Chapter 1: Aviso
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Primero que nada, soy más del tipo lectora, no escritora jajaja, así que digamos que es mi primera vez escribiendo un fanfic. Pero era necesario ver a una Cale mujer y las reacciones de los demás personajes ante una persona con las características que presenta Kim Rock Soo en el cuerpo de Cale Henituse (pero en su versión femenina clara)
ACLARACIONES
- La portada está hecha por mi, asi que no me juzguen porque lloro :'p. - Dudo que salga bien lo que en mi mente es una maravilla, así que veremos lo que sucede en el transcurso jajjaja *nervios entrando al chat*
- Puede que se haga largo, porque la verdad todas las escenas con Cale son épicas y saltearlas seria un desperdicio, pero 'ya veremos dijo el ciego'.
- Estoy segura de que algunos eventos van a ser cambiados, onda no va a ser lo mismo que en la novela.
- Alta posibilidad de agregar personajes míos (oc's) porque creo que le va a dar un mejor toque a la historia (ponele) - Voy a tratar de poner las imágenes de cada vestimenta que describe (por lo menos la ropa que va a usar Cale), porque #necesario.
- El título no me termina de convencer, así que posiblemente sea cambiado en un futuro. Oh, no sé 🤫
Espero poder ser constante y no colgarme con la historia, besos en sus nalgas derechas ♡
PD: Esto está copiado y pegado de Wattpad, dónde me pueden encontrar con el mismo nombre de usuario ✨ Y de paso ven las imágenes y etc que puse ahí .
No quiero lloros de "ay, está en español" SI YO LEO FANFICS TRADUCIDOS DE INGLES A ESPAÑOL, USTEDES LO PUEDEN LEER DE ESPAÑOL A INGLÉS 💪🏻🫂✨
Chapter 2: 1. En el cuerpo de alguien más
Notes:
Bueno, iré subiendo los capítulos de a poco ya que son varios los que tengo escritos, pero bueno
Poco a poco 🥰
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Kim Roock Soo se despertó tan pronto como sintió que alguien le tocaba el hombro y se puso a la defensiva, puesto que vivía solo. Al darse la vuelta noto como un señor mayor lo miraba de una forma extraña, pero eso no fue tan sorprendente como notar que no estaba en su habitación.
El lugar en donde se encontraba ahora se asemejaba a una habitación de la Europa antigua, justo como en los libros de cuentos de princesas y príncipes, todo era bastante elegante pues parecía ser de alguien con bastantes recursos monetarios. Sin embargo seguía sin entender que demonios estaba pasando y por qué estaba aquí.
Lo último que recordaba era que se había quedado dormido al estar leyendo "El nacimiento de un héroe" pero no la historia original, sino un fanfiction en donde se agregaba un personaje femenino que sería el interés amoroso del protagonista y llamaría la atención de otros personajes masculinos.
- Señorita Cale... se encuentra usted bien? - pregunto el hombre mayor al notar cierto desconcierto de parte de su joven señorita.
(Escuche mal?? Acaso dijo "Señorita Cale"?)- dirigió su atención al señor mayor que vestía elegantemente y parecía ser un sirviente. Al ver la sonrisa de ese hombre solo puedo sentir escalofríos y un mal presentimiento.
- Cale? Cale Henituse? - se limitó a preguntar el aún desconcertado Kim Rock Soo.
- Si señorita, ese es su nombre- la miro con una sonrisa benigna en su rostro - aún se encuentra borracha?
- ...Beacrox
- ¿Esta hablando de mi hijo?
-... cocinero
-Asi es, mi hijo es el chef. ¿Necesita que le traiga algo para su resaca?
(TIENE QUE SER UNA BROMA!!!)- pensó, no solo no era hombre sino que también le había tocado ser Cale Henituse quien, en este fanfiction, era una villana secundaria que hizo enojar al protagonista, Choi Han, burlándose de él, recibiendo una brutal golpiza que la dejó hecha pulpa y además era la envidia del interés amoroso del prota por ser considerada una belleza por todos los hombres, pero también por ser una alcohólica causante de problemas, tomando así el apodo de "la basura rubí ". Y por si fuera poco además de todas las desgracias anteriores, su padre el Conde Deruth Henituse la había evitado (por no decir exiliado) toda su vida desde que la ex duquesa falleció, pues para el Conde ver a Cale le traía el dolor, pues ella era la viva imagen de la ex condesa. En este fanfic la vida de Cale fue aún peor.
Kim Rock Soo se agarró su cabeza mostrando la fatiga que le causaba la nueva información sobre lo que le estaba pasando. (La vida me odia)- pensó masajeando su sien.
- Al parecer la señorita todavía se encuentra ebria- para el colmo tenía que lidiar con este señor de apariencia asesina - le gustaría algo?
- Un vaso de agua por favor - dijo incorporándose de la cama dispuesta a levantarse.
-De inmediato señorita, mientras puede tomar una ducha para despejarse- dijo caminando sin hacer ni un ruido hasta la puerta- por cierto, su padre espera que hoy coma con la familia.
- si, seguro, ahora vete así me ducho- se despidió sintiendose incómoda al ver que el sirviente no provocó ni un solo ruido al irse.
Luego de que el sirviente, que sin duda alguna era Ron Molan, un asesino en busca de venganza (como se describió en la novela) se iba de su cuarto, el... bueno ella fue con urgencia a buscar un espejo en el baño para chequear si tenía alguna herida de la golpiza que recibiría de Choi Han pero para su suerte no tenía ninguna, por lo que sospecho que aún Choi Han no habría llegado al condado de Henituse desde la Aldea de Harris ubicada en el 'bosque de la oscuridad".
Solo pudo suspirar de alivio ante ello y sin más entro a ducharse, pensando en cómo evitar de ahora en más el recibir una golpiza y quedar hecha pulpa como sucedía en el fanfiction.
Por un momento se preguntó si extrañaría su antigua vida como kim Rock Soo, sin embargo no tenía mucho que extrañar. Y el hecho de que ahora era mujer... no era de mucha importancia la verdad, así que sin más preámbulos decidido aceptar que ahora era Cale Henituse, que ers mujer y que con suerte podría vivir una vida pacifica si lograba evitar ser golpeada por el protagonista.
Salio de ducharse, se colocó una bata para luego salir del baño y encontrarse con Ron que traía con el a unas sirvientas que parecían estar temblando de miedo. Le pareció raro verlas temblar, porque a pesar de ser descrita como una basura, estaba segura de que nunca había herido a nadie y mucho menos a los empleados que trabajaban de la familia.
Ron le acercó una taza con té, cosa que no pidió y para colmo este era de limon el cual le dejo un sabor amargo. Estaba a punto de reprochar selo a Ron, pero al ver que el contrario lo miraba con una sonrisa benigna y recordando que era un asesino profesional, prefirió tomarse el té sin quejas algunas.
- Ellas la vestirán para el día de hoy, señorita Cale
- Nada extravagante, quiero algo sencillo y comodo para usar- ordenó la ahora Cale- Ron, en qué dia y año estamos?
- hoy es el día x del año x joven señorita.
Al parecer hoy era el día en que Choi Han llegaría al condado, se tranquilizó al notar que sus sospechas eran ciertas pero aún así debería apurar sus planes. Luego de recoger la taza que dejó la señorita, Ron la dejó la habitación para que Cale pudiera ser vestida por las sirvientas.
Lo que le pusieron fue una camisa de mangas largas holgadas cual en el cuello tenía unos pequeños vuelos, acompañada de un pequeño moño de color bordo ubicado en el cuello de la misma. En la parte inferior llevaba una falda que empezaba desde su cintura del mismo color del moño con unos vuelos sutiles en la terminación de la misma, la cual le quedaba por arriba de los tobillos, acompañada de unas medias bordó y unos zapatos no muy altos de color negro.
Si otra persona usará este atuendo si sería considerado un atuendo sencillo, pero como era Cale quien la llevaba parecía demasiado extravagante. Cale era realmente hermosa, en el fanfic fue descrita como una belleza que podría ser comparada con los mismos ángeles, su cabello le llegaba hasta la cintura y era tan rojo como la sangre, sus ojos de un tono marrón rojizo que de solo mirarlos te enamoraba, de piel realmente pálida, su cuerpo era del tipo reloj de arena pero era delgada, se notaba que hacía ejercicio, parecía un ser delicado y caro como una muñeca de porcelana de la más alta calidad que con el mínimo roce podría ser rota. De solo verla te daban ganas de cuidarla y protegerla. Esa descripción sobre ella no pudo ser más certera, porque aunque con miedo en sus rostros, vio como las sirvientas se sonrojaban al verla.
Kim Rock Soo al fin entendió porque era la envidia del personaje femenino que aparecía en el fanfic y el porque de las fantasías de los hombres del reino. Todo en ella era hermoso, incluso destacó con su voz e inteligencia en el condado. Todo hasta que empezó a comportarse indebidamente para una jovencita de clase alta, por esa razón ya que anteriormente fue destacada en belleza y talento, la veían como una joya desperdiciada. Por ello se ganó su apodo de "La basura rubí". Esto le hizo preguntarse si a la Cale original de verdad le gustaba ser tratada como basura.
Mientras pensaba en ello, le dijo a las sirvientas que solo le hicieran un rodete[moño] y que su maquillaje fuera natural.
Sin dar más vueltas al asunto salio de su habitación y fue guiada por Ron esta donde se encontraba comiendo su familia. En la mesa se encontraba llena de platos lujosos, lo que hizo que con más ganas desechará la idea de volver a su antigua vida.
En la mesa se ubicaban cuatro personas, en la punta Deruth Henituse, su padre y actual cabeza de la familia, que de todos allí era el único que todavía escuchaba a Cale y la consentía, para él ella era su más preciado tesoro, y como no serlo si era la viva imagen de la ex condesa. A su lado derecho se encontraba Violan, la actual condesa quien le tenía cierta envidia a Cale. El conde no había esperado el tiempo suficiente de luto tras la muerte de su esposa y decidió volver a casarse, esta vez con Violan, la cual ya tenía un hijo que era tres años menor a Cale y llevaba en su vientre esperando a otro, esto solo fue otra razón para que la Cale original se alejara y dejase a su padre vivir en paz con su nueva familia.
A la izquierda del conde se encontraban sus hermanastros, Basen Henituse, a quien no le importaba mucho su hermana mayor pues no hablaban y a su lado Lily Henituse, la cual sentía un poco de envidia a ver la libertad que tenía Cale.
Cale simplemente ignoró las miradas que la juzgaban y se sentó en la mesa para disfrutar una comida decente, que por años como Kim Rock Soo nunca disfruto. La familia al verla disfrutando de la comida se exaltó y provoco reacciones que para los nobles serían una catástrofe. Cale ignorando todo esto decidió hablar.
-Padre, voy a estar fuera del castillo el día de hoy - informó, tomando por sorpresa a Deruth, quien se encontraba con la guardia baja después de ver a su hija mayor disfrutando la comida con ellos después de mucho tiempo.
-Si hija mía, alguna cosa que necesites?
-Si, por favor dame dinero - dijo con una sonrisa- y que sea mucho.
-Bien te prepararé un cheque, Hans estará a cargo de dártelo y de ocuparse de lo que necesites.
- Gracias padre, con su permiso me retiro. - se fue dejando a toda la familia sorprendida por el buen comportamiento que había mostrado repentinamente.
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Notes:
(Que se yo amigo, siempre pongo las referencias de los vestuarios al final. Pero que flojera, asi que si quieren algo más gráfico, vayan a verlo en Wattpad 🤫)
Bueno aqui el primer capitulo 😊.
Si, si, muy corto. Pero bueno, no me juzguen, esto lo escribí hace un par de años atrás, así que equis 🙄
La verdad se me hizo muy tedioso escribir esto, pero mi amor por Cale es más grande ♡.
(Si ven horrores ortográficos me avisan)
Hasta la prox ♡
Chapter Text
Luego de dejar a una familia sorprendida ante su nuevo comportamiento, Cale se dirige hasta su habitación para pedirle a Hans, el mayordomo adjunto quien se encargaría de ella, que le preparen su estudio y le diera el cheque que le dio su padre, el cual al ver la cantidad de galones escrita en el mismo daba a conocer que la familia Henituse era una familia bien acomodada.
Ya con el estudio listo, ella rápidamente comenzó a escribir todo lo relevante que podría suceder según sus memorias de la novela, se felicitó internamente al haber tenido en su anterior vida un don que le permitía recordar todo. Uno de los sucesos importantes había ocurrido ayer, el día en que la segunda familia del personaje principal Choi Han, aquella familia quien por primera vez en este mundo le dio el amor que un humano puede dar, fue asesinada por un grupo desconocido de asesinos.
Hoy en cambio llegaría al condado para informar de aquel terrible incidente y pedir un entierro para aquellas personas que consideraba su segunda familia. Puesto que Choi Han había pasado años atrapado en el "Bosque de la Oscuridad" solo luchando por sobrevivir ante los monstruos que en ese lugar habitaban, solo desde los 17 años, siendo transportado a este mundo sin conocer nada y en un lugar sumamente peligroso sin mencionar que nunca envejecia, solo sin el calor de una familia.
Los habitantes de la aldea de Harris le habían brindado a Choi Han algo que por años se le fue negado y ahora eso que había ganado luego de años de soledad se le fue arrebatado cruelmente de nuevo.
Después de anotar esto y otros momentos importantes de la historia en la hoja, la cual había escrito en su idioma, decide que es mejor quemarlo para evitar que el protagonista o cualquiera que supiera su idioma natal lo leyera, pues ella ya había memorizado todo lo anteriormente escrito.
Mientras quemaba la hoja pidió que se le preparara un carruaje. Le ordeno a Hanz avisarle a su padre que estaba por salir e hizo lo posible para que Ron no la siguiera.
- Ron, voy a salir. No me busques.
-... Entiendo joven señorita. Estaré esperándola.
Cale instantáneamente frunció el ceño al escuchar tal afirmación.
- No, no me esperes.
Luego salió de la residencia Henituse para subirse al carruaje, desde el cual divisó el gran jardín que rodeaba la residencia. Ya en marcha, a lo lejos vio como Ron seguía parado en la puerta observandola irse con una sonrisa en su rostro.
Se alegro enormemente de poder deshacerse de él, eso la ponía tranquila, pero conociendo la verdadera identidad de Ron decidió que debía tratarlo mejor de ahora en más para evitar problemas.
Además tendría que idear un plan para que Ron, Beacrox y Choi Han se conocieran, ya que originalmente ellos empezarían a viajar juntos para encontrar información sobre ese grupo de asesinos. Decidió que se preocuparía de ello luego.
Llegando al lugar destinado pudo notar como la gente huía de tan solo ver el emblema de la familia Henituse, esperando por supuesto que fuera la famosa basura quien bajaba de aquel carruaje. Ser una basura era bastante conveniente a opinión de Cale.
Al bajarse se deshizo del conductor para quedar sola y tranquila.
Encontrándose en frente de la tienda observó el cartel que estaba fuera con el título de 'La Fragancia del Té con Poesía', una tienda en donde podías leer poemas y beber té. Cuando entró para su suerte era temprano y por ello no había mucha gente dentro, pero los pocos que estaban se sorprendieron a ver entrar a la señorita Cale, pues su fama era bien conocida por todos los comerciantes de la zona.
- Bienvenida - sin embargo el dueño de la tienda la recibió con un cálido saludo dibujado una sutil sonrisa en ella.
Al ver al dueño sin duda confirmo que se trataba de Billos, un hombre con aspecto parecido al de un cerdito gordito y bastante adinerado. Parecía una alcancía andante. Sin duda era necesario conocerlo para luego, en un futuro, hacer negocios con el si llegaba a necesitar algo difícil de conseguir.
- Planeo quedarme en el tercer piso el día de hoy - dijo al dejar uan moneda de oro en el mostrador e ignorando la sonrisa que le había dado Billos - Traeme cualquier té que no sea amargo y ¿tienes novelas o solo poemas? - escucho como alguien apoyó fuertemente su taza provocando un sonido fuerte, pero ella decide ignorarlo.
- Por supuesto, también tenemos novelas, joven señorita.
- ¿De verdad? Maravilloso. Luego enviarme la más interesante junto con el té.
- entendido.
Cale se alejó de Billos mientras intentaba darle el cambio.
- planeo beber más tarde así que no hay necesidad de cambio, quedatelo mejor.
Sin dejar que le refutan se dirigió rápidamente al tercer piso y como pensó no había nadie en el lugar, ya que era temprano en la mañana, luego buscó un asiento junto a una ventana que daba a la entrada de la ciudad.
Su plan era observar la llegada de Choi Han a la ciudad desde allí mientras se relajaba. Al poco tiempo Billos le llevó lo que le había pedido y luego la dejó sola .
Recordó entonces cómo es que la Cale original se había burlado de la pérdida de Choi Han frente de él.
-"¿ Por qué debía debería importarle a mi padre si algunos aldeanos están muertos o no? está copa de alcohol en mi mano vale más que todas sus vidas inútiles juntas."
Ese fue el detonante que hizo enfurecer a Choi Han a tal grado de no importarle que Cale fuera una mujer, dejándola inconsciente de tantos golpes que le ocasionó. Recordó haber leído que una de las heridas que más la afecto fue la que dejó uno de los fierros del corset que llevaba puesto, pues uno de los golpes de Choi Han hizo que su corset se desgarrara provocando que uno de los fierros le entrara en su costilla derecha.
Este fue el golpe que la hizo desmayarse al sentir la falta de aire seguido de un fuerte dolor. Fue esa una d elas razones por la que había pedido que la vistieran discretamente el día de hoy.
De solo pensar en ello empezó a ponerse ponerse la piel de gallina. Sin duda alguna evitaría poner al protagonista en su contra.
Al poco tiempo de pensar en esa horrible escena, cuando abrieron las puertas de la entrada a la ciudad se hizo presente un joven que vestía ropa con marcas negras por todas partes, de modo que parecía que se quemó en varios lugares de la misma. Ese joven era el mismísimo Choi Han.
Cale vio como Choi Han, quien tenía una mirada vacía, trato de pasar por las puertas de la ciudad pero al no tener identificación se le negó la entrada. Sin embargo, a pesar de estar abatido y un tanto irracional debido a su perdida, Choi Han sabia que los guardias solo estaban haciendo su trabajo y cumplían órdenes, por lo que se fue sin darles más problemas. Pero ella sabia que solo se marchó por que en la noche saltaría silenciosamente la muralla para entrar al territorio torciendose el pie al esquivar unos gatitos.
- Este punk al parecer si que le gustan los animales- hablo para ella misma terminando de beber su té.
Al terminar de presenciar la escena Cale bajo del tercer piso y se despidió diciendo que regresaría más tarde por lo que le guardaran su lugar y el libro que estaba leyendo. Ahora era tiempo de seguir con su plan y conseguir 'El escudo indestructible' el cual era un poder divino creado por un humano que le garantizaba su seguridad, así evitaría esfuerzos.
Para poder conseguir aquel escudo, según la novela, era necesario alimentar el 'árbol devorador de hombres' en el cual se encontraba dicho poder. Sin más Cale paso por las tiendas de pan y compro todo lo que pudo, poniéndolos en bolsas, y fue directo a los barrios bajos, donde se encontraba ese árbol.
Por suerte para ella nadie se le cruzó en si camino y si la veían la ignoraban, por que pues... ¿quién no conocía el temperamento de 'la basura rubí' cuando la molestaban?, ella no podía estar más contenta. Ya cerca de su objetivo pudo notar un árbol negro y su alrededor estaba igual de oscuro, se veía bastante desolado. Sin duda era el árbol devorador de hombres.
Se acercó cada ves más al gran árbol con aquellas pesadas bolsas de pan, pero mientras más se acerca más molesta estaba y la razón eran dos niños que la habían estado siguiendo.
-¡No debes acercarte a ese árbol!
-¡Ese es un árbol devorador de hombres! ¡No debes ir allí!
- ¡Vas a morir! ¡No lo hagas!
Las voces de los niños eran insistentes, por lo que no tuvo más remedio que parar y sacar dos porciones de pan que tenía en su bolsa. Al mirar a los niños noto a una niña de aproximadamente 10 años, de cabello grisaseo y ojos dorados, sosteniendo la mano de su hermano menor, un niño de cabello rojo y los ojos como su hermana. La miraban con ojos de preocupación.
La niña al notar a Cale molesta tropezó con sus palabras pero igual le advirtió.
- ¡Es un árbol que come hombres! ¡Vas a morir!
- No voy a morir pequeña- les acerco el pan a los niños - tómalo y pierdete.
Al entregarles el pan pudo ver el desconcierto en los ojos de los niños a lo que chasqueo su lengua y siguió su camino.
- ¡No debes morir! -escucho que le gritaba la niña a lo lejos.
Ya cerca del árbol Cale se dedicó a tirar el pan por un agujero negro que estaba junto al árbol viendo como reaccionaba el mismo a la comida dada. Continuo así hasta que se quedó sin una amiga de pan en sus bolsas.
Sin embargo a parte de que el agujero se volvió más claro, no hubo más cambios.
- Al parecer tendré que comprar más *suspiro* volveré mañana.
Se despidió del gran árbol y al ir saliendo del lugar noto como los niños la miraban sorprendidos de que aún estuviera viva. Se acerco a ellos inclinándose un poco y les sonrió.
- Si quieren comer pan mañana, no digan nada de lo que vieron hoy.
Ambos niños asintieron al mismo tiempo y ella les revolvió delicadamente sus cabellos, luego se alejó de ellos para ir de nuevo a la tienda del té en donde fue recibida por Billos quien la acompaño de vuelta al tercer piso para que siguiera con su lectura y bebiendo su té y unos postres dulces que le había traído . Y así estuvo en ese lugar hasta que el sol bajó.
Iba siendo tiempo de ir a interactuar con un punk peligroso y tal vez era por estar en el cuerpo de una chica pero se sintió insegura y con miedo ante la idea de encontrarse con alguien tan fuerte.
(Todo sea por no terminar inconsciente y gravemente herida)- se ánimo sola palmeandose el hombro.
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Notes:
No, me resulta re corto.
Onda, lo estoy releyendo mientras lo subo por aqui y la verdad son súper cortos 😩
En fin, gracias por leer 🫂
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Cale definitivamente no quería irse de la tienda de té, pues si salía de allí se encontraría con Choi Han y obviamente le desagradaba la idea.
Pero su prioridad principal era evitar que esta persona le hiciera daño alguno, ya que algo que de verdad odiaba era sentir dolor, y que provocaba que por más mínima que fuera una herida, solía exagerar a lo grande.
Se despidió de Billos y salió con pesadez de la tienda. Al caminar sola por la calle pensaba en varias cosas, por ejemplo que no le disgustaba la idea de usar faldas pero extrañaba los pantalones, -(Haré que me fabriquen unos a la medida, total quien le diría que no a esta basura)- dijo mentalmente para si misma.
Otra cosa que pensaba es que Cale original era una persona única, porque usualmente las basuras se juntaban con gente problemática, sin embargo ella las repudiaba y cuando podía se deshacía de ellas. Era interesante.
- ¡Por Dios!, joven señorita ¿qué la trae por aquí?
El sueño del bar se asustó al ver que Cale entraba a su negocio. Ella ignora esta reacción y el saludo del dueño mientras arrojaba una moneda de oro hacia este.
- Trae una botella de lo que usualmente tomó. Ah, cierto. Y también trame una pechuga de pollo asada, no le pongas sal y envuélvelo para llevar.
- Joven Señorita... ¿no va buscar dónde sentarse primero?
Cale al instante comenzó a fruncir el ceño haciendo que el propietario se prestara en traerle lo que había solicitado. Ella notó la sonrisa mientras preparaba las cosas, al parecer le agradó la idea de que lla no se iba a quedar allí. (Si que era una chica escandalosa la antigua Cale)- pensó para si misma mientras chasqueaba la lengua estremeciendo a los demás clientes en el bar.
- Joven señorita, aquí esta lo que solicitó- dijo con una enorme sonrisa el propietario.
- Excelente- dijo ella y sin más salio del bar.
Estando fuera destapó la botella y bebió de una vez ella mitad del contenido de esta.
- Oh~ qué sabor.
Gracias a que el cuerpo de Cale tenía alta tolerancia al alcohol, no le afectó en lo absoluto solo le produjo que su rostro pálido se tornará de un leve tono de rojo. Y así con la botella en la mano se dirigió hasta la entrada de la ciudad, asustando a los guardias que estaban allí al verla en ese estado.
Al llegar a la entrada vio la gran muralla de aquella ciudad, la cual la defendía de posobles intrusos. Algo inútil ya que alguien lograría pasar por ella esta noche.
Recordó información del libro la cual decía que en aproximadamente 100 pasos de la entrada, Choi Han pasaría la muralla. Respir hondo y sigue las indicaciones del libro.
Ya en la ubicación calculada, la cual era en una esquina de la zona residencial, en la cual solo había una antorcha y la iluminación de las residencias, Cale puedo notar algo que estaba acurrucado debajo de la muralla de la ciudad. Mejor dicho, divisó cosas, cosas que parecían delicadas y temblaban en la oscuridad de esa noche. Ya al acecarse aún más pudo escuchar las voces de esas cosas delicadas.
- Miauuuu, Miaaaauuu.
Unos gatitos eran los causantes de tales sonidos. Cale comenzó a sonreír, había encontrado el lugar correcto.
En el momento en que Choi Han salta por encima de la pared, para evitar golpear a unos gatitos que habían sido heridos, gira abruptamente su cuerpo para esquivar a aquellas criaturas provocando que su tobillo se corriera.
La verdad es una buena persona.
Cale miró a los gatitos que estaban acurrucados temblando, luego dirigió su mirada hacia un callejón cercano y lo vio. Vio la expresión de dolor que tenía ese sujeto que parecía un vagabundo, ella podía ver su pelo negro alborotado y su ropa quemada.
Al acercarse a los gatitos, sintió la fría mirada de aquel sujeto, que por más que sus ojos estaban cubiertos por su cabello negro, sintió que estaba siendo analizada.
Se felizcitó a si misma por elegir beber algo de alcohol antes de hacer esto, pues sabía que en ese momento estaba temblando. Sacudió su cabeza, no era momento de pensar en lo absurdo, era momento de hacer una buena acción para dejar una buena impresión. Respiro hondo y empezó a hablar para que Choi Han la escuchara.
- Parece que tienes hambre- dijo mientras subía un poco su falda para poder arrodillarse y quedar cerca de los gatitos.
Dejo a un lado la botella de alcohol y desenvolvió el pollo que llevaba con ella, ofreciéndolo a los gatitos.
- Pobrecillos. Adelante, se lo pueden comer.
Ella nunca esperó que los gatitos fueran tan pequeños. 'Tsk', chasqueo su lengua y se dedicó a picar la carne para que le fuera más fácil digerir para los gatitos. Soltó un suspiro mientras trataba de acariciar al gatito plateado de ojos dorados el cual le mostraba sus dientes. A ella no le interesaban muchos los gatos, pero sabía que a Choi Han le agradaban los animales.
-Pobrecitos, ven esto y mejora pronto- esto lo estaba dedicando a Choi Han.
Cale no lo sabía pero Choi Han la estaba analizando. Primeramente se alertó de que alguien se acercaba a su ubicación ya que había sentido el olor fuerte a alcohol, pero se relajó un poco al sentir que esta persona era débil, podría defenderse.
Luego vio la figura de esta persona, una mujer, que según el parecía era una noble.
Le resultó raro que una chica noble anduviera sola de noche. Luego vio como se acercó a los gatitos, le ofreció comida y ella al ver que no se lo podía comer fácilmente, hizo una mueca pero comenzó a despedazar la carne para que pudiera digerirlo. Le pareció un acto extremadamente lindo de su parte.
Fue entonces cuando la escuchó hablar de nuevo.
- ¿Tienes un lugar a donde ir?
No hubo respuesta, pero siguió hablando pues sabía que los guardias pronto llegarían a patrullar la zona.
- ¿O un lugar en donde quedarte?
No escucho nada pero ella seguía tratando de acariciar a los gatitos que por alguna razón le seguían gruñendo.
-¿Tienes hambre?
Se incorporó y miró hasta donde se encontraba el joven, tenía una mirada de desconfianza y Cale lo entendía pero el tiempo no los ayudaba.
- ¿Vas a seguir sin contestarme?
-¿Por qué me hablas?
Choi Han estaba sorprendido y obviamente sentía desconfianza ante la desconocida. Se preguntaba ¿porqué está chica me está hablando? ¿Por qué parece querer ayudarme?
Cale se acercó hasta donde estaba Choi Han y decidió usar una personalidad amable para dirigirse ahora a él.
- Oye, pareces cansado -dijo inclinándose un poco- Sigueme, te puedo ofrecer algo de comida- estiro su mano y mostró la sonrisa más amable que pudo hacer.
Cale sabia que la mejor forma de caerle bien a alguien era darle algo de comida.
Solo un instante fue suficiente, solo esa sonrisa basto.
Para Choi Han ese momento parecía haberse congelado en aquella sonrisa, esa sonrisa que era similar a la de algún ángel y quien la portaba no estaba lejos de serlo. Era una sonrisa cálida y amable.
Y al estar tan cerca pudo ver con claridad el rostro de aquella mujer... rostro semi ovalado, pestañas largas y rojas, tan rojas como la sangre, al igual que su cabello recogido formando un rodete [moño], ojos afilados de color marrón rojizo y labios rosados un poco carnosos.
Ella era realmente hermosa. Choi Han de repente se había sonrojado un poco pues nunca antes había visto a una mujer tan 'perfecta' ni cunado estuvo en su verdadero mundo.
Titubeo un momento antes de agarrar aquella delicada mano que estaba frente a él, tomó esa mano e hizo fuerza con la otra para levantarse, no quería que la dueña de esa mano generosa hiciera algún esfuerzo.
- Si es que puedes caminar, solo sígueme ¿ok?
Se dirigió a agarrar la botella que había dejado cerca de los gatitos y la levantó, pero se sorprendió a ver que los felinos se frotaban contra sus zapatos.
- Lo lamento pero debo irme. Hasta la próxima.- dijo acariciando a ambos gatitos antes de dejarlos atrás.
Dejando a los gatitos que ahora maullaban de tristeza, empezó a caminar rumbo a la finca Henituse. Volteo finciendo que miraba a los felinos que dejaron atrás, pero en realidad lo hacía para ver si Choi Han la estaba siguiendo. Al ver que él la estaba mirando volvió su cabeza hacia adelante y siguió su camino.
Choi Han aunque cojeando la seguía sin decir nada, pero mientras más avanzaban más inseguro se sintió por lo que se cuestionó si estuvo bien seguir a esta chica que lo llevaba por la zona de los nobles más ricos al parecer.
Fue hasta que estuvo en la finca de los Henituse que decidió detenerse.
- ¿Qué estás haciendo?
Cale miró hacia él y Choi Han noto como los guardias la saludaban dejándole libre la entrada.
- ¿No vas a venir? - le sonriendo gentilmente y siguió su camino.
Choi Han decidió seguirla, pensó que sería más fácil buscar información ahora que estaba en la casa del conde y pedir por un funeral para los aldeanos.
Cale tuvo que convencer a los guardias, cosa que no fue difícil pues #basura, de que dejó pasar a este joven de aspecto mendigo. Al estar dentro de la mansión fue recibida por Ron y Hanz que al verla con un hombre casi se desmayan.
- Joven señorita, ha regresado. - dijo con una sonrisa benigna que quedó congelada al ver al hombre detrás de su joven señorita. No le gusto esto en lo más mínimo.
-Así es, Ron.
Ella pudo notar la tensión que hubo cuando Ron miró a Choi Han y viceversa. Sabia que de alguna manera estaban midiendo su fuerza. Intuyo que Ron estaría cerca del nivel de fuerza de Choi Han.
Lo que no sabía es que Ron queria matar a este chico todo andrajoso que se atrevió a acercarse a su pequeña niña. Pues Ron había cuidado de Cale desde que era pequeña y de alguna manera la consideraba como su propia familia.
- Joven señorita, regresaste después de beber hoy. - Hanz que luego de un momento reaccionó, se acercó a Cale para ver si necesitaba algo. Temblo al ver como la señorita levanto la botella que traía en su mano y lo señaló, cubriéndose ante aquel acto.
- tsk, solo guárdala- le acerco la botella al avergonzado y muy rojo Hanz.- De hecho, te la arrojaré en serio la próxima vez, si veo esa reacción tuya.
Con un Hanz pálido, Cale le indicó a Choi Han que la siguiera. Sin embargo no era el único que iba detrás de ella en ese momento ya que Ron la seguía de cerca, porque ni loco iba a dejar a su indefensa e inocente señorita ir sola con un desconocido, Hanz por otro lado, aunque tembloroso, la seguía por si necesitaba algo.
A Cale no le importaba, estaba enfocada en llegar a la cocina #2 donde se encontraba el hijo de Ron, Beacrox quien era el chef. Su plan casi concluía, solo tenía que hacer que Choi Han, Ron y Beacrox se encontraran para que se fueran y no le causarán problemas.
Al llegar a su destino, tomó por sorpresa a Beacrox, que sin dejar que este reaccionara, rápidamente se acercó a Choi Han poniendo una mano en su hombro y señalandolo.
- Dale algo de comer- dijo con unos nervios que desbordaban, aunque no los mostraba en absoluto.
- ¿Disculpe?
Beacrox los miraba con una expresión rígida en su rostro. Cale, calmandose internamente volvió a hablar.
- Dale algo de comer, este joven está con hambre. - hubo un momento de absoluto silencio.
- Haré lo que ordene la joven señorita- Ante la respuesta, Cale contuvo un suspiro de alivio ya sonrió.
- También prepara algo para mi, tengo hambre. El bistec que preparaste anoche estuvo delicioso. Eres un gran chef.
Ese elogio hizo temblar a Beacrox. Quien miro a su padre preguntando con su mirada si había escuchado bien, a lo que este, igual de impactado, solo atina a asentir.
- Algo como ese bistec sería una cena maravillosa. Prepáralo rápido.
Con esas palabras salió de la cocina, dejando atrás a tres hombres confundidos mientras Hanz la seguía, y se dirigió feliz a su habitación, pues ya había conectado a las personas peligrosas y no tenía por que seguir involucrada con ellos.
- Señorita Cale, ¿ qué debo hacer con ese invitado?
- ummm, supongo que es mi invitado. Encárgate de lo que sea que necesite, dale algo de ropa y donde dormir. Y por favor deja de molestarme, solo lleva la comida a mi cuarto cuando esté lista.
Dicho esto cerro las puestas de su cuarto dejando fuera a Hanz. Luego fue directo tirarse sobre el sillón que esta en su habitación quedándose tranquila y esperando por su comida.
Pero esa noche no cenaria porque gracias a que estuvo bebiendo y por el estrés que manejo en el día termino durmiendo antes de que la cena llegara a su cuarto.
Lo que ella no sabía era que aquellas tres personas que había dejado solas en la cocina #2 tendrían un enfrentamiento, una por sentir a dos personas fuertes ante él y los otros dos porque la persona ante ellos se atrevió acercarse a su joven maestra y por si fuera poco este individuo tenía un olor que tanto a Roncomo a Beacrox les resultaba asquerosamente familiar.
Ese suceso sólo lo sabrían los tres involucrados.
Lo que Cale tampoco se enterará es que a su padre, Deruth, casi le da un paro cardíaco cuando Hans le informó que había traído a un hombre todo andrajoso a su hogar.
Deruth, quien había rechazado a incontables pretendientes para su hija mayor, jamás imaginaría que fuese su propia hija quien llevaría a un hombre a su hogar y que este tenía un aspecto de mendigo, solo lo empeoraba. Así surgió uno de los primeros mal entendidos para Cale.
**********************************
Notes:
Jajajaja, no pensaba hacer un capítulo solo para que conociera a Choi Han, pero equis.
¡protejamos a la joven señorita!
espero que tengan un buen día/tarde/noche, besos ♡
(Editado: YA DESCUBRÍ COMO SUBIR IMÁGENES MUAJAJAJA, bueno ahí mi fanart *baila 💃🏻*. Aunque quedó gigante, me conformo la verdad)
Chapter Text
A la mañana siguiente Cale se despertó feliz, pero esa felicidad le duró poco ya que Ron, en vez de agua, le traía un té de limon y además tenía vendado el cuello haciendolo lucir bastante aterrador.
- ¿Te lastimaste? - pregunto mientras bebía su té de limón, tratando de evitar mostrar gestos de disgusto.
- No sé preocupe por mi joven señorita, solo fue la uña de un gato la que me rozó.
- Ya veo, es un poco molesto de ver - se levanto de la cama habiendo terminado su té y dejándolo en las manos de Ron.
Fue directo a asearse y cambiarse. Se colocó un vestido con botones y solapas de un color marrón claro que le llegaba hasta las pantorrillas, unas medias blancas altas y unos zapatos negros. Ese día también llevaría maquillaje natural, un poco de rímel y labial rosa un tomo más oscuro que sus labios y se peinaria con una trenza al costado.
Debía comenzar a moverse rápido, pues ella dormía hasta tarde.
- ¿Vas a salir ahora?
- si y no necesitas preocuparte. Me encargaré yo misma de todo afuera.
Camino hasta la puerta con la intención de abrirla. Se detuvo al escuchar la pregunta de Ron.
- ¿Qué opina de la limonada?
- Estuvo deliciosa. - dijo sin notar que Ron la estaba analizando.
Sin pensarlo mucho abrió la puerta para luego cerrarla abruptamente al ver que alguien estaba fuera. Ron silenciosamente se acercó a ella.
- Ron...
- Joven señorita, ¿la sorprendió?. Su invitado de ayer está esperando por usted allí afuera. Como abrió la puerta demasiado rápido no tuve oportunidad de advertirle.
(No tuvo oportunidad mi culo)- pensó para ella misma. Cuando abrio la puerta lo primero que vio fue a Choi Han mirándola desde afuera. Por el shock había reaccionado cerrando la puerta en su cara.
Soltó un suspiro y abrió la puerta como si nunca la hubiera cerrado en primer lugar.
- ¿Si? ¿Querias verme?
Cale no pudo evitar notar cuán diferente se veía Choi Han luego de una ducha, arreglarse el cabello y vestir con ropa nueva. Le daba la sensación de estar ante una persona pura y limpia. Se veía bastante guapo en su opinión, típico del personaje principal, todo le iba a quedar bien.
- Quiero pagarte
- ¿Eh?
- Quiero pagarte la comida. - al instante Cale frunció el ceño, Choi Han estaba siendo muy cortés con ella, pero trato de reprimir los impulsos de mostrar su disgusto.
- Tsk. No hay necesidad de ello. ¿Hay algo más que usted necesite? - dijo rechazando totalmente la oferta de él, ella no necesitaba nada de él.
- Hay algo para lo que me gustaría solicitar su ayuda.
Cale sospechaba que esa 'ayuda' que el necesitaba estaría relacionado con la villa Harris y ella no quería involucrarse en ello.
- Puedes decirle a Hans tu petición, el se encargará de lo que sea que necesites si es algo normal. Es alguien bastante capaz.
Aprovecho para deshacerse de Ron tambien, por lo que prácticamente lo empujó hacia Choi Han, ignorando lo tenso que se puso.
- Ron aquí también es bastante útil, estoy segura de que él también sabrá como ayudarte. Ron el es mi invitado, asegúrate de cuidar de lo que necesite.
- Pero, ni siquiera sabes quién soy. ¿Por qué me ayudas?
- ¿Por qué necesito saber quién eres? ¿Necesito alguna razón para ayudar a alguien que tiene menos que yo?
Ella vio como el rostro de Choi Han se tornaba complicado, se veía como alguien realmente inocente.
- Por lo que veo estas en una situación complicada y dudo que lo que pidas sea algo difícil. Y si lo es, estoy segura de que Hans te ayudará a resolverlo de algún modo. *suspiro*. Como sea, me despido. Tengo mucha cosas por hacer.
- Joven señorita, me ocuparé de cumplir correctamente tus órdenes.
Cale sólo asintió y salió de su cuarto en dirección a la oficina de su padre Deruth. Necesitaba obtener su mesada del día.
Se fue ajena al hecho de que los hombres que dejo atrás estaban en una atmósfera de incomodidad.
Ron optó por cumplir las órdenes de la señorita. Sin embargo Choi Han, antes de dejarse guiar por Ron, se quedo un momento mirando la pequeña figura de Cale que se alejaba en el pasillo.
La mente de Choi Han era un lío, pero el también tenia cosas por resolver así que dejo sus pensamientos para después.
————————————
Ya en la ciudad en la que se encontraba el 'árbol devorador de hombres', Cale compró el triple de pan que había comprado el día anterior. También se aseguró de preparar unas bolsitas individuales para los niños, las cuales contenían un poco de carne y pastel.
Cuando llegó a los barrios bajos, estando cerca del árbol observó a los niños que la esperaban allí.
- Ven aquí y tómalo. Es un poco de carne y pastel. Coman moderadamente.
El niño pelirrojo fue quien se acercó a ella y tomó las bolsitas con comida. Luego de entregárselas vio las sonrisas de los niños, sin embargo también notó que ellos estaban muy heridos, pero decidió ignorarlos y seguir con su camino.
Ya era molesto tener que alimentarlos, ¿por qué se preocuparía por sus heridas? Seria solo más problemas.
Llego al árbol y arrojó en el agujero negro todo el pan que llevaba consigo. Luego de vaciar las bolsas de pan y de escuchar la triste historia que le contó el dueño original del poder, salió del árbol una luz que parecía bastante divina. Al tocar esa luz, la sensación de algo cálido y fuerte envolvió la mano con la que lo tocó. Y escucho una vez más la voz del dueño de este antiguo poder.
- Te protegerá.
Inconscientemente ella empezó a sonreír.
Una luz plateada brillante envolvió por completo a Cale mientras era absorbida por su corazón. Se sintió feliz de sentir calidez, pues no hubo ningún dolor al recibir el poder. Luego se fijaría del tatuaje que aparecería en su pecho, según la novela, lo dejo para después porque pensó que sería vulgar revisarse allí mismo...
Rápidamente invocó al 'escudo indestructible' el cual apareció en frente suyo. Era lo suficientemente grande para cubrir su cuerpo, era plateado y llevaba alas a los lados del mismo. Pudo controlarlo sin problemas.
- Ahora estoy más tranquila, sin embargo... parece un poder demasiado divino. *suspiro* Ignoremoslo por ahora.
Luego de recibir el escudo vio como aquel árbol negro y todo a su alrededor se 'purificaba' hasta tal punto de parecer una tierra fértil con un árbol de hojas verdes muy hermosas. Bastante satisfecha salió de allí, pues consiguió con éxito un poder que la protegería al menos dos veces de un ataque con la fuerza de Choi Han .
Caminando fuera de la zona vio otra vez a los niños que la miraban aún con un poco de desconfianza. Cale trató de ignorar las heridas presentes en ellos y más las que tenía de la niña, pero algo dentro suyo la obligó a acercarse a ellos con el ceño fruncido, provocando que los niños retrocedieran un poco.
- Tsk, Vengan conmigo -les ofreció las manos a aquellos pequeños quienes duraron en tomarlas. Ella rodo los ojos antes de volver a hablar. - Vamos no les voy a hacer nada.
Dicho esto los niños aún con miedo tomaron cada uno una de las manos de Cale y la siguieron. Cale fue hasta una posada decente y pidio una habitación, desconcertando al propietario al cual le ofreció una meda de oro y luego le pidió.
- Toma esto y ve a comprar atuendos decentes para estos niños y ve a traer algunas pociones curativas de alta calidad. Hazlo rápidamente si no quieres que me enoje.
Al ver que él no reaccionaba le tiró la moneda y poco le importo que el propietario saliera corriendo del lugar mientras ella subía hasta la habitación con los niños detrás de ella.
Al poco tiempo el propietario llegó con lo pedido por Cale y luego la dejó sola.
Ella vertió y les dio las pociones a los niños quienes aún no entendía nada de lo que estaba pasando. Luego los baño y los vistió dejándonos limpios y decentes.
- ¿Por qué? ¿Por qué nos ayudas?- alcanzo a preguntar la niña aún desconcertada que estaba hermosamente vestida con vestido celeste, un moño en al cabeza del mismo color y medias blancas con zapatos negros. El niño llevaba un traje del mismo color que su hermana y un sombrero en la cabeza. Se veían súper tiernos.
-Porque puedo, porque quiero y porque se me da la gana. - Dijo sin titubear cruzándose de brazos.
Luego bajó de aquella habitación, seguida obviamente por ambos niños, hasta donde estaba el propietario para extender la estadía de los niños en el lugar. Sin embargo fue detenida por los menores.
- No queremos quedarnos aquí- dijo el niño pelirrojo quien fue el primero en hablar y agarrar fuertemente la mano de Cale.
- ¿Eh?
La niña estaba desconfiada, pero esta mujer los había ayudado, alimentado y también les iba a dejar quedarse en esa posada pagando por ellos. Podía sentir que esta mujer era buena persona, por lo que decidió confiar en sus instintos. Ella tampoco quería quedarse en este lugar...
- No nos dejes aquí. Por favor, llevanos contigo- la niña de cabello gris se aferró con fuerza a la mano de Cale.
En ese momento Cale se encontraba en un conflicto interno, porque sabía que la verdadera razón por la que ayudaba a estos niños era porque cuando ella fue Kim Rock Soo había sido huérfano. El vivió una vida difícil y sabia por experiencia lo que era el estar solo sin hogar y comida esperándolo.
Lucho contra su conciencia, no queira dejar a estos niños a la deriva pero seria complicado y la mirada de los menores no ayudaban.
- Por favor, no seremos una carga, podemos ser útiles- se apresuro el niño al ver duda en la cara de Cale.
- Así es, somos fuertes... - dudo antes de revelar la niña- somos gente gato, podemos transformarnos en gatos. Ni siquiera vamos a ocupar mucho espacio...
- Si si... por favor ¡no nos dejes solos aquí!
Ante el grito del niño, el corazón de Cale no pudo aguantar mucho más y menos viendo que el más chico estaba al borde de las lágrimas.
- ¡Por favor señorita! - dijeron ambos niños al mismo tiempo.
- *suspiró* aahhh~ esta bien - se rindió finalmente- Tsk, ahora tendré que hablar con mi padre. Primero preséntate.
- Si, mi nombre es On y tengo poderes de niebla y él es mi hermano menor Hong, su poder es el veneno.
Cale pensó que serían bastante útiles, aún sin sus poderes.
- Un placer, mi nombre es Cale Henituse y ahora cuidaré de ustedes.
Los niños al estar tan felices, en un instante abrazaron a Cale tomándola desprevenida. Solo reaccionó a acariciar la cabeza de ambos niños y luego tomándole las manos.
- Bien vámonos a casa. - ante la palabra 'casa' los menores casi lloran de la emoción, después de mucho tiempo podían sentir la calidez una persona.
————————————
Ya en la finca Henituse, fue recibida con las caras en blanco de Ron, Hans y Choi Han que por algún motivo estaba allí esperándola. Los tres hombres allí presentes tuvieron el mismo pensamiento al ver a la joven señorita con dos niños y uno con el cabello similar a ella.
El primero en enfrentar la situación, como siempre, fue Ron.
- Joven señorita... ha regresado. Umm estos niños ¿quienes son?
- Si Ron, volví. Ella es On y el es Hong, los acabo de rescatar... umm si podemos definirlo así. ¿Esta mi padre en su oficina?
Los niños estaban impresionados por el gran y lujoso lugar en donde se encontraban, también vieron a los hombres que los miraban con caras de no entender, por lo que se sintieron intimidados y rápidamente pusieron detrás de ella apretando un poco las manos de Cale.
Cale pensó que sentían temor por las personas peligrosas frente a ellos y compartió el sentimiento apretando las manos de los niños con la idea de darles confianza.
Los niños creyeron que ella estaba nerviosa por presentarlos y se sintieron un poco mal por causarle problemas a Cale.
- Si señorita, el maestro se encuentra haciendo su trabajo. ¿ Necesita que la guíe? - la mente de Ron era extremadamente un caos en este momento. ¿Qué le estaba pasando a la joven para traer de la nada a dos niños?.
- No hay necesidad, iré yo misma. Vamos - camino con paso firme al lugar en donde estaba su padre Deruth.
Hans fue el único de los tres allí presentes que la siguió, pero antes de poder hablarle, ella ya había entrado a la oficina en donde estaba el conde, por lo que no le quedó de otra que esperar allí afuera.
Cale entró con el permiso de su padre el cual estaba sentado organizando papeles, que seguro eran cosas administrativas del condado.
- Bienvenida, hija mi... - se comió sus palabras y quedó en shock ante la imagen de su hija acompañada por dos niños que se escondían detrás de ella.
En ese momento Deruth casi se desmaya pensando lo peor, pues su pequeña había entrado con dos niños y uno de ellos con el cabello rojo parecido al de su hija. Primero traía a un hombre a su casa y luego llegaba con unos niños... Se puso pálido de solo pensarlo.
Y cuando Deruth estuvo a punto de perder la. cabeza y consciencia, Cale habló.
- Hola padre, los presento. Ella es On y el es Hong, los acabo de rescatar y como no tienen un lugar o familia en donde quedarse quería tu permiso para cuidar de ellos así se quedaran conmigo. Y para evitar malos entendidos, no son mis hijos de sangre.
- E-es un placer - se inclinaron respetuosamente ambos niños ante el conde .
Deruth se quedó en silencio antes de reaccionar. Por suerte había escuchado que no eran los hijos de Cale, se relajó un poco.
- Bueno eso es un poco inesperado... pero si es algo que tú quieres y te harás cargo de ellos, no voy a negarme a este pedido tuyo.
- Te lo agradezco. Con su permiso me retiro.
Sin decir más y con una sonrisa de satisfacción, Cale salio de allí con los niños. Al salir se encontró con Hans quien le tenía un informe.
- Joven señorita, el perdido de su invitado... ya fue concretado. Pero su soli-
- ¿Es así?. Buen trabajo Hans. - no quería escuchar lo que pidio Choi Han, ya tenía una idea de lo que era, por lo que lo felicito haciendo que el cansado Hans se sintiera orgulloso.
Miro a los niños, que aun se escondían detras de ella. Debe ser duro entrar a un nuevo entorno para ellos.
-Hans... estos niños a partir de hoy se quedarán conmigo, por lo que voy a necesitar que te encargues de conseguirles ropa a su medida. Oh... y hablando de ropa quiero que me mandes a fabricar unos pantalones a mi talla, usar falda todo el tiempo es un poco cansado.
Hans se detuvo en seco ante la nueva información y los pedidos que le daba su señorita, pero logró formular algunas palabras.
-Ahh~ como ordené la joven señorita. ¿Alguna cosa más?
- Si, por favor dile a Beacrox que prepare una cena para tres personas, que sea algo saludable para ellos, luego llévalas a mi habitación, hoy cenare allí con los niños y no quiero ser molestada.
- De inmediato joven señorita.
Así Cale se fue con los niños hasta su cuarto y los dejó hacer lo que quisieran, así se acostumbraban al entorno mientras ella iba a ducharse, pues paso el día entero fuera ayudando a estos menores y consiguiendo el poder de el 'escudo indestructible'
Ya al salir de bañarse los niños la esperaban fuera para poder comer juntos. Así que luego de colocarse su camisón, se sentó junto con ellos.
Para On, era difícil poder confiar en alguien, porque después de hacer un gran esfuerzo por escapar de la tribu de los gatos tuvo que madurar y aprender rápidamente que el mundo era cruel y no cualquiera ayudaría a niños u gatos (en su caso) porque sabía que a las personas solos es importaban ellas mismas. Por esto es que se hizo más fuerte mentalmente para poder cuidar y proteger a su pequeño hermano.
Si, ella decidió hacerse fuerte por los dos, ser el soporte de ambos...
Sin embargo apareció esta persona llamada Cale quien los alimento, los curó y les ofreció un lugar en donde quedarse. Sentía que había bajado la guardia pero a la vez algo dentro suyo le decía que estaba bien confiar en alguien como la señorita que los había ayudado.
Pues porque por más que esta señorita los ayudó con una mirada disconforme, sus acciones demostraban que lo hacía con pura sinceridad, que venía de su corazón.
On definitivamente bajo su guardia con Cale. Quizá porque Hong estaba sonriendo y lo veía feliz después de mucho o simplemente era ella quien estaba feliz, viendo cómo su hermano pequeño le sonreía a la señorita que le limpiaba los restos de comida de su boca con una leve sonrisa.
Tal vez por esta razón, esa noche, cuando durmieron en la cama junto a Cale, después de mucho tiempo pudo dormir bien gracias a la calidez que desprendía esta joven.
Tanto On como Hong pudieron dormir tranquilamente sin sentir el suelo frío de los pisos de las calles, las cuales a veces estaban húmedas.
Esa noche ninguno de los hermanos tuvo pesadillas. Solo tuvieron sueños en donde una joven de pelo rojizo los abrazaba y les hacía mimitos...
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Notes:
Estoy así 🥹
Casi infartamos a Deruth pero no pasa nada 🙂↔️
Voy a tratar de dejar hasta 6 capitulos publicados, este es el 4, así que vemos 👀
Chapter Text
Era un nuevo día para Cale y se despertaba feliz, acompañada de dos niños que aún dormían plácidamente
Si que debieron tener una vida difícil, se puso a pensar mientras acariciaba los cabellos de ambos.
Estaba feliz porque al fin había conseguido un poder antiguo con éxito, había reunido a Choi Han con Ron y Beacrox y aunque ahora debía cuidar a unos niños, ya estaba idealizando como llevaría a cabo su plan de vivir una vida holgazana.
Creía que nada podía arruinar su día, sin embargo la vida claramente la odiaba.
Mientras estaba desayunando com los niños en su habitación, de repente le vino una punzada un poco debajo del vientre, que era bastante dolorosa en su opinión. Entonces lo supo, después de todo estaba en el cuerpo de una mujer.
- Ahhg, Maldita sea. On, por favor ve a buscar a Ron, rápido. -apuro a la niña que se levanto de inmediato y salió a buscar al solicitado.
- ¿Estas bien? - pregunto Hong, quien se había acercado a ella al verla sujetarse fuertemente del vientre y con un ceño fruncido.
- Si, estoy bien, es algo natural del cuerpo femenino. No te preocupes.
(Mentira, bien mi culo, duele como el infierno)- penso para si misma.
Sentía como si la estuvieran apuñalando sucesivamente en la zona baja, era un dolor terriblemente insoportable. Y para colmo el dolor se extendía desde su cintura hasta sus piernas.
Cuando era Kim Rock Soo había escuchado de sus compañeras como era estar con ese periodo, recordaba que ellas decían que era insoportable y doloroso.
Pero él siempre creyó que sólo era una exageración. Que iluso, el karma si existe.
Ahora que lo estaba experimentando en carne propia se compadeció de sus colegas. ¿COMO HACEN LAS MUJERES PARA VIVIR TODA SU VIDA CON ESTE DOLOR?.
¡ JA ! pero ahora él debería aprender a vivir con ello, que cómico.
(MALDITA SEA ES INSOPORTABLE)- pensó para si misma, no quería alertar mucho a Hong que estaba junto a ella acariciando su espalda en un intento de calmarla.
Cuando llegó Ron con On, de inmediato entendió por lo que estaba pasando la joven señorita y la ayudó a aliviar el dolor. Él sabía cuán exagerada era y el cambio de humor que se aproximaba no era el mejor para ella o para cualquiera de la casa.
Luego de este acontecimiento, Cale se fue a vestirse y se felicitó profundamente por haber mandado a hacerle pantalones, así estaría mucho más cómoda.
Hoy se colocó una camisa con vuelos y de mangas largas de color blanco y un pantalón negro largo que era entallado a su cintura. Su peinado fue de una coleta alta.
Se sentía súper cómoda ante este nuevo atuendo, sin duda había extrañado usar pantalones. Penso que sería bueno pasar este periodo usando solo pantalones y camisas.
Al terminar de vestirse vio que Ron aún estaba allí esperándola. Él se acerco para informar que su padre quería verla en su estudio.
——————
Sin duda este día era el peor para Cale. Primero el incidente en el desayuno y con este sus cambios de humor repentinos. Y luego la maldita conversación que había tenido con su padre...
- Discúlpame padre, creo que aún estoy con sueño. ¿Podrías repetir eso una vez más?
- Si hija mía. Iras a la capital como representante de nuestra familia.
Cale estaba en blanco. Junto a ella estaba su hermano menor Basen, parado con una cara estoica sin siquiera mirarla a ella. Su padre, quien estaba sentado la miraba con una sonrisa en el rostro.
- La corona está organizando un evento y las familias nobles están invitadas. Como primogénita de nuestra familia, deberías ser tu quien asista.
Hizo una pausa para mirar entre Cale y Basen, luego continuó.
-Basen a estado como representante en eventos importantes desde hace 2 años, pero nunca estuvo ante la corona, sin embargo podrá ponerte al día y ayudarte con lo que necesites. Aunque tu solías hacerlo antes, no debería ser un problema adaptarte.
Cale atinó a abrir y cerrar la boca unas cuantas veces. En el fanfic este evento era una junta con los nobles del reino y al día siguiente se realizaría un gran baile en la plaza principal del reino en la cual habría un ataque terrorista por parte de la organización secreta, en donde muchos saldrían lastimados y heridos.
Nuestro protagonista, Choi Han, se cola en la fiesta al enterarse de aquel ataque con el fin de salvar a las personas que se encontraban en la fiesta y evitar que los daños dejaran posibles heridos a los que se encontraban alrededor.
Por supuesto no lo logra solo. Pues ante las circunstancias logra conseguir aliados quienes lo ayudan.
Gracias a este ataque, Choi Han es reconocido como un héroe y se gana el favor del príncipe heredero.
Oh... y tambien alli conocería a la chica que lo volvería loco de amor... Aunque claro eso es un poco irrelevante ahora mismo.
Cale volteó a mirar a Basen, si el llegaba a ser herido no podría encargarse del territorio. Cale quería que Basen heredará el condado, así ella podría vivir tranquilamente sin tener que ocuparse de cosas molestas como manejar y administrar el territorio.
Se quedó en silencio por un tiempo mientras pensaba. Entonces pudo escuchar la voz de su hermano.
- Noonim- ella lo miro al instante- Noonim, no hay razón por la cual no debas ir.
(Claro que hay razón por la que no quiero ir AAAAA, pero peor sería que algo te pase a ti y yo tendría que encargarme del territorio.) En su mente gritaba.
- Si a ti no te molesta hermanito, con gusto asistiré.
- Excelente, te irás en cinco días por lo puedes elegir a los empleados que irán contigo y te proporcionare una sirvienta personal que se encargue de tus vestuarios. Ummm... también deberías tomar clases de baile, hace mucho que no lo haces, podría ser de utilidad. Puedes llevar contigo a los niños.
-Esta bien padre, me estoy retirando ahora mismo.
Ya en su habitación, Cale le ordenó a Hans avisarle a Ron y Beacrox que serían sus acompañantes de camino a la capital. También le ordenó llamar a Choi Han con el pretexto de que era hora de "pagarle".
Por eso ahora se encontraba sentada en su estudio y frente a ella estaba sentado Choi Han que la miraba con una sonrisa. Ella solo sintió escalofríos.
Choi Han se quitó un peso de encima al escuchar que la joven señorita que lo ayudó por fin necesitaba algo de él, por supuesto no estaba feliz de volver a verla, no no era por ello que estaba feliz, ¿o si?.
A decir verdad, la mente de Choi Han todavia era un lío, pero a pesar de lo que había escuchado de los sirvientes que trabajaban para el conde sobre como la famosa "basura rubí " se comportaba y de lo terrible que era, él sólo vio buenas acciones realizadas por ella, ni siquiera parecía tratar mal los sirvientes, además de eso ella lo había ayudado sin siquiera saber nada de él.
No sólo eso, sino que ayer también rescató a unos niños y los trajo a su hogar.
El sintió que ella era una persona de buen corazón, por lo que decidió darle una oportunidad de conocerla mejor.
- Quiero contratarte para realizar un trabajo, con ello podrás pagar tus comidas. Sin embargo debo de asegurarme de algunas cosas.
- por favor, continúa.
- ¿Sabes como proteger a las personas?
- ... no estoy seguro de ello - su mirada se ensombreció
- Pero eres capaz de matar a alguien ¿no es así?
- absolutamente
- Entonces por más difícil que sea, no es algo imposible para ti, ¿o me equivoco?
- No... está en lo correcto- sonrió amargamente, pero le dio la razón
- Excelente. Entonces solo me queda una pregunta para ti.
- Hagala por favor.
- ¿Cuál es tu nombre?
- ¿No sabes mi nombre?
- Lo he escuchado de otras personas, pero prefiero confirmarlo escuchándolo directamente de usted.
- Choi Han- dijo estirando su mano- Mi nombre es Choi Han.
- Maravilloso. Soy Cale Henituse. - Cale estrecho la mano de Choi Han.
Luego de esta entrevista le dio una hoja con indicaciones a Choi Han.
- Para pagarme lo que debes hacer es simple. Solo debes acompañarme hasta cierto punto y luego buscar a dichas personas mencionadas en el papel, protegerlas y llevarlas a la capital.
En el papel se indicaba que debía proteger a Rosalyn, la princesa del reino vecino que viajaba como maga, y a él niño Lock, el heredero a rey lobo azul.
- Proteger y defender a Rosalyn y Lock- leyó Choi Han.
- Me alegra que puedas leer. Solo debes seguir con lo indicado en la hoja y con ello estaremos a mano.
Choi Han simplemente quedó sorprendido.
Si, ella lo iba a poner a trabajar, pero el trabajo era el de proteger a otras personas. Ni siquiera dijo que él debía protegerla a ella, solo le pidió acompañarla hasta cierto punto...
Eso lo conmovió bastante, cada vez estaba más seguro que la persona que estaba frente suyo era alguien puro de corazón, realmente amable.
- ¿Solo debo acompañarte y luego proteger a estas personas ?
- Si pues hacerlo, si. No me importa lo que hagas pero definitivamente debes ir con ellos a la capital y reunirte conmigo sin heridas. ¿Puedes hacerlo?
La mente de Choi Han se estaba aclarando cada vez más. Ella también se preocupó por que podría salir herido.
- No me estas dando una respuesta. ¿Puedes hacerlo?
- ¡Si! ¡Definitivamente yo puedo hacerlo!- contesto enérgicamente.
- Excelente, saldremos dentro de cinco días, hasta eso puedes entrenar con los guardias. Ahora puedes retirarte. Pero no olvides que lo que acabamos de charlar es un secreto. Creo que entiendes a lo que me refiero ¿no es así?
- Por supuesto- dijo saliendo del estudio de Cale con una sonrisa en su rostro.
Bien con eso listo, Cale debía empezar a pensar alguna estrategia para evitar que fuera dañada en la fiesta y además tendría que tener en mente la posibilidad de rescatar a cierto dragón...
Todo esto ya le estaba ocasionado dolores de cabeza y más por su estado actual.
- Todo sea por mi futura vida holgazana- se dijo a si misma y continuo con lo suyo.
Luego simplemente se fue a pasar tiempo con los niños para despejar y tranquilizar su mente. Por alguna razón ella sentía que los niños de brindaban paz.
Pero mientras Cale se divertía con los niños, sabia internamente que tendría que soportar días de clases de etiqueta y baile. Solo pudo suspirar con pesar ante la idea y optó por disfrutar ese momento con los menores y ser feliz.
*************************
Notes:
Jajaja lo lamento, pero me gusta que los hombres experimenten los dolores femeninos, muajaja sufre Cale, ok no. Pobre mi niña 😔
Saludos, no se olviden de tomar agua mis pollitos ♡
PD: la verdad me frustra mucho no saber cómo colocar las malditas imágenes 😫
Chapter Text
En los últimos días Cale tomo tediosas clases de danza, comportamiento y etiqueta para una noble, soporto que le pusieron corsés ajustados (que casi la dejan sin aire) y escucho a su hermano menor darle todas las indicaciones necesarias e información de los demás nobles, todo esto con su período.
Y por si fuera poco, el humor que manejaba esos días era de lo peor. Se enojaba de la nada, discutía con casi todos, se ponía feliz y también llegó a llorar. Sin duda Cale pensó que era terrible ser mujer en esos momentos.
Los momentos libres que tuve los paso con los niños, de los cuales ella se encargaba de enseñarles lo básico, como leer y escribir. También se tomó el tiempo de jugar y disfrutar con ellos. Esos momentos la ponían feliz.
Sin embargo Cale no pudo ocultar por mucho tiempo el que los niños eran gente gato y los primeros en notarlo fueron Ron y obviamente Choi Han. Ron al ver que los niños eran útiles y podrían proteger a Cale se dedicó a entrenarlos mientras la joven señorita tomaba sus lecciones de etiqueta.
Cale no lo sabía pero con la llegada de Choi Han, Ron y Beacrox la vigilaban constantemente, porque a pesar de todo Ron la crió desde pequeña y Beacrox era como su hermano mayor. Por lo que la idea de familia no estaba lejos de ellos...
Unos días antes de partir hacia la capital, paso algo que dejó a Cale sorprendida. Pues mientras jugaba a las escondidas con los niños, Hong se acercó a ella con un cuaderno en la mano diciendo que lo había encontrado cuando se escondía.
- ma~ señorita Cale (aghh casi me confundo)- penso Hong mientras se acercaba a Cale que estaba sentado en el sofá- mira, este cuaderno tiene tu nombre y una carta encima.
- Oh~ gracias pequeño, hiciste bien - dijo agarrando el cuaderno que le ofrecía el menor y luego le revolvía los cabellos como agradecimiento.- bien ve a seguir jugando con tu hermana, yo estaré en el estudio si me necesito.
Se levantó con el cuaderno en la mano y se retiró rápidamente. Sospecho que era extraño que de repente apareciera un cuaderno con su nombre y una carta. Tal ves estaba pensando demasiado, pero por si no era así, decidió que era mejor revisar dicho cuaderno sola.
Ya en su estudio, se sentó y revisó lo que tenía en la mano. Tenía una idea de lo que podría ser antes de quitar la carta y optar por abrirla.
Al abrir el libro cayó de él un colgante con una gema de rubí, se agachó para levantarlo luego leyó la portada del cuaderno... "Mi querido diario" decía el título y debajo estaba firmado con el nombre de "Cale Henituse".
-*suspiro*ahhh~ lo suponía
Antes de empezar a leer el diario, que obviamente era de Cale original, decidió que era mejor leer la carta primero. Dejo el colgante en la mesa y abrió sin más la carta...
Choque. En ese momento la cara de Cale era blanca, si antes tenía un leve tono rosado, ahora era tan blanca como el papel.
No podía creer lo que estaba leyendo ahora mismo. La carta decía.
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" Hola Kim Rock Soo, se que es arrepentido pero me pareció mejor dejarte algunas explicaciones de mi vida antes de que te pasaras a mi cuerpo.
Si, como estarás pensado, soy la verdadera Cale Henituse y este cuaderno que te dejo lleva escrito todo lo que viví antes de dejar mi cuerpo.
Puede sonar extraño pero cuando deje mi cuerpo atrás era mucho mayor por lo que, si tengo razón, este diario tiene todas mis memorias hasta antes de mi partida.
Sin embargo debo advertirte que lo escrito en el diario se irá revelando de a poco con el pasar de los días, no aparecerá todo escrito, sino que se revelará de a poco. Eso me informó quien te dejo este ¿regalo?... si podemos llamarlo regalo.
En fin, espero que puedas vivir una mejor vida que la que yo tuve y espero que con esto no cometas los errores que cometí...
Por cierto, te encargo de cuidar mi tesoro más preciado, es un collar de rubí... sabrás la importancia que tuvo para mí cuando leas mi diario.
Eso es todo, recuerda vivir como quieras sin fingir nada .
Cale Henituse"
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- ... ¿¡QUE MIERDA!?
No pude aguantar más y maldijo sin pensarlo. Ahora se encontraba mirando la joya y el diario que estaban sobre la mesa y ella tenía en sus manos la carta, que de tanto apartarla se estaba arruinando.
Decidió que lo mejor sería empezar a leer el contenido del cuaderno. Soltó un gran suspiro para relajarse y prepararse para leer lo que era que tenía escrito.
En las primeras hojas que leyó están descritas las etapas de Cale cuando era joven y se sorprendió al ver la buena caligrafía que tenía para un niño. Leyó como era feliz con su madre y padre y como un día su madre trajo a un nuevo sirviente que parecía fingir su sonrisa amable y al hijo de este, al cual Cale empezó a tratar como a su hermano.
Siguió leyendo cosas sin importancia hasta que una parte le llamó la atención.
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"Querido diario, hoy cuando estaba de picnic con mamá, me contó unos secretos importantes...
Me dijo que ella poseía un poder antiguo de la naturaleza relacionado con la madera que le permitía ver los anillos de las personas, admito que no entendí a que se refería pero me sentí feliz de que me contara su secreto.
Luego me dijo que con ese poder vio que tenía mi tiempo deformado, tampoco lo entendí pero me dijo que lo sabría más adelante.
Por eso escribo esto aquí, para no olvidar lo que dijo mamá. Oh~ también me dijo que papá era muy estúpido."
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El tiempo deformado... a caso a esta situación en particular, ¿se refería a Kim Rock Soo entrando en el cuerpo de Cale?. Cale pensó que era lo más probable y estuvo en total acuerdo con que Deruth era estúpido.
Después de masajearse la sensación, siguió leyendo hasta parar en otra parte...
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"Mi diario, estoy preocupada, mamá a estado un poco enferma en estos días por lo que me estuvo cuidando Ron y Beacrox oppa últimamente..."
Salta a otro párrafo.
"... le dije a mamá que no se fuera a la villa Harris, era peligroso salir, pero no me escuchó, dijo que era importante ir a ese lugar...
Ahora está herida mientras es atendida por unos médicos y no me dejan ir a verla..."
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Mientras Cale seguía leyendo, noto que las siguientes páginas estaban llenas de machas en forma de gotas de gotas que parecían ser de lágrimas derramadas.
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"Querido diario, tengo miedo... hoy mamá se dio un colgante con un rubí, mientras me acariciaba la mejilla y decía que este era un regalo especial para mi y solo para mi. Me dijo que era algo que en su familia se pasaba de generación en generación. ¿Por qué me lo está dando ahora?... tengo miedo y papá está igual..."
"... mi mamá... mi mamá ya no está conmigo. Hoy con una piel pálida y una sonrisa en labios cerro sus ojos para siempre, estuve llorando a solas en mi cuarto aferrándome al colgante que me dio mamá.
Papá solo lloraba y lloraba, tuve que ir con él y consolarlo, él tenía que ser fuerte y si no podía yo debía ayudarlo..."
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Con pesadez Cale siguió pasando las páginas.
"Decidí que lo mejor era alejarme de mi padre... yo~ yo no quería ver su cara triste cada vez que me miraba. Se que me parezco a mamá, papá debe sentirse fatal...
¿Pero estará bien estando sola?... En cualquier caso es mejor que ver a papá ignorandome o poniendo una cara de estar a punto de llorar"
"Ron y Beacrox oppa me acompañaron, Ron me descubrió llorando incontables veces y todas ellas me consolo y siguió cuidando de mi, oppa también me contuvo y me abrazaba de vez en cuando.
Estoy feliz de que al menos ellos no me dejaron sola, no como papá.
Papá me consiente, me manda regalos, me da dinero si le pido y me deja hacer lo que quiera, pero... pero sólo quiero que él me mire sin ver a mamá en mi, quiero que sea como antes..."
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- Ahhh~ *suspiro* debía ser difícil para ella. Deruth bastardo...
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"NO LO PUEDO CREER... MAMÁ TENÍA RAZON PADRE ES UN ESTUPIDO...
Se que es mi culpa por alejarme de él, pero ni siquiera paso el tiempo de luto necesario y ahora esta con otra mujer... ESTOY TAN ENOJADA Y FRUSTRADA...
Encima de eso esa señora tiene un niño unos treas años más joven que yo y ya está esperando a otro... es lindo ver a papá sonreír pero... ni siquiera me aviso, no le importo lo que yo sentí.
Ni siquiera me molesta tener hermanos, siempre quise tener hermanos. Pero ni siquiera hablar conmigo, yo lo iba a aceptar si él era feliz... pero...
Solo se volvió a casar, yo... yoo... yo no puedo decir nada.
Será mejor vivir apartada por ahora, si yo les importará vendrán a buscarme... Ja, como si papá fuera tan valiente de querer ver mi cara"
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En esos momentos Cale tenía lágrimas que se acumulaban cada vez más en los ojos. No era común que llorase pero lo relacionado le llegó.
- ¿Qué clase de padre le haría eso a su única hija?
Se encontró apretando el puño en ese momento.
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"Desde que padre se volvió a casar, Ron a estado más atento conmigo, él se convirtió en un padre para mí, tal vez él no lo vea así pero me hace feliz que se queda a mi lado junto con oppa"
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Como era de esperarse Cale original consideraba a Ron y Beacrox como su padre y hermano. Por eso en el fic, le dolió que la dejaran sola cuando fue golpeada por Choi Han.
-Umm... que raro. Estas hojas están en blanco.
En efecto hubo unas cuantas hojas en blanco antes de empezar sus relaciones de cuando vivía como basura.
- Como se dijo en la carta, tal vez no sea momento de que se revele esta parte.
Siguió leyendo hasta llegar a otro punto importante.
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"Querido diario hoy perdí la cabeza por un momento al escuchar mención sobre la villa de Harris... Mi enojo me llevó a desquitarme y agredir verbalmente a un joven que había perdido a su familia en aquel pueblo.
Ni siquiera recuerdo su historia, solo se que después de insultarlo me agarró desprevenida y empezó a golpearme. Me golpeó y golpeó, pero nadie me ayudó, solo se quedaron viendo el 'espectáculo', porque claro, a la basura rubí le estaban dando una fuerte lección.
Ni siquiera Beacrox, que estaba ahí conmigo me ayudó, solo se quedó admirando la fuerza del joven que me golpeaba sin cesar. Quería largarme a llorar, pero no tenía derecho a hacerlo. Se que me desmayé luego de sentir como uno de los fierros de mi corsé me atravesaba la piel.
Hace poco desperté y quien me atendió no fue Ron, fue otro sirviente que me informó que Ron y Beacrox habían desaparecido.
La verdad es que hace mucho dejé de tratar como padre y hermano a Ron y Beacrox, no... ni siquiera los trataba como humanos puesto que no pensaba que eso afectara tanto en su decisión. Que equivocada estaba...
JAJA... JAJAJA. me dejaron sola otra vez... Y esta vez si fue mi culpa...
Si tan solo pudiera dejar de fingir ser una basura...
Solo quería que alguien estuviera conmigo, que me consolara. Extraño a mamá..."
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Cuando fue Kim Rock Soo tuvo que fingir ser alguien que no era. Quizás por eso era que ahora estaba empatizando y llorando, dejando más gotas de lágrimas sobre las que ya estaban secas en el papel.
- Yo también estoy cansada de fingir...
Cale lloro un rato más, descargandose un poco por lo afectado que la dejo ese relato de Cale original.
- Ahh~ *suspiro* ¿tan desafortunada ibas a ser Cale Henituse?
Le reprocho a la Cale original. Paso a las siguientes hojas, pero desde ese último relato todo el cuaderno tenía hojas vacías.
Snif... secó las lágrimas como pudo y luego agarró el collar y se lo puso. Decidió que lo mejor era guardar el diario y llevarlo con ella en una cajita que tuviera llave. Este diario podría brindarle bastante información en el futuro.
Luego de guardar el cuaderno bajo llave, volvió a su habitación y se puso a jugar con los niños para tratar de despejar su agobiada mente.
Mientras estaba en su cama jugando con los cabellos de On, formando una trenza y dejaba que Hong apoyara la cabeza en su regazo. On empezó a hablar
- Señorita Cale... le puedo hacer una petición. - dijo sin volver a mirarla.
- umm, si no es algo difícil, adelante.
- Bueno usted nos ayudó y nos dio un hogar. A hora misma está cuidando de nosotros y estamos felices con ello, gracias. Por eso es que yo... mi hermano y yo queríamos saber si... bueno si usted...
Cale notó como se ponía nervioso y miraba a Hong, luego este hablo.
- Queríamos saber si.. si nos permitirías llamarte... - vaciló un momento.
-Si podemos decirte mamá.
Ambos niños se voltearon a ver con miedo la reacción de Cale y no sabían que hacer al ver la cara en blanco que puso. Rápidamente comenzó a hablar.
- Oahh s-se que es repentino, que no hemos pasado mucho tiempo juntos, pero... pero nos has cuidado bien y nos has tratado con mucho amor...
- Sii, yo... nosotros nos hemos sentido como en una verdadera familia, el Abuelo Ron y Choi Han Hyun nos han tratado bien... pero...
- Pero no queremos llamarte 'señorita Cale', no nos parece comodo... ¡por favor se nuestra madre!
Ambos niños mostraban inseguridad en sus rostros, parecía que habían estado practicando que iban a decil a Cale.
Cale a quien le empezó a caer gotas de los ojos miró a los niños. Ellos luego la miraron y se sorprendieron al verla con lágrimas...
- Jaja no hay necesidad de estar nerviosa, pensé que me pedirían algún juguete caro o algo por el estilo.
- mmm e-entonces ¿si podemos? - dijo con nervios en el rostro Hong.
- Hagan lo que quieran... después de todo yo les dije que ahora éramos familia.
Ellos notaron la pequeña sonrisa que tenía Cale aún con sus ojos lagrimosos. Ambos niños se miraron con alegría, empezaron a soltar lágrimas y se abalanzaron sobre Cale abrazandola.
- ¡¿T- tenemos una madre?!, ¡gracias mamá!
- Mamá prometo portarme bien.
Dijeron entre lágrimas ocultando sus rostros en el cuello y hombros de Cale mientras ella los abrazaba y le acariciaba la espalda para calmarlos.
(Tal vez sigo sensible por mi periodo, pero no puedo evitar estar feliz ahora mismo)- penso para si misma mientras consolaba a los niños que ahora serían sus hijos con una sonrisa en sus labios.
Ron y Choi Han se habían enterado desde antes de que los niños quisieran pedirle eso a Cale, pues los niños le habían pedido consejos de como encarar la situación, por lo que cuando fue el momento de la solicitud de los menores, estaban fuera del cuarto escuchando todo.
Ambos soltaron un suspiro de alivio.
Ron no sabía cómo describir lo que sentía en este momento solo sabia que si la señorita estaba bien con ello, todo estaría bien para él. Luego le informaría a su hijo de la noticia de que su "hermanita" ahora era una madre adoptiva.
Choi Han por otro lado, se sentía más conmovido y más admiraba a la mujer que lo ayudó. Pensó en todos los rumores esos sobre "Cale, la basura rubí" y cada vez se convencía más de que estaban equivocados.
Pues la mujer que era juzgada injustamente, ahora mismo acababa de sacar a dos niños de la calle y traerlos a su casa, y por si fuera poco ahora los acaba de adoptar.
Desde ese día Choi Han se propuso proteger a esa mujer de carácter fuerte pero de corazón puro y amable. La protegería sin importar que.
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Collar de Cale
Regalito 💌
Notes:
¿De dónde salieron estas lágrimas? Ah si, son las mías jajan't 🥺🤙
Hasta aquí el capitulo de hoy, besos y tomen agüita 💕
(Editado: amo poder subir las imágenes, muy feliz la verdad 💃🏻🥰)
Chapter 8: 7. El comienzo del viaje
Notes:
Si, así es...
Un decidí subir un capítulo más hoy 🤯
Disfruten 💃🏻
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Ron estaba tratando de entender los repentinos cambios de su joven cachorrita. Porque desde que él tomo responsabilidad sobre ella como su sirviente, básicamente la crió y por ello ha vivido y experimentando sus cambios de personalidad.
Al principio, cuando era una niña pequeña, Cale era muy amable, educada, cortes y aplicada con todo y todos, pero desde que la ex condesa falleció su hermosa personalidad cambio y se ensombreció. Él sabía que era entendible, porque ni el conde Deruth la había acompañado en su perdida y había dejado que se alejara de el. Y para colmo se había vuelto a casar y formar una nueva familia, dejando atrás a su primera hija.
Ron lleno un poco el vacío paternal de Cale, pero él solo la veía como una perrita que fue abandonada por su dueño. Sin embargo, bien sabia que Beacrox, su hijo, si la veía como hermana aunque no lo admitiera. Porque aunque nadie lo notará, Beacrox la vigilaba y cuidaba en secreto.
Los llantos, lamentos, su sufrimiento, sus alegrias, sus decepciones, sus miedos, etc., en todos estos casos quien acompañó a Cale fue Ron, siempre estuvo ahí. Siempre la rescató de su dolor (a su manera claro). Ron sabia que lo único que necesitaba Cale era una familia, alguien que la abrazara y le dijera que todo iba a estar bien...
Pero la peor etapa de Cale fue cuando empezó a comportarse como una 'basura', pues ya no lo trataba como a un padre y a Beacrox ni le hablaba. Ron nunca admira que eso lo puso bastante decepcionado...
Él estaba desconcertado, hasta el punto de querer abandonarla a ella y a la familia Henituse.
Y ahora, de la noche a la mañana, la joven cachorrita, había ayudado a un tipo cualquiera y además trajo consigo a dos niños, que parecían haber sido abandonados, y los dejo quedarse con ella diciendo que ella se haría cargo de ellos. Y por su fuera poco, le permitió a esos niños llamarla 'mamá', básicamente los había adoptado como a sus propios hijos.
Algo no encajaba en todo este 'circo', según su perspectiva. Por eso decidió quedarse un poco más y continuar vigilandola.
Todo era bastante extraño para Ron...
Si, lo era, hasta que un día, cuando le iba llevando el té a su joven señorita, escuchó como Cale lloraba sola en su estudio. Quiso entrar a ver que le había pasado, pero antes de siquiera tocar la puerta escuchó algo que lo dejó helado...
"Yo también estoy cansada de fingir"... su joven cachorrita había dicho esas palabras entre lágrimas.
Ron estaba quieto, ni siquiera parecía respirar y volvió a escuchar.
"Ahh~ *suspiro* ¿tan desafortunada ibas a ser Cale Henituse?" la voz de Cale era más tranquila pero aún parecía llorosa.
(¿La joven cachorrita se estaba lamentando de ser ella misma?)- pensó mientras su cabeza empezaba a ser un lío.
En ese momento empezó a acomodar algunas piezas desordenadas en su mente. Entonces le surgió una teoría y una pregunta.
¿Y si la joven Cale había estado fingiendo ser la basura que era con el fin de alejarse aún más de su familia?.
Con eso en mente empezó a notar que si bien ella estaba haciendo problemas cada vez que salía, siempre ahuyentaba a los gángsters y a los bandidos. Si lo pensaba bien ella parecia cuidar el territorio de su padre a su manera, dándose a conocer como la persona con la que no hay que meterse...
Ella también cuidó de sus hermanos, siempre los protegía de sus demás parientes que los rechazaban por ser hijos del segundo matrimonio de Deruth. Y jamás los irio o discriminó ni cuando estaba borracha.
Si esto era como pensaba, Cale había soportado la mierda que todos le tiraban ella sola, solo para no molestar a nadie.
Y en ese caso lo peor era que él, que creía ser muy agudo, era que no había notado nada de esto y la había dejado sola. La dejo soportar toda esa carga sola.
Cuanto más pensaba, más sentido tenía esa teoría. Y peor se sentía Ron.
Además ¿había pensado en abandonarla?... no puedo evitar estremecerse, había fallado en vigilarla y estaba a punto de hacer lo mismo que el conde al dejarla sola...
Ron quedó petrificado por un momento, no escuchó nada más que sus pensamientos sin notar que sus manos se habían cerrado hasta quedar en puños...
Por eso simplemente se alejó de la puerta, apretando aún más fuerte los puños, mostrando una sonrisa que no era sonrisa y con una meta clara para él. Ron se encargaría de vigilar más de cerca a Cale en este viaje y también le contaría su descubrimiento a su hijo.
Ambos iban a ser el soporte de Cale si era necesario...
*****
El día que le tocó partir rumbo a la capital, Cale tuvo una discusión con su padre y la Condesa Violan. Ella le insistía en llevar a más personal y él se negaban a dejarla ir con Choi Han.
- No podemos tener a alguien de nuestra familia que se vea pobre y terrible solo porque quieres ir con un enviado tan pequeño... Por supuesto, no estoy diciendo que seas terrible- dijo Violan.
- Incluso yo sé eso- respondió Cale dejando a una Violan vacilante antes de volver a hablar.
- La gente, especialmente los nobles, se preocupan mucho por las apariencias
Aunque Cale si quería llevar a más gente con ella, pues se había acostumbrado a que la vistieran e hicieran todo por ella, pero no podía porque no tenía la necesidad de que si algo pasaba en el viaje, ella sería la responsable de heridos o de posibles pérdidas, ella por supuesto que no quería llevar consigo esa carga. Por ello hablo.
-"El arte es el espejo del alma"... tu lo sabes
- si lo se.
- "Esculpir no es solo cortar un trozo de mármol. Es crear un reflejo de lo que hay en el corazón", leí eso en la placa de la galería.
Cale había vagando por el territorio y lo que recitó fue una de las frases que estaba en una placa en la galería de arte del condado. Esa declaración era algo que la misma y orgullosa Violan había escrito.
- Haz lo que desees. Reduciré el personal que irá contigo, pero a cambio el carruaje en donde iras y todo lo que lleve en el, será de la más alta calidad.
- Bien por mi, dame las cosas más caras.
-Excelente. Me asegurare de que tengas un carruaje que ni siquiera te lastime el trasero mientras viejas por carreteras con baches.
- Si, solo lo mejor.
La discusión terminó con ambas partes satisfechas. Para Deruth aún quedaba el tema de Choi Han, pero sabia que irían Ron y Beacrox que seguro le echarían un ojo encima, por lo que se relajó.
Deruth y Violan se despidieron temprano de Cale porque tenían trabajo que hacer y ahora estaba Cale parada en frente de sus hermanos menores que la miraban incomodos.
- ¿Qué?
Basen solo nego con la cabeza y Lily, que tenía 7 años, se acercó lentamente a Cale.
-P-por favor, tenga un buen viaje
- Gracias. Tú también estarás a salvo aquí- dijo cale con una sonrisa y revolviendo los cabellos de Lily.
- ¡Si! - dijo una Lily sorprendida pero extrañamente contenta ante el pequeño afecto dado por su hermana mayor.
- umm, ¿Debería comprarte algún regalo en el viaje?
- ¿En serio?
Al parecer eso quería. Por lo que Cale solo asintió con la cabeza ante la pregunta de Lily
- Por favor, quiero una espada
- si claro una esp... ¿una espada?
- Noonim, el sueño de Lily es convertirse en una Espadachín
- Con que es así.
Cale se detuvo a pensar un momento y dedujo que por la complexión física de Lily podría llegar a convertirse en una gran espadachín si se esforzaba.
- Si, definitivamente te quedaría bien. Te compraré la mejor espada.
Cale no vio que la cara de la menor se ponía roja de vergüenza y que además estaba sonriendo. Entonces miro a Baden de 15 años y hablo.
- Y tu Basen... ¿También quieres algo?
- Una pluma fuerte
- Te traeré la más cara.
Luego de despedirse de sus hermanos, fue a buscar a los niños para que subieran en el carruaje. No se preocupo mucho por el espacio ya que los niños fácilmente podrían convertirse en gatos y descansar tranquilos y cómodos. Después de todo casi la mayoría conocía que los menores eran gente gato.
Tenia a su guardia a varios caballeros de la casa Henituse, también la acompañaban Ron y Hans como sus sirvientes, Beacrox como su chef personal, Choi Han como su guardaespaldas y Lucia, quien era la sirvienta que Violan y Deruth pusieron a cargo de los cuidados de vestimenta, estilo y etiqueta de Cale.
- Joven señorita Cale, se ve muy linda con lo que lleva puesto... aunque no estoy segura de si me gusta que use pantalones. Nuestros menores también se ven lindos
- Gracias Lucía. Pero para mí ultimo día de periodo prefiero estar cómoda.
-Gracias por vestirnos - dijeron a la vez los hermanos.
Cale llevaba puesto un pantalón que le llegaba a la cintura con un cinto y una camisa con detalles muy delicados, la cual tenía unos pequeños vuelos en los puños de su manga, todo en tonos crema y claritos. On llevaba un vestido con una camisa blanca y un chaleco. Hong usaba un pantalón con una camisa blanca y un pantalón que le llegaba a las rodillas, con una boina marron, ambos conjuntos combinaban con la ropa de Cale.
Ella había decidido que los niños y ella cambiarían ropa, quería que ellos se sintieran como si fueran familia y que mejor forma de sentirse como familia que combinando vestuario.
Cale, On y Lucia habían pasado días eligiendo ropa, obviamente Cale solo daba su opinión mientras que las que hacían todo eran On y Lucía, pero a ellas pareció gustarles porque lo hicieron todo sin quejarse mientras veían como Cale no hacía nada o jugaba con Hong.
Lucia era una chica atenta y buena. Se preocupaba por los niños y cuidaba de ellos sin quejas. Cale se llevó bastante bien con ella y eso duró hasta que la obligaba a usar corsets, pero era buena chica. Su altura era promedio, de ojos marrones y cabello igual, una chica común, pero de buen corazón.
Cale dejó que los niños subieran primero al carruaje junto con Lucía y cuando ella iba a subirse se acercaron dos personas.
- Joven señorita Cale, yo estaré adelante, sentado junto al conductor.
- Si, esta bien Ron.
Luego de un salto Ron se subió a la parte delantera del carruaje. Ahora solo quedaba alguien más...
- Cale- nim.
Por alguna razón Choi Han decidio que no le gustaba llamarla joven señorita, por lo que optó por decirle 'Cale-nim'. A ella no le importaba mucho en realidad. Pero a quienes si les molestó tal osadía fue a cierto sirviente y a su hijo.
- ¿Qué?
- ¿Esta bien para mí no estar en el mismo carruaje protegiendote?
Cale puso una cara de '¿de qué estás hablando?'. No podía entender porque Choi Han, quien debería estar devastado por la pérdida de su segunda familia y planeando una venganza cruel teniendo una personalidad gris ante cualquiera, estaba siendo tan amable y amistoso ahora mismo.
Le resultaba bastante raro. Obviamente no sabía que era ella la causante de tales cambios.
-Ese no es tu lugar.
Justo cuando Cale iba a contestar, llego junto a ellos el Vice capitán de la brigada de caballeros del territorio, Hilsman, a quien no le agradaba Choi Han.
A pasar de que este ya había demostrado su valía ante los miembros de los caballeros, con los que paso los últimos días entrenándose, este aún se negaba a aceptarlo. Y claro, esto fue porque Choi Han ocultaba su verdadera fuerza.
Hilsman quería alejar a Choi Han de la joven señorita. Pero claro solo cumplían las órdenes del conde, él ni siquiera quería estar cerca de Cale por su reputación.
Cale entendía su actitud comportamiento y para tratar de salvar al vice capitán habló.
- Así es... Choi Han, que vinieras conmigo también se podría malinterpretar y eso... bueno me dejaría en una posicion difícil de lidiar para mí.
Ante estas palabras, Choi Han lo entendió de inmediato y así de rápido como lo entendió su rostro se empezó a poner colorado de vergüenza. Primero que nada el no quiso insinuar nada malo, pero también sabía que no podía manchar el nombre de la persona que lo había ayudado. Por lo que tapándose un poco el rostro se fue junto con los demás caballeros.
Cale sólo soltó un suspiro y ordenó que empezaran a moverse mientras ella subía al carruaje y se sentaba junto a Hong. On estaba junto con Lucia quien le estaba haciendo una trenza en media cola para peinarla.
Nadie en el territorio se atrevió a cruzarse en su camino, porque, aunque el carruaje no tuviera la bandera con el emblema familiar, aún llevaba en si mismo la marca de la Tortuga Dorada de la familia Henituse en el, símbolo del orgullo de la familia.
Sin embargo tan rápido como salieron del territorio aparecieron unos bandidos que querían que entregaran todas sus pertenencias. Parecían confiados porque eran bastantes, pero obviamente Cale ni se inmutó.
Cale entonces sintió que le llamaban a la ventana en la puerta. Era Ron...
- Joven señorita, parece que tendremos que tomarnos un descanso. Parece que hay bastantes conejos aquí. Ah por supuesto es diferente del conejo que quería cazar para ti. Pero claro, no seré yo quien capture a estos conejos, sino otras personas.
(¿Como puede hablar así con esa sonrisa en el rostro?)- penso Cale mientras un escalofrío recorría su espalda.
Luego escucho como otra persona se acercaba a su ventana. Esta vez aparecieron Choi Han y Hilsman.
- Cale-nim me haré cargo de que no estorben más...
- No sé preocupe joven señorita, nosotros la protegeremos.
Mientras Cale escuchaba la pelea desde su cómodo asiento, junto con sus hijos y Lucia, empezó a hacer cuentas sobre el tiempo.
(Aproximadamente un día y medio)- ese era el tiempo que le tomaría llegar hasta cierto dragón que era prisionero en una cueva y además, seguramente, estaba siendo torturado.
En la novela, este dragón se volvía loco, destruyendo todo a su paso. Fue Choi Han quien le dio su último respiro...
Por suerte el tiempo estaba a su favor e iban a llegar antes de aquel incidente, por ello había apurado a todos en correr hacia delante sin descanso. Por suerte parecía que se podría evitar tener que presenciar muertes innecesarias...
**********
Lucia
(Quería dibujarla con vestimenta y todo, pero no me llegaba la inspiración así que lo dejo a su imaginación)
Notes:
La verdad, verdad, verdadera... Me dió flojera poner las referencias de vestuario de los personajes. (Onda, en Wattpad si están puestos, pero no tengo las imágenes ahora y no me dan ganas de ir a buscar en Pinterest, así que se conformarán usando su imaginación ✨)
No iba a subir otro cap, pero bueno, me emocioné al descubrir como subir imágenes así que equis.
Les regalo un capítulo más hoy 💃🏻✨
(Creo que actualizaré el martes o veremos)
Chapter 9: 8. Un maldito encuentro
Notes:
Um... +3000 palabras... Es re corto😩
Será que subo otro cap en la tarde?🧐
No sé, no sé 🙂↔️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Para que sus planos salieran a la perfección, Cale optó por acampar afuera ya que no había aldeas en el camino hasta la Aldea cerca de la cueva del dragón.
A pesar de que el grupo de Cale tuvo que lidiar con decenas de bandidos, los cuales fueron derrotados fácilmente por Choi Han (en su mayoría), fue un día tranquilo.
Ahora se encontraba sentado en una mesa fuera de su campamento con los niños en su forma de gato, los cuales estaban en su regazo y con Lucia ayudando en la cocina.
Estaba comenzando a anochecer y la mejor manera de terminar un día largo y agotador era con una deliciosa cena. Pero para desgracia de Cale, el plato principal era sopa con carne de conejo.
Conejos que habían sido atrapados por Choi Han, el cual, al igual que los demás soldados y caballeros, se encontraban felizmente disfrutando de su sopa.
Cale notó que la atmósfera entre los caballeros era un poco tensa...
Y como no serlo si vieron un poco de la fuerza que poseía Choi Han. Él no mató a los bandidos pero si les dejo heridas graves y alguno que otro brazo cortado. Si bien los caballeros lucharon con algunos bandidos, fue Choi Han quien se había deshecho de la mayoría, diciendo 'eso no alcanzo ni para el calentamiento'
(Que punk más terrorífico)- le fue imposible no pensar en ello.
Gracias a este pensamiento Cale no quería ni mirar el plato de sopa, solo acariciaba las cabezas de los niños.
On y Hong, al ver que Cale no tocaba la comida, le estaban tocando la pierna en señal de que si ella no quería comer que se los diera a ellos. Sin embargo ella creyó que querían más mimos de su parte y así lo hizo.
Cualquiera que mire a Cale en estos momentos tendría el mismo pensamiento...
"La joven señorita Cale es en realidad bastante delicada"
Y en efecto, todos los que ahora miraban su pequeño y delicado ser, notaban que luego de la batalla Cale se veía un poco más desganada, un poco pálida y parecía haber perdido energía, pues tenía una mirada melancólica. Se dio cuenta de que por más que ella había causado problemas en el territorio, jamás se enfrentó a ver tanta cantidad de sangre o de gente fuerte a su alrededor.
Y en esa melancolía resaltaba aún más su belleza y más aún mientras acariciaba a esos gatitos en su regazo que parecía calmarla mientras lo hacía.
Al verla sintió pena por la joven dama que había optado por abandonar sus días de 'basura' y convertirse en una 'dama'.
Choi Han había estado observando a Cale desde hace tiempo, pudo notar como ella siempre estaba calmada ante situaciones inesperadas con su rostro estoico, pero era claro que por dentro se preocupaba, tal vez se hacia la fuerte porque ahora tenia que hacerce carga de los niños. A él le agradó eso, pensaba que ella era una persona increíble, porque por más que tratara de mantener una apariencia fuerte, no siempre podía ocultarlo perfectamente.
Y viéndola ahora no pudo evitar enojarse. Para Choi Han, ahora mismo, aquella persona que tenía un rostro estoico parecía que se le venía el mundo abajo. La mirada que ahora tenía esbozaba tristeza y tal vez un poco de ¿pena?, supuso que era por el miedo y por ver tanta gente herida.
Choi Han se juro a si mismo aparte a cualquiera que se atreviera a dejar esa reacción en su Cale-nim.
Si tan solo Choi Han supiera que esa mirada era por culpa de la sopa de conejo y no por otra cosa se quedaría con una cara tan avergonzada...
Acercándose un poco a Cale, decidió preguntar.
-¿Es la primera vez que experimentaste una batalla? - ante su pregunta muchos de los que se encontraron a su alrededor se congelaron por un momento.
-¿Que batalla? ¿Los bandidos de antes? - Cale dejó de acariciar a los niños y dirigió su mirada firme a Choi Han que estaba bastante serio, el cual avanzaba- Por supuesto, nunca me había encontrado con bandidos antes.
- Ya veo... entonces, tuvo que ser la primera vez que te enfrentaste a la muerte...
Cale dejó caer la cuchara que había agarrado para comenzar a tomar la sopa, lo que Choi Han había dicho simplemente le quitó aún más el apetito.
-Ahh~ *suspiro* se me era el apetito
Empujo el plato con sopa lejos de ella y volvió a acariciar la cabeza de los gatitos.
La atmósfera se había vuelto pesada, todos miraban a Choi Han con ganas de matarlo y más que nadie Ron.
(Yo y mi maldita bocota)- pensó Choi Han al darse cuenta de cuanta del ambiente incómodo que había creado.
— Cale-nim... la primera vez siempre es difícil— dijo eso ignorando las miradas de los demás, bien sabia lo difícil que era enfrentarse a la muerte por primera vez, él solo la quiso consolar a su manera.
—¿De qué estás hablando? —Cale miró con extrañeza a Choi Han, quien por alguna razón le seguía hablando con ella, pero para evitar enojarlo solo le sonó gentilmente.
Choi Han y cualquiera que mirara a Cale en ese momento, se habrían perdido en aquella sonrisa, que sin duda era la más hermosa que habían visto.
— Cale-nim, ¿no estudias artes marciales?— según lo que había aprendido en esos días, sabía que los nobles como mínimo sabían como defenderse. Pero Cale parecía una excepción.
— No hay necesidad
— Pero... ¿no deberías al menos poder protegerte?
Choi Han se sintió como Cale lo miraba de una forma extraña antes de contestarle.
— Tengo muchas formas— la mirada de Cale se dirigió a cada uno de los 15 soldados y 5 caballeros quienes miraban aquella conversación, ellos eran la guardia de Cale. Lo siguiente lo dijo con una sonrisa sincera en su rostro.— Tu también puedes verlo ¿no?
Ante la mirada de cualquiera podía notar la sinceridad de las palabras de Cale, los soldados y caballeros se conmovieron al escuchar que la joven señorita confiaba en ellos, los motivos a querer protegerla aún más.
Sin embargo Choi Han no estaba muy convencido, había duda en su mirada. Pero sabía que la fuerza de los caballeros era la suficiente para proteger a un noble.
Claramente Cale era ajena a lo que habían provocado sus palabras por lo que siguió hablando.
— Además no son la única protección que poseo— hizo una pausa para palmear el corazón y luego miró fijamente a los ojos de Choi Han, sintió que debía ser sincera con él y dejarle claro que tenía una protección en si misma (de algún modo). Con una sonrisa habló- Confio en mi corazón, voy a vivir.
Estas palabras podrían mal interpretarse de muchas formas, algunos podrían pensar que ya existía alguien en el corazón de la joven señorita y ella confiaba que esa persona la protegería, otros simplemente pensaron que era su arrogancia como noble y otros pensaron que hablaba para y por ellos.
Cale vio como una expresión complicada se formó en el rostro de Choi Han, por lo que quiso halagarlo un poco.
— Además, ahora estás tú aquí protegiéndome, no deberías preocuparte ¿no es así?— dijo con una sonrisa bastante amable y con unos ojos que mostraban la seriedad y sinceridad de sus palabras.— Estoy segura de que puedo confiar en ti.
Choi Han quedo hecho de piedra, simplemente se quedó mirando el bello rostro que le sonreía, con ese leve sonrojo causado por el sol que aún no se iba y decoraba aún más la belleza que poseía la pelirroja.
Poco a poco el rostro de Choi Han se fue coloreando de un lindo rojo y su respiración era anormal. Tuvo que llevar su mano a su cara para tapar un poco su sonrojo.
Los gatitos en las piernas de Cale empezaron a maullar llamando su atención.
— Umm ¿aún quieres caricias? — dijo y los atrajo más hacia ella jugando con el suave pelaje de ellos.
Cale acariciaba a los gatitos con la sonrisa de felicidad, como si ese fuera su único trabajo en el mundo.
— ¡Y-yo iré a entrenar! — al decir eso, Choi Han se fue rápidamente, básicamente corriendo, aún tapándose la cara sonrojada con su mano, alejándose y sin dejar que Cale dijera algo antes de irse.
Seguido de él, los caballeros decidieron seguir su ejemplo y entrenar de igual forma.
— ¿Se quiere volver más fuerte para destruir el mundo? Que loco — ella frunció el ceño y los gatitos solo podían negar con la cabeza ante su tan despistada madre.
Ante todo esto, que dejó a Cale en blanco, aparecieron Ron y Beacrox con un nuevo plato.
— Para que la señorita recupere su apetito he preparado un delicioso bistec- Beacrox noto como la mirada de Cale se iluminó al ver el nuevo plato frente a ella y se felicitó internamente.
— Aquí una limonada, se dice que es la mejor forma de recuperar el apetito— Ron dejo la limonada en la mesa y se dedicó a observar a su joven cachorrita disfrutar de su cena.
On, que había observado con detención cada expresión de Choi Han, solo puso soltar un suspiro. Al parecer la belleza de su madre sólo atraería a muchos pretendientes y tanto ella como Hong debían soportarlo. Aunque su madre parecía no notarlo.
Simplemente lo ignoro y se dejo estar, puesto que Cale le había dicho que era hora de que ellos cenaran...
****
Según los cálculos de Cale, en tres días el dragón provocaría una explosión de maná.
Ahora estaban en el territorio de un vizconde que estaba justo al lado del territorio Henituse. Sin embargo sólo era una fachada para que la familia Stan, la causante de que el dragón se volviera loco, lo ocultara sin tener que preocuparse, todo en esa villa.
En ese momento Cale pensó en el bastardo de Venion Stan, el segundo hijo del Marqués. Ese loco psicópata había dejado a su hermano mayor inválido solo para obtener el puesto de sucesor, esa familia disfrutaba de ver a sus descendientes pelearse por el puesto. Ese punk bastardo visitaba la villa de vez en cuando para torturar al dragón por diversión.
— Tsk
El sonido de inconformidad de Cale, hizo estremecer a Hans que estaba cerca de ella y el carruaje, por lo que rápidamente trajo a Choi Han y comenzó a hablar.
—Joven señorita, tomaré a Choi Han-nim y buscaré rápidamente una posada. Por favor, espere un momento.
Cale ascendió con la cabeza ante la declaración de Hans mientras observaba a Choi Han, quien tenía una mirada melancólica. Seguramente este pueblo le recordaba a la Villa Harris. Cale comenzó a fruncir el ceño cuando llamó a Choi Han.
—Choi Han
—¿Si?— esa fue una respuesta muy deprimente para Cale por lo que chasqueo la lengua.
— Date prisa en volver.
Un pequeño jadeo salió de la boca de Choi Han. Este chico de 17 años que había vivido decenas de años comenzó a tener una sonrisa inocente en su rostro mientras asentía feliz con su cabeza.
— Si mi señorita. Ya vuelvo.
Cal hizo un gesto como si estuviera molestando pero Choi Han le dirigió una sonrisa antes de caminar rápidamente hacia la aldea con Hans. Cale que prefería a este Choi Han enfocado al que tenía una expresión en blanco, continuo mirándolo antes de fruncir el ceño.
Un carruaje apareció de arrepentido y se dirigió hacia ellos.
Tuvo un mal presentimiento desde ese momento. Y estuvo en lo cierto cuando de repente un anciano que cruzaba la carretera se cayó en el camino del carruaje que no tenía intención de parar.
Cale aterrada, vio como Choi Han corria hacia el anciano para tirarse, agarrarlo y quitarlo del camino del carruaje. Ella solo pudo suspirar al ver que estaban a salvo, pero fue una acción típica del personaje principal, lo que le dio dolor de cabeza.
(Tsk, qué cliché)-
Cuando el carruaje se detuvo Cale pudo ver la bandera de la familia Stan. Una bandera grande y roja con una serpiente roja como la sangre.
Cale apoyo su frente en sus manos, pero rápidamente organiza sus ideas para salir del carruaje, al parecer ahora debía intervenir en esta situación. Eso le pasaba por estar cerca del protagonista. Que situación es más cliché *suspiro*.
Apenas se incorporó para poder abrir la puerta del carruaje sintió a Lucia ya Ron mirándola.
Lucia sin perder tiempo, le acomodó los cabellos y la vestimenta para que no quedarse ni una sola arruga. El día de hoy Cale llevaba puesto un vestido más suelto que los que habitualmente usaba, solo para tener un viaje cómodo, era de una tela bastante fina y elegante que era perfecta para el calor que hacía y en sus manos llevaba unos delicados guantes de encaje. En su cabello sólo llevaba una media cola hecha de trenzas.
—Joven señorita, ¿se dirige allí?—pregunta Ron.
— Si no voy yo ¿quién más lo hará? —dijo antes de voltear a mirar a los niños que aún estaban en su forma de gato- Niños por favor, no salgan del carruaje. — al ver que ambos gatitos asintieron comenzó a caminar.
Tanto Ron como el vice capitán la escoltaron, cada uno al lado de Cale, como si estuvieran listos para cualquier incidente que afectara a la joven, como si el mundo se acabara si algo pasaba y ellos no estaban allí. Cale simplemente los ignora y siguió su camino
Para empeorar el humor de Cale, el hombre que se bajo de aquel carruaje no era otro que Venion Stan.
Ese maldito punk que no era más que el típico villano autoritario...
Venion que estaba relajado, pues había vuelto de su deleite al ver sufrir al pequeño dragón, miraba sin importancia a su lacayo que estaba discutiendo con el que al parecer era un guardia del otro carruaje que se había lanzado a rescatar a la basura que se metía en su camino.
Sin embargo cuando dirigió su mirada hacia el otro carruaje la vio. Una belleza extremadamente delicada, a su parecer, estaba siendo escoltada hasta donde se encontraba.
Sabia de antemano que era un carruaje de los Henituse, porque ese emblema era conocido por todo el reino. Pero lo que nunca imagino es que quien bajase de ese carruaje fuera la hija mayor de la familia y no el segundo hijo, él lo sabía.
Puede que nunca la hubiera visto pero las descripciones e información de aquel joven la hacían fácil de reconocer.
Una joven hermosa, de cabello rojo como la sangre, de ojos marrones con un tono rojizo y las tez fáciles tan delicadas. Sus ojos eran agudos con pestañas largas y rojas, du nariz tenía una linda curva que era perfecta y sus labios eran un poco carnosos, simplemente se veían deliciosos.
Él la miraba pasar, con ese vestido que, aunque no era ajustado, se moldeaba perfectamente a su cuerpo. Esa figura a la vista era de ensueño.
La vista que tenía Venion en ese momento era para deleitarse, pues parecía que un bello Ángel caminaba hasta donde estaba él. El viento que corría levemente hacia que el vestido y el cabello rojizo ondearan de manera majestuosa. Simplemente se veía hermosa. Era como una diosa.
Era conocido por la mayoría de los nobles que la joven delante suyo era llamada y conocida como "la basura rubí", la cual tenía un expediente de mal comportamiento que avergonzaba a la nobleza.
(Rubi eh?)- pensó Venion -(ya veo como le hace honor a su nombre)- de repente se encontró sonriendo.
Otra información que le había llegado, es que ella era considerada como el mayor tesoro del conde Deruth, se rumoreaba que se parecía bastante a la antigua condesa. Por lo que claramente era la consentida de la familia, a pesar de su mal comportamiento...
Sabia, además, que el conde había rechazado a incontables pretendientes que solo querían aprovecharse de la belleza de esu hija y de la riqueza que ella poseía como posible heredera al condado.
Venion no pudo ocultar su interés a penas la vio. Sin duda, la joven había captado su atención desde el primer momento.
Ella caminaba tranquilamente directamente hasta ese plebeyo, que seguro era su perro, mientras él llamaba a su lacayo, que se puso detrás de suyo.
Cale vio la escena claramente disgustada, pero primero debía calmar a Choi Han, no quería que su familia quedara mal ante otro noble. Por lo que puso una mano en el tembloroso hombro de Choi Han, quien estaba furioso y hablo.
— Es suficiente, para.
— ¡Pero! — Choi Han tenía los ojos bien abiertos en ese momento, Cale solo puso un poco las de fuerza en su agarre, pero Choi Han no se calló— ¡Podrían haber usado otro camino, pero decidió no hacerlo y podrían haber lastimado a alguien!, ¿Cómo puedo dejar que esto sea así?
— Choi Han... — Cale presiono un poco para empujar hacia abajo el hombro de este— Por favor, cálmate.
Choi Han la miro fijamente, sus ojos vieron la tranquila cara de Cale y poco a poco estaba tratando de relajarse. Cuando por fin se tranquilizó, Cale finalmente miro Venion.
Hermoso cabello rubio y una leve sonrisa en los labios. Atuendo perfectamente planchado sin una sola arruga y botas sin una sola marca dejaste. Sin embargo lo que le llamo la atención Cale fue la pequeña cantidad de rojo el puño de la camisa de vestir de Venion, la cual era blanca.
Este bastardo disfrutaba ver al dragón ser torturado, mientras comía frente a él, seguramente esa mancha de sangre era del dragón.
Ver eso la enfureció, pero aún se mantenía con su rostro estoico.
— Encantado de conocerte ¿es usted alguien a casa del conde Henituse?
—Si. Encantada de conocerte joven maestro Venion Stan.
*****
Vestimenta de Cale
(El tema de los vestuarios, cuando me acuerde o los encuentre los podré, así que no se sorprendan cuando de repente describa un vestuario y no lo ponga)
Notes:
Como se atreve este rubito creido a mirar a nuestra joven diosa???🤬
Puño de Choi Han, en vos confío 🙌
Aaaaa como lo odio, pero dejo este capítulo aquí. Me voy enojada porque el siguiente cap lo voy a odiar más. 😤
Si me dan ganas el siguiente capítulo lo subo a la tarde 💃🏻
Sino... La verdad no sé 🤷🏻 ustedes dirán
Chapter 10: 9. Solo hay que aguantar...
Notes:
En serio me dieron ganas de patearle el culo a Venion 🤬
La verdad me dio una re bronca escribir esto. Pero es la situación que imagine, asi que equis.🤷🏻♀️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Ahí se encontró Cale, frente a un bastardo psicópata, pero bueno, no es como si pudiera mostrar sus verdaderos pensamientos.
Era claro que la otra parte estaba informada sobre ella. Venion era alguien que fácilmente podría sonreírle gentilmente, pero ella solo podía sentir asco por él. Simplemente se dedicó a mostrar una sonrisa igual de gentil que el contrario, solo para mantener apariencias.
Venion simplemente quedó maravillado con aquella sonrisa y comenzó a hablar.
— no he tenido ninguna razón para venir a esta área y solo he escuchado historias, pero escuché que había alguien en la familia del Conde que era un Espíritu libre y no Parecía un Noble.
A los ojos de Cale la sonrisa que tenía Venion era muy molesta y lo peor era que con lo que parecía querer empezar algo.
— Escuche que el joven maestro Basen Henituse había estado participando en todas las reuniones nobles desde hace unos años. ¿No es así?
(Si ya lo sabes, ¿para qué preguntas?)- Cale solo veía con una leve sonrisa a un imbecil delante suyo.
—Sí. De hecho, soy esa Basura. Y probablemente sea una de las basuras más basuras de todas.— lo dijo con un rostro totalmente serio y sin vacilar.
La comisura de los labios de Venion empezó a torcerse. Su expresión parecía decir que nunca había visto una persona tan loca. Claramente a Cale no le importaba.
Sin embargo en vez de disgustarle esa actitud, Venion se sintió más atraído. Seguro Cale era 'un hueso duro de roer' y eso le gustaba, le gustaba lo difícil de domar...
— Eres una persona bastante interesante— ese bastardo aún sonreía al decir eso.
Cale simplemente se quedó juzgando con la mirada, aún con su rostro serio.
Para ella ese hombre solo era un mísero villano que, si no fuera porque estaban relacionados, dejaría que Choi Han le de una buena lección así se le bajaban un poco los humos.
Se quedaron un tiempo mirándose el uno al otro, dejando un ambiente demasiado tenso e incómodo para las personas a su alrededor. Pero luego de un tiempo, aún con una leve sonrisa, Venion decidió hablar primero.
— Un obstáculo inesperado me ha hecho perder el tiempo. Pero fue algo bastante bueno ya que me permitió conocerte, joven señorita Cale.
Dirigió su mirada a dicho obstáculo que aún seguía detrás del perro de la joven dama. Miro al denominado perro y luego volvió a dirigirse a Cale.
— Pero, joven señorita, parece que debes enseñarle a tu subordinado a distinguir claramente entre las personas que tienen derecho a cruzar este camino y esta tierra, así como las personas que tienen derecho a hacer que se detengan.
Como sucesor no oficial de un conocido Marqués, esto era lo máximo que podía hacer por la basura de la familia de un conde. A pesar de hablar con un tono educado, dejo en claro las diferencias entre sus posiciones. Uno era un noble respetado y la otra era conocida como una basura.
Cale se quedó en silencio escuchando lo que decía el contrario, sin una emoción evidente ante sus palabras. Y antes de que Venion siguiera con su reprimenda 'Plaf', el anciano se arrodilló en el suelo.
— M-mis disculpas. — sus manos que se inclinaban tan abajo como su cabeza, podían tocar el suelo y temblaban.
Choi Han estaba hirviendo en ira, sus manos se cerraron en puños al ver que el anciano se disculpaba. Todo esto fue recibido con una sonrisa de satisfacción por parte de Venion. Después de observarlo, Cale lo llamó.
— Joven maestro Venion— una vez que el mencionado la miro, ella preguntó— ¿Ya terminaste?
— ... Yo sí
Cale se acercó al anciano y levantó levemente su vestido para poder agacharse a su lado. Las puntas del delicado vestido comenzaron a tocar el suelo. Y luego miró las manos temblorosas del anciano.
(Si esto sigue así, será peligroso)- pensó.
Pues vio como Choi Han estaba tomando respiraciones profundas tratando de aguantar y contener su ira.
Entonces Cale puso su mano derecha, aún enguantada, sobre el hombro del anciano.
Venion que aún la miraba curiosa, al ver lo que hizo su rostro feliz se puso serio. La delicada mano de una noble estaba sobre el mugroso hombro de un plebeyo.
—Anciano— este, aún conmocionado, levantó su cabeza para ver a Cale.
— ¿S-si?
— ¿Dónde está el bar? —pregunto casualmente.
— ¿Perdón?
— ¿Dónde puedo conseguir un delicioso alcohol? Como has escuchado, soy una basura. No me siento renovado por la mañana si no tengo algo de beber. Necesito beber para asegurarme de tener otro gran día mañana, como vez.
Cale se puso de pie y levantó la parte superior del cuerpo del anciano. Venion aún juzgaba su comportamiento y no pudo evitar negar con la cabeza al escuchar que pedía alcohol.
— Por favor lidera el camino
Hizo contacto visual con las pupilas temblorosas del anciano y al ver que este no reaccionaba comenzó a fruncir el ceño.
— ¿No te vas a levantar?
El anciano la miraba dudoso, Cale simplemente ignoró esto y volvió para extender su mano hacia Venion, la misma mano que había tocado el hombro de un plebeyo.
— Fue un placer conocerte hoy, joven maestro Venion
Cale estaba pidiendo un apretón de manos. Aunque al ser una dama la forma correcta de saludar habría sido dando una reverencia no lo hizo. Claro había tomado clases de cortesía y toda la cosa, pero no hay que olvidar que anteriormente fue un hombre, así que podría decirse que fue un pequeño descubierto de su parte.
Pero claro que lo hizo con la intención de no ser cortés con Venion, todo con el fin de disgustarle más y hacer que se fuera más rápido.
Y como si fuera una señal de que el destino la odiaba, Venion en vez de poner una cara de disgusto, simplemente sonriendo con picardía.
Cale nunca espero que el contrario le tomara su mano y quitara el guante de encaje que traía para depositarle un beso en el dorso de su mano, que para ella le tomó un tiempo eterno en aguantar.
Ella quedó con la cara en blanco y los ojos bien abiertos viendo lo que Venion hacía
. Disgusto y repulsión...
Esas palabras describían lo que sentía Cale en ese momento. Pero aún así no dejo que su rostro expresará lo que sentía, eso sería hacer que el contrario se sintiera feliz. Solo lo miro con indiferencia, como si lo que acabará de hacer fuera de lo normal.
Sin embargo, las personas detrás de Cale no pudieron evitar mostrar el desconcierto y el desagrado en su rostro, pues todos menos Ron se tensaron. Las manos pasaron a estar en las empuñaduras de sus armas y los ojos solo miraban a un punto fijo listos para atacar.
Ron tenía una sonrisa benigna, pero más dura de lo normal y sus ojos claramente no sonreían ante la vista tan desagradable, sus manos que estaban detrás de su espalda comenzaron a jugar entre las mangas de su traje, claramente buscando algo...
El rostro de Choi Han era frío, sin emociones, no había brillo en sus ojos que parecían haberse vuelto aún más negros de lo que ya eran y el brillo de su espada podía verse un poco, daba miedo el solo mirarlo. En este punto la única razón por la cual no estaba golpeando a Venion era porque su señorita estaba muy cerca del bastardo y no quería perturbarla mostrando un lado violento de sí mismo.
De todos los presentes, Hans era el más tranquilo, en apariencia, que al notar una atmósfera pesada se dirigía hacia el punto del conflicto. Claramente toda esta situación seria informada al Conde Deruth.
Porque pues que la señorita sea criticada ya este punto "acosada" era una falta bastante grande, hasta el punto de que él mismo no podía sacar su mirada de la mano que sostenía astutamente la delicada mano de Cale. Por el contrario de su apariencia, Hans parecía a punto de querer hacer algo menos quedarse quieto, pues Cale era su responsabilidad en estos momentos.
Cale era ajena a la reacción de los demás, ella solo quería que el imbecil frente a ella la soltara de una buena vez y al no ver la intención de dejar ir su mano, ella busco la forma más sutil de quitar el agarre del contrario. Pero el bastardo simplemente se negaba a soltarla.
(NO PUEDO GOLPEAR A UN NOBLE, NO DEBO GOLPEAR A UN NOBLE...)- se repetía mentalmente para calmarse y poder poner una leve sonrisa en su rostro.
Venion finalmente dejó ir la mano de Cale, volviendo a colocar el guante que había quitado en aquella mano tan bella y delicada, todo con una sonrisa de satisfacción al ver que ella también sonreía.
— La próxima vez que nos encontremos, salgamos a comer algo, yo invito.
A Cale le dio un pequeño tic en su ojo izquierdo y se sorprendió cuando Venion se acercó más a ella inclinándose levemente a su altura. Este descarado se había acercado para sentir su aroma y lo peor es que se había atrevido a acomodar uno de los mechones de su cabello para ponerlo detrás de su oreja.
Cale se había puesto roja de ira mientras lo miraba. Venion no lo tomo de ese modo y le sonriendo.
La mano que sostenía el guante se cerró en un puño mientras que la otra hacía una seña para los que estaban detrás de ella, no quería un ataque aquí mismo, no si ella no lo iniciaba primero.
— Agradezco su invitación. Pero no creo que apreciemos lo mismo, sin embargo gracias—su sonrisa desapareció y volvió a su rostro serio.
Venion quería molestarla un poco más pero ya había perdido bastante tiempo por lo que dio una leve reverencia, se dio la vuelta y se dirigió a su carruaje. Al subirse volvió a mirarla y tomó una decisión, una decisión que Cale lamentaria al enterarse. Luego se fue del lugar.
Luego de que el carruaje de Venion se fuera, el grupo de Cale que se había quedado congelado reaccionó al ver a la joven señorita tirar el guante con toda su fuerza en el piso. Al verle la cara se notaba que tenía cierto grado de disgusto en su mirada, mientras que sus mejillas estaban rojas de ira.
Cale se lamentó por ser mujer. Sabia que en un mundo así las mujeres eran vistas como objetos para satisfacer los gustos del hombre y solían ser acosadas. Sabia por lo mucho que había leído que en estas épocas las mujeres la difícil tenían...
Pero vivirlo y no poder hacer nada... eso solo la llena de impotencia.
Cuando era Kim RockSoo, siempre se defendió de los acosadores, nunca se dejó intimidar, pero ahora no podía hacer nada, no quería dejar mal parada a su nueva familia por culpa de un bastardo.
Aunque si fuera hombre no habría cambiado mucho la situación, pero al menos no tendría que haber soportado el disgusto de ver como un bastardo se le insinuaba. Sus ojos comenzaron a ponerse rojos, pero no iba a dejar que lagrimas salieran de ellos.
Ron fue el primero en acercarse y abrazarla para calmarla. Cale simplemente se dejó y apretó con más fuerzas sus puños y escondió su rostro en el pecho de Ron...
— Maldita sea, tendría que haberlo abofeteado al menos — dijo en un susurro que solo Ron pudo escuchar haciendo que la sonrisa, que no era sonrisa, se hiciese más tenebrosa.
Todo en ambiente era tenso, incluso Hans se estaba enojando mientras veía como Ron le acariciaba la cabeza y la espalda a Cale para calmarla. El vice capitán tenía la mandíbula apretada y sus puños iguales, el sabía que los nobles la tenían difícil pero ver a la joven que se supone que debía proteger aquel acto, lo enfureció bastante.
Tanto Ron, Hans y el vice capitán sabían que no podían actuar y dejar que su señorita y la casa del conde quedara mal ante otros nobles, pero esta situación era el colmo, puesto que Cale había soportado todo sola y no podía hacer nada.
Choi Han se sentía culpable y enojado, pensaba que era su culpa que su Cale-nim estuviera tan exaltada. El tenía que hacerse cargo, pues fue él quien decidió que necesitaba rescatar al anciano. Queira ir y destruir a ese noble, pero al ver que incluso Ron no hizo nada e incluso que quedó ahí parado y tenso, quedo en blanco. No sabía cómo enfrentar la situación y solo pudo mirar el suelo con ira en su rostro.
Después de un tiempo Cale se recuperó y salió de los brazos de Ron.
— Estoy bien... gracias— le dijo a Ron con una leve sonrisa, de verdad estaba agradecida.
Al apartar la vista de Ron se dedicó a mirar a su grupo. Todos estaban tensos por lo que soltó un suspiro antes de acercarse al que estaba a punto de explotar de ira y optó por palmear su hombro.
—Choi Han
El mencionado elevo un poco la cabeza, sin embargo su mirada se detuvo en la mano que había sido besada por un bastardo.
— La mitad de los nobles son así, suelen ser arrogantes y descarados.— decía mientras aún tenía su mano en el hombro del contrario y miraba al resto que aún tenían cara de disgusto — No es algo bonito de soportar, sin embargo no puedo dejar que ataquen a ese noble y ocasione problemas al condado. Ustedes saben a que me refiero.
Dejo de lado a Choi Han y se dirigió hasta el anciano que estaba a un lado observando aún atónito.
— Anciano ¿estás bien? ¿Te lastimaste en algún lado?
No espero a que este contesta, por lo que simplemente se dirigió a Choi Han nuevamente.
— Choi Han, tu lo has ayudado por lo que sería correcto que te hagas cargo de él hasta el final. Asegúrese de que no tenga ningún daño, llévalo a su casa y verifique que llegue completamente a salvo.
Choi Han solo se acerca levemente aún mirando el suelo. El anciano que estuvo observando todo desde un principio se apuro en hablar.
— No es necesario señorita y... sobre el bar del que hablabas
— No hay necesidad de ello. Ahora mismo no estoy de humor para beber.
Cale comenzó a caminar en dirección al carruaje al ver que Choi Han se acercaba al anciano.
— M-mi lugar vende alcohol
- ¿Mmm? Anciano, ¿tu casa era un bar?
Dijo detenido su andar para mirar al mayor con ojos sorprendidos. El anciano decepcionado torpemente, pero continuo hablando con una expresión más relajada.
—Si joven dama. Además es la única posada del pueblo. Y también tiene un bar y un restaurante.
— Dado que es la única posada, ese debe ser el mejor lugar. ¡Hans!.
Sin que dijera más, Hans se acercó al anciano para hacerle preguntas sobre la posada. Al ver esto Cale volvió a dirigirse hacia el carruaje seguido del vice capitán, Ron y Choi Han que tenía la cabeza gacha aún.
—Lo siento, no pude hacer nada...
Cale lo miro de reojo sin detener su andar.
— ¿De qué te lamentas? Yo fui quien decidió tomar la situación en mis manos, además hoy protegiste a alguien y te comportaste como es debido. — volteo a verlo— Si hubieras atacado o algo las consecuencias serían peores para mí. También deberías tener en cuenta que si no hubieras ayudado al anciano, no tendríamos donde poder descansar. En mi opinión hiciste un gran trabajo, no deberías lamentarlo, solo sigue adelante y aprende de lo que hagas mal o bien.
Cale lo feliz, pero Choi Han aún no estaba convencido sin embargo sólo acercandose.
Ron en algún momento se había acercado a Cale tomándola desprevenida antes de empezar a hablar.
— Joven señorita Cale, me temo que habrá que quemar sus guantes y su vestido, puede que estén contaminados y no queremos enfermar a los niños ¿no es así? —dijo en un tono burlón y con su sonrisa benigna, además agarró la mano que había sido profanada con un beso de un sapo y comenzó a limpiarla— Además debemos asegurarnos de que ni un germen quede en su cuerpo.
Cale ante este acto alarmante y soltó una pequeña risilla.
— Que lamentable es tener que quemar tan lindo atuendo, pero me temo que tienes razón, es mejor hacer eso a tener que lamentarse luego.
Dejo que Ron limpió su mano, pero quiso dejar el cambiarse de ropa cuando estuviera en la posada.
Al entrar en el carruaje y ver a los niños en su forma de gato, no pudo evitar felicitarse por haber dejado a los niños con Lucia en el carruaje, no quería que los niños vieran tal acto desagradable.
Una vez sentada se acercó un poco a los menores hacia ella para poder acariciar el suave pelaje de los felinos solo para relajarse un poco. Necesitaba olvidar la importancia que sentía.
Desde ese momento decidió que On nunca tendría que pasar por una situación así, antes haría lo que fuera para que la niña no se sintiera acosada, eso se lo juro. Nadie podría tocar u ofender a su niña, antes muerto sino.
Y así quedó, hasta que por fin llegaron a la posada.
********
Portada de Wattpad 🫦
Está es la actual, antes tenía otra portada pero la verdad no sé dónde deje ese archivo 😩
Notes:
La verdad quería hacer que Choi Han lo golpeara pero sabemos que eso no podía pasar🙃
IMPORTANTE
Posiblemente en los próximos capítulos Cale también la pase mal, y voy a sacar a otro Oc, que seria el correspondiente al mencionado en los primeros capítulos como "el interés amoroso de Choi Han"
Asi es, voy a hacer que Cale la pase mal en los próximos capítulos. Por eso desde ya pido perdón.😥
Aún que no creo que pase de ser uno o dos capítulos cuanto mucho.
Con respecto al nuevo oc, es probable que también la odien ajajaj lloro.
En fin, que tengan un lindo día/tarde/noche 😘❤
Chapter 11: 10. Capturar
Notes:
... La verdad no me siento orgullosa de esto (mentira, si lo estoy) 🙂↔️
Creo que voy a generar un trauma en On y Hong... 🤫
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Amely Tolz de 16 años, era la hija menor del vizconde Tolz, hermana de Neo Tolz.
Se decía que era una persona muy agradable a la vista y de buen corazón.
Tenia una belleza que era única, pues su cabello era marrón pero con reflejos dorados, ojos eran de un celeste bastante claros y una cara muy delicada y hermosa. Aunque su mirada era seria por dentro era muy cálida.
Bueno, eso según la opinión de la nobleza...
Esa tarde, Amely había recibido una carta de su hermano mayor y se encontró leyendola en su cuarto, con una expresión curiosa en su rostro. En esto mismo decía.
"Querida Amely, ¿a que no adivinas con quién se encontró el joven maestro Venion?... te doy una pista, se la considera basura y de la más grande.
Si aún no adivinas, te lo diré.
El joven maestro Venion se encontró con la basura de los Henituse, con la misma Cale Henituse.
Se han cruzado cerca de la aldea en donde está ubicada nuestra villa y tengo entendido que se estará hospedando allí por unos días.
Pero eso no es lo sorprendente que sabes.
Aquí lo raro es que cuando me informó de su encuentro con Cale, el joven maestro Venion no parecía estar disgustado. Es más, parecía que estaba sumamente interesado en saber más sobre esa Henituse.
Lo peor es que lo escuche susurrar algo sobre 'matrimonio' mientras hablaba de Cale, espero haber oído mal o haberme confundido. Si no sería una abominación.
Que horror, parece que aún no ha perdido su belleza y sus encantos, pero la basura siempre será basura.
Segun los informes se dirige a la capital por la celebración real. Debería ser Basen Henituse quien fuera, él es más apto para asistir a lugares así. ¿Qué estará pensando el conde?
En fin, querida hermana, como se que no te cae bien, ¿qué te parecería viajar a la capital así la molestamos juntos?
Ya le avisé a padre, y estoy seguro que aceptará. Así que prepara tus cosas.
Nos estaremos encontrando en nuestra residencia en la capital, saludos.
Atte: Neo Tolz "
La cara de Amely tomó diferentes expresiones mientras leía la corta pero carta informativa que le dejó su oppa.
Si bien ella no era una mala persona, no podía soportar a Cale Henituse. Era un rencor que tenía desde la infancia.
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Como los nobles de los territorios cercanos tenían hijos de edades similares, siempre trataron de hacer que se acercaran para formar futuros lazos de negocios e hicieron reuniones específicas para los menores. Y claro, gracias a estas reuniones muchos de los herederos hicieron sus contactos y se conocieron desde pequeños.
Amely no fue la excepción, ella siempre buscó acercarse a Cale, porque aún que ahora no lo admitiría, simplemente siempre admiro a Cale, pues ella era bella, inteligente y talentosa en todo.
A Cale poco y nada le importaban estas reuniones, le parecía tedioso tener que convivir con niños que sabían menos que ella, pero lo hacía por sus padres. Por esta razón siempre se la pasaba con Eric Wheelsman y los amigos de este que eran, Gilbert Chetter y Amiru Ubarr.
Para resumir el grupo de Cale eran los hijos de los condes de la región noreste del reino ruano. Y claramente quien tuvo la idea y el primero en acercarse y formar amistad con Cale fue Eric.
Amely que siempre quiso acercarse y establecer contacto con Cale, nunca pudo porque siempre alguien o algo se lo impedía. Y cuando por fin pudo estar cerca de ella, esta simplemente la ignoraro y el dejo de lado. Desde ese entonces le tuvo rencor, prácticamente le agarraron celos.
Ella se sentía inferior, porque mientras que Cale era alabada por todos y cortada por muchos jóvenes, incluido su hermano, a Amely no le daban importancia. Cabe resaltar que ella era hermosa y muy linda, pero no era comparable con la belleza, pureza y talento que esbozaba la joven pelirroja.
Le interpretó una que otras "bromas" cuando eran jóvenes, sin embargo Cale nunca se molestó. Amely sabia que Cale sabia que ella era quien le hacía cosas malas, pero aún así no le tomaba mucha importancia.
Esto enfurecida a Amely de muchas formas...
Cuando Cale comenzó a comportarse como basura, fue la época más feliz para Amely, pues quienes admiraban y seguían a la bella pelirroja la empezaron a evitar y dejar de lado. Y así poco a poco Cale fue quedando sola.
Bueno a excepción de Eric, quien siempre la acompañó en sus peores días. Se rumoreaba que este estaba perdidamente enamorado de Cale y por ello nunca la abandonó.
En esas épocas Amely gozaba de molestar y rebajar tanto como pudiera a Cale.
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En ese momento Amely encontró un poco molesto. No entendería la situación en lo más mínimo.
—¿Por qué el conde Deruth mandaba a su hija basura al encuentro con los nobles en ves de a Basen? Eso es inexplicable— se dijo a si misma agitando la carta en sus manos.— Y menos sentido tiene que el joven maestro Venion se interesa en alguien tan inferior como Cale.
Nuevamente releyó la parte en donde decía que Cale se estaba quedando cerca de su villa familiar y empezó a sonreír.
— Ummm, ¿qué hace un lindo conejito en la zona de los zorros? — su sonrisa se volvió más grande— ¿Qué pasaría si los zorros se metieran en tu madriguera y te cazaran? ¿No sería eso molesto?
Se levantó de su asiento para ir en busca de papel y una pluma, mientras tarareaba una canción feliz. Luego volvió a su asiento para ponerse a escribir una carta.
— Bueno, parece que me voy a divertir un poco estos días. Sin duda te haré compañía hermano, pero antes voy a jugar con nuestra querida conejita y asustarla un poco Jajajaja -decia esto mientras escribía su carta.
Al terminar llamo a su asistente para decirle que entregara la carta a su hermano y que le avisara a su padre que iba a salir rumbo a la capital cuanto antes.
— John, comunícate también con mis secuaces- hizo una pausa para pensar y luego continuó— vamos a asustar un poco a una antigua 'amiga' jaja, seria bueno que aprenda cual es su lugar.
El asistente se estremeció antes de asentir y salir a hacer su mandado, dejando nuevamente sola a Amely.
—Querida Cale, debes quedarte en tu territorio y seguir siendo una basura, en vez de tratar de redimirte. Será como cuando éramos niñas, te llevaremos un lindo susto querida...
Se quedó tranquila bebiendo un té, mientras sonreía y reía al pensar en la situación que estaba a punto de crear.
*****
Luego de instalarse en la posada Cale se encontró en su habitación junto con los niños en su forma de gato.
Ahora mismo tenía en sus manos una caja mágica de la más alta calidad con un candado mágico que Cale había traído como su equipaje personal. Esta caja tenía el sello con el logotipo del 'Flynn Merchant Guil', uno de los tres gremios de comerciantes y que tenía una íntima relación con la familia Henituse.
Para abrir la caja Cale debía poner su huella digital, por lo que colocó su índice de dedo en el centro del sello mágico.
Al abrirse la caja hizo un pequeño ruido dejando a la vista los artículos que en esta llevaba. Artículos que Cale había preparado durante cuatro días antes de partir hacia la capital.
—Tengo mucha curiosidad por saber que es esto.
— Realmente soy curioso.
Cale ignoró los dos pares de pupilas doradas que la miraban y respondieron vagamente.
— Son cosas que ayudarán a rescatar a un pobre, fastidiar a algunos imbéciles y evitar que me lastime.
On y Hong la miraron con curiosidad, pero Cale simplemente acarició los artículos dentro de la caja con satisfacción. Luego saco uno de los artículos que estaba tocando.
La mayoría eran herramientas mágicas y eran realmente costosas. Tuvo que alquilar algunos ya que no podía pagarlos en su totalidad al ser tan costosos.
El artículo que tenía ahora en sus manos era una esfera negra con muchos símbolos grabados. Hong se acercó y se apoyó en las piernas de Cale para preguntar.
— Realmente tengo curiosidad acerca de esto.
— Es una herramienta de perturbación de Maná. Vale casi mil millones de galones
— ...
Tanto On como Hong dejaron escapar un grito ahogado.
—Cuesta 20 millones de galones solo alquilarlo
Hong que estaba apoyado en las piernas de Cale se alejó y fue a una esquina en donde estaba su hermana.
Esta esfera tenía una duración de 40 min de perturbación de Maná en 27 horas. 10 minutos si había magos cerca.
Cale sin duda estaba satisfecha con este tiempo, pues era suficiente para lo que necesitaba hacer.
Se acercó a los niños gatos que estaban en una esquina y le colocó a On un collar que llevaba el orbe. Luego sacó un artículo más de la caja. Un mapa. Los niños la miraban incomodos por darles cosas tan costosas.
— ¿Sabes como leer un mapa, verdad?
—Por su puesto. Fuimos sucesores potenciales de la tribu gato de la niebla en un momento- dijo feliz la niña mientras su hermano asentía vigorosamente.
Cale entonces abrió el mapa y comenzó a señalar lugares.
— Estamos en este pueblo ahora mismo. ¿Ves esta montaña?
— Muy fácil de ver
— Si vas a esta montaña, verás una villa a lo lejos. Detrás de eso hay una cueva. No debes acercarte ni dejarte ver. No te dejes atrapar.
Cale había oído hablar de la situación de sus hijos, por eso estaba segura de que podía hacer esto, pero aún así quería darles una advertencia. Seria malo que su curiosidad los llevara a dar la vuelta a la cueva.
—Hay algo que está siendo torturado allí. Lo vamos a rescatar, así que hay que tener cuidado.
— ¿Alguna cosa?
— Si, es incluso más joven que tú, Hong. Tiene 4 años de edad— (claro que con la fuerza suficiente como para destruir a un pueblo.)_ pensó.
— ¿Lo vamos a salvar?— los ojos de ambos niños estaban brillando en ese momento.
— ¿Salvar? Por supuesto. Simplemente quédate en tu forma de gato y ve a enterrar este orbe en la montaña sin estar atrapado. Puedes enterrarlo en donde tú quieras, mientras seas en la montaña.
— ¿En cualquier lugar? Es fácil.
— Incluso logramos pasar a los ancianos de nuestra tribu de gatos para escapar.
Cale estuvo de acuerdo con ellos.
— Debería ser fácil para ustedes dos. Ambos tienen suficiente habilidad para ello. No le pediría a alguien inútil que hiciera algo como esto en primer lugar.
Ignoro los pares de ojos que la miraban y continuo.
— Les daré toda la carne y comida que quieran una vez que regresen. Además los estarán esperando afuera hasta que regresen.
En ese momento los gatitos se frotaron en las piernas de Cale antes de salir saltando por la ventana.
Luego de esto Cale, que estaba vestida con un vestido cómodo y ligero de un tono celeste, salio afuera a tomar algo de aire...
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Ya estaba empezando a anochecer, pues el cielo era más oscuro y se divisaban las hermosas estrellas.
Cerca de la posada, al lado de un bosque, se encontró entrenando con una cara seria y algo molesta a Choi Han. Se había quitado la capa y ahora solo estaba con una remera y sus pantalones mientras blandia su espada.
Sus pensamientos eran una catástrofe en ese momento, pues se debatía en como hacer para volverse más fuerte y se carcomía pensando en que pudo haber hecho para defender a su Cale-nim.
El evento de la tarde lo había dejado bastante molesto, ya que él quien venía de otra sociedad, nunca antes había presenciado algo como esto. Bien sabía que en la época medieval las mujeres eran vistas como objetos, presenciarlo y no poder hacer nada era bastante frustrante.
Si, la diferencia de género siempre existió, hasta en su mundo, pero tener que verlo y no poder hacer nada... eso lo ponía furioso, quería hacer algo. Tenia que hacerse más fuerte para no vacilar en defender a alguien como lo hizo hoy.
Al ver a Choi Han en ese momento podrías notar un aura oscura que daba miedo y ganas de huir.
Esa fue la sensación que sintió Cale al encontrarse con él, definitivamente quería huir de allí, pero les había prometido a los niños que los iba a esperar afuera. Así que optó por hablar.
— c -Choi Han — su voz titubeó un poco al salir de su boca.
El mencionado escucha la voz temblorosa pero cálida que provenía desde un costado y se dio la vuelta preocupada. Entonces vio a Cale que estaba abrazándose a ella misma y se la notaba un poco asustada mientras lo miraba aún con su rostro estoico. Choi Han sintió un poco el miedo de ella...
Entonces se dio cuenta de la feroz aura que estaba emitiendo y se apeno tratando de relajarse al ver que la causa del miedo de Cale era él.
— Yo... lo siento, no quise asustarte- dijo con la mirada gacha, lo que menos quería era asustar a Cale.
— No sé por qué te disculpas. Soy yo quien interrumpió tu entrenamiento- un poco más relajado se acerco y puso una de sus manos en el hombro de Choi Han y puso su mejor sonrisa cuando este la miró- Estas trabajando duro, eso es bueno, me alegra.
Choi Han comenzó a enderezarse y le suena, mientras se elimina los cabellos claramente avergonzados.
— Y… ¿qué estás haciendo afuera Cale-nim? Si se puede saber claro.
Cale se alejó un poco de Choi Han y se sentó en el pasto, sin importar que su vestido se marchase. A Choi Han le encantaba que fuera tan despreocupada, lo hacía sentir bien que no se comportaría como una noble cuando estaba a solas con él.
Era lindo que ella se comportara tan infantil, en su opinión.
Alejo ese pensamiento de su mente, agarró su capa que estaba en el piso sacudiendola un poco, luego se dirigió a ella para cubrirla con la capa y sentarse a su lado así esperar su respuesta. La cual no tardó en llegar.
— Bueno, los niños salieron a hacer algo que les pedí y les prometí esperarlos aquí afuera a su regreso. — hizo una pausa para mirarlo y luego miró el cielo— Era una buena idea salir y tomar un poco de aire fresco para despejar mi mente... Además la vista es buena.
— Ya veo— miro el cielo un momento y luego la miro a ella que estaba perdida admirando las estrellas sin emociones en su cara peor con un lindo brillo en sus ojos. Una sonrisa con un leve sonrojo se dibuja en la cara de Choi Han-Si, sin duda es una hermosa vista.
— umm si— dijo cerrando sus ojos aún con su cara apuntando al cielo, siendo ajena a la mirada que le estaba dando Choi Han— seria más reconfortante tener un buen té para disfrutar la vista.
Se escuchó entonces como alguien se levantó abruptamente de su lugar y abrió los ojos mirándolo.
— Ah~ bueno, yo... ¡con gusto le traeré un té delicioso para que disfrutes la vista! — dijo Choi Han y rápidamente se alejó entrando a la posada, sin dejar que Cale tuviera tiempo para negarse.
Cale estuvo un breve momento en silencio, pero más tarde se escuchó una leve risa.
— jaja que niño, seguro fue con Beacrox ahora mismo— se dijo a si misma— entonces solo queda espe-
No pudo terminar de hablar cuando de repente sintió como la agarraban de atrás y le colocaban un pañuelo en su boca evitando que saliera algún sonido de ella.
Parecían ser dos hombres quienes la sostenían, pues eran bastante fuertes y altos.
— Ummhhsmm... ummjkss
Intento forcejear para safarse del agarre pero fue en vano, su fuerza no lo permitió y el pañuelo en su boca parecía tener algún tipo de sustancia que la estaba haciendo perder fuerza hasta que se desmayó por combinado, todo se volvió negro en un instante.
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A una distancia no tan lejana, dos gatitos veían la escena con terror.
Justo estaban volviendo de hacer lo que su madre les había encargado cuando la vieron a lo lejos sentada sola, seguramente esperándolos y corrieron feliz a su encuentro.
Si embargo en un abrir y cerrar de ojos su madre estaba siendo sostenida fuertemente por unos hombres que la dejaron desmayada.
Ambos estaban asustados y petrificados mientras veían a su madre ser cargada y llevada por unos tipos extraños y la capa que llevaba puesta se caía de sus hombros.
Entonces la primera en reaccionar fue On.
— Escúchame Hong, tu ve a buscar a Choi Han oppa, Beacrox oppa y al abuelo Ron, yo voy a seguirlos y dejar un rastro de niebla para que ustedes nos encuentren
— Pero... noona...
— ¡HONG! ¡SE ESTAN LLEVANDO A MAMÁ! — On tomo un respiro para calmarse y controlar sus lágrimas que instaban por salir- mamá es débil, tenemos que ayudarla, no hay tiempo.
Comenzó a moverse en la dirección donde era llamado Cale.
— Estaré bien. Ve y busca ayuda rápido, no te demores, ¡No podemos perderla!
— B-bien, cuidado.
Hong aún con miedo, se acercó a la tela negra que yacía en el pasto, agarrando la con sus dientes y comenzó a correr hasta la posada.
No encontré a nadie cerca en la entrada, por lo que fue directo a la cocina, encontrándose allí a un Beacrox con una taza de té en sus manos y un Choi Han que lo miraba extrañado.
— p-por favor rapido, se la llevan.
Choi Han rápidamente dirigió su mirada a la tela negra en los dientes del felino. Sin duda era su capa y un sentimiento ominoso inundó su ser.
— ¿Un encendido? ¿Dónde está Cale-nim? Ella los esperaba afuera— dijo sin entender Choi Han acercándose y agarrando su capa, Beacrox solo miraba aún con la tasa en manos.
— No.. On los this follow, e-ella esta dejando un rastro de niebla. — a estas alturas el joven gatito Hong estaba llorando— ¡SE LLEVARON A MAMÁ! no sé pudo defender y la durmieron. S-se la llevaron, la secuestraron.
En ese momento se escuchó como una taza se rompía al caer al piso y un leve jadeo por parte de Choi Han quien se estaba colocando la capa y quedó hecho piedra.
— P-por favor, vengan conmigo, busquen al a-abuelo Ron, ¡SE SECUESTRARON A MI MAMÁ! DEBEMOS SALVARLA
Ron, quien había regresado de hacer sus 'investigaciones', apareció repentinamente en la cocina y había escuchado toda la conversación, su cara no era para nada feliz cuando miro en dirección a Choi Han, que tenía su mano en la espada, y Beacrox que ya estaba equipado con su espada en su espalda.
— Vamos, guianos— Dijo Beacrox sin necesidad de escuchar la confirmación de las demas personas en ese cuarto.
Las emociones de los 3 hombres eran similares, ira, enojo, furia, ganas de matar, arrepentimiento...
Choi Han, estaba furioso, si no hubiera dejado a Cale sola, esto no habría pasado. Pero fue raro que él no sintiera la presencia de extraños, ya que su percepción era grande. Tal vez fue porque eran expertos o tenían algún objeto que les permitía ocultarse.
En esos momentos estaba arrepentido y furioso, su cara estaba con un ceño bastante fruncido.
Beacrox tenía una cara neutra a la vista, pero por dentro estaba que ardía en furia. ¿Como alguien se atrevía a poner una sola mano en su hermana? Él estaba todo menos feliz.
Ron por otro lado no tenía su sonrisa habitual, su ceño estaba fruncido, sus ojos eran agudos y se podía ver sus dientes que se apretaban fuertemente. Alguien se había llevado a su joven cachorrita cuando él no estaba presente. Eso era imperdonable.
Hong corría junto con los tres hombres detrás suyo mientras él seguía el rastro que dejó su hermana pidiendo con todas sus fuerzas que ambas estuvieran a salvo.
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Amely
Iba a dibujarla, pero buscando imágenes en Pinterest, encontré a esta chica y dije "es la elegida"🤙
Nuestra Amely es hermana de Neo, así que medio castroza puede llegar a ser 😬
(Obviamente el secuestro fue su idea)
Vestimenta de Cale
Notes:
Okey, intensa se puso la cosa 😥
¿Qué pasará con Cale?😰
¿Llegaran a tiempo nuestros hombres?🧎♀️
¿Comeran los niños?👨👧👦
¿Sere capas de escribir el próximo capítulo sin estar disgustada conmigo misma?👀
Lo sabremos en el siguiente episodio de "la heroína rubí "💃🏻
Ah tiraba esa.🤪🤙
Chapter 12: 11. El secuestro
Notes:
ADVERTENCIA
En lo escrito a continuación se relataran escenas de 'abuso sexual y agresión'
Para los sensibles, se recomienda evitar al lectura .
Desde el comienzo de este capítulo hasta cierto separador será sobre abuso y agresión. Luego del separador será una lectura más tranquila.
Desde ya.... PERDÓN 😩
Sin más que decir, comenzamos.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
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Lentamente Cale comenzó a abrir sus ojos notando que estaba en un lugar extraño un tanto oscuro pero podía sentir una leve luz de vela.
Se sintió rara, trato de mover sus manos pero no pudo, inmediatamente entró en alerta. Sintio como sus manos estaban atadas en su espalda y ella parecía estar sentada en una silla. Su boca también estaba amordazada, lo único que tenía sin ataduras eran sus piernas.
Entonces recordé lo que había pasado, la habían dormido y la habían secuestrado. Lo ultimo que recordaba era a ella forcejeando y luego siendo cargada por dos hombres.
Estaba entrando en pánico cuando a su espalda comenzó a escuchar voces masculinas.
— Ahrrg~ ya estoy aburrido — dijo uno de los dos— ¿solo debíamos asustarla y ya?
— Si, esas fueron las órdenes. Debemos esperar un poco más he irnos. — dijo el otro que parecía ser el más paciente de los dos.
El primer hombre, el que se había quedado quejado, fue del lado de su colega y lentamente se acercó a Cale.
Ella se estaba haciendo la dormida para no levantar sospechas.
(Maldita sea, no me puedo desatar las malditas cuerdas)- trato de hacer que sus pequeños movimientos no se notarán- (desearía no tener que usar el escudo si es posible...)
Cuando el hombre estuvo lo suficientemente cerca de Cale, la agarró de su mandíbula para apreciar el rostro de la joven que estaba amarrada y supuestamente dormida.
— Es bastante guapa— empezó a mirarla de pies a cabeza con unos ojos feroces y una sonrisa perversa— uff y su cuerpo no está nada mal. Sin duda las nobles son de otra 'calidad'.
(Este imbecil, ¿que cosas horribles esta diciendo??)- ella intentaba mantener su fachada de dormida.
El tipo que era más calmado en silencio estuvo de acuerdo con la apreciación que había hecho su colega, pero no lo demostraría, el quería ser la voz de la razón.
— ¡Oye! ¿Qué crees que haces?
El primer hombre había dejado de lado el rostro de Cale y ahora estaba dirigiendo sus manos hasta los senos de ella. Cale está tratando con todas sus fuerzas de desatar las manos, pero era en vano.
— ¿Tu que crees? —sonrió a su colega — Nos dijeron que debíamos asustarla, no nos dijeron más. Asi que si me quiero divertir con ella puedo hacerlo.
Sin esperar a la respuesta del otro tipo, con una de sus manos presionadas uno de los senos de Cale. Con la mano libre estaba comenzando a desabrochar los botones de la parte del busto del vestido de esta. Al costarle desabrochar los botones, directamente arrancando parte del vestido.
Cale sin poder aguantar más la ira que contenía. Estiro una de sus piernas hasta golpear la inglés del bastardo que estaba tocandola y por suerte dio en el lugar correcto ya que el imbécil estaba parado frente a ella.
(ESTE BASTARDO, ¿CREE QUE ME VOY A DEJAR TOCAR ASI COMO ASI???)- puso una cara de completo disgusto, como si estuviera viendo la cosa más horrible del mundo.
— ¡AAAHG! ESTA PERRA — se retorcía en el suelo el imbécil que la había tocado.
—Maldita sea, estuvo despierta todo este tiempo — se asustó el tipo calmado y se dirigió hasta su colega.
Cale como podía estaba retrocediendo, arrastrando la silla, con su cara roja de ira pues su vestido seguía desabotonado en la zona del busto y estaba un poco rasgada la tela. Todavía estaba tratando de sacarse las cuerdas que ataban sus manos.
El tipo que había sido golpeado se incorporó ya paso veloz se acercó a ella, con sus puños cerrados.
— Esta zorra, ¿todavía quieres escapar?
El tipo apretó sus puños y golpeo fuertemente el estómago de la pelirroja dejándola al instante sin aire y adolorida. Luego obtuvo un golpe más en el mismo lugar, haciendo que ella se retorciera del dolor.
— Ummjj Coff coff — se quejó Cale
— ¡Ey tu!, ven y sostenle las piernas para que no patalee. —ordeno sin más.
— ¡Ahrg! MALDICIÓN. Bien — como pudo, el tipo calmado, le agarró las piernas a ella dejándola inmóvil.
Luego el que golpeó a Cale, con una sonrisa burlona la agarró de los cabellos e hizo que lo mirase a los ojos.
Cale en esos momentos tenía los ojos con lágrimas, los golpes que recibió en su vientre habían sido bastante fuertes y aún dolía. También sentí el dolor de ser jalada por los cabellos.
— ¿Te quieres hacer la fuerte bonita? JA aquí nadie va a venir a ayudarte
(Cuando me liberé juro que te mato, asqueroso hijo de puta) - pensó mientras tosia un poco de sangre.
Ella sintió como la otra mano del hombre comenzaba a recorrer su cuello hasta llegar a su busto apretándolo fuerte y causándole dolor, mientras que este volvía a hablar.
— Estas muy linda como para golpearte o dejarte más heridas- sonoramente y pasó su lengua por el cuello de Cale haciéndola estremecer— Deberías cooperar y quedarte quieta.
Ella corrió su cara con lágrimas y trato de darle un cabezazo al hombre, pero este la esquivó fácilmente. Entonces Cale sintió una fuerte cachetada en su rostro y otra en su muslo pues había movido sus piernas intentando safarse.
— No, no linda, dije quieta.
El hombre asqueroso dejó de agarrar los cabellos de Cale y usó sus manos para separar un poco las piernas de ella agachándose en el acto.
— Ey, ¿no crees que te estás pasando? No deberías...
—¡Callate!, no pedí tu opinión— el tipo tranquilo solo se quedó agarrado las piernas de ella para que no se movieran— Veamos si aquí abajo también eres tan feroz lindura.
— UMMM UMMMM — ella no se rendía, aún forcejeando con las ataduras. Entonces recibió un puñetazo en la cara, que la dejó medio tonta.
Cale ya no sabía que hacer, su vientre, su cabeza, su cara dolían. Sus manos ardían de tanto forcejear y tenia los ojos con lágrimas. Estaba perdiendo la poca fuerza que le quedaba mientras veía como em bastardo le separaba a la fuerza las piernas y le subía el vestido.
Verle la cara era horrible, el tipo lo estaba disfrutando, además ya le había tocado bastante el busto. Sinceramente estaba asqueada y frustrada.
Una vez más estaba extrañando ser un hombre o tener la fuerza de uno. Se sentía impotente, quería que esto solo fuera un maldito sueño.
Nuevamente se compadeció de sus compañeras cuando él era Kim Roock Soo, sabía que algunas de ellas habían sido abusadas, pero otra vez, vivirlo era lo peor.
(Ahre, debí haber usado el escudo... pero no tengo fuerzas para convocarlo ahora. Hay mi vida)
Estaba a punto de rendirse y caer desmayada, mientras sentía la asquerosa mano del bestardo recorrer sus muslos, cuando la puerta de ese lugar cayó en un golpe bastante fuerte. Haciendo que los tres voltearan a ver. Cale volteó con dificultad y se sorprendió.
Entonces los vio por un segundo. Tres rostros familiares la miraban con caras enojadas desde la entrada. En un instante su rostro se llenó nuevamente de lágrimas.
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Hong, Choi Han, Beacrox y Ron, guiados por la niebla de On llegaron a una parte lejana del bosque. A la corta distancia pudieron ver a una gatita gris que estaba detrás de un árbol cerca de una pequeña cabaña que parecía estar abandonada.
Hong al ver a su hermana corrió hasta ella y se frotó en su cuerpo, feliz de que ella estuviese a salvo.
—¿Y mamá?
—¿Dónde está Cale-nim?
— Shhh, más espacio. — chito la niña a los hombres que estaban alli- están dentro de esa cabaña.
Los tres mayores pudieron ver la cara de preocupación que tenía la gatita, sin embargo la dejaron terminar de hablar.
— Yo... yo escuché unos gritos y golpes... no pude hacer nada— tenia lagrimas en los ojos y su hermano la estaba apoyando.
Los tres hombres se miraron a la vez y el primero en hablar fue Ron.
— Escuchen niños. Ustedes deben volver a la posada y pedirle a Hans que prepare posiciones sanadoras de la mejor calidad. Ya hiciste demasiado y lo hiciste bien.
— Pero... — Hong trato de intervenir, pero Ron no lo dejó.
—Pero nada. Ustedes deben estar a salvo para que la joven señorita esté feliz de verlos cuando regresemos. — acaricio la cabeza de los niños dándoles una leve sonrisa— No se preocupen por ella, nosotros nos haremos carga de estos zorros.
— Así es.
—Sin duda alguna.
Al ver la gravedad de las palabras de sus mayores, ambos gatitos asintieron y comenzaron a correr a la posada.
— Traigan a salvo a mamá— dijo Hong antes de seguir a su hermana.
Tanto Choi Han como Beacrox desenvainaron sus espadas y se pusieron en guardia. Beacrox además, se había puesto un par de guantes blancos, bien limpios, para la ocasión.
Ron ya tenía en sus manos sus dagas que estaba bien afiladas. Sin mirarse a la cara los tres comenzaron a avanzar sigilosamente hacia la cabaña.
Podían escuchar voces leves dentro de esto, pero aún trataban de contenerse en no romper toda la estructura. Todavía debían salvar a la jovencita. Todo estuvo bien hasta que escucharon...
— Ummmm Ummmm
Parecía ser un grito de ayuda de Cale, pero también parecía estar amordazada por lo que no salía la voz correctamente.
No hizo falta decir nada, pues Choi Han quien no podía más de la ira, ya estando frente a la entrada de la cabaña, no se contuvo más y de un solo golpe tiro la puerta de madera de esta.
En ese momento un aura terrorífica rodeó a los tres hombres que miraban dentro de la cabaña. Podían ver claramente la horrible escena que estaba ante sus ojos a pesar de la poca luz.
Cale estaba con los ojos llorosos, su cara estaba roja, parecía que uno de sus lados comenzaba a hincharse y su cabello estaba alborotado. Su vestido estaba abierto y un poco desgarrado en la parte superior mostrando un poco su busto. También la falda estaba levantada.
Ella estaba amarrada a una silla y con la boca amordazada sin poder moverse, agachados a su lado habían dos hombres. Uno le agarraba los tobillos mientras que otro estaba frente a ella metiendo sus manos y tocando las piernas de ella en dirección a su parte íntima.
La mirada que ella les dedicó era muy lastimosa, ya no aguantaba más. Su cara se estaba empezando a hinchar mucho y la mordaza en su boca parecía estar bastante ajustada.
Los dos hombres que estaban agachados al lado de ella se pararon repentinamente y buscaron sus armas para defenderse al ver a los intrusos.
Las venas en las caras de los tres que miraban esto con disgusto, estaban a punto de explotar de la ira. Su joven maestra estaba siendo denigrada ya punto de ser tomada sin su consentimiento.
Sin duda hoy iban a morir esos bastardos.
— ¡Ey punk!, tu al frente. — jugueteo Ron con sus dagas— Yo la desato y Beacrox, tu la sacas de aquí.
No era momento para ponerse a discutir o reprochar el improvisado plan de rescate y ataque. Por lo que tanto Choi Han como Beacrox ayudaron y comenzaron a moverse.
Como dijo Ron, Choi Han se puso al frente y atacó a ambos sujetos, Beacrox lo defendía desde atrás mientras se acercaba lentamente a donde estaba Cale.
De un momento a otro, sin ser notado, Ron ya se había acercado a Cale y estaba cortado las cuerdas que la ataban. El dejo libre y se quitó el saco que llevaba puesto para taparla, él no podía dejar que su joven cachorrita quedara expuesta de tal manera.
Vio como le costaba respirar y se enojo más al ver las lágrimas que recorrían el rostro que antes era bello y ahora estaba tornándose morado. Mostrando una sonrisa bastante cruel y apretando con fuerza sus datos desaparecieron para ir a ayudar a Choi Han.
Cale no tuvo tiempo de reaccionar porque ni bien Ron termino de colocarle el saco fue tomado en los brazos de Beacrox, como una princesa.
Beacrox estaba enojado y preocupado, pues ella aún tenía la cara llorosa y abría los ojos con dificultad, claramente cansada. Al inspeccionar mas de cerca su rostro pudo notar una maraca de mano en la cara de ella, a parte de la zona que estaba morada, definitivamente la habían golpeado, además ella se estaba agarrando fuertemente el estómago, parecía dolerle.
Vio también en el piso rastro de cabellos rojos, que parecían haber sido arrancados. El se estaba enojando cada vez más, cuando la escuchaba.
— O-Oppa... viniste — Cale mostró una leve sonrisa antes de cerrar sus ojos aún con lágrimas.
Beacrox seco un poco las lágrimas del rostro de Cale viendo como esta se estremecía al sentir el contacto, la acomodo en sus brazos y se dirigió hasta una ventana de la cabaña dispuesta a saltarla con ella en sus brazos. Pero antes de salir dijo.
— Padre, Choi Han — aunque él no los viera, sabía que estaban escuchándolo. En su voz había irá — Los quiero bien muertos a los bastardos que la tocaron.
Sin decir más salio de la cabaña, directamente corriendo en dirección a la posada, dejando atrás a Ron y Choi Han que aún peleaban con esos tipos.
Estaba corriendo rápido, esquivando los árboles, cuando sintió que le tiraban de la camisa. Entonces dirigió su mirada a la joven en sus brazos.
— Oppa, ¿los niños están bien?
El rostro de Beacrox se fundió en un ceño fruncido, él podía notar como a Cale le costaba hablar mientras se retorcía de dolor y se aferraba al saco que le puso encima de su padre. Pero la mirada de la pelirroja era aguda, lo miraba fijamente aunque a duras penas mantenía los ojos abiertos.
— Si, ellos están en la posada esperándonos— hizo una pausa antes de continuar— ellos te vieron ser llevados por esos tipos, ellos nos advirtieron. On fue quien nos guió a ti...
— Ufff~ maldita sea, bien — dejo salir un suspiro y volvió su mirada a su vientre— por favor oppa, no dejes que me vean así... los niños no deben verme así.
La mano que sostenía la camisa de Beacrox temblaba, por lo que este concurso rápidamente.
—Como quieras. Los niños no van a verte así, lo prometeo.— le dijo acariciando su cabeza— ahora, por favor descansa.
Esas palabras parecieron calmarla porque cuando Beacrox terminó de hablar sintió como la cabeza de la pelirroja se apoyaba en su pecho y se quedaba quieta. Se había desmayado por completo.
Sin más demoras siguieron hasta la posada cargando a Cale.
Al llegar a su destino opto por entrar directamente al cuarto de la pelirroja por la ventana, pero evite que los guardias y soldados la vieran en ese estado. Se fijó que no había nadie adentro y entró sigilosamente.
El dejo en la cama y el tapo con unas sábanas, luego salió a buscar a Hans ya los niños, quienes se encontraban en la entrada de la posada.
Los mencionados se sorprendieron al verlo y se abalanzaron sobre él haciéndoles preguntas.
— ¿Y la joven señorita Cale?
—¿Cómo está mamá?
—¿Y mamá?
Contuvo un suspiro y habló rápidamente.
— La joven señorita está en su cuarto. Hans necesito que subas y lleves contigo las pócimas curativas y agua fría con una toalla. Llama a Lucia también, debemos cambiarla.
Empezó a moverse ya apurar a Hans, entonces tuvo que detener a los niños que lo seguían.
— Lo siento niños, pero Cale me pidió que no dejase que la vieran. No todavía.
— Pero nosotros... — On quiso refutar.
—lo siento, fueron órdenes de ella. Mi padre y Choi Han estarán aquí pronto. —Ambos niños llorosos, que ahora estaban en su forma humana, no tuvieron de otro más que asentir— Por favor esperalos y díganles que estamos en el cuarto de Cale.
Sin más Beacrox se fue con un preocupado Hans y una nerviosa Lucia hasta donde se encontraba Cale.
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Un tiempo más tarde aparecieron Ron y Choi Han, un poco manchados de sangre y tierra. Luego de ser avisados por los niños, subieron a hasta la habitación de la pelirroja.
A su llegada Cale ya estaba en su cama descansando, con ropa distinta y parecía haber sido tratada correctamente.
Sentado al lado de la cama estaba Beacrox quien sostenía una de las delicadas manos de Cale, mientras que Hanz le veneraba las muñecas porque aún tenía las maracas de las sogas que la ataban. Lucia estaba mojando una pequeña toalla para colocarla en el frente de la pelirroja.
Ron y Choi Han miraban esta escena con ira en sus miradas. Y al notar sus presencias Beacrox habló.
— Esta bien, se recuperará pronto. No tenía heridas muy graves.
Aún sosteniendo la mano de Cale se giró y miro los dos hombres en la puerta.
— Tenia maracas de una bofetada en la cara a parte del puñetazo que le dejo el ojo morado, cabellos arrancados, signos de fuertes golpes en el abdomen y maracas de manos en el busto y las piernas. Sus muñecas y tobillos están un poco morados por la fuerza infringida por las cuerdas y el agarre fuerte de manos.
Sin duda la joven en la cama había tenido un momento traumático y eso enojaba a todos los presentes. Y más a quienes la habían encontrado y vieron la cara de pánico que tenía Cale en ese terrible momento.
Entonces Ron habló.
— No hay necesidad de preocuparse por los zorros que acosaron a la joven señorita. —Su sonrisa era benigna en ese momento.
— Los bastardos no volverán a molestarla nunca más. No pueden ni podrán — término de hablar Choi Han que aún tenía la mano en la empuñadura de su espada. Francia el ceño cada que miraba a Cale.
Todos dejaron salir un suspiro de alivio en ese momento, todos entendieron esas palabras. Pues el pedido de Beacrox parecía haberse cumplido correctamente.
En medio de ese silencio, Beacrox sintió como la mano que estaba sosteniendo empezaba a moverse, por lo que rápidamente volteó a verla. Cuando lo hizo vio como un par de ojos marrón rojizo lo miraban fijamente.
— Los niños... ¿no me vieron verdad? — Cale apretaba con un poco de fuerza la mano de Beacrox.
— Como me pediste, ellos no te vieron aún.
Se escuchó un pequeño suspiro y el agarre se calmó.
— No deseo que este incidente sea reportado a mi padre— miro en dirección de Hans y Lucia. — Por favor, quiero estar tranquila y no quiero preocupar a padre, tiene mucho por lo que trabajar como para molestarse con algo como esto.
Hans y Lucia se miraron, querían negarse, pero no tuvieron de otra que cumplir el deseo de la joven señorita. Ella tenía preocupación en su mirada.
— Como ordené joven señorita Cale — contestaron al mismo tiempo los mencionados.
—Se los agradezco. Ahora por favor, necesito hablar solas con Ron y Choi Han. Op-Beacrox necesito que tu vayas a la cocina y prepare una cena deliciosa, tengo hambre. Además les prometí a los niños que comerían toda la carne que quisieran.
— A sus órdenes, la joven señorita Cale.
Dicho esto Hans y Lucia salieron de allí. Beacrox les lanzó una mirada a Ron y Choi Han antes de salir e ir directamente a la cocina para cumplir su orden.
— Bien, ¿consiguieron información?
Cuando los demás se fueron Cale habló mientras los que quedaban se acercaban a ella. No quería perder tiempo, aún estaba cansada.
—Fueron contratados por alguien que no la soporta, joven señorita— dijo Ron a un lado de la cama, poniendo nuevamente la toalla que estaba en el frente de Cale en el agua para remojarla y volver a colocarla.
Ron tenía una ligera sospecha de quién fue que la mandó a secuestrar, pero prefería no tocar el hecho, no ahora.
— Dijeron que les ordenaron capturar para darte un susto, nada más. — continuo Choi Han.
— Sin embargo no dijeron más que eso. Que se atrevieran a tocarla, eso...
— Fue decisión de ellos, bueno de uno de ellos mejor dicho — comento Cale sin darle mucha importancia— Fue lo mismo que yo escuché que dijo cuando estaba atada.
Se acaricio el vientre, mientras sentía como Ron le sacaba los cabellos del rostro para reponer la toalla.
— Por lo que ustedes dijeron, no mencionen quién los mandó ¿no es así?
— En efecto Cale-nim, solo dijeron que eran órdenes de arriba.
Cale frunció el ceño y evitó que Ron siguiera poniéndole la toalla.
— Ya veo... ¿Ellos están?...
— Así es, ya no están en este mundo joven señorita- dijo Ron con una sonrisa en su rostro.
(¿Como puede sonreír al decir algo como eso? Que aterrador)- no pudo evitar pensar.
— Ahh~ *suspiro*, bien si eso es todo, quiero descansar y ver a mis hijos por favor. Mañana vemos que procede con esto. Y no sé que te preocupes, ya estoy mejor.
Al decir lo último, miro directamente a Choi Han quien esquivó su mirada, haciendo que contuviera otro suspiro.
—Como ordené joven señorita. Ahora mismo haré que suban los menores.
Y antes de que se retirasen oyeron la voz leve de Cale.
—Yo...bueno. — Dudo un poco mientras su cara se ponía colorada y apretaba las sábanas que la cubrían. — Gracias por ir a salvarme. Umm Ron, da mi agradecimiento también a tu hijo. Los tres hicieron un gran trabajo hoy.
Ambos hombres quedaron en shock por un momento pero se despidieron con una reverencia y salieron de la habitación dejando a Cale sola con sus pensamientos.
Al estar solo inconscientemente miro a uno de los muebles con cajones que estaba cerca de su cama y vio una leve luz salir de allí. Recordó entonces que allí había guardado el diario de Cale original, haciendo que tuviera curiosidad por abrirlo.
Pero antes de poder incorporarse para ir hasta allí, escucho como su puerta se abrió de golpe y en un abrir y cerrar de ojos tenía a dos niños que la abrazaban mientras lloraban.
Decidió dejar lo del diario para el próximo día así enfocar su atención en los niños que necesitaban consuelo.
— MAMÁ ~~~ ¿E-estás bien?¿Estas herida?— preguntaba torpemente Hong.
— Cariño estoy bien, no fue nada grave, ya no siento tanto dolor.
Cale abrazo fuertemente al niño que aún lloraba, luego miró a On que todavía estaba callada a un lado...
— En... ¿tu estás bien? — entonces los ojos de la niña se humedecieron.
— Mamá~ snif... y-yo, yo los vi llevarte y no hice nada... me quedó congelada. Oler. Deje que te llevaran, no te puede ayudar y.. y... — Sus lágrimas salieron sin más mientras hablaba, sintiéndose culpable.
Antes de que siguiera Cale la atrajo hasta ella y la abrazó fuertemente.
— Shhh shhh, tranquila. No llores, hiciste bien mi niña — le secó un poco las lágrimas— que te quedaras al margen y las siguieras desde lejos dejando un rastro, esa fue una sabia decisión tuya amor... Me sentiría peor si algo les hubiera ocurrido a ustedes. — Disonante dejando unos besos en las frentes de los menores— Pero no fue así, ustedes están bien ya salvo. Además si no fuera por su ingenio, no me habrían rescatado tan rápido, gracias a eso las heridas fueron leves.
Se mecio un poco en la cama aún con los niños en brazos.
— Gracias a que ustedes advirtieron a Ron, Choi Han y Beacrox, llegaron a tiempo para rescatarme. Y yo estoy bien. — los miro a ambos— Hoy hicieron un excelente trabajo, asi que dejen de preocuparse y nos preparamos para comer a rica cena, les prometí comer tanta carne como quisieran, así que a disfrutar.
Los niños se quedaron en los cálidos brazos de su madre un poco más, hasta que llegó la comida y obligadamente tuvieron que separarse.
Por suerte para todos, las cosas terminaron bien y no paso a mayores.
Esa noche Cale durmió firmemente acompañando por dos niños que no se despegaron de sus brazos en toda la noche. Además de estar vigilada en cada momento por cierto espadachín y sirviente...
*****************************
Notes:
Ufff, me costó una banda escribir esto😬
Tuve tanta bronca al escribir la primera parte que ahora no se como sentirme al respecto con la situación 😩
Asi que equis. No sé si esta bien relatado pero espero que se entienda. 👀
Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy.💕
PD: no me funen 🙂↔️ jajaja pido perdón por este capítulo. Cuando lo escribí me sentí mal y ahora, años después, que lo volví a leer me siento peor, pero bueno si me dió bronca quiere decir que lo hice bien 🙃
Y bueno nada...
Nos vemos en los próximos caps, besos 😘
Chapter 13: 12. Para ver un dragón
Chapter Text
A la mañana siguiente Cale se despertó renovada, la habían dejado descansar hasta tarde porque sabian que ella la había pasado muy mal la noche anterior.
Al sentirse un poco incómoda, trato de girarse en la cama pero un peso en ambos brazos se lo impedía.
Al voltearse vio que lo que le impedía moverse eran los niños que aún dormían pegados a sus brazos. No la habían soltado en toda a noche y no había indicios de que la fueran a dejar en ningún momento.
Sin duda para Cale, que los niños la vieran ser llevada seguro les fue difícil. El miedo de sentir que la persona que te brindo el amor, el calor y el afecto que te faltaba podía ser arrebatada por alguien, no debía ser un sentimiento agradable.
Cale lo sabía, ella lo había vivido en otra vida.
Sin hacer ruido y evitando hacer movimientos bruscos que pudieran despertar a los niños, se levantó y fue directo a el cajón donde estaba el diario de Cale original. Decidió abrirlo y al pasar algunas hojas noto que aquellas hojas que estaban en blanco desde donde relataba la muerte de su madre hasta los comienzos de su vida como basura, ahora estaban escritas.
Así que simplemente se dedicó a leer mientras se sentaba en el sofá de su cuarto.
" Querido diario, hace unos días me paso algo horrible, me secuestraron...
Fue realmente aterrador, no sabía si alguien vendría por mi o si me iban a hacer algo. Tuve tanto miedo y aún sigo temblando.
Por suerte oppa y Ron fueron a rescatarme rápidamente. No sufrí heridas, pero no me siento segura.
Les pedí que no le dijeran nada a mi padre, no quería molestarlo"
Ja, era chistoso que hubieran pedido lo mismo. Cale y CaleO parecían pensar del mismo modo.
(¿Cuanto más miserable iba a ser tu vida Cale?)- pensó.
"Querido diario me volvieron a secuestrar, yo... yo tengo miedo, mucho miedo.
¿Quien me hace esto? ¿Qué hice par merecer esto?
Lo peor es que esta vez me hicieron leves heridas con un cuchillo en mis manos y brazos.
Por suerte antes de que llegaran a tocar mi cara llegaron Ron y oppa.
Ahora mis heridas fueron curadas.
Pero ahora tengo que lidiar con terapia porque por desgracia para mi, mi padre me vio con las heridas en los brazos y piensa que fui yo quien las ocasiono.
Que patético, pero no quiero que sepa que me secuestran, eso solo le daría más trabajo"
-Ahhhhh~ *suspiro* tan desafortunada ibas a ser.
Se quejó Cale y siguió leyendo.
" Escuche de Ron, que la persona que me hace esto es Amely Tolz, ¿pero por qué?
Si esa niña me seguía a todos lados antes, era como una fiel seguidora. Sin embargo era agobiante.
Trate de llevarme bien con ella pero nuestras personalidades no cuadran y ella no dejaba de insistir.
Admito que una vez la ignore... pero no creo que sea ese el problema ¿o si?
Ah como sea, solo le enviaré una maldita nota de disculpas o algo así a la niña, solo para dejar de parar este infierno"
"Maldita ingrata, ni siquiera responde la nota que le mande y ayer volví a ser secuestrada.
Si lo ignoro tal vez pase ¿no?"
Las siguientes páginas relataban como habiendo sido sus siguientes intentos de secuestro y secuestros, cada uno peor que el otro. Y luego leyó.
"Estoy harta querido diario. No aguante más... no pude soportarlo mas.
En mi ultimo intento de secuestro, antes de que me agarraran, tome una botella de vino que estaban bebiendo esos bastardos en frente de mi mientras me azotaban y la rompí dejándola bien afilada en la base.
No pensé mucho cuando me lancé contra mis secuestradores.
Los heri, los corte y yo también salí herida. No pensé en nada en ese momento. Estaba cubierta de sangre mía, por mis heridas anteriores y las nuevas, y sangre de esos bastardos.
Solo se que reaccioné cuando Beacrox me agarró de los brazos para separarme de aquellos hombres y luego me abrazó con fuerza. Yo... yo simplemente me desplome en sus brazos. Grite y llore por el dolor y la impotencia que sentía.
Llore como nunca en mi vida. Por fin me liberé, sabía que podría defenderme de ahora en más. Pero me desmayé entre lágrimas y gritos en los brazos de Beacrox.
Eso no me importó solo que ese acto de defensa me dio fuerza y me calmó un poco."
Cale hizo una mueca antes de continuar leyendo.
"Debido a mis pesadillas por miedo a volver a ser secuestrada, no he podido dormir bien en días, hoy estoy cumpliendo 15 años y por fin probaré un poco de alcohol.
Según se dice, beber alcohol hace que tus preocupaciones desaparezcan.
No pierdo nada con probarlo"
"Me volví una bebedora compulsiva. Jaja Me tacharon de borracha y de basura.
Ja, solo porque lo necesito para poder conciliar el sueño.
Malditos bastardos, no saben nada.
Pero gracias a esta oportunidad podré hacer que mi los demás miembros de la familia Henituse dejen de intimidar a mi hermanito Basen y a Violan. Los ayudare mientras yo caigo en el pozo. "
"Ahora soy la "basura rubí" del territorio, que chiste. Y mi padre ni se preocupaba por mí.
Mi maldito padre piensa que puede reemplazar todo con dinero y terapia. Maldita sea, como si eso comenzara los años que me abandonó.
Por suerte desde que soy basura no me han secuestrado más, eso es un alivio. Parece que la loca de Amely esta satisfecha con el resultado. Bastarda inmunda.
Ahh~ creo que lo empeore cuando empecé a ahuyentar a los gánsteres del lugar.
Ellos creen que solo son mis ataques de locura por beber mucho.
¿Y qué? Si quieren pensar eso adelante. No me importa.
Yo seguiré bebiendo. Ese es mi único consuelo."
Los siguientes relatos hablaban de lo mismo y así seguirán por un buen tramo.
-Ah~ pobre de mi. Maldita sea Cale.
Cale se estaba masajeando la sien, cuando sintió que alguien le tocaba levemente el hombro. Instintivamente se alejó un poco asustada y se puso en guardia.
Al notar que quien la había tocado era Ron, soltó un suspiro de alivio y se recompuso cerrando el diario.
Ron la estuvo observando un buen rato antes de llamar su atención. El la vio lamentarse en frente de su diario.
Claro que Ron sabía del diario de su joven cachorrita, él lo sabía porque siempre que ella tenía un mal momento agarraba su diario y escribía lo que le pasaba solo para despejar su mente y tranquilizarse. Aunque él estaba al tanto de dicho diario, jamás se atrevió a leerlo o revisarlo, el solo conocía su existencia no su contenido. No sé atrevería nunca a invadir el espacio personal de Cale.
Por eso cuando escucho los lamentos de Cale se enojó por lo sucedido anoche y si pudiera revivir a los muertos solo para torturarlos más, lo haría sin dudarlo.
Pero Ron no demostró lo que pensaba ni sentía, simplemente se quedó como siempre, con su sonrisa benigna y "amable".
— Ron, por favor anuncia tu llegada siempre que entres de ahora en adelante.
— Lo que ordené joven señorita. Vine a avisarle que ya esta su desayuno- dijo inclinándose un poco.—supongo que ya sabe quien fue que mando a secuestrarla...
— Bien, despierta a los niños así desayunan conmigo. Y, tengo una idea aproximada de quien pudo ser. — se levantó del sofá — Creo que tu también lo sabes, no es así Ron.
— Así es joven señorita. ¿Va a hacer algo al respecto? ‐ la miro con ojos curiosos.
— No. No es como si pudiera hacer algo para evitarlo, sabes muy bien que no me conviene. *suspiro*. Lo dejemos por ahora, voy a confiar en el karma simplemente.
— Como diga, joven señorita- se inclinó ante ella, un poco decepcionado pero no podía hacer nada, por ahora...
Por suerte el desayuno fue tranquilo y aunque los niños no se despegaban de ella, eso no le molestó.
Al terminar de desayunar y de cambiarse bajo hasta el bar de la posada en donde por suerte estaba Choi Han, bebiendo algo.
Ella necesitaba hablar con él para poder seguir con sus planes que gracias al incidente de anoche se habían retrasado un poco. Por lo que se acercó a la mesa en donde estaba y se sentó en frente de él.
— Buenos días.
Choi Han se estremeció al escuchar la relajada voz que provenía de enfrente suyo. Lo tomo por sorpresa.
— B-buenos días Cale-nim —dudó en seguir — ¿te encuentras mejor?
— Por supuesto que sí, por qué no iba a estar bien.
Ella decía eso, pero Choi Han dirigio su mirada a las manos vendadas de la pelirroja, las miraba con el ceño fruncido, ¿cómo podía estar tan tranquila después de lo que vivió la noche anterior? Sin duda Choi Han sentia que la fuerza de voluntad de esta mujer era admirable y un poco preocupante.
Mientras él estaba sumido en sus pensamientos escucho una pregunta que lo descolocó.
—¿Alguna vez has visto a un dragón?
— .... ¿un dragón? - no comprendía porque preguntaba eso, pero de todos modos respondió —Bueno, he visto algo similar una vez.
(Similar, mi culo)- pensó para ella. Sabia que a lo que el se refería era a los monstruos parecidos a lagartos y dragones que tuvo que matar para sobrevivir en el Bosque de la Oscuridad. Sin embargo fingió ignorancia ante esto.
— ¿Eso es así? ¿Cómo estuvo? ¿Cómo eran?
Choi Han noto un poco de sarcasmo en la voz de la joven, claro que se lo tomó como cuando una persona no cree lo que estás diciendo y lo dice de broma. Por eso no se ofendió y explicó.
— Fue un monstruo- vio el interés de la pelirroja y feliz continuó hablando — Tanto su apariencia como su fuerza, era un monstruo en todos los sentidos.
—Ya veo - ella asentía con la cabeza, pero lo que dijo a continuación era lo opuesto a lo que mostraban sus acciones. —Entonces no has visto a un dragón.
—¿Perdón?
— Los dragones son como personas- hizo una pausa y siguio —Dragones, gente bestia, enanos, elfos, todos son como humanos. ¿Por qué? Porque también tienen emociones y vida. Un ejemplo de ello son mis hijos.
Choi Han estuvo de acuerdo con lo último.
— Sin embargo.
Él pudo notar el repentino cambio de comportamiento de Cale y por ello se sentó con la espalda recta atento a lo que ella fuera a decir.
— Una existencia así ha caído en la oscuridad desde que nació. Lo único que ilumina actualmente la oscuridad en su vida son las antorchas, y nunca ha visto la luz del sol ¿Qué tipo de vida crees que está teniendo ahora mismo?
Cale golpeó la mesa con su dedo índice.
— Se ve obligado a convertirse en una existencia sin racionalidad- golpeo la mesa una vez más — Ha tenido que sufrir su Soledad, sin una familia ni nada en que apoyarse.
La mirada de Choi Han cayó cada vez que el dedo de Cale golpeaba la mesa. Los puños de él estaban apretados debajo de la mesa, hasta el punto en que se podía ver que las venas comenzaban a inflamarse. Calle era ajena a esto mientras continuaba.
— Además, es torturado y abusado todos los días, y solo lo dejan cuando ven que ya no le queda más energía vital.
La expresión de Choi Han se puso rígida y la ira se reflejaba en sus ojos. Lo que le había contado Cale era algo que lo hacía enfurecer bastante. Nadie merecía ser torturado y abusado de ese modo.
Cale que había conseguido el interés de Choi Han continuó hablando para finalizar su historia.
— Y esa existencia está cerca
Cale notó un aura sangrienta que provenía de Choi Han y el silencio que habia era incómodo, por lo que decidió mirar hacia la ventana y dejar que el contrario se calmara.
Choi Han, que en estos momentos prolongó el silencio mientras recordaba las decenas de años que tuvo que sobrevivir solo en el Bosque de la Oscuridad. hizo una pregunta.
— ¿Lo tomaras y trataras de domesticarlo?
— ¿Estas loco?
—¿Perdón?
Cale contestó por reflejo y preguntó en estado de shock. Choi Han también se sorprendió por el hecho de que Cale cuestionara su cordura.
— ¿Por qué debería intentar domesticarlo? (Los dragones son criaturas libres y poderosas que no deberían estar con los humanos, además me traería problemas) -penso dándose la razón.
—¿ Entonces?
— ¿Por qué haces una pregunta tan obvia? - Cale se río de la pregunta de Choi Han antes de responder. — Voy a liberarlo y dejarlo ir para que pueda vivir una vida libre y pacífica. ¿No debería un dragón vivir como un dragón?
— ... Ya veo -los puños se aflojaron lentamente y una sonrisa apareció en su rostro.— Entonces... ¿salvaremos a ese dragón?
— Si, pero necesitaré de tu ayuda.
— Cualquier cosa. Realmente haré cualquier cosa.
Cale estaba preocupada de que Choi Han empeorara la situación y negó con la cabeza.
(Por ahora sería mejor no hablarle sobre la persona quien mando a secuestrarme, esta relacionada con Venion y que podría estar cerca. Destruiría el lugar y eso no sería bueno...) penso para ella misma.
— No hay necesidad de ir por la borda. Tampoco tengo planes de matar a nadie, si es posible. Lo haremos lo más silenciosamente posible.
— Cale-nim de verdad...
Choi Han cada vez admiraba más a esta mujer, no sabía que tan buen corazón podía llegar a tener. Pero Cale miró el reloj, antes de interrumpirlo y decir lo que necesitaba decir.
— Ve a decirle a Ron que prepare un poco de alcohol en el primer piso.
— ¿A-alchol? Pero tú aún...
Cale lo miro de mala gana por lo que Choi Han no tuvo más remedio que hacerle caso.
Cale necesitaba prepararse para beber primero. Empezando a beber desde temprano a pesar de que aún el sol estaba en su auge.
Choi Han estaba confundido al ver a los demás tranquilo ante esta situación. Claro que sabía que pocos se enteraron de lo que pasó anoche, pero los que si sabían también parecían estar tranquilos.
El rostro de Cale empezaba a ruborizarse de tantas botellas que ya había bebido.
— ¿Esta bien dejarla beber tanto? -el pregunto a Hanz que estaba a su lado encargándose de alimentar correctamente a los niños que ahora eran gatos .
— ¡Si!, luego de un mal día ella suele tomar y mientras no haya nada en su mano es seguro. ¡Prometio que no arrojaría nada!
Choi Han lo decía por la seguridad de Cale pero a Hanz le pareció lo contrario, dejando anonadado a Choi Han. Este decidió observar a Cale para asegurarse de que estuviera a salvo.
— Propietario ¡Tu alcohol sabe muy bien! Mucho mejor de lo que esperaba.
Cale además había ordenado a los soldados que se reunieran mientras ella bebía. Estoy por su seguridad estaban con cascos, cosa que sorprendió bastante a la pelirroja, haciendo que prometiera no arrojar nada para tratar de relajarlos.
Ya llevaba dos horas bebiendo como si no hubiera mañana. Y luego de alabar el alcohol y hacerle uno que otro comentario al anciano hablo con la botella en mano.
—¿Tienes muchos de estos? - le pregunto al anciano señalando la botella. Al verlo asentir continuo. — Entonces consiga más y envielo aquí
— Joven señorita no necesita... - el vice capitán gritó con el rostro sonrojada pero sin dejar de mirar la botella en la mano de Cale, los demás soldados hacían lo mismo y Cale era consciente de ello.
— Solo bebe. Te digo que bebas, es una orden ¿entendido?
Los ojos de los soldados empezaron a brillar, porque por primera vez se sentían felices de ver una botella de alcohol en las manos de la pelirroja.
Se quedó bebiendo unos treinta minutos más o menos, mientras verificaba que el propietario trajera todo lo que había pedido, con una cara de satisfacción. Entonces busco con su mirada a Choi Han y cuando hicieron contacto visual hablo.
— Choi Han, ven a apoyarme. Voy a subir a descansar- el vice capitán quiso acercarse a ayudarla pero ella lo detuvo en un instante. —Esta bien. Vice capitán, descanse un poco hoy. El resto de los soldados también. ¿No peleaste en una batalla hace unos días? Esta no es una zona peligrosa y me siento mal por los soldados de guardia, pero el resto de ustedes pueden relajarse y divertirse.
— Joven señorita...
— Estoy cansada. Adiós
Los presentes al ver que Choi Han apoyaba a Cale no se acercaron. Tal ves porque Choi Han no había bebido en absoluto y era la persona más fuerte allí, por lo que no se preocuparon.
A Cale solo le quedaba un obstáculo para poder hacer su plan, y ese obstáculo tenía nombre. Para ella y Choi Han seria fácil evitar a los guardias pero la constante vigilancia de Ron era impenetrable y peor aún desde el incidente de la noche anterior. Asi que para evitar problemas hablo con Ron, quien al ver que Choi Han sostenia a Cale los empezó a seguir.
— Ron... voy a salir a jugar esta noche.
— Joven señorita, eso no es pos...
— No te preocupes no jugare sola. Choi Han me acompañará, estaré bien. — vio como la sonrisa que siempre traía Ron empezaba a temblar por lo que continuo. — Bueno... si quieres nos puedes seguir, pero necesito que no irrumpas en lo que necesito hacer.
— Entiendo joven señorita. La estaré cuidado desde lejos.
Cale contuvo un suspiro, pero era de esperarse que reaccionase así.
Aún siendo apoyada por Choi Han subio y entro a su cuarto.
Dio algunas indicaciones para no ser despertada a menos que fuera una emergencia a Lucia, Ron y Hanz. Cuando estuvo sola le dijo algo más a Choi Han antes de que se fuera.
— Usa las ventanas para volver silenciosamente a mi habitación- Choi Han asintio y se retiró junto con los demás.
Los gatitos la habían seguido a su habitación y ahora estaban solos con ella.
— Miauu. ¿Ya es hora?
Cale asintió con la cabeza mientras abría la caja con cerradura mágica. De esta saco un atuendo y procedió a ponérselo.
Una vez que terminó de cambiarse, Choi Han entró por la ventana y al verla sus ojos se abrieron en estado deé shock.
— ¿Cale-nim?
Cuando la vio, ella tenía puesto un traje bastante ajustado de color negro que marcaba a la perfección las curvas y los 'dotes' de la pelirroja. No pudo evitar sonrojarse al verla así, Cale estaba bastante sexy en ese momento, peor no era el momento para ponerse a pensar en esas cosas, por lo que desvío la mirada hacia un costado de la habitación.
Ella era arena a esto mientras se colocaba una capa sobre el traje que tenis puesto. Y antes de ponerse la máscara, Cale arrojó el traje que tenía en su mano hacia Choi Han.
— Tu también úsalo.
Además del orbe negro de perturbación de Maná, cale quería estar segura de no ser descubierta, por lo que pidió hacer unos trajes especiales para la ocasión.
— ¿Qué es esto?
Choi Han estaba claramente desconcertado. El traje que tenía en sus manos era similar a los trajes de las personas que atacaron la villa Harris. Por un momento hubo miedo en su mirada, pero no quería desconfiar tan a la ligera de la persona en frente suyo.
Claro que Cale, gracias a la descripción detallada del fic, había creado un traje similar a la de la organización secreta, que llevaba bordado una estrella roja y cinco estrellas más pequeñas de color blanco que la rodeaban en la zona del pecho.
Aún que no fuera preciso, las personas que lo vieran sospecharían de aquella organización causándoles dolor de cabeza e ira.
— ... ¿Estamos haciendo algo malo? -Choi Han pregunto una vez más al ver que no tenía respuesta de Cale. Verla con la máscara negra le hacía pensar que era una villana.
— Si. Estamos haciendo algo malo- Cale comenzó a sonreír debajo de la máscara mientras veía la confusión en el rostro del contrario. — Le estamos haciendo algo malo a Venion.
— Ah, ya veo - Choi Han pareció entender rápidamente y señaló la máscara en la mano de Cale. — Por favor dímelo.
Cale pensó que hasta las personas buenas tenían a alguien que no les agradaba y este joven que paso decenas de años solo en la oscuridad no era la excepción.
— Por cierto. Los niños nos acompañaran para esta situación.
Vio asentir a los tres contrarios. Estando todos listos ella habló.
— Vamos.
Estando a unos pasos de la ventana del segundo piso, volteó a mirar a Choi Han para pedirle algo. Pero no hubo necesidad de hablar. Porque ni bien ella giró a mirarlo, él se había acercado a ella para cargarla como princesa para saltar por la ventana.
Claramente Choi Han no iba a dejar que ella cometiera la locura de saltar sola desde el segundo piso. Podría lastimarse y él debía protegerla a toda costa.
Cale estaba satisfecha por no tener la necesidad de pedir que la llevaran, asiq que simplemente rodeó con sus brazos el cuello de Choi Han para agarrarse mejor y luego hablo.
- Bien, démonos prisa.
El pequeño grupo salió con seguridad de la posada y se dirigieron a la villa del vizconde hacia la prisión del dragón.
Por supuesto, eran seguidos por cierto sirviente que los vigilaba desde lejos com una sonrisa viciosa.
Notes:
Ya estamos cerca de ver a nuestro tercer hijo 😩😭
Estos últimos capitulos fueron re tristes, me disculpo por eso 👉🏻👈🏻
Pero bueno nada, que tengan un buen día, tarde o noche pollitos. Tomen agua, es importante 🤠
Besos en la nalga izquierda 😘✨
Chapter 14: 13. Liberar
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Ya estando cerca de la cueva, Cale felicitó años niños por el buen trabajo que hicieron al esconder el orbe. Sin duda sus hijos eran bastantes hábiles e inteligentes.
Cale, Choi Han, On y Hong se agacharon alrededor del lugar donde se encontraba el orbe negro, oficialmente conocido como la Herramienta de Perturbación de Maná, y miraron hacia la entrada de la cueva que estaba a 50 metros de distancia, así como hacía la villa del vizconde que estaba más lejos.
— ¿Recuerdas el plan?— Cale había explicado el plan en su camino. —Hay un total de 6 personas en guardia en este momento.
Cale recordó información del fanfic que leyó. Sabía que el dragón era inteligente, como la mayoría de los dragones, y había estado recopilando información durante los cuatro años que estuvo cautivo. Información que ahora le permitiría a Cale salvarlo.
— Déjame explicarte una vez más. Hay un caballero de alto nivel y dos caballeros de nivel medio en la entrada de la cueva, así como soldados. Dentro de la curva, solo hay un caballero de alto nivel y el torturador está al final de la cueva.
Choi Han se estremeció al escuchar la palabra 'torturador' pero Cale no lo notó. Pronto se activaría la herramienta de perturbación de Maná y debían actuar rápidamente.
— Los dispositivos de grabación mágica ubicados desde la villa hasta la entrada de la cueva no funcionarán durante 40 minutos gracias al orbe negro que enterró On y Hong. Lo mismo ocurre con las alarmas, trampas mágicas y cualquier otra cosa. Nada funcionará durante 40 minutos.
— ¿Solo necesito sacar a los guardias?
Claro que Cale pondría a luchar a Choi Han, solo para que ella no saliera herida, porque odia com todo su ser el dolor.
-Si. Eres el único en quien puedo confiar para cubrirme la espalda—ella dijo eso con una mirada seria y Choi Han asintio feliz con la cabeza respondiendo sinceramente.
— Definitivamente estará a la altura de tus expectativas Cale-nim
-Si. Como mencioné, asegúrense de que vean nuestro atuendo y luego eliminenlos. No los compañeros y no les muestres tu arte con la espada. ¿Recuerdas que hacer después verdad?
El aura negra transparente única de Choi Han debería ser fácilmente camuflada por la oscuridad, si la usa con cuidado. Ella creía que él debería entender, ya que se lo había dicho muchas veces.
—Sí, lo recuerdo todo.
—Bien te lo dejo a ti. — Cale palmero los hombros de Choi Han, antes de entregarle el dispositivo de cambio de voz. Seria malo si tuviera que hablar durante la pelea y reconocieran su voz.— Es caro, así que no lo rompa por favor.
Choi Han asintio con la cabeza y luego Cale miró a los gatitos que movían sus colas.
— Les daré lo que quieran luego de terminar este trabajo.
Aún que Cale no lo vio, a los niños no les gustó su respuesta. Pero no lo vio ya que ella estaba concentrada en la hora pues miraba su reloj.
Quedaban cinco minutos, el cielo se había oscurecido y ya era de noche.
— Choi Han ¿él nos siguió?— ella hablaba de Ron y él rápidamente entendió respondiendo.
— Nos esta vigilando desde una distancia considerable desde hace un tiempo.
Ella se movió con la cabeza y volvió a mirar su reloj, luego habló
— Prepárense
Los gatitos, que tenían su pelaje tratado para no ser reconocidos, desaparecieron en la oscuridad. Sin embargo estarían cerca de ella. Choi Han estaba terminando de pulir su espada y ella estaba sentada, cuando de repente algo comenzó a vibrar. El orbe negro se había activado. Y así llegó la hora establecida.
— Vámonos
Choi Han se adelantó según el plan y ella lo seguía, camuflada gracias a la niebla producida por los niños
Mientras Choi Han luchaba contra los soldados, ella avanzaba y Hong soltaba veneno, no letal, dejando a los contrarios desmayados.
Entre tanto alboroto y peleas, Cale se las arregló para pasar por la entrada de la cueva detrás de los niños de la tribu gato, que habían entrado sigilosamente antes. Al ver que Cale había entrado segura en la cueva Choi Han se puso al frente de la entrada para hacerle frente a los caballeros que aún quedaban de pie.
—Te lo dejé a ti.
Choi Han pudo escuchar la voz cambiada, pero proveniente de Cale que sonaba calmada y él estaba feliz, comenzó a sonreír involuntariamente. Pero se concentro en su ataque.
—Nadie puede pasar por este lugar. — él era alguien que cumpliría su palabra y él protegería esa entrada.
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Para el dragón negro, era otro mísero día en donde la hora de tortura había terminado y el se encontraba lleno de heridas en su cuerpo, incapaz de moverse o de siquiera abrir sus ojos.
Desde que nació estuvo en la oscuridad, jamás salió al exterior. Lo único que sabía y conoció era que él era una existencia poderosa y majestuosa (conocimiento que es natural desde el nacimiento de los dragones y todos ellos poseen), que había sido encadenada siendo incapaz de producir magia. Encerrado en un lugar que lo único que alumbraba sus días eran aquellas antorchas, rodeado de incontables herramientas de tortura.
Siendo torturado por años y dedicado a ver al líder de aquellos míseros humanos, comer frente a él mientras lo lastimaron sincesar.
A el dragón no le importaban los humanos, los odiaba con todo su ser.
Por ello cuando escuchó gritos desde afuera no reaccionó en lo más mínimo. Sin embargo, cuando comenzó a sentir una niebla abrió los ojos viendo cómo la persona que cada día lo torturaba caía como pluma al suelo.
Luego vio como una silueta delicada se acercaba al cuerpo de aquel humano en el piso, quitándole las llaves que este llevaba consigo.
El dragón vio y oyó como esa extraña figura pateó el cuerpo de su torturador varias veces en el estómago e inconscientemente sonoro ante tal acto.
Al terminar de quitarle las llaves y de patearlo, parecieron dos pequeñas y peludas criaturas que se frotaban contra las piernas de aquella persona, la cual pareció verificar el estado de ellos antes de seguir con lo suyo.
Al ver más detalladamente a la figura que ahora se acercaba a su lugar deducido que era una mujer humana, que estaba cubierta de ropas negras. Sin embargo el volvió a cerrar los ojos, esperando lo peor.
Aun con los ojos cerrados sintió como esa humana había abierto celda en la que se encontraba, entrando y así empezó a quitarle las cadenas.
— Oye— la escucha hablar pero aún no abrió los ojos. —Vámonos.
El pequeño dragón sintió entonces que era levantado, él odiaba ser tocado por los humanos... O eso creía.
Al sentir como con cuidado la humana lo había tomado en sus brazos, no sintió incomodidad, al contrario, sintió una enorme calidez. Calidez que nunca había sentido en su corta existencia.
Que sentimiento extraño sentí. Se dejó estar quiero mientras era acuñado en aquellos brazos, abriendo sus ojos, mostrando una mirada feroz a la persona que lo levantaba. Trataba de intimidarla pero la respuesta que obtuvo fue desconcertante.
— Que linda mirada— esa humana lo había dicho con una sonrisa cálida que hizo que su corazón se sintiera extraño.
El dragón simplemente volvió a cerrar sus ojos dejándose llevar por la calidez que emitían esos brazos.
Un momento después él escuchó como la humana hablaba con otro humano, que al terminar su conversación, el humano de voz más gruesa destruyó las paredes con sus puños y avanzaba delante de ellos.
El dragón podía sentir como los brazos de la humana que lo sostenía estaban temblando ligeramente, pero decidió ignorar ese hecho al igual que los murmullos de las criaturas más pequeñas que estaban corriendo junto a ellos.
Entonces se escuchó como era destruida otra pared haciendo que el dragón abriese los ojos, quedando perplejo ante la vista que tenía en frente.
Estaba perdido mirando la inmensidad del cielo, era oscuro lleno de pequeños puntos de luz y una esfera le luz gigante. Para el dragón que estuvo años encerrado aquello que sus ojos veían era hermoso, lo hacían sentir pequeño sin causarle molestia.
Y mientras seguía viendo al cielo nocturno, quien lo cargaba lo dejó en el suelo volviendo su mirada hacia ella.
Tuvo desconfianza cuando la humana sacó unas tijeras y se preparó para ser torturado, pero al contrario de sus expectativas, esa tijera había cortado las cadenas que retenían su poder. Luego ella sacó unos frascos que al vertirlos sobre él y dárselos de tomar, sus heridas comenzaron lentamente a sanar.
El dragón no entendía nada y luego la escucho hablar.
— Tsk, ¿sabes cuánto dinero gaste en ti? — el dragón que había escuchado estas palabras a lo largo de su vida empezó a fruncir el ceño, esperando que lo golpearan, pero... — Ya que gasté tanto dinero en ti, será mejor que te recuperes bien, tu pequeño tonto.
El que ya estaba mejor, se corrió un poco al verla acercarse. Sabia que no desprendía intenciones de hacerle algo malo, pero aún era un humano y los humanos no le gustaban.
— ¿Que quieres hacer ahora? — él pequeño permaneció en silencio, pero ella continuó. —Se que puedes hablar el idioma humano. Eres un Dragón después de todo. Eres la existencia más poderosa e inteligente de este mundo.
El dragón aún estaba callado. Y la escucho una vez más
— ¿Qué querías hacer una vez que te liberara?
— Yo...— el al fin comenzó a hablar. — Yoo... quiero vivir. Me iré— empezó a revelar sus pensamientos internos. —No quiero ser domesticado.
— Si, tienes razón— el pequeño abrio grande sus ojos. —Eres un dragón. UN DRAGÓN. Tienes derecho a vivir libremente. Por lo tanto vive como un dragón debe vivir.
La humana comenzó a alejarse un poco de él y se sintió un poco incómodo.
— Yo no voy a cuidar de ti.
El pequeño sintió un pequeño vacío en su interior, pensando en aquellos cálidos brazos que hace unos momentos lo sostenían. Entonces empezó a fruncir el ceño antes de hablar.
-— Mentirosa. Los humanos son buenos mintiendo.
— Si, es verdad. Yo también sé mentir bastante bien. Entonces vive como quieras vivir ¿qué vas a hacer?
— Yo... Odio a los humanos. Quiero ser libre.
— Bueno— la humana comenzó a sacar pociones y las puso en una bolsa que luego le entrego a él. 'Vive libremente.
En ese momento el dragón abrió grande sus ojos, sus pupilas se agrandaron y estaban temblando. Luego miro a la humana que se alejaba y se acercaba a el otro humano y a las pequeñas criaturas.
— Vámonos— les dijo y comenzaron a alejarse.
El hombre que había destruido los muros estaba siguiéndola y borrando sus presencias, mientras que ella cargaba a las criaturas que en un momento desaparecieron y reaparecieron con un orbe negro.
El dragón negro sentía un vacío dentro suyo y no entendía el porqué de ello mientras guardaba aquella bolsa que la humana le había dejado. El odiaba a los humanos, ellos siempre le hicieron daño.
Pero la persona que hoy lo había sacado de aquella oscuridad, no parecía anhelar su poderosa existencia, es más, parecía no importarle. Él no quería estar en deuda, por lo que destruyó cualquier rastro que haya dejado esa humana y su grupo.
Entonces, segado por la curiosidad de saber, decidio seguirla y observar.
Pudo ver entonces la figura que antes estaba vestida con ropas negras. Era, a su parecer, bastante débil, ya no parecía intimidante. Noto el fuerte color rojo del cabello de esa mujer pequeña, a comparación de otros humanos.
También vio que las pequeñas criaturas peludas se transformaron en humanos y corrían a los brazos de la pelirroja que parecía tan delicada, mientras estaban sonriendo y le decían "mamá". Ella los abrazó y jugó con los cabellos de los niños, mientras sonreía y los niños reían.
Era una imagen que el dragón no entendía, pero quería saber que se sentía estar así en los brazos de aquella mujer.
Entre lo que escucho que hablaban los contrarios, pudo descubrir los nombres.
El gato gris (así parecía ser llamado por los humanos), que ahora era humana, se llamaba On y el gato pelirrojo se llamaba Hong.
Un tiempo después entró el hombre que había destruido las paredes a hacer su informe, dándose a conocer cómo Choi Han.
Entonces escho a otro hombre que traía lo que parecía ser la cena de la humana llamarla Cale Henituse.
- "Cale Henituse" - se repitió para si mismo el dragón que veía esto desde la distancia.
El nombre de la persona cálida que lo había rescatado, le gustaba. Sentia que ese nombre era solo de ella y le resultaba cómodo el escucharlo.
Empezó a pensar que él también necesitaba un nombre, pero no se le ocurría ninguno que le gustara. Quería un nombre tan único como el que tenía la humana que lo había sacado de la oscuridad...
Sentia bastante curiosidad por aquellos humanos
Por lo que decidió quedarse y mirarlos un tiempo.
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A la mañana siguiente Cale se levantó cansada y despertandola a su lado, se encontraba Ron con un vaso de agua fría en ves de té.
— Joven señorita, no es bueno dar una caminata nocturna tan larga. Este Ron estaba preocupado
Cale se estremeció, porque sabía que Ron vio todo lo que hizo la noche anterior, sin embargo la había dejado descansar y no había hecho ninguna pregunta cuando llegó.
Ron pensaba que la joven delante suyo era cada vez vas interesante y más le daban ganas de vigilarla. Le contaría luego a su hizo como su pequeña cachorrita había salvado a un dragón y lo había dejado libre.
— Lo siento Ron, seré más cuidadosa.
Estaba de un humor extraño en ese momento, pues no durmió bien en la noche sintiendo que alguien la estaba vigilando. Pero decidió dejar de pensar en cosas inútiles y se fue a cambiar, pues si alguien. la estuviera acosando ya no estaría vivo porque constantemente era vigilada por Ron, Choi Han y por alguna razón Beacrox, además los niños dormían con ella y no parecieron sentir nada.
Simplemente se cambió y bajo hasta el bar encontrándose allí con Choi Han, quien se acercó rápidamente invitando la a sentarse en una mesa.
Al verla sentada Choi Han empezó a hacerle preguntas a Cale.
— Cale-nim, hay una ciudad que se avecina en unos días ¿ese es el punto medio?- él sabía que se acercaba la hora de terminar el 'pago' del que Cale había hablado.
Cale simplemente asintió casualmente a la pregunta de Choi Han. Aún con su vaso de agua en la mano, hablo.
— ¿Te encárgate de todo correctamente?
— Si, Cale-nim
Después de que Choi Han trajera a Cake y a los niños a la posada , él había regresado para borrar sus huellas y crear un conjunto de pistas falsas que se dirigían hacia el oeste.
-—Pero Cale-nim — Choi Han vacilaba al hablar.
— ¿Qué? —ella dejó el vaso a un lado y se enfoco en los niños que ahora eran gatos y comían cecina a su lado.
— Fui a comprobar la villa del Vizconde a mi regreso....
— Aja, ¿Y?— Cale tenia una expresión estoica y Choi Han una expresión amarga.
— Todos parecían estar en un estado de caos. También hubo soldados y caballeros que abandonaron la aldea.
— Estoy seguro de que fueron a informar.
— Sin embargo
— Solo dilo— ella comenzaba a tener el ceño fruncido y le contestó sin rodeos a Choi Han. Él todavia parecía tener una expresión amarga y lentamente comenzó a hablar.
— Una parte de la ruta de salida que tomamos desde la cueva, fue volada. Incluso los árboles, la hierba. el suelo y todo lo que rodeaba era un desastre.
Los gatitos estaban en shock, pero Cale todavía estaba relajado.
— Estoy seguro de que el Dragón lo hizo.
Choi Han se quedó en silencio allí y Cale comenzó a sonreír antes de hablar.
— Ya es suficientemente bueno que no haya matado a las personas que se desmayaron. Probablemente se esté frenando porque todavía es joven y aún tiene algo de miedo.
— Ya veo, sentí una gran cantidad de Maná allí.
— No menosprecia a un dragón solo porque es pequeño. Te arrepentirás.
Se felizcitó internamente por no traerlo con ella, sería problemático
— Puedes seguir con lo tuyo ahora. ¿Vas a descansar hasta que nos vayamos?
— No. Necesito ayudar a Beacrox.
— ¿A quién? ¿A Beacrox?— Cale jadeo en shock y rápidamente preguntó— Oh, ¿supongo que ahora son más cercanos?
Cale vio por primera vez en mucho tiempo a Choi Han poniendo una expresión estoica antes de contestarle severamente.
— No. No es eso.
— Yo... ya veo... entonces esta bien
Si Beacrox hubiera escuchado la misma pregunta que le hizo Cale a Choi Han, hubiera puesto una cara de disgusto ante la idea de llevarse bien con el bastardo que se atrevía a acercarse a ella.
Cale obviamente ignoraba este hecho.
— Antes de irte, ¿podrías pedirle a Hanz que me prepare unas bebidas?
— ¿Perdón? — Choi Han miró en estado de shock a Cale y luego miró el reloj, que marcaba las 7 am.
Cale miró el estado del contrario y respondió su pregunta silenciosamente.
— ¿Nunca has oído hablar sobre una bebida para la resaca?
Choi Han se fue sin decir nada más, pero a Cale no le importó. Incluso On y Hong la miraban preguntándose si realmente iba a empezar a beber tan temprano, pero ella también los ignoró, mirándose al espejo.
(Que expresión tan maravillosa) - pensó. Su rostro parecía estar extremadamente cansado y todavía ummm poco borracho. Cale asintio con satisfacción.
Como ella esperaba, unos minutos más tarde escuchó las voces del vice capitán que discutía al caminar con alguien. Claramente era uno de los guardias que habían sido golpeados por Choi Han la noche anterior.
Choi Han al ver al guardia se sorprendió, pues creyó que lo había golpeado lo suficientemente fuerte como para dejarlo en recuperación durante varios días.
Cale ignoró esto y vio como el anciano propietario le entregaba una botella de alcohol 'para la resaca', a lo que ella lo felicitó. Al tener la botella en sus manos la abrió dejando salir un sonido refrescante.
Vertió el contenido en el vaso que antes tenía agua y comenzó a beber haciendo que su rostro sonrojada al instante. Mientras el vice capitán y el guardia de Venion tenían una conversación.
El vice capitán le explicó que la noche anterior había tenido una fiesta y que ninguno salió del lugar, el otro hombre le explicó que la villa había sido saqueada por un ladrón.
Cale escuchaba mientras seguía bebiendo. Entonces decidió tomar un trago directamente de la botella. En ese momento hizo contacto visual con el guardia.
— ¿Qué estás mirando?
El guardia inmediatamente dio una reverencia y apartó la vista. El vice capitán miró a Cale con torpesa, antes de dejar escapar una tos falsa y luego responder con confianza y en voz alta.
— Ejem. Nuestra joven señorita está bebiendo porque le va mejor en el día si bebé en la mañana. Además es una bebida para la resaca. Es el tipo de persona que bebe para curar su resaca causada por beber demasiado la noche anterior.
Ella no sabía si el vice capitán se burlaba de ella o si era una excusa que había preparado, pero simplemente se dedicó a seguir bebiendo.
— Ya veo, que joven señorita más interesante..
El guardia respondió positivamente ante las palabras del vice capitán, antes de inclinarse respetuosamente ante Cale.
Ella estaba segura que con eso eliminarían cualquier sospecha sobre ellos. Los caballeros del Marqués y ni Venion sospecahrian de quienes se quedaron bebiendo y festejando la noche anterior. Y menos después de que este guardia la vieran en estado de ebriedad a ella.
Al ver que el guardia se retiró, Ron se acerca a ella con una taza de té de miel y limón.
—Ron
—Sí, joven señorita.
— El té con miel parece ser el mejor remedio para curar la resaca.
— ¿No es así?
Ron sonriendo mientras miraba a Cale, ella simplemente apartó la mirada y trató de calmar su estomago.
Al estar mejor, luego de beber tanto, decidió que era hora de partir...
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Notes:
Okey, estoy que quiero abrazar a nuestro dragoncito 🥺💕
Mi vidita, el solo necesita amor y cariño.
Chapter 15: 14. Nos vimos por primera vez
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La siguiente parada era Puzzle City. Lugar donde obtendría "la vitalidad del corazón", un poder antiguo que aseguraría su salud y fortalecería su escudo, este poder se basaba en la restauración y la vitalidad.
En el fic este poder era obtenido por Taylor Stan, quien es el hermano mayor de Venion y tenía la mitad inferior de su cuerpo paralizado. Sin embargo este poder le resultaría inútil a él
Pues la vitalidad del corazón no podría devolverle la habilidad de caminar o de sentir algo en la parte inferior de su cuerpo, este poder solo lo mantendría vivo, pero aún seguiría inválido.
Cale pensó que era mejor que ella tomara ese poder. Sin embargo no le quitaría a un hombre las esperanzas de caminar, no era tan cruel. Por lo que decidió que lo ayudaría a encontrar un poder que le restaurarse las piernas, pero eso sería para después...
De camino a Puzzle City, tuvieron que acampar en la noche, pero esto no incomodo a Cale, pues pudo pasar tiempo en familia con los niños en su forma humana. Ese sentimiento la ponía bastante feliz mostrando de vez en cuando una bella sonrisa que su rostro dejaba ver sin su consentimiento.
Y su felicidad ponía contentos a quienes la miraban, ella parecía tan maternal que les gustaba.
Choi Han que la miraba desde la distancia, se negaba a toda costa que estaba sintiendo algo más que amistad hacia la joven pelirroja. Ella sabía cómo alterar sus sentidos con tan solo una mirada. Pero el preferia mirarla a lo lejos que arruinar su amistad con aquellos sentimientos inconclusos.
Ron se sintió como un padre orgulloso de ver que su cachorrita estaba feliz con los niños de la tribu gato. Pero estaba disgustado con la constante presencia del espadachín punk que la seguía a todos lados.
Ese perro necesitaba ser domesticado de mejor manera, si le preguntaban.
Beacrox estaba feliz, desde lejos la cuidaba, alimentaba y odiaba que el maldito punk, que era mejor en el arte de la espada que él (cosa quenunca revelara con suspropiaspalabras), se acercara tanto a su hermanita.
Lucia quien estaba con Cale a todas horas, estaba contenta de ver que la joven señorita se compraba mejor cuando estaba con los niños. A su parecer, ella quería que los menores aprendieran modales por lo que se veía obligado a practicarlo con ellos.
Cale era ajena a estos sentimientos y aquellas miradas, pues estaba muy concentrada en sus niños y en lidiar con las constantes sorpresas que tenía en la mañana...
Desde que salió de la Aldea cerca de la cueva del dragón, cada mañana se encontró con un animal muerto en su campamento. Esto claramente obra del pequeño dragón, que Cale fingía no saber que los seguía. Sin embargo en ves de tirar a los animales, aprovechan la carne para sus comidas.
Por lo que durante el camino a puzzle city pudieron comer comidas con carne fresca y de excelente calidad. Cosa que hizo que el dragón estuviera feliz de ver que la humana comiera lo que él le dejaba.
Actualmente estaban llegando a la ciudad. Cale estaba distraída pensando en cómo obtener 'la vitalidad del corazón' mientras acariciaba la cabeza de los niños que estaban sentados uno a cada lado de ella y se los escuchaba hablar entre ellos. Lucia estaba descansando por órdenes de Cale en ese momento.
En un momento sintió como le tocaban el hombro y dirigiéndose su atención a los niños que querían hablar con ella sobre algo.
— Escudo de Hans antes.
Hans, cuando los niños estaban en su forma de gato hablaba y le contaba muchas cosas a los niños. Ese tipo sin duda era un fanático de los gatos, porque los consentía demasiado cuando Cale o Lucia no miraban. Los niños parecían querer contarle algo que les dijo Hans.
— ¿Qué? — por más que ella contesta groseramente a veces a los niños no les importaba mucho.
— Nos dijo que si pides un deseo en una torre de Roca, se hará realidad.
— Nos dijo que las Torres de Roca son bonitas.
— Mamá, quiero ir. Pero esto bien si es demasiado molesto.
— Quiero ir con mamá, pero esto bien si es demasiado difícil.
Cale miró sin comprender a los inquietos niños y preguntó casualmente.
— ¿Qué tipo de deseo tienes?
Hong miró a Cale con ojos brillantes antes de responder.
— Que todo el mundo, incluido mi nuevo hermanito...
— Ni siquiera lo pienses.
No dejo que el niño termine con su frase cuando Cale puso una cara de disgusto y se fue a sentar al lado de Lucia.
A ver, Cale no despreciaba al pequeño dragón ni nada por el estilo. Solo que el simple hecho de estar cerca de un dragón era como decir "Hola desastres, ¡Estoy aquí! Ven por mi" y para que su vida holgazana era una amenaza de muerte este hecho.
Cale descartó sus pensamientos con un "Tsk" haciendo que los niños que habían quedado tristes por la respuesta que les dio ella, simplemente se calmaran y siguieran mirando por la ventana del carruaje.
Luego de un tiempo se instalaron en una posada (la de mejor calidad, claro que si) y estaban en la habitación de Cale a punto de escuchar algo que Hanz estaba a punto de contar.
— Hay una historia triste pero estimulante que se ha transmitido a través de los siglos.
— Distensión ahora mismo si va a ser largo.
A Cale realmente no le importaba pero al parecer Hans que no paró de hablar había determinado que la historia no era larga y continua.
— Esta historia, buena esta leyenda, trata sobre algo que sucedió en la antigüedad.
— ¿En la antigüedad? —al escuchar la palabra "antigüedad" se interesó y al obtener el asentimiento de Hans a su pregunta ella dijo —Sigue.
Cale estaba con su grupo en su habitación mientras ella se cruzaba de piernas y bebía la limonada que Ron le había servido.
—Ejem. Esta ciudad supuestamente cayó desgracia de un Dios en el pasado.
Ella no sabía nada de esto, pero bueno solo le quedaba escuchar. Le hizo una seña con su mano para que continuara hablando, poniendo feliz al entusiasta Hans.
— No sé por qué está ciudad cayó en la desgracia de un dios. Sin embargo, aparentemente fue entonces cuando algunas de las personas de la ciudad comenzaron a reunirse para construir Torres de Roca. Parecía hacer sido un acto de adoración para llegar al dios que los había abandonado.
— ¿Funciono?
— No — fue una respuesta severa, pero continuó. — Aparentemente ninguna de las oraciones funcionó. Por eso, en la actualidad, Puzzle City no tiene un solo templo.
— No tienen ninguna razón para adorar a un dios que los abandonó. ¿Es así?
— ¡Ding ding ding! Nuestra joven señorita es realmente inteligente.
— ... ¿Estás buscando provocarme?
Hans se alejó un poco de Cale y continuo hablando.
— Ejem. De todos modos, tienen Torres de Roca en lugar de templos. Las Torres de Roca representan una promesa que la gente hizo después de todo eso. Fue una promesa entre la gente, así como consigo mismo. — Dejo un poco de suspenso y luego explico.— Esa promesa fue que "Un humano al que se le haya concedido su deseo, destruirá su Torre de Roca.
— Que ciudad más interesante
— ¿Verdad? Dado que fueron abandonados por su dios, necesitaban lograr todo con sus propias fuerzas. El acto de destruir su Torre de Roca representa 'superar las probabilidades'.
A Cale le gustó la idea de destruir la torre de Roca. .
— Las torres se crean como representaciones de su propia determinación.— afirma Hans.
— Supongo que no fue dios quien concedió su deseo al final.
—Sí, tiene razón. Aunque es triste, esta historia tiene mucha esperanza.
—Mira abajo — Cake le dio una orden casual a Hans, quien miró directamente a los niños que estaban señalados.
- ¿Puaj? Parece que los más jóvenes se encuentran enojados jaja — se ríe nerviosamente y se fue acercando lentamente a la puerta- será mejor que les traiga algunos dulces a para que estén felices.
— Mentiroso.
— Confíe en este mayordomo— dijeron On y Hong antes de ir hacia Cale en busca de consuelo ante tal decepción.
Luego de consolar a los niños junto con Lucia, Cale decidió que era hora de dar un pequeño paseo por la ciudad. Solo iban a ir ellos cuatro, junto con Choi Han y Hanz como acompañantes.
Un poco más tarde, Cale, los niños, Lucia, Choi Han y Hanz llegaron a la entrada de las Ruinas de la Torre de Roca. No trajeron un carruaje que mostraba el símbolo de la familia Henituse, y Cale estaba vestida con una camisa blanca de mangas largas con pequeños vuelos adornando, una falda de color verde con bordados dorados que empezaba desde la cintura y terminaba en las pantorrillas, llevaba medias blancas con zapatos beige y un sombrero del mismo color que los zapatos. El sombrero solo para pasar desapercibida. Estaba peinada con un rodete bajo y sutilmente maquillada.
On iba vestida igual que Cale y Hong llevaban un traje a juego.
Cale estaba pensando que no quería encontrarse con nadie hoy, sin embargo su línea de pensamiento fue interrumpida por los niños que le tomaban la mano.
— Es... - trato de hablar On.
— En realidad feo. — dijo Cale.
Cale no podía comprender el Antiguo sentido del estilo. Esperaba montones de rocas pero había torres de rocas de todo tipo en las ruinas. Parecían interesantes, sin embargo definitivamente no era hermosa.
— Realmente decepcionante, no es lindo. — Hong presionó la mano de Cale y ella le devolvió el presionado.
Mientras ellos parecían decepcionados, había alguien que parecía ser más serio de lo que Cale esperaba.
Choi Han tenía la cabeza inclinada como las otras personas que estaban orando allí y parecía estar orando también.
(Seguramente esta rezando para poder volver a Corea)- pensó.
Choi Han había crecido en un entorno familiar feliz. Era un tipo de persona diferente a Cale, Kim Rock Soo. Choi Han había crecido en una familia feliz con influencias positivas. Por eso fue capaz de sobrevivir en una situación desastrosa sin dejar de ser una buena persona.
Cale estaba mirando a Choi Han cuando él levantó la mirada e hizo contacto visual con ella.
—Cale-nim
— ¿Qué?
— Tengo una pregunta y algo que informar.
Cale tenia un mal presentimiento.
—Empiezo con mi pregunta.
Choi Han parecía estar pensado en algo, mientras miraba hacia las torres de Roca que se encontraban a la vista.
— Cale-nim, ¿no vas a pedir un deseo?
(¿Eso es lo que quiere saber?)- Cale respondió casualmente.
— No hago cosas como pedir deseos.
—¿Por qué no?
— Te hace tener expectativas más altas.
Choi Han, Lucia, Hanz e incluso los gatitos voltearon a mirar a Cale y ella simplemente seguía mirando las torres de Roca para luego continuar.
— Es mucho más fácil vivir sin grandes expectativas.
Hubo un momento de ensordecedor silencio hasta que Cale sintió que alguien le tocaba al hombre y vio a Hanz sonriendo y por comenzar a hablar.
—Tienes razón, joven señorita. No existen los sueños ni la esperanza en este mundo.
— Quieres callate.
— Deja de hablar.
Lucia y Cale hablaron y se miraron a la vez, sacando una sonrisa en ambas y haciendo un leve asentimiento.
— ¡Sí, mi señora! — concurso avergonzado de que incluso lucía lo callara.
Los niños comenzaron a moverse con Lucia y Hans y Choi Han se acercó a Cale para dar su informe.
— El dragón ha entrado a la ciudad.
— Ignoralo
— Entiendo.
Cale hecho un vistazo a su alrededor, el dragón debe haber hecho invisible ya que no podía verlo. Lo único que podía ver era la gente rezando hacia las torres es roca.
(Simplemente ignoramos lo por ahora. )_ pensó.
— Mamá — Hong se acercó a ella para pedirle algo— ¿puedes por favor comprarnos algo para comer?
Cale miró su reloj de bolsillo y comprobó que ya iba a ser hora de almorzar.
— Umm supongo que podemos comer en algún bar por aquí — dijo observando a los alrededores.
— Mamá, ¿también puedes comprarnos alguno de esos dulces que están en ese puesto?— pregunto On mientras miraba un puesto donde hacían paletas de caramelo caseras al parecer.
— Seguro, pero mmm — sin embargo vio la fila y quiso morir por que le iban a doler los pies de tanto esperar, pero no podría decirle que no a los niños.
Choi Han vio la fila y pensó que tanto esperar podría dejar cansada a Cale-nim, así que hablo.
— Cale-nim, ¿que tal si ustedes buscan algún lugar para comer y yo hago la gila para comparar los dulces?
A los niños ya Cale se le habían iluminado los ojos a ver que Choi Han se ofreció. Cabe recordar que ninguno querría esperar por los dulces, pero los querrían.
— ¿De verdad? Bueno, si estás dispuesto a hacerlo, te lo agradecería mucho.
—¡SI! — concurso feliz a ver las caras de ellos— Con mucho gusto lo haré.
- Eres genial Hyung - dijo Hong muy feliz.
—Gracias Choi Han oppa.
Cale llamativamente y le dio unas monedas a Choi Han mientras empezaba a caminar en busca de un lugar para almorzar con los niños, acompañado por Lucia y Hanz.
Choi Han se quedó feliz esperando en la fila pacientemente.
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Amely estaba teniendo días difíciles últimamente.
Ni bien llegó a Puzzle City se le informó que los 'secuestradores' que había mandado para "asustar" a la basura de Cale Henituse habían desaparecido de la faz de la tierra.
No hubo noticias de nada sobre ellos y eso ya le causaba dolor de cabeza.
Además de que también se le informó que después de la desaparición de los secuaces de ella, la villa Tolz había sido saqueada y no pudo recuperar lo que se había robado.
Seguramente era algo de valor muy grande porque su hermano había tenido problemas y se tuvo que retirar antes de puzzle city para arreglar unas cosas. Era tan molesto.
Y lo peor es que en su camino a puzzle city se había cruzado con bandidos que casi la roban pero terminaron huyendo.
Estos días no había dormidos bien, como cosas que le cayeron mal y por supuesto ella no estaba para anda feliz. Quería romper algo, pero necesitaba comportarse como la dama que es.
(QUE MIERDA DE VIDA)- pensó para sus adentros.
Actualmente se encontraba caminando por las calles cerca de la entrada de las Torres de Roca acompañado de un guardia y su sirviente John.
Iba tan distraída con sus pensamientos que no vio una pequeña piedra que estaba en su camino y se tropezó comenzando a caer lentamente al piso.
Ella estaba maldiciendo al mundo por su suerte, cuando de repente sintió que era sostenida por un fuerte brazo que la agarró de la cintura en frente de ella.
— ¿Se encuentra usted bien?
Pudo por la voz de aquella persona, una voz que era fuerte pero suave, era agradable escucharla.
Ella simplemente levnato la mirada vio a un hombre bastante guapo, de cabello negro intenso al igual que sus ojos, tenía un cuerpo bien formado, se notaba que era fuerte pero su cara era tan amable e inocente que lo volvía sumamente encantador.
Se quedó mirando en estado de shock a aquel hombre que la sostenía y se sonrojo cuando lo miro a los ojos.
— Señorita ¿se hizo algún daño? — el hombre la miraba preocupado.
Ella por fin salió de su embobamiento y recuperó un poco la compostura.
— Yo... yo em... Yo estoy bien — respondió finalmente sintiendo como el hombre la soltaba- Gracias por atraparme.
— No es un problema jaja — sonriendo el hombre. Ella simplemente cayó más en esa sonrisa
— Gracias nuevamente, hubiera sido vergonzoso si me cayera en frente de tanta gente, solo por no prestar atención a mi entorno. Gracias... emm
— Choi Han, mi nombre es Choi Han — hizo una pequeña reverencia ante la persona que creía que era una noble— y por favor no me agradezca, cualquiera pudo haber hecho lo mismo.
(Ya maldita sea, ya entendí que eres guapo, deja de sonreír que me derrito)- penso ella.
— Es un placer joven Choi Han. Mi nombre es Amely Tolz.
Mirando amas a fondo al joven que estaba en frente della notó que vestía ropas negras junto con una capa y cargaba con una espada. Parecía interesante.
Pero eso no fue lo que más le llamo la atención, el joven traía en su mano libre unos dulces en forma de paleta y se quedó mirando sin comprender, porque literalmente no concordaba con el hombre frebte a ella.
Choi Han noto que Amely lo miró y se puso nerviosa, luego la vio se centró en los dulces que tenía en la mano.
— Oh... estos no son para mí — Amely se sintió atrapada y solo siguió escuchando— Los niños de la persona a la que sirvo querían dulces, pero tenían hambre así que me ofrecí a hacer la fila para comprarselos.
—Ya veo. ¿Eres un guardia?
— Umm, se podría decir que ¿si?— (Bueno he estado protegiendo a Cale-nim todo este tiempo)-— pero estoy protegiendo a mi superior.
Choi Han no sabía por qué estaba hablando tan casualmente con esta joven pero se sentía agradable.
Amely casi suelta un suspiro al ver que los dulces no eran para el u otra persona. Parecía estar disponible este joven guapo. Sin querer ella se había interesado y quería seguir hablando con él un poco más.
— Eso es interesante, pareces admirar a esa persona— en ese momento se le ocurrió una idea— ¿Serias tan amable de llevarme con tu superior? Me gustaría conocer al responsable de una buena persona como tú. Quisiera agradecerle personalmente.
Choi Han se quedó sin palabras pero comenzó a sonreír.
— Si, claro que siento admiración, mi superior es una persona realmente amable. — entusiasmadamente y comenzó a caminar indicando que lo seguía.
Amely hizo unas señas a sus subordinados y camino al lado del joven.
— ¿En serio es amable? Eso es bueno — acercando a Amely y se decide a centrar en esa cálida voz.
— ¡Si realmente lo es!. Decidí protegerla luego de que me ayudara en mi peor momento sin siquiera pedirme algo a cambio. Nunca me pidió nada, solo me dijo que la acompañara en el viaje que iba a realizar.
— Oh eso es sumamente bueno, que buena persona.
— ¡Sin duda lo es! Además un día rescato a unos niños en situación de calle y básicamente los adoptó. Eso me llena de alegría. Porque los niños ahora la ven como una madre y ella lo acepta, ¡Tiene un corazón tan puro! — los ojos de Choi Han brillaban a este punto.
(Oh... así que es una ella y si no me equivoco a él le interesa un poco la chica)- aquí ponerse triste pero continuo con una sonrisa forzada que Choi Han obiamente no noto.
— Que corazon tan bondadoso tiene, ya quiero conocer-
— ¡Choi Han hyung! Volviste — un niño pelirrojo no la dejó continuar ya que corrió gritando hasta llegar a donde ellos — ¿Quien es ella?
El niño parecía estar bien vestido y tenía modales, Amely le sonrió amablemente.
— ella es la señorita Amely Tolz, la ayudé hace unos momentos y quería conocer a Cale-nim — dijo con una sonrisa
— oh.. buen Choi Han, ¡mamá está por aquí! — el niño prácticamente los arrastró hasta una mesa con otras 4 personas allí.
Pero Amely estaba confundida, claramente escucho que Choi Han dijo "Cale-nim"... ella estaba en blanco justo ahora, pero lo siguió igual.
— Mamá, Choi Han volvió — el chico se acercó a la figura femenina que estaba sentada elegantemente junto con una niña de cabellos grises y dos personas más.
La joven giró su mirada para encontrase con choi Han y luego miró a Amely quedó quieta.
— Señorita Amely, ella es Cale Henituse, la persona a la que sirvo actualmente....
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VESTIMENTA DE CALE
Notes:
Espero que estén bien mis pollitos 💕
Pero equis, los dejo (puede quee tenga horrores ortográficos pido perdón )
Besitos y hasta pronto 🥰😘
Chapter 16: 15. Cambió un poco
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
— Señorita Amely, ella es la joven señorita Cale Henituse, la persona a quien sirvo actualmente.
Choi Han le presenta con una gran sonrisa.
Cale se había quedado congelada mientras veía a aquella chica en frente de ella, que se encontraba igual o peor que ella en ese momento.
(OTRO MALDITO CLICHÉ)- Cale queria suspirar pero lo contuvo lo más que pudo.
Justo que ella había deseado no encontrarse con nadie. Justo que estaba disfrutando de un delicioso almuerzo con los niños, Choi Han tuvo que aparecer con la chica que la odia y que la había mandado a secuestrar no hace muchos días.
No sé suponía que ocurriera así...
Amely y Choi Han debian conocerse por primera vez en el baile.
Parece que rescatar al dragón fue un gran cambio a la trama. Que molesto.
(Dios, si existes, te juro que te odio cada día más por hacerme miserable)‐ pensaba para ella misma.
Amely por otro lado estaba hecha de piedra.
(¿No sé suponía que iba a encontrarme con una persona amable? ¿Por qué diablos este chico apuesto y buena persona estaba hablando bien de la basura? ¿A caso el mundo se fue al carajo?)- se hacía mil preguntas en un corto lapso de tiempo, porque en serio no entendía nada.
Incrédulamente estaba mirando a Choi Han y luego Cale y viceversa.
Ninguna de las dos reaccionó por un tiempo, pero los presentes poco se dieron cuenta porque estaban prestando atención a otras cosas.
— Noona Choi Han volvió — dijo Hong mientras se acercaba a On.
— Choi Han oppa, ¿te fue bien? ¿No fue molesto esperar?— dijo la niña acercándose a Choi Han.
— Claro que no lo fue, eso no fue para nada molesto — dijo él mientras le revolvía los cabellos a los niños y le entregaba los dulces que pidieron.
— Muchas gracias — sonrieron ambos.
Cale y Amely seguían mirándose una a la otra, con miles de pensamientos por delante.
Sin embargo la primera en reaccionar fue Cale.
— Joven señorita Amely, un placer verla después de un tiempo — hizo una pequeña reverencia dejándo más sorprendida a la contraría.
Pero Amely tenía que mantener la compostura por lo que la imitó.
— El placer es mío, Joven señorita Cale — también haciendo una pequeña reverencia. — ¿Este joven trabaja para ti? — señala a Choi Han.
— Así es, aunque solo esta pagando sus comidas, eso es todo— contesto con indiferencia.
— Ya veo.
Hubo un momento de tensión en aquel silencio que se volvió a generar, mostrando incomodos a Hans, Lucia, John el sirviente de Amely y su guardaespaldas.
Hans había sido informado por Ron que la señorita Amely era quien mandaba a secuestrar a Cale y le había advertido que tuviera cuidado si se encontraban alguna vez. Por esta razón estaba muy atento dándole señales a Lucia para que también estuviera atenta a cualquier movimiento extraño.
Choi Han era ajeno a todo esto y simplemente hablo mientras estaba con los niños.
— Cale-nim, señorita Amely ¿ustedes se conocen? — pregunto con su carita de inocente que sin duda atrajo la atención de Amely al instante.
(Parece que el interés aún está presente. Bueno no es de mi incumbencia)- penso Cale.
— En efecto Choi Han. La señorita Amely aquí es una noble y nos hemos visto en algunas reuniones anteriormente. — contesto con su casual rostro estoico— Ella es parte de la familia del vizconde Tolz, dueños de la villa que esta cerca del pueblo por donde pasamos anteriormente.
Contesto con serenidad. Sin embargo sus palabras dieron un impacto en Choi Han, recordando que en ese lugar había torturado al dragón, por lo que su expresión se ensombreció un poco.
— Así es, Sir Choi Han, la señorita Cale y yo nos conocemos hace un tiempo — sonrió por primera vez desde que llegó al lugar.
— Ya veo. — contesto con un tono severo dejando sorprendidas a ambas mujeres.
— ¿Mamá? ¿Quieres un poco? — pregunto Hong sacando de sus pensamientos a Cale.
Al verlo inmediatamente levantó al niño entre sus brazos y este se aferró a la cintura de Cale son sus piernas y envolvió uno de sus brazos en el cuello de la pelirroja.
— No es necesario, cariño. Los compre para ti y tu hermana, así que disfruta tranquilamente.
Hans, Lucia y Choi Han estaban viendo esta escena con ojos brillantes.
Amely no pudo evitar quedar con la boca abierta de sorpresa al ver lo que estaba pasando ante sus ojos.
(Listo, esto confirma que el mundo se acaba)- pensó y al instante recupero la compostura.
Ver a la famosa "basura rubi" siendo tan maternal la había dejado desconcertada y más por el hecho de que el niño tenía casi el mismo color de pelo que Cale.
— Mamá, el vestido de esta señorita es muy lindo y ella también es linda — Apareció On desde atrás de Cale tomado su mano y admirando a Amely.
Con ese comentario Cale no pudo evitar mirar de arriba hacia abajo a Amely.
(Claro que es linda, es el interés amoroso del protagonista. Por supuesto que iba a ser linda)- pensó Cale por un momento- (Es bastante atractiva, lastima que como persona no tanto. En ese caso, Lucia es más linda en mi opinión)
— Tienes razón On. — sin embargo no quería que los niños supieran que Amely no era tan amable como aparentaba.— La señorita Amely es linda— admitió sin más.
(Después de todo, es muy probable que Choi Han termine en una relación con ella)- asintió para si misma.
Amely estaba muy sorprendida de que Cale lo admitiera sin dudarlo. No sabia que pensar de esto.
(¿Se está burlando de mi? ¿Piensa que soy linda? ¿Qué mi vestido es lindo?) - su mente era un caos.
— Gracias por los cumplidos jovencita — Amely le sonrió a On— Tu también eres muy bonita.
On se sonrojo un poco y apretó la mano de Cale.
— Así es, mi hermana es bonita. — Dijo con orgullo Hong— Choi Han hyung ¿no crees que la señorita amable es linda?
Tanto Amely como Cale, voltearon a ver a Choi Han. Amely se puso un poco nerviosa ante la pregunta del niño y miraba a Choi Han un poco avergonzada. Cale por otro lado quería saber cual era la opinión que iba a dar Choi Han.
Después de todo como lectora que leyó su interacción romántica, era curiosa por la opinión de iba a dar el personaje principal ante esta situación.
Choi Han estaba descolocado, se puso un poco nervioso mientras miraba a las dos mujeres delante de él. Pero sabía que debía responder para no dejar más incomodidad a la situación.
Por esta razón observo a Amely un momento antes de contestar.
— Bueno... la señorita Amely me parece una persona bastante linda a mi parecer, tiene lindos ojos y una sonrisa bonita... — señaló mientras se rascaba la cabeza un poco apenado por su respuesta.
Amely tenía la cara roja de vergüenza, el chico guapo pensaba que ella era linda... sonrió sin darse cuenta de que los demás la miraban.
Los niños estaban de acuerdo con Choi Han y asentían ante su observación. Cale por otro lado estaba sonriendo, feliz de la respuesta que dio el peli negro.
Choi Han aún estaba nervioso, así que continuo hablado.
— Pero Cale-nim también en bonita... — dijo en un susurro no tan bajo. Él no quería que Cale se sintiera ofendida o algo por decirle a otra chica que era linda.
Esa frase rompió la atmósfera que había.
Cale dejó de sonreír y miraba con incredulidad a Choi Han. Ella quería golpearse el rostro, ante lo dicho por el hombre.
Se suponía que debía alabar a Amely para que se enamorarán ambos. Esto dejaba a Cale como la tercera en discordia.
Amely, había dejado de sonreírle a Choi Han, se desilusionó bastante por que noto que al chico le parecía más linda Cale que ella.
Amely juraba que podía ver orejas y una cola agitándose en Choi Han cada vez que hablaba con o de Cale.
Ella se puso triste, pero no lo demostró. Ella quería que este chico la mirara como miraba a Cale, ella sentía que le gustaba Choi Han y se desilusionó mucho.
Sin embargo aún así, hablo.
— Gracias por el cumplido Sir Choi Han y claro que la señorita Cale es bonita. — dijo con una sonrisa en su rostro— por cierto, joven señorita Cale... Estos niños ¿son tus hijos?
Amely quería cambiar el tema como sea. Y Cale lo agradeció internamente.
— Como habrás notado, joven señorita Amely, no son mis hijos de sangre. Pero si, ahora soy la madre de los niños. — dijo con una leve sonrisa.
Los niños sonrieron y abrazaron a Cale.
(Con que Choi Han decía la verdad. Umm raro)- pensó.
— Ya veo. Has cambiado un poco joven señorita Cale (pero a mi no me engañas maldita basura)— lo ultimo lo omitió y se lo guardo para ella.
Cale simplemente asintió sin darle mucha importancia.
— Ejem... solo vine aquí a agradecerle a usted por el joven Choi Han, quien me salvó de caerme — le sonrió a Choi Han, quien le devolvió la sonrisa — sin embargo me temo que ahora debo retirarme, ya que tengo cosas por hacer. Fue un 'placer' encontrarme con usted.
— El placer fue mío joven señorita Amely, que tenga un lindo día — Cale hablo con su lengua simplista.
— Sir Choi Han, gracias nuevamente — hizo una pequeña reverencia hacia el hombre, dedicándole su mejor sonrisa.
— No fue nada lady Amely, que tenga un lindo día — sonrió y sacudió un poco su mano para despedirse.
Amely poco después se retiró con la cara roja de ira. Aún no podía creer que el chico guapo pensara que Cale era más linda que ella.
(ESA BASURAAA, COMO LA ODIO) - su ira aumentaba.
Cale sintió un escalofrío en su espalda pero decidió ignorarlo. Aún debían terminar de almorzar por lo que volvió a sentarse en la silla sin pensarlo demasiado.
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Ya habían terminado de almorzar y los niños disfrutaron de sus dulces tranquilamente mientras volvían a la posada en donde se hospedaban.
Cale estaba rogando no encontrase con nadie, mucho fue con tener que lidiar con la chica que la odiaba.
Fue un ambiente muy tenso según ella y no quería otra situación igual.
Sin embargo a una distancia vio a dos personas que le resultaron familiares.
Escondiéndose un poco entre Hans, Lucia y Choi Han, observó más detenidamente a las personas que creyó reconocer y claramente [para su desgracia] noto que aquellas personas que vio sin duda eran la sacerdotisa loca que iba a ser excomulgado por la iglesia del dios de la muerte, Cage y a Taylor Stan, el hermano lisiado de el psicópata de Venion Stan.
Podía verlos conversando de algo mientras Cage se agarraba la cabeza y buscaba algo o alguien entre la multitud de personas que había por la zona.
Por instinto, Cale decidió apurar el paso. No quería cruzarse con más personas molestas y menos con alguien que servia a un dios y con otro que era perseguido por su propia familia.
Asi que con la excusa de que estaba cansada por el encuentro que tuvo esta tarde, los demás la entendieron y decidieron que era mejor volver rápido y hacer que Cale descansará.
Poco sabía ella que desde una distancia una sacerdotisa y su mejor amigo los miraban irse
— Cage, ¿el señor del descanso eterno te sigue molestando?— pregunto preocupado Taylor.
— Si... ese bastardo... — volvió a mirar en dirección en donde había desaparecido Cale — Me dijo que encontraríamos a nuestro benefactor si veníamos aquí.
Se calmó y agarró el manubrio de la silla de ruedas de su amigo y cambió de rumbo.
— Es como si me estuviera señalado a esa chica que iba con esos dos niños... No sé es raro.
— ¿Es así?— la miro.
— Ahhrg! ¡Que se joda el bastardo!, tengo ganas de beber ahora mismo.
—¡Cage!... suena maravilloso, pero mejor si lo acompañas con algo de carne — dijo muy serio Taylor — ¡por lo que será mi regalo el día de hoy!
— ¡Genial! Esta sacerdotisa está muy agradecida contigo y con gusto te llevaré que toda velocidad.
Ambos amigos se fueron riendo muy felices de aquel sitio...
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Al día siguiente Cale estaba lista para ir a buscar el antiguo poder. Naturalmente tenía que deshacerse de los humanos y los gatitos que querían seguirla y afortunadamente luego de expresar de que sería escoltada por Choi Han, quien para la mayoría de los que estaban allí sabían que era fuerte y confiable. Se relajaron y la dejaron irse.
Pero con las miradas molestas de los niños y de cierto chef y sirviente.
Cale se apartó y salió de la posada. Choi Han la sigo.
— ¿Estamos haciendo algo de nuevo hoy?
— ¿De nuevo? Alguien podría tener una idea equivocada si te escucha.
Choi Han no respondió, sin embargo a Cale no en importó y simplemente se dirigió a será montaña detrás del área de lujo y continuo hablando.
— Necesito ir a esa montaña de allí. Puedes esperarme en entrada de la montaña.
— Entiendo.
Choi Han no dijo nada más y siguió en silencio a Cale. Ella lo prefería así, si que je le hiciera preguntas, eso que gustaba de este tipo.
Cake llego a la pequeña montaña después de pasar por la estereotipada zona de lujo, antes de detenerse después de escuchar a Choi Han llamarla.
— Cale-nim.
— ¿Qué?
— Me voy mañana...
— Lo se. Fui yo quien te dijo que te fueras mañana.
Choi Han hizo contacto visual con ella, que estaba de pie con impaciencia en la entrada de la montaña. Cale fue alguien que le dijo a él, Choi Han, que era suficiente para protegerse. Choi Han estuvo pensado en este acto de protección durante los últimos días. Con sentimientos encontrados...
— He estado debatiendo esto por un tiempo, pero hay algo que necesito decirte.
Cale tenia el presentimiento de que el informe sobre el dragón que le dio ayer, no era todo lo que tenía que informarle.
Choi Han, quien miraba mas allá del hombro de Cale, más específicamente hacia un árbol cerca fe la entrada de la montaña, dudo en hablar peor igual lo hizo.
— My lady. Ron es una persona peligrosa.
Cake se estremeció por un momento ante esto que se le fue lanzado sin ninguna advertencia. Pero fingió un poco de ignorancia al respecto.
— ¿Eso es así?
— ¿No te sorprende? Tiene un peligroso hedor a sangre. Es una persona fuerte que ha derramado mucha sangre. Al principio, pensé que Cale-nim lo sabía y todavía tenía al sr. Ron a su lado.
Cale pensó que Choi Han creia que ella no lo sabía al no llevarlo a rescatar al dragón en lugar de ir con él. Era comprensible que Choi Han llegara a esa conclusión.
— pero ni Cale-nim ni nadie más parecía saber acerca de la fuerza del Sr. Ron.
Choi Han había debatido sobre esto por un tiempo. Hablando honestamente, el hecho de que Cake hubiera dicho que no tenía ninguna expectativa lo hizo decidir no decir nada sobre Ron. Sin embargo el hecho de que Cale lo hubiera elegido como guardia hoy, lo hizo sentir culpable y orgulloso [pero lo ultimo no lo iba a admitir ante nadie].
— Por eso pensé que debía decírselo a Cale-nim.
— ¿Oh enserio? No sabía que Ron era fuerte.
Choi Han pregunto una vez más después de escuchar la tranquila respuesta de Cale.
— ¿Aún lo mantendrás a tu alrededor? Parece una persona malvada.
Cale quiera reírse pero se contuvo. Claro que iba a mandar Ron con Choi Han ni buen llegaran a la capital.
— Ya sea usted o Ron — hablo sin importancia.
— ¿Perdón?
— Dices que tiene una fuerza peligrosa, pero ¿por qué dejas a Ron solo?
— Eso es porque...— no pudo terminar de hablar o si quiera decir algo.
— Probablemente sea porque no te ha hecho nada.
Cale miró las reacciones de Choi Han y luego continuó.
— Ron ha sido mi sirviente durante 18 años — se puso a pensar en lo bien que hacía su trabajo, dejando de lado las miradas viciosas y la asquerosa limonada.
Entonces preguntó.
— ¿Odias a Ron?
— No— Choi Han negociado con la cabeza momentos después de debatir lo un poco .
— ¿Entonces?
— Solo pensé que sería mejor para ti saber que era una persona peligrosa y, por lo tanto, decidí informarlo.
— Ya sea usted o Ron.
Choi Han miro a Cale después de escuchar eso una vez más.
— Ustedes dos son lo mismo para mi. En ese aspecto, también eres peligroso.
Cale miró a Choi Han con una expresión estoica y continuo hablando.
— Tu también eres alguien fuerte.
— Ah— Choi Han dejo escapar un grito ahogado. Cale no supo la razón de ello y continuo.
— Todo es lo mismo para mi.
Cale no sabía cómo es que Ron y Beacrox terminaron en el continente occidental, trabajado para el conde Henituse. Solo sabía la información que había en el fic y lo que estaba escrito en su diario, que era poco y nada.
Pero aún así termino lo que tenía que decir.
— Mientras sea mi sirviente, es solo eso, 'mi sirviente'. Al igual que tú eres Choi Han, quien necesita devolverme el pago.
Cale miró su reloj. La fuerza del viento en la cueva en donde estaba el antiguo poder, era diferente según la hora del día. Necesitaba darse prisa.
— No tienes nada más que decir ¿verdad? No me sigas.
Choi Han asintió en silencio con la cabeza. Cale ni siquiera miro hacia atrás mientras se dirigía a la pequeña montaña.
Después de ver que ya no podía ver a Cale, Choi Han miro hacia el árbol en la entrada de la montaña y comenzó a hablar.
— Lo escuchaste ¿verdad?
Ron salto suavemente del árbol.
Miro a Choi Han y comenzó a sonreír. Una voz contundente comenzó a salir de la boca de Ron.
— Le cambié los pañales con mierda y la crié desde que era joven.
Choi Han se paró en frente del camino hacia la montaña y comenzó a hablar.
— Cale-nim había dicho sus nadie la siguiera de aquí en adelante.
— Lo sé, pequeño punk.
Ron le dio la espalda a la montaña sin remordimientos. Después de escuchar que Cake solo iría con Choi Han, e incluso dejando atrás a los niños, Ron la siguió por si acaso pasaba algo.
— No debería haber venido.
Dicen que uno se vuelven más voluble medida que envejece, y esa solubilidad era un dolor. Ron amino de regreso a la posada un ritmo mucho más lento que cuando había ido, y Choi Han vio a Ron desaparecer antes de sentarte en una roca a esperar que Cale regresara.
Por otro lado Cale estaba de pie frente a una cueva justo al lado del camino de la montaña...
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Notes:
Como están mis pollitos???
Espero que bien UwU ♡
No sé cómo quedó esto, pero aquí el cap de hoy 🤭
Pd: me cuesta tanto luchar con mi instinto de Argentina por mandar a la mierda mientras escribo, jajaja pero quedaría muy fea la lectura o muy bizarra pero equis, yo puedo.
En fin, que tengas un lindo día, tarde o noche 😘
Chapter 17: 16. Un "Adiós" temporal
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale estaba de pie frente a una cueva justo al lado del camino de la montaña. La entrada de la cueva estaba cubierta de enredaderas por lo que sería difícil encontrarla a menos que miraras con atención.
— Maldición.— Cale frunció el ceño.
La entrada de la cueva era bastante pequeña, si ella quería entrar debería arrastrarse.
Miro de reojo lo que llevaba puesto y solo pudo soltar un suspiro de resignación.
— Lucia y On me van a querer matar cuando vean mi ropa. — se masajeo un poco la sensación.
Estaba vestida de pantalón y camisa. Pero la cosa era que su camisa era de un azul marino y el pantalón era blanco... ¿QUIEN USA EL BLANCO PARA IR A ENSUCIARSE?.
Cale podía sentir la reprendida que le iban a dar al regresar.
Dejo escapar de otro suspiro y entrar en la cueva. Tuvo que arrastrarse por ese pequeño hueco por varios minutos hasta que por fin puso salir de aquel lugar estrecho. Ella había dejado un rastro al gatear por allí, que luego fue reemplazado por pequeñas huellas que ella no notó.
Cale no pudo evitar pensar en Taylor, quien tuvo que arrastrarse por aquí con la mitad de su cuerpo discapacitado. Seguramente le llevo horas hasta que por fin llego adentro. Sintio pena por él, pero ella tenía planes para eso más tarde.
Al final de la cueva había una gran área subterránea con un violento tornado de viento en su interior.
Cale estaba decidida así que se incorporó sin dudarlo. Al estar de pie, su largo cabello rojo sangre comenzó a revolotear al igual que su ropa, así como si el viento se deleitará jugando con ella.
Cale podía sentir que si caminaba más allá de donde estaba, sería fuertemente arrastrada por el viento, sin tener piedad por su cuerpo.
Estaba por empezar a avanzar cuando oyo una voz de un niño que parecía preocupado.
— ¡N-no! ¡Te harás daño! ¡Eres extremadamente débil! ¡Te prohibo ir allí débil humana!
El dragón apareció al final del camino y gritó con urgencia. Pero al mismo tiempo...
— ¿Eh?
El dragón pudo ver aparecer un gran escudo con alas plateadas y rodear a Cale
Las alas, que brillaban tan intensamente que podrían llamarse sagradas, rodeaban a Cale mientras el escudo bloqueaba el viento.
El dragón quedó asombrado ante lo que estaba viendo. Le llamaron la atención aquellas alas que eran diferentes a alas suyas e instintivamente comparó sus alas con las alas del escudo. Pero tuvo que dejar su distracción de lado.
Cale se dio la vuelta. Sus ojos se abrieron ampliamente cuando su mirada se posó en el dragón.
— ¿Qué demonios estás haciendo aquí?
El dragón negro no pudo responder nada. En cambio se arrastrará lentamente hacia el camino. Mientras que Cale miraba al dragón con incredulidad puedo escuchar una voz tranquila atravesando el viento para llegar a su oído.
— ... y-yo estaba... simplemente de paso.
— Tsk.
El dragón se estremeció ante el sonido en respuesta que le dio Cale, pero ella simplemente lo ignoró y comenzó a avanzar con en escudo haciéndole frente a los fuertes vientos delante de ella.
Cuando estuvo cerca escucho una voz, que según dedujo sería del antiguo dueño del poder, y tuvo que escuchar hasta llegar al fondo de la cueva en donde se encontraba una torre de rocas a medio apilar. Cale debía apilar el resto de las rocas.
En el fic decía que escucharías una voz una vez que te acercarías al centro. Cale pensó que era muy molesto, pero ella necesitaba conseguir aquel poder.
—Me arrepiento de ello. Ejem, lo lamento — comenzó a decir aquella voz que sonaba como un anciano.
Era extraño y parecía estar triste.
Cale sólo chasqueo la lengua y siguió avanzando. Ninguno de los poderes ancestrales era normal, para su disgusto.
— Tienes un poder con el que estoy conocido. Espero que no lo consigas.
(¿Hmm? ¿Esta hablando del escudo indestructible?)- pensó.
Cale eligió dar un paso adelante por ahora. Mientras más se acercaba era más difícil avanzar, además tuvo que aguantar a la voz del Viejo que le hablaba sobre sus arrepentimientos y como siempre destruía la torre de Roca para no terminarla. Era bastante molesto.
Cinco paso la separan del centro, ella siguió avanzando.
Un paso.
— La restauración es un poder maldito.
Dos pasos.
— Mi corazón siempre estaba latiendo. Pero no pude seguir adelante.
Tres pasos.
—Fue porque tenía miedo a la muerte.
Cuatro pasos.
— Le tenía miedo al dolor porque siempre me había lastimado, y que tenía miedo a la muerte, al fin de ese dolor.
Y finalmente, Cale dio el quinto paso.
Cale se dirigió hasta la torre a medio terminar y se agachó un poco para observarla detenidamente.
Era, a la vista, una torre de Roca normal que se podía encontrar en la cima alguna montaña.
Sin embargo, todas estas rocas eran negras. Al igual que el árbol devorador de hombres, estas rocas que habían existido desde la antigüedad eran diferentes de las rocas normales, al igual que el viento que rodeaba esta zona.
Se puso un par de guantes, tomó algunas rocas y las comenzó a apilar.
—Es fácil.
Recogió la última roca y la puso sobre la torre de rocas. En ese momento, las rocas que eran negras, comenzaron a volverse blancas y el viento feroz disminuyó gradualmente.
Entonces volvió a escuchar la voz del anciano, el cual le contaba su historia, que para ella era otra cosa inútil que no tenía que contarle a nadie. La voz se lamentaba mientras lloraba y luego le agradecía a la pelirroja por prestarle atención, escucharlo y comprenderlo.
Luego le dio permiso para romper la torre y así poder obtener el poder.
—Rompelo. Entonces "superarás" tus límites.
Cale, contenta, pateo la torre de Roca y al hacerlo una luz blanca salió de aquellas rocas. Esa luz se dirigió directamente al corazón de Cale en forma de flecha. Se estrello en el corazón de Cale en un abrir y cerrar de ojos para luego desaparecer.
El dragón que aún observaba a Cale, vio todo esto quedando maravillado. Si lo mirabas de cerca podrías notar el brillo que había en sus ojos.
Cale se concentro en el poder que también le dejo un tatuaje en su pecho que luego revisaría cuando estuviera sola.
Por curiosidad saco el escudo y sonriendo al darme cuenta de que el patrón del escudo cambió para ahora tener forma de corazón. Guardo el escudo y comenzó a caminar.
— Tu— Cale se detuvo en frente del pequeño dragón que aún seguía vigilandoola pero miraba hacia el techo de la cueva finciendo ignorancia.
Cale lo miro y decidió preguntar estoicamente al dragón, como si estuviera arrojando una piedra a un lago.
— ¿Quieres venir conmigo?
Cale fingio no ver como las alas del dragon revoloteaban ante su pregunta.
— ... Eres tan débil que realmente te beneficiaría mi protección. Aún así no me gustan los humanos...
Dijo quedando en silencio durante un momento antes de continuar.
— Pero como eres alguien débil te dejare tener el honor de ser mi sirvienta personal.
El dragón infló el pecho con orgullo y luego se volvió invisible.
Cale sólo pudo reir por lo bajo. Decidió acoger al dragón ya que este había saltado para tratar de salvarla. El dragón obtuvo su reconocimiento.
Después de notar que los vientos ya no estaban en la cueva, tuvo que salir por la única entrada que había, es decir, tuvo que arrastrarse gateando nuevamente y ensuciarse nuevamente.
Ya fuera de la cueva volvió a tapar la entrada con las enredaderas. Al terminar se dio la vuelta y comenzó a hablar mientras se alejaba. Su mirada se dirige hacia una zona cubierta de hierba.
— Puedo verte de pie sobre la hierba.
El dragón se avergonzó al ser descubierto y volvió a hacerse visible pero sin mirarla.
— Ah~ *suspiro* Ven aquí, te cargare. Pero volverás a ser invisible si alguien más aparece.
Dijo estoicamente abriendo sus brazos hacia el dragón.
— Yo voy a hacer lo que quiera. — concurso el niño.
Pero al contrario de sus palabras el pequeño dragón voló hacia los brazos de Cale y dejo que lo abrazara sintiendo lo cálido que era la humana.
(Que punk es este pequeño.) -penso para si misma -(Supongo que mi familia creció al final)- sonrio ante esto.
Con un pequeño dragón en brazos bajo la montaña, siendo recibido por la mirada de juicio de Choi Han.
Choi Han miró a Cale en silencio, buscando alguna herida o algo en ella, antes de finalmente hablar.
— Cale-nim... tu... ¿rodaste por la montaña?
Cale podía ver la mirada de preocupación en el rostro del peli negro, solo pudo maldecir ante esto en su mente. Contestó varias veces a Choi Han.
—Sí. Un par de veces.
Cale siguió caminando, ahora con un dragón invisible en sus brazos, un Choi Han preocupado y con su miedo de ser regañada por su hija y sirvientes al verla en tal estado.
Efectivamente cuando llegó a la posada On, Hong, Lucia, Ron, Hanz y Beacrox la reprendieron y le prohibieron salir sola o salir con Choi Han a quien miraron con enojo.
Mandaron a Cale a asearse y cambiarse de ropa.
Luego les presentaron a sus hijos a su nuevo hermano y ya en la noche, le pido a los niños que entregaron un mensaje. Era una carta que fue creada con magia, lo que hizo imposible determinar la letra del escritor.
— Asegurate de que no te vean —le dijo a los niños.
La carta era una nueva esperanza para la sacerdotisa Cage y el hijo mayor del Marqués, Taylor.
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En una pequeña casa de dos pisos. Las luces del primer piso brillaban a través de las ventanas. Taylor, el dueño de la casa, comenzó a fruncir el ceño.
—¿Qué está pasando?
— Maldición. Puaj. No me hables ahora mismo.
Cage sostenía su cabeza con dolor.
El maldito dios de la muerte. Cage era la sacerdotisa de este Dios.
— ¿El señor te está diciendo algo de nuevo?— pregunto preocupado.
Solo él y tres de sus subordinados sabían que el Dios de la muerte hablaba con Cage.
— ¡Ah! ¡Qué molesto!
Cage que estaba sentada bebiendo cerveza con su amigo, se levantó de un salto y se dirigió hacia la puerta trasera de la casa, casi tambaleándose. Taylor le dijo a sus subordinados que se quedarían mientras él la seguía empujando su silla de ruedas.
Cage abrió la puerta y empezó a correr hacia el patio trasero con Taylor detrás de ella. Llegaron al límite de la propiedad y en la valla en donde estaban los dispositivos de alarma había una torre de Roca hecha de cinco pequeñas rocas.
—Mierda ¡Esto es real!
— ¿Qué es esto?
Ante la pregunta de Taylor, Cage leyó el mensaje que estaba escrito com tiza al lado de ella torre.
— "Rompe esto si quieres que tu deseo sea concedido" eso es lo que dice.
La confusión y la curiosidad llenaron el rostro de Taylor a la vez. Cage dejó escapar un suspiro después de mirarlo y presionó sus sienes con su dedo.
— Voto para que lo rompas. No, suena loco, pero el señor dice que lo rompimos.
— ...¿Qué?
— Es el punto de inflexión en nuestras vidas. Eso es lo que dijo.
El dios de la muerte sólo la visitaba un par de veces al año. Llegaba en forma de sueño, que es como se experimenta la muerte.
Pero esta vez escucho su voz. Y se había hecho con frecuencia desde hace unos días.
— La decisión es tuya. Sin embargo no lo rompas si quieres vivir una vida pacífica. Eso es lo que dijo.
Ella mira hacia la torre de Roca. Había algo debajo de ellas.
— no siento ningún poder extraño en ella. Sin embargo hay una carta debajo. Creo que la apilaron para dejar una carta allí.
— Destruyelo— luego de pensarlo, dio una respuesta simple.
Cage inmediatamente impactó la torre de Roca.
Taylor observó sin comprender. Nunca había vivido en paz. Tampoco tenía deseos de hacerlo. Iba a encontrar una manera de arreglar sus piernas. Y derrocaria a su maldita familia.
Taylor extendió la mano y Cage le entregó la carta. Taylor la abrió sin dudarlo. Las dos primeras líneas llamaron su atención.
"El príncipe heredero está en posesión de un poder antiguo. Se llama la 'Estrella de la Curación' y es inútil para él. Es un poder de un solo uso que puede curar cualquier tipo de herida."
"Esta buscando cambiarlo por un método para mantener al segundo y al tercer príncipe bajo control."
Las manos de Taylor empezaron a temblar. Luego se echó a reír y que entrego la carta a Cage quien lo miraba confundida.
— Definitivamente será un punto de inflexión en nuestras vidas.
— ¿De qué diablos estás hablando?
Cage leyó la carta y levantó la cabeza después de leer la parte inferior de esta.
"Es posible que tus piernas no se muevan, pero tu cabeza, brazos, ojos y boca sí pueden. El resto de ti todavía está muy vivo".
"La decisión es tuya, Taylor Stan, hijo mayor del Marqués Stan".
Cage y Taylor se miraron y sonrieron sabiendo su decisión. Planearon coincidir con el evento de la corona, así que saldrían al día siguiente. Tendrían que encontrar a su benefactor y devolverle el favor.
Los niños, en su forma de gato y el dragón que los acompañaban, vieron todo el desarrollo con caras felices y luego se marcharon una vez que se cumplió su tarea.
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Al día siguiente. Cale estaba de pie con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Su mirada estaba mirando de arriba a abajo a la persona en frente de ella.
El atuendo de Cale era más llamativo y lujoso de lo habitual. Cuando volvió toda sucia y despeinada de la montaña recibió todo tipo de quejas.
— ¡Joven señorita! Cuando dije que no me gustaba que usara pantalones no me refería que usted pudiera arruinarlos así. — Lucía suspiraba y negaba con la cabeza.
— ¡mamá! Ese atuendo lo había elegido yo. No puedo creer que lo arruinadas así — le siguió On con Hong respaldandola.
— ¡Lo peor es que no nos invitaste!. — dijo Hong claramente resentido.
— ¡Joven señorita! Incluso si yo, Hans, no estuviera allí ¿cómo podría ir rodando por la montaña?
— ¡Este vice capitán debería haberla escoltado!.
— Aigoo, joven señorita. Este Ron esta muy triste.
Simplemente para evitar más dilemas dejo que Lucia y On la vistieran como quisieran. Ellas le eligieron un vestido de dos piezas con tirantes sin mangas. Era de color negro con detalles de flores y una falda que iba debajo de este con vuelos y de color blanco.
Sin embargo no era solo por esto que estaba molestando.
— ¿Vas a irte así?
Estaban parados frente a la posada. Cale estaba parada allí de brazos cruzados y mirando a Choi Han.
Choi Han estaba a punto de irse y solo llevaba con una pequeña bolsa y su espada.
— sí.
No hubo una fiesta especial ni fiesta de despedida para él que se iba. Ni Cale ni Choi Han querían algo así. Por eso la despedida también fue bastante pequeña.
Estaba allí Cale, los niños en su forma humana, Lucia, Hanz, Ron, Beacrox y el vice capitán. Eso fue todo. El hecho de que el vice capitán estuviera allí era un poco extraño, pero estaba allí con el cepo fruncido como Cale mientras se despedía.
Cale solo suspiro antes de sacar una pequeña bolsa de su bolsillo y arrojarsela a Choi Han. Choi Han atrapó fácilmente la bolsa y la reconoció casi al instante. Era del mismo tamaño de la bolsa que Cale le había dado al dragón negro. Al abrir la bolsa, Choi Han se encontró con posiciones y otros tipos de artículos útiles dentro, así como con una cantidad razonable de monedas.
Choi Han levantó la cabeza de la bolsa y miró hacia Cale muy conmovido. Cale simplemente habló sin rodeos cuando hicieron contacto visual.
— ¿Qué? ¿Qué deseas? Solo tirarlo si no lo quieres. No aceptaré devoluciones.
Choi Han se quedó sin palabras, pero Cale solo estaba diciendo lo que quería hacer. Luego se vio la vuelta para dirigirse a su habitación.
— Adiós.
Cale tenia una expresión estoica cuando se dio la vuelta después de despedirse.
No debería haber más razones para ver a Choi Han. Bueno, eso es, después de una vez más para encontrase en la capital y mandarlo a él con Ron y Beacrox, junto con algunas órdenes.
Después de eso, no planeó tener ningún contacto con Choi Han en absoluto.
— Volveré pronto — le dijo con una dulce sonrisa que ella no vio.
La respuesta que le dio Choi Han, que parecía tener un poco de alegría, le provocó escalofríos a la pelirroja, sin embargo no miro hacia atrás. Aunque ella no lo volvió a ver, el peli negro sintió que era muy propio de ella, pero sabía que en el fondo ella se preocupaba por él, sino no se abría molestado en prepararle una bolsa de antemano y dársela.
Choi Han estado feliz volvió su mirada hacia el resto del grupo.
— ¡Nos vemos en la capital!
— Ejem. Me entrenaré para ser la guardia personal de la joven señorita cuando estemos en la capital.
El ayudante de mayordomo Hanz se despidió alegremente, mientras que el vice capitán respondió con una voz muy molesta.
— Mantendre mi espada afilada.
— Nos vemos más tarde.
Beacrox y Ron también se despidieron a su manera.
— señor Choi Han, espero que tenga un viaje seguro y no se olvide de comer aproximadamente.
—Cuídate, Choi Han, oppa.
—Vuelve pronto, Hyung.
Lucia, On y Hong se despidieron felices mientras los niños le daban algunos de sus dulces para el viaje. A lo que Choi Han agradecido les revolvió con cariño el pelo de los menores.
Finalmente, el dragón que ahora era invisible, envolvió a Choi Han con un poco de su mana.
— Ya he recibido mucho, pero parece que sigo siendo el receptor.
Choi Han con una sonrisa colocó la bolsa mágica en su bolsillo junto con los dulces. Cale no podía verlo porque estaba de espaldas, pero era la primera vez que el resto de ellos veía una sonrisa tan sincera y brillante de parte del peli negro.
— Los veré a todos en la capital.
Choi Han se despidió respetuosamente antes de salir de la posada. Alguien como él, que había pasado decenas de años en soledad que se sentía incluso peor que la muerte, ahora tenía un lugar al que regresar. Además también tenía a personas a las que necesitaba pagar por su gracia.
— Necesito asegurarme de completar correctamente esta tarea.
Choi Han, con un corazón ligero, se alejo de Cale y el resto, y salió de puzzle city...
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Vestimenta de Cale.
(Al entrar en la cueva)
Notes:
Jaja que decirte. Me gusta respetar un poco el color de la ropa que se muestra en el manhwa.
(este es un capítulo re humilde, lo sentí como que demasiado corto, mil dis)
Espero que se encuentren bien mis pollitos. Besitos a todos 😘❤
Chapter 18: 17. Uno se va y llegan tres
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Al día siguiente, siguieron su camino rumbo a la capital.
Cale durante toda la trayectoria en la carrera viajó con los niños en su forma de gato que dormían a su lado, Lucia que estaba leyendo un libro y un dragón invisible que había decidido que la mejor forma de poder dormir era en el regazo de la pelirroja. Ella se resignó a su destino y dejó que la usaran de almohada.
Después de un día de viaje, ahora se encontraban preparándose para acampar.
— Disculpe, si está bien ¿podemos compartir una parte de su campamento?
Un carruaje llegó a su área de campamento. La persona que parecía ser el conductor se bajó.
Se presentó como gente que servía al hijo mayor del Marqués Stan.
(MIERDA)- Cale casi dijo lo que pensaba en voz alta, mientras miraba el carruaje de aspecto desvencijado sin una cresta.
La ventana del carruaje contrario se abrió y la pelirroja pudo ver el rostro de Taylor Stan.
— Mi nombre es Taylor Stan. Vi el escudo del Conde Henituse y pido ayuda, aunque estoy seguro de que no es lo ideal.
Así es, Taylor pensó que si es el campamento del fuerte Conde Henituse, estaría a salvo por la noche.
(Maldición, se va uno y se suman tres)- con eso en mente solo pudo tocarse el puente de la nariz.
Se había deshecho del emocionalmente inestable espadachín. Eso la ponía feliz y tranquila. Pero ahora había otros tres.
Y lo malo es que uno era un dragón joven y tonto, otro era una sacerdotisa loca que quería ser excomulgada y el tercero era un punk de la loca familia del Marqués Stan.
*suspiro*
Cale no pudo evitar suspirar. Sin embargo eso provocó que el ambiente se volviera silencioso y ella lo notó.
Ella pudo ver como desde el carruaje, Taylor tenía una sonrisa amarga en su rostro cuando comenzó a hablar nuevamente.
— Si es un inconveniente para su grupo, nos iremos.
Después de que las piernas de Taylor quedaron paralizadas, la gente lo despreció. Si lo resumimos, se podría decir que había perdido la oportunidad de ser el próximo sucesor de la familia y era bastante consciente de que así vivía peor que el hijo bastardo de la familia de un varón.
Taylor sabía sobre Cale, la hija basura de la familia Henituse, la hija que se había descarrilado del buen camino. Una lujosa tortuga dorada como símbolo, además de ser una atractiva joven de pelo rojo. No había nadie más que Cale que encajara en esa descripción.
Incluso si alguien como el Conde Henituse, que no se unió a una facción, podría encontrar incómodo asociarse con alguien como Taylor, ya que todos se fueron cuando su cuerpo se paralizó.
Taylor había recordado la realidad de la situación después de escuchar el suspiro de Cale. Pero en ese momento.
— ¿Por qué te irías?
Cale camino muy tranquila y delicadamente hacia el carruaje de Taylor con una expresión estoica.
— Esta no es mi propiedad. No haría algo tan infantil cuando somos compañeros de viaje.
Cale y Taylor se miraron a los ojos.
En ese corto momento Taylor pudo observar más de cerca a la pelirroja solo para quedar maravillado ante la vista que tenía en frente suyo. Desde su punto de vista, Cale era una joven bastante hermosa, se veía angelical a pesar de no tener expresión alguna en aquel delicado rostro suyo. El cabello rojo hacia resaltar el blanco de su piel, esos ojos marrones rojizos eran profundos y se veían un poco ¿cálidos? Y ni hablar de la delicada figura que mostraba y la elegancia que emitía, simplemente era una belleza.
Taylor estaba seguro de que si seguían mirándose el se podría sonrojar y perder la compostura que ahora pendía de un hilo. Cuando Cale corrió su mirada hacia adentro del carruaje solo pudo decepcionarse y agradecerle a la vez.
Cale que observaba por un breve momento a la acompañante de Taylor, que era la sacerdotisa loca Cage, apartó la mirada de inmediato y extendió la mano hacia Taylor.
— Soy Cale Henituse de la familia Henituse.
Taylor miró la mano que se extendía hacia él. Luego miro la expresión estoica de Cale y abrio la puerta del carruaje. La etiqueta decía que debía bajarse del carruaje y devolverle el saludo apropiadamente.
— Es difícil para mí salir debido a mis piernas.
— Lo se, soy consciente.
Taylor miró una vez más a Cale, a quien no parecía importante la etiqueta en lo más mínimo (ya que no es así como una dama debe de saludar y ni hablar de Taylor mismo) y le estrechó la mano. Aunque fue un breve apretón de manos, él pudo sentir la delicadeza y la suavidad de la mano contraria, sonrió antes de por fin hablar.
— Encantado de conocerte joven señorita Cale.
(No pienso lo mismo)-
Cale no estaba feliz en lo absoluto con esta reunión. Rápidamente trato de darse la vuelta porque no quería que le presentaran a Cage. Pero desafortunadamente para ella, Taylor era una persona extremadamente respetuosa.
— Esta es mi compañera Cage-nim. Ella es una seguidora del Dios del Descanso Eterno.
Descanso Eterno. Este era un término para la Muerte. Cale contuvo un suspiro y miro hacia Cage que la miraba de forma extraña, pero que ella decidió ignorar. Cage entonces la saludo con gracia como una sacerdotisa adecuada.
— Encantada de conocerte, joven señorita Cale. Mi nombre es Cage. Que La Paz de la noche esté siempre contigo.
(Paz de la noche... Paz de la noche mi culo.)- ese era un saludo que daban las personas quienes servían al Dios de la muerte.
Olvidate de La Paz, ella creía que no iba a poder dormir bien esta noche.
Cale miró a Cage y pensó que era bastante buena fingiendo. Al ser sacerdotisa debía parecer una persona agradable e inocente, sin embargo esto era bastante molesto para ella. Esa era la razón número uno por la cual quería ser excomulgada.
Cale le dedico una sonrisa poco sincera a Cage antes de hablar.
—No creo en un Dios
Cale quería que pensaran en ella como la basura que era y Cage solo pudo mirarla con desconcierto e interés.
— Eres una persona interesante.
— Supongo que soy un poco interesante.
Ignorando las miradas que ambos le dirigían a ella, Cale miró alrededor del carruaje. Fue extremadamente lamentable para el hijo mayor de un Marqués. Parecía que se había quedado sin dinero también.
Taylor cerró los ojos para contener la vergüenza al ver que Cale observaba a través del carruaje.
(Probablemente se dirijan a la capital por mi mensaje)- penso la pelirroja ignorante a la vergüenza del otro.
Para ella fue obvio a donde se dirigían.
— Hans, ayudalos — le dio una orden vaga al Hans que se acercaba a ella.
— Si mi Lady.
— Organice una comida separada para ellos y establezca un campamento junto al nuestro también. — no tenía ninguna intención de comer con ellos y mucho menos de compartir el mismo camping. — Y no me busques, tu te encargas de todo.
Aunque ella no quería establecer conexión alguna, por alguna razón sintió que no saldría como ella quería.
Con un fuerte asentimiento por parte de Hans, que la miraba con ojos brillantes por alguna razón que ella no entendió y no quiso indagar, se fue a cumplir sus órdenes sin queja alguna. Luego Hans se inclinó levemente ante Taylor mientras de despedía.
— Entonces seguiré mi camino joven maestro Taylor.
— Gracias por su benevolencia joven señorita Cale.
— No fue nada. — Cale le dirigió una leve sonrisa dejando a un Taylor embobado y con una mirada curiosa ante la pelirroja que se alejaba.
Cale se dirigió de inmediato a su carruaje, no sin antes darle una orden al Vice Capitán que caminaba a su lado.
— Parece que solo tienen un caballero. Vice Capitán, usted también se ocupará de sus deberes de guardia.
— Sí, joven señorita. — el vice capitán por alguna razón, que Cale no entendió, tenía una enorme sonrisa.
Cale verificó que el Vice Capitán hiciera su trabajo antes de cerrar la puerta del carruaje de un golpe. Taylor y Cage, quienes no tenían nada más que hacer, miraron con curiosidad e interés en su dirección.
Cuando estuvo dentro del carruaje pudo escuchar las divagaciones de los gatitos que habían mirado todo desde la ventana del carruaje. Ella simplemente los ignoró y se dedicó a acariciar su pelaje mientras se ponía a pensar en el poder que podría sanar las piernas de Taylor.
"La Estrella Curativa"
Este era el poder antiguo sobre el que escribió en la carta de Cage y Taylor. La razón por la que se enteró de este poder fue por el incidente de Terror de la Plaza.
En este incidente, la organización secreta hizo su movimiento. Bombas mágicas en la capital y en la plaza, estallaron en ese momento, interrumpiendo el baile.
En el fic, Choi Han solo pudo detener la mitad de ellas con la ayuda de la genio maga Rosalyn. Salvando a Amely de ser lastimada por la explosión. Fue en ese momento en donde Choi Han y Amely se enamoraron.
En todo este caos, el Príncipe Heredero pensó en el poder que su madre le había dado, pero a pesar de las circunstancias decidió que era mejor no usarlo.
Cale conocía la ubicación de las 5 bombas mágicas que Choi Han había encontrado en la novela, pero no estaba seguro de las 5 bombas restantes que terminaron explotando.
Para encontrar dichas bombas era necesario utilizar habilidades de detección con mana. Con ello en mente, Cale pensó en el nuevo integrante de su familia que, sin duda, iba a ser de mucha ayuda si lo usaba correctamente. El dragón negro era mucho más efectivo para hacer el trabajo que Rosalyn y teniendo en cuenta de que el dragón decidió seguirla, bien podría usarlo para su beneficio. Cale sonrió.
Al día siguiente cuando despertó, no sintió la presencia del dragón dentro del carruaje.
(Debe de haber ido a buscar un animal)- penso mientras se bajaba del carruaje.
Sin embargo al salir se encontró con una atmósfera extraña. Sintió que se estaba perdiendo de algo.
— Hans ¿qué esta pasando?
Con una mirada incómoda Hans le respondió.
— Jaja joven señorita Cale ¿finalmente despertaste? — Hans miro lentamente hacia Taylor y Cage, antes de acercarse a Cale. — Verá, creo que el joven maestro Taylor ha tenido una idea equivocada.
Con una cara de no entender, Cale miró al jabalí que había casado y traído el dragón, así como a Taylor en la silla de ruedas y a Cage empujando la silla, ella solo se acercó a ellos y preguntó.
— ¿Qué está pasando?
Cale admiro al gran jabalí que cazó el dragón y lo felicitó internamente. Sin duda esto pondría extasiado a Beacrox quien estaría feliz de cocinarlo. Todos allí sospechaban de los innumerables animales que aparecieron durante su viaje, pero al oír que estaba bien por parte de Cale, lo dejaron pasar.
— ... Joven señorita lo siento. Parece que mis movimientos han sido detectados.
Cale lo miro confundida y luego escucho a Cage quejarse.
— Nos fuimos en secreto, entonces, ¿cómo es posible?¿Hay alguien que pueda evitar mi detección? ¡Esto es demasiado!
Cale sólo podía quedarse allí mirándolos como si fueran tontos. Trato de hablar pero fue interrumpida quedando con la boca abierta.
— ... joven señorita este incidente-
— Beacrox. — Cale lo llamo y el se acercó.
— ¿Si, joven señorita ?— él llegó allí con un cuchillo de cocina en su mano, estaba preparado y se podía ver un poco de emoción en su rostro.
— Parece que vamos a desayunar bistec.
— Joven señorita, parece que volveremos a tener un bistec de la mejor calidad.
Taylor y Cage estaban con una expresión en blanco y él se atrevió a preguntar
— ... ¿Una vez más?— pudo ver como Cale asentía antes de contestar
— Tenemos a alguien de nuestro grupo que nos entrega comida. — vio lo confundido que estaban Cage y Taylor así que continuo — Es sorprendentemente tímido, por lo que no podrás verlo.
Cale sabia que el dragón estaba cerca porque vio como unas hojas se desprendían de un árbol y solo nego con la cabeza. Cage y Taylor estaban avergonzados por lo que simplemente aceptaron la explicación de Cale y se disculparon por el malentendido.
Cale los invito a probar la excelente cocina de Beacrox luego de ello. Ante todo esto, Taylor aprovechó para pedir el apoyo y la compañía de Cale rumbo a la capital, ella acepto porque pensó que ya que los había ayudado hasta ahora, sería bueno ayudarlos hasta el final.
Cage se sentía extraña, de alguna manera Cale era especial. Ella había tenido la amarga sensación de que el Dios de la Muerte le había acariciado la nuca con una expresión comprensiva, cuando Cale se dirigió al carruaje. No dijo nada al respecto por ahora, se lo contaría más tarde a Taylor, pero dudaba de contárselo a Cale...
Los próximos días de viaje fueron tranquilos. Cale comía adentro del carruaje con los niños y Lucia, solo para ignorar a sus acompañantes, no quería tener más contacto del necesario.
Todo el viaje fue así hasta que estuvieron en una posada, a un día de llegar a la capital.
— joven señorita Cale, le gusta el alcohol ¿verdad?
— ¿Qué puedo hacer por ti?
La respuesta de Cale hizo sonreír a Taylor.
(Cale Henituse, la encantadora basura que no puede pasar un día sin alcohol) - cuando era el potencial sucesor del Marqués, también había recibido información sobre los nobles. La información sobre Cale era bastante interesante y no podría olvidarlo. -(pero no creo que sea todo).
Cale era muy diferente de la información. Sin mencionar el repentino interés que recibió por parte de Cage gracias al dios de la muerte. Taylor también notó que Cale era una persona agradable, aunque se mostraba fría por fuera siempre estaba vigilando a sus empleados para que los mantuvieran cómodos y a gusto. Ademas Cale les había dado su espacio personal estado siempre en el carruaje, también no mostró emociones de desagrado o desdén ante Taylor, lo que lo conmovió mucho.
Taylor se convenció de que Cale era muy interesante además de guapa, lo último fue un pequeño desliz en sus pensamientos. Taylor sabía que ahora que estaban justo en frente de la capital, él y Cage debían moverse sigilosamente desde temprano en la mañana. Había muchas cosas por hacer.
— Joven señorita Cale. Debería estar bien compartir una bebida con nosotros antes de irnos ¿no es así?
— ¿Qué es lo que quieren? — dijo Cale luego de dejar que entraran en la habitación.
La voz de Cale ers extremadamente fría y su cara estaba con una expresión estoica. Esto confirmo en la mente de Taylor que esta persona no era basura. De hecho, era más inteligente de lo que pensaba la mayoría de la gente.
— ¿Qué tipo de persona crees que soy, Señorita Cale?
Sin embargo Cale no contestó de inmediato, ella se dirigió a uno a de los cajones y sacó una bolsa que luego fue tirada en la mesa dejando escuchar el sonido metálico de las monedas esparciendose. Fue entonces cuando decidió hablar.
— No sé porqué te diriges a la capital en este momento, sabiendo que la atención de la mayoría de los nobles esta puesta allí. Pero estoy segura de que la gente como tú que se dirige a la guardia del León quiere de mi parte. — Cale sabia que en cualquier momento esta conversación llegaría a ella. — La familia Henituse... ¿Quieres dinero, verdad?
Taylor y Cage estaban sorprendidos por decir lo menos. Escucharon atentamente como Cale había llegado a esa conclusión solo para estar de acuerdo con cada palabra que ella les dijo, que a pesar de destacar cada defecto no fue grosera ni descortés. Ellos estaban agradecidos.
Cale que no se molestó en decir algo así como "de nada", estaba lista para poder en pie el plan que había creado desde que ellos se le unieron.
— ¿Te irás temprano en la mañana?
— Sí. Estábamos planeando irnos, pero vinimos a verte antes. Tenemos que encargarnos de las cosas por nuestra cuenta ahora.
Cale sabia que ellos decidirían entrar a la capital por medio del templo del dios de la muerte, sin embargo eso también conllevaba el riesgo de que personas infiltradas por Venion los descubrieran y los delataran. Así que decidió darles una solución más efectiva.
Cale entonces le explico que ella los podía hacer pasar a la capital sin ser detectados porque ella tenía un objeto especial para la situación. Taylor no podía entender porque ella los quería ayudar si ni siquiera podría ganar nada de esto. La pelirroja simplemente le dijo que porque él se veía "lamentablemente" y quería ver hasta donde podía llegar.
Sin embargo ella puso una condición ante toda su ayuda y era que no se mencionara nada de lo que ella había hecho por ellos. Taylor y Cage aceptaron las condiciones e hicieron un voto al Dios de la muerte, el cual si era roto lo pagarían son su muerte.
Cale estaba lista para despedirlos luego de formar el voto que los unía a los tres, pero en vez de eso terminaron bebiendo un poco juntos. Cale también rechazó rotundamente la oferta de que Taylor y Cage fueran sus hermanos mayores, claro que no quería algo como eso...
A la mañana siguiente.
Cale ya estaba en el carruaje junto con los niños, Lucia, Cage y Taylor. Los empleados de Cale solo fingieron no saber de las dos personas que se habían incorporado a ellos en el carruaje a de su joven señorita y solo siguieron de camino a la capital.
Cale tenia a Hong sentado en sus piernas mientras el apoyaba su cabeza en el hombro de la pelirroja, On estaba sentada junto a ella mientras apoyaba su cabeza en el hombro contrario, ambos niños estaban durmiendo. Lucia por otro lado estaba sentada al lado de Cage y Taylor en los asientos de en frente.
Tanto Cage como Taylor miraban con curiosidad a los niños y a Cale quien los acariciaba con ternura mirando por la ventana.
Cale en un momento se sintió incómoda, sentía que la miraban mucho, por lo que volteó su mirada hacia las personas en frente de ella.
— ¿Sucede algo?
Lucia solo sonrió, mientras los otros dos se sintieron atrapados. Taylor estaba desconcertado y aún que quería preguntar no se animaba, creía que no le gustaría la respuesta a su pregunta. Pero a Cage poco y nada le importaba así que habló.
— Disculpe mi incumbencia señorita Cale pero... ¿quiénes son ellos? — hablo en voz baja y señaló a los niños.
Cale los miro y luego miro a los niños que dormían tranquilamente sobre ella, sintió un poco de envidia por lo bien que dormían. Sonrió inconscientemente, lo que hizo que los tres que miraban tuvieran un leve sonrojo, Cale se veía un poco... ¿maternal?. La pelirroja era ignorante a esto, por lo que volvió a mirarlos y contestó.
— Son mis hijos. — no dio más explicaciones que eso, ella estaba conforme con ello.
Sin embargo dicha respuesta dejo boquiabiertos a Taylor y Cage, quienes pensaron que era obvio si mirabas al niño de cabello rojo similar al de Cale, teorizaron que la niña se podría parecer al padre.
Esto dejó un amargo sabor en la boca de Taylor por una razón que no pudo comprender, pero claramente era decepción. Pero antes de pensarlo mucho hablo.
— Parece que la joven señorita Cale tiene una linda familia, su pareja debe ser genial — dijo con pesar y luego siguió — si no es molestia quisiera saber... ¿quién es el padre de los niños?
Cale lo miro con el ceño fruncido, se dio cuenta de que algo había sido malentendido y se apresuró a contestar.
— Creo que malinterpretarse algo. Ellos son mis hijos, pero no de sangre. Y en cuanto a mi, no tengo pareja.
Cage y Taylor suspiraron al unísono, Taylor se relajó y se sintió aliviado al saber que ella no tenía pareja. Lucia soltó una risilla ante esta situación que era divertida para ella.
— Ejem. Me disculpo por insinuar cosas que no son sobre usted joven señorita.
Taylor se disculpó con un leve sonrojo, Cage quería reírse de su amigo, pero lo dejaría para después, ahora lo apoyaría para que no quedara tan mal.
— Perdone señorita Cale, pero como el niño tiene el pelo rojo como usted pensamos que era suyo, además creíamos que la niña podría parecerse al padre.
— Ya veo, bueno es algo que suele pasar — dijo Cale volviendo a mirar por la ventana.
Lucia que aún veía signos de pregunta en la cara de los dos que estaban a su lado, decidió hablar.
— La joven señorita Cale es una persona de buen corazón...
— No lo soy — dijo al instante Cale.
Lucia simplemente ignoró a la mujer que decía que no era buena persona pero sin embargo ahora mismo estaba ayudando a las dos personas que estaban a su lado.
— Ejem... como decía, la señorita Cale llegó un día a la mansión del conde con los niños, ambos estaban en condiciones terribles, a pesar de que habían llegado bien vestidos, obra de la señorita por su puesto, ellos parecían vivir en los barrios bajos del condado. — hizo una pequeña pausa para ver si aún la escuchaban.
Lucia podía ver estrellitas en los ojos de Taylor y Cage quienes la miraban atentamente. Ella sonrió y continuo.
— La joven señorita entonces llevo a los niños a ver al conde, quien también creyó que eran hijos biológicos de Cale.— se río un poco y pudo escuchar un "Tsk" de la pelirroja.— dijo que los rescató y que ella se haría cargo de sus cuidados. Al poco tiempo la condición de los niños mejoró mucho gracias a los cuidados que recibieron.
Cage y Taylor sintieron admiración por el buen corazón que tenía Cale, esto claramente les confirmó que ella no era basura en lo más mínimo. Lucia siguió.
— Un tiempo después los niños se habían encariñado mucho con la joven señorita y le preguntaron si la podían llamar "mamá" a lo que ella aceptó a eso sin dudarlo. — la sonrisa de Lucia era grande — ¿no es nuestra joven señorita Cale una buena persona?
— Si, sin duda — contestaron al unísono Cage y Taylor quienes también sonreían.
— La joven señorita Cale es una persona interesante y admirable — dijo con una leve sonrisa Taylor.
Cale simplemente ignoró toda esta conversación por el bien de su salud mental y se decidió a acariciar a los niños.
Durante el resto del recorrido Cale, Taylor y Cage hablaron sobre el evento que se organizaba en la capital, sobre como debía ser cuidadosa con el príncipe heredero y Taylor le contó una historia antigua sobre un guardián que vivía en la tierra de los cantos rodados.
Estando a unos pasos de la entrada a la capital, Cale le entrego a Taylor y Cage el collar que les permitirá volverse invisibles para pasar desapercibidos ante el control de los guardias. Ellos solo debían quedarse en el carruaje sin moverse o hacer algún ruido.
Exitosamente pasaron a los guardias. Y cuando pasaron de la entrada Cale volvió a hablar.
— Bienvenido a la capital.
Taylor, que ya no era invisible, se hecho a reír cuando le entrego a Cale el colgante.
— Ha pasado un tiempo desde que me recibieron.
El grupo de Cale por fin había llegado a la capital.
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Notes:
Hala mis pollitos, espero que hayan tenido un lindo fin de semana. 🤗
Saben, no es muy buena idea estudiar dos materias de un año en unas semanas jajajja *risa nerviosa con un tic en el ojo*🥱
En fin, siento que me quedo re aburrido el capítulo pero equis. Escribo según mi estado de ánimo y créanme que estudiar no me divierte en lo más mínimo. 🙇♀️
Pero bueno es lo que hay 🤷🏻♀️
Además tengo que decir que es muy probable que en los próximos capítulos ponga alguna que otra canción que me recuerde a los personajes 🤭. Como me gusta estudiar con musiquita estuve debatiendo canciones que yo pienso que les quedarían como anillo al dedo a algunos personajes
Ya tengo como 7 para dedicarle a Choi Han. Lpm es muy difícil encontrar alguna para Alberu, me deprime pero no me voy a rendir.💪
Tengo una para Cale, que personalmente me rompe el alma pero lo voy a dejar en suspenso MUAJAJA 😈
Chapter 19: 18. Pero... ¿qué haces aquí?
Notes:
Me da una re nostalgia esto. Quiero decir que mientras subo esto lo voy releyendo y me doy cuenta lo poco que escribía. Tipo, estos capitulos no son de más de 4 mil palabras y hoy en día llegó a hacer el doble o a veces de 9 mil palabras...
No sé, me dió un re sentimiento 🤭
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El carruaje de Cale, llegó a una lujosa mansión luego de un tiempo de viaje por la capital.
Cale al bajarse, se despidió de Taylor y Cage pidiéndoles que olvidaran todo y no dijeran nada, luego le ordeno a Ron que se encargara de todo lo demás de ahora en adelante, a lo cual este acepta.
En ese momento los niños, que estaban en su forma humana, Lucia, Hanz y la misma Cale quedaron maravillados ante tan lujoso edificio, se notaba la riquesa de la familia Henituse en comparación con las demás mansiones al rededor de esta. Sin duda su padre era alguien exigente con los lujos.
La pelirroja fue recibida por un séquito de sirvientes que la saludaron respetuosamente y se inclinaron, se los notaba algo nerviosos por su llegada, ya que ellos también están al tanto de los rumores de la hija mayor del conde. Cale sólo pudo suspirar y decir a sus nerviosos sirvientes.
— Todos, levanten la cabeza. — Cale podía ver la anticipación en la mirada de los que estaban en frente de ella— No hay necesidad de ser tan respetuoso en el futuro. No me gusta causar problemas a las personas que hacen bien su trabajo.
Todas las miradas de los sirvientes se volvieron hacia Cale. Ella pudo ver que todavía estaban rígidos y comenzó a fruncir el ceño.
— Escuché que madre los escogió a todos. Dijo que todos están muy orgullosos de su trabajo, así que estoy seguro de que lo harán muy bien. — ignora las expresiones extrañas de los sirvientes y siguió. — Si tienes alguna pregunta, pregúntale a Hans al respecto.
Hans se sintió un poco orgulloso e infló el pecho. Cale no le presto atención mientras cargaba a Hong en sus brazos y tomaba de la mano a On, luego empezó a caminar.
—Vamos.
Era como una especie de tradición que el dueño de la casa fuera quien entrase primero a la hora de estrenarla. El propietario debía caminar al frente desde la entrada hasta ma puerta de la residencia. Esto simboliza que este era su territorio.
Así lo hicieron el Conde Deruth y la Condesa, cuando se construyó esta mansión. Pero como ahora era Cale quien se quedaría aquí por un tiempo, ella debía hacer lo mismo y así lo hizo efectivamente.
La llegada de Cale fue notificada al palacio, sin embargo antes de que la información llegara a palacio, muchos nobles ya sabían de su estadía en la capital. Así fue como por preocupación de tres miembros de la Reunión de Nobles del Noreste, Cale fue abordada, esa misma noche, por una carta a modo de invitación para reunirse con ellos.
Con un suspiro Cale arrojó la carta a la mesa teniendo una expresión de extrema molestia
— ¿No te enojas? —dijo Hans
— ¿No puedo ir?
— No. Es una reunión de nobles del noreste.
—Lo sabía.
Los nobles eran muy rápidos para obtener información. Cale también estaba de la misma manera. Hans le entregó el documento que recibió del administrador de la residencia a Cale.
— Esta es la lista de nobles que se encuentran actualmente en la capital.
—Bueno. ¿Ron se tomó de las cosas correctamente?
— Sí.
Cale estuvo satisfecha con su corta respuesta y luego lo felicitó.
— Buen trabajo. Descansa un poco.
— Si mi lady. Me asegurare de descansar un poco.
— Ah, pero que me envíen algo para comer .
— Me asegurare de hacerlo.
Cale quería comer con los niños en la comodidad de su habitación esta vez.
Cale, entonces, se cambiaba el vestido que llevaba y se ponía una camisa Blanca con una cinta negra al cuello, con mangas hasta los codos, y un pantalón holgado a rayas de un color grisáceo. Tambien se recogió su cabello en una coleta alta. Durante estos días, gracias a Lucia aprendió, un poco, a peinarse sola.
Los sirvientes quienes le trajeron la comida miraron con extrañeza a Cale vestida de pantalones. Ellos nunca habían visto a ninguna mujer de la nobleza vestirse así. Fue algo sumamente raro, tanto que se preguntaban si era alguna rebeldía por parte de la joven señorita Cale.
Pero rápidamente fijaron sus ojos se enfocaron en los niños quienes decían ser los hijos de la joven señorita, y rápidamente su mirada se suavizó sintiendo ternura de verlos así vestidos.
Los niños tenían un conjunto a juego, con los los colores de la ropa que ahora llevaba Cale. ellos llevaban un pantalón y pollera del mismo tono de gris que Cale, al igual que sus boinas y camisas blancas con corbatas. Se veían sumamente adorables.
Los sirvientes sólo pudieron pensar que se veían como una linda familia. Pero prontamente tuvieron que ir se para que pudieran comer cómodamente.
Cale entonces, vio los platos que incluían carne, postres e incluso vino, y sonrio con satisfacción antes de dirigirse a la terraza.
Su habitación estaba ubicada en el tercer piso. Fue la habitación que recibió más luz solar. Abrió la ventana que se dirigía a la terraza y gritó.
— Adelante.
Luego dejo la ventana abierta y se sentó junto a la mesa. Muy pronto Cale pudo ver un par de hojas flotando en el cielo y sentadas en la silla frente a Cale.
El dragón había entrado en la habitación con un par de hojas pegadas a él. El pequeño dragón había viajado sobre el techo del carruaje desde que Taylor y Cage se unieron a el grupo de Cale, por lo que permaneció afuera todo el tiempo. Por ello ya era hora de volver a unirse a la débil humana.
On y Hong también se sentaron en las sillas a la derecha e izquierda, respectivamente, al lado de Cale y se acercaron un poco al dragón.
Cale los miraba a los tres antes de abrir la botella de vino y decirles que comieran.
— Adelante, come.— el vino tinto lleno la copa.- Reuniste ingredientes para nosotros, pero nunca pusiste comer nada.
Cale se llevo la copa de vino a los labios mientras seguía hablando.
— Estoy segura de que no fue fácil seguirnos.
En ese momento, el dragón negro eliminó su magia de invisibilidad y se reveló. On ayudó a quitar las hojas que estaban pegadas al Dragón, mientras que Hong metió un trozo de bistec, que Beacrox había cocinado, en la boca del dragón.
La edad promedio de estos tres niños fue de 7 años. Cale solo observo a sus hijos comer y alimentar al dragón y sonrió para ella misma. Más adelante los usaría bastante porque a pesar de ser niños, aún eran fuertes y debían pagar sus comidas. Entonces ella comenzó a pensar.
(Seria genial si pudiera permanecer asi)-
Una casa de este tamaño, comida deliciosa como esta y tiempo para relajarse. Cale estaba pensando en lo maravilloso que sería vivir una vida con estas tres cosas.
Su objetivo era vivir así una vez que Basen se convirtiese en el sucesor oficial. Cale timo una decisión una vez más y luego encendió la caja musical mágica en la esquina.
Una canción con la que no estaba familiarizada comenzó a sonar cuando la pelirroja tomó otro sorbo de vino. Podía ver que el cielo se oscurecía de a poco.
— Esto es genial - (Ahora esto es vivir)‐ dijo con una sonrisa.
Ella y los niños estaban cenando tranquilamente. Cale de vez en cuando le limpiaba la boca a los niños que se manchaban al comer.
Pero su paz fue interrumpida en ese momento.
Toc, toc, toc. El sonido alguien llamando a su puerta la pusieron en desconcierto.
El dragón negro inmediatamente se volvió invisible y los niños sólo que quedaron sentados observando a otro lado de donde estaba el dragón.
Cale se levantó para dirigirse a la puerta. Pero accidentalmente golpeó la botella de vino al levantarse, la cual cayó y se rompió en pedazos haciendo que la alfombra se marchara.
— Niños, no se acerquen a la alfombra, podrían cortarse, tengan cuidado- advirtió.
(... Tengo un mal presentimiento sobre esto.)-
Ignorando la botella rota, se dirigió a la puerta. Empezaba a tener un sentimiento siniestro al respecto.
Cale no podía entenderlo.
(¿Es Choi Han? No, no puede ser. al menos que viaje como un loco, no hay forma de que ya haya llegado aquí. No estará aquí hasta dentro de tres días) - pensó para ella misma.
No había forma de que alguien como Choi Han obligara a un Lock herido a moverse más rápido. Choi Han llevaba consigo unas posiciones, pero estas no ibana funcionar en la gente lobo, ya que ellos fueron repudiados por un Dios y las pociones tenían poder divino en ellas.
Y de ninguna manera una persona cuidadosa y cautelosa como Rosalyn, usaría magia de teletransportación para traerlos a todos a la capital si no quería ser descubierta.
Pero lo más importante es que Cale le había dicho a Choi Han que se alojará en un hotel especifico en la capital, ella se reuniría luego con él y dejaría a Ron y Beacrox para que se encargaran del resto.
La pelirroja decidió pensar que este sentimiento no era relevante y que eran disparates de su mente al estar cerca de gente viciosa. Más calmada abrió la puerta vigorosamente.
— ...Tu...
El corazón de Cale se hundió tan pronto como abrió la puerta.
— ...Pero ¿qué haces aquí?
Una voz urgente y desesperada llego rápidamente al oído de la pelirroja.
— Cale-nim. Lo siento, fuiste la única persona que me vino a la mente. — Choi Han dijo con desesperación. Al haberse apresurado en llegar quedo hecho un desastre total.
Cale se sentía aterrada ante este suceso. Detrás de Choi Han estaba Hans el cual también se notaba preocupado con un tanto de confusión en su mirada.
Había, además, una persona en la espalda de Choi Han y otra que estaba detrás de él. Rápidamente notó que quien estaba en la espalda de Choi Han no era otra que el miembro de la tribu Lobo, Lock.
Entrando en la realidad se corrió y rápidamente abrió la puerta.
— Entra por ahora.
Lock de la tribu lobo azul, el sucesor del Rey Lobo, parecía estar en un estado peligroso. El niño de aproximadamente 13 años estaba pasando por el dolor antes e transformarse en modo berserk por primera vez en su vida.
Cale no entendía porque esto, que debía estar parando en aproximadamente un año más tarde como en el fic, estaba ocurriendo ahora mismo. Sin embargo no era momento de divagar sobre esto.
Vio la preocupación en el rostro de todos y solo dijo.
— No se preocupen.
Cale dejó pasar a Choi Han con Lock y a Rosalyn quien era la tercera acompañante del peli negro. Cale le ordeno a Hans ir a traer bebidas con el fin de que se fuera y no entrara en la habitación.
Con Hans fuera, Cale señaló la cama a Choi Han quien la observaba.
— Acuestalo primero.
— Entendido.
Con cuidado Choi Han coloco a Lock en la cama. Para ser un niño era bastante alto según la opinión de Cale.
— Haaaaaah, haaaaaaaa, haaaaaah
Lock resoplaba y hacia lo posible por mantener los ojos abiertos. Se via bastante débil en ese estado. Era inevitable a estas alturas que llegara a su estado de locura.
Cale se acercó a la cama y se sentó a un lado del niño colocando la cabeza del menor en su regazo mientras le acomodaba algunos mechones y le decía.
— Solo mantén los ojos cerrados. No hay necesidad de esforzarse.
La voz severa de Cale llegó a los oídos del débil Lock, quien aún resoplaba y llamaba a su fallecido tío. Lock sentía que las palabras que estaba recibiendo de esta persona eran las misma que su tío le había dicho al protegerlo antes de morir.
— Todo estará bien... — Cale le acariciaba la cabeza tratando de relajarlo y seguía hablando— Todo estará bien, lo prometo.
Cuando Cale se aseguró de que el niño cerró los ojos y dejó de forzarse, se levantó cuidadosamente de la cama, pero fue retenida por la mano del chico quien se negaba a soltarla.
— p-por favor... no te v-vayas...
— Vas a estar bien ¿de acuerdo?. Voy a estar aquí, no tengas miedo.
Acaricio la cabeza del menor una vez más, tranquilizandolo y logró que le soltara la mano.
Tanto Choi Han como Rosalyn miraron esto con asombro, pero se quedaron al margen para no interrumpir. Sin embargo la preocupación de Choi Han fue superior.
— Cale-nim ¿por qué Lock está asi?— Cale no respondió pero él siguió hablando— Las pociones tampoco funcionan. Según Rosalyn, la tribu de los lobos no puede usar pociones y la magia curativa tampoco parece funcionar. No se que debo hacer, necesito protegerlo. Se supone que debo protegerlo.
Choi Han estaba desesperado, su cabeza estaba gacha y tenía los puños apretados. Si Cale no hacía algo, el que se volvería loco sería Choi Han y eso sería una catástrofe.
— Cálmate.
Choi Han pudo sentir que luego de esas palabras unas manos frías se posaban en su rostro y lo obligaron a mirar hacia arriba. Se encontró con un rostro hermoso, delicado y estoico.
— Cale-nim...
— Si confías en mí, déjamelo a mí.
— ... confio en ti.
— Entonces, eso es suficiente.
Cale confirmó que Choi Han se había calmado antes de soltar su cara y volver su mirada hacia Rosalyn.
Rosalyn, la primera sucesora del reino de Breck, quien dejaría todo de lado con el fin de cumplir su sueño de convertirse en la mejor maga y mejor maestra de todas.
Rosalyn le recordó a Cale a una rosa roja, su cabello era rojo pero era más brillante que el de Cale. Sin embargo Cale pensaba que la personalidad de Rosalyn era más parecida a la de un sol.
Rosalyn no puso en su vista, ni a Lock, ni a Choi Han y menos en Cale. Sus ojos estaban concentrados en la esquina de la habitación. Más precisamente estaba mirando a la silla en donde se encontraba el dragon.
— ... ¡Esta aura, esta fuerte aura de mana!— sus manos estaban temblando.
Cale sólo pudo suspirar. El dragón parecía sentir curiosidad por el mago, por eso le enviaba mana y le mostraba habilidades que un mago cualquiera nunca podría presenciar.
El dragón hacia esto porque parecía estar feliz.
Cale miro al lugar en donde estaba el dragón y con una voz suave comenzó a hablar.
— Para. Quédate quieto.
Casi al instante, Rosalyn respiró hondo y rápidamente volvió a la normalidad. El dragón había dejado de envíar mana y Rosalyn no podía dejar de temblar mientras dirigía su mirada a Cale.
— Qué fue lo que...
Cale la interrumpió y señaló a la cama con Lock acostado.
— Esto es más importante ahora mismo.
—Ah — la experiencia de Rosalyn se calmó rápidamente. Miró a Lock y le preguntó a Cale. — ¿Qué está pasando con Lock en este momento?
Por el bastón en la mano de la maga dedujo que llegaron rapido gracias a que uso su magia de teletransportación.
— Eres un mago ¿verdad?— Cale recibió un asentimiento de la contraria y continúo— ¿Has oído algo sobre el modo berserk de las tribus bestias?
— Ah... Leí sobre el modo berserk de la tribu lobo en los libros, sin embargo no leí nada sobre el calor y sobre sentir dolor.
— Es porque es su primera vez .
— ¿Perdón?
Cale les explicó que la primera vez en la transformación, solían perder la cordura debido al dolor físico al transformar su cuerpo. Pero que si lograban pasar esto, podrían controlar su transformación y usarla como arma en el futuro.
Cale observo a Lock antes de continuar.
— Se volverá loco muy pronto.
Cale miró a Rosalyn, quien asintió con la cabeza y habló.
— No se que tipo de persona eres, pero puedo leer la situación... Es un niño.
— Lo se.— dijo mientras se volvía a sentar a un lado de la cama y acariciaba la cabeza de Lock
Cale iba a ayudar, no quería ver a este niño sufrir.
— Mamá...
En ese momento los niños se acercaron con curiosidad hacia Cale y Lock dejando sorprendida a Rosalyn quien por alguna razón no los había notado. Choi Han solo sonrió.
Hong se sentó en las piernas de Cale y On se quedó parada a un lado.
Lock pudo sentir la presencia de más gente bestia a su alrededor y comenzó a enseñar sus dientes y a gruñir. Choi Han se estaba preocupando de que atacara a los niños.
Sin embargo Hong que estaba más cerca se transformó en gato y golpeó levemente la boca de Lock como diciendo que se calmara. Luego miro a Cale con ojos que decían que debía apurarse y ayudarlo.
— Él está bien.
On y Hong se tranquilizaron un poco. On se transformó en gato también y se acercó a Cale y a su hermano.
Rosalyn no entendía nada mientras miraba boquiabierta a los niños que ahora eran gatos y se dejaban mimar por Cale. Miro a Choi Han en busca de respuestas pero este solo le dedico una leve sonrisa.
Iba a hacer una pregunta sin embargo no llego siquiera a formular palabras cuando entro el mayordomo Hanz con unas bebidas. Entonces oyó a Cale hablar y darle órdenes.
— Hans, trae algo para llevarlo.
— ¿Per- perdone?— vio como Cale señalaba al niño en la cama.
— Ponlo y llévalo al campo de entrenamiento subterráneo. Oh, asegúrate de que todos los caballeros estén fuera de la arena y que no haya nadie allí.
Ignorando la confusión en el rostro de Hans, Cale lo apuró a hacer su trabajo. Hans solo pudo obedecer y fue a buscar algo para llevar al niño.
Cale volvió a dirigirse a Choi Han y a Rosalyn.
— Choi Han. Y tu...
— Es Rosalyn.
— Bueno, Rosalyn.
Ambos apartaron la mirada dé la cama para mirar a Cale.
Se notaba preocupación, desesperación y sinceridad en sus miradas, que los hacían parecer buenas personas. Cale habló
— Ustedes dos necesitarán ser golpeados un poco.
— ¿Disculpa?
Después de unos minutos de silencio, Rosalyn parecía sorprendida, mientras que Choi Han espera en silencio las palabras que diría Cale.
— Normalmente, cuando las personas bestias con sangre de bestias salvajes como la tribu lobo, la tribu tigre y la tribu oso se vuelven locos por primera vez, sus padres y hermanos ayudan a cuidarlo. Toman todos los ataques del individuo enloquecido y los protegen para asegurarse de no se lastimen. Así es como protegen a sus hijos.
Cale miró con pena al niño que estaba siendo colocado en una camilla y continuo hablando.
— Puedo decir que no es opción para este niño ahora. — con un aplauso Cale miro a los dos en frente de ella— Por eso vamos a fingir que ustedes son la madre y el padre, bueno si no es de tu agrado, pueden ser el hermano mayor y la hermana mayor. Ustedes dos necesitarán descubrir cómo protegerlo.
Choi Han y la llena de preguntas Rosalyn aceptaron esto y siguieron Cale al campo de entrenamiento. En el camino les explicó que la transformación podría durar dos horas y que ellos debían aguantar lo más posible.
Cale ordenó que nadie, ni siquiera Hans y Ron, entraran en el campo. Y así quedaron solo Tres personas, dos gatos y un dragón invisible dentro del lugar.
La transformación que tuvo Lock entonces, fue impresionante. Se hizo más alto, tenía colmillos, garras y un pelaje azulado combinado con gris en todo su cuerpo.
Choi Han y Rosalyn se enfocaron en evitar los ataques y recibirlos de vez en cuando, tratando de evitar lastimar a Lock.
Cale y los niños gato junto con el dragón estaban mirando todo desde un balcón que dejaba ver todo el campo de entrenamiento. Tanto Cale como los niños estaban siendo protegidos por los escudos del dragón negro. Cale lo felicito por ser tan asombroso.
Cale entonces insistió a los niños a que aprendieran de los ataques de Lock para saber como acabar con alguien más grande que ellos y poder defenderse. También les dijo que si alguna vez pasaban por la transformación enloquecida, acudieran rápidamente a ella y los ayudaría.
Ambos gatitos se emocionaron y comenzaron a observar toda la batalla con interés.
Cale le dijo al dragón negro que observara a la maga Rosalyn y Choi Han, que observara como evitaban dañar a Lock e hiciera su propio juicio de la batalla. Así el dragón se unió a los gatitos.
Mientras dejaba que los niños observaran la pelea ella se puso a pensar que pudo haber hecho que la transformación de Lock se adelantara tanto. Penso en que Pendrick, el elfo que se convertiría en la figura paterna de Lock aún estaba vivo.
Lock, en el fic, se volvía loco tras la muerte de Pendrick, pero a estas alturas todavía debería seguir vivo y además aún no debería de conocerlo...
(Pensaré en ello luego)- se dijo a si misma.
Estuvieron peleando y observando aproximadamente dos horas completas. Choi Han y Rosalyn comenzaba a agotarse, pero el más exhausto fue Lock.
— Hufff, huff, Hyung...
Choi Han reaccionó y corrió hacia el asombrado lobo haciendo que Cale se pusiera de pie.
—Noo- noona— Lock también pudo reconocer a Rosalyn.
Rosalyn se apresuró y abrazo a Lock.
— Yo, huff, huff, lo siento...
Lock estaba recuperando por completo su racionalidad, obteniendo así una perfecta primera transformación en modo berserk. Lock, aún con su transformación, apoyo su cabeza en el hombro de Rosalyn y luego, el niño de 13 años, comenzó a llorar.
Rosalyn palmero con cariño la espalda de Lock, dejandolo desahogarse tranquilamente.
Poco a poco se fue volviendo a su forma humana. Estaba comenzando a caer pero fue retenido por Choi Han.
Lock estaba haciendo todo lo posible para no desmayarse, tenía miedo de volver a su estado de locura si llegaba a cerrar sus ojos.
En ese momento, una mujer bastante guapa que llevaba dos gatitos llego frente a este niño que hacía lo posible por no cerrar los ojos.
(Tio)- era la mujer que le dijo las mismas palabras que su tío. Ella habló.
— Puedes descansar ahora — la mujer sonriente y puso su fria mano en la mejilla del menor calmandolo y provocándole alivio y sueño— Todo ha terminado ahora.
Al escuchar esas palabras, se relajo y se desmayo en los brazos de Choi Han. El peli negro colocó con cuidado a Lock en la camilla.
Los gatitos saltaron de los brazos de Cale y se acercaron lentamente a Lock.
Cale, que llevaba una bolsa especial con ella, sacó una poción y se la arrojó a Rosalyn.
— Pero... ¿las pociones no funcionan en Lock?
Cale la miro como diciendo que por qué devia algo tan obvio y respondió a la confundida Rosalyn.
— ¿Por qué le daría una poción a alguien de la tribu lobo? Eso es para ti. Luchaste bastante.
Cale se puso una mano en la cintura mientras contestaba casualmente.
Rosalyn entonces pudo observar detenidamente a la mujer que estaba delante suyo.
Era una mujer con un buen cuerpo, de ojos color marrón rojizo que se veían profundos. Se veía un tanto débil pero exudaba un aura de líder y de confianza. Su cabello le recordaba a la sangre y era bastante largo a pesar de estar atado en una coleta alta. Y su vestimenta...
Antes no se percató de que vestía de una manera no tan femenina considerada para la nobleza. Es decir, sí, ella misma estaba vestida de pantalones, pero era para pasar desapercibida y ser tomada como una campesina más.
Ver a alguien que era una noble andar tan confiadamente vestida así en un lugar donde la gente podía verla y hablar de ello... era sorprendente.
(Ella es interesante)- pensó mientras sonreía. Rosalyn, quien aún no había olvidado el maná que sintió en la habitación de la chica y las capas de escudos que la protegían durante la pelea, aún tenía muchas preguntas. pero sólo atino a decir.
— Muchas gracias — ante todo debía agradecer primero.
— No hay de qué.
Cale respondió casualmente y se alejó con los brazos cruzados.
Ahora debía averiguar qué es lo que había pasado.
— Choi Han... Necesitamos hablar.
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Notes:
Bueno... No tengo mucho para comentar la verdad...
Pero ando frustrada 😩
¿Por qué? Básicamente porque estoy en bloqueo de escritor...
Osea, como saben esto está primero en Wattpad en dónde ya tiene 40 capitulos subidos... El tema es que me trabe allí, ¡y la puta madre! La idea del próximo capítulo la tenía pero ya se me fue la inspiración 😭
En fin boludeces mías nada más 🙂↔️
Por otro lado, no me acordaba que Alberu iba a tardar un montón en aparecer. Osea, ya van casi 20 capitulos y no sale mi chocolate cubierto de oro 🫦
Mucho ChoiCale hasta ahora 🫣
Pero bueno, equis...
Nos vemos mañana pollitos😘❣️
Chapter 20: 19. Confesar y prometer
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale dejó el lugar de entrenamiento junto con Choi Han.
— Hans, Ron. Guía a las dos personas que todavía están en la arena. Y has que Lucia se encargue de la joven dama de allí. — miro por un momento al joven lobo. — a el niño denle una habitación cercana a la mía. Mis hijos parecen interesados por él
Cale fingió no mirar la cara sorprendida de los gatitos al ser descubiertos y empezó a caminar.
— Como ordené joven señorita.
Cale hizo, que Hans y Ron, que estaban esperando afuera de la entrada del primer piso, cuidarán de Rosalyn y Lock mientras Cale regresaba a su habitación con Choi Han.
Se sentaron ante la mesa que aún tenía los platos con comida que no se pudieron terminar y que ahora estarían fríos.
— Cuentame todo.
Recibiendo un asentimiento por perte de Choi Han, fueron directo al grano sin dar más vueltas al asunto.
— Todo fue bien hasta que conocí a Rosalyn — hizo una breve pausa a lo que Cale le indicó que siguiera.— Todo fue como indicó Cale-nim, llegue a la ciudad, encontré al gremio de comerciantes que se dirigía a la capital, aunque más que gremio eran como cinco personas en realidad. Ellos casualmente estaban buscando mercenarios para protegerlos ya que sus guardias estaban heridos.
En la novela Choi Han y Rosalyn se convierten en dos mercenarios. Hasta ahora todo era como debía de ser.
— Ahí fue en donde conocí a Rosalyn, que era como describirte. Ella y yo nos unimos como mercenarios y con el pasar de los días nos volvimos amigos.
(¿Amigos? Alguien tan cautelosa como Rosalyn ¿había bajado la guardia con Choi Han?)- Cale tenia una cara de no entender nada.
Choi Han se veía avergonzado, su personalidad era de ser alguien cerrado ante las personas. Pero la llegada de Cale a su vida, cambió muchas cosas.
Cale seguía preguntándose como alguien que fue perseguida y a la cual trataron de asesinar, bajaría tanto la guardia y tan rápido. Originalmente Rosalyn se dirigía a conocer la torre mágica en el reino de Whipper desde el reino de Breck, pero en el camino alguien trata de asesinarla. Con esto ella buscaría información en el reino de Roan para saber quien fue quien mando a matarla.
(Rosalyn y Choi Han no se acercaban tanto hasta conocer a Lock, pero aquí fue antes...)- inconscientemente Cale empezó a molestarse y su rostro lo delataba.
Choi Han, pensó que dijo algo malo al ver el ceño fruncido en el rostro de Cale, por lo que optó por seguir dando su informe.
— ejem... luego de unirnos viajamos hasta donde indicó Cale-nim. Pero desde ahí todo empeoró .
Cale empezó a prestar atención, ahora venía lo más importante.
Choi Han relato como se encontraron con el guardia quien los guiaria a buscar un pedido en la Tribo de Lobo Azul, como cuando llegaron al destino no apareció nadie y este guardia les pidió ayuda para ir a revisar el problema.
— Cale-nim ... allí vi algo con lo que estaba familiarizado...— tanto Cale como Choi Han estaban en un ambiente bastante tenso en ese momento. — Vi una estrella roja y cinco estrellas blancas.
El logo de la organización.
La expresión de Cale se puso rígida. Choi Han estaba furioso mientras recordaba el pasado y apretaba sus manos en puño.
Choi Han le contó que allí todo estaba destruido, había varios cadáveres. También dijo que cuando murió la persona que trataba de defender a los 10 niños que estaban a punto de ser llevados, otro niño, que era Lock, saltó a defender a los menores.
Le dijo que él perdió el control y atacó a todos, no los mató con el fin de buscar respuestas pero ellos se suicidaron.
Pero lo peor para él, fue presenciar como un tipo bebía la sangre de los lobos muertos.
(Ese maldito Mago Bebedor de Sangre)- pensó Cale.
Ese lunático es quien provocaría el incidente en el baile real. Cale se agarró la cabeza con frustración.
Choi Han, le dijo que dejó a los niños con el comerciante que los acompañó mientras él y Rosalyn trataban de ayudar a Lock.
El peli negro estaba tan enojado al recordar que esos tipos eran los mismos que habían atacado Villa Harris que se podía ver el aura siniestra que desprendía.
Cale mientras que trataba de procesar la información e intentaba no asustarse por el punk enojado delante de ella, tomó una decisión.
La pelirroja agarró un pastelito dulce que había en la mesa y se dispuso a comerlo mientras se levantaba e iba hasta el armario. Sabia que el enojado punk estaba curioso, que debía preguntarse muchas cosas.
— Ah~ *suspiro* Creo que debo contarte algunas cosas... — le dijo mientras sacaba una capa del armario y se la ponía, subiéndose la capucha.
— ... ¿pero no todo?. — pregunto curioso. Noto que iban a salir en ese momento.
Cale camino en dirección a la puerta abriéndola y saliendo de su cuarto.
— Así es. Pero, tendremos que dirigirnos al Templo del Dios de la Muerte.
Cale aviso a un Ron disconforme y a un curioso Hanz que iba a salir un momento acompañada por Choi Han.
Mientras se escabullian para no ser notados por los curiosos a los cuales les gustaban espiar la vida de los nobles, Cale le daba más información de lo que harían en el templo.
— Planeo decirte dos verdades... — ella sonreía como si fuera algo divertido, pero lo que salió de su boca no era divertido en absoluto. — Te diré la verdad, poniendo mi vida en juego.
Choi Han se detuvo en shock, su cuerpo temblaba y se afligio un poco. Pero tenía que seguir a Cale, por lo que se obligóa si mismo a seguirla.
Al llegar al templo, el cual por alguna razón era todo blanco, ellos entraron y fueron recibidos por dos sacerdotes allí.
— ¡Que seas bendecido con un descanso tranquilo!— les dijeron ambos sacerdotes a la vez.
Los sacerdotes del dios de la muerte solían ser muy animados, porque para su filosofía la muerte no era el fin, decían que se debía disfrutar la vida hasta la hora de tener un descanso Pacífico.
— Sacerdote-nim... ¿Hay una sala de la muerte abierta?
La mirada de los sacerdotes se endureció y miraron de arriba a abajo a Cale y Choi Han. Una era una perosna noble, guapa y se notaba que era Rica, mientras que el otro parecía un mendigo pero se notaba fuerte.
— ¿La muerte de quién pondrás en juego?
— La mía... Voy a arriesgar mi vida.
Ambos sacerdotes quedaron boquiabiertos.
— Cale-nim... — Choi Han llamo la atención de Cale poniendo una mano con cuidado en el hombro de la más baja— no es necesario hacer esto... Yo te creeré, sea lo que sea que me digas, yo creo en ti.
Dijo con firmeza, pero ella solo se limitó a sonreírle y habló.
— No, no me creerás, por eso te traje aquí. — Cale saco la mano de Choi Han de su hombro y volvió su mirada a los dos sacerdotes. — Sacerdote-nim... ¿la habitación?
— Si, tenemos uno. Lo prepararé de inmediato. Por favor diríjase al sótano.
— Gracias.
Cale comenzó a caminar por detrás del sacerdote, seguida de Choi Han el cual tenía una expresión dudosa. Después de caminar un tiempo, el sacerdote abrió una puerta para revelar una escalera que conducía al sótano.
— La muerte te espera en el fondo.
— Excelente, vamos.
El sacerdote aún miraba a Cale con interés en el rostro. Pero los dejo seguir tranquilos mientras el los guiaba.
La "muerte" que se mencionó también significaba "voto". En ese momento Cale no pudo evitar pensar en la sacerdotisa Cage.
Choi Han, quien seguía a Cale con muchas preguntas y preocupaciones en su mente, por fin decidió hablar.
— ¿Es necesario hacer esto? Cale-nim, no quiero hacer nada que pueda perjudicarte.
— Si realmente crees que no necesitamos hacer esto, te haré saber una de las verdades por adelantado ¿qué piensas?
— Esta bien. Por favor dímelo, yo confío en ti.
Con una sonrisa y frotándose casualmente la barbilla con una mano, Cale escupió la verdad sin más .
— No conozco la identidad de la organización secreta ni su objetivo.
— ...¿qué?
Las pupilas de Choi Han comenzaron a temblar. Y antes de poder decir algo más, el sacerdote les indicó que llegaron a la sala y que ya podían ingresar, mientras los dejaba solos.
Cale vio como Choi Han parecía tener una lucha interna, pero decidió ignorarlo y entrar sin más. al igual que el templo, la sala era Blanca ocupada con sillas y una mesa, todo era blanco, a excepción del sacerdote que tenía la boca y oídos tapados.
Era el sacerdote sordo. Aunque Cale no confiaba mucho en esto, sabía que si el sacerdote veía o escuchaba algo pagaría con su vida. Cale saludo como es debido y se les indicó que se sentarán.
El sacerdote entonces les acercó un papel que decía.. .
[Para la persona que está arriesgando su vida. La mano del Dios de la Muerte tocará al que vino contigo. Una vez que eso suceda, puedes decir tu voto. Si rompes tu voto, la muerte te espera]
Cale pensó que esto era algo perverso, sin embargo ya estaba haciendo esto. Espero a que Choi Han leyera el papel antes de devolverlo.
Luego el sacerdote levantó ambas manos y cuando lo hizo la habitación empezó a temblar. Una especie de humo negro comenzó a rodear al sacerdote, este humo envolvió también a Cale y Choi Han formando una conexión entre ellos.
Cale podía sentir que si ella rompía el voto podría morir de verdad, pues esa conexión fue algo difícil de explicar. Choi Han se sentía nervioso y estaba preocupado por la vida de la pelirroja, ese lazo que los unía no era una broma.
Choi Han no quería hacer esto, no queria que Cale se arriesgará así, pero lo que ella le dijo antes despertó su curiosidad. El necesitaba saber más sobre aquella organización, necesitaba poder vengarse de esos bastardos.
Volteo a verla solo para notar que ella estaba bastante tranquila a pesar que su vida estaba en juego.
Cale dijo una frase que generalmente se dice antes de hacer el voto.
— Yo, Cale Henituse. prometo decirle la verdad a Choi Han frente al Dios del Descanso Eterno y, si lo que digo es una mentira, moriré inmediatamente en este lugar para pagar el precio.
Choi Han estaba tenso, tenía miedo, esperanza y quería seguir confiando en Cale. En su cara se notaban diversas emociones.
Cale pensó por un momento que podía decirle y optó por omitir la parte en la que ella era un transmigrador y que sabía que esto era una novela. Tal vez le diría cosas, pero eso sería en el futuro lejano. Choi Han no necesitaba saber mucho de cómo ella conocía ciertas cosas.
—Como te comenté antes... Yo, Cale Henituse, no conozco la identidad de esa organización.
Choi Han se había cubierto la cara con ambas manos, espero un momento antes de destaparse los ojos y ver que la pelirroja aún estaba viva. Suspiro aliviado pero su cuerpo aún estaba temblando y sus manos permanecían en su cara.
— Y quiero que sepas que, con lo siguiente que voy a decir, soy completamente honesta. — al sentir el tono serio de Cale, Choi Han se destapó la cara y la miró. — Desprecio a la organización y espero que desaparezca.
Choi Han quedo en shock. Miro el hilo negro que lo conectaba a Cale y a él, luego miro al sacerdote. Por suerte ella aún vivía, pero él estaba algo confundido.
— pero... ¿cómo puedes odiarlos si no los conoces?
— Porque supe de un par de cosas terribles que planeaban hacer. El dragón negro y Lock eran dos de ellos. Choi Han...
Cale se señaló a sí misma en ese momento.
— He vivido mi vida como una basura... por eso ello se volvió mi sueño. — Choi Han se puso rígido ante esta confesión. — No tengo ningún deseo de convertirme en la sucesora de mi familia. Mi hermano menor consanguíneo, Basen Henituse. Quiero que él sea quien herede el puesto como sucesor oficial.
Todo lo que Cale estaba diciendo era verdad. Y esta verdad solo dejaba sorprendido al peli negro que escuchaba todo esto.
— Entonces te preguntaras... ¿por qué habría venido a la capital como representante de la familia Henituse, cuando pude negarme y dejar que Basen fuera quien viniera aquí en mi lugar?
— ... No estoy seguro. — respondió luego de pensarlo un momento.
— Es porque sé lo que la organización secreta planea hacer en la capital. — las pupilas de Choi Han se dilataron en ese momento. — No puedo responder cómo lo se. Pero planean matar a mucha gente allí y no pienso dejar que Basen vaya a un lugar en donde podría salir lastimado o algo peor. Yo quiero evitar que suceda ese incidente. Luego de ocuparme de ello planeo volver al territorio de mi padre.
—... ¿No puedes decirme cómo lo sabes?
— Correcto. No puedo decírselo a nadie, no importa quién sea.
Choi Han estaba procesando todo lo que había escuchado de la pelirroja con su cabeza mirando hacia abajo. No sé sentia decepcionado ni nada, pero solo quería saber más, sin embargo debía haber una razón por la cual ella no podía decirle ciertas cosas y de ser así no la presionaría más, ella ya hizo mucho.
El tren de pensamiento de Choi Han fue detenido por una dulce y calmada voz.
— Como recompensa, te diré una cosa más. La última verdad. — el peli negro levantó la cabeza e hizo contacto visual con Cale. — Yo no tengo ningún deseo de hacerte daño.
Cale habló con seriedad y con confianza.
Choi Han con el ceño fruncido cerro sus ojos con fuerza en ese momento, no quería mirarla, tenía miedo. Se golpeó varias veces el muslo de su pierna con una de sus manos en puño obligándose a mirar en dirección a Cale y cuando lo hizo se encontró con el mismo rostro serio de siempre, que aún respiraba y lo observaba con calma. Se relajo un poco antes de hablar.
—... yo confío en ti... Pero Cale-nim. — Choi Han se mordió el labio antes de continuar. — Por favor, prometeme una cosa más. Entonces confiare en ti por completo sin dudar jamás de lo que digas.
Cale se sintió dudosa, eso fue inesperado. Pero si era necesario, ella podría doblar un poco la verdad en ciertas situaciones para su beneficio. Bueno tampoco podía negarse en esta situación asi que aceptó.
— Por supuesto. ¿Qué es?
— Cale-nim, yo jamás he odiado a alguien o algo en toda mi vida, pero esa maldita organización... necesito vengarme de ellos. — Cale estaba escuchando atentamente cada palabra. — Por favor, si averigua algo de ellos, digamelo lo más pronto posible.
— Ah... bueno seguro. (Pensé que pediría algo más difícil)— penso y la comisura de sus labio se levantó levemente .
Cale agrego unas palabras acorde al pedido de Choi Han y así termino su voto. Ella entonces levantó su mano y golpeó la mesa llamando la atención del sacerdote quien abrió sus ojos.
El sacerdote eliminó el humo y ambos allí pudieron sentir el poder del voto. Cale entonces saco un cheque de su bolsillo, el cual valía por 10 mil gallons, y lo dejo en la mesa en frente del sacerdote. Luego de eso se levantó y comenzó a caminar a la puerta.
Choi Han estaba confundido, miró entre Cale, el cheque y al sacerdote. Entonces Cale le tuvo que explicar.
— Nada en esta vida es gratis.
— Ya veo.
Cale y Choi Han salieron del sótano hasta llegar a la entrada principal del templo en donde fueron despedidos por los dos sacerdotes del inicio.
Ellos se encontraban caminando en dirección a la residencia Henituse cuando Cale le dijo algo más a Choi Han.
— Para tu referencia, ese mago loco, esa persona es el líder del incidente que sucederá en la capital.
— ... ¿puedo matarlos si los veo?
— ¿Por qué me haces una pregunta tan obvia? Hazlo como quieras.
— Sí, me asegurare de matarlos .
Cale no podía soportar al enojado y cruel de Choi Han, por lo que se apartó un poco para su propia protección.
Luego de caminar por un tiempo, al pasar por un callejón que los dirigía directamente a la mansión, Cale fue detenida por la voz del peli negro.
— Cale-nim. Yo necesito decirte algo.
Cale volteó a verlo con curiosidad. Era raro que hablase hasta ahora y además parecía serio en lo que iba a decir.
— Entonces adelante, dilo.
En ese momento Cale vio como de repente Choi Han se arrodilló frente a ella. Se miraron fijamente durante un tiempo.
Choi Han solo pudo deslumbrarse ante la vista. Porque aunque fuera de noche y ella estuviera oculta com una capucha, aún se podia apreciar su delicadeza y su belleza, era como una flor delicada en medio de la noche. Se sonrojo un poco ante tal pensamiento. Pero hablo.
— Cale-nim, haz causado un gran impacto en mi vida desde que te conocí, me haz ayudado bastante y lo sigues haciendo, por eso yo...
Cale a estas alturas estaba nerviosa, no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
( ¿qué demonios está haciendo este punk?) ‐
Choi Han bajo la cabeza, puso su mano en una de sus rodillas y con la otra agarró la empuñadura de su espada.
— Yo, Choi Han, te entrego mi lealtad. Quiero que me concedas el honor de ser yo quien te proteja. Quiero ser yo al cual uses de escudo. — Choi Han hablaba en serio— si necesitas usarme, no dudes en hacerlo, yo seguiré todas tus órdenes al pie de la letra. Si alguna vez llego a ofenderte, castigame hasta que puedas perdonarme. Yo...
— Suficiente.
Cale puso una mano en frente para detener a Choi Han. Se estaba poniendo colorada e iba a empeorar si él seguía hablando.
Ella no entendía como él podía depositar su confianza en una basura como ella.
— Choi Han, yo no merezco tal honor — el nombrado miro hacia arriba con una expresión en blanco. — No hice nada que sea tan importante como para que confíes tan ciegamente en mi. Yo soy una basu-
— ¡Tonterías!
Rápidamente tomó con delicadeza la mano de Cale que estaba en frente suyo e impidió que siguiera hablando.
— Cale-nim, hiciste mucho por mi, me ayudaste siempre y lo sigues haciendo ahora.— él beso el dorso de aquella delicada mano pálida. — Me ayudaste a salir adelante luego de perder a gente importante en mi vida, me diste un lugar en donde descansar. Me alimentaste y me diste ropa que vestir. Garcías a ti pude hacer nuevas amistades y tener una nueva familia. Me enseñaste a que yo también puedo proteger y eso quiero hacer por ti, quiero protegerte.
Apoyo su frente en el dorso de la mano de ella.
— Por favor Cale Henituse, permíteme protegerte y darte mi lealtad. Es lo menos que puedo hacer por ti.
Cale no sabía que hacer, pero sabía que no podía negarse en ese momento. Además si lo pensaba, no le vendría mal que la protegieran.
— Yo ah~ *suspiro* acepto tu protección. Es gratificante saber que puedo confiar en ti. Pero ahora, por favor levántate.
Ella lo ayudó a pararse. En ese momento lo miro y ella juró ver una cola moviéndose de un lado a otro
— Gracias Cale-nim, cumpliré mi palabra. — hizo una reverencia y le dedico una sonrisa que casi deja ciega a Cale.
La pelirroja sintió ternura en ese momento, le recordó a un cachorro que alguna vez tuvo cuando era pequeño, el cual se ponía feliz cada ves que lo acariciaban, y no pudo evitar acariciar la cabeza de Choi Han en respuesta.
— Como sea, volvamos. Aún tengo hambre y supongo que tu igual.
El eufórico Choi Han asintio como respuesta y Cale se volteó.
Sin más demoras se dirigieron a la mansión en un silencio que no fue incómodo. Fue un silencio tranquilizador para ambas partes.
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Ese mismo día en otra mansión en la capital...
Cierto rubio psicópata fantaseaba con un bello Ángel de cabellos rojos como la sangre más limpia y pura que jamás haya visto antes.
Venion Stan se encontraba feliz en su estudio mientras pensaba en la belleza de la hija mayor de los Henituse.
Desde que se vieron la última vez, no dejó de pensar en ella. Sin embargo gracias a que algún bastardo decidió robarle 'su' dragón, se vio obligado a solucionar los problemas que este le causó y eso incluía el enojo de su padre.
La paso de la peor manera esos días.
El haber recibido un informe de sus secuaces, los cuales estuvieron vigilando la mansión Henituse, le alegro el día. Saber que Cale ya se encontraba hospedandose en la capital le sacó una sonrisa.
Cale para él era lo mejor, ella se convirtió en su amor. Se había enamorado de su belleza y actitud inquebrantable. Él sentía la necesidad de querer dominar esa alma tan libre, quería educarla, retenerla, hacerla rogar y verla quebrarse de a poco.
Y pensar en eso, para el se volvió algo excitante.
En esos días lo había pensado mucho y muy detalladamente sobre que hacer al respecto a estas emociones. Y claro que tomo una decisión.
El se casaría, como fuera, con la pelirroja.
Si se casará con ella tendría muchos beneficios. Por un lado está el hecho de que ella era la mayor y era la que más derecho tenía a la herencia de la Rica Familia Henituse. Había registros de que ella solía ser una persona talentosa en todo los ámbitos artísticos y sobre todo en la administración.
Y ni hablar de la extrema belleza andante que era la pelirroja. Eso le gustaba aún más.
Si a Cale se le quitaba el hecho de que era una basura, era la mejor candidata a esposa.
Y con ello en mente Venion ordeno a sus mensajeros que escribieran una carta y se la enviaran al conde Deruth Henituse. Venion le pediría la mano de Cale en matrimonio.
Y esa tarde fue enviada al condado Henituse....
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En esa tarde fue que casi ocurre el peor desastre en el condado Henituse ...
Todo empezó cuando el conde Deruth se encontraba revisando las cartas que le habían llegado mientras comía tranquilamente con los demás miembros de su familia.
En un momento, una carta en específico le llamo bastante la atención, por lo cual la leyó antes que otras que tenía en frente.
Pero al leer el contenido y la persona que se lo había enviado estallo en furia y enojo.
— ¡¿QUÉ?!
En ese momento se escuchó un estruendo. Deruth golpeó la mesa con amabas manos y se paró de golpe sorprendiendo a todos allí presentes. Si te concentrabas podrías ver humo saliendo de la cabeza que ahora estaba roja de ira en aquel hombre.
— ¡¿COMO SE ATREVE?! ESTE DESCARADO...
— Querido...
Violan que estaba sorprendida, tomó la carta y la leyó con detenimiento antes de apretarla y hacerla un bollo todo arrugado.
— Ese ser despreciable.... Se atreve... — Aún que su voz no era fuerte, se notaba lo molesta que estaba.
Ella también se había enojado.
— Madre... — Lily se asustó cuando su madre reaccionó.
— Madre, padre, ¿qué está pasando?
Los mayores voltearon a ver a los menores y fue Violan quien habló primero.
— El tipo que se atrevió a ofender y a acosar a su hermana nos ha mandado una carta en petición de matrimonio para con Cale. — Aunque sonaba tranquila, había desprecio su tono de voz.
Hans, como buen informante, le había contado lo sucedido sobre el incidente en la villa Tolz y todo lo que Cale tuvo que soportar allí.
— Noonim, ¡ mi Noonim no hará tal cosa! — Expreso basen enojado y Lily asentía.
Ambos niños fruncieron el ceño ante esta horrible carta.
— ESTO ES LA GUERRA. NO VOY A PERMITIR ESTO.
Declaro Deruth mientras se alejaba furioso de la mesa. Violan y los niños reaccionaron al instante y fueron a detenerlo
No era necesario hacer tanto alboroto, solo necesitaban ignorar aquella carta y seguir su vida.
Evitarían que Cale se enterará de esto para no presionarla o hacerla sentir incómoda. Buscarían ayuda de personas que quieran protejer a Cale y les informaran sobre esto.
Harían lo posible por evitar que un bastardo como Venion se casara con Cale.
Lo que no sabían era que pronto les lloverán más cartas y no solo de Venion.
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Notes:
Me di cuenta que esta historia parece un ChoiCale, jajaja
¡PERO NO.!
Ni siquiera aprecio Aberu mi rey todo guapo.🛐
Todavía no defino con quien quiero que se quede jajaaj. 🫣
Pero la verdad es que hay muchas escenas entre Cale y Choi Han 🤭
No sé preocupen, no se preocupen, en esta historia no Defino aún la pareja oficial de Cale. 🙂↔️
Chapter 21: 20. La Reunión
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Luego de llegar del templo junto con Choi Han, Cale se fue directo a su habitación para poder descansar tranquilamente.
Sin embargo, a su llegada, Ron la fue a visitar ya llevarle una taza con un té de limón lo cual disgusto a la pelirroja.
Ron estuvo debatiendo durante días que debía hacer, pues necesitaba hacerle una petición a su joven cachorrita y por alguna razón se sintió preocupado cuando decidió hablar.
— Joven señorita, ¿puedo hacerle una solicitud?
— Cof cof, ¿qué? ¿Una solicitud? — Cale estaba bebiendo el té y casi se ahoga al escuchar dichas palabras por el asesino.
( ¿Este viejo taimado tiene una solicitud para alguien como yo, que cree que es inútil?)-
Los ojos de Cale se abrieron y volteó a mirar de inmediato a Ron, quien aún mantenía una sonrisa benigna en su rostro. Ella sintió un sentimiento de ominosidad con todo esto.
Se obliga a calmarse, poniendo un rostro serio y hablando de manera relajada mientras regresaba su mirada a la taza de té.
— Muy bien, ¿qué es?
Antes de compartir sus deseos, Ron miró cada expresión en el rostro de Cale, quería saber que estaba pensando la joven cachorrita pero su serena cara lo confundía mucho.
— ¿Puedo solicitar dos días libres?
— Oh — inconscientemente dejo escapar un grito ahogado. Frunció un poco el ceño y cerró los ojos al beber un sorbo de té.
Dejó la taza de té, tomó una de las manos de Ron y comenzó a hablar rápidamente, a diferencia de su estilo habitual.
—Sí, buena idea. Ron ha trabajado tan duro durante decenas de años, teniendo que cuidar, soportar y encargarte de esta basura de joven señorita. Seguramente fui y soy una carga para ti. Si quieres un descanso, puedes tomar todo el tiempo que necesites. Eres más que bienvenido a hacer eso.
Cale pensó que sería maravilloso poder sacarse de encima a Ron, pero aún lo necesitaba al menos hasta el incidente del baile. Por eso, que haya pedido dos días de descanso era algo perfecto, pues diría descansar sin tener que levantarse y ver la aterradora cara de su mayordomo.
Ron por otro lado sintió una puntada en el corazón. Escuchar que su joven cachorrita creía que ella era una carga, le dolió en lo más profundo. Miró a Cale en ese momento, estaba mirando aquellas manos delicadas que sostenían la suya con fuerza, sintió que aquellas manos aún eran pequeñas... Cale aún era una niña para él.
Ron quería decir algo, pero Cale fue más rápido. Ella se apartó de él y buscó en su caja fuerte en donde guardaba dinero y saco una bolsa. En aquella bolsa había una generosa suma de dinero. Con una sonrisa en labios se la dio en las manos a Ron quien la miraban con curiosidad.
— Aquí. Esto no es mucho, pero cómprate algo de comida deliciosa y disfruta tu descanso.
Ron miraba a la bolsa y a Cale sin comprender. Lo que ella de dijo lo descolocó y le hizo pensar en cuanto tiempo llevaba escondido cuidando a la basura de la joven cachorrita. Ahora estaba tratando de salir de su escondite, reiniciar su vida, pero podría ser un futuro caótico. Ron quería dejar a su hijo aquí, aquí estaría a salvo de todo aquello, sería cuidado.
Ron miró a la joven delante suyo.
— Joven señorita, ¿estará realmente bien?
— Claro que si, por supuesto. Ron, estás más que calificado para disfrutar un descanso — respondió con entusiasmo y una leve sonrisa salió de sus labios.
Ron originalmente había planeado irse en silencio con o sin Beacrox. Pero sus malditos sentimientos lo llevaron a preguntarle esto a Cale para ver que diría la joven señorita al respecto.
( ¿Querrá que me escape con esto?)-
Al escuchar lo que dijo Cale no pudo evitar pensar en que quizás, después de que ella se enterara que él es una persona fuerte, ella quisiera que él se alejara. Tal vez ella le tenia miedo ahora. Por ello pregunto.
— Joven señorita, esto es demasiado dinero. ¿Qué hará si tomo esto y me escapo?— su sonrisa era igual de benigna que siempre, pero su voz y su mirada se tornó fría.
Cale soltó una sutil carcajada que tomó por sorpresa a Ron.
— Jaja ¿crees que no conozco tu personalidad, Ron? Si fueras a correr, te habrías ido sin decir nada o simplemente hubieras dicho que te ibas. ¿Me equivoco?.
— ... Tienes razón. Eso es totalmente correcto.
Con una sonrisa en su rostro, asintió a las palabras de Cale. Si lo pensaba bien, esta joven lo había visto más veces que su propio hijo, de hecho, Cale podría ser la persona que mejor conoce al Ron actual.
Con amargura, acepto que se estaba volviendo viejo y que eso tal vez lo llevaba a preocuparse por cosas innecesarias.
— Volveré para servirte cuando te dirijas al Palacio Real.
— Si de verdad quieres... — Cale simplemente se encogió de hombros.
Ron miró a su desinteresada señorita y guardo la bolsa de dinero. Él iba a volver como sea, no podía permitir que Cale entrara al palacio luciendo peor que la familia real o los demás nobles. Ron no se permitirá jamás ver a la joven cachorra que crió siendo despreciada por otros.
— Entonces, saldré ahora.
Luego de esa despedida Cale, después de un tiempo, por fin durmió tranquilamente.
A la mañana siguiente quién la despertó fue Hans y no la aterradora cara de Ron. Esto la hizo sonreír haciendo que Hans se sonrojara al verla.
Ignorando al colorado Hans, quien para desgracia de Cale le sirvió té de limon por órdenes de Ron, la pelirroja ahora miraba a la puerta de su recámara en donde se encontraba cierto peli negro.
Al notar la mirada de Cale, Choi Han respondido a la pregunta silenciosa que le hacía.
— Mi lady, estoy aquí para protegerla a petición de Ron.
Cale frunció el ceño y tomó con disgusto aquel té, mientras Choi Han recordaba las palabras de Ron la noche anterior.
— ¿vas a alguna parte?
— si
— ¿dónde?
— Nada de lo que un niño como tú deba saber.
— ¿Has venido a hablar conmigo por Cale-nim?
— Así es. Aunque yo no esté aquí, lo estará mi hijo. Si se te ocurre acercarte demás a la joven señorita no vivirás para contarlo. - su mirada era fría y aguda.
— ... yo juré mi lealtad a Cale-nim, jamás me atrevería a ponerle un dedo encima o a dañarla -dijo con firmeza. — Mi deber es protegerla a toda costa.
— eso espero...
Esas fueron las palabras de despedida de Ron, y además fue la primera vez que Choi Han veía al Ron asesino y no al Ron sirviente. Sin embargo su tren de pensamiento fue interrumpido.
— Choi Han... ¿está Lock despierto?— pregunto mientras se levantaba de la cama para ir al baño.
— Si mi lady.
Cale se acordó de Billos, el cual llegaría pronto a la capital. Penso que podría conectar a Choi Han y a Billos entonces. También se acordó de los niños lobos quienes se encontraban al cuidado de cierto comerciante.
— ¿Qué pasa con los niños y el comerciante en la posada?
— Estaba pensando que podrías pasar por allí cuando regreses de la reunión.
—... ¿ Reunión?
Hans se acercó a la confundida pelirroja y habló.
— ejem. Joven señorita, la invitación de los nobles del noreste
— Ah — se había olvidado de ello, porque no le resultaba tan importante.
Empezó a fruncir el ceño de inmediato, pues sabía que si iba a esa reunión debía vestirse como una dama y no como ella quería.
— Además, la joven invitada desea charlar con usted.
Seguro era Rosalyn, ella era bastante inteligente como para notar que la fuerte fluctuación de mana que sintió ayer, podría llegar a pertenecer a un dragón.
Cale abrió la puerta del baño y le dio una orden a Hans antes de entrar.
— Desayunaré en mi habitación, asi que prepáralo. Después pregúntele a nuestra invitada si le gustaría desayunar juntas.
Hans iba refutar de que era medio día y que sería almuerzo en vez de desayuno, pero por su bien prefirió callar y asentir a la petición de su joven dama.
— Lo prepararé de inmediato.
— ah, y deja la puerta de la terraza abierta.
El dragón negro dormía a dentro en una camilla especial que era para cuando los niños se volvieran gatitos. Pero los niños como solían dormir con la pelirroja, le dejaron eso al pequeño dragón. Con el pasar de los días Cale notó que el dragón negro le gustaba mirar por la puerta hacia la vista del exterior, por esta razón siempre dejaba la puerta abierta.
(Le debe gustar mucho observar el cielo)- sonrió de lado
Dando su última orden entro a al baño.
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Cale ahora se encontraba con una vestimenta elegante en vez de su pijama. Era un vestido no tan pomposo de color celeste y blanco con decoraciones doradas. En su pecho tenía un escote rectangular con mangas holgadas hasta el ante brazo y con puños celestes, el corte iba hasta un poco arriba de la cintura y la falda era Blanca decorada con unos vuelos celestes en la terminación. Era un vestido bastante sencillo pero que le quedaba hermoso a la pelirroja .
Le había pedido a Lucia que la peinara de forma que su cabello no le molestara a la hora de comer. Esta era la razón por la cual hoy llevaba un rodete bajo con unos cuantos mechones sueltos que le daba un aura de tranquilidad, delicadeza y nobleza. Su maquillaje fue algo natural, para no exagerar sus facciones.
Ella estaba sentada en la mesa observando los esquistos platos de comida que había preparado Beacrox con un brillo en sus ojos. Pero aunque tuviera la necesidad de empezar a comer, debía esperar a su invitada.
Allí mismo estaba charlando sobre los niños y Lock con Choi Han , quien aún hacía guardia, hasta que alguien llamó a su puerta.
— Joven señorita, he traído a Rosalyn-nim, su invitada.
Con un asentimiento, ella y Choi Han se dirigieron a la puerta la cual fue abierta por Cale. Hans habló antes de marcharse del lugar.
— Joven dama, señorita Rosalyn, si necesitan algo por favor avíseme.
Hans hizo una reverencia y se marchó. Choi Han lo iba siguiendo, pero antes le dijo algo a Rosalyn.
— Rosalyn, estaré con Lock.
— Claro, esta bien.
Ambos se iban turnando para vigilar y cuidar a Lock junto con Hong y On, quienes iban más para analizar a su posible futura presa.
Cuando se marcharon Choi Han y Hans, quedaron solas Rosalyn y Cale, la primera parecía estar tranquila pero fría.
— Gracias por la invitación, joven señorita Cale.
— No fue nada señorita Rosalyn. — señaló a una silla que estaba en frente de ella y hablo— Hay muchas cosas que debemos discutir.
— Joven señorita, ¿supongo que no le gusta andar por las ramas? — comenzó a sonreír.
Cale por otro lado, miro hacia la ventana de la terraza abierta.
— Entra. Ven aquí.
Al instante Rosalyn dirigió su mirada hacia las hojas que flotaban en la habitación. La noche anterior, teniendo la cabeza fría, pensó en la clase de magia que presenció y en El Fuerte mana. No pudo evitar temblar. Entonces volvió a mirar a Cale.
— Dragón, ¿es un dragón-nim?
Cale no respondió al instante, solo se limitó a sonreírle y mirar al bulto de hojas que ahora estaba en la mesa.
— preséntate.
En un instante, aquellas hojas que parecían flotar sobre la mesa empezaron a estar sobre algo y apareció la figura de un dragón negro. Se había quitado la magia de invisibilidad.
Rosalyn no sabía cómo reaccionar, solo estaba parada allí con los ojos bien abiertos al igual que su boca. Ella sabía que sería un dragón pero aún era algo sorprendente tener la suerte de verlo.
Eran escasos los dragones, en el mundo debían haber al rededor de 20. Ver a un dragón, para un mago era algo extremadamente excitante y a pesar de que era un dragón pequeño, aún tenía la presencia de un gran Dragón
El dragón negro observó por un momento a Rosalyn antes de volver su mirada a Cale. Rosalyn quedó en shock ante esta acción.
— Estoy hambriento. — dijo con una voz un poco tímida.
— ... Adelante, te lo puedes comer. — le sonrió al niño y volteó a ver a Rosalyn — Deberiamos comer también.
— Ah, si – solo atino a asentir y luego a sentarse en frente de Cale.
Rosalyn miraba como el dragón negro comía bistec frente a ella. También miró a Cale, que hoy llevaba un elegante vestido, y no una camisa con pantalones, mientras le quitaba las hojas de árbol que aún quedaban en el cuerpo del dragón con suma delicadeza.
Nadie en la torre mágica le creería si les contara que vio y comio junto a un ser tan asombroso como un dragón.
Pero ella creía en lo que veían sus ojos.
— ... Es tan asombroso que un mago como yo pueda ver tal espectáculo. Un Dragón está con una humana— dijo con toda honestidad su opinión.
El dragón negro frunció el ceño mientras dejaba de comer su bistec y miro a Cale que tomaba con tranquilidad su sopa. Luego habló.
— Muy débil. Esta humana de pelo rojo no es mejor que una hormiga. Esa es la razón.
— En efecto.
Ambos estuvieron de acuerdo. Rosalyn los observaba con curiosidad. Le tomó un corto tiempo asimilar y aceptar esta situación, por lo cual asintió.
— Es un honor poder tener una comida con la joven señorita Cale y el Dragón-nim.
Cale miró de reojo a la pelirroja que comenzó a comer. Sonrió de lado al pensar que Rosalyn era una persona bastante valiente al atreverse a comer junto a un dragón. Cualquier mago estaría temblando e idolatrado al dragón en su lugar.
Cale continuó comiendo, pero ante sale dijo.
— siéntete libre de quedarte aquí el tiempo que necesites.
— Joven señorita Cale. .. — ambas pelirrojas se miraron mutuamente. — Tengo tres cosas por las cuales siento curiosidad. Pero una de ellas ya fue resuelta. ¿Puedo preguntar por las otras dos?
— Por favor, hazlo.
Lo primero era seguramente el tema del dragón, y ella creía poder anticipar sus otras dudas. Pero la dejo preguntar de todos modos.
— Mi segunda duda sería la siguiente... ¿Esta bien permitir que alguien que no fue invitado se quede en su residencia de esta manera? Incluso si soy un mago, como noble, debes ser sensible a la hora de asociarte con extraños.
— Esta bien porque eres alguien que Choi Han trajo, debes ser confiable...— Cale miro al dragón que aún comía el bistec y luego volvió a mirar a Rosalyn. — Yo también lo tengo a él.
Ella le acarició la cabeza al dragón, quien con entusiasmo movió un poco las alas ante las últimas palabras de Cale.
Rosalyn observó en silencio al dragón por un tiempo antes de hablar.
— Ya que respondiste a la segunda, solo que para una pregunta más. — Cale miro atentamente a la pelirroja — ¿Por qué me hablas tan respetuosamente, a pesar de tu condición de noble?.
Con una sonrisa en el rostro, Cale levantó una copa de vino que estaba en frente de ella, tomó un sorbo y comenzó a hablar con su mirada fija en la copa.
— Cabello rojo, pupilas rojas y un mago. Luego está tu nombre revelado por ti misma, Rosalyn.
Era extraño fingir no saber cuando alguien estaba siendo tan claro al respecto. Entonces Cale dejó de mirar la copa en sus manos dirigiendo su mirada directamente a los ojos rojizos de la mujer en frente suyo y sonrió al preguntar.
— Princesa-nim ¿no eres tú la que debería dejar de hablarme tan respetuosamente?
Rosalyn soltó una breve risilla y le sonrió a Cale.
— Escuche que eras una basura... pero supongo que es mentira.
Como princesa, era seguro que Rosalyn debía tener algo de información sobre Cale y eso significa saber cómo era la reputación de la pelirroja. Sin embargo ella era un mago y los magos hacen su propio juicio basados en sus cinco sentidos.
En resumidas cuentas, Rosalyn ya había hecho un juicio al respecto a las actitudes que mostró Cale. Cale había sido juzgada y aceptada, de alguna manera.
Aunque Cale difería al respecto de la opinión de Rosalyn, no dijo nada.
Rosalyn terminó así su cuestionarlo a Cale, el cual salió bastante bien a favor de la pelirroja color sangre.
— Joven señorita Cale ¿parece que usted no quiere involucrarse conmigo?
— ¿De verdad? Simplemente actué de esa manera ya que la Princesa-nim parecía preferido de ese modo — dijo mientras fingía ignorancia
(Mentirosa)- Rosalyn trató a las palabras de Cale como una buena excusa.
Una humana que viajaba con un dragón. La sociedad creía que era basura, cuando no es así. Fácilmente podría revelar su existencia si realmente quisiera hacerlo. Por eso le agradeció.
— Gracias por no adelantarme a la realeza ruana.
Cale simplemente asintió . Ella no dijo nada porque seguramente el príncipe heredero irrumpiera en su residencia, y eso sería algo muy molesto de manejar.
Continuaron su desayuno/almuerzo con la revelación de que el dragón tenía 4 años de edad y unas cuantas charlas triviales. Fue una comida realmente tranquila.
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Ahora mismo Cale se encontraba viajando en el carruaje rumbo a la reunión con los nobles del noreste.
En total eran 10, fueron 10 las nobles familias que conformaban el territorio de los nobles del noreste. Serian más si se contaban a los barones y los demás, pero el Pilar del Noreste se basaba en estas 10 familias. La familia Henituse se mantuvo en contacto con 3 de esas 10, y con ellos se reuniría hoy Cale.
Cale estaba preocupada, no sabia que debía hacer para parecer basura frente a aquellos nobles. Tenia que encontrar la manera de verse caótica.
Choi Han, quien nunca había visto a Cale tan preocupada, se estaba empezando a preocupar por ella y estaba nervioso. Él había venido a acompañarla como guardia personal de Cale.
Mientras Cale pensaba en cómo ser una basura total y Choi Han se debatía en si intentar ayudarla o no, llegaron al frente de una residencia. Dado a que todos los nobles del noreste tenían las residencias en la misma Zona en la capital, no estaba muy lejos.
Fue recibida por un mayordomo anciano y ella miro hacia el edificio detrás del mayordomo.
Ahora se encontraba en la residencia Wheelsman. El conde Wheelsman era bastante rico, por ello pudo relacionarse con el conde Henituse. Estas tres familias no tenían ningún duque o Marqués, por ello pudieron establecer una relación "amistosa" por así decirlo.
Cale entonces comenzó a pensar en el sucesor del conde Wheelsman...
Eric Wheelsman, el mejor amigo de la infancia de Org Cale.
Inconscientemente recordé algunas palabras que aparecían en. diario de Org Cale....
" Querido diario... no sé como es que después de las terribles cosas que hice y hago, Eric aún está a mi lado.
Incluso Amiru y Gilbert se alejaron de mi. Pero Eric aún me visita de vez en cuando.
Debo admitir que me hace feliz que él aún tenga fe en mi y que venga a verme. Pero si sigue así va a arruinar su reputación por meterse con alguien como yo, que se convirtió en una basura..."
Pensar en que alguien como Eric la seguía visitando era obvio pensar que algo sentía el chico por Cale.
Esto le hizo recordar otro fragmento del diario.
"Querido diario, siento que ahora estoy empezando a tener sentimientos por Eric...
No sé que hacer porque se que yo le gusto también, me lo demuestra cada vez que puede, pero si saliéramos él quedaría mal y yo no quiero eso.
Mi padre y Violan parecen estar bien al igual que Basen y Lily. No quiero traerles problemas a ellos, los problemas debo manejarlos yo desde el silencio..
No quiero que Eric se involucre en esto... Si lo hace, no voy a estar feliz...
Creo que debo renunciar a este sentimiento lo más pronto posible.
"Es por su bien..."
Cale contuvo un suspiro, ya que ni el amor se le permitió sentir a Org Cale. Sin duda había sufrido bastante esta niña.
Dejo que el mayordomo quien la recibió, la guiara por la residencia.
Amiru Ubarr, Gilbert Chetter y Eric Wheelsman ya debían encontrarse adentro, solo faltaba ella. Mientras seguía al mayordomo estaba pensando en mil maneras de comportarse como una basura para evitar hacer cosas tediosas.
Llegaron frente a una puerta bastante elegante y el mayordomo anunció su llegada.
- Trajo a la joven señorita Cale Henituse.
La puerta se abrió y dejó a la vista un salón con una mesa cuadrangular en el centro. Sentados en la mesa había un joven de cabello verde atado en una trenza al costado, un joven de cabello marrón y parado junto a la cabecera de la mesa estaba un joven de cabello grisáceo con unas gafas redondas.
El joven de gafas redondas comenzó a caminar hacia la puerta en dirección a Cale, mientras que la pelirroja caminó pasando un poco la puerta y se detuvo a unos centímetros de aquel joven.
— Ha sido un tiempo, joven señorita Cale. — hizo una reverencia ante la dama con una sonrisa en los labios.
Demás estaba decir que rápidamente Cale adivino quien era. Por ello con gracia y elegancia ella hizo la reverencia como una dama debería hacer para saludar.
— En efecto, ha sido un tiempo, Joven maestro Eric.
Ahora ambos se miraban mutuamente.
Así es como cale conoció al único y primer amor de Org Cale.
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VESTIMENTA DE CALE
Bueno, me la imagina así que dije "usar"
(Jajaja además era el vestido que más se asemejaba al traje que usa Cale en el manhwa)
Notes:
HOLIS MIS POLLITOS ❤🐥❤
hoy les dejo este cap, espero que les gustes y espero que no me maten con el tema de Eric.
Que decirles, yo siempre me imaginé a Org Cale enamorada de Eric por ser tan atento con ella. No sé, pero yo a Erick lo amo. El es el verdadero hombre.
(Obvio que prefiero a Alberu o Choi Han, pero Eric merece reconocimiento 💕)
No sé que más decirles jajaj 😅
Si sienten que la estoy haciendo larga a la historia me dicen.
Chapter 22: 21. Buenas y no tan buenas noticias
Notes:
Me acabo de dar cuenta que ya vamos por la mitad de capítulos 😩
A veces me dan ganas de subirlos todo de una vez, pero sería un monton...
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Luego de saludarse como corresponde, ambos jóvenes quedaron en silencio, mirándose a los ojos y con una leve sonrisa en los labios.
Eric parecía ser un chico amable, seguro y emitía confianza y tranquilidad con su presencia. En ningún momento la hizo sentir cómoda con su presencia solo estaba allí, mirándola, era como si esperase algo.
Cale no sabía cómo tratar con este chico, a parte del hecho de que ella sabía que le gustaba a Eric y que la Org Cale también sentía amor por él, no sabía como eran las interacciones que solían tener. Ella optó por desviar la mirada y observar el suelo que se había vuelto interesante repentinamente.
Por otro lado, Eric al verla entrar se le iluminó la mirada y sus otros amigos lo notaron al ver cuán enérgicamente la saludó.
Era de conocimiento general que el joven Eric Wheelsman estaba enamorado de Cale Henituse, el mismo conde Deruth lo sabía. Pero nadie hizo nada en su contra por el simple hecho de que Eric nunca trató de cortar o de tener algún interés en seducir a la pelirroja. Siempre fue visto como el único amigo de ella.
Por ello nadie le prestó atención esos a ojos soñadores que miraron de arriba hacia abajo a Cale. Parecía querer guardar en su memoria cada pequeño detalle de lo que ella llevaba puesto. Y con su observación llegó a la conclusión de que ella era encantadora, no le importaba lo que usara en absoluto porque de seguro le iba a quedar bien.
Cuando él notó que ella desvió su mirada, se arrepintió de haberla observado tanto, creyó que la incomodó de alguna manera, por ello decidió hablar.
— Ejem... Cale por favor creo que será mejor si nos sentamos y damos lugar a la reunión.
Cale lo volvió a mirar y asintió a sus palabras. Eric, como caballero que es, le ofreció su brazo para que ella lo tomara y efectivamente lo hizo, luego dejó que le acomodará la silla para que ella se sentara.
Luego de un saludo formal con las demás personas en la mesa, fueron al grano.
Todo iba como Cale lo proveyó, sim embargo la discusión se puso extraña en cierto punto.
Ella estaba allí sentada, rodeada de ellos tres nobles, ella sentía que estaba como en una entrevista. Sin embargo la atmósfera era más como de querer consolarla.
Erick al ver la confusión en el rostro de Cale, se acomodó las gafas y habló.
— ¿No será molesto para ti también?
La hija del vizconde Ubarr, Amiru y el hijo del barón Chetter, Gilbert, intervinieron.
—Él tiene razón. Joven señorita Cale, escucha que no te gustan las formalidades molestas.
— Joven dama Cale, no está mal encontrar algo que sea molesto.
Se sintió como si quisieran consolar a un niño. Cale simplemente respondió a sus declaraciones.
—Sí, es molesto.
— ¡Ves! ¡Es por eso que!
Eric tocó ligeramente la mesa de manera subconsciente. Luego volteo a mirar a Cale, que solía ser una linda niña llena de sonrisas y risas hasta que creció y le arrebataron eso, y continuo hablando más calmado.
— Es por eso que no necesitas decir nada ni hacer nada. ¡Quédate quieta! Quédese quieta y nosotros nos encargaremos de todo por usted. De todos modos odias las cosas molestas y las formalidades.
—Soy muy buena para quedarme quieta.— respondió con una expresión intrigada.
— ¿Eh? ¿Es así? Ah, sí. Eres así. Eres muy buena en eso.
Eric era conocido por por ser tenso, pero también era del tipo que se preocupaba por todo punto. Pero eso era solo porque le gustaba pensar en todo antes de qué realmente sucediera.
Comenzó a hablar con Cale, quién se convirtió en su mayor preocupación desde ayer, cuando se enteró de que Cale realmente era la que había venido a la capital. Los otros dos miraron a Erik como si lo estuvieran animando.
— Algunos de los otros nobles del noreste pueden intentar molestarte. Los que se alinearon con el Marqués Stan o algún otro duque definitivamente lo intentarán. Pero todo lo que tienes que hacer es quedarte quieto y nosotros nos encargar hemos de todo por ti ¿que piensas?
Eric sabía que debían ser cautelosos, cautelosos y más cautelosos si se podía, porque de las 10 familias del pilar, sólo estás cuatro familias no sean alineadas con otros lugares. Este grupo de cuatro tenían que estar en el centro. Esa era su forma de ser la facción más fuerte del nordeste y, para ello, la adinerada familia Henituse no podía provocar un accidente en la capital.
Los tres nobles esperaron en silencio la respuesta de Cale.
—Eso sería genial. — acompaño su respuesta con una leve sonrisa en sus labios.
Eric ahora podía ver a aquella buena niña del pasado, claro que ahora ella no estaba bebiendo. Dejo eso de lado y comenzó a hablar.
— Planeó mostrar juntos nuestro respeto al Príncipe Heredero también. Estoy seguro de que le resulta molesto y quiere empezar a beber, pero será difícil. ¡Siempre que haga ese saludo inicial, nos encargaremos de TODO LO DEMÁS!
Cale estaba sonriendo, este ambiente era bastante inusual pero encantador. Tomo una copa de vino que tenía adelante aún con su sonrisa en labios.
Cuando agarro la copa vio a Gilbert se estremecerse y, aunque le resultó raro, lo ignoró bebiendo un sorbo de vino.
—Es genial.
— ¿No es así?
Cale casi quedó ciego con la brillante sonrisa que tenía en frente suyo. Eric parecía estar feliz con su respuesta. Y como era conveniente, la pelirroja decidió aceptar la oferta de los tres modelos de no hacer nada y obtener su protección. Sin duda era algo maravilloso.
— Todo lo que tienes que hacer es presentarte, sentarte y relajarte.
—Excelente. Sueña perfecta.
Ese era el tipo de propuestas que le gustaban a Cale. Mientras que ella no tuviera que esforzarse y ganara algo, seria perfecto.
(Venir aquí hoy, no fue ningún desperdicio)- penso
Los tres nobles contuvieron un suspiro de alivio ante la respuesta de Cale. Estaban satisfechos con ello, sin embargo no bajaron la guardia aún, cada tanto vigilaban las acciones que realizaba la pelirroja.
Todos disfrutaron de la comida que estaban teniendo. Estuvieron satisfechos con la reunión, ya que fue fructífera para todos allí.
A la hora de despedirse, Eric hizo una petición a Cale.
— Disculpa, Cale... ¿podrías quedarte un momento luego de que los demás se vayan? Quiero que hablemos.
Al ser tomada por sorpresa, Cale no sabía cómo reaccionar por lo que solo le quedo aceptar.
— Emm, sí seguro.
—Gracias.
Gilbert y Amiru que los escucharon de 'casualidad' se miraron entre ellos, como si se mandaran señales con sus miradas, y asintieron al mismo tiempo.
— Joven dama Cale, Eric, Amiru me temo que debo retirarme antes de lo propuesto. Me quedaron tareas por resolver en mi estudio. Si me disculpan me retiro.— se levantó de la silla e hizo una reverencia.
Amiru fingio miró hacia el reloj de la sala y habló.
- ¡Oh! Miren la hora, es esto una pena. Joven señorita Cale, Eric, creo que tendré que irme también — puso una cara triste y negro con la cabeza. Empezó a levantarse y dio una sutil reverencia — Es una verdadera tristeza pero me tendré que retirar. Joven maestro Gilbert, si me lo permite, iré con usted a la salida.
— Por supuesto, podemos salir.
Cale simplemente los saludo correctamente y continuo comiendo ahora el postre, ajena a su entorno.
Eric por su parte se encontraba Colorado, mirando a sus dos amigos que levantaban sus pulgares arriba antes de salir por la puerta.
(Ah~ me alegra que me apoyen, pero fue poco creíble lo que hicieron)- pensó el apenado Eric.
Ambos se dedicaron a terminar el postre con calma. Luego se levantaron de la mesa al mismo tiempo.
— Cale... — la mencionada lo miró. —Vamos a hablar en el jardín, ¿te parece?
— Sí, estaría bien tomar algo de aire.
Eric sonó tiernamente y volvió a ofrecer su brazo a la pelirroja, quien claramente aceptó tomarlo.
Caminaron en silencio por los pasillos de la mansión, fue un silencio tranquilo para ambos pues la presencia del otro no fue molesta.
Cale iba observando todo a su alrededor, era una casa bastante lujosa con una que otra decoración con baño de oro, era hermosa.
Llegaron a una puerta vidriada que permitió ver un poco del exterior y Eric la abrió. Al salir Cale quedo boquiabierta. Era un amplio patio lleno de flores de distintos colores y formas, también había árboles y un lago artificial en el centro rodeado de unas banquetes.
Eric camino seguido de la pelirroja en su brazo, la miro un momento solo para terminar sonriendo a ver lo curioso que estaba por el jardín de la casa.
— ¿Te gustó el cambio? Hace mucho no visitas la mansión — sentí como se tenso por un momento el agarre de la mano en su brazo, pero no la miró, solo miró al frente.
—Así es. Pero es un cambio maravilloso. — ella tampoco lo miro.
Caminaron hasta llegar al centro, cerca del lago, y se detuvieron.
— ¿Cómo has estado estos días? — volteo solo un poco su cabeza para mirarla.
(Ah~ ¿se querrá poner al día conmigo? No sé cuando fue la última vez desde que se vio con Org Cale)- pensaba
— Bueno, fueron unos días interesantes. — Pensó en todo lo que tuvo que pasar desde la llegada de Choi Han. —No he tenido tiempo de relajarme así hace bastante. Pero los niños siempre saben como hacerme sentir bien.
Cale no lo noto, pero sonriendo al hablar de los niños.
— Ya veo... pero ¿qué niños? — se podía ver un signo de interrogación sobre su cabeza.
—Mis hijos. — respondió de la forma más casual posible.
— Ah claro, tus hijos...
Hubo un pequeño silencio de unos cinco minutos aproximadamente, hasta que Eric se estalló.
—ESPERA ¿¿¿QUÉ??? — se soltó del agarre de Cale y se agarró la cabeza con ambas manos — ¿¿¿CÓMO QUE HIJOS??? ¿¿CUALES HIJOS???
Cale se sorprendió bastante, no sabía que hacer, nunca creyó que vería gritar a una persona tan tranquila y que además perdiera la compostura. Eric al ver que no contestaba la agarro de los brazos y se acercó a ella.
— ¿D-DESDE CUANDO ERES MADRE?? ¿POR QUÉ NO ME DIJISTE?? ¿¿NO ME DIGAS QUE TE OBLIGARON A TENERLOS??? — la miro a los ojos — ¿ES PORQUE TINES PAREJA? ¿POR ESO NO NOS HEMOS VISTO? SIN ESP-
Cale tomó de los cachetes a Eric tan repentinamente que él no tuvo más remedio que callarse por lo sorprendido que quedó.
— Eric Oppa, por favor, relájate. No puedo hablar si gritas.
La pelirroja le levantó las lentes y lo miró directo a los ojos. Eric podía ver la calma y un poco de ¿miedo? en el rostro de Cale.
(MALDITA SEA, no quería asustarla)- se lamentaba mientras su cara se ponía roja.
— Y-yo... lo siento. —bajo un poco la cabeza.
— No, está bien. Seria más preocupante si no reaccionaras así.
Le dediqué una sonrisa.
— Y respondiendo a tus preguntas — puso su mano en su mentón como si tratara de recordar. — Actualmente tengo dos hijos llamados On, la niña, y Hong, el niño.
(MOMENTO... ¿SON DOS? ¿EN QUÉ MOMENTO PASO?)- poco a poco se le iba bajando la presión a Eric.
— La niña tiene pelo gris y el niño rojo, pero más claro que el mío. — sonriendo al recordarlos — Soy madre desde hace unas semanas quizás.
Y mientras más escuchaba Eric, más cerca del desmayo estaba. Se hubiera desmayado hace rato, si no fuera porque las manos de Cale aún estaban en su rostro.
— No te he dicho, porque los acogí hace poco. Nadie me obliga a querer adoptarlos, simplemente quise hacerlo y padre aceptó.
(¿Hace unas semanas?? ¿Adoptados? Entonces no son sus hijos de sangre)- él contuvo un suspiro y comenzó a sonreír levemente.
Cale vio como el cuerpo de Eric se relajaba de apoco, por lo que decidió soltar su cara y acomodarle las gafas.
— Con respecto a las dos últimas, no tengo pareja y... — pensó una escusa válida y la dijo sin más — no nos hemos visto porque tu no me fuiste a visitar.
Un sentimiento de culpa entró en el cuerpo de Eric. Era cierto que fue él quien la había dejado de visitar, pero fue porque últimamente, al ser el sucesor de su familia, se estuvo ocupando de la administración y los asuntos políticos que le correspondían. Si lo pensaba bien, él fue quien canceló su última visita.
— Me disculpo por mi comportamiento tan poco respetuoso hacia ti. — con la cabeza gacha se inclinó un poco, sin embargo no volvió a levantar la mirada del piso. — No fue mi intención cancelar mis visitas, solo que no he tenido tiempo con el trabajo que me empezaron a dar. Lo siento.
Cale casi suelta un suspiro de alivio. Al final su excusa fue aceptable y acertó con lo que dijo.
— No tienes que disculparte por ello, es necesario hacer las cosas correctamente. — miro directo al lago con una leve sonrisa. — Además, es mejor que te hagas cargo de los asuntos importantes a enfocar tu interés en una basura como yo.
— ¡No digas eso Cale!, ¡no eres basura!. —Eric se puso triste al escuchar el auto desprecio de la pelirroja. Agarro una d ellas manos de la joven y beso el dorso de esta —¡Y no eres menos importante que mi trabajo!
(Vaya, este niño de verdad estaba enamorado de Org Cale)— Cale le dedico una mirada compasiva.
— Si tu lo dices. — se encogió de hombros.
Eric negó con la cabeza, sin embargo, puso la mano de la pelirroja de nuevo sobre su brazo y ambos quedaron viendo el atardecer.
Cale empezaba a sentirse cansada y con sueño, por esto ella apoyó su cabeza sobre el hombro de Eric. Esto parecía ser algo normal para él, ya que no se inmutó ni nada.
Estuvieron así por un momento, en silencio y tranquilidad, hasta que Eric habló.
—Cale...
- ¿Mmm?
— Algún día... quiero que me presente a tus hijos. - dijo con una leve sonrisa.
— Si Eric oppa lo quiere, así será. Algún día te los presentaré.
—Gracias.
Si Eric hubiera volteado a verla, podría notar que Cale estaba sonriendo de una manera muy tierna.
Así terminaron su plática, con un corazón tranquilo y anhelante, y con una joven calmada y con un poco de sueño...
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Cuando Cale llegó a su residencia, pudo descansar un poco. Pero al poco tiempo Hans entró a su habitación con una carta en manos.
Cale sintió un viento frío recorrer su espalda el cual le dio escalofríos por alguna razón. Penso que sería mejor ignorarlo por ahora.
— Joven señorita Cale... - hubo un momento de duda en las palabras de Hans- Le llegó una carta...
— Ya veo, ¿pero por qué estás incómodo? Solo dilo de una buena vez.
— Mi Señora... tiene un sello de la corona...
— ¡¿QUÉ?!
Cale se preocupó y casi s ele baja la presión al escuchar lo que Hans dijo. Tomo la carta d ellas manos de Hanz y la abrió al instante.
(¿Por qué el rey me enviaría una carta a una basura como yo?)- no lograba comprender.
" Con la presente carta, informo a usted Joven Dama Cale Henituse, que ha sido seleccionada como una de las mejores jóvenes talentos de la zona del noreste.
Por fin, se espera que pueda presentar un espectáculo de danza (ya sea solista o en pareja) para el baile real que se dará en honor al 50'cumpleaños de su majestad, el rey Zed Crossman.
Debe informar al príncipe heredero, Alberu Crossman, sobre su confirmación y el tiempo de su show de baile.
Honrará mucho a su familia ya la corona, si su presencia y participación son vistas por todos los nobles del reino.
Desde ya muchas gracias.
Atte: Rey Zed Crossman."
...
Cale quería tirarse por la ventana en este momento. Su cara se puso más pálida de lo que ya era.
Hans tomó la cara y la leyó. Pero para él no fue una mala noticia en su totalidad. Era bien sabido por todo el reino que la joven señorita Cale era una de las más talentosas bailarinas del condado Henituse, no, mejor dicho, era una de las mejores bailarinas en el reino roano.
Quería decir algo, pero al ver la cara pálida de Cale solo cerró la boca.
— Hans... mi padre se enterará de esto ¿verdad?
— Si, es lo más probable, joven señorita...
— No puedo negarme entonces... ¿no es así?
—Puede negarse. Pero será mal visto desde la corona y podría repercutir al condado - dijo con pesar.
— Ahhhrg —se quejó la pelirroja mientras se agarraba la cabeza. —Bien, ve y haz una confirmación de que voy a dar un show solista, por supuesto, luego mandaselo al príncipe heredero. Dile a Lucia que necesitaré sus clases de danza.
(MALDITA SEA ORG CALE!! ¿POR QUÉ TENIAS QUE SER UNA PRODIGIO EN TODO??)- se la lamentaba para ella misma.
—Joven señorita Cale.
—¿Qué?
— El joven Choi Han-nim ha vuelto.
— Ah ~ bien, dile que venga aquí.
Con eso Hans dio una reverencia y se retiró de la habitación de Cale, dejándola en su pesar. Al poco tiempo entró Choi Han a la habitación de Cale.
—Cale-nim ¿me llamaste?
—¿La posada?
—Bien, afortunadamente los niños están llenos de energía.
Cale se puso pálida después de pensar en 10 niños enérgicos de la tribu lobo. Por otro lado, Choi Han parecía estar más relajado y feliz.
—Entonces no hay nada más que hacer?
-¿Si?
Cale ascendiendo con la cabeza antes de ponerse de pie. Fue solo entonces que Choi Han se dio cuenta de que Cale no estaba usando su pijama ni su atuendo habitual. Llevaba ropa muy informal.
Llevaba puesto una camisa negra con rayas y una falda sencilla con botones, todos de colores oscuros. Iba muy normal a comparación de lo que usualmente solía vestir.
Cale se acercó a la cama y empezó a hablar.
— Estaré acostada en la cama, así que ve a decirle a Hans que puede dejar de quedarse afuera de la puerta y puede irse a dormir. Se irá sin siquiera mirar atrás.
Choi Han miro por la ventana abierta de la terraza. Fue una noche luminosa. Luego le preguntó a Cale.
—¿Saldras?
—Si —sonrió mientras respondía.— Deje la terraza abierta como antes, así que ven a mi habitación.
— Entendido.
La mirada de Choi Han cambió. Recordó lo que Cale le había dicho el otro día. Cale le diría como encontrar a aquel mago bebedor de sangre.
—Seremos solo nosotros dos, sin On ni Hong?— preguntó con una expresión seria, pero la respuesta vino de otro lado.
—Yo también iré.
El Dragón negro eliminó su magia de invisibilidad y entró por la ventana de la terraza. Choi Han miró hacia el dragón antes de mirar a Cale, quien respondió más relajado.
—Los tres iremos. —mostró una leve sonrisa.
— ¿Vamos a destruir todo?
—No, absolutamente no. (¿Por qué sus pensamientos son siempre tan extremos?)- se abrazó a si misma.
Cale camino hacia la cama e indicó a Choi Han que se retirara.
— Date prisa y vuelve pronto. Ah y ponte un sombrero. - se acostó y fingio hacerse la dormida.
— Entiendo.
Choi Han se fue apagando todas las luces, menos la d ela mechita de noche, e informó a Hans lo que Cale le había dicho. Luego de eso, la puerta se cerró y Hans no volvió a entrar.
El dragón negro se acercó a la cama y se acostó junto a Cale.
—Realmente no puedes dormirte.
Cale entonces parpadeo un poco y miro al pequeño dragón.
(¿Cómo es posible que este dragón me vea como una niña?)- se preguntó a si misma antes de levantarse de la cama y buscar un sombrero. Al poco tiempo, Choi Han entró por la ventana.
—Oh, estás aquí. Ja supongo que una bata es mejor que un sombrero.
Choi Han se acercó y comenzó a hablarle al dragón negro.
— ¿Nos seguirás así?
—Sere invisible
—... Escuche que los dragones pueden polimorfizar. ¿No puedes convertirte en un humano? Creo que sería más fácil.
El dragón negro resoplaba ante las palabras de Choi Han. El había querido transformarse desde que vio a los niños humanos/gatos hacerlo, sin embargo para su pesar no sabía cómo hacerlo.
Por eso dijo lo primero que pensó.
—Odio a los humanos. No quiero ser como los humanos. Ella dijo que los Dragones eran geniales y asombrosos.
— ¿Quién dijo eso?
El pequeño dragón miró a Cale a la pregunta de Choi Han, antes de apartar la mirada rápidamente. Luego se volvió invisible y voló hacia el cielo. La parte hundida de la cama volvió a la normalidad.
Cale se colocó el sombrero y comenzó a hablar con Choi Han, quien la miraba con una expresión extraña.
— Los Dragones son realmente geniales. — lo dijo encogiéndose de hombros.
— Ellos realmente lo son.
Choi Han se acercó con la cabeza y siguió a Cale, que se dirigió hacia la terraza. Entonces preguntó.
— Umm Cale-nim... ¿tengo que llevarte de nuevo en mis brazos?
Cale resoplaba ante esa pregunta, pero se limitó a señalar el techo con su índice de dedo. En ese momento el cuerpo de Cale se levantó lentamente del suelo y comenzó a volverse invisible. Cale se miró a sí misma antes de empezar a hablar.
— Los dragones son grandes y poderosos — dio su mejor sonrisa.
—Tienes razón. Soy grande y poderoso.
Choi Han se dio cuenta de como Cale controlaba al dragón y comenzó a hablar también.
— Vaya, los dragones son geniales y poderosos.
Una vez que Choi Han dijo eso, también se volvió invisible y pudo salir de la residencia sin preocupaciones...
***************************
VESTIMENTA DE CALE
Muero por ver sus comentarios sobre la interacción de Eric y Cale. 🤭
No sé, a mi me gusto como quedó🤷🏻♀️, así que les voy a dejar un...
Regalo 💌
Puede que no sea igual a la descripción que di,pero la intención cuenta 😁)
Notes:
Holis mis pollitos, como están bellos?
Espero que bien. 💕
Yo ando con un dolor de cabeza insoportable. Mis horarios realmente son una desgracia, pero bueno. Amo mi carrera *se tira al piso y llora desconsoladamente*
Jajaja mentira, ando bien pero aún me cuesta acostumbrarme.
Este capítulo lo venía pensando desde hace rato y bueno, terminó en esto 🤙🏻
Nos vemos bellos 😊
Pd: prepárense para el otro cap, que creo que se viene la primera Canción en este fic *baile de la felicidad*💃🏻🕺
Chapter 23: 22. Su Voz...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Choi Han paró en un pequeño callejón un poco lejos de la residencia y comenzó a hablar.
— Está bien desde aquí.
Tan pronto como dijo eso, la magia de invisibilidad fue eliminada. Cale, cuya magia de levitación también fue eliminada, aterrizó suavemente desde los 10 centímetros que estaba flotando en el aire. Ella se sorprendió por esta cadena de eventos.
(Las habilidades mágicas del Dragón Negro son mucho más fuertes de lo que pensaba. Me pregunto si está relacionado con sus características especiales)- penso para si misma.
Este nivel de magia ya era un poco más alto que el nivel de los magos de nivel más alto.
(Pero cuando obtenga el Sonido del Viento podré moverme sin que el Dragón Negro o Choi Han vengan conmigo)- sonrío. -(significa que tendré que ir al territorio de la señorita Amiru)
El Sonido del Viento era el tercer Poder Antiguo que Cale estaba planeando tomar. Para ir allí debería dar la excusa de "querer vacacionar" o de "querer hacer turismo" ya que no había salido de su hogar después de mucho.
(Para entonces, la tripulación de Choi Han no estará conmigo de todos los modos)- se encoge de hombros.
Había cierto asunto que se mencionó en el fic sobre una pelea entre sirenas y ballenas, una especie de guerra que se iba a dar en el océano. Pero sería bueno ignorarlo y alejarse de esos problemas.
Cale tenia su cabello atado en una larga trenza de un solo lado, y sobre el iba el sombrero. Si bien el cabello rojo no era muy común no es como si estas personas supieran quien era ella y menos la notaria con tan poca luz en la noche. Sacó un mapa de su bolsillo y luego tomó la iniciativa.
—Síganme.
El aún invisible Dragón Negro y Choi Han caminan a ambos lados de Cale, siguiendo a Cale fuera del distrito sur de los nobles y hacia el centro de Huiss.
La noche se volvió tan brillante como el día a medida que se acercaban al centro de Huiss. Había muchas luces brillantes en las calles con tiendas que vendían cosas, y los bares eran los más animados en este momento.
— La vida nocturna en la capital es realmente diferente a la de otros lugares.
—Seguro que lo es— avanzando con la cabeza a las palabras de Choi Han, mientras se dirigían hacia la Plaza de la Gloria en el centro de Huiss.
Podían ver una plaza redonda frente a ellos con fuentes en las cuatro direcciones. Cada fuente tenía grupos de ciudadanos reunidos a su alrededor. Los tres pudieron ver a los ciudadanos relajándose con sus familiares o amigos después de un largo día de trabajo.
Cale se sintió melancólica, pero miró a la izquierda. Choi Han miró sin comprender a algunas familias que se reían juntas de la fuente al este. Cale, que había estado observando tranquilamente a Choi Han y la escena frente a ellos, comenzó a hablar.
— Haz que nadie pueda escucharnos.
Una vez que dijo eso, apareció una cúpula invisible a su alrededor. Era algo que solo Cale, Choi Han y el Dragón Negro, que estaban dentro de la cúpula, podían ver.
Choi Han finalmente se volvió para mirar a Cale.
— Existe una cosa llamada bomba mágica. Las bombas mágicas pueden tener muchas formas y tamaños. Dado que este continente occidental tiene una larga historia de guerras lideradas por magia, se ha desarrollado bastante.— Choi Han escuchó en silencio la historia de Cale.— Sin embargo, hay muchas restricciones. La ubicación de la bomba mágica, el control del maná que fluye a través de ella y muchos otros factores hacen que estas bombas sean realmente complicadas de usar.
Cale miró por un momento a unos niños que jugaban cerca de donde estaban pasando.
—Por eso preferían que un mago usara su magia durante la guerra en lugar de usar bombas mágicas. Pero las bombas mágicas esta vez son diferentes a las que se usaron anteriormente. De esas bombas, bombas mágicas recientemente desarrolladas explotarán aquí, así como en varios lugares por aquí, en seis días.
Cale no pensó que las cinco bombas que Choi Han y Rosalyn habían encontrado en el fic seguirían siendo las mismas. La historia ya había cambiado. Eso significaba que esta situación también podría cambiar fácilmente. Por eso a Cale se le ocurrió un nuevo plan.
— ¿Estás diciendo que una bomba se instalará aquí? — vio como la pelirroja asentía.
Choi Han miró a las fuentes ya la gente en la plaza. Una voz fría llenó su oído en ese momento.
— Podría estar enterrado en algún lugar o incluso instalado en una persona. Por supuesto, esa persona no sabrá que es una bomba y pensará que es otra cosa, como un brazalete o un bolso, y lo tendrá puesto. Esto hizo que Choi Han girara la cabeza para mirar a Cale. Cale respondió fríamente a Choi Han.— Es por eso que tenemos que prevenirlo.
Por supuesto, Cale no lo haría. Choi Han, Rosalyn y el Dragón Negro serán los que se encarguen de ello. Cale planeaba quedarse quieta. Cale planeaba estar muy quieta en la capital.
— ¿Cómo podemos prevenirlo?
— Sencillo.— Cale se cruzó de brazos mientras se apoyaba en un árbol en la plaza y seguía hablando.— Las bombas mágicas son, en esencia, trozos de maná. Es por eso que todo lo que necesitas hacer es que alguien con alta sensibilidad al maná inspeccione el área y busque cualquier lugar que parezca tener abundancia de maná.
Choi Han se estremeció ante el comportamiento tranquilo de Cale antes de preguntar con cautela.
—¿Es mucho más alto que será tan fácil de detectar?
— No. Es solo un poco más alto, lo que dificulta que cualquier mago promedio lo note. Pero ese pequeño trozo de maná puede atraer instantáneamente el maná del área circundante para crear una gran explosión.
Choi Han parecía preocupado. Como usuario de espada y usuario de aura, también era ligeramente sensible al maná. Sin embargo, no era tan sensible como los magos y no podía ser de ayuda.
—Cale-nim, no creo que sea fácil.
—Es muy fácil. — Cale respondió de esa manera cuando preguntó.
—¿En serio?
En ese momento, llegó una respuesta desde arriba.
— Es fácil, sólo que es molesto.
Junto a Cale estaba el Dragón Negro, una existencia que se decía que era la más sensible al maná. Choi Han entendió rápidamente y se acercó con la cabeza. Había olvidado que este Dragón era una existencia grande y poderosa.
Cale le acarició la cabeza al pequeño dragón antes de entregarle el mapa que tenía en la mano a Choi Han.
—No sé sobre la gente, pero las bombas instaladas en los lugares se instalarán al menos dos días antes del incidente. No sé sobre los otros lugares, pero estoy seguro de que al menos una bomba estará cerca de esta plaza. Este es el lugar con más gente.
—Cierto. Estoy de acuerdo.
— Por eso, usaremos esta plaza como punto central.— Cale señaló hacia Choi Han y luego hacia el cielo.— Choi Han, tú y el Dragón deambularán por la capital todas las noches para buscar las bombas mágicas.
—¿Nosotros dos?
Cale palmeó el hombro de Choi Han y respondió cuando Choi Han preguntó. La forma de manejar al Dragón Negro y Choi Han fue bastante similar. Evito reírse en ese momento.
—Sí. Choi Han, si eres tú, sé que puedes moverte sigilosamente sin ser notado. eres muy talentoso
Choi Han asintió en silencio con la cabeza con una expresión seria. Luego preguntó.
— ¿Qué debemos hacer una vez que lo encontremos?
— Déjalo ahí por ahora. Nos compartiremos de él el día del incidente.
—¿Puedo preguntar por qué?
Cale comenzó a sonreír.
— ¿No quieres encontrar a ese mago? — aunque no respondió su pregunta, Choi Han primero se acercó con la cabeza. — Un mago necesita estar presente para hacer que estalle una bomba mágica. El mago que hizo la bomba necesita eliminar la restricción para hacerla explotar.
— Entonces...— Choi Han comenzó a hablar cuando se le ocurrió un pensamiento antes de detenerse y mirar hacia Cale. Cale continuó con una voz desinteresada.
— Primero, encuentra las bombas. Y si tienes suerte, también encuentra a las personas que se le instalaron las bombas, síguelos sin que te noten.
Dado que el Dragón Negro estará con él, Choi Han se detendrá justo antes de que lo detecte la magia. Pero Cale pensó que sería difícil para ellos encontrar a esas personas en el proceso. Será muy difícil y agotador. Por eso Cale dejó esta tarea a los dos. No podría ayudar, pero, lo que era más importante, no quería hacerlo.
— Entonces, ¿solo tenemos que deambular hasta dos días antes del evento?
— No. Ustedes dos también tendrán que venir el día anterior.
— ¿El día anterior? -(¿No sería difícil porque habrá muchos más guardias?)— Choi Han no hizo su pregunta. Sería difícil, pero todavía manejable para él. Solo necesitaría esforzarse un poco más y ser un poco más cauteloso.
En ese momento, Choi Han pudo ver a Cale con su sonrisa malvada una vez más. La pelirroja sacó un orbe negro de su bolsillo y se lo mostró a Choi Han.
Choi Han dejó escapar un grito ahogado. Estaba familiarizado con este orbe negro. Era la Herramienta de Perturbación de Maná. Cale lo había usado una vez antes. Era lo suficientemente fuerte como para cubrir una montaña y sus alrededores.
Cale sonando tranquilamente mientras comenzaba a hablar. Sabía cuándo instalaría la bomba.
— Muchos magos estarán allí ese día, por lo que probablemente no durará ni 10 minutos, pero ayudará. Hará que todo lo relacionado con la magia no funcionará durante ese tiempo.
10 minutos fueron suficientes. Solo necesitaban salvar a las personas con bombas en esos 10 minutos. Serán muy visibles. Y, en ese momento, habrá muchos humanos y gente bestia para poner a trabajar, además de Choi Han y el Dragón también.
Choi Han miró hacia adelante y hacia atrás entre el orbe negro y Cale, antes de tomar un trago y comenzar a hablar.
— Cale-nim, estabas planeando hacer todo esto por tu cuenta...
Cale no miro a Choi Han en ese momento, sino que miro la luna sobre ella y cerro un rato sus ojos.
— Por eso.— Cale sabía lo que Choi Han iba a decir. Por eso lo interrumpió y comenzó a hablar con ambos.— Ve y trabaja.
Choi Han miró fijamente a Cale sin comprender. Cale señaló una silla en el lugar.
— Te estará esperando aquí, o estará dando unas vueltas. Solo mire a su alrededor hasta las 11 antes de volver por hoy.
Choi Han pensó que no era apropiado que una dama estuviera sola en la noche, quería negarse a dejarla sola, sin embargo cruzó miradas con el dragón negro e hicieron un pacto silencioso mientras asentían con sus cabezas. Ambos se turnarian para cuidarla.
Por supuesto que a Cale le interesaba más mirar al cielo que a ellos dos allí mismo.
—Entendido. Hoy, el Dragón y yo solo miraremos alrededor del interior de la plaza antes de regresar.
Choi Han preguntó por qué Cale no iba con ellos. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta. Cale solo sería un equipaje para Choi Han y el Dragón Negro mientras trabajaban.
Cale era débil. Ni siquiera había un rastro de maná proveniente del cuerpo de Cale, ni parecía que practicara ningún tipo de artes marciales, fácilmente podría estar en peligro si estuviera con ellos. Él prefería cuidarla desde lejos y no causarle daños.
— Trabajaré duro, así que cómprame una cerveza cuando regrese. — dijo con una sonrisa.
—Por supuesto. -(Yo también tengo ganas de beber ahora)- Dragón, gracias también por tu ayuda.
El Dragón Negro se deshizo de la cúpula insonorizada, como para responder a las palabras de Cale. Choi Han solo inclinó ligeramente la cabeza antes de alejarse de Cale.
Los dos tomaron una dirección diferente a la que tomó Cale. Ella se fue a sentar en la silla que señaló anteriormente, la cual estaba a un lado de un bar.
Ella miró a su alrededor cuando quedó sola y volvió a elevar su mirada al cielo. Se la notaba un poco triste si la llegabas a ver.
En un susurro dijo:
— Hoy se cumple otro mes... — suspiro y se cubró la cara con las manos.
Después de un rato colocado sus manos en sus rodillas y hecho su cuerpo hacia atrás, apoyándose en el respaldo de la silla. Cerro con fuerzas sus ojos y abrió su boca para luego decir con una voz melodiosa y melancólica.
"Hoy se cumple un mes
que ya no me ves~
No fuiste nada más..."
No pudo seguir porque terminó mordiéndose el labio. Elevo sus piernas hasta que sus rodillas quedaron en su pecho y las abrazó.
Lo que ella no sabía es que un hombre que estaba saliendo enojado de aquel bar, la había escuchado cantar ese pequeño fragmento y se acercó a ella rápidamente.
— D-disculpa niña. — le toco el hombro a Cale, haciendo que esta se sobresaltara y lo mirase. — ¿Te encuentras bien?
- ¿Oh? SI. ¿Qué quieres?— no estaba de humor para hablar con nadie ahora. ‐ (ah quiero un trago)-.
—Bueno, iré directo al grano. — el hombre extraño se paró derecho. —Te escuché cantar hace un momento.
El cuerpo de Cale se tenso y se preparó para levantarse e irse. Sin embargo...
— He quedó maravillado con tu voz... fue algo maravilloso de verdad — junto sus manos y miro al cielo, como si estuviera ante un milagro. — Me gustaría que dieras un show de canto en mi bar.
(JA, ¿qué le pasó? ¿Yo cantando? ¿este viejo es el dueño?)- ella levantó una ceja y ladeo la cabeza.
— Verás, la chica que suele cantar no se presentó a trabajar hoy por un inconveniente de salud. —Se agarraba la cabeza. — ¿Podrías hacerlo?
— ¿Y qué gano si hago eso? — Cale se cruzó de brazos mostrando desinterés.
— Bueno, puedo pagarte y darte de beber lo que sea que quieras.— saco un cheque de su bolsillo y se lo ofreció a Cale.
La pelirroja miró la suma de galones escritas en el papel y sus ojos quedaron abiertos como platos.
(¿ESTO GANA UNA CANTANTE? ¿TANTO?)- estaba en estado de shock.-(¿Y YO AQUI PERDIENDO EL TIEMPO?)
El dueño del bar al verla callada pensó que quizás le pareció poco la suma de dinero, por lo que habló rápidamente.
— Si es necesario, puedo aumentar el valor. Sinceramente tu voz lo vale, tampoco me importaría si quieres más tragos... así que por favor-
— Si si, lo haré, pagarme y lo haré. — con esa oferta no se pudo negar.
— ¿De verdad? Bien, ¡es maravilloso!. — el hombre dio saltitos.— Puedes cantar cualquier canción que quieras. Pero si es la que estabas cantando, mejor. Vamos, te necesito ya mismo, solo sígueme.
Con un ligero sentimiento, Cale comenzó a seguirle.
— Por cierto... ¿cómo es tu nombre?
— Yo mmm — se puso la mano en el mentón para pensar y dijo el primer nombre que se le vino a la cabeza.— Mía. Mi nombre es Mía.
— Lindo nombre, ahora vamos.
Y así es como Cale termina entrando en un bar con una sonrisa de satisfacción en su rostro, casi olvidando el hecho de que hace no mucho estaba triste.
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Un joven encapuchado entró en un bar. Iba vestido con ropas oscuras de pies a cabeza, acompañado de una capa y una tela que cubría su la mitad de su rostro.
Este joven había tenido un día largo y agotador, se había cansado de atender sus tareas y pensó que salir a tomar aire beber un poco le haría bastante bien. A él le gustaba salir en las noches y ver a las otras personas disfrutando de estar con su familia o amigos, aunque esto también lo deprimía un poco.
Penso que beber en un bar lo relajaría aún más, así que entró en el primero que vio. Sin embargo, mientras iba pasando la puerta, un hombre parecía estar apurado choco con él.
— Ay, lo siento. — se disculpó el extraño y luego miró hacia atrás. — Vamos Mía, apúrate por favor.
El joven encapuchado no pudo disculparse y/o agradecer las disculpas porque de un momento a otro el hombre estaba en la otra punta. Solo pudo ver pasar junto a él a una joven de trenza larga.
Por un momento la joven lo miro y sus ojos se encontraron. Se miraron fijamente por unos segundos, hasta que ella siguió su camino. Por la poca luz no pudo ver bien el rostro de la chica, pero algo hizo un cosquilleo en su interior.
(Eso fue extraño)-penso el encapuchado.
Ignorando el momento que acababa de presenciar, fue a sentarse en una de las sillas de la barra y ordeno al barman una cerveza. Al poco tiempo se encontró tomando un trago y mirando a su alrededor. Había bastante ruido, las personas que bebían también hablaban con sus colegas u amigos. Todo era bullicioso hasta que desde el escenario, que recién notaba, se escuchó una voz.
— Buenas Noches, damas y caballeros, les habla el dueño del bar.— hablaba el hombre sosteniendo un bastón con un orbe mágico de amplificación de sonido.
El encapuchado reconoció al sujeto, y era el mismo con quien había chocado hace un momento antes.
— Les informo que tristemente, nuestra cantante no se podrá presentar hoy. — se podía escuchar los abucheo de la gente allí presente. — Pero no nos desanimemos, para mi suerte y la suya, hoy me he encontrado con un excelente milagro, con una voz mística.
Una chica hizo su aparición subiendo al escenario. Se la veía tranquila y no parecía ser cantante ni siquiera saber cantar. El público empezó a susurrar en ese momento.
— Sin más, ¡les presento a Mía! — se escucharon unos cuantos aplausos.— Espero que disfrutes su voz, así como yo lo he hecho.
El hombre luego le entregó el bastón a la tal Mía y ella, que estaba parada de perfil, volteó y miró a su audiencia.
En es momento, la mayor parte del público dio o contuvo un grito ahogado. Cuando la joven los miró, cuando ella levantó la mirada, muchos allí comenzaron a tener su cara roja.
La joven era muy hermosa, sus rasgos faciales eran sobresalientes y delicados. Tenia una belleza "angelical" si preguntabas a alguien allí. Incluso algunas mujeres allí se sonrojaron
El joven encapuchado no fue la excepción. Él también fue cautivado por la belleza de la joven del escenario, tanto así, que dejó de prestarle atención a su bebida.
La joven inspiró y suspiro. Hizo una señal al guitarrista que estaba alli y este empezó a tocar. Todos allí expectantes hicieron silencio, tenían curiosidad por la voz de la chica. Entonces la escucharon..
"Cuando estabas junto a mí...
Nuestra luz~ era celestial..."
En esas dos pequeñas frases todos quedaron boquiabiertos, incluso el dueño del bar, quien ya la había escuchado antes.
(Esto.... Su voz) - el joven encapuchado quedó boquiabierto. Estaba realmente sorprendido.
La guitarra siguió sonando y ella cantando.
"Qué más podía pedir...
Encontré la felicidad...
Sin previo aviso...
Nuestro paraíso nos dejó..."
El joven encapuchado no podía dejar de mirarla, estaba hipnotizado.
Pero había algo más que le llamaba la atención y eso era la letra de la canción, y con ella, las expresiones faciales que hacía Mía.
(¿Por qué parece estar triste?)- Pensó para sí mismo.
"Y ahora tu recuerdo..."
Me hace sombra al corazón..."
Ella hizo una leve pausa y cerró sus ojos poniendo una mano en su pecho.
"Hoy se cumple un mes que ya no me ves
Te fuiste, nada más...
Quisiste renunciar a quererme...
Y cómo dueles..."
Ella volvió a abrir los ojos y miró a la nada misma mientras seguía cantando.
El encapuchado se veía un poco preocupado mientras más avanzaba la "historia" en esa canción.
"Mientras pienso en ti y en lo que perdí..
Quisiera evitar
Haberme permitido amarte..
Para perderte...
Y me duele- eee-es~
Cómo duele-eee-eees~"
Se calló y dejó que la guitarra siguiera sonando.
Sus espectadores estaban muy atentos a la joven. Ella los había impresionado, los había cautivado.
El encapuchado pensó que estaba escuchando el canto de una sirena, porque se sintió atraído al instante. Sin embargo estaba muy atento a la letra ya las expresiones que hacía Mía.
(Ella en verdad siente lo que canta, o es una historia propia de ella)- penso.
Vio como otras personas empezaban a entrar al bar, seguramente atraídos por la voz de la chica, ya que vio entrar a familias también.
Quería saber que era lo que le preocupaba a una chica como ella a tal punto de hacerla parecer triste. Decidió tomar un trago a su bebida y en ese momento se la volvió a escuchar a la joven.
"Los golpes en la piel...
Dejan marca y después se van..."
La joven se frotó uno de sus brazos con su mano libre y luego hizo señas como si se alejara algo mientras caminaba en el escenario al ritmo de la canción.
El encapuchado seguía cada uno de los movimientos que ella hacía.
Por un momento desvío su mirada hacia la entrada y vio a un chico vestido de negro que parecía sospechoso. Pero lo único que ese chico hacía era mirar con tristeza a Mía que estaba cantando allí. El encapuchado notó que ese chico murmuró algo y luego se mordía los labios, pensó que sería mejor ignorarlo por ahora.
Mientras tanto, Mía repetía el movimiento de alejar algo con sus manos.
"Se van, se van, se vaaan
Pero me rompiste en doOos~
Y no encuentro reparación..."
La joven cerró sus ojos, como si en ese momento estuviera recordando algo. Bajo la cabeza y miro al piso mientras detenía su andar.
Si voz se volvió más melancólica y se abrazó la cintura con su brazo libre.
(¿Qué es lo que tanto le afecta?)- penso para si mismo el encapuchado. (Pero más importante... ¿porque yo estoy de este modo?)
El joven tenía las manos en puños, estaba enojado. Sintió la necesidad de proteger a esa chica, cosa que nunca pensó querer hacer, aún que ni la conocía. Pero ella siguió cantando ajena sus pensamientos.
"Sin aviso
Nuestro paraíso nos dejó~
Y ahora tu recuerdo
Me hace sombra al corazón
Hoy se cumple un mes que ya no me ves..."
La gente empezó a hacer palmas para acompañar el ritmo de la música. Eso sacó una sonrisa en la joven del escenario.
Pareció animarla y continuo con lo suyo.
"Te fuiste, nada más
¿Quieres renunciar a quererme?
Y cómo dueles..."
Volvía a moverse al ritmo de la canción, dando pasos elegantes y con una leve sonrisa en su rostro.
"Mientras pienso en ti y en lo que perdí
Quisiera evitar
Permitirme amarte
Para perderte...
Y me dueles
Cómo duelos..."
Se detuvo y se colocó de espaldas mientras señalaba el techo del lugar.
Muchos notaron la diminuta cintura y la buena silueta que ella tenía, poniéndolos rojos. Incluso el encapuchado hizo una tos falsa en ese momento con su rostro colorado, pero que no se veía por la tela que llevaba.
"Ve a ser libre y ser feliz"
Ya hace lo mismo aquí~
Amigos o alguien que conocí..."
Mía sintió como sus piernas perdían fuerza a estas alturas y dándose la vuelta, mirando al público, se dejó caer de rodillas mirando al suelo.
Muchos se preocuparon y más los dos jóvenes de negro. El encapuchado se paró de su silla, pero al escuchar que ella seguía cantando se detuvo. Nadie dijo nada sobre su comportamiento, pues la mayoría se preocupó de igual manera.
" Sé un extraño y el dolor dejemos ir..."
El guitarrista, que tenía los ojos aguados, dejó de tocar la guitarra e hizo que la voz de Mía resonara con más fuerza en aquella habitación.
"Hoy se cumple un mes que ya no me ves...
Te fuiste, nada más
Quisiste renunciar a quererme...
Y yo duelos, duelos, duelos..."
La joven golpeó tres veces el piso y se levantó. Le hizo una señal al guitarrista para que volviera a tocar. Y así lo hizo luego de secarse las lágrimas.
Ella volvió a moverse al ritmo de la música y con una sonrisa en su rostro.
"Mientras pienso en ti y en lo que perdí
Quisiera evitar
Permitirme amarte
Y no sabes cuánto duele
Las personas volvieron a acompañarla con palmas. Y uno que otro coro el cual ya aprendió la letra.
El encapuchado decidió acercarse al escenario poco a poco. Por alguna razón quería hablar con ella.
" Duelées, Duelées
Y me duele ~
Cómo duelos~"
Con esas palabras, la guitarra dio u último rasguido y la canción terminó.
La joven hizo una reverencia al público que había quedado llamada por un momento. Sin embargo luego fue bombardeada de aplausos y Vítores. Levanto la cabeza y pudo ver a muchas personas con los ojos llorosos y otras limpiando la cara.
El dueño del bar subió al escenario aplaudiéndola y con el rostro lleno de lágrimas. La joven le ofreció el bastón nuevamente y El hombre secó las lágrimas de hablar.
— No tengo palabras para describir lo que acabo de vivir... – el guitarrista detrás de él asentía mientras se sacaba los mocos.— Hemos tenido el honor de escuchar a Mía y su hermosa voz. Un aplauso nuevamente por favor.
La gente volvió a aplaudir. El hombre río un poco y palmeo suavemente el hombro de la chica. Ambos luego bajaron del escenario.
El joven encapuchado se quería acercar a la chica, sin embargo vio que ella estaba teniendo una conversación con el dueño y decidió quedarse al margen. Vio como la joven dirigida por un momento su mirada hacia la puerta haciendo una señal con su mentón antes de volver a enfocarse en lo suyo.
El encapuchado entonces dirigió su mirada hacia la puerta y vio como aquel extraño de negro ponía una cara de preocupación pero se iba sin más.
Volví a mirarla a ella y ahora estaba rodeada de gente.
(Ah- será mejor esperarla afuera )- dijo pagando lo que bebió y saliendo del bar.
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Cale estaba desconcertado. No podía creer que la voz de este cuerpo, el cuerpo de Cale Org, fuera tan angelical. Hasta ella misma se sorprendió al escucharse.
Dejando eso de lado, luego de que diera su "show" el dueño habló con ella y le dio es pago correspondiente, al igual que dos tarros de cerveza los cuales podrían llevárselos. Ella simplemente los guarda en su bolsillo especial.
Mientras cantaba recordaba haber visto a Choi Han en la puerta, así que en un momento al bajar del escenario, lo vio y le hizo unas señas para que se fuera, ella estaba bien.
Luego de hablar algunas cosas con el dueño del bar, se despidió de él, pero fue atacada con felicitaciones de la multitud de gente que estaba allí. Ella se estaba cansando de todo esto y se las arregló para escaparse y salir por la puerta.
Soltó un suspiro de alivio al estar afuera y mirar a su alrededor, por suerte no parecía que Choi Han estuviera cerca. Entonces saco un tarro de cerveza y comenzó a beber. Se sintió renovado luego de ello.
( Si hubiera sabido que con solo cantar podría ganar tanto, lo hubiera hecho desde el principio)- suspiro y siguió tomando su bebida mientras tocaba el cheque en su bolsillo. se encontró en un ambiente de paz y tranquilidad.
Pero su tranquilidad fue irrumpida por un hombre que parecía estar borracho ya que emanaba un olor apestoso a alcohol.
— Oye bonita hip- ¿cuánto por una noche conmigo? —se acercó descaradamente hacia ella.
La pelirroja se alejó dando pasos hacia atrás.
— No gracias, por ahí no pasó. —Se dio la vuelta y empezó a caminar.
Sin embargo el hombre ebrio la agarró del brazo apretandolo fuerte, haciendo que le doliera.
— Hip ¿quién te dio permiso de ignorarme zorra? — la acerco a él.
— Sueltame bastardo, dije que no — forcejeó con él, pero este no la soltaba.
Cale no lo pensó mucho y le arrojo la cerveza al cuerpo del tipo, mojandolo. El hombre, sorprendido, la soltó.
— ¡Tu! Hip... ¡Te atreves! — el hombre levantó su puño para golpearla.
Cale camino hacia atrás, estaba lista para usar su escudo si era necesario pero sintió miedo haciendo que se tropezara y cerro sus ojos, sin embargo, ella no cayó y el golpe nunca llegó.
Al abrir sus ojos sintió un fuerte brazo sobre su cintura, el cual la atrajo hacia un fuerte pecho. Una persona había evitado que cayera y ahora la abrazaba de la cintura, además se interpuso entre el puño del borracho y ella. Este joven detuvo el puño con la mano que le quedaba libre.
— Creo que ella fue clara cuando dijo que no — el joven le dio una patada al ebrio, en el pecho, haciendo que este cayera al suelo. — No te vuelvas a acercar a ella.
El tipo borracho no dijo nada, porque a nos minutos se terminó desmayando.
— Que asco los tipos así. — hizo una exposición de disgusto, antes de mirarla a ella. — Disculpa... ¿te encuentras bien?
Cale que aún estaba quieta y atónita en el abrazo del extraño, reaccionó al escuchar la voz del joven.
— Ah... s-si yo... yo estoy bien. — lo miro a los ojos y sonriendo. —Gracias…eh.
— Soy Bob — el joven encapuchado le suena. — Puedes llamarme Bob.
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Jajaja estuve un tiempo decidiendo sobre cual canción usar y encontré esta de Jessy y Joy, y niiiceee.
Aquí les dejo el enlace
(Versión español - sub inglés)
https://youtu.be/s3U_-v2eBag?si=PmRuG-2Rtko1Y3Ay
(Versión en inglés)
Notes:
Espero que les haya gustado 😏
Añadi a un personaje y, quiero creer que, ya saben quién es 😏
Jajajaa. Apareció uno de los tantos Bob 🤣
Cómo esto son capitulos viejos lo tengo que releer y me avergonzaba pero lo ame a la vez, un re sentimiento me dió jajaja 🤭
Pero nada estoy conforme 🫰🏻✨
Nos vemos en el próximo capítulo bellos 👋
Chapter 24: 23. Bob.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
— Soy Bob — el joven encapuchado le suena. — puedes llamarme Bob
Cale aún se encontraba un poco aturdida, todo había pasado bastante rápido. Tanto así que recién ahora sentía un brazo que la sujetaba de la cintura y que sus manos estaban sobre el pecho de un extraño que parecía tener un buen físico. Estaba bastante cerca de su opinión.
Bob no la dejó de mirar en ningún momento, por ello no se perdió el sonrojo que se le empezó a notar en la cara de la chica en sus brazos. Su sonrisa creció debajo de su velocidad. Cale por otro lado, para salir de ese momento, quito sus manos del pecho del chico y empezó a hablar soltando una tos falsa.
— Ejem... gracias por su ayuda señor Bob. —Debió un poco la mirada.
— No fue nada, señorita... — saco su agarre de la cintura de la joven.
— Soy Mía. — sonriendo de lado haciendo una pequeña reverencia.
Cale no tenía ganas de lidiar con críticas sobre que ella es una basura y todo ello, por lo menos esta noche, por lo que decidió volver a usar el nombre que dio en aquel bar. De todos modos ella sospechaba que "Bob" no era el verdadero nombre de ese muchacho, ya que era un nombre muy común.
—Un placer conocerla, señorita Mía. – hizo como ella y dio una pequeña reverencia.
Ellos se miraron fijamente por un momento. Cale pudo notar que Bob estaba vestido de ropas negras pero bastante elegante, por lo que dedujo que un aldeano común no era, además de que se cubría la mitad del rostro claramente para ocultar su identidad.
Ella también no pudo evitar notar los ojos del chico, eran oscuros, no al grado de ser completamente negros pero al ser de noche se veían oscuros. Ella pensó que eran lindos y el brillo que ellos tenían eran cautivadores. Por la mitad del rostro que mostraba pudo ver que su color de piel era chocolate y su cabello igual. Tenía curiosidad por aquel chico, pero su observación fue interrumpida por una voz ni grave ni aguda... era una voz atrayente.
— Disculpa mi incumbencia, pero ¿que hace una señorita como usted estándo sola de noche? Podrían pasarle cosas como la de hace un momento o peor. — mostró su preocupación.
Cale se estremeció un poco, tenía que pensar en que decir ahora.
— Bueno... tenia ganas de salir a tomar un poco de aire. (Además no estoy completamente sola)- dijo mientras miraba a la distancia con un poco de tristeza. Luego se encogió de hombros. — Quería ver un poco la ciudad.
— Ya veo, no eres de por aquí por lo que veo.
— (maldita sea, que agudo) Si, tienes razón. No soy de aquí, aunque estoy segura que alguna vez me trajeron a este lugar.
Hubo un breve silencio entre ambos. Cale quería decir algo pero Bob se le adelantó.
— ¿Le molestaría que le hiciera compañía? Podría mostrarle algunos lugares. (Ahhr ¿qué me pasa? Claramente quiere estar sola, se va a negar.) — se medio arrepintió al decir sus palabras.
(¿Quiere estar conmigo? Algo debe querer de mi...)- penso ella.
Cale fue tomada por sorpresa, no espero que la invitaran así. Sin embargo miro la hora y aún había tiempo antes de volver a la mansión. Además Choi Han y el dragón aún deberían estar buscando las bombas y ella había tirado su cerveza.
— Umm... de hecho no me molesta. Seria algo bastante gratificante la verdad. — le dio su mejor sonrisa. — Gracias señor Bob, por favor guiame.
Bob quedó inmerso en esa sonrisa por un momento.
— A-ah.. si, digo, es un placer acompañarla. Por favor sígame.
Ambos comenzaron a caminar por los alrededores de las fuentes mientras Bob le decía el nombre de cada lugar y ella lo escuchaba atentamente.
Fue un lindo tour en opinión de Cale, no caminaron mucho y no se alejaron tanto de él primer lugar en donde se encontraron. En un momento Bob me ofreció su brazo y ella lo tomó sin mucha importancia. Pasaron por bares, cafeterías, por tiendas de regalos, puestos de vendedores que vendían cosas raras, entre muchos más.
Fue entretenido. Cale sin darse cuenta estaba sonriendo, le pareció agradable la presencia de Bob, él era bastante considerado y caballeroso. Además ningún borracho loco se le volvió a acercar gracias a que el moreno estaba junto a ella.
Bob la miraba de reojo todo el tiempo, la vio hacer caras de disgusto, de admiración e interés, pero lo mejor para él fue verla sonreír. Además de ver la belleza de la chica aún más de cerca, dejándolo más embobado.
El noto que el cabello de ella parecía ser de un tono rojo muy intenso, casi como la sangre, pero al ser de noche y al haber poca luz, no sabía si estaba en lo correcto. Los ojos de ella eran de un marrón rojizo muy inusuales y su piel era bastante pálida, reflejaba muy la luz de la luna. Bob afirmó su opinión de que ella era como un Ángel, pero este Ángel parecía ocultar bastante.
A Bob había algo que aún le molestaba y quería saber sobre ello. Por lo que se acercaron a una banca en frente de una de las fuentes que estaban en la plaza, la dejó sentada allí por un momento diciendo que él ya regresaba.
Cale se quedó sola una vez más, pero no duró mucho tiempo. A los 5 minutos Bob volvió con unas tasas de café y una bolsita.
— Pensé que podrías tener algo de hambre... — le entrego una taza y dejo la bolsa entre medio de ambos. — Es Café dulce y unos pastelitos en la bolsa.
A Cale le brillaron los ojos al saber que eran cosas dulces y no algo amargo. Bob supo que lo había hecho bien.
—Muchas gracias. — tomo un sorbo y sonrio levemente. —esta deliciosa.
—Me alegro. — la vio tomar su café de una forma muy elegante mientras él aún tenía el suyo ens nosotros manos.— Mía... ¿le puedo preguntar algo?
— Ya lo hiciste jaja (sabia que algo quería, ¿me habrá reconocido?) — se río para si misma y económico con la cabeza. — Pero respondiendo a tu pregunta, sí hazlo. Y si me conviene te daré una respuesta.
— Jaja, que astuta. Bueno verás... te vi cantar en el aquel bar...
Cale se detuvo de tomar el café y volteó a verlo, instandolo a seguir con lo que tenía que decir.
— Cantaste bellamente, me cautivó. —Miro hacia el cielo. — no pude quitar en ningún momento mi vista de ti. — cerro los ojos recordando la bella melodía y canto que escucha esa noche.
Ella empezó a sentir rara y se sentó derecha.
— Pero hay algo que me tiene intrigado... Tu canción... — él la miro directo a los ojos. — Tu canción fue muy fuerte... ¿esa canción se trata sobre ti? — la vio se estremecerse un poco. — ¿o fue de alguien importante para ti?
Cale quedó en shock, nunca pensó que alguien le preguntaría sobre el significado de esa canción. No sabía que decir, abrió y cerro varias veces su boca pues fue tomada con la guardia baja.
— Si es muy personal no tienes que contestar, solo es una duda mía de todos los modos. — se rascó un poco la cabeza un poco apenado. — (aún que de todos modos puedo ver cual es la respuesta.)
Bob desvió su mirada hacia otro lado. Cale miro al frente suyo, vio pasar a una pareja y sonrió para si misma. Decidió soltar un suspiro y hablar.
— Bueno, ah~ me compraste café, pastelitos y me diste un tour. Lo justo sería contestar. — bebió un poco del café, que ahora estaba tibio. — La canción es especial para mi... en realidad es un poco de ambas. Se trata de mi y de alguien más.
Bob volvió a mirarla, pero ella seguía mirando al frente con una sonrisa muy leve. La pelirroja apoya su cabeza en una de sus manos y continuo hablando.
— Yo solía tener a alguien muy importante en mi vida... le quería mucho aunque jamás se lo dije. — dirigió su mirada al café en sus manos. — Fue alguien que me rescato, me dio un lugar y una 'familia', me enseñó a luchar y defenderme, aprendí mucho de él.
(Lo sabia, es un "él")—penso para sí mismo el Moreno, quien no dejo ver las expresiones en la cara de Cale.
— Era mi oppa, y el mejor de todos. También era mi amigo y colega. Sin embargo, por un descubierto en mis deberes... lo perdi para siempre. —se frotó los ojos con su mano libre, pero ella no lloró. — Esa persona me gustaba, pero nunca llegué a decirlo. Fue un amor que jamás pasó. — ella mostró una sonrisa que no era de felicidad.
Bob sabía que debía ser duro para ella, podía sentir la tristeza que emanaba su ser. No aguanto mucho a sus impulsos y de inmediato el abrazo y le froto la espalda, ella no se resistió, sabia que necesitaba un abrazo en esos momentos y ella no lo iba a pedir. Penso que era muy lindo por parte de él el querer consolarla. Cerro sus ojos y en ves de quebrarse en lágrimas, siguió hablando.
— Hoy... hoy se cumpliría un mes más desde que se fue y desde que no lo veo. Ya pasaron varios años desde eso. Esa canción siempre la cantó desde que pasó ese incidente. En mi opinión es una canción perfecta para expresar lo que siento.
Él la soltó pero ella se apoyo en su hombro. Él la dejó y le palmeo suavemente su cabeza.
— Esa es, en resumen, la historia detrás de la canción jaja. ¿Triste no?
— Si bastante. Se lo duro que es perder a alguien importante para ti. —Miro al frente.
— ¿Por qué lo dices? —levanto una ceja.
— Yo también perdí a alguien cuando era joven, alguien muy importante. — sonrió con tristeza. — Y quizá, al igual que tú, esa persona ya no está por culpa de mi descuido. — Frunció el ceño.
— Ya veo...— noto que él se ponía un poco melancólico — Pero... ¿por qué me lo cuentas?
—Bueno. Digamos que es un intercambio de información. Tu me contaste lo tuyo y yo lo mío. — muestra una leve sonrisa.
Cale no quería seguir viéndole la cara de tristeza por lo que tomo la bolsa de pasteles, saco uno, le quito el velo de la cara y le dio de comer.
—Bien, lo aprecio. Pero no se te permite estar triste, mejor ven.
Bob abrió grande los ojos, pero soltó una carcajada. Fue muy lindo por parte de ella hacer eso, sin embargo ella parecía estar más triste que él, así que hizo lo mismo que ella.
— Jajaj y mira quién lo dice, a ti tampoco se te permite estar triste. Ven.—le dedico una sonrisa.
Ella por fin pudo ver por completa la cara del chico y solo pudo pensar en una cosa.
(Es como la luna y el sol juntos. Es bastante guapo.)- un tono leve de rojo se pintó en sus mejillas.
No dijo nada y solo se dedicó a comer. Bob la vio con una sonrisa cálida mientras ella comía. Ambos rieron un poco y luego volvieron a estar en silencio, un silencio muy reconfortante para ambos, como si en el silencio encontraran el consuelo que ambos necesitaban.
Bob volvió a cubrirse la cara con el velo y ella solo pudo suspirar. Cale volvió a apoyar su cabeza en el hombro del chico, él la dejó y se puso a jugar con los mechones que le sobresalían de la trenza.
— Somos desafortunados ¿no lo crees?
— Sí, en efecto. — ella simplemente cerró sus ojos y se dejó estar.
Las personas que pasaban en frente de ellos les sonreían. Ellos simplemente vieron a una "joven pareja" pasando la noche juntos, una pareja de jóvenes muy guapos, coincidieron a la perfección. Sin embargo ambos eran ajenos a los pensamientos de la gente ya que estaban inmersos en sus pensamientos.
Bob, por su parte, quería preguntar más cosas, quería saber más sobre la chica que estaba al lado suyo. Y cuando estuvo a punto de preguntar, en un abrir y cerrar de ojos, una figura negra aprecio al frente de ambos. Un chico peli negro los miraba, más específicamente a Bob, con un aura aterradora.
Bob se puso a la defensiva con el fin de proteger a Mía. El podría sentir un aura asesina proveniente de la persona que ahora está frente a ambos. Puso su brazo delante de ella y de levanto a hacerle frente al tipo.
— Señorita Mía, por favor quédese-
Bob no pudo terminar sus palabras porque la pelirroja se levantó y puso su mano en el brazo que él había puesto delante de ella.
— Choi Han... es suficiente. (¡Mierda! Este bastardo está dando miedo. ) — el Moreno se sorprendió que de ella conociera a esta persona. — No es alguien peligroso.
Bob sintió como la mano que estaba sobre su brazo estaba temblando, haciendo que estuviera aún más alerta.
Choi Han pudo ver que Cale estaba temblando y se dio cuenta de que estaba soltando su aura asesina. Trato de calmarse e hizo una reverencia.
— ah... yo lo siento mucho mi señora. (Otra vez la asusté) — se lamentaba.
Ella soltó un suspiro y bajó el brazo de Bob, que aún estaba en frente suyo, luego habló con él
— Esta bien... es mi subordinado. — vio que Bob aún tenía una cara de preocupación y habló. — No es peligroso... lo asegurado.
El Moreno aún no estaba convencido de tal cosa. Ella igualmente se acercó a Choi Han y le tocó el hombro, este levantó la cabeza.
—Ya terminaste por lo visto. — vio la hora en el gran reloj en el centro de la plaza. —Es hora de volver.
— Si, pero... — miro de reojo a Bob. — te daré el informe al volver.
—Eso espero. — acercando a las palabras del peli negro. Luego volteo a mirar a Bob. —Me temo que debo regresar.
— Es lo que veo.(por favor ya deja de mirarme así)- él empezó a sudar frío.
Choi Han a espaldas de Cale, estaba fulminado con la mirada a Bob haciéndose sentir incómodo.
— Fue un placer haberte conocido él día de hoy señor Bob. —hizo una reverencia. — Y sobre la conversación que tuvimos.... por favor solo olvídalo.
Choi Han se estremeció y la miro al instante, preguntándose ¿de qué hablaron? . Cale era ajena a ello y solo miro fijamente a Bob.
Bob se acercó a Cale, le agarró la mano y besó el dorso de ésta, sin sacarse el velo, haciendo una reverencia. Choi Han por detrás estaba a dos segundos de atacarlo, pero se contuvo por ella.
— No diré nada si tu no dices nada, señorita Mía. — sonrió por detrás de su velo levantando la mirada.
Cale soltó una risilla y ascendió.
—Es un trato entonces.
Cale empezó a caminar, pero fue retenida por que sintió que le agarraban la muñeca y se volteó a ver encontrándose con la cara de Bob.
— ¿Volveras? Es decir, ¿podré verte otra vez por aquí?
Cale pudo ver que el agarre en su muñeca no tenía necesidad de soltarse, no era molesto, pero debía irse.
—Eres insistente. — vio que él tenía una mirada suplicante entonces miro a un lado— probablemente venga a dar unas vueltas en las próximas noches. — le dedicó una sonrisa.
—Ya veo, hasta pronto entonces. —contuvo un suspiro y sin más motivos para retenerla, la soltó.
Cale ascendió y volvió a caminar hasta llegar a donde estaba Choi Han, quien por alguna razón tenía la mano en su espada.
Choi Han desde donde estaba hizo contacto visual con ese tal "Bob" y ambos se fulminaron con la mirada. El peli negro observa a Cale toda la noche.
Cuando Cale fue abordada por un ebrio estuvo a nada de ir cortarle las manos por atreverse a tocarla, pero para desgracia de él, ese tal Bob se le adelantó y la ayudó. Estaba feliz de que Cale estuviera a salvo pero ahora estaba pasando la noche con un completo desconocido. Le hirvio la sangre.
Fue peor cuando vio que el desconocido la abrazo y ella se dejó. Además el descarado le beso la mano a su Cale-nim. Estaba un poco molesto.
Por eso cuando Cale se acercó a él, este la carga en sus brazos y miro con una sonrisa triunfante a Bob quien apretaba sus puños al verlos.
Luego se fueron dejando a Bob que aún los miraba al irse.
— Ah~ yo también debería volver al palacio... — soltó un suspiro y se levantó.
Al poco tiempo ninguno de los tres estaba en la plaza.
En el trayecto preguntó Choi Han.
— Cale-nim... ¿quién era ese tipo? —tenía el ceño fruncido.
— Solo... un amigo que se parece un poco a mi... — ella no dijo más nada.
Choi Han la miro y vio que ella tenía una leve sonrisa, se quedó callado y simplemente volvieron con el dragón.
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Cale regresó a la residencia con Choi Han y el Dragón Negro, quienes en su informe dijeron que no lograron encontrar nada.
Al día siguiente Cale se dedicó a prepararse para su Show de danza que daría en el baile. Lucia fue de gran ayuda, sin embargo no fue tan necesaria pues ese cuerpo aún conservaba sus memorias y se movía tan correctamente que las coreografías que práctica eran como si ella misma las hubiera creado. Agradeció a ese cuerpo por ser tan flexible, era muy conveniente.
Por la noche, Cale acompaña a Choi Han y al Dragón a hacer sus búsquedas mientras ella se encuentra con Bob y charlaban de una que otras cosas. Fue interesante encontrar a un tipo que se pareciera a ella.
Sin embargo la búsqueda del dragón y Choi Han aún no tenían sus frutos.
Cale, que no podía dormir por la noche, finalmente se despertó a la mitad del día. Sin embargo, no estaba cansada, porque el Corazón de la Vitalidad dificultaba que Cale se sintiera cansada.
— Joven señorita, ¿estás despierta?
—...Ron.
El sueño como la miel de Cale desapareció como un sueño, cuando volvió a la realidad.
— Él regresó.
Ron estaba de regreso. Se había enterado de todos los acontecimientos que pasaron desde que el se fue y sabía que tenía que tener una buena charla con su señorita sobre "dejar que extraños la abrazaran". Sin embargo le entregó una carta a Cale. Cale le dio una orden a Ron por primera vez en un tiempo después de ver la carta.
— Ron, ve a envolver una botella del mejor vino.
Era una carta con el escudo del Gremio de Comerciantes Flynn. Cale abrió la carta para encontrar una sola frase.
"Joven señorita Cale, ¿me invitarás a beber alcohol pronto?"
El hijo bastardo del líder del Gremio de Mercaderes Flynn, Billos, pronto llegaría a la capital.
La carta ayudó a Cale a darse cuenta de que no pasaría mucho tiempo antes de que conociera al Príncipe Heredero dentro del palacio. Como había muchos villanos allí, era hora de que se quedara muy muy quieta.
Ron asintió con la cabeza ante las palabras de Cale, pero agregó una cosa más antes de irse.
—Entiendo. Por cierto, joven señorita, recuerdas que tienes que visitar el palacio pasado mañana, ¿verdad?
Antes de que el rey anunciara el inicio del festival en la plaza, se programó que los nobles se reunieran con el Príncipe Heredero. No fue una reunión seria ni una fiesta, sino algo intermedio. Estaba previsto que tuviera lugar en un ala del palacio donde normalmente se llevaban a cabo reuniones importantes.
Cale pensó en el príncipe heredero y el palacio antes de que su mente divagara en otra parte.
(Me pregunto si Taylor y Cage estarán bien.)- El hijo mayor caído y la Sacerdotisa Loca. Cale pensó que probablemente a los dos les estaba yendo muy bien.
— Mmm.
Pero, de repente, sintió un escalofrío en la espalda y se acarició la nuca. Esa frialdad hizo que Cale tomara una decisión.
(No pensemos en ellos dos.)-
Cale estará muy quieta en el palacio. Incluso si alguien lo maldice desde un lado, se sentará en silencio antes de regresar aquí. Cale se asomó a la mesa frente a ellos. Había una carta de Eric allí.
" Cale. No tienes que hacer nada, nada en absoluto. Este oppa-nim se encargará de todo por ti. ¿Entendido?..."
Estaba muy claro que Eric estaba preocupado por lo que pudiera pasar. Cale tomó la carta de la mesa y el dejo a un lado.
— Entonces me aseguraré de que envuelvan una botella de nuestro mejor alcohol.
—Bueno.
Cale estaba viendo a Ron irse, cuando vio algunas caras que no había visto por un tiempo entrar por la puerta abierta. Ron los miró a los dos antes de cerrar la puerta. Los dos que entraron se acercaron a Cale y empezaron a hablar.
—¡Mamá! ¡Creo que puedo matarlos si bajan la guardia!
— Así es mamá ¡Veo una forma de matarlos!
Fueron sus hijos On y Hong. Estos dos en su forma de gatitos, que Cale no había visto por un tiempo, estaban emocionados, ya que parecían haber encontrado una manera de matar a la gente Bestia que era tan fuerte como la Tribu Lobo.
—Buen trabajo. — ella les froto la cabeza y ambos se transformaron en niños humanos.
Ambos niños fueron a sentarse junto con Cale la cual simplemente los abrazó, puso a Hong en sus piernas ya On la dejaron apoyarse en su hombro.
Ron pronto entró a la habitación una vez más.
—Joven señorita.
—¿Qué?
Ron miró a Cale, quien respondió como si no le importara, antes de hacer su pregunta.
— ¿Puedo ir como su sirviente personal al palacio?
— ¿Por qué haces una pregunta tan obvia? ¿Quién iría si no fueras tú?
Esa respuesta hizo que Ron decidiera irse con una verdadera sonrisa en sus labios.
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Dejo aquí los...
REGALITOS 💌💌💌
Momento del beso de despedida de Bob
Como yo lo imaginé....
Notes:
Me di cuenta, que me quedo demasiado oscuro el dibujo, pero bueno, es un dibujo de al menos hace dos años atrás 🫣
Bueno nada. Jajajajaa hola mis pollitos.🐥❣️
Espero que hayan descubierto bien quien era ese Bob ✨🙌🏻
(Por si no les quedo claro es Alberu en su forma de 4to elfo oscuro 🧝🏿♂️💕)
¿Que les pareció el cap? ¿Les gustó?
Espero que sí.
nos vemos 😘♥️
Chapter 25: 24. Hacia el castillo.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Las personas que se llamaban a sí mismas 'Arm' y gobernaban el inframundo del continente oriental habían comenzado a expandir su alcance al continente occidental. 'Arm' era solo una parte de la organización y nadie conocía su verdadera identidad. La Familia Molan era una familia de asesinos de quinta generación que buscaba gobernar la noche en el continente oriental, y Ron Molan, el sucesor de la Familia Molan, odiaba y temía esto: 'Arm'.
— Joven señorita.
—¿Qué? — es un poco molesto.
—Estarás muy bien en el palacio.
—Ron.
Cale miró hacia Ron, quien, después de regresar de su tiempo libre, la estaba halagando a diferencia de su yo habitual, y preguntó casualmente.
— Tengo una cara y una figura hermosas, además de ser extremadamen tetalentosa, ¿no?— cerro sus ojos y puso su mano en el pecho.
— Ahhhh~ — Los niños le soltaron un bufido a Cale, pero no pudieron estar en desacuerdo. Su madre era una mujer hermosa y con una figura elegante.
Lo favorito de Kim Rok Soo sobre Cale era su dinero, pero justo después de eso estaba el cuerpo y la cara de ella. Los labios de Cale parecían querer formar una sonrisa.
— Por supuesto. Nuestra joven señorita es el paquete completo. -(Por ello debo alejar a los insectos de usted.)–.
(¿Qué acabo de escuchar ahora mismo?)- la sonrisa de Cale desapareció rápidamente.
Era una voz muy suave, cálida y cariñosa. Incluso sonaba como si Ron estuviera jugando con ella. Cale sintió escalofríos por todo el cuerpo y giró la cabeza para ver a Ron parado allí con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Se veía diferente a cuando fingía estar satisfecho.
Cale realmente sintió escalofríos por todo su cuerpo ahora. Pero a Ron no le importó y continuó con sus deberes.
— Entonces saldré por ahora. Tengo que informar al ayudante de mayordomo Hans.
— ¿Oh? Oh. Adelante, rápido.
Ron pronto se fue, y Cale comenzó a reflexionar mientras miraba la puerta cerrada.
(¿Por qué está actuando así?)- entonces negó con la cabeza. ‐(¿De qué serviría estar interesado en la vida de Ron? Solo vamos a ignorarlo por ahora. )-
Cale miró fijamente esa puerta cerrada durante mucho tiempo, antes de que una expresión confusa llenara su rostro.
Toc, toc, toc. Alguien estaba llamando a la puerta. El pelirrojo menor, Hong, empezó a hablar.
—Huele a lobo.
Cale miró hacia la puerta y comenzó a hablar.
— Adelante.
La puerta hizo clic y lentamente comenzó a abrirse. Cale podía ver al niño lobo, Lock, parado allí con torpeza. Lock vaciló un poco antes de empezar a hablar.
— Hola señorita, vine a darte las gracias. No sabía cuándo sería un buen momento para pasar, así que, si te parece bien, ¿puedo pasar un rato?
Cale asintio con la cabeza, ella no quería seguir escuchando esta voz incómoda, así que le indicó a Lock que entrara. Lock cerró con cuidado la puerta con una expresión nerviosa y se acercó a Cale. La pelirroja señaló el sofá frente a él.
— Toma asiento.
— Gracias.
Lock se sentó en el sofá y miró a Cale. A diferencia de sus palabras anteriores que hicieron que Lock pensara en su tío, esta persona, llamada Cale Henituse, tenía un aura que dificultaba acercarse a ella. En lugar de ser difícil porque era fuerte como su tío, parecía que sería difícil hablar con Cale.
—Di lo que tengas en mente.
— Yo... ¡Muchas gracias!.— Lock parecía estar pensando en qué decir, antes de saltar del asiento e inclinarse ante ella.
Lock parecía muy ingenuo, asustado y, en algunos aspectos, estúpido. Definitivamente encajaba en el perfil descrito en la novela.
(Su personalidad cambió en la novela después de volverse loco por primera vez, pero parece que sigue siendo la misma ahora)- miro hacia otro lado.
— Por supuesto. Definitivamente es algo por lo que estar agradecido. — simplemente respondió.
— ¿Perdón? Ah, sí.— Lock tenía una expresión extraña en su rostro mientras se sentaba. Cale vio al niño sentarse y comenzó a hablar.
— No hay necesidad de agradecerme más, puedes irte.
— Ah, está bien, entonces...— el no se levantó, quería decir algo más pero sus labios no se movían.
Había escuchado historias de Rosalyn, los dos gatitos de la Tribu Gato, Choi Han e incluso Hans, lo que le hizo pensar las cosas una y otra vez. Todavía no había terminado de pensar en las cosas.
Cale simplemente miró a Lock en silencio. Era porque sabía cómo actuaría Lock por lo que lo estaba tratando de echar rápidamente de aquí.
El joven no sabía cómo empezar. Continuó mirando a Cale de vez en cuando mientras miraba sus pies. Lock se mordió ligeramente los labios un par de veces.
A Cale no le gustaba mucho esta personalidad suya. En ese momento, Lock escuchó una voz fría.
— Ya, solo escupelo.
—¿Perdón?— en ese momento elevo su cabeza para mirarla.
Esta fue la primera vez que Lock hizo contacto visual con Cale desde que entró en la habitación. Ella mantuvo contacto visual con Lock, mientras continuaba hablando.
— Bueno. Cuando hables con alguien, debes hacer contacto visual de esta manera. — dijo la pelirroja sin quirar su mirada de Lock.— Ya dilo. Escupe todo lo que quieras decir.— miro al reloj y volvió a mirar al joven que tenía la cara en blanco.— Al menos escucharé lo que tienes que decir.
En ese momento Lock dejó escapar un grito ahogado. Apretó sus manos inquietas y finalmente comenzó a hablar.
— Yo, yo soy el hermano mayor. — aunque su voz era débil, parecía tener determinación con lo que decia. Aún era un niño, pero su cuerpo era bastante grande para su edad.— Necesito cuidar a mis hermanos menores.
Lock sabía que todavía le faltaba mucho para ser llamado miembro de la Tribu Lobo. Sin embargo, tenía 10 hermanos menores que necesitaba proteger y cuidar en este momento.
— También era sobrino y hermano menor.— el sabía que los mineros de su tribu lo amaban y apreciaban a pesar de ser cobarde y estúpido. Lock no podía olvidarse de su familia, amigos y vecinos que lo querían tanto.— Por eso necesito vengarme. — dijo apretando sus puños.
Por eso necesitaba devolverles todo lo que le quitaron. Lock apretó sus manos temblorosas y dijo lo que le vino a la mente. Una vez que hizo eso, sintió que su cabeza se aclaraba un poco. Inclinó la cabeza y pudo ver sus pies y la alfombra. Luego escuchó una voz.
— Joven lobo.
Lock levantó la cabeza. Cale Henituse. Propietaria de una gran residencia con la que Lock ni siquiera podía soñar cuando vivía en su pueblo, era alguien a quien Choi Han hyung había dicho que valía la pena apostar al menos ⅔ de su vida. Una mujer así le estaba hablando sin rodeos.
— Eres un lobo. — ella acaricio la cabeza de Hong que en algún momento se había quedado dormido y miro a On quien tomaba las manos de su hermano. — Los lobos protegen a sus familias y las ponen en primer lugar, incluso antes que a ellos mismos. Los considero una tribu de la que estar orgulloso.
On asentía a las palabras de su madre y Lock pudo ver unas caras sonrientes frente a él.
En ese momento, Lock pudo ver claramente a esa mujer y todo lo que había en esta habitación. A cada lado de Cale estaban los lindos niños de la tribu de los gatos, y la luz del sol que entraba en la habitación la hacía parecer muy tranquila.
— Muchas gracias por su ayuda. Y... por favor ayúdame.— Lock finalmente recordó las palabras que necesitaba decir y las palabras que quería decir.
— Una vez fue suficiente para el agradecimiento. — dijo con calma.
La razón por la que Cale estaba pensando tanto en cómo actuar como basura en estos días era por Choi Han y el Dragón Negro. El Dragón Negro en sí era una preocupación, mientras que Choi Han era una preocupación por las cosas que traía consigo.
— Pero... No deseo ayudarte.
Cale no quería ayudar a Lock. Sin embargo, sabía el dolor que sentían los 10 niños lobo después de perder a sus padres y su apoyo. Lo había experimentado ella misma. Además, ya tenía un pie dentro de esta situación. No quería ser responsable de todo. Planeaba hacer solo lo mínimo, para poder cubrir los gastos.
Cale continuó hablando hacia Lock, quien estaba bajando la cabeza después de escuchar a Cale decir que no quería ayudarlo.
— Sin embargo, tengo planes de hacer un trato contigo.— sus labios formaron una leve sonrisa.
— ... ¿Un trato?
Cale asintió con la cabeza y continuó hablando.
— Solo dime... ¿Con qué necesitas ayuda? ¿Y qué puedes hacer por mí a cambio?
Cale no deseaba enseñarle a este chico lobo, que no tenía experiencia en nada. Eso era para que Choi Han o Rosalyn se ocuparan. Cale alzó a Hong en sus brazos y tomó de la mano a On, luego se puso de pie, ya que todavía tenía un par de cosas de las que ocuparse antes de dirigirse al palacio, antes de hablar una vez más con el chico lobo.
— Vuelve cuando tengas las respuestas. — dijo acercándose a él acariciandole la cabeza.
Lock sintió una hermosa calidez proveniente de la pelirroja y se sonrojo un poco mientras pensaba en sus palabras, antes de levantarse del asiento e inclinar la cabeza.
— Entiendo. Volveré a verte cuando haya resuelto las cosas. (Ella es como Choi Han-hyung mencionó.)-
— Por supuesto.
Cale acarició ligeramente la cabeza de Lock una vez más . La mirada en los ojos de Lock cuando miró hacia arriba fue bastante satisfactoria.
Lock por su parte se sintió bien y quería volver a sentir ese cariño que la pelirroja le ofreció por ese breve momento. Pero para su desgracia se tenía que ir. En su interior envidio un poco al pelirrojo en los brazos de Cale, quien aún dormía plácidamente.
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En la oficina principal de cierto castillo, se encontraba un joven rubio de ojos azules muy elegantemente vestido. En la mesa frente a él tenía varios documentos que sus sirvientes le acaban de traer.
El joven de solo pensar que debía revisar cada uno de los documentos, ya se sentía cansado. Pero como anfitrión de la fiesta, que se realizaría en unas horas, debía corroborar de ante mano a cada uno de los invitados que asistirían a la reunión.
El necesitaba poner a más gente de su lado así trabajan a su favor, ya que su padre no lo estaba apoyando últimamente.
No era como si el príncipe heredero Alberu, hijo de Zed Crossman, hubiera recibido mucha ayuda de su padre anteriormente. Nego con su cabeza y siguió con lo suyo.
Se encontraba revisando los antecedentes de los nobles que los visitaran e iba por la zona del noreste del reino roano.
— En su mayor parte estos nobles son interesantes. — hablaba consigo mismo— Eric Wheelsman. .. un joven prometedor y atento a su trabajo. Es minucioso pero parece un poco ingenuo. — releyo la información. — Además no se a unido a ninguna facción aún... mmm podría ser útil si lo pongo de mi lado.
Dejó a un lado la información de Eric y fijo su mirada en el documento que decía Familia Henituse.
— Ummm seguramente es el joven prometedor Basen Henituse. — sonrio antes de tomar y hojear el documento. Al instante su sonrisa cayó. — Cale Henituse... ¿ella vendrá en lugar de Basen? .
El rubio puso su mano en su mentón y leyó la poca información que había sobre esta chica.
— Cale Henituse, hija mayor del Conde Deruth Henituse y la fallecida Jour Thames. Fue una joven prodigiosa hasta que su madre murió y su padre trajo a una nueva esposa a su casa. Solía ser la mejor bailarina del reino roano, así como destacaba en canto, arte y demás actividades artísticas. — Alberu pensó que no estaba mal, pero lo siguiente lo hizo fruncir el ceño.— A los 15 años empezó su mal comportamiento. Salía a beber en bares del condado llegando a meterse en problemas y ahuyentando a la gente. Arrojaba botellas de vino a cualquiera y se la conoce con el famoso nombre de "la basura rubí"...
Alberu se frotó la cien y soltó un suspiro. Miro una vez más la información de Cale y la dejo a un lado.
— Podría llegar a ser problemático... sin embargo es necesario poner de mi lado a la familia Henituse. Son bastante ricos y protegen al reino de una de las zonas prohibidas...
Agarro una vez más y busco la descripción física de Cale, necesitaba saber cómo era ella para identificarla y controlar cualquier problema, si es que llegara a ocurrir. Quedó un poco desorientado ante su descripción.
— Cale de 18 años, altura de 1.65 metros aproximadamente. Tiene cabello rojo intenso, que le llega un poco por debajo de la cintura y sus ojos son de un tono marrón rojizo. Tiene una figura elegante y andrógina... — se detuvo un momento a revisar la imagen que aparecía de ella.
Reviso varias veces esa imagen. Se frotó los ojos y volvió a verla una vez más.
— ¿Por qué se parece a Mía? ¿Será una coincidencia? — no estaba entendiendo nada. Se apoyo en el sofá en el que estaba sentado y suspiro. — No... Mía no es como esta cosa describe a Cale... ¿Estaré muy cansado y por eso estoy imaginando cosas? Sí, eso debe ser.
Miro el reloj que estaba en esa habitación y volvió su vista a los papeles frente a él.
— Ah~ seguro es mi imaginación. Sigamos revisando esto.
Ignorando la coincidencia de esas mujeres, el príncipe siguió con su trabajo...
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Cale tomó la invitación del Príncipe Heredero y se bajó del carruaje. La reunión debía comenzar a las 5 de la tarde. Ella miró el palacio, que era incomparable tanto con la Finca de Henituse como con su residencia en la capital juntas.
El Palacio de la Alegría. El nombre del lugar de la reunión se llamó Palacio de la Alegría, y fue construido por el rey para compartir su alegría por el nacimiento del Príncipe Heredero. Por supuesto, el rey ahora favorecía al tercer príncipe.
Ella se vistió muy elegantemente para esta ocasión. Llevaba un vestido elegante, largo y sin mangas en tono verde oscuro con decoraciones en blanco y dorado. Llevaba joyería que hacía juego co. el color del vestido y sus zapatos era sumamente hermosos. Estaba peinada con una especie de trenza en una cola y su maquillaje era un poco más fuerte que lo que solía usar.
Todo lo que llevaba fue elegido por Lucia y On, quienes estaban súper emocionadas por vestir, peinar y maquillar a Cale. La pelirroja a veces pensaba que para su hija y sirvienta ella era como una muñeca. Dejando sus pensamientos de lado miro a un lado y a otro.
Cale estaba planeando encontrarse con Eric, Gilbert y Amiru fuera del palacio y entrar juntos. Miró hacia el palacio y empezó a pensar.
(¿Es esto también un cliché?)- penso mientras miraba como casualmente algunas personas llegaban al palacio al mismo tiempo que ella.
— Vaya, ¿quién es esta? ¿No es este nuestra famosa joven señorita Cale? Mira Amely.
— En efecto, es ella.
Cale contuvo el suspiro. Podía sentir el disgusto de la persona frente a él solo por su tono. La persona que se le acercaba era Neo, el sucesor del Vizconde Tolz. Y por detrás de él venía Amely, el "interés amoroso" de Choi Han.
(¿Por qué tengo que encontrarme con uno de los secuaces de Venion ahora? ¿Y ella también está aquí? Maldita sea, tendría que haber dejado que Choi Han venga así se encuentren ¿verdad?).- ella quería suspirar.
Neo Tolz fue uno de los villanos en el fic. Anduvo haciendo las órdenes de Venion. El dragón fue torturado en su villa y su familia odiaba a los Henituse. Antes se llevaban bien ambas familias pero eso cambió una vez que estuvieron bajo la Facción del Marqués Stan hace 5 años. Ademas, aunque no lo dirían en voz alta, pero tratarían sigilosamente de tomar el control de la Reunión de Nobles del Noreste.
Neo Tolz sonrió brillantemente mientras se paraba frente a Cale.
— ¿Usted está sola?
Todavía estaban un poco lejos de la entrada del palacio, y el Vice Capitán y Ron estaban hablando con el guardia para obtener permiso para entrar. Cale, que traía solo una cantidad mínima de personas, miró a Neo.
Neo vio que Cale estaba sola, y así empujó a sus subordinados hacia atrás.
— Vomos a charlar un rato con la joven señorita Cale. Ve a buscar permiso para que podamos entrar.
Neo envió a sus subordinados al guardia y dio un paso más hacia Cale. Una vez que los dos estuvieron muy cerca, Neo comenzó a hablar. Amely por su parte jugaba con su abanico mientras cuestionaba el comportamiento de su estupido oppa.
— Joven señorita Cale.— tenía una sonrisa cálida y amistosa en su rostro, mientras hablaba con una voz tranquila que solo Cale podía escuchar.— ¿Qué está haciendo una basura terrible como tú viniendo al palacio?
(Suspiro, tan infantil. ¿Es así porque es un mundo dentro de un libro? ¿O es porque es un mundo de fantasía? ¿Es posible que los punks como este también existan en el mundo real? Deben existir ya que me está provocando así.)- pensaba Cale para si misma, pero no se inmutó.
Amely por su parte quería golpearse la frente. Sabia que su hermano le desagradaba Cale porque ella lo había rechazado hace mucho y ahora estaba peor con el conocimiento de que Venion quería casarse con ella. A Amely tampoco le agradaba Cale, pero tenía una reputación que mantener y realmente quería golpear al idiota de su hermano.
— Esta niña simplemente es increíble. Encima de ser basura ¿te atreves a seducir al joven maestro Venion? Si que eres una descarada sabes. — lo último se lo dijo al oído.
Cale quería decirle a Ron que matara a estos estúpidos villanos que no conocían su lugar, pero simplemente continuó mirando a Neo. La expresión de Neo se iluminó aún más. Para Neo, Cale era una basura que se veía bien por fuera. Para alguien como Neo, que tuvo que aguantar a Venion todo el tiempo que estuvo en la capital, Cale era una buena presa para molestar.
— ¿Qué? ¿Quieres tirarme una botella? ¿O quieres pegarme? Adelante, inténtalo. Solo eres una perra arrastrada que va en busca de un buen dueño.
(Solo me está provocando. Lo está haciendo a propósito. No puede llevar ningún objeto mágico al palacio, por lo que no podrá llevar un dispositivo de grabación mágica dentro. Por eso está tratando de irritarme aquí.)- se dijo a ella misma.
Si Cale causaba un escándalo aquí, sería visto como una pelea entre una basura y un noble digno. Solo sería una ventaja para Neo, por eso estaba tratando de provocar a Cale para que bajara el apellido Henituse.
(Además ¿qué era eso de seducir a Vanion? Que cosas horribles dice este loco bastardo)-
Cale simplemente se quedó parada allí. Luego escuchó una voz dentro de su cabeza. Era el dragón hablando por medio de la magia.
_Lo que es un bastardo. Me recuerda a ese bastardo de Venion... ¿Debería matarlo?_
(No creo que sea necesario hacer eso)- Cale negó con la cabeza hacia el Dragón que lo seguía mientras permanecía invisible.
Ver a Cale negar con la cabeza hizo que Neo provocara a Cale una vez más, ya que no parecía que Cale fuera a morder.
Amely se estaba aburriendo de esto y negó con la cabeza. ¿Cuál era la necesidad de humillar a la basura si aún no había un público presente? A veces sentía que este hermano suyo no pensaba mucho.
— Es suficiente Neo... — sin embargo no pudo continuar.
En ese momento, la mirada de Cale se volvió hacia un nuevo carruaje que acababa de llegar.
¡Bang! La puerta del carruaje se abrió de golpe tan pronto como el carruaje se detuvo y Eric Wheelsman salió del carruaje. Gilbert y Amiru también estaban dentro del carruaje.
Eric se preocupó bastante, porque a la distancia podía ver a Cale siendo abordada por los Tolz, más específicamente por Neo y no quería que ella pasara un mal rato o hiciera algo imprudente. Por eso bien llego se bajó rápidamente y fue hasta ella.
Cale le hizo una señal a Eric, que se acercaba corriendo con los ojos bien abiertos, mientras señalaba a Neo con el dedo índice poniendo su cara más inocente que pudo.
— Oppa-nim.
La voz sincera de Cale que lo llamó, así como la mirada fría en los ojos de Cale, le dijeron a Eric todo lo que necesitaba saber.
(Deshazte de ellos)- Los ojos de Cale tranquilamente de pie le estaban dando ese mensaje a Eric.
— Ejem. Mmm! Joven maestro Neo, Joven señorita Amely, ha pasado un tiempo.— hizo una pequeña reverencia.
Eric se movió inmediatamente entre Cale y Neo mientras Amely solo seguía mirando desde atrás.
Los ojos de Neo parecían estar derrotados. Pensó que había encontrado una buena presa, pero ahora era difícil cazar esta presa con Eric Wheelsman presente.
— Sí, joven maestro Eric. Espero que hayas estado bien.
— Es un placer verlo nuevamente joven maestro Eric. — ella se inclinó.
Neo saludó a Eric de esa manera antes de saludar también a la joven Amiru y al joven maestro Gilbert. Amely hizo lo mismo. Luego ambos vieron como todos se paraban frente a Cale y Neo chasqueó la lengua.
(Supongo que la están protegiendo. Incluso si es basura, después de todo, todavía está de su lado.)— Neo decidió no hacer nada después de ver a los tres protegiendo a Cale.
(Así que de verdad eres astuta ¿no Cale? Refugiándote en la guardia de los Wheelsman. Jajaja esta bastarda.) Pensaba Amely mientras agitaba elegantemente su abanico.
Eric notó la intención de Neo y lentamente se dio la vuelta para mirar a Cale.
La mirada de Neo se volvió hacia Cale también. Neo luego inconscientemente dejó escapar un gemido.
Cale estaba mirando en silencio a Neo con los brazos cruzados. Los ojos de Cale eran extremadamente desdeñosos. No le había dicho nada a Neo desde antes, pero su mirada y su lenguaje corporal decían todo lo que necesitaba ser dicho.
(Tonto sin clase)-
A Neo le hizo pensar en la mirada que Venion solía mirarlo. A pesar de que Neo estaba enojado cuando Venion lo miraba con esa mirada, se consoló diciendo que era la mirada de un noble de mayor rango y lo dejó ir. Ahora podía ver cierta similitud entre Venion y Cale. Eso le asustaba si era sincero.
(¿Qué resultaría de la unión de ellos? Nada bueno seguro. )- se estremeció al pensarlo.
Amely miró a su hermano y luego a Cale.
( ¿Desde cuándo ella tenía una mirada que podía dejar a su hermano sin habla? De verdad esa basura había cambiado bastante. )- se quedó en blanco.
Cale se dio la vuelta después de ver las pupilas temblorosas de Neo por un tiempo y a una Amely desconcertada, y miró detrás de ella. Escuchó el informe del Dragón Negro en su oído.
_ La magia de la grabación de voz está lista._
Cale le había pedido al Dragón Negro que registrara todo lo que sucedió hoy. Cale originalmente no iba a hacer esto porque el palacio tendría muchos magos que eran sensibles al maná, pero el Dragón Negro le aseguró que no sería detectado mientras el alcance de la grabación de voz fuera pequeño.
Cale decidió usar esto en el futuro para hacer que Neo llorara lágrimas de sangre, antes de dirigirse hacia la entrada del palacio. Cale era el tipo de persona que siempre pagaba sus deudas.
Eric Wheelsman vio a Cale alejarse y se sintió orgulloso. Pensaba que las cartas que enviaba todos los días debían haber funcionado.
Por otro lado, Gilbert y Amiru miraron a Cale con expresiones curiosas. Cale Henituse, la mujer que solía usar solo ropa llamativa, eligió usar un vestido bastante sencillo para lo que ella solía usar. Incluso su pelo rojo estaba limpio y brillaba por el sol. Se preguntaron si era porque Cale no estaba borracha.
Cada uno de los pasos de Cale parecía relajado y tranquilo. Amiru y Gilbert vieron a Cale darse la vuelta una vez que llegó a la entrada del palacio. La mirada de Cale, que parecía estar llamándolos, fue lo más curioso para ellos.
— Joven maestro Neo, joven señorita Amely, les veré adentro. Señorita Amiru y joven maestro Gilbert, vámonos.
Eric estaba mirando a Cale con orgullo, pero Amiru y Gilbert tuvieron una sensación aún más extraña cuando los tres se pararon frente a Cale.
Cale miró a las dos personas confundidas, así como al orgulloso Eric, y comenzó a hablar.
— Vámonos.
Eric se acerco a ella y ofreció su brazo para que ella lo tomara. Cale lo miro con una sonrisa y asintió tomando su brazo, dejando a Amiru y Gilbert aún más desconectados.
Pensaron... '¿de qué habrán hablando esos dos cuando los dejaron solos?' En todo caso lo podían desear lo mejor para Eric como su amigo.
Ambos siguieron a Cale y Eric al interior del palacio. La extraña sensación de Gilbert y Amiru continuó creciendo cuanto más seguían a Cale. Sin embargo, a Cale no le importó y decidió que usaría a estas tres personas tanto como pudiera hoy.
— ¡Lady Cale, de la casa del Conde Henituse está entrando en el salón! — el vocero hizo una pausa y siguió.— ¡Acompañada de Lord Eric de la casa del conde Wheelsman!.
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VESTIMENTA DE CALE.
Peinado y accesorios
No sé si me termina de convencer el vestido y lo demás, pero era lo que más se adaptaba a mis gustos para esto. 🤷🏻♀️
Lo dejo a su criterio mis pollitos.
Notes:
HOLIS GUAPOS. 😘💕
Sobre el capítulo de hoy... que decirles. Simplemente no me gusta como quedó este cap. Literal que es muy copiado y pegado, pero es que mucho no podía aportar pero equis.
Lo bueno es que podemos apreciar como Cale asusta a Neo jajajaaja. La amo.💃🏻❣
Les prometo que para el próximo cap. lo hago mejor.
Hasta la próxima guapos 🤙
Chapter 26: 25. Estar quieta
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale pudo escuchar al sirviente gritar los nombres de Gilbert y Amiru mientras caminaba hacia el pasillo.
(No está mal.)-
Miró alrededor del gran salón antes de caminar junto con Eric. La joven Amiru miró hacia Cale, antes de acercarse a ella y comenzar a hablar.
—Joven señorita Cale. En la parte delantera del salón de banquetes se encuentra el asiento del Príncipe Heredero, y las mesas están divididas por región. La razón de eso...
Amiru, que estaba a punto de explicar la razón por la que las tablas están divididas según la región, miró la expresión de Cale antes de cambiar lo que iba a decir.
— Probablemente no necesito explicar la razón, ¿verdad?
— Muchas gracias, Señorita Amiru, pero sé la razón. — le dedico una leve sonrisa.
Cale vio a Amiru asentir con la cabeza con una expresión curiosa en su rostro, y luego se dirigió hacia las mesas de la sección noreste de la habitación.
Había cinco mesas dentro del pasillo. Noreste, noroeste, suroeste, sureste y centro. Todos estaban divididos en función de cada una de las facciones nobles.
(El Príncipe Heredero es bueno en cosas como esta. Realmente presta atención a estos pequeños e inútiles detalles)-
Controlaba las cosas en segundo plano para hacer que las facciones compitieran entre sí y al mismo tiempo las obligaba a unirse de vez en cuando. Era la especialidad del Príncipe Heredero. Pero el Príncipe Heredero también fue muy minucioso sobre su propio trato.
La mesa del Príncipe Heredero estaba ubicada al frente de las cinco mesas, en un lugar que estaba dos escalones más alto que el resto. Los asientos del segundo y tercer príncipe estaban un escalón más abajo que el suyo.Un escalón más bajo que la mesa del Príncipe Heredero estaba la mesa para el segundo y tercer príncipes. Dado que el Príncipe Heredero fue el anfitrión, se aseguró de mostrar una brecha entre su estado
— Nuestra mesa está más cerca de la entrada, como se esperaba.— dijo con una voz amarga Eric.
El Palacio de la Alegría había abierto la entrada este como la entrada designada, y la mesa de los nobles de la región noreste era la más cercana a la puerta. Aunque la región noreste tenía voz, no tenían un hogar que fuera lo suficientemente fuerte como para tener una voz fuerte.
Cale apretó un poco el brazo de Eric para llamarle la atención. Este la miró con ojos tristes.
— Oppa no te pongas así, es genial que nuestro asiento esté cerca de la puerta. Además, es realmente bueno que no tengamos a nadie a quien tener que bajar la cabeza en nuestro asiento.
Otras regiones tenían personas fuertes a cargo, como el Marqués Stan, a quien el resto tenía que ser respetuoso y servil.
Las otras tres personas que caminaban con Cale dejaron de caminar. Ella también dejó de caminar después de verlos detenerse. Eric cerró y abrió los ojos mirando a Cale por un momento, antes de finalmente comenzar a hablar.
— Lady Cale. — sonrío ampliamente, parecía renovado.— Me alegro de que mis esfuerzos parezcan haber valido la pena.
(¿Esfuerzos? ¿Qué esfuerzos?)‐
Cale miró a Eric con sorpresa y confusión, pero Eric miró al frente y caminó con orgullo hacia la mesa que estaba más cerca de la entrada. Cale, como iba tomada del brazo por él, simplemente ignoró lo sucedido y se dejó llevar.
La joven Amiru negó con la cabeza y Gilbert mostró una reacción similar.
Pero un anuncio hizo que la pelirroja se detuviera.
— ¡Ha llegado el joven maestro Venion Stan de la casa del Marqués Stan!
Cale entendió por qué Neo y Amely Tolz no los siguió al interior del Palacio de la Alegría. Venion. Neo Tolz estaba justo detrás del sucesor de Marquis Stan, Venion. Pero a Cale no le importaban tontos como Neo o Venion.
— ¡Cale!
Eric llamó a Cale, quien de repente, luego de estremecerse, se soltó d esu brazo y comenzó a caminar rápidamente hacia su asiento. Eric miró en dirección a la entrada solo para fruncir el ceño y apretar el puño luego de ver a Venion.
Eric había sido informado sobre la propuesta de matrimonio que Venion le había hecho a Cale. El conde Deruth le había dicho que Cale no sabía sobre ello y también le informó del acoso que ella había recibido de él. Eric necesitaba alejar al bastardo de Venion de Cale.
Cale por otro lado, cuando llego a la mesa recibió los saludos de los demás nobles del noreste, ella dio una breve respuesta a todos esos respetuosos saludos.
— Hola. Es bueno verlos a todos.
De repente, el silencio llenó la mesa, y Cale puso su mano debajo del mantel sin que otros se dieran cuenta.
(Lo sabía)- Podía sentir el cuerpo del Dragón Negro invisible temblar.
– Estoy bien. Te dije que estoy bien.
Cale escuchó la voz del Dragón Negro en su cabeza y acarició su cuerpo tembloroso. Ira y miedo. La mente del Dragón Negro estaba llena de ambos en este momento. El Dragón Negro no supo cómo responder porque el trauma físico que recordaba su cuerpo no estaba alineado con la racionalidad en su cabeza.
– Estoy bien. Soy un dragón grande y poderoso.
Cale le había dicho al Dragón Negro cuando dijo que quería seguirlo que Venion Stan también estaría aquí. También consiguió que el Dragón Negro prometiera que hoy no mataría a Venion Stan. También le prometió algo más al Dragón.
– Luego. Definitivamente mataré a ese bastardo y al resto más tarde.
Cale calmó al Dragón Negro mientras escuchaba su voz extremadamente enojada. Afortunadamente, no parecía estar causando que su maná se volviera loco debido a esta ira. La pelirroja pensó que los dragones realmente eran criaturas muy racionales. Tambien pensó en el infierno que le esperaba a Venion y los idiotas que estaban alineados con Marques Stan en el futuro, y dejó de darle palmaditas al dragón.
Afortunadamente, no parecía que el dragón fuera a volverse salvaje. Si lo hiciera, este palacio sería fácilmente destruido y Cale probablemente también estaría muerta. Cale dejó escapar un suspiro de alivio, antes de mirar a su alrededor.
Podía ver al grupo de Eric y al grupo de Venion dirigiéndose hacia allí. Tenía sentido, ya que la mesa de Venion era la mesa del Noroeste junto a ellos.
El Dragón Negro frotó su cabeza contra la pierna de Cale. Esa acción hizo que Cale se preocupara por un momento. Entonces hizo contacto visual con Eric, quien estaba señalando fervientemente a Cale con sus ojos.
(¡Quédate tranquila! ¡Estate quieta!)-
Cale simplemente ignoró las señales. Luego debatió cómo podía fingir no conocer a Venion. Sin embargo, todas sus contemplaciones fueron en vano, ya que Venion la saludó primero.
— Que bendición para mis ojos. Cuánto tiempo sin verte, joven señorita Cale.
Venion Stan. Parecía haber tenido muchas más arrugas desde la última vez que se conocieron, pero aún mostraba una sonrisa gentil, apropiada para un noble. Sin embargo, Neo Tolz estaba detrás de él luciendo extremadamente ansioso. Amely seguía tranquila agitando su abanico.
Cale sonrió alegremente, se levantó de su asiento y comenzó a hablar.
— Hola, joven maestro Venion. Este es nuestro primer encuentro desde que nos reunimos en el territorio del Vizconde Tolz la última vez.
La suave sonrisa de Venion se hizo más gruesa, mientras que el rostro de Neo se puso completamente rígido y Amely rechinaba sus dientes escondiendo su expresiónde enojo detrás del abanico. Con lo que Cale dijo, era evidente que el Vizconde Tolz estaba bajo la facción del marqués.
Naturalmente, todos los nobles del noreste comenzaron a fruncir el ceño, y los otros nobles en el salón también comenzaron a prestar atención. El noreste era una región sin líder en este momento.
— Correcto. Fui a visitar a mi amigo, el joven maestro Neo, y me dirigía de regreso a casa. Fue cuando tuve el placer de conocerla.
A Venion Stan no le importaban las miradas que se dirigían hacia él. Él sólo vino hasta aquí para ver a su futura esposa.
— Además, alli fue cuando hablamls sobre la invitación que le hice para llevarla a comer algo.
Se escucharon gritos ahogados en la sala. Neo tenía una expresión en blanco, Amely quedó boquiabierta detrás de su abanico, Eric estaba apretando sus puños, entre otras reacciones. A Cale le dio un tic en el ojo, pero respondió calmadamente.
— Y yo le dije que no creo que tengamos los mismos gustos, pero gracias. — era un rechazo no tan directo.
La pelirroja le dedicó una falsa sonrisa, que a Venion lo dejo embobado a tal punto de ignorar el rechazo de ella. Tanto Cale como Venion parecían muy tranquilos mientras charlaban entre ellos. Sin embargo, la gente que los observaba no podía estar tan tranquila.
Cale miró hacia Neo Tolz, que la estaba mirando y comenzó a sonreír. Neo se estremeció mientras miraba la sonrisa de Cale.
— Por cierto. El día después de conocerte, joven maestro Venion, uno de los caballeros del vizconde Tolz vino a buscarme. — le hablaba a Neo y a Amely con una expresión muy preocupada.— Escuché que la villa fue saqueada completamente limpia. ¿Está todo bien?
Los hombros de Neo se estremecieron y Amely empezó a maldecirla mentalmente, y Cale pudo ver que la esquina de los labios de Venion comenzaba a temblar.
— ¿Has oído hablar de eso, joven maestro Venion? Estoy segura de que lo has hecho desde que dijiste que ustedes dos son buenos amigos. — puso una mano en su mejilla y otra en su pecho para mostrar más preocupación.
Venion finalmente respondió después de un rato. Hablaba con mucha naturalidad, pero Cale podía sentir la ira dentro de las palabras de Venion.
— ...Si. Fue muy triste escucharlo.
— Si. No sabes lo sorprendida que me sentí al escucharlo mientras tomaba mi bebida para la resaca. ¡Cómo pudieron saquear el lugar limpio y no dejar nada atrás!— fingió enojo y luego miró a Neo y a Amely— ¿Dijeron que perdiste algo muy importante, joven maestro Neo? ¿Señorita Amely, usted se encuentra bien?
Las personas más molestas del mundo eran las que tenían los labios sueltos, las que no tenían tacto y las justas. Cale estaba actuando como los tres en este momento. Se estaba divirtiendo mucho. Cale habló cálidamente con Neo y Amely.
— Joven maestro Neo, señorita Amely, anímense . Estamos destinados a enfrentar situaciones tan increíbles al menos una vez en nuestras vidas.
— Ah, sí. Supongo que sí. — Neo ni siquiera podía mirar a Venion, ya que simplemente respondió al azar a Cale.
— Es triste, pero la joven señorita Cale tiene razón. -(esta basura nos está humillando ante el joven maestro Venion)— Amely estaba enojada con Cale, pero supo fingir muy bien para que no se notara.
— Ustedes necesitan beber para olvidarse de todo cuando sucede algo terrible como eso. Joven maestro Neo, señorita Amely, emborrachémonos esta noche. Joven maestro Venion, ¿te gustaría unirte a nosotros también?
Venion observó tranquilamente a la entusiasta Cale. Había perdido la confianza del Marqués desde que perdió al Dragón Negro. Venion sospechaba de la organización que le dio el Dragón Negro basándose en el testimonio de los caballeros y la evidencia dejada atrás, pero no pudo deshacerse de la sospecha que tenía sobre el grupo de Cale, que pasó una noche allí al mismo tiempo. Pero no tenía buenas razones para sospechar de Cale. Por eso, además de ver a su futura esposa, había hablado con Cale para confirmar una vez más.
— Si bebes y luego te despiertas para tomar un trago para la resaca, todos tus malos recuerdos desaparecerán. — hablaba muy alegremente mientras juntaba sus manos.
Pero ver a Cale Henituse continuar diciendo tonterías como antes hizo que Venion se diera cuenta de que no necesitaba confirmar nada.
— Gracias por la oferta, joven señorita Cale. Quizás la próxima vez. (No me gusta su dependencia al alcohol, pero eso lo corregiré una vez sea mía.)-
— Ah, es decepcionante, pero supongo que la próxima vez lo será.
Venion se quedó mirándola de pies a cabeza, no había notado lo hermosa que Lucia con ese vestido. Mientras lo hacía, podía escuchar a Cale hablando con Neo.
— No estés tan rígido joven maestro Neo. — Cale se acercó a él y tomo una de las manos de Neo con ambas manos. — Alegrate. Puede que no recuperes lo que perdiste, pero ¿qué puedes hacer al respecto? Tienes que seguir viviendo. — le sonrio.
Neo quedó en shock por la repentina acción de Cale, su rostro se empezó a poner colorado. Los demás presentes estaban en blanco. Venion que nos se perdió ningún movimiento y reacción, miro con ira aquellas manos juntas y rápidamente dirigió su mirada a Neo.
(Suspiro. Esa basura. ¿Como te atreves a tocar a mi hermano?)- Amely se enojo y rápidamente se acerco a ambos tomando del hombro a Neo.
Neo salió de su condición, miro a su hermana y luego se encontró con la mirada aterradora de Venion. Asustando rápidamente se soltó del agarre de Cale y miro hacia otro lado sumamente apenado.
Venion sonrió a los hermanos que evitaban su mirada, claramente con ira contenida. El volvió a mirar a Cale y le sonrió genuinamente.
— Joven señorita Cale.
Ella se dio la vuelta para verlo y él se le acercó repentinamente, dejando solo tres paso de distancia entre ambos.
Esto hizo que Eric se alarmara y quisiera acercarse, pero fue detenido por Amiru quien le negó con la cabeza.
— No lo había notado antes... Pero hoy se encuentra extremadamente radiante.— tomo con delicadeza la mano de Cale. — Ese vestido resalta aún más su belleza haciéndola lucir exquisita y muy elegante. Es como una rosa en primavera.
Pronto depósito un beso en esa delicada y pálida mano, sin quitar su mirada del rostro de Cale.
Eric, que aún era sostenido del brazo por Amiru, quería acercarse a ellos y alejar a Cale de Venion. Amiru y Gilbert solo miraban con enojo la escena en frente de ellos.
Amely estaba frunciendo el ceño y apretaba sus puños. Neo, que todavía no se recuperaba, no estaba prestando mucha atención sinceramente.
Los demás nobles en la sala estaban boquiabiertos. Ellos miraron atentos al coqueteo que Venion inició a Cale. Era un buen chisme al cual no podían dejar de mirar.
Cale quería agarrar una botella de vino y estrellarse la en la cara a Venion. Pero, como había prometido estar quieta, se contuvo de hacerlo y en cambio solo le dio una leve sonrisa.
— Es mucho viniendo de usted, joven maestro Venion. Me halaga. — empezó a hablar de forma simplista. — El traje que usted lleva, es muy hermoso, parece costoso. Resalta su grandeza.
Cale estaba sonriendo falsamente a Venion, y este estaba más que feliz malinterpretando todo.
— Ahh~*suspiro* ya quiero que nos casemos. — dijo acariciando con su pulgar la mano de Cale.
— Momento ¡¿QUÉ?! — se soltó del agarre de Venion y dio un paso atrás. Su rostro mostraba incredulidad — ¿tu y yo? ¡¿Casarnos?!
La conmoción llegó a ella e inconscientemente miro a Eric que tenía el ceño fruncido. Volvió a mirar a Venion.
— Es como has escuchado. He enviado la propuesta de matrimonio al Conde Deruth, pero no he recibido respuesta. Acaso ¿no te informaron?.
Cale literalmente tenía un signo de interrogación en su rostro mientars miraba a Venion.
(¿QUE MIERDA? ¿EL SADICO QUIERE CASARSE CONMIGO? ¡¡NI LOCA!!)-
Neo que había recuperado su sentido común, quería volver al perderlo luego de escuchar que Venion hizo público su propuesta a Cale.
Amely estaba furiosa y quería buscar una forma de detener esto. Si Cale aceptaba, ella no podría hacerle nada. Era frustrante.
El invisible dragón negro que vio todo esto, se estremeció al ver como la humana parecía estar asustada. El no sabía muchas cosa su menos sobre eso de "casarse" así que creyó que era lago malo.
_ Humana, ¿qué te está haciendo este bastado? Si es algo malo, lo voy a matar aquí mismo. El no puede tocarte o lastimarte._
Expreso en la mente de Cale, ella solo pudo negar con la cabeza aún en su estado de confusión.
Venion tomo esa negación como respuesta.
— Oh ya veo. Quisas esos inservibles sirvientes míos no enviaron correctamente la carta. Ahhgg que inútiles. — puso su mano en su frente. — Creo que voy a tener que mandar otra cart-
— No es necesario. — Cale corto la línea de Venion. Este la miró. — No es necesario que envíe más cartas joven maestro Venion.
— Entonces ... eso significa que me aceptas ¿no es así?.
Venion parecía feliz. Los demás al rededor suyo se asustaron o sorprendieron.
Pero Cale puso una mano en frente suyo y detuvo lo que sea que el bastado quería decir.
— No. Eso no es lo que quise decir. — su rostro se puso muy serio. — No estoy interesada en el matrimonio. No planeo casarme ahora o en mucho tiempo (y mucho menos con bastardos inservibles como tu)- dijo ella con tranquilidad.
Muchos soltaron un suspiro de alivio, mientras que otros dieron un grito ahogado. Venion había sido rechazado en la presencia de mucha gente importante. Eric por dentro estaba aplaudiendo a Cale.
Amely estaba muy desconcertada, se alivió pero no entendía nada. Neo solo suspiro aliviado pero se empezaba poner pálido después de ver la expresión en Venion.
Venion miraba a la pelirroja con incredulidad. Su rostro se puso rojo de vergüenza y apretaba sus puños. El podía ver que en el rostro de la pelirroja no había ni una pisca de duda ante lo que dijo. Entonces supongo que lo decía en serio.
— ¿Eso es así? Que triste. — le dio una cálida sonrisa. — pero creo que vas a cambiar de opinión.
— Lo dudo mucho. — dijo con confianza.
— Eso lo veremos. — le dio una última sonrisa y una reverencia. — Me retiro. Nos vemos joven señorita Cale. — antes de darse la vuelta le guiño un ojo.
Venion solo miró hacia adelante mientras caminaba. Después de echar un vistazo a Venion alejándose, Cale se alejó del extremadamente pálido Neo y de la confundida Amely sin dudarlo.
— Cale... — en algún momento Eric se acerco a ella y la tomó de los brazos.— ¿estás bien?
Eric había notado que desde que se alejó Venion, Cale estaba dando ligeros temblores, pensó que fue muy difícil para ella manejar tal situación. Se empezó a preocupar aun más.
Cale al sentir que Eric estaba a su lado se relajo un poco, pero no lo miro a los ojos. En cambio solo asintió la última pregunta de Eric. Estaba harta de ser tratada como objeto.
— Tu... no te preocupes.— tomo una de sus manos y la apretó ligeramente. — Lo hiciste bien.
Cale levantó la cabeza y observó a Eric, que parecía que tenía mucho que decir pero no sabía cómo decirlo. Este la ayudó a sentarse mientras de hacia señas a Gilbert y a Amiru.
_ Ahora es mi turno._
Cale asintió con la cabeza después de escuchar la voz del Dragón Negro y miró alrededor de la mesa. Todos los nobles del noreste lo estaban mirando. Esta fue probablemente la primera vez que vieron una versión tan normal de Cale. Por eso Cale tomó la botella de alcohol frente a él para cumplir con sus expectativas.
Todos apartaron la mirada casi al instante.Esta era la fuerza de una basura.
Sin embargo, la gente en otras mesas seguía mirando a Cale con curiosidad. Cale ignoró esas miradas, mientras le entregaba la botella a Erick que la estaba mirando.
Fue cuando Gilbert, que en algún momento desapareció y reapareció con un plato de postres, se acercó a Cale y el dejó frente a ella los dulces.
— Es mejor que coma algo dulce para quitar el mal sabor de boca. — expresó tranquilamente Gilbert mientras volvía a sentarse.
— Eso es verdad. Come Cale.
Cale apartó la mirada de Eric y tomo felizmente uno de los dulces en el plato frente suyo.
(¿Creen que soy una niña o que?)- pensó mientras comía el postre de chocolate en forma de flor.
Luego miró el reloj en la entrada del vestíbulo. Pronto llegaría el momento de que comenzara la fiesta. Por eso todos los nobles tomaron asiento. Dejando a un lado lo ocurrido anteriormente.
La razón era obvia. Con la entrada de Venion Stan, las tres poderosas familias restantes también entraron.
— ¡Ha llegado el joven maestro Antonio Gyerre de la casa del Duque Gyerre!
Antonio Gyerre de la Familia del Duque Gyerre, la joven dama Karin Orsena de la Familia del Duque Orsena y el Marqués Ailan, el otro Marqués del reino.
Todos entraron al pasillo con sus subordinados detrás de ellos. La puerta se cerró después de que todos entraron, pero no había nadie que se levantara para charlar con ellos.
Cale se sentó cómodamente en su silla mientras agarraba una tartita de frutas y miró hacia la entrada del salón de banquetes. El reloj se acercaba a las 5 pm.
Tic tac. El reloj llegó exactamente a las 5 pm.
Screeeeech- La puerta grande se abrió y los personajes principales de esta reunión aparecieron con su séquito.
El sirviente estaba listo para gritar más fuerte de lo que había gritado en toda la noche, pero la persona que estaba al frente levantó la mano para detener al sirviente.
Príncipe Heredero del Reino de Roan, el príncipe mayor del reino, Alberu Crossman.
Parecía disfrutar de la atención puesta en él, mientras se dirigía a su asiento elevado sin ninguna presentación. Todos los nobles se levantaron para saludarlo, y el Príncipe Heredero Alberu dejó atrás al segundo y tercer príncipes mientras se dirigía al lugar más alto del salón.
Bang. Tan pronto como se paró frente a su asiento, la puerta se cerró. Significaba que todos estaban presentes. El Príncipe Heredero Alberu miró al segundo y tercer príncipe, así como a todos los demás, y comenzó a hablar.
— Bienvenidos. Gracias por responder a mi invitación.
Este era un lugar donde no necesitaba una presentación. Alberu miró hacia abajo desde lo alto. En ese momento distinguió cerca de una de las mesas de la entrada a una chica pelirroja que estaba muy elegante y quedó boquiabierto por una milésima de segundo, pero sacudió ligeramente su cabeza y recuperó su compostura.
Cale, quien notó el pequeño cambio en su postura, lo miró sin comprender, antes de volver a mirar el reloj.
(Ya es hora de que lleguen.)-
La persona que sería el chisme de todos los nobles aquí por un tiempo aún no había llegado. Cale pudo escuchar al Príncipe Heredero comenzar a hablar.
— Preciosas personas que harán brillar este reino, los futuros líderes de nuestro reino, este Príncipe está muy feliz de que todos ustedes hayan venido a esta reunión.
El Príncipe Heredero estaba encendiendo lentamente los motores de su lengua simplista. Fue en ese momento.
— ¿Hmm?
El Príncipe Heredero volvió la mirada hacia la entrada. La puerta cerrada estaba siendo empujada, como si la volvieran a abrir. Podía escuchar un parloteo a través del espacio que se creó.
Cale comenzó a sonreír en secreto. En ese momento, un sirviente corrió urgentemente hacia el Príncipe Heredero desde una entrada diferente.
(Ellos están aquí.)- estaba seguro.
En ese momento, el Príncipe Heredero pareció estar sumido en sus pensamientos por un momento, antes de saludar al caballero que se asomó al interior.
Screeeech ~. La gran puerta se abrió una vez más.
Dado que fue después del Príncipe Heredero, el sirviente no se atrevió a decir el nombre de la persona. Pero no había necesidad de hacerlo.
(Justo a tiempo)- ella sonreía levemente.
Una silla de ruedas entró en el salón de banquetes.
Taylor Stan, el hijo mayor paralizado del Marqués Stan. Había llegado al salón de banquetes con la Sacerdotisa Loca Cage. En ese momento, las miradas de Taylor y Cage se movieron rápidamente más allá de Cale sin que nadie se diera cuenta. Pero eso fue suficiente para los tres.
La puerta del salón de banquetes se cerró herméticamente una vez más. Taylor Stan vestía ropa lujosa y formal, a pesar de que estaba en una silla de ruedas, y había una sonrisa relajada en su rostro. La Sacerdotisa Cage vestía la túnica de sacerdotisa del Dios de la Muerte.
(Supongo que decidieron revelar sus identidades)- asintió ante esa decisión.
— ¡¿Que es esto ...?!
Una voz sorprendida y enojada vino de la mesa del Noroeste. Cuando Cale se volvió para mirar, Venion saltó de su asiento con ira, mientras miraba a Taylor. Esta fue una reacción que normalmente nunca verías en Venion, ya que iba en contra de la etiqueta noble. Cale soltó una risilla ante esto, estaba divertida.
Cale miró hacia la parte superior de la plataforma. El Príncipe Heredero Alberu abrió los brazos y empezó a hablar.
— No esperaba ver al hijo mayor del Marqués Stan, Taylor Stan, y una Sacerdotisa del Dios de la Muerte aquí.— pareció feliz cuando habló
Taylor mostró sus respetos mientras aún estaba sentado en su silla de ruedas.
— Escuché que había una oportunidad para que los nobles del reino se reunieran y discutieran con Su Majestad. Me disculpo por venir sin una invitación.
El Príncipe Heredero Alberu tenía una sonrisa en su rostro. Cale pudo decir por esa sonrisa que Alberu entendió correctamente lo que Taylor quería decir con poder tener una discusión con el Príncipe Heredero.
— Pregunté por el representante de cada hogar, pero si el hogar no tiene un representante, no hay problema con quién se presenta. ¿Supongo que probablemente estaba molesto porque solo envié una invitación a la casa del Marqués, Señor Taylor?
— Sólo un poco, su majestad.
Cale miró hacia Venion. Un hogar sin representante. Aunque no era oficial, todos sabían que Venion iba a ser el sucesor del Marqués. Se dijo que las palabras del Príncipe Heredero tenían que investigar sutilmente a Venion. Probablemente fue porque el Marqués Stan estaba cerca del tercer príncipe.
(Esa es la parte extraña)-
Aunque a Cale no le importó y no lo investigó, aunque el rey apreciara al tercer príncipe, no debería ser fácil reemplazar al Príncipe Heredero.
Aún así, el Príncipe Heredero se sentía incómodo y receloso del segundo y tercer príncipe del fic, y el Marqués Stan estaba cerca del tercer príncipe. Las otras facciones también tenían un príncipe al que apoyaban.
(Supongo que hay algo ahí.)- sin embargo ella no quería enterarse de ese "algo", por lo que decidió ignorarlo.
— Me siento mal por hacerte enojar. Pero me alegro de que se vea muy saludable, Señor Taylor. Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.
Taylor sonrió y respondió al Príncipe Heredero.
— Su majestad, puede que mis piernas no se muevan, pero mis manos, cabeza, ojos, oídos, boca y todo lo demás siguen vivos. No, de hecho, se han vuelto aún más fuertes.
— Ya veo. De hecho, todavía estás vivo. He olvidado que el más fuerte es el que logra vivir hasta el final.
Cale pudo ver que el Príncipe Heredero estaba completamente enganchado. Luego se volvió para ver que Venion una vez más tenía una expresión noble en su rostro, pero todavía estaba mirando a Taylor con una mirada penetrante.
Cale encontró esta situación bastante entretenida.
(Será divertido ver).-
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Notes:
HOLISSS 😘
Juro que cada que escribo sobre Venion quiero matarme.
Como lo odio al rubio de mierda. ¿POR QUE TENIA QUE SER TAN GUAPO ENCIMA??? AAAAAAAAAAA (si, me parece atractivo, perdón 😩)
En fin jajaja, me dio gracia. ¿Pensabas que ella te iba a decir "si me re caso con vos"? ¿Sos boludo o comes vidrio Venion?
En fin, nos vemos mis guapos 🫂✨
Chapter 27: 26. No es no.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El Príncipe Heredero, Taylor, Venion y los nobles de las diferentes facciones. Cale se estaba divirtiendo tanto viendo sus reacciones que le hizo añorar unas palomitas de maíz. Esta situación tensa, podía estallar en cualquier momento.
La pelirroja era feliz estando quieta.
Después de que Cage se presentará y Taylor hablara con él, el píncipe Heredero confirmó que se tomaría un tiempo para charlar con Taylor más tarde. Cale se asomó a la mesa del noroeste. Todos estaban llenos de preocupación y ansiedad. Neo Tolz era especialmente malo, ya que parecía estar extremadamente ansioso e inquieto. Y viendo a Amely, parecía estar fingiendo calma.
Cale comenzó a sonreír después de ver a Neo Tolz actuar de esa manera. Amely frunció el ceño y se volvió hacia ella, pensando en cómo podía haber una idiota tan estúpida que no podía saber lo que estaba pasando en este momento.
Cale observó las acciones de Amely con una sonrisa, antes de levantar la cabeza y girar para mirar en dirección a Taylor. Fue en ese momento.
(¿Hmm?)-
Cale hizo contacto visual con el Príncipe Heredero. Fue una coincidencia. El Príncipe Heredero Alberu estaba mirando a su alrededor para ver dónde podría estar un buen lugar para Taylor y Cage, y Cale se estaba volviendo para mirar a Taylor. Pero en el proceso, los dos hicieron contacto visual.
(Aquí mismo, los sentará aquí mismo)- Cale quería maldecir.
—Supongo que hay un buen lugar para ti.— El Príncipe Heredero tomó una decisión.
(Supongo que este es el único lugar posible.)- cerro los ojos para pensar.
Esta era la única mesa sin un noble de alto rango. Aunque hubo familias que optaron por subordinarse a las diferentes facciones, todavía había un equilibrio de poder en esta mesa. Además, había una casa en esta mesa que era lo suficientemente fuerte y rica como para que incluso los nobles de alto rango no se atrevieran a tocarla.
— El Señor Taylor puede sentarse en la mesa de los nobles del noreste. Da la casualidad de que hay algunos asientos adicionales allí.
(Casualidad mi culo)- ella quería suspirar.
Cale escuchó el grito ahogado de Neo, el ceño fruncido de Amely se profundizó más y vio la expresión preocupada de Eric cuando volvió su mirada hacia Taylor y Cage.
— Gracias por proporcionarnos asientos, su majestad.— dijo Taylor y Cage solo asintió.
— No fue nada. Debemos trabajar junto con personas que harán grandes contribuciones al reino en el futuro.
El Príncipe Heredero dijo eso mientras miraba hacia la mesa de los nobles del noreste. Los criados se apresuraron a acercarse a la mesa, mientras Alberu comenzaba a hablar.
— ¿Podemos arreglar un poco los asientos?
¿Quién podría decirle que no al Príncipe Heredero? Eric se puso de pie y respondió a Alberu.
— Por supuesto, su majestad.
Eric pudo actuar de esta manera porque necesitaba hablar con Alberu. Sus acciones hicieron que los otros nobles en la mesa se pusieran de pie también. Eric, quien estaba al lado de Cale, le ofrecióla mano para ayudarla a levantarse y ella la tomó. Esta acción atrajo muchas miradas que la pelirroja decidió ignorar.
Los sirvientes trabajaron rápido y ordenaron las sillas. Progresó sin problemas. Pero Cale, que había estado viendo esto desde un lado, comenzó a notar algo extraño. Eric notó la expresión de Cale y rápidamente se acercó con una expresión de preocupación para susurrarle a Cale.
— Cale ¿te encuentras bien?, recuerda. Quédate quieta. Solo quédate quieta.
Cale, ignorando lo que dijo Eric, miró su asiento. Los nuevos invitados iban a sentarse junto a Cale. Esto probablemente también lo decidió el príncipe heredero.
(No es como si pudiera ponerlos al lado del perro de otra persona. Nuestra familia es la más fuerte de los cuatro hogares restantes.)- ella realmente estaba aguantando las fuertes ganas de suspirar.
Los sirvientes se inclinaron después de que terminaron de arreglar la mesa, antes de irse.
Alberu indicó que podían sentarse y así lo hicieron. Eric como buen caballero ayudó a Cale. Ella vio que no había ninguna silla a su lado, sin embargo, pronto llegó una silla de ruedas para llenar ese lugar.
— Encantado de conocerlos.
Taylor saludó a los nobles del noreste cuando se unió a ellos. Cage, naturalmente, se sentó junto a Taylor. Los tres fingieron que este era su primer encuentro entre ellos.
_ Esto es entretenido._
Cale estuvo de acuerdo con la voz del Dragón Negro que se transmitió en su mente y miró hacia el Príncipe Heredero.
— Entonces reanudemos.— El Príncipe Heredero anunció el inicio de la reunión.— Quería reunir a las personas que traerán el futuro de nuestro reino y compartirán una comida juntos. Gracias a todos por asistir y espero que tengamos una comida maravillosa.
Cuando el Príncipe Heredero terminó de hablar, los sirvientes entraron con platos de comida para cada mesa. Una orquesta también comenzó a tocar música de fondo desde el fondo de la sala.
Esta fue la diferencia con un verdadero festín. Fue una mezcla de fiesta y discusión, siendo natural moverse entre las mesas.
— Joven señorita Cale, planeamos ir a saludar al Príncipe Heredero en un momento.— anuncio Amiru.
Cale asintió con la cabeza y se centró en la comida de su plato. Pero su mente se volvió un poco complicada.
(¿Cuál es su intención al reunir a los nobles?)– pensó que el príncipe heredero podría tener varias razones. -(Podría ser debido a la guerra en la región sur del continente occidental, o porque se enteró de la guerra civil que sucederá en el Reino Whipper)-
Había muchos pensamientos en su cabeza, pero Cale decidió dejar de pensar en eso. Concluyo en que no era su asunto. Empezó a disfrutar de la comida frente a ella mientras escuchaba los envidiosos desvaríos del Dragón Negro que elogiaba la comida. La comida en el palacio era realmente deliciosa. Su mano se dirigió inconscientemente hacia la copa de vino que el criado le había dejado, pero desapareció rápidamente.
— Disculpe, para ella mejor algo sin alcohol. — dijo Eric devolviendo la copa al criado. Luego volvió su mirada a Cale. — Cale, solo cinco minutos más.
Cale asintió con la cabeza ante la sincera súplica de Eric y se volvió hacia la comida. El resto de los nobles del noreste lo observaban en silencio. Taylor y Cage miraron de reojo el extraño comportamiento de Cale y luego a el chico peli gris.
Cage y Taylor se miraron al instante. No fueron evitar comparar a ese noble con la hija de Cale. Tenian un cierto parecido. Cage por dentro estaba haciendo mil teorías y Taylor empezó a preocuparse.
Cale, ajena a los pensamientos de los dos, escuchaba el informe del dragón que le decía que había herramientas mágicas de grabación en la sala.
Cale dejó escapar un grito ahogado y comenzó a sonreír. Ella sintió que había descubierto uno de los objetivos del Príncipe Heredero.
En primer lugar, el Príncipe Heredero estaba mirando a los nobles. El segundo y tercer príncipe, naturalmente, también lo sabían. Lo que significaba que esto era algo que toda la Familia Real quería.
La esquina de los labios de Cale se movió un poco hacia arriba. Eric, que se sintió incómodo al ver esa sonrisa, saltó de su asiento. Amiru y Gilbert también lo siguieron. Ya eran muchos los nobles que subieron a saludar al Príncipe Heredero. Cale se levantó lentamente después de ver a los tres levantarse, y se acomodó la falda del vestido cuando comenzó a caminar.
Esta vez fue Gilbert quien le ofreció el brazo para acompañarla a la plataforma para encontrarse con el príncipe heredero. Ellos caminaron detrás de Amiru y Eric.
Alberu que los vio desde la distancia, por un leve momento y por alguna razón, fruncio el ceño al ver a la pelirroja del brazo de alguien más. Sin embargo volvió a su sonrisa habitual.
— ¡Oh, nuestros nobles del noreste!
El príncipe heredero les dio la bienvenida a los cuatro con una brillante sonrisa. El príncipe heredero había estado estrechando la mano de todos los que se acercaron a saludarlo.
Cale lo miro de arriba hacia abajo, analizándolo por completo.
Alberu Crossman. Su cabello rubio y ojos azules lo hacían parecer una versión en vivo de un príncipe de cuento de hadas. El hermoso cabello rubio era algo exclusivo de la Familia Crossman, la Familia Real del Reino de Roan. Lo llamaron el símbolo de recibir la bendición del Dios Sol.
Eric saludó al príncipe heredero y viceversa. Ambos ahora estaban conversando.
Lentamente se está metiendo en eso. Cale se quedó allí en silencio mientras observaba a Eric, que sonreía al Príncipe Heredero que estaba activando lentamente su lengua simplista. El príncipe heredero también estaba elogiando a Gilbert y Amiru.
(Interesante)- lo miró todo en silencio hasta que fue su turno.
Alberu entonces dirigió su mirada a la pelirroja, pero a ella si le dio una genuina sonrisa. Entonces extendió la mano hacia Cale, quien inclinó ligeramente la cabeza.
— Señorita Cale de la Familia Henituse, que es responsable del borde de nuestra región noreste. Puede que sea la primera vez que te veo, pero gracias al buen trabajo del Conde Deruth, ya no le tememos al Bosque de la Oscuridad. No sabes lo reconfortante que es eso para mí y para todos los demás.
Cale tenía un objetivo al venir aquí hoy.
— Escuché que la Señorita Cale es un espíritu muy libre, además de ser considerada el tesoro del condado Henituse. Estoy seguro de que esto se debe a que las almas artísticas de las esculturas en el territorio de Henituse te han dado una epifanía. Siento que tu espíritu libre hace que tu alma sea muy pura. Y he de admitir que no eran exagerados los rumores sobre su radiante belleza. Te ves encantadora.
Probablemente fue difícil encontrar elogios para alguien que era famosa por ser una basura tan conocida. En ese aspecto, el príncipe heredero fue asombroso.
Sin embargo, no tuvo más remedio que hablar bien de Cale, siempre y cuando Cale no haga nada malo en esta reunión. La Familia Real también quería que el noreste estuviera bajo su control. Además, no había miembros de la realeza que despreciaran a alguien como el Conde Henituse, que gobernaba muy bien su territorio. Sin embargo esta preferencia por ciertas personas no afectará a las familias.
Cale acerco su mano al príncipe heredero y dejó que este la besara en el dorso. Ella luego comenzó a usar su propia lengua simplista. Ahora era su turno.
El Príncipe Heredero tenía el pelo rubio y vestía un traje formal. Cale tenía su cabello rojo atado en una elegante coleta de trenza y usaba un vestido elegante. Ambos parecían relajados mientras se regalaban una sonrisa. La melodiosa voz de Cale llenó el aire.
— También sentí algo después de conocer a Su Majestad hoy. Me di cuenta de que además de nuestro sol actual, alteza, también tenemos a usted, el que brillará durante la noche para velar por la noche a los ciudadanos. Fue una imagen maravillosa para mis ojos. — uso su mano libre para ponerla en su pecho y dar más dramatismo.
La voz de Cale era muy armoniosa, atrayente y relajada, y parecía muy confiada.
— ... ¿Es eso así?
Pero el Príncipe Heredero pareció confundido por un momento, antes de que su expresión volviera a la normalidad. Pero el leve rosa que se formó en sus mejillas, no desapareció. Cale no se perdió este cambio y continuó con una voz sincera y tranquila.
— De hecho, su majestad. Es posible que no pueda dormir por la noche ahora que te he conocido personalmente, la estrella en la mente de nuestros ciudadanos. — le dedico una sonrisa.
Eric se quedó boquiabierto, mientras que Gilbert y Amiru no pudieron evitar mirar a Cale con incredulidad. Cale pudo ver que el Príncipe Heredero comenzaba a pensar. Sintió que había dado otro paso hacia su objetivo de 'alejarse del Príncipe Heredero'.
En ese momento, el Dragón Negro murmuró algo extraño.
_ ¿Por qué este debilucho llamado Príncipe Heredero se tiñó el cabello con magia? Está en un nivel en el que solo un gran y poderoso Dragón como yo lo notaría_
(Mierda)- a la pelirroja le dio un pequeño tic en el ojo, pues se dio cuenta de que había aprendido otro secreto inútil que ni siquiera podía revelar a nadie más.
(¿Es el secreto de su nacimiento esta vez?)- A Cale no le importaba saber nada de esas cosas.
Cale le sonrió gentilmente al príncipe y comenzó a pensar.
(No lo sé. No lo sé.)-
El Dragón Negro siguió preguntándose por qué un Dragón alguna vez usaría su magia para un hombre tan inútil y cómo nunca haría tal cosa, pero Cale hizo todo lo posible por no escuchar.
_¿Hmm? Sus pupilas también están teñidas. Este debilucho definitivamente está tramando algo. Débil humana, ten cuidado. _ cale quería llorar._ ¿Hmm? Esta persona tampoco es muy débil. Débil humana, ten mucho cuidado. Morirás._
(Mierda)-
Cale estaba asustada de este Dragón Negro, que estaba explicando cosas inútiles, por primera vez. Al mismo tiempo, la mente de Cale comenzó a pensar naturalmente en la verdadera identidad de la madre del Príncipe Heredero.
( ...No. Ya sea que lo oculte o no, no es asunto mío.)-
Cale no escuchó el murmullo del Dragón Negro. Cosas mas interesantes del Príncipe Heredero estaba seguramente diciendo, ya que el Dragón Negro continuó hablando sobre el Príncipe Heredero.
— ... La señorita Cale parece ser un poco como yo.
Cale estaba demasiado ocupada pensando en las cosas, por lo que respondió casualmente.
— Su majestad, esa declaración es el mayor honor de mi vida.
El Príncipe Heredero, aún que no quería, soltó la mano de Cale con delicadeza, pero aprecia algo nervioso. Cale no notó el nerviosismo y dio un paso atrás sin una palabra, moviéndose detrás de Eric. Era fácil usar a Eric como escudo cuando las cosas se complicaban.
El Príncipe Heredero observó a Cale con curiosidad, antes de volver su mirada hacia Eric. La verdad era que la pelirroja le recordaba mucho a cierta campesina que conocía, era extrañamente parecida.
Eric comenzó a hablar con el Príncipe Heredero una vez más.
Cale lo miró y comenzó a pensar. La mente de Cale fue a un drama que Kim Rok Soo vio mientras trabajaba en un restaurante después de graduarse de la escuela secundaria, todos esto por lo que le había dicho el dragón.
El Príncipe Heredero, Alberu Crossman, era naturalmente el personaje principal.
(Estate quieta)—se reafirmó una vez más.
Ella pensó en el buen trabajo que hizo hoy, cumplió su promesa. Y aún que tuvo que hablar con otros nobles, gracias a Eric no se fue de las manos. Estaba feliz y asintió dos veces para ella misma.
En un momento Cale sintió que la estaban mirando mucho y volteó a mirar a su alrededor. Varios nobles la miraban desde sus respectivos lugares, incluso el segundo y el tercer príncipe la estaban viendo.
Y como no iba a recibir atención, si después de años de estar escondida en su territorio, la famosa ex prodigio de la familia Henituse daba la cara al público.
Cuando la vieron no podían creer cuán hermosa era Cale. Desprendía e irradiaba una belleza muy atrayente, lo que vestía la hacia resaltar aún más, era una mujer muy hermosa. Y aunque muchos la miraban con recelo, no podían evitar el hecho de que era la mujer más linda y sobresaliente del salón.
Sin embargo los príncipes la miraron por una razón diferente. Ellos habían notado el ligero cambio el la actitud de su molesto hermano mayor, Alberu. La pelirroja lo había hecho poner nervioso y eso era lago que ellos jamás habían visto.
Se miraron con miradas cómplices. Ambos pensaron lo mismo.
(Ella es especial y nuestro Hyung-nim también lo noto)-
Aún que Cale mostrara una sonrisa gentil y amable en su rostro, todo el tiempo pareció analizar a Alberu y no solo a él, sino a todos a su alrededor. Ella era interesante. El segundo príncipe Robbit y el tercer principe decidieron que se harían notar por ella. Era bueno si pudieran poner a ella en su lado, ya que con ella vendría incluida la riqueza de su familia.
Aún que no lo pareciera, el segundo y el tercer príncipe eran un poco más cercanos entre ellos. Por eso en un momento el tercer príncipe se levantó y se dirigió hacia la mesa de su hermano. Cuando estuvieron juntos, se miraron a la vez y el segundo príncipe vertió vino en una copa y se la ofreció a su hermano. Él pidio una copa más a los sirvientes y se la trajeron al instante. Y antes de empezar a servirse vino en la copa, él y el tercer príncipe, quien llevaba su copa a su boca, buscaron la mirada de Cale
Cale por su parte, evitó las molestas miradas de los nobles. Sin embargo aún se sintió observada, por lo que miro hacia arriba y se centró en los príncipes que se habían reunido. Ella los miro a ambos, ellos le sonrieron. Entonces a ella no le quedo de otra que devolverle la sonrisa como es debido.
Fue en ese momento. Como si de algo místico se tratase o como si alguna orgullosa entidad quisiera que admirasen su más reciente obra de arte.
Una luz entró de la nada en el salón e iluminó a Cale por completo. Ella parada en el centro de cuatro personas, resaltando aún más su presencia. Cuando ella decidió sonreírle a los príncipes fue mágico.
Con ojos entrecerrados levemente que mostraban aquellas largas y rojas pestañas, una sonrisa risueña que dejaba ver sus dientes, tan blancos que resaltaban el rosa fuerte de sus labios carnosos, apareció en el delicado rostro de Cale. . Era como si un Ángel hubiera descendido desde la divinidad de los cielos, solo para regalarles una sonrisa magnífica, cálida y amable, que los dejaba hipnotizadoss. Era claro que los dioses tenían favoritos y la pelirroja parecía estar en la cima.
Entonces como si de un acto se tratara, Cale dio una reverencia hacia los príncipes sin quitar su sonrisa. Pero cuando alzó su mirada para volver a mirarlos, hizo una expresión de desconcierto y confusión.
El tercer príncipe estaba derramando su copa de vino sobre su ropa. Robbit estaba derramando vino sobre la copa en sus manos, la cual rebalsaba de llena, y el líquido le mojó los pantalones. Ellos no le prestaban atención en lo absoluto a lo que acababan de hacer, simplemente miraban boquiabiertos a la pelirroja.
Demás estaba decir que los príncipes habían caído en el encanto de Cale. Entonces entendieron el nerviosismo de su hermano mayor.
Se escucharon varios gritos ahogados en todo el salón.
Alberu volteo a ver la causa de la conmoción, solo para querer golpearse la frente. Inmediatamente llamó a sus sirvientes para que limpiarán el desastre. Algo debía hacer para que, por culpa de los idiotas hermanos suyos que pensaban que el vino era una excelente decoración para sus prendas, no quedara en ridículo.
Gilbert y Amiru estaban boquiabiertos. No podían creer lo que estaban mirando. Eric solo negaba con la cabeza. Entonces Cale, para cambiar un poco los aires, decidió hablar con Amiru.
—Por cierto, joven Amiru.— ella volteo a verla.— Escuché que la costa de tu territorio es extremadamente hermosa. ¿Es verdad?"
— Por supuesto. Los acantilados que dominan la costa son muy hermosos. — habló con una sonrisa en el rostro.
(Hermoso mi culo)-
Cale pensó en el acantilado y en cómo sería extremadamente difícil ganarse el 'Sonido del Viento'. En el fic, el 'Sonido del Viento' era un Poder Antiguo que un miembro de la facción no mago en el Reino Whipper terminó encontrando. Ella estaba pensando mucho en los eventos de las futuras guerras que se venían.
Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos.
— Será mejor que volvamos a nuestros lugares. Tienen que limpiar este pequeño incidente. — Dijo Eric que en algún momento se acercó.
Los tres allí asintieron a sus palabras y volvieron a sus respectivos asientos.
Cale miró a Eric, que estaba lidiando con todo por ella, y miró el reloj. La fiesta terminaría pronto. Por supuesto, los nobles estaban esperando el momento de la conversación que sucedería después de la comida.
(No es de mi incumbencia)-
—Joven maestro Gilbert, debería poder irme después de que termine la comida, ¿verdad?
Gilbert miró hacia Cale, que estaba comiendo fruta tranquilamente como si estuviera de picnic, y asintió con la cabeza.
—Si. Planeamos reunirnos con el príncipe heredero después de la comida, pero probablemente no planeas ir con nosotros, ¿verdad?
—Si. ¿Qué bien haré allí? Ustedes tres están más informados sobre la información de inversión.
La expresión de Gilbert cambió ante las palabras de Cale. Parecía estar un poco sorprendido.
—... Has leído el documento.
—Un poco.
Cale respondió casualmente, antes de mirar al príncipe heredero, que se levantó de su asiento. Estaba a punto de anunciar el final de la comida. Pero Cale comenzó a fruncir el ceño después de escuchar las palabras del príncipe heredero.
— Fue un placer compartir esta cena con todos ustedes esta noche. He preparado una fiesta de vino sencilla para los que puedan estar interesados, así que disfruten. Ah, también he preparado un lugar para todos ustedes en la celebración de cumpleaños que se avecina.
El príncipe heredero Alberu dijo todo esto con una expresión bastante agradable.
— Espero que todos estén allí para compartir las alegrías del día. Ya que el gran baile se llevará a cabo en la plaza central con el fin de festejar el cumpleaños del rey. Así concluye esta cena.
(Suspiro ...Supongo que estaré en la plaza cuando estallen las bombas.)- de todas formas no podía negarse a asistir, porque se la había convocado para realizar un show y ya no podía retractarse.
Cale se levantó de su asiento. La pelirroja miró hacia la silla de ruedas que pasaba junto a ella. Taylor pasó junto a ella y Cage, que empujaba la silla de ruedas de Taylor, lo siguió directamente y susurró en voz baja que solo Cale podía oír.
— Hasta luego, nuestra hermana pequeña.
— Dije que no quería ser su hermana pequeña.
La mirada de Cale mostró claramente sus sentimientos, pero Cage simplemente fingió no entender y se dirigió hacia el Príncipe Heredero, mientras pretendía ser una sacerdotisa buena y pura.
Cale entonces empezó a caminar hacia la puerta. Sin embargo fue detenida, una mano la garro del brazo con un poco de fuerza. Ella volteo a ver.
— Joven señorita Cale. ¿Podemos hablar por un momento?
Venion Stan la estaba a dos pasos de ella tomándole el brazo. Cale alzó una ceja y se quitó la mano del brazo.
— Lo siento joven maestro Venion. No tenemos nada de que hablar. Así que con permiso me retiro.
Cale se dio la vuelta y volvió a caminar. Sin embargo, no vio que en el rostro de Venion se le estaba empezando a notar una vena por la ira retenida de los eventos de hoy. Así que fue sorprendida cuando sintió que una mano la agarró fuertemente de la muñeca y la empezó a arrastrar.
— Vienes conmigo.
— ¡Oye! ¡suéltame!.
Cale trató de sacarse la mano de su muñeca, pero fue en vano. Fue cuando escuchó una voz en su cabeza.
_ ¡Humana!, ¿Qué te está haciendo este bastardo? _
— Hasta que no aceptes casarte conmigo no te dejaré ir. — dijo el rubio deteniéndose y mirándola.
_ ¿Otra vez eso de casarse? ¡Juro que lo mató aquí mismo si no te suelta en este instante! ¡Que no se atreva a hacerte daño! _
— No es no, ¿no lo entiendes? — dijo ella firmemente mirándolo a los ojos.
La pelirroja miró a su alrededor, buscó a Eric y los demás para pedir ayuda. Ellos estaban un poco lejos de ella en ese momento. Venion le agarró la otra muñeca con su mano libre, llamado su atención.
— Vamos Cale, te amo, me gustas. — sonrió mientras las miraba— Además no vas a encontrar a nadie mejor que yo. Si estás conmigo serás solo mia y te podré educar correctamente. Dejaras de ser una basura y tu estatus subirá. Te tendré en mi hogar y no necesitarás salir, solo estarás ahí para mi.
Cale lo miraba con incredulidad, -(¿Qué mierda esta diciendo este tipo?)-
— Solo di que si y tu vida mejorará. — apretó su agarre en las manos de Cale y la atrajo hacia él.
El pequeño dragón invisible se asustó y habló nuevamente en la cabeza de la pelirroja.
_ ¡Le doy 3 segundos para que te suelte, sino le vuelo la cabeza!_
(¡No, aquí noo!)-
Cale tuvo que pensar en algo rápido para conseguir algo de ayuda. Entonces escuchó el sonido de la orquesta y tuvo una idea. No quería hacerse notar así, pero en esta situación no le quedo de otra que hacerlo. Penso en una canción e inhalando profundo y empezó a cantar.
Tienes una falsa idea del amor
Nunca fue un contrato ni una imposición
Venion fue tomado por sorpresa. No la soltó ni nada, pero la miraba con confusión.
La voz de Cale era muy hermosa de oír, varios nobles que estaban a su alrededor se voltearon a verla. Se sorprendieron de verla agarrada de las muñecas por Venion, pero se concentraron en la canción de ella.
Los príncipes sólo vieron como una multitud se juntaba, pero no le dieron mucha importancia y siguieron con lo suyo.
Y yo te quiero lejos cada vez más
De un modo que no puedes ni sospechar
Yo no soy esa mujer, que no sale de casa
Y que pone a tus pies lo mejor de su alma
No me convertiré, en el eco de tu voz
En un rincón,
Yo no soy esa mujer
Venion comenzó a fruncir el ceño mientras procesaba la letra de la canción. Sí, por un momento quedó atrapado por la hermosa voz de la pelirroja, pero luego empezó a entender las palabras de aquella canción.
Mientras cantaba, Cale dio un sacudón fuerte con sus manos y pudo soltarse de Venion. Dio unos pasos hacia atrás pero sin quitar el contacto visual con Venion.
Amely y Neo, al ver la conmoción se habían acercado, sorprendidendose al ver que ra Venion y Cale los causantes de tal alboroto. Neo se estaba poniendo más nervioso y más pálido. Amely no lo podía creer.
(Joven maestro Venion... ella ya le dijo que no. ¿Por qué deja que la basura lo haga quedar en ridículo? No la necesita. Ella es insignificante)- ella empezó a morderse las uñas.
Cuando Cale retrocedió fue cuando se hizo notar. Eric que miraba la conmoción desde la distancia, se estremeció al ver una marcha roja en el medio de aquel alboroto. Reconoció que era Cale la que retrocedía. Apresuradamente corrió hacia donde estaba ella. Amiru y Gilbert estaban sorprendidos pero fueron detrás de Eric.
Alberu quien vio la desesperación en los ojos de Eric cuando él estaba hablando con un noble, volteo a ver que sucedía. Sus ojos se agrandaron al ver a la pelirroja en medio de un multitud siento acorralada por Venion. Fue cuando escuchó su voz...
(Es ella... Definitivamente es ella.)- Alberu la reconoció en ese momento y quedó atrapado mirando hacia donde estaba ella.
Robbit y el tercer príncipe, estaban prestando atención a la hermosa voz que resonaba en la sala. Solo para sonreír al ver que era Cale.
Cale, que no vaciló en mirar directo a los ojos a Venion, siguió cantando.
Cambia tu manera de pensar en mi
O verás como no me encontraras aquí
Aunque se rompa tu corazón
Te obligaré a que entiendas esta lección
Venion empezó a enojarse, en su cara se notaba más, no le estaba gustando la letra de la canción y mucho menos que ella lo tratara así. Camino un poco para acercarse a la pelirroja, ignorando las advertencias que le daba Neo detrás suyo e incluso ignorando a la gente en su al rededor
Alberu sintió incomodidad al ver a Venion caminar hasta Cale. Él también comenzó a acercarse a la multitud. Necesitaba acabar con esto, tenía un mal presentimiento.
Eric, que se había acercado bastante, no podía avanzar porque los demás nobles que veían el "espectáculo" no lo dejaban avanzar.
Yo no soy esa mujer, que no sale de casa
Y que pone a tus pies lo mejor de su alma
No me convertiré, en el eco de tu voz
En un rincón
Cuando Cale vio que Venion se acercaba a ella, tuvo una idea que la hizo sonreír mientras aún cantaba.
(Vamos a usar a estos bastardos que no quieren ayudarme y voy a dejarte en una mala posición imbecil)- pensaba para ella misma.
El dragón invisible que la vigilaba todo el tiempo, dejó de maldecir en la mente de Cale al ver esa sonrisa en los labios de ella. Se sintió algo raro, por eso no hizo nada.
Venion se acerco lo suficiente, estiro su mano para agarrarle la muñeca a ella. Pero fue en ese momento.
Cale reaccionó al instante y lo agarró de la muñeca a él. Ella fingió forcejear con Venion.
Cualquiera que la viera pensaría que Cale era una débil mujer tratando de defenderse de un hombre. Eso hizo que muchos empezaran a susurrar. A la pelirroja le gustó esto.
Eric se estaba abriendo paso entre la multitud con ayuda de Gilbert y Amiru.
Alberu por su parte iba caminando con elegancia, pero a un ritmo un tanto rápido. Le quedaba poco para llegar hasta ella.
Robbit y el tercer príncipe también empezaron a acercarse ahora, cuando vieron que la pelirroja parecía estar en apuros
Cale miró a su alrededor y sintió que ahora podía comenzar su acto. Ella continuó la canción.
Yo no soy esa mujer, esa niña perdida
La que firma un papel y te entrega su vida
Nunca me verás llorar, aunque sienta deseos
Más de una vez, yo no soy esa mujer
Venion entendió el completo rechazo de Cale atarves de aquella canción, se había enojado por completo. Sin darse cuenta, él en serio estaba forcejeando con ella.
Cale agradeció internamente que él se lo tomara en serio, lo haría más creible. Miro otra vez entre la multitud, todos ellos le prestaban atención.
Al hacer esto, los demás creyeron que ella buscaba a alguien que la ayudara.
(Ahora es cuando)- dijo poniendo una expresión de preocupación y haciéndola parecer un poco asustada.. -(Haré que te arrepientas de haberme pedido matrimonio)-
Neo y Amely empezaron a acercarse más a Venion. Él comenzaba a verse ridículo así, necesitaban detenerlo.
Entonces fue cuando escucharon un golpe y una caída.
¡Plaff! ¡Tomp!
Cale que aún tenía sujetada la muñeca de Venion, aprovecho que él estaba forcejeando y con un movimiento rápido, obligó a Venion a darle una cachetada y como resultado, ella se calló al suelo de costado.
Venion quedó con la mano en el aire y con sorpresa. No comprendió lo que estaba sucediendo.
Entonces se escucharon varios gritos ahogados.
Fue ahí cuando se dio cuenta de la situación, miro de un lado a otro y vio caras de preocupación, susto y desagrado.
Cualquiera que haya visto lo sucedido, hubiera pensando que un noble se enojo al ser rechazado por una chica y este al estar tan molesto se había desquiciado y golpeado a quien lo rechazo. Quedo como que Venion era una persona violenta.
Cale en el piso, aún con su cara de preocupación, empezó a temblar mientras se tocaba el lado de la cara que fue abofeteado. En ese momento...
— ¡Cale!— Eric llego corriendo hasta ella y apartó de un empujón a Venion.— ¿estás bien? Ah~
Detrás de él venían Amiru, quien se tapó la boca al verla, y Gilbert, quien reaccionó al instante y saco un pañuelo para entregárselo a Eric.
— ¡Por Dios Cale! ¡T-tu labio está sangrando!¡o por dios tu nariz también!
Cale que aún parecía estar aturdida se tocó el labio y vio sangre en el. Entonces miro a Eric quien se arrodilló en frente de ella y empezó a limpiarle la sangre.
(UPS, creo que me auto golpee demasiado fuerte... Como sea, esto solo lo hace ver peor, sigamos.)-
— O-Oppa~ — Cale tirito un poco mientras miraba con ojos suplicantes a Eric.
Eric vio miedo en la cara de Cale y empezó a enfurecerse. Se paró de un golpe e iba a ir a enfrentar a Venion que aún estaba mirando a Cale con ojos complicados.
Amiru se acerco a ella y continuo limpiándole la sangre, Gilbert fue tras Eric.
— ¿Como se te ocurre lastimarla así? ¡Ya te dijo que no una vez!, ¿por qué la hostigas?– se paró en frente de él — ¿Si quiera sabes cuán delicada es? ¿Te atreves ?
Venion ni siquiera lo miraba, entonces Eric iba a hacer algo más cuando sintió una mano en su hombro. Volteo furioso a ver , pero quedó descolocado al ver quien era.
Alberu, quien sostenía el hombro de Eric, parecía estar tranquilo. Miro detrás suyo y vio como sus hermanos se acercaban a Cale y la ayudaban a levantarse, tratándola delicadamente. El tercer príncipe le ofreció su pañuelo para que se terminara de limpiar la sangre en su cara y Robbit hizo contacto visual con Alberu para mostrar en su rostro el desagrado de la situación.
Todos allí presentes eran conscientes de la tensión que se había formado en el lugar y fue peor cuando los príncipes aparecieron entre ellos.
Alberu miró a todos los presentes. Volvió su mirada a Eric quien rechinaba los dientes y miro luego a Venion. Entonces hablo.
— Alguien podría explicar ¿por qué en medio de este salón hay una invitada que está herida?— hizo notar su molestia en su voz.
Nadie quiso responder. Alberu busco la mirada de Venion pero este estaba mirando al piso, mordiéndose el labio. Fue cuando Gilbert se acercó, dio una reverencia y habló.
— Su majestad. Esto es debido a que la joven señorita Cale rechazó la propuesta de matrimonio que le hizo el joven maestro Venion y a él pareció no gustarle. — Gilbert miró con desprecio a Venion.
— Sin embargo no es excusa para golpearla. Dices que la quieres, pero la lastimas.... — dijo entre dientes Eric.
Alberu, que escuchaba todos hasta lo que susurro Eric, se estaba comenzando a enojar. Supo que algo malo estaba por pasar, pero no esperaba escuchar que la golpearon solo por decirle que no, lo puso de malas. Pero como alguien debía mantener los cabales en esta situación, no se dejó dominar por las emociones
— Bien entiendo la situación. Joven maestro Eric, por favor vaya con la señorita Cale a atender su herida.
Eric miró a los ojos a el príncipe heredero y se estremeció. Pudo ver enojo en esos ojos azules que miraban a Venion. No sé opuso a la orden y fue junto a Cale.
Cuando Eric estuvo con Cale, la abrazo de costado para sostenerla y los dos príncipes se acercaron a Alberu por detrás, mirando con desprecio a Venion quien aún no los miraba a la cara.
— Joven maestro Venion, en cuanto a usted... — Venion tuvo que levantar la mira y verlo a los ojos. — amablemente le pido que abandone esta sala. No voy a soportar tales actos en mi presencia.— Alberu lo miro desde arriba, como si él fuera una pulga.
— Pero su majestad yo no quise... — Venion quiso refutar. El mismo se había creído que había golpeado por gusto a Cale. Se quiso disculpar.
— Joven maestro Venion. — esta vez hablo el tercer príncipe. — mientras aún se lo piden con "amabilidad " retirece.
— Alguien con esa actitud no debería estar aquí. Esto no es algo digno de un noble. — le siguió Robbit
Venion se estremeció y dio una reverencia. El podía sentir la mirada de desaprobación de los demás nobles. Sabia que arruinó todo.
Cale estaba disfrutando de esta función, era muy divertida. Pero ahora necesitaba irse, pues la voz del dragón en su cabeza la estaba molestando. Necesitaba calmarlo. Ella empezó a hablar con una voz temblorosa.
— S-Su majestad... esto n-no es necesario. — llamo la atención de todos. Ella hablaba mientras era abrazada de costado por Eric. Aún se notaban sus temblores y su mirada aún era triste. — Yo... yo fui la que causó tal conmoción, me disculpo. — hizo una reverencia.
Los nobles empezaron a susurrar sobre las acciones de Cale. Alberu y los príncipes la miraron con incredulidad. Eric estallo.
— ¡¿Que dices Cale?! ¡Fue él quien no te dejó tranquila en toda la velada!. — dijo alterado Eric.
— Señorita Cale, esto no es su culpa. No es necesario que se vaya así. — hablo Alberu, acompañado de los asentimientos de sus hermanos.
— No su majestad... estoy segura que fue mi culpa hacer que de algún modo el joven maestro Venion reaccione así.. yo... — bajo su mirada y se noto como los temblores de su cuerpo aumentaron haciendo que los demás se preocuparan más. — Yo... solo quiero volver a mi casa, por favor — levanto la mirada y puso ojos suplicantes
En ese momento Venion comenzó recibir mas miradas, ahora amenazantes, de los presentes. Se sintió sofocado. Cale que miraba todo esto, quería reírse pero se contuvo, aún necesitaba hacer bien su papel.
Alberu estaba realmente preocupado por la pelirroja, tenía ganas de llevar a Venion ala cárcel por hacerle daño. Sin embargo la volvió a mirar, no podía soportar que ella se sintiera incómoda.
— Si es algo que la Señorita Cale desea y si así se siente mejor. Puede retirarse.
— Gracias su majestad. — hizo una reverencia y lo miro con angustia. — lamento haberle arruinado la velada. — recibió un ceño fruncido por parte de los príncipes, pero fingió no verlos y se acerco a Amiru, ella la miró — señorita Amiru, ¿podría acompañarme a la entrada?
Con un asentimiento de Amiru, ambas mujeres empezaron a caminar hacia la puerta. Pasaron a la par de Venion, Cale desvió su mirada como si estuviera asustada (pero era para evitar reírse de la expresion que estaba haciendo Venion) y Amiru miro mal a Venion. Luego ambas salieron dejando una fuerte tensión en aquel salón.
De camino a la puerta Cale hablo con Amiru sobre la idea de poner una base naval en su territorio, mientras seguía con su acto de víctima por lo sucedido.
Amiru que creyó que ella hablaba sobre esto para quitar el mal sabor de boca de lo que había sucedido, solo le pudo decir que lo iba a tener en mente. Luego se despidió de ella.
Cuando estuvo en el carruaje tuvo que darle una larga explicación al dragón negro de que lo que había pasado fue idea de ella y que no fue golpeada a propósito. Sin embargo ella no esperaba que el dragón negro les contara a todos lo que vio. A Cale le quedaba mucho por explicar.
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En cuanto a la canción es esta. ...
https://youtu.be/RyXfffyVD-s?si=GaAgTN8JtRTOS26F
Le cambié algunas palabras al escribirlo, solo para que no diga "te amo" o algo así al imbecil de Venion.🤮
No me convencía ninguna canción, pero me quedé con esta 🤙
Notes:
Holis mis pollitos.💕
Jajajaaj me mori con esto.
Trate de tomar un poco la idea que dejo @MariMartinez436 (Wattpad ) en uno de los comentarios, asi que los créditos son para ella. Gracias reini por tu aporte ❣
No sé si es lo que esperabas pero lo intente 👉👈
En fin nos vemos mis guapos. 💞
Chapter 28: 27. Lo pensarás dos veces...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Esa misma noche, Cale al llegar a la mansión henituse fue abordada por preguntas provenientes de un mayordomo con una sonrisa extremadamente benigna, dos niños furiosos, un espadachín enojado y un chef con el ceño fruncido.
A decir verdad, cuando Cale llegó su labio ya estaba curado y su nariz había dejado de sangrar, pero aún quedaban rastros de sangre en su vestido, un poco en su rostro y en el pañuelo, antes blanco y con bordados de oro perteneciente al tercer príncipe, que sostenía en su mano.
Cuando Ron la vio así, la reviso de pies a cabeza para comprobar que estuviera bien, la llevo a su cuarto y la obligó a bañarse, pero en el trayecto de camino a su habitación fue vista por los demás miembros de la casa, preocupandolos.
Así que en ese momento Cale, que estaba de pijama, se encontraba sentada en un sillón siendo interrogada por los antes mencionados.
— Joven señorita. — hubo un ligero estremecimiento por parte de la nombrada antes de mirar a Ron.— Díganos... ¿por qué razón su vestido tenia sangre? ¿Y de quien era? Este mayordomo tiene mucha curiosidad.
Cale aún estaba callada. Sentía como si hubiera hecho algo extremadamente malo mientras veía a su fiel mayordomo que se cruzaba de brazos. Los niños estaban parados uno a cada lado de Ron del mismo modo que él.
Choi Han desde atrás estaba metiendo y sacando la espada de su funda mientras entrecerraba los ojos consentrado en algo. Beacrox, por otro lado, estaba afilando meticulosamente un cuchillo en un costado.
Por su parte el dragón era invisible, pero viendo las acciones de Choi Han, se podría decir que le estaba contando todo a él.
Cale, aunque un poco dudosa respondió.
— Uhg, bueno, la sangre era mía. Y fue porque me golpearon. — ella miró de reojo a Ron.
Los niños estuvieron a punto de ir hacia ella y revisarla, pero algo los detuvo.
Entonces vio que Ron había puesto sus manos en los hombros de los niños como reteniendolos, o más bien reteniendose a si mismo.
Inmediatamente siguió hablando.
— Bueno, en realidad, fingí el golpe. Aunque se me pasó un poco la mano. — dijo escondiéndose de hombros restandole importancia.
Cale no lo vio, pero hubo una mirada asesina en el rostro de Ron por una milésima de segundo, antes de volver a poner una sonrisa benigna, pero una muy aterradora.
— ¿Y quien fue quien la golpeó?
— ¡Si!, ¡¿Quién fue el bastardo?!— Continuo Hong.
Nadie lo corrigió en su modo de hablar, no era el momento para reprender al niño.
La pelirroja estuvo a punto de responder, pero en ese momento se le adelanto una voz cargada de amargura y odio.
— Venion...
Choi Han miraba con furia la alfombra en el piso. Cale sintió escalofríos ante esa mirada y casi titubea al hablar.
— S-si, fue él.
Aunque con una sonrisa, podía verse claramente en su rostro como una vena aparecía en la frente de Ron.
— Entonces, joven señorita ¿por qué se dejó golpear?
— Como dije antes, fingí ser golpeada. — corrigió antes de seguir.— Lo hice para vengarme de ese bastardo psicópata que no me dejaba de molestar.
Cale pensó en las cosas que le había dicho Venion en la cena. Se froto los brazos con la simple idea de pensar en casarse con un imbécil como él. Ni en el infierno lo haría.
— No paraba de insistir en que yo sería su esposa. — hizo una mueca de disgusto— Que horrible idea.
— ...
Hubo un silencio sepulcral en ese instante, el cual fue irrumpido por el "clinck" de un cuchillo cayendo al suelo y el fuerte golpe provocado por meter abruptamente la espada en la vaina.
Cale hizo oídos sordos por su bien y siguió hablando.
— El bastardo dijo que le pidió mi mano a mi padre. Que ridículo. — se cruzo de brazos y piernas negando con la cabeza.— Por cierto, dudo que el imbécil estuviera mintiendo así que... ¿de casualidad sabes algo Ron?.
La pelirroja miró de reojo a Ron quien se tenso por un pequeño instante.
— ejem... A decir verdad sí. El conde me informó de algo así. — el nunca aparto la mirada de ella. — Sin embargo, el conde dijo que no era algo que fuera importante o algo como para preocuparía. Me pidió que no le dijera nada.
Ron también había pensado que era mejor que Cale no se enterara de tal cosa. Pero no lo dijo.
Cale also una ceja en forma de incredulidad ante las palabras del mayordomo. Luego volteo a ver a Choi Han y a Beacrox.
— ¿Ustedes sabían?
— No.
— Me enteré de algo.
Dijo primero Choi Han y luego Beacrox. Cale sabía que no estaban mintiendo así que solo puso suspirar y volver su mirada a Ron.
— La próxima vez prefiero enterarme de las cosas. Yo decidiré si es relevante o no.
Ella no estaba enojada con ellos, sabía sabía no lo habían hecho con mala intención, pero para situaciones como esta ella necesitaba estar informada.
— Comprendo joven señorita. No volverá a ocurrir.
Ron hizo una reverencia hacia ella. La pelirroja agitó la mano como quitándole importancia al asunto.
— Choi Han
— Si Cale-nim.
— informe. Ron, Beacrox, por favor necesito hablar a solas con él antes de irme a dormir.
— Como desee joven señorita. Me estoy retirando ahora.
— Buenas noches joven señorita
Cuando salieron padre e hijo, Choi Han empezó a hablar.
— Encontramos cuatro de las bombas mágicas.
Cale recordó que en la novela, había cinco ubicadas en diferentes lugares y cinco ubicadas en personas.
— Todos estaban alrededor de la plaza.
— Muéstrame el mapa.
Cale extendió su mano hacia Choi Han. Choi Han había regresado lo más rápido posible para ver a Cale. Parecía haberse apurado, ya que tenía sudor en la cara cuando llegó. Sin embargo ahora estaba bien pues ya había pasado un tiempo desde que la "interrogaron" por la sangre.
— Encontramos uno, y luego corrí con el Dragón en mis brazos para mirar detenidamente por todas partes. Terminamos encontrando tres más en el proceso, pero nada más. Estoy seguro de que debemos buscar en otro lugar que no sea la plaza, pero no había ninguno en los lugares que hemos buscado hasta ahora.
— No hay necesidad de apresurarse, ya que estará seguro hasta el día de la celebración en dos días.
— ¡Pero es mejor deshacerse de las cosas peligrosas antes!
— Vamos a robárselos temprano en la mañana del día de celebración.
—… ¿Disculpe?
Las bombas mágicas que Cale conocía requerían que el desarrollador enviara una señal para hacerlas explotar. Sin embargo, para cualquiera en el nivel de magia del Dragón Negro o incluso de Rosalyn, fue bastante fácil cortar la conexión entre el desarrollador y las bombas, incluso si tomó algún tiempo hacerlo. Así fue como Rosalyn pudo destruir las bombas sobre la gente de la novela.
(Eso debe hacerse el día de la celebración)– pensó — (Esa era la única manera de hacer que ese mago sediento de sangre pensara que todo estaba bien)
— ¿Robarlos? ¿No los vamos a destruir?
Cale le devolvió el mapa al confundido Choi Han y comenzó a hablar.
— ¿Por qué destruiríamos cosas tan útiles?
Incluso si las bombas no se pueden usar, el maná densamente empaquetado en el interior era un ingrediente bastante útil.
— Lo usaré para mí.
Choi Han pensó que la sonrisa de Cale era bastante furtiva. Cale continuó hablando con Choi Han, quien aceptó el mapa con una expresión confusa.
— Sigue buscando ya que puede haber más. Vuelva a consultar varias veces para ver si la ubicación de la bomba también cambia.
Choi Han y el Dragón Negro ahora deberán permanecer escondidos alrededor de la plaza y continuar investigando. Será difícil, aburrido y extremadamente agotador para sus mentes, pero no era algo que Cale fuera a hacer ella misma.
— por favor. Continúa con tu arduo trabajo.
— Como órdenes, Cale-nim.
Choi Han hizo una reverencia antes de volver a mirarla.
— Pero Cale-nim... ¿realmente estas bien? ¿No estas herida?
Cale volteo a ver a Choi Han con una expresión confusa. Podía ver las orejas caídas al igual que la cola de perro imaginaria, como si estuviera realmente triste.
— Si te hubiera acompañado... tu no-
— Bien, detente ahí.
Cale interrumpió el discurso que se venía. Choi Han aún estaba cabizbajo, así que ella estiro una mano y le acarició la cabeza.
— Dije que estaba bien ¿okey?. — el peli negro levantó la cabeza para mirarla.— No me dolió el golpe y bueno la sangre ... supongo que es por qué soy débil.
Las emociones de Choi Han eran evidentes. Se sentía culpable y estaba furioso. Cale sin embargo no lo noto y continuo.
— Jajaja, es mejor así. Con lo que hice, ese bastardo no se atreverá a hablarme o tocarme. — recordó lo bien que había salido su pequeño acto y sonrió.— cualquiera que haya visto lo sucedido impedira que se me acerque.
( hasta los príncipes intervinieron jaja) — ella estaba muy feliz en este momento.
Pero la mente de Choi-Han era un va y ven de pensamientos. Él quería haber estado allí y haber evitado que Cale se lastimara. Quería decir algo, pero las palabras quedaron estancadas en su boca.
— *suspiro* Estoy cansada, me gustaría poder dormir ahora.
— Descansa Cale-nim.
La verdad él quería quedarse un poco más al lado de la pelirroja, pero sabía que ella había tenido un día largo, por ello decidió retirarse.
Choi Han salió de la habitación, quedando solo los niños y el dragón invisible.
Cale realmente estaba cansada por lo que decidió acostarse y ni bien estuvo en cama se quedó dormida.
Por esto ella no se entero de que los niños interrogaron al pequeño dragón por un buen rato antes de salir sigilosamente por la puerta.
Cale quedo adentro con el pequeño dragón mientras dormía.
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Cuando Choi Han salió se dirigió a una sala, en la cual se encontraba un sirviente y su hijo sentados al rededor de una mesa. El asintió ante la mirada del duo y se sentó también.
— No nos vamos a quedar así ¿verdad?.
En ves de pregunta era más una afirmación. Choi Han estaba esperando una respuesta de los contrarios.
— Este punk. — chasqueo la lengua el mayor. — por qué preguntas lo obvio.
Beacrox asentía a lo que decía su padre.
— ¿Sabes en donde se esta quedando el bastardo?
— Por supuesto. ¿Qué clase de mayordomo sería si no lo supiera?
Al contrario de su sonrisa benigna habitual, Ron estaba completamente serio.
— Sin embargo, tu no vas a hacer nada.
— ¿Qué? ¿Por qué?
Choi Han estaba a punto se saltar de su asiento hasta que el chef interrumpió.
— Tu tienes trabajo que hacer. La joven señorita te dejo a cargo de un trabajo ¿o me equivoco?
Beacrox no miraba a Choi Han cuando hablo. En cambio estaba concentrado limpiando meticulosamente el cuchillo que antes se le había caído.
— Tks, maldita sea.
— No deberías preocuparte. Después de todo es mi trabajo deshacerme de la basura. — hubo una sonrisa maliciosa en el rostro de Ron.
Choi Han desvío la mirada. En ese momento se escucharon unas voces.
— Abuelo Ron, tío Beacrox. — llamo On.
Los nombrados miraron en su dirección.
— Nosotros también queremos ayudar.— siguió Hong.
Los mayores estaban a punto de decirles que no, puesto que era peligroso hacer que los más jóvenes se involucraran.
Entonces On decidió intervenir.
— Sabemos lo que realmente pasó en ese lugar.
Dijo firmemente la niña, tomando la atención de padre e hijo y una mirada preocupada del pelinegro.
— ¿y como saben ustedes de eso? — pregunto Beacrox.
— Nos lo contó todo el men-
Inmediatamente On le tapo la boca a su hermano y lo miró como si quisiera reprenderlo.
Hong se tenso y se dio cuenta de que casi dice algo que no debería.
Choi Han empezó a sudar en frío. Él era consciente de que Cale no quería que los demás supieran, aún, de la existencia del Dragón. No era el momento.
— ¿Quién les contó? — dijo Ron mirando a los niños. — Sería bueno saber de donde proviene esa información.
On y Hong se estremecieron e inconscientemente miraron a Choi Han. Este se tenso y quedó quieto.
Ron y Beacrox siguieron la mirada de los niños hasta Choi Han.
— ¿Sabes algo punk?
— Yo. No. Se. Nada. — trato de mentir y desvío la mirada.
Los niños quedaron incrédulos ante la mala actuación de Choi Han y se golpearon la frente con sus manos. De alguna manera el pelinegro se sintió ofendido y se sonrojo.
On, como la más apta para formular palabras de los tres, habló.
— No podemos decirles como es que sabemos lo que pasó. Pero la información que tenemos está confirmada.
Pedre e hijo se miraron y asintieron. Lo dejarían para más tarde por ahora.
— Bien, entonces por favor cuéntenos todo.
Con eso los niños suspiraron y empezaron a contar todo lo que el dragón negro les dijo que había pasado en esa reunión.
Estuvieron un buen rato hablando y escuchando, hasta que el pelinegro decidió levantarse e irse.
— Espero que hagan las cosas bien. — dijo sin esperar respuesta y dejando la habitación.
El mayor suspiro y se puso de pie, seguido de su hijo.
— Beacrox, prepara las cosas. Saldremos en 15. — volvió para mirar a los niños que estaban ansiosos por lo que iba a decir. — Vendrán con nosotros, sin embargo espero recuerden su entrenamiento y que no se separen de nuestro lado. No queremos preocupar a su madre
— ¡Si!
Contestaron al unísono, transformándose en gatitos.
. . .
Tiempo mas tarde se encontraban dos figuras de negro acompañados de dos pequeñas criaturas negras en sus hombros, en frente de una gran mansión bastante lujosa.
— Ahora..
Se escucho un susurro lo suficientemente audible para la pequeña mancha negra en su hombro, la cual comenzó a soltar niebla blanca por todo el lugar.
En poco tiempo no había un solo lugar sin niebla blanca. Los guardias y sirvientes se extrañaron por tan repentino cambio climático, sin embargo lo ignoraron.
— Hong...
— Nya.
A la orden la pequeña criatura en el hombro del contrario comenzó a soltar neblina roja, la cual se combino perfectamente con la blanca.
En su ignorancia tales guardias y sirvientes comenzaron, uno por uno, a caer inconscientes en los lugares en donde estaban.
Gracias a esto, poco a poco, sin prisa y como si fuera su propia casa, el dúo y ambas criaturas se adentraron en la mansión por la entrada principal.
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En su habitación, Venion se encontraba caminando de un lado hacia otro.
Se lo notaba nervioso, pues se estaba mordiendo la uña del dedo pulgar de una de sus manos mientras que con la otra se agarraba la cabeza.
— ¿Cómo pude golpearla en frente de todos?
Se cuestionaba por todo lo sucedido hace unas horas en el palacio del príncipe.
No podía asimilar todavía la vergüenza que pasó al dejarse llevar por sus impulsos. No es que no hubiera querido golpearla.
De hecho si se dejaba llevar por sus más oscuros deseos, ver a Cale tirada en el piso con sangre saliendo de sus labios y nariz, asustada y temblorosa mirándolo desde abajo...
Cada vez que lo pensaba, se sentía extremadamente extasiado, quería verla aún peor y suplicandole piedad, arrastrándose hacia él rogando que se detuviera y ...
— Ah~ esto se me esta yendo de las manos.
Un creciente rubor apareció en su rostro y con ojos dilatados. Parecía un completo psicópata.
Desde un principio pensó en ir lento y tratar a Cale con mucho cariño, quería llegar a ella de forma sutil. Pero ¿tenía que resistirse a tal punto de volverlo loco?
— Maldita Sea. ¿Como se supone que arregle mi reputación después de esto? — suspirando de frustración se dirigió a su cama y se sentó en ella. — Si tan solo no hubiera reaccionado así...
Decidió dejar de pensar en eso por ahora. Necesitaba descansar, por lo que decidió que era mejor acostarse.
En su delirio, nunca se percato de la niebla que se colo en su habitación y mucho menos de la inminente paz que ahora había en la mansión. Estaba extremadamente silencioso.
Por ello tampoco sintió cuando entraron dos figuras de negro y unas pequeñas criaturas a sus aposentos.
Estas figuras se movieron en silencio, como los profesionales que eran, y con movimientos elegantes le quitaron las prendas, dejándolo solo en ropa interior y amarraron con cuerdas las manos y los pies de Venion, atandolas a cada una de las extremidades de la cama.
Unos momentos después, Venion se sentía incómodo, sentía frío en su cuerpo y además no podía moverse. Quería girarse a una posición más cómoda pero no podía.
Molesto por la falta de movimientos, poco a poco empezó a despertar. Sin embargo escucho un *¡flish!* que lo hizo tensarse y abrir por completo los ojos.
Giro su cabeza de un lado a otro para encontrarse con sus extremidades atadas.
— ¿Qué mierda? — intentó forcejear pero fue en vano— ¿Como es q-
Sus palabras quedaron cortadas por otro *¡flish!*, entonces sus ojos lo captaron. Podía distinguir, muy vagamente, sentado a un lado de su cama a una figura masculina vestida de negro de pies a cabeza,a excepción de los guantes blancos en sus manos, que estaba afilando un cuchillo en sus manos.
Beacrox no se molesto en mirarlo.
— ¿Quién demonios eres tú? ¡Suéltame ahora mismo si no quieres sufrir las consecuencias!
— Ruidoso.
Fue lo que escuchó de aquella figura antes de soltar un grito.
— AHHH.
Aquel cuchillo había hecho un corte en su brazo izquierdo del cual comenzó a salir sangre.
Atónito por el dolor, Venion forcejeo más haciendo que sus muñecas se pusieran rojas.
Por otro lado la otra figura se estaba riendo, mientras acariciaba a un gatito en sus brazos. El otro estaba aún en sus hombros.
Venion que noto la otra figura, tembló por lo sigilosa que fue.
— Debería relajarse. Ni siquiera hemos comenzado aún.
Ron hablo con una voz cambiada. Entre muchas de sus habilidades como asesino, estaba la práctica de cambiar de voz. En momentos así era efectivo.
— uff.. ¡¿QUE QUIEREN DE MI?! SI ES DINE- AAHHHH
Otro corte apareció en su pierna desnuda.
— Shhh Shhh Shhh. — chito la figura que tenía a los gatitos. — Este hombre está un poco irritado ahora mismo, no deberías provocarlo.
Contenido las lágrimas de dolor, Venion decidió que lo más sabio sería callarse.
— Eso es bueno... ummm ¿por donde deberíamos comenzar?
Dijo el de la voz tenebrosa y se acercó a la cama de Venion, mirándolo desde arriba.
El rubio sintió un escalofrío que se traslado por toda su espalda. Aún forcejeaba, necesitaba salir de ahí, sus instintos le decían que debía salir como sea de allí.
— Ah.. por su puesto.
Dijo como si hubiera encontrado la revelación de su vida y se escucho un *¡plaff!*
El rubio quedó en blanco, solo volvió en sí cuando sintió que algo líquido y tibio estaba en su rostro.
El hombre lo había golpeó en la cara, lo suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar.
— Ummm no es suficiente. — toco al gatito en sus brazos y le indicó — te toca.
Sin más un humo rojo se desprendió de la pequeña criatura y fue directo hacia Venion.
El rubio empezó a retorcerse, queriendo evitar ese humo, pero fue en vano. Terminó inhalando y filtrándose por su cuerpo, incluso también por sus recientes heridas.
Unos pocos segundos después, empezó a sentir picazón por todas partes. Tanto en su cuerpo como en su interior. Quería rascarse, quitarse la picazón tan insoportable que sentía, por lo que se retorcía constantemente en la cama.
Sintió un alivio acompañado de dolor cuando las cuerdas de sus manos y sus pies se rozaron con su carne. Pero no era suficiente. De apoco empezó a gruñir, para no gritar, por lo exasperado que estaba.
Dentro suyo, en sus entrañas también sentía picazón, quería rascarse en todos lados, meter su mano en su garganta y quitarse todo el ardor que sentía dentro.
La figura de pie se alejo para dejar a los gatitos en un sillón de la sala. Luego volvió, para ver como la blanca piel del rubio se ponía cada vez más roja. Soltó unas carcajadas leves.
— Parece que pica. — recordó como le había indicado a Hong que usará hiedra venenosa en forma de humo para molestarlo. — ¿Qué tal si te ayudamos con ello?
Ni bien Terminó de hablar, la figura sentada balanceo su cuchillo y corto, ligero y poco profundo, la carne del brazo derecho.
— Ahhgg. Mmmm
Venion estaba tratado muy fuertemente de no gritar, por lo que se mordió el labio.
Sin embargo el hombre sentado se paro y empezó a cortar en lugares al azar, dejando pequeños cortes llenos de sangre.
Venion no se aguanto y grito. No le importaba nada.
Por un lado se sentía aliviado por la picazón que desaparecía, pero no es como si los cortes que estaba recibiendo no le dolieron. Por eso, alarmado, trato de gritar.
— ¡GUARDIAS!, ¡GUARDIAS!...
No hubo respuesta, más que una carcajada y más cortes en su piel.
— Eso es inútil. — el del cuchillo respondió.
A estas alturas Venion era un desastre, estaba lloroso y lleno de sangre, respiraba con dificultad y no podía moverse en lo más mínimo mientras temblaba de dolor.
— Tus subordinados están teniendo un merecido descanso en ese momento. —aplaudió de forma feliz el hombre.
— ¿Quien__ ¿que hice?-- ahgg.
Soltó entre gritos y llantos.
La figura de voz tenebrosa se sentó al lado derecho de la cama y hablo.
— ¿Quién nos envía? Pues nuestro señor es demasiado tímido como para ser revelado... — se invento que trabajaba para un hombre, era mejor que nada. — ¿La razón? Unmm.
Dudo un poco antes de responder, mientras sacaba una daga de quien sabe donde y la clavaba en la mano derecha de Venion ganándose un fuerte grito de este.
— Es simple, a nuestro señor no le gusta ver como maltratan a una mujer... Y menos si es alguien como usted es quien lo hace.
Sin más que decir, saco tres dagas más y las clavo en la mano restante y en los pies de este.
— AHHHH AAHHAAHHH
Grito con cada cuchilla clavada en su piel.
Sumado las varias heridas que se abrían en su piel cada vez que el otro hombre balanceaba su cuchillo de aquí a allá. Como su fuera un animal al cual están desmenuzando para comerse.
— P-por favor... — tartamudeo pero aún trato de hablar. — Si e-es por el dinero ahggg ah~ YO PUEDO PAGAR EL TRIPLE... AAAAAAHHHH
— jajaja... aun no lo entiendes. — el hombre puso su mano en su cintura y se acercó al odio del rubio. — Esto no es por el dinero.
El hombre de las dagas se retiro y fue a sentarse junto a los gatitos.
— AAHH AHHH POR FAVOR UHG-
— Ah~ *suspiro* muy ruidoso. — comentó el hombre del cuchillo.
Pronto el rubio se encontraba con una mordaza en su boca impidiéndole producir ruidos fuertes. Sólo salían gemidos y saliva de su boca.
Esto continuo por un buen tiempo. La cama, antes blanca, ahora era de color carmesí por la sangre derramada en ella.
Las manos y pies del rubio (Bueno, rubio si ignorabas la sangre que yacía en su pelo) sangraban no sólo por las dagas clavadas, sino también por las cuerdas que habían raspado constantemente su piel
A estas alturas Venion no sabia cuanto tiempo llevaba así. No sabía si habían pasado horas o minutos, su mente no era clara, no podía tener pensamientos claros.
No podía oír nada, no podía sentir nada. Poco le importaba los fluidos que salía de su cuerpo, ni siquiera cuando se orino encima por el dolor. El era un desastre.
Ahora simplemente era una mole de carne temblorosa, llorosa y llena de cortadoras. No tenía siquiera fuerzas para poder moverse.
Con ojos llorosos miró a la figura que estaba sentada jugando con los gatos y luego pasó a ver al hombre que aún cortaba su piel maltratada.
Venion estaba a punto de desmayarse y creía que eso sería lo mejor. Pero antes de poder perder la razón por completo sintió escalofríos cuando una voz se acercó a su oído, él ya no sabía a cuál aquella voz. Sin embargo lo escucho claramente.
— De ahora en más, deberías tener cuidado en quien pones tus sucias manos. Sino podríamos visitarte más a menudo sabes...
Sin poder soportarlo más se derrumbó por completo. Sólo se oía su respiración entrecortada.
— Que aburrido, solo aguantó 4 horas.
Se quejo Beacrox soltando un suspiro.
— Yo se, verdad.— negó con la cabeza.
— Decepcionante. Nya
— Muy blandengue, nya
Ron miraba a la basura en la cama.
Pronto saco de su bolsillo dimensional unas pociones curativas y las vertió sobre el cuerpo lleno de sangre y cortes de Venion. También puso una en su boca.
Poco a poco el montón de carne sangrienta volvió a tomar lugar y formar el cuerpo del hombre, como si nunca hubiera tenido cortes en su piel.
Como si nada, a excepción de la sangre en la cama, hubiera pasado allí.
Con movimientos rápidos cortaron las cuerdas dejando libres las extremidades del rubio. Entonces este fue tomado por Beacrox y llevado al baño.
Debían limpiarlo y acomodar todo para ocultar las evidencias.
Si bien querían matarlo por lo que este había hecho, sabían que solo dejaría sospechas que apuntarán como sospechosa a su joven señorita y eso era lo último que querían.
Recogiendo y limpiando todo en poco menos de una hora la cama estaba hecha nuevamente, con nuevas sábanas y almohadas, todo había sido reemplazado correctamente. Por su parte el bastardo ahora estaba limpio y cambiado, con las mismas prendas que tenia antes, por lo que lo dejaron en la misma posición en la cual lo encontraron la primera vez.
Se decidieron de toda la evidencia con una ácido especial.
Entonces recogieron a los gatitos y salieron de esa habitación sin siquiera mirar hacia atrás.
— ¿Eso es suficiente nya?— pregunto el menor.
— Yo creo que no, pero al menos le dimos un buen susto, nya.
Como bien expreso On, el bastardo ahora tendría un trauma.
— Así es, ahora ese imbécil recordara esto cara vez que traté de tocar a alguien.
Ron decía son una sonría de satisfacción. Beacrox solo quería volver a la mansión y quitarse la suciedad de su cuerpo, por lo que no dijo nada.
Y así salieron de aquella mansión, tal y como entraron. Ahora con el corazón mas relajado.
. . .
A la mañana siguiente Venion se despertó exaltado y respirando pesadamente.
Bien abrió los ojos se sentó de golpe y se tocó las manos y los pies. No había ataduras y estaba completamente vestido.
Rápidamente se incorporó y corrio, casi tropezando en el intento, al baño, buscando un espejo. Se quito las prendas y se miró en el espejo.
Nada... no había nada.
Su cuerpo estaba bien, no había cortes en ningún lugar, sus manos no tenían indicios de ser atadas y mucho menos de haber sido clavadas con dagas. Básicamente estaba igual que siempre.
Suspiro de alivio. Se toco la cara con ambas manos. Aún creía creía estaba dormido.
— Fue solo un sueño...
Soltó en un susurro. Para estar seguro salió del baño e inspeccionó meticulosamente cada parte de su habitación. Pero nada...
Su cama estaba limpia, no había sangre en ningún lado. Ni siquiera había pelos de gato en los sillones que alcanzó a distinguir. Al igual que él, aún llevaba las mismas prendas que ayer.
Un poco más tranquilo se sentó en uno de los sillones y apoyando sus codos en sus piernas agarrandose la cabeza.
— Tal vez fue mi conciencia diciendome que quizá debería disculparme con la joven señorita Cale por lo sucedido...
Pronto soltó una carcajada. ¿Qué cosas estaba pensado?
— pff ¿yo? ¿Disculparme con la basura? Que chistoso.
Negó incrédulo su cabeza debido a las cosas que se le ocurrieron.
— necesito un trago.
Pensó por un momento, luego levantó la mirada para encontrarse en frente de él, en la mesita en frente de aquel sillon, una nota.
Quedo helado por unos minutos
Venion sabía que no había dejado nada allí la noche anterior. Por lo que temblorosamente su mano derecha de estiro y tomó el papel.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
~Lo pensaras dos veces antes de tocar a alguien o sino te visitaremos nuevamente.~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Esa frase, esa maldita y corta frase lo dejó temblando. Estaba pálido, sintió algo que nunca creyó que sentiría en su vida.
Estaba asustado. Tenía miedo.
Tiro la nota al piso e inconscientemente empezó a rascarse.
En ese momento recordó la picazón que sintió al inhalar ese humo rojo.
Recordó, además, los cortes en sí piel y se abrazo a sí mismo como consuelo.
Pronto se encontraba mordiéndose la uña del pulgar y meciéndose nervioso en su asiento.
Comenzó a pensar en los rostros de los nobles que habían defendido a Cale...
Y recordó que no sólo los nobles fueron los que la defendieron, sino también los príncipes.
Los tres príncipes la habían defendido y lo habían reprendido a él.
Entonces se le ocurrió lo peor.
¿Y si los príncipes o alguno de ellos había mandado a los torturadores a acusarlo?
¿Quién más sino tendría la osadía de hacer tam cosa?
(En medio de un desayuno "familiar" tres príncipes estornudaron simultáneamente, como si alguien hubiera hablado mal de ellos.)
— No, es imposible. Eso sería condenarme, es imposible.
Trato de convencerse. Estaba bastante nervioso .
Le tomó una hora y la entrada de un sirviente volver a entrar en razón.
Con determinación, decidió que lo mejor sería disculparse con esa mujer.
— Maldita Sea.
...
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Notes:
Hola mis guapos pollitos 🐥❣
Espero que se encuentren bien. Yo estoy bien, solo que pelada (es una exageración por su puesto) y estresada.
Pero nada, me encontré enojada y frustrada por lo que decidí descargarme escribiendo esto.
Digamos que necesitaba torturar mentalmente a alguien, y por suerte o disgustó, tenía que escribir algún tipo de venganza hacia Venion.
Muajajaja, bueno, eso fue morboso, perdón 😅
Pero nada. Espero que lo disfruten este capitulo tanto como yo.
Besos en sus nalgas derechas y hasta la próxima mis guapos ❣
Chapter 29: 28. Preparativos.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
A la mañana siguiente Cale se despertó con una sensación extraña de incomodidad. Pero como siempre decidí ignorarlo.
Por otro lado, se le entregó una información a Cale mientras dormía. Ella pudo escuchar las noticias después de despertarse.
Billos iba a llegar hoy a la capital, la víspera de la celebración del cumpleaños. Cale inmediatamente se dirigió a la posada donde se encontraría con Billos.
Era el lugar donde se alojaban los 10 niños lobo. Por supuesto, On, Hong y Lock, estaban con Cale mientras se dirigía a la posada. Pensó en lo que Lock acababa de decir y preguntó.
— ¿Quieres que me ocupe de tus hermanos?
—Sí. Esa es la condición para mi trato.
—Y ¿qué puedes hacer por mí?
— No soy solo yo quien lo hará.— dijo sin dudar.
— Si no eres solo tú, ¿quién más?
Lock respondió rápidamente.
— Mis hermanos lo harán conmigo. Somos más fuertes como grupo.
Cale sintió que la nuca se le volvía fría.
(De ninguna manera)- Lock golpeó sin piedad a Cale con otro golpe mental.
— La Tribu del Lobo Azul tiene una historia famosa de ser caballeros fuertes. Esa historia...
(No es algo que necesites saber.)
Cale se alejó de Lock, que estaba sentado frente a ella en el carruaje. Pero Lock simplemente asintió con la cabeza ante la respuesta de Cale y comenzó a hablar.
—Si no lo sabe, ¿puedo explicárselo?
Lo hizo en forma de pregunta, pero parecía que quería decir lo que tenía en mente. Cale negó con la cabeza para decir "no".
—No hay necesidad.
—Pero.
Cale puso una mano en frente suyo y miró a Lock.
— No hay necesidad de seguir hablando de tonterías.
La voz fría de Cale hizo que los hombros de Lock se hundieran. A Cale no le importó en absoluto la reacción de Lock y empezó a hablar.
— ¿Quieres que los niños pequeños se conviertan en caballeros? Me pediste que protegiera a los niños, pero tu sugerencia parece ir en contra de tu solicitud.
Ella pensó que sería un problema si traía a una Tribu repudiada por los religiosos, no quería tener atención innecesaria. Además, si Cale los entrenaba para convertirse en caballeros desde una edad tan temprana, se convertirían en un grupo de guerreros que serían incluso más locos que los fanáticos religiosos. Ese fue un pensamiento terrible.
Pero lo más importante.
— ¿Qué hay de sus opiniones? ¿Por qué te decide por ellos?
Cale le hizo la pregunta a Lock, quien había tomado la decisión por todos sus hermanos. Lock tuvo una expresión en blanco por un momento, antes de bajar la cabeza y disculparse.
—Lo siento.
Cale podía ver en frente de ella, no a un adolescente sino a un cachorro al que acababan de regañar. Por lo que se levantó de su asiento para ir a sentarse al lado de Lock y se apresuró a hablar.
— No necesitas disculparte.— respondió casualmente a Lock acariciándole la cabeza, este levantó ligeramente la cabeza.— Pero como sé qué es lo que quieres de mí, pensaré en lo que quiero un cambio.
Por supuesto, ya había pensado en lo que quería. No lo necesitaba ahora, pero en unos 3 meses, un Poder Antiguo que podría usarse para hacer dinero a Cale aparecería en una montaña peligrosa.
Existiría por solo 6 meses, y alguien como Lock en su transformación en modo berserk sería mejor para escalar esa montaña.
(Si vendo ese Poder Antiguo a la Reina de la Selva, incluso si nuestro territorio se arruina, tendré suficiente dinero para disfrutar el resto de mi vida)– Asintió ante sus pensamientos.
— ¿Habrá algo que necesitas de mí?
La pelirroja dejó escapar un suspiro ante el tono preocupado en la voz de Lock. Cale preguntó una vez más, mientras Lock parecía aún más preocupado.
— No hagas una pregunta tan obvia. Por supuesto, necesitaré tu ayuda.
¡Ah! Lock dejó escapar un grito ahogado y luego avanzando con la cabeza. Algo dentro suyo se sintió cálido, era reconfortante saber que él iba a ser de utilidad. Estaba feliz.
—Sí. Haré lo que sea que me pidas. Por favor, avíseme una vez que tome una decisión.
— Por supuesto.
Cale dijo eso antes de sacar una pequeña bolsa de dinero de su bolsillo y ponerla en las manos de Lock. Lock miró confundida la bolsa mientras que la pelirroja explicaba el motivo del dinero.
— Estás viendo a tus hermanos por primera vez en mucho tiempo, así que llévalos a recorrer la capital.
—…¿Un paseo?
—Sí. ¿No es tu primera vez en una ciudad como la capital? Ve a invitarlos a comer algo delicioso también. — sonriendo al confundido Lock— On y Hong irán contigo, para que no se pierdan.
On y Hong, que estaban sentados en silencio en el carruaje, felices anunciaron su presencia después de escuchar la declaración de Cale, se transformaron en gatos y se acercaron a Lock. Luego le dieron palmaditas en la pierna a Lock con sus patas delanteras.
—Basta, On, Hong. Hace cosquillas
Lock acarició sus cabezas como si fuera lindo, pero, a los ojos de Cale, esta era una escena muy bonita de ver. Pero algo la llevó a pensar.
(Debería dejarle a Hans los niños lobo más tarde. De lo contrario, tendré que buscarles una niñera)-
Cale pensó que sería genial si fuera alguien que pudiera cocinar bien y mantener las cosas limpias. Cale estaba pensando en personas que podrían cuidar a los niños lobo además de Hans cuando pensó en Beacrox, el hijo de Ron y el segundo chef. Pensar en Beacrox hizo que la expresión de Cale se endureciera.
Beacrox era definitivamente alguien que era bueno cocinando, mantenía las cosas limpias y tenía una reputación positiva dentro de la Familia Henituse como alguien respetuoso y normal. Sin embargo, nada de eso le importaba a Cale, ya que sabía que Beacrox era un lunático que amaba la tortura. No podía permitir que una persona así corrompiera las mentes de los niños lobo puro.
(Puede que me haya tratado bien estos días, pero aún necesito despedirlo con Choi Han)– pensó mirando por la ventana.
No era necesario, pero, en el fic, Beacrox fue con Choi Han y Rosalyn al Reino de Breck para torturar al Gran Almirante. Además después de un encuentro casual con Amely, a quien le encantó su cocina, él era el encargado de los banquetes que ella hacía cuando se reunía secretamente para estar con Choi Han...
Cale estaba debatiendo sobre quién sería bueno para cuidar a los niños lobo, cuando el carruaje llegó a la posada Billos y se localizaron los niños lobo.
On y Hong se volvieron humanos nuevamente y Hong tomó una de las manos de Cale mientras que On se quedó al lado del menor.
Ella se bajó del carruaje antes de hablar con Lock.
—Vamos Sígueme.
Cale extendió su mano libre al nervioso Lock, quien sonrojado la tomó con mucho cuidado para entrar luego.
—¡Bienvenida al aroma de las uvas! ¿Como puedo ayudarte?
Cale respondió al saludo del joven asistente e inmediatamente se dirigió a la puerta trasera. Todas las personas que Choi Han trajo con él residían en la villa en la parte trasera de la posada.
El asistente trató de seguirla, pero Cale lo detuvo y caminó hacia la puerta de la villa antes de hacer un gesto con la cabeza a Lock.
—Abre la puerta ya que son tus hermanos menores. Estaré aquí, así que tranquilo.
—¿Eh? ¡Sí!
Lock apreto un poco esa delicada mano, aun nervioso, y con su mano libre agarró el asa. Esta era la primera vez que vio a sus hermanos menores desde que tuvo su frenética transformación. Cale inconscientemente le devolvió el presionado, porque tenía el mal presentimiento de que probablemente no debería ver lo que había más allá de la puerta. Aunque Lock lo interpreto de forma diferente estando así más confiado.
Lock giró el pomo y abrió la puerta. Podían ver el interior de la villa tan pronto como se abrió la puerta. Era un espacio de aspecto cómodo.
Cale solto la mano de Lock y dio dos pasos más hacia atrás inmediatamente. Fue un movimiento instintivo.
Lock casi no se dio cuenta de la falta de calor, porque en un abrir y cerrar de ojos él había avanzado.
—¡Hyung!
—¡Hyung!
—¡Oppa!
—¡Lock oppa!
10 niños corrieron hacia Lock, y Lock también corrió hacia ellos. Una reunión emocional estaba sucediendo frente a los ojos de Cale, sin duda era lindo, pero Cale se sintió abrumada al ver a diez niños lobo frente a ella.
Al mismo tiempo, había alguien a quien Cale estaba feliz de ver.
—Cuánto tiempo sin verte, Billos.
— ...Joven señorita.
Cale le había dicho a Billos que fuera a esta villa. Ella pudo ver que Billos estaba nervioso debajo de su sonrisa y miró a la persona que se les acercaba por detrás de Billos.
— Encantado de conocerte, joven señorita Cale.
—¿Eres el comerciante que vino con Choi Han?
Un hombre de unos sesenta años con una expresión amable y buen físico. Esta persona fue la que le pidió a Choi Han que ayudara con el problema de la Tribu Lobo Azul.
—Sí. Escuché muchas cosas sobre ti del Sr. Choi Han. Es un honor conocerte, joven señorita.
—¿Un honor? No es mucho ver la cara de una basura como yo. —ella se encogió de hombros.
Cale extendió su mano hacia el hombre, quien se sorprendió por tal acción por parte de una noble pero sorprendentemente divertida, y el hombre estrechó la mano de Cale mientras se presentaba.
—Mi nombre es Odeus Flynn.
Cale comenzó a sonreír.
Odeo Flynn. Era alguien que era un fuerte contendiente para la posición de líder del Gremio de Comerciantes Flynn, pero lo abandonó para comenzar su propio pequeño gremio.
Era el tío de Billos.
Él era la persona que conectaba a Billos y Choi Han entre sí, así como la persona que sacaba a relucir la codicia oculta de Billos.
('Es incluso más astuto que Ron.')–
Actuaba como si fuera dueño de un pequeño gremio de comerciantes, pero, en realidad, llevaba una máscara para gobernar el inframundo. Era amable con algunos, pero cruel y vicioso con otros. Ese era el tipo de persona que era Odeus Flynn.
En este momento, la única persona que conocía ambos lados del personaje de Odeus era Cale, pero ella fingió no saber nada.
— ¿Flynn? Debes ser pariente de Billos. Encantada de conocerte.
— También me sorprendió. No sabía que Billos era la persona que conocía a la joven señorita Cale. No he visto a Billos desde que era un niño, así que me alegré mucho de volver a verlo. Siento que he tenido muchos buenos encuentros últimamente.
Billos no pudo ocultar sus complicados sentimientos mientras miraba a Odeus. Odeus fue alguien que dejó a un lado el Gremio de Comerciantes Flynn y se fue a vivir una vida más simple. Además, Odeus era el tío de Billos, y la única persona de la que Billos tenía buenos recuerdos de su infancia. Bueno, era una buena persona para Billos.
Cale soltó la mano de Odeus y comenzó a hablar con Billos.
—Vamos arriba y bebíamos.
La villa tenía dos pisos, con un pequeño bar en el piso de arriba. Por supuesto, Cale también se dirigió a Odeus.
— Choi Han y Rosalyn llegarán pronto, así que ustedes tres pueden ponerse al día.
—Entiendo. Espero tener la oportunidad de beber contigo también en el futuro, joven señorita Cale.
— Bebamos juntos pronto. — Dijo con una sonrisa en los labios.
Cale le dio una palmada en el hombro a Billos mientras Billos estaba allí con una expresión complicada y trataba de subir las escaleras. Sin embargo, había 10 niños bloqueando su camino.
— Muchas gracias, joven señorita Cale.
—Muchas gracias.
Cale miró a los 10 niños dándoles las gracias y comenzó a pensar.
('Que dolor de cabeza'.)–
Había 10 niños que desprendían un aura que le hizo creer a Cale que sería muy fuerte en el futuro. Aunque vieron a sus padres, primos y otros miembros de la familia ser asesinados frente a sus ojos, sus pupilas fuertes y firmes le hicieron saber a Cale que todavía tenían su pureza y un sentido de gratitud.
Tampoco hubo ninguno que fuera muy joven. Todos parecían tener entre 10 y 13 años.
(Supongamos que pueden tener un instructor de formación en lugar de una niñera)– pensó.
Sin embargo, Cale decidió que no sería la persona que les proporcionaría un instructor de entrenamiento y saludó a Lock para que saliera.
— Lock te encargo a mis hijos y On, Hong, por favor comportense. — luego de ello les dio un beso en la mejilla a sus hijos.— Nos vemos más tarde.
—Si mamá. — respondieron al unísono con una gran sonrisa.
Al ver esta escena Odeus quedó sin palabras mirando fijamente a la joven que mimaba a sus proclamados hijos. Billos quedó boquiabierto y casi, casi se traga una mosca. No podía creer lo que veía.
Lock por otra parte, por algún motivo se sintió celoso del trato que tenían los niños gatos por parte de Cale.
Por alguna razón inexplicable el también quería que la joven señorita lo tratase así, con ese amor. Se miró la mano con la cual había agarrado la delicada mano de Cale y recordó ese calor reconfortante que sintió, frunció el ceño por un mínimo instante y luego negó con la cabeza. Ahora la prioridad eran sus hermanos.
Pero poco noto que sus hermanos también miraban con recelo a On y Hong, casi tenían el mismo sentimiento que Lock, solo que la diferencia era que a ellos al ver eso les recordaban a sus fallecidos familiares que les daban ese amor. Pero también reprimieron sus sentimientos.
Al menos habían tenido la suerte de que esta joven y hermosa señorita los estaba ayudando. Debían estar agradecidos.
Cale ignorante al ambiente que inconscientemente había creado despidió a los niños y se fue a charlar con el pálido Billos.
Cuando estuvo a solas con Billos, este descargo todas sus frustraciones con ella, todo lo referido a su familia. Cosa que Cale ya sabía gracias al fic, pero sin importar mucho lo escucho.
Hablaron sobre los futuros "robos" de la pelirroja, claro que sin mucho detalle al respecto y también bebieron.
Por supuesto, Cale solo se dividió un poco y regresó a la residencia por su cuenta para prepararse para mañana. Necesitaba empezar a moverse en medio de la noche, lo que le hacía querer irse a dormir temprano en la noche. Desafortunadamente, no pude hacerlo.
—¿Ron?
Ron se inclinó ante Cale y lo saludó.
— Joven señorita, a este Ron le gustaría hacer una solicitud si es posible.
— ¿Una solicitud?
Ron levantó la cabeza y comenzó a hablar.
—Por favor, cuida a mi hijo.
— ¿Hijo? ¿Te refieres a Beacrox?
— Sí.
— ¿Por qué?
Cale pudo ver la sonrisa benigna desaparecer del rostro de Ron. Esta era la primera vez que Cale había visto a Ron con una expresión grosera en su rostro, o por lo menos, la primera vez que élla miraba así a ella, se sintió incómoda. Ron comenzó a hablar con la expresión del asesino en su rostro.
— Necesito ir a cazar algunos zorros.
Aunque era viejo, Ron seguía siendo un asesino. Ron arregló su expresión una vez más y comenzó a hablar. Su expresión era estoica, con solo las comisuras de sus labios ligeramente elevadas.
— Nuestra joven señorita sabe que soy alguien que mata gente, ¿verdad?
Cale pudo sentir el zumbido del alcohol desapareciendo instantáneamente.
Cale ocultó el escalofrío y el temblor que estaba sintiendo, y preguntó.
— ¿Entonces? —dijo mirando la copa de vino en sus manos.
Ron estaba a punto de retomar la sonrisa benigna en su rostro después de escuchar a su pequeña cachorrita joven señorita hablar en su tono molesto y grosero habitual, pero la reprimió y comenzó a hablar.
— Entonces, voy a matar gente.
— ¿Vas a dejar a oppa atrás?
Ron pestañeo ante el honorífico que ella de dio a su hijo y sonriendo muy muy levemente.
—Sí, mi señora.
— ¿El zorro es una persona? — ella levantó su mirada de la copa para mirar a Ron.
Cale sabía cómo sonreía el asesino Ron. Era una sonrisa muy débil, con solo las comisuras de sus labios levantados un poquito. Fue uno que hizo que la persona que miraba a Ron pensara que sería mejor si no sonreía en absoluto. Ron respondió bastante complacido.
—Así es. Tengo que ir a matar a un grupo de zorros. — su voz era fría.— Romperlos en pedazos.
Sería el cuerpo de Ron destrozado en pedazos o los cuerpos de sus objetivos destrozados en pedazos. Solo podría ser uno de esos dos escenarios.
A Cale se le puso la piel de gallina con la frase 'romperlos en pedazos'. Luego comenzó a contemplar.
Ron pudo ver que Cale se quedó allí sin decir nada durante un rato. Su joven señorita cachorra finalmente comenzó a hablar después de suspirar varias veces.
—... Ve y vuelve. — le dijo sin mirar. — Eres padre, no deberías abandonar así a tu hijo. Así que deberás volver y hacerte cargo.
La sonrisa desapareció del rostro de Ron. Él miró la debil figura de su señorita y no aparte nunca su mirada de ella.
— Además mis hijos te consideran, por alguna razón, su abuelo. Estarán tristes si no vuelves. — dijo levantándose de su asiento.
Ron aún estaba sorprendido, sus ojos estaban abiertos como platos, aunque solo duró unos segundos.
Cale, que ya estaba en pijama, se acostó en la cama y continuó hablando.
— Le diré a Hans que te vas a tomar un descanso. Infórmeme de vez en cuando. Puedes recibir dinero del Gremio de Comerciantes Flynn con tu placa de identificación. ¿Y por qué dejarías a Beacrox en manos de una basura como yo? El es un adulto. Descubrirá qué hacer con su propia vida.
Cale decidió pensar con tranquilidad. No había necesidad de que Ron estuviera con Choi Han en este momento. Ahora que Lock pudo transformarse en un estado de locura controlada, Choi Han estaría bien sin la fuerza de Ron o Beacrox.
Pero, para Choi Han, y lo que es más importante, para una región pacífica del noreste del Reino de Roan, se necesitaba un Ron 1 año después.
— Sin embargo, la duración de tu descanso es de solo 1 año.
Cale se apoyó en su almohada y continuó.
— Disfruta tu descanso.
('Ya que tengo trabajo para ti en un año'.)–pensó para si misma.
— No te lastimes mientras estás ahí fuera.
Cale estiró sus dos piernas, pensando que había reservado sueños maravillosos para el próximo año. Luego miró hacia Ron y se estremeció.
El viejo, que había estado callado, en realidad se reía silenciosamente. Esa cruel visión hizo que Cale se encogiera de miedo debajo de la manta.
(¿Que esta pasando? ¿No le gusto mi condición? ¿Lo hice enojar?)– La expresión de Cale se puso rígida.
Ron continuó riendo en silencio sin mirar a Cale.
(Pensé que este pequeña era una ingenua, pero yo, Ron Molan, soy el que es un ingenuo)- suspiro mentalmente –(parece que realmente he envejecido).
Como un perro que mira a su amo. Ron pensó que era como un perro y respondió.
— Joven señorita, ¿es suficiente informarte una vez al mes?
— Sí. Haz lo que quieras.
Como un asesino y con una leve sonrisa, Ron abrió la puerta y salió de la habitación sin hacer un solo ruido. Luego dijo una última cosa antes de cerrar la puerta.
—Te veré en un año, joven señorita.
Sin embargo mientras cerraba la puerta, aún que era más como un susurro, Ron escuchó algo que le dejó petrificado.
—Te veo en un año, papá. — dijo Cale a nadie en específico ya que creía que había quedado sola. Aunque tampoco sabía por qué lo dijo en primer lugar.
Ron detrás de las puertas estaba sin moverse de su lugar, mirando de frente la puerta delate suyo sin quitar su mano del pomo. Le tomó un minuto volver a entrar en razón.
— Ah~, por lo visto tendré que volver entero.
Murmurando eso comenzó a alejarse de la habitación de Cale, con una verdadera sonrisa. Una sonrisa que si alguien la viera diría era muy paternal.
Aquella sonrisa en un instante desapareció cuando volvió a pensar en su presa.
— Parece que tendré que encargarme de esas plagas lo más rápido posible para protegerlos.
Por otro lado, Cale estaba un poco confundida.
Ella estaba llorando, no, más bien, este cuerpo estaba llorando.
Dicen que él cuerpo mismo también tiene memorias y ello la llevo a pensar que quizás una parte de Cale org estaba triste de despedir a su figura paterna.
— Jajaja muy molesto.
Secándose de inmediato las lágrimas, rápidamente se durmió, aliviada de estar libre de Ron durante un año.
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Llegó el amanecer y seis personas estaban de pie frente a Cale. Había algunos a los que había llamado personalmente y otros que se reunieron a través de Choi Han.
Cale miró a Rosalyn y comenzó a hablar.
— Señorita Rosalyn, el cabello castaño le queda bien.
Rosalyn no estaba al tanto de lo que pasaría exactamente hoy, pero entendió la gravedad después de escuchar las palabras "bomba mágica" y decidió ayudar. Cale también le había prometido algo a cambio de su ayuda.
— ¿Correcto? Pensé que me resultaría más fácil correr salvajemente.
Rosalyn se había teñido el cabello y las pupilas de marrón con magia. On y Hong estaban de pie junto a ella.
— Lock, deberías poder usar la fuerza física de un lobo sin transformarte, ¿verdad?
— Sí mi lady. Es posible.
Lock también estaba allí de pie, nervioso. Junto a él estaban el Dragón Negro y Choi Han.
Cale los dividió en dos equipos. El Orbe Negro ya fue colocado ayer por Choi Han, por lo que los dos equipos necesitaban ubicar y cuidar las cuatro bombas.
— La señorita Rosalyn y Lock serán un equipo. Choi Han, Dragón, On y Hong serán el otro equipo.
Rosalyn tenía una expresión confusa en su rostro después de escuchar cómo Cale dividió a los equipos. Lock también tenía la misma expresión en su rostro.
— ¿Qué hay de ti, joven señorita Cale?
Choi Han, el Dragón Negro, On y Hong respondieron a la pregunta.
— Bueno, Cale-nim es, un poco, uhm, su fuerza física es...
— Mamá es débil. Eso no sería buena idea. — dijo preocupado Hong.
— No la necesitamos. Mamá podría lastimarse. — dijo On.
— Es inútil. Es una humana débil e innecesaria, no quiero que se lastime.— aporto fingiendo no estar preocupado el dragón.
— ¡Ah!
Rosalyn dejó escapar un grito ahogado y miró hacia Cale. Lock también pareció estar bastante sorprendido. Sin embargo, Cale que asentía ante esas palabras, le entregó los artículos que pidió prestados de Billos a Choi Han, y respondió con confianza.
— Soy débil y solo seré un equipaje. También necesito prepararme para la celebración tan pronto como salga el sol, –(que terrible ser mujer)- así que será difícil para mí ir con ustedes.
Iban a utilizar la apertura corta cuando los guardias del turno de noche cambiaron con el turno de día para ingresar a las áreas donde estaban ubicadas las bombas y comenzar a desmantelarlas. Después de eso, mientras el Orbe Negro se active y cause una alteración de maná, todos deberán esperar en sus estaciones determinadas para observar a los miembros de la organización secreta y la situación en la plaza.
La celebración del cumpleaños estaba programada para comenzar a las 6 pm.
Cale miró su reloj antes de hablar con los seis de nuevo.
— Muy bien entonces luego de que se alimenten bien, por favor, diríjanse al trabajo.— Luego añadió.— No olviden traer de vuelta las bombas mágicas desmanteladas.
Rosalyn sonrió y respondió a la declaración de Cale.
— Prometiste darme uno de ellos.
— Por supuesto.
— Debería ser suficiente para pagar mis servicios.
Definitivamente fue suficiente. Cale miró hacia la terraza, que ahora se usaba más como puerta que como terraza, y abrió la ventana. Una fresca brisa nocturna llenó la habitación mientras las seis personas salían rápidamente de la habitación de Cale a través de la terraza.
Algunos se fueron con magia de invisibilidad mientras que otros se fueron con una velocidad muy rápida. Cale los vio irse y pensó para sí misma que todos eran muy fuertes.
Ahora estaba sola en la habitación.
Ooooooooong ~
Cale acarició lentamente el gran escudo y las alas plateadas que aparecieron frente a élla. Incluso si sucediera algo inesperado, no moriría mientras tuviera este escudo.
—...Usaré un poquito de su fuerza si necesito hacerlo.
Cale palmeó el escudo, que se veía aún más sagrado después de tener grabado el escudo del corazón, y decidió usarlo sin que se dieran cuenta si era necesario hacerlo.
Cale se sentó en el sofá y practicó usando solo una pequeña cantidad del poder del escudo, antes de notar su reflejo en el espejo.
(Debería estar bien).–
El Mago Bebedor de Sangre. Se dijo que esta persona entró en un frenesí por el color rojo. Por eso, en la novela, el mago se volvió loco después de ver a Rosalyn por primera vez, diciendo que necesitaba cortarle la cabeza a Rosalyn para quitarle el pelo rojo y las pupilas.
Cale se echó el pelo hacia atrás, que era de un rojo aún más brillante que el de Rosalyn, y empezó a pensar.
(¿Cuáles son las posibilidades de que esté cerca de ese lunático?)–
Incluso si algo así sucediera, solo tenía que decirle a Choi Han que lo matara. A Cale no le preocupaba que le cortaran la cabeza. Cale se relajó y esperó hasta que Ron vino a despertarla. Una vez que Ron llegó a la hora habitual, Cale comenzó a hablar.
— Hoy será su último día para servirme.
— Puedo hacerlo de nuevo en un año.
Eso le sonó terrible a Cale, aunque por alguna razón muy dentro suyo se sentía aliviada. Planeaba enviar a Ron a Choi Han inmediatamente después de su regreso en un año. Cale estaba emocionada de que se estaba deshaciendo de dos equipajes hoy y comenzó a hablar con un corazón ligero cuando vio a Lucía entrar a su cuarto.
Con Lucía allí, Ron las dejo solas.
— Alistémonos.
— A su orden joven señorita.
Cale hizo todos los preparativos para dirigirse al palacio.
Este día, este fatídico día para las costillas de Cale, lastimosamente debía usar un vestido demasiado elegante que llevaba corsét.
Era un vestido rojo con el cuello y hombros descubierto con un escote que era como corazón y sutiles mangas cortas, adornado bordados en un ligero rojo más claro, y su falda tenía volados que iban en zigzag. En los bordados había pequeñas incrustaciones de rubíes y la falda era bastante pomposa por la cantidad de tela que llevaba, lo que lo hacía más pesado y era la razón por la cual no necesitaba de un miriñaque para darle volumen.
Era uno de los vestidos de más alta calidad y de los más elegantes que su madre, Violan, le habia escogido y mandado.
Pero esta de más decir que quienes realmente lo eligieron para ella, fueron Lucía y On, con el aporte de Rosalyn, quien en algún momento se hizo amiga de su hija y de Lucía. Y como Cale no le podía negar nada a On, acepto casi de inmediato, no sin quejarse antes.
Estuvo más de 15 minutos sufriendo mientras Lucía le ponía el corset, casi llorando del dolor y soltado algunos que otros gemidos por la falta de aire.
Luego estaba su peinado. Que, para suerte de Cale, debido a que había sufrido demasiado con el vestido, Lucía se decidió por lago no tan elaborado.
Su peinado consistía en llevar el pelo suelto con bucles el cual unía dos trenzas en media cola, dejando intacto su flequillo y algunos mechones sueltos, adornado con una peineta de oro con rosas rojas de fantasía y cristales. Era bastante simple para lo que las chicas habían pensado para Cale, pero de todas formas le quedaba hermoso.
En cuanto al maquillaje, le pusieron una base natural con sombras de ojos marrones claros y dorado, un poco de rubor y un labial rojo.
Sin embargo, fue Cale quien eligió que joyería iba a usar. Se decidió en usar unos aros de rubíes y cristales en forma de corazón, muy sencillos pero elegantes, los cuales fueron elegidos exclusivamente para combinar con el collar que le había dejado la verdadera madre de Cale org.
Era sencillo, pero si agregaba algo más iba a ser demasiado.
Cuando estuvo lista se miró al espejo de pie, para quedar maravillada con su apariencia.
(Ah~ realmente... si agregas una corona podría ser una princesa)– pensaba mientras se ponía de costado y observaba todo de ella.
— Se ve incluso mejor que la realeza, joven señorita. — dio su aporte Lucía. — la señorita On estaría muy orgullosa de la belleza de su madre.
Lucía se sentía satisfecha, se felicitó internamente por haber hecho un excelente trabajo. Quería dar saltos y abrazar a Cale, pero no quería arruinar todo lo que hizo, por lo que se abstuvo y solo quedó admirando a su señora.
— Gracias.
En ese momento se escuchó un golpe en la puerta para pedir permiso para entrar. Cale supuso que era Ron.
— Adelanté.
Cale acertó con esto al ver a Ron abrir la puerta y entrar. Ella dejo de mirarse en el espejo y volteo a verlo.
Cuando Ron estuvo dentro se quedó quieto por un momento observando a Cale de pies a cabeza, acto que sería sumamente descortés viniendo de un sirviente a su amo, pero era Ron de quien hablamos, por lo que sus movimientos fueron imperceptibles.
Ron se había quedado sin palabras, pues nunca creyó ver a la joven cachorra vestirse tan elegantemente de nuevo.
Como un padre que ve crecer a su hija, a su única hija, Ron tuvo varias emociones en su cuerpo. Se sintió orgulloso de que Cale se haya convertido en una hermosa mujer. Triste porque había crecido. Molesto por lo linda que se veía, lo que para él significaba que iba a atraer insectos no deseados a su alrededor. Pero sobre todo, estaba confundido por esos sentimientos.
Le dio una pequeña pero sincera sonrisa antes de hacer una reverencia y acercarse a ella.
— Se ve muy hermosa joven señorita. — dijo poniendo un mechón de pelo detrás de la oreja de Cale.
Lucía sonrió ante este acto, porque sabía que Ron era la persona que había estado con Cale prácticamente desde el nacimiento de ella. Lucía suponía que Ron debía ver a Cale como a su hija.
Cale quedo por un momento boquiabierta ante las palabras y la acción realizada por Ron. Tuvo que acomodar sus ideas antes de por fin conseguir hablar.
— Ah~ yo, gracias Ron. — desvío la mirada.
Sin embargo Ron y Lucía estaban sonriendo pues la cara de la pelirroja no mentía. La cara de Cale se tiño con un leve rosa a diferencia de sus orejas que prácticamente eran totalmente rojas.
( Se avergonzó)– pensaron ambos.
— Ejem... joven señorita. — Lucía se dispuso a cambiar de tema— Me retiro para terminar de preparar su otro atuendo para el baile que realizará. Además yo también me alistarse para acompañarla. Con permiso.
La pelirroja había decidido en llevar a Lucía al baile para que la ayudara a la hora de cambiarse de vestimenta para su acto. Por lo que también realizo unas compras para ponerla presentable ante la nobleza. Lucía claramente se puso feliz de que Cale decidirá llevarla con ella aunque sea solo para ayudarle a cambiarse. Ella siempre quiso ir a un baile real.
Cale solo asintió tocandose el collar como un tic nervioso y se puso a pensar en lo que pasaría pasaría más tarde.
Todos los nobles participantes estaban programados para moverse juntos. El Dragón Negro iba a venir al palacio para informar sobre el progreso.
Después de que se completaron todos los preparativos, Cale se encaminó hasta la salida siendo observada por toda la servidumbre de la mansión, cosa que la hizo poner incómoda hasta que Ron se paro a su lado.
Luego see subió a un carruaje frente a la puerta principal de la residencia. No era el carruaje de Henituse, en cambio, iba a viajar con alguien más hoy.
— ¿Por qué querías ir juntas?
Amiru respondió con una sonrisa tranquila, mientras Cale hacía la pregunta mientras subía al carruaje con ayuda de Ron, Lucía iría a parte en otro carruaje junto con Beacrox quien insistió enseguirlos. Amiru se acercó y le pidió a Cale que fuera con ella hoy.
Fue directo al grano, ya que Cale hizo lo mismo sin siquiera saludarla primero.
— Joven señorita Cale, ¿qué opinas sobre nuestro territorio construyendo una base naval?
Cale comenzó a sonreír.
Ya había recibido una carta de Eric informándole que la discusión sobre inversiones en turismo no fue bien. Eric dijo que tanto Gilbert como Amiru estaban muy decepcionados. Sin embargo, Amiru no pareció estar muy decepcionado. De hecho, parecía haber tomado una decisión sobre otra cosa, algo grande.
La miró y empezó a hablar.
— ¿No te decidiste, joven Amiru?
Amiru asintió levemente con la cabeza.
— Si. No pensé que fuera una decisión que pudiera tomar por mi cuenta, así que me comuniqué con mi madre. También planeo discutirlo con el joven maestro Gilbert hoy.
La creación de una nueva base militar. Algo así no fue fácil de lograr. Esto se trataba más de la relación entre poderes dentro del territorio que complicaba las cosas. Especialmente en tiempos de paz, como ahora.
Por eso la corona tendría los ojos puestos en el noreste.
— ¿Entonces la preocupación de la jovencita Amiru es que la influencia de la corona en su territorio se hará más fuerte debido a esto?
— Si. Es por eso que te pedí este tiempo contigo hoy.
Significaba que tenía algo que discutir con ella. Cale se apoyó en el respaldo del asiento y preguntó mientras estaba en una posición cómoda, como si estuviera en su propio carruaje.
— Tengo curiosidad por saber cuál es tu pregunta, pero creo que primero necesito decirte algo. — ella sabía por qué Amiru estaba aquí. — Cualquier decisión sobre los fondos de la familia Henituse la toma únicamente mi padre. Una basura como yo no tiene poder de decisión.
La familia real concedería permiso para construir una base naval e invertiría enormes sumas de dinero. Naturalmente, la propiedad de esa base naval pasaría a la familia real.
Pero hubo una diferencia significativa en mano de obra y fondos entre usar la ubicación como una base militar que usar los acantilados y el océano solo para el turismo.
Las familias de Amiru y Gilbert, sinceramente hablando, tenían una riqueza promedio, y carecían tanto de los fondos como de la mano de obra para completar tal proyecto.
Para Amiru significaba que solo había un método.
Pedir dinero prestado a alguien con mucho dinero.
— ¿Es realmente el caso?
La sonrisa de Amiru parecía muy inteligente. Había entrado en la habitación del Príncipe Heredero durante la fiesta del vino con Eric y Gilbert luego de todo el alboroto que había causado Venion.
Fue entonces cuando se enteró de que el Príncipe Heredero estaba interesado en la costa, aunque no estaba interesado en el turismo. Cuando regresó a su residencia esa noche, pensó en las palabras de Cale y descubrió sus intenciones.
— Su Alteza el Príncipe Heredero desconfiaba del Reino Whipper y los reinos del norte. Podría decirlo en base a nuestra conversación con él, así que busqué información del Gremio de Información.
('Lo sabía'.)-
Cale pudo decir por las palabras de Amiru que el Príncipe Heredero y la Familia Real eran conscientes del hecho de que el Reino Whipper pronto se enfrentaría a una guerra civil y que el Norte estaba reuniendo sus fuerzas.
Pero esto fue inesperado.
La toma de decisiones de Amiru fue acertada. La Familia de Amiru no estaba muy bien en este momento, confiando mucho en la ayuda de la Familia de Eric Wheelsman. Hubiera costado mucho obtener información sobre los reinos extranjeros a través del Gremio de Información, pero su voluntad de gastar ese dinero para verificar una sola pieza de información mostraba su personalidad.
Amiru miró hacia Cale, que estaba escuchando en silencio, antes de continuar.
— Escuché que el territorio de Henituse actualmente está fortificando sus murallas. Creo que la Familia Henituse estará interesada en lo militar, ya que es un territorio que no permite ningún tipo de invasiones.
Cale asintió con la cabeza ante su declaración y respondió.
— Hablaré con mi padre al respecto.
— También enviaremos una solicitud oficial.
Cale y Amiru se miraron y sonrieron, como dos amigas que comparten sus chismes del día.
Si se creara esta base naval, el equilibrio de poder en el noreste se trasladaría a las cuatro familias de Cale, Eric, Amiru y Gilbert. Si la Familia Henituse proporcionó los fondos para tener una influencia constante en la base, la Familia Henituse recibiría múltiples facetas de apoyo de la base.
Amiru dudó por un momento, antes de continuar hablando.
— Estoy un poco preocupado por los remolinos, pero hay caminos que se han utilizado durante siglos, y el remolino servirá como defensa para evitar que las naciones extranjeras invadan. Por eso quiero intentarlo.
Cale se impidió sonreír tan pronto como mencionó los remolinos. Los remolinos pronto serán de Cale para utilizarlos como desee.
En ese momento la pelirroja comenzó a divagar en sus pensamientosen que sería muy lindo tener una casa en las costas de ese territorio. Era beneficioso porque además estaría cerca del territorio Henituse. Su tren de pensamiento fue detenido por la voz de Amiru.
— Gracias por tu ayuda, joven señorita Cale.
— Jajaja, pedirle apoyo a una basura. No tengo ningún poder, solo le estoy transmitiendo tu mensaje a mi padre.
Cale lo rechazó con un gesto y comenzó a reír. Sin embargo, Amiru ya no creía en sus palabras.
('Amiru, debes tener cuidado cuando no tienes poder. Sin embargo, debes ser valiente si quieres ganar poder'.)
Fueron palabras de su madre, la jefa del territorio de Ubarr, cuando accedió a la base naval. Amiru era similar a su madre. Por eso se esforzó por ser valiente, aunque se mantuvo cautelosa. Esta era su filosofía para tratar con la gente también.
— Es suficiente con que nos entregues nuestro mensaje.
Amiru extendió su mano hacia Cale y Cale se la estrechó. Luego lo soltó, antes de agregar.
— Por favor, venga a visitar el territorio de Ubarr la próxima vez. En realidad, hay muchos lugares interesantes para ver.
— Iré si tengo la oportunidad de hacerlo.
El Sonido del Viento.
Se convertirá en los pies rápidos de Cale y, al mismo tiempo, le dará control sobre un torbellino que puede usarse tanto para la ofensiva como para la defensa. Cale pensó en la costa de Ubarr, donde se encontraba ese Poder Antiguo.
— Espero que la oportunidad llegue pronto.
Amiru dudó un poco ante lo otro que quería tratar. Primero miró a Cale detenidamente de pies a cabeza.
Encontró que Cale realmente se había esforzado en prepararse para el evento de hoy y realmente había obtenido un resultado más que satisfactorio.
Para Amiru, Cale se veía muy radiante, era como la encarnación de la pasión viéndola así, toda de rojo. Se sintió ligeramente celosa, pero también atraída por la belleza de Cale.
Pero esto no era lo importante ahora mismo.
Cale quien noto una mirada sobre ella, hablo.
— ¿Necesita decirme algo más señorita Amiru?
Amiru fue tomada por sorpresa, pero se animo a preguntar finalmente.
— Joven señorita... ¿se encuentra usted bien?
— Eh, si estoy en perfectas condiciones. ¿Por qué? — dijo levantándo una ceja sin entender por dónde iba el asunto.
— Ah... bueno, como decirlo. – pensó en cómo abordar el asunto y hablo. – me refiero a lo que pasó el otro día con el joven maestro Venion.
Cale tuvo un ligero estremecimiento, lo cual Amiru noto preocupándose en el acto
— El joven maestro Eric, Gilbert y yo hemos estado preocupados por usted. -(y más Eric que estuvo enojado desde que ella se fue del almuerzo)-
Cale pestañeo ante esta declaración pero se encogió de hombros y habló.
— No hay de qué preocuparse, yo estoy bien. No fue algo grave.
Amiru se mordió el labio inferior en total desacuerdo a las palabras de Cale. Ella aún recordaba los temblores y la sangre que tiño el vestido que llevó Cale en ese momento. También recordó el miedo que era visible en la pelirroja.
Pero creyó que Cale solo estaba tratando de parecer fuerte, así que decidió aceptar la decisión de la pelirroja y no preguntar nada más.
Cale por su lado se encontraba pensando.
(Tks, había olvidado mi pequeño acto de ese día.)- pensó un poco molesta. -(¿deberia de fingir miedo cuando vea a ese imbécil? Umm si hagamos lo. Será divertido. )
El carruaje llegó al palacio tan pronto como Cale terminó su pequeño plan. Cale se bajó del carruaje y miró a su alrededor. La hora actual eran las 5 pm.
El personal ya estaría en la Plaza de la Gloria para prepararse para la celebración. Los Caballeros Reales permitirán que la gente ingrese a las 5:30 pm, llenando la plaza de gente.
Será una situación en la que será difícil para cualquiera entrar o salir. La celebración comenzará treinta minutos después de eso, y el grupo de Cale comenzará a buscar la imagen oculta a partir de las 7 pm.
Collares, bolsos, colgantes.
Las bombas mágicas se esconderán en todo tipo de formas. El grupo de Cale encontraría a las personas que tienen las bombas ubicadas sobre ellos. Bueno, no importó si no los encontraron, ya que la respuesta se revelará sola.
También pensó que Lucía, Ron y Beacrox ahora mismo deberían estar hablando con los encargados de la organización de los actos, así que n
Mientras ella estaba en su mundo pensando en el plan, nunca se percato de que al bajar del carruaje había llamado la atención de todos los presentes.
Muchos de ellos se sonrojaron y había unos que otros envidiosos al rededor. Pero en ese momento alguien entró en vista de todos.
— Cale, bienvenida.
— Saludó a la joven señorita Cale.
Cale recibió el saludo de Eric y Gilbert, antes de pararse junto a ellos con Amiru. Eric estaba nervioso y se paro delante de Cale, luego habló.
— Cale... ¿te encuentras bien?
— Joven maestro Eric, gracias por su preocupación, pero como puede ver estoy realmente bien. — le dedicó una pequeña sonrisa.
Eric miró disimuladamente a Amiru quien estaba detrás de la pelirroja solo para recibir una negacion por parte de ella. Él abrió y cerró la boca sin saber saber hacer.
Decidió ofrecer su brazo a Cale, el cual fue tomado sin ninguna queja. Él sería el pilar de Cale si era necesario, además haría lo posible por evitar que Venion se le acerque.
Gilbert que noto la tensión habló con Amiru para relajar el ambiente.
— Todos vinieron temprano.
— Por supuesto. Comenzaremos a movernos a las 5:30 pm.
Sin embargo Cale miró a Eric quien le estaba dando un mensaje con la mirada.
Quédate quieta hoy también.
Cale asintió con la cabeza mientras miraba a los ojos de Eric y se recordó internamente.
('No se nada'.)-
Tan pronto como pensó eso, el Príncipe Heredero apareció frente a Cale. Los nobles seguirían hoy al Príncipe Heredero.
Luego vio a la persona que llegó junto al Príncipe Heredero y se tapó la boca con la mano. Fue porque no pudo evitar sonreír.
— Oh mi señor.
— ¿Cómo es esto posible?
El grito ahogado de Eric y los murmullos de los nobles llenaron el área. Sin embargo, a Cale no le importaba nada de eso. En cambio, bajó la mano mientras miraba hacia adelante. Cale hizo contacto visual con la persona junto al príncipe heredero.
El hijo mayor que habían dejado de lado, Taylor Stan.
Estaba de pie sobre sus dos piernas junto al Príncipe Heredero. Taylor hizo un gesto sigiloso con los ojos una vez que hizo contacto visual con Cale.
Al mismo tiempo, Cale podía escuchar la voz del Dragón Negro en su cabeza. El Dragón Negro había entrado al palacio para dar el informe actual de la situación.
_Estoy aquí._
Cale asintió levemente con la cabeza y la voz continuó.
_ Estamos desmantelando todas las bombas que están actualmente estacionadas en los lugares que encontramos. Los desmontaremos por completo a las 7:15 pm, como estaba previsto._
Todo parecía ir según lo planeado.
_ Regresaré ahora ya que estamos ocupados, humanos débiles. Usa tu escudo si parece que te va a doler._
Cale no pudo escuchar la voz del Dragón Negro después de eso. Parecía haber regresado rápidamente para ayudar a los demás. Este Dragón Negro sorprendentemente puso todo su esfuerzo en sus asignaciones cada vez que Cale le dio una tarea para completar. Hizo que Cale quisiera seguir dando órdenes al Dragón Negro.
('No debería haber ninguna razón para que yo use el escudo'.)-
Cale estaba pensando que no necesitaría usar el escudo si las cosas continuaban así.
Lo que no noto era la mirada preocupada que tenía Taylor en sus ojos, mientras aún hablaba con el príncipe heredero.
El se había retirado hasta la oficina del príncipe ni bien esté le dio el permiso. Claro que él príncipe heredero iba a ir más tarde, luego de asignar los turnos con los nobles a los cuales iba a atender.
Fue esta la razón por la cual no estuvo presente en el momento en que su hermano decidió hacer el ridículo ante todos y lastimar a otro noble.
Tanto él como Cage estaban furiosos. Cage se encargo de maldecir toda la noche a Venion con la ayuda de su Dios, pero Taylor aún no podía hacer nada.
Por ello, ahora que había terminado de hablar con el príncipe heredero se acercó al grupo de Cale, sorprendiendolos.
— Joven señorita Cale.
Cale parpadeo ante esto y apretó inconscientemente el brazo de Eric, haciendo que este se pusiera a la defensiva.
— Joven maestro Taylor.
En ese momento todo el lugar se lleno de gritos ahogados y de gente con la boca abierta.
Cale incluso quedo perpleja ante lo que estaba viendo.
Taylor estaba haciendo una reverencia de 90% ante Cale Henituse.
A él no le importó los susurros a su alrededor y habló.
— Me quiero disculpar abiertamente ante todos por el atroz acto que realizo mi hermano menor hacia la señorita Cale. — Aún no levantó la cabeza. — La familia Stan esta realmente avergonzada por el hecho de que un miembro de la familia haya cometido un acto tan bajo como para descargar su ira. Espero que no piense que todos en mi familia somos así. Lamento que haya tenido que pasar por un momento tan terrible. Yo, Taylor Stan me haré responsable de cual-
— Es suficiente, detente por favor. — Cale dio un paso al frente saltándose de Eric y puso un mano en el hombro de Taylor.
Los presentes aún no podían asimilar lo que estaba pasando. Incluso el príncipe heredero parecía estar rígido con todo esto.
Cale siguió sin importarle nada. Iba a aprovechar esta oportunidad para jugar un poco.
— Joven maestro Taylor, por favor levántese.
Taylor obedientemente se levantó y miró a Cale a los ojos, notando recién lo hermosa que estaba. Se sonrojo levemente.
— Joven maestro, yo... no hay nada que perdonar, fue mi culpa que-
— ¡No fue su culpa! — estallo por detrás Eric enojado.
— Joven maestro Eric, cálmate por favor. — hablo Amiru.
— Joven señorita Cale, no fue su culpa. No debe pensar en ello. Por favor, quien estuvo mal fue- — Taylor iba a reverenciarse nuevamente pero Cale lo detuvo.
— Joven maestro Taylor, yo no tengo nada que perdonarle a usted. Usted no hizo nada malo tampoco, así que no considero necesario que haga esto y se exponga así. No haga eso por alguien como yo.
Esas palabras hicieron que los puños de Taylor se cerrasen de furia. Él entendió las palabras de Cale, era claro que ella no necesitaba las disculpas de alguien inocente, eso hizo que la "admirara" un poco más.
Cale por su parte hizo una reverencia y volvió con Eric tomando su brazo.
Nadie dijo nada después de ello. Sólo quedaron con un mejor concepto de Cale como persona y despreciaron más la actitud del otro día de Venion. Y peor por el hecho de que su hermano mayor tuco que disculparse en su lugar.
— Se han completado todos los preparativos.
Uno de los caballeros gritó en voz alta, luego de este pequeño drama, y el Príncipe Heredero se subió al carruaje del desfile real y habló con los nobles que subían a los carruajes reales detrás de él.
— Vámonos.
Cale también se subió a un carruaje real. El carruaje pronto comenzó a moverse, y Cale se sentó allí con los brazos cruzados mientras tenía una expresión rígida en su rostro.
— Encantado de verlos a todos de nuevo.
Taylor los saludó sin su silla de ruedas.
— Encantada de verte. Soy Amiru Ubarr.
— …Encantado de verte.
—... Es un placer verlo.
Taylor Stan, la joven Amiru y los lacayos de Venion, Neo Tolz y Amely Tolz, terminaron en el mismo carruaje que ellos. Cale se preguntaba si el Príncipe Heredero los había juntado a propósito en el mismo carruaje.
Fue el turno de Cale de presentarse, pero Cale simplemente se sentó en silencio y miró por la ventana del carruaje. A la basura se le permitió ser así de grosera. Se sentó allí con los brazos cruzados y miró hacia la Plaza de la Gloria.
El caos no estaba lejos.
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VESTIMENTA DE CALE Y MÁS
Notes:
HOLA MIS POLLITOS GUAPOS 🐥❣
¿Como se encuentran?
Espero que bien, bonitxs.
Bro real que me quedo larguísimo el capitulo a comparación de otros, quede así 😵.
Pero nada, jajajaj ahora me toca pensar seriamente en que baile hará Cale. Por eso tuve que cambiar los tiempos entre mañana y noche
Me parecía más adecuado para un baile que sea a la noche, me resultaba mucho mejor. (Aun que ni tan noche que digamos. Onda ¿Quién va a bailar a las 6 de la tarde??)
Jajaja pero equis. Amamos el proceso.
Pero creo que haré modificaciones dependiendo de los próximos capítulos ya que aun no decidí nada.
Jajaja bueno nada. Los quiero un montón y nos vemos la próxima mis guapos 🐤💕
Chapter 30: 29. El baile
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
En esos momentos, el interior del carruaje era un caos silencioso.
Cale miró hacia Neo, cuyas piernas estaban temblando, e internamente chasqueó la lengua. Neo parecía estar frenético y lleno de preocupación.
A diferencia de su hermano, Amely, que estaba sentada al lado izquierdo de Amiru, parecía menos nerviosa. Bueno eso si ignorabas el intenso jugueteo que estaba haciendo con sus manos.
(La cara de Venion también estaba hecha un desastre.)-
Cale recordó la cara de Venion Stan que miró antes de subir al carruaje. Venion estaba lleno de rabia, vergüenza y fastidio.
¿Quién hubiera esperado esto?
Taylor Stan, el hijo mayor de la Familia Stan que fue apartado, caminaba por sus propios pies sin silla de ruedas. Además, una persona de la Familia Stan estaba junto al Príncipe Heredero, Alberu. Nadie podría haber esperado tal desarrollo.
("Se las arregló para obtener la Estrella Curativa".)— cale pensó que eso era bueno.
Y también estaba el hecho de que fue Taylor quien se había disculpado públicamente en vez de Venion por lo sucedido con Cale.
Pensando en ello a Cale casi se le escapa una pequeña sonrisa. Fue muy divertido lo que causó la disculpa de Taylor, aunque ella sabía sabía era una disculpa honesta, le pareció hilarante.
Neo Tolz estaba sentado allí sacudiendo su pierna, sin siquiera mirar a Taylor. Amely estaba forzando lo más que podía su sonrisa y Cale ignoraba a todos mientras miraba por la ventana. En ese momento, Amiru comenzó a hablar.
— Joven maestro Taylor, ¿se han curado completamente las piernas?— era la pregunta que todos querían saber.
— Fue una bendición del cielo. Está completamente curado. — respondió con una leve sonrisa.
— Felicidades.
— Muchas gracias.
Neo Tolz dejó escapar algunas toses falsas antes de mirar hacia adelante y hacia atrás entre la cara de Taylor y las piernas de Taylor.
Luego comenzó a hablar con cautela.
— Joven maestro Taylor, ¿volverás a la Finca del Marqués ahora que tus piernas se han curado?.
Neo y los otros nobles probablemente tenían curiosidad por saber si Taylor regresaría o no a la finca para luchar por el puesto de sucesor una vez más. Especialmente porque Neo era uno de los lacayos de Venion.
Amely no dijo nada, solo se limito a mirar de reojo a Taylor, ella también necesitaba saber, necesitaba saber si debía prepararse para las futuras circunstancias.
Taylor miró hacia Neo y comenzó a hablar.
— ¿Volver?— Era una voz suave, pero había firmeza y frialdad hacia Neo escondida dentro de la voz de Taylor.— Ese siempre ha sido mi hogar. ¿No es obvio que pertenezco allí?
Neo se encogió aún más por la frialdad en la voz de Taylor. Amely frunció levemente el ceño antes de volver su mirada por la ventana.
Por su parte, Cale eligió ni siquiera mirarlos. Ella estaba sentada al lado derecho de Amiru y en frente de Taylor, por eso podía ver el reflejo de Taylor a través de la ventana de vez en cuando.
Por supuesto, Taylor no lo hizo obvio para los demás, haciendo que pareciera que solo estaba mirando por la ventana como Cale también
Cale pudo leer el mensaje que Taylor estaba tratando de enviarle cuando sus miradas se encontraron.
(¡Joven señorita Cale! ¡Quiero decirte todo! Es una historia muy interesante.)-
La pelirroja solo esperaba que Taylor asumiera el cargo de Marqués y evitara que ocurriera algún daño dentro de su territorio. Por eso era reacia a hablar con él. Sin embargo, pronto apareció una oportunidad para que Taylor y Cale charlaran.
— Ejem, entonces nos retiraremos ahora. Con su permiso.
Ni bien el carruaje llegó a la Plaza de la Gloria, Amely y Neo se retiraron lo más rápido posible luego de la cortes despedida de Amely. Era obvio la incomodidad para ellos, ya sea por Taylor o por Cale, además debía informar todo a Venion.
— Joven señorita Cale, iré en busca del Joven maestro Eric y el joven maestro Gilbert.
Cale simplemente asintió con la cabeza, no quería buscar a los demás, porque sabía que ellos habían ido con otros nobles del noreste y ella no quería encontraselos.
(No creo que vaya a pasar nada entre la joven señorita y el joven maestro. Además el joven maestro Taylor ya se a disculpado contéstenme antes.)- pensó para si misma Amiru al retirarse rápidamente.
Al quedar solos, Cale tuvo que recibir la brillante sonrisa de Taylor.
— Finalmente, solo quedamos nosotros dos.
Cale no estaba tan feliz con esto por lo que hizo una mueca, que no duró mucho ya que se había divertido con la actuación de Taylor. Por ello lo dejo continuar su relato con una cara neutra.
Aun que no lo demostrará, o eso creía él, se estaba esforzado mucho por no mirar a Cale más allá de sus ojos.
Por qué sí. Cuando Taylor hizo su brillante aparición junto con el príncipe heredero, lo primero que noto, antes de las reacciones por estar de pie en ambas piernas, fue a Cale en medio de toda esa gente. La pelirroja irradiaba belleza, todo lo que traía puesto le quedaba como anillo al dedo.
Él incluso había notado que la mirada del príncipe no se despegó de la pelirroja hasta que ella se subió al carruaje. Y claro ¿Quién podría culparlo si Cale lucia tan magnífica?
Taylor estaba con un leve sonrojo desde que quedaron solos.
— Me arreglaron la pierna prometiendo convertirme en el Jefe de la propiedad del Marqués.
— ¿Prometiste tu lealtad?
— No. Hice un trato.
Cale asintió con la cabeza dejando una leve sonrisa en su rostro. Le gustó esa respuesta.
— Eso es bueno. Felicitaciones por sus piernas curadas.
Cale luego se alejó de Taylor, como si no tuviera nada más que decir. Taylor encontró que esa reacción encajaba muy bien con la personalidad de Cale, y sacó un pequeño sobre de su bolsillo, tomó delicadamente una de las manos de Cale colocando en ella el sobre.
— Este es el contenido de nuestro trato.
— ...No hay necesidad de dármelo.— ella miraba su mano con una expresión neutra.
— Será bueno que lo sepas, joven señorita Cale.— Luego lanzó otro directo a Cale.— Cage será excomulgada.
— ¿Es porque hace lo que quiere?
— Así es. Ella está muy feliz por eso.
— Eso es bueno.
Cale pudo ver a Taylor asintiendo felizmente con la cabeza ante sus palabras. Taylor luego comenzó a fruncir el ceño, como si todas sus emociones estuvieran chocando contra él todas a la vez como un remolino, y comenzó a hablar.
— ¿En verdad se encuentra bien?
Cale levantó una ceja. Era como la quinta vez que le preguntaban lo mismo en el día.
Soltó un pequeño suspiro y habló.
— Lo estoy, no fue nada grave la verdad. — dijo encogiéndose de hombros y cruzándose de brazos, luego miró por la ventana.
— Pero dijeron que sangraste... — Taylor vio como Cale negaba con la cabeza y suspiro. — Al menos, ¿podría decirme porque mi hermano tuvo la osadía de agredirla?
Cale empezó a fruncir el ceño y los labios antes de contestar.
— Fue porque me negué a ser su esposa. — volvió a negar con la cabeza como si quisiera sacar esa idea de si misma.
Cale no lo noto porque estaba mirando por la ventana del carruaje, pero la atmósfera al rededor de Taylor era completamente fría.. Poco a poco empezó a apretar sus puños sobre sus rodillas para tratar de calmarse antes de hablar.
— ¿Venion te pidió matrimonio? — se encontraba apretando los dientes.
— No a mi directamente, sino a mi padre. — puso dos dedos sobre el puente de su nariz— Por supuesto mi padre lo estuvo ignorando y yo solo me enteré ese día de que Venion había pedido mi mano. — Cale se froto los brazos. — Que terrible idea. ¿Yo? ¿casarme con alguien como él? Por favor, no hay manera.
— Ya veo...
Taylor estaba furioso pero feliz a la vez por que ella había confirmado su auténtico rechazo había su hermano. Era claro que a la pelirroja no le agradaba su hermano. Eso lo reconfortaba bastante.
Toda la situación le hizo pensar que quizás, debía dejar que Cage maldijera más veces a su pequeño hermano.
(¿Como podría alguien golpear a una figura tan débil como la de Cale?)– volvía a enojarse.
— Bien, entonces me disculpo nuevamente por la imprudencia de mi hermano. — Cale estuvo por reprocharle pero él fue más rápido. — No tengo nada más que decir, entonces me bajaré primero.
Taylor se levantó y miró sus piernas, antes de despedirse de Cale y bajarse.
— Si no acepta mis disculpas, al menos permítame invitarla a beber algún día.
— El vino de Henituse es delicioso.
Taylor, con una sonrisa, finalmente abrió la puerta del carruaje ante las palabras de Cale y se fue. Cale inmediatamente abrió el sobre una vez que estuvo sola.
Luego lo rompió.
— Tsk.
Hizo un chasquido leve con la lengua y metió la nota profundamente en su bolsillo dimensional, oculta en su vestido. Realmente hubo un secreto para el nacimiento del Príncipe Heredero. Cale negó con la cabeza y salió del carruaje.
— Cale.
Cale volvió la cabeza ante la llamada de Eric. Podía ver la Plaza de la Gloria llena detrás de sus hombros.
— Joven señorita Cale, vámonos. Es nuestro turno de entrar a la plaza.
Cale miró hacia el campanario en la entrada de la plaza. El campanario tenía un reloj gigante.
La hora actual era 5:25 pm. Era hora de que entraran los nobles y sacerdotes. Los caballeros comenzaron a evitar que ingresaran más ciudadanos para crear espacio para la nobleza.
— Vámonos.
Eric ofreció su brazo y Cale lo tomó sin dudar, con ello los cuatro comenzaron a caminar hacia la gran plaza.
— Joven señorita Cale, ¿es esta tu primera vez en la Plaza de la Gloria?
— Si. Pasé brevemente en mi carruaje, pero es la primera vez que lo veo todo. — dijo con una pequeña sonrisa.— es bastante grande.
La pelirroja sabía que desde lejos el dragón negro y Choi Han la estarían vigilando, hasta un sea la hora estipulada. Y hubo algo que lo confirmó.
_ humana, te estamos viendo desde lejos. Así que no estés nerviosa. _ hablaba en su mente el pequeño dragón _ estaremos listos para cualquier inconveniente._
Luego de ese mensaje Cale parecía más feliz.
Al poco tiempo de caminar, se escucho a un soldado hablar justamente a las 5:30 pm.
— Estamos abriendo un camino ahora.
Los caballeros cerraron todas las entradas para permitir la entrada de los nobles.
— Todos, por favor, tomen asiento aquí.
Los asientos se organizaron con los nombres de todos presentes en asientos específicos. El Rey y la Familia Real aún no estaban en la plaza. Incluso el Príncipe Heredero, que vino con los nobles, aún no había salido.
Pero, cuando Cale llegó a su asiento fue interrumpida por alguien que la llamaba.
— Joven señorita Cale...
Lucía apareció justo detrás de ella haciendo una reverencia.
— Lucía.
— Joven señorita, se nos ha pedido que la llevemos para que pueda prepararse.
Cale entendió de inmediato a lo que se refería. Asintió con la cabeza y volvió para ver a Eric y los demás.
— Oppa, al parecer solicitan mi presencia en otro lado, volveré más tarde.
Con una reverencia y sin dejar que alguno replicara Cale se fue con Lucía.
Mientras Cale se iba, se acercó a la mesa del noreste Taylor.
— Parece que nos volvemos a encontrar. Es un placer.
— Ese parece ser el caso joven maestro Taylor. — contestó Amiru.
— Es un placer.
— ...
Eric no pudo atender a la conversación que estaban teniendo con Taylor, pues se encontraba bastante decaído.
Taylor que noto esta actitud, tuvo un poco de curiosidad.
— ¿Se encuentra bien el joven maestro Eric?
Amiru y Gilbert intercambiaron miradas, con un poco de tristeza entre ellos, antes de que Amiru le respondiera.
— Verá joven maestro Taylor, el joven maestro Eric le iba a contar a la joven señorita Cale que iba a ser parte de un show que se va a dar en el baile. — suspiro y miró al piso.
— Pero con todo lo acontecido hasta ahora, no ha podido contárselo apropiadamente.
— Oh, me he enterado del show que se va a dar, pero no sabia de que se iba a tratar. — recordó un poco lo que el Príncipe Heredero le había contado. — ¿pero por qué se preocupa tanto por la opinión de la joven señorita?
— umm... vera, La joven señorita Cale y el joven maestro Eric se conocen desde muy jóvenes.
— Son amigos desde hace tiempo, y por ello le importa la opinión de la joven señorita.
— Oh ... comprendo.
Al poco tiempo también llegó alguien a buscar a Eric, por lo que los tres que quedaron optaron por sentarse en sus respectivos lugares.
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Mientras tanto Cale estaba siendo preparada por Lucía en una tienda personal para ella, así tuviera más privacidad. Ron y Beacrox, que las habían acompañado, se encontraban afuera haciendo guardia.
Cale estaba haciendo una mueca al mirarse al espejo, mientras que Lucía estaba muy feliz. Lucía sentía que cada que vestía a Cale, era como vestir a una muñeca de porcelana, porque la pelirroja era frágil pero hermosa, además, todo le quedaba bien.
En esta oportunidad Cale llevaba un top al estilo corpiño que dejaba al descubierto sus hombros y abdomen, con unas mangas agregadas que iban desde el ante brazo hasta sus muñecas, con un pantalón que le llegaba hasta las rodillas el cual tenía encima una especie de pollera/falda transparente. Este traje era de un rojo intenso, casi bordo, decorado con joyas y cadenas en oro.
El traje en sí representaba al condado Henituse y al Reino de Roan.
En opinión de Cale era bastante revelador, para lo que había estado usando desde que llegó a este mundo, pero cómodo para moverse.
Su peinado no había cambiado, solo su atuendo y ahora se encontraba descalza, no sabía si le gustaba eso.
Mientras la pelirroja aún se miraba al espejo, alguien llamó.
— Joven señorita Cale. — era Ron quien no parecía feliz en lo absoluto. — Tiene visitas.
Cale pareció un poco confundida ante la situación, sin embargo Ron explicó rápidamente.
— El Rey Zed Crossman, desea verla.
Cale abrió los ojos como platos en estado de Shock, pero simplemente asintió ante Ron. No era como si pudiera decir que no a la visita del rey.
Tanto Cale como Lucía se arrodillaron sobre una rodilla con la cabeza gacha y con la mano derecha sobre su corazón. Así era el saludo ante su soberano.
Se mantuvieron así, hasta que escucharon a alguien hablar.
— El sol de nuestro reino, el Rey Zed Crossman hace su entrada.
— Saludo cortésmente a nuestro gran sol del Reino Ruano, es un honor para estas humildes súbditas obtener la presencia de su majestad. — saludaron Cale y Lucía al unísono.
No recibieron respuesta alguna por lo que no se atrevieron a levantar la cabeza. Esto duró unos dos minutos hasta que alguien habló.
— Joven señorita Cale Henituse, levántese por favor. — era una voz gruesa y profunda.
Cale solo podía obedecer en esta situación, por ello no se permitió hacer ningún gesto. No debía avergonzar a su familia.
Cuando estuvo totalmente de pie, pudo verlo.
Zed Crossman, un hombre serio de apariencia, ojos azules cual cielo y cabello tan brillante como el sol. Era bastante alto, casi como Choi Han, aunque por la edad eran visibles sus arrugas aún se veía bastante guapo.
La pelirroja sabía, además, que Zed Crossman había ascendido a la posición de rey a la edad de 20 años después de la repentina muerte del Ex Rey. Utilizó este tiempo de paz a su favor, matando a todos sus hermanos para solidificar su posición de poder.
Cale memorizó la apariencia del rey, evitando hacer contacto visual y quedándose quieta y callada.
Por su lado Zed Crossman no dijo nada más luego de decirle que se levantará. Estaba en contemplación.
Se encontraba muy sorprendido por la belleza de la pelirroja delante suyo, no podía dejar de mirarla.
Era una joven de piel tersa y blanca con subtonos rosados muy lindos, el maquillaje que llevaba resaltaban esos ojos firmes de color marrón rojizo y esos labios carnosos en color carmesí de ensueño. Su figura era perfecta, tipo reloj de arena con una perfecta armonía entre el pecho y la zona inferior.
En otras palabras era como una diosa que había decidido Descender entre los humanos solo para abrumarlos con su encanto.
Zed, quien tuvo un pequeño flash back del pasado, solo podía pensar que era igual de hermosa a alguien que conoció una vez.
Saliendo de su estupor decidió hablar al fin.
—No hay necesidad de estar tan tensos. — dijo y despidió con su mano al sirviente que lo había presentado. — Solo pase por aquí para ver como estaban las personas que iban a presentar el show.
— Es un honor que su majestad se preocupe por sus súbditos. — la pelirroja hizo una pequeña reverencia.
Zed levantó una ceja ante esto, era claro que la joven delante suyo no se sentía inferior ante su presencia, es más fue más que obvio que se estaba obligando a comportarse solo porque "el rey" estaba ante ella.
Era una actitud que le causó melancolía.
(Realmente son muy parecidas)-
Zed quiso reír ante este descubrimiento, pero solo se limito a sonreír.
— Bien, como he notado que todo parece estar en orden, me voy a retirar ahora mismo. — se dio vuelta y sin mirar atrás habló nuevamente antes de salir.— Espero que la joven señorita Cale aún tenga el talento que demostró cuando era más joven y logre sorprenderme como en aquellos tiempos
Cale frunció el ceño cuando el rey por fin estuvo fuera. ¿Porque el rey le había dicho eso último? ¿Acaso el rey la veia cuando era más joven? ¿O fue por su reputación de basura?
Cale pensó que lo más probable era por lo último, pero aún así no estaba entendiendo y por alguna razón sintió un escalofrío en su espalda. Por instinto agarro el collar de su madre y se sintió un poco más segura.
— Ay por dios, sentía que me iba a morir de dolor de rodilla.— dijo Lucía levantándose al fin.
Esto hizo que Cale dejara de pensar en cosas complicadas y se centrará en Lucía.
— ¿Te encuentras bien?
— Aw, joven señorita. — Lucía miró a Cale con ojos brillantes. — Si estoy bien, solo con un poco de dolor en las rodillas.
Cale ignoro la actitud de Lucía y se dedico a terminar de arreglarse.
(Dijeron que iba a bailar junto con otras personas que iban a cantar y tocar)- Cale pensó en la información que le había entrado Ron, luego de unas pequeñas investigaciones.
Lo único malo era que absolutamente nadie sabía quiénes eran los que iban a protagonizar el show de hoy.
Sin embargo Cale si lo sabía. Recordó un poco el fic que leyó, y eventualmente se dio cuenta de que iba este show.
Este acto iba a destacar el talento de Amely mientras era acompañada por otros nobles. Ello iba a llamar la atención de Choi Han quien pasaba casualmente por la plaza, curioso por las personas de la alta sociedad que allí se encontraban.
Ahí fue cuando vio por primera vez a Amely quien se destacaba radiante en medio de la multitud de nobles. Fue atraído repentinamente por ella, por ello cuando ocurrió el ataque no dudo en ir al frente y defendería de la explosión lo más que pudo.
Gracias a ese acto Amely vio con otros ojos al joven plebeyo que salto sin dudar ante ella.
Pero por la aparición de Cale, esto había dado un vuelco tremendo. Pues Amely y Choi Han ya se conocieron y ahora Cale iba a ser parte del show.
Pero algo se sentía raro ante estas circunstancias y más por la aparición repentina del rey en su tienda.
(No pensemos cosas insignificantes ahora mismo. Solo nos concentremos en no caernos)- se dijo a sí misma.
Dejo eso de lado y comenzó a estirar para relajar sus músculos.
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Alberu estaba un tanto inquieto.
Hace unos momentos su padre había desaparecido y reaparecido con una enorme sonrisa en su rostro, como si hubiera encontrado la mayor mina de oro del mundo.
Estuvo extraño todo el tramo hasta sus asientos designados en el centro de la plaza.
Como siempre fingió su sonrisa y se comportó como la persona de la realeza que era, debía dar el ejemplo por sobre sus hermanos para poder demostrar su poder que tanto le costó conseguir.
Entraron primero el Rey y la Reina, seguidos del príncipe heredero y sus hermanos.
Estaba un poco distraído mientras su padre daba un discurso de agradecimiento por sus 50 años y de como estaba feliz de ser el regente de un pueblo tan prospero y blablabla. Lo mismo de siempre para Alberu.
Cuando su padre terminó su discurso más feliz que nunca, él lo miró como insistiendo a que se apresurara y Alberu solo se limito a levantarse. Era su turno de hablar.
— Es un completo honor poder ver las caras de nuestros jovenes nobles del Reino. Este príncipe heredero está completamente agradecido por la participación en la celebración del rey, mi padre. Por ello como presente para el Rey. — dijo señalando a Zed.— Nuestros nobles han decido darle un espectáculo por su aniversario de 50' años.
Se escucharon aplausos y victores por toda la plaza.
Para este acto se había preparado con antelación un espacio especial para los participantes, junto con instrumentos y los amplificadores de voz mágicos.
Con ello Alberu dio la señal al vocero para presentar a los participantes de la actuación.
— Ejem... con mucho gusto llamamos al centro del escenario a los interpretes de esta noche.
Con aplausos elegantes empezaron a entrar los protagonistas de este Show, quienes al verse solo pudieron quedar sorprendidos.
Y no solo ellos, en toda la plaza se empezaron a escuchar murmullos. Nadie se esperaba esto.
El vocero procedió a presentar a cada uno.
— En esta ocasión especial nuestros nobles del Noreste serán los artistas de la noche. — los del escenario hicieron una reverencia a el Rey y la Reina.
Alberu miró esto bastante divertido e interesado, pero un tanto preocupado por alguien.
— Tenemos el honor de tener al piano al joven maestro Neo Tolz.
Con una pequeña mueca Neo se reverencio ante su público y se dirigió hasta el piano preparándose.
— Presentamos a quienes nos deleitarán con su melodiosa voz y talento. Saludos al joven maestro Eric Wheelsman y a la joven señorita Amely Tolz— ambos se reverenciaron ante el público mientras se mencionaban sus nombres.
Amely estaba aguantando las ganas de gritar a todo pulmón por lo frustrada que estaba. Pero solo se limito a clavarse sus uñas en las manos y se dirigió a la especie de micrófono del lado izquierdo.
Eric que aún estaba aturdido ante lo que veía solo pudo suspirar y dejar en su rostro una leve sonrisa antes de seguir a Amely colocándose en el micrófono restante.
— Y por último, una vez conocida como la flama carmesí, nos deleitará con su baile la joven señorita Cale Henituse.
Cuando se dijo el nombre de la pelirroja se escucharon varios suspiros y gritos ahogados. Todos los que la miraban solo podía quedar atrapados por lo hermosa que se veía la joven. Incluso los príncipes y el Rey estaban atentos.
Cale creyó innecesaria la parte del apodo, pero solo hizo su reverencia al público como los demás y se coloco en medio del escenario.
La pelirroja podía sentir muchas miradas sobre ella que la hacían sentir incómoda, por lo que inconscientemente miró de reojo hacia donde se encontraban el rey y sus hijos. En ese momento sin querer cruzo miradas con Alberu quien la miraba intensamente, pero no la juzgaba con la mirada, más bien era una mirada de preocupación y ella no lo entendía.
Alberu que noto la mirada de la pelirroja le sonrió gentilmente.
A Cale esa acción le recordó a cierto joven que una vez conoció y la defendió hace unas noches, de alguna manera la ayudo a sentirse un poco mejor. Respiro profundo y se puso en posición para empezar a bailar.
Cale miró a Eric y Amely indicándoles que estaba lista para cuando quisieran empezar lo hicieran tranquilamente. Ellos asintieron y Eric le dio una señal a Neo.
Neo a regañadientes suspiro y se concentro en lo que tenía delante suyo antes de darle un asentimiento al vocero para que presentará el tema.
— En esta noche especial, nuestros talentos de Roan nos, interpretarán "You are the reason". — más aplausos resonaron.
Una suave melodía de piano empezó a sonar en la plaza. Cale había empezado a hacer movimientos delicados con sus brazos, siguiendo la música.
En ese momento Eric empezo a cantar seguido de Amely.
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E: { There goes my heart beating
'Cause you are the reason
I'm losing my sleep
Please come back now}
~~~~~~~~
En esos momentos la mente de Eric era un poco caótica mientras cantaba.
Como es que Cale no le habia contado que ella también iba a participar. Pensó que se habría olvidado de contárselo quizás. O...
¿Tanto se habían distanciado con los años como para que ella no le dijera nada?
Además esta canción la había preparado para dedicársela a ella.
Esta un poco decepcionado pero al la vez feliz, porque después de años Cale por fin volvía a bailar.
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A: {And there goes my mind racing
And you are the reason
That I'm still breathing
I'm hopeless now}
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Amely estaba enojada. Se suponía que esta noche era ella quien iba a destacar entre los nobles al cantar.
No le preocupaba el hecho de tener que cantar junto con Eric Wheelsman ya que no era la primera vez y él era un buen acompañante. Solo es que era el hecho de que era Cale quien ahora llamaba la atención de todos.
Verla desenvolverse tan hábil y delicadamente con cada movimiento que hacía, incluso en el piso, la ponía furiosa.
Y estaba aún más furiosa por el hecho de que desde que la vio, Eric no ha podido quitar la mirada de la pelirroja. Porque aunque ella lo negara, aún sentía algo por Eric.
Por esto Amely quería humillarla y deseaba que se cayera en cualquier momento.
Porque como sea ella debía destacar con su voz.
~~~~~~~~
E: {I'd climb every mountain
And swim every ocean}
A: {Just to be with you
And fix what I've broken}
E y A: {Oh, 'cause I need you to see}
E: {That you are the reason}
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Zed Crossman estaba fascinado y se notaba en su cara. Sin duda Cale Henituse era la misma copia de Jour Thames. Una sonrisa crecía en su rostro.
Ver a la joven pelirroja le traía muchos recuerdos. Ahora entendía el porqué Deruth no la había dejado salir en mucho tiempo, es igual a ella.
Zed que tenía una sonrisa en labios, pronto esta desapareció de su cara. Pues mirando a sus lados noto que no era el único centrado en la pelirroja.
Pudo ver como sus hijos no dejaban de mirarla. Incluso Robbit que tenía a su esposa a su lado, no dejó de mirarla con deseo.
Su hijo mas joven, Noah, prácticamente estaba apoyado sobre sus codos como si eso lo ayudase a ver a Cale más de cerca, era evidente el deseo que tenía por la pelirroja.
Pero lo que más sorprendió a Zed, fue su hijo mayor, Alberu.
Alberu miraba a la pelirroja con cariño y anhelo, era una mirada suave pero posesiva. No había indicios de lujuria como en sus otros hijos, él era diferente.
Esta situación le resultó interesante, por ahora lo dejaría de lado y disfrutaría de este espectáculo.
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A: {There goes my hands shaking
And you are the reason
My heart keeps bleeding
I need you now} ~
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Cale estaba sorprendida, no podía creer lo hermosa que era la voz de Amely y lo bien que combinaba con Eric.
La pelirroja, mientras pensaba, se movía elegantemente dando saltos, estando en el suelo, todo con la gracia de sus movimientos.
También se sintió genial que su cuerpo le respondiera correctamente a cada movimiento que ella quisiera dar. Debía darle puntos a Cale org. por ser una buena bailarina.
Podía sentir como el viento no dejaba que ninguno de sus cabellos le estropeara la vista. Era bastante conveniente.
Lo que ella no sabia era que ciertos elementales de viento estaban a su favor para que deslumbrase más.
Cale siguió bailando con su corazón al ritmo de la música.
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E: { And if I could turn back the clock}
E y A: {I'd make sure the light defeated the dark
I'd spend every hour, of every day
Keeping you safe}
And I'd climb every mountain
And swim every ocean
Just to be with you
And fix what I've broken
Oh, 'cause I need you to see
That you are the reason}
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Los nobles que eran testigo de aquel espectáculo no pudieron dejar de opinar.
— ¿Esa es la basura Henituse? ¿Por qué es tan buena?
— Es bastante flexible y baila bien. El estilo contemporáneo es la especialidad del territorio Henituse.
— Vaya, en verdad ella es la mejor. No por nada tenía aquel título.
— Lo se verdad. Con solo verla, solo puedo pensar en fuego. Como si fueran flamas danzando y jugando.
— Es increíble.
Taylor quien estaba escuchando un poco de la conversación que se estaba dando en toda la plaza, no pudo evitar estar de acuerdo con uno que otro comentario.
Cale realmente parecía ser dueña de toda la atención en la gran plaza. Tanto hombres como mujeres estaban inmersos en Cale.
La pelirroja era sorprendentemente sexy y delicada al mismo tiempo. Daban ganas de dejarse quemar por su fuego.
Muchos allí, incluido Taylor, se encontraban acalorados y un tanto sonrojados.
Alberu, quien no quito ni por un segundo su mirada de la pelirroja, quedó maravillado e hipnotizado nuevamente.
Era realmente impresionante lo expresiva que podía ser Cale con su voz, pero con su cuerpo. Era wow... otro nivel.
Podías sentir que cada paso, cada movimiento lo hacia con completo sentimiento e interpretación por la música.
El joven príncipe heredero había caído nuevamente en los encantos del tesoro de rubí del condado Henituse.
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E y A : {I don't wanna fight no more
I don't wanna hide no more
I don't wanna cry no more
Come back I need you to hold me (you are the reason)
Be a little closer now
Just a little closer now
Come a little closer
I need you to hold me tonight}
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— Mamá es realmente buena.
— Mamá es genial, ella es la mejor.
Se escucharon las voces de dos niños provenientes de unos gatitos.
Choi Han, quien tenía a On y Hong en sus hombros, se encontraba embobado mirando hacia la Plaza.
– es una humana muy interesante. Por eso estoy grabando todo para tenerlo de recuerdo.
— Bien hecho nya.
— Nuestro menor es inteligente nya.
Choi Han solo podía asentir ante los comentarios de los niños, pues mucha atención no les estaba prestando
Rosalyn y Look que estaban del lado opuesto a Choi Han y los niños, quedaron maravillados al ver lo buena que era Cale al bailar.
Rosalyn incluso se sonrojo un poco cuando vio a Cale aparecer con ese traje. Realmente todo le quedaba bien, y más aún el rojo.
Ella sacudió su cabeza, debía concéntrarse en el plan o muchos podrían resultar heridos.
Lo bueno es que aun tenían tiempo, pero no se debían confiar demasiado.
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E: { I'd climb every mountain}
A: { And swim every ocean}
E y A: { Just to be with you
And fix what I've broken
'Cause I need you to see
That you are the reason}~
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Con esa última estrofa y unas cuantas notas de piano, el show terminó con Cale de rodillas señalando a un lugar al azar, que casualmente fue al príncipe heredero.
Claro que nadie noto esto, ni Cale, más que Alberu quien se puso rojo como tomate.
Cuando termino de sonar la música la plaza estallo en aplausos y vítores. El Rey y la Reina junto con los príncipes se pusieron de pie a aplaudir, acción que fue imitada por todos los nobles presentes.
Cale estaba un poco agitada, pues se había cansado. Eric noto esto y fue hasta ella para ayudarla a levantarse.
Cale que volvió en sí al ver las manos de Eric en frente de ella, soltó un suspiro y tomo las manos de Eric para poder levantarse.
— Gracias oppa. – Cale le sonrió.
— No es nada.— Eric aún no quería dejar las manos de Cale mientras veía que ella sonreía.
Esta acción fue vista con celos por muchos de los presentes. No querían que Eric tomara así las manos de la pelirroja.
Pero no duró mucho porque pronto se acercaron a ellos los hermanos Tolz y fue entonces cuando se escucho la voz del vocero.
— Fue maravilloso. Un espectáculo maravilloso. Felicitaciones a los nobles del noreste por tan conmovedor acto. — se escucharon alabanzas y aplausos.
Los cuatro volvieron a reverenciarse ante el público y luego ante los royals.
— Los invitamos a cambiarse nuevamente y volver a seguir disfrutando de esta celebración.
Con eso dicho, Amely fue la primera en retirarse. Se veía un poco enfadada. Neo no estaba mejor y fue tras ella.
Eric espero un poco y se fue junto con Cale, claramente tomando caminos distintos hacia sus tiendas privadas.
Allí la pelirroja fue recibida con Felicitaciones y lágrimas por parte de Lucía y con un vaso de agua con postres por parte de Ron y Beacrox.
Cale estaba contenta, cosa que no duró mucho al ver como Lucía empezaba a preparar el vestido que antes traía puesto, lo que significaba volver a colocarse ese maldito corset.
La pelirroja quería llorar mientras comía unas masitas dulces...
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REGALITO 💌
Pido perdón, les falle. No se dibujar pies 😔
Pero les dejo este humilde dibujo hecho con amor para ustedes 🥰
(Algún día debo subir mis dibujos a mis redes. Soy re colgada :D)
CANCIÓN Y BAILE
Notes:
HOLA MIS POLLITOS. 🐥💕
UN DIA NUEVO, UNA NUEVA FORMA DE AMAR A CALE 🥰
jajajaja como han estado? Yo bien y espero que ustedes también.
Al fin la hice bailar a mi joyita 🤧. Estoy emocionada.🥺
Solo voy a decir que no tenia planeado usar esta canción ni nada. Solo me había gustado la coreografía, pero como no tenía ganas de hacerme un mambo eligiendo otro tema y eso me dije a mi misma "y si lo usamos?"
Y ni modo, me gusto el resultado. Al principio solo iba a hacer que Eric la cante, pero le faltaba protagonismo a Amely y dije "busquemos un duo" y por suerte encontré uno perfecto.
Por ahora esas serian las voces de Amely y Eric. ¿Por qué? Porque si y ya jajaja.
Me encantaría leer que opinan de esto. Amo sus comentarios, real que me hacen el día. 😆
Aunque lo peor es que ni siquiera he podido actualizar mi otro fic y me pone re triste *llora en polito🐤*
Pero nada, haré lo posible por estar activa, no pienso desaparecer.Además estoy esperando tanto por escribir el otro capítulo porque ××××
Jajaa mejor no digo nada. Cuestión...
Los amo mucho y espero que hayan disfrutado este capitulo 💃
NOS VEMOS EN EL PRÓXIMO MIS GUAPOS 😘
Chapter 31: 30. ¿Un vals?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Luego de sufrir el tener que volver a colocarse el vestido con ese tortuoso corsé, Cale volvió para juntarse con los demás jóvenes como Amiru, Gilbert, Taylor y Eric.
Ellos se encontraban a una cierta distancia de su mesa y estaban parados. Aparentemente se habían levantado a recibir y felicitar a Eric.
— ¡Joven señorita Cale! — dijo Amiru al verla acercarse.
— Señorita Amiru. —asintiendo con la cabeza.
— Estuvo maravillosa, me conmovió su danza. — ella la miraba con ojos brillantes.
— Realmente es una persona talentosa, ya deseaba volver a verla bailar. — comentó Gilbert.
— Quede realmente impresionado, no sabía que usted podía bailar con tanta gracia y delicadeza. — opinó Taylor con una risa entre dientes. — Cada vez me sorprende más. Hoy fue el centro de atención joven señorita.
— G-gracias...
Cale estaba forzando su sonrisa lo más que pudo, pero en su cara había un leve sonrojo que hizo sonreír a los demas.
Sin embargo, al contrario de sus pensamientos, el sonrojo de Cale era por el hecho de que terminó resaltando cuando ella no quería llamar la atención.
(Por favor no me digan eso, ¡es Amely la verdadera aquí protagonista!, por el amor de todo lo bueno.)– Cale quería cabecear una pared ahora mismo.
La pelirroja ignorando las constantes alabanzas que le estaban dando los demás, se dio cuenta de que Eric estaba callado, un poco decaído y que la miraba de vez en cuando volviendo luego la mirada al piso.
Eso la hizo preocupar, quizás había hecho algo que le habría disgustado.
— Eric oppa... ¿está todo bien?
Los otros tres que estaban allí se callaron al darse cuenta del estado de ánimo del pelo grisáceo. Amiru y Gilbert intercambiaron miradas para llevarse con ellos a Taylor y darles su lugar a los dos.
Taylor que no entendía nada, terminó siendo arrastrado hasta su mesa por los dos nobles.
Cuando por fin quedaron solos hubo una atmósfera de silencio incómoda.
Eric tenía muchas cosas en la cabeza en ese momento y empeoraron a ver volver a Cale.
El estaba molesto. Le hubiera gustado que Cale le contara sobre su participación en el show, quería que Cale le contara sobre esas cosas. Esto lo llevo a preguntarse que más había sobre la pelirroja que él no sabía. Esa distancia entre ambos le resultó tan lejana y dolorosa.
Estaba apretando los puños pero al instante aflojo el agarre, pues se dio cuenta de algo.
(El primero que se alejó fui yo... yo nos distancie)- pensó.
Miró a Cale quien lo miraba con preocupación, desde su punto de vista.
Frunció el ceño, y recapacito. Después de todo él fue quien había dejado de ir a visitarla cuando ella empezó a tener un comportamiento diferente con la excusa de ocuparse de sus tareas, aún sabiendo que ella no podía dejar el territorio fácilmente después de la muerte de su madre.
Fue él quien sugirió la comunicación por cartas en vez de una llamada, fue él quien dejó de contactarla primero.
Era su error y no tenía el derecho de reclamar nada. Él se perdió de todo lo que ella había estado haciendo.
Eric se estaba lamentando, pero algo lo hizo estremecer. Cuando miro a un costado notó una pálida y delicada mano apoyada en su hombro. Al volver la mirada frente suyo estaba la pelirroja que tantos suspiros le sacaba, pero ella parecía triste.
— Oppa... te estuve llamando — la mirada de Eric tembló. — ¿Estás bien? Pareces enojado con algo... ¿Acaso hice algo mal?
Eso lo dejo atónito. Ver como la joven delante suyo se culpaba por su estado de ánimo, eso le partió el alma.
Eric suspiro nego con la cabeza, tom la mano de Cale que aún estaba en su hombro com ambas manos y le beso los finos dedos dando una leve sonrisa.
— No Cale... no hiciste nada mal. Solo soy un poco molesto conmigo mismo. — le sonriendo gentilmente y dijo una pequeña mentira. —Creo que desafine al cantar.
Cale frunció un poco el ceño.
— Tonterías. Eric oppa resaltó con su hermosa voz, extrañaba escuchar tu canto. Y además salió maravilloso tu dueto con la señorita Amely, me hizo sentir renovado.
Cale dio su sincera opinión, excepto por el hecho que fue la primera vez que lo escuchaba cantar.
Eric fue tomado por sorpresa y eso lo hizo reír. Se llevó sus manos junto con la de Cale a su frente antes de volver a hablar.
—Gracias. — libero la mano de la joven— Pero tu fuiste increíble. Sentí que estaba hipnotizado por tu baile, era magnífico. Yo también extrañaba verte bailar.
Cale destacando al ver que él estaba mejor y acercando a sus palabras.
—Gracias oppa. Tengo un poco de hambre, que tal si vamos a comer un poco.
-Si.
Con eso ambos fueron a sentarse y encontrarse con los demás nobles del noreste, quienes cuando los vieron llegar ni dejaron de alabarlos, tanto a Eric, Cale y Amely que se ubicaba sentado junto con Neo. Estos últimos tenían caras apáticas, mientras daban falsas sonrisas.
Mientras disfrutaban de los deliciosos platos que había en la mesa, Cale empezó a calcular los tiempos para ver cuanto faltaba para la aparición del bastardo mago.
Teniendo en cuenta que el rey había entrado a las 6 pm en punto y que al dar su discurso junto con el príncipe heredero, ellos dieron su actuación a las 6.10 pm que terminó a las 6.15 pm más unos 10 minutos para cambiarse. Además actualmente se encontraban disfrutando de los platos y habían pasado al rededor de 20 minutos más.
Con eso en cuenta, eran las 6. 45 pm. Solo faltaban 15 minutos aproximadamente para el estallido de las bombas.
Ella, aún, recibía constantemente los reportes del pequeño dragón que por alguna extraña razón se sentía como emocionado, lo que le resultó extraño.
Cabe rescatar que el pequeño dragón quiso felicitar a la pelirroja, de su manera por supuesto, ya que terminó diciendo cosas como "eres una humana débil genial, realmente talentosa pero aún eres débil, bastante tks".
Cale no podía comprender que era lo que pasaba por esa pequeña cabeza escamosa, al menos el dragón era útil y reportaba en cada momento todo lo que su grupo hacia.
Pero aún había algo que la molestaba un poco. Y era el hecho de que las cosas tomaron otro giro desde su aparición, ya que en el fic los horarios si bien eran los mismos, los eventos habían cambiado. Por ejemplo, el hecho de que era dos Canciones las que se iban a interpretar en el show, una en dúo y otro solista, esto con el fin de seleccionar a Amely.
Sin embargo ahora solo se hizo una canción, pero se agregó el baile. La pelirroja se preguntaba si algo más iba a cambiar, es decir si iba a ser malo ese cambio...
No pudo seguir deduciendo ya que algo la tomó por sorpresa, su línea de pensamiento fue interrumpida por la voz del vocero que los presentó anteriormente.
— Ejem... nuestros queridos nobles, para seguir conmemorando esta espléndida celebración llamamos a la pista de baile para realizar el vals del rey y la Reina, a nuestras monarcas.
Se escucharon murmullos por toda la plaza, pero fueron silenciados por el vocero nuevamente.
— Por favor, le pedimos a nuestros queridos invitados que se coloquen en círculo al rededor de la pista de baile para apreciar a esta hermosa pareja.
Cale chasqueó internamente su lengua, ella estaba realmente cómoda en su lugar disfrutando de los deliciosos y lujosos platos. Pero no era como si pudiera negarse.
Por eso a regañadientes se levantaron junto con los demás nobles para formar la ronda.
Pronto el Rey y la Reina ocuparon el centro de la pista, junto con ello se escucha una suave melodía de vals.
Allí, varios nobles empezaron a opinar.
— Se puede ver de lejos el amor que se tienen....
— Son el verdadero ejemplo de pareja ideal.
— ¡Que viva el amor!
A Cale todo esto le resultaba tan falso que solo quería volver a comer unos postres de Beacrox ya jugar con sus hijos, realmente los empezaba a extrañar.
Por otro lado en la mente del rey Zed había otra cosa a parte del baile que estaba realizando ahora.
Pues había estado al pendiente de su hijo mayor todo este tiempo, notando así, que él jamás quito la mirada de la joven pelirroja. Porque aunque él intentara mantenerse calmado, Zed con su experiencia pudo notar los ligeros cambios de expresión cada vez que la pelirroja estaba con alguien más. El Rey quería reírse, pues le resultó gracioso que al parecer a su hijo mayor le gustara la hija de sus viejos amigos.
Esto lo llevo a idear un plan, aún cuando fingia estar feliz realizando esta farsa de baile. Aun así tenía una buena sonrisa en su rostro, sintió que iba a ser divertido.
Alberu por su parte por algún motivo sintió que su vida se estaba acortando.
En cambio Cale sintió un ligero cosquilleo en su espalda, por el cual culpo al viento que se estaba comportando raro desde hace un tiempo. Después de todo estaban al aire libre.
Los elementales de viento se sintieron ofendidos, como si alguien los estuviera culpando por algo que, aún, no han hecho.
A las 6.53 pm. El Rey y la Reina terminaron finalmente su vals, saludándose mutuamente y junto con ello la avalancha de aplausos y alabanzas de los nobles que los rodeaban.
Pero poco duro, ya que Zed llamó la atención de todos.
— Gracias a todos por estar acompañándome un año más. Pero más que nada quiero agradecerle a él primer príncipe, mi hijo, por haber realizado una excelente organización.
La oleada de aplausos se volvió a escuchar y Alberu se levantó de su silla para saludar al público y reverenciarse ante los monarcas.
Pero Zed aún no había terminado de hablar.
— Es por esa razón que quiero que mi hijo cumpla el honor de realizar el vals ruano eligiendo a un invitado para que lo acompañe.
Murmullos surgieron entre los nobles, varias mujeres se sonrojaron ante la oportunidad. Claro menos Cale que sólo quería terminar con todo e irse a casa.
Esto también provocó la envidia de los príncipes hacia Alberu, solo por ser llamado personalmente por el rey.
Alberu había quedado con la boca abierta sin saber como reaccionar. ¿Qué era lo que estaba planeando su padre con esto?
Incluso la reina miró mal al rey.
Pero al no poder negarse, Alberu terminó dejando su lugar junto a sus hermanos y se dirigió sin apuros hacia el centro de la pista. Cuando llegó, su padre y la Reina se encaminaron a sus lugares, en eso, Alberu noto como el rey lo miró con una sonrisa extraña y solo pudo suspirar.
Todo el mundo estaba en silencio ahora mismo, nadie quería emitir sonido alguno con el temor de causar algo en la decisión del príncipe heredero.
Muchas nobles mujeres estaban nerviosas y se imponían una a la otra con el fin de ser notadas por el príncipe.
Incluso Amely se había puesto más cerca para que la viera, porque aunque su familia de algún modo esté a favor del tercer príncipe, aún no era una mala opción tener el gusto de bailar con alguien de la realeza.
Ella se tenía confianza en sí misma. Después de todo, él vestido que tenía puesto era uno de los mejores de todos y era una de más damas más apropiadas del lugar.
Cale era indiferente a lo que sucedía a su alrededor, ella sólo estaba mirando al gran reloj de la plaza para estar al pendiente de la hora.
Para ella era obvio que no la iban a elegir y mucho menos por su reputación, a la cual agradeció, pues no tenía la intención de destacar, ya no más.
A Alberu esto le parecía una tortura, él no se había interesado en una mujer porque no quería casarse, bueno, eso hasta que conoció a cierta persona una noche en un bar.
Se preguntó cual era el fin de su padre para esto. ¿Buscarle una futura esposa? ¿Alguien que le convenga?
Era ridículo, pero a la vez no tanto. O eso pensaba ahora.
Él ya tenía tomada su decisión, solo fingio estar revisando las "opciones" que tenía, claro que ninguna le interesaba. Así que luego de fingir estar pensando al rededor de un minuto se encaminó en la dirección que había fijado desde un primer momento.
Por eso cuando estuvo al frente de esa chica se sintió un poco nervioso, pero finalmente hizo la pregunta inclinándose levemente.
— ¿Me concedería el honor de bailar esta pieza conmigo?
Cale, la mujer a quien le estaban haciendo esta propuesta quedo boquiabierta y paralizada al no saber como reaccionar.
— ¿Yo? -(¡¿Que mierda?!)—realmente estaba atónita.
— Sería un honor para mi que la joven señorita Cale Henituse me acompañe en esta ocasión.
Hubo varios gritos ahogados en todo el lugar.
Amely que estaba cerca de Cale se sintió como si le tirasen un balde de agua fría.
En cambio Amiru estaba realmente contento pero triste al mismo tiempo. Feliz por Cale, triste por Eric quien se veía tenso desde su lugar.
Taylor tenía ojos fríos, el desde un principio pensó en este resultado y realmente le molestaba.
—Ah~...
Miró de un lado a otro para ver que todos estaban igual o peor que ella, pero aún tenía la mano extendida del príncipe delante suyo.
Realmente no quería aceptar, pero si se negaba a esto podría afectar a su familia.
No es que se quejara de bailar con un hombre así de guapo, incluso si en alma ella era uno, era más por el hecho de que terminaría destacando aún más y estaría más expuesto.
Pero finalmente lo contestó.
— Yo... yo estaría encantada.
(¿Qué diablos? ¿Por qué a mí? Yo solo quería estar quieta como me dijo Eric oppa) - se cuestionaba su existencia.
Respondiendo y pensando en eso con un pequeño tono rosa en sus mejillas hizo una cortés reverencia ante el príncipe para luego tomar su mano.
A Alberu parecía haberle vuelto el alma al cuerpo, pensando que lo iban a rechazar púes aún tenía baja autoestima sobre sí mismo. Pero ahora se sentía la persona más feliz de la tierra.
Agarrando con firmeza, sin ser brusco, la mano de la pelirroja empezó a dirigirlos al centro de la pista, entonces escucho un susurro de su acompañante.
— Su Alteza, no quiero juzgar sus decisiones, pero ¿está seguro que no se verá afectado por mi reputación con esto? — dijo lo más bajo posible Cale.
Ella quería que de alguna manera él se arrepintiera. Además de que pronto sería el atentado y no le gustaba la idea de estar en el centro.
Alberu sin embargo, para desgracia de Cale, no pudo evitar sonreír ante esto. Al menos el no era el único con un prejuicio de sí mismo.
— Joven señorita Cale... me hago responsable de mis decisiones — le apretó un poco la mano.— Además desde que vi lo excelente bailarina que es, tuve el deseo de bailar con usted.
Diciendo ese último susurro dejo a un lado a Cale para que él fuera a su posición, cuando estuvo allí dio la señal al encargado de la orquesta para que comenzara a tocar.
Cale solo pudo suspirar en resignación y prepararse para el vals ruano. Agradeció internamente a Lucía ya Hans por haberla guiado y enseñado sobre cada baile de Roan.
Pronto una melodía comenzó a sonar nuevamente en la gran plaza y los dos que antes se habían separado, volvieron a juntar sus manos para hacer una pequeña caminata al compás de la música.
Ella con una caminata tranquila, siendo guiada por él, gira con pasos caminados alrededor de él sin soltarse las manos. Él la hizo girar para luego de unos pasos y movimientos más, colocarse a su lado izquierdo, tomarla del talle y juntar sus manos izquierda con izquierda para empezar a realizar el paso de vals.
Noah, el tercer príncipe, estaba furioso. No le gustaba el hecho de que su hyung tocara las cosas en donde él había mirado. Tenía su mandíbula apretada y agarraba fuertemente la silla en donde estaba sentado.
Más que nada estaba molesto por el hecho de que él desde la primera vez que conoció a la pelirroja tuvo planeado invitarla a bailar este día, en el cumpleaños de su padre. Pero nunca espero este acontecimiento.
Robbit no estaba mejor, se encontró apoyando la cabeza en su mano con el ceño fruncido viendo a su Hyung bailar con la que el ya había considerado su nueva "muñeca". Poco le importaba que su mujer lo estuviera mirando furiosa por no prestarle atención. Su esposa era bonita, pero claramente Cale era superior.
Realizando diversos movimientos, Cale y Alberu ahora estaban de frente, él tomándola del talle con manos, izquierda de él y derecha de ella, tomadas moviéndose y rodeando el círculo de nobles con el paso valceado con giros.
Pro cada segundo que pasaba, al verlos, Eric quería llorar de frustración. Tanto... tantos años espero para poder tener la oportunidad de volver a bailar con Cale y por fin que iban nuevamente a un baile juntos, alguien, el príncipe heredero ni más ni menos, se le adelanto.
Amiru y Gilbert, uno a cada lado de Eric, solo pudieron apoyar a su sufrido amigo y darle palmaditas en la espalda.
Taylor, en cambio, se encontró cruzado de brazos con los ojos entrecerrados mirando a la pareja en la pista. Quería morir por el pensamiento que estaba teniendo. Y es porque a si parecer esos dos se completaban perfectamente. Él definitivamente (obviamente si) no estaba haciendo puchero.
Amely se sintió derrotada, la basura le había quitado todo el protagonismo de la noche.
Realmente tuvo la idea de agarrar a la pelirroja cuando aceptó la propuesta del príncipe y golpearla y lastimarla. Pero no podía hacer el ridículo, no como Venion.
Venion que había estado callado desde hace tiempo solo podía temblar. Estaba pensado en los acontecimientos de hace unas noches, cuando tuvo la extraña visita de sus torturadores.
Ver a la pelirroja siendo tomada por el príncipe y ver cómo este último la miraba con tanto cariño, le hizo pensar que quizás él podría ser quien los mando, después de todo él era una persona que fácilmente lo podría hacer desaparecer.
Venion creyó que lo mejor ahora seria estar muy quieto y callado. Además aún debía buscar una forma de disculparse.
Los demás nobles tenían la misma y extraña idea que Taylor, ver al príncipe heredero ya la pelirroja bailando les hizo replantearse muchas cosas sobre ellos...
Con destreza, Alberu se coloco de rodillas mientras Cale hacía sus movimientos al rededor de él.
El rubio nunca abandonó la mirada de ella, era como si él consideraba que si la soltaba podría romperse o escapar. La pelirroja por algún motivo se sintió cuidada y no le molesto el hecho de que la mirada del príncipe nunca se desviará de sí misma. Ella de vez en cuando lo miraba también y con una sonrisa en su rostro.
— No sabía que su alteza pudiera moverse así. — le susurro al oído mientras bailaban.
Eso lo tomo por sorpresa haciendo reír.
—Bueno, señora Cale, usted supera mis expectativas. — le siguió.
Alberu no le dio tiempo de responder, ya que hábilmente se puso de pie tomando ambas manos de la joven y haciéndola girar para luego acercarse y levantarla de las piernas mientras él aún giraba con ella en brazos.
Cale se sorprendió pero aún no se perdió en ningún momento y pudo seguir al príncipe correctamente moviendo sus brazos de arriba hacia abajo hasta que la volvió a dejar delicadamente en el piso.
Todo esto mientras ellos se miraban directamente y sin vacilación a los ojos.
Zed que miraba todo esto desde su silla, se sentía un padre orgulloso, se felicitaba interminablemente por la maravilla de idea que había tenido.
(Si yo no pude, espero que al menos mi hijo si)- pensó para sí mismo.
La Reina a su lado se sintió indignada, no podía creer que su esposo haya priorizado a Alberu en vez de a Noah, ¿y para qué? Solo para que ese chico elija bailar con una chica de mala calidad. Estaba enojada.
Choi Han, desde la distancia, empezó a jugar con la vaina de su espada. Claramente celoso de que alguien más tomara así así sus brazos a su Cale-nim. Tenía el ceño muy fruncido y si, estaba haciendo puchero.
En cambio los niños hacían comentarios como "que bien que baila mamá, nya", "mamá se ve muy bien acompañada por el pequeño príncipe" y más variaciones que ponían más nervioso al pelinegro.
Pero alguien los devolvió a la cordura.
— No sé distraigan — hablo Rosalyn. — En cualquier momento podría ocurrir.
Con esa advertencia, Choi Han entró en razón, el tenía una misión. Se golpeó la cara con ambas manos y sacudió su cabeza, no podía fallarle a su señora.
El Dragón negro lo miró raro, pero pensó que era algo inexplicable propio de los humanos y lo dejó pasar.
Con unos pequeños pasos saltados haciendo un pequeño círculo, Cale y Alberu terminaron su vals mirándose mutuamente con mínimas respiraciones entrecortadas y tomadas de las manos.
Para Alberu el mundo rondaba, ahora, en esos ojos cobrizos, que reflejaban su rostro, y en esa sonrisa de labios rojos que estaban en frente suyo. No pudo evitar sonreirle manteniéndose en esa posición, agarrando esa pequeña cintura y esa delicada mano.
Cale estaba feliz y no fue hasta ahora que sentía que bailar le quitaba el peso del mundo. La hacía sentir liberada el poder expresarse con su cuerpo...
Los nobles y los royals aplaudieron a la pareja de la pista, que aún se mantenía en esa posición. Pero pronto el público se callo. Actualmente eran las 7 pm en punto.
— ¿Eh? —dijo alguien.
Cale entonces déjo de mirar al príncipe delante suyo para mirar a su alrededor. Noto que el ambiente de estar festivo pasó a ser un ambiente ansioso.
—¿Qué es eso?
Cale luego escuchó la voz ansiosa de Taylor. Ella lentamente levantó la cabeza para mirar la parte superior del campanario.
Alberu que salio de su estupor cuando vio la mirada confusa de la pelirroja, miró hacia la misma dirección que ella, aún sin soltarla completamente, solo su mano.
— ¿Qué?
—¿Quién es ese?
—¿Qué está pasando?
Los murmullos de la multitud comenzaron a hacerse más fuertes. El Rey Zed miró detrás de él y luego movió su mirada hacia el Campanario. Cale miró a la parte superior del Campanario y tuvo que llevar su mano a su boca porque había comenzado a sonreír.
El Rey Zed comenzó a gritar.
— ¡¿Quién eres tú?!
Los caballeros y magos se dirigieron al Campanario. Los ciudadanos comenzaron a ponerse nerviosos por lo que estaba pasando. No tenían otra opción. Una persona apareció en la parte superior del campanario, y luego más personas con atuendos negros comenzaron a aparecer en la parte superior de los edificios cercanos también.
— ¡Bajen en este instante!
— ¡Todos, diríjase a la parte superior de los edificios ahora!
Cale escuchó las voces de los caballeros cercanos y miró hacia el hombre de pie en la parte superior del campanario con atuendo negro y una máscara. Era el Mago Bebedor de Sangre, Redika.
(Me preocupaba que esto también fuera diferente a la novela).- pensó.
Si Redika no aparecía, habría necesitado que el Dragón Negro revertiera el flujo de maná que llegaba a las bombas de maná para localizar a la Redika oculta y permitir que Choi Han lo matara.
Cale se sintió aliviada de no tener que hacer eso y recordó la descripción en el fic.
La mano de Redika se cubrió con un maná de color rojo. Este punk era único, ya que la gente podía ver el color de su maná, a pesar de que era un mago. Luego balanceó su mano y anunció como lo había hecho en el fic.
("Debería ser divertido")-
— Debe ser divertido.
Una voz escalofriante que sonaba como el metal chirriando entre sí, llenó la plaza. Luego, el maná rojo se disparó a diferentes puntos de la plaza.
Ese momento fue exactamente a las 7:01 pm.
Oooooooooong-
Una vibración comenzó debajo del Campanario.
Beeeeeeep-
Beeeeeeep-
Alberu en ese momento reaccionó y volvió a tomar la mano de Cale para esconderla detrás de él, sintió que algo estaba mal.
Los dispositivos mágicos comenzaron a explotar en varios lugares. El maná rojo que volaba hacia los dispositivos de detonación dentro de las bombas mágicas de repente perdió fuerza y comenzó a girar sin rumbo fijo en su posición.
Fue el resultado de la alteración del maná.
Luego, sucedió también dentro de la plaza.
Beeeeeeep-
Cuatro lugares comenzaron a sonar en la plaza.
—Lo encontré. —susurro Cale.
Ese susurro de Cale fue ahogado por la alarma de los dispositivos mágicos.
Alguien dentro del área de esas cuatro alarmas tendría la bomba mágica sobre ellos.
Como esperaba Cale, las bombas mágicas hicieron sonar una alarma de que había un error.
La pelirroja pudo ver a Choi Han, Rosalyn y Lock dirigiéndose hacia las cuatro ubicaciones.
10 minutos. Incluso si no pudieron desmantelar las bombas en 10 minutos, tuvieron mucho tiempo para mover las bombas a la montaña en la parte trasera y hacer que estallaran sin lastimar a nadie. Fue posible gracias a Rosalyn y el Dragón Negro.
_Encontré un humano._
Cale comenzó a sonreír después de escuchar el informe del Dragón Negro invisible.
Los 10 minutos acababan de comenzar.
Cale pudo ver a Choi Han agarrando a alguien mientras el Dragón Negro hacía su informe. Era la persona que el Dragón Negro intestinos estaría en posesión de la bomba mágica.
Ella podía ver el collar en el cuello de la persona.
(Debe ser eso.)-
Cale vio a Choi Han arrancándose el collar de la persona. Al mismo tiempo, el cuerpo de Cale fue sacudido. Alguien había tirado del brazo de Cale.
— ¡Cale!
Fue Eric Wheelsman quien se acercó a ella y al príncipe ni bien el lugar se hizo un caos, seguidos de sus amigos. Cale miró lentamente a su alrededor, comenzando por la parte superior del Campanario.
— Jajajaja...
El Mago Bebedor de Sangre Redika se estaba riendo.
¡Wiiiiiiiiiing!
Un fuerte ruido apareció junto con el ruido del metal rayado, combinándose para crear un chillido aterrador.
—¡Su Alteza! ¡Por favor, vaya a un lugar seguro!
Uno de los caballeros reales se iba acercando a ellos mientras buscaba alejar al príncipe.
Alberu aún mantenía a Cale detrás suyo.
Los Caballeros Reales y algunos magos estaban al lado de la Familia Real y el Rey para ayudarte a escapar.
Cale primero miró hacia el Príncipe Heredero. El príncipe heredero miró hacia Cale. Ambos ahora se miraban mutuamente como idiotas.
— Debería retirarse y protegerse su alteza/joven señorita.
Ambos dijeron al unísono, provocando que volvieran a mirarse como dos idiotas. Sin embargo ninguno se movió, ni se soltó, de donde estaban parados...
**********************************************
REGALITO 💌
AAAAAA *GRITO DE PERRA LOCA*
Hice lo que pude pero amo el resultado. 🥰
Ah y casi lo olvido...
Si tienen curiosidad por cual es el vals que bailan ellos, aquí les dejo el video 🤭
https://youtu.be/da28BCa9jFQ?si=0EnzRmrt6i7sghks
No sé, no pregunten, en mi cabeza quedaba bien ese vals 🤯
Notes:
HOLA MIS POLLITOS 💃🐥🐥
COMO ESTAN?🤔
Espero que se encuentren bien, yo aquí volviendo obviamente para dejar un poco de AlCale y un cachorro celoso 😈
Jajajaja si les soy sincera, desde que se me ocurrió hacer este fic, siempre he tenido la necesidad de hacer esta escena, -la del el baile Alcale- (y otra que será para el próximo capítulo), onda era como que espere tanto tiempo para escribir esto que ahora me dan ganas de llorar de la felicidad. 🤧
La verdad soy multishipper, pero me si tuviera que poner un ranking de parejas seria algo así.
_Alcale
_RokCale
_ChoiCale
Y muchos más, pero eso es lo principal y onda, cuando empecé a escribir este fic había consumido mucho Alcale y bueno, eso juega con la mente de una. Jajajaja 🤗
Pero nada, voy a resaltar AUN NO SE CON QUIEN VOY A HACER QUE TERMINE CALE EN ESTE FIC. 🤝
Así que no se preocupen, solo estoy dando el desarrollo al Alcale ya que ya hubo mucho Choicale anteriormente. 🤙
Chapter 32: 31. Incidente en la plaza
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
En otro lugar, cerca de la plaza.
Lucía, Beacrox y Ron se encontraban organizando las últimas pertenencias que Cale había traído para su acto. Se estaban preparando para regresar a la mansión.
Fue justo cuando Beacrox subía al carruaje la última maleta, Lucía revisaba de que no se olvidaban nada y Ron hablando con el conductor que se empezó a escuchar el disturbio en toda la plaza.
Ellos escucharon las alarmas y los distintos gritos de preocupación que se fusionaron hasta crear un alboroto, ruido.
En un descubierto, el conductor asustado por el escándalo huyo.
— La- la joven señorita... — dijo Lucía mientras se acercaba al carruaje. — ¡La joven señorita está ahí!
Lucía se veía preocupada, tanto así que inconscientemente comenzó a moverse en dirección a los gritos. Pero antes de poder seguir avanzando unos fuertes brazos la detuvieron.
— Espera... —Beacrox tenía una mirada seria. -Capellán.
— Si... ese olor. —Ron frunció el ceño.
Ron y Beacrox tuvieron una conversación silenciosa en ese momento y Lucía se sintió frustrada, por lo que se escapó de Beacrox y comenzó a correr hacia la plaza, ella no podía quedarse sin hacer nada. No cuando la joven señorita Cale, quien la había tratado como una amiga todo este tiempo, estaba en peligro.
— Beacrox... alcanzala y llévala a la mansión en el carruaje. — Él comenzó a sacar sus datos. — Yo iré a ver a tu hermana cachorra.
Beacrox frunció los labios inconformes, pero igualmente se acercó con la cabeza y comenzó a correr hacia Lucía. Ron miró hacia atrás e hizo lo mismo que su hijo.
Lucía que de a poco se estaba acercado a toda velocidad a la fuente de los gritos, sintió como una fuerte ráfaga de viento que pasaba sobre ella. Al intentar ver que era, para su sorpresa, solo distinguió la figura de un hombre de traje de mayordomo.
—Señor Ron...
Fue lo que alcanzo a decir cuando repentinamente sintió como era agarrada de la cintura y piernas para ser cargada sobre un fuerte pecho y espalda.
— Aaaaa... ¿¡que demonios!? — ella miró a quien la cargaba. — Beacrox-nim... ¿que esta haciendo?
Él permaneció callado y comenzó a correr en la dirección contraria a él alboroto.
— ¡Bájeme!... ¡la joven señorita está en peligro! ¡Debemos ayudar!
— Lo se... — la interrumpió mientras se acercaba al carruaje. —Pero mi padre se encargara de ello.
Bajo a Lucía cuando estuvo al lado de la puerta del carruaje. Lucía quiso escapar pero él la agarro de las manos y la detuvo.
— Necesito- necesitamos ir y ayudar... por favor...
— Ella va a estar bien. —le dijo mirándola a los ojos. — Mi padre no permitirá que nada le pase... Además la joven señorita no quería que algo le pasara a usted solo por querer ayudarle.
—pero...
Lucía quería protestar, pero Beacrox no se iba a mover ni dejar que ella hiciera algo, así que resignada bajo la cabeza y asentada. Luego obedientemente subió al carruaje.
Beacrox suspiro aliviado al verla dentro, luego miró hacia la plaza antes de subir en el lado del conductor y salir a toda velocidad de allí.
Lucía miró una vez más hacia el lugar del alboroto, asomándose por la ventana y apretando la misma con sus manos. En ese momento se encontraba rezando a cualquier Dios que la quisiera escuchar para mantener a Cale a salvo...
_________________________________________________
Cale miró sin entender al príncipe heredero que aún le sostenía la mano.
Vio como los Caballeros Reales y algunos magos estaban al lado de la Familia Real y el Rey para ayudarte a escapar. Cale volvio a mirar hacia el Príncipe Heredero. Su cabello todavía era rubio.
('¿No fue magia usando maná?')-
Ella recordó lo que el Dragón Negro había dicho en el pasado. Cale decidió dejar de pensar en eso y continuó mirando a su alrededor.
Varios Caballeros Reales y los magos restantes estaban trabajando para calmar a la multitud y encontrar la Herramienta de Perturbación de Maná, mientras que otros corrían hacia la organización secreta.
—Esto es molesto. —dijo luego de unas risas Redika.
Con eso, todos los miembros de la organización secreta además de Redika comenzaron a lanzar ataques de largo alcance. Lanzas, dagas y cuchillos arrojadizos; todo tipo de ataques comenzaron a caer sobre los caballeros.
—¡Su alteza, por favor debemos irnos, no está usted a salvo aquí!
El caballero que vino a buscar al príncipe aún no se había movido de su lugar y estaba empezando a desenvainar su espada.
Sin embargo Alberu estaba en blanco, aún no había indicios de que fuera a soltar a la pelirroja, fue por eso que ignoraba las advertencias de ese preocupado soldado.
A su alrededor, todo era un caos.
Cale lo encontró muy ruidoso. Al mismo tiempo, el Dragón Negro continuó su informe.
_Un humano más._
_Y otro._
19:04. Esta fue la tercera persona hasta ahora.
— ¡Calé! ¡Deberíamos irnos también! ¡Deberíamos irnos!
—¡Joven señorita Cale, cita prisa!
Cale miró hacia Eric, Amiru, Gilbert y Taylor. Todos se habían reunido rápidamente a su alrededor. Eric miró a su alrededor con una expresión caótica en su rostro. Cale siguió su ejemplo y miró a su alrededor también.
— ¿Qué estás haciendo? ¡Date prisa y déjanos ir!
— ¡Déjanos salir ahora mismo!
Los nobles luchaban por salir de la plaza lo más rápido posible. Por supuesto, entre ellos estaban Neo, Venion y Amely quien era la más calmada de los tres.
— ¿Por qué estás bloqueando la salida?
— ¡Abre un camino!
Los ciudadanos gritaban a los caballeros que abrieron la puerta y corrieron hacia la salida. Los caballeros y soldados gritaron a los ciudadanos.
— ¡Por favor cálmense!
— ¡Por favor, espera un momento!
—Esperan que esperemos en una situación como esta? ¡Fuera de nuestro camino!
— ¡¿Estás loco?! ¡Los nobles están tratando de irse ahora mismo! ¡Vámonos también!
Cale buscó manos levantadas en el aire en medio de ese caos.
— ¡¿Q-qué estás haciendo?!
Choi Han sacó una bolsa del hombro de un anciano y levantó su brazo en el aire. Esta fue la tercera persona. Cale volvió la cabeza para mirar a las personas que la rodeaban.
La puerta para los nobles y sacerdotes ya estaba abierta, y muchos nobles y sacerdotes salieron rápidamente lo más rápido que pudieron. Parecía más pacífico porque había menos personas que la puerta para los ciudadanos de abajo, pero aún era caótica con cada persona tratando de salir más rápido que la otra.
Por eso.
(Qué desastre)-
Fue un completo desastre. Eric estaba paseando frenéticamente, por lo que Cale se soltó del príncipe y puso su mano sobre el hombro de Eric para calmarlo. Luego se aferró al hombro de Eric con fuerza.
—Abuelo.
— Ah.
Cale continuó hablando una vez que el dolor le sacó a Eric de su estado caótico.
— Cálmese por favor.
Eric se calmó después de ver el comportamiento tranquilo de Cale. Luego miró a su alrededor. Los caballeros estaban luchando contra estos asaltantes desconocidos mientras la Familia Real estaba en proceso de escapar, a excepción del príncipe heredero que estaba a un lado suyo. Los ciudadanos parecían estar en un estado de caos. Mientras Eric absorbía todos los eventos que sucedían a su alrededor y se volvía para mirar a Cale, Cale comenzó a hablar.
— Eso es más propio de ti. — dijo con un suspiro.
— ...Gracias. Siento que mi cabeza se ha aclarado.- le dio una sonrisa gentil.
Cale se encogió de hombros y se volvió. Gilbert y Amiru habían vuelto a sus sentidos después de escuchar lo que Cale le había dicho a Eric, y también estaban mirando a Cale. Incluso si intentaran dirigirse hacia la puerta de salida del noble en este momento, simplemente serán arrastrados por el caos.
Alberu volvió a su cuando sintió la falta de calor en sus manos, miró hacia Cale quien estaba calmando al joven maestro Eric. Respiró profundo y se volvió al Caballero que aún estaba a su lado.
— Ve y ayuda a escapar a los más que puedas. ¿Tienes otra espada en tu bolsillo dimensional no? Entregadmela si es así.
— Pero su alteza-
El caballero no pudo terminar de hablar porque el príncipe le había puesto la mano en frente señal de que no lo iba a oír, por ello no tuvo de otra que obedecer e ir a cumplir órdenes. Entonces sacó al espada extra que traía con él y se la entregó al príncipe.
El príncipe heredero se quedó allí, cerca de la pelirroja, sintió que debía quedarse a su lado.
Gilbert observó todo, entre el príncipe y algunos de los otros nobles antes de mirar a su alrededor. Los otros nobles de la región noreste se dirigieron hacia ellos. Todos miraban a Eric, pero Eric y Gilbert miraban a Cale.
—...Que...
Cale miró hacia Taylor. Taylor era diferente a los demás. La preocupación de Taylor en este momento era que la puerta de los ciudadanos aún no estaba completamente abierta. La puerta se estaba abriendo muy lentamente, probablemente para que pudiera controlar el flujo de personas que salían corriendo.
Taylor era una persona muy altruista y buena. Por eso estaba más preocupado por los ciudadanos que por él mismo. Cale miró a Eric y comenzó a hablar. Eric tenía las calificaciones para ser el líder de este grupo, después de todo.
— Vámonos.
Después de escuchar las palabras de Cale, Eric se acercó con la cabeza y llevó a los nobles del noreste a la puerta. Cale, aún no se movió, primero miró el reloj y luego al príncipe, quien ahora llevaba una espada, que se estaba acercando a ella.
19:08. Los magos estaban ocupados deshaciéndose de la alteración del maná. La Herramienta de Perturbación de Maná se agotaría en unos minutos. Solo duró tanto tiempo porque había mucha gente en la plaza aumentando el caos.
—Su alteza...
— Vamos, los ayudandoe a salir. — dijo con una mirada seria.
Los nobles a su alrededor miraron con sorpresa al príncipe.
En medio de eso, Alberu volvió a tomar la mano de Cale, acción que hizo fruncir ligeramente el ceño a Eric y Taylor. Sin embargo Cale solo avanzaba sin tomarle mucha importancia, ella estaba pensando en otras cosas.
_Uno más eliminado._
Faltaban dos minutos. Cale pensó que debería tener suficiente tiempo.
Las bolas de maná rojas de Redika todavía giran en el aire. En el momento en que la Herramienta de Perturbación de Maná deje de funcionar, esas bolas de maná se dirigirán inmediatamente hacia las bombas mágicas y las detonarán.
Cale miró el reloj del campanario antes de comenzar a caminar al lado del príncipe. El Dragón Negro hizo otro informe en este momento.
_Eso es todo._
—... ¿Qué?
—Joven señorita Cale, ¿qué pasa?
Taylor, que había estado caminando a una corta distancia de Cale, la miró con confusión, pero Cale no tuvo tiempo para concentrarse en él.
(¿Solo hay cuatro?)-
Cale recordó que había un total de 10 bombas en el fic. ¿Había cambiado? Cale dejó de caminar y miró a su alrededor.
¿Cambió el número de bombas porque la historia cambió?
— Lady Cale, ¿se encuentra bien? —Alberu la miró preocupado.
Cale tenía la mirada perdida y poco y nada escucho lo que le decían. Inconsciente apreto la mano del príncipe, preocupándolo más.
Las 7:09 pm iban y venían, y solo quedaban unos segundos para las 7:10 pm. Una de las voces amplificadas del mago sonó en la plaza.
— ¡Activa la magia de estabilidad de maná!
Tan pronto como dijo eso, los magos de ocho direcciones diferentes cantaron un hechizo al mismo tiempo. Ocho bolas mágicas de luz se dispararon hacia el cielo.
Auge-
Estallaron en el aire y comenzaron a extenderse como una tienda delgada. Y luego, finalmente.
¡¡...
El ruido comenzó a calmarse. Mana estaba comenzando a estabilizarse una vez más. 7:09 pm y 55 segundos.
Cale pudo ver cuatro elementos disparados hacia el cielo en ese momento. Fueron Rosalyn y el Dragón Negro usando su magia. Esos cuatro elementos siguieron el flujo estabilizado de maná y volaron hacia las montañas al sur de la capital.
Los ciudadanos observaron sin comprender cómo estos cuatro elementos volaban como estrellas fugaces hacia la montaña con un terreno accidentado que impedía que las personas atravesaran.
Alberu, al notar esto, se acercó más a la pelirroja habiendo solo unos 50cm de distancia entre ellos. Él sostuvo con firmeza la delicada mano de la pelirroja.
— ¡Estabilidad de maná completa!
7:10 pm y 5 segundos. El mago gritó en voz alta y las bolas de maná rojas de Redika comenzaron a perseguir los objetos que volaban hacia la montaña. Cuando las bolas de maná rojas finalmente entraron en contacto con los cuatro elementos...
Instintivamente Alberu atrajo a Cale hacia él y la agarro de la cintura para ponerse sobre ella de frente y cubrirla con su espalda. Cale simplemente se dejó llevar y se apoyo en el pecho del príncipe, cerrando sus ojos, cuando se escuchó un fuerte impacto.
¡¡¡Boooooom!!!
Se produjo una gran explosión en el cielo. Era tan brillante que cegó temporalmente a todos los que lo estaban mirando. Una gran columna de humo negro pronto la siguió y se precipitó hacia el cielo.
La plaza quedó instantáneamente en silencio. Las expresiones de los magos se volvieron completamente pálidas. Fue porque se dieron cuenta de la identidad y el propósito de las bolas de maná rojas que comenzaron a volar tan pronto como estabilizaron el maná.
— ... Esas eran bombas mágicas.
Taylor Stan murmuró esas palabras en estado de shock. Cualquier noble que tuviera el más mínimo conocimiento de magia sabría que solo un elemento era capaz de tener una fuerza tan destructiva.
Una bomba mágica.
Incluso el Rey y algunos de los príncipes, que se estaban retirando, dejaron de moverse. Todo el mundo no pudo evitar pensar en cómo esos objetos se habían disparado entre la multitud antes de comenzar a volar hacia la montaña.
Cale parpadeo por el viento que corría mientras se asomaba por un lado del príncipe, quien también aflojo su agarre en ella sin soltarla y ahora estaba mirando a su alrededor.
(Supongo que sólo había cuatro bombas.)-
Nadie había muerto.
_Los salvamos a todos._
Cale podía escuchar la voz del Dragón Negro en su cabeza. Cale solo escuchó en silencio al Dragón. La una vez caótica plaza ahora estaba muy tranquila. No, era casi deprimente ahora.
La gente probablemente estaba pensando en la terrible escena que pudo haber ocurrido en la plaza. Probablemente se sintieron arrastrados por sus emociones tanto de alivio como de miedo.
¡ Los salvamos!
El Dragón Negro sonaba muy feliz y emocionado. Esta fue la primera vez que este joven Dragón Negro, que había estado deseando su propia muerte después de vivir una vida de desesperación, había salvado algo con su propia fuerza.
Ella pensó en las emociones del Dragón Negro mientras movía su mirada hacia el lugar donde las bombas mágicas se habían disparado en el aire. Los caballeros y magos se dirigieron a ese lugar.
Sin embargo, el grupo de Cale ya había abandonado la escena. Luego usaron el dispositivo mágico de invisibilidad que Cale le había pedido prestado a Billos para esconderse en el rincón más alejado de la plaza.
Entonces Choi Han perseguiría al mago para matarlo.
Cale miró hacia la parte superior del campanario mientras el príncipe se ponía al lado suyo, aún sin querer soltarla, ella no se quejaba. Eric y el resto ya habían dejado de moverse. Pudieron averiguar por lo que decían los magos que se suponían que las bombas mágicas explotarían en la plaza, pero terminaron explotando en la montaña más al sur.
Redika lo dijo desde lo alto del Campanario.
— Desafortunadamente, nadie murió. ¿Por qué se fueron allí?
Redika continuó hablando con esa voz chirriante de metal.
—Supongo que este fue un fracaso.
El Rey, primeramente ubico a su familia y casi sonríe al ver a Alberu junto a Cale, pero sin embargo volvió su atención a lo más importante ahora mismo. Y comenzó a gritar hacia Redika.
— ¿Qué estás haciendo? ¿Quién eres tú? ¡¿Crees que estarás bien después de intentar cometer tal acto?!
La respuesta del Rey Zed cambió después de darse cuenta de que no era solo un ataque lo que estaba planeado. El hecho de que estuvieran tratando de detonar bombas mágicas directamente junto a la Familia Real y los nobles no era diferente a declarar la guerra a este reino.
Pero Cale tenía un pensamiento diferente con respecto a la declaración de Redika.
('...Esto... ¿fue un fracaso?')-
La expresión de Cale se puso rígida, preocupada de que también hubiera algo más. Su expresión cambiada hizo que Taylor, que se acercaba a Cale para hablar pensando que las cosas ahora estaban bien, dejó de moverse.
Luego miró hacia la parte superior del Campanario como estaba haciendo Cale.
Alberu sintió la tensión en el cuerpo de la pelirroja, volteo a mirarla solo para notar como sus ojos temblaban al mirar hacia el campanario. Volvió a pegarse a ella poniéndose a la defensiva antes de mirar nuevamente a donde ella miraba.
—Oh, bueno entonces.
La voz chirriante de metal sonó por toda la plaza. Redika gritó hacia el Rey y los caballeros sin importarle el hecho de que los magos usaran magia de levitación para acercarse a él.
Tshk.
Chasqueó los dedos y aparecieron dos personas a su lado que vestían atuendos negros sin la estrella roja y el símbolo de la estrella blanca en el pecho. Cada uno llevaba una mochila.
Cale comenzó a fruncir el ceño. Se dio cuenta de que esas son las bombas que faltaban.
Probablemente eran miembros del equipo de asesinos de la organización secreta, personas cuyas vidas no importaban. Cale ahora entendió la ubicación de las dos bombas restantes.
Los dos sacaron cada uno tres pergaminos y los rasgaron al mismo tiempo.
Escudo, aceleración y combustión.
—Vamos.
Redika dio la orden y las dos personas, cuyos cuerpos ahora estaban ardiendo, corrieron hacia los ciudadanos debajo del Campanario. Redika disparó dos bolas de maná rojo hacia las dos personas.
— ¡Détenlos!
Desafortunadamente, Redika estaba más cerca de estas dos personas que nadie. El maná rojo llegó a las mochilas de los dos terroristas suicidas.
Las bombas iban a detonar pronto.
Las dos personas, que habían usado magia de aceleración, corrían hacia la plaza a gran velocidad.
Uno de los dos corrió hacia la Familia Real mientras que el otro...
(Viene por aquí.)-
Corrió hacia los nobles. Todo esto sucedió en menos de 10 segundos.
¡ Ya voy !
Cale levantó la mano al escuchar la voz del Dragón.
— ¡Aaaah!
— ¡H-huyan!
— ¡Esquiven!
Era demasiado tarde para esquivarlo. No iban a salir del alcance de la bomba simplemente corriendo unos segundos.
Cale podía ver como entre la multitud aún estaban Amely y Neo, Venion parecía poder escapar a un tiempo.
Por lo menos ellos aún permanecían allí, eso significaba que aún iba como en el fic. Esto ya que se menciona como los hermanos quedan atrapados en medio del alboroto y están allí cuando Amely está protegida por Choi Han.
— C-Cale, ¡vamos!
— ¡Joven señorita Cale, cita prisa!
Eric, Taylor, Gilbert y Amiru no huyeron de inmediato como los demás. También estaban tratando de salvar a Cale. Sin embargo, ya era demasiado tarde.
Alberu parecía entender que no había forma de escapar de aquella explosión y se lo notaba un poco nervioso. La mano que permanecía en la cintura de Cale estaba temblando ligeramente.
Pero Cale noto otra cosa en la expresión del príncipe... Parecía estar dudando de algo, como si estuviera debatiendo si era correcto o no hacer algo.
Cale estaba extremadamente molesto. Si comenzaba a correr y la bomba se estallaba, probablemente perdería un brazo. Sin embargo, el Corazón de la Vitalidad la ayudaría a recuperar su brazo.
Sin embargo, las personas que intentaban protegerla perderían al menos una extremidad sin importar qué tan rápido corrieran. Tampoco podrían recuperarse de sus heridas como élla pudo.
En lugar de permitir que suceda algo así...
Cale dejó escapar un profundo suspiro y abrió la palma de su mano en el aire. Era hora de cambiar de aviones. Alberu la miró con curiosidad pero aún se puso a la defensiva con la espada en posición para ser usada en cualquier momento.
Mientras tanto, Cale vio como Amely, con lágrimas en los ojos, tropezo en medio de la multitud al ser empujada por un noble random y como de repente alguien se teletransporta delante de ella.
Choi Han parecía confundido pero al notar que estaba frente a Amely, al verla en esa situación, la estaba tratando de ayudar a levantarse y poniéndola detrás de él para protegerla.
Cale alarmante con este suceso. Le alegre saber que al menos está parte iba según lo que había leído.
Sin embargo lo que Cale no sabia es que se habían equivocado con la dirección ya que al instante Rosalyn apareció delate de ella y del príncipe, pues fue teletransportada a través de la magia del Dragón Negro, creando un escudo de dos capas alrededor de ella, Alberu y Cale.
Al mismo tiempo...
— ¡Explota!— Redika gritó de alegría.
Pero...
—¿Eh?
Rosalyn y Alberu tenían una expresión en blanco mientras miraban lo que estaba pasando frente a ellos.
El atacante suicida que se dirigía hacia ellos estaba rodeado de grandes alas. Un escudo plateado se disparó hacia el cielo como si protegiera a la gente en la plaza, y las alas del escudo rodearon al bombardero. Parecía que el escudo y las alas se estaban tragando por completo al bombardero.
Y un escudo fuerte que no era muy visible debido a la luz plateada rodeaba el escudo plateado.
_Yo también lo bloquearé._
El Dragón Negro anunció en la cabeza de Cale.
Una persona de aspecto santo con un escudo plateado estaba parada debajo del sol y al lado de otro. Un hilo de luz plateada conectó a la pelirroja con el escudo en el cielo. Cale comenzó a maldecir mientras su cabello se agitaba por la ráfaga de viento, pero su posición era firme gracias al agarre del príncipe heredero.
—...¡Mierda!
Y luego estalló la bomba.
Dos explosiones que no se pueden comparar con la de antes estallaron simultáneamente en la plaza. Todos se agacharon y se cubrieron la cabeza con las manos.
Los gritos de gente herida o muerta llenaron la plaza. Y entonces...
¡¡¡Swiiiiiiish!!!
Una ráfaga que sonaba como lluvia pasó sobre las cabezas de la gente.
Ninguno de los miembros de la Familia Real resultó herido porque se creó un escudo para protegerlos, pero las personas que los rodeaban resultaron heridas.
Estas fueron las personas que llegaron a la plaza antes que nadie para esperar al Rey. Además, estaban los sirvientes, los oficiales de menor rango, los caballeros de menor rango y los magos que no tuvieron suficiente tiempo para lanzar sus escudos.
Algunos de ellos resultaron heridos mientras que otros murieron. El humo negro hizo imposible ver el cabello rubio de la Familia Real.
Todas las personas que aún estaban vivas levantaron la cabeza. Luego miraron hacia donde los nobles y los ciudadanos habían estado parados.
Claaang-
El escudo plateado comenzó a romperse lentamente como pedazos de vidrio. Las alas plateadas también se derrumbaron. Cuando comenzó a desmoronarse, comenzó a salir humo negro del cerco. Definitivamente había una persona adentro, sin embargo, no se podía ver nada, ni siquiera un trozo de carne o incluso una gota de sangre.
Todos los que miraban sintieron escalofríos recorriendo su cuerpo. Esto les ayudó a comprender la fuerza de la explosión.
Sus miradas se volvieron naturalmente hacia un solo lugar. Fue el final de ese hilo plateado de luz.
— ¡Joven señorita Cale!
—¡Señora Cale!
Alberu pudo sentir como Cale perdió la fuerza y la sostuvo con firmeza para no dejarla caer.
Rosalyn quien se acercó para ayudar, miró de un lado a otro entre Cale, el príncipe y el escudo plateado que se estaba disipando lentamente. Luego miró hacia la Familia Real. Fueron dos explosiones muy fuertes.
Por supuesto, Rosalyn sabía que el escudo del Dragón Negro había absorbido la mayor parte de la explosión, pero aún era cierto que el escudo plateado de Cale había hecho algo asombroso.
Eso significaba que el retroceso también sería severo.
Rosalyn agarró a Cale del brazo y la llamó. Cale estaba parada allí, siendo agarrada por el príncipe, con la cabeza gacha.
-—¡Señorita Cale! ¡Joven señorita Cale!—llamaba con desesperación el príncipe heredero.
—Joven señorita Cale, ¿estás bien? ¡Joven señorita Cale!—llamaba Rosalyn.
(Maldita sea, duele.)-
Cale había reducido la fuerza del escudo plateado después de ver al Dragón Negro lanzar un escudo propio antes de la explosión. Gracias a eso, el retroceso no fue tan severo. Sin embargo, su palma todavía estaba palpitando. Cale, bueno, Kim Rok Soo, tendía a exagerar cuando se trataba de dolor.
Incluso una pequeña cantidad de dolor seguía siendo dolorosa. Trató de volver a levantar la cabeza.
— ¡Cale-nim!—se escucho de lejos a Choi Han.
—¡Señora Cale!
Cale podía escuchar las voces llamándolas acercándose. Luego levantó la cabeza.
—Joven señorita Cale, ¿estás bien? —dijo con preocupación Taylor.
—Estoy bien... ¡tos!
— ¡S-sangre...!
La cara de Eric se puso pálida y casi se cae hacia atrás, pero fue sostenida por Gilbert.
Y las caras de los demás no eran mejores que las de él. Sobre todo la del príncipe heredero quien empezó a temblar al ver la sangre para luego empezar a fruncir el ceño.
Sin embargo, Cale comenzó a sentirse mejor después de toser esa pequeña cantidad de sangre.
(El Corazón de la Vitalidad es realmente buena.)-
El dolor en su cuerpo desapareció y su cuerpo comenzó a volver a la normalidad a un ritmo muy rápido. De hecho, el cuerpo de Cale se volvió más saludable que nunca a medida que el 'Corazón de la Vitalidad' comenzó a funcionar.
('Los brazos y las piernas todavía estaban unidos. Mi palma estaba palpitando un poco antes, pero incluso un corte de papel dolía más que eso. Mi cuerpo está más sano que nunca después de esa única tos'.)-
Cale comenzó a sonreír con satisfacción.
Mientras lo hacía, la gente que la rodeaba se convirtió en un desastre.
— ¿Crees que esto es gracioso ahora mismo? ¡Para reírte!
Cale abrió los ojos después de escuchar la voz conmocionada y triste de Taylor. Había abierto los ojos después de revisar su cuerpo y se dio cuenta de que todo se sentía genial. Sin embargo y tuvo que entrecerrar los ojos por el mareo repentino.
— ¡Deja de intentar abrir los ojos tampoco!
('¿Qué está pasando con él?')-
—Por favor, señora siéntese Cale. — dijo en voz baja Alberu.
Cale miró a Taylor confundida, luego volvió su mirada hacia quien la sostenía sólo para terminar temblando al ver como ese rostro, que una vez fue alegre, se sumia en la oscuridad y daba miedo. Alberu estaba realmente enojado.
Sin embargo, por más furioso que estuviera, no dejo de mostrar su educación y ayudó a la pelirroja a sentarse lenta y cuidadosamente en el suelo, (cosa que ella agradecía) incandose en una rodilla. Claro que una noble no debería hacer algo como esto, pero sentía que estaría bien dada la situación. Cale prácticamente se dejó caer en el suelo sin importarle lo que la gente pensara de ella.
El Dragón Negro continuó ladrando en su oído.
_ ¡ Humana débil, no puedes morir! ¡Eres demasiado débil! ¡Si mueres, destruiré todo! Mataré a todos, aniquilare todo, y una vez que todo se haya ido, incluido tu cadáver, ¡también me mataré!_
El Dragón Negro parecía estar preocupado, pero las palabras que salían de su boca eran bastante feroces. Cale comenzó a fruncir el ceño por el contenido de las palabras del Dragón Negro.
— ¡Joven señorita Cale, llamaremos a un Sacerdote!
— ¡Iré contigo!
Amiru y Gilbert dijeron eso antes de correr hacia el Sacerdote que estaba entrando por la puerta. No les importaba su vestido y traje desordenados. Al verlos correr hacia adelante de esa manera, Cale no tuvo el valor de decir que nada le dolía.
No hace daño que la revisión. También tengo que fingir que estoy herida.
Fue genial para Cale que apareció el sacerdote. Eric Wheelsman estaba de pie junto a Cale y miraba a los otros nobles del noreste cercano, así como a los otros nobles de otras facciones, para evitar que se acercaran.
Cale no estaba mirando esto, ya que estaba viendo una charla que siempre quiso escuchar.
— ¿Se encuentra bien?
— Ah~ señor Choi Han.... ah y-yo... me empujaron y mi tobillo... — miró con ojos llorosos a él hombre en frente suyo antes de bajar la cabeza. — usted me protegió... gracias...
Amely estaba sorprendida y conmovida, nunca creyó que el chico guapo, que era guardia de la basura, aparecería de la nada y la protegería como lo hizo. Ella estaba conmovida hasta las lágrimas.
Choi Han, por otro lado, mientras Amely tenía la cabeza gacha, buscó con la mirada a Cale solo para encontrarse con una pelirroja, con sangre en su pecho y rostro, que le estaba sonriendo al lado de un preocupado rubio y una Rosalyn incrédula. Choi Han apreto con furia la empuñadura de su espada...
(¿Por qué? ¿Por qué está sangrando?)- estaba a punto de volverse loco.
Cale comenzó a fruncir el ceño al ver que Choi Han dejó de prestarle atención a Amely y despidió a Choi Han.
(¿Por qué mirar hacia aquí cuando debería estar cuidando de Amely?)- ella negó con la cabeza.
Choi Han vio la reacción de Cale, por lo que se mordió los labios antes de inclinar la cabeza.
— Me disculpo. — módulo con su boca.
(Le dije que no se presentara, pero no es algo de lo que disculparse).
Con eso Choi Han, respiro profundo, luego se alejó de Amely para buscar una silla cercana y ayudarla a sentarse. Entonces la levantó cuidadosamente entre brazos y la hizo sentarse lo más delicadamente que pudo, con una casual sonrisa gentil.
Amely se sonrojo muy fuerte al ver la acción del joven de cabellos negros, algo dentro de ella le hacia cosquillas. Y fue peor al ver esa sonrisa tan bella. Se sentía bien, aún con su dolor de tobillo.
Cale escuchó, luego vio a Lock, así como a On y Hong sobre los hombros de Lock, quienes estaban por la multitud. Cale llamando para indicarles que estaba bien y se alejó de ellos ya que todos parecían completamente perdidos.
— ...Joven señorita Cale, ¿estás bien?
Cale se acercó con la cabeza ante la pregunta de Rosalyn y secó la sangre de la comisura de los labios.
En ese momento Alberu reacciono y le entrego su pañuelo para limpiarse, Cale lo acepta gustosa por no tener que ensuciarse con su sangre.
—Gracias y sí. Estoy absolutamente bien.
El movimiento de Cale parecía normal mientras se limpiaba la sangre que era tan roja como su cabello. Sin embargo, Alberu frunció el ceño y Rosalyn acababa de ver lo que Cale había hecho. ¿Podría una Princesa como ella hacer lo mismo? Ella comenzó a murmurar en voz baja para sí misma.
(...Realmente no puedo entenderla.)-
Sin embargo, ella se quedó mirando en silencio a Cale una vez que élla se volvió para mirarla. La expresión de Cale se volvió seria. Fue porque se dio cuenta de que ella no la estaba mirando, sino más allá de ella. Luego siguió su mirada y se dio la vuelta.
El Mago Bebedor de Sangre. Ahora estaba flotando en el aire mientras los miraban.
— Nunca esperé que sucediera algo como esto. Pero esto también es muy divertido.
El Mago Bebedor de Sangre Redika dijo eso mientras miraba hacia la Familia Real. Los magos volvieron a usar magia de levitación, e incluso la guardia de la capital se apresuró a apuntar sus flechas hacia Redika.
Redika luego volvió su mirada hacia los nobles.
Ahí fue cuando hizo contacto visual con Cale, y luego notó a Rosalyn junto a Cale también.
— ¡Vaya, tantos colores diferentes de sangre que me gustan! — Redika volvió a centrarse en Cale. — Pero tu... ¡El rojo te queda tan bien! me dan ganas de tenerte para mi. No. Te quiero para mi...
Redika, que amaba el color de la sangre, ese día había encontrado a la persona con quien soñó todo este tiempo. Había encontrado una obra de arte.
Cuando hizo contacto visual con Cale fue como haber encontrado oro entre la tierra y las rocas. Cale era su definición de mujer perfecta...
Lo que lo hace preguntarse. "si se ve tan bien de rojo, incluso con esa pequeña cantidad de sangre sobre su pecho... ¿que tan bien se vería bañada en mucha sangre?"
Ese pensamiento lo éxito, a tal punto de que sonrojo por la emoción y se mordió el labio. Necesitaba hacerla suya.
Cale sintió un escalofrío muy feo, haciendo que agarrarse la manga del saco del príncipe heredero y esconderse detrás de él como reflejo.
Alberu que sintió el tirón, se estremeció, luego siguió la mirada de la pelirroja para encontrarse con la asquerosa cara del mago que flotaba y miraba a Cale con deseo. Eso lo hizo desprender una pequeña cantidad de aura asesina.
¿¡como se atrevía... a su dama de ese modo?!
En medio de ello, muchos de los magos lanzaron magia de ataque hacia Redika.
— ¡Ataquen!
No era visible debido a la máscara, pero los ojos de Redika se curvaron como una luna creciente debajo.
—¡La de roja! —.anunciado — ¡Tu serás mi recompensa de consuelo por esta falla! ¡Serás MIA!
Redika comenzó a usar magia de vuelo para acercarse a Cale con la intención de llevársela.
La expresión de Cale se puso rígida y accidentalmente dejó escapar sus pensamientos.
— ¿Está loco?
La acción de Redika alertó a Alberu y Rosalyn quienes se pusieron delante de Cale para protegerla.
Alberu estaba en frente de ella empuñando su espada. Rosalyn detrás suyo creo un escudo entre ella y Cale.
Cale aún estaba en el suelo, y desde allí extendiendo sus manos nuevamente para crear otro escudo sobre ellos ahora.
— ¡Joven señorita Cale!— gritaron al unísono los presentes.
A Cale le importaba poco, el mago loco no podía atacar a él príncipe así, eso arruinaría sus aviones.
Redika lanzó múltiples bolas de fuego hacia el escudo de Cale sintiéndose feliz al ver como ella tosía sangre en el proceso.
Por eso irritante cuando el escudo se rompió dándole acceso a estar más cerca de su nuevo objetivo, pero, por estar entretenido viendo a la pelirroja tosiendo sangre, nunca se percato de que el Príncipe Heredero ya estaba cerca de él.
Alberu se movió rápido cuando noto que el escudo se rompía, aprovecho la distracción del morboso mago y se coloco a un lado de él. Maniobro su espada lo más ágil que pudo, moviendola para dañarlo.
Sin embargo al último segundo, Redika se dio cuenta de que no estaba solo, lanzó un ataque y se movió, pero no no lo suficiente rápido para esquivarlo por completo el ataque.
— ¡Aaaaaaaaaa!
Redika terminó recibiendo un corte limpio en el lado izquierdo del rostro, más específicamente en su ojo izquierdo. Se estaba agarrando la cara con amabas manos.
—Mar Maldita. ¡Esto no se va a quedar así!.
Redika miró hacia el Príncipe Heredero, a quien su ataque solo le rozo el menton, que empezaba a preparar para volver a atarcarlo.
Miró a la maga al lado de su futuro trofeo y la vio lista para atacarlo. Él no tenía muchas opciones ya que perdió parte de su vista. No estaba en las condiciones de atacar a dos personas en ese momento.
Cale miró hacia Choi Han que se veía furioso y apuntó de atacar. Choi Han, al notar la mirada de la pelirroja, se calmó y se acercó con la cabeza, este pareció despedirse cortésmente de Amely con un saludo y reverencia, antes de desaparecer.
— ¡Entonces nos vemos la próxima! Y tu... — señaló a Cale y se lamio los labios. — ¡Tu serás mía!
Alberu estaba furioso, por ellos se abalanzó nuevamente hacia el mago, pero fue tarde.
Redika desapareció. No solo eso, también se llevó a todos los que vinieron con él. La especialidad de este bastardo era la magia del teletransporte. No había forma de que las personas que lo atacaban supieran allí. Sin embargo, la novela mencionó a dónde se teletransportó Redika después de desaparecer de la plaza.
Naturalmente, Choi Han se estaba moviendo para capturar y matar a ese mago.
Choi Han se encontró con On, Hong y Lock. Juntos se dirigieron allí antes.
Si eso es realmente a donde Redika y los miembros de la organización secreta se teletransportan, lo más probable es que mueran a manos de Choi Han.
('Solo me preocupa que Choi Han se vuelva loco'.)-
Por eso Cale había enviado a On, Hong y Lock con Choi Han. Los tres podrían ayudar a Choi Han a mantenerse racional. Choi Han era débil frente a existencias jóvenes y débiles.
Cale se levantó del asiento. Pero se tambaleó en el proceso.
— Ahg~ ¡Tos! ¡tos!
Estaba a punto de caer pero Rosalyn fue más rápido y la sostuvo.
—Joven señorita...
Alberu se apresuró y la agarro firmemente mientras le quitaba el pañuelo que él le había dado y se lo colocaba en la boca para que pudiera toser tranquilamente.
Mientras, el Rey se dirigía hacia el podio y la gente en la plaza comenzó a charlar una vez más. Los villanos habían desaparecido, pero dejaron tras de sí un espectáculo cruel. El Rey se dirigió al podio para intentar calmar a la multitud.
— Haré todo lo posible para vengarme de este cruel y terrible incidente. Por eso quiero que todos sigan las órdenes de la corona y se concentren en calmarse y descansar. Retrasaremos esta celebración.
Cale aparto la mirada del Rey para mirar a él príncipe heredero que a pasar de verso tranquilo, sus ojos decían lo contrario.
Ella también noto la pequeña cantidad de sangre que recorría la mandíbula del príncipe, entonces estiró un poco su mano para tratar de limpiarlo. Cale sintió como el príncipe se estremeció ante su toque, pero no se apartó. La dejé hacer lo que quisiera. Él aún miraba hacia el lugar en donde había desaparecido el mago con unos ojos llenos de oscuridad.
Cuando terminó de quitar algo de sangre del rostro del príncipe, Cale miró a Rosalyn que estaba mirándola con un ceño fruncido. Originalmente, se suponía que debía ocultar su presencia hoy, pero se había revelado a Cale. Ella peso que Rosalyn estaba enojada por haber sido revelada debido a la mirada que le estaba dando.
Probablemente intervino porque el Dragón Negro no puede revelarse a sí mismo.
Rosalyn pudo ver los ojos complicados de Cale y comenzó a tranquilizarla. Luego articuló una palabra para responder a la mirada de Cale.
_'Secreto' ._
Cale también comenzó a sonreír. Ellas realmente estaban en la misma onda.
Cale había dado a las seis personas de su tripulación algunas instrucciones antes de que comenzara el día.
Primero, el Dragón y la Tribu de las Bestias no tendrían sus identidades reveladas, no importa qué.
Esa fue la tarea más importante.
En segundo lugar, incluso si Choi Han y Rosalyn terminan siendo reconocidos, solo dirán que estarán aquí por casualidad.
En tercer lugar, no se hará daño entre sí.
Cale y Rosalyn sabían lo que ambos tenían que hacer desde ese único momento de contacto visual. Por eso Cale se quitó la suciedad de la ropa y la arregló.
Luego comenzó a sonreír hacia la persona que caminaba hacia ellos.
— Su Alteza, Joven maestro Cale, ¿está bien?
El sacerdote resoplaba, como si Amiru y Gilbert lo hubieran arrastrado hasta aquí. Rosalyn dio un paso atrás dejando a Cale junto con el príncipe.
— Curala de inmediato. — dijo Alberu que aún sostenía a Cale, ignorando su propia herida.
El sacerdote se sorprendió e iba a protestar de sanarlo a él primero, pero la inflexible mirada del príncipe heredero no lo dejó protestar, entonces aparte la mirada por temor.
Cale extendió la mano hacia el sacerdote y comenzó a hablar.
—Duelo mucho. Por favor echa un vistazo.
Cale luego notó que el Príncipe Heredero miraba a un lado. El Príncipe Heredero definitivamente reconocería a Rosalyn y probablemente ya vio su magia de dos capas. Luego cuestionaría la relación entre Cale y Rosalyn.
En una situación como ésta, era mejor chupar todo lo que pudiera de esta situación. Por eso comenzó a hablar con una voz lo suficientemente fuerte para que el príncipe heredero, el sacerdote y los nobles que la rodeaban pudieran escuchar.
— Es realmente difícil proteger algo.
(Si tuviera que revelar mi carta y usar mi Poder Antiguo, debería tomar todo lo que pueda de esta situación)- pensó para su misma.
No era el estilo de Cale sacrificarse solo por la fama y ninguna ganancia material. Cale descubrió que el dinero era mejor que la fama y creía que sería mejor ser rico que ser un héroe.
El príncipe heredero y los demás a su alrededor quedaron callados. Eric apretó sus manos en puños al escuchar las palabras de ella.
— Ah, sí, sí de verdad. Vi tu escudo de plata, joven señorita Cale. Hiciste algo maravilloso.
El sacerdote tomó un trago y tomó la mano de Cale para inspeccionarla, sintiéndose nervioso por la penetrantemirada del príncipe sobre él. Las palabras del sacerdote hicieron que los nobles que rodeaban a Cale lo miraran con curiosidad y duda.
Cale Henituse, la joven conocida como basura, había revelado tanta fuerza. Este hecho fue un gran impacto para todos. Luego estaban sus acciones hace unos momentos, donde protegió a las personas contra la explosión antes de caer mientras escupía sangre, dos veces. Pero ahora, estaba parada allí, siendo sostenida sorprendentemente por más ni menos que el príncipe heredero, como si no pasara nada.
Los nobles estaban observando a Cale y, debido a que el Rey se había ido, muchos de los ciudadanos también estaban mirando hacia Cale. No podía olvidarse de esa luz plateada.
Cale miró brevemente a su alrededor a los rostros de los nobles curiosos. Cada vez que hacía contacto visual con uno de ellos, todos mostraban reacciones diferentes. Algunos continuaron mostrando su curiosidad, otros evitaron su mirada y algunos simplemente le sonrieron.
Cale volvió a mirar al sacerdote después de mirar a todos los nobles y respondió a su declaración. La voz de Cale seguía siendo tranquila y despreocupada.
— Supongo que esta es la primera vez que miras un Poder Antiguo.
— ¡Ah!
El sacerdote dejó escapar un grito ahogado.
Poder Antiguo, una reliquia del pasado que solo podías obtener de encuentros fortuitos. Se decía que cada uno de ellos tenía habilidades y fuerza únicas.
—Ya veo.
Una voz familiar comenzó a hablar detrás de Cale y apreto su agarre sobre su cintura.
Cale se volvió a mirarlo
— Su Alteza.
Cale hizo contacto visual con el Príncipe Heredero, Alberu Crossman. Ella noto que él a pesar de verse neutral, en sus ojos había preocupación al mírala. Eso le extraño mucho a la pelirroja que no entendía porque la miraba así.
Sin embargo noto otra intención...
Cale se dio cuenta de que el momento que esperaba estaba aquí tan pronto como vio la mirada en los ojos del Príncipe Alberu. Había esperado que esto sucediera desde el momento en que usábamos el antiguo poder, y rápidamente formuló un plan en su mente. Cale estaba planeando usar esta situación para su beneficio a partir de este momento.
El Príncipe Heredero también se dio cuenta de que Cale era muy similar a él.
—...Señora Cale.
Cale se puso frente a frente al príncipe, lo más estable que puso. Fue entonces que el Príncipe Alberu abrazó a Cale con mitad conmoción y mitad admiración en su rostro. Y también con uno que otro temblor.
—Gracias. Estamos muy orgullosos de lo que hiciste.
Cualquiera podía ver que el Príncipe Heredero estaba tan lleno de admiración que mostraba una reacción que no debería haber mostrado como Príncipe.
En ese momento, Cale escuchó al Príncipe Heredero Alberu susurrarle al oído con una voz que solo Cale podía escuchar. Pero por alguna razón, la voz en su oído le provocó un ligero escalofrío, pero no por que fuera algo maño, era más por esa voz que soplaba al lado de su oreja.
Cale inmediatamente se sonrojo. Lo cual era visible pata los que los miraban.
— Señorita Cale, usted y yo compartimos el mismo estilo, ¿verdad?
('Por supuesto'.)- ascendiendo levemente.
La voz de Alberu estaba un poco tensa al encontrar a alguien como él. O eso creía ella.
A Alberu le preocupaba otra cosa que se negaba a aceptar, por ello la abrazo fuertemente.
— Me aseguraré de que no haya nada molesto y te recompensaré generosamente. ¿Qué piensas?
('En ese caso...')- sonriendo internamente.
Cale levantó las manos, sonoro, antes de esconder su rostro en el hueco del cuello mientras le devolvía el abrazo al Príncipe Alberu. Luego levantó la cabeza y comenzó a hablar.
— Su Alteza, no fue nada. Solo hice lo que haría cualquier ciudadano del reino.
La voz del joven Dragón resonó en la mente de Cale.
_... Algo es muy extraño aquí._
Cale terminó su fraudulento abrazo de admiración.
Pero fue tomada por sorpresa cuando se sintió repentinamente como la cargaban.
El príncipe heredero se había inclinado y levantado a Cale al estilo nupcial en sus brazos ante la mirada de todos los nobles que aún permanecían allí.
Cale se sintió rara y su rostro terminó sonrojandose sin su permiso.
—¡S-su alteza!...
— Discúlpeme el atrevimiento, lady Cale... pero no puedo dejar que una dama herida camine cuando podría caer y lastimarse en cualquier momento.
Eso dijo con seriedad en su rostro, sin mirarla a ella. Más como si le hablase a los demás.
— Su alteza... yo podría hacer eso por usted. —hablo con un poco de urgencia Eric. — no debería esforzarse.
Alberu negó con la cabeza antes de hablar.
— No hay necesidad... ¿Cómo no esforzarme cuando quien nos protegió esta herida?. Eso dañaría mi orgullo.
Eric quería seguir protestando.
A él no le gusto nada cuando Cale fue tomado en brazos por otro hombre, y que más da si ese hombre era el príncipe, no se sintió cómodo y lo que le hizo peor fue ver como Cale no parecía incomoda además de haber sonrojado.
Eric quería quitársela de los brazos, pero fue retenido por dos manos que se apoyaron en sus hombros. Una era de Amiru quien lo miraba con una expresión de preocupación, como diciéndole que no hiciera algo estúpido. La otra era de Taylor, quien no lo miraba a él, sino a Cale.
Eric podia ver celos en la mirada de Taylor y como este se estaba manteniendo. Era un mensaje claro para que hiciera lo mismo.
Eric no tuvo de otra, cerrando los ojos y mordiéndose el labio inferior, con resignación dio un paso atrás.
Cale por su lado no entendía nada de lo que estaba pasando ahora mismo, pero no se sentía mal ser alzada por el príncipe, es más estaba muy cómoda y de no ser por las voces ya se habría dormido.
Un momento después el príncipe, con Cale en brazos, comenzó a caminar entre la multitud de caras sorprendidas hacia un lugar.
Cale sabía que la estaban por llevar al palacio...
Aunque la curación y la investigación era el propósito de dirigirse al palacio, ya que de todos modos era así, Cale estaba pensando en tomar al menos un pilar del palacio para ella...
En ese instante el príncipe heredero sintió un escalofrío por su espalda, como si sintiera que su vida iba a empezar a ser problemática...
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REGALITO 💌
(También la dibuje sin la sangre y la cortada, pero equis, así también esta linda 🥰)
Se que les debo imágenes ChoiCale, solo me onda decir decir pronto habrá, así que prepárense 💪
Notes:
HOLIS MIS POLLIGUAPOS🐥❣
Espero que se encuentren bien 🥰
Solo voy a decir que me siento realizada. Hacer estas interacciones me dan alegría.
*Interacción entre la autora e Itzé (mi oc de otra historia)*
Itze: me siento con la necesidad de shippear a Lucía y Beacrox, no se por qué, pero equis. 🤷🏻♀️
Autora: ¿Verdad? Aunque también me gusta Lucía y Hanz...👀
Itzé: ¿Entonces que vas a hacer?
Autora: no se, iré viendo como interactúan entre ellos y después me decidiré jajaja.🤫
Itze: Asi que, lectores, si quieren dejar sus opiniones al respecto de esto, somos todo oídos 👂
Autora: ¿somos? *mira de reojo a Itzé, se cruza de brazos y levanta una ceja*
Itzé: *se encoje de hombros* Entonces... ¿Eric y Taylor celosos de Alberu?
Autora: Por supuesto que si 💃🏻. Todos queríamos esto 😼
Itzé: Es verdad... pero Amely ilusionada... bueno la dejemos por ahora ser feliz.
Autora: Y si mi rey, Jajaja perdón no la puedo odiar por completo porque yo la cree así que es como mi ¿hija? No se, pero Prefiero a Lucía en ese caso.😬
Itzé: Lucía es la mejor, aunque sería mejor si fuera hombre, me la podría coge-... digo ser amigos 👀
Autora: *se preocupa por Lucía y la aleja de Itzé* ¿Quieres opinar algo más? Cualquier cosa...
Itzé: Ah ¡si! Por dios, el AlCale si señor, claro que si 😍. Por cierto tengo fotos exclusivas de ellos... te las vendo 🤭
Autora: maldito bastardo astuto... Dame diez 😠🤝😁
Itzé: Autora-nim, se que terminó este cap pero ¿que paso con el dady limonada? 🤔...
Autora: *se preocupa por cualquier hombre que pueda estar cerca de Itzé* Ejem.. no diré nada al respecto pero eso lo veremos más tarde muajajaja. ¿Qué opinas de Redika?
Itzé: es un morboso tenebroso😖 (jajaj eso rimo) Es como ver al Bakutetas siendo un maníaco loco. ¿Porque los hicieron tan parecidos? 😫
Autora: Yo se ¿verdad? Es terrible pobre Cale, le gusta a otro loco más. *niega con la cabeza*
Itzé: * babeando viendo como se le marca el pecho a Beacrox* ¿puedo tocar sus tetas?...
Autora: ah~ ¡basta!. *agarra un palo y noquea a Itzé* No te traigo más. Lo siento mis queridos pollitos. Me llévare a mi querido trolo amante de las tetas a otro lado.
Entonces, nos vemos en el próximo Capítulo 🤗👋😵
Chapter 33: 32. lo que paso después
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Ron, luego de dejar atrás a Lucía y Beacrox, fue lo más rápido que pudo al lugar de la conmoción. Al llegar esquivo hábilmente, trepando a los techos de las casas, a los transeúntes plagados de terror que intentaban huir a toda la costa del desastre.
Desde su altura pudo verlo todo, desde el mago que tenía ese desagradable olor familiar, que lo hizo fruncir el ceño, hasta como esos nobles y la realeza intentaban salir del lugar de modo que los hacia parecer simios.
Mirando meticulosamente entre los que tratabsn de huir, pudo visibilizar a su pequeña cachorra gracias a su deslumbrante atuendo. Cale no parecía estar asustada o conmocionada por el evento que estaba ocurriendo.
Por un momento sonoro levemente al verla a salva, pero esa sonrisa desapareció al notar que no estaba sola, sino que estaba acompañada de un rubio bien portado el cuál le tomaba la mano y la tenia muy cerca suyo. Y para su descontento Cale no parecía disgustada ni tener la intención de soltar esa mano ante ese acto.
¿Cómo era posible que su cachorra atraiga a tantas molestias?. La expresión en el rostro de Ron era viciosa.
— Tendré que tener una charla con Beacrox antes de irme. No puedo permitir que estas cosas pasen en mi ausencia.
Habiendo comprobado que su cachorra estaba a salva, acompañada por un bastardo pero a salva, se movió entre las casas para ver a los demás.
Mirando hacia otro lado, vio como el punk y los demás estaban realizando las tareas que la joven cachorra les había ordenado, avanzando ante eso. Pero algo llamó su atención...
Unos hombres encapuchados se estaban acercando de forma sospechosa hacia donde se encontraban patrullando a sus nietos.
On y Hong junto con Lock estaban haciendo una patrulla del área para ver que Choi Han y Rosalyn pudieran trabajar tranquilamente y concentrarse en las bombas. Pero en su descuido no notaron como tres hombres se acercaban por la izquierda y otros dos más atrás de ellos.
Ron, que absolutamente no estaba preocupado por sus "nietos", haciendo el menor ruido siguió a esos hombres haciéndose cargo de ellos uno a uno para luego dejarlos tirados en un callejón.
Nadie iba a lastimar a quienes su joven señorita tenía estimación.
Cuando terminó de alejar la basura de los niños fue cuando escucho una gran explosión en la plaza. En ese momento se sintió ansioso y volvió a buscar altura para ver como estaba Cale.
Para su sorpresa la pelirroja estaba de pie con los brazos extendidos rodeados de una luz plateada, junto al rubio ya la maga amiga del punk.
Este hecho dejó un poco impresionado a Ron.
— Así que... ella tenía ese poder. Umm ¿desde cuando?— dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro.— Parece que no estoy al tanto de algunos de los trucos de mi pequeña mascota.
Soltando un suspiro se dio la vuelta. Algo le decía que no había necesidad de inferir ahora.
— Sería mejor regresar y preparar mis cosas. Necesito darle indicaciones a mi hijo sobre la joven señorita...
Pronto desapareció del lugar con una sonrisa "amable".
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Amely aún se estaba mirando el dorso de la mano...
Posteriormente, si ella tuviera que resumir todo hasta ahora, diria que ha tenido un día terrible.
Primeramente le habían robado el espectáculo y la atención en la presentación del show, luego el príncipe heredero había puesto su atención en Cale y como si fuera poco la invitó a bailar con él. Después estaban en medio de un ataque terrorista y su vida corría peligro, y para rematar en el colmo se doblo el pie tratando de escapar del peligro. Todo era un fiasco...
Pero sin embargo, eso cambio cuando el apuesto caballero, Choi Han, apareció como un ángel ante ella y la protegió de las bombas que estaban estallando. Parecía que el destino aún no le había dado la espalda y como compensación le mando a un ser de luz a salvarla.
Y como si fuera poco, cuando las cosas empezaron a calmarse, Choi Han muy amablemente la ayudó, ayudándola a sentarse ya tranquilizarse. Nunca la dejó sola.
Bueno eso hasta que se tuvo que marchar, claro que no sin antes despedirse de la forma más hermosa posible. O es así como Amely lo vio.
Choi Han se había incado en una rodilla y le tomó la mano delicadamente a Amely para luego besar el dorso de esta y mirarla a los ojos con una bella sonrisa en su rostro.
— Me alegra que no tenga heridas profundas señorita Amely, lamento no haber llegado antes... Sin embargo, a mi pesar, debo retirarme ahora.
Amely podía sentir como su rostro comenzaba a ponerse caliente, seguro mostrando un gran sonrojo. Y además empezó a sentir algo raro en su pecho.
Podía sentir como su corazón no dejaba de latir fuertemente y como su mano, la que aún sostenía Choi Han, le empezó a arder. Realmente se sintió extraño.
Cuando salio de su estupor sacudiendo la cabeza, miro de frente a Choi Han y vio como el pelinegro se ponía de pie y le soltaba la mano. Ella sintió una fuerte falta de calor.
— Espero que se recupere joven señorita. Por favor tenga cuidado y no se lastime. — hizo una leve reverencia — hasta luego.
— a-adios... — logró tartamudear ella...
Luego todo se volvió silencioso a su alrededor. Bajo la mirada a la mano que beso el peli negro y un sonido de "ba-dum ba-dum" le hizo mucho ruido en su interior.
— ¿que es este sentimiento?... Nunca me había sentido así en mi vida.
Quería ponerse a reflexionar sobre todo esto, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por unas manos en sus hombros que la sacudían.
Levantó la cabeza para encontrarse con la mirada preocupada de su hermano mayor.
— ly.... mely..... ¡Amely! ¡Reacción hermana!... ¿estás bien?
Cuando por fin volvió a sus sentidos miró a su alrededor para ver que todo se había calmado un poco.
— Si... no se. Me doble el tobillo.
Ella escucho un suspiro de Neo, parecía aliviado.
Amely dejo de ver a Neo y miró a su alrededor, para ver a una pelirroja con sangre en su cara y pecho siendo sostenida por un príncipe heredero que tenía un corte en su menton.
(¿Qué diablos pasó aquí?)- ella no entendía absolutamente nada.
Era como si hubiera estado ausente en todo el momento del ataque. Bueno, más bien no se concentró en el ataque sino en alguien más.
Sacudiendo la cabeza se dedico aa ver sin ver lo que estaba pasando. Fue como ver pequeños flash backs, en un momento la basura estaba siendo curada, en otra era abrazada por el príncipe y al final el príncipe llevaba al estilo nupcial a la pelirroja mientras se despedía de todos y se subía a su carruaje con ella.
Amely estaba desorientada, si ni siquiera sabe en que momento llegó a la mansión, ni como terminó en pijama y con el pie vendado.
Ella tenía en su cabeza un cierto caballero que hacia que su corazón latiera sin su permiso.
— Ah... ¿qué me pasó?
Dejó salir esa frase y poco después se quedó dormida.
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El príncipe heredero se subió al carruaje con Cale en brazos, no sin antes darles órdenes a sus subordinados de que trataran con extremo cuidado a Rosalyn.
Cale que miró de soslayo a la maga, se sintió aliviada cuando vio que ella no estaba preocupada por todo lo acontecido, a si que felizmente lo dejo pasar.
Cuando estuvo adentro del carruaje del príncipe heredero lo observó todo.
('El carruaje real es realmente una cualidad diferente. ¿De dónde obtiene ese cuero para sus asientos?')-
Con solo verlo, podía sentir la comodidad del asiento antes de volverse para mirar a Alberu, quien también se había deshecho de esa sonrisa falsa de antes y ahora tenía una expresión estoica, al igual que Cale, aunque con uno que otro signo de preocupación.
— ¿Vas a sentarte en el asiento o prefieres que te siga cargando?
Cuando el príncipe heredero soltó esas palabras fue cuando ella se dio cuenta de que todavía estaba entre los brazos del príncipe y ahora estaba sentada en el regazo de él.
(Es tan cómodo que no lo había notado)- reflexionó para sí misma.
Pensándolo un poco, se encogió de hombros y le contesto.
— La verdad es que su alteza es muy cómoda, no me molestaría seguir como estoy, al menos que a su alteza le incomode.
Alberu quedo boquiabierto ante esa declaración descarada y no supo como contestar más que decir.
— No me incomoda. Esta bien. —dijo desviando la mirada.
Cale feliz de que podría seguir estando cómoda, se acomodó levemente. Y claro que no noto el rubor que se formó en el rostro del rubio.
Alberu aclarandose la garganta, llamo la atención de la pelirroja.
— ¿Necesitas alguna curación?
Cale mirándolo desde su lugar respondió sin rodeos.
— Mi cuerpo está sano, pero ¿no debería hacer que los mejores médicos y sacerdotes echen un vistazo? Solo quiero descansar unos tres o cuatro días.
— Ah.
La risa del Príncipe Heredero sonó como un suspiro. Sin embargo, luego asintió con la cabeza.
—Tienes razón. Eso será bueno. La noble que salvó a todos está herida y la corona le está dando el mejor tratamiento posible para que recupere la salud. Muy agradable.
El Príncipe Heredero no siguió con su actuación ahora que sabía que él y Cale eran del mismo tipo de personas. Por eso fue directo al grano.
— Señorita Cale, ¿estás involucrada con ellos?
Ellos. Alberu hablaba de las personas que se presentaban hoy en la plaza. Cale hizo contacto visual con Alberu mientras pensaba en cómo el Dragón Negro probablemente la estaba siguiendo en este momento en su estado invisible.
Esto era lo que había dicho el Dragón Negro cuando Cale se subió al carruaje antes.
_¿Por qué el Príncipe Heredero no hizo nada cuando los demás humanos estaban muriendo? Él es fuerte._
El Príncipe Heredero ocultaba su fuerza. No hizo nada, incluso cuando uno de sus sirvientes murió y un joven caballero perdió sus brazos y piernas. Simplemente fingio estar débil y escondido.
('Pensé que era una buena persona, incluso si tenía tendencia a utilizar a la gente'.)-
Pero ese no fue el caso. Por eso Cale respondió cómodamente. Tenía una sonrisa brillante en su rostro.
— Su Alteza, ¿por qué iba a hacer algo tan molesto?
— En efecto.
El Príncipe Heredero lo acepto de inmediato. No había forma de que alguien que se escondía como basura hiciera tal cosa. Además, Alberu podía decir que Cale solo intervino porque realmente no había otras alternativas.
Además era obvio que ella lo... ejem, los quiso defender. Se sacudió la cabeza con esos pensamientos y volvió a hablar.
— La corona puede intentar investigarla inútilmente.
— Me protegerá, ¿verdad, alteza?
— ¿Por qué haces una pregunta tan obvia?
Alberu la iba a proteger. Alberu abrió las cortinas para ver afuera a la multitud de ciudadanos. Volvi a sonreír y continuo hablando.
— Terminamos nuestra conversación cuando te visite más tarde para comprobar cómo estás.
El príncipe heredero iba a visitar una noble herida y quería hablar. Había mucho de qué hablar. Cale pensó en Rosalyn, el antiguo poder y su recompensa, mientras comenzaba a hablar.
—Su Alteza. — se puso a jugar con los dobles de su falda.
— ¿Sí?
— Si es para una conversación con la estrella de nuestra nación, esta Cale siempre está disponible. — dijo con una amable sonrisa.
La esquina de la sonrisa de Alberu comenzó a convertirse en un ceño fruncido.
— No quiero que mis acciones sean exageradas cuando lo empaquetas para el público.
— Solo lo empaquetaré un poco. Solo necesito lo suficiente para que la gente no se queje de la corona.
El príncipe heredero continuó hablando mientras decía casualmente la siguiente parte. Sonaba un poco simplista, pero era la verdad.
— De todos modos, gracias. El número de heridos fue menor gracias a su ayuda.
Aun que lo siguiente que dijo, dejo confundida a Cale.
— Sin embargo, deberías evitar hacerte daño. No necesitas dañarte para proteger a otros.
Cale miró con incredulidad al príncipe heredero, quien había saltado para defenderla del mago cuando este trató de llevársela dejándolo con una marca en el mentón, marca la cual aún tenía rastros de sangre saliendo de ella.
—Su alteza...
La pelirroja negó con la cabeza y uso su índice de dedo para tocar la herida en el rostro del príncipe, limpiando ese rastro de sangre y llamando la atención del mismo.
— Usted tampoco debería hacerlo su alteza. (Y menos por alguien como yo)- se quedó en su mente la última parte.
Alberu miró a los ojos a Cale por unos segundos que fueron eternos y luego tomó la mano de la pelirroja para alejarla de su rostro desviando la mirada. No podía responder nada ante eso porque sentía que, si fuera por ella, estaría dispuesto a hacerlo de nuevo.
Cale que vio que no empujo su mano, sino que la aparto con delicadeza, le era difícil saber si el príncipe heredero Alberu era una buena o mala persona. No, Cale ni siquiera sabía si era humano. Sin embargo, a Cale no le importaba nada de eso, y solo dijo lo que necesitaba decir.
—Espero mi recompensa.
Con eso dicho se apoyo en el hueco del cuello del príncipe. Le empezó a agarrar sueño así que se apoyo en Alberu para poder descansar hasta que lleguesen al palacio. Poco después se quedó dormida.
—Ah~
El Príncipe Heredero negoció con la cabeza, pero no dijo nada como "no esperes una recompensa". Significaba que se aseguraría de que Cale fuera recompensada generosamente por sus esfuerzos.
Alberu miró a la pelirroja durmiendo en sus brazos y acercó su mano para quitar el mechón de pelo que le estaba estorbando el rostro y lo coloco delicadamente detrás de su oreja. Después de eso, se quedó un rato admirando la belleza de la mujer en sus brazos.
El debía admitir que se quedó un buen rato admirado los labios de Cale y para cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo ya habían llegado al palacio...
Así fue como Cale entró al palacio. La habitación más elegante y lujosa del palacio, que estaba reservada para los visitantes reales extranjeros, fue proporcionada para Cale.
(El grupo de Choi Han también se quedó aquí en la novela.)-
La pelirroja se acostó en la cama extremadamente lujosa que era un mundo más suave que su propia cama y comenzó a comer uvas una por una.
Cale ahora estaba vestida con un camisón cómodo con unos vuelos, el cual le fue entregado junto con su habitación.
Otra persona que se alojaba en el palacio vino a visitarnos en ese momento.
—Joven señorita Cale.
Era Rosalyn y, como era de esperar, no estaba sola.
—Cale-nim.
Choi Han estaba con ella. On, Hong y Lock estaban parados detrás de Choi Han con expresiones pálidas en sus rostros.
— ¡Mamá!.
— ¡Mamá! Nya.
On y Hong en sus formas de gato fueron esta donde estaba Cale y se abalanzaron sobre ella.
Cale al instante entendió que debían estar asustados después de ver a Choi Han, así que no le importó dejar de lado las uvas y concentrarse en darle mimos a sus asustados hijos.
Cale también pudo ver a Lucía que estaba matando con la mirada a Beacrox quien la ignoraba por completo. La pelirroja levantó una ceja ante esto.
(Interesante)-
Sin embargo, Cale comenzó a fruncir el ceño después de mirar a la última persona detrás de todos ellos.
— ¡Joven señorita!
Era el ayudante de mayordomo Hans que parecía como si quisiera llorar. Lucia, Beacrox, Hans, Choi Han y Lock pudieron entrar al palacio como sirvientes, chef personal y guardias de Cale. Cale levantó la mano hacia Hans, que parecía que iba a correr hacia ella.
— Detente.
Eso hizo que Hans dejara de moverse, lo que le dio a Cale tiempo para levantarse de la cama, con los niños en brazos, y comenzar a hablar con los demás.
— Bien.
Estaba muy relajada, como si fuera la dueña de este palacio. Cale tuvo una conversación con Hans primero. Hans revisó la condición de Cale antes de informar como de costumbre, como si la cara llorosa de momentos antes nunca hubiera existido en primer lugar.
— Me he puesto en contacto con Maestro-nim en casa. Pensé que sería mejor si los contactáramos antes de que lo hiciera la corona, así que contraté a un mago para abrir un puerto de comunicación. Al hacerlo, terminé gastando mucho dinero. — jugo con sus dedos antes de seguir. — le dejó un mensaje. El conde-nim quiere tener una conversación con usted por video lo más pronto posible o el vendrá al palacio.
— *suspira* Está bien, buen trabajo.
Era claro que el Conde haría algo como eso. No tenía más remedio que aceptarlo. Claro que le parecía medio hipócrita, pero de algún modo, era su padre ahora y tenía que seguir lo que se le pedía.
— Y.
Hans miró hacia Rosalyn.
Era obvio que lo sabía y por ello Cale parecía ligeramente. Hans era un buen candidato a mayordomo por lo tanto estaba al tanto de los nobles.
— Sigue
— Les dije a todos en la residencia que permanecieran en silencio sobre Rosalyn-nim por ahora.
—Muchas gracias.
—Lo hiciste bien.
Rosalyn y Cale elogiaron a Hans. Como no han tenido tiempo para discutir, era mejor para Rosalyn y Cale que permanecieran callados sobre ella por ahora.
Hans se levantó después de ver a Cale asentir. Él era agudo. Sabía que tenía que irse a Cale para hablar con Rosalyn, Choi Han y Lock.
— Entonces iré a buscar al cuidador de este palacio para discutir algunas cosas.
Lucía que también se dio cuenta del ambiente, habló
— Acompañaré a Hans-nim, joven señorita Cale. Si necesitas algo llámenme.
— Por supuesto.
Beacrox aunque quería quedarse y pasarle el sermón que su padre le había ordenado que le diera a Cale, decidió que primero debía hacer algo delicioso para su hermanita, que había tenido una terrible experiencia, estaría mejor.
— Iré a revisar la cocina. — con eso dicho salio de la habitación.
Cuando los tres salieron de la habitación, el Dragón Negro finalmente se reveló. Luego se dirigió a la cama de Cale y comenzó a comer las frutas ubicadas allí mientras comenzaba su informe.
— Aquí no hay dispositivos de grabación de vídeo o audio.
Realmente hizo un buen trabajo con todo lo que Cale le dijo que hiciera, incluso si no parecía que lo haría. Eso era lo que pensaba Cale mientras miraba alrededor de esta habitación en la que se estaba quedando.
Era una habitación para la realidad extranjera. Hacer algo como colocar dispositivos de grabación en una habitación así fácilmente sería motivo de guerra.
Esto significaba que podía decir lo que quisieran en esta sala. Sin embargo, Rosalyn todavía lanzó un hechizo de cancelación de ruido.
—Es mejor estar seguro.
— Señorita Rosalyn, ese lado de usted es maravilloso.
Cale estuvo de acuerdo con la decisión de Rosalyn y luego miró hacia Choi Han. Choi Han había bajado la cabeza desde que entró en la habitación, desde la perspectiva de Cale parecía un cachorro que estaba a punto de ser abandonado por su dueño.
La pelirroja tenía una idea bastante clara de lo que sucedió después de ver a Choi Han así.
No logró matar a Redika.
Cale se sentó en un sillón cerca de la cama junto con los niños antes de hablar con Han.
— Informe.
Choi Han levantó la cabeza.
— Ese mago apareció en el lugar que me dijiste. Traté de matarlo, pero sus subordinados corrieron hacia mí.
— Estoy seguro de que estaban listos para morir.
— …Sí.
La organización secreta valoraba bastante a Redika por alguna razón.
— ¿Entonces ellos escaparon?
— …Sí.
Choi Han volvió a bajar la cabeza mientras seguía hablando. Cale realmente podía ver unas orejas caídas y una cola entre las piernas en Choi Han.
Choi Han luego se acercó y se arrodillo en frente de Cale tomando su mano izquierda con ambas manos, sorprendiéndola con tal acto. En ese transcurso nunca levantó la mirada del suelo, como si temiera ver decepción en el rostro de la pelirroja.
— Solo logré cortarle el brazo izquierdo. Realmente siento haberte fallado.
('¿Mmm?')-
— Luego quemé el brazo en caso de que volviera por su brazo para volver a juntarlo. Ah, su ojo izquierdo también estaba lesionado. Bueno toda su cara del lado izquierdo.
Cale recordó que esa última herida la había hecho el príncipe heredero y casi se río de ello. Pero se puso a pensar seriamente.
¿No es esa una sentencia de muerte para un mago?
Los magos necesitaban lanzar magia con ambas manos para equilibrar su maná. Perder un brazo terminaría afectando bastante eso. Cale miró hacia Choi Han con una expresión rígida.
Choi Han estaba de rodillas allí con la cabeza gacha y apretando solo un poco la mano que tenia en sus manos.
Desde la perspectiva de Cale, realmente se veía como un cachorro triste y furioso. Le dio ternura y tenía algo de ganas de revolver sus cabellos.
—Se suponía que debía matarlo. Lo siento.
— No necesitas disculparte. Lo hiciste bien. — ella soltó su mano del agarre de Choi Han y, con la misma, le dio unas palmaditas en la cabeza al pelinegro.
Cale miró a Lock que estaba sentado al lado de Rosalyn, luego vio a On y Hong que estaban temblando en sus brazos. Lock estaba mirando a Cale con una mirada desesperada.
(¿Se volvió loco?)-
Cale miró hacia Choi Han y preguntó.
— ¿Sus subordinados?
— Pensé que era mejor matarlos, así que me hice cargo de ellos.
Eso hizo que el gatito rojo Hong frotara su rostro contra el cuerpo de su hermana On.
— Es mejor ser minucioso para evitar problemas futuros. No rompiste ningún edificio ni nada de eso, ¿verdad?
Cale estaba preocupada de que Choi Han se volviera loco y destruyera algunas otras cosas. La Aldea Harris y el incidente de la Tribu Lobo Azul fueron ambos traumas para Choi Han.
Ella pensaba en que le tocaría limpiar el desorden de Choi Han, dado a que se estaba quedando con ella, Cale tendría que limpiar el desorden. Sin embargo, Cale no quería hacer tal cosa.
— Sí, por supuesto. Como mencionó Cale-nim, me aseguré de no dañar nada en el área.
Los gatitos parecian estar asustados recordando lo que sea que hayan visto u odio. On y Hong finalmente se movieron hacia el Dragón Negro para sentir alivio al lado del Dragón. El individuo más fuerte, lindo y agradable de esta sala era este Dragón Negro.
Cale observó a sus hijos dirigirse a la cama antes de hablar con Choi Han.
— Ya veo, trabajaste duro. — volvió a revólverle los mechones a Choi Han.
Las palabras y la accion de Cale hicieron que Choi Han la mirara. Cale miró a Choi Han y a todos los demás mientras seguía hablando.
— Todos ustedes hicieron algo increíble hoy. Es gracias a ti que toda esa gente vivió. Señorita Rosalyn, usted también trabajó duro.
Los puños fuertemente apretados de Choi Han se aflojaron un poco. Rosalyn miró a Lock, Choi Han y los gatitos que estaban moviendo la cola, antes de finalmente posar su mirada en Cale. Una extraña sensación de cohesión la rodeó.
El Dragón Negro comenzó a hablar en ese momento.
— Tú también trabajaste duro.
Esto hizo que Cale comenzara a sonreír mientras asentía con la cabeza.
— En efecto. Trabaje muy duro. Por eso seré recompensada.
Luego de esa conversación, Rosalyn y Lock salieron de la habitación dejando a Cale con los niños y Choi Han.
Cale ahora se encontraba sentada en la cama, apoyada en ella. Los niños, que ahora estaban en su forma humana, y el Dragón estaban a su lado mientras ella acariciaba a Hong que la estaba abrazando.
Estaba esperando la llegada del príncipe heredero para discutir el asunto de la recompensa.
Volteando a ver a Choi Han, podía ver como este aún tenía la cabeza gacha. Parecía estar castigandose a sí mismo psicologicamente.
Cale soltó un suspiro e hizo unas señas para que el de pelo negro se acercará a la cama.
Choi Han como buen cachorro obediente se acercó por el lado izquierdo y se arrodillo en frente de ella.
Cale puso los ojos en blanco, luego puso su mano en la cabeza de Choi Han revolviendo sus cabellos.
— No era necesario que te arrodillaras.
— Pero siento que necesito hacerlo.
Ella negó con la cabeza y los niños suspiraron.
— No hiciste un mal trabajo, por ello no tienes que reprenderte.
— Pero Cale-nim, yo... yo falle... — cerro los ojos con fuerza y su expresión era de frustración. — Me ordenarse acabar con su vida. Es decir matarlo. No dejarlo escapar y solo obtener su brazo.
Choi Han se tapo la cara con ambas manos. Pero no duró mucho tiempo.
— Sin embargo que un mago pierda un brazo, y además la vista, es básicamente decir que esta muerto.
El peli negro levantó su mirada para encontrarse con el rostro neutral pero satisfecho de Cale.
— Si no estas contento, simplemente esfuérzate más y termina el trabajo la próxima vez.
— Así es Hyung, mamá tiene razón. La próxima vez seguro que no se nos escapa.
— Exactamente, la próxima será la última vez.
Ambos niños alentaron al deprimente Choi Han, no les gustaba verlo así.
El Dragón Negro prefería no decir nada al respecto, el también tenía que pensar en su futura venganza. El tampoco lo dejaría pasar.
Choi Han soltó una pequeña carcajada, sintió como la delicada mano de Cale aún estaba en su cabeza y la tomó para hacer que ella le tocara su mejilla derecha apoyándose en su mano.
— Esta bien. Cale-nim, prometo que me esforzaré y no te volveré a fallar nunca más.
Cale simplemente asintió y dejó que el peli negro se quedara apoyado en su mano, no era molesto.
Unos segundos después alguien llamó a la puerta y cuando dio su permiso, ante ellos (y un invisible Dragón) hizo acto de presencia el príncipe heredero junto a un curador.
Príncipe que al entrar en la habitación se quedó helado al ver la escena de Cale con unos niños y un hombre que estaba de rodillas ante ella y apoyado en su mano.
(¿Qué es lo que estoy viendo ahora mismo?)-
Estaba incrédulo pero hizo todo lo posible para mantener su compostura. Y por poco vacila cuando escucho un "mamá" por parte del niño de cabello gris. Sintió que el sonido estaba desapareciendo...
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REGALITO 💌
(Lo prometido es deuda, les dejo un dibujo ChoiCale ❣️)
Notes:
HOLIS MIS POLLIGUAPOS 🐥❣️
Bueno a estás alturas, a solo 9 capitulos de estar al día con el de Wattpad, creo que ya me decidí por quien será la pareja oficial de Cale 😩✨
Aunque ustedes van a tener que esperar un poco más para saberlo oficialmente jajajj 😈
Pero nada, nos vemos mañana bellos ♥️💃🏻
Chapter 34: 33. La paciente
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale que vio la llegada del príncipe heredero junto con un sacerdote, quiso reírse por la expresión preocupada en el rostro del rubio.
(Sin duda es un buen actor)- pensó para sí misma.
Poco sabía ella que la expresión "preocupada" en el rostro de era por algo diferente...
En frente suyo todavía estaban ante su vista una pelirroja que tenía su delicada mano en la mejilla de un joven de cabello onix acompañado de dos niños, uno de ellos con casi el mismo rojo del pelo que la joven.
Alberu sintió algo raro dentro suyo ante esta vista. Fue algo parecido a la derrota.
Sin embargo dejó sus pensamientos a un lado cuando escucho una melodiosa voz.
— Choi Han, ¿podrías darnos algo de espacio?
El pelinegro, luego de esas palabras, sintió una falta de calor en su mejilla que lo hizo mirar hacia arriba. Cale había retirado su mano para ponerla en su regazo.
— ... necesito hablar con su alteza a solas.
Choi Han hizo un puchero ante el pedido de su dueña, pero se levantó de su posición y con una reverencia dijo:
—Como te guste Cale-nim. Estaré haciendo guardia afuera.
Cale solo se acercó ante esto y fue entonces cuando el pelinegro empezó a caminar hacia la puerta. Pero se detuvo a hacer una leve reverencia hacia el Príncipe Heredero, persona que lo hizo alejarse de Cale, se sintió molesto luego de cruzar las puertas.
Alberu que se acercó con la cabeza pudo ver la mueca de disgusto en la cara del joven, cosa que le resultó sumamente irrespetuoso, pero aún así no dijo nada. Pronto volvió su mirada hacia la pelirroja.
— Su alteza, me siento honrada con su presencia, no se hubiera molestado. — ella empezó su juego.
A Alberu le tembló un ojo, pero no se quedó callado.
— El placer es mío, estar ante la heroína de Roan, ¿como no me tomaría la molestia de venir a verla?
Cale tuvo que morderse las mejillas para no insultar al príncipe heredero.
Los niños, que eran oyentes ante esto, solo cruzaron miradas de complicidad y negaron con la cabeza.
Alberu y el sacerdote entraron completamente en la habitación. El sacerdote se sentó a un lado de la cama de Cale y Alberu estuvo no muy lejos de ellos, apoyado en la pared mirando inquisitivamente a los niños de vez en cuando.
Pasadas una hora al menos, el rubio volvió a hablar.
—Puedes salir ahora.
— Si su Alteza.
El Príncipe Heredero Alberu envió al sacerdote que simplemente se sentó allí ocupando el tiempo sin hacerle ningún tratamiento real a Cale antes de girarse para hacer contacto visual con Cale. Cale tenía una expresión de asombro porque el Príncipe Heredero vino a visitar, hasta que la puerta se cerró y Alberu comenzó a hablar.
— Esa expresión tuya me está dando escalofríos.
—Muchas gracias.
Cale volvió a su habitual expresión relajada. Alberu pareció encontrar eso más soportable mientras se sentaba en una silla junto a la cama en la que Cale estaba recostada, con aspecto de paciente.
—Él dijo que actualmente estás descansando. Dije que te levantaste en la plaza a pesar de que era difícil para que pudieras ayudar a calmar las cosas como una verdadera noble.
Cale que sintió que el Príncipe no dejaba de mirar a sus hijos y que la conversación empezaba a fluir, les habló a los niños que aún estaban abrazándola.
– Vamos, Hong, adelante. — los dos pequeños la miraron— Me gustaría poder hablar a 'solas' con el príncipe heredero.
Los niños fruncieron el ceño y hicieron pucheros. Para Cale era algo tierno pero sabia que no querían dejarla. Pero, después de todo no iba a estar completamente sola, el Dragón iba a estar con ella.
La pelirroja les acomodo algunos mechones sueltos a On colocándole detrás de su oreja y acariciaba la cabeza de Hong con el fin de hacer que dejaran de mirarla así.
Alberu se quedó callado mirando este desarrollo, se sintió curioso. Y claro que no iba a admitir que ver a Cale siendo maternal le tocó algo en su corazón, ja eso jamas.
Después de todo los niños le resultaron algo lindos y tiernos.
— Pueden pedirle a Choi Han que les de un recorrido al castillo. O ir a ver si Beacrox hizo algo dulce, la verdad es que me gustaría comer algo de tarta de frutas.
Sus últimas palabras parecieron convencer a los más jóvenes a quienes les brillo la mirada al mencionar algo dulce.
Pero lo que Cale no sabía, era que el dragón les había hablado a los niños.
_no se preocupen por la humana, es tan débil que tiene hambre. Pueden ir a buscar al buen cocinero para que le haga algo rico. Yo cuidaré de la débil humana._
Ambos niños terminaron asintiendo a su hermano menor.
— Esta bien mamá, te traeré la mejor tarta de todas.
Hong fue el primero en hablar y bajarse de la cama. Cuando lo hizo, casi se cae de la misma pero en ese instante fue sostenido rápidamente por Alberu que reaccionó un tiempo.
—Baja con cuidado. — habló el rubio cuando lo dejó en el piso.
Hong que quedó perplejo, miró hacia el rubio que destilaba grandeza y sus ojos se iluminaron.
A decir verdad, tanto Hong como On se quedaron ese tiempo con Cale porque querían conocer al príncipe heredero. Después de todo, en el tiempo que estuvo con Cale se dedicaron a leer uno que otro cuento ya ambos, especialmente a Hong, le llamo la atención la idea de los príncipes.
Y como Cale sabia que ellos querían conocer a un príncipe verdadero los dejó estar un rato con ella.
Es por eso que Hong, aunque no lo demostrara, estaba muy entusiasmado cuando el rubio le presto atención.
—Gracias joven príncipe. — hizo una pequeña reverencia.
Hong que vio como el mayor le sonoro ante su agradecimiento, se sintió un poco avergonzado por esa hermosa sonrisa y sus mejillas se volvieron un poco rosadas.
Al más joven le recordó a esos dibujos en los libros de los príncipes que sonreían cuando estaban con la persona a la que amaban. Por esta razón, desvío su mirada a su madre y pensó que ella era realmente mucho más linda que esas princesas en los cuentos. Luego volvió a mirar al príncipe.
— N-no porque me hayas ayudado y que seas guapo significa que te apruebo. — tartamudeo— a-así que no se le o-ocurra hacerle algo a mi m-mamá.
Con esa pequeña amenaza empezó a correr hacia la puerta.
On que se bajo de la cama y se puso a la vista del perplejo rubio habló.
— Gracias por ayudar a mi hermano. Pero tenga cuidado con hacerle algo a mi mamá, sino hablaremos con el abuelo Ron... Hasta luego su alteza.
On dio una elegante reverencia y siguió a su hermano hasta la puerta.
Luego quedaron solos Alberu y Cale.
La pelirroja nego con la cabeza, mientras que el rubio que había recibido unas pequeñas amenazas de dos niños, estaba en shock.
— Así que ¿mamá?— fue lo que llego a decir al voltear a verla.
La pelirroja sospecha antes de responder.
— Así es, ellos son mis hijos.
—Ya veo. No sabía que tenías pareja. — el rubio desvío su mirada.
Algo le dolió en su interior. Se sintió frustrado. Hasta que escuche lo siguiente.
— Ah~ ¿por qué todo el mundo supone que tengo pareja? — puso su mano en su frente, sin embargo respondió calmadamente — No estoy saliendo con nadie. Yo los adopte, ellos son mis hijos a pesar de no llevar la misma sangre que yo.
Alberu queria suspirar, sintió en ese preciso instante que le quitaban un peso invisible de su espalda, se sintió aliviado y un tanto conmovido.
Volviendo a mirar a la pelirroja suena levemente.
— Lo siento, no quise incomodarla, es que el niño tiene casi el mismo color que tu cabello que asumí que era tuyo y erróneamente crei que la niña se parecería al padre. — se disculpo sinceramente. — es muy admirable de su parte acoger a niños lady Cale. Son muy lindos y educados la verdad.
Cale decidió mirar hacia el lado contrario, pero sintió con su cabeza y levemente.
— Así es, son muy lindos. — volvió su mirada hacia el frente. —Creo que le gusta a mi hijo.
Alberu pensó en la amenaza del más joven, que le decía lo contrario, pero lo dejó pasar.
— Gracias por ayudarte. La verdad es que él quería conocer a un príncipe desde hace mucho. Por los cuentos de 'hadas' claro, y creo que quedó satisfecho conociéndote.
El rubio quien fue tomado por sorpresa se sonrojó un poco y se sentó derecho. La verdad se sintió alagado porque un niño, más específicamente el niño de Cale, le haya agradado.
Sin embargo, aún quedaban cosas por ver y hablar.
— Me alegre por ello, le enviaré algunos dulces más tarde. — Pensé que algunas galletas estarían bien. — sin embargo, joven señorita, aún nos quedan cosas por discutir.
Cale se acercó con la cabeza y dejó que el rubio ante ella hablara tranquilamente.
Alberu comenzó a sonreír antes de retomar la conversación en donde había quedado.
— Bien, entonces... Desde que revelaste que posees un Poder Antiguo en la plaza, seguí el juego y dije que tienes un Poder Antiguo defensivo que no es muy fuerte. Eso es lo que querías, ¿verdad?
- Mmm.
Cale fingó contemplar mientras él respondía.
— Una joven noble que es débil pero dio un paso adelante por el reino. Es agradable.
— En efecto.
Cale lo prefirió de esta manera que la gente pensaba que "no era muy fuerte". No era mentira, realmente era débil.
— Para mañana, cualquier información sobre los rumores sobre usted y la situación actual le será entregada a través de su mayordomo. Asegúrate de echar un vistazo.
El Príncipe Alberu definitivamente estaba tratando a Cale de manera diferente a como había tratado a Choi Han en la novela. Era algo cálido en su opinión, lo que le resultó raro pero no molesto. Además nunca perdió el profesionalismo, era admirable.
Cale hizo contacto visual con el Príncipe Heredero que la estaba mirando.
— ...Por cierto. — el príncipe parecía tener dudas sobre algo.
Esta actitud extremadamente vacilante hizo que pareciera que estaba esperando algo. Cale simplemente esperaba pacientemente ya que esto era raro de ver en el Príncipe Heredero.
Mientras Cale esperaba, el Dragón Negro que había estado escuchando todo desde un lado de la cama, comenzó a hablar con Cale en su mente.
_ Ahora estoy seguro. No es un humano._
El Príncipe Heredero hizo su pregunta al mismo tiempo.
—... Eres humana, ¿verdad?
¿Que esta pasando? Una recta y un gancho aterrizaron sobre ella al mismo tiempo. Cale de repente deseaba estar realmente herida.
El Príncipe Alberu pudo ver que Cale Henituse de repente tenía una expresión de incredulidad cuando Cale respondió.
— ...¿Soy humana?
Alberu inconscientemente dejó escapar un suspiro.
— Bien, por supuesto que eres humana. Tú y yo somos humanos.
El Dragón Negro habló en la mente de Cale en ese momento.
_ Eso es una mentira. No es completamente humano._
('Pequeño Dragón, ¿puedes detenerte?')-
Cale intento con todas sus fuerzas ignorar al dragón quien decía no saber que es lo que era el príncipe heredero
(¡¿Porque hablas como si hubieras vivido millas de años cuando solo tienes 4 años de edad?!)–
Pero ahora sabía que el Príncipe Heredero no era ni humano, ni gato, ni lobo.
Cale comenzó a hablar con el Príncipe Heredero que lo estaba mirando.
—Por supuesto. ¿Hay mucho en ser humano? Todos somos humanos si vivimos entre nosotros.
Cale decidió ignorar al Dragón Negro. El Príncipe Alberu miró en silencio hacia Cale antes de comenzar a hablar.
—Tienes razón. Realmente no hay mucho en ser humano. Sin embargo.
Sin embargo. Pero. Cale se preguntaba si podría dejar de escuchar estas palabras. El Príncipe Alberu comenzó a hablar con Cale mientras contemplaba.
— Pensé que estaba equivocado cuando bailaba contigo, pero hay algunos olores extraños a tu alrededor.
—...¿Olores?— Cale respondió con sorpresa y un pequeño sonrojo se formo en su cara. — Me acabo de duchar.
El Príncipe Heredero abrió y cerró la boca un par de veces sin decir nada mientras su rostro se volvia igual de rojo que el cabello de Cale después de escuchar la respuesta de ella.
— ¡N-no no es a lo que me refería! — dijo exaltado negando con ambas manos. — N-no es lo que quise decir. Tienes un aroma exquisito, q-quiero decir, no es que me disguste el olor a rosas que desprendes, básicamente hueles a paraíso. Ahg Lo siento yo...
Cale ladeo la cabeza en confusión viendo como el príncipe heredero divagaba y se cubría el rostro con ambas manos, claramente avergonzado.
La pelirroja podía ver que a pesar de que el rostro de Alberu estuviera cubierto por sus manos, aun se podia ver sus orejas rojas. Hizo lo posible por no reirse de lo lindo que se veia, así que se puso una mano en su boca.
Alberu que noto una pequeña carcajada levantó su cabeza destapandose en un poco para mirarla, le tomo un tiempo en lo parecía estar contemplando algo.
Un corto tiempo después, a pesar de que sus orejas seguían rojas, se recompuso y volvió al tema principal, para olvidar la vergüenza que pasó hace un momento.
— No creo que sea necesario que dos personas que son similares a nosotros traten de endulzar las cosas. Entonces, ¿qué quieres como recompensa?
Alberu había realizado una investigación sobre Cale, pero nada de la información que tenía coincidía con lo que ha observado hasta ahora. Y una muestra de ello es lo que ella respondió a continuación.
—Su alteza, ¿podría explicarme qué tendré que hacer por usted primero?
No había forma de que una basura preguntara algo como esto. Alberu respondió honestamente.
— Quiero que no les digas nada a los nobles. —Alberu mira hacia un costado. — También quiero que elogie la corona de vez en cuando si se le pide.
— ¿Incluyendo hablar sobre su naturaleza comprensiva, su alteza?
— Por supuesto.
Una esquina de los labios de Alberu y Cale comenzó a levantarse cuando comenzó a sonreír. Sus sonrisas eran bastante similares.
— Ya que es un Poder Antiguo, ¿no es lo que revelaste hoy el alcance de tu poder?
—Por supuesto. Es inútil para cualquier otra cosa.
Aunque con sospechas ante su respuesta, Alberu volvió a hablar con tranquilidad.
— ¿Qué es lo que quieres?–( ¿querrá algo para su familia o algo que tenga que ver con la inversión del noroeste?)
Por eso Cale también respondió cómodamente.
— Ninguno de esos me pertenece, su alteza.
— ...¿No te pertenece? ¿Entonces qué?
Cale se dijo a sí mismo mientras Alberu lo miraba.
— Dinero.
— ...¿Qué?
Cale lo expuso con precisión para Alberu. Para alguien como Cale, cuyo mayor deseo era vivir una vida pacífica, esto era lo que más le importaba.
—Por favor, dama dinero. No quiero una medalla o un título superior, ya que aunque son valiosos no puedo venderlos.
El dinero constante y sonante era siempre lo mejor. ¿Qué haría por él un título o una medalla cuando una guerra estuviera a punto de estallar? Era mucho más inteligente tomar dinero en efectivo y usarlo para comprar alimentos, tierras u otras cosas materiales.
El Poder Antiguo final que Cale pretendía obtener después del 'Sonido del Viento' era uno que se hacía más fuerte cuanto más dinero usaba.
Cale pudo ver que Alberu se llevó la mano a la frente. Luego bajó la mano mientras le hacía una pregunta a Cale.
— ¿Para qué exactamente? –( ¿Será para comprar alcohol?)
Cale respondió de vuelta.
— Bueno, soy madre soltera así que algo para mis niños... — puso un dedo en su mejilla e hizo una expresión pensativa— aunque no estaría mal comprarme algo para mi.
Alberu quedo boquiabierto por un momento, luego entusiasta y apoyó la solicitud de Cale.
–(Después de todo mis niñ- ejem, sus niños y ella merecen darse algunos gustos)- asinto para sí mismo. –(¿Debería darles algún regalo después de todo?)–
Dejando sus pensamientos a un lado, Alberu se levantó del asiento.
— Una vez que reciba el informe mañana, eche un vistazo y luego diga cuánto quiere.
— ¿Vendrás a visitarme de nuevo?
Con una sonrisa pícara, el rubio toma la mano derecha de Cale y beso su dorso.
— ¿Por qué? ¿No te gusta?
Cale respondió con una expresión extremadamente falsa en su rostro y tomando firme la mano del príncipe, de un jalón, lo acerco un poco a ella dejando sus rostros bastante cerca uno del otro.
— Sería un gran honor volver a verlo, alteza. — acercándose más al rostro del príncipe, depositó un beso en la mejilla del contrario.
Alberu sintió escalofríos en la parte posterior de su cuello por la respuesta y la acción de Cale, haciendo que inconscientemente retrocediera tocando su mejilla mientras su rostro volvía a competir con el rojo del cabello de la pelirroja que le sonreía victoriosa.
Entre tartamudeos, le dijo a Cale que descansara antes de salir inmediatamente de la habitación y desaparecer. Cale simplemente observó risueña en silencio la puerta que el Príncipe Heredero cerró detrás de él.
_ Esto es muy raro, ¿Pero qué tipo de poder le permite teñirse el cabello además del maná? Humano, respondeme. Tengo curiosidad._
Cale ignoró la pregunta del Dragón Negro e inmediatamente se acomodó en la cama. Fue una paciente a partir de este momento.
Sin embargo, no era un paciente que pudiera descansar en paz. Hans le entregó a Cale una carta de Ron a primera hora de la mañana.
—El Señor. Ron se ha ido según lo programado.
Cale hizo una mueca, pero se acercó con la cabeza y abrió la carta.
<Joven señorita. Te informaré una vez al mes. No sabía que estabas ocultando tal poder, joven señorita. Choi Han me contó cómo te protegieron y de cómo se ve ese mago. Lo recordaré. También le he informado a Beacrox al respecto.
Ah. Y joven señorita, cuando regresemos tendremos una pequeña charla sobre con quien deja que te tome la mano.>
Parecía que Redika moriría si Ron también lo veía. Además de eso se sintió medio rara cuando leyó sobre la charla, ante ello agarro su collar y jugo con el mientras se preguntaba que fue lo que hizo mal.
Eso era lo que pensaba Cale mientras miraba hacia las personas que vinieron a visitarla después de Hans.
— ...Escuché que estabas gravemente herida.
Eric Wheelsman estaba sentado del lado derecho de la cama de Cale mientras tomaba con suma delicadeza ambas manos de la pelirroja. Cale nunca había visto a Eric tan preocupado. Sin embargo, Cale no dijo que estaba bien. Necesitaba ser leal y desempeñar su papel.
— No tengo fuerzas en mi cuerpo.
—...Cale.
Pero Cale no tenía fuerzas en su cuerpo porque había dormido todo el día.
— Mi estómago también se siente extraño.
Esto se debió a que Cale simplemente se quedó comiendo cuando no estaba durmiendo. Estaba tan llena que no había lugar para nada más. Eric parecía preocupado, Gilbert tenía una expresión rígida en su rostro y Amiru parecía que había tomado una decisión sobre algo.
— Hazme saber si necesitas algo.— el de lentes apretó ligeramente las manos del paciente.
—Sí, por favor, hazlo. Te conseguiremos lo que sea.
Cale simplemente se movió con la cabeza y preguntó.
— ¿Parece que no estás aquí solo para ver cómo estoy?
Eric, Amiru y Gilbert intercambiaron miradas después de escuchar la pregunta de Cale. Después de ver a Amiru y Gilbert asentir con la cabeza, Eric sacó un documento de su bolsillo y se lo entregó a Cale.
— Esta es la solicitud actualizada para la inversión turística de la costa noreste. Lo trajimos con nosotros ya que nos dirigimos al palacio para verte.
Cale pasó la primera página del documento. La primera palabra de la página siguiente era Marina. Gilbert también parecía haber tomado una decisión.
Cale miró a Amiru, quien le escuchó. Basado en las acciones de Eric, parecía que Amiru lo mantenía en secreto como Cale había pedido.
— La noticia pronto llegará al territorio de Henituse junto con nuestra propuesta.
—Ya veo. Entonces, ¿te reunirás con el Príncipe Heredero?
Cale notó un ligero cambio en la expresión de Eric cuando mencionó al príncipe, era como si le molestara oír su nombre. Pero el nombrado sólo suspiro y volvió a ponerse serio.
Si tan solo ella supiera que Eric aún estaba celoso del príncipe...
-Si. Tenemos programado encontrarnos con él esta noche. Solo podemos empezar a movernos si muestra algún interés en ello.
Cale miró hacia Amiru y Gilbert y comenzó a hablar casualmente.
— Estoy segura de que funcionará.
Su voz estaba llena de confianza. Fue porque estaba segura. Eric y los demás sintieron una sensación de alivio después de escuchar la declaración de Cale. Cale agitó el documento frente a los tres y comenzó a hablar.
— Puede enviar documentos como este a través de un sirviente en el futuro. Sé que es difícil para ti venir a visitarnos, así que no es necesario que vengas.
— No, ¿como puedes pensar algo así? No te dejare sola aquí, con ese... Ejem. Quiero decir, seguiremos viniendo. También necesitas saberlo.
Eric se exaltó por una décima de segundo, pero rápidamente volvió en sí cuando sintió la mano de Amiru en su hombro.
Cale simplemente se acercó casualmente con la cabeza hacia Eric, Gilbert y Amiru.
— Si mi oppa quiere entonces no hay-
Plaff
Se escucho como se abría, casi de golpe, la puerta de la habitación, causando que los cuatro presentes voltearan a ver que fue lo que provocó tal alboroto. Sin embargo, terminaron por encontrarse con dos niños que venían corriendo hacia ellos, más específicamente hacia Cale, con un ramo de flores en sus manos.
-¡Mamá! — gritaron ambos al unísono.
Esa simple palabra dejó perplejos a los tres restantes quienes voltearon a ver a Cale para quedar aún más sorprendidos al ver una cálida sonrisa en ese delicado rostro.
El primero en acercarse y hablar fue el niño de cabello rojo.
—¡Mamá mamá! ¡Mira! Te hemos traído rosas rojas de regalo. — dijo con una sonrisa.
Cale que lo vio todo feliz, en vez de tomar solo las flores, agarro al niño y lo subió a la cama para ponerlo en su regazo.
La niña se acercó con más cuidado y se detuvo habló desde el lado izquierdo de la cama.
— El tío Beacrox dijo que te gustaban las rosas así que decidimos buscar algunas para ti. — ella empezó a jugar con sus dedos. — ¿t-te gusta?
Amiru, Gilbert y Eric tuvieron reacciones muy diferentes. Mientras que Amiru parecía ser la persona más feliz del mundo, como si estuviera viendo el acto más tierno de todos, Gilbert estaba boquiabierto y Eric se había quedado paralizado mientras veía esto.
Sin embargo los tres coincidieron en algo que dejó a Eric colorado.
(Dejando los ojos de lado, la niña simplemente podría ser hija de él joven maestro Eric/ mi hija)- fue el pensamiento del trío.
Los otros tres, ajenos a esos pensamientos, siguieron con lo suyo.
Con su mano izquierda, Cale, acarició la cabeza de On mientras que abrazaba a Hong con la derecha.
— On, Hong, están preciosas, gracias. — Cale estaba realmente conmovida ante el acto de los niños, pero había algo que no cuadraba. — Sin embargo, niños ¿de donde sacaron las flores?
— Eso es fácil mamá, el amable y guapo príncipe nos permitió sacar algunas de su jardín.— dijo Hong.
Ante la palabra "príncipe" los cuatro mayores se estremecieron.
— ¿Fueron con el príncipe? – preguntó sorprendida Cale.
— No, solo nos encontramos con él de camino al jardín y le pedimos permiso. — contestó On. — Cuando le dijimos que eran para ti, le ordenó a un asistente que nos ayudara con ello.
Cale estaba un poco en blanco ante esto, pero aceptando de todas las formas.
—Ya veo. — se tomó el tiempo de sentir el aroma del ramo y sonreír. —realmente preciosas. gracias
Amiru que reaccionó rápidamente, fue y busco un jarrón con agua para acercarse lo a Cale. La pelirroja luego metió las flores dentro y dejó que Amiru las dejara en una mesa.
Eric que no podía formular palabras mientras Cale y los niños hablaban, luego de que Amiru dejó las flores finalmente reaccionó.
— Ejem. Cale... ¿nos vas a presentar?
Cale que recordó que aún estaban Eric, Amiru y Gilbert.
— Oh, lo siento, no me di cuenta. Amiru, Oppa y Gilbert, les presentan a mis hijos adoptivos On y Hong. — señaló a cada niño correctamente. — On, Hong, ellos son amigos míos.
— Mi nombre es On Henituse, tengo un total de 10 años este año y soy la mayor, es un placer conocerte.
Saludo educadamente con una pequeña reverencia.
— Yo soy Hong Henituse y tengo 7 años, mucho gusto.
El niño que parecía muy cómodo sentado en el regazo de su madre, saludo con una sonrisa desde allí.
Cale que vio como ellos agregaron su apellido a sus nombres, sonriendo orgullosa y contenta.
Amiru se sintió muy débil ante los niños, casi quería agarralos de los cachetes y apretarlos, más que nada al niño que tenía mejillas gorditas. Ella fue la primera en presentarse.
— Es un honor conocer a los hijos de la joven señorita. Mi nombre es Amiru Ubar, pero díganme tía Amiru si gusta. - saludo contento.
El siguiente en presentarse fue Gilbert que aún estaba en shock.
—Soy Gilbert Chetter, mucho gusto. — respondió secamente, aunque debía admitir que los niños eran muy tiernos.
Finalmente llego la hora de Eric.
— Soy Eric Wheelsman, oppa y amigo de su madre desde que éramos niños. Estoy muy contento de por fin poder conocer a mis sobrinos.
Aunque Eric se presentó como "amigo" de Cale, le encantó hacer esa presentación. El no quería ser solo un amigo de ella, pero por ahora solo debía conformarse.
Amiru y Gilbert intercambiaron miradas cuando notaron que Eric parecía estar al tanto de la situación de los hijos de Cale, pero interrogarian a su amigo más tarde.
Luego de las presentaciones el trío de amigos se la paso jugando y hablando un rato con los niños hasta que notaron que Cale comenzaba a cabecear de sueño. Ante esto decidió retirarse prometiendo volver a visitarlos así ver la condición de Cale y pasar un tiempo con los niños.
Pasado unas horas, Cale pateó la manta y dio la bienvenida cómodamente al siguiente grupo de visitantes.
Comenzó a hablar con Choi Han, que estaba parado allí como un pecador.
—Vamos, habla.
Rosalyn se mordió los labios. Ella había eliminado su magia y estaba parada allí con sus ojos rojos originales y cabello rojo. También se deshizo de su bata y vestía un traje formal.
— Lo siento, joven señorita Cale. Pero necesito a Choi Han y Lock.
Ahora que Rosalyn fue revelada en el palacio, necesitaba regresar al Reino de Breck lo más rápido posible. Dado que se reveló que todavía estaba viva y era fuerte, las personas que intentaron matarla pueden comenzar a ocultar la evidencia. Por eso necesitaba aliados fuertes.
Lock estaba junto a la puerta moviéndose inquieto sin acercarse a Cale. Cale miró a Choi Han y Lock antes de hablar como si fuera natural.
— ¿De qué te arrepientes? Señorita Rosalyn, nos ayudó con una situación muy difícil. Entonces lo justo te ayudará a ti también.
Rosalyn pudo ver que Cale estaba sonriendo.
— La señorita Rosalyn es noona de Lock y amiga de Choi Han.
— ...Gracias por ponerlo de esa manera.
Rosalyn pudo haber estado cerca de la muerte debido al intento de asesinato, pero estaba segura de que este sería su punto de inflexión. Cale dio un paso adelante y miró a Choi Han.
— Cale-nim, tengo que protegerte. — dijo con la cabeza gacha, como si fuera un perrito que acaba de romper algo importante de su dueño.
—Choi Han.
Choi Han necesitaba irse para que Cale descansara en paz y se preparara para esconderse durante la guerra. Choi Han levantó la cabeza y pudo ver la sonrisa relajada de Cale. Luego sintió una cálida mano sobre su cabeza.
—No moriré. — le dio unas palmaditas para tratar de calmarlo.
A estas alturas Cale ya veía a Choi Han como un cachorro necesitado de afecto.
(Planeo ganar un montón de dinero y ser lo suficientemente fuerte como para huir cuando sea necesario para vivir en paz. Voy a hacer todo lo posible para vivir el mayor tiempo posible)– se dijo en su mente.
Cale también estaba pensando que con el Dragón Negro a su lado, no había ninguna razón para que Choi Han la protegiera. De hecho, frente al Dragón Negro, el propio Choi Han era solo un equipaje.
—Pero...
— Sin peros, es necesario devolver el favor a quienes nos ayudaron y más si son nuestros amigos.
— Yo... ya veo.
Cale se apartó de Choi Han, que se veía un poco mejor y miró hacia Lock. Luego cambió un dedo para llamar a Lock hacia ella. Lock se sorprenderá ante el movimiento de Cale antes de acercarse lentamente.
(¿Por qué este niño está tan asustado? No es como si lo fuera a regañar.)-
— Lock, me ocuparé de tus hermanos menores. Ve y vuelve al territorio de Henituse en 3 meses.
— ¿...Disculpe?
— ¿Cuál es la excusa para mí? ¿Te olvidas de nuestro trato?
— Ah. — los ojos del niño se iluminaron
Cale pensó en cómo iba a usar a Lock mientras Lock lo miraba sin comprender. Luego le entregó a Lock un mapa. Era un mapa del territorio del noreste que obtuvo de Hans.
—Condado Henituse. Ven al que está marcado aquí. Estaré allí con tus hermanos menores, así que debes regresar.
— ...Algún lugar al que volver...— presionado con ambas manos el mapa.
A Cale no le importó el murmullo de Lock y presionó el hombro de Lock con una mano y con la otra acarició su cabeza mientras comenzaba a hablar. Lock necesitaba regresar para que la vida de Cale fuera más fácil.
—Sí, un lugar al que volver. Recuerda. Debes regresar dentro de los 3 meses, sano y salvo. — ella bajo su mano de la cebra de Lock hasta la mejilla del mismo.
— ¡Sí, sí señorita! Definitivamente regresaré dentro de 3 meses.
Después de ocuparse del problema de Lock hasta el punto de que Lock asentía vigorosamente con la cabeza y agarrando su mano, que estaba en la mejilla del niño, con ambas manos, Cale sintió una sensación de alivio. La historia del fanfic ya estaba un poco torcida, pero al menos el punto principal fluía como se suponía.
Esto era bueno porque sabría más sobre el futuro cuanto más seguiría la historia. Cale estaba decepcionado de no poder enviar a Beacrox con el más bien, pero siempre podía enviar a Beacrox con Ron después de que Ron regresara de su tiempo libre.
Cale se acostó en la cama con el corazón más relajado que nunca mientras procedía a mirar a la gente alrededor de su habitación. Luego se volvió para mirar a Hans que había abierto la puerta y había entrado.
Hans miró a todos en la habitación y se acercó silenciosamente a Cale y le susurró.
— Corre el rumor de que su majestad quiere concederte una medalla, joven señorita.
Todos en la habitación dejaron de moverse después de escuchar lo que Hans tenía que decir.
Hans luego le entregó un documento a Cale en silencio. Era un documento que contenía los rumores sobre el Incidente del Terror en la Plaza. Cale tuvo solo una reacción después de leer la primera línea.
<Cale Henituse, la noble que mostró el orgullo de la Familia Henituse que protege el Reino del Bosque de la Oscuridad>
—Jajajaja.
Fue un suspiro profundo. Ella lo había esperado, pero seguía siendo muy molesta.
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Pasadas unas horas, casi caía la noche en el palacio
Cale, que estaba a vestida con un camizon blanco con volados, se había levantado y salido de su habitación, tenía la necesidad de grabar un poco en palacio ya que no había mucha gente a estas horas. Había dejado a los niños durmiendo en su habitación, sin embargo no estaba sola, pues un pequeño dragón insistió en acompañarla con la excusa de recordar con ella el lugar.
Camino por los pasillos largos del palacio sin rumbo alguno por unos minutos. Pero su detuvo en frente de unas grandes puertas muy bien decoradas y talladas.
Sobre la misma había un cartel que decía "biblioteca real". Como ratón de biblioteca que era sin pensar mucho en ello, Cale entró. Cuando se abrieron las puertas quedó maravillada con la vista, la biblioteca era enorme.
— Es realmente enorme humana. — susurro por lo bajo el pequeño dragón.
— Realmente las bibliotecas de los nobles son grandes, pero esta... esta supera mis expectativas. —dijo con ojos brillantes.
Recorrió el lugar y tomó uno que otro libro para leerlos. Sin embargo al llegar al centro de la sala se encontró con un espacio circular rodeado de estantes de libros y en su centro se encontró un enorme piano de color negro onix con algunas decoraciones en oro. Piano el cual era iluminado por la luz de la luna que pasaba por el gran techo de vidrio sobre el.
—Qué hermoso...
Como hipnotizada, la pelirroja dejó los libros que tenía en su mano en una mesa y se acercó al centro. Todo los bordes del piano mientras le daba una vuelta entera hasta que llegó nuevamente al lugar en donde estaba el baco y decidió sentarse.
El Dragón Negro no había dicho ni una palabra hace tiempo, pero Cale no le prestó atención. Pero el pequeño no había hablado debido a que sintió unas presencias además de ellos, preferis quedarse invisible y callado.
No muy lejos de ellos se encontraba sentado en el piso y mirando el techo, un joven rubio. Este al notar que ya no estaba solo, se levantó a buscar quien era el que se permitía interrumpir su soledad solo para quedar a unos estantes de centro y ver como un ángel pelirrojo se sentaba frente al piano de su madre. Se quedó paralizado como para moverse o emitir sonido alguno.
La otra presencia que sintió el Dragón era Hans quien había seguido a la joven señorita silenciosamente con un dispositivo de comunicación en sus manos. En él estaba presente la imagen de Deruth quien le había ordenado seguir a Cale silenciosamente, quería sorprenderla. Poco sabía que el sorprendido sería él
Cale, ignorante de lo que pasaba a su alrededor, de repente se le vino a la mente una canción que había leído en el diario de Org Cale. Recordó como en la nota decía, "para mí padre" mientras que había una que otra lágrima en las hojas. La pelirroja inconscientemente llevó su mano para tocar el collar de su madre.
De alguna manera sentí la necesidad de cantar esta canción. Y este lugar parecía ser el indicado.
Ella que recordó de alguna manera una melodía, puso sus manos delante de las teclas del piano, pero no las toco todavía.
Haciendo memoria de la letra empezó a cantar.
~~~~~~~
Dices que fui yo y no fui yo
Que nunca te amé de verdad
Qué rabia me da
Diste tu versión
Pero olvidaste~
~~~~~~~
Hans se mostró muy curioso ante la hermosa voz de su joven señorita, pero le llamó mucho la atención la letra de lo que estaba cantando y el tono en la cual lo entonaba. Parecía algo triste.
Deruth desde el dispositivo de comunicación estaba sorprendido. Hacia mucho que no escuchaba la hermosa voz de su hija. Creyó que habían pasado al rededor de 5 años que no oía esa voz.
Recordando eso, esta letra le resultaba familiar, como si la hubiera escuchado antes. Y más el tono en la que ella lo estaba cantando. Se sintió preocupado.
El Dragón Negro se quedó a un lado del banco junto a Cale, dispuesto a escucharla en silencio.
En ese momento Cale comenzó a tocar algunas teclas, dando melodía a la letra que cantaba.
~~~~~~~
Que me soltaste, me soltaste
Cuando más necesitaba aferrarme
Apostaste y me obligaste
A buscar en otras partes amor~
~~~~~~~
El Príncipe Heredero que aún no se había movido del lugar en donde estaba parado escucho la voz y la melodia triste con la que se estaba entonando esa canción.
Lo hizo preguntarse ¿quién fue capas de soltar esa delicada mano a tal punto de dejarla dolida? ¿Quién obligaría a esta belleza a buscar amor?
Alberu sintió algo molesto.
~~~~~~~
Oh-oh, oh-oh, yo sé
Que en ese escenario igual jugué mi papel
Oh-oh, oh-oh, lo sé, se ha hecho tarde para volver
~~~~~~
En ese momento los tres hombres presentes en la sala solo pudieron pensar en una cosa.
(cuando dice acto... ¿se refiere a su comportamiento basura?)-
A Deruth se le deformo la cara, paso de preocupado a boquiabierto y sorprendido. No podía creer lo que estaba escuchando.
Grabó por completo la canción que cantaba Cale. Era una canción que ella había cantado una noche en donde, a sus 13 años, había perturbado los bares más caros del condado.
Recordó como ella llegó ebria a su estudio, y él sólo había suspirado decepcionado y la había mandado a su habitación porque tenía otras cosas de las cuales ocuparse.
Recordó como después de unas horas había decidido ir a verla y al no encontrarla en su habitación, fue el único lugar que se le ocurrió. Y así fue que la encontré interpretando esa canción en la antigua habitación de Jour.
Algo en su pecho le hizo sentir dolor, sintió que esa canción era para él, pero no quería pensar en eso por lo que se alejó del lugar ignorando como desde lejos escuchaba los sollozos de su hija...
Ahora se estaba sintiendo como la peor mierda de todas.
~~~~~~~
Tu tan reservado
Y yo pidiendo tanto de ti, tanto de mí
Tu mano era mi fe
Mi propia piel y de repente
Me soltaste, me soltaste
Cuando más necesitaba aferrarme
Apostaste y me obligaste
A buscar en otras partes amor
~~~~~~~
La única reacción de Hans fue mirar hacia abajo, hacia el dispositivo de comunicación que estaba en sus manos. El pobre Hans quedó con los ojos bien abiertos mirando como su señor derramaba lágrimas sin emitir sonido alguno.
Hans sabía, el sabía claramente que está canción era para el conde... él era consciente de que la joven señorita había sido abandonada de pequeña y que Ron-nim había hecho el papel de padre en su vida. El noto eso.
Pero él no era nadie para juzgar el comportamiento de su señor y más pensando que la hija mayor debía comportarse mejor.
Sin embargo nunca se puso a pensar que quizás ella se comportaba así solo para llamar la atención del único hombre que quería en su vida... su padre.
Hans sintió ganas de llorar.
~~~~~~~
Oh-oh, oh-oh, yo sé
Que en ese escenario igual jugué mi papel
Oh-oh, oh-oh, lo sé, se ha hecho tarde para volver
~~~~~~
Alberu se había sentado en una silla que encontró mirando directamente a la persona que parecía tener un corazón roto, herida.
Se sintió frustrado y quizás un tanto identificado con la letra de la canción.
No le gustaba la idea de ver a la persona que le interesaba sonar así de triste...
Quería salir de su escondite e ir a abrazarla, sentía que necesitaba consolarla y dejar que ella llorara en sus hombros.
Quería vengarse de la persona que hizo que una flor tan delicada se sintiera tan inferior.
~~~~~~
Me soltaste, me soltaste
Cuando más necesitaba aferrarme
Apostaste y me obligaste
A buscar en otras partes amor
~~~~~~
Deruth quería decirle a su hija que no era tarde, que aún podía volver a ser familia, que lo sentía demasiado.
Pero no podía, no quería admitir su error. Algo dentro suyo lo detenía.
Susurrando lo suficientemente alto para que Hanz escuchara le ordenó salir del lugar. Él no podía soportar más esto. En otro momento hablaría con su hija, quizás para entonces dejaría de ser un completo cobarde.
Hans miró con el ceño fruncido al holograma de su ceño, pero aún así cumplió sus órdenes y se retiró sigilosamente del lugar.
~~~~~~
Y no, oh-oh, oh-oh, yo sé
Que en ese escenario igual jugué mi papel
Oh-oh, oh-oh, lo sé, es demasiado tarde para volver
Oh-oh, lo sé, l o sé, lo sé
~~~~~~
Alberu vio con enojo que al terminar de cantar unas lágrimas recorrieron y mancharon el bello rostro de Cale. Apretó los puños con fuerza muy enojado y se levantó en silencio para irse de allí. Necesitaba gritar o golpear algo.
Decidió que necesitaba ir a entrenar un rato...
Cale se seco las lágrimas que salieron sin permiso de su rostro.
— Este cuerpo parece tener memoria todavía.
Lentamente se levantó del banco y miró hacia el piano.
— Cale, ha sufrido bastante. — Frunció el ceño. — solo espero que en donde sea que estés seas más feliz de lo que fuiste aquí.
Con eso ella comenzó a buscar la salida, seguida de un pensativo e invisible dragón...
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CANCIÓN QUE CANTA CALE
Notes:
Bueno... No tengo mucho que decir... Solo
PUDRETE DERUTH! 🤬
Chapter 35: 34. Hacia Ubar.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale estuvo durante una semana en el castillo del príncipe heredero.
En ese transcurso recibió un buen tratamiento y pudo descansar, además de tener las visitas de Eric que venía a ver como estaba la condición de Cale ya jugar con los niños. Claro que Eric quería ganarse el efecto de los niños, así que siempre se aseguraba de traer algunos dulces o algún que otro regalo.
Sin embargo, Eric no fue el único que decidió traer regalos, ya que en esa semana de vez en cuando el príncipe heredero, Alberu, venía a ver a Cale y con el venían incluidos dulces y regalos para los niños y Cale.
Los niños habían recibido, además, uno que otro atuendo. Y por supuesto que el más contento era Hong porque los trajes que le traía el príncipe eran muy lindos y finos, cuando se los probó se sintió de la realeza. A Cale le divirtió ver como jugaba con On a ser príncipe y princesa.
Para Cale, Aberu le había regalado algunas flores (recomendado por los niños) y algunas joyas, entre ellas unos aros y una peineta con esmeraldas incrustadas.
Y por más que Cale no lo quisiera admitir, estaba encantada con esos regalos. Ella realmente amaba las joyas.
Actualmente, Cale bajaba del carruaje. Pero no estaba sola, ya que alguien la ayudó a bajarse de el.
Estando abajo miró a quien le sostenía la mano todavía. Alberu Crossman le sostenía la mano con una sonrisa cegadora. Cale quería hacer una mueca pero evitar mostrarla.
El nombrado soltó la mano de Cale y le ofreció su brazo para que ella se agarrase de él. Ella así lo hizo. En ese momento Alberu miró de reojo a Cale y vio como estaba vestida.
La pelirroja llevaba un vestido negro con decoración en blanco con detalles negros. Iba peinada con un rodete bajo decorado con la peineta y aros que él le había regalado.
Ver estos últimos detalles lo hizo sonreír, incluso de dio ganas de regalarle más cosas para que ella usará.
— Se ve muy hermosa el día de hoy, joven señorita Cale.
— Gracias su alteza, pero usted rebosa grandeza y elegancia.
— Gracias. — Él alarmantemente y comenzó a caminar. — ¿Puedo preguntar el porqué de su elección de vestuario?.
La verdad a Alberu le sorprendió verla con colores muy oscuros. Claro que resaltaba su piel, pero en esa semana que estuvo en su castillo nunca la vio usar negro.
Cale asintió y respondió.
— Vamos a asistir al funeral de quienes desafortunadamente no lograron sobrevivir a la explosión, así que lo correcto es vestir de negro. — su mano tembló ligeramente. — Pero también celebramos a los héroes, por lo que no me parece estar completamente de negro. Simplemente eso.
Alberu asintió para sí mismo. Pero hubo algo en la mirada de Cale que lo hizo reflexionar...
-(No parece que le guste asistir a funerales...)-
Recordó su cara se había desmoronado por una milésima de segundo antes de volver a la normalidad.
-( Bueno, después de todo es comprensible. Yo siento igual)- negó ligeramente con la cabeza y habló.
— Ya veo, comprendo su punto. Creo que su pensamiento y el mío no están muy lejos.
Cale volteo a verlo y noto que a pesar de que él estuviera de negro con chaleco y pantalón, decidió usar una camisa blanca en vez de ponerse todo negro.
— comprendo. — Cale miró al frente. — Su alteza, realmente me siento honrada de que alguien con su grandeza acompañe a esta humilde dama a la ceremonia, pero no entiendo porque decidió hacerlo.
Bueno, ella realmente estaba molesta, en la mañana le había llegado una carta diciendo que el debía asistir acompañado del príncipe heredero, ella quería negarse pero claramente no era posible.
Alberu noto la sutil molestia en la voz de la pelirroja y casi se río de eso.
— Como príncipe heredero, ¿como no me tomaría la molestia de acompañar a la Heroína de Roan?
A Cale le tembló un ojo y aparte la mirada. Ella sintió que él no respondería su pregunta.
El rubio llamativo ante el pequeño puchero que se formo en los labios de la más baja, pero lo que dijo no era la verdad.
En realidad fue idea de su padre, el Rey. Hace unos días fue citado en la oficina del rey y tuvieron una breve conversación.
— El día de la ceremonia de medallas quiero que asistas acompañado de la joven señorita Cale.
—¿Disculpe?
— ¿vas a cuestionar mis órdenes?
— No, nada de eso. Solo me resulta extraño este pedido su majestad. Si pudiera explicarme el porque...
— Jum... simplemente considera adecuado que la joven que arriesgó su vida por el pueblo ruano sea acompañada por alguien de la realeza. (Aunque lo hago porque se como la miras y prefiero que seas tu antes que tus hermanos.) — pensó eso último.
— Yo... yo entiendo.
Esa fue la breve conversación que tuvo con el rey. Y aunque le resultó raro, ver lo emocionado que estaba el Rey porque él aceptaría cumplir ese pedido. Sacudiendo la cabeza tratada de olvidarse de ello.
_ Si que ha pasado un tiempo._
Cale estuvo de acuerdo con lo que dijo el Dragón Negro dentro de su cabeza.
Cale estaba actualmente en la Plaza de la Gloria. Una gran cerca estaba alrededor de la parte norte de la plaza que fue destruida por la explosión.
La brigada de caballeros de la Familia Henituse junto con algunos guardias reales, dirigida por su vice capitán, caminaron con Cale y Alberu en el centro de su formación para protegerlos.
-(Esto es definitivamente obra de mi padre)- pensó que era realmente innecesario.
Mientras Cale caminaba, escuchó a alguien decir algo que le dio escalofríos.
— ¡Oh, joven señorita Silver Light!
El rubio que también lo escuchó, se tapó la boca con su mano libre para evitar reirse y Cale inmediatamente comenzó a fruncir el ceño.
— Ejem, ejem.
Cale pudo ver la sonrisa en el rostro del Vice Capitán cuando dejó escapar algunas toses falsas y comenzó a fruncir el ceño un poco más. El Vice Capitán se acercó a ella y bajó un poco su cuerpo para susurrarle al oído a Cale.
— Joven señorita, supongo que ahora te llaman 'Joven señorita Silver Light'. Ejem, las personas geniales como tú seguramente recibirán apodos increíbles.
-('Mierda'.)- Cale contuvo las duras palabras en su mente.
Cale miro de reojo al joven a su lado quien evitaba reírse tapandose la boca, queria insultarlo, pero ella sabía que habría sido mucho peor si no hubiera sido por el Príncipe Heredero que sometió los rumores, por lo que no podía decir nada al respecto.
— Estoy seguro de que se detendrán si bebo y actúo como lo hago habitualmente, ¿verdad?
— ...
El Vice Capitán no pudo decir nada y simplemente se dio la vuelta. Eso hizo que Cale comenzara a sonreír, pero esa sonrisa desapareció de inmediato. Fue por lo que dijo a continuación el príncipe a su lado.
— Joven señorita Cale, eso seria malo para su salud. — él puso su mano sobre la mano de Cale estaba en su brazo. — No sería bueno preocupar a los niños ¿no cree?
_humana, el principe tiene razón, no debes arruinar tu salud._
Cale se sintió aprendida por el rubio y el pequeño dragón.
— Tu... no metas a mis hijos en esto.
Dijo ella finalmente desviando la mirada y haciendo un puchero.
El Príncipe Heredero sonrió ante eso y lo contó cómo victoria, el vice capitán por otro lado suspiro aliviado.
Cale todavía se estaba recuperando oficialmente y no al 100 por ciento. Eso según la historia que había inventado el rubio a su lado. Por eso el personal de la residencia Henituse estaba ocupado protegiendo a la herida Cale.
Cale sintió que su padre el conde Deruth tendría algo que ver con esta vigilancia que tenía, aunque él no volvió a comunicarse con ella extrañamente.
Sin embargo, quien si se tomó el tiempo de hablar con ella, fue la Condesa Violan, por ello Cale recordó una de las cosas que le había dicho su madre a través de la comunicación por video.
— La razón por la que la Familia Henituse no actúa no es porque somos débiles. Recuerda esto Cale. No hemos tomado ninguna medida hasta ahora porque somos fuertes. Nadie tomará ninguna medida contra ti como esta en el futuro.
Sintió que esa debía haber sido la verdad, ya que ningún noble envió ningún mensaje o vino a buscar a Cale una vez que Cale dejó el palacio y regresó a su propia residencia. Solo Eric la visita a voluntad propia.
Eso lo hizo fácil.
Cale había utilizado ese tiempo libre de manera muy eficiente. Cale, que había estado mirando hacia adelante mientras caminaba, pudo ver al caballero y al soldado que custodiaban la entrada.
— Ah, Su Alteza, joven señorita Cale. Por favor, adelante.
El caballero abrió respetuosamente la entrada.
Con la presencia de Alberu a su lado no se necesitaba ninguna identificación, además siendo ella la heroína del momento, era fácil entrar sin hacer mucho drama.
— Gracias por su servicio. — dijo con una brillante sonrisa el rubio.
— Muchas gracias. Sigan con el buen trabajo. —asintiendo ella.
— ...¡Sí señorita! ¡Es un placer!
Cale pensó que el caballero probablemente estaba sobrecargado de trabajo, por lo que le dio una palmada en el hombro mientras el caballero se inclinaba y le respondía enérgicamente. Luego sintiendo un pequeño empujón entró, sin saber que el caballero la estaba viendo entrar durante mucho tiempo con cara roja y tocándose el hombro.
Cale continuó caminando a paso lento, mirando como solo unos cuantos nobles estaban mirando. Pero en un instante ambas personas que llegaron juntas se detuvieron y se miraron.
—Joven señorita Cale.
— Su alteza.
Alberu tomó con ambas manos la mano izquierda de Cale que estaba en su brazo, en frente de todos los presentes.
— Me temo que ha llegado el momento de separarnos. He de volver con mi familia ahora.
Todo esto lo decía con un tono triste, mostrando que no quería dejarla sola.
Cale, en sí actuando, se llevó la mano derecha al pecho mostrándose apenada.
— Su alteza... me entristece saber eso, sin embargo, me siento honrada de haber podido ser acompañada por el futuro sol de Roan. Esta humilde ciudadana está realmente agradecida.
— Ni hablar... soy yo quien esta feliz de poder haber acompañado a la estrella más bella y brillante de Roan.
Alberu pudo ver como la cara de disgusto se ponía por un milisegundo en la pelirroja para luego sonreír tímidamente y hacer una reverencia.
Sonriendo, el rubio que aún tenia la mano se Cale entre sus manos, se inclina levemente mientras depositaba un beso en el dorso de la misma.
— Espero verla pronto. — con esas últimas palabras comenzó a alejarse de ella.
Ahora bien, entre todo ese diálogo que se formo entre ellos, los nobles presentes no podían creer lo que veían y oían.
Se oyeron murmullos como "¿desde cuando son tan cercanos?", algunos decían "que bien se ven juntos", otros indignados "¿como pueden coquetear entre ellos así?" E incluso "ya la/lo está acaparando para sí mismo/a" que al grupo de amigos de Cale les inquieto un poco, más que nada a Eric.
Por ello, cuando vio la oportunidad, llamó la atención de la pelirroja.
—Cale.
— Oppa-nim, llegaste temprano.
Cale sonriendo a Eric Wheelsman, que la había llamado, antes de pararse en su lugar. Este era el lugar para los nobles. Cale estaba parada aquí. ¿Pero por qué?
Eric Wheelsman, Amiru, Gilbert y todos los demás nobles solo pudieron observar a Cale en silencio. Fue porque todos habían escuchado algunas noticias sobre Cale.
Cale Henituse se había negado a aceptar la medalla de honor y había cedido la medalla a otra persona.
Además, arrastró su cuerpo aún herido para participar en la ceremonia.
Amiru Ubarr miró hacia Cale, que pacíficamente estaba mirando al cielo.
— Hoy es un día hermoso. Probablemente porque estamos aquí para respetar a los caídos.
El flequillo rojo y suelto de Cale ondeaba con el viento y junto con su cabello recogido, creaba una dura comparación con su atuendo negro. Amiru tenía una sonrisa curiosa después de ver a Cale con su confianza habitual.
— Probablemente sea por ti, joven señorita Cale.
—¿Por mi?
Cale miró a Amiru con confusión. Amiru respondió con una sonrisa calmada y cálida. Cale encontró esa reacción extraña, pero aún así dijo lo que necesitaba decir.
—¿Te vas hoy, joven Amiru?
— Sí. Creo que tú también te vas mañana, ¿cierto? Te veré en nuestro territorio de Ubarr.
Cale iba a visitar el territorio de Ubarr después de esta ceremonia.
-—Si. Los niños y yo queremos ver el océano.
— Lo he oído. ¿Es para tu recuperación?
—Si. Será agradable respirar aire fresco.
('Recuperación mi culo. Estoy completamente sana e iré allí para hacerme aún más fuerte'.)-
Sin embargo, Cale estuvo de acuerdo con Amiru y se acercó con la cabeza antes de agregar.
— Por supuesto, esa no es la única razón.
— Ah, por supuesto.
Amiru, así como Gilbert y Eric que estaban escuchando, comenzaron a sonreír. Era una sonrisa similar a la de Cale.
Claro que fue por el desarrollo y la inversión para una base militar en la costa noreste. Por eso Amiru y Gilbert se apresuraron a salir de la capital esta noche.
Por supuesto, esto solo fue posible porque la Familia Henituse acordó prestar una cantidad significativa de dinero a los territorios de Amiru y Gilbert. Esa era la otra razón por la que Cale necesitaba visitar los territorios de Amiru y Gilbert.
— Cale, estamos planeando enviar a alguien también, pero si vas a ir allí de todos modos, échale un vistazo mientras estás allí.
— Pero madre ¿que opina padre de esto?, ¿no sería mejor que fuera un experto?
— Eso fue lo que tu padre me pidió avisarte. Además tener más pares de ojos siempre es mejor.
Cale accedió a hacer lo que supuestamente le pidió el Conde Deruth.
Cale saludó a Amiru y Gilbert para decirles que no se preocuparan por eso, mientras miraba hacia el frente. Había llegado el Rey Zed.
Luego comenzó la ceremonia conmemorativa y de medallas.
El Rey Zed habló en voz alta, más fuerte que nunca. Todavía había mucha gente en la plaza, pero el ambiente era completamente diferente. Estaba muy tranquilo.
El Rey dio su discurso con fin de dejar en claro la advertencia para los enemigos, así como algo para unir a la multitud. El rey Zed miró hacia la plaza desde la plataforma más alta mientras seguía hablando.
— ...Mucha gente mostró hechos heroicos durante ese incidente. Podemos proteger esta tierra como en el pasado gracias a su valentía.
Fue en ese momento que sintio que el rey Zed había hecho contacto visual con ella, pero Cale esperaba que no fuera el caso. Cale se volvió sigilosamente para mirar más allá del Rey hacia el cielo detrás de él. Luego pensó en lo que había dicho el Dragón Negro.
_ ¿Bendición del Dios Sol? No siento el poder de ningún dios de esos humanos débiles. El único especial es el Príncipe Heredero._
No era verdad la creencia de que la Familia Crossman había sido bendecida por el Dios Sol. Cale, que había aprendido otra verdad inútil, decidió fingir que no sabía nada, como de costumbre. El Dragón Negro pareció emocionarse por el hecho de que Cale le dijo que mantuviera eso en secreto entre los dos, y aceptó felizmente.
El Rey Zed comenzó la ceremonia de entrega de medallas y todos subieron uno por uno para recibir su medalla.
Los vítores llenaron la plaza, como si nunca hubiera estado en silencio desde el principio. La voz del Dragón Negro llenó la cabeza de Cale una vez más.
_ Los humanos son interesantes._
Cale podía escuchar la voz del Dragón Negro, así como los vítores de la multitud por un caballero que acababa de recibir una medalla. Cale sintió que podía adivinar que el Dragón Negro parecía interesante.
Sin embargo, debido a que Cale era humano, entendía los sentimientos de las personas que aún estaban vivas mejor que el Dragón Negro. Hubo momentos para estar tristes y momentos para emocionarse.
Por eso también aplaudió a los ganadores de las medallas. El ambiente era mucho mejor ahora.
— Joven señorita Cale
Cale se volvió hacia la voz tranquila que lo llamaba. Muchos nobles regresaron a casa pensando que la capital era un lugar peligroso debido al incidente terrorista. Por eso el número de nobles aquí era menor que antes.
— ¿Qué pasa, joven maestro Venion?
— Escuché que rechazaste una medalla. ¿No te arrepentirás?
Las miradas de los nobles que habían estado mirando hacia la plataforma se volvieron hacia Venion y Cale. Cale no sabía por qué Venion sonreía con tanta amabilidad y le hacía esa pregunta.
_Quiero matarlo._
Cale esperaba que el Dragón Negro se calmara mientras pensaba en la medalla, no quería manchas de sangre de ese tipo en su vestido.
Cale había rechazado una medalla. La razón de esto fue simple. No quería ser 'registrada'.
Hay un registro en el piso debajo de la biblioteca real que tiene el récord de todos los 'Héroes' que han recibido diferentes medallas de honor a lo largo de la historia del reino.
La corona aprovechó el hecho de que necesitaban seguir proporcionando a estos héroes su dinero de recompensa para localizar y realizar un seguimiento de estos héroes.
(Eso puede sonar como fama y honor para otros, pero a mí me suena a cadenas. No quiero eso)-
Cale comenzó a sonreír calidamente mientras miraba hacia Venion y comenzó a hablar.
—¿De qué me arrepentiría?
Cale no tenía nada que lamentar. Había recibido una magnífica recompensa, y lo más importante.
— Es suficiente con que lograremos sobrevivir.
Pudo vivir sin sufrir lesiones graves. Esa fue la verdad absolutamente más importante para Cale, no, para Kim Rok Soo. El área alrededor de Cale quedó en silencio. Venion habló después de un rato para romper ese silencio.
— ...Ya veo.
—Si. Yo también soy muy tímida. Soy demasiado tímida para subir allí a recibir una medalla.
La expresión de Venion se volvió extraña. Sin embargo, Cale simplemente se encogió de hombros y se dio la vuelta para aplaudir a otra persona que estaba recibiendo una medalla.
El Dragón Negro estaba debatiendo cómo matar a Venion rápida y simplemente, antes de mirar a Cale ya la gente alrededor de Cale y negar con la cabeza.
Había demasiada gente mirando a Cale en este momento. Tanto los nobles como la gente de abajo miraban a Cale. El Dragón Negro pensó que las cosas se volverían muy complicadas y molestas para Cale si mataba a Venion en este momento, así que decidió actuar como Cale y quedarse quieto, muy quieto, mientras observaba la ceremonia.
— Con esto concluye la ceremonia de hoy. Sin embargo, este rey no olvidará este momento. ¡Lo recordaré día tras día para no olvidar a los valientes héroes!
La ceremonia terminó con las últimas declaraciones del Rey.
Un viento fuerte que sonaba como lluvia barrio la plaza.
El Príncipe Heredero había dicho que Cale no necesitaba asistir al monumento hoy. Sin embargo, Cale todavía apareció.
Fue porque sabía el peso de la muerte de alguien.
Terminó su propia especie de memorial y se llevó la mano derecha al corazón. Esto alertó a Eric, quien comenzó a hablar.
— ¡Calé! ¿Lo hiciste de más? ¿Te duele el corazón?
Cale miró hacia Eric con incredulidad y la mirada confiada de Cale hizo que Eric sonriera torpemente mientras se alejaba lentamente. Eric parecía estar muy avergonzado.
Cale sonando ante la reacción de Eric y se dio dos palmaditas en el pecho. Podía sentir la placa dorada en su bolsillo interior mientras lo hacía. Era la recompensa que había recibido del príncipe heredero.
El Príncipe Heredero es más generoso de lo que esperaba.
La placa dorada le dio a Cale dos oportunidades para comprar cualquier cosa, sin importar el costo.
Cale iba a utilizar estas dos oportunidades de manera muy eficaz en el futuro.
(Estoy seguro de que el Príncipe Heredero estaba pensando, 'cuánto puedes gastar realmente', cuando me dio esto.)-
O eso, o se lo dio a Cale para ver qué podía comprar Cale con él.
Lástima que se haya equivocado.
Cale comenzó a sonreír. Había muchas cosas únicas que podía comprar en el mundo, siempre y cuando supiera cómo comprarlas.
_ ¿Qué estás planeando ahora, débil humana? Sólo sé cuidadosa._
Cale ignoró el comentario preocupado del Dragón Negro.
Ella desvío su mirada hacia el Príncipe Heredero que estaba allí honrando a los difuntos, pensando que no era realmente un mal tipo.
Luego, Cale miró a su alrededor donde estaba detenido e hizo contacto visual con mucha gente.
Sin embargo, confiaba en que estas miradas desaparecerían una vez que abandonara la capital.
Por eso Cale, que había terminado de prepararse para irse temprano a la mañana siguiente después de regresar a su residencia, le entregó al Dragón Negro un trozo de carne junto con otros tres artículos. El Dragón Negro agarró el plato con el bistec, mientras pedía.
—¿Para qué es esto?
Los tres elementos eran todas las bombas mágicas sin los dispositivos de detonación. El maná comprimido todavía existe en estas bombas. Por ahora, Cale estaba planeando usar solo una de estas tres bombas. Una sonrisa traviesa apareció en el rostro de Cale.
— Destruir un remolino.
Cale estaba planeando volcar el mar noreste del Reino de Roan sin que nadie lo supiera. Era posible porque ni las sirenas ni la Tribu Ballena deberían estar en el mar del noreste en este momento.
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Mientras estaba en la residencia recibió la visita de Billos en donde ella devolvió algunos artículos mientras se les entraba a otros.
Terminaron teniendo una buena conversación hasta que fue el momento de que él se fuera y Cale quedó solo, con el Dragón en su habitación.
Un momento después una figura de arcilla entró por el balcón de su cuarto y gracias a la ayuda del Dragón supo que era obra de la sacerdotisa loca Cage, quien le dio información de sus próximos movimientos junto con Taylor.
Al terminar su charla el muñeco de arcilla se desmoronó dejando nuevamente a Cale a solas con el Dragón
— ¿Entonces cuando puedo vengarme? — preguntó exigente el hombre negro
— Una vez que Taylor Stan regresa al poder y se convertirá en el maestro de la propiedad del Marqués Stan— ella pensó qué el actual Marqués y Venion deberán enfrentar la ira de este Negro Dragón.— Si. Puedes hacer lo que quieras en ese momento.
— Excelente.
El Dragón Negro decidió cuándo vengarse después de enterarse de la situación actual de la propiedad del Marqués Stan de Cale.
El Dragón Negro iba a golpear a Venion y al Marqués cuando estuvieran en su punto más bajo. Iba a mostrarles la verdadera desesperación y hacerlos sufrir.
El Dragón Negro agitó sus alas alegremente. En realidad era una criatura viciosa.
Cale escuchó al Dragón Negro murmurar su plan de venganza en su cabeza y lo trató como una canción de cuna espeluznante mientras se iba a la cama. Naturalmente, esos comentarios viciosos no facilitaron el sueño.
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A la mañana siguiente, Cale estaba parada frente al carruaje temprano en la mañana.
Rosalyn, Choi Han y Lock los despidieron. Cale los miró a los tres con expresión estoica.
— Cale-nim, si por casualidad ves a ese mago bastardo, por favor dile al Dragón que lo mate de inmediato. Lo único que tienes que decirle es que le explote la cabeza para que no se vuelva en un inútil como yo, que solo pude cortar un brazo.
Choi Han estaba escupiendo cosas viciosas desde temprano en la mañana.
— ¡Definitivamente me haré más fuerte y regresaré! Así que asegúrate de escuchar a la joven señorita mientras no estoy. Piensen ciertamente en lo que les dije a todos la última vez. Es para tu futuro. Todos necesitamos volvernos más fuertes ahora.
Lock estaba rodeado por sus 10 hermanos menores y les decía lo que tenía en mente. Rosalyn le estaba susurrando algo al Dragón Negro dentro del carruaje, y fue tan silencioso que incluso Cale no pudo oírlo.
— Dragon-nim, este es el libro de texto sobre el alfabeto del Reino de Roan, y este es el idioma común del continente.
— Gracias, humana. Soy grande y poderoso, así que lo aprenderé rápidamente.
— Absolutamente. Dragon-nim es grande y poderoso. Rezo para que se te ocurra un nombre genial para ti.
— Le pediré que me dé un nombre. — miró de reojo por la ventana del carruaje a la pelirroja que sostenía la mano de los niños gato.
— ...Estoy segura de que Cale-nim sabrá a qué te refieres cuando le preguntes. - ella dudo por un momento, pero se animo a hablar.- Dragón-nim... ¿ha considerado en llamarla mamá como On y Hong?
Hubo un ligero temblor en el pequeño cuerpo del dragón antes de responder.
— Yo... yo no necesito hacer tal cosa.
Rosalyn miró con cariño a la pequeña figura delante de ella.
— Estoy segura de que a Cale-nim le gustaría que le dijeras mamá, ella lo aceptaría de inmediato.
— Hmph.— el pequeño solo desvío la mirada apenado.
Cale no sabía de qué estaban hablando, pero miró a Rosalyn, que estaba mirando al Dragón Negro con una sonrisa de satisfacción en su rostro, y levantó una ceja. Luego se volvió hacia Choi Han y comenzó a hablar. Choi Han todavía estaba hablando sobre lo que Cale debería hacer para mantenerse con vida sin él.
— Cale-nim, tu tasa de supervivencia aumenta si destruyes algo de un solo golpe y luego escapas. ¡No! Definitivamente no hagas eso, podrías lastimarte y eso...
— Basta de tonterías.
En ese momento apareció Lucía y le pidió a Cale a los niños para que no se esforzará mucho. Ella aceptó a pesar del puchero que se formo en sus caras.
Lucía subió a los niños al carruaje.
Entonces Cale continuó hablando estoicamente con Choi Han, quien inmediatamente se calló.
— No te preocupes por mi, piensa en ti. Solo asegúrate de no lastimarte.
Choi Han se sintió conmovido y se sonrojó con una sonrisa en los labios antes de responder.
— ...Sí. Me aseguraré de hacer eso.
Con un suspiro acarició la cabeza del más alto solo para recibir un extraño sonrojo y una sonrisa amable.
(¿Estará enfermo?) - Pensó eso, pero luego negó con la cabeza. -( no es posible que el protagonista se enferme en estas alturas)
Cale ya no quería ver la sonrisa inocente de Choi Han, así que se subió al carruaje. Rosalyn se cayó tan pronto como Cale subió.
Cale sintió el peso del Dragón Negro invisible, así como de On y Hong se transformaban y se subian en su regazo mientras miraba por la ventana hacia Hans.
—Vámonos.
El personal, que estaba fuera de la residencia para despedirlos, se despidió de Cale. Cale no entendía por qué estos miembros del personal demoraban su trabajo y salían a despedirlo. Les dijo que estaba bien, pero todos querían venir a despedirla.
— ¡Joven señorita-nim, vuelve a casa sana y salva!
— ¡Fue un placer servirle, joven señorita-nim!
— ¡Esperamos verte de nuevo en el futuro!
Qué tontería más terrible. Negó con la cabeza pero respondió.
— Por favor, continúa con tu excelente trabajo.
Cale no tenía aviones de volver jamás a la capital. Simplemente los despidió con la mano y luego cerró las cortinas del carruaje.
Esa acción fue la señal para irse. El grupo de Cale tenía dos carruajes más que cuando llegaron, ya que salieron de la capital y se dirigieron al noreste.
Ubarr...
Cale se dirigió al mar que estuvo lleno de remolinos durante cientos de años.
— ¡Olfatea! ¡Huele salado! ¿Es este el mar?
Hong, el gatito rojo, miró por la ventana abierta del carruaje y olfateó el aire. Cale ascendió con la cabeza cuando recibió un pequeño objeto redondo que el Dragón Negro le entregó.
— ¿Este es el maná condensado de la bomba?
El Dragón Negro asintió con la cabeza ante la pregunta de Cale y respondió.
—Sí. Podemos hacer una nueva bomba mágica ahora.
Cale se puso jovial con esta confirmación y abrió la ventana del carruaje dejando que la brisa fresca del mar entrase mientras miraba hacia el mar del noreste. Había muchas islas visibles en el océano.
El gatito plateado On también estaba bastante emocionado.
— ¡Oh! ¡Mira ese acantilado afilado!
El acantilado afilado provocó tanto asombro como miedo mientras cabalgaban por un camino creado en la cima de ese acantilado.
Cale miró hacia el "Acantilado de los Vientos", la vista más hermosa del territorio de Ubarr. Había muchas islas pequeñas al lado de ese acantilado.
Entre ellos había múltiples remolinos furiosos, que fueron los culpables de por qué las yeguas del territorio de Ubarr eran tan peligrosas.
-(El Asesino de Magos termina aterrizando en una de esas islas después de naufragar por los remolinos, y termina encontrando el 'Sonido del Viento'.)- recordó parte de lo que había leído
El nombre del Asesino de Magos era Toonka, conocido como Toonka el Tirano.
-(Solo necesito conseguirlo antes que él.)-
Cale estaba pensando que no había posibilidad de que se encontrara con Toonka mientras miraba el mar con satisfacción. Este viaje sería tranquilo, siempre y cuando evitara a Toonka.
Cale, que había estado mirando por la ventana con satisfacción, pudo ver algo lejano en el horizonte.
— ¿Mmm?
Cale se frotó un poco los ojos, pero seguía igual.
—... ¿No es una ballena?
Una manada de grandes ballenas lanzaba agua al aire mientras cruzaban el mar del noreste para dirigirse al norte. Cale de repente tuvo una sensación siniestra y presionó su vestido.
Las ballenas tendían a vivir en el mar del Norte. Esto también fue cierto para la Tribu Ballena. Fue solo durante la guerra con las sirenas que la Tribu Ballena bajó al sur.
-( Absolutamente de ninguna manera, ¿verdad?)-
La voz del Dragón Negro resonó en el oído de Cale.
— Siento una fuerte presencia.
Ese eco se clavó directamente en el cerebro de Cale.
Por eso Cale estaba frunciendo el ceño cuando llegaron a una pequeña aldea a las afueras del Acantilado de los Vientos.
— Joven señorita, ¿te enfermaste en el camino?
— ¿Te sientes mal mamá? — preguntó preocupada On.
On caminaba a un lado de Cale tomando su mamo, mientras la pelirroja llevaba en brazos a un dormido Hong.
Cale negó con la cabeza ante la pregunta de Hans y On.
— No, solo tengo un mal presentimiento.
— Ah, da miedo por los acantilados. Sin embargo, nuestro director es un veterano, por lo que no tiene nada de qué preocuparse.
On apretó ligeramente la mano de Cale, como diciéndole que ella estaba allí. Acto que hizo sonreír a la pelirroja.
— Señorita On, ¿quieres que la cargue?.
Lucía aprecio por detrás de Cale y habló directamente a On, quien parecía con poco con sueño pero trataba de mantenerse despierta.
On, lo pensó por un momento antes de asentir con la cabeza y dejar que Lucía la cargase, eso sin soltar la mano que tenía agarrada Cale.
Cale sonrio en agradecimiento a Lucia, para un momento mas tarde, soltando momentáneamente la mano de On, extendiendo su mano hacia la persona que se le acercaba.
— Cuánto tiempo sin vernos, joven Amiru.
— Hola, joven señorita Cale. Señorita On. Y...
— Mi nombre es Lucía, joven señorita. — dijo con una leve reverencia ya que cargaba a On.
— Es un placer.
Luego de ello, Lucía dio un paso atrás para dejarlas conversar tranquilamente.
Amiru tenía su sonrisa única y tranquila en su rostro mientras le daba la bienvenida a Cale y su equipo.
Este era un pequeño pueblo costero en el territorio de Ubarr, que no tenía nada especial y permitía a los residentes vivir en paz y tranquilidad hasta ahora, de repente estaba ocupado con visitantes.
Además, mañana por la noche, Cale estaba planeando hacer estallar una bomba mágica en las profundidades del océano.
Sin embargo, había sucedido algo que, para la pelirroja, nunca debería haber sucedido. Esta terrible situación comenzó cuando uno de los caballeros de Amiru vino a informar a Amiru. El caballero se acercó urgentemente a Amiru e informó en voz baja.
— Mi señora, la persona que rescatamos ha recuperado el conocimiento.
— Ah, ¿entonces es así?
-('¿Rescatamos?')-
Esa palabra hizo que Cale pensara en una sola persona.
Cuando Cale comenzó a fruncir el ceño con dudas en su mente, Amiru notó la expresión de Cale y comenzó a explicar.
— Estábamos inspeccionando la costa y las islas cercanas en busca de la nueva base naval cuando rescatamos a un náufrago. Parece que ha recuperado la conciencia.
-(Tengo un mal presentimiento sobre esto.)-
— Estábamos debatiendo qué hacer cuando lo vimos inconsciente y arrastrado al remolino, pero recordé lo que hiciste en la plaza y decidió que teníamos que salvarlo.
Amiru continuó hablando con Cale.
— Porque la vida de una persona es preciosa, ¿verdad, joven señorita Cale?
Cale realmente quería romper algo en ese mismo instante, pero calmadamente respondió a esa pregunta después de un largo momento de silencio.
—...Por supuesto.
— Sabía que la joven señorita Cale respondería así.
A pesar de la sonrisa que le dediba Amiru, y todo lo que estaba en la mente de Cale en este momento eran los detalles sobre cómo el fic describía la situación de Toonka.
Amiru, que no tenía forma de saber en qué estaba pensando Cale, pensó que la expresión seria en el rostro de Cale se debía a lo cariñosa que era como persona. Luego continuó hablando.
— Basado en su atuendo y físico, parecía ser alguien del Reino Whipper.
Definitivamente era Toonka.
El rostro de Cale se puso más pálido mientras Amiru seguía hablando.
La facción de no magos que estaba luchando contra los magos en el Reino Whipper era ignorada como bárbaros por los magos.
Los no magos del Reino Whipper eran individuos fuertes que lograron tomar el control de las duras montañas y costas del Reino Whipper sin usar magia. Eran personas que se enfocaban en fortalecer el cuerpo humano en lugar de depender de otros factores, como la magia.
Se rebelaron porque querían destruir el Reino Whipper actual que fue creado solo para que los magos tuvieran una vida fácil y lo devolvieran a su forma original. Los ciudadanos del Reino Whipper estaban del lado de estos no magos.
Usaron el instinto para acabar con este reino de la lógica.
-(El problema es que Toonka es extremadamente estúpido.)-
En opinión de Cale, Toonka era solo una persona simple y estúpida que resultó ser muy fuerte. Y la gente estúpida era el tipo de gente más aterradora. Esto se debía a que no podíamos hablar con ellos.
— Joven señorita Cale, no tienes que preocuparte por esa persona. Pareció recuperarse muy rápido.
Cale se rió después de escuchar las palabras de Amiru.
-(No estoy preocupada en absoluto. De hecho, preferiría que siguiera recibiendo tratamiento durante mucho tiempo.)-
La esperanza de Cale era que Toonka permaneciera en recuperación hasta que se fuera. Amiru, así como los caballeros que estaban con ella en la capital, miraron hacia Cale con cálidas miradas.
Cale no tuvo tiempo de prestar atención a esas miradas. Ya tenía bastante dolor de cabeza tratando de averiguar por qué Toonka llegó aquí tan temprano.
Cale miró a Hong en sus brazos y luego a On que empezaba a dormirse en los brazos de Lucía, entonces habló
— Señorita Amiru, ¿podría mostrarnos nuestras habitaciones?
— Por supuesto. Todavía no estás en plena fuerza, ¿verdad?
— Sí. Todavía estoy herida.
— ...Oh no, apurémonos entonces.
Cale tomo nuevamente la mano de On y comenzo a seguir a Amiru.
Pero solo tenía un pensamiento en su cabeza, pues recordó la conversación que había tenido con Billos.
Ya era muy raro que él estuviera al tanto de la guerra, por el intercambio de palabras que habían tenido. Así que ¿cómo estaba tan seguro de la Guerra Civil? ¿Cómo se enteró tan temprano?
La única respuesta viable que quedaba era que el hecho de que Billos lo supiera significaba que la historia estaba cambiando.
-(La Guerra Civil debe estar sucediendo antes que en la novela.)-
Si Cale lo pensaba de esa manera, todo tenía sentido.
El hecho de que Toonka naufragara significaba que su nave fue destruida por los ataques de los magos y que había regresado del norte después de ganar fuerza.
Eso significaba que, incluso si se movía hacia arriba, la historia en sí no cambiaba.
Toonka había sobrevivido a través de la naturaleza y sus elementos más duros. No había forma de que los magos, que usaban maná, un poder que se extrae de la naturaleza, pudiera derrotar a una persona así.
Quizás un Dragón pueda matarlo.
Un Dragón probablemente aún podría a Toonka matar con un solo golpe.
Cale dijo que necesitaba descansar tan pronto como llegara a la residencia y envió a todos fuera de su habitación antes de dejar que Lucía pusiera a On en la cama, para luego retirarse, más tarde ella dejó al dormido Hong en la cama, luego miró al techo y comenzó a hablar.
— Oye.
—¿Qué pasa, humana?
El Dragón Negro fue revelado. Cale comenzó a hablar en serio con el Dragón.
— Por favor, quédate a mi lado sin ir a ningún lado por un tiempo.
Cale se había dado cuenta de algo a través de la situación con Choi Han y el Dragón Negro. Si trataba de evitar a Toonka, podría terminar con aún más equipaje. Necesitaba prepararme para ese momento.
— Eres realmente debil, hmp, haré lo que yo quiera.
El Dragón Negro resopló y se alejó de Cale. Sin embargo, la forma en que las alas del dragón aleteaban le hizo saber a Cale que el Dragón Negro lo escucharía. Decía una cosa, pero su cuerpo decía otra.
Cale se sintió mucho mejor después de decirle eso al Dragón Negro. Cale luego miró alrededor de su habitación. Era una residencia que el jefe de la familia Ubarr había construido hace un tiempo en este pequeño pueblo.
Ella inspeccionó la habitación mientras tenía su plan en mente.
Cale estaba programado para ir a la isla más pequeña mañana por la mañana. El "Sonido del Viento", que era la fuente de todos esos remolinos.
Toonka había dicho lo siguiente sobre el Sonido del Viento en la novela.
<"Es un poder silencioso pero caótico">
Era exactamente lo que Cale estaba buscando.
Un poder que le permitiría escapar rápida y silenciosamente mientras causaba el caos para los fuertes. Cale comenzó a sonreír levemente anticipando la mañana por la mañana.
Esa sonrisa pronto cambió a una sonrisa completa que estaba llena de satisfacción.
— ¡Joven señorita-nim! ¡El tío Beacrox hizo este marisco solo para ti!
— ¡El tío está muy emocionado con el mar!
—¡Correcto! ¡Cale-nim, ven mucho!
— La tía Lucía también es muy buena.
— Nos enseñó muchas etiquetas.
Cale miró con satisfacción a los diez niños lobo que llevaban comida a su habitación, que ahora se veía más animada.
—El tío Beacrox siempre hace cosas ricas.
— Así es, así es. Lucía también sabe muchas cosas. - hablaron entre sí On y Hong.
La pelirroja les había dicho a los demás que eran primos de Lock y que todos vivían en el mismo pueblo cuando sus familias fueron asesinadas por bandidos.
La sonrisa de Cale se hizo aún más espesa, cuando vio a Beacrox, quien traía bandejas de comida detrás de los niños y Lucía, que los estaba vigilando desde cerca para ver como dejaban la posición de los platos y cubiertos.
Hijo de Ron, hermano de cariño de Cale, chef y experto en tortura. Eso fue Beacrox. Por lo general, vestía ropa sin arrugas ni una mota de polvo.
Era lo mismo ahora. Sin embargo, tenía serias bolsas bajo los ojos.
Por otro lado Lucía, quien era puesta como una especia de dama de compañía y que ahora podría ser considerada su mejor amiga, ella estaba sonriendo mientras iba a ayudar a Beacrox.
De repente Cale sintió que ellos se veían bien juntos.
— Por favor, ven, joven señorita Cale.
— Muchas gracias. Fue una buena decisión que todos ustedes ayudaran a Beacrox en la cocina.
Cale acarició la cabeza y agradeció a Maes, el niño de doce años que era el mayor de los 10 niños lobo, antes de tomar su tenedor.
El pequeño se sintió bien cuando ella lo tocó, sonrojandose un poco por el calor que sintió.
— Joven señorita-nim, queremos trabajar. Lock hyung nos dijo que podemos depender de un poco de ti.
Los niños lobo, con Maes a la cabeza, se apresuraron a subir a su carruaje durante el viaje y le pidieron que los pusiera a trabajar. Fue entonces cuando Cale hizo que comenzaran a ayudar a Beacrox.
— Mm, creemos que será mejor si entrenamos con los caballeros, pero aún así haremos nuestro mejor esfuerzo.
— Lo he mencionado antes y sigo diciendo que ustedes todavía son niños. Todavía es demasiado pronto para hacer algo peligroso como entrenar con los caballeros. Ayuda a Beacrox con las cosas de la cocina tal y como lo ha hecho hasta ahora.
— Realmente eres como Lock hyung mencionó. Sí, continuaremos esforzándonos.
— ¡Sí! - dijeron los demás al unísono.
Los niños que decían que trabajarían duro realmente trabajaron duro. Tal vez por eso, pero Cale no pudo evitar sonreírle a Beacrox, quien parecía cansarse más cada día. Beacrox se quedó allí mientras los niños lobo preparaban la mesa y luego se dirigían hacia afuera.
— Tío, tía ¿no vienes?
Los niños lobo eran brillantes y puros. Llamaron tío a Beacrox y tía a Lucía, tratándolos como familia.
—...Ya voy.
— Enseguida los acompañantes.
Los niños salen primero después de escuchar sus comentarios. Todos iban vestidos limpiamente y tenían el cabello bien cuidado, como si nunca antes hubieran vivido en una aldea remota.
Era inevitable con el estilo de Beacrox y los excelentes gustos de Lucía
— Oppa-nim y Lucía, realmente son buenos niñeros.
— Así es, ellos también nos cuidan muy bien. - Puerto Hong muy feliz.
— Además hacen una buena pareja. - dijo con una sonrisa.
—Tienen razón.
Cale estuvo de acuerdo con el último comentario asintiendo con la cabeza.
En ese momento la cara de Lucía se puso colorada.
— G-gracias jóvenes maestros. M-me retiro ahora mismo. Que tengan una deliciosa cena.
Así, con nervios ella salió rápido de la habitación.
Beacrox por su parte desvío la mirada hacia un costado dejando ver en sus orejas un poco de rojo. Parecía avergonzado.
Esto hizo que Cale levantara una ceja con una sonrisa en los labios.
La pelirroja vio a Beacrox coger un tenedor y un cuchillo y empezar a salir de la habitación cuando empezó a hablar.
— Gracias por siempre darme una comida deliciosa.
— ...Sí señorita.
— Y Beacrox... sabes que la apruebo ¿verdad?
Dijo Cale haciendo que Beacrox se paralizara por un momento antes de seguir su camino.
Haga clic.
Beacrox salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él. Cale miró a la puerta y comenzó a hablar.
— No sé por qué está tratando de hacer el trabajo de su padre mientras su padre no está. Además tiene derecho de estar con quien desee.
No había ninguna razón para que Beacrox se negara a sentir cosas por alguien, además era realmente innecesario que le trajera la comida. Sin embargo, Beacrox estaba haciendo lentamente el trabajo de Ron en cualquier oportunidad que tuviera. Desafortunadamente, esto impidió que Cale pudiera disfrutar del espacio dejado por la partida de Ron.
Los niños lobo o Beacrox siempre aparecían para ocupar el lugar de Ron.
Cale miró hacia la esquina de la habitación siguiente y continuó hablando.
— Ven a la esquina.
Los compañeros de comida de Cale, On, Hong y el Dragón Negro, quien se sumo a ellos luego de ser llamado por la pelirroja. Cale miró la puesta de sol sobre el océano mientras comía tranquilamente su cena...
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Notes:
BUENAS BUENAS MIS POLLIGUAPOS 🐥❤️
Espero que estén teniendo un lindo día ✨️
Aquí les traigo un nuevo capítulo ♡
Nada pues, estamos cada vez más cerca de conocer a la ballenita bella uwu ~◇
*Incertar Ocs de otra historia*
Itzé: AAAAAA CADA DIA LO ODIO MAS A DERUTH.
Autora: lo sé ¿verdad? A ese hombre le faltan huevos.
Itzé: totalmente. Cambiando de tema... Cale fan de las joyas, amo infinitamente.
Autora: jajajaa si no fuera pobre, sería como ella.🤧
Itzé: digo lo mismo aunque yo si tengo ingresos. jajsjaaj
Autora: cállate o te dejo sin nada
Itzé: lo siento lo siento. Pero podemos hablar de Alberu, realmente necesito un hombre como el en mi vida. Ummm no mejor Rock Soo *se mierde el labio*
Autora: *lo mira de reojo* si, Alberu es un solcito aunque medio manipulador, pero un sólito en fin.
Itzé: Choi Han preocupado por Cale es todo lo que está bien en este mundo, además del pequeño dragón que quiere un nombre y llamarla mamá. ¡Yo me derrito de amor!
Autora: lo sé, lo sé. Mucho caramelo por un día.
Itzé: autora-nim gracias por agregar un poco de Beacrox x Lucía. Los amo, ya que se casen por favor.
Autora: ummm lo pensaré.
Itzé; no seas así.
Autora: *desvía la mirada* ejem, bueno hasta aquí la historia de hoy.
Itzé: oí, no es justo *hace puchero y va a abrazarla.*
Itzé: autora-nim, ¿sabías cuál es el significado de las esmeraldas?
Autora: umm, mejor dime.
Itzé: Esta piedra verde se relaciona con la salud y la sanación, también se asocia con la esperanza. Es la del amor sincero, la felicidad, la memoria, fortaleza interior, la sabiduría. Elimina la negatividad y genera sensaciones positivas.
Autora: wow, es un significado profundo...
Itzé: ¿que mensaje habrá querido dar el joven príncipe?
Autora: ejem. Bueno mis pollitos. Hasta aquí llego yo.
Itzé: ¡Basta de ignorarme!
Autora: Nos vemos en un próximo capítulo mis polliguapos, besos.
Itzé: hmp... ¡Adiós Chiques ♡!
Chapter 36: 35. Un encuentro en el mar
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Al día siguiente, Cale estaba viajando en un barco para explorar las islas, guiado por un pescador experto recomendado por Amiru.
Esta vez, fue acompañado por Beacrox (quien se negó rotundamente a dejarla ir sin él), el Vice Capitán Hilsman (que había estado vomitando desde que emprendió su marcha en el barco) y el Dragón invisible que actualmente estaba recostado en el regazo de la pelirroja.
Ella había decidido dejar a los niños con Lucía y Hanz, ya que a ellos no les atraía mucho la idea de adentrarse en el mar. Además, aunque Lucía quería ir con ella dijo que se quedaría también para cuidar de los niños lobo.
Cale se quedó tranquila al saber que los niños estarían en buenas manos.
Después de un turbulento viaje, por fin llegaron sanos y salvos a la isla. Bueno, todos menos Hilsman que no dejaba de vomitar, tanto así que Cale tuvo que pedirle a Beacrox que lo ayudara.
Mientras, ella decidió deambular y explorar un poco el lugar así conocerlo.
Al caminar por la isla, acompañado del dragón invisible, recordó la pequeña historia sobre el ladró que le había comentado el pescador durante el viaje.
— "Hace mucho tiempo, había un ladrón que era más rápido que los demás. Los pasos del ladrón eran tan ligeros y cautelosos que, supuestamente, podía caminar sobre el agua sin causar la más mínima ondulación”.
Realmente fue el Sonido del Viento. Por supuesto, caminar sobre el agua fue un poco exagerado.
— "De todos modos, el ladrón supuestamente robó algo que pertenecía a un Dios. La leyenda dice que el ladrón saltó del Acantilado de los Vientos con los objetos. Sabes qué acantilado es, ¿verdad? Así fue como el objeto de Dios y el ladrón desaparecieron de este mundo, así como también surgieron los remolinos".
Recordó como el anciano sonriendo con tanta dulzura como las arrugas bronceadas de sus brazos.
— "Por eso solía haber sacrificios en el pasado por el objeto de Dios".
—¿No?
— "Si realmente era un objeto de un Dios, ¿por qué ese Dios nos molestaría a los humanos en lugar de recuperar su objeto?"
Cale estuvo de acuerdo con el anciano.
No era un objeto de dios. Era el poder de un humano. Por eso un Dios no podía soportarlo.
Suspiro y negoció con la cabeza, decidiendo volver su atención de nuevo al camino. Miró de un lado a otro antes de bajar la voz y preguntar.
— ¿Qué piensas?
El dragón Negro respondió.
— Como mencionaste, hay algo debajo de ese remolino frente a esta isla. Era similar al poder de esa cueva de la última vez.
Con un sentimiento, Cale entró tranquilamente en el bosque. No había ninguna razón para mirar dentro. Realmente solo vino aquí para mirar el remolino.
-(Necesito saber un poco sobre el terreno, ya que volveremos aquí por la noche.)-
Cale preguntó una cosa más.
— No hay nadie aquí, ¿verdad?
— Ninguno.
No había nadie más que el grupo de Cale en la isla. Cale finalmente pudo suspirar de alivio. Había estado preocupado por la manada de ballenas desde ayer.
— Pero hay un cadáver.
— ¿Qué?
Cale instantáneamente se congeló. Empezó a fruncir el ceño y miró hacia el cielo. El Dragón Negro abandonó la invisibilidad y apareció frente a Cale.
— Cuando miré hacia abajo en esta isla antes, había tres cadáveres en el otro lado de la isla.
Los cadáveres estaban completamente fuera de las expectativas de Cale, haciendola retroceder tres pasos hacia el barco. Tenía el mal presentimiento de que pasaría algo desafortunado si seguía caminando hacia el otro lado de la isla. Sin embargo, el Dragón Negro continuó hablando.
— Pero los cadáveres no eran cadáveres humanos.
Cale levantó las manos para cubrirse los ojos.
-('Entonces son similares a los humanos, pero no iguales'.)-
Entonces solo quedaba una respuesta.
— ¿Eran raros sus manos y pies?
El Dragón Negro se mueve enérgicamente con la cabeza.
— ¡Así es! La mano y los pies eran raros. ¡Parecían aletas!
Aletas. Ese era el símbolo de las sirenas.
Una manada de ballenas y sirenas. Cale estaba preocupada y llena de dudas. Se suponía que las ballenas y las sirenas no iban a aparecer todavía.
'No.'
Pero se equivocaba, el conflicto entre ballenas y sirenas estuvo desde hace tiempo, solo que en el fichero se descubre cuando Choi Han descubre la Tribu Ballena. Dejando eso de lado por un momento, Cale llamó al Dragón Negro.
— Pequeño.
— ...No me llames 'pequeño'
—Pero lo eres. — ella vio una linda cara enojada en el dragón, quiso reirse pero se contuvo. — Ejem... Entonces, ¿cómo deberías llamarte?"
— Pronto lo descubrirás.
Ella simplemente se encogió de hombros, después de que todo el Dragón estaba estudiando el lenguaje humano, era cuestión de tiempo para que eligiese su nombre, por lo que simplemente señaló hacia el otro lado de la isla con la barbilla.
—¿Estás seguro de que no hay nadie?
— No hay presencia viva. Es lo mismo en el agua.
—Entonces abre el camino.
Tenía que ir a ver los cadáveres de sirenas. Solo para verificar y mantenerse fuera de peligro.
— Tienes que estar frente a mí.
Cale empujó al Dragón Negro frente a ella mientras se dirigían hacia el otro lado de la isla. Luego comenzó a fruncir el ceño tan pronto como salió del otro lado del bosque y vio los cadáveres.
—…Yo tenía razón.
Como era de esperar, eran cadáveres de sirenas, de hacho había tres cadáveres completamente secos, todos con el cuello roto. Además, sus piernas y brazos también estaban torcidos. Cale frunció aún más el ceño después de ver la aparición de las sirenas con sus propios ojos en lugar de solo como texto en una novela.
Eran tan diferentes a los humanos, con branquias y aletas. Ella se cruzó de brazos.
—¿Por qué no te acercas?
El Dragón Negro le preguntó con curiosidad a Cale, que estaba observando desde la distancia. Cale respondió fácilmente al Dragón Negro.
—Solo... Da miedo.
— …Correcto. Olvidé que eres una humana débil. Mejor quédate ahí.
El Dragón Negro avanzando y se dirige hacia los cadáveres de sirenas. Luego comenzó a murmurar para sí mismo.
— Parece que fueron aplastados hasta la muerte. También parece haber muerto no hace mucho. Además, puedo ver algo de sangre roja debajo de sus aletas. Creo que estaban en una batalla.
-(Definitivamente, una ballena mató a estas sirenas.)-
La Tribu Ballena tenía una población pequeña, similar a los dragones, pero eran la existencia más fuerte en el océano. Así fue como pude proteger el mundo oceánico de las sirenas.
-('La Tribu Ballena es pequeña en número, pero son demasiado fuertes para que las sirenas hagan lo que les plazca. Sin embargo, las sirenas de arrepentido comenzaron a fortalecerse'.)-
Pensar en la pelea territorial de estos seres le dio dolor de cabeza. Decidió fingir demencia y seguir adelante.
Cale le dijo al Dragón Negro que debería regresar y se alejó de los cadáveres de sirenas.
— ¿Podemos dejarlos así?
— Sí.
Un cadáver de sirena no se disiparía en tierra, sino que se secaría casi por completo. Para que se disipe, debe estar bajo el agua. Una vez que eso sucede, el olor se propaga por todo el océano, lo que indica a otras sirenas que vengan a buscar los cadáveres.
Por eso la Tribu Ballena los dejó en tierra como este a propósito.
Y quien era ella como para cambiar eso, además no quería involucrarse con otras criaturas. Ya tenía un dragón y dos miembros de la Tribu gato con ella, no quería más.
— Necesito encargarme rápidamente de las cosas y marcharme también.
Probablemente solo hubo un miembro de la Tribu Ballena que luchó contra estos.
Cale regresó al barco y habló con los demás.
—Volvamos. No hay mucho que ver.
El Vice Capitán, que finalmente estaba comenzando a recuperarse de su mareo, palideció nuevamente, pero Beacrox parecía haber comprado mucho pescado al pescador, y él respondió felizmente.
— Joven señorita Cale, tendremos pescado asado para la cena.
—Está bien, oppa.
Después de regresar a la residencia, Cale esperaba que pasara el tiempo con el estómago lleno de pescado asado. Una vez que la oscuridad finalmente descendió sobre el pequeño pueblo, sacó un equipo de buceo de la caja mágica que recibió de Billos.
La pelirroja se acercó a los niños que estaban en la cama en su forma de gato y les dio un beso en la cabeza a cada uno antes de alejarse.
Ella se paró en el alféizar de la ventana frente al acantilado de los vientos y el mar del noreste mientras comenzaba a hablar con On y Hong.
— Mantén una buena vigilancia en casa y cuídate.
— No dejaremos entrar a nadie.
— Ten un viaje seguro. El más joven, cuida de nuestra madre.
El Dragón inflaba el pecho con suficiencia y respondió.
— La humana va a estar segura conmigo.
Cale simplemente avanzando con la cabeza para responder a los gatitos antes de mirar hacia el Dragón Negro.
El Dragón Negro miró a Cale con confianza y casualmente gritó un hechizo.
— Vuelo.
En ese momento, el cuerpo de Cale flotó en el aire.
— Vámonos.
El Dragón Negro tomó la delantera y Cale lo siguió. Cale llevaba una bomba mágica mientras volaban alto en el aire para evitar ser notados.
El plan de Cale hoy era golpear el remolino con precisión antes de correr. Para cuando la gente saliera en estado de shock, Cale ya habría desaparecido como el viento silencioso.
La versión de la bomba mágica de este Dragón Negro estaba programada para explotar diez minutos después.
—Se ve aún peor por la noche.
Cale miró el remolino más grande debajo de ella y comentó. Luego empezó a pensar.
Toonka es realmente un bastardo loco. Naufragó y llegó a esta isla, y luego comenzó a mostrar interés en este remolino cuando su condición mejoró un poco.
Toonka disfrutaba de situaciones peligrosas. No, estaba obsesionada con ellos. Por eso Cale lo estaba llamando bastardo loco.
<"Es mi primera vez en el océano, pero parece divertido">
Toonka dijo eso antes de saltar a ese remolino sin ningún tipo de preparación. Naturalmente, Cale no tenía planes de actuar de la misma manera.
Cale ya había empacado todo lo que necesitaba en los bolsillos del equipo de buceo.
— ¿Está eso aquí?
Cale ascendió con la cabeza para responder a la pregunta del Dragón Negro y miró a su alrededor. Todo el pueblo estaba oscuro por la noche. El océano estaba aún más oscuro.
Cale se apartó del océano y miró hacia el Acantilado de los Vientos.
<Toonka descubre una cueva escondida debajo del Acantilado de los Vientos y entra con curiosidad. Encuentra algo al final de la cueva y suelta una carcajada: "No esperaba que hubiera algo tan bueno aquí". Fue un encuentro fatídico que Toonka nunca había esperado>
Cale dejó a un lado la información del fic y habló con el Dragón Negro.
— Empecemos.
—Muy bien, humana.
Maná negro comenzó a salir de la pata delantera corta del Dragón Negro.
La bomba mágica reaccionó al maná y comenzó a vibrar. La bomba había sido modificada por el Dragón con la instrucción de Cale.
— Es una bomba mágica mucho mejor.
Con una sonrisa de satisfacción, Cale felicitó al Dragón Negro.
— Debes ser increíble para crear algo así.
—Sí. Soy un Dragón grande y poderoso después de todo.
Incluso más maná negro fluyó de esas patas cortas y desapareció en las bombas.
Cale podía sentir las bombas mágicas vibrando en sus brazos. Cale apuntaba al momento en que la luna se había puesto pero el sol aún no había salido.
— Ten cuidado, no te lastimes.
El Dragón Negro se dirigió más alto en el aire mientras colocaba un escudo alrededor de Cale y se despedía.
Cale soltó la bomba de su mano y luego se puso la máscara de buceo, una herramienta mágica que le permitiría respirar bajo el agua durante 5 minutos.
Unos momentos después, una bomba explotó y Cale convocó el escudo de plata antes de caer directamente hacia abajo. El viento de la noche pasó ferozmente por su rostro.
Una vez que se disparóon las decenas de explosiones más pequeñas, el remolino perdió su fuerza y ya no podía girar correctamente. Cale abrió las alas del escudo.
¡Plagaaaaaash!
El escudo chocó con el océano cuando Cale se sumergió bajo el agua. Se puso unas gafas y se dirigió al fondo del océano. Gracias al escudo, el cuerpo de Cale se hundía rápidamente como una flecha.
Incluso con las ondas de choque creadas por las explosiones, Cale logró llegar a salvo al fondo del océano.
¡Auge!
Cale usó el escudo una vez más para manejar fácilmente la última explosión, antes de comenzar a caminar por el fondo del océano.
La pequeña isla central y el gran jacuzzi frente a ella.
Ese remolino fue causado por una pequeña cima que estaba debajo de una gran roca.
Esta peonza había seguido girando durante cientos de años sin detenerse.
Cale podía ver esa gran roca frente a ella. Era tan grande que Cale pensó que fácilmente podría aplastar a una persona.
Cale miró hacia la roca y comenzó a pensar en como Tonka rompió la roca en el fic.
-(Toonka, loco bastardo. ¿Destruiste esta cosa?)-
Cale negó con la cabeza debajo del agua y se dirigió hacia la cima que se parecía a Sun Wukong debajo de la roca.
En ese momento apareció la voz del antiguo propietario.
- ¡Hijos de p*ta!
- ¿Por qué es un pecado robar algo por lo que sacrificaron personas para crear? ¿Especialmente cuando se lo iba a devolver a la gente? ¡Bastardos, bastardos! ¡¿Por qué bastardos como tú tienen tanto poder?!
La dueña del Sonido del Viento era el mismo ladrón que se decía que había robado algo de un Dios. Ella realmente no había robado el artículo de un Dios. En realidad, acababa de robar algo de un templo.
Se había asfixiado después de quedar atrapado debajo de esta gran roca. El ladrón silencioso con los pies más rápidos encontró su desaparición así.
Ella misma era el viento. Después de su muerte, se había convertido en una peonza que seguía vomitando remolinos.
- ¡Esta estúpida agua! Si la luz de mi amigo estuviera aquí, ¡lo quemaría todo!
La expresión de Cale se volvió extraña mientras sacaba los artículos para liberar este top.
-('¿Luz? ¿Es quizás?')-
- ¿Sabes por qué los rayos dan tanto miedo? Es porque todo lo que se necesita es una sola racha, ¡SÓLO UNA RACHA!
Cale comenzó a pensar en el último Poder Antiguo de su lista, el 'Fuego de la Destrucción'. Y con ello vino un pensamiento arrepentido.
El Escudo Indestructible, madera. Corazón de la Vitalidad, Viento. Sonido del viento, agua. Fuego de la destrucción, fuego.
Cale estaba teniendo un mal presentimiento, debatiendo si realmente debería o no tomar este poder. Sin embargo, la alarma dentro del equipo de buceo le informaba que solo le quedaban tres minutos. Cale decidió pensar en esto más tarde.
-('Démonos prisa y saquémoslo'.)-
Empezó a cavar con una azada.
Finalmente pudo ver toda la parte superior después de cavar un poco más. Cale se acercó a la parte superior y lo agarró con la mano.
Al retroceder unos pasos con la peonza en su mano, volvió a escuchar la voz.
- Si fue un pecado que lo robé, ¿por qué dicen no ser pecadores cuando le mintieron a los humanos? ¡Este mundo está podrido! ¡Es un mundo podrido donde los que están en el poder pueden hacer lo que quieran!
-(El mundo siempre ha estado podrido.)-
Cale ignoró la perorata del ladrón, dejó la capota en el suelo y decidió concederle lo que más deseaba el dueño del poder. . .
Libertad. Y la única forma de conseguirlo era destruir la parte superior.
Con un pizotón, la parte superior se rompió en pedazos bajo el pie de la pelirroja.
Un ruido agudo como un chillido resonó bajo el agua cuando se rompió la parte superior. El viento que salió de la parte superior rota comenzó a rodear a Cale.
- Tienes el poder de la recuperación. No te dejes atrapar como yo. ¿Entendido?
-(¿El poder de la recuperación? ¿Está hablando del Corazón de la Vitalidad?)-
Cale comenzó a fruncir el ceño cuando el ladrón dijo sus últimas palabras.
-Se libre.
Un viento blanco rodeó el cuerpo de Cale y se movió hacia su cabeza antes de comenzar a moverse hacia abajo. Haría esto hasta llegar a sus pies antes de detenerse allí.
-(¿Mmm?)-
Pero el viento en cambio vagó alrededor de su corazón. El corazón de Cale de repente comenzó a latir salvajemente.
-(Puaj)-
El corazón de ella latía tanto que dolía. Cale palmeó su corazón con su mano derecha mientras burbujas de aire salían de su boca que se abrían con fuerza debido al dolor.
-(¿Qué está pasando? Ugh.)-
Cale contuvo otro gemido y se acurrucó en su cuerpo. En ese momento, el viento brilló, antes de ponerse instantáneamente de pie y dibujar una imagen en su tobillo. Cale pudo ver la imagen de un remolino en el espacio entre el traje de buceo y los zapatos de buceo.
Este remolino también era de color plateado.
Una vez que se construyó la imagen del remolino, Cale finalmente pudo sentir que su corazón se calmaba.
-(¿El Corazón de la Vitalidad fortaleció también el Sonido del Viento?)-
Tenía curiosidad, pero no tuvo tiempo para pensar en ello.
Bip, bip
La alarma sonó una vez más para hacerle saber que no quedaba mucho tiempo.
Activando el Sonido del Viento, una ráfaga de viento comenzó a arremolinarse alrededor de sus pies.
Ella movió ligeramente un pie hacia adelante y su cuerpo cortó instantáneamente el agua. Aunque el gran remolino frente a la isla central había desaparecido, los otros remolinos todavía existían. Sin embargo, Cale los pasó fácilmente sin ningún problema.
-(Los otros remolinos desaparecerán en una semana... pero los mantendré por un año)-
Los remolinos reconocieron el Sonido del Viento, el símbolo de su dueño, y dieron paso a Cale.
Su destino era el Acantilado de los Vientos. Al llegar, su cuerpo se disparó hacia arriba en reacción.
La pelirroja fue recibida por la brisa del océano al exterior, dejando de lado la máscara de buceo y escuchó tranquilamente la alarma que decía que habían pasado los 5 minutos.
Cale miró hacia el pueblo y vio que muchas luces comenzaban a encenderse.
—Tengo que darme prisa.
Pensó en que Hans y Lucía quizás quisieran despertarla, pero rápidamente descartó la idea y nadó hacia el Acantilado de los Vientos.
Cale miró para encontrar la roca que parecía a la cabeza de un león. Luego comenzó a sonreír después de ver la pequeña cueva detrás de la roca.
— Lo encontré.
En ese lugar encontraría uno de los ingredientes que necesitaba para poder ofrecer su ayuda a la reina de la jungla.
Cale nadó con cuidado más allá de las rocas, entró en la cueva y rápidamente saltó fuera del agua.
Luego miró hacia el cielo afuera y esperó al pequeño.
El Dragón Negro inmediatamente comenzó a hablar en mente de Cale.
_Humana débil, no estás herida. _ dijo luego de comprobar que no estaba herida.
Solo había una razón para que el Dragón Negro hablara dentro de la cabeza de Cale, por lo que empezó a tener escalofríos. Lentamente volvió la cabeza hacia el interior de la cueva.
_ Hay una forma de vida dentro de esta cueva. Aunque está casi muerto, afortunadamente, no es un cadáver lo que temes._
Cale pudo escuchar algo que se arrastraba dentro de la cueva y comenzó a contemplar sus opciones.
-(¿Saltó de nuevo al agua? ¿O le pido al Dragón que me lleve a casa ahora mismo?)-
Pero ese ruido de arrastre se volvió más urgente y la forma de vida se reveló antes de que Cale pudiera tomar una decisión. Ella volvió un metro un pie en el agua.
— P-por favor sálvame.
— ¡Ah!
Un jadeo salió de la boca de Cale haciendo que el dragón se pusiera delante de ella para protegerla.
Sintiendo el aroma, la forma de vida tenía un olor salado. Era el olor del mar.
-('De ninguna manera'.)-
— H-Hay algo que debo lograr. ¡¡No puedo morir aquí!!
Una existencia de aspecto humano, con su pierna horriblemente raspada arrastrándose detrás de ella, se acercó a Cale.
Había un fluido verde en los rasguños que hacía que la existencia seguía vomitando sangre. Eso fue claramente el trabajo de una sirena.
— P-por favor.
Desde donde estaba, Cale podía admirar a este hermoso "humano" con cabello desordenado que se arrastraba hacia ella con sus manos, era una ballena.
_ Humana débil, tu rostro está pálido. ¿Este ser te asusta? ¿Quieres que me deshaga de él?_
Pregunto en su mente el pequeño con toda la intención de protegerla. Pero Cale no podía escucharlo. Cale sintió que se enfrentaba a una escena sacada de una película de terror.
Un miembro herido, casi muerto, de la Tribu Ballena se había revelado a Cale.
_________________________________________________
*mucho antes de la llegada de Cale a la cueva*
— Jahh~ Ahhh~
Se escuchaba en la cueva el incesante jadeo de un hombre.
El peli celeste se encontraba sentado, apoyando su espalda contra la dura pared de piedra de la cueva mientras miraba con horror su pierna, infectada con un veneno del cual no tenía conocimiento de cura.
— ¡Maldita sea! —Se quejó.
Se sintió tan frustrado, cansado y agobiado puesto que no sabía cuánto tiempo había estado allí, sin poder moverse o pedir ayuda.
Fue realmente un bajón.
Con mucho esfuerzo había conseguido encontrar información. Información que ayudaría a su Tribu a entender y atar algunos cabos sueltos. Pero ahhhh... si tan solo no lo hubieran descubierto.
Si tan solo no se hubiera dejado lastimar de ese modo... si tan solo no fuera así de débil.
Pues en el estado en que se encontraba, no le permitía poder transformarse y nadar en busca de su hermana o su padre, o incluso de su primo.
Él no se dio cuenta de que quería por vencido, no quería morir en vano, no sin antes poder contribuir a su tribu, enorgullecer a su padre y hermana para poder quitarles algo de peso a sus espaldas.
Sin embargo, podía sentir como poco a poco sus extremidades se adormecian por más resistencia que pusiera.
— Por favor... a cualquier Dios que este ahí arriba... por favor. — pedía desesperado.
Aun así sabía que quizás su pedido no fuese cumplido. Él presionó con fuerza sus puños.
Por un momento pensé en que sería más fácil cerrar los ojos y descansar, dejarse llevar y relajarse.
Pero para su suerte, escuche un ruido. Escucho el ruido en el agua de alguien que nadaba hacia donde él se encontraba, luego sintió como saltaba y entraba a la cueva.
Por desesperación o por instinto, como lo quieren ver, él joven sintió que debía acercarse, pedir ayuda, rogar por su vida. Él aún necesitaba lograr su cometido.
Como pudo comenzó a forzar sus extremidades para poder moverse, arrastrándose boca abajo así por el piso.
Aun con su vista medio borrosa por el veneno, al estar cerca de la luz vio una silueta y empezó a pedir ayuda.
Escucho un casi grito de esa figura, algo afeminado, vio como esa figura se encogió al notar su presencia.
Él siguió rogando por ayuda, arrastrándose más, casi lastimando por completo sus dedos al aferrarse al suelo para poder moverse.
Vio a la silueta observándolo sin quitar el pie que había puesto en el agua.
Paseton sintió que se quedaba sin fuerzas y dejó de arrastrarse, se apoyo como pudo en sus brazos y miró hacia arriba.
-(¡por favor, por favor! Noona... ¡no quiero morir!)-
Sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y como estas corrían por su rostro al ser derramadas. Cerró sus ojos con fuerzas.
En su agonía no sintió cuando la figura comenzó a acercarse hacia él, agachandose cuando estuvo a unos centímetros suyo.
Fue cuando esa figura lo llamó, que recién se percato de la cercanía.
— Óye.
Escucho la voz angelical de una mujer.
Abrió sus ojos, jadeando por lo cansado que se sentía.
Pronto sintió una mano gentil sobre su rostro, lo que le hizo levantar la mirada.
Frente a él, de cuclillas, una hermosa joven de cabello rojo cual sangre lo miraba con un rostro sin emociones.
Paseton se perdió en esos intensos ojos oscuros por la noche y sus lágrimas volvieron a brotar de sus ojos.
— ... S-salvam-
Intento pedir, pero calló al sentir como aquella mano en su rostro seca sus lágrimas para luego decir.
— Shhh... no llores. Te salvaré.
Paseton sintió que en ese momento estaba viendo la personificación de un ángel. Sin embargo todo su cuerpo se entumecia cada vez más.
— T-tengo miedo... no quiero... no quiero m-morir.
Dijo con notable pánico en su rostro, cosa que hizo que el bello ángel frunciera el ceño.
El pelicelste sintió como le acariciaban con cariño la cabeza. Volvió a hacer contacto visual con esos profundos ojos color rojizo.
—No morirás. —dijo confiada. — Duerme un poco. Todo estará bien cuando vuelvas a despertar.
Con esas palabras dichas con tanta delicadeza sintió confianza, se sintió tranquilo.
Poco a poco sus párpados comenzaron a sentirse pesados y cuando menos se dio cuenta, y estaba dormido...
No supo cuanto tiempo estuvo inconsciente, pero lo siguiente que supo es que estaba despertando en un lugar más cómodo que una cueva.
Quería recorrer más a fondo con la mirada mientras pestañaba al abrir sus ojos, pero un grito infantil lo puso alerta.
— Parece que se va a despertar. ¡Humana, guarda el cuchillo!
Al escuchar esa voz miró al frente suyo para asustarse al ver a la hermosa ángel, que creyó que era un sueño, sosteniendo un cuchillo sobre él.
Se sentía asustado, pero no podía moverse.
Al parecer la joven sintió su mirada y le sonrió, eso le dio un escalofrío en su espalda.
Cuando la vio descender el cuchillo, cerró los ojos para esperar lo peor.
Pero para su sorpresa el cuchillo no cayó sobre él. Volteando la cabeza hacia un lado, pudo ver como la pelirroja clavaba el cuchillo en un brazo mutilado del cual, extrañamente, comenzó a brotar sangre.
Para su horror, la joven hermosa levantó el brazo sangrante y dejó que la sangre cayera en su pierna herida.
Y poco se esperaba ver como la herida comenzaba chisporrotear cuando el fluido verde que había en su pierna hizo contacto con la sangre.
Paseton miró esto con asombro y lentamente intento incorporarse para quedar sentado. Pronto tuvo el brazo sangrante en frente suyo.
— Bébalo antes de que se seque la sangre. Esa es la mejor manera.
Con duda en su rostro, el peliceleste tomó el brazo entre sus manos.
Desviando su mirada a su pierna, pudo ver como la herida comenzaba a desaparecer dándole un poco de alivio.
Miró a la chica arrodillada a su lado que, ahora que la veía mejor, parecía ser demasiado joven. Luego miró el brazo entre sus manos y decidió beber la sangre, por más asqueroso que le resultará. Él ciegamente decidió creer en esta chica.
Extrañamente, luego de ingerir la viscosa sangre (que internamente sabía que era de sirena), empezó a sentirse mejor. Cerró y abrió las manos confirmando que ya no estaban entumecidos.
Esto era tan confuso y su rostro parecía reflejarlo, porque cuando volvió su mirada a la joven a su lado ella pareció notarlo puesto que le dio una pequeña sonrisa de lado.
— ¿Qué? ¿No eres tú quien mató a esta sirena?
Paseton se puso rígido, la miraba boquiabierto. Como era posible que ella supiera eso.
Quizás sí era un ángel, un ángel que sabía muchas cosas.
Un poco de pánico entró en su cuerpo.
Tan en su mundo estaba que no supo en qué momento el brazo mutilado fue tomado por la pelirroja, haciendo que lo último de sangre que quedaba se derramase en su pierna.
Volvió en sí cuando escucho como ese brazo se desintegraba en el valde con agua. Ella parecía haberlo arrojado allí en algún momento.
Vio como la chica se puso de pie y miró como el brazo desaparecía en el agua, sin mostrar emoción alguna.
Dejando de lado eso y mirándola bien, esta joven era realmente hermosa, casi parecía una diosa. Su rostro se torno rojo al darse cuenta que ella estaba cubierta solamente con lo que parecía ser una bata de baño, claramente podía ver un poco de piel apareciendo por los hombros de ella. Una piel que era demasiado lechosa y parecía de porcelana.
Además el cabello de la chica estaba mojado, dejando ver como algunas gotas se deslizaban de su cabello hacia su cuello y hacia abajo. Este hecho lo hizo ponerse aún más colorado.
Se había quedado embobado mirándola hasta que la hermosa voz de la chica lo sacó del trance.
— Si eres una ballena, probablemente necesites regresar al océano por la mañana para recuperarte por completo. Duerme un poco y vuelve por tu cuenta.
Su rostro se volvió frío. ¿Como era posible que ella supiera su raza?
"Ballena", esa frase que tanto le molestaba, sabiendo que era un mestizo y que de vez en cuando era discriminado por ello, tomado por débil o inútil.
Y él no lo negaba. Pero tampoco le gustaba que le recordasen a cada momento lo que él ya sabía. Era molesto y se enojo por ello.
Por esta razón su rostro se ensombrecio al mírala nuevamente.
— ¿Cómo supiste que era una ballena?
— La verdad... no lo sabia, tu me lo acabas de confirmar. — la pelirroja fue a sentarse en el borde de la cama. — Además... ¿Quién más podría matar a tres sirenas?
Paseton se dio un golpe mentalmente por ser tan iluso. Debería aprender a fingir y saber negar algunas cosas.
Suspiro antes de volver a dirigirle la palabra, ahora un poco más calmado.
— ...Necesito volver a casa.
Él se miró las manos y sus piernas, algo feliz de sentirlas y poder moverse. Él estaba vivo y eso era lo importante.
Quiso contarle a la chica un poco de su situación, pero antes de siquiera poder decir algo ella se le adelantó.
— No tengo ningún deseo de escuchar tu inútil historia.
Paseton se quedó con las palabras en la boca mirando como ella estaba tan tranquila.
En algún momento unos gatitos, uno rojo y el otro plateado, salieron de debajo de la cama y se subieron para estar al lado de la joven.
Y fue que por primera vez, aunque fue momentáneo, que vio una leve sonrisa en el rostro de la chica cuando ella acaricio a los gatitos.
— Solo te salvé porque dije que lo haría cuando me pediste que te salvara.
En ese momento la joven empezó a acostarse en la cama dejando incrédulo al joven. Los gatitos no se movieron de su lugar y aún lo estaban mirando, como si quisieran protegerla.
Él aún no comprendía como alguien podía salvar a alguien y dejarlo estar en su cuarto así sin más.
— Pero ni siquiera...
— Yo voy a dormir. Cállate al salir.
Y así fue silenciado nuevamente. Quedando boquiabierto al verla darle la espalda y quedarse dormida casi al instante.
Paseton se incorpora desde donde estaba y se acercó a la cama, quedando a un metro de distancia de la misma.
La miró un buen rato sin intenciones de tocarla o hacerle algo, solo la miró.
-(¿Cómo puede confiar en un extraño que está en su habitación e irse a dormir?)-
Frunció el ceño pensando en que si fuera otra clase de hombre... No, prefería no pensar en eso.
-( ¿Solo me salvó porque se lo pedí? ¿Así sin más? ¿Existe una persona tan amable?)-
— ¿Por qué ella es tan... buena? — dijo en un susurro, sin esperar respuesta alguna.
Los gatitos cruzaron miradas cómplices mientras meneaban sus colas con diversión.
El joven ignoro eso y siguió mirando un rato más a la tranquila y serena figura de la pelirroja dormida plácidamente en aquella cama.
Dando un paso hacia atrás, se lleva las manos a su cara y tiro su cabeza hacia atrás como si estuviera mirando el techo.
-( A cualquier Dios o existencia divina que este allí... Gracias por haberme mandado a alguien para salvarme, gracias por mandarme a este ángel. )-
Soltó un suspiro inaudible, se destapó la cara y miró hacia la ventana admirando la hermosa luna que dejaba ver la misma. Parecia ser una noche pasifica.
Luego volvió a ver a los gatitos ya ella.
— Ni siquiera le dije mi nombre... y aún debo darle las gracias... — susurro para sí mismo.
Camino lo más silenciosamente posible hacia la ventana y volvió a mirar en dirección de la cama.
Hizo contacto visual con los gatos y les dio una leve sonrisa. Hizo una reverencia a los mininos antes de por fin decir las últimas palabras.
— Se que me entienden... por favor, dígale que volveré en la noche.
Con ello saltó de la ventana y aterrizó sin complicaciones.
Miró hacia arriba y tocó su pecho con la mano, sintiendo como respiraba, como aún su corazón latía.
Sí, él aún estaba vivo y todo gracias a la hermosa y amable chica que lo ayudó.
— Debo pagar su ayuda, presentarme correctamente y preguntar por su nombre... pero primero debo encontrar a mi familia.
Con el corazón ligero comenzó a correr hacia el océano.
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A la mañana siguiente Cale recibió la información de que el peliceleste volvería a verla en la noche.
— Dijo que volverá por la noche. — le había informado Hong.
-(Realmente no hay ninguna razón para que él haga...)-
Cale simplemente se encogió de hombros sin terminar sus ideas. Sin embargo, un momento después, un sentimiento aún mayor de "¿era esto realmente necesario?" Llenó su mente.
No lo creyó necesario, después de todo lo salvo porque no quería vivir con él remordimiento de saber que pudo haber ayudado y no lo hizo. Y aun así, tener el favor de uno de los hijos del rey ballena parecía ser prometedor.
Con esa idea en mente en su rostro se forma una sonrisa. Sonrisa con la cual estaba escuchando a la joven Amiru que la tomaba del brazo muy emocionada.
— ¡Joven señorita Cale! Lamento haber venido tan temprano, ¡pero necesitaba compartir una noticia increíble con ustedes!
Cale estaba acompañado nuevamente por el equipo del día anterior. Los niños aún no querían subirse al barco y no los obligarían, por eso prefirió dejarlos con Lucía y Hans.
Beacrox caminaba cerca suyo, a un metro de distancia más específicamente. De alguna manera eso la hizo sentirse más segura.
La pelirroja miró como la peliverde estaba vestida con un impermeable, seguramente venía de comprobar cerca del mar.
— ¿Sabes qué es?
—No tengo idea.
Cale aún mantenía su leve sonrisa, aunque ya no quisiera estar haciendo. Creyó que se mostraba feliz por su "amiga" era la mejor opción.
— ¡El remolino, el remolino frente a la isla central ha desaparecido! ¡Desapareció durante la noche sin dejar rastro!
-( Lo se. Yo hice que eso sucediera.)-
Cale no podía decirle que había hecho eso, por lo que simplemente miró hacia otro lado. Fue alli cuando su sonrisa temblaba. Junto a Amiru estaba el pescador veterano y algunos caballeros... además de Toonka.
Este hombre tenía el pelo largo y castaño como la melena de un león. Portando una apariencia peligrosa que parecía que podía y fácilmente enviaría a un orco volando con una sola bofetada.
Internamente le agradeció a Beacrox que estaba cerca suyo.
Cale escucho como chasqueó la lengua y comenzó a murmurar.
—Que decepcionante. Quería intentar saltar a ese remolino. ¿Deberías saltar a uno diferente en su lugar?
Definitivamente era un bastardo loco.
En ese momento, Amiru presionó ligeramente su brazo y comenzó a hablar emocionado con Cale una vez más.
— ¡Joven señorita Cale! A cambio de la inversión de la Familia Henituse, quiero mostrarles la vista de un pacífico mar de Ubarr. ¿Irás conmigo a la isla central?
Cale necesitaba mostrar algo de sinceridad en este proyecto hasta que alguien llegara del territorio de Henituse, por esto sonriendo gentilmente a Amiru y preguntó.
— ¿Están todos aquí yendo?
— Sí.
La esquina de los labios de Cale tembló ante la corta respuesta de Amiru.
Amiru vio como Cale miraba de reojo a su refugiado y se percato de que no lo había presentado aun.
Soltado el brazo de Cale, cosa que ella agradeció internamente, se paró a un lado del hombre.
— Ah, esta es la primera vez que ves a esta persona, ¿verdad? Esta es la persona que estuvo a punto de quedar atrapada en el remolino. Sr. Bob, esta es la joven señorita Cale Henituse.
-(¿Bob? ¿Qué tipo de nombre tan simple es ese?)-
Cale tenía una expresión extraña en su rostro.
Toonka puso una sonrisa en esa taza de aspecto aterrador.
—Encantado de conocerte. Mi nombre es Bob.
Toonka realmente usó un nombre apropiado para un alias. Fue tan estúpido como él.
Cale no quería ver la cara sonriente de Toonka. Sin embargo, Amiru comenzó a explicar con calma.
— Bob es del Reino Whipper. Es de un pequeño pueblo costero y salió a pescar cuando de alguna manera terminó naufragando.
—Eso es correcto. Solo vivo una vida sencilla pescando en el pueblo. Jajajaja. No sé cómo terminó así.
-(Una vida sencilla mi c*lo.)- no le daba buena vibra la situación en la que se encontraba.
— Por eso se subió a un barco y nos ayudó a investigar lo que pasó anoche.
Cale echó un rápido vistazo a su alrededor antes de hacer contacto visual con Toonka. Toonka comenzó a sonreír.
— Escuché que la joven señorita-nim lanzó un gran escudo en la capital para salvar a todos. Le pedí a la señorita-nim que me trajera con ella porque escuché que era una persona fuerte.
Los ojos de Toonka se agudizaron en ese momento. Cale de repente tuvo una sensación siniestra cuando lo vio avanzar hacia ella.
-(Esto se está poniendo peligroso)-
Se estaba poniendo nerviosa y aunque su cara no lo demostrase, su cuerpo la obligó a dar un paso hacia atrás.
Paso que fue advertencia suficiente para que Beacrox se parase en frente de ella poniendo el brazo derecho suyo como para formar una línea.
El peli marrón estaba con el ceño fruncido y si mirabas detalladamente, tenía puestos dos pares de guantes. Parecía estar a punto de matar a alguien desde la perspectiva de la pelirroja.
No dijo nada, pero su mirada decía claramente que no debía avanzar más.
La pelirroja se sintió aliviada de tener a Beacrox con ella.
Toonka miró con un ceño ligeramente fruncido a Beacrox, teniendo una pequeña competencia de miradas. Pero aún así no siguió avanzando hacia Cale.
Ante todo esto Amiru se mostró inquieta, sin saber que hacer.
Por eso, Cale respondió de inmediato con lo siguiente.
— Es por eso que actualmente estoy en recuperación.
— …¿Recuperación?
—Sí. No es un poder fuerte. Es muy débil y yo soy aún más débil. — termino por contar.
Amiru que miró al chef de Cale se sintió un poco intimidada, así que para salir de su trance agregó.
—Sí. La joven señorita Cale abusó de su poder para salvar a todos. Por eso está recorriendo nuestro territorio mientras se recupera.
Amiru miraba a Cale con simpatía, admiración y algunas otras emociones, pero Toonka era diferente.
— Ah, ¿es ese el caso?
Para su suerte, el robusto parecía haber perdido todo interés al escuchar estas afirmaciones, al escucharque ella era débil. Luego miró a Cale de la cabeza a los pies antes de apartar la mirada.
Marcando un claro disgusto.
-(Bueno. Así es como debería actuar Toonka.)-
Todo lo que le importaba y lo que le obsesionaba era la fuerza. Era el tipo de persona que ignoraba a las personas de su propio lado si eran débiles, e incluso las mataba si era necesario.
Por eso fue llamado tirano.
Amiru miró entre Cale, el chef y Bob sintiendo la tensión en el aire. Sabía que algo había en este chico que le incomodaba a Cale, pero él no había hecho nada malo.
Fue por eso que decidió ponerse en marcha.
—Entonces, ¿nos vamos?
Cale asintió con la cabeza ante la pregunta de Amiru. Y para du disgusto pudo escuchar el murmullo de Toonka desde un lado.
—Esto es extraño. Huelo a una persona fuerte cerca.
Realmente estaba loco. Cale miró hacia el techo vacío.
_Yo no huele nada._
-(tks lo sintió... sintió al pequeño dragón)-
Cale podía escuchar la voz del Dragón Negro invisible en su cabeza. Los instintos de Toonka eran incluso más fuertes que los de la Gente Bestia. Cale decidió que tenía que actuar de la forma más débil que jamás había sido mientras estaba con Toonka hoy.
Beacrox aun no se había movido de su lugar frente a ella hasta que vio que por fin el melenudo se alejó de ellos.
El vio claramente como la más baja soltaba un suspiro de alivio haciendo fruncir el ceño.
—Gracias por eso oppa. — ella susurro.
Beacrox asintió y le acaricio con cariño la mejilla.
Acción que casi le dio un mini infarto a Cale por lo arrepentido que fue, haciendola estremecerse y mirar hacia arriba con un ligero rubor.
— Trata de no alejarte de mí cuando ese hombre esté cerca. — bajo su mano de la cara de ella. —Te protegeré.
-(ni loco dejó que ese bruto se acerque a mi hermanita de esa manera, primero muerto)- pensó en su interior.
Él se puso a un lado de ella y le ofreció el brazo.
— Puedes decir que te sientes débil y necesitas en quien apoyarte.
Esa idea no le pareció mala en lo absoluto. Ella no quería estar cerca de Tonka.
Así que asintiendo con la cabeza se acercó a Beacrox y tomó su brazo.
—Gracias oppa.
Una sonrisa milimétrica apareció en el rostro de Beacrox antes de comenzar a caminar con Cale.
El más alto pensó en su padre y suspiro.
-( No te preocupes padre, no dejaré que nadie que no parezca seguro para mi hermana se acerca a ella sin salir herido.)-
Con esa promesa en mente subió al barco con la más baja a su lado.
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Notes:
Hola mis polliguapos 👀❤️🐥
Espero que se encuentren bien. 😄
Pido perdón por no subir nada ayer, estuve ocupada todo el día y al final me colgué en subir el cap 😩
Así que nada... Hoy tienen capítulo doble 💃🏻 (en la tarde subo el otro cap)
Nos vemos ✨
Chapter 37: 36. Un lunatico
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
— Actualmente estamos investigando por qué el remolino pudo haber desaparecido repentinamente. Mi padre y los magos de nuestro territorio también llegarán pronto.
Cale miró el mar en calma junto a la isla central y siguió el juego con Amiru la cual estaba tomada del brazo con Cale.
— ¿Es eso así? Yo alegre. Espero que podamos descubrir rápidamente qué pasó.— ella miraba con calma hacia el mar, a pesar de que los tofos estaban en un completo caos. — Espero que todos los otros remolinos también puedan desaparecer rápidamente
_ Eres tan buena mentirosa. Humana ¿No dijiste que harías que los remolinos se quedaran un año más?_
Cale ignoró los comentarios del Dragón Negro. Amiru se acercó ante las palabras de Cale con una expresión determinada.
—Si. Definitivamente descubriremos qué sucedió y también nos compartiremos de los otros remolinos. Con tal oportunidad frente a nuestros ojos y mucha gente ayudándonos, debemos aprovechar esta oportunidad por completo.
La apasionada Amiru hizo que Cale sintiera un poco de pena por ella y comenzó a hablar.
— Estoy seguro de que usted y la familia Ubarr definitivamente lo lograrán, joven Amiru.
— …Gracias. Me siento mucho mejor después de tus palabras de afirmación, señorita Cale. —dijo apretando levemente el brazo de la pelirroja.
La cálida mirada de Amiru se dirigió hacia Cale mientras estaba allí con una tranquila sonrisa en su rostro. Cale le respondió con una expresión seria, llevándose su mano libre a su cabeza.
— Me estoy mareando un poco por toda esta luz del sol, ¿me permites descansar un poco debajo de la sombra?
Cale podía sentir la mirada de Toonka en él desde uno de los barcos. Parecía estar todavía buscando la fuente del olor de esa persona fuerte. Sin embargo, no había forma de que Toonka encontrara al Dragón Negro. Ese era el límite de alguien que no podía sentir ningún aura o maná.
— Ah, por supuesto. Descanse bien, ya que todavía está en recuperación. Sin exagerar. — Amiru dudo un poco en soltarla, antes de preguntar. — ¿Quieres que te haga compañía?
-(no gracias, no necesito que alguien se meta en sus asuntos.)- pensó para sí misma.
— Gracias por tu amabilidad, pero no, solo seria una carga. — dijo con una expresión triste, poniendo su mano sobre la mano de Amiru que estaba en su brazo. — Además vinimos aquí con el fin de investigar, siento que solo seria una piedra en sus zapatos.
Amiru abrió y cerró la boca, quedando perpleja ante esas palabras. Soltando un suspiro de comprensión, encontró ciertas palabras de Cale y por ello le dio una suave sonrisa soltando su agarre.
Sintiendo el permiso de irse, Cale se dirigió tranquilamente al bosque de la isla central.
Mirando de reojo a Beacrox que esta entretenido viendo los peces. La pelirroja sonriendo y siguió hacia delante.
Amiru simplemente la miró en silencio mientras se dirigía hacia la sombra. Esta Cale, que todavía estaba haciendo lo que se suponía que debía hacer incluso cuando estaba en recuperación, era definitivamente diferente de la Cale del pasado. Aunque afirmó estar enferma no parecía enferma en absoluto. Simplemente parecía estar cansada.
-( y más aún, ¿se considera una carga?)- Ella negoció con la cabeza.
— Eso es lo que la hace tan asombrosa.
La pasión llenó su mirada tranquila mientras caminaba rápidamente hacia los investigadores para ayudar.
Por otro lado, Cale se dirigió al otro lado de la isla. Como no había nadie allí, sería un gran lugar para perder el tiempo.
_¿No tienes miedo de los cadáveres de ahí? Eres débil y cobarde._
Cale ignoró al Dragón Negro una vez más cuando llegó al otro lado de la isla. Luego dejó de moverse después de echar un vistazo.
— ¿Qué?
_ ¡No fui yo! ¡Yo no lo hice!_
Cale no tuvo el lujo de escuchar al Dragón Negro. Rápidamente corrió hacia la roca donde estaban los cadáveres de sirenas el otro día. No pudo evitar detenerse una vez que lo logró.
— ... ¿Paseton hizo esto?
La roca fue destruida en pedazos.
— ¿Cómo terminaron los cadáveres de sirenas así?
Los cadáveres de sirenas se convirtieron en polvo. Cualquiera más pensaría que es parte de la roca.
Esta inmensa fuerza. Este fue definitivamente el trabajo de una Ballena. Una Ballena extremadamente enojada.
Fue entonces que ella escucho como el agua comenzó a agitarse. El Dragón Negro empezó a hablar.
_ Algo se dispara desde el fondo del mar. ¡Se está moviendo muy rápido!_
Cale levantó la cabeza y miró hacia el mar. Luego se estremeció y retrocedió.
Algo grande salió a la superficie. Era una forma de vida de color gris oscuro. Luego miró directamente hacia Cale.
Fue una ballena, una persona Bestia Ballena Jorobada.
La gente de la Bestia Ballena Jorobada era conocida como la guardiana del océano y protegía a las formas de vida más débiles. Durante generaciones, el Rey de la Tribu Ballena había sido una persona Bestia Ballena Jorobada.
El corazón de Cale estaba latiendo a mil por hora. La mirada de la ballena estaba llena de intención asesina y una mezcla de instinto y racionalidad. Esta fue la primera vez que Cale hizo un contacto visual tan directo con una existencia fuerte que estaba enojada con ella.
Cale se sintió completamente analizada y juzgada por esta bestia. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió pequeña a tal punto de querer encogerse y abrazar sus piernas.
Instintivamente agarro y arrugó un poco su corta falda azul con la intención de calmarse y encontrar a consuelo.
Fue en ese momento.
— ¡Esa estúpida ballena debe estar loca!
La voz enojada del Dragón Negro sonó dentro de la mente de Cale, mientras un fuerte poder comenzó a provocar vibraciones en el aire. Los ojos de la ballena se volvieron hacia la fuente de la vibración.
— ¡Cómo te atreves a mirar así a mi débil humana!
El maná en el aire comenzó a fluctuar y el agua se volvió loca. Sin embargo, la ballena jorobada no se movió en absoluto. En cambio, esta ballena de 15 metros de largo levantó la cola y se tiró al agua.
El agua se agitó rápidamente.
Cale calmó su corazón, necesitaba calmarse, puesto que sus poderes antiguos empezaron a reaccionar. Los Poderes Antiguos siempre anteponían la vida de sus dueños, listos para ir en cualquier momento para protegerlos.
Necesitaba calmar al bebé y cuando estuvo a punto de hablar, una hermosa voz femenina la interrumpió.
— No estoy tratando de pelear contigo.
Era una voz tan hermosa como las sirenas de la mitología griega. Cale volvió la cabeza y vio a la ballena jorobada revelar completamente su cabeza por encima del agua.
—Ah~
Un jadeo salió de la boca de Cale. Era muy grande y aterradora. Sintió que la cabeza de Ballena podría matarla fácilmente con un toque ligero.
— ¿Por qué levantas tu estúpida cabeza? ¿Me estás diciendo que todo lo que hiciste hasta ahora no fue para pelear? ¡Ballena diminuta!
Cale dejó escapar un suspiro ante las palabras del Dragón Negro antes de alcanzar el maná. Un niño de cuatro años enojado podría ser bastante peligroso.
El maná, que parecía listo para destruir cualquier cosa y todo, dio paso a la mano de Cale, sorprendiendo a la ballena en el proceso.
La mano de Cale alcanzó finalmente la cabeza redonda del bebé. Hizo un poco de fuerza para hacerlo descender hasta la altura de su cabeza para luego apoyar suavemente su frente contra la cabeza escamosa e invisible del dragón.
—No te enojes. Te hará daño.
El maná comenzó a desaparecer rápidamente. Cale luego escuchó una voz tranquila.
— No saldré lastimado. Soy fuerte.
— Si, lo se. Pero aún prefiero que tengas cuidado.
Era difícil calmar a un niño de cuatro años. Sin embargo, el Dragón Negro parecía haber entendido lo que Cale estaba tratando de decir.
— Deberías ser tú la que tenga cuidado, humana débil.
El maná desapareció por completo.
La pelirroja se volvió y miró hacia la ballena que bajó lentamente su gran cabeza hacia Cale. Cale se estremeció ante el tamaño de la cabeza, pero logró quedarse quieto ya que la intención asesina había desaparecido de la mirada de la Ballena.
— Tengo algo que preguntar...
En ese momento.
Una pequeña Ballena nadaba como loca desde el horizonte lejano. Se dirige hacia ellos. Parecía ser muy débil y pequeño en comparación con esta ballena de 15 m.
Esa Ballena se acercó rápidamente a ellos y comenzó a gritar.
— ¡Noona, no puedes morderla y matarla!
La Ballena Jorobada frente a Cale se dio la vuelta rápidamente.
El agua del mar salpicó por el movimiento de la ballena y empapó a Cale.
Toda mojada se lamento por arruinar su vestimenta, Lucía y On la reprenderian y ni pensar en Beacrox.
-(Maldita sea, eso que se sentía cómodo.)-
Ella llevaba puesto una camisa blanca con algunos encajes y volados en el pecho así como mangas anchas que llegaban a sus puños, una pollera corta hasta las rodillas de color azul que tenía un tajo en la pierna izquierda, unos pequeños pantalones blancos opacos y unas botas largas de taco negros. Decorados con un cinturón grueso marrón y unas cuantas joyas de perlas al cuello.
Estaba como vestida como si fuera un pirata, pero era bastante bonito. Y su cabello suelto rojo hacia un buen contraste con todo el conjunto.
Bueno hasta que la empaparon.
Descartando eso, volvió su atención a las bestias.
La ballena diminuta que venía hacia ellos probablemente era pasetón. Eso significaba que solo había una existencia a la que llamaría noona.
La hija del actual Rey Ballena y la futura Reina de las Ballenas, con su distintiva cicatriz en forma de X en la espalda.
Witira.
Definitivamente era ella.
La cara de la gran Ballena comenzó a fruncir el ceño.
La pequeña Ballena gritó una vez más.
— ¡Es alguien a quien absolutamente no debes matar!
El Dragón Negro volvió a hablar confusamente en la mente de Cale.
_ ¿De qué está hablando esa pequeña Ballena? No estamos peleando._
La pelirroja estuvo de acuerdo con el dragón y agradeció de que todos estuvieran demasiado concentrados en la situación del otro lado de la isla para escuchar la voz de esta pequeña Ballena.
Para mala suerte de la colorada, el Dragón Negro agregó casualmente en ese momento.
_ Por cierto, para que lo sepas, viene uno más._
-(¿Qué? ¿Uno más?)-
Cale que se estaba alejando de los hermanos, dejó de caminar hacia atrás y se volvió hacia el bosque.
— Muhahahahahah. ¡Lo huelo, puedo olerlo!
Fue Toonka. Sus ojos parecían locos. Salía corriendo del bosque mientras gritaba.
— ¡Huele a alguien fuerte!
Cale se agachó tan pronto como vio a Toonka. Gracias a eso, Toonka y la Ballena Jorobada hicieron contacto visual directo entre sí.
Cale se arrastró fuera del camino antes de que los camarones pudieran lastimarse.
Toonka, que tenía una mirada enloquecida en sus ojos, sostenía un bate de béisbol en su mano que hacía un ruido feroz mientras cortaba el aire.
— ¿Eres tú?— se humedeció los labios antes de acercarse a la Ballena Jorobada. — Jeje, esta es la primera vez que lucho contra una ballena.
Toonka no parecía saber que esta Ballena era una persona Bestia. Solo quería luchar contra él porque parecía ser fuerte. Todo lo que llenaba su cabeza era fuerza y lucha.
Por eso la Ballena Jorobada miró a Toonka con desdén.
Cale simplemente continuó agachada en una esquina detrás de unas rocas mientras los miraban.
_ ¿Qué estás haciendo?_
-(Un camarón se última cuando las ballenas pelean.)-
Cale, que era más débil que un camarón, no quería salir lastimada por su pelea.
Mientras Toonka desafiaba a la Ballena y se lanzaba a la batalla, la ballena se burlaba del hombre agitando su cola con el fin de golpearlo.
Pero Toonka fue más rápido y esquivo a tiempo el impacto.
La roca de la que saltó Toonka fue destruida por la cola de la ballena.
Se creó una gran ola a partir del ataque de la ballena y empapó el resto de la costa.
La pelirroja, instintivamente cerro los ojos esperando el impacto. Y cuando Cale creyó que volvería a estar empapada, alguien la abrazo por delante cubriendo su cabeza y cuerpo mientras ella aún estaba agachada.
Si bien la habían cubierto, aún se mojo un poco.
Al abrir sus ojos lo que vio fueron cabellos azules mojados y un fuerte pecho ante su rostro. Miró hacia arriba y se encontró con un hermoso rostro que la miraba preocupada.
— ¿Estás bien? —dijo.
Ambos se levantaron, quedando de pie uno frente al otro.
Y Cale se quedó mirándolo por un tiempo.
-(Maldición, ¿por qué se veía tan bien estando así de empapado?)- se quejó internamente. -( si me hubiera mojado yo, parecería una rata que estuvo debajo de la lluvia)-
Cale mantuvo la boca cerrada, mirando al preocupado Paseton que aún la sostenía en sus brazos.
Apenada por pensar que el hombre se veía bien estando mojado, bajo si mirada hacia un lado y avanzando en respuesta.
El más alto pareció aliviado por lo que soltó un suspiro. Bajo la mirada hacia la pelirroja solo para sonrojarse en el proceso.
Pues Cale tenía bastante pegada la ropa ya que anteriormente fue bañada en agua de mar y por ende aun tenía gotas de agua recorriendo su cuerpo.
Sonrojado por lo que acababa de ver, el peli azul miró hacia arriba para evitar mirar de más. Se sacó su haori que aún estaba empapado y usando una especial de magia lo seco antes de colocarlo sobre la joven delante suyo.
[[no se si es un haori o no, pero en la ilustración del mahwa es muy similar a ello]]
Cale se sorprendió por tal acto, pero agradeció el gesto. Y aun que le quedaba un poco grande, por la obvia diferencia de tamaño, se sentía calentita y tranquila al no sentir el viento que se volvía frío al estar mojada.
Se aferro a los costados de la prenda y se envolvió en ella.
—Gracias.
El peli azul avanzando bajando por fin la mirada para verla y continuó abrazándola puesto que aún salpicaba algo de agua.
Paseton miró hacia atrás suyo para ver como iba la pelea de su hermana, aún con Cale en brazos.
Pudo ver al hombre grotesco atacar a su hermana y esquivando golpes mientras reía en su euforia por luchar con su noona. Se estaba empezando a enojar por el hecho de que habían provocado que su ángel estuviera en ese estado.
Cale, que también veía la batalla por sobre el hombro de Paseton (puesto que no la había soltado todavía), pudo escuchar al sin cerebro hablarle a la ballena cuando su bate fue hecho trizas por esta.
— Sabía que no debería haber usado algo como un bate. ¡Pelear es mejor cuando usas tus puños! ¡Jajajaja!
Cale comenzó a pensar mientras veía a este lunático seguir luchando.
-(Todo el mundo va a venir aquí a este ritmo.)-
Se estremeció ligeramente con ese pensamiento.
Cale pensó que la gente probablemente ya sabía que algo estaba pasando. ¿Qué podía hacer al respecto? ¿Qué podía hacer para escaparse en silencio? A Cale no le importaba si los dos peleaban o no.
Paseton que había sentido el ligero temblor de la pelirroja, frunció el ceño antes de hablarle a su noona mientras hacía que Cale se quedara detrás de suyo.
— ¡Noona! ¡Si sigues luchando, esta señorita generosa saldrá herida!
Toonka se estremeció instantáneamente.
— ...¿Esa ballena insignificante está hablando?
Ese comentario hizo que la Ballena Jorobada comenzara a fruncir el ceño y mirara a Toonka. Luego lo siguió una hermosa voz.
— ¿Llamaste insignificante a mi hermano pequeño?
Toonka se sorprendió aún más cuando gritó.
— ¿Este también puede hablar?
Fue un desastre total. Cale podía ver los hombros de Toonka moviéndose hacia arriba y hacia abajo con entusiasmo.
— ¡Oho, deben ser Gente Bestia! ¡Gente Bestia! ¡Esto se ha vuelto más divertido, jajajaja!
Toonka ya no se reía a carcajadas. Sin embargo, la sonrisa en su rostro mostraba que estaba en el máximo nivel de emoción.
En ese momento, Cale pudo ver que la Ballena Jorobada miró en su dirección. Luego vio que los ojos de la Ballena comenzaron a temblar.
Cale, la humana que estaba siendo protegida por su pequeño hermano, ambos estaban cubiertos de agua de mar y polvo de rocas mientras miraban a Witira.
Su corazón comenzó a temblar como la guardiana del océano que protege a las criaturas débiles.
Paseton comenzó a hablar.
—Noona, todavía estoy vivo.
La Ballena Jorobada comenzó a arrugar su rostro. Sus ojos empezaron a llorar.
— Esta señorita es la persona que me salvó cuando me estaba muriendo por el veneno de la sirena.
Las pupilas de la gran Ballena Jorobada temblaron mientras veían como su hermano hacia lo posible por mantener a salvo a la pelirroja detrás de su espalda.
Cale, que pareció acordarse que había salvado a la persona delante suyo, lo miró y habló.
— Casi lo olvido ¿Estás mejor ahora?
— Sí señorita. Ahora estoy casi completamente recuperado gracias a ti. - le irrita.
Sin embargo Cale frunció el ceño.
— No deberías estar protegiéndome si aún no estás completamente curado. Podría hacerte mal.
Tal respuesta hizo que el peliazul quedara boquiabierto.
Y no solo él parecía sorprendido. Ma boca de la ansiosa Ballena Jorobada se hundió un poco. Fue en ese momento.
— ¡No puedes distraerte cuando luchas contra mí! ¡¿Quieres morir?!
Toonka saltó hacia la persona de la Bestia Ballena Jorobada, Witira, y balanceó su puño. Sin embargo, su puño no pudo tocar la Ballena Jorobada porque esta desapareció.
El vapor de agua llenó el área donde solía estar la ballena jorobada. Una mujer entró en la isla desde el interior del vapor de agua.
La mujer que dio un paso adelante con sus tacones haciendo ruido era Witira en su forma humana.
— ¡Noona!— Paseton llamó a Witira.
Cale estaba un poco sorprendida en ese momento.
-(¡Esto no es solo al nivel de hacer que los elfos parezcan calamares!)-
Witira era lo que llamarías una belleza explosiva. Era tan extremadamente hermosa que haría que incluso los elfos parecieran cucarachas. Fue hasta el punto que Cale se preguntó cómo alguien podía ser tan hermoso.
Cabello azul y ojos azules. Si hubiera un concurso por la existencia más hermosa del océano, probablemente sería la persona frente a los ojos de Cale en este momento.
El Dragón Negro comenzó a hablar en la cabeza de Cale en ese momento.
_…Los dragones son aún más geniales. Cuando un dragón se convierte en humano, estoy seguro de que es aún más guapo y hermoso. La forma humana de los dragones es probablemente la mejor del mundo._
Cale ignoró por completo al Dragón Negro y dio un paso atrás instintivamente.
Olvídese de la belleza, la gente humanizada de la Bestia Ballena seguía siendo igual de fuerte y violenta. Witira comenzó a hablar mientras Cale comenzaba a preocuparse.
— …Por favor, no huyas. No voy a lastimarte.
— Mi hermana es alguien que cumple su palabra.
Pasetón se acercó a Cale. Witira pudo ver que los pantalones de Paseton estaban rasgados alrededor de sus pantorrillas, y pudo ver las cicatrices debajo. La ira llenó sus ojos una vez más.
Toonka también se acercó lentamente.
— Deja de prestar atención a una persona tan inútil. Date prisa y pelea conmigo. ¡Eso es más divertido!
Cale y Toonka hicieron contacto visual en ese momento. Toonka comenzó a burlarse de Cale.
— Parece que esta punk solo anda salvando gente.
— Tsk.— Cale chasqueó la lengua ante el término "punk".
Toonka parecía haber descartado el estúpido alias de 'Bob' en este punto. Este era el verdadero Toonka.
Cale estaba más acostumbrada a esta versión de Toonka. Fue porque parecía que el personaje de la novela había cobrado vida. Por supuesto, Cale todavía no tenía intenciones de dejar pasar esto.
-(Solo aprenderá después de lamentar la venta de la Torre Mágica en el futuro.)- sonriendo en su mente.
_ ¡Rescatar a alguien o salvar a alguien es una hazaña gloriosa! Es algo de lo que estar orgulloso. Y hablar mal de alguien es cruel. ¡Este punk es tan malo como Venion!_
Cale comenzó a pensar en lo que podría haber hecho que el Dragón Negro cambiara de la actitud normal de un Dragón y que se preocupara por ella. Luego movió lentamente su cuerpo detrás de Paseton. Tenía un poco de miedo de que Toonka pudiera matarla por ser una persona molesta y débil.
— ...No menosprecies una acción tan heroica.
Sin embargo, Witira parecía estar enojada. Cale también se alejó de Witira después de escuchar lo que tenía que decir. Witira notó las acciones de Cale y comenzó a hablar con calma.
—Muchas gracias. Te lo agradeceré debidamente en el futuro.
Sin embargo, la ira todavía ardía en sus ojos. Esta era la mujer que estaba a la vanguardia en la lucha contra las sirenas. Ella no era del tipo que evitaba una batalla ni siquiera una pequeña provocación.
— Oh, me gusta la mirada en tus ojos. ¿Estás finalmente listo para luchar?
Toonka comenzó a temblar ya lamerse los labios. Luego relajó los brazos y movió su peso hacia su pie delantero. Esta era la posición de batalla de Toonka.
Witira empezó a sonreír mientras hacía aparecer su látigo de agua.
—Gracioso. Esto no es una batalla. — balanceo su látigo hacia Toonka antes de continuar. — Esta es una lección.
— ¿Me vas a dar una lección? ¡Jajaja!. — miró hacia Witira con un rostro sin emociones.— Supongo que tendré que arrancarte esa boca tuya.
Luego corrió inmediatamente hacia Witira. Una vez que Toonka comenzó a correr hacia ella, Witira agitó su mano izquierda hacia Cale. Un escudo de agua rodeó a Cale y Paseton para protegerlos.
Al mismo tiempo, el látigo en su mano derecha se disparó brutalmente hacia Toonka.
El puño de Toonka hizo contacto con el látigo. Witira empezó a sonreír.
— Al menos será divertido darte una lección.
— ¡Uf, esto no es nada!
Cale observó al lado de Paseton como la hermosa mujer y bárbaro peleaban mientras se provocaban entre ellos.
Ella sabía que Witira se estaba diviriendo casi al igual que Toonka, eso la hizo soltar un pequeño suspiro y continuo observando la batalla.
Witira movió ligeramente su mano derecha y el látigo rápidamente atacó el cuerpo de Toonka.
El impacto hizo que Toonka volara hacia el bosque.
En ese momento.
—...¿Qué está pasando?
Amiru Ubarr, el equipo de investigación y los caballeros aparecieron en el bosque. Toonka voló hacia ellos.
Los ojos de Witira se abrieron de par en par mientras lanzaba con urgencia un mechón de agua con la mano izquierda. Sin embargo, Toonka se estaba moviendo demasiado rápido.
— ¡Todos, abran sus escudos!
Amiru consideró que sería imposible esquivarlo e inmediatamente ordenó a los caballeros que se defendieran. Los caballeros abrieron rápidamente sus escudos. Toonka vio lo que estaban haciendo y les gritaban.
— ¡Defiéndete adecuadamente! Mi cuerpo es muy fuerte, ¡así que puedes atacarme con todo! ¡Mujajajaja!
Parecía probable que los caballeros salieran heridos por esta colisión porque llevaban armadura de cuero. Paseton, la Bestia Ballena de sangre mixta, estaba viendo todo esto cuando escuchó un suspiro que venía detrás de él.
—Suspiro, tan molesto.
La voz parecía molesta y tranquila al mismo tiempo. Los ojos de Paseton se abrieron de par en par cuando se volvió hacia la voz.
Toonka se estrelló contra los escudos. Sin embargo, Toonka no chocó contra nadie y nadie resultó herido. Toonka se dio la vuelta para ver que un escudo plateado de aspecto sagrado había hecho contacto con su espalda. También había alas que lo rodeaban suavemente.
— …Que…
El escudo se volvió transparente lentamente antes de desaparecer. La hebra de agua de Witira que venía a crear un escudo desapareció en el aire. Ella se dio la vuelta con sorpresa.
El escudo plateado que desaparecía estaba conectado a esa mujer que tenía la cabeza gacha mientras dejaba escapar de otro suspiro.
—Jaa~
Cale parecía tranquila mientras se cepillaba el flequillo empapado hacia atrás. Sin embargo, estaba frunciendo el ceño por la frustración mientras llevaba una de sus manos para cubrirse los ojos.
En lugar de que un camarón se ultima vez en una pelea entre ballenas, el camarón tuvo que usar sus poderes durante la pelea.
Tal acción hizo sentir aprensión a las ballenas.
Cale sintió que todas las miradas se centraban en ella y se destapo los ojos para ver. Parecía tranquila mientras intentaba acercarse, pero sus piernas flaquearon por efecto del cansancio y se tropezó.
— Ah.
Antes de llegar a caerse o algo, los brazos de Paseton la sostuvieron firmemente.
— ¡Joven señorita Cale!
Amiru se acercó corriendo con una expresión de sorpresa. Cale apartó a Paseton sutilmente y se enderezó. Amiru tenía una expresión de urgencia mientras corría hacia Cale.
— ¡Joven señorita Cale! ¡No necesitas usar tu fuerza! ¿Por qué lo hiciste?
¿Por qué? No era como si Cale quisiera hacerlo.
Pero complicaría las cosas si el equipo de investigación resultara herido. Gracias a Cale, era solo un pequeño problema, pero si Toonka hubiera lastimado a los caballeros del territorio, las cosas se harían mucho más grandes. Cale no podía permitir que eso sucediera porque Toonka tenía que regresar al Reino Whipper en el momento adecuado.
De lo contrario, saldría perdiendo.
Amiru inspeccionó a Cale con preocupación y engaño.
— ¿Y por qué estás completamente empapada así? ¿Estás bien? Estás en recuperación ahora mismo, ¿qué harás si te resfrias? ¡Joven señorita Cale! ¡De verdad!
Amiru se agarro la cabeza sintiendo un dolor en ella.
Las palabras de Amiru hicieron que Paseton y Witira se estremecieran. Esto fue especialmente cierto para Witira, quien se mordió los labios y también inspeccionó a Cale. Recordó cómo su cola había empapado a Cale antes, y pensó en la expresión de su rostro cuando miró hacia arriba mientras se agachaba antes.
En ese momento, Cale comenzó a hablar con los tres. Su voz era lenta y parecía muy cansada.
— Sin embargo ¿No está bien ya que nadie resultó herido?
Su voz carecía de calidez, como si estuviera frustrada. Definitivamente estaba frustrada. Su ropa empapada no se sentía cómoda, y quería alejarse de estos alborotadores y descansar un poco ahora.
Paseton bajó la cabeza mientras Witira miraba a su alrededor. Pudo ver la costa que había destruido hace unos momentos y se mordió los labios una vez más. Amiru vaciló por un momento antes de comenzar a hablar.
— … Joven señorita Cale, es realmente difícil de entender. Muy difícil.
Cale simplemente se calló después de ver que una situación similar al incidente de la plaza estaba a punto de suceder nuevamente. Todo resultaba molesto.
En ese momento sintió escalofríos en su espalda y no se atrevió a mirar a un lado, porque sabía lo que se venía.
— Ejem...
Una tos falsa llamó la atención de las cuatro, no, tres personas allí presentes. Cale decidió estar sorda en ese momento.
— Joven señorita, creí haberle dicho que no se apartara de mi lado.
Cale se estremeció haciendo parpadear a los otros tres.
Beacrox estaba delante de ellos con los brazos cruzados y mirando con el ceño fruncido a Cale.
En algún momento se había distraído mirando a los peces que estaban sacando los pescadores con el fin de conseguir algunos para la cena. Y cuando se percato, Cale no se encontró en ningún lado.
Y ahora veía a su hermanita cubierta por un abrigo que no era suyo y además estaba mojada, con polvo de roca mientras tenía ligeros temblores en su cuerpo.
— Solo vine a ¿descansar?— dijo con inocencia fingida la pelirroja.
Aunque no era mentira del todo, lo sucedido no fue su culpa.
Cale escucha dos suspiros de frustración. Uno proveniente de Amiru que se había tapado la cara con ambas manos y otro de Beacrox que se apretaba el puente de la nariz.
— Parece que la joven señorita va a necesitar tener una larga charla con el padre cuando regrese.
Ese comentario hizo que Cale se escogiera y desviará la mirada.
-(Mierda no, no quiero hablar con Ron)-
Amiru negó con la cabeza, se apartó de Cale y miró a los dos miembros de la Tribu Ballena. Su mirada hacia ellos era tranquila, pero enojada.
— ¿Y quién eres tú?
Esto era parte del Reino de Roan, pero este era el territorio de su familia. Amiru no tenía intenciones de dejar ir tal incidente que sucedió en el territorio de Ubarr.
Por Bob.
Amiru miró fijamente a Toonka, que estaba parado a un lado sin comprender.
— ¿Quién eres tú?
Ninguno de los tres respondió la pregunta de Amiru. Toonka parecía estar preocupada por algo, mientras Paseton pensaba qué decir. En cuanto a Witira, solo pudo bajar la cabeza después de ver lo que había hecho.
En ese momento, Amiru escuchó un ruido.
— ¡Achú!
A Cale le picaba la nariz y le hacía estornudar. Echó hacia atrás el flequillo que le caía sobre la cara antes de mirar hacia arriba. No le importaba nada frente a sus ojos e ignoró todas las miradas que estaban enfocadas en ella antes de hablar normalmente.
— Regresaremos primero.
Nadie podía decirle que no.
Así que Beacrox hizo que los brazos de Cale rodearan sus hombros y la levantó al estilo nupcial para llevarla de regreso.
Peseton frunció un poco el ceño al ver eso y Witira levantó una ceja ante la actitud de su hermano. Por otro lado, Amiru sólo negocia con la cabeza antes de movilizarse a todos de regreso.
Cale simplemente viajo cómodo en los brazos de Beacrox.
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De regreso, Cale tuvo que explicar toda la situación en la residencia de Amiru. Concluyendo con que Toonka fuera desterrado, cosa que fue recomendada por Cale que sorprendió a la peliverde, y que mientras que los hermanos no causarán más alboroto, no necesitaban una reprimenda más grande.
Amiru seguía sin poder comprender del todo a Cale, pues según la historia de los hermanos Cale habría salvado al hombre y ella terminó envuelta en ese embrollo.
Amiru sintió un poco de admiración por el buen corazón de la joven señorita.
Cale terminó siendo enviado a descansar, acogiendo por una noche a los hermanos.
Cale tuvo que saludar al ayudante de mayordomo Hans, Lucia, el Vice Capitán, los diez niños Lobo, On y Hong una vez que regresó.
Hans se había acercado originalmente a Cale normalmente antes de dejar caer la mandíbula después de ver a los hermanos Ballena. Luego se contuvo rápidamente y comenzó a acercarse a Cale nuevamente.
—Joven señorita-nim, ¿estás bien? Me enteré de lo que pasó.
—Estoy bien. Ah, y muéstrales una habitación a estas dos personas.
Cale empujó a los dos hermanos Ballena hacia Hans antes de volverse para mirar a Lucia, que vestía impecablemente, quien comenzó a fruncir el ceño una vez que miró a Cale.
— Joven señorita, parece que no le gusto el atuendo que la señorita On y yo elegimos para usted.
Lucía estaba sonriendo de una manera que le provocó escalofríos a Cale y sorprendió a los hermanos.
Cale simplemente desvío la mirada a un lado.
Lucia negó con la cabeza y se cruzo de brazos antes de mirar con el rostro serio a Beacrox.
— Creí que dijiste que la mantendrías a salvo y limpia. — Lucía vio rastros de agua seca en el pecho de Beacrox. — al parecer tu también te mojaste.
Bueno, Beacrox se mojo un poco cuando llevo a Cale en brazos.
Y este decidió que mirar hacia un lado era la mejor opción que enfrentarse a la mujer delante suyo.
Lucia solto un suspiro y volvio a ver a Cale luciendo como un desastre con el polvo de roca, el agua de mar seca y un haori que no le pertenecia. Ella se volvió hacia Maes y comenzó a hablar con un tono más amable.
— Por favor, calienta el agua.
— Entendido.
Maes respondió con calma antes de acercarse a Cale.
— Joven señorita-nim, escuché que te arrastraron a la batalla y casi te lastimaste.
Cale miró a Maes, así como a los otros niños Lobo que la estaban mirando, y se acercó a ellos antes de responder casualmente.
— De ningún modo. No había ninguna posibilidad de que me lastimara.
Ella le acaricio la cabeza a cada uno de los niños para evitar que se preocupen.
Acción que ablando el corazón de los presentes al ver la sonrisa de los niños.
— … Entiendo.
Los niños lobo extremadamente brillantes y puros estaban tranquilos, una diferencia de sus seres habituales. Cale simplemente lo hizo a un lado y continuó mirando a los niños, quienes rápidamente se alejaron para calentar el agua del baño.
Ella pronto sintió que la abrazaban por las piernas e instintivamente se agachó para corresponder el abrazo.
— Mamá ¿Estás bien? — preguntó On.
— ¿Realmente estás bien? —le siguió Hong.
Cale disparando a sus hijos, les dio un beso en la frente y les revolvió el cabello a cada uno.
— Sí, estoy bien solo un poco mojada y con polvo.
Ella calma a los niños antes de mirar a Beacrox. Beacrox empezó a hablar tan pronto como hicieron contacto visual.
—Joven señorita, por favor lávate primero.
Cale pudo ver que Beacrox no podía soportar la suciedad de Cale y se notaba que él también quería sacarse lo que llevaba puesto, por lo que simplemente se acercaba con la cabeza. Trató de dirigirse al baño pero una voz lo llamó.
—Joven señorita-nim.
— ¿Qué pasa?
Fueron Pasetón y Witira. Paseton fue quien la llamó, pero Witira fue la primera en hablar.
— ¿Podemos visitarla después de que haya descansado un poco?
— Ven mañana.
Cale respondió secamente antes de darse cuenta de la vuelta levantando a Hong en sus brazos y llevando de la mano a On. Los tres pudieron escuchar la voz del Dragón Negro en sus cabezas. El Dragón Negro tenía mucho que decir desde antes.
_ ¡Estornudaste! ¿Podrás moverte esta noche? ¿No deberías descansar un poco? ¿Por qué estás tan débil que tengo que preocuparme tanto? ¡Humana! ¡Eres tan frustrante!_
-(Yo soy el que está frustrado.)-
Cale decidió aprovechar el hecho de que nadie creía que estaba completamente sana a su favor. Les dijo a todos que no vinieran a ella esta noche porque necesitaba descansar.
Ahora vestía con una camisa blanca normal, doblada hasta los codos y un poco abierto en el pecho, además de traer puesto una especie de vestido/chaleco con botones que le llegaba a las pantorrillas y unas botas bajas.
Se ato el pelo en una coleta antes de hablar con el Dragón Negro.
— Vámonos.
— ... Escucharé por ahora.
On y Hong, con dudas, los despidieron mientras Cale se dirigía a las islas Ubarr con el Dragón Negro.
Hoy era el día que necesitaba para extender la vida útil de estos remolinos para que duren un año más.
— No sé por qué haces esto cuando no estás bien. Este inteligente cerebro de Dragón mío no puede entenderse.
Cale respondió casualmente a las quejas de un niño de 4 años.
—Tiene que hacerse hoy.
Los magos del territorio llegarían mañana, lo que haría más difícil moverse.
Cale aterrizó en una isla más lejana. Esta era la ubicación del segundo remolino más fuerte, bueno, ahora el remolino más fuerte.
Luego dejó escapar un suspiro.
_ ¿Por qué ese punk está nadando por aquí? Espera, ¿por qué está ese punk incluso aquí? No entiendo._
Cale podía oír la voz ansiosa del Dragón Negro. No había nadie en la isla donde aterrizaron Cale y el Dragón Negro. Sin embargo, había alguien en el remolino frente a la isla.
Era un remolino tan turbulento que era imposible ver a la persona que estaba dentro mientras estaba en el aire.
— Debes estar realmente loco.
Era una noche oscura, ya que la luna acababa de terminar su ciclo. Cale comenzó a pensar después de ver a Toonka, quien había saltado al remolino en una noche así. Cale quería saber qué estaba pensando ese loco bastardo.
En ese momento, Toonka saltó del remolino y corrió hacia la isla.
— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!
Toonka mantuvo su mirada en Cale mientras se acercaba.
— Sabía que no eras solo una persona promedio. Sabía que olía a una persona fuerte cerca. ¿Eres maga? ¿Cómo cruzaste el cielo?
Su plan era luchar contra Cale si decía que era un mago, y matar a Cale si era débil. Toonka era alguien que pensaba que los magos eran un veneno para el mundo. Continuó caminando rápidamente hacia Cale.
— ¿Me estás ignorando porque eres un mago de vestimenta elegante? ¿Mmm?
Toonka pudo ver a Cale dejando escapar un suspiro. Cale lo miró antes de responder casualmente.
—Estoy pensando.
Cale estaba pensando en cómo lidiar con este estúpido tonto.
-(¿Lo pongo en su lugar o lo uso?)- pensó para si misma.
Cale observó a Toonka, que parecía querer apresurarse y atacarla.
— ¿En qué estás pensando que me estás ignorando?
Con ese comentario, ella llegó a una buena conclusión y le sonrío al mejor estado.
-(Hagamos ambas cosas.)- soltó una risilla.
¡Auge!
— ¡Uf!
Toonka, que no estaba preparada, quedó volando y aterrizó en el agua. Un remolino rodeó el cuerpo de Toonka.
— ¡¿Qué está pasando?!
Toonka, que tenía una alta resistencia mágica, tuvo dificultades para lidiar con este viento. El viento y el agua que se arremolinaron sin cesar del mar absorbieron a Toonka como un pantano.
Cale creó remolinos en ambas manos mientras se acercaba a Toonka entrando en el agua. Luego miró a Toonka, quien fue absorbido por el mar por el repentino ataque. No importaba cuán alto sea alguien, siempre habrá una oportunidad de mirarlo desde arriba.
— Los magos no pueden tener Poderes Antiguos.
Toonka podía sentir que el viento a su alrededor desaparecía mientras miraba a Cale.
— Bob, un guerrero como tú deberías entender lo que quiero decir, ¿verdad?
Un poder que se transmitió de un humano que creó ese poder.
Toonka había oído hablar de Poderes Antiguos, pero esta era la primera vez que vio uno en acción. Permaneció en silencio por un rato antes de finalmente comenzar a hablar.
— ... ¿Entonces no eres una maga?
—Correcto.
Toonka hizo otra pregunta después de escuchar la respuesta varias pero muy clara de Cale.
— Entonces, ¿cómo sabes acerca de la facción de no magos?
Toonka descubrió que este noble frente a él era más extraña cuanto más se encontraba con ella.
-(Sí. Es rara.)-
A esta noble no le importaba que no estuviera usando un lenguaje formal con ella, además trabajó duro para salvar a otros cuando estaba enferma. Era también un bicho raro que tenía el olor de una persona fuerte a su alrededor, a pesar de que ella misma no era fuerte.
Alguien que continuó revelando poderes únicos cada vez que lo veía. También fue alguien que intentó salvarlo.
Esta era la primera vez que Toonka vio a una persona así. Sin embargo, las continuas palabras de Cale sorprendieron a Toonka una vez más.
Cale no respondió a la pregunta de Toonka. En cambio, hizo una pregunta propia.
— ¿Tienes alguna idea acerca de destruir la Torre Mágica?
— ¿Qué? ¿Qué dijiste?
Su expresión parecía estar preguntando cómo Cale lo sabía. Destruir la Torre Mágica. Era uno de los objetivos de la facción de no magos desde el principio.
— Si planeas hacerlo, no lo destruyas demasiado.
Toonka inconscientemente dejó escapar sus pensamientos.
— ...Bastarda loca, ¿de qué estás hablando?
— Ah, pero por favor echa a todos los magos.
Toonka finalmente pudo tomar una determinación sobre Cale después de escuchar lo que Cale tenía que decir. Cale comenzó a sonreír mientras miraba a Toonka.
Cale tenía en mente quedarse con los beneficios que tiraban los otros y hacerle un lindo regalo al príncipe heredero de paso.
-(ya que pensamos igual, a él le encantaría tener unos cuantos magos mientras yo me quedo con los tesoros)- sonriendo contenta.
— Planeo comprar esa Torre Mágica. ¿Qué piensas?
Toonka comenzó a sonreír mientras miraba a Cale.
— Qué persona más loca.
Toonka había tomado una decisión sobre Cale.
Cale se acercó a Toonka que aún estaba flotando en el agua y lo tomó de la barbilla haciendo mirar hacia arriba antes de responder con una pregunta.
— ¿No estás tú y tu equipo también locos por intentar darle la vuelta a todo?
Toonka levantó una ceja un poco nerviosa ante la acción de la pelirroja, solo para sonreír con su respuesta y terminar riéndose de ello.
— Jajajaja... — se río tan fuerte que hizo eco en las islas. Luego negó con la cabeza antes de contestar.— No. De ningún modo.
La mirada de Toonka era fría cuando dejó de reír y miró a Cale directo a los ojos.
— No estamos locos en absoluto.
Cale sabía que Toonka respondería así.
—Por supuesto. Yo soy igual.
Toonka observó lentamente a Cale, quien decía que tampoco estaba loca y que aún sostenía su menton. Después de observar a Cale por un tiempo, finalmente comenzó a hablar.
— Venga personalmente a comprarlo.
—Ese fue siempre el plan. — se encogió de hombros y soltó al más grande.
Toonka miró con diversión los gestos de la chica delante suyo, pero algo aún no lo terminaba de convencer. Por ello pregunto.
— ¿Pero cómo sabías que yo era parte de la facción de no magos?
Cale dejó escapar otro largo suspiro ante la pregunta de Toonka. Eso hizo que Toonka se estremeciera, y Cale no perdió ese momento para responder.
— Eres alguien del Reino Whipper que se encuentra actualmente al borde de una guerra civil. Entonces parecía que me matarías si decía que era un mago. ¿Quién no pensaría en la facción de no magos?
— …Supongo que tienes razón.
Cale simplemente se alejó de Toonka mientras pensaba en cómo Toonka podía ser tan estúpido en general pero tan agudo y naturalmente inteligente en la batalla.
Sin embargo, Toonka parecía haberse interesado aún más cuando se acercó a Cale.
— ¿Por qué viniste aquí?
Toonka no se detuvo ante la pregunta directa de Cale. Ahora a dos pasos de distancia de Cale se agachó un poco, dejando clara la diferencia de tamaños entre ambos.
— Parece que estás a punto de hacer algo divertido. Quiero ver.
Realmente tenía instintos estúpidamente grandes. Cale puso una mano en su cintura mientras que con la otra puso un dedo en el frente de Toonka, alejándolo un poco.
— Simplemente ve allí y juega con el remolino. Estoy ocupado.
— ¿Eres realmente una noble?
Toonka seguía asombrada por Cale. Toonka pensó que el noble llamado Amiru estaba bastante relajado para ser un noble, pero no era nada comparado con esta rara frente a él en este momento. Hablar de manera tan informal con un noble por lo general daría lugar a muchos problemas, pero Toonka no pudo evitar hablar de manera informal con la noble frente a él.
— De hecho soy una noble. Como tú un guerrero.
Cale respondió casualmente y miró a su alrededor. Había mucho que necesitaba hacer hoy.
— Interesante.
Cale solo frunció el ceño y no escuchó a Toonka.
-(ja~ solo necesito alejarme de este bastardo)-
Luego soltó su escudo plateado. Las alas plateadas aparecieron junto al escudo y se agitaron ligeramente, haciéndola parecer realmente un ángel. En ese momento, la voz del Dragón Negro sonó en la cabeza de Cale.
_Soy muy agudo._
El cuerpo de Cale comenzó a flotar. El Dragón Negro había usado su magia en el momento justo. Cale decidió ocuparse primero de los otros remolinos.
—Bob.
— ¿Qué?
— Sabes que todo esto es un secreto, ¿verdad?— dijo con una voz fría mirándolo.
—Por supuesto. Prefiero guardarme todas las cosas divertidas para mí.
El sonriente Toonka realmente parecía estar loco. Su físico, cabello y sonrisa lo hacían parecer aún más aterrador porque estaba oscuro.
Cale flotó en el aire y comenzó a hablar.
— Encontraré un barco y una tripulación para ti. ¿No necesitas regresar rápidamente a casa?
— ¿Oh? Gracias.
Cale hizo un gesto con la mano hacia el confundido Toonka y se dirigió hacia las nubes.
— Gana. Puedes hacerlo.
-(gana así nos beneficiaremos ambos y por supuesto, más que nada yo)-
Cale se volvió hacia una isla con otro remolino. En ese momento, pude escuchar la fuerte risa de Toonka. Fue más fuerte que nunca.
— ¡Jajajaja!
( ¿Ese bastardo siempre estaba tan lleno de risa?)-
Toonka vio a Cale volar por un rato antes de pensar que los remolinos ya no eran divertidos y regresar a su residencia.
Cale no tenía forma de saber qué hizo Toonka. En cambio, comenzó a hablar con el Dragón Negro.
— ¿Sabes cuando estoy más enojada?
—¿Cuándo?
El Dragón Negro pudo ver una sonrisa relajada en el rostro de Cale.
— Cuando tiro algo por poco dinero porque creo que es basura, sin embargo, termina siendo oro. Especialmente cuando realmente necesito ese oro.
La esquina de los labios del Dragón Negro comenzó a temblar.
— Aprendí algo bueno.
— No. Hay más.
— ¿Más?
— Si.— Cale continuó tranquilamente.— Es incluso peor cuando tengo que pagar incluso más de lo que vale para volver a comprar ese oro.
—Eso apestaría.
Cale respondió con una sonrisa malvada y comenzó a ocuparse de lo que tenía que hacer. Aterrizó en la siguiente isla.
Le tomó un tiempo más terminar de ocuparse de los remolinos además de notar que tanto la Vitalidad del Corazón como sus otros poderes, comenzaban a fortalecerse.
El Dragón que observaba todo, agarro una determinación que Cale no se iba a enterar.
Al día siguiente, Cale estaba en el puerto temprano en la mañana.
—Bob.
Presentó a Toonka al barco ya la tripulación. Toonka los miró fijamente durante un rato antes de empezar a hablar.
—Ven después de dos meses. El mundo será diferente.
Cale comenzó a pensar que no debía ir al Reino Whipper en los próximos dos meses. Podía ver la emoción en los ojos de Toonka y sabía que iba a volverse loco.
— ...Date prisa en volver a casa.
Cale se alejó lentamente de Toonka y miró hacia la tripulación para instarlos a que se estaban. Toonka miró a Cale y vaciló un poco antes de finalmente decidir preguntar.
— ¿Eres débil?
— Sí.
Toonka parecía extremadamente confundido después de escuchar la respuesta aguda y clara de Cale. Sin embargo, luego subió al barco.
— Asegúrese de venir después de dos meses.
—Sí, sí.
Cale saludó casualmente a Toonka y luego se alejó del barco. En ese momento, Toonka gritó en voz alta detrás de Cale.
— ¡Mi nombre es Toonka! ¡No lo olvides!
Cale se dio la vuelta. El barco de tamaño medio salía del puerto con el sol brillando sobre él mientras Toonka la saludaba desde la cubierta.
Se sintió como una escena de un anime cuando el personaje principal se iba.
Cale pensó que vio algo que no debería haber visto y se dio la vuelta sin ningún arrepentimiento.
Cale siguió escuchando a Toonka gritarle a Cale que no olvidara su nombre, pero Cale se aseguró de no volverse.
-( Realmente es una rara interesante. Definitivamente merece ser mi amiga)- pensaba Toonka al ver la pequeña espalda de la mujer alejándose del puerto.
En ese momento, la pelirroja sintió un escalofrío en su espalda y sabiamente decidió que era mejor ignorarlo.
Pero se sintió llena de solo pensar en lo que pasarían dos meses después. Podía ganar suficiente dinero para gastar toda la vida y también conseguir una forma de construir un castillo fuerte.
Cale volvió a la residencia para saludar a los demás.
Comenzó a acariciar a sus hijos, que ahora estaban en su forma de gatitos, On y Hong cuando comenzó a hablar.
— No tenías que venir a verme.
— Necesitaba venir a agradecerte ya disculparme por asustarte.
_ Ump... muy bien, ¡discúlpate apropiadamente con mi humana!_
Cale negó en su mente.
On y Hong se quedaron boquiabiertos mientras miraban a Witira sin comprender. Estos gatitos, que ni siquiera reaccionaron mucho cuando vieron a Paseton, tuvieron una reacción completamente diferente a Witira.
Witira comprobó la expresión de Cale mientras preguntaba con cautela.
— ¿Te sientes bien, joven señorita Cale?
— Eh, lo mismo de siempre.
Cale siempre estuvo al 100 por ciento gracias al Corazón de la Vitalidad. Le permitirá sentirse perfectamente bien, incluso después de dormir solo una o dos horas.
Luego negó con la cabeza antes de hablarle a los hermanos.
— Es suficiente, no más "gracias". Si me agradeces más, no se sentirá genuino. Lo mismo con la disculpa.
—Entendido. Muchas gracias.— le dedico una linda sonrisa.
-(¿Por qué oculta su identidad, a pesar de que reveló el hecho de que era parte de la Tribu de las Ballenas?)-
Sin embargo, Cale no reveló la pregunta en su mente en voz alta. Cale estaba tratando de ocultar el hecho de que sabía bastante sobre la Tribu Ballena.
— Me acabo de dar las gracias de nuevo. Dije que no más.
Cale continuó hablando con los dos hermanos que parecían salidos de una obra de arte.
— Me alegro de que ustedes, hermanos, pudieran volver a encontrarse. Puedes irte ahora.
Necesitaba despedirse de ellos para poder llevar a los niños un rato a la playa antes de marcharse. Les había prometido a sus hijos ya los niños lobo que los llevaría a jugar en la playa.
Y ella no era alguien que rompía las promesas.
— Disculpe, joven señorita Cale-nim.
Ya que su tren de pensamiento fue interrumpido por la melodiosa vos de Witira, le presto atención. Aunque tenía un sentimiento extraño en su mente mientras lo hacía.
—Tenemos un enemigo muy antiguo. Estoy seguro de que ya lo sabes porque sanaste a Paseton. Son las sirenas.
-(Lo sé. Lo sé muy bien.)-
— Sin embargo, mi hermano Paseton pudo descubrir cómo podían hacerse más fuertes de repente.
— ¿De qué diablos está hablando?
Cale comenzó a fruncir el ceño cuando Paseton añadió.
— La razón por la que las sirenas me perseguían era porque encontré la fuente de su repentino aumento de fuerza.— El peliazul dudo un poco antes de continuar. — Escuché que la joven señorita es de la Familia Henituse.
— ¿Y?
Cale frunció el ceño dejando de acariciar a los gatos y sintiendo que se venía un dolor de cabeza.
Witira y Paseton no respondieron de inmediato e intercambiaron miradas. Esa acción hizo a Cale aún más dudosa. Witira finalmente se volvió hacia Cale y comenzó a hablar.
— El Bosque de la Oscuridad. Deseo ir allí. No, debo ir allí.
Cale respondió inconscientemente después de escuchar algo que nunca había esperado escuchar.
— ¿Nuestro territorio?
Ella se puso seria mientras miraba con sospecha a los dos sentados en frente suyo.
—Te lo ruego. También hemos preparado una gran compensación para usted. ¿Podemos ir contigo?
Las Ballenas grande y pequeña la miraron con sinceridad. On y Hong golpearon la rodilla de Cale con sus patas delanteras. Era su forma de pedirle a Cale que se llevara a las Ballenas con ellos. Al mismo tiempo, alguien llamó a la puerta antes de que se abriera. Era el niño Lobo, Maes.
— Joven señorita-nim, aquí está su té y su desayuno.
Otros dos niños Lobo entraron con una bandeja y una tetera. Beacrox estaba fuera de la puerta guiándolos.
_ Soy mucho más guapo y hermoso._
Cale escuchó el murmullo del Dragón Negro antes de cerrar los ojos. Se sintió como si estuviera parado en medio de un remolino caótico.
— Umm, ¿joven señorita-nim?
Cale levantó la mano ante la cautelosa pregunta de Witira, lo que hizo que Witira dejara de hablar. Una vez que los niños Lobo se fueron y la habitación se quedó en silencio una vez más, Cale abrió lentamente los ojos.
Se veía muy tranquila, sentada allí con su cabello rojo atado en una trenza de lado.
Witira y Paseton estaban mirando a Cale a los ojos cuando escuchaban su voz tranquila.
— Primero, explícame todo.
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ROPA DE CALE
(Jajaja amo inspirarme en los diseños oficiales del mahwa)
Notes:
2do capítulo del día 😩
Mil dis de nuevo por no subir nada ayer. Lit que me tocó salir a chambear, por qué jaja desempleada 💀🫰🏻 y estuve ocupada todo el día
Así que bueno equis. Espero que tengan un buen día tarde o noche mis pollitos 🐥❣️
Chapter 38: 37. Regresar a Casa
Chapter Text
Al día siguiente Cale y compañía se encontraban en la playa.
Previo a esto, el día anterior Cale les había mandado a hacer trajes de baño para sus niños y los pequeños lobos.
Actualmente los algunos de los niños lobo estaban jugando en el agua mientras que otros correteaban en la arena o hacían castillos en ella.
On estaba al lado de Cale tratando de convencer a Hong de ir a jugar con los demás, pero él pelirrojo estaba aferrado a la de ojos marrón rojizo quien le estaba haciendo upa.
— ¡Vamos Hong! ¡Vamos y juguemos con los demás! — le dijo tomándolo de la mano.
— No, no quiero.
El pequeño escondió su cara en el hueco del cuello de Cale, ella solo le acaricio la cabeza con calma.
— ¿Por qué no quieres ir cariño? —Aún que no lo demostró, se estaba preocupando.
Hong levantó la cabeza, miró en dirección al océano y volvió a ocultarse.
On que vio todo esto, comprendió de inmediato lo que pasaba poniéndose cabizbaja dejando de insistir.
— Es por el océano ¿verdad? — dijo la pelirroja recibiendo un sentimiento del menor.
Cale lo dejo estar un rato más en sus brazos mientras observaba al horizonte, ignorando completamente que se estaba empezando a cansar por el peso del menor.
Observó a los niños que jugaban y vio que no todos estaban necesariamente jugando en el agua. Miró a Hong en sus brazos, él estaba mirando de reojo a los demás niños, se notaba que aún con miedo, quería ir a jugar.
Miró a su hija y le acaricio la cabeza con cariño.
— On, si quieres ir a jugar con los demás, solo ve. Me quedare un rato a tomar sol con Hong.
On quería estar con su hermano y no dejarlo solo, pero también quería ir a jugar con los otros niños. Miró a Cale quien le dio una pequeña sonrisa y dejó salir el aire que estaba conteniendo.
—Si mamá. -( no necesito seguir haciéndome la fuerte, no siempre)- pensaba mientras iba con las otras niñas -( ahora Hong y yo tenemos a mamá, puedo confiar en que ella se encargará de mí hermano)-
Cale se acercó ante la decisión de On y volvió a mirar al pequeño en sus brazos que ahora miraba en dirección hacia donde se había ido su hermana. En ese momento la pelirroja sintió como se apoyaba un peso extra en sí espalda.
_ Hyung ¿por qué no vas a jugar con noona? _
Preguntó mentalmente el Dragón, que era invisible, mientras apoyaba una de sus patas en la cabeza del oji miel. Cale también estaba escuchando en su cabeza al Dragón.
— No me gusta el agua — dijo simplemente.
– pero no todos están jugando en el agua. Esos niños de allí están haciendo castillos de arena.
Comentaba el Dragón, mientras le seguía dando palmadas en la cabeza.
— Me gustaría, pero noona va a ir a jugar en el agua y yo no quiero eso, además voy a estar solo.
_¡No te preocupes! Este gran y poderoso yo, te acompañaré a jugar en la arena aunque no pueda ser visible, ¡no estarás solo! _ dijo con entusiasmo.
Hong se mordió el labio inferior pensando en que hacer. Cale pudo ver el conflicto interno que este tenía.
-( Que complicado ¿como debo tratar esto?)- pensaba para ella misma mientras le hacía círculos en la espalda a Hong. -( no quiero obligarlo a jugar, digo no me molesta tenerlo conmigo, pero se va a aburrir eventualmente y...)-
—Joven señorita Cale, ¿está todo bien?
El tren de pensamiento de Cale fue cortado por una voz infantil que la llamaba, dirigió la mirada hacia esa voz y descubrió que era Maes quien la hablaba con una expresión preocupada. Este mismo traía consigo una bebida para ella.
— Esta todo bien — calmo al niño y recibió la bebida con una mano. — Es solo que Hong no quiere ir hacia el océano, no le gusta el agua.
Sintió como el pequeño en sus brazos se aferraba un poco más fuerte a ella.
— Ah, ya veo. — dijo el joven, llevándose una mano a su mentón. — ¿Y si juegas en la arena?
— Eso quiere, pero no quiere estar solo. En esta jugando con tus hermanas en el agua.
Maes pensó reflexionar sobre ello mientras veía a la peli gris jugar con sus hermanas y hermanos menores en el mar. Volvió su mirada hacia la madre y el hijo y escuchó, luego aplaudió llamando la atención de ambos.
—Tengo una idea. — dijo acercándose a un lado de Cale, donde estaba el pelirrojo. — Hong ¿te gustaría ir a jugar conmigo en la arena? — le dio una amable sonrisa.
Cale parpadeo ante la situación, pero tuvo una media sonrisa por la actitud del niño lobo. Por otro lado, Hong se sonrojó levemente y por los nervios presionados un poco el vestido que su madre traía puesto, frunció los labios sin saber que contestar y miró a Cale pidiéndole su opinión con su mirada.
— ¿Y Hong? ¿Qué opinas? Podrías ir y divertirte con los demás — ella le suena mientras le acariciaba la cabeza.
Maes estaba a un lado, con una actitud positiva y con una sonrisa amable mientras miraba al pequeño.
— Vamos Hong, vamos a jugar — le emociona y le extiende la mano.
Hong se avergonzó un poco pero miró a Cale y le ascendió. Ella entendió que quería bajarse y con cuidado lo dejo en la arena. El pelirrojo estuvo tímido mientras miraba a él niño lobo y con pena le tomó la mano.
— S-si... ¡vamos! — sonriendo felizmente.
Maes sorprendentemente y comenzó a llevar de la mano hacia donde estaban los otros niños.
Cale se quedó allí con un brazo en su cadera mientras los miraba irse a jugar. En ese momento Lucía llegó por detrás y se acercó a Cale mientras miraba la situación con los niños y sonriendo al ver todo ello.
— Se ven lindos juntos ¿no es así, joven señorita?
— Ujum... sí, así es
Cale luego empezó a caminar hacia una silla debajo de una sombrilla, Lucía la siguió, y terminó sentándose allí mientras miraba el océano y los niños jugando.
— Lucía, por favor ¿le podrías decir a Beacrox que me traiga algo de beber?
Ella ascendió y pronto la dejó sola de nuevo.
Cale se quedó allí sentado, en ese momento se puso a recordar un poco de la conversación que había tenido la noche anterior con los hermanos Ballena...
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— Hemos tenido muchas batallas, tanto grandes como pequeñas, con las sirenas a lo largo de los años. Controlamos el norte y las sirenas controlan el sur. — Paseton suspiro mientras miraba a Cale para saber si podia conrinuar. Ella asintio asi que siguió hablando.— Estamos luchando para evitar que las sirenas creen un reino en todo el océano. Sin embargo, algo cambió hace seis meses...
Los ojos de Paseton empezaron a caer.
— Las sirenas empezaron a actuar de forma extraña.
-(¿Extraña?)-Cale comenzó a pensar en la información de la novela sobre las sirenas.
— Cruzaron la frontera implícita entre nuestras dos tribus y empezaron a provocarnos.
Esto era algo que Cale sabía. Las sirenas comienzan a provocar a las Ballenas para que puedan tomar el control del océano. Cale comenzó a sentirse aliviada después de escuchar información que ya conocía. Paseton continuó hablando.
— Pude descubrir la razón detrás de esto. Están tratando de tomar el control de la ruta marítima que conecta los Continentes Oriental y Occidental.
— ¿Qué?
Cale se sentó derecho y miró hacia Paseton antes de preguntar.
— ¿No es la ruta marítima algo para los humanos?
Había un par de rutas marítimas diferentes que conectaban los Continentes Oriental y Occidental. Los humanos habían encontrado estas rutas, pero eran lejanas y peligrosas, lo que impedía que se creara una ruta oficial.
Según la novela, había un acuerdo implícito, las formas de vida del mar no tocarían estas rutas marítimas y las formas de vida de la tierra no se inmiscuirían en los problemas del mar a cambio. ¿Pero las sirenas iban a romper este acuerdo?
— Al principio, pensamos que el nuevo rey de las sirenas estaba liderando la carga para crear su reino, pero la información que Paseton trajo fue diferente. — dijo Witira
-(Aprendí algo que no debería haber aprendido de nuevo.)- Cale dejó escapar un suspiro y tomó un sorbo de su té.
— Y había una cosa más extraña.
— Espera. — ella puso una mano al frente e interrumpió su discurso. — Solo dime por qué está involucrado el Bosque de la Oscuridad.
Cale sintió que se vería involucrada en algo grande si escuchaba algo más. Empezaba a sentirse incómoda. Cale pudo ver a Witira sonriendo levemente e hizo una mueca al verla.
— Si. ¡Esto es con respecto a eso! — respondió alegremente mientras la expresión de Cale se oscurecía. — Como mencionamos, las sirenas se hicieron más fuertes hace uno o dos meses. Pudimos descubrir el 'ingrediente' que causó que esto sucediera.
Cale cerró los ojos. Los abrió lentamente y les preguntó a las dos ballenas.
— ¿Ese ingrediente está en el Bosque de la Oscuridad?
— ¡Correcto! ¡Te diste cuenta de inmediato!
Cale no podía entender lo que estaba ocurriendo, ¿cómo llegaron las sirenas al Bosque de la Oscuridad? La pelirroja tenía un presentimiento dudoso sobre esto.
— Los escuché hablar de un pantano en el Bosque de la Oscuridad. Por eso me perseguían. Tenemos que ir al pantano y averiguar cuál es el ingrediente. — dijo con seguridad Paseton.
Cale no necesitaba escuchar nada más. El Bosque de la Oscuridad.
La Aldea Harris de Choi Han.
Cale pensó en los diez niños Lobo, que probablemente estaban fuera de la puerta en este momento, antes de volverse para mirar la esquina de la habitación. On y Hong estaban allí con una extraña brecha entre ellos dos. El Dragón Negro invisible probablemente estaba entre ellos.
- Humana, ¿qué estás mirando? ¿Es porque crees que soy el más genial? Bien, te daré permiso para seguir mirándome.
— Estaba pensando en construirle una villa — murmuró para si misma mientras volvía su mirada hacia los hermanos — Es complicado.
— ¿Disculpe?
Las pupilas de los hermanos Ballena se hicieron más grandes.
-(¿Cuál sería el beneficio?)- pensó para sí misma.
— Los humanos no pueden interferir en los eventos del mar. — expresó con seriedad, cruzándose de piernas y apoyando su mano en su mentón.
Witira respondió de inmediato.
— Sabemos que ese es el caso. Sin embargo, planeamos asegurarnos de que no esté en desventaja de ninguna manera por esto. Todo lo haremos será en secreto.— aseguró antes de agregar.— Además, las sirenas rompieron el acuerdo primero. Habrían necesitado ayuda de la tierra para llegar al Bosque de la Oscuridad".
— Pero todavía existe una gran posibilidad de peligro. ¿Lo sabes bien?
— Si.
La pelirroja miró directamente a los ojos d ela pelirroja azul antes de hablar.
— Entonces, ¿qué hay para mí?
Cale les informó sobre el peligro antes de preguntar sobre esto. Una gruesa sonrisa se formó en el rostro de Witira mientras lentamente comenzaba a hablar. Ella sabía lo que iba a salir de su boca.
— Una ruta marítima. Hay una ruta marítima que las sirenas han priorizado en su toma de posesión. Es uno que los humanos aún no han encontrado. Es la ruta marítima más segura disponible".
Cale levantó una ceja con una media sonrisa en labios y luego preguntó, aunque ya lo sabía.
— ¿Dónde está?
Witira, que no sabía que Cale lo sabía, respondió con confianza.
— Nuestro océano. Está en el territorio de la Tribu Ballena.
— ¿No es el territorio de las Ballenas el más peligroso? Es la ubicación de las formas de vida más fuertes del océano. — expresó de manera irónica mientras reía sutilmente.
— Pero ahora es un lugar seguro para ti, joven maestro Cale. Se le otorgarán los derechos para utilizar esa ruta.
Cale sonrió con picardia mientras miraba hacia el techo, luego volvió a mirarlos mientras juntaba las manos casualmente.
— ¿Pero lo necesito?
— …¿Disculpe?
Cale no tenía absolutamente ninguna necesidad de una ruta marítima como esa. No era como si le estuvieran dando la ruta marítima. Solo le estaban dando los derechos para usarlo. Cale no necesitaba esa ruta marítima para vivir en paz. Sin embargo...
— Permítanme agregar una condición más.
La ruta marítima haría que su familia sea más rica y fuerte. Por supuesto, Basen tendría que trabajar aún más duro como jefe del territorio, pero eso no le importaba a Cale. Cale pudo ver la confusión en el rostro de Witira y respondió a la futura Reina Ballena.
— Préstame tu fuerza cuando la necesite.
— ¿Nuestra fuerza?
— Sí, su fuerza. Dos veces. — dijo de manera indiferente.
A ella le importaba mantener a salvo este territorio del noreste cuando los caballeros del norte se dirigían hacia esta parte cálida y abundante del continente. Los remolinos en el mar de Ubarr y la base naval, ¿por qué otra razón Cale se habría involucrado en todo esto?
Fue porque Cale se estaba preparando para el futuro basándose en su conocimiento de la novela.
— No podemos interferir con los problemas de la tierra. — protesto la joven de cabello azul.
Cale hizo una sutil mueca de disgusto mientras se cruzaba de brazos. Paseton por alguna razón sintió la necesidad de bajar la cabeza, mientras que Witira tragaba en seco.
— ¿Quieres que me ponga en peligro, pero no harás lo mismo? — su tono de voz fue serio.
— ...Somos una tribu que busca la paz.
La pelirroja soltó una pequeña carcajada y se tapó la boca. Los hermanos fruncieron ligeramente el ceño, pero aun así la escucharon.
— No crees que es un tanto hipócrita decir eso cuando han estado peleando con las sirenas durante tanto tiempo.
Estas palabras silenciaron a la joven futura Reina mientras que Cale seguia hablando.
— El Bosque de la Oscuridad es una de las áreas más peligrosas y misteriosas del mundo. No es un lugar al que viajarás con seguridad solo porque eres fuerte. Especialmente para alguien como tú, que no sabe mucho sobre la tierra.
Sin embargo ella suspiró y se encogió de hombros mientras sonreía. Cale estaba planeando dirigirse a la Aldea Harris de todos modos.
— Te ayudaré.— dijo simplemente mientras los miraba.— Creo que sé qué pantano es.
Witira pudo ver a Cale sonreír mientras respondía amablemente.
— ¿No quiere la Tribu de las Ballenas una vida pacífica como la forma de vida más fuerte del océano?
Cale pudo ver que el punto de vista de Witira comenzaba a cambiar. Ella estaba cambiando lentamente de una posición de solicitud a una posición de hacer un trato.
— Tienes razón, joven señorita Cale.
Las Ballenas que querían la paz. Eso solo fue posible porque eran fuertes. La Tribu de las Ballenas en la novela hizo cualquier cosa para luchar contra las sirenas.
— Yo, Witira, como sucesor del Rey Ballena, acepto sus condiciones.
Witira pudo ver que Cale todavía estaba tranquila y sonriente después de que ella reveló su identidad.
— ¿Eras el sucesor? Excelente. Podemos finalizar nuestro trato sin demora.
Parecía feliz de que pudieran completar el trato en ese mismo momento. Extendió su mano mientras preguntaba.
—¿Se supone que debo hablarte formalmente ahora? — ella la miro con una pequeña sonrisa.
— No hay necesidad de hacer eso, joven señorita Cale. Necesito ocultar mi identidad.
— ¿Solo yo debería saberlo?
— Correcto. — sonrió al mirarla.
Cale estrechó la mano de Witira
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A la pelirroja le pareció agotador todo este asunto con los hermanos Ballena y su relación con el bosque de la Oscuridad.
Suspiró mientras bebía la bebida que le había traído Lucía que, para su sorpresa, era un licuado de frutos rojos. Por eso ahora estaba de mejor humor.
Ella aun estaba sentada a la sombra del paraguas mientras observaba a los niños jugar mientras que Beacrox y Lucía preparaban las cosas para cenar.
En ese momento...
_Humana... _ hablo en su mente el pequeño dragón. _ ¿realmente no me vas a hechar verdad?_
Ella levantó una ceja y suspiro.
Anoche después de le charla con los hermanos les habia dicho a los niños, más específicamente al dragón que si quería un lugar para vivir.
Ella quería reconstruir la Villa Harris para los niños lobo y de paso para el Dragón también. Lo que no esperaba era que el dragon la malinterpretara de ese modo.
Cale negó con la cabeza y suspiró antes de responder.
— No, ya te dije que solo es una villa — murmuró para que solo el Dragón pudiera escucharla. — es un lugar para que tu, tus hermanos y los niños lobo puedan vivir y divertirse. — dijo con calma— no te estoy echando.
_Esta bien Humana. Pero yo elegiré el lugar donde va a ser la villa_
— Si si, como quieras.
En ese momento pudo sentir un peso en su regazo. Parecía que el dragon quería ponerse más cómodo y parecía más calmado. Ella aprovecho para darle unas palmaditas en la espalda a pesar de que el dragon era invisible.
Pasaron unos segundos cuando el Dragón decidió volver a hablar.
_Humana, no me gusta que me digas solo "dragon" o te dirijas a mi como "Ey tu"_
El Dragón sonaba un poco molesto mientras hacia ruidos de "hmp", Cale solo lo escuchó.
_ Por eso es que este gran y poderoso yo te va a dar el honor de elegir mi nombre _ dijo en un tono infantil muy confiado. _ Tienes un límite de un mes para resolverlo _
Cale quedo paralizada mientras parpadeaba mientras oía los disparates de este niño. Pero suspiro resignadose a cumplir sus caprichos, después de todo era solo un niño.
— Ja~ bien
Ella suspiró mientras seguía acariciando la espalda del pequeño en sus piernas...
Un día más tarde Cale se subió al carruaje mientras se despedia de Amiru, estaba por irse del territorio Ubar.
Cale estaba en el carruaje con los hermanos Ballena, con sus hijos (On a su izquierda apoyanda en su hombro y ella llevaba alzando a Hong en su regazo mientras esté apoyaba su cabeza en su hombro derecho) y el Dragón invisible a su derecha.
El carruaje comenzó a acelerar y Cale cerró las cortinas cuando empezó a hablar.
— Puedes apagarlo ahora.
Los hermanos Ballena aparecieron después de apagar el dispositivo mágico de invisibilidad. El Dragón Negro también se reveló a sí mismo.
Ver al Dragón Negro hizo que Paseton se estremeciera y las pupilas de Witira se dilataran. El Dragón Negro apoyó la cabeza en la pierna de Cale y miró inexpresivamente hacia los hermanos Ballena.
— ¿Qué están mirando?
— … Esa fluctuación de maná en ese entonces. Ese eras tú.
El Dragón Negro y Witira se miraron el uno al otro. Los dos estaban reconociendo la fuerza del otro. También querían ver qué tan fuerte era realmente el otro.
En ese momento... La mano de Cale aterrizó en la cabeza del Dragón Negro.
— Vámonos a casa en silencio.
Cale dijo con calma y el Dragón Negro cerró los ojos en silencio y se fue a dormir. El carruaje se quedó en silencio de inmediato.
Luego de unos días de viaje, Cale regresó a Rain City en el territorio de Henituse e inmediatamente comenzó a fruncir el ceño.
— ¡Joven dama Cale-nim!
— ¡Oh!
-(¿Cómo llegó aquí la información de la capital?)- Cale estaba mirando a la gente que lo animaba a él y a su grupo con una expresión complicada. -(¿Se olvidaron de que era basura?)-
Por supuesto, todavía hubo personas que inmediatamente se congelaron o huyeron tan pronto como vieron su carruaje.
Sin embargo, ahora se asoció un nuevo título con Cale.
— ¡Joven dama Silver Light!
— ¡Joven dam Shield-nim! ¡También protégenos a nosotros!
Cale empezó a fruncir el ceño de nuevo. Quería saber si había alguna manera de evitar esos apodos cursis.
El muy orgulloso de su señorita, el Vice Capitán, apareció entonces dentro de su línea de visión.
— ¡Joven señorita, tus heroicas hazañas se han extendido! Jaja. Creo que el nombre de la joven señorita Silver Light es muy bueno. Estoy celoso, joven señorita.
Cale hizo una mueca de disgusto y cerró de golpe la ventana del carruaje en la cara del Vice Capitán.
A Cale no le importó que los hermanos Ballena lo miraran con curiosidad mientras cerraba los ojos y se cruzaba de brazos. Y definitivamente no estaba haciendo un puchero.
En ese momento, el Dragón Negro golpeó ligeramente la rodilla de Cale con su pata, ella miró lentamente hacia abajo. El Dragón Negro vio la expresión en el rostro de Cale y preguntó con cautela.
— ¿Estamos en casa?
Cale respondió con desinterés, sin embargo había una pequeña sonrisa en su rostro mientras miraba al Dragón.
— Si. Estamos en casa.
On y Hong comenzaron a estirarse y el Dragón Negro agitó sus alas. En ese momento, Cale pudo escuchar la voz del Vice Capitán a través de la ventana cerrada.
— Joven señorita. ¡No hay necesidad de avergonzarse!
— ¡Oo, joven dama Silver Light!
Cale podía escuchar al Vice Capitán así como a alguien animándolo.
-(Ese maldito punk.)- pensó mientras miraba hacia un lado, poyando su espalda en el asiento y cerrando los ojos, los cuales no los volvió a abrir hasta llegar a la Finca.
Al llegar, la familia de Cale fue, naturalmente, la primera en recibirlo en casa. En ese momento estaba siendo examinada por su madre; el cuerpo de Cale se volvió hacia la izquierda y la derecha en contra de su voluntad. Los hombros, brazos, rostro y ambas manos de Cale fueron inspeccionados minuciosamente. Cale solo tuvo una expresión en blanco durante todo el proceso.
— Parece que no tienes heridas graves. — suspiró con alivio Violan.
El Conde Deruth sonreía mientras veía como su esposa inspeccionó a Cale durante mucho tiempo antes de finalmente sonreír con alivio. Cale puso una sonrisa sin alma y arregló sus mangas revueltas.
— ¿Cómo está tu condición? ¿Estás cansada?
—Estoy bien.
Una vez que el Conde Deruth terminó de hablar, la Condesa Violan se animo a seguir.
—Escuché que ahora tienes más gente contigo.
Ella estaba hablando de los niños Lobo y los hermanos Ballena. Los hermanos Ballena actualmente se veían completamente diferentes gracias a la magia del Dragón Negro, al que tuvo que convencer con tartas para que hiciera eso.
— Sí, de alguna manera terminó así. — casi soltó un suspiro al conversar eso.
—Bueno.
Cale pudo ver que los ojos de Violan aún impecables se volvían fríos.
— ... Escuché que todavía no han capturado a esos bastar- ejem, a los terroristas. — Violan, que aún estaba molesta por ello, corrigió su tono al hablar.
— Eso es lo que también he escuchado. — comentó la pelirroja sin importarle el desliz en sus palabras.
La mirada de Violan se volvió hacia el Conde Deruth, quien también la miró mientras intercambiaban mensajes a través de sus ojos. Cale se preguntó qué podrían estar transmitiendo, pero fingió no saber de su conversación silenciosa. Sus miradas parecía que iban a hacer algo grande. El Conde Deruth comenzó a sonreír gentilmente cuando comenzó a hablar con Cale.
— Podemos escuchar sobre el incidente en la capital y tu Poder Antiguo más tarde, así que ve a descansar por ahora. — en ese momento también se acordó de aquel informe que le había dado sobre ese imbecil de Venion, pero prefirió no decir nada al respecto.
— Sí, padre.
Cale finalmente pudo dirigirse a su habitación por sugerencia del Conde. Sin embargo, había más personas reteniéndola. Eran sus hermanos menores, Basen y Lily.
— Noonim, ¿cómo te sientes?— Basen se veía un poco serio pero tímido cuando habló con ella.
— Ah, bien.
Cale se acordó al verlos y se apartó de sus hermanos haciendo un gesto al ayudante de mayordomo Hans. Hans se acercó a ellos de inmediato.
— Aquí tiene, joven señorita.
Asintiendo con la cabeza, Cale entregó los artículos que tomó de Hans a Basen y Lily.
— Pluma estilográfica para ti y una espada para ti. Como lo prometí. — explico con una leve sonrisa al mirarlos.
Cale no se había olvidado de los artículos que sus hermanos le habían pedido que comprara. Les entregó sus regalos y los miró antes de preguntar al notarios un poco callados.
— ¿Qué pasa? ¿No es de su agrado?
El rostro de Basen estaba rígido y miró con incredulidad a su hermana mayor quien parecía ajena a todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
— ¿Qué? No, no es eso, solo... Estoy seguro de que fue un caos y que fue difícil para ti... — la miró con preocupación y Lily no estaba mejor que él.
— Todavía tenía que cumplir mi promesa. — suspiro y miro hacia un lado mientras negaba con la cabeza, como si las cosas que decía fueran demasiado obvias.
Basen escuchó la respuesta sin emociones de Cale y la miró fijamente antes de apretar la caja con la pluma estilográfica y comenzar a hablar. Había tomado una decisión.
— Estudiaré mucho. Trabajaré por la administración y el desarrollo de este territorio. — firmemente miró a su hermana, sintiendo como su corazón se volvía cálido al verla.
— Bien, bien, pero no te exijas demasiado, hazlo a tu tiempo. — comentó, quitándole importancia a sus gestos o a la forma que la estaba mirando Basen. — (Tienes que ser el próximo Conde, así que será genial para ti estudiar administración.) — pensó para su misma.
Fue una gran mentalidad en opinión de Cale. Cale comenzó a sonreír mientras Basen vaciló por un momento antes de agregar.
— No haré nada que los moleste. Me aseguraré de protegerte.
— ¿Umm? ¿Qué quieres decir?
— Nada, no te preocupes.
Basen no dijo nada más después de eso. Cale miró a Basen con curiosidad y acaricio su cabeza, despeinandolo un poco, antes de finalmente darse la vuelta para mirar a su hermana menor, Lily Henituse.
La expresión en el rostro de esta pequeña de 7 años era extrañamente determinada.
('¿Ahora que?')— se dijo a si misma mientras veía como su hermanita agarraba su mano con un poco de fuerza, pero ella no la apartó.
— Unnie.
— Lily.
— Me volveré lo suficientemente fuerte como para liderar nuestra brigada de caballeros y proteger nuestro territorio. Protegeré a todos. — la determinación en sus ojos hizo que Cale parpadeara un poco sorprendida.
— Oh, ¿es así? te estaré animando. — le dedico una leve sonrisa antes de darle unas palmaditas en la cabeza haciendo que la pequeña se sonroje un poco.
Basen con la administración y Lily con los caballeros. Los dos harán que el territorio funcione correctamente. ¿Qué tan bueno sería esto para Cale? Cale acarició la cabeza de Lily con expresión satisfecha.
— Serás un caballero increíble, la mejor de todas. — le sonrió calidamente.
— Gracias. Lo haré para que nadie tenga que salir lastimado. — estaba levemente sonrojada y con una radiante sonrisa mientras decidió abrazarla un poco por la cintura, ya que aún era muy pequeña.
— Esta bien, pero recuerda que no debes exigirte mucho, todo a su tiempo.
Cale dejó de acariciar su cabeza y espero pacientemente a que ella dejara de abrazarla. Basen se acercó y tocó el hombro de Lily, notando el leve cansancio en sus ojos. La pequeña entendió y soltó, aunque de mala gana, a Cale.
— Tengo que ir a descansar un poco ahora.
— Noonim, por favor descansa bien.
— ¡Debes descansar bien para mejorar!
Cale saludó a los dos niños y se dirigió hacia su habitación, sin notar la mirada de admiración, cariño y determinación que sus hermanos tenían.
Cale había regresado a su habitación por primera vez en mucho tiempo, pero su habitación no parecía que hubiera estado vacía por un tiempo.
— ¡Casa!... — expresó feliz Hong mientras se tiraba en la cama.
— Ah~ al fin en casa — comentó con calma On quien se sentó en el borde de la cama.
Los niños se habían adelantado y se acomodaron en la cama de su mamá, parecían estar muy emocionados y felices al volver. Cale quería prestarle atención a sus hijos pero vio quién lo estaba esperando afuera de su habitación y comenzó a fruncir el ceño.
— ... ¿Vas a ser tú quien me sirva?
Su herman-, el chef Beacrox. ¿Estaba tratando de dejar de cumplir con su deber como Segundo Chef y hacer el trabajo de Ron? Beacrox ignoró la mirada interrogante de Cale y le entregó una carta.
— Es una carta de padre.— se acercó a ella y le entregó el sobre.
— Ah, Ron.— recibió la carta de las manos de Beacrox.
— Me dijo que era un informe.
Cale pudo ver que la carta no estaba abierta. Aunque Ron había enviado una carta a través de Hans cuando se fue, parecía que ahora iba a hacer sus informes a través de su hijo.
— Excelente. Gracias.
— Sí señorita.
Cale frunció ligeramente el ceño, no sabía si podría acostumbrarse a ver a Beacrox actuando como Ron. Aunque seguro fue por petición del mismo Ron, a ella no le parecía del todo. Suspiro antes de hablar.
— Lo configuré para que Maes y el resto de los niños Wolf ayuden con la cocina y sirvan. — comentó con calma, sin mirarlo. — Tu y Lucia se harán cargo de ello.
Los hombros de Beacrox se estremecieron, pero logró responder después de unos segundos de silencio.
— …Entiendo.
Parecía estar muy débil mientras se alejaba, pero Beacrox estaba haciendo un buen trabajo con los niños Lobo hasta ahora y bueno, Lucía parecía motivarlo en ello, así que lo mejor era dejarlos a ambos para que se hicieran cargo.
Cale cerró la puerta del dormitorio y el Dragón Negro apareció de inmediato.
— Nuestra casa es genial. Nuestra casa es muy, muy grande.
El Dragón Negro saltó a la cama con On y Hong emocionados. Cale se rió de las acciones de los tres niños, cuya edad promedio era de solo 7 años, y sin prisa abrió la carta. Luego casi deja caer la carta.
<Todavía estoy vivo. Tú también estás viva, ¿verdad, joven señorita?
Oh... y escuche algo interesante de parte de mi hijo... ¿Cómo es eso de mojarse y estar con un hombre a orillas del mar? Además de usar su poder de nuevo...
Ho, ho... realmente tendremos una charla nuy seria cuando regrese, joven señorita.>
¿Cómo podría haber un informe tan aterrador? Sin embargo, le hizo saber a Cale que en realidad fue enviado por Ron. Bueno, la escritura y el sello que acordaron antes de que Ron se fuera también apoyaban que era de Ron.
Sintió escalofríos en su espalda, notando que esa charla sería agotadora. Decidió ignorarlo por ahora y, justo en ese momento, tocaron la puerta.
— Joven señorita, ¿puedo entrar?
Cale escuchó la voz de Hans junto con el golpe. Los niños seguian jugando en su cama, pero el Dragón Negro inmediatamente se volvió invisible.
— Adelante, pasa.
Hans entró con un carro lleno de dulces para los niños y para ella, antes de empezar a hablar.
— El mago dijo que está bien visitarla en cualquier momento.
— Entonces me iré ahora. No es necesario que me sigas.
Cale dejó a Hans en la habitación cuando se fue para dirigirse al edificio administrativo.
_ ¿A dónde vas? ¿Para encontrarse con un mago?_
Cale asintió levemente con la cabeza hacia el Dragón Negro que lo siguió en lugar de quedarse atrás para jugar con On y Hong. Cale estaba segura de que el Dragón se interesó en la palabra 'mago'.
— Joven señorita-nim, bienvenida de nuevo.
— Gracias. — Había mucha gente saludando a Cale una vez que entró.
— Hola, joven señorita-nim.
— Oh, mucho tiempo sin verte.
— Escuché que hiciste algo grande. Eres tan increíble.
('Realmente no. Hipócritas...)— pensó para sí misma mientras mantenía una expresión neutral en su rostro.
Cale lo encontró molesto y se aceleró. El Dragón Negro invisible observó a todos antes de comenzar a batir sus alas un poco más fuerte y seguir a Cale. Las orejas del Dragón Negro parpadearon más y su sonrisa se hizo más grande a medida que más y más personas aparecían para saludar a Cale.
Cale no sabía nada de esto cuando abrió la puerta a su destino. Por supuesto, llamó.
— ¿Joven señorita-nim?
— No te había visto antes. Encantada de verte. — le dio una pequeña sonrisa.
El mago quien veía por primera vez a Cale, se sonrojó y bajo la mirada antes de hablar.
— E-Es mi honor
Este era el mago responsable de la comunicación por video mágico del territorio. La comunicación por video generalmente la manejaba alguien entre el nivel principiante e intermedio.
Él se quedó viéndola, admirando su aura y su ser, notando como ese simple vestido en una gama de celeste, la hacia ver como una Diosa.
Cale noto que el mago parecía algo distraído y decidió hablar nuevamente.
— ¿Podemos conectarnos ahora mismo?
— ¿Ah?... S-Si, Por supuesto. ¿A dónde debo conectarte? — se avergonzó un poco antes de recuperar su compostura.
El mago continuó mirando a Cale mientras preparaba el dispositivo de comunicación por video. El territorio estaba actualmente lleno de historias sobre Cale Henituse. Tal vez por eso, pero el mago no pudo evitar sentir curiosidad por saber con quién Cale quería contactar tan pronto como llegara a casa.
Cale no sabía sobre la curiosidad del mago, ya que respondió casualmente.
— El Palacio.
— Ah, el Palacio... — dijo antes de voltear a verla abruptamente con sorpresa— ¡¿Al pacio?!
— Si. — hablo con calma y Cale agregó para especificar un poco más. — Conécteme con su alteza, el Príncipe Heredero.
Cale vio al mago vacilante y ligeramente comenzó a fruncir el ceño.
— ¿Por qué? ¿No es posible? Entonces, ¿puedo dejar un mensaje de voz?
El mago que estaba boquiabierto, negó con la cabeza antes de hablar.
— Ah, no. Es posible. Por supuesto que es posible.
Dado que el Palacio recibió tantas comunicaciones por video, fue posible dejar un mensaje de video o de voz, ya que podría no ser posible que el Palacio aceptara todas las solicitudes debido a la gran cantidad de solicitudes.
El mago parecía algo nervioso, pero aun así hizo lo que se le pidió.
— Parece que será difícil conectarse en este momento, pero debería poder dejar un mensaje de voz para su alteza.
Cale prefería hablar cara a cara, pero no era realmente necesario. Cale asintió con la cabeza y el mago encendió el dispositivo antes de salir de la habitación. Una vez que Cale estuvo segura de que el mago estaba fuera de la habitación, comenzó a hablar hacia el dispositivo.
— Su alteza, el sol más brillante de Roan, soy Cale Henituse.
Fue directo al grano como de costumbre.
— Planeo comprar la Torre Mágica del Reino Whipper.
El primer uso de la placa dorada. Cale imaginó la expresión del rostro del Príncipe Heredero una vez que escuchó este mensaje. Cale también sabía que Alberu no tenía más remedio que aprobar. Alberu podría actuar nervioso y molesto, pero en realidad le gustaría lo que estaba haciendo Cale. También tendría curiosidad.
Por eso Cale agregó otra oración.
— Para su información, no podré comunicarme por video o comunicación de voz durante una semana. Necesito ir a algún lado por un rato. Solo quería avisarte con anticipación. — dijo mientras ocultaba una sonrisa detrás de su mano. — Hasta entonces su alteza...
Cale luego presionó el botón que el mago le dijo que presionara una vez que terminó. Apareció una luz azul en el dispositivo para indicar que se dejó el mensaje de voz.
Luego llamó al mago y el mago miró la luz antes de comenzar a hablar.
— Parece que el mensaje se dejó correctamente.
— Bueno. — sonrió para sí misma.
El mago vio la sonrisa en el rostro de Cale, sintió curiosidad de que es lo que podria haber dicho en el mensaje que era para nada mas que su alteza. En ese momento recordó algunos de los rumores que oyo sobre la señorita y el principe en la capital y decidió hablar.
— ¿Parece que dejaste un mensaje bastante feliz?
— Bueno supongo que sí. — ella era completamente ajena a los pensamientos del mago y simplemente sonrió, haciéndolo malinterpretar algo.
El Príncipe Heredero probablemente escucharía el mensaje mañana. Cale estaba sonriendo acerca de cómo el Príncipe Heredero estaría esperando una semana para su regreso.
_… Me siento mal por el Príncipe Heredero._
El Dragón Negro de repente comenzó a sentirse mal por el Príncipe Heredero. Cale ignoró el comentario y salió de la sala de comunicaciones antes de dirigirse hacia la finca para buscar al Conde Deruth.
Quería encargarse de todo a la vez mientras estaba aquí.
Sin darse cuenta de que lo que había pasado allí, generaría más rumores, obviamente difundidos por el mago.
_ _ _
***
— ¿Quieres ir a la Aldea Harris?
— Si.
Cale asintió con la cabeza ante la pregunta del Conde Deruth. Le había contado a su padre sobre el Poder Antiguo y la Aldea Harris. Sin embargo, el Conde Deruth se centró en la Aldea Harris.
Deruth miró el 'Informe del incidente de la Aldea Harris' en las manos de Cale antes de mirar a su hija. La mirada de Cale parecía seria. Realmente lo decía en serio.
Le hizo recordar todo el incidente y como era ese pueblo cuando lo fue a visitar, estaba tan destruido que casi era irreconocible.
— ... ¿Es porque estás preocupado por ese joven llamado Choi Han?— dijo mientras su mandíbula se tensaba un poco.
El Conde Deruth había encontrado indicios de una batalla en la Aldea Harris. Eso le permitió estimar el nivel de fuerza de Choi Han. No había forma de que su hija, que había pasado más tiempo con Choi Han, no supiera de su fuerza.
Además de que no le gustaba mucho la idea de que este cerca de los chicos después de todo lo que le había informado Hans de lo que pasó en la capital. Estaba ligeramente molesto, pero como siempre, era un cobarde para hablar de ello.
— Supongo que podrías llamarlo así.
Cale asintió con la cabeza ante las palabras de Deruth. Esa era la única excusa que podía dar de todos modos.
No podía decir que quería ir allí para la transformación enloquecida de los niños Lobo y el entrenamiento de su instinto salvaje. No podía decir que también iría para el crecimiento del Dragón Negro. Definitivamente no podía decir que iba al Bosque de la Oscuridad para encontrar una solución a la guerra de la Tribu Ballena contra las sirenas.
Cale continuó, cuando pudo ver que el Conde Deruth estaba contemplando y notando una expresión levemente ¿molesta? de su parte.
— El equipo de investigación ya completó su investigación, pero quería verlo con mis propios ojos. Además, ni siquiera necesito preocuparme por los monstruos. No es invierno.
— Eso es verdad.
Los monstruos del Bosque de la Oscuridad. Había un gran muro de piedra artificial entre la Aldea Harris y el Bosque de la Oscuridad. Fue para protegerse contra estos monstruos.
No ha habido ataques de monstruos en los últimos 150 años. Tal vez la gente estaba asustada porque había muchas historias sobre cómo morirías si entrabas en el Bosque de la Oscuridad, pero era muy raro que apareciera un monstruo real.
El problema era que los monstruos que salían eran monstruos mutantes extremadamente fuertes.
El Conde encontró que el hecho de que ningún monstruo haya aparecido en 150 años era extraño, por lo que envió varios escuadrones de investigación, pero solo podían vagar por el Bosque de la Oscuridad sin entrar realmente.
Finalmente, el Conde Deruth empezó a hablar.
— Todavía hay soldados en la Aldea Harris, por lo que debería ser seguro.
Solto un suspiro mientras se masajeaba el puente de la nariz con sus dedos. Parecía haber tomado una decisión y continuó hablando.
— Tienes que cuidar a las personas que has acogido. — comentó casualmente antes de mirarla.
Cale negó lentamente con la cabeza. Fue un malentendido increíble.
— Choi Han no es mi subordinado.
¿Tienes a Choi Han como subordinado? Cale nunca haría algo así. Deruth sonríe a su hija antes de asentir con la cabeza.
—Por supuesto. Lo que digas. Todos han crecido ahora.
—Por supuesto. Tengo 18 años. — dijo con seguridad y con una postura erguida.
— Creciste tan rápido. Bien. Puedes irte ahora.
Cale hizo una reverencia a su padre antes de darse la vuelta para dirigirse a la puerta. Podía oír la voz del Conde Deruth detrás de él.
— Cale. — Deruth continuó hablando mientras Cale se regresaba. — Tu... ¿Estás bien?
Él la miró con preocupación sin saber si debía sacar los temas de lo que pasó en la capital ahora.
La pelirroja lo miro mientras ladeaba la cabeza sin comprender la repentina preocupación de Deruth hacia ella. Cerró sus ojos y asomándose con la cabeza.
— Estoy bien padre... —dijo mientras lo miraba con seriedad.
Deruth se mordió las mejillas sin saber como continuar, suspiro y dijo lo siguiente.
— La Tortuga Dorada no siempre ha sido el escudo de nuestra familia. Somos una familia de guerreros que juramos proteger a nuestra familia y cualquier otra cosa.
Los dos hicieron contacto visual.
— Protegemos todo con nuestro caparazón fuerte. Sin embargo, debes recordar que lo más importante es protegerte. Por eso somos una tortuga.
Una tortuga que se protege con su caparazón fuerte. El Conde Deruth, quien era conocido por ser mediocre en todos los aspectos por los demás, recordó a su hija una vez más.
— Es por eso que siempre debes recordar ponerte a ti misma primero. — Luego alegremente gentilmente y agregó. — El Poder Antiguo que te ha ganado es genial.
Cale suena de manera similar al Conde Deruth, mientras él responde en broma.
— ¿Verdad que sí? Es un poder genial. Ah, y siempre pongo mi propia seguridad en primer lugar.
—Bueno. Entonces me alegro. — aparentemente ligeramente a su hija... a esa niña que había descuidado por tanto tiempo, solo pudiendo apoyarla en lo que quisiera hacer de ahora en adelante.
Cale observó a Deruth asentir con la cabeza y volver a mirar el informe sobre el escritorio antes de salir de la oficina. El Dragón Negro tenía una pregunta para él tan pronto como se fueron.
_Los dos son familia, ¿verdad?_
Cale se acercó con la cabeza ante la pregunta, aunque se sintió un poco extraña con la reacción de su padre. Decidió dejar de lado eso y centrarse en las cosas que tenía que hacer.
Pero primero, se tomaría un buen descanso.
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Chapter 39: 38. Un paseo en el bosque...
Notes:
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Chapter Text
En medio de documentos y mucho papeleo, se encontraba cierto príncipe. Príncipe que parecía no haber podido dormir en días; parecia cansado, abatido y esas ojeras, debajo de sus ojos azules, lo delataban, sin embargo por más de que se encontrará así su atractivo no desaparecía. El joven soltó un suspiro antes de tomarse un momento para reclinarse en su asiento y mirar hacia la ventana.
— Ah~ esto me esta matando... ¿tanto revuelo iba a ser tener que manejar su imagen? — se quejo levemente antes de estirarse un poco.
Miró los distintos documentos en su escritorio y dejó escapar otro leve suspiro antes de negar con la cabeza y volver a su trabajo.
Estos días habían sido bastantes pasados desde que ocurrió el incidente en la plaza. Si bien no hubo muchos heridos y muertes, aún quedaban por ver y gestionar los reparos de los daños físicos de la ciudad.
Además, también debía encargarse de mantener a raya los rumores que circulaban en la ciudad sobre su benefactora, Cale. Esto ya que se habló mucho de ella en estos días, tanto de su belleza, talento y, sobre todo, la forma en la que junto a él se sacrifica por defender y proteger al pueblo. Era una carga ligeramente molesta pero no tanto.
— Aún así, eso no es lo que más me molesta...
Alberu tenía otras preocupaciones a parte de tener que encargarse de todo lo que destruyó el ataque terrorista. Esto era debido a las palabras de su padre...
*****
El Rey lo había citado a una audiencia hace unos días atrás, Alberu pensaba que sería para hablar de la gestión y de los daños provocados recientemente, pero la realidad era completamente diferente.
Cuando estuvo con él rey a solas, este lo miraba con seriedad pero también de una forma extraña que Alberu no podía descifrar.
— ¿Cómo ha estado llevando a cabo su trabajo primer príncipe?
La indiferencia en su voz no era sorpresa para Alberu, lo miró y habló de la misma manera.
—Todo marcha de maravilla, su majestad. —comenzó con calma. — Ya hemos propiciado la ayuda suficiente para los familiares de los fallecidos y hemos dado el descanso adecuado a los soldados y magos que salieron heridos. También recompensamos adecuadamente a quienes ayudaron en ese momento.
Por un momento a Alberu se le vino a la mente la imagen del rostro de cierta pelirroja, rostro que parecía iluminarse luego de darle una placa dorada. Verla sonreír solo lo hacía sentir mariposa de lo linda que se veía.
Inconscientemente, en su rostro, apareció una leve sonrisa y por un momento su mirada se suavizó, aunque solo fue por un instante.
El Rey que definitivamente se dio cuenta de ese pequeño cambio en su expresión, levantó una ceja y lo miro con los ojos entrecerrados por un instante. Miró ligeramente hacia un lado y apoyo su mentón en su mano.
—Es bueno oírlo. — volvió su mirada hacia él y decidió tomar la conversación por otro lado. — ¿Cuál es tu opinión sobre la señorita Henituse?
Alberu parpadeo un poco sorprendido, esa pregunta lo había tomado completamente con la guardia baja.
— ¿A qué se refiere majestad? — preguntó con cautela.
— Bueno, creo que es una joven bonita y con bastante talento... — mi miró con una sonrisa de sus ojos. — ¿Qué piensas al respecto?
El rubio miró al alcalde con una leve confusión, pero decidió ser sincero al respecto.
— Bueno es una mujer hermosa, bastante atractiva y talentosa... — empezó a decir con calma y algo de cariño en su voz. — es astuta, pero también es una joven amable que se preocupa por otros, es valiente y no se deja manipular fácilmente, pero a su vez se nota que es una persona sensata...
Alberu empezó a describir y decir lo que pensaba de ella, sin querer sonar como si le gustará, quería disimularlo en frente al rey por ahora.
El Rey escucho con calma a su hijo, notando como en ningún momento mencionó algo material o físico en cuanto a las cualidades que le llamaban la atención sobre ella. Casi se sintió orgulloso de él al hablar así de Cale.
— Ya veo... es una chica prometedora... — Alberu lo miró con duda en sus ojos cuando dijo eso. — Sería una buena esposa...
Comento casualmente mientras miraba de reojo a Alberu, notando como levemente se tensó ante la mención. Internamente riendo al verlo apretar sus puños desde su asiento.
— ¿Majestad? — preguntó Alberu intentando mantenerse relajado y no pensar en disparates como qué a su padre le gustaba la pelirroja.
El Rey no dijo nada mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia una ventana, entonces empezó a conversar con Alberu nuevamente.
— Verás Alberu... ya estás en tu mayoría de edad — lo llamó por su nombre y no por el título, se detuvo en la ventana y estás mirando hacia el exterior aún hablando con él. — Y es un poco preocupante que aún no hayas sentado cabeza. Se habla mucho de eso en el Palacio y entre los nobles...
Alberu se sintió incómodo y tensó la mandíbula, haciendo un silencio antes de hablar.
— ... no planeo casarme, su majestad — dudo un momento, pero dio su respuesta al final.
El Rey cerró sus ojos al oír esa respuesta y no dijo nada por un momento, haciendo que el más joven se sintiera un poco nervioso.
— He oído sobre eso... sin embargo eres el primogénito capas de heredar el reino y lo sabes... — hablo con calma aún sin mirarlo. — y como posible sucesor sabes que deberías tener al menos una mujer a tu lado...
Alberu se quedó mirándolo, intentando no mostrar ninguna emoción en sus gestos y postura.
— Lady Cale ha ganando una muy buena reputación estos días... convirtiéndose en la heroína del Reino — se gira para mirarlo con una pequeña sonrisa en labios. — ¿No sería interesante que el primer príncipe y la joven heroína que salvo al pueblo se comprometieran?
Alberu lo miró con sorpresa, sin saber como digerir lo que acababa de decir el Rey. Se quedó un poco tenso.
— Los Henituse son una familia de renombre en el reino, son los protectores y vigilantes del bosque de la Oscuridad, además de ser una familia con excelentes recursos económicos. — el Rey miró hacia un lado, recordando a su amigo de la infancia y como había estado haciendo bien su trabajo. — Sería una buena manera de ponerlos del lado de la corona.
El rubio tensó la mandíbula mientras lo oía hablar, pensó en la pelirroja y en cómo se vería como su esposa... no era una mala imagen mental, sin embargo no podría casarse con alguien y ocultarle o siquiera mentirle... para ella no sería justo estar con él.
— Majestad, no creo que sea...
Antes de que Alberu pudiera terminar de hablar, Zed lo interrumpió.
— Bueno, te lo dije a ti primero como el Príncipe Heredero, pero claro que si sigues con la idea de no casarte no podemos hacer nada... — se encogió de hombros para darle la espalda más tarde. — ... sin embargo he visto que tus hermanos también se interesaron de igual manera en la joven Henituse...
Alberu, abrió y cerró la boca ante esa declaración. Bien sabía que sus hermanos se habían fijado en Cale, pero nunca espero esta situación.
— Si optas por negarte, respetaré tu decisión — lo miró por encima de su hombro. — pero planeo hacer la misma propuesta al tercer príncipe... realmente me gustaría que los Henituse se pusieran de nuestro lado.
Zed volvió a su asiento y coloco sus codos en el escritorio frete suyo para luego apoyar su mentón en sus manos.
— ¿Cuál es tu respuesta primer príncipe? —preguntó con seriedad, pero dándole tiempo para pensar su respuesta.
Alberu tenía los puños apretados detrás de su espalda, la mandíbula tensa y mil pensamientos en su mente.
No quería que ella terminara con alguno de sus hermanos y menos con Noah, el tercer príncipe. Pero también pensaba en su condición, no quería tener que estar con alguien a quien debía mentirle sobre sí mismo, no era justo para ninguna de las partes. Cerró los ojos momentáneamente y se le vino la imagen de la pelirroja, sonriéndome y haciendo esos juegos de palabras que lo volvieron loco.
Alberu decidió que por una vez, solo está vez, sería egoísta en una decisión de este calibre. Abrió los ojos y oculto un suspiro antes de hablar.
— Entonces, con el permiso de su majestad, pediré la mano de la joven señorita en matrimonio...
Zed Crossman era un hombre serio por fuera, pero en ese momento quería ponerse a saltar de felicidad. No quería tener que manipular a Alberu para esto, pero realmente quería verlo en pareja con Cale. Sonrió levemente y asintió a las palabras de su hijo.
—Es bueno oírlo. Dejaré que te tomes un tiempo y decidas cómo ir a pedir su mano.
Alberu asintió y dio una pequeña reverencia, esperando lo que fuera a decir ahora el rey.
— Puedes retirarte. — despidió Simplemente Zed a su hijo.
***
Ahora Alberu se estaba cubriendo la cara con sus manos, preguntándose por qué había aceptado eso, por qué había dicho que iba a proponerle matrimonio. Suspiro y descubrió su cara, sin notar ese pequeño sonrojo en sus mejillas, simplemente prefirió ahogarse en su papeleo hasta que llamaron a su puerta.
— Adelante...
Pronto su más leal sirviente, su tía, entró en su oficina con una espera de comunicación por maná. Se acercó a él y le sonrió.
— Su Alteza, le ha llegado un mensaje.
Tasha le entregó el dispositivo con una sonrisa, ella había notado el sonrojo en las mejillas de su sobrino al entrar. Supuso que era por cierta joven que estuvo ocupando su mente en los últimos días, sin embargo se limito a sonreirle y no decirle nada al respecto.
Alberu miró su extraño comportamiento pero también prefirió no decir nada.
— gracias... puedes retirarte.
Y con eso Tasha volvió a salir, dejándolo solo nuevamente.
Alberu miró el dispositivo antes de infundir en él un poco de su maná.
Lo primero que vio fue la cara de la persona que lo estaba haciendo volverse loco en los últimos días, persona cuyo mensaje lo hizo enloquecer aún más y tener ganas de renunciar a esto por completo. Volvió a cubrir su cara con sus manos y soltó un sonido suspiro mientras intentaba calmarse y calamar su rostro sonrojado.
— Maldición, es tan malditamente hermosa que no puedo enojarme por completo con ella. — Además del hecho de que entendía sus intenciones al comprar la Torre.
Miró hacia el dispositivo que mostraba esa dulce y arrogante mirada, decidió guardar el video solo por la información, no porque quisiera ver su cara en otro momento, para nada.
— ¿Una semana eh? — miró la fecha y calculó los días, antes de sonreír para sí mismo y volver a sentarse derecho para seguir con su trabajo. — veremos si puedo hacerte enojar aunque sea un poco dentro de una semana joven señorita Cale.
Murmuró para sí mismo antes de concentrarse en su trabajo.
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—Achu~
— Humana, ¿Estás bien? ¡No debes morir!
— ¡Joven señorita!
—¿Mamá?
— ¿Te sientes bien mamá?
La pelirroja se froto suavemente la nariz antes de negar con la cabeza y mirar a sus acompañantes.
— Estoy bien — aseguró antes de volver a caminar. — alguien debe estar hablado de mi...— se encogió de hombros.
Cale estaba actualmente en el Bosque de la Oscuridad junto con sus hijos, el Dragón y las dos Ballenas en su forma humana.
Habían llegado a la Aldea Harris hace un tiempo, dejando a los caballeros que los escoltaron junto con los niños Lobo. Los había traído para que conocieran su nuevo hogar y se familiaricen con el ambiente, si bien aún era una Aldea destruida, estaba siendo reparada con la ayuda de los soldados y la gestión de Henituse.
A ella le había costado un poco convencer al Vice Capitán Hilsman para dejarla ir al bosque específicamente, pero luego de mostrarle a sus compañeros de viaje, este solo pudo dejarla ir y quedarse a carga de los niños lobo y de distraer a los demás guardias.
Miró a los niños en sus brazos, que ahora estaban en su forma de gato, les acaricio la cabeza a cada uno antes de sonreirles. Volteo a ver a los hermanos y comenzó a hablar.
— Hay dos pantanos en el Bosque de la Oscuridad.— mencionó casualmente mientras hacia contacto visual con Paseton.— Uno es donde viven los monstruos y el otro es donde nada puede vivir.
Luego le preguntó a Paseton.
— Paseton, dijiste que parecía que el veneno de las sirenas se hacía más fuerte. Entonces, ¿cuál crees que será?
Pasetón respondió con nerviosismo.
— Creo que es aquel en el que nada puede vivir.
—Correcto. Existe una alta probabilidad de que sea ese. Es por eso que nos dirigiremos allí primero.
El peliaceleste sonriendo al saber que había contestado de forma correcta. La miró por un momento admirando su belleza, viendo como se veía con ese atuendo en tonos carmesí y negro, con su cabello atado en una cola de caballo que permitía ver más de sus facciones tan hermosas. Se quedó mirándola por un momento sin decir nada y sin percatarse de la mirada que le hacia su hermana, sin embargo Witira se quedó callada.
En ese momento, Witira, que había estado allí tranquilamente, miró a los lados de Cale con preocupación. Luego dudó un poco antes de finalmente hacer la pregunta.
— ¿No será peligroso para los niños?— dejando de prestarle atención a su hermano que parecía embobado, ella no pudo dejar de preocuparse por los niños. — Joven señorita Cale, dijiste que el Bosque de la Oscuridad es peligroso. Y si es un pantano donde nada puede vivir, definitivamente es que hay veneno por todas partes o que el pantano en sí es peligroso.
Witira sintió que algo era extraño mientras continuaba hablando. El gatito plateado de la Tribu de los Gatos, On, se movía felizmente.
— Un lugar peligroso como ese es nuestra especialidad. Pero lo que es más importante, dijo que no nos lastimaremos.
Witira miró a Cale porque la respuesta de On no era la que esperaba. Entonces sus ojos se abrieron como platos. Fue porque Cale estaba sonriendo y el otro niño de la Tribu Gato, el gatito rojo, también estaba sonriendo. Ambas sonrisas parecían malvadas. Hong parecía estar muy emocionado cuando comenzó a hablar.
— Voy a hacerme más fuerte hoy. ¡Estará bien!
Era hora de mejorar la niebla venenosa.
Había llegado un encuentro seguro para los niños, que querían hacerse más fuertes, y Cale, que quería seguridad y paz. Cale comenzó a hablar con Witira.
— Es una gran oportunidad. Pero aún así lo haremos con cuidado.
Una niebla venenosa lo suficientemente fuerte como para impactar incluso a la Tribu Ballena podría completarse aquí si tenían suerte.
A Cale no le importaba que Witira y Paseton la miraran con incertidumbre. Pronto descubrirían las habilidades de On y Hong.
Viendo que Cale no parecía estar demasiado preocupada, Witira suspiro antes de volver a hablar.
— ¿Dijiste que el Bosque de la Oscuridad está dividido en regiones?
Cale se detuvo por un momento y asintió con la cabeza ante la pregunta de Witira y bajó a On y Hong al suelo. Luego abrió su bolsa mágica mientras comenzaba a responder la pregunta de Witira.
— Se divide en las regiones exterior e interior. — comenzó a explicar con calma. — Este gran bosque se divide en dos etapas. La primera etapa es la región exterior, que no es tan peligrosa. Solo había unos pocos monstruos mutantes, y la mayoría eran monstruos pequeños. — dijo mientras se cruzaba de brazos. — Por otro lado, la segunda etapa, la región interior con la Montaña de Piedra en su centro, es extremadamente peligrosa.
('Incluso Choi Han necesitó decenas de años para moverse libremente por la segunda etapa'.) – pensó pata si misma.
Moverse libremente significaba que no había peligro. Choi Han se volvió más fuerte que todos los monstruos. Por supuesto, tal problema no era una preocupación para el grupo de Cale.
— El pantano al que nos dirigimos está en el límite de las regiones interiores y exteriores. No debería ser demasiado peligroso.
La región exterior era grande, pero eso se basaba en su ancho. No estaría muy lejos si caminaran en línea recta. La región interior era mucho más grande, ya que tenía la forma de un óvalo.
— Planeo evitar tantos monstruos como sea posible, pero no veo una razón para retrasar nuestro viaje tomando caminos indirectos.
El hecho de que Cale no planeara salir de su camino para evitar a los monstruos hizo que los hermanos Ballena comenzaran a sonreír. Mientras no se enfrentaran a un Dragón, no había nada que la Gente Bestia Ballena Jorobada, los gobernantes del océano, tuvieran que temer.
— Estoy eliminando mi magia.
Una vez que el Dragón Negro dijo eso, la apariencia de los hermanos Ballena volvió a la normalidad. Witira comenzó a sonreír con una expresión renovada.
— Ah... refrescante. Fue un poco sofocante bajo esa magia. Muchas gracias Dragón-nim.
— Muchas gracias, Dragon-nim.
El Dragón Negro agitó sus alas ante el agradecimiento de Witira y Paseton antes de acercarse a Cale. El Dragón Negro tenía una expresión extraña en su rostro.
Cale sonando al ver al pequeño hinchado su pecho, sintiéndose superior con las cosas que le decían.
— El maná está oscuro aquí.
—¿Oscuro?
El Dragón Negro se acercó ante la pregunta de Cale y miró alrededor del bosque.
—También hay un olor.
— ¿Qué tipo de olor?
— Algo con lo que me resulta familiar. Pero no puedo decir qué es.
— ¿Familiar pero no puedes decirlo?
Cale miró hacia el Dragón Negro con una expresión confusa, pero el Dragón Negro rápidamente desvió la mirada. Luego continuó hablando.
— No es un olor peligroso. Solo uno muy antiguo.
('¿Los dragones tienen un sentido del olfato realmente bueno?') – pensó para ella misma mientras negaba con la cabeza.
Cale tenía curiosidad, pero no pudo permanecer curiosa durante un largo período de tiempo.
— ¿Qué hacemos desde aquí? ¿Cómo llegamos al pantano?
Witira pudo ver a Cale sacando un trozo de papel de la bolsa mágica. Luego lo vio abrirlo.
— … ¿Un mapa?
Definitivamente era un mapa, pero era bastante terrible. Sin embargo, tenía la Montaña de Piedra en el centro con muchas otras áreas designadas en ella.
— Sí, podría decirse que es un mapa.
Cale había utilizado la información que leyó en 'El Nacimiento de un Héroe' para crear un mapa.
<Choi Han decidió expandirse hacia afuera, comenzando desde la Montaña de Piedra. Iba a comenzar por el norte y finalmente atravesaría todo el Bosque de las Tinieblas.
<...Choi Han finalmente descubrió toda la región interior y luego comenzó a explorar la región exterior>
<...Choi Han comenzó a gritar una vez que vio el gran Muro de Piedra. La parte sur de la región exterior, la última sección que le quedaba para comprobar, era donde había encontrado gente. Había tardado demasiado en llegar>
— Pero no es muy exacto. Necesitamos experimentarlo nosotros mismos para explorar y comprender el Bosque de la Oscuridad.
Cale luego miró a Witira y Paseton, que la miraban en silencio, y continuó.
— Entonces, toma la iniciativa. Juguemos un poco en el Bosque...
El Dragón Negro ya estaba batiendo sus alas y mirando a los hermanos Ballena desde detrás de Cale. Witira alarmantemente y le tendió la mano a Cale, quien sacó una botella de agua de la bolsa mágica y se la entregó.
Witira bebió el agua antes de extender la mano. Un látigo de tres metros de largo apareció en su mano. Lo movió una vez antes de envolverlo alrededor de su brazo y luego bromeó con el grupo.
— Te llevaré a salvo a tu destino. Será como un paseo para ti.
Cale la encontró confiable y le sorprendió mientras se cruzaba de brazos. Sin embargo, Cale no planeaba hacer lo que ella dijo. Pero no había necesidad de decírselo ahora.
—Continuemos
Cale retomo su camino dentro del bosque.
El bosque no era ruidoso, pero había muchos ruidos diferentes resonando en el interior. Los sonidos de los insectos, los rugidos de los monstruos en la distancia, el canto de los pájaros e incluso algunos otros extraños ruidos de monstruos.
— ¿Los lugares peligrosos no suelen ser tranquilos?
Paseton cortó los arbustos con su espada mientras le preguntaba a Cale y se acercaba sutilmente hacia ella.
— Eso es solo cuando hay una sola regla en el área.
El Bosque de las Tinieblas no tenía gobernante. Solo había una relación de comer o ser comido.
— Ten cuidado con tus zapatos. Asegúrate de que tu piel no se revele. — explico con calma la pelirroja.
— Entendido.
Paseton miró la tela extra entre sus pantalones y zapatos y luego volvió a mirar a Cale. La bolsa mágica de Cale realmente era una bolsa mágica. Tenía todo tipo de artículos adentro, y todos eran artículos necesarios para sus viajes.
— 'Debes tener cuidado con tus tobillos aquí. Los insectos también son peligrosos. Puedes envenenarte si te muerden'.
Paseton recordó lo que Cale les había dicho y se preguntó cómo sabía Cale sobre todo esto.
Sin embargo, no podía preguntar fácilmente porque Cale todavía estaba muy ocupada.
— Espera.
— ¡Ah, sí señorita!
La voz contundente de Cale hizo que Paseton rápidamente se volviera hacia adelante y siguiera a su hermana Witira para despejar su camino. Actualmente pasaban por arbustos cortos que les llegaban a la cintura.
Cale estaba grabando furiosamente nueva información en su mapa.
Puede que sea inútil.
Cale se preguntó si realmente había una razón para que ella hiciera un mapa del Bosque de la Oscuridad. No era como si estuviera planeando conquistar el Bosque de la Oscuridad. Sin embargo, tenía el presentimiento de que habría una forma de vender esto en el futuro.
El estilo de Cale era hacer las cosas bien para poder usarlas en el futuro para ganar dinero en el futuro si fuera posible.
Continuaron caminando en línea recta, con el tiempo se tuvieron que enfrentar a monstruos y Witira tuvo que contener a su hermano al borde del desmayo mientras veía como Cale y los niños luchaban con algunos monstruos en la primera mitad del camino.
Witira contuvo varios suspiros al verla luchar, se suponía que la joven señorita era débil pero no parecía del todo indefensa. Aún que más sorprendida estaba de ver que los niños gatos en realidad eran expertos en la niebla venenosa, solo después de verlos luchar pudo entender porque Cale no estaba preocupada por ellos.
Paseton por otro lado se mantuvo alerta con Cale, después de su primera batalla con los monstruos se había hecho un pequeño corte en su mano, por eso se mantuvo cerca de ella y mató sin piedad a cualquier cosa que intentara acercarse a ella.
Cuando él y su hermana por fin tuvieron el mando a la hora de pelear, fue cuando por fin pudo relajarse ya que Cale se quedó en la retaguardia protegida por el Dragón y los niños.
Cale ahora estaba desde atrás mirando las luchas, tanto de los hermanos Ballena como la de sus hijos que atacaban a los monstruos más pequeños.
('Deberíamos llegar en una hora aproximadamente'.) – pensó para sí misma mientras revisaba el mapa.
Cale volvió a guardar el mapa ahora exacto en su bolsillo antes de mirar a su grupo. Gotas de sangre caían de las afiladas garras de On.
Un pequeño monstruo que parecía un zorro se retorcía en el suelo por haber sido envenenado. El Dragón Negro se acercó a informar.
— Todo listo.
Cerca de veinte de estos animales parecidos a zorros estaban muertos.
— Realmente se están fortaleciendo con la experiencia.
On y Hong no pudieron aprender correctamente porque tuvieron que vivir escondidos ya que habían huido de su tribu. El Dragón Negro naturalmente carecía de experiencia después de vivir en confinamiento toda su vida. Cale estaba usando los monstruos del Bosque de la Oscuridad para llenar rápidamente esos vacíos en su entrenamiento.
— ¿Debería haber peleado yo también?
Pensó en voz alta creyendo que ella también debía desarrollar experiencia con sus nuevos poderes. Puso una mano en su mentón sin notar ñas reacciones del entorno.
— ¡Parece una idea inútil! — exclamó con un tono molesto el pequeño dragón quien se puso frente a ella, cruzando las patas delanteras. — Débil humana, es demasiado para ti en este punto. Un día es suficiente.
—Nuestro menor tiene razón, mamá. ¡Escupiste sangre por usar demasiado el escudo la última vez! — exclamó Hong con el mismo tono molesto que el dragón.
On solo se limito a negar con la cabeza mientras la miraba.
Paseton dejó escapar un grito ahogado, imaginándose lo terrible que debía haber sido para ella.
— …Ho.
Sin embargo, Cale pudo ver que Witira solo estaba sonriendo alegremente. Luego la vio acariciar su látigo con una mirada decidida. Esa era la mirada de alguien que quería pelear. Ella realmente era una persona aterradora.
Cale queriendo cambiar el ambiente, rápidamente abrió su bolsa mágica y se reunió a todos a su alrededor.
— Todos pónganse esto antes de ir más lejos. — Ofreciendo un conjunto nuevo de máscaras y guantes para cada uno.
— ¿Es por el veneno?
— Si.— Cale respondió a la pregunta de Paseton antes de ponerle la máscara al Dragón Negro, quien asomó la cabeza hacia ella.
— Humana. Hay un olor extraño.— El Dragón Negro le decía esto a Cale con frecuencia desde hace unos días.
— ¿Qué es?
—No lo sé. Aquí es más fuerte. Es algo con lo que me identifico.
— probablemente sea veneno o el olor a podrido de las plantas cercanas.
Cale lo sacudió y se acercó a On. El Dragón Negro que era ignorado inclinó la cabeza mientras usaba la máscara. El Dragón Negro comenzó a murmurar, pero la máscara impidió que Cale pudiera escuchar lo que estaba diciendo.
— …No. No es un olor tan trivial.
Sin embargo, el Dragón Negro permaneció en silencio porque no era un olor peligroso.
Cale luego se puso la máscara en la cara de On.
('Incluso Choi Han evitó este pantano'.)–
Choi Han tenía una resistencia bastante alta al veneno. Sin embargo, no había ninguna razón para atravesar el pantano cuando había muchos otros caminos en el Bosque de la Oscuridad, mientras que este camino era desordenado y molesto.
La pelirroja continuo divagando sus pensamientos en como Choi Han había podido adaptarse tan bien a este lugar, pero Paseton se acercó a Cale deteniendo su tren de pensamiento.
— Es realmente interesante que solo haya dos pantanos en un bosque tan grande.
Él se acercó a ella con la intención de hablar y estar más cerca de suyo. La miró y aunque ahora traía una máscara aún se veía hermosa, y más que nada esos cautivadores ojos suyos.
— ¿De verdad? No lo creo.
Paseton pudo ver que Cale estaba empezando a sonreír desde debajo de la máscara. Fue una sonrisa bastante astuta.
— Lo entenderás una vez que lo veas.
Dos pantanos eran suficientes. Cale verificó que todos tenían sus máscaras puestas y verificó sus expresiones. Solo habían estado durmiendo entre 1 y 3 horas por noche desde que ingresaron al Bosque de la Oscuridad.
— Todos lucen tan saludables. — comento casualmente al notar que nadie parecía cansado.— Todos ustedes son realmente increíbles.
El rostro de Paseton se arrugó ante el comentario de Cale. Miró a su hermana y preguntó con la mirada.
('¿De verdad debería estar diciendo eso?')-
Witira se encogió de hombros y evitó responder a la pregunta. Paseton se volvió para mirar a Cale, que parecía ser la más saludable del grupo en este momento.
La peliceleste suspiro antes de dar un paso adelante y sacar su látigo.
—¿Nos damos prisa?
Ella alarmantemente y le preguntó a Cale mientras esta misteriosa joven señorita respondía con una sonrisa completamente relajada.
— Sí, lo más rápido posible. Quiero ir a casa y descansar.
Paseton dejó escapar un suspiro después de escuchar lo que Cale tenía que decir, antes de sacar su espada de remolino.
Los hermanos Ballena abrieron el camino mientras peleaban y mataban a los monstruos, Cale y los niños solo se limitaron a mirar la batalla. On y Hong estaban muy concentrados en observar los patrones de lucha para tenerlo e cuenta a futuro.
Paseton solo podía mirarla de reojo, asegurándose de que ella y los niños se mantuvieran a salvo, pero la pelirroja no parecía en lo las mínima preocupada, solo estaba allí con los niños y de vez en cuando escribiendo o modificando el mapa.
Paseton dejó escapar un suspiro mientras seguía a su hermana al lado de Cale. Los hermanos Ballena de repente dejaron de caminar y se apretaron las máscaras con fuerza. Fue porque el veneno y un olor a podrido entraron en su nariz.
Al mismo tiempo, sus ojos se abrieron de par en par después de ver el pantano que hasta ahora estaba cubierto por grandes árboles.
Cale levantó la mirada y soltó una pequeña risa antes de acercarse a Paseton y susurrar a su oído en un tono engreído.
— ¿Qué piensas? ¿No es apropiado para el Bosque de la Oscuridad?
Paseton se sonrojó y cubrió su oído luego de que Cale le susurrara eso, se puso ligeramente nervioso por la cercania. Cale se apartó del sorprendido Paseton y miró hacia el pantano.
El pantano era tan ancho como un lago y completamente negro.
— Es un lago bastante grande. Es lo suficientemente grande para quepan varios barcos enormes. También es único en comparación con otros pantanos porque este pantano es negro. — explícito con calma para todos.
Era el lugar más apropiado para explicar la razón del nombre del Bosque de la Oscuridad. Este pantano era el único punto negro real del bosque.
— ...No esperaba que fuera tan grande.
Witira dejó escapar su admiración. Luego tomó un trago después de mirar el área del pantano. Cale entendió por qué tendría tal reacción.
Todas las plantas eran negras o marrones, pero no se estaban muriendo y, en cambio, eran extremadamente vibrantes.
— Debe ser veneno.
Cale se acercó en respuesta y presionó la máscara en su rostro. También se ajustaron los cordones de los zapatos y se ajustaron los guantes. El resto del grupo siguió su ejemplo.
Podían escuchar la voz de Cale a través de la máscara.
— Las plantas de aquí han crecido con el veneno y han mutado para sobrevivir en el medio ambiente. Aunque puede que no sea un veneno mortal, todos contienen algún tipo de veneno. Tenga cuidado y asegúrese de que las plantas no toquen su piel.
Eso hizo que Paseton pensara en el veneno de las sirenas y rápidamente se aseguró de que estaba completamente cubierto.
Luego sentí que algo era extraño.
— ... ¿Hong?
El gatito rojo pasó junto a él. Hong miró hacia Cale y corrió hacia la región del pantano después de ver a Cale asentir. Witira intentó estirar la mano y agarrarlo, pero ya era demasiado tarde.
—¡Hong!
Hong no tenía máscara ni nada. Witira miró a Cale con asombro, pero Cale no parecía desconcertado. Witira luego escuchó la voz de Hong.
— ¡Delicioso!
Hong meneaba la cola y masticaba una planta negra. Cale también entró en la región del pantano y se acercó a Hong.
— ¿Cómo está?
— Es solo un veneno paralizante, ¡pero es picante!.
— Come despacio, pero come mucho. — le acaricio la cabeza sonriendole a través de la máscara. — toma tu tiempo, no quiero que te ahogues.
—Bueno. Siento que me estoy volviendo más fuerte.
Ella volvió a sonreirle antes de voltear hacia atrás y ver las caras de sorpresa de los hermanos. Soltó una leve risa antes de hablar con un tono sarcástico.
— ¿No vienen?
Los hermanos Ballena entraron lentamente en el pantano con expresiones caóticas en sus rostros. Cale los llevó lentamente más cerca del pantano. Afortunadamente, el suelo marrón y el pantano negro eran fáciles de diferenciar entre sí, por lo que básicamente no había peligro de caer al lago del pantano.
Por eso Cale pudo inspeccionar rápidamente su entorno.
— Pasetón.
— ¿Sí?
Paseton estaba allí de pie con una expresión rígida en su rostro, actuando como si esa expresión en blanco de antes nunca hubiera existido. Cale señaló un lugar cercano.
— Parece que alguien estuvo aquí recientemente, ¿no?
Había algunas marcas en el suelo y muchas pisadas. Dado que los monstruos no vinieron a esta área, solo había una explicación.
—Lo investigaré.
Paseton fue inmediatamente a investigar y Cale se alejó de él.
El ingrediente del pantano que fortalecía a las sirenas. La evidencia que dejaron le dio a Cale una buena idea de lo que podría ser.
— ... Parece que hay muchas posibilidades de que fuera el propio pantano.
Había muchas marcas en el suelo junto al pantano. Probablemente no les importaba ocultar sus huellas, ya que creían que nadie vendría aquí.
Cale dejó de mirar el pantano y miró hacia abajo después de sentir un toque en su pierna. Hong parecía estar realmente emocionado, ya que su boca estaba cubierta de negro y frotaba a Cale como si estuviera tratando de ser lindo.
— Mamá, yo también quiero intentar beber el pantano.
Witira, que estaba junto a ellos, se estremeció, pero a Cale no le importó cuando respondió a Hong.
— Mmm, no. Espera por ahora, no es seguro.
Las orejas de Hong cayeron.
— ... Pero quiero ser aún más fuerte.
— ¿Por qué? — Cale se agachó y saco un pañuelo para limpiar ligeramente la boca de Hong.
Hong miró hacia el Dragón Negro y su hermana, On. Una mano grande acarició la cabeza de Hong en ese momento.
— No pienses en cosas inútiles y tómatelo con calma. Ya eres más fuerte que yo.
— Pero mamá, cualquier cosa en este mundo es más fuerte que tú.
Cale acarició suavemente la cabeza de Hong y le dijo a Hong que fuera allí y comiera algunos otros venenos. Ella pensó en cómo haría a On y Hong más fuertes en el futuro antes de alejarse. Sin embargo, eso le hizo empezar a fruncir el ceño inmediatamente.
('¿Lo que está mal con él?')-
El Dragón Negro parecía estar actuando de manera extraña, ya que continuamente inclinaba la cabeza hacia la izquierda y la derecha.
En ese momento, Pasetón se acercó.
— No hay señales de que haya excavado ninguna de las plantas cercanas recientemente. Sin embargo, hay muchas señales de que le están haciendo algo al pantano. Según las marcas, diría que estuvo aquí hace entre dos semanas y un mes.
Cale miró hacia el ancho pantano y respondió.
— Parece que reconocieron parte del pantano.
—Eso parece ser el caso.
Cale estaba a punto de hablar después de ver que Paseton y Witira parecían serios. Sin embargo, el Dragón Negro se acercó en ese momento y Cale comenzó a fruncir el ceño.
— ¿Por qué te quitaste la máscara? — dijo con preocupación.
— No era un olor familiar, sino un aroma familiar de maná.
('¿Qué?')- parpadeó un poco sorprendida por esa declaración.
Cale empezó a tener escalofríos. El Dragón Negro señaló el pantano con su pata delantera corta.
—Hay un olor familiar de maná aquí.
Cale comenzó a fruncir el ceño aún más. Añadió el Dragón Negro con confianza.
— Hay olor a maná de Dragón en el pantano.
Cale miró con urgencia hacia el pantano negro. Este pantano extremadamente vasto era enorme, pero Cale estaba pensando en el tamaño de un Dragón adulto o antiguo.
— Por supuesto, no hay señales de vida en el maná. Es sólo un rastro muy débil.
Estas palabras fueron el golpe final. El increíble pensamiento en la cabeza de Cale se convirtió rápidamente en realidad. Luego también sintió que sabía cómo las sirenas se regresaban más fuertes.
Había un cadáver de dragón dentro del pantano. Cale inmediatamente le preguntó al Dragón Negro.
— ¿Cómo puedes sentir el olor del maná muerto?
El Dragón Negro respondió fácilmente.
—Creo que es por el pantano. El pantano está dominando el maná y evitando que se disipe.
('¿Dominando?')-
La expresión de Cale se volvió extraña, pero el Dragón Negro guardó silencio. Los hermanos Ballena, así como On y Hong, se acercaron a Cale y al Dragón Negro. El Dragón Negro comenzó a hablar en la mente de Cale.
_Soy muy perspicaz._
Cale hizo contacto visual con el Dragón Negro.
_Siento un poder similar a tu escudo y viento dentro del pantano._
Ni bien el Dragón terminó de decir estas palabras. Cale sintió un leve dolor en su cabeza. Ella no podía verlo ya que estaba debajo de su ropa, pero el collar que le había dejado el antiguo Cale había comenzado a brillar.
De repente tuvo una especie de visión, como si ya hubiera estado en este lugar antes.
Vio como una especie de flash blacks, en donde yacía un dragón muerto y algo más que no podía descifrar con certeza. Luego esas imágenes se disiparon a lo que parecía ser algo más actual, un grupo de gente con trajes negros y una estrella en su pecho que cargaba litros y litros del agua del pantano.
Cale se quejo levemente y se balanceo mientras se agarraba la cabeza y cerraba sus ojos, intentando procesar lo que había visto.
Paseton se preocupo y acudió a ella, sosteniéndola contra él.
— ¡Joven señorita Cale! ¿Esta bien?
Los demás también se preocuparon y se acercaron a ella, pero se detuvieron al ver que ella levantaba una mano y mostraba su palma.
— estoy bien... gracias — agradeció al peliceleste.
Sonrió a través de la máscara. Eso había sido raro pero interesante. Sacudió ligeramente la cabeza y decidió dejar esta situación para después.
De repente miro al Dragón Negro y sonrió aún más.
— ¡Jeje!
Cale inadvertidamente dejó escapar una risa ahogada. El Dragón Negro sin máscara comenzó a sonreír. Cale también comenzó a sonreír levemente.
Poder Antiguo.
Había un Poder Antiguo dentro del pantano y tenía muchas posibilidades de estar relacionado con la palabra clave "dominar".
('Esta es la primera vez'.)– sonriendo mientras se separaba levemente de Paseton.
Esta fue la primera vez que Cale encontró un Poder Antiguo que no se discutió en la novela. Por supuesto, no tenía idea de si se trataba de un Poder Antiguo dejado por alguien o uno que se desarrolló naturalmente en este lugar.
— Eres muy inteligente.
—Correcto. Soy inteligente.
El resto del grupo se volvió aún más curioso después de ver al Dragón Negro y Cale sonriendo maliciosamente.
—Joven señorita Cale, ¿puedes decirme qué está pasando? ¿Qué quieres decir con el olor del maná de un dragón?"
Cale se dio la vuelta para mirar a Witira. Le estaba preguntando a Cale, pero parecía tener al menos una idea decente de lo que estaba pasando.
— Estoy seguro de que ya tienes una idea, pero es muy probable que haya un cadáver de Dragón dentro del pantano.
— ¿Un cadáver?
—Sí. Pero lo más probable es que sea muy antiguo y probablemente momificado.
Cale solo sabía sobre el Bosque de la Oscuridad según la experiencia de Choi Han como se describe en la novela. Sin embargo, había una serie de información muy importante contada por la novela.
<Las formas de vida en el Bosque de la Oscuridad siempre han tenido que luchar por sobrevivir porque nunca ha habido un solo gobernante dominante>
Sin gobernante. Probablemente era correcto decir que no había Dragones en el Bosque de la Oscuridad mientras Choi Han estaba allí. Además, las personas en la novela nunca mencionan una Guarida de Dragones o un Dragón en el Bosque de la Oscuridad.
Debe significar que es un cadáver muy viejo.
Cale bajó la cabeza para ver a Hong señalar el pantano con una expresión amarga.
— ¿Supongo que no puedo comer el agua del pantano?
Hong parecía haber perdido el apetito después de escuchar el cadáver del Dragón. Cale pudo ver que Hong se dirigió hacia el Dragón Negro para disculparse sin esperar a escuchar su respuesta.
—Lo siento. Pensé que estaría delicioso.
— No me importa.— El Dragón Negro respondió con una expresión curiosa. — Lo que hay dentro del pantano y yo somos diferentes. No estamos relacionados.
A los Dragones realmente no parecía importarles su "tribu". Todos ellos simplemente se consideraron a sí mismos como individuos únicos de todos los demás en el mundo. Cale miró al Dragón Negro completamente imperturbable antes de que comenzara a hablar.
— Pensé que las sirenas se habrían vuelto más fuertes con el veneno en el pantano. Después de todo, sus especialidades son el veneno.
Los hermanos Ballena Paseton y Witira lo miraron.
— Sin embargo, ahora estoy pensando que probablemente sea el maná muerto en el pantano y no el veneno aumentando su poder. O eso, o es tanto del veneno como del maná muerto.
Cale miró a los hermanos.
'Si es veneno, solo necesitarían tomar una muestra para encontrar un antídoto. Sin embargo, este es un juego de pelota completamente diferente si se trata del maná muerto del dragón'.
Cale pudo ver a Witira fruncir el ceño mientras Paseton miraba el pantano negro y el área cercana. Un comentario deprimido salió de su boca.
—...Es demasiado ancho.
Witira también habló.
— No estoy seguro de lo que deberíamos hacer. — Frunció el ceño y apretó los puños. — No es como si pudiéramos evitar que alguien entre al Bosque de las Tinieblas o permanecer aquí protegiendo este pantano negro en todo momento.
Witira miró hacia el pantano una vez más. ¿El cadáver de un Dragón? Ese fue un problema inesperado. El hecho de que este pantano fuera lo suficientemente grande como para sumergir completamente a un dragón adulto hizo las cosas aún más difíciles.
En ese momento, pude escuchar la suave voz de Cale una vez más.
—Es sencillo.
Su voz era tranquila. Witira volvió a la cabeza. Cale había caminado hasta el borde del pantano mientras sonreía.
— Primero, toma tanta agua del pantano como necesites. — Cale se apartó del pantano y miró hacia Witira. — Y luego hacemos otro trato.
— ¿Un trato?
La sonrisa de Cale se hizo más grande después de ver cómo la confusión se extendía por el rostro de Witira.
('No planeaba hacer esto, pero...')-
Originalmente, solo iba a descubrir qué causaba que las sirenas se volvieran más fuertes antes de salir de aquí. Sin embargo, la situación era diferente ahora.
No había ninguna razón para guardar algo que fuera útil para el enemigo y que fuera peligroso para él.
También hubo un nuevo beneficio frente a sus ojos. Incluso si se trataba de un cadáver momificado, los huesos del dragón todavía estaban presentes.
Además, también estaba el Poder Antiguo.
— Sí. Haremos otro trato.
— ¿Qué tiene eso que ver con lidiar con esta situación?
Witira volvió a acariciar inconscientemente su látigo. Una inesperada sensación de anticipación llenó su corazón, y Cale cumplió esa anticipación por completo.
— Yo me ocuparé de eso por ti.
Witira pudo ver la emoción en los ojos de Cale. Nunca antes había visto una mirada así en los ojos de Cale. Cale señaló el pantano y dio una breve respuesta.
— Simplemente lo destruiré. — dijo con un dejo de emoción en su voz.
—... ¿Qué?— miró el pantano negro. El pantano negro muy grande.
— No hay necesidad de pensarlo demasiado.
Volví a mirar a Cale. Todavía tenía una sonrisa en su rostro y parecía estar muy emocionada.
— Me deshaceré de él por ti, así que haz un trato conmigo. —Dejó con pura emoción en su voz mientras pensaba.
Este era el Bosque de las Tinieblas, era un lugar donde podía reclamar cualquier cosa que fuera un accidente y fingir ignorancia.
— Joven señorita Cale... — Era un trato que Witira no podía rechazar.— Vamos a hacer un trato.
Cale y Witira decidieron hacer un segundo trato.
— Pero no hay nada que necesite en este momento.
— Por favor, avíseme cuando aparezca una condición que le guste. Lo aceptaré siempre que sea algo razonable para ambas partes. Esta es una promesa que yo, Witira, hago con mi nombre en la línea, así que no tienes que preocuparte.
Cale se acercó casualmente con la cabeza ante sus palabras. Estaba bien si ella no hacía nada para ella. Los huesos y los poderes ancestrales del Dragón fueron motivo suficiente para intentarlo.
— Por cierto, todo lo que salga del pantano me pertenece. — en ese punto Cale parecía una niña que estaba a punto de tener sus dulces.
— …Por supuesto.
Witira estaba decepcionada por los huesos del dragón, pero decidió no ser codiciosa. La Tribu de las Ballenas pudo gobernar porque eran fuertes tanto en la tierra como en el mar. Sin embargo, el agua también era su debilidad. Bajo el agua, dentro del pantano. Si el agua del pantano y el lodo fueran venenosos, sería un entorno difícil para las Ballenas sobrevivir.
Cale decidió proceder de inmediato después de escuchar la respuesta de Witira. Se paró en el borde del pantano y saludó al resto del grupo.
— Paso atrás.
El resto del grupo se confundió. Sin embargo, Cale lo dijo con severidad una vez más por estos tontos que no lo escuchan cuando ella quería ponerse a trabajar de inmediato.
—Vuelve al bosque y quédate allí. No salgas hasta que yo te diga que salgas. — Cale abrió la bolsa mágica y continuó hablando.— Podrías envenenarte o lastimarte si no escuchas.
Paseton, que había estado escuchando en silencio, comenzó a hablar.
— Joven señorita-nim, ¿lo harás por tu cuenta? ¿Estarás bien sola? — se acercó levemente a ella estando preocupada.
— No está sola.
El Dragón Negro respondió por Cale. Paseton se volvió hacia el sonido de la voz y luego se estremeció. Podía ver las claras vibraciones de maná alrededor del Dragón Negro. Eran como olas flotando alrededor del Dragón Negro, que había encontrado la oportunidad perfecta para mostrar su fuerza.
— Ambos nos encargaremos de eso, así que ve a esperar allí.
— Joven señorita Cale, realmente no puedo decir cuáles son tus límites.
Cale simplemente dejó que el comentario de Witira entrara por un oído y saliera por el otro, mientras palmeaba a On y Hong en la cabeza. Hong tenía las orejas y la cola hacia abajo.
— Ustedes dos también se quedan allí. On, cuida bien de Hong. Hong, te traeré algo del veneno del pantano, así que espérame.
Hong asintiendo con la cabeza hacia Cale antes de acercarse al Dragón Negro.
— Ten cuidado. No te lastimes y cuida a mamá.
— Entiendo.
El Dragón Negro avanzando con la cabeza a Hong y se quedó quieto mientras Hong lo palmeaba con sus patas delanteras. Cale pensó que los niños estaban jugando bien entre ellos y sacó una botella vacía de la bolsa mágica y se la arrojó a Paseton.
— Pon el agua del pantano en la botella. Es una botella mágica, así que no se romperá.
— ... ¿Cómo te preparaste para esto?
Paseton miró a Cale con admiración, pero a Cale no le importó. En cambio, continuó revolviendo la bolsa mágica que parecía pequeña por fuera pero muy espaciosa por dentro.
— Joven señorita-nim, llené la botella.
— Entonces ve a esperar allí.
Cale le dijo a Paseton, que había llenado la botella grande con barro y agua del pantano, y al resto del grupo que seguían adelante. Witira vaciló un momento, pero se dirigió hacia el bosque ante la insistencia de los gatitos.
El Dragón Negro verificó que todos estaban bien lejos antes de acercarse a Cale.
—¿Qué planeas hacer?
El Dragón Negro dejó de hablar después de ver lo que Cale sacó de la bolsa mágica. Luego continuó hablando después de ver a Cale sonriéndole suavemente.
— Humana, te ves un poco inteligente en este momento.
Ella sonrio y rio levente ante du comentario. Había dos bombas mágicas en las manos de Cale.
— Estaba debatiendo dónde usarlos, pero creo que ha surgido una oportunidad. — Cale le entregó las dos bombas mágicas al Dragón Negro. — Actuar sin control.
— ¿Realmente puedo hacer eso?
Cale respondió brevemente al Dragón Negro, quien había causado una fluctuación muy visible de maná para mostrar cuánto quería usar toda su fuerza.
— No preguntes algo tan obvio. Naturalmente, asegúrese de que no me lastimé.
El Dragón Negro comenzó a sonreír.
Una ráfaga de viento comenzó a correr con el Dragón Negro en el centro. Poder natural. El maná estaba disparando el aire en las cercanías.
Cale rápidamente convocó al Escudo Indestructible después de sentir que iba a ser rechazado. Al mismo tiempo, pudo ver capas de escudos que se creaban a su alrededor. Una capa, dos capas, tres capas.
Fue un total de tres capas.
— Necesito al menos esto para asegurarme de que no te lastimes.
Los ojos del Dragón Negro que hablaban con confianza brillaban. La pelirroja le suena y se acerca con la cabeza al ver los escudos a su alrededor.
Cale señaló hacia el pantano negro una vez que el Dragón Negro terminó los preparativos para las bombas y miró hacia él.
—Destrúyelo. — sonriendo felizmente al dar esa orden.
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Notes:
Holis mis Pollitos 🐥❣️
Nada, solo quería poner en juego la primera parte... Y ¿me parece necesario? Si, porque mi rubio necesita un empujón y para eso está el rey 🤪
Y con Paseton intentando acercarse a una densa Cale, bueno, mi flaco busca agua en un poso seco jajajaja
El tema del collar... Bueno hasta yo quede loca con eso, pero equis, todo es parte del plan (o no?🫣)
En fin, espero que tengan un lindo día/tarde/noche 🫂✨️
Nos vemos en el próximo capítulo mis guapos 🤞🏼
Chapter 40: 39. No debería ser así... (1)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El Dragón Negro finalmente comenzó a sonreír cuando su maná negro único comenzó a rodearlo. El suelo estaba fluctuando. Cale podía sentir las vibraciones bajo sus pies, asombrada al verlo, sin embargo, no tuvo tiempo de seguir mirando el suelo vibrante.
El maná negro había desaparecido. En su lugar había un gran orbe brillante sobre el pantano negro. El orbe era como el sol, reuniendo todas las diferentes fuentes de luz cuando chocaban entre sí como serpientes.
Cale tragó saliva. Fue en ese momento... el viento comenzó a rugir cuando el maná negro del Dragón Negro entró en las dos bombas mágicas.
Las dos bombas iniciaron su cuenta atrás. Dos bombas que fueron hechas para ser lo más explosivas posibles, junto con un orbe que parecía un meteoro gigante.
(En lugar de destruirlo, lo va a borrar)- pensó.
Cale se preguntó si el cadáver del dragón estaría bien, pero en realidad no podía preguntar al respecto.
– Lo estoy haciendo ahora.
Cale no pudo ver nada más después de que el Dragón Negro dijo eso. Se tapó los oídos cuando resonó el Bosque de la Oscuridad.
— Ugh– tropezó con las vibraciones del suelo, pero no cerró los ojos.
El mundo se volvió negro. Un fluido negro se disparó hacia el cielo cuando una luz extremadamente brillante brilló en los ojos de Cale.
Un sonido escalofriante sonó en el oído de Cale. La luz comenzó a quebrarse al entrar en contacto con el fluido negro. Ella levantó la cabeza.
Un pilar negro se disparó hacia el cielo haciendo que pareciera que la noche y el día coexistían juntos. Sin embargo, todo eso desapareció rápidamente. El pilar negro se convirtió en polvo y se lo llevó el viento.
El escudo final se rompió. Los otros dos ya se habían descompuesto antes sin ningún ruido. Cale no resultó herida
El pantano negro había desaparecido, pero todo lo demás seguía siendo normal. La pelirroja volvió la cabeza para ver que Paseton había caído sobre su trasero con los gatitos en sus brazos. También pudo ver a Witira levantándose mientras se sostenía del tronco de un árbol.
Había un miedo profundo en ambos ojos.
Pero el bosque no sufrió daños. Solo el pantano había desaparecido. Fue un asombroso grado de control. Por eso las tribus de ballenas no pudieron deshacerse del miedo en sus ojos.
Cale se dio la vuelta para ver que el pilar negro había desaparecido y que el Dragón Negro estaba solo. El Dragón Negro ya estaba mirando a Cale también.
Cale le habló al pequeño dragón.
— Buen trabajo.
Los cinco sentidos del Dragón estaban muy alerta en este momento. Podía ver que Cale, que le sonreía, tenía la piel de gallina en el brazo. También podía ver la mirada de Cale.
— Lo hiciste muy bien. — dijo ella, acercándose para acariciar su cabeza.
La mirada tranquila de Cale hizo que el Dragón Negro comenzara a sonreír. Luego compartió honestamente sus sentimientos.
— Tan refrescante.
Eso hizo que Cale se volviera estoica. Ver al Dragón luciendo realmente renovado hizo que Cale se decidiera a nunca hacer que este Dragón se enojara. Cale reafirmó su deseo de vivir una vida pacífica después de sentir la existencia de un dragón. Luego miró el fondo del pantano que ahora era visible.
El pantano negro se había ido, pero todavía quedaba un poco de líquido negro.
— Tiene la forma de un Dragón.
Había un bloque de barro negro, que parecía un dragón de arcilla, que quedaba del tamaño de un dragón adulto. También encontró una corona blanca donde parecía que habría estado la cabeza del dragón.
Fue el Poder Antiguo.
— ¿Puedo hacer lo que me plazca? — preguntó con cautela, queriendo estar segura de los sentimientos del pequeño dragón.
— No hagas preguntas tan obvias. — el pequeño dragón miró hacia un lado mientras asentía.
—Gracias.
Cale no notó que el Dragón Negro se estremecía mientras se dirigía hacia el barro negro con forma de Dragón. Probablemente encontraría los huesos del Dragón si se deshacía de este barro.
(Si obtengo esto y el poder mágico... ¡Qué premio mayor!) — comenzó a sonreír y su palma comenzó a picar de emoción.
El escudo apareció frente a Cale y un torbellino comenzó a rugir en cada una de sus manos. Los torbellinos eran lo más grandes posibles y el viento también comenzó a formarse debajo de los pies de Cale. Fue el momento en que el Sonido del Viento se reunió. El barro negro se disparó rápidamente hacia Cale como si quisiera tragarlo.
Fue en ese momento que Cale escuchó la voz del dueño del Poder Antiguo. Este tampoco era un Poder Antiguo basado en la ubicación, sino uno dejado por alguien.
- ¿Sabes lo que significa dominar?
La voz fría que parecía atravesar su piel hizo que el corazón de Cale se volviera loco. Y luego el cuerpo de Cale de repente se disparó hacia adelante. Los torbellinos en sus manos se dispararon como flechas. Los torbellinos cortaron el barro negro para crear un camino.
Cale caminó rápidamente por ese camino. El escudo y las alas impidieron que el barro negro aterrizara sobre Cale.
- Dominar es quitarle todo, hasta el aliento del enemigo.
Su corazón latía localmente cada vez que escuchaba la voz. Era como si le tuviera miedo a la voz.
— Ugh.— Cale se mordió los labios debido a los salvajes latidos de su corazón.
Las flechas del torbellino cortaron nuevamente el barro negro. Cale continuó escuchando en su mente al dueño de la voz dominante del Poder Antiguo.
- ¿Sabes cuál es la forma más fácil de quitarle el aliento a tu enemigo?
Los torbellinos continuaron saliendo de las manos de Cale para despejar el camino para ella. Cale estaba rodeada por el barro negro, lo que la cubría de oscuridad. Sin embargo, tuvo que seguir caminando por el camino creado por los torbellinos.
Luego escuchó la voz de nuevo.
-El miedo.
Cale comenzó a sonreír. ¿El miedo?
Cale, no, Kim Rok Soo, había superado todo tipo de miedos.
Necesitaba hacerlo porque quería vivir. Quería vivir una vida más feliz y pacífica que nadie.
Los humanos ya vivían una vida llena de pavor y miedo por el misterioso futuro.
Un torbellino combinado que era más grande que cualquiera de los otros torbellinos salió disparado previamente de la mano de Cale para continuar creando un camino... Fue mucho más fuerte que antes.
—Mierda
¿Dominación? ¿Miedo? A Cale no le importaba eso. Todo lo que le importaba era cómo lo beneficiaría. Cale caminó rápidamente por el camino que creó. Luego escuchó la voz de nuevo.
- Mujajaja. Tienes razón. Es una mierda, y lo sabes.
(Lo encontré)— sonriendo felizmente al ver el cráneo del Dragón Blanco, así como la corona blanca en su cabeza.
Cale extendió la mano hacia la corona y sus dedos tocaron la punta de la joya en la corona.
-¡Úsalo bien!
Una luz brillante salió disparada de la corona e hizo desaparecer el barro negro. Al mismo tiempo, la corona voló hacia Cale. Cerró los ojos solo para escuchar una voz diferente y refrescante.
- A veces, incluso fanfarronear puede salvar vidas. ¡Mujajajajajaja!
Cale podía sentir otro poder envolviendo su corazón. Su corazón latía salvajemente. Inmediatamente pudo decir cuál era este poder.
— …¿Qué demonios es esto? — su expresión te torno dudosa.
Cale abrió los ojos. Vio que todo el barro negro había desaparecido y que el cadáver del gran Dragón se había revelado.
— Humana, ¿por qué pareces tan fuerte como la punta de mi garra? No, todavía estás débil, entonces, ¿qué está pasando?"
El Dragón Negro corrió hacia Cale. Parecía estar bastante confundido. Cale comenzó a sonreír.
— Mi carisma ha aumentado. — le sonriendo felizmente al Dragón.
— ¿Qué mie*da inútil estás diciendo ahora, humana débil?
El Dragón Negro parecía ansioso, pero era la verdad. Cale pudo aprender el nombre de este Poder Antiguo.
'Aura dominante'
Era un nombre realmente cursi, pero eso era exactamente lo que era.
"SOLO" tu aura se vuelve más fuerte.
Era un poder bastante inútil en comparación con la forma de corona decorada en la que venía.
— Es un poder perfecto para estar lejos. —murmuró ella con una sonrisa satisfecha.
— Estar es malo.
Ella ignoró al Dragón Negro, que había comenzado a fruncir el ceño y regañarla, y miró hacia el resto de su grupo.
Pudo ver que estaban dudando y no podía acercarse a ella. Cale apartó el aura dominante e hizo un gesto al grupo que estaba lejos.
Actualmente, todo el bosque estaba en silencio, como si nunca hubieran relajado en primer lugar. Cale fue quien rompió ese silencio.
— Vengan aquí...
La voz hizo profunda que los gatitos, que se tapaban los oídos y la cara, voltearan abruptamente la cabeza. Luego pudieron acercarse a Cale y al Dragón Negro muy rápidamente. Sin embargo, pasó corriendo junto a Cale.
Se dirigieron al Dragón Negro. Sin embargo, disminuiron la velocidad una vez que se acercaron al Dragón.
— ¡N-no parece herido!
— ¡Estamos tan asustados! ¡Nuestro menor no puede salir lastimado!
Los gatitos deambulaban alrededor del Dragón y se aseguraban de que no estaría herido. Luego se acercaron a él y le dieron una palmada en la espalda.
— ¡Nuestro menor es el mejor!
— ¡Muy genial! ¡Eres muy fuerte!
Cale se aseguró de que el Dragón se quedara tranquilamente con los gatitos antes de mirar hacia los hermanos Ballena, que aún no se habían movido. La pelirroja tenía una sonrisa en su rostro mientras acariciaba al Dragón que se le acercaba y le preguntaba a los hermanos Ballena.
— ¿No pueden venir?
La voz profunda resonó en los oídos de los hermanos Ballena. Witira abrió los puños que había estado apretando. No era así en este momento, pero en el momento en que el barro negro desapareció, Cale se veía muy diferente. Definitivamente todavía era un humano débil que moriría con un solo movimiento de su látigo.
—Joven señorita Cale...
— ¿Supongo que ustedes dos no están heridos?— ella los miro, comprobando que estarían bien.
—…No lo estamos.
Witira no dijo nada después de ver que Cale había vuelto a su estado habitual. Cale apartó la mirada de los hermanos Ballena y volvió a mirar al Dragón Negro.
— ¿Se queda hombre estancado?
—Sí, no.
Dado que los líquidos negros y el barro desaparecieron, el maná estancado ya no permaneció. Todo lo que quedaba eran los robustos huesos de Dragón que tenían una alta resistencia mágica y capacidades mágicas.
— Entonces puedes almacenar estos huesos.
— Bien.
Cale miró hacia los gatitos, que se frotaban la cara contra su pantorrilla. Una vez que hicieron contacto visual con Cale, ambos gatitos comenzaron a golpear los pies de Cale con sus patas.
— Pensamos que pasaría algo malo. ¿Por qué siempre das un paso adelante cuando eres la más débil?
— Solo tienes que dejarlo en manos de nuestro hermano menor. Pero él tampoco puede salir lastimado.
Ella suspir, entendiendo que sus pequeos estaban preocupados por ella, los levant en sus brazos y acaricio sus cabezas antes de besar su mejilla.
— Lo siento, no quise preocuparlos
Los miraron con sinceridad, dejando que los niños gatos se frotaran contra su cuello. Luego continuó hablando con el grupo.
—Volvamos.
Ahora tenían que volver a la Finca de Henituse. Los hermanos no dijeron nada, empezando a seguir a Cale...
**********************************************
Y unos días después, Cale pudo regresar a casa dos días más tarde de lo esperado.
Bien llegado a la Mansión fue recibido por un ansioso Hans, que aprecia más nervioso de lo normal, y una inquieta pero risueña Lucia.
— J-Joven señorita, al fin regresa... –Hans dijo casi llorando.
— Señorita Cale... tardo más de lo esperado — dijo con un suspiro cansado.
Cale los miró a ambos con sospecha, pero se encogió de hombros, mientras sostenía a Hong en sus brazos y On caminaba a su lado.
— ¿Paso algo? —preguntó con indiferencia mientras comenzaba a caminar hacia su habitación.
— Como le digo... si... lo que pasa... — Hans empezó a hablar poniéndose más nervioso mientras ella caminaba. — Joven señorita... su alteza, el Príncipe Heredero...
— Oh, ¿ya se puso en contacto conmigo? Que rápido... — dijo ella interrumpiendo lo que Hans iba a decirle.
Hans miró a Lucía en busca de ayuda, no sabía cómo decir esto. Pero Lucía sólo podía sonreír.
— J-Joven Señorita, el Príncipe Heredero... esta...
Antes de que Hans pudiera decir algo más Cale ya había llegado a su habitación y había abierto las puertas, parpadeando al ver una mota de cabello dorada en uno de sus sillones.
Esa mota se giro hacia ella y se levantó del sofá con una elegancia envidiable, sonriendole con amabilidad.
— Joven señorita Cale... creí que dijo que solo le tomaría una semana... — dijo con una sonrisa que molesto levemente a Cale.
Cale se quedó perpleja, aunque su cara no lo mostró. Los niños a su lado sonrieron y Hong se bajo de los brazos de Cale para acercarse junto con On al príncipe
— Joven príncipe... — dijo contento Hong, mientras corria y se paraba al lado del príncipe
— Su alteza — dijo On, haciendo una elegante reverencia.
Cale miró hacia atrás, viendo a un Hans abrazado y a una Lucía sonriente.
— Su alteza, el Príncipe Heredero está aquí para verla... — dijo con pena Hans, terminando de decir lo que había querido informarle a Cale.
Cale cerró los ojos, suspirando interiormente, girando de nuevo a ver al príncipe que estaba acariciando el cabello de un Hong entusiasmado y sonriendole a On. Ella tomó aire antes de sonreír y acercarse al príncipe.
Empezando a hablar con su lengua simplista y una dulce sonrisa que solo el príncipe podía notar que era falsa.
— Su alteza... el sol de nuestro reino, es un honor verlo de nuevo... — hizo una reverencia a Alberu quien le sonreía — sin embargo, me siento sorprendida... ¿que lo trae a mis aposentos?
Alberu se acercó a ella, tomando su mano y besando el dorso de la misma. Sonriendo y queriendole seguir el juego.
— Bueno, Lady Cale, la valiente heroína del pueblo — a Cale le tembló el ojo por ese apodo terrible— para contarle sobre eso me gustaría hablar primero con usted a solas...
La pelirroja noto el énfasis en la frase "a solas" y avanzó levemente, girandose hacia Lucía y Hans.
— Lucía, por favor llévate a los niños y alimentalos por favor... — On y Hong pasó a su lado, despidiéndose del príncipe mientras agarraban las manos de Lucía antes de irse— Hans, has que nos preparen algun aperitivo
Hans ascendió y pronto los dejaron a ambos solos en la habitación de Cale.
Ambos se miraron y caminaron hacia los sofás de la habitación, sentándose uno al frente del otro. Cale se cruzo de brazos y lo miro casi jugandolo.
— ¿Qué haces aquí? — dijo con indiferencia y con clara falta de respeto.
Alberu se rió de esa actitud y apoyo su codo en su pierna para apoyar su cara en su mano.
— Estás siendo muy grosera lady Cale, como es que la Joven heroína del pueblo le habla con tanto descaro al príncipe...
Ella resoplo al oír sus burlas absurdas queriendo devolvérsela cuando oyo que Hans llamaba a la puerta. Suspiro y lo dejo entrar.
Cale y Alberu volvieron a sus comportamientos nobles y sentados derechos, esperando a que Hans dejara las tasas de te y los postres en la mesa entre ambos. Solo cuando Hans los volvió a dejar solos Cale se apoyo contra el sofá.
Alberu negando con la cabeza al ver su comportamiento tan descortés, agarrando su taza de té, ignorando la mirada de Cale que parecía perforar su piel. Tomó un sorbo antes de hablar.
— Me gustaría saber, antes de contestarte... ¿Por qué te tardaste unos días más? — la miró directamente— dijiste que solo sería una semana.
Cale suspiro y agarro un muffin de chocolate.
— Simplemente tuve unos inconvenientes y me demoré más de lo esperado
Ella se encogió de hombros mientras se estiraba para tomar y comer un postre de frutillas. Alberu simplemente se acercó mientras bebía su té. Ambos se quedaron en silencio un momento.
Por un momento se quedaron así. Albert aprovechó este tiempo para mirarla un poco más detenidamete, notando lo bien que le quedaba ese vestido rosa estampado de flores, su cabello suelto y ese maquillaje natural que solo resaltaba su belleza. Él estaba un poco nervioso ahora por lo que bajo la mirada al piso por un momento, nunca pensó que haría algo como esto, pero disimuló lo más que pudo su nerviosismo.
Alberu suspiro y tomó aire antes de mirarla y sentarse más recto, dejando su taza en la mesa, haciendo que cale lo mirase raro y dejándole una sensación de un posible mal presentimiento por lo serio que se veía. Alberu la miró y habló.
— Se mi prometida... — soltó sin vacilar.
Cale fue tomado por sorpresa, ahogándose con su postre y tosiendo mientras se agarraba el pecho.
Alberu se asusto y se fue hacia ella, sentándose a su lado para sostenerla y ofrecerle un poco de té. Cuando se recuperó un poco, lo miró con el ceño levemente fruncido pero aceptando la bebida para relajar su garganta.
— ¿Qué? ¿Creo que oi mal? Creí oírlo decir que fuera su prometida — lo miró con la esperanza de que fuera delirio suyo y emocionando, su labio temblando ligeramente.
Alberu negó con la Cabeza y la mirada a los ojos.
— Eso dije... Lady Cale, te estoy pidiendo que seas mi prometida...
Cale se quedó mirándolo con incredulidad, asombro y como si le hubiera salido una segunda cabeza. No pudo controlar del todo su reacción haciendo que Alberu notara el rubor que tenía en sus mejillas.
En ese momento ella perdió su compostura, olvidándose por un momento que era una noble y que estaba hablando con un príncipe. Estiró sus manos y apretó los hombros de Alberu, sorprendiendo a este.
— Es broma ¿No? Cómo alguien como tu me propondría eso a alguien como yo que soy una basura — dijo ella mientras lo miraba a los ojos, sin notar lo cerca que estaban ahora — eso dañaría tu reputación...
Alberu estaba boquiabierto, no esperaba que la chica fría y estoica tuviera esa reacción, incluso noto el ligero temblor de sus manos en sus hombros. Él suspiro y tomo ambas manos de Cale entre las suyas, apartandolas de sus hombros y dándoles un ligero presionado antes de llevarlas a sus labios y darle un ligero beso en ellas.
— Primero, cálmate Cale — está vez la llamada por su nombre mientras aún sostienen sus manos. — en segundo lugar, no eres una basura Cale... He visto como te comportas con otras personas y puedo decir que esa actitud no es de alguien que sea una basura.
Cale pareció entrar en razón poco a poco con las palabras de Alberu, susspiró y su expresión volvió a ser la de siempre, sin embargo no hizo ademanes por hacer que el príncipe suelte sus manos.
Cuando Alberu noto que se veía más calmada, continuó.
— Además, debes saber que él que propuso esto no fui yo, sino mi padre el rey...
Dejó esas palabras al viento y se quedó callado por un momento dejando que ella procesará todo con calma ya su tiempo.
Cale frunció el ceño por un momento, analizando la situación y sintiendo una ligera punzada al saber que no fue al 100% idea del príncipe, no supo porque se sintió algo triste al respecto pero no le quiso dar más importancia.
— Entonces... ¿El Rey Zed quiere que tú y yo seamos esposos? — reiteró la pregunta y soltó un suspiro. — ¿Por qué no te negaste?
— En realidad lo hice — confesó dándole un ligero apretón en las manos que aún sostenian las suyas. — Sin embargo, el Rey dijo que si yo no lo hacia, le ordinaria a mis otros hermanos que lomhiciera, que pidieran tu mano en matrimonio... Y sinceramente, no quería eso
Lo último que dijo fue casi un murmullo, muy avergonzado para decirlo en voz alta.
— Entiendo... Entonces el rey pretende tener el poder de la nueva heroína de Roan y además tener la influencia de Henituse para él.
Cale reflexionó y susspiró exageradamente.
— Si no te gusta la idea de ser mi prometida... — tensó la mandíbula y dudo pero decidió decirlo al fin. — no estás obligado a aceptarme... Sin embargo es muy seguro de que mis hermanos intentaran pedir tu mano
Alberu por fin soltó las manos de Cale y se avergonzó un poco antes de levantarse y volver al lugar donde estaba sentado anteriormente. No quiso decir nada, se quedó callado y expectante al verla en silencio y pensando. Aún que no lo dijera, tenía miedo de su rechazo, en el fondo queria que ella dijera que sí.
En cambio, la mente de Cale era un lío.
(¿Cómo diablos sucedió esto? Esto no debería ser así)- se dio un golpe mentalmente mientras sentía que era la persona con peor suerte del mundo.
Cualquiera de las opciones era un fastidio...
Aceptar la propuesta de Alberu básicamente significaba que todo lo que sería ligado al príncipe heredero por lo cual podría juzgar por sus acciones al rubio.
Negarse a la propuesta significaba humillar tanto al príncipe como a su propia familia ya que los nobles se les tirarian encima para juzgarlos y más. Además si se negaba a Alberu, tanto el segundo como el tercer príncipe también vendrían a pedir su mano. Y eso era lo que menos quería, no quería ni ser amante ni relacionarse con ellos.
Todas las opciones se metían en el medio para cumplir su objetivo de una vida pacífica y holgazana. Ella quería llorar de la impotencia por lo que se llevó las manos a su cara y susspiró con cansancio.
Alberu tensó su mandíbula al oir ese suspiro, ya le dolía el corazón, realmente latía rápido con la idea de ser rechazado. Junto sus manos y presionó con fuerza ambas manos, tratando de mantener la calma y no hacer ruido para dejar que ella pensará en paz, pero el silencio y la espera ya era demasiado para él.
Cale descubrió la cara y volvió a suspirar, ya no sabía cuántas veces lo había hecho desde que empezó a hablar con él príncipe. Lo miró y habló.
— Eres un fastidio alteza... — mencionó con un tono neutro haciendo que él bajará la mirada, pero ella continuó. — No quisiera comprometerme, realmente no está en mis aviones. Quiero decir que no... Pero eso te humillaria a ti ya mi familia.
Ella se acomodó un poco el cabello, pensando en sus próximas palabras. Alberu por su parte, no se atrevía a levantar la cabeza, sabía que ella iba a negarse, solo se sintió más inseguro.
— Sin embargo... No quiero rechazarste y luego tener que lidiar con tus hermanos o el rey... — continuó Cale con una media sonrisa que duró un segundo, Alberu entonces tensó ligeramente la mandíbula mientras por fin levantaba la mirada. — Creo que te soportaría más a ti...
Cale se apoyó contra el sofá, cruzando una pierna sobre la otra y sonriendo a Alberu quien se quedó boquiabierto por un momento antes de hablar.
— Entonces, ¿Estás aceptando ser mi prometida? — sus manos se apretaron en sus muslos, mirándola furtivamente. Por un momento sintiéndose más ligero.
— Sí, sin embargo también no
Esa respuesta confundió un poco demasiado al rubio y se pasó la mano por la cara, suspirando en el proceso.
— Por favor, explica Cale.
Cale rodo los ojos y se puso de pie, tomando una mini tarta de moras y acercándose al rubio se la puso en la boca. Luego se cruzó de brazos.
— Obviamente antes de proponerme eso debes hablar con mi padre... Él es el señor de la casa y por supuesto tiene que estar de acuerdo
Ella negó con la cabeza como si fuera obvio.
Alberu aún estaba aturdido, su cara para nada principesca mientras tenía la mini tarta entre sus labios. Al oir la respuesta de Cale, él se quitó por un momento la tarta y se rió, una risa con un leve suspiro que no sabía que estaba conteniendo, se hizo hacía atrás contra el respaldo del sofá mientras se cubría los ojos con su antebrazo libre.
— Maldición...
Murmurando se llevó la tarta a los labios y le dió una mordida. Cale lo miró sin comprender su actitud.
— Su Alteza, ¿Se siente bien?
—Sí, estoy bien
Alberu simplemente se levantó del sofá, terminando de comer con calma antes de tomar una servilleta y limpiar su boca con elegancia recuperada. Ahora tenía una sonrisa radiante mientras se acercaba a ella y estiraba su mano para acomodar un mechón de pelo detrás de su oreja.
— Entonces, vamos a hablar con él conde.
El príncipe ofreció su brazo a Cale y ella de mala gana lo tomo y ambos salieron de la habitación de Cale, caminando por los pasillos. Ambos ignorando a los sirvientes con actitud practicada por años, puesto que ambos solían ignorar a la servidumbre e ignorar sus murmullos.
Pero se podía escuchar cosas como.
- ¡Jadeo! El príncipe y la joven señorita se ven muy bien juntos...
— ¿De que habrán hablado en la habitación de la joven señorita?
— ¿Serán amantes? Que envidia...
— Si, envidio a la joven señorita por caminar al lado del príncipe
— Envidio al príncipe...
Y cosas así, murmullos de aquí allá. Pero en ese momento un pánico Hans se acercó a la pareja.
—Joven señorita...
— Hans, avisa a padre que su alteza necesita hablar con él y madre
Hans se estremeció pero hizo una referencia y prácticamente salió disparado hacia la oficina de Deruth.
— Que particular... — murmuró Alberu con su típica sonrisa falsa.
Cale en cambio estaba en su tren de pensamiento, cuestionandose en dónde se equivocó, qué hizo mal como para terminar en una situación como está.
Literalmente estaba tomada del brazo del futuro gobernante de Roan, a punto de ir a hablar con su padre el conde porque el príncipe la quería como su prometida.
(Aunque solo sería como un acuerdo, algo pactado y arreglado)- trato de convencerse a si misma.-(si, no es más que eso, solo tengo que aprovechar esto y sacar dinero al príncipe)
Con eso en mente, una sonrisa se dibujó en sus labios, haciendo que Alberu que la miraba volteara hacia otro lado debido al sonrojo en su rostro.
(Dios... Que linda es)- pensó para sí mismo.
En poco tiempo Hans se acercó y los guía a ambos hacia la oficina de Deruth, tocando la puerta hasta que el conde le dió permiso, abrió la puerta e hizo una reverencia mientras los dejaba pensar. Cale y Alberu aún estaban del brazo mientras entraban, dentro estaban Deruth y Violan que casi estaban boquiabiertos pero ambos hicieron una reverencia hacia el príncipe.
— Su alteza, es un honor tenerlo en mi humilde casa.
— Por favor, levántese, no es necesario — Dijo con amabilidad el príncipe.
Los ojos de Deruth se movieron entre su hija y el príncipe, notando cómo aún permanecían del brazo. Esto lo llenó de una mezcla de intriga y preocupación. Violan, por su parte, mantuvo su compostura habitual, aunque un destello de curiosidad cruzó su mirada.
— Su Alteza, ¿qué lo trae por aquí? — preguntó Deruth, con voz mesurada, mientras señalaba los sillones frente a su escritorio.
Cale soltó el brazo de Alberu con rapidez y se sentó con una expresión indiferente. El príncipe, por el contrario, se mantuvo su puerta elegante mientras tomaba asiento a su lado. Sin embargo, el brillo en sus ojos delataba un toque de diversión al notar la leve rigidez de la joven.
Pronto el conde y la condesa se sentaron en el sillón frente a ellos, en sus caras solo había intriga y un poco de preocupación por lo que fuera que tuviera que decir el príncipe. Solo cuando estaban todos sentados fue que Alberu comenzó a hablar.
— Conde Deruth, señora Violan, lamento presentarme sin previo aviso — comenzó Alberu con su tono cortes. — Pero lo que vengo a discutir es un asunto de suma importancia, uno que involucra a su hija, Lady Cale.
Deruth tensó levemente su mandíbula, pero asintió, instantes al príncipe a continuar. Cale rodó los ojos internamente, ya imaginando el caos que estaba a punto de desatarse.
— Verá, he venido a pedir la mano de su hija en matrimonio — declaró Alberu con firmeza, mirando directamente al conde.
Por un momento, el silencio llenó la habitación. Deruth se quedó estático, procesando las palabras, mientras Violan alzó ligeramente las cejas, aunque su expresión se mantuvo neutral.
— ...¿Perdón? — Logró articular Deruth después de unos segundos.
Cale suspir profundamente, sintiendo que esta conversacin sera interminable. Antes de que su padre pudiera comenzar a hacer preguntas, decidió intervenir.
— Padre, por favor, no lo tome como algo arrepentido. — Su tono era casi exasperado. — Es más bien un acuerdo político que busca beneficiario tanto a la familia Henituse como al reino.
Violan entrecerró los ojos, observando a su hijastra con atención. Era raro ver a Cale explicar algo con tanta formalidad, lo que sugeriría que no era del todo su idea.
— Su alteza... ¿puedo preguntar por qué mi hija? — La voz de Deruth era cautelosa pero firme.
Alberu suena levemente, cruzando las piernas mientras responde.
— Lady Cale ha demostrado ser una aliada invaluable para el reino. Su valentía, astucia y capacidad para manejar situaciones complejas son cualidades que no pasan desapercibidas. Además, su posición como hija del conde Henituse fortalece la unión entre la nobleza y la corona.
Violan avanzando lentamente, entendiendo la lógica detrás de la propuesta. Sin embargo, su mirada se posó en Cale, buscando alguna reacción más personal.
—Y tú, Cale, ¿qué opinas de esto? — preguntó directamente, algo que tomó por sorpresa a la pelirroja.
Cale se enderezó, mirando a su madrastra con una expresión calculadora.
— No es mi primer plan de vida, eso es seguro — admitió con franqueza. — Pero si esto asegura la estabilidad de nuestra familia y me evita lidiar con otros pretendientes, puedo considerarlo.
Deruth soltó un suspiro, mientras Violan intercambiaba una mirada rápida con él. Aunque ambos sabían que la decisión final recaería sobre Cale, no podían ignorar las implicaciones políticas de un rechazo.
— Su alteza, necesitará tiempo para discutir esto con mi esposa y mi hija — declaró Deruth al fin. — Es un asunto que no puede tomarse a la ligera.
Alberu ascendió, completamente comprensivo.
—Por supuesto, conde. No tengo intención de apresurar su decisión.
Cale soltó otro suspiro, sabiendo que la conversación con su familia sería tan tediosa como lo había sido con Alberu. Pero por ahora, todo lo que quería era regresar a su habitación, lejos de los enredos políticos que parecían seguirla a donde fuera.
Cale, notando que su padre y su madrastra estaban listos para una larga conversación, decidió adelantarse antes de que las cosas se salieran de control.
— Padre, madre — dijo mientras se ponía de pie y alisaba su falda con una gracia casi forzada. — Creo que será más productivo que discutan esto en privado. Su alteza y yo hemos hablado lo suficiente por hoy, y necesito tiempo para reflexionar.
Alberu la miró con una mezcla de sorpresa y diversión. Esa era una forma bastante descartada de cortar la conversación, pero la efectividad de Cale no dejaba de sorprenderlo.
— Lady Cale tiene razón — añadió Alberu, levantándose también y manteniendo su sonrisa cortes. — No quiero imponerme más de lo necesario. Les daré el tiempo que necesiten para deliberar.
Violan intercambió una mirada con Deruth antes de asentir.
— Está bien, hablaremos más tarde, Cale — dijo con ese tono sereno y firme que a Cale siempre le costaba contradecir.
—Perfecto. — La pelirroja sonoro con una calma que no sentía en absoluto, antes de hacer una reverencia al príncipe. — Su Alteza, ¿me permite retirarme?
– Por supuesto, Lady Cale. — Alberu le devolvió la reverencia con un gesto casi burlón, como si disfrutara de su incomodidad.
Cale giró sobre sus talones y salió de la oficina, cerrando la puerta detrás de ella con más fuerza de la necesaria. Una vez fuera, se permitió un profundo suspiro.
(¿Qué demonios está pasando con mi vida?)- pensó mientras caminaba de regreso a su habitación.
Mientras caminaba, escuchó unos pasos apresurados detrás de ella. No necesitó voltear para saber que Hans venía corriendo, probablemente con más preguntas o preocupaciones.
— Joven señorita, ¿es cierto? ¿Se comprometió con el príncipe? — preguntó casi sin aliento.
Cale se detuvo y lo miró con una expresión cansada. Rodó los ojos y lo miró con el ceño fruncido, casi indignada por su sirviente chismoso. Hans solo se encogió y miró hacia otro lado, un desvergonzado.
—No oficialmente, Hans. Por ahora, es solo una propuesta. — Su voz era tan fría y monótona que Hans se estremeció.
— Pero... pero... ¡esto es increíble! ¡El príncipe heredero! — Hans parecía emocionado, como si él mismo fuera quien estuviera a punto de casarse.
Cale levantó una mano para detenerlo.
— Hans, no lo hagas más complicado de lo que ya es. —Lo miró fijamente. — Ahora, ve y haz que nadie me moleste el resto del día. Necesito tranquilidad.
Hans se acercó rápidamente, aunque no pudo evitar sonreír antes de retirarse.
(Esto será un caos cuando los sirvientes se enteren)- pensó Cale mientras se detenía al frente de una ventana que daba hacia el jardín. Sin notarlo llevaba su mano al collar en su cuello, un tic nervioso y quizás una memoria muscular de su cuerpo que significaba que estaba nerviosa.
(¿Cómo terminó en esta situación? Solo quería una vida tranquila y sin complicaciones)- pensó mientras se llevaba una mano al rostro. Por desgracia, parecía que la tranquilidad era algo que nunca llegaría a su vida.
Mientras tanto, en la oficina del conde, Alberu mantenía su expresión tranquila y amable mientras Deruth lo estudiaba con detenimiento.
— Su alteza — comenzó Deruth, con un tono más serio. — Sé que esto puede parecer un buen movimiento político, pero quiero saber algo.
Alberu ascendió, invitándolo a continuar.
— ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones con mi hija?
Por primera vez en toda la conversación, Alberu titubeó ligeramente, pero recuperó su compostura rápidamente.
— Mis intenciones... — murmuró, su voz calmada pero más baja. — Son asegurar la estabilidad del reino y también... proteger a Lady Cale.
Violan arqueó una ceja, interesada en su respuesta.
— ¿Protegerla de qué, su alteza? —preguntó.
Alberu respiró profundamente, cruzando las manos frente a él.
— Hay demasiados ojos puestos en ella, demasiadas expectativas. Lady Cale ha hecho mucho por el reino, y eso inevitablemente atrae tanto aliados como enemigos. Siendo mi prometida, estará bajo mi protección directa, y nadie se atreverá a mover un dedo en su contra.
Deruth y Violan intercambiaron miradas nuevamente. Aunque había lógica en sus palabras, no podía ignorar la posible presencia de otras motivaciones. Violan noto que él príncipe escondía algo más.
— Entendemos su punto, su alteza — dijo Deruth finalmente. — Pero, como padre, quiero asegurarme de que Cale esté de acuerdo con esta decisión, más allá de las razones políticas.
— Lo sé, conde — respondió Alberu con sinceridad. — Por eso, le aseguro que hará todo lo posible para que esta decisión sea tan beneficiosa para ella como lo será para el reino.
Violan lo miró fijamente, como si intentara leer más allá de sus palabras, pero finalmente ascendió.
—Hablaré con Cale más tarde. Si esto sigue adelante, quiero que sepa que tiene nuestro apoyo — dijo con firmeza.
Alberu se inclinó ligeramente, agradecido por las palabras. Sin embargo, sabía que el verdadero desafío no era convencer a los padres de Cale, sino a ella misma.
(Y eso, sin duda, será lo más difícil) pensó mientras se preparaba para lo que estaba por venir.
Alberu se despidió del conde y la condesa con una reverencia y salió del despacho de Deruth, topándose con Hans afuera. El hombre parecía muy contento ya que lo miraba con una sonrisa casi cómplice que hizo sentir algo incómodo al rubio. Pero ignorando eso, le preguntó hacia donde había ido Cale y este le indico uno de los pasillos. El príncipe agradeció y se fue a buscarla.
Cale por su parte soltó un suspiro y decidió caer nuevamente hacia su habitación, cansada por todo. Apenas había regresado de villa Harris y ahora, de la nada, estaba a punto de comprometerse con el príncipe heredero. La vida la odiaba.
Cale caminaba rápidamente hacia su habitación, deseando perder de vista a todos por el resto del día. Sin embargo, no tardó mucho en escuchar pasos detrás de ella. Antes de girarse, ya sabía quién era.
— ¿Qué haces siguiéndome? — espetó sin detenerse.
Alberu, con las manos detrás de la espalda y una expresión despreocupada, caminaba a su ritmo.
— Acompañándote, por supuesto. Es lo mínimo que puedo hacer después de causar este pequeño "revuelo" en tu día. — expreso a pesar de sentir que lo que ella le dijo fue grosero.
Cale se detuvo en seco, girándose hacia él con una mirada que podría haber derretido acero.
— ¿Pequeño? — repitió, incrédula. — Me pediste que fuera tu prometida frente a mis padres. Ahora probablemente voy a pasar horas escuchándolos debatir sobre política, alianzas y tradiciones. ¿Eso te parece pequeño?
Alberu sonriendo, aparentemente encantado con su reacción, disfrutando de causar caos en su mundo, se veía linda para él.
—Bueno, podría ser peor. Podrías estar tratando de convencer a uno de mis hermanos para que te deje en paz.
Cale cruzó los brazos, mordiéndose la lengua para no replicar. Sabía que tenía razón, pero eso no hacía que fuera menos irritante.
— Si tienes algo más que decir, hazlo ahora — dijo finalmente, con un suspiro cansado. — No quiero que vuelvas a molestarme por el resto del día.
El príncipe inclinó ligeramente la cabeza, evaluándola con esa sonrisa enigmática que tanto le disgustaba (y que, para su irritación, también encontraba difícil de ignorar).
- Nada por ahora, Lady Cale. Pero permíteme recordarte algo... — se inclinó un poco hacia ella, lo suficiente para invadir su espacio personal. — Esto no es solo un acuerdo político para mí. Así que no subestimes mi determinación.
Cale sintió un ligero escalofrío recorrerle la espalda. Antes de que pudiera replicar, Alberu retrocedió, inclinándose ligeramente en una reverencia.
—Que tengas una buena tarde, Lady Cale. — Y, con eso, se dio la vuelta y se marchó.
Cale se quedó en su lugar por unos segundos, procesando sus palabras. Finalmente, se dio la vuelta con un bufido, murmurando para sí misma:
— ¿Qué demonios quiere decir con eso de "no solo un acuerdo político"? ¡Qué fastidio!
Y, con un leve sonrojo en las mejillas que se negó a reconocer, volvió a su habitación, lista para lidiar con el caos que el príncipe había dejado en su vida.
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Notes:
Ya estamos casi al día con Wattpad 😭
Solo nos quedan tres capitulos aproximadamente y estamos al día ♥️🫦♥️
Aquí ya se puso interesante la situación 💃🏻
Así que nada, nos vemos mis pollitos 🐥😘
Chapter 41: 40. No debería ser así... (2)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El resto del día fue más agotador de lo que Cale habría imaginado.
No por los sirvientes susurrando. No por Lucía lanzándole miradas que brillaban con chismes no dichos. Ni siquiera por Hans, que no podía dejar de temblar cada vez que la veía.
Fue por los tres.
- ¡Vi todo! ¡Estuve todo el tiempo ahí! ¡Invisiblemente brillante y atento! - exclamaba el dragón negro, flotando con sus alas vibrando de emoción. - ¡El príncipe te miraba como cuando tú miras una pila de reportes sin revisar! ¡Con intensidad y resignación! Luego le pidio a la humana ser su prometida.
Cale estaba en el sofá de su habitación. Hong acurrucado en su regazo con un peluche de zorro, On a su lado, hojeando un libro sin leerlo realmente. Raon flotaba en silencio, con sus alas recogidas y la mirada fija en su humana.
- ¿Prometida? - preguntó Hong de pronto, con los ojos brillando. - ¿Eso significa que te vas a casar con el príncipe?
Cale se tensó ligeramente.
- Eso significa que él me pidió casarme con él - corrigió con calma. - No, aceptó.
El dragón flotó hacia ella, cargando la cabeza.
- Pero parecía muy sincero. Su ritmo cardíaco aumentó cuando lo dijo. Y cuando te miraba... lo hacía con ese brillo extraño que los humanos tienen cuando están... emocionados.
On susspiró con una expresión de madurez que contrastaba con su edad.
- Menor, los humanos no deciden esas cosas sólo por emociones. Mamá no funciona así. Ella no se va a casar con alguien porque sí.
- Exactamente - afirmó Cale, acariciando la cabeza de Hong -. No me interesa el matrimonio, ni los compromisos que interfieran con mi vida. Menos si es por algo tan poco útil como el romance.
- Pero... es ¡el príncipe! - murmuró Hong con emoción, abrazando su peluche. - ¡Nos dio dulces! ¡Nos dejó jugar en el jardín! ¡Dijo que las flores eran para ti! Es como en los cuentos. El príncipe se enamora de la heroína...
- Los cuentos son mentira, Hong - respondió Cale, sin suavidad. - Y la vida no es tan simple.
- Pero no te trata mal, mamá - insistió Hong -. Y tú tampoco lo mirabas como a los nobles molestos. No te enojaste cuando te tocó el pelo. ¡Eso significa algo!
- Significa que no quería armar un escándalo innecesario - replicó Cale con frialdad. - No malinterpretes.
El dragón descendió hasta flotar a su lado, observándola.
- Pero... él sí siente algo por ti. Estoy seguro. Su respiración se alteraba, evitaba mirarte directo cuando hablabas, pero no podía dejar de observarte cuando no lo notabas.
Cale parpadeó lentamente, impasible.
- Lo que él sienta es irrelevante.
- ¿Por qué? - preguntó On, mirándola -. Si te trata bien, si es útil para nuestros objetivos, si no representa un peligro... ¿por qué descartarlo tan fríamente?
Cale se quedó en silencio. No había enojo en sus ojos, solo análisis.
- Porque no quiero que lo personal nuble lo práctico - respondió finalmente. - No confío en las emociones. No las entiendo. Y no quiero que eso interfiera con mis aviones.
El dragón negro cayó un poco la cabeza.
- ¿Y si... no es solo emoción? ¿Y si él realmente quiere protegerte?
- Entonces que lo demuestre con acciones, no con palabras - dijo Cale, firme -. Y si no me estorba... no tengo razones para rechazarlo del todo.
Hong la miró con los ojos grandes.
- ¿Entonces podrías casarte con él?
Cale lo miró por unos segundos antes de responder.
- Podría... si eso me ayuda a conseguir una vida pacífica. Pero no porque sea un cuento bonito.
Los niños asintieron. Incluso el dragón negro.
- Entonces, si se convierte en tu esposo... - murmuró Hong - ¿Él también tendrá que darnos dulces?
Cale rió suavemente, bajando la mano para alborotar el cabello de Hong.
-Eso es negociable.
El dragón se acomodó sobre uno de los cojines, ya más tranquilo.
- Entonces... sólo hay que vigilarlo. Si actúa raro, lo congelamos. Si actúa bien, lo dejamos acercarse.
- Exacto. - dijo On. - Vigilancia preventiva, nadie toca a mamá sin nuestro permiso.
Cale los miró uno por uno. Sus pequeños aliados. Su ancla.
- No se preocupen. Nada va a cambiar... mientras yo lo decido.
Y con eso, los niños volvieron a relajarse. Hong recostó la cabeza en su pecho, On volvió a abrir el libro, y el dragón negro cerró los ojos flotando cerca, aunque murmurando algo como "Pero igual le brillaban los ojos... qué raro..."
Cale cerró los suyos por un momento.
Sí, todo estaba bajo control.
Por ahora.
---
Más tarde ese mismo día, ya en su habitación, Cale estaba organizando documentos en su escritorio. Los niños, tranquilos por fin, estaban tirados sobre la alfombra junto al fuego. Hong garabateaba algo en una hoja, On ayudando a su hermano a elegir colores, y el pequeño dragón flotaba boca abajo, como si nadara en el aire con la cola colgando.
- Mamá... - dijo Hong de pronto, sin apartar la vista del dibujo que hacía con lápiz de colores.
- Mmm.
- Si no te casas con el príncipe... ¿te casarías con Choi Han?
Cale dejó la pluma en el aire un segundo.
- ¿Por qué traes a Choi Han a esta conversación?
On se giro hacia ella mientras acariciaba la cabeza de su hermano, sus ojos serios.
- Porque Choi Han siempre está contigo. Sí es bueno. Y fuerte. Y te mira raro a veces.
El dragón dejó de flotar y cayó hasta apoyarse en el respaldo de la silla de Cale.
- No raro... - corrigió - ...te mira como el príncipe. Con esa expresión rara de los humanos enamorados que no entiendo.
Cale parpadeó.
- ¿Choi Han me mira cómo?
- Con ese brillo de "la protegeré con mi vida" - dijo On, como si citara un manual - Y no porque seas su líder. Lo dice como si fueras algo importante. Como un tesoro. O un gatito perdido.
- Soy una noble, On. No un gatito - murmuró Cale, volviendo a escribir sin darle demasiada importancia. Cale nego con la cabeza, casi sintiendo escalofríos de solo pensar esa idea. - Ustedes están leyendo demasiado en cosas que no tienen sentido - dijo Cale sin emoción -. Choi Han es un subordinado. Uno valioso. Fuerte. Un héroe útil.
Hong infló las mejillas.
- Pero el príncipe también te dijo cosas bonitas... y tú no reaccionaste así.
- Porque las "cosas bonitas" no son útiles - respondió Cale, con la voz más plana del universo -. Son ruido. Palabras suaves que envuelven obligaciones.
Los niños guardaron silencio.
Hasta que el pequeño dragón dijo, muy bajito:
- Entonces... ¿si Choi Han te pidiera casarte con, dirías que no?
-Por supuesto.
Cale lo dijo sin pensarlo. Sin culpa. Sin duda.
El dragón soltó un suspiro profundo, mientras Hong se recostaba de lado en el suelo.
- Me gustaba la idea de que fueras princesa... pero si lastima a Choi Han... entonces no quiero.
- No es una competencia de niños, Hong.
Cale nego con la cabeza, suspirando ante las locas ideas de estos niños. Ella no consideró casarse, nunca pensó en ello desde que llegó a este mundo. Su prioridad era evitar la guerra y vivir una vida cómoda y pacífica. Pero vela aquí, discutiendo con sus niños por algo tan innecesario como su matrimonio.
- ¡Pero sí es una competencia de humanos! - gritó el dragón negro con fuerza dramática - ¡Y ahora están empatados! ¡Uno es un príncipe brillante y el otro una espada leal! ¡¿Quién ganará el corazón de la fría humana?!
Cale se frotó el puente de la nariz.
- Si siguen con eso, me voy a comprometer con mi cama. Es el único lugar que no me exige cosas absurdas.
Los tres se quedaron callados.
Hasta que Hong dijo con voz tímida:
- ¿Podemos dormir contigo hoy?
Cale los miró.
- ...Sí. No hagas preguntas obvias
Con eso los niños sonrieron y siguieron jugando con sus cosas. Cale simplemente decidió ir a bañarse y prepararse para dormir, hoy realmente fue un día agotador.
---
El silencio que siguió fue extraño.
Los tres pequeños seguían cerca de ella, acurrucados en la cama a su lado, pero algo había cambiado en el aire. No era solo la charla sobre Alberu y Choi Han, ni la mención del matrimonio. Era algo más profundo. Más tenso.
Cale notó que Hong se aferraba a su camisola con fuerza. On bajaba la vista con los labios apretados mientras jugaba con su cabello. Y el pequeño dragón refunfuñaba cerca de su cabeza en dónde se había acostado.
- ¿Qué pasa ahora? - preguntó con voz neutral, aunque los observaba con atención.
Hong fue el primero en hablar. Su voz salió bajita, como si le costara sacarla.
- ...¿Si te casas, ya no seremos tu familia?
Cale parpadeó.
On alzó la vista, seria, como siempre, pero esta vez había un brillo de algo más en sus ojos.
- ¿Nos dejarías con otra persona si él dice que no nos quiere? - preguntó sin rodeos. - Como hacen los nobles cuando adoptan hijos solo por imagen.
El dragón negro no decía nada, pero aún podía oír sus gruñidos. Un tic que apareció solo cuando estaba realmente preocupada.
Cale suspiro resignada al ver que todo está asunto solo se volvió más complicado al ver lo tensos que estaban sus niños. Llevo sus manos a las cabezas de On y Hong para acariciarlos.
On se giro para abrazarla y Hong oculto su rostro en el hueco de su cuello. El pequeño dragón solo se acurrucó más cerca de suyo.
Cale los acaricio con calma, con esa calma tan suya que a veces se sintió más afilada que cualquier promesa.
- Escuchen bien - dijo con firmeza -. No me interesa la sangre. No me interesa lo que diga el palacio. Ni nobles, ni leyes, ni títulos. Ustedes están conmigo porque yo lo decidí.
Se inclinó y beso primero la mejilla de On y luego a Hong, incluso acaricio la cabeza del pequeño dragón.
- Nadie va a sacarlos de mi lado. Ni siquiera el rey.
- ¿Ni aunque te casos? - susurró Hong, con los ojos vidriosos.
- Ni aunque me coronan emperatriz del continente. - respondió sin dudar y con un escalofrío recorriendo su espalda, eso no iba a pasar de todos modos- ¿Entendido?
On se acercó aún más, apoyando la frente en el hombro de Cale. Hong... simplemente la abrazó, con fuerza, como si aún no pudiera creérselo del todo.
Cale no supo bien qué hacer con eso.
No sabía abrazar. No sabía decir cosas cálidas. Solo sabía proteger. Así que les revolvió el cabello, uno por uno, como si eso bastara. Antes de respirar y rodearlos con sus brazos.
- Yo no negocio con mi familia. Además ustedes son mis hijos, son mi responsabilidad y yo no voy a abandonarlos nunca.
Esa era su promesa. Fría. Clara. Absoluta. Y aún así sintieron la calidez en sus palabras.
Y, para ellos, fue más que suficiente. Su madre era cariñosa, solo que a veces era torpe para expresarse.
Con esa discusión terminada, todos se fueron a dormir. Los niños más tranquilos, se durmieron aferrados a Cales, por otro lado, ella aún estaba muy molesta con este giro de acontecimientos. Esto no debía pasar, ella pensó que la trama había cambiado de forma demasiado drástica para su favor. Pero finalmente el sueño la venció y se durmió.
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Al amanecer, se levantó antes que nadie (algo que era raro en ella que solía dormir hasta tarde), sin maquillaje ni vestido elegante. Bajó a la cocina descalza, con una bata simple, buscando algunas galletas dulces o té. Necesitaba claridad. O al menos algo que le quitara el sueño de encima.
Pero, por supuesto, la paz no duraría mucho.
- Joven señorita... - Hans apareció en la entrada de la cocina con una expresión casi aterrada - Su alteza está desayunando con el conde y la condesa. Le han pedido que se una a ellos.
Cale se quedó quieta, con una galleta dulce a medio morder en la mano. Parpadeó lentamente, tragó la galleta con dificultad y suspiro profundamente, alzando una ceja.
- ¿Y si simplemente me escapo por la ventana?
- Señorita, por favor no me cause un infarto a esta hora de la mañana - Hans parecía genuinamente preocupado.
Con otro suspiro, Cale se enderezó, se lavó las manos y subió a vestirse como correspondía.
Al llegar a su habitación, Lucia ya la esperaba allí, con una sonrisa que le hizo chasquear la lengua a la pelirroja. Pronto empezó a ser vestida con un vestido, para su desgracia ya que ese día quería usar pantalones pero al estar presente con el príncipe heredero al menos debía vestir con etiqueta. Suspirando se resignó, agradecida al menos de que no iba a usar corsé.
El vestido que usaba era de base blanca en la pollera y mangas mientras que su pechera era de un color verde esmeralda, el vestido tenía decoraciones en dorado y verde.
Luego decidió llevar su cabello suelto usando los pendientes y la peineta que le regaló el príncipe una vez. Eso por insistencia de Lucía.
No tardó mucho en presentarse en el comedor principal, donde ya la esperaban.
Alberu, por supuesto, estaba sentado con la elegancia de siempre, tomando té como si estuviera en una pintura. Sonrió apenas al verla entrar, y eso solo hizo que Cale se tensara aún más.
¿Por qué? Porque ella se dió cuenta el porqué de su sonrisa. Estaban vestidos prácticamente a juego.
El príncipe vestía un traje blanco con camisa verde esmeralda y la chaqueta con decoraciones doradas. Sonrió más aún almnotar que los accesorios que llevaba Cale eran los que él le había regalado cuando ella se quedó en el castillo.
Cale quería quejarse, era demasiado como para considerar una casualidad el estar vestidos como pareja, debía ser idea de Lucia. Seguramente su asistente/amiga vio primero al príncipe y decidió vestirla a juego.
Sin embargo ella tuvo que fingir no notarlo y simplemente caminar hacia su lugar.
- Buen día, Lady Cale - saludó con voz suave Alberu.
- Buenos días, su alteza - respondió ella, haciendo una reverencia hacia el príncipe como era debido.
Con calma y gracia se sentó al lado del príncipe, ignorando la mirada de su padre y su madre ante la obvia combinación de vestuario.
Fingiendo demencia, tomó la taza de té con elegancia, pero no probó bocado. Fue directo al grano.
-¿Para qué me llamaron?
Deruth intercambió una mirada breve con Violan antes de hablar.
- Estuvimos hablando con su alteza sobre establecer una condición para este compromiso... Una especie de acuerdo inicial, sin formalizarlo aún. Serían nueve meses de prueba.
Cale no parpadeó. Bebiendo un poco de su té miro de reojo al príncipe, notando como él la miraba casi demasiado. Decidió mirar a sus padres en cambio.
- ¿Prueba? ¿Qué se espera de mí?
- Que ambos tengan tiempo para evaluar si es conveniente continuar - respondió Violan, midiendo sus palabras. - Sería algo privado, sin anuncio público.
Cale dejó la taza sobre el platillo con calma, sin emitir juicio alguno.
-¿Y si decido que no?
Alberu respondió esta vez, bajando ligeramente la voz. Casi triste por lo que ella dijo.
- Entonces nadie podrá decir nada. No sería más que una propuesta privada que no lograra. Nadie saldría perjudicado. - Alberu apoyo sus manos juntas antes de aclarar - eso también te mantendría fuera del alcance de mis hermanos o de otros pretendientes.
Cale lo analizó por unos segundos. Estaba midiendo variables, sin emociones. Influencia política, ventajas, riesgos. No le preocupaba el compromiso en sí, sino que podría interferir con su objetivo principal: una vida pacífica y sin complicaciones.
- ¿Durante ese tiempo, estoy obligado a asistir a eventos oficiales contigo? - preguntó sin rodeos.
- Depende... - dijo Alberu mientras tomaba unas galletas. -. Solo cuando lo considere necesario. Y si lo haces, yo me encargaré de los rumores.
Cale avanzando lentamente, sus pensamientos más ordenados que nunca. Al menos no estaba del todo obligado a hacer esas cosas. Sin embargo algo aún inquietaba un poco.
- Tiene sentido. Aunque dudo que pueda controlar lo que ya comenzó.
Violan la miró con atención.
- ¿A qué te refieres?
Cale giró ligeramente su rostro hacia el príncipe, sin suavizar su voz.
- Los sirvientes ya nos vieron caminando juntos el día de ayer. Además consideramos que es demasiado extraño, por decir lo menos, que su alteza se haya quedado en la finca. Eso es lo suficiente como para que los rumores corran sin necesidad de confirmaciones. La percepción pública ya está en movimiento.
Alberu asintió, serio por primera vez.
- Perder. Escuché algunos susurros en los pasillos mientras me dirigía aquí. Algunos piensan que ya estamos comprometidos en secreto.
Comentó Alberu, con una dulce sonrisa a pesar de sus palabras. Cale no quería mirarlo, porque cuando lo hacía las palabras del dragón resonaban en su mente, "él siente algo por ti". De alguna manera la inquieto, pero ella no lo iba a admitir.
Mientras tanto, Deruth se llevó una mano al mentón, pensativo.
- Podemos intentar controlarlo. Desmentir...
- No. - Interrumpió Cale sin vacilar. - Desmentirlo ahora sería inútil y sospechoso. Solo lograrían que la curiosidad aumentara.
Viola cruzó los brazos.
-¿Y qué propones?
Cale entrecerró los ojos, calculando.
Sin embargo no fue ella quien contestó en ese momento. Alberu habló casi como si le hubiera leído la mente a la pelirroja.
- Dejarlo en la ambigüedad. Ni confirmar ni negar. Que los rumores se desgastan por sí solos. La corte se aburre rápido cuando no se le da combustible nuevo.
Alberu la observar fijamente, luego escuchando. Cale simplemente avanzando a ello, estando completamente de acuerdo con las palabras del príncipe.
- Sin embargo, quiero dejar una cosa clara: si alguien se atreve a utilizar estos rumores para manipularme, oa mi familia, lo enfrentaré directamente. ¿Está claro?
Deruth suspir, resignado y orgulloso a la vez.
- Más que claro...
Alberu la miró, y esta vez, aunque sonreía, su voz era firme.
- En caso de que se intensifiquen, estaráé a tu lado para manejarlo. Que hablen si quieren... no tendrán más que especulación.
Cale asintió lentamente.
-Bien. Entonces el acuerdo de prueba será privado, pero las consecuencias públicas... las manejaremos con frialdad.
Alberu la miró con ese brillo particular que mostraba cada vez que Cale hablaba con esa calma peligrosa.
- Bien, entonces acepto los nueve meses de prueba. Pero con una condición.
Deruth levantó las cejas.
-¿Cuál?
- No interferirán en mis actividades, decisiones o métodos. Si quieren a la heroína del pueblo, entonces tendrán que soportar su forma de actuar. - Sus ojos se posaron en Alberu - Eso incluye a su alteza.
Alberu se quedó en silencio por un segundo, luego escuchando.
- Está bien, acepta tu condición.
- Perfecto - dijo ella, tomando un panecillo con total indiferencia. - Entonces no hay más que hablar.
Y con eso, se concentró en su como si acabaran de hablar del clima. Nada en su expresión dejaba ver inquietud. Solo eficiencia, cálculo... y esa molesta determinación que hacía imposible predecirla del todo.
- Eres más estratega que muchos nobles de la corte.
Ella simplemente se encogió de hombros.
- Lo hago porque quiero vivir tranquila. Y ustedes siguen empeñados en arruinarme la paz.
Y con eso, volvió a comer como si nada de lo dicho le afectara. Porque no lo hacía. Al menos no como los demás esperarían.
El desayuno había concluido, pero ninguno de los cuatro se movía.
Cale se había mantenido en silencio desde que ganó los nueve meses de compromiso de prueba. Sus dedos giraban lentamente la taza de té vacío, como si ya estuviera pensando en su próximo que debía hacer o en la ruta más eficiente para evitar rumores. Su rostro, por supuesto, no mostraba nada.
Pero los demás la observaban con otra mirada.
Fue entonces que Alberu se puso de pie. Sus movimientos eran firmes, nobles, como siempre. Pero si uno prestaba atención... sus pasos eran más medidos. Su expresión es más seria. Y sus manos, ocultas entre los pliegues de su capa, apenas temblaban.
Sacó una pequeña caja de terciopelo azul oscuro. Al abrirla, el brillo del anillo iluminó la mesa.
Era dorado, pulido con delicadeza. Tenía pequeños diamantes tallados alrededor de un sol brillante, símbolo del Reino de Roan. El anillo del heredero.
Violan soltó un leve suspiro. No era exagerado, pero bastaba para notar que sus ojos se suavizaban, quizás con un dejo de orgullo. No por la joya, ni por el príncipe. Por Cale. Por esa niña que llegó a su vida con una muralla alrededor... y que ahora era la persona que un príncipe heredero elegía -no por deber, sino por decisión. Violan lo sabía, podía ver ese brillo en los ojos del rubio. Podía decir que al menos para el príncipe esto no era solo un trato más, ese chico realmente sentía algo por Cale.
Deruth, en cambio, miró el anillo con expresión más contenida. Su mandíbula se tensó, y sus dedos entrelazados sobre la mesa temblaron un instante. Su hija. Su pequeña, que nunca pidió nada, que siempre caminó por la vida como si cargar el mundo fuera algo común. Y ahora, ese símbolo en manos de otro hombre... le pesaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Cuando por fin empezó a acercarse nuevamente, ella estaba por ser alejada nuevamente.
Alberu se acercó a ella. Luego, sin decir más, se arrodilló frente a su silla.
El gesto no era teatral. Era solemne. Callado. Verdadero.
- Lady Cale Henituse... - dijo con voz firme, pero baja. - Como heredero del Reino de Roan, y como hombre, te ofrezco este símbolo. Por estos nueve meses, y por la posibilidad de lo que venga después. No puedo ofrecerte tranquilidad - hizo una breve pausa, la más sincera de todas - pero puedo ofrecerte lealtad. Y respeto.
Cale lo observó. No hubo parpadeo. No hubo asombro. Solo silencio.
Ella no entendía por qué el cuello del rubio parecía un poco rojo. Ni por qué su voz tembló solo al final. Tampoco entendía la expresión de Violan, ni la forma en que su padre la miraba como si fuera a entregarla a un campo de batalla. Para ella, era una formalidad más. Un contrato con adornos.
Extendió la mano.
- Está bien. Ya lo había aceptado de todos modos, su alteza...
Alberu rió, bajito, mientras tomaba con delicadeza su mano. Deslizó el anillo en su dedo con una precisión casi reverente. Sus dedos se demoraron apenas un segundo más de lo necesario. Solo un segundo. Pero en ese instante, él quiso que ella supiera.
Que entendiera.
Que no era solo un símbolo para él.
Se incorporó con gracia. Violan ascendiendo, tranquila. Deruth se mantuvo en silencio, pero bajó la mirada hacia la mesa. Quizás para que nadie viera la nostalgia que le empañaba la expresión.
Cale giró el anillo lentamente.
- Es bonito.
- Es tu primer anillo real. Pesa... lo mismo que una corona. - dijo Alberu, como al pasar.
-No quiero una corona.
- Entonces lo llevarás mejor que nadie.
La mirada de Violan era clara. Casi... cálido. Una mezcla de orgullo y melancolía. Deruth desvió la vista por un momento. Alberu solo la miró, como si quisiera memorizar ese momento, aunque ella estuviera absolutamente ajena a cualquier significado romántico.
Cale, indiferente, se puso de pie.
-Bueno. Ya está hecho. Tengo trabajo que hacer.
Y sin más, salió de la sala.
Alberu la siguió con la mirada hasta que la puerta se cerró. Sus manos, ahora vacías, colgaban a los lados con un leve temblor.
Violan lo observó en silencio. No dijo nada. Solo avanzando una vez, en señal de respeto.
Y Deruth, sin mirar a nadie, dijo con voz apenas audible:
- Cuídala, su alteza. No sabré pedirlo, pero lo necesita.
Y Alberu, por primera vez en ese desayuno, respondió sin juego, sin sonrisa:
- Lo haré. Aunque nunca lo entendí.
Una hora más tarde, Alberu se presentó en el estudio de Cale. Hans a su lado se notaba demasiado feliz mientras llamaba a la puerta.
- Joven señorita, el príncipe Heredero desea hablar con usted
- Adelante
Con ese permiso, Hans le abrió la puerta a Alberu y lo dejó entrar antes de irse y dejarlos solos.
En ese momento Cale se encontraba sentado en uno de los sofás de su estudio, comiendo galletas sin siquiera voltear para ver al príncipe. Alberu solo suspiro antes de acercarse al sofá que estaba frente a ella, sentándose con gracia mientras la miraba. Al notar lo bien que le quedaba el anillo en su mano, se sintió orgulloso de sí mismo.
Alberu observó con calma a Cale, que estaba sentado tranquilamente, pero de una manera todavía respetuosa, y luego fue directo al grano.
- Qué lío hicieron en el Reino de Breck.
La sonrisa de Cale se hizo amplia. Era lo que había estado esperando, desde que llegó el príncipe a la finca. No es como si disfrutara viendo la cara del príncipe heredero. Después de todo ya lo había visto mucho entre ayer y hoy.
(La red de información del Príncipe Heredero es la más precisa.)-
Cale se sentó en silencio y sonriendo como si no pasara nada. Todas las cosas se arreglarían solas.
- Viendo como no dices nada, supongo que ya estás al tanto de lo que pasó.
(¿Ves? Todo resuelto sin tener que decir nada.)- la sonrisa de la pelirroja se hizo más amplia mientras comía con gracia sus galletas.
Alberu hizo una nota mental para recordar el gusto por los dulces por parte de la pelirroja. Luego continuo hablando.
- La Princesa Rosalyn parece haber tomado su determinación. ¿De qué otra manera podría destruir a toda la familia de un gran duque en un solo día?
Cale sintió que su corazón saltaba ante la palabra "destruir", pero no dejó que se notara en su rostro. Fue porque pudo ver que Alberu la estaba observando. En este momento, Alberu estaba hurgando en Cale para ver qué podía averiguar.
- También renunció a su derecho al trono.
Rosalyn realmente renunció a su derecho al trono. Ahora era el momento de que ella mostrara su verdadera naturaleza como maga.
- Pero según lo que escuché, había dos personas muy fuertes con ella. Todos los demás pueden no saberlo, pero yo sí.
El Príncipe Heredero realmente era bueno para explicar las cosas. La mirada aguda de Alberu apuntó hacia Cale.
-¿No son tus subordinados?
Choi Han y Lock. Cale respondió con la verdad a la pregunta de Alberu.
-¿Mis subordinados?
No eran subordinados de Cale. Choi Han no tenía nada que ver con ella y Lock era solo alguien con quien estaba haciendo un trato. Cale podía ver que la esquina de los labios del Príncipe Heredero comenzaba a moverse lentamente hacia arriba. También se reclinó en el sofá como Cale y lo escupió casualmente.
- Eres demasiado astuta, mi querida, como un zorro astuto.
Cale frunció el ceño por el dulce apodo, sin embargo no podía estar en desacuerdo con eso. Alberu vio la pequeña reacción de Cale y negó con la cabeza antes de continuar con una sonrisa.
- ¿Por qué quieres la Torre Mágica?
El Príncipe Heredero ya no trató de andarse con rodeos ni de hablar con Cale. Cale miró hacia el Príncipe Heredero con una expresión seria.
- Su Alteza.
Cale se incorporó de su asiento, lo que hizo que el Príncipe Heredero también se sentara con curiosidad. Ella camino hasta sentarse al lado del príncipe y le ofrecieron galletas. Cale luego continuó.
- De vez en cuando, tengo este pensamiento de que tú y yo somos muy similares.
El Príncipe Heredero comenzó a fruncir el ceño, intentando disimular el sonrojo en sus mejillas al sentirla tan cerca de suyo.
- Qué pensamiento tan terrible. - le dijo pero sin embargo tomo una galleta y comenzó a comerla.
-Estoy de acuerdo.
Cale simplemente hizo a un lado el hecho de que el Príncipe Heredero mostró tal desdén por el hecho de que los dos pueden ser similares y continuaron. Aunque hizo un pequeño puchero.
- El Reino de Roan es un reino sin nada.
De repente, el silencio llenó la habitación. Si cualquiera fuera de la habitación hubiera escuchado lo que Cale acababa de decir, es posible que se haya desmayado. Sin embargo, el Príncipe Heredero Alberu estaba sonriendo como Cale había esperado.
El Príncipe Heredero parecía haber agarrado al anzuelo.
- ¿No vas a mirar lo que dices ahora?
- Su Alteza, actualmente está sonriendo, ¿no es así?
-Bueno, es la verdad.
El Príncipe Heredero no estuvo en desacuerdo.
El Reino de Roan era un reino donde ni los caballeros ni los magos eran muy fuertes. Aunque tenía una larga historia, era normal en todos los aspectos.
Sin embargo, el Príncipe Heredero Alberu sabía que, aunque esto estaría bien en tiempos de paz, no estaba bien ser mediocre en todos los aspectos durante tiempos de caos. Sabía que necesitaban al menos un área de especialidad.
Sin embargo, eso no era algo que pudiera crearse fácilmente en un corto período de tiempo.
Un problema de tan gran escala tomaría decenas de años si tuvieran suerte, pero al menos un promedio de cientos de años si no lo fuera.
Por eso había tomado una decisión.
Tomarlo de alguien más.
Quitar la especialidad de otro reino y hacerlo suya. Y una buena presa apareció frente a sus ojos.
El Reino Whipper que solía ser el reino de los magos.
Cale y Alberu miraron a los ojos mientras Alberu comentaba.
- Mi prometida es bastante astuta.
Los dos tenían sonrisas similares en sus rostros. Esta vez, fue el turno de Cale de hablar.
- La Torre Mágica para mí. Y para usted, su alteza-
Cale y Alberu respondieron al mismo tiempo.
- Magos.
- Magos.
Un breve silencio llenó la habitación antes de que Alberu se tapara los ojos con la mano y se echara a reír.
- Jaja. Interesante. Al principio, pensé que era terrible que hubiera alguien más como yo.
- Aún que yo soy más atractiva
Dijo ella mientras se encogía de hombros haciendo que Alberu solo se riera más sin atreverse a negar eso. El Príncipe Heredero se rió un rato antes de retirar la mano y responder.
- Te daré lo que necesites.
Alberu luego esperó la respuesta de Cale.
-Muchas gracias.
Solo esa frase y nada más. Sin embargo, esa frase presionó a Alberu correctamente. Alberu sintió curiosidad por esta actitud confiada de Cale y preguntó.
- ¿Pero por qué quieres la Torre Mágica?
Cale notó que el Príncipe Heredero parecía estar observándola de nuevo. Realmente era una persona difícil de manejar, pero no había razón para estar tan preocupado.
('Estoy segura de que quiere saber si conozco el norte')-
Había una existencia que era motivo de preocupación para el Reino de Roan en la novela, el Reino de los Caballeros del Norte. El Príncipe Heredero Alberu desconfiaba de ese reino mientras se preparaba para su invasión.
La guerra era una época de caos, y el caos brindaría oportunidades a los que estaban preparados. Una de esas oportunidades fueron los magos que huían del Reino Whipper.
El Príncipe Heredero, que no tenía mucha influencia en el reino, los usaría para fortalecer su poder y aumentar su influencia dentro del reino.
Si Kim Rok Soo hubiera leído más allá del quinto volumen de 'El Nacimiento de un Héroe', probablemente conocería los dos poderes que se desarrollan como nuevos héroes. Uno sería un Caballero del Norte.
Y el otro probablemente sería el Príncipe Heredero frente a él en este momento.
Especialmente porque el Dragón Negro le dijo que el Príncipe Heredero no era humano. Cale comenzó a sonreír. El Príncipe Heredero estaba tratando de averiguar si Cale sabía sobre el movimiento del Norte y quería la Torre Mágica por esa razón.
- Solo quiero tener una Torre Mágica.
- No debería haber preguntado...
Alberu pudo ver la sonrisa maliciosa en el rostro de Cale mientras negaba con la cabeza.
- Entonces, ¿por qué su alteza necesita a los magos?
Alberu comenzó a sonreír de manera similar.
- Solo quiero darles un hogar.
Ambas respuestas fueron excusas terribles, pero ninguna de los dos se reprendió. Las dos personas que estaban sentadas casualmente como si fueran parte de una pintura simplemente continuaron charlando entre sí.
-¿Cuándo planeas salir?
- Planeo salir en aproximadamente un mes.
Un mes después. Cale terminaría con sus preparativos y se dirigirá al Reino Whipper en ese momento. La Guerra Civil estaría cerca de terminar cuando él llegara al Reino Whipper. El estúpido rostro de Toonka parecía brillar como un oro en la mente de Cale.
-¿Cómo llegarás?
- En barco.
-¿Y tus guardias?
Guardias. Esa palabra hizo que Cale comenzara a sonreír y Alberu se dio cuenta de su error.
- Supongo que fue una pregunta inútil. Cale, asegúrate de tener cuidado ya que tu cuerpo aún está débil. ¿Sabes qué hacer, verdad?
- Traeré todas y cada una de las cosas buenas.
- A veces realmente estamos en la misma página sin ningún motivo.
Cale y Alberu, aunque los dos eran personas muy diferentes, las sonrisas en sus caras se veían muy similares en este momento.
Alberu se recostó contra el respaldo del sofá, con una mano cubriendo parte de su rostro. De lejos parecía tranquilo, pero por dentro, su mente era un torbellino de pensamientos desordenados.
Conocer a Cale había sido... inesperado. Desde la primera vez que la escuchó hablar con esa voz firme, sin rodeos, algo en su interior se agitó. No fue amor a primera vista -ni siquiera él sabría llamarlo así-, pero sí una especie de atracción brutal, como si ella irradiara algo que él siempre había buscado: decisión. Control. Frialdad.
Paz, pensó con ironía. La misma paz que ella dice querer.
La miró de reojo.
Cale estaba sentada junto a él, absorta en su comida, girando el anillo en su dedo como si fuera una pieza de ajedrez. Silenciosa. Lejana. Inalcanzable.
Ella era como él... y sin embargo, tan diferente.
Pero aún así, él era demasiado diferente de ella, él era un elfo oscuro, un ser que no debería tener derechos. Temía que ella se diera cuenta de su verdadera naturaleza y que lo despreciará, que lo mirare con asco o peor que lo odiara. Por eso se sintió mal por proponerle matrimonio.
Lentamente, Alberu se inclinó hacia ella y tomó su mano derecha con suavidad. La mano en la que descansaba el anillo del heredero real. Comenzó a acariciar sus dedos con cuidado, como si intentara grabar ese contacto en su memoria.
Cale lo miró con curiosidad, pero no apartó la mano.
- ¿Qué haces? - preguntó, sin molestia, pero con auténtica confusión.
Alberu bajó la mirada a sus dedos.
—Lo siento —murmuró.
- ¿Por qué?
- Por arrastrarte a esto. Por usarte como escudo político. Y porque... en el fondo, también lo hice por egoísmo.
Cale lo observó. No lo interrumpió.
- Cuando mi padre propuso que alguien pidiera tu mano, pensé que podría negarme - continuó Alberu con voz baja -. Pero cuando dijo que le pediría a mis hermanos que lo hicieran... sentí algo parecido al miedo. Y no por la política. No por la corona.
Cale parpadeó.
- ¿Entonces por qué?
Alberu la miró, y esta vez su expresión era completamente honesta, sin máscara.
- Porque no quería que nadie más te tuviera. Ni uno de mis hermanos. Ni ningún noble. Nadie. Fue egoísta. Perder. Pero cuando pienso en ti con otra persona, incluso como farsa... me molesta. Me enfurece.
Cale lo miró con esa calma inexpresiva tan suya, pero no apartó la mano.
- Eso no es racional, no es muy propio de ti. - dijo simplemente.
Alberu soltó una risa baja.
- Ya lo sé. Pero tú no eres racional para mí.
Silencio.
Ella bajó la mirada al anillo, luego a su mano, aún atrapada entre los dedos del príncipe.
- Entonces... ¿esto no fue solo por política?
- No. Fue por eso... y por mí.
- Y tú... - empezó Cale con tono medido - ¿esperas algo de esto?
Alberu negó, soltándola con suavidad.
- No. No espero nada. Solo... necesitaba asegurarme de que, si ibas a estar con alguien, al menos no fuera alguien más.
- Eres posesivo - comentó Cale, como quien identifica un ingrediente en una receta extraña.
- Lo soy. - admitió sin vergüenza.
Ella lo miró de nuevo. No con enfado, ni juicio. Solo como si intentara entender algo que estaba fuera de su mundo.
- Eres un príncipe. El mundo espera que tomos lo que deseas.
- Pero tú no eres el mundo - dijo Alberu, en voz casi inaudible.
Ella no respondió.
Y por un instante, él se sintió como si hubiera revelado demasiado, como si la vulnerabilidad se hubiera escapado antes de poder contenerla.
Pero cuando volvió a mirarla, Cale no lo estaba juzgando. Solo lo analizaba. Como si intentara comprender un código que no terminaba de descifrar.
- Supongo que entiendo tu egoísmo - dijo finalmente. - Yo también soy egoísta. Quiero mi tranquilidad. Mi vida. Y que nadie se meta en ella.
- Entonces... quizás por eso nos parecemos más de lo que creemos.
Cale no lo negó.
Pero tampoco lo afirmó..
Cale desvió la mirada.
- Entonces, haz lo que quieras. Pero no esperes que yo reaccione como tú lo harías.
- No lo espero - dijo Alberu, sonriendo con melancolía -. Pero te miraré igual, aunque no lo entiendas.
Ella no respondió. Solo volvió a girar el anillo lentamente con el pulgar.
Y Alberu, por primera vez desde lo propuesto, sintió que al menos había sido honesto.
Suspirando con una sonrisa, a pesar de todo, tomó la mano de Cale y entrelazó sus dedos. Ella no lo apartó, en cambio decidió apoyar su cabeza en su pecho, tomada por sorpresa al príncipe.
- Eres cómodo
Dijo simplemente antes de cerrar sus ojos, después de todo, esa vez que él la había cargado en el carruaje, sintió que el pecho del príncipe era una buena almohada.
Alberu solo pudo sonrojarse y mirar hacia un lado mientras rodeaba sus hombros con el brazo que tenía libre, dejándola descansar encima de suyo.
(Me vas a volver loco)- fue lo que pensó mientras la sostenía.
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VESTIMENTA DE CALE ALBERU + ANILLO
Notes:
AAAAAAAAAAA 🤭
Yo estoy ilusionada... No voy a decir más que eso 😭✨
Chapter 42: 41. Compromisos y Convicciones
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La quietud reinaba en la habitación. El fuego crepitaba suavemente en la chimenea, proyectando sombras cálidas sobre las paredes. Cale seguía recostada contra el pecho de Alberu, sin tensión en el cuerpo, solo una naturalidad casi inusual en ella.
Alberu permanecía inmóvil. No por incomodidad, sino por temor a romper ese frágil instante en que ella parecía… tranquila. Era raro verla así. Casi imposible.
— Te ves más cómoda de lo habitual — dijo en voz baja, sin intención de interrumpir la calma.
—Lo estoy. Este sillón es mejor que los de mi cuarto — respondió sin moverse.
— ¿Solo por eso?
— ¿Esperabas otra razón?
Él irritante, bajando la mirada hacia los mechones rojizos que rozaban su hombro. Negando con la cabeza y con una sonrisa en rostro soltó la mano que sostenía antes de rodear los hombros de la pelirroja, con algo de nervios, pero sonriendo al notar que ella solo se acomodaba más en su pecho.
— No, supongo que no… — hizo una breve pausa.
Alberu bajó la mirada por un momento, notando que ella solo cerraba sus ojos y disfrutaba la comodidad del breve silencio que surgió entre ambos. Él continuaba acariciando su hombro suavemente encontrando confortable al estar a su lado, algo que creyó que nunca podría sentir... La comodidad de estar en calma y sosteniendo a alguien con tanto cariño y cuidado.
Luego de un cómodo momento de silencio, decidió sacarse una duda que tenía.
— He notado algo de ti y tengo curiosidad al respeto.
— ¿Qué? — pregunto con calma sin siquiera molestarse por abrir sus ojos y mirarlo.
— Siempre estás bien arreglada y luces hermosas, pero no pareces disfrutar mucho usando vestidos.
Cale lo miro de reojo antes de entrecerrar los ojos debido al halago, pero no pareció molesta. En cambio siguió girando el anillo en su dedo mientras respondía.
— No me molestan en sí. Pero prefiero evitarlos si implican llevar corsé. No entiendo por qué alguien pensó que apretar el cuerpo para quedarse sin aire era buena idea. — hizo una leve mueca de disgusto.
El rubio sorprendente al ver esa mueca, le parecía demasiado adorable.
— Entonces… ¿te gusta más vestir pantalones?
— Son más cómodos. Me dejan moverme mejor, no me hacen sentir atrapada. Pero las normas sociales esperan otra cosa, ya veces es más útil cumplirlas.
Alberu parpadeo ya que no esperaba ese tipo de respuesta viniendo de ella quien parecía una rebelde a la hora de escuchar opiniones ajenas y más considerando su pasado como "la basura rubí". Pero él no era quien para juzgar la, sin embargo decidido preguntar.
— ¿Te importa lo que opinan?
— Me importa evitar molestias innecesarias. Los comentarios, las miradas… son ruido. Si un vestido evita eso, entonces lo uso.
Alberu avanzando despacio. Comprendiendo sus palabras y recordando que a pesar de todos los rumores absurdos sobre ella, nunca fue criticada por su forma de vestir. Aunque, por supuesto, para él Cale se vería hermosa usará lo que usará.
— Pero frente a mí no hace falta que sigas esas normas. — dijo lo que pensaba en voz alta sin notarlo.
Ella lo miró de reojo, apenas levantando una ceja.
— ¿Qué estás diciendo?
El rubio notó que lo dijo en voz alta y se sonrojó un poco antes de apretar su abrazo en los hombros de Cale, solo un poco, y continuar lo que había pensado en ese momento.
— Que si prefieres usar pantalones en lugar de faldas, hazlo. No voy a escandalizarme por eso.
Cale ladeó la cabeza.
— ¿Ni siquiera si son negros, sin adornos ni encajes?
— Puedes venir con botas de combate y aún así seguirías pareciendo más noble que la mitad de la corte. Y además, uses lo que uses... Se te vería bien — dijo en un tono casi tímido.
Ella permaneció en silencio unos segundos, y luego volvió a acomodarse sin responder. Pero su tono era casi pensativo y con una leve sonrisa en los labios.
— Recuérdame eso cuando decida presentarme así frente al rey.
Alberu rio con suavidad.
— En ese caso, solo fingiré sorpresa. Un poco.
—Qué hipócrita.
—Sí, quizás.
Cale cerró los ojos por un instante. No se habló del compromiso. Ni del anillo. Ni del futuro incierto que ambos sabían que se acercaba.
Solo compartieron esa pausa. Silenciosa. Cómoda. Extrañamente íntima.
Alberu giró ligeramente el rostro, solo para ver si ella había cerrado los ojos. Pero no. Cale estaba despierta. Su mirada fija en las llamas. Se quedó admirandola, una belleza fría y cálida a la vez. Hermosa, en pocas palabras.
— ¿Siempre ha sido así? – preguntó de arrepentimiento.
— ¿Así cómo?
— Práctica... Directa... Distante...
La tomo un poco por sorpresa, se preguntó si su actitud lo habría molestado de alguna manera pero por su tono de voz, dedujo que solo era simple curiosidad del príncipe.
Cale no respondió al instante. Se tomaron unos segundos antes de contestar, sin cambiar el tono ni la postura.
— Siempre fue más sencillo que andar finciendo emociones que no entiendo. Para mí, la lógica es más confiable que las personas.
Alberu avanza lentamente. No pareció decepcionado por la respuesta.
— Supongo que en eso nos parecemos más de lo que imaginaba.
Ella giró levemente la cabeza. Mirando hacia arriba y admirando lo guapo que se veía incluso desde esa postura. Realmente en este mundo estaba rodeado de gente hermosa, pero detuvo sus pensamientos.
— ¿Tú también piensas así?
— Lo aprendí por necesidad. Ser directo no era una opción en mi posición. Tenía que medir cada palabra, cada gesto. Fingir fue mi forma de sobrevivir.
— No fuiste criado para confiar, entonces.
— No. — sonriendo con amargura — Y sin embargo, terminé aquí… confiando en ti más de lo que debería.
Cale frunció el ceño, pero no replicó. No sabía qué hacer con declaraciones así. No le generaban incomodidad, pero sí una especie de desconcierto mental. Algo que no podía procesar fácilmente.
— ¿Y tú? — preguntó él luego, con un tono más liviano — ¿Alguna vez has querido algo solo para ti? Algo que no es útil. Algo sin propósito práctico.
Ella lo pensó. Su voz era baja.
— Qué silencio.
— ¿Silencio?
—Sí. Sin paz. Sin poder. Sin reconocimiento. Solo… silencio. Un lugar donde nadie exija, nadie espere, nadie moleste. Solo mi tranquilidad y hacer lo que yo quiera...
Alberu sonrió suavemente.
— Eso suena más poético de lo que esperabas.
—No era mi intención.
—Lo sé. Por eso lo fue.
Cale desvió la mirada. El silencio volvió, pero esta vez era diferente. Nada incómodo. Solo denso. Lleno de cosas no dichas.
— Tú querías algo también — dijo ella, de repente —. Lo dijiste antes. Que esto era egoísmo.
—Lo es.
— ¿Entonces no esperas que esto termine en algo real?
Alberu la miró. Sus ojos estaban cargados de algo que no se atrevía a nombrar.
Con una sonrisa suave, con su mano libre, tomo su mano derecha en dónde llevaba el anillo y lo besó suavemente mientras la miraba a los ojos antes de responder.
— No espero nada. Pero lo deseo. Me atraes Cale, siento que somos iguales de algún modo y eso me atrae mucho de ti...
Él dijo con un leve sonrojo en sus mejillas y el agarre en el hombro de Cale se tenso un poco. Ella lo observará un instante. Luego ascendió con un leve movimiento, como si lo aceptara… sin comprenderlo del todo. Pero aún así quiso saber.
— ¿Te atrae mi físico?
— No negare que eres hermosa, pero considera eso más como un extra... — dijo rápidamente Alberu. — Aún si no tuvieras este aspecto me hubieras atraído... Me gusta tu personalidad, tu forma de pensar... Tu...
Alberu se sintió avergonzado de mostrarse tan vulnerable de repente, pero de todas formas lo dijo.
Cale por su parte aún se siente sorprendida y sin comprender que tenía de atractiva para este príncipe su personalidad. Pero suspiro antes de acomodarse contra él.
— Entonces, supongo que te dejaré desear en paz.
—Gracias por el permiso, Lady Cale.
Ella cerró los ojos por fin, dejando escapar un suspiro apenas audible.
—No lo agradezcas. No es un gesto afectivo.
— Nunca lo pensé.
Pero Alberu se quedó mirándola un momento más, antes de girar también el rostro hacia el fuego. Agradecido en silencio. No por el gesto… sino por haber sido, aunque fuera solo por un rato, parte de su silencio.
Ambos se quedaron en un cómodo silencio, ambos cerraron sus ojos. Alberu acariciaba su brazo con la mano que rodeo sus hombros y podía sentir como ella parecía que empezaba a quedarse dormida.
Sin embargo esa paz fue interrumpida.
Unos golpes suaves en la puerta rompieron el silencio sereno que reinaba en la habitación.
— Joven señorita — anunció Lucía desde fuera, con tono cálido —. On y Hong regresaron del jardín. Dicen que tienen algo para usted.
Cale, aún recostada con naturalidad contra el pecho de Alberu, abrió los ojos lentamente.
— Déjalos pasar.
La puerta se abrió, y los pasos de los niños llenaron el ambiente con una energía más viva. Hong entró primero, apretando un pequeño ramo de flores silvestres en sus manos. On lo seguía, más compuesta, pero con la falda ligeramente arrugada y la expresión tan aguda como siempre.
Ambos niños estaban algo sucios por la tierra pero eso solo hizo sonreír a los dos mayores.
—¡Mamá! — dijo Hong, corriendo hasta el sofá — ¡Estas flores son para ti! On elegido las más lindas. Yo las encontré.
— Elegí las que no estaban marchitas — corrigió On, aunque sin perder el tono suave.
Cale los observar desde su posición, recibiendo las flores sin emoción visible, pero con un brillo cálido en sus ojos y con un cuidado para no maltratar las flores.
— Hicieron bien. Son bonitos. — una linda sonrisa se dibuja en sus labios
Ambos niños se sonrojaron y sonrieron ante ello.
—Es un buen ramo...
Comentó Alberu mientras miraba las flores.
Eso hizo que los niños al fin notarán su presencia a pesar de que desde el principio estuvo allí. Entonces notaron como su mamá estaba muy cerca suyo y apoyada en su pecho sin molestarse en moverse.
Fue entonces cuando Hong bajó la vista y su expresión cambió.
— ¿Eh…? — susurró, señalando la mano de Cale. — ¿Eso es…?
On frunció el ceño y se acercó también. El anillo dorado brillaba con el símbolo del sol en el centro. Inconfundible.
— ¿Ya es oficial? — preguntó On, más sorprendida que interrogativa.
— Lo es — respondió Cale, sin moverse — Desde esta mañana.
El silencio se apoderó del cuarto por unos segundos. Hong bajó un poco la cabeza, pretó el dobladillo de sus pantalones cortos. Se notaba ansioso.
— Pensé que todavía estabas pensando... — murmuró.
—Sí, no.
— ¿Y ahora qué? — preguntó On, sin levantar la voz — ¿Vas a vivir en el palacio?
- No.
— ¿Él va a vivir aquí?
— Tampoco.
— ¿Entonces...? — Hong no terminó la frase. Solo miró entre su madre y el príncipe, la voz cargada de una inseguridad que intentaba disimular.
Fue Alberu quien rompió el silencio, con un tono tranquilo, casi amable.
— Puedo responderte.
Los dos niños lo miraron. No con rechazo, pero sí con cautela. Cale permaneció inmóvil, observando en silencio, antes de volver su vista hacia las flores en su mano, cerrando los ojos y dejando que Alberu lo explique con calma.
— No voy a quitarles a Cale — dijo Alberu con firmeza, pero sin dureza — No vine para llevarla lejos, ni para cambiar lo que tienen con ella. No quiero ocupar un lugar que no me corresponde. Ella es su madre después de todo, no me interpondre en ello.
On entrecerró los ojos, analizando.
— ¿Entonces por qué se comprometieron?
Alberu sonrió levemente.
—Porque el respeto. Porque la admira. Y porque, de todos los pactos posibles, este es el único que aceptaría hacer. Pero incluso si un día terminamos casándonos, su vínculo con ustedes no va a desaparecer. — se quedó en silencio por un momento mirando a Cale antes de sonreir levemente.— Y también por qué ella me gusta mucho.
Cale chasqueo la lengua sin mirar a ninguno, pero On noto el leve temblor en las comisuras de sus labios.
Hong parpadeó un poco incrédulo pero mirándolo con curiosidad y asombro.
— ¿De verdad?
—Lo prometo. Ella es su madre antes que mi prometida. Y no pienso interponerme en eso.
Los hombros de Hong se relajaron. On bajó la mirada un instante, luego asintió.
—Está bien.
Alberu se permitió un leve suspiro. No de alivio, sino de algo más parecido a una ternura contenida.
— Si alguna vez sienten que me estoy entrometiendo... tienen derecho a decírmelo.
— ¿Y nos vas a escuchar? — preguntó On, aún probando.
— Siempre — respondió Alberu, sin dudar.
— Entonces… ¿no va a llevarla a otro castillo?
— No — respondió Alberu — Y aunque en el futuro esto se volviera algo más que una alianza… seguirían siendo parte de su vida. Siempre.
Hong se acercó con paso lento, como si aún no estuviera del todo convencido.
— ¿De verdad no vas a hacer que nos separemos?
Alberu quiso acercarse pero Cale no parecía querer moverse de su lugar y en cambio él sonoro antes de estirar su mano libre ya acariciar el cabello de Hong.
— No. — sonriendo — Tampoco querría separarme de ustedes. Me agradan y me gustaría que nos llevemos bien... Si me lo permites por supuesto. — Sonrió Alberu mirando tanto a Hong como On.— además me gustaría que me cuentes sobre esos cuentos de príncipes que tú madre me dijo que te gustan.
Hong parpadeó, desconcertado y algo sonrojado.
— ¿Quieres escuchar un cuento de príncipes?
— A veces necesito recordarme cómo debería comportarme — respondió Alberu con una sonrisa ladeada.
Hong soltó una risita, medio tímido.
On se acercó también, aunque no dejó de mirar el anillo.
— ¿Entonces no va a cambiar nada?
Cale respondió esta vez, firme:
— No. No mientras yo lo decida.
Alberu ascendió, confirmando sus palabras.
— Y yo no pienso interponerme en eso.
Hong se acercó, como tanteando el terreno, y se sentó al borde del sofá. Miró a Cale, luego a él.
— Entonces… supongo que podemos darte una oportunidad.
— Eso es más de lo que esperaba.
On se acercó también. Decidiendo sentarse del lado del príncipe ya que su hermanito se sentó al lado de Cale.
—No eres lo peor.
— Gracias — dijo Alberu, con una sonrisa ladeada — Un cumplido como ese vale más que cualquier título real.
Raon, invisible, estuvo mirando toda la interacción desde encima de la chimenea y meneo su cola con curiosidad por este comportamiento de los humanos y de los niños. Arrugó su nariz mientras los miraban.
_Umm... No entiendo, pero parece que ese príncipe está ganando puntos, débil humana.
Cale lo ignoró, como siempre.
Y por primera vez en ese día, todo parecía estar en equilibrio.
El resto del día transcurrió con una naturalidad que ninguno de los dos esperaba.
Alberu almorzó con la familia Henituse. Fue una comida tranquila, aunque bajo la superficie se sentía la ligera tensión de lo nuevo. Violan observaba con esa mirada analítica que no dejaba escapar detalle alguno, mientras Deruth, más silencioso de lo normal, intercambiaba breves comentarios con el príncipe.
Cale, fiel a sí misma, comió con serenidad. Respondía cuando era necesario, pero mantenía su habitual indiferencia frente a las sutilezas sociales.
Sin embargo, Cale había decidido que debía contarle a sus hermanos sobre su compromiso, así que planeo tomar el té con ellos...
La tarde se había tratado de luz cálida, y en el jardín interior de la residencia Henituse, la mesa del té ya estaba servida. Cale llegó puntual, escoltada por Lucía, y se sentó con la elegancia sobria que le era natural. On y Hong ya estaban a su lado, y poco después, Basen y Lily se unieron, con entusiasmo y las sonrisas listas debido a que su hermana los invita a tomar el té y pasar el tiempo juntos.
— Noonim — saludó Basen, haciendo una leve reverencia educada antes de tomar asiento.
— ¡Cale unnie! ¡Hoy huele a mermelada de duraznos! — exclamó Lily mientras se sentaba junto a ella, con los ojos brillando de emoción infantil.
Cale caminando con suavidad, dejando que se sirva primero. Ella no era de ceremonias largas, y todos en esa mesa lo sabían.
Pero sabía que tenía que hablar.
Cuando cada uno tenía ya su taza de té, y el ambiente se había vuelto lo bastante estable como para que sus palabras no interrumpieran el primer bocado de pastel, Cale habló.
— Tengo algo que comunicarles.
Basen alzó la vista de inmediato. Lily dejó el revólver en su taza.
— Hoy se formalizó mi compromiso con el príncipe heredero Alberu Crossman — dijo, con total naturalidad, como si anunciara que iba a llover mañana.
Silencio.
Basen hizo una mueca antes de dejar con cuidado la taza en el platito.
— ¿Compromiso…? ¿Formal?
—Sí. Un acuerdo de nueve meses. Será privado por ahora.
Lily parpadeó, un poco confundida por la reacción de su hermano pero volvió a mirar a Cale.
— ¿Te vas a casar con el príncipe?
— No por ahora — respondió Cale —. Es un compromiso de prueba. Si no funciona, se anula. Nada está decidido aún.
— ¿Y tú quieres eso...? — preguntó Basen con cautela, sin sonar sorprendido, pero sí claramente interesado.
—No es lo que deseo. Es lo más conveniente.
Lily frunció el ceño, confundida.
— Pero... ¿vas a dejar de ser mi hermana?
Cale se giró hacia ella, esta vez dedicándole una mirada un poco más firme.
— Jamás.
Lily asintió con un leve puchero, pero se acercó a tomarle la mano.
— ¿Entonces puedo seguir llamándote Cale?
—Sí.
— ¿Y me vas a seguir peinando cuando mamá está ocupada?
— También.
Lily ascendiendo, conforme, como si esas fueran las únicas condiciones necesarias.
Basen, en cambio, se mantuvo en silencio un momento más.
— ¿Él te lo preguntó?
— Lo hizo. Frente a madre y padre.
— ¿Y por qué crees que lo hizo?
— Política, en parte. Y, en parte… egoísmo.
Basen alzó una ceja, sorprendido.
— ¿Egoísmo?
— No quiere que otro noble me pida en matrimonio. Prefiere ocupar el lugar primero.
— Eso suena… estratégico — comentó Basen con una sonrisa suave — y bastante parecido a ti.
Cale lo miró. No sonó, pero el reconocimiento estaba en su mirada.
—Eso pensé.
Sin embargo Basen junto las manos sobre la mesa mientras pensaba con calma.
De repente se acordó de la propuesta que llegó al condado, la propuesta de Venion Stan, eso lo hizo fruncir el ceño levemente recordando a ese sujeto desagradable.
— ¿El príncipe heredero es mejor que ese Venion Stan?
Cale se detuvo, estaba a punto de comer una galleta y la detuvo a centímetros de su boca. Hizo una mueca y chasqueo la lengua.
On y Hong de repente fruncieron el ceño y su enojo era evidente. Basen miro a sus sobrinos con asombro por el enojo y Lily simplemente les miraba todo tratando de comprender este ambiente tenso que se formó.
Cale bajo la galleta que tomo a su plato antes de hablar.
— Por favor Basen — dijo con calma pero su enojo se reflejaba demasiado en su voz y en sus ojos a pesar de su comportamiento calmado.— No vuelvas a poner en la misma categoría al príncipe heredero ya Venion.
Cale se acomodo el cabello mientras miraba a los ojos a su hermanito.
— Venion es igual que la mierda misma — groseramente se expresó Cale, sin importarle la etiqueta, ni mucho menos. — incluso estoy ofendiendo a la mierda al compararla con ese tipo...
— Mamá tiene razón... El príncipe heredero es muy bueno y amable, no los compara — dijo Hong.
— Ni siquiera merece comparación, joroba — murmuró On mientras bebía su té con el ceño fruncido .
Basen miro a su hermana que ahora estaba molestando por el simple hecho de haber mencionado a Venion.
— El príncipe heredero es un millón de beses mejor que cualquiera en el reino... Me atrevo a decirlo... — Cale tomó aire e intento relajarse al ver que los más jóvenes están tensos. — Que me lo haya propuesto él de todas las personas, es incluso satisfactorio para mí...
Cale incluso tenía una leve sonrisa que no pasó desapercibida por sus hermanos ni por sus hijos. On y Hong rieron antes de volver a animarse.
— Eso es verdad —dijo Hong. — incluso me prometió que leería cuentos para mí...
— Y dijo que no nos separaría nunca de mamá, que primero era nuestra madre antes que su prometida — continuó On.
Basen sonoramente y rio ligeramente antes de sacudir la cabeza, se había preocupado en vano y volvió a tomar su té. Lily por su parte estaba sonriendo al ver a los demás felices, entendió que todo estaba bien a pesar de que esté asunto parecía complicado.
— Entonces… lo apoyaré — dijo Basen finalmente, con tono decidido — Si alguna vez lo rechazas, lo entenderé. Pero si eliges quedarte, estaré de tu lado.
— Y yo también — dijo Lily — pero solo si él te da flores.
— ¿Flores? — repitió Cale, sorprendida por lo específico.
— ¡Todos los príncipes dan flores! ¡Lo dicen los cuentos!
Basen soltó una leve risa. On, al lado, rodó los ojos.
— Supongo que ahora deberé ir al jardín — murmuró Alberu desde el fondo, acercándose con un ramo en la mano y dos flores en la otra, sonriendo con serenidad — si es que quiero conservar el respeto de Lily.
Alberu que había entrado al jardín interno escuchó algo de la conversación y sonrió al respecto.
— Sin embargo creo que estoy cumpliendo desde antes...
La atención de los hermanos y los niños se volvió hacia el ramo de flores que el principe tenía en manos. Alberu solo sonrió randiantemente.
Cale suspiró. No lo había notado acercarse.
— Estás colándote en conversaciones familiares, su alteza.
— Lo sé. Pero me gustó lo que escuché.
Alberu le entrego el ramo de claveles rojos.
Basen miro con interés en el ramo que aceptaba su hermana. Recordó el lenguaje de las flores que por casualidad leyó en un libro y terminó sonriendo al darse cuenta delo que significaban. Basen sonrió mientras bebía su té.
Lily lo miró, evaluando pero con una sonrisa al ver que él principe heredero le había traído flores a su hermana, sin embargo parpadeo cuando el principe sacó dos flores más, más precisamente dos hortensias blancas, decoradas con una cinta en el tallo, y les ofreció una a Lily y otra a On.
Ambas niñas se sorprendieron algo ruborisadas ya que eran las primeras flores que les regalaban. On intentaba mantenerse seria pero estaba sonriendo y Lily simplemente tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Cale rodó los ojos pero la leve sonrisa en labios fue suficiente para hacer que Alberu soltará una leve risa y hacer que Basen se relajara más, Hong miraba a su mamá y hermana felices con flores y tomó nota.
— Entonces... ¿Estoy ganando puntos? — preguntó el principe mientras se sentaba junto a ellos.
Lily trato de parecer sería pero estába sonriendo, sin embargo preguntó.
— ¿Tú sabes peinar?
— No, pero puedo aprender.
— Entonces… te voy a observar primero.
Y con eso, Lily volvió a su pastel, tranquila sin soltar la flor en su mano.
Alberu miro a los dos niños restantes, a Hong y a Basen que aún estaban algo serios y decidió sacar su última carta.
De su bolsillo espacial saco dos libros, uno de cuentos y otro de finanzas avanzadas. Les entrego a Hong y Basen respectivamente, sonriendo al ver que la mirada de Basen se iluminó y Hong empezó a hojear el libro.
Cale rodó los ojos mientras miraba al principe, considerando esto como soborno y suspiro antes de acercarse y susurrar.
— Deja de sobornar a mis hermanos e hijos...
Alberu tomo su mano por debajo de la mesa con disimulo y le susurro de vuelta.
— Es solo cortesía querida...
Cale rodó los ojos y volvió a recostarse levemente en el respaldo de su silla, sin retirar su mano de la de Alberu, aunque su expresión no mostraba ningún cambio visible. Apenas giró el rostro para mirarlo de soslayo.
— Si sigues siendo tan “cortés”, vas a malacostumbrarlos.
— ¿Y eso sería tan malo? — preguntó él, en voz baja, con una sonrisa contenida.
— Lo sería para mí — murmuró ella — Tendría que soportar caras largas si algún día no apareces con regalos.
— Entonces tendré que asegurarme de no decepcionarlos.
Basen, aunque fingía estar concentrado en el libro, no se perdía detalle de la conversación. On, con la hortensia aún en manos, lanzaba miradas rápidas entre ambos adultos. Hong estaba completamente absorto en una ilustración con caballeros montando dragones, ignorando el mundo exterior por completo.
Lily apoyó la flor en su regazo con delicadeza y bebió de su taza con expresión solemne.
— Creo que me agradas, príncipe — declaró de repente — Pero voy a observarte todos los días... por si acaso.
— Me honra ser puesto a prueba por alguien tan exigente — respondió Alberu, haciendo una inclinación teatral desde su asiento.
On suspiró, aunque su tono fue más blando de lo habitual.
— Supongo que… no eres tan terrible como creía.
— ¡On! — exclamó Lily, horrorizada — ¡Eso es casi una confesión!
— ¡No lo es! — se apresuró a decir On, volviéndose hacia Cale — ¡Yo solo dije que... él está bien! Para ahora. Eso no significa nada.
Cale solo alzó las cejas, sin emitir juicio alguno.
Alberu se rió por lo bajo.
— Me tomaré ese “está bien” como un avance diplomático.
— Tienes suerte de que no estés negociando con un dragón — murmuró Cale — No serían tan generosos contigo.
Alberu soltó un suspiro teatral.
— Bueno, mientras no me evalúen con fuego ni me exijan pruebas mágicas... puedo sobrevivir.
El dragón negro, invisible en lo alto del salón, vibró indignado por el comentario.
_¡Yo SÍ te evaluaría con fuego! ¡Y no lo pasarías! ¡Tienes demasiada confianza, príncipe con sonrisa falsa que igual a la humana débil!_
Cale ignoró la vibración en su cabeza, manteniendo la calma mientras se servía más té.
— No empieces a prometer cosas que no vas a cumplir — advirtió.
— Nunca prometo en vano — respondió él, deslizando con disimulo el pulgar sobre la mano de ella bajo la mesa. — Y menos contigo.
Ella no respondió. Pero no retiró la mano.
On lo notó. Y se sonrojó un poco.
Basen también. Y aunque volvió al libro como si nada, sus labios se curvaron apenas, con una mezcla entre resignación y diversión.
Lily suspiró feliz.
— ¡Parece una historia de cuento!
— No exageres — dijo Cale, seca.
— Pero tú eres la heroína, ¡y él el príncipe! — exclamó Lily — Falta la parte del dragón.
El dragón negro vibró en su indignación:
_¡YO soy el dragón! ¡Y no pienso ser domesticado!_
Cale se llevó la taza a los labios para evitar soltar una carcajada. Alberu solo la miró, y durante un breve segundo, no dijo nada.
Solo la miró, como si cada gesto de ella, incluso los más pequeños, fueran una confirmación de por qué había insistido tanto en este compromiso.
Aunque solo fuera por nueve meses… él ya se sentía más cerca de lo que jamás había imaginado.
El murmullo de los niños llenaba el jardín ahora. Lily acariciaba con cuidado los pétalos de su flor como si fuera un tesoro. On, aunque más compuesta, no podía dejar de mirar su hortensia, con una sonrisa escondida en la comisura de los labios. Hong hojeaba su nuevo libro como si se tratara del mapa de un reino secreto, y Basen, con el volumen de finanzas en las manos, ya había doblado una esquina como si se preparara a estudiarlo esa misma noche.
Viéndolos así, la atmósfera era ligera, incluso alegre.
Y aun así, Alberu no soltaba la mano de Cale bajo la mesa. Su pulgar se movía apenas sobre la piel del dorso, en un gesto que, por alguna razón, no irritaba a Cale tanto como debería.
Ella no lo detuvo.
Ni lo miró.
Pero tampoco se apartó.
— ¿No vas a decir nada más? — preguntó él en voz baja, inclinándose solo un poco hacia ella.
— ¿Qué esperas que diga?
— Algo como “gracias por intentarlo”.
— No lo intentaste. Lo hiciste — dijo ella, con esa frialdad tranquila tan suya — Supongo que eso merece una nota mental. No más.
Alberu soltó una risa baja, genuina.
— Acepto la nota mental. Siempre y cuando esté en tu lista de cosas importantes.
Cale lo miró de lado.
— Está en la lista de cosas inevitables. ¿Eso te sirve?
— Por ahora, sí.
La conversación se disolvió entre risas discretas, el tintinear de las tazas y las voces suaves de los niños preguntando cosas, comparando flores, comentando cuentos. Por un momento, todo parecía demasiado tranquilo. Demasiado… natural.
Cale bajó la vista al ramo en su regazo y acaricio los claveles.
El príncipe heredero de Roan estaba sentado en su jardín, ganándose lentamente la aceptación de su familia.
Y ella no sabía si eso era una estrategia exitosa… o el inicio de un nuevo problema. Cale simplemente decidió optar por disfrutar de los pasteles, las galletas y el delicioso té.
______________
La cocina estaba tranquila esa tarde. No era la hora de preparar nada importante, así que Beacrox aprovechaba para afilar los cuchillos con la concentración propia de un ritual, usando sus típicos guantes blancos. El sonido metálico llenaba el espacio hasta que escuchó pasos conocidos detrás de él.
— Tienes cinco cuchillos más de los que necesitas — dijo Cale desde la entrada, cruzando los brazos.
— Siempre es mejor tener uno más que uno menos — respondió él sin girarse, con esa voz grave que usaba cuando sabía que se acercaba algo serio.
Cale avanzó hasta apoyarse contra una de las mesas, observando con su habitual expresión imperturbable. Pero por dentro tembló al ver la concentración y el esmeró de Beacrox por afilar esos cuchillos.
— Tengo que informarte de algo.
— Lo suponía.
Ella alzó una ceja.
— ¿Ya lo sabías?
— Lo imaginaba. El aire en la mansión cambió esta mañana. Hans no puede esconder nada y Lucía sonríe más de lo normal.
Cale suspiró. Nego con la cabeza pensando en Lucia y Hans, esos dos estaban más emocionados que nunca. Tomo nota para reprender a su amiga y al chismoso de Hans.
Ella había dudado en venir, pero era necesario, después de todo Cale org seguía pensando en Beacrox como su hermano y creyó que contarle las cosas directamente era la mejor opción.
Tomó un poco de aire antes de mirarlo a los ojos y empezó a contarle todo.
— Me comprometí con el príncipe heredero Alberu Crossman. Nueve meses de prueba. Privado, por ahora.
Beacrox dejó de afilar el cuchillo. Lo limpió con un paño y lo colocó cuidadosamente sobre la mesa antes de girarse para mirarla.
— ¿Fue tu decisión? — la miro con esa expresión sería de siempre que la havćia temblar.
— Fue una estrategia. Conveniente.
— No pregunté si era útil. Pregunté si fue tu decisión.
(Vicioso)- Cale lo miró, sin esquivar la intensidad de sus ojos.
Suspiró mientras se acomodaba el cabello y se cruzaba de brazos.
— Lo acepté. Bajo mis condiciones.
Beacrox asintió con lentitud. Se acercó a la mesa y apoyó las manos sobre la superficie, sin perderle la mirada.
— No me importa si es príncipe, general o el rey mismo… si te lastima, lo saco de esta casa yo mismo.
Cale soltó una leve exhalación, algo entre la resignación y la incomodidad afectiva. Podía ver en los ojos del más alto que realmente estaba preocupado por ella y se sentía incómoda, porque después de todo ella era en realidad Kim RockSoo, sentía que esto no era para ella.
— No necesito que me protejas.
— Lo sé. Pero lo haré igual. — Hizo una pausa — Y quiero hablar con él.
— ¿Hablar o intimidar?
— Ambas cosas.
Ella entrecerró los ojos.
— ¿De verdad vas a interrogar al príncipe heredero como si fuera un sirviente que se robó un cuchillo?
— Si piensa llevarse a mi hermana, tiene que responder algunas preguntas. Títulos no lo eximen.
Cale bajó ligeramente la mirada, incómoda por el término.
— No soy tu hermana.
— Claro que no. Tú eres "Lady Cale Henituse", la más fría, distante y lógica de toda la mansión. — Él ladeó la cabeza — Pero yo sé quién me llamaba a la cocina cuando tenía miedo de dormir sola. Y sé quién rompió mi cuchillo favorito entrenando con él en el patio cuando tenía diez años.
Ella giró la cara. Se estaba enterando de cosas del pasado de Cale org y tomo nota solo para fingir estar avergonzada ahora.
— Eso fue un accidente.
— ¿Y el pastel de cumpleaños que me preparaste con sal en lugar de azúcar?
— Una distracción. No me culpes si tú lo comiste entero.
Beacrox esbozó una sonrisa casi imperceptible.
— Igual estaba bueno.
Se quedaron en silencio un momento.
— Haré que Alberu te reciba mañana antes del almuerzo — dijo Cale finalmente, retomando la seriedad — No creo que se niegue.
— Mejor para él.
Ella giró para irse, pero antes de cruzar la puerta, Beacrox habló de nuevo.
— Se lo haré saber a mi padre
Cale se detuvo en seco, tembló ligeramente pero no se giro a verlo, después de todo era claro que eso haría Beacrox. Ella asintió sin volverse.
— Bien. Haz lo que quieras.
Y salió de la cocina sin más. Pero por dentro, sentía el peso de un deber distinto. No el del compromiso, ni la estrategia, ni las apariencias… sino el deber de enfrentar a alguien que, sin importar cuán distante fuera ella, siempre había estado ahí.
Como un padre...
Luego de la cena, cuando la noche cayó, Cale y Alberu se dirijan a sus habitaciones.
— Mi chef quiere hablar contigo mañana... Antes del almuerzo sería bueno que hables con él.
Alberu parpadeo por eso, pero creyó que solo sería una charla para decidir la comida, así que simplemente asintió sin hacer más preguntas.
— Está bien.
Cale era muy vaga como para explicarle de lo que realmente hablaría con Beacrox y porqué este quería hablar con él, pero al ver que Alberu acepto simplemente se despidieron en la puerta del ala de invitados. No hubo palabras dulces ni gestos innecesarios. Cale simplemente dijo "hasta mañana", y Alberu asintió, aunque dentro de sí algo extraño se le había asentado en el pecho. Una mezcla de paz… y temor de que esa paz fuera demasiado frágil.
_________
A la mañana siguiente
Luego de desayunar con la familia Henituse, Alberu volvió a su habitación pidió audiencia privada con el rey por llamada, encendiendo la bola mágica y esperando a que su padre respondiera. El rey Zed Crossman lo recibió con su habitual mirada incisiva y una expresión que no permitía rodeos.
Alberu cogió una postura más erguida, junto las manos sobre la mesa y comenzó a informar.
— Padre, quiero informarle que el compromiso con Lady Cale Henituse ha sido formalizado en privado — dijo Alberu, sin perder el tono formal. — Acordamos un periodo de nueve meses de prueba. Durante ese tiempo no habrá anuncios oficiales, y ninguno de los dos está obligado a actuar como pareja frente al público.
El rey lo observó en silencio unos segundos.
— ¿Y ella aceptó?
— Sí. A cambio de mantener su independencia y la no intervención en su vida cotidiana.
Zed asintió lentamente, pensativo.
— ¿Y piensas seguirla viendo de vez en cuando, con toda la distancia y formalidad que tanto les gusta fingir?
Alberu no respondió. Pero decidió hablar.
— La jóven señorita Cale tiene cosas que hacer y me pidió no interponerme... — comentó con calma mirando a su padre a través de la bola de cristal. — Por ejemplo, dentro de un mes debe viajar, por lo que estará ausente por un tiempo indefinido...
El rey se recostó en su trono y entrelazó los dedos frente al rostro. Pensativo.
— ¿Entonces piensas regresar al castillo?
— Si, está tarde partire de vuelta al castillo.
El Rey se quedó callado, poniendo nervioso al rubio menor.
A Zed no le gustaba la idea de la no convivencia y la distancia, realmente quería que esté matrimonio fuera concertado oficialmente y quería ver a su hijo mayor casado con la joven Cale. Asi que nego con la mano antes de hablar.
— No. Cambiaremos eso. Si ese compromiso va a tener validez política, necesito resultados. Y para eso, convivencia.
Alberu parpadeó.
— ¿Convivencia?
— A partir de hoy, te quedarás con ella en la casa Henituse durante el mes que dure su estadía allí. — dijo sin rodeos — Quiero que los nobles empiecen a verlos juntos con naturalidad. Que no parezca una jugada forzada. Y tú, como su prometido, tienes la excusa perfecta para hacerlo sin levantar sospechas.
Alberu frunció ligeramente el ceño.
— ¿Está ordenándome... vivir con ella?
— No vivir con ella — corrigió Zed, con una leve sonrisa — Convivir. No seas dramático. Tienen alas separadas. Habitaciones separadas. Pero vas a estar ahí. Presente. Compartiendo espacios. Desayuno, almuerzo, reuniones, paseos si es necesario.
— ¿Y si ella no está de acuerdo?
— Es tu trabajo hacer que lo esté.
Alberu bajó ligeramente la cabeza, ocultando la frustración que empezaba a hervirle en el pecho. No por la orden en sí... sino porque, por una vez, lo que más le molestaba era que no podía negarse.
Porque una parte de él quería quedarse.
— Entendido — dijo al fin.
— Muy bien, hablaré con el conde Deruth más tarde. Tus responsabilidades como heredero las harás desde el condado— respondió el rey antes de volverse serio y mirarlo a los ojos con una mirada penetrante—. Y Alberu...
El príncipe se quedó tenso mirando a su padre por la bola de cristal, esperando las próximas palabras que le diría.
— No lo arruines.
Alberu no respondió, sin embargo asintió con calma.
Cuando cortó la llamada, Alberu dejó escapar un suspiro largo. No tanto por la orden en sí… sino por lo que significaba hacerlo sin saber cómo lo tomaría Cale. O peor: cómo lo verían los demás en esa casa.
Se froto el rostro con cansancio, lidiar con su padre el rey era desgastante y agotador. Se acomodo el traje mientras intentaba recomponerse un poco. Debía informarle a Cale que se iba a quedar aquí y sabía que a la pelirroja no le iba a gustar demasiado eso.
Solo salió de su habitación, sabiendo que ahora, lo que había empezado como un acuerdo formal... estaba a punto de complicarse aún más.
Aún había tiempo antes del almuerzo, mientras cruzaba el pasillo que conectaba con el invernadero, una figura alta y bien plantada le salió al paso.
— Su alteza — dijo Beacrox con una reverencia corta pero precisa —. ¿Tiene un momento?
Alberu se detuvo, analizando al hombre con una mirada rápida. Lo conocía de nombre. Sabía que era el chef personal de la casa Henituse e hijo del mayordomo Ron, actualmente ausente. Más allá de eso, poco. Pero lo que sí notaba era su porte: recto, controlado... y la intensidad en sus ojos.
Recordó entonces que Cale le había avisado que Beacrox quería hablar con él, así que asintió con una sonrisa formal.
— Claro, eres Beacrox si no me equivoco. — sonrió con calma y una sonrisa casual. — Cale me dijo que querías hablar conmigo... ¿Sucede algo con la comida? — preguntó con cortesía.
— No. Es algo personal. Le pido una conversación... a solas.
Alberu arqueó una ceja, pero no se negó. Lo siguió hasta uno de los salones secundarios, pequeño y sin servicio activo. Allí, Beacrox cerró la puerta con calma y se dio vuelta.
— He sido informado del compromiso entre usted y la señorita Cale.
El rubio pareció sorprendido de que una persona como él sacará el tema en el aire pero asintio con curiosidad a qué venía está confrontación por parte del chef de la casa.
— Así es. — Alberu sostuvo su mirada con serenidad — Acordado bajo ciertas condiciones. Con consentimiento de ambas partes.
— ¿Y con intenciones reales?
Alberu se mantuvo en silencio unos segundos, luego habló con sinceridad medida:
— No fue una decisión política mía. Mi padre lo propuso. Yo... acepté por razones personales.
Beacrox lo observó fijamente con los ojos entrecerrados.
— Cale no lo dice, pero la conozco bien. La crié con mi padre. Es como una hermana menor para mí.
Alberu asintió lentamente. Esa pieza del rompecabezas encajó de inmediato. Ahora todo tenía más sentido: el tono protector, el juicio silencioso, la tensión apenas contenida.
— Comprendo. No lo sabía. — acepto mientras seguia observando al chef autoproclamado "hermano" de Cale.
— No tiene por qué saberlo. Pero necesito decirlo con claridad: no voy a interferir con sus decisiones. No soy noble. No soy político. Pero si algún día la veo herida por su causa… no me va a importar su título.
Alberu no apartó la mirada y levantó una ceja por la audacia de este chef ante un principe de todas las personas.
— ¿Es una amenaza?
— Es una advertencia — respondió Beacrox — y una declaración.
Alberu se incorporó, más serio, y por primera vez habló sin rodeos.
— No tengo intención de herir a Cale. Ni física, ni emocionalmente. Lo que sea que haya entre nosotros… está creciendo con el tiempo, no por obligación. Pero si realmente te importa como dices, entonces deberías saber que yo también la respeto.
Beacrox lo observó, como si midiera cada palabra.
— Eso espero. Porque si no es así…
— …te enfrentarás a mí — completó Alberu, sin rastro de burla.
Beacrox asintió. Alberu simplemente sonrió con suficiencia.
— Si alguna vez la lastimo, no me defenderé. No porque tenga miedo. Sino porque tendrías razón en hacerlo.
Un leve silencio se instaló. Ambos hombres se midieron por unos segundos más.
Beacrox, al fin, asintió.
— Eso era todo lo que necesitaba saber.
— Y yo agradezco que me lo haya dicho — respondió Alberu, esta vez con una pequeña sonrisa.
Cuando Beacrox se acercó a la puerta para abrirla, Alberu agregó:
— Haré todo lo posible para estar a su altura.
— Espero que entienda que eso... no es fácil.
— Ya lo sé.
Y con eso, ambos salieron del salón.
Beacrox regresó a la cocina en completo silencio.
Alberu… fue a buscar a Cale, porque ahora tenía que informarle otra cosa:
Que se iba a quedar...
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REGALITO 💌
(No sé dibujar flores pero hice magia negra y quedó así 😩✨)
(Euu... La verdad lo veo y estoy así ♥️🫦♥️)
Notes:
Significado de las flores:
Los claveles rojos generalmente simbolizan amor y cariño, pero también pueden representar admiración y orgullo. En particular, un clavel rojo intenso puede expresar amor y afecto profundos, mientras que uno más pálido puede representar admiración.
Las hortensias blancas simbolizan pureza, gracia, abundancia y paz. También pueden representar inocencia y nuevos comienzos.
_____AAAAAAAAA ME MORÍ ESCRIBIENDO ESTO, QUEDÓ MUY SOFT? O ESTA TERRIBLE?
NO SE PERO ESTO ES DEMASIADO PARA MÍ, DEMASIADO TIERNO, PERO BUENO USTEDES DIRÁN
HOLA MIS POLLITOS 🐥❣️
Espero que estén bien y volví re inspirada y llena de amor (ahre) no bueno pero que tal?
No sé, no soy de escribir cosas tan ¿románticas? Es que no sé cómo expresarme con esto, no soy buena con cosas del corazón 😩
Pero bueno...
Espero que les haya gustado bellos, nos vemos. 🫰🏻
Chapter 43: 42. Convivencia (1)
Notes:
POLLITOS YA ESTAMOS AL DIA CON WATTPAD 😭✨
Ahora es mi momento de desaparecer un año 💃🏻
(Broma... O quizás no? 👀)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Cale estaba en la biblioteca, sentada junto a la ventana, leyendo un libro con la cabeza sostenida en una mano. Era su manera de “descansar”: leer en silencio, finciendo que no pensaba en nada.
Cuando escuchó pasos en el pasillo, no levantó la mirada.
Hasta que oyó esa voz.
— Señora Cale.
— ¿Su Alteza? — dijo sin alzar el rostro — Pensé que no lo vería hasta el almuerzo.
— Me temo que tengo una actualización… algo imprevista.
Eso sí llamó su atención. Levantó la cabeza lentamente, como si ya intuyera que no le iba a gustar lo que venía.
—Habla.
Alberu se acercó un poco, con esa sonrisa diplomática que ahora le costaba sostener.
—Esta mañana, tras el desayuno, tuve una conversación con el rey. Quería informarle sobre nuestro compromiso. Fue... receptivo. Pero también dio una instrucción.
Cale entrecerró los ojos.
— ¿Qué clase de instrucción?
— Que conviva contigo durante el mes que vas a estar en la mansión.
Por un momento hubo un silencio ensordecedor. La mirada de Cale no cambió. Solo parpadeó una vez, muy despacio, mientras procesaba lo que el príncipe le estaba diciendo.
— ¿Convivir conmigo?
— No vivir juntos — aclaró Alberu de inmediato, levantando una mano — Habitaciones separadas. Pero debo quedarme aquí, en la residencia. Compartir espacios. Comer juntos. Asiste a eventos sociales si los hay. Todo... para que parezca natural.
- ¿Natural? — Cale apoyo el libro en su regazo antes de suspirar un poco.
— Según el rey, si el compromiso no se muestra, será visto como una simple estrategia. Y quiere evitarlo.
Cale desvió la mirada hacia la ventana. No dijo nada por un instante. Luego, muy despacio, habló:
— ¿Y tú estuviste de acuerdo?
— No tuve opción. — Comentó Alberu bajando la mirada y frotándose el cuello.
Sabía que quedarse en la mansión sería algo bastante invasivo para Cale, pero que más podía hacer cuando el rey le ordenó quedarse. Solo esperaba que eso no molestará demasiado a la pelirroja.
Ella sospechó.
— Siempre hay opción. Solo que algunas vienen con consecuencias molestas.
- Perder. Pero... no me molestó la idea.
Ella volvió a mirarlo, sin entender por completo el significado de esas palabras, solo interpretó lo que quiso y respondió.
—Por supuesto que no. Tienes habitaciones con servicio incluido, comida decente y la compañía de alguien que no te adula.
— Eso último es lo que más valoro, de hecho. — el rubio alarmante con calma.
Cale se levantó con calma, guardando el libro en uno de los estantes cercanos. Luego se giró para acercarse un poco a él, y mientras lo hacía, murmuró:
— Voy a pedirle a Hans que organice tu traslado. Supongo que debido a nuestro compromiso sería justo otorgarle una habitación cercana a la mía. — Cale se acomodó el cabello mientras pensaba.
— ¿No vas a quejarte? —Alberu pareció sorprendido.
— ¿Servir de algo? El rey ya dio la orden. Y tú ya dijiste que no pensabas resistirte. No desperdiciaré energía protestando por algo que ya estás decidido.
Cale se cruzó de brazos delante suyo, su expresión neutra como siempre.
Alberu la observar en silencio, como si intentara adivinar si esa resignación era real o solo una manera de evitar sentir. Tomó la mano derecha de Cale, en dónde llevaba el anillo, para acercarla a sus labios, besando el dorso.
— ¿Estás molestando? — su tono era de disculpa mientras acariciaba el dorso de su mano con el pulgar.
— No. Estoy reorganizando mis días mentalmente. Es distinto. — ella suspiro mientras miraba hacia la ventana, sin apartarlo.
—Cale...
Ella se giró apenas para mirarlo, aún con esa serenidad helada que tanto lo desconcertaba.
— Si vas a vivir aquí, Alberu, entonces recuerda que esta es mi casa. No me importa tu título mientras estés en estas paredes. No interfieras con mi rutina. No invadas mis espacios. Y no te comportas como si esto fuera otra misión para tu carrera política.
Alberu la miró en silencio, y luego se acercó con seriedad.
—Lo prometo. — le dió un ligero apretón en su mano antes de soltarla y la miró con una leve sonrisa. — además... Sabes que para mí no solo es por política...
Cale rodó los ojos mientras empezaba a caminar hacia la puerta.
-Bien. Entonces, no me hagas arrepentirme.
Y sin decir más, salió de la biblioteca, dejando al príncipe solo frente a la ventana.
Él soltó un suspiro, largo, casi cansado. Pero en el fondo de su pecho, había una extraña calidez.
Ella lo estaba aceptando. A su manera. Con reglas y condiciones, sí… pero lo estaba dejando entrar.
Y en este momento, eso era más de lo que había esperado.
Cale sin embargo estaba un poco desconcertada, esto no era algo que debiera ocurrir. Estaba un poco preocupada por todos los cambios que habían pasado. Esto ya no era el fanfinc que leyó.
Choi Han no se había enamorado aún de Amely, el dragón estaba vivo, ella ahora era la Heroína del reino, madre de dos niños y para colmo era la prometida no oficial de él príncipe heredero Alberu.
Todo era tan diferente pero no creyó que fuera algo malo. Simplemente era agotador tener que pensar que por sus acciones las cosas podrían tomar otro rumbo.
Sin embargo no era momento de pensar en eso, ella estaba sana y salva, con algunos inconvenientes encima pero nada grave.
Suspiro mientras se acercaba a la sala de descanso. Decidió hablar con los niños para informarles la situación.
La sala de descanso estaba tranquila. On repasaba un libro de caligrafía, copiando algunas letras en su cuaderno de escritura, mientras Hong recortaba papel de colores para hacer una corona. El dragón negro estaba leyendo un libro sobre magia estando recostado en el sofá.
Cale entró sin hacer ruido, pero los niños alzaron la vista al instante.
— Mamá — saludó Hong con una sonrisa — ¿Pudiste leer en la biblioteca?
—Sí. Pero tengo algo que decirles — respondió ella, sentándose con calma al lado del dragón negro.
— ¿Qué sucede con la humana débil? ¿Alguien te amenazó?
Preguntaba con el ceño fruncido el pequeño dragón que apoyaba sus patas delanteras en el regazo de Cale.
La pelirroja suspiro y negocia con la cabeza a las cosas que decía el dragón. Llevo su mano a la cabeza escamosa del pequeño y la acaricio con calma.
—No hay nada de eso...
— ¿Tienes que ver con el príncipe? — preguntó On, dejando el libro a un lado. Su tono era tranquilo, pero sus ojos brillaban con interés.
Cale afirma.
— A partir de mañana, el príncipe Alberu se quedará en la mansión por un mes completo. Vivirá con nosotros, en una habitación cercana a la mía. Es una orden del rey… por el compromiso.
Hubo un segundo de silencio.
— ¿¡Va a vivir con nosotros!? — exclamó Hong, dejando caer sus tijeras — ¡¿De verdad, mamá?! ¡¿Todos los días?!
— Así es, vivirá en la casa... no en la misma habitación que nosotros— aclaró Cale, por si acaso, alzando una ceja — pero sí en la casa. Comidas, paseos, interacciones... lo habitual.
On frunció ligeramente el ceño, pensativa.
— ¿Estás vigilándote?
— No — respondió Cale con calma — Es un acuerdo. Dice que quiere convivir para conocernos mejor.
El dragón negro agitó sus alas mientras miraba a Cale.
— Entonces tendré que vigilarlo para que no se coma mis dulces.
Cale solo nego con la cabeza mientras sigue acariciando al dragón.
— ¿Eso significa que va a comer con nosotros todos los días? — preguntó Hong, entusiasmado — ¡Y que puedo enseñarle mis dibujos! ¡Y hacer que me leas cuentos!
— Supongo que sí — murmuró Cale, llevando una mano al puente de la nariz — Aunque no deberías molestarle mucho.
— ¡Aunque él prometió hacerlo!
Cale suspiro y On ladeó la cabeza.
— ¿Él pidió eso? ¿Quedarse aquí?
— El rey lo ordenó, pero... Alberu no se opuso.
El dragón negro resopló mentalmente.
— Claro que no se opuso. Ese humano de sonrisa falsa está enamorado de la débil humana Puedo olerlo.
Dijo golpeando su pata en el sofá.
Cale los observar a los tres con su expresión neutral habitual, ignorando las palabras del dragón, por supuesto.
— No cambia nada para ustedes. No tienen que comportarse distinto. Él ya los conoce, y parece que le agradan.
— A mí me cae bien — dijo Hong, asintiendo — ¡Es un príncipe como los de mis cuentos!
— Solo que trabaja mucho más — agregado On — Y no canta.
—Pero es guapo—murmuró Hong, pensativo.
—Y es raro como la humana débil.
Cale suspiró profundamente.
—Basta. Ya tienen la información. Nada va a cambiar mientras esté aquí. No van a tener que compartir cuarto. No va a ocupar mi tiempo... más de lo que ya hace.
Los tres asintieron. On retomó su libro. Hong volvió a su corona. El dragón, en cambio, se subió al regazo de Cale.
______________
La mansión Henituse se llenó de una actividad inusual. Hans casi se tropieza dos veces por los pasillos y Lucía supervisaba la limpieza de la habitación contigua a la de Cale con el esmero de quien se preparaba para recibir a la realeza… lo cual, técnicamente, estaba ocurriendo.
Los sirvientes no tardaron en instalar las pertenencias del príncipe en la habitación contigua a la de Cale. Era amplia, sobria, con ventanas que daban al jardín interior y muebles de líneas clásicas.
Alberu no se molestó en traer demasiado, solo lo necesario para un mes, más algunos documentos del palacio, una pequeña caja con sus artículos personales y un pequeño estuche de madera, cerrado con llave, que ninguno de los criados se atrevió a tocar.
Cale, fiel a su estilo, no fue a recibirlo cuando llegó. Dio órdenes para que Hans lo guiara y Lucía supervisara la preparación de la habitación, pero no apareció en persona. No era necesario hacerlo. Y Alberu no esperaba menos de ella.
Lo primero que hizo fue colocar su escritorio frente a la ventana. Desde ahí podía trabajar con luz natural durante el día y con las velas suaves por la noche. El príncipe heredero ahora trabajaba… entre las paredes de la casa Henituse.
Desde el primer día, Alberu mantuvo su rutina estricta. Se levantaba temprano, desayunaba con la familia, y luego se encerraba dos o tres horas con su trabajo de la corte. Respondía cartas, enviaba mensajes cifrados, y atendía llamadas mágicas con sus ministros. Por las tardes, salía a tomar el té con Cale si ella se lo permitía, y si no, leía en el jardín o paseaba con On y Hong cuando lo arrastraban a hacerlo
Cuando trabajaba, Hans le llevaba té con puntualidad, y los niños —de forma no tan casual— pasaban a “ver si necesitaba algo”.
La primera en invadir su espacio con intención fue Lily.
— Dijiste que ibas a aprender a peinar — dijo ella, firme, con un cepillo en la mano —. Y no me olvido de las promesas.
— Lo recuerdo — respondió Alberu, dejando la taza con suavidad.
Lucía le entregó un peine y una muñeca. Lily se sentó frente a él con una sonrisa triunfal.
— Práctica con ella. Si lo haces bien, tal vez un día te deje probar con mi cabello.
Alberu, vestido aún con ropas semi formales, ganó el reto con una sonrisa resignada. A la hora siguiente, estaba sentada en una silla con una muñeca sobre las piernas y Lily dándole instrucciones como si fuera un comandante en el campo de batalla.
— No se enreda así. Vas desde las puntas. ¡Así se rompe el pelo!
— ¿Y si el cabello es de hilo?
— ¡Iguales! Porque se ve feo si lo haces mal.
On se unía de vez en cuando con comentarios técnicos. Hong se aparecía para aplaudir cuando el príncipe lograba hacer una trenza sin que se desarmara en el intento.
Cale, por su parte, observaba todo desde la entrada del salón con una taza de té en mano, sin decir una palabra. Su expresión era neutra… pero sus ojos brillaban con algo difícil de leer. Cuando Alberu la veía, siempre era con una mezcla de orgullo, leve vergüenza y una sospecha creciente de que ella estaba disfrutando en silencio de su humillación práctica.
Por las tardes, compartían el estudio.
A veces hablaban. A veces no.
Él trabajaba en sus papeles mientras ella leía informes o escribía cartas. El sonido de las plumas contra el papel y el leve movimiento del té siendo servido era todo lo que se oía durante horas.
— Tus letras son inclinadas hacia la izquierda — dijo ella una vez, sin levantar la vista.
— ¿Te molesta?
— Solo lo noté. No me molestes.
— Tus letras son perfectas. ¿Te molesta que lo diga?
— No me afecta lo que opina sobre mi caligrafía.
— Entonces lo seguiré diciendo.
En las comidas, los niños lo trataban como si ya fuera parte de la casa. Le hacían preguntas sobre dragones, castillos, héroes, y en una ocasión, Hong le preguntó si alguna vez había visto un monstruo con cabeza de gallina y cuerpo de león. Alberu no supo qué responde.
El dragón negro—siempre invisible en la presencia de Alberu—lo vigilaba de cerca. Cada vez que hacía reír a Cale (aunque fuera una leve exhalación más fuerte de lo normal), el dragón tomaba nota mental.
A los ojos del personal, la convivencia parecía casi natural. Como si el príncipe hubiera vivido allí desde hacía semanas. Pero solo unos pocos sabían que todo se estaba construyendo paso a paso, entre el silencio cómodo y los detalles que nadie decía en voz alta.
Y en medio de eso, Cale… no lo echaba.
Y para Alberu, eso ya era una pequeña victoria.
________
Alberu no era un huésped cualquiera. Desde el primer día que puso un pie en la mansión Henituse como parte del compromiso, supo que no debía solo convivir. Tenía que entender. Adaptarse. Memorizar.
Y lo hizo.
Para cuando terminó la primera semana, conoció cada patrón, cada ritmo, cada detalle de la rutina de Cale, como si hubiera vivido allí toda su vida.
Sabía que a Cale le gustaba despertarse tarde a menos que tuviera algún compromiso pendiente. Que generalmente cuando despertaba ya era hora del almuerzo, le gustaba comer en calma pero nunca en silencio absoluto: siempre con los cerca niños teniendo que limpiar la boca de Hong cuando el niño se manchaba o acomodando el cabello de On para que no se ensucie.
Notó lo mucho que le gustaban los postres y más si tenía frutas y chocolate incluido.
Sabía que por las mañanas prefería estar sola. No porque no soportara compañía, sino porque le molestaba que la interrumpieran cuando aún no había terminado de organizar su mente. También descubrió que Cale tenía una forma particular de girar la taza en sus manos antes de beber. Un gesto breve. Como una pausa de control.
Y la hora del té... era intocable.
Cale jamás se saltaba la hora del té. Aunque fuera un día caótico, aunque esté irritada o incluso enferma. Té a las cinco. Preferiblemente con pasteles suaves. Y si alguien la molestaba sin justificación, no se enojaba. Solo... lo miraba con seriedad. Y bastaba.
Alberu también aprendió a reconocer los cambios sutiles en su rostro. Un leve fruncir las cejas cuando algo la fastidiaba. Un pestañeo más lento cuando le interesaba una conversación. Una muy leve curvatura en sus labios cuando algo le causaba gracia pero no pensaba admitirlo. Cómo cuando parecía nerviosa giraba el anillo en su dedo para calmarse.
No lo anotaba en ningún lado, pero lo memorizaba todo.
Con los niños fue igual.
On, siempre seria, se levantaba antes que los demás y se encargaba de peinar a Lily si Violan o Lucia no estaban. Le gustaba leer, pero prefería los libros donde los personajes tomaban decisiones difíciles. Le gustaba mucho jugar con su hermano y con su tía Lily. A veces miraba a Alberu como si quisiera medirlo… pero en los últimos días, esa mirada se había suavizado.
Hong, en cambio, era toda emoción. Siempre corriendo, siempre con ideas nuevas, dibujos en las manos o flores del jardín en el bolsillo. Le encantaba mostrarle cosas a Alberu, como si supiera que el príncipe estaba escuchando de verdad. Y Alberu lo hacía. Siempre.
El dragón negro, aunque invisible, era imposible de ignorar. Alberu aún no sabía que era él quien a veces hacía vibrar los cubiertos o mover las cortinas como si una corriente de aire pasara. Pero sospechaba que había algo más en esa casa que nadie le contaba.
Y luego estaban los hermanos.
Basen, el hombre de la casa, era un chico serio y perspicaz. En los almuerzos, escuchaba más de lo que hablaba. Alberu notó que observaba las manos de los demás mientras comían —una costumbre de quien aprendió a leer intenciones más allá de las palabras—. Era inteligente, muy capaz. Alberu no dudaba que, en otro escenario, podría haber sido un político formidable.
Lily, por otro lado, era el corazón de la casa. Decía lo que pensaba, sin filtros. Lo abrazaba sin pedir permiso. Le decía si su cabello estaba despeinado. Ella también solía llegar llena de polvo, haciendo que más tarde Alberu se enterará que ella practicaba con la espada ya que quería ser un caballero. También le solía entregar dibujos y luego le preguntaba si eran lo bastante buenos. Alberu nunca mentía… pero siempre encontró algo que elogiar.
Y aunque lo hacía en silencio, tomaba nota mental de todo.
Quién tenía miedo a las tormentas. ¿Quién prefería el pan con miel? Quién dejaba restos de zanahoria en el plato. Qué libros estaban más gastados en la biblioteca. Cuántas veces Cale decía “hm” al día (cuatro, en promedio… cinco si estaba molestando).
No era espionaje. Simplemente quería conocer para poder ser parte.
Una forma silenciosa de decir: "quiero saber quiénes son ustedes, para entender como poder ser más cercano".
Y también, "para saber cómo quedarme sin interrumpir lo que ya tienen".
Porque aunque el compromiso fuera de nueve meses, Alberu sabía algo que aún no se había atrevido a confesar:
Él no quería irse.
Además, mientras más tiempo pasaba con Cale, más se sentía atraído por ella.
Era simple a pesar del silencio y la falta de habla entre ellos. Cale no exigía nada, no lo juzgo en ningún momento, a veces se acercaba para ayudar con el papeleo.
Fue la primera vez que nadie le exigía perfección a Alberu, era la primera vez que no se sentía presionado.
Así que él también quería hacer cosas por ella.
El primer gesto fue simple.
Cale había tenido una mañana cargada. Reuniones, cartas, informes. Incluso Hans la había mirado con precaución antes de acercarse a la siguiente bandeja de papeles.
Cale aún estaba gestionando la reconstrucción de la villa Harris y había que hacer cierto papeleo ya que esta había sido su idea desde el principio y el conde la dejó encargarse de ello. Lo cual era un fastidio para ella que no le gustaba hacer el trabajo, pero al fin de cuentas era su responsabilidad.
Alberu, que ese día había trabajado desde temprano en el escritorio de la biblioteca junto al ventanal, la vigilaba desde el rabillo del ojo. Notó cómo giraba el anillo en su dedo con más fuerza de lo habitual. Cómo su ceño se fruncía apenas al leer. Cómo suspiraba, una vez, dos veces, sin moverse de su sitio.
No dije nada
Solo salió de la biblioteca por unos minutos. Cuando regresó, dejó una taza de té frente a ella. No dijo qué era. No le pregunté si quería. Solo la dejó allí, con su aroma suave y dulce.
Cale bajó la mirada.
Era su mezcla favorita. La que casi nadie recordaba... La que solía tomar cuando quería calmarse, pero no dormir.
No comentó nada. Pero tomó la taza y la bebida en silencio.
Después de eso, los gestos empezaron a repetirse. A veces era un dulce pequeño que él dejaba junto a sus papeles o un comentario preciso que cortaba una conversación incómoda en la mesa. O una manta doblada dejada sobre el respaldo del sillón antes de que ella llegue.
Nunca lo decía, pero ella lo notaba y lo aceptaba.
Y poco a poco, compartir el sillón en el estudio de Cale se volvió costumbre.
Primero fue una coincidencia. Él ya estaba sentado, y ella decidió leer cerca. Luego fue comodidad. El espacio era cálido, la luz era buena, y el silencio… era perfecto.
Después, sin pensarlo demasiado, ella empezó a apoyarse contra él.
La primera vez que ocurrió, Alberu no se movió. Sintió el peso suave de su cabeza contra su brazo, la calidez de su presencia tan cerca. Ella estaba con los ojos cerrados, respirando con tranquilidad, y él… simplemente se quedó allí. Sosteniéndola.
Con el tiempo, eso se volvió parte de la rutina.
Cale trabajaba, leía, hablaba poco… y cuando estaba agotada, se sentaba a su lado. A veces hablaban unas pocas palabras. A veces no decían nada.
Y cuando el día era largo o la carga era demasiada, ella simplemente cerraba los ojos y se dormía apoyada contra él, como si su cuerpo supiera lo que su mente se negaba a admitir: "Que con él, se sentía segura".
Alberu nunca lo mencionaba. No se reía. No lo presumía.
Solo la cubría con la manta si el clima bajaba.
Se aseguraba de que nadie interrumpiera.
Y se quedaba así, en silencio, rodeando sus hombros con un brazo dejándola apoyar su cabeza en su pecho.
Era extraño, cómo el silencio con ella era más satisfactorio que cualquier conversación ruidosa en el palacio.
Era extraño… pero no incómodo.
Porque aunque nunca lo dijeran, aunque no se nombrara, había algo entre ellos que empezaba a arraigarse con fuerza.
Y Alberu, que había aprendido a leer guerras en los gestos del imperio, ahora aprendía a leer a Cale… en los detalles.
En el modo en que su cuerpo dejaba de tensarse cuando lo tenía cerca.
En el modo en que su respiración se volvía más profunda.
En el modo en que, al despertar, nunca se alejaba de golpe… sino que parpadeaba, murmuraba un seco "gracias", y se quedaba un poco más.
Y para él, eso era suficiente. Por ahora.
__________
En una noche silenciosa Cale despertó sobresaltada. Su respiración era irregular y sentía la presión de algo invisible oprimiéndole el pecho. Parpadeó en la oscuridad, intentando calmar su pulso. No gritó, no hizo ruido. Estaba demasiado acostumbrada a que sucediera de vez en cuando pero esta vez fue demasiado, la pesadilla que tuvo le trajo recuerdos que no quería recordar.
Se incorporó con cuidado. A su lado, On dormía profundamente. Hong estaba hecho un ovillo a los pies de la cama. Raon, invisible y hecho una bola contra su almohada, murmuraba cosas sin sentido mientras dormía.
Cale se levantó sin hacer ruido. Se puso una bata sobre la ropa de dormir y salió de la habitación, descalza. No lo estaba pensando demasiado, simplemente su cuerpo se movió. Solo… caminó.
Sus pasos la llevaron a la puerta contigua. La habitación de Alberu.
No supo por qué estaba allí. Solo sabía que no quería volver a dormir sola. Que su mente aún temblaba con imágenes que no lograba borrar.
Tocó la puerta suavemente. Nadie respondió. Esperó unos segundos, luego giró el picaporte.
Estaba abierta así que simplemente entró.
La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la luz suave de una lámpara mágica encendida a medias. El aire olía a té apagado, papel viejo y una esencia cálida que ya había empezado a asociar con él.
Y allí, sobre el escritorio, vió a Alberu que estaba dormido, dejándola en shock.
Alberu dormía sobre sus papeles, con la cabeza apoyada sobre un brazo, con la pluma aún en su otra mano. Respiraba profundo, exhausto.
Pero eso no fue lo que la detuvo en seco.
Lo que la dejó plantada en la puerta fue… su apariencia.
El cabello, normalmente dorado, estaba ahora de un color marrón, su piel ahora estaba más oscura, casi del mismo tono de su cabello. Y sus orejas —ligeramente más puntiagudas— asomaban entre los mechones desordenados.
Cale no se movió. Estaba con la boca ligeramente abierta observando a él principe heredero.
Porque ese... no era el Alberu que todo el mundo conocía. No era el príncipe heredero sonriente y elegante que se sentaba con ella cada día.
Este era alguien más... Un elfo oscuro de todas las cosas.
En ese momento recordó las palabras del dragón, como el pequeño dragón había dicho que él principe parecía usar magia para ocultar su apariencia, como no parecía un humano y que parecía más fuerte de lo que aparentaba.
Cale tensó su mandíbula, esto era algo de lo que ella no debería enterarse, pero para su sorpresa se quedó mirándolo más de lo que le gustaría admitir.
Por un momento pensó en irse. En cerrar la puerta y fingir que no había visto nada.
Pero no lo hizo. Se quedó allí, de pie, observando a la figura dormida con el ceño levemente fruncido. Su corazón aún acelerado por la pesadilla… y ahora por la realidad.
Cale dio un paso. Otro. Hasta quedar frente a él. Podría haberlo despertado. Podría haber exigido explicaciones.
No lo hizo.
Solo estiró una mano y, con sumo cuidado para no despertarlo, apartó un mechón de cabello de su rostro. Lo miró.
( Qué torpe... ¿quién duerme así de expuesto?)- pensó para si misma antes de dar unos pasos atrás.
Estaba a punto de irse, sabiendo que vio algo que no debería pero en ese momento se quedó quieta al ver que él principe empezó a moverse. Alberu frunció el ceño, murmuró algo, y abrió los ojos.
Entonces notó la presencia de Cale en la habitación. La vio de pie, frente a él. Ella, con su expresión inescrutable, sin pestañear.
Alberu se frotó los ojos para ver que no estaba soñando y medio despierto, intentando entender lo que estaba pasando.
— ¿Cale...? — murmuró con voz ronca — ¿Qué haces aquí? ¿Pasó algo?
Su voz estaba cargada de preocupación sincera. Se enderezó de inmediato, dejando caer algunos papeles mientras se levantaba de su asiento y se acercaba a ella
— ¿Tuviste una pesadilla? ¿Estás bien? — su tono era de preocupación e incredulidad al verla en su habitación — ¿Pasó algo con los niños?
Cale no respondió enseguida., solo lo miro con detenimiento.
Él aún no parecía notar que estaba en su verdadera forma y eso hizo que Cale abriera y cerrará la boca pensando en que debería decir en este momento. Así que simplemente suspiro antes de hablar directamente.
— Vine porque no podía dormir — dijo finalmente, con un tono neutro —. Tuve una pesadilla algo inquietante… supongo.
Alberu se detuvo en frente suyo, mirándola de arriba abajo, notando que estaba descalza y solo cubierta con una ligera bata a pesar del frio.
— ¿Te duele algo? ¿Te sientes mal?
Cale levantó una ceja, como si su reacción fuera innecesaria, se dió cuenta como él solo se fijaba en ella y eso la hizo fruncir ligeramente el ceño.
— No... Solo no quise volver a dormir sola. — sin embargo se expresó con calma.
— Entiendo pero aún no explica que haces aquí. ¿Necesitas algo de mi? Yo puedo-
— Alberu. — dijo finalmente Cale cortando lo que Alberu estaba a punto de decir.
Él se detuvo. Su nombre en su voz tenía una gravedad distinta.
Ella lo miró directamente. A los ojos. Luego bajó la mirada a su cabello, sus orejas, su piel.
— ...No luces como tú.
Alberu frunció el ceño antes de que ella agarrara una de sus manos entre las suyas haciendo que Alberu abriera demasiado los ojos al notarlo.
El silencio que siguió fue espeso. Él parpadeó. Su rostro se tensó y entonces entendió.
Lentamente, llevó su mano libre a su propio cabello. Tocó las puntas notando que ya no eran del rubio que solía llevar, sino que eran marrones. Se giró soltando su mano de las de Cale y buscó su reflejo en la superficie oscura del cristal de una vitrina. Y vio lo que ella veía.
La forma que había escondido durante años...
La herencia que mantenía bajo magia constante...
Su verdadera sangre...
— Mierda… — susurró, dando un paso atrás — No me di cuenta. Estaba agotado… desactive el hechizo...
Dijo, recordando como había apagado el collar mágico que le permitía ocultar su apariencia antes de quedarse dormido. Solia hacerlo generalmente de noche cuando trabajaba pero lo volvía a activar antes de acostarse a dormir.
Está vez se habia dormido por el cansancio y se olvidó de activarlo de nuevo... Y ahora Cale lo había visto.
Sintió pánico, sintió miedo por la reacción que ella podría tener, por como lo vería. Ni siquiera quería voltear hacia ella temiendo encontrarse con una expresión de disgusto, no quería sentir el rechazo y menos de ella.
Con las manos temblando tanteo el collar en su cuello intentando activarlo de nuevo.
Tenía un nudo en la garganta, no quería esto, se sintió vulnerable. Se sintió completamente expuesto.
Cale no se movió, simplemente noto cómo el principe le daba la espalda, noto como sus manos temblaban buscando algo en su cuello.
Cale sabía que los elfos oscuros eran repudiados por la sociedad, entendió porque Alberu parecía estar tenso y ansioso. Pero a ella le pareció demasiado agotador verlo así.
— ¿Vas a transformarte de nuevo? — pregunto mientras se acercaba para agarrar una de sus manos nuevamente.
Alberu bajó la mirada. Su cuerpo entero estaba tenso y su mandíbula se tenso mientras apartaba con rapidez su mano de ella.
— Lo haré. Solo… dame un momento.
Quizo alejarse de ella pero ella volvió a tomar su mano y lo miro a los ojos, notando que ahora sus ojos también eran marrones y habló con calma.
— No hace falta.
La respuesta lo hizo alzar la vista.
— No me molesta — dijo Cale, con la misma voz tranquila de siempre —. Solo me pareció curioso. No me esperaba… esto.
Su respuesta fue vaga, eso solo preocupó más a Alberu que aún tenía el nudo en su garganta. Tragó en seco y sintió miedo, miedo al rechazo y más porque fue ella quien lo vio así.
— Lo siento... Seguramente te doy asco... Yo... Si quieres terminar el compromiso ahora-
— Detente...
Pero Alberu no escucho, estaba demasiado afectado por ser encontrado así. Por qué su secreto había sido revelado. Porque ella podría odiarlo
— Seguramente querrás usar esto como una forma de chantajearme... No hace falta seguir con el compromiso si sientes repulsión por mi... No me opondré... Solo-
— Alberu.— Otra vez, su nombre lo frenó. — No me disgusta tu apariencia...
Cale dio un paso hacia él. Su expresión no cambió. Pero su voz fue más baja y firme mientras sostenía su cara entre sus manos para que él la mirara a los ojos.
— No me disgusta tu apariencia... — repitió Cale, con voz tranquila, sus manos sujetando aún el rostro de Alberu.
Él no podía moverse. No por miedo físico, sino por ese pánico más hondo, ese que se instala cuando sientes que vas a perder algo antes de siquiera haberlo tenido del todo.
— ¿Por qué? — susurró él finalmente — ¿Por qué no te molesta? ¿No entiendes lo que significa?
— Sí — respondió Cale, seca — Lo entiendo. Eres un elfo oscuro. Tu lo escondés. Probablemente ni tus sirvientes de confianza lo saben. Y tu padre… bueno, es el rey. Me imagino lo que pasaría si se enteraran.
Alberu apretó los dientes. Su respiración era tensa, como si cada palabra le costara.
— Podrías usar esto — dijo él, bajando la mirada — Podrías chantajearme. Podrías decírselo al Rey. O a mis hermanos. O a la nobleza. Usar esto para forzarme a cualquier cosa.
Cale frunció el ceño.
— ¿Y por qué haría algo tan molesto como eso?
— Porque es lo lógico. Porque si fueras una verdadera noble… una ambiciosa… sería la jugada perfecta.
Cale soltó una carcajada seca.
— Entonces claramente no me conocés tanto como creés.
Soltó su rostro y cruzó los brazos, viéndolo como si estuviera reprendiendo a un niño por portarse mal.
— ¿De verdad pensaste que me interesa lo suficiente la política de palacio como para usar tu secreto para ganar algo? — levantó una ceja — ¿Qué parte de "quiero una vida tranquila, lejos de todo eso", no se entendió?
Alberu tragó saliva. Aún estaba tenso.
— Aunque no lo uses... me viste. Sabés lo que soy.
— ¿Y?
— Y no puedo borrar eso de tu mente.
— No quiero borrarlo de mi mente — cortó ella — ¿Sabés qué es lo que sí quiero? Irme a dormir. Porque tuve una pesadilla y esto ya es demasiado para una sola noche.
Alberu la miró. Ella hablaba con esa lógica brutal que lo desarmaba. Como si nada le afectara, como si todo fuera parte de una lista que había que tachar para seguir con el día.
Pero la forma en que lo sostuvo cuando estaba por quebrarse…
Eso no lo hacía cualquiera.
— ¿Y no tenés miedo? — preguntó él, bajando la voz.
Cale caminó hacia la cama con calma y suspiro mientras se sentaba al borde.
— Dejé mi habitación a mitad de la noche, vine a tu cuarto como si fuera normal hacerlo, y ahora estoy parada frente a ti, completamente despierta, diciéndote que no me importa si tienes orejas puntiagudas, piel oscura al igual que tú cabello.
Lo miró fijo. Sin miedo. Sin repulsión.
— De todas las cosas que me preocupan, esta está en el último lugar. Y no, no me das miedo. — explico mientras se subía, sin permiso, a la cama del principe. — Porque no eres una amenaza. Ni para mí. Ni para los niños...
Alberu se quedó sin palabras. Su pecho subía y bajaba con fuerza, no por ira, sino por la tensión acumulada de tantos años. Por la idea absurda de que esta vez… tal vez no tenía que esconderse.
Él la miró en silencio. Su forma real aún visible. Su secreto descubierto. Todo su miedo, desnudo frente a ella.
— No voy a decirle a nadie — dijo Cale, como si estuviera leyendo su mente — Ni a Basen o Lily, ni a mi padre. Mucho menos a tu familia.
— ¿Por qué?
Ella lo miró, ladeando la cabeza con esa expresión fría que solo mostraba cuando estaba diciendo la verdad más cruel y más honesta.
— Porque no me importa lo que eres. Me importa lo que hacés. Y lo que haces siempre... es preocuparte por mí. No hay nada que deba castigar en eso.
Alberu se quedó callado. Y por primera vez en mucho tiempo, sintió que podía respirar sin pretender que no le dolía el pecho.
Cale se cubrió con una manta, girando de espaldas a él.
— Si ya terminaste de dudar de mí, apagá la luz.
— ¿Te vas a quedar?
— No quiero volver a mi habitación. No quiero explicarles nada a los niños. Y esta manta está tibia.
Silencio.
— ¿Vas a quedarte en el suelo o vas a acostarte? — preguntó ella después de unos segundos.
— ¿Quieres que me acueste a tu lado? — pregunto con algo de vergüenza.
— Preferiría que no me mires dormir. Pero haz lo que quieras. Estoy cansada.
Y con eso, cerró los ojos. En el silencio, Alberu soltó una pequeña risa, una risa de tranquilidad, suave y relajante para lo que hacía sucedido hace un momento.
Alberu se acerco a la lámpara mágica y apagó la luz antes de mirar por un momento por la ventana.
Su corazón latia muy fuerte pero estaba más tranquilo. Apretó sus manos en puños unas cuantas veces, incluso se pellizco el brazo para comprobar que esto no era un sueño y por suerte no lo era.
Cuando giro la cabeza, Cale aún estaba acostada en su cama, ella estaba aquí, ella no se había asustado, ella no lo había mirado con asco o recelo... Ella simplemente lo regaño por decir esas cosas mientras se quejaba que quería dormir y como si esto no fuera la mayor revelación de un secreto, ella descaradamente solo se fue y se acostó en su cama, incluso dejándole claro que no le molestaba que él se acostara a su lado.
Alberu no sabía que sentir más que ganas de reír de alivio, pero no lo hizo ya que no quería interrumpir su sueño. Su corazón se sintió cálido por primera vez en mucho tiempo.
Con algo de vergüenza caminó hacia la cama, dudando un momento y quedandose parado allí, mirando el lado vacío de la cama y pensando en su debería acostarse o no.
Entonces la voz de Cale lo sacó de su trance.
— Acuéstate de una vez... Ya es demasiado tarde y hace frío para que sigas de pie ahí
Murmuró la pelirroja lo suficientemente alto como para que él la escuchará. Ella seguía de espaldas a él pero eso no le importaba a Alberu, el simplemente hecho de que ella no se haya ido era suficiente.
Cerró los ojos por un momento antes de decir subirse a la cama y meterse debajo de las mantas al lado de Cale, sin embargo también le dió la espalda para que no se sintiera incómoda.
Y al contrario de la ansiedad que sentía, al poco tiempo se quedó dormido.
*****************************
{PD: mi estado mental de este capítulo es esta canción 😩✨}
Notes:
Hola Pollitos 🐥 ❣️
siento que estoy re cursi escribiendo cosas así 🫣
No sé que opinan ustedes al respecto
¿Me adelanté demasiado con la revelación de Alberu? No sé amor, simplemente pensé que quedaría bien así ☺️
Además ahora que lo leo, esto es nada que ver con lo que había pensado en un principio. La verdad quería hacer que Alberu le dedique una canción o le cante algo a Cale 🤭
Y me estoy dando cuenta que quizás esto sea medio largo porque necesito interacción entre ellos, no sé no sé...
En fin, espero que tengan un hermoso día, tarde o noche mis amores ❣️🐥❣️
Chapter 44: 43. Convivencia (2)
Chapter Text
El primer rayo de sol entró en la habitación con la suavidad de un suspiro.
Y fue eso, la luz tibia acariciando su rostro, lo que despertó a Alberu.
Parpadeó, algo aturdido. Por un segundo, no reconoció el techo, ni la sensación de calidez en su pecho, ni el leve cosquilleo en su brazo izquierdo. Con su mano izquierda se frotó un poco los ojos, o al menos ese intento ya que sintió un peso inusual encima suyo.
Entonces bajó la mirada.
Y la vio.
Cale dormía apoyada contra su pecho, su rostro sereno, apenas cubierto por un mechón rebelde de cabello rojizo que caía sobre su mejilla. Su mano izquierda se aferraba un poco a su camisa de dormir mientras que el otro brazo estaba atrapado debajo de su propio cuerpo.
La tenía sostenida con su mano derecha en su cintura. Como si fuera algo frágil. Como si en algún momento, en medio del sueño o del frío o del silencio, hubiera sentido que debía acercarla más.
Ambos estaban tan cerca. Y el solo verla aferrada a él hizo que se despertara por completo, preguntándose como es que ambos terminaron así si se habían dormido de espaldas el uno al otro.
Su primer impulso fue apartarse.
Pero no lo hizo.
Porque por primera vez en mucho tiempo, no sintió el peso del mundo sobre sus hombros. Solo el calor de un cuerpo que no lo empujaba, no lo exigía, no le temía.
Después de todo en sus brazos está durmiendo la mujer que lo vio en su verdadera forma y que no huyo de él, la joven de la que estaba enamorada quien tras descubrirlo siendo una criatura repudiada por el reino simplemente se preocupa más por su sueño que por querer denunciarlo.
Y eso era más de lo que Alberu sabía poner en palabras.
Respir hondo, espacio. Podía oler su champú. Ese aroma suave a rosas con un ligero toque de cítrico.
Cale se movió un poco en sueños, murmurando algo apenas audible. Su frente se frunció ligeramente. Y como si lo hiciera sin pensarlo, Alberu aflojó el brazo que la rodeaba, pero no la soltó. Solo... se ajustó. Como si supiera que ella no quería despertar.
Cale suspir en sueños, muy bajo, y se acomodó apenas, su frente rozando la base de su cuello. El tacto fue tan leve, tan inesperado, que Alberu tuvo que cerrar los ojos un momento para procesarlo.
El corazón le latía tan fuerte que temía despertarla.
(¿Ella también se había acercado? ¿O había sido él? ¿Ambos?)- No sabía.
No le importaba.
Solo sabía que no quería que terminara.
Pasaron minutos, o tal vez segundos que se sintieron eternos. Y entonces, con el movimiento lento y propio de alguien que se está despertando, Cale frunció el ceño. Murmuró algo ininteligible y se movió levemente, como buscando una posición más cómoda. Eso hizo que su mano se aflojara en la camisa y rozara el pecho de Alberu, y recién entonces pareció ser consciente de la cercanía.
Parpadeó una vez. Dos.
Y luego le alzó el rostro.
Lo miró, con los ojos aún cargados de sueño, pero sin rastro de sorpresa.
— ¿Estás despierto? —murmuró.
—Hace un rato.
Ella frunció levemente el ceño.
— ¿Me abrazaste?
— No estoy seguro... — respondió él, con una sonrisa torpe — Tal vez tú me abrazaste primero.
Cale no respondió. Solo lo miró con sus ojos semi dormidos... y luego apoyó la cabeza de nuevo en su pecho.
— Quédate así. Solo un poco más. — se acomodó un poco más cerca de Alberu sintiendo el ligero temblor en el cuerpo del príncipe.
Y Alberu, el príncipe heredero, el hombre que dormía con hechizos para no mostrar lo que era, simplemente obedeció.
La habitación seguía envuelta en ese silencio cálido que solo se da entre dos personas que ya no necesitan explicar su presencia. La manta aún los cubría, y aunque los rayos del sol ya iluminaban las cortinas, ninguno hizo el intento de moverse.
Alberu seguía acostado, con Cale apoyada tranquilamente en su pecho. No había tensión en sus músculos. Solo esa quietud rara, que no conocía desde que era un niño.
Ella no hablaba. No porque no tenía nada que decir, sino porque no había apuro.
Pero fue él quien rompió la calma, casi en un susurro:
— ¿No vas a decir nada más sobre... esto?
Cale, sin cambiar de postura, respondió con los ojos aún cerrados.
—Ya dije lo que tenía que decir. Y sigo pensando igual.
Alberu giró apenas el rostro para mirar el techo. Se quedó así unos segundos, luego alzó la mano que estaba en la cintura de Cale y tocó el collar mágico que colgaba de su cuello, presionando una de las pequeñas gemas incrustadas. Un suave brillo azul lo envolvió por unos segundos.
En un parpadeo, su cabello volvió a ser dorado. Su piel clara. Sus ojos, ese azul helado que tanto conocía el reino.
El príncipe Alberu volvió a ser el rostro que todos esperaban ver.
Cale entreabrió un ojo y lo miró, aún apoyada en su pecho.
—Qué lástima—murmuró.
- ¿Mmm?
Ella cerró los ojos otra vez, como si decirlo le diera pereza.
— Te ves mejor en tu forma de elfo.
Alberu giró la cabeza, sin poder evitar el asombro en su rostro.
— ¿Qué?
— Tenías mejor combinación de colores — dijo con una mueca apenas visible — El dorado es muy... brillante.
Alberu la miró en silencio, sin saber si reír o sentir un pinchazo de algo parecido a ternura. Era la clase de comentario que solo Cale Henituse podía hacer. Como si estuviera criticando la decoración de una sala y no hablando de una identidad escondida con magia durante años.
— Es la primera vez que alguien me dice eso.
— No me sorprende.
Sin embargo Alberu se quedó en silencio por un momento, bajando su mano izquierda para acariciar algunos mechones de su cabello antes de hablar.
— ¿Lo dices en serio?
Ella lo miró por un segundo, como si estuviera decidiendo si responder o no. Finalmente, murmuró.
— Me gusta cuando las cosas no pretenden ser lo que no son.
Y con eso, volvió a apoyarse en su pecho, dándole la conversación por terminada.
Alberu, por su parte, no dijo nada más. Pero su mano, la que sostenía el collar, se deslizó con cuidado por encima de la manta y volvió nuevamente a apoyarla con timidez en la cintura de Cale, como si necesitara comprobar que todo eso, su voz, su calma, su honestidad brutal, era real.
Y sí, lo era, ya que Cale volvió a respirar con calma, casi volviendo a dormirse.
Pasaron unas horas más.
Cale aún tenía los ojos cerrados, descansando contra el pecho de Alberu. El silencio se mantenía, cómodo, cálido… incluso el aire de la habitación parecía haber sido detenido para no molestar. De vez en cuando, uno de los dos respiraba un poco más profundo, pero no hablaban. No hacía falta.
Hasta que, después de unos minutos de paz absoluta, la voz de Cale se alzó en un murmullo adormilado.
—Tienes el corazón acelerado.
Alberu bajó la mirada hacia ella, sonriendo de lado. Mientras sigue jugando con uno de sus mechones de pelo en su mano.0
—¿Culpa tuya, tal vez?
— Improbable.
— ¿Te incomoda?
— Para nada, simplemente feliz de dormir tan cómoda, más bien.
Él soltó una pequeña risa. Estaban envueltos en las mantas como si el mundo fuera un lugar lejano. Como si nadie más existiera.
Pero el mundo, por supuesto, sí existía. El mundo era una mierda, eso según Cale.
Y entrar sin pedir permiso.
— ¡¡MAMÁAAAA!! — se escuchó la voz de Hong justo antes de que la puerta se abriera de golpe.
Cale se paralizó en su lugar, quedandose inmóvil como si eso la volviera invisible. Alberu se tenso y abrió demasiado los ojos mientras veía como el niño pelirrojo entraba como si nada a su habitación.
Cale entonces se arrepintió mucho de no haber cerrado con llave la puerta anoche cuando entró (también sin permiso) a la habitación del príncipe.
— ¡On está segura de que viniste sola con el príncipe! ¡Y eso no es justo! —gritó mientras corría hacia la cama.
On, justo detrás, mucho más compuesta, mientras ya trepaba por un lado del colchón.
— Dijiste que no querías estar sola, pero no dijiste que te ibas a currucar con él.
Tanto Cale como Alberu quisieron incorporarse pero Hong se lanzó sobre la cama sin pudor y se acomodó entre ambos como si fuera lo más natural del mundo. Cale se tensó al instante, Alberu también, aunque intentó mantener la compostura. On, con su expresión siempre tranquila pero inquisitiva, se sentó sobre las piernas de su madre con una ceja alzada.
— ¿Estuvieron así toda la noche?
— No es de su incumbencia — respondió Cale.
Volvió a apoyar su cabeza contra el pecho de Alberu y se quedó mirando al techo como si rezara por la aparición de un rayo.
— ¡Eso no es justo! ¡Nosotros queríamos dormir con mamá también!
— No deberían estar en la habitación del príncipe sin permiso — murmuró Cale, ahora visiblemente ruborizada.
— Entonces no deberías haber venido tu sola — replicó On, completamente lógica.
Alberu tosió, apartando la mirada mientras Hong se acurrucaba contra su costado con una sonrisa enorme.
— Príncipe, usted debería invitarnos a dormir aquí también — dijo feliz.
—¿Eh?
— ¡Es cálido! Además también queremos dormir con mamá y usted.
Alberu no supo qué decir. Su cara ya estaba roja mientras observaba como Hong lo abrazaba y también se apoyaba contra su pecho. Miro a Cale que se había quedado quieta como si quisiera desaparecer con On aún sentada en su regazo mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.
Pero eso no fue lo peor. Eso para nada fue lo peor, esto era algo que a lo largo de los años de entrenamiento como príncipe nunca le habían enseñado a afrontar...
Pero lo peor fue cuando la puerta se abrió de nuevo.
— Buenos días Alteza, es momento de despertar, el desayuno ya está servi… — Lucía se detuvo en seco.
Sus ojos recorrieron la escena mientras estaba boquiabierta:
Cale acostada abrazando al príncipe.
Los niños sobre la cama.
Hong recostado en el pecho de Alberu.
On sentada sobre las piernas de su madre.
Y Alberu... con la expresión más confundida y avergonzada del mundo.
Lucía parpadeó... Abró la boca... La cerró... No dijo nada... Luego se escuchó un ruido sordo detrás de ella que nadie notó por la conmoción.
Cale reaccionó instintivamente: escondió la cara en el cuello de Alberu con un murmullo bajo y vergonzoso.
— Lucía... no digas nada... no digas una sola palabra...
Alberu levantó una mano, temblando entre el querer reír y el puro pánico.
— Esto… esto no es lo que parece — dijo, con una voz más aguda de lo normal.
— ¡Lo parece bastante! — dijo Hong contento — ¡Estamos todos abrazados!
Lucía los miró un segundo más… y luego, simplemente cerró la puerta con una lentitud absolutamente sospechosa.
Silencio.
Alberu y Cale seguían en la misma posición, rodeados de mantas, niños y una vergüenza digna de una tragedia.
— Voy a tener que mudarme — murmuró Cale sin levantar la cabeza de su cuello.
— No me molestaría — respondió Alberu, todavía sonrojado — Si me dejarás quedarme también.
— Callase, Alteza.
Pero no se movió. Simplemente se quedaron allí callados con los niños encima y rezando porque esto no se volviera un problema.
Pero poco sabían el falso rubio y la pelirroja que cuando se escuchó el ruido sordo destras de Lucia, había sido Hans quien se desmayó al ver la escena que allí ocurría.
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La mesa del desayuno estaba, por primera vez en semanas, insoportablemente silenciosa.
Los niños estaban comiendo tranquilos. Lily tarareaba una canción. Basen hojeaba un libro mientras untaba mantequilla como si no escuchara nada. Pero lo hacía. Y lo sabía todo.
Lucía servía té con una sonrisa pulida que tenía filo. Hans no podía dejar de sudar, aunque el clima era fresco. Beacrox… Beacrox estaba de pie, de brazos cruzados, apoyado contra la pared con el ceño fruncido y la mirada fija en Alberu.
El príncipe heredero, vestido impecablemente, con su cabello dorado perfectamente peinado, y su hechizo activado de nuevo, no podía ni levantar la mirada de la taza de té que sostenía entre ambas manos.
Y al centro de todo, Cale. Bebiendo su té con absoluta indiferencia, como si no sintiera los diez pares de ojos sobre ella.
— Entonces... — comenzó Lucía con voz dulce — ¿durmieron bien anoche, su alteza?
El té de Alberu tembló en su taza. Tosió.
— Eh… sí. Muy bien. Gracias por… la hospitalidad.
— No hay de qué. —Lucía alarmante. — Aunque claro, su habitación debía estar más ocupada de lo habitual.
Hans soltó un quejido.
Entonces Cale suspiro y levantó su mirada hacia Hans.
— Hans, hace rato que estás temblando... — dijo mientras tomaba una galleta en su mano. — ¿Qué pasó? Dilo en solitario...
Hans se puso aún más pálido. El plato con postres temblando en sus manos mientras tragaba en seco al ver a Cale y luego al príncipe.
— Yo... Yo los ví... En la mañana yo los ví... A usted y al príncipe durmiendo juntos cuando L-Lucia fue a despertar al príncipe...
La sala se volvió más silenciosa. Lily se quedó en silencio antes de mirar a su hermana y Basen dejó caer el libro en la mesa antes de mirarla también.
Cale detuvo la galleta a centímetros de su boca y Alberu se ahogo con su té haciendo que Lucia se acercara con una servilleta. Beacrox por su parte presionó la mandíbula.
— Yo... Yo sé lo dicho al conde... — su voz se volvió más aguda y se encogió un poco.
Está vez, la galleta en la mano de Cale cayó en la mesa y ella se quedó mirando a Hans con el ceño fruncido. Alberu por su parte se puso pálido, literalmente su piel perdió color.
— ¡¿Qué hiciste qué?!
— ¡Yo no lo dije con mala intención! — soltó, mirando a Cale con desesperación — El conde preguntó dónde estaban y… y Lucía ya sabía y yo…
Beacrox chasqueó la lengua.
— Así fue.
Cale bajó la taza, con total calma.
Tanto ella como Alberu habían escuchado los susurros de los demás sirvientes mientras venían hacia aquí, susurros que decidieron ignorar por su salud mental.
Pero ahora, ahora esto había escalado demasiado...
— Si hablamos de los rumores, sí. Estuve en su habitación. — terminó admitiendo Cale.
—¡Hermana! — dijo Basen algo avergonzado y sonrojado mirando a Cale.
— ¿Y no pensaste en las apariencias? — dijo Beacrox con frialdad — ¿En que eso podría causar un escándalo?
Todos estaban tan conmocionados que nadie reprendio a Beacrox por hablarle así a su joven señorita.
—No lo pensé. Me desperté por una pesadilla y entré. Así de sencillo.
Alberu casi se atraganta. Y se giro para mirarla con un sonrojo en sus mejillas.
— ¡Cale, no digas eso tan... así!
— ¿Cómo querías que lo digas?
- ¡Nariz! ¡Menos directo!
Beacrox me apretó los dientes.
— ¿El príncipe te pidió que te quedaras? —preguntó Basen ahora mirando con seriedad a Alberu.
— No — dijo Cale, mirándolo directo a los ojos — Fui yo quien lo obligó a dejarme quedarme en su habitación.
La sala entera se enmudeció.
— ¿Lo obliga...? — repitió Lucía, incrédula y un poco divertida.
—Entré sin permiso y no quise irme —continuó Cale—. Le dije que no quería volver a dormir sola. Él no me hizo eco. Fin del relato.
Hans se cubrió la cara. Y Lucia cubrió su boca con una mano para reprimir una risilla.
Beacrox caminó hacia la mesa y se detuvo junto a Cale.
— No me importa si estás comprometido — dijo en voz baja, solo para ella — Sigue siendo mi deber protegerte.
—Beacrox...
— Y no me importa si es un príncipe. Si llega a aprovecharse de ti mientras duermes... — miró directamente a Alberu, sus ojos duros — Lo hago picadillo. ¿Entendiste?
Alberu tragó saliva con dificultad.
— Lo juro... no hice nada. Solo... dormimos. Separados.
— ¡Estaban abrazados! —gritó Hong con entusiasmo.
On le pegó con una cucharita en la cabeza.
— ¡Cállate, traidor!
Cale suspiró con cansancio.
—Basta. Ya estás. El tema se terminó.
— Para ti quizás — dijo una voz desde la puerta.
Todos se giraron.
El conde Deruth Henituse, con una expresión seria y el ceño levemente fruncido, entró en el comedor. Su mirada pasó de Hans (que se encogió), a Lucía (que le escuchó), y finalmente a su hija y al príncipe, sentados uno al lado del otro.
— Príncipe Alberu — dijo Deruth — ¿Podemos hablar en privado después del desayuno?
Alberu palideció aún más, si es que eso es posible.
—...Por supuesto.
Cale bebió su té como si no tuviera nada que ver con el escándalo.
Y de cierto modo, así era. Ella solo quería dormir.
Pero el mundo, como siempre… se empeñaba en hacer todo complicado.
________
Después del desayuno, mientras todos regresaban a sus rutinas con distintos niveles de vergüenza o fascinación, Alberu fue guiado por Hans hasta el despacho del conde.
No dijo nada en el camino. Caminó recto, las manos a la espalda y los nervios perfectamente contenidos bajo la máscara de la nobleza.
Pero por dentro... Por dentro era un desastre.
Cuando se abrió la puerta del despacho, Deruth estaba allí. De pie, junto a la ventana, con una taza de café humeante en la mano.
— Alteza — saludó sin reverencia, como era costumbre entre nobles de igual jerarquía dentro de la mansión.
— Conde Henituse — respondió Alberu con seriedad, haciendo una leve inclinación — Gracias por recibirme.
Deruth señaló una de las sillas.
— Siéntese, por favor. Esto no será una reprimenda… aunque sí necesito claridad.
Alberu ascendió y se sentó. Sus manos estaban entrelazadas sobre sus rodillas.
— Entiendo que lo de anoche puede haber parecido…
— Inaceptable... Inapropiado... — refrigerador Deruth sin levantar la voz — Y sin embargo, no estoy aquí para acusarlo.
Alberu lo miró con una mezcla de sorpresa y cautela.
— ¿No lo está?.
— No. Porque mi hija ya lo hizo.
El príncipe parpadeó.
— ¿Perdón?
—Cale fue clara. Dijo que lo obligó a dejarla quedarse. Que fue decisión suya. Y si algo he aprendido de mi hija es que cuando toma una decisión, es muy difícil hacerla cambiar de opinión.
Alberu soltó un suspiro sin darse cuenta. Deruth lo observará unos segundos más, luego caminó hasta el escritorio y apoyó la taza. Se mantuvo de pie.
— Sin embargo, quiero hablar con usted como padre, no como conde.
Alberu se tensó de inmediato. Se puso recto. Listo para cualquier pregunta o juicio.
— Sé que el compromiso fue impulsado por intereses políticos — dijo Deruth con voz serena —. Sé que fue una orden del rey. Pero mi hija... Cale... no es un simple peón en un juego de poder.
Alberu abrió la boca, pero Deruth levantó la mano.
—No lo digo por usted. Hasta ahora ha sido respetuoso. Pero quiero asegurarme de que lo siga siendo.
— Lo seré — dijo Alberu enseguida — Le aseguro que nunca tocaría a su hija sin su consentimiento. Lo juro por mi honor como príncipe y como caballero de Roan.
—No me interesa su título en este punto —murmuró Deruth—. Me interesa su intención.
Hubo un silencio.
Alberu lo sostuvo con la mirada. Luego, bajó los ojos y habló con sinceridad.
— Mi intención... es quedarme, entenderla. Acompañarla, si me lo permite.
No solo por deber. Sino porque quiero... Porque realmente la quiero...
Aunque se ruborizó un poco Alberu decidió ser sincero con su posible futuro negro.
Deruth avanza lentamente, como si ya lo supiera. Después de todo reconocer ese brillo en los ojos del príncipe, era el mismo brillo con el que él alguna vez vio a la madre de Cale.
— Entonces necesito anunciarle de algo. — Hizo una pausa — Cale ha estado teniendo pesadillas desde hace un tiempo. Anoche fue una de muchas. Sospecho que no fue casualidad.
— ¿A qué se refiere?
Deruth caminó hacia un mueble y sacó una carpeta cerrada con sello rojo. La colocación sobre el escritorio, frente a Alberu.
—Amely Tolz. ¿Le suena el apellido?
— Tolz... ¿Relación con Neo Tolz, el sirviente de Venion Stan?
—Su hermana. —Ascendiendo el Conde.
Alberu entrecerró los ojos.
— ¿Y qué tiene que ver ella con Cale?
—Envidia. Celos. Y poder. — respondió el conde con simpleza — Esa mujer ha intentado dañar a mi hija más de una vez. Ha enviado mercenarios a capturarla en ocasiones anteriores. Nunca ha tenido éxito, pero eso no significa que no lo siga intentando.
— ¿Y lo de las pesadillas…?
— No son solo sueños — dijo Deruth con voz grave —. Son respuestas del cuerpo a una amenaza persistente. La última emboscada fue antes del incidente en la capital, cuando Cale viajaba hacia allí.
Deruth frunció el ceño y apretó su puño contra su escritorio.
— Cale no quiso decir nada... Me enteré por la boca suelta de Hans... — golpeó la mesa con enfado. — en esa ocasión esos malditos mercenarios casi abusan de mi hija...
Alberu apretó los dientes. Su espalda recta, su mirada ahora seria y molesta.
— ¿Por qué no fue informado el castillo? Un noble de menor rango como la señorita Amely puede ser castigada severamente... — Alberu presionó los documentos en sus manos mientras miraba al conde en busca de respuestas.
— Porque no confiamos en todos dentro del palacio. — Deruth lo miró con intención — Pero ahora que usted está aquí… quiero que lo sepa. Porque si realmente quiere quedarse al lado de mi hija, tendrá que saber quiénes son sus enemigos.
Alberu bajó la mirada a la carpeta. Luego volvió a ver al conde.
—Gracias por decirme. No lo voy a ignorar.
Deruth asintió, satisfecho.
—Entonces estamos de acuerdo. Cale necesita más que protección. Necesita alguien que esté dispuesto a caminar con ella, incluso cuando la amenaza no se ve.
—Yo lo haré.
— Veremos si puede mantener esa promesa — dijo el conde, dándole una palmada en el hombro antes de regresar a su escritorio — Pero por lo pronto… se ganó una oportunidad.
Alberu ascendió. Y al salir de ese despacho, llevaba algo más que vergüenza por el abrazo matutino.
Llevaba una promesa hecha a un padre.
Y un enemigo nuevo al que no podía ignorar.
_______
Mientras Alberu se reunía con el Conde, Cale había sido llevado a su habitación, acompañado solo por un Beacrox enojado y con una Lucia casi cansada.
Ahora mismo, la habitación estaba en completo silencio.
Beacrox estaba de pie, firme como una estatua junto a la ventana, con los brazos cruzados y el ceño apenas fruncido.
Cale, sentado en el sillón con las piernas cruzadas y una taza de té entre las manos, lo miraba como si no entendiera por qué estaba tan molesto. Lucía, de pie a un lado, sostenía una bandeja con calma, aunque sus ojos iban de uno al otro, tratando de contener la tormenta helada entre la joven señorita y su Beacrox.
—Entraste a su habitación en medio de la noche —dijo Beacrox finalmente. Su tono era plano. Aparentemente tranquilo. Pero el filo estaba en cada sílaba. — Te quedaste... Dormiste en su cama... Lo abrazaste...
— Estaba cansada — respondió Cale, como si hablara de cualquier otra cosa.
—No importa.
— Tenía frío.
— No es relevante.
— Tuve una pesadilla — dijo por último, sin emoción. — No quería volver a dormir sola.
Beacrox la observará en silencio unos segundos más. Luego bajó la mirada a sus propias manos, como si buscara la forma exacta de continuar.
— ¿Pensaste en las consecuencias?
— Me dormí — dijo ella, bebiendo un sorbo de su té — Eso fue consecuencia suficiente.
Lucía suspir y dej la bandeja sobre una mesa baja. Se acerca a Beacrox y acaricio suavemente su brazo para tratar de calmarlo.
—Beacrox...
— No, Lucía — la interrumpió él, sin elevar la voz — Ella debe escucharlo.
Se volvió completamente hacia Cale, y ahora sí, la miró directo a los ojos.
— Todo el personal lo sabe. El conde lo sabe. Los niños lo vieron. No eres una plebeya escondiéndose entre las sombras. Eres Cale Henituse. Y el príncipe heredero estaba en tu cama esta mañana.
— Técnicamente yo estaba en la de él — murmuró Cale, corrigiendolo.
— No se trata de eso — dijo Beacrox, y esta vez hubo algo más en su tono. Algo que dolía.— No actúes como si no te afectará. Como si no entendieras lo que implica.
— ¿Qué quieres que diga? — preguntó Cale, por fin dejando la taza — ¿Que me arrepiento? No lo hago. ¿Que estuvo mal? No me pareció.
Cale dejo la taza de té en la mesa chica y se cruzó de brazos.
— He dormido mejor que en meses, no me voy a arrepentir de lo que hice.
Beacrox presionó la mandíbula.
— No te das cuenta… o no quieres darte cuenta… Pero no eres intocable, Cale. No importa cuántos títulos te den o cuánta gente te tema. Hay quienes te están mirando y esperando que falles.
—Ya estoy acostumbrada a eso. Se lidiará con ello...
— Yo no me acostumbro... Y mucho menos estoy dispuesto a aceptarlo...
El silencio que siguió fue denso.
Lucía se acercó un paso hacia ella, intentando suavizar la tensión en la sala.
— Solo está preocupado. Lo sabés joven señorita...
Cale no respondió. Beacrox caminó un par de pasos hacia ella, sin quitarle la mirada.
—Ron no está. Y alguien tiene que decirte esto.
Cale alzó el rostro, orgullosa a pesar del escalofrío que sintió en su espalda.
— ¿Y qué diría Ron, entonces?
Beacrox no dudó.
— Que te estás dejando cuidar por alguien que todavía no conoce del todo. Y que si lo hizo por necesidad, está bien. Pero si lo haces por impulso… te estás traicionando a ti misma.
Eso sí le dolio. Cale bajó un poco la mirada.
Lucía se arrodillo frente a ella, más suave.
— Solo queremos que estés bien. Que sepas lo que estás haciendo. Porque no eres alguien solo, Cale. Nos tienes a nosotros. A los niños. A tu familia...
Beacrox no añadió nada. Solo esperaba.
Finalmente, Cale exhaló y volvió a tomar su taza, sin mirarlos.
— No fue un impulso. Fue una decisión.
Beacrox ascendió una sola vez. No dijo más.
Y cuando se dio media vuelta para irse, solo dejó una última frase en el aire:
— Espero que no te arrepientas.
La puerta se cerró. Y solo entonces, Cale dejó escapar un largo suspiro.
Lucía, aún allí, le puso una mano en el hombro con ternura.
— El problema con los hermanos mayores — murmuró — es que les duele más de lo que quieren admitir.
Cale no dijo nada.
Pero en sus ojos, por primera vez en toda la mañana, se le notó el cansancio real.
—Él interrogará a Alberu.
— Si... Eso hará — dijo finalmente Lucia.
_______
La sala de entrenamiento estaba desierta a esa hora. El aire olía a madera ya aceite de espadas. La luz entraba por los ventanas altos, proyectando sombras largas sobre el piso pulido.
Allí, esperaba a Beacrox, con los brazos cruzados, apoyado contra una de las columnas, completamente erguido. El delantal del chef había sido reemplazado por ropa de entrenamiento oscura. Frío. Imperturbable. Y mortalmente serio.
La puerta se abrió. Alberu entró.
Fue interceptado por Beacrox ni bien salió del estudio del Conde. Por lo menos tuvo tiempo de ponerse algo más ligero antes de llegar a la sala se entrenamiento.
— ¿Me llamaste?
Beacrox no respondió de inmediato. Solo lo miré. De arriba abajo. Como evaluando si valía la pena gastar palabras.
— Sí — dijo al fin, con voz grave — Y me sorprende que haya venido alteza.
— Habría sido más sospechoso no hacerlo — respondió Alberu, con una sonrisa tensa pero educada.
Beacrox no sonrió.
—Estuvo en la cama con Cale.
Fue directo al punto. Alberu agradeció eso, pero aún así se sentía cansado por esta situación.
— No pasó nada inapropiado. — se apresuró a contestar, calmado y sincero.
— Pero pasó.
—Sí.
Beacrox dio un paso adelante. La distancia entre ambos se reduce.
— ¿Y piensa que eso se resuelve con una sonrisa real y modales impecables?
— No vine a justificarme con cortesías, señor Beacrox.
— Entonces, ¿a qué vino su alteza?
Alberu lo miró, manteniendo la postura firme.
— A enfrentar lo que haya que enfrentar. Y a preguntarte algo también.
Beacrox dejó una ceja.
— Hable.
— El conde Deruth me habló esta mañana de una mujer. Amely Tolz.
Algo en el rostro de Beacrox cambió. Sutil. Pero se notó la mueca de disgusto al mencionara esa mujer.
— ¿Qué te dijo?
— Que ha intentado dañar a Cale en más de una ocasión. Que la envidia. Que la ha intentado capturar. Y que podría ser la causa detrás de las pesadillas que está teniendo últimamente.
Beacrox bajó la mirada por un segundo, como si evaluara cuánto decir. Luego ascendió.
—Todo eso es cierto. Amely Tolz es peligrosa. Astuta. Caprichosa. No actúa por ambición, sino por celos. Y eso la vuelve más inestable.
— ¿Celos de qué?
—De no ser Cale.
Silencio.
— La odia porque Cale nunca intentó brillar. Porque nunca compitió. Porque, aún así, siempre fue más querida. Más respetada. Más temida.
— ¿Y los intentos de secuestro?
— Manda mercenarios. Usa conexiones con la nobleza corrupta. Su hermano, Neo Tolz, trabaja con Venion Stan. Ambos saben manipular a la gente como si fueran piezas.
Alberu se quedó callado unos segundos.
— ¿Sabes todo esto?
Beacrox lo miró como si le preguntaban si el cielo era azul.
—Por supuesto. ¿Qué crees? ¿Que Cale no toma nota de quién la odia? Solo que... no lo muestra. No habla de eso. Solo actúa si la provocan.
— Entonces… ¿las pesadillas son por eso?
—probablemente. — Bajó la mirada por un momento — Cale no lo admite, pero carga más de lo que deja ver. Usted vio solo una grieta. No se equivoque. Hay tormenta detrás.
Alberu asintió en silencio.
— El conde mencionó que la última vez que intentaron secuestrarla, fue durante su viaje a la capital antes del incidente terrorista...
Beacrox ascendió pero vio algo en la mirada del príncipe quien continuo su pregunta.
— Intentaron abusar de ella... ¿Es eso cierto?
—Lo es
Con la confirmación la mirada de Alberu se ensombrecio, su mandíbula se tenso. Beacrox que notó eso, decidió decirle algo más.
— Esos tipos ahora están muertos...
— ¿Es así? Es una última... Me hubiera gustado poder "charlar" con ellos — Alberu comentó con una sonrisa molesta.
Beacrox noto que el enojo del príncipe era sincero, lo hizo asentir por ello pero aún no estaba seguro de confiar en él. Entonces dio un paso más, hasta quedar frente a él. Ya no como informante... sino como hermano mayor.
— Escucheme bien, Alteza. Yo no me opongo a que estés con ella. Pero si te vas a quedar, si te vas a metro en su vida, más te vale no ser otro peso.
Alberu mantuvo la mirada. Y habló con firmeza.
—No quiero ser un peso. Quiero ser alguien que la sostenga.
Beacrox lo miró unos segundos más. Y luego, por esta vez vez, aflojó apenas el gesto.
—Te voy a observar.
—Lo esperaba.
— Y si fallas…
— ...¿Me harás picadillo? — contestó Alberu al recordar la primera "advertencia" de este chef.
Beacrox entrecerró los ojos.
— No... Eso lo va a hacer ella... Yo solo miraré... Y si ella me lo pide, si, te haré picadillo...
Alberu, por primera vez en la conversación, soltó una sonrisa real.
—Agradezca el aviso.
Beacrox ascendió con la cabeza.
—Puede irse. Pero recuerda esto alteza: Cale no es de porcelana, pero tampoco es de hierro. Es humana. Y está más sola de lo que deja ver.
Alberu ya estaba por salir, pero se detuvo.
— No va a estar sola mientras yo esté cerca.
Beacrox no respondió. Pero no lo contradijo... Y eso... ya era una aceptación.
________
La habitación estaba en silencio.
Demasiado silencio.
Cale se había quedado sola después de que Lucía cerrara la puerta. El té en su taza ya estaba frío, pero ella no se movía. Tenía los ojos puestos en la ventana, pero no estaba mirando nada en particular.
Solo pensaba...En la pesadilla.
En cómo había sentido el pecho oprimido al despertar, como si le faltara el aire.
En cómo, sin pensarlo, se levantó, cruzó el pasillo y entró a la habitación del príncipe.
¿Desde cuándo tomaba decisiones impulsivas?
Apoyó el codo en el apoyabrazos y dejó que su frente cayera en su mano. Cerró los ojos.
No fue porque necesitara verlo... No fue porque él pudiera resolver algo.
Fue porque... no quería estar sola.
Y de alguna forma, en su cabeza adormecida por el miedo, él era la primera opción.
Llevaba una semana y media conviviendo con Alberu. Lo había observado en silencio como siempre hacía.
Era astuto, elegante, molesto…
Pero también era paciente. Sabía cuándo llamar y cuándo retirarse. Y, aunque no lo decía, siempre estaba pendiente.
No sabía cómo ni cuándo había pasado.
Pero su presencia ya no le resultaba invasiva.
Al contrario.
Era cómoda.
Y esa noche, cuando lo vio dormido sobre sus papeles, en esa forma que nunca mostró, sintió algo muy parecido a la confianza.
(¿Seguridad…? ¿Me sentí segura?)-
No quiso etiquetarlo.
Pero sí sabía que cuando despertó abrazada a él, con la cabeza sobre su pecho, sin gritos, sin sobresaltos… se sintió descansada.
Por primera vez en días, no... En meses...
Y ahora todos se comportaban como si Alberu fuera el culpable. Como si él se hubiera aprovechado.
Rodó los ojos, irritada.
— Qué absurdo — murmuró para sí misma.
Ella fue la que entró.
Ella fue la que no quería irse.
Él solo se quedó en silencio a su lado. No la tocó, ni la corrió y ni siquiera preguntó demasiado.
Solo estuve allí.
Y eso fue más de lo que esperaba de alguien con su sangre.
(¿Por qué me importa tanto que los demás lo malinterpreten…?)-
No tenía respuesta. Y no quería buscarla.
Solo sabía que le molestaba. Que algo dentro de ella se irritaba cada vez que alguien lo insinuaba.
Respiró hondo y se levantó del sillón.
No tenía ganas de más charlas. Ni de más juicios.
Ya se había hecho responsable. No necesitaba disculparse por haber querido dormir tranquilamente. Y menos por haberlo hecho con alguien que, al menos por ahora… no se sentía como una amenaza.
Salió de su habitación y camino por el pasillo que estaba bañado por la luz dorada de la tarde. El aire era fresco y suave, colándose por los ventanales abiertos con aroma a jardín.
Cale avanzaba en silencio, sin prisa, con las manos entrelazadas a la espalda. Ya no buscaba nada. Solo quería alejarse un poco de las voces, del juicio, de la constante atención.
Y fue al doblar una esquina que lo vio.
Alberu, de pie, mirando por una de las ventanas del corredor, con la espalda recta y las manos en los bolsillos. Ya sin capa ni guantes, simplemente con ropas más casuales y simples. Solo él...
El hechizo activado, su apariencia “normal” de príncipe dorado y perfecto, otra vez intacta.
Ella pensó en ignorarlo y seguir de largo. Pero no lo hizo.
Y él, como si la sintiera antes de verla, giró la cabeza justo cuando ella se acercaba.
Ambos se detuvieron frente al otro.
No hablemos
Por unos segundos, solo se miraron. Y bastó.
Alberu fue el primero en intentar romper el hielo.
— Supongo que sobrevive.
— Apenas — respondió ella con tono seco, pero sin filo.
— ¿Beacrox te gritó?
— No. — Se cruzó de brazos — Fue peor. Usó lógica.
Él ascendió, como si entendiera exactamente de qué hablaba.
— Yo también fui interrogado — dijo, con una sonrisa nerviosa — Por tu padre. Y por Beacrox. Y por… la mirada de Lucía cuando venía hacia aquí. Esa fue la más intimidante, debo admitirlo.
Cale rodó los ojos con sutileza.
—Esto es molesto.
—Lo es. —Hizo una pausa. Luego bajó la mirada apenas. —Pero no me arrepiento.
Cale parpadeó.
— ¿De qué?
—De dejarte quedarte. — La miró de nuevo — No podía echarte. Aunque quisiera.
Ella no respondió. Solo bajó ligeramente la vista.
Alberto titubeó.
—¿Y tú?
— ¿Yo qué?
— ¿Te arrepientes?
Cale suspir, larga y profundamente.
— No... Dormí bien.
Y con eso, continuó caminando. Pasó por su lado con paso firme… pero antes de alejarse del todo, se detuvo.
— …Gracias — murmuró, apenas audible.
Él la alcanzó en dos pasos, caminando a su lado sin invadirla, solo compartiendo el espacio.
— Si necesitás volver a dormir bien, ya sabes dónde encontrarme.
— No empiezas con frases ridículas — murmuró, sin mirarlo.
Pero no se alejó.
Siguieron caminando juntos, sin más palabras. Y por unos metros más, el mundo dejó de molestar.
Alberu aún la miraba aunque se reojo, noto que ella aún estaba tensa ya que estaba jugando con el anillo y decidió preguntarle directamente.
— ¿Estás bien? —preguntó él, sin mirarla.
— Sí... Dormí bien...
— Lo se, lo dijiste... — Dijo con calma Alberu antes de tomar su mano y entrelazar sus dedos para distraerla un poco. — Pero pareces molesta... ¿Puedes decirme que pasa? ¿Es po lo que pasó?
Cale respiró hondo, cerró sus ojos y apretó la mano del príncipe en la suya. Luego, con un tono neutro.
— No me molestes lo que pasó.
— ¿Ni siquiera lo que dijeron?
Ella giró apenas el rostro, sus ojos clavados en los suyos.
— Lo que me molesta… es que piensen que te aprovechaste de mí.
Alberu parpadeó. No se lo esperaba. Él se detuvo haciendo que Cale se detuviera también.
Cale continuó.
— Fui yo la que entró. Fui yo la que se quedó. Y sin embargo todos te miran como si hubieras cometido un crimen.
Alberu desvió la mirada, incómodo.
— Bueno… técnicamente estábamos abrazados. Y como hombre... Bueno, sabes los comentarios sobre esas situaciones
— No me importan los malditos comentarios...
La frase quedó colgando entre ambos.
Y Alberu, sin saber muy bien por qué, se sintió más liviano.
— Gracias — dijo por fin, en voz baja.
—No es por ti. — respondió Cale, seca — Es por mí. No me gusta que me involucren en escándalos que no tienen sentido.
Alberu sonriendo y rio ligeramente antes de llevar la mano que sostenía a sus labios y besar el dorso.
— Comprendo... Pero gracias de todas formas por querer defenderme...
Cale hizo una mueca y miró hacia otro lado. Alberu simplemente sonrió y volvió a caminar con ella a su lado.
— ¿Qué tal si vamos a la biblioteca?
Esa sugerencia hizo suspirar a Cale con calma mientras lo seguía. Era una buena idea distraerse entre libros así que simplemente lo siguió en silencio, sin soltarle la mano, sin alejarlo.
Ambos en calma se alejaron de los chismes de los sirvientes y se adentraron en los libros e informes...
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Regalito 💌
Notes:
*Se desmaya epicamente y aparecen mis oc's* ✨
Itze: ¿y ustedes prefieren el chocolate blanco o el chocolate negro? 🫦
Autora: el marmolado 🫦🫦🫦🫦
Itze: ambos... Maravilloso 😻
Autora: hola pollitos, volvimos rápido está vez 💃🏻
Itze: lo sé, lo sé, solo te demoraste una semana, que orgullo la verdad... Pero sería hermoso que hagas lo mismo con los otros fanfics
Autora: *se hace la tonta y se pone a silvar mirando hacia otro lado*
Itze: tks tks... Ignorame nomás, siempre lo haces
Autora: bueno bueno... ¿ No es súper lindo el AlCale? ✨ *Cambia de tema como si nada*
Itze: *roda los ojos* si, son bellos, se merecen el uno al otro y LPM necesito a un Alberu en mi vida 😩
Autora: si, lo sé... Pero Lucia intentando calmar a Beacrox 🫦
Itze: Beacrox como el mejor hermano y con Lucia como la mejor cuñada... Me da años de vida 🙌🏻
Autora: lo sé.. lo sé... La mejor pareja hetero... Jiji
Itze: ¿Cuando aparece el cachorro? Necesito ver su reacción a su joven señorita comprometida...
Autora: creo que sería en el próximo capítulo, aún no lo he decidido... Pero falta mucho para ¿eso? No sé... No sé...
Itze: en fin... ¿Eso significa que vas a desaparecer ahora?
Autora: ... Si... Por un mes... Quizás...
Itze: *se agarra los pelos en frustración y llora* nos abandonas siempre... No es justo
Autora: lo siento pero como ser universitario necesito estudiar para rendir exámenes y para poder recibirme... Para luego poder trabajar y ser un ser humano sustentable *llora en depresión* ojalá ser una mantenida... Te entiendo totalmente Cale, ojalá ser una holgazana para siempre 😭
Itze: *niega con la cabeza y se acerca a consolarla* en fin... Nos vemos en otro momento pollitos 🥰
Autora: *aún llorando* snif... Que tengan un lindo día, tarde o noche... Snif 😩✨
Chapter 45: 44. Convivencia (3)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Los siguientes días pasaron con tranquilidad.
Si, hubo rumores en el medio debido a la situación en dónde encontraron a la joven heredera de la casa durmiendo en la habitación del principe heredero, pero fue desvaneciéndose con el tiempo ya que al fin y al cabo estaban comprometidos.
Desde el punto de vista de Cale, adaptarse a este nuevo integrante no fue complicado aunque... al principio fue molesto.
Demasiado molesto.
Tenía un ritmo, una rutina. Levantarse, tomar el té, leer, lidiar con los niños, evitar responsabilidades y dormirse lo antes posible. Así era su vida en la mansión Henituse. Una vida controlada, perfectamente inútil —como le gustaba.
Y luego… tuvo que invadir una luz brillante.
Alberu Crossman, príncipe heredero del Reino metido en su casa. En la habitación contigua a la suya, caminando por los mismos pasillos, sentándose en su sala. Respirando el mismo aire.
Siendo demasiado elegante, demasiado tranquilo... Demasiado observador.
No había pasado ni una semana y él ya se sabía su rutina. Ella se dió cuenta, lo noto de inmediato.
Cómo él le preparaba el té como a ella le gustaba sin preguntarle...
Cómo él le acercaba una manta sin decir nada cuando se quedaba dormida en el sofá...
Cómo se quedaba en silencio justo cuando ella más lo necesitaba...
No lo soportaba.
Mentira. Sí lo soportaba. Y ese era el problema.
Cuando lo escuchaba reír con los niños, fingía que no lo notaba...
Cuando hablaba con Basen sobre política con esa voz calmada y firme, ella simplemente dejaba el libro sobre el pecho y cerraba los ojos, como si no escuchara...
Cuando se tomaba el tiempo de peinar a Lily y a On, ella disimulaba su sonrisa...
Y cuando se sentaba junto a ella en el sofá, sin decir nada, solo leyendo o escribiendo, ella… lo permitía.
A veces, incluso, se apoyaba levemente en su hombro. Solo por comodidad, (su constante excusa desde que este hombre decidió descaradamente pedirle ser su prometida.) …Y porque su presencia la calmaba más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Y era molesto lo mucho que se estaba acostumbrado a la presencia de Alberu, era molesto saber que incluso de forma inconsciente encontraba comodidad en su presencia.
Cale no sabe cómo nombrar lo que siente.
Y por primera vez en mucho tiempo duda de sus acciones y comportamientos cuando esté maldito principe está cerca suyo.
Un día ella se encontraba sola en su habitación.
Estaba terminando su desayuno en la paz de su habitación. Por primera vez sola desde hace un tiempo ya que en esta ocasión los niños se habían despertado temprano y fueron a jugar. Y Alberu por su parte estaba adelantando el trabajo acumulado que había dejado de lado.
Cale estaba muy tranquila recostada contra el sofá comiendo unas galletas preparadas por Alberu, que se negaba a admitir que eran sus favoritas, hasta que Lucía entró en su habitación cargando una caja.
Una caja elegante de color negro, con moño dorado y que tenía una nota.
Cale levantó una ceja.
— No es mi cumpleaños.
— Tampoco es un funeral — respondió Lucía con una sonrisa tranquila — Aunque si sigues con esa cara, podrías protagonizar uno.
Cale rodo los ojos antes de ignorarla y tomar la caja en sus manos. Algo curiosa por su contenido.
Dentro de esta, cuidadosamente doblado, había un conjunto de ropa de dos piezas. Cale se sorprendió mientras descubria la ropa sacándola com sumo cuidado de la caja.
El conjunto era de tela satinada, la parte superior era una camisa color borgoña profundo, con bordado de flores en el pecho mientras que la parte interior era un pantalón negro con un bordado de flores en bordo en el lado izquierdo.
Fino... Detallado... Elegante sin ser ostentoso.
Claramente costoso ya que los bordados de flores tenían incrustaciones de rubí en ellos.
La pelirroja se quedó mirando demasiado tiempo el conjunto, luego bajo la mirada hacia el moño de la tapa de la caja en dónde había una nota escrita con esa letra perfectamente elegante que ya conocía.
______
"Supuse que no odiarías la seda. Espero que esto sea más cómodo que un vestido."
— A.
_______
Cale cerró la nota. Muy despacio.
Se quedó haciendo una mueca mientras miraba la nota en su mano y luego al conjunto que ahora estaba a su lado en el sofá.
Lucía la observaba con ese brillo en los ojos que usaba cuando quería hacer preguntas, pero se contenía por respeto a su integridad física.
— ¿Del príncipe? — preguntó con inocencia entrenada.
Cale no respondió.
Solo se quedó frunciendo los labios y mirando el conjunto.
(Ridículo.)- pensó.
Se acordó de la vez que le comento que prefería los pantalones a las faldas, pero que lo haya recordando y encima le haya regalado algo como esto la hizo sentir extraña.
Miro una vez más el conjunto.
Era hermoso, no demasiado extravagante, no demasiado simple... Era lo que sin duda ella usaría y destacaría de todas formas.
Y lo peor: era de su talla exacta.
(Claro que lo era. Maldito príncipe.)- pensó ella mientras miraba hacia otro lado.
No entendía por qué lo hacía. Ya tenían un compromiso político sellado. ¿Para qué molestarse con estas muestras teatrales de afecto?
(¿Será porque lo siente… de verdad?)- sin embargo descartó esa idea casi de inmediato.
-Lo negaría siempre a pesar de que en fondo sabía cual era la verdad.-
No. No. Era solo protocolo. Tradición. Imágenes que quedarían bien en un retrato real.
Sí, eso tenía más sentido.
Y sin embargo...
Cuando se probó el conjunto, por curiosidad, por presión, o por algún motivo inexplicable que prefería no analizar, y para su sorpresa le quedó perfecto.
Demasiado perfecto.
Se miró en el espejo y se odió por un segundo.
Porque se veía bien. Porque el color le resaltaba el cabello. Porque el escote no era vulgar, pero sí lo suficiente como para que supiera que Alberu lo había elegido con cuidado.
Porque al mirarse, pensó en cómo la vería él.
Y eso la molestó. Mucho más de lo que admitía.
Cale se miró una última vez al espejo.
Solo para asegurarse de que no había ninguna arruga en el pantalón. No porque le importara cómo se veía.
Obviamente no.
(Claro que no.)- reafirmó en su mente.
Luego salió de su habitación como si no estuviera haciendo nada fuera de lo habitual.
Como si no llevara puesto un conjunto de seda carísimo bordado con rubíes que claramente había sido elegido pensando en ella.
Caminó por los pasillos con total normalidad. Como si estuviera en uno de sus vestidos simples de siempre.
Los sirvientes que la cruzaban abrían los ojos apenas, pero no decían nada. Solo bajaban la cabeza, como les correspondía.
No era la primera vez que la veían con ropa lujosa. Pero sí era la primera vez que la veían resaltar así, se veía cómoda y segura en ese atuendo.
Cale ni siquiera se inmutó, ya era molesto.
Molesto porque lo notaban. Molesto porque a ella también le parecía que el conjunto era demasiado cómodo. Molesto porque, mientras caminaba, no podía dejar de pensar en cómo iba a reaccionar Alberu al verla.
Y entonces, dobló el pasillo… y lo vio.
Él también venía por el corredor, leyendo un pequeño documento que sostenía con una mano y con la otra guardada en el bolsillo.
Llevaba su ropa habitual: pantalón oscuro, camisa clara, chaleco bordado y el cabello peinado como siempre… pero más relajado, más propio de él.
Cuando la vio, se detuvo.
Sus ojos subieron del documento al rostro de Cale… Y luego bajaron...Y se detuvieron.
Alberu no dijo nada en el primer segundo. Ni en el segundo. Ni en el tercero.
Solo la miró, como si su cerebro estuviera intentando guardar para siempre esa imagen en la memoria.
Cale alzó una ceja.
— ¿Qué?
— Nada. — Él sonrió — Simplemente… te queda perfecto...te ves hermosa...
Ella se encogió de hombros y miro hacia otro lado, ignorando el hecho que sus mejillas se sonrojaron ligeramente por el cumplido.
— Estaba encima del sofá. Lucía me insistió. Era eso o un vestido con corset. Y no estoy de humor para morir asfixiada hoy.
Alberu soltó una risa suave, esa que escondía entre dientes cuando se sentía demasiado feliz como para controlarse.
— Entonces… ¿lo estás usando porque fue casualidad?
— Claramente.
— …No porque te haya gustado.
— Ni un poco.
— Entiendo. — Su sonrisa creció. — Qué suerte la mía.
Cale frunció el ceño.
— ¿Suerte por qué?
— Porque estás usando lo que te regale a pesar que solo fue "por casualidad".
Ella lo miró con desdén.
— Eres insoportable.
— Y tú eres preciosa. Especialmente con ese conjunto puesto.
Cale desvió la mirada como si le hablara una pared.
Pero su oído estaba demasiado rojo para pasar desapercibido.
Alberu, por supuesto, lo notó. Y por supuesto, **no dijo nada.**
— ¿Almorzamos? — preguntó ella, secamente.
— Contigo siempre. — respondió él, sin perder esa expresión encantada que no se molestaba en ocultar.
Y entonces le ofreció su brazo.
Cale lo miró con ese gesto de leve molestia que usaba cuando alguien se salía del guion que ella quería escribir. Pero, tras unos segundos, tomó su brazo con elegancia, con resignación y con una comodidad que no quería analizar demasiado.
Comenzaron a caminar lado a lado por el pasillo, su brazo enlazado al de él.
Cale con el mentón en alto, pretendiendo que no le importaba.
Alberu con una sonrisa satisfecha, conteniendo las ganas de mirarla cada dos segundos.
Y aunque ella no lo mirara directamente… Cale caminaba un poco más erguida que de costumbre.
Porque sabía que él la estaba mirando. Y eso, aunque no lo admitiera, no le disgustaba tanto como debería.
…
El comedor estaba iluminado con luz natural, las ventanas abiertas dejando entrar la brisa fresca del mediodía. La mesa estaba servida con esmero: platos delicados, copas de cristal, y un aroma cálido que venía de la cocina, donde Beacrox supervisaba todo con su ceño permanente.
Cale y Alberu entraron juntos.
La conversación se detuvo por un instante.
Lucía estaba sirviendo jugo cuando levantó las cejas, Hans, que llevaba panecillos, se quedó congelado un segundo. Los niños, ya sentados, giraron de inmediato las cabezas.
Y al fondo, Deruth y Violan, ya acomodados en la mesa, también alzaron la vista y los vieron.
Vieron a su hija entrando del brazo del príncipe heredero. Con pantalones y camisa de seda y rubíes.
El silencio duró tres segundos.
— ¡Mamá! — exclamó Hong, de pie en la silla — ¡Te ves como una reina de los cuentos!
— Es un buen conjunto… — murmuró Basen con diplomacia, aunque se notaba que estaba evaluando cada puntada como si fuese parte de un informe militar.
— Qué extraño — comentó Lily con una mirada curiosa — Nunca usás pantalones tan bonitos cuando sales conmigo al jardín.
Cale no dijo nada. Solo soltó el brazo de Alberu y caminó hacia su silla con total normalidad. Como si nada de eso fuera importante. Como si no hubiera entrado en la sala envuelta en seda y acompañada del hombre más codiciado del continente.
Pero Violan, con su sonrisa refinada y cortante como una daga de plata, fue la primera adulta en hablar.
— Es un conjunto exquisito, Cale. ¿Es nuevo?
Cale se sirvió agua con total tranquilidad.
— Estaba en mi habitación.
— Qué conveniente — replicó Violan, tomando un sorbo de té con una expresión que claramente quería decir "Ajá, claro".
Deruth se aclaró la garganta. Él había notado el detalle desde el principio.
El color. El bordado. El tipo de prenda. Y el molesto brillo en los ojos de ese príncipe descarado.
— Es… inusual — dijo, con tono neutral — Pero si te hace sentir cómoda…
Cale alzó una ceja sin levantar la mirada.
— Es mejor que estar asfixiandome usando un corset, Padre.
Deruth se cruzó de brazos, rindiéndose sin rendirse.
— Solo digo que antes usabas cosas más… tradicionales. Sabés que la imagen publica es importante...
— Estoy comprometida, ¿no? — respondió ella con tono neutro — Ya no tengo por qué fingir ser la dama ideal. Ya me atraparon.
Hans se atragantó. Lucía soltó una carcajada muy poco apropiada para una sirvienta.
Y Alberu… Alberu sonrió como si acabara de recibir la mayor victoria del mes.
— Esa fue una declaración peligrosa, Lady Cale — comentó con suavidad, sentándose junto a ella — Pero me honra saber que ya se considera atrapada.
Cale ni lo miró.
— No pongas palabras en mi boca, Alteza.
— Nunca me atrevería — murmuró él, sin dejar de mirarla con adoración mal disimulada.
El dragón negro invisible, que dormía acurrucado cerca del respaldo de la silla de Cale, murmuró algo como “Qué tontos...” antes de girarse y seguir durmiendo.
Violan no dejó de mirar a su hijastra en ningún momento. Luego, como si nada, sonrió y dijo:
— Me alegra que te sientas cómoda en tu propia casa. Y con tu futuro esposo, claro.
Cale sintió cómo el rubor le llegaba a la nuca.
Y Alberu, por supuesto, la miró justo en ese instante.
— Yo solo quiero que Cale sea ella misma — dijo, sincero — Sea con vestidos o con pantalones. Solo… que sea ella.
Hans dejó caer una cuchara.
Deruth suspiró. Violan disimuló una sonrisa.
Y Cale, apretando la servilleta sobre su regazo, pensó que tal vez tendría que dejar de almorzar con todos juntos.
O, en su defecto, prohibirle a Alberu hablar tan abiertamente.
Porque si seguía así, iba a acostumbrarse demasiado a ser mirada de esa forma.
Y eso, por supuesto… Era molesto.
______
Esa misma tarde, en la sala de la biblioteca principal envuelta en la luz suave del atardecer. Afuera, los pájaros comenzaban a silenciarse, y dentro, solo el crepitar de la chimenea acompañaba el silencio.
Alberu hojeaba unos documentos en un escritorio lateral. Cale leía en su rincón habitual, con los pies en el apoyapiés y el pequeño dragón invisible dormido detrás de su cabeza, en forma de bolita.
On dibujaba sentada en una alfombra. Hong estaba en el suelo, jugando con unas figuras de madera, pero con los ojos inquietos, mirando de reojo a Alberu desde hacía un rato.
Hasta que no aguantó más.
— Alteza — dijo de pronto, levantándose con la figura en la mano — ¿Usted sabe cantar?
Alberu lo miró, desconcertado por la pregunta inesperada. Se apoyo contra su asiento y se cruzó de brazos mientras lo miraba con intriga.
— ¿Cantar?
— ¡Sí! ¡Como en los cuentos! Usted sabe, me refiero a esos príncipes que canta en los bailes. — Hong se acerco a su lado y apoyo sus manitos en el escritorio.— Usted es un principe. ¿Sabe cantar?
Cale levantó apenas la vista del libro.
— Eso es ridículo.
— ¡No lo es! — protestó Hong — ¡En los libros los príncipes cantan cosas lindas!
— Pero en la vida real no muchos principes saben cantar Hong.
Cala explica con calma mientras sigue leyendo. Hong solo hace puchero y se cruza de brazos.
Al ver esto, Alberu soltó una risa suave, dejando los papeles a un lado.
— Bueno… sí, sé cantar un poco. No suelo hacerlo frente a una audiencia tan exigente.
Hong levantó la cabeza y sus ojos se iluminaron de felicidad al oir esa respuesta.
— ¡Entonces cante! — insistió Hong, saltando sobre sus pies — ¡Pero no cualquier canción! Quiero una que a usted le guste. Una que diga algo de verdad.
Alberu parpadeó, sorprendido por la especificidad del pedido. Luego dirigió una mirada a Cale, que había vuelto a mirar su libro mientras fingía indiferencia ante esta situación.
Nego con la cabeza y con una sonrisa se levantó con calma y caminó hacia el piano que estaba en esa sala.
— Está bien — dijo mientras se sentaba — Una canción que diga algo de verdad… Tengo algo en mente...
Sus dedos recorrieron suavemente las teclas, probando los acordes, hasta que encontró la melodía exacta.
Entonces, comenzó.
Una introducción melodiosa solo con las teclas, luego su voz salió suave, baja, casi como un susurro honesto. Llena de esa calidez que no tiene título ni armadura.
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I like your curls, and I like your eyes
I look up at you and just see the sky
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Cale sintió que sus dedos se detenían sobre la página. No pasó la hoja.
Alberu en ese momento estaba concentrado en expresar bien sus palabras, tocando con calma y una leve sonrisa.
Hong se apresuró a sentarse en el piso muy cerca suyo, observandolo con una sonrisa.
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Through streetlights, I danced
With my heaven at night
Ooh-ooh
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Los niños lo miraban embelesados. Incluso On alzó la vista. El dragón negro abrió los ojos lentamente y en silencio se acercó hasta On y apoyo su cabeza invisible en su regazo.
Alberu cerro los ojos un momento antes de continuar.
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I never knew what I felt like
But I feel like him more
Because of you
Because of you, ooh
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Cale no quería levantar la mirada. Pero cada palabra le temblaba en el pecho. Como si, sin querer, fuera dirigida a ella.
Su mirada se perdió en los estantes llenos de libros mientras escuchaba esa suave melodía.
Alberu levantó un momento la mirada y sonrió al verla tan ensimismada y continuo .
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In the black and white, you paint the world
And I ask if colors knew
It's 'cause of you, now love is true
Because of you
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Hong estaba con la boca abierta, sorprendido por la voz tan linda del principe. En ese momento pensó que si era un verdadero principe, como en sus cuentos.
On estaba muy concentrada en la canción, acariciaba la cabeza del dragón invisible en su regazo mientras lo sentía ronronear y ella sonrió.
_Parece una canción para la humana_ le susurro el dragón a On y ella asintió.
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I like your heart, and I like its size
If two hands are open, would one intertwine?
Please, be mine
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Cale cerró el libro.
No lo miró. Pero no necesitaba hacerlo. Sabía que él la miraba mientras cantaba.
Sintió sus mejillas calientes mientras miraba hacia el lado contrario y se cruzaba de brazos.
(Este principe descarado)- pensó para ella misma -(¿Quien se cree que es como para estar cantando estás cosas delante de los niños?)
Alberu sonrió al notar que evitaba mirarlo, supuso que ella lo estaría maldiciendo en su interior.
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I never knew what I felt like
But I feel like him more
Because of you
Because of you, ooh
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Las palabras flotaban en el aire como una confesión no declarada.
Y como siempre que estaba cerca suyo… Cale no supo qué hacer con lo que sentía.
Por un momento lo miro de reojo solo para volver a apartar la mirada cuando noto que él la estaba mirando directamente, con esos ojos que decían más de lo que ella quería entender.
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In the black and white, you paint the world
And I ask if colors knew
It's 'cause of you, now love is true
Because of you
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Cuando la última nota cayó en el silencio, nadie se movió.
Hasta que Hong aplaudió como si acabara de ver magia.
— ¡Es la canción más bonita que escuché! ¡Y usted canta muy bonito!
El pequeño pelirrojo se levantó del piso y se acerco al principe para pedirle en ssielcio que lo levantará en brazos. Alberu solo rio ligeramente y eso hizo, levantando a Hong hasta dejarlo sentando en su regazo.
— ¿Es así? Me honra saberlo
On asintió en silencio, bajando la mirada y acomodándose el cabello con una sonrisa. Esa fue una canción muy bonita, le gustó mucho.
— Si, fue muy lindo oírlo cantar, alteza
Se levantó y se acerco también a Alberu y él le acaricio el cabello con una sonrisa.
Cale por su parte aún se negaba a mirar hacia el lado de Alberu.
Cale simplemente murmuró:
— Ridículo.
Pero sus mejillas estaban teñidas de rojo. Y cuando se levantó, fue sin mirar a nadie.
Alberu, sentado en el piano con Hong en su regazo y On al lado, no dijo nada. Solo sonrió.
Porque no quería presionar demasiado. Le prometió que no presionaría nada.
Alberu se quedó sentado frente al piano. Sus dedos aún descansaban sobre las teclas.
La canción había terminado. Los niños lo rodeaban con sonrisas sinceras, palmas pequeñas aplaudiendo, y ojos brillantes como si acabaran de presenciar un cuento hecho realidad.
Pero aún se sintió vacío luego de que ella se fuera.
(¿Qué esperaba, exactamente?)- sonrió con tristeza.
Suspiró y acarició el cabello de Hong con la misma mano con la que antes había pulsado cada nota. El niño lo miraba como si acabara de subir al cielo y volver.
Pero la única persona cuya reacción esperaba…
Se había levantado sin una palabra.
Eso dolía. No lo admitiría, pero dolía.
Los niños no entendían. No podían saber que esa canción, suave y melódica, había sido una confesión encubierta.
Porque era más fácil cantar que decirlo.
Más fácil expresar con música lo que no se atrevía a poner en palabras.
Porque sabía. Sabía que Cale era difícil de alcanzar. Que su corazón estaba encerrado en diez capas de hielo y acero. Que ella no entendía cómo se sentía él.
Que quizás, no quería entenderlo.
Y aún así… había cantado.
Para ella.
No para los niños. No para la imagen del príncipe perfecto.
Para la pelirroja que lo insultaba con un ceño fruncido y se recostaba en su hombro sin darse cuenta.
Para la persona que lo hacía sentir real.
Pero ella se había ido.
Se quedó en silencio unos minutos más, permitiendo que Hong descansara en su regazo, escuchando el murmullo tenue de On que ahora tocaba algunas teclas del piano.
Pero su mirada no volvió a relajarse. Su pecho no volvió a latir con calma.
(¿La incomodó? ¿Fue demasiado? ¿Le molestó que la mirara así…?)-penso con pesar.
Alberu se levantó con cuidado, depositando a Hong en la alfombra con una sonrisa que no alcanzaba a sus ojos.
— Me voy a retirar. — dijo con amabilidad — Creo que es suficiente espectáculo por hoy.
— ¿No va a leer más? — preguntó Hong con un puchero.
— Mañana, pequeño caballero. Hoy tengo que trabajar un poco. — dijo, guiñándole un ojo.
On le agradeció en voz baja. Hong lo abrazó como si fuera una figura mítica.
Pero Alberu apenas sintió nada de eso.
Caminó por los pasillos de la mansión con la sonrisa educada puesta. Saludó a un par de sirvientes. Subió a su habitación. Cerró la puerta.
Y entonces… se dejó caer en el sofá, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados.
Todo su cuerpo se relajó y al mismo tiempo, le pesó.
La canción, la mirada fugaz de Cale antes de irse, su silencio, su espalda rígida.
(¿Fue un error…?)-
Pero no lo sentía así.
No. Porque por un instante, la vio mirar diferente.
La vio detener la lectura... La vio evitar su mirada... La vio con las mejillas rojas, aunque intentara ocultarlo.
Y aunque se hubiera marchado… no lo había interrumpido.
Se había quedado. Había escuchado la canción entera.
Y eso, por ahora… era suficiente.
Porque estaba acostumbrado a no recibir nada.
Y con Cale, cada gesto… cada silencio… cada palabra a medias…
era más valioso que cualquier poema completo.
Apoyó la cabeza en el respaldo y susurró para sí mismo:
— "Because of you", ¿eh?
Una sonrisa lenta, pequeña, le curvó los labios.
— Qué estúpido soy.
Pero la sonrisa no desapareció.
Y en lo profundo, aunque no lo dijera en voz alta…
(Lo volvería a hacer.)-
— Sin embargo, creo que debería dejar de presionarla tanto...
Dijo antes de recomponerse y empezar a hacer su trabajo.
______
Luego de su huida, Cale seguía envuelta en silencio.
El murmullo de la casa ya se había apagado.
La cena había pasado, los niños estaban dormidos, y Alberu… seguramente también. O fingiendo que trabajaba mientras sonreía como si nada.
Ella, en cambio, no podía dormir.
Estaba sentada en el borde de la cama, con la manta aún sobre los hombros, las piernas colgando, los pies descalzos tocando la alfombra y la mirada perdida en algún rincón de la habitación.
Aún llevaba puesto el conjunto de seda. No tenía ganas de quitárselo.
Lo odiaba.
Mentira.
Lo odiaba porque le gustaba.
Soltó un suspiro y se levantó con fastidio, caminando lentamente hacia el espejo de cuerpo entero del rincón.
Se miró.
Ese maldito bordado. Ese color.
La forma exacta en que el escote marcaba sin exagerar.
La caída precisa del pantalón, el brillo tenue bajo la luz de la lámpara…
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"Because of you…"
~~~~~~~~
Esa línea volvió sin permiso. Y esta vez, no solo la escuchó.
La sintió como un susurro en su alma.
(¡Basta!) — se dijo a sí misma.
Se apartó del espejo con brusquedad y volvió a sentarse sobre la cama, echándose hacia atrás con los brazos abiertos, mirando el techo como si este tuviera la culpa.
Su mente la traicionaba. Volvía a la escena.
A su voz, al piano...
a los niños escuchando sin comprender…
y a ella, escuchandolo demasiado concentrada para su gusto.
¿Desde cuándo se sentía así?
(Desde la primera vez que lo vio sin máscaras. Literalmente.)- se respondió en su mente caótica.
Frunció el ceño.
No...No era solo eso.
Era la forma en la que la trataba...
La forma en que no se burlaba de sus silencios...
En que no esperaba sonrisas ni palabras bonitas...
La forma en que… la entendía sin pedir explicaciones.
Y eso era peligroso. Porque si alguien te entendía… podía hacerte daño.
Y ella no quería estar en posición de ser lastimada.
Apretó la manta otra vez, hundiendo el rostro en la tela por un segundo.
(¿Qué estás haciendo, Cale?)-
Se levantó. Cerró las cortinas. Se desvistió sin pensarlo demasiado y guardó el conjunto en una caja antes de colocarse el pijama.
Luego, sin apagar la lámpara, se metió en la cama, tapándose hasta el cuello.
~~~~~~~~
"Because of you…"
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Maldijo en voz baja y se dio la vuelta.
Pero aún podía escuchar la canción, resonando suave…
como si su pecho fuera una caja de música que no se podía apagar.
La habitación estaba en silencio.
Pero sus ojos estaban bien abiertos, fijos en la oscuridad.
La canción seguía resonando. Las palabras suaves de una voz que no debería afectarla. Pero lo hacía...
Y no solo por la canción, sino por quién la cantaba y cómo la había mirado.
Cale se giró en la cama.
No tenía frío. No tenía calor. Solo tenía esa incomodidad insoportable en el pecho. Como si algo se hubiera desajustado dentro de si.
(¿Por qué está haciendo esto?)- La pregunta se coló entre sus pensamientos.-(¿Por qué me mira así? ¿Por qué canta esas cosas? ¿Por qué… se queda?)
Porque nadie se quedaba. No con ella.
Y Kim Rok Soo lo sabía bien.
En su otra vida, todos se iban...
El mundo se iba...
Sus compañeros morían, sus amigos desaparecían o también morían, la ciudad ardía y él se quedaba.
Solo... Siempre solo...
Porque era más fácil sobrevivir así.
(Y ahora esto.)- tensó su mandíbula.
Ahora estaba aquí. En un cuerpo que no era suyo. En una familia que lo trataba con calidez. Con niños que lo llamaban “mamá” sin dudar.
Con un príncipe heredero que… que lo miraba como si valiera algo.
Como si fuera alguien que se podía querer.
Cale se tapó los ojos con un brazo.
No, no quería esto.
No quería sentir ese calor ridículo en el pecho. No quería recordar lo que era el afecto.
Porque si te acostumbrabas… dolía más cuando te lo quitaban.
Y todo lo que él había querido… todo lo que había amado en su vida anterior… Lo había perdido.
¿Qué pasa si pasa otra vez?
¿Qué pasa si este mundo también arde?
¿Qué pasa si Alberu desaparece?
¿Qué pasa si, una vez más, se queda con las manos vacías?
Sus labios se fruncieron. Su mandíbula se tensó.
— No es justo — murmuró.
No era justo que la paz se sintiera tan peligrosa. Que la ternura la desestabilizara más que el dolor.
No era justo que una canción lo hiciera temblar por dentro. Que una voz lo llevara de vuelta a ese lugar frágil… Ese lugar donde Kim Rok Soo había jurado que nunca volvería a entrar.
No quería querer a nadie... No quería que nadie lo quisiera.
Porque ese tipo de cosas… no terminaban bien.
Y sin embargo… Cuando cerró los ojos… No vio fuego, ni sangre, ni ciudades destruidas.
Vio unos ojos azules, una sonrisa suave, unas manos extendidas. Y una voz que decía:
“Solo quiero que seas vos misma. Con vestidos o con pantalones. Solo… que seas vos.”
Y eso era lo peor. Porque había una parte de si, muy al fondo, muy silenciosa, que quería creerlo.
__________
La mañana siguiente amaneció con un cielo claro… pero el ambiente en la mansión Henituse estaba tenso.
Cale se despertó más temprano de lo habitual. Había dormido poco y mal, con la manta arrugada a sus pies y la cabeza dando vueltas por cosas que no quería analizar.
Intentó hacer su rutina normal: baño, desayuno, lectura. Pero todo parecía fuera de ritmo.
Porque Alberu no apareció. No golpeó a la puerta para ofrecerle el té, no apareció a la hora del desayuno, no dejó notas, no saludó a los niños.
Solo... desapareció en su trabajo.
Cale frunció el ceño.
Primero, se dijo que era un alivio.
(Perfecto. Menos molestia.)-
Pero al pasar las horas, no pudo evitar sentir que algo estaba… distinto.
Alberu no leía con ella en la sala, no la siguió al jardín cuando llevó a los niños, no apareció en la biblioteca mientras ella repasaba informes de Deruth.
Y cuando se lo cruzó por fin, en el pasillo más tarde, él solo inclinó la cabeza con respeto y siguió caminando.
Nada de sonrisas. Nada de comentarios. Ni una palabra.
Cale lo siguió con la mirada, con una molestia incómoda que no supo definir.
(¿Ahora qué le pasa?)- Pensó en preguntarle, pero algo la frenó.
Cale fingió indiferencia. Pero On lo notó todo y cuando estaba en la sala de juegos, On y Lily tejían mientras Hong recortaba papeles para hacer coronas.
— Mamá está rara — dijo Hong en voz baja — No está rezongando, pero tampoco sonríe. Solo frunce el ceño.
— El príncipe también está raro — añadió Lily, mordiéndose el labio — Hoy no peinó a nadie.
On bajó las agujas, suspirando ante el comportamiento de su madre y el principe.
— No se están mirando — murmuró —. Ayer estaban bien. Y hoy... parece que no quieren estar en el mismo lugar.
— ¿Crees que pelearon? — preguntó Hong, bajito.
On pensó un momento y nego con la cabeza.
— Creo que es porque mamá huyó después de la canción. Y él se sintió mal. Así que ahora está alejándose... para no molestarla.
Hong puso cara triste.
— Pero él no hizo nada malo. Cantó bonito…
On asintió.
— Lo sé.
Se levantó, dobló la tela y salió de la sala sin decir más. Había algo que debía hacer.
Cale estaba en la biblioteca, tratando de leer sin éxito. Pasaba la misma página una y otra vez.
(¿Por qué no viene?)- estaba frunciendo el ceño más de lo normal.
Fue entonces que On se asomó por la puerta, seria como siempre.
— Mamá. ¿Podemos hablar?
Cale la miró de reojo, cerrando el libro.
— ¿Qué pasa?
On entró y se sentó frente a ella con esa expresión sobria que usaba cuando estaba por decir algo importante.
— ¿Estás enojada con el príncipe?
Cale se tensó ligeramente.
— ¿Por qué piensas eso?
— Porque no se hablan desde ayer. — On la observó — Él se está alejando. Y vos… no hacés nada para detenerlo.
Cale suspiro y se acomodó el cabello antes de responder.
— Él está ocupado, está trabajando.
— Eso no lo detuvo antes — replicó On — Ayer... él te cantó. Frente a nosotros. Y vos te fuiste sin decirle nada. Ni siquiera un gracias. No dijiste si te gustó o no...
Cale bajó la mirada un segundo y se cruzó de brazos, luego empezó a girar el anillo en su dedo. El toc que tenía cuando algo la molestaba.
— No le pedí que lo hiciera — murmuró.
— No. Pero lo hizo igual. Porque quiso. — On ladeó la cabeza — Y creo que pensó que... te molestó. Por eso ahora se aleja.
Cale apretó los labios y soltó una risa su gracia.
— Eso es ridículo.
— Entonces deberías decírselo.
Cale se quedó callada y miro a su hija con un gesto indecifrable.
— Él se está esforzando desde que llegó — continuó On, tranquila pero firme — Hace todo por ti. Aprende a peinar. Cocina. Juega con nosotros. Está aprendiendo a vivir aquí. Y ahora... piensa que fue demasiado.
Cale tragó saliva.
No era buena en esto. No sabía cómo acercarse sin sentir que estaba cometiendo un error. Y sin embargo…
(¿Desde cuándo me molesta que no venga?)- tensó su mandíbula mientras miraba hacia otro lado, evitando mirar a On- (¿Desde cuándo me afecta tanto que se distancie?)
On se levantó, tomó la mano de Cale por un momento.
— A veces... hay que decir las cosas, mamá. Aunque cueste. Porque si no, los demás se van. Y después es tarde.
Y sin esperar respuesta, salió de la biblioteca.
Cale se quedó quieta mirando el libro pero pensando en él.
(¿Por qué debería hacer algo? No fue gran cosa.)-
Fue solo una canción, una escena incómoda, una mirada que no supo manejar y una huida que… no pensó dos veces.
Y ahora todo se había torcido. Él estaba distante. Ella… también.
(Qué fastidio.)-
Esa noche, no durmió bien. Pensó demasiado... En su vida anterior, en las pérdidas que dejó atrás, en lo fácil que era perder algo sin siquiera haberlo tenido y en la mirada de Alberu cuando terminó la canción.
No supo qué hacer con eso. Todavía no lo sabía, pero tal vez… Podía intentar no arruinarlo más.
En la mañana siguiente, la luz era suave, todavía fresca. Lucía preparaba el desayuno cuando Cale bajó a la cocina en bata y con el cabello suelto, despeinada pero con los ojos decididos.
Lucía la miró con una ceja arqueada.
— Buenos días, joven señorita. ¿Durmió bien?
— No. — dijo Cale con sequedad, sentándose y sirviéndose agua — Necesito que le entregues un mensaje al príncipe.
Lucía parpadeó y sonrió antes de querer hacerle una broma.
— ¿Algo como… "ya no lo odia"? ¿O "puede volver a sentarse con usted en la sala"?
— Lucía. — dijo Cale con tono de advertencia.
— Lo siento. Continúe, por favor.
Cale dejó el vaso sobre la mesa.
— Dile que lo espero en el jardín. Después del desayuno. Solo un momento. Quiero… hablar con él.
Lucía no dijo nada por un segundo. Luego, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
— Claro que sí, joven señorita.
Mientras se alejaba para cumplir con el encargo, Cale se frotó el rostro con las manos.
— (Ridículo. Todo esto es ridículo.)
Pero ya había dado el primer paso. Y eso la aterraba un poco...
__
El príncipe estaba en la sala de estudio, con una taza de té frío al lado, desde hacía media hora. El documento que tenía frente a él no avanzaba ya que estaba desconcentrado, no podía dejar de pensar en ella.
Ella se fue. Se fue sin decir una palabra. Como si… Como si se hubiera asustado. Como si lo que él había hecho fuera demasiado.
(Lo fue. Claro que lo fue.)-
— ¿Qué clase de estupidez fue esa?
La última vez que se había sentido así de vulnerable… no lo recordaba. O lo había enterrado tan profundo que ya ni sabía dónde dolía.
Pero ahora, Alberu estaba decidido a mantener la distancia. No iba a volver a invadir su espacio, no quería verla incomoda. No quería perderla. Así que fingiría, como siempre.
Unos golpecitos suaves en la puerta lo hicieron alzar la cabeza.
— Adelante.
Lucía entró con la elegancia silenciosa de siempre, cargando una pequeña bandeja con el desayuno.
— Alteza — dijo mientras dejaba la bandeja sobre la mesa —. La señorita Cale me pidió que le informara algo.
Alberu enderezó la espalda.
— ¿Está todo bien? — preguntó, controlando el tono.
Lucía lo miró con una ligera sonrisa.
— Dice que lo espera en el jardín. Después del desayuno. Que quiere hablar con usted.
Silencio.
Alberu tardó unos segundos en procesarlo. Cuando lo hizo, sus hombros, que ni sabía que estaban tensos, se relajaron apenas.
— ¿Dijo por qué?
— No. Solo que… quería hablar con usted.
Lucía dudó un momento, luego bajó un poco la voz.
— Yo no acostumbro opinar, alteza, pero… usted no la espantó. Se lo aseguro.
Alberu bajó la mirada, casi sonriendo con cansancio.
— ¿Eso crees?
— Lo sé — respondió Lucía con firmeza antes de inclinarse y salir.
Alberu suspiró, se pasó una mano por el cabello y se levantó despacio.
— Entonces… es mi turno de escucharla
°°°°
Cale estaba sentada en uno de los bancos de piedra bajo la sombra de un rosal, con los brazos cruzados, el ceño levemente fruncido y la mirada perdida en el suelo de gravilla blanca. La brisa jugaba con su cabello y el borde de su capa ligera, mientras ella fingía que no estaba esperando.
Había pasado toda la noche dándole vueltas a la misma idea, preguntándose si debía hablar con él o dejar que el silencio resolviera lo que ella no podía. Su orgullo se resistía, su costumbre de no vincularse emocionalmente con nadie gritaba que era innecesario. Sin embargo, cada vez que lo veía apartarse, fingir que no la miraba, mantenerse cuidadosamente a distancia como si pisara cristal... algo dentro suyo se retorcía. No de culpa sino de incomodidad. Como si algo que se había vuelto habitual le faltara.
Cuando escuchó pasos acercándose, no levantó la vista de inmediato. Esperó. Dejó que su respiración se calmara, que su rostro retomara la expresión neutra que había perfeccionado con los años. Solo cuando la sombra de Alberu cayó sobre el sendero frente a ella, alzó la mirada.
Él estaba allí, como siempre: impecable, digno, con su porte sereno y su mirada aguda. Pero algo en su postura era diferente. Más tenso, más... contenido. Hizo una leve inclinación con la cabeza.
—Mi lady.
—Príncipe —respondió ella con igual formalidad, devolviéndole el gesto con un movimiento breve de cabeza.
Alberu no dijo nada al principio. Se sentó en el extremo opuesto del banco, dejando entre ellos un espacio respetuoso, casi simbólico. Un espacio que no existía días atrás. Cale notó ese detalle y le molestó.
—Lucía me dijo que querías hablar conmigo —dijo él finalmente, con esa voz suave que solía usar cuando no sabía si tenía permiso para acercarse.
—Lo pensé mucho —respondió Cale sin rodeos, con la mirada fija en una flor que crecía a su lado— Quiero pedir disculpas...
Eso pareció tomarlo por sorpresa. Él la observó con una mezcla de cautela e incredulidad.
—¿Tú? ¿Por qué?
—Sí —repitió ella con firmeza, aunque sin alterar su tono frío—. Por irme así, por no decir nada. Por... no saber cómo reaccionar.
Desvió la mirada de nuevo.
—No estoy acostumbrada a esto, Alberu. No a las emociones, ni a las canciones, ni a que alguien me mire de esa forma. No estoy equipada para eso.
Alberu permaneció en silencio. Solo la escuchaba, sin interrumpir, como siempre hacía cuando entendía que Cale estaba peleando más consigo misma que con él.
—La canción fue... inesperada —añadió ella—. No desagradable. Solo... demasiado.
Alberu bajó la mirada. Apretó las manos sobre sus rodillas antes de hablar pero tenía una expresión comprensiva.
—Lo fue. No debí hacerlo, fue impulsivo.
—No —lo interrumpió Cale, ladeando la cabeza—. Fue sincero y eso lo hace más complicado. Porque no sé qué hacer con algo sincero.
Sus ojos se encontraron, y por un momento, todo lo demás desapareció.
—No necesitas hacer nada —dijo él al fin, en voz baja—. No era una exigencia, ni una declaración. Era solo… lo que sentía. Una canción... Nada más... No te estoy pidiendo nada...
Ella lo miró con atención, buscando rastros de mentira. No encontró ninguno. Y eso la desarmó más que cualquier palabra romántica.
—Aún así, me fui. Como una cobarde.
—Y yo me alejé —replicó él—. Porque pensé que te incomodé. No quería molestarte ni arruinar la poca paz que habías encontrado conmigo cerca.
—Pues lo hiciste —sentenció Cale, girándose completamente hacia él—. Porque me acostumbré a tu presencia. Y cuando no estabas, se sintió demasiado molesto.
Alberu frunció el ceño con leve desconcierto.
—¿Te hizo falta?
—No tanto como para escribirte una carta de amor —respondió ella con sarcasmo seco—. Pero sí lo suficiente como para pedir esta charla.
Él soltó una risa muy baja, cargada de alivio.
—Entonces... ¿ya no me odias?
—Nunca te odié. Solo odio que me pongas en situaciones en las que tengo que pensar en lo que siento.
—Eso suena... muy propio de ti... — le sonrió suavemente.
Ella alzó una ceja.
—¿Qué querés decir con eso?
—Que te estoy empezando a entender.
Cale desvió la mirada, fastidiada.
—Espero que no demasiado. No me gusta ser predecible.
—Entonces estás a salvo. No hay nada predecible en ti, Cale Henituse.
El silencio entre ellos cambió. De incómodo a cálido. De tenso a contenido. Como si ambos supieran que no podían llamarle amor a esto… todavía. Pero que el camino, aunque torpe, ya había comenzado.
—Te estás metiendo demasiado en mi vida, príncipe —murmuró ella, recostándose levemente contra el respaldo del banco.
—Y tu en la mía —respondió él con una sonrisa honesta, ladeando la cabeza.
Por un instante ninguno dijo nada. Las flores se mecían. El viento les tocaba la piel con suavidad. El mundo no parecía tan terrible en ese rincón del jardín.
—Y lo peor —añadió Cale finalmente, con una resignación apenas audible—... es que ya no me molesta tanto.
Alberu la miró como si acabara de escuchar la mayor declaración de afecto del mundo. Por un rato más, ninguno habló. Solo escucharon el susurro de la brisa, el canto lejano de un ave entre los árboles. El aire olía a jazmín y a hierba recién cortada. La luz formaba patrones sobre el empedrado.
Sin pedir permiso, porque ya no lo necesitaba, Alberu pasó un brazo alrededor de sus hombros, abrazándola suavemente. Cale no se apartó. Ni siquiera se tensó. Solo se dejó guiar, como si el movimiento ya formara parte de su rutina. Apoyó la cabeza en su hombro, con la frente tocando apenas la base de su cuello, cerrando los ojos un momento. Se sentía bien así. Cansada, pero no agotada. Serena, aunque confundida.
Alberu no dijo nada, no quiso arruinar el momento. Su pulgar acariciaba con calma el hombro cubierto de tela de Cale, marcando un ritmo que solo ellos conocían. En otra vida, en otro tiempo, ella se habría apartado de inmediato. Pero ahora... se quedó.
Pasaron minutos así. Sin urgencias. Sin pensar en lo que vendría después. Solo con el ahora.
Fue entonces cuando Cale, aún con la cabeza recostada, giró un poco el rostro. No demasiado. Solo lo justo para mirar a Alberu de reojo. Él estaba observando el cielo, distraído, con esa expresión serena que rara vez mostraba frente a otros. Su perfil iluminado por la luz del sol tenía algo de ridículamente pacífico.
Y sin pensarlo demasiado, sin analizarlo ni permitirse cuestionarlo, Cale se incorporó apenas y, con un movimiento lento pero firme, dejó un beso breve y seco en su mejilla.
Alberu se congeló.
No fue un beso apasionado, ni demasiado cariñoso. Fue corto. Casi torpe. Pero tan inesperado, tan genuino, que lo dejó con los ojos abiertos y los labios entreabiertos.
Cale, en cambio, volvió a su lugar como si nada. Apoyó de nuevo la cabeza en su hombro y soltó un pequeño suspiro.
—No digas nada —advirtió sin mirarlo.
Alberu parpadeó.
No dijo nada.
Solo sonrió.
Una sonrisa lenta, ancha, que comenzó en la comisura de sus labios y subió hasta sus ojos. Su brazo se tensó levemente alrededor de ella, apretándola un poco más contra su costado, sin forzarla. Como agradeciéndole en silencio por ese gesto mínimo… que para él significaba todo.
Y así, sentados al borde de la fuente, con el sol acariciando sus rostros, se quedaron un rato más.
Dos figuras envueltas en silencio.
Pero en ese silencio… había paz.
Y por primera vez, Cale no sintió que tenía que correr de eso.
°°°
Desde el sendero lateral que conectaba con la entrada principal de la mansión, tres figuras avanzaban con paso calmo pero firme. Rosalyn, con su capa roja recogida sobre un hombro, conversaba en voz baja con Look, mientras Choi Han caminaba apenas un paso por detrás, atento a todo, como de costumbre.
—Creí que llegaríamos después del almuerzo —comentó Look, con una sonrisa tranquila, acomodándose la bolsa de cuero en el hombro—. Pero parece que estamos a tiempo.
—Mejor así. Podemos saludar antes de que se reúnan todos —replicó Rosalyn, mientras sus ojos se desviaban levemente hacia el jardín interno, visible desde la galería de columnas que rodeaba la mansión.
Y fue ahí donde los vieron.
Detenidos a mitad de camino, sus pasos se detuvieron como si el suelo mismo los hubiese frenado.
A unos metros de distancia, más allá de la fuente, bajo la sombra de un rosal florecido, estaban ellos.
Cale Henituse, sentada en el banco de piedra, recostada con naturalidad contra el hombro del príncipe heredero. Alberu Crossman la rodeaba con un brazo, su expresión suave, su cuerpo inclinado levemente hacia ella.
Era una escena pacífica.
Íntima.
Demasiado íntima.
Y en ese instante, mientras los tres recién llegados se quedaron congelados en el borde del jardín, vieron cómo Cale se incorporaba suavemente… y besaba al príncipe en la mejilla.
Rosalyn parpadeó. Look abrió la boca como para decir algo… pero no dijo nada.
Choi Han, en cambio, no se movió. No hizo ruido. No cambió su postura.
Pero sus ojos se clavaron en la escena como si algo invisible le hubiese atravesado el pecho.
El beso fue breve.
Pero no había nada casual en él. Era un gesto que nacía desde un punto demasiado cercano al afecto.
Cale volvió a apoyarse contra Alberu con total naturalidad, como si ese pequeño gesto no tuviera ninguna importancia… aunque todo su lenguaje corporal dijera lo contrario.
Rosalyn fue la primera en hablar.
—Bueno —dijo en voz baja, girando apenas la cabeza hacia Look con las mejillas sonrojadas—. Creo que llegamos en un momento… inoportuno.
Look asintió, pero desvío su mirada ya que se sintió avergonzado.
Y Choi Han, aún de pie, aún quieto, sin apartar la mirada… no dijo nada.
Solo bajó la vista muy lentamente, apretando la empuñadura de la espada que llevaba a la cintura.
Un pequeño estremecimiento que le cruzó el pecho al darse cuenta de que, quizás… ya había llegado demasiado tarde.
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VESTIMENTA DE CALE
Canción de Alberu
https://youtu.be/fYh1niYvAIA?si=aOzwnTi_gv_c5P-D
Notes:
Holis pollitos 🐥 ❣️
Volví 🫦✨
Entre en mi receso invernal y aprovecho para escribir y volver con mi manada 🫂✨
Jijiji, me encantó hacer este capítulo, no sé, tiene de todo y yo estoy feliz. Me gustó el resultado, además me quedo re largo 😩
En fin, mucho estres estudiando, no crezcan nunca, es una trampa del sistema solo para esclavisarte y luego vivir por dinero (ahre que estoy desempleada 💀 este año)
Bueno nada, pase por muchos descubrimientos, por ejemplo encontré una banda de kpop de twinks (literalmente son Omega) y dije "si Cale fuera Idol sería de este grupo" Se llama Xlov, pollitos tienen que conocerlos son lo mejor que puede existir 😩
En fin, los amo mucho, nos vemos en otro capítulo, besos 😘 ❣️
Chapter 46: 45. Verte con alguien más
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El sonido tenue del agua en la fuente cercana marcaba el ritmo del silencio mientras el sol seguía colándose entre las hojas del rosal. Alberu no se había movido desde que Cale le apoyó nuevamente la cabeza en el hombro, y ella tampoco había dado señales de querer hacerlo. Pero el momento debía terminar en algún momento, y fue el deber, como siempre, el que tocó la puerta primero.
—Mi señora, alteza —la voz de Hans interrumpió suavemente, a unos pasos del sendero que conducía al jardín—. Disculpen la interrupción, pero... tiene visitas, joven señorita. Rosalyn, Lock y Choi Han acaban de ingresar al vestíbulo.
Cale no se mueve al instante. Luego suspir suavemente y, con el mismo gesto tranquilo de siempre, se incorporó. Su cuerpo aún estaba tibio por el sol y por la cercanía, pero ya no podía permitirse ese tipo de calma. Alzó la mirada hacia Alberu, que la observaba con ternura silenciosa, como si su silencio fuera una forma más de decirle 'gracias por quedarte'.
Ella se levantó con la misma elegancia despreocupada de siempre, se sacudió levemente la capa y extendió la mano. Alberu, sin dudarlo, la tomó. La tomó como lo haría alguien que entendía lo que significaba que ella ofreciera algo así.
Y así, tomados de la mano, caminaron juntos hacia el interior de la mansión.
Hans los esperaba junto al camino de piedra. No dijo nada al verlos llegar así. Solo se inclinó con el respeto acostumbrado, pero su leve rubor no pasó desapercibido para Cale. Ella alzó una ceja, pero no hizo comentario alguno.
Al entrar al vestíbulo principal, la atmósfera cambió. Los techos altos y el mármol reflejaban el eco de pasos lejanos. Allí, de pie, estaban Rosalyn, Look y Choi Han, aún con parte del polvo del viaje en sus ropas, esperando ser anunciados.
Pero al ver entrar a Cale… y más aún, al verla tomada de la mano del príncipe heredero… los tres se detuvieron. Si bien habían visto el momento en que Cale beso la mejilla de Alberu, verlos así era aún más sorprendente, porque se veían tan conocidos con este gesto.
Rosalyn fue la primera en reaccionar, recuperando el gesto noble que aún conservaba a pesar de haber renunciado a su título.
—Su Alteza Real —dijo con una reverencia elegante, girando la cabeza hacia Alberu—. Es un honor volver a verlo.
—El honor es mío, Lady Rosalyn —respondió Alberu con una leve inclinación de cabeza, sin soltar la mano de Cale.
Mira, con la sonrisa nerviosa propia de sus diecisiete años, se inclinó también.
—Su Alteza…
—Bienvenido —respondió Alberu con una sonrisa serena—. Espero que el viaje no haya sido demasiado agotador.
Y por último, Choi Han. El espadachín no dijo nada al principio. Solo mirando con respeto, inclinando apenas la cabeza mientras sus ojos pasaban del rostro de Alberu al de Cale… ya sus manos entrelazadas.
—Príncipe —dijo finalmente, con la voz más baja de lo habitual.
—Caballero —Alberu le devolvió el saludo con la misma cortesía.
Cale, por su parte, no dijo una palabra mientras los miraban a cada uno, notando que parecía estar bien y no haber heridas. Ignoraba completamente que el trío no dejaba de mirar su mano y la del príncipe que permanecían juntas. Tampoco se molestó en explicar. Pero sí desvió la mirada, consciente de la tensión en el ambiente. No era la más empática, pero tampoco era ciega.
—Vengan conmigo —dijo con su tono habitual, seco pero no hostil—. Podemos hablar en mi estudio.
Rosalyn aconsejó de inmediato. Mira también, siguiéndola con pasos algo más nerviosos. Choi Han tardó unos segundos más en moverse. No dijo nada, pero sus ojos no se apartaron de Cale. No de su rostro, sino de la forma en que ella seguía sosteniendo la mano del príncipe. Sin dudarlo. Sin incomodidad. Como si le perteneciera.
Cuando llegaron al umbral del estudio, Alberu se detuvo un momento. Volvió el rostro hacia Cale, con una expresión atenta, suave, y le preguntó en voz baja, para que solo ella pudiera oírlo:
— ¿Quieres estar a solas con ellos? Puedo retirarme si prefieres hablar con calma.
Cale lo miró. No respondió enseñada.
Sintió la presión cálida de su mano, tan firme como su presencia desde que llegó a la mansión. Sintió también las miradas en su espalda: Choi Han que los estudiaba en silencio, Rosalyn que no podía ocultar la curiosidad, y Lock que apenas sabía dónde pararse. Pero aún así...
No soltó su mano.
—Quédate —dijo con calma, sin rodeos —. No tengo nada que ocultar.
Alberu se acercó con una leve sonrisa. No hubo más palabras.
Entraron juntos.
Y fue entonces que Choi Han, apenas un paso detrás, bajó los ojos como si necesitara esconder la mueca de dolor que luchaba por asomarse.
Porque el simple hecho de que Cale **no soltara esa mano**… decía más de lo que cualquiera podría haber puesto en palabras.
El estudio estaba bañado por la suave luz del mediodía. Las ventanas altas dejaban entrar el sol de forma oblicua, mientras el aroma de jazmín de la tetera recién servida flotaba en el aire.
Cale se sentó en el sillón principal con elegancia distraída, pasando una mano por su cabello simplemente suelto. Llevaba puesto un vestido en tonos celeste y grises, que casualmente (por culpa de Lucia) coincidía con el autuendo de Alberu. El príncipe llevaba puesto una camisa blanca, un chaleco gris, saco y pantalón celeste.
Esto no pasó desapercibido para el trío, dejando a un Lock un poco confundido, a un Choi Han frunciendo el ceño ya una Rosalyn demasiado curiosa que ahora se esforzaba para no ser tan obvia y preguntar.
Alberu en ese momento soltó la mano de Cale y se quedó de pie a su lado, luego cuando Hans trajo un poco de té y postres, él mismo sirvió el té con movimientos precisos para Cale y para él también. Lo hizo en completo silencio, como si ese gesto cotidiano fuera una declaración en sí misma. Coloque la taza frente a Cale con suavidad antes de sentarse a su lado, sin interrumpir.
Choi Han, Rosalyn y Look se acomodaron frente a ellos. El silencio era espeso. Tenso. Rosalyn fue la primera en intentar suavizarlo.
—Ha pasado bastante tiempo, joven señorita Cale —dijo con una sonrisa templada.
Cale asintió apenas y levantó la taza para beber un sorbo.
—Sí. Demasiado.
Sus ojos pasaron fugazmente sobre Lock, que tenía la mirada nerviosa fija en la taza que sostenía, y luego se detuvieron un segundo más en Choi Han. Él no había dejado de mirarla desde que se sentaron. Su expresión era neutra, pero sus ojos estaban llenos de preguntas.
Alberu en ese momento le alcanzó una galleta de chocolate y ella lo tomó. Finalmente, Cale miró a Rosalyn.
—Su Alteza, princesa Rosalyn.
Rosalyn arqueó una ceja y luego soltó una pequeña carcajada.
—Ya no puedes llamarme así —respondió, con una alegría un poco forzada—. Fui oficialmente destituida. Me eliminaron de los registros reales del Reino de Breck.
—¿Es eso así?
-Si. Ahora no tengo ni título ni apellido. Solo soy Rosalyn.
Cale bebió otro sorbo con total tranquilidad.
—Supongo que puedo seguir llamándote señorita Rosalyn.
Las palabras eran secas, pero el tono era casi afecto. Rosalyn entusiasmada con sinceridad esta vez, relajándose por fin.
—Por favor, hazlo. Como antes.
Mientras Alberu le pasaba una segunda galleta sin decir palabra, Cale ni siquiera lo miró al tomarla, como si ya se hubiera acostumbrado demasiado a su presencia. Y como si él no fuera el príncipe heredero sentado a su lado sirviendole personalmente el té, sino simplemente alguien que… pertenece ahí.
—Te ves tranquila —dijo Rosalyn, observándola con curiosidad—. Como si... no te molestara nuestra llegada.
—¿Por qué me molestaría?
Rosalyn ladeó la cabeza, disimulando su propia tensión.
—No lo sé. Tal vez por llegar sin avisar a tiempo...
Cale no respondió. Solo bajó los ojos hacia su té.
El silencio se alargó hasta que Choi Han, con su habitual rigidez, rompió la pausa.
—Cale-nim.
Cale alzó una ceja, sin mirarlo directamente.
— ¿Debemos informarte de lo ocurrido en el Reino de Breck?
Rosalyn abrió los ojos de par en par, mirándolo con sorpresa. No parecía que ese fuera un tema que hubieran acordado comentar de inmediato.
Pero Choi Han no apartó los ojos de Cale. Ella, sin embargo, sí desvió la mirada, cruzándose de brazos y apoyando la espalda contra el respaldo con aire indiferente.
—No es necesario. No necesito saber lo que hicieron por una amiga.
Choi Han pareció relajarse ligeramente, y Rosalyn, aún sorprendida, se limitó a asentir con una pequeña sonrisa.
—Sin embargo —añadió Cale, girando la cabeza hacia Lock—, me interesa más lo que sucederá contigo, Lock.
El joven lobo se sobresaltó, sacando los dedos del borde de su taza que venía retorciendo nerviosamente.
—¿S-Sí?
—Tus hermanos están bien —dijo Cale, con calma—. Están en la aldea Harris.
La expresión de Lock cambió al instante. Sus ojos se agrandaron, llenos de ansiedad. Choi Han se tensó por un instante.
—¿En serio? ¿Todos?
La pelirroja se mueve suavemente mientras bebe un poco de su té.
— Así es, todos ellos están sanos y salvos allí.
Alberu, que había estado en silencio hasta ese momento, se permitió intervenir, con voz amable.
—Los conocí. Son niños fuertes, muy unidos. Bastantes comprometidos y educados.
Comentó casualmente, recordando que en este tiempo que se quedó allí en el territorio, acompaño a Cale algunas veces y conoció la aldea ya los niños, así como a los subordinados de Cale.
Lock parpadeó, visiblemente halagado.
—¿D-De verdad?
—De verdad. Tienes mucho de qué sentirte orgulloso —dijo Alberu, sonriendo con esa calidez que sólo reservaba para quienes Cale consideraba importantes.
Hans, que había estado junto a la puerta, intervino.
—La reconstrucción de la aldea Harris está en marcha. La joven señorita era muy específica con respecto a los planos. Y con el cementerio también.
—Hans —murmuró Cale, con un tono de advertencia.
Choi Han, que había estado mirando a Cale, se puso rígido después de escuchar esas palabras. Sin embargo, Cale ni siquiera miró en su dirección antes de tomar un descanso para tomar un sorbo de té caliente.
Pero Hans, visiblemente emocionado, continuó.
—Fue la primera vez que la señorita mostró tanto interés en los asuntos del territorio. Incluso hizo planos para el cementerio personalmente.
Cale volvió a dejar la taza sobre el platillo con un golpe seco.
—No es gran cosa —cortó, molesta—. Solo pensé que se lo debían. Eso es todo.
Lock no pudo hablar. Su garganta se cerró. Solo ascendiendo, con los ojos levemente humedecidos, y Cale, al notar esto, desvió la mirada de inmediato.
Cale hizo un gesto hacia Hans para que no dijera nada más y Hans se calló rápidamente. Sin embargo, parecía estar inquieto como si todavía tuviera mucho que decir. Cale simplemente ignoró esto y miró hacia Lock, quien parecía estar sumido en sus pensamientos.
- Cerrar con llave.
— ¿Sí?
— Ve a ver a tus hermanos y la tierra en la que viven en este momento.
Cale luego se dispuso a comer otra galleta dulce. Lock la estaba mirando, pero sabía que Lock lo entendería desde que era un niño listo. Luego llamó al aún rígido Choi Han.
—Choi Han.
Choi Han estaba observando en silencio a Cale como de costumbre.
Habían sucedido muchas cosas en el Reino de Breck. Se había encargado de todo rápidamente para poder regresar a casa. Podía escuchar el eco de la voz de Cale en su oído.
— Ve a dar tus saludos también. Tu hermano menor, Lock, no conoce el camino, así que puedes guiarlo allí.
Choi Han bajo la cabeza y tenso la mandíbula antes de asentir y volver a mirarla con una sonrisa cálida.
El silencio tras la conversación fue breve, pero denso. Hans ya había salido del estudio, y el té comenzaba a enfriarse en las tazas. Lock jugaba con la servilleta sobre sus rodillas, Rosalyn mantenía una postura relajada pero atenta, y Choi Han… simplemente observaba.
Cale sostenía su taza con la misma calma imperturbable de siempre, mientras Alberu permanecía a su lado, con la espalda recta y una serenidad refinada que lo hacía parecer parte del mobiliario noble, si no fuera por la evidente atención que le prestaba a cada gesto de Cale.
Rosalyn, tras unos segundos más de silencio, carraspeó con sutileza.
—Perdón mi atrevimiento —dijo con la voz suave y el tono diplomático que aún conservaba de sus años como princesa—, pero… ¿sería muy imprudente preguntar qué asuntos lo traen hasta aquí, Su Alteza?
No fue una pregunta punzante, ni acusatoria. Más bien sonaba a una curiosidad sincera, teñida de cortesía y de genuino desconcierto.
Cale bajó la taza con calma. Su expresión no se alteró.
Pero fue Alberu quien respondió primero, con esa compostura impecable que parecía innata.
—No es imprudente, señorita Rosalyn —dijo, esbozando una sonrisa diplomática—. Después de todo, imagina que nuestra presencia juntos puede parecer… inesperada.
Rosalyn entrecerró los ojos con una leve sonrisa.
—Digamos que es… interesante.
Alberu se acercó y, antes de seguir, miró de reojo a Cale, como pidiendo permiso con la mirada. Ella no lo miró, pero movió apenas los dedos de la mano derecha, el gesto mínimo de que podía hablar.
—Estoy aquí —dijo entonces él— porque hace poco se formalizó nuestro compromiso.
Rosalyn parpadeó antes de quedarse boquiabierta.
Lock giró la cabeza tan rápido que casi se cae de la silla.
Y Choi Han… no se movió, pero sus manos se tensaron sobre sus rodillas y sus ojos se abrieron demasiado.
— ¿Compromiso…? —repitió Rosalyn en un susurro, más sorprendida que escandalizada.
Cale dejo la taza a un lado y cruzo una pierna sobre la otra para apoyar su brazo izquierdo sobre ella, con aire casual, y levantó la mano derecha con tranquilidad.
El anillo brilló bajo la luz del mediodía.
Era dorado, pulido con delicadeza. Tenía pequeños diamantes tallados alrededor de un sol brillante, símbolo del Reino de Roan. El anillo del heredero. Un símbolo que no podía confundirse.
—Sí, estamos comprometidos. —dijo Cale con secuela, como quien da un informe más que una noticia.
Rosalyn tardó un segundo más en recuperar la habla.
—Entonces… ¿es oficial?
—Tan oficial como puede ser —agregó Alberu, sin dejar de mirarla con suavidad—. Estoy aquí cumpliendo con la convivencia estipulada antes del anuncio público definitivo.
El estudio volvió a quedar en silencio, salvo por el sonido lejano de un pajarito cantando tras la ventana abierta.
Rosalyn, educada como siempre, inclinó la cabeza con una sonrisa algo más entusiasta.
—Entonces... mis felicitaciones. No es poca cosa lo que acaban de compartir. Y si me permiten decirlo… parece que la convivencia va bien.
—Depende del día —murmuró Cale, rodando los ojos.
Lock solo abrió la boca como si quisiera decir algo, pero se le enredaron las palabras y terminaron mirando a Cele quien parecía tranquila y calma, con eso no pudo evitar sonreír a la pareja.
Choi Han no apartó la vista del anillo, tuvo un pequeño tic en el ojo y sintió un pequeño dolor en su pecho.
—¿Desde cuándo? —preguntó al fin, con voz neutra.
Cale no respondió de inmediato. Solo bajó la mano y volvió a tomar la taza con naturalidad.
—Hace un par de semanas —respondió Alberu, siempre atento a no interrumpir a Cale, pero también a cubrir los silencios que ella no quería llenar.
Choi Han bajó la mirada. No dijo nada más.
Pero el cambio en su expresión era visible. No era de enojo, al menos, no abiertamente. Pero sí de algo que era muy difícil de nombrar. Un peso que le cruzaba los ojos y le apretaba la mandíbula.
Rosalyn fue quien rescató la atmósfera de nuevo.
—Aún así… me alegra saber que estás bien, joven señorita Cale. Pensamos en ti todo el viaje. Nos preguntábamos cómo estarías.
—Viva —respondió Cale, encogiéndose de hombros— Lo suficiente.
La pelirroja se quedó mirando su taza por un momento, y Alberu, al notar que su taza estaba vacía, volvió a servirle un poco más. No le pregunté si quería. Ya sabía que sí.
Lock murmuró.
—El príncipe sabe servirte el té...
—Claro, lo hace—dijo Cale sin mirarlo— es un príncipe, no algo extraño. No deja de ser un ser humano, puede cocinar y potras cosas... ¿No es obvio?
Alberu oculta una pequeña risa tras su taza y sonriendo con calma, sin negar nada.
Choi Han apretó los labios.
Y el anillo, brillante y claro sobre la mano de Cale, seguía allí. Tan evidente como el silencio que aún se arrastraba en la sala.
°°°
La luz del atardecer comenzaba a bañar los pasillos de la mansión con tonos dorados y cálidos. Después del almuerzo, cada miembro de la familia Henituse se había retirado a su propia rutina: los niños fueron a jugar con Lucía, Violan se dirigió a revisar los invernaderos, y Deruth, como siempre, regresó a su despacho.
Pero Alberu, después de un leve intercambio de miradas con Cale durante el postre, no la había vuelto a ver. No la había seguido. No la había buscado.
Se había limitado a esperar.
Esperó hasta que un sirviente lo guiara hacia el balcón oriental de la mansión, donde solía tomarse el té en las tardes cuando Cale quería evitar el salón principal. Lo supo apenas pisó la galería de columnas abiertas que miraba hacia los rosales.
Allí estaba ella.
Sentada sola en uno de los sillones amplios, con una taza de té ya medio vacía en una mesita de porcelana blanca, las piernas cruzadas y la mirada perdida entre las sombras de los árboles. Su cabello seguía suelto y caía sobre los hombros, agitado levemente por el viento suave.
Alberu se detuvo en el umbral, sin decir nada. Espera.
— ¿Vas a quedarte parado o vas a sentarte? —dijo ella sin girar la cabeza.
Una sonrisa leve curvó los labios del príncipe mientras se acercaba.
—No quería invadir.
—Ya estamos comprometidos. Invadir parece parte del paquete.
Se sentó a su lado, no demasiado cerca, no demasiado lejos. Respetando ese espacio ambiguo que ella todavía marcaba como territorio personal.
Durante varios segundos, ninguno habló.
El viento pasaba entre ellos, arrastrando el aroma de los jazmines y el té especiado.
Fue Alberu quien rompió el silencio, con voz baja.
—Gracias por no soltar mi mano, antes.
Cale no respondió seguidamente. Solo miró su taza, el nivel remolino del líquido tibio aún dentro.
—No iba a hacerlo. No vi razón para soltarla.
—Y ahora? —preguntó, sin apuro.
Ella finalmente giró la cabeza para mirarlo.
—¿Por qué preguntas cosas que ya sabes?
—Porque a veces… quiero escucharlas.
Cale suspiro. Se apoyó contra el respaldo del sillón, con la mirada ahora fija en el cielo anaranjado.
—No estoy acostumbrada a esto —admitió, sin rodeos—. A tener que... cuidar lo que siento. O peor, reconocerlo.
—No tenés que hacerlo —replicó él—. No hay sitio incomoda.
—Eso es lo peor —dijo ella, girando un poco para mirarlo de reojo—. Que no me incomoda. No realmente. Solo... me desconcierta.
Alberu asintió, tranquilo.
—Entiendo.
—No, no entiendes —continuó, casi con molestia—. No entiendes lo que es pasarte la vida entera esperando que todo se derrumbe. Que las personas que te rodean desaparecen. Que te engañen. O que las decepcion seas tu mismo.
Alberu no dijo nada. Sus ojos se suavizaron, pero no la interrumpió.
—Yo no crecí esperando amor, ni buscándolo. Crecí… sobreviviendo. Incluso cuando tenía cosas buenas, sabía que se iban a ir. Que no eran para mí. Así que, simplemente, no me dejaba sentirlas.
El silencio cayó, especialmente.
Cale se miró las manos.
—Y apareces aquí... con tus canciones y tu sonrisa estúpida, y tu forma de hablarme como si fuera alguien que vale la pena… —traga saliva—. Y me da miedo. Porque me lo estoy creyendo. Y eso me asusta más que cualquier enemigo.
Alberu se incorporó un poco. No para tocarla, sino para verla bien.
—No quiero que te creas perfecta, ni que me debas algo —dijo con calma—. Pero quiero que sepas que para mí… vales mucho más de lo que crees. No porque seas útil, o fuerte, o brillante —aunque lo sos—. Sino porque eres tú.
Cale bajó la cabeza. Se quedó un segundo en silencio antes de murmurar:
—No sé si voy a poder darte todo lo que esperas.
—No espero nada —respondió él—. Solo quiero estar cerca. El tiempo que me dejes.
Ella lo miró, esta vez sin enojo.
—Y si me rompo?
—Entonces me siento a tu lado y te ayudaré a reconstruirte. Pieza por pieza
Cale tragó saliva. Luego desvió la mirada, como siempre que estaba a punto de quebrarse.
—A veces no sé ni quién soy, Alberu.
—Yo sí —dijo, suave—. Eres la persona que, incluso con miedo, sale adelante.
Cale soltó una risa corta. Irónica. Dolida. Verdadera.
—Eres peligroso, Alteza. Es muy paciente.
—Y usted muy testaruda.
—Buena combinación —murmuró ella, medio en broma, medio en serio.
Alberu la miró con una sonrisa suave. De esas que no se ven en los retratos oficiales. De esas que eran solo para ella.
—Cale...
Ella lo miró, levantando apenas la vista. Él tomó suavemente su mano en la suya.
—¿Sí?
—No necesitás correr. Yo camino a tu ritmo.
Cale no respondió. Pero su mano se aferró con un poco más de fuerza a la de él.
Y por ahora, eso era suficiente.
Se quedaron asi por un momento, ambos mirando el cielo, pero Cale miro de reojo a Alberu y notó un ligero endurecimiento de la mandíbula que no pasaba desapercibido para ella. Parecía que aún quería decir algo.
—¿Quieres decirlo o solo vas a quedarte ahí fingiendo que no estás pensando demasiado fuerte? —murmuró Cale, sin levantar la vista.
Alberu parpadeó. Luego bajó los hombros muy lentamente y se sonrio con culpa al ser descubierto. Se giro hacia ella, ya sin máscaras, ya sin la compostura fingida. Su expresión era seria… pero no dura.
—Choi Han —dijo con calma—. ¿Sabés que te mira como si el mundo se le estuviera desmoronando?
Cale frunció el ceño, confundida y desconcertada.
—¿Qué?
—Lo noté en cuanto entró. Y cuando te vio conmigo, cuando vio el anillo en tu mano... fue como si perdiera algo que nunca había dicho en voz alta.
Ella lo miró con incredulidad. Luego soltó una pequeña risa seca.
—¿Estás diciendo que… que Choi Han…?
—Sí.
—No —negó ella, alzando una mano como si eso bastara para borrar la idea—. No, eso no tiene sentido. Él es solo alguien que me debe algo, nada más.
—¿No te diste cuenta?
Cale lo miró sin comprender del todo.
—Es Choi Han. Me sigue desde el principio. Salda una deuda. — Repitió ella.— No hay nada más allá de eso.
Alberu la observó en silencio un momento más, luego desvió la mirada, cruzanso una pierna sobre la otra.
—Tal vez no lo ves porque no quieres verlo. Pero sí siente cosas por vos.
Cale lo miró, confundida. Luego bufó.
—No tiene sentido.
—Tampoco lo tiene esto —dijo él, girando el rostro hacia ella—. Nosotros. Y sin embargo, aquí estamos.
Cale apretó los labios, desviando la mirada. Negándose a creer lo que Alberu dijo notar.
(Es imposible, después de todo Choi Han aún está destinado a quedarse con Amely)- se consoló mentalmente.
Cale se había quedado en silencio, mirando el cielo con expresión neutra, pero sus dedos todavía rozaban los de Alberu. No se había apartado.
El viento era suave, casi tierno, como si el día también supiera que estaban compartiendo algo importante.
Y entonces, Alberu habló.
—¿Quieres saber algo que nunca le dije a nadie?
Su tono era diferente. Más bajo. Más honesto.
Cale lo miró, sin responder de inmediato, pero sin apartar la vista.
—Dudo que pueda detenerte.
Él esbozó una sonrisa cansada, sin rastro de burla.
—Cuando era un niño… tenía miedo de dormir.
Eso hizo que Cale frunciera ligeramente el ceño.
—Pensaba que si bajaba la guardia… iba a morir. No por monstruos, ni por enemigos de otros reinos. Sino por mi propia sangre. Por alguien del palacio. Por alguien que debería haberme cuidado.
Cale no interrumpió. Lo miró con atención, con esa calma dura que usaba cuando alguien le decía algo importante. No con compasión, sino con respeto.
—Me cocinaba solo, porque no confiaba en nadie. Dormía en bibliotecas porque al menos ahí los guardias estaban de paso. Me obligué a aprender todo; política, magia, combate, etiqueta. No porque quería ser perfecto… sino porque era la única forma de sobrevivir.
Su mirada se perdió un momento en los jardines. El atardecer ya estaba virando a un dorado más cálido.
—Mi madre murió cuando era muy pequeño. Y después de eso, lo único que me quedaba era fingir. Sonreír. Hacerme fuerte. Ser el príncipe ejemplar que nadie podía tocar, pero que todos despreciaban por lo bajo.
—Alberu… —murmuró Cale, sin saber qué hacer con esa verdad.
—Así que te entiendo —continuó él, girándose para mirarla—. Cuando decías que no sabés cómo recibir afecto. Cuando te sientes molesta por tener que nombrar lo que sientes. Cuando prefieres esconderte. Yo también crecí creyendo que el amor era una debilidad que te podía matar.
Silencio.
Pero no era incómodo.
Era… compartido.
—Y por eso —dijo él, bajando la voz aún más— cuando hablamos por primera vez, en el cumpleaños del rey… no me caíste bien.
Cale alzó una ceja.
—Gracias.
Alberu sonrió apenas, pero con tristeza.
—Fue porque... me vi a mí mismo. Vi esa frialdad construida a fuerza de decepciones. Esa indiferencia que usás como escudo. Vi a alguien que había aprendido a no esperar nada de nadie. Y eso me molestó... porque entendí que te ibas a convertir en alguien imposible de olvidar.
Cale giró lentamente la cabeza hacia él. Sus ojos eran inestables, como si algo hubiera saltado dentro.
—Y aun así… —agregó él, sin apartar la vista— eres la primera persona por la que empiezo a sentir algo como esto. Amor, supongo. Aunque apenas lo esté aprendiendo.
Cale lo miró. Y esta vez no dijo nada.
Solo lo miró. Como si todo lo que venía conteniendo desde hacía días se le hubiera detenido en la garganta.
Alberu no la presionó. Solo bajó la mirada por un momento, como si hubiera dicho demasiado.
Pero entonces, Cale giro su mano por completo hasta enlazar los dedos con los de él. Apretó. Solo un poco, pero fue suficiente.
—No sé si puedo corresponderte de la forma correcta —dijo ella, con voz baja—. Pero al menos… puedo quedarme a tu lado mientras aprendemos.
Alberu alzó los ojos hacia ella.
Y lo único que hizo fue asentir.
Porque en ese momento, entre sombras y luz, entre heridas antiguas y afectos nuevos, sabían que estaban eligiéndose.
Sin promesas vacías. Sin cuentos de hadas.
Solo con la certeza de que, por primera vez, no estaban solos.
—Y hay algo más —añadió Alberu, mirando hacia el jardín, pero su voz ya no era tan tranquila. Había algo más contenido, algo que parecía pesarle.
Cale lo observó de reojo.
—¿Más confesiones?
—Sí, supongo. O verdades que nunca compartí con nadie.
Se tomó un segundo antes de volver la vista hacia ella.
—Eres la primera persona que ha visto mi verdadera forma… y que sigue mirándome igual. Eres la primera que conoce mi secreto.
Cale no se movió, pero su ceño se frunció levemente.
—¿De verdad? ¿Nadie más?
—Mi tía… ella lo sabe. Bueno, es mi tía de sangre pero… es también la persona que me crió cuando mi madre murió. Se convirtió en mi sombra, en mi sirviente y mi escudo. Me protegió como pudo, incluso cuando ella misma estaba en peligro. Sin ella, quizás no estaría vivo.
—Entonces no estuviste completamente solo.
—No. Pero tampoco fue suficiente —admitió, sin dramatismo, solo con ese tipo de honestidad que duele porque está bien asumida—. Porque ella también tenía que fingir. No podía abrazarme en público. No podía tratarme como a un niño. Tenía que llamarme "su alteza" incluso cuando me preparaba la comida con sus propias manos. Todo era… distante.
Se hizo un breve silencio. Alberu respiró hondo.
—Por eso cocinaba para mí mismo. Por eso estudiaba sin que me lo pidieran. Aprendí que si no hacía todo solo, nadie lo iba a hacer por mí. Que si no me mantenía útil… me iban a descartar.
Cale lo miraba con el ceño cada vez más fruncido. Y de pronto, con una voz seca y molesta, soltó:
—Eso es estúpido.
Alberu parpadeó, sorprendido.
—¿Perdón?
—Dije que es estúpido —repitió, girándose del todo para enfrentarlo—. Un príncipe heredero, cocinando solo. Estudiando solo. ¿Quién demonios deja que eso pase? ¿Qué clase de reino tiene a su futuro rey criado por las paredes de un castillo como si fueran padres?
—Cale… —empezó él, entre una risa que no pudo contener del todo.
—No te rías —le reprendió, pero no sonaba realmente enojada—. Es ridículo. Tenías que estar protegido. Cuidado. ¡Niños de cinco años en pueblos olvidados tienen más apoyo que los que has tenido tu!
Alberu ahora sí soltó una risa baja, honesta, divertida por esa preocupación mal disimulada.
—¿Estás… indignada por mí?
—¡Obviamente! —resopló ella, sin mirarlo, con las mejillas algo sonrojadas por su propio arrebato—. No es normal. No está bien.
Alberu la miró como si en ese momento no hubiera nada más valioso en el mundo que su enfado. Se inclinó apenas hacia ella.
—No puedo decir que no me guste que te enojes por mí.
—No me enojo por vos —murmuró ella, cruzándose de brazos—. Me molesta la idea. El concepto. Es molesto que me importe.
—¿Pero te importa?
Cale cerró los ojos con fastidio y soltó un suspiro contenido.
—No lo repitas, y quizás sobrevivas.
La risa de Alberu fue más profunda esta vez. Le tomó una de las manos, despacio, con esa calma que había aprendido a usar con ella.
—Gracias —dijo en voz baja.
Cale no respondió de inmediato. Solo apretó su mano en respuesta.
Y así se quedaron por un rato más, compartiendo el silencio que ya no pesaba.
El viento suave acariciaba sus rostros, el murmullo lejano de las fuentes del jardín se mezclaba con los cantos de las aves, y el mundo parecía detenerse justo ahí, en ese rincón suspendido entre el ayer que dolía… y un presente que empezaba a sanar.
°°°
La mansión Henituse dormía bajo la luz pálida de la luna. El mármol de los pasillos, usualmente cálido con la luz del día, ahora reflejaba un tono frío, casi fantasmal. Todo estaba en calma. Demasiado en calma para Cale.
En su habitación, la oscuridad no era lo que la inquietaba. Era el silencio. Ese tipo de silencio que no deja dormir. Había apagado las velas hacía rato, pero no conciliaba el sueño. Cerraba los ojos, y todo volvía: las voces, los rostros, las pérdidas. El eco de una infancia rota, la soledad en los pasillos de su memoria, la idea insistente de que todo lo bueno que tenía podía desvanecerse de un momento a otro.
El temblor fue casi imperceptible al principio. Un espasmo involuntario, como si su cuerpo recordara un dolor que su mente aún no quería enfrentar. Se sentó en la cama, el camisón arrugado entre sus dedos, respirando entrecortado. No lloraba. Ella no lloraba. Pero el aire se le hacía denso. Asfixiante.
Entonces se levantó. No encendió ninguna vela. No hizo ruido. Descalza, cruzó el umbral de su cuarto y salió al pasillo, como si sus pies supieran a dónde ir incluso antes que su mente.
No sabía que Choi Han estaba cerca.
El espadachín había tomado la costumbre de patrullar los pasillos por la noche, más por inquietud que por deber. No podía dormir bien desde que había vuelto. Desde que la había visto. Desde que había visto 'esa mano entrelazada' con otra. Caminaba con sigilo, atento a cualquier sonido... hasta que la vio.
Cale.
Abriendo su puerta con lentitud, envuelta en sombras, con el cabello suelto cayéndole por la espalda y una expresión vacía, ausente. Su andar no era apresurado, pero sí determinado. Choi Han pensó en hablarle. Dar un paso. Llamarla. Preguntar si estaba bien, pero algo en su aura lo detuvo. Algo en la forma en que avanzaba, como si solo existiera un lugar donde pudiera respirar, le cerró la boca.
Entonces la siguió, en silencio. Hasta que vio hacia dónde se dirigía.
La habitación de Alberu.
Cale no dudó ni un segundo al tocar. Una sola vez. Suave. Y del otro lado, casi de inmediato, la puerta se abrió.
Alberu no parecía sorprendido. Vestía una camisa suelta y pantalones de lino, el cabello algo desordenado. La miró durante un segundo, sin decir nada. Luego, como si fuera la escena más natural del mundo, alzó una mano y le acarició la mejilla con ternura. Ella no se apartó. Ni una palabra fue necesaria.
—¿Otra vez? —preguntó él en voz baja.
Cale asintió, sin decirlo.
Alberu abrió la puerta por completo, rodeándola con un brazo con una facilidad que solo da la costumbre. Ella se apoyó levemente contra su pecho, y él simplemente la atrajo hacia dentro, cerrando la puerta con una mano. Sin prisa. Sin sorpresa.
Del otro lado, Choi Han se quedó de pie, inmóvil, en medio del pasillo. Los labios apretados, los ojos clavados en la puerta ahora cerrada. No era rabia lo que sentía. Era otra cosa. Más densa. Más amarga.
Era el recordatorio de que, esta vez, ella no necesitaba que él fuera el que la cuidara.
Era el silencio lo que más dolía. Y le dolía aún mas verla en brazos de otra persona.
...
El clic suave de la puerta cerrándose fue el único sonido que quedó entre ellos.
La habitación estaba en penumbra. Solo una lámpara de mana encendida sobre el escritorio bañaba la habitación con una luz cálida y tenue. El aroma a incienso suave flotaba en el aire, mezclado con el perfume de la madera y algo que ya le era familiar a Cale: el olor de Alberu. Calmado. Constante.
Él no dijo nada al soltarla. Solo la tomó de la mano y la guió hacia el sillón que estaba junto a la ventana. Se sentó primero, y sin ninguna ceremonia, la atrajo con suavidad hasta sentarla sobre sus piernas.
Cale no protestó... ni siquiera se tensó. Solo se dejó caer, apoyando la frente contra su clavícula. Sentía el pulso de él bajo la piel, el calor de su cuerpo envolviéndola en esa madrugada tan callada que parecía que el mundo había dejado de girar.
—No fue tan malo esta vez —murmuró Cale, apenas audible.
Alberu no contestó de inmediato. Deslizó los dedos por su espalda, lentamente, como si quisiera borrar con caricias los restos de la pesadilla. Con la otra mano, apartó con delicadeza un mechón rebelde que le caía sobre el rostro.
—Pero igual viniste —dijo al fin, con una sonrisa que no se notaba en los labios, pero sí en la voz.
Ella cerró los ojos. Asintió.
—No quería quedarme sola.
Alberu apoyó la mejilla sobre su cabeza. Respiró hondo. No había expectativa en su abrazo, ni urgencia. Solo paciencia y la necesidad de consolarla.
—¿Querés contarme?
Cale negó despacio.
—No lo recuerdo bien. Solo... me desperté con esa sensación de que iba a perderlo todo.
Su voz era plana, como si no quisiera darle peso a las palabras. Pero él lo sintió. En la forma en que se aferraba a su camisa, en el leve temblor de sus dedos.
—No vas a perder nada... —dijo él, sin dudar.
Cale no respondió. Pero tampoco se apartó.
El silencio se extendió, pero no era incómodo. Era un silencio de pausa, de tregua. Alberu siguió acariciándola con la misma constancia, como si su sola presencia bastara para mantener a raya a los fantasmas. Cale, lentamente, comenzó a respirar más profundo, más lento, más... tranquila.
—Me odio cuando soy así —susurró, después de un rato—. Frágil. Asustada. No debería venir a molestarte por una tonta pesadilla.
Alberu le levantó el rostro con una caricia en la barbilla.
—No me molesta en lo absoluto—dijo con sinceridad—. Me duele más que te lo guardes. Que creas que tenés que enfrentarlo sola.
Ella lo observó. Esa mirada clara, transparente, sin exigencias. No estaba acostumbrada a eso. A que alguien la recibiera incluso en sus momentos más vulnerables, sin pedirle que se recompusiera rápido.
—No entiendo cómo es que puedes... —empezó, pero no terminó la frase.
—¿Quererte? —completó él con suavidad.
Cale desvió la vista. Quiso contestar con una de sus frases cortantes, con una de esas barreras que siempre le habían servido. Pero esta vez no salieron. Solo apoyó la cabeza contra su pecho, dejando que el ritmo del corazón de Alberu le marcara un nuevo compás.
—Solo... no te acostumbres —dijo con voz baja.
—Demasiado tarde —respondió él, envolviéndola más fuerte con sus brazos.
Se quedaron así un rato largo. En silencio... En paz...
Cale no supo exactamente cuándo sus párpados se rindieron. El calor del cuerpo de Alberu, su respiración constante, la cadencia de sus caricias… todo fue calmándola, como si el miedo que la había sacado de la cama se deshiciera en ese refugio tranquilo que él le ofrecía sin condiciones.
Su cuerpo, siempre tan tenso, finalmente se aflojó. Se hundió contra él. Y entonces, sin siquiera notarlo, se quedó dormida.
Alberu la sintió caer en ese sueño suave y profundo. No dijo nada. Solo la sostuvo un poco más, y luego, con extrema delicadeza, la levantó en brazos.
La acomodó contra su pecho como si llevara un pedazo de algo demasiado frágil y demasiado preciado.
Cruzó el cuarto sin hacer ruido. Abrió la cama con una sola mano y la depositó con cuidado sobre las sábanas, dejando que su cabello se esparciera sobre la almohada. Le acomodó una manta sobre los hombros, acariciando un mechón rebelde que le cruzaba la frente.
Luego apagó la lámpara y se acostó a su lado. No demasiado cerca, pero sí lo suficiente para que, si ella lo buscaba en medio del sueño, pudiera encontrarlo.
Y así, en el silencio absoluto de la madrugada, ambos descansaron.
°°°
A la mañana siguiente…
El comedor estaba más animado de lo habitual. Los niños hablaban entre ellos en voz baja, comiendo panecillos calientes con mermelada, mientras Deruth hojeaba un informe y Violan probaba su té con gesto pensativo. Lock estaba sentado junto a Rosalyn, y On y Hong habían ocupado sus lugares habituales junto a Basen y Lily.
Choi Han, como siempre, permanecía algo apartado, con una taza entre las manos y la mirada vigilante.
Cale llegó acompañada de Alberu.
No hubo gestos fuera de lugar. Pero ella caminó junto a él, el hombro apenas rozando el suyo, con una quietud distinta. Todavía no hablaba mucho, todavía mantenía su expresión neutral… pero cada tanto, su mirada se perdía unos segundos más de lo normal, como si no hubiera terminado de sacarse la pesadilla de la piel.
Alberu, por su parte, se mantenía sereno. Cortés, educado. Pero sus gestos con ella eran sutilmente distintos: le ofreció primero el té, le sirvió fruta sin que se lo pidieran, y la miró una o dos veces más de lo que sería diplomáticamente correcto.
Nadie dijo nada.
Pero todos lo notaron.
Rosalyn arqueó una ceja mientras untaba mantequilla sobre su pan. Basen bajó la cabeza, incómodo. Lily los observaba con un interés casi infantil, como si fuera parte de un cuento. On y Hong cuchicheaban entre sí, conteniendo las risas.
Y Choi Han no dejó de mirar.
El ambiente no era tenso, pero sí… contenido. Como si todos intentaran no ser demasiado obvios.
Hasta que Deruth, con su tono habitual de padre que ha decidido no hacer preguntas por ahora, rompió la calma con una frase que cayó suave… pero no sin peso.
—El mes ha pasado más rápido de lo que esperaba —dijo, mirando su taza—. El próximo ciclo de lunas marca el final de la estadía de Su Alteza con nosotros.
Cale alzó la mirada de inmediato.
—Y también el inicio del viaje de Cale hacia el Reino de Whipper —añadió Violan, sin apartar la vista de su plato—. Como estaba previsto.
Un silencio breve se instaló en la mesa.
Cale bajó la mirada, empujando con el tenedor un trozo de fruta que ya no le apetecía. No dijo nada. Pero su expresión cambió apenas. No fue un gesto evidente. Solo una tensión en la mandíbula, una pequeña arruga entre las cejas.
Alberu, a su lado, sonrió. Fue una sonrisa diplomática, amable, de esas que todo príncipe debería tener ensayada. Pero en sus ojos… había algo más. Algo que no tenía nada que ver con la realeza.
—Por supuesto —dijo con cortesía—. Mi deber me llama de regreso. Y Lady Henituse tiene compromisos importantes en el norte. Nos separamos solo por un tiempo.
Pero sus dedos, ocultos bajo la mesa, buscaron los de ella.
Cale los dejó llegar, sin saber lo mucho que necesitaba sentir su mano sosteniendola...
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Regalito 💌
(Fondos de pinterest, ya quisiera ser tan pro ☝️😔)
Notes:
HOLIS MIS POLLITOS GUAPOS 😚🐥♥️
Me disculpo porque me demore unos días demás para subir esto, pero bueno, se me había borrado una parte y tuve que reescribirlo todo de nuevo (no me acordaba como lo había hecho la primera vez). 😩💀
Adivinen quién encontró otra obsesión... LPM ahora soy adicta a esos Reels de novelas chinas, son buenísimos... Ahhh odio ser una consumidora del mercado 🤬😭
(Un poco más y me voy a volver ✨pollistripper ☝️😔)
Jajaja en fin, basta de mi... Confieso que me da pena Choi Han, pero como dicen "el que se fue a la villa perdió su silla" ahre jajaja
No bueno, pero amo la relación que hay entre Cale y Alberu, osea, son re lindos. Hasta me daría pena romper esa relación...
(Joda, es joda, no se preocupen... O si? 👀)Jiji, espero que tengan un lindo día, tarde o noche y espero que les haya gustado el cap. Ya falta menos para volver a la trama original mis pollitos. Besos en sus colas 😘
Cuestión... Saben que paja nacer para laburar/trabajar, que ganas de ser Cale y ser mantenida. Ahora estoy desempleada así que estoy re bajón e intento distraerme, pero bueno me da tiempo para concentrarme y seguir con mis estudios. Pero voy a tener que hacer magia negra para sacar money de algún lado 🙏🏻
Chapter 47: 46. Propuesta inesperada...
Notes:
Se supone que lo iba a subir en la mañana (en mi zona horaria) pero de repente no andaba ao3 y me asusté 😭
Pero nada, ya estamos, disfruten mis pollitos 🐥❣️
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El ambiente en la mesa seguía contenido tras las palabras de Deruth, hasta que un pequeño golpe de cuchara contra la porcelana interrumpió el silencio.
—¿Cómo que se va? —protestó Lily, frunciendo el ceño, con las mejillas infladas—. ¡¿Quién me va a peinar ahora?!
Todos la miraron.
Alberu parpadeó, ligeramente sorprendido, pero antes de responder, Lily ya estaba cruzada de brazos.
—Usted dijo que iba a aprender a hacer trenzas dobles. —espetó con indignación—. ¡Y que iba a practicar conmigo todos los días hasta que te salieran perfectos! No puede irse ahora. Todavía no sabe hacer el moño sin tirar del pelo.
Violan se detuvo en medio del movimiento de su cuchillo, Deruth alzó las cejas levemente y hasta Basen levantó la mirada.
Alberu intentó mantener la compostura, pero una sonrisa leve se le escapó.
—Lady Lily —dijo, con solemnidad ensayada—. Tengo la intención de continuar practicando, incluso en mi reino. Y te prometo que, en mi próxima visita, podrás hacer moños sin dolor.
—¡Eso dijiste la vez pasada! —refunfuñó ella, dando un sorbo enojado a su leche—. Y también dijiste que ibas a traer más peinetas con joyas.
Basen, junto a ella, se removió en su asiento. Fingía estar concentrada en su tostada, pero murmuró con disimulo:
—Supongo que ahora no tendré con quién discutir sobre los tratados del Reino del Este...
—¿Qué dijiste, Basen? —preguntó Cale, girándose hacia él.
El muchacho se sonrojó levemente, sin levantar la mirada.
—Nada. Solo que... es difícil encontrar a alguien que sepa tanto como Su Alteza sobre política exterior. Eso es todo.
Cale lo observó con una ceja arqueada. Alberu, por su parte, inclinó levemente la cabeza en dirección a Basen, con un gesto discreto pero respetuoso, como si entendiera perfectamente el tipo de reconocimiento que acababa de recibir.
Entonces, Hong suspir sonoramente.
—Y ahora ¿quién me va a contar cuentos de príncipes antes de dormir? —se lamentó—. A veces, en secreto, el príncipe me leía historias y usaba voces raras. Y me contaba cómo eran las batallas. ¡¿Y si me olvido cómo era su voz?!
—También cantaba —añadió On, sin mirar a nadie y con tono neutro, como si no le importara—. Y traía galletas. Y flores para nosotras. Pero da igual. No es como si eso fuera importante o algo...
—Claro que no —replicó Lily, indignada—. ¡Era muy importante! ¡También nos trajo cintas para el pelo y las acomodó él mismo! Aunque las puso al revés una vez.
Lock, que estaba a medio camino entre la sorpresa y la risa, miró de reojo a Rosalyn, quien a su vez había dejado su taza a medio camino, con una sonrisa contenida en los labios.
—Parece que alguien se ganó a la tropa joven de la mansión Henituse —murmuró la maga, lo bastante bajo como para que solo Lock la oyera.
Choi Han seguía observando en silencio. Sus ojos se movían entre los niños y Alberu, claramente sorprendido. No había esperado ese nivel de cercanía, no de parte del príncipe.
Lo más impactante llegó unos segundos después.
Cale... se rió.
No mucho. Ni fuerte. Solo un leve sonido de nariz y garganta, una curva en la comisura de los labios, un brillo en los ojos que hacía mucho no se mostraba frente a los demás.
Pero fue suficiente para que Deruth dejara su cuchara suspendida en el aire. Y Violan levantara la cabeza, mirándola con una sorpresa que no alcanzó a ocultar del todo.
Alberu la miró de reojo, y durante un segundo, dejó de ser el príncipe impecable para convertirse simplemente en un hombre al que esa pequeña risa le acababa de iluminar el día.
El eco de la risa de Cale aún parecía flotar en el aire, como si nadie se atreviera a interrumpir ese fenómeno raro y precioso.
Pero fue precisamente ese silencio expectante lo que hizo que ella se incomodara. Alzó la vista y se encontró con todos los ojos puestos en ella: Lily la miraba como si acabaría de presenciar un milagro, Basen parecía perplejo, On intentaba disimular su sorpresa con una expresión seria, y hasta Rosalyn la observaba con una media sonrisa casi afectuosa.
Cale sintió el calor subirle al rostro. Odiaba se sentía tan… vista.
Enderezó los hombros. Se acomodó el cabello con una mano como si nada hubiera pasado y, con su tono habitual, ese que siempre rozaba la indiferencia elegante, dijo:
—Tampoco es como si fuera la última vez que lo van a ver. Esto fue solo un mes. Nos quedan ocho más. Así lo estipula el trato, ¿no?
Por un instante, la mesa quedó en silencio. Pero no por incomodidad… sino porque algo se había movido.
Alberto parpadeó.
Giró lentamente la cabeza para mirarla, como si sus palabras hubieran sido un cristal quebrándose en el aire. No lo dijo en voz alta, no necesitaba. Pero sus ojos —siempre atentos, siempre midiendo— brillaron de una manera distinta.
Cale, como si se diera cuenta demasiado tarde de lo que acababa de soltar, bajó la vista con elegancia forzada y mordió un trozo de panecillo con calma. Como si eso pudiera borrar lo que había dicho.
Alberu, sin embargo, sonríe. Fue una leve sonrisa. Íntima. De esas que se guardan para después. Porque entendió. Porque acababa de recibir algo que no esperaba: una señal. Una pequeña, torpe pero clara aceptación de parte de Cale.
Ella quería continuar. Ella quería que siguiera viniendo.
Violan, que no se perdía nada, dejó caer lentamente su abanico sobre los labios, cubriendo una sonrisa satisfecha.
Deruth alzó las cejas, levemente sorprendido, y luego bajó la mirada a su plato, como quien decide dejar pasar el momento… pero lo guarda en la memoria para más tarde.
Rosalyn, con una expresión divertida apenas disfrazada de neutralidad, giró su taza entre los dedos. Lock la miró con una ceja levantada, sin entender del todo, pero sabiendo que algo importante acababa de pasar.
—Cierto —dijo Alberu al fin, recuperando la voz con su tono impecable—. Aún nos quedan ocho meses para convivir. Me aseguraré de aprovecharlos al máximo.
—Más te vale —murmuró Lily, aún indignada—. Tiene que mejorar con las trenzas. Todavía no aprendí a que no se me caigan a los diez minutos.
—Tendré que entrenar más duro —dijo Alberu con una inclinación solemne hacia ella.
La mesa volvió a animarse con las voces cruzadas de los niños y el suave tintineo de las tazas. Pero en el aire había algo distinto. Como una complicidad silenciosa entre algunos de los presentes. Una certeza nueva.
Cale no lo había soltado. Ni siquiera ahora.
Y esa pequeña afirmación disfrazada de rutina era, en el lenguaje de Cale Henituse, lo más parecido a un "quiero que te quedes".
°°°
La habitación de Cale estaba llena de luz dorada y movimiento. Hans, Lucia y dos criados organizaban las últimas cosas para el viaje: cofres con documentos, ropas cuidadosamente dobladas, un pequeño maletín con pociones esenciales, mapas.
Cale se mantenía a un lado, controlando todo con la mirada crítica que la caracterizaba. No hablaba mucho, pero bastaba un gesto de su mano para que todos supieran qué hacer.
Cuando el último baúl fue cerrado con un clic metálico, Lucia salió primero y Hans inclinó la cabeza.
—Voy a verificar el estado del carruaje, señorita. Volveré en unos minutos.
—Está bien —respondió ella, sin girarse.
Cuando la puerta se cerró, Cale exhaló. No estaba cansada… pero sí incómoda. El ambiente tenía ese peso invisible que arrastraban las despedidas. Se acercó al escritorio y comenzó a revisar una pequeña lista escrita con su propia letra. No quería dejar ningún detalle sin resolver.
—¿Y te vas a llevar también esa ceja fruncida? —dijo una voz detrás de ella.
Cale se giró.
Alberu estaba apoyado contra el marco de la puerta, los brazos cruzados y una pequeña sonrisa ladeada en el rostro. No llevaba su uniforme real, solo una camisa clara y un chaleco sencillo. Pero aún así, tenía esa presencia inevitable que llenaba cualquier habitación.
—No sabía que los príncipes heredaban también el don del sarcasmo —respondió ella con una ceja alzada.
—Lo heredamos y lo perfeccionamos —dijo, entrando con paso lento—. ¿Molesto?
—No —admitió ella, bajando la vista a la lista—. Sólo estaba... repasando.
Él no preguntó qué repasaba. Se acercó al escritorio, sacó algo del bolsillo dimensional interior de su chaleco y lo dejó sobre la madera pulida frente a ella.
Una esfera de comunicación mágica. Cale la miró.
—¿Qué es esto?
—Una esfera de comunicación —dijo Alberu—. Está enlazada con mi línea directa. No con la red real, ni con la torre de magos. Solo conmigo. Para que...podemos hablar. Cuando lo necesites, cuando quieras... O cuando no puedas dormir.
La última parte fue dicha con cariño. Demasiado suave.
Cale lo observará durante un segundo más. Luego tomó la esfera entre los dedos, girándola levemente. La luz en su interior palpitó, reconociendo el contacto.
—No prometo usarla.
—No esperaba que lo hicieras —respondió él con una sonrisa.
Silencio.
La sostuvo entre las manos un poco más, sin saber exactamente qué decir. El objeto era hermoso. Práctico. Pero era, sobre todo, una invitación. Una forma de estar presente sin estar básicamente allí. Algo que ella no había pedido… pero que, en el fondo, no podía rechazar.
—Y qué vas a hacer… —dijo él, bajando la voz— con las noches en las que no podés dormir?
Cale no respondió enseguida.
Quiso decir “estoy acostumbrada”. Quiso decir “no importa”. Quiso burlarse, incluso. Pero ninguna de esas frases salió.
Miró la esfera. Luego lo miró a él.
—No lo sé —admitió, al fin, con voz baja.
Alberu ascendió. No para presionarla. No para consolarla. Solo… para estar ahí.
—Entonces, por las dudas —dijo, señalando la esfera—, usala. Aunque sea para insultarme.
Cale bufó una risa leve, apagada, pero real.
—No es tan fácil insultarte. Eres irritantemente bueno con las palabras.
—Eso suena como un desafío —replicó él, con una sonrisa.
Ella guardó la esfera en el bolsillo interno de su abrigo de viaje, con un gesto rápido. Como si ya supiera que iba a usarla.
Y Alberu, que no se lo dijo, pero lo pensó... supo que ese pequeño gesto valía más que cualquier declaración.
°°°
El carruaje real esperaba frente a la entrada principal de la mansión Henituse. Era elegante, sobrio, con los colores del Reino Roan bordados en los estandartes. Los caballos se relanzaban suavemente, y los guardias se mantenían firmes en su posición, dando al conjunto un aire de ceremonia silenciosa.
La familia Henituse estaba reunida para despedir al príncipe heredero.
Violan estaba impecable como siempre, con el abanico cerrado entre las manos. Deruth mantenía una expresión seria, pero educada. Basen y Lily estaban a un lado, los niños a otro. Rosalyn, Lock y Choi Han observaban desde la escalinata.
Pero eran los más pequeños los que parecían más afectados.
—¡No se puede ir! —exclamó Lily por tercera vez, aferrándose a la capa de Alberu—. ¡Todavía no te enseñé a hacer la trenza invertida!
—Me prometio que lo iba a intentar con cintas —agregó On, con tono acusador.
—Y dijo que iba a leer un cuento de un bardo —refunfuñó Hong, cruzado de brazos—. Dijo que iba a cantar para nosotros. No lo ha hecho.
Alberu alarmante, agachándose un poco para quedar a su altura.
—Voy a practicar más peinados durante mi ausencia —le dijo a Lily, tomándola de la mano con seriedad teatral—. Y la próxima vez que venga, usaré cintas plateadas. Lo prometo.
—¿Y el cuento? —insistió Hong.
—Te lo voy a contar por la esfera mágica, si me llama más una noche —le guiñó el ojo—. Pero solo si estás listo para el final.
— ¿Y las flores? —murmuró On, sin mirarlo.
Alberu sacó de su bolsillo dos pequeños ramilletes de jazmines recién cortados.
—Para ti y para Lily. Último día de entrega, pero con la misma dedicación.
On bajó la mirada al ramo. No dijo nada. Solo lo tomó con cuidado. Lily aún hacia puchero pero recibió su ramo y lo abrazó contra ella.
Cale observaba todo en silencio, un poco más atrás. Mantuvo los brazos cruzados, la espalda recta. Pero había algo en su expresión que no era tan frío como solía.
Violan intercambió una mirada con Deruth. El conde se acercó levemente, aprobando sin palabras.
Alberu se levanto y miro a Basen que aún estaba callado pero con la mirada baja, sonriendo suavemente antes de hacer una seña a uno de los sirvientes y este le acerco un libro.
— Ya que no podremos charlar por un tiempo... Creo que esto te servirá, joven Basen — le entrego el libro con una sonrisa.
Basen levantó la mirada y miró aquel libro, asombrado al ver que se trataba de un libro avanzado en economía política. Lo tomo en manos y lo abrazó en silencio.
— Daré lo mejor de mí para aprender de esto. — dijo con firmeza.
Alberu le sonoro y le palmeo el hombro.
Cuando Alberu terminó de despedirse de los niños, dio un paso hacia el conde y la condesa, despidiéndose cortésmente, ambos también se despidieron del príncipe deseándole un buen viaje.
El carruaje ya lo esperaba, y uno de los caballeros reales le sostenía la puerta. Pero antes de subir, se acercó a Cale.
No dijo nada de inmediato. Solo buscó su mano derecha, la misma en la que el anillo de compromiso brillaba bajo el sol matutino.
Cale no se apartó.
Con delicadeza, sin prisa, tomó su mano entre las suyas. Y luego, en un gesto lento y solemne, besó el anillo.
Cale sintió el contacto como una chispa que la atravesaba desde la mano hasta el estómago.
Él levantó la mirada. Su expresión era tranquila, firme… pero en sus ojos había una ternura que no intentaba ocultar.
—Nos veremos pronto —dijo con voz baja—. Y hablaremos antes de eso. Sabés cómo encontrarme.
Cale tragó saliva. La tenia seca. No estaba acostumbrada a ese tipo de afecto. Mucho menos delante de todos.
— ¿Y quién dice que hablaré contigo?
Dijo poniéndose a la defensiva y cruzándose de brazos.
— Es verdad, no estás obligado a llamarme...
Alberu simplemente se rió un poco y saco algo de su bolsillo. Una peineta con decoración de hojas y flores bañada en oro y se acerca a ella, acomodando un mechón de cabello suelto detrás de su oreja y lo acomodo con la peineta, sonriendo un poco al verla.
Ella solo se quedó mirándolo sin saber que hacer. Él estaba mirando con esos ojos que aún no sabía cómo manejar. Entonces, impulsada por algo que ni ella entendía, se inclinó hacia adelante… y le dio un beso corto en la mejilla.
No lo miré.
Apenas lo hizo, dio un paso atrás con rapidez, finciendo que ajustaba las magas de su camisa, mirando hacia otro lado, sonrojada pero actuando con normalidad, como si todo hubiera sido casual. Como si no se le hubiera acelerado el corazón.
— Te un buen viaje de regreso...
Alberu, por su parte, está sonriendo. Una sonrisa tranquila, honesta. No hizo ningún comentario. Solo la miró por un segundo más, como si quisiera memorizarla.
Luego subió al carruaje.
Las puertas se cerraron. Los caballos se pusieron en marcha.
Y Cale, con los brazos cruzados, el rostro inmutable y el corazón latiéndole fuerte en el pecho, se quedó mirando el camino vacío… mucho después de que el carruaje ya no estuviera a la vista.
_________
Unos días después de la partida de Alberu, Cale subía al barco con puntualidad impecable, como había planeado. El cielo estaba despejado y la brisa salina le acariciaba el rostro, revolviéndole el cabello con suavidad. En la orilla, el puerto de Ubarr bullía de actividad, pero ella sola tenía una cosa en mente: avanzar.
—Señora Cale.
La voz la sacó de sus pensamientos apenas puso un pie en la cubierta. Al girarse, se encontró con la figura de Amiru.
—Señora Amiru.
Ambas se miraron con familiaridad contenida. La noble de Ubarr mantenía una expresión neutra, pero en sus ojos había algo más.
—Espero que regreses sana y salva. Esta vez... sin lastimarte.
—También lo espero —respondió Cale con calma, aunque la sombra de la ironía se dibujó en la comisura de sus labios.
Amiru frunció el ceño.
—No entiendo por qué Su Alteza te enviaría a un lugar tan peligroso después de que apenas termine tu recuperación. Pero… supongo que si lo hace, es porque confía en usted.
Cale se quedó callada por un segundo.
“Confiar”, pensó. Alberu no era de los que usaban esa palabra con ligereza. Aunque claro, ahora su prometida ¿No?
El viento agitó su abrigo de viaje mientras comenzaba a caminar hacia el centro de la cubierta.
—Lady Ca...
—Debo seguir. Tenemos que partir a tiempo —dijo sin volverse, dejando atrás a Amiru y su incomodidad. Ya no tenía ganas de más despedidas.
Al llegar a la cubierta superior, se encontró con su séquito.
Choi Han, Lock, Rosalyn… y los pequeños: On, Hong en su forma humana y el pequeño dragón negro que estaba invisible apoyado en sus hombros. Hans y Beacrox estaban también, junto al vicecapitán Hilsman, que ya estaba pálido antes de que el barco ni siquiera zarpara. Lucia estaba cerca de los niños, acompañándolos a recorrer y conocer el barco.
Diez niños lobo se alineaban en silencio, observando la actividad con una mezcla de entusiasmo y nerviosismo. Ellos le habían insistido demasiado en viajar a su lado, así que simplemente aceptó sin más.
— ¿Cómo terminó rodeado de este grupo? —murmuró Cale, exhalando mientras apoyaba los brazos en la barandilla.
(Si me llego a herir con tantos monstruos cuidándome… sería un acto de mucha mala suerte)- pensó, casi con fastidio.
_¡Humana! Me gusta el olor del mar _canturreó en su cabeza el pequeño dragón desde su hombro.
Cale lo ignoró y dio la orden:
—Zarpamos.
El cuerno del barco sonó, profundo y largo, cortando el aire salino. El navío comenzó a deslizarse sobre las aguas del mar de Ubarr, rumbo al Reino Whipper. Aunque disfrazado de barco comercial, el viaje no era simple: era una misión delicada, estratégica… y un nuevo comienzo.
Y, por dentro, Cale ya sentía ese vacío extraño que dejaba la ausencia de Alberu.
Esa noche, cerca de la medianoche, Cale se encontró sola en la cubierta.
El mar se extendía como una sábana infinita de tinta azul bajo la luz plateada de la luna. No hacía frío, pero el aire era distinto. Calmado. Silencioso.
Cale se apoyó en la baranda, con los ojos perdidos en el horizonte. La esfera mágica que Alberu le había regalado descansaba en el bolsillo mágico interior de su abrigo. No la había usado todavía.
—Humana —dijo el pequeño dragón, apareciendo a su lado sin necesidad de esconderse—. ¿Qué haces despierta?
—No podía dormir.
El dragón negro la vigila, cargando la cabeza. Luego se quedó en silencio, revoloteando cerca de su hombro.
¿Estás pensando en su Alteza?
Cale no respondió. Solo desvió la vista.
El dragón rodó los ojos y bufó ante su actitud.
—Deberías hablarle. Para eso te dio la esfera. Yo puedo conectarlo con mi magia.
—No necesito hablar con nadie —murmuró ella, pero sin mucha convicción.
—Claro que sí. Yo sé que lo extrañás —dijo con sabiduría de niño mimado—. Es normal. Te hacía galletas y te miraba como si fueras un tesoro.
—No necesito galletas y no necesito que me miren—replicó, cruzando los brazos.
El Dragón dio un giro en el aire dejando pasar el tema, por ahora, pero se quedó pensativo, y de pronto habló con voz seria:
—Humana, tengo una pregunta.
—¿Qué?
—¿Vas a darme un nombre al azar? ¿Algo tonto como “Dragon” o “Sombra”?
Cale lo miró con sorpresa. Raon parecía realmente preocupado.
— Ah, ¿tu nombre?
El Dragón Negro estaba hablando de su nombre. Cale hizo una expresión muy seria ante la pregunta muy preocupada del niño de 4 años.
— ... ¿Un nombre como ese no es muy bueno?
La expresión de Cale era muy seria. El Dragón Negro no había visto a Cale tan seria desde hacía un tiempo. Los ojos del Dragón Negro comenzaron a temblar mientras respondía con urgencia.
— ¡De ningún modo! ¡Estoy bien con cualquier cosa! ¡Está bien siempre que me des un nombre, Humana! ¡No te preocupes!
Sus alas se agitaron rápidamente y su cola temblaba mientras apelaba fuertemente a Cale. La expresión de Cale instantáneamente se volvió normal como si nunca hubiera hablado en serio.
—Entonces me alegro.
Luego continuó casualmente.
— Raon, On y Hong se habrían puesto tristes si hubieran escuchado lo que dijiste.
Cale rió, genuinamente, como hacía solo en presencia de los niños… o de Alberu.
De repente, el silencio llenó el área.
-... Humana, ¿qué acabas de decir?
Cale había pensado mucho en el nombre del Dragón Negro, contrariamente a las expectativas del Dragón Negro. Un nombre era algo especial que se le daba a alguien. Para Kim Rok Soo, que tuvo que vivir solo, lo único que le dieron sus padres fue su nombre.
- Tu primer nombre es Raon.
Raon. Significaba alegre en coreano puro.
-Y tu apellido es Miru.
Miru. Coreano puro para Dragon.
Dragón alegre. Era un nombre divertido, pero a Cale se le ocurrió con total sinceridad. Le preocupaba que Choi Han sospechara de un nombre coreano puro, pero también se le había ocurrido una excusa para eso.
Raon parpadeó. Su boca se entreabrió.
-Raon... ¿Miru?
Una voz tranquila llegó a los oídos del Dragón Negro. Sin embargo, el Dragón Negro nunca antes había visto una expresión así en el rostro de Cale. Una sonrisa tranquila estaba en el rostro de Cale en este momento.
-Se me ocurrió este nombre con la esperanza de que seas feliz y vivas una vida feliz.
-...¿Qué significa eso?
El Dragón Negro le preguntó a Cale el significado del nombre. Cale señaló al Dragón Negro con su dedo índice.
- Tú.
Raon y Miru. Ninguna de estas palabras existía en este mundo. Solo había una cosa que representaban estas dos palabras en este mundo.
- Eres tú. Son palabras solo para ti y para ti nada más.
- ...¿Sólo para mi?
- Si.
Cale comenzó a sonreír mientras acariciaba la cabeza del Dragón.
- Ya que eres un gran y poderoso Dragón -confirmó Cale, acariciándole la cabeza con ternura-. Porque merecés tener algo que sea completamente tuyo. Porque merecés ser feliz.
Raon no supo qué decir. Sintió que algo se le llenaba por dentro. Algo nuevo. Algo tibio. Algo fuerte.
-Soy el gran y poderoso Raon Miru -dijo, con voz temblorosa pero orgullosa-. Y es un gran nombre.
-Lo es -asintió Cale, sonriendo con los ojos entrecerrados.
Raon flotó en el aire, inflando el pecho.
-¡Correcto! ¡Soy Raon Miru!
Cale lo miró y pensó, por un momento, que si podía regalarle ese tipo de felicidad a alguien... tal vez había esperanza para sí misma también.
Raon giró en el aire una vez más, murmurando para sí mismo.
-...Gracias, Cale.
-¿Eh?
-Nada -respondió, rojo como una manzana-. ¡Entrá! ¡O te vas a resfriar! ¡Humana débil!
Y sin darle oportunidad de replicar, voló hacia el mástil.
A pesar de lo que decía, las alas de Raon se movían sin parar y su cola serpenteaba con energía contenida, como cuando On y Hong estaban felices pero no querían admitirlo.
Cale lo miró de reojo y dejó escapar una risa breve, apenas audible, pero genuina. Se le notaba. A pesar de la noche cerrada y del océano inmenso, ella sonreía.
-Creo que va a ser difícil volver a entrar al camarote ahora.
-¿Por qué?
Raon calló de pronto, girando el rostro hacia la oscuridad del mar. Se quedó quieto, las alas medio extendidas, los ojos fijos en un punto distante.
Entonces, lo sintieron.
Splaaaaaash.
El agua se partió con una fuerza impresionante, levantando una ola espesa. Una figura enorme comenzó a emerger.
Una ballena.
-¡Lady Cale! -gritó una voz desde el interior del barco.
Choi Han salió disparado a toda velocidad, con la mano en la espada y el rostro sombrío, preparado para lo peor. La tensión en su postura dejaba claro que había captado la presencia desde el interior del navío y no pensaba dejarla sola.
Cale, sin embargo, solo lo miró con una mezcla de fastidio y resignación. Le hizo un gesto con la mano, indicándole que no se acercara.
-No son enemigos -intervino Raon, con tono ofendido y las alas agitándose detrás de él como si fueran abanicos.
-¿Qué?
Choi Han dudó, pero finalmente giró la cabeza hacia el océano.
Ya no era una, sino tres ballenas las que se acercaban a la nave, partiendo el agua con majestuosidad.
Una de ellas, con piel marcada y movimientos elegantes, era Witira, la ballena jorobada. A su lado nadaba una ballena asesina, de cuerpo robusto y energía explosiva. Y justo detrás... la presencia más grande.
Cale se enderezó y bajó los brazos, acomodándose el abrigo al ver que estaban listos para salir del agua.
-Saluden -murmuró-. Llegaron nuestros invitados.
El agua se dispersó con vapor caliente cuando tres figuras se alzaron y aterrizaron con suavidad sobre la cubierta.
Cale apenas giró el rostro cuando escuchó a Raon en su mente:
_¡Los dragones somos mucho más majestuosos! _bufó, celoso.
Ella solo le acarició la cabeza sin dejar de mirar al frente. Las tres figuras, humanas ahora, eran imponentes.
Witira llevaba su habitual elegancia tranquila, con su cabello húmedo cayendo sobre los hombros. A su lado estaba Archie, el guerrero de la tribu ballena, alto y de cabello blanco, con una expresión severa.
Y el tercero...
Cale entrecerró los ojos.
El Rey Ballena.
Shickler. Un hombre de mediana edad, increíblemente apuesto, con una presencia que parecía abarcar toda la cubierta. Tenía una sonrisa suave, pero sus ojos contenían siglos de océano.
Choi Han se tensó. Su cuerpo estaba rígido, la mano rozando el pomo de la espada. Pero no por la amenaza... sino por la **belleza sobrenatural** de los recién llegados.
Cale se permitió una sonrisa ligera.
-Rey Shickler -dijo con cortesía, inclinando levemente la cabeza- Bienvenido majestad
El Rey asintió.
-El sur es más cálido de lo que recordaba... Gracias por salvar a mi hijo. Vine con mi hija porque quería agradecerte personalmente -dijo Shickler, el Rey Ballena, con voz grave y templada, apenas bajando la cabeza ante ella.
-No hacía falta el agradecimiento. Solo hice lo que debía -respondió Cale, calmada, devolviéndole el gesto con una inclinación medida. Extendió una mano respetuosa hacia él-. ¿Qué le parece si, ya que ambos somos personas ocupadas, vamos directo al grano?
- Es admirable su franqueza, lady Cale...
Sin embargo Shickler tuvo que detenerse en lo que iba a decir antes de soltar un suspiro leve debido a una situación.
Choi Han y Archie se estaban tirando dagas con la mirada, un claro desafío en dónde parecía que estaban a punto de luchar, cosa que no pasó desapercibido para el rey ni para Cale.
Shickler se giro hacia Archie, pero antes de poder hablar, Cale ya giraba la cabeza con la misma autoridad con la que manejaba toda situación.
-Choi Han.
Cale posó su mano sobre su hombro, firme pero sin dureza.
Del otro lado, Shickler hizo lo mismo con Archie.
-Archie -dijo, en tono bajo.
Ambos hombres, Choi Han y Archie, se miraron directamente. Se midieron con la mirada como si intentaran entender quién tenía el terreno más firme bajo los pies.
Y fue entonces que Cale sintió algo.
Una mirada que no buscaba simplemente examinarla, sino juzgarla. Evaluarla. Y no desde el respeto, sino desde la desconfianza.
Giró lentamente el rostro. Sus ojos, calmados y fríos como el océano nocturno, se encontraron con los de Archie. Un hombre más alto que ella, de cabellos blancos como la espuma del mar, músculos tensos y una postura desafiante. Archie la miraba con descaro, sin ocultar su desprecio.
Cale frunció el ceño, sin molestarse en disimular su irritación. No tenía paciencia para este tipo de sujetos.
("...Es incluso peor que Toonka")- pensó.
Raon, desde su hombro, resopló en su mente.
_¡Ese idiota te miró de arriba abajo! ¡Cómo se atreve!_
Cale sintió un suspiro nacer en su pecho. Pero no lo soltó. En vez de eso, simplemente fijó sus ojos en los de Archie, manteniendo la mirada. Un silencio denso cayó sobre la cubierta.
Shickler, al notar la tensión, se tensó ligeramente.
-Archie, basta...
Pero ya era tarde. La atmósfera había cambiado.
El rey ballena entonces recordó algo que Witira le había dicho hace un tiempo:
"Padre... Lady Cale es extraña. Débil físicamente, sí... pero por un segundo, se sintió enorme. Como si pudiera tragar todo el mar."
Y ahora, frente a sus ojos, comprendía esas palabras. Porque la expresión de Cale no mostraba temor. Era una quietud llena de poder. La fuerza de alguien que sabía cuándo frenar... y cuándo aplastar.
Choi Han, que hasta ese momento parecía tenso, dejó de fruncir el ceño. Observaba a su lady con una expresión que mezclaba respeto y una pizca de fascinación. Cale no dijo nada de inmediato. Solo dejó que la mirada hiciera el trabajo.
Su presencia era distinta a la de un guerrero. No era agresiva ni explosiva. Era como un ancla: pesada, inamovible, imposible de ignorar. Su Aura Dominante, surgida apenas como un murmullo, hizo vibrar la cubierta bajo sus pies.
La madera crujía suavemente con cada paso que daba hacia Archie.
Cale no desvió la mirada ni un segundo, decidida a imponer su estatus en esta situación.
-¿Quién eres tú... para mirarme así?
Archie no respondió. Por un instante, olvidó que era más alto, más robusto, más fuerte. Porque todo su cuerpo sentía que ella lo estaba mirando desde arriba.
El "aura dominante" estaba activada y Cale lo usaba a su favor en esta situación ante este tipo que quería hacerse el rudo.
-¿Qué te hace pensar que puedes medir mi valor con los ojos?
Cale se detuvo justo frente a él. Su voz era baja, pero el poder que la sostenía llenaba el aire.
-Si no podés responder a esa pregunta -continuó-, entonces no vuelvas a mirarme así.
Un silencio absoluto cayó sobre el grupo.
Archie, que hasta hace segundos parecía intocable, **dio un paso atrás.**
Fue instintivo. No lo pensó. Fue su cuerpo, su instinto... su miedo.
Y justo en ese momento, **Cale disipó su aura**. Tan rápido como había aparecido, se desvaneció. Su rostro recuperó la neutralidad y giró hacia Shickler con una sonrisa suave, casi diplomática.
-¿No está de acuerdo, su majestad?
Shickler la observó por unos segundos, sorprendido, antes de suspirar largamente.
-...En efecto.
Su voz tenía ahora un matiz resignado.
Agarró el hombro de Archie con fuerza y le habló con tono bajo pero firme:
-Discúlpate y presentate.
Archie tragó saliva. Sin levantar la vista, con voz tensa, murmuró:
-...Me disculpo. Mi nombre es Archie.
Cale lo miró un segundo más, evaluándolo como si decidiera si aún valía su tiempo. Finalmente asintió.
-Cale Henituse.
Y mientras lo decía, escuchó la voz de Raon, feliz, en su cabeza:
_¡Humana, fuiste casi tan poderosa como la punta de la uña de mi pata delantera! ¡Buen trabajo!_
Cale apenas contuvo una sonrisa.
Volvió a mirar a Shickler y extendió la mano:
-¿Puedo ver el paquete?
Shickler, que ahora parecía menos un rey y más un tío cansado, asintió.
-Witira.
La joven ballena se acercó con una pequeña sonrisa de alivio. No sabía que necesitaba ver a Cale comportarse como siempre... hasta que lo hizo.
-Lady Cale. Mucho tiempo sin verla.
-El paquete -repitió Cale, sin rodeos.
Witira le entregó los tres objetos con un gesto práctico. Cale los recibió y los revisó sin demora.
Uno de ellos era una botella pequeña que contenía maná muerto, ya purificado del veneno. Un elemento peligroso, pero exactamente lo que necesitaba.
-¿Para qué querrías algo así? -preguntó Shickler, genuinamente curioso-. Ni los humanos más oscuros usaban esto con ligereza. Ni siquiera quedan nigromantes... ¿Qué pensás hacer con una cantidad tan pequeña?
Cale le sonrió, esa sonrisa ladeada que a veces usaba para molestar a Beacrox o provocar a Raon.
-¿Quién sabe?
Guardó los objetos en su bolsa mágica con la tranquilidad de quien sabe exactamente lo que está haciendo. Luego intercambió un par de palabras más con Shickler y Witira, asegurándose de que su acuerdo fuera claro.
Witira no se marchó de inmediato. Después de entregar el paquete, se quedó al lado de Cale, con las manos cruzadas detrás de la espalda y una sonrisa que no intentaba disimular. Había algo distinto en su postura: una familiaridad que se había ido cultivando con el tiempo, una confianza que no todos se ganaban.
-Eres igual que siempre, Cale -dijo con un tono suave-. Tranquila como una tormenta en el fondo del mar. Y siempre controlándolo todo.
Cale giró lentamente el rostro hacia ella.
-Y usted sigue diciendo cosas poéticas cuando podrías decirlas en palabras más sencillas, señorita Witira.
Witira soltó una risita, encantada.
-Es parte de mi encanto -respondió, girándose para observar el océano junto a ella.
La escena habría sido casi íntima, si no fuera porque Shickler seguía observando a Cale con atención. El Rey Ballena se cruzó de brazos. Su expresión era serena, pero una chispa traviesa encendió su mirada.
No podría negarlo ahora que la había conocido. Pudo comprender porque su hijo se sonrojaba cada vez que oía el nombre de Cale Henituse, era ni más ni menos que una belleza fría. Demasiado hermosa para ser una simple humana, se atrevía a compararla con la belleza de su hija. Además de desprender una autoridad y una fuerza admirable, se le ocurrió algo y con una sonrisa se acercó a ellas.
-Lady Henituse -dijo de pronto, como si el comentario hubiera estado girando en su cabeza desde hacía rato-. Teniendo en cuenta lo que hiciste por mi hijo, podría considerarse un asunto de honor de nuestra familia... corresponder adecuadamente ese acto.
Cale ladeó levemente la cabeza. Su expresión seguía neutra, pero sus ojos se volvieron afilados. Se cruzó de brazos mientras se quedaba mirándo el océano.
-¿"Adecuadamente"?
Shickler asintió despacio.
Witira todavía no se alejaba. Estaba parada junto a Cale con la confianza de una amiga cercana, aunque la pelirroja apenas reaccionaba. Mantenía la vista fija en el horizonte, dejando que el viento del océano le empujara el cabello hacia atrás. Había recibido el paquete. Había respondido con cortesía. Ya podían marcharse. Pero este rey ahora hablaba de una recompensa mas adecuada, le género curiosidad pero la mirada de este hombre la hizo sentir escalofríos. Sintió que lo que ofrecería, no le iba a gustar para nada. Se limito a mirarlo de reojo.
Pero entonces, Shickler habló otra vez.
-Lady Henituse.
Su voz resonó más profunda esta vez, con ese peso que solo tienen los que están acostumbrados a decidir por reinos enteros.
Cale no giró la cabeza, pero sí alzó ligeramente una ceja.
-¿Sí?
-Te ofrezco la mano de mi hijo.
Y cuando dijo eso Cale se quedó paralizada, frunciendo el ceño como si la hubieran insultado.
Hubo un silencio seco, repentino. Witira abrió mucho los ojos, emocionada.
-¡¿Padre?!
-Como forma de compensación por haber salvado su vida -continuó él, sin detenerse-. No hay deuda mayor que la de un padre con la persona que le ha permitido seguir viendo a su hijo.
Cale entrecerró los ojos. No dijo nada.
-Paseton es un joven de buen carácter. Puede que la vida junto al mar no te interese ahora, pero podrías acostumbrarte -añadió Shickler, como si ofreciera una alianza política y no un compromiso matrimonial.
Shickler sonreía contento pensando que era un buen padre, recompensando a la persona que salvó a su hijo y dándole a su hijo la oportunidad de estar con alguien a quien amaba. Internamente se estaba felicitando por su buena idea.
Witira se alegro por su hermano, podría ser feliz con la mujer que le gustaba. Ella incluso ya planeaba llamarla cuñada y se veía emocionada.
Archie no decía nada pero si ceño se profundizó, la idea de que una simple humana se casará con uno de los suyos... Si, no le gustaba la idea. Pero no podía contradecir a su rey, se limito a apretar los puños detrás de su espalda.
Choi Han que permanecían a un lado, tenso su mandíbula, enojado por la cantidad de personas que se atrevían a tener este tipo de vínculo con su lady, estaba refunfuñando internamente y no dejaba de jugar con la vaina de su espada.
Cale, por su parte, suspiro mentalmente. No entendía porque ahora todos aprecian querer que ella fuera su esposa. Era basura, no entendia que pensaban estás personas al quererla de este modo, concluyó que solo era por acuerdos políticos. Además no podía aceptar y no quería.
-No -dijo Cale, breve.
Witira se congeló.
Shickler, sin embargo, no parecía ofendido sino más bien se veía curioso. Solo ladeó la cabeza con calma, como si estuviera evaluando un tablero.
-¿No? -repitió-. ¿Puedo preguntar por qué?
Cale se encogió levemente de hombros.
-No me interesa. - no tenía ganas de explicar demasiado.
-¿Paseton no es de tu agrado?
-Nunca dije eso.
Shickler se quedó mirándola por un momento, buscando la mentira en sus palabras, pero ella se mostraba sincera. Cerró los ojos y simplemente sintió que la admiraba más. Solo le hizo querer llevarla de su lado, a su tribu, de una forma y otra. Con una sonrisa continuó.
-Entonces puedo ofrecerte otra cosa.
Cale lo miró, ahora sí, girando el rostro lentamente.
-¿Otra cosa?
Shickler sonrió, como si fuera completamente razonable. Lo sentía por el rechazo a su hijo, pero aún no podía dejar pasar está oportunidad.
-Podrías elegir. Puede casarse con cualquiera de los hombres de nuestra tribu -dijo, y su mirada se desvió apenas a su izquierda-. Incluso con nuestro guerrero más fuerte.
Los ojos de Cale se deslizaron hacia Archie, su mirada imperturbable, neutra y con esa frialdad natural en ella.
El hombre tragó saliva. Su expresión era una mezcla de sorpresa y pura molestia. Chasqueó la lengua, pero no dijo nada. Porque era una orden del rey.
El hombre miro ligeramente a Cale nuevamente, tenso la mandíbula al no poder sostener la mirada y volvió a mirar al piso. Admitía eque era una mujer con... Sus cualidades atractivas. Que incluso lo hizo estremecer y tener miedo casi como su rey... Se negaba a admitirlo pero era atractiva. De la nada simplemente sus orejas se tornaron de un leve rojo por la vergüenza.
Witira contuvo una carcajada, emocionada con la situación, definitivamente vio las orejas sonrojadas de Archie. Choi Han frunció los labios, como si el mar de pronto le supiera amargo. Y Raon, desde el hombro de Cale, gritó en su mente:
_¡¿CÓMO SE ATREVE?! ¡Ese tipo es un maleducado y encima piensa que puede ser tu esposo! ¡¡No, no, no!!_grito en la mente de Cale _ Además estas con el principe galleta, Humana ¡No puedes aceptar!._
Cale, sin embargo, se mantuvo imperturbable.
-Lo agradezco, pero no.
Shickler la miró más de cerca. No con agresividad, sino con auténtica curiosidad.
-¿No te parece una oferta justa?
-Lo es. Pero no la quiero.
-Salvaste a mi hijo. Como rey, tengo el deber de darte algo que esté a la altura. No eres cualquier aliada. Mi familia te debe una vida.
Cale soltó un suspiro largo. Cerró los ojos por un segundo, como si esa conversación la cansara más que el viaje entero.
-No puedo aceptar. - tuvo que decir una vez más
-¿Por qué no?- insistió el rey.
Cale alzó su mano derecha. La brisa nocturna hizo que su abrigo se abriera levemente, dejando a la vista el anillo. Era dorado, pulido con delicadeza. Tenía pequeños diamantes tallados alrededor de un sol brillante, símbolo del Reino de Roan. El anillo del heredero. Un símbolo que no podía confundirse.
-Porque ya estoy comprometida.
Shickler enmudeció. Witira tuvo que taparse la boca con ambas manos para evitar gritar.
-¿Qué?
-Estoy comprometida -repitió Cale, con calma-. No puedo aceptar ninguna otra oferta de matrimonio. Sería deshonesto. Y, sinceramente, una molestia innecesaria.
Archie desvió la mirada con un gruñido. Choi Han se irguió un poco más, cruzando los brazos. Y Raon... Raon mentalmente soltó fuegos artificiales:
_¡Eso! ¡Deciles, humana! ¡Ya tenés un Alfa, un príncipe, un heredero! ¡Ya estás marcada, ja!_
Cale simplemente ignoro los disparates de Raon en su mente.
Shickler la observó en silencio, y por primera vez, se permitió una sonrisa verdadera.
-Así que comprometida, ¿eh? -(maldita sea, se me adelantaron)- se lamento ensubmente.
-Sí.
-¿Con quién?
Cale dudó apenas. Pero la respuesta salió sola.
-Con el príncipe heredero de Roan.
Esa vez, el silencio fue diferente. Más denso. Más impresionante.
Witira parpadeó.
-¿El príncipe heredero de Roan?
-Sí.
-¿El verdadero? ¿Alberu Crossman? ¿El joven principe que sonríe como el Sol?
-Ese.
Shickler soltó una carcajada suave.
-Bien jugado, Lady Henituse. Muy bien jugado.
-No es un juego.
-No lo dudo. Pero ahora comprendo por qué rechazaste cada oferta con tanta firmeza. No me ofendo. En cambio... me alegra saber que estás protegida.
Cale no respondió. Solo asintió con respeto.
Witira seguía procesando todo, completamente fascinada. Se lamentaba por su hermano, pero era totalmente su culpa por no haber confesado antes sus sentimientos. En cambio se alegro un poco por Cale.
-¡Cale! ¡Eso es increíble! ¿Por qué no lo dijiste antes?
-Porque no lo preguntaste -dijo, secamente.
Shickler giró levemente hacia Archie, que aún mascullaba algo para sí, y le dio un codazo en las costillas.
-¿Ves? No todo el mundo quiere tu cara, muchacho.
Archie soltó un bufido y cruzó los brazos como un adolescente ofendido, está vez si se sonrojo por la vergüenza pero no dijo nada. Choi Han apenas disimuló su disgusto por esta situación, aún le generaba un mal sabor de boca que Cale estuviera comprometida, pero no podia decir nada.
Cale volvió a mirar hacia el mar.
-¿La conversación terminó?
Shickler asintió, satisfecho.
-Sí. Y fue mejor de lo que esperaba. Hasta la próxima, Lady Henituse. Tal vez sin propuestas de matrimonio.
-Eso espero -dijo Cale.
Witira se acercó una última vez, sonriendo de oreja a oreja, y le susurró:
-Aun así, si alguna vez cambiás de opinión, mi hermano estara encantado de casarse contigo y yo estaré feliz de poder llamarte cuñada. - le guiño un ojo con picardía.
Cale arqueó una ceja.
-Yo ya tengo quien me cocine -dijo, y se dio media vuelta.-Nos veremos pronto.
Cale sonrió levemente.
-Hasta la próxima, entonces.
Se despidió de los tres, sin olvidar al ahora incómodo Archie, y se giró hacia su grupo.
-Choi Han, ¿qué hacés ahí parado?
El espadachín, que seguía mirando fijo el punto donde ella se había enfrentado a el trío ballena, parpadeó.
-Ah... nada.
Cale pasó junto a él sin detenerse, con la misma calma con la que se había enfrentado al Rey del Océano.
-Me voy a dormir.
Raon, que flotaba tras ella como una sombra brillante, giró la cabeza hacia Choi Han con dramatismo:
-¡Soy Raon Miru! ¡Hermoso, glorioso y poderoso! ¡No lo olvides!
Choi Han observó a la criatura con una mezcla de asombro y ternura, pero sus ojos terminaron por posarse otra vez en Cale.
Y en voz muy baja, como si el mar pudiera cargar con sus pensamientos, murmuró:
-...Yo necesito hacerme más fuerte.
En este momento su único consuelo sería poder protegerla de cualquier daño...
Notes:
Holis mis pollitos guapos 🐥 ❣️
Espero que estén teniendo un lindo día, tarde o noche. ☝️😚
Me rei con esto y a la vez sentí pena por Paseton que me lo rechazaron sin que él supiera que estaba siendo rechazado. Me da penita, pero bueno, Cale es papa casada (mas o menos jajaja) 😂
En fin, no tengo más que aportar, así que besos en sus nalgas y nos vemos en otro capítulo ☺️🫰🏻
Chapter 48: 47. Reencuentro con un lunático
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El barco llegó al pequeño puerto del Reino Whipper en pocos días, justo como Cale lo había planeado. Allí los esperaban la figura que sería clave en esa transacción.
—¡Joven señorita-nim! —la voz de Billos resonó en la cubierta.
El comerciante, más rechoncho que nunca y semejando una alcancía viviente, saltó ágilmente a bordo en cuanto el barco atracó. Su cuerpo parecía desafiar su propio peso mientras avanzaba sonriente hacia Cale.
—Aigoo, joven señorita-nim, ¿espero que no te hayas mareado?
Cale, sin molestarse en negar ni confirmar, palmeó su hombro y murmuró al oído con tono bajo:
—¿Es hora de pescar un pez grande?
Los ojos de Billos brillaron, su sonrisa se ensanchó hasta casi desaparecer entre sus mejillas.
—Solo confiaré en usted, joven señorita-nim.
Cale se acercó con indiferencia, aunque se permitió una leve sonrisa.
—Entonces trabaja duro. Si necesitas algún tesoro... búscalo.
El comerciante se rió para sí mismo, completamente emocionado, mientras partía a cumplir las órdenes.
Rosalyn estaba en la terraza del barco, sosteniendo un extraño garrote que cortaba el viento en cada giro. Cale se le acercó con intención de anunciar que debía ser cautelosa en el Reino Whipper, pero se detuvo al verla.
—…Señorita Rosalyn.
—¿Qué pasa, joven señorita Cale? —preguntó con calma.
— ¿Eso es un garrote en tu mano?
Rosalyn avanzando con naturalidad, girándolo una vez más.
-Si. Sea un bastón mágico o un palo, todo sirve para golpear.
Cale levantó un pulgar y asintió, genuinamente impresionada.
—Sabía que era elección.
—No es sabiduría. Es sentido común. No quiero ser una carga, y aprendí artes marciales básicas de pequeña. Como hija mayor, era obligatorio.
Cale la inspeccionada con aprobación. Rosalyn no solo era justa y racional, también sabía adaptarse.
Al llegar al puerto, la destrucción era evidente. Las casas quemadas, los barcos ausentes y los rostros de los ciudadanos hablaban por sí solos. Cale olió el aire.
—No huele tan bien.
Los rescoldos de la guerra civil todavía ardían. Billos los conducían a la residencia que había preparado, discreta y silenciosa, como conveniencia.
Más tarde, con ambos en la habitación, Billos le describió la guerra: la brutalidad de Toonka, la ferocidad de la facción de no magos, los cadáveres de magos colgados en los castillos. El mercader temblaba aún al recordarlo.
—Ni siquiera pude dormir después de ver lo que hacían… —confesó.
Cale se limitó a escucharlo en silencio, dejando que el comerciante tragara alcohol para calmarse.
Finalmente, soltó la bomba.
—Vamos a la Torre Mágica.
Billos lo miró como si hubiera oído mal, pero Cale solo le escuchó.
—Confía en mí.
El hombre bebió aún más, hasta vaciar media botella de un trago.
—Mis instintos me dicen que la siga, joven señorita-nim.
Cale ascendiendo con tranquilidad.
—Perfecto. Eso es lo que hace un buen comerciante.
°°°
Unos días después, se acercaron en carruajes hasta donde era posible llegar a la Torre Mágica. La estructura destruida se alzaba en la distancia.
—Cumplió su promesa de no arrasarla del todo —comentó Cale, observando.
La base frente a la torre parecía más una aldea improvisada. Pero el ambiente no era pacífico: había cadáveres de magos siendo arrastrados, cuerpos decapitados, y hogueras consumiendo carne putrefacta. El hedor de la sangre llenaba el aire.
Hans casi vomitó.
—¡Mmph! —se tapó la boca, horrorizado.
Cale caminaba al frente, con expresión fría.
Fue entonces cuando Choi Han se movió. La tomó suavemente del brazo para detenerla, su rostro lleno de preocupación.
—Cale-nim.
Ella lo miró de reojo, un poco molesta por el contacto. Choi Han se percató y la soltó suavemente.
—¿Qué pasa?
Choi Han frunció el ceño, incapaz de ocultar su inquietud.
—Este no es un lugar para usted. Hay demasiada… sangre.
Su voz se quebró apenas en la última palabra. La visión de tantos cuerpos desgarrados lo revolvía, pero lo que realmente lo inquietaba era verla allí, caminando en medio de ese escenario como si no le importara.
Cale era una dama que no debería estar viendo una atrocidad como esta. Su mirada se posó en ella, en su figura delgada pero erguida, caminando como si la sangre y los cuerpos fueran solo parte del camino. Para él, era insoportable. Ella era demasiado frágil a sus ojos para un lugar tan despiadado.
Cale ladeó la cabeza, impasible.
—Es un campo de batalla —dijo con tono bajo, cortante.
Choi Han apretó los puños, pero no replicó. El resto del grupo —los niños, Rosalyn, Lock e incluso Lucia— observaban en silencio, aunque no con la indiferencia total que mostraba Cale. Había incomodidad, tristeza, incluso disgusto.
Ella, en cambio, mantenía la calma de quien sabe exactamente qué lugar ocupa en medio de una guerra.
El silencio se volvió más pesado cuando el sonido de hogueras alcanzó sus oídos. Cadáveres de magos ardían en las llamas, iluminando el atardecer con un resplandor macabro.
Cale avanzó un paso más, con la expresión fría de alguien que no se dejaría quebrar.
—Lo repito —murmuró—. Este es un campo de batalla.
Y con esa frase, dejó claro que no se detendría ni retrocedería.
Sus ojos, fríos y calculadoras, contrastaban con la tensión del joven espadachín. Hans, temblando, comprendió el peso de esas palabras. Mientras tanto, Choi Han apretó los labios, incapaz de protestar más, aunque el nudo en su pecho no cedía.
Cale observaba con aparente indiferencia el bullicio del campamento: tiendas improvisadas, guerreros ensangrentados, comerciantes con miradas astutas y ciudadanos que parecían más espectros que personas. Todo ese caos le recordaba, de forma desagradable, a cuando aún era Kim Rok Soo y trabajaba en distintos oficios. Sintió un peso arrepentido en el cuerpo, unas ganas intensas de apartarse de todo, recostarse con un libro y olvidarse del hedor a hierro y humo que impregnaba el aire. Sin embargo, su rostro se mantuvo imperturbable, como de costumbre.
Suavemente llevo su mano al collar en su cuello, ese collar de rubí en forma de corazón que dejó atrás la antigua Cale, de algún modo la piedra preciosa pareció calmarla un poco.
La joven se giró hacia Hans, notando que aún parecía nervioso por esta situación, y preguntó con calma:
—¿Quieres descansar?
—¡Estoy bien, joven señorita-nim! —respondió Hans con firmeza, aunque la palidez de su rostro lo traicionaba.
Cale se acercó levemente, dando un respiro con esa normalidad que transmitía.
—Entonces trabajemos.
Ese pequeño gesto bastó para devolverle algo de seguridad a Hans. Una vez verificado que estaba estable, Cale reunió a todos frente a ella. Gracias a las identificaciones que Billos había preparado y al nombre del Gremio de Comerciantes Flynn, habían logrado atravesar los controles hasta esa base frente a la Torre Mágica. El lugar estaba abarrotado de gente que, tras la guerra, intentaba recuperar el aliento.
Pero Cale tenía un objetivo distinto.
—Hoy vinimos a ver a Toonka. Asegúrense de no responder a ninguna provocación antes de eso.
Choi Han, que aún estaba preocupada por ella, preguntó con seriedad.
—¿Quién es Toonka?
—Ese Bob de antes —respondió Cale con indiferencia—. Bob era un alias.
El nombre cayó como un peso sobre Choi Han, cuyo rostro apenas se endureció.
—…Ya veo. —Murmuró algo más, casi imperceptible.
— ¿Eh? —Cale lo miró de reojo.
—No es nada —contestó con su tono tranquilo.
Cale no insistió, cambiando su atención hacia Billos.
—Dijiste que podías entrar en contacto con los jefes, ¿verdad?
Billos asiente.
—Sí, aunque no más de seis personas podrán acompañarme.
Era prueba de lo mucho que había ganado en esta guerra. Aun así, su silencio tras la pregunta de Cale fue más revelador que cualquier explicación.
En ese momento, la voz de Raon vibró en la mente de Cale.
_Gracioso._
('¿Ahora que?')- la pelirroja frunció el ceño.
_Tengo la sensación de que algo divertido está por pasar._
Cale ignoró el cosquilleo incómodo en su nuca, se frotó el cuello y comenzó a designar a los acompañantes.
—Choi Han, Lock, Hilsman… y tú, señorita Rosalyn.
Rosalyn lo aceptó con la calma de quien ya lo había decidido. Su garrote descansaba sobre su hombro, la armadura de cuero ajustada bajo la túnica. No era una maga que necesitara advertencias.
El resto se quedaría con Hans.
—¡Mantendré a todos a salva! —declaró el ayudante de mayordomo con voz firme, aunque On y Hong resoplaron incrédulos.
Cale solo les desarrolló una mirada cargada de significado: "esperan un poco más".
El grupo salió en fila, con Billos al frente portando el escudo del gremio en un gran collar. Apenas cruzaron hacia la base principal, sintieron decenas de miradas punzantes clavándose en ellos. Guerreros con la piel y las ropas manchadas de sangre, ciudadanos endurecidos por la resistencia mágica… todos se detuvieron a observarlos con ojos hostiles.
—Solo miren hacia adelante —indicó Cale con voz baja pero firme.
A pesar de esas palabras, Choi Han sintió la necesidad de ponerse delante de ella y cubrirla de la mirada de esos bárbaros. Sin embargo se abstuvo apretando sus puños a los lados.
El ambiente estaba cargado. La facción de no magos exudaba locura y caos. No buscaban pelea en ese instante, pero su crueldad estaba latente, como un filo que podía desenvainarse en cualquier momento.
—Estamos aquí— anunció Billos al detenerse frente a una tienda grande, no muy lejos de la entrada del campamento. La carpa de los jefes.
Cale observará la cantidad de guardias, más que en cualquier otro lugar. Sabía lo que aquello significaba.
—Billos.
El comerciante entendió al instante y entró. El grupo aguardó. Pero el tiempo se alargó demasiado.
Fue entonces cuando Cale sintió un escalofrío subirle por la espalda. Se acarició instintivamente el cuello.
_Humana…_ Raon murmuró en su mente.
En ese mismo instante, la entrada de la tienda se abrió de golpe.
—¡Lo huelo! ¡Huelo el aroma de alguien fuerte! —Una carcajada salvaje retumbó. Un hombre enorme, cubierto de sangre como si hubiera nadado en ella, salió arrastrando tras de sí a otros dos guerreros.
Choi Han, rígido, se adelantó un paso, interponiéndose entre él y Cale.
—…Tengo un mal presentimiento.
—Choi Han? —ella lo miró con una ceja arqueada.
Él no respondió. El gigante, sin embargo, ya había fijado la mirada.
—¡Eres tú! —gruñó, señalando directamente a Choi Han. Ignoró por completo a Cale tras él—. ¡El más fuerte está frente a mí!
Choi Han alcanzó su espada, y en ese segundo Cale sintió cómo la tensión lo envolvía todo.
La joven puso su mano sobre el hombro de él. La presión de su Aura Dominante, fría y densa, lo recorrió entero, obligándolo a soltar el arma.
—Choi Han.
No era una orden, pero su mirada lo obligaba a obedecer. El aura se expande como un recordatorio: ella mandaba allí.
Entonces avanzó, enfrentándose directamente al gigante.
—Toonka.
El hombre parpadeó, confuso. Tardó en reconocerla. El cabello rojo. La mirada tranquila que ya había visto antes.
—Tú… —su puño se cerró, su cuerpo se tensó—. Tú eres...
Cale sonrió con calma.
—Mucho tiempo sin veranos.
El recuerdo del océano golpeó a Toonka con fuerza. La joven que lo había lanzado sin dudar, que lo había mirado desde lo alto sin miedo. Y ahora estaba ahí, con una presencia aún más densa.
¿Quieres pelear? —preguntó Cale con voz suave, pero cortante.
Y antes de que Toonka respondiera, giró levemente la cabeza.
—Choi Han.
-…Si.
—Lucha contra él si quieres.
La respuesta de Choi Han fue inmediata, su tono firme.
—Definitivamente ganaré.
Toonka se quedó en carcajadas, eufórico, mientras el aire alrededor del campamento vibraba con expectación.
Cale, sin embargo, solo alzó la barbilla, indiferente.
—Prepárate, Bob.
El silencio que siguió al alias fue helado. Los subordinados contuvieron la respiración. Y Toonka, con los ojos inyectados de locura, rugió de emoción, mientras Choi Han aferraba su espada decidido a cortar sin piedad.
La batalla estaba a punto de comenzar...
Cale pudo escuchar a Toonka gritar con una expresión emocionada en su rostro.
—¡Prepáralo de inmediato!
De repente, una arena improvisada comenzó a formarse en el centro. No tenía nada de especial, pero bastó con que los ciudadanos, ebrios de adrenalina y fascinados por la batalla, movieron tiendas y despejaran espacio para abrir un círculo amplio.
_Humana débil, el humano regordete te está mirando_ murmuró Raon en su mente.
Cale giró apenas la cabeza, lo suficiente para ver a Billos observándola con nerviosismo desde la distancia. Ella simplemente le respondió con un gesto de fastidio, como si ahuyentara a un insecto. No había tiempo para distraerse con eso.
Una sombra alta se acercó a ella.
—Yo la guiaré al frente.
Era Pelia, el brazo izquierdo de Toonka, una mujer enorme de lanza en mano. Su expresión se endureció en cuanto la vio de cerca.
—No hay necesidad de eso —respondió Cale, con calma, como si fuera la cosa más natural. No tenía interés en situarse en primera fila, donde los golpes desviados podrían alcanzarla.
—Debemos darle el mejor lugar —contestó Pelia con firmeza.
Al instante, los soldados comenzaron a abrir paso hacia el frente de la arena. La disciplina con que se movían, pese a la locura que reinaba, demostraba por qué Pelia tenía ese cargo.
Cale susspiró, pero aceptó seguir el camino marcado. Su andar fue lento, indolente, casi como si diera un paseo bajo el sol. Sin embargo, cada paso que daba era observado con atención. El aura dominante que había mostrado antes aún resonaba en los cuerpos de los guerreros, incapaces de apartar la vista de ella.
Raon refunfuñó.
_¡Esto es peligroso! ¡Eres débil! ¡Aunque seas fuerte como la punta de mi garra, no deberías…!_
Cale lo ignoró. Rosalyn y Lock, que la seguían, tampoco parecían tranquilos.
—Joven señorita Cale —dijo Rosalyn con cautela—. ¿Y si esto provoca que nos odien?
—Odien? —Cale arqueó una ceja, sin comprender al instante.
Lock se inclinó un poco hacia ella y susurró con inquietud.
—Si Choi Han hyung gana, ¿qué pasa si se enfadan? ¿Si Toonka se irrita y rompe el acuerdo de comercio?
Ni Rosalyn ni Lock dudaban de la victoria de Choi Han. Cale tampoco. Pero mientras ellos temían por las consecuencias, ella tenía otro punto de vista.
Se acomodó en los asientos reservados para figuras de alto rango y señaló a sus acompañantes los lugares libres.
—¿Van a quedarse de pie todo el tiempo?
Ellos se sentaron con cierta rigidez, aún preocupados. Entonces Cale, reclinándose con calma en el respaldo, habló con naturalidad.
—No hay necesidad de preocuparse.
Para ella, Toonka era fuerte para el estándar humano, pero ridículamente débil en comparación con ballenas y dragones. Y aún así, no habría alcanzado su lugar actual si se hubiera quebrado ante alguien más poderoso. Eso era lo que hacía peligroso a la gente como él.
Cale señaló el círculo de tierra donde los guerreros comenzaban a reunirse.
—Miren alrededor.
El ambiente explotó.
—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! —vociferaban los soldados.
El suelo temblaba bajo los pasos de los ciudadanos y guerreros, retumbando como tambores de guerra. Rosalyn y Lock se estremecieron.
—Joven maestra, ¿qué está pasando? —preguntó Lock, pálido.
Cale sonriendo apenas, respondiendo con serenidad.
—No les importa ganar o perder.
Las palabras de Cale hicieron que Pelia, que estaba justo detrás, se tensara al oírlas.
—Es el Ritual de los Guerreros —añadió Cale, como si hablara de algo cotidiano.
Rosalyn abrió los ojos, comprendiendo. Para esa gente, pelear era lo sagrado; la victoria era secundaria.
Los combatientes entraron a la arena: Toonka, enorme y desbordando locura, y Choi Han, tranquilo como la sombra de una espada afilada.
El árbitro dio inicio.
Y pronto, los insultos de Toonka se elevaron en el aire.
—¿Por qué te importa lo que piense esa debilucha? ¡Los débiles son los primeros en morir en el campo de batalla!
Cale parpadeó.-('¿Debilucha? ¿Me acaba de llamar así?')- Rosalyn y Lock lo entendieron también y fruncieron el ceño.
—… ¿Qué dijiste? —la voz baja de Choi Han resonó como un filo desenvainado.
—¡Dije que los debiluchos como ella mueren primero en el campo de batalla! ¡Ese anillo en su mano no cambiará eso!
El comentario directo al anillo de compromiso visible en la mano de Cale hizo que Rosalyn se tensara. Lock ya tenía sus garras medio expuestas, pero ambos se congelaron al escuchar un suspiro.
—Pobre bastardo… —murmuró Cale con indiferencia.
Rosalyn giró hacia ella, confundida.
—¿Pobre…?
—Solo sigue mirando —respondió Cale, apoyando el codo en el reposabrazos.
Y entonces empezó.
Los golpes de Choi Han retumbaban como truenos. Toonka reía incluso cuando era lanzado por los aires, sangrando, recibiendo puñetazos y patadas que lo reducían a un saco de carne. Cada impacto hacía vibrar la arena, levantando polvo, sacando jadeos de la multitud.
_…¿Le gusta que lo golpeen? _ se preguntó Raon con desconcierto antes de murmurar con diversión._¡Lo están haciendo puré! _rio Raon en la cabeza de Cale.
Cale, mientras tanto, observaba en silencio.
Cuando Toonka finalmente fue arrojado por los aires, cayendo como un meteoro y quedando inconsciente, Cale se incorporó. Choi Han, sin una gota de sudor extra, volvió a ella.
Cale extendió la mano, el anillo de compromiso brillando bajo la luz, para darle unas palmetadas en su hombro.
—Buen trabajo.
—Sí, Cale-nim —respondió él con una sonrisa tranquila.
El Aura Dominante envolvió a Cale mientras contemplaba a los guerreros que, con reverencia y temor, los observaban.
Ella molesta. Todo había quedado dispuesto, justo como quería.
Al fondo, Toonka recobraba la conciencia de dificultad. Sus ojos, hinchados y sangrantes, se clavaron en ella. Y fue a ese hombre, derrotado pero aún de pie en espíritu, a quien Cale dirigió sus últimas palabras.
—Llévame a la Torre Mágica.
Cale pudo ver el cambio en la expresión de Toonka. El gigante parpadeó un par de veces, como si tratara de recordar lo que había sucedido en la arena. Poco a poco, su ceño se frunció con lentitud, hasta que abrió la boca con un tono casi solemne:
—Perdí.
El silencio que siguió fue breve, pues Cale, con la calma propia de alguien que no se dejaba arrastrar por la tensión, respondió con voz serena:
—Todavía fue una batalla de guerreros.
Los ojos hinchados de Toonka se posaron en ella y, lentamente, su boca se curvó en una sonrisa grotesca. Sus moretones azulados y la sangre seca lo hacían ver más como un monstruo que como un hombre; un orco convertido en troll mutante. Cale, con un gesto delicado de impaciencia, apartó el rostro. No deseaba seguir viendo semejante espectáculo.
Aún así, Toonka no se detuvo. Con la voz ronca pero poderosa, se giró hacia Pelia, su vice general:
—¡Un nuevo guerrero ha aparecido hoy!
Cale vio cómo los soldados empezaban a reunirse alrededor, arrastrados por la fuerza de esas palabras. Había expectación en los rostros de los ciudadanos: no había burla por la derrota de su líder, tampoco odio hacia Choi Han. Al contrario, reconocían lo que para ellos era sagrado: el nacimiento de un nuevo guerrero.
—¡Tendremos una celebración esta noche! ¡Prepárenlo!
El estruendo comenzó de nuevo.
¡Bum! ¡Bum! ¡Bum!
Los pisotones se propagaron como un eco tribal. Los vítores se alzaban tanto por Toonka como por Choi Han. Era un frenesí que otros habrían llamado barbarie, pero Cale, sentado con porte inmutable y la luz del anillo de compromiso brillando en su mano derecha, observaba con indiferencia.
Claro que entre esa multitud había quienes guardaban resentimiento: soldados cuya moral se desplomaba al ver caer a su líder, o altos mandos que sentirían celos hacia la presencia extranjera de Cale y su grupo.
—No es asunto mío —murmuró en voz baja, como si hablara para sí misma. Solo tomaría lo que necesitaba de ese lugar. Nada más.
Detrás de ella, Toonka rugía entre carcajadas, con el rostro destrozado pero con la moral intacta.
—¡Guerrero! ¡Definitivamente te mataré la próxima vez! ¡Mujajajajajaja!
Choi Han frunció el ceño, fastidiado por aquella promesa. Toonka, sin embargo, no parecía darse cuenta de su incomodidad. Se giró otra vez hacia Cale, como si fueran camaradas de toda la vida, y la señaló con un dedo lleno de polvo y sangre.
—¡Lo destruí menos, tal y como dijimos! —gritó, refiriéndose a la Torre Mágica.
Cale, acostumbrada ya a los modos brutos de Toonka, solo se limitó a asentir, elegante como siempre, antes de palmar suavemente el hombro de Billos, que parecía pálido al borde del colapso.
—Billos.
—S-sí, joven señorita —respondió él con voz temblorosa.
—Ve a buscar a todos los que están fuera de la base.
Billos asintió con rapidez, aunque su mirada aún delataba dudas. Antes de marcharse, señaló a otra figura.
—Por supuesto. Pero antes… hay alguien a quien debo presentarle.
Cale alzó la vista y posó sus ojos en un hombre de cabello castaño, ojos marrones y un rostro tan promedio que lo hacía, de alguna manera, particular. Su aspecto común resaltaba en medio de tanto guerrero ensangrentado.
—Joven señorita, este es Harol-nim. Actualmente es el Jefe Supremo a cargo de toda la facción de no magos.
Harol. Ese nombre resonaba en la memoria de Cale.
El hombre inclinó la cabeza con respeto.
—Encantado de conocerla, joven señorita Cale-nim. Mi nombre es Harol.
Cale extendió la mano con la gracia propia de una dama noble. Su porte era impecable, su belleza demasiado llamativa incluso en un entorno hostil. El anillo en su dedo brillaba bajo la luz mortecina del campamento, recordando a todos que estaba comprometida con el príncipe heredero del Reino de Roan.
—Encantada de conocerte. Soy Cale Henituse.
Harol estrechó con cautela su mano, inclinándose un poco, como si temiera que esa sola cercanía fuera inapropiada. Con voz baja, comenzó a susurrar:
—Creo que usted es la persona a quien nuestro líder Toonka-nim dijo que vendería la Torre Mágica.
Los labios de Cale se curvaron en una sonrisa ligera, fría y distante, sin confirmar ni negar.
Harol… no era un estratega brillante ni un guerrero formidable. Tampoco poseía dones extraordinarios. Pero era un científico notable y, más que eso, uno de los fundadores de la facción. Él había sido quien había levantado la voz contra la tiranía de los magos, quien había sembrado la idea de liberar a los ciudadanos de esa opresión.
Para la gente, él era un héroe. Precisamente por ser tan común, tan parecido a ellos, se había convertido en su esperanza. Toonka con su fuerza bruta y Harol con su visión: esa combinación sostenía al Reino Whipper.
—Es un honor conocerla —dijo Harol con un atisbo de reverencia—. Supongo que tenemos mucho que discutir de aquí en adelante.
Cale sabía exactamente lo que significaba: dinero. Harol y su facción estaban hambrientos de recursos, y sin duda tratarían de arrancarle la mayor cantidad posible.
En su mente, Raon resopló.
_Qué mentiroso.
Cale, sin perder la sonrisa amable y femenina que ahora mostraba, respondió con voz suave:
—Supongo que sí.
Así, entre el bullicio del campamento y la promesa de un futuro trato injusto, comenzó la verdadera negociación.
°°°
Cale se detuvo frente a la imponente Torre Mágica, alzando la vista hacia el edificio de veinte pisos que se elevaba con un aire sombrío sobre la ciudad.
Era el segundo edificio más alto del continente, solo superado por el Campanario Alquimista del Imperio.
Una leve sonrisa curvó sus labios pintados de un rojo suave.
—Es mejor de lo que esperaba.
La Torre estaba arruinada, sí, pero no tanto como había imaginado. Algunas paredes exteriores seguían en pie, aunque las ventanas eran un desastre y el interior… destruido por completo. Aun así, era suficiente para sus planes.
—Esto no es todo lo que hay en la Torre Mágica.
Su voz, elegante y firme, llamó la atención de Toonka, que estaba a su lado. Ella lo miró con calma.
—¿Vas a entrar también?
La pregunta provocó de inmediato el ceño fruncido de Toonka, que estalló con brusquedad:
—¿Crees que estoy loco? ¿Por qué entraría en ese lugar sucio?
Para él, la Torre Mágica no era símbolo de conocimiento, sino un lugar maldito, un receptáculo de sangre y lágrimas de ciudadanos usados como experimentos por los magos.
—Harol te guiará —añadió el bárbaro antes de girar hacia Beacrox, Hilsman, Lock y los niños lobo, como si evaluara su fuerza. Luego, sus ojos se detuvieron en los dos pequeños gatitos que Cale llevaba en brazos, y finalmente en Choi Han, que conversaba con Rosalyn.
De repente, sonrió como si hubiera descubierto un secreto divertido.
—Eres interesante porque eres débil.
Cale, con la indiferencia de siempre, no se molestó en contestar. Pero Toonka continuó, terco:
—Una debilucha que extrañamente parece fuerte.
Antes de que pudiera agregar algo más, la gélida mirada de Choi Han lo atravesó. Toonka soltó una carcajada, encantado.
—¿Qué? ¿Quieres pelear otra vez?
Choi Han suspiró, prefiriendo ignorarlo. Cale observó a ambos, con la serenidad de quien mira una escena irrelevante, antes de distraerse en la conversación entre Billos y Harol. Entonces, acarició suavemente a los gatitos en su regazo, dejando escapar una melodía en voz baja.
— Atrapemos una rata, atrapemos una rata. ¿Cuántas ratas?
On le dio un golpecito con su patita.
Tap.
—Sin embargo, no le hagas daño. La vida es preciosa —añadió ella con tono irónico.
Hong golpeó dos veces con su pata.
Tap. Tap.
Su cola se agitaba, y la sonrisa maliciosa que compartía con Cale reflejaba un extraño parecido. On, resignada, negó con la cabeza aunque su propia cola también temblaba.
En su mente, Raon habló con entusiasmo:
_¿Debería ir contigo también, humana?
Cale negó con firmeza, aunque suavizó la voz para susurrar a los gatitos:
—Tienes que pescar algo más conmigo.
El dragón y los niños cerraron la boca enseguida, entendiendo que ella tenía otros planes ocultos.
Pronto, Toonka y Harol regresaron. El bárbaro señaló al hombre con gesto casi amistoso.
—Nuestro jefe te guiará. Pelia también irá contigo.
—¿Limpiaste los cadáveres de los magos en la torre? —preguntó Cale con voz neutra.
—Dejé algunos allí —contestó Toonka.
Era lo esperado. El hedor a muerte era inevitable.
_Supongo que solo les tienes miedo a los cadáveres de sirenas _resopló Raon en su mente_. No te preocupes, me aseguraré de que ninguna vuelva a tocarte.
Cale no respondió. Odiaba a las sirenas, pero no iba a admitirlo.
Toonka volvió a hablar con una dureza poco habitual en él:
—Esos bastardos no merecen consuelo para sus almas.
Los cadáveres de los magos serían quemados… salvo los peores, aquellos que habían usado personas en experimentos, que habían tratado vidas humanas como material de laboratorio. Esos, según Toonka, debían pudrirse sin descanso.
Cale lo escuchó con indiferencia, pensando en otra cosa: no todos los magos del Reino estaban muertos. Algunos habían permanecido al margen del poder, y era Alberu, su prometido, quien los acogería bajo su ala protectora.
Con un ademán, soltó a On y Hong en el suelo.
—¿Puedo entrar ya? —preguntó con calma.
—Por supuesto, joven señorita Cale-nim. Yo la guiaré —respondió Harol con respeto.
La puerta de la Torre se abrió con un chirrido. El hedor a podrido llenó el aire. Frente a ellos, un cadáver con túnica dorada, restos de dispositivos y sangre reseca decoraban el primer piso.
Cale frunció el ceño con un gesto delicado, casi aristocrático.
—Dejen la puerta abierta. El aire aquí es insoportable. Y cubran el cadáver. Soy demasiado débil para soportar verlo.
Toonka bufó, pero obedeció, enviando a un soldado. Rosalyn palideció, aunque permaneció tranquila.
Cale avanzó con Beacrox y Choi Han siguiéndola.
—Jefe Harol, quiero ver la parte superior. La habitación del señor.
—…¿La parte superior?
—Quiero mirar hacia abajo desde arriba —contestó ella, en un susurro cargado de intención.
Aceptando, Harol la condujo al ascensor, el único dispositivo mágico aún en funcionamiento. Subieron entre vibraciones suaves hasta el vigésimo piso.
La puerta se abrió, revelando la habitación del señor. Era un desastre: sangre en las paredes, muebles destrozados, como si hubieran querido borrar hasta la memoria del lugar.
—Qué desastre —dijo Cale con frialdad.
Pidió caminar sola hasta la gran ventana, el único vestigio intacto del poder del señor. Harol aceptó, aunque nervioso. Choi Han y Beacrox esperaron junto al ascensor, atentos.
En silencio, Cale cruzó el salón en ruinas hasta llegar al ventanal. La luz tenue iluminaba su figura, resaltando la delicadeza de su porte y la frialdad en su mirada. Entonces, preguntó en voz baja:
—¿Rompiste todo?
—Por supuesto —respondió Harol con convicción—. Esta era la habitación de un monstruo hecho de maná.
Raon resopló en su mente.
_Qué mentiroso.
Cale no lo desmintió. En su lugar, giró lentamente hacia Harol, inclinándose apenas, susurrándole con un filo helado en su tono:
—Dices eso, pero tú también eres un mago.
Los ojos de Harol se abrieron de par en par, su rostro se volvió pálido.
Ella avanzó con gracia y colocó una mano en su hombro.
—Harol Kodiang.
El nombre verdadero, un secreto que nadie debía saber. El hijo ilegítimo de un mago y una mujer resistente a la magia. El hijo del mismísimo señor de la Torre, Pister Kodiang.
—¿No quieres borrar todo rastro de tu padre? —preguntó Cale, su voz como un veneno suave.
Harol tembló, la máscara de jefe caía ante la belleza helada de la joven.
—¿Cómo lo supiste?
Ella sonrió con un aire casi compasivo, aunque sus ojos brillaban con frialdad calculada.
—Déjame escuchar tu respuesta primero.
No habló de la compra, ni de dinero. Solo lo que sabía que lo corroía por dentro.
—Me desharé de la Torre Mágica por ti. ¿Qué piensas?
—¿Cómo supiste? —preguntó Harol, con los labios resecos y la voz temblorosa.
Cale sonrió con calma, apoyándose levemente en el alféizar de la ventana.
—El maná me lo dijo.
La frase cayó con un eco extraño en la habitación destrozada. Harol abrió los ojos con sorpresa, y de inmediato su rostro adoptó una mueca torcida. Esa frase… era la favorita del mismísimo señor de la Torre Mágica, Pister Kodiang.
El hijo ilegítimo de ese hombre lo sabía. Y ahora, esa joven de cabello rojo lo había pronunciado como si lo supiera todo.
—…¿Planeas usar mi línea de sangre como chantaje? —escupió con amargura.
Cale no respondió enseguida. Al contrario, se giró hacia el ventanal, dejando que la luz iluminara su silueta. Con las manos delicadas se retiró un mechón de pelo del rostro, y el anillo de compromiso en su dedo brilló con un resplandor suave. Harol lo vio, y por un instante, el pensamiento absurdo cruzó su mente: ese gesto parecía el de una prometida que jugaba con el regalo de un príncipe enamorado.
Ella habló entonces, con una calma que contrastaba con la tensión de él:
—¿Por qué lo usaría para chantajearte? Estar relacionado por sangre no es un pecado.
Harol no tuvo respuesta inmediata. Bajó la mirada, incómodo, mientras sentía la garganta seca. Era demasiado hermosa, demasiado tranquila, demasiado dueña de sí misma.
Cale lo miró de reojo y añadió con suavidad helada:
—Además, ¿no son ustedes los que tienen prisa?
El silencio pesó. Afuera, la primavera avanzaba hacia el verano, y la cosecha de otoño esperaba a un pueblo que ya no soportaba los impuestos ni la tiranía de los magos. Harol lo sabía. Necesitaba mantener encendida la llama de la rebelión.
Él se atrevió a alzar la vista.
—…Hay un mago en tu grupo.
—Sí, lo hay —contestó Cale sin titubear.
Harol apretó los labios. Podía sentir el maná, aunque no usarlo. Sabía que Rosalyn era una maga, pero la seguridad con la que Cale lo admitía lo desconcertaba. Su belleza lo intimidaba aún más: la serenidad de sus ojos verdes, la forma en que sus labios se curvaban en una sonrisa leve, como si ya lo hubiera calculado todo.
—¿Qué planea hacer el Reino de Roan con la Torre Mágica? —preguntó con cuidado.
Cale entrecerró los ojos, y giró de nuevo la sortija en su dedo.
—La Torre Mágica es mía.
Harol contuvo la respiración. La mujer que tenía frente a él hablaba como si el mundo le perteneciera, como si no existiera nadie más digno de reclamar esa ruina. La joven, prometida del príncipe heredero de Roan, se expresaba con una convicción que lo desarmaba.
—No comparto mis cosas con nadie —añadió ella, en un murmullo cortante.
Los ojos de Harol se oscurecieron de confusión. La lógica fría de Cale, sumada al brillo delicado de su anillo, lo llevaron a pensar en lo imposible: ¿era acaso la Torre un regalo simbólico que ella llevaría a su matrimonio, como parte de su dote? La idea lo perturbó, y más aún el ligero sonrojo que le calentó las mejillas al imaginarlo.
—Probablemente esté pasando por mil escenarios en tu cabeza —murmuró Cale con un dejo burlón—. Es lo que hace alguien tan inteligente como tú.
Él apretó el puño, intentando recomponerse, pero su corazón seguía latiendo con violencia. ¿Qué era? ¿El miedo? ¿El secreto descubierto? ¿O la forma en que esa joven lo dominaba con apenas una sonrisa elegante?
—…Joven señorita Cale, ¿no es que quieres a los magos del Reino Whipper? —se atrevió a preguntar.
Ella soltó una risa breve, una burla delicada.
—¿Yo? No necesito más magos. Una existencia mucho mayor está a mi lado.
En su mente, Raon chilló orgulloso:
_¡El Gran Raon está aquí, Humana! ¡La vista es hermosa desde arriba!_
Cale lo ignoró con naturalidad, manteniendo los ojos fijos en Harol. La respuesta lo dejó aún más nervioso, como si todo su esfuerzo por analizarla fuera inútil.
Ella inclinó la cabeza levemente, y en ese gesto refinado, Harol sintió otra punzada extraña en el pecho. Era hermosa, era peligrosa, y lo sabía.
—Muy bien, Jefe Harol Kodiang —dijo ella finalmente, con voz suave, casi como una sentencia.
Él tragó saliva. Ese nombre, en sus labios, lo desarmaba.
En ese instante, la voz de Choi Han llegó desde la puerta abierta:
—Cale-nim, han pasado cinco minutos.
El tiempo se había agotado. Harol retrocedió un paso, como si lo hubieran salvado de un hechizo.
—Y otras personas también han llegado —añadió Choi Han.
La puerta se abrió más, dejando entrar a Billos y Hans, que cargaba una enorme bolsa de archivos.
Cale se giró con elegancia, su vestido rozando los restos quemados del suelo como si no le afectara en lo más mínimo.
—Puedes escuchar los detalles de mi gente, Jefe Harol —dijo ella, y su sonrisa fue lo último que él vio antes de apartar la mirada, incapaz de ocultar el rubor en sus mejillas.
La transferencia de fondos se completó con Billos como intermediario. Él tomaría el dinero en nombre de Cale y se lo entregaría a la facción de no magos. Era lo más conveniente para evitar problemas con la diferencia de monedas y papeleos.
Por supuesto, el dinero que se movería no saldría de los bolsillos de Cale, sino de la propia corona de Roan. La facción de no magos jamás lo sabría. Para ellos, todo sería gracias a la joven dama Henituse.
—Sí —asintió Billos, inclinándose con respeto.
—Entonces dejaré un depósito y entregaré el resto dentro de un mes —añadió Cale con calma, acariciando distraídamente el anillo en su dedo.
—Encárgate tú de eso —finalizó ella, con un leve gesto de cabeza.
Billos la observó un instante antes de humedecerse los labios. Tenía la típica expresión ansiosa de comerciante que olía un negocio descomunal.
—Pero, joven señorita… tengo una pregunta.
Cale arqueó una ceja, notando lo molesto que le resultaba verlo dudar y relamerse. Con un movimiento sutil de la barbilla, lo instó a hablar de una vez.
—Eso… —Billos bajó la voz, como si le resultara atrevido preguntar—. ¿Cuánto estabas pensando gastar?
La Torre Mágica, a pesar de estar en ruinas, aún tenía siglos de historia y prestigio en sus muros. Aunque los dispositivos mágicos habían sido destruidos y los ciudadanos del Reino Whipper la odiaban, su nombre aún imponía.
Cale levantó un solo dedo.
Billos lo miró confundido.
—…¿Cien millones?
—No.
—¿Un billón? —preguntó, tragando saliva.
Silencio.
—…¿Diez billones?
Cale asintió con naturalidad.
—Cuídalo dentro de ese rango.
Billos se quedó mudo por unos segundos. Aquella cifra le habría parecido un disparate en cualquier otro contexto, pero aquí… no. La facción de no magos estaba desesperada; para ellos, esa cantidad era más que suficiente para resolver necesidades urgentes.
Y lo mejor era que ni siquiera sería dinero de Cale: era de la corona, del príncipe heredero.
Billos frunció el ceño, aún incrédulo, y murmuró:
—Pero está todo destruido… La Torre Mágica original valdría más de cien billones, pero ahora… ninguno de los dispositivos funciona.
—Por eso el precio máximo será diez billones —respondió Cale con una sonrisa tranquila—. Reduzcan el costo usando el hecho de que es solo el esqueleto de lo que fue. Ah, y asegúrate de comprar también buena parte de los terrenos cercanos.
—…¿Disculpe?
—Hay algo que podemos vender allí que vale más que esta torre —dijo ella, con un brillo misterioso en la mirada.
El silencio cayó un instante, interrumpido solo por el suspiro profundo de Billos.
—No sé qué está planeando, joven señorita, pero supongo que siempre debemos aspirar a obtener el mayor beneficio posible.
—Por supuesto —respondió ella con una dulzura peligrosa.
—Entonces haré lo que esté en mis manos.
Cale sonrió con satisfacción. Billos, que había perdido las palabras por un instante, se obligó a devolverle la sonrisa.
—Mi corazón tiembla al escuchar cifras tan grandes, joven maestra.
—Estoy segura de que late de alegría —replicó ella, jugando otra vez con el anillo de compromiso que brillaba en su dedo.
Billos, al verlo, no pudo evitar que un pensamiento se le escapara. El príncipe heredero debía ser verdaderamente generoso con su prometida. Quizá todo esto, la compra de una torre entera, no era más que un “simple” capricho suyo, satisfecho por Alberu con tal de verla complacida. Una dama hermosa, elegante y caprichosa… ¿qué príncipe no cedería?
Él no dijo nada, solo inclinó la cabeza con respeto y se alejó hacia Harol, cargando con la idea de que lo que acababa de presenciar era más bien un regalo de amor entre nobles.
—Cale-nim —Choi Han y Beacrox se acercaron a ella en ese momento. Beacrox observó la habitación destruida antes de fruncir el ceño.
—¿Vas a limpiar todo esto una vez que lo compres?
Cale lo miró con la calma habitual y respondió con suavidad.
—Voy a deshacerme de todo.
Beacrox soltó un suspiro de alivio. Cale, en cambio, se apartó del alféizar de la ventana y se dio media vuelta, con paso elegante, como si el polvo y la sangre de la torre no pudieran alcanzarla.
—Ya no hay nada más que ver aquí —dijo ella con una serenidad glacial—. Volveré por la noche.
Y con eso, salió de la habitación como si ya fuera la dueña indiscutible de la torre.
Notes:
Holis 😅
Me desapareci otra vez, mil dis mis pollitos 🐥😩
Estuve en depresión pensando en que onda con mi vida, cumplí años, baile y otras cosas que me hicieron demorar en subir esto 👉👈La verdad tendría que haber publicado el capitulo el 26 de agosto, pero cumplía años al día siguiente y pasaron mil cosas que me llevaron a no subir nada. Pido perdón 😩
En fin, espero que les guste y nos vemos en otro capítulo mis pollitos guapos 🐥❣️
Chapter 49: 48. Velando tu descanso
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Un ceño ligero pero firme se dibujaba en el hermoso rostro de Cale mientras caminaba. Toonka, que venía a su lado, lo notó de inmediato.
—¿No te sientes bien? —preguntó, con su voz ronca y cansada.
—Sí —respondió ella sin interés, como si no mereciera más explicaciones.
La indiferencia de Cale hizo que Toonka frunciera el ceño, aunque su rostro hinchado apenas dejaba espacio para nuevos gestos. Alrededor, la algarabía era ensordecedora: ciudadanos y soldados celebraban con vítores y canciones la aparición de un nuevo Guerrero.
Toonka sabía que la celebración drenaba recursos, pero también sabía que era necesario para mantener a la gente unida. Y por eso había aceptado organizar aquel festín.
—…Eres una debilucha —masculló, casi irritado, aunque en su voz había un matiz extraño, casi cercano a la familiaridad.
Cale, sin inmutarse, simplemente señaló hacia Choi Han.
—El personaje principal de la celebración sigue disponible. No habrá problema. Necesito descansar porque soy una debilucha.—Sus ojos destellaron un instante mientras añadía con calma—Además, debo llamar a alguien.
No dijo quién, pero la sola mención hizo que Choi Han frunciera el ceño con una muñeca casi infantil mientras apretaba la vaina de su espada. Beacrox, en cambio, rodó los ojos con un suspiro de molestia: estaba claro para ambos que esa llamada no era para cualquiera, sino para su tonto prometido, el príncipe heredero Alberu.
Cale, finciendo no notar nada, dio un ligero empujón a Choi Han hacia Toonka y el resto de la tripulación.
—Ocúpate tú.
El vicecapitán Hilsman, que ya estaba mezclado entre los guerreros, sonaba con entusiasmo.
—¡Jajaja! ¡Puedo sentir la voluntad de los Guerreros del Reino Whipper! ¡Una celebración! ¡Esto es magnifico!
(Sí, Hilsman realmente era bueno socializando.)-
—Entonces, adiós —dijo Cale, dándose la vuelta sin arrepentimiento alguno.
Se alejó con paso firme, como si la celebración no tuviera nada que ver con ella. Beacrox la siguió, erguido como su sombra y guardia. Cuando se adentraron en la zona de tiendas de campaña, lo bastante lejos del bullicio, él habló:
—¿Solo debes hacer guardia fuera de la tienda?
-Si. Estaré “durmiendo”.
Beacrox arqueó una ceja.
—Esa será la historia oficial.
Cale lo miró de reojo, satisfecha.
—Exacto.
Por eso, poco después, ella se reunió a los tres pequeños en su tienda. Se agachó con elegancia para verlos mejor.
Raon, Hong y On estaban sentados en el suelo, expectantes.
—Lo encontraron? —preguntó Cale, su voz suave pero firme mientras se acercaba para acariciar la cabeza de cada uno.
Hong aconsejándose enérgicamente, con los ojos brillantes.
—¡Tenemos un buen presentimiento de dónde puede estar!
Añadió con calma:
—¡Sabemos aproximadamente dónde se esconde!
Cale ya se había cambiado a un atuendo oscuro y práctico. Miró a Raon y le dio la orden con un simple murmullo:
—A la habitación del señor, por favor.
El dragón desplegó su magia con naturalidad, cubriéndolos con invisibilidad y vuelo. Deslizarse hasta la Torre Mágica no fue complicado: los sistemas mágicos de seguridad estaban rotos, y en la entrada apenas quedaba un guardia distraído. Toonka había exigido que todos participaran en la celebración, lo que resultaba… útil.
Las risas, vítores y cánticos resonaban a lo lejos, mezclados con el chasquido de las hogueras. Cale los escuchó mientras descendían suavemente sobre el piso veinte. Allí, la ventana de la habitación del señor parecía mirarlos como un ojo ciego.
La joven dama ajustó la bolsa mágica a su cintura y miró a los gatitos.
—Guíenme.
Ellos asintieron, avanzando con la sigilosidad propia de la tribu felina, mientras Cale los seguía sin prisa. Pero se detuvo en seco en las escaleras del piso quince, frunciendo el ceño.
—…¿Dónde está? —preguntó con voz baja.
Grababa el fic:
<Mueller se escondió en una pared secreta a lo largo de las escaleras de la Torre Mágica, demasiado cobarde para salir>.
Hong agitó la cola con entusiasmo.
—¡El primer nivel subterráneo!
Cale contuvo un suspiro. Había elegido mal el punto de entrada. Aun así, usamos el Sonido del Viento para alzar a los gatitos en sus brazos y ordenó a Raon:
—Sígueme.
Se movieron en silencio, bajando como sombras.
El diseño de la torre era simple: veinte pisos hacia arriba y tres bajo tierra. Cale descendió con rapidez.
—¿Por aquí? —preguntó.
-¡Si! —contestaron On y Hong casi al unísono.
Los pequeños podían oler una “rata”, aunque no precisaban la ubicación. Cale, en cambio, grababa la novela y sabía qué buscar.
Sacó una varilla de acero y comenzó a golpear la pared cada pocos escalones.
Tic. Tic.
— ¿Dónde podría estar? —murmuró, mientras los niños lo observaban atentos.
Finalmente, se escuchó un sonido diferente.
Tic.
Cale sonrió.
—Lo encontré.
Buscó la mancha en la pared con cinco agujeros en forma de estrella, colocó una piedra mágica y retrocedió un paso.
Creeeak.
La pared se abrió lentamente, revelando un secreto escondido. Dentro, un muchacho menudo, con el rostro pálido y desencajado, temblaba como si hubiera visto un espectro.
—Waaaaaaa… —balbuceó, con hipo, los ojos abiertos como platos.
Cale intentó sonreír suavemente, inclinando apenas la cabeza.
—¿Hola?
Pero aquello solo empeoró la situación. Mueller tembló más fuerte, como si frente a él no hubiera una dama sino un demonio vestido de rojo.
On, Hong y Raon lo miraron con auténtica lástima.
Cale, en cambio, parpadeó confundida.
('¿Por qué este mocoso reacciona así?')-
Cale miró a On, Hong y Raon con el ceño fruncido, como si esperara una explicación.
(¿Qué está pasando?)-
Los tres pequeños se limitaron a aspirar y negar con la cabeza.
—Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… —los sollozos interminables de Mueller resonaban por la escalera subterránea.
Cale volvió la vista hacia él.
El hombrecito era diminuto, más bajo que un enano y más frágil que una rata, mezcla de ambas sangres. Sus rasgos eran tan pequeños y redondeados que cualquiera podría confundirlo con un niño de cuento, alguien que despertaba ternura y deseos de protegerlo.
Cualquiera, menos Cale.
—Me siento tan mal por él… —murmuró On, compasiva.
Los gatitos movieron la cola y se acercaron al espacio, queriendo consolarlo. Mueller, sin embargo, comenzó a temblar todavía más, sus lloros subieron de volumen hasta ser un gemido lastimero.
—…Me siento tan mal por él —repitió On.
Cale resopló con ironía. -(No hay necesidad de compadecerse.)
Mueller tenía treinta años. Treinta. Y aunque se escondiera como un ratón, era parte de la familia que había desarrollado la Torre Mágica. Conocía defensas secretas que había dejado pasar por miedo, ignorando incluso los deseos de su padre muerto.
Ese cobarde había permitido que la facción de magos cayera más rápida.
Era un inútil... pero un inútil útil.
Aun así, el llanto constante comenzaba a cansarla. Suspiré y dio un paso adelante.
Se inclina con elegancia, sacando de su bolsa mágica un delicado pañuelo. Se lo ofreció al muchacho, y con la otra mano le acarició la cabeza con suavidad, aunque su mirada seguía siendo severa.
—Oye.
Mueller se estremeció ante la voz de Cale, jadeando como si lo hubieran condenado.
Pero en lugar de un golpe, recibió en brazos una barra de pan y una botella de leche. Cale los colocados con calma en su regazo.
—Cómelo.
El tono no admitía réplica. Mueller, temblando, obedeció. Sus lágrimas mojaban el pan mientras lo mordía a trompicones.
—…Parece un inútil —murmuró Cale entre dientes.
Aquello era decepcionante. Según el fic, Mueller debía heredar la técnica de los enanos y la astucia de las ratas. El mayor desarrollador del continente… ¿y ahora parecía un niño llorón incapaz de sostener una sartén?
—M-muchas gracias… —logró balbucear.
Cale apretó los labios. Por qué sonaba tan tonto.
On, Hong y Raon, en cambio, lo miraban con compasión, poniéndose casi frente a él como un escudo. Mueller, sin embargo, tragaba saliva con más miedo aún: -(¡¿dos gatos de sangre pura y un dragón?!)- Todo lo rodeaba, y en el centro estaba esa dama pelirroja, tan hermosa como intimidante.
Tic. Tic.
El golpeteo de la barra de acero contra la pared lo hizo estremecerse otra vez. Cale jugaba con ella distraídamente. No necesitaba razones, solo estaba tanteando.
Finalmente, lo miró directo a los ojos.
—¿Quieres vivir?
La voz de Cale sonó baja, casi fría, pero en ella había un filo que hizo que Mueller dejara de respirar. Estaba a punto de llorar de nuevo cuando Cale suspir y suaviz la expresin. Sonrió apenas, como si fuera una madre regañona.
—¿Debería salvarte?
—¡S-sí, señorita! —asintió Mueller tan rápido que las migas de pan salieron volando.
—Bien. Entonces escucha lo que te digo. ¿Entendido?
—¡Sí, sí, lo haré!
—Primero que nada.
Mueller devoró el pan bajo su mirada. Cale se mostró satisfecho, y con tono casual dejó caer la pregunta:
—Sabes dónde está la sala del tesoro del señor de la Torre Mágica, ¿verdad?
Plaf. El pan cayó de sus manos.
—Dejaste caer tu pan. Recógelo —ordenó Cale, dulce pero firme.
Mueller lo recogió enseñada, todavía encogido dentro de la pared secreta.
—Sé que sabes dónde está la verdadera habitación del señor —añadió Cale, acariciando distraídamente su anillo de compromiso, ese detalle brillante que hizo que Mueller lo mirara con aún más pavor, como si pensara que esta señorita estaba comprometida con algún noble de alto rango por el detalle caro del anillo, venía a buscarlo.
Los ojos del pequeño se abrieron desmesuradamente.
—…¿También sabes cómo entrar al cuarto sótano? —preguntó ella con voz tranquila.
Mueller no pudo ocultar su reacción. Se encogió, sudando, incapaz de comprender cómo aquella mujer sabía secretos que solo él y su familia conocían.
Cale, sin embargo, suena como si no hubiera nada raro.
—En primer lugar, al menos te dejaré vivir si haces lo que digo.
—¡Cualquier cosa! ¡Haré todo lo que me diga, señorita!
—Bien. Entonces cómete el pan y guíanos al cuarto subterráneo.
—P-pero… necesita una piedra mágica para entrar…
Cale le arrojó una bolsa llena de ellas antes de que terminara la frase. Mueller parpadeó, aturdido, y terminó de comer a toda prisa antes de encaminarse hacia el tercer sótano.
Allí, frente a la pared, colocó una piedra y el mecanismo secreto se reveló. Una cueva descendiendo apareció ante ellos.
—Entra tú primero —ordenó Cale.
Mueller, pálido, obedeció.
El pasillo iluminado por piedras brillantes los conducidos hasta una pequeña puerta. Mueller abrió la boca para anunciar sobre el dispositivo mágico de alarma, pero Raon agitó una garra y la desactivó de un plumazo.
Dentro, Cale encontró lo que buscaba: el verdadero tesoro de la Torre Mágica. Documentos de investigación, contenedores sellados y, en el centro, un enorme orbe transparente que guardaba una semilla flotando en líquido.
—…Maravilloso.
Raon se pegó al cristal con fascinación. Cale lo acarició en la espalda, casi como si recompensara a un niño curioso.
—¿Quieres criarlo?
—¡¿Puedo?!
—Claro. Pero será mío cuando crezca.
—¡De acuerdo!
Cale alarmantemente satisfecha. Luego ordenó:
—Empaquemos todo.
Mientras Raon obedecía feliz, ella se giró hacia Mueller, que temblaba en la entrada.
—Mueller.
—I-incluso sabe m-mi nombre…
—Ahora guíame a la verdadera habitación del señor.
—¡Sí, señorita!
—Raón. Pon algunas trampas mágicas aquí.
El cuarto piso del sótano se revelaría una vez que la Torre Mágica fuera destruida. Toonka y la facción de no magos se volverían aún más fuertes si encontraran los elementos que estaban aquí. Por supuesto, Cale realmente no quería que se volvieran más fuertes.
(Aunque morirán más rápido de esta manera)-.
Pero ese no era problema de Cale. Cale simplemente observar sin comprender cómo Raon creaba felizmente algunas trampas mágicas.
—Otros humanos no pueden aceptar todas las cosas interesantes aquí. ¡Necesito hacer que mueran en el momento en que entren aquí!—
Cale miró con satisfacción al pequeño dragón de cuatro años, emocionado con los tesoros, pero el rostro de Mueller no dejaba de palidecer. A ella no le importaba su estado mental; solo esperó a que sellara la sala repleta de trampas mágicas de Raon antes de tomarlo con firmeza por la nuca.
—La habitación del señor.
La voz de Cale no dejó espacio para dudas. Mueller, encogido y tembloroso, respondió como pudo:
—P-primero debemos ir al piso veinte…
On y Hong saltaron a los brazos de Cale, ocupando su regazo junto al enano-ratón. Mueller sintió la patita de Hong clavarse en su espalda y creyó que era su sentencia de muerte. Eso lo obligó a reunir coraje para tartamudear:
—Y-yo puedo caminar… ¡ah!
No terminó la frase: un torbellino de viento lo arrastró cuando Cale usó el Sonido del Viento para subir de golpe hasta el vigésimo piso.
Mueller se tambaleó al llegar, mareado, hasta que On lo mantuvo con suavidad.
—M-muchas gracias… —balbuceó, impidiendo mirarla directamente.
Un “miau” amistoso de la gata lo hizo estremecerse todavía más. Entonces vio los ojos de Cale, claros, exigiéndole explicaciones.
—En realidad… hay otro piso en la Torre Mágica.
—El piso veintiuno es la verdadera habitación del señor?
—N-no… no lo llamamos así…
—¿Entonces?
Mueller tragó saliva y susurró:
—El piso cero. Lo llamamos el piso cero.
—Prepáralo —ordenó ella, complacida al ver cómo ya no lloraba y sus manos temblorosas trabajaban rápido.
Con sorprendente agilidad, Mueller movió objetos, activando mecanismos escondidos. El sonido de engranajes resonó y, al usar una piedra mágica, un estruendo sacudió la estancia.
Auge.
La celebración en la ciudad cubrió el ruido.
—Mueller, explica.
—S-sí, señora. Está allí.
No señaló ninguna puerta, sino… la ventana. La misma desde donde Cale había contemplado la ciudad horas antes.
—Solo… tiene que saltar.
—¿Fuera de la ventana?
—Sí… y llegará al piso cero.
Mueller levantó la vista. El brillo de la barra de acero en manos de Cale lo hizo tragar saliva.
—…Sabes lo que pasa si has mentido, ¿verdad?
—¡¡N-no miento!!
Ella suspir y, sin previo aviso, lo alz.
—¡Aigo, señorita! ¡Me dijo que me dejaría vivir!
Ignorando sus gritos, Cale miró a los niños.
—Tú primero.
—¡¿Qué?!
Mueller fue lanzado por la ventana… pero no cayó.
Grifo.
Una plataforma invisible lo sostuvo.
—Magia —observó Cale con calma antes de saltar detrás de él.
La verdadera habitación del señor se desplegó ante sus ojos. Los niños la siguieron, boquiabiertos.
—Noona… esto… —Hong parpadeó confundido.
—Mis ojos están bien, pero… se siente extraño —añadió On.
—Oh… —Raon solo pudo admirar.
Cale sonrió.
Oro, joyas, artefactos mágicos, montones de riquezas hasta donde alcanzaba la vista. La codicia del señor de la torre había creado algo semejante a la guarida de un dragón.
Ella se cubrió el rostro con las manos, pero entre los dedos se escapó su risa.
—¡Jajajaja!
La visión de su vida de holgazana, asegurada para siempre, la hizo reír con fuerza.
Mueller, en cambio, temblaba. Aun así, incapaz de resistirse, estiró la mano hacia un broche dorado.
Miau.
On y Hong lo miraban con las colas inquietas, Raon dio un paso al frente con ojos brillantes. Mueller soltó el broche de inmediato.
No podía hacer nada.
Por otro lado, Cale sonreía con deleite, mirando a los tres pequeños.
—Somos ricos.
La voz tranquila contrastaba con la chispa en sus ojos. On, Hong y Raon comenzaron a sonreír también, contagiados de esa sensación de triunfo.
El aire en la sala se llenó de júbilo.
Y Mueller… solo pudo observarlos con miedo reverente, sintiendo que la pelirroja frente a él no era una simple noble, sino una bruja hermosa y peligrosa, alguien a quien jamás podría desobedecer.
°°°
Después de salir con seguridad de la Torre Mágica, Cale se topó con Beacrox, que aún estaba de guardia frente a su tienda. El chef fingio que Cale no existía, y ella tampoco dijo nada mientras entraba con paso sereno, como si ambos compartieran un pacto silencioso.
Mueller, por supuesto, la siguió tambaleante.
Cale lo soltó dentro de la tienda y se dejó caer en el sofá con la elegancia de una dama noble. Mueller, sin que nadie se lo pidiera, se arrodilló frente a ella con la cabeza baja. A Cale no le importó su exceso de dramatismo, y fue directo al punto.
—Te daré una cama caliente y un lugar seguro donde definitivamente no morirás. Y, eventualmente, también te daré tu libertad.
— ¿D-de verdad? —preguntó Mueller con ojos temblorosos.
-Si. —Cale se inclinó hacia él, sus palabras firmes pero tranquilas—. Primero, te dejaré salir del Reino Whipper.
Las pupilas de Mueller se llenaron de emoción. Para alguien como él, solo escapar de aquel lugar era suficiente para considerarse afortunado. En ese momento, Cale le colocó con naturalidad un broche de oro en el cuello. El mismo que él había intentado robar antes.
El rostro de Mueller se puso blanco como la leche.
—También te daré tesoros como este. Entonces, podrás hacer un buen trabajo con cualquier cosa que te pida, ¿verdad?
—¡Sí, sí señorita! ¡Definitivamente haré un buen trabajo!
—Bien. Entonces crea un plano para un castillo y un barco.
—¿Disculpe?
Cale lo observó con severidad.
—Algo parecido a la Torre Mágica está bien. Necesitamos un hogar seguro y un método de transporte confiable.
Mueller dudó un instante, hasta que Cale agregó con frialdad:
—El escudo de mi familia es la Tortuga Dorada. Empieza a trabajar a partir de ahí.
La sola mención fue suficiente para que Mueller asintiera frenéticamente.
—Trabaja duro, como si tu vida dependiera de ello. Hong, mantén un ojo sobre él.
—¡Miauuuuu! ¡La vigilancia es divertida! —respondió el gatito, entusiasmado.
Mueller se encogió. Era débil contra los niños, y que lo vigilaban le recordaba lo frágil que era su situación.
—¡Y-yo trabajaré duro!
Cale se reclinó en el sofá, satisfecha con la operación de aquella noche. Afuera, las voces de los ciudadanos cantando alrededor de la hoguera se escuchaban con fuerza. La celebración aún seguía, aunque ya era medianoche.
Luego de dejar a Muller dormido en un rincón, On se subió al regazo de Cale y la miró con sus grandes ojos felinos.
—Mamá, deberías llamar al Príncipe Alberu.
Cale arqueó una ceja, finciendo indiferencia.
—¿Y para qué haría eso?
—Porque lo extrañas —murmuró Hong desde el suelo, con la cola agitada.
—¡Yo no lo extraño! —replicó Cale con voz fría, aunque un leve rubor en sus mejillas la delató.
Raon infló el pecho, orgulloso de su idea.
—¡Humana! ¡Usa la esfera mágica! El Príncipe te la regaló porque sabía que te haría falta. Y, además, ¿qué harás con tus pesadillas si no lo llamas?
Cale chasqueó la lengua y desvió la mirada, como si aquello no tuviera importancia. Pero, finalmente, pasó ante las miradas insistentes de los tres pequeños.
Con un suspiro resignado, sacó la esfera mágica que Alberu le había obsequiado. Se la entrego al pequeño dragón para que usará su mana para activarlo, mientras los niños regresaban a su forma humana. El cristal brilló suavemente, proyectando la imagen del príncipe heredero.
Alberu estaba sentado en su despacho, rodeado de papeles. Se detuvo al verla, y una ligera sonrisa se formó en sus labios.
—Pensé que tardaría más en usarla.
Cale, con la mirada ladeada y una expresión que fingía indiferencia, murmuró:
—Los niños insistieron.
No había terminado de hablar cuando una cabecita asomó por delante del cristal.
—¡Hola, príncipe Alberu! —gritó Hong, sujetándose de un salto a las piernas de Cale y acomodandose en ella—. Mamá no quería llamarte, pero nosotros la obligamos. ¡Y ahora tienes que contarnos un cuento!
—…Hong —Cale lo miró con una ceja arqueada, pero su hijo solo se acomodó más en su regazo, satisfecho de haberlo dicho.
Alberu rio suavemente, inclinándose un poco hacia adelante como si de verdad pudiera verlos más de cerca.
—Un cuento, ¿eh? Ya que el joven Hong me lo pide, no me puedo negar.
En ese momento On se acomodó al lado de Cale, tomando su brazo como si quisiera reclamar un lugar especial también.
—Buenas noches, príncipe —saludó con una sonrisa tímida pero firme—. ¿Cómo está? ¿Ha practicado las trenzas de pelo que le pidió la tía Lily?
La sonrisa de Alberu se amplió, y por un instante miró a Cale como si la acusara de ser cómplice de aquella pregunta.
—Ah… trenzas, ¿verdad? —respondió con teatral resignación—. Estoy practicando, On. Pero no le digas a Lily que todavía no me salen muy bien.
—¡Lo sabré igual cuando vuelva a casa! —contestó On, con aire seguro.
Cale suspiró, dejándolos hacer, aunque en realidad se sentía cálida por dentro. Hong se había acomodado ya completamente en su regazo, mirando con emoción al principe y esperando su cuento, mientras On le sostenía la mano con determinación.
Raon, invisible en un rincón, observaba toda la escena inflando el pecho de orgullo.
(El principe galleta necesitaba esto. Mi humana necesitaba esto)-, pensó satisfecho.
Alberu, desde el otro lado, los miraba con ternura apenas disimulada.
—Parece que estoy hablando con toda una familia —dijo en voz baja, como si lo pensara en voz alta.
Cale se tensó un poco, pero Hong interrumpió de inmediato, reclamando:
—¡Entonces, cuéntanos el cuento ya!
Alberu sonrió, relajado, y con voz cálida comenzó a narrar una historia improvisada. Mientras tanto, Cale permaneció en silencio, acariciando inconscientemente la cabeza de Hong y dejando que On apoyara su mejilla en su brazo.
Aunque no lo admitiera, era justo el tipo de noche que necesitaba.
Paso un tiempo mientras el cuento era relatado y la voz de Alberu se apagó lentamente cuando terminó el cuento improvisado. Había narrado la historia de un pequeño zorro que soñaba con ver el mar y que, con la ayuda de sus amigos, lograba alcanzarlo. La cadencia tranquila de sus palabras había tenido un efecto inmediato: Hong estaba dormido en el regazo de Cale, con la boca entreabierta y un ronroneo débil escapando de su garganta; On había apoyado la cabeza contra el brazo de Cale y se había quedado completamente quieta, respirando suavemente, mientras aún sujetaba el brazo de Cale como si no quisiera soltarlo.
Alberu se dio cuenta primero. Sus labios se curvaron con ternura contenida, y miró más allá del cristal mágico, como si el brillo de la esfera le permitiera ver la escena completa.
Cale, con un suspiro resignado pero suave, murmuró:
—Se quedaron dormidos.
Se levantó con cuidado, levantando a Hong de su regazo y guiando a On, que se dejó llevar sin abrir los ojos. Por un momento, la esfera quedó enfocando solo el espacio vacío del sofá. El príncipe heredero aguardó en silencio, escuchando el eco lejano de pasos y la voz casi inaudible de Cale arropando a los pequeños.
Al rato, ella regresó, sentándose de nuevo frente a la esfera pero con una manta que se coloco en sus hombros. Se dejó caer en el respaldo del sofá y soltó un suspiro cansado, como si aquel gesto de cuidar a los niños hubiera vaciado la última reserva de energía que le quedaba.
El silencio se instaló entre ambos. No era incómodo, sino más bien pesado y cálido, como un manto compartido. Se miraban a través de la esfera, ninguno rompiendo la calma de inmediato.
Finalmente, Cale inclinó la cabeza, observando a Alberu con ojos críticos.
—Te ves cansado.
Él arqueó una ceja, una sonrisa torcida asomando en sus labios.
—¿Cansado? Eso suena generoso. Pensé que dirías que parezco un cadáver elegante.
Cale bajó la mirada, conteniendo una risa breve que terminó escapándose en forma de resoplido.
—Sí, algo así. Un cadáver que aún presume de buen porte.
Alberu rio, sacudiendo la cabeza.
—Solo tú puedes decirme eso y sonar tan seria.
Hubo otro silencio, esta vez más ligero. Alberu lo rompió con un tono más suave, casi íntimo:
—¿Y tú? ¿Cómo estás? ¿Las pesadillas… han mejorado al menos un poco?
Cale no respondió de inmediato. Su mirada se perdió un instante en el reflejo de la esfera, como si buscara en ella la respuesta más conveniente. Finalmente, encogió los hombros.
—Siguen estando ahí. No desaparecen solo porque yo lo quiera.
Alberu asintió despacio, sin juzgarla, solo acompañando con la mirada firme y paciente.
—Lo sé. Pero quería escucharlo de ti.
Cale bajó los ojos, como si aquello lo desarmara más de lo que estaba dispuesta a admitir. Para cambiar de tema, preguntó:
—¿Ya sabías que estoy en el Reino Whipper, verdad?
El príncipe se recostó en su asiento, apoyando los codos en el escritorio y entrelazando las manos frente al rostro.
—Por supuesto. Tengo mis maneras de estar al tanto, aunque no me lo digas. Pero prefiero que seas tú quien me cuente cómo te tratan.
—Bien… supongo. —Cale ladeó la cabeza, con una expresión ambigua—. No puedo quejarme mucho. Aunque Toonka es un dolor de cabeza.
Alberu soltó una carcajada baja, como si esa sola frase le hubiese dado material suficiente para imaginar toda la situación.
—Puedo imaginarlo. Y aun así, mírate: sobreviviendo entre bárbaros, negociando con ellos, caminando entre ruinas como si nada.
—Es solo otro trabajo más —respondió Cale, como siempre, restándole importancia a todo.
—No, no lo es —corrigió Alberu, serio esta vez, sus ojos clavados en los de ella—. Para ti quizá parezca rutina, pero cada cosa que haces tiene un peso, un riesgo.
Cale no contestó. Había aprendido a vivir con esa verdad en silencio, y escucharla en voz alta lo hacía sentirse incómoda. Alberu lo notó, y suavizó el tono.
—Aunque supongo que si te digo que estoy preocupado, solo vas a responder que estoy exagerando.
—Lo estás —replicó Cale de inmediato, aunque la rigidez de sus hombros se relajó un poco.
El príncipe la miró con una mezcla de cansancio y cariño, y dejó escapar un suspiro rendido.
—Eres incorregible.
—Y tú demasiado insistente.
Volvió el silencio, pero esta vez estaba teñido de algo más: complicidad. Alberu, todavía con esa media sonrisa, no apartó la vista de la esfera. Cale, aunque intentaba mantener su expresión fría, no pudo evitar sostener la mirada unos segundos más de lo normal, hasta que la incomodidad la obligó a girar la cabeza.
Pero en su interior, ese momento de quietud le resultaba más reparador que cualquier descanso.
Alberu apoyó la barbilla sobre sus manos entrelazadas, estudiando el rostro de Cale a través de la esfera. Había algo en su mirada que parecía debatirse entre la solemnidad de un príncipe y la sinceridad de un hombre que se estaba permitiendo bajar la guardia.
—Sabes… —empezó con voz baja, casi un murmullo—, lo único que realmente lamento es no poder estar ahí cuando te despiertas de esas pesadillas.
Cale lo miró de inmediato, sorprendida. Los ojos azules de Alberu brillaban con un cansancio profundo, pero también con una firmeza que no estaba fingiendo.
—No es algo de lo que tengas que preocuparte —dijo ella, casi automática, con ese tono indiferente que siempre usaba como escudo.
Alberu sonrió con ironía.
—Claro. Tú nunca necesitas que nadie se preocupe por ti, ¿verdad? —se inclinó un poco más hacia la esfera—. Pero yo lo hago de todas formas.
Cale apartó la mirada, incómoda. Sus dedos jugaron distraídamente con el anillo en su mano, el anillo de compromiso que llevaba.
—Eso es un desperdicio de tu tiempo, alteza.
—Oh, pero resulta que ya decidí desperdiciar mi tiempo en ti —respondió él con una sonrisa ladeada, casi juguetona, aunque sus ojos permanecían serios.
Cale abrió la boca para replicar, pero la cerró de golpe. Un leve calor le subió a las mejillas y frunció el ceño, como si así pudiera ocultarlo.
—Eres insoportable.
—Y tú demasiado encantadora cuando te enfadas —replicó Alberu con una risa suave.
Hubo un silencio breve. Cale alzó la vista un instante y lo encontró aún mirándola, esa mirada persistente que parecía atravesarla. Se obligó a romperla, reclinándose contra el respaldo del sofá como si nada le afectara.
—No necesito que me arrulles por las noches —dijo con sequedad, aunque su tono se quebró apenas un poco.
Alberu asintió, sin presionarla más.
—Lo sé. Pero si alguna vez decides que sí… —hizo una pausa, como si dudara en decir lo siguiente, y al final lo soltó con calma— …ya sabes a quién llamar.
Cale lo fulminó con la mirada, pero sus dedos seguían inconscientemente acariciando el anillo. No respondió, aunque en el fondo sentía algo pesado y cálido instalándose en su pecho, un sentimiento que odiaba reconocer.
El silencio se volvió largo, demasiado largo, hasta que fue Alberu quien lo rompió. Su voz sonó tranquila, pero con un matiz suave que Cale no estaba acostumbrada a escuchar en él.
—Todavía se escucha el ruido de la fiesta en tu lado… —comentó—. Pero aquí, contigo, es distinto. Silencioso. Casi… íntimo.
Cale frunció levemente el ceño, incómoda con esa sinceridad repentina.
—No empieces con cursilerías.
Alberu sonrió, como si hubiese esperado esa reacción.
—No es cursilería, es la verdad.
La esfera volvió a quedar en calma. Cale estaba recostada en el sofá, los párpados pesándole un poco más de lo que admitía. Alberu, desde su estudio, la observaba con esa paciencia que irritaba y reconfortaba a la vez.
De pronto, él habló con suavidad:
—Si quieres… puedo quedarme hasta que te duermas.
Cale lo miró como si hubiese dicho la cosa más absurda del mundo.
—¿Qué clase de tontería es esa?
—La clase de tontería que podría ayudarte a descansar. —La sonrisa de Alberu se suavizó, menos altanera, más humana—. Aunque sea solo escuchar mi voz, o mi silencio.
Cale se removió en el asiento, evitando su mirada.
—No necesito eso.
—Quizás no lo necesites —replicó él, sin apartar la vista—, pero lo quieres.
Sus palabras se clavaron en el aire. Cale apretó los labios, sin dar réplica. El calor en su rostro se acentuó, y con un bufido resignado, se acomodó mejor en el sofá mientras se cubría mejor con la manta.
—Haz lo que quieras.
Alberu dejó escapar una pequeña risa victoriosa.
—Lo haré.
Pasaron unos segundos. Ninguno de los dos habló más, pero Alberu permaneció allí, sosteniendo la mirada de Cale a través de la esfera mágica. Ella, con los ojos entrecerrados, se permitió relajarse, sus dedos aún jugando con el anillo.
Poco a poco, su respiración se hizo más lenta. La voz de Alberu, suave, rompió el silencio una última vez.
—Duerme tranquila, Cale. Estoy aquí.
Cuando el silencio que se extendió tras las últimas palabras, fue distinto. No era incómodo, ni tampoco vacío. Era un silencio lleno, tibio, de esos que se sienten como un abrazo que no necesita contacto. Cale ya estaba cayendo en los brazos del sueño, los párpados pesados, los labios apenas entreabiertos. En la esfera, Alberu observaba cómo poco a poco sus facciones se relajaban, perdiendo la tensión con la que solía vivir cada segundo de su día.
La vio acurrucarse sobre sí misma en el sofá, con el resplandor tenue de las piedras mágicas iluminando la tienda. El príncipe dejó escapar un suspiro, casi inaudible, como si al soltarlo liberara también el peso de todo lo que callaba.
—Siempre tan terca… —murmuró, con una sonrisa cansada en los labios—. Ni siquiera eres capaz de admitir que me extrañas. Y aun así, corres aquí cada vez que las pesadillas no te dejan dormir.
Su voz era baja, apenas un murmullo que la esfera recogía sin que Cale pudiera escucharlo ya.
—Sabes, me sorprendes. —Hizo una pausa, inclinando la cabeza como si tratara de memorizar cada detalle de ella en ese instante—. Eres demasiado fuerte para tu propio bien. Tan fuerte que hasta olvidas que… puedes descansar en alguien más... Tanto que a veces olvidas que los demas también pueden protegerte...
El brillo de la esfera reflejó el cansancio en sus ojos. Bajo la sonrisa de siempre, bajo la máscara de príncipe perfecto, había un hombre agotado que, sin embargo, no podía apartar la vista de esa mujer que dormía al otro lado.
—Te ves en paz ahora… y me pregunto cuántas veces soñaste con que alguien velara tu sueño de esta manera. —Su voz bajó un tono más, volviéndose íntima, como si confesara un secreto al viento—. No eres consciente de lo mucho que me preocupas. Ni de lo mucho que me… importas.
Apoyó la frente contra su propia mano, ocultando la expresión que nunca mostraría en público.
—Cale… —pronunció su nombre con una suavidad extraña en él, como si lo saboreara, como si fuese una plegaria que nunca admitiría en voz alta cuando ella estuviera despierta—. No importa lo que digas, no importa lo que intentes ocultar… yo voy a estar aquí. Aunque no lo pidas. Aunque no quieras admitirlo.
Hizo una pausa larga, observando cómo el pecho de ella subía y bajaba lentamente.
—Si pudiera… iría ahora mismo a tu lado. Te abrazaría hasta que tus pesadillas se convirtieran en un mal recuerdo. Pero… —rió suavemente, aunque había un dejo de tristeza en su risa— sabes tan bien como yo que ese no es mi papel todavía.
Un silencio breve, y luego sus labios formaron una confesión que jamás le diría de frente. Llevo su mano hacia la esfera para acariciarla, como si así pudiera tocarla en ese momento y acariciar su mejilla.
—Te quiero, Cale Henituse. Y aunque nunca lo digas, aunque me apartes con tus silencios y tus excusas, sé que tarde o temprano… me dejarás quedarme en tu vida.
La esfera brillaba tenue, y él cerró los ojos un momento, guardando para sí esa promesa no dicha.
—Duerme tranquila. —Su voz fue apenas un hilo—. Mientras yo exista, no estarás sola.
Y con esas últimas palabras, Alberu permaneció en silencio, acompañando la respiración pausada de Cale hasta que el amanecer comenzó a teñir el horizonte.
Notes:
Hola mis pollitos guapos 🐥❣️
Cada día estoy más enamorada de ellos dos, no me importa nada más 😩❣️
En fin... AAAAAA que varón! Alberu es el verdadero "¡Que hombre🫦!" Así talcualmente jajajja
Ya me dirán sus opiniones después, besos pollitos bellos 🐥♥️
Chapter 50: 49. Una buena persona
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La mañana llegó con un aire tibio y silencioso. La celebración había durado hasta el amanecer, pero ahora el campamento del Reino Whipper se encontró envuelto en una calma casi perezosa.
Cale, todavía con un leve sonrojo en las mejillas —producto del recuerdo de haber quedado dormida la noche anterior durante la llamada con Alberu—, se estiró discretamente antes de salir de su tienda. No pensaba admitir jamás que se había dormido escuchando su voz.
—¿Te sientes mejor?— preguntó Harol con respeto, aunque sus ojos se desviaron con rapidez de su rostro.
Cale hizo un gesto con la mano.
—Regular— respondió con indiferencia.
En realidad, su cuerpo estaba en perfectas condiciones gracias al Corazón de la Vitalidad. Si alguien merecía preocuparse por su salud, eran ellos: Harol tenía los ojos hundidos, Billos parecía haber dormido de pie, y Toonka... Toonka simplemente seguía borracho.
—¡No soy débil!— exclamó el gigante de voz ronca desde un rincón, sosteniendo una jarra medio vacía.
Cale lo ignoró con la naturalidad de quien ya estaba acostumbrada a sus excentricidades. Dirigió su atención a Harol, que sostenía un fajo de documentos.
— Las cosas progresaron más rápido de lo que esperaba— dijo ella, revisando el contrato.
Harol con.
—No tenía sentido alargarlo. Es mejor así.
Era cierto. Solo había pasado un día desde que Cale adquirió oficialmente la Torre Mágica, un récord imposible para cualquier otro negociador. Pero la facción de no magos estaba desesperada. Necesitaban dinero, y ella —o más bien, el dinero de la Corona— era la respuesta.
—Todos tienen prisa—murmuró Cale con media sonrisa.
Y tenían razón en esto. Sin fondos, sin prestigio y sin un futuro claro, Harol había aceptado vender la torre más odiada del continente, junto con las tierras a su alrededor. Todo por poco más de diez billones de galones.
— ¿Leyó el contrato, joven maestra Henituse?—, preguntó Harol, nervioso.
—Lo leí tan pronto como lo recibí, contestó ella, cruzando las piernas con elegancia. Su anillo de compromiso brilló con un reflejo suave.
—Entonces... ¿de verdad planea destruirla dentro de un año?
Cale ascendiendo, sin apartar la vista del papel.
—El contrato lo deja claro. No la moveré, no la reconstruiré, y no reuniré magos bajo mi nombre. Solo cumpliré lo que firmamos.
Harol la vigila detenidamente. Había algo en su serenidad que lo desconcertaba; Aquella mujer parecía una dama noble en un salón de la corte, no alguien que negociara con rebeldes.
Y aún así, su elegancia lo desarmaba. Harol se dio cuenta, con fastidio y cierta vergüenza, de que se le había acelerado el pulso.
Toonka, en cambio, resopló.
—Eres rara, Cale. ¿Para qué gastar tanto en algo que piensas destruir?
Cale excitante, y el brillo de sus ojos hizo que Harol apartara la mirada otra vez.
—Solo quería tener la vista más alta del continente, después del campanario del Imperio.
Toonka la observó con incredulidad. Luego soltó una carcajada tan fuerte que los documentos temblaron sobre la mesa.
—¡Jajaja! ¡Eso sí que es típico de ti! ¡Ambiciosa y loca a la vez! Está bien, ya me convencerás. Solo firmelo.
Harol le extendió la almohadilla de tinta, todavía algo sonrojado. Cale estampó su sello con una calma metódica. Toonka, en cambio, presionó su pulgar en el documento sin siquiera leerlo.
— ¡Listo! ¡Hecho! ¡Ahora puedo entrenar con tu vicecapitán!— gritó Toonka, y Cale sintió un escalofrío. Solo pensar en Hilsman intentando explicarle modales a ese bárbaro era suficiente para darle dolor de cabeza.
— Yo, Billos Flynn, del Gremio de Comerciantes Flynn, certificado como testigo e intermediario la transferencia de mirada fondos— , declaró Billos con tono solemne, aunque su brilló con picardía al observar el anillo en la mano de Cale.
Para él, no había duda: todo esto era un capricho de la prometida del príncipe heredero. Un regalo costoso, pero justificable, viniendo de un hombre como Alberu Crossman.
Cale fingio no notarlo. Estrechó la mano de Toonka, que reía a carcajadas.
—¡Avísame si necesitas ayuda para destruirla! ¡Nada me haría más feliz que ver esa torre sucia caer al suelo!
—Por supuesto— respondió ella con un tono suave, casi burlón.
Toonka presionó su mano con entusiasmo, pero con cierta delicadeza para no lastimar la ya que la seguía viendo como una noble frágil a pesar de todo.
— ¡Podrás presumir de haber hecho un trato conmigo, Cale Henituse! ¡Los guerreros del Reino Whipper dejaremos nuestra huella en la historia del continente! ¡Jajaja!
Cale apenas mantuvo su sonrisa. -(Historia, sí. Pero de derrota, no de gloria.)
El contrato estaba.
Todo lo que quedaba era el silencio entre ellos y el peso invisible de las decisiones.
Cale se puso de pie, su falda ondeando ligeramente con el viento.
Mientras los demás celebraban su propio triunfo, ella pensó en la voz que había escuchado antes de dormir: cálida, tranquila, y un poco preocupada. Sin embargo, decidí no pensar en eso en este momento.
Cale dejó la tienda de los jefes con el contrato finalizado y el eco de las risas de Toonka todavía retumbando en su cabeza. La mañana seguía tibia, el aire pesado tras la noche de celebración. A su paso, algunos soldados aún dormían sobre las mantas, otros limpiaban las armas con rostros exhaustos.
Billos la siguió sin decir palabra, aunque su mirada no se apartaba de ella ni un instante. Había visto a muchas mujeres nobles en su vida, pero ninguna se movía con la misma naturalidad que Cale Henituse. Había en su puerta algo que mezclaba elegancia y peligro, una frialdad que no podía falsificarse. Cuando la luz se filtró entre las lonas del campamento y rozó su cabello rojizo, Billos no pudo evitar quedarse un segundo más atrás, observándola con una mezcla de respeto y admiración.
— ¿Piensas quedarte ahí mucho tiempo?— preguntó ella sin girarse, abriendo la cortina de su tienda.
Billos, sobresaltado, se apresuró a seguirla.
—N-no, por supuesto que no, joven maestra-nim.
Tan pronto como entraron, el brillo dorado de un objeto llamó su atención. Cale había sacado de su bolsillo una placa de oro y la sostenía con delicadeza, dándole un leve giro con los dedos. Con un suave clic, la parte superior se abrió.
— ¡Oh…!— Billos no pudo evitar un jadeo. Ante sus ojos, apareció un Sello del Escudo Real, una reliquia que solo podía pertenecer a alguien con vínculos directos con la familia real.
— ¿Qué estás mirando tan asombrado?— Cale arqueó una ceja, divertida.
Billos se sonrojó y apartó la vista.
—N-nada, solo… es la primera vez que veo uno en persona.
Ella suena apenas, usando el sello sobre una hoja antes de guardarlo de nuevo. Luego tomó una bolsa mágica y se la tendió. Billos la reconoció al instante: era la misma que él le había vendido hacía poco.
—¿No es esta la bolsa que le di?
—Ábrela.
El comerciante obedeció, y cuando lo hizo, sus ojos se abrieron de par en par. Dentro había un sinfín de dispositivos mágicos nobles, de los que solo los reyes o duques solían poseer. Cada pieza brillaba con la huella de un antiguo encantamiento.
— Guau... murmuró Billos, incrédulo.
— Recibirás varias de esas bolsas más adelante— explicó Cale con serenidad, cruzando los brazos. —Empieza a vender su contenido dentro de un mes, poco a poco. No llames a la atención.
Billos presionó la bolsa entre sus manos.
—¿Y cuál es mi porcentaje?
—Treinta.
El hombre alzó la cabeza, sorprendido.
— ¿Treinta por ciento? ¿Tanto?
Cale sin dudar.
—Líder del Gremio de Comerciantes Flynn. Ese es el puesto que deseas, ¿no? Asegúrate de conseguirlo pronto. Las rutas del norte y del mar cambiarán en menos de un año.
Los ojos de Billos se entrecerraron.
—¿Otra guerra?
—Guarda silencio. No repitas nada de lo que escuchaste.
—Por supuesto.
Guardó la bolsa con cuidado, comprendiendo que aquella mujer no hablaba al azar. Su tono era el de alguien que ya había visto más de lo que decía.
—Por favor, siéntete libre de darme lo que quieras en el futuro,— comentó Billos con una sonrisa ligera, aunque todavía turbada por la forma en que la luz dorada del sello parecía reflejarse en el cabello de Cale.
—Lo haré. Y si es posible, mantente en contacto con tu tío.
— ¿Odeus?— Billos la miró con curiosidad. —¿Por qué él?
—Motivos personales.— La voz de Cale se volvió fría. —No es necesario que tengas curiosidad.
El comerciante inclinó la cabeza, comprendiendo que no debía insistir. Antes de marcharse, se giró una última vez hacia ella. Cale estaba de pie junto a su cama, con el perfil recortado por la luz que entraba por la lona. Era una figura serena, pero magnética. Billos sintió un calor en el rostro y se apresuró a salir antes de que ella notara su sonrojo.
—La próxima vez, me pondré en contacto contigo por video, joven maestra-nim.
—Por supuesto.
Cuando quedó sola, Cale suspiro. Demasiada charla para una mañana tranquila.
Su mirada se dirigió a la esfera de comunicación que descansaba sobre su escritorio, la misma que le había regalado Alberu. Por un momento, su mano se movió como si fuera a tocarla, pero los pasos de On la hicieron desistir.
—Mamà, Hong se despertó y quiere un cuento,— anunció la gatita con voz suave, entrando con sus orejas erguidas.
—¡Y quiero desayunar pastel!— gritó Hong, saltando a los brazos de Cale.
Ella lo atrapó con un movimiento ágil y lo acomodó sobre sus piernas. “
—Pastel después. Primero, el informe.
— Miau~— On se acomodó a su lado, con una sonrisa inocente. — ¿Dormiste bien, mamá? ¿De que hablaste con el príncipe? Cuéntanos...
Cale la miró con una expresión tan seria que On empezó a reír.
—Tal vez luego, murmuró ella, desviando la vista. Finciendo esperar a que los demás llegaran.
Un momento después, Hilsman entró con un andar torpedo. El vicecapitán aún olía a vino y parecía más dormido que despierto.
—¡Joven señorita-nim! ¡Listo para cualquier misión!
—¿Disfrutaste la celebración?— preguntó Cale, entrecerrando los ojos.
—¡Por supuesto! ¡He hecho muchos amigos!
Por alguna razón, eso no la tranquilizó en absoluto.
—Bien— dijo con resignación. —Entonces préstame atención.
Abró un mapa sobre la mesa y señaló una cadena montañosa en el sur del Reino Whipper.
—Monte Yellia. Allí está el próximo objetivo.
—¿No es una de las montañas más peligrosas del continente?—murmuró Hilsman, empalideciendo.
—Lo es,— confirmó Cale con calma, mirando a Lock y los niños lobo que la observaban atentos. — Necesito que hagas un trabajo para mí... ¿Puedes hacerlo?
Lock calculador con determinación. — Sí, señorita Cale. Lo haré.
Cale ascendió. Sabía que aquel chico, tímido y noble, la veía como algo más que su líder. Para él, y para los pequeños lobeznos, ella era familia. Una figura materna, incluso si nunca se lo admitiría en voz alta.
—Maes, tú y los demás los apoyaran desde la base,— ordenó.
— ¡Sí, señorita!— respondieron con energía.
Cale se giró hacia Hilsman.
—Y tú guiarás al grupo. Los alimentarás bien, asegurarás su descanso y los traerás de vuelta sanos.
Hilsman parecía aliviado.
— Entonces no tengo que subir a la cima?
—Haz lo que quieras,— respondió Cale con desdén.
—¡Perfecto! ¡Seré una excelente guía!— dijo él, aunque su entusiasmo se desinfló en cuanto vio hacia dónde señalaba Cale.
—¿Por ahí?
-Si.
—No es… el "Camino Sin Retorno"?
La mirada de Cale se mantuvo firme.
—Exactamente. Quiero que se reúnan en la aldea Hoik, junto a la entrada del bosque.
Todos guardaron silencio. La jungla de Oorim, donde la lluvia nunca cesaba, era conocida por devorar a quienes se atrevían a entrar.
—Nos veremos allí,— concluyó Cale, inscribiendo el mapa. Su voz era tan tranquila que nadie se atrevió a contradecirla.
Mientras los demás se retiraban, Cale se quedó un instante mirando el punto marcado en el mapa. La última pieza de su plan estaba en marcha.
(Después de eso... volveré al Reino Roan. Y entonces, descansaré.)-
Aunque sabía bien que el descanso no era algo que el destino le concediera fácilmente.
°°°
Tres semanas después, Cale llegó a la Aldea Hoik.
La llovizna caía con un ritmo constante, envolviendo el aire en un murmullo suave. El cielo estaba gris, cubierto por un velo de nubes que parecía no haber cambiado en años. El barro bajo sus botas se mezclaba con el aroma a tierra húmeda y flores marchitas.
—...¿Por qué hay tantas lápidas aquí? —preguntó Rosalyn con voz baja, mirando el sendero que bordeaba el camino de entrada.
Cale se detuvo y observó en silencio las hileras de piedras talladas, cada una marcada con nombres borrados por el tiempo.
—La Aldea Hoik fue creada por las familias de los viajeros que entraron en el Camino Sin Retorno —respondió, su voz tranquila, pero con un peso difícil de disimular—. Algunos esperaron tanto tiempo que terminaron por quedarse aquí... construyeron un pueblo junto a las tumbas de quienes nunca regresaron.
Rosalyn bajó la mirada. Cale continuó, avanzando despacio mientras la lluvia caía sobre su paraguas.
—Sus súplicas se convirtieron en plegarias, y luego, en silencio. Al final, el amor se volvió resignación. Esas lápidas son el resultado de la esperanza... cuando deja de ser esperanza.
Nadie respondió. El sonido del agua era lo único que acompañaba sus pasos.
El aire en la Aldea Hoik tenía un aroma distinto, algo entre lo sagrado y lo fúnebre. Las casas eran pequeñas, cubiertas de musgo; las calles, vacias. Solo el eco de los martillos de piedra y el crujido de la lluvia interrumpían el silencio.
Choi Han alzó la vista hacia el bosque que se erguía en el horizonte, oscuro y denso, como una cortina impenetrable.
—Qué lugar tan triste... ¿qué estamos haciendo aquí, Cale-nim?
Ella lo miró de reojo, con una expresión que apenas podía leerse.
—Esperanza.
— ¿Eh? —parpadeó él, confundido—. ¿Esperanza?
Cale se ajustó su paraguas y siguió caminando.
—Seremos la esperanza de la jungla —dijo al fin.
Choi Han no entendió. Rosalyn tampoco. Pero no preguntaron más.
El grupo continuó su camino hasta el corazón del pueblo, donde un pequeño campanario oxidado sobresalía entre las casas. Lucia se acercó a Cale y le extendió un paraguas seco.
—Joven señorita, tome este. El suyo está empapado.
—Gracias —respondió Cale, recibiéndolo sin cambiar el tono de su voz.
Beacrox luego se acerco a Lucia y la cubrio con su paraguas mientras la agarraba de la cintura para mantenerla cerca. Lucia se sonrojo mucho pero no se alejó.
—No deberías mojarte —dijo con una seriedad que parecía una orden y protección a la vez.
Cale alzo una ceja ante esa interacción y ligeramente antes de fingir no haber visto nada de eso y seguir adelante.
La Aldea Hoik era un lugar en el que la lluvia nunca cesaba. Incluso el aire parecía llorar. Cada gota que caía sobre los tejados sonaba como una plegaria sin respuesta. Cale, con el paraguas sobre la cabeza, avanzó hasta el final del camino, donde el bosque aguardaba.
(Está aquí)– pensó.
Ante ellos se alzaba una losa de piedra ennegrecida por los años. Tallado en ella, el nombre:
Camino Sin Retorno.
Las letras parecían absorber la luz. El sendero que se extendía más allá era un corredor de árboles entrelazados, y la bruma lo hacía parecer vivo, como si respirara.
—Mm... —murmuró Choi Han, incómodo, al sentir el aire pesado del lugar.
Incluso en medio de la lluvia, había gente esperando frente a la entrada. Algunos con impermeables, otros dejando que el agua los empapara sin resistencia. Eran las familias que aún esperaban. Las que no habían podido rendirse.
Cale se detuvo ante ellos. Llevaba un chaleco negro sobre una camisa blanca, los pantalones ceñidos y las botas altas de color negro. Bajo el paraguas, su cabello rojo relucía con la luz tenue, y el contraste con su piel pálida la hacía parecer una visión.
Un anciano se apartó del grupo y se acercó tambaleante, con los ojos húmedos.
—...No vayas allí —le dijo, con voz quebrada.
Ella lo miró en silencio. No había dureza en su expresión, pero tampoco compasión. Solo calma.
—Viejo... está lloviendo. No cojas un resfriado —respondió al fin.
Y, sin decir más, dejó su paraguas apoyado a su lado, bajo la lluvia.
El anciano quedó inmóvil. La observarse alejarse y, por un instante, creyó ver un resplandor en medio de la bruma.
-(Un ángel)- pensó, -(una mujer que camina con la lluvia y no se hunde en ella.)
Hans, que había presenciado la escena, se apresuró a acercarse. Sin que ella dijera nada, le ofreció su propio paraguas.
—No puede quedarse sin uno, joven señorita.
Cale lo miró sorprendida. Hans solo sonrojó, mientras la lluvia empapaba su cabello y su camisa.
Rosalyn lo observó con ternura y, al ver cómo Choi Han hacía un puchero leve, como un niño al que le robaban el turno, tuvo que contener la risa. Se acercó entonces a Hans con su paraguas para compartirlo con él.
—Podemos compartir el mío —dijo.
—Muchas gracias señorita Rosalyn—respondió el sirviente, inclinando la cabeza.
Cale los miró unos segundos, luego ascendiendo, agradeciendo el gesto con un simple movimiento antes de volver la vista hacia el bosque. La entrada del Camino Sin Retorno la observaba de vuelta, imponente, como si midiera su determinación.
—Hans —llamó sin girarse.
—Sí, joven señorita.
—Busca una posada. Aunque haya muchas, dudo que alguna sea buena... intenta encontrar una decente.
—Enseguida, señorita.
Hans se inclinó y partió con paso rápido bajo la lluvia.
El resto del grupo aguardó en silencio. La bruma parecía espesar el aire entre ellos. Cale no se movió. Sus ojos permanecían fijos en el bosque, donde el horizonte se tragaba la luz del día.
El Camino Sin Retorno... ese lugar que engullía a quienes lo cruzaban.
El sitio donde la esperanza y la muerte eran la misma cosa.
Y allí, entre las tumbas y la lluvia, Cale Henituse suena apenas. Una sonrisa pequeña, casi invisible, pero llena de intención.
— Entonces, empecemos.
Momentos después, Cale y su grupo se sentaron en la planta baja de la posada que habían elegido para pasar la noche en la Aldea Hoik. La lluvia seguía tamborileando en el techo como si quisiera recordarles que el mundo fuera de aquel refugio no perdonaba el descuido. Cale apoyó las manos sobre la mesa y miró a Choi Han cuando él dejó salir la pregunta que todos contenían de algún modo en los labios.
—¿Por qué todo el mundo entra en ese Oorim? —preguntó Choi Han con voz tensa, aún sin acostumbrarse a la mezcla de dolor y terquedad que el pueblo proyectaba.
Cale tomó la taza de su té como si necesitara encontrar calor en las manos antes de responder.
—Por la esperanza. —dijo espacio—. Hay una leyenda sobre el Camino Sin Retorno.
Los ojos de quienes la escuchaban se desplazaron hacia ella, ávidos de explicación. Ella dejó que el silencio se alargara un instante, midiendo las palabras.
—Aunque el lugar es infame porque casi nadie vuelve, de vez en cuando la gente cruza por una razón que no es la valentía ni la estupidez.... Es por la desesperación — los miro por un momento antes de continuar — La leyenda dice que en lo más profundo del bosque habita un dragón que concede deseos. Riqueza, curación, una vida mejor… cualquier cosa que un hombre pueda pedir si logra encontrar su guarida.
Raon, que hasta entonces había permanecido callado junto a ella, rugió en su mente con ese orgullo infantil que siempre tuvo cuando su humanidad favorita tocaba asuntos grandes.
_¡¿De qué diablos hablas, humana?! Aquí no hay dragones. ¡El único dragón a tu alrededor soy yo!_
Cale ignoró la queja cariñosa y prosiguió con calma.
—Las leyendas no son verdad por su precisión, sino por lo que despiertan en la gente. Cuando no hay más puertas abiertas, una historia que promete una salida se convierte en imán para las almas rotas. Eso es lo que atrae a la gente hacia Oorim.
Choi Han frunció el ceño. Su naturaleza práctica no toleraba bien la mezcla de superstición y tragedia; su voz salió afilada.
—Entonces, ¿no sería mejor destruir ese bosque? —propuso sin matices—. ¿No sería sensato prenderle fuego y borrar la leyenda de una vez por todas?
Cale no se inmutó ante la dureza de la propuesta.
—No necesitamos incendios. Simplemente hay que demostrar que la leyenda es una mentira. Si se prueba que no hay dragón, nadie tendrá motivos para marchar al bosque en busca de milagros.
En ese momento entró Beacrox, con la ropa todavía manchada por la marcha y el agua; le siguieron Hilsman, los niños lobo y el resto del grupo, agotados pero a salvo.
Lock, empapado y serio, fue el último en entrar con una bolsa mágica en las manos. Beacrox dejó escapar un resoplido al verlos a todos sucios. Quiso replicar pero noto que Lucia se acercaba a él con una toalla en manos y lo ayudo a secar su cabello húmedo.
Pero entonces un Hilsmam contento anuncio:
—¡Joven maestra-nim, hemos vuelto!
Los niños se desparramaron en las sillas y saludaron con energía; Hilsman dejó sobre la mesa un montón de barro en sus botas con una sonrisa orgullosa, como si hubiera sobrevivido a una hazaña que probaba su valentía frente a la lluvia y los senderos resbaladizos. Lock, sin embargo, se mantuvo quieto hasta acercarse a Cale y extender la bolsa con respeto. Ella la detuvo con un movimiento suave de la mano.
—Todos trabajaron duro. Vayan a descansar —ordenó con profesionalidad, aunque en su voz había un dejo de orgullo—. Lock, ven aquí.
Lock obedeció y le entregó la bolsa una segunda vez, con esa mezcla de timidez y lealtad que ya les hacía a todos entender por qué ese muchacho confiaba en ella sin reservas. Cale la abrió con cuidado y miró el contenido: el artículo que había enviado a buscar, el motivo real de esa excursión húmeda y peligrosa. Lo sostuvo sin alarde, su mirada breve y precisa.
—Como parte de nuestro trato, el artículo que contiene es mío —anunció.
—Sí, joven señorita —respondió Lock con voz firme, sin rastro de codicia; para él aquello no era una fortuna, sino una pieza necesaria para cumplir con quien lo había salvado.
Cale dudó un segundo, y entonces hizo algo que sorprendió a todos los presentes y alivio sus corazones: estiró la mano y le acarició la cabeza a Lock, aún húmeda por la lluvia. El gesto fue seco y sencillo, sin dramatismos; pero Lock se sonrojó profundamente y agachó la mirada, incapaz de ocultar la mezcla entre vergüenza y gratitud... Y quizás cariño.
On y Hong, sentados encima de la mesa, maullaron celosos al verl, ocomo si reclamaran la exclusividad de ese afecto.
Cale sonrió apenas y volvió al centro de la sala. Abrió la bolsa y examinó el contenido con la calma de quien ya ha tomado la decisión y no necesita confirmaciones. Luego, con una voz que no admitía réplica, dijo:
—Entraré en ese bosque.
La reacción fue inmediata y sonora. Un coro de exclamaciones brotó de la mesa
—¿Qué?
—¿Eh?
—¡Qué!
—…¿Qué cosa?
Los ojos de Rosalyn se abrieron con sobresalto, Choi Han apretó la mandíbula, y los gatitos comenzaron a arañar la madera con impaciencia.
Raon, indignado, lanzó otra advertencia en la mente de Cale:
_¡Yo también iré! Débil Humana, escúchame. No te vayas sin mí. Si me enojo, tardaré menos de cinco minutos en destruir este bosque._
Hilsman titubeó; la dureza de su voz se quebró por la preocupación.
—Umm, joven señorita-nim, ¿estás hablando del ‘Camino Sin Retorno’? He oído que nadie sale de…
Cale lo interrumpió bajando la voz para que el posadero y el resto de la posada no oyeran la conversación.
—Ese no es el caso para mí. —Su mano buscó, instintivamente, el lugar donde On y Hong estaban sentados. Entre ellas y el espacio invisible que ocupaba Raon su mano rozó las escamas del pequeño dragón. Acarició a Raon a través de la invisibilidad y luego palmeó la pequeña cabeza húmeda de On—. Estaré bien mientras los tenga.
On la miró con los ojos enormes, casi reverentes. Cale encontró en la mirada de la gatita la confirmación de que no era una temeridad: On sabía cosas que nadie más conocía sobre Oorim.
—¿Sabes por qué el Camino Sin Retorno es tan peligroso? —susurró Cale a los niños y al grupo, como quien comparte la clave de una apuesta arriesgada.
—No lo sé —respondió On, sincera.
Cale sonrió con un gesto leve de orgullo y luego explicó, de forma clara y didáctica, como si estuviera impartiendo una lección que podía salvarlos a todos.
—El interior de Oorim está lleno de niebla. No es una niebla común: hay algo en ella que perturba tanto a la gente como al maná. Hace caótico el uso de la magia y vuelve al maná errático. Es un poder que supera a muchas Herramientas de Perturbación de Maná; por eso la magia convencional no se sostiene y por eso los caminos se vuelven intransitables.
Lock escuchó con atención, y Choi Han apretó la mano contra su espada, preocupado por la vulnerabilidad que implicaba enfrentar un terreno donde incluso el maná se quebraba. Beacrox, que había dejado caer sus guantes blancos en la mesa, gruñó con desagrado al oírlo; Hilsman miró a Cale con una mezcla de admiración y miedo, sin esconder que la idea de cruzar el Camino Sin Retorno le ponía los nervios de punta.
—Pero estaré bien mientras los tenga a ustedes dos —repitió Cale en voz alta, y esta vez no fue a modo de consuelo: fue una declaración estratégica. On inclinó la cabeza con orgullo y Hong ronroneó tan fuerte que el posadero, desde la barra, lanzó una mirada afilada antes de volver a su tarea.
Raon aleteó con fuerza, orgulloso y protector.
_¡Si! ¡Yo los protegeré!_ rugió mentalmente, y Cale, sin apartar la mirada al mapa que ya había desplegado, sintió ese calor que solo ella podía comprender.
El grupo se quedó un rato en silencio, nutriéndose de la resolución de Cale. No era una decisión impulsiva: tenía el plan, la compañía adecuada, los niños de la tribu gato con su especial afinidad por la niebla, el Dragón Negro con sus trucos, y el temple necesario para sostener la misión. Sabían que la selva no sería amable; sabían que la niebla era traicionera. Pero también comprendían que muchas veces la esperanza verdadera no era un regalo del destino, sino la voluntad de algunos pocos que se atrevían a mirar más allá del miedo.
—Entonces, nos preparamos al amanecer
Cale asintió, levantándose con la misma calma que la había caracterizado desde el principio. En su rostro se dibujó una sombra de determinación que ninguno de ellos confundió con temeridad. La lluvia seguía golpeando el tejado de la posada, pero dentro, entre gorras empapadas y mapas desplegados, el rumor era otro: esperanza trabajada, no superstición desesperada.
El amanecer llegó cubierto de un gris húmedo y silencioso. La lluvia había amainado, pero el aire aún estaba impregnado de esa fragancia densa que solo dejan los bosques donde la humedad nunca se disipa. Cale se encontraba frente a Oorim, en el límite exacto donde el suelo firme se mezclaba con la tierra fangosa y la niebla empezaba a elevarse como un velo. La pequeña On estaba en sus brazos, acurrucada y alerta, con el pelaje perlado por las gotas.
Siguiendo la orden de su joven maestra, nadie más la acompañó hasta allí. Ni Choi Han, ni Rosalyn, ni siquiera Beacrox. Aquel era un paso que Cale debía dar sola.
—Morirás si entras... no podras volver. —La voz cansada del anciano que la había detenido la noche anterior emergió entre los susurros de la lluvia.
Había pasado la noche entera vigilando la entrada, cubierto con una capa que ya no lo protegía del frío. Su mirada se posó en Cale con la resignación de quien ya ha visto demasiadas partidas sin regreso. Tal vez alguien amado se había internado en Oorim hacía años, buscando al dragón de la leyenda y nunca volvió.
Cale lo observó en silencio, y su rostro se suavizó apenas.
—Viejo, romperé la leyenda y volveré. Puedes esperarme si quieres —dijo con serenidad, aunque la firmeza en su voz no admitía duda.
El anciano tembló. Por un instante, la figura de aquella mujer de cabello rojizo y piel clara, envuelta en la bruma, le pareció una aparición celestial. Sintió que si alguien podía regresar, sería ella. Su esperanza renació débilmente entre sus manos entumecidas.
Cale le sonrió con amabilidad y, sin más demora, cruzó el límite del bosque. La niebla la envolvió de inmediato, húmeda y espesa, robándole la visibilidad y el sentido del tiempo.
Pronto, no pudo distinguir ni siquiera sus propios pasos.
—Mm... —Raon resopló en su mente, su voz reverberando con la habitual mezcla de orgullo y preocupación—. Parece que tendré que usar la fuerza de mi pata delantera para mantener la magia activa. Humana, debes estar al menos a mi nivel para usar magia aquí.
Cale esbozó una sonrisa pequeña.
—Raon, realmente eres increíble.
—Sí, soy increíble y poderoso —respondió él con tono satisfecho, aunque enseguida añadió con curiosidad—. Pero, ¿cuál es el deseo del rey?
Cale caminaba despacio, tanteando el suelo con cuidado. El mundo era apenas un conjunto de sombras y sonidos. Su voz sonó tranquila.
—Apagar el fuego en la jungla.
—¿Fuego? —repitió Raon, desconcertado.
Cale no necesitó explicar demasiado. Litoan, el Rey de la Selva, era un hombre justo, fuerte y testarudo; el tipo de líder que jamás mostraría debilidad ante los poderosos, pero que no soportaba ver sufrir a los débiles. Y ahora, aquel rey se encontraba atrapado en este bosque, buscando una solución para detener un fuego que devoraba su territorio sin descanso.
Cale avanzó con paso firme, mientras On movía sus orejitas, analizando el entorno. La pelirroja suspiró suavemente.
—A partir de hoy, soy una buena persona.
—¿Por qué te estás presentando de repente? —preguntó Raon, confundido.
Cale torció los labios. On también la miró con esa expresión felina de escepticismo que parecía decir: “¿no lo eras ya?”. La mujer se encogió de hombros y cambió de tema.
—En el camino, On.
La gatita asintió.
—Entendido.
Sus ojos brillaron tenuemente cuando movió una pata. En respuesta, la niebla pareció obedecerla, desplazándose con lentitud hacia los lados, como si la reconociera.
—La niebla aquí es interesante —murmuró On, olfateando el aire—. No es una niebla normal. Es... similar a una niebla venenosa.
Cale asintió, observando cómo el entorno se aclaraba apenas lo suficiente para distinguir las formas de los árboles. El bosque parecía respirar con vida propia, pero ella no se detuvo. El agua goteaba del impermeable rasgado mientras avanzaba, indiferente al frío.
—¿Puedes ver el camino a través de la niebla? —preguntó.
—¡Puedo verlo! —respondió On con orgullo.
Siguiendo sus indicaciones, Cale continuó abriéndose paso entre la bruma. Su andar era sereno, casi elegante, como si simplemente estuviera dando un paseo bajo la lluvia y no caminando hacia un lugar del que nadie regresaba.
—Sería genial si pudiéramos conocerlo hoy —dijo con calma, pensando en el rey de la selva.
°°°
Esa misma noche, a no mucha distancia, una cueva ofrecía refugio contra la tormenta. Litoan, el hombre que gobernaba la vasta jungla del sur, estaba de pie junto al fuego. Su silueta se recortaba firme entre las sombras, pero sus ojos revelaban cansancio.
—Lo siento —murmuró, sin apartar la vista de sus cinco subordinados, que lo miraban con devoción y miedo.
—¡Su alteza, no es necesario que se disculpe! —exclamó uno.
—¡Líder, no es su culpa! —añadió otro.
Pero Litoan solo esbozó una sonrisa amarga. Llevaban dos semanas atrapados en aquel infierno blanco. No había monstruos, ni enemigos visibles, solo la niebla que desorientaba, el hambre que crecía y el silencio que los devoraba lentamente.
El suministro de comida se agotaba. No se atrevían a probar las plantas del bosque, desconocidas y sospechosas. En los últimos días habían sobrevivido con apenas una ración al día.
Litosn sabía lo que temían sus hombres: morir allí, sin haber luchado, sin siquiera entender contra qué.
Sus dedos rozaron el bolsillo interior del abrigo. Dentro, una pequeña botella de vidrio contenía un fragmento del fuego maldito que consumía parte de su reino. Aquella era la razón de su viaje.
(Si nada más funciona… tendré que quemar mi camino para salir de aquí)- pensó, cerrando los ojos un instante. No quería herir el bosque, pero las vidas de sus hombres valían más que cualquier árbol.
Decidido, se preparó para pasar otra noche sin esperanza.
Entonces, un crujido interrumpió el murmullo de la lluvia.
—¿Hmm? —Litoan tomó su lanza instintivamente.
El sonido de pasos se acercaba, lento, intercalado con el repiqueteo del agua. La tensión en la cueva se volvió palpable.
—¡Su alteza, hay alguien afuera! —susurró uno de los hombres, apuntando hacia la entrada.
Creack… Creack…
El sonido se repitió, más cerca. La silueta de alguien emergió entre la bruma, una sombra difusa acercándose hacia la luz del fuego.
—¿Quién eres tú? —gritó uno de los guerreros, apuntando su lanza directamente a la garganta del intruso.
—Bueno, ya ves… —respondió una voz femenina, clara y melodiosa, en el idioma común del continente.
El fuego titiló, revelando la figura de una mujer empapada, de cabello rojo brillante que se pegaba sobre un rostro sereno y de expresión fatigada. Sonreía con incomodidad, los labios apenas curvados mientras miraba la punta afilada de la lanza.
—Vi algo de luz —dijo con tono suave— y me dirigí hacia ella con alegría.
La joven parecía un retrato fuera de lugar en ese escenario sombrío: sus ropas estaban rasgadas, su impermeable desgarrado por la lluvia, y en sus brazos sostenía a una pequeña gata mojada que maullaba débilmente.
—Si está bien —continuó con voz temblorosa pero educada—, ¿podría sentarme junto al fuego esta noche?
El silencio fue total. Litoan la observó fijamente, su instinto real luchando con la prudencia. Era imposible no notar la delicadeza de aquella mujer, la suavidad de su mirada, o la manera en que el temblor de sus labios despertaba compasión incluso en un soldado curtido.
Finalmente, habló.
—Consíguele una manta.
Uno de sus hombres dudó, pero obedeció. Litoan podía ser desconfiado, pero no había perdido la costumbre de proteger a los débiles.
Cale se acercó despacio, fingiendo torpeza y temblores. Se sentó junto al fuego, encogida, sosteniendo a On entre sus brazos mientras la gata la miraba con los ojos muy abiertos, sorprendida por la actuación de su madre adoptiva.
En su mente, la voz de Raon invisible resonó con mezcla de irritación y ternura.
_Humana débil, cuidado con resfriarte. Pero... ¿por qué tu expresión es diferente a la habitual? ¿Estás muy enferma?_
Cale escondió una sonrisa y no respondió. Solo asintió en silencio mientras uno de los hombres le cubría los hombros con una manta áspera. Su voz fue apenas un murmullo agradecido.
—Muchas gracias.
La mujer que se sentaba junto al fuego no era la estratega fría ni la noble altiva. Era una viajera temblorosa, una joven vulnerable perdida en la tormenta. Pero detrás de esa máscara, la mente de Cale analizaba cada movimiento, cada palabra, cada oportunidad.
On la observaba con una mezcla de incredulidad y resignación. Sabía que su madre estaba “pescando” algo más que calor aquella noche.
Cale, la pelirroja de sonrisa dulce y mirada imperturbable, acababa de lanzar el anzuelo.
Y estos hombres estaban mordiendo el anzuelo.
Los hombres de Litoan no podían apartar la mirada de la recién llegada. Había algo en ella, más allá del cabello empapado y el rostro sereno, que resultaba hipnótico. Era esa clase de presencia que desarma: delicada, pero con un brillo de autoridad que no se podía fingir.
—Gracias por darme un lugar para quedarme esta noche —dijo con un tono amable y respetuoso.
La voz de Cale era suave, con un timbre sereno que infundía confianza. Litoan la observó en silencio unos segundos antes de negar con la cabeza.
—Es normal entre viajeros —respondió. Su voz era grave, segura, pero había en él un dejo de curiosidad—. Pareces tener frío por la lluvia, así que descansa junto al fuego.
Cale asintió con agradecimiento, sin notar que su camisa blanca, empapada por el agua, se había vuelto casi translúcida. El tejido mojado se pegaba a su piel con delicadeza, y el fuego, con su luz parpadeante, apenas insinuaba las formas bajo el tejido. Sin embargo ella no parecía notarlo, ni era a propósito, parecía que el descuido y el cansancio no la hacían percibir la imagen que ahora mismo estaba dando.
Pero para los hombres del rey, aquella imagen bastó para que desviaran la mirada con torpeza y mejillas encendidas.
Litoan frunció el ceño ante la reacción de sus subordinados, pero tampoco pudo negar que tuvo que desviar su mirada también. Sin pensarlo demasiado, se quitó el abrigo extra que llevaba encima y lo extendió hacia Cale. Se acercó despacio, procurando mantener los ojos fijos en su rostro y no en otro lugar.
—Toma, podrías enfermarte —dijo mientras la cubría con el abrigo.— La lluvia puede ser cruel a veces...
Sus dedos rozaron, apenas, el hombro de ella. Cale levantó la vista, sorprendida, y sonrió con timidez muy bien ensayada.
—Gracias... —murmuró.
El contacto fugaz bastó para que Litoan sintiera una punzada de incomodidad y algo mas. Su corazón comenzó a palpitar demasiado en contra de su voluntad debido a la delicadeza y belleza de esta mujer.
Raon, desde la mente de Cale, protestó indignado.
_¡¿Cual lluvia?! ¡No fue golpeada por la lluvia en absoluto! ¡Lo hice con agua tibia! _su voz mental resonó molesta.
Cale apenas alcanzó a disimular una sonrisa, dándole una palmadita a On, que fingía temblar para completar la escena.
—Buen trabajo —susurró en voz baja.
—Miaaau —respondió On, un poco nerviosa, lanzándole una mirada que parecía decir “esto se está yendo de las patas”.
Litoan los observaba con atención, su mirada aguda, casi felina, midiendo cada detalle. Había algo extraño en esa mujer. No podía precisar qué, pero no encajaba con el retrato de una viajera común.
(No parece una persona normal...)- Pensó
Cale mantenía una postura relajada, demasiado tranquila para alguien que había entrado sola en un bosque del que nadie salía. Sus manos eran delicadas, no las de una guerrera; su respiración, serena. No emanaba fuerza, pero había en ella una energía contenida que Litano no lograba definir.
_Pareces tan fuerte como la punta de mi garra, humano _bufó Raon desde su mente, molesto por la tensión y evaluando a Litoan
Cale ignoró el comentario. Su cuerpo estaba envuelto por el leve pulso del Aura Dominante, suficiente para mantener la calma sin delatar su poder. Por el rabillo del ojo, estudiaba a Litoan con el mismo cuidado con el que un cazador observa a su presa.
El rey de la jungla era un hombre de piel bronceada y hombros anchos, el tipo de figura que parecía fundirse con la naturaleza. Sus ojos dorados reflejaban la luz del fuego y su porte imponía respeto incluso en el silencio.
( Los hombres de la selva...)- pensó Cale-( eran distintos: no se definían por la lucha, sino por su conexión con el entorno, por su sentido de comunidad. Líderes y seguidores, no depredadores y presas.)
Un silencio denso se apoderó de la cueva. Solo el crepitar del fuego y el golpeteo de la lluvia rompían la quietud. Entonces, la voz de Cale emergió suave, rompiendo la tensión.
—La lluvia parece ser cada vez más fuerte —comentó con naturalidad—. Deberíamos dejar el bosque mañana, ¿no crees?
La forma en que lo dijo, mientras acariciaba a On con una sonrisa cálida, era tan tranquila que los hombres no supieron si relajarse o inquietarse. On, por su parte, la miraba incrédula, y Raon no tardó en soltar un resoplido mental.
_¿Por qué estás actuando así?_ preguntó el dragón con genuina confusión.
Pero Cale no respondió. Mantuvo su papel con precisión.
Litoan tosió suavemente, aún observándola.
—Umm... señorita...
—Puedes llamarme Cale —lo interrumpió con una sonrisa amable.
—Sí, señorita Cale —repitió, y por primera vez, el nombre le resultó familiar en la lengua.
El rey notó la pequeña bolsa mágica que colgaba de su cinturón, pero no vio ni espada ni armas. Era raro. No se veía como alguien preparado para una travesía peligrosa. Más bien, como una noble que había salido sin escolta. Y sin embargo, se movía con un dominio sereno, casi felino.
(Tiene una atmósfera extraña)- pensó.
Entonces, una idea absurda cruzó por su mente.
(¿Y si... es un dragón?)-
Recordó la vieja leyenda: el dragón del Camino Sin Retorno, capaz de conceder cualquier deseo. Nadie sabía cómo se manifestaba. Quizá, después de todo, la criatura no tenía por qué ser bestia.
Pero sus pensamientos se desmoronaron cuando Cale alzó la mirada y sonrió.
—No soy un dragón.
Litoan se sobresaltó, dejando escapar un pequeño jadeo. Cale se apartó un mechón húmedo de la frente y, por primera vez, su mirada se cruzó con la suya.
—Sin embargo —dijo con voz tranquila—, conozco el camino aquí dentro.
—¿Cómo...? —preguntó él, incrédulo.
La niebla era impenetrable incluso para los más experimentados. Él y sus hombres se habían perdido durante días. ¿Cómo podía esta mujer, aparentemente indefensa, saber hacia dónde ir?
Cale percibió su duda y su sonrisa se suavizó.
—Esta niña —dijo, acariciando a On con ternura—, es de la tribu de los gatos.
Los ojos dorados del rey se abrieron un poco más.
—Me encontré con ella en los suburbios, hace tiempo, en un día lluvioso como este. Es mi hija adoptiva.
El fuego iluminó el rostro de Cale mientras hablaba. Su voz estaba teñida de una nostalgia genuina, y hasta On, pese a conocer la farsa, sintió un nudo en el pecho al recordar aquel día en que Cale las acogió a ella y a Hong. Su cola se movió inquieta, pero no dijo nada.
—On puede controlar la niebla —continuó Cale con serenidad.
—Qué poder tan raro... —murmuró Litoan, sorprendido.
Pensó en la neblina densa que los había atrapado durante semanas. De pronto, todo encajaba.
—Aprendí sobre este lugar mientras viajaba —prosiguió ella—. Leí en un texto antiguo que este bosque estaba gobernado por la niebla. Por eso vine aquí con ella.
Cada palabra salía con naturalidad, sin un atisbo de duda. Litoan la escuchaba fascinado; la forma en que hablaba, el tono pausado y elegante, la paciencia... Todo en ella respiraba nobleza.
—Vinimos aquí porque pensamos que podíamos usar nuestro poder para dar esperanza —dijo Cale finalmente—. A quienes se perdieron en este camino… y a las familias que aún los esperan.
Raon resopló desde la mente de Cale.
_Eso no fue todo..._
On solo bajó la cabeza, moviendo la cola con resignación.
Litoan guardó silencio largo rato, observándola. Sus palabras eran demasiado hermosas para no creerlas. La idea de que alguien, una completa desconocida, arriesgara su vida solo para ayudar a otros, le devolvía un poco de fe en la humanidad.
—Afortunadamente, tenía razón —añadió Cale suavemente—. Pudimos ver el camino una vez que On controló la niebla.
Litoan asintió lentamente, comprendiendo.
—Ya veo... Entonces, la leyenda... probablemente no existe.
Su voz estaba cargada de amargura, pero también de alivio. No había dragones ni milagros, solo niebla y desorientación. Una mentira que había costado vidas.
Sin embargo, mirar a Cale lo tranquilizaba. A su alrededor, el aire parecía más claro.
—¿Sería posible entonces... que nos guíes fuera cuando partas mañana? —preguntó finalmente.
Cale sonrió.
—Por supuesto. Tenemos que ayudarnos unos a otros en momentos de necesidad.
Litoan bajó la mirada y asintió. En ese instante, se dio cuenta de algo: esa mujer tenía un aura que desarmaba. No era un dragón, ni una maga, ni una aventurera. Era, sencillamente, buena.
O eso quiso creer.
La mirada de Litoan se suavizó poco a poco. Su dureza natural, forjada en la selva y la guerra, parecía disolverse ante la serenidad de esa mujer pelirroja. Había en ella algo distinto: una luz tranquila, una calidez que no se fingía. Cale irradiaba esa clase de bondad que no necesita proclamarse, la que se muestra en los gestos pequeños, en la manera de escuchar, en la calma de su voz.
—Eres una buena persona, ¿verdad? —preguntó él, casi sin pensar, con una sonrisa que apenas se dibujó en sus labios.
Cale lo miró, y por un instante, su expresión cambió. La sonrisa tenue desapareció y fue reemplazada por una mirada de genuina decepción.
—Lo siento —dijo con suavidad—. Estoy segura de que tú también tenías un deseo desesperado.
Litoan negó con la cabeza, un poco sorprendido por la empatía en sus palabras.
—Eso está bien. No hay nada que pueda hacer al respecto. De todos modos… me alegra no tener que prender fuego al bosque.
Esa palabra "fuego" hizo que los ojos de Cale brillaran apenas un segundo antes de que recuperara la compostura.
—Fuego… —repitió, pensativa—. Es una palabra que da miedo, sobre todo para alguien del sur. Me imagino lo que debe significar para ti, siendo un hombre que protege la naturaleza.
Litoan ladeó la cabeza, intrigado.
—¿Sabes sobre el sur?
—No mucho —respondió ella con calma—. Solo lo que he leído en libros. Me gusta viajar… y amo los paisajes hermosos.
Desde su mente, la voz de Raon resonó con una mezcla de interés y diversión.
_Hoh, ya veo, ya veo, humana débil..._
Cale reprimió una mueca ante el tono presumido de su dragón, pero siguió hablando, manteniendo su sonrisa.
—Leí que la selva es maravillosa. Que las montañas parecen tocar el cielo y los lagos reflejan el amanecer como espejos. Si todo sale bien y podemos salir de este bosque, me gustaría visitarla algún día.
—Ya veo… —respondió Litoan, con una sonrisa que se desvaneció tan pronto como apareció.
Una sombra cruzó su rostro. Sus ojos, hasta entonces cálidos, se tornaron sombríos, cargados de algo más que cansancio. Era tristeza.
Los hombres que estaban con él bajaron la mirada, como si compartieran un secreto doloroso.
—Desafortunadamente —murmuró Litoan, con voz baja y grave—, la jungla que verás al salir de este Oorim… ya no es hermosa.
Cale lo observó, intrigada.
—¿Qué quieres decir con eso?
El hombre exhaló, y el sonido pareció arrastrar semanas de tensión.
—Hay un incendio —dijo finalmente—. Uno que no se propaga… pero tampoco se apaga.
Cale se enderezó, fingiendo sorpresa, aunque en su interior la información la hizo tensar los dedos.
—¿Un incendio? ¿En la selva?
—Sí —confirmó él, con un dejo de impotencia en la voz—. Empezó en la Sección 1, justo junto a este bosque. Apareció de la nada. Hemos intentado apagarlo con agua, con magia, con encantamientos… pero nada funciona. No se extiende, pero tampoco muere.
Litoan se pasó una mano por el cabello empapado, con una sonrisa amarga.
—Ya no sé si eso es bueno o malo.
Cale lo escuchó en silencio, ocultando sus pensamientos. Ya sabía la causa. No era magia natural, ni divina, ni una maldición. Era alquimia.
Un fuego artificial, científico y letal, diseñado para devorar la vida sin consumirse. Un fuego nacido del Imperio Mogoru y de su obsesión por el control. Y en el centro de esa obsesión estaba el Príncipe Imperial, un hombre tan ambicioso como brillante.
Cale recordó vagamente su rostro, su sonrisa medida, su mirada como acero bruñido, y reprimió el impulso de fruncir el ceño. No quería cruzarse con él, ni ahora ni nunca.
El contraste con Alberu era abrumador. Su prometido podía ser calculador, pero se movía por principios. Buscaba justicia, no dominio. El Príncipe Imperial, en cambio, solo conocía el deseo de poseer.
—¿Es un fuego grande? —preguntó Cale, con voz medida, devolviendo su atención al presente.
Litoan asintió.
—El más grande que he visto. Día y noche, las llamas se elevan hacia el cielo. Desde lejos parece que el sol nunca se apaga.
—Entonces debe ser difícil acercarse —comentó ella, mirándolo con una preocupación genuina.
—Sí. Ni humanos ni bestias pueden hacerlo. Solo acercarse ya es como sentir que uno se quema por dentro.
—Qué terrible… —susurró Cale, bajando la mirada.
Su expresión reflejaba una mezcla perfecta de compasión y tristeza, y Litoan sintió un nudo en la garganta. Era extraño encontrar a alguien del norte o del centro que hablara así de la naturaleza, con respeto, sin arrogancia.
—Sin embargo —añadió él, con un esfuerzo por recuperar su tono habitual—, haremos todo lo posible por apagarlo.
—Ya veo —respondió Cale, pensativa.
Durante un momento, el fuego reflejado en sus ojos pareció volverse más intenso. Estaba inmóvil, con la barbilla apoyada en su mano, como si meditara en algo que nadie más comprendía. Luego, suspiró y se cubrió el rostro brevemente, como quien se rinde ante una decisión inevitable.
Cuando levantó la mirada, su expresión había cambiado. Había determinación en ella.
—Por favor… —dijo despacio, casi en un susurro—. Llévame hasta ese fuego.
Litoan la miró, atónito.
—¿Disculpa?
—Quiero ver el incendio con mis propios ojos —insistió. Su voz era firme, pero no desafiante; sonaba como un ruego sincero, lleno de convicción.
El rey de la jungla parpadeó, desconcertado. No era una mujer fuerte en apariencia, pero había algo en su tono que no admitía réplica.
—¿Para qué? —preguntó finalmente.
Cale sostuvo su mirada.
—Creo… —tomó aire, fingiendo vacilar un instante—. Creo que puedo apagarlo.
Hubo un silencio absoluto.
Raon rugió en su mente, alarmado.
_¡Humana débil! ¿Qué estás diciendo? ¡Estás muy rara hoy! ¡No puedes hacer eso!
Cale ignoró la protesta, manteniendo el rostro sereno. Su voz, cuando volvió a hablar, fue suave, pero su mirada era tan firme que incluso el fuego pareció inclinarse ante ella.
— Tal vez esté equivocada, pero no puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que tu tierra se consume. Si existe una posibilidad, aunque sea pequeña… la intentaré.
Litoan la observó en silencio. La lluvia seguía cayendo fuera de la cueva, y por un instante, juró ver en ella el reflejo del fuego que lo había atormentado durante semanas. Pero no en su destrucción, sino en su promesa.
No sabía quién era esa mujer. Ni por qué sentía que podía confiar en ella.
Pero en ese momento, quiso creerle.
Notes:
HOLAAA MIS POLLITOS GUAPOS 😚🐥♥️
VOLVIOOOO MAMÁ GALLO 🐓✨
Como están? Espero que bien, mis guapos...
No me funen por cambiarle el género a Litina porfa 😩 Es por una buena causa... (La buena causa: Mi imaginación diciéndome que un hombre moreno de la selva haría buena pareja con otro personaje) eso es todo, lo descubriremos en el futuro 💋
Con On mojada simplemente pensé en la canción de "gata bajo la lluvia" jajajajaja perdón
Me sentí re nerviosa con solo escribir a Beacrox agarrando la cintura de Lucia, no se, simplemente fue necesaria esa parte (y me estoy dando cuenta que les debo una ilustración de ellos dos jaja)
Ya se me hace que tendré que activar mi cuenta de "x" (Twitter) para subir los fanarts directamente ahí, o los sigo poniendo aquí? Ya veremos en otro momento jajajaja
No bueno, en fin, nos veremos más adelante en otro cap, besos en sus nalgas derechas 😚♥️
Chapter 51: 50. Una buena persona (2)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El silencio volvió a llenar la cueva. Solo el sonido de la lluvia y del fuego crepitando rompía la calma. Litoan se apartó levemente de Cale, observándola con una mezcla de asombro y confusión.
No estaba seguro de haber escuchado bien. Y al mirar a sus subordinados, comprendió que ellos pensaban lo mismo
—Señorita Cale… —dijo al fin, con voz grave y expectante—. ¿Podría explicarme lo que acaba de decir?
El tono era cortés, pero cargado de incredulidad. Litoan se enderezó, separándose de la pared de roca contra la que se había apoyado. Su armadura de cuero se había secado un poco con el calor del fuego, marcando aún más su físico firme de guerrero. Cale lo miró con serenidad antes de responder.
—Soy ciudadana del Reino de Roan. —Su voz era tranquila, segura—. Vengo del noreste.
Litoan
lentamente.
—Nosotros somos del sur. Guerreros que servimos en la selva.
—¿Viajas sola? —preguntó uno de los subordinados, todavía cauteloso.
—No exactamente. Tengo un equipo que confía en mí… personas que me siguen vaya a donde vaya —respondió con sencillez, bajando la mirada hacia On, que estaba acurrucada a su lado.
Las palabras de Cale resonaron en el aire. Los sureños, que valoraban profundamente la relación entre líder y seguidores, la miraron con un respeto nuevo. Había verdad en su tono. No hablaba con arrogancia, ni con falsa modestia: lo hacía con la naturalidad de quien ha aprendido a ganarse la lealtad, no a exigirla.
—De todos modos —continuó Cale, apoyando las manos sobre sus rodillas—, durante uno de mis viajes tuve un encuentro… digamos, fatídico.
—¿Un encuentro fatídico? —repitió Litoan, inclinándose ligeramente hacia ella.
Una sonrisa amarga cruzó el rostro de Cale. Su mirada se nubló por un instante, como si recordara algo lejano.
—Sí. —Su voz bajó a un murmullo suave—. Estaba en el mar cuando ocurrió. Me atrapó un remolino y pensé que moriría allí. Pero logré salir. Y al hacerlo, encontré a alguien… alguien herido. Lo ayudé. Me aliviaba pensar que, tal vez, ese era el motivo por el que terminé atrapada en aquel remolino.
Cale dejó escapar una pequeña risa, casi avergonzada, y hasta sus mejillas se sonrojaron con un rubor leve.
—Lo siento… esa no era la historia que intentaba contar.
Litoan sonrió ante la espontaneidad de aquella mujer.
—Aun así, parece que ha salvado muchas vidas, señorita Cale.
Ella negó suavemente.
—No fue nada. Simplemente no podía quedarme sin hacer nada.
Sus palabras eran humildes, pero su tono… su tono hacía que todos creyeran en ellas. Había una bondad silenciosa en ella, una nobleza natural que no necesitaba títulos.
—De todos modos —retomó, enderezándose—, en esa ocasión adquirí algo más que una experiencia.
—¿Algo más? —preguntó Litoan con curiosidad.
—Sí. Un poder...
La atención de todos se centró en ella. Cale esperó unos segundos antes de continuar.
— Se llama "Agua de extinción de incendios." —Sus palabras fueron lentas, claras—. Es capaz de suprimir cualquier fuego.
Los hombres se miraron entre sí, incrédulos. Litano frunció el ceño.
—¿“Cualquier” fuego?
—Sí. —Cale asintió con calma—. No importa su tipo ni su origen. Mientras sea fuego… puede extinguirlo.
El silencio que siguió fue pesado. Los subordinados de Litoan parecían contener la respiración. Era difícil de creer, pero la forma en que lo decía no dejaba lugar a dudas.
Y era cierto. Esa agua no era normal. No era magia ni alquimia, sino algo más antiguo, más puro. Un poder antiguo que respondía al corazón de quien lo usara.
Cale había integrado ese poder en el "Collar Absorbente" que Lock le había traído semanas atrás. No lo había hecho por necesidad, el "Corazón de la Vitalidad" la protegería de las heridas del fuego, sino por estrategia. Sabía que llegaría el momento en que ese poder sería su carta más útil.
Ahora, lo era.
—Pero —agregó con cautela—, tiene un límite. No puedo usarlo de manera infinita. Por eso no sé si será suficiente.
Litano la miró, con expresión desconcertada.
—Ah… —murmuró—. Suena como un poder muy valioso. ¿Está segura de que quiere usarlo… por nosotros?
Mientras Cale no apagara un fuego que ardiera en todo el continente occidental, tenía suficiente para toda la vida. Sin embargo, no era como si le hubiera mentido.
— Eso, ¿cómo debo dirigirme a ti?
— ... Puedes llamarme Lian.
Uno de sus subordinados se estremeció. Cale fingió no ver y gritó el nombre falso de Litoan.
— Señor Lian.
— ¿Si?
—No hay nada precioso o no precioso cuando se trata de poderes. Creo que lo importante es cómo usas ese poder.
Litoan y sus subordinados pudieron ver que los ojos de Cale estaban más claros que nunca.
Cale reprimió una sonrisa. Sus labios se curvaron apenas, con elegancia.
—Los poderes solo son valiosos si sirven para algo...
Litoan abrió un poco los ojos ante esa frase.
—No hay nada “precioso” o “no precioso” cuando se trata de los dones que uno posee —continuó Cale con voz serena—. Lo importante es cómo se usan.
Sus palabras fueron tan sinceras que los hombres en la cueva se quedaron en silencio. Solo el fuego acompañó su declaración.
—Si puedo emplear este poder para salvar la naturaleza, los animales, las plantas… y a las personas que viven de ellos —prosiguió—, entonces no tengo dudas. Es mi deber hacerlo.
El corazón de Litoan latía con fuerza. No podía apartar la mirada de ella. Esa mujer, empapada, cubierta apenas por un abrigo prestado, irradiaba una fuerza tranquila que no se veía en los guerreros más fieros.
—Por supuesto —añadió Cale, tras una pausa—, el poder me reconoce como su dueña, así que debo estar presente para usarlo. Quizás sea un proceso engorroso, y… podría tomar tiempo.
—¿Quieres decir que necesitas acercarte al fuego? —preguntó Litoan con cierta ansiedad.
—Sí. —Asintió despacio—. No creo poder activarlo desde lejos.
Litoan frunció el ceño. La gratitud que sentía se mezcló con preocupación. Sus subordinados intercambiaron miradas. Aunque dos de ellos aún desconfiaban, incluso ellos no pudieron ocultar el respeto que comenzaban a sentir por ella.
Cale percibió esa mezcla de emociones y bajó la mirada con discreción. Sabía que los tenía donde quería.
Todo estaba yendo según el plan. Pero, al mismo tiempo, una chispa genuina de compasión brilló en sus ojos. No fingía el deseo de ayudar. Sabía lo que era perder algo querido en las llamas.
Así que sonrió, cálida y resuelta.
—No se preocupen. —Su voz fue un susurro sereno—. No vine hasta aquí para mirar el fuego… sino para apagarlo.
Cale decidió que era momento de lanzar el golpe final. Su voz sonó suave, llena de convicción.
—Estaré muy feliz si mi poder puede ser de ayuda. Quiero salvar y ayudar a todos.
Dentro de su mente, la voz de Raon irrumpió de inmediato, alarmada y confundida.
_Este no es la humana débil que conozco... No, bueno, sé que eres buena, pero aun así, ¡esto no es propio de ti! De todos modos, salvar a alguien es una gran obra, ¡te felicito!_
El pequeño dragón de cuatro años se debatía entre el caos y el orgullo. Por otro lado, On solo bostezó, completamente acostumbrada a los planes de su madre adoptiva, y desvió la mirada con resignación.
—Muchas gracias… —dijo Litoan, con una sinceridad que hasta a Cale le resultó un poco incómoda.
Ella le dedicó una sonrisa cálida, casi maternal. Pero mientras sus labios formaban aquella expresión amable, sus ojos analizaban fríamente a Litoan y a cada uno de sus hombres.
Sabía lo que veía en ellos: desesperanza.
Habían pasado dos semanas atrapados en ese bosque sin resultados. Habían perdido fuerzas, fe… y ahora, de repente, tenían ante ellos lo que parecía una salvación.
Para Litoan y sus subordinados, Cale no era muy diferente al Dragón de la leyenda.
—¿Cómo podemos pagarte por tu gratitud? —preguntó él, con la voz grave, casi solemne.
—¿Gratitud? No he hecho nada todavía. —Cale bajó la mirada con humildad ensayada—. Solo tengo la sensación de que fui arrastrada a este bosque por una razón.
Litoan la observó maravillado. Aquella mujer no mostraba ni una chispa de codicia. No había exigido nada, ni siquiera un reconocimiento. Su serenidad y modestia le resultaban extrañamente conmovedoras.
“Devuelve la venganza diez veces más, pero paga la gratitud mil veces sobre sí misma.”
Ese era su credo, y Cale lo encajaba perfectamente en él.
—Aun así, señorita Cale —dijo Litoan, más firme—, quiero recompensarte de algún modo. Vas a guiarnos, usarás un poder limitado, arriesgarás tu seguridad... No puedo aceptar tu ayuda sin ofrecerte algo a cambio.
—No, de verdad estoy bien —insistió ella, con una sonrisa leve.
Pero luego fingió pensarlo un momento, como si una idea acabara de cruzarle la mente, y aplaudió suavemente.
—¡Ah! —exclamó, llevándose una mano a la mejilla con aire distraído—. Leí sobre la Sección 1 en un libro de geografía sobre la jungla. Decía que la combinación de la selva vibrante y la costa despejada hacía de ese lugar algo hermoso. Mencionaba que la puesta de sol allí era... increíble.
Sus ojos parecían brillar de nostalgia o ilusión mientras hablaba.
—Recuerdo que pensé... que sería maravilloso tener una pequeña villa allí algún día, solo para poder ver ese atardecer.
La Sección 1. Precisamente la que estaba en llamas. El lugar donde, bajo las costas orientales, yacía el gran montículo de Piedras Mágicas, materiales tan valiosos como el oro puro.
(Perfecto)- pensó Cale.
Pero su voz, al pronunciar las siguientes palabras, fue la de alguien ingenuo y soñador:
—¿Cree que podría visitarla alguna vez, cuando el fuego se apague? Solo para ver la puesta de sol...
Litoan se quedó en silencio. La hermosa costa de la Sección 1, cubierta ahora por fuego y ceniza.
Ese hombre sabía que incluso después de extinguirse, tardaría años en recuperar su esplendor. Sin embargo, aquella mujer, en lugar de pedir dinero o poder, solo deseaba ver un atardecer.
Por eso, sin pensarlo demasiado, habló con emoción.
—No creo que verla sea suficiente.
—¿Disculpe? —preguntó Cale, fingiendo inocencia.
—Construiré una villa allí para ti —declaró Litoan con firmeza—. Si no te satisface la Sección 1, la haré en cualquier otra parte de la jungla.
—N-no, no hay necesidad de eso. ¡Eso sería demasiado! De verdad estoy bien —protestó Cale, intentando contener la sonrisa que amenazaba con escapársele.
—No aceptaré un no por respuesta. —Litoan cruzó los brazos con determinación—. Te construiré una villa.
—Ah, bueno… —Cale suspiró, fingiendo resignación—. Si insistes…
Puso una expresión de falsa incomodidad, casi tímida.
—Si puedo ayudarte a apagar el fuego, pedir un terreno pequeño estaría bien. Solo un espacio donde construir algo modesto.
Litoan asintió sin dudar.
—Te daré toda la tierra que quieras. De hecho, insisto. Solo estaré satisfecho si lo aceptas.
(Excelente.)-
Cale reprimió la sonrisa que amenazaba con delatarla y dejó escapar un suspiro tranquilo.
—Sí, me aseguraré de hacerlo.
Parecía desinteresada, incluso algo abrumada por la oferta, pero en su mente ya podía ver las Piedras Mágicas que la esperaban bajo la superficie de aquella costa.
Litoan, por su parte, la miraba convencido de que estaba ante una persona noble en espíritu y corazón. Cale, con su serenidad impecable, siguió acariciando a On. La gatita la observó con ojos entrecerrados, claramente molesta.
(Tu objetivo es la tierra, ¿verdad mamá?)- parecía decir su mirada.
Cale solo siguió acariciándola, fingiendo no entender. Luego, con una naturalidad que solo ella podía lograr, abrió su bolsa mágica.
—¿Quieren comer algo? Todos parecen hambrientos.
—Ah, eso... —Litoan dudó.
Cale sacó varios recipientes cubiertos y humeantes. Eran comidas preparadas por Beacrox, aún tibias gracias al sellado mágico de la bolsa.
Ella sabía perfectamente lo que hacía. Había una regla simple que nunca fallaba:
“Alguien que te da de comer es una buena persona.”
Así había comenzado a ganarse a Choi Han, y así lo haría con Litoan y sus hombres.
—Considérenlo un intercambio por la manta —dijo con una sonrisa amable—. Compartamos una comida juntos y partamos mañana.
El ambiente de la cueva cambió de inmediato. Las expresiones tensas se suavizaron; la desconfianza cedió ante el olor de la comida caliente.
—Primero regresaremos al pueblo donde está mi equipo —añadió Cale, sirviendo porciones—, y luego atravesaremos el bosque hasta la jungla. Por favor, coman bien. No podrán salvar nada si no tienen fuerzas.
Sus palabras golpearon directamente en el corazón de Litoan. Él pensó en su gente, en los niños, en los animales que había dejado atrás, en la jungla que se consumía lentamente.
Cale, en cambio, pensaba en las Piedras Mágicas que brillaban bajo la tierra esperando por ella.
Litoan tomó el tenedor que ella le ofrecía. El aroma era reconfortante, familiar. Dio un pequeño bocado y suspiró con alivio.
—La leyenda... —murmuró en voz baja—. No está tan lejos, después de todo.
—¿Disculpe? —preguntó Cale, fingiendo no haber oído.
—Nada. —Litoan sonrió, bajando la vista—. Esto está delicioso, señorita Cale.
—Me alegra oírlo. —Su voz fue suave, casi maternal.
Por primera vez en dos semanas, Litoan y sus subordinados comieron en paz. Reían, hablaban entre ellos, y el sonido del fuego parecía menos áspero.
Cale los observó en silencio, On hecha un ovillo en su regazo. Había logrado exactamente lo que quería.
Dejó escapar un suspiro leve y satisfecho. Todo marchaba según el plan.
°°°
—Señorita Cale, esto es… asombroso —dijo Litoan con los ojos muy abiertos, observando cómo la densa neblina se apartaba a su paso.
—¿Verdad que sí? On es increíble —respondió Cale con calma, mirando de reojo a la pequeña gatita que caminaba junto a ella con elegancia, el rabo en alto y la cabeza erguida con orgullo.
El grupo avanzaba en silencio entre la niebla, con la luz tenue del sol filtrándose a través de las gotas que caían. Cale los observó a todos: los seis guerreros que acompañaban a Litoan caminaban con pasos firmes, los músculos tensos bajo la ropa empapada. Eran sin duda combatientes experimentados.
En el continente sur existían dos tipos de guerreros: los luchadores como Toonka, que confiaban en la fuerza bruta y la resistencia, y los guerreros propiamente dichos, que dominaban las artes del combate con precisión y disciplina, como los caballeros del norte.
La gente de la selva, la tierra de Litoan, era una fusión de ambos. Poseían fuerza y técnica, ferocidad y control.
—Señor Lian —la llamó uno de los subordinados de Litoan, usando el nombre falso que él mismo le había dado a Cale—, estamos cerca de la Aldea Hoik.
Cale notó cómo los hombres de Litoan se ajustaban sus impermeables azul oscuro para cubrirse mejor. El propio Litoan se subió la capucha, procurando ocultar su cabello negro. Aquello no era un simple gesto: la Familia Real del sur poseía cabello negro como sello de linaje.
Si alguien lo reconocía allí, podrían correr peligro.
(Así que hasta los reyes saben esconderse)- pensó Cale con ironía.
Sabía perfectamente quién era aquel hombre que fingía ser un guerrero más.
Litoan no era solo fuerte: estaba un nivel por debajo de Choi Han, y eso ya lo decía todo. Montado en su pantera negra, blandiendo su lanza bajo las sombras de la jungla, era una figura imposible de detener. Un hombre que podía cabalgar entre la oscuridad y el fuego sin vacilar.
Por eso había unificado la selva. Por eso era su rey.
—Estamos casi allí —dijo Cale con tono neutro.
Detrás de ella, el grupo se mantuvo en silencio, siguiendo sus pasos con confianza. La bruma comenzaba a disiparse, obedeciendo al control invisible de la mujer pelirroja que caminaba al frente.
—Ah… —exhaló uno de los hombres de Litoan, con la voz entrecortada.
La niebla se abría lentamente, revelando el contorno de los árboles y el sonido de la lluvia golpeando el suelo húmedo. Podían sentirlo: estaban saliendo del Camino sin Retorno.
Cale, sin decir una palabra, continuó caminando, su abrigo empapado pegándosele al cuerpo. Litoan y los suyos, al verla avanzar sin miedo, sintieron que podían respirar por fin.
El agua resbalaba sobre su abrigo, el abrigo que Litoan le había ofrecido antes de partir. Cada gota caía sobre la tela gruesa y azul oscura, mientras Cale se permitía una sonrisa ligera.
—Ya estamos aquí —murmuró.
La niebla terminó de abrirse y, al frente, apareció la entrada de la Aldea Hoik. El aire olía a tierra, lluvia y fuego distante.
—Jeje... —una risa escapó sin querer de sus labios.
En ese momento, un maullido resonó entre los árboles.
—¡Miaaauuu!
On, que había estado caminando junto a ella, dio un salto y corrió hacia la aldea.
—¡Miaaauuu! —respondió otra voz, esta vez la de Hong, que venía desde adelante.
Los dos hermanos se encontraron a mitad de camino, frotándose las mejillas antes de transformarse. Hong fue el primero: su pequeño cuerpo se iluminó brevemente antes de tomar forma humana, y corrió directo hacia Cale.
—¡Mamá! —gritó, lanzándose a sus brazos.
Cale lo sostuvo con un suspiro resignado, pero sus ojos suavizaron su dureza habitual.
On, también transformada, caminó hacia ella y le tomó la mano con naturalidad, entrelazando sus dedos con los de su madre adoptiva.
Cale los sostuvo a ambos, con Hong acurrucado en un brazo y On tomada de su mano libre, mientras fruncía el ceño. Frente a ella, un pequeño grupo esperaba bajo la lluvia, inmóvil.
—¿Por qué están todos aquí bajo la lluvia? —preguntó con voz plana.
La escena era curiosa: Cale, empapada, cubierta con el abrigo del “guerrero” sureño, y detrás de ella seis hombres con ropas extrañas y rostros cansados. No era de extrañar que todos la miraran raro.
Hans, Choi Han y Rosalyn estaban allí, esperándola. Ninguno respondió enseguida; simplemente la observaron.
Hans fue el primero en hablar, limpiándose las gotas que le caían del cabello.
—Joven maestra-nim… como asistente del mayordomo, no podía dormir tranquilo —dijo, con voz nerviosa.
Choi Han, que ya se había adelantado unos pasos, la observaba con una mezcla de alivio y alerta.
—Cale-nim, hace frío. ¿Quiénes son las personas que están detrás de usted? —preguntó con el ceño fruncido, mirando de reojo a Litoan y sus hombres.
—Joven señorita Cale, ¿tuviste un buen viaje? —intervino Rosalyn, sonriendo con elegancia, aunque sus ojos reflejaban curiosidad al notar el abrigo ajeno sobre Cale.
Cale se detuvo frente a ellos, con Hong aún en brazos y On a su lado.
—He vuelto —dijo simplemente.
No quiso ver las sonrisas que aparecieron en los rostros de sus compañeros. En cambio, giró la vista hacia un grupo de aldeanos que se habían reunido junto a una losa de piedra. Reconoció algunos rostros: eran las familias de quienes habían entrado en el bosque… y nunca regresado.
Cale caminó hasta el anciano que estaba sentado bajo la lluvia. Era el mismo que, antes de partir, le había advertido que no se adentrara en el bosque.
Se agachó a su lado, y el anciano la miró con los ojos temblorosos, incapaz de creer que estaba viva.
—Anciano —dijo Cale con voz tranquila.
Ella, Kim Rok Soo en su vida anterior, sabía perfectamente lo que significaba esperar a alguien que no volvería. Sabía cómo era sostener la esperanza hasta que dolía respirar.
Miró al hombre directamente a los ojos.
—No hay dragón.
El silencio cayó como un velo. La leyenda había muerto.
El anciano cerró los ojos y, poco a poco, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro. Bajó la cabeza, y sus labios temblaron antes de asentir una y otra vez.
Cale se levantó despacio y, antes de alejarse, añadió con voz baja:
—Vi ropa y algunos huesos en el bosque. Si lo desea, puedo traerlos.
Era lo único que podía ofrecerles: un cierre.
Volvió junto a su grupo, mientras los ojos de todos, aldeanos, magos y guerreros, se volvían hacia ella.
—Empaquen nuestras cosas —ordenó, con su tono habitual, implacable.
Choi Han alzó la cabeza.
—¿Adónde iremos ahora?
Cale miró hacia el bosque oscuro, más allá de los límites del pueblo, donde el humo aún se elevaba a lo lejos.
—A la selva —respondió, su voz firme, determinada—. A la Sección 1.
El fuego que devoraba la jungla esperaba por ella.
Era hora de enfrentarlo.
°°°
Toda la tripulación de Cale se reunió frente a la entrada del “Camino Sin Retorno” dos horas después. Sin embargo, ellos no eran los únicos allí: varios aldeanos continuaban esperando, bajo la lluvia persistente, como si temieran que la esperanza volviera a escaparles de las manos.
Cale dio una orden breve.
—Hans, obtén una lista de nombres.
—Sí, joven maestra-nim.
Hans la observó un instante, como asegurándose de que realmente estaba bien, y luego se alejó para hablar con los aldeanos.
Ante la mirada evaluadora de Cale, Maes, los niños lobo y Hilsman se pusieron en una fila recta. Parecían una brigada de caballeros, no un grupo improvisado.
—On nos guiará y volverán con Hong. Después de eso, ustedes serán responsables de entrar y hallar los restos dentro del bosque —explicó Cale con firmeza.
Maes y los niños lobo asintieron con vigor. Mientras Cale los observaba satisfecha, una vocecita temblorosa surgió detrás de ella.
—J-joven maestra-nim… ¿por qué estoy incluido? Tengo que hacer los planos…
Müller estaba encajonado entre Beacrox y Hilsman, temblando como una hoja mojada. Cargaba una bolsa grande llena de papeles y plumas.
Cale lo miró con la expresión de quien contempla un desastre andante.
—Solo haz lo que te digo antes de que me enoje —dijo con un suspiro cansado.
No quería volver a tener que levantarlo del cuello para obligarlo a moverse. Müller palideció de inmediato, entendiendo algo que quizás Cale no entendía ni había dicho, pero que funcionó igual.
Asintió frenéticamente.
Cale apartó la mirada y se encontró con la de Lucía...
O mejor dicho, Lucía la evitó por completo, sonrojada hasta las orejas.
Entonces recordó lo que había visto antes en el cuello de la chica: un moretón pequeño, sospechoso. Cuando Cale le preguntó si se había golpeado, Lucía se puso nerviosa, negó rápido y soltó algo sobre “un mosquito enorme”.
Miró de reojo a Beacrox.
Beacrox, por su parte, había ignorado tanto la pregunta como la mirada curiosa de Cale… aunque el rojo en sus orejas lo delataba por completo.
Cale sonrió de lado.
(Parece que estos dos tuvieron su momento romántico)- pensó, divertida.
Sacudió la cabeza y caminó hacia Litoan, que aguardaba un poco más lejos. Él tenía una sonrisa suave en el rostro.
—Parece que podemos irnos ahora —dijo Cale—. Siento haberte hecho esperar dos horas.
—No, está bien —respondió él, estudiando con mayor detalle al grupo de Cale.
Había supuesto que los subordinados de Cale serían unos acompañantes con fuerza promedio o suficiente para proteger a una dama como ella.
Era un grave malentendido.
El grupo de Cale estaba compuesto por personas fuertes… y también por alguien cuya fuerza no podía medir, lo que lo ponía inquieto.
Aunque estaban lejos para escuchar lo que Cale decía, el carisma con el que ella dirigía a su equipo era evidente en cada gesto.
En cambio, la tripulación de Cale tenía sentimientos… particulares. No hacían comentarios, no intercambiaban miradas, no criticaban.
Cale les había dado una orden clara: "Coincidan con mi comportamiento."
Y todos eran lo bastante inteligentes para cumplirla.
—Vamos —ordenó Cale.
—Miaaauuu —On en su forma de gato tomó la delantera con un movimiento elegante.
Todos los demás la siguieron.
—Disculpe, Cale-nim —Choi Han se acercó al lado de ella. Había algo en su expresión—. Quería preguntarle algo.
Cale se aseguró de que Litoan y su gente estuvieran más atrás, detrás de Rosalyn, antes de responder.
—¿Qué pasa?
Choi Han frunció ligeramente el ceño.
—¿El fuego de la selva… también lo están causando ellos?
Era una pregunta cautelosa, pero muy aguda. Cale supo al instante a quién se refería: la organización secreta responsable del ataque terrorista en la Plaza.
—No. Esta vez no son ellos —respondió con calma.
Choi Han asintió lentamente.
—Ya veo… Pensé que sería otro rastro suyo, ya que usted sabe de ellos. Igual que con el incidente terrorista…
—Todavía recuerdo mi promesa —lo interrumpió Cale suavemente—. Cuando descubra quiénes son en realidad, te lo diré. No te preocupes, se que te lo prometí...
—Sí, joven señorita-nim.
Choi Han la observó mientras ella seguía abriendo camino a través de la niebla. Quería agregar algo más; sus labios se abrieron y cerraron un par de veces antes de que finalmente hablara.
—No intentes hacer todas las cosas difíciles por tu cuenta... Dejame protegerte...
Choi Han quiso tomar su mano y hacerle entender, pero ya no tenía derecho a eso, ya no tenía derecho a tomar su mano, ella ahora estaba comprometida...
Pero de todos modos la miro con firmeza.
En cambio, Cale lo miró con incredulidad.
(¿De qué demonios está hablando?)- quiso protestar.
Antes de responder, otra voz se unió:
—Yo también estoy de acuerdo con Choi Han —dijo Rosalyn, sonriendo con calidez desde atrás.— Quiero ayudarte con las cosas difíciles...
Cale los miró a ambos como si estuviera rodeada de gente que hablaba en otro idioma.
(¿Cosas difíciles?)-
—No tengo idea de qué están hablando —respondió con completa honestidad—. No planeo hacer nada difícil. Eso sería absurdo.
Rosalyn y Choi Han se miraron, luego sonrieron como si vieran a un niño diciendo que no está haciendo travesuras mientras sostiene una galleta robada.
Esa expresión hizo que Cale sintiera un sabor amargo en la boca. Pero no tenía tiempo para discutir, así que siguió caminando.
El tiempo era esencial. Y la selva ardía.
Finalmente, después de caminar toda la noche, con solo un breve descanso, consiguieron salir del “Camino Sin Retorno” al día siguiente.
—Mm…
—…Dios mío…
La tripulación de Cale se detuvo en seco al abandonar la frontera del bosque.
Humo negro.
Aunque todavía faltaba un día entero de viaje para llegar a la jungla, allí estaba: una columna oscura, espesa y continua que se elevaba justo en la dirección donde debería estar la Selva del Sur.
Incluso podían ver destellos del fuego, porque ahora estaban en terreno despejado.
Choi Han dio un paso adelante, instintivamente colocándose entre Cale y aquel espectáculo devastador.
Litoan apretó los labios con fuerza. No se trataba solo de su territorio. Estaba pensando en su gente… en las familias, guerreros y animales que seguían luchando contra ese incendio imposible.
—Démonos prisa —dijo Litoan, volviendo la vista hacia Cale.
Era evidente que ese viaje había sido duro para la joven noble. Cale Henituse parecía una mujer criada sin dificultades, delicada a primera vista.
Pero Litoan ya sabía que las apariencias engañaban.
—Sí. Te guiaremos desde aquí —respondió Cale, firme.
Litoan asintió. Cinco de sus subordinados se adelantaron y él tomó la delantera. Un líder siempre debía caminar primero.
—Puede ser un viaje difícil. Tendremos que movernos lo más rápido posible —advirtió.
—Está bien —respondió Cale, con una gentileza sobria pero firme.
Y sin más palabras, el grupo se lanzó hacia el humo.
°°°
Tras otro día entero de viaje sin descanso, el agotado grupo finalmente vio el fuego.
Y se detuvieron, de golpe, incapaces de avanzar siquiera un paso.
Era… colosal.
Tiendas de campaña rodeaban el borde del desastre, pero todos quedaron hipnotizados solo por el incendio.
—¿Qué… qué tipo de fuego es este? —Lock retrocedió instintivamente, los ojos muy abiertos.
Era como ver una montaña arder.
O un volcán escupiendo llamas hacia el cielo.
—Ejem… —Choi Han contuvo una tos, tratando de estabilizar su respiración.
Incluso él, que había vivido años en el Bosque de la Oscuridad, jamás había visto algo tan grande.
La Sección 1 entera estaba envuelta en fuego. El incendio rugía tan alto como un castillo. La naturaleza, cuando se desataba, superaba toda comprensión humana.
Rosalyn tragó saliva, incapaz de esconder su sorpresa.
—¿Ese… es el fuego?
Era un día gris, lluvioso, propio de la estación húmeda de la jungla. Pero el fuego ardía sin cambiar, sin disminuir. Incluso con la lluvia cayendo con fuerza, seguía siendo una antorcha gigantesca que iluminaba el cielo nublado.
Esa era la naturaleza monstruosa del incendio de la jungla.
—Sí —respondió Litoan con una amarga sonrisa—. Es este.
El fuego seguía exactamente donde había comenzado. No se movía, no se apagaba.
—…La jungla está muriendo —susurró Litoan, tragándose el dolor.
Lock volvió a retroceder, abrumado.
Litoan se mordió los labios. Aquel desastre… esa cosa incomprensible… estaba destruyendo el corazón de su tierra.
Y él solo podía mirar desde la frontera.
Miró a Cale. Ella observaba el fuego con el rostro inexpresivo, sereno, como si ya estuviera calculando lo que debía hacer.
Litano abrió la boca para hablar, pero no pudo pronunciar la palabra “vamos”.
Fue entonces cuando escuchó su voz.
—Hace calor.
Cale se estaba quitando el impermeable y la chaqueta. La prenda lujosa, húmeda, cayó a sus manos mientras ella se subía las mangas de la camisa blanca. La tela se pegaba a su piel por la lluvia, destacando su cuello fino, sus brazos delgados pero firmes.
Después se volvió hacia Litoan.
—Vámonos. Tendré que acercarme lo más posible al fuego. Puede que incluso tenga que traspasar el límite.
Hablaba como si fuera a dar un paseo al mercado.
Litoan miró sus movimientos con desconcierto y luego observó a los subordinados de Cale: ninguno se sorprendía. Parecían acostumbrados a ese tipo de comentarios.
Él respiró hondo.
—Te llevaré allí.
—Puedo ir sola.
Cale prefería manejarse por su cuenta. Sabía exactamente cómo Litoan pensaba transportarla.
Pero Litoan negó.
—No, es peligroso.
Justo entonces, desde las tiendas, varias voces gritaron:
—¡Su Alteza!
—¡Nuestro rey!
—¡Líder-nim!
Cale se sobresaltó, o fingió sobresaltarse, al escuchar “rey”.
Realmente estaba sorprendida, pero no por eso.
(Mierda… es enorme.)-
Algo gigantesco corría hacia ellos.
—¡Grrrrr!
—Ten —llamó Litoan con naturalidad.
Una Pantera Negra del tamaño de tres hombres adultos se lanzó hacia ella como una sombra viviente. Su pelaje era tan oscuro que tenía un matiz azul profundo bajo la lluvia.
Litoan saltó sobre su espalda con la facilidad de quien lo ha hecho toda su vida. Cale entendió por qué la llamaban “la Parca de la Selva”.
—Ten, llévame con cuidado —ordenó Litoan, acariciando la cabeza del enorme felino.
Los subordinados que habían salido corriendo miraron a Cale con evidente confusión.
—Su alteza… ¿quiénes son estas personas?
Litoan no respondió enseguida. Miró a los refugiados que emergían poco a poco al saber que su reina había regresado.
Animales grandes y pequeños asomaban entre las carpas. Habían estado esperando… y desesperando.
Entonces, Litoan dijo:
—Ella es un Dragón.
—¿Disculpe? —preguntó uno, completamente perdido.
Él sonrió, extendiendo la mano hacia Cale.
—Por favor, adelante, señorita Cale.
La pantera Ten gruñó, mirando fijamente a Lock, como evaluando a otro depredador.
Un subordinado dio un paso adelante y explicó al resto del campamento:
—Escoltamos a esta… a esta joven porque cree que puede apagar el fuego.
—¿Puede realmente hacerlo?
Decenas de miradas se volvieron hacia Cale.
Choi Han, Lock, Beacrox y hasta Hilsman se movieron instintivamente para cubrirla.
—Cale-nim, es peligroso —advirtió Choi Han—. Déjeme acompañarla.
—No —interrumpió Cale con firmeza—. Ese calor te quemará. Todos deben quedarse en la zona segura.
Serían un estorbo. Y el fuego no necesitaba a nadie más que a ella para apagarse.
—Señorita Rosalyn, un escudo, por favor.
Rosalyn suspiró antes de poner un escudo alrededor de Cale, Litana y Ten. Rosalyn ya conocía la verdadera identidad de Litana, aunque Litana no parecía conocer la de Rosalyn.
— Como él es el Rey de la Selva, te acompañará hasta allí por el mejor y más seguro camino. Que tengas un buen viaje, joven señorita Cale.
(¡No quiero montar esta Pantera Negra!)-
Cale solo necesitaba apresurarse con el Sonido del Viento. Continuó mirando a Litoan, cuya mano todavía se extendía hacia ella, su tripulación y la gente confundida de la jungla (selva) antes de suspirar y tomar la mano de Litoan.
Cale colocó un pie sobre la ancha espalda de la Pantera Negra. Ten era imponente, un mar de pelaje oscuro y músculos tensos. Al subir, la joven perdió un poco el equilibrio por la altura y el movimiento sutil del animal… y, casi sin pensarlo, rodeó la cintura de Litoan con ambos brazos para sostenerse.
La mano de él se tensó un segundo sobre el pelaje de Ten, solo un momento. La sonrisa que apareció en sus labios fue breve, contenida… pero estaba ahí. Un destello cálido, fugaz.
Luego volvió la vista hacia adelante, hacia el infierno que los esperaba.
—Vámonos —ordenó Litoan, recuperando su porte regio.
Se inclinó, murmurando junto a la oreja de Ten con una voz que solo la bestia podía comprender.
—Ten, llévanos al fuego.
—¡Grr!
Ten flexionó sus patas poderosas, y pronto la pantera negra arrancó como una flecha oscura. La Reina de la Selva cabalgó al frente, con la joven noble pelirroja sosteniéndose a su cintura mientras el viento y la lluvia les golpeaban el rostro.
Cruzaron la zona segura, entrando a las tiendas improvisadas del campamento.
—¡Su Alteza!
—¡Ten!
—¿Qué está pasando?
Los gritos resonaban mientras los refugiados se apartaban. Todos estaban demacrados, con la piel amarillenta, bolsas bajo los ojos, ropas desgastadas. La desesperación era tan densa como la humedad.
Litoan apretó la mandíbula. Cale, detrás de él, escuchó su voz flaquear apenas.
—Vayamos aún más rápido.
—Ten —alzaron la voz dos al mismo tiempo—, más rápido.
La pantera obedeció de inmediato.
La tripulación de Cale y los subordinados de Litoan los seguían, pero se quedaban atrás; Ten era incomparablemente veloz. Las gotas de lluvia golpeaban a Cale con fuerza, pero cada gota que tocaba su piel desaparecía como si se evaporara antes de mojarla.
El calor era cada vez más intenso.
Finalmente, Ten se detuvo bruscamente. Habían llegado al límite.
El fuego rugía como un monstruo vivo. Chispas gigantes giraban en espiral, tan densas que parecían rocas incandescentes. El calor golpeó a Cale de lleno.
Era abrumador.
Cale descendió del lomo de Ten con pasos lentos, evaluando.
(Príncipe Imperial… maldito loco.)-
Ver el fuego de cerca era peor que leerlo en un libro. El tamaño… la ferocidad… esto no era magia. Era un crimen. Un ataque calculado.
La voz de Raon apareció en su mente, temblorosa:
_…Humana débil, este fuego es extraño. No es normal…_
Litoan se acercó a Cale, preocupado.
—Señorita Cale, ¿estás…?
Pero Cale levantó la mano, seria.
—Señor Lian, por favor retroceda.
—¡Pero yo…!
—Tendré que acercarme más al fuego.
Él no había visto nunca a Cale hablar así: cortante, sin posibilidad de discusión. Debía serlo. Este fuego no era algo común.
Casi un tercio…
Esa era la cantidad de Agua Supresora de Incendios que necesitaría.
Ella analizó el fuego con la exactitud calculadora de alguien que había hecho planes aún en peores condiciones. El vapor. El movimiento.
La temperatura. El patrón del aire.
(Sí, un tercio.)-
Quizá un poco más si el Príncipe Imperial había sido tan retorcido como recordaba.
Litoan avanzó para impedirlo, pero Cale la detuvo con una sola mirada.
—Por favor, dé un paso atrás. Usted y Ten podrían estorbar.
Litoan se quedó paralizado. Nunca había visto a alguien tan… firme y tranquila frente a algo tan monstruoso.
Fue Ten quien reaccionó primero. La pantera retrocedió rápidamente, los músculos tensos.
—¿Ten? —Litoan lo miró, asombrado. Ten nunca retrocedía.
La voz de Cale sonó con una suavidad que hizo que Litoan tragara saliva.
—Parece que ese niño confía en mí.
—¿Confía…?
Cale sonrió. Una sonrisa pequeña, tranquila, que contrastaba totalmente con el infierno ardiente a pocos metros de distancia.
—No me lastimaré. Regresaré después de apagar el fuego. Solo observe. Bueno… si realmente me veo en problemas, puede intentar salvarme.
Casi como una broma ligera. Pero Litano no sintió gracia. Sintió miedo.
Cale dio un paso al interior del límite. Sin vacilación.
Litoan retrocedió varios pasos. Ten se agachó para que él pudiera montarlo de inmediato si necesitaban correr en su ayuda.
Cale no sabía nada de eso. Ya estaba ahí dentro, enfrentando el calor infernal.
(Si no tuviera el Corazón de la Vitalidad… esto sería suicida.)-
El calor podía matar a un hombre normal con solo respirar. Pero no a ella.
La energía vital que corría por su cuerpo eliminaba el daño casi al instante.
La humedad que usualmente pertenece al aire parecía deslizarse por su piel sin quemarla.
Raon gritaba en su mente:
_¡Humana débil, este fuego está loco! ¡Va contra las leyes de la naturaleza!_
Cale se colocó frente al fuego, sintiendo cómo el aire vibraba. Detrás de ella, distinguió siluetas acercándose. Su tripulación.
(Les dije que no vinieran…)- Chasqueó la lengua y abrió los brazos.
¡Creack!
El sonido de la lluvia y el rugido del fuego se mezclaron cuando activó el Collar Absorbente.
Ooooooo—
Un grito profundo, antiguo, comenzó a resonar desde el collar.
El objeto brilló en azul intenso mientras Cale cerraba los ojos y extendía su energía.
El agua se agitaba dentro del colgante, respondiendo a su llamado.
"Si el fuego es como un granizo ardiendo…" - Entonces solo debía crear un granizo verdadero que lo devorara.
Sacó un tercio del agua.
Splaaaaaaash—
El agua estalló hacia el cielo.
Oooooo— Oooooo—
El llanto del collar se mezcló con el sonido del agua mientras una pared colosal se formaba sobre Cale.
Litoan se llevó la mano a la boca.
—…Dios mío —susurró, temblando.
Ten retrocedió aún más. Quien lo viera comprendería por qué la llamaban Rey de la Selva… pero también comprendería por qué este ser frente a ellos podría ser tomado por un Dragón.
El agua azul oscuro creció… creció… y creció… Hasta igualar la altura del fuego.
Una ola gigante, suspendida en el aire, temblaba como si quisiera arremeter contra todo.
Cale abrió los ojos.
—Mm… —frunció ligeramente el ceño—. Creo que me pasé un poco.
La voz emocionada de Raon explotó en su mente:
_¡Sí! ¡Acabemos con este fuego loco, humano!_
Cale sonrió. Una sonrisa segura. Determinada.
—Eso haremos.
Ooooo—
El llanto terminó abruptamente.
BOOM—!
La ola descendió como una montaña cayendo sobre otra.
El mundo se volvió azul cuando el muro de agua chocó contra el fuego, devorándolo en un instante.
Una gran granizada cayó como un manto sobre el suelo devastado.
El Agua de Extinción de Incendios devoró el fuego… y todo lo que encontró a su paso.
—¡Cale-nim!
—¡Joven señorita!
Incluso Cale fue engullida por la colosal ola.
Choi Han reaccionó primero, su cuerpo moviéndose como una sombra. Pero Rosalyn, usando magia de velocidad, lo superó en un destello rojo.
No podían verla. No podían sentirla.
La fuerza brutal de la ola lo había arrasado todo, sin distinguir entre enemigo o aliado.
Shriiiiiek—
Una enorme masa de vapor de agua comenzó a elevarse desde la Sección 1. Era tan densa que apenas podían ver unos pasos por delante.
Ese vapor solo significaba una cosa: "El fuego estaba muriendo."
En lugar del humo negro que había asfixiado la selva durante días, ahora cielo arriba se teñía de blanco. El vapor ascendía como un gigantesco suspiro de alivio.
Lock, el chico lobo, quedó petrificado ante la transformación. Miró hacia abajo al sentir frío alrededor de sus tobillos.
El agua acumulada tras la ola se deslizaba hacia él, extendiéndose también hacia la zona segura. Pero ya no tenía la violencia de antes: era como un río cansado, no una ola devastadora.
—Ah…
Lock giró al escuchar un jadeo. Era uno de los subordinados de Litoan, que recién llegaba junto al resto. Todos observaban el agua bajo sus pies con una mezcla de temor y asombro.
Los habitantes de la selva, antes escondidos en las tiendas, ahora salían bajo la lluvia torrencial sin importar mojarse. Miraban en silencio la tierra donde antes estaba su hogar.
Siiiiiizle—
El vapor continuaba elevándose. No podían ver más de unos metros adelante… pero tampoco podían ver el fuego. Había desaparecido.
—¡J-joven señorita Cale!
Lock volvió en sí. Siguió a Choi Han y Rosalyn corriendo hacia la Sección 1, tan rápido como podía. Rosalyn y Choi Han ya habían alcanzado a Litoan y a Ten, que miraban fijamente hacia el muro de vapor.
Litoan parpadeó, finalmente reaccionando.
Estaba completamente empapado. La lluvia, la humedad y la ola lo habían saturado… pero nada de eso importaba.
Él lo había visto.
—¡Cale-nim!
—¡Joven señorita Cale!
Recordaba claramente cómo la ola se había tragado a la mujer pelirroja primero, como si la hubiese buscado directamente.
—¡Te–Ten!
La voz de Litoan tembló. Ten respondió al instante, los músculos tensándose antes de lanzarse hacia el límite donde el vapor seguía elevándose como una cortina viva.
Fue en ese preciso momento que—
Siiiiizle—
Driiiiiizle—
Entre el sonido del vapor y la lluvia, se coló otro sonido.
Uno completamente distinto.
Swiiiiish—
Un viento suave... Un viento cálido... Un viento que acariciaba la piel como la brisa de primavera.
Ese viento revoloteó alrededor de Litoan y Ten, calmando el temblor de ambos. Luego alcanzó a Choi Han y Rosalyn, haciéndolos detenerse.
—Ah… bien —murmuró Choi Han, la tensión abandonando su rostro.
—Ja… ja —Rosalyn dejó escapar una risa ahogada, casi incrédula—. Me puse nerviosa. Lo olvidé… lo olvidé por completo.
El viento era inconfundible.
Cuando Rosalyn se frotó los ojos, dejó atrás el miedo. La visión ante ella la hizo soltar el aire.
Allí, el viento suave había abierto un camino entre el vapor blanco.
Y al final del sendero…
había una luz plateada.
Choi Han sintió que el corazón le daba un vuelco.
Porque sabía exactamente qué era esa luz... Sabía quién era.
El viento abrió un sendero entre el vapor, despejando apenas lo suficiente para que pudieran ver más allá del límite. La Sección 1 se reveló ante ellos… o más bien, lo que quedaba de ella.
Todo estaba negro.
La tierra, los troncos calcinados, las piedras resequebrajadas. Todo mostraba las marcas grotescas de un fuego que nunca debió existir.
Y ahí, de pie sobre esas ruinas ennegrecidas, había una figura solitaria.
Una mujer de cabello rojo como el fuego que ya no ardía.
Cale.
Un enorme escudo plateado y un par de alas translúcidas la rodeaban, protegiéndola como un capullo divino, como un bello ángel apareciendo. Litoan ni siquiera percibió que Ten se había detenido: sus ojos estaban clavados en esa visión casi irreal.
Las alas plateadas se extendieron… y luego desaparecieron junto con el escudo. Todo se desvaneció como una ilusión, dejando únicamente a Cale, exhausta, tambaleándose bajo la lluvia.
Los ojos de Litoan se abrieron con horror y Ten se lanzó hacia adelante. Choi Han y Rosalyn cruzaron el límite inmediatamente detrás de ellos, ignorando el vapor, ignorando el suelo resbaladizo, ignorando todo salvo a Cale.
Ella se llevó una mano a la sien, frunciendo el ceño.
En su cabeza, la voz de Raon resonaba como un trueno infantil.
_ ¡Humana, Humana! ¡Me emocioné con toda el agua y olvidé el escudo! ¡Lo siento! ¡Por eso tardó en activarse!
Cale no respondió. Ella también había quedado fascinada con la ola gigante que había creado. Había olvidado activar el Escudo Indestructible a tiempo; su cráneo había recibido de lleno la presión de su propio ataque.
_¡Ah, sí, escudo!_ había gritado Raon al final.
Solo entonces Cale volvió en sí y lo activó. Ahora tenía frío. Y estaba empapada. Y se sentía ridícula.
(Fue demasiado… )-pensó con irritación.-( Usé demasiado sin necesidad.)
_¡Lo siento! ¡Fue culpa mía! ¡Yo, yo no fui genial!_ lloriqueó Raon, su voz temblando.
Cale suspiró apenas.
—Aún así, sobreviví gracias a ti —murmuró en voz baja, para que solo él la escuchara.
— ¡No... Humana débil! ¡Soy un idiota!
Ella hubiera querido consolarlo, pero no pudo. Choi Han, Rosalyn, Litoan y Ten ya la alcanzaban.
Choi Han fue el primero en sostenerla.
—¿Está bien, Cale-nim?
—¿Te duele algo? —preguntó Rosalyn mientras usaba magia para secar y calentar su ropa.
—Señorita Rosalyn —respondió Cale con total naturalidad—, sabe que no me lastimaré.
Choi Han y Rosalyn se miraron, recordando tardíamente que Cale nunca estaba verdaderamente indefensa: Raon estaba con ella, y el escudo también. Rosalyn dejó escapar una risa nerviosa. Choi Han exhaló.
—¿Por qué gritaste mi nombre tan fuerte? —refunfuñó Cale mientras se recogía el cabello empapado—. Al final tuve que salir rápido por eso.
La serenidad con la que lo decía contrastaba brutalmente con la tierra calcinada bajo sus pies. Pero había algo más: su camisa blanca estaba pegada a su piel, completamente transparente por el agua.
Choi Han se sonrojó ferozmente. Sin pensarlo, se quitó su capa y la envolvió alrededor de los hombros de Cale con un movimiento rápido y torpe. Ella solo asintió, acostumbrada a sus reacciones exageradas.
Cale soltó el apoyo de Choi Han y se puso de pie por completo. No estaba herida. El Corazón de la Vitalidad latía con fuerza dentro de ella, restaurando cada fibra de su cuerpo.
—Vámonos —dijo con voz firme.
Choi Han y Rosalyn la siguieron a paso corto, sonriendo apenas. Cale no les prestó atención; avanzó directamente hacia Litano, que estaba inmóvil unos metros de distancia, ya descendido de Ten.
—Señor Lian —la llamó Cale suavemente.
Litoan parpadeó. Recién entonces pudo verla claramente: la figura de Cale, envuelta en la capa de Choi Han, empapada, con el cabello rojo cayendo a los costados… viva.
Alrededor de ellas, la Sección 1, una selva que alguna vez fue tan densa y colorida que aparecía ilustrada en todos los libros, ahora no era más que un páramo negro.
Un cementerio de árboles.
Litoan sintió que el aire se le atascaba en la garganta.
—Grrrr…
Ten gruñó en voz baja. Se volvió hacia las cenizas y frotó su cabeza contra el suelo, como si llorara en silencio. Litoan apretó los labios con fuerza.
Entonces escuchó de nuevo la voz de Cale.
—Parece que deberías irte.
—¿Qué…? —Litoan lo miró confundido.
Cale apuntó hacia la zona segura.
Litoan siguió la dirección… y lo entendió de inmediato.
—Ah…
Sus subordinados estaban allí. La gente de la selva estaba allí. Los animales rescatados estaban allí.
Todos empapados por la lluvia, sin dejar de mirar hacia donde estaban.
Cale habló otra vez, con la misma calma que siempre ocultaba la gravedad de sus palabras.
—Parece que ya no tengo nada más que hacer aquí.
Litoan se volvió hacia ella. Cale se mostró tranquila, pero firme. Él había visto lo imposible: Cale sola había llamado a la lluvia, al agua y al hielo… y había apagado un fuego que ni la naturaleza podía contener.
Él había juzgado mal. Cale no era débil. Cale era fuerte. Muy fuerte.
—…¿Cuánta energía tuviste que usar? —preguntó Litoan, preocupado
—Me queda suficiente —respondió Cale. Aunque su tono era ligero, una sonrisa amarga cruzó su rostro. Había usado más poder del que quería admitir.
Litoan lo notó.
—Entiendo —respondió en voz baja.
Miró a sus subordinados, a la gente de la selva que avanzaba lentamente hacia ellos, emocionados, temblorosos, riendo y llorando bajo la lluvia.
Entonces le preguntó:
—Señorita Cale… ¿vamos juntos?
Era una Heroína. Su Heroína. La Heroína que la selva necesitaba conocer, a quien querrían agradecer.
Pero Cale negó con la cabeza.
—Su Alteza.
—Lian —lo corrigió rápidamente.
Cale mantuvo la mirada.
—No. Lo que necesitan ahora es a usted. Necesitan a su Rey.
Litoan se quedó sin palabras. Se giró hacia la zona segura y vio a su gente. Lloraban… Reían… Se abrazaban entre ellos
Aunque la vista completa de la Sección 1 quemada se iba revelando mientras el vapor se disipaba… celebraban con alivio.
Estaban vivos. Él estaba vivo.
La selva podía comenzar de nuevo.
Y Cale había hecho eso posible.
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Regalitoooooo 💌✨

Notes:
Holis mis pollitos guapos 🐥❣️
Cómo están? Espero que bien AAAAAAAAA
Les presento oficialmente a Lucia✨ me emocioné mucho
(y Beacrox también eaa jajaj)Bueno nada, la verdad es que me demore en esto porque no sabía cómo dibujar a la pareja así que simplemente me tomé mi tiempo para hacerlo como quería y salió esto. Me gustó y espero que a ustedes también ☺️ 🫂 ✨
Nos vemos en otro capítulos mis bellos 🐥 ❣️
Chapter 52: 51. Una buena persona (3)
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cale sintió que solo pensar en pararse frente a toda esa gente la agotaba. No tenía intención alguna de ser arrastrada hacia el centro de la atención. Por eso quería terminar ese asunto allí, rápido y limpio.
—Creo que este es el resultado de toda su persistencia durante las últimas dos semanas. No deseo ser el centro de atención —dijo, empapada, pálida y con la expresión considerables serena que usaba para esconder su fastidio.
Y añadió, con un suspiro casi dramático:
—Solo quiero ir a ese hermoso lugar y ver la puesta de sol. Tengo muchas ganas de verla ahora mismo.
Lo único que deseaba era desenterrar las Piedras Mágicas e irse. Había hecho más de lo habitual por la gente de la selva, y ese mediodía estaba empezando a arrepentirse de haber usado tanta energía.
—…Estoy celoso del Reino de Roan —murmuró Litoan de repente.
—¿Disculpe? —Cale lo miró con confusión.
Litoan suena apenas, negando con la cabeza.
—No es nada.
Sin darle tiempo a preguntar más, se subió a Ten con movimientos ágiles y cruzó la línea fronteriza. Desde la espalda del enorme felino negro, su pequeña figura quedaba elevada sobre todos los habitantes de la selva. Tomó aire y proyectó la voz con autoridad
—¡El fuego se apagó! ¡Estoy seguro de que todos lo han visto!
La lluvia acompañaba sus palabras.
—¡La naturaleza es tan hermosa como el tiempo! ¡Con él, podremos recuperar nuestro bosque! ¡Celebremos hoy un nuevo comienzo!
—¡RUGIDO!
Ten rugió, como si proclamara la victoria junto a su Rey.
Por un instante, solo se escuchó el golpeteo de la lluvia contra las tiendas
Y luego—
—¡Waaaaaaaaah!
Vítores, gritos, llantos. La euforia explotó entre los habitantes
El agua que Cale había convocado seguía extendiéndose en corrientes hacia las orillas de la Sección 1, apagando los últimos resplandores del desastre.
En la mente de Cale, Raon chilló:
_¡Humana! ¡Vas a resfriarte! ¡Anda a descansar ya!_
Cale lo ignoró mientras varios subordinados de Litoan la guiaban a una tienda amplia y ordenada que habían preparado para ella.
—Por favor, háganos saber si necesita algo —dijo uno, aún empapado.
—No necesito nada. Solo quiero descansar. Y, si es posible, me gustaría irme mañana.
Los subordinados, sorprendidos por su indiferencia incluso después de haber salvado media selva, respondieron con apresurada cortesía:
—Haremos todo lo posible para preparar lo que necesite.
Cuando se marcharon, Cale observó la tienda vacía. Choi Han y los demás habían sido enviados a otras carpas. Pero había alguien que jamás la dejaba sola.
—Raon —llamó ella.
El dragón apareció de inmediato.
—Tsk —chistó Cale al verlo tan empapado como ella
Tomó una toalla y comenzó a secarlo rigurosamente. Raon había olvidado ponerse un escudo mientras miraba embobado la ola gigante.
—¡Sécate tú, humana! ¡O te enfermarás! —protestó él.
Cale rodó los ojos mientras le frotaba la cabeza. Raon, sin embargo, no se mueve ni un centímetro.
Cuando terminó con él, tomó otra toalla para secarse su propio cabello. Luego sacó de su bolsillo uno de los orbes de comunicación de Billos.
—Conéctalo.
—¡Sí, humana! —Raon se veía sorprendentemente feliz por algo, así que activó el dispositivo sin protestas
El orbe voló frente a Cale y comenzó a brillar.
Poco después, la imagen de una persona apareció en la esfera.
— ¿Eh…? ¿P-Por qué te ves así? —dijo Alberu, congelado.
El príncipe heredero estaba visiblemente consternado.
Y con razón.
La camisa blanca de Cale aún estaba empapada y prácticamente transparente. El sujetador oscuro debajo se veía claramente
Alberu palideció. Luego se sonrojó. Luego palideció otra vez. Terminó dando la vuelta en el asiento, tapándose parcialmente la cara con una mano.
—Po… ¿por qué estás llamando así? —murmuró, casi ofendido y avergonzado al mismo tiempo.
Cale colocó en su rostro la “sonrisa amable” que había usado con Litano. Una sonrisa demasiado amplia, demasiado dulce, demasiado forzada.
Alberu la miró de reojo y frunció el ceño.
—Sería mejor si no sonríes así…
Cale soltó la sonrisa de inmediato y volvió a su expresión neutra, reclinándose en la silla. Alberu suspiro aliviado: *ese* era el Cale que él podía manejar sin colapsar emocionalmente.
—Su Alteza, estrella del Reino de Roan —saludó Cale con tono ligero—. ¿Cómo está la Familia del Marqués Stan?
Alberu entrecerró los ojos, todavía intentando no mirar directamente la ropa pegada al cuerpo de su prometida.
—Pues… ahora mismo están cambiando al responsable de la familia. ¿Por qué tanta curiosidad?
En la cabeza de Cale, Raon estalló:
_¡¿Es hora de mi venganza?! ¡Sí, sí, sí, por fin!_
El Marqués Stan y Venion.
Los responsables del trauma de Raon.
La venganza era una conversación que Raon solía recitarle a Cale como si fuera una canción de cuna. Los dragones nunca olvidaban ese tipo de humillación.
Alberu volvió a hablar, mirando a Cale con los ojos ligeramente fruncidos.
—Te digo esto porque algo recibo a cambio, pero aún no entiendo por qué estás tan interesada.
—Es solo para poder hacer las cosas que le gustan, Alteza.
La naturalidad con la que Cale mintió hizo que Alberu soltara un bufido.
Aunque era la verdad.
—Digo la verdad —añadió Cale con tono tranquilo.
Alberu lo estudió un momento. Era extraño... Cale era Cale, pero algo estaba distinto. Algo más suave. Algo más íntimo.
Su prometida seguía empapada y no intentaba cubrirse.
Alberu se llevó una mano a la cara otra vez.
Tenía ganas de gritar.
Cale seguía secándose el cabello haciendo que la ropa se pegada más a su cuerpo mientras Alberu intentaba intensamente no mirar. Él se quedó congelado por un segundo más, claramente sin saber dónde mirar.
No era solo que Cale estuviera mojada.
Era que esa camisa blanca empapada se había vuelto completamente transparente, revelando el contorno de su sujetador oscuro, marcando cada línea de su silueta. Las gotas que caían por su cuello y clavículas no ayudaban.
Alberu desvió la mirada de inmediato, casi bruscamente.
—Cale… —dijo, y tragó saliva—. ¿Podrías… cubrirte?
—Cubrirme? —repitió ella, cargando la cabeza, sin entender nada—. ¿Por qué?
Alberu apretó los dientes.
-(¿Por qué?)- Alberu pensó mientras su sonrisa se tensaba -(Dioses, Cale era realmente… ella misma. Tan tranquila, tan ajena, tan destructora de su autocontrol.)-
—Porque… —se pasó la mano por el rostro—. Porque vas a enfermarte. Estás empapada, la temperatura de la selva baja cuando llueve y...
Cale lo interrumpió, con una sonrisa suave, algo maliciosa:
—¿O hay otra razón por la que no puedes mirarme?
Alberu se atragantó.
—¡C-Cale Henituse! —su voz se quebró un poco, él mismo horrorizado—. No… yo… no es… No es apropiado que estés así frente a mí
Ella parpadeó inocentemente.
—¿Así cómo?
Alberu apretó los puños fuera de la esfera
-(¿Así cómo?)- Estaba hermosa. Radiante. Peligrosa.
Una mujer brillante con la piel húmeda, la ropa pegada al cuerpo, el cabello cayéndole sobre los hombros, dejando ver más piel de lo debido.
Su prometida.
Y él, un príncipe heredero intentando mantener la compostura.
-(No debería mirarla así. No debería pensar estas cosas. Dioses, esto es inapropiado… y sin embargo…)-
—C-Cúbrete —logró decir, desviando la mirada otra vez—. Por favor.
A un lado de la tienda, Raon ladeaba la cabeza, divertido.
_Humana, el príncipe está muy rojo. ¿Lo estás provocando? ¿Lo estás molestando a propósito? Chilló en la mente de Cale.
Cale tuvo que contener una risa.
—Hmm, ya veo… De acuerdo, su alteza. Haré lo que pide —dijo, tomando sin prisa una manta doblada sobre una silla.
De la manera que la recogió, lenta, despreocupada, casi elegante, no ayudó a Alberu en lo más mínimo.
Cuando se la colocó sobre los hombros, la tela cayó por encima de su pecho… pero se abrió un poco en la parte delantera, revelando su clavícula y parte de la camisa húmeda todavía visible.
Alberu volvió a apartar la mirada como si vera eso le doliera esencialmente.
—Cale… —su voz sonaba tensa—. Arregla bien la manta.
—Así? —preguntó ella, moviéndola adrede un poco más, inclinándose hacia la esfera.
La expresión de Alberu se quebró.
—¡CALE! —explotó, ahora definitivamente rojo.
Raon soltó un sonido mental:
_Humana… lo vas a matar. Creo que se va a desmayar._
Cale se acomodó la manta correctamente esta vez, cubriendo totalmente su torso.
—Listo. ¿Mejor?
Alberu soltó un largo suspiro de alivio y frustración, y quién sabe qué más, antes de permitirse mirarla otra vez
—Mucho mejor… —murmuró.
Cale levantó una ceja.
—No sabía que le afectaba tanto verme así
—¡Eso no es…! —Alberu se detuvo. Respiró. Habló con voz más baja—. Eres mi prometida. Es completamente natural que… me preocupe.
-(Que te vea así sin estar preparado es un ataque directo a mi autocontrol,)- pensó, pero no lo dijo.
Ella sonriendo con calma, esa sonrisa suya que siempre lo desarmaba sin que ella lo supiera.
—Ya veo. Entonces gracias por preocuparte por mí.
Alberu volvió a mirarla directamente ahora que estaba cubierta, y aunque aún estaba sonrojado, la preocupación genuina dominaba su expresión.
— ¿Te sientes bien? —preguntó, más suave—. Estás empapada, agotada y temblando un poco.
Cale frunció el ceño, mirando su propia mano.
¿Estoy temblando? Ni cuenta me di.
Alberu cruzó los brazos, exasperado.
—Exacto. Por eso necesito que te cuides. Y por eso intento ayudarte a pesar de que te presentas así, sin… —hizo un gesto amplio, sin saber cómo decirlo— sin pensar en cómo te ves.
—¿Insinúa que tengo que pensar en eso? —preguntó Cale, encontrando sorpresa.
-¡NO! —Alberu casi gritó—. Solo…cúbrete. Y abrígate. ¿Puedes prometerme eso?
Raon volvió a hablar en la mente de Cale:
_Humana, creo que está realmente preocupada. Quizás deberías darle un descanso. Tiene cara de que va a llorar._
Cale suavizó la voz, sincera por primera vez en toda la conversación:
—Sí, Alteza. Me cubriré, descansaré y no haré nada imprudente por hoy.
Alberu exhaló, relajándose un poco.
—Bien… —murmuró.
Luego la observó unos segundos en silencio, con una intensidad que Cale rara vez veía en él
Cale sonriendo apenas, divertida, sin que Alberu lo notara.
El príncipe, aún con rubor en las mejillas, añadió:
—Solo quería asegurarme de que estuvieras… bien. No me gusta verte así de vulnerable. Cuídate, Cale.
Sus ojos se suavizaron.
Demasiado.
Cale sintió un cosquilleo extraño en el pecho.
—Lo haré. Gracias… Alberu
Él se quedó un segundo paralizado por haber escuchado su nombre sin títulos.
Y le sostuvo la mirada. Cale lo vigila con atención.
—Parece muy nervioso, su alteza.
—No estoy nervioso.
Estaba nervioso. Mucho.
—Su voz tiembla.
—No tiembla
—Su rostro está rojo.
—Estoy… cansado —mintió.
Cale tuvo que contener la risa.
—De todas formas —añadió ella, ya envuelta en la manta—, no se preocupe tanto. Estoy bien
Alberu, aún evitando mirar demasiado tiempo, habló con seriedad:
—Cale…eres importante. Para el reino... Para mí...
—…
—No quiero que enfermes ni que te pase nada. Y mucho menos por andar… así.
A Cale le subió un leve calor al pecho
No porque entendiera el subtexto, sino porque Alberu hablaba con una sinceridad que pocas veces mostraba.
—Entendiendo su alteza.
Alberu respiró hondo, como si finalmente pudiera recuperar la calma
—Y… —añadió, impidiendo mirarla otra vez—. Cubre bien tus hombros antes de dormir. Y seca tu cabello y ponte ropa seca. Y no dejes la manta abierta cuando estés sola.
Cale levantó una ceja.
—Cuando estoy sola también?
—Sí —dijo Alberu, muy serio—. Especialmente cuando estás sola.
Cale no comprendió la mitad de las implicaciones, pero decidió no presionar más.
—Bien, su alteza —respondió ella con suavidad—. Me cubrié como pidió. Ya puedes dejar de sonrojarse.
Alberu se atragantó.
—¡No estoy sonrojado!
Cale lo miró. Alberu estaba al borde del colapso emocional. Era adorable
—Como diga.
Ella acomodó la manta y él, por primera vez desde que inició la llamada, logró mirarla por más de dos segundos seguidos sin desviar los ojos
-(Hermosa… Dioses, qué hago… No es momento para pensar así.)-
—Descansa, Cale —dijo finalmente, recuperando algo de compostura—. Hablaré contigo mañana.
—Buenas noches, su alteza.
—…b-buenas noches —respondió él, bajando la mirada.
Y recién entonces, con un suspiro que sonó más una resignación que un alivio, pero había algo más que debía decir.
—Regresa pronto al castillo —ordenó, con la voz ligeramente más ronca de lo habitual.
—Sí, Alberu —respondió Cale sin dudar. Igual tenía que volver.
Conversaron un rato más. Durante toda la charla, Alberu desviaba la mirada… luego la regresaba a ella por reflejo… y volvía a apartarla con vergüenza. No sabía dónde poner los ojos. Cada tanto carraspeaba, incómodo y sonrojado.
Finalmente, el orbe se apagó.
Cale comió algo y se recostó en la cama.
Raon trepó sobre ella y comenzó a enumerar planes de venganza como si recitara un cuento para dormir.
Como siempre.
°°°
A la mañana siguiente, Cale entró en la tienda principal donde Litoan, o más bien, Lian, como ahora sabía llamarlo, organizaba a su gente. Había dormido más de lo habitual, en parte por el cansancio… y en parte porque había molestado a Alberu hasta que este quedó rojo como un tomate
—Señor Lian —dijo Cale con serenidad—. Deseo ir a la costa.
Litoan levantó la vista, sorprendido por su llegada tan directa. Cale se veía mucho mejor: seca, peinada y con esa expresión tranquila que ocultaba sus verdaderas intenciones.
—Compartimiento —ordenó Litoan.
Uno de sus subordinados avanzó. Bin, el guerrero de rostro firme que Cale ya conocía de la cueva. En la novela, sería uno de los hombres más leales a Litoan; ver su actitud ahora lo confirmaba
—Bin te guiará a la ubicación —anunció Litoan, alcanzándole un documento.
Cale tomó el papel… y tuvo que contener la sonrisa. No la sonrisa amable que mostró a los demás, sino la sonrisa interior, fría y calculadora, de quien oye el sonido del dinero caer.
—Señor Lian —dijo ella, finciendo alarma—, esto es demasiado. No puedo aceptar esto.
Litoan suena, creyendo que Cale era simplemente humilde y de buen corazón.
—No, no lo es.
El documento llevaba la firma y huella de Litoan. Solo faltaba la firma de Cale… y la parte donde debía completarse ubicación y tamaño de la tierra.
Toda la costa si quisiera…
Litoan continuó:
—Si la tierra no es propiedad de nadie, puedo dártela sin problema. Elige lo que quieras. Me encargaré de todo
Para Cale, esas palabras eran pura música.
—¿Y si dijera que quiero toda la costa? —preguntó, sabiendo exactamente cómo respondería.
—Tómala, si eso deseas —contestó Litoan, sin dudar.
Era el tipo de persona que devolvía la gratitud multiplicada.
Cale suspir teatralmente y respondi con modestia exagerada:
—Creo que tener demasiada tierra sería engorroso. Solo quiero un área pequeña, donde pueda descansar cuando vuelva a ver la jungla.
Litano parecía aún más conmovida. En su mente, Cale era una Heroína desinteresada que no pedía nada a cambio. Y eso solo la hacía pensar más en cómo recompensarla.
—Señorita Cale… ¿puedo saber su apellido?
Cale sintió un escalofrío inmediato.
-(Mala pregunta. Muy mala pregunta.)-
La última cosa que quería era que Litoan, el futuro aliado de Toonka, empezara a conectar nombres con nobles del Reino de Roan. Por eso respondió con rapidez:
—Preferiría irme en silencio. Lo de ayer no necesita ser grabado. Es mejor mirar hacia adelante.
—Me haces difícil devolverte el favor…
En realidad, no había favor de superarlo. Las Piedras Mágicas de la costa valían más que cualquier tierra que Litana le diera.
Antes de que la conversación avanzara, Litoan alzó la voz:
—¡Ten!
Cale sintió el escalofrío antes de oírlo.
—Grrrrr…
La Pantera Negra entró en la tienda. El enorme felino miró a Cale como si estuviera evaluándolo para merendarla
Litoan sonrió.
—Por favor, llévalo contigo. Ten encontrarás el camino más rápido.
—…Gracias —respondió Cale, aunque por dentro quería llorar
La pantera avanzó hacia ella con entusiasmo, mostrando un colmillo del tamaño de su antebrazo.
Y sin embargo, cuando Cale quedó al alcance… Ten se agachó.
Se agachó para que ella subiera. Litoan abrió los ojos sorprendido pero se rió divertido.
—Es la primera vez que Ten se ofrece a cargar a alguien más que a mí. ¡Ten tiene buen instinto para juzgar a las personas!
Litoan se acerca a Cale para ayudarla a subir, Cale acepta la ayuda.
—Ya veo… —Cale se acomodó sin hacer ningún gesto brusco, intentando no pensar que, si la pantera se movía de forma rara, lo convertiría en un trapo húmedo.
Rosalyn se acercó.
—Joven señorita Cale, te seguiremos pronto.
—Te lo dejé —respondió
Solo lo acompañarían Lock, Bin y Beacrox. Raon, invisible, flotaba cerca como siempre.
Rosalyn añadió:
—Ayudaremos a restaurar la Sección 1 hasta que lleguen Hans y On. Luego partiremos
Cale ascendió. No podía llevarse a Rosalyn; una gran maga sería capaz de notar las Piedras Mágicas, y eso sería un desastre.
—Entonces vamos —dijo ella.
Los caballos iniciaron la marcha. Litoan los despidió desde la entrada de la tienda.
—Diez un viaje seguro. Y gracias por todo.
—No fue nada —respondió Cale con su sonrisa más inofensiva.
-(Y ojalá no nos volvamos a ver nunca)- pensó.
—Nos vemos la próxima vez —dijo Litoan.
Cale alarmante… como si no hubiera imaginado algo peor.
—Diez, ¿nos vamos? —preguntó en voz baja.
La pantera gruñó suave y empezó a moverse. La gente de la Selva se detuvo en sus tareas para inclinarse al paso de Cale. No hubo vítores exagerados: Litoan había manejado bien la situación para evitar que lo rodearan.
-(Mejor irme rápido)-, pensó Cale, tensándose ligeramente.
Actuador. Terminar. Desaparecer antes de que empiecen a molestar.
Mientras Ten aceleraba hacia la costa, atravesando la tierra ennegrecida, Cale exhaló con alivio.
Al llegar, Cale cayó de la espalda de la Pantera Negra y sintió la arena húmeda bajo las botas. La voz de Raon resonó en su cabeza de inmediato.
_¡Guau! ¡Humana, realmente no hay nada aquí!_
Cale observa el paisaje desolado. La costa de la Sección 1, que alguna vez fue un bosque vibrante, estaba ahora cubierta de cenizas negras.
—Hasta el mar es negro —murmuró Raon con asombro.
El mar frente a ellos tenía un tono oscuro y denso, teñido por las cenizas que aún caían. Una brisa fresca y ensalada chocó contra el rostro de Cale, pero ella sola permaneció en silencio, mirando el horizonte.
Bin, el subordinado de Litoan asignado a vigilarla, la observaba con atención. Su rey le había dicho que informara todo lo que hacía Cale. Hacer.
—Apuesto a que esto era un lugar hermoso —dijo Cale con suavidad.
El comentario hizo estremecer a Bin. Era la pura verdad; la costa había sido uno de los lugares más bellos de la selva.
—El sol se pondrá pronto —continuó ella—. Me gustaría mirar alrededor. Te avisaré cuando decida el terreno.
—…Entendido —respondió Bin.
Cale pasó junto a Lock y apoyó una mano en su cabeza acariciando suavemente. Lock se sonrojó y se apoyo contra la caricia mientras miraba a Cale
—Juega con diez por un rato. No me sigas.
—Sí, señorita —respondió Lock, sonrojado y obediente mirando como cale apartaba la mano de su cabello con un puchero.
Luego se acercó a Beacrox, que frunció el ceño ante la suciedad y las cenizas flotando por todas partes. Se había negado a quitarse los guantes blancos desde hacía días.
—Mantendré ocupado al tal Bin o Bee o como se llame —dijo Beacrox, director.
—Sabía que entenderías lo que quiero —respondió Cale.
Luego lo miró con más atención.
—Beacrox… ¿alguna vez estuviste en la región noroeste de Roan?
—No.
¿No te gustaría verla?
Beacrox se ladeó la cabeza, sin entender
—Debo ocuparme de la cocina del territorio Henituse.
Cale irritante. Necesitaba a Beacrox. Un experto en tortura física. Y pronto.
Le dio unas palmaditas en el hombro y lo dejó aún más confundido.
Después, se dirigió hacia la colina más alta de la costa. Bin y Ten la miraron, pero Lock y Beacrox los distrajeron de inmediato, así que Cale pudo avanzar sola.
Sus pasos eran livianos, casi alegres.
_Humana débil, ¡te ves muy emocionada! _dijo Raon.
Lo estaba. Cada paso la acercaba más a las Piedras Mágicas. A una vida aún más cómoda y holgazana. El corazón le latía con fuerza.
Al llegar a la cima, solo quedaban cenizas. El incendio lo había arrasado todo.
-¿Quizás por aquí...? -murmuró Cale.
-¡Humana! ¡Cinco pasos a la izquierda! ¡Hay algo! -avisó Raon.
Cale obedeció al instante. El radar-dragón nunca fallaba. Se agachó y sacó la pequeña azada que había usado para desenterrar el 'Sonido del Viento'. Comenzó a cavar con extremo cuidado, como si buscara oro puro.
El suelo, húmedo por la lluvia, cedía con facilidad.
Y entonces, finalmente...
-Guau.
Una caja de metal, grande, oxidada... pero con colores manchados por el poder mágico.
_Humana, nunca te vi trabajar tan duro _bromeó Raon.
Cale lo ignoró y siguió cavando. Así hasta que se reveló la abertura.
_Podrías haberme pedido que la limpiara _dijo Raon.
Cale se detuvo apenas un segundo.
_¡Yo lo haré!_
Un pequeño chasquido resonó, y el maná negro barrió la suciedad y las cenizas.
Cale respiró profundo.
-Rómpela -ordenó, señalando la cerradura.
Raon obedeció. La cerradura cayó hecha polvo. Cale abrió la tapa lentamente... Y sus ojos se iluminaron.
-Mmm.
Piedras Mágicas de alta calidad, intactas, brillantes. Colores vibrantes, casi cegadores. Valían una fortuna... más que una fortuna. Eran materiales para su futura vida cómoda, su casa segura... su futuro transporte robusto.
Raon se volvió visible y se acercó dando saltitos.
_¡Tesoro! ¡Humana, encontramos otro tesoro!_
Cale miró a su alrededor, asegurándose de que nadie estuviera cerca, antes de levantar una piedra.
Un fajo de dinero. Eso era. Piedras Mágicas que solo la familia real usaba. Piedras cuyo valor subía en tiempos de guerra. Piedras que su prometido compraría encantado.
-Humana -dijo Raon, mirando la caja con los ojos grandes-. ¡Yo también quiero una!
Cale suspiró, pero lo acarició y señaló la caja.
-Te daré la que más te guste.
-¿De verdad? ¡Humana, eres la mejor persona del mundo!
Cale sonrió. Ese niño era fácil de contentar.
-Escóndela bien en tu dimensión espacial, ¿entendido?
-¡La semilla y una Piedra Mágica son mías! -afirmó Raon, orgulloso.
Cale se quedó un momento mirando la puesta del sol. Luego bajó la colina y habló con Bin.
-Desde aquí se ve bien la puesta del sol. ¿Podría tener un terreno pequeño ahí arriba?
-Por supuesto.
Bin parecía sorprendido. El terreno era suficiente para una villa pequeña, pero no para un dominio enorme. Pensó que Cale estaba siendo demasiado humilde para todo lo que había hecho.
-Me quedaré aquí hasta que llegue mi grupo -dijo Cale.
Beacrox, Lock y Bin montaron las carpas. Cale esperó allí durante una semana, hasta que el resto de su gente llegó.
Ella abrió los ojos desde su silla a la sombra y preguntó:
-¿Regresamos?
Hans, confundido, dio un paso adelante.
-¿Regresamos al Reino Whipper?
-¿Por qué te diría que vengas aquí para eso? -respondió Cale, seca.
-¿Entonces... a dónde regresamos?
Todos estaban confundidos, excepto Bin, que solo escuchaba en silencio.
Cale señaló el mar.
-Este es nuestro camino.
En ese instante, un largo cuerno resonó.
Booooooo-
Un barco se acercaba. El mismo que los había traído al Reino Whipper.
-¿Ya te vas? -preguntó Bin.
-Sí. Gracias por todo -respondió Cale.
Billos saludaba desde el barco, agitando los brazos como si fuera un niño. Cale levantó una bolsa mágica y la sacudió, para hacerlo gritar de alegría.
Cuando se reunieron todos en la orilla, Cale subió primero. Raon habló en su mente:
_¿Es hora de mi venganza?_
Cale asintió con serenidad. El viento marino era fresco, agradable.
Ella regresaba al territorio Henituse. A casa.
°°°
El Conde Deruth levantó la mirada cuando la puerta de su oficina se abrió. Sus ojos se suavizaron al verla entrar. La examinó con la mirada al verla entrar.
-Es bueno que estés bien -dijo con alivio.
Cale inclinó la cabeza con cordialidad. Había regresado sin avisar, silenciosa como siempre, y se había dirigido directamente a la oficina de su padre para cumplir con lo mínimo necesario como hija del conde.
-Es gracias a que se preocupa por mí que regresé sana y salva -respondió ella con voz tranquila, casi automática.
-Es bueno verte... y parece que no estás lastimada -añadió Deruth, evaluándola con un gesto preocupado que Cale prefirió ignorar.
Deruth estaba feliz, eso era evidente. Cale también podía ver, sin embargo, cómo su expresión cambiaba de pronto cuando sus ojos bajaron hacia la izquierda de ella, donde un joven desconocido esperaba rígidamente.
-Mm... ¿y quién es? -preguntó Deruth con cautela.
-Saluda -ordenó Cale.
La respuesta fue inmediata... y estruendosa.
-¡Ho-hola, mucho gusto! -tronó la voz de Mueller.
Mueller Hon lucía mucho más saludable que cuando Cale lo rescató de la Torre Mágica. Había recuperado color, energía... y volumen de voz.
-Mi nombre es Mueller Hon -declaró con orgullo-, sucesor de la Familia Hon, especializada en construcción y desarrollo desde hace más de doscientos años. ¡Haré lo mejor que pueda con cualquier tarea que me confíe!
Deruth lo observó, perplejo. ¿Construcción? ¿Desarrollo?
Su mirada buscó rápidamente la de su hija para una explicación.
Cale lo llamó con calma.
-Mi señor.
El cambio de tono no pasó desapercibido. La distancia con la que ella lo trataba en ocasiones reaparecía. No lo llamó padre, sino mi señor. Deruth enderezó la espalda, asumiendo la formalidad.
-Escuché que estaba reforzando los muros del castillo -continuó Cale-. Supongo que debe tener una razón para ello, ¿no?
Deruth tragó saliva. La mano con la que sostenía una pluma tembló apenas. Había ordenado reforzar las murallas desde que Cale partió hacia la capital, anticipando algo que prefería no decir en voz alta.
-Creo... -siguió ella, sin darle tiempo a responder- que espera que la era de las guerras comience pronto también, mi señor.
Los ojos de Deruth se nublaron, pero no lo negó.
Cale empujó suavemente a Mueller hacia adelante.
-Este hombre es descendiente de la familia que construyó la Torre Mágica.
El conde se quedó helado. La Torre Mágica... y un constructor especializado de su linaje parado frente a él. Eso significaba posibilidades. Significaba preparación. Significaba defensa.
Cale lo sabía. Ella lo sabía todo.
Ella suavizó un poco la expresión, aunque mantuvo la distancia emocional que siempre había tenido con él. No sentía ese cariño profundo, pero sabía cómo aparentarlo cuando era necesario.
-Padre -dijo finalmente, esta vez usando la palabra con intención calculada.
Deruth levantó la cabeza, sorprendido por ese único gesto íntimo.
-Hagamos un intento.
Deruth frunció el ceño con inquietud.
-¿Intentar qué? -preguntó, aunque en el fondo ya intuía la respuesta.
Cale lo miró con calma, como si evaluara cada reacción de su padre.
-Padre, ¿de qué tienes miedo?
Deruth abrió la boca, pero no logró responder de inmediato. Cuando finalmente habló, lo hizo con honestidad.
-Tengo miedo de que salgamos heridos.
El silencio se volvió pesado. Cale observó cómo los ojos de su padre se nublaban. Ese miedo... era el mismo que ella había previsto. Por muy egoísta o práctico que fuera Deruth, el temor de perder su territorio o su familia seguía siendo real.
-Estoy segura de que sabe que la situación del Continente Occidental está a punto de estallar -dijo Cale, sin rodeos.
Deruth no pudo negarlo. Un noble que reforzaba murallas, invertía en bases navales y movía recursos no era ajeno a los cambios inminentes.
-La razón por la que el Príncipe Heredero, mi prometido, me envió al Reino Whipper... está relacionada con eso -continuó ella, escogiendo las palabras de forma que bloqueara cualquier posible interrogación. Deruth jamás presionaría sobre algo que involucrara directamente al heredero al trono.
Entonces Cale pronunció una sola palabra.
-Norteños.
Deruth y Mueller se estremecieron.
-Los norteños han creado una alianza -informó ella.
-¿Qué? -exclamó Deruth, incrédulo.
Era comprensible. Una alianza en el Norte significaba un cambio masivo para el continente. Había tres reinos al norte: y uno de ellos, Paerun, siempre había ansiado las fértiles tierras del sur.
Deruth se masajeó el rostro, murmurando para sí mismo.
-...¿No es el Reino Whipper o el Imperio Mogoru...?
Cale lo observó con cierto respeto interno. Aunque Henituse estaba en un rincón del continente, Deruth sabía lo suficiente del Reino Whipper y del intento del Imperio por convertirse en la "torre de control".
-Cale -dijo Deruth finalmente-, ¿cómo planean cruzar el desfiladero? La Garganta de la Muerte... y el Bosque de la Oscuridad... Es imposible movilizar un ejército por allí.
-Hay más caminos además del suelo, padre.
En ese momento, una voz temblorosa intervino.
-...¿Embarcación? -preguntó Mueller, pálido, sacando los planos de un barco que sobresalían de su mochila.
Cale asintió.
-Sí. Un barco es una opción.
Deruth soltó un largo suspiro y se dejó caer en el sofá mientras Cale tomaba asiento frente a él.
-Pero no es la única -añadió ella.
Deruth la miró con atención. Cale continuó, tranquila pero firme:
-El Reino de Paerun... ha logrado algo que antes solo existía en leyendas: una Brigada de Caballeros Wyvern.
Los hombros de Deruth cayeron pesadamente.
Esos caballeros podían volar. Eso significaba cruzar la Garganta de la Muerte sin usar el suelo. Y si los otros dos reinos se habían aliado con Paerun, entonces todos tendrían acceso a esa movilidad aérea.
-Y pronto -agregó Cale- los tres reinos del Norte comenzarán a usar barcos para dominar también el mar. Han estado construyéndolos en secreto durante cinco años. En menos de dos, estarán listos.
Deruth bajó la mirada. No era un hombre cobarde, pero lo que estaba escuchando no era poca cosa.
-Por eso ayudé a Ubarr a construir su base naval -explicó Cale-. La invasión del Norte no está lejos.
Cale apretó los labios. No sabía todo lo que vendría: la novela original nunca llegó a describir por completo el futuro. Pero sí sabía que esta era una historia "munchkin", una donde el poder surgía de la nada y los equilibrios se rompían de un capítulo a otro. Ella debía prepararse para sobrevivir.
Deruth levantó la mirada hacia su hija.
-Cale.
-Sí, padre.
-Confío en tus palabras como padre. Pero como señor del territorio... debo verificar esto. Sé que no será fácil, y que proviene del Príncipe Heredero, pero lo intentaré.
Cale asintió. Lo esperaba.
-Haga lo que considere necesario -respondió.
Deruth se levantó y caminó hacia su escritorio.
-Hija... hay algo que aprendí cuando empecé a manejar grandes sumas de dinero.
La voz del conde se volvió seria.
-Si encuentras un lugar donde gastar tu dinero... tendrás que gastar muchísimo.
El dinero no ganaba guerras. Pero la preparación que ese dinero financiaba podía decidir el futuro. Eso, lo sabía Deruth, y ahora también lo entendía Cale.
-Te contactaré pronto -concluyó.
-Eso es suficiente para mí.
Cale se dirigía ya a la puerta cuando Deruth la llamó nuevamente.
-Cale.
Ella se detuvo.
-¿Has pensado alguna vez en el tema del sucesor?
-De ningún modo -respondió sin dudar.- ademas... Estoy prometida - tocó el anillo en su mano.
Deruth apreto los puños al recordar que su hija mayor estaba comprometida con ese principe. Tuvo que forzar una sonrisa.
-Basen dijo lo mismo. No hay necesidad de pensar en eso.
-Es lo mejor -replicó Cale. Basen sería un buen señor. Ella no tenía intención de ocupar ese cargo jamás.
-Ve a descansar -dijo Deruth finalmente.
Cale salió de la oficina, asegurándose de que su padre estuviera de buen ánimo antes de cerrar la puerta detrás de ella.
°°°
Una semana después, el Conde Deruth tenía una expresión que oscilaba entre la incredulidad y la incomodidad.
-No pude encontrar ninguna información sobre el Norte -admitió finalmente.
Que ni el dinero ni los contactos del territorio hubieran servido sólo podía significar dos cosas: o esa información no existía... o era demasiado valiosa como para obtenerla por medios ordinarios. Deruth, con sensatez, eligió la segunda opción.
Y tenía dinero suficiente como para intentarlo todo.
Suspiró, pero luego se volvió hacia su hija con una resolución tranquila.
-Hija... intentémoslo.
Cale sonrió apenas. Ya lo había anticipado. Su mirada se deslizó hacia un costado, donde Basen aguardaba en silencio. Deruth no había llamado sólo a Cale: su hijo mayor también estaba allí, preparado para escuchar.
Lily aún era demasiado pequeña para involucrarse en los asuntos del territorio, pero Basen... Basen ya estaba listo.
-Trabajaré duro también, noona -dijo él, con la voz firme de quien ha tomado una decisión.
Cale asintió, tranquila.
-Muy bien. Es el lugar donde ustedes, nuestros padres y Lily vivirán. Hagamos lo mejor posible.
Ella no se incluía. No planeaba quedarse en ese territorio para siempre; algún día se retiraría a una aldea tranquila, lejos de todo. Pero Basen, en cambio, asintió con entusiasmo.
-Sí. Quiero trabajar para nuestra familia y el territorio hasta el día en que muera.
A Cale no le impresionaba el sacrificio familiar. Pero valoraba la eficiencia, y Basen sin duda era eficiente. Así que simplemente le devolvió el gesto con una inclinación leve.
Ese mismo día, los documentos sellados con la Tortuga Dorada comenzaron a circular en silencio entre quienes debían recibirlos. El plan estaba oficialmente en marcha: tardaría como mínimo un año y máximo dos.
Mientras Cale observaba el inicio de ese proceso, no pudo evitar alzar una ceja.
-¿De verdad es mitad enano y mitad rata? -preguntó en voz baja.
-Ejem... sí lo soy -respondió Mueller, subido en una silla, con exagerada dignidad.
Los trabajadores de la construcción, seleccionados cuidadosamente por la condesa Violan, lo observaban con una mezcla de fascinación y respeto.
-¡Oh, mi señor! ¡Su destreza debe ser increíble!
-Asombrosa, sin duda. Meticulosidad de la Tribu Rata y técnica de los Enanos -murmuraron otros dos, asombrados.
-¡Queremos ver sus habilidades!
Los hombros de Mueller subían y bajaban de puro orgullo. Parecía un gallo emperifollado.
Cale lo observaba desde lejos, con Violan a su lado.
-Todos ellos son talentosos y saben mantener la boca cerrada -informó la condesa con un tono frío, pero seguro-. Podemos confiar en ellos. Ya tienen firmados todos los contratos.
Violan, encargada de los artistas, artesanos y desarrolladores del territorio, había traído a lo mejor de lo mejor. Incluso esos expertos estaban impresionados con Mueller.
-La familia que desarrolló la Torre Mágica... -susurró uno de ellos, maravillado-. Qué lástima que no podamos mostrar a alguien tan talentoso al resto del continente.
-Lo sé, ¿verdad? Nunca imaginé ver un enano trabajando con mis propios ojos -respondió otro-. Por favor, cuídenos bien.
-Ejem, ejem. -Mueller se acomodó el broche dorado en su ropa fina mientras presumía-. Tengo treinta años, pero veintinueve de experiencia. Vi planos desde que tenía un año y sostuve un martillo desde los cinco. Es algo típico de los Enanos y la Tribu Rata.
Cale casi se ríe. Era la primera vez que veía a Mueller tan confiado. Parecía sentirse rey... sin notar que Violan lo estaba evaluando como un tigre vigilando a un zorro pretencioso.
-Fácil de manejar -murmuró Violan con desdén suave.
Cale se relajó un poco y habló:
-Por favor, cuida de Mueller.
-Por supuesto. No hay de qué preocuparse.
La mirada fría de Violan cayó sobre Mueller, quien seguía pavoneándose sin tener idea del destino que le esperaba.
-¿Irás después de revisar los planos? -preguntó ella.
-Sí. Volveré lo antes posible.
-Bien.
Cale respondió con una sonrisa a su expresión preocupada. Otra vez debía irse.
Después de asegurarse de que todo estaba encaminado, regresó a su habitación, se desplomó en el sofá y miró a Choi Han, que esperaba de pie.
-Choi Han.
-Sí, señorita.
-Vámonos.
Choi Han parpadeó.
-...Solo llevamos aquí cuatro días. ¿Ya nos vamos?
Cuando vio que Cale no bromeaba, añadió:
-Voy a reunir a todos entonces.
-No.
Esta vez sólo iremos nosotros.
Justo en ese momento, el aire se movió y los pequeños habitantes de la habitación se manifestaron.
-Miauuu.
-¡Hace tiempo que no salimos sólo nosotros! -dijo Hong, entusiasmado.
On caminó a paso tranquilo hasta colocarse a un lado de Choi Han.
-Naturalmente, iré -anunció Raon, materializándose y sentándose sobre la mesa.
Choi Han los miró a todos con sorpresa.
Cale dio la explicación final:
-Beacrox nos alcanzará después. Pero primero, iremos únicamente este grupo. Hay algo que debemos resolver solos.-Su mirada se volvió más aguda-. Estoy segura de que sabes de qué hablo.
Choi Han inhaló hondo.
-...¿El Marqués Stan y los demás?
-Sabía que eras listo. Prepárate para salir.
Era el grupo original. Los que habían estado allí cuando Raon fue rescatado. Los que habían visto lo peor del mundo... y habían decidido enfrentarlo juntos.
Esa misma noche, un carruaje sencillo, sin escudos y sin marcas, salió silenciosamente por la puerta trasera de la finca Henituse.
Su destino: la región noroeste del Reino de Roan.
El lugar donde el pasado de Raon... aún respiraba.
****************************************
REGALITO 💌

Notes:
Adivinen quién volvió ✨🙌
Hola mis pollitos guapos 😚🐥❣️
Mil dis por la demora, me agarró la depre y la frustración porque no podía dibujar la putx camisa mojada de Cale, me demore un huevo en hacerlo y AAAAAAAAA bronca ✨
Jajaja bueno nada, no tengo mucho más que decir así que besos y nos vemos en otro capítulo mis amores 🫂❣️

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