Chapter 1: El inicio de la maldición
Chapter Text
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Dedsafío siempre daba la impresión de ser un lugar tranquilo. Desde fuera, parecía una comunidad en calma, llena de risas, misiones y pequeñas rutinas. Pero bajo esa apariencia pacífica, la supervivencia era la verdadera ley. Cada día podía ser el último, y sin embargo, sus habitantes ya se habían acostumbrado al caos. Algunos roleaban, otros farmeaban o se lanzaban a peligrosas misiones, encontrando que nada los amenazaba realmente.
Pero en un rincón lejano, oculto incluso de la vista de los dioses, alguien observaba con desdén aquella paz artificial. Revil, un ser que habitaba en las sombras del mundo, contemplaba a los jugadores con una sonrisa torcida.
Desde su trono de oscuridad, veía cómo las aldeas florecían, cómo las risas llenaban el aire… y aquello le parecía insoportablemente aburrido. La calma era su peor enemigo. Quería caos, desesperación, desorden. Quería recordarles quién tenía el control.
Una idea se formó en su mente, tan cruel como brillante. Una maldición. No una muerte, ni un castigo directo… sino algo más retorcido, más lento, más personal. Algo que los atarían unos a otros de formas que no comprenderían hasta que fuera demasiado tarde.
Pero aún no. Esperaría el momento justo.
Mientras tanto, en la aldea, el Equipo Orfanato seguía con su vida cotidiana. Aquel grupo, conocido por aceptar a cualquiera que llegara al mundo, era un refugio para los que no tenían dónde ir. Entre todos, Aquino destacaba como el más fuerte, el más constante, el que mantenía a flote al equipo. Siempre estaba reuniendo recursos, reparando, protegiendo. Y aunque a veces el cansancio lo vencía, se repetía que valía la pena. Sus compañeros eran su familia, y él no los dejaría caer.
Esa tarde, Aquino se encontraba junto a Conter y Shadoune, cumpliendo una misión rutinaria. El silencio entre ellos se rompió cuando una pequeña roca impactó en su cabeza.
— ¿Eh? —balbuceó Aquino, desconcertado—. ¿Qué pasa, Conter?
—Te he estado hablando desde hace rato, ¿qué te sucede? —replicó el otro, cruzándose de brazos.
—Lo siento, me perdí en mis pensamientos. Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente.
—¿Y esas cosas hijo? —preguntó Shadoune con curiosidad.
—Recursos para mi base… y otras cosas que necesita mi equipo.
Conter soltó una leve risa.
— ¿Y tu equipo te está ayudando al menos?
—No mucho. Soaring y Natalan están con las nutrias; Locochón, Kendo y Estailus deben estar roleando o apostando. Los demás… quién sabe.
Los dos se miraron unos segundos, intercambiando una expresión silenciosa antes de volver a hablar.
—¿Y Duxo? —preguntó Conter.
—Está con Coldi. Me dijo que iba a buscar recursos también.
—Y esos recursos son para el equipo, o solo para él? —cuestionó Shadoune con media sonrisa.
Aquino se detuvo. No sé qué responder. La pregunta lo tomó por sorpresa, y la verdad era que ni él sabía la respuesta.
Conter tosió, llamando su atención otra vez.
—Aquino, Shadoune y yo estuvimos hablando… y también con nuestro equipo. Queríamos proponerte algo.
—Algo? —preguntó, alzando una ceja.
—Queremos que te unas al Team Mafia —dijo Conter, director—. Serie un gran miembro.
Aquino los miró, sorprendió, y luego escuchó con suavidad.
—Gracias chicos, pero ya tengo equipo.
—Piénsalo —insistió Shadoune—. Te hemos visto matarte farmeando, sin dormir, para revivir a tus compañeros. No puedes seguir así.
—Exacto —añadió Conter—. Si te unes a nosotros, tendrías tiempo para ti. Todos trabajamos juntos, nadie carga con todo solo.
Aquino soltó una pequeña risa, agradecido por su preocupación.
—De verdad, gracias. Pero no puedo dejar a mi equipo. Son mis amigos. No me sentiría bien abandonándolos.
Los dos asintieron, resignados pero comprensivos.
—Está bien —dijo Shadoune—. Pero recuerda: si algún día cambias de idea, las puertas de la Mafia estarán abiertas.
—Y otra cosa —añadió Conter, riendo—. A veces pasaré por tu base solo para sacarte de ahí y obligarte a relajarte.
—Está bien, Conter —respondió Aquino, riendo también—. Lo que digas.
El sol ya se escondía, tiñendo de naranja los campos cuando los tres se separaron.
Punto de vista de Aquino
Llegué con vida a la base. Por suerte no me topé con muchos mobs. Al entrar, vi a varios del equipo roleando o bromeando, como siempre. Saludé y bajé hacia mi casa. Pero al entrar, algo que me hizo fruncir el ceño.
—Ey, ey, ¿qué estás tomando de mi cofre, rata? —exclamé con media sonrisa.
Duxo se giró con gesto burlón.
—No te estaba robando nada, mierda. Además, llegas tardísimo.
—Qué te importa, mierda —reí.
Ambos soltamos una carcajada, pero se apagó cuando noté su expresión cambiar.
—¿Sucede algo, Duxo? —pregunté, guardando mis cosas.
Punto de vista Duxo
No sabía si debía contarlo, pero la curiosidad me ganó.
—Coldi me dijo algo del Team Mafia —comenzó, con un tono dudoso—.
Tuvieron una idea… y la mayoría estuvo de acuerdo.
— ¿Qué idea? —preguntó Aquino, sin dejar de acomodarse.
—Querían que te unieras a ellos.
Aquino se quedó quieto. Duxo continuó:
—Coldi dijo que fue sugerencia de Conter y Shadoune, que todos estaban de acuerdo. Dijeron que serías un gran integrante.
El silencio se hizo pesado.
—Coldi también dijo que te lo dirían cuando estuvieran solos contigo… y supongo que hoy lo hicieron, ¿no?
—Sí, hoy me lo comentaron —respondió Aquino con voz baja.
Duxo bajó la mirada.
—Sé que nuestro equipo no es el mejor, y que siempre nos andamos muriendo, que la mayoría muere por una babosada… pero por favor, no nos abandones. No me abandones...
Aquino miró la cara de Duxo; reflejaba tristeza y preocupación. Simplemente sonriendo y se acercó para abrazarlo. Duxo lo abrazó de vuelta, hundiendo su cabeza en el cuello de Aquino.
—Ay, Duxin… no te preocupes por eso —dijo Aquino con una sonrisa suave—. Yo jamás los abandonaría, y tampoco te abandonaría a ti. Además, si me voy de aquí, no sobrevivirían —rio levemente—. Me iría solo si me roban las cosas… o si Locochón explota la base.
Ambos rieron por el comentario, pero aquella risa se desvaneció cuando una regla luminosa apareció ante ellos, girando con un sonido metálico que helaba la sangre.
────୨ৎ────
𝑴𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝑹𝒆𝒗𝒊𝒍
A partir de mañana, los jugadores despertarán con un mechón de color en su cabello. Ese mechón estará destinado a otra persona que compartirá el mismo tono. Les deseo suerte...
────୨ৎ────
El silencio se apoderó del lugar. Ambos se miraron, confundidos. ¿“Mechón de color”? ¿“Destinados”? No lo entenderían todavía… pero al amanecer, todo cambiaría.
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Chapter Text
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Estaba comenzando otro día.Otro día de no morir y de sobrevivir.El sol se asomaba en el horizonte, bañando el cielo de tonos dorados y anaranjados. Todo parecía indicar que sería una mañana tranquila… aunque el aire se sentía distinto, denso, como si escondiera un secreto. Qué mal que anoche, Revil decidió lanzar una maldición capaz de alterar el destino de todos.
Aquino, quien dormía profundamente, se despertó con una música que se hacía cada vez más fuerte.
Se levantó con flojera, tallándose los ojos mientras buscaba de dónde venía el ruido. Al voltearse a su costado, vio a Nutria 23, quien había aparecido con su típica música de fondo.
—Oye… muchacho, ¿qué haces aquí tan temprano y haciendo ruido? —preguntó Aquino, medio dormido, riendo un poco.
Nutria levantó un cartel:
“Pues aquí vivo, muchacho”.
—Ah, sí, cierto… se me olvidaba que vivías aquí —rió Aquino—. Por cierto, ¿qué hora es?
"Son las 7 de la mañana, Aquinin. ¡Excelente momento para empezar a chambear!"
—Ou… demasiado temprano —bostezó—. Bueno, igual me sirve para empezar las misiones e ir al centro.
Aquino se levantó dispuesto a comenzar su día, pero fue detenido por otro cartel que Nutria sostenía con una sonrisa traviesa.
“Por cierto, Aquinin, qué bonito color de mechón de cabello.”
—¿De qué hablas, muchacho? Yo no tengo nada en el cabello.
“Solo mírate en el agua ;)”
Aquino arqueó una ceja, confundido, y se acercó al caldero con agua.
Su reflejo lo dejó mudo.
En medio de su cabello destacaba un mechón azul intenso, tan profundo que parecía absorber la luz. No era un azul común; Tenía un brillo sutil, como si escondiera un secreto bajo cada reflejo.
Llevó la mano al mechón, arrancó un pelo y lo observó incrédulo.
Era real.
— ¿Qué es esto? Que yo recuerdas no me he pintado el cabello… no tengo problema como Mictia —dijo, medio riendo.
“XD”
fue la única respuesta de Nutria.
Pasó un rato, hasta que Aquino escuchó los pasos bajando las escaleras. Al volar, vio a Duxo, Soaring y Natalan entrar a su casa.
—Ey, Aquino —saludó Natalan—, qué bueno que te despertaste.
—Así que tú también tienes un mechón de otro color —rio Soaring.
Aquino los miró detenidamente. Todos tenían mechones distintos:
Duxo el suyo morado, Soaring uno rojo, y Natalan uno blanco.
—Ustedes saben qué está pasando? —preguntó Aquino.
— ¿No recuerdas? —respondió Duxo—. Ayer por la noche Revil lanzó una maldición. Dijo que al despertar tendríamos un mechón de otro color.
Entonces Aquino lo recordó todo. Asintió, aún confundido.
¿Y saben qué significa cada color?
—No —refunfuñó Natalan—. Yo no quiero saber. Esto debe ser una broma.
De pronto, un anuncio de Eon apareció en el chat.
────୨ৎ────
Eón:
"Buenas a todos. Como ven, el día de hoy todos amanecieron con un mechón de cabello de otro color, a causa de la maldición que envió Revil.
Me puse a investigar y descubrir que esta maldición es más antigua de lo que parece.
Se le conoce como El Vínculo del Alma.
No es solo un hechizo visual. Cada mechón representa una conexión entre dos personas… una unión que no se puede romper fácilmente.
En pocas palabras, ahora tienen un destino. Una pareja con quien compartir su destino.
Cuando lo encuentren, su mechón brillará. Esa será la señal.”
────୨ৎ────
El chat se volvió un caos. Algunos gritaban que eso era imposible, otros se emocionaban, y unos cuantos simplemente no le daban importancia.
Otro anuncio de Eon apareció:
────୨ৎ────
“Su destinado puede ser cualquiera… incluso alguien con quien nunca han hablado, o peor aún, alguien que odian.
Habrá quienes no tengan destinado; su mechón será blanco. Pero cuidado… eso puede cambiar con el tiempo.”
────୨ৎ────
El caos se multiplicó. Quienes antes estaban felices, ahora se quejaban, gritando que no querían verso “obligados” a tener pareja.
────୨ৎ────
“No pueden cortarse el mechón. Volverá a crecer.
Además, a partir de ahora habrá misiones que solo se podrán completar junto a su destino.
Interactúen. Conózcanlos. O la maldición podría empeorar.”
────୨ৎ────
El mensaje desapareció. Nadie pudo responder.
—Entonces no tengo destinado… qué bueno —murmuró Natalan—. Aunque no puedo bajar la guardia, probablemente cambie de color.
—¡Tengo que averiguar quién es mi destino! —exclamó Soaring, saliendo corriendo emocionado.
Natalan resopló.
—Esto será fastidioso… y divertido.Y siguió a Soaring, solo por el chisme.
Ahora solo quedaban Aquino y Duxo.
—Entonces… ahora tenemos destinado —dijo Aquino, con tono desinteresado.
—Sí, nosotros… ahora ya tenemos —rio Duxo—. Y eso significa que tendrás que novelear.
Aquino lo miró con seriedad.
—De qué te ríes, mierda. No me gusta nada esto. —Pausó—. Entonces ya aceptas que vas a tener pareja, ¿no, Duxin?
Duxo se quedó quieto, un poco nervioso.
—No digas babosadas. Solo digo que tengo curiosidad de quién será.
—Podría ser alguien del Team Mafia —bromeó Aquino.
Un escalofrío recorrió a Duxo.
—Sabes qué, mejor me quedo con la duda.
Aquino tuvo una idea. Se levantó y fue a buscar algo entre sus cofres. Duxo lo observaba curioso.
—¿Qué buscas?
Aquino saco un.
—Tinte morado.
Duxo arqueó una ceja.
— ¿Qué vas a hacer con eso?
—Tuve una idea que puede beneficiarnos… o causarnos problemas.
—¿Y me la vas a contar?
—Me pintaré el mechón del mismo color que el tuyo. Fingiremos ser pareja. Así nadie molestará.
Duxo se quedó paralizado, sonrojado.
— ¿F-fingir ser pareja? ¿No crees que se darían cuenta?
—Por eso hay que decírselo a Natalan y Soaring. Que colaboran y no dicen nada. No quiero emparejarme con nadie.
Duxo suspiró, aún rojo.
—Está bien. Pásame el tinte.
Mientras lo ayudaba a pintarlo, trataba de concentrarse, pero no podía evitar notar lo cerca que estaba Aquino.
Su corazón latía rápido.
—Entonces… desde ahora… se podría decir que somos pareja, ¿no? —dijo Duxo, medio nervioso.
Aquino lo miró a través del reflejo del agua.
—Exactamente, Duxin. Desde ahora somos pareja.
Sonrió con calma, aunque por dentro se moría de nervios pues jamás penso en ser pareja de su mejor amigo aunque sea fingido.
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Ambos subieron, encontrando a Natalan riéndose mientras Soaring estaba hecho bolita.
— ¿Qué pasa aquí? —preguntó Duxo.
Natalan apenas podía hablar de la risa.
—Soaring ya sabe quién es su destino.
—¡NO QUIERO HABLAR DE ESO! —gritó altísimo.
—¿Ah sí? ¿Y quién es? —preguntó Aquino.
—¡Locochón! —río Natalán.
Todos se rieron, menos Soaring, que quería desaparecer del mundo.
Entonces Soaring notó algo.
—¿Por qué sus mechones son iguales?
Natalan frunció el el.
—Es cierto… el de Aquino era azul intenso, ¿no?
Aquino suspiró.
—Miren chicos, no quiero estar con nadie. Le pedí a Duxo fingir ser pareja.
—Eso —añadió Duxo—, y no quiero arriesgarme a que mi destinado sea alguien del Team Mafia.
—Así que por favor, guarda el secreto —terminó Aquino.
Soaring y Natalan se miraron, y luego sonrieron.
—Claro, Aquinin, puedes contar con nosotros —dijo Soaring abrazándolo.
—Sí, lo hacemos por ti —añadió Natalan—, no por Duxo.
Duxo le lanzó una mirada asesina.
—Tch.
Aquino se despidió y volvió a su casa.Cuando desapareció de su vista, Soaring y Natalan se acercaron a Duxo con sonrisas traviesas, pasando los brazos por sus hombros.
—¿Qué les pasa? —preguntó Duxo.
—Nada, solo que tienes suerte, Duxito —dijo Soaring.
—Sacaste la lotería —añadió Natalan—. ¿Quién te viera siendo pareja del más frío del team?
—Y encima él te lo pidió —dijo Soaring, riendo—. Qué suerte.
Duxo se sonrojó.
—Solo le estoy ayudando, mierda.
—Ajá, lo que digas. Igual son pareja para los demás —rió Soaring.
Natalan se acercó a su oído:
—Imagínate que alguien les pida demostrarlo… con un beso.
—Así, mira.
Soaring le dio un beso rápido en la mejilla.
Duxo se puso completamente rojo.
—¡Q-qué c-cosas d-dicen! ¡Están locos! ¡Puras babosadas! —gritó antes de salir corriendo, mientras los otros dos reían sin parar.
Todo parecía volver a la normalidad en el Equipo Orfanato…
Pero, lejos de allí, el Team Mafia se reúne en secreto, planeando cómo enfrentar la maldición. Pues eso podría afectar en su reputación
“El Vínculo del Alma no une solo corazones… también puede romperlos”.
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Notes:
No se con quien emparejar a natalan :b
Chapter 3: El destino prohibido
Chapter Text
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
En la base del Team Mafia, desde que se anunció la maldición, todos los integrantes se habían puesto en alerta. Sin embargo, al ver que no representaba un peligro inmediato, no le dieron demasiada importancia.
Al principio pensaron que sería una simple broma de Revil, otro de sus caprichos para molestar al servidor. Pero la calma es dura poco. Cuando Eon hizo su anuncio oficial y explicó lo que en verdad significaba la maldición, el ambiente en la base cambió por completo. Una sensación incómoda se extiende entre todos.
Decidieron reunirse en la sala principal para discutir qué harían a partir de ahora. Afuera, el sonido del viento golpeando las paredes acompañaba el silencio tenso que los rodeaba.
Farfa tomó la palabra con voz firme.
—Muy bien, ya saben por qué estamos aquí.
Todos asintieron.
—Bien entonces, ¿qué haremos? Aunque la mayoría no tengan destino, algunos sí lo tienen.
Muchos del equipo no tenían destino, lo cual los aliviaba. Pero otros, como Conter, Coldi y Spreen, no estaban tan felices. Especialmente Spreen, quien no parecía nada contento con el nuevo cambio de rutina, y menos si eso implicaba estar con alguien.
—Esto es absurdo, boludo —resopló Spreen con fastidio—. ¿Cómo ese Revil hijo de puta nos lanza esta maldición y encima ahora tenemos un “destinado”?
Conter soltó un suspiro.
—Por esta vez estoy de acuerdo con Spreen. Es absurdo que tengamos que buscar a alguien con el mismo color de mechón.
—Entiendo que estén enojados —respondió Farfa—, pero no podemos hacer nada. Necesitamos soluciones, no conflictos.
Crissgreen levantó la mano.
—Pues ir a buscar a su destinado y traerlo a la base. Fácil.
Todos lo miraron con incredulidad. Claramente, no traerían a más personas a su base. No por nada no eran el Equipo Orfanato.
—Lo que queremos es evitar eso —replicó Farfa—. No traeremos ni dejaremos que gente sin habilidad entre a nuestro equipo.
Serpias, que hasta entonces había permanecido callado, intervino.
—Hablando de eso, ¿qué pasó con Aquino? Conter, Shadoune… ¿sí le dijeron?
— ¿Ah? ¡Ah, sí! —respondió Shadoune un poco distraído—. Sí le dijimos.
—¿Y qué les dijo?
Todos se giraron hacia los dos, esperando una respuesta.
—Dijo que no —contestó Conter—. No quería unirse porque ya tiene equipo, y no se sentiría bien si abandona al suyo.
Farfa lentamente.
—Mmm…valió la pena intentarlo. Debo admitir que se ganó mi respeto al no abandonar a su equipo. Espero que en un futuro quiera unirse con nosotros.
Todos asintieron en señal de aceptación.
—Volviendo a lo de antes —continuó Farfa, llevándose una mano a la barbilla mientras caminaba—, debemos planear qué hacer con esta situación.
El silencio volvió a la sala. Todos pensaban en una posible solución. Entonces Shadoune habló:
—Y si pintamos los mechones con tinte blanco?
Farfa lo miró, considerando la idea.
—No sería mala idea.
Serpias frunció el el.
—Pero sería sospechoso. En cada equipo hay integrantes con mechones de color; si todos los nuestros son iguales, levantaríamos sospechas.
Todos coincidieron en eso.
—Bien —dijo Farfa al final—. Entonces, de los tres, ¿quién fingirá tener un destinado y quién llevará el mechón blanco?
Conter, Spreen y Coldi se miraron entre sí, hasta que empezaron a discutir quién se pintaría el mechón. La situación se volvió caótica, y tuvieron que separarlos antes de que se mataran.
—¡Basta! —interrumpió Farfa con voz de mando—. Voy a decidir yo, ya que ustedes no pueden.
Los observaron detenidamente y finalmente hablaron:
—Conter y Spreen fingirán ser destinados. Coldi, tú llevarás el mechón blanco.
Coldi rió victorioso, burlándose de los otros dos. Conter y Spreen quedaron inmóviles, mirando al vacío antes de reaccionar con indignación.
—¡¿Y por qué nosotros dos?! —protestó Conter.
—¡Esto debe ser una boludez! —añadió Spreen, frustrado.
—Silencio —ordenó Farfa con tono amenazante—. La decisión está tomada. Por el bien del equipo, ustedes serán pareja.
El ambiente se tensó. Nadie se atrevió a contradecirlo. Farfa era el líder, y todos sabían que discutiría con él no serviría de nada.
—Bien —añadió finalmente—. Tomaré su silencio como aprobación. Decidan quién se pintará el mechón de otro color. Con esto terminamos la junta. Se pueden retirar.
Farfa se alejó, seguida de los demás. Coldi fue a buscar el tinte blanco, dejando solos a Conter, Shadoune y Spreen.
—Bien —dijo Shadoune—, ¿quién se pintará el mechón?
Conter lo miró con una sonrisa ladina.
—Yo digo que Spreen. Su color destaca mucho.
Y no mentía.
El mechón de Spreen tenía un tono azul intenso, profundo y vibrante. No era un azul común; brillaba con rebeldía, como si el tono mismo se negara a ser domesticado. Cada reflejo chispeaba con energía contenida, imposible de ignorar, imposible de controlar.
Mientras tanto, el mechón de Conter era simplemente verde.
—Está bien, supongo —dijo Spreen con resignación—, pero no tengo tinte.
—Yo tampoco —admitió Conter—. ¿Tú, Shadoune?
—Tengo, pero de otro color. Dudo que alguien tenga verde —respondió el otro.
— ¿Quién tendría tinte verde, de todos los modos? —refunfuñó Conter.
En ese momento, una voz femenina rompió el silencio.
—¡Spreen! ¡Spreen!
Los tres salieron de la base. Mictia los saludó con una sonrisa y sacó una pequeña cajita.
—Solo vine a traerte lo que te debía —dijo, extendiéndosela a Spreen.
—Bueno… supongo que gracias —respondió él.
—Ey, Mictia —intervino Conter—, ¿tienes tinte verde?
— ¿Tinte verde? Eh… sí, creo que tengo. ¿Por qué?
—Lo ocupamos para algo. ¿Nos podrías dar un poco?
—Claro, pero no lo traigo conmigo. Está en la base. ¿Quieres acompañarme?
—Por mí no hay problema —aceptó Conter.
—A mí me sirve, así veo qué hace Aquino —añadió Shadoune.
Los tres siguieron a Mictia rumbo a la base del Team Orfanato.
Spreen caminaba con los hombros tensos; No le gustaba la idea de fingir ser pareja de Conter. Los otros dos intentaban calmarlo con bromas, aunque se notaba que ninguno estaba del todo convencido.
Cuando llegaron, Mictia les pidió que esperaran mientras traía el tinte. Ellos se quedaron observando el lugar, hasta que aparecieron Duxo, Locochon y Soaring, discutiendo entre sí. La pelea se detuvo en cuanto los vieron.
—¿Qué hacen aquí ustedes? —preguntó Duxo con desconfianza.
—Primero, hola —respondió Conter con una sonrisa—. Segundo, vinimos porque le pedimos algo a Mictia.
Locochon soltó una risa.
—Mictia siempre metida en todo.
Shadoune notó el color de los mechones de Soaring y Locochon.
—Entonces ustedes dos son destinados. Felicidades —comentó con una sonrisa divertida.
—Wow, no pensé que ustedes serían destinados —añadió Conter con burla.
—Tch… no quiero hablar de eso —refunfuñó Soaring—. Es ridículo que mi destinado sea Locochon.
—No creas que yo estoy feliz por esto —replicó el otro.
Todos rieron por la escena. Shadoune, aún curioso, miró a Duxo.
—¿Y tú, Duxo? ¿Ya descubriste quién es tu destino?
El ambiente se tensó. Antes de que Duxo respondiera, Locochon habló por él.
—Su destino es Aquino. Ambos tienen el mismo color. Fue una sorpresa para todo el equipo.
Conter y Shadoune se sorprendieron. Ellos pensaban que Aquino tendría un mechón blanco. Juergue, en cambio, no pareció darle importancia.
—pensé que Aquino tendría el mechón blanco — comentario shadoune
—Sí, nosotros también lo pensamos —dijo Duxo con voz algo tensa—, pero no. Resultó ser mi destino.
Soaring, notando su incomodidad, cambió de tema.
—Y tú, Spreen… ¿ya sabes quién es tu destinado? ¿Qué color te tocó?
—No, boludo. No sé quién es mi destinado, ni quiero saberlo —contestó Spreen, girándose hacia ellos.
En ese momento, Duxo y Soaring se quedaron helados.
El mechón de Spreen tenía el mismo tono azul que el de Aquino. Ambos intercambiaron una mirada de pánico.
Mictia regresó justo entonces, sosteniendo el frasco de tinte.
—Perdón por tardar. Tuve que buscarlo bien, pero aquí está.
—Gracias —dijo Conter al tomarlo—. Te debemos una.
—¿Para qué lo necesito? —preguntó Duxo con cautela.
Shadoune respondió antes que Conter.
—Vamos a pintarle el mechón a Spreen del mismo color que el de conter
Los presentes se sorprendieron, aunque Duxo y Soaring comprendieron perfectamente por qué.
—¿Por qué? —preguntó Mictia, confundida—. Eso va en contra de las reglas, ¿no?
—Si nadie se entera, no lo es —respondió Spreen, tomando el frasco—. Y tampoco digo nada.
—Por eso les pedimos discreción —añadió Conter—. Queremos ocultarlo por ahora.
Todos asintieron, aunque Duxo no estaba convencido.
Sabía que si Aquino y Spreen llegaban a cruzarse, sus mechones brillarían… y el tiempo se detendría.
—Tengan cuidado —advirtió—. Si encuentran a su destinado, el mechón brillará y su mentira caerá.
—Somos conscientes —respondió Shadoune—. Tendremos cuidado.
—Bueno, nos retiramos —dijo Conter—. Tenemos cosas que hacer.
Ambos se marcharon, dejando a Shadoune atrás.
—¿Saben si Aquino está en su casa? Necesito su ayuda con algo.
—No —respondió Mictia—. Se fue al centro a reclamar su recompensa.
—Oh, bueno. Tal vez me lo encuentre en el camino. Nos vemos.
Shadoune se despidió y se marchó. Mictia y Locochon también se fueron, quedando solos Soaring y Duxo.
—Viste lo que vi, ¿verdad? —preguntó Duxo en voz baja.
—Spreen es el destinado de Aquino —susurró Soaring—. ¿Y ahora qué haremos?
Duxo aprieta el puño.
—Debemos asegurarnos de que esos dos no se cruzan. No sabemos qué pasará si descubren que son destinados.
—Sería un caos si se entraran —asintió Soaring.
—Por ahora, guardamos el secreto. Aquino no debe saberlo.
Ambos se miraron con seriedad. Sabían que nada bueno saldría de eso.
Después de todo, imaginar un integrante del Team Mafia con uno del Team Orfanato sería un desastre. Serían el centro de todas las miradas.
Pero ellos no podían decidirlo. Solo el destino sabría qué pasaría.
> Hasta dos personas destinadas a estar juntas, hasta esquivándose coinciden
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Chapter 4: LA VERDAD DETRÁS DEL COLOR
Chapter Text
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚
Punto de vista de Shadoune
La verdad, no sé si lo que vi fue real, pero tengo una sospecha de que en el Equipo Orfanato hay una mentira. Lo deduzco por las miradas que se echaron Soaring y Duxo; Además, el color de Duxo lo he visto en otro lado, pero no logro recordarlo con claridad. También noté que, al ver el mechón de Spreen, parecían asustados.
Creo que puede ser que Duxo y Aquino no sean destinados... pero no estoy seguro.
De una u otra forma, aclararé mis dudas con Aquino. Tal vez logré sacar algo de información.
Punto de vista omnisciente
Shadoune caminaba hacia el centro del servidor, repasando en su mente cómo podría preguntar sin sonar metiche. Al llegar, buscó con la mirada hasta encontrar a Aquino, quien estaba hablando con la nutria robot más conocida como Pili.
Se acercó un poco, con cuidado, para luego esconderse detrás de una estructura y escuchar la conversación.
—Entonces, ¿no hay más información de esta maldición? —preguntó Aquino, cruzado de brazos.
—En lo absoluto —respondió Pili con su tono mecánico y pausado—. Pero si hubiera algo nuevo, Eon ya lo habría anunciado.
— Entonces ¿se podría decir que siguen investigando sobre ella?
—Exactamente. Eon continúa buscando más datos.
Hubo una breve pausa. El zumbido de los circuitos de Pili sonó entre el silencio.
—A todo esto —dijo la nutria con curiosidad—, ¿por qué te interesa tanto saber si hay más información sobre la maldición?
—Solo curiosidad… —respondió Aquino, mirando hacia otro lado—. Me preguntaba si habrá alguna manera de que no sea eterna.
—Lo dudo. Si hubiera forma de romperla, Eon lo habría explicado. ¿Ya no quieres estar con tu destino? ¿Te cae mal?
—No, no es eso… solo que se me hace muy extraño todo esto.
— ¿Y quién es tu destinado, Aquino? —preguntó Pili con naturalidad.
Aquino titubeó antes de responder.
—Duxo. Duxo es mi destinado —dijo, intentando sonar convincente.
Pero la nutria parpadeó, y sus ojos se iluminaron con un brillo rojizo.
—Estás mintiendo, Aquino. Detecto que ocultas algo… y esa mentira comenzó justo cuando respondí mi pregunta.
Aquino frunció el ceño. Sabía que no podía mencionarle a un robot detector de verdades.
—Estoy en lo correcto, ¿no es así, Aquino? —insistió Pili.
Aquino suspiró, resignado.
—Sí… —admitió en voz baja.
Desde su escondite, Shadoune abrió los ojos de par en par. Así que tenía razón… duxo mintió. Entonces, ¿quién es el verdadero destinado de Aquino?
—Entonces —continuó la nutria—, ¿de qué color es tu mechón, Aquino?
—No puedo decirlo, no aquí… cualquiera podría verme.
—Tranquilo, no detecto a nadie cerca. Estamos solos.
Aquino dudó un instante, mirando hacia los lados. Luego, sospechó.
—Está bien, pero no digas nada sobre esto.
Sacó un pequeño frasco lleno de agua y se lo vertió sobre el cabello. Poco a poco, el tinte morado se deslizó y reveló el verdadero color: un azul intenso, idéntico al de Spreen.
—¿Por qué dedos tener otro color… y otro destinado? —preguntó Pili.
—Porque no quiero estar con alguien que no conozco. Todo esto me parece demasiado extraño.
—Ya veo —asintió la nutria—. Así que por eso le pediste a Duxo que finge ser tu destinado.
-Si. No quiero problemas ni miradas raras… Por favor, no digas nada.
—Lo entiendo, Aquino. No diré nada.
—Gracias, Pili.
Aquino volvió a aplicar tinte morado sobre su mechón y sonriendo, más tranquilo. Luego, ambos se marcharon hacia el interior del centro.
Pero lejos de ellos, oculta tras una estructura, Shadoune quedó helada.
Sabía perfectamente a quién pertenecía ese azul.
—No puede ser… Aquino y Spreen son destinados —susurró.
— ¿Qué dijiste? ¿Que Spreen y Aquino son qué? —una voz lo hizo sobresaltarse.
Shadoune se giró de golpe. Era Conter, que acababa de llegar para recoger su recompensa de la misión diaria.
—N-no dije nada, creo que escuchas mal —intentó justificarse.
Conter se cruzó de brazos.
—Shadoune, no me mientas. Está clarísimo que ocultas algo.
—Está bien… —susspiró el francés, rindiéndose—. Me acabo de enterar de algo.
—¿De qué?
—Creo que ya sé quién es el destinado de Spreen.
Conter levantó una ceja.
—Y ¿quién? —preguntó con cautela.
—Aquino —dijo al fin—. Aquino es su destino.
Conter se quedó desnudo. Aquello no tenía sentido.
—Eso debe ser mentira… Duxo es su destinado, ¿no?
-No. Aquino y Duxo fingieron, como nosotros —explicó Shadoune—. Él se tiñó el mechón de morado para ocultar su verdadero color.
—¿Y cómo sabes eso?
—Lo vi con mis propios ojos. Estaba hablando con Pili, y ella lo descubrió. Le dijo que mentía. Aquino se mojó el mechón y apareció el azul. El mismo azul que tiene Spreen.
Contra tragó saliva, intentando procesar todo.
—Esto… esto cambia todo.
—Sí —dijo Shadoune—. Y no podemos decirle a nadie todavía.
El silencio se rompió con una voz divertida a sus espaldas.
— ¿Y qué secreto debemos ocultar? —preguntó Farfa, sonriendo.
Ambos se tensaron. Shadoune y Conter se miraron, buscando una excusa.
—Entonces? —repitió Farfa, con tono juguetón pero amenazante—. ¿Qué secreto?
Antes de que pudiera responder, una voz los salvó.
—¡Ey, muchachos! ¿Qué tal? —saludó Aquino, acercándose.
Farfa levantó la mano y respondió al saludo, pero antes de avanzar, murmuró entre dientes:
—Por ahora se salvan… pero cuando volvamos a la base, quiero respuestas. ¿Entendido?
Ambos asintieron de inmediato.
—Hola, Aquino —saludó Farfa al llegar—. Bien, gracias. ¿Y tú?
—Todo bien, acabo de entregar la misión diaria —respondió Aquino con una sonrisa.
—Me alegro. Por cierto, me dijeron que no aceptaste la invitación para unirte al Team Mafia.
Aquino rió.
—Sí, no acepté, pero agradezco la invitación.
—Bueno, la oferta sigue en pie —dijo Farfa con amabilidad.
Tras unas risas compartidas, Farfa cambió de tema:
—Veo que tú también tienes destinado. ¿Quién es?
La pregunta tomó por sorpresa a Aquino. Shadoune y Conter sintieron cómo el corazón se les subía a la garganta.
—Eh… mi destinado es Duxo, claro —respondió Aquino, forzando una risa.
—Qué suerte —comentó Farfa—. En mi equipo también tengo una pareja destinada. Conter y Spreen.
—¿En serio? —dijo Aquino—. Qué coincidencia, entonces.
Farfa rio.
—Sí, ahora no pueden negar que son pareja.
Todos rieron, aunque Shadoune y Conter lo hicieron con nerviosismo.
Aquino se despidió poco después, pidiendo tp para regresar a su base.
Farfa esperó unos segundos antes de hablarles en tono serio:
—Bien, ustedes dos. Tenemos algo pendiente de discutir. Vamos a la base.
Pidió tp y desapareció, seguido por los otros quien también pidieron tp
Esa maldición podía ser buena… o una perdición para todos.
Tal vez era un castigo, o tal vez el inicio de algo inevitable.
Solo Revil conocía la verdad, y parecía divertirse con el caos que había creado.
Si algo está destinado a ser, siempre encontrará su camino.
✧˚ ༘ 𝜗ৎ ⋆。˚

Sugarr_crunch01 on Chapter 1 Fri 14 Nov 2025 08:42PM UTC
Comment Actions
Sumikiro on Chapter 1 Mon 24 Nov 2025 10:10AM UTC
Comment Actions