Chapter Text
Yamaguchi y Tsukishima son diferentes pero al mismo tiempo son iguales, no sabían cómo podía ser eso posible al mismo tiempo pero lo era.
Ellos veían más similitudes que diferencias, entre ellas era que ambos eran altos, tenían el mismo humor, eran introvertidos y compartían gusto por la misma música y series.
Sin embargo parece que la gente no ve eso porque solo ven las diferencias, como que Yamaguchi es más amable y Tsukishima no, que Yamaguchi es muy nervioso y Tsukishima no; Yamaguchi siempre está sonriendo y de buen humor, además de que es muy comprensible por lo que es fácil acercarse a él, cosa que no pasa con Tsukishima y la más importante, Yamaguchi era omega y Tsukishima alfa.
Todo el tiempo que se llevan conociendo han escuchado eso, así que ya estaban acostumbrados.
— ¿Son novios?
Una de las preguntas que más les hacían es si eran novios, siempre estaban juntos o enviándose mensajes, siempre se contaban todo, si le decías algo a Yamaguchi era seguro que Tsukishima sabría y viceversa, donde estaba uno era seguro que el otro estaba cerca.
— No.
Pero no lo eran y cuando decían que no otra vez venía esa mirada de confusión, no se lo esperaban pues además de la cercanía, siempre olían al otro o combinados.
Durante el primer año, amigos y compañeros del equipo creían que su relación era algo rara, siempre decían que no eran novios pero actuaban y parecía que lo fueran, tal vez solo se gustaban y ocupaban tiempo para darse cuenta.
En el primer año aquellos dos estaban por completo en su mundo, con el pasar del tiempo se fueron integrando más al equipo -en especial Yamaguchi- y conforme el tiempo pasaba el equipo cada vez entendía menos la dinámica y relación de aquellos dos.
— Así son ellos.
Sugawara dijo una vez, una frase simple y corta pero poco a poco la fueron adoptando todos cuando alguien ajeno les preguntaba por Tsukishima y Yamaguchi.
No era sorpresa ni novedad que cuando iban a campamentos aquellos dos siempre estuvieran cerca o juntos, excepto a la hora de dormir, los alfas debían dormir separados, solo los omegas y betas podían dormir en la misma habitación.
Como siempre Kageyama y Hinata peleaban antes de dormir, en su desespero y hartazgo Sugawara los cambió de lugar. A Yamaguchi aún le sorprendía saber que Kageyama era beta, cuando lo vio por primera vez pensó que era alfa.
Como aquel dúo no dejaba de pelear mandaron a Hinata a que durmiera hasta el otro lado de la habitación, justo donde estaba él.
Hinata durmió tan cómodo esa noche, Yamaguchi olía a fresa, pero no solo a fresa sino como a esa leche de fresa que venían en los cartones de leche, dulce y suave.
En la madrugada entreabrió un poco los ojos y vio a Yamaguchi que lo estaba abrazando del brazo, aún estaba medio dormido así que pensó que era un sueño y simplemente cerró los ojos, aún faltaba tiempo para despertar.
La luz en la habitación empezó aparecer y como ese lugar estaba cerca de la pared y ventana la luz le daba directamente en la cara, intentó moverse para girarse pero le fue imposible, se sentía pesado, abrió levemente los ojos y Yamaguchi que anteriormente había estado abrazando su brazo ahora lo abrazaba por el pecho, babeando un poco.
Parpadeó confuso un par de veces pues pensó que lo de hace rato había sido un sueño, al querer apartarlo solo sintió como se aferró más a él haciendo que se sonrojara, ¿qué hacía? Estaba empezando a ponerse nervioso, jamás había estado tan cerca de Yamaguchi, incluso podía sentir su respiración.
Se perdió un poco viéndolo, estaba encima de él, ¿qué otra cosa podía hacer? Ya había visto a Yamaguchi muchas veces, lo veía casi a diario, si no era en los entrenamientos era simplemente en los pasillos.
Era la primera vez que lo tenía tan cerca, ya sabía que tenía pecas pero verlas de cerca era otra cosa, eran hipnóticas y su vista bajo a sus labios, estaban ligeramente entreabiertos, se veían delicados y suaves.
— ¡Hora de despertar!
Gritó el entrenador mientras abría la puerta, todos se quejaron y algunos se escondieron en las frazadas, Yamaguchi iba a hacer lo mismo pero como no sentía la frazada cerca iba a agarrar lo que creía que era una almohada pero al tomarlo no se sintió como una, confundido abrió los ojos y vio el pecho de alguien, acababa de despertar así que no estaba funcionando correctamente, alzó la cabeza pensando que era Tsukki pero vio el rostro de Hinata.
Entonces recordó que Tsukki ni siquiera estaba ahí.
En un principio ninguno reaccionó, se quedaron viéndose sin decir nada, fue hasta que Nishinoya soltó un gran bostezo que reaccionaron y se separaron, como todos apenas estaban despertando no se dieron cuenta.
— Lo-... Lo siento, Hinata... —Fue lo primero que dijo cuando acomodaba su futón, lo dijo sin verlo porque aún se sentía avergonzado.
— Está bien... —Igual dijo sin verlo.
Ambos se sentían avergonzados, era muy evidente, apenas y tenían contacto visual miraban a otro lado.
Durante el entrenamiento por suerte jugaron separados, eso hizo que Hinata pudiera concentrarse más.
Fue así hasta que estuvieron en el vestidor, Yamaguchi se quitó la camisa y Hinata vio que tenía pecas en la espalda, se habían cambiado muchas veces y hasta ahora se daba cuenta de eso.
La piel de Yamaguchi se miraba suave, delicada y sensible... ¿En qué estaba pensando?
Terminó de cambiarse, cerró el locker de golpe y apoyó su cabeza, intentando pensar en otra cosa que no fuera el pecoso.
Cuando llegó otra vez la hora de dormir Hinata estaba mentalizándose para pelear con Kageyama pero para evitar peleas lo mandaron otra vez a dormir en el lugar de ayer. Tampoco era como si realmente quisiera evitar a Yamaguchi, solo que esto que sentía era nuevo y desconocido, lo hacía sentir un poco abrumado.
Terminó acostándose en el mismo futón a un lado de Tadashi, se acomodaba cuando vio como Yamaguchi parecía poner varias almohadas entre ellos, haciendo una especie de pared.
— ¿Qué haces? —La pregunta no era que hacía, sino porque lo hacía.
— Oh, Es que... Ayer dormí casi encima de ti y no quiero molestarte. —Entendió la verdadera intención de la pregunta así que decidió explicarle, aún se sentía algo avergonzado.
— No me molesta. —Respondió de forma automática y carraspeó cuando se dio cuenta. — Digo... No lo hiciste a propósito. —De hecho no lo veía mal ni se sentía incómodo o molesto, era mil veces mejor que dormir cerca de Kageyama.
— ¿Pero y si me vuelvo a dormir encima de ti...? —Como tal no le incomodaba si volvía a pasar -que era lo más probable- si no que se sentía avergonzado por lo cómodo que fue.
— Está bien.
Quitó las almohadas que había entre ellos y al dormir volvió a pasar.
Tadashi se volteó del lado de la pared y abrazó una almohada para evitar lo más posible abrazar a Hinata, pero al quedar completamente dormido no tenía control de su cuerpo, dejó de abrazar la almohada y al igual que ayer primero abrazó el brazo de Hinata, luego su torso, hasta que quedó acurrucado.
Hinata no lo sintió, simplemente iba a girarse para buscar una posición más cómoda cuando algo se lo impidió, entreabrió los ojos y vio que era Yamaguchi, tal vez era porque era madrugada y estaba más dormido que despierto o porque Tadashi era realmente suave como parecía, pero igual lo abrazó.
Ese campamento fue el último del primer año.
Al iniciar el segundo año hubo algunos cambios, el principal fue que ahora Daichi, Sugawara, Asahi y Kiyoko ya no estaban y habían nuevos miembros de primer año en el equipo.
Además, ahora los de segundo año se podría decir que se habían hecho más cercanos, sobre todo Hinata y Yamaguchi, a nadie le sorprendía, ambos eran omegas así que lo veían bastante normal y predecible.
— ¿Qué ves? —Preguntó Tsukishima cuando vio a su amigo que no dejaba de sonreír a su celular.
— Oh, nada. Hinata me mandó algo.
— ¿Desde cuándo Hinata y tú son amigos?
— Creo que desde el campamento.
Tadashi no tenía secretos con Kei, se conocían desde hace años y eso hacía casi imposible que tuvieran secretos cuando se conocían tan bien. No le dijo que durmió con Hinata, no había una razón en particular, no lo veía relevante.
Y en el entrenamiento Yamaguchi solía irse con Hinata o Hinata solía buscar a Yamaguchi.
Al principio no fue muy relevante para Tsukishima, ni cuenta se había dado pero conforme los entrenamientos pasaban eran más y más evidente.
— Parece que Hinata y Yamaguchi ahora son más amigos. —Kageyama habló mientras guardaba unos balones, estaba cerca del rubio.
Miró a aquellos dos viendo que Hinata dijo algo y Tadashi rió mientras se cubría la boca.
— ¿Cómo pasó? —Eso era lo que más le llamaba la atención, al empezar el segundo año de la nada esos dos ya eran amigos.
— Oh cierto, no estabas en la habitación. —Recordó. —En el último campamento les tocó dormir juntos.
— ¿Qué...? —Volteó a verlo sorprendido.
— ¿No te dijo? —Vio la cara de confusión del más alto, era obvio que no. — Yamaguchi parecía un koala abrazando a Hinata. —Abrazó el balón imitando el suceso.
Tsukishima claro que sabía del peculiar hábito de su amigo -siempre era la víctima- creyó que solo lo hacía con él.
En la privacidad y comodidad de la habitación de Tadashi se encontraban los dos amigos.
Tsukishima estaba sentado en el suelo y Yamaguchi acostado viendo las estrellas que tenía adornando su techo. El rubio veía su celular sin mucho interés, hasta que volteó con su amigo, vio su perfil y como parecía concentrado en las estrellas, como si no las viera todas las noches antes de dormir.
— Kageyama me dijo que Hinata y tú durmieron juntos en el campamento. —Soltó simple y volviendo la vista a su celular.
— Ah, sí. —Se volteó quedando boca arriba en la cama, apoyándose en sus codos. — Aquellos dos no dejaban de pelear así que cambiaron a Hinata a donde estaba, pensé que eras tú y lo abracé, qué vergüenza... —Dijo sonrojándose y llevándose ambas manos a su rostro.
A decir verdad no le sorprendía que soltó aquello de la nada, Tsukishima solía ser muy directo.
— También parece que se hicieron más cercanos.
— ¿Sí? —No lo creía. —Solo intercambiamos números, no lo tenía hasta ese día en el campamento. —Respondió sin mucho interés y como si no fuera la gran cosa.
De nuevo hubo silencio, no era raro que hubieran silencios entre ellos, de hecho era bastante normal, otra cosa en común de ellos.
Kei nuevamente volteó a ver a su amigo, vio su perfil ya que seguía concentrado en las estrellas, sonrió ligeramente y acercó su rostro, una vez que estuvo bastante cerca Tadashi también volteó y juntó sus labios con los del otro en un beso.
— Mi celo llegará en dos semanas... ¿Me vas a ayudar? —Preguntó algo tímido el pecoso, pues desde que ambos empezaron con sus calores por alguna razón se ayudaban mutuamente, lo que empezó como broma empezó a hacerse constante.
— No necesitas preguntar.
