Chapter 1: Nueva escuela, nueva vida
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He olvidado la última vez que sentí sus brazos rodear mi cintura, he olvidado su aliento en mi cuello y los besos que me dabas, lo he olvidado todo.
He olvidado las caricias que me dabas en mi rostro, el olor de su cabello y he quemado la sudadera que me regalaste por mi cumpleaños. No voy a mentir, extraño todo eso, pero es hora de pasar página, no debo sentir pena por alguien tan horrible como tú, tan desalmado…
Mientras estaba en el aeropuerto vi como varios policías te intentaron llevar a rastras, mientras que yo te ignoraba y salía por la puerta de embarque, todo fue tan rápido, tan veloz, nunca supe que alguien me podría arruinar la vida tan rápido.
XXX
Al abrir mi nueva casa con las nuevas llaves, una sonrisa se expandió por mi cara de inmediato. Era enorme, una casa preciosa ni más ni menos, ya tenía muebles y había un sobre de dinero en la encimera con… ¡¿17.000 yenes?! (100 dólares), siempre supe que mi tía no era muy humilde que digamos, pero no me esperara que esa sea mi paga del mes… Había una pequeña nota; “Arriba a la izquierda es tu cuarto, ¡todo tuyo!”, sonreí y dejé todo en su sitio, incluso el dinero, luego lo tomaría.
Subí las escaleras rápidamente para poder encontrarme con lo que sería mi nuevo lugar de trabajo y de descanso, era precioso! Con detalles azules de todas las clases, se notaba que era mi habitación de cuando era pequeña pero completamente remodelada, aunque algunos recuerdos surgían de la nada cuando veía esas paredes pintadas con mar y nubes. Desempaqué todo lo que tenía que desempacar, desde mis mangas, mi ropa, hasta mi instrumento que de vez en cuando toco, el bajo. No es que sea la mejor del mundo, pero es divertido tocar de vez en cuando.
Encima de la cama estaba el uniforme de mi escuela, debido a que tenía unos kilos de más, la talla era L, como le había indicado a mi tía. Me lo probé; era precioso, el típico uniforme japonés, aunque siempre fui de Japón, nunca tuve uno tan lindo, después de todo, mi escuela tampoco era muy refinada, no como la que iré ahora, que es privada.
Todo estaba hecho, ya había desempacado las cosas y todo estaba en su sitio como debería estar. Miré a mi alrededor y me senté en mi cama, suspirando. “¿Por qué tuvo que pasar así?” Pensé; sin embargo, no podía deprimirme todo el tiempo, eso ya pasó hace unos 2 años y el periodo de tristeza ya lo he pasado.
Al mirar por la ventana me di cuenta del buen día que hacía, así que decidí vestirme con mi ropa casual, tomar mi bolso y poner mi teléfono, auriculares, llaves y mi cartera. Bajé rápidamente las escaleras, casi cayéndome de ellas por la velocidad que llevaba; sin embargo, pude salir de la casa, cerré la puerta con llave y empecé a andar tranquilamente.
El sol daba con fuerza, no había nubes en el cielo y se podía respirar aire puro, aunque estuviese en Tokio, sentía que era más puro que mi pueblo… saque mis auriculares de mi bolso y me los puse, empezando a escuchar “Idol” de “Yaosabi”, una canción de uno de mis animes favoritos, sin embargo, mientras andaba con tranquilidad, me encontré a un chico en una esquina de cuclillas, estaba de espaldas a mí, pues no pude verle la cara, sin embargo, vi un cabello largo rosa, si no fuera por el uniforme masculino pensaría que es una mujer. Intentó ignorarlo, sin embargo, unas dos chicas de pelo rubio con el pelo tintado aparecieron de la nada y se empezaron a meterse con él por su aspecto femenino.
“Eh tú, princesita!” Al escuchar eso me paré, y miré de reojo, frunciendo un poco el ceño.
“¿A-Ahora qué queréis?” Preguntó con una voz temblorosa, mientras escondía al gato.
“Tranquiilo, no te haremos nada.” Las chicas rieron suavemente y se agacharon para estar a su altura. “Simplemente, hemos recordado que nos debes dinero. Y queremos que nos lo devuelvas.”
“Pero ya os lo ‘devolví’ la semana pasada… No me queda dinero.”
Las chicas lo miraron de arriba a abajo, pero al darse cuenta de mi mirada punzante fijándose en ellas suspiraron y empezaron a cuchichear mientras se iban alejando poco a poco. Mi mirada se paró en la del chico, cruzándolas, sus mejillas se sonrojaron de la vergüenza y me acerqué a él, extendiendo mi mano.
“Oye… ¿Estás bien?” El chico asintió suavemente mientras tomaba mi mano y se ponía de pie.
“S-Si… Muchas gracias… Eh… ¿Cómo te llamas?”
“T/A. T/A T/N, ¿Y tú?”“Otohiko Meichi…” Miró por donde se habían ido las chicas. “Muchas gracias por ahuyentarlas… de verdad, estaba aterrado, ya me han quitado el dinero 2 meses seguidos.”
“No te preocupes, pero creo que deberías hacer algo al respecto… No es normal lo que te hacen.” Fruncí el ceño un poco, recordando cosas del pasado. “En fin… Creo que ya puedes soltar mi mano.” Dije con una sonrisa
Él, que no se dio cuenta de ese pequeño error, la quitó rápidamente, con la cara sonrojada de nuevo. “Ah! Disculpa…”
“Nada, no te preocupes… Bueno, ya me iba.” Me despedí de él, realmente quería conocer la ciudad, sin embargo, al intentar darme la vuelta y seguir mi camino noté como su mano volvía a tomar la mía.
“Espera!” Al darse cuenta de lo que hizo, la quitó. “P-Perdón… Es que… No te conozco, pero me has caído muy bien… ¿Eres nueva aquí en la ciudad?”
“Eh… Sí, soy nueva” Respondí, extrañada.
“Si quieres puedo enseñarte la ciudad… N-No digo que tengas que aceptar! Pero, quería devolverte el favor.
“Pues sí, muchas gracias, iba a dar una vuelta por ahí y ver las cafeterías y tiendas, pero mejor si tengo un guía.” Le sonreí, él me sonrío de vuelta “Y dime, ¿has vivido mucho aquí?
Después de hacer esa pregunta, nuestra guía turística de la ciudad empezó, o al menos, el pequeño pueblo de Tokio, donde están la mayoría de nuestras casas y la escuela, me preguntó si iba a ir a Akademi High School y dije que si, al parecer, íbamos a la misma, ¡Qué casualidad!, aunque tampoco es que haya muchas en Buraza Town… Me enseñó un maid café en donde algunas alumnas trabajan por las tardes, una peluquería, una tienda de herramientas, etc. Al terminar la visita ya eran las 19:00 De la tarde y se estaba a punto de oscurecer, me despedí de él y me fui a mi casa, utilizando el Google Maps, porque ni loca le daba mi ubicación a un desconocido, me da igual que diga que es de mi escuela.
Cuando llegué sobre las 19:15 mi tía no llegaba aún, así que me puse el pijama y empecé a ver un poco la página web del instituto, había chismes, chismes y más chismes, parecía un foro casual, no del instituto. Navegué por internet un rato y terminé apagando el ordenador, ya eran las 21:00 y no llegaba. Sin embargo, un mensaje llegó a mi teléfono, era mi tía, diciendo que tardará unas horas en llegar y que me prepare la cena. Suspiré, bajé, me preparé una tortilla y me senté para empezar a comerla. Hoy había sido un buen día, por haber decidido que hacía un buen día para salir de casa ya había hecho un amigo, además, me sabía casi toda la ciudad. Al terminar fregué lo que había y me subí para ir a dormir. Era temprano, sí, pero hoy había andado tanto que tenía un graan sueño.
No puedo esperar a que sea mañana.
Chapter 2: El comienzo
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Mi alarma sonó con fuerza ese sonido que, por alguna razón, puse para que me molestara y me levantara. Abrí mis ojos con pereza y me estiré, observando por la ventana el lindo día que hacía, escuchaba cantar las aves de la mañana, una sonrisa se clavó en mi rostro, ese cambio de aires me había sentado bien, después de todo no iba a ser tan malo.
Me senté en la cama y de ahí me levanté, tomando el uniforme y poniéndomelo, sin no antes ir al baño y lavarme la cara y hacer mis necesidades. Tomé los auriculares que tenía en mi bolso y me puse una playlist que tenía guardada desde que me instalé Spotify. Con la ilusión de ver a mi tía bajé las escaleras corriendo, sin embargo, no la vi. Solo había un desayuno japonés tradicional y otra nota que, al leerla, ponía; “Buenos días. No sé si te lo mencioné, pero trabajo de mañanas a noches, así que si en algún momento libro no dudes en llamarme para pasar el día juntas ^^”
Suspiré y guardé la nota, sentándome en la mesa de la cocina a comerme ese delicioso desayuno, estaba algo frío, pero no me importaba, estaba delicioso no, lo siguiente. Al terminar me despedí de quien sea y me dispuse a ir a mi nuevo instituto. Saqué el teléfono y miré en Google Maps la dirección de la academia, aunque Otohiko me la haya explicado ayer necesitaba verlo, cosa que no sirvió para mucho, pues me terminé perdiendo.
Me rendí, me senté en un banco que había cerca y puse las manos en mi cara, apoyándola en ellas. Estuve unos 5 minutos así, pensando en qué hacer, hasta que noté que una mano se ponía ante mí. Alcé la mirada, y nada más alzarla, mis ojos se quedaron maravillados con la belleza que estaba delante de mí
Mis mejillas se sonrojaron al verle.
“Hey… Estás bien?” Me preguntó, tenía una voz no muy grave, era más dulce que eso, pero a la vez no tenía tono de un niño, sino de un adulto.
“E-Eh… ¡Sí!, Estoy bien… Bueno… Más o menos… ¿De casualidad eres de la Akademi High School?”
“Sí, lo soy. ¿Te has perdido?”
“Sí… ¿Me podrías guiar?, de verdad no tengo ni idea de donde estoy ni de a donde ir, acabo de llegar.” Le respondí, mientas que me rascaba un poco la cabeza de la vergüenza, tenía un cabello naranja hermoso.
“Vaya, hacía tiempo que no llegaban alumnos nuevos.” Me sonrió un poco sin mostrar los dientes. “Claro que te puedo guiar.”
Me levanté y comenzamos a andar. Aunque yo estaba totalmente interesada en él, él no parecía tener ningún interés en mí, solamente vio a una persona sola e intentó ayudarla, intenté sacar tema de conversación, pero él respondía y se callaba, aunque no era cortante, simplemente… Parecía no tener ganas de hablar. Me terminé callada y seguimos andando hasta llegar a un gran edificio con muchos árboles de cerezo y una fuente en medio. Era… Precioso. El edificio era enorme, se notaba la cantidad de dinero que habían invertido en él. Mis ojos brillaron y una sonrisa se plasmó en mi rostro, noté la mirada del chico que me había ayudado, mirándome fijamente. Al estar ya unos 2 minutos le miré de vuelta, vi que rápidamente se sonrojó y frunció el ceño.
“Eh…” Intentó decir algo, pero las palabras no querían salir de su boca. “(Mierda, mierda, mierda, mierda, es ella)” Pensaba. “Soy… Soy Osano. Osano Najimi.” Luego de eso tosió un poco. “B-Bueno… Adiós.” Y se fue rápidamente. Intenté pararle, pero era demasiado tarde, ya se había ido con su amigo y se había escabullido entre la gente.
Suspiré. “Mierda… ¿Ahora qué hago?” Susurraba, empezando a caminar hacia el gran edificio, la gente me observaba con la ceja levantada, algunos parecían que querían carne fresca y otros simplemente por curiosidad, aunque había algunos que les daba igual. Vi la nota de donde está cada una de las casillas de la gente, al divisar la mía fui a cambiarme los zapatos y empezar a investigar la escuela.
Caminé hasta el patio principal, había otra fuente y un chico leyendo en ella, además de mucha gente charlando o paseando, no pasaron ni 3 minutos desde que entré a la escuela y ya sentía una mano en el hombro, me di la vuelta con rapidez.
“¡Ah! D-Disculpa, ¿Te asusté? No era mi intención…” Al verle la cara no pude evitar reconocerle, era el chico de ayer, el que me enseñó la ciudad
“¡Otohiko! Vaya, no sabía que iba a verte el primer día” Le sonreí suavemente, él me sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas, era tierno, no lo podía negar, sin embargo, demasiado tímido para ser mi tipo.
“N-Normalmente estoy en el patio, por si algún día quieres venir a… No sé, charlar o algo…”
“¡Claro que sí! Si necesitas cualquier cosa me avisas.” Subí el pulgar, él rió un poco y lo subió también, parecía muy agradable, aunque ayer indagué un poco sobre él en el foro y tiene un poco baja la reputación.
Me despedí de él con una sonrisa y caminé fuera del patio, relajando un poco mi cara y viendo los clubes, el primer club que vi fue el drama, había máscaras y guantes, además de una pila de accesorios y disfraces, noté una presencia en mi espalda y me di la vuelta con curiosidad. No me dio tiempo a pensar.
“¡Bienvenida al club de drama! Soy Kizano Sunobu, aunque para ti, honey, soy el presidente del club de drama o teatro”
Se presentó, a mí me tomó de sorpresa tanta energía de golpe, su larga melena color morada resaltaba sus rasgos refinados, se notaba que era de buena familia. Tardé un poco en responder por la sorpresa.
“¡Ah!, es un placer conocerte Kizano” Hice una pequeña reverencia “Soy T/N T/A, soy nueva en la academia.”
“Encantado de conocerla.” Tomó mi mano suavemente y la besó con cuidado, menos mal que mis manos estaban limpias, igualmente, mi mente se paró un segundo al sentir sus labios posados en mi piel. Al despegar sus labios subió su mirada para mirar mi rostro totalmente rojo. “Disculpa, ¿Me he pasado? Es la costumbre, en mi club somos muy… Cercanos a nuestros compañeros.”
Al sentir como quita su mano de la mía pude respirar de nuevo.
“N-No importa…” Rasqué mi mejilla, intentando bajar mi sonrojo.
“Y dime, ¿estás interesada en unirte? Eres bella… ¿Usas gloss?”
“No, normalmente solo lo uso para salir…” Miré a otro lado.
“Tus labios son hermosos, con todo respeto, sería un placer si te quieres unir.” Insistió.
“Lo siento, como acabo de llegar, aún estoy investigando clubes… Sin embargo, si no veo uno que me interese, puede que me una.”
“Sería un honor que lo hiciese… Le daría un papel principal para mis obras.”
“Muchísimas gracias, de verdad… Bueno, debo irme a investigar el instituto, pero ha sido un placer hablar contigo.”
“El placer es mío, honey, si en algún momento te quieres unir solo habla conmigo.”
“Eso haré, gracias.”
Y al decir eso me fui de la sala, buscando el baño para echarme agua en la cara, estaba roja como un tomate, cuando iba a entrar escuché a unas chicas en el baño, no me gusta el chisme, pero noté que dijeron ‘Chica nueva’ y no pude evitar quedarme a un lado a escuchar.
“Sí… Una chica nueva, no te parece extraño que a mitad de año la hayan unido?” Era la voz de las chicas que estaban molestando a Otohiko.
“Mi padre no me pudo decir nada, pero creo que no es tema de Bullying… Creo que es un asesinato que hubo y estaba en peligro”
“¡¡Uyy!! ¡¡Qué Miedo!!”
Mis músculos se congelaron, no podía escuchar más y me fui de ahí, mi cara ya no estaba roja, estaba seria. No, enfadada, ¿quiénes eran ellas para meterse en la vida de la gente que no les incumbe? Malditas rubias teñidas… Caminé con un aura de ira por los pasillos, gracias al cielo que no había nadie pasando por ahí, menos un chico, me lo enontré de frente y se paró al verme.
“Eh… Quieres algo de comer? Son recién hechos” Alcé la mirada (de nuevo) Y me lo encontré, mi ira desapareció. Era muy, muy lindo, tenía una bandeja con salchichas en forma de pulpitos y un pañuelo de color azul en la cabeza, con unos ojos verdes que parecían una hierva.
“...Sí, muchas gracias.” Tomé uno y me lo metí a la boca, empezando a masticar. Nada más me lo tragué, mi estado de ánimo cambió a uno positivo “Wow, ¡está delicioso!”
“¡Gracias!, Oye… ¿Te ha pasado algo? Te ves muy enfadada.”
“Bueno… Fui al baño y vi unas chicas hablando de mí…-”
“De casualidad son rubias con mechones de colores?” Puso una cara de Póker, mientras que alzaba la deja, yo asentí. “No les hagas caso… Se meten con todo el instituto, el padre de una es una persona importante y manipula todo, cualquier cosa que hayan dicho seguro que no tienen razón.”
Nos miramos a los ojos durante unos segundos y los aparté, con una sonrisa.
“Gracias… Oye, cómo te llamas?”
“Amao, y tú?
Dovesilver (Guest) on Chapter 1 Fri 03 Oct 2025 06:05PM UTC
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