Chapter 1: Alto recién llegado
Chapter Text
These days, I'm way too lonely
I'm missing out, I know
These days, I'm way too alone
And I'm known for givin' love away, but
I want someonе to love me
I need someonе who needs me
'Cause it don't feel right when it's late at night
And it's just me and my dreams
So I want someone to love
That's what I fuckin' want
Golden Fox
「 ¿Debería decirle que su uniforme está casi todo al revés? Incluso su corbata. Será muy ridículo cuando suba a la selección. Seguro el muy idiota acaba en Hufflepuff 」
「 Que hambre tengo ¿Por qué deben tardar tanto en esta mierda? Podemos ver todo esto mientras comemos 」
「 El enfermero es demasiado hermoso ¿Aceptaría si le pido tener algo? Me dijeron que no tiene pareja 」
「 De nuevo están Hwasa, S olar, Wheein y Moonbyul aquí, tenía la esperanza de que las despidieran. Que mierda 」
「Jihyo y Sana deben venir de coger, están demasiado sudados y no hace calor 」
「 ¿Qué se cree? ¿Qué impresiona a los profesores por estar leyendo? 」
「 Parece un maldito poste de luz 」
「 Porque no podemos iniciar más rápido la selección para que se aleje 」
Da una suave risita. Cada estudiante está en su propio mundo. Hogwarts es muy tierno cada inicio de año gracias a los estudiantes que llegan por primera vez. La mayoría tiemblan de emoción y miedo; viendo a todos lados; pensando en qué casa van a quedar y con quienes van a compartir un escudo y colores durante la vida escolar. Suspira encantado, son muy tiernos.
Lo recuerda su primer año. Kim Seok-Jin es estudiante de segundo, pertenece a la casa de los leones para sorpresa de quienes lo conocen. La realidad es que Jin dista de ser el Gryffindor estándar. Es cobarde, muy cobarde: Tiene miedo hasta de la araña más pequeña y es tan quisquilloso que toma el mando de la habitación para que esta siga siendo de su agrado.
Puede decirse que ese es su lado más Slytherin. También es narcisista. Aun no se sabe si de verdad o de mentira al decir que su rostro es el más hermoso del colegio. Por otro lado, es bastante responsable, teniendo una vena paternal muy activa que lo permite ayudar a sus compañeros. Sean menores o mayores.
Hay que mencionar que su risa tiene enamorados a todos en Gryffindor. No precisamente por ser la más melodiosa… Sino porque puede hacerlos reír en cualquier momento. Puede ser el instante más tenso y ellos van a romper si escuchan ese limpiavidrios viviente. Además de que da especial tranquilidad verlo tan feliz.
En general, Jin es un Omega muy particular. Todos en su casa lo quieren, también muchos de otras casas y ha tenido un par de regalos con intenciones de cortejo que ha rechazado con amabilidad… O lo que para él es amabilidad a esta edad.
“No seas ridículo”
Un poco cortante, pero con doce años no le interesa aún. Tal vez si y no es consciente de ello o bien no al Alpha indicado, el que va a merecer tener su bello rostro por las noches.
Volviendo a la ceremonia, todos los que han llegado apenas se mantienen agrupados en el medio, esperando que empiece la lectura de la lista y así saber en qué casa quedaran. Es curioso porque hay uno que resalta por todos los demás. El gigante entre los enanos. Les lleva una cabeza a todos y puede resultar cómico.
No tanto lo que piensan.
「EMPIECEN YA, NO QUIERO SEGUIR PEGADO A ÉL」
「¿Qué clase de tronco de árbol es? Creo que es el más alto de todos」
「¿Podrá ver a todos en el gran comedor? Algo así como la mirilla de un submarino o un tanque」
「Que miedo…」
Hace un puchero, ladeando la cabeza tamborileando los dedos. Están siendo un poquito crueles. No hablan en voz alta, es solo un detalle que tiene de especial. La mayoría en Gryffindor lo sabe, no así los profesores:
Jin es un Legeremante.
Nació con el dote de leer la mente de todos quienes lo rodean, incluso fuera de su campo de visión.
Es una cualidad muy extraña, la cantidad de legeremantes es muy baja. Es muy raro que suceda de nacimiento; esta cualidad surge por el hechizo Legeremens y dependiendo de qué tan habilidoso sea el mago, podrá hacer más o menos de ese hechizo. En su caso, es que nació siendo muy bonito y especial.
Gracias a esto, es capaz de entrar en la mente de las personas y leer sus pensamientos, saber qué es lo que sienten y cómo es su cabeza, como dar un vistazo a sus almas. Alrededor del muchacho alto de primer año, todos sienten miedo. Quieren iniciar la ceremonia de selección para alejarse de él y… Jin no entiende por qué están así de aterrados.
No está haciendo nada, solo lee un libro sin prestar atención a los demás. Por fortuna, empieza la selección. A Slytherin van la gran mayoría de Alphas entre los estudiantes, uno que otro Beta; Omegas y Betas van a Hufflepuff; Omegas y Alphas a Gryffindor. Al principio, no hubo ningún Ravenclaw. Jin apoya la barbilla en su palma, curioso del cambio este año.
El año anterior, los cupos de nuevos estudiantes en Ravenclaw se llenaron casi al instante.
—Namjoon Kim.
— ¿Por qué insisten en poner el apellido después? —suspira Jin haciendo una mueca.
—Tú y él tienen el mismo apellido. —susurra un Gryffindor de tercer año. Jin saca un poco los labios.
—Corea está poblada de gente con el apellido Kim. También hay muchos Park y Baek.
Namjoon toma asiento y es cómico como Hwasa –profesora de Defensa contra las artes Oscuras-, no tuvo que bajar mucho la mano para ponérselo. Jin se percata de la expresión tranquila, así como… ¿Silencio? Frunce un poco las cejas. Hay ¿Silencio? ¿Cómo hay tanto silencio ahí?
¿Por qué no puede leer su mente?
Es un total silencio.
Como si no pensara nada.
Nadie puede “dejar de pensar”. Eso no existe. Siempre hay un pensamiento. Incluso si es el color del piso, de lo que ve, el aire que respira. Namjoon parece tener un bloqueo para leer su mente. Jamás ha sucedido y lo hace sentir extraño. Entre inquieto e incómodo.
—Muy curioso, muy curioso, eres un líder nato. Curioso, curioso, curioso de alguien como tú. Quien lo sepa no se creería que esa es una de tus cualidades, que tienes tanto que ofrecer, que hay tanto que puede elevar cualquier causa… ¿Dónde te pongo? —Por otro lado, Jin es capaz de escucha al sombrero seleccionador. Ladea la cabeza ¿Alguien cómo el? No tiene nada de especial aparte de la estatura desorbitada para un niño de once—. ¿Alguna preferencia? —Namjoon niega con la cabeza—. Entonces… ¡RAVENCLAW!
Los aplausos de la mesa son recatados, como si no les encanta que tendrán al estudiante más alto visto en Hogwarts. Namjoon entrega el sombrero seleccionador y avanza a su mesa, tomando asiento y continuando con su lectura. Jin se asoma, estirándose atrás. Arruga la expresión ¿Qué idioma es ese? ¿Francés? ¿Español? No entiende el título de ese libro.
—Qué le pasa a la gente. Deberían estar felices de tener a un Alpha en su casa. —bufa Jin, apoyando la mejilla en su palma.
—Es intimidante tener a un Alpha tan grande. Digo… Solo hace falta verlo. —responde alguien de su curso, en voz baja y con una mueca incómoda.
—El año pasado entraste tú con hombro gigantes, ahora es él con piernas y torso gigante ¿Qué será el año que viene? ¿Un niño con cachetes grandes? ¿Labios gordos? Tal vez manos grandes. —ríe una chica apoyada en la mesa, cuchicheando.
—O tal vez nada por intentar manifestarlo. —concluye Jin, agitando la mano. Le gusta sus hombros grandes. Es una de sus características bonitas y distintivas. Combinan muy bien con su cintura pequeña.
Al iniciar la comida –tras mucho esperar-, come y devora como siempre. La gente aún no tiene muy claro cómo es que no engorda en relación a los festines enteros que consume. En primer año, se burlaban un poco de él por eso, pero Jin lo ignoró.
Ama comer y no le molestaría engordar. Sabe que será lindo engorde o no.
El gran comedor casi se queda callado escuchándolo disfrutar exageradamente su comida. Gryffindor estallando en carcajadas, Hufflepuff uniéndose sin comprender de dónde viene el cómico sonido, Slytherin rodando los ojos y Ravenclaw aguantando las risas. Jin escucha algo romperse, junto a quejas de tener jugo en el uniforme.
—L-lo siento. —dice Namjoon con una mano en el rostro, levemente rojo y riéndose a juzgar por el temblor que tiene.
Por un momento, Jin logra conectar mirada con él. Le sonríe, poniendo una mano en su mentón y encogiéndose de hombros al guiñarle el ojo. Namjoon se encoge en sus hombros, abochornado. Solo por molestarlo, más dramatiza un beso.
—Es un año menor, no seas así. —dice un compañero a la vez que le palmea la espalda, riéndose por el gesto del Omega.
—Al menos una persona debe recibirlo bien, así no sea de su casa. Hay que ayudar a los recién llegados.
Y ahí está, esa vena paternal, aunque en parte es curiosidad por no poder leer la mente del Ravenclaw. Con suerte, logrará hacerlo en algún momento. No dejará de intentarlo. Su mayor rasgo Gryffindor, es la curiosidad, puesto que no tiene la valentía ni por asomo. Una vez se plantea una situación desconocida, va a hacer lo que sea para descubrir la razón.
Aun si eso le trae un castigo o problemas.
Otro rasgo de Gryffindor: arriesgarse tontamente en algo que no vale la pena inmiscuirse.
Chapter 2: Águila solitaria
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Ha transcurrido un mes desde que inició el año escolar y Jin sigue en el mismo dilema existencial: no puede leer la mente de Namjoon. Creyó que estaba perdiendo toque, que quizá su capacidad como legeremante estaba desvaneciéndose, pero no es el caso. Es casi lo contrario: su alcance ha crecido un poco. Es el único de los tantos estudiantes y personas en Hogwarts que es imposible de saber que pasa por su mente, que es lo que siente. Absolutamente nada.
Un punto muerto.
Si se esmera mucho, puede entrar en la mente de las personas, invadirla y verla como una pequeña habitación donde ve rasgos de la persona: gustos, personalidad, metas a corto y largo plazo, incluso los miedos. En comparación, Namjoon es una habitación cerrada. La ve todos los días, pero no puede abrirla; choca una y otra vez contra la puerta en un intento caricaturesco para abrirla.
También es frustrante, pero no impide el fluir del tiempo en su día a día. Estudiar siendo legeremante es lo más fantástico que puede pasar. Sobre todo en exámenes.
No se copia siempre. Es bastante raro que lo haga. Casi imposible. Estudia y se esfuerza como todos los demás. Sin embargo, también utiliza sus capacidades en ciertos momentos. Muy específicos: cuando no recuerda una fecha exacta –Historia de la magia-, o el peso exacto de un ingrediente –Pociones-, se da la libertad de descubrirlo y nada más. Por eso su promedio, no es el mejor del colegio. Es muy bueno, pero relucen algunas “A” en sus calificaciones y solo tiene “E” en Transformaciones, Astronomía y Encantamientos. Para lo demás, es regular.
Por otro lado… El águila que se esmera en descifrar, se hace una fama enorme en el colegio. Muchos rumores de términos no muy recatados; comentarios sobre su aspecto; como los profesores lo tienen como favorito –incluso Sana que da pociones-. Es todo un espécimen.
Además, es el único estudiante que hasta el momento ha respondido absolutamente todos los acertijos que ha soltado el águila de bronce, la que está en la entrada de la sala común de Ravenclaw. No sería extraño, de no ser porque los de primer año siempre acaban esperando a alguien de un año superior. Y aun así, normalmente solo el profesor a cargo puede ayudar. El águila de bronce es muy mañosa, incluso peor que el cuadro que tiene Gryffindor.
Conclusión a todo esto: Namjoon es impresionantemente inteligente. Como bien dijo el Barón sanguinario durante una cena, los Ravenclaw son capaces de apuñalarse entre sí hasta la muerte por tener el título del más inteligente. Ocurre así ahora. Tienen a Namjoon tan apartado que es como un exiliado dentro de Ravenclaw, un marginado.
—Los Ravenclaw son tontos e inteligentes a la vez ¿Cómo es posible? No lo entiendo. —farfulla Jin viendo a Namjoon echado en el césped del jardín, leyendo una pila de libros enormes ¿Hace otra cosa?
Solo lee y come.
Es un poco raro. Al menos para Jin.
¿No le gusta ver el cielo? ¿Leer otra cosa? ¿Pintar? Algo.
—Dicen que está haciendo el examen para subir de curso, por eso lee día y noche. —responde la Omega con la que está sentado.
— ¿Subir de curso? ¿Para qué? —pregunta Jin, confundido.
—Quien sabe—Ella se encoge de hombros—. Dijo que quería hacerlo y ya ha presentado dos exámenes de cuatro. Dudo que apruebe. Es solo otro Ravenclaw intentando ser superior a los demás. —Desmerita despreocupada.
Un detalle de tantos en Jin: puede no ser su problema en lo absoluto, pero le gusta entrometerse.
Se levanta de su asiento y con paso animado, se dirige a dónde el Alpha estudia. Toma asiento a su lado y apoya las mejillas en sus puños. Namjoon saca la cabeza del libro grueso que lee y Jin le sonríe.
—Soy Kim Seokjin—Se presenta—. El Omega con la cara más bella en todo Hogwarts… ¿Qué haces? ¿No tienes nada mejor que hacer un fin de semana? —inquiere con voz tranquila, casi simpática a pesar de que es una pregunta un poco desubicada.
—La verdad no—responde Namjoon, con extrañeza de la cercanía. Por un lado, lo molestó esa presentación tan pretenciosa y egocéntrica, sin embargo, de algún modo se lo esperaba. Cuadra con el perfil de Jin visto hasta el momento—. ¿Y tú? —pregunta incómodo y tenso. Casi confundido.
—Por supuesto que sí tengo—ríe tamborileando los dedos en las mejillas propias, sonrojadas por el sol que le da en la cara—. La cosa es que encuentro triste que un recién ingresado esté tan solo y haciendo lo que va a hacer por… ¿Ocho meses? Lo que duren las clases. Así que ¡Aquí estoy! —anuncia Jin con una enorme sonrisa.
—No entiendo que quieres hacer—Admite aturdido y confundido—. ¿Nos hemos visto en otro lado?
—Es complicado no verte, big boy. Mides casi más que yo y se supone que eres un año menor—Namjoon mira a otro lado, incómodo—. Me gusta conocer mucha gente. Conozco a alguien en cada casa. No tantos en Slytherin, pero sí a muchos… ¿Quieres que te presente amigos? Luces muy solo. —apunta balancéandose en su lugar.
—Estoy bien así. Quiero enfocarme en estudiar. —Namjoon cree que es suficiente para que la conversación se cierre y Jin se vaya. No se va.
—Tienes ese flanco más que cubierto ¿En serio necesitas estos? —Le quita las gafas de montura gruesa y Namjoon balbucea, tratando de recuperar sus gafas—. Eh, creo que es la misma fórmula que uso para leer.
Al verlo sin las gafas puestas, nota que tiene una cara mucho más bonita de lo que había percibido. Namjoon aguanta la risa, causando que se marquen hoyuelos en sus pronunciadas mejillas. Jin ladea la cabeza, confundido ¿Qué le hizo gracia? No hizo ningún chiste y por lo general nadie se ríe de ellos, sino de su risa en sí.
¿Se está burlando de él?
—L-lo siento, es chistoso como te quedan. No es tu estilo.
—Sigo siendo hermoso de todos modos—Afirma con aire teatral, jugando con su cabello—. Hey, tenemos el mismo apellido y es obvio que eres asiático… ¿Has ido a Corea alguna vez?
—Vengo de allí. Hace como cinco años que llegué a Londres.
—Oh~ Eso quiere decir que también hablas coreano ¿Cierto? —Asiente—. Vale… errr… Es que no tengo nadie con quien hablarlo y empiezo a perder la costumbre. Supongo que contigo puedo hablar así.
Namjoon se cuestiona si esta cercanía lo permite ser un poco irrespetuoso a pesar de conocerse hace apenas unos minutos y Jin es mayor. Decide arriesgarse:
—Si eso quieres, no tengo problema. Suenas muy casual, lo que está afectado es tu inglés.
— ¡YAH! ¡Cómo te atreves a insultar mi inglés! Sé más ingrato niño de primer año que vine aquí con las mejores intenciones de cualquier superior a su compañero recién llegado para que no se sienta solo y abandonado como un cachorro al lado de la vía más te valeseragradecidoconmigoKimNamjoonporquedeotromodonotendrásmicompañia.
— ¡OOOH! ¡RESPIRA! ES PEOR EN COREANO. —chilla quien iba pasando y otros más uniéndose al barullo. Jin empieza a reír, de forma tan particular como solo él y Namjoon aprieta la expresión.
No supo a que vino esa mueca, la realidad es que se trata de que a Namjoon, por algún motivo, se le hizo muy tierno el gesto del Omega. Puede hablar muy rápido. Casi le da envidia.
—Aprecio tu compañía, solo respira, que quiero seguirla apreciando. —ironiza, tranquilo de que saliera bien. El Omega huele bien. A que disfrutó la respuesta de algún modo. Mejor dicho: aprecia que la interacción sea como la tenia planeada. Jin sigue riendo y se recuesta de él, acabando por caer de espalda. Namjoon le quita sus lentes.
No quiere que los rompa mientras rueda en el suelo.
Todo para romperlos él mismo intentando ponérselos.
Jin solo atina a reír muchísimo más por esa torpeza por parte del águila solitaria. Demostrado que solo hace falta un león para que le haga compañía.
Chapter 3: En clases
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「Odio tanto historia de la magia… creo que voy a llorar」
「¿Alguien me dice el sentido de esta asignatura?」
「Me pregunto si la directora piensa en que el profesor se murió de aburrimiento y es un fantasma. Debe ser entretenido de ver en las reuniones, algo así como “Hola, buenas tardes, he dado clases por casi ochenta años, gracias por dejarme retirarme”」
「Ni siquiera los Ravenclaw prestan atención a esta mierda ¿Por qué yo sí? Es incluso menos aburrido el tener que leerme el maldito libro」
「Si voy al baño y nunca regreso, no se va a dar cuenta…」
「Esta galleta está muy rica」
Los pensamientos durante la clase de la Historia de la Magia son variados y divertidos, evitan que se quede dormido de tanto aburrimiento. Golpear su frente contra el escritorio sería brindarle al escritorio una parte de su belleza. Se rehúsa a hacerlo. Bufa encogiéndose en su asiento, quiere que acabe, se siente como tener seis horas seguidas y apenas van veinte minutos.
Muchos Gryffindors están dormidos, incluso varios Ravenclaw. La conclusión que puede sacarse respecto a esto, es que a nadie le gusta esta asignatura y si le gusta es la persona más rara que puede existir en el colegio. Acaba por echarse en la mesa. El profesor continúa andando de un lado a otro con un apasionado relato sobre una cruzada en la edad media…
¡Y SERÍA GENIAL! ¡PERO SU VOZ DA SUEÑO!
No lo soporta. No puede con tanto. Si tan solo un profesor como Jihyo o Hwasa dieran esta materia, no sacaría otro “aceptable” como nota final.
「¿Valdrá la pena siquiera que hable? Creo que va a continuar en lo suyo como si nada… incluso así se murió. Deberían hacer un exorcismo a este salón」
Alza una ceja extrañado de escuchar los pensamientos del jefe de casa Ravenclaw. Un hombre muy bajito, ojos pequeños y alargados; aspecto infantil en diferencia a su actitud amargada. Se llama Jihoon. No suele hablar coreano. De hecho, Jin duda que sepa hablarlo. No tiene acento, sino el propio de Inglaterra.
Volviendo a su presencia en específico: ¿Qué hace aquí? ¿Quién hizo algo? En general, todos están medio dormidos. Es imposible hacer nada así. La puerta fue abierta. El profesor de historia –un fantasma que va de izquierda a derecha hablando sin parar-, se detiene a medio camino, observando al pequeño profesor con cabello negro, gafas y sonrisa nerviosa.
Cabe mencionar que no es bueno capturar su atención, puede causar largas e interminables charlas con esa voz bendecida por Morfeo.
—Vine a traer a un nuevo estudiante. —anuncia Jihoon. Gracias a su voz, muchos golpearon contra sus escritorios, espabilando al mismo tiempo que los más pendientes intentan ver quien es el “nuevo estudiante”. A final de cuentas nadie ingresa casi tres meses después.
— ¿Nuevo estudiante? —pregunta el fantasa, curioso.
—Sí. Hizo las pruebas para subir de curso. Fue tan perfecto que lo ordenaron a empezar desde hoy—Agrega con orgullo en su voz. Expone que se trata de algún estudiante de su casa: Ravenclaw—. A partir de ahora es alumno de segundo año.
—Eso quiere decir que…—murmura a sí mismo.
—Kim Nam-Joon. —Es la única vez que ha escuchado a Jihoon decir algo en coreano, incluso lo dijo en el orden correcto. El Alpha entra al salón cuando lo llaman, balanceándose en sus pies.
—Buenos días. —saluda con una reverencia leve.
—Oh… Entiendo… Puede sentarse junto al señor Lorry—señala perezosamente—. Espero que sea capaz de seguir la corriente.
—Podrá. Lamento que sea esto con lo que empieces—Le susurra Jihoon, Namjoon muestra la misma expresión de nerviosismo—. Los veo en transformaciones… Ahí no van a dormir tanto.
Jin aguanta una risa por lo que pensó:
「Cada día es más fácil convertir una silla en una guitarra y voy a romperla en la cabeza del que se atreva a dormirse」
Con eso Jihoon, se retira del salón y Namjoon sube hasta sentarse donde lo indicaron, un puesto debajo de Jin. El Gryffindor no tarda en tomar un trozo del pergamino en su bolso y escribir una pequeña nota. Dado que no hay atención por parte del profesor, se permite hacerla levitar y que queda en el escritorio de Namjoon.
Bienvenido a segundo año. Acabas de joderte un año tranquilo ¿Eres tonto?
Namjoon gira un instante antes de volver al frente. Con los pocos encuentros que ha tenido con Jin, aprendió que es muy directo, también peca de indiscreto y entrometido. Namjoon ya aprendió que le encanta meterse en la vida de todos. Es muy poco considerado. Escribe la respuesta y la envía, esta golpea la cara de Jin sin querer.
Si pusiera subiera más años, pero apenas permiten uno porque no estoy “psicológicamente preparado” para lo que significaría tener esa clase de responsabilidad.
Ya que esto es un chat para no dormirse en clase, se da la libertad de continuar.
Ewww ¿Qué acaso te quieres graduar ya?
Tengo la impresión de que eso es lo que quiere cualquiera que estudia. Entrar, graduarse y adiós.
Claro que sí, pero ewwww… demasiada tarea, demasiada responsabilidad. Me gusta ser un niño aun ¿sabes?
Eso me hace pensar que a pesar de todo tu familia es realmente calmada. Investigue un poco y no eres un cualquiera en la muchedumbre.
¿Y tú sí? Creí que también eras sangre pura
Algo así.
Hablaron muchísimo, Jin llena su mochila de papeles arrugados y llenos de mensajillos que se mandaron toda la hora. A terminar, prácticamente salta a un lado de Namjoon. Interrumpe sus pensamientos por ver el cuaderno de Namjoon y abre los ojos a más no poder.
— ¡¿CÓMO ANOTASTE TODO ESO?! —pregunta Jin pasmado y con sonidos típicos de un niño que hace berrinche. Namjoon mira su cuaderno con anotaciones. Son muchísimas, dos hojas enteras.
—Estoy acostumbrado a hacer muchas cosas al mismo tiempo. Entre ellas dormirme, hablar y anotar la clase. Es fácil una vez te acostumbras. —comunica Namjoon.
—Eres una cosita demasiado rara—Jin le masajea los cachetes de manera exagerada, consiguiendo que los lentes queden torcidos en el rostro del Alpha—. Me encantas—ríe encogiéndose de hombros—. ¿Vamos? Tenemos el mismo horario. —Namjoon asiente guardando todo en su bolso.
Jin intenta leer su mente y se da tal choque que queja en voz alta. Para su sorpresa, Namjoon hizo lo mismo.
Es extraño: por lo general, nadie se da cuenta o reciente sus embates para entrar a su mente. Namjoon lo mira con cierto recelo y sospecha, pero no dice nada al respecto. Salen del salón y se dirigen a la clase de transformaciones, dada por Jihoon, que también es director del coro de Hogwarts. Tiene pasión musical.
Representada en su afán por querer golpear a todos con una guitarra.
Sobre todo a Gryffindor por atolondrados.
Jin aprovecha la estatura similar para subir a la espalda de Namjoon y que este él lo lleve todo el camino. El Alpha no es capaz de dejar caer al Omega. Sería muy cruel, a pesar de que está aún apretando sus mejillas desiguales.
—Vamos a ser compañeros, seamos buenos compañeros. —Jin acaba riendo y Namjoon con él.
Es mentira decir que haber sido subido de año no lo emocionó más al considerar que estaría con Jin, el único amigo que tiene.
Chapter 4: Tutor
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Resulta cómico como en el salón, todos parecen más niños por la presencia de Namjoon. El muchacho es tan alto como todos, incluso un poco más. Las gafas y su rostro le dan aspecto de alumno de tercero año, ni siquiera de segundo, mucho menos de primer año, donde debería de estar. Jin empieza a exasperarse de los pensamientos repetitivos de la gente, sobre todo los Ravenclaw.
「Tuvo que haber un error. No es tan bueno como todos quieren hacer creer」
「Hizo trampa en los exámenes. Estoy segura」
「Un examen hecho por el ministerio que tan complicado puede ser. Cualquiera puede hacer esa mierda」
「Espero el primer examen y que se joda por presumido」
Si hay algo que Jin puede dar fe en esta vida, es que Namjoon no es presumido. Es reservado con el tema calificaciones, también con sus capacidades y debilidades. Tiene rastros de ego cuando los profesores lo han desestimado incrédulos de su capacidad, pero más allá de eso, es una persona humilde. Diría que le molestan las personas que regodean.
Cosa que hacen los Ravenclaw mayoría de veces, siendo la casa de los más listos.
Resulta curioso que toda la atención de ser “malos” se enfoca en Slytherin, cuando muchos Ravenclaw entran en esa categoría. La atención mayormente va dirigida entre ellos mismos y por eso no se presta casi atención.
Por otro lado, ya que Namjoon es el genio certificado de la generación, Jin no tuvo vergüenza en ir rogándole que lo ayudara en pociones, transformaciones y un poco en DCLAO. Si bien no es un desastre y el año pasado le fue muy bien en transformaciones, está perdido y ni leyendo mentes podrá lograrlo cuando llegue el final del trimestre y los exámenes teórico-prácticos vengan a atacar.
—Vale, necesito una explicación enorme y detallada de cómo es posible que sepas todo esto. Es… ¡Es increíble! ¡Te acuerdas de todo! —exclama Jin—. Me da mucha envidia. Me acuerdo de mí horario a duras penas. —bromea con una risa más discreta y leve.
—Tengo memoria eidética. Memoria “fotográfica”—explica Namjoon escribiendo sin dejar de mirarlo, tenido muy claro que iba a poner, así como el espacio que tiene—. Recuerdo todo desde los tres años. Incluso que mi mamá creía que me iba a olvidar de que me prometió un unicornio y jamás llegó sin importar las navidades que pasaron. —concluye poniendo un punto a su escrito y un puchero que lo hace lucir demasiado tierno para Jin.
—Oh~ Es eso—Jin apoya las mejillas en sus manos—. ¿Te cuento mi secreto también?
— ¿Ah? Oh, claro, eso de saber dónde está todo el mundo o que van a venir a pedir. —Eso le ha estado comiendo la cabeza. Jin siempre responde la pregunta antes de que las hagan, incluso prestar algún material como tinta, pergamino o libros.
—Exactamente. Aparte de tener el rostro más bello de Hogwarts: soy legeremante. Es un secreto para los profesores, así que por favor que siga siendo así. —Jin guiña un ojo, haciendo gesto de silencio. Namjoon ladea la cabeza.
—Qué extraño. Esa cualidad no suele darse en Omegas sino en Betas. Al menos la mayoría de casos registrados desde dos mil uno hasta ahora donde ha sucedido por nacimiento. Eres como una excepción a la regla. Una enorme. O bueno, de hombros enormes. —dice Namjoon, con expresión curiosa.
—Dones que me dio el universo aparte de ser así de bello—Regodea Jin, bromeando, Namjoon se ríe con él—. Aunque… No puedo leer tu mente. Me frustra. Lo he intentado desde que te vi en el gran comedor y ¡No puedo!
—Ah, eso, aprendí Oclumancia cuando tenía ocho—Jin casi se ahoga con su saliva—. También soy… “oclumante de nacimiento” por llamarlo de alguna forma. Lo perfeccioné después. —Por su modo de decirlo, es que hay una razón más específica, pero no se siente en confianza de decirlo.
No aun.
Jin va a seguir presionando.
— ¿Por qué?
—Mis padres son buenos con Legeremancia y me descubrían cada vez que escondía cangrejos bajo mi cama.
— ¿Cangrejos?
—Me gustan los cangrejos. —cuenta Namjoon, ligeramente avergonzado.
—Ouh.
—Es que son pequeños y lindos. Hay muchos que son del tamaño de tu uña y son geniales. —Jin jamás pensó que alguien pudiera sentir fascinación por un cangrejo.
Menos que Namjoon pudiera verse así de adorable contando su preferencia.
—Prefiero otros animales. Los zorros, los pavorreales… Los leones también.
La selección no se le hizo rara, es Jin, irradia elegancia. No es secreto para nadie que reluce como un niño mimado en su entorno. Namjoon no se imagina a dos animales que concuerden más con él que los dos primeros: tramposo y astuto como zorro; voluminoso y egocéntrico como un pavorreal exhibiendo sus plumas.
Por algún motivo lo llevó a imaginar a un zorro con cola de pavorreal y no está seguro de si tiene sentido o no lo que formó en su cabeza.
—Aunque el león no me termina de convencer, porque es más de Alphas.
— ¿De Alphas? —Repite Namjoon.
—Claro: Fuerte, dominante, a quien debe obedecerse. —explica Jin.
—Es una idea muy extraña la de un Alpha la que tienes. —Namjoon alza una ceja, terriblemente cortado de emoción.
—Es la correcta—afirma Jin arreglándose el cabello—. Cuando sea mayor de edad y me case, será así.
—Eso suena… mal. —dice Namjoon, incómodo.
—Claro que no. —discute Jin.
—Si lo hace ¿Qué si te pega? —pregunta Namjoon, preocupado.
—Algo habré echo. —dice Jin despreocupado y Namjoon casi se ahoga con su saliva.
Lo que Namjoon no sabe, es que ni siquiera fueron los padres de Jin quienes le indujeron a pensar así, realmente no es muy seguro de dónde vino esta corriente de pensamiento. Jin disfrutaría convertirse en un Omega de esa clase, manteniendo las libertades que sus padres siempre le han dado.
Se lo puede resumir como un soñador: imagina que todo en su vida será perfecto, como lo fantasea y desea, aun cuando no entiende que en ese sueño, hay varios puntos errados. Namjoon prefiere ni siquiera pensar en el tema. Convencer a Jin de otra cosa es imposible llegado a este punto, apenas tiene doce años y cree que la vida es más sencilla.
「Si me acerco ahora tal vez no me ignore o Jin me eche a un lado por robar su atención…」
Gira la cabeza, notando barullo que pronostica a más de tres personas acercándose a ellos. Efectivamente, todo el segundo año de Gryffindor, así como un par de primero aparecen cual manada, todos encorvados y con caras de perros apaleados.
— ¿Necesitan algo? —pregunta Namjoon.
「Que hagas mi tarea por mí, pero eso ya es mucho pedir」
—Ayuda—lloriquea una Omega de primer año—. Es que… no entiendo mis clases de Herbología y-y… Tú eres un Ravenclaw, subiste de curso, sabes mucho, creí que… podrías ayudarnos.
「Posiblemente nos diga que no porque es un Ravenclaw y todos ellos se guardan el conocimiento para ellos. Egoístas de mierda」
—Sí, es decir, tienes las mejores notas del colegio y… ¿Una ayuda, por favor? —Junta las manos un Alpha de segundo año—. Te lo pagaremos de alguna manera, te lo prometemos, pero… por favorrrrrrrrrrrrrr. —lloriquea insistente.
「Ahí viene el n-」
—Claro ¿Trajeron todo lo que necesitan o empezamos otro día?
— ¡SÍ! ¡TE DIJE QUE ÉL NO ERA ASÍ! —La Omega de primer año se lanza a apretujarlo con todas sus ganas.
De esa manera, Namjoon se volvió tutor de prácticamente todo primer y segundo año de Gryffindor. Jin observa en contento silencio que al menos en la casa de los leones, sean conscientes del intelecto de Namjoon, pues en su propia casa lo tienen a un lado por envidia.
De algún modo, este reconocimiento hizo a Namjoon muy feliz.
Ahora Jin solo necesita poder leer su mente o saber porque no puede y ¡Todo estará en su lugar!
Chapter 5: Curiosidad insasiable
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—Aun no estamos tan cerca de las vacaciones navideñas ¿Por qué piensas tanto en eso? —pregunta Namjoon, curioso. Jin de la nada empezó a hablarle con respecto a las materias que piensa ocupar el próximo año, las electivas y que destacan por ser más complicadas que las preestablecidas.
—Porque quiero saber que vas a estudiar tú. Debo coincidir o no podrás ayudarme y no tendremos el mismo horario—justifica Jin con un puchero—. Es lo normal ¿No? Intentar cursar lo mismo que la gente que conoces y con la cual quieres hablar un poco durante la lección.
—Tú no puedes hacer eso, te pierdes lo que debes anotar y acabo con mi cuaderno en tu cuarto siendo examinado por los seis Gryffindors con los que compartes habitación. —acusa Namjoon y Jin se ríe nada más. Culpable, no puede evitarlo. Los apuntes de Namjoon son los mejores.
Aunque es muy gracioso como hasta le da tiempo de hacer dibujos de ositos alrededor de la hoja. También de un koala narizón que vive durmiendo en todos lados. Lo incluye en anotaciones y es adorable.
Lo de que le encantan las cosas pequeñas no es mentira.
—Puedo porque te tengo a ti—ríe Jin, balanceándose en sí mismo—. ¿O te molesta?
Jin nunca se habia sentido tan frustrado y es culpa de que no sabe qué piensa Namjoon. Sus emociones e impresiones reales son un misterio. Suele verse feliz y tranquilo todo el tiempo, ajeno a las preocupaciones de los estudiantes. Sin embargo, está seguro de que no es así. No hay forma de que sea tan perfecto todo el tiempo.
—No me molesta, solo pensaba que es raro tenerte siempre a mi lado. Creí que ibas a seguir como los primeros días. —admite Namjoon, sonriendo tímido.
—Ah, es que tú eres más tierno y no debo concentrarme en cerrar mi mente para no escuchar tanto escándalo. Tengo un tranquilo silencio y es… inusual.
— ¿Es complicado ser legeremante? —pregunta Namjoon, interesado.
—Un poco. Cuando tenía cuatro años tuvieron que internarme en San Mungo casi todo el año porque me iba a volver loco. Eran demasiados ruidos. Todos hablando a la vez. Sigo amando ese cuarto en el que me metieron. Totalmente callado, en calma…—Jin cierra los ojos, recordando el espacio que le permitieron decorar y que disfrutó tanto. Suspira con una tranquila sonrisa—. Aprendí a controlarlo, pero aun así puedo oír un zumbido a lo lejos.
—Ah, entiendo… aquí debe ser complicado en algunos momentos más que en otros. —comenta Namjoon.
—Las horas de la comida son insoportables. Suelo enfocarme en una sola persona cuando quiero paz—explica Jin con las manos sosteniendo su rostro—. Ahora puedo enfocarme en ti y hay silencio. También en clases. Es un sentimiento muy lindo que, desde antes de tener uso de razón, no tenía.
Resulta contradictorio. Le gusta saberlo todo, pero al mismo tiempo, lo fascina que no escuchar nada de Namjoon. El hermoso silencio al que un legeremante aspira, pero es prácticamente imposible de conseguir. Namjoon se lo brinda y por eso se ha vuelto cercano a él. Lo hace sentir en paz, que finalmente el mundo bajo el volumen a sus pensamientos y puede enfocarse en los suyos propios. De alguna forma, también lo ayuda a ser la amistad más auténtica que tiene.
Porque hablan. Hablan muchísimo. No es Jin respondiéndose a sí mismo mientras lee la mente ajena.
—Pues…—Namjoon aprieta las manos nervioso—. Pensaba cursar todas las materias.
—Eso no se puede. La mayoría chocan con el horario. —informa Jin.
—Lo sé. Por eso Jihoon va a darme un Gira-tiempo. El ministerio ya lo aprobó y me lo darán al inicio del año que viene.
—Tendrías que ver Estudios Muggles… Ewww. —Jin arruga la cara, asqueado.
—Me gustan los muggles. Son personas, merecen respeto, no un “eww”—arremeda, estirando las piernas, los dos sentados en el alfeizar de una ventana de la torre de adivinación. La hora libre les dio para llegar ahí e instalarse antes de tener que ir cada uno a sus clases. Jin a Encantamientos y Namjoon a Pociones—. Que insistan en que son estúpidos es… estúpido en sí mismo.
—Son estúpidos. —opina Jin.
—Hacen robots, bombas atómicas, avances médicos… Para mi, si fueran estúpidos, seguirían viviendo en la edad media quemando a brujas falsas y haciendo católicos a todos quienes se cruzan y no creen lo mismo—Explica Namjoon y Jin frunce los labios—. Tal vez no tienen magia y creen en mil dioses distintos dependiendo de la religión, pero no son tontos. Podrían matarnos si quisieran.
—Si supieran. —corrige.
—Tal vez.
—Los muggles son crueles, los considero estúpidos por eso, no por ser técnicamente estúpidos—explica Jin y Namjoon asiente un poco. Eso suena más lógico—. Además, destruyen todo lo que tocan. Los magos evitan que el planeta se vaya a la mierda, pero los muggles son más rápidos en destruirlo. Son estúpidos. —insiste. Namjoon jamás lograría cambiar su parecer al respecto y así sea extremista, ve su punto. No evita decir:
—Es como tachar a todos los hipogrifos de bestias salvajes y peligrosas—a Jin le llama la atención los gestos de mano que hace, así como el constante asentimiento de cabeza. Es cómodo verlo hablar—. No todos son así y creo que muchos nos entenderían.
— ¿Cómo entienden a los homosexuales? ¿Transexuales? Ni siquiera permiten el aborto y defienden un gusanito sin corazón, cerebro o alma aun, como ser vivo ¿En serio tienes fe en ellos? —pregunta Jin, sorprendido de la esperanza que tiene Namjoon en los muggles.
—Quiero creer que hay más bondad en el mundo de la que todos creen. —confiesa Namjoon, con una sonrisa débil y tímida.
Se quedan en silencio, Jin se inclina hacia adelante para verlo a la cara directamente.
— ¿No leíste sobre lo que le hicieron a un legeremante? Lo apresaron, creyendo que tenía mayores capacidades cerebrales y lo forzaron tanto que está en estado vegetal. Rompieron totalmente su mente por el ruido—explica con lentitud y voz baja—. Él quería ayudarlos, trabajaba de policía Muggle en Rusia.
— ¿No leíste sobre las protestas lo que hizo? No hay uno solo de los culpables libre. Algunos incluso en pena de muerte por lo que hicieron. Nosotros también somos crueles, pero intentamos parecer que no—dice Namjoon—. Me interesa saber de ellos, para pensar en una manera de convivir sin escondernos.
—Eso es-
—O, de no haber alternativa, no estar cerca nunca más y que si nos destruimos, sea de mago a mago y de Muggle a Muggle.
La alternativa suena extremista para Jin, pero no mala.
Es curioso como al final a pesar de lo opuestos que pueden ser sus pensamientos, se entienden y coinciden en algunos detalles. Por más minimos que sean.
—Los magos no se harían daño entre sí. —asegura Jin.
— ¿Quieres apostar al esposo o esposa que tendrías y al que dejarías golpearte solo por ser tu Alpha? —Es una comparativa cruel, pero no pudo evitarla—. Nosotros nos hacemos más daño a veces. Las guerras mágicas, el clasismo por venir o no de una familia mágica. Somos como ellos, pero aceptarlo sería ponernos al mismo nivel y no por encima.
Es posiblemente el único tema, en el que no están de acuerdo ahora, el próximo año y no lo estarían en mucho tiempo.
Aun con ello, estánno hay real molestia a eso. Mientras más hablan, más felices están uno con el otro.
Chapter 6: Aporte estético
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— ¿Me dejas cortarte el cabello?
Namjoon sin querer –como siempre y por desgracia-, rompe el pergamino que escribía para su tarea de historia. Ve a Jin con la boca entreabierta y luego a los lados ¿Qué clase de pregunta es esa? Es más ¿Para qué quiere cortarle el cabello? El legeremante sigue medio echado en la mesa, viéndolo fijamente en lugar de hacer su tarea como debería.
— ¿Por qué quieres hacer eso? —pregunta Namjoon, también sorprendido de que sea una oferta. Implica que Jin sabe cómo cortar cabello. Es anómalo siendo que viene de una familia rica.
A ellos les limpian hasta los mocos. Por eso tantos son tan inútiles en su vida diaria e irse a la ruina es igual a la muerte.
—Me molesta mucho tu cabello. Es… crespo por algunos lugares, en otros no; lo tienes casi cubriéndote toda la cabeza y parece una maldita maraña. —quejumbra estirando el brazo para darle toques a un mechón, como si fuese un bicho asqueroso.
—Bu-bueno desde que vine no lo corto. —justifica Namjoon con tono nervioso.
—Igual estaba horrible el día de la selección. —aputa Jin.
— ¿Realmente importa? —inquiere Namjoon.
—Claro que sí. Lucir bien siempre es importante. Que seas un cerebrito no cambia que debas lucir presentable—afirma Jin tamborileando los dedos—. Lo considero un desperdicio de rostro. Solo falta mirarte un poco y notar que el nido de pájaros oculta tu belleza natural.
—Aun así, nadie me considera guapo así que…—Namjoon se encoge de hombros.
Jin bufa, de mal humor. Sabe que nadie lo considera así –para su sorpresa-. Aparte de leer los pensamientos de las personas a su alrededor, no es raro que lo murmullen. Muchas veces es a propósito para hacerlo sentir mal. Desconoce si a Namjoon lo afecta, pero por su semblante, diría que sí y no le gusta vero triste.
Es un niño de cara muy linda. Rellena, con mejillas desiguales y es parte de su encanto. Además, los hoyuelos no pueden ser más adorables. Los labios gruesos y sonrisa tímida contribuyen a su belleza.
Pensándolo a profundidad, Jin llegó a la conclusión de que posiblemente esa especie de desprecio hacia el Alpha de Ravenclaw, sería menos intenso si tiene un mejor aspecto. Nada puede hacer con las gafas, aparte de disminuir la enorme montura innecesaria, pero el cabello es su “elemento”. Puede ayudarlo. No es tan bello y perfecto por nada. Desde muy joven lo enseñaron a cómo mantener su aspecto y por ello, incluso en Hogwarts, compartiendo habitación y siendo parte de la población regular, se nota de familia adinerada.
—Yo te considero un Alpha guapo—dice Jin dándole palmadas en la mano, Namjoon enrojece, viendo a la mano de Jin—. Podría ser más evidente si me dejas ayudarte un poco con eso. Tal vez no soy bueno en Pociones, Historia de la magia o Herbología, pero si en Encantamientos, Transformaciones y esto cuenta como una transformación—Sonríe con la barbilla pegada a la mesa, viendo arriba y logrando lucir que tiene ojos grandes y redondos—. ¿Entonces? ¿Puedo? ¿Puedo?
—No creo que-
— ¡YAH! Déjate ayudar de una puta vez niñato ingrato voy a convertir esto de una petición a una orden y te arrastrare a Gryffindor como sea así tengaquepedirayudaalosdemásdemicasaparahacerloytenerquepagarlesdespuesporelfavor.
Y empieza a reír, Namjoon también, con una mano en su rostro antes de golpearse la frente contra la tabla de madera y manchándose de tinta negra.
┈
—No estoy seguro de que debas seguir haciendo esto… —dice Namjoon, temblando.
—Ni siquiera yo estoy seguro ¿Cómo limpiaremos todo esto? —refunfuña Jin.
—Pediremos ayuda a algún elfo domestico. Así de simple.
—Shhhhhh… me desconcentran.
Namjoon comienza a arrepentirse de haber aceptado ir con Jin. No fue ocmplicado entrar a Gryffindor. Se aturdió por la cantidad de rojo y dorado que hay adornando el lugar. Sabe que es el color reglamentario, pero no deja de ser cegador y peligroso para su vista a largo plazo. En la habitación entran y salen alumnos curiosos por ver el arranque de peluquería que tuvo Jin con el Ravenclaw.
Nada raro. Están acostumbrados a que sea el peluquero de todos aquí. Sobre todo cuando hay festividades exactas en las que “deben lucir bien” y por tanto, Jin no permitiría que su año fuese un desastre.
Cosa que parece ser el cabello de Namjoon.
¿Es idea suya o tiene el pelo enmarañado y largo a propósito? Casi parece un encanto extraño. De forma discreta, saca su varita y murmura un hechizo de anulación, harto de estar cortando y cortando sin éxito. El cabello de Namjoon se suaviza y este abre los ojos con expresión de espanto.
Fue como si algo se desinflara y le da miedo lo que sea que esté pasando ahí— ¿Has tocado un cepillo en algún momento de tu vida? O usado acondicionador. Esto es un maldito desastre—. Quejumbra Jin de mal humor, hasta el punto en que simplemente empezó a jalar cabello y cortándolo.
Por desgracia logra ver el cuero cabelludo y hubo un sorbido general. Namjoon ve a los lados ¿Por qué todos los leones tienen cara de espanto? Incluso en el reflejo de la ventana puede ver a Jin con una mueca preocupada.
— ¿Q-qué pasa?
—Nada. Nada… eh… YA SÉ.
Siguió cortando… y cortando, hasta hacer una pequeña montaña de cabello. Namjoon cierra los ojos con la cara apretada, siente frío en la cabeza, eso no es una buena señal en lo absoluto. Un Omega aparece con un espejo y al verse da una especie de queja o chillido volteándose hacia Jin.
— ¡¿QUÉ HICISTE?! ESTOY CALVO POR TODO LADO-
—No. Tienes cabello arriba. Se llama undercute—informa tamborileando los dedos en el aire—, y no estás calvo… No encuentro la hojilla y por eso no completo el degradado, pero ¡Ya eres persona! ¿A qué se le ve genial?
—Le sienta muy bien. —dice un Beta.
—Es un tanto loco, pero te queda muy bien. —comenta un Alpha.
—Yo diría que le queda genial. —afirma otro Beta.
—Imagina cuando le crezca más el cabello de arriba, seguro queda perfecto.
Jin ladea la cabeza, notando que Namjoon se avergüenza, pero no incómodo, sino aliviado y aparentemente contento. Arriba tampoco tiene tanto cabello, estaba tan enredado que lo cortó.
「Quiero cortarme el cabello así…」
「No estoy seguro de que tan bien me sentaría, pero en él está demasiado genial. Que envidia…」
「Bueno… realmente es un Alpha bonito」
Jin sonríe satisfecho, escondiendo las gafas de Namjoon. No son necesarias para él, así que puede sobrevivir sin ellas hasta que pueda encoger la montura o cambiarla por una decente. Está parece hecha en los noventa para molestar a los nerds. Abraza a Namjoon por la espalda, silbando complacido por su éxito hasta que, por cuestión de cercanía y confianza, su magia hace contacto con la de Namjoon.
Fue extraño. Era… ¿tibio? Usualmente se siente frió o calor dependiendo del tipo de magia que tenga la persona. La luz es abrazadora y la oscuridad gélida. Namjoon es… Tibio. Perfectamente tibio. Que magia más rara.
Sin embargo, para Jin eso hace que el Alpha Ravenclaw sea aún más encantador.
Chapter 7: Omega curioso
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— ¿Por qué te pintaste el cabello de rosa?
—Porque me encanta el rosa. Puedes tomar nota. Cualquier cosa rosa que me regales, voy a amarla —asegura Jin con el rostro en sus dos manos y una suave sonrisa. Namjoon ríe tímido, negando con la cabeza—. Además, queda bien con mi bufanda.
— ¿Está permitido usar prendas que no son del uniforme? Sé que puedes usar joyería y algunas otras cosas, pero la bufanda…—Namjoon observa la prenda, dudoso al respecto.
—Claro que sí. Lo único que no puedo hacer, es ponerme una túnica rosa. En Mahotokoro podría. A veces me pregunto porque no pude ir a esa escuela. —bufa Jin haciendo un puchero. Namjoon balancea los lentes.
Los perdió por un par de días y cuando los volvió a conseguir, eran mucho más delgados de lo que recordaba. Está seguro de que Jin tiene que ver con esto. No hay forma de que se encogieran de la noche a la mañana. Además, Jin es muy bueno con las transformaciones, esto es culpa de él ¿Por qué? No sabe. El Omega está empecinado en hacer que se vea mejor, cosa que ni siquiera a sus padres les interesa. Si bien tiene un concepto muy marcado de lo que significa la apariencia personal, no puede decir que puede aplicarlo.
— ¿No te gustan tus lentes? —pregunta Jin, notando lo descuidado que es Namjoon con ellos ahora que son más finos y que no lo hacen ver con ojos más grandes.
—Es que se trataba de que me cubrieran mucho el rostro. —explica Namjoon volviendo a ponérselos. La ventaja es que son menos incómodos ahora. Lo malo es que son más frágiles y ya los ha roto veintidós veces en una semana. Un récord incluso para él.
—Oh, creí que no era a propósito-
—Mis padres los hicieron así—comunica con una mueca—. También me decían que no intentara demasiado con el cabello. —Jin murmura algo muy bajo, moviendo los labios y viendo arriba.
— ¿Por qué querían algo como eso? Digo. Eres un Alpha bastante lindo ¿Por qué no quisieran…?
—No soy un Alpha bonito y no querían que descuidara mis estudios. —explica Namjoon sin muchas ganas, jugando con la pluma encima del pergamino.
—Eso es… triste. Eres lindo, no deberías creer lo contrario. Además, no entiendo cómo-
—Básicamente no querían que ningún Omega me distrajera.
—Ooooooh ya.
—Puede decirse que a pesar de esas precauciones estás tú. —añade Namjoon señalándolo vagamente con la pluma.
— ¿Te distraigo? —inquiere Jin con tono coqueto.
—En comparación a lo que debería estar haciendo… sí. Me distraes muchísimo—admite Namjoon y Jin arruga un poco la expresión, casi ofendido—. No me molesta, nunca había tenido un amigo o… alguien cercano aparte de mis padres. Realmente lo aprecio. —insiste en el gesto tímido.
—Tus padres son horribles. Solo demuestra que los míos son los mejores. —resopla Jin. Tal vez tuvieran sus razones y él lo está tomando peor de lo que es.
Aun así, no considera que alguien que aísle a sus hijo por mérito académico sea el mejor en la competencia familiar.
—Hay… razones. —Jin resopla, le gustaría saber por qué Namjoon se la pasa tan misterioso.
—Sea como sea, no permitiré que parezcas un niño cavernícola en mi presencia. Tus padres tendrán que aguantarse que tengas un Omega pegado a ti, asegurándose de que te veas tan bien como es posible—Namjoon se ríe—. En serio eres un Alpha muy bonito.
—Porque eres un Omega muy extraño. —apunta Namjoon.
— ¿por supuesto que no! —afirma levantándose al mismo tiempo que Namjoon—. ¿Vamos a la cocina? Tengo mucha hambre y según escuché hoy van a servir sopa con fideos. No suelen hacer sopa.
—Obvio que no, es más, difícil de servir y-
—Y tú la tiras. Lo sé. Aún recuerdo a esa pobre Beta chillando por la sopa caliente en su falda. —Namjoon cubre su rostro avergonzado. Maldita sea su torpeza.
┈ ⋞ 〈 ✷ 〉 ⋟ ┈
— ¿Qué hechizo le hiciste?
— ¿Disculpa? —Namjoon saca la cabeza de los libros abiertos en su enorme escritorio.
Jihoon le dio un espacio especial para que estudiara, siendo el Ravenclaw más notable y que necesitaba más espacio. El pequeño grupo de castas variadas lo rodea y mira con recelo. Sabiendo que el jefe de casa tiene preferencias por los más brillantes.
—A Jin, qué hechizo le hiciste—Un estudiante de quinto año se cruza de brazos con mal gesto—. No hay manera de que se acercara a ti solo por… apiadarse de ti. —Agrega despectivo. Namjoon se muerde el interior de las mejillas.
—No hice nada, vino porque quiso ¿Qué les importa? Deberían estar estudiando si tanto les molesta que yo tenga mejores notas… y protecciones. —Namjoon silba por la suave brisa que hubo. Seguro intentaron hechizarlo de alguna manera, pero está perfectamente a salvo, gracias a una de las protecciones que sus padres le dieron antes de ir a Hogwarts.
—Nunca se mantiene hablando con la misma persona tanto tiempo. Es obvio que algún hechizo tuviste que hacer, de otro modo no tiene sentido que esté contigo.
—A menos que seas tan estúpido de hacer sus deberes por él. Es lo único factible.
— ¿Saben que existe el concepto de ser amigos? Para ser mayores que yo, son bastante estúpidos. —culmina Namjoon, decidido a ignorarlos y seguir en lo suyo.
Lo molesta que desestimen lo que Jin puede hacer. Es un estudiante independiente. Si bien lo ayuda a comprender los temas que más se le complican, el mayor hace todo por su cuenta. Nunca le ha pedido hacer sus asignaciones por él, mucho menos que le de las respuestas. Comete errores en sus exámenes también. Jin es un estudiante como cualquier otro, ni siquiera aprovecha su capacidad legeremante.
Lo molesta demasiado.
Simplemente lo exaspera.
—No más que tú, creyendo que puede interesarle ser tu amigo, gigantón.
Lo dejan solo y Namjoon se mantiene viendo el texto frente a él. Jin no tendría porqué mentirle diciendo que son amigos. Es inútil. Se revuelve el cabello con una mano antes de echarse en la tabla de madera. Ladea la cabeza, viendo el reflejo del enorme frasco de vidrio con restos de poción para mantenerlo despierto.
Jin dijo que le da paz por el silencio que genera, pero… se preocupa que no llegue a ser suficiente y acabe aburriéndose. Por lo que ha escuchado, suele hacerlo con todo el mundo, manteniendo una relación relativamente lejana y actuando similar a una figura paternal para la gente a su alrededor.
No tiene nada aparte del silencio a su favor y… lo hace sentir tan triste.
┈
—Suelta a Namjoon un rato, pareces su sanguijuela.
— ¿Eres tonto o qué?
Jin observa casi aturdido el comentario de un Gryffindor de sexto año. No es la primera vez que lo regañan por su comportamiento: leer la mente de las personas sin permiso (¿Qué acaso esperaban un aviso o qué?); pintarse el cabello de repente, ocupando el baño para él solo; dejar a los demás fuera de la habitación porque quiere dormir en silencio y así un montón de cosas más.
Jin es una persona relajada por lo general, pero hay momentos en los que le vence el estrés y nervios de escuchar tanto sin parar. Quiere silencio. Quiere dormir en paz, estar en el baño en calma ¡QUIERE PAZ! ¡NO ES MUCHO PEDIR! Ni siquiera lo hace en momentos donde sea imposible. Por lo general, es a mitad del día donde no hay muchos en la casa de los leones.
Ahora, es malo estar junto a Namjoon. Al Alpha no lo molesta ¿Cuál es el problema?
— ¡Es un Alpha así tenga un año menos que tú! Deberías-
—No me interesa. Que ridículo eres—bufa Jin sacando los labios—. Tú deberías superar que no quiero salir contigo, ni acompañarte en tu celo—balancea las piernas, el otro enrojece—. Namjoon es un Alpha muy tranquilo y mejor que tú o muchos aquí. No es tan ridículo.
— ¿Acaso eso piensa?
—No sé. Ese es el punto.
Namjoon le genera expectativa. Misterio. Sin embargo, también la certeza de que nunca le hará mal. Muy diferente a muchos en Gryffindor que se han delatado más de una vez.
Es un Omega curioso por cómo se desenvolverá Namjoon y que permanezca en un “puede que…” es más, emocionante que permanecer con Alphas cuyos pensamientos lo molestan, aturden o irritan. Se levanta, usando una enorme pijama rosa. Con el frío que hace, quiso estar un rato frente a la chimenea de la sala común.
—Prefiero soportar las estupideces de la gente en mi dormitorio que las tuyas. Buenas noches. —Despide Jin con una leve reverencia antes de irse a dormir.
Imagina que Namjoon debe estar estudiando, lo usual.
Chapter 8: Falta de aprecio
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—No me ha hechizado con nada, pero ustedes deberían tener cuidado si pretenden hacer lo que piensan. Voy a decírselo a Jihoon si lo hacen—advierte Jin frente a la mesa de Ravenclaw—. Está bien ser competitivos, pero ustedes están enfermos… ¿Terminaste? —pregunta hacia Namjoon, cambiando abruptamente de expresión—. Vamos~ quiero mostrarte algo que encontré.
Namjoon se levanta de la mesa y permite que Jin lo guíe por el palacio. El de hombros anchos es capaz de darse cuenta de que Namjoon está preocupado. Triste. No sabe cuál más que la otra. Es complicado, la realidad es que algo pasa y es todo lo importante. Sin mencionar que los pensamientos de muchos Ravenclaw durante el almuerzo, son para preocuparse de verdad.
El odio que despiden es tan grande que lo preocupa que sean capaces de hacerle un mal a Namjoon. Sea hechizarlo o golpearlo. Es más, que obvio que lo insultan muy a menudo. La envidia es tan fuerte entre ellos mismos, que comienza a considerar Ravenclaw la casa más malvada de Hogwarts.
Los Slytherin no suelen matarse entre ellos, solo en un caso puntual y aun así, prefieren mantener su casa como la mejor. Unida de manera extraña. Agradece que no haya Omegas ahí. Lo poco que ha sabido, lo asustó bastante. También agradece no haber quedado en esa casa. Si bien el verde y plateado le habrían sentado genial, el rojo y dorado son más cercanos a su personalidad.
— ¡Tarán! ¡Flores Paraguas! —Namjoon se balancea sobre sí mismo, analizando las enormes plantas que hay en ese pequeño espacio con apenas nieve gracias a la vegetación—. Impresionante ¿A que sí?
—Más que impresionante, es muy raro. No suelen estar abiertas durante el invierno—Namjoon da un par de toques a la raíz. Fuerte y saludable. Sin duda iban a crecer mucho más. Están en aquel pequeño espacio de bosque donde la profesora de Herbología planta ciertos especímenes para estudiarlos después—. ¿Cómo las notaste?
—A veces vengo aquí para estar tranquilo. La gente me aturde—explica sentándose en el suelo—. Muchos piensan en lo hermoso que soy y como quisieran que yo fuese su Omega, pero… llegado cierto punto me duele la cabeza de oírlo tanto… todo el día… todos los días… en todos lados… —La expresión de Jin es una de agobio.
—Oh… es un bonito lugar para encontrar paz—afirma Namjoon, tomando asiento junto a Jin. Las enormes flores paraguas mantienen la nevada suave lejos de ellos. Jin extiende su larguísima bufanda para que Namjoon use el otro extremo—. Aunque siempre te veo por allí, no debes venir mucho aquí.
—No, porque podría mojarme de camino—ríe Jin, recostando la cabeza en el tronco de atrás. Mantiene la sonrisa—. Es un bonito lugar secreto.
—Sí. —corresponde Namjoon.
—Sabes… aunque lo digo mucho, a veces me aturde que insistan en que soy bonito. Porque… lo enlazan con otras cosas y no me gusta—Jin exhala, agobiado y un poco asustado, incluso sorprendido de admitirlo—. Es muy incómodo. Pasaba en casa: mis padres hacen fiestas a veces y algunos de ellos… pensaban en como… tocarme y cosas así.
— ¿Nunca pasó o sí? —cuestiona Namjoon, girando la cabeza preocupado y tenso. Jin niega con la cabeza, luciendo muy tranquilo.
—Mis padres jamás permitían eso. Cuando les digo que eso pasa, dejan de invitar a esa persona a casa. Quieren que sea feliz como yo quiera serlo: escoger a mí Alpha; salir con un Beta u otro Omega; viajar en lugar de quedarme en casa, trabajar de lo que quiera… Quieren que sea feliz—Namjoon suspira aliviado. Al menos no viene de esas familias sangre pura que son insoportables—. Una vez… llegó alguien pidiendo ser mi esposa.
— ¿Cómo se llamaba?
—Sunmi.
—Ah, es amiga de mis padres. Qué curioso.
—En realidad sí… el punto es que iba a pagar por llevarme con ella y casarnos cuando cumpliera diecisiete. Mis padres desde ese momento apenas se le acerca porque es estrictamente necesario—ríe Jin, balanceando las piernas estiradas—. No dejan que se acerque a mí.
—Me agradan tus padres. —comenta Namjoon.
—Y tú a ellos—tararea Jin, con deje emocionado—. Están felices de que encontrara a alguien que no me haga caer en una crisis nerviosa.
— ¿En serio?
—Sí. Bueno, eso les gusta, pero igual tienes que conocerlos—aclara el Omega—. Tal vez puedan ir a la fiesta que hacemos para navidad. Hay muchos amigos míos allí. Tal vez te agraden y ellos a ti… No importaría mucho, tú eres mi favorito ahora. —Jin lo abraza y le da un beso en la mejilla, alejándose mientras ríe.
Namjoon arruga la cara ¿Por qué Jin es así? El problema vino a la bufanda, pues lo ahorca un poco que se alejara con esa risa penosa por lo que hizo. El Omega prosigue con su comportamiento animado, pero apenado en tanto le cuenta de amigos fuera de Hogwarts que asisten al colegio Mahoutokoro. Una especie de Hogwarts
—Los que están en Ravenclaw… creen que te lancé algún hechizo porque no hay una explicación razonable para que seamos cercanos—Namjoon interrumpe a Jin que se reía animadamente—. A final de cuentas… eres un Omega muy lindo. Tú entiendes lo demás.
—Honestamente, no. —dice Jin. Entre tonteando y confundido.
—No soy como tú. Casi me vuelve ochenta veces más feo teniéndote al lado. —refunfuña Namjoon.
—Por supuesto que no. Yo diría que te hago lucir más guapo—Jin busca tomarle de la mano y Namjoon siente que la cara le arde—. Es como sumar puntos. En Gryffindor había el que decía que tener sexo te hace más bello… si entramos en contacto nos volvemos más hermosos, así sea un poco. No como que me haga mucha falta- ¡ES POR ESO! Te tienen envidia por volverte más guapo. De nada. —Le da otro beso en la mejilla y Namjoon solo trata de hallar una explicación razonable a lo que acaba de hablarse.
Puede entender lo que pensaba ese Gryffindor, el cuerpo libera muchas más hormonas y ayude al embellecimiento; el extra de Jin es lo extraño y sin sentido. Al menos para él que está enterado de tecnicismos corporales otros detalles.
Duda que solo por hacer contacto alguien cambie. Es fantasioso hasta para ellos.
—Yo sí creo que puedas ser más hermoso… No es lo mismo la belleza infantil a la juvenil y la adulta. Seguro que cuando tengas veinte años, nadie podría igualarte. —opina Namjoon.
Jin se aparta con risa nerviosa por el halago hecho directo a los ojos, pues Namjoon no tiene los lentes puestos. Lo toma de la mano de regreso, apretando el agarre.
—Vale, pues te aseguro que serás de los Alphas más guapos que habrá en el mundo mágico inglés cuando seas mayor—dice Jin—. En quinto año ya lo serás. Tienes a la población Omega de Gryffindor encantada. Lo que falta es el total de las castas y luego: todo Hogwarts. —suena a un plan de dominación mundial reducido a lo escolar.
—Que teatral eres. Eso no podría suceder esta-
—No lo pienses tanto—Jin le da un golpe suave en la cabeza—. Sucederá porque yo digo que sucederá. Lo único cierto, es que yo seré siempre el más importante, porque soy quien te considera guapo ahora. Un atractivo silencio hecho Alpha. —Chasquea la lengua, coqueto y divertido.
—Dramático. —farfulla Namjoon.
—Lo dice el que escribe poesía. —acusa Jin.
— ¡HEY!
—Es linda. No te diré cuáles poemas me quede. Tomaré la libertad de creer que son para mí—Jin pestañea coqueto—. ¿O acaso piensas en otra persona?
Namjoon acaba más apenado y Jin consiguió hacer contacto con la magia de Namjoon. Tibia y sin un color que pueda definir. Qué extraña es. Lo fascina en serio. La suya es totalmente cálida, ardiente como un sol y Namjoon solo quisiera hundirse en la corteza del árbol para morir de vergüenza. Jin supone bien con respecto a quien pensaba a la hora de escribir poemas.
Las flores paraguas se cerraron, dejando caer la nieve que tenían acumulada y abriéndose de nuevo sin el peso de la misma. El par de estudiantes chilló en principio y luego rieron histéricamente por lo ridículo que resultó el momento.
Chapter 9: Bonitas navidades
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—Vivimos lejos uno del otro. Tenía la esperanza de que estuvieras cerca. Es como si estuvieras en un mundo y yo en otro.
—Mis padres prefieren permanecer aislados de todo. —comenta Namjoon.
—Eso me queda bastante claro. —refunfuña Jin.
El Omega se siente decepcionado. Tenía la esperanza de que si Namjoon vivía cerca, podría visitarlo durante las fiestas navideñas, ya que el Alpha no podría ir a la fiesta que hacen sus padres. Bufa, con mal humor por la decepción. Bueno, podría ser mucho peor, al menos quiere convencerse de eso.
—Podemos mandarnos cartas. —ofrece Namjoon.
—Son vacaciones. No quiero escribir nada en vacaciones. Por eso pensaba ir a invadir tu casa—Namjoon trata de no carcajear por su honestidad—. Bueno… Sea como sea, enviaré algún un regalo. Tal vez el próximo año, tus padres digan que sí. —Namjoon hace una mueca que solo ataca y desvanece las expectativas de Jin.
Namjoon lamenta que a sus padres no les gusta salir. Es un milagro lo dejaran asistir a Hogwarts. Tenían planeado educarlo en casa y si no es porque hizo el mayor y único berrinche de su vida, hubiera estado allá encerrado las veinticuatro horas del día. Jin desconoce el motivo por el que son así de evasivos. Sí, hay peligros afuera, pero no es la tercera guerra mundial o mágica.
Lo peor que podría pasar es que roben a Namjoon o lo secuestren y eso a cualquiera le puede pasar. Alpha, Beta, Omega; mago, Muggle; Hogwarts, Londres, Irlanda. Lo saca de quicio. De camino a Gryffindor para su última noche en el dormitorio medita que debe haber un motivo escondido y que Namjoon ha mantenido escondido. Vergüenza, precaución, lo que le motive impide que tenga vida social.
— ¿Lo ves? No se dio cuenta—Namjoon alza la mirada hacia una de las escaleras. Son cuatro estudiantes de Gryffindor. Séptimo año y uno de segundo año—. La Oclumancia si funciona. Podemos ir ahora, no nos va a notar y para cuando entienda, será inútil.
—Es muy temprano. —opina la única chica del grupo.
—Eso da más excusa a que nos acompañe y ¡Puff! A uno de los tantos salones. —prosigue otro sin mucho interés en la cautela de la mujer. —Namjoon entrecierra los ojos, siguiendo al grupo con la mirada.
—No te acobardes, será una buena forma de despedirnos de Hogwarts por este año.
—Seguro que para el próximo va a estar con el de Ravenclaw y así no va tener gracia.
—Es cosa de leones ¿no? —burla uno.
—Además, la pócima quizá no sea tan efectiva para ese momento. Esta es de uso instantáneo y esconderla sin derramarla va a ser muy complicado.
—Vale vale…
Namjoon finalmente sigue con su camino, pensativo y receloso. No sabe si es paranoia o está siendo igual que sus padres, temiendo todo. Tal vez sea una cosa rara de Gryffindor. A final de cuentas, tienen la rara costumbre de hacer bromas estúpidas, pero arriesgadas por ser valientes. No le extrañaría que sea una prueba de valor. Cosa que Jin perdería al instante.
Se asustó por un hada.
Que simplemente voló cerca suya.
— ¿Ocurre algo? ¿Necesitas algo? —Jihoon detuvo lo que hace al ver a Namjoon en la puerta de su estudio. Namjoon se muerde el interior de las mejillas.
—Creo que hay un problema, pero…
— ¿Dónde?
—En Gryffindor.
—Ah, entonces ellos se la van a ingeniar. Siempre lo hacen. Resuelven los problemas de todos en el proceso. —niega con la cabeza.
—Es que creo que es un poco más… serio—murmura Namjoon. Inquieto. Puede que esté haciendo una tormenta en un vaso de agua—. Y no sería buena idea que se deje esperando a que pase. —Jihoon rasca su entrecejo. Atender problemas no es precisamente su estilo.
Por eso es un Ravenclaw y no un Hufflepuff.
—Vale ¿De qué trata? O que crees que-
—Escuche a unos Alphas hablando sobre tener una pócima para dormir y llevar a un Omega a un salón. A esta hora, que nadie iba a poder escucharlo—Jihoon abre levemente los ojos. Namjoon se alivia a sí mismo de que no suene bien para alguien más—. Tal vez sea… malo, pero no estoy seguro de si es eso o lo estoy malinterpretando. Sé que hablaban de una poción, que será “una gran despedida” para este año y que no deberían pensarlo demasiado...
— ¿Sabes sus caras? —asiente—. Vamos. Hwasa entenderá que necesitamos entrar.
┈
—Vale. Entonces ¿A quién…?
—Él, él, él y ella, la que tiene los zarcillos con forma de gota. —señala.
La sala común de Gryffindor está un poco apretada por el montón de estudiantes congregados por la jefa de casa. Hwasa hace un gesto para que los alumnos señalados avancen al frente. Los ve nerviosos y no es para menos. Hwasa extiende la mano.
—Sus cosas, ahora.
—E-esto no tiene sentid-
—Si no pensaban hacer nada malo, pueden dármelo sin preocupación aparte del castigo que obtendrían por querer salir de aquí después del toque de queda—informa Hwasa con expresión severa—. Dénmelo.
— ¡Es que…!
— ¡Ahora! —Con cierto miedo entregan sus túnicas y también los bolsos que tenían. Cosa que no tiene sentido en plena sala común—. Veamos… Nada. Nada…
—Está claro que lo hizo porque no tiene nada mejor que hacer. —acusa la chica crispada y molesta, Namjoon se balancea en sus pies, mordiendo sus mejillas. Hwasa no encuentra nada peligroso.
—Tal vez fue un mal entendido—dice Jihoon—. O un juego entre ellos. Por sus caras, es obvio que pensaban salir después del toque de queda.
—Sí lo iban a hacer. Estaban intentando convencerme de ir con ellos—informa Jin sentado en uno de los sofás individuales, comiendo unos pequeños cupcakes de distintos colores—. Aunque no lo estaban haciendo muy—bosteza—, bien. Exceptuando los… paste…
「¡NO JUSTO AHORA!」
—Uhh…
—Ya usaron la poción, está ahí—acusa Namjoon, ligeramente asombrado de que fuese tan rápido. No esperaron a la media noche para intentar esto—. El efecto es mayor cuando se mezcla con azúcar.
Hwasa bien pudo haber echado humo por las orejas. Jin está profundamente dormido con el plato en las piernas y pequeñas migajas en las mejillas. Posiblemente ni siquiera recordara que esto pasó.
Como que expulsaron a esos cuatro estudiantes o que Namjoon recibió amenazas de todo tipo de parte de ellos por haberlos delatado.
Lo único cierto, es que Namjoon pudo ir a dormir tranquilo.
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—Me gusta mi pelo así. —murmura Namjoon en voz baja.
—No lo puedes tener así.
— ¿Por qué no? Un corte de cabello no va a cambiar que soy horrible. No quiero que lo pongas peor. Ya estoy bastante mal.
—No eres horrible. —discute la mujer con velocidad, viéndole con sorpresa.
—Eres mi madre, dices eso por obligación. No sé por qué te preocupas tanto.
La mujer detiene lo que hace y Namjoon ve su cabello. Está encrespado y queda cómico con el undercut. Su madre tiene dificultades por hacerle crecer el cabello y ahora es aún peor.
—Sabes porque-
—No. A decir verdad ya no lo entiendo—interrumpe Namjoon. Irritado y sin querer conversar sobre esto. Que ella insista—. No sentido seguirlo haciendo. No salgo de aquí o de Hogwarts ¿Para qué insistir? Déjame ser normal por al menos una vez en un solo aspecto.
—Supongo que es imposible hacerlo cambiar de parecer. Te dije que pasaría por tener tanto tiempo fuera de casa. —suspira su papá. Un hombre alto, muy alto. Cabello negro, piel morena y ojos pequeños. Su mamá por el contrario, es bajita, pálida y ojos aún más achinados, pero grandes mejillas.
Su padre de ascendencia tailandesa y su madre coreana.
—Disculpen que moleste tanto que tenga personalidad. —dice Namjoon en voz baja, entre agotado por sus padres e imaginándose qué pasará cuando llegue a Hogwarts. Esto no va a ceder y no quiere imaginarse el infarto que va a sufrir Jin cuando lo vea.
—D-dime ¿Fue tu amigo el que te hizo ese corte? Cuéntame un poco más de él. —pide saber la Sra. Kim.
—Es Omega. —responde Namjoon.
—No lo has lastimado ¿o sí? —cuestiona su padre, alerta y un poco asustado. Namjoon arruga la expresión, viéndolo.
—No. No lo he lastimado ¿Pueden confiar en mi al menos una vez?
—Confiamos en ti. Eres nuestro pequeño genio—afirma ella nerviosa—. Solo… ya sabes, eres muy brusco y… bueno, eres igual a tu padre, él tiende a hacer daño sin querer y… es hereditario.
—Creo que no voy a cenar hoy. —dice Namjoon con tono agotado, levantándose de la silla y eludiendo a sus parientes.
Las charlas familiares son tan incomodas. En tanto que el sube, sus padres se asoman a la escalera y mantienen los nervios a flor de piel. Comprenden que quizá Namjoon se desanime, sin embargo, es inevitable preguntarle de forma constante qué hace y qué ocurre con él en sus recién formadas relaciones personales.
Interpretan a su hijo como alguien muy torpe y retraído cuando en realidad no es así, lo han hecho creer lo mismo, pero Namjoon por momentos pierde el despiste y darse cuenta por sí mismo de muchas incongruencias en su vida. El mayor ejemplo: sus padres aseguraron que era mejor no ir a Hogwarts, sería peligroso para él, lastimaría a las personas, nadie querría ser su amigo.
Una lechuza de campanario, alta, blanca y elegante dice todo lo contrario, llevando una cara de Jin en el pico. Namjoon la toma al tiempo que deja al animal en un árbol de tamaño pequeño junto a su escritorio.
「Hola hola, hola hola, hola~
Sé que no puedes vivir sin mi tanto tiempo, por eso te escribo todos los días. Mi belleza se mantiene incluso en mi hermosa caligrafía ¿A qué si?
Es una pena que no hayas venido a la fiesta de navidad. Estuvo genial. Vinieron todos de quienes te hablé y quieren conocerte. No te preocupes, hablé muy bien de ti. Que eres muy inteligente, más que nadie en Hogwarts o en el mundo entero seguramente; también que tienes cara de bollo y eres alto como un árbol. Mi mamá ya piensa que eres bonito, lo cual demuestra que tengo la razón ¡Huuuh!
¿Te gustó mi regalo? Espero que sí porque me esmeré mucho en buscarlo, escogerlo, comprarlo y mira que mis padres me tienen con un margen de dinero que gastar así que ¡aprécialo! con todo tu ser que eres el tercer ser humano al que me preocupo por buscarle un obsequio navideño.
Lo siento por la mancha de arriba, es que me empecé a reír y se me cayó el frasco de tinta. Tengo mucho fastidio de ir a buscar pergamino al estudio de mí papá y como ya nos queremos está permitido mandar cartas así de desastrosas.
Te mando también una foto para veas que te extraño y no es mentira.
Apreciaría una foto tuya también. Tengo un mural gigante para poner fotos de mis amigos y la tuya debe ser enorme.
Espero tu respuesta pronto… también que cuides con mucho amor y cariño esa lechuza. Lleva como cincuenta años viva y ya no tenemos idea de que especie es, solo que es perfecta y hermosa como mi familia.」
La foto es de Jin entre sus padres, los tres sonriendo con ropas invernales. Jin saluda con ambas manos mientras sonríe, su enorme abrigo rosa y guantes negros. La madre de Jin es inmensamente hermosa, no le extrañaría en lo más mínimo que es de hecho, una veela. Su padre por otro lado, es ese típico noble Sangre pura que destila elegancia. La mayor diferencia con ello es que tiene mirada amable.
Son una familia demasiado perfecta. Una familia deslumbrante.
Mira el regalo que Jin le dio: una esfera de nieve con un cangrejo de cristal rojo, moviéndose cada vez que lo agita. No se imagina todo lo costó conseguirlo. Nadie piensa en los cangrejos para cosas como estas.
Y aun así, el Omega se esmeró en buscarlo sabiendo que le gustan. Sonríe viendo al animal de cristal en su interior. En lugar de bajar a cenar, se dedica a escribir una carta de respuesta y enviar el regalo que tardó en hacer.
Chapter 10: Mayor esfuerzo
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—Oh por Merlín… Que niño tan romántico ¿En serio escribió todo esto? —cuchichea la Omega con una sonrisa.
—Sí. Lo he visto en Hogwarts pasar horas y horas sentado en el suelo para inspirarse y escribir—comenta Jin, con una expresión similar a la de su madre—. Tiene por montón y yo he guardado varios.
—Es un regalo muy tierno.
—Aunque esta-
—No puede ni ponerse los lentes sin romperlos. Es lo usual. Por eso sé que lo hizo totalmente él.
Contrario a su costoso y complicado regalo, Namjoon envía un poemario bastante grande. Escrito a mano, con algunos dibujos en los bordes, alguna que otra anotación y es… hermoso. Asume que Namjoon no ha salido mucho y que gastó su tiempo en hacerle esto. Solo por eso, vale oro.
Nadie le ha escrito poemas. Si le han regalado muchas flores, es como parte de su vida diaria, pero poemas no. Menos unos tan bonitos. Algunos son fuertes y puede sentir mucho de ellos. Sin mencionar que la tinta con la que inicia cada uno es de color rosa, variando el tono dependiendo de lo fuerte que sea el escrito.
Son detalles perfectos.
Muy característicos de Namjoon.
Al final, hay un torpe dibujo de una alpaca comiendo pan, usando un pañuelo rojo y a su lado ese koala que suele hacer el Alpha.
「Tenía otros más, pero rompí tantas veces el pergamino escribiéndolo que ya debía ser una señal del universo de que no los mandara. Feliz navidad!」
—Namjoon va a matarme de ternura. —ríe Jin, apenado y sonrojado.
—Me asombra que sea así. Los Alphas cuando yo iba al colegio eran un poco más… dominantes. —suspira la mujer, decepcionada.
—Es que el sobre piensa todo—cuenta Jin—. Subió de año por eso. Así que por eso no es así y me gusta.
— ¿Gustar gustar? —interroga el padre de Jin, con el entrecejo fruncido. Es su cachorro aún. Su mínimo para permitir que tenga pareja, son los quince años. Jin se encoge de hombros sin pensarlo mucho.
—Aw, sería lindo que sigan siendo así hasta el punto en que se enamoren—Sobra decir que la Sra. Kim es una romántica empedernida. Sueña que Jin consiga un príncipe –o princesa-, azul que sea su Alpha. Aun así, no la molestaría en lo absoluto que fuese de otra casta—. Espero poder conocerlo en las vacaciones de verano. Quizá también escriba algo para mí.
—No seas estu-
—Cuida la boca. —Advierte sin mirarlo, Jin arruga la cara. El Sr. Kim no hace sino pensar cómo es que su hijo logra ser tan igual a su madre.
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— ¡TU CABELLO! ¡QUE TE PASÓ!
Como no era de extrañar, Jin está horrorizado.
—En realidad ahora está más decente. —opina Namjoon, aplastándolo con su mano.
— ¿¡MÁS!? NAMJOON, SE VE COMO CEPILLO VIEJO.
—No se ve tan mal. —balbucea apenado.
—Dímelo a los ojos. Solo así te creo.
Lo peor es que considera que se ve mejor. Al menos no es un montón de pelusa como hace unos días. No obstante, preferiría que volviera a su estado original. Como no es raro, tampoco se esmeró en arreglarlo. Lo deja ser. En algún momento, el hechizo de su madre va a ceder y así su cabello tras una lavada estaría como de costumbre.
Eso rogando que Jin mantenga el corte. De otro modo, será un nuevo desastre a la lista.
—¿Te gustó mi regalo? —Decide cambiar de tema en tanto que esperan a llegar a Hogwarts de regreso.
—Sí. Fue adorable. A mí madre también le gustó. Si te pide que escribas algo para ella, dile que no. El único que recibirá esa clase de honores, seré yo. —Namjoon niega con la cabeza, riendo.
— ¿No deseaste nada para este año? —pregunta Jin—. Nada diferente a lo usual: que tomaremos las mismas clases electivas, aprobar con S como mínimo; tenerte con un aspecto decente y sin que odie vehemente tu cabellera… Mis expectativas no son muy altas y por eso son posibles.
—Diría que eso es ser muy conformista, pero no quiero esa clase de conversación en este momento…—murmura a sí mismo. Mejor no tentar a Jin a que se haga una batalla, hablando más rápido que el tren.
Iniciar clases no le fue mal a Namjoon, si a Jin que por momentos se pierde por permanecer en un punto fijo. Volver de casa donde apenas había dos voces, a las más de cuarenta en su salón y peor aún, en el gran comedor. Un día, Namjoon lo encontró llorando bajo las escaleras. Casi lo ignora de no haberlo oído sollozar.
—Hey…
—Acostumbrarme al silencio hace que sea difícil acostumbrarme al ruido—gimotea atrayendo sus piernas para abrazarlas—. Me duele la cabeza, siento que podría explotarme en cualquier momento y… es horrible. —Jin mete la cara entre sus rodillas. Namjoon le acaricia la espalda.
— ¿Puedo hacer algo por ti? —cuestiona Namjoon con gentileza.
—S-solo no te muevas, quiero… estar en paz unos momentos. Incluso aquí los oigo…
「La tarea de pociones」
「¿Debería pedirle que vayamos juntos a…」
「Esos aretes son horribles, debería…」
「Odio a…」
「¿Qué pasaría sí…?」
「Tal vez sí…」
「Tengo demasiada ha…」「Eso suena tan…」
「NO, POR AMOR A MERLIN NO…」「¿Le digo que」「Herbología es un fastidio ¿para que la vemos」「Voy a ir a la cocina después」 「Se me rompió una uña」「Este jugo sabe horrible」「Reprobaré astrología, ya no me impor」「Creo que tendré celo pron」「Merlón, me duele el」「¡NO ALCANZO EL…!」「La lechuza cago en」「Quiero nuevosHogwarts es demasiado」「a veces creo queTengo que ir a hablar conTú-」
Aprieta los dientes y solloza. No recordaba que fuese tan horrible. Como si todo subiera de volumen. No alcanza a entender a ninguno allí. Los hombres, mujeres, quien se queja, quien celebra, quien está sufriendo. Son solo una mezcla horrorosa de escándalo que le va a romper la cabeza.
「…」
「…」
「…」
「…」
Entreabre los ojos, respirando profundo.
—Tranquilo. Soy tu silencio para cuando lo necesites—Namjoon pasa el brazo por los hombros de Jin, frota el brazo de este para brindarle cercanía—. Respira profundo y enfócate en mí, luego en ellos y así hasta que el ruido no te lastime.
—Gra-gracias…—Jin se recuesta de él, aun sollozando.
—Por eso has estado tan distraído. Está bien. Te acompañaré siempre que esto ocurra.
Asiente, aferrándose a Namjoon. Estuvieron alrededor de cuarenta minutos ahí sentados hasta que Jin pudo hallar balance.
┈
— ¡AH! ¡TU CABELLO! —Jin salta de su mesa y se lanza encima de Namjoon. Le revuelve el cabello liso con el mágico detalle de que es rubio platino. El Alpha sonríe amplio y avergonzado.
—Convencí a alguien de que me ayudara con eso… ¿Te gusta?
— ¡TE SIENTA GENIAL! —Jin lo sigue desordenando, luego lo peinaría—. Por cierto, aunque no me gustara el otro también te sentaba bien ¿Si? Te sientan muy bien estos estilos.
—Gracias… ¿Salimos? Hace mucho ruido aquí.
Jin asiente animadamente, tomando su bolso antes de llegar hasta el Alpha y salir del gran comedor bajo la atenta mirada de algunos curiosos. Estuvieron un buen rato andando por pasillos únicamente, Jin le hablaba de miles de formas en que podría pintarse el cabello, otros estilos que probar cuando le creciera más el cabello.
Namjoon disfrutaba oírlo tan animado, pensando en que… tal vez Jin no conociera el sonido de su propia voz por estar escuchando las demás. El escándalo es tan triste en esta ocasión. Sin embargo, está la certeza de que cuando está con él, Jin es él mismo, sin pensamientos ajenos interrumpiendo.
Chapter 11: Vistazo al temor
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— ¿Adivinación? ¿Por qué no tomas Runas mágicas? —pregunta Namjoon con cara de asco ante el plan que tiene Jin para tercer año.
—Eso lo puedes aprobar fácil. Lees el libro una vez, escribes un montón de tonterías y ¡Aprobado! La teoría no tiene nada que ver con la practica porque la práctica no existe en realidad—La expresión asqueada de Namjoon no varía—. Vas a ver esa también ¿De qué te estás quejando, cosita hipócrita?
—Solo quiero graduarme con la excelencia académica—Se excusa—. Es por la fuerza. Runas Antiguas es más interesante, igual que Aritmancia—suspira ilusionado y enamoradizo—. Si escoges alguna de esas, podría ayudarte a-
—No. Iré a adivinación. Igual vas a estar ahí—Namjoon mira al infinito, recordándose a sí mismo que de hecho no hay dos personas más tercas que ellos dos. Lo peor del caso es que es el Alpha quien acaba cediendo casi siempre a menos que se trate de temas estudiantiles—. Así que será Adivinación y Cuidado de Criaturas Mágicas. Dicen que es divertida de ver.
—Obviamente, siempre y cuando no nos pongan a cuidar guasarajos. Hace algunos años eso fue todo lo que hicieron en el año escolar. Debió ser aburrido.
—Consigues mermarme el ánimo.
—Llamémoslo karma por elegir Adivinación en lugar de Runas Antiguas.
Jin hace un puchero antes de mirar a otro lado con el mentón en alto a modo de ofensa. Mira a la mesa donde están sentados los Slytherin. Es termino libre, por lo que deben dedicarse a estudiar sin más. La mesa que escojan no tiene que ser obligatoriamente la de su casa. Por ello Namjoon ocupa un lugar en Gryffindor. Sin mencionar que hay muchos estudiantes que necesitan su ayuda de vez en cuando.
Sobre decir que Jihoon elogia esta dedicación con otros a pesar de que podría omitírselo.
「No quiero ir… no quiero ir… no quiero ir…」
Jin enfoca su mirada en la voz fina y juvenil que repite lo mismo sin cesar. Hay una chica de primer año de Hufflepuff en la esquina de su mesa, tensa e inquieta. Por curiosidad, se mantiene enfocado en ella. Namjoon busca con la mirada lo que Jin está escuchando. Descarta el impulso de chisme por instinto de cuidador al notar que es una estudiante muy pequeña.
Bajita y con un par de pequeñas coletas en la parte superior de la cabeza.
「¿Por qué tengo que ir…? No quiero ir, pero ya acepte y ¿Qué se supone que haga? Ella me asusta demasiado. Tal vez si me escondo」
— ¿Qué tiene?
—La verdad, no sé—responde Jin, girando hasta quedar totalmente de frente—. Se arrepiente de una elección, siente muchísimo miedo, pero hace demasiado ruido con el pánico así que no logro profundizar.
—Se llama Annabella, busca a otra persona que pueda estar pensando en ella. Quizá así hallas una razón. —aconseja Namjoon. Jin intenta ubicar el nombre, pero nadie presente está enfocada en ella.
Al gran comedor entra una estudiante de Slytherin. Séptimo año y que su aroma hace evidente. Posiblemente es una Alpha en celo. Jin arruga el entrecejo, viéndola andar en una dirección fija, sin que nada la detenga.
「Annabella… Annabella… Annabella… Annabella… Annabella…」
—Es ella y- ¡HEY! ¡QUE LE HACES! —Jin sale casi cual resorte.
—Me va a acompañar en mi celo, quítate. —advierte la serpiente. Namjoon evita que Jin diga nada.
Lo dijo muy alto, teniendo profesores presentes. Si fuese “clandestino” no diría nada, así que esto tiene que haber estado sobre aviso. Un Alpha en celo puede estar con un Omega si este acepta ir con el. La de primer año va arrastrada por la de séptimo año, dos totales opuestos y Jin se suelta de un manotazo.
— ¿¡Qué te pasa!? ¡Ella no quiere…!
—Ya dijo que sí.
— ¿¡Y ESO QUÉ TIENE QUE…!?
—Que con decir sí una vez se toma como permanente. No todo el mundo son como tus padres que entienden que puedes negarte después. —informa Namjoon con voz monótona.
Jin está despistado en cuanto a los abusos a los que son sometidos otros Omegas. Una total ironía siendo que pertenece a esa casta. Namjoon lo interpreta como una realidad a la que jamás se ha enfrentado, que sus padres escondieron de él para mantenerlo en ese mundo perfecto que en realidad no existe. Incluso en Hogwarts se permite. Todo es culpa del reglamento del ministerio, no por los profesores.
Lo nota en Jihyo y Wheein, quienes vieron ese arrastre con incomodidad y rabia, pero que no podían evitar. Ya tenían ese “permiso” que dio la Omega a estar con esa Alpha. El ministerio sanciona cada vez que no se respeta la decisión de ser compañeros. Más que el miedo de los Omegas forzados a acompañar Alphas.
Namjoon sale del gran comedor, sin animo para lidiar más con el tema. Jin está determinado a continuarlo, lo sigue con motivo de interrogarlo a fondo.
— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Por qué no se respetaría? —pregunta Jin, siguiéndole el paso.
—Porque aún tenemos una idea muy arcaica del Omega. Se pide permiso, pero realmente si se le fuerza a decir que sí, ya está hecho. —responde Namjoon sin exponer molestia o interés.
—No tien-
— ¡Ya sé que no tiene sentido! —exclama Namjoon girándose violentamente hacia él—. Mi prima era deportista, tenía un futuro genial como deportista ¿Sabes qué pasó? Un enfermo la obligó a decir que sí a ser su Omega. La embarazó, todo se fue a la mierda y ni siquiera pudo aguantarlo. A los Omegas los tratan como mierda, mejor que te vayas enterando. —escupe casi rabioso.
Ver a Namjoon molesto es anómalo, incluso su voz se vuelve más grave. Jin tarda en retomar el paso tras él. No lo sorprende que esté mal humorado si lo que contó es cierto.
— ¿Por eso tus padres son tan reservados? Eres un Alpha. No creo que otro te obligue a nada. —dice Jin.
—Eso no tiene nada que ver con esto. —queja Namjoon.
— ¿Entonces por qué te molesta? Es… triste por lo de tu prima. En serio lo es, pero… Esto no es tu problema. Eres un Alpha-
— ¿Por qué debería ser un Omega para que me incumba? —reclama Namjoon.
Jin quiso responder, pero no tuvo nada cercano a una respuesta. Muerde el interior de sus mejillas, apretando más su bolso en su mano. Jin se balancea en sus talones, con una suave risita que pretende calmar el ánimo.
—Pues soy Omega y tengo la certeza de que no dejarías que me pase ¿Cierto? Por eso te importa.
Es una respuesta no tan acertada, va bien encaminada. Namjoon bufa, aun molesto por todo este tema y más aún, haber traído a colación a su prima. Hace mucho que prefería ni nombrarla para no molestarse.
—A final de cuentas ya lo hiciste el año pasado—tararea Jin. Tamborilea los dedos—. Eres mi Alpha de la guarda… Y si esto que dices pasa, hay que cuidar de los que puedan ser más vulnerables ¿Cierto? Ella es de primer año.
—No soy un guardián. Solo… Déjalo así. Esto no tiene ningún remedio. —chista Namjoon.
—Pues... si hubiera un Alpha al mando que se interesada tanto como tú, seguro que sí tendría remedio.
Namjoon pasa de largo el comentario.
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— ¡¿QUÉ TE PASA?!
—Está sangrando.
—Estás loco.
— ¡ALÉJATE DE AQUÍ! ¿¡QUÉ TE CREES QUE ERES!?
—TE VAN A EXPULSAR.
Jin apenas estaba llegando a uno de las pequeñas plazas del colegio cuando se encuentra el enorme escándalo que, de alguna manera que no entiende, Namjoon protagoniza como el villano del cuento. El Alpha retrocede un par de pasos y se apura a entrar al colegio, sin notar que Jin estaba llegando.
Hay un Alpha de Slytherin tirado en el piso con la cabeza golpeada y sangrando. Ladea la cabeza, no logra distinguir nada aparte del pasmo que tiene el estudiante. Cuarto año, no muy alto y cuerpo ancho. Nadie ayuda a que se entere.
「No creo que él sea el malo, aun si lo hubiera hecho a propósito…」
— ¿Qué pasó? —pregunta Jin a una chica de Ravenclaw. Posiblemente de tercero.
—Namjoon lo tropezó y se golpeó con el banco, pero como también le cayó encima creen que lo hizo a propósito—Jin ríe por la nariz. Namjoon es torpe ¿En serio creen que tropezó por gusto? —. También… rompió sus lentes y estos dos libros—agrega con los objetos en las manos—. ¿Sabes a donde pudo haber ido? Quiero agradecerle.
— ¿Agradecerle qué?
—Es que… apenas se levantó me preguntó si estaba bien y… la verdad me estaba alzando la falda. Nadie lo notaba y me daba vergüenza decirlo. —admite colorada.
—Eso quiere decir que tropezó por estarlo notando. —apunta Jin.
—Algo así… No lo sé. El Alpha malo es ese al que todos lloriquean, pero es un infeliz como otros de Slytherin—se encoge de hombros—. ¿Vas por él? Te acompaño.
—Vale~ Y bueno, Namjoon es un Alpha bastante particular. —ríe imaginando la escena casi como un ridículo que acaba con un final dramático por los compañeros de casa del herido.
Se pregunta porque Namjoon estaba tan asustado al irse.
Chapter 12: Opiniones disonantes
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—Vaya, tienes una admiradora. Que tierno. —Jin come la rana de chocolate que estuvo a poco de escapar de un salto. Namjoon revisa las golosinas que vinieron en ese regalo, asegurándose de que ninguna tenga pociones extrañas.
La gente de Ravenclaw al dar regalos es muy mañosa… O cualquiera. Desde el incidente de Jin en navidad, Namjoon ve con malos ojos cualquiera alimento que quieran regalarle. Jin toma una de las grajeas de colores que hay desparramadas en la cama y arruga la cara escupiendo la golosina.
— ¡VOMITO! ¡SABE A VOMITO! EWWW.
—Me doy cuenta—Namjoon arruga la cara y sacude la mano, el aliento de Jin huele fatal—. Nunca he probado una mala. He tenido siempre la suerte de que sepa bien.
—Mentiroso.
—Es en serio.
— ¡Es imposible! ¡Agarra cualquiera! —ordena Namjoon. Namjoon toma uno de los pequeños caramelos y se lo mete a la boca. Lo mastica sin miedo y sonríe—. No puede…
—Cereza.
—Hiciste trampa. No sé cómo, pero hiciste trampa. Prueba esta. —Jin le da una que agarró al azar. Namjoon mastica y sonríe, pataleando.
—Chocolate.
—Debería saber a mierda. —queja Jin.
—Pues no lo hace… Esta es de menta. —señala la siguiente que come.
— ¡AH! ¡NO PUEDE SER! DAME ESO—Jin le quita la que estuvo a poco de comer y la escupe casi al instante—. V-voy… a voy a vomitar…
—Mala suerte—ríe animado—. Esta es de uva. Nunca había probado la de uva.
—Debes estar mintiendo, es imposible que no comas una grajea de mal sabor.
—Es la verdad—se encoge de hombros—. Esta sabe a-
—Mora.
Namjoon se lo queda viendo como si le hubiera salido una segunda cabeza. Jin solo arruga más la cara. Vale, no estaba mintiendo, de verdad sabe bien. Al percatarse de lo que hizo, empieza a reír nervioso marcando cierta distancia de Namjoon. Como si eso fuese a servir para borrar le beso que acaban de darse. Mejor dicho: el beso que le dio para saborear también la golosina.
—Va-vale, te creo. —balbucea Jin, colorado y con ojos llorosos de tanto reírse apenado. Namjoon balancea la cabeza, haciéndose el cabello rubio atrás.
Esto termina en ese ambiente tan extraño mientras se llenan de babosas de gelatina, todo para ignorar que ocurrió.
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—Que copa más hermosa. Veinte puntos para Gryffindor… Joven Namjoon, entiendo que pueda usar muy bien el hechizo Reparo, pero por favor mantenga su copa en una sola pieza hasta que termine la clase—Namjoon trata de no temblar para no romper la copa de nuevo—. Sentiré mucha pena por esa rata si la vuelve a la normalidad mientras la copa está rota.
Namjoon asiente y deja en el escritorio la copa de cristal. Mientras la de Jin es alta, con un gran lujo de detalles, la del Alpha es más simple, pero sin dejar su delicadeza de lado. Son el par que más rápido pudo convertir la rata en una copa para vino, algunos otros hicieron una copa peluda y con cola.
Jin no puede evitar reírse cada vez que deben transformar algún objeto en vidrio porque le explota a Namjoon en las manos. Tiene la capacidad innata de destruir todo lo que toca. Es gracioso de tanto en tanto, peligroso cuando manotea o golpea sin querer. Hasta ahora no ha sido grave.
Excepto cuando le dio en la entrepierna y Jin se retorció hasta el suelo.
Analiza al Alpha a detalle. Es alto para su edad, cierto, también proporcional a ello. Muerde su labio inferior recordando la bobada que hizo. Namjoon tiene labios suaves, también esponjosos que en ese momento estaban húmedos por relamerse. Suspira curvando la espalda. Fue un beso por saber algo y acabo por descubrir otra cosa:
Le gustaría volver a besarlo.
Ambos tienen los labios gruesos. Fue un muy buen sentimiento hundirlos. Quiere repetirlo.
Suspira enamoradizo. Inhalar un poco más el aroma de Namjoon, que por lo general queda muy opacado por perfume. Estando sentados tan juntos, es imposible no percibirlo. Sale de su ensueño hormonal por un detalle:
—Hey ¿Te sientes bien?
Namjoon se puso repentinamente pálido, viendo fijamente la copa, como si esta pudiera tener la respuesta a porque destruye todo cuanto toca. El Alpha se sostiene de la mesa de repente, como si temiera caer de cara contra esta. Jin le da toques en la espalda, sintiendo esa magia irregular que permanece como el más grande misterio del año escolar.
—N-necesito ir a la enfermería.
—Adelante.
—¿Puedo ir con él?
Jin va a la misma velocidad del Alpha, que pareciera huir de algo, pero no hay peligro cerca. A mitad de camino a la enfermería se detiene, cabeza gacha y ojos desorbitados. Jin le pone una mano en el hombro y Namjoon lo toma del cuello, apretando la garganta y chocando al Omega contra uno de los tantos muros de piedra.
—La serpiente de plata su trono va a reptar, seguida del ciervo ahora serpiente. Un amable corcel, enfundado en piel de tejón, lobo de ónix pronosticando muerte como un grim o dementor—Namjoon tuerce el cuello de forma escalofriante, Jin gimotea asustado. No suena como su voz, es más, gruesa y tiene un echo fantasmal—. Sobre ellos va a sobrevolar un elegante pavorreal, junto a un león para a las amenazas ahuyentar y al final dejar lugar al cuervo que sus alas usara para a todos cobijar. La manada poco a poco va a llegar sin que nadie lo pueda evitar.
Un momento de silencio.
— ¿Eh? ¿Qué hacemos aquí?
Namjoon tuvo que agarrar a Jin para que no cayera al suelo, el Omega se desmayó del susto.
┈
— ¿Recordar qué?
— ¡LO QUE DIJISTE! ¡DIJISTE UN MONTÓN DE COSAS!
Namjoon ladea la cabeza. Jin apenas estaba despertando del desmayo y lo primero que hace, es sacudir a Namjoon para que responda. El Alpha por su lado no entiende de que habla. Ni siquiera es consciente de qué pasó para que salieran del salón. Estaban transformando copas y de repente, estaba en el pasillo con Jin pálido, lloroso y de un segundo a otro, desmayado.
—Una serpiente, un león ¡UN PUTO ZOOLÓGICO! ¡ESTABAS DICIENDO MUCHAS COSAS RARAS! NO TE HAGAS EL TONTO Y DIME QUE-
—E-en serio no sé de qué estás hablando.
Namjoon no miente nunca y luce muy desorientado por lo que Jin exige. Respirando agitado y tenso, lo suelta y trata de recordar lo que dijo. Una mierda. El de la memoria eidética es Namjoon, no él.
Enlista que fue algo sobre una serpiente de plata, otra serpiente; un caballo; un lobo; un pavorreal; un león y un cuervo… ¿Qué clase de circo es ese? ¿Todo eso en una manada? A menos que esté hablando de personas que van a juntar y…
— ¿Una profecía?
— ¿Qué cosa de una profecía?
— ¡Hiciste una profecía! —exclama Jin—. No recuerdo mucho… ¡La hiciste! ¡Tal vez eres un vidente!
—Soy vidente, puedo ver. —ironiza burlista.
— ¡NO ME REFIERO A ESO!
—Me preocupo porque te desmayaste de repente, para que salgas con esta tontería—bufa disgustado—. Quizá lo soñaste-
—Los videntes no recuerdan lo que predicen—apunta Jin, llevándose las manos a la cabeza—. Seguro por eso crees que estoy loco.
— ¿No era de mutuo acuerdo el saber que estás loco? —burla el Alpha.
—NAMJOON, PRÉSTAME ATENCIÓN.
—Te doy toda la que mi paciencia permite.
Por más que Jin insistió, Namjoon no lo creyó ¿Cómo lograrlo? Si el Alpha es escéptico a esa rama inútil e impredecible de la magia. Jin mantendrá el evento presente, en algún momento sucederá con más personas presentes y así, le restregaría a Namjoon en la cara el peor hecho para él: forma parte de los locos que pueden dar adivinación.
Por otro lado, la profecía lo trae sin cuidado. Sea lo que sea vendría o tal vez no ¿Para qué preocuparse?
Chapter 13: Posibilidad deportiva
Chapter Text
Por primera vez en todo el año, ve a un Ravenclaw pidiéndole ayuda a Namjoon, aunque no sabe por qué exactamente. Leería su mente, pero dejaría de prestar atención a la conversación en la que está con otros Gryffindors y eso ya sería de mala educación. Lo ha hecho otras veces, pero el aturdimiento por tanta información a la vez y perder el hilo de conversación es exasperante.
Igual es muy indiscreto y prefiere serlo a propósito.
— ¿Qué le dijiste al capitán del equipo? — Vuelve la atención al Beta que le habla.
—Que lo pensaría. Nunca he tenido interés en el Quidditch, también sería muy complicado lo que tiene pensado hacer—Resopla Jin, apoyando la mejilla en su mano—. Los partidos de Quidditch me parten la cabeza, así que usar la Legeremancia a mitad de partido es poco idóneo. Tampoco veo mucha utilidad.
—Podrías saber a dónde se mueve cada jugador.
—Son muchos jugadores. En serio voy a confundirme. —enfatiza Jin.
—Oh vamos, podrías ser buen jugador… Ignorando que podrían derribarte y dejarte en la enfermería por ¿Una semana? Tal vez dos. —Jin se pone pálido. Esto es como restarle puntos a la mínima posibilidad de ser jugador de Quidditch.
—Creo que mejor iré a decirle que-
—Me acaban de invitar a ser jugador del equipo de Quidditch. Tendría que hacer la prueba, aunque si me toca juzgarlo por la manera en que habló, ya estoy dentro. —comenta Namjoon al acercarse.
—Que si voy a intentar.
Los Gryffindors se miran entre sí ¿Jin puede ser más raro? Seguramente no. Es imposible. El Alpha de Ravenclaw muestra una expresión confundida ¿Acaso dijo algo malo? Jin le palmea la espalda con una sonrisa que pronostica mucho desastre.
— ¿Él es el capitán del equipo de Quidditch? —interroga señalando al Beta que sale del lugar. Namjoon asiente con la cabeza—. Creo que hubo antes un estudiante de tu edad que participó en Quidditch porque era muy bueno volando… ¿Siquiera tomaste las clases de vuelo?
—En lo absoluto.
— ¡Te vas a matar!
—No. Sé cómo funciona una escoba… Aparte de usarla los fines de semana, porque mi mamá no quiere hechizarla—Murmura para si mismo—. En el peor de los casos, no entraría y no sería el fin del mundo. No hay calificación por ganar o perder en qui-
— ¡LA GLORIA HOMBRE!
— ¡EL APLASTAR A LOS OTROS EQUIPOS!
— ¡LA COPA ES BONITA!
— ¡RESTREGAR TU TRIUNFO EN SUS ROSTROS!
— ¡ESTAR EN EL REGISTRO DE HABER GANADO!
— ¡LA INMORTALIDAD!
—Olvidé por un segundo que hablo con Gryffindors que prefieren romperse la cabeza contra una pared, antes que perder la copa de Quidditch. —suspira Namjoon rascándose la frente. Honestamente ¿Por qué todos en Gryffindor son así? Puede decirlo con toda propiedad: TODOS SON ASÍ. Como si no hay mayores preocupaciones.
Exámenes, exposiciones, prácticas de hechizos, etc, etc, etc.
Son las segundas criaturas más competitivas del colegio, las primeras son Ravenclaw con sus humos por los cielos en cuanto a calificaciones. Lo único que Namjoon considera relevante aparte del mérito académico, es la copa de las casas, la cual está anclada en Gryffindor desde hace casi cinco años, pero este año, con la expulsión de esos cuatro estudiantes, más su constante participación en Ravenclaw hace que la casa azul y plata tenga oportunidad.
Una mínima oportunidad.
Como cosa rara, Slytherin también aspira esa copa y pueden ganar si dejan de ser tan pretenciosos y dominantes.
—Aunque es extraño que te llamaran justo a ti ¿No hay candidatos? Sé que algunos jugadores tuvieron que retirarse por lesiones y uno con fiebre de dragón, pero… ¿Tú? —enfatiza el Omega—. En teoria eres de primer año aun, están aprovechándose de tecnicismos para reclutarte. —comenta Jin. Namjoon se aplasta más en su asiento con expresión fastidiada.
—Soy muy alto y creen que puedo ser una buena bola de demolición humana. También es saber que soy torpe y destruyo todo lo que toco.
— ¡Ese es el espíritu! —celebra una Alpha—. ¡Destruir a los enemigos para conseguir la victoria!
—Ustedes me dan mucho miedo. —admite Namjoon, arrimado hacia Jin.
—Si te hace sentir mejor, a mí también me pidieron entrar en el equipo para leer las mentes de los jugadores e impedir que anoten puntos o nos hagan trampa. A decir verdad… No sé si esa técnica va a funcionar—Namjoon opina lo mismo. Jin se pone muy sensible cuando hay muchedumbres gritando. No porque en la mente se pueda gritar, el tono suele ser el mismo, pero el ritmo es más rápido y fuerte. Lo aturde—. Sin embargo, hay que probar qué se puede hacer.
—El próximo partido es en tres semanas y es Ravenclaw contra Gryffindor. Suponiendo que juguemos uno contra el otro… ¿Estas consciente de que mi trabajo posiblemente sea noquearte cierto? —repone Namjoon con una ceja levantada.
—Oh por favor, que tanto da- ¡AY! ¡AY!
Namjoon y los demás observan como el legeremante se queja en el suelo. Por motivos ajenos al conocimiento de cualquiera, el asiento se rompió y el único que cayó, fue Jin. Namjoon aguanta la risa, viéndolo quejarse por los pequeños trozos de madera que se clavaron en sus manos.
—Lo siento…
— ¡ERES UNA AMENAZA! ¡TE DEMANDARIA, PERO MI HERMOSO ROSTRO SIGUE BIEN Y A SALVO!
—Que dramático, como siempre. —suspira el Beta divertido.
—Eso lo dicen ustedes con sus rostros feos, el mío es el que vale la pena preservar. —Continua y ellos no hacen sino reírse. Jin pretende bromear, no hacerlos sentir mal y ellos ya son conscientes de que él juega de esa manera.
Cabe destacar que fue muy incómodo durante el primer año hasta que Jin aclaró que es un chiste. Incluso ofreció no volverlo a hacer, pero decidieron dejarlo. Con la idea de que es broma, se volvió gracioso el melodrama.
┈
—Tuve que agrandar esto. El que me dieron me quedaba corto en las mangas ¿Qué opinas? ¿Jin?
El Omega sacude la cabeza ¿Está mal pensar que Namjoon se ve demasiado bien en el uniforme de Quidditch? El azul le sienta muy bien. También usar guantes, las protecciones ajustadas a su cuerpo… Ah, otra vez se lo quedó mirando como idiota. Namjoon alza una ceja, esperando la respuesta del Omega.
—S-sí, está bien. —responde Jin sacando los labios.
—El tuyo se ajusta a tus hombros. —apunta Namjoon, algo divertido.
—La ropa es consciente de que debe quedar perfecta o será reacondicionada.
— ¿Se te da bien el arreglar ropa?
—Mejor de lo que crees ¿Por qué? —Jin se inclina hacia él—. ¿Tienes ropa rota? Puedo arreglarla para ti. Mejorarla también. —Afirma confiado.
—Creo que un par de túnicas y un pantalón, pensaba pedir ayuda a los elfos domésticos.
—Déjamelo a mí… suerte. —despide Jin, sacudiendo la mano. Llamaron a Namjoon para que vaya al campo.
—Igualmente.
Las pruebas de Gryffindor serán en otro jardín. Deben hacerse las pruebas hoy, por lo que no hay tiempo para esperar el campo de Quidditch. La de Ravenclaw será en el campo de Quidditch. A Jin lo entristece no poder verlo. Quizá se caería de la escoba por no haber volado una antes. Estuvo tan enfocado en pasar sus exámenes para subir de año, que lo perdonaron no ir a clase de vuelo en primer año.
Terminarán al mismo tiempo, así que se verán al acabar y decir que tal fue todo.
Chapter 14: Uno de los dos
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Sacude su uniforme, su cabello y todo el cuerpo para quitarse la tierra de encima. Escupe con el sabor de pasto en la boca. Estira las piernas y las balancea viendo el cielo azul. Hay brisa agradable por fortuna. Iba a morir de calor y la tierra no ayuda. Tiene la impresión de que hay pasto en lugares donde no debería haber pasto.
—Wow… ¿Qué te pasó? —pregunta Namjoon, impresionado de verlo tan sucio.
—Me tumbaron alrededor de quince vece y lo estuvieron disfrutando. No sé qué es peor de todo. —refunfuña Jin, sacudiendo la tierra en su pantalón.
—Oh, eso es… horrible.
— ¿Cómo te fue?
—Derribé a todos unas quince veces y anote puntos sin siquiera darme cuenta—Namjoon encoge de hombros, genuinamente sorprendido—, también me caí de la escoba una vez, pero no me paso nada grave—A menos que el dolor en su costilla cuente como algo grave, Namjoon quiere creer que no. Jin resopla, haciendo vibrar sus labios—. ¿Entonces…?
—No quedé ¿Entonces…?
—Sí quedé. —Jin toma aire, con las manos en su cintura
— ¿Sabes qué? Ellos son los que realmente pierden. Porque quien tiene esta hermosa cara a pesar de estar llena de tierra soy yo ¿Quién ríe al último? —Jin chasquea los dedos y apoya la mano en su mejilla.
—Tú. —Namjoon carcajea divertido por la actitud tan positiva de Jin. Desde un inicio no lo vio entusiasmado, por lo que no fue una verdadera perdida.
—El lado bueno de es que podré hacerte porras cuando juegues—comenta Jin—. Seguro que este año Ravenclaw gana la copa.
— ¿Y Gryffindor? Creo que todos en la gradas te van a odiar si no apoyas a tu casa. Es como tener a un traidor entre todos. —dice Namjoon, sorbiendo aire.
— ¡YAH! No seas ingrato Alpha con demasiadas neuronas y aparentemente demasiado músculo que quiero apoyarte como nadie más lo hará porque eso hacen los amigos Omegas de los amigos Alphas agradécelo en vez de quejarte niño quejumbroso que estásfelizdetenermehaciendoteporrasauncuandomevanamatarenmipropiacasamástarde.
Se ríen como un par de idiotas, Namjoon no sabe si lo hace por lo rojo del rostro de Jin, por la risa, por lo que dijo y que lo hace feliz tenerlo allí. Lo único cierto, es que Jin acaba por reírse encima de Namjoon, perdiendo el aire como un tonto que simplemente buscó una excusa un poco rebuscada para tirarse encima del Alpha como suele hacer.
Cuando la cobardía no lo derrota y se ríe apenado a un lado.
No impide que lo haga de todos modos, ahora casi rodando por suelo mientras se ríe. Los del equipo de Ravenclaw los ven con extrañeza al pasar, no entienden la amistad tan fuerte que se cargan estos dos. Es como tener una sola neurona para dos personas. No tiene sentido como Namjoon es tan inteligente. Tenerlo en el equipo no cambia nada.
┈
—Namjoon es muy grande para ser de once años… ¿O ya tiene doce? —pregunta otro Omega de su año, notando las túnicas que Jin tiene en su cama, pertenecientes del Ravenclaw que se tomó en serio la oferta sobre ayudarlo con su ropa.
El hechizo reparo no es muy útil en prendas de vestir, pues queda disparejo o deforme.
—Los cumple en septiembre de este año—dice Jin, en rítmico y tierno paso sale hilo, aguja y demás materiales que Jin usaría para arreglar la ropa—. Y sí… es muy grande, parece de catorce o quince años en-
— ¿Te imaginas como será cuando crezca? —suspira con aire enamoradizo—. O bueno… Dicen que, entre más grande acá, más grande allá.
— ¡TIENE ONCE, NO PIENSES EN ESAS COSAS! —amonesta dandole un golpe en la cabeza.
— ¿Tú no lo has hecho?
Jin pasa la cortina, subido a la cama para no oír nada más aun cuando puede escuchar sus pensamientos. Mientras remienda las mangas de las túnicas, así como los bolsillos, no puede evitar pensar en eso por culpa del Omega indiscreto con el que comparte dormitorio.
Aunque ¿De qué se sorprende? Él ya está con un Alpha de Hufflepuff. Obviamente piensa en eso. Quiere saber qué pasa si su Alpha se entera de que anda fantaseando en la virilidad de otro.
Namjoon es grande ¿Cuenta en todo realmente? Y si sigue creciendo ¿Eso también? Se pone colorado y pincha el dedo sin querer. Ignora el dolor y chupa la sangre que sale en tanto que ve fijamente la prenda. El aroma de Namjoon es discreto. Puede detectar más de su colonia que sus hormonas...
En la túnica.
No así en el suéter enorme que tiene roto el cuello de tortuga.
Aun chupándose el dedo, Jin se echa torpemente sobre ese suéter. Le gusta mucho el aroma de Namjoon. Trasmite la misma tranquilidad que él. Imagina a Namjoon entrenando. Para practicar Quidditch hay que hacer ejercicio, se suda mucho y también está la consecuencia de broncearse un poco al estar tanto rato bajo el sol.
Se pondría más moreno, con la piel brillante.
—Ayññ… Noooo… si está bonito el Alpha, pero ya, deja de pensar en eso…
Jin se golpea la cabeza, queriendo detener su imaginación.
—Es normal ¿No? Soy Omega, él es un Alpha que tiene labios sabor a mora… Es normal. —Se excusa haciendo pucheros.
┈ ⋞ 〈 ✷ 〉 ⋟ ┈
—Gracias, espero no volverlo a romper, pero pasa sin que me dé cuenta y es-
Se inclina hacia atrás, con Jin inclinado hacia adelante y chocando sus labios con los del Alpha. Namjoon parpadea repetidamente, con la ropa contra su regazo e impidiendo que Jin se aproxime más.
—Vaya, aparentemente el gigantón no es tan alto y otro puede alcanzarlo. —Escucha decir a un Ravenclaw que pasa por su lado.
—Ya tomé mi pago por arreglarte la ropa—dice Jin al separarse, con una mano en la barbilla—. Bien~ ¿Qué hacemos hoy? Literalmente todos los profesores están enfermos así que tenemos el día libre. —festeja con las manos en la cadera.
—A-ah… sí… Claro.
Namjoon mira al infinito, perdido en una nebulosa muy lejana y sintiendo chispazos de magia queriendo salir sin su permiso. Jin sonríe ampliamente, considerándolo adorable. Estuvo a poco de notar la naturaleza de la magia de Namjoon, pero este se hizo a un lado, rehuyendo el contacto.
—Anda, gigantón. —bromea Jin. Namjoon arruga la cara.
—No me digas así.
— ¿Poste? Eres un lindo poste. —propone Jin.
—No. —rechaza Namjoon.
— ¿Entonces?
—Solo Namjoon, como siempre… vamos a estudiar pociones, tenemos examen el lunes y vas a reprobar a menos que te explique cómo prepararlo todo y que memorices lo que debe hacer.
Qué extraño, parece muy triste .
Las sesiones de estudio son lo mejor para enterarse de que pasa, sobre todo cuando Namjoon pierde la paciencia y acaba por vomitarlo todo lleno de fastidio y un poco de cólera.
Chapter 15: Raíces
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—Vitaminas.
—No.
—Hierro.
—No.
—Un hechizo de crecimiento rápido.
—No.
— ¿Tomar mucho jugo de naranja?
Namjoon está enfocado en lo suyo y responde al largo e interminable interrogatorio de Jin, el Omega insiste con conseguir el motivo de la altura de Namjoon. Duda que sea porque los dioses y la magia misma así lo quisieron. Sus hombros son así, una razón no muy clara, pero lo de Namjoon es un tema diferente. El Alpha termina su tarea de encantamientos y saca un pergamino para empezar la de Astrología.
—Haces estiramiento todos los días.
—No.
—Te sostienes de un poste y tus padres jalan de ti un poco cada día hasta que te vuelves así.
—No.
—Mucho ejercicio.
—No.
—Leche materna.
Namjoon para y su cara de asco lo hace reír. Sacude la cabeza para volver a su tarea.
—Tus padres te dejaban mucho al sol, así que cada cierto tiempo rociaban agua y por obvias razones-
— ¿Qué puede tener eso de obvio?
—Acabaste así de alto. Creciendo como una bella flor, pero no más bella que yo. Las abejas me persiguen, engañadas. —Jin pone las manos en sus mejillas, con rostro serio. Namjoon es el primero en estallar en risa ¿Por qué Jin es así? Lo va a acabar matando de la risa ¿Por qué ahora? Intenta hacer su tarea.
—No. —Namjoon niega entre risas.
—En realidad eres más viejo y por eso tienes ese tamaño. —Jin lo apunta con ambas manos.
—Puedo darte mi partida de nacimiento, tengo once. —asegura Namjoon.
— ¡Es que no tiene sentido que seas así de alto y grande! Dime el secreto, lo guardaré muy bien. —promete Jin.
—No.
— ¿¡Por qué!? —reclama Jin.
— ¿Para qué quieres saber? No es necesario-
— ¡Para mí sí! Me gusta saber de ti—Jin balancea las piernas cruzadas—. Es para reforzar la amistad. Luego iremos por otro escalón, pero de momento: tu estatura.
—No.
—Tienes de alto lo odioso… ¡NAMJOON! —Jin golpea la mesa con un puchero—. Dímelo.
—No.
—Hazlo.
—No.
—HazlohazloHazlohazloHazlohazloHazlohazloHazlohazloHazlohazloHazlohazloHazlohazlo. —Da pequeños golpes al brazo de Namjoon, fingiendo boxear hasta que finalmente hizo que se moviera: el trabajo queda arruinado, la tinta volcada y el pergamino se rompió.
— ¡YA!
—DIMEEEEEEE.
—MI PAPÁ ES DESCENDIENTE DE UN MEDIO GIGANTE.
Jin aprieta un poco los labios, haciendo puchero leve con los ojos abiertos y el entrecejo fruncido. Ve arriba, murmurando mientras Namjoon saca más pergamino para volver a empezar su tarea. El Omega tamborilea los dedos, suspira y vuelve a repetir el gesto.
—Medio gigante… ¿Cuánto de alto es tu papá?
— ¿Normalmente? Un metro noventa y cinco, sin poción es de dos metros sesenta y nueve. —Jin se ahoga con su saliva.
¿¡Medio gigante!? ¡¿O uno completo!? Jin se pregunta de qué tamaño es la casa de Namjoon o cuanto crecería. Con suerte, serán solo dos metros, pero lo duda. Namjoon escribe más lento, incómodo.
—Así que… vas a crecer mucho. —repone Jin.
—No creo. Soy un quince o diez por ciento gigante, puesto que mi papá ya viene de un cincuenta por ciento. —explica Namjoon, sin animo.
—Pero vas a seguir creciendo. —afirma Jin.
—Obviamente.
—Ohh~ Ya entiendo. Eso tiene más sentido que todo lo que dije antes—admite Jin con una mano en la barbilla—, lo que no entiendo en todo esto es ¿Por qué esconderlo? ¿Por qué te da tanta vergüenza? Es parte de ti ¿O te avergüenzas de tu padre?
—No me avergüenza, solo me harta que es lo que me impidió salir de mí casa por casi once años o que de hecho, esté condenado a no tener otras opciones de trabajo que no sean de campo. Nadie quiere contratar a un mago con sangre gigante como si fuésemos… monstruos, estúpidos o algo peor. —explica frustrado y queriendo soltarlo por una vez en su vida.
Nunca tuvo con quien hablar de esto.
— ¿En serio? ¿No trabaja tu papá? —pregunta Jin, curioso. No sabía de esta problemática.
—Tiene reservas en distintos países para cuidar de animales exóticos. Se lo paga por mantener el servicio perfecto y que las especies no sean atacadas o mueran por negligencia. —responde Namjoon.
—Eso suena bien. —dice Jin, sorprendido.
—Quería ser juez. Estudió, sabe cada regla y ley ¿Sabes qué pasó? No se lo permitieron. En ningún lado lo aceptaban, ni siquiera cambiando de país—Jin ataja que le asusta a Namjoon de todo esto—. Su única salida fue dedicarse a las criaturas mágicas. Conoció a mí madre así, pero…
Namjoon no quiere que su vida sea igual a la de su padre.
—Por eso quieres la excelencia estudiantil ¿cierto? —pregunta Jin con voz baja, preocupado. Namjoon asiente con las manos entre sus piernas.
—Quiero… demostrarles a todos que eso no importa. Creen que somos estúpidos, que ni siquiera podríamos entender algo tan básico como el Alohomora o Winwardium Leviosa. Este es el mejor colegio del mundo y si logró ser perfecto, les voy a probar a todos que no soy inútil. Que mi papá tampoco lo es. —Es una aspiración muy grande desde el punto de vista de Jin, pero también la considera muy genial.
—Entiendo. Es muy noble de tu parte—dice Jin con una sonrisa emocionada—. También haría a muchos comprender que el mestizaje no los hace monstruos.
—El ser humano teme a lo que no conoce. Los muggles a nosotros y los magos entre ellos. Es casi ridículo. —bufa Namjoon, disgustado.
—Bueno… Mi mamá fue Miss en Corea hace años, ella dice que su abuela era una veela y por derivación ella también. Quizá eso explica mi belleza—Namjoon se restriega el rostro—. Eso nos dejaría en iguales condiciones ¿cierto?
—Tal… vez.
— ¿Ves? Somos almas gemelas más parecidas a cada segundo.
—Eso no tiene sentido, si somos ya almas gemelas quiere decir que-
— ¡No me corrijas que me entendiste perfectamente! —ordena Jin con severidad y sacudiendo las manos.
El año terminó en un parpadeo. Para Jin, los exámenes ni siquiera fueron difíciles, tener a Namjoon explicando hasta el más mínimo detalle ayudó muchísimo. La copa de la casa se la llevo Ravenclaw. A nadie lo sorprendió, ni siquiera a Ravenclaw que empezó a bufar por ello. Junto a esto y logrando impactar a todos, fue que Ravenclaw ganara el primer lugar en Quidditch después de muchos años de estar en tercer o cuarto lugar.
En parte influyó que Namjoon tumbara a muchos de manera accidental y así, otros tantos estuvieran asustados de jugar con él cerca. Un buen método de victoria. Jin lo animaba tal como prometió, estando en pie en la frontera entre alumnos de Ravenclaw y Gryffindor.
Así nadie podía hacerle daño. Más estrategias perfectas como usar auriculares ensordecedores para no desmayarse del dolor que le generaría.
—Te diré que días puedes ir a mí casa, tienes la dirección ¿No? —Namjoon asiente con la cabeza—. Vale… ¡Felices vacaciones! ¡Nos vemos pronto!
Namjoon tiene el presentimiento de que no es tan buena idea ir a visitarlo… Porque seguro que a Jin se le escapa la información y la incomodidad será tan enorme como lo fue su abuelo en vida.
Chapter 16: Mal recibido
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—Recuerda que puedes llamarnos e iremos por ti en un instante.
—Trata de no romper nada.
—Trata de no hacer daño a nadie.
—Si te miran mal, escapa.
—Si son demasiado amables, asegúrate de mantener una distancia-
—No nací ayer ni soy estúpido. Es solo la casa de Jin, sus padres no van a secuestrarme, envenenarme o secuestrarme.
Namjoon toma el bolso y baja del auto en el que fueron. La vivienda de Jin queda a una hora y media de distancia de la suya, decidieron ir en el auto que tienen para las raras eventualidades en las que no pueden aparecer donde sea. Cierra la puerta y da un par de pasos hacia el enrome portón de la mansión de Jin. Quisiera decir que lo sorprende, pero se la imaginaba más blanca y pavorreales danzando por ahí.
—Solo te decimos que-
Namjoon gira brusco, viendo con irritación a su mamá.
—Te prepares para la decepción para que no te duela ¿Algún día van a darme ánimos en vez de quitármelos? —cuestiona Namjoon, golpeando el suelo con un pie—. Es una casa, no una cámara de tortura del ministerio. Los veo mañana. —despide, caminando hacia el portón e ignorando que su papá dijo algo.
—Cuídate. —murmura la mujer con tristeza por la forma en que su hijo los empieza a ignorar.
Son advertencias que hacen por experiencia propia y evitar que se sienta igual de entristecido cuando todo salga mal, sin embargo, Namjoon no quiere escucharlo más. Siente que va a llorar si vuelve a oírlos. Lo hace sentir tan mal, tan indeseado y pesimista; la depresión leve surgió en consecuencia. Tiene suficiente inseguridad para mucho tiempo y quisiera no amargarse más.
Apenas se van Namjoon toca el timbre de la mansión. La puerta se abre y tuvo que caminar por ocho minutos para llegar a la entrada ¿Por qué la pusieron tan lejos? Tampoco puede quejarse dada la forma en que es su casa. Al llegar al pórtico, Jin abrió la puerta y casi lo derriba en un abrazo. No pensó que sería recibido de manera tan eufórica.
— ¡Bienvenido~! Debiste venir desde diciembre para ver los adornos navideños, pero ya será este año. Vamos—Namjoon se deja llevar por el Omega. Lo sorprende ver elfos domésticos de aquí para allá usando ropas limpias y decentes—. Les ordenamos vestir así. Odiamos que usen harapos o... cualquier tontería de elfo doméstico pensandose un esclavo.
—M-me sorprende que sean tantos. —admite Namjoon. Es lindo verlos. Sus ropas son de niños pequeños y de colores vibrantes. Claramente la eligieron ellos.
—En efecto. Deja que te los presente—Jin aplaude y los elfos se ponen en fila, siendo diez—. Dinky, Winky, Spikey, Dolly, Chompey, Tinky, Walkey, Nicky, Plaiky y Wilky… ¿Por qué todos los elfos domésticos acaban en “ky”? —Le pregunta bajito a Namjoon, este se aproxima, hablando en susurros iguales.
—Te juro que no tengo idea, da un poco de miedo.
— ¡Es un amigo nuevo del amito! —exclama una elfa.
— ¿Cómo se llama? —pregunta otra.
—Hay que hacer la merienda. Llegó muy pronto para el almuerzo. —dice un elfo, viendo en su reloj.
—Hay que hacer mucho, debe comer mucho. Está muy flaco.
—Es Namjoon, por favor ayúdenlo si lo necesita ¿Vale? —Ver como se dispersan como hormigas nerviosas deja a Namjoon aturdido. En su casa apenas hay dos—. Muy bien, mis padres están en la cocina. Los elfos hacen una mitad de la comida y nosotros la otra.
— ¿Por qué?
—Ser sangre pura, mago de alta clase y blablablá… es muy aburrido ¿No has notado que no hacen más nada? —Namjoon asiente—. Además, si algún día todo va mal, vamos a necesitar saber cocinar por nuestra cuenta.
Namjoon silba, impresionado.
—Son la familia ricachona más extraña que haya visto en mi vida.
—Pero la más hermosa ¿O vas a negar que este rostro no es más hermoso siendo de alguien que sabe cocinar? —cuestiona Jin, tan dramático como de costumbre—. Mi mamá está impaciente, alisando su vestido para estar presentable. —Namjoon enrojece. Él se puso ropa casual, casi urbana y ahora siente que desentona. Espera que los padres de Jin no-
Olvídenlo, están tan elegantes como cualquiera de su clase.
Mierda ¿Por qué no se le ocurrió arreglarse un poco más? A veces su despiste lo hace parecer tonto. Se jala la camisa, nerviosa
— ¡Hola! —saluda la mujer con gran ánimo y una enorme sonrisa. Jin salió totalmente a ella—. Es un gusto conocerte por fin, Namjoon ¿Cierto?
—E-eh sí… Kim Nam-Joon, un pla-
— ¡Kim! ¡Podemos ser parientes lejanos! —chilla emocionada, con una brillante sonrisa y manos juntas.
—Muy… muy lejanos. —murmura Namjoon, incómodo.
—Si es muy alto papá, pero tiene once. —El Sr. Kim arruga la expresión, claramente molesto de que su hijo irrumpa en sus pensamientos. Namjoon estrecha la mano con este primero y Jin borra la alegría de su cara.
「Qué clase de monstruo es…」
Namjoon estrecha la mano de la Sra. Kim y esta logra disimular su cara de impresión.
「¿Qué es…? Se siente… extraño ¿Por qué Jin se haría amigo de una cosa así?」
—Eres muy, muy alto para tu edad. —comenta la Sra. Kim, escondiendo sus manos tras su espalda.
—Es cosa de genética. —excusa Namjoon.
— ¿Ah sí? Bueno… Por genética Jin, es más encantador, una de mis abuelas era una veela y si tú dices que eres así de grande ¿Gigantes? —tienta la mujer y Namjoon asiente incómodo.
「Es un monstruo en definitiva」
「Ah, su magia es rara por eso. Apenas existe y no hace sino ser difusa. Pobrecito. Jin debió tenerle piedad」
—A veces los dos son tan horribles. —suspira Jin apenas audible.
—¿Qué? —Namjoon voltea rápido. Jin niega con la cabeza, sonriendo rápido.
—Nada nada... Tinky, llévalo a mi cuarto. Yo llevaré algunos dulces… o todo lo que me encuentre—La elfa domestica dice un “Sígame amito Namjoon”. Namjoon la acompaña con una sonrisa. Apenas está lejos, Jin regresa la atención a sus padres.—. ¡Son tan horribles! ¡No puedo creer que sean así con él!
—No hemos dicho nada malo cari-
—Son unos oclumantes terribles—acusa Jin, disgustado—. Los escuche perfectamente. No estoy con él por lastima. Es mi mejor amigo, el más grande que he tenido… literalmente. —Su madre tuerce el gesto, lista para corregir lo dicho:
—Apenas lo conociste este año. No seas tan dramático, Jin.
— ¿Y saben qué? Él me da silencio, debo descubrir de él, no puedo entrar en su mente como si fuese cualquier persona. Es especial sin importar nada. Es perfecto. Lo adoro. Es un verdadero amigo—Toma una enorme bandeja llena de galletas dulces—. Deberían acostumbrarse a reprimirse esa idea estúpida, porque suenan igual a los Sangre puras que desprecian. —Sale de la cocina con mala cara. Decide ignorar los pensamientos de sus padres, cada vez más ruidosos.
En su habitación, Namjoon ve el mural de fotos. Jin deja la bandeja de galletas en el escritorio y señala el centro de todo, donde la foto de Namjoon –que le sacó en Hogwarts a falta de una decente-, ocupa el lugar. Le entrega un marcador negro con una sonrisa, Namjoon alza una ceja.
—Dibuja a RJ, en tu cuarto harás un Koya y así estaremos teniendo cada uno a nuestros hijos en nuestras paredes. —propone Jin y Namjoon ríe por la nariz.
—Que cursi.
—Lo dice el que me regalo un poemario por navidad—Namjoon hace puchero, trazando con cuidado la figura de la alpaca—. Podemos hechizar esta pared para que sea como una mensajería… Tu escribiendo en Koya, yo en RJ ¿Qué te parece? —Jin se balancea sobre sus pies.
—Más rápido que tu escalofriantemente grande lechuza. —apunta Namjoon.
—Bien~
—No le guste a tus padres ¿cierto? —pregunta Namjoon, más atento en la figura que hace.
Jin no dice nada por un momento, lleva las manos a su cintura y frunce levemente el entrecejo.
—No, pero eso no importa. Eres mi mejor amigo aun si a ellos no les agrada que sea así—sonríe amplio, Namjoon desvía la mirada, sintiendo que los ojos se le aguan. Feliz de escuchar a Jin decir eso—. A ti tampoco te importaría ¿O sí?
—Por supuesto que no.
Jin se pone colorado y ríe alejándose por el beso que Namjoon le dio en la mejilla para avergonzarlo. El Omega acaba sentado en la cama, con las piernas algo abiertas y las manos entre estas. Ladea la cabeza con una galleta en su boca, mejillas rellenas y pareciendo un hámster. Namjoon también toma una y a pesar de sentir que no es del todo recibido en la vivienda, no paso por su cabeza llamar a sus padres para que lo recojan.
Está por Jin y quiere pasar un tiempo con su escandaloso y dramático amigo Omega, sin que sus padres o los de él, molesten.
Quien sabe, la próxima ocasión puede ser en su casa -si insiste lo suficiente-, con un mejor ambiente.
Chapter 17: Bien recibido
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Silba a medida que camina por el enorme prado que lo conduce a la vivienda de Namjoon. Le gustaría entender porque está a mitad de la nada. A este paso, va a hacer más ejercicio que en Hogwarts.
Tomó un taxi Muggle, entregando la dirección que Namjoon le escribió en un papel. El hombre lo dejó y llegó su momento de caminar. Hasta el momento, Namjoon no ha dicho qué debe buscar específicamente. Mira el suelo, notando a un gato echado entre la hierva alta, debe ser un Kneazle. El felino lo nota y de inmediato se da a la fuga.
Para sorpresa de Jin: el gato desapareció, como si hubiera cruzado un velo. Al acercarse, mete una mano, hay resistencia mínima. Sintiéndose entre juzgado y analizado, pasa. Algo asustado de lo que puede pasar. Al otro lado, fue como si un pitido insoportable estuviera en alto, con un solo ojo abierto ve alrededor.
Es una urbanización.
Sin el pitido, nota que es… silencioso.
Es una urbanización ¿Sin gente?
No escucha los pensamientos de nadie.
Girando la cabeza a todo lado en busca de gente, se acerca a la vivienda más grande. No precisamente una mansión, pero si la más voluminosa. De ahí proviene ruido mínimo, una sola persona probablemente. El Kneazle mueve la cola, sentado en el pórtico y analizando al desconocido. Jin sube las escaleras, evita al gato y antes de dar un par de toques a la puerta, la entrada se abre. Namjoon sonríe ladeando la cabeza, complacido de ver al Omega en su pórtico con mochila al hombro.
—Debo decir que viven al otro lado del mundo—refunfuña Jin, fingiendo molestia—. Jamás creí que caminaría tanto como en Hogwarts para llegar del punto A al punto B. Esto fue ridículo. —Hace puchero, entrando seguido por el Kneazle de cara fastidiada.
—Lo siento, creí que si te decía no ibas a venir. —ríe Namjoon, nervioso y apenado.
—Pues… tal vez hubiera intentado con la escoba vieja de mí papá. Así-
—La barrera no permite el paso de escobas voladoras. —Namjoon cierra la puerta.
—Entonces esa barrera es lo suficientemente inteligente para no dejar a esta belleza fuera y- ¡OH POR MERLÍN! ¡SI ES ALTISIMO! ¡TE PARECES MUCHO A ÉL! —exclama Jin llevándose las manos al pecho—. Sacaste el atractivo correcto. —felicita dándole palmadas en el hombro.
¿Por qué debe ser tan indiscreto? Namjoon ha enrojecido más de cinco tonos por los comentarios excesivos del Omega. Sin embargo, Jin se caracteriza por su dificultad de expresar sus pensamientos. Principalmente por ser consciente de los pensamientos de todos. El padre de Namjoon, con su enorme tamaño, ve a Jin con la misma cara de extrañeza que Namjoon la primera vez que este lo llamó guapo.
Pensando si tiene algún tornillo suelto. Quizá más de uno si lo considera demasiado.
—Así que este es tu amigo. —musita el Sr. Kim, curioso.
—Un gusto conocerlo, Kim Seok-Jin. Gracias por dejarme venir. —Jin se presenta con una reverencia educada que repite a la madre. La Sr. Kim parpadea repetidamente.
—Que niño tan lindo, casi me cuesta creer que pudiera ser tu amigo, cariño. —admite la mujer, sorprendida.
—Mamá. —balbucea Namjoon, incómodo.
—Se bienvenido, vemos que pasaste fácil la barrera.
—En realidad se sintió muy extraño, pero no fue doloroso. Solo a mis oídos…
「Si está aquí no hay de qué preocuparse, tampoco luce como una mala persona… Es un niño realmente lindo」
—Soy el Omega con el rostro más bello de todo Hogwarts, señora; tampoco soy una mala persona, se lo seguro. No hay forma de que esta cara albergue maldad. —Ella y el Sr. Kim se ven en un impulso nervioso.
—E-es legeremante, lo siento, es muy indiscreto. —dice Namjoon, excusándolo. La mujer lleva una mano a su mejilla haciendo un puchero.
—Oh, creí que eso en Omegas no se podía, hasta me da envidia, quisiera saber todo en esta casa. —acentúa el puchero. Jin mira al padre de Namjoon y…
「…」
—Los gigantes tienen resistencia mágica. No vas a poder leer su mente si ni siquiera puedes con la mía—Interviene Namjoon—. Estaremos en mi cuarto, bajaremos más tarde. —informa a sus padres. Jin hace otra reverencia y sigue al Alpha escaleras arriba.
—Es decir, no puedo leer tu mente porque eres parte gigante ¿No? —resume Jin.
—Podrías, muy poco, pero podrías. Lo que dije es cierto: Sé Oclumancia, por ello solo tienes silencio. —dice Namjoon.
—Dulce silencio. Seria lindo vivir aquí. Nadie molesta, nadie piensa demasiado. Nadie-
—Viene, en general. —concluye Namjoon.
—Es una urbanización—Jin toma asiento en la cama de Namjoon y deja su mochila a un lado—. ¿Nadie más vive aquí? —Namjoon niega con la cabeza—. Oh… que raros son tus padres ¿Qué sentido tiene estar así de aislado del mundo? A este paso ni siquiera van a saber lo que es el mundo o si se está destruyendo. —opina contemplando la habitación con detenimiento.
Un libro gigantesco, cama grande, paredes de color claro con el Koya pintado a un lado de la mesa de noche. Se percata del árbol pequeño a un lado del escritorio con aun más libros, tinta, pergaminos, etc. Namjoon tiene la habitación de todo un nerd, lo sorprende notar una guitarra en la esquina.
—Es que necesitamos escondernos… al menos un poquito. —Agrega Namjoon sentándose al lado.
— ¿Por qué? ¿Solo porque tu papá es un gigante? —Jin ladea la cabeza, confundido—. Es un poco extremo.
—No. Eso no es el problema. Es… tema de magia. —exhala Namjoon, agobiado.
—Ya estoy aquí, solo dime—Jin le da un amistoso empujón con el codo—. No me escapé de casa para nada a final de cuentas.
— ¿¡Te escapas…!?
—Obviamente. Mis padres no hubieran aceptado esto. Les dije que estoy en casa de otro amigo. Para cuando vuelva, no se darán cuenta de que no es así—afirma Jin despreocupado—. Así que, tú magia, que tiene-
—Es gris.
Jin hace puchero y se rasca tras la cabeza ¿Gris? ¿Cómo debe interpretar eso? O comprenderlo. No tiene sentido. Tal vez sí, hay poca magia blanca pura o magia oscura pura y por tanto, viven en una gama de grises. Puede enorgullecerse de ser de magia blanca, quizá inmaculada, pero si lo suficiente para que nadie dude de su fuerza y naturaleza. Namjoon muerde el interior de sus mejillas y Jin su labio inferior.
Maldita sea ese gesto.
Ah, es demasiado para él. Lo sonroja.
—Mi mamá y mi papá vienen de un legado de magos grises. Así se emparejaran con alguien de magia blanca u oscura, tendrán un mago de magia gris. Es una cualidad muy extraña, casi inexistente en el mundo mágico.
— ¿Qué tiene de especial? No entiendo nada.
—Se trata de poder dominar con perfección cualquier hechizo. De la naturaleza que sea y no afectarnos de más con un ataque de un tipo u otro—explica Namjoon, balanceando las largas piernas—. Lo que tus padres sintieron en mí no era poca magia, sino un exceso de oscuridad por los últimos hechizos que usé.
—Es decir, si usas magias de luz te inclinas hacia ella.
—Exacto.
—Oh… ¿Por qué debes esconderte entonces? —Jin vuelve a rascarse la cabeza sin poder unir los puntos.
Un poco avergonzado de no saber qué pensar. Namjoon lo considera normal.
—Inclinarnos demasiado puede matarnos. Estamos acostumbrados al balance, fuera del balance seremos consumidos por nuestra propia magia y moriremos en una bola de fuego—explica y resulta tan grafico que Jin arruga la cara, disgustado—. Casi no hay magos grises por eso. Debemos ser neutrales, impedir que la luz y la oscuridad se mate entre sí, pero lo único que logramos es que un bando u otro nos use para, literalmente, explotar.
—Oooooooooh. Ya entiendo. Tiene sentido—Jin sonríe levemente, aliviado de haber atajado el asunto finalmente—. ¿Por eso los dotes de justiciero y querer el bien común? —Namjoon se inclina a un lado, apenado—. Supongo que por eso también te querían siendo “feo”. Impide que llamaras la atención… Tus padres sí que quieren protegerte. —silba Jin.
—Sin ánimos de ser dramático, porque ese es tu departamento, creo que de tanto que lo hacen iban a acabar haciéndolo ellos. —exhala Namjoon, agobiado.
Está asfixiado en esa protección, resulta insoportable. Hace puchero y Jin igual, imitándolo y luciendo tiernos por igual. Cambiaron de tema poco después, hablando tan fuerte por momentos que sería imposible que sus padres no se dieran cuenta de que hablan. Namjoon se ríe igual de fuerte que Jin en algunas ocasionas. En un momento donde Namjoon ofrece algo de comer Jin, escucha claramente un pensamiento:
「Creo que es la primera vez que escucho a Joonie reír tanto… Espero que Jin no se aleje y si lo hace, no vaya a dolerle. Me alegra que tenga un amigo」
—Le caigo bien a tu madre. Como no hacerlo. Mira nada más todo mi encanto. —dice Jin, confiado y pasando la mano por su barbilla.
—Tan narciso como de costumbre. —exhala Namjoon.
—Claro que no. —ríe de forma característica.
— ¡Mira el lado bueno! ¡Podré visitarte de nuevo!
No.
Simplemente no.
Jin quedó castigado lo que restó de vacaciones por haberse escapado de casa.
Lo único bueno es que pudo seguir en contacto con Namjoon, esperando pacientemente que iniciara el año escolar para verlo de nuevo.
Chapter 18: Planes de Maternidad
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No hizo falta esperar a que empezaran las clases. En medio de su paseo por el callejón Diagon para saciar alguna que otra necesidad de sus padres y algún capricho suyo, encontró a Namjoon saliendo de la tienda de escobas, con su padre cargando una de estas en su hombro. Sin que Namjoon se dé cuenta, Jin avanza hasta estar tras él y de un salto sube a la espalda del Alpha.
— ¡NAMJOON!
El pobre cae al suelo por el susto, con Jin sentado en su espalda.
—Lo siento, no era lo que tenía en mente. —Se excusa el Omega con preocupación.
—Y-yo tampoco tenía en mente romper la nariz hoy. —balbucea Namjoon. Jin frunce el entrecejo y luego chilla:
— ¡AH! ¡ESTÁ SANGRANDO DE VERDAD!
┈
—Es un regalo de navidad adelantado—explica Namjoon con una servilleta bajo su nariz en tanto que los padres de ambos intentan tener una charla. Complicado para Jin, escuchando los pensamientos de sus padres, los cuales no ayudan a creer el ambiente ameno. El padre de Namjoon no luce como un gigante. Solo es un metro noventa y tanto—. Consideró que era mejor dármelo ahora para usarla toda la temporada.
— ¿Me recuerdas como piensas hacer para practicar Quidditch, estudiar todas las materias y dormir? Esa parte me preocupa—refunfuña Jin, ofendido—, quiero tener un Alpha saludable, no un zombie. —Hace puchero, pensando en lo sobreexplotado que estará Namjoon el año escolar que entra.
—Jihoon envió por correo el gira tiempo. Debo calcular cuantas vueltas darle y listo. Me dará tiempo para todo, recuerda que no olvido na-
—Te vas a sobre exigir mucho, me preocupa que pueda hacerte daño a largo plazo—expresa Jin, compungido—. Intenta dejar alguna clase si sientes que es demasiado. —Namjoon asiente suavemente, conmovido por el gesto.
Jin ni siquiera incluye pasar tiempo juntos o las tutorías que tenían el año anterior; piensa el tiempo que tendría Namjoon para respirar. Todas las materias, más Quidditch, más estudiar y hacer los deberes que envíen las asignaturas. Algunas veces Namjoon corta su propia nariz al querer demostrar lo listo que es, exponiéndose al agotamiento y a fallar en lo que quiere probar.
—Aunque podría crear un bucle enorme y sin sentido, puedo hacer girar el gira tiempo una vez lo haya hecho y podría decirse que habrán al menos… tres de mí andando por ahí—calcula Namjoon, pensativo—. Uno en Quidditch, otro comiendo y uno estudiando. Es un desastre gigante y debo calcular muy bien, pero-
—Vale, lío de espacio tiempo, me duele la cabeza de solo imaginarlo—Namjoon se ríe por la cara de frustración—. Solo espero que en medio de esos bucles y rupturas dimensionales, tengas tiempo para mí, me voy a sentir muy solito. Te vas a sentar cerca ¿Cierto? —Da una débil sonrisa, Namjoon asiente con la cabeza tirando la servilleta con sangre a un lado.
—Eso también está en mis planes, no te preocupes por eso. —Namjoon le guiña el ojo y sonríe.
— ¡Déjame que te cuente mi plan entonces! —exclama Jin, emocionado—. Adoptemos.
Namjoon se ahoga con su propia saliva y de forma misteriosa, rompe parte de la silla en un intento por no caerse. Jin permanece con el mismo gesto emocionado, incluso se ríe divertido causando que muchos los vean por el ruido y el ridículo que hace Namjoon. El Sr. Kim choca una mano contra su rostro, preguntándose de dónde viene el exceso de torpeza de su hijo, ni siquiera él es así.
—Les voy a comprar un helado, quizá así se relajen. —comenta el Sr. Kim Jin, levantándose para ir al mostrador. Apenas pidieron un par de bebidas, pero no helado a pesar de ser una heladería.
— ¿¡Adoptar!? ¿¡Adoptar qué!? ¿¡Cuando!? ¿¡Por qué piensas eso ahora!? —pregunta Namjoon con una vena hinchada en el cuello, en voz baja y ojos casi desorbitados.
—Nono, cálmate, no esa clase de adopción, me refiero a “apadrinar” algún estudiante de primer año, preferiblemente Omega para ayudarlo a que se adapte al colegio ¿Qué opinas? Es una buena idea ¿no crees? —insiste Jin, balanceando las piernas cruzadas. Namjoon rasca su entrecejo con un suspiro, buscando paciencia.
—Enfócate en tus clases, no en la vida de otros—lloriquea Namjoon, incrédulo de lo desesperado que está Jin por meterse en vidas ajenas—. Sé que es complicado para ti, que escuchas a todos, pero intentarlo no te va a doler, te lo prometo. Tu vida será más sencilla. —Jin resopla, haciendo vibrar los labios con disgusto.
—No seas aburrido—Jin toma la copa de helado de colores otoñales, casualmente lo que lleva Namjoon de vestimenta—. Ni egoísta. Puede servir más de lo que-
— ¿Es por lo que pasó con la chica de Hufflepuff, cierto? —Jin se llena la boca de helado al instante—. Entiendo tu punto, pero no somos-
—Somos como un matrimonio, todo el mundo lo dice… excepto mis padres, ellos están considerando hacer rituales para que no pase—comenta Jin, inclinado para ver a sus progenitores—. Lo hago con todo mundo, incluso contigo, fijarnos en uno puede ser un rayo de esperanza para quien escojamos.
— ¿Cómo piensas hacerlo? Te vuelves madre de todo el mundo.
—El que dure más con el sombrero seleccionador. El que esté indeciso o no tenga una meta clara es quien más apoyo va a necesitar—Jin sabe que está logrando convencer a Namjoon—. Niño, niña, ambos, ninguno, la casta que sea. Lo que importa es ayudar a uno que sería como nuestra pequeña cría.
—No lo digas de esa manera, hace que suene como si-
— ¿Eres mi Alpha? Para mí lo eres —tararea Jin, complacido. Namjoon niega con la cabeza, Jin y sus cursilerías son una historia de nunca acabar—. ¿A qué sabe el tuyo? Creo que mi papá compró el de amor y… Este es dulce y un poco… acido. Es como de limón, vainilla y algo de chocolate. O ron. No estoy seguro.
—El mío es dulce y agrio. Es más que todo fresa.
—Es rosado, me encanta.
—Que raro que no sea tu helado el rosado. —apunta Namjoon.
—Hay un poco por debajo, de lo mucho que me amo. —ríe Jin.
— ¿Y lo demás?
—Lo mucho que te quiero a tu, obviamente. Este helado eres tú. —tararea Jin.
—Eso suena… un poco escalofriante. —dice Namjoon.
—Para mí es lindo. —dice Jin.
—Obviamente crees que es lindo—acusa Namjoon—, tú lo dijiste y antes te mueres que aceptar que no es cierto lo que dices. —Lo apunta con la cuchara de metal.
—Claro que no.
—Que sí.
—No.
—Sí.
—Los dos parecen ya un par de casados. —ríe la Sra. Kim de Namjoon.
—Una cualidad de los amigos que son muy cercanos. —opina la Sra. Kim de Jin, observando de reojo al par y sin poder negar esa realidad.
Chapter 19: Posibles candidatos
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— ¡TE DIJE QUE NO TONTEES TANTO!
— ¡ES TU CULPA POR NO DETENERME!
A pesar de chocar a un montón de gente en la estación, sigue corriendo a toda velocidad para llegar a la entrada a la estación del Expreso 9¾ ¿Razón? Como llegaron demasiado temprano, decidieron pasear un poco. La holgura de horario los hizo alejarse más de lo que debían.
A punto de entrar, Namjoon siente un toque en la espalda.
—Dis-disculpa, pero… ¿Sabes dónde está la estación nueve tres cuarto? —pregunta un niño de once años, pequeño y con la cara metida en su boleto de tren—. Es que… ¡Aquí nadie sabe y no sé a dónde tengo que ir! —quejumbra viendo a todos lados. Supuso que el par corriendo podría ayudarlo.
Namjoon nota el carro con baúl y una lechuza que aletea inquieta.
「Ni siquiera sabía de este colegio, pero ya quiero ir, por favor que sepan, que sepan, que sepan, por favor, por favor, por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr」
Jin sonríe enternecido. El niño prácticamente ni los ve a la cara, sigue en su crisis y el reloj los está atormentando.
—¡Síp! Sí sabemos. —Al niño se le iluminan los ojos.
—Es por aquí, yo llevo tus cosas. —ofrece Namjoon, asintiendo.
Namjoon toma el carro y tras alinearlo y fijarse de que no esté viendo nadie, corre hacia el muro, traspasándolo. Poco después, Jin pasa con el niño que está con los ojos cuadrados de fascinación.
— ¡GRACIASGRACIASGRACIAS! —Le da un abrazo a Jin, luego a Namjoon y se va corriendo con sus pertenencias para que las suban al tren.
—Jeh, ni siquiera nos vio la cara. Está tan distraído con todo. —comenta Jin con un puchero. Namjoon mete las manos en sus bolsillos. Faltan… ¿Nueve minutos? Para que el tren salga, pueden ir con tranquilidad ahora.
—No hemos terminado de llegar ¿Y ya quieres volverte la mamá dragona? —interroga casi divertido.
—Es hijo de padres muggles. No entiende nada de lo que debe hacer, donde ir. Está tan perdido… puede ser un buen candidato al respecto. —afirma Jin.
—Con suerte acaba en Hufflepuff o Gryffindor y lo ayudan a entender más rápido. —Jin encoge de hombros dándole la razón al Alpha. Esas dos casas suelen tener afinidad con los Muggleborn. En Ravenclaw es sinónimo de ignorancia, en Slytherin de debilidad e impureza.
— ¿Qué dices de ese punto rosa? Es muy pequeño. —Apunta Namjoon, señalando a la distancia.
—Me sorprende ese tono de rosa ¿Cómo lo logró? El que yo usé no era así de bonito. —Entre la gente ven a un niño pequeño, de mejillas enormes sonriendo tan feliz y complacido que no parece ir a una escuela.
「Sí pude venir… Sí pude venir…」
Arruga un poco la cara ¿Por qué está tan sorprendido? Es una alegría triste y lo descoloca. No pudo averiguar mucho más porque lo perdió entre la corriente interminable de voces, cubre uno de sus oídos, cerrando un ojo. Al notar esto, Namjoon lo rodea por el hombro y hace subir al tren. Encontraron un camarote vacío tras n rato, incluso pasando del niño que ayudaron a pasar a la estación.
— ¿Mejor? —Jin asiente, gracias a la puerta el sonido se amortigua un poco, más el silencio absoluto de Namjoon puede tranquilizarlo. Volver va a ser la muerte. Se enfocará únicamente en los de primer año—. Traje estos para ti, descubrí que ayudan a aislar el sonido cuando no puedas hacerlo por ti mismo. —Namjoon le entrega unas orejeras felpudas blancas.
Jin se las coloca, son muy suaves y el ruido desaparece casi por completo. Suspira aliviado, recostándose de Namjoon con una sonrisa. Adora que el Alpha esté pendiente de él. La puerta es abierta tras unos veinte minutos de haber iniciado la marcha.
—Oh, lo siento, pensé que estaba vacío… ¿Han visto a un niño de pelo rosado? —Namjoon queda pensativo y niega con la cabeza—. Es un tono muy chicle, parece una nube y tiene cachetes enormes. Es como un bebé.
—Lo vi pasar hace mucho rato, pero no sé decirte a donde se fue. —responde Namjoon.
—Ohhh… Vale. Gracias—sonríe cuadrado, desapareciendo los ojos por la gran sonrisa que muestra los dientes blancos—. Me diste una respuesta más tierna de la que nunca me han dado mis padres, por lo general me dirían que soy un despistado terrible y que de milagro no me arroyó el tren por ponerme delante en lugar de subir.
Tanto Jin como Namjoon ven con asombro al niño de once años.
—E-eso es-
—Es cierto, casi me subo a donde estaba el carbón, como si ese niño pudiera estar a ahí—Queda con la boca entre abierta un par de segundos, con la vista a un lado, como pensativo, pero serio—. Es imposible, luce muy tierno como para ensuciarse…
—¿Necesita ayuda o algo? —pregunta Namjoon preocupado. Asustado de que quizá hay algo grave en la familia de este niño.
—Solo un par de neuronas nuevas, el niño de chicle, el dominio total del mundo y ser mejor que un Beta, fuera de eso: estoy bien—Se encoge en sus hombros, gesto tímido—. ¡Oh! ¡También necesito ranas de chocolate y luego un ciervo! La rana sirve para atraer al ciervo.
No entienden de qué habla ¿Está bien? Se lo preguntan continuamente.
Jin intenta leer su mente, pero lo que sucede en un principio es que fue como chocar con una pared. Similar a lo que ocurrió con Namjoon la primera vez que lo intentó. Por pura sorpresa, vuelve a tratar.
「Primero tengo al ciervo, luego me voy por el bosque con él para jugar y ¡Wuuu~! Tal como lo recuerdo. Espero que las ranas de chocolate no sean muy caras, no tengo tanto dinero encima, pero necesito al ciervo… ¿O es una serpiente ahora? Como sea, el chocolate. Primero el chocolate」
Namjoon entrecierra los ojos por la mueca que había puesto el niño, como si se hubiera molestado y preocupado por lo que, evidentemente, fue Jin entrando en su mente. Cosa que nadie puede sentir, es como un reproductor sonando ¿Cómo en un niño de once no es así? Parece demasiado despistado y atolondrado como para saber Oclumancia.
—Gracias de todos modos, chaito, los veo en Hogwarts, ojalá seamos de la misma casa. Adiós, adiós, adiós.
—Que niño tan extraño. —dice Namjoon.
—No me sorprende que tenga algún tornillo suelto, incluso en sus pensamientos es rarísimo—parpadea continuamente, confuso por lo que acaba de pasar—. ¿Qué crees?
—Que posiblemente me dé dolor de cabeza si lo escoges a él.
Pasa alrededor de dos horas cuando ven al par de niños –tanto el de la entrada como el que vino a preguntar-, salir corriendo. Jin le comunica que es para buscar al de cabello rosado. Otra hora después, aunque pasa el niño de pelo rosa, los otros dos no ¿Cómo los evitó si no hay donde huir en un tren? Es el gran misterio. Lo único cierto es que mágicamente, esos dos se hicieron muy amigos. Vaya nivel social. Casi son crías reales de Jin.
Por ello son sus principales candidatos de adopción: Jun Ho-Seok, un muggleborn; Kim Tae-Hyung, un loco a secas.
Chapter 20: Cachorro perdido
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Estar en Hogwarts es tan bonito y escandaloso como siempre. Jin mantiene los auriculares para no tener dolor de cabeza. Así puede enfocar en lo que quiere. Por el momento, la mayoría de estudiantes tienen pensamientos normales. Nada peligroso, nocivo, muy preocupante. Todo bien y lo alegra que sea así.
—Hoseok Jung.
—Y dale con cambiar el orden. —suspira Jin, rendido. Desconoce porque lo hacen, si Hwasa es coreana y debería saber que no se dice así. Suena feo. Dado que nadie subió, se aclara la garganta.
—Jung Hoseok.
Este sube riendo histérico y nervioso por no haber notado que era con él, igual de aturdido por el orden de su nombre. Se sienta y le colocan el sombrero seleccionador en la cabeza. Hoseok balancea los pies, como quien no puede quedarse quieto por dos minutos. Casi puede imaginarlo en el equipo de Quidditch el año que entra.
「No sé. Todas las casas lucen divertidas, vine aquí solo porque quería ver que tal y contarle a mí hermana」
— ¡HUFFLEPUFF! —anuncia el sombrero. La mesa de los tejones aplaude con gran ánimo. Incluso la jefa de casa, Wheein, alza los brazos en señal de victoria. Lleva una apuesta diciendo que primero será su casa la que se llene.
Posiblemente Jihoon pierda esos diez galeones.
—Taehyung Kim. —El mismo niño raro del tren. Namjoon lo observa de reojo ¿Es idea suya o parece confiado? Diría que ya sabe perfectamente que va a pasar. No hay nerviosismo. Hasta en eso, es raro.
「Jugar, jugar… No tengo expectativa aquí, solo jugar y las demás casas no dejan hacer eso, prefiero Hufflepuff」
— ¡HUFFLEPUFF! —Taehyung baja del taburete y avanza a su mesa dando saltos, casi aplasta a Hoseok en un abrazo. Jin ladea la cabeza, enternecido por la reacción de ambos al quedar juntos.
Jin no considera que necesiten ayuda. En esa casa, cualquiera los podría ayudarlos si lo necesitan. Son muy raras las ocasiones en las que Hufflepuff tiene problemas internos… o externos. Son relajados por lo general, viven en su propio mundo.
—Yoongi Min.
El niño bajo y pálido camina hasta el frente. Su cabello negro le da un aire irreal.
「Tanto teatro para decir donde mierda voy a dejar mis cosas y aplastar mi culo para comer. Algunas veces parece que los magos son imbéciles」
Jin abre los ojos sorprendido por la forma en que habla. Demasiado grosero, demasiado fastidiado de todo a su alrededor. El sombrero apenas roza la cabeza del Omega, sorprendiendo a Hwasa y todo el gran comedor en el proceso.
— ¡SLYTHERIN! —Yoongi se levanta y avanza perezosamente a su mesa. Jin voltea a ver a Namjoon que queda con la boca entre abierta.
Un Omega…
Un Omega en Slytherin.
Oh no…
「Su magia da un miedo que te cagas…」
「Parece más un Alpha, no huele a nada. Nos toca lo peor. Qué asco」
「Tal vez si le damos una poción de sueño sea mejor. Su magia se apaga y su aroma sale más」
「Apenas Jihyo termine su discurso, lo voy a reclamar」
Vale, es malo.
—Jimin Park.
Al verlo llama su atención, le recuerda mucho al niño de cabello rosa en la estación. La diferencia es que él lo tiene negro, supone que lo confunde con ese. No lo ve por ningún lado. Quizá una alucinación por el estrés de tanto ruido… Aunque Namjoon también lo vio, Taehyung lo buscaba. Es extraño. Le colocan el sombrero.
「Necesito estar en Slytherin, sino Yoongi va a estar solo y no podré cuidar de él. Tengo que quedar ahí… No. No quiero ir a Gryffindor. No soy valiente… Tampoco soy inteligente, no puedo estar en Ravenclaw. Debo estar en Slytherin」
Menudo combate tiene montado con el sombrero. Este da como opción las otras tres casas, aparentemente se ajustaría bien a todas ellas menos a Slytherin. El niño sigue empecinado en ir a la casa de las serpientes y por ello se tarda tanto en decidir el resultado final.
「¡Si no quedo en Slytherin con él no podré venir el año que viene! Por favor, en Slytherin, el Sr. Min se va a enojar si no quedo allí… Por favor, por favor, por favor… Quiero seguir viniendo aquí… ¡No importa si lo hacen! Tengo que estar con Yoongi… N-no importa, la Sra. Min me dijo que me convirtiera en la mascota de algún Alpha si hace falta. Necesito ir a Slytherin. Puedo ir allí. En serio puedo. En Slytherin, en Slytherin…」
— ¡SLYTHERIN!
—Creo que ya es obvio que alguien tiene problemas aquí. —murmura Jin a sí mismo con incomodidad, pero pasándola pronto con la certeza de que podría ayudarlo a que mejore y sin dudas, contar que es todo lo que pensó.
Hay más de un punto preocupante, si se lo cuenta a Namjoon, seguro que se pone aun peor. Tal vez solo sea sentimiento catastrofista. Lo más seguro es que sea un Omega en pánico, suele pasar.
Aunque fue más que extraño que no mencionara a sus padres sino “Sr.” y “Sra.”
┈
— ¿No pasó nada?
—No. No pasó nada. Aparentemente, están muy asustados de esa pequeña masita de odio, groserías y magia negra como para acercarse o hacerlo con quien está pegado a él cual pequeña y fastidiosa sanguijuela. —cuenta Jin. Namjoon exhibe su desaprobación.
—Duró mucho para ser seleccionado ¿Qué pasó? —interroga el Alpha.
—Quería estar en Slytherin a como diera lugar, pero el sombrero lo consideraba mejor en Gryffindor o Ravenclaw, un poco en Hufflepuff… Necesitaba estar con ese otro niño. Tal vez son hermanos y él es bastardo. —supone Jin sin querer hondar tanto. Jimin acabará por darse por el dolor de cabeza que genera examinar pensamientos a fondo.
Jin se centra siempre en la llanura. Así se evita muchos problemas y traumas.
—Oh, ya está solo. —Jin sonríe, emocionado.
— ¡Jin no…! —Namjoon no alcanza a detener que vaya hasta el Omega de primer año.
—Hola—Ladea al cabeza, tomando asiento frente a Jimin que parece tener demasiado espacio en su túnica. El niño de once parpadea repetidamente, sorprendido de la aparición de Jin—. Soy Kim Seok-Jin. Un gusto conocerte.
—I… igualmente…—balbucea sorprendido de la llegada repentina del Omega.
—Park Ji-Min, lo sé por la selección. Duraste mucho en ese taburete—Empieza a decir recostando el mentón en su palma—. E insististe tanto en ir a Slytherin que quedaste ahí. En Gryffindor pudimos ser compañeros—comenta distraído—. Y en Ravenclaw hubieras podido estar con un muy querido amigo mio.
—Y-yo quería Slytherin. —balbucea Jimin, bajando la mirada.
—Qué cara tan tierna, pareces Mochi—cuchichea enternecido—. Como sea… No “querías”, “necesitabas”. Al menos eso le dijiste al sombrero una y otra vez… Sí, te escuché, no le diré a nadie todo lo que pensaste—sonríe entusiasta. Jimin por su lado está espantado—. Siempre y cuando guardes el secreto de que soy legeremante.
—Oyes… ¿Todo todo?
—Sí, es bullicioso, pero puedo aguantarlo tras los años de prácticas y el Alpha de ahí—Jin señala a Namjoon, quien saluda con la mano—. Es un buen amigo. Si tienes problemas, puedes pedirnos ayuda. Te vamos a auxiliar en lo que necesitas ¿Te parece?
—No… creo que… Umm…
—Oh vamos, que no te dé vergüenza. Qué sentido tiene estar en el mejor colegio del mundo si vas a estar tan estresado. Sonríe un poco, disfruta tu estadía y deja de mortificarte. —afirma Jin, cariñoso a pesar de no conocerlo. Jimin asiente levemente.
Resulta complicado ignorar la ansiedad que llena a Jimin. Tan pequeño, pero lleno de preocupaciones que no son académicas. Es el tipo de estudiantes que impulsa a Jin a querer cuidar y soñar con tener muchos cachorros.
Últimamente, una fantasía que es coprotagonizada con Namjoon.
Curiosamente, Jimin parece una mezcla de ambos: mejillas grandes, labios redondos, gruesos, ojos alargados y cara ovalada. Si tiene un cachorro con Namjoon, seguro seria igual a Jimin.
Quiere que sea así de lindo, más no así de inseguro.
Puras ventajas de ayudar a un cachorro Omega totalmente perdido.
Chapter 21: Momentos de confusión
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—Tengo que irme a Runas antiguas. —informa Namjoon.
—Vale, que te vaya bien.
Namjoon se pierde en la siguiente curva de pasillo y Jin toma asiento en las escaleras a la torre de adivinación. El profesor que dará la materia, por algún motivo, aun no ha arribado a Hogwarts. Dicen que quiere ser dramático. Han corrido rumores de que, nuevamente, será impartida por un centauro como hace unos años. Esa opción está casi descartada, pero hay algún que otro que lo ve factible.
Sobre todo las mujeres que no han visto un centauro en su vida y creen que todos son guapos.
Jin quiere darle un golpe a cada una en la cabeza para recordarles que, aun cuando no todos los mitos son reales, los que involucran a centauros si: secuestran y violan mujeres. Lo han hecho antes en el bosque prohibido. Es aspirar a un problema, una verdadera tragedia.
— ¿Qué piensas? —Jin grita y alza los puños, en posición por Namjoon sentado a su lado sin que lo haya notado siquiera.
— ¿¡No ibas a runas!?
—Es a la misma hora de adivinación, Jin.
— ¡CON MÁS RAZON! —exclama el Omega, apuntándolo.
—El gira tiempo Jin, el gira tiempo—Alarga la extensa cadena de su cuello y muestra el artículo de color dorado. El Omega arruga la cara y lo toma entre las manos. Es un bonito, pero aun no entiende cómo funciona—. Ah, fue una clase fascinante—suspira con una sonrisa complacida—. Debiste haber metido esa en lugar de adivinación. Tan inútil es, que no se preocupan porque le profesor llegue a tiempo a Hogwarts. Ni siquiera a clase, al castillo.
—Puede… decirse que vienes del futuro ¿No? —Namjoon sacude la cabeza.
—Algo parecido. Apenas salí de mi clase usé el gira tiempo, vine aquí por una ruta alternativa para que mi yo que se despidió de ti no me viera, esperé un poco para no escucharme y por eso me senté. Mientras tanto hay un Yo ocupando un puesto en el salón de runas antiguas… No me entendiste nada ¿verdad?
Su cara dice todo.
—Cre-creo que sí, pero me duele al cabeza—admite Jin—. Es decir. Tú ya viste la clase, porque ahora la estás viendo, pero al salir- NO, OLVÍDALO. NO ENTIENDO NADA.
Namjoon acaba por hacerle un dibujo y pequeña línea de tiempo para que no se estrese con el tema y lo entienda. Afortunadamente, las neuronas de Jin pudieron hacer sinapsis gracias a la explicación gráfica.
—y cuando llegue el momento en que ese tú no exista… ¿Qué pasa? —pregunta Jin, curioso.
—Nada. Solo desaparece porque en realidad estoy aquí.
—Ohh… Suena genial. Algún día lo usaré contigo para tener horas libres.
—si eso quieres, puede ser divertido… O… —Jin sorbe aire con una sonrisa, apuntándolo a la vez que Namjoon lo apunta a él.
— ¡USARLO DE NOCHE! —concluyen al mismo tiempo.
Después de hacer mil planes, se dan cuenta de lo complicado que sería coincidir para pasar tiempo juntos, sin embargo, si usan el gira tiempo podrán seguir con sus actividades y pasar el rato al mismo tiempo. Se supone que debe usarlo para sus horas escolares, pero ¿Por qué no?
—Estaba pensando en que quizá podríamos adelantar pociones, considerando que Sana vino con todo su poder esta vez. —comenta Namjoon.
La biblioteca está meridianamente vacía, exceptuando alguna que otra persona. Más silenciosa de lo que es en realidad. Se percatan de muchos estudiantes de Slytherin en el lugar, recordando que los que ven adivinación deben tener también el tiempo libre y por vaguean más de la cuenta.
—Son muchos libros para lo que apenas llevo visto. —queja Jin.
—Es para prepararte. Leí el libro completo y hay unas secciones que… Puff, son horribles—Namjoon deja la montaña de ocho libros en la mesa—. Los entiendo un poco mejor gracias al de runas, porque algunas pociones las necesitan, pero no dejan de ser muy complicadas.
—Ojalá pociones fuese opcional. —Resopla Jin de mal humor.
Fueron alrededor de treinta minutos con Namjoon explicando paso por paso la poción, el hechizo, el tiempo, en qué dirección moverlo; cómo saber que está por buen camino, va a explotar, etc. Jin atiende concentrado, Namjoon está haciendo esto solo por ayudarlo, ni siquiera se lo pidió y quiere apreciar su preocupación.
Namjoon es muy tierno queriendo ayudarlo a tener el mejor promedio que sea posible para él. Que, si llega a descubrirse que es legeremante, no digan que ha sido por eso que tiene tan buenas calificaciones. Mientras Namjoon pasa las paginas para buscar una referencia en uno de los libros, Jin escucha:
「No tengo tiempo para esta mierda, di que sí, para ser un Omega no comprende su lugar… ¡Solo firma!」
—Alguien está intentando forzar a un Omega a firmar para pasar el celo. —dice Jin con rápidez, perdiendo el gesto tranquilo. Namjoon baja el libro y alza la cabeza para intentar ubicar el momento extraño.
—Ya regreso. —informa el Alpha.
Si quiere que firme, es porque aún no está hecho y más importante aún, ningún profesor está enterado. Deambula apurado por la biblioteca hasta encontrar al grupo de Slytherins con uno muy pequeño en medio llevado del brazo.
—Solo firma de una maldita vez ¿Quieres estar tranquilo o no? Yo te voy a cuidar si aceptas.
—Pe-pero es que yo no-
—Es cierto, si no firmas eso voy a llevarte a mí cuarto cuando Jihyo no se dé cuenta. Sería bastante engorroso ¿Veeerdaaaad? Vas a estar con dos y no con un Alpha.
「Como si no fuese a convertirse en la perra de todos, ya hasta me da pena con las falsas esperanzas que les están dando」
—Yoon-
—No lo llames ¿O quieres que también nos acompañe? Acepta ser mi Omega aho-
— ¡Te estaba buscando! —exclama Namjoon, que interrumpe bruscamente; acercándose a prisa y atrayendo a Jimin hacia si—. Cómo se supone que voy a darte tutoría si no estás. Para eso hace falta un estudiante y un tutor, es invariable—Lo palmea un poco fuerte en los hombros y Jimin lo ve sin entender de que está habla ¿Tutoría? —. Andando. Vamos a perder el tiempo que nos queda. —Namjoon lo hace andar con él.
— ¿Y tú quién te crees que eres? —queja uno de los Slytherin.
—Nadie, solo vengo por él que me pidió el favor. Vamos. —responde Namjoon. Jimin avanza a la marcha de Namjoon, no iba a desaprovechar la oportunidad de irse. Alguien se interpone en el camino.
—Deja al niño, esto no-
Namjoon aprieta los ojos y luego lo mira. No va a explicarse su capacidad de tiene de romper cosas, pero en este momento: la aprecia enormemente. El suelo se rompió, hay un enorme agujero en la madera y él se limita a salir con Jimin agarrado y darse a la fuga. Resopla una vez llega a la mesa donde Jin los espera.
—Eso fue oportuno. —exhala Namjoon.
—E-el piso solo se rompió. —balbucea Jimin.
—Acostúmbrate. Namjoon rompe todo lo que toca—Jimin ve el agarre, con los ojos saltones de miedo—. De momento no ha roto huesos, así que, sin cuidado, hasta ahora solo pasa con objetos inanimados.
—Gracias…—murmura Jimin alejándose de forma prudente, Namjoon asiente con una sonrisa leve.
—Hagas lo que hagas, no aceptes lo que te digan ¿Vale? Así puedes decirles a los profesores y te ayudaran. Incluso Jihyo—indica Jin—. De otro modo, estarás perdido, porque no van a cumplir con su palabra.
— ¿Pensaste en aceptar? —interroga Namjoon. Jimin aprieta su ropa, parece reticente a ver a Namjoon.
—Jimin, vamos. —El Omega respinga y sale corriendo en dirección a Yoongi, quien lo toma de la mano y salen de la biblioteca. El Alpha resopla con una mano en la cintura.
—Vale, gracias por resp-
—No puede. En casa le tienen prohibido hablar con Alphas. Por eso no respondía allá tampoco. Al menos no con lo que debería—explica jalando sus mejillas—. Que problemático, también raro. No dice papá y mamá, sino Sr. y Sra. ¿Será huérfano?
—Creo que no deberías meterte en vida ajena y por el contrario continuar con la tuya. Aún quedan como cuarenta minutos de hora libre, continuemos. —dice Namjoon, queriendo dejar atrás lo que pasó.
—Claro… Boy, I, boy, I, boy, I know.
Namjoon ríe por escuchar a Jin, es lo mismo que tararea Sana estos días.
—Boy, I, boy, I, boy, I know
—Merlín, que desafinado eres.
—Perdón. —ríe divertido, sabe que es verdad y ¿Para qué negarlo? —. Boy, I, boy, I, boy, I know.
—Boy, I, boy, I, boy, I know.
Chapter 22: Incomodidad rabiosa
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— ¡Deja de asustarme cada vez que vengas de ir a Runas antiguas! —quejumbra Jin con los puños en alto. Namjoon ladea la cabeza, sonriendo divertido por el gesto del Omega. Es divertido asustarlo, alza los brazos como si fuese a atacar aun cuando no daría golpes ni a un asaltante de verdad.
—Tengo que venir de todos modos, ya llegó el profesor de adivinación. —El gesto de Namjoon se torna tenso y hastiado. No han visto ni la primera clase en los dos primeros meses de clase, siente que el hombre se burla de ellos.
Un Alpha según rumorean por ahí.
Namjoon podía odiar la materia, pero también odia perder el tiempo.
—Ooooooh… entonces subamos. Quiero tener un buen puesto. Si habla muy bajo, me voy a dormir. Mejor adelante para forzarme a estar despierto. —dice Jin. Namjoon ríe por la nariz, dándole la razón y subiendo las escaleras de la torre. Hay pocos estudiantes adentro, los demás llegaron, unos cuantos minutos después quejándose de las escaleras.
Pasan otros diez minutos hasta que la puerta fue abierta de nuevo, las cortinas se cierran a medida que el profesor avanza. Se para recto y tamborileando su varita. Para sorpresa de Namjoon y Jin, tiene rasgos asiáticos; ojos pequeños, cabello medianamente largo con trenzas a cada costado; la parte interior de su cabello con mechones blancos. Jin enrojece, es muy guapo y tiene una bonita sonrisa.
—Bienvenidos a la clase de adivinación. Soy su profesor, Choi San, será un placer instruirlos este año—saluda balanceándose en sus pies, inclina la cabeza hacia adelante—. Con suerte en también el próximo año, más no los siguientes—Namjoon y Jin se ven entre ellos ¿Vale? Eso es raro—. ¿Alguna inquietud? Sí, Isabel. —Esta se queda callada un momento, sorprendida de que supiera su nombre.
— ¿Por qué tardó tanto en venir?
—Oh, eso. Bueno, fuera de este colegio hay muchos problemas, muchísimos y casi me arrastran. Decidí quedarme en casa hasta que las aguas se calmaran y pudiera venir sin riesgo a ser asesinado como profeticé. —explica despreocupado.
—Ay no…—Namjoon lleva una mano al rostro, buscando paciencia. San se fija en su gesto.
—Antes que nada, debo aclararles que esta materia no es para todo el mundo—San da pasos por el salón—. Algunos tienen el don, como yo, otros no, como tú—señala a un estudiante al fondo—. No por ello los voy a reprobar, por el contrario, para algo existe la teoría. —informa San con una sonrisa amable.
—La teoria aquí casi no existe. —bufa Namjoon empezando a molestarse.
—Y bien, ya que mencionamos profecías, anote lo que me pasó mientras venía para acá—Saca un papel de su elegante túnica en tonos fríos—. Nadie va a retirar, pues la confianza en sus capacidades hallaran; un escéptico renuente, de corazón y espíritu valiente. Salta y salta en el tiempo para conocimiento albergar hasta el punto titánico de devorar sin más. El don está en quien más lo va a negar y en su ansia de llegar más allá un alma similar se va a juntar.
—Está hablando de ti. —susurra Jin, Namjoon le da un codazo en el costado.
—Un profesor se va a marchar, nadie lo va a avisar, simplemente se irá pues lo han intentado matar y nadie le creerá hasta su desaparición. Mi ser sin temor a clases asistió a contar el próximo dolor, más no permanecerá si la muerte desea encontrar y a su Omega jamás volver a besar. Un cuervo los va a acechar y purpuras sus plumas serán… Cuervo elegante—Bromea bajando el papel un instante—. Buen año, pésimo final, ojo abierto mantener si víctima no quieres ser.
—Entonces, va a darnos clase este año, pero se irá al final porque una profecía salida de un momento de borrachera, vino a usted ¿es eso? —Cuestiona Namjoon sin encontrar un sentido.
Además, ni siquiera en el mundo mágico hay cuervos purpuras. Todos son negros.
—Creo que ya encontré a mí escéptico. —Ríe San, divertido junto a algunos otros.
— ¡No tiene sentido!
—No necesitan tener sentido, solo que van a suceder porque desgraciadamente todos la escucharon y yo la recuerdo. Sin ánimos de echarme flores, sino dar un ejemplo para ti Namjoon—Se inclina a la mesa en la que este está sentado—. El año pasado profeticé a un alumno subiendo de curso sin problema, perteneciente a la casa de Ravenclaw. Que aunque en su casa no sería apreciado por sus compañeros, sino envidiado hasta el hartazgo, encontraría su lugar en la casa de los leones y en el corazón de uno de ellos. Como ves… eres tú. Llegué hace cinco horas y estoy vivo en base a la cafeína, así que no tengo como saber que eso es así.
Hay silencio por unos segundos. Es sumamente peculiar que sepa todo eso. No estuvo aquí y no es un dato que se pasen entre profesores. Como mucho, el detalle de que subió de curso y su nombre. Namjoon boquea y chista:
—Pudieron decírselo cuando lo contrataron o qué sé yo. —Ni siquiera sabía que las profecías podían dar ese lujo de detalles. Jin se cubre la cara viendo a otro lado, reprimiendo la risa apenada que quiere brotar.
Una profecía de Namjoon y el metido en ella. De la manera más cursi posible.
Le fascina.
—Sip, el escéptico del año, pero tan necio que no vas a irte—San se endereza nuevamente—. Bien, responderé más preguntas que hagan, excepto sobre sus calificaciones o futuro. Las profecías vienen cuando les da la gana, soy adivino, no profeta de tiempo completo. Si lo fuese, me pagarían más. —añade levantando el dedo.
—No te amargues tanto. —ríe Jin dándole palmadas en la espalda
—Esto es una pérdida de tiempo y que va a destruir la milésima de intelecto y paciencia que tengo para la materia. —refunfuña Namjoon.
—Tus milésimas de intelecto son un ochenta por ciento de mí intelecto general. —comenta Jin.
—Claro que no. —queja Namjoon.
—Hey, relájate, no dijo nada malo. Queda ver si realmente se cumple o no… Aunque todo sobre ti se ha cumplido. —silba Jin.
— ¿Estoy en tu corazón? —Interroga Namjoon, bromista.
—Hasta en mi cama si quieres. —Jin le guiña el ojo.
—Eww.
— ¡¿CÓMO QUE “EWW” KIM NAMJOON!? TE ATREVES A DESPRECIAR MI AFECTOS Y GANAS DE ESTAR CONTIGO SOLO POR SE RUNALPHA NECIO QUE ODIA LAS PROFECIAS Y LA ADIVINACION EN GENERAL YO NO TENGO LA CULPA DE QUE SEAS UN DESPITE AMBULANTE QUE NO RINDA CUENTADEMISINCEROCARIÑOYGANASDEEXPERIMENTARAPROVECHAQUEERESTÚYNOOTROQUIENTIENEAESTACARAASULADO.
—Vale… Vale… Tranquilo. Respira profundo. —San da palmadas a la espalda de Jin con la esperanza de que recobre le aire. Jin se empieza a reír ante la cara de Namjoon y el salón estalla en carcajada general consecuencia del Gryffindor.
—N-no entiendo nada. —Gimotea Namjoon, asustado, riéndose sin control.
—Siendo tú, tendría cuidado con un Omega así, están locos por momentos, pero se les quiere. —comenta San, con experiencia en el tema. Namjoon golpea la cabeza con la mesa
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—Todos quieren con el profesor de adivinación ahora. —silba Jin.
— ¿Te sorprende? —cuestiona Namjoon leyendo un libro de bolsillo.
—La verdad no, es un Alpha muy guapo, aunque… tiene Omega.
— ¿Lo escuchas? —pregunta Namjoon.
—Sí. Se muestra muy feliz y realmente lo es por estar aquí, pero… Está muy triste también, como si tuviera mucho tiempo sin verlo—Jin permanece con la vista clavada en el profesor que habla con Solar y Hwasa—. Lo extraña, lo anhela y lo busca.
—Espero que haga algo mejor que ser adivinador en sus tiempos libres, porque si no creeré que huyó de él.
—Que cruel. —regaña Jin.
—Es la realidad. Es una profesión sin futuro alguno también. A menos que sea estafando muggles. —Namjoon rueda los ojos.
— ¿Te imaginas que todo lo que dijo sea cierto? —cuchichea Jin—. Que deba irse si no quiere morir y ver a su Omega de nuevo—suspira enamoradizo—. Es muy romántico.
—Y tu tan cursi que entiendo que andes enamorado de él.
—No estoy enamorado de él.
—Lo parece, no has dejado de hablar al respecto.
—He hablado muchísimo de ti ¿Qué opinas de eso? —Namjoon alza una ceja y vuelve a su libro, Jin le da un golpe en la cabeza y se cruza de brazos en gesto malhumorado.
Chapter 23: Insistencia de emparejamiento
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— ¿Me acompañas?
Jin asiente y va a un lado del profesor de adivinación, este anda muy seguro por los pasillos de Hogwarts, a pesar de que él mismo a dicho que es muy propenso a perderse por no conocer el castillo. El hombre aprecia haberlo estado buscando y ahora busca a alguien más. Espera que Namjoon no se aburra mucho esperando a que vaya al salón de adivinación donde tienen clase en treinta minutos.
Tiene esta hora libre.
— ¿Estamos buscando algo? —pregunta Jin, curioso.
—Más bien a alguien—corrige San con gentileza—, pero quiero que se quede en mi clase por hoy a pesar de no cursarla. —aclara.
— ¿Por qué?
—Sabes, hay algo muy curioso en las profecías: cuanto más te esmeres en intentar que no sucedan, más fuerte será el impacto. El destino está escrito… Al menos eso dicen. Yo tengo fe en que eso no funciona así, que cambia en diferencia a lo que se decida—explica abriendo los salones vacíos para hallar a esa persona—. Yo lo he hecho por mucho tiempo y me ha funcionado, así que quiero que siga siendo, ayudando a quienes pueda. —relata San.
—Eso quiere decir que la persona que buscamos está en problemas ¿Cierto? —inquiere Jin.
—Así es. —Acepta San.
— ¿Por qué me pide que lo acompañe? —Jin se balancea un poco en sus pies.
—Porque puedes escucharlo llorar, escuchas a todos—Jin abre los ojos y se detiene—. Eres un buen estudiante, tampoco lo usas para hacer un mal por lo que no, no le diré a los demás profesores que eres legeremante. Puedes estar tranquilo. —informa con una sonrisa que le hace parecer un zorro.
Jin exhala, aliviado.
— ¿Y bien?
—Hay alguien en ese salón de allá. —Jin señala la puerta del fondo. San abre la puerta y su gesto se vuelve lastimero.
— ¿Puedes levantarte? Ven, vamos a- Eww…
— ¡AH! ¡BABOSAS! ¡ASCO! —Jin se pega a una pared lejana, con el montón de bichos arrastrándose fuera. El sonido de regurgitar deja claro que sale de alguien—. Es asqueroso de por sí, pero que salgan de- ¡Jiminie! —Casi arrolla a San al notar que era el de primer año. Este moquea con la boca y mentón húmedo.
—N-no lo digas tan fuerte, me van a encontrar. —solloza Jimin, angustiado. Se estaba escondiendo por una razón.
—Claro que no. Vendrás conmigo a una prematura clase de adivinación. —informa San, anulando el hechizo de vomitar babosas e invocando una toalla para que Jimin se limpie.
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— ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?
—Estaba escondiéndose en un cuarto en medio de la nada de un pasillo. Vomitó como veinte babosas. —Jin no evita mostrar su desagrado al último detalle. Namjoon revisa a Jimin, preocupado.
—Bien, iniciemos la clase—anuncia el profesor de adivinación—. Jimin, siéntate aquí y juega un poco con esas cartas, te aseguro que es divertido a diferencia de esta clase—indica San—. Al menos así hasta que tus padres adoptivos terminen su clase. La profesora Hwasa tampoco dará clases hoy, el problema de gripe está muy fuerte.
— ¿¡Ya ves!? Hasta él sabe que somos padres adoptivos. —apunta Jin, sacudiendo ambas manos.
—Ve y cásate con él si tanto te gusta que te de la razón. —dice Namjoon entre dientes, con una sonrisa tensa.
—Quiero casarme con otra persona, pero me está rechazando tan tajante que ya lastima mis sentimientos. —acusa Jin, cruzado de brazos.
— ¿Se supone que debo tomarme eso como que lo que has dicho es en serio?
Jin quiso replicar, pero tiene un problema para hacer ver que sus palabras son en serio. Suele ser muy bromista y sarcástico, por lo que la gente le desestima constantemente. El principal de ellos, para su sorpresa, es que Namjoon cree una broma el que lo quiera mucho ¡¿Cómo se supone que demuestre lo contrario?!
Jimin juega tal como San dijo que lo hiciera y resulta interesante, más que el ajedrez mágico. Se lo contaría a Yoongi más tarde, cuando despertara de su profunda hibernación por estar resfriado, igual a otros estudiantes en Slytherin, los cuales aún no se acostumbran al frío que hace en las mazmorras.
Mira a Namjoon y Jin de reojo, los cuales son muy apegados, Jin casi sentado encima de Namjoon y este dándole toques de vez en cuando. Son pareja en términos generales, pero parece que ellos no lo saben. Hace un puchero. Las cartas de tarot que va juntando y ordenando cobran otras figuras que no son las típicas.
Una serpiente plateada gigante, con colmillos cuantiosos y que bien chorrean veneno: rey de plata.
Un Grifo de pelaje negro, grande y de cuerpo fibroso: rey de oro negro
Un Occamy con las alas extendidas y gesto juguetón.
Un Kelpie fuerte y gigante, aletas elegantes y que serían una danza en el agua: rey de bronce.
Un león… aunque bien, parece una especie de zouwu con cola muy corta y en tono plateados: rey de tinta.
Un pavorreal de plumas gigantes y que bien parecen tener filo.
Por última, un cuervo de plumaje purpura: rey invisible.
— ¿Ocurre algo?
Jimin levanta la cabeza, sorprendido de tener a San a un lado.
—E-eh no, nada…—San sonríe levemente y regresa a su clase.
Jimin acomoda las cartas y las vuelve a partir. Esta vez al hacerlo, se topó con una en específico—Death 13…—ladea al cabeza y decide dejar de prestar atención a los detalles sin sentido. De otro modo iba a dolerle la cabeza. Es suficiente con que le duela la mandíbula de tanto vomitar.
┈
— ¿Por qué no son pareja? —Namjoon y Jin se ahogan con lo que comen por la pregunta de Jimin. Él permanece con gesto confundido e inocente—. Creí que lo eran, pero no. Estarían muy bien juntos.
—No creo que sea el mejor momento para tener-
—Porque a él le da miedo. —La cara de Namjoon es un gracioso poema, Jimin abre y cierra la boca, aturdido por la respuesta tan dispar.
— ¿Es por qué es muy escandaloso? —acusa Jimin y Jin lo ve ofendido.
—N-no.
— ¿Entonces porque no quieres? Jin solo anda atrás de ti y todos creen que son una pareja, excepto ustedes. Son muy raros. —acusa Jimin, sacando los labios.
—No me interesa mucho ahora. —dice Namjoon.
—A mí sí. —discute Jin.
—A mí no.
—Es porque tienes doce. El año que viene a vas a estar babeando por mí y yo ya me habré ido. —dramatiza Jin, Namjoon lo piensa muy a fondo y…
—Somos amigos ¿Qué no? Aun si tuvieras una pareja, no dejaríamos de ser amigos. Así es como funciona.
—Y así es como se siente haber sido rechazado por casi cuarta vez—exhala Jin—. Me pregunto cómo la gente sobrelleva esta sensación. No tienen una cara hermosa para consolarse al llorar frente al espejo.
— ¿Te vas a poner a llorar por decirte que no creo que sea buen momento para ser tu novio?
— ¡Claro que sí! ¡No creí que me rechazarían así de directo cuando quisiera estar con alguien! —reclama Jin, lloriqueando.
Jimin gira la cabeza de un lado a otro en tanto que uno responde al otro.
—No llores. —dice Namjoon.
—Voy a llorar y va a ser totalmente culpa tuya. —acusa Jin.
La advertencia es en serio. Namjoon le da un beso en la mejilla y lo abraza, Jin sigue haciendo un puchero de lo más tierno.
—Tranquilízate, apenas es tercer año. Tal vez después. —dice Namjoon.
— ¿Puedo tomarlo como un sí indirecto? —pregunta Jin.
—A mí me suena a un sí. —Interviene Jimin.
—Entonces ya somos un matrimonio.
—Ah…
Namjoon no entiende como saltaron de noviazgo a matrimonio, pero mejor ya no decir nada o acabará más enredado que antes. La parte graciosa, es que quienes salieron de la clase de estudios muggles los ven confundidos, pues Namjoon debería estar saliendo del salón.
Chapter 24: Por el pueblo
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—Qué pena que no pudimos traer a Jimin.
—Te estás tomando muy en serio el papel de padre adoptivo ¿No crees?
—Si no cuido al que adopto, como haré cuando tenga el real. Hay que aprovechar la práctica—justifica Jin—. Aun cuando ya me salté la parte más odiosa: el llanto a media noche.
Posiblemente Jin sea el Omega más ilusionado con la idea de tener cachorros. Son pocos en su edad que piensan en eso de forma obsesiva. Puede ser motivo por dos razones: la primera y más probable, está tan idealizado que posiblemente ya no le guste o la segunda opción… Nació con eso. No tiene más justificación o explicación.
—Puedes llevarle algo. —Comenta pasando la vista por los mostradores de la librería de Hogsmeade.
—Todo menos las grajeas de todos los sabores. No quiero que ande con aliento de vómito y el sabor en la boca. Creo que ya tuvo suficiente sufrimiento con las babosas. —dice Jin. Namjoon ríe por la nariz y se detiene.
—No es culpa de nadie que tengas una mala suerte cuando se trata de grajeas.
— ¡Cállate! ¡No es justo que tú puedas probar siempre las buenas!
Durante la visita a Hogsmade, una que tienen permitida por ser de tercer año, Jin y Namjoon tienen un solo objetivo: ir a la tienda de bromas donde, por alguna razón, venden tinte mágico.
Dura alrededor de seis meses a menos que se desee quitar. Puesto que Namjoon ganó el partido de Quidditch más reciente, debe cumplir la promesa que hizo con poca fe: pintarse el cabello del color que Jin quiera ¿Por qué? Jin insistía en que ganaría, él dijo que no pasaría por estar mareado ese día…
Contrario a lo que cualquiera podía pensar, funcionó mejor que estar bien de salud.
Debe atenerse de las consecuencias de su poca confianza en sí mismo, incluso Jimin echó a reír por la cara que le quedó a Namjoon al darse cuenta del resultado, lo que este significaba y la risa limpia vidrios de Jin desde las gradas.
—Debes mantenerlo hasta que se acabe el año escolar—Advierte Jin, examina con cuidado y a detalle cada color y se imagina como le quedaría. Puesto que ahora el corte es un poco más largo y menos exagerado que el año anterior o las vacaciones, hay más cabello que pintar—. Podría llevar uno para mí también.
—Seguro que el rojo te sienta muy bien.
—Prefiero el rosa.
— ¿De nuevo?
— ¿Por qué no? —cuestiona Jin, Namjoon alza las manos en son de paz.
—Solo digo que ya lo usaste ¿Por qué no intentar otro color?—ofrece el Alpha.
—Me gusta el rosa. —concluye Jin, necio. Namjoon niega con la cabeza en tanto que ve algún otros artículos . Afortunadamente no hay demasiados clientes por la gripe que hay en Hogwarts. Es una suerte que ellos no la tengan.
Y que el profesor de adivinación tampoco. Estuvo usando suéteres desde antes, también limpiando los bordes de sus vasos, limpiando cubiertos y en tomando cada preocupación para evitar el contagio.
Jin decía que ya lo sabía.
Namjoon que es un simple maniático de la limpieza y es casualidad.
Todo menos aceptar que pueda haber funcionado ser adivino.
— ¡Morado! Vas a ser una bonita uva con este color. —Namjoon arruga la cara y abre los ojos.
—Me va a quedar horrible.
—Claro que no. Es un color muy bonito. Seguro te queda muy bien. Admito tener debilidad por tu cabello rubio, la próxima vez lo pondremos más platino. —Mete las manos en su bolsillo y ladea la cabeza.
— ¿En serio crees que te dejaré escoger de nuevo que color llevar en el cabello? —Namjoon levanta una ceja.
—Por supuesto que lo harás, eres feliz complaciendo a este bello rostro y obtener su sonrisa todos los días—Baja la cabeza, en un ataque de risa. Jin a veces tiene unas ocurrencias demasiado extrañas—. Te echaste mucha colonia hoy ¿No te parece?
—No. Usé lo mismo de siempre, estaba a punto de decirte lo mismo. —apunta Namjoon con gesto confuso.
Ambos giran la cabeza, encontrando una bonita y mediana fuente de humo rosa con frascos en cada plato. Namjoon toma una y lee la etiqueta: Amortentia ¿Es siquiera legal vender estas cosas así como así? Quizá no fuese la real, sino un simple degradado. Para incentivar a que suceda algo. Lo encuentra inútil de todas maneras. Haber estudiado al respecto lo hace saber que hay pociones que no deberían existir.
— ¿A qué se supone que huele la Amortentia? —Cuestiona Jin curioso.
—A amor. —responde Namjoon.
—Y… ¿Eso a que huele? —insiste Jin.
—Se supone que a la persona que amas. Sus rasgos más típicos. La primavera, a dulce, a azufre. Esa clase cosas—Se encoge de hombros—. El mío es primavera… pasteles… Fresa… Huele mucho a pastelería y comida en general… Y también la colonia que usas a veces. —Deja el frasco donde estaba. Jin se inclina hacia él—. ¿Qué?
—Entonces… ¿El amor huele a mí?
—En mi caso, sí.
—Entonces…
—Relájate ¿Quieres? —pide rápido.
— ¿Cuántas confesiones de amor y bofetadas del destino hacen falta para que lo admitas? —Jin pone las manos en su cintura, viéndolo acusatorio. Ya es un hecho ¿Qué más pruebas necesita este niño para aceptarlo?
—No siento que… sea buena idea, es todo. —Concluye Namjoon, con expresión incómoda y alejándose para ver más artículos. Jin toma uno de los frascos.
Huele a libros viejos, tinta; una especie de aroma terroso, cera de velas –en Hogwarts suelen tener un aroma suave-, y la colonia de Namjoon. Es un aroma muy particular. Nada parecido a lo que suele usar, pero esta le gusta mucho. Mira a Namjoon, quien considera si llevarse golosinas.
—Puedes llevarla si quieres—El encargado de la tienda le sonríe con aire pícaro—. Son de poco alcance, solo ayudan a dar un suave empujón si la otra persona está interesada.
— ¿No hace nada malo? —pregunta Jin con una sonrisa ilusionada
—Quizá después haga que vomite, pero en líneas generales, no.
Jin guarda el frasco en su bolso. Junto a Namjoon toman alguna que otra cosa más: fuegos artificiales de escala pequeña, lentes de contacto del color que se escoja, un dulce del sabor que más se desee. Al salir se dirigen a la tienda de dulces como tal. Jin, en su ansia de comer todo, casi no encontraba manera de llevar más cosas.
— ¿Crees que a Yoongi le guste el algodón de azúcar o el chocolate?
—Si ¿Por qué?
—Es un poco triste llevarle algo a Jimin y no llevarle a Yoongi—Namjoon se rasca la cabeza—. Están juntos todo el tiempo y es deprimente que sean dos presas en Slytherin. —dice Namjoon. En sí, no ha entablado una conversación con él, pero no deja de ser un niño muy tierno de vista.
Aparte de que es pequeño.
—Tú y tu manía por las cosas pequeñas. —ríe Jin. Se encoge de hombros con cierta vergüenza.
A Namjoon le encantan las cosas pequeñas, quizá por ser demasiado grande. Por eso adora los cangrejos.
— ¿Y bien?
—Llevémosle calderos de chocolate, las gomitas… Grajeas de sabores… Y esto, esto, esto, esto.
La pregunta real es ¿Qué no llevaron?
┈
—Jimin, va-
—Nono, espera, esto también es contigo. —Interrumpe Jin, Yoongi se muestra irritado al instante. Namjoon coloca la enorme bolsa en la mesa y la voltea, revelando la montaña de dulces que compraron.
Gracias a sus padres considerados y mandarles dinero extra sabiendo que no se controlarían en Hogsmeade. Yoongi queda boquiabierto al igual que Jimin por ello, pues no esperaban en lo absoluto que sucediera. Jimin tira de Yoongi para que vuelva a tomar asiento. El Omega de rostro más pálido tiembla levemente.
—Pensamos en que les gustaría alguna que otra cosa, así que trajimos mucho para que agarren lo que quieran.
— ¿En… En serio? —Cuestiona Yoongi, sorprendido de ello.
—Sí. Lo nuestro está en esa otra bolsa, así que tomen lo que gusten.
Yoongi se queda rígido, apenado e incrédulo de esto. Jin le sonríe—No nos das miedo, tu magia es un escalofriante, pero no nos asustas. Además, Namjoon cree que eres tierno. —El Alpha le da un codazo.
—Yoongi ayúdame, no puedo con todo. —dice Jimin, tratando de tomar los dulces.
—Va a dolerte la barriga. —dice Yoongi.
—No importa, es mejor comer dulces mientras hacemos la tarea… ¡Ah! ¡Las grajeas! —exclama Jimin, animado.
—Algún día comeremos una asquerosa. —burla Yoongi.
— ¡NO! ¡OTRO TRAMPOSO! —Chilla Jin, Namjoon mete las manos en sus bolsillos con una sonrisa prepotente.
— ¿Eh? ¿Nunca has probado una mala? —Namjoon niega—. Nosotros tampoco, es un poco extraño.
—Son unos tramposos, los tres. —Acusa Jin tomando asiento y cubriéndose la cara con gesto dramático. Namjoon niega con la cabeza, entornando la mirada a Jin y sonriéndole con cariño.
「¿Estos son pareja o que…?」
—Ya quisiera Yoongi, ya quisiera.
Jimin tuvo que decirle que es legeremante, de otro modo, Yoongi iba a quedar aún más confundido por la adivinanza de sus pensamientos.
Chapter 25: Irremediablemente extraño
Chapter Text
—Eres bastante bueno sin ayuda.
—No hay mucho que hacer aquí. —responde Jimin, quien tiene una pluma demasiado grande para su mano pequeña, luce cómico como podría darse en el ojo con ella. Namjoon a su lado lee lo que escribe en el pergamino.
—Es un bueno punto, considerando que no hablas con nadie, exceptuando a Jin y… bueno, sabemos cómo es él. —Jimin se muerde los labios, aguantando la risa, pero acaba por pegar su frente en el pergamino por la frustración.
—Es que no puedo hablar con nadie, vine para estar y cuidar de Yoongi. —dice Jimin.
— ¿Cuidarlo tú a él? —Interroga Namjoon con la impresión de que desde siempre ha sido al revés. No se imagina como será en Slytherin. Jimin detiene lo que hace, lo mira ladeando la cabeza.
—Claro, porque ellos quieren violarme a mí, no a él que también es Omega. Lo estoy cuidando.
Namjoon arruga la cara ¿Quién le dijo eso a un niño de once años? Es horrible y está mal en tantísimos sentidos. Aprieta el puente de su nariz, buscando la paciencia que no tiene para tratar de entender bien lo que pasa con ambos Omegas, porque de otro modo no va a poder dormir.
—Cuidar de alguien no es ponerte en medio para que te pase lo malo a ti. Es solo empeorarlo ¿Quién te dijo que lo hicieras? —recrimina Namjoon, incrédulo.
—La Sra. Min, mamá de Yoongi. —responde Jimin.
— ¿Qué piensa tú mamá de eso?
—No lo sé. —El niño encoge de hombros.
— ¿Crees que le gustaría? —inquiere Namjoon.
—No lo sé. —Repite Jimin.
— ¿Nadie te ha dicho que eso está mal? —Namjoon siente que le punza la cabeza.
—El Sr. Min me dijo que no me acercara a Alphas porque podrían ser malos conmigo. —dice Jimin con simpleza.
—Ah, él si se preocupa por ti—Jimin mira a otro lado, repentinamente retraído. No respondió a esa pregunta—. Si hay algún problema, llama al jefe de tu casa ¿Vale? No trates de lidiar con ello. No está bien y no debes hacerte daño por cuidar a Yoongi ¿Entendiste?
— ¿Estás haciendo lo que Jin dijo? —pregunta, casi cambiando de tema.
— ¿Qué te dijo? —Pregunta Namjoon, ahora angustiado.
—Que él es como Omma y tu Appa. Así que por eso era normal que te preocuparas por mi hasta el punto de decirme que hacer y qué no hacer—Balancea Jimin las piernas de atrás hacia adelante—. Eres un buen Appa. Muy cariñoso.
Al sonreír los ojos se esconden entre la carita rellena y Namjoon solo atina a sonreír apretando los ojos y la cara. Merlín, no puede con tanta ternura en pequeño. Lo vence. Ve el reloj que hay en uno de los muros. Ya va siendo hora de la siguiente clase, menos la suya que ya le avisaron sobre su cancelación por malestar de la profesora.
—Deberías tomar camino, no vaya a ser que llegues tarde. —Tras un pequeño puchero, Jimin recoge todo y se marcha. Namjoon decide quedarse un rato más en la biblioteca. Es raro estar aquí solo, siempre está con Jin.
Solo que el Omega, aparte de haber tenido clase, se sentía muy cansado. Debe estar durmiendo en Gryffindor: enfundado en su pijama rosa, antifaz blanco y boca arriba cual muerto. Da un poco de miedo como se ve. Casi le da un infarto cuando lo tuvo durmiendo en su habitación y respiraba tan poco que creyó haberlo asfixiado sin querer.
—Este no, este no, este no, este es feo, este es intuil, este huele mal, este no, este nooooooooooooooooooooo… este sí. —Namjoon se asoma y halla a Taehyung sacando un libro de la parte más alta del librero. Baja de un movimiento tan irreal y perfecto que bien le trajo sospecha.
Que niño más raro es este.
—Eh… ¡Hey! Eres el mismo que vi en el tren, pero siendo una uva. Me gustan las uvas, porque me gusta mucho el color purpura. Es como el color del amor ¿Qué crees? —Namjoon ladea la cabeza.
—Según estudios del color, el amor pues identificarse más rápido y fácil con el color rojo. —Taehyung lo mira con una mueca de fastidio y decepción.
—Le quitas la diversión a las interpretaciones de la gente ¿Te lo han dicho? Si digo que el purpura es amor y que “Te purpeo”, es porque significa que el amor es morado ¿Vale? Eres cabello de amor. —Concluye con un pequeño salto y una enorme sonrisa.
Sin querer, Namjoon rememoró el detalle en la profecía de San: un cuervo morado.
—Deberías pintarte los labios, así sea mucho más amor cuando veces a tu Omega… o él te bese a ti, eres demasiado amable como para robar un beso… Aunque labios púrpura…—Namjoon va avanzando en la incredulidad y poco entendimiento de qué demonios le pasa a este niño.
— ¿Por qué crees que no lo haría? —Interroga ofendido, queriendo irse a otra cosa, pero un poco irritado de que un desconocido hable de qué haría o qué no haría.
—Porque eres un Alpha sensible. Esos no roban besos porque son muy respetuosos con los Omegas aun cuando son obvios en sus sentimientos. —dice Taehyung encogiéndose de hombros.
— ¿Alpha sensible? —Repite Namjoon.
—Sí. Te cuento—Se aclara la garganta, poniendo el libro tras su espalda. Alza el dedo, como quien va a recitar una importante lección—. A los Omegas lindos no se los lastima ni infravalora; a los Beta capaces no se los subestima y a los Alpha sensibles no se los insulta—concluye.— Jin es un Omega lindo, tu un Alpha sensible. Perfecta combinación.
—Lo dudo.
— ¿Por qué? —ladea la cabeza excesivamente.
—Porque… es él ¿Qué te importa?
—Porque son muy tiernos juntos, admito que también su desesperación de que no le digas que sí, pero es más divertido—concluye con el dedo en su mentón—. Tal vez debas seguir así, para frustrarlo hasta que te robe el beso. Espero ver púrpura en pintura para ese momento, de otro modo, no lo quiero.
— ¿Y te importa por qué…? —Insiste, pues no considera que esa respuesta sea ¿Coherente?
—Solo me importa, a quien no en este colegio. Son tan chismosos que así todos siguen su drama. Es como una telenovela Muggle… Un león y un águila. Bonito romance. Va a nacer un grifo de esto —Namjoon arruga la cara—. Sea como sea, tengo otras cosas que hacer. Como entender sueños, espero que esto me ayude y tener una larga charla llena de marihuana y cocaína con el profesor de adivinación ¿Es buena idea?
—Nada con adivinación es buena idea. —chista Namjoon, pasando por alto el chiste tan horrible.
—Curiosamente es lo mismo que dicen todos los que tienen el don. Así que… pobre de ti. En fin, quizá haya un secuestro repentino y me venda al mercado negro sabiendo que se hará rico con eso— ¿Alguien le explica que pasa con este niño?Namjoon quiere entender—. O consiga a su Omega de regreso, perdido hace tiempo, pobrecillo estar tan solo por tres años-
— ¿Cómo sabes de su Omega? Nunca aclaró cuantos años.
—Adivinación. Adiós. Bye-bye, disfruta ser amor andante. —Taehyung lanza un beso y se va corriendo, nervioso.
Namjoon bufa, bien, ya no puede hacerse el tonto, algo raro tiene ese niño e iba a descubrirlo tarde o temprano.
Más bien tarde.
Chapter 26: Imprevisto olvidado
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— ¿Qué clase se supone que tienes ahora? ¿Por qué todas las electivas están al mismo tiempo?
—Estudios Muggles. Son más fáciles de lo que pensé. Somos tan ignorantes de lo más básico de los muggles, que no me sorprendería que nos maten a todos en una guerra.
Jin mira a Namjoon con mala cara, a veces suelta unos comentarios que le caen mal, pero es el tema en el que más distan de estar de acuerdo. Tal vez también un poco en cuanto a cómo ver a los Omegas, pero ese tema no suele tocarse por falta de contexto y ganas de pelear. Los muggles, por otro lado, son parte del diario vivir y discusión.
Namjoon a favor de saber más e incluso inmiscuirse.
Jin en mantenerlos tan lejos como sea posible, riéndose de su falta de intelecto.
— ¿Por qué? —Desafía.
—Porque tienen balas, campos electromagnéticos, bombas cegadoras, lacrimógenas, de humo, incendiarias, aturdidoras; nucleares. Lo más importante es que tendrían miedos y si tienen miedo… Estamos muertos—Jin se mantiene con la misma cara de incomprensión—. El ser humano destruye lo que más lo asusta apenas tiene la posibilidad. Tendríamos suerte de que no sean la mayoría.
—Que ingenuo eres, eso no pasaría, en dado caso: los mataríamos nosotros a ellos.
— ¿Hay hechizos que repelan balas? Quizá si un revolver, pero no una ametralladora que lanza alrededor de ocho por segundo. Podemos morir, así de simple. —Namjoon encoge de hombros. Bajando las escaleras para llegar a la cabaña del guardabosque y así ver la clase de Criaturas Mágicas.
No es su favorita, pero es muy entretenida. En poco tiempo estudiarían Escarbatos.
— ¿Qué estas esperando para inventar ese hechizo, cerebrito? Ya que tanto crees que nos matarías, haz algo. —refunfuña Jin.
—Tengo doce, que debo estarme preocupando por eso. Ya tengo suficiente con preocuparme por ti. —silba Namjoon.
— ¿Por…?
Namjoon lo jala y Jin se da cuenta de un enorme agujero en el que iba a caer culpa de la curva que hacen las escaleras. Namjoon niega con la cabeza, viéndolo reprochante. Jin enrojece y se suelta, arreglando su túnica al tiempo que saca la lengua en gesto infantil.
—Puedo cuidarme solo ¿Crees en serio que algo me pasaría? —interroga Jin. Namjoon rueda los ojos y a pesar de evitar lo primero, deja que ocurra lo segundo. Jin cae por tropezar con la roca rota y levantada.
—Sí, lo creo con toda seguridad. —Jin resopla dónde está. Alza la cabeza y lo señala.
— ¡Más motivos para que seas mi Alpha! —exclama Jin y Namjoon exhala con fuerza.
—Y dale con el Alpha.
— ¡No seas necio que bien que sí quieres! —acusa Jin.
— ¡Ya te dije que ahora no!
Los demás en Gryffindor se ríen por lo cómica de la escena. Son la mejor historia de romance que ha tenido Hogwarts esta promoción. Los que se aman, pero no se juntan. Los de Ravenclaw mantienen un fuerte desdén, sobre todo los Alphas que encuentran tan patética la actitud de Namjoon. Se vuelve motivo de burla en la sala común.
Llegaron a donde es la clase y a diferencia de muchos en el lugar, el libro bestia –que muerde-, se mantiene mortalmente tranquilo con Namjoon, pues este sabe cómo mantenerlo quieto. A final de cuentas, su papá tiene más de quince en su estudio, alejado de todo lo frágil…
¿Qué hay de frágil en ese estudio? Nada. Lo hubo y entre él y Namjoon lo destruyeron.
— ¡Hipogrifos! —Jin se pone tras Namjoon, quien gira la cabeza intentando ubicarlo.
— ¿Qué tienen?
— ¡Uno de esos mató a un estudiante hace tiempo…!
—No lo mató, fue solo un rasguño… Y era Slytherin. Son dramáticos. Son casi de la misma especie que tú. —dice Namjoon con tono aburrido. Jin arruga el entrecejo. Eso dolió.
— ¡Bien! ¡Ya que hay tanta certeza ven tu primero Namjoon! —Hace una mueca, qué mala suerte que el profesor lo escuchara. Deja el libro a un lado y se acerca con lentitud al animal de pelaje y plumaje cobrizo. Alrededor de dos metros de distancia quedan entre ambos antes de reverenciar.
Hay aplausos cuando el animal reacciona igual. A paso lento y cuidadoso se acerca, toca el pico y luego las plumas, consiguiendo que cierre los ojos, gustoso.
—Veinte puntos para Ravenclaw… ¡Bien! ¡Aquí están sus amigos! Adelante todos. Sin molestar y quien pueda conseguir que lo siga, va a obtener un premio.
Namjoon tuvo que arrastrar a Jin y guiarlo de forma cercana para que no huyera chillando. Mal momento para tener a un Gryffindor cobarde. Dado que Jin es Jin, escogió al hipogrifo de plumas blancas y un curioso “collar” negro de plumas. Después de mucho batallar, pues es el hipogrifo más necio, Jin pudo acariciarlo.
— Ya, está listo ¿Quién dijo esta estupidez de que los Omega y las criaturas mágicas se llevan bien? Es una menti- ¿Eh? ¡NAMJOOOOON! ¡NAAAAAAAAAMJOOOOOON! ¡AAAH AAAAAAAH AAAAAAAAAAH! —Chilla abrazándolo con la esperanza de que se lo quite de encima, no que se ría como lo hace. El hipogrifo ululea y chilla, frotándose y empujando al Omega.
—No me imagino como harás con las criaturas de agua. —menciona Namjoon entre risas, sujeta al Omega. El hipogrifo sigue y agarra a Jin del uniforme, con una de sus patas delanteras rodeando la pierna de Jin.
— Jin se ganó el premio de montarlo—Anuncia el profesor. Jin solo chilló aún más fuerte a medida que lo subían al animal—. Asegúrate de no arrancarle las plumas, porque si no te va a lanzar.
— ¡NONONONONONONO BAJAME DE AQUÍ! ¡NAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAM!
Y se fue. Muy rápido. Desaparece pronto de la vista.
—Vale… Eso- ¿Qué? —El hipogrifo cobrizo roza su cabeza con el pecho de Namjoon—. ¿Qué tienes? ¿Qué? —Insiste nervioso del constante gesto.
— ¡Parece que quiere que lo montes!
— ¡¿Y YO POR QUÉ?!
No es que lo asustara, sino que lo sorprende y nunca ha volado en uno. Lo suben y se abraza con fuerza una vez empieza a correr. Para su fortuna es bastante tranquilo y aunque va muy rápido, solo está jugando. A juzgar por los sonidos que hace, complacido de tenerlo allí. En eso se da cuenta de que Jin está haciendo mil giros.
El hipogrifo chilla en tono alegre y sigue con lo mismo.
— ¿¡POR QUÉ A MÍ NO ME TOCA EL TRANQUILO!? —reclama Jin, el hipogrifo blanco divirtiéndose con su lloriqueo.
—Por necio. —responde Namjoon dando vueltas alrededor.
Para Namjoon fue una clase fenomenal, para Jin no tanto.
┈
— ¿Nunca has montado a caballo?
— ¡LOS CABALLOS QUE MONTÉ NO TENÍAN ALAS NI PLUMAS! —lloriquea Jin. Namjoon lleva el bolso de Jin, pues sigue mareado y temblando por el viaje.
Deberían venir a verlos. Se la viven cerca del guardabosque porque él les da comida.
—Que llorón eres. —ríe suavemente y con ternura.
—No me gustan las alturas… ¿Por qué no podía correr y ya? No es tan complicado—gimotea Jin—. Además, el mío quería tirarme al agua, sé que eso quería. Debimos ir juntos en el marrón, ese no era tan… ¿Namjoon?
Oh.
Está pasando de nuevo. Chasquea los dedos frente al rostro del Alpha. Namjoon sacude la cabeza, con los ojos dilatados y la boca entreabierta. Deja su bolso y el de Jin en el suelo, desviándose y entrando al área del bosque que no pueden transitar. Jin recoge todo del suelo y lo persigue por pura inercia.
—Nam… Joonie, Hey, estoy aquí… Joonie. —Llama, el Alpha se sentó en el suelo, abrazándose a sí mismo como si tiene muchísimo frío o quisiera consolarse por el miedo tremendo.
Jin saca de su bolso un pedazo de papel y una vuela pluma, solo la usa para tomar apuntes que Namjoon dicta durante sesiones de estudio.
—Joo-
—Lo quieren matar, lo quieren matar, por la noche sucederá, ajeno a todo mirar. Nadie lo va a apoyar, por eso se irá—Sacude la cabeza, viendo a otro lado—. El cuervo púrpura lo hará marchar, pues apoyo le dará. Plumas y plumas caerán. Cuervo y águila como hermanos, pues se tienden la mano. Hay que llorar en su lugar, pues la muerte aspirara como un remedio a su malestar.
—Vale esto es… Escalofriante. —Susurra.
—El año va a terminar y vacío su lugar, el lobo de ónix no lo conocerá.
Namjoon vuelve a sacudir la cabeza y ahora exhibe gran confusión— ¿Qué hacemos aquí? —pregunta. Jin toma el papel con toda la profecía escrita. Frunce los labios hacia Namjoon y lo sacude frente a él.
—Que tuviste otra profecía, idiota ¿Vas a seguir negando que eres un adivino?
La respuesta fue obvia.
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— ¿No recuerda nada? —Niega con la cabeza—. Es… malo, puede que haya tenido otras y me molesta especialmente porque coincide con lo que yo he dicho. —murmura San leyendo la profecía y Jin en frente.
Puesto que Namjoon se rehusaba, el Omega recurre al profesor que lo recibió cordial.
—Mañana hablaré con él después de clase ¿Ha tenido otras?
—Tuvo una hace un tiempo, pero no la recuerdo bien. Hablaba de un zoológico—Jin rueda los ojos—. Unas serpientes, lobo, pavorreal—San guiña los ojos, como si lo asusta lo que dice—. Un caballo, un león y un cuervo.
— ¿Purpura?
—No recuerdo.
—Vale… No te preocupes. Ningún adivino se muere por no creer que lo es. —informa San.
—Sí es uno ¿Cierto? No quiere hacerme caso, es tan tonto a veces. —reclama Jin.
—No lo culpo, yo era así hasta que me dieron un golpe y creí que me engañaban—El recuerdo se le hace hilarante—. Quizá sea tu deber hacerle entender que, a pesar de la molestia, es su realidad. Apóyalo, a veces es… Muy pesado, porque incluye ver como gente a tu alrededor va a morir o ser herida—San se frota el cuello—. Incluso puede que vea que pasa y lo olvida para no estar estresado, para evitar ese miedo. Es muy normal en adivinos jovenes.
Jin mueve los labios y alza la mirada, pensando en cómo hacer que Namjoon acepte esto. Hay una realidad innegable y es que solo él podría hacérselo entender.
Chapter 27: Necio sin remedio
Chapter Text
—Recuerden que deben canalizar su magia en la bola de cristal, de otro modo: solo estarán viendo tontamente el adorno de mesa más soso de todos...
—Namjoon.
No escucha que Jin lo llama, viendo atentamente el cristal.
—Heeeeeeeeeeey.
Sacude la cabeza y alza la mirada, el profesor con las manos en la cintura lo interroga con los ojos. Resopla y se endereza en la silla. Odia esta clase; pero es demasiado orgulloso como para retirarla. Puede hacerlo en cualquier momento, incluso dejar de venir y disfrutar su clase de runas antiguas.
—Bien, ya que todos me están prestando atención: recuerden que deben canalizar su magia en la bola de cristal, de otro modo: solo estarán viendo tontamente el adorno de mesa más soso de todos... —Namjoon frunce el entrecejo, Jin se percata de ello.
— ¿Por qué repite lo que dijo? —susurra Namjoon al Omega.
—No lo había dicho ¿De qué hablas? —pregunta Jin al mismo tiempo que trata de atender a lo que dice San para la lección. Tardaron en empezar por haber roto un par de bolas de cristal, dejándolas caer.
Sobra decir quien fue uno de los partícipes en el desastre.
—Claro que sí, ya-
— ¿Sucede algo más? —pregunta San, irritado por la interrupción y apenas disimulándolo.
—Que ya eso lo había dicho ¿Por qué lo repite? —queja Namjoon.
Hay un silencio largo en el aula hasta que inician murmullos. San se inclina hacia Namjoon y mira por un instante la bola de cristal. Le sonríe, se aparta un par de pasos; juega con un abanico cerrado, da golpes a su palma con este.
—Eres realmente natural. Sin siquiera proponértelo, viste al menos cinco minutos por delante de tu presente ¿Qué quiere decir esto? —repone con una sonrisa creída. Namjoon lo ve, luego la esfera y regresa a su profesor, refunfuñando:
—Que usted es tan predecible que pude adivinar lo que diría mientras pensaba que Runas Antiguas es más útil que esto. —San se ríe, como si fuese un chiste y para él, lo es.
Namjoon no puede ser más necio y reacio a su realidad. Es irritante.
—Quiero que hablemos después de clases. Veamos si logras predecirlo mientras haces la lección de hoy… ¡Jimin! ¡Ven aquí! —El de primer año entra apurado al salón.
Ya es costumbre que entre y salga del salón. Cambiaron su horario y tiene hora libre, por lo que mientras Yoongi duerme en su habitación, Jimin sale y dado que suele ser un poco peligroso, decide ir con San. Una zona segura con un Alpha que, de una manera extraña, le recuerda al padre de Yoongi.
Namjoon pierde el foco de tanto en tanto. Jimin juega con el abanico, haciendo trucos complicados para alguien con manos tan pequeñas. San lo aplaude y trata de imitar, siendo en su mayoría un éxito exceptuando los pasos del Omega más pequeño.
— ¿Cómo lograste hacerlo? No logro ver nada más que tu cara gorda y arrugada por no aceptar la realidad. —Jin entrecierra los ojos, observa a Namjoon y cuando este mira por la esfera, Jin revienta a reír.
—A-ay no…—Balbucea un Hufflepuff golpeando la mesa y riendo también.
— ¿Siempre es así? —pregunta San, curioso por la mirada fascinada de Namjoon en Jin quien ríe a todo pulmón.
—Sí, están casados según Jin. —responde Jimin sentándose y echándose aire con el abanico.
— ¿Y Namjoon?
—Amigos. Creo que le da miedo que Jin ese arrepienta por encontrar a alguien más bonito—A pesar de que Namjoon no lo ha dicho, la suposición es acertada—. Jin insistente mucho sobre que es bonito y Namjoon no lo cree; también pelean mucho sobre los Omegas, si es bueno como la sociedad los trata y esas cosas.
—Oh~ ¿Lo descubriste tu solo? —Jimin asiente, cubre su rostro con el abanico. Avergonzado—. Que investigador.
—Es que Namjoon es muy obvio, pero Jin nunca se fija.
San palmea a Jimin en la cabeza. Ah, dramas amorosos de la juventud. Es adorable.
Cuando la clase acabó, Jin se fue con Jimin, el único estudiante que quedó en el aula es Namjoon, quien ayuda a guardar las esferas de cristal. Como se veía venir, rompió una y los fragmentos se esparcieron en el suelo. San silba, curioso de esa capacidad para romper todo lo que toca.
— ¿Me odias? No voy a reprobarte o echarte del curso si eres sincero. —Namjoon repara la esfera y la coloca en su sitio. Muerde el interior de sus mejillas.
—Solo considero que la materia es inútil. No usted. —responde Namjoon con discreción y cuidado. San ha demostrado ser bastante bueno en otras áreas: Encantamientos, Pociones e Historia de la magia. Considera que es un desperdicio tenerlo como profesor de Adivinación.
— ¿Por qué inútil?
—No hay forma de que se pueda comprobar nada. Algunas “profecías” se cumplen por psicosis de los involucrados. Es tan inexacta… además, son los magos expertos en adivinación los que estafan a muggles y magos. —explica Namjoon sacudiendo su túnica por el polvo que salió de la estantería. San lo invita a sentarse y barajea las cartas con las que Jimin estuvo jugando clases atrás.
—Quisiera mentirte, pero todo eso que dices es muy cierto. Sin embargo, quitar el mérito a una rama es quitar mérito a toda la magia—san coloca las cartas lentamente en la mesa—. Muy pocos tienen el don, somos muy pocos en el mundo y…
Se queda en silencio un momento, pensando en cómo explicarle su verdadera preocupación. Namjoon frunce el entrecejo y sacude las manos.
— ¿Y?
—Y si alguien importante se entera, puede irte mal—musita San con cuidado, casi susurrando—. Es imposible forzarlo, obviamente, pero ¿Acaso importa? Hay muchos dispuestos a lo que sea por una profecía. Sea buena o mala, siempre que los involucre o de una pista a su futuro—explica apoyando los codos en la mesa—. Han muerto personas por esto.
—Es muy tonto.
—Toma siete.
— ¿Por qué siete?
—Porque ese es el número de personas que integraran la manada que vas a liderar. La que será tu manada de por vida. Por eso, la última serás tú—el escepticismo en el rostro de Namjoon fue un gesto de esperar ¿Cómo sabe que serán siete? ¿Por qué esto? Está muy confundido—. Serán más familia que tus parientes sanguíneos… Saca una a una. En un futuro, sabrás que tuve razón, por más que te moleste aceptarlo. —afirma San.
—No voy a caer en esta clase de juego. —niega fastidiado.
—Adelante. No tienes nada que perder. Así sea una perdida de tiempo, no pierdes nada más. —incita.
Primera carta: Basilisco, Rey de las serpientes, rey de plata. San toma la carta, curiosamente igual a la que Jimin tomó aquella vez.
Segunda carta: Un lobo negro, similar a un Grim que, al girarse, es un hipogrifo, rey de Oro negro.
Tercera carta: Caballo adolescente, al girar se vuelve un Kelpie de alejas cuantiosas, rey de bronce.
Cuarta carta: Serpiente blanca, al girar la carta las escamas se vuelven azulinas y es un Occamy, príncipe serpiente
Quinta carta: Un zorro dorado, con muchísimas colas que al girar se vuelven plumas, un gran pavorreal.
Sexta carta: Un cuervo púrpura, rey invisible.
Última carta: Un león, aunque parece otra cosa también. Rey de tinta.
—Tendrás una manada muy especial. —silba San.
—No conozco-
— ¿No? ¿Estás seguro? —reta. Namjoon ve las cartas ¿Conoce a estas personas? Asumiendo que cada animal representa a alguien—. Solo uno de ellos falta. Los demás son conocidos.
Namjoon trata de enlazar puntos, pero ninguno suena coherente. Aparte de que posiblemente Yoongi sea la serpiente ¿Los demás? No tiene tantos conocidos en Hogwarts, sin mencionar que-
“Me gusta mucho el color Púrpura”
¿Taehyung en su manada? Pff. Menuda tontería.
¿Por qué lo está considerando tanto de todos modos?
—En unos años, te vas a acordar de esto y te vas a molestar, te lo prometo. —ríe San, divertido.
—No prometa lo que no va a pasar. —Resopla Namjoon ordenando las cartas, con la particularidad de haber roto la del cuervo. La cual estuvo en medio y resultaba imposible que se rompiera sin que ocurriera con las demás.
—Eso es… Muy peculiar. —Admite San, tomado por sorpresa.
—Es mi día a día… ¿Qué?
—Jin me habló de que has tenido profecías, pero no recuerdas ninguna—San agita la varita—. Si en serio no eres un adivino, no va a pasarte nada por ponerte un hechizo de memoria. Permite que no las olvides. Yo lo tengo y por eso no soy una masa de confusión cada dos por tres.
— ¿Cómo sé que no es otra cosa? —Namjoon lo mira con sospecha.
—Porque eres un gigante, poca cosa puedo hacer que te afecte, este hechizo solo refuerza tu capacidad mental ¿Tanto miedo te da que sea verdad?
— ¡Claro que no!
—Entonces no te muevas.
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—Estás irritable últimamente. —apunta Jin.
—Creo que la comida me está cayendo mal, es todo. —refunfuña Namjoon.
—Aja…
—Voy a lanzarme en la nieve o algo, me estoy muriendo de calor. —queja Namjoon en voz baja,
Jin analiza a Namjoon, quien suda como si estuviera en el desierto del Sahara y no en escocia en pleno invierno. Sigue con su sesión de estudio, al menos terminó de aclarar su duda con Encantamientos. Respinga al ver a Jimin y Yoongi, el segundo prácticamente arrastrado.
—El profesor San te manda esto. —Entrega una carta con un bonito sello de perrito de peluche. Al menos así parece.
— ¿Para mí? —dice Jin.
—Sip. Adiós. —Despide al instante.
— ¿Acaso somos lechuzas ahora? —Escucha a Yoongi replicar.
Jin mira la carta ¿Un mensaje de qué?
Chapter 28: Pronóstico
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Debido a que de tanto en tanto Wheein debe hacer pociones, no es de extrañar que tenga una cocina cerca de los invernaderos. En realidad, de no ser porque Hwasa –su Alpha-, la saca de ahí, dormiría entre las plantas que tanto adora. Jin quisiera decir que ama a los profesores así de aplicados.
Porque al de historia de la magia lo aborrece. Un día San lo cubrió –ya que al parecer el fantasma se perdió de camino al salón-, y fue la primera clase en la que no se durmió. Estuvo a poco de lanzarse a sus pies al igual que todos en el salón, rogando desesperados porque tome este puesto.
Es una perfección el Alpha.
¿Qué tan tonto seria el Omega que abandonó?
Volviendo al tema, Wheein tiene esa cocina que sirve para todo, incluyendo el ansia pastelera de Jin. Tiene una hora viendo el enorme horno con sus pequeños pastelitos cocinándose. Suspira y apoya la mejilla en su puño, saca la carta de su bolsillo y la relee.
“Viernes por la tarde Namjoon va a sentirse “mal”. Apenas estés con él vas a darte cuenta de que le pasa. Como precaución deberías echar al menos la mitad de esa “esencia pastelera” en algún postre. Puede animarlo, hacerlo sentir mejor.”
“En Ravenclaw habrá una habitación, no te preocupes por lo demás. Tú solo mantén el plan de respaldo y… ¡Diviértete!”
No sabe qué pretende decir con todo eso, la única realidad es que entendió esa indirecta. Saca de su bolsillo la poción de Amortentia que le regalaron en Hogsmeade. Para Namjoon, olía a pasteles y otros dulces, por lo que asume que a esto se refiere San. La pregunta real es ¿Por qué quiere que la use? ¿Plan de respaldo para qué? Namjoon ha estado extraño estos días. Apenas puede enfocarse en sus deberes y con lo importantes que son estos para él, comprenderán que es una anomalía enorme que esto suceda. Es casi irreal.
Lo único bueno, es que su hedor es tan notorio que lo tiene en las nubes. Es gloria. Lo encanta demasiado. Fuerte, envolvente, tosco, pero seductor. Suspira de manera enamoradiza.
Debería estar con él en este momento, no vaya a ser que se dé cuenta de lo que hace y pare. Hay que aprovechar hasta el más mínimo instante y la oportunidad más pequeña. El horno da un suave zumbido, avisando que está listo. Con magia hace levitar la bandeja caliente y la enfría para sacar los biscochos pequeños. Algunos los decora con glaseado rosa y otros con glaseado blanco.
Huelen fenomenal. Saca la Amortentia de nuevo y antes de echar al menos una gota en cada uno de los que tienen glaseado blanco se detiene ¿Hace realmente falta? ¿Y si San se equivoca? No quiere que Namjoon lo quiera por una poción nada más.
Sí, podría ser lo que quisiera, que finalmente le dé un sí, una aceptación, pero ¿Vale la pena? El efecto no es eterno, cuando despierte se molestará, es casi un hecho. Puede que se sienta traicionado. Namjoon es la persona que más quiere, realmente lo hace.
Si se fuera…
—Solo uno debe bastar—Por ser precavido, lo pone en uno solo de los seis biscochos de glaseado blanco. Se lo dará únicamente si es una situación especial. Al momento de su salida, Wheein iba entrando—. Gracias. —Le da uno de glaseado rosa y se retira.
—Ah~ Que alumnos más adorables tengo este año—Suspira, recordando a Hoseok. Ese niño es un amor, que a veces se queda en horas libres para hablar con ella. Hay un aroma extraño en el lugar—. ¿Hwasa habrá venido a ver si estaba aquí…? Huele mucho a ella y… Té de jazmín. —Da un mordisco al cupcake.
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—Namjoon, si dejas de gruñir creo que asustarías menos a la gente. —dice Jin con una risita.
—Me siento… fatal. —gime Namjoon, Jin se inclina atrás, sorprendido por ese sonido, eso fue un gemido.
— ¿Qué te duele? —pregunta Jin.
—Tengo demasiado calor—Jadea Namjoon, suelta una gran bocanada de aire caliente. Apenas lleva la camisa del uniforme. La túnica y la corbata están a un lado—. Y me arde el cuerpo, es horrible.
—Hice estos para que te sientas mejor. —Expone cinco cupcakes, escondiendo el sexto de glaseado blanco, el que tiene Amortentia. Con esperanzas de que realmente lo ayudara, se los come con gusto y hambre. Jin lo observa y empieza a unir puntos.
Sudor.
Calor.
Feromonas.
Irritabilidad.
Arrimarse a él con esperanza de que eso lo ayude.
Abre los ojos, habiendo tragado grueso.
—Estás entrando en celo.
Namjoon ladea la cabeza, sin la capacidad de comprender del todo que dice a pesar de ser muy sencillo.
—Namjoon, no estás enfermo, solo estás entrando en celo—Lentamente una sonrisa sale a relucir en el rostro de Jin—. ¡Con doce años! Eres demasiado extraño… iré a decirle a Jihoon. Te voy a-
—No.
— ¿¡Cómo que no!? —discute Jin con las manos en la cintura.
—Es que…—Lloriquea, pegando la cabeza de la mesa donde aún quedan migajas de los postres—. No…
—Ningún “No”. Quiero acompañarte ¡Estoy muy seguro de eso! —afirma confiado y sonriente—. Venga, vamos, vamos, vamos.
A pesar de ir arrastrado e insistir que no, Jihoon le entregó la llave de la habitación individual para estas situaciones. A pesar de que también considera sorprendente lo pronto que Namjoon sufre de celo. Debería tenerlo a los quince, no los doce. Con la llave se incluye un collar para que Namjoon no lo muerda en el cuello. Esa responsabilidad aun no pueden dejarla en sus manos. El único que no está de acuerdo es Namjoon, el más afectado y quien indudablemente, el que más debe quererlo.
— ¡Ya te dije que no! —reclama Namjoon y Jin da un bufido de irritación.
— ¿¡Por qué no!? —reclama en el mismo tono.
Jin deja salir sus hormonas a propósito y Namjoon no hace sino bufar, queriendo ignorar el hedor, cubriéndose la nariz con la mano.
—No te hagas el inocente conmigo, solo déjame-
— ¡No quiero acabar haciéndote daño! Y-yo… rompo todo lo que toco y… no quiero… hacerte daño. —Namjoon solloza, alejándose y tomando asiento en una esquina.
Durante años ha visto a su madre tiene moretones, que debe ver medimagos, estar en casa y maquillar los apretones. Sabe que su papá no lo hace apropósito, pero lo hace, es una naturaleza irrefrenable. Le da miedo hacer lo mismo en Jin, verlo lleno de marcas oscuras, que realmente le haga mucho daño y el Omega lo odie o peor, con miedo de que lo toque.
Jin en cualquier momento puede irse con un Alpha de mejor aspecto y abandonarlo por completo. Ni siquiera podrían ser amigos porque le hizo daño.
—E-estoy bien… E-estoy acostumbrado a hacerme daño, n-no quiero… acostumbrarme a lastimarte sin querer. —Namjoon se muerde los labios, reprimiendo llorar de frustración.
Ya ha sucedido con Jimin y Yoongi, el par únicamente pidió que los ayudara con unos libros y acabó golpeando a Jimin en el ojo, a Yoongi en el brazo y dejado caer un libro tan viejo que quedaron los papeles volando.
Por su parte, Jin no puede estar más enternecido y encantado, adorando ser el foco de atención y preocupación de Namjoon. Así que por esto lo ha rechazado tanto.
Es adorable.
Le encanta.
Solo sirve para motivarlo más a que sea su Alpha.
Es obvio que sí quiere y es su razonamiento lo que lo detiene, así que…
—Vale, relájate, tengo este sobrante. —Saca el último cupcake, lo ofrece y Namjoon lo toma sin notar nada peculiar. Huele igual de bien y quizá tenga fresas de relleno. Jin sigue sentado frente a él, viendo como devora el postre.
Aparentemente, San tuvo toda la razón. Namjoon hipó, tan fuerte que rebota en su sitio. Jin se inclina hacia adelante.
—Joonie, hey. —llama cantarín.
A pesar de que le dolió la nariz, Namjoon no tardó en juntar sus labios.
Fue un buen pronóstico de un buen por venir.
Chapter 29: Ansia explosiva
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Como era de esperarse, Namjoon le rompió toda la ropa para quitársela, de hecho, le hizo daño en el proceso. Es bueno que, hasta cierto punto, su paranoia tuviese un fundamento. Apenas se han besado y ya hay moretones en la piel de Jin. Namjoon luce un par de años mayor a su edad, llevándole casi una cabeza de altura a Jin. La dominancia sale sin esfuerzo.
—La cama, en la cama, Namjoon. —Jin le da palmadas en los hombros, el Alpha es muy capaz de hacerlo en el suelo.
Y Jin es demasiado iluso como para creer que su primera vez será en el suelo. Sin embargo, debió prever que un Alpha en celo, enamorado, no Va a prestar atención a esos detalles. Él bufa, malhumorado por la interrupción, ojos dilatados y similares a los ojos de un perro. Namjoon no tiene mucha paciencia ahora, se apura a poner a Jin en la cama. Jin mantiene un gesto nervioso. Insistió, pero la realidad lo está golpeando muy fuerte. Namjoon se introduce entre sus piernas, comiéndole la boca y baja de tirones rabiosos las prendas de vestir.
Algo que no ayuda a que pueda estar más tranquilo. Quizá no fue tan buena idea darle el cupcake con Amortentia—N-no me voy a ir, cálmate. —pide Jin, detiene a Namjoon con una mano. El Ravenclaw vuelve a bufar, fastidiado de la interrupción. Es que es culpa de Jin.
Namjoon cedería eventualmente, manteniendo un gramo de consciencia. Aquí está el puro instinto animal, que no hace más que buscar placer y reproducción. Jin gime sorprendido, un repentino empujo entre las piernas descontrolan el aroma de Omega, compite con el Alpha en celo.
—Calma, calma, solo te voy a abrir el pantalón. —Jin no sabe cómo hablar con él. Tiene la sensación de que Namjoon no lo escucha.
Con más temblorosas abre la camisa, acaricia la piel tibia y suave. Logra quitar la tela y luego, abrir el pantalón para que se lo quite. Namjoon lo cubre totalmente, mordiendo y dando algún que otro beso la zona del cuello y hombro. En tanto que con una mano intrusa mete un par de dedos en su entrada.
Jin respira por la boca, con el corazón alborotado y demasiado calor. En pleno jadeo, Namjoon lo ataca al introducir la lengua, empuja su cuerpo con el de Jin, se frota para impregnara su aroma en el contrario. Hay una pausa repentina.
—Es para que no me marques, tranquilo—informa Jin por la mirada de reproche que Namjoon da al collar que lo impide olisquear directamente a la nuca del Omega—. Si no está, no hacemos nada, aun no tienes como mantenerme. —bromea con una sonrisa divertida y fingiendo que eso importa.
Tiene herencia y pretende trabajar.
Namjoon lo sostiene de los brazo y lo aprieta contra la cama, con demasiada fuerza y poniendo todo su peso en él. Jin gimotea dolorido, abriendo las piernas para hallar acomodo. El Alpha jadea y entierra su virilidad erecta en la entrada preparada. Se desliza sin resistencia, pero Jin hace una mueca con ojos llorosos—E-espera, me duele. —gimotea aún más tembloroso y asustado, poniendo una mano en el pecho ajeno y empujándolo un poco. Solloza con más fuerza cuando sale y vuelve a entrar.
—Namjoon me duele. Me duele. —dice Jin llorando, hipa nervioso de que vuelva a hacerlo, ya no le está gustando. El Alpha se queda quieto, ladea la cabeza y lame el labio antes de introducir la lengua y así iniciara el beso.
Da algún que otro gimoteo, incómodo en el acto. Pensó que sería muy diferente a esto. No se ajusta en lo absoluto a su fantasía. Namjoon lo suelta y apoya los codos a cada lado del rostro de Jin. Apenas recobra el aliento vuelve a empezar, Jin lleva sus manos hasta abajo, tocando la base del pene de Namjoon, como está todo adentro y preguntándose si siempre duele tanto o hicieron algo mal…
Corrección, hizo algo mal: sin la Amortentia Namjoon le habría hecho caso a la primera queja o de plano no existiría la queja. Jin exhala aire caliente, con los labios rojos y húmedos consecuencia de Namjoon. Lo toma del rostro y jala del cabello—T-te quiero mucho y… quiero que me guste, no tan fuerte—. Pide esperanzado de que quizá esta vez, sí preste atención y en esta ocasión, fue así.
—Lo siento. —balbucea Namjoon con voz gutural, sonando apenado y tímido.
El movimiento fue mucho más suave, también tranquilo y lento. Jin acaricia la espalda sudada de Namjoon. Mira abajo de tanto en tanto, viendo como su vientre se hincha y el de Namjoon se comprime; la forma en que la verga dura entra y sale de su cuerpo, brillante de fluido. Fue tétrico el inicio, casi también el final donde volvió a doler igual, pero encontró un extraño placer en que fuese más rápido y duro, consecuencia del miembro hinchado listo para correrse.
Aprieta los ojos y la boca, con el semen dentro suyo. Hace un puchero antes de besuquear a Namjoon que jadea, exponiendo su agotamiento; sus hormonas aun intensas, descontroladas y por encima de las de Jin. Amortiguando que a pesar de todo, el placer llegó a él y lo manifiesta en un aroma dulce, cariñoso. Su agotamiento viene por el simple hecho de que es menor a lo usual y no es normal que tenga su celo. Usualmente los Alphas pasan por esto a los quince, está sucediendo tres años antes es sorprendente y quizá preocupante.
—Voy a- ¡Namjoon!
El Alpha lo pone boca abajo y para sorpresa de Jin, lo penetra sin que duela o lo incomode, gime con la cara contra la cama y Namjoon encima suyo. El Alpha lo sujeta de la cadera, haciendo que la levante. Namjoon olisquea el aroma aún fuerte de Jin, el Omega empieza a encontrar más y más gusto a esto a pesar de que quisiera sacar lo que quedo dentro. Jin gime, jadea y grita complacido, lleno de placer y llegando al clímax por apretones de Namjoon.
La piel pálida se llena de moretones enormes por los agarres toscos de Namjoon. Sin mencionar los mordiscos a la espalda y los hombros anchos. Espacio de sobra para mantener entre los dientes mientras embiste. Jin lo ve parecido a los perros o los lobos y le encanta. Una idea un tanto morbosa que había tenido hace mucho en medio de sus fantaseos extraños con su Alpha, más alto que cualquiera de su año y edad.
—Sigue parado ¿Qué tanto va a estarlo? —dice Jin en una nebulosa muy lejana, casi incómodo de su propia humedad le escurre entre las piernas. Se pone boca arriba, con Namjoon sujetándolo por debajo de las rodillas—. Niño promiscuo. —Hace un puchero antes de abrazarlo y besarlo, enroscando las piernas en torno a la cadera de Namjoon y que lo penetrara de nuevo.
Si se siente tan bien así, se pregunta ¿Cómo lo sentirá Namjoon? Y ¿Cómo sería tener un celo? Lo único que aspira es que pueda hacerlo en un lugar con más entrada de aire y así el calor deje de ser tan insoportable.
Chapter 30: Disculpas mutuas
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—Estás todo morado.
—No importa, lo creas o no, me gustó el proceso de hacer esos morados. —tararea Jin.
—A mí no me gusta como luces. —queja Namjoon. Jin resopla, dejando caer los hombros y viéndolo con aburrimiento.
—Namjoon.
— ¿Qué hiciste? Podía aguantar sin tener que aceptar esto. Me hiciste algo. —acusa Namjoon, irritado y cansado.
—Usé un poco de Amortentia en el cupcake. San me lo recomendó en caso de que te pusieras ridículo y lo hiciste—Jin apoya la cabeza en la almohada—. Deja de angustiarte por este sin sentido. Me encantó y-
— ¿Puedes, por un maldito segundo, ser consciente de lo que me molesta a mí y no de lo que te gustó a ti?
Si hay algo que Namjoon odia de Jin, es que es demasiado egocéntrico, demasiado. Raya la ridiculez. Si bien es parte de su ser y mucho es una broma, hay un límite que ya no soporta y es en esta clase de situaciones. No respeta que lo molestan tantas cosas que, aunque no puede cambiar, quiere saber cómo mejorar, minimizarlo y a final de cuentas es un asunto que sigue girando en torno a él.
Jin es un niño impaciente y mimado, que de no tener lo que quiere se desespera ¿Cuánto tiempo tiene en este tema? Falta poco para navidad, con apenas un año de conocerse mutuamente. ¿En serio esperó tanto? La respuesta es un horrible y gigantesco no en estima del Omega Es tiempo suficiente y casi de sobra. Namjoon en diferencia, es alguien muy tranquilo y se da tiempo para apreciar lo que puede salir mal.
—No me gusta verte así, no me gusta ser violento, no me gusta no pensar y por más que te gustara a ti, no me gusta a mí que esto suceda. —-reclama Namjoon, acelerado.
—Ya sucedió, va a seguir sucediendo, no lo vas a poder cambiar—dice Jin, despreocupado y con una sonrisita complacida—. Rompes lo que tocas y… al principio fue un tanto malo, me gustó como iba terminando y que me “rompieras”: eso es lo que importa. Pasaste tu celo acompañado y ahora-
—Sigues sin entender lo que te estoy diciendo. —queja Namjoon, con el pecho adolorido de lo rápido que le late el corazón y los oídos le zumban.
— ¡Es que no tiene sentido…!
— ¡No tiene sentido para ti! ¿¡Qué hay de mí!?
Lo hartar que todo lo que importa, sea lo demás ¿Dónde queda él? Incluso en casa: ten cuidado de lastimar a los demás, ten cuidado con romper las cosas de los demás; eres parte gigante, vas a asustarlos.
¿Es mucho pedir que por una sola vez sea él quien importa o pueda ser como quiere? Parece que sí. Jin ladea la cabeza, sentándose y dejando más a relucir el montón de moretones.
—Lo estás sobre pensando. Sé que no es cómodo saber que será así siempre, pero… —Jin sacude las manos, desmeritando sus preocupaciones—. ¿Crees poder cambiarlo? Hay naturalezas que no pueden cambiarse, solo acep-
— ¿Aceptar que podría matarte? Mi papá casi mató a mi mamá. Estaba reducido, la sujetó tan fuerte que le rompió la columna. Estuvo en coma por seis meses—escupe Namjoon y Jin se tensa, preocupado de verdad por primera vez—. Yo sé que puedo cambiar, así sea un poco, pero… Todos quieren que sea una amenaza, como si eso los hiciera sentir mejor.
Namjoon le da la espalda, escondiéndose bajo la sabana. No quiere que Jin lo vea. Se siente... horible. Casi abusado de una forma que no puede explicar. Jin trata de tocarlo en el hombro, pero se hace a un lado para no molestarlo más.
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—No me gusta que estés triste, siempre te ves animado ¿Por qué estás así?
—Tengo suficiente pesadez interna para recibir otra ¿Ahora qué pasó?
Ahí es donde radica la diferencia abismal entre Jimin y Yoongi. Uno tan tierno y preocupado, el otro irritado.
—Nada que pueda preocuparlos. —murmura Namjoon en respuesta.
—Es por Jin. —concluye Jimin al instante.
—Es un Omega irritante, cierto, pero te quiere ¿Cuál es el puto problema ahora? ¿Seguir diciendo que no a su desesperada petición de matrimonio? —bufa Yoongi, cínico y divertido. Jimin hace un puchero y le da un suave codazo.
—Si hizo algo que te molestó… Es porque no sabe qué hacer contigo. Lee la mente de todos y como no puede hacerlo contigo, se desespera y si se desespera es muy tonto e insensible. —relata Jimin, Namjoon sonríeenternecido por la ayuda del estudiante de primer año.
—Estoy bien. Con el tiempo volverá a estar normal… y él feliz… como de costumbre.
Se frota un poco la frente y se queda viendo un punto ajeno. Ha pasado una semana y no han hablado casi nada. Namjoon aun no se siente cómodo y la verdad, espera que Jin piense en lo que le dijo y le pida disculpas por darle amortentia. Es lo único que espera de él y considera que lo merece. Después de todo, fue casi una violación. Dice casi porque quizá el próximo año habría aceptado estar con Jin, después de considerar que están en un buen lugar.
No obstante, forzó que pasara este año y eso es lo que lo molesta, lo que lo hace guardar silencio y ley del hielo. También considera que fue claro y si a Jin no le importa... no tendrá más opción que dejar esa parte de su relación.
—Ayer lo vi llorando bajo las escaleras. —comenta Jimin. Namjoon frunce los labios, tenso.
—Joven Namjoon ¿Podemos hablar? —Namjoon guarda todo lo que tenía fuera para ir con San, quien lo llama. Jimin se recuesta en la mesa con puchero marcado y desilusionado.
—Van a estar bien pronto, siempre lo están pelean y se reconcilian a velocidad luz. —afirma Yoongi despreocupado.
—Es que se ven tan tristes los dos.
—Ya se les va a pasar… Seguro es una mala suerte por estar con alguien de un año menor.
Jimin medita esto ¿Es en serio? Salir con alguien un año menor y tener problemas para afianzar la relación. Umm… Tal vez sean inventos de Yoongi.
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—Me enteré que tuviste tu primer celo. Que precoz de tu parte—comenta jovial, Namjoon ve todo lo que es posible que se rompa si lo toca—. Al menos lo pasaste con Jin, pero… No estás tan feliz como creí que lo estarías.
— ¿Debería estar feliz? —replica Namjoon, extrañado.
—Um… No del todo, pero si menos triste—Responde San, cruzando la pierna—. Veamos… Como te lo explico-
— ¿Es malo querer que piensen en mi cuando al mismo tiempo, estoy intentando pensar en el bienestar de esa otra persona? —Pregunta curioso y con cierto sentido de culpabilidad.
—En lo absoluto. Comprendo bien que te sientes un poco asfixiado, Jin es… Muy particular—San ríe con deje nervioso—, y me recuerda a una persona, pero déjame darte un consejo como alguien que tiene una mala experiencia y no quiere verla en alguien más—Se aclara la garganta—: ayúdalo.
— ¿Ah?
—No se va a dar cuenta solo, es de ese tipo de gente a la que debes decir clara y directamente todo para que entienda. Sea un punto cualquiera de la vida. Vive en su mundo particular y si no lo sacas de ahí, jamás va a entender—ladea la cabeza con un atisbo de sonrisa—. Cree saberlo todo por legeremante, la realidad es que no; tú bien podrías saberlo todo, aun con ello eres consciente de que no lo sabes todo. Por no mencionar que da por hecho todo, porque lee los pensamientos y sabe las emociones de los demás. Otros estarían feliz y contentos de estar con él y que seas diferente, que no puede leerte, lo hace actuar de forma errada; no puede saberlo si no lo expresas más claramente—Namjoon asiente leve, entendiendo lo que San quiere hacerle entender—. Él es ciego que escucha todo, tu eres vidente y silencioso, tienes que ayudarlo o no va a florecer lo que empieza a crecer.
Las metáforas son muy bonitas, puede visualizarlo todo. Por otro lado, es un poco cargante, pues sabe perfectamente que es así. Guardó una pequeña esperanza de que no hiciera falta explicarlo mucho más, que quizá Jin tendría el sentido común suficiente, pero ¡Es cierto! Nunca analiza nada, no lo necesita. Todo está disponible para él. San afirma lo que ya tenía sabido: Jin tropezará sin cesar a menos que alguien lo ayudara a andar.
Así sea un poco cruel o fuerte en el proceso.
Y el único que podría hacerlo es él ¿Por qué? Porque Jin no sabe que piensa, no puede saber que le dirá, con que va a regañarlo, cómo hacerlo caer en su propio reclamo o evitarlo. Sin mencionar que tampoco encontraría a un Alpha así de considerado y que lo comprenda como Namjoon lo hace.
—Tal vez tarde, también te sientas excluido o que no te entienden, pero llegará. No siempre de él y aun así llegara—Namjoon hace puchero, con la cara roja—. Lo que importa es que no pierdas a quien te quiere tanto, con el defecto de no saber cómo expresarlo ni saber escuchar aun—Le toma la mano—. Va a mejorar… Y no olvides que aún son niños, tómalo con calma.
A decir verdad, le costaba sentirse como un niño, hace tiempo dejó de pensarse a sí mismo como tal.
San parece ser el único que lo ve de esa forma, razón por la que no lo avergüenza llorar frente a él.
Chapter 31: Sin dejar de intentar
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—Tu definición de desaparecer es muy predecible. —comenta Namjoon.
—No tengo muchas opciones para escaparme. —murmura Jin, abrazando sus piernas.
—Es cierto… Desventaja de ser legeremante, supongo.
—Vale la pena, supongo.
Namjoon toma asiento junto a Jin que vigila las flores paraguas. No tiene ganas de tener gripe culpa de la nieve. Namjoon jala de forma peligrosa la manga de su enorme abrigo. Es peligroso, porque acabará rompiendo la tela. El Omega se inclina hacia adelante para verlo, suponiendo que tiene algo que decir y por eso está ahí. Namjoon se muerde las mejillas, evidencia de que está pensando y pensando lo que dirá.
—Viniste a disculparte conmigo ¿No? —inquiere Jin. Namjoon gira con una mueca de total molestia y asco.
—No tengo nada de que disculparme. Ahora haces parecer que el sensible de nosotros dos: soy yo—A veces Jin es demasiado directo y tan poco empático que es ser hiriente—. Venía a preguntar si te vas a casa mañana.
— ¿Tú no?
—Sí, es que como tus padres enviaron una invitación, pensé que no ibas a estar ahí y por eso lo hicieron—Jin mueve los labios, ve arriba y empieza a reír echándose a un lado, nervioso—. ¿Qué pasa?
—Es que no les he dicho nada…
— ¿¡NO!? —chilla Namjoon y de un solo tirón, lo pone recto de nuevo—. ¿¡CÓMO NO LES AVISAS ALGO ASÍ!?
—ME DIO VERGÜENZA ¿¡ESTÁ BIEN!? —chilla Jin.
— ¿¡TÚ TIENES VERGÜENZA!? —exclama Namjoon.
—MÁS DE LA QUE CREES ¿¡PIENSAS QUE LE DIRÉ A MI MAMÁ QUE ESTUVE MONTANDO UN PENE!?
Namjoon se lleva las manos a la cara y luego se la jala. Es un pésimo momento, pero…
Saca la carta de su bolsillo, doblada al extremo. Jin la abre y lee con rapidez lo escrito. Es un aviso de sus padres de que asistirán a la fiesta de navidad, hecha por los padres de Jin. El Omega empieza a sudar, uh… esto será muy incómodo. Considerando lo que Namjoon acaba de preguntar, gira a mirarlo con gesto tenso.
—No le dijiste a los tuyos ¿O sí?
—Claro que sí. Todos están diciendo que no es normal tener celo a los doce y me asusté—justifica Namjoon con tono nervioso—. Iremos a un médico apenas estemos en casa, puede que me enfermara o tenga algo. —se muerden los labios, viendo a direcciones opuestas con la cara caliente.
—Entonces… Los tuyos saben, los míos no. Así que puedo considerar que tus padres van a hacer mención de eso y… Oh no, va a ser horrible. —Jin se lleva las manos a la cara. Ahora quiere que la nieve le caiga encima, sufrir una pulmonía y que muera el asunto, con él. Namjoon niega con la cabeza.
—Con suerte no tocaran el tema. Lo único que sé es que no quiero pasar por la charla de la sexualidad y preguntas del tipo… Hiciste que sangrara, va a querer estar en el próximo y blablablá. —mueve la mano con gesto desinteresado.
—Bu-bueno… Si quiero. —Namjoon abre los ojos y se inclina para atrás.
—Eres masoquista, es todo lo que puedo creer de esto-
—Ya te dije que si me gustó a pesar de todo. Deja la crisis, debería ser yo el que está en crisis porque aún estoy todo moreteado y se va a notar. —reclama Jin dándose toques en el pecho. Namjoon boquea, asombrado:
— ¿No pensabas decirlo? —pregunta en voz baja.
— ¡NO! IBA A ESPERAR HASTA QUE CUMPLIERAS QUINCEPARATENERUNAEXCUSADENOTENERQUEESCUCHARLOSHABLARDELCUIDADOYDEMA´SESTUPIDECESQUEYASÉ.
—Respira, profundo. Inhala, exhala.
Jin empezó a reír, recostándose de Namjoon en el proceso. El Alpha suspira, Jin le da mil vueltas a algo que no lo necesita. Con razón se llevan tan bien. Recuesta la cabeza en la de Jin, queriendo dormir un rato y no hacer nada más en lo que resta del día. Medita como dar a entender su punto y por qué espera una disculpa de Jin.
—Escucha—pide Namjoon y Jin saca un poco los labios—. No me interrumpas. Solo escucha—enfatiza—: quiero que entiendas que me hiciste sentir muy mal. Que no te importa lo que digo. Si de verdad me quieres y si de verdad pretendes que esto se extienda, quiero que tomes en cuenta mis deseos como yo tomo en cuenta los tuyos.
—No me cumples. Quería estar y-
—Jin ¿Quién estaba en celo?
—Tú.
— ¿A quién le dieron Amortentia?
—A ti.
— ¿Qué pasaría si estas en celo, dices que no y te doy Amortentia para forzarte a tener sexo? Y luego digo que está bien porque me quieres.
Jin abre y cierra la boca, haciendo una mueca después, incómodo de forma inconfundible.
—No me gustó lo que hiciste. Sí me hubiera gustado estar contigo, pero no ahora y quería que respetaras eso. Porque yo respetaría cualquier límite que pongas—dice tan directo como puede, tan simple como puede y Jin siente que se le aguan un poco los ojos—. Sé que es raro para ti no saber todo, pero si te digo algo, quiero que lo tomes como es. No con lo que crees que pienso.
—Solo quería ayudarte. Solo quería que estuviéramos juntos.
—Lo sé, pero eso no cambia que me lastimaste.
Jin inhala con fuerza y presiona la mejilla en el hombro de Namjoon.
—Lo siento.
—Gracias-
Se quedan en silencio unos minutos.
— ¿Se supone que nos presentamos como novios o que vamos a hacer? —interroga curioso al respecto. Jin, de forma que nadie va a explicarse, gira y queda sentado en el regazo de Namjoon, sujetándolo de la ropa para aproximarlo a su cuerpo. Tanto como le es posible.
— ¿¡ESO ES UN SÍ!?
Namjoon está aliviado de que aparte de entender, Jin tenga su energía habitual en lugar de quedarse con la misma actitud tímida.
— ¡TE DIJE QUE TE ESPERARAS! Quería decirte que si en navidad para irnos bien, pero todo se vuelve un enredo porque eres un impaciente de mierda.
— ¡QUE TIERNO ERES!
Lo sacude sonriendo hasta abrazarlo con todo el cuerpo. Namjoon aprieta una sonrisa, gira la cabeza a los lados, piensa en cómo demonios va a quitárselo de encima para ir de regreso al castillo. Aunque Jin funciona como un calentador.
Lo tuvo abrazado como un koala. Todo el camino de regreso a Hogwarts y cuando intenta comer su almuerzo. Yoongi pasa sus ranas de chocolate a Jimin, quien empieza a comerlas complacido de haber ganado. La apuesta era que Jimin aseguró que arreglarían un día antes de irse y Yoongi apostó a que sería en el tren, siendo tan dramáticos como son que seguro pasaría al separarse ambas familias.
— ¿Viste? El púrpura es el color del amor. —señala Taehyung, Hoseok, quien tiene las mejillas llenas de comida balbucea. Traga y repite:
—Dudo que tener los labios morados por el frío sea el amor precisamente. —opina Hoseok.
—Es púrpura. Es amor, incluso en el frío más helado y destructivo del Hades. —tararea Taehyung en un suspiro.
— ¿Por qué siempre debes hacer que todo se torne raro? ¿Por qué no puedes hablar como una persona normal? —pregunta Hoseok, confundido.
—Sería normal, pero mi papá me cuelga de cabeza por treinta minutos cada mañana en vacaciones, con la esperanza de que la sangre corra más a mí cabeza, por tanto, me vuelva más listo. Como vez no funciona muy bien.
Hoseok no varía su expresión de agotamiento y horror.
—Amigo, no frente a mí comida… ¡Quiero comer y ya!
—Yo también quiero comer en mi casa, pero mi mamá me amarra para que lo haga solo cuando ella diga que debo comer.
「Alguien cállelo, lo quiero, pero a este paso lo voy a golpear para que deje de hablar tantas tonterías y delate a sus padres al servicio de familia」
— Tae es un poco raro ¿No crees?
—Si es uno de tus adoptados, no me sorprende que lo sea. —opina Namjoon, considerando que Jin no está en situación de tachar a nadie de raro. No mientras aun lo abraza por la espalda con todo y piernas.
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—Estás mintiendo o eres demasiado tonto para darte cuenta de que tus padres deberían ir presos por todo lo que te hacen. —apunta Hoseok, preocupado.
—Mi papá ya estuvo en prisión, por diez años, luego conoció a mí mamá que también estuvo presa, pero en Alemania. —explica Taehyung. Los tres en el camarote lo observan esperando una respuesta normal de su parte.
No es mucho pedir.
De verdad no lo es.
—Cambiando de tema… Al inicio de año estaban buscando a un niño de cabello rosado ¿Lo encontraron? —pregunta Namjoon y ambos de primer año niegan con la cabeza.
—Se perdió de repente. Empiezo a creer que era un fantasma.
—O quizá es un morpho que se esconde por ahí. Qué extraño, normalmente el cabello cambia dependiendo de las emociones de la persona. —opina Namjoon. Jin hace puchero.
— ¿No hay forma de convertirme en uno de eso? —pregunta a Namjoon.
—Nop. Son por nacimiento, no por hechizo. Sigue comprando tinte. —ríe divertido por la frustración de Jin.
—Píntate el cabello de púrpura, es el color del amor. —afirma Taehyung, Hoseok niega con la cabeza, Jin se traga la pregunta de por qué es el color del amor. En su opinión, es el rosa.
Color rosa es perfección.
—Namjoon lo tiene púrpura y justo al momento tuvo su celo y son novios ¿Qué mejor señal? —justifica Taehyung. Jin y Namjoon se miran de reojo, opinando lo mismo.
Es niño demasiado extraño para su propio bien, sin embargo, hay que admitir que es encantador. También muy lindo con su cara simétrica y ojos brillantes.
—Invité a Jimin a ir a casa para la fiesta, pero se negó tan rápido que me asustó. No entendí nada de lo que pensó—Jin suspira con decepción—. Mi retoño pasará navidad y año nuevo lejos de mí.
—Lo ha hecho por once años, no creo que sea el fin de-
— ¡Sin mí! —Namjoon lleva una mano a su rostro. Ya empezó…
Si bien el viaje fue el más extraño que ha tenido, fue ameno y bastante entretenido por lo mismo. Al llegar a la estación, se despidieron, aunque Jin no pensó importante ser discreto dándole un beso en la boca.
Espera que su padre esté bien, se puso pálido y quedó con la mente en otra galaxia.
—Jin es tan adorable. —suspira la Sra. Kim, Namjoon asiente tímido.
—Vale, primero a casa y luego a comprarle un regalo por navidad. No puede ser una pequeñez lo que le des a tu Omega. El año pasado debimos supervisar.
Namjoon estira los labios y frunce las cejas.
—Gracias por despreciar mis poemas.
—Es que… cariño… mira a su familia. —dice la Sra. Kim sorbiendo aire.
—Y lo que él te regaló. —Continúa el Sr. Kim.
—Vale, mi autoestima y ego artístico se los agradece ¿Podemos apurarnos?
Chapter 32: Extensa navidad
Chapter Text
— ¡Ah! ¡Si vinieron!
—Dijimos que vendríamos.
Los padres de Namjoon se hacen a un lado, pues Namjoon es embestido en un abrazo. Ahora está él junto a Jin, tirados en el piso sobándose la cabeza por el golpe. La Sra. Kim da suaves aplausos, encantada por lo tierno que les resulta la torpeza.
— Vas a quedarte ¿Cierto? Arregle la habitación junto a la mía para que lo hagas. Aunque no veo que traigas ninguna maleta. —dice Jin acelerado y sonriente.
—Porque no sabía que me podía quedar. —admite aturdido.
El interior de la vivienda está esplendorosamente decorado. Con hadas en todos los lugares donde pudieran ser admiradas. Árbol navideño natural, una enorme mesa con comida referente a la festividad. Gente con ropa elegante –quizá demasiado-, y un brillo enorme que deja ciego a cualquiera. Apenas Namjoon hace acto de presencia, las miradas se clavaron en él.
—Es… Muy alto. —comenta alguien, si no ha venido antes, es porque Jin lo conoció en Hogwarts y Jin solo habla de un amigo de su año.
Namjoon no parece de tercer año y se caerían de boca al saber que debería estar en segundo.
—Ellos son mis tíos, como ves: este bello rostro es hereditario—Namjoon saluda con un tímido gesto de mano—. Mis amigos—señala otro pequeño grupo junto a la mesa de comida—. Mis otros tío, no tan bellos porque vienen de parte de papá-
— ¡Jin! —exclama el Sr. Kim.
— ¡Bueno a todos, les presento a mí Alpha Kim Namjoon! ¡Ellos son mis suegros!
Hay un silencio incómodo y enorme. Los Kim boquean y los Kim sudan frío. Namjoon tirita, viéndolo con los ojos abiertos de par en par.
—Existe… algo llamado discreción ¿Lo conoces? ¿Lo entiendes?
Tal como creyó que ocurriría, al papá de Jin le dio un bajón de tensión.
Por fortuna fue una reacción de espanto al inicio y después, una total celebración. Namjoon está incomodidad por cómo se lo toman algunos, diciendo que ahora que tiene Alpha, no debería continuar estudiando; que debería quitarse el hechizo de ligue –que todos los Omega tienen hasta ser mordidos o los diecisiete años-, y demás cosas del estilo que…
Jeh.
No.
Los amigos de Jin más bien empezaron a bromear con el tema e integrarlo a conversación con una sola pregunta: ¿Cómo aguantas a este Omega tan dramático, exagerado y mimado?
—Yo me pregunto lo mismo, aun ahora, no entiendo ni siquiera como llegué hasta aquí. —admite Namjoon, comiendo alguna que otra cosa a su alcance. Sus padres hablan con el grupo de adultos.
Menos el padre de Jin, quien le dio sus genes de drama. El hombre subió a su habitación para calmarse. Su esposa, por el contrario, solo hizo traer más postres.
—Es que nunca creímos que encontraría Alpha pronto—dice un Beta de cabello rubio—. Desde siempre ha sido tan…
「Caprichoso, insistente, impaciente, dramático, trágico, egocéntrico, pedante…」
—Él. —Concluye sin saber que adjetivo utilizar.
—Te escuché ¿Quieres que diga porque no vas a tener novia pronto? —Amenaza Jin con una galleta. Namjoon la muerde—. ¡Mi arma!
—Insisto, no tengo ni idea como llegue hasta aquí —Namjoon se encoge de hombros—. Cosas que suceden a veces, supongo. Es encantador, muy amable, muy cariñoso, muy dedicado y muy atento. Y sí tiene la cara más bonita de Hogwarts. —dice despreocupado y con una sonrisa amable.
—Ah, ya entiendo porque le gustaste. —Corean un par, notando la risa nerviosa de Jin. Si alguien lo elogia como le gusta, se avergüenza y le encanta que lo hagan.
—Qué extraño que no te recrimina nada… Por lo general es a cada segundo. —Agrega un Alpha curioso.
—Porque no puedo leer nada de lo que hay aquí—Da toques a la cabeza de Namjoon—. Es horrible. No puedo saber cómo responder antes de que hable. Aunque amo que sea tan silencioso.
—Siempre te quejabas del ruido, así que sí, debe ser una maravilla. —Ríe el Beta rubio. Namjoon abraza a Jin por la espalda y apoya la barbilla en la coronilla del Omega.
Así que el ruido ha sido siempre un problema.
「Realmente se ven muy tiernos juntos」
「¿No será de otro año? Es demasiado grande. Con suerte se gradúa pronto y puede hacerse cargo de Jin」
「Para ser Alpha, es muy reservado con su aroma」
「Creí que Jin tendría un Alpha más atractivo, este niño no destaca demasiado ¿Qué tendrá de especial? En comparación a mí sobrino político, es muy corriente」
「Lo más seguro es que al menos tendrán muchas crías. Con ese tamaño y el que tiene el papá, je, algo bueno debe salir de allí」
— ¿Podemos irnos a otro lado? Empiezo a marearme. —queja Jin, incómodo.
— ¿Al jardín? —ofrece un Omega de cabello castaño.
—Debe ser suficiente.
Mientras salen al jardín Namjoon está de último, con la enorme mala suerte de enredarse con una cortina, que esta se rompa, caiga el tubo donde va, esto ocasione que la mesa se gire, todo en ella caiga al suelo o se pegue a la pared; una de las tías de Jin se golpea con el metal; la madre de Jin se llena de glaseado; un jarrón se rompe y para terminar varias de las hadas salen despavoridas de un lado a otro por el jalón a las decoraciones.
—Y el dios de la destrucción hizo acto de presencia. —silba Jin. Namjoon mira a sus padres, tenso. Su padre se cubre el rostro con una mano.
—Y-yo lo arreglo. —balbucea el estudiante, apenado. La varita y para sorpresa de sus progenitores, realiza magia no verbal.
Cosa que ni de chiste se aprende fácil o rápido. Pronto el destrozo desaparece, incluidas las manchas. Suspira aliviado de que todo esté bien. Las hadas regresan, felices de que los adornos brillen más.
— ¿A que es genial? —presume Jin con las manos en la cintura y el pecho inflado.
Su Alpha es genial.
Estuvieron casi toda la velada en el jardín sin hacer nada. Namjoon exhibió sus dotes de destructor al romper las gafas que le dieron, con la única intención de que probara la visión espectral. Afortunadamente esto ocasionó risas y no ganas de mantener la distancia.
—Recuerdas absolutamente todo, todo, TODO, lo que lees… ¡Eso es genial! Yo no retengo ni dos páginas. —lamenta el Omega de cabello cobrizo.
— ¿Qué fue el primer drama que te hizo Jin? Si todo lo-
Namjoon se aclara la garganta y Jin se hizo atrás, no puede ser que en serio recordara todo lo que dijo.
—¡YAH! ¡Cómo te atreves a insultar mi inglés! Sé más ingrato niño de primer año que vine aquí con las mejores intenciones de cualquier superior a su compañero recién llegado para que no se sienta solo y abandonado como un cachorro al lado de la vía más te valeseragradecidoconmigoKimNamjoonporquedeotromodonotendrásmicompañia. —Namjoon empieza a reírse, cubriéndose la cara apenado por decirlo con la misma velocidad que el Omega de tercer año. Jin quiere morirse de vergüenza.
— ¡Hasta en coreano!
—Me creo totalmente que Jin te dijo eso.
—No entendí nada, pero ustedes serían unos raperos geniales.
Namjoon rodea a Jin que está todo rojo—Atente a las consecuencias. —aconseja. Ya que tanto quería tenerlo de Alpha, que estuviera preparado para que recordara cada palabra que le dijera.
Namjoon jamás iba a perder una pelea.
┈
—Creo que tu papá me odia.
—Solo tiene que superar que no iba a ser su Omega por siempre. —dice Jin, despreocupado.
—Tener hijos Omegas es tan complicado… sobre todo si eres tú, que deberías estar en tu cuarto en lugar de ponerte encima de mí. Si tu padre entra, va a querer matarme.
La fiesta terminó hace un rato. Dado que Jin insistió, Namjoon se quedó a dormir al igual que sus padres. No como que no puedan aparecer en su casa. El viaje no es largo, en líneas generales está tranquilo de haber creado una buena impresión con las amistades y demás familia de Jin.
— ¿Cuándo voy a ver a tus demás parientes? —pregunta con el codo en el pecho de Namjoon totalmente echado sobre él.
—No lo sé. No tengo mucha familia y están en Corea. —responde Namjoon viendo por la ventana, la luna está gigante. Jin hace un pequeño puchero.
— ¿Crees que les agradaría?
—Dudo que sea posible que le agrades a alguien. —Ríe Namjoon volviendo la vista hacia él. Jin ríe tímido, bajando la mirada.
—Sabes… Quiero que esto sea en serio. Eso de que alguien más me vea desnudo o haciendo las caras que hice… Tampoco me imagino disfrutando de meter mi lengua en la boca de otro o siquiera dando toques a los labios. —comenta Jin y Namjoon aprecia la honestidad con lo que le causó vergüenza en ese encuentro.
—Si quieres que dure, no veo porque terminaría.
Arruga un poco la nariz al sonreír, continúan hablando un rato hasta que el padre de Jin toca la puerta y el Omega no tiene más opción que ir a su habitación. No sin antes recibir un leve escaneo para asegurarse de que nada ocurrió.
—Mi cama es más cómoda que esa, si quisiera algo, lo haría en mi cuarto. —Es lo único que dice Jin, ofendido.
Eso solo ayudó a que no pudiera ver más a Namjoon en todas las vacaciones.
Chapter 33: Un águila menos
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— ¿Qué tienes? —pregunta Namjoon, notando a Jin preocupado.
—Namjoon…—Es raro que hable así: un tono bajo y sutil—. Hay algo mal con Jimin.
— ¿Qué? Está bastante… distante, pero no-
—Está mal, no entiendo nada de lo que dice, son demasiados pensamientos agolpados, pero todos son de un Alpha—Namjoon arruga un poco el entrecejo—. Está tranquilo de venir, pero no quiere acercarse a nadie.
—Ve tú, si está mal por un Alpha, dudo que mi presencia lo ayude. —propone Namjoon, incómodo, sabiendo que quizá crearía repelencia y que es mejor tener a la misma casta como apoyo. El Omega asiente.
Jin se acerca a prisa. No lo vio en la estación, ni siquiera la primera cena en el castillo. Su cría adoptada pasó cual fantasma y ahora, exactamente tres semanas después, es que logra ubicarlo. Incluso con la impresión de que su cabello es más negro que antes. Apenas llega hasta él, lo toma del hombro.
—Tenemos que hablar, así que-
—Sí, tenemos mucho que hablar. Acompáñenme. —Jimin pensaba escaparse de Jin, pero que San los aborde lo toma desprevenido y es imposible decir que no.
De camino a la oficina de San, Jin estuvo hurgando en la mente de Jimin, queriendo encontrar lo que está preocupándolo tanto hasta el punto de esconderse. Ya confirmó que se ha estado escondiendo de él y de Namjoon. Al momento de llegar a la oficina y estar dentro, encontró la explicación.
Deformando su gesto en uno de espanto, ofensa y sorpresa.
— ¡¿CÓMO…?!—Se crispa al instante y Jimin se aparta, viendo a otro lado.
—Muy bien, calmados. Los dos—indica San sacando su varita—. Esto no puede salir de aquí.
— ¡YA LO SABE! —Jin señala acusatorio—. ¡Y NO VA A AYUDARLO! ¿¡ESTÁ LOCO!?
—No, por desgracia ocurre lo que he dicho: mientras más te empeñes en que una profecía no se cumpla, será más fuerte—explica—. Está en su destino que esto suceda. Si intentas interrumpir, posiblemente sea mucho más afectado de lo que crees ¿Quieres que tus padres sufran? O peor aun, te acusen de algo o corras una suerte similar.
— ¡PERO NO ES JUSTO! ¡ESTÁN ABUSANDOLO! —Chilla Jin, histérico—. ¡SOLO TIENE ONCE!
—Y tú solo tienes trece ¿Qué vas a hacer? —Interroga San, irritado—. Créeme, lo hago por tu propio bien y solo te diré que va a mejorar, solo que muy tarde... lo cual es mejor a que no lo haga nunca- ¿Para qué me esfuerzo? No vas a recordar nada de esto.
— ¿Ah?
Jimin solloza por el repentino desmayo de Jin. San extrae una larga hebra brillante de la sien del Omega desmayado. La guarda en un frasco y tras un hechizo desmemorizador, se acerca a Jimin. Lo toma de las manos.
—Sé que no te gusta lo que pasa en casa. Desearía poder ayudarte, en serio… Habrá quien lo haga, va a llegar pronto—Afirma con una sonrisa débil y rostro casi lloroso—. Pórtate bien, intenta que no suceda y no te engañes. No lo amas, no lo necesitas, él solo está destruyéndote, se feliz una vez te deje en paz.
—Y-yo necesito de él. —afirma el Omega con voz quebrada.
—No, no es cierto. Aun eres muy pequeño para entenderlo. No vas a recordar esto y él no se va a dar cuenta de que esto pasa. Te dejaré una sola cosa: Va a venir quien te quiera de verdad, te va a buscar, pero le dará pena hacerse notar; tan tímido será que ni siquiera dejará de tartamudear.
Y poco más fue lo que quedó en la memoria de Jimin.
┈
— ¿Y bien? —pregunta Namjoon.
—Su tutor no quiere que haga contacto con Alphas. Está muy retraído por eso—Jin hace puchero—. Yo no soy un Alpha ¿Por qué se aleja de mí también? —resopla haciendo vibrar los labios—. Soy su madre en este colegio. Tengo pase libre.
—Díselo a él, no a mí… Qué extraño, creí que sería más grave que eso. —Namjoon mantiene el reproche en su gesto, así como la sospecha en sus entrañas.
—Ya es muy malo. Slytherin está lleno de Alphas y un sesenta y ocho por ciento de Hogwarts es Alpha. Es como meterlo en una cajita. Pobrecito. —lamenta Jin.
— ¿Y qué quería San? —interroga Namjoon.
—Ah, él… Quería que no intentara entrar más profundo, porque acabaría haciéndole daño—Jin juega con el largo solitario que Namjoon le regaló por navidad, haciendo juego con un anillo dado por su cumpleaños—. No he estado totalmente dentro de la mente de una persona, porque un mal movimiento la destrozaría.
—También podría hacerte daño ¿Cierto?
—Sí, igual no necesito eso. Sería… ver habitaciones del alma y pensamiento. Que incómodo. Demasiado invasivo.
El año transcurrió sin ninguna irregularidad, podría decir que fue aburrido. Lo más interesante para Namjoon, fueron las clases de Runas Antiguas y Criaturas mágicas para su propia sorpresa. La clase de Escarbatos resultó divertida, pues Jin casi pierde todo lo que llevaba de joyería.
Quedan alrededor de dos semanas para terminar año. Ya presentaron sus exámenes finales y las calificaciones perfectas fueron para Namjoon. Nada que sorprenda. Lo que si sorprendió fue el salto que hizo Jin a quedar de cuarto en esa tabla, siendo el undécimo anteriormente. Los profesores lo felicitaron por su esfuerzo y Jin le agradeció a Namjoon por andar pendiente de él.
Debía tener el título a tutor del año y Gryffindor entero lo testifica.
Lo extraño de estos días es que Jihoon no está por ningún lado. Literalmente dejó de ir a sus últimas clases y nadie sabe nada de él. Como si la tierra se lo trago en un instante. Namjoon revisa sus calificaciones de adivinación, aun encuentra increíble haber sacado una E siendo que apenas hizo nada ahí.
¿San seria profesor pirata?
Nah, a otros los reprobó, cosa “imposible” en adivinación.
Un quejido lo saca de su cuestionamiento. Es muy tarde por la noche y tiene una consumida vela a su lado para iluminar precariamente lo necesario. Deja su boletín a un lado y con vela en mano, se acerca a donde escucha el sollozo.
— ¿¡Profesor!? —Namjoon se apresura hacia el jefe de casa, el profesor de transformaciones—. ¿Dónde…? ¿Qué…? A-ay no, iré a buscar al-
— ¡No traigas a nadie! —chilla Jihoon, con cara angustiada, asustando al estudiante—. N-no me creen… ellos… no me creyeron…—balbucea, casi ido en delirio. Namjoon intenta tomarlo del brazo para ayudarlo a levantarse— ¡NO TE ME ACERQUES! —Lo manotea. Namjoon pisa el fuego para apagarlo.
Una bola de pelos, identificable como un perro de raza pequeña, corre cojo para pasar de él. Namjoon lo atrapa en plena huida, causando que chille adolorido. El hedor a sangre lo marea y es tanta que empieza a gotear. Palpa y consigue varias heridas, posiblemente hechas por un cuchillo y-
— ¿Qué le hicieron? —murmura, notando la cola mojada, pero sin heridas en esa área.
El animal muerde a Namjoon para que lo suelte. Sale huyendo y no sabe a dónde se perdió. Namjoon no logra conseguir ese rastro de sangre. Como si se hubiera esfumado en uno de los tantos pasillos del colegio. Apenas encuentra una pluma, de extraña coloración purpura.
┈
—Lastimosamente, el profesor Jihoon se ha retirado indefinidamente del colegio. No sabemos que ha sido de él…
—Yo lo vi por la noche—Namjoon le susurra a Jin, quien rueda lo ojos hacia él—. Estaba herido, dijo que no le creyeron… Sangraba demasiado.
— ¿Herido en donde? —pregunta Jin.
—El estómago, el pecho… Es un Animago, un perro, no sé que raza, pero tenía la cola mojada también—Namjoon se muerde las mejillas—. Casi nadie nota que es Omega. Y sí… ¿Le hicieron algo por eso?
—No creo que eso fuese- ¡Ah!
— ¿Qué?
— ¡Lo que dijo San a inicio de año! —Ambos mira al profesor que mantiene la cabeza gacha y muy mala cara—. “Un profesor se va a marchar, nadie lo va a avisar, simplemente se irá pues lo han intentado matar y nadie le creerá hasta su desaparición” —a veces, la cara de Namjoon tiene la capacidad de lucir aún más redonda, sobre todo cuando la frunce en total hastío.
—Eso solo me hace pensar que él lo hizo. Las profecías son una estupidez… ¿Y por qué si te acuerdas de eso y no de la medida que tienes que usar en las pociones? —Jin arruga el mentón, no es momento de estarle reclamando.
—No lo hizo él. Estaría con el hedor ¿o no?
—Hay hechizos para quitarlo.
— ¿Y no me lo has enseñado? He estado apestando a tus namjooncitos durante días por tu celo. Está hasta en el pelo. Deberías tener más cuidado cuando lances las sábanas. —Namjoon quiere pegarle.
— ¿puedes Enfocarte por un segundo?
—Lo acertó, igual que tú como adivino. Deja de resistirte a esa realidad.
Namjoon bufa, igualmente disgustado.
Un águila menos en el colegio para el próximo año.
Chapter 34: Un apoyo menos
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—Que sospeches de mi no lo vuelve mi culpa. De serlo, no lo habría dejado ir, no soy tan inútil como puedo parecerlo. —burla San, indiscreto.
— ¿Cómo…?
—Ventajas de andar jugando con esta. —Da toques a la esfera transparente. Namjoon arruga el entrecejo.
— ¿Se va? —cuestiona, viendo todo el despacho medio vacío y enormes baúles de aquí para allá, encogiéndose para entrar en uno de tamaño regular.
—Yo avisé que me iría cuando acabara el año. —San se encoge de hombros con una suave sonrisa.
—Eso solo lo hace sentir más sospechoso. —agrega Namjoon, tomando asiento como el profesor le indica que lo haga. San recuesta el mentón y las manos en la bola de cristal. Namjoon evita mirarla, no quiere saber nada de adivinación en un largo tiempo.
—Mi profecía decía que nadie se daría cuenta y quienes lo hicieran, lo desestimarían. La realidad es que tú lo viste—Tamborilea un par de dedos—. También le crees-
— ¿¡Cómo no le crees a alguien que está sangrando y apuñalado!? Ni siquiera quería que lo ayuda y eso-
—Lo violaron, pretendían matarlo—dice San sin cuidado o discreción, Namjoon muestra incomodidad—. Se escapó a último segundo. Pidió ayuda, no lo creyeron, fue a buscar sus cosas, tropezó contigo y por ello salió huyendo. La cosa es… ¿Quién se lo llevó? —Abre la boca y la vuelve a cerrar. Recuerda la maldita pluma y a pesar de no querer creer en esto…
— ¿El cuervo?
—Exactamente—San sonríe complacido—. Mas que llevárselo, fue una ayuda. Misma ayuda que yo necesito para encontrar a mí Omega. Tengo años sin verlo y es… agotador.
Un Alpha apartado de su Omega y viceversa es peligroso. La lejanía extrema y prolongada puede matarlos poco a poco. Sea por depresión, paranoia o los casos más extremos de envejecer aceleradamente con tal de acabar pronto el sufrimiento. Los vínculos son un arma de doble filo.
Sin mencionar que el daño a uno, es daño al otro. Dos pájaros de un tiro.
— ¿Y si el cuervo es malo?
—Oh, es malo. En términos… ambiguos. No sé cómo explicártelo—-admite San balanceando la cabeza—. Tienes que descubrirlo tú mismo. Solo puedo darte unas recomendaciones que escribí, porque soy un desastre y sabía que la idea se me iría ahora—Saca un papel de su ropa—. Ejem… Número uno: Tu manada va a completarse el próximo año.
—Es decir… El séptimo… ¿Es de primer año? —inquiere Namjoon, asombrado. San lo ignora.
—Numero dos: Cuidado donde muerdes. —San encoge de hombros un momento, no sabe si quiere saber a qué se refiere.
— ¿Ah?
—Número tres: Sí, es domesticación. —San sorbe aire. Desearía ser más específico.
— ¿Qué…?
—No preguntes. Esto salió de golpe y sé que lo vas a recordar. Número cuatro: No huyas, porque solo conseguirás que más sangre se derrame—San cae en cuenta de que decirle esto, darle estas instrucciones y advertencias a un niño de doce años no es buena idea—. Número cinco: no cambies tu pensar, eso te volverá un gran líder, aunque no lo quieras aceptar. Número seis y última: no olvides a quienes dejas atrás, porque van a regresar, tarde o temprano te va a pasar.
—No me pienso creer toda esa mierda. —dice Namjoon, mordiéndose las mejillas en gesto nervioso.
—Lastima, te van a golpear en la cara cuando pasen. Por otro lado, cuando nos volvamos a ver: me podré reír muchísimo en tu cara. —ríe encantador y divertido. Namjoon no comprende cómo es capaz de tener tanta seguridad en un sin sentido y sin fundamento.
El destino no existe. Existe la causa y efecto. Duda mucho que se pueda decir con exactitud el efecto de cada causa. Pueden variar y es lo que más le molesta de la adivinación: afirmar que hay un destino único, el que dicen ellos. San por su parte, a pesar de estar bastante seguro de lo que profetiza, parece abierto a que llegue alguna eventualidad que haga un cambio a ello.
Casi con esperanza de que así sea.
Tal como dijo y con mucha gente llorando, San se va del colegio con una dulce despedida… dando peluches. Solo porque sí. Namjoon le regala el suyo a Jin, solo por evitar que se lo quitara a alguien más. Sin mencionar que sería una pena que eso tan lindo se rompiera.
—Uhh…
— ¿Qué hablan? Lo que dicen lo piensan antes-
—Shhh, no me interrumpas.
「No tengo con quien más ir. No se vaya, por favor aquí se supone que debe ser mejor, pero todo lo que hago solo me hace ir a peor. Por favor quédese」
「Recuerda lo que te dije, vas a estar bien, alguien que te querrá demasiado vendrá pronto a ayudarte. Además, nos veremos después. Te lo prometo. Cuídate. Pórtate bien」
A pesar de no haber visto clases con él, Jimin es el más afectado de que San se vaya. Namjoon piensa por un instante en lo que habló con el profesor. Si realmente va a venir ese “séptimo integrante”, no sabría quién es Jihoon, menos de San.
Totalmente ajeno a este final de año.
—En resumen de lo que hablaron: tú y yo estamos pintados en la pared y por eso no figuramos como un apoyo considerable—bufa Jin con las manos en la cintura y gran desaprobación—. Me ofende ¿Quién lo adoptó? Yo, así que debe estarme pidiendo a mí que no me vaya.
— ¿Para qué va a pedirte eso si no te vas a ir?
— ¡Solo debería hacerlo!
—Ay Jin. —suspira Namjoon pasando el brazo por los hombros del Omega.
Terminó el tercer año de Jin en Hogwarts, el segundo de Namjoon y el primero de todos los que pueden denominarse cachorros del “Matrimonio de Hogwarts”. Llamados así incluso por los profesores, que se divierten un poco viendo el drama que se arman los estudiantes.
—Adoptemos a otro.
— ¿¡QUÉ!? ¿¡POR QUÉ!? NO TE BASTA CON LO QUE CUESTA ESTAR PENDIENTE DE CUATRO. SE SUPONE QUE ERA SOLO JIMIN Y TENEMOS ENCIMA A YOONGI, TAEHYUNG Y HOSEOK. —chilla Namjoon escandalizado y con las venas hinchadas.
—No, claro que no. Con suerte el próximo si me deja amarlo. Así que… ¡Adoptemos otro! ¡El más perdido de todos! —propone Jin, emocionado.
— ¿Cómo te aguanto? E-es que… ¿Cómo? Ya no puedo. —dice Namjoon casi en lloriqueos, puede con cualquier clase, pero tantos problemas personales juntos son inmanejables.
Quiere un año sabático para dedicarse únicamente a estudiar y Jin. Solo esos dos. No más niños pequeños con sus propios problemas.
Chapter 35: Séptimo en llegar
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—No hay ninguno especialmente perdido. Que decepción ¿Por qué ahora vienen niños listos para enfrentarse a los estudios? —reclama Jin con las manos en la cintura. Decepcionado de que no haya estudiantes de primer año igual de perdidos que Jimin, Taehyung o Hoseok.
—Para mí es bueno.
— ¡No lo es! Yo de verdad quería una cría más para guiar y que no me ignore para variar.
Namjoon niega con la cabeza. Jin es un caso que merece estudio. En la estación no hubo ningún rezagado que no supiera entrar y hasta donde llegaron a investigar, no hubo nadie solo en un camarote así que, Jin no pudo hacer de las suyas como “héroe” y guía del alma perdida en el nuevo mundo.
Para Namjoon fue un alivio, tenía más preocupación por Jimin, Yoongi y Taehyung que soltaba sus cuentos usuales con tal veracidad, que no sabe si considerar una mentira o un desvarío enorme de su parte. Porque puede tener alguna condición médica que lo hace delirar y creer que todo es real. Desde ser colgado de cabeza por treinta minutos hasta que su madre pusiera un poco de vidrio molido para asegurarse de que si lo comiera todo y no botara la comida mientras no veía.
No pidan explicación, no tiene sentido y Namjoon sigue considerando que debería de decirle a sus padres que denuncien esto.
El par de Omegas por su lado están como el primer día. Retraídos en sí mismos. De Yoongi es normal y natural. Se durmió en el camarote que ocupa a solas con Jimin. Estuvo casi babeando todo el camino en la pierna de Jimin. El de labios gruesos por otro lado, ni siquiera les dirigía la mirada.
Para concluir: tienen más problemas para sumarse uno a este tren de paternidad adelantada. Saca una hoja y se echa aire. Tiene calor y tiene miedo de que su celo esté cerca de llegar. Sería muy junto a las clases y va a tener mal ritmo si falta. El último que tuvo en el colegio fue en pleno miércoles y perdió tres días de clases.
Casi se pone a llorar. Jin por su parte, disfrutó a lo grande no ver clase esos tres días.
La selección lleva un rato, pero extrañamente nadie queda en Gryffindor al principio. Lo cual traduce a que los últimos serán leones—. Jungkook Jeon—. Jin alza un poco más la cabeza. Es el único asiático de momento. Según algunos en Gryffindor y Ravenclaw, desde que Jin llegó al colegio fue como un imán de coreanos por año. Ejemplo: Llegó Namjoon un año después, Yoongi, Jimin, Taehyung y Hoseok al año siguiente y la cadena continua con este niño.
Es bajito, cabello negro liso en corte corriente; tiene ojos enormes, brillantes por la cantidad de luces en el lugar.
「¿No hay una casa que sea especialista es Criaturas Mágicas? Ravenclaw es buena en Encantamientos, Gryffindor en Quidditch y Defensa Contra las Artes Oscuras; Hufflepuff en Herbología y Slytherin en Pociones… ¿Cuál se da mejor en eso?」
— ¿Hay alguna casa que tenga predilección por cuidado de criaturas mágicas? —pregunta al Beta sentado a su lado.
—Que yo sepa… Hufflepuff un poco y Gryffindor.
「No me interesa eso, quiero… Eh… No. No soy valiente. No lo soy, no, no nonononononono
— ¡GRYFFINDOR! —La mesa se alza en aplausos, el primero en ser escogido. Jungkook luce muy incómodo, con la vista agachada y frotándose las manos. Deja el sombrero seleccionador y baja hasta sentarse en la mesa. Mantiene la vista en la mesa, como si es lo más interesante del Gran Comedor. Jin se ríe, causando que Jungkook levante la vista.
「Es alguien muy bonito… Ohno, me miró ¿Qué hago cuando me miran? No mires- La mesa se ve linda- Mucho ruidomuchoruido—̶̵̵̵̵̵̴̴̴̸̡̨̦͇͕̣̜̰̝͍͚̬͉͋͐́̏͒̾̓̔̔͛͘̕—̸̶̴̶̶̷̸̸̴̶͖̲̰̣̗̗̣̹̝͉̯̄͊̉́̏͛̔͆̈͂̀̚̕ͅ—̴̴̶̷̸̴̴̛͇͖̖̮̤̼͊͐͐̾̓̍̃̚͜—̶̵̷̵̴̵̵̴̷̧̡̛̮̱̖̟͉͕̻̾̾̂̎͒̐̈́̈́̇͘͜͠—̵̵̷̶̴̶̶̷̴̶̨̡͎̰̪̮̣̹͓̯̯̭̈́̋̓̔̔͆̍̆̀̅̈̎͊—̶̴̶̶̵̸̷̧͎͓̗̘̬͔͒̽̇͐́̆͂͂͜—̶̵̵̵̵̵̴̴̴̸̡̨̦͇͕̣̜̰̝͍͚̬͉͋͐́̏͒̾̓̔̔͛͘̕—̸̶̴̶̶̷̸̸̴̶͖̲̰̣̗̗̣̹̝͉̯̄͊̉́̏͛̔͆̈͂̀̚̕ͅ—̴̴̶̷̸̴̴̛͇͖̖̮̤̼͊͐͐̾̓̍̃̚͜—̶̵̷̵̴̵̵̴̷̧̡̛̮̱̖̟͉͕̻̾̾̂̎͒̐̈́̈́̇͘͜͠—̵̵̷̶̴̶̶̷̴̶̨̡͎̰̪̮̣̹͓̯̯̭̈́̋̓̔̔͆̍̆̀̅̈̎͊—̶̴̶̶̵̸̷̧͎͓̗̘̬͔͒̽̇͐́̆͂͂͜—̶̵̵̵̵̵̴̴̴̸̡̨̦͇͕̣̜̰̝͍͚̬͉͋͐́̏͒̾̓̔̔͛͘̕—̸̶̴̶̶̷̸̸̴̶͖̲̰̣̗̗̣̹̝͉̯̄͊̉́̏͛̔͆̈͂̀̚̕ͅ—̴̴̶̷̸̴̴̛͇͖̖̮̤̼͊͐͐̾̓̍̃̚͜—̶̵̷̵̴̵̵̴̷̧̡̛̮̱̖̟͉͕̻̾̾̂̎͒̐̈́̈́̇͘͜͠—̵̵̷̶̴̶̶̷̴̶̨̡͎̰̪̮̣̹͓̯̯̭̈́̋̓̔̔͆̍̆̀̅̈̎͊—̶̴̶̶̵̸̷̧͎͓̗̘̬͔͒̽̇͐́̆͂͂͜ 」
Hace una mueca de ligera molestia, pero aun sonriendo ¿Qué es eso? Nunca habia leido la mente de nadie que tuviera esa reaccion. Se siente muy ansioso, muy tenso, es diferente.
—Deja de burlarte del niño. —regaña alguien de quinto año. Jin sigue riéndose. Solo le guiño el ojo y sonrió, nada que nunca haya hecho.
Namjoon gira a mirar a Jin un instante. El Omega sonríe con la mano en su mentón. El Alpha rueda los ojos y se echa aire con más fuerza. Quiso creer que su suposición de que tomaría justo al coreano era errada. Y no. Odia tener razón a veces. A pesar de que suele ser el modo usual.
「¿Por qué querrá llorar? ¿Le están haciendo algo malo?」
—No te quedes viendo a un Alpha de once años, parece que te lo vas a comer o algo así. —Lo regañan con suavidad.
—Ay por fav-
—Ya tienes predilección por los menores—señala a Namjoon discretamente—. No me sorprendería en nada. Es un niño lindo, pero calma esas hormonas locas tuyas.
—No es mi intención. Solo estoy curioso de lo qué-
Voltea un poco brusco, notando que hay una especie de cambio. Pasó de incomodidad, confusión y aturdimiento, a curiosidad.
「Tiene cara de bebé. Todo está esponjoso. Es como ver a un Escarbato panzón ¿Va a llorar? ¿Nadie nota que va a llorar? No entiendo nada ¿Por qué tenía que venir a estudiar aquí? Quiero ir a casa.」
Jin saca un poco los labios, no ubica qué hizo a Jungkook distraerse, curioso. A pesar de que va junto a Jungkook para llamar su atención, el menor no le hizo el caso, más en sus pensamientos carga una retahíla de detalles y movimientos. Como si lo tuviera en vigía discreta para no ser tomado desprevenido después.
Incluso tratando de descifrar si debe hablar y más extraño para Jin: teniendo ese “sonido” cada vez que choca ligeramente contra alguien.
—Que niño tan raro—comenta su compañero Omega—. Es como un fantasma. Apenas parpadea y no ve a nadie a los ojos. Si me despierto por la madrugada, a buscar algo de tomar y lo veo en la sala común voy a gritar.
—Que cobarde eres. —replica Jin riendo.
— ¡Miren quien lo dice! —corean los otros ocupantes del cuarto. Jin pone las manos en su cintura con expresión de reproche.
— ¿¡Se atreven a insultarme!? Olvídense de que Namjoon va a darles tutorías este año entonces porque soy su Omega y si le digo que no lo haga no lo va a hacer ese es el poder de las hormonas compórtense niños malcriadosovanasufrirlasconsecuenciasensusboletinescomidasysueñosporelrestodelaño.
Y se ríe.
Muy fuerte.
—Como extrañe esto. Me encanta. —admiten llorando de risa.
┈
Puesto junto a una ventana para no sofocarse, escribe en garabatos lo que ocurre hasta ahora. Según las cartas de San, su manada llegará paulatinamente. Siete miembros que si es por Jin, ya están completos con el recién ingresado.
Namjoon = León
Yoongi = Serpiente o basilisco
Jimin = ????
Hoseok = Caballo
Jin = ????
Taehyung = ????
Jungkook = ????
No hay manera de enlazarlos a un animal. Es un poco cruel con Hoseok, pero una vez le dijeron cara de caballo y Namjoon no ha podido dejar de ver su sonrisa enorme. No como que el niño sea feo por ello. Tiene un gran encanto.
Por otro lado, Yoongi es una serpiente de la manera en que sea. Calmado, elegante, que se desliza sin que nadie se percate de él en movimiento de no ser por su magia oscura tan fuerte. Es un Slytherin en toda regla. El Príncipe de Slytherin como muchos lo llaman.
No conoce de nada a Jungkook, señalar algo de él es imposible. Tampoco sabe mucho de Taehyung, bien podría ser el zorro. Un embustero astuto. Son muchos detalles a tomar en consideración y ya confirmado celo venidero, impide que sus neuronas funcionen en todo su potencial.
— ¿Y esto de dónde salió? —En su cuarto compartido, encuentra una caja pequeña en la cama. Alargada, no más de quince centímetros. Tiene el sello de Ravenclaw y estaba tan bien puesta, que alguien debió ponerla ahí.
Lo cual no tiene sentido: sus compañeros de cuarto duermen como plomo y ninguno le daría un obsequio o traerían su correo. En un principio creyó haberlo roto, pues el sonido que hizo fue fatal. Luego se dio cuenta de que es una cajita encantada. Tal vez lleva tanto rato cerrada que hizo ese ruido.
Lo único que hay dentro son unas gafas con un borde hecho de zafiro. Es tan perfecto y exacto que lo cierra y pone en su mesa de noche. Ya vería mañana… tratando de no romperlo.
Chapter 36: Cálculo peludo
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—Apenas me lo dieron y ya lo perdí ¿Es eso posible? ¿Será que lo dejé en…? Eh… ¿Hola?
Se acuclilla frente al pequeño animal que le jalaba la túnica y él no lo notó atención prestó. El animalillo mueve sus grandes orejas de un tono naranjo. Por la luz, su pelaje tiene un fuerte tono dorado. Un zorro dorado. Tiene alrededor de cinco o seis colas, no alcanza a contarlas por lo mucho que se mueven. Es muy parecido a un zorro Fennec, pero mágico por las colas y tono de pelaje.
Arriesgándose, acerca la mano y hace mimos, el animal cierra los ojos, disfrutando el tacto. Namjoon piensa por un instante llevarlo con Jungkook, el recién ingresado tiene una demasiado conocimientos sobre los animales mágicos. Posiblemente sepa que es y dónde dejarlo.
El guardabosque también es una opción.
O no hacer nada y seguir en sus asuntos. Esa caja extraña con las gafas no va a aparecer sola- Pensándolo bien, apareció sola. Nadie sabía de dónde la sacó y hasta ahora, mucho tiempo después, justo cuando decide mostrársela a la directora, la dichosa caja desaparece. Perdida. Pudo mostrársela a Jin, pero él no pudo abrirla. Solo la golpeó contra el suelo cual cavernícola intentando que cediera.
Namjoon la cerró y abrió como seis veces y Jin no pudo. Volviendo al tema del zorro: este da pequeños saltos para llamar su atención y conducirlo a algún lugar. Namjoon se endereza y avanza hacia un pasillo opuesto. El zorro lo sigue, apurado. Al llegar, lo ve girando el dije de su collar, el giratiempo dorado.
—Esa caja no está en- ¡Ah! ¡Sigues aquí! —El zorro empezó a chillar, con las orejas abajo y siendo constante—. Que cómico, me recuerdas a alguien que seguro haría lo mismo… Aunque no lo he visto en todo el día.
A pesar de que avanza, el zorro no deja de perseguirlo, mordiendo la túnica e intentando llamar su atención desesperadamente. Namjoon comienza a perder la paciencia con él. Lo toma del pellejo y una vez lo tiene cerca del rostro, baja las orejas. Da un aullido lastimero, moviendo todas las colas y sacando levemente la lengua.
—Voy a llevarte con el guardabosque, si alguien te ve por aquí, va a mandar que te lleven de todos modos. —bufa Namjoon. El zorro chilla lánguido y constante, removiéndose en el agarre del Ravenclaw.
Hasta que logra acercarse lo suficiente, sostenerse la ropa, rasgarla y arrancar el gira tiempo con los dientes. Debido al susto, Namjoon lo suelta, el animal sale corriendo y Namjoon lo persigue desesperado. Necesita el gira tiempo y van a matarlo si lo pierde. No se le hizo complicada la persecución, tiene las piernas muy largas; en diferencia a los saltos que debe dar el zorro.
— ¡Que fastidioso eres! —Reclama, jalando el gira tiempo—. Para lo bonito que eres, no vale la pena aguantarte. Anda, al bosque, sal de aquí- ¿Me estás entendiendo? —Por lo general un animal se asusta y corre, no responde. El zorro meneaba la cabeza en negación y con la pregunta empieza a asentir—. No sabía de… Zorros mágicos. Tampoco tienes collar o nada aparte de estos aretes. —Muerde sus mejillas.
Los aretes son muy sencillos. Plateados, redondos. No hay nada especial en ellos, más le recuerdan mucho a los que llevaba Jin ayer.
—Eres… ¿Mascota de Jin? —murmura Namjoon. Lo ve lo suficientemente desquiciado como para ponerle perforaciones a una mascota. También sus padres le prometieron una a falta de lechuza propia.
En lugar de un Kneazle, un zorro Fennec… Japonés.
Debe ser japonés.
—Te llevaré a Gryffindor. —suspira rendido, abrazándolo. El zorro se acurruca, lo mira fijamente, aúlla bajo y tierno, moviendo las colas. Los pasillos están muy vacíos por ser hora de clases.
Excepto para él que hace muchísima trampa.
— ¿Qué? N-no me digas que vas a orinar—Lo aparta de sí mismo en precaución. El animal empieza a chillar, ofendido por ello—. ¿Qué acaso en la tienda permiten dar extractos de personalidad? Jin es igual de fasti- ¿Quieres ir con Jin? ¿Quieres? ¿Ir? ¿Con? ¿Ah? —Lo sacude un poco ¿Se está volviendo loco? —. ¿Jin? —El chillido que echó fue monumental y bien parece que sonríe—. ¿Jin? Eres… ¡¿JIN?!
┈
—Eres bueno en transformaciones, cómo coño haces para convertirte en zorro sin querer—bufa Namjoon, mal humorado, tomando todo lo que puede necesitar para realizar este ritual. Jin sigue sentado y casi echado en el suelo. Bosteza, mueve las colas y gira la cabeza—. Para peor, ni siquiera me avisaste que pensabas hacer esto ¿Para qué de todos modos? ¿Qué puede ameritar que te conviertas en un animal? —Jin da suaves pistones—. Olvídalo, todo lo que haces es demasiado tierno y quiero seguir molesto contigo. Veamos…
Jin lo ve hacer dibujos y demás procesos para al final lanzar un hechizo en su contra. Chilla herido, eso dolió—Te pasa por idiota ¿En qué demonios pensabas? Pudiste acabar sin ningún retorno, tienes suerte de que yo sepa lo que hiciste, sino serías un zorro odioso por el resto de tu vida—. Jin aúlla y chilla, rasguñándolo en las manos.
Namjoon casi puede escuchar lo que dice:
“YAH, como te atreves decir eso de tu querido novio que lleva toda la noche y mañana buscándote para que lo ayudes a regresar a tener su hermoso rostro y cuerpo de siempre ni siquiera puedes quejarteporquenovERÁSJAMÁSAUNZORROMÁSBELLOQUEYOMUCHACHOINGRATOQUEVAAPASARSUCELOSOLO”
Y se ríe.
Namjoon descubrió que los zorros pueden reírse.
—Ah, en serio, no vuelvas a hacer una tontería así ¿Entendiste? —Jin asiente, bajando las orejas de forma parcial—. Ni siquiera sé si vas a volver totalmente a la normalidad o eres un Maledictus ahora—Namjoon suspira echándose a un lado. Jin se recuesta frente al rostro de Namjoon—. Es una mierda ser un Maledictus… Con suerte lo peor que te puede pasar ahora, es que quedes con una cola y eso es bueno considerando que tienes seis.
┈
—Namjoon… Hey… Joooooonie…
Guiña los ojos, fastidiado por la luz. Está agotado y haber dormido en el suelo no ayuda a que este sea menor. Ve a Jin, quien tiene enormes orejas de zorro en la cabeza. La última vez que lo vio –en un lapsus entre sueño y consciencia-, estaba con las manos llenas de pelaje y las piernas de zorro ultra crecido. Ahora solo tiene cuatro colas y las enormes orejas con pendientes.
— ¿Qué pasa ahora? —Aun si es incómodo, quiere seguir durmiendo. Jin se pone de mejor manera encima del Alpha.
—Necesito ser un animal pequeño, pequeñito.
— ¿Para qué?
— ¡Porque quiero ir a Slytherin y ver qué pasa con Jimin! —Jin lo sacude—. Mi cría necesita ayuda, está muy, muy mal-
—Sin ánimos de ofenderte: no está pidiendo tu ayuda e invadir la privacidad es malo. Si quiere tu ayuda: va a pedirla, tranquilo, respira y deja de hacer estupideces ¿Y si pasa algo grave? ¿En serio vas a ayudarlo? —inquiere Namjoon con tono adormilado.
Jin bufa, enfurruñado y malhumorado por el comentario, baja las orejas, deja las colas quietas y da un golpe al pecho de Namjoon que toma aire—Eres un aburrido. —Es lo único que se le ocurre decir. Namjoon rueda los ojos, logra sentarse con Jin en su regazo.
—Soy precavido. De nada va a servirte meterte en problemas. Cálmate, investiga dentro de tus posibilidades y si hay algo malo, lo dices al profesorado. —instruye Namjoon apoyado en sus manos. Jin se toca las orejas antes de hacer puchero.
—Es como tirar mi esfuerzo a la basura.
— ¿Cómo lo hiciste tan mal? Se te dan bien las transformaciones.
—Se supone que debía decir “transformar” y dije “transfigurar”. Son sinónimos, creí que funcionaria igual, pero para cuando me di cuenta, pasé toda la madrugada hecho un zorro escondido en una esquina. —cuenta Jin jalando sus orejas hacia abajo.
—El lado bueno… es que te convertiste en un zorro bonito ¿O no? —comenta Namjoon en una risa para animarlo.
—El más hermoso que verás. Soy un zorro de oro. —Namjoon niega con la cabeza, divertido. Al menos no tuvo consecuencias… Aparte de que Jin tendría esas orejas otro rato y también las colas. Se irían y aquí nada pasó.
Chapter 37: Consecuencias
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Sí pasó algo mal.
Ahora Jin apesta en transformaciones.
Ni siquiera ellos se los explican.
—Hacías… copas bellísimas. Solo has lo mismo que has hecho por cuatro años. Hay TIMOs el año que entra en caso de que se te olvide.
— ¡Ya sé! ¡Ya sé!
Namjoon se pone a cubierto cuando repentinamente explota la pluma que debía transformar en una copa. Jin suspira con su varita en mano, frota su rostro y gira la cabeza. Desilusionado y obvia tristeza brotando de sus poros. Las transformaciones eran su más fuerte y ahora ni siquiera lo más básico. Quiere llorar.
—Tal vez cuando te hiciste cambiar de forma, hiciste alguna mutación en ti mismo… No sabía que esto pudiera pasar. Es muy curioso.
— ¿Qué hago? No creo poder aprobar ni siquiera este año si sigo así.
—Con suerte, al menos podrás hacer el mínimo. La teoría también es importante en tu nota. Yo te ayudo para que salga bien. —Jin no luce convencido y no es para menos. Su mayor fuerte eran las transformaciones. Posible es que ahora le digan que estuvo haciendo trampa todo este tiempo. No quiere que suceda. Le da miedo. Sobre todo ahora que el profesor es nuevo.
Con Jihoon tal vez pudo tener alguna salvación.
—Puedo intentar descubrir que es lo que pasa. No te preocupes por eso—propone Namjoon y Jin sonríe brillante—. Lo vamos a arreglar.
—¿Y si no se arregla?
—No será el fin del mundo que empeores. Quien sabe… Quizá ahora eres mejor en Defensa Contra Las Artes Oscuras—dice Namjoon, tratando de ser optimista—. Aprovechemos que tenemos un examen de Transformaciones pronto para estudiar hasta que no podamos más. Si te esmeras mucho, puedes decir que tuviste un problema con alguna gripe o pócima mal hecha.
—Vale…
No ver a Jin confiado y sonriente es extraño. Eso no impide que Namjoon haga su máximo esfuerzo por animarlo y ayudarlo. Pasó por un error, Jin no debería estar tan angustiado. Por fortuna aprobó el examen con un casi perfecto, pues en la práctica pudo hacer lo que pidieron solo cuando la hora iba a acabar.
Y el Omega casi rompe a llorar por la frustración que sentía.
┈ ⋞ 〈 ✷ 〉 ⋟ ┈
Bebe la enorme taza de chocolate caliente. Hace un frío terrible en Ravenclaw, seguro que algún idiota hizo un hechizo de ventisca y quedó un efecto de aire acondicionado. Continua con su extensa tarea de Aritmancia, revisa la hora de tanto en tanto para asegurarse de cuando usar el gira tiempo para iniciar su otra tarea. Da un grito demasiado fino por un salto repentino a la mesa.
Es un zorro Fennec.
Es Jin.
— ¿¡Que hiciste ahora!? —chilla Namjoon entre sus dientes. Jin aúlla, extendiendo lo que parece una tierna sonrisa animal—. No tengo tiempo para corregir es-
Jin salta de la mesa y para su sorpresa cambia de forma. Toma asiento en el espaldar del mueble, el codo en su pierna y una sonrisa típica de él. Confiada, animosa y coqueta.
— Y-ya no entiendo nada…
— ¡SOY ANIMAGO! ¡Tarán! Felicítame. Realmente si tuvo una ventaja toda esta desgracia. —exclama Jin, feliz.
— ¿¡Y desde cuando lo sabes!?
—Me enteré hace…—Mira el reloj—. Cuarenta minutos, lo que tardé en venir. Me estaba bañando, como se me quedó la toalla pensé que sería más fácil salir si era un animal otra vez para ir a mí habitación así que… ¡Puff! ¡Cambie! Aunque muchos se asustaron de verme andar todo mojado por la sala común.
— ¿Te sorprende? —Apoya el codo en la mesa, sonriendo con gran diversión de solo imaginarse la escena:
Gryffindor tranquilo en la sala común, haciendo sus cosas de cualquier día de clases y de repente: del baño sale un zorro, empapado, arrastrando seis colas; mojando el suelo y yendo a los dormitorios.
—Estoy sorprendido de poder hacer esto. Puedo salir aun con el toque de queda ahora—Pone una mano en su barbilla y sube los hombros en gesto triunfante—. Nunca consideré ser un Animago, también me imagine siendo otro animal, pero… ¡Soy tan hermoso como imaginé! —festeja Jin, con aire vanidoso típico de él.
Tonteando nada más.
Aun con las ventajas, quisiera devolver esto para no tener fallas en transformaciones.
—Solo espero que no te metas en problemas.
—Me ofendes.
Namjoon sigue en lo suyo, con Jin revoloteando a su alrededor a ver qué demonios hace. Luce muy complicado en su estima, no quiere imaginar si intenta entender.
— ¡Ah! ¡Tengo una idea! —Jin tira todo a un lado, Namjoon permanece en la misma posición de escritura, parpadea repetidamente.
—Tenía un pergamino aquí… Y ya no está.
— ¡Se un Animago!
Namjoon se echa para atrás ya prieta su entrecejo.
—Eso es ilegal Jin. No puedo reprochártelo, porque pasó por accidente y aun no me lo explico, pero si yo lo hago-
— ¡Seria genial! Seriamos aún más Couple Goal en Hogwarts. Solo imagínalo—pide Jin juntando las manos—. Somos los más espectaculares de todo el año. No digo que se tengan que enterar, pero… ¡Seria genial! —Repite con la ilusión centellando en sus ojos. Namjoon niega con la cabeza.
—No. Es ilegal y ya tengo suficientes rarezas encima como para sumarme ser Animago.
—Parte gigante, adivino, cerebrito, número uno en Hogwarts, próximo ministro de magia… ¡Yo digo que ser Animago es un buen añadido! Anda ¿Sí? Hazlo por mí—pide frotando las manos—. Será genial… Si eres un zorro también ¡Es porque somos almas gemelas! Incluso podríamos pasar tu próximo celo como-
—Ewww…
— ¡¿CÓMO QUE “EWWW” ALPHA INGRATO…?!
— ¿Jin está aquí? —Un prefecto de sexto año aparece en el lugar, Namjoon niega con la cabeza, con Jin subiendo por la pierna de Namjoon.
—No.
— ¿Entonces por qué lo oí hablar?
—Porque eres un resentido que no supera que lo rechazó hace un año. Lo oyes en todos lados como reflejo de tu resentimiento perpetuo, casualmente en mi presencia que más bien fue invitado y no invitó —explica Namjoon, acomoda un pergamino estirado en la mesa.
El prefecto bufa antes de irse. Namjoon suspira aliviado y levanta a Jin por el pellejo, quedando frente a su cara. El Omega saca la lengua, consiguiendo lamer la nariz de Namjoon. Genera una suave cosquilla.
—Eres un Alpha tan bonito. —Jin cambia de forma, sentado sobre Namjoon, lo abraza con los brazos y las piernas, sobando su mejilla con la del Alpha.
En secreto Namjoon no hizo sino ceder a la idea de ser Animago. No puede decirse que fue culpa de Jin, pues decidió el mismo que sería interesante probar a pesar de la ilegalidad. Quien sabe que acaba siendo, lo único que tiene claro en todo esto es que seguro no es un zorro. Ni de chiste, puede ver las semejanzas entre el animal y Jin.
Astuto.
Elegante.
Juguetón.
Tramposo cuando lo necesita.
Sí, Jin es un total zorro si le toca dar su aprobado.
¿Qué sería él? Casi diría que una lechuza y espera que mínimamente sea algo con alas.
Chapter 38: Objetivo fijado
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— ¿Vas a entrar al equipo de Quidditch? —Hoseok asiente animado, cargando los libros con los que Namjoon le pidió ayuda. De vez en cuando la bibliotecaria le pide que sea él quien ordene, pues ni ella recuerda el orden exacto—. Tal vez sea un poco… Peligroso. —Agrega al notarlo relativamente delgado y débil.
—En casa voy a una academia de baile. Ahora es solo por el verano, pero antes era todos los días—explica Hoseok, Namjoon guiña los ojos ¿Cómo este niño hace para ser tan brillante al sonreír? Es como si tuviera un sol portátil caminando a su lado—. Y soy bastante fuerte. Puedo estar diez minutos parado de manos, guindando de cabeza… Aunque me mareo al bajar, pero eso es normal.
—Ya veo… ¿Qué tal te fue en clase de vuelo?
— ¡Bien! Cre-creo que fue mi mejor nota. —Hoseok hace puchero, decepcionado de sus notas a final de año. Creyó que sería más fácil, pero en lo absoluto. No puede decirse que apestó en sus resultados, no obstante, él esperaba más “E” en esa boleta.
Tuvo una sola, alrededor de cuatro S y lo demás fue “A”.
—Supongo que debo ayudarte a estudiar a ti también—Suspira Namjoon al colocar un enorme libro de lomo verde—. Si te fue tan bien, tienes oportunidad ¿Qué puesto te gustaría?
—Cazador.
—Sí. Definitivamente tienes oportunidad. Solo te diré que no prestes atención a los comentarios que hacen a tu alrededor durante la prueba. A pesar de que te indican qué hacer, tratan de probar que tanto te afecta lo que sucede con el público. —Hoseok ladea la cabeza.
— ¿Ah?
—Es decir: si resistes los abucheos o te vas a desconcentrar por ello.
— ¡Oh! ¡Eso también lo practicamos en la academia! —Exclama en un salto. Namjoon toma el último libro—. Un bailarín no puede perder el ritmo jamás. —tararea nasal, haciendo un ondeo con todo el cuerpo, asusta a Namjoon en el proceso.
—Qué mierda…
— ¿Te enseño? Me han dicho que soy un buen profesor. —dice más emocionado aún. Namjoon niega con la cabeza.
—Soy un tronco, no hace-
—Nono, se dice “Yo soy Groot”
— ¿Yo soy Groot?
—Exacto.
Mira a otro lado, con cara absoluta de confusión. Es un poco complicado seguir la plática con Hoseok, pues de forma inconsciente –o muy consciente-, trae referencias muggles que ninguno de su círculo cercano entiende. Hay muy pocos muggleborn en su año, por ello es una oveja negra, pero no es apartado. Cosas de estar en Hufflepuff: te aman y ayuda sin importar donde nacieras.
En Gryffindor te hacen bullying sin importar donde nacieras, porque así es la amistad.
— ¿Cuándo es la prueba?
—Mañana por la tarde. Aunque hay mucha nieve—Hace puchero—. Va a ser muy feo.
—En caso de que quedes, van a ponerte a jugar en el partido que hay dentro de otra semana, por eso lo hacen ahora—reflexiona Namjoon mordiendo sus mejillas—. Deberías estudiar un poco y luego descansar. Te aseguro que no tendrás tiempo para nada si te aceptan.
—Vale~ Gracias~. —despide Hoseok con una sonrisa antes de irse corriendo. Namjoon avanza por los pasillos en busca de un libro para saber un poco más de los Animagos. Lo básico es de conocimiento general, pero nunca está de más saber por encima de la media en algo que se está metiendo de cabeza por un capricho de Jin.
Y propia estupidez, el Omega no lo obliga, ni siquiera sabe que va a cumplir su pedido.
Saca un tomo grueso y empolvado, lo mete dentro de su bolso y se dispone a ir a leer en algún banco de algún pasillo. No hay mucho ruido por los pasillos, pues hay tanto frío que todos prefieren permanecer dentro de las salas comunes a resfriarse como el año pasado, que hubo esa pandemia donde medio profesorado también guardó reposo.
Excepto San, el único que le hubiera gustado que lo hiciera. Ese tipo sigue siendo un vivo recuerdo. Más que todo por lo que considera, son puras estupideces que dejó a modo de instrucción. Las “predicciones”, las cartas y toda esa basura de adivinación.
En medio camino de salir de los enormes libreros empieza a ver borroso, con esa sensación tan extraña tirando de su mente. Es como si algo fuese escritor directamente en su mente, puesto allí y luego empujado a que sea dicho. La sensación es horrible, por eso intenta alejarse, como si marcar distancia física puede ayudar a que el “tirón” no pase.
Incluso puede catalogarlo como alguien invadiendo su cuerpo y consciencia con la intención de utilizar su voz y boca para ello.
No quiere.
No le gusta.
Se siente horrible.
Tan desesperado está por escapar, que ni siquiera nota a Taehyung que venía de a saltos, solo para hablar con él un rato. La forma en que lo halla lo sorprende y se detiene frente a él— ¿Qué tienes? ¿Vamos a la enfermería? —. Al Alpha le falta el aire, apoya una de sus manos en el librero hasta encogerse, da un quejido.
Taehyung ve a todos lados con cara de no entender que pasa ni donde se metió sin querer. Se acuclilla frente a Namjoon, quien lo toma bruscamente de la muñeca, aprieta y ladea la cabeza, el Beta se asusta.
—Zorro de oro, zorro de oro, zorro será hasta que se ponga en el lugar de los demás, solo así su corona merecerá y el pelaje plumas se volverá—Namjoon tuerce la cabeza de forma escalofriante. Taehyung lo mira atentamente, con curiosidad y un particular brillo en los ojos—. La manada junta está, esperando a su camino finalmente enlazar, con su tragedia individual hasta llegar al final. Cuervo, graznas y graznas sin parar y en inocencia, ellos no hacen sino confiar, púrpura de amor o de traición, todo queda en su acción: alegría o dolor y de dónde surgió ese color.
Namjoon tose, toma largas bocanadas de aire, suelta a Taehyung, lleva la mano a su pecho y se recuesta totalmente del librero. Taehyung se levanta, con las manos en los bolsillos—Un adivino… wow. —Avanza hasta una mesa con pergamino suelto, a veces sucede. Escribe todo lo que Namjoon dijo y lo guarda en su bolsillo.
¿Quién sería el zorro de oro? Ahora tiene curiosidad. Una vez así, finge venir y encontrarlo de esa manera. Namjoon, aturdido, se deja ayudar. Sudó muchísimo.
┈
—Estás un poco distraído ¿Pasa algo? —Pregunta Jin al notar como Namjoon escribe con demasiada lentitud sus apuntes. Casi a la velocidad con la que el profesor de historia habla.
—No. Estoy bien. —Miente Namjoon, consternado y aun sorprendió.
El hechizo de San funcionó: recuerda todo lo que dijo –aunque no la presencia de Taehyung-.
Debe ser una estupidez falsa o qué sabe. Se rehúsa a creer que en serio hizo una profecía de la nada. Es imposible. Garabatea de nuevo lo que dijo: zorro de oro ¿Se trataría de Jin? Tal vez es congestión por el estado Animágico de Jin. Es todo.
Se rehúsa a creer que algo malo va a pasarle, pues solo de esa manera el animal cambia. Tanto en Patronus como en Animagia.
Chapter 39: Cría más débil
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Quisiera no decir que pasar tiempo con Jungkook es incómodo… Pero lo es. Mucho. El muchacho no atina a decir nada. Namjoon entiende que hay gente tímida, no obstante, Jungkook es un extremo tan bárbaro que colmar su paciencia en algún momento. El ambiente es silencioso y muy tenso porque el de primer año se limita a mirarlo en lo que hace.
Tiene los ojos muy grandes y redondeados, como un cervatillo. Llega a ser muy tierno de aspecto, pero… En serio ¿Por qué no habla? Jin dijo que lo trajo porque necesitaba ayuda con una tarea, ya van dos horas y no dice que necesita. Se impacienta, sobre todo porque hay más gente en su entorno que piden la ayuda.
Tenía muchas sospechas de la primera vez que lo conoció y ahora mismo, solo confirma que es neurodivergente. Concluye que su mayor incomodidad es que no sabe de qué forma tratarlo. Jungkook parece forzado a estar aquí con él y eso no es de su agrado.
— ¿Qué necesitas? —Acaba por preguntar, justo al mismo tiempo en que Jin llega.
— ¿No han empezado aun?
—Se quedó ahí mirándo el libro todo este rato. —Jin entorna los ojos hacia Jungkook, quien se muerde los labios.
—No te va a morder. Puedes hablar… Hey, hablaste con Jimin, así fuese un segundo menos, pero lo hiciste. Namjoon es igual… Solo que alto y Alpha y a veces odioso. —Namjoon rueda los ojos y está atento a las reacciones de Jungkook. Que huye el contacto de Jin, que no lo puede ver al rostro. Jungkook soba su cuello, aun nervioso.
— ¿Es así siempre? —Interroga, asumiendo que Jin sabe pues son de la misma casa.
—Es como un fantasma en Gryffindor, es escalofriante como va de un lado a otro tan desapercibido. Lo encontré estudiando en un rincón. —Por como lo dice, debió ser literal.
—Es curioso que quedaras en Gryffindor—dice hacia Jungkook—, los que están ahí suelen ser parlanchines. —Los presentes quisieron replicar, pero la realidad es que sí: la mayoría de Gryffindor son habladores que no saben cuándo callarse o dejar de tontear.
—Yo quería Hufflepuff…—admite Jungkook en voz tan tenue que apenas lo pudo entender. Jin se ríe.
—Sí, estuvo desesperado por no quedar en Gryffindor. Fue adorable. —Jungkook enrojece, apenado por ese comentario.
—Aunque… Tal vez hay algo valiente en ti y no lo descubres. Alguna afición o-
— ¿Puedo? —Habla más fuerte, con la mirada clavada en el libro de cuarto año sobre criaturas mágicas. Namjoon asiente. Jungkook lo toma y con ojos brillantes mete la cabeza en el libro, perdiéndose allí. Jin aguanta la risa por el niño a su lado.
—No habla con nadie, pero todos sabemos que le encantan las criaturas mágicas. También hay rumores de que juega constantemente con los hipogrifos y por eso no están tan malhumorados a pesar de la falta de atención. —explica Jin, sentándose junto a Namjoon.
—Ahí está lo Gryffindor—ríe Namjoon, divertido—. Tan tonto como para ir a jugar con hipogrifos como si nada y valiente como para repetirlo. Es un Gryffindor que le tiene miedo a los humanos y no a las criaturas mágicas. —Jin ríe por la nariz y le da un suave codazo.
—Si supieras lo piensa de Jimin, le sumarias más puntos de cobardía.
—Nadie más cobarde que tú, que ves una araña y sales corriendo.
— ¡Eran muchas! —excusa Jin en un chillido, Namjoon ve por el rabillo del ojo que Jungkook saltó y parece irritado a pesar de seguir leyendo.
—Eran solo dos y de pata fina como un trazo de pluma. Apenas existen y tu casi te pones a llorar por verla.
— ¡Yah! Qué clase de Alpha eres que te burlas del temo que siente tu Omega ante el peligro porque bien pueden ser un peligro si me entran a la boca mientras duermo y hacenunnidoenmicuerpogenerandounenormecapullodondeacabaréporexplotarenmilesdeesasarañitasbebé.
Quisieron reírse, pero la imagen fue tan asquerosa que tenían una cara deformada. Jungkook saca la cabeza de su lectura.
—Eso puede suceder… S-si hablamos de acro-mantulas y… D-di-dicen que h-hay en el bosque prohibido…
— ¡VES! ¡SI PUEDE PASAR!
Jungkook chasquea la lengua. Se cubre los oídos, aturdido e incómodo-
—NO CON ARAÑAS COMUNES. —insiste Jungkook, molesto.
— ¡SI HABLA! — Chillan los Gryffindor, Jungkook se encoge.
— ¡SILENCIO! ES UNA BIBLIOTECA.
La situación con Jungkook no cambió con Jin, pero Namjoon consiguió el patrón para tratar a Jungkook y ¡Se han hecho cercanos! Lo máximo que Jungkook en su torpeza social le permite. Pudo confirmar que hasta ahora, Jungkook no ha tenido amigos. Solo ha hablado con sus padres. Por lo tanto, tiene problemas de comunicación y también para atajar los comportamientos que impulsan comportamientos ajenos.
Jin lo llama cobarde, Namjoon por su parte sabe que tiene muchos problemas con iniciar charlas, con estar frente a otros, tan siquiera verlos al rostro. Tan solo necesita un poco más de paciencia en su opinión.
Jin solo ayuda a que sienta más vergüenza de hablar. Revela uno que otro pensamiento y el pobre está intimidado. Los más notorios son los que refieren a Jimin, pues quiere ser su amigo, pero no logra acercarse a decir “Hola”.
No como que Jimin colabore. Está igual de raro.
Por regla de tres, serían buena combinación.
La relación se desarrolla de esa manera. Namjoon se ha tomado el tiempo y esfuerzo de comprenderlo, vale la pena, aun cuando Jungkook no se atreve a abrirse demasiado.
Fortuna o no, Jungkook consigue iniciar platica con el Slytherin de labios gruesos. Jin –en postura de casamentero-, se toma la tarea de aportar a esa relación… De una manera poco saludable todo se diga:
— ¡Ay por favor! ¡Eres el Alpha! Evidentemente eso debes hacerlo tú—Jungkook ladea la cabeza, entre sorprendido y confundido—. Un Omega no se acerca a nadie para pedir invitaciones, atención y todo eso. Debe ser el Alpha. Así que pierde ese miedo. —Indica severo. Namjoon niega con la cabeza.
—No le hagas caso, no debe ser así. —Jungkook gira la cabeza en dirección a quien le habla.
Viendo a donde tienen el escudo de la casa en sus pechos.
— ¡Claro que sí! —exclama Jin, sumamente ofendido—. ¿Quién domina aquí? El Alpha, es decir, tú. Es claro que ningún Omega va a prestar atención en ti si sigues siendo así de débil, miedoso y tímido. Debes llenarte de valor y ¡Hablar! —enfatiza y Jungkook luce confundido.
—Es-tá-bien—Namjoon aparta un poco a Jin—. No vivimos en la edad media para seguir esos patrones—Niega con la cabeza, desaprobando a Jin—. Escucha: No te fuerces, se tú mismo, con un suave empujón para que no se estanque y puedas ser su amigo—Anima moviendo las manos y Jungkook asiente, apretando los ojos de más—. Los Omegas quieren un buen amigo. Sigue como vas, lo estás haciendo bien.
—Ah… Vale…—murmura Jungkook, un poco más convencido de las palabras de Namjoon.
—Para agresividad, la que vendrá en tu celo, pero eso será después—Tranquiliza Namjoon—. Así que ahora ande ande que no es bueno dejar a nadie esperando. —Jungkook toma sus cosas y se va a prisa para su reunión con Jimin. Jin coloca las manos en la cintura, preparado para el reproche.
—Es nuestra pequeña y débil cría que no ayudas a-
—Ayudo a que no se sienta obligado a ser lo que no es—Corrige Namjoon cuidadosamente—. No hay nada peor que formar relaciones en base a una falsa idea. Es embustero. Se desarrollará como deba hacerlo, no intentes meterle en la cabeza una idealización tan absurda y anticuada.
¿Adivinen quien le hizo caso y quién no?
A decir verdad… Pierde más la paciencia con Jin que con Jungkook, parece ridículo, pero es su realidad. Lo saca de quicio su pareja y no su cría de león.
Chapter 40: Hilos plateados
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Debido a los pleitos formados en base a ideas contrarias de crianza –según Jin-, ahora están temporalmente “divorciados”. En caso de que quede en duda la teatralidad de su pareja. Así que ahora, cual pareja de divorciados que se comparten custodia, Namjoon está con Jimin y Jin “ayuda” a Jungkook con algunos contratiempos en Gryffindor.
Como que no debería acercarse al bosque tan seguido y lo hace a cada que tiene una oportunidad o tiempo libre.
Namjoon se las ingenió para que le Omega no le huyera a pesar de lo mucho que intentó. Lo hizo llegar a un pequeño espacio cerca de los invernaderos de Herbología. Nadie va ahí por creer que hay trastos apilados, la realidad es que puede considerarse un pequeño claro con árboles pequeños y débiles.
—Tengo que volver a Slytherin, tengo tarea-
—No la tienes. Conozco perfectamente cuantas tareas debes entregar y hacer. En este preciso instante, estás libre y como mucho, te pondrías a escribir en tu diario… ¿Qué tanto escribes? ¿No se te acaba? —inquiere Namjoon y Jimin enrojece.
—Nada. Nada. Solo… Cosas de casa. —balbucea Jimin, poco convincente y por sobre todo: nervioso. Namjoon hace una mueca. Claro, va a creerse eso. Por supuesto.
Sea como sea, no lo trajo hasta acá para eso.
— ¿Qué tantos hechizos sabes hacer? —pregunta Namjoon. Jimin encoge de hombros.
—Muchos. —responde Jimin escueto, patea tierra y la levanta levemente. Esta seca por los indicios de verano.
— ¿Complicados? —Jimin asiente con la cabeza—. ¿Cómo cuáles? Dime uno.
—Es que… Ese no lo conoce. —murmura Jimin en voz baja.
— Lo dudo.
—Se llama “Sectumsempra” —Namjoon alza una ceja, lo conoce, pero…
— ¿Cómo lo conoces? Es… Muy raro, también muy malo. Más que sorprenderme que lo sepas hacer, me sorprende que sepas de su existencia. —dice Namjoon y Jimin infla los mofletes, hace pequeños círculos con el pie.
—Lo aprendí por el papá de Yoongi. Él también sabe hacerlo, pero solo yo sé cómo curarlo. —Namjoon muerde el interior de sus mejillas. Esto es… Raro por quedarse corto.
Nuevamente, un punto sin salida.
— ¿Qué más?
Jimin dio una lista relativamente larga de hechizos complicados para alguien de su edad, solo uno llama la atención de Namjoon:
— ¿Sabes hacer Patronus? —balbucea, Jimin asiente animado, orgulloso—. Muestrame.
Jimin saca su varita y con un movimiento muy suave, recita el hechizo y la figura hace aparición. Fueron tenues hilos plateados que formaron lentamente la alargada y mortal figura viperina. Namjoon silva, balanceándose en torno a la figura hecha de alegría y buenos momentos.
— ¿Cómo lo puedes hacer?
—No lo sé. Hay muchas cosas que simplemente sé. Es… Impresionante ¿No?
—Sí, realmente lo es.
Namjoon lo imita y para sorpresa de Jimin, se forma un león de tamaño exponencial. Este se va por el bosque a quien sabe dónde. La serpiente desaparece y el Omega ve fijamente al Alpha que juega con su varita de forma descuidada. Tan tiesa como él y para evitar que se rompa fácilmente.
— ¿Para qué vinimos? —pregunta Jimin.
—Quería saber si sabes defenderte y también que tan feliz eres… Si fueses infeliz, no podrías hacer corpóreo ¿Lo sabias? —Namjoon se balancea en sus pies. Jimin niega con la cabeza—. Eres realmente natural, la magia se te desborda y por eso puedes hacer algo tan complicado.
— ¿Antes no podías? —Increpa Jimin curioso, casi balanceado en un solo pie. Namjoon sacude la cabeza, pensativo al tiempo que se muerde el labio inferior.
—No. Solo el normal. El corpóreo es caso de este año más o menos. —Calcula.
—Aw, eso quiere decir que ahora Jin te ha hecho muy feliz. —dice Jimin con las manos en las mejillas y presionándolas.
—Ser feliz… Es extraño—comenta Namjoon, meditabundo—. Creí que se trataba de conseguir las metas. Creí que sería feliz al graduarme, aun cuando vería al techo pensando “¿Y ahora qué?”. No es tan sencillo y aun intento adecuarme a eso.
— ¿Tus padres te ponían triste? Creí que te llevabas bien con ellos. —dice Jimin, sorprendido.
—Es una relación… Complicada. No mala, pero si complicada. —dice Namjoon, sin saber cómo identificarlo.
No puede decir que los odia, pues no es así en lo absoluto. Es una permanente frustración de desear que le tengan fe. Rogar que dejen de disminuirlo por pura compasión y pena. Es el hijo de ambos y siente que es adoptado. Jimin hace un puchero, tarareando de manera suelta.
—Todas tus relaciones son complicadas—ríe divertido—. Tus padres, Jin… aun así los amas mucho ¿no?
—Claro que sí, lo pequeño no quita lo valiente.
—Y lo gigante no quita lo gentil. Quisiera que fueras más feliz. Me gusta ver a la gente feliz. Es… ¡Adorable! —Exclama Jimin, como un niño más pequeño a sus doce años actuales—. Tú eres adorable siendo feliz, yo soy adorable siendo feliz ¡Yoongi es adorable siendo feliz! ¡Kookie es adorable siendo feliz! —Salta de tanto en tanto, como si bailara y si no va mal, el Omega asiste a una academia de danza para Omegas únicamente ¿Cómo se llevaría de conocer a Hoseok? —. Incluso ese zorro de ahí es adorable. Parece de oro.
Namjoon gira la cabeza y hace mala cara al animal que pronto se da la huida, delatado por el menor—La próxima vez que lo veas: Paralízalo, búscame y entrégamelo ¿Sí? Es como un proyecto de criaturas mágicas. —asiente, inocente a lo que sucede ahí.
— ¿Crees que todos pueden ser felices? ¿Hasta Yoongi? —pregunta Jimin con deje esperanzado, Namjoon desconoce a qué viene una pregunta tan especifica. Preguntar si “todos” pueden ser felices sería una cuestión más típica.
Específica a Yoongi.
Como si la serpiente se cree incapaz de eso.
—Claro que sí, con suerte encontrara un… eh…
—Según lo que vi con San, probando la adivinación —Namjoon quería agarrarlo de los hombros para que no creyera en esa clase de estafas—. Debe ser alguien que coincida en el primer semestre del año… También un opuesto: Astro solar, pues Yoongi es Astro Lunar.
—Jimin, esa clase de tonterías no-
—Estás con Jin ¿O no? Tú piensas tanto y el siente tanto… Vive en un mundo tan lleno de romance que son unos opuestos. Eres feliz así que… ¡Yoongi sería feliz con un opuesto igual que tú! —explica Jimin ilusionado. Fantaseando mil cosas.
De alguna manera, Jimin siempre logra que se sienta arrinconado en sus propias acciones. Le causa vergüenza que sea así. Por otro lado, tendría que regañar a Jin por andar chismeando lo que no le incumbe ¿Dónde quedó lo del divorcio temporal? Hay un par de cosas se deben afirmar:
Jin es un romántico en el aspecto más técnico.
Y Namjoon un pensador tan profundo que llega a lo mismo.
Conclusión: Son opuestos parecidos. Por más que a Namjoon lo sorprendiera y a Jin le parezca ridículo.
Chapter 41: Imprudencia
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—Te estás reprimiendo, déjate ir. —sugiere Jin mientras le sacude la cabeza con suavidad, Namjoon niega con la cabeza.
—Estoy bien así, también cuando dejas de hablar tanto. —informa Namjoon en un gruñido angustiado y sofocado.
Está en celo.
Jin no deja de fastidiar con lo mismo.
En este instante quiere hacerlo, así sea reprimiendo un poco el instinto agresivo. La última vez dejó a Jin con el ojo morado sin querer. El Omega no se quejó de ello, pero para Namjoon resultó incómodo. Por no mencionar que algunas voces del pasillo insistían en que lo estaba forzando en el celo y por eso lo golpeó.
Jin no quería que se reprimiera. Es consciente de que Namjoon sera agresivo sin que sea su intención, que va a quedar resentido físicamente, pero considera que esa en la forma en que Namjoon se comporta cuando no tiene control de sí mismo. No le molesta quedar morado. Su belleza no se suprime por ello, todo lo contrario. Se vuelve más bello porque está feliz de complacerlo y disfrutarlo.
Deja ir sus feromonas, tienta al Alpha, el lobo que está en el fondo de su ser. A pesar de lo usual, imagina a Namjoon como un león debido a su tamaño. Desconoce por qué. Juega con el cabello húmedo de sudor, desvía su atención de los dedos en su interior.
—Y-ya puedo.
—Creo que no…
—Sí puedo—Insiste Jin atrayéndolo más—. Empiezo a creer que no te gusto tanto y por eso puedes reprimirte tan fácilmente. —reclama con deje entristecido. Namjoon niega con la cabeza.
No sabe si lo dice en serio o es de esos comentarios bromistas y contradictorios que Jin hace.
— ¡Es de todo menos fácil! —reclama entre avergonzado y tenso. Literalmente podría tirar baba por el Omega abajo suyo. Esta fuerza de voluntad la está sacando de la nada. Los ojos zorrunos de Jin lo provocan a cientos de cosas que ni siquiera sabe como hacer, sobre todo ese suave bordeo negro que surge en consecuencias.
Ojos de zorro.
Rostro sudado y colorado.
Cuerpo desnudo bajo suyo.
Namjoon jadea, un ruido similar a un rugido se le escapa. Bajo y grave. El Omega sufre de mayor calentura en el área del vientre y así mismo, la incómoda humedad que surge en sus entrañas. Abraza una almohada cuando Namjoon le toma las piernas y las abre.
Jin muerde la almohada, no duele, pero jamás dejara de ser una sensación particular como la verga endurecida entra en su cuerpo. Se desliza en el interior del adolescente de quince años. Namjoon se recuesta totalmente en Jin, sin moverse mucho, solo disfrutando del cuerpo blando y el aroma que desprende.
—Te quiero mucho, en serio. —murmura Namjoon acurrucado.
—Yo te amo.
Lo atrae a su rostro, comiéndole la boca. Namjoon empieza a moverse, entusiasmado por la confesión. Jin es romántico empedernido y lo repetiría hasta el cansancio. No lo extraña, tampoco lo disgusta, sino que lo hace sentir correspondido.
Por otro lado, Jin está empecinado en conseguir un “Te amo” de parte de Namjoon. Ignora la edad, es irrelevante, considera que Namjoon será su único amor y al único que dejaría tenerlo de esta manera. Que aparte de embarazoso, les algo asquerosa.
Hizo una tontería, ido por la excitación, hormonas y lo más cercano que es tener un celo propio. El Alpha no se dio cuenta, distraído en cientos de cosas distintas. A veces se cubre el rostro con los brazos, por lo que también cree que es ahí a donde lleva las manos.
No era esa la intención.
Lleva las manos a su cuello, al collar grueso y de color negro que recubre su nuca.
Lugar dónde está esa pequeña glándula que, al ser mordida, advierte la pertenencia.
Abre el collar y deja caer las manos.
Namjoon no tuvo tiempo ni consciencia suficiente para notar esos detalles. Es un collar nada más, sin él, hay más hedor del Omega circulando por la habitación. Desapercibido en el primer momento, también el segundo. En el tercero, donde pone a Jin boca abajo siente la poderosa necesidad de olisquear la nuca descubierta y sudada.
Huele demasiado bien.
Parecido a la Amortentia.
—Nam- ¡AY! ¡AHH! NA-NAMJOOON. —grita Jin en angustia por lo fuerte del mordisco.
En principio solo eran cosquillas por rozar la nariz con suavidad, luego clavar los dientes hasta sacarle sangre. Relaja el cuerpo, con un calor más intenso en toda su caja torácica y un extraño afloje de algo dentro de él. Jin solloza, queda con la cara en la almohada y los brazos debajo de su cuerpo.
Se confirma masoquista.
Porque se sintió estúpidamente bien.
Se siente mejor que antes. Jin jadea y gime embotado, en una nebulosa más lejana que su primera vez. Es… Diferente, más íntimo y profundo. Lo alegra que Namjoon no se percatar de lo que hizo, al menos no en el instante ni en todo su celo.
┈
—Tus padres me van a matar y los míos también me van a matar.
—Ay claro que-
— ¡¿POR QUÉ TE QUITASTE EL COLLAR?! —Chilla Namjoon, angustiado y tenso, evidente en su expresión y olor..
¡Ahora están enlazados!
—Porque quería que me mordieras ¿Hay suficiente intelecto aquí para eso? —Da golpes a la frente de Namjoon, como si él que está mal es el Alpha y no el Omega.
La realidad es que ambos están en un pequeño problema.
—TIENES QUINCE. YO CATORCE. —quejumbra aun alterado.
— ¿Y qué? Antes se casaban a los once. —Justifica Jin haciendo un puchero al ver a otro lado.
—Jin-
—No me regañes por algo que te gustó, que querías, yo quería y tampoco pude controlar—Interrumpe con deje ofendido—. Quiero que seas mi Alpha. Por eso lo quité.
—Es obvio que aquí hay serios problemas del concepto de la relación consensuada…—Namjoon se revuelve el cabello y toma aire—. ¿Por qué no puedes esperar a que te diga que sí?
Jin hace puchero, doblado de forma tímida.
—Sí lo sé, pero... pasó. Mi cuerpo se movió solo. Te lo prometo—Namjoon exhala con fuerza. Jin suena honesto y contrario a su usual prepotencia, está nervioso. Reconoce que sus hormonas estaban más fuertes desde el principio. Quizá por estar más cerca a los diecisiete años, sus hormonas empiezan a afectarlo más. Indiferente al hechizo de ligue.
—¿Qué demonios se supone que vamos a hacer si ya hay algo ahí? —Namjoon apunta al abdomen de Jin. Este se mire y frota la zona, boqueando.
— ¡OH! OH~ OOOooohh…~ Oh. —se da golpes en las mejillas con las puntas de los dedos.
Lo que Namjoon menos pensó en su vida, es que mordería a alguien en pleno celo. Mucho menos a esta edad. Inoportuno.
Sin mencionar que es imprudente por parte de las hormonas de Jin. Igual de problemáticas que el cuerpo en el que están.
—Pues… Si pasó, lo tenemos y ya.
— ¿¡Y YA!?
—No me dirás que prefieres abortar. —Se inclina hacia él.
—Jin, quiero terminar de estudiar, también trabajar y luego cuando no dependa de mis padres: pensar en eso. No es lo mismo que estar a cargo de estudiantes. Además-
—Deja de preocuparte—Jin sacude la mano, fingiendo tranquilidad a pesar de que también está nervioso—. Soy rico, el dinero no sería un problema en lo que nos establece-
— ¿Y tus celos? ¿En serio estás listo para tener celo a partir de ahora? —Jin asiente, lo suficientemente convincente para que Namjoon no note nada—. Es horrible, en los Omegas es más fuerte. No pienso tocarte de nuevo si hay ese riesgo. No quiero cachorros.
Nuevamente, choques entre planes y es que Jin jamás había preguntado que opinaba Namjoon al respecto. Resulta claro que quería cachorros, pero muy a futuro. Quizá con veinticinco, que sería un momento de juventud y “vida estable”. La mordida es algo que retrasaría hasta ser mayor de edad.
Faltan solo tres años, dos en el caso de Jin ¿Por qué la impaciencia? No viven en el siglo quince, pueden darse la libertad de no ser adultos responsables hasta los diecisiete cumplidos.
— ¿Por qué me quitas la emoción? ¿No podemos disfrutar que somos compañeros en toda regla? —Cuestiona en un puchero. No quiere hablar más de esto.
Luego se mentalizaría a esa vida posible.
—Mi presión arterial también quisiera eso, pero me lo pones muy difícil.
—Ídem.
—Buscaré algo para eso… Tus padres van a querer matarme. —gimotea Namjoon.
—Yo te defiendo, no querrán que esté viudo a los quince—Ríe Jin recostándose de Namjoon—. Aunque… es lindo.
— ¿Qué?
—Que puedo sentir cuanto me quieres y que estás feliz, a pesar de la preocupación. —tararea complacido. El vínculo lo permite al menos vislumbrar lo que Namjoon siente, cosa que hasta la fecha lo tenía inseguro.
Es un legeremante. Está acostumbrado a saberlo todo.
Ahora no lo hace, pero si lo suficiente para no arrepentirse.
Chapter 42: A regañadientes
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—No has hecho esto antes ¿Ve-verdad?
—No—responde Namjoon con una pluma en la boca—. Debe haber una primera vez para todo. Es inevitable que seas el primero… Espero no hacerlo más en este colegio. —resopla el Alpha.
—Yo también lo espero, porque tener una estrella en el estómago es extraño.
—Lo peor es que no me quedó recta, voy a practicarlo después. —refunfuña Namjoon.
Muerde la pluma en tanto que relee el texto de nuevo. Tras buscar por unos días, encontró una manera de volver a poner el ligue mágico. A los Omegas desde que nacen se los liga con magia, de esa manera no tienen celo ni la posibilidad de quedar en cinta. Algunas veces, Namjoon cree que también deberían hacérselo a los muggles, quienes sobre pueblan el mundo por violaciones a Omegas.
Cosas propias de sus planes extraños y que implicarían una unificación que no sucederá.
Volviendo a Jin:
— ¿Hay algún problema con que no esté recta? —pregunta Jin, considerando salir huyendo si hace falta. Este hechizo no es legal ni seguro, ser la victima es poco atractivo.
—No, lo que importa es dónde están las puntas—dice Namjoon—. Son puntos de energía o algo así.
— ¿¡Algo así!? ¿¡Ni siquiera te acuerdas!? —chilla Jin, pálido.
—No sé hablar ni leer latín de forma fluida ¿Está bien? Mi traducción no es perfecta así que puede ser energía o nervios o lo que sea—Replica Namjoon. El problema no es tanto la complicación del hechizo, sino que es en lengua antigua y aunque en vacaciones se esmeró en aprender, es imposible estar seguro. Tarda más aprendiendo lenguas muertas.
No tiene método de práctica.
—Y-ya no creo que-
—Shhh. Quédate quieto o te convierto en un sapo. No te voy a besar siendo así. —Advierte Namjoon, predice que Jin haría esa broma.
Tras recitar de forma torpe el encantamiento, Jin cae al suelo por el rayo que lo golpeó. Grita, los ahoga y se retuerce en el piso mientras llora. Namjoon retrocede, espantado. Jin cambia de forma, como si eso fuese a funcionar a su favor. Más que servir con el dolor, contribuye a que se desmaye.
—A-ay no. —Namjoon lo toma en sus manos, temiendo que le haya pasado algo malo por no haber recitado bien el hechizo.
Por el vínculo, siente que está desmayado, nada grave. Suspira aliviado.
No lo mató.
No lo mató.
Uff.
┈
—Hey ¿Cómo te sientes? Creí que no ibas a despertar hoy. —Jin guiña repetido e irritado, Namjoon cierra el libro que leía.
—Me dejaste tirado en el piso. —reclama Jin.
—Te moviste que es distinto, estabas encima de eso. —corrige el Alpha, palpando el cojín azul aun tibio.
Jin hace un puchero, insatisfecho por el trato de Namjoon durante su inconsciencia. Sí, lo tuvo sobre un cojín enorme, pero no es suficiente. Debió llevarlo a Gryffindor y esperar allí a que despertara.
—El ligue está bien. —informa Namjoon.
Sus ilusiones dramáticas no ¿Eso importa?
—Aun no estoy seguro de cuando se quita—Namjoon miente, sabe perfectamente que si Jin quiere quitarlo puede hacerlo, pero con lo que hizo del collar no va a arriesgarse—, pero es como el de antes, con la diferencia de que los diecisiete vas a tener celo como cualquier Omega.
—Oh… Genial, eso quiere decir que podemos hacerlo como siempre ¡Y más! — Jin sonríe y guiña el ojo. Namjoon niega con la cabeza.
—Agradezco ser el Alpha, porque de ser el Omega me tendrías con el culo lleno y abierto.
— ¿Se supone que son palabras de amor lo que oigo?
Ríe, Jin también y se queda echado en la grama, dormitando.
El resto del año no tuvo nada importante para ellos dos. De algún modo, Namjoon consideró la atención se centró en Jungkook y Jimin, quienes lograron una cercanía considerable.
Una con la cual quedó al descubierto que Jimin es un morpho. Namjoon supone que es el mismo niño de cabello rosa que vieron la estación hace un par de años. Estaba tan feliz que no lo reprimió, pero estando todos en búsqueda la melena rosa no se les ocurrió que pudiera un morpho.
La vuelta a Londres fue como la ida a Hogwarts: Namjoon, Jin, Hoseok y Taehyung en la cabina. Jungkook andaba por ahí, escondido en uno de los closet. No quiere atormentarse con tanto ruido, la sensación incómoda de presionarse con otras personas, solo escribir en un diario de cuero marrón. Jin se rehúsa a decirle de donde lo sacó.
— ¿No los van a regañar?
—Seguro que sí.
—Seguro que no.
Namjoon hace una mueca ¿Es maña o Jin le lleva la contraria por naturaleza?
—Sea como sea, el gran águila ya está perdida de amor en lo que no tiene. Adorable. —ríe Taehyung.
—Por lo general ese “Adorable” viene de Jimin.
—Es contagioso. —justifica Taehyung.
—Sea como sea… ¿Qué te refieres con que no tengo? Eso es cruel ¿Sabias? —refunfuña Jin.
—Me refiero a que los Ravenclaw son tan listos que se olvidan de amar. Por eso eres el Ravenclaw perfecto. La gran águila. —tararea Taehyung animado, balancea las piernas y mira por la ventana.
「Quisiera ir con Jimin… No nos vamos a ver en todas las vacaciones y ni siquiera se despidió en Hogwarts. Debería darle vergüenza… Ah, le daré una carta de amor」
—Ya vuelvo. —anuncia Taehyung, saltando de su asiento para salir de la cabina. Jin mira a Namjoon, acusatorio.
— ¿Por qué no puedes ser como él y mandarme cartas de amor? —Namjoon abre los ojos.
— ¿Qué no lo hago todo el tiempo? O tu lechuza se las come. —interroga confundido.
—Ow… Cierto. Deberías hacerlo más seguido entonces. —Jin se acomoda el cabello en un gesto fluido y elegante.
—Si es que me dejan.
Una vez en la estación, Hoseok se despide de ellos y Taehyung queda totalmente perdido en la muchedumbre. Namjoon asumió que estaba con sus padres. Pudo visualizar a su papá y a su mamá. Alza el brazo para llamar la atención de estos. Jin se arregla el cabello y sonríe con las manos en frente.
— ¡Jin! Tus padres están justo- ¿Eh? ¿Cómo los perdimos? —La Sra. Kim gira en todas direcciones intentando visualizar a la mujer veela.
—Sí… bueno… Creo que mejor nos vamos antes de que ellos lle-
—Namjoon me mordió en su celo. Ahora soy su Omega, es decir, ustedes son mis suegros ahora.
El Matrimonio Kim boquea, viendo con asombro a su hijo. Los tres palidecen, aun cuando Jin sonríe animado y feliz.
— ¡¿NAMJOOON?!
— ¿¡POR QUÉ SE LOS DIJISTE AQUÍ Y AHORA!?
— ¡CIELO! AY NO.
—Creo… Que mi papá se murió. —Jin parpadea continuamente ante su progenitor desmayado.
—Vale… Hay que hablar. —Suspira.
┈
— ¡SU HIJO…!
—Yo me quité el collar, así que en teoría fue culpa mía, no de Namjoon… Él ya me regañó cuando se dio cuenta.
Jin detiene el reclamo de su madre. No quiere que Namjoon se sienta peor de lo que ya se siente. Además, quiere ser honesto: esta situación es así porque él la eligió. Él la causó. No su Alpha.
—Mamá, deja de sonreír, me estás dando miedo. —balbucea Namjoon, asustado por la Sra. Kim.
—No puedo creer que tengas Omega a estas alturas y mi gesto se congeló. —La mujer da constantes palmadas a la mano de Namjoon, el padre de este se aclara la garganta, interrumpiendo.
—Sin ánimos de ofenderlo: su hijo es alguien bastante decidido en lo que quiere—califica viendo a Jin con discreción. El Omega sonríe, encogiéndose de hombros. Considera tierno que su suegro lo entienda—, así lo conduzca a una tontería por la edad. Ya esto pasó, estarlo gritando o a mí hijo no va a solucionar nada. —Comenta con voz gruesa y lenta.
—Mi hijo puede estar con… un…
El Sr. Kim no esconde su irritación hacia el Sr. Kim que tampoco oculta su molesta y decepción.
— ¿Un parte gigante? —Completa con deje fastidiado.
—Yo no tengo problema, solo… siento que es pronto—asegura la Sra. Kim y Jin sabe que es cierto. Su mamá está preocupada por él siendo tan joven con un Alpha, no por ningún rasgo específico de Namjoon—. Cierto que no tiene solución, pero…—Suspira, sin estar segura de que decir de esto.
「Puede que haya alguien más en el futuro. Es una decisión demasiado prematura. Aun es muy joven ¿Qué pasa si las cosas cambian?」
Su papá por otro lado...
「Mi único hijo no va a estar con un gigante. Va a matarlo」
—No me ha matado, sabe cómo controlarse y… Aish ¿Cómo se supone que se habla esto? —reclama Jin, irritado y Namjoon se muerde las mejillas, reclamándole a él:
—No sé. Tú fuiste el tonto que habló. Yo pensaba esperar.
—Me gusta que me aplaste ¿Cómo hacemos si me gusta esa casi matanza? —Jin golpea sus muslos, frustrado. Sus padres lo ven impresionado.
— ¡JIN! —chilla Namjoon, apenado.
— ¿¡QUÉ!? Es la verdad, me gusta y si lo creen un problema, es porque se nota que no-
—JIN, YA, NO HACE FALTA NINGÚN COMENTARIO ASÍ —interrumpe Namjoon, suponiendo que algo sobre la vida sexual de la pareja será expuesta—. T-tiene ligue, porque tener cachorros ahora es mala idea y yo no quiero, tampoco lo querrá él cuando sea un globo en este momento—Jin silba, eso es cierto. De momento, quiere su cuerpo bonito y uniforme sin una bola enorme en el abdomen—. Es muy apurado, lo entiendo, pero quiero mucho a Jin así que por favor dejen de ser tan obstinados con algo que ya no puede. Jin es mi Omega, no voy a conseguir a nadie mejor y aunque fue todo antes de tiempo, no lo hizo del todo intencional estaba siendo muy hormonal y perdió el control de sí mismo como yo pierdo el control de mi mismo.
Jin le da palmadas en el pecho—. Namjoon, respira.
—Ah, esto es tan adorable. Me encanta mi yerno. —La Sra. Kim suspira encantada.
—Si no lo vas a aceptar, me voy con él. Tienen espacio de sobra. —Advierte Jin a su padre.
EL Sr. Kim no tiene más que aceptar, con la condición de que no permitirá ningún acercamiento sexual en su casa. Por otro lado, la Sra. Kim invitó a Jin a casa cada vez que tuviera ese deseo, tienen espacio de sobra como bien dijo.
Padres en totales polos opuestos o bien, lo típico cuando uno de tus hijos es Omega y Alpha respectivamente
Jin solo puede decir que amó sus vacaciones, compartidas entre su casa y la de Namjoon.
Chapter 43: Abuso obvio
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Como persona que se detiene a admirar los detalles, pudo notar ciertos patrones que con el tiempo se veían más marcados de lo que es saludable para nadie, peor aun tomando en cuenta de que se habla de niños en desarrollo. Namjoon no podía evitar al pendiente de la ilusoria manada que tienen. El único que parece no tener una familia disfuncional, es Hoseok; Jungkook tan solo parece alguien cuyos parientes no reconocen que su hijo necesita un poco más de atención.
Sin embargo, Jimin, Yoongi y Taehyung son quienes se llevan el premio máximo. Hace falta estar diez minutos con ellos - tres en el caso de Taehyung-, para notar que va mal y no es culpa de ellos. Yoongi es el más discreto, Jimin el más probable a estar sufriendo un caso serio de domesticación y Taehyung...
Taehyung.
Es imposible entender que pasa por esa cabeza llena de púrpura.
— ¿Los dejaron aquí solos? —comenta Namjoon impresionado. Los encontró por casualidad en el Callejón Diagon. Yoongi asiente, metiendo libros en el bolso expansible.
—A mis padres no les gusta venir de compras, así que nos dan el dinero y nosotros venimos solos. —explica Yoongi sin interés. Jimin va viendo un libro de ocio que comprar con el dinero sobrante. Namjoon y Jin se ven entre ellos. Ambos fueron a comprar sus útiles escolares para el año escolar.
Donde vienen los TIMOs y Jin la preocupado, como cosa rara. No suele preocuparse por nada.
— ¡Yoongi! ¡Hay un libro de Criaturas Mágicas aquí! ¿¡Lo llevo para hablar con Jungkook después…!?
—Sisisi, lo haces genial, continua. —apura Yoongi y Jin no pudo aguantarse la risa, Yoongi ni siquiera codificó lo que dijo, lo escuchó, pero no prestó atención alguna.
Acostumbrado a que Jimin hable algunas bobadas que no tienen mayor importancia.
「Dijeron que no volverían a casa, podríamos llevar algunas otras cosas para pasar la tarde comoda antes de que lleguen por la mañana… Si es que llegan en la mañana ¿Carne? Siempre la carne es la mejor opción. Carne… helado, tal vez más dulces, quiero comer dulces… va a empezar con la estupidez de que está gordo y yo voy a perder la paciencia porque el gordo de los dos soy yo」
—Jin, respeta. —Namjoon lo manotea para que no toque a Yoongi. El niño observa de reojo y con mala cara a Jin. Este había hundido el dedo en la barriga de Yoongi, queriendo verificar si eso es cierto.
— ¡Ah! ¡Si está gordito! No creí que eso fuese posible, te ves demasiado flaco—Lleva las manos a sus mejillas, sorprendido. Yoongi hace una mueca—. No me lo tomes a mal. Eso es ¡Fenomenal! Eres adorable. No dejes de comer jamás ¿Entendiste? No vale la pena. Ama tu gordura: la barriga y cachetes te hacen adorable. Son parte de tu belleza. —Ladea la cabeza con una tierna sonrisa.
Namjoon suspira aliviado de que fuese esa clase de comentario los que llegaran. Jin es extraño. De vez en cuando superficial, mas no olvida que hay distintos tipos de belleza. Entre ellos no entra pasar hambre y hacer dieta. Yoongi arruga la cara, con aparente disgusto.
「Legeremante hijo de puta que no deja de meterse donde no le importa sal de aquí maldito lame huevos」
— ¡YAH! TE ESTOY ELOGIANDO NIÑO INGRATO DEJA DE DECIR TANTAS MALAS PALABRAS QUE YO NO ESTOYINSULTANDOATU-
—Vale ¿Quieren helado? Vamos por helado, vamos, vamos, vamos.
Namjoon tuvo que cubrirle la boca para que no siguiera con el griterío. Jimin compró otro par de libros y va de a saltos con ellos. Más feliz de lo usual –es decir, estando con Jungkook-, y Namjoon se preguntaba qué pasa por su mente. Jin ladea la cabeza, fijo en Jimin.
「Este año seguro que Jungkook tendrá más confianza porque ya hemos hablado. Espero que lo haga. Ya no tengo que ser tan cuidadoso en Hogwarts ¿Por qué nadie enseña ese hechizo antes? El Sr. Min no me regañaría tanto… Aunque si no lo hace, no me presta tanta atención. Umm. No sé qué hacer. Al menos no serían」
「¿Qué parte de que dejes de hacer esta mierda no entiendes? Puto imbécil, deja de leer los pensamientos de la gente o te voy a hacer vomitar」
Jin arruga la cara, desviando la mirada hacia Yoongi que levanta el dedo medio hacia él. Jimin palmea a Yoongi en el hombro, regañándolo—. No seas grosero.
—Me voy con mi hijo qué sí me quiere y no me insulta, tu reprende al boca sucia. —dice Jin ofendido. Namjoon parpadea, confundido por lo que sea que haya pasado. Yoongi saca la varita y de no ser por el Ravenclaw, el Slytherin habría hechizado al Gryffindor que va hasta el mostrador a comprar helados.
—No entiendo que pasó. —dice Namjoon rascándose la sien.
— ¿Cómo lo aguantas? No entiende lo que es la puta privacidad—Sabe que Yoongi es grosero, suele ser poco conocido por lo poco que habla, pero estando en el entorno de Jimin es evidente—. Es odioso.
—Aun trabajamos en eso, pero es casi inevitable, hasta el punto en que se atormenta en lugares públicos—explica Namjoon y Yoongi hace una mueca, atormentado de solo pensarlo—. No se fija con la intención de ser chismoso, sino buscar un punto de “normalidad” en lugar del escándalo.
— ¿Barullo?
—Lo que oyes ¿Te irrita? —Yoongi asiente—. Lo escucha el triple o cuatro veces más, se mezcla el sonido de ambiente con el de los pensamientos. Es el problema de ser un legeremante de nacimiento. —Yoongi chasquea la lengua, irritado de todos modos.
—Eso no le da derecho a fijarse.
— ¿Algo que esconder? —Interroga Namjoon con deje pícaro. Por lo general a quienes no les gusta tienen un secreto o dos que puede quedar en evidencia. Yoongi bufa, mira a Jimin y Jin aun en el mostrador eligiendo que de todo comprar.
—No. Es mi mente. Lo quiero lejos. Ni siquiera mi papá hace eso, tiene una maña por saberlo todo.
—Ah, eso es… Bueno. Es tu-
—Sobre todo de Jimin. Adora fastidiarlo.
Namjoon se muerde la lengua. No esperó ese dato. Creyó que la atención estaría en Yoongi que es el hijo biológico, no Jimin que es como un amigo cercano que pasa demasiado tiempo allá… ¿O vive allá? En algún momento lo mencionaron. O es solo idea suya. Yoongi mira por la ventana a su lado, esperando que llegue su postre. Solo por eso se dejó arrastrar.
— ¿Fastidiarlo cómo? —pregunta Namjoon, cauteloso.
—Decirle que está gordo, encerrarlo un día o dos en la habitación como castigo. Es un imbécil al que tiraría a la mierda de no ser porque soy menor de edad. —Namjoon muerde sus mejillas, ladea la cabeza, busca la mirada de Yoongi.
— ¿Y a ti?
—Solo me grita, igual que mamá. Nada importante. Soy consciente de que no les importo, solo para casarme con alguien y que hubieran prefiero que fuese un Alpha—Yoongi encoge los hombros—. Yo también lo preferiría.
—Suena a que no los quieres.
—No los quiero. Ellos tampoco. Por eso tengo a Jimin. Él es mi familia y estoy bien con eso.
Asiente sorprendido de la declaración. Sabe que las familias de Sangre Puras son particulares. La suya lo es por parte de madre, más no creyó que pudiera existir semejante desapego. Por otro lado, teme que esté sucediendo algo con uno de estos Omegas.
Lo alivia que Yoongi no sea victima de un abuso grave.
El problema en esto es Jimin.
Jin no ha dicho nada importante. Asume que además de esos castigos, no pasa nada más. Si no, va a entrar en colapso por opciones para solucionarlo.
—Compré este para los dos ¿Qué te parece? —pregunta Jimin hacia Yoongi, mostrando el helado.
—Está bien. —responde Yoongi, arrimándose para que tenga espacio.
—Awww… que tierno lo tranquilo que te pones con Jimin—comenta Jin sintiendo ternura por la paz que ataca a Yoongi cada vez que está con Jimin—. Ojalá-
「¿Vas a seguir maldito hijo de puta? Cuanta mierda necesito lanzarte para que salgas de mí puta mente. Es mía, anda a intentar penetrar a otro, es de la única forma que tienes, prefieres que Namjoon te rompa el-」
— ¡NAMJOON! ¡ES HORRIBLE! ¡REGAÑALO O ALGO! —exige Jin, apuntando a Yoongi con el dedo.
—Jin, deja de ser tan chismoso. Come tu helado, enfócate en mi silencio, nada más. —recomienda Namjoon.
Yoongi ríe satisfecho, comiendo de la cucharada que Jimin le da, en tanto que Jin restriega parte de su helado en la nariz de Namjoon. Por traidor.
Chapter 44: Rugido de Águila
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Para alivio de Namjoon, Jin no quiere adoptar este año, dándose cuenta de que tienen crías adoptivas suficientes para esta vida y la siguiente; sin sumar los TIMOs que les esperan cerca de fin de año y cuya calificación tendrían en vacaciones. Ni siquiera a final de año, solo una incertidumbre cruel.
En general, están más estresados por los estudios, incluido él que debe hacer TIMO de cada materia que ve. Jin necesita mucha ayuda en Transformaciones y todo Gryffindor recurre a Namjoon para tutorías. Están sobre explotados y Namjoon empieza a tener dolores de cabeza por tanto usar el giratiempo.
Lo ha usado alrededor de dieciocho veces en un día y puede verse un él por todo Hogwarts. Sería cómico de no ser porque genera un gasto de energía mayor. Jin tampoco quiere sobrecargarlo. Para peor, está que se van a realizar unos bailes por un par de eclipses que habrá en el año escolar. Primero uno solar, donde el sol quedaría escondido por la luna y luego uno lunar, donde el sol cubriría la luna y se quedarían sin ojos si intentan verlo.
—En realidad es peligroso. Supongo que hacen esto para disimular el efecto que va a causarnos el eclipse. —murmura Namjoon en lugar de estar pendiente de lo que Jin se prueba para usar en dicha fiesta. El punto por el que se supone que está en Gryffindor, dejando a los ocupantes de habitación fuera.
— ¿Qué efecto tiene el eclipse? —pregunta Jin, atento en su ropa y no en Jin—. Aparte de poner como loco a Jungkook. Ese pobre niño necesita aprender lo que es ser Alpha. Jimin va a llevar más rienda que un cochero. —Da medio giro para lucir la túnica de gana ligeramente vaporosa.
—Dependiendo del eclipse y el astro, va a reducir un tipo de magia: sin el sol, la luz se debilita; sin luna, la oscuridad ve debilita. —Jin detiene lo que hace y se lo queda mirando con reproche.
— ¿Dónde quedan los magos grises en eso? —Jin pone las manos en su cadera. Namjoon encoge de hombros.
—Ni siquiera se sabe que existimos, así que no hay un registro. Puede ser debilidad en ambas oportunidades o resistencia. Tal vez solo no podemos hacer hechizos específicos—Jin hace puchero, quisiera que fuese así. Tiene la impresión de que va a sentirse fatal cuando estos eclipses lleguen—. No te alejes mucho ¿Sí? Eres luz pura, va a hacerte débil antes de que ocurra.
—Que paranoico eres, pero lindo al preocuparte por mí. —Jin lanza un beso coqueto. Namjoon ríe, baja la cabeza con cierta vergüenza.
—Es en serio. Ten cuidado con eso.
Jin obviamente no va a tener cuidado, no creyó que hiciera falta.
Unos días antes de que se hiciera el afamado baile, decide ir a Hogsmeade. Quiere comprarse unos nuevos pendientes en la joyería de Hogsmeade. Tiene prendas encantadas, pensó en comprarse un anillo con forma de Occamy, pero tras meditarlo, se dio cuenta que le luce más el de pavo real. Toma unas curvas enormes y hermosas para simular la cola.
—Ahora perdí una apuesta. —suspira la encargada de la tienda.
「Ojalá no le hubiera dicho de que estaba esa caja con anillos encantados, ahora tendría quince galeones más y cero problemas para sobrevivir a fin de mes」
— ¿Qué perdiste? —pregunta Jin, da paga de más, sintiéndose un poco mal por eso.
—El dueño de la tienda me dijo que ese anillo lo escogería un Omega, porque era imposible que un Alpha quisiera una decoración de un animal tan inútil.
Jin arruga las cejas, ofendido—. Es magnificente.
—Lo sé, pero ya sabes…—suspira la Beta—. Cree que los Omegas son inútiles y hechos para ser bonitos y que por eso parecen simples pavorreales. Muestran sus plumas nada más.
—Son distracciones. Así aturden enemigos y hasta se defienden. Quizá no sean fuertes, pero no son tontos.
—Un poco a favor, se lo diré—Agrega en una sonrisa agradecida— ¿Eres de Hogwarts de casualidad? —asiente—. Sostén esto un momento por favor—Toma la caja de color rojo y dorado: no hizo nada, puede percibir magia de esta, pero renuente a dejarse mirar por él—. Vale, supongo que seguiré con la duda… Vuelve pronto, tendremos un cargamento de solitarios de pareja. Si tu pareja tiene perforación, seguro que le quedara bien—. Jin se despide y por el camino ve su nuevo anillo. Algunos sitios tienen piedras verdes y amarillas.
¿Debería decirle a Namjoon que usen pendientes de pareja? Considerando que el uniforme es horrible y no puede hacer mucho, sería un buen-
— ¿Qué le pasa?
Dio un chillido sosteniéndose la cabeza con una mano. Tambalea y se va de lado ¿Por qué de repente todo se escucha tan fuerte? El volumen aumenta y vuelve a gritar, esta vez asustado y dolorido. Cubre sus oídos, poco sirve para el escándalo. Como si incluso la gente más lejana estuviera gritando en su cabeza y por tanto, él siendo receptor de esos aullidos.
Su magia sufre un repentino bajón, se acurruca en el suelo, incapaz de moverse y con la cabeza a poco de reventarle por el dolor. Solloza fuerte, pide ayuda a que todos se callen, pero contrario a recibir atención en su auxilio: la gente lo mira, muchos se ríen por la forma patética en que se ve en el suelo, llorando. Los escucha, como si fuesen un solo pensamiento y no el de al menos treinta personas que se conglomeran.
「Es un Omega bonito Que asco con su nariz Se ve fatal que asco de verdad que es un asco de que mierda vale un Omega de esta clase ¿se volvió loco? ¿Deberíamos ver si sirve de algo? No puedo sentir su magia Parece un Squib Para mí es lo suficientemente bonito pero hay mucha gente viendo Tal vez pueda quitarle el anillo si lo ayudo a levantarse se nota que es costoso Lo vi saliendo de la tienda y ahí todo es costoso tal vez tenga más dinero encima si tiene tanto dinero como para comprarse eso sus padres deben ser importantes y estar dispuestos a…」
—Cállense, por favor cállense. —ruega entre gimoteos. De un tirón es puesto de pie y el abrigo se le desliza por los hombros, así como parte de la camisa holgada debajo. Gimotea más fuerte, alterado y sin saber qué hacer para callarlos—. ¡CÁLLENSE! ¡YA CÁLLENSE!
—Se volvió loco.
—Tal vez sí-
Un ruido atronador los interrumpe, ocasiona más gritos. Jin se acurruca en el suelo, con el rostro contra la nieve, cabeza caliente por la sangre acumulada en la presión y adrenalina. Algo se coloca encima suyo, Jin alza la cabeza lentamente, sintiendo demasiado pelo como para ser una buena señal. El animal retrocede, choca su rostro plano contra Jin, logrando levantarlo de a poco.
— ¡UN LEÓN!
— ¿¡LEÓN!?
— ¡¿DE DÓNDE…?!
Ruge de nuevo, con su melena hinchada y voluminosa. De un movimiento brusco sube a Jin por su cabeza y que se deslice a su lomo. Por cobardía y prefiriendo irse con el animal antes que seguir en se escándalo, se acomoda y aferra a este.
Salen de Hogsmeade, se internan en el bosque que hay de camino al pequeño pueblo. Jin aprieta demasiado. El león se detiene, se sacude, queriendo que se baje de encima. Ruge incómodo y gira violento. Jin acaba por caer al suelo.
—Ay… Ay…—Jin solloza aun aturdido.
— ¡¿Qué te dije?! ¡Te dije que tuvieras cuidado! ¡Si no venía iban a robarte y quien sabe que más!
—E-eres- T-tú-
— ¡No me desvíes el tema! —Advierte Namjoon furibundo. Jin apenas entiende de donde apareció—. ¡Si querías salir debiste decirme que lo harías! ¡Es en unos días el eclipse! ¡Tuviste un bajón en tu magia y pudo ser mucho peor!
— ¡Eres un Animago y no me dijiste nada!
Namjoon en pura frustración por el detalle banal vuelve a cambiar de forma y le ruge en la cara, con tanta fuerza que gotas de baba le caen a Jin, el cabello se le remueve en brisa y él aprieta los ojos. El Alpha gira cerca del Omega, frustrado y con las fauces entre abiertas. Jin gimotea, Namjoon se acerca.
Jin lo abraza, lo aprieta, acurruca el rostro lloroso en la extraña melena que no es totalmente pelo.
—Tuve mucho miedo…—admite Jin, ofuscado.
Namjoon se las ingenia para abrazarlo con sus dos patas, irse hacia atrás y quedar con Jin en su panza. Gorgotea, lamiendo el rostro lloroso y así que se calme.
Lo regañaría luego, por ahora esperar que entre en calma del silencio después del ensordecimiento.
Chapter 45: Plumas engañosas
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El eclipse pasó. Jin se sintió horrible, pero al menos Namjoon logró que no estuviera llorando o sufriendo todo el tiempo por escándalo o no sentir su magia. Los magos al verse privados de esta su magia, mueren. Es parte de su ser. Que baje hasta ser casi inexistente es como estarse desangrando.
Jin sintió que se desangraba.
Jungkook también sintió que iba a morir.
Pudieron resistirlo gracias a sus respectivos acompañantes.
El baile en vísperas navideñas ocasiona que deban volver a casa. Jin seguía sintiendo modorra por el eclipse. Razón por la que fue a la casa de Namjoon. La Sra. Kim lo aprobó, el Sr. Kim no tanto, lo típico en la familia Kim.
— ¿Crees que parezco un zorro?
—La verdad… Sí. Muchísimo.
— ¿Por qué?
—Eres tierno, pequeño, astuto y engañoso cuando hace falta. Eres como un zorro. —opina Namjoon sin dejar de escribir las tareas que le dejaron para vacaciones. Jin hace puchero.
—Yo ya no me siento un zorro—murmura Jin con tristeza, estirado en la cama viendo al techo. Namjoon gira hacia él—. Desde lo de Hogsmeade, no me siento un zorro.
—No entiendo qué tiene que ver lo que paso en Hogsmeade, fue efecto del eclipse, un poco tu culpa por no hacer caso a mi advertencia—añade Namjoon y Jin rueda los ojos—, pero más que todo del eclipse.
—Es que—exhala frustrado—. Los zorros son depredadores y yo no soy un luchador. Este bello rostro se dañaría si yo peleara y me rehúso a hacerlo.
— ¿Entonces? Nunca se puede estar totalmente fuera de combates. No siendo mago ¿Qué aspiras hacer después de graduarte? —pregunta Namjoon. Sabe que lo hablaron, pero a juzgar por el cambio de animal, quizá haya un cambio de carrera.
—Lo que sea que no implique pelear o estar sentado todo el día en una oficina del ministerio. Tal vez ser profesor. Enseñar tal vez se me dé bien… ¡O aprender medimagia! —Namjoon alza una ceja ¿Quién mejor que él para sacarlo de la burbuja de felicidad inexistente?
Nadie.
—Necesitas cursar por otros tres años para ser medimago. Es un oficio muy delicado. Creo en ser profesor, pero ¿Médico? No creo que tengas suficiente paciencia para eso. Es más sencillo que consigas un trabajo cualquiera como político en el ministerio.
Jin resopla, un poco herido.
—Me subestimas.
—Te conozco lo suficiente. Es una carrera muy complicada de conseguir te va a frustrar.
—Aish…
—Además, no te gusta la sangre. Que vas a hacer con eso.
— ¿Qué tal abogado?
—Si no es una novela al mejor estilo Bovary, te duermes leyendo. Dudo que puedas ser abogado. Hey, hay muchas otras posibilidades acordes a tus gustos… ¿Por qué hablamos de esto con lo del zorro? —Cae en cuenta del cambio de tema. Jin se levanta de la cama, da un par de pasos vacilantes viendo los muros.
Hay una enorme foto de él y Namjoon juntos. De la navidad pasada. Ladea la cabeza, pensativo.
—Puedo ser segundo al mando si tu te vuelves ministro.
—Ya te dije que eso no va a suceder… Y eso es muy típico de un-
Un ruido extraño, como un aleteo llama su atención. Al girarse entreabre la boca. Hay un pavorreal en su cuarto. Agita las alas. Plumaje pálido, en lugar del típico turquesa y azul, es una mezcla perfecta y equilibrada de rosas. Namjoon se acerca y el ave vuelve a agitar las alas, con la cola recogida y ondeante.
— ¿Jin? —murmura Namjoon. Hace un suave mimo a la cabeza, consigue el ave cante y sacuda el collar que el adolescente tenía puesto. Es él. Namjoon toma asiento en el suelo frente a él—. ¿Por esto decías que no te sentías como un zorro? —Pulula, echado en el suelo, con su largo cuello curveado y recibiendo los toscos cariños—. ¿Tanto te afectó?
Asume que sí, la experiencia fue horrible, pero no lo suficientemente traumática como para hacer que la forma animaga cambiara. Debe pasar lo mismo con el Patronus. Cuando hay cambios violentos en la psique de una persona, ocurre esta clase de mutación; la persona no es la misma, por tanto, no puede manifestarse con el mismo animal, ya no es esa criatura.
Sino una adecuada a su estado mental. En el caso de Jin, se sentía tan vulnerable e incapaz de pelear que ni siquiera se ajustaba al pequeño zorro Fennec de múltiples colas. Se considera alguien bonito, inofensivo y señorial por su posición social.
Se considera a sí mismo un elegante pavorreal.
Que puede huir por distraer con su hermoso plumaje.
—Lo bueno… Es que ahora puedes volar—Es lo único que Namjoon atina a decir—. Y tienes buenas plumas. Nadie podría confundirte con otro pavorreal jamás. El más bonito y de chicle. —Jin se sintió tan elogiado que hizo levantar las plumas de su cola.
Namjoon da un chillido y en tanto que Jin gira en sí mismo, más desastre hace en el cuarto. Estando quieto, Namjoon toca el perfecto arco de plumaje brillante. Es filoso. De alguna manera imposible es filosa y no quisiera entender cómo es que ahora tiene la cama y la pared dividida en dos.
—Vaya, no pensé que fuesen así de intensos. —silba el Sr. Kim. Namjoon enrojece y Jin lleva una mano a su mejilla, habiendo cambiado de forma para no hacer más destrozos.
— ¡NO ES ESO!
—Es peor—suspira Jin, dramático—. Literalmente rompió el colchón, el relleno y cuarteo el piso.
—Ay, eso no es nada—niega la Sra. Kim apareciendo tras su marido—. Una vez caímos del segundo piso hasta el sótano, si no me agarraba, hubiera muerto con los escombros… ¡O esa vez cuando nos casamos!
— ¡NO QUIERO SABER!
— ¡YO SÍ QUIERO!
— ¡JIN!
—Adoro a mí yerno ¿No es adorable? —Cuestiona al Sr. Kim. Este ladea la cabeza con expresión tensa ¿Cómo su hijo acabó enamorado de alguien así? Es una belleza, pero tiene momentos que lo hacen dudar de la estabilidad mental de su hijo.
— ¡YA! ¡SUFICIENTE! —Namjoon cubre la boca de Jin, salió más un rugido que palabras. Sus padres se ven entre ellos y Jin se echa aire.
—Arregla la pared antes de ponerte en esas, macho Alpha. —bromea Jin. Namjoon se deja caer de lado en su cama rota, rompiéndola aún más.
¿Por qué siempre que Jin y sus padres hacen contacto con el mismo aire se vuelve así? Es incómodo y lo avergüenza. Quiere que la tierra se lo trague. Su madre siguió contándole a Jin sobre sus “desgracias” en actos o intento de estos consecuencia de la “torpeza” del padre de Namjoon. Historias cómicas, pero Namjoon no quiere ni necesita saber que cuando sus padres van a hacer sus cosas –descrito como: el día en que Namjoon empezó a hornearse-, acabaron rompiendo la pared del baño del hotel, causando que una pareja los viera.
No lo necesita.
┈
—Jin es tan rarito a veces.
— ¿Por qué lo dices?
—Porque ahora parece un pájaro agonizando cuando se asusta y juro que le vi plumas en los pómulos. —farfulla Hoseok atando las protecciones para ir a jugar. Namjoon se muerde las mejillas.
—Sí, bueno, él es así.
—Todos son raros. Me siento normal, en el mundo Muggle: soy el raro. No sé cómo sentirme. —comenta Hoseok.
—En este caso, si le preguntas a Jin te dirá: afortunado por estar frente a un príncipe como yo. —arremeda.
—Uff, seguro que sí. —carcajea divertido y toma la escoba. Namjoon aprieta los ojos y la nariz, encuentra tierna la risa de Hoseok.
Aunque dentro de unos minutos lo va a mandar a la enfermería por tumbarlo de su escoba accidentalmente.
Cosa que el príncipe le haría escándalo.
Chapter 46: Ideas vagas
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— ¿Qué pensarías si te digo que quiero tener una vida Muggle también?
Jin rompe su pergamino, la pluma se le fue y rasgó el papel. Arruga la expresión, disgustado por la sola mención de la vida Muggle en sí. El Alpha espera una respuesta que no sea tirar el papel a la basura con mala cara. Jin chasquea la lengua, saca más pergamino de su bolso e ignora a Namjoon.
Es muy tarde por la noche para hablar de esas cosas. Es más oportuno enunciar palabra de lo que les atañe tan tarde: estudiar para los TIMO. Les dieron permiso de saltarse el toque de queda si es para estudiar.
Además de que todo el personal docente y obrero de Hogwarts confía en Namjoon, quien tomaría responsabilidad de Jin si hace alguna estupidez.
—Hey, respóndeme.
—No quiero hablar de eso. —Responde Jin cortante. Namjoon muerde sus labios, arrima la silla más cerca y se inclina en la mesa.
—No te digo que sea una… Mudanza total. Solo ser partícipe de ese mundo también.
— ¿Para qué? —recrmina Jin, violento e irritado—. No podría usar magia, no podría hablar de lo que quiero, ni siquiera los entiendo o conozco a nadie así. Es muy ridículo. —reprende. Es la primera vez en mucho tiempo donde Jin luce imponente y Namjoon cohibido.
—Porque también te perderías de muchas cosas que tienen ellos. Hoseok me ha dicho mucho-
—Hoseok no se va a quedar con los muggles después. Con el tiempo va a olvidarse de ellos. —Jin sacude la mano con desinterés, habiendo escrito el encabezado de su tarea. Una que sirve como diagnostico a ver qué tal están en sus estudios para las pruebas tan decisivas en sus vidas.
—Su hermana y padres son muggles. —Le recuerda, impresionado.
— ¿Y eso que? Somos su manada, importamos más que la familia. Además… la magia ¿Cómo se abandona la magia? Es imposible. Es muy tonto creer que un lazo sanguíneo va a importar más.
La forma tajante en que asume el destino de otro es fría. Sobre todo por como desestima el lazo afectuoso entre Hoseok y sus parientes. Namjoon da por hecho que Hoseok jamás se podría olvidar de su hermana. Hacerla a un lado es lo que menos sucedería. Lo que más ha hecho en todo este tiempo, es recolectar cualquier cosa que pueda servir como una muestra del mundo mágico.
Siendo él muggleborn por el azar y ella Muggle sin más.
Resulta muy triste.
—No hay que cortarnos la nariz. Negar que compartimos espacio con ellos es tonto.
—Soy muy tonto. —concluye Jin.
—No lo suficiente para no entender lo que te estoy diciendo. Escucha… Quisiera descubrir un poco más de ellos. Demostrar tantas cosas que están mal, pero no se notan por pensamientos así. —Le da un toque en la sien. Jin aprieta la pluma en sus dedos y la pone en la mesa. Cruza los brazos, enfurruñado.
—Si quieres hacerlo, hazlo solo. Yo no voy a ir. —Namjoon hace una mueca.
— ¿Aun si eso te mata? Estamos enlazados.
—Nos moriremos por la distancia, pero no quiero ir allí. Jamás. No tiene sentido.
—Que dramático eres… No es una separación total. Sería vivir en un lugar muggles, pero seguir siendo de la comunidad música. Una coexistencia.
Jin bufa, rodando los ojos—. ¿Para qué?
—Adoptar un perro, ir a ver películas, usar eso que es el internet. Yo que sé. Descubrir un poco respecto. Estancarse en lo que ya sabemos es… Aburrido, limitante, quiero ver más del mundo y conseguir que tal vez con el tiempo, pueda haber-
—No sucederá. Ríndete.
Namjoon vuelve a su sitio, desanimado por esa negación tan brusca. Ni siquiera lo consideró. Namjoon por su lado sigue pensando en las tantas cosas que Hoseok ha hablado de su mundo. Cosas que bien son banales para él, pero para un mago son tan ajenas que rozan lo ridículo.
Como los tontos que ni siquiera pueden disimular bien al subirse al metro.
—Y si fuese… Para ayudar a otros Omegas—Jin para su escritura—. Hoseok me dijo que no hay ligues. No tienen forma biológica de hacerlo sin lastimar a los niños. A los trece años ya hay celo y por eso se violan a tantos niños ¿No quisiera ayudar con eso?
— ¡No vengas con ese truco sucio para convencerme! —Advierte Jin, apuntando con su pluma. Namjoon alza las manos con una sonrisa de aire victorioso. Ya captó su atención—. N-no me interesa.
—Claro que sí. De no ser así, no estarías preocupado por tantos otros Omegas aquí. No conoces a ninguno y aun así lo haces—Namjoon busca la mirada de Jin—. Si estuviéramos cerca de un centro muy concurrido, podríamos hacerlo. Ayudar y ver al mismo tiempo. Sé que la idea te fascina.
—N-no.
—Sería como tener muchos hijos adoptivos.
— ¡Yo…!
—En el entretiempo que buscamos de tener los propios. Una buena práctica ¿Qué te parece?
— ¡Eres un odioso! —Jin le da golpes en el brazo, totalmente ofuscado de que pudiera crearle una mínima posibilidad. Debería ser imposible, pero no, Namjoon tocó sus fibras más sensibles para atraerlo.
Maldito tramposo.
—Es solo una idea. Aun no estoy seguro de qué voy a hacer con mi vida… Lo único cierto es que ya conseguí que te gustara la idea y con eso me basta. Buenas noches, amor. —celebra Namjoon, le da un beso en la mejilla, toma sus cosas y se da a la fuga antes de que Jin refute lo que hicieron.
Jin se limita a golpear su cabeza contra el mesón.
— ¡ME DIJISTE AMOR Y AUN CON ESO NO TE…! Momento ¿Me dijo amor? ¡ME DIJO AMOR! —Levanta los brazos en gesto triunfante.
┈
—Estoy… Muuuuuuuuueeeeeeeerrrrrrrrrrrtooooooo
—N-necesito comer… y beber… y dormir por dos semanas…
— ¡Yoongi! ¡Se están muriendo! ¿¡Que hacemos!? —balbucea Jimin, angustiado.
—Deja a Jin morir, ayúdame a llevar a Namjoon a la cocina. —indica Yoongi.
— ¡CLARO QUE NO! ¡JUNGKOOK! ¡AYUDAME!
—A-ahora tengo miedo de los TIMO. —balbucea Hoseok.
—Según mis padres, meten dementores a escondidas, así van consumiendo lentamente las energías y dejan así a los estudiantes. La vida se siente como un dementor intentando darte un beso—comenta Taehyung andando de a saltos—. Namjoon está peor por haber tenido que presentar cuatro seguidos. Los opcionales son el mismo día .
—Lo peor… es que había un tipo queriendo pretender que era más bello que yo, todo por su cabello largo. Maldito petulante. Nadie puede superar este rostro. —dice Jin, que va arrastrado. No puede recordar del todo su cara, solo su melena tan larga y bonita.
—Y-yo no quiero hacer nada en unos cuantos días. —Namjoon quiere vomitar. Tanto gira tiempo le hace sentir que no ha dormido una mierda y ha comido alrededor de ochenta veces.
—Esto es grave.
—Ta-tal vez Una terapia de abrazos funcione. Digo… Eso hacen los Demiguise. —comenta Jungkook.
Namjoon y Jin tienen que admitir que tener abrazos de Jimin y Hoseok respectivamente les trajo calma tras el infierno que fueron los TIMO. No se imaginan como sería presentar los EXTASIS, pero al menos tienen el apoyo y cuidado de los niños que adoptaron desde su primer año.
Chapter 47: Repeticiones tormentosas
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Su quinto año fue bastante tranquilo, al menos en comparación al cuarto año de sus cachorros mayores y el menor de tercer año. Para empezar, resulta que todos ahí tienen un amor entre ellos. Hoseok por Yoongi, Jimin por Jungkook –nada que lo sorprenda en realidad-, y con amor se refiere hasta ir al extremo de tener relaciones sexuales.
Cosa que, de ser por él en su caso con Jin, lo habría retardado más. Mucho más ¿Es su culpa que sean todos unos precoces? Sobre todo Jungkook. Irónicamente, el más retrasado en el tema es Taehyung. Es irónico porque ¿Cómo es posible que nadie lo quiera de compañero? Taehyung tiene un rostro demasiado bonito, su actitud puede ser extraña así como sus comentarios, pero lo agradable fuera de eso no se lo quita nadie.
Es una persona muy dulce.
Hogwarts es ciego cuando quiere.
Pasaron navidad en el colegio, se enteraron de algún que otro trapo sucio en cuanto a la familia Min y en líneas generales, Namjoon y Jin no tuvieron mucha participación o problema en ese año. Al menos nada más allá de esmerarse en dirigir a los Alphas y Omegas recién juntados para que no se lastimaran por accidente.
Mamá Jin al rescate. Sin mencionar que dio alguna que otra mala lección que Namjoon tuvo que arreglar. Principalmente a Jungkook. Lo recapitula mucho en este fin de año escolar, donde hubo más hormonas de las normales. En noticias más preocupantes… Tiene demasiadas lagunas mentales.
Demasiadas.
Su memoria eidética lo impide olvidar. Recuerda hasta el cabello levantado de Jin por haber estado jugando a frotar un globo. También como lo acomodó tras su oreja por no haberlo cortado. Esa clase de tonterías están, pero algo falta.
¿Qué es? ¿Lo atacaron y no se ha dado cuenta? Tras leer muchos libros al respecto, llega a la misma conclusión aun sin leerlos: alguien está tomando sus recuerdos o borrando su memoria. O ambas. La pregunta se alarga ¿Qué puede querer alguien de sus memorias? Es un estudiante más. Secretos de Estado, familia o nada tiene para ofrecer.
Es extraño.
— ¿El gira tiempo? Tal vez solo lo usé demasiado y por eso tengo lapsus de tiempo sin nada, porque desaparecí… No. Esos días no lo use, no lo necesitaba. —Reprende Namjoon en voz baja guardando los libros tal como le pidieron que hiciera. Da un suspiro.
Esto es horrible. Es frustrante. Ya entiende que es lo que siente Jin al no poder leer la mente de una persona. Este año no ha usado tanto el artefacto en comparación al año pasado.
Al pasar por la sección de adivinación tiene un vago recuerdo de San. El extraño profesor que se fue hace ya tres años. Se pregunta como estará… O si está vivo. Después de leer el periódico, no sabe que pensar.
「Adivino San Choi lleva meses desaparecido, se dice que es consecuencia de magos oscuros, quienes tomaron el asunto en sus manos cuando este no quiso prestar sus servicios mágicos. Fue profesor de Hogwarts en la cátedra de Adivinación(…)」
Una foto donde luce deprimido y joven, muy viejas en comparación a la noticia. Saca un libro sobre la lectura de bola de cristal y lo guarda en su bolso. Antes de tomar otro –como mecanismo de auto tortura-, tiene un mareo, uno tan fuerte que lo obliga a descender y hacerse un pequeño ovillo en el suelo.
La cabeza le duele.
El mismo tirón.
Gimotea angustiado, toma su cabeza.
—Está bien. Deja que fluya… Deja que fluya.
Por la hora, está prohibido que alumnos ronden la biblioteca, excepto él que tiene permiso por la directora. Debido a la necesidad de comprimirse a sí mismo abraza a quien lo había acariciado del cabello. Lo aprieta, con ansia de resistir a ese tirón.
—Déjalo fluir. —El susurro le provoca un escalofrío y se hizo totalmente oscuro.
No hay nada.
Sabe que dijo algo, mas no recuerda nada de lo que dijo. Ojalá San estuviera aquí, podía ser un odioso que deja todo en manos del destino, no obstante, podía ser una ayuda que no tiene. Pues es él quien ayuda a todos los demás.
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— ¿De nuevo?
—Sí. Parece que se hace más constante con el tiempo. —Namjoon bufa, Jin le hace pequeños mimos en la cabeza. La sensación es familiar.
—Que extraño, tienes muchas protecciones… ¿Qué tal si usas la que Jimin nos regaló en navidad? Tal vez haga una diferencia y nunca está de más intentarlo—Namjoon asiente con la cabeza, pues hay que agotar todas las opciones primero que todo—. No querrás pasar así de mal nuestro último año en Hogwarts ¿Cierto? Hay que vivirlo al máximo.
—Adrenalina pura tener que presentar EXTASIS. Estoy a poco de considerar el repetir año solo para huir de ellos. —bromea Namjoon. Los TIMO’s casi le provocan una crisis nerviosa y los EXTASIS no serían mejores. Está francamente asustado.
—Que dramático que eres. Se supone que ese es mi trabajo así que no me lo robes. —Jin cierra un ojo con disgusto—. Además, tenemos que ayudar a los demás con sus TIMO. Para eso debes estar aquí. Nuestras crías te necesi-
—Yo necesito ayuda. Es extraño y tengo la sensación que no debo pasar por alto lo que pasa, que es importante.
Jin guarda silencio, Namjoon es preocupado por todo y halla una solución rápida gracias a eso. Si aún no la tiene, es porque debe ser grave. Sin mencionar que es angustiante. No recordar un periodo de tiempo a lo largo de todo el año ¿Por qué?
—Tal vez mi mamá pueda ayudarte. Se le da bien la magia de la memoria. Seguro que te ayuda un poco. —Namjoon se acurruca más en Jin que sonríe amplio, a gusto por tenerlo encima suyo dormitando así sea a mitad del pasillo.
—Jungkook me preguntó cómo subí de curso ¿Crees que…?
—Oh ¿Para graduarse con Jimin? Seguro que sí. No lo dudes.
—Ya aprendiste a leerme el pensamiento.
—De la forma más rustica posible.
—Peor es nada.
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—Ya, encerrarme todas las vacaciones seguro que es muy útil.
—Hay que intentar, no te había sucedido esto antes ¿No es así? —dice la Sra. Kim con deje nervioso por la dolencia de su hijo—. La madre de Jin… Lo que dijo-
—No quiere decir nada.
Había hecho tal como Jin dijo y la Sra. Kim halló un par de respuestas posibles al problema: tiene alguna deficiencia mágica que está borrando sus memorias… O alguien demasiado experimentados las quitó.
Porque efectivamente, no están. Es un espacio en blanco entre todo ese color que es el conocimiento de Namjoon. Luce tan natural que es imposible creer que alguien lo hizo, pero no lo quita del todo a las posibilidades.
Obviamente los padres de Namjoon se alarmaron, considerando que una persona pudiera estar manipulando a su hijo algún fin desconocido. Hay un ambiente tenso en el mundo mágico ¿Qué mejor que tomar a un mago gris? Sobre todo cuando es tan destacado en sus estudios y el Ministerio lo saca a colación cada dos por tres.
Hay una amenaza, eso está claro.
— ¿Y esto?
—Estaba donde el profesor Jihoon desapareció.
—Es muy bonita… podría usarla para escribir. —Comenta su madre por la pluma púrpura.
—No. Es mía. Adiós, adiós. —Tras sacarla de cuarto, Namjoon deja la pluma en su sitio, la ve y luego a una pequeña retahíla de dibujos pegados a la pared.
Se los hizo Jungkook, un pequeño favor.
Un Kelpie bajo el agua; un basilisco plateado en lo que parece un corredor oscuro y lleno de estatuas; un pavorreal de plumaje rosa y cola fluida como agua; un Occamy dentro saliendo de un baúl; un grifo negro y finalmente un dragón de melena parecida a la de un Zouwu.
Que por qué pidió eso específicamente… No sabe cómo responder, solo sucedió. Lo pidió y a los pocos días, Jungkook lo estregó. La lechuza de la familia llega para entregarle el periódico del día.
— ¿Omegas secuestrados? ¿Y esto desde cuando…?
Hay una enorme explosión, el rebote con la barrera llama su atención. Por pura inercia sale por la ventana, aterrizando como león y echando carrera para llegar a donde estuvo aquel impacto.
— ¡SOLO APURATE!
Ruge con mayor fuerza, pero sin éxito alguno, el cuerpo está inerte en el suelo. Cambia de forma y lo mira fijamente. Respinga por la mano de su madre en el hombro.
—Regresa a casa, voy a fortalecer la barrera.
—La mataron. —balbucea Namjoon, asombrado.
—Lleva un tiempo pasando. —dice el Sr. Kim.
— ¿Qué?
—Esto, que maten Omegas. Vienen hasta aquí resistiendo el hechizo de lejanía, pues consideran que se van a salvar—Namjoon arruga la expresión—. Seguro que esta también es de magia oscura… Tiene tiempo pasando… Que los maten o los secuestren.
— ¿Y no sabía nada por qué…?
—La información al respecto es muy parca, además, no quiero que maten a la lechuza por informar de lo que obviamente no quieren que se sepa.
Parece que no solo su mente tiene lagunas de ausencia.
Chapter 48: Recurso desesperado
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—Recuerda ordenarlo todo antes de salir ¿Vale? —Namjoon asiente a la profesora de adivinación y queda solo en la gran torre de adivinación.
Deja su bolso a un lado y toma una bola de cristal la cualquiera. La pone en la mesa más cercana y se sienta frente a esta. Arruga el entrecejo, sin muchas ganas de hacer esto, pero está desesperado por el rumbo que toma todo. Van a irse de vacaciones navideñas pronto. Como es costumbre, hay un problema con la familia Min.
Primero intentar forzar un matrimonio con Yoongi.
Jimin lo aceptó por él.
Ahora Jimin está marcado por Jungkook, Yoongi por Hoseok; el matrimonio Min ignoran esto.
Jungkook asesinó al prometido de Jimin.
Yoongi está teniendo problemas para controlar su magia.
Y… Ah.
Es como si el mundo decidió explotar este año, el que debería estar disfrutando en grande porque va a graduarse pronto. Ahora resulta que sufre por exámenes, situación social que casi todo el mundo está decidiendo dejar a un lado y sus cachorros adoptivos en mil problemas personales distintos. Le duele la cabeza.
Sin embargo, Namjoon tiene esa extraña sensación de Jamáis Vu. Donde todo lo que ocurrido es como una vivencia cercana a pesar de no serlo en lo absoluto. Junta la frente con la bola de cristal, visualiza algo aparte de la imagen distorsionada de lo que hay detrás.
Es… ¿Una sala de juicio? ¿Por qué eso?
También ve una mansión enorme, el suelo lleno de sangre, una enorme cosa negra ¿Un Obscurus? ¿Esas cosas existen aún? Se aparta de la bola de cristal y da un fastidiado bufido. En serio esperan que pueda fiarse de esta clase de tonterías cuando muestra datos extraños o sin sentido. Ya si el destino, los dioses o lo que sean quieren mostrar algo, que sea completo.
Namjoon vuelve a acercarse, entrecierra los ojos. Vale, ve a Jin, está con ese gesto de nerviosismo incapaz de sostener una situación; Jungkook gritando; Hoseok tan pálido como un muerto… Una extraña e incómoda cena en la que parece ser su casa… O muy parecida. No sabe. Lo único es que Yoongi y Jimin se levantan primero.
Hasta que…
—Hay opciones, pero reducidas. Siempre se puede escoger, obviamente. Puedes ser un trozo de mierda estorbando por no hacer nada o comiéndole el pene a un Alpha… O puedes ser alguien útil y que de hecho si quiere ayudar. Eso es lo que has dicho que quieres ¿Es cierto? No es tiempo de mentirnos. Es tiempo ser honestos entre nosotros.
Ladea la cabeza ¿Quién habla? No logra distinguir de quien se trata, tampoco reconoce su voz. Solo que habla directamente a Jin. Yoongi, Hoseok, Jimin y Jungkook están ahí.
—Solo basta con cruzar hasta aquí y todo estará arreglado. Si es realmente tu deseo. No soy quien para obligar a los cobardes inservibles a engañarse —Se encoge de hombros. Jin no se mueve, echado para atrás
—Y-yo no voy a lanzarme a estas tonterías. Aquí es seguro y ustedes están locos.
— ¿Y ustedes? ¿Qué dicen?
—Eso va a ser muy peligroso.
—Posiblemente nos… maten. — m urmura Jungkook con la vista gacha.
—Matar o morir, puedo darles la primera y un intermedio… ¿Qué prefieren? Puedo irme, dejándolos a los agarren. A ustedes los mataran, el vínculo se romperá mientras a ellos van a guardarlos para venderlos… O violarlos ellos mismos. Lo que venga a sus mentes primero. Es irremediable.
— ¡Es por tu culpa que estamos así!
Una risita y fue como si todo repentinamente se consumiera en fuego púrpura.
Namjoon retrocede, incómodo y rascándose el cuello. Eso no fue… tranquilizador. Guiña los ojos, ve algo más, parece… ¿¡Por qué mierda están apuñalando a Jungkook!? ¡ES EN UN PASILLO DE HOGWARTS! ¡JIMIN INCONSCIENTE EN EL SUELO!
Por pura inercia tira la bola al suelo, con labios temblorosos y mal sentir. Eso no es real, fue tonto intentar hacer esto. Repara y recoge la bola del suelo, la coloca en su lugar y sin llegar a poner distancia todas le muestran los mismo. Un cuervo graznando, con voluminosas plumas purpuras. Casi parece burlarse de él.
Sale a prisa de la sala de adivinación, sin decir nada al respecto. Ni siquiera a Jin, quien insistió en saber sobre su estado nervioso.
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—Acabo de recordar… A Namjoon odiando las clases de adivinación.
— ¿Es en serio un buen momento para recordar esa tortura? Lo bueno es que esa será mi primera prueba y me libraré antes de esa materia de mierda. —Bufa Namjoon, Jimin trajo el tema a colación en lugar de dormir como se supone que debían.
—Era una linda materia cuando la daba San.
— ¿Quién? —pregunta Jungkook, perdido en el tema.
—Un profesor que se fue hace como cuatro años. Había olvidado que tú no lo conociste… Es lindo. —suspira Jin. Namjoon rueda los ojos.
—O lo era. Quién sabe. Hace tiempo anunciaron su desaparición y aun nada.
—Es lo que le pasa a una persona que no tiene manada. Desaparecer y morir sin que nadie se preocupe lo suficiente para hacer algo, aparte de ponerlo en el periódico…—dice Taehyung, observando el techo y con la cabeza recostada en las piernas de Jimin por la posición que deben ocupar en la cama.
—Ay, no está muerto.
—Puede estarlo.
—Jihoon lo está.
— ¿Quién es Jihoon?
—Jungkook es demasiado joven para entender nuestras referencias. Y yo pensando que esto solo me pasaba en el mundo Muggle. —ríe Hoseok. Hay un momento de silencio en la oscura habitación. Jin gira, queda sobre sus codos, mira a Namjoon.
— ¿Tú crees que esté muerto?
—Considerando el tiempo… sí. También su situación era mala, al menos eso decía.
— ¿No será que viste algo? —Taehyung entorna la mirada hacia ellos.
— ¡Hey! Hay que prometer no morir. En este mundo parece ser muy complicado, así que reforcémoslo en una promesa ¿Les parece?
—Me parece que quiero dormir y ustedes hacen mucho ruido. Cierren la puta boca o coman mierda y duérmanse. —Gruñe Yoongi, quien está entre el sueño y la consciencia. Hoseok lo abraza con todo el cuerpo, dando besos a la mejilla derecha.
—Mejor prometer que estaremos siempre juntos para que no pase nada. Ninguno de nosotros miente. Las promesas, la sinceridad y esforzarse es muy importante. —opina Jungkook.
—Prometer cosas así es inútil, al menos eso dice mi papá que cobra por prometer tonterías. —agrega Taehyung. Namjoon alza la cabeza, con el entrecejo fruncido.
—No hace falta prometer eso mientras estudiemos. Nada nos pasara en Hogwarts.
Jungkook apuñalado en uno de los pasillos…
—Es el sitio más seguro del mundo mágico.
Jimin inconsciente en el suelo…
—Dejen ese drama para otro momento, por ahora: gocen que seguirán estudiando allí. Yo me iré pronto. —canturrea Jin.
«Y-yo no voy a lanzarme a estas tonterías. Aquí es seguro y ustedes están locos»
—Mejor hagamos caso a Yoongi antes de que nos ponga a vomitar babosas… El único a salvo de ese ataque, es Jimin.
Namjoon gira en la cama, ve la pared ¿Está mal enlazar tantas cosas? Es… Casi paranoico de su parte, más no inevitable.
Se vuelve aun peor cuando, sin previo aviso, está en esa mansión llena de sangre con un Obscurus… Mejor dicho, dos Obscurials que resultaron ser dos de sus cachorros adoptivos. Namjoon quería desmayarse cuando lo vio y de ser posible, jalarse el cabello hasta arrancarlo, deseando que lo demás que vio no se hiciera realidad.
Chapter 49: Escapado de las manos
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— ¿No empiezas a sentir que no somos suficiente para ayudarlos? Se supone que somos los mayores y únicos apoyos que tienen en Hogwarts, pero aun así parece que ni siquiera es posible hacer la menor parte.
—Si lo siento, prefiero no pensar en eso porque me desconcentra. Deberías hacer lo mismo. —opina Namjoon.
—No puedo, no con la situación como está.
La “situación” podía ser mala, pero Jin es muy selectivo. Le importan sus cuatro cachorros, dos de ellos desamparados sin un tutor legal y los otros dos con cambios emocionales extraños, consecuencia de los vínculos que comparten. Es una montaña rusa vertiginosa y lo deja aturdido.
Por otro lado, Jin mantiene oídos sordos a la situación que acontece fuera del colegio. Como si no puede afectarlo a él. Hay una especie de cacería –que causa la muerte de muchos-, de Omegas. En un principio focalizado en Omegas de magia oscura, actualmente va en todas direcciones.
Importa poco si son figuras importantes.
Personas mayores.
Niños.
Simplemente importa que sean Omegas y…
Eso a le resbala a su Omega, para su propia sorpresa.
No dice que deba estar muerto de preocupación, esa sería una postura estúpida. Lo que quisiera es que se la tome en serio, que no la desestime bajo un “Eso es mentira y es solo para crear noticia”. Tal vez el periódico no sea al cien por ciento fiable, pero los padres de Hoseok han enviado periódicos muggles anunciando lo mismo.
—Sé que has visto algo, pero lo estás escondiendo—acusa Jin—. Puedo sentir esa alerta permanente que tienes—Se estira en la mesa, suelta un largo bostezo—. Puedes decirme, sabes que voy a creerte.
—Ni siquiera yo creo toda la mierda que vi. No tiene ningún sentido—bufa Namjoon, malhumorado cerrando el gran tomo de pociones—. Fue solo basura inútil que me hizo crispar los nervios ¿Terminaste con transformaciones o quieres otro repaso?
—Creo que estoy bien por hoy. Hay mucho tiempo para estudiar. Es el próximo año y... No creo que sea peor o más incómodo que todo esto. —Jin hace un pequeño pico. Namjoon suspira, pega la cabeza en la mesa y la restriega como si eso fuese a servir a su cabeza sobre explotada.
—Solo esp-
Ambos se encogen, pues hubo una explosión muy cerca. Por impulso Namjoon se dirige a ver que sucede, Jin toma su tiempo en mentalizarse. A medida que avanza, muchos alumnos van a contra corriente con él. Al llegar al lugar consigue a Jimin en el suelo, sujetándose la cabeza y Yoongi en uno de los bancos de la biblioteca.
— ¿Están bien? —pregunta tonta, pero así se suele obtener una explicación de que paso. Por la costumbre hace un movimiento de varita que va reparando los libros que se rompieron o parecen haber explotado. Se acerca a Yoongi, chasquea los dedos frente a él—. Hey- a-ay…
—Necesito… Ir a mí cuarto…—Murmura levantándose, atolondrado y con los ojos dilatados.
—Va-vamos-
—Jimin, estás sangrando—informa Jin señalando la pared, el morpho toca la parte posterior de su cabeza, hallando un pequeño corte—. Mejor vamos a la enfermería, estarán mejor ahí.
—No. Vamos a Slytherin, ahora. —Ordena Yoongi, crispado y con deje angustiado. Jimin se apresura y ambos se van. Namjoon rasca tras su cabeza, con la melena en un tono plateado.
— ¿Lo ves? Es como si ya no servimos para nada. —chista Jin con las manos en la cintura.
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—Hey ¿Qué tienes? ¿Pasó algo malo?
Toma asiento junto a Jungkook, sorprendido de encontrarlo a mitad de un pasillo llorando. El Gryffindor se limpia el rostro con las manos, torpe e inútil. Jin le da suaves palmadas en la espalda sin invadir del todo su espacio personal y a una velocidad que no lo molesta de acuerdo a conversaciones que han tenido antes.
—E-es que—moquea—. Y-ya no sé qué hacer con Jimin. No quiere hablarme de lo que le pasa. Me está ignorando. Está metido con Yoongi en Slytherin. Intento que… él no me deja acercarme.
—Si lo atosigas no vas a conseguir nada. Tienes que ser un poco más paciente, como él lo fue contigo antes—aconseja Jin con las manos enlazadas a su regazo—. No te saltes clases de esta manera. Si de verdad pretendes graduarte con él, esto no es conveniente.
—Lo sé, pero me sentía mal y m-me sentí raro en clase. —justifica Jungkook y Jin asiente suave.
—Bien. Respira profundo, ve a Gryffindor y yo le diré a los profesores que te sientes mal. No lo busques por la noche, mañana ambos estarán más tranquilos y quizás él regrese contigo—asiente—. Ahora, ayúdame a buscar al Alpha que debe hacerse cargo de mis cachorros en un futuro, que no puedo darle un respiro.
Jungkook se estuvo al menos cinco minutos ahí sentado, preguntándose cómo Jin aplica lo contrario a lo que aconseja.
Tras mucho andar, lo encontraron vagando por los pasillos, siguiendo un mapa. A pesar de que no fueron sigilosos, fueron capaces de ir diez pasos atrás sin que él los notara. A duras penas pueden introducirse con él a una sala de entrada complicada.
Namjoon enciende la luz en su varita y guarda el mapa de manera descuidada en su túnica. Mira la parte superior del enorme espejo, una escritura que los dos intrusos apenas pueden leer.
—Erised… ¿Qué coño es Erised?
—Desire. Namjoon me habló de él una vez. —susurra Jungkook.
El Alpha arrastra la mano en la superficie reflejante, quita el polvo y abre enormemente los ojos por el reflejo que aparece al instante. Sigue quitando el polvo hasta que finalmente queda limpio hasta donde alcanza. Toma asiento en el suelo, ladea la cabeza, expresión compungida y cierta añoranza en su mirada.
Los ve a todos allí. Más grandes, como una posible expectativa al respecto. Yoongi vistiendo tan elegante como suele ser su costumbre y Hoseok abrazándolo por la espalda con unas pequeñas flores en el cabello; Jimin cargando a un par de Escarbatos y Jungkook un bebé dragón; Taehyung con el cabello púrpura jugando con un perro Pomerania y finalmente estaba Jin.
Tan sonriente y despreocupado como siempre.
Quisiera que este fuera su futuro, aparentemente su deseo más grande es que realmente puedan ser una manada y estar todos juntos. Que nada malo pasara. A pesar de que tiene el mal presentimiento de que será así.
Chapter 50: Príncipe Zorro Dorado
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Solo cuando Namjoon salió de aquella sala, Jungkook y Jin se aproximaron al espejo. Jungkook amplía una enorme sonrisa por lo que ve. En el espejo está Jimin, con su bonito cabello color chicle que refleja tranquilidad y alegría. Hay un Escarbato en su cabeza, otros tantos en sus brazos y un Demiguise enganchado a su cintura.
Le da un beso en la mejilla, señalando con un dedo lo que hay en el suelo, un montón de crías de dragón. Todos son dragones chinos y por la ropa que lleva su Omega, es que están en china. Ah. Su más grande deseo es estar con Jimin viajando.
—Se supone que…—Empieza a decir Jin.
—Ves lo que más deseas en el mundo, de forma desesperada. Sin importar lo que sea. Aunque dicen que si lo que quieres es dinero o poder, no vas a reflejarte. Porque eres una persona de mal corazón—explica Jungkook a medida que el reflejo prosigue, apareciendo de tanto en tanto alguien más: Yoongi, Hoseok, Namjoon… El único que no aparece allí es Taehyung—. Y si solo estás tú, quiere decir que no hay nada que te haga más feliz. Todo está cumplido.
Jin arruga un poco la cara, confundido.
Está usando ropa Muggle, durmiendo en un sofá con Namjoon dejando una taza de café a su lado. Tras el sillón surgen Jimin, Hoseok, Yoongi y Jungkook. El Alpha mayor hace gesto de silencio. Todos vestidos con ropa Muggle. Sacude la cabeza, con el entrecejo fruncido. Es imposible que esto sea lo que-
— ¡¿Qué!?
— ¿Q-qué pasa? ¿Qué ves? —pregunta Jungkook asustado.
— ¡Es que…! ¡SOLO MIRA! ¡YO NO QUIERO ALGO ASÍ!
Replica, molesto con lo que ve. Un niño, increíblemente parecido a Namjoon hizo acto de presencia con ropa escolar Muggle. Con esto puede interpretar que ¿Su deseo es vivir una vida Muggle? ¡POR SUPUESTO QUE NO! Él no. Su yo del espejo lo mira, da una pequeña sonrisa subiendo al cachorro en su regazo, jugando de forma distraída con el anillo en el dedo anular.
Mueve los labios:
«No importa»
— ¿¡Qué no importa!? YO NO QUIERO ESTO. ESTE ESPEJO ESTÁ MAL. —solloza Jin angustiado. Este no puede ser su anhelo más profundo y desesperado ¿¡Por qué lo seria!?
Lo angustia por el hecho de que cree en lo que Jungkook le dijo y en el fondo, está ese deseo escondido ¿¡Por qué!? No tiene sentido. No quiere creerlo. Que tal vez está congestionado o quien sabe que sucede.
—No está mal. Nunca se equivoca. Solo que muchas personas ni siquiera saben sus propios deseos—Da una patada al suelo, ladea la cabeza con cierto disgusto por Taehyung apareciendo finalmente—. Es… Incontrolable.
Desea viajar, pero también desea permanecer en una manada unida. Una donde Taehyung no luce como un misterioso personaje que fuerza su sonrisa.
—Está mal. Eso no es lo que… es imposible y… ¡ARGH! ¡ME LARGO!
Jungkook se queda un rato más, apenas consciente de que Jin se fue enojado.
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—Quién sabe. Sería una bonita coincidencia ¿No crees? Tener al Príncipe de Slytherin y al León Dorado de Gryffindor—Comenta Taehyung con las manos entre sus piernas, estiradas y guiñando un ojo—. Sin mencionar "La Gran Águila" de Ravenclaw. —Guiña los ojos a Namjoon.
—Que bobería. —bufa Namjoon avergonzado.
— ¿Y en Hufflepuff no hay nada? —Pregunta Hoseok, Jimin mira al cielo un instante.
—Si no me equivoco, se lo llama el Tejón Altruista. Lo siento, pero nadie habla mucho de eso... Deberíamos buscar al respecto, suena interesante. —incita el Slytherin y Hoseok asiente animado. Taehyung los observa con detenimiento.
Jin tamborilea los dedos en su pierna, intentando conservar la actitud de siempre, pero sin dejar de visualizarlos con esas ropas muggles que mostró el espejo. Arruga un poco el entrecejo, escuchándolos hablar. Sin su intervención o la de Namjoon todo se arregló. Hay paz en su manada a pesar de no haber muchos detalles de cómo la consiguieron. Yoongi y Jimin felices y tranquilos; Hoseok y Jungkook junto a sus Omegas, disfrutando de su bienestar; Taehyung hablando tan extraño como de costumbre…
Y luego están él y Namjoon con el mal sabor de boca que los impide gozar este momento, mas fingen que es así.
—Iré a traer algo de comer, ya regreso. —informa Jin, da un salto para levantarse, con una sonrisa adornando su rostro.
—Te acompaño.
—Los esperamos aquí. —anuncia Jimin.
—Porque yo no me voy a mover de esta mierda…—susurra Yoongi adormilado.
De camino a la cocina se ven de reojo cuando el otro no lo hace. Una vez frente al enorme cuadro con un frutero, Namjoon muerde sus mejillas, aparta a Jin del sitio para quedar recostados de una pared. Abre la boca, queriendo tomar la palabra, pero notablemente asustado de hacerlo.
—Cuando nos graduemos… Quiero que nos vayamos al mundo Muggle, de forma indefinida—Abre los ojos y la boca levemente—. E-escucha, no es un simple… Experimento. Siento que Debemos hacerlo.
— ¿Debemos? —Contrario al cierre total de siempre, está vez Jin se muestra receptivo a escuchar.
—No creo en la adivinación, para nada. Sigo creyendo que es una tontería, pero también creo que lo que vi… Ha estado ocurriendo, uno por uno y tengo miedo de que realmente ocurra todo—gimotea Namjoon, angustiado y casi lloroso—. Nos van a hacer daño, a todos. C-casi cae en el secuestro y un acto tonto porque no podríamos cuidarlos a ellos o a nosotros mismos, pero incluso si es saltando el próximo año escolar… Podríamos evitar que nos maten.
— ¿¡Viste que nos matan!?
—No, pero la última vez que vi una pluma púrpura fue cuando Jihoon desapareció y antes de eso, lo habían violado y torturado—Namjoon jala la tela de su túnica—. Sé que no quieres ir al mundo Muggle, pero… Podríamos depender de eso y quiero llegar a ver que todos somos lo que queremos en un futuro.
¿Eso vio? ¿Lo que quieren ser todos en el futuro? Jin abre y cierra la boca, aturdido. Namjoon se pone más nervioso.
—Ta-tal vez no sea mi mejor, idea, pero-
—Hagámoslo—Namjoon se inclina hacia atrás, sorprendido por la afirmativa—. Nada más importa que estar nosotros a salvo. Si lo que hace falta para ello es ir al mundo Muggle… No importa, lo haremos.
«No importa»
No importa donde estén, lo que importa es que estén todos juntos y bien. Su reflejo en el espejo de Erised no está errado, le mostró la realidad de sus propios deseos: quiere permanecer con la manada en la que ha crecido y ha visto crecer, sin importar el lugar que habiten. Nada va a cambiar el lazo que tienen. Mundo mágico, mundo Muggle; sin sus lujos, el dinero heredado y la posible grandeza por su apellido. Eso queda atrás frente a otras necesidades:
Estar juntos.
Estar sanos.
Ser felices.
—Gracias.
—Tranquilo, así podremos ver que tanto quieres quedarte después, a este punto también estoy curioso. —Bromea Jin. Namjoon se acerca y le da un beso en la boca, más tranquilo. Que le interese realmente la manada que indirectamente creó y gracias a ese primer esfuerzo, que fue Jimin, terminó de unirse.
Taehyung da una risita, regresando por donde vino, haciendo una breve enumeración.
La serpiente toma su trono de plata y ya está lista, como un rey.
El león toma su trono de oro negro y ya está listo, con el príncipe serpiente: Tan elegante, cariñoso y coqueto ocupando su regazo.
Trono compartido, hecho de oro puro ocupado por igual entre la Gran Águila que ruge como león y aquel zorro de oro, que tan engañoso es que se volvió un pavorreal, incapaz de estar en el regazo de su rey; sino ocupando el trono junto a él. Poder compartido.
Queda un trono libre.
Queda esperar quien lo ocupe.

Ale (Guest) on Chapter 34 Fri 26 Sep 2025 04:10AM UTC
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