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Ezekiel llevaba un rato en el ordenador, con esa sonrisa que ponía cada vez que iba a hacer una travesura, lo que obligó a Cassandra a preguntarle que qué tramaba.
—He accedido al centro de datos del DOSA— respondió él sin apartar la vista de la pantalla.
—¿Para qué? Hace tiempo que no dan problemas, desde lo de Appeb— dijo ella acercándose.
—Ya, peeeero, tienen archivos de todos los militares que han estado en la unidad, lo que incluye a Eve.
Ezekiel giró un poco el ordenador para que Cassandra, al otro lado de la mesa del anexo, pudiera ver. Pulsó un botón y apareció una imagen de Eve con uniforme y al lado unas entradas a carpetas de información en las que se leía "E .B. Baird: Coronel"
—Eso es invasión de la privacidad— exclamó Cassandra aunque intentando susurrar.
—¿Qué estáis tramando?— preguntó Jacob mientras se acercaba a ellos con el ceño fruncido.
—¡Nada, es Ezekiel!
—Por fin vamos a descubrir el nombre completo de Eve— dijo Ezekiel con tono orgulloso.
—Esto está mal, Jones— sentenció Jacob, aunque también se inclinó hacia el ordenador para poder leer —deberías parar.
—Vamos, amigo, queréis saberlo tanto como yo— reprochó y ninguno pudo negarlo, así que abrió el documento.
Los tres se inclinaron más hacia el ordenador, casi conteniendo la respiración mientras Ezekiel tecleaba cosas.
"Gracias a Diós que Jenkins tampoco se encuentra en el anexo en este momento" pensó Cassandra "Si Eve se entera de esto, lo mejor será huir de ella a otro país, o mejor a otro continente, por si acaso".
Se expandió el archivo y los tres empezaron a leer a toda prisa con la sensación de estar cometiendo un crimen ya que en parte era así.
—Oh, venga ya— se quejó Ezekiel pasados unos minutos.
—¿Cómo se las ha ingeniado Eve para que su segundo nombre aparezca abreviado incluso en un documento oficial?— se decepcionó Cassie— debería estar, ¿cierto?
—Ajá— corroboró Jake cruzándose de brazos y separándose por fin —pero mejor así, no deberíamos meternos donde no nos llaman.
Los tres parecieron satisfechos con aquella conclusión sin embargo no se movieron del sitio como si esperaran algo más, hasta que el ladrón volvió a teclear múltiples códigos y a saltarse sistemas de seguridad a toda velocidad.
—¿Que estás...— trató de preguntar Cassandra pero él la interrumpió.
—La base de datos debe tener su nombre registrado al menos una vez, así que estoy rastreando censos, registros de hospital... todo.
—Eso es ilegal— le regañó la chica con un inofensivo manotazo en el brazo.
—Lo de antes también— respondió como si nada.
—Que conste que estoy completamente en contra de esto— insistió Jacob.
—¡Ya lo tengo!— le ignoró Ezekiel.
—¿Qué pone?— preguntó al momento Stone ignorando sus propias palabras.
En la pantalla apareció la barra de carga del buscador, lo que significaba que estaban a punto de descubrirlo.
42% se inclinaron sobre la pantalla...
78% contuvieron de nuevo la respiración...
91% ya casi estaba....
—¿Qué estáis viendo los tres ahí tan apretujados?
La voz de Eve los sobresaltó notablemente y Ezekiel cerró la pantalla de un golpe mientras se volvía hacia ella.
—¡Nada!— exclamaron al unísono al ver a Eve y a Jenkins entrar.
—Pensábamos que estaríais más tiempo con el inventario— empezó Jacob intentando sonar casual.
—Si, pero mi instinto de guardiana me sugirió volver antes.
Eve los miró como si pudiese ver todas sus intenciones con un rápido vistazo, estaba claro que tramaban algo "Mientras no sea algo con crías de dragón como la última vez, estaré bien con ello" pensó.
—Bueno, yo solo pasaba para devolverle unos libros a Jenkins— comentó Casandra con nerviosismo y agarró el libro que tenía más a mano.
—Y yo la estaba ayudando— Ezekiel agarró otro libro y se escabulleron rápidamente de allí después de dejar los libros en el escritorio de Jenkins, quien frunció el ceño ya que él mismo le había dado esos libros a la chica para que los catalogara ella.
———
—Eve B. Baird— se identificó enseñando su carnet mientras un guarda de seguridad la dejaba pasar y Flynn la seguía. Habían ido a recuperar un artefacto que había terminado expuesto en aquella galería por accidente.
—No sé si te lo he preguntado antes pero ¿Eve, cuál es tu nombre completo?— preguntó Flynn como si no tuviese importancia, aunque le causaba gran curiosidad y sí que había preguntado bastantes veces.
—Ya te he dicho que para tí, Eve Baird— respondió mientras seguía por un pasillo vacío.
—Oh, vamos, Eve— se quejó él histriónicamente —¿Cuántos años tendré que estar anclado a la biblioteca para conocer el nombre de mi propia guardiana.
—Tal vez me apiade de tí en algunos siglos y te lo diga— respondió divertida.
Flynn se acercó a ella y la abrazó por la cintura dejando la cabeza por encima de su hombro.
—A mí puedes contármelo— dijo con ese tono de cuando intentaba sonar interesante y seguro pero que raras veces funcionaba— será como nuestro pequeño secreto, de esos que terminan siendo misteriosas leyendas de la Biblioteca.
—Buen inteto pero no— respondió ella.
Flynn se basaba en aprender y la curiosidad por aquello era demasiado así que sólo había una solución, desesperada, lo más eficaz que tenía y su última opción: Se movió lo justo para verla a los ojos sin llegar a soltarla y la miró con ojos de cachorrito, eso nunca fallaba.
—Por favor— dijo él y Eve no pudo evitar sonreír.
—Nop— sentenció y le dió un breve beso en los labios, lo justo para colapsarle el cerebro un momento y zafarse de su agarre.
Continuaron por el pasillo y Flynn, completamente decepcionado, se dió por vencido... parcialmente.
———
Cassandra estaba ojeando el libro de recortes, no había nada por hacer. Sus dos compañeros también estaban por allí.
—¿Cuál creéis que es el nombre de Eve?— preguntó rompiendo el silencio.
Los dos hombres la miraron reflexivos, habían pensado en ello pero realmente no habían hecho ninguna teoría aún.
—Tiene que ser algo horrible para que no nos lo quiera decir— respondió Ezekiel acercándose —tal vez algo de la vieja escuela como Barbara, Berenice, Beatrice...
—Ey, a mí me gusta Beatrice— le interrumpió la chica —aunque siguiendo esa lógica le quedaría genial Belladona.
Ezekiel arqueó las cejas y Jacob explicó —la "atropa belladona" es una planta venenosa de las "solanáceas". Es bonita y bastante letal, como nuestra guardiana.
—O a lo mejor es sólo una "B"— esta vez fue Jacob quien funció el ceño al no entender y Ezekiel continuó exponiendo —ya sabes, amigo, como en los Simpsons que Homer es "Homer J. Simpsons", pues una J y ya.
—Como Anthony J. Crowley— puntualizó Cassandra con diversión aunque no obtuvo respuesta.
—No creo que sea eso— Jake se apoyó en la mesa y cruzó los brazos pensando —Su cumpleaños es en Navidad, quizá viene de ahí.
—Ay, sería lindísimo— respondió Cass con un pequeño movimiento de brazos.
—Eso explicaría que lo oculte— corroboró Ezekiel.
—¿Que tal Befana?
—¿Enserio, Jake?— se quejó Ezekiel —era pensar nombres navideños no algo viejo.
—En verdad es el mejor nombre que se le podría haber ocurrido— dijo con una pizca de timidez y entusiasmo Cassandra —Befana es la bruja de la Navidad italiana que da caramelos a los niños, me parece bastante tierno.
—No creo que los padres de Eve sean tan frikis como vosotros— inquirió de nuevo Ezekiel.
—¿Habéis oído hablar italiano a Eve? Conoce el idioma con mucha soltura, puede que aprendiese de pequeña por su familia— argumentó Stone.
—Si es algo navideño será Beth, Bliss... Algo sencillo como Bells.
—Mmm, me gusta más Befana, encaja demasiado bien— concluyó él —o incluso Blanche.
—Oh ¿y que tal Berry?— propuso Cassandra —por el muérdago.
—No sé, yo simplemente voto por Bridget, suena bien— comento el chico y volvió a su teléfono.
Ella suspiró —de todas formas no creo que lo sepamos pronto— volvió a centrar su atención en el libro de recortes y cada uno siguió con sus tareas.
———
Habían pasado más días de lo normal sin que Flynn le preguntara, así que Eve supuso que ya se habría olvidado del tema de la "B" en el centro.
Estaban catalogando cosas en la Biblioteca cuando él la llamó desde unos estantes cercanos —Britney, ¿está ahí la caja de grimorios?
—¿Qué? —preguntó ella asomándose para verlo.
—Digo que si está ahí la caja con los grimorios, esa vieja con asas metálicas.
—Te he oído ¿pero por qué me has llamado Britney?
Flynn respondió como si estuviese explicando la idea más inteligente y lógica —No me queda otra opción que adivinar tu nombre, Billie.
—No, por favor— pidió Eve mientras se reía y le dió la caja antes de volver juntos al anexo.
En el anexo, los tres Bibliotecarios en prácticas estaban reunidos intentando disimular que hablaban de Jenkins y mirándolo furtivamente de vez en cuando. Cosa de la que él ya se había percatado aunque simplemente había decidido ignorarlos.
—Si alguien en esta Biblioteca sabe el nombre— empezó Jacob —estoy plenamente convencido de que ese es Jenkins.
Se acercaron de la forma más sospechosa posible a su escritorio, él les echó una mirada de soslayo y volvió a bajar la vista a sus documentos.
—Jenkins— le asaltó Ezekiel con su mejor sonrisa —estábamos pensando que...
—No— le cortó el hombre sin dejarlo siquiera terminar.
—¿Eh? Pero...
—Señor Jenkins— lo intentó esta vez Cassandra —se nos ha ocurrido que quizás usted conocería el nombre completo de Eve y como intentaba decir Ezekiel, tal vez podría ayudarnos con ello.
Jenkins suspiró y se obligó a levantar la vista, ciertamente había desarrollado una debilidad por esos tres, especialmente si la señorita Cillian le miraba con tanta expectativa, pero ante todo era un caballero de Camelot y no se dejaba engatusar.
—El nombre de la coronel Baird es cosa suya— se excusó —no seré yo quien filtre su información sin su consentimiento.
La chica puso un gesto visiblemente decepcionado pero solo miró a sus dos compañeros, no podía decir nada contra aquello, así que Stone tomó el relevo.
—Es para algo importante pero no podemos preguntarle directamente.
Los otros dos Bibliotecarios asintieron con convicción pero resultó poco creíble.
Jenkins tan solo suspiró otra vez, preguntándose cómo esos tres habían sido capaces de ganarse su corazón como lo habían hecho.
—Por favooor— suplicaron a la vez Ezekiel y Cassandra.
"Ah, cierto, así fue" pensó Jenkins, a veces eran como niños pero sabía que ahora eran su familia.
—Yo tambien lo desconozco y en cualquier caso, de saberlo tampoco lo diría.
Por suerte para él, Flynn entró hablando suficientemente fuerte como para acaparar la atención de los bibliotecarios antes de que pudiesen insistir más.
—Blinda, sigo creyendo que lo de Sicilia no salió tan mal, algún daño colateral pero somos inmortales así que, bueno— Flynn hablaba con la misma espontaneidad y naturalidad de siempre a pesar de que Eve seguía con alguna risita cada vez que escuchaba los nuevos apodos.
—¿Quién es Blinda?— preguntó Jacob.
—Según Flynn, soy yo.
—¿Te llamas Blinda?— preguntó Ezekiel con escepticismo.
Ella negó con rotundez y riéndose un poco.
—Es como el gato de Schrödinger— replicó Flynn —hasta que ella no lo revele cualquier opción es posible ¿a qué sí, Bonnie?
Eve volvió a negar con la cabeza mientras sonreía y se fue a hacer sus cosas.
———
Pasaron algunos días más, en los que solo Jenkins la llamó por su nombre real. Daba igual el contexto, cualquier momento era bueno para inventarle algún apodo.
—Brooke, los demás ya han vuelto al anexo.
—¡Hueles a galletas, Briley!
—¿Buffy? Ya he desbloqueado el código.
—Por favor, Bibi, es solo un desvío pequeño para investigar.
Se había vuelto algo normal escuchar los nombres cada vez más infantiles o raros. Cassandra solía llamarla Bliss o Béatrice, Ezekiel usaba Bridget o Britney (ese último para molestarla diciendo que era una Space Girl) y Jacob le decía Beth o alguna vez Befana. El peor era Flynn, que se había acostumbrado a Belle y especialmente a Bonnie, según la seriedad de la situación.
—Yo tengo una sugerencia para apellidos con B— les había dicho un día Eve, a lo que todos se giraron para verla espectantes —Mmm ¿Qué tal Baird?
El suspiro y quejido colectivo de los Bibliotecarios fue notable, lo cuál le causó bastante gracia a la guardiana.
———
Los Bibliotecarios en prácticas estaban al rededor del libro de recortes cuchicheando de nuevo, pero está vez con más cuidado de que Eve no los viese.
—Ya sabes Cass, a toda prisa y salimos hacia la biblioteca. Jacob, tu distráela— Cuando se empeñaba en algo, Ezekiel podía llegar a ser incluso metódico.
—Creo que robarle el carnet de identidad es demasiado, Zeke— comentó Cassandra indecisa.
—Definitivamente es demasiado— corroboró Jacob.
—Vamos, amigo, ni siquiera se dará cuenta, lo devolveré antes de que pueda notarlo.
—Que conste que no apoyo esto en absoluto — repitió Jacob con seriedad.
—Ahí está, vamos— susurró con prisa Ezekiel cuando entró Eve.
Jake fue automaticamente hacia ella para distraerla, en el fondo la curiosidad les podía a todos.
—¡Eve! ¿Qué tal?— dijo con su tono más amigable —le hemos echado un ojo al libro...
Entonces Ezekiel y Cassandra salieron corriendo del anexo como si hubiesen olvidado algo, pasando por el lado de Eve. El ladrón chocó levemente con ella "perdona, llevamos prisa" se disculpó sin detenerse.
Con ese pequeño movimiento fue suficiente para robar la cartera.
Jacob continuó hablando "lo que decía sobre el libro de recortes..." Pero Eve le interrumpió ladeando la cabeza.
—No te esfuerces, Jake— puso los brazos en jarras y unos segundos después levantó la mano para señalar la puerta tras ella.
Por donde habían salido, Ezekiel y Cassandra volvieron a entrar uno con frustración y otra con decepción.
—¿Cómo lo sabías? No hay manera de que lo supieses, es trampa.
Aún de espaldas a ellos Eve sonrió, le dirigió una miradita acusativa a Jacob y se acercó al otro chico para recuperar su cartera.
—Soy vuestra guardiana, os conozco demasiado bien como para caer en algo así.
—Nadie engaña a Ezekiel Jones— se quejó levantando la cartera en una mano y un papel rectangular, que había sacado de donde debía estar el carnet, en la otra —era una jugada perfecta.
Eve le quitó la cartera de las manos, se sacó el verdadero carnet del bolsillo del pecho de la chaqueta, lo guardo en su lugar y salió de nuevo intentando permanecer seria sin reírse o al menos sonriendo discretamente hasta estar fuera del anexo.
—¿Y bien?— quiso saber Jacob
—Es demasiado buena— se quejó una vez más él mientras le daba el papel.
—Sabía que intentaríamos esto y se nos ha adelantado— concluyó Cassandra señalando la nota.
Podía leerse "Solamente Eve B. Baird", escrito a bolígrafo azul ante lo que Stone también suspiró.
Jenkins, que había estado observando la escena en silencio, se abstuvo de hacer ningún comentario pero sí que levantó la vista hacia los tres individuos, esbozó una leve sonrisa y siguió con sus cosas. Por lo que aquella mirada les bastó a los tres para sentir al hombre riéndose de ellos de la forma más cínica posible.
———
Habían pasado las últimas seis horas intentando recuperar un artefacto y lo único que habían conseguido era terminar atados, de forma más literal de lo que todos esperaban.
Eve y Flynn llevaban anclados juntos a la Biblioteca varios meses, por lo que cuando una chica que ni siquiera podría considerarse conjuradora aficionada los amenazó con una atadura no lo tomaron enserio. Imaginaban que por el tipo de conjuro que era, como mucho su vínculo se haría más fuerte de forma temporal o incluso que sus pensamientos se cruzarían accidental y putualmente. Por el contrario, ahora tenían un hilo rojo que ataba la muñeca derecha de Flynn a la izquierda de Eve. Los otros tres Bibliotecarios habían intentado de todo para romperlo, desde unas tijeras comunes hasta un pequeño conjuro que le habían permitido hacer a Cassandra pero que tampoco surtió efecto por lo que tuvieron que regresar al anexo.
—Sigo sin entender cómo han llegado a esto— masgullaba Jenkins pasando las páginas de un libro.
—No esperábamos que fuese una atadura en este sentido— se defendió Flynn.
—Señor Carsen, ¿Qué otra cosa podrían significar las palabras "os ataré el uno al otro con este hechizo", más que ataros el uno con el otro?
—En cualquier caso— intervino Eve aún pegada a su Bibliotecario —¿Sabes cómo deshacerlo?
—Por su puesto que sé deshacer el amarre equivoco de una aficionada— contestó el hombre— sólo tengo que recordar las palabras... Aquí está.
Jenkins señaló la página que acababa de leer y le pidió a la señorita Cillian que le trajese ciertos componentes.
Cuando ya lo tuvo todo y había explicado el procedimiento, empezó a recitar las palabras.
Los otros tres Bibliotecarios estaban alrededor de ellos, observando con atención pues no todos los días el custodiador hacía una demostración de magia, lo que la hacía bastante interesante por pequeña que fuese.
—Ya sólo queda que escriban sus nombres— anunció Jenkins.
"Flynn Carsen" escribió él con dificultad ya que ser diestro y estar atado por la mano derecha era una mala combinación.
"Eve Baird" escribió a continuación ella con plena facilidad en su respectivo papel.
Jenkins encendió una cerilla y prendió el papel de Flynn, después acercó la llama al papel de Eve pero este no prendía.
—Que extraño. ¿Coronel, lo ha escrito bien?
—Pues claro, sé escribir mi nombre— dijo ella hasta que pareció recordar algo —Necesitas mi nombre completo ¿cierto?
Jenkins dudó unos segundos, no estaba seguro de que fuese necesario pero era el único detalle que podía fallar así que asintió.
Eve rodó los ojos y se inclinó a por otro papel.
Por su parte, Flynn la miró expectante, deseando que no los obligase a cerrar los ojos o algo por el estilo. La mujer pareció leerle la mente porque se giró y lo observó unos segundos.
—Puedes leer el papel con tranquilidad, Flynn. No os voy a hacer daros la vuelta.
Al parecer la atadura si había tenido cierto efecto más allá del hilo rojo visible.
Agarró la pluma y escribió con letra firme y clara "Eve Becca Baird".
Flynn miró el papel, luego la miró a ella y volvió a mirar el papel.
Antes de que cierto bibliotecario pudiese decir ninguna tontería, Jenkins continuó con el ritual, primero acercó la llama al nuevo pedazo de papel de Eve que esta vez si ardió. Después, con la llama de ambos recortes prendió el hilo justo por la mitad. La llama empezó a quemar los pocos centímetros de hilo entre los dos y poco a poco el hilo que rodeaba sus muñecas se envolvió también en un tenue fuego que no les quemaba. Finalmente la escasa ceniza que quedaba en sus manos calló al suelo y pudieron separarse.
—No debería tener efectos secundarios así que ya estaría— dijo Jenkins —Y la próxima vez que una conjuradora les amenace con un hechizo tan obvio, no dejen que... bueno, les hechice.
Se fue a terminar lo que había estado haciendo antes de que le interrumpiesen para aquello de la atadura así que una vez Bibliotecarios y guardiana estuvieron a solas, todos se volvieron hacia Eve.
—¿Becca?— preguntó con cierta incredulidad Flynn —¿Te llamas Becca Baird?
—Eve Becca Baird— lo corrigió ella haciendo hincapié en lo primero.
—La verdad, me esperaba algo más extravagante— reconoció Stone.
—Ha sido demasiada expectación— se quejó Ezekiel.
—Es decir, Becca es... Becca es un nombre muy bonito— añadió Flynn en su mejor intento.
Eve se rió entre dientes, ya se esperaba las reacciones de cada uno.
—Reconozco que me había gustado lo de un nombre navideño— comentó Cassandra —creía que sería Befana.
Arqueando las cejas Eve preguntó —¿Por qué Befana?
—Bueno, tú cumpleaños es en Navidad, hablas italiano y suena antiguo... Era perfecto— dijo Stone.
—Desde luego mis padres no eran tan originales, Becca simplemente es el nombre de mi abuela.
Hubo una sorpresa colectiva y se miraron entre sí, ¿cómo no se le había ocurrido una posibilidad así de fácil antes? A veces un trabajo como el suyo les hacía pensar demasiado y maquinar posibilidades complicadas cuando la respuesta era tan simple como aquella.
Eve se rió por última vez y salió del anexo para ir a la Biblioteca, al fin y al cabo aún había una bruja aficionada suelta a por la que tendrían que ir más tarde.
Jenkins y ella volvieron a encontrarse mientras buscaban algún amuleto que evitase futuras ataduras.
—Posiblemente no sea asunto mío— dijo Jenkins después de un rato de silencio —pero Coronel Baird, ¿por qué insistía tanto en mantener su nombre oculto?
—La verdad es que no me gusta ese nombre aunque tampoco es para tanto— respondió ella sin darle demasiada importancia —Al principio fue instintivo, la costumbre de mantener mi privacidad en el ejército pero estos cuatro se veían tan curiosos que terminó siendo divertido.
Jenkins se rió por lo bajo, a él también había llegado a picarle la curiosidad por todo aquel asunto pero había disfrutado más de ver los ridículos intentos de los Bibliotecarios por averiguar algo tan simple. Aquellos genios podían llegar a ser los más tontos si se lo proponían. Y por su puesto tanto él como Baird se aprovechaban de ello de las formas más divertidas posible.
Eve, seguida del anciano, regresó con los demás con una especie de colgantes en la mano y los fue repartiendo. Sólo quedaba que Flynn volviese de donde quisiera que se había metido y podrían volver a cruzar la puerta mágica para intentar terminar con las travesuras de aquella accidentada bruja.
Apareció desde la otra entrada del anexo, con varios grimorios en los brazos listo para irse —Bien, pues si ya está todo, ¡Vámonos, Becca!
Al escuchar el nombre, Eve se volvió y le dedicó una mirada tan intensa a Flynn que los cuatro Bibliotecarios se estremecieron, incluso Jenkins que iba a hacerse a por los grimorios prefirió quedarse quieto al otro lado.
Pasados unos segundos Eve volvió a girarse y a hablar con naturalidad —Con estos amuletos debería ser suficiente para que no nos aten de nuevo— pero ya habían entendido el mensaje y con aquello bastó para que nadie volviese a pronunciar el nombre nunca.