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La banda estaba en la sala de Corey viendo una película de su infancia. Los chicos, de ahora 18 años, estaban cansados después de una presentación para inaugurar el nuevo restaurante de asados de Barney. Ya era tarde, pero nadie quería regresar a sus casas así que decidieron ver una película en la sala de Corey. Escogieron Super Escuela de Héroes (Sky High), una película que les gustaba mucho cuando eran pequeños.
Recién era el inicio de la película y Laney ya no soportaba ver cómo Will, el protagonista, no se daba cuenta de los sentimientos de su mejor amiga Layla.
–Sé que ellos dos terminan juntos, pero no me gustan como pareja, ella estaría mejor con el chico rudo– dijo Laney.
–Pero ellos son mejores amigos de la infancia, están destinados a estar juntos– dijo Corey. Él se veía muy confundido porque en la amistad de Will y Layla los veía a ellos dos, a Corey y Laney. Desde hace un tiempo atrás se dio cuenta de que le gustaba la pelirroja y sabía que ella también sentía algo por él, era demasiado obvio. Sin embargo, se sentía inseguro porque no sabía de qué manera su amistad cambiaría y no quería arruinarla.
–Que sean mejores amigos no significa que deban estar juntos– dijo Laney. Corey palideció. ¿Acaso lo estaba rechazando inconscientemente? Pero se supone que ambos se gustan.
No prestó atención a la conversación de Laney con los gemelos sobre lo estúpido que era el protagonista. Estaba asustado. Ahora pensaba que jamás podría declararse porque no era seguro que Laney quisiera salir con su amigo de la infancia.
Decidió no atormentarse y prestar atención a la peli.
Viendo bien, es verdad que el protagonista no es muy listo y su única característica es que sus padres son super héroes. Su personalidad es inexistente. Tal vez Laney tiene razón sobre no gustarle un chico así, sin importar si se conocen de toda la vida. Aun así, no puede dejar de pensar en lo parecidas que son sus situaciones. Gracias a Kin y a Kon se enteró de que la chica siempre estuvo enamorada de él, solo que nunca lo pudo ver. Lo mismo pasa en la película. Es obvio que a Layla le gusta Will, pero él no lo nota. Y si Laney prefiere a otro chico para la protagonista es posible que ella quiera a otro chico para ella porque él también se demoró muchos años en darse cuenta de sus sentimientos.
Todos estos pensamientos le impiden disfrutar de la peli y de la chica a su lado, que, sin darse cuenta, cada vez estaba más cerca de él con la esperanza de que pase su brazo por encima de sus hombros, abrazándola.
–¡Míralos como se apoyan mutuamente, que lindos! – dijo Kon. Últimamente Kon se ha vuelto todo un romántico, le encanta hablar sobre series y dramas de romance. Él ve el amor en todo.
Corey no puede dejar de preguntarse cómo los verá a ellos. Tal vez piensa que ya se está tardando en confesarse sabiendo cómo se siente Laney con respecto a él, y cómo se siente él respecto a ella. Debería decírselo de una vez por todas, no importa si lo rechaza. Pero quiere hacerlo cuando estén solos, sin los gemelos, y en un lugar romántico, no en su garaje o su sala.
–Qué buena pelea! – dijo Kin, –para ser una peli de hace como 15 años los efectos son muy buenos.
–Y los efectos del fuego hacer ver más guapo al rival”, dijo Laney. Los tres chicos regresaron a verla sorprendidos puesto que ella nunca hablaba de chicos. –¿Qué? Cuando era pequeña él era mi crush.
Eso era nuevo para Corey. ¿Acaso a Laney le gustaban los chicos malos? Él no era un chico malo por ningún lado. Se preocupaba mucho por sus amigos y por su familia, si, incluyendo a Trina. Mientras avanzaba la peli, él se sentía cada vez más desanimado. Tal vez debería ser más rudo. Pero eso iría en contra de su personalidad, además, Kin y Kon dijeron que a la chica le gusta lo dedicado y amable que es él.
Está sobre pensando las cosas. Antes de hoy estaba seguro de que Laney lo quería tal y como es, pero ahora está dudando por culpa de una estúpida película.
Mientras Corey estaba sumido en sus pensamientos, Laney y Kin tenían una conversación en sus mentes que solo se podía notar a través de gestos y miradas. Kin le decía que debe acercarse más al peliazul, que si él no la abraza lo haga ella. Laney respondía que no podía, que le daba vergüenza.
“¡Solo hazlo rápido, no lo pienses”
“¿Y si lo incomodo?” Lo último que Laney quería es arruinar las cosas con Corey.
“Estoy seguro de que no te va a apartar”
“Okay, lo haré. Tal vez”
Kon, después de ver que su hermano y la bajista se hablaban mediante gestos, se unió a conversación telepática “¿De qué estamos hablando?”
“Kon! ¡No te metas!” Para ella era más que suficiente tener esta conversación con Kin, no necesitaba que Kon le diga lo mismo que su hermano.
Kin ignoró a su amiga y le contó todo a Kon “Laney tiene miedo de que Corey la aparte si lo abraza”
“Ya déjenme en paz!” La verdad es que, si le agradaba tener el apoyo de sus amigos, pero ahora estaba tan avergonzada que solo quería terminar la conversación ahí.
“Solo hazlo, estoy seguro de que le gustará” Lo que dijo Kon le llamó la atención. Desde hace un tiempo los gemelos le han dicho que a Corey le gusta ella, pero para Laney eso es difícil de creer. Ha pasado toda su adolescencia enamorada de él sin ningún resultado. ¿Por qué iba a ser diferente ahora?
“¿Tú crees?”
“Ya abrázalo!” Los gemelos le insistieron de tal manera que ella no podía negarse.
Laney vio que el chico estaba muy concentrado en la película así que aprovechó eso para acercarse poco a poco hasta que sus brazos rozaron. Rodeó el brazo izquierdo del chico con el suyo y recostó su cabeza en su hombro. Corey la miró y retiró su brazo. El corazón de Laney estuvo a punto de romperse hasta que el chico la rodeó con su brazo y la atrajo hasta él. Ella volvió a recostar su cabeza en el hombro de Corey.
Laney, Kin y Kon festejaron esto en sus mentes.
Todo esto pasó desapercibido por Corey. Para él era tan normal abrazar a Laney que este gesto, a pesar de que hacía que su corazón latiera a mil por hora, no era muy relevante debido al nivel de comodidad que existía entre ellos.
–Ella es demasiado buena para él– dijo Laney. –Ni si quiera pudo defender a sus amigos de esos chicos. Es un idiota.
–Si tienes razón, un buen amigo no dejaría que otros pasen por encima de la gente que le importa– dijo Kon. –La amistad ante todo. ¡Como Grojband!
–¡Como Grojband! – dijeron los cuatro chicos al mismo tiempo. Todos sabían que sin importar lo que pase, siempre estarán juntos.
De repente, Corey pensó que no tiene por qué sentirse tan inseguro. Pase lo que pase siempre tendría a Laney a su lado, no importa si era como amiga o como novia. Aunque si prefería que fueran más que amigos. Él la quiere y sabe que ella lo quiere también.
–Uyy pero miren esos brazos– dijo Laney. Y ahí regresaron sus inseguridades. Él no es fuerte ni tiene músculos definidos como los de ese chico. De haber sabido los gustos de Laney antes, hubiera ido al gimnasio mucho antes. Ahora hace ejercicio porque le gusta verse bien en sus conciertos, pero no llega al nivel de Warren Peace.
–Noooo! Sigue ignorando a sus amigos– dijo Kin, cada segundo que pasaba le disgustaba más el protagonista.
–Y aquí viene la peor parte– dijo Laney.
–¿La dejó plantada? – Kon no podía creer lo que acababa de ver. No se acordaba de esto.
–Ya ven por qué me cae mal. No la merece, ni siquiera se acordó de ella– La pelirroja era la más disgustada con toda esa escena. Un verdadero hombre jamás se olvidaría de sus amigos, ni los cambiaria por una chica bonita.
Corey solo podía pensar que eso nunca pasaría con Laney y él. Ella siempre está en su mente. Jamás se olvidaría de ella, es muy especial para él como para que eso pase.
–Aw, como quiero que ellos dos terminen juntos, solo vean la química que tienen en una sola escena– Dijo Laney.
–Tienes razón, me gusta más el chico malo para Layla– Dijo Kon. –Aunque pienso que también pueden llegar a ser muy buenos amigos.
Corey también pensaba eso. El chico malo se veía como un buen amigo. Y lo que dijo a continuación se quedó en su mente durante el resto de la noche: Si el amor no se confiesa proto, te rompe el corazón de seguro. Eso era una señal. Tenía que confesarse ahora. Bueno no ahora, más seguro mañana. En este momento necesitaba ayuda, así que decidió hablar telepáticamente con los gemelos, porque sí, después de años conviviendo juntos, todos tienen esa habilidad.
“Chicos, necesito ayuda”
“¿Qué pasa bro?” Kon fue el primero en responder.
“Esto es como un dejavú” dijo Kin.
“He tenido una epifanía”
“¿Una qué?”
Corey ignoró a Kon y dijo “mañana voy a confesar mis sentimientos hacia Laney”
“Amigo ya era hora. Te tardaste”
“¿Qué te hizo decidirte de una vez por todas?” Kon preguntó asombrado. Él y Kin habían intentado de todo para que sus amigos se hagan novios, pero nada funcionaba.
“Lo que dijo el chico malo sobre no confesarse y resultar en un corazón roto. No quiero eso para ninguno de los dos. Quiero que seamos felices juntos. Por eso necesito su ayuda. Tiene que ser super romántico”
“Puedes llevarla al festival de las estrellas mañana” Dijo Kon.
“Y, según mis cálculos, mañana a las 11pm va a haber una lluvia de estrellas. La puedes llevar después del festival” Kin añadió a la idea de su gemelo.
“Y ahí es cuando profesas tu profundo amor por ella!” Kon era, de repente, el más emocionado.
–¡Que perra! ¡Como se atreve a tratarla así! – dijo Laney. Los chicos dejaron su conversación privada cuando escucharon a la bajista hablar. No sabían que pasó en la película mientras duró su charla mental.
–Tranquila Lanes, al final lo va a pagar. – Dijo Corey viéndola a los ojos y haciendo Boop en su nariz. Esto es otro gesto que pasaba muy seguido y aun así siempre lograba que Laney se sonrojara.
–Tienes razón Core, solo es cuestión de tiempo– dijo Laney. Los gemelos no podían creer que faltaban horas para que estos dos tórtolos sean novios oficiales. Decir que estaban emocionados se queda corto.
Siguieron viendo la peli, los gemelos se emocionaban con cada escena durante la pela final, Laney se molestaba cuando veía a Will y a Layla juntos, especialmente durante la escena del beso, y Corey la abrazaba con más fuerza cada vez porque no iba a dejar que nada la aleje de él.
–Qué buena peli! ¿Y ahora qué hacemos? – preguntó Laney. –¿Hacemos una pijamada?
–Pijamada! – respondieron los gemelos. No es la primera vez que los cuatro hacen una pijamada. Corey fue a buscar el colchón inflable para que duerman los gemelos, mientras que Laney acomodaba el sofá-cama para dormir junto a Corey. Esto tampoco es nuevo, siempre que hacen pijamadas duermen de esa manera porque es más cómodo para todos, especialmente para la única chica de la banda.
Ya en sus respectivos lugares Corey veía a la peliroja y trataba de contar sus pecas. Estaba inquieto. Mañana todo cambiaría. Mañana Laney sería su novia.
–Corey ya duérmete– dijo Laney susurrando. Él la veía fijamente. Y eso, a su corazón volvía loco.
–Perdón Laney– dijo Corey atrayéndola hacia él. –Mañana vamos al festival de las estrellas–
–Claro Corey– respondió ella. –Ahora ya duerme.
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Al día siguiente Corey irradiaba felicidad y emoción. Después del desayuno los gemelos habían regresado a su casa. Laney estaba a punto de irse cuando Corey se acercó hacia ella.
–Lanes, te voy a recoger a tu casa a las 5pm, okay? – Dijo Corey.
La chica estaba sorprendida, pensó que todos vendrían a la casa de Corey para de ahí ir al festival. Ella no sabía que era una cita. Ahora estaba nerviosa. –Está bien Core, nos vemos en la tarde– No sabe que la llevó a besar al chico en la mejilla para despedirse, pero lo hizo, de repente se sintió valiente. Salió rápido de ahí. No esperó para ver la reacción del chico, si lo hubiera hecho, habría visto los sonrojado que estaba.
Tenían todo el día para decidir que ponerse y, aun así, estaban ansiosos. Se probaban cada prenda de ropa que tenían, pero nada les convencía. Laney decidió tomar una ducha para calmarse, pero su corazón no la dejaba.
No sabía si estaba analizando demás las cosas. Seguramente si era una salida entre todos los chicos de la banda y no una cita. Tal vez la va a recoger para luego encontrarse con los chicos en el festival. Esto era demasiado para ella, necesita ayuda.
Después de salir de la ducha, llamó a Lenny, que casualmente estaba con Carrie.
–Laney, hola, ¿qué tal? – saludó Lenny y a su lado asomó la peliazul.
–Chicos necesito ayuda! Creo que tengo una cita con Corey.
–Una cita? ¿De verdad? – dijo Lenny
–¿Por qué “crees” que es una cita? – dijo Carrie
–Ayer Corey dijo “vamos al festival de las estrellas” y yo pensé que íbamos a ir todos juntos, pero ahora pienso que vamos a estar solo nosotros porque él va a venir personalmente a recogerme a mi casa a las 5
–Amiga… si es una cita! – dijo Lenny
–¿Qué te vas a poner? – dijo Carrie
–Por eso les llamo, no sé qué ponerme– dijo Laney
–Muéstranos todo lo que tienes– dijo Carrie
Pasaron dos horas escogiendo el mejor outfit para la cita. Al final se decidieron por un vestido negro alto, un corse, medias de rejilla y sus botas militares. Y se demoraron otra hora en decidir el maquillaje adecuado. Decidió por no hacerlo tan cargado, colocó una sombra café claro en sus párpados, un poco de gliter dorado en el centro y los delineó. No quiso cubrir sus pecas porque sabía que a Corey le gustaba contarlas.
A las cinco en punto llegó el chico a recogerla. Cuando la pelirroja abrió la puerta se quedó boquiabierto, se veía preciosa.
–Corey, te ves muy bien– dijo Laney. Era verdad. Estaba usando unos jeans azul oscuro con una camisa y una chaqueta de cuero. Y no podía faltar su beanie de toda la vida.
–Tú te ves hermosa– dijo Corey. Siempre estaba hermosa, pero hoy era especial. –Nos vamos? – La chica asintió y tomó la mano de Corey. Fueron caminando hasta el festival hablando de todo y de nada a la vez. Ambos estaban nerviosos, pero también emocionados.
Visitaron todas las atracciones que pudieron, se tomaron fotos, compartieron comida, jugaron distintos juegos hasta que se les acercó una señora extraña.
–Jovencitos, ¿ya pidieron sus deseos? – la señora les entregó dos pedazos de papel con hilo atado al extremo de cada uno, el de Corey era rojo y el de Laney era azul.
–Qué debemos hacer con esto? – preguntó Laney. La señora le daba desconfianza.
–Deben escribir sus deseos en el papel, doblarlo y colgarlo en el árbol más antiguo de la ciudad. Solo así sus deseos se cumplirán–
Ambos chicos se regresaron a ver, tenían muchas dudas y lo mejor sería preguntarle a la señora.
–Oiga y cómo sabemos cuál- Ya no está! – La mujer había desaparecido. –Laney creo que hablamos con una bruja!
–No es ninguna bruja, seguramente fue a entregar papeles a otras parejas– Laney se sonrojó, no pensó en usar esa palabra, solo salió. Corey también se sonrojó y una sonrisa se dibujaba en su cara. Para evitar avergonzarse más tomó la mano del chico y se lo llevó. –Mejor vamos a buscar ese árbol–
Casualmente por donde iban había flechas que indicaban la dirección del árbol que buscaban. Llegaron y les sorprendió no ver a nadie más ahí. Por el festival, la gente debería estar emocionada colgando estos papeles, pero estaba solitario. Aun así, había varios papeles de distintos colores ya colgados.
–Bueno Laney, pidamos nuestro deseo– Corey le dio un marcador para que escriba en el papel, la chica no sabía de donde lo había sacado. Ambos escribieron lo que más deseaban, doblaron el papel y los colgaron juntos en una rama.
–¿Qué pediste? – preguntó Corey. Quería saber si habían pedido lo mismo, esperaba que sí.
–No te puedo decir o si no, no se va a cumplir– No quería decir que pidió que estén juntos toda la vida, le daba vergüenza. Aunque también pidió que la banda sea exitosa. o quería arriesgarse a que no se cumpla.
–Por favor, yo te digo lo que pedí si tú me dices primero– Él también pidió éxitos para la banda y, sobre todo, tener a Laney siempre a su lado.
–Cuando se cumpla te lo diré– respondió sonriendo la chica.
Faltaba media hora para las 11pm, así que Corey tomo a la chica de la mano y la guió a una colina donde, según Kin, se podría apreciar la lluvia de estrellas. Cuando llegaron se sentaron en el césped y siguieron conversando.
Laney sospechaba que algo pasaría, pero no sabía qué. Corey estaba pendiente del reloj, tanto que Laney se preguntó si él ya quería irse, algo que la decepcionó. Pero todas sus preocupaciones desaparecieron cuando el chico tomó su mano e hizo que lo mirara.
–Laney, quiero decirte algo muy importante– Corey estaba demasiado nervioso, sentía que su corazón iba a estallar. No sabía como seguir. Para su suerte, justo en ese momento el cielo se iluminó por cientos de estrellas que dejaban una estela a su paso.
Laney se emocionó, no podía dejar de ver el espectáculo. En ese momento se dio cuenta de que era eso lo que Corey esperaba, por eso veía tanto su reloj.
Sintió su corazón llenarse de calor y tomó una decisión. Era evidente que sus sentimientos eran correspondidos, no había razón para esperar más. Tomo el rostro del chico en sus manos y lo besó. Él se sorprendió por la repentina acción, pero correspondió al beso enseguida. Era mágico. No querían que este momento acabe.
Al separarse se quedaron viendo, sonriendo y juntaron sus frentes. Era demasiado perfecto. Laney seguía llena de valor. –Corey, te amo y te he amado desde que teníamos 13 años– Esto era demasiado para el corazón del chico, latía demasiado rápido que pensaba que la chica lo escucharía. –Me preguntaste cuál es mi deseo y es esto, estar junto a ti siempre, porque te amo y eres la persona más importante en mi vida.
La emoción era demasiada, Corey no sabía cómo reaccionar a las palabras de Laney. Lo único que se le ocurrió fue besarla, y así lo hizo. Estaban en su propio mundo, las estrellas seguían bailando en el cielo. Después de este beso Corey sabía que era su turno de hablar.
–Laney, no te imaginas cuánto te amo, lo he hecho desde que te conozco, puede que al principio no me haya dado cuenta pero mi corazón siempre lo supo– Laney no podía creerlo, lagrimas de felicidad caían por su rostro. Corey continuó mientras las limpiaba. –Yo también desee estar a tu lado siempre, porque eres mi mejor amiga y el amor de mi vida. Y quiero saber si me das el privilegio de ser tu novio.
–Si Corey! Quiero que seas mi novio– Las sonrisas de ambos brillaban junto a las estrellas. Compartieron otro beso y siguieron disfrutando de las estrellas.
Decidieron tomarse una foto juntos y la mandaron al grupo de la banda. No tardaron en recibir felicitaciones de los gemelos, resaltando que ya se habían tardado. Los enamorados confesaron también que pidieron un deseo para que la banda sea exitosa. Todo esto desencadenó una conversación sobre la bruja y Kin y Kon explicando la historia detrás de una bruja que concede deseos.
Al final, no cambiaron muchas cosas. La dinámica seguía igual. Lo único diferente era los besos, abrazos y palabras de amor, pero su amistad siguió igual. Corey tuvo que hacer una última confesión.
–Sabes por qué tome el valor de confesarme? – Laney no lo sabía, pero intuía que sería algo ridículo. –Cuando vimos esa peli de super héroes, el chico malo dijo “Si el amor no se confiesa pronto, te rompe el corazón de seguro.” Y no quise arriesgarme a perderte.
Ella tenía razón, era algo ridículo.
–Te dije que él era mejor que el personaje principal.
Corey estaba agradecido de haber visto esa película, porque gracias a ella tomo la mejor decisión de su vida. Besó a Laney otra vez, jamás se cansaría de hacerlo.
