Chapter Text
Solo tiene una semana en ese lugar, puede decir que es el peor que a pisado en su vida entera.
Deste que llegó no a podido cerrar los ojos sin que alguna criatura lo quiera devorar como una simple golosina, no tiene armas más allá de su elemento ardiendo con fuerza en todo momento, la caída le provocó un gran corte en uno de sus brazos al intentar agarrarse de algo para amortiguar esta misma, su ropa está gastada y rasgada ante los intentos de ser devorado. Es demasiado brillante como atrayente para los mounstros que lo acechan, nisiquiera sabe por donde camina, nisiquiera sabe si es de día.
Su cuerpo pide un descanso como algo con que alimentarse, nisiquiera puede pensar en más cosas, algo lo está siguiendo. Corre sin rumbo fijo al aprnas poder ver el mapa del Bounty, solo quiere sobrevivir, tener un pequeño respiro y sentir el alivio del descanso, la lluvia empezó a caer a cántaros enormes, siendo más un huracán que una tormenta normal.
Algo lo estaba siguiendo, lo escucho, los pasos entre las sombras del lugar se hicieron sonar por árboles secos aplastados, tiene que correr más rápido.
Carga un ataque antes de lanzarlo ciegamente detrás, logra escabullirse hasta una cueva cercana a la montaña, prende una pequeña flama en sus manos para poder ver, el terror se apoderó por uno segundos al ver una pila de huesos entre humanos y otros lejos de ser humanos, eran enormes, como los de una serpiente con cuernos.
Su atención queda en el cráneo, con una espada clavada en lo más alto. Dudo por unos momentos, con solo escuchar los pasos de ese ser decide tomar el arma con rapidez. Apenas se prendió en fuego la solto, ese ruido extraño provino del arma apenas la en puño, pero también noto que el arma nisiquiera se daño por el calor de su fuego.
Su pánico le hizo reaccionar ante el ruido que se aproxima, tomo nuevamente el arma para adentrarse en el cráneo en una esperanza de permanecer aún con vida, no nesecita todo su fuego, solo lo suficiente como para poder ver en la oscuridad, respira hondo, cierra los ojos, tiene que captar hasta la mínima señal de luz en la cueva.
Al abrirlos, puede ver a la bestia; enorme tamaño con la apariencia de león, un cuerno de dragón el su frente, colmillos como los de un demonio, piel azulada cubierta de escamas con un pelaje rojizo, ojos amarillos que está seguro que ven su alma.
Se esconde en lo que era el hocico de la bestia (al menos eso piensa), logra ver con más detenimiento la espada en sus manos, un hierro forjado hace tanto tiempo, filo impecable, con símbolos en la espalda de ambos lados, los reconoce. Esos símbolos los llegó a ver en algunas armas de su padre, en la estatua de quien es considerado el primer maestro del fuego, en tantos lugares ligados a su poder que incluso el siente ya conocerlos a detalle cada ves.
" ¿Vas a esperar a que te trague? "
Alzó el arma a la nada, estaba seguro de que algo le llamó a sus espaldas, una voz distorsionada con la que siente estar familiarizada, el cráneo se empezó a romper deste lo más alto, lo a encontrado.
Sale por una cuenca antes que sea tarde aún si implicaba llamar la atención del monstruo, la bestia rápidamente se abalanzó en su contra intentando devorarlo de un vocado, tomo nuevamente la espada entre mano y lanzó un ataque cargado, un corte echo de fuego, pero no bastaba, tenía que subir su temperatura si quería deshacerse de esa cosa de una buena ves.
Se echo a correr a la lluvia con la esperanza de que esta misma se acobarde por la tormenta eléctrica, solo termino por darle ventaja ya que se volvió más rápida entre el fango de las tierras, de un sarpon lo mando a volar lejos, esta seguro de que más de un hueso está roto por esto.
Vuelve a empuñar el arma, de nada sirve huir si es que ya lo tiene ubicado con su olor, concentra tanto su fuego que toma otro color, uno blanco en su totalidad, alza la vista y logra ver al mounstro arriba de el, logra asestar un corte en uno de sus ojos, derribandola con un gruñido. Se aparta lo sufí como para poder correr de regreso a la cueva, escucha como se para, parece estar más enojada, y genial. Un monstruo que escupe agua a presión, ya a manejado con esto.
" Es su juego, úsalo en su contra "
Usa la espada para cubrirse del ataque, interceptado a la par que va evaporando esta misma con el fuego, se mantiene firme, no puede retroceder más si quiere que esa cosa se quede sin agua en su cuerpo, solo así podrá volver a atacarlo, tiene que haber un modo.
Esa voz, le ayuda pero no quiere su ayuda, algo dentro de él le advierte de esa situación, de esa voz que tan familiar le sonó, ¿Donde la escucho?... ¿donde los escucho?
Sus piernas resbalan y cae de cara, se recupera con rapidez antes de que lo trate de empalar con su cuerno, no es lento y no está del todo ciego.
Junta sus manos para lograr lanzar una llamarada a la bestia, logrando asestar a su costado cerca de su melena; noto que sus escamas se parten cuando lanza un rugido agonizante, incluso llega a ver parte de sus huesos y está seguro de que no serían negros de no ser por el fuego, la carbonizo, no hay dudas de ello, tampoco está muy contento al verlo nuevamente.
" Resiste al fuego, pero no lo suficiente "
Es un echo, esta listo para otro ataque, otro ataque a presión y el otra ráfaga de fuego, avanza de a poco, puede ganar aún si la lluvia lo intenta cegar, aún si su cuerpo está a nada de colapsar, tiene que aguantar.
Concentra su poder en un bazo para tomar la espada con su otra mano, un punto débil, tiene que encontrar un punto débil antes de que el mismo se termine por calcinar, logra que el parte de su fuego llegue al hocico, quemando su cara hasta que la sambute en el barro; quemo la mandíbula más rápido que su costado, tiene un punto.
" Su garganta, córtala "
No lo dudo, en puño el arma con ambas manos, uso su fuego para impulsarse, de una tajada logró que la sangre lo cubriera y la lluvia lo intentará limpiar, el cuerpo del mountro calló, su cuerpo cedió por el solor pero aun así de rodillas quedó, sosteniéndose, aferrándose a la espada.
No vio algo de su agrado.
La sangre le cubre, sus ojos brillan en una blanco total, un corte de su mentón hasta su mejilla es de notar por la sangre que derrama, sus manos sueltan humo, esta seguro de que quemo los guantes y partes de lo que le queda de su gi.
Ve al monstruo tras de él, muerto, quemado y dañado, una parte de el le duele, otra, lo comprende.
Era su única opción para poder sobrevivir, usar su poder en su contra era sucio pero fue eficaz, tiene que encontrar a toda su familia cueste lo que cueste, aún si implica llevar consigo a la muerte por su destinó, solo uno podía prevalecer para ver un nuevo amanecer.
...
No. No no es verdad, no lo hizo, no los escucho, no los escucha ni lo hará jamás, ¿verdad?
" No eres tan diferente a nosotros, Kai "
Se puso de pie como pudo, aún con las risas resonando en su mente, no está demente, guarda el arma, camina a la cueva, nesecita algo de ropa aunque sea aquella de muertos, nesecita tranquilizarse antes de perder los estribos, no es como ellos.
—Ya lo veremos.
