estado pasando un período de enfermedad y el médico de la familia fue a visitarlos hoy. Solo quería ver como estaba ella, se había mostrado preocupada y bastante triste cuando me fui del horario de visitas- empieza Colin.
-Es verdad -señala Benedit. -¿Te dijo que tiene Lady Featherington? ¿Acaso está enferma?-.
-En realidad esta embarazaba -ante esto Ben silba, pero Colin trata de no reír. -Lady Featherington va tener que hacer reposo y cuidarse mucho, por la edad-.
-Claro, también evitando grandes preocupaciones, como que un hombre se aproveche de una de sus hijas -recalca severamente Anthony.
-Vamos hermano, alegrémonos un poco. Nuestro hermano la quiere, seguro van a casarse y pondrás lacayos en su puerta para evitar que vuelva a salir. Mientras la virtud de la señorita Featherington esté intacta, no es necesario hacer más escandalo- animó mientras bebía un poco de wiski.
-No lo tomaré a la liguera y dudo que nuestra madre lo haga- señalo Anthony. -Mañana iré contigo, hablaremos claramente con los padres de Penélope. Y ten por seguro Colin, que te tendré vigilado todo el tiempo, hasta que Penélope diga si en el altar- jura con firmeza, pero ante Colin también suena amenaza.
-¿Qué le diremos a mamá ?- pregunta Benedit, tratando de calmar la ira de su hermano mayor mientras evita un ataque de nervios del menor.
-Con la verdad bastaría- dice Violet Bridgerton, en bata y algo despeinada, se veía como recién levantada de la cama. -Bueno, no se queden mudos, hablen hijos -ordena con la autoridad de una madre, mientras entra al estudio. Los tres hermanos se mira, luego miran a su madre. Anthony suspira, sabía que esta noche está lejos de terminar.

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