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Nueva misión: Redención del Autor (En edición)

Summary:

Avión ha completado por fin la trama correspondiente al personaje carne de cañón, Shang Qinghua. No solo eso. Su relación con su Rey había mejorado. Incluso le había preparado un tazón de fideos que, a pesar del mal sabor, hizo que el corazón del autor se llenara de calidez.
Todo parece marchar viento en popa.
Hasta que la voz robótica regresa.

[Modo historia concluido]
[Iniciando misión Legendaria: Redención del Autor]

“espera… ¡¿Qué?!”

[Cargando datos]

“¡No! ¡No puedes obligarme a hacer esto otra vez!”

[Carga de datos completa]
[Objetivo de la misión: Recuperar las almas de Shen Jiu y Shang Qinghua del mundo de PDIW para darles un nuevo comienzo.]

“¡No, no, no! Antes de que pueda reaccionar, siente como su alma es arrancada de su cuerpo, para ser absorbida por un espiral de luz.

Notes:

¡Reedición! Los capítulos ya revisados tendrán el aviso correspondiente

Quien lo diría, la maldición de AO3 es real.

De antemano les agradezco su paciencia y también muchas gracias a todas esas personitas que no dejaron de comentar a pesar del tiempo, es por ustedes que tampoco quiero rendirme con esta historia.

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: Prólogo

Notes:

[Editado 30-01-2025]

Chapter Text

Airplane towards the sky sabía que Shen Jiu murió maldiciéndolo en el mundo original. Amargado luego de haber sufrido tantas desgracias sin que sus victimarios sufrieran el mínimo de karma que merecían; enfadado con Qi-ge y el mundo por abandonarlo; destruido por que la única persona él, Yue Qi, el único al que nunca culpó murió de forma horrible por un pedazo de basura como él. Porque sin importar cuanto veneno le escupiera y cuantas miradas rencorosas le diera, no había persona a la que Shen Jiu amara más que Yue Qi. Era su única gran verdad.

En cuanto al original Shang Qinghua, no podía estar seguro. Realmente no había pensado mucho en el hombre durante su creación. Primero era una forma de insertarse a sí mismo en la historia junto a su personaje favorito, pero en un punto se torció. Tal vez fueron los comentarios de los lectores que solo deseaban muerto al espía o solo fue una excusa para desahogar todo lo desagradable que pensaba de sí mismo. Al final Shang Qinghua murió solo, sin nadie que lo llorara.

Pero como la mayoría de criaturas de PIDW, probablemente también lo había maldecido en algún momento.

Sea como fuese, estaba en un aprieto y todo comenzó en una mañana tan común y corriente. 

Por fin, luego de tantos años de sufrimiento, sangre, sudor y lágrimas (muchas lágrimas) había completado la trama correspondiente al personaje carne de cañón, Shang Qinghua dentro de PIDW. Y no solo eso. Su relación con su Rey había mejorado a pasos agigantados desde su escapada luego del fiasco de la ascensión. Su rey, por primera vez desde que lo conoció se disculpó e incluso ofreció compensarlo de cualquier forma. Estaba sorprendido y tal vez algo su sangre aun no oxigenaba correctamente su cerebro luego de la sacudida que le dio Linguang-jun, así que le pidió a Mobei-jun, un hombre cuyo único contacto con una estufa fue medio cocinar trozos de carne durante sus cacerías que le preparara fideos a mano. Fueron los mejores y peores fideos que había probado en su vida. Demasiado salados, gomosos y estaban cortados de forma desigual, pero su corazón se sintió lleno.

Lo que mejoró al ver la expresión de Mobei-jun al probar su propia creación. Ver como esas mejillas pálidas se oscurecían por la vergüenza valió todo el dolor de su pierna rota.

“Lo haré mejor la próxima vez” y Mobei-jun cumplió su promesa, luego de algunas semanas de intentos fallidos que revolvieron su estómago, finalmente obtuvo un plato perfectamente comestible al que se aferró con todas sus fuerzas cuando Mobei-jun trató de recuperar la olla.

Luego de eso Mobei-jun había insistido a que se mudara al dormitorio que estaba junto al suyo, que rivalizaba en tamaño con su casa de ocio en An Ding. En el interior habían instalado una chimenea que nunca se apagaba, manteniendo cálido el interior incluso en las noches más crudas del invierno, tambien habian sillones cómodos, nada tradicionales que se adaptaban a su gusto por las almohadas suaves. También la cama era más grande y agradable en su espalda, llena de pieles caras que no podría pagar sin pensarlo dos veces, incluso como señor de An Ding. Cada detalle mostraba que su rey había prestado atención a sus gustos y desvaríos a lo largo de los años.

No era justo para su pobre corazón, que solo caía más por este rey mimado.

Un día, mientras se recuperaba pacíficamente en su lujosa cama, su rey había aparecido y lo había trasladado a un nuevo conjunto de habitaciones. Con un escritorio de caoba negro, tallado a mano, eso y todo el material de papelería de primera calidad.

¡Nueva oficina! Tal parece que todos sus méritos le consiguieron al fin un ascenso.

Incluso Mobei-jun había comenzado a darle regalos por su excelente trabajo como administrador del Norte. Sus favoritos eran un juego de pinceles de marfil con cerdas de pelo de Qilin. Los más raros eran las cabezas de una bestia de cuernos torcidos que, si mal no recordaba, era parte importante de un ritual canónico de PIDW. Solo que Shang Qinghua no podía recordar cuál de los mil era.

También su carga de trabajo en el norte se había reducido por la contratación de algunos diablillos escarlata, demonios débiles que servían como sirvientes para los demonios más grandes, pero los unicos que usaban el cerebro para resolver conflictos, además de ser completamente leales a sus amos. Estos ayudaban con los asuntos de menor importancia, lo que le dio tiempo libre que usó para volver a escribir su nueva novela. No más harems ridículamente grandes ni excesivos dispositivos de trama de papapa para hacer felices a sus lectores. Ahora con sus ganancias de como señor de la cumbre de An Ding y los tesoros dados por Mobei, además de los que él mismo había recolectado durante esas décadas, había amasado una fortuna. Así que podía escribir y publicar lo que quisiera sin darle cuentas a nadie.

Bueno. A nadie a excepción de su Peerless Cucumber, quien accidentalmente descubrió uno de sus manuscritos en una de sus visitas al norte y se volvió su crítico personal. Regañándole con su lengua afilada por algo que le pareciera incorrecto o estúpido en la trama, pero siempre preguntando por un siguiente capítulo con su cara escondida tras su abanico.

Tsundere.

Todo parecía marchar viento en para Airplane.

Debió saber que no iba a mantenerse así mucho tiempo. Maldita sea. Era escritor de ficción y siempre que algo parecía estar bien para los personajes, algo terrible volteaba sus vidas de cabeza. Realmente debió suponer qué sucedería. Pero honestamente con su carga de trabajo, a menudo olvidaba que estaba dentro de la novela que él mismo escribió y, por tanto, la miseria esperaba a un paso de distancia.

Estaba trabajando en su oficina en el palacio de Hielo. Su escritorio estaba tan solo a unos metros del de Mobei-jun, quien también trabajaba en algunos tratados importantes que solo él podía firmar (Fue él quien pidió esto a pesar de que Mobei-jun le dijo el control absoluto de la logística. Alegó que no era correcto que un sirviente firmara en lugar del rey). Una mañana normal para ellos.

Entonces el familiar sonido de notificación, seguido de múltiples pantallas azules y la voz probablemente pirateada de google.

[Modo historia concluido]

[Iniciando misión Legendaria: Redención del Autor]

“Espera… ¡¿Qué?!”

[Cargando datos]

“¡No! ¡No puedes obligarme a hacer esto otra vez!” Podía sentir la mirada de Mobei-jun en su nuca, seguro se veía como un loco ahora mismo, pero estaba al borde de un colapso en ese momento.

[Carga de datos completa]

[Objetivo de la misión: Recuperar las almas de Shen Jiu y Shang Qinghua del mundo de PDIW para darles un nuevo comienzo.]

“¡No! ¡Definitivamente no!” ¿Dónde estaba el botón para denegar la misión? Shen Qingqiu lo había traumatizado lo suficiente cuando le contó que Luo Bing-ge había podido atravesar a su dimensión y Avión haba estado aterrorizado.

¿Qué tal si descubría que todas sus desgracias eran producto de sus escritos?

Convertirlo en una vara humana sería una misericordia a comparación de lo que seguramente le haría.

[Al completar la misión recibirá el paquete de usuario Premium, junto con 10.000 puntos B, además de un ascenso en su cultivación ( ๑>؂•̀ ๑)]

[Advertencia: Si se niega a completar la misión su cuerpo sufrirá una desviación de Qi que culminará en su muerte]

“Shang Qinghua” La mano de Mobei-jun cayó sobre su hombro, sosteniéndolo con demasiada fuerza, pero no podía importarle. Todo su cuerpo temblaba y su estómago amenazaba con arrojar su última comida en cualquier instante.

[Iniciando cuenta regresiva]

Eso era todo, ¿no? El sistema no le había pedido permiso cuando arrastró su alma a su novela y por supuesto no se lo pediría para volverlo a hacer.

[Tiempo restante: 30 segundos para el viaje]

 “Mi Rey…” rogó, era patético, pero ¿Qué podía hacer ahora? Se había aferrado al muslo de su rey toda su vida esperando evitar su destino de muerte y ahora, incluso el poderoso rey del norte no podía hacer nada más que mirar.

 “Qinghua ¿Qué está pasando?” Su rey se veía tan asustado. Lo sostenía de los brazos como si en cualquier momento se fuera a desmayar.  

Su voz era temblorosa al hablar “Mi Rey… Siento lo que estoy a punto de hacer, te prometo que nunca quise… No quiero irme, no quiero”

“¡¿A dónde irá Shang Qinghua?!” ardía donde su piel se cortó con las garras del demonio “¡Prometiste que estarías siempre a mi lado! ¿Qué más tiene que hacer este rey para que te quedes?”

[20 segundos]

Armándose de valor se levantó de su asiento, ambos frente a frente y entonces abrazó a Mobei-jun. Aferrándose con fuerzas a sus túnicas y enterrando su cabeza en su amplio pecho. Sintió como el cuerpo de Mobei-jun se tensaba de la sorpresa. Aprovechó esos valiosos segundos para grabar en su memoria la sensación de fría de su piel y el aroma varonil que su Rey tenía naturalmente.

No tenía fe que podría sobrevivir a esta misión.

Si iba a morir, al menos se iría sin arrepentimientos. Iba a soltarlo todo.

“Mi rey… este sirviente no tiene opción. Mi rey es tan bueno y guapo, es todo lo que este siempre quiso”

[17 segundos]

“Mi Rey. Te amo. Siempre te he amado. Desde el día que nos conocimos. ¿Cómo podría no amarte? Mi Rey es fuerte, guapo y amable a su manera. Realmente disfruté los fideos que hiciste para mí y podría vivir toda la vida comiéndolos sin hartarme solo porque los hiciste tu”

Su vista estaba empañada por las lágrimas, pero aun podía distinguir el torrente de emociones detrás de los ojos de Mobei.

[12 Segundos]

Su idea era abrazar a su rey luego confesarse. Pero al ver su reacción tardía y como su rostro estaba tan cerca, no resistió el impulso. Se puso de puntillas y lo besó.

Fue un movimiento rápido, pero fue suficiente para enviar una descarga eléctrica por todo su cuerpo.

Mobei reaccionó por fin, pero en lugar de apartarlo o de arrancarle la lengua por su descaro, puso su mano cómodamente tras su cabeza “Este rey pensó que había sido lo suficientemente obvio. ¿No ve Qinghua lo importante- lo mucho que este rey te ama”

[8 Segundos]

Shang Qinghua no podía soportar lo injusto de su situación.

Todo este tiempo había sido correspondido por el hombre de sus sueños y podría haberlo tenido mucho antes de no ser por su cobardía. Injusto. Realmente injusto.

Los labios, suaves y fríos de Mobei-jun bailaban sobre los suyos de forma inexperta, era furioso, posesivo y habían chocado sus dientes más de una vez sin querer. Pero incluso cuando uno de los colmillos rasgó su labio inferior y el sabor a sangre se interpuso entre ambos. Todo lo que sentía Shang Qinghua era una profunda dicha. Una que era eclipsada por la angustia de saber que estaba a punto de perderlo para siempre.

Mobei-jun lo notó y se apartó del beso, aun aferrándose a él como si fuera a escapársele como el aire entre los dedos.

 “Mi Rey, lo siento… lo siento…” Sollozaba.

[5 segundos]

“No quiero irme mi Rey”

 “No permitiré que te vayas de nuevo”

[2 Segundos]

“No puedo detenerlo. Él me obliga y probablemente voy a morir”

“Qinghua ¿Quién te está obligando? Lo mataré y te liberaré” La furia se convirtió en terror. No iban a arrebatarle a Shang Qinghua, no podían hacerlo.

“Mi Rey, no hay nada que puedas hacer”

Se aferró aún más a las túnicas de su Rey, como si eso lo protegiera de la voluntad del Sistema.

“A-Bai te amo. Eres lo mejor que pudo pasarme en la vida”

[Tiempo de carga completo. Iniciando extracción]

[Que tenga un buen viaje]

Sintió un gran vacío en el estómago y su visión se nubló a la par que sus piernas cedían. Ni siquiera notó cuando los brazos de su rey lo envolvieron y tampoco escuchó como gritaba su nombre con angustia. No pudo sentir nada porque su alma fue arrancada de su cuerpo como una planta que es jalada de la tierra desde la raíz.

Luego de eso vino el vacío.

Era como si lo jalaran de todas direcciones dentro de un infinito mar de luz. Era consiente de todo y a la vez nada. Una sensación distinta, que no podía compararlo con nada que hubiese conocido antes o después. Ni siquiera gran el vacío de los portales de Mobei-jun podía compararse.

Solo recordar a su rey lo hacía querer llorar.

Quería tanto ver a A-Bai. Esa cantidad pequeña de besos no fueron suficientes para compensar toda una vida.

El aire volvió a sus pulmones como una piedra presionándolo contra el suelo. Una luz desconocida atravesaba sus parpados y al abrirlos, lo primero que vio fue un profundo e infinito cielo azul que se elevaba sobre su cabeza, apenas interrumpido por pequeñas motas de nubes que flotaban a la deriva con las corrientes de viento. El aire era ligeramente cálido y a medida que su conciencia se asentaba de nuevo en su cuerpo se volvía consiente del canto de los pájaros y los ruidos de los insectos.

¿No se suponía que el sistema lo enviaría a la novela original?

[Estimado anfitrión. Usted ya se encuentra dentro de la novela original ( ๑˃́ ꇴ˂̀ ๑)]

¡¿Qué?! ¿Cómo podría ser? El mundo de la novela original estaba completamente destrozado por la fusión de los tres reinos. Cielos rojos sangrientos que describió poéticamente durante tres párrafos y el hedor a muerte que acompañaba el aire ante los restos de las millones de vidas perdidas cuando las montañas y los lagos chocaron entre sí. Cuando la tierra se retorció en sí misma en la ilusión del cruel emperador.

[Usted fue enviado al pasado de PIDW]

¿¡Así que realmente fue así!?

¡Y él pensando que sería asesinado que sería asesinado por Luo Bing-ge una vez que pusiera un pie en PIDW!

¡Y Resulta que ni siquiera ha nacido todavía!

Entonces… ¡Eso quiere decir que puede sobrevivir y volver a ver a su rey!

Esta nueva información quitó un peso de su pecho.,

“Espera. Si estoy en el pasado, ¿quiere decir que me topare conmigo mismo?”

[Negativo. Este es el trabajo original, por lo que ni usted ni el usuario Peerless Cucumber han suplantado a sus personajes]

“¿Eso quiere decir que hay un Shang Qinghua a parte de mí?”

[Correcto. Se aconseja que el anfitrión utilice otra identidad durante su estadía en PIDW para evitar confusiones. El sistema ha cambiado el rostro del usuario. La nueva identidad se dejará en manos del usuario según como sea conveniente]

“¿Tengo alguna limitación aquí?” No quería tener que atravesar la restricción de OOC.

[Procesando] [Procesando] [Procesando]

[*DING*]

[Negativo, como nadie conoce al usuario no tiene restricciones además de las habituales. No puede hablar sobre la verdadera naturaleza de PDIW. No puede hablarles a los personajes principales sobre su futura muerte. Algunas sub-tramas deben mantenerse por el bien de la continuidad, por lo que, no puede interferir directamente en ellas]

“¿Algún ejemplo?”

[Tanto Shen Jiu como Shang Qinghua deben ingresar a Cang Qiong y convertirse en señores de la cumbre]

[Se señalarán los demás escenarios a medida que surjan]

[Para asegurar la continuidad de la trama se ha cambiado la apariencia del usuario, una bolsa con piedras espirituales y taels ha sido dejada junto a su ropa nueva como ayuda inicial, pero la adquisición de nuevos fondos para subsistir depende del usuario]

[Buena suerte ٩(^ ᗜ^ )و ]

“¡Espera! ¡al menos dime donde estoy!” El sistema ya no contestó.

Shang Qinghua maldijo una y otra vez al sistema hasta que estuvo satisfecho.

Luego procedió a investigar el material dejado por el sistema. Había una bolsa qiankun, una que reconoció como su propia bolsa que mantenía en el inventario del sistema en caso de alguna emergencia. Cosa deshonesta. Le estaba regalando sus propias cosas, en lugar de hacer algo por sí misma, la maldita IA barata.

Maldiciendo entre dientes al sistema por su tacañería, rebuscó en su bolsa hasta dar con un conjunto de túnicas simples, pero con las que podía pasar desapercibido como un mortal común. Al menos en su mayoría. Los mechones de cabello castaño miel que caían sobre sus hombros con unos risos desordenados, eran exactamente lo común en el país, pero bastaría con amarrarlo para que nadie se fije en eso.

Se vistió con las túnicas nuevas y escondió la bolsa entre los distintos pliegues. Todavía no sabía que rostro tenía, pero esperaba que no fuera feo. Aunque nadie era realmente feo en su novela, con su suerte (y ese sistema de humor ácido) todo podía pasar.

Arrancó un trozo del bambú para usarlo como arma. Estaba aliviado por todavía poseer su propio núcleo dorado, al menos así podría protegerse de los bandidos y de las bestias menores.

Ya todo estaba listo, solo faltaba una cosa por hacer. Averiguar cómo salir de ese bosque.

Chapter 2: Un avión se estrella en la trama

Summary:

Inicia la trama

Notes:

[Editado 31-01-2025]

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Luego de unas dos horas de caminata por fin descubrió como salir del bosque, llegando a un camino de tierra por el que habían pasado bueyes no hacía mucho tiempo. El siguiente paso era encontrar un pueblo y averiguar dónde estaba y de ser posible, comprar un mapa. Miró a la izquierda y luego a la derecha, los dos caminos eran exactamente iguales, con verde de un lado y verde del otro. Por cómo se veía el sol, era probable que la carreta estuviese de camino a algún pueblo, por lo que decidió seguir la dirección que apuntaban.

Caminó por alrededor de una hora en ese camino solitario, con el sol golpeando su cabeza con intensidad, lo que lo hizo lamentarse por no haber pensado en poner, aunque sea un humilde sombrero de paja en su bolsa qiankun. El cielo hermoso y despejado, apenas le daba descansos cuando alguna nube misericordiosa lo cubría para darle un respiro de su asfixiante calor.

Algo que agregar a su lista de compras junto con el mapa, unos buenos dumplings con mucha carne de cerdo y una cama donde descansar.

Puede que fuese inmortal y que realmente no necesitara comer, pero estaba acostumbrado a al menos tener una comida al día para seguir funcionando, pero por sobre todo amaba dormir. Ese pequeño placer humano que se le escapaba en cada una de sus vidas por el exceso de trabajo.

Pasaron otros treinta minutos antes de que la sombra de una ciudad comenzara a distinguirse por el horizonte. También había más personas reuniéndose en el mismo sendero. Podía sentir sus miradas picando su nuca cuando pasaban a un lado, les daba su sonrisa más inofensiva, sin más interacción.

Aunque lo llamaba ciudad, era más bien un pueblo más grande que el resto y relativamente prospera, además. Las personas iban y venían abundantemente por las calles. Los dueños de las tiendas anunciaban sus productos con soltura y los niños pequeños corrían de un lado al otro jugando con palos, simulando ser cultivadores que luchaban contra los demonios. Cosas típicas de una infancia sin internet.

Pero al igual que con el hombre, notó que las personas, por algún motivo, se le quedaban mirando y susurraban entre ellos cuando pasaba cerca. Intentó ignorarlo al principio, pero luego de un tiempo se volvió tan incómodo tener tantos pares de ojos sobre él. Se supone que era un nnpc secundario, un espía que observaba en segundo plano, no se suponía que él fuera el centro de atención.

¿Acaso su nuevo rostro era tan feo? Solo él podía tener la suerte de ser horrible en un mundo de personas hermosas.

No pudo soportarlo más y entró en la primera tienda de ropa que encontró. La tienda estaba bastante limpia y había hermosas telas expuestas en los aparadores, todas de muchos colores y con diseños estampados de flores. También había pieles de zorro, lobo e incluso un abrigo de piel de oso que se alzaba en el centro de la tienda como la atracción principal, pero el color negro del pelaje parecía opaco a comparación de la lujosa capa que su rey usaba a diario.

Sintió un nudo en la garganta al pensar en su Rey. Solo recordar osos ojos angustiados era suficiente para derribarlo.

Tuvo que obligarse a prestar atención. Completaría la misión y luego regresaría con su rey para declararse correctamente y tener una bonita vida amorosa. Se dio dos palmadas en las mejillas, ganando aliento antes de dirigirse al mesón del fondo.

La mujer que atendía era joven, probablemente tendría unos dieciséis años y estaba bellamente vestida con bonitas túnicas de color melocotón con diseños florales en rosa. Ella estaba entregando su pedido a unas clientas que estaban antes que él y las despidió con una sonrisa amable que como compañero de atención al cliente podía reconocer como cansancio.

Cuando las mujeres pasaron junto a él se le quedaron mirando, antes de marcharse susurrando entre sí. Necesitaba cubrir su cara, pero ya.

“Bienvenido… señor” La chica tragó saliva mientras lo miraba aturdida.

Si señorita, sé que estoy feo, pero tampoco es para que te me quedes mirando así.

“¿Tienen algunos velos ya hechos? Necesito uno para cubrir mi rostro” No vio tiendas de máscaras en su primer barrido por la calle, así que un velo fue su mejor opción con tal de no seguir dando pena dando vueltas por la calle.

“¿Un velo?” parecía genuinamente desconcertada “¿Por qué el daozhang necesitaría un velo?”

“¿No vez mi rostro? La gente se me queda viendo aturdida a donde quiera que voy, realmente debo verme horrible” Estaba sorprendido de que la niña lo reconociera como un cultivador.

“No creo que sea por eso que la gente se le queda viendo…”  Ella aclaró su garganta, esquivando su mirada. “No quiero sonar descarada, pero pienso que el rostro del maestro es muy hermoso” Sus mejillas rubias se tornaron rosadas mientras evitaba la mirada de Avión “Es raro que algún maestro cultivador baje hasta nuestro humilde poblado, pero incluso si viste diferente, no hay muchas personas que se vean como usted”

No sabía cómo reaccionar. Había pensado todo tipo de adjetivos para su rostro desconocido, ninguno agradable. Y que luego una chica bonita le dijera que era “hermoso” lo había sorprendido. Podía sentir como sus orejas se calentaban de la vergüenza.

“A-Aun así, me gustaría ver los velos que tienen disponibles”

“Es una lástima ocultar un rostro tan bonito, pero seguiré los deseos del cliente” ella se veía genuinamente desilusionada.

La joven lo guio hasta un podio que estaba frente a un gran espejo de cuerpo completo en lo que ella iba a buscar los ejemplares disponibles. Fue entonces que pudo ver por primera vez su rostro. 

Él conocía ese rostro. Era su rostro. Su verdadero rostro.

No lo había visto desde hacía décadas, pero ahora que lo tenía frente a él podía reconocerlo con facilidad.

Su cabello castaño miel y con sus risos peinados toscamente en una coleta alta que caía por su espalda hasta sus caderas. Sus mejillas claras y rellenas. Aunque no tanto como en su última vida. Estaba claramente en mejor forma que en su última vida y las impurezas de los alimentos terrenales habían sido lavadas de su piel. Solo había una cosa que no coincidía. Sus ojos que debían ser marrones ahora eran de un gris pálido dolorosamente familiares.

Incluso si olvidaba su viejo nombre, no olvidaría al único miembro de su familia que lo cuidó y lo amó genuinamente.

Acarició su propio rostro como si fuese un espejismo.

Su abuela era una mujer comedida, de ascendencia mixta por parte de su padre, quien le heredo sus inusuales ojos que la hicieron tan popular cuando era joven o al menos eso fue lo que le contó. Fue ella quien lo cuidó desde sus tres años, cuando sus padres se divorciaron luego de dos años de peleas. Ella lo crio sola en una vieja casa de campo a las afueras de su pueblo natal y que le dio los que serían los mejores años que jamás tendría en esa vida. Al menos hasta su fallecimiento cuando tenía once años. Posteriormente fue enviado con su padre y su nueva y flamante familia donde era visto como un intruso o la mosca en su sopa, como escuchó a su madrastra llamarlo una vez.

Cuando escribió PIDW, todos esos años con la mujer anciana, acabaron inconscientemente plasmados en la relación de Luo Binghe con su madre adoptiva. Al menos hasta que la mató cruelmente para darle un trasfondo triste al protagonista.

“Aquí están los velos que tenemos disponibles, señor” La niña lo sacó de sus pensamientos tan abruptamente que tardó unos segundos en reconectarse al presente.

“Oh, Cierto” Ella le enseñó un velo tras otro, todos de distintas tonalidades para según ella combinar con sus túnicas.

Se probó un velo tras otro. Pero no se sentía del todo cómodo con los más grandes que cubrían toda su cabeza.

“Luce muy bien. Aunque sigo pensando que es un desperdicio ocultar ese rostro” Vergonzoso. Totalmente vergonzoso. Incluso su discípula principal no le había dado tantos cumplidos cuando trataba de complacerlo.

Se llevó tres velos por un tael. Bastante caro, pero al parecer la seda provenía de un tipo especial de gusano que la hacía muy resistente. Pero incluso si era mentira, solo quería escapar de la tienda.

Imaginen su frustración cuando en lugar de reducir, las miradas se hicieron más evidentes. Ofuscado, decidió que primero iba a saciar su antojo de bollos y caminó hacia el puesto de cocina que lucía más prometedor. Casi podía saborear los bollos al vapor.

Encargó siete bollos y una taza de té. Luego de pagar se sentó en un banco a comer, pero no quería comérselos todos a la vez, debía cuidar su dinero. Así que solo comió cuatro y guardó los otros tres para más tarde.

Lo siguiente en su lista. El mapa y su sombrero. Debió haberle preguntado a la niña si sabía dónde conseguir uno.

Consiguió un bonito sombrero de paja de un sombrerero anciano. El mapa fue más difícil de conseguir. Tuvo que pagar cien taels a un cartógrafo para conseguir un mapa de la región, pero solo abarcaba unos doscientos li a la redonda, por lo que tendría que comprar otro mapa una vez que llegara a la siguiente ciudad. Pero el hombre le pidió que fuese cauteloso al buscarlo, porque por ley imperial solo los altos funcionarios podían acceder a dichos mapas. Solo había echo una expresión con él porque primero, era un cultivador y no quería enemistarse con él; segundo, necesitaba el dinero urgentemente, por lo que con la promesa de que no diría donde lo obtuvo, se lo confió.

Ahora, dejando esto de lado debía enfocarse en su misión.

Primero debía encontrar a Shen Jiu, pero no estaba seguro de donde podría estar.

Sería más fácil comenzar con Shang Qinghua ya que conocía la ubicación de su aldea natal, pero por cuando preguntó al cartógrafo por la fecha del día, faltaban un par de años antes de su propio nacimiento. Aun así, era difícil saber dónde estaría Shen Jiu, quien era unos años mayor. Tal vez aún estaba en las calles viviendo como mendigo o ya había sido comprado por la familia Qiu.

La familia Qiu eran de la vieja nobleza, incluso si no eran de un rango alto, su antigüedad le daba poder al linaje al menos dentro de su propio territorio. Por eso era bien conocida incluso en los pueblos más alejados a causa de sus riquezas y estilo opulento de vida. Las personas mortales les tenían en alta estima, ignorantes de la verdadera podredumbre que los rodeaba.

La mujer de la tienda de ropa le dio indicaciones usando su mapa y por suerte para él, la ciudad estaba a unas tres horas a pie. Ella le señaló donde podría arrendar una carreta, pero Shang Qinghua lo rechazó. No iba a gastar su limitado dinero si tenía dos piernas en buen estado.

Pagó una noche en una posada, para planear su siguiente movimiento. La familia Qiu eran viejos ricos, borrachos de su riqueza se daban el lujo de hacer y deshacer con la vida de las personas lo que quisiesen, todo a puertas cerradas donde su reputación permaneciera intacta. Estaban acostumbrados a ser los más poderosos en su pequeño rincón del país y cualquiera que tuviese algo que decir era silenciado mediante soborno o sangre. El mundo del cultivo estaba tan lejos de ellos que no podrían evitar o más bien esperar sus trucos.  

Así a la mañana siguiente estuvo listo para comenzar.

Primero buscó a alguien que fuese camino a la ciudad y ofreció unas monedas a cambio de acompañarlos hasta la ciudad de Qiushu.

Por supuesto que una familia como esta le pondría su nombre a la ciudad.

Para cuando llegó a la ciudad el cielo ya estaba salpicado de matices naranja, pero esto no hizo mucho por menguar la marea de personas que recorrían las calles. Preguntó por la casa Qiu a los pocos transeúntes en la calle. Algunos todavía se mostraban recelosos ante la mención de dicha familia, asi que su verdadera naturaleza debió ser un secreto a voces en la ciudad.

La ciudad era grande y estaba claramente segregada.

Los ricos se acumulaban en la parte norte y en el centro, bordeando el distrito comercial. Mientras que en el sur y la periferia estaban los barrios pobres.

Avión-disparando-hacia-el-cielo nunca había puesto un pie en esa ciudad en su otro mundo. Nunca tuvo la necesidad y con todo el trabajo de An Ding y el palacio de Hielo, ni siquiera tenía el tiempo para hacer turismo en el punto de origen del villano escoria.

No fue difícil encontrar la casa de la familia. Era la mansión más grande en toda la ciudad, con estatuas de leones Fu dorados protegiendo la entrada. Frente a la puerta tenía dos guardias grandes y corpulentos vigilando atentamente los alrededores. Notó que tenían algo energía espiritual, pero no eran nada especial. Una vez entrada la noche entraría y robaría a Shen Jiu sin demasiado alboroto.

Sin nada más que hacer, procedió a buscar una posada en la que pasar la noche. Pero cada vez que preguntaba, los dueños de las posadas le decían que estaba lleno, por lo que se fue alejando cada vez más del centro.

Ya era la decimosexta posada en la que entraba y esta era bastante mediocre, pero tenía cuatro paredes, una cama y relativamente limpio. Por lo que era suficiente. Pagó una noche, tomó la llave y salió en busca de un mapa de mejor calidad.

Simplemente caminó por la ciudad con las manos en la espalda, atento a cualquier pillo que se acercase de más, ni siquiera estaba a salvo de los niños.

Mientras caminaba notó el bullicio que pronto reconoció como una pelea. La curiosidad le pudo más y fue a investigar, topándose con cuatro jóvenes. Uno de ellos estaba tirado en el suelo, herido. El segundo usaba su cuerpo para protegerlo y el tercero atacaba al cuarto, protegiendo a los otros dos.

Sus ojos se abrieron al ver como la palma del niño delgado se recubría con energía espiritual bruta, golpeando el pecho del muchacho más grande, mandándolo a volar lejos.

El niño que había usado energía espiritual, gritó. “¡Dispérsense!”

El reconoció esa escena. Fue el punto de partida para el ennegrecimiento del villano escoria, Shen Qingqiu.

¡Hijo mío, tu padre ha llegado! iba a perderlos. Así que sostuvo su sombrero de paja para que no volara y corrió detrás de los niños, sin prestarle atención al herido Qiu Jianluo, que sostenía su estómago con dolor.

Los niños estaban demasiado asustados para notarlo o eso pensó hasta notar como la mirada de Shen Jiu por encima de su hombro, antes de que doblara en una curva cerrada. Tal parece que el villano escoria demostraba inteligencia superior a sus pares desde muy pequeño.

No iba a seguir jugando ese juego. Necesitaban salir de allí rápido antes de que aparecieran los esclavistas.

Saltó sobre los tejados y aterrizó delante de los niños. Dos de ellos soltaron un chillido aterrado e incluso uno de ellos escapó del otro lado del callejón. Pero Shen Jiu lo miró con un ceño amenazador que en un niño tan pequeño y escuálido lo hacía parecer un gatito enojado.

“¿Quién eres? ¿Por qué nos sigues?” Shen Jiu intentaba parecer amenazante, pero podía verse en sus ojos el miedo que sentía. Casi podía adivinar sus pensamientos: ¿acaso era uno de los guardias de Qiu Jianluo? ¿iba a entregarlos para que los azotaran? Su pobre y traumatizado hijo literario.

¿Qué se supone que debe decir ahora?

Hola soy el autor de la novela en la que vives y vengo a advertirte que no sigas ese camino porque serán terriblemente torturado y asesinado por el discípulo del que abusabas

Si. Eso sonaba muy creíble.

Tosió para aclararse la garganta “Vi lo que hiciste allí atrás con ese niño molesto. Eres muy impresionante. No cualquiera puede usar energía espiritual a tan temprana edad y mucho menos sin la guía de un maestro”

“¿Eres un cultivador?” el segundo niño se adelantó, interponiéndose entre Shen Jiu y él.

Reconocería esa mirada de cachorro en cualquier sitio. Ese niño era claramente Yue Qingyuan o al menos su versión más joven y con menos arrepentimientos.

[Di algo o perderán el interés] – ¿Sigues aquí, IA Barata?

[El usuario hiere los sentimientos de este sistema </3]

“Sí, soy un cultivador errante que cultiva el camino del conocimiento, por lo que mi camino me impulsa a enseñar a otros. Y cuando te vi pensé que sería una lástima que un talento así se desperdiciara. ¿quieres venir conmigo para aprender sobre la cultivación? Si lo haces te garantizo que podrás entrar a una prestigiosa secta como Cang Qiong en poco tiempo”

La expresión en los rostros de los niños fue insuperable. Ni siquiera podían mantener sus bocas cerradas por la sorpresa. Nunca pensó que vería a sus shixiongs de esta forma.

Shen Jiu miró a Yue Qi y luego a él. Con sospecha preguntó “¿Por qué harías eso?”

“¿No lo dije ya? Solo no quiero que el talento se desperdicie” Parecía que eso no era suficiente para convencer a ambos niños.

Soltó un suspiro irritado y con la voz que solía usar para apaciguar a sus versiones adultas, continuó.

“Puedo ver un futuro brillante para ti si usas tu talento correctamente. Podrías volverte famoso y más poderoso que cientos, con bibliotecas de saber a tu disposición e incluso alcanzar la inmortalidad” El niño reaccionó, pero no era suficiente. La mirada de avión se posó en Yue Qi y agregó “También podrías proteger a quienes amas de personas malvadas como ese otro joven”

“Xiao Jiu… creo que deberías ir.”

“¡Pero Qi-Ge!” protestó.

“Si te conviertes en cultivador no estarás más en peligro” el niño miró a Avión y sonrió tiernamente “Además, no me parece que sea mala persona”

“Siempre dices eso de todos, Qi-Ge” masculló Shen Jiu.

“Esta vez es diferente. Realmente creo que te beneficiaras si vas con él”

Ah Yue Qi, mi pequeño hijo filial. Si no supiera que eso los asustaría más, papá te abrazaría.

Shen Jiu lució pensativo un momento y luego miró al desconocido con ojos brillantes de determinación.

“Iré contigo, pero solo si Qi-Ge viene también”

“¡Xiao Jiu!” Yue Qi se asustó pensando que el hombre podría retirar su oferta por la testarudez de Shen Jiu de llevarlo. Estaba a punto de hablar para convencerlo de que lo dejara, pero el otro hombre habló primero.

“Muy bien” Avión ya suponía ese resultado. Conocía mejor que nadie el profundo cariño que tenían sus dos personajes antes de que los malentendidos desgastaran la relación “será mejor que nos movamos, no queremos toparnos con los guardias” Soltó una risa nerviosa.

Antes de que los niños pudieran arrepentirse los tomó a cada uno debajo de cada brazo y escaparon de la ciudad, lejos de los problemas.

Notes:

Old Note:
Avión ha olvidado la importancia de a algunos puntos en la trama y el sistema es más liberal gracias al modo Legendario, por lo que no le recordará lo que olvidó Ups.

Qiushu (Árbol de Otoño) 秋树

Chapter 3: Primera noche

Summary:

Avión se da cuenta de que no sabe cómo tratar con niños.

Notes:

Editado 11-02-25

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Habían estado corriendo por una media hora a una velocidad vertiginosa, sin descanso, con dos cargas a cuestas sobre sus hombros. A su parecer, había sido afortunado de encontrarse al anochecer. Si las calles hubiesen estado más concurridas habría sido acusado de robar a dos esclavos y eso habría llevado a más problemas de los que él estaba dispuesto a enfrentar. Al final perdió el deposito por la habitación. Nunca esperó encontrar a Shen Jiu tan rápido y mucho menos que se lo llevaría en el acto, sin trucos ni sangre derramada, incluso había añadido a Yue Qingyuan al paquete. Suponía que era un precio justo a pagar por evitar un conflicto directo.

No podía volver a la ciudad, no con el riesgo de toparse a los esclavistas o con el mocoso Jianluo. ¿Tenía que matar él mismo a la familia Qiu? Era demasiado problemático planear eso ahora. 

Ah cierto. Los niños.

Su rostro palideció al darse cuenta de que sus shixiongs no se movían.

Se detuvo bruscamente, casi tropezando con sus propios pies, levantando una nube de polvo. El crepúsculo estaba dando los últimos rayos de su luz, que era lo suficiente para iluminar los rostros teñidos de verde de ambos niños.

Rápidamente los bajó y Shen Jiu se aferró a la tierra como si su vida dependiera de ello con el rostro pálido y enfermizo. Yue Qi tembló un poco antes de soltar todo el contenido de su estómago en la hierba, lo que no era mucho.

 “Realmente es un cultivador…” No se sintió alagado por la forma en que Shen Jiu lo dijo.

“Lo siento, lo siento” la culpa picaba su conciencia con ira.

Al menos su pequeño villano escoria ahora creía en él, al menos un poco.

“Tomemos un descanso mientras tanto, pronto llegaremos al pueblo, no creo que puedan alcanzarnos ahora” realmente quería apresurarse antes de que cerraran las puertas de la ciudad, pero no podía avanzar con los niños en ese estado.

Tocó acampar.

Los tres se sentaron en la hierba, apartados del camino, junto a un árbol de frondosas hojas. Sacó los tres bollos que le habían quedado del almuerzo y entregó uno a cada niño. Yue Qi fue más tímido para tomarlo; sus ojos brillaron cuando dio la primera mordida. Mientras que Shen Jiu prácticamente se lo arrebató de las manos y comenzó a comerlo celosamente, como si pensara que le quitaría la comida que el mismo ofreció.

Resopló y tomó su propia porción, no era tan apetitoso frio, pero no tenía otras opciones.

Por el rabillo del ojo sintió las miradas intensas de los dos niños. Tanto Shen Jiu como Yue Qi ya habían devorado sus propios dumpings, pero obviamente eso no sería suficiente para alguien que había pasado días hambriento. De todas formas, podía sobrevivir con inedia. Así que se los ofrecio, pero Yue Qi retiró sus manos dejando que el otro niño lo tomara.

“Yo puedo esperar… mejor dáselo a Xiao Jiu”  

“Estúpido Qi-ge, también tienes hambre”

Era enternecedor verlos interactuar tan cercanos, tan diferente a la última vez que los había visto, no había arrepentimiento y malos entendidos. Shen Jiu prácticamente había metido la mitad del bollo de carne en la boca de Yue Qi entre sus excusas, rudo pero efectivo.

“Está bien ustedes dos, les prometo que les conseguiré una buena comida una vez que alcancemos el siguiente pueblo, pero tenemos que irnos pronto o todos los puestos estarán cerrados”

Podía ver la expresión renuente en ambos por tener que volver a correr, pero esta vez fue más cuidadoso y en lugar de llevarlos en los hombros como un par de sacos de carbón, los presionó en su pecho para evitar que sufrieran un mareo.

La comisura de su labio formó una sonrisa cuando notó como ambos niños ahora podían disfrutar del viaje, si sus jadeos de sorpresa eran una señal.

El pueblo más cercano era Hongye. A comparación de Qiushu, era más pequeña, pero serviría para reponer fuerzas en lo que encontraba un lugar para que pudiesen vivir.

Ya era bien entrada la noche cuando llegaron y lámparas anaranjadas iluminaban los pórticos de las casas como un mar de estrellas. Avión sonrió para sus adentros al ver a los niños tan impresionados al verlas. Moviendo sus cabezas de un lado al otro, no queriéndose perder ningún detalle, aunque era más difícil sostenerlos entre tanto movimiento.

Pidieron indicaciones a los lugareños que todavía estaban rondando y encontraron una posada de buena apariencia que todavía tenía habitaciones disponibles. Mientras subía, pidió al recepcionista que prepararan una bañera de agua tibia y que le subiera la cena en una hora. Pagó veinte taels por todo y la recepcionista los guio hasta el tercer piso del establecimiento.

La habitación era relativamente grande e iluminada con velas que daban una apariencia acogedora, casi hogareña; con dos camas y una bañera de buen tamaño detrás de un biombo pintado con un paisaje montañoso simple. Había una ventana cuya vista daba a la calle principal, por lo que podía ver como la vida nocturna se desarrollaba, con las lámparas de papel rojas brillando hacia el fondo de la calle, con música y algunos borrachos tambaleándose por el camino. Demasiado temprano, pensó y cerró la ventana con seguro, por seguridad de los niños.

Era demasiado oscuro para continuar usando un velo, así que lo dejó sobre la mesita de noche, soltando una exhalación profunda. Al voltear dos pares de ojos estaban escudriñando cada rincón. Las velas llamaban especialmente su atención, la cera era cara así que era poco probable que unos huérfanos hubieran visto una antes.

Carraspea su garganta y las dos cabecitas voltean en su dirección, pero aun manteniendo su distancia. Siempre interponiéndose entre él y la puerta.

 “¿Xiansheng, Eres ciego?” preguntó Yue Qi. Sus ojos, suponía que los niños no habían conocido a otras personas de ojos grises.

“No, es solo su color natural. Es de familia” les sonrió.

 “Entonces…” Shen Jiu empezó “¿Cómo se supone que debemos llamarte?”

“Oh, cierto. Todavía no me he presentado” No había pensado en que nombre usar.

Podría usar su nombre original de no ser por el pequeño detalle de que no lo recordaba. Pero aun había un nombre que sentía suyo.

“Umm… Mo Feiji” Esperaba que Mobei no se disgustara porque usó los caracteres de su nombre junto a los suyos. Aunque ese pensamiento de tener algo de su rey calentaba sus mejillas “O mejor aún. Podrían llamarme shifu o papá”

Airplane, ahora autonombrado Mo Feiji, se divirtió de la mirada escandalizada de Shen Jiu y Yue Qi.

Justo en ese momento tocaron a la puerta. Eran tres mozos que habían traído el agua para el baño. El vapor comenzó a ascender del agua y la habitación se sintió un poco más tibia.

“Ahora, ¿necesitan ayuda para desvestirse o quieren que los acompañe en el baño?” bromeó.

“No soy un bebé” gruñó Shen Jiu, para luego correr tras la cortina de papel.

“No, no lo eres” Avión sonrió “A propósito, ¿Cuántos años tienen niños? ¿Cinco? ¿seis?”

“tenemos siete, maestro Mo” respondió Yue Qi con voz calmada, siempre conciliador.

Frunció el ceño ante esto. Los niños eran tan pequeños y delgados que había pensado que eran mucho más jóvenes. Antes de que pudiera pensar más sobre ello, escuchó unos quejidos desde el otro lado de la cortina.

Por la luz de las velas, podía ver la sombra de Shen Jiu luchando para subir a una bañera que era más grande que él.

Apenas ocultó su risa antes de caminar tras su mini shixiong.

“Parece que necesitas ayuda” antes de que Shen Jiu pudiera negarse, lo sostuvo de las axilas sobre el aire “¡Vamos!”

Shen Jiu soltó un grito cuando lo dejaron caer y lo miró con odio todo el odio que su pequeño cuerpo podía albergar. Él no se sintió amedrentado por un gatito al que apenas le estaban saliendo los colmillos, era su pequeña venganza personar por todos los dolores de cabeza que su shixiong le había hecho pasar.

Yue Qi fue más listo y usó un banquillo para alcanzar la bañera. Su trasero pálido quedó en el aire cuando resbaló y cayó de cara en el agua. Esta vez no pudo contener su risa y Yue Qi se convirtió en un desastre sonrojado. Incluso Shen Jiu mostró el rastro de una sonrisa.

¡Bien! ¡Al menos ya estaban rompiendo el hielo!

Para no mojar sus únicas ropas, se quitó las túnicas, quedándose con una única túnica interna mientras lavaba a los niños. Estaba muy inquieto mientras avión le ponía los aceites en el cabello, pero luego de un tiempo comenzó a relajarse.

Años trabajando como sirviente personal de su rey resultaron útiles ahora. Con lo desconfiado que era su rey, una vez que lo descubrieron como espía y tuvo que mudarse al palacio del norte, recayó en sus hombros cualquier labor que estuviese relacionada con el cuidado personal del rey. Tal vez era parcialmente su culpa. Durante años, cada vez que su rey se colaba en su dormitorio en An Ding, él se había ofrecido a cuidar del joven príncipe, aunque solo era una forma de evitar que su rey tuviese una excusa para golpearlo por holgazán. Además, era algo agradable sentir como el frio demonio se derretía en sus manos.

Los niños temblaron un poco, como si esperaran que el toque de su mano los fuese a lastimar. Así que fue cuidadoso con cada mechón nuevo que desenredaba. Tuvo que cortar algunas partes que eran insalvables incluso si hubiese tenido acceso a las lociones mágicas de Xian Shu.

Con la mugre y el lodo al fin separados de sus cuerpos, los niños esclavos se convirtieron en lindos pollos de fénix, pero también hizo más evidente los distintos moretones y heridas apenas cicatrizadas que estaban repartidas por sus cuerpos.

Trató de no mirar demasiado.

Envolvió a ambos niños con toallas y los dejó sobre la cama, volviendo a ponerse su velo, indicándoles que regresaría pronto.

Solo iba a averiguar porque tardaban tanto en traer su cena, pero terminó casi peleando con el encargado por olvidar agendar sus comidas para que el cocinero las preparase, lo peor es que la cocina ya estaba cerrada y él tenía a dos niños hambrientos que alimentar. Juró que si no resolvía el problema pronto iba a maldecir hasta su descendencia con cada hechizo de mala fortuna que pudiese recordar y no eran pocos.

Cuando por fin logró subir con la cena y unas batas para niños, cortesía del asustado dueño, encontró a sus dos shixiongs hablando entre ellos, susurrando sus pequeños secretos, pero el olor a la comida los distrajo de su pequeña reunión.

Aunque todavía quería molestarlos un poco sobre su charla secreta, sería cruel seguir reteniendo a los niños con tanta comida frente a ellos, por lo que les dio rienda suelta luego de cepillar sus cabellos.

La cena consistía distintos platos de arroz, pez a la parrilla, algas sofritas, gachas, congee y algunos bocadillos como pasteles de miel que contaban como postre. Los niños llenaron sus mejillas hasta que se pusieron redondas con la cena, sus bocados eran pequeños pero rápidos, recordándole a los pollos de campo cuando comían grano.

Podría jurar que Shen Jiu le gruñó cuando intentó tomar algo del pescado a la parrilla que estaba cerca de él.

Solo cuando los platos habían sido vaciados en su estómago, la ágil mente de su villano escoria se dirigió al tema importante.

“Entonces, ¿Cuándo nos enseñaras a cultivarnos?” inquirió Shen Jiu.

“Mi idea originalmente era llevarlos a Cang Qiong para que pudiesen entrar en la secta, pero estuve averiguando la prueba de ingreso fue hace unos meses y la próxima será en cuatro años. Así que, hasta entonces se quedarán conmigo”  

Bebió un poco de té y permaneció pensativo un tiempo.

“Intentaré enseñarles lo básico sobre la cultivación en estos años, así cuando lleguen las pruebas tendrán una ventaja extra al enfrentarse a esos maestros inmortales”

“¿De verdad piensas que podremos lograrlo?” preguntó Yue Qi. Como autor, podía intuir lo que estaba pensando, seguro estaba preocupado porque originalmente el “maestro Mo” solo quería llevarse a Xiao Jiu y él no quería acabar siendo una carga para su precioso di-di.

“¡Por supuesto! Si me lo preguntaran, ustedes tienen el potencial incluso para volverse maestros de la secta” Al menos Yue Qi lo tenía destinado en sus últimas dos vidas.

Aunque estaba un poco preocupado. Ahora que se había llevado a Yue Qi, ¿Qué tal si el maestro de secta no lo acogía como discípulo principal? ¿Qué tal si acababan nombrando a un idiota que acabará mandando a la secta por el caño? Su estómago se revolvió de solo pensar en un segundo Liu Qingge a cargo de las relaciones diplomáticas o peor, una Qi Qingqi con el poder de usar el dinero de la secta a su antojo sin restricciones.

Un mozo se llevó los trastes sucios poco después. Luego instó a los niños a irse a la cama. Ellos lucían incomodos mientras sus delgados cuerpos se deslizaban por las sabanas en el colchón. Probablemente nunca habían dormido en una cama. El sueño pronto comenzó a ganarles.

Habían sido demasiadas emociones en un día y apenas tocó su propia cama cayó “inconciente”.

Pronto pudo oír el sonido de las sabanas moverse y unos pequeños pies que se posaban en el suelo de madera que crujió lo suficiente como para asustar al niño. Luego hubo silencio, probablemente Shen Jiu tratando de aguantar la respiración.

 “¿Qué haces?” susurró Yue Qi, desde la dirección de la cama.

“¿Qué te parece que hago? Voy a buscar información por mi cuenta” sus pasos fueron hacia la puerta, donde la cerradura chirrió, pero sin abrir su mecanismo.

El niño chasqueó la lengua, molesto y refunfuñando regresó a la cama.

“Sigo pensando que el maestro Mo no nos hará daño…” susurró Yue Qi.

“Siempre crees que hay algo bueno en todos, incluso si no es así”

Hubo un largo silencio antes de que la vocecita volviera a murmurar.

“Confía en mi esta vez”

Solo abrió los ojos una vez que sintió que las respiraciones de los niños se volvieron lentas y rítmicas. Por suerte había puesto un sello restrictivo en la habitación antes de recostarse, aunque esa era una costumbre que había adquirido luego de años escondiendo a Mobei-jun en sus habitaciones, pensar que sería útil con el pequeño villano escoria.

Ya más tranquilo, continuó durmiendo.

- 0 -

La mañana asomó con una fría brisa que causó un ligero escalofrío ¿Había olvidado activar los talismanes otra vez? Se preguntó con el frunciendo el ceño, sus parpados perfectamente sellados para alejar toda la luz del molesto ventanal. ¿Acaso también había olvidado cerrar las cortinas?

Ofuscado, tomó las sabanas y se escondió debajo de ellas, pero era demasiado delgado, demasiado ligero. ¿Dónde estaban las pesadas pieles con las que se escondía del frío ártico?

Mientras su conciencia se asentaba en su cuerpo, las memorias del día anterior llegaron a él. Las notificaciones del sistema, el beso de Mobei-jun y su mirada de desesperación cuando se desvaneció…

Sintió una profunda punzada en el pecho.

Tuvo que repetirse una y otra vez que estaría bien y que pronto regresaría a su mundo junto a Mobei-jun. Que no se iría por mucho tiempo. Que tal vez el sistema lo dejaría en el instante en desapareció… Solo esperaba que Mobei-jun no hiciese una locura.

Además, estaba el otro asunto.

Separó la cabeza de la almohada y se sentó en la cama, fijándose en los dos niños que todavía dormían en la cama contigua. Decidió dejarlos dormir algo más de tiempo antes de que tuvieran que salir a conseguir provisiones.

Llamó a un mozo y les pidió que llevaran agua para que él también pudiera darse un baño, ya que no había podido hacerlo antes de ir a dormir. El agua estaba un apenas tibia, más helada de lo que había pedido para los niños. Lo prefería así para despertar completamente y no dormitar en un mundo donde el café no existía.

Fue rápido y para cuando los niños despertaron, ya les habían enviado el desayuno (probablemente fue el olor de los panecillos lo que los despertó).

“Buenos días” sonrió “vengan, he pedido algo de leche tibia para ustedes. Es muy buena para ustedes que están en crecimiento”

Los niños comieron tanto como el día anterior y aunque había pensado en ahorrar algo de dinero, no podía ser tacaño cuando se trataba de la salud de sus hermanos marciales.

Como no tenían más que las túnicas para dormir que obtuvo el dueño de la posada, su primera misión era conseguir algo de ropa. Así que volvió a ponerse sus túnicas y cubrió su rostro con el velo y un el sombrero de paja. Tal vez los dos juntos funcionaran mejor que solo el velo. Yue Qi incluso le dijo que se vía genial.

Preguntó a algunos transeúntes sobre cuál era la tienda de ropa más conveniente y la más nombrada fue la casa de Lan-Lan. La mujer que atendía era anciana, unos sesenta años aproximadamente, todo un logro para una simple mortal, con el cabello gris con solo algunos mechones negros, su rostro estaba arrugado, especialmente alrededor de los ojos y en las comisuras de los labios, debió ser una persona muy alegre en su juventud.

“Bienvenido, joven” saludó con jovialidad “¿está buscando algo para su esposa?”

Iba a ignorar que su primer pensamiento se dirigió hacia Mobei-jun y se fijó en su labor “No, abuela Lan. En realidad, estoy buscando túnicas para estos dos niños. Idealmente algo ya fabricado, tenemos que volver a casa esta noche, pero mis niños ya han ensuciado sus últimas túnicas”

“Oh, esta anciana entiende. Creo que tenemos algo, pero no será tan barato como Xiansheng desea, ya que para la fecha solo nos quedan las piezas más caras de la temporada anterior”

Podía sentir como su monedero dolía, pero era eso o ir con los niños descalzos por al menos dos pueblos más.

Lo siguiente fue la parte menos favorita de Shen Jiu. Dejar que la anciana desconocida lo midiera para hacer los ajustes finales fue toda una odisea. Yue Qi fue lo contrario, incluso dejó que la anciana le diera un pequeño apretón en las mejillas. La abuela Lan-Lan estaba completamente enamorada de él.

Ya que estaban ahí, compró ropa prefabricada para él, mucho más barato que hacerlos a la medida. El total fue de 30 taels y el corazón se avión se contrajo. Ya casi había gastado 100 piezas en tan solo veinticuatro horas. 

Como gastaron tanto dinero, la anciana les regaló a ambos niños cintas para el cabello de colores. Avión le agradeció la amabilidad y se retiró del establecimiento.

La calle estaba concurrida a esa hora y los mercaderes anunciaban sus productos a viva voz, tratando de llamar la atención de los transeúntes.

Mientras caminaban de regreso a la posada. Notó el brillo amarillo de las túnicas del Palacio de Huan Hua desde el otro lado de la calle. Probablemente estaban dentro de su territorio.

Mayor razón para irse de allí cuanto antes.

¿Pero a dónde ir?

El territorio del templo Zhao Hua era pacifico, pero el clima no era especialmente bueno, con inundaciones que se repetían todos los años. Durante los años más duros, incluso pedirían ayuda a Cang Qiong y él tendría que ser el que coordinara todo el proceso de envió de suministros y mano de obra.

Los niños parecían estar disfrutando la caminata, al menos eso parecía por lo mucho que movían sus cabezas de un lado al otro.

Yue Qi estaba algo nervioso y se aferraba con fuerza a su mano. Tal vez aun temía que los esclavistas aparecieran de la nada y los atacaran.

“Para, luces como un tonto moviendo la cabeza así” le regañó Shen Jiu.

“Lo siento…”

“Deja de disculparte por todo”

“Lo siento” Shen Jiu le dio una bofetada en la cabeza.

“Niños no peleen, ya volveremos a la posada ¡Solo aguanten un poco más!”

Esta vez consiguió un mapa de todo el continente y estaba muy completo, señalando las ubicaciones de las sectas principales y algunas menos importantes, delimitando sus territorios y destacando las principales ciudades, rutas de comercio y zonas donde los monstruos peligrosos anidaban (que eran muchas). Era un mapa demasiado completo para que un mortal lo tuviese, tuvo que robarlo de uno de los guardias principales de la ciudad mientras no estaba mirando. Para los imperios, un mapa como este era un secreto gubernamental, así que tendría que cuidarse de no ser sorprendido con él. Aunque siempre podría alegar que lo obtuvo de alguna secta.

Cuando volvieron a la posada Avión se dedicó a revisar los mapas, para buscar un buen lugar para asentarse. Levantando la mirada de vez en cuando para vigilar a los niños que comían congee sobre la cama mientras susurraban entre ellos.

Realmente no estaba seguro sobre cómo tratar con ellos. Nunca había cuidado niños, incluso sus discípulos ya eran mayores cuando los tomó bajo su tutela. ¿Tal vez tendría que conseguir una guía para padres primerizos?

¿Cómo se supone que se entretienen los niños pequeños?

“Entonces… ¿Qué les gusta hacer?” Soltó. Se arrepintió segundos después.

“Nada… cuando estas en las calles solo te preocupas por encontrar comida o robarle a algún incauto que no cuida bien su bolsillo” dijo Shen Jiu y un sentimiento incomodo (que definitivamente no era culpa) lo invadió.

“¿Qué hay de dibujar? ¿o leer? A los niños supuestamente les gusta que les cuenten cuentos”

“Mo-Xiansheng, no sabemos leer…” respondió Yue Qi.

“¿Quieren aprender?” Los ojos de ambos niños brillaron con emoción, aunque Shen Jiu intentó ocultarlo.

Tomó algo de papel y tinta de su bolsa qiankun y les hizo señas para que se acercaran e indicó a ambos niños que se sentaran junto a él en la mesa. Dejó los mapas de lado y enseñó a los niños los caracteres básicos. Tanto Yue Qi como Shen Jiu eran muy entusiastas a la hora de aprender y ponían todo su empeño en ello. También eran bastante agiles mentalmente, lo que era normal considerando que eran el futuro líder de secta y el mejor villano de la novela original.

En cuanto al lugar donde irían, ya lo había decidido. Una pequeña aldea en el centro del territorio de Cang Qiong. Hacia años había sido el lugar favorito para cazar del pico Bai Zhan, pero con el tiempo acabaron con todos los monstruos a la redonda, pero aun así no había mucha gente viviendo en los alrededores. Esto por la reputación tenebrosa de los bosques que la rodeaban, siempre cubiertos por una espesa niebla y con gritos nocturnos que no podían atribuirse a demonios ni fantasmas.

Muy aterrador a primera vista. Pero el gran y sabio Airplane Towards The Sky no escogería si fuera realmente peligroso.

De hecho, era el lugar más seguro de todo el continente gracias a la matriz que un viejo cultivador había dejado en lo profundo del bosque y que solo alguien que conociera el camino o con mucha suerte (Luo Binghe) podría encontrar. Una de esas tantas tramas que no llegó al libro principal por la falta de papapa, pero que Shen Qingqiu confirmó su existencia cuando en medio de su luna de miel se la topó por accidente.

Era el lugar perfecto.

Notes:

漠北君 Mòběi Jūn (señor del desierto del norte)

漠 (desierto)
飛機 (Avión)

El viejo nombre es un poco femenino y tampoco es que Airplane Jiu-jiu sera muy creativo para poner nombres, esto me parecía un poco más acorde a su personalidad.

Chapter 4: Escape

Summary:

Avión: Apenas llevo tres días en este mundo ¡¿por qué ya tengo enemigos detrás de mi?!

Sistema: ¯\_(ツ)_/¯

Notes:

Avión sigue sin saber como cuidar niños, pero si sabe como dar una lección a unos idiotas. Mobei-jun estaría orgulloso.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

La abuela Lan-Lan y sus trabajadoras tenían manos divinas para confeccionar tantas túnicas en tan poco tiempo, el hecho que fueran simples mortales lo hacía más impresionante. El algodón de colores era suave y de buena calidad y las costuras estaban bien hechas, por lo que serían durables mientras no hubiese imprevistos. Shen Jiu era el más emocionado con sus ropas nuevas, aunque dijera lo contrario.

El niño era un pequeño tsundere peor que su hermano Pepino.

Sin mencionar la cara de amargado que no concordaba con un niño de siete años.

Yue Qi fue más abierto con él. Sonriéndole tímidamente de vez en cuando o jalando sus mangas cuando algo llamaba su atención en las ferias. Avión había comenzado a notar el patrón, ya que el niño mayormente señalaba los puestos de dulces por sobre cualquier otro. Yue Qi tenía un diente dulce.

Sería la última noche que pasarían en la ciudad antes de partir rumbo al bosque de niebla, cenaron pacíficamente, con los niños haciendo preguntas acerca del mundo de la cultivación. Al fin asimilando que estaban a punto de dejar atrás la triste vida que habían estado viviendo.

La noche se sumió sobre la pequeña ciudad y dos sombras avanzaron sigilosamente entre los callejones. Confiados y determinados perseguían una presa escurridiza. Sería rápido, su viejo amigo lo había asegurado cuando se los pidió. Acabar con un mortal no era nada para dos viejos cultivadores y de paso, podrían quitarse de encima una vieja deuda. ¿Por qué querría su viejo amigo un mortal muerto? No lo sabía y realmente no le importaba lo suficiente como para preguntar, probablemente el niño había visto algo que no debía o era familiar de alguien que había ofendido a su viejo amigo. Nada demasiado raro o extravagante.

Sus informantes les indicaron que el mortal había salido de la ciudad acompañado de dos personas. Tampoco nadie de interés. Probablemente también eran mortales. Mala suerte para ellos, porque no dejarían ningún testigo.

Llegaron a la posada donde se estaban escondiendo y se colaron sigilosamente como un fantasma. Solo había tres habitaciones ocupadas. Se dividieron para buscar más rápido, no querían estar tanto tiempo en un pueblucho como ese. Era denigrante para sus estatus como ancianos.

Las primeras dos no tuvieron suerte. Pero eso solo significaba que la tercera era la correcta.

El piso de madera vieja crujió bajo sus pisadas, al igual que la puerta que se abrió lentamente. El filo de la espada estaba alzado, cuando al sonido del viento siendo cortado le siguió un golpe sordo y un grujido gutural. El primer hombre emitió un quejido espantoso mientras la sangre salía de la herida abierta en su cabeza, mientras que el segundo lo miraba pasmado.

Dentro de la habitación había un hombre joven cuyo rostro no podía ser visto por las sombras externas, pero si podía distinguirse la silueta y como empuñaba un bastón de bambú que estaba rodeado de energía espiritual y detrás de él, dos niños se aferraban a su túnica, asustados.

Avión no esperaba que alguien fuera tras ellos cuando apenas llevaba dos días en ese mundo. ¿Quién los habría enviado? ¿los traficantes de esclavos? ¿la familia Qiu? Sea quien fuese, el autor solo quería salir pitando de allí con los niños.

“Maldito. Planeaba dejarte un cadáver completo, ¡pero te haré pedazos por esto!” rugió uno de los hombres. Su aura era aterradora mientras se enfrentaba a Avión.

Mo Ruhua no vaciló, podía sentir el nivel de cultivo de ambos hombres. No eran muy hábiles incluso para los estándares de An Ding. Incluso el portero del palacio de hielo era más fuerte, pero para un mortal, probablemente esos dos eran como dioses.

El sicario atacó con su espada y Avión usó el trozo de bambú recubierto con Qi para detener el golpe. El segundo atacó al mismo tiempo hacia su costado, por lo que, con un movimiento de pies, lo esquivó usando la espada del compañero para bloquear el segundo ataque del sicario herido.

“Manténganse detrás” ordenó a los niños mientras sacaba dos talismanes y los arrojaba hacia los sicarios. Estos emitieron una gran cantidad de luz que cegó momentáneamente a los atacantes.

Avión aprovechó este momento para tomar a los niños y salir de la habitación hacia un terreno más abierto. Si continuaban luchando en un espacio tan cerrado, tanto Shen Jiu como Yue Qi podrían salir heridos. El cuero cabelludo del inmortal se erizó antes de esquivar un ataque que iba hacia su cabeza. Al final tantos golpes de Mobei-jun y el hermano Pepino le sirvieron para tener un buen instinto de evasión.

Los niños se aferraban a él con fuerza mientras corría, tenían que alejarse de la ciudad. Pero los sicarios no iban a dejarlos escapar tan fácilmente después de esa ofensa. Al verlos dirigirse a una zona baldía, lamieron sus labios deseosos por destrozar al imbécil que los había atacado.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Mo Ruhua se detuvo, sosteniendo con fuerza a los niños en sus brazos. Los sicarios pensaron que se había cansado, por lo que sonreían orgullosamente debajo de sus capas oscuras, como un lobo frente a su presa.

“Hoy me siento generoso, si nos entregas a los niños, me asegurare de darte una muerte rápida”

Avión rodó los ojos. ‘Dice eso el tipo que tiene a cabeza medio abierta’ pensó.

¿Acaso la carne de cañón no tenía más líneas a parte de esos diálogos genéricos?

Ante los ojos de los sicarios, Mo Ruhua comenzó a bajar lentamente a los niños al suelo. Ellos se aferraban a él aterrados de que los entregara realmente. Esto complació a los asesinos, quienes ya consideraban su trabajo como terminado.

“Confíen en mí. Estarán bien, solo cierren los ojos” les susurró Avión. Podía escuchar el latido rápido de sus pequeños corazones.

Shen Jiu lo miró con sus ojos de fénix, el iris de jade mostraba un miedo innato, miedo a que Mo Ruhua, el hombre que los había sacado de las manos de los esclavistas, que los vistió y alimentó con promesas los traicionara y los abandonara.

“Por favor, no dejare que los lastimen. Confía en mi esta vez” Los pies de los niños ya habían tocado el suelo, pero la mirada de Avión estaba fija en los dos sicarios y en sus movimientos.

Hubo gran tensión cuando ninguno de ellos se movió.

Al final, Shen Jiu y Yue Qi soltaron a Mo Ruhua.

Shen Jiu lo miró impotente. Sus puños apretados tan fuerte que sus nudillos palidecieron. Yue Qí temblaba ligeramente ante dos presencias tan aterradoras ¿así era como se veían dos maestros marciales? La sed de sangre y malicia que emanaban solo podía compararla con las bestias y aquellos hombres malvados que abusaban de Xiao Jiu y de los demás niños. ¿no se suponía que los inmortales debían ser justos y sabios? ¿Por qué eran tan diferentes del maestro Mo?

Sin perder el contacto visual, Mo Ruhua sostuvo su bastón de bambú y soltó un sonido angustioso.

Odiaba pelear. Realmente lo detestaba tanto como detestaba la sangre.

Pero si no peleaba, moriría, todos lo harían y jamás podría volver a ver a su Rey.

Respiró profundo e imbuyó el bastón con más energía espiritual. La sonrisa de los hombres se desvaneció.

“Niños, cierren los ojos. Esto será desagradable…”   

Bajo el brillo de la luna y las sombras de la noche, los tres cultivadores comenzaron una feroz lucha por la supervivencia. Avión atacaba rápidamente y con golpes tan potentes como su poder espiritual se lo permitía. Los hombres claramente no esperaban un ataque tan feroz del joven solitario. ¿de dónde sacaba tanta energía espiritual? Su amigo les había mentido, no era un mortal, sino un cultivador consumado y claramente más fuerte que dos viejos ancianos. Pronto la balanza estaba a favor de Mo Ruhua.

Un golpe bien dado, rompió el brazo de uno de los sicarios. Su espada quedó en el aire y Avión aprovechó para tomarla y con su propia arma, lo decapitó limpiamente.

El autor reprimió una arcada al ver las hebras de carne aun pegadas en la hoja. No era su primer asesinato, no cuando había tantos complots contra su rey, pero como hombre del futuro, siempre detestaría la visión de la muerte.

La espada mancillada, se rompió en mil pedazos por su crimen y Mo Ruhua fijó su vista en el último atacante.

Con su compañero muerto, el hombre sabía que estaba en desventaja e intentó escapar. Pero Avión no le daría esa oportunidad de ser un problema mayor más tarde, así que lo persiguió y continuó atacando hasta abrumar al asesino. Y entonces acabó con todo con un golpe. Esta vez pudo sentir el sabor del reflujo en su garganta cuando el sonido del cráneo rompiéndose atravesó el aire. Sus manos temblaron y soltó el palo de bambú, asqueado.

Apenas pasaran por otro bosque de bambú se desharía de él.

Retrocedió jadeando y sus piernas se sintieron como gelatina cuando pisó un charco de sangre que se formó del cuello sin cabeza del otro sicario.

Gimió espantado y saltó lejos de ella, cayendo sobre su trasero.

‘¿Dónde estás, Mi Rey?’ pensó abrazándose a sí mismo.

Sintió pequeños pasos a su espalda y volteó a mirar a los dos niños que lo miraban fijamente. Aun temblaban de miedo.

El corazón del autor se apretó nuevamente. Se suponía que era el adulto allí, los niños habían sido el objetivo y también necesitaban consuelo. Giró hasta quedar arrodillado y extendió sus brazos hacia ellos. Los niños se aferraron a él con tanta fuerza que estuvo a punto de caer al suelo. Avión acarició sus espaldas en círculos para intentar calmarlos y susurrando palabras suaves como “ya se han ido” “no les harán daño” que solo hizo que los niños lo abrazaran más fuerte.

Escuchó un sollozo reprimido y besó la cabeza de Shen Jiu.

Estuvieron así un tiempo, antes de que Avión los tuviera que soltar.

No sabían si esos tipos tenían refuerzos, pero lo mejor era salir de allí cuanto antes.

Sacudió su túnica, ahora manchada con sangre y gimió dolorosamente al pensar en lo difícil que sería quitar las manchas. Giró su cabeza hacia los cuerpos y dudó. Tal vez tendrían escondido algo útil.

Se acercó a los cuerpos y rebuscó en los bolsillos, respirando por la boca para no oler el pútrido olor de la sangre en descomposición. Cuando de pronto algo frio rozó sus dedos.

Era una ficha de jade del palacio Huan Hua.

[Felicidades. Felicidades. Felicidades. Las cosas buenas deben decirse tres veces]

[El usuario ha completado la primera parte de la misión secundaria “Enemigo en las sombras”]

[El usuario a obtenido +200 puntos B]

[+100 puntos de afecto]

[+50 puntos de frialdad]

[¡Siga trabajando duro!]

‘¡No jodas sistema! ¡¿Cómo que misión secundaria?! ¡Yo no me inscribí para esto!’ quería seguir reclamando, pero el sistema no contestó.

Al rebuscar en el bolsillo del otro cuerpo también encontró una ficha de Huan Hua. Si los hombres eran realmente del palacio, la situación se volvería aún más peligrosa de lo que ya era.

Debía de deshacerse de las pruebas.

Juntó ambos cadáveres y usando cinco talismanes los incineró junto a sus espadas.

Tomó a ambos niños y escaparon lejos de la hoguera.

A partir de entonces ya no se quedaron a dormir más que una noche en los distintos pueblos por los que pasaban. Tenían que llegar al bosque de niebla y a la jurisdicción de Cang Qiong tan pronto como pudiesen. Los niños no se quejaron por el apretado itinerario. Se habían vuelto más cautelosos desde esa noche y no se apartaban del lado de Mo Ruhua.

Luego de cinco días llegaron a la aldea Astillada. La localidad que bordeaba el bosque de niebla era bastante pequeña, pero lo suficientemente concurrida como para tener varias tiendas e incluso un burdel.

Mo Ruhua miró al crepúsculo floreciente y luego a los niños que dormitaban entre pasos. Incluso si no había bestias peligrosas en el bosque, no sería bueno deambular como si nada. Los niños podrían perderse por accidente o podrían caer en una zanja al más mínimo descuido. Lo mejor era descansar y luego seguir su camino en la mañana.

“vamos, solo aguanten un poco más” les animó.

La gente ya había comenzado a encender las linternas rojas mientras Avión buscaba un lugar para dormir.

La gente de la aldea no era muy agradable. Mayormente amargada por su pobre estilo de vida culpaban al bosque de su desgracia y sacaban esto con los visitantes. Nadie quiso darles alojamiento y esto hizo enojar al inmortal.

¡Se suponía que él era su creador! ¡Si supieran quien era pedirían perdón de rodillas mil veces!

Las opciones se le acababan y no quería dormir al aire libre con dos niños tan pequeños. Así que solo le quedó una opción. Tomó a los niños y caminó hacia el burdel, donde un hombre son sobrepeso custodiaba la entrada.

Incluso desde el exterior, podía sentir el aroma dulce del incienso y las melodiosas voces de las jóvenes. No era su primera opción, pero serviría.

“Lo siento, pero no estamos comprando esclavos por el momento” dijo el hombre al ver a Avión.

El autor tuvo que poner su mejor cara para ocultar su desagrado “No vengo a vender, quiero pedir un cuarto y algo de comer para mí y mis estudiantes. Las posadas cercanas no tienen lugar para nosotros”

El hombre barrió a Avión con la mirada y dijo desdeñoso “no entran niños, esto no es guardería”

Avión metió su mano en el bolsillo de su túnica y sacó cinco gemas espirituales de alta calidad. Los ojos del portero se abrieron al ver las gemas y las tomó rápidamente.

“pido disculpas al maestro cultivador y a sus estudiantes, será un honor tenerlos aquí esta noche”

Hizo señas a alguien dentro y una joven de aspecto dulce los llevó hasta una habitación aterciopelada con sofá amplio rodeado de tela muselina roja. Había un fuerte olor a perfume que hizo que Mo Ruhua frunciera la nariz. Probablemente tardaría horas en quitar el olor de su ropa, pero era eso o dormir en la calle.

Revisó las mantas y almohadas que bordeaban el sofá solo por si acaso y al comprobar que estaban limpias dejó que los niños se acomodaran a su gusto.

Los niños no hicieron preguntas. Incluso si no lo decían, sabían dónde estaban. No habían vivido tanto tiempo en las calles sin aprender sobre lugares como esos.

Una muchacha entró poco después, sus ropas eran amarillas, rojas y blancas, rebelando sus hombros pálidos y el comienzo de sus pechos. Su rostro estaba pulcramente maquillado, destacando sus ojos de fénix con una sombra roja. Ella tuvo un pequeño desliz en su expresión sonriente al notar la presencia de los niños. Su superior le dijo que entretuviera a un rico maestro cultivador que acababa de llegar, pero no mencionó que estaba acompañado de sus hijos.

La muchacha era bonita, tal vez de su gusto en una vida anterior. Pero luego de pasar décadas junto a personas increíblemente hermosas como Luo Binghe, Liu Qingge, su Rey y (aunque no se lo diga a la cara) Shen Qingqiu. Por lo que su belleza era relativamente corriente a sus ojos.

“El nombre de esta es Lu Tang, espero que me conceda el honor de atender al maestro esta noche” arregló su túnica para cubrirse, incomoda por los dos pares de ojos infantiles que la observaban.

“si pudieras traer unos bocadillos para nosotros tres sería fantástico” Avión sonrió, aunque no podía verse por el velo en su rostro.

La joven Lu Tang se fijó mejor en el joven mayor de inusuales ojos. Demasiado claros para ser castaños, pero demasiado oscuros para ser dorados. Un tono que le recordaba a los pastizales de verano. Le hacía preguntarse qué clase de rostro sería portador de esos ojos, pero considerando lo hermosos que eran los dos niños, el hombre debía ser una belleza inmortal oculta.

Lastimosamente, no estaba entre sus obligaciones interrogar a sus clientes, por lo que asintió y se encargó de traer dos bandejas llenas de bocadillos y té de rosa turbulenta, la especialidad del establecimiento.

Lu Tang trajo consigo también un Erhu que llamó la atención de Shen Jiu rápidamente.

Cuando la suave melodía inundó la habitación, el ambiente se volvió mucho más cómodo. La melodía era relajante y los dedos de Lu Tang se movían ágilmente por las finas cuerdas. Lu Tang era muy buena con su instrumento, Avión pensó que no tendría nada que envidiarles a los eruditos del pico Qing Jing.

Cuando la primera melodía acabó, Yue Qi no pudo resistirse a decir “señorita usted toca muy hermoso”

Shen Jiu asintió rápidamente. Nunca había escuchado nada tan bonito antes.

Incluso cuando había recibido halagos antes, el que fuesen dos niños inocentes y no hombres borrachos con intenciones de llevarla a su cama, hizo que ella se sonrojase sinceramente.

La velada continuó hasta que los niños comenzaron a bostezar muy seguido y Mo Ruhua despidió a la joven dándole algunas monedas como pago en agradecimiento por tocar para ellos por tanto tiempo.

La doncella sujetó las monedas contra su pecho y le agradeció de corazón. Había disfrutado su tiempo junto a la pequeña pero amable familia, casi deseaba que pudiesen quedar más tiempo y continuar así tocando para ellos. Lastimosamente, ella los vio marcharse al amanecer con rumbo al bosque de niebla y con una profunda preocupación, rezó por su seguridad.

 

 

 

 

 

 

Esto es un Erhu*

Profesional yunzhi Rojo Sándalo Erhu chino 2-string Violín Violín  Instrumento Musical Incluye accesorios: Amazon.es: Instrumentos musicales

Notes:

¿Qué les parece Lu Tang? No me la vayan a olvidar que es un personaje que será importante toda su vida (no es como que los mortales vivan mucho).

Chapter 5: Hogar Dulce Hogar

Summary:

Nada como un día de limpieza para hacerte sentir como en casa.

Notes:

Estas semanas estoy con mucho trabajo, por lo que los capítulos reducirán su frecuencia a solo uno por semana hasta el 15 de mayo. Luego regresaremos frescos como lechugas.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Luego de una buena noche de sueño, Avión estaba emocionado por entrar al Bosque de Niebla. Una vez que cruzaran ya no tendría que preocuparse por asesinos ni por qué alguna bestia demoniaca los sorprendiera a mitad de la noche.

Cuando llegaron al borde del bosque su rostro se volvió pálido y su sonrisa fue remplazada por una perfecta línea recta mientras miraba los miles de arboles moribundos apenas visibles entre una espesa niebla blanca que a la luz del sol adquiría un aura espectral, sin mencionar los quejidos apenas audibles que resonaban desde la profundidad de la arboleda.

Yue Qi se aferró a su manga con fuerza y aunque Shen Jiu no actuó tan lamentablemente, por su expresión podía verse que la idea de entrar en el bosque no le gustaba ni un poco.

“Tranquilos, no hay nada que pueda hacerles daño aquí” si estaba diciéndole eso a los niños o a sí mismo, solo él lo sabría.

Avanzó un par de pasos, pero notó que los niños estaban clavados en su sitio. Avión soltó un suspiro y se arrodilló delante de ellos, se quitó su velo y los miró con sinceridad.

“les prometí que los protegería y los llevaría a Cang Qiong, sé que parece aterrador, pero confíen en mí, mientras esté en mi control, nunca los pondré en peligro” Ambos niños se miraron entre sí, dudando.

Soltando un suspiro, Shen Jiu miró a Mo Ruhua a los ojos. Aquel hombre extraño que los había sacado de las calles, que les dio de comer, les consiguió ropa y una cama calidad; el mismo que asesinó a otros sin dudarlo, por protegerlos.

El niño, decidido, estiró su mano para tomar la de Mo Ruhua, quien le sonrió abiertamente.

Yue Qi tomó su otra mano y en un giro repentino, el maestro Mo lo alzó para sentarlo sobre sus hombros, mientras tomaba con un brazo a Shen Jiu.

Cuando se internaron en la niebla, no pudieron reprimir el escalofrió que les dejó la humedad de la misma cuando rozó su piel. Era tan espesa que no podían ver nada más allá de su nariz, incluso la luz del sol era completamente inútil a la hora de distinguir las sombras de los árboles. Por esto Mo Ruhua usó el bastón de bambú para tantear el camino y no tropezar con las raíces. Sería demasiado humillante caerse de cara luego de lucir tan confiado al entrar.

Avión al menos quería mantener algo de cara frente a los niños hasta que se fueran a Cang Qiong y entonces podría volver a ser el desastre andante que siempre fue.

El camino fue lento y tenso. Una rama que pisó accidentalmente los hizo saltar del susto, antes de que Avión riera nerviosamente para calmar a los niños. El autor tenía problemas para encontrar la matriz y mantener el paso de la rima infantil que había usado para marcar el camino.

‘Dos y dos son cuatro (derecha) cuatro y dos sin seis (izquierda en el tronco blanco) seis y dos son ocho (pisando la piedra redonda) y ocho (dieciséis atraviesa la matriz)’

El hermano pepino ya le había dado unos buenos golpes con el abanico sumados al sarcasmo por usar algo tan burdo y común como entrada a un reino secreto, pero ¿Quién en todo PIDW a parte de ellos conocería un juego del mundo moderno? El hermano Pepino no apreciaba su genialidad.

La matriz presionada comenzó a brillar con un tono ámbar y la niebla alrededor de ellos comenzó a dispersarse revelando un camino de piedra que se dirigía al sur.

Avión tenía intención de bajar a los niños, ya que el resto del camino era completamente seguro. No contaba con ellos estuviesen tan firmemente sujetos de él.

Shen Jiu se sonrojó hasta las orejas cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se sacudió como el gato arisco que era, exigiéndole a Mo Ruhua que lo bajara.

“Si quieres que te lleve cargando solo tienes que pedirlo” El niño lo miró agraviado, pero con las mejillas tan rojas que resultaba adorable.

Oh. Como iba a disfrutar recordándole estas anécdotas al adulto Shen Jiu. Claro, eso si no lo acababa golpeando por el descaro. Pero Avión disfrutó de la perspectiva.

Xiao Jiu frunció el ceño su cruzó sus brazos cuando por fin lo dejaron en el suelo. Estaba tan avergonzado que no quería hablar con nadie, pero necesitaba sacar esa frustración, así que miró al gran culpable de todo y le dio una patada.

Miró a Avión con los puños apretados, pero el hombre no solo no se quejó, incluso tuvo el descaro de reírse. Así que como el niño que era, continuó pateando al cultivador en las piernas. Aunque por su corta estatura no era como si llegara muy alto.

Mo Ruhua apenas podía contener su risa. Realmente si le dolía un poco, pero no podía tomar al niño en serio con una expresión como esa. Mucho menos contando su amplio historias siendo usado como saco de boxeo de Mobei-jun. A comparación, era como ser golpeado por un pollo de no más de 10 cm.

Bajó a Yue Qi al suelo también luego de que Shen Jiu se diera cuenta de que no estaba llegando a ningún lado con su rabieta.

Mo Ruhua acaricio la cabeza de ambos niños y lideró el camino.

En total solo necesitaron cinco minutos de caminata para ver un gran portón que se abrió de par en par para ellos. Dentro había una gran residencia. El cielo era azul y la hierba verde rebosaba de vida bajo la luz del sol. En el centro había una gran estructura que debía ser la residencia principal, imponente pero construido de tal forma que daba un aspecto hogareño. Pero como los niños pronto verían, había mucho más escondido.

El terreno dentro de la matriz era rico en energía espiritual y amplio, unas tres hectáreas que equivalían a 45 mu de tierra y estaba dividido en distintos sectores. Un campo de entrenamiento de buen tamaño, una armería, un laboratorio de alquimia, una leñera, un establo al menos 12 mu de árboles frutales que bordeaban una cascada y un río que atravesaba la tierra. Por el otro lado había un gran campo de hierbas espirituales que probablemente tendría que revisar a fondo, ya que, aunque el césped no crecía descontrolado y los arboles no envejecían, por algún motivo este efecto no caía sobre ellas (“Agujero de trama” diría Pepino) y muchas serían inutilizables, por lo que tendría que recolectar sus semillas.

En sus borradores, había escrito que aquel lugar había sido el hogar un viejo discípulo de Cang Qiong al cual no le gustaban las prácticas de la secta, por lo que desertó y creó su propio lugar en el bosque cuando todavía estaba plagado de bestias peligrosas. Tomó a su familia y se mudó allí con la intensión de construir una pequeña secta, pero nunca dio frutos y todos acabaron falleciendo sin que nadie supiera de su legado. Al menos hasta que Ning Yingying se topó con ella un día que se perdió, o algo así, ya no recordaba mucho. Fuera como fuera, ahora era suyo.

Avión bajó su mirada hacia los niños, que se habían quedado mirando todo el sitio, asombrados. Les dio un toque en la cabeza para traerlos a la realidad y los instó a avanzar.

“¿Nosotros viviremos aquí?” preguntó Yue Qi, aun perplejo. Podía sentir como su cuerpo se sentía más ligero con solo respirar el Qi en el aire.

“Por supuesto, hay que hacer algunos retoques y limpiar el polvo, pero estoy seguro de que podremos formar un buen hogar aquí” Mo Ruhua se adelantó y abrió las viejas puertas de madera de la residencia principal. Una nube de polvo se levantó haciendo que el viejo cultivador comenzara a estornudar una y otra vez de forma incontrolable.

No solo tenía su rostro de vuelta. También había traído sus alergias de regreso.

¡No me jodas Sistema!

Ajustó el velo y su manga para cubrir su rostro y les dijo a los niños que esperaran en la puerta. Luego procedió a abrir todas las ventanas que encontró para dejar salir el olor a viejo del lugar.

Cuando volvió a la entrada se sorprendió de no ver a los niños por ningún lado. Habían sido tan obedientes el último tiempo que no esperaba que lo desobedecieran, así como así.

Miró a su alrededor, pero no encontró rastro de ellos. ¿habían entrado en la casa?

Escuchó un crujido y murmullos desde detrás de la casa y los siguió.

Detrás de unos arbustos estaba Yue Qi hincado en el suelo, Shen Jiu lo cubría mientras él hacía sus…

Se olvidó de que los niños mortales iban al baño más seguido que los cultivadores.

Se dio la vuelta para irse sin que los niños lo vieran, pero el grito que le siguió le indicó claramente que si lo habían visto.

“¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Juro que no vi nada!” e hizo lo que cualquier adulto responsable haría.

Escapó.

Más tarde, con algunos sonrojos incomodos de por medio, decidieron dividirse las tareas para habilitar la cocina y los dormitorios principales. Lo demás lo harían a lo largo de la semana.

Llenaron cubetas que encontraron en la leñera vacía con agua y limpiaron cada rincón hasta que el polvo con las ropas viejas de ambos niños.

La casa era amplia y estaba bellamente decorada, demostrando el gran poder adquisitivo que tuvieron sus dueños, con cinco dormitorios con camas ya armadas, dos baños, una gran biblioteca que definitivamente haría babear a su hermano Pepino, cocina, comedor, un gran salón y otras tantas habitaciones vacías que probablemente se destinaron para unas futuras generaciones que nunca llegaron.

No solo eso. Mientras barría el pasillo, Yue Qi se topó con un tesoro.

¡Había una fuente termal artificial! Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo se dio palmaditas en la espalda a si mismo por su genialidad ¡Ahora no tendría que acarrear agua caliente día y noche!

Alagó a Yue Qi hasta que las orejas del niño se tornaron de rojo.

Para cuando llegó la hora de almorzar, estaban sudorosos y cansados, por lo que el baño fue más que bienvenido.

El almuerzo consistió solo en frutas. Ya que no había ningún otro tipo de alimento dentro de la matriz, así que Mo Ruhua tendría que salir al pueblo por algunos víveres. Tal vez podría arar una parte del campo para no tener que hacerlo tan seguido, pero por ese día se conformarían con las frutas.

“¿Qué es esto?” preguntó Shen Jiu apuntando a un amplio mural que estaba pintado en medio del salón principal, donde estaban almorzando.

El autor reconoció rápidamente los grabados y sonrió.

“Eso es la montaña Tian Gong, donde reside la secta Cang Qiong” se levantó y acarició con la yema de sus dedos la pintura, trazando cada relieve detallado.

La pintura estaba muy bien hecha. Lo que le hacía pensar que el cultivador que la pintó debió pertenecer a Qing Jing.  

“Es enorme” observó Yue Qi.

“Si, lo es. También hay muchos cultivadores. Entre tantas personas, debe haber orden. Por esto la montaña se dividió en doce picos, cada uno especializado en su propio arte. Pero todos ellos siguen al líder de secta, quien es el que tiene la última palabra en las decisiones. También están los discípulos principales que cada señor del pico tiene, ellos son los sucesores de cada maestro. Luego están los discípulos internos…”

Avión continuó divagando y divagando, explicando el funcionamiento interno de la secta.

Solo se detuvo cuando su garganta se sintió demasiado secta y se sobresaltó cuando escuchó el ligero ronquido detrás de él. Los niños se habían quedado dormidos en algún punto de su discurso.

El autor suspiró apesadumbrado.

Por cosas como esa no daba clases él mismo a sus discípulos jóvenes. Era difícil que prestaran atención a una conferencia si sus cuerpos estaban cansados por el entrenamiento de espadas y el de formación de núcleo.

Apartó la vajilla sucia con restos de fruta y tomó a ambos niños, que se sacudieron ligeramente por el cambio de posición.  

‘Lindo’ Pensó cuando Yue Qi sostuvo su manga cuando lo dejó sobre su cama.

Aunque los niños tenían habitaciones separadas, probablemente estarían desorientados al despertar y sería mejor que vieran una cara amiga- ‘Mentiroso, simplemente no quieres darte dos viajes’.

Luego de dejar a los niños en la cama y cubrirlos con una manta, salió al exterior para inspeccionar el campo de hiervas mágicas. Las hiervas mágicas eran importantes no solo para la fabricación de píldoras y medicina, también para la creación de vino espiritual, comidas y como repelente de bestias demoniacas. Si lograba salvar, aunque sea una parte de las hiervas que quedaron, podría tener un negocio muy lucrativo entre manos, ya que además de ser de calidad eran antiguas y raras.

Su túnica había cambiado a una de color marrón simple que la abuela LanLan había confeccionado. Era menos intrincada que la otra y no necesitaba tantas capas, por lo que podía mover su cuerpo libremente con ella, haciéndola ideal para el trabajo de campo.

Arremangó sus mangas y tomó sus herramientas.

Cuando vio el tamaño del campo de hiervas y la cantidad de maleza que se había formado a su alrededor quiso llorar.

¡¿Es una jodida broma?!

¡En ninguna parte había escrito que el protagonista debía ensuciarse tanto para obtener las malditas plantas!

[Estamos trabajando para hacer de la experiencia del usuario lo más realista posible]

[Siga trabajando duro]                       

Mo Ruhua le mostró el dedo a la pantalla azul.

 

Notes:

Extra:

Yue Qi: Tengo que ir al baño...
Shen Jiu: ¿No fuiste antes de irnos?
Yue Qi: Es que entonces no tenía ganas de ir...
Shen Jiu: (-_\) Vale... debe haber un baño por algún lado.
Yue Qi: Pero ya no aguanto...y son las dos cosas...
Shen Jiu: (¿Qué hice para merecer esto?)
Shen Jiu: Bien, te cubriré, ¡pero apúrate antes de que vuelva!

Chapter 6: Venta de Hierbas Espirituales

Summary:

Lamento la demora, apenas inicie mi semana de descanso de la Universidad y estoy preparando también algo que muchos de ustedes me han pedido con respecto a cierto one-shot en mi perfi.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Lu Tang estaba sirviendo vino a unos clientes bastante risueños cuando fue llamada por el dueño del local.

“Eres bastante afortunada” comentó con una sonrisa de zorro “ese maestro inmortal está aquí otra vez y parece que te está buscando. Asegúrate de sacarle unas buenas monedas antes de que se vaya de nuevo. ”

La joven asintió sin escucharlo. Estaba más sorprendida de que el maestro Mo hubiera aparecido intacto luego de decir que iba a entrar en el bosque de niebla y se sorprendió aún más al ver a los dos niños disfrutar de una merienda en el mismo salón donde los había recibido la última vez. Los niños tenían las mejillas llenas con la masa dulce, felices de comer algo que no fuera fruta.

“Ah, Lu Tang, lamento molestarte mientras trabajas, pero no conozco a nadie de la zona y necesito algo de orientación” Mo Ruhua rascó su nuca con nerviosismo.

"Por supuesto, ¿Qué le gustaría saber al maestro Mo?" a ella le gustaba mucho ese maestro de ojos sinceros. A pesar de saber en lo que trabajaba, la trataba con respeto e incluso amabilidad, más de lo que muchos harían.

Pagar amabilidad con amabilidad.

Además, quien mejor que las mujeres de los burdeles para descubrir los secretos de un hombre. Las cosas que podrían llegar a decir con la pasión nublando sus mentes, muchos secretos peligrosos que no deberían ver nunca la luz.

Aunque por el momento no era eso lo que Mo Ruhua quería de ella.

El autor le preguntó por los agricultores de la zona y sobre los vendedores que eran los más honestos a la hora de cobrar por sus productos. Mo Ruhua quería llenar las alacenas de la casa, además de cultivar una parte del terreno con verduras frescas. No podía confiar en los productores en un mundo tan impredecible. Las inundaciones, pestes y sequias eran solo una pequeña parte de las posibilidades, sin mencionar las mareas de bestias demoniacas que de vez en cuando invadían las aldeas desprevenidas.

Una inversión segura era cultivar sus propios alimentos.

Lu Tang respondió a sus preguntas y al final volvió a tocar una hermosa melodía para ellos. Mo Ruhua la recompensó una vez más con algunas piedras espirituales y se marchó junto a los dos niños.

Las otras doncellas del burdel miraron con envidia a Lu Tang. ¿Por qué ella era la única que podía tratar con el maestro amable? Además, ¿habían visto a los niños? Eran tan lindos que querían piñizcar sus mejillas.

Lu Tang las mandó lejos a todas cuando los cuchicheos se hicieron más altos.

Mo Ruhua por su parte regresó a la matriz junto a los niños. Esta vez les hizo caminar por sí mismo, sosteniendo unas cintas que estaban atadas a sus muñecas. El objetivo de esto era que los niños aprendieran el camino por sí mismo, en caso de que alguna vez ocurriese algún incidente y no estuviese cerca para guiarlos.

La probabilidad era baja, pero siempre era mejor prevenir que curar.

La residencia estaba en mejor estado que el día anterior. Mo Ruhua había pasado la mañana limpiándola junto a los niños, por lo que ahora estaba radiante. También había estado muy ocupado clasificando las hierbas mágicas. Tuvo que desechar el 70% de ellas pues estaban demasiado añejas para ser usadas. Pero recolectó muchas semillas, por lo que no se perderían totalmente. El 30% que aun podía usarse fue clasificado en distintos tipos, pero él no tenía uso para ellas ya que ni siquiera sabía cómo destilarlas, por lo que la mejor opción era venderlas.

La aldea Astillada era demasiado pequeña para poder vender sus hierbas, por lo que las ciudades más grandes eran una mejor opción. Aunque estaban un poco lejos, por lo que los niños no podrían seguirle el paso. Todavía demasiado débiles por los años de desnutrición. Así que tendría que dejarlos solos.

Algo en esa idea no le acababa de gustar.

Pero primero lo primero.

Tomaron algunas canastas y regresaron a la aldea Astillada para comprar alimentos. Verduras, cereales y algo de carne, solo la suficiente para un par de días pues no podrían refrigerarlas como lo haría si tuviera una congeladora.

‘Ah~, extraño mis electrodomésticos’ pensó amargamente, pero ya había vivido más de seis décadas sin necesidad de ellos, así que no valía la pena quejarse.

Pero se agregó otra cosa a la lista. Necesitarían comprar animales para criarlos y comer. No iba a vivir como vegetariano el resto de su vida allí.

Ya era tarde cuando regresaron a la casa con las canastas llenas. Era divertido ver a Yue Qi y Shen Jiu llevar canastas más grandes que ellos entre los brazos, pero los niños habían sido testarudos al ofrecer su ayuda. Aunque habían tenido que tomar varias pausas en el camino a través del bosque para que descansaran sus delgados brazos.

“¿Cuándo aprenderemos a cultivarnos?” preguntó Shen Jiu. Si aprendía a cultivar, sería más fuerte y no se cansaría tan rápido al llevar los víveres.

“primero tienen que recuperar algo de masa y adquirir músculo, si no se agotaran muy rápido y les costará más absorber el Qi” lo decía por experiencia. Él tampoco estaba en mejores condiciones al llegar a Cang Qiong, por lo que cuando intentó cultivar tuvo un vergonzoso desmayo.

Ya que los niños habían trabajado duro durante el día, al llegar a casa Mo Ruhua se dispuso a hacerles una pequeña sorpresa. Mientras los niños se bañaban, entró en la cocina y sacó algunas ollas y sartenes. Era hora de mostrar las habilidades culinarias que lo ayudaron a subir niveles con el viejo pedo que había sido su Shizun.

No era un gourmet como Luo Binghe, pero a su parecer era bastante bueno.

Cuando los niños salieron de sus habitaciones, llegó a ellos el olor agridulce de la carne de pollo, mesclada con el olor vinagre, jengibre y otros tantos que no pudieron distinguir.

Fue vergonzoso lo rápido que caminaron hasta la cocina.

El autor había decidido cocinar sanbeiji (pollo de tres tazas) un plato que había comido en su infancia donde su abuela y aunque no era tan bueno como los fideos, la falta de harina y la presencia del jengibre, lo hizo una buena elección cuando lo acompañabas con arroz. Además de que contenía mucha carne que los niños necesitarían para crecer fuertes.

Soltó una pequeña risa al ver los ojos brillantes de los niños mientras miraban los platos. Ya no los torturó más y le sirvió a cada uno su porción.

Había pasado tiempo desde que había cocinado, no tenía necesidad ya que en An Ding y en el palacio del norte había cocineros para eso, comer la comida cacera era refrescante de cierta forma.

Cuando vio lo rápido que los niños devoraron sus platos se sintió muy orgulloso de sí mismo.

¡Todavía lo tenía!

Quizás podría cocinar para su rey una vez que volviese…

La carne ya no sabía tan bien como antes.

“Maestro Mo, ¿se siente bien?” preguntó Yue Qi, preocupado.

“Ah, sí, sí. Por supuesto, solo estaba pensando de más” con sus palillos repartió la carne de su plato en los palillos de los niños “recordé que tengo algunas cosas más que revisar antes de ir a la ciudad mañana. Así que terminen de comer y luego vayan al estudio a practicar sus caracteres. Han avanzado rápido. No me sorprendería que pronto pudiesen leer libros completos por sí mismos” se despidió rápidamente y escapó.

Ambos niños se quedaron mirando el lugar por el que el maestro había desaparecido.

Más tarde volvieron a ver al maestro antes de ir a dormir, pero no había rastro de la tristeza que había sufrido antes y los animó a ir a la cama. Incluso contándoles una historia sobre una princesa que fue secuestrada por una bestia, que luego resultó ser un príncipe maldito.

Pero incluso con eso, los niños no lo olvidaron y durmieron con dudas en el corazón.

- 0 -

Durante la mañana, Avión se despidió de los niños luego de hacerles prometer que no saldrían de la matriz y de dejarles el desayuno preparado. Con una canasta llena de hierbas espirituales en la espalda. Había usado varios talismanes para cubrir el rastro de energía espiritual y luego las cubrió con una sábana blanca. No iba a arriesgarse a ser blanco de ladrones. Era una mañana fresca, con una ligera briza fría, señal de la próxima llegada del invierno.

Dentro de la matriz esto no sería un problema, ya que la temperatura se autorregulaba sola, permaneciendo en una primavera eterna, pero en el exterior, Avión tembló antes de usar su propia energía espiritual para aliviar el frio. Probablemente debería comprar telas más gruesas.

Armado con un nuevo bastón de bambú (el viejo lo quemó a la primera oportunidad) salió del bosque con buenas expectativas para el día.

Caminar hasta la ciudad Entre Nubes tomó dos horas, incluso si arrendó una espada espiritual a mitad de camino por el dolor de pies. Había partido antes de que saliera el sol, pero ahora las calles estaban bulliciosas con vendedores que gritaban ofreciendo sus productos. De vez en cuando podía ver a alguno de los niños de los distintos picos Cang Qiong haciendo rondas por la ciudad. Estaban a solo un par de horas de la montaña, así que no era extraño ver tantos de ellos.

Fue hacia la zona comercial y arrendó una esquina por veinte piedras espirituales.

Mas valía que el sacrificio de hoy valiese la pena.

Cubrió el suelo con la colcha blanca y depositó las hierbas espirituales, separándolas por tipo. Solo había traído las hierbas que todavía recordaba, para no ser estafado en cuanto a su valor. En cuanto a las demás, en algún lugar de la biblioteca debería haber un libro de herbolaria.

Para la gente que caminaba por la calle, ver a un cultivador vendiendo hierbas mágicas no era nuevo. Aquellos que no tenían un ojo agudo podían fácilmente descartarlo por cosas más atractivas. Al menos hasta que levantara la mirada, apartando el sombrero de paja y exponiendo esos bellos ojos al mundo.

Algunos incluso llegaron a tropezar al ver la hermosa fisonomía del cultivador, rodeada de un aura misteriosa gracias al velo que cubría la mitad de su cara.

‘Las personas son bastante torpes´ pensó Avión sin pensar que tuviera algo que ver con él.

Un joven cultivador de túnicas que variaban entre el blanco y el marrón caminaba por la calle junto a algunos de sus compañeros de secta. Recientemente les habían dado permiso de bajar de la montaña y esperaban encontrar algo bueno en los alrededores.

Ya habían estado andando unas horas cuando uno de sus compañeros señaló un pequeño puesto a la orilla del camino. Las hierbas brillaban bajo la luz del sol, dejando fluir una pequeña corriente de energía espiritual que hizo cosquillas en los núcleos de los jóvenes. Las personas que paseaban alrededor no lo notaron, Mo Ruhua lo había planeado así.

Los jóvenes discípulos de la cumbre Qian Can se acercaron con la curiosidad picando en sus nucas.

El hombre detrás de las hierbas usaba túnicas simples de distintas tonalidades de azul, nada muy lujoso; su cabeza estaba baja y cubierta con un sombrero de paja. No podían verle el rostro.

El joven cultivador miró de cerca las plantas y sus ojos se abrieron al reconocer algunas de ellas. Por ejemplo, estaba la flor araña violeta, que al ser bien destilada producía un tónico que podía hacerte recuperar la fuerza de tu diantian si tu base era demasiado débil. O la hierba de la marea roja, que podía salvar a quien la comiera de una desviación de Qi. Eran hierbas raras que solo había visto en los libros de medicina que su Shizun le había prestado.

“¿Los jóvenes maestros encontraron algo que les guste?” Intensos ojos de avellana los miraron detrás de un velo. Una marca de belleza les sonreía debajo del ojo derecho.

Mo Ruhua se estaba asando. Llevaba allí toda la mañana sin vender nada y hacia tanto calor que lo único que quería era encontrar una sombra para esconderse, pero mientras no vendiera una parte de las malditas hierbas no podría salir de allí.

“¿Qué es lo que quieres a cambio de estas hierbas?” El discípulo señaló algunas de ellas, el chico tenía bien ojo, alabó Avión, seguro había hecho su tarea como cualquier nerd que estudiara medicina.

“Son hierbas raras, algunas de las que escogió son solo posibles de obtener en ambientes sumamente ricos en Qi o muy peligrosos” comenzó.

Los jóvenes se miraron entre sí.

Eso significaba que no eran baratas. Pero si llevara las hierbas ante su shizun, seguro este lo alabaría por su descubrimiento.

“¿Cincuenta piedras espirituales es suficiente?” un pequeño rico maestro. Mo Ruhua se sintió entusiasta, pero no podía demostrarlo. Así no funcionaban los negocios. Puede que tuviese bastante de esas hierbas, pero para los demás eran extremadamente raras.

Hizo una expresión pensativa, como si estuviese meditando si era suficiente.

“No lo sé. No solo me estas pidiendo un tipo de hierba espiritual…y todas son realmente raras”

“Que tal ochenta por las cuatro hierbas” el joven quería asegurar esas hierbas. No vaya a ser que uno de sus shixiong o shidi estuviesen rondando y se dieran cuenta del tesoro del hombre. Shizun seguro favorecería al discípulo que le llevara las hierbas”

“Bien, me parece que tenemos un trato” Mo Ruhua sonrió debajo del velo y esto se reflejó en sus ojos.

El discípulo y sus compañeros se fueron las hierbas y él guardó las piedras espirituales en su bolsa qiankun. Aunque podría haber cobrado un poco más por las hierbas que le dio al discípulo, apenas era un recién llegado, necesitaba hacerse un nombre primero y demostrar la exclusividad de su producto. Solo entonces también podría sacar las hierbas más extrañas que aun escondía en casa.

Continuó esperando y otras tres personas aparecieron para comprar algunas de sus hierbas espirituales. En total ganó trecientas gemas espirituales. No fue demasiado, pero estaba bastante satisfecho para su primer día.

Cuando regresó a casa los niños estaban trabajando arando el campo que usarían para cultivar verduras. Ya habían despejado una gran parte ellos solos.

“¡Volviste! ¿Lograste vender algo?” Yue Qi dejó el arado y corrió hacia él. Estaba sucio su sudoroso, pero Mo Ruhua correspondió a su abrazo. Lo admitía, el líder de secta Yue alguna vez había sido un niño tierno.

“¡Si! Y veo que tú y Xiao Jiu han hecho un gran trabajo en el tiempo que yo no estuve. A propósito ¿Y Xiao Jiu?” pensaba que había visto al niño en el campo cuando llegó, pero ya no estaba.

“¿eh?” Yue Qi volteó y estiró su pequeño cuello buscando a su hermanito “Estaba aquí conmigo”

Poco después apareció Shen Jiu, se había ido a lavar al rio, no soportando tener el cuerpo sudoroso y pegajoso. Tan pequeño y ya tan meticuloso consigo mismo.  

“Saben, los tres lo hemos hecho muy bien hoy así que merecemos un pequeño premio.”

Luego de un baño. Mo Ruhua fue a la cocina y se arremangó las mangas. Esta vez había comprado algunos comestibles antes de entrar a la matriz, entre ellas azúcar, harina de arroz y huevos, por lo que aprovecharía para cocinar algunos postres dulces para acompañar la cena.

Esta vez los niños no se apartaron de su lado y se sentaron en unos banquillos para poder ver lo que hacía.

Mo Ruhua decidió ir a por el Tangyuan ya que era bastante simple de hacer. Aunque se consumía mayormente en año nuevo, en su novela no existían esas festividades, incluso si había extras especiales, no había nada que indicara que la comida solo debía ser consumida solo en una fecha específica.

Los niños no despegaron su mirada del bol donde Avión había comenzado a triturar las semillas de sésamo y otras nueces. Dejó que Shen Jiu continuará triturándolas cuando puso el agua a calentar.

Los tres continuaron con la preparación. Cuando llegó el momento de envolver la mezcla de sésamo con manteca en la masa, los dos niños ofrecieron su ayuda. Mo Ruhua les mostró como envolver correctamente las bolas de sésamo, parecía fácil, pero a los niños se dieron cuenta que era más difícil de lo que parecía.

Las del maestro Mo eran perfectamente redondas, mientras que las de ellos estaban algo planas en el costado y aplastadas.

Shen Jiu miró su patético intento e infló sus mofletes con frustración.

“¿Quieres ayuda?” ofreció Avión al ver el puchero del niño.

“¡No!” Negó rápidamente. Él podía solo, tenía que seguir practicando más.

“Está bien, está bien” soltó una pequeña risa y dejó al niño continuar con lo suyo.

Después de muchos intentos y errores, Shen Jiu sonrió orgulloso al ver la masa perfectamente redonda entre sus manos, primero una, dos, tres. Pronto ya no quedaban más ingredientes y el maestro Mo dejó caer las bolas de masa en la olla con agua hirviendo. Pronto había un olor dulce que flotaba por la cocina.

Mientras comían había una calidez hogareña rodeando a la pequeña familia. Yue Qi decidió que su nueva comida favorita era el Tang Yuan y devoró cuanto pudo hasta que su pequeño estomago se volvió redondo. Shen Jiu no se resistió a burlarse, pinchándolo con su dedo, a lo que el otro niño se quejó.

Poco a poco el pequeño par estaba actuando como los niños que se suponía que eran.

El autor se sintió feliz por ellos en su corazón.

“Será mejor que duerman temprano. Mañana comenzaremos con su entrenamiento de cultivación”

“¡¿De verdad?!” Yue Qi prácticamente saltó en su asiento de la emoción.

“Si, así que deben estar bien descansados pues los levantaré temprano” agregó son una sonrisa.

“¿Tenemos que leer algo antes?” preguntó Shen Jiu.

“No, mañana les explicaré lo básico. Todavía son demasiado jóvenes para usar un manual de cultivo”

Entre los tres limpiaron el comedor y lavaron los trastes antes de ir a dormir.

El autor se dejó caer en su cama solo en su bata de dormir, se cubrió con una manta y se acomodó para ir a dormir cuando su puerta se abrió y dos pequeñas figuras entraron en la habitación.

“¿Niños? ¿Qué ocurre?”

“No podemos dormir. Estamos demasiado emocionados por lo de mañana” explicó Shen Jiu.

“¿Shifu puede contarnos una historia para dormir?” Yue Qi lo miró con esos grandes ojos negros.

Ambos niños sostenían sus respectivas frazadas contra sus pecho y Avión supo por fin lo que era un ataque Meng.

“Eh, claro, está bien” incluso si tenía sueño, no podía decirle que no a alguien que le pedía que le contara una de sus historias. Y maldita sea. ¡Lo habían llamado Shifu! ¡Yue Qingyuan lo había llamado shifu! Oh, como quería restregárselo a su versión adulta.

Los niños no esperaron invitación y se subieron a la cama de Mo Ruhua. El autor estaba sorprendido, pero no dijo nada y dejó que los niños se acurrucaran uno a cada lado de él. Por suerte la cama de la habitación principal era muy grande, así que no había riesgo de que los niños cayeran por la noche.

Ambos se aferraron al cultivador y lo abrazaron, acomodando sus cabezas para usar al inmortal como una gran almohada calentita. Esto había sido deliberado. No olvidado lo triste que había estado el maestro Mo la noche anterior, esa mirada tan perdida. A ellos no le había gustado y como no podían preguntar, buscaron una forma de mostrarle al maestro que estaban con él. Como curiosidad, esto había sido idea de Shen Jiu, pero se lo llevaría a la tumba antes que admitir en voz alta que había estado preocupado por su extraño maestro.

Notes:

Aquí un poco de arte conceptual hecho por su servidor.

https://blackoperator.tumblr.com/post/651488796675899392/un-poco-de-arte-conceptual-de-mi-fanfiction-nueva

https://blackoperator.tumblr.com/post/651488936181612544/el-hamster-y-sus-dos-pollos-son-una-linda

Chapter 7: Una pequeña familia

Summary:

Avión tiene un sueño extraño que no recuerda y los niños aprenden una valiosa lección.

Notes:

En este capítulo se responden algunas dudas.
Es un poco corto porque iba a ser de 3000 pero me di cuenta que ya iba por los 5000 y faltaba, así que lo dividí en dos partes para publicarlo hoy.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Hundido en la oscuridad, su única compañía es el silencio. ¿Cuándo llegó aquí? No está seguro, mucho menos sabe cuánto tiempo ha pasado. Recordaba haber ido a dormir luego de contarle una historia a los niños. Pero después, nada.

[Error] [Error]

Una luz débil parpadea a lo lejos, una voz distorsionada, tan suave como un susurro la acompaña. La luz crece a su alrededor, iluminando de matices azules su entorno. Todo su cuerpo está sumergido en un estado de letargo. Le cuesta mantener los ojos abiertos. Quiere moverse, pero se da cuenta de que no puede hacerlo.

Su corazón late con prisa y su mente, ya por fin despierta, trata de averiguar que es lo que lo retiene.

Solo puede mirar hacia un cielo fragmentado bajo una luz blanca que reluce como el sol. Entonces se da cuenta de que es hielo. Está rodeado de él.

De pronto todo a su alrededor tiembla y cruje. Pisadas. Alguien se acerca.

Quiere gritar por ayuda, pero sus labios están sellados.

Una figura distorsionada por las múltiples capas de hielo entra en su limitado rango de visión. No necesita pensarlo. Sabe quién es. Mobei-jun.

Su rey estira su mano ya caricia la superficie cristalina sobre él. Mueve los ojos frenéticamente intentando llamar su atención, pero Mobei no puede verlo. Es tan frustrante que quiere llorar, pero oh sorpresa, no puede hacerlo.

“Me prometiste que no me abandonarías” habló Mobei-jun con voz grave, empapada de tristeza.

El corazón de Avión se entumece 'Mi rey, este sirviente no hacerlo quería, realmente no quería'.

Solo puede ver esos ojos azules reflejando su propio rostro a través del ataúd de hielo.

Las vibraciones regresan. Dos personas han entrado.

“Lord Luo, Consorte Shen” saluda Mobei con desgano, apenas con el respeto necesario. Su mano nunca se aparta del ataúd.

Luo Binghe no lo reprende por esta vez. No hay nadie además de él que pueda entender lo que está sintiendo. Cuidando de un frio cuerpo, buscando un milagro. La desesperación, la impotencia y el dolor. Incluso sin Xin Mo manipulando su mente, Mobei-jun ya está lo suficientemente destrozado por sí mismo.

Shen Qingqiu asiente con la cabeza, sus ojos fijos en la fría imagen en el ataúd.

“He estado investigando y tengo una teoría de lo que podría haberle sucedido a Shang-shidi” el agarre de su abanico es más duro que de costumbre.

“¿Qué es? ¿Quién le hizo esto a Qinghua? "

“Mobei, cuida tu tono” advirtió Luo Binghe ante el estallido del demonio. Podía entenderlo, pero nunca toleraría una falta de respeto a su esposo.

“Está bien, Binghe” le apaciguó Shen Qingqiu. 

Sonó un suspiro, seguido por el chasquido de un abanico cerrándose.

Ahora está junto al ataúd, su mano despeja un poco de la nieve acumulada, cuando sus ojos verdes chocan con el par de ojos oscuros que lo refleja a través del hielo.

'¡Pepino hermano! ¡Sácame de aquí! '

"¡Binghe!"

[Error encontrado]

[Corrección inmediata]

[Lamentamos los inconvenientes]

Avión abre los ojos y observa el techo de madera de la residencia principal apenas iluminado por los pequeños rayos matutinos de sol. Su corazón esta acelerado y su respiración es errática. Intenta moverse, pero no puede. Baja la mirada viendo a los dos niños que están decididos a usar sus brazos como almohadas. Con razón no podía moverlos.

No hay forma de que pueda moverse sin despertarlos. Observa a través de la cortina. Ya casi es momento de que se levanten. Tenía tantas cosas por hacer, además de la promesa.

¿Promesa? Una sensación familiar llegó a él. Como si hubiera olvidado algo importante.

Él había soñado… Recordaba haber soñado.

Miró a los niños de nuevo. Probablemente soñó que una pitón lo envolvía. Solo de pensarlo le hacía gracia.

- 0 -

Para la hora del desayuno, había olvidado por completo el asunto.

Mo Ruhua cumplió su promesa y, a primera hora de la mañana llevó a ambos niños al pequeño campo de entrenamiento que había detrás de la casa. Muñecos de paja y madera estaban dispersos por la arena, calentados por un sol que probablemente no exista en el exterior. ¿Cómo funcionaba la matriz climática? Como muchas otras cosas en ese mundo, el autor no tenía ni la menor idea, pero si servía ¿para qué quejarse?

Los niños vestían túnicas de entrenamiento que han encontrado en uno de los almacenes. Eran un poco grandes para los niños, pero nada que una tijera, hilo y agujas no pudiesen resolver.

Avión miró su trabajo terminado y sonrió para sí mismo ante el detalle de las flores heladas escondidas entre las costuras. Lo había aprendido de una vieja demonio oso durante sus primeros años como sirviente de Mobei-jun. Le había gustado mucho y lo agregaba cada vez que remendaba la ropa de su rey. Como Mobei-jun nunca se había quejado, se transformó en una costumbre que hoy en día repetiría de forma inconsciente con cualquier tela.

Lejos de allí, Shen Jiu miró su reflejo en el río. Las cosas cambiado tanto para él. Hacía solo una semana era un vagabundo a la espera de ser vendido al mejor postor, abandonado por su propia familia y solo con Yue Qi para acompañarlo. Pero ahora, su piel se había tornado más rosada, dejando atrás el tono amarillo enfermizo, sus huesos poco a poco se llenaban de carne y estaba completamente limpio, con ropas nuevas que podía cambiar a su gusto, todo gracias a la amabilidad de Mo Ruhua .

[+5 puntos de afecto]

"¿Es acaso lo que veo una sonrisa?" el corazón de Shen Jiu dio un salto cuando fue sorprendido.

Habla del diablo y aparece.

Mo Ruhua lo observaba con una sonrisa ladeada, con esos dos ojos de avellana brillando con una burla implícita. Shen Jiu se cruzó de brazos y se negó a mirarlo. Su pequeña rabieta solo animó al autor a seguir molestándolo.

“No te sientas avergonzado, todos expresamos nuestra felicidad de vez en cuando y Xiao Jiu tiene la sonrisa más bonita. Debería sonreír más seguido ”alegó picando la mejilla sonrojada del niño con su dedo.

Shen Jiu soltó un gruñido enfadado, antes de alejarse corriendo en la dirección del campo de entrenamiento.

'Realmente es un gatito malhumorado' pensó mientras lo seguía.

Yue Qi ya estaba allí, dormitando junto a uno de los muñecos de paja. Cuando vio a su shifu, se levantó de un salto, chocando su pequeña cabeza con uno de los brazos del muñeco, sacándole un par de lágrimas.

“Torpe” se burló Shen Jiu.

El niño mayor infló sus mejillas, en un puchero silencioso.

"Vale, vale. Sé que es muy temprano, pero les prometo que acabaran acostumbrándose" en un par de décadas "así que hagamos nuestro mejor esfuerzo hoy".

Animó a los niños a sentarse uno junto al otro en posición de loto en el centro del campo, con él frente a ellos, mirándolos a la cara.

Aquel día comenzarían con la respiración, una vez que los niños supieran como respirar, comenzarían con la meditación y luego la absorción del qi a través de los meridianos. No parecía muy emocionante, pero era fundamental tener un buen control para absorber correctamente la energía circulante.

"¿Cuándo aprenderemos a pelear con espadas ya hacer cosas geniales como las que haces con tu bastón?" preguntó Yue Qi.

“Son muy jóvenes para eso. Está bien tener entusiasmo, pero no hay que forzar las cosas. La cultivación es un tema muy delicado. Los cultivadores continuamente desafían las leyes del cielo en busca de la inmortalidad, hay muchos baches y algunos de estos pueden ser incluso fatales si no están correctamente preparados para enfrentarlos ”.

“Les contare una historia. Hace años hubo un cultivador joven con mucho talento, pero que, para salvar a alguien que apreciaba mucho, quería apresurar su avance. Por lo que tomó la espada más poderosa que no se adaptaba correctamente a él por su núcleo más bajo. El cultivador se acabó desviando y casi falleció, solo salvándose porque su maestro adhirió su energía vital a la espada y esto le salvó la vida. Pero después de eso, cada vez que desvainaba su espada perdía parte de su propia vida. Luego su maestro lo encerró un año para que cultivara. Cuando pudo salir, ya era demasiado tarde y la persona que quería salvar, ya se había ido ”

“Esa es una historia bastante triste…” murmuró Yue Qi.

“Ese cultivador era bastante tonto” sentenció Shen Jiu.

"¿Por qué dices eso, Xiao Jiu?" preguntó el autor, intentando contener una sonrisa.

“No vale la pena arriesgarse así si no estás seguro de que saldrás ganando. Al final no salvó a la persona que quería y acabó lisiado. Cosa que no habría sucedido de haberse tomado su tiempo ”

Palabras duras del pequeño villano escoria. El autor se preguntaba qué pensaría el Yue Qingyuan adulto si lo escuchara. Probablemente comenzaría a llorar, razonó.

“Tal vez. Así que ambos, deben prometerme que nunca van a intentar apresurar su camino en la cultivación, sin importar que pase ”

“Lo prometemos, Shifu” corearon ambos niños al unísono.

Mo Ruhua sonrió, satisfecho.

[Codigo del secreto violado]

[-100 puntos B]

'¡Oye, pero no he dicho ningún secreto del futuro! ¡Ahora que Shen Jiu ya no está con los Qiu, toda esa trama ya no ocurriría de todas formas! 'se quejó.

[Procesando. Procesando. Procesando]

[*Timbre*]

[Argumento validado]

[+90 puntos B]

'Pero si los que me quitaste fueron 100, sistema tramposo'

El sistema ya no le respondió.

'Algún día encontrare la manera de dejar una mala critica a tu administrador'

Mo Ruhua descartó los paneles azules y continuaron el entrenamiento hasta la hora del almuerzo. El resto de la tarde la dedicaron a trabajar en el campo ya clasificar los libros de la biblioteca. Mientras organizaban, encontró algunos libros amarillos que rápidamente apartó de la vista de los dos menores, ya encontraría donde deshacerse de ellos.

Algunos tratarán podrían tratarlo de hipócrita siendo él un escritor de obscenidades, pero de nada le servía todo el porno heterosexual del mundo cuando él era cien por ciento gay.

Las semanas transcurrieron con tranquilidad. Los niños entrenaban durante las mañanas y durante las tardes, les enseñaba a leer y escribir, trabajaban en el campo y cuidaban de las gallinas y los conejos que recientemente adquirieron para tener un suministro propio de carne y huevos. Disfrutaban de comidas caceras y de vez en cuando visitaban a Lu Tang en el burdel para disfrutar de una buena melodía. El jefe y las otras damas ya está acostumbrado a ellos (especialmente al pago que les daban) e incluso preparado una habitación separada para ellos.

Allí Shen Jiu mostró sus primeros signos de interés en aprender a tocar instrumentos. Cada vez que iban, sus ojos se desviarían rápidamente las hermosas melodías que tocaban las doncellas. Una de ellas tenía un guqin y luego de hablar con el dueño, consiguió que la joven le enseñara lo que sabía a Shen Jiu en clases repartidas dos veces a la semana. Preguntó a Yue Qi si quería aprender, pero el niño no parecía interesado, prefiriendo comer sus dulces mientras estudiaba alguno de libros de la biblioteca familiar.

Con tantos gastos acumulándose, se hizo necesario continuar con la fuente de ingreso. Así, día por medio, Mo Ruhua partía al amanecer a la ciudad a vender sus hierbas espirituales.

Al principio las ventas eran erráticas. Había días en los que solo ganaba 20 piedras espirituales y en otros podían obtener sobre 180. Pero esto no le desanimó. Con el tiempo, se fue haciendo conocido por la asombrosa calidad de sus hierbas espirituales, siendo todas de primera clase. Esto hizo que se convirtiera en el proveedor minorista favorito de los discípulos de Cang Qiong que paseaban por la ciudad. Incluso había algunos ancianos mayores que acudieron a él en busca de alguna planta específica y, de no encontrar la hierba que buscaban, compraban la información sobre cómo encontrarla a Mo Ruhua.

Viendo la bolsa de piedras espirituales en su mano, el autor pensó que la venta de información podría ser otro negocio rentable.

En su otra vida había estado demasiado ocupado lidiando con su estatus como espía / sirviente / amigo de Mobei-jun como para poder emprender su conocimiento en algo que no fuera exclusivamente beneficioso para su rey.   

Así los engranajes en su mente comenzaron a rodar.

Notes:

El Mobei-jun de SAVE no lo esta pasando nada bien.
¿Qué creen que pasó con Shen Yuan?

El sistema es tan "amigable" como siempre.

Publicare el siguiente capítulo en la noche.

Chapter 8: Festival de la Cosecha

Summary:

Avión lleva a los niños al festival de la cosecha y hay un intercambio de regalos.

Notes:

Aquí vamos con el segundo capítulo de la semana. Mira que he estado productivo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Era otra mañana apacible cuando Mo Ruhua despertó con su cuerpo entumecido. Al mirar hacia abajo vio a los dos niños pegados a sus brazos, como se había hecho costumbre desde la primera noche.

Actualmente la única función que tenían los dormitorios individuales era guardar la ropa y los cuadernos de los niños, porque durante la noche no dudarían en arrastrarse a la cama de su Shifu para reclamar un rincón mientras pedían una nueva historia.

No era que el autor se quejara, pero los niños estaban creciendo, podía sentirlo por el peso sobre sus brazos.

No sería correcto que durmieran con él por mucho más.

Por otro lado, quedaba ese otro asunto del que no había conversado con ellos. El tiempo avanzaba. Mirando su calendario lunar, ya solo faltaba alrededor de un año para que sucediera.

Al sentir los movimientos del cultivador, los niños comenzaron a despertar. Shen Jiu fue el primero en estar de pie, con ojos adormilados mientras estiraba su pequeño cuerpo pálido. Yue Qi era más difícil para despertarse, dormitando incluso estando sentado. A veces incluso se quedaba dormido de pie, pero estaría bien luego de ingresar algo de azúcar a su sistema y volvería a ser el niño alegre y activo de siempre.

“¡Date prisa, shifu! ¡Prometiste que nos llevarías contigo hoy a la ciudad!” un Yue Qi revitalizado jaló de sus túnicas con prisa mientras guardaban los trastes limpios que quedaron de un desayuno satisfactorio.

Incluso con tantas cosas que explorar, los niños eventualmente se aburrirían de estar solos dentro de la matriz durante todo el día. Así que luego de días de insistencia por ambos lados, Avión había aceptado que lo acompañaran a la ciudad para ayudarlo a vender las hierbas que cuidaban con tanto esmero.

Después de que aceptara, los niños no habían sabido contener su emoción. Habían dejado la casa lo más ordenada posible y habían dejado bastante alimento para los animales para que no los extrañaran demasiado durante el día.

Los dos niños lo esperaban frente a la puerta de la matriz con las bonitas túnicas que madame Lan-Lan había hecho para ellos. La apariencia de los niños había mejorado significativamente durante ese tiempo gracias a la buena nutrición y al abundante Qi dentro de la matriz. Eso unido a sus auras sofisticadas naturales, les hacía parecer dos pequeños maestros ricos.

Mo Ruhua cubrió las dos pequeñas cabezas con sombreros de paja idénticos, junto a un par de bolsas de almacenamiento que guardaban unos bollos de carne, dos frascos de bambú llenos de leche y un juego de capas para cada uno en caso de que hiciera frio al volver.

Avión se felicitó a sí mismo, ¡Quién diría que acabaría habituándose a la paternidad alguna vez!

Probablemente no el hermano Pepino.

Ah. Había días en los que extrañaba los comentarios agudos de su mayor anti-fan y tsundere de closet. Era el único con el que realmente podía hablar sobre el sistema y que realmente entendía todas las referencias a la cultura pop que soltaba de vez en cuando.

Una vez se le escapó una referencia al Capitán América y los niños lo miraron como si le hubieran salido dos cuernos de la cabeza.

El viaje a la ciudad fue tranquilo en la mayor parte. Ya que esta vez iba junto a los niños, arrendó una carreta y un burro para el viaje. Tardarían un poco más, pero sus clientes podían esperar

Mientras Mo Ruhua guiaba el carro, los niños observaban el paisaje. Pero con el tiempo lo repetitivo de este los aburrió. Shen Jiu sacó un libro para practicar su lectura y Yue Qi se echó una siesta.

Ni siquiera los saltos y los baches ocasionales podían despertar al niño una vez que caía en un sueño profundo.

Lo que Avión no sabía, era que Yue Qi realmente no tenía el sueño pesado, o al menos, no era así antes. Cuando estaban bajo el yugo de los esclavistas, apenas podía dormir, siempre alerta a los peligros de la calle que podrían amenazarlos a él y a Xiao Jiu. Desde que tenía memoria, nunca había tenido un buen sueño. Fue solo cuando conoció a su shifu que sintió la seguridad suficiente para dejar que sus sentidos descansaran. Mientras el maestro Mo estuviera con ellos, no tenía nada a lo que temer.

Una mano golpeó sus mejillas regordetas dos veces. Yue Qi miró medio despierto-medio dormido a Xiao Jiu.

“Ya llegamos, arriba, levántate Qi-ge” le apresuro con impaciencia.

Yue Qi bostezó y levantó su cabeza de su almohada improvisada, que eran las piernas de Xiao Jiu.

Incluso cuando solo tenía que levantarse para ir, Xiao Jiu todavía lo esperaba antes de hacerlo para que no se golpeara su cabeza contra la madera.

Mo Ruhua estaba descargando sus mercancías cuando la primera persona se acercó al puesto improvisado. Era el discípulo de Qian Can del primer día. Desde entonces el joven aparecía regularmente para comprar hierbas exóticas que obsequiar a su shizun o para su uso personal. A Avión le gustaba peculiarmente porque siempre daba un buen precio a sus hiervas y no actuaba de forma petulante frente a él como hacían algunos otros cultivadores, como si le estuvieran haciendo un favor considerando comprar sus hierbas espirituales.

‘Da igual. Mientras me paguen’ pensó Avión.

“Ah, joven Liao. ¿qué clase hierbas busca esta vez?” sonrió por debajo del velo.

“la última vez consulté por la hierba aliento de dragón, ¿encontró algún ejemplar?” preguntó esperanzado y cantó mentalmente ante la respuesta afirmativa del cultivador picado “tan confiable como siempre” tarareó.

Mientras esperaba a que Avión encontrara la planta en el lio que era su canasto, su mirada entonces se posó en los dos niños que lo miraban fijamente con ojos brillantes desde la vieja carreta.

El joven Liao sonrió a los niños. Era la primera vez que los veía.

“¿Son suyos esos niños, maestro Mo?”

“Si, son mis discípulos” respondió alegremente “Saluden, niños”

“¡Hola! Este es Yue Qi y este es mi hermanito, Xiao Jiu” el niño de túnicas violeta saludo con una sonrisa brillante, mientras que el niño de verde era más reservado y apenas murmuró un saludo.

Esto podía interpretarse como algo descortés, pero para Mo Ruhua, quien lo conocía mejor que nadie, como maestro y como creador, Shen Jiu estaba muy emocionado por ver al cultivador. Después de todo, era la primera vez que veían a un cultivador de Cang Qiong.

“Aquí está” exclamó Mo Ruhua mientras sacaba un tallo de un color rojo intenso, que emitía un olor cobrizo para entregársela al joven.

“Todo mundo luce bastante agitado, ¿pasará algo pronto?” preguntó Avión luego de recibir su paga.

“Hoy es el festival de la cosecha, por lo que todos se están preparando para la noche” señaló a algunos que colgaban decoraciones y lámparas en las puertas de las casas.

“¿Qué es un festival?” preguntó Yue Qi.

Pero antes de que pudiera contestar, Shen Jiu se le adelanto “es como una fiesta donde se reúnen muchas personas y hay muchos juego y comida”

“Eso suena muy divertido” miró al maestro Mo con ojos brillantes en una súplica silenciosa.

No hacía falta ser un genio para saber lo que quería.

“saben que no podemos quedarnos” el entusiasmo de Yue Qi se desinfló. Incluso Shen Jiu parecía decepcionado.

A decir verdad, a Mo Ruhua le hubiese gustado llevarlos, pero los alojamientos en la ciudad eran demasiado caros y regresar de noche al bosque de niebla no era una opción. Había demasiados peligros asechando en la oscuridad. No solo en la forma de bestias devora hombres, sedientos de sangre, también había la posibilidad de toparse con algún demonio errante o bandidos. Eran muchos riesgos y no iba a poner a los niños en peligro.

“¿Tienen problemas con el alojamiento?” el muchacho de Qian Can los miraba con una sonrisa amable “La posada del anciano Yuyang está haciendo un reto, darán un alojamiento gratuito a cualquiera que pueda responder correctamente su acertijo”

Mo Ruhua frunció el ceño y luego miró a los niños.

Eso era… demasiado conveniente.

¿Acaso uno de los niños tenía alguna clase de halo de protagonista y no se había dado cuenta?

‘Demasiado bueno para ser una coincidencia. ¿Sistema? ¿Hola?’

“Tal vez probemos suerte, pero con tantos maestros, es probable que el acertijo sea muy difícil y ni siquiera este viejo maestro pueda resolverlo” comentó, no queriendo esperanzar a los niños en vano.

El joven Liao se despidió y los tres continuaron con su rutina.

Si Mo Ruhua por si solo atraía las miradas por su aspecto misterioso bajo el velo, los dos bellos niños eran faroles que atraían a las jóvenes damas. Un grupo de discípulas de Xian Shu apareció y se llevó un lote de menta de miel dorada, que era un buen endulzante para el té. Aunque ante de irse su atención se centró en los adorables niños cuando les entregaron los productos. Yue Qi tenía un carisma natural que atraía a las personas y las jóvenes le dieron piedras espirituales extras para que se comprara dulces.

‘El poder del meng ataca otra vez´ pensó Avión divertido viéndolas marcharse.

“Shifu, mira lo que me dieron” Yue Qi le presentó su ganancia extra con orgullo.

“Bien hecho, pero guarda ese dinero para ti”

“Pero shifu…”

“úsalo para comprarte algo que te guste más tarde, hay muchos dulces en la capital que todavía no has probado” Yue Qi cerró la boca y Avión supo que lo había convencido.

Sacó algunas monedas de su bolso y las puso en las manos de Shen Jiu, quien lo miró sorprendido.

“Xiao Jiu también ha trabajado duro. Así que también merece una recompensa” las orejas del niño se colorearon de un color rojo muy notorio en su piel de porcelana, soltando un agradecimiento tímido.

[+10 puntos de afecto]

La marea de gente continuó creciendo y para la hora del almuerzo ya habían vendido más de la mitad de las hierbas espirituales. Aunque Avión podía resistir perfectamente con inedia o en su defecto, semillas de melón como única comida, los niños necesitaban comer algo más sustancial. Así que guardaron el puesto y dejaron la mula encargada. La mayoría de los restaurantes estaban llenos, pero no era problema ya que, a causa del festival, había muchos puestos de comidas. Eligieron un puesto donde vendían arroz frito y de postre, compro a los niños un tanghulu a cada uno. Parecía que a Yue Qi se le había abierto un nuevo mundo ante la perspectiva de la fruta caramelizada.

Mientras caminaban, la mirada de Shen Jiu se fijó en el puesto de un artesano que vendía diferentes tipos de accesorios, entre ellos, abanicos.

“¿Te gustan?” Yue Qi miró por sobre su hombro con curiosidad.

Shen Jiu se sobresaltó, pero recuperó rápidamente la compostura y negó con la cabeza.

“No es necesario, Qi-ge”

“pero te gusta” respondió como si fuera justificación suficiente. Shen Jiu continuó negándose a comprarlo. Eran demasiado caros.

“¡Niños!” Mo Ruhua gritó mitad aterrado, mitad aliviado “Oh maldición, por favor no se aparten de mi otra vez. Casi me da un infarto cuando no los vi detrás de mí”

“Lo sentimos, shifu, pero es que Xiao Jiu…”

“¡Nada!” le interrumpió “Vamos, Qi-ge, Shifu, todavía no hemos terminado de vender todo y tampoco hemos ido a ver el acertijo del anciano Yuyang ese…”

“¡Oh! ¡Cierto! ¡Shifu, vamos a intentarlo!” Yue Qi saltó emocionado.

Mo Ruhua sonrió con nerviosismo debajo del velo. Se había olvidado por completo de eso.

No estaba seguro de si ir, pero cuando vio esos dos pares de ojos brillantes observándolo tan intensamente. Simplemente no pudo decir que no. Él también era débil al meng.

¿Pueden culparlo?

Encontrar la posada que tenía la promoción no fue difícil. No era la más lujosa, pero tampoco era mala. La estrategia del acertijo fue implementada por el dueño para atraer algunos posibles clientes.

Un hombre de unos cuarenta años con barba de hace tres días y vestido con túnicas simples mientras fumaba estaba sentado en una mesa que tenía una fila de personas. Una a una estas pasaban a escuchar el acertijo para responderlo, muchos de ellos tenían la apariencia de eruditos, pero se alejaban con expresiones agrias cuando sus respuestas demostraban ser erróneas.

Mo Ruhua hizo la fila como los demás junto a los niños y pronto fue su turno.

“¿Vienes a probar suerte? Muchos eruditos lo han intentado y han fallado, nadie se ha acercado a la respuesta que busco”

“No sé si este sea capaz de responder, pero no se pierde nada con intentarlo”

“Pues veamos entonces. ¿Qué animal anda en cuatro patas por la mañana, en dos patas al medio día y en tres durante la noche?”

Mo Ruhua permaneció en silencio.

¿Era una broma?

Por cosas como esa era que el hermano Pepino lo consideraba un escritor flojo.

“Si no puedes responder, puedes volver a intentarlo más tarde” dijo el hombre de cuarenta, creyendo que su silencio significaba la rendición.

“la respuesta es El Hombre” dijo sin dudar.

Algunos detrás de él reían con burlas. Otros eruditos habían dicho tantas criaturas extrañas y ese desconocido seguro solo dijo lo primero que se le vino a la mente, pensaban. El examinador por su parte sonrió, con un brillo de entusiasmo en los ojos.

“¡La respuesta es correcta!”

La cara de los espectadores casi se calló y Shen Jiu, que los había escuchado le sonrió con burla. Yue Qi fue menos sutil, directamente mostrándoles la lengua. ¡Nadie se metía con su shifu!

[+10 puntos de afecto]

El hombre, quien resultó ser el gerente del restaurante y la posada los llevó a su habitación. Era grande y espaciosa, con decoraciones que la hacían lucir cálida y hogareña.

Con el tema del alojamiento resuelto, ya no tenía excusa para no llevar a los niños a ver el festival.

Cuando el sol se puso, fue como si una marea de fuego envolviera la ciudad. Las linternas se encendieron casi al mismo tiempo, iluminando la noche. Los puestos se abrieron y atrajeron a la gente con sus juegos. Personas disfrazadas se preparaban para el gran desfile que iniciaría a media noche, cuando los fuegos artificiales dieran el comienzo de los meses de abundancia. Las personas por su parte llevaban al menos un arreglo de color dorado, para simbolizar la riqueza.

Para no quedar fuera del espíritu festivo, Mo Ruhua ató cintas doradas a las muñecas de los niños y a la suya propia. También pegó talismanes debajo de la ropa de los niños, no iba a arriesgarse a perderlos de vista otra vez.

Si de día las calles estaban llenas, de noche era una completa locura. La música acompañaba a las bailarinas que se presentaban en el centro de la ciudad.

En medio de un ambiente festivo, los niños eran como corderos desbocados, saltando de un lado al otro entre los juegos y las distintas atracciones. Señalaron con asombro la gran linterna con forma de dragón que se exhibía frente al edificio del señor de la ciudad.

Había tantas cosas que probablemente no podrían verlas todas antes de que terminara la noche.

Avión les consiguió un pastelillo similar al Mochi para alegrarlos luego de que fallaran en un juego de tiro al blanco. Otro postre más para agregar a la lista de favoritos de Xiao Qi.

A medida que se acercaba la media noche los niños se volvieron más inquietos. Yue Qi fue el primero en preguntarle si podía ir a comprar algo a solas; Shen Jiu pidió lo mismo poco después de que Yue Qi se perdiera de vista. No había que ser un genio para entender lo que planeaban y Avión no iba a quedarse atrás.

Luego de diez minutos los tres se reunieron frente al puesto de tanghulu, pero todavía no sacaron lo que habían conseguido. Sino que se dirigieron al exterior de la ciudad, donde se había habilitado una planicie para observar los fuegos artificiales.

Cubrieron el suelo con una manta antes de sentarse. Ya estaba haciendo frio, por lo que Avión cubrió a los niños con las capas gruesas que había traído. Riesgo de resfriados evitado.

Mientras estaban esperando el espectáculo, Yue Qi sacó un objeto alargado de la manga de su túnica y lo presentó a Shen Jiu,

El niño abrió los ojos impresionado al ver el abanico que se le presentaba.

“Sé que no es tan bonito como el que viste, pero este está en blanco, por lo que puedes decorarlo como te gusta” Bajó la cabeza, ligeramente avergonzado.

Shen Jiu no sabía que decir, él no era una persona que supiera expresar el afecto en palabras, así que decidió sacar lo que escondía entre sus propias ropas. Era un pequeño pájaro de madera. Había visto a su Qi-ge observarlo antes. Ellos nunca habían tenido juguetes y pensó que sería un buen detalle, para agradecerle todos esos años en que lo cuidó cuando eran esclavos.

“Xiao Jiu…” los ojos del niño se humedecieron.

“Oh vamos, Qi-ge, eres un hombre, se supone que los hombres no lloran…”

*Snif*

Mirando junto a ellos vio a su maestro con los ojos llenos de lágrimas. ‘¿No tienes algo de cara, Shifu?’ pensó Shen Jiu.

Yue Qi acunó el ave de madera entre sus manos y al instante pareció recordar algo, porque comenzó a rebuscar en su manga hasta sacar un pedazo de tela azul muy bonito, un velo.

“Shifu, este es para usted”

“Shifu” Shen Jiu también sacó un velo para Mo Ruhua, pero este era de un color blanco con un pequeño degradado cian.

Tomando los dos velos, Avión disparando hacia el cielo comenzó a llorar más intensamente que antes. Su velo actual quedó completamente humedecido por las lágrimas “¡Niños!” Atrapó a ambos niños en un fuerte abrazo

 “¡Shifu!”

“¡Papá!”

“¡¿Eh?!” Xiao Jiu cubrió su boca, horrorizado. Mo Ruhua por su parte, estaba encantado “Dilo otra vez, llámame papá, Xiao Jiu”

“¡Y-Yo no dije nada!”

“yo también lo escuché, papá” Qi-ge traidor, maldijo Shen Jiu a su hermano con la mirada.

“Mis chicos, realmente hacen a este padre sentirse tan orgulloso” exclamó Avión.

Shen Jiu dejó de resistirse, resignado a ser aplastado en el abrazo grupal del cultivador. Yue Qi sonreía tanto que dos hoyuelos se habían formado bajo las comisuras de sus labios.

Cuando los fuegos artificiales comenzaron, la pequeña familia se recostó unida en la hierba, observando los espirales de colores iluminar el cielo, mientras comían los pastelillos de luna que el autor había conseguido.

Avión deseó poder grabar para siempre aquel momento en su memoria.

Notes:

Omake

MRH: "Xiao Jiu, Llámame papá"
SJ: "mamá"
MRH: "..."
MRH: lo suficientemente cerca.
 

 

En el próximo capítulo habrá un salto de tiempo, para que estén preparados.

Chapter 9: Mellizos Shang

Summary:

Avión regresa a un lugar que esperaba olvidar y obtiene otros dos pollos.

Notes:

Gracias por todos los comentarios de animo, tanto en español como en otros idiomas.
Realmente me inspiran a seguir escribiendo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Mo Ruhua dio un último vistazo al calendario lunar que se desplegaba sobre su escritorio. Se había preparado mentalmente para el trabajo durante todo un año, pero ahora que finalmente estaba sucediendo, todavía dudaba.

Guardó los pergaminos y salió de su estudio, cerrando la puerta detrás de sí.

Sus ojos nublados con la melancolía y un atisbo de culpa que se mezclaba en su interior. Sus ropas eran más simples, túnicas de algodón de color gris y azul neutro. El día de hoy, no deseaba destacar.

Sus pasos lo llevaron hasta el campo de entrenamiento, donde Yue Qi y Shen Jiu corrían dando vueltas para mejorar su resistencia. Luego de un año los niños habían crecido mucho. Antes apenas le llegaban a la cadera y eran tan delgados que parecía que un golpe podría romperlos. En cambio, ahora ambos le llegaban hasta la mitad del estómago. Sus brazos se habían vuelto fuertes y con algunos músculos por el trabajo agrícola y el entrenamiento.

Llamó a los niños hacia él. Yue Qi corrió en su dirección con una gran sonrisa, mientras que Shen Jiu caminaba a un paso tranquilo. Sus mejillas tiernas estaban sonrojadas por el esfuerzo, además de estar cubiertos por una delgada capa de sudor que pegaba sus túnicas a sus cuerpos.

Yue Qingyuan y el hermano pepino eran bastante altos en el otro mundo. Yue Qingyuan pasaba los 1.85 metros, mientras que Shen Jiu había medido alrededor del 1.79. Aunque ahora con la alimentación adecuada, Avión teorizaba que podrían crecer aún más. Quizá no tanto como Luo Binghe con su 1.98 metros o Mobei-jun que medía 2 metros. Pero esos eran casos especiales. No tenía idea de con que los habían alimentado en el reino de los demonios para que fueran tan gigantescos.

Acarició las cabezas de ambos, pero no pudo evitar que su sonrisa flaqueara un poco.

“¿Pasa algo, papá?” Xiao Qi, tan perceptivo como siempre.

Todavía no se acostumbraba a ser el padre de alguien, incluso si a veces llamó a Luo Binghe su ‘Hijo’ era solo una broma hacia el hermano Pepino. Escucharlo ahora de la boca de dos niños tiernos, era un sentimiento completamente nuevo que todavía estaba explorando.

“Tengo que salir hoy, así que no me esperen a comer, será un asunto largo. Probablemente tampoco pueda regresar incluso en la noche. Ya saben el caos que hay allí fuera. Si mañana no regreso antes del ocaso, tienen permiso de ir a ver a Lu Tang si se aburren de las nueces y la fruta. Recuerden llevarle algo a ella y a las chicas, ya que probablemente no han comido fruta en mucho tiempo, pero tampoco olviden dejarle de comer a los animales, no queremos que se coman el campo de hierba espiritual por error…”

“¿Por qué tienes que irte? Si ya has ido a la ciudad ayer” Shen Jiu cortó las divagaciones del autor. En sus manos cargaba el abanico que Yue Qi le regaló, agitándolo con una gracia sofisticada que definitivamente no había aprendido del autor. Pocas veces estaba sin uno de ellos. Ahora tenía tres, el primero era el que Yue Qi le dio, el segundo le fue regalado por Mo Ruhua y estaba escondido en un gabinete de su cuarto y el tercero, fue un regalo de las damas del burdel para el cumpleaños del niño.

“Hay un asunto urgente que no puedo posponer más tiempo” incluso si quisiera “les compraré algunas golosinas cuando vuelva”

“¿También té de Osmantus?”

“Mocoso exigente” el autor solo una pequeña risa mientras revolvía el cabello del niño hasta dejarlo despeinado. Cosa que Shen Jiu odiaba.

“¡Hey!”

El niño había adquirido un gusto por el dichoso té cuando encontró una caja escondida en el cobertizo. Ahora siempre que el cultivador iba a la ciudad, le pedía una caja. Avión poco a poco podía ver rasgos del hombre que había conocido en su juventud en su hijo, pero mucho más suave.

“Te traeré el té, pero debes haber terminado tu trabajo de caligrafía para cuando regrese”

Otra vez esa mirada.

A Shen Jiu no le gustaba esa mirada que ponía su padre, como si algo lo estuviese molestando por dentro.

“¿No podemos ir contigo esta vez?”

“Si quieres tu té, te quedarás. Además, alguien tiene que vigilar que Yue Qi no se caiga en el río”

“¡Papá! ¡Dijiste que ya no me molestarías con eso!” el niño expresó su insatisfacción inflando sus mejillas.

“Aiya ¿Cuándo prometí eso?” Avión jaló una de las mejillas del niño amistosamente y este agitó sus manos para alejarlo. Shen Jiu tenía una sonrisa burlona plasmada en el rostro, mientras veía como su hermano era acosado por su padre.

Solo fue una vez y nunca le permitirían olvidarlo. Había estado persiguiendo un conejo fugitivo y no se fijó que no era realmente tierra, resbalando dentro del afluente, solo para que Shen Jiu apareciera con el dichoso conejo entre sus brazos.

Ya habiendo molestado lo suficiente a ambos niños, volvió a acariciar sus cabezas y se despidió de ellos.

Cubrió su cuerpo con un manto grueso, hecho con piel de lobo, muy necesario ante el clima que había en el exterior. Fuera de la matriz había una capa de nieve de al menos diez centímetros de grosor y eso que los arboles habían atrapado la mayor parte. Un gran contraste con el ambiente primaveral su hogar.

Cuidó sus pasos, apoyándose en su bastón para no tropezar y derramar la nieve contenida sobre él. No iba a repetir el mismo error por quinta vez.

Logró salir del bosque y tembló por el frio viento que lo golpeaba ahora que se había alejado de la protección que le brindaban los árboles. El viaje sería largo y duro, a un lugar que había abandonado hacía décadas para no volver jamás.

[Si el usuario no completa la misión se le descontarán 5000 puntos B]

“Lo sé, lo sé” cerró la ventana y acomodó la capa sobre su cabeza, asegurando el velo azul en su lugar. Ya se había acostumbrado a llevarlos y le proporcionaban una protección contra el frio.

No hubo mucho que comentar del viaje. Solo que ir caminando por la nieve en una época donde a nadie se le había ocurrido crear el trineo, era una mierda total. Oh, como extrañaba su espada. Tal vez podría colarse a Cang Qiong y robarla… La seguridad nunca fue buena si incluso un joven Mobei-jun podía entrar y salir con facilidad. Pero ni siquiera sabía si ya había sido forjada en el pico Wan Jian. Así que solo podía llorar y seguir caminando en el frio.

Las ráfagas heladas que cortaban su piel le traían recuerdos dolorosos. Sobre su rey y su hogar.

¿Cómo estaría él? ¿Seguiría enfadado porque lo dejó sin querer?

¿Qué pasa si tardaba demasiado en completar la misión? ¿Su rey lo olvidaría?

Tal vez debió haber llevado a alguno de los niños des pues de todo. Al menos sus charlas infantiles lo habrían mantenido lo suficientemente ocupado para no hacer caso a su cerebro.

Caminó durante horas. Realmente no recordaba el camino hacia ese lugar. Había tenido que pedir varios favores a su primitiva red de informantes para poder dar con el lugar exacto.

Ese había sido otro de los cambios. Poco a poco había puesto en marcha un negocio de compra y venta de información. Por ahora solo eran una pequeña oficina con diez empleados que viajaban por distintas partes del continente reuniendo noticias y haciéndose de un nombre. Había tenido que iniciar de cero porque todos sus informantes anteriores o estaban inhabilitados o ni siquiera habían nacido.

Había considerado criar a algunos subordinados para asegurar la lealtad, pero primero debía ser lo suficientemente estable como para mantenerlos.

El trabajo era siempre una buena manera de distraer su mente inquieta.

De pronto se encontró frente a frente con una aldea pobre junto a un rio que estaba a medio congelar.

Durante su segunda vida, ese fue su lugar de nacimiento.

Aquel lugar no había cambiado en nada en sus precarias memorias. Incluso sus antiguos vecinos aun mantenían sus expresiones hurañas ante los desconocidos. Incluso ya había un cadáver de un vagabundo víctima del frio. Si, un lindo lugar para crecer…

Ignoró eso y continuó avanzando buscando su vieja casa.

Era algo difícil cuando todas se veían igual de deterioradas. Tuvo que acudir a preguntar a los lugareños. Solo los taels de plata los hicieron dejar su desagrado por el tiempo suficiente como para señalarle una dirección en específico.

Un nudo se formó en su garganta. Incluso desde cierta distancia, podía escuchar los llantos infantiles desde el interior.

Tocó la puerta y salió un hombre con túnicas remendadas, con barba de vagabundo y ojos castaños con ojeras que solo hacían peor su desagradable expresión.

“¿Qué quieres?” dijo con voz hosca.

Avión usó su vasta experiencia trabajando en el Palacio de Hielo para mantener una buena expresión mientras se dirigía a esa excusa de ser humano que fue su ‘padre’.

“Soy un viajero errante que pasaba por aquí. Supe que hace poco su esposa dio a luz. Vengo a ofrecerte un trato” sacó una bolsa común con 40 taels y la hizo sonar. El rostro del hombre cambió al ver que hablaba en serio.

Extendió sus manos hacia la bolsa, pero Mo Ruhua fue más rápido “Primero muéstrame a los niños”

El hombre chasqueó la lengua, molesto.

La casa era pequeña, incluso su habitación en An Ding cuando era discípulo interno era más grande. Solo contaba con un fogón, algunas cacerolas, una mesa precaria y una cama. El suelo era de tierra y paja, que se había vuelto blando por la humedad.

En la única cama había una mujer de aspecto enfermizo que intentaba de forma infructuosa hacer callar a los dos bebés que lloraban a todo pulmón por un alimento que ella apenas podía ofrecer.

“¿Quién es él?” preguntó ella sobre el llanto con una mirada recelosa.

No recordaba el rostro de su segunda madre, pero ahora que estaba frente a ella, se daba cuenta de que él mismo como Shang Qinghua se parecía a ella. No había sentimientos difusos, no había nostalgia ni amor.  Fueron años caóticos para él que apenas estaba despertando sus recuerdos como autor de PIDW, ella había fallecido en un invierno igual a este.

“¿Qué? ¡No!”

“Estoy dispuesto a pagar una buena suma de dinero por ellos” contuvo la mueca que se gestaba debajo del velo al verla aferrarse a los niños.

‘No estabas tan apegada a nosotros cuando intentaste venderme a los esclavistas’ pensó suprimiendo esos recuerdos tanto como podía.

Dejó la bolsa de monedas en la mesa y la abrió para que ella pudiera verlo bien. Los ojos de la pareja se abrieron en grande al no haber jamás visto tal cantidad de plata junta.

La mirada de Mo Ruhua en cambio estaba puesta en los dos infantes con solo unos meses de vida. El Shang Qinghua original agitaba su mano en medio de su llanto, golpeando el pecho de la mujer. A su lado, otro bebé lloraba con la misma intensidad.

Apretó los puños debajo de las gruesas túnicas.

Esa fue su hermana.

En su extraña infancia, su hermana fue su única compañía. La primera persona con la que intentó establecer un vínculo en el mundo que había creado. Al menos hasta que ella cumplió los once años y tuvo su primer periodo. Entonces ella fue casada a la fuerza con un hombre de la aldea que doblaba su edad por una dote.

No pudo ayudarla.

Poco después su padre intentó venderlo a los esclavistas. Escapó con ayuda del sistema antes de darle la oportunidad y jamás regresó. Nunca supo lo que pasó con su hermana. Para el momento en que se volvió maestro de la cumbre ya habían pasado tantos años que lo más probable era que hubiese muerto.

‘Al menos esta vez sí puedo ayudarte, A-Xue’ pensó.

No quería seguir en ese lugar discutiendo con esos dos. Le valía una mierda que fuera una época diferente donde era normal que vendieran a los hijos como ganado por necesidad, era un asco y lo peor era que él lo había diseñado así…

Entregó el dinero a cambio de los niños. La madre de los gemelos ya no protestó y lo dejó tomarlos.

Los envolvió a ambos en mantas y los introdujo en un canasto de bambú que había tejido, Este estaba rodeado por dentro de talismanes calefactores que los mantendrían cálidos en el duro viaje que les esperaba. Les dio a los bebés un poco de papila de frutas junto con algo de su energía espiritual. Sabía que no era lo ideal para un bebé, pero no podría alimentarlos correctamente en ese lugar.

Colgó el canasto en su espalda, bien asegurado para evitar que se sacudiera demasiado.

Pronto la aldea se perdió en el horizonte.

Siguió el camino hasta un pueblo relativamente rico que estaba en el camino. Tuvo un mal encuentro con ratas demoniacas que rasgaron sus zapatos hasta dejarlos inutilizables antes de que pudiera aplastarles la cabeza con su bastón.

Así que ahora estaba caminando descalzo en la nieve porque no había pensado en traer un repuesto.

Para cuando llegó al siguiente pueblo, apenas podía sentir sus pies. Estaban tan rojos que dolía solo verlos.

Rápidamente alquiló un cuarto en la primera posada que encontró, no había tiempo de buscar buenos precios cuando estaba el riesgo de quedar sin piernas. Ni siquiera el cultivo podría salvarlo.

Pidió una bañera con agua caliente, comida y dos frascos de leche tibia, además de mandar a uno de los mozos a conseguirle un nuevo par de zapatos. Al menos había estado ahorrando bastante, por lo que no le dolería demasiado a la hora de pagar.

Se sentó en la cama y cubrió sus pies con mantas para intentar resucitarlos. Mientras tanto, se quitó la canasta de la espalda y la abrió para comprobar a los gemelos. Los niños estaban durmiendo. No, no estaban muertos, él mismo lo había comprobado al revisar sus latidos y sus respiraciones dos veces.

¿Cómo pudieron dormir con todas las vueltas y sacudidas que se dio cuando luchaba contra las ratas demoniacas?

Bebés. Supuso.

Acarició una de las mejillas de los bebés. ¿De cuál? No estaba seguro, ambos se parecían mucho y no iba a desenvolverlos a riesgo de despertarlos para luego tener una sinfonía de llanto dentro de la habitación.

Los dos niños tenían la piel blanca, aun sonrojada por el calor de la canasta. Sus mejillas regordetas que te hacían querer pincharlas una y otra vez. Con cabello negro y ojos castaños verdaderamente simples. Tan pequeños y delicados como la porcelana.

“Oh joder, realmente soy padre de dos bebés ahora…”

[Misión principal completada en un 10%]

[Siga trabajando duro]

Comenzó a entrar en pánico. No lo había pensado lo suficientemente bien. Había ido a buscarlos tan pronto como le fue posible e incluso preparó una cuna, ropas pequeñas y un pseudo biberón para darles de comer, pero ¡Maldición! ¡¿Qué diablos sabía él de cuidar un bebé?! ¡Especialmente dos al mismo tiempo!

Claro, tenía a Shen Jiu y Yue Qi, pero ellos ya son mayores y prácticamente se cuidan solos. Solo pidiendo algunos mimos de vez en cuando. Estos son bebés que necesitan atención las veinticuatro horas del día. Había lidiado por un corto periodo con los pequeños demonios que eran sus hermanastros y francamente había sido una experiencia horrible.

¡¿Qué tal si se distrae y se le acaban muriendo?!

Joder, no podría vivir con eso. Bueno si podría, pero tendría pesadillas con bebés el resto de su vida.

Claro podría entregarlos a alguien más y pagar por que los criaran, pero nadie le aseguraba que no estropearían a los gemelos o los abusarían en secreto.

No. Como dijo su Shizun alguna vez: “Si quieres que algo salga bien (y no tienes chivo expiatorio) hazlo tú mismo”.

Lo peor es que ni siquiera les había dicho a Xiao Qi y Xiao Jiu que iba a ir por los gemelos.

Todo un año de planes y se le había escapado por completo. Había tenido intenciones de contarles hace mucho, pero siempre lo posponía por un motivo u otro y ahora no tiene más remedio que aparecer de la nada con “los hijos de una sobrina mía que falleció al dar a luz”.

Joder. Joder. Joder.

Más le vale llevar muchos pastelillos dulces y té de osmantus para compensarlo.

*Bwaa* Avión se sobresaltó al sentir una pequeña mano agarrando su dedo índice y dos ojitos claros (que al crecer oscurecerían naturalmente) lo miraron adormilado.

Luego el bebé agitó sus manos y luego infló sus mejillas hasta que se tornaron muy rojas.

“¿Qué estás haciendo?” el bebé continuó con ese gesto con sus pequeños puños apretados y luego, se relajó.

Sus ojitos se llenaron de lágrimas y soltó un llanto que espantó al Autor.

Eso no fue todo. El llanto despertó a su hermano y este comenzó a llorar también con la misma horrible intensidad.

“¡Oh por Dianxia! ¿Por qué lloran ahora? ¿Tienen hambre? La comida ya viene”

En medio de su pánico, un olor putrefacto surgió de la canasta que les recordó a los desagües del continente demoniaco.

El lado bueno, ya sabía por qué lloraban.

El malo es que no tenía ni idea de cómo cambiar un pañal,

[¿Desea activar el modo tutorial por 30 puntos B?]

“…” ¡Eso era claramente un robo! Y aun así…

“Si, por favor”

[Entonces querido usuario, comencemos]

Notes:

¿Por qué el sistema pensó que Avión cuidando a dos bebés recién nacidos era buena idea?

Solo queda ver cómo resulta.

Chapter 10: Pequeñas bestias

Summary:

Shen Jiu y Yue Qi conocen a los mellizos. Alguien no se lo toma muy bien.

Notes:

Advertencias:
Este capítulo contiene temas un poco sensibles para algunos.
- mención al aborto
- mención de muerte infantil
- mención a la prostitución
- mención negligencia infantil

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Shen Jiu no estaba preocupado. Realmente no lo estaba. No importa que se quede demasiado tiempo viendo la entrada de la matriz. Tampoco que está lo suficientemente inquieto como para acariciar un conejo hasta el punto que su pelaje se puso de punta por la electricidad estática. Mucho menos por los errores que cometió en su escritura que lo llevaron a repetir ejercicios que debían ser simples.

No. No estaba preocupado. Sin importar cuantas veces Qi-ge se lo señalara.

Lo que su padre hiciera no era asunto suyo. No importa que sea propicio a accidentes o a olvidar cosas que deberían haber sido sentido común.

Pero para el atardecer del segundo día, el pensamiento de que algo malo podría haberle sucedido en el camino no dejaba su mente.

“¡Espera! ¡Papá dijo que esperáramos aquí! ” Yue Qi sostenía la manga de su túnica con fuerza, impidiendo su avance hacia la salida.

"¡Ya es el segundo día y todavía no regresa!"

"Apenas es medio día y él dijo que volvería después de la cena"

"¡Aun así!"

"¡No!"

Un mal movimiento por parte de Shen Jiu los estrelló a ambos contra el suelo. Aturdiéndolos unos instantes. Shen Jiu fue el primero en recomponerse y corrió hacia la salida con solo una capa sobre los hombros. Cuando la matriz se activó, abriendo la puerta a un rostro familiar.

"Aiya, ¿Qué está pasando aquí?"

Shen Jiu se había quedado clavado al suelo, con una expresión de aturdimiento que divirtió al autor.

"Entonces, ¿A dónde ibas?"

“Iba a ver a la Tía Lu” Pudo sentir el ceño fruncido de Yue Qi en su espalda, incluso si no lo vio.

La sonrisa del autor se hizo más amplia y Shen Jiu se dio cuenta de que no había comprado su mentira. Así que decidió cambiar de tema “¿Qué llevas en esa canasta?”

“Oh bueno, es umm, es…” un llanto repentino proveniente de la cesta hizo saltar a los tres del susto.

Rápidamente, Mo Ruhua bajó la canasta de su espalda y la abrió, revelando no uno, sino dos bebés recién nacidos envueltos en mantas multicolores que lloraban a todo pulmón. Mo Ruhua comenzó a mecer la cesta con una expresión de pánico.

“Por favor bebes… les di de comer hace poco” gimió angustiado cuando se dio cuenta de que de nuevo se habían ensuciado y un mal olor salía de la cesta.

Miró a los niños que todavía estaban pasmados por la sorpresa.

“Les explicare luego, pero necesito ahora que lleven a mi cuarto dos fuentes de agua tibia y mantas nuevas. Están en el almacén, en el lado izquierdo” Tomó la cesta y corrió dentro de la casa, dejando a ambos niños atrás.

Yue Qi fue el primero en reaccionar, empujando suavemente a Shen Jiu para regresarlo a la realidad. El niño de ojos verdes parpadeó un par de veces, aun algo aturdido cuando se dividieron las tareas. Yue Qi fue por el agua, Shen Jiu por los paños y mantas.

Shen Jiu llegó hasta el dormitorio de su padre. Incluso fuera de este podían escucharse los llantos procedentes de los bebés.

Dentro. Mo Ruhua hacía malabares con los dos niños, limpiando el desastre que habían dejado en sí mismos y maldiciendo en entre dientes sobre como algo tan pequeño puede hacer tanta mierda en menos de una hora.

Dejó las mantas sobre la zona desocupada de la cama y se acercó para poder ver mejor “¿De dónde los sacaste?”

“Oh, son los hijos de una sobrina nieta mía que falleció, no tienen más familia, así que el deber de cuidarlos cae en mi” explicó con una sonrisa nerviosa mientras arrojaba el tercer paño con caca dentro de una cesta maloliente que tendría lavar más tarde.

Y pensaba que las caballerizas de An Ding olían fatal. Siempre puedes encontrar algo peor cuando se trata de la mierda.

“No nos dijiste que tenías más familia” sus ojos estaban fijos en los dos bebés que parecían haberse cansado de llorar, soltando algunos gimoteos angustiosos de vez en cuando.

Los niños eran enfermizamente pálidos y ahora con las caras rojas por el llanto, parecían un par de cerdos blancos. 

“La tengo, pero están muy lejos, así que no puedo visitarlos. Pero sé que están vivos y bien, o eso supongo…” Había algo más entre las palabras de su padre, pero Shen Jiu no pudo descifrarlo, a excepción de la chispa de melancolía que rápidamente se extinguió.

“¡Traje el agua!” Yue Qi necesitó ayuda para entrar, ya que sus dos manos estaban ocupadas.

“Vamos, tráelo aquí”

Bañar a los bebés fue todo menos agradable. La niña, Xue, según les dijo su padre. Se movía mucho y salpicaba agua en todas direcciones. El niño, Hua, era más tranquilo, pero cuando le mojaron la cabeza comenzó a llorar de forma horrible otra vez y su llanto incitó a Xue, que se estaba quedando dormida en la cama, a llorar de nuevo. En resumen, un desastre completo.

Avión no pudo separarse los bebés ni siquiera para preparar la cena de esa noche, por lo que le pidió a Yue Qi que calentara algunos bollos de carne en el horno. Disculpándose y prometiendo que lo compensaría al día siguiente.

Pero no fue así.

Mo Ruhua apenas pudo funcionar coherentemente durante los siguientes días. Haciendo malabares con el campo de hierbas espirituales, el de verduras, el cuidado de los animales, la limpieza, los bebés, la comida. No había estado tan estresado desde la Conferencia de la Alianza inmortal. E incluso entonces había tenido algunos tiempos de descanso.

Xiao Qi y Xiao Jiu habian sido expulsados de las habitaciones de su padre, ya que ahora el espacio de la cama debía ser usado por los nuevos bebés en lo que conseguía una cuna. Además, Mo Ruhua pensaba que los llantos de los gemelos a las tres de la mañana serían molestos para sus niños mayores, así que les pidió que durmieran en sus propios cuartos. Esto también había acabado con la hora del cuento.

Shen Jiu estaba bastante disgustado. Desde que el par de bestias aparecieron su padre apenas si pasaba tiempo con ellos. El par de mocosos eran extremadamente pegajosos y lloraban como murciélagos topo si los dejaban solos por más de cinco minutos.

Apenas estaba disfrutando lo que era tener una familia verdadera con el maestro Mo y ahora iba a ser dejado de lado por dos niños que si compartían sangre con el maestro. 

Shen Jiu apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos, tragando sus quejas.

Entre los parientes de sangre y un esclavo recogido de la calle, era obvia la elección de su padre si se atrevía a protestar. Por lo que mantuvo silencio, concentrándose solo en sus estudios. Tres años pasarían rápido, entonces podría ir a Cang Qiong y no tener que verlos de nuevo.

Detuvo ese pensamiento y bajó el pincel con el que había estado practicando su caligrafía. Solo iluminado por la luz de las velas en el interior de su dormitorio.

¿Realmente estaba dispuesto a dejar atrás a su padre?

Junto a Yue Qi, fue la primera persona que lo vio y extendió su mano para ayudarlo. Incluso soportando su temperamento, dedicándole una sonrisa. No más comidas caceras preparadas con cariño, no más bromas ni chistes terribles, tampoco más historias ni un toque amable que sanara sus heridas.

Ahora que había probado el amor de un padre. No estaba dispuesto a separarse de él.

¿Por qué tuvo que ser ahora? ¿Por qué tuvieron que aparecer cuando ya se había vuelto tan dependiente de ese amor?

Si solo fuesen Qi-ge y él como antes no tendría que sentirse desplazado.

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“No entiendo. He estado alimentándolos a diario con jugo de frutas y leche de cabra, pero no parecen aumentar de peso” Avión gimió angustiado mientras mecía la cuna improvisada, A-Xue se había quedado dormida hace mucho, pero A-Hua era más testarudo.

Yue Qi entró en el estudio, llevando consigo una bandeja con una taza de té y duraznos pelados en un plato de porcelana.

Avión sonrió con el corazón enternecido por el pequeño acto de Yue Qi. Tomó la bandeja con agradecimiento y bebió el té, dejando que el líquido caliente se deslizara por su garganta, calentando su estómago de forma agradable.

“Luces exhausto, papá” Mo Ruhua sabía que no se veía bien. Tenía unas ojeras terribles bajo los ojos por la falta de sueño.

Normalmente dos días sin dormir no le causarían nada, pero ya llevaba cinco y francamente, necesitaba un descanso.

“No sabía que cuidar un bebé sería tan difícil… imagínate con dos” la comisura de su labio tembló cuando sonrió.

Yue Qi hizo una mueca y fijó su atención en la cuna.

Acercó su mano hacia el rostro de A-Hua y el niño estiró sus manitas para agarrar su dedo, para luego llevárselo a la boca. Yue Qi soltó una pequeña risa al sentir como el niño succionaba su mano. Probablemente le había quedado un gusto a durazno luego de haber pelado las frutas para su padre. Él continuó meciendo la cuna, mientras el maestro Mo disfrutaba de su pequeña merienda.

“Xiao Qi, ¿Dónde está Xiao Jiu?” No había visto al niño desde la mañana, cuando preparó un desayuno rápido para ellos.

“Estoy preocupado por él” Confesó Yue Qi, esquivando los ojos alarmados de su padre.

“¿Por qué dices eso?”

“Está más enojado que de costumbre, eso no sería demasiado raro. Pero antes cuando se enojaba, gritaba a todo pulmón sus razones para estar molesto, pero ahora no quiere decirme y solo me dice que no me meta cuando intento hablar con él…” su tono se volvió más apagado mientras hablaba y las esquinas de sus ojos se humedecieron.

El autor frunció el ceño preocupado.

Su pequeño villano escoria era una persona a la que conocía bien. Sabía que todas sus acciones siempre tenían un motivo detrás, incluso desde joven. Pero ¿Qué lo había llevado a estar enojado hasta el punto que ni siquiera quería hablar con su Qi-ge?

“Xiao Qi, ¿Puedes cuidar de los gemelos un momento?”

“Claro” Avión se levantó y acarició la cabeza del niño con cariño antes de salir a buscar a Shen Jiu.

Su primera parada fue el dormitorio del niño, pero no lo encontró allí, así que siguió con los lugares que más frecuentaba; la biblioteca, vacío; la cocina, vacío; el pasillo del mural, una de las gallinas se había metido a la casa otra vez, así que tuvo que corretearla fuera; el estanque, también vacío.

Suspiró con pesadez mientras miraba la hierba verde y se dijo a si mismo que dejaría de vestir a Shen Jiu con verde, el niño se mimetizaba con el ambiente y luego no podía encontrarlo.

Entonces sintió movimiento proveniente del cobertizo, así que fue hacia el sonido.

Allí estaba su pequeño gato malhumorado, cargando una pequeña pila de papel de arroz y un frasco de tinta, caminando hacia la casa.

“¡Xiao Jiu!” El niño se sobresaltó cuando vio al adulto correr hacía él. ¿No debería estar cuidando a las dos bestias?

“Papá…”

“Deja que te ayude con eso” Tomó el fajo de papeles mientras el niño protestaba que podía llevarlos por sí solo “Este viejo no ha visto a su hijo en toda la mañana, deja que te acompañe ahora. ¿Has estado practicando tu caligrafía?”

“Dijiste que Qing Jing era el pico de los eruditos, así que probablemente apreciarían más una buena escritura…”

“Ya veo, en parte tienes razón, pero no solo se especializan en la caligrafía, también en la estrategia, pintura y artes musicales. Así que, si quieres, puede elegir especializarte en alguna de las otras” El Shen Qingqiu original había sido el mejor cultivador musical de su generación, su habilidad con el guqin había sido legendaria entre las sectas.

Incluso ahora siendo tan joven, muchos ya habían comenzado a notar el talento natural que el niño tenía con los instrumentos de Lu Tang.

Shen Jiu pareció pensativo y continuaron caminando en silencio. Avión intentó reavivar la conversación, pero el niño solo contestaba con monosílabos u oraciones escuetas. Maldita sea, era tan frustrante como hablar con un Mobei-jun adolescente.

“¿hay algo que te está molestando, Xiao Jiu?” preguntó mientras dejaba los papeles en el escritorio del niño. Podía ver algunas de sus prácticas anteriores ordenadas en una pila en una esquina de la mesa.

“No es nada. ¿no tienes que ir a ver a los gemelos? Probablemente ya estén llorando otra vez” Shen Jiu se dio cuenta de que no debería haber dicho eso. Apretó los puños debajo de sus mangas y giró su cabeza, no dejando que viera su rostro agraviado.

Cuando el autor vio esos ojos fue cuando las piezas encajaron.

Avión debió darse cuenta. ¡Joder, él había tenido que pasar por lo mismo cuando sus padres se divorciaron! Conocía perfectamente el sentimiento de ser desplazado por un nuevo bebé o en su caso, por toda una nueva familia.

“Xiao Jiu” intentó acercarse, pero el niño se apartó, dando un paso hacia atrás.

“¿Puedes irte? Todavía estoy estudiando”

“Quiero quedarme contigo”

“Estas ocupado. Los gemelos deben estar llorando ahora mismo, ellos son tu familia de sangre así que está bien si vas tras ellos”

“Shen Jiu” el niño quedó en silencio. Había pasado tanto desde que su padre lo había llamado por su nombre completo. Su pequeño cuerpo tembló ligeramente y sintió como algo caliente se deslizaba por sus mejillas.

Una vez que comenzó, fue como una cascada. Simplemente no podía detenerse.

Avión se sorprendió al ver al niño llorar y pronto no vio a Shen Jiu, sino que se vio a si mismo hacia tantos años. Su cuerpo se movió por sí solo, extendiendo sus brazos para alcanzar al niño, llevándolo a un abrazo cargado de sentimientos.

Las manitas blancas se aferraron a las túnicas del cultivador y el llanto se hizo más fuerte.

“Xiao Jiu también es de mi familia. Mi precioso segundo hijo. Tú, Xiao Qi y ahora con A-Xua y A-Hua. Todos ustedes son mis hijos. Siento no haber pasado tanto tiempo contigo como antes, cuidar a dos bebés es más complejo de lo que esperaba. Solo, dame tiempo para adaptarme. Prometo que volveré a ser el mismo padre de siempre dentro de poco”

“S-Sé que papá hace su mejor esfuerzo, pero tengo miedo. No quiero que papá me abandone también” no tenía idea de por qué había dicho lo último, pero Shen Jiu sintió un profundo temor a ser abandonado. Era casi instintivo.

Avión, que conocía la historia de fondo de Shen Jiu continuó sosteniendo al niño entre sus brazos “Prometo que no te dejaré, eres mi hijo”

[Puntos de afecto + 10]

Pasaron muchos minutos abrazados, antes de que la puerta de madera se abriera con Yue Qi asomando la cabeza. El niño al ver a su hermanito y a su padre envueltos en una burbuja de amor paternal no sabía si intervenir, pero Mo Ruhua ya lo había visto y sonrió al niño.

“Xiao Qi ¿Qué ocurre?”

“Los bebés están llorando, pero no sé qué tienen, no han ensuciado sus pañales y tampoco hace frio…”

“Bien, será mejor que vayamos” palmeó la espalda de Shen Jiu, pero el niño estaba quieto como un tronco. Viendo más de cerca, el autor notó que sus orejas estaban rojas.

‘Qué lindo. Está avergonzado’ pensó al ver al pequeño tsundere Jiu.

Entonces tuvo una idea. Pasó su mano por debajo del niño y lo levantó para cargarlo con un brazo. Shen Jiu chilló por el repentino movimiento y esto solo lo avergonzó más, ocultando su rostro rojo en el hombro del cultivador – se había dejado el abanico en el escritorio – mientras Yue Qi aguantaba la risa. Pero esto no le duró mucho porque Mo Ruhua lo tomó con el otro brazo, cargándolo de la misma forma. Aunque a diferencia de su hermano, Yue Qi estuvo más que contento de estar con su padre y se aferró a su cuello con sus dos brazos para no caer. De esa forma parecía que los tres estaban abrazados.

Los puntos de afecto continuaron subiendo un poco más.

Caminaron por los corredores abrazados de esta forma, hasta la habitación del mayor. Los bebés estaban, tal como dijo Yue Qi, llorando y podían escucharse desde la esquina del pasillo. Mo Ruhua solo bajó a los niños cuando entraron al cuarto y se acercó a los gemelos.

Shen Jiu, que aún estaba algo rojo esquivó la mirada burlona de Yue Qi. Mo Ruhua escucho que hablaban en voz baja, pero estaba algo amortiguado por el llanto, solo alcanzando a oir un “ridículo” de parte de Shen Jiu.

Revisó a los gemelos y resultó que habían despertado con hambre.

Avión sacó la papilla de fruta, pero descubrió que la leche de cabra se le había acabado.

El autor comenzó a entrar en pánico. Como si los niños no estuvieran lo suficientemente desnutridos. Joder, ellos necesitaban el calcio.

“¿Por qué no le preguntas a una de las mujeres del burdel si pueden alimentarlos?” Mo Ruhua detuvo su ataque de pánico y miró a Shen Jiu.

“Había burdeles cerca de donde vivíamos antes…  En cada temporada siempre había alguna mujer que había perdido un hijo” Yue Qi explicó

El autor permaneció en silencio. No era que no hubiera considerado contratar una nodriza, pero había demasiadas complicaciones. Empezando con el hecho de que no podía llevar a los bebés todos los días al burdel y dudaba que las mujeres estuviesen dispuestas acompañarlo al bosque de niebla. El miedo en sus corazones era demasiado grande, incluso si ofrecía una buena suma al dueño y a la propia mujer.

“Las tías confían en papá, al igual que el señor Rui” Yue Qi dijo.

Avión maldijo. Había hablado en voz alta de nuevo.

“Incluso si es así…” miró los niños que aun lloraban. Realmente no tenía muchas opciones.

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Cuando entraron al burdel se quitaron la nieve de la ropa y el señor Rui, el viejo dueño del burdel los recibió. Los llevó por otro camino hacía la habitación de la que prácticamente se habían adueñado. Incluso sus comidas ya habían sido pedidas por adelantado.

“Esta vez no venimos a descansar, hay algo de lo que quería hablar con tus chicas”

“¿De qué se trata?” El hombre levantó una ceja, curioso por la nueva propuesta del cultivador errante.

Se había acostumbrado a las peticiones fuera de lo común del cultivador durante un año. Incluso habían tenido algunas charlas agradables con el cultivador con algo de alcohol. Realmente abrir un burdel cerca de una zona maldita como el bosque de niebla no era una buena idea, pero era la única fuente de ingresos de la que podían disponer con sus hermanas mayores cuando comenzó el hambre. Luego por petición de sus hermanas recogieron más y más chicas, algunas esclavas, otras viudas o niñas jóvenes que habían caído en desgracia. Hoy la mayoría de sus hermanas han fallecido, pero aun cuidan como pueden a las jóvenes que llegaron. Y gracias a los ingresos y a los regalos en comida del cultivador que llegó un día de forma misteriosa, podían vivir una vida cómoda e incluso acoger a nuevos niños y niñas.

No había manera de ser discreto con un tema así, por lo que lo soltó directamente “¿Sabe si alguna de las mujeres está lactando? Recientemente he incluido dos nuevos miembros a mi familia, pero son demasiado pequeños para obtener todos los nutrientes que necesitan de la fruta”

Entonces Rui se dio cuenta de la canasta que estaba entre las piernas del maestro Mo y a la que los niños le prestaban especial atención.

“Hablare con ellas, espere aquí, maestro Mo”

Tardó un tiempo en volver. Mientras tanto, los niños aprovecharon de comer algunas golosinas caseras. Cuando vieron entrar a Lu Tang la saludaron animadamente.

“¿Vas a tocar para nosotros otra vez hoy tia Tang? ¿Ya te sientes mejor de tu enfermedad?”

“No, no es por eso que vine” había algo triste en su mirada.

Avión lo entendió muy pronto. Miró a Lu Tang y luego inconscientemente, a su vientre ‘Oh Cielos’.

“¿Cuándo fue?”

Ella negó.

“Dos semanas. La ropa ayuda a ocultarlo” un nudo se formó en la garganta de Avión. Él realmente no se había dado cuenta. “Está bien, no es la primera vez” Joder, eso lo hacía sentir aun peor.

“¿Puedo verlos?”

“Por supuesto” Movió la cesta de bambú rebelando a los dos bollos blancos que gimoteaban luego de que Yue Qi y Shen Jiu se turnaran para mecerlos mientras comían dulces.

Lu Tang observó a los dos niños y acarició las mejillas rubias con nostalgia. Tomó a uno de ellos (A-Xue) y desató las cintas de su túnica superior. Mo Ruhua apartó la mirada para darle algo de privacidad. La bebé se entusiasmó de inmediato y comenzó a chupar la leche con mucho apetito hasta que se quedó dormida de lo satisfecha que estaba. Lo mismo ocurrió con A-Hua. Ambos bebés fueron muy pegajosos hacia Lu Tang y ella fue muy suave con los niños. Instinto femenino, supuso el autor.

Una vez en casa, los gemelos estaban felizmente dormidos luego de saciar sus estómagos a fondo. Le había pedido a Lu Tang que extrajera un poco de leche en las cantimploras de bambú (Fue incomodo de explicar) Así que ahora los bebés podrían alimentarse hasta la tarde siguiente. Así que los dejó durmiendo en la cuna con un pequeño talismán para verificar cuando despertaran.

Aprovechando la calma preparó una deliciosa cena para él y los niños con unos pastelillos con crema que hicieron que el par de ojitos brillara con ansia incluso mientras los horneaba. No quedó ni una miga al final.

Luego de eso, se tomó el tiempo para acostar a cada uno en sus cuartos. Contando una pequeña historia para ayudarlos a dormir.

“¡Ah! Casi lo olvidaba ”Avión voló fuera de la habitación dejando un muy confundido Shen Jiu. Luego de un tiempo regresó con una pequeña jarra entre las manos y la depositó en las manos del menor.

El niño lo abrió y pronto reconoció el olor del Osmanthus que brotaba de él.

“Olvidé dártelo cuando regresé, luego simplemente lo posponía sin querer. Siento que hayas esperado tanto, Xiao Jiu ”

“Hmp. Te tardaste mucho esta vez ”ahí estaba otra vez ese lado tsundere“ pero, lo aprecio. Gracias, papá ”

[Puntos de afecto +20]

Avión suspiró “El Xiao Jiu de mi familia es tan lindo” dijo mientras volvía a apretar al niño en un abrazo de oso.

Notes:

Avión no quiere repetir los errores de sus padres. Pero a veces le cuesta un poco ser padre soltero.
Aprenderá en el camino.

Tendremos un salto de tiempo en el siguiente capítulo. Para que no los tome desprevenidos.

Chapter 11: Las Pruebas de Cang Qiong (Parte 1)

Summary:

Los niños se preparan para las pruebas de selección de Cang Qiong cuando se topan con alguien que no creían volver a ver.

Notes:

He trabajado en algunos bocetos de los gemelos por si quieren verlos:
Shang Twins

También hice algunos de Mo Ruhua junto con una pequeña reflexión de nuestro hámster:
Bocetos de Airplane/Mo Ruhua

Pero les advierto que está en español.
(Al fin aprendí a unir enlaces JAJA)

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

La mañana se extendió en el horizonte y la casa ya estaba despierta. Las gallinas iban de un lado al otro buscando alimento entre la con una hilera de pollitos siguiéndolos de cerca. Los conejos reposaban en el suelo en grupos, disfrutando del sol que apenas estaba asomando. En los árboles, distintas golondrinas cantaban con alegría, animando a sus compañeros a despertar y emprender el vuelo.

Dentro de la residencia principal, el padre de familia, Mo Ruhua, luchaba por liberarse de dos pequeños koalas que se buscan aferrado a sus piernas con ojos llenos de lágrimas.

“¡No es justo! ¿Por qué Qi-ge y Jiu-ge pueden ir contigo y nosotros no? ”La niña usaba túnicas de azul claro con dos chongos atados con cintas de azul cielo con forma de mariposas. El niño usaba túnicas similares, solo que para varón y su cabello estaba recogido en un único moño. Ambos niños eran tan similares en rostro que, si les soltaba el cabello, costaría mucho distinguirlos.

“Niños, por favor, no es como que se quedaran solos. Las tías del burdel los cuidaran. Les darán muchos dulces allí ”

Los niños tenían una extraña afición por aferrarse a sus piernas y divertirse mientras los arrastraba al caminar. Su agarre era tan firme como el de una sanguijuela y no había forma de sacarlos sin tener que recurrir a las persuasiones con otra cosa que llamara su atención (normalmente Yue Qi). Avión pensaba que era una clase de karma por todas las veces que se aferró a los muslos de Mobei-jun.

"¡No quiero! ¡No quiero!" A-Hua gritó y el autor sintió algo de dolor cuando esos pequeños dedos se enterraron en su carne. ¿Qué diablos les estaba dando de comer a esos niños para que tuvieran tanta fuerza? "¡No quiero que Da-ge y Er-ge se vayan!" Sus ojitos castaños estaban llenos de lágrimas y agravios.

“Solo será un tiempo… tus hermanos podrán visitarnos más tarde cuando sus maestros les den permiso” intentó convencerlos.

"¿Cuánto tiempo es eso?" A-Xue levantó su mirada.

Con dos pares de ojos inocentes e idénticos mirándolo tan intensamente, Avión fue acorralado. Los discípulos de Cang Qiong no pudo bajar de la montaña hasta al menos haber por lo menos pasado la etapa de fundación, lo que podría llevar meses e incluso años.

Al ver que tardaba en contestar, los niños reanudaron su rabieta.

“¿Eh? ¿Qué ocurre aquí? ”Dijo una voz amable y confundida.

“Ustedes par de bestias están molestando a papá otra vez” dijo otra voz más sarcástica.

“¡Da-ge! ¡Er-ge! "

Yue Qi y Shen Jiu tenían 12 y 11 años respectivamente y ahora crecido mucho en los últimos años, llegando ahora el pecho del maestro Mo. Ambos vestían túnicas de un tono gris oscuro muy simple, pero de muy buena calidad que había sido confeccionado por el propio Mo Ruhua. Sus rostros estaban limpios de impurezas y sus mejillas eran de un rosa muy saludable. Incluso si Shen Jiu aún tenía una apariencia algo delicada, ya podía verse que al crecer ambos se convertirían en grandes bellezas del mundo de la cultivación.

“Niños…” Avión miró a sus hijos mayores con suplica en busca de auxilio.

Yue Qi se compadeció de su padre y se arrodilló delante de los dos niños con esa sonrisa comprensiva de hermano mayor responsable “Vamos, Meimei, Didi, ¿Por qué no sueltan a papá? Así pueden ayudarme a alimentar a los conejos ”

Los niños se negaron al unísono.

“No, a menos que nos lleven con ustedes a Cang Qiong” dijo Shang Xue de forma testaruda.

“Saben que no pueden acompañarnos, pero en unos años…” continúe Yue Qi.

"¡Ocho años es mucho tiempo!" se quejó Shang Hua.

Mo Ruhua suspiró con cansancio, había hablado con los menores con semanas de anticipación para evitar que esta situación sucediera. Incluso así, los niños eran un hueso duro de roer. No aceptaban que sus amados hermanos mayores tuvieran que irse de un día para otro y mucho menos que no los verían durante un largo tiempo. Luego de que el asunto de Shen Jiu se resolviera, los tres trabajaron juntos para cuidarlos dentro de las paredes de la matriz, sin apenas contacto con el exterior a parte de Lu Tang, que los cuidaba cuando Mo Ruhua iba a la ciudad, y los libros con ilustraciones de la biblioteca principal. Eso y que tal vez él mismo los había malcriado un poco, había acabado haciendo de los gemelos un par extremadamente pegajoso.

“Pasará muy rápido. Antes de lo que crees Xiao Jiu y yo estaremos de vuelta ”

A-Xue sorbió su nariz, con lágrimas aglomerándose en sus parpados como pequeños diamantes. Soltó las piernas de su padre y saltó sobre su hermano, abrazándolo con toda la fuerza que poseían sus pequeños brazos. A-Hua la siguió y ambos niños comenzaron a llorar en el abrazo de su Yue Qi, mojando sus hombros con sus lágrimas.

Ahora fue el turno de Yue Qi de dar una mirada de auxilio a su padre y hermano.

Los preparativos continuaron y de alguna forma lograron convencer a los niños de dejar de llorar, pero se negaron a soltar a sus hermanos todo el camino a través del bosque. A-Xue se había aferrado los brazos de Yue Qi y A-Hua de alguna forma había convencido a Shen Jiu que lo llevara cargando.

Cuando Avión miró a su segundo hijo por esto, el niño desvió la mirada y cubrió su rostro con el abanico. Pero incluso así podía notar el leve tinte rosa en sus orejas.

“Pareciera que solo fue ayer cuando ustedes aparecieron aquí por primera vez” Lu Tang acarició la cabeza de ambos niños como la hermana afectuosa que era, en opinión de Avión.

“La tía Lu no ha envejecido ni un día” Yue Qi sonrió y la mujer soltó una pequeña risa.

“Adulador” Lu Tang ya lo conocía, así que sacó una pequeña bolsa de tela que contenía algunos pastelillos “Para el camino” había dicho ella antes de apretar sus mejillas rosadas.

Todas las hermanas del burdel se turnaron entre sí para despedir a los niños.

Mo Ruhua se divirtió en el fondo al ver como Shen Jiu luchaba por no salir corriendo ante los excesivos abrazos de sus tías. Sostenía tan fuerte el abanico que sus nudillos se he tornado blancos, contrastando con su rostro sonrojado.

“¡No te rías!” le gritó Shen Jiu a su padre al ver como este apenas disimulaba su risa.

Una vez más A-Hua y A-Xue se despidieron de sus hermanos, aferrándose a sus ropas, había tantas lagrimas que Avión y Yue Qi estaban a punto de llorar también. El autor estaba perplejo ¿Por qué todos sus hijos eran tan llorones y lastimeros como él? El único que se salvaba era Shen Jiu.

No vio que detrás de su abanico, Xiao Jiu limpio algunas lágrimas traicioneras.

El tiempo no podía detenerse y ya no pudo aplazar más su partida. Los dos más pequeños de la familia fueron llevados por las hermanas mayores del burdel, quedando solo Lu Tang fuera para darles un último adiós a los cultivadores.

Sacó una caja de almuerzo hermosamente envuelta con un pañuelo floreado y lo extendió a Mo Ruhua "Maestro, esto es para usted, espero que sean de su agrado"

El autor tomó la caja y sintió un dulce y ligero aroma provenir del interior, eran pastelillos rellenos de mermelada con forma de flores de durazno.

"Wow, se ven deliciosos ¿Tú los preparaste?" al ver que Lu Tang asentía sonrió más ampliamente “Realmente me estas malcriando. Soy afortunado de tener una amiga como tu Tang-Mei ” 

La sonrisa de Lu Tang se desinfló un poco, pero rápidamente se recuperó, evitando sospechas por parte del autor. No así con los otros dos niños. Yue Qi y Shen Jiu se miraron entre sí y luego miraron a los dos adultos.

Yue Qi sonrió nerviosamente.

Shen Jiu se abanicó sin dejar de mirar a su padre.

O el hombre era demasiado denso y lo hacía de forma inconsciente o si lo notó, actuaba de esa forma para evitar herirla demasiado.

Conociendo a su padre, los niños apostaban por la primera opción.

Cuando se marcharon Lu Tang volvió a entrar al edificio y se envió un momento, entre la música y las fragancias florales. No iba a desanimarse por algo que ya sabía. El maestro Mo era un cultivador con cientos de años bendecida por el dao del cielo, no había forma de que se fijara en una persona tan usada como lo era ella, incluso si sabía que Mo Ruhua nunca la discriminaría por su condición, también era innegable que ella continuaría envejeciendo, mientras que el maestro Mo seguiría joven. Nunca podría ser. 

Estaba contenta con la amistad que tenían. Eso era lo más valioso para ella.

- 0 -

Con las pruebas de ingreso tan próximas, la ciudad estaba rebosante de energía. Las personas iban de un lado al otro y había muchos niños y adolescentes de distintas edades recorriendo los alrededores, esperando al día siguiente, cuando las pruebas comenzarían.

El alojamiento había sido reservado por Mo Ruhua con semanas de anticipación, por lo que no tendrían que preocuparse por donde dormir esta noche. Así que tendrían toda la tarde para descansar sus cuerpos y sus mentes.

Pero como el adicto al trabajo que era Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo, no pudo resistirse a la oportunidad de echar un vistazo a su negocio más reciente. Pero también era consciente de los dos niños que estaban con él y que para ellos sería realmente aburrido seguirlo, así que tomó dos bolsas qiankun y dejó treinta monedas espirituales dentro de cada una y se las entregó a sus hijos.

“Tengo que revisar un asunto importante, pero no sería divertido que me esperaran en la posada. Ya que Xiao Qi y Xiao Jiu con niños grandes pueden salir a jugar un rato en los alrededores ”La ciudad era concurrida, sí, pero estaba llena de cultivadores experimentados de Cang Qiong, por lo que la mayoría de los peligros están evitados. Además, los comerciantes conocían a Mo Ruhua ya sus niños por su venta de hiervas espirituales, por lo que siempre había alguien prestándoles atención.

Y como tercera medida extra había cocido talismanes rastreadores tanto en dobladillo de las túnicas como en las bolsas qiankun.

“Gracias, papá” Yue Qi tomó la mano de Shen Jiu y ambos corrieron a divertirse al mercado.

Aunque conociendo a su hijo, probablemente irían al puesto de dulces más cercano.

Mo Ruhua dio la vuelta y se adentró en un conjunto de callejones hasta dar con una tienda con un letrero sin nombre. Las personas entraban y salían, la mayoría ocultando sus identidades con largas capuchas oscuras que, aunque se veían geniales, ya podía escuchar al hermano pepino diciendo “Capucha negra y un callejón, solo pónganse un letrero de << Vengan, estoy planeando algo malo, arréstenme >> ”

Avión no entró por la entrada principal, sino que se coló por un edificio adjunto que estaba conectado con el establecimiento.

“Maestro” un hombre de ropas oscuras que ya esperaba saludó con respeto, inclinando la cabeza y Mo Ruhua asintió con aprobación.

El canto de las golondrinas ambientaba la habitación. Mo Ruhua podía verlas volando sobre su cabeza y posándose en lo alto de distintos arbustos de interior que han sido instalados para ellas. Estas pequeñas aves eran la forma de comunicación que tenían sus distintos espías, pues, aunque parecían pequeñas y débiles, eran muy listas y unas de las aves más rápidas en el reino animal, también conocidas como “Hijos de tormenta”. La cual también era el nombre de su pequeña organización.

El hombre que lo recibió era un esclavo que había comprado hacía varios años junto a otros tres más y que servía como sus ojos y oídos en la organización, ya que el secreto era fundamental. Cada vez que había un cliente, Chen Mu era el intermediario en la transacción, ya sea en la compra o venta de información. Incluso si por el momento no eran muy conocidos, tenían bastante clientela, habían sorprendido incluso algunos ancianos de Cang Qiong enviaban a sus propios subordinados a canjear información.

"¿Ha habido algo interesante hoy?" tomó asiento tras un escritorio con petitorios que esperaban ser enviado pronto.

"No realmente, pero hubo un incidente hacia un par de días"

"¿Qué clase de incidente?"

“Alguien ha estado preguntando información sobre el primer y el segundo joven maestro” Avión se congeló mientras una alarma saltaba en su cerebro.

"¿Qué hiciste entonces?" soltó los papeles para mirar directamente a su empleado.

“Continué con el procedimiento como de costumbre, como no son personas de renombre tardaría tiempo en reunir información. Luego uno de sus subordinados vino y le susurró al oído. Se fue sin comprar después de eso ”

"¿Tienes su nombre?"

"Qiu Jianluo"

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Como Mo Ruhua esperaba, Yue Qi arrastró a su hermano menor por diversos puestos de comida. Una vez que estuvieran dentro de Cang Qiong probablemente pasaría mucho tiempo antes de que pudiese comer dulces de nuevo, así que aprovecharía mientras pudiese. Shen Jiu solo lo siguió, probando lo que Yue Qi compraba para ambos. No diría en voz alta que también extrañaría la comida dulce, en especial la comida cacera de su padre.

Ambos estaban haciendo fila en el puesto de Tanghulu. Shen Jiu no pudo evitar fijarse en la abundante cantidad de personas alrededor, solo comparable a los festivales a los que había asistido. Tantos niños y adolescentes. Algunos acompañados de sus familias, otros, completamente solos y algunos más desafortunados estaban acurrucados en esquinas sucios y con ropas andrajosas. Vagabundos esperando poder encontrar un hogar entre los inmortales.

Hacía muchos años esos niños probablemente hubieran sido Qi-ge y él.

Se sintió tan lejano ahora.

“Aquí, Xiao Jiu” un pincho de fruta confitada apareció entre su rostro y su abanico. Yue Qi le sonrió amablemente “¿en qué piensas?”

"En como todo ha cambiado para nosotros"

"¿Xiao Jiu está triste?"

“No, lo contrario. Supongo ”tomó el tanghulu de las manos de su hermano y comenzó a comerlo mientras caminaban hasta el siguiente puesto.

Todo era tranquilo, casi como un sueño con el eco de voces en el fondo y con Yue Qi caminando delante de él entre la multitud. Tuvo un mal presentimiento, seguido del impulso de mirar hacia atrás cuando sujetaron su brazo con fuerza, jaloneándolo hacia atrás ”

"Al fin te encontré"

Volteó topándose con un adolescente mayor de ojos crueles y una horrible sonrisa.

“No sé quién eres. Así que será mejor que me sueltes ahora ”el mayor soltó una rosa sarcástica a las frías palabras de Shen Jiu y el agarre se hizo más fuerte, provocándole dolor. Por supuesto esto no se mostró en el rostro del niño.

¿Dónde está Yue Qi?

“¿Realmente no lo recuerdas? Es una lástima, pero no importa. No cambiara lo que haré contigo, pequeño esclavo ”

"¡Oye, suelta a mi hermano ahora!" Yue Qi se abrió paso. Cuando notó que Shen Jiu ya no lo seguía tuvo un mal presentimiento y rápidamente regresó sobre sus pasos para ver un mayor de túnicas amarillas sosteniendo a su hermanito.

El rostro de Yue Qi se volvió pálido y sus ojos se llenaron de una consternación e ira que se arremolinaban con la confusión.

“Vaya, vaya, pero si es el otro esclavo con complejo de héroe. Tú también estabas allí entonces ”

Shen Jiu ya no iba a seguir escuchando esta farsa. Soltó el abanico y fundió energía espiritual en sus palmas. Qiu Jianluo no esperó el golpe en el estómago, que lo obligó a soltar a Shen Jiu. Pero esto no fue como la última vez. Qin Jianluo reaccionó para intentar volver a alcanzarlo, pero Yue Qi fue más rápido, con un salto dio una fuerte patada a la cabeza del adolescente, arrojándolo al suelo. Yue Qi tomó el abanico del suelo y la mano de Shen Jiu y comenzó a correr.

Qin Jianluo se levantó y comenzó a perseguirlos.

Los niños corrieron en zigzag a través de los callejones para eludir a su persecutor. Ellos conocían la ciudad mejor que él y su usarían a eso a su favor.

Corrieron y corrieron, hasta dar con un callejón solitario, en el cual se escondieron detrás de varias cajas de madera en desuso. Yue Qi miró hacia atrás entre jadeos. Su mano aun presionaba carbonatada contra la de Xiao Jiu. Ambos niños se miraron, pensando que al fin lo perdido.

"¿Lo conoces?"

"Cuando conocimos a papá, ¿recuerdas que estuvimos en una pelea con un niño rico y Xiao Jiu me salvó?"

Shen Jiu asintió con comprensión. Nunca olvidaría ese día, pero casi había olvidado al imbécil que lo inició todo.  

“Bueno, bueno. Parece que atrapé un par de ratas ”los niños siguieron la voz y desde arriba, Qiu Jianluo saltó desde el tejado, aterrizando frente a ellos y cortándoles el paso.

Yue Qi puso un Shen Jiu detrás de él para protegerlo, infundiendo uno de sus puños con energía espiritual.

"Ese truco no le funcionará dos veces" Qiu Jianluo se burló de su pobre intento "vengan conmigo y prometo que no sufrirán demasiado"

"Los villanos y sus discursos inútiles" una segunda voz vino detrás de él "¿No pueden ser al menos creativos con sus frases?"

"¡Papá!" los rostros de los niños se iluminaron al verlo.

"¿Quién eres tú?" Qiu Jianluo escupió con arrogancia.

Avión se tomó un momento para ver a esta carne de cañón rápidamente descartada que había creado. No había nada especial en él, era similar a Qiu Haitang, pero con ojos mucho más crueles, pero no era nada a comparación de su rey. Siendo poco más que desperdicio a los ojos del autor.

“Soy el padre de estos niños ya quien no le gusta que intimiden a sus hijos” Sujetó el bastón de bambú con fuerza, apuntándolo contra Qiu Jianluo.

La expresión del joven cambió al sentir la energía espiritual proveniente del bastón, cosa que no podía hacer con el cuerpo del hombre. Si ni siquiera podía sentir su poder de pelea, significaba que era mucho más fuerte que él. Hizo una expresión desagradable. Había tardado mucho en encontrar a los dos esclavos, no iba a dejarlos ir tan fácilmente.

Iba a hablar cuando una figura apareció en la entrada el callejón.

"¿Qué está sucediendo aquí?" preguntó una voz autoritaria.

Era un hombre uniformado y con un casco sobre la cabeza, en su mano llevaba una lanza estándar. Uno de los guardias de la ciudad.

“Nada oficial” Qiu Jianluo se vio obligado a dejar su postura agresiva y rápidamente escapó con la cola entre las patas. No sin antes dar una mirada desagradable a Shen Jiu.

"Ustedes ..."

“Aiya, realmente no es nada oficial. Solo una amigable discusión ”Mo Ruhua caminó hacia los niños haciéndole señas para que se pusieran detrás de él.

Ese guardia había llegado en el peor momento. Tenía intenciones de capturar a Qiu Jianluo para interrogarlo, pero con la interrupción ni siquiera había podido pegar un talismán rastreador a su cuerpo antes de que escapara.

“Ahora si nos disculpa, debemos regresar a casa a preparar la cena” Mo Ruhua tomó ambos niños y rápidamente escapó por los tejados. Por suerte el guardia no lo persiguió, pero si sintió como su mirada estuvo fija en ellos mucho tiempo.

Tipo raro…

[Actualización de personaje: Qiu Jianluo]

[Actualización de personaje: ???]

[Progreso de misión secundaria “Enemigo entre las sombras”: 12%]

[+100 puntos de Frialdad]

[+20 puntos B]

[Siga trabajando duro]

'Espera, ¿Qué significan esos signos de pregunta?'

[Siga trabajando duro]

Tan útil como siempre, ¿No?

Notes:

A diferencia de su vida pasada, Shen Jiu no sufrió años a manos de los Qiu, por lo que a parte de ese encuentro cuando se toparon con Avión, no tuvieron más interacciones. Así que no es raro que no lo recuerde.

Chapter 12: Las Pruebas de Cang Qiong (Parte 2)

Summary:

Los pollos mayores alzan el vuelo.
El hámster juega al gato y al ratón.

Notes:

¡Aquí por fin tenemos el capítulo de la semana!

Ahora... A mimir... ZZZZ

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Avión corrió hasta su hospedaje con los dos niños, ocultando su rastro lo mejor que pudo. Las alarmas estaban saltando en su cabeza luego de ver a Qiu Jianluo. Eso y la misteriosa notificación del sistema. ¿Quién podría ser “???”?  ¿Se podía siquiera etiquetar a alguien así? Según parecía. Si.

Intentó interrogar al sistema, pero este ignoró sus preguntas como usualmente lo hacía. Al final se hartó de esa IA inútil y concentró su atención en los dos niños que estaban sentados sobre la cama que lo observaban con ojos preocupados.

¿Otra vez comenzó a murmurar en voz alta?

Soltó un suspiro se arrodilló junto a la cama, llevando su mano a la cabeza de los niños, acariciándolos tiernamente, intentando transmitir un sentimiento tranquilizador que él mismo no tenía.

¿Por qué estaba Qiu Jianluo aquí?

¿Por qué buscaba a sus hijos?

También, cuando lo vio usó su energía espiritual para encontrar a los niños y percibió un núcleo débil junto a ellos. Esa carne de cañón no debería poder usar energía espiritual. ¿Cómo fue que lo aprendió? Se suponía que era una persona común. Entre ellos, solo su hermana Haitang tenía la aptitud para convertirse en cultivadora. Así lo había escrito.

¿Acaso su efecto mariposa había generado un cambio tan grande?

Tenía un muy mal presentimiento.

“¿estuvieron asustados?” preguntó con una sonrisa bajo su velo.

“Hmp, por supuesto que no. Ya le pateé el trasero una vez, podía haberlo hecho de nuevo” Shen Jiu contestó con un aire ofendido. Pero Avión sabía que el niño si se había asustado, pues no había hecho ningún movimiento para apartarlo, a pesar de que odiaba que lo despeinara.

“Xiao Jiu es muy fuerte ahora” Avión alabó al niño.

Yue Qi estaba especialmente silencioso. Perdido en sus pensamientos.

Cuando vio a Qin Jianluo, no sabía porque, solo con verlo junto a Xiao Jiu, se sintió tan furioso como nunca en su corta vida. Por un segundo vio rojo y una voz en el fondo de su mente le gritó que no permitiera que se llevara a su hermanito, que lo matara si fuera necesario. Era un odio tan crudo que estaba asustado de sí mismo.

“Xiao Qi” dos ojitos oscuros miraron a Mo Ruhua brillantes por las lágrimas no derramadas.

“Xiao Jiu… lo siento Xiao Jiu… si no te hubiera dejado atrás” rompió a llorar, asustando a sus dos familiares hasta la muerte. Shen Jiu estiró su mano hacia él, debajo de mi manga podían verse moretones con la corma de cuatro dedos. Cuando Yue Qi las vio, solo lloró aún más.

Yue Qi era un niño tan alegre, verlo derramar lágrimas tan amargas simplemente no se sentía correcto.

“Qi-Ge, está bien. Volviste por mí. Estoy bien” Shen Jiu hacía su mejor intento para consolar a su hermano mayor, rodeándolo en un abrazo, que, según había aprendido junto a su padre, era la mejor forma de consolar a alguien triste.

La pequeña familia permaneció abrazada durante mucho tiempo, hasta que Yue Qi logró calmarse nuevamente. Por decisión de Avión, permanecieron en la posada el resto de la tarde, entreteniéndose con algunas historias hechas por el propio autor, juegos y comiendo los dulces que el estaban disponibles en el establecimiento. Durante la noche, Mo Ruhua permaneció en vela con su bastón en mano, vigilando firmemente la puerta mientras los niños dormían, esperando a cualquier intruso que se atreviese acercarse a sus hijos.

Pero nada pasó.

La noche transcurrió sin más incidentes.

Antes del amanecer Avión llevó a los niños al pie de la montaña, donde otros tantos se habían reunido. Cang Qiong tenía una primera regla para aceptar discípulos, solo los niños entre diez y quince años podían realizar la prueba. Ya que esta era la edad más conveniente para cultivar. Aunque claro, esto no detuvo a Shen Jiu, que con diecinueve se cultivó hasta la inmortalidad. Lastimosamente, esto afectó mucho sus cimientos, haciéndolo propenso a las desviaciones de Qi, provocando que envidiara a sus discípulos más talentosos. Pero ahora Xiao Jiu podría desarrollar todo su potencial correctamente junto a Yue Qi. El veneno de la envidia no quemaría su corazón.

Shen Jiu y Yue Qi miraron hacia la montaña con asombro. Avión sonrió en su corazón.

Cuando el cielo se volvió de un color oro rosado, un inmortal bajó para dar la bienvenida a los postulantes y contarles las reglas. Su padre ya les había advertido de antemano, por lo que los niños no escucharon nada nuevo.

Los niños abrazaron a su padre una ultima vez antes de correr junto a los demás, para internarse en la montaña, hasta el lugar donde se llevaría a cabo la prueba.

Mientras Mo Ruhua los veía marcharse, sintió una nueva tristeza y se lamentó de que el tiempo pasaba demasiado rápido. ¿Así es como se sentían los padres cuando sus hijos se marchaban a la universidad a estudiar?

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Yue Qi y Shen Jiu siguieron al mayor hasta una gran planicie cuyo aire rebozaba de energía espiritual, la cual estaba rodeada por un palco muy alto con doce asientos. En ellos había doce señores inmortales de rostros fríos y miradas agudas observándolos fijamente. Estudiándolos. Algunos niños incluso temblaban ante esa firme presión. Yue Qi mentiría si dijera que no estaba asustado, esa presencia era algo que no había sentido antes. Tan diferente a la calidez y familiaridad que su padre les transmitía.

¿Serían esos inmortales tan fuertes como papá Mo? Se preguntaron los niños.

Si avión los escuchara, contestaría que la mayoría eran mucho más fuertes y experimentados que él. Lo que no era mentira. Esos ancianos tenían siglos de antigüedad. Más viejos que sus dos vidas juntas y habían librado batallas desde la época del padre de Tianlang-jun.

Cuando se dio la orden, los niños se dispersaron y buscaron un lugar para comenzar a cavar su agujero. Shen Jiu y Yue Qi permanecieron relativamente cerca uno del otro, pero se concentraron en sus propias tareas. Cubrieron sus manos con un poco de energía espiritual y comenzaron a cavar.

Al ver esto, varios de los inmortales levantaron estuvieron bastante impresionados. Tan corta edad y ya tenían un buen control de la energía espiritual. Se miraron sigilosamente entre ellos.

Pero al final de la prueba, ¿Quién se quedaría con ellos?

El viejo anciano de Qian Can acarició su larga barba oscura. Había notado a los niños desde que subieron a la montaña, no por haber notado algún talento antes que otros, sino porque había reconocido a esos niños. Su discípulo actual principal, Liao He, le comentó que los niños eran hijos de un misterioso vendedor de hiervas espirituales que aparecía esporádicamente por la ciudad. No sería demasiado raro sino fuera porque el hombre aparecía con hiervas tan raras como la hierba aliento de dragón. Además, era un cultivador muy fuerte, según palabras de Liao, pero el anciano nunca había oído de un cultivador llamado Mo Ruhua.

Se sintió tentado a tomar como discípulos a alguno de los dos para poder averiguar más, pero por las miradas del líder de secta y del viejo de Qing Jing, no tendría oportunidad. Así que no le quedó más remedio que resignarse y continuar buscando. Su vista se posó en un niño de cabellos castaños y ropas simples, pero muy determinado y metódico.

El anciano no sabía que ese pequeño algún día se convertiría en Mu Qingfang.

Mientras Shen Jiu cavaba sin fijarse en nadie más, un montículo de tierra golpeó su cabeza. El niño miró al culpable con odio. Cuando ocurrió una segunda vez, no lo toleró “¡Fíjate a donde apuntas, bruto!”

El niño delante de él tenía túnicas de un color mercurio, su cabello atado en una coleta con un flequillo que caía a un lado de su rostro y un lunar debajo del ojo, justo como su padre. Pero a ojos de Shen Jiu, a diferencia del bonito lunar de su padre, el de ese niño parecía un bicho aplastado.

“¡No me llames bruto! ¡No fue a propósito!”

“Ni siquiera te has disculpado, se nota que a algunos no les enseñan modales en casa” escupió con veneno.

“Solo fue un poco de tierra, eres demasiado llorón” le devolvió la misma mirada desagradable.

Los niños continuaron discutiendo entre ellos.

Yue Qi suspiró pesadamente al ver como su hermanito comenzó tan rápido a pelear con otros niños “Xiao Jiu, la prueba todavía no termina, ¿Pueden dejar la discusión para otro momento?”

Ambos niños se dieron cuenta de lo que hicieron y reanudaron sus labores. Eso había sido raro. No sabía porque, pero al ver al otro niño, Shen Jiu sintió un desagrado natural y quería hacerlo enojar. Pero no sabía el por qué.

Si le hubieran preguntado al otro niño, hubiera respondido algo similar.

Aversión a primera vista.

Avión, que observaba todo desde su escondite no pudo evitar reírse al ver el actuar de Xiao Jiu frente al mini Liu Qingge. Parecía que algunas cosas nunca cambiarían. Esos dos simplemente eran agua y aceite.

Ver a las versiones infantiles de varios de sus hermanos marciales era una experiencia inusual. “Si tan solo pudiera fotografiarlos” se lamentó.

Su vista se dirigió al palco de los inmortales. Los había conocido gracias a su trabajo como discípulo principal de An Ding. Esos viejos centenarios apenas si habían cambiado en su memoria. Incluso ahí estaba su viejo y loco Shizun, conversando en voz baja con el señor del pico de borrachos. Sintió algo de nostalgia al ver a su maestro vivo y alegre nuevamente. Pues hacia años, fue una de las víctimas del ataque a Tianlang-jun. No murió en batalla, pero sus heridas en el diantian impidieron que pudiera continuar en el camino de la cultivación. Sus últimos años los dedicó a instruirlo en el manejo de la contabilidad.

El tiempo acabó y los viejos maestros seleccionaron cada uno a sus favoritos para entrar en su cumbre.

Le costó mucho no saltar cuando Shen Jiu y Yue Qi fueron elegidos por el señor de Qing Jing y el líder de secta respectivamente. Su hechizo de encubrimiento no cubría los sonidos.

[Shen Jiu ha ingresado al pico Qing Jing]

[Yue Qi ha ingresado al pico Qiong Ding]

[Misión principal: 25%]

[+200 puntos B]

[+200 puntos B]

Avión cerró las notificaciones y se apresuró para irse. Ni siquiera notó como cuatro pares de ojos observaban el lugar donde había estado.

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Regresó a la ciudad y dejó algunas órdenes para sus subordinados para que estuviesen de acuerdo a cualquiera que preguntara información sobre él, también permitiendo que entregaran una cierta información. Si lo prohibiera rotundamente sería demasiado sospechoso. Por el día no tenía más asuntos que atender, así que era momento de regresar a casa.

Apenas había dado un pie fuera de los límites de la ciudad cuando sintió que algo no iba bien.

No sabía si fue un sonido, un olor o una sombra por el rabillo del ojo, pero sentía como si alguien lo estuviese vigilando. Incluso con el eco de la ciudad a su espalda y las carretas que entraban y salían junto a nuevos visitantes, el sentimiento no lo abandonaba.

Ató correctamente su sombrero de paja y sostuvo firmemente su bastón, asegurando además que su velo estuviese firmemente puesto. Con todo esto confirmado, respiró profundo y comenzó a correr.

Cuando era Shang Qinghua había sido bueno huyendo. Estaba orgulloso de decir que podía escapar más rápido que nadie de situaciones peligrosas, dejando atrás apenas una estela de polvo y una brisa suave. Esta habilidad la había mantenido aun en su nuevo/viejo cuerpo. Aunque no era tan veloz como Liu Qingge o Shen Qingqiu, podía dar una buena carrera a su persecutor.

La ciudad desapareció en el horizonte, pero la sensación desagradable nunca desapareció, sino que parecía hacerse más profunda a medida que se alejaban de las multitudes.

El autor se sintió inquieto y se vio obligado a cambiar de dirección, desviándose en una bifurcación. No iba a guiar a su persecutor hasta su hogar.

Cuando las carretas desaparecieron de la vista y el suelo se volvió fangoso. La persona que lo seguía rebeló al fin su presencia.

Usaba ropas negras, con el rostro mayormente cubierto. Un sable estaba alineado en su mano izquierda.

“Parece que vamos al mismo lugar. Realmente una gran coincidencia, pero este anciano, aunque le agrada la compañía, prefiere viajar en soledad” el bastón de bambú fue sostenido con firmeza.

“Es una lástima para ti, pero has molestado a alguien fuerte, aunque si te entregas sin luchar, prometo que esto será mejor para los dos” odiaba esos diálogos genéricos. ¿Alguna vez les había funcionado con alguien?

“Lo siento, pero este maestro ya ha sido apartado, así que no podré acompañarte a ningún lado” la burla no le hizo ninguna gracia al hombre del sable “Además, no recuerdo haber molestado a nadie. Bueno, tal vez a la señora anciana del restaurante cuando no cedí mi asiento o al viejo cobrador del puesto de apuestas cuando le señalé que su juego estaba arreglado”

El hombre debió entender que no se entregaría, por lo que balanceó el sable frente a él con amenaza “no digas que no te lo advertí” y con estas palabras arremetió contra él.

Se había acostumbrado a ser protegido por su rey, pero ahora Mobei-jun no estaba para salvarlo de todos los problemas en los que se metía. En esos cuatro años no le quedó más remedio que forzarse a cultivar y entrenar. Nada como una posible muerte para motivarte a hacer algo que odias. Probablemente su shizun se burlaría de él si lo viese.  

Avión esquivó el primer golpe, y movió sus pies para alejarse de su atacante. Giró su bastón y lo llenó de energía espiritual, devolviendo el golpe. Pero el otro también lo esquivó.

Mo Ruhua se apartó de la patada y continuó esquivando y bloqueando los ataques junto a su bastón (Aprendió que no hay forma elegante de agitar un bastón tan grueso como su muñeca, incluso durante una pelea) Usó el largo del bambú para impulsarse en el aire, para un ataque aéreo. El sable del sicario chirrió al contener una patada llena de energía espiritual y el hombre se deslizó hacia atrás, enterrándose un par se centímetros en la tierra.

“Entonces, ¿Quién fue el que te envió tras de mí? Por tu cara, parece que no te dijo a lo que te enfrentabas” miró al sicario jadear por un ataque tan débil como ese.

Avión olvida muchas cosas cuando se trata de sí mismo. Especialmente si es algo bueno. Como el hecho que, aunque sea el más débil de los doce de Cang Qiong, sigue siendo uno de los doce humanos más fuertes del continente.

El sicario comenzó a darse cuenta de que estaba en desventaja y maldijo en su corazón. No se suponía que el objetivo fuera tan fuerte, le habían dicho que era un cultivador promedio y desconocido. Pero ahora estaba siendo superado a medida que pasaba el tiempo y sus fuerzas menguaban. Era malo para él.

El hombre retrocedió, preparándose para huir.

“Aiya, ¿Pero a dónde vas? Tanto esfuerzo en perseguirme ¿Todo a la basura?” El inmortal corrió tras el sicario ahora.

El gato y el ratón habían invertido sus papeles.

Mo Ruhua cubrió sus piernas con energía espiritual y corrió aún más rápido que antes. El sicario entró en pánico y comenzó a arrojar diversos talismanes incendiarios para obstaculizar su camino. Hizo todo lo que pudo y no fue suficiente. Fue alcanzado.

Con un golpe certero del bastón, el crujir de hueso roto resonó en la soledad del descampado, junto a un gemido doloroso. Avión conocía muy bien cuanto dolía esa fractura específica, apuntó al mismo lugar que Linguang-jun le había roto una vez.

Sacó una daga de su túnica se cernió sobre el sicario herido. Agitó el sable desesperado, pero con un nuevo golpe, esta cayó lejos de su alcance. Mo Ruhua sostuvo su brazo y lo dobló contra su espalda, sosteniendo la daga contra su yugular, mientras que son su pie presionaba levemente la fractura en su pierna.

“Ahora es mi turno de hacer preguntas. ¿Quién te envió tras de mí?”

“Vete a la mierda” escupió estúpidamente el hombre.

“Mala respuesta” el hombre gritó cuando su herida fue cruelmente pisoteada “he lidiado con demonios más feos que tú y te dejaré peor que ellos si no me contestas con lo que quiero saber” era perturbador ver como ese tono alegre no había abandonado su voz.

Si los niños lo viesen ahora no podrían reconocer a su amable padre. Ahora mismo no era Mo Ruhua, sino la mano derecha del gran Mobei-jun. Aquel que había presenciado campos de batalla, luchas demoniacas y torturas en interrogatorios, la mayoría, cortesía de su rey.

Odiaba la sangre, odiaba su sustancia no liquida y pegajosa, odiaba su olor y la forma en la que no se quitaba de las ropas sin importar cuanto refregaras jabón encima. Pero para sobrevivir entre demonios, uno debe acostumbrarse incluso a lo que no le gusta.

Unos minutos de presión más y el hombre por fin cedió “¡Muy bien! ¡Muy bien! ¡Lo haré! ¡Te diré quién me envió!” gritó desesperado.

“Habla entonces”

“Quien me envió fue…” su pecho comenzó a agitarse, antes de que un selló en su nuca comenzara a brillar.

El inmortal solo pudo ver como una repugnante mescla de Qi demoniaco y sangre salían de la boca del sicario. Estaba muerto.

El autor estaba enojado. Había estado expuesto a Qi demoniaco antes, pero este era especialmente apestoso junto a la sangre y solo olerlo le provocaba arcadas. Además de eso, una nueva fuente de información había escapado justo debajo de sus narices. Realmente debió esperarse eso. Las cosas nunca son tan fáciles cuando se tratan de él ¿Cierto?

En las túnicas del hombre no encontró fichas de Huan Hua, pero si un pergamino con una vaga descripción suya.

Sea quien sea que lo buscara, apenas si sabía algo sobre él. Lo que lo seguía dejando en ventaja sobre Avión, que no tenía ni siquiera una pista a parte de las fichas.

De aquel encuentro, solo quedaron cenizas y muchas dudas.

Notes:

Avión ve a sus hijos abandonar el nido y no puede evitar sentirse triste. Por suerte todavía le quedan dos bebés para mucho tiempo más.

Pero no se ha olvidado de cierto problema en la trama que intentará corregir lo antes posible.

(Perdón por la nota simple, pero me estoy muriendo de sueño)

Chapter 13: Carpe Diem

Summary:

Un vistazo hacia el pasado y el presente.
Un rey contempla el abismo.
Dos niños sonríen al mañana.
Un escritor quiere dormir.

Notes:

Aquí tenemos otro salto de tiempo, esta vez de tan solo un año para nuestro Avión y sus pollos.

En cuanto a los otros... Quien sabe cuanto tiempo ha pasado.

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Chapter Text

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Las pesadas puertas de hielo se abrieron automáticamente ante su llegada. Impulsadas por la fría magia del norte que pesaba sobre sus anchos hombros. La capa de piel de bestia hondeaba detrás de él, agregando un toque extra de elegancia a su ya imponente imagen. Ojos fríos como su dominio se expandieron por la habitación; las pupilas negras y afiladas se ensancharon, ocultando el iris azul cuando estos ojos se posaron sobre el altar.

Todo estaba tan silencioso como la última vez que estuvo allí y el día antes de eso.

Recordar los días en los que esa habitación estuvo iluminada por docenas de velas, con estantes rebosantes de pergaminos, junto al olor suave de la tinta y el papel viejo. Un escritorio ahora desaparecido estaba junto a lo que solía ser una ventana, y allí, una persona le sonreiría nerviosamente, llamando con alegría “Mi Rey” mientras apartaba los papeles.

Esos recuerdos estaban llenos de calidez que alguna vez lo hizo sentir tan pleno. Y ahora no eran más que eso. Memorias lejanas que le recordaban lo perdido.

“Mi Rey, lo siento… lo siento…” la sonrisa desaparecida, remplazada por una profunda angustia y miedo que desbordaban en lágrimas amargas.

“No quiero irme, mi rey”

Quería detenerlo, pero no sabía cómo.

“Lo siento, lo siento”

“No, yo lo siento, Qinghua…” Susurró al ataúd que reflejaba un rostro en paz. Como si tan solo estuviera en un profundo sueño. 

Quiero seguirte el resto de mi vida”

Aquel día junto al camino Shang Qinghua había salvado su vida. Una deuda de vida como esa tiene mucho peso, el humano podría haber pedido cualquier cosa. Oro, joyas o un tesoro invaluable, pero lo único que quiso es estar a su lado a cambio de protección. Una petición tan pequeña pero significativa. Una que no pudo cumplir cuando la vida escapó de los ojos del cultivador, llevado por una fuerza invisible.

El terror que sintió en su corazón congelado jamás podría encontrar algo igual. Incluso bajo el yugo de Huan Hua en su más tierna infancia, en esa terrible prisión. Incluso esos días cuando no sabía si viviría para ver otra vez el sol. No era nada a comparación de lo que sintió cuando tomó el cuerpo inmóvil y se hundió en las sombras para aparecer frente al pico Qing Jing en busca de Luo Binghe y su consorte.

Estaba poseído por ese sentimiento, su poder se manifestaba sin control, congelando la hierba que pisaba y llamando a las fuertes ventiscas del norte.

Gritó ante la puerta de bambú, olvidándose de todo, incluso de su propio orgullo.

Luo Binghe había traído a su esposo de la muerte antes. Podría hacerlo de nuevo.

Se arrodilló frente a la puerta e hizo algo que nunca pensó que haría. Rogó. Bajo esos ojos rojos suplicó por la vida de Shang Qinghua. No le importaba el costo. Incluso si Luo Binghe pedía su vida por su insolencia, aun valdría la pena si podía traer de regreso a su humano.

La mirada de horror del propio Shen Qingqiu no la olvidaría jamás. Como llevó sus manos a su cuello blanco, con sus ojos clavados en el frio cuerpo de su hermano marcial. Dijo algo en un idioma extraño, que sonaba a una maldición y que había escuchado antes del propio Shang Qinghua en esos días donde el trabajo era más arduo.

Abrazó más el cuerpo, añorante de una respuesta.

Luo Binghe fue impulsado por la respuesta de su esposo y tal vez por algo más – una mirada complicada y familiar – así habló del mausoleo sagrado y como este había traído a su Shizun de regreso a la vida, pero el mausoleo se había derrumbado.

“No servirá” Shen Qingqiu sostenía su abanico cerrado con fuerza, hasta el punto en que sus nudillos se volvieron blancos y la madera se astilló. Estaba extremadamente nervioso y su rostro estaba falto de color, como su hubiese vuelto a ser un cadáver durmiente “A…Shang-shidi no está en un lugar que podamos alcanzar”

“¿Shizun?” el emperador conocía a su esposo. Nunca lo había visto así y ahora rehuía su mirada.

“Lo que se llevó a Shang Qinghua… hizo algo más” el transmigrador miró a ambos demonios sin saber cómo proseguir. Ventanillas rojas cubrían su vista, advirtiéndole. Una palabra errónea y sufriría un castigo terrible.

¿Por qué ahora? Después de tanto tiempo callado, ¿Por qué el sistema se activaría ahora? ¿Y por qué con Avión? ¿Le ocurriría lo mismo a él? – El pensamiento era demasiado aterrador.

Para los dos reyes que no podían leer lo que pasaba por la mente del inmortal, solo lo vieron sumirse en un silencio, agitando un abanico de forma rápida, casi errática, frente a su rostro.

Mobei-jun se impacientaba a cada segundo “¿Qué le hizo a Qinghua?”

“Shidi no está… muerto… no totalmente. Todavía puede volver. Pero tardará. Es más complejo que lo que me ocurrió a mí. Es como una tribulación. Si shidi la supera, podrá regresar, sino…” no necesitaba explicarlo.

Respiró profundo y se arrodilló frente a Mobei-jun a la altura del rostro del autor.

“Hasta entonces, hay que mantener el cuerpo en buen estado, para que no se pudra ni se dañen sus meridianos. Binghe, enséñale a Mobei-jun los métodos que usaste conmigo antes. Iré con Mu-shidi lo antes posible y le explicaré la situación. También a Yue Qingyuan” no sabía cuál de las dos charlas sería peor ‘Lo que me haces hacer, Avión. Cuando regreses te pateare el trasero por esto’ maldijo en su mente.

“¿Cuánto tiempo tardará?”

“No lo sé, podían ser meses. Incluso años” con el sistema, nunca se sabría. Estuvo cinco años enterrado bajo tierra con el cuerpo planta antes de emerger a pesar de que debió ser menos. Podría ser igual.

Esa misma noche creó el sarcófago que mantendría a Shang Qinghua. Imbuido con lo más profundo de la magia del norte, lo visitaría cada noche, para revisar su condición. Vería a Shen Qingqiu usar su propia energía espiritual para cuidar del cuerpo una vez a la semana. No podía usar su propia energía.

El Qi demoniaco podía ser alimentado con la energía espiritual, pero en la situación inversa, funcionaría como un veneno que dañaría más de lo que ayudaría.

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. El tiempo tan solo pasaba. En medio del frio una figura solitaria observaba con anhelo al rostro reflejado en el hielo.

“¿Cuándo volverás, Qinghua?”

[Error encontrado]

[Instalando parche] [cargando] [cargando] [cargando]

[Lamentamos las molestias]

[Que tenga un buen día, usuario]

Con un temblor, el autor abrió los ojos con un frio enterrado en lo profundo de sus huesos. Incluso sus dientes castañeaban. Pronto se dio cuenta del por qué. Sus preciosas mantas habían sido robadas por dos diablillos, dejándolo a la intemperie a mitad de la noche.

Una sonrisa resignada apareció en su rostro al ver a A-Xue envuelta como un rollo de canela a en rincón más alejado de la cama. Parecía una pequeña oruga, incluso estaba mordisqueando la manta como si fuera una hoja deliciosa.

¿Pero no se supone que son dos?

Buscó con la mirada hasta que encontró a la personita que estaba buscando. A-Hua debió caerse de la cama en algún punto, arrastrando la mayor parte de las mantas con él, junto a una de las almohadas. El niño ni siquiera debió haberlo notado, porque dormía felizmente, inconsciente de las penas que estaba pasando su padre. A diferencia de su hermana mayor, estaba desparramado por el suelo, abrazando la almohada grande y con las piernas descubiertas; la cabeza tapada con una de las mantas. Probablemente también estaba babeando.

A pesar del agravio, no pudo evitar reír por lo absurdo del escenario. Podría dejarlo así, pero el piso era frio y el niño de cuatro años podría enfermarse (además quería recuperar su manta).

Así que se levantó y con cuidado, recogió al pequeño mono del suelo. A-Hua inconscientemente se aferró a la nueva fuente de calor como un koala. Era bastante lindo.

Lo volvió a dejar en la cama, esta vez en medio de él y A-Xue. Volvió a tomar las mantas y se acomodó para cubrirse con ellas, sintiéndose mejor con el nuevo calorcillo.

En su estado de letargo tuvo el presentimiento de que olvidó algo importante, pero a su mente cansada no le importó lo suficiente y volvió a dormir.

- 0 -

Aunque A-Xue y A-Hua eran similares en apariencia y complexión, con los años, aparecieron nuevas y variadas diferencias entre los mellizos.

A-Xue era más dominante que su hermano menor, con una personalidad vivaz y una gran curiosidad. Especialmente hacia todo hacia los monstruos de sus libros. La niña podía pasar horas enteras revisando esos libros ilustrados con la fauna de su novela, con ojos iluminados por la emoción de ver una nueva criatura y podía hablar sin parar sobre ellos y tan rápido que Mo Ruhua no se explicaba como respiraba.

Era como tener otro hermano pepino. Solo que más adorable y menos cascarrabias.

A excepción de cierta vez que llamó a Shen Jiu, “pájaro estreñido” ¿siquiera sabía lo que significaba la palabra “estreñido”?

A-Hua por su parte era más tranquilo, con grandes ojos castaño que miraban todo con curiosidad. El niño lo seguía como un pequeño pollito de un lado al otro, preguntando por todo. Incluso lo seguía a su oficina mientras hacía el libro de cuentas de sus distintos negocios. Mo Ruhua no encontró nada malo en enseñarle un poco de lo que hacía. Resultó que el niño tenía talento para los números. No debió sorprenderlo, considerando que su pequeño algún día sería el señor de An Ding.

Otra cosa que le gustaba hacer era dormir. Lo había encontrado durmiendo en lugares tan extraños como la jaula de los conejos y sobre uno de los arboles donde las golondrinas se posaban a descansar (casi le da un infarto la primera vez que lo descubrió, pensó que iba caerse en cualquier momento) o esa vez que se durmió mientras paseaban por el campo y no lo notó hasta que Xue lo señaló parado en medio del terreno.

(Había una golondrina durmiendo en su cabeza, ahora que lo pensaba)

A sus niños mayores les estaba yendo bien en Cang Qiong. Recientemente habían mandado cartas para relatar cómo les había ido. Ambos habían ingresado directamente como discípulos internos de sus respectivos picos (el sistema lo había premiado por eso) y según lo que Yue Qi relataba, ya había llamado la atención del actual líder de secta. También hablaba sobre la peculiar relación de “amistad” /rivalidad/odio mutuo de Xiao Jiu con el joven Liu, pensaba que esos dos eran amigos de alguna forma – Avión suspiró ante el idealismo de su hijo mayor. Primero se casan Liu Mingyan y Sha Hualing antes que esos dos se lleven bien – Luego hablaba sobre su vida con los discípulos y sobre lo duro y estricto del entrenamiento por parte del líder de secta, para luego saltar directamente al hecho de que los echaba de menos.

Cuando Mo Ruhua terminó la carta, consideró colarse en Cang Qiong para echarles un vistazo a sus hijos. Pero incluso si entra en la matriz, había altas posibilidades de ser atrapado por alguno de los viejos maestros y eso sería horrible.

“papá” una manita jaló sus túnicas mientras caminaban por el sendero del bosque de niebla. Miró a Xiao Hua apenas antes de chocar de cara contra un árbol.

Ahí va otro poco de su dignidad paternal…

“papá torpe” los niños no pudieron evitar reír al ver la marca roja que destacaba en la frente blanca de su padre. El sombrero de paja había caído al suelo.

“Ah… perdón. Papá está un poco distraído” recogió el sombrero y volvió a tomar la mano de los niños.

Era esa época donde el invierno se transforma gradualmente en primavera, por lo que el suelo estaba resbaloso por la humedad. Esto mezclado con la propia niebla, era problemático. Los niños podrían resfriarse, pero necesitaba dejar a los niños con Lu Tang por esta ocasión.

“¿no podemos acompañar a papá a su trabajo?” A-Xue lo miró con esos bonitos ojos de durazno, pero Avión era fuerte al meng después de tanto tiempo (Al menos lo suficiente para resistir el tiempo necesario para huir).

“Papá tiene algo muy importante que hacer, así que es mejor que se queden a jugar con su tía Lu”

“papá siempre dice eso” se quejó A-Xue.

“¿Cuándo podremos acompañarte? Da-ge y Er-ge solían salir contigo siempre” A-Hua hizo un puchero.

“Tu Da-ge y Er-ge eran mayores cuando me siguieron por primera vez a la ciudad. Es un viaje muy largo y cansado, además de que es muy aburrido. No tendrían nada en que jugar” respondió, aunque no con toda la verdad.

Desde que se topó con el asesino luego de la prueba de sus hijos, apenas había salido, dejando sus distintos negocios a cargo de emisarios, eso incluía la venta de hierbas espirituales y comunicándose a través de sus aves. No iba a correr el riesgo de que alguno de esos asesinos lo siguiera y encontrara su bosque. Incluso si no podía entrar a la matriz, no pondría en riesgo al pequeño pueblo donde Lu Tang y los demás viven.

Si no fuera porque es un asunto de extrema urgencia, no se atrevería a salir.  

“¿Cuándo sea grande podré acompañar a papá?” el autor acarició la cabeza del niño con cariño mientras asentía.

El niño sonrió emocionado y su hermana se sintió celosa “No es justo, Xue también quiere ir con papá y Hua-didi” expresó enfurruñada.

“A-Xue también podrá venir”

“¡Si!”

Avión entregó a los niños a Lu Tang y se despidió de forma rápida. El tiempo era vital en su nueva misión autoimpuesta, pero valdría la pena.

 

 

Notes:

Avión lleva 5 años ya en el mundo de PIDW. El tiempo vuela cuando eres inmortal.

Pepino está preocupado por el hamster, aunque no quiera admitirlo.

Shang Xue disfruta molestando a su didi. Porque si, OG SQH es el menor de los cuatro. Incluso si Avión no sabe que gemelo nació primero, todos asumieron que es didi, incluso OG SQH.

¿De que misión autoimpuesta hablará el autor? Tengo ganas de leer sus teorias
Aqui una pista:

"¿Qué es lo único que mueve a Airplane en Save?"

!Este fic es para sanar arrepentimientos!

Chapter 14: Pequeño Leopardo de las Nieves

Summary:

Avión se prepara para entrar a la guardia del tigre. Las cosas salen y no salen como planea.

Notes:

¿Dos capítulos en una semana? ¿Qué clase de milagro es este?

Tengo certámenes la otra semana, así que publicaré por adelantado en caso de que la tarea me consuma. Espero que les guste, porque este es de mis capítulos favoritos.

Aquí un pequeño fanart del capítulo

Xiao Mo y Airplane

(aconsejo leer el capítulo primero porque el dibujo tiene spoilers)

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Chapter Text

Mo Ruhua regresó a la matriz y fue hasta su estudio donde se quitó las túnicas azules y el velo, sacando del fondo de su armario un uniforme de color negro. El material era resistente y ligero, permitiéndole una gran movilidad (Avión pensó por su forma que era similar a los trajes de los ninjas japoneses) luego trenzó su cabello con un moño y se cubrió con un pasamontaña que solo dejaba sus ojos al descubierto. El anonimato sería su mayor aliado. Si algo salía mal, podría despedirse de su cabeza y de su Rey.

Se miró a sí mismo, satisfecho con el resultado. Probablemente incluso el hermano pepino no podría reconocerlo a primera vista.

Luego se dirigió al campo de entrenamiento, específicamente a la zona donde estaba la armería. Tomó dos espadas. Una la guardó en su anillo de almacenamiento (que era menos vistoso que la bolsa qiankun) y la enfundó en su cinturón. No eran armas espirituales, pero servirían. Luego escogió tres cuchillos hechos de mitril y los escondió entre distintos pliegues de su ropa. Tomó también varios tipos de talismanes de su estudio y los guardó bien en el anillo. Solo quedaba una cosa más.

Caminó hasta la pequeña cascada y se deslizó entre la piedra y la pared de agua, hasta la boca de una cueva.

¿Qué clase de paraíso secreto sería su hogar sin una tesorería llena de tesoros mágicos?

Bueno, no estaba lleno. Pero al menos había algunas cosas interesantes. Entre ellos había dos talismanes que permitirán al usuario transportarse a la ubicación del segundo una vez que lo rompiera. Esas pequeñas cositas eran tan poderosas como los portales de su rey, pudiendo llevarlo cualquier lugar de los tres reinos, incluso dentro de las matrices protectoras gracias a su firma de energía. Lo malo, era que eran de un solo uso, ya que Avión no era alquimista ni artesano, por lo que incluso con las instrucciones en su poder, no podría fabricar unas nuevas.

Un elemento OP desperdiciado.

De igual forma, tomó los talismanes y dejó uno sobre su cama (quería tener un aterrizaje suave cuando las cosas salieran mal). Con todo preparado, dejó la matriz.

Su corazón latía con rapidez mientras avanzaba por los intrincados caminos de tierra, abandonando la región bajo la jurisdicción de Cang Qiong. Evita los bosques llenos de monstruos y las ciudades más pobladas, no quiere llamar la atención sobre sí mismo. Ha planeado esto durante meses y el fallar no es una opción.

Sabe que ha entrado en territorio de Huan Hua cuando ve a un grupo con uniformes amarillos rondando la frontera. No son discípulos veteranos, por lo que puede eludirlos relativamente fácil con la información que obtuvo de sus subordinados.

Uno de sus mayores arrepentimientos fue la horrible infancia que escribió para Mobei-jun. La traición de su tío fue un evento que marcó para siempre a su rey. Pensar en el pequeño niño, no más grande que sus mellizos, encerrado en la horrible prisión de agua, siendo torturado por monstruos de piel humana. Ahora tenía la oportunidad de ayudar.

Lastimosamente no había manera de saber cuándo y dónde Linguang-jun abandonaría al pequeño príncipe. Solo pudo ordenar a sus subordinados para que estuvieran atento a todas las noticias, en busca de alguna anomalía y mantenerse al tanto para actuar.

Durante la noche había recibido un ave mensajera de parte de uno de sus espías, hablando sobre la captura de un “feroz” príncipe demoniaco y como este había sido encerrado en la prisión de agua. El autor no necesitó que se lo dijeran dos veces para partir.

Había escrito que el padre de su rey, el actual Mobei-jun, había irrumpido en el palacio para sacar a su hijo, pero no sabía cuánto tardaría en hacerlo. No iba a dejar al pequeño Mobei-jun allí más tiempo, no sabiendo lo que alguien tan repugnante como Lao-Gongzhu podía hacerle.

Fueron horas de viaje para llegar a la ciudadela principal del palacio Huan Hua, estaba cansado, pero su corazón estaba decidido a completar la tarea.

Era medio día, por lo que no tenía las sombras para ocultarse y escabullirse, pero para compensarlo contaba no solo con su conocimiento como autor, sino también con toda una vida sirviendo como jefe de logística para Cang Qiong y más de una década lidiando con el palacio bajo el mando de Luo Binghe. En ese tiempo se había familiarizado con las rutinas de patrullaje y la estructura de la secta, sus pasadizos y escondites.

Ocultó su Qi con ayuda de diversos talismanes y se escabulló en el gran edificio central. El color dorado y el oro estaban por todos lados, demostrando opulencia. A su opinión, el palacio de hielo se veía mucho mejor. Había tanto dorado que le dolían los ojos.

Se arrastró por los distintos pasillos, aprovechando los rincones más desolados. El sonido de pasos acercándose le hizo esconderse detrás de los grandes pilares y esperó.

“¿Entonces lo viste?” preguntó una voz juvenil.

“Lo hice y era horrible, ese demonio intentaba imitar la apariencia de un niño, pero le salió mal. Todavía podían verse esos feos colmillos y esa piel gris como de muerto. Incluso me mordió, pero shixiong es fuerte y me lo quitó fácilmente. Si hubieras escuchado como hizo llorar al demonio”

“Wow” dijeron un coro de voces asombradas.

“Shixiong es muy fuerte”

“¡Ese demonio no pudo con shixiong!” el grupo de jóvenes dobló en la esquina, coreando alabanzas a su líder.

Ojos claros observaron la escena y la rabia burbujeó en su corazón al escuchar al grupo de adolescentes.  ¿Cómo se atrevían a tocar a su rey?

Avión no era una persona cruel, pero algo en lo más profundo de su mente le suplicó que lo hiciera pagar por lo que hicieron. Estuvo tentado a hacerlo, pero era demasiado pronto. No debía llamar la atención hasta que encontrara a Mobei-jun, pero se aseguró de al menos recordar el rostro en caso de que sus caminos se volvieran a cruzar.

Con la sangre en llamas, Mo Ruhua continuó su camino por el laberintico edificio, pegando algunos talismanes en paredes al azar. Escondidas de miradas indiscretas. Serían útiles para cuando comenzara su escape.

Pronto dio con las escaleras que daban hacia la prisión. Una gota de sudor bajó por su nuca. La tensión subía a cada paso que daba dentro de las cuevas. Un lugar imaginario que se volvió real junto a todo ese mundo, al igual que las horribles escenas que ocurrieron y fueron lavadas por el agua. No solo Mobei-jun. Su Xiyan, el Shen Qingqiu original, su hermano pepino y quien sabe cuántos otros inocentes, enjuiciados bajo la corrupción de Lao-Gongzhu.

Pasos se acercaban, era solo un par.

Tomó un respiro profundo y llevó su mano al mango de su espada, sosteniendo el frio metal con firmeza.

El discípulo no supo lo que pasó cuando su cabeza fue separada de sus hombros por un corte limpio. La sangre salpicó el suelo y las paredes de la cueva. La hoja de la espada goteaba alrededor.

“Era solo una vida. De todas formas, hubiera muerto cuando el viejo rey viviera por su hijo. Le había hecho un favor al darle una muerte rápida e indolora” se dijo a sí mismo.

Arrugó la nariz por el olor a sangre mientras rebuscaba entre las túnicas del discípulo muerto, hasta dar con una ficha del palacio. Era de alto rango.

Era cuando el plan comenzó su cuenta regresiva. Con un cuerpo al descubierto solo tendría unos minutos antes de que apareciese la segunda patrulla.

Corrió por los pasillos, buscando en jaula tras jaula. Mobei-jun debía estar muy vigilado, esto lo comprobó al ver un gran número de guardias rodeando un pasillo en específico. De su anillo de almacenamiento sacó varios talismanes y los arrojó delante de ellos. No tuvieron tiempo de reaccionar cuando una docena de luces blancas se encendieron al mismo tiempo, cegándolos. A estos los acompañó un gas con un suave olor a menta. Estaban tan ocupados cubriendo sus ojos que no cubrieron sus narices y el rápido efecto de la hierba del sueño de mil días los dejó fuera de combate en tan solo segundos.

Mo Ruhua caminó por sobre los cuerpos indefensos. Todos eran grandes artistas marciales de Huan Hua, nada menos para salvaguardar a un demonio poderoso.

Avión, que sostenía su espada, la balanceó por los cuerpos. Los cortes fueron rápidos y la sangre se desparramó como ríos sobre la fría piedra. No iba a dar espacio para errores inesperados.

Usó la ficha para desactivar el muro de agua ácida. Lo que vio dentro hizo que la culpa por matar a esos hombres y mujeres desapareciera. Maniatado al suelo con una un grueso cable de atadura inmortal y con sus ropas desechas por los que parecían ser cortes de espada y látigos, estaba una pequeña figura, acurrucada en los restos de su capa de piel de bestia.

Él debió sentir su presencia, porque su pequeño cuerpo se tensó y levanto la cabeza. La capa de piel se deslizó rebelando mechones de cabello ¿blanco?

El niño demonio miró a la figura desconocida y enseñó sus colmillos, gruñendo de forma amenazante.

Avión estaba demasiado sorprendido como para responder.

Este niño, no se parecía en nada a su rey. ¿Se había equivocado de celda?

[No hay error, este niño es Mobei-jun]

¿Pero por qué su cabello es blanco?

‘Mi rey tiene un bonito cabello tan negro como la tinta’ los ojos del inmortal no se separaron del niño. Observando esos orbes tan azules como el cielo de verano.  

[El sistema ha seguido las indicaciones originales del autor]

Mo Ruhua tragó saliva y se adentró más en la celda.

El niño retrocedió, alejándose tanto como pudo del cultivador desconocido sin tocar la pared de ácido. Por sus heridas, parecía que ya había cometido antes ese error.

El corazón del autor se encogió.

“No te preocupes mi re… mi príncipe” cambió “no quiero hacerte daño, vine a ayudar” cambió su tono de voz a uno suave, el mismo que usaba cuando quería convencer a sus hijos menores cuando se enojaban.

Los gruñidos del pequeño demonio no se detuvieron. Cuando Avión acercó la mano, el demonio intentó morderlo y el cultivador apenas pudo quitar su mano a tiempo. El niño estaba demasiado asustado y tan solo se estaba defendiendo. Luego de ser traicionado por su persona más amada y abusado por humanos que eran como él, era normal que el niño no confiara en nadie.

El inmortal se sintió ansioso. No tenía tiempo para convencer gentilmente al niño, probablemente ya habían descubierto el cuerpo en el piso superior, necesitaba sacarlos a ambos de allí, ya.

Desató los nudos del extremo que estaba anclado al suelo y luego miró al niño encogido en el rincón.

“Pequeño príncipe, ruego que perdones mi rudeza” dijo para luego agarrar al niño y elevarlo rápidamente del suelo para cargarlo como un costal de papas.

El niño rugió enojado y Mo Ruhua soltó un chillido cuando los pequeños, pero afilados colmillos se enterraron en su antebrazo. Incluso así no lo soltó. Aguantando a duras penas las lágrimas y las quejas.

Con el niño bajo el brazo, tomó en su mano libre una pequeña estatuilla de jade y comenzó a correr hacia la salida.

Hubo un grito y muchas voces dirigiéndose hacia él. Ahora estaba definitivamente seguro de que habían encontrado el cuerpo del guardia. Los pasos se acercaban.

Miró al niño y le susurró “Sostente firme y no te sueltes” Avión sostuvo la estatuilla de jade con firmeza y la rompió.

Al instante los distintos talismanes que había puesto alrededor del palacio estallaron uno tras otro, sacudiendo el edificio hasta sus cimientos. El palacio entró en caos.

Aprovechando la distracción, el inmortal corrió hacia la única entrada a la prisión, encontrándose cara a cara con sus perseguidores que habían caído inconscientes por los talismanes con somníferos que había dejado junto al cadáver y que se habían activado en la reacción en cadena. Avión tapó la boca y nariz del niño al pasar, para que no respirara el vapor nocivo. No tenía tiempo para tratar con esos hombres, si Lao-Gongzhu aparecía, sería Game Over.

Rápidamente se internó en los pasadizos ocultos corrió lejos del peligro.

En el palacio, los discípulos de dorado mayores intentaban calmar a sus shidis y shimeis, mientras intentaban descubrir la situación. En la entrada de la prisión, el viejo maestro de palacio tenía una cara fea mientras veía los cuerpos apilados con las gargantas cercenadas y la celda vacía. La rabia burbujeó en su corazón al ver como un insecto se había colado en su dominio como si fuera su casa y había liberado a su repugnante prisionero delante de sus narices, destrozando alas completas del palacio con sus explosiones.

Fue imposible para un demonio hacer todo aquello, especialmente con el conocimiento tan detallado del intruso sobre la infraestructura de su palacio. Debía haber un traidor amante de demonios entre sus filas y una vez que lo encontrara, le haría pagar mil veces la humillación que le había hecho pasar – juró en su corazón.

Mientras tanto, el amante de demonios corría por el oscuro pasadizo con solo una perla lunar entre sus manos para iluminar su camino. El pequeño príncipe aún continuaba aferrado a sus brazos, no como un saco de papas, sino que entre todo el movimiento y las explosiones se había aferrado a su pecho, haciendo que Avión solo pudiese ver una mata de pelo blanco.

Llevaba varios minutos corriendo y la fatiga de usar tanta energía espiritual lo estaba alcanzando, pero todavía faltaba un largo camino antes de llegar al punto de salida. Necesitaba tomar un respiro.

Caminó unos pasos más antes de dejarse caer en una esquina del túnel rocoso. La perla lunar rodó por el costado, iluminando parcialmente los alrededores, separándolos apenas de la oscuridad perpetua que los rodeaba.

Dos ojos azules lo miraron con intensidad, acompañando el sello azul que resaltaba sobre la piel nevada del niño, un sello que demostraba la legitimidad de su sangre como heredero del norte. Había algo de sangre a medio secar en la comisura de su boca (la sangre de Avión). El autor hizo una mueca y acercó su mano para limpiarla, pero el niño volvió a gruñir como un gato arisco y saltó para morderlo otra vez.

Mo Ruhua chilló, apenas apartando la mano a tiempo para evitar ser mordido por segunda vez. Hubo una punzada en su antebrazo por la ultima mordida.

“¡Ay! ¡Ay! ¡Cruel pequeño príncipe! ¡No se muerden a los aliados!” se quejó, solo para que el niño se le abalanzara encima.

¡¿Su rey era tan violento de niño?!

Pobre de las madres demoniacas que debían sufrir con estos niños agresivos.

El niño albino estiró sus manos (aun atadas) con garritas sin afilar. El espacio de maniobra Avión era limitado, porque tenía al pequeño demonio sentado en su regazo, por lo que no pudo evitar que el niño sujetara su máscara y se la quitara.

“espera ¿por qué haces eso? ¡basta!” por más que intentaba, el mocoso no quería dejarlo volver a ponerse la máscara. Sería muy problemático si alguien viera su rostro, pero parecía que el niño no podía entender eso, siendo tan testarudo como su Rey.

Incluso si no se veía como su Rey.

“¿No quieres que me ponga la máscara?” se quejó, pero para su sorpresa, el niño demonio asintió con la cabeza.

Una risa que rayaba lo nervioso escapó de sus labios.

El niño extendió sus manos una vez más, mostrándole sus ataduras, luego soltó un gruñido como una orden, junto a un ceño fruncido que teóricamente debería ser amenazador, de no ser porque era realmente adorable. Como un pequeño cachorro de leopardo al que todavía no le salen los dientes pero que quiere cazar al pájaro.

El principito se impacientó por su demora y le dio un golpe en el pecho con sus dos puños. Para un niño demoniaco, esa no fue poca fuerza.

“¡Ay! ¡Que dijimos de los ataques! ¡no se muerde ni se golpea al benefactor! Pequeño príncipe, los humanos somos frágiles, no nos gusta que nos golpeen” se quejó dramáticamente, como solo él podía hacerlo.

Xiao Mo lo miró con esos ojos claros como el hielo. Avión habló sin saber que realmente el niño había escuchado lo que dijo. Ese pequeño comentario dicho sin pensar cambiaría las cosas para dos personas en el futuro.

El principito ya no lo golpeó, pero continuó mostrando sus manos atadas. Avión puso sus manos en el cable de atadura inmortal y suspiró “Bien, te desataré, pero debes prometer que no saldrás corriendo”

Recibió un gruñido como respuesta y por el tono, dedujo que era un “sí”.

Libre de ese molesto cable, el niño sobó sus muñecas por sobre las marcas rojas que habían quedado como evidencia del maltrato.

Al autor se le acongojó el corazón una vez más. Acercó su mano al niño y acarició los moretones en sus brazos, usando su energía espiritual para aliviar el feo color rojizo, con la curación demoniaca, incluso si no ayudaba, probablemente desaparecerían en un par de horas.

Sintiéndose mejor, Mo Ruhua se levantó del suelo y levantó al niño, acunándolo contra su pecho. Realmente el príncipe era tan pequeño, apenas un poco más grande que A-Hua y tan frio como un tempano.

El clima aun no era demasiado cálido, por lo que el niño solo sentía una pequeña incomodidad por el calor corporal del humano que lo había recogido. Aun no estaba seguro de las motivaciones del extraño humano de ojos claros, pero parecía que el cultivador, a diferencia de los otros, parecía que no quería hacerle daño y que era confiable. Aunque había pensado lo mismo de su tío ¿y mira a donde lo llevó eso?

Su corazón aún estaba agrio por la traición reciente. Incluso si ya no tenía lagrimas para llorar, no pudo evitar sentir un ligero ardor en los ojos para acompañar al dolor.

Sintiendo el cambio de ánimo del niño, el autor abrazó al pequeño y acarició su espalda en círculos. El pequeño acababa de pasar una experiencia traumática por su culpa, al menos podía ayudarlo ofreciéndole contención.

Durante el resto de camino Avión se dedicó a distraer al niño, contándole historias y hablándole de cualquier cosa que se viniera a la mente. Sabía que el niño lo estaba escuchando porque de vez en cuando, Xiao Mo levantaba la cabeza de su hombro para mirarlo, solo para volver a esconderla cuando lo pillaban. El autor se divirtió por la actitud del niño y continuó como si nada.

Pronto se vio una luz al fondo. Al fin saldrían de la oscuridad.

Fueron recibidos por paisaje del bosque de Bailu o al menos la última parte de él, pues el pasadizo los había dejado en su periferia, pero eso estaba bien, no quería toparse con una bestia peligrosa del bosque.

Miró al niño que observaba a su alrededor como un cachorro curioso y sonrió.

Ahora debía asegurarse de llevar a Xiao Mo al norte junto a su padre.

Avión sintió escalofríos de tan solo pensarlo. ¿Pero era eso realmente?

El aire pronto se tornó frio y Avión sintió como todos los vellos de su cuerpo se erizaban al mismo tiempo. Todo su cuerpo se llenó de pronto de un profundo malestar. Cada fibra de nervio le imploraba que corriera lejos del peligro. ¿Pero cómo hacerlo cuando el peligro ya está frente a él mirándolo con dos ojos asesinos?

El padre de su Rey, el actual Mobei-jun era alto e imponente como un glaciar. Con ojos azules tan fríos como su magia helada. Se veía exactamente como Avión lo recordaba.

Su primer y único encuentro fue cuando era Shang Qinghua y apenas fue nombrado señor de la cima. Era la primera vez que su Rey lo llevaba al norte y en medio del asombro (y la casi congelación por no llevar un abrigo apropiado) estaba ese hombre distante, pero aterrador que lo miraba como si no fuera más que un insecto que podría aplastar fácilmente (lo que no era mentira) y era justo esa mirada la que le estaba dando ahora mismo.

El rey del norte no hizo ningún movimiento, estudiando al humano que tenía a su hijo y probablemente pensando en maneras horribles de asesinarlo.

Xiao Mo soltó un gruñido cuando vio a su padre levantar esa aterradora espada de hielo negro. Avión chilló con el rostro blanco.

“Gran señor, le ruego que espere y escuche lo que este tiene que decir” Avión retrocedió un paso, asustado “Este no se ha llevado a su hijo. Este lo salvó. No tengo nada que ver con el palacio Huan Hua y menos aún con sus habitantes”

Xiao Mo soltó otro gruñido, como si estuviese confirmando lo que decía.

El viejo rey del norte habló con voz fría y tempestuosa “¿Por qué?” pocas palabras, muchas amenazas silenciosas.

‘Tenían que ser familia ¿no?’ pensó Avión amargamente.

“Este odia a Huan Hua y las injusticias que allí se cometen a causa de su líder. Este se enteró de que habían capturado a un niño y que planearon hacerle cosas horribles. Este anciano simplemente no pudo soportarlo y actuó en consecuencia”

“El niño en cuestión es un demonio, ¿incluso así lo defiendes?” había escarcha creciendo bajo los pies de aquel viejo demonio.

“No hay diferencia. Un niño sigue siendo un niño, sin importar si es humano o demonio” Avión miró a Xiao Mo y con cuidado lo bajó al suelo, pero el niño se sostuvo firmemente de su túnica, gruñendo a su padre.

El viejo Mobei-jun miró a su hijo, como si estuvieran teniendo una conversación a base de gruñidos.

Avión no iba a quedarse más tiempo a esperar que el demonio decidiera como matarlo. Del anillo surgió el talismán de teletransportación. Mo Ruhua lo sostuvo firmemente y miró al pequeño demonio que todavía no lo soltaba. Realmente quiso llorar.  ¿Cómo iba a escapar si el niño lo sostenía tan obstinadamente?

Había preparado el talismán para escapar en caso de que Lao-Gongzhu apareciera y tuvieran que escapar, pero ahora estaba frente a un enemigo igual de peligroso y no podía usarlo.

Horrible. Realmente horrible. La peor situación.

“Pequeño Principe, perdóneme por la brusquedad” en medio de su discusión de gruñidos, sostuvo al niño y antes de que el demonio mayor reaccionara, se lo arrojó “¡No confie en Linguang-jun!” gritó, activando rápidamente el talismán, para desaparecer del lugar.

Una estaca de hielo estaba clavada donde Mo Ruhua estuvo parado.

Con un gran estruendo, el autor rebotó en la cama y cayó al suelo sin gracia, obteniendo nuevos moretones.  Adiós al aterrizaje suave.

[Misión Secreta “Corazón descongelado”: Completada]

[+200 puntos B]

[+200 puntos de frialdad]

[+50 puntos de afecto]

[Actualización de personaje: Antiguo (actual) Mobei-jun]

[Actualización de personaje: Xiao Mo/Mobei-jun]

Avión observó el techo de su habitación desde el suelo, con la mente abrumada por los sucesos y emociones del día; con una voz agotada murmuró: “Joder, realmente necesito un trago”.

Notes:

Felicitaciones a los que adivinaron correctamente. Y a los que no. Avión quiere sobrevivir, pero ya vimos en la cresta Maigu como saltó detrás de él sin dudarlo cuando MBJ cayó.

¿Saben algo que siempre quise agregar pero que nunca pude pero que es un head canon en esta historia?

El hecho de que Avión engañó a Yue Qi y Shen Jiu para que bailaran la Macarena, diciéndoles que era un ejercicio de relajación jajaja
La broma solo acabó porque Avión no aguantó la risa y Xiao Jiu se enojó. pero nunca se les olvidó el baile incluso si era ridículo.

¡Listo! ¡Al fin lo dije!
¡No quería quedarme con eso para mi solo!

Chapter 15: ¿Olvidar? Jamás

Summary:

Avión se emborracha y luego solo empeora.

Notes:

Comencé mis vacaciones por fin, así que intentaré ser más rápido con la publicación de capítulos.

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Avión arrastró su patético y golpeado cuerpo fuera del dormitorio hasta la cocina, donde sacó un frasco de licor fuerte de una de las gavetas junto a una pequeña taza. Luego caminó hasta el baño y dejó las cosas a un lado mientras se quitaba las ropas ensangrentadas, arrojándolas a un rincón para poder lavarlas más tarde.

Cuando se quitó las muñequeras, vio un gran agujero y el autor rápidamente lo reconoció como el lugar donde Xiao-Mo lo había mordido durante su escape. Miró su antebrazo donde estaban las hendiduras de una hilera de dientes afilados, especialmente dos colmillos prominentes como los de un canino, solo que todo de un tamaño infantil. La herida en su antebrazo ya había comenzado a cicatrizar, pero podía verse el camino de sangre seca que había goteado hasta sus dedos.

Con un suspiro y una mirada cansada, el inmortal terminó de quitarse sus ropas y tomó una cubeta con agua caliente y se sentó en un banquillo para poder restregarse el cuerpo para quitar toda la suciedad.

El olor a sangre era tan fuerte que Mo Ruhua no podía sentir otra cosa.

Su estómago se revolvía a medida que el hedor se hacía más presente. Refregó su cuerpo con un paño una y otra vez hasta que su piel tomó un tono rojizo, pero incluso cuando ya no quedaba más que limpiar, todavía se sentía sucio.

Desde que llegó al mundo original, había matado a alrededor de once personas distintas. Sicarios y ladrones, pero seguían siendo vidas.

Incluso si bajo el mandato de su Rey había orquestado planes de batalla y trampas hacia los cultivadores, como la competencia de la alianza inmortal, nunca fue el responsable directo de dichas muertes y, además, en esa época, ni siquiera consideraba a esas personas como seres vivos, sino como meros NPC de su creación. Ahora que realmente ha arrebatado vidas con sus propias manos de formas incluso sangrientas, no sabía que pensar de sí mismo.

Aun si tenía motivos, jamás disfrutaría de matar.

“Oh mi rey, te extraño tanto” gimió en voz baja, sintiendo sus ojos arder por las lágrimas.

Si todavía estuviera con su rey no tendría que pasar por esto. Mobei-jun podría felizmente encargase de todo el asunto de los asesinatos sin sentir una pizca de culpa, mientras que él solo se dedicaba a mantenerlo contento y a sus polluelos. Pero no. Mobei-jun no estaba allí. Ni siquiera existía como tal en ese mundo.

Tomó la botella con licor y llenó su taza hasta el borde, para luego tomarlo todo de un trago.

Sintió como el líquido amargo se volvía dulce mientras quemaba la parte posterior de su garganta, enviando un cosquilleo a todo su cuerpo.

Caminó con la botella en la mano y su taza en la otra hasta el borde del manantial de aguas termales, dejó ambos en la orilla y se sumergió en las aguas, dejándose llevar por el calor, intentando olvidar que todavía podía sentir el hedor a sangre.

Ya habían pasado cinco años desde que comenzó su misión en ese mundo. Cinco años en los que no había visto a su rey. Nunca habían estado separados tanto tiempo. Incluso luego de la ceremonia de ascensión, cuando escapó del norte, tan solo permaneció fuera unos meses antes de regresar junto a su rey y habían sido los peores meses de su vida. No dejó de extrañar a su rey ni un solo día. Su enojo por los malos tratos se había esfumado tan pronto como puso un pie fuera del palacio, dejándolo solo con un anhelo que amenazaba con absorber su alma.

¿Cuántos años más tendría que aguantar?

¿Qué tal si pasaban otros cincuenta años?

En esas décadas había olvidado el rostro de sus padres originales. ¿Y si ocurría lo mismo con su rey?

El miedo hundió el corazón del autor como una piedra en el mar. Sin siquiera prestar atención a su condición, salió del agua a trompicones, resbalando y casi cayendo más de una vez por la humedad que cubría el suelo de piedra.

Apenas tomó una bata interna para cubrir su desnudez y con el cabello aun goteando sobre el suelo de madera, corría hacia su oficina. Se dirigió directamente a los cajones, sacó todo el papel y las piedras de entintar que había guardado junto a sus pinceles. Molió la tinta y humedeció uno de los pinceles. Con su cabeza todavía mareada por el alcohol comenzó a pintar desesperadamente el único rostro que jamás querría olvidar.

Trazo tras trazo.

Línea tras línea.

Nunca estuvo satisfecho.

“Este no es lo suficientemente guapo”

“sus ojos no son lo suficientemente afilados”

“su pecho y hombros son mucho más amplios”

Continuó pintando y los papeles desechados se acumularon a su alrededor. Su túnica interior y sus manos se habían manchado de tinta, pero no le importaba. Necesitaba preservar el recuerdo, no podía perderlo. Lágrimas mancharon el papel mientras se sumergía en sus recuerdos en los que estaba junto a Su Rey. Durante casi toda su vida, solo tuvo a su rey, sus memorias más felices, todas le pertenecían.

Recordaba con anhelo nostálgico cuando le regaló su primer conjunto de pieles para vestir o aquella vez que lo salvó de unos demonios carroñeros cuando salió a hacer un recado en el norte. Su rey se había visto tan deslumbrante mientras destruía a sus enemigos como si no fueran más que hormigas. Aquella pequeña sonrisa engreída cuando vio la adoración en los ojos de su sirviente, tan pequeña y fugaz que apenas se sostuvo un segundo, pero que él pudo ver. De todas las personas en la corte, solo él había podido ver una sonrisa genuina de su rey.

Esa última vez. Cuando besó a su rey, jamás había visto una sonrisa tan deslumbrante en ese rostro estoico y hermoso. ¿Por qué tuvo que ocurrirle a él? ¿Por qué lo arrancaron de su lado cuando apenas habían descubierto sus corazones?

Deseó de todo corazón volver a sentir esa fragancia a sándalo y nieve; estar rodeado de esos fuertes y fríos brazos con el arrullo de los latidos de Mobei-jun.

Bajó el pincel y observó la imagen de su amado devolviéndole la mirada en la tinta y el papel. Entonces rompió a llorar una vez más.

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Mo Ruhua no supo cuándo se había quedado dormido, pero su cabeza martilleaba con una resaca matutina, terrible como no la había tenido desde su segunda adolescencia. Su piel estaba tiesa en los lugares donde la tinta seca había caído y algunos de los papeles se le habían pegado a la ropa. Gimió dolorosamente en su garganta dañada por llorar hasta la inconciencia. Necesitaba agua urgentemente.

Tropezó sobre sí mismo cuando tentó levantarse y solo entonces vio la magnitud del desastre que había causado. Toda su oficina estaba empapelada con retratos de su Mobei-jun, todas en distintas poses y con diferentes expresiones. La mayoría ira e indiferencia, a excepción de una. Debajo de él había una pintura con manchas de lágrimas sobre ella en la cual Mobei-jun tenía unos ojos más amables con una pequeña pero significativa sonrisa.

El corazón del humano retumbó con dolor y acarició con cuidado los trazos ya secos.

El canto de las golondrinas lo sacó de sus pensamientos y corrió hacia la ventana, siendo sorprendido por el deslumbrante sol de mediodía.

¿Qué tanto había bebido anoche?

[Tres jarras y parte del agua de la bañera]

“¡¿Ahora si respondes mis preguntas, sistema barato?!”

El sistema no se molestó en responderle y otra vez Avión lo maldijo.

“Tengo que ir por los niños…” se suponía que debía ir por ellos la noche anterior. A-Xue y A-Hua lo iban a matar. No. Corrección. Se iban a enfurruñar y luego se le iban a pegar a las piernas durante al menos una semana por no cumplir su promesa.

Miró el cuarto y luego se miró a sí mismo, luego otra vez a la habitación.

“Limpiaré eso luego…” dejó el retrato sonriente sobre su escritorio y fue directamente al baño a quitarse la tinta del cuerpo. La túnica estaba arruinada de forma irremediable.

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“Realmente lamento las molestias Tang-mei” se disculpó con Lu Tang en la entrada del salón de flores.

Tal como había predicho, los gemelos estaban enojados con él y ahora los tenía pegados a la cadera como pequeños koalas.

“No fue problema, todos aquí adoran a sus niños” la joven desestimó sus disculpas, pero su mirada estaba fija en el rostro demacrado del cultivador errante, especialmente en sus ojos hinchados “más estoy preocupada por usted, ¿ocurrió algo grave a Xiao Jiu y Xiao Qi?”

“Oh no, ellos están bien, probablemente son sus compañeros los que deberían estar pasando miedo, especialmente los hermanos marciales de mi Xiao Jiu” bromeó.

“¡Jiu-ge patea el trasero de los tontos!” alegó Shang Xue.

“A-Xue, ¿Qué dijimos de las malas palabras?”

“Tonto no es una mala palabra” se defendió sacándole la lengua.

“niña respondona, ya verás si comes pastelillos esta noche…” amenazó y la niña escondió su rostro entre las túnicas de su padre.

Lu Tang soltó una pequeña risa y las orejas del cultivador se tiñeron de un ligero color rosa.

“No lo olvide maestro Mo, si alguna vez necesita hablar con alguien estoy dispuesta a escucharlo. A veces es mejor conversar las penas con un amigo”

“Agradezco la oferta, pero por ahora estoy bien” de todas formas no podría explicarle la verdad a ella sin que lo tachara de loco “Nos vemos, Tang-mei”

“¡Adiós tía Tang!” los niños asomaron sus ojitos castaños y se despidieron con la mano mientras eran cargados por su padre.

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Shang Hua caminaba por los pasillos de la residencia con un gran balde con comida de conejos entre las manos que era al menos la mitad de su tamaño. Estaba buscando a su hermana para que fueran juntos a alimentar a los pequeños animales peludos. Iría solo, pero a su melliza mimada amaba estar entre los conejos y se enfurruñaba cuando no la incluían en su cuidado. Aunque en lo que Shang Hua recordaba, era así con todos los animales. Su hermana tenía talento con las bestias, haciendo que incluso las golondrinas le llevaran dulces a escondidas.

Shang Hua se había debatido si decirle a su padre o permanecer callado, al final eligió lo último porque también se beneficiaba de la mitad del botín.  

Esto le hacía tener el presentimiento de que su hermanita terminaría en el pico de los domadores de bestias algún día.

“Jie-jie, Jie-jie” llamó.

Le había perdido el rastro luego de que llevaran los platos a la cocina para lavarlos y había corrido quien sabe a dónde. Al final suspiró pesadamente y caminó hacia la oficina de su padre. Tal vez estaba viendo los libros ilustrados de monstruos otra vez.

Ya que no podía hacer ambas cosas al mismo tiempo, dejó el balde en el suelo y abrió la pesada puerta de madera, solo para ver el desastre que ahora era la oficina de su papá.

“Van a castigar a jie-jie por esto…” su primer pensamiento fue que era culpa de su hermana.

El niño entró en la habitación para recoger los papeles. Tal vez si ordenaba un poco, su padre no castigaría tan duro a su gemela.

Con ese pensamiento inocente el niño se agachó para tomar uno de los papeles, pero al voltearlo no pudo evitar soltar un grito cuando dos ojos furiosos lo observaron desde el lienzo. Su cuerpo se entumeció a la par que su cabeza palpitaba. No era solo ese papel, todos tenían pintado el rostro del mismo demonio. Incluso si no reconocía el rostro, esos ojos lo hacían temblar del pavor, como si vinieran de su peor pesadilla.

Shang Hua huyó lejos del lugar, olvidando incluso el balde con el alimento.

Corrió por toda la finca hasta que encontró a su padre todavía en la cocina y saltó directamente hacía él, aferrándose firmemente a sus brazos.

“Wow, A-Hua, ¿Qué ocurre cariño?” preguntó el autor, preocupado al sentir como su hijo temblaba como una hoja.

“Papá…” sus ojitos castaños se llenaron de lágrimas y sus hipidos le hicieron imposible continuar, apenas balbuceando frases inteligibles antes de romper a llorar.

Shang Hua continuó llorando hasta quedarse dormido y fue cargado por Mo Ruhua hasta el dormitorio principal.

Shang Xue, que había estado en el baño y se topó con la escena estaba preocupada por su gemelo y casi había roto a llorar también.

En sus sueños el niño no lo pasaba mejor, aquel rostro se había deformado y ahora una bestia demoniaca lo perseguía entre las sombras sin descanso. Era como un monstruo hambriento, pero había algo diferente. Un largo cabello blanco estaba enredado en las columnas de hielo, acompañando esos horribles ojos azules.  

A-Hua despertaba por las sacudidas de su padre, que lo despertaba cuando comenzaba gritar en las noches. Fueron días terribles para la pequeña familia. El niño se volvió más callado durante el día, temeroso de sus alrededores y durante la noche no podía dormir sin que las pesadillas continuaran.

El autor se estaba desesperando, había comenzado a creer que su hijo había sido afectado por alguna clase maldición. Pero sus matrices y los talismanes no indicaban la presencia de ninguna maldición, tampoco fantasmas o cadáveres resentidos.

Estaba considerando la posibilidad de pedir ayuda en Cang Qiong cuando las pesadillas se detuvieron de forma tan súbita como aparecieron.

Shang Hua despertó de un sueño placido y sin gritos, desorientado y con los ojos nublados. Avión fue el primero en verlo, pues se había quedado junto a él despierto toda la noche para vigilarlo.

“A-Hua, ¿Cómo dormiste? ¿Le dirás a papá que fue lo que te asustó?”

El niño lo observó, movió ligeramente su cabeza hacia el costado, luego hacia el otro lado como si estuviese pensando muy profundamente entre sus recuerdos.

“¿Tú eres papá?”

“Por supuesto que sí, ¿es que ya no recuerdas a tu viejo papá?” lo dijo como broma, pero estaba aterrado de la posibilidad de que fuera verdadera amnesia.

“Papá”

“¿Si?”

“Papá…”

“Aquí estoy, A-Hua” tomó al niño desde abajo, sosteniendo su espalda para poder estrecharlo entre sus brazos. El niño correspondió a su abrazo con firmeza, escondiendo su rostro en el hueco de su cuello. La humedad en su ropa le indicó que el niño estaba llorando, así que continuó acariciando su espalda.

“¿Papá nunca abandonará a A-Hua?”

Avión no sabía de donde había salido esa pregunta, pero sujetó más firmemente al niño.

“Por supuesto que no, mientras A-Hua me necesite estaré allí para él”

“¿Incluso si hago cosas malas?”

“Especialmente si hace cosas malas. A-Hua solo tiene que venir a mí y ambos encontraremos una solución. Nunca me rendiré contigo. Es una promesa y las promesas deben ser cumplidas a toda costa” el niño asintió, frotándose en su hombro.

La puerta de madera emitió un pequeño chirrido cuando la deslizaron hacia un costado.

“Papá, ¿Hua-di ya despertó?” Shang Xue asomó su cabeza con curiosidad.

Durante esos días había tenido que dormir sola en su habitación en lo que su padre cuidaba a su hermanito.

“¿J-Jie-jie?” Shang Hua levantó la cabeza y la miró de una forma que Avión solo pudo entender como incrédula.

“¡Di-di!” la niña corrió con su falda y se abalanzó contra el padre y el hijo sobre la cama.

A-Hua tartamudeó cuando fue abrazado por su gemela, dudó antes de corresponder al abrazo, pero cuando lo hizo, lo hizo con tal fuerza que A-Xue no pudo evitar quejarse con que la estaba asfixiando.

“Jie-jie”

“¿Hua-di tuvo mucho miedo? No te preocupes, Hua-di, esta jie-jie se hará más fuerte y protegerá a Hua-di de todo lo que sea aterrador”

El autor sonrió con ternura al ver el intercambio inocente entre los dos niños. Su corazón por fin se sintió más calmado y suspiró con alivio. Solo dios sabría lo preocupado que había estado por su hijo menor.

Con el paso del tiempo aquel extraño episodio quedó atrás, olvidado en el mar de los recuerdos y ocho años pasaron.

Notes:

Omake:

*Shen Jiu estornuda*

Discípulo X: ¿O-Ocurre algo, shixiong?

Shen Jiu: Creo que alguien esta hablando mal de mi. Cuando descubra quien es...

Discípulo X: *pensando* ¿Por que me tocó el shixiong más aterrador?

Chapter 16: La prueba de los gemelos

Summary:

A-Xue y A-Hua van a Cang Qiong
Nuevos problemas se acercan

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Dos niños y un adulto en una carreta de bueyes en el solitario camino, avanzando hacia un sol que pinta el cielo de tonos amarillos y rosados. El sonido de las ruedas raspando contra el suelo y golpeando de vez en cuando una roca. El clima era fresco esa mañana, con las aves volando al son de las corrientes de viento con algunas pocas nubes blancas e inofensivas. Las praderas y los bosques se extendían por donde la vista llegaba, a veces con algunos animales viéndolos desde la distancia (el padre estaba especialmente atento a estos últimos).

Los niños por su parte observaban todos sus alrededores con curiosidad. Era la primera vez de los gemelos en el mundo exterior fuera de la aldea y con once años, estaban llenos de energía. Shang Xue señalaba todo lo que veía, comparándolo con lo que había visto en libros y preguntaba con curiosidad sobre lo que no sabía. Su gemelo, Shang Hua, era paciente y contestaba sus dudas, para alegría de la niña.

Avión miró a los dos pequeños ruidosos detrás de la carreta y no pudo evitar compararlos con la vez que llevó a sus polluelos mayores a la montaña. El viaje había sido mucho más silencioso, pero al cultivador no le molestaba. A diferencia de Shen Jiu y Yue Qi, los gemelos habían sido criados como niños normales, por lo que no tenían ese rasgo cauteloso y maduro que sus otros hijos.

En una abrir y cerrar de ojos había pasado doce años en el mundo original.

Durante los últimos años había pocas cosas relevantes que mencionar. Su pequeño local de compra y venta de información había crecido hasta ser una vasta red que cubría gran parte del lado humano del continente. Con el autor del mundo a la cabeza, había muy pocos secretos que escaparan de su vista, siendo especialmente cuidadoso con las noticias provenientes del palacio Huan Hua.

Los intentos de asesinato también habían disminuido, el último fue hacia dos años aproximadamente y desde entonces solo había habido silencio.

Mo Ruhua, lejos de aliviarse por esto, se sintió más preocupado. Temía que lanzaran un ataque a gran escala en su contra, por lo que se volvió el doble de cauteloso de lo que era. Incluso envió espías a la mansión Qiu para vigilar los movimientos de Qiu Jianluo, pero la carne de cañón había desaparecido, al igual que su hermana, Qiu Haitang. Para el mundo exterior, la familia decía que habían muerto en un “terrible accidente”, pero el inmortal no se tragaba ese cuento. Tenía el presentimiento de que, si encontraba a los hermanos Qiu, encontraría el origen de los mercenarios.

“Papá ¿Falta mucho?” Shang Xue asomó su cabeza desde el carro con su sombrero de paja decorado con margaritas.

“Solo un par de kilómetros. Una vez que crucemos la colina estaremos allí. Mira, desde aquí puedes ver la cordillera Tian Gong” Shang Xue hizo una expresión de asombro.

La cordillera Tian Gong se extendía por todo el horizonte en su gran inmensidad, era primavera y la nieve todavía cubría las puntas de las cumbres, reflejando la luz del sol como un gran espejo, dándole una apariencia etérea y casi sagrada.

“Papá, tengo hambre” Shang Hua asomó ahora con un libro entre las manos, su único entretenimiento en ese largo viaje.

“Avancemos un poco más. Cuando encontremos una sombra descansaremos” los niños gimieron en protesta y Avión solo suspiró, era normal que luego de ver los mismos paisajes por los últimos treinta kilómetros ya estuviesen aburridos.

¿Por qué no introdujo los teletransportadores de larga distancia como en otras novelas Xianxia?

Sus pies se lo hubieran agradecido. Había caminado tanto en esos años como no lo hacía desde sus días como discípulo de An Ding. Por suerte ahora dejaba el envío de las hierbas espirituales a sus aves o su pobre espalda lloraría.

Cuando más carretas y caravanas comenzaron a unirse al camino hacia la ciudad, Shang Xue se sintió nerviosa y se aferró al brazo de Shang Hua. Nunca había visto a tantas personas desconocidas y la multitud fácilmente la intimidó. Su hermano gemelo sostuvo su mano y le sonrió de forma tranquilizadora.

Mo Ruhua se sintió complacido por el actuar de su pequeño villano. Desde que Shang Hua tuvo fiebre se volvió un niño mucho más obediente y estudioso, tanto que el autor tuvo miedo de que se estuviera convirtiendo en la versión original, pero al verlo tan apegado a su hermana y jugar como un niño entre ellos se sintió más tranquilo. También entendió que probablemente la pérdida de su hermana en la versión original fue lo que lo llevó a ese camino oscuro sin retorno y ahora que Shang Xue estaba a salvo, el corazón de A-Hua no se convertiría en piedra.

Algunos de los comerciantes reconocieron a Mo Ruhua cuando entró en la ciudad y lo saludaban animados, fijando su mirada en los niños más pequeños.

“Pensé que sus hijos ya estaban en Cang Qiong” el viejo herrero que tenía su puesto frente al suyo comentó curioso.

“Lo están, ellos son mis hijos menores, A-Xue y A-Hua”

“Un gusto señor” ambos niños dieron los saludos habituales que se le dan a un mayor.

“Se parecen a usted” comento el viejo “pero mucho más respetuosos.”

“¡Oye! No me pongas mal frente a mis hijos” se quejó el autor, pero el viejo herrero solo se burló con una carcajada “laozi es lo suficientemente mayor para no tener que hacer ceremonias, usted debería hacerle ceremonias a laozi”.

El viejo ignoró las quejas del cultivador y se dirigió a los niños.

“Mucha suerte niños, aunque sabiendo quienes son, probablemente no la necesitéis” el viejo sonrió y se fue.

Shang Hua frunció el ceño al viejo y permaneció mirando el camino por donde desapareció.

“No le hagan mucho caso, niños. Probablemente los humos de su fragua lo han vuelto un poco loco, pero no es mala persona” comentó Avión.

Shang Hua abrió la boca como si fuera a decir algo, pero luego la cerró como si estuviese resignado.

Esta vez no cometió el mismo error que la última vez y luego de dejar la carreta con un cuidador, fue directamente hacia la posada que había reservado con antelación. Apenas entraron a su dormitorio, Shang Xue se deshizo de todo el nerviosismo que había acumulado y estalló como una pelota de goma, rebotando por toda la habitación.

“Papá, ¿crees que veamos a Da-ge y Er-ge cuando hagamos el examen?” A-Hua estaba arrodillado sobre la cama con el libro firmemente sostenido entre sus manos.

“Probablemente. Ha pasado tanto que no los veo…” su tono se volvió melancólico.

Incluso si recibía cartas de Yue Qi todas las semanas, no era lo mismo que abrazarlos él mismo. Por las cartas sabía que tanto Xiao Qi como Xiao Jiu habían formado sus núcleos dorados y recibido sus espadas hacía dos años (sin incidentes con desviaciones de Qi ni fijaciones de energías vitales a espadas OP), los viejos maestros de Qing Jing y Qiong Ding no les habían permitido salir de la montaña y las misiones que tenían siempre eran del tipo que no les permitía separarse del grupo o el tiempo no era suficiente. Si no lo supiera mejor, Avión sospecharía que lo hacían a propósito.

“¿Ellos nos reconocerán?”

“Por supuesto que lo harán, les daría una buena colleja si no reconocieran a su padre” En realidad, era probable que comenzara a llorar si sus niños no lo reconocían, pero no iba a decirle eso a sus hijos menores.

La última noche antes de las pruebas, Avión tomó a los dos niños de once años y en un pequeño capricho suyo, juntó las dos camas y se recostaron juntos. Había criado a eso niños desde que eran tan solo unos bebés y ahora no los vería por tanto tiempo. ¿Acabarían olvidándose de él? ¿Qué tal si ya no lo necesitaban?

Bajo la luz de la vela, sintió una manito aferrándose a sus túnicas para dormir. Shang Hua lo miraba con sus grandes ojos castaños, sus labios estaban apretados. El cuento ya había terminado y su gemela se había dormido, pero el niño no mostraba signos de sueño.

“¿Qué ocurre?”

“Cuando entremos en la montaña… papá no desaparecerá ¿verdad? ¿no nos vas a abandonar?”

Avión acunó el rostro del niño entre sus manos y luego apretó sus mejillas de roedor.

“¿Qué clase de pensamientos son esos? Por supuesto que no los abandonaré, mocoso tonto. No. No. No crean que porque serán parte de una gran secta se van a librar de este anciano”

“Auch. Auch. Papá me estas apretando todo” se quejó el niño. Cuando Mo Ruhua lo liberó sus mejillas se habían vuelto rojas e irritables. El niño se enfurruñó y miró a su padre seriamente “papá lo prometió, así que papá no puede romper su promesa”

“Ja. ¿Todavía recuerdas eso?” Sonrió “Vale, vale. Ahora vamos a dormir”

El niño se recostó en el colchón y dejó que su padre lo terminara de arropar. Mo Ruhua se burló de sí mismo dentro de su mente. Con hijos tan pegajosos ¿Qué tenía que temer?

- 0 -

Con el sol naciente de la mañana, el padre y gemelos avanzaron junto a la multitud de niños hasta el pie de la montaña, tal cual como lo habían hecho la última vez. Avión sintió ganas de llorar cuando un cultivador junior bajó para llevarse a los niños a la zona de prueba su abrazó con fuerza a los más pequeños.

“Una vez que estén dentro no olviden escribirme. Si no recibo cartas de ambos en dos semanas yo mismo iré a la montaña y los traeré de vuelta” Bueno, tal vez no podía hacer eso ultimo por culpa del sistema, pero encontraría la manera de colarse en la montaña.

“¿Papá está seguro de que no quiere enseñarnos él mismo? ¿Por qué tenemos que ir a Cang Qiong?” Shang Hua lo miró a los ojos.

“Ya lo habíamos hablado hijo…” suspiró “La vida de un cultivador pícaro no es la mejor. Si están respaldados por una gran secta no podrán verlos como menos”

Shang Hua abrió la boca queriendo replicar, pero su gemela se adelantó.

“Pero si estamos en la montaña, ¿Quién alimentara a los conejitos y a las aves? A QiuQiu no le gustan las semillas normales y a Sésamo hay que cepillarle el pelaje todos los días o se le harán nudos”

“¿y quién te ayudara con el cultivo de hierva espiritual?” Shang Hua insistió, siguiendo a su gemela.

Mo Ruhua tomó una mejilla de cada niño con las manos y las apretó. Dos hámsteres miraron al hámster más grande con agravio cuando soltó sus mejillas rojas he hinchadas.

“Par de mocosos. No crean que este padre es demasiado viejo para encargarse solo. Para que sepan, laozi solía hacer trabajos mucho más pesados en su juventud” gruñó, ofendido.

Soltó un suspiro impotente y los abrazó.

“Manténganse a salvo y no olviden, sin importar en que cumbre queden, esfuércense al máximo”

“¡Si, papá!”

Cuando fue la última llamada, Avión solo pudo ver como sus hijos se alejaban junto al grupo. Esperó unos dos minutos hasta que la multitud se dispersó un poco y luego se alejó discretamente hasta el bosque que bordeaba la montaña y tal como hacía ocho años, cubrió su presencia bajo un hechizo de ocultamiento. No podía resistirse a la tentación de ver el desempeño de sus hijos y, quien sabe, tal vez por fin podría ver a sus pollos mayores.

El escenario era el mismo que la última vez. Un gran pedazo de tierra baldía frente a doce asientos con doce señores ancianos, perfectamente erguidos y con rostros solemnes y junto a ellos, sus discípulos principales.

Mo Ruhua casi cae del árbol cuando vio a sus hijos junto a su respectivo señor de la cima.

La grasa de bebé había desaparecido por completo, al igual que esos rasgos infantiles que las hermanas del burdel tanto adoraban, siendo cambiados por los hermosos rasgos de madurez. Sus brazos delgados habían adquirido musculo y sus hombros se hicieron más anchos. Yue Qi estaba junto al líder de secta, con las túnicas blancas y negras de Qiong Ding. Junto a él Shen Jiu se alzaba en sus túnicas blancas y verdes, alto y recto como el bambú, cubría la mitad de su rostro con el abanico que Yue Qi le había regalado hacía años.

¡¿A dónde se habían ido sus pequeños bollos?! – Avión sintió ganas de llorar nuevamente.

Dentro de su cabeza la imagen de los dos niños fue remplazada por estos jóvenes de diecinueve y veinte años.

Dejando de lado su tristeza por el tiempo que pasó, el autor notó como la mirada de sus dos hijos mayores estaba fija sobre los gemelos. Yue Qi sonreía abiertamente y, por la ligera curvatura en los ojos de Shen Jiu, él también. Sintió un poco de alivio al ver que sus hijos reconocieron a sus hermanos, un peso menos sobre sus ojos.

Ahora fijó su vista en los gemelos. Sus niños parecían haber reconocido también a sus hermanos, pero fueron cautelosos y aparte de una sonrisa, no hicieron mayor alboroto.

Yue Qi se inclinó para responder una pregunta del líder de secta que parecía haberlo tomado desprevenido.

A-Hua lucía un poco tenso.

A-Xue tenía si vista fija en el señor de la cima del pico de bestias.

Mo Ruhua frunció el ceño al ver como la actual señora de Xian Shu fijaba su vista en su hija. Aquello iba a ser problemático.

El tiempo acabó y los niños se apartaron de los agujeros recién formados y comenzó la selección. Cada señor de la cima comenzó a señalar al niño que escogían. A Shang Xue no le hizo gracia cuando el señor de la cima de las bestias se retiró a favor de la maestra de Xian Shu. Lo que nadie sabía era que ambos tenían un acuerdo luego de que en la selección anterior el anciano se llevó a un par de discípulas que la anciana quería y que a cambio le había dado prioridad en esta selección. Al final Shang Xue se fue de mala gana, escoltada por la actual discípula principal del pico Xian Shu. Shang Hua miró con impotencia al discípulo de An Ding que fue a buscarlo, sus manos se apretaron debajo de las mangas manchadas de su túnica.

Ninguno de sus hijos menores estaba contento con el resultado. Avión quería ir a consolarles, pero no podía.

[Shang Hua ha ingresado en An Ding]

[Shang Xue ha ingresado en Xian Shu]

[+200 puntos B]

[+200 puntos B]

[Bonificación por inclusión de personaje secundario: +100 puntos B]

[Bonificación por ascenso de Shang Hua a Discípulo Interno: +100 puntos B]

Así que su pequeño villano saltó directamente a discípulo interno. Se sintió un poco celoso por el avance de su hijo, pues él había tenido que escalar desde lo más bajo. Al menos ahora que A-Hua no estaba al fondo de la cadena alimenticia de An Ding no tendría a los matones detrás de él.

Aunque algo le decía que incluso si hubiese sido solo un discípulo externo, los matones no habrían tenido las agallas de meterse con él.

Avión bajó del árbol, listo para irse.

“Usted” Mo Rohua emitió un chillido poco digno cuando una voz saltó detrás de su espalda.

Volteó su rostro se puso pálido como una sábana al ver a un anciano de barba blanca y túnicas negras y blancas perfectamente planchadas. Ni siquiera tenía que ver la corona sobre su cabeza para reconocer al viejo líder de secta de Cang Qiong.

Oh. Estaba tan, pero tan jodido.

“Sígame” fue la única orden. Tan solo con su voz podía ejercer una fuerte presencia sobre sus pares. Esta era la verdadera apariencia de un líder de secta veterano y bien curtido. Avión no tenía nada que hacer contra él, menos en su territorio. Incluso si estaba viejo y a tan solo un par de décadas de retirarse, no podría ser subestimado.

Así que el autor no tuvo más remedio que bajar la cabeza y seguirlo.

Notes:

Omake:

*Dos horas antes*

Yue Qi: Ah, estoy nervioso. ¿me veo presentable? Esta es la primera vez que veré a mis hermanitos en años. ¿Qué tal si no me reconocen? ¿Qué tal si me tropiezo y ya no me ven como su gran Da-ge? ¿Y si...? ¡AUCH! *Le dan en la cabeza con un abanico*

Shen Jiu: Como dices una palabra más, seré el único gege de las pequeñas bestias *discretamente ordena su túnica*

Chapter 17: Los ancianos

Summary:

Mo Ruhua es acorralado.
Parece que no es el único que esta en problemas.

Notes:

Ha sido un día productivo, pero no me juzguéis por no elegir los nombres completos de los ancianos. No sé chino y no quería cagarla. Además, no es que aparezcan demasiado de ahora en adelante.

 

Airplane antes de SAVE

 

Aquí otro dibujito de nuestro hámster, solo que es como me imagino su versión moderna. Ya saben, antes del cortocircuito.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Mientras avanzaba por el camino de piedra entre los arboles de bambú y los faroles de aceite, Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo se sentía como si caminara a través del corredor de la muerte hacia su próxima ejecución.

El camino por el que lo estaba guiando el viejo líder de secta no era el principal hacia Qiong Ding, sino que lo reconoció como aquel que iba hacia Qing Jing. Sus temores se confirmaron cuando los discípulos de túnicas blancas y verdes comenzaron a aparecer al azar en la periferia, solo para aumentar unos metros después.

Un nudo se formó en su garganta y apenas reprimió un chillido cuando el líder de secta lo miró por el rabillo del ojo. Probablemente comprobando que no hubiera escapado. Había tanta tensión entre ambos que incluso los discípulos lo sentían y los evitaban luego de darle una mirada que variaba entre la curiosidad y la lástima.

Pronto llegaron a la casa de ocio del segundo anciano. El viejo ya estaba allí, sentado frente al edificio de madera con una taza de té recién servido. Podría haberse sorprendido por su velocidad para aparecer tan rápido que incluso se sirvió un té, pero estaba más sorprendido por ver al herrero junto a su antiguo shibo.

El viejo herrero ya no usaba sus viejas y desgastadas túnicas de algodón, cambiándolas por el rojo granate del pico Wan Jian… Oh Cielos. La resolución cayó sobre su cabeza como una pesada piedra.

“Ah, nos vemos de nuevo, joven Mo” el anciano de granate (y ex shishu) alzó su propia taza de té con una gran sonrisa y Avión sintió como se le escapaba el alma cuando su shibo de Qing Jing lo miró con esos ojos penetrantes y calculadores.

Los demonios de la corte del norte eran aterradores, pero una de sus mayores pesadillas de su época de discípulo está relacionada con este shibo aterrador descubriendo sus tratos con los demonios. Después de todo, cualquiera que pudiera enseñar y ganar el respeto del villano escoria original no sería un personaje simple.

“Tome asiento” el líder se secta lo sostuvo por el hombro para obligarlo a sentarse.

Mo Ruhua permaneció callado mientras le era servida una tasa. Bajo tres pares de ojos, se sentía como un ratón dentro de una jaula de gatos.

“Oh vamos, bebe con confianza. No recurriríamos a técnicas tan bajas como el envenenamiento si quisiéramos hacerte algo” habló el maestro de Wan Jian.

“Y le aseguro de que no tendría tiempo de ni siquiera cuestionarlo” de pronto se sintió como el pobre Neville Longbottom bajo los cuestionarios del sádico profesor Snape.

“Jiang-Shixiong, por favor ya no intimides al niño” le regañó el viejo de Wan Jian.

“Hmp” el anciano Jiang bebió de su taza, con esa elegancia que solo decía ‘soy mejor que tú’.

Con razón Shen Qingqiu era tan bueno para dar esa sensación a todo aquel con el que se cruzara. Lo aprendió de su shizun.

Tragó duro antes de encontrar la fuerza para hablar “Este no quiere sonar descortés, pero… ¿Por qué los ancianos llamaron a este?”

Había querido mantenerse fuera del radar de cualquiera de los ancianos de Cang Qiong, especialmente considerando sus problemas con Huan Hua. No contaba con que los ancianos lo estuviesen vigilando desde dios sabe cuánto tiempo. Al menos al viejo herrero lo había conocido hace seis años, pero era posible que lo estuviesen observando desde mucho antes.

“El joven Mo es una persona interesante. Tiene hijos que han mostrado habilidades impresionantes” habló el líder de secta.

“Como padre me siento bastante orgulloso de los logros de mis hijos. Son buenos niños.”

“Sabrá entonces que recientemente he nombrado a Yue Qi como discípulo principal”

“No, pero esa es una gran noticia” mentira, el sistema lo había notificado el mismo día que ocurrió. Pensar que Yue Qi ni siquiera se había tomado la molestia de escribirle para contarle lo había dejado ofuscado durante todo el día.

“Shen Jiu es un chico interesante. No pensé demasiado en él cuando lo elegí, pero rápidamente se hizo lugar en mi montaña, dejando atrás a sus shixiong más viejos y tomando el puesto de discípulo principal por sus propios medios” el anciano jugueteó con la taza entre sus manos.

“Pensar que dos chicos tan talentosos resultaran ser hermanos, bajo un mismo maestro y padre que resultó ser un cultivador pícaro que pareció aparecer de la nada”

“¿Qué está tratando de insinuar?” el autor frunció el ceño.

“Los cultivadores errantes son conocidos por su animosidad hacia las sectas. Así que ¿Por qué enviar a sus hijos a una?” El anciano Jiang lo miró con severidad “Y el que estos llegaran a posiciones tan altas. Si, Yue Qi ascendiera como líder de secta y Shen Jiu como su segundo al mano. ¿no le daría a usted indirectamente poder sobre Cang Qiong?”

El autor estaba enojado. ¡¿Cómo se atrevían estos viejos a pensar que usaría a sus propios hijos de una manera tan viciosa?!

Puede que en un principio los haya acogido por órdenes del sistema, pero había criado a esos niños, les había enseñado y los había visto crecer. Los amaba ya no como un personaje, sino como personas reales.

“Escogí Cang Qiong para enviar a mis hijos porque confiaba en la rectitud de sus maestros. Pensé que si aprendían bajo sus alas podrían obtener un futuro mejor que el que yo podría ofrecerles como cultivador errante. Sabe lo que dicen de cultivadores de mi tipo. Como carecemos de valores y estafamos a los mortales al hacer mal uso de las artes marciales. No pensé jamás en usar a mis hijos como un medio para obtener algo de esta secta. Solo soy un padre que quiere darles lo mejor a sus hijos, pero tal vez hice una mala elección” sus uñas se clavaron en la mesa de madera.

“No puede culparnos por cuestionar sus intenciones cuando hay asesinos tras su cabeza” señaló el líder de secta.

Avión mordió su labio debajo el velo. ¿Cómo sabían sobre eso?

“No crea que no tenemos ojos en la ciudad. Cualquier asunto que involucre a quienes podrían heredar la secta es de suma importancia para nosotros. Hemos interceptado a varios de estos, pero todos ellos acaban muriendo cuando tratan de dar información de su contratista” Avión recordó a ese pobre diablo de hace ocho años y ese apestoso miasma demoniaco “¿Qué tiene que decir sobre eso?” el señor de Qing Jing intensificó su mirada.

“Si supiera quien está detrás de todo, me hubiera hecho cargo del problema hace años” siseó “Mis problemas no tienen nada que ver con la secta. No debería afectarlos”

“Oh. Pero no es solo la cuestión de que haya sicarios rondando tras usted en nuestro territorio. Sino que algunos han tenido incluso la osadía de entrar en la montaña para matar a nuestros discípulos principales”

“¡¿Qué?!” su olvidada taza de se te volteó, dejando caer su contenido sobre sus túnicas cuando golpeó la mesa por accidente “ah, mierda”

Pero es que ¡Maldita sea! Ni Yue Qi ni Shen Jiu le habían dicho algo sobre eso. Como llegaba a poner sus manos encima de esos niños…

“veo que tampoco sabía eso” se burló el viejo Jiang.

“Shixiong”

“Shidi”

El anciano Sang y el líder de secta miraron a su hermano marcial.

“¿Dónde están esos bastardos?”

“Muertos. Como los demás, tenían un sello demoniaco que impedía que hablaran.” respondió el líder de secta.

“A lo que queremos llegar con todo esto. Es que su existencia es problemática para la secta” el cuerpo del autor se tensó y su cerebro comenzó a pensar en distintas formas de evadir a los ancianos, buscar a sus hijos y luego escapar de la montaña. Tal vez podría intercambiar algo de información y algunos libros amarillos con Tianlang-jun a cambio de protección.

“Así que queremos ofrecerle un puesto como anciano dentro de Cang Qiong” anunció el anciano Song con una sonrisa.

¡¿QUÉ?!

La boca de Mo Ruhua se abría y se cerraba como la de un pez completamente anonadado por la oferta presentada. Su cerebro había empacado las maletas y había dicho adiós.

Probablemente escuchó mal.

Sí, eso debía ser. Despertar con el canto de tantos pájaros debía ser perjudicial para la salud. Ahora estaba oyendo cosas que no eran reales.

El anciano Sang sonreía con su barba gris que parecía no haber sido peinada desde hace dos semanas; el líder se secta soltó un suspiro de resignación; y el anciano Jiang puso los ojos en blanco de forma condescendiente.

“Ustedes… ¿Hablan en serio?”

“Pensamos que es la mejor solución. Una que nos permite ejercer presencia sobre usted e investigar a este culto demoniaco y al mismo tiempo deja que tanto Yue Qi como Shen Jiu permanezcan en la montaña” explicó el líder de secta. Por las conversaciones que había tenido con ambos adolecentes, era bastante obvio que, entre la secta y su padre, la elección de los niños era clara. Pero si Mo Ruhua se volvía parte de Cang Qiong, los niños reforzarían sus lazos con la secta “supongo que eso no será demasiado para usted, siendo que tiene tratos con Qian Can desde hace años”

Ese viejo de Qian Can le había dado varios dolores cabeza al líder de secta cuando le insistió porque contactara al misterioso cultivador errante que había encontrado la flor araña violeta que lo había ayudado a traspasar un cuello de botella que lo había mantenido flotando durante años. Insistía que un contacto con alguien así sería beneficioso para la secta, pero el viejo líder de secta sabía que su shidi solo quería ver que otras hierbas podría traer el joven Mo.

Mo Ruhua por su parte, continuaba en estado de shock.

´¿Puede hacer eso? ¿ellos realmente pueden hacer eso?’ preguntó al sistema.

[El usuario puede hacer lo que desee, mientras no interfiera en los puntos claves de la trama]

Avión supuso que eso fue un “si”.

“Quiero agregar que, de aceptar colaborar con nosotros, como miembro oficial de la secta, usted obtendría una ficha que le permitiría entrar y salir de la cordillera a su antojo, por lo que podría ver a sus hijos más seguido”

Mo Ruhua se sonrojó y evitó la mirada del anciano Sang. Más de una vez se había quejado frente a él sobre como no podía ver a sus hijos por las restricciones de los viejos y jodidos señores de la cumbre.

El anciano de Wan Jian sonrió divertido.

Avión comenzó a sopesar los pros y los contras de esta propuesta. Al final, pareció que solo había un camino viable para él.

“Si acepto. ¿Qué papel tendría que desempeñar en la montaña?” no existía algo como un almuerzo gratis. Esos ancianos buscarían algo más.

“En primer lugar nos gustaría que el joven Mo estableciera un comercio de hierba espiritual fijo con nosotros, por supuesto se le pagara por ello. A parte de eso, cualquier conocimiento que se nos pudiera proporcionar y que fuera beneficioso para la secta sería ideal y también pagado en consecuencia. Cualquier otra acción puede ser discutida con posterioridad” continuó el líder de secta.

“Creo que no puedo rechazar una propuesta así” sonrió con resignación bajo el velo.

- 0 -

Cuando un discípulo lo dejó junto frente a la casa de ocio de Yue Qi y viendo que su hijo tardaría en aparecer (y que no había otros discípulos a la vista), Mo Ruhua se dejó caer, sintiendo sus piernas como si fueran gelatina.

“Joder” esos viejos zorros realmente se la habían jugado.

No se había sentido tan estresado en años. Y esperaba jamás tener que lidiar con tantos señores de la cumbre al mismo tiempo nunca más. No era saludable para su viejo corazón estar expuesto a tanta tensión. Probablemente había perdido uno o dos años de vida en esa media hora.

Tomó unos momentos para tomar aire y convencerse a sí mismo que estaba a salvo y que realmente había sobrevivido a esa conversación, antes de ponerse de pie, apoyando su cuerpo contra su bastón de bambú.

“¡Papá!” un cuerpo grande y musculoso se abalanzó de pronto sobre él, casi arrojándolo contra el suelo.

“¡Ah!”

“¡¿Xiao Qi?!”

“Ah, papá es más pequeño de lo que recordaba”

“¡Yo no me he encogido! ¡Tú eres el que ha crecido demasiado! Demonios, ¿Qué es lo que les dan de comer en las cocinas?” Que le convidaran un poco. No es posible que se sintiera tan pequeño midiendo 1.73 metros. Pero Yue Qi ya medía 1.8 metros con tan solo 19 años. ¡¿Era el líder de secta tan alto en su otro mundo?!

Sujetó al muchacho de los brazos y lo apartó fuera del abrazo de pulpo, recordando el tema por el que había pedido ver a Yue Qi en primer lugar.

“Me puedes explicar porque ni tu ni Shen Jiu se habian molestado en decirme que esos asesinos los habían seguido hasta aquí” la cara de Yue Qi se tornó blanca “no te atrevas a mentirme, Yue Qi” le amenazó antes de que abriera la boca.

El muchacho tragó saliva y pensó unos segundos antes de contestar.

“N-No es que no quisiera decírtelo, papá. Es solo que en sus cartas papá parecía muy ocupado con el negocio y también con meimei y didi. Y de todas formas shizun y shishu se hicieron cargo. Así que pensé que no era necesario estresarte más”

“Tú… ¡¿Tienes idea de cómo me sentí al enterarme de ello por boca del líder se secta?! ¡Muchacho tonto! ¡¿Qué tal si algo te hubiera pasado a ti o a Xiao Jiu?!” enfurecido, el autor descargó su rabia contra las mejillas de Yue Qi, apretándolas y jalándolas igual que cuando era un niño pequeño. El adolecente gimoteó, pero no se atrevió a hablar. Nunca había visto a su padre tan enojado. “Te juro que, si algo les hubiese pasado, este viejo encontraría la forma de resucitarlos de nuevo para volverlos a matar por hacer algo tan estúpido. ¡No vuelvas a atreverte a ocultar algo así de grave de mí! ¡¿Entendiste?!”

“Perdón, papá” el muchacho se encogió en sí mismo, arrepentido. Lucía realmente lamentable con las mejillas rojas y maltratadas.

“Ya pensaré en un buen castigo para ti y para Shen Jiu después. Para que aprendan a no ocultarme nada de nuevo”

“Sobre eso…” Yue Qi se estremeció bajo los furiosos ojos avellana y tragó saliva duramente “no te dije porque Xiao Jiu me hizo prometer que no te escribiría para contarte sobre esto. Pero ahora que estas aquí puedo decírtelo en persona, así que no estaría rompiendo mi promesa”

Tomó aire antes de continuar.

“Xiao Jiu ha estado teniendo problemas para dormir, Tiene pesadillas y terrores nocturnos. Apenas puede mantenerse un par de horas antes de que las pesadillas vuelvan a él. Shizun y Jiang-shishu pensaron que podría tratarse de alguna clase de maldición, pero no encontraron nada. Así que últimamente Xiao Jiu ha dormido a base de medicamentos que reprimen los sueños que le dieron en Qian Can”

“¿Desde hace cuánto tiempo ha pasado esto?”

“Creo que, casi al mismo tiempo que consiguió su espada Xiu Ya” respondió Yue Qi.

“¿Dónde está tu hermano ahora?”

“Estábamos juntos cuando fuimos a An Ding, pero nos separamos en el camino de regreso. Probablemente haya regresado a su propia habitación”

“¿Qué hacían ustedes dos en An Ding?” levantó una ceja con incógnita.

“Oh, nada. Lidiando con algunas molestias.” sonrió inocentemente, cosa que resultó sospechosa para Mo Ruhua, pero estaba demasiado preocupado por Shen Jiu como para indagar en eso.

“Vamos a ver a tu hermano ahora mismo”

“Yo te guio, papá”

Notes:

Desde que empecé este fic, pienso en el antiguo maestro de Qing Jing como una versión Xianxia de Severus Snape, (¿Un murciélago blanco?) pero igual de amargado y con una lengua afilada. Alguien al que el Shen Jiu original hubiera respetado.

Shen Jiu esta en problemas LOL

¿Qué hacían los pollos mayores en An Ding? - seguro fue interesante.

Chapter 18: Consecuencias de un alma rota

Summary:

Visitando el mundo Onírico
Shen Jiu se lleva el regaño de su vida (hasta el momento)

Notes:

Comencé las clases en mi universidad así que los capítulos tardarán en publicarse otra vez.
Pero intentaré avanzar lo que pueda ahora que se acercan las fiestas patrias.

En otro asunto... ¿Cómo es que el spoiler que subí en una pagina donde apenas tengo 11 visitas al mes llegó a 66 en una semana? Ustedes me asustan a veces...

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Guiado por Yue Qi, Mo Ruhua caminó a través de los familiares caminos de Qing Jing hasta el área de descanso de los discípulos del pico Qing Jing. El lugar estaba organizado de tal forma que los dormitorios de los discípulos de menor grado estaban en la base de la cresta, mientras que los discípulos principales tenían sus residencias personales en las partes más altas y separadas del resto, generando cierto grado de privacidad. Había un fresco olor a bambú en el aire, resultado de los densos bosques cuidadosamente plantados junto al camino. Mo Ruhua también pudo escuchar el suave tintineo de campanas que daban un toque místico al ya hermoso lugar. Qing Jing era prácticamente todo lo que se esperaba de una secta en una novela Xianxia, tan diferente a su pequeño An Ding.

Suspiró con nostalgia, siendo notado por Yue Qi. El adolecente miró de reojo la mirada soñadora de su padre y pensó en su primera vez viendo la montaña, con un olor tan similar a su pequeño mundo escondido.

La pequeña casa de ocio de Shen Jiu estaba curiosamente en el mismo lugar donde en el futuro estaría su hogar como señor de la cima. Para Avión fue una ligera sorpresa y le causó cierta ternura para con el original Shen Qingqiu y es que, con el pasar del tiempo y a medida que veía a sus propios hijos crecer, le hacían pensar que las personas que conoció fugazmente en su mundo, no fueron más que un espejismo y que estos eran los verdaderos.

Por supuesto, esto no recaía en su propio Mobei-jun, a quien veía como un alma completamente diferente. En cuanto a los otros personajes de su novela, Avión no quería pensar tan lejos.

Yue Qi tocó a la puerta con entusiasmo “Xiao Jiu, abre y mira quien está aquí” volvió a tocar “¿Xiao Jiu?”

“¿Seguro que está aquí? ¿No tendría alguna clase como caligrafía o guqin hoy?”

El adolecente negó: “estoy seguro de que dijo que vendría a descansar”

Dudó un momento antes de dar un paso al frente y tomó la manija de la puerta para hacerla a un lado. Se preparó para darle una disculpa a su hermanito, pero la casa estaba en silencio.

Recostado sobre la cama, estaba una figura vestida solo en una túnica blanca interior y cubierta en sudor, teniendo espasmos cada poco tiempo a la par que chispas de energía saltaban junto a su cuerpo.

Avión no tuvo tiempo de abrir la boca, cuando pantallas rojas saltaron frente a su rostro con una voz mecánica estridente.

[Alerta] [Alerta] [Alerta]

[El sistema ha detectado problemas con el personaje “Shen Jiu”]

‘¡¿Qué?! ¡¿Cómo que problemas?! ¡¿Qué le está pasando a mi hijo?!]

[Error desconocido]

[El alma de Shen Jiu sufre de un desequilibrio por problemas durante su extracción pasada]

Se refería a cuando fue tomada en el mundo donde el hermano pepino era Shen Qingqiu.

[Desviación de Qi inminente]

“¿Desviación?” su sangre se heló, pero el sistema todavía no había terminado.

[Si la desviación de Qi ocurre, el personaje Shen Jiu morirá y se considerará la misión del usuario como fallida]

‘¿Morir? ¡¿Cómo que morir?! ¿Qué es lo que está provocando?’

[El sistema desconoce la razón]

‘¡Entonces busca una solución!’

[Calculando] [Calculando] [Calculando]

*Ding*

[El sistema puede llevar al usuario al espacio onírico del personaje Shen Jiu. El problema parece provenir del subconsciente del personaje, por lo que, si el usuario logra apaciguarlo durante cierto tiempo, el sistema podrá estabilizarlo nuevamente y evitar la crisis]

[Para acceder al espacio onírico, se requiere contacto físico con el afectado y durante todo el tiempo que este dentro no puede perderse la conexión o tanto el usuario como el personaje Shen Jiu podrían sufrir daños irreparables]

Yue Qi ya se había adelantado y estaba intentando despertar a Shen Jiu de su pesadilla con una expresión de pánico, incluso cuando las chispas le causaban quemaduras al mínimo roce.

Mo Ruhua avanzó frente al adolecente y lo apartó.

“¡Papá!”

Lo sujetó de los hombros, obligándolo a verlo a los ojos “Puedo ayudar a tu hermano, pero necesito que hagas algo por mí. Para hacer lo que tengo que hacer, no puedo ser interrumpido por nada ni nadie. Así que tu tarea es evitarlo. No importa si es el señor de Qing Jing o el maldito líder de secta, nadie puede interferir. Ya les explicaré una vez que pueda estabilizar a Xiao Jiu. ¿Entendido?”

“S… ¡Sí!” Asintió, determinado.

“Bien” el autor maldijo en su mente en tres idiomas antes de arrodillarse junto a la cama.

Algunas de las chispas de poder puro rosaron su cuerpo, causándole quemaduras y agujeros en su ropa. Algo de lo que se quejaría una vez que lograra traer de regreso a su hijo.

Tomó aire y sujetó las manos de su hijo entre las suyas propias. Casi al instante saltó una ventana del sistema.

[Conexión establecida]

[preparando viaje]

[3] [2] [1]

Los parpados de Mo Ruhua se hicieron pesados y comenzó a cabecear, recostando su cabeza en el colchón mullido.

Cuando volvió a abrir los ojos estaba de pie en medio de un paisaje brumoso y hostil, no podía ver nada a frente a él. El cielo era de un color escarlata que recordaba a los atardeceres vistos desde la cima más alta de Cang Qiong, cuando las nubes tomaban un color negro similar a la lava.

El autor comenzó a caminar a través de las nubes sin estar seguro de lo que estaba buscando.

Aunque había pensado en el mundo onírico desde los borradores originales, no había podido avanzarlo mucho además de Meng Mo y las leyes básicas del espacio. Especialmente en los últimos capítulos, cuando trató a este espacio metafísico como algo sin leyes donde podías hacer cualquier cosa, olvidando todos los conceptos de la psicología que había investigado cuando pensó en él por primera vez.

Entonces sintió que su pie chocaba contra algo.

Al bajar y comprobarlo, se dio cuenta de que era una vela. La nieva parecía menos densa en cierta dirección y notó que por todo el camino habían velas apagadas dispersas en el suelo, como un mal augurio.

Mo Ruhua tragó saliva y continuó avanzando. Tenía que encontrar a su hijo.

Pensó ver una figura en el fondo y la siguió, pero la figura se movió al mismo ritmo, sin permitirle alcanzarlo, aunque sin abandonar nunca su rango de visión. Avión sintió que esto era deliberado.

No estaba llegando a ningún lado corriendo en círculos por la niebla.

‘¿no hay alguna pista que puedas darme, sistema?’

[El sistema debe usar todo su procesador en la estabilización del personaje Shen Jiu]

Qué forma tan larga de decir “no”.

El autor no tuvo más remedio que seguir vagando por el oscuro paraje, con solo un montón de velas apagadas como única guía mientras seguía la figura oscura. Con el tiempo, el suelo se hizo pegajoso, como si alguien hubiese derramado miel en las suelas de sus zapatos.

Fue cuando por fin lo vio con claridad. Era una figura pequeña y menuda, vestida con harapos oscuros y manchados, arrodillada en el suelo abrazando sus piernas.

[Has encontrado al personaje Shen Jiu]

 Buena forma de saber que era el verdadero y no una ilusión.

Cuando Avión se acercó, el suelo hizo un sonido acuoso, llamando la atención del niño que lo miró con sus grandes ojos claros e inseguros, como un animal pequeño frente a un depredador.

“Xiao Jiu, ¿Me recuerdas?”

El niño asintió y el autor exhaló el aire en sus pulmones.

“Eso bueno, muy bueno. Entonces hay que darnos prisa. Tenemos que volver a casa, Xiao Jiu”

“¿Casa?”

“Si, casa. Con Xiao Qi, tu mei-mei y tu di-di. Todos estamos preocupados por ti”

“¿Estas preocupado?”

 “Claro que estoy preocupado por ti. Xiao Jiu es mi hijo”

“¿Por qué te preocuparías por mí, cuando ya me abandonaste una vez?” preguntó con resentimiento.

El niño desapareció dando paso a una imagen demacrada de Shen Jiu. Sus brazos y piernas ahora eran solo muñones sujetos en el aire por cadenas de hierro, sus ojos solo eran cuencas vacías y sangrantes que miraban el vació, su piel de porcelana estaba sucia y cubierta de heridas y su cabello se arrastraba por el suelo como serpientes negras por sobre el suelo cubierto de sangre.

Ahora sabía lo que había estado pisando.

Mo Ruhua retrocedió sus pasos con el corazón en la garganta y el estómago revuelto, cerca de vomitar, viendo la terrible pintura y reconociéndola, porque él mismo la creó.

Este fue el destino que le dio a su hijo en la novela original.

“Dime. Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo. ¿Cómo puedo creerte cuando la última vez me convertiste en esto? Y no contento con eso, en mi segunda vida, permitiste que otro tomara mi cuerpo, asesinándome”

No…

“E incluso antes. Me abandonaste en casa de los Qiu, luego me dejaste en manos de Wu Yanzhi y me permitiste tener esperanzas falsas de que Qi-ge volvería alguna vez por mí, solo para destruirlas después. ¿No merezco algo más también? ¿Por qué esas personas jamás sufrieron castigos a pesar de que hicieron cosas mucho peores a las mías?”

La bruma de los alrededores comenzó a hacerse más espesa y en el fondo truenos resonaban de forma amenazante.

“Soy menos que nada ¿no es así? Solo una basura que todos pueden pisotear. Indigna de amor. Lo supe cuando Yue Qi me dejó tan fácilmente por una vida prístina como cultivador de Cang Qiong. Y luego tú… si incluso mi propio creador, mi padre, me creó para ser abandonado y abusado ¿Qué me queda? Un trampolín para que su hijo más brillante pueda ascender y destruir todo lo que me importaba”

Todas sus palabras estaban cargadas de odio y resentimiento, pero también de una profunda tristeza. Aquel era un hombre que no tenía nada, al que todo le fue arrebatado, porque jamás fue escogido por otros.

Avión se acercó a la figura encadenada, sus manos temblando en sus costados y su corazón latiendo a gran velocidad.

“Cuando escribí “El orgulloso camino del demonio inmortal” jamás imaginé que mi historia cobraría vida. Incluso cuando morí y renací dentro de ella, me costó creerlo, pensando que no era más que un espejismo. Pero, con el tiempo, me di cuenta de que estaba vivo. Realmente estaba vivo. Cada ser, cada planta y bestia, cada paraje escondido, las sectas y los demonios. Era hermoso, pero, al mismo tiempo me di cuenta de lo efímero que era…” hizo una expresión amarga “Y me arrepentí.  Si tan solo hubiera sabido que lo que escribía era repercutiría sobre personas reales, hubiese escrito un mejor final. Tampoco sabía lo que ocurriría con el hermano Pepino”

Aunque se había preguntado por el destino de los productos originales en algún momento, jamás pensó en hacer algo al respecto. Olvidándolo en el fondo de su mente.

“Pero él hubiera no existe… No puedo cambiar las cosas que hice en ese entonces, pero puedo corregirlo ahora. Por favor, Shen Jiu. Confía en mí, regresa conmigo y déjame acompañarte. No importa cuánto tiempo me tarde. Crearé un final feliz para ti, para todos. Lo prometo”

El niño harapiento entre las cadenas se aferró a las túnicas del hombre y enterró sus ojos llenos de lágrimas en el hombro de Mo Ruhua.

[Estabilización completa]

[Iniciando retorno]

Shen Jiu despertó en la oscuridad sintiendo la humedad en el contorno de sus ojos, pero al mismo tiempo estando más descansado de lo que había estado en años. Sintió además una presión entre sus manos que quedó clara una vez que sus ojos se fueron acostumbrando a la poca luz dentro de la casa de bambú.

Miró con sorpresa a su padre, que dormía apoyando en la cama. No había recuerdo alguno en su mente relacionado con lo ocurrido en el paisaje onírico.

‘Espera ¡¿Qué hace papá aquí?!’ Su cerebro saltó con alarma. 

Si Qi-ge le había ido con el chisme iba a devolvérselas en el entrenamiento. Se prometió.

Hizo una mueca al sentir lo frías que estaban las manos de su padre y probablemente también le dolería la espalda y las rodillas por la posición en la que había dormido.

“¿Por qué no me despertaste?” masculló molesto, peor había una pequeña sonrisa en él.  

[+50 Puntos de afecto]

“Oi, despierta. ¡Papá!” sacudió al adulto por los hombros y Mo Ruhua se sobresaltó, casi dándole un cabezazo a Shen Jiu, que por suerte evadió a tiempo.

“¿Qué? ¿Dónde? ¿Xiao Jiu?”

“¿Por qué estás aquí, papá?”

“¿No puede este anciano venir a ver a su hijo?”

“Papá no luce como un anciano” Shen Jiu se sentó en la cama.

Avión hizo una mueca cuando escuchó a sus vertebras reacomodarse luego de estar tanto tiempo en una posición incómoda. ‘Tal vez no parezca uno, pero mi cuerpo se resiente como tal’ A veces él mismo olvidaba que edad tenía, si sumaba sus tres vidas probablemente estaría entre los 80 y los 100 años, lo que definitivamente era más viejo que el hermano Pepino.

Los recuerdos del espacio mental aún seguían frescos en su mente y sus ojos se fijaron directamente en Shen Jiu.

El adolescente hizo lo mejor que pudo cuando su padre se levantó, mirándolo fijamente con sus ojos claros y los brazos cruzados. Él conocía esa mirada. Le había dado la misma mirada cuando colgó a Yue Qi de la pierna arriba de la jaula de los conejos.

Comenzó con un tono despreocupado “Sabes, este padre extrañaba mucho a sus hijos y aceptó de buena gana la invitación del líder de secta cuando lo dejó visitar Qing Jing, solo para encontrarse a su hijo a mitad de una desviación de Qi causada por un problema que ha estado sucediendo desde hace dos años” su tono perdió todo grado amigable con forme hablaba y el autor furioso saltó sobre las mejillas de sus hijos, jalándoselas como cuando era un niño pequeño “¡Mocoso idiota! ¡¿Quieres matarme de un infarto o qué?! ¡No me importa si mides veinte o cincuenta centímetros más que yo, Shen Jiu! ¡Sigues siendo igual de imprudente que cuando eras niño! ¡¿Qué no vez que casi te mueres?!”

Shen Jiu permaneció en silencio, sin saber que contestar, pero sus orejas se habían vuelto tan rojas como sus mejillas de la vergüenza.

“Es que parece que ustedes se meten en todo tipo de problemas si es que no les tengo el ojo puesto. ¿Cómo es eso que sicarios entraron en Cang Qiong y ustedes no tuvieron la decencia de decirme? ¡Y tuve que entrarme de boca del líder de secta y de tu shizun ni más ni menos! ¿Tienes idea de cómo me sentí cuando lo supe?”

“Estabas demasiado ocupado con A-Xue y A-Hua y con el negocio, Yue Qi y yo éramos perfectamente capaces de lidiar con eso. Decirte eso solo te habría llevado a un ataque de nervios”

“Pues mira que bien funcionó, ¡Estoy muy relajado ahora!” Sentía que se le subía la presión de lo enfadado que estaba. Un poco más y acabaría escupiendo sangre.

Mo Ruhua alguna vez había confiado en la inteligencia del que fue su hijo villano escoria, pero al parecer todavía no le había quitado por completo esa manía de querer hacer todo solo.

“Realmente no puedo confiar en que ustedes no se metan en problemas. Si nó son los sicarios es una desviación de Qi, o esa maldita cueva de súcubos de la que tuvieron que sacar a Yue Qi, ¿o que me dices del oso cornudo de tu última cacería nocturna que casi te atraviesa el brazo?”

Al ver cómo se destapaban cada una de sus “omisiones” el adolescente se dio cuenta de que había subestimado a su padre. Realmente les tenía el ojo encima.

Probablemente la única razón por la que Avión no se había enterado de los asesinos era porque fue el propio Cang Qiong quien se encargó de encubrirlos.

“Me siento tentado a sacarlos a ustedes dos de la montaña y encerrarlos en casa hasta que cumplan 50 años. Pero eso sería demasiado amable. ¿No? Y el líder de secta y el anciano Jiang se han encariñado con ustedes dos. Así que me ofrecieron una mejor opción. A partir de hoy este es parte de la secta Cang Qiong como anciano consejero”

“¿Qué?”

“Espera ¡¿Qué?!” Yue Qi asomó la cabeza por la puerta y la luz anaranjada del atardecer iluminó la habitación.

“Lo que escucharon” sacó la ficha de jade como prueba de que hablaba en serio “así que no esperen librarse pronto de este viejo” volvió a guardarla “Ahora, Xiao Qi ¿puedes ir al pico Qian Can a buscar un sanador? Es mejor que alguien profesional revise a Xiao Jiu. Luego bajaré a la ciudad por algo de comer para los tres y algo para A-Xue y A-Hua”

El muchacho asintió aun alegre por la noticia de que podrían ver a su familia más seguido y despareció tras la puerta.

Esa noche la familia de cinco comió junta por primera vez en ocho años. Yue Qi contaba historias a A-Hua sobre sus hazañas como cultivador junior haciendo que el niño jadeara asombrado y haciéndole prometer que si tenía problemas con sus compañeros no dudara en buscarlo y que él se encargaría de hacerlos más amigables. Shen Jiu por su lado bebía té tranquilamente mientras molestaba a A-Xue sobre como todavía era una pequeña bestia, teniendo incluso pájaros en el pelo.

‘¿Cuándo fue que Qiuqiu se coló en la montaña?’ se preguntó el autor, alzando una ceja mirando a la pequeña golondrina que piaba al mismo tiempo que la niña en su pequeña pelea contra Shen Jiu.

Un calor nostálgico burbujeó en el corazón del autor viendo esta escena.

Deseaba que durara un poco más.

Lastimosamente, sabía que su deseo no se cumpliría.

Notes:

Espero no haberlos matado con este capitulo.

Ojo. Que Airplane no va a mudarse a Cang Qiong. Pero ahora puede entrar y salir cuando le plazca.

Bye bye

Chapter 19: Fruto del Sueño Helado

Summary:

Avión se embarca en una misión en solitario (aunque eso ultimo es debatible)

Notes:

He pensado en hacer una serie de cortos (500 palabras aproximadamente) aparte que sean canónicos a NMRA
También tengo muchas ganas de publicar el borrador original del fic, pero les advierto que no se parece en nada a lo que acabó siendo el producto final.

¿Les gustaría verlo?

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Un cielo cubierto por nubes oscuras que apenas dejaban pasar el mínimo de luz solar, con la nieve acumulándose sobre las tierras baldías hasta donde acababa su vista, llenando el paisaje de un blanco puro con unas pocas rocas que sobresalían en lugares al azar. Ese era el desierto del norte, tan entrañable. Justo como lo recordaba. Inhóspito y lleno de peligros. A pesar del frio, Avión sentía cierta nostalgia por el lugar que había sido su hogar por tantos años, llenando su pecho con un cosquilleo cálido que contrastaba con el frio que había llenado su piel de pinchazos helados.

Aunque tal vez esa calidez en realidad sea tan solo el ardor en sus pulmones por la dificultad para respirar que el viento helado le causaba.

Avión jaló las cuerdas del caballo para ir hacia una zona del camino con menos nieve. El animal era grande y con un pelaje grueso de color marrón, gruesas herraduras y dos ojos negros, perfectamente criado para la vida en los parajes helados y las subidas empinadas.

Cada cierto tiempo tenían que parar para que el cultivador revisara una vez más el mapa.

Su objetivo era una flor extraña (aunque eso decía de la mayoría de las plantas mágicas en su novela) la flor de escarcha sangrienta, la cual crecía en enredaderas en las zonas más frías del desierto del norte. Cuando se cosechaba e incluían sus hojas en un brebaje especial, era un gran somnífero, pero en cantidades grandes podía matar a una persona congelándola desde dentro. El autor no buscaba la flor, sino el fruto que se obtenía una vez que madurara lo suficiente y que era llamado ‘fruto del sueño helado’. Esta fruta era molida y dada a los muertos en el reino del norte, luego sus cuerpos se recubrirían de una capa de hielo que congelaría el cuerpo casi eternamente, hasta que estuviese expuesto a la luz del sol.

Era una tradición que los cuerpos de las esposas de los reyes del norte fueran tratados de esta manera, manteniendo su belleza para siempre en un sueño helado. Algo que contrastaba mucho con lo que pasaba con los reyes, de los cuales no quedaba ni el polvo luego del ritual de ascensión.

Este fruto era su verdadero plan C.  

Mo Ruhua fue muy cuidadoso al realizar este viaje. En primer lugar, disfrazando su salida con una expedición para buscar hierbas en el sur del continente, lo que era erradamente correcto, pero ¿Qué mejor forma de esconder una mentira que usando una verdad? Así al menos tendría a Cang Qiong mirando hacia el otro lado, porque para llegar al mundo de los demonios, necesitaba ayuda de los demonios y eso no sería bien visto por los otros cultivadores.

Así fue como consiguió esa belleza de caballo, en un pequeño trueque con una aldea de demonios ligeramente menos violenta que las demás. Tuvo que dar un buen lote de hierbas medicinales, pero era un asunto urgente.

También tuvo que cuidarse de no mostrar su rostro. Pues desde su última incursión en Huan Hua, tal parece que había hecho enojar a cierto rey del norte y como llegaba a toparse con él, no tendría tiempo de escapar antes de convertirse en una paleta helada.

Ya llevaba tres días de viaje desde la frontera del norte y había hecho un buen trabajo evitando los asentamientos demoniacos y los nidos de bestias asesinas, tan tranquilo que con cada hora que pasaba el hermano Avión se sentía más inseguro.

Estaban dentro de una maldita novela y la calma solo podía significar que se acercaba una gran tormenta.

Eso sí. No esperaba un resultado tan literal cuando las primeras nubes de tormenta rugieron en el horizonte “Esta es mi suerte, ¿no?”

El caballo relinchó nervioso por el peligro cercano y Avión tuvo que sujetar con fuerza las cuerdas.

“Sistema, ¿Dónde hay un refugio cercano? Específicamente uno sin monstruos asesinos”

[El costo por la información son 100 puntos B]

“¿Cuál es mi conteo actual de puntos B?”

[Calculando] [Calculando] [Calculando]

[*Ding*]

[5630 puntos B disponibles]

Avión suspiró y aceptó el intercambio. Entonces una brújula apareció en la pantalla holográfica apuntando con una flecha roja el camino a seguir. El autor pronto llegó a una saliente en el camino, el viejo nido de una criatura muy grande. En ese poco tiempo las nubes cubrieron su cabeza y la nieve había comenzado a caer, pero el autor no iba a entrar en una cueva extraña y oscura sin primero revisarla. No quería ser comida de monstruos, muchas gracias.

Por suerte, lo que fuera que vivía allí no había aparecido desde hace mucho tiempo. No habían marcas de arrastre y tampoco osamentas ni materia fecal. Así que el cultivador jaló las riendas guiando al animal dentro de la estrecha caverna hacia lo más profundo y lo ató a una estalactita. Luego volvió a salir y recolectó la madera que encontró de los pocos arbustos que había en la periferia. No iba a congelarse el trasero.

Para cuando llegó la noche, la tormenta rugía con fuerza en el exterior de la cueva demostrando que hubiera estado en serios problemas de haber permanecido fuera. El autor se acurrucó junto a la fogata, mordisqueando algunos pedazos de cecina, mientras que su caballo ya había caído dormido.

Con escudos puestos en la boca y espalda era poco probable que algo entrara.

Era bastante cansado.

Dejó un trozo de madera en la fogata para que no se apagara tan pronto y se envolvió alrededor de las pieles de oveja. Arrullado por los sonidos familiares de la tormenta, Avión soñó con el palacio del norte y la dulzura de su rey.

En medio de su sueño Avión se sintió extraño. Como si algo estuviese pinchando su mejilla.

El inmortal gimió no queriendo salir de su enredo de pieles cuando el toque suave se volvió una fuerte patada que lo mandó hasta el otro lado de la cueva y su espalda se resintió al rasparse contra la piedra caliza.

El caballo relinchó asustado, golpeando el suelo de piedra con sus cascos.

Avión sostuvo su vientre adolorido y miró al culpable con agravio.

Frente a él, iluminado por la moribunda fogata estaba un joven adolecente cubierto por una capa de piel oscura que cubría una armadura de piel escamosa de color azul marino. Eran especialmente destacables en una piel tan pálida y un cabello tan blanco como la nieve de las montañas, pero más singular era la familiar marca demoniaca en el centro de su frente.

“¿Pequeño príncipe?” ¡maldita sea sistema! ¡¿Por qué no me avisaste que estaba aquí?!

El demonio ladeó la cabeza como un depredador que estudiaba a su presa, buscando el momento perfecto para saltarle a la yugular. Luego Xiao Mo avanzó otra vez hacia el cultivador y Mo Ruhua retrocedió, hasta que su espalda maltratada volvió a chocar contra la pared rugosa.

“E-Espera. Por favor no hagas nada precipitado, pequeño príncipe” su bastón de bambú había rodado a quien sabe dónde, dejándolo indefenso.

“Te encontré”

“¿Eh?”

De pocas palabras como era, el pequeño (no tan pequeño) Mobei-jun original parecía sumido en sus pensamientos, con sus ojos azules fijos en humano.

“T-tu… ¿Me buscabas?”

“Mi padre te está buscando” la sangre del autor se congeló.

Oh maldita sea. Tanto había cabreado al viejo Mobei-jun en su último encuentro que había enviado a su hijo a cazarlo. Era el fin. Mobei-jun podía usar sus portales desde una edad muy temprana. Si abria uno de sus portales ahora no tendría manera de salir vivo.

Este era el fin de Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo.

“Pequeño príncipe te suplico que no me entregues a tu padre. Te daré cualquier cosa que me pidas, pero por favor no le digas que estoy aquí. Este anciano no saldrá vivo de ese encuentro”

Xiao Mo miró al cultivador que sollozaba lastimosamente en un rincón. Recordaba a su salvador como un personaje mucho más heroico y menos…patético.

De todas formas, no importaba, nunca había planeado delatar al humano con su padre. Le gustaba el humano. Tenerlo cerca se sentía reconfortante, familiar, como si algo suave le acariciara el pecho. No quería que su padre lo arruinara como lo hizo con su madre.

“Nombre”

El cultivador dejó de enumerar las distintas razones por las que no debía entregarlo y lo miró con confusión y Xiao Mo volvió a insistir.

“Oh, bueno. Este se llama Avión” técnicamente no estaba mintiendo.

A Xiao Mo no le pareció raro, había escuchado de nombres más extraños en la corte.

Hubo un silencio incomodo entre ambos durante el cual el cultivador y el demonio no perdieron el contacto visual.

En algún punto el autor se había puesto de pie, notando como Mobei-jun ahora le llegaba hasta los hombros.

¿Dónde había ido el pequeño frijol que se aferraba a sus brazos? No solo se sintió viejo, se sintió estafado. Maldito sea el crecimiento acelerado de los demonios.

“Entonces… ¿no me entregaras a Mobei-jun?” al verlo negar con la cabeza, el humano regresó a la vida y saltó con entusiasmo como si le hubieran puesto resortes en los pies “Bien. Bien. Este anciano está agradecido. Pero si no piensas entregarme, ¿Por qué me buscabas?”

Xiao Mo “Ese día, ¿por qué me salvaste?”

“¿Por qué no hacerlo? Eras tan solo un niño” todavía lo eres – omitió.

“Podrías haberme intercambiado con mi padre por riquezas”

“No se juega con la vida de un niño. Las personas que piensan en ellos como meras herramientas o juguetes son el tipo de personas que más detesto” un sentimiento amargo se agitó en su corazón, al recordar sus infancias en ambas vidas “Si este puede preguntar, ¿Cómo fue que me encontraste?”

“Tu sangre. Seguí el rastro”

Avión frunció el ceño confundido.

El demonio señaló el brazo del autor “la seguí”

Mo Ruhua recordó entonces su milagrosa escapada de Huan Hua y como el niño le habia enterrado los colmillos en el brazo (todavía tenía dos marcas blancas como cicatrices). Pero todavía seguía sin entender cómo funcionaba el asunto de la sangre y el rastreo. Tal vez era similar a lo que pasaba con su rey cuando lo llamaba.

En realidad, Xiao Mo no podía rastrear el olor de una persona cuando estaba demasiado lejos, por eso a pesar de los años no había podido dar con el cultivador. Pero causalmente el humano se metió por sí mismo en uno de los escondites que él usaba cuando quería esconderse de sus deberes de palacio y de su traicionero tío. Y, justamente ese día había vuelto a escapar, topándose con el olor familiar.

El cultivador miró al exterior y vio la tormenta que todavía rugía en el exterior y se sintió desanimado. Así que solo tomó un palo y lo echó en el fuego para revivirlo.

“¿Por qué estás aquí?” fue el turno de Xiao Mo de preguntar.

“Estoy buscando algo importante, mi príncipe” lo dejó lo más ambiguo posible, cosa que no le gustó al demonio que lo miró como si fuera un gran gato gruñón.

“¿Qué cosa?”

“No importa, no es como que pueda salir con esta tormenta a buscarlo” suspiró pesadamente, mientras rebuscaba en su mochila el alimento del caballo, el animal se había tranquilizado al ver que el demonio no hacía nada.

“Puedo llevarte” eso tomó por sorpresa al cultivador.

“No es que sea desagradecido por la oferta. Pero ni siquiera sabes a dónde quiere ir a este anciano y mucho menos lo que quiere encontrar”

“No hay lugar en mi reino al que no pueda ir” dijo, inflando el pecho arrogantemente, pero viéndose extremadamente lindo al hacerlo.

Xiao Mo seguía siendo majestuoso leopardo, pero al mismo tiempo, era tan solo un cachorro y Avión no pudo evitar acariciar la cabeza del adolecente.

‘Hermano pepino, perdóname por todas las veces que me burlé de ti. Por fin lo entiendo’

Xiao Mo no hizo nada para disuadirlo, cerrando sus ojos dejando que un gruñido placentero saliera de su garganta.  Un poco más y ronroneaba.

Definitivamente un cachorro. Así que se dispuso a apostar.

“Busco la flor de escarcha sangrienta ¿todavía estas dispuesto a ayudarme?”

“Mn” para su alivio, Xiao Mo aceptó.

El adolecente sabía dónde crecía la planta, su familia tenía un cultivo privado más al norte de su ubicación. Tan solo abrió un portal y tomando la mano del humano, saltó dentro de él. Avión no tuvo tiempo de protestar y el caballo que quedó abandonado miró con desanimo el lugar donde los dos seres bípedos habían desaparecido, antes de fijar su atención en el bolso con comida.

El lugar era enorme como un estadio y estaba plagado de cortinas de enredaderas que caían del techo como una cascada roja, contrastando contra un lago tan claro como un espejo que se iluminaba por cristales bíoluminicentes que cubrían el suelo, dándole una apariencia mágica a todo el lugar.

El hermano pepino hubiera amado un lugar como ese.

Xiao Mo caminó a través del lugar, atravesando el lago con un puente de hielo. Gruñó al humano para que se diese prisa y lo siguiera.

Sería mentira decir que Avión no tuvo problemas para caminar por el hielo luego de tantos años siguiendo a Mobei-jun, pero jamás lo había dominado por completo y luego de tantos años fuera de práctica, se encontró resbalando de cara apenas puso un pie en el hielo.

Con la cabeza confusa por el golpe, vio a su dignidad saltar al lago para ahogarse.

Xiao Mo lo ayudo a ponerse de pie y el cultivador se apoyó de él para atravesar el camino hasta la zona donde estaban las flores con fruto. El adolecente demonio fue quien tomó la fruta y la presentó ante el cultivador, como un gato llevando su presa frente a su dueño con orgullo.

“No olvidaré tu ayuda, pequeño príncipe. Este anciano está en deuda contigo” A comparación con salvarle la vida, este pequeño favor no era nada a ojos de Xiao Mo.

Lo más urgente era que Avión saliera del norte.

Él no quería que el humano se fuera. Pero con su padre rondando era demasiado peligroso, su olfato estaba mucho más desarrollado y tenía espías en todos lados. Solo él sabe cuántos emisarios había enviado tanto al reino humano como demoniaco en busca de Avión.

Abrió otro portal y ambos regresaron a la cueva donde el caballo relinchó con quejas porque lo habían abandonado.

“Te enviaré al mundo humano”

“¿Qué?”

Xiao Mo concentró su poder en las sombras, pero no lograba conjurar un portar. Se podía ver que estaba exhausto y eso lo frustró. Normalmente podía ir y venir cuando quería, olvidando que ahora no era una, sino dos personas a las que había llevado, lo que consumía tres veces más de su qi demoniaco.

El autor suspiró con impotencia.                                                                                                  

“Pequeño príncipe, creo que deberías descansar” el adolecente negó, testarudo como era. Él podía hacerlo, solo necesitaba concentrarse más. Avión no quería ver al niño esforzarse de más y sujetándolo de la muñeca, lo jaló junto a él. Xiao Mo apenas gruñó hacia Avión, pero se calmó una vez que el autor acarició su cabeza con afecto “Ya te has esforzado suficiente. Este anciano puede volver por su cuenta una vez que la tormenta pase”

Xiao Mo negó. A su padre le gustaba salir a explorar durante las tormentas para atrapar a posibles infiltrados. Tenía que enviar al humano sí o sí.

“yo puedo” gruñó o eso intentó, pareciendo más un puchero infantil.

A Avión no le entraba en la cabeza como ese lindo niño se transformaría en el sanguinario general helado de su novela original. Avión tenía el impulso de abrazarlo con solo verlo. Le recordaba tanto a sus propios hijos. ¿Era muy tarde para adoptarlo como suyo?

“Ten, come conmigo y te contaré una historia. ¿Qué te parece, pequeño príncipe?” propuso entregándole una parte de su reserva de carne seca.

El chico le había ahorrado una semana de viaje, era lo mínimo que podía hacer por él.

Miró la carne seca y suspiró. Si hubiera sabido que tardaría tan poco hubiera empacado algo mejor.

Xiao Mo demostró ser un buen oyente. Avión podía ver como esos ojitos azules brillaban cuando llegaban a la parte más intensa de la historia. Quien diría que la versión demoniaca de “el libro de la selva” sería la favorita de Xiao Mo. También le contó algunas de las desventuras que vivió junto a sus hijos. Se divirtió con la cara que puso el joven demonio cuando supo que tenía cuatro hijos.

Cuando Xiao Mo se recuperó, se aferró a las ropas del cultivador insistiendo que era mejor regresar al mundo humano, pero algo en su estoico rostro le hizo sentir que la idea ponía triste al menor.

Ahí otra vez estuvo pinchando su instinto paterno, rogándole que se lleve al niño.

Al final Mo Ruhua no pudo más y sacó de su bolsa un trozo de pergamino y usando el carbón de la fogata garabateó un símbolo. Específicamente, el símbolo de su organización.

“Si un día tienes problemas o solo quieres verme, búscame a través de las golondrinas, ellas me avisarán”

Vio como Xiao Mo sujetó con firmeza el pedazo de papel y solo le hizo más reticente a irse, pero debía hacerlo. Acarició la cabeza del menor por última vez antes de cruzar el portal. Por suerte Mobei había prometido devolver el caballo a la tribu de demonios en su nombre.

Abandonó el frio asesino solo para quedar cara a cara con el calor asfixiante y húmedo del bosque de Bailu en pleno verano. Horrible en todos los sentidos. Detrás de él, el portal ya se había cerrado.

“¡Oiga! ¡Deténgase ahí!” una discípula de túnicas negras y amarillas con un rostro aterradoramente familiar corrió hacia él con una espada desenvainada.

Por supuesto que se encontraría con Su Xiyan de todas las personas

¿Por qué tenía tan mala suerte?

Cubrió su cara y comenzó a correr.

Notes:

Omake:

Xiao Mo: *escucha de Avión tiene más hijos*
Xiao Mo: *interiormente* ¡Avión-baba es solo mi baba!

4 pollos: ¡alguien quiere robarse a nuestro padre!

 

Omake 2:

*Un portar se abre de la nada y sale un loco de armadura negra*
Su Xiyan: ¡¿Qué carajo?!

Chapter 20: El encuentro inesperado de Shang Qinghua (parte 1)

Notes:

Doble capitulo semanal ¡Yei!

Ya viene la semana Moshang 2021, así que la otra semana no actualizaré esta historia, sino algo que he preparado desde hace un tiempo.

De paso, aquí hay un dibujo simple de nuestra niña

 

Shang Xue

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Lo último que vio antes de morir fueron dos ojos fueron esos ojos azules y puros como el cristal, nublados por el odio y el despecho de la traición. Murió sonriendo. Eso recuerda. Se burló de esos ojos hasta su último aliento, con el orgullo en lo más alto.

Por fin era libre.

Luego se hundió en la oscuridad. Se sintió como si flotara en agua tibia, era agradable. Todo su cuerpo sumido en un estado de perpetua somnolencia en el mejor sueño que jamás hubiera tenido en su larga vida. Tan pacífico y luminoso. Era más de lo que jamás había esperado, pero ¿Qué había esperado?

En ese estado de letargo era difícil recordar.

[Error] [Error] [Error]

Llevado por las pareas del pensamiento fue arrastrado hacia el abismo. La paz estaba por acabar, lo supo cuando el calor comenzó a hacerse más intenso, más doloroso.

Una mano fría en su frente, palabras dulces amortiguadas por el zumbido en sus oídos. No tenía fuerzas ni siquiera para abrir los ojos y ver quien le estaba hablando. ¿Sería algún enemigo? ¿Tal vez Mobei-jun?... No. Era imposible. Porque fue el mismo Mobei-jun quien atravesó su carne y sangre con su espada.

Mobei-jun, ese tirano de sangre helada jamás supo lo que era ser amable con otro ser vivo. Nació y vivió para la guerra, llevando a muerte a cualquier sitio al que su amo, el emperador Luo Binghe, lo enviaba.

¿Entonces quién era?

El sueño regresó y volvió a dormir sin responder a su pregunta.

Cuando abrió los ojos se encontró a sí mismo en una habitación desconocida y poco iluminada, con unos pocos rayos de sol que se colaban por las rendijas de la ventana. El lugar era espacioso, muy al estilo tradicional que recordaba a las grandes casas señoriales en las que se había hospedado cuando era enviado a negociar, pero mucho más infantil. Las paredes estaban empapeladas con dibujos hechos a carbón y tinta pegados en las paredes, todos hechos obviamente por un niño.

Su cuerpo se sentía pesado, quiso bajar de la cama para investigar, pero perdió el equilibrio y cayó al suelo, arrojando al suelo un cuenco con agua que estaba junto a su colchón.

‘¿Por qué la cama es tan grande?’ se preguntó.

Cuando se miró a si mismo se dio cuenta de que la habitación no era grande. Él era pequeño.

Sus pequeñas manos eran suaves y regordetas, limpias de cualquier suciedad y estaba vestido con túnicas blancas de algodón. Tenía dolor de cabeza y no era solo por el golpe que se había dado.

El estruendo debió llamar la atención porque pronto se escucharon una seguidilla de pasos corriendo hacia su locación. Se apegó a la pared esperando enfrentar algún rostro enemigo. No estaba preparado para lo que seguiría.

La puerta se hizo a un lado y allí había una pequeña figura vestida con las mismas túnicas para dormir que él, su sonrisa era grande y había dos pequeños hoyuelos en sus mejillas regordetas. Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas con su cuerpo congelado por el shock.

La niña saltó en jubilo con lágrimas también en los ojos “¡Papá! ¡Hua-di despertó!”

“Jie-jie…” se desmayó.

Años más tarde se avergonzaría al recordar esa escena, pero ¿Quién podía culparlo? Su pequeña hermana, la única que valía la pena en su pequeño mundo estaba una vez más frente a él. Fue simplemente demasiado.

Cuando volvió a despertar estaba otra vez en la cama, pero ahora había un hombre desconocido a su lado. Shang Qinghua inspeccionó al hombre con la mirada. Tenía rasgos hermosos que se sentían profundamente familiares, aun cuando estaba seguro de que nunca lo había visto antes.

“A-Hua” El hombre tenía una voz suave y su mirada era cálida como el amanecer. Nunca antes se habían dirigido a él con tanto cariño “¿Cómo dormiste? ¿Le dirás a papá que fue lo que te asustó?”

“¿Tu eres mi Papá?”

“Por supuesto que sí, ¿es que ya no recuerdas a tu viejo padre?” Shang Qinghua estudió su rostro buscando algún rastro de malicia y mentiras en el rostro del hombre, pero solo encontró una preocupación sincera y desnuda.

“Papá” Su corazón tembló.

“¿Si?

“Papá…”

“Aquí estoy, A-Hua”

No sabía si era un efecto secundario sobre ser un niño otra vez, pero su corazón era débil ante su padre, anhelado su consuelo. Cuando el hombre lo abrazó para reconfortarlo, no pudo más y comenzó a llorar. Jamás había recibido un toque tan suave y ahora que fue expuesto a este, se dio cuenta de cuan hambriento de afecto estaba.

Supuso que incluso las ratas anhelan el calor de una fogata cálida.

Aferró sus pequeñas manos a la tunica del hombre y susurró: “¿Papá nunca abandonará a A-Hua?”

Se oía sincero.

Quería creerlo.

“Por supuesto que no, mientras A-Hua me necesite, estaré allí para él”

Continuó tentando “¿incluso si hago cosas malas?”

No era un santo. Sus acciones habían costado cientos de vidas, algunas tomadas bajo su propia espada. En su afán de sobrevivir se había arrastrado, había mentido, traicionado, robado; cada crimen por el que al final había sido condenado.

“Especialmente si hace cosas malas. A-Hua solo tiene que venir a mí y ambos encontraremos una solución. Nunca me rendiré contigo. Es una promesa y las promesas deben ser cumplidas a toda costa”

Escondió su rostro en el hueco del cuello de su padre, disfrutando la sensación de ser tratado como algo precioso, como un humano, cuando escuchó el sonido de la puerta abriéndose.

“Papá, ¿Hua-di ya despertó?”

“¿Jie-jie?” Shang Qinghua giró su cuello tan rápido que bien pudo habérselo roto, era increíble e imposible, pero allí estaba su querida hermana, viva y alegre como cuando tan solo eran pequeños infantes que desconocían el plan de sus padres.

“¡Di-di!”

Cuando su pequeña hermana lo abrazó, no dudó en corresponderle, aferrándose a ella como un náufrago se aferra a un trozo de madera. Temiendo que, en un descuido, desapareciera otra vez. Sus ojos ardían al igual que su corazón. Cuando su hermana se fue, se llevó su corazón con él. Jamás pudo perdonarse a sí mismo no haber podido regresar a tiempo. No era mejor que el cobarde de Yue Qingyuan.

A-Xue tan dulce como era vio sus lágrimas y lo consoló.

‘Querida hermana, si tan solo supieras cuanto te extrañé’ pensó amargamente.

Una mano se posó en su cabeza y le revolvió el cabello con cariño.

¿Qué hizo para merecer un sueño tan bello? ‘Por favor, si es una ilusión, no me despierten’

- 0 -

Los días pasaron y Shang Qinghua. No. Shang Hua se encontró habituándose a su nuevo entorno. De alguna forma había viajado al pasado, pero no al pasado que conocía. Este hombre, Mo Ruhua, los había recogido de su hogar marchito, adoptándolos como sus hijos. Debió ser a una edad muy temprana, porque A-Xue no sabía nada sobre sus padres biológicos, para ella, su padre era el único.

Mo Ruhua era un hombre extraño.

Tenía la costumbre de hablar solo, a veces en un idioma y dialectos extranjeros que ni siquiera él podía reconocer. También le gustaba mordisquear sus semillas de melón a cualquier hora del día. Siempre tenía una bolsa de semillas en el bolsillo de su túnica. También era un cultivador y uno que había alcanzado la inmortalidad, pero no pertenecía a ninguna secta. En su mundo original no había registros de él en ningún sitio y lo que lo confundía más era que era poseedor de un tesoro espiritual en forma de un reino escondido por una matriz. Pero este hombre amable también tenía su lado peligroso, lo había visto al espiar algunas de las cartas que recibía a través de las golondrinas. Su red de espionaje solo crecía cada día, volviéndose más fuerte con él guiándolos con gran agudeza mental. Versado en las distintas artes de la cultivación, aunque era poco ortodoxo y algo desordenado con sus métodos, era un buen maestro.

Pero eso no era todo.

También había que señalar la gran cantidad de retratos del padre de Mobei-jun escondidos en la oficina de su padre. Ver esos retratos fue lo que desencadenó sus recuerdos.

Se veía muy joven y sus rasgos eran ligeramente más suaves, especialmente alrededor de los ojos, pero ese cabello negro azabache era muy distintivo. Destacaba el hecho de que los pergaminos estaban arrugados y manchados con gotas gravitatorias, señal de que alguien había llorado sobre ellos.

Su padre lo pilló con las manos en la masa, sosteniendo uno de los retratos.

Puso su cara más inocente mientras le preguntaba a su padre quien era el hombre del retrato, recibiendo solo respuestas escuetas y esquivas antes de que el adulto cambiara de tema, invitándolo a comer pastel lunar. Pero incluso así, Shang Hua pudo ver la tristeza y el anhelo en esos ojos claros.

Su cabeza comenzó a maquinar distintas teorías de lo que podría significar.

En las mañanas luego de su padre ayudaban a su padre con las tareas de la casa, lo que mayormente significaba alimentar a los conejos o regar las plantas del campo. No era pesado. Su padre los mimaba mucho a ambos, llevando prácticamente todo el trabajo pesado hasta el punto que Shang Hua se preocupó por la salud del hombre. Durante las tardes preparaba una infusión reparadora con algunas hierbas del campo junto al té de su padre para ayudarlo. Cuando el hombre le preguntó dónde había aprendido a hacerlos, se excusó diciendo que encontró un libro en la biblioteca de la casa con la receta.

Se estudiar junto a su hermana después de almorzar, porque incluso si ya tenía todo el conocimiento, sus manos no le ayudaban a la hora de hacer las pinceladas para escribir. Era como si su cuerpo no pudiese seguir el ritmo de su mente.  Desde que demostró mayor comprensión en las materias que A-Xue, su hermanita le pedía ayuda cada vez que podía.

Disfruto de sus momentos con su hermana.

“Sería más divertido si Da-ge y Er-ge estuvieran aquí también” se quejó la menor mientras jugaba con el pincel.

Ese comentario descolocó a Shang Hua.

Fue peor cuando supo las identidades de sus hermanos.

Pensar que ahora estaba emparentado con Yue Qingyuan y Shen Qingqiu de todas las personas, y que incluso estos habían ayudado a su padre a criarlos hasta que tuvieron tres años, que fue cuando ellos tuvieron que marcharse a Cang Qiong. Si hubiera tenido un núcleo dorado, probablemente hubiera tenido una desviación de Qi.

Dos días después su padre leyó las cartas de sus hermanos en la cena y les dio las pequeñas pero bonitas baratijas que les habían enviado como regalo. Shang Hua miro el caballo de madera de veinte centímetros con ojos pensativos.

Ese mundo estaba de cabeza.

- 0 -

Cuando cumplió doce años su padre los preparó para llevarlos a Cang Qiong, había sido consiente de ese día durante años, pero ahora que por fin había llegado el momento, no quiso ir. Si por el fuera, se hubiera quedado para siempre junto a su padre en el reino escondido cultivando junto a él y su pequeña hermana mayor.

¿Qué importaban las lujosas túnicas y las espadas voladoras? Había sido más feliz en esos ocho años dentro de su pequeño mundo que en toda su vida como cultivador.

Intentó razonar con su padre, pero el hombre se negó a dar su brazo a torcer con el asunto.

“No quiero que tengan que vivir la misma vida difícil que yo” fue su respuesta cuando se lo dijo.

En esos años todavía no sabía todo lo que su padre y sus hermanos mayores habían tenido que pasar. Así que no lo entendió. Cuando intentó hablarlo con su hermana, pero ella estaba ilusionada con la perspectiva de ir al pico del domino de bestias y, aunque no lo dijera, ella deseaba ver a sus hermanos mayores que habían estado ausentes por años.

“Tu hermana te necesita, cuídala”

No hubo mucho que mencionar del viaje. Actuó tan mimado e infantil como pudo en esas ultimas horas en familia.

Observó al señor de Wan Jian con los ojos bien abiertos ‘¡¿Por qué el tercer anciano estaba espiando a su padre de incognito?!’

Tuvo el impulso de saltar al frente y advertirle a su padre, pero ¿Cómo excusarse?

Al final solo pudo tragarse su frustración y continuar con su día. El tiempo con su padre y hermana era precioso y no podía ser desperdiciado.

- 0 -

Apretó los puños con impotencia. Lagrimas amenazando con caer de sus ojos mientras el señor de An Ding lo llamaba a su lado sin que ninguno de los otros ancianos se opusiera.

Había curtido ese pico durante años y sabía que no podía ser subestimado, pero incluso con sus décadas de conocimiento y trabajo duro, siendo alimentado a diario con fruta y hierba espiritual y llenando su ser al respirar el Qi más puro ¿An Ding es todo lo que podía conseguir?

Fue humillante.

A su lado su hermana no estaba mejor. Pensó que ella comenzaría a llorar de rabia una vez que la discípula de Xian Shu vino por ella.  Al final ella se tragó sus quejas y siguió a la niña de túnicas rosadas, pero tenía esa mirada. Oh, esa mirada.

El pico Xian Shu estaba punto de descubrir el peor lado de Shang Xue.

En lo alto del escenario, de pie junto a los asientos vacíos de los señores de Qing Jing y Qiong Ding, Yue Qing… No. Yue Qi le sonrió dándole ánimos. Shen Jiu, con la mitad de su rostro oculto por un abanico simple era difícil de leer, pero no había malicia en sus ojos que lo miraban con una suavidad que, aunque no era mucha, era más de lo que recibió del único hombre que sospechó de sus maquinaciones.

Era… extraño.

Siguió a los discípulos de An Ding junto a otros niños. Era extraño caminar por esos senderos que había visto arder hasta sus cenizas. Su corazón agitado no dejaba de latir con fuerza contra su pecho. Incluso si habían pasado décadas, el recuerdo estaba fresco en su memoria. El olor a carne quemada y sangre en el aire, lo gritos de sus discípulos y sobrinos marciales, el retumbar de la tierra que se abría bajo el poder de Xin Mo. Perdió la visión de todo, sintiéndose como si el suelo se partía para arrojarlo a aquel infierno.

“…A”

Una mano se posó en su hombro, sacándolo de aquella ilusión.

“¡A-Hua!” Se encontró cara a cara con dos ojos negros que reflejaban una gran preocupación. Yue Qingyuan “¿Estas bien? ¿Te ocurrió algo malo? Te quedaste mirando a la nada por un tiempo”

Miró hacia el camino. El grupo que iba hacia An Ding se había ido.

Retrocedió, apartando la mano del joven Yue Qingyuan de su hombro, solo para chocar con las piernas de alguien todavía peor.

“¿Por qué estas parado aquí, bestia? ¿es que ya no recuerdas como saludar a tus hermanos mayores?”  El abanico se cerró con un chasquido

Shang Hua se apartó del adolecente de un salto.

“Xiao Jiu por favor, no nos ha visto en años. Es normal que no nos reconozca” intervino Yue Qi al verlo asustado.

Shen Jiu solo chasqueó la lengua, enfurruñado tras su abanico mientras que Yue Qi volvió su atención hacia él.

Ahí estaba otra vez esa mirada cariñosa. A Shang Qinghua se le pusieron los pelos de punta al ver a su ex (¿o era futuro?) líder de secta actuando así.

“Ha pasado mucho tiempo, Hua-di. Puede que ya no me recuerdes, pero soy tu Da-ge, Yue Qi. Y aquel es Shen Jiu, tu Er-ge”

“Hmp”

El mayor mantuvo su sonrisa.

“Yo… te recuerdo. Me enviaste un caballo de juguete una vez” el rostro de Yue Qi se iluminó.

“Fue así ¿A Hua-di le gustó mi regalo?”  suspiró cuando asintió “Que alivio. Hua-di ha crecido tanto durante estos años que no sabía si le gustaría.

La mano de Shen Jiu aterrizó de repente sobre su cabeza, sobresaltándolo cuando le dio algunas palmaditas amistosas.

“Para mi sigues siendo un enano” Shang Hua estaba demasiado sorprendido como para reaccionar a la burla del discípulo principal de Qing Jing “Al menos ya no te aferras a las piernas de Qi-ge como hace años”

El rostro del niño se tornó rojo.

‘Maldita sea, incluso su tono es… ¿cariñoso?’ el simple pensamiento fue suficiente para perturbarlo y… ¿Cómo era eso de aferrarse a las piernas de Yue Qingyuan?

Viendo al niño tan perdido, los dos mayores pensaron que fue buena idea que primero visitaran el pico An Ding antes de ir al pico Xian Shu. Quien sabe lo que hubiera pasado si se hubiera quedado solo a la mitad de la montaña.

“Qi-ge y Jiu-ge” probó con cuidado.

Yue Qi parecía brillar de felicidad. Su pequeño di-di tenía ya doce años, pero era tan pequeño y lindo como un hámster, especialmente con esas mejillas regordetas de bebé. No pudo resistirse a tocarlas, amasando la piel sonrojada como un mochi dulce.

Shen Jiu solo pudo suspirar por el comportamiento infantil de su hermano mayor, sin querer admitir que él también quería hacer lo mismo.

“Tu grupo ya debió haber llegado a An Ding. Así que te llevaremos ante tu maestro para que puedas hacer la ceremonia del té” Shen Jiu intervino “Sería descortés que llegaras tarde cuando el señor de An Ding te seleccionó personalmente”

Shang Hua volvió a tragar esa píldora amarga.

Al verlo decaído, Yue Qi pensó que su hermanito no quería separarse de ellos y se enterneció por ello. Tomándolo de las piernas lo cargó sobre sus hombros haciendo que el niño grite y se aferre a su cabeza con terror por el movimiento repentino. ‘Tan lindo’ pensó enternecido.

Los tres hermanos caminaron por el sendero rodeado de árboles y bambú.

Para Shang Qinghua era una situación surrealista, pero hizo su mejor esfuerzo para adaptarse a ella. Yue Qi le presentaba los distintos lugares por los que iban pasando, también le hacía preguntas, sobre su padre y hermanita, poniendo una expresión nostálgica con sus historias. También preguntó por una mujer que llamaba “Tía Lu” pero Shang Hua no le supo responder quien era, esto hizo que ambos hermanos mayores se miraran entre sí con confusión.

Cuando llegaron a An Ding vieron al grupo aminando hacia la cima, donde estaba la casa de ocio del señor de An Ding.

Para alcanzarlos, los mayores desenvainaron sus espadas. El menor reprimió su expresión de sorpresa cuando vio como Yue Qi desenvainaba tan fácilmente a Xuan Su.

El mayor bajó a su Hua-di de sus hombros, pero cuando el niño pensó que al fin era libre, el mayor volvió a recogerlo, esta vez tomándolo de una forma más segura antes de saltar en su espada “Sujétate bien, didi” advirtió antes de emprender el vuelo hacia la cima.

Cuando el discípulo de An Ding vio a la espada Xuan Su y la espada Xiu Ya ir hacia él su rostro se volvió mucho más pálido, pero hizo su mejor intento por disimularlo. Fallando estrepitosamente porque si lo notaron.

“¡Ah! Yue-shixiong, Shen-shixiong ¿Qué los trae a An Ding? ¿El líder de secta ha enviado algún recado a Shizun?”

“Saludos, shidi” Yue Qi sonrió, pero su sonrisa no llegaba sus ojos “este shixiong supo que su hermano pequeño había sido seleccionado para venir a An Ding, así que vinimos a verlo, pues ha pasado mucho tiempo desde que nos habíamos reunido y queríamos asegurarnos de que tuviera una buena estancia en la secta, pero vaya sorpresa que nos llevamos cuando vimos que Hua-di estaba solo a mitad del camino y por tu cara, parece que tampoco te habías percatado.

“Este… yo…”

“¿Y bien?”

“Tsk” el abanico se cerró de golpe y dos ojos furiosos se posaron en el discípulo “O estás ciego o las matemáticas de An Ding ya no son lo que eran si no te diste cuenta de que te faltaba un niño. ¿Se le puede confiar el futuro de la secta a un discípulo tan descuidado?” El discípulo de An Ding que los había acompañado se estremeció bajo la mirada sombría del portador de Xiu Ya de Qing Jing.

Shang Qinghua había visto esta escena muchas veces durante las reuniones, con Shen Qingqiu destrozando al primer pobre diablo que se atreviera a contradecirlo.

Pudo ver como los ojos del infortunado discípulo enrojecían conteniendo las lágrimas mientras Shen Jiu clavaba daga tras daga. Fue incluso divertido.

Tal vez no sería malo tener a Shen Jiu y Yue Qi como sus hermanos.

Notes:

Seguro que muchos de ustedes ya estaban sospechando de A-Hua, especialmente con la cantidad de pistas que di en sus últimos capítulos. Felicidades a los que adivinaron. Ahora tenemos un villano escoria en camino a la reivindicación.

No es un fic de SAVE sin malentendidos. Me pregunto hasta donde llegará Shang Qinghua con sus teorías locas. (Hijo de Avión tenía que ser). Esperemos que Liu Mingyan jamás se entere.

Poco a poco los niños van ganando verdadero protagonismo en la historia. Avión esta feliz de tener un descanso.

Me gustaría leer sus impresiones de este capitulo.

Chapter 21: El encuentro inesperado de Shang Qinghua (parte 2)

Summary:

Shang Qinghua se reencuentra con su peor (o más dulce) pesadilla

Notes:

Perdón por la demora. Se que dije que iba a participar en la MoShang week pero olvidé que era mi semana de parciales y morí.
Lamento decir que esto se hará más común.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Shang Hua se quedó parado en su lugar, sin mover un solo músculo mientras observaba al demonio que había caído desmayado ante sus pies. Su corazón latía tan rápido que era doloroso. Aquel era el hombre al que alguna vez le había jurado lealtad, pero que jamás respondió a cambio. El hombre que mató a los hermanos marciales que lo ofrecieron de sacrificio. El hombre que lo obligó a abrir el abismo sin fin. El hombre que llevó su ejército a Cang Qiong para destruir todo lo que había construido y contribuyendo a la muerte de quienes en esta vida eran sus hermanos más queridos. Y ahora, era el hijo del hombre que había lastimado tanto a su padre.

¿Por qué otra razón su padre tendría decenas de retratos de Mobei-jun hechos a mano escondidos en su cuarto?

El que su apellido fuese el mismo que el clan del norte no podía ser coincidencia. ¿Qué más era sino una muestra del profundo amor y la devoción?

Aquel hombre tan cruel como para robarle la novia a su propio hermano…Un pensamiento horrible llegó a él: ¿Y si fue el viejo Mobei-jun quien hizo desaparecer a su padre en su primera vida?

Rodeó al príncipe demonio, hasta alcanzar el cuerpo empalado de su estúpido shixiong. Había olvidado que ese idiota intentó sacrificarlo ante Mobei-jun antes, así que no sintió absolutamente ningún pesar ante su muerte.

Tomó la espada que había caído junto a él entre sus dos manos. Décadas de experiencia le permitieron empuñar la espada con facilidad, aunque a sus brazos le hacían falta algo de fuerza.

Con el arma en la mano, regresó donde estaba “su rey” y volvió a mirarlo. La espada se apuntó hacia la garganta del demonio. Un solo movimiento y acabaría. Sería aclamado por todos y sus hermanos lo mirarían con orgullo por haber matado a un demonio tan poderoso. Nadie volvería a susurrar a sus espaldas sobre cómo sus hermanos fueron elegidos por picos más “prestigiosos”, mientras que él fue relegado al olvidado An Ding. Y, sin Mobei-jun, Luo Binghe no tendría a su general más leal en la batalla. Entonces sus hermanos no serían derrotados. Cang Qiong permanecería en pie.

El agarre en el mango se apretó, pero la hoja vaciló.

Después de todos esos años ¿Sería capaz de matarlo?

¿Pero no había sido él quien intentó matar a Mobei-jun primero?

“Era lo justo. Él destruyó mi hogar, a pesar de que me prometió que nunca metería a la secta si estos no lo atacaban primero. Si yo me mantenía leal…”

El temblor en su agarre solo se hizo más pronunciado. Una lagrima solitaria cayó por su mejilla.

“Sigues siendo tan cobarde como en ese entonces” se burló de sí mismo. La espada cayó al suelo, provocando un estruendo al chocar contra las piedras del camino. 

Incluso cuando su odio hacia Mobei-jun fue más fuerte, no tuvo la fuerza de atacarlo él mismo, dejando la tarea en manos de Linguang-jun. Sabía desde el principio que fallaría. Incluso cuando supo que el atentado fracasó, tampoco había intentado escapar, incluso conociendo el palacio mejor que el propio Mobei-jun, solo permaneció en sus habitaciones hasta que apareció Mobei-jun. No luchó, no se justificó y solo dejó que el demonio lo asesinara de una vez por todas. Solo para terminar renaciendo en el pasado bajo la tutela de un hombre desconocido, con sus dos shixiongs ahora como sus verdaderos hermanos y su hermana gemela a su lado.

Se apartó del cuerpo inconsciente y comenzó a alejarse rumbo a la secta, pero se detuvo.

Se maldijo a sí mismo y culpó a su padre Mo por hacerlo tan débil. Nunca antes en su vida anterior se habría permitido ser tan blando con un potencial asesino. Así que solo podía ser culpa de los mimos de su padre y todas esas enseñanzas cursis.

“¡Maldita sea!”

Mobei-jun tendría que agradecerle a su padre la piedad que estaba punto de tener.

El cultivador de An Ding regresó sobre sus pasos y vació una de las carretas. El caballo que no había escapado aun relinchaba y se sacudía, intentando sacar sus cascos del hielo que lo atrapaba.

Con la carreta vacía, regresó su atención al príncipe demonio.

Tomó al príncipe de las piernas y comenzó a arrastrarlo por el camino. Que lo ayudara no quería decir que tuviera que ser cuidadoso. Mobei-jun podía resistir uno que otro golpe contra las piedras. Ya que no iba a matarlo, esa sería su pequeña venganza.

Cuando estuvieron a la altura de la carreta, flexionó las rodillas y luego de un par de intentos fallidos donde el demonio “accidentalmente” golpeó su cabeza contra la madera, pudo recostarlo en su lugar.

Shang Hua levantó la gruesa capa de piel, dejando al descubierto el dardo de Huan Hua que estaba incrustado en uno de sus costados. Había mucha sangre. Con un pequeño cuchillo que escondía entre sus túnicas, abrió la piel del demonio y saco el dardo con forma de flor. Hizo un gesto de repulsión antes de arrojarlo lejos. Hizo una venda improvisada con algunos trozos de túnicas que iban al pico de Bai Zhan que debería resistir hasta que consiguiera un equipo mejor.

Mientras la carreta se alejaba de la zona del crimen dejando una estela de polvo, una figura miró entre las sombras al par que se alejaba y suspiró con alivio mientras guardaba el dardo manchado “Que suerte… eso estuvo tan cerca que pensé que realmente lo haría. Al menos no tuve que interferir” Arregló su sombrero de paja y desapareció en la espesura.

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En esta vida a Shang Qinghua no le faltaba dinero. Había ahorrado prácticamente todo lo que su padre le había dado por su ayuda en la venta de hierva espiritual, junto con los sobres rojos de año nuevo que recibía de él y también de las tías del burdel. Así que su fondo de ingresos no era pequeño y le hizo más fácil conseguir una buena posada en la cual atender al demonio y que además tenía dos camas.  

Hacía un calor infernal, por lo que escogió uno lejos del sol abrazador y le pagó al dependiente para que mantuviera la boca cerrada. Luego pagó a un niño para que le consiguiera medicina y vendajes, porque sabía que los que tomó del carro no serían suficientes una vez que el demonio despertara.

No es que planeara quedarse mucho tiempo tampoco.

Una vida de servidumbre era más que suficiente y no iba a desperdiciarse a sí mismo.

Durante la tarde se dedicó a tratar al demonio. Estaba un poco oxidado con la práctica, pero había hecho ese trabajo durante décadas, por lo que, aunque fue un poco torpe al principio, pronto encontró el ritmo. Para cuando cayó la noche, Mobei-jun estaba fuera de peligro.

Suspiró, agotado por el arduo trabajo.

Miró el rostro inconsciente que era acariciado con suavidad por la luz de las velas. Sus rasgos afilados, sus pómulos pálidos, entintados con un sonrojo derivado de la fiebre. Sin querer su mano se deslizó por el contorno de su mejilla. Apenas se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se apartó como si le quemara.

“No seas idiota…” se regañó a sí mismo.

Luego de todo el trabajo que hizo para deshacerse del dardo floral, Mobei-jun no le necesitaría más. Lo mejor era regresar a su secta, ya planearía que decir ante sus hermanos marciales.

Se levantó del banco para irse, cuando una mano se aferró a la manga de su túnica. Shang Hua saltó en pánico, pensando que Mobei-jun habría despertado, pero los parpados blancos estaban firmemente cerrados. Aun así, su mano se aferraba con firmeza a su ropa y cuando el de cabellos castaños quiso apartarlo, solo consiguió ser atrapado aún más.

El corazón de Shang Hua latía pesadamente en su pecho cuando fue arrastrado de regreso a la cama. Esta vez pudo ver los ojos de Mobei-jun, nublados en un estado de semi inconciencia, antes de que escondiera su rostro en su regazo.

El cultivador estaba en estado de shock.

¿Quién era este demonio y que hizo con su sanguinario rey?

¿Mobei-jun se había aferrado así a él en su primera vida? – No lo hizo, definitivamente recordaría algo como eso.

Shang Qinghua se estremeció sin dejar de observar el rostro inconsciente. Se veía tan vulnerable en ese instante, como un cachorro de leche que se aferra a su madre. Nunca habia visto a su rey tan vulnerable, jamás se le dio esa oportunidad. Mobei-jun nunca bajó su defensa y por lo tanto él tampoco lo hizo. Y ahora que por fin puede verlo, está demasiado confundido como para reaccionar y todavía faltaba.

En su estado febril, Mobei-jun susurró un suave llamado contra su piel “A-niang”

El cerebro de Shang Qinghua hizo corto circuito y por segunda vez en su segunda vida, se desmayó.

Las velas se consumieron a medida que la noche avanzaba y pronto los débiles rayos solares alzaron sus brazos desde el horizonte, abrazando la tierra. Shang Qinghua cuando fue empujado hacia el suelo. Soltó un quejido cuando su espalda golpeó contra el piso de madera, soltando un aliento nebuloso que destacaba en el frio de la habitación.

Alzándose sobre él estaba una figura imponente y furiosa. Ojos azules como el cristal cortaban su carne con frialdad y todo se sintió tan familiar que Shang Qinghua se inclinó de forma casi mecánica antes de poder detener a su cuerpo traicionero.

“¿Quién eres tú? ¿Dónde está…?” el príncipe del norte cortó su oración mientras recorría la habitación con la mirada.

“No sé de quién habla, no ha habido nadie más que este en la habitación” Shang Qinghua se dio cuenta de que probablemente Mobei-jun habría buscado a su madre.

Se estremeció al pensar en el gran tirano del norte llamando a su progenitora con tanto anhelo. Incluso se le puso la piel de gallina.

Mobei-jun alzó sus manos, sus garras negras extendidas amenazadoramente, dispuestas a cortar la carne. Shang Qinghua cerró los ojos, regañándose a sí mismo por pensar que habría algo diferente con aquel hombre y esperó un golpe que nunca llegó. Mobei-jun había retrocedido con una expresión complicada en el rostro. Estaba disperso.

El príncipe gruñó mientras lo observaba fijamente y volvió a recostarse en la cama antes de volver a hablar “¿Por qué?”

“¿Eh?”

“¿Por qué me ayudaste?”

Shang Qinghua observó la amplia figura y los mechones de cabello blanco que se desplegaban sobre el colchón como hilos de seda.

Mobei-jun hizo un gruñido extraño, antes de mirar otra vez al cultivador junior “Gracias” Shang Qinghua tropezó con sus propios pies, cayendo de cara al suelo y lastimándose la mandíbula de paso. Por suerte no se había mordido la lengua, pero, maldita sea. ¿Mobei-jun agradeciendo a un simple humano?

Era demasiado.

Simplemente este hombre no podía ser Mobei-jun.

El demonio miró al humano con su ceño fruncido, ¿enfadado? ¿confundido? ¿ofendido? ¡Shang Qinghua ya no lo sabía! ¡No conocía a ese demonio!

“Si el príncipe no necesita nada más, este se marchará ahora. Hay medicinas en la bolsa junto a la cama. La habitación está pagada para otros tres días, por lo que puede descansar” Dio la vuelta y sin darle tiempo a Mobei-jun para contestar, escapó.

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Tal vez no lo había pensado todo tan correctamente como había creído, se dijo a su mismo Shang Qinghua cuando se encontró a si mismo parado en el camino de tierra mientras jadeaba por el cansancio de haber corrido sin parar durante kilómetros.  

Como extrañaba su espada, con ella habría podido volar rápidamente de regreso a la secta, pero su maldito núcleo todavía no estaba lo suficientemente asentado para ir al pico Wan Jian para escoger y comenzar su entrenamiento de vuelo.

Y ahora estaba allí, a cinco días de viaje de la secta en territorio de la maldita secta Huan Hua y sin un centavo porque estúpidamente había dejado su bolsa quiankun con dinero en la posada junto a Mobei-jun.

No tenía remedio. Si su er-ge lo supiera le daría un regaño completo sobre cómo era un estúpido que perdería la cabeza si no la tuviese pegada a los hombros.

Caminó por dos días casi sin parar más que para comer y hacer sus necesidades en el bosque. Se las había ingeniado para cazar algunos animales en el bosque y los despellejó usando su daga. No era una comida glamorosa, pero no era quisquilloso. Había comido cosas peores en el desierto del norte.

En la tarde del segundo día pasó sobre un puente de piedra que se alzaba a través del río principal de la zona. Con el calor intenso del verano, pensó que era una buena idea hacer una parada rápida para reponer fuerzas y refrescarse antes de continuar su camino.

No fue estúpido y fue cuidadoso de escoger un lugar apartado, pero no lo suficientemente profundo como para arriesgarse con las bestias del bosque. También tuvo cuidado con la flora local. Luego de ver a Luo Binghe caer bajo cada veneno floral afrodisiaco existente, adquirió cierta fobia a toparse con una planta de ese tipo y quedar atrapado en esa terrible situación. A veces se preguntaba cómo es que a Luo Binghe no se le caía el pene luego de envenenarse tantas veces con afrodisiacos, estaba seguro de que tendrían que haber secuelas luego de tanta exposición a esas drogas.

Se quitó las botas y desabrochó sus muñequeras para obtener más libertad y apartó las capas excesivas para subir sus pantalones hasta las rodillas y así remojar sus pies maltratados en el agua. No pudo evitar soltar un suspiro de satisfacción, todavía le quedaba un largo camino, sin mencionar que probablemente las noticias del ataque a su caravana ya habrían llegado a la secta, si es que los espías de su padre no le hubieran avisado antes.

Estuvo atento todo el camino a alguna golondrina que volara, una vez pensó ver una, pero esta se había perdido en la lejanía, sin prestarle atención, por lo que dudó de si era una de las aves de su padre o un espécimen salvaje.

Así que había dos opciones. O las noticias todavía no llegaban a su padre o… él ya lo sabe y lo está esperando en la secta.

Y por los cielos, Shang Qinghua esperaba que no fuera lo segundo.

Una ligera briza se elevó y el humano llevó sus pulmones con una bocanada de aire fresco.

Había meditado mucho sobre lo ocurrido con Mobei-jun durante aquellos días, pero por más que lo pensara no podía dar con una respuesta al repentino cambio del príncipe demonio. Había investigado la historia del mundo en la biblioteca de su padre y la de la secta, pero a primera vista todo se veía igual. El único cambio obvio en esa nueva vida, era su propio cuidador, Mo Ruhua.

Sabía que el misterioso pasado del su padre estaba entrelazado con el desierto del norte. ¿Podría ser su padre la raíz del cambio de Mobei-jun?

Descabellado, más no imposible.

Su concentración se rompió cuando escuchó el sonido de una rama quebrarse detrás de él. Rápidamente volteó hacia atrás, observando el bosque profundo con los ojos entrecerrados, buscando cualquier señal de movimiento, mas no encontró nada que fuera una potencial amenaza. Aun así, decidió volver a ponerse en marcha para acortar los tiempos de viaje.

Mientras caminaba de regreso al sendero, la figura oculta en las sombras del bosque esperó unos momentos, antes de seguirlo.

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No se equivocó que toparse con sus hermanos en la secta sería una mierda. Yue Qi lo había abrazado tan fuerte que sintió que moriría asfixiado. Probablemente le habría reacomodado uno o dos huesos en el proceso. Shen Jiu lo había golpeado con su abanico en la cabeza, para luego arrastrarlo hasta el pico Qian Can para que le hicieran un chequeo completo. Mu Qingfang, incluso de joven fue amable y muy paciente con sus hermanos que estaban haciendo una tormenta en un vaso de agua. Especialmente cuando vieron los moretones en su espalda y en su mandíbula.

El joven Mu dijo que estarían bien y volvió a calmar a un preocupado Yue Qi. 

Pero incluso si eran molestos. No podía negar el calor que se formaba en su pecho al verlos tan preocupados por él. Fue incluso divertido ver a Shen Jiu despotricar indirectamente contra Mobei-jun amenazando con hacerlo pedazos apenas le pusiese las manos encima.

Shang Xue apareció poco después y entre lágrimas le gritó que era un idiota inconsciente. Que debió haberse puesto en contacto apenas escapó y no dejarlos todo ese tiempo muertos de angustia por su paradero desconocido.

También incluyó amenazas para el shixiong escoria que lo mandó a esa misión.

Shen Jiu asintió de acuerdo detrás de su abanico, casi había olvidado a esa pequeña mierda. Otro pobre diablo que cae en su lista negra.

Muchos regaños y palabras de consuelo después, Shang Hua se armó de valor para hacer la pregunta “¿Dónde está papá?”

“No estamos seguros” respondió Yue Qi, sentando e junto a su camilla le extendió una taza de té caliente que la versión joven de Mu Qingfang había tenido la amabilidad de proporcionar “Salió poco después de que tú te fueras. Nadie sabe dónde está”

“Es verdad didi” Shang Xue secundó “papá había ido a buscarte a An Ding, yo también fui a verte, por eso lo sé, pero ya te habías ido con la caravana. Luego de eso papá salió de la secta. Pensamos que fue a buscarte, pero no ha regresado…”

¡Paff! ¡Paff!

“No pongan esa expresión, par de bestias” los gemelos se sobaron la cabeza donde el segundo hermano los había golpeado a ambos con su abanico “no es la primera vez que se va varios días sin decirle a nadie, así que no piensen demasiado en eso, me estresan”

“Xiao-jiu…” Yue Qi regañó sutilmente al otro.

Pero entonces tocaron a la puerta de la enfermería.

Los cuatro jóvenes alzaron sus cabezas casi al unísono pensando que podría ser Mo Ruhua. Para su decepción y gran disgusto de Shen Jiu, la persona al otro lado de la puerta no era otro que Liu Qingge. Quien estaba herido luego de un rudo día entrenando en el exterior junto a otros discípulos de Bai Zhan.

“Liu-shidi” saludó Yue Qi al cultivador de blanco y plata.

“Yue-shixiong. Me avisaron que Shang-shidi está perdido, así que me apresuré para regresar y ayudar”

“Tarde como siempre, Liu-shidi. Pues Hua-di ya está de regreso y frente a ti. Pero como se nota que no puedes ver nada delante de tu flequillo, seguro no lo viste”

“Shen Jiu…” gruñó el joven Liu con aversión.

“No se atrevan a pelear aquí” el joven Mu Qingfang saltó ya conociendo el comportamiento infantil de sus dos hermanos marciales. ¿Qué cara tendría ante su maestro si permitía que esos dos destrozaran la enfermería?

“No te preocupes, Mu-shidi. A diferencia de ciertas personas, yo sé cómo comportarme civilizadamente”

“¡Shen Jiu!”

“¿No sabes decir algo más coherente, Liu-shidi?” alzó una ceja con burla.

“Xiao Jiu” Yue Qi advirtió a su hermano menor, ya sabiendo hacia donde iba. Shen Jiu chasqueó la lengua, molesto y dirigió su atención de nuevo a los gemelos Shang.

Yue Qi dirigió una mirada de disculpa a sus otros dos hermanos marciales por el comportamiento de Shen Jiu.

El joven Liu resopló “no deberías disculparte por lo que él hace”

Shen Jiu rechinó los dientes al ver como el idiota Liu estaba demasiado cerca de su Qi-ge para su gusto.

Esa era de las otras cosas que Shang Qinghua no entendía de ese mundo. ¿Yue Qingyuan y Liu Qingge? ¿En qué momento pasó eso? Aunque parecía que esos dos todavía no se habían dado cuenta, Shen Jiu sí que lo había echo y estaba enfadado. Probablemente tendría una desviación de Qi de tan solo pensar en Liu Qingge como su cuñado.

Shang Qinghua estuvo preguntando por aquello entre sus hermanos marciales y según los rumores (si, ya existían rumores) aquello había comenzado luego de que Yue Qi salvara la vida de Liu Qingge en una cacería nocturna y desde entonces el joven maestro Liu era como un perro de caza, llevando bestias que atrapaba en sus cacerías como regalos a Yue Qi (vivas o muertas) para terror de los discípulos de Qiong Ding.

“Hoy atrapé un cordero diabólico, su carne es buena para los meridianos, probablemente ya lo llevaron a tu cabaña”

“Muchas gracias, shidi” sonrió Yue Qi amablemente y Shang Qinghua pudo ver como las orejas del joven Liu Qingge se teñían de rosa.

También vio como la bilis se le atascaba en la garganta Shen Jiu tras su abanico.

- 0 -

Shang Qinghua abrió la puerta de su casa de ocio exhausto hasta los huesos. Luego de salir de la enfermería fue interrogado por su shizun y por el anciano de Qing Jing sobre lo que ocurrió con la caravana. Era un mentiroso experimentado, no fue difícil inventar una historia de cómo se escondió y escapó del demonio que fuera lo suficientemente creíble para los dos viejos maestros. Luego le hicieron hacer un reporte escrito detallando todo lo que sucedió y solo cuando acabó lo dejaron marchar.

Exhaló y el aliento se expandió en blanco en el aire. Estaba frio.

Sentado sobre la cama y con la capa negra extendiéndose sobre el espacio reducido hasta casi cubrirlo. Ojos azules y afilados lo observaban como un depredador observa a su presa. Sus vendajes habían sido cambiados, al igual que sus túnicas.

“No me respondiste”

“¡¿Qué haces aquí?!” una parte de él pensaba que debió esperar este resultado. En aquel tiempo, Mobei-jun también lo siguió a su secta y el resultado no fue agradable.

“¿Por qué me ayudaste?” insistió.

Shang QInghua estaba tan frustrado que quería gritar “Estabas herido”

“Maté a tus compañeros”

“Ellos me arrojaron a morir, ¿Por qué preocuparme por ellos si no se preocuparon por mí?” Mobei-jun lo entendió y asintió sutilmente “¿Solo querías eso? Por favor vete, me meterás en problemas si alguien te ve”

Mobei-jun metió la mano en su túnica sacando una pequeña bolsa qiankun (la bolsa que había olvidado) y la extendió hacia Shang Qinghua “Gracias”

El cultivador todavía no podía asimilar esta acción cortes, pero impensable en el caso del demonio. Pero esta ya era la segunda vez, no era un espejismo ni una ilusión auditiva. Y era una mierda escalofriante.

Al ver que el cultivador no tomaba su Mobei-jun se levantó de la cama y caminó hacia Shang Qinghua, empujando la bolsa contra su pecho un poco demasiado brusco, pero que era un gesto cariñoso a comparación de lo que le habría hecho en su vida pasada.

Pero eso no fue todo. Sacó también un pequeño estuche y lo deslizó entre los dedos del humano.

Shang Qinghua abrió el estuche para encontrar una horquilla de plata con la forma de un zorro ártico enroscado sobre su cola y con un par de ojos de zafiro. Era una joya simple, pero delicada y hermosa.

Habiendo completado lo que fue a hacer, Mobei-jun se vio satisfecho y, abriendo un portal, desapareció entre las sombras dejando a un muy confundido cultivador parado en medio de la habitación.

Notes:

Shang Qinghua y sus teorías locas.
Shen Jiu odiando a muerte el QiLiu (solo odia a Liu)
y muchos misterios.

Xiao Mo tiene muy claras las enseñanzas de su "A-Niang". No golpees a los humanos.
Xiao Mo esta muy confundido porque el humano y su A-Niang huelen similar e incluso tienen la misma marca de belleza.

 

¿Les gusta la forma en la que voy avanzando la historia o la consideran demasiado lenta? Aun hay muchas interacciones que quiero agregar antes de pasar al arco de Luo Binghe, es decir, el canon.
Como Shang Xue en Xian Shu
La relación de Yue Qi y Liu Qingge (como comenzó)
Que pasó con Lu Tang y las hermanas del burdel
Una pequeña aventura de Avión en el reino demoniaco
Y Shen Jiu mostrando su talento.

¿Quisieran leer eso ahora o preferirían que lo dejara como extras para subirlo al final del libro?

Chapter 22: Qi-shijie y Lady Rong

Summary:

Después de la selección de discípulos...

Notes:

¡La espera ha acabado!

¡Joder! Este capítulo fue difícil de escribir. Los personajes femeninos son difíciles para mi.
Espero que les guste.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Cuando los inmortales se alzaron para elegir a sus discípulos, la ilusión de Shang Xue se elevó en lo más alto, solo para ser destrozada cuando la anciana del pico Xian Shu la llamó junto a otras cuatro niñas.

Miró a su hermano gemelo con impotencia. Podía verse la desilusión en su pequeño rostro redondo. Al levantarse sacudió la tierra de sus túnicas y de mala gana siguió a las discípulas de túnicas rosadas. Sus futuras hermanas marciales saltaban alegremente orgullosas por haber sido elegidas en tan “distintiva” cumbre. Pero Shang Xue estaba demasiado ofuscada como para tratar con ellas y permaneció en una protesta silenciosa. A las otras niñas no les importó, ellas conversaban tan amenamente entre ellas que era evidente que se conocían desde antes.

Sus ropas eran prístinas y de telas caras, era obvio que pertenecían a alguna familia distinguida. Incluso si Shang Xue no se veía peor que ellas, era claro que estaban en una frecuencia distinta.

No iba a encajar allí.

Detuvo sus pasos lentamente, alejándose poco a poco del pequeño grupo y, cuando la discípula mayor se distrajo, saltó para esconderse detrás de una formación rocosa. Ninguna notó que ya no estaba. 

Con una sonrisa de autosuficiencia salió de su escondite una vez que las vio cruzar el puente de arcoíris. Ahora solo debía encontrar al anciano de la cumbre de los domadores bestias y demostrarle que ese era el camino de cultivación más adecuado para ella.

Mientras no hiciera la ceremonia del té y honrara a su maestra todavía tendría esperanzas.

Entonces una bola azul salió disparada desde los árboles, aterrizando sobre su cabeza. Shang Xue gritó de la impresión y rápidamente se cubrió la boca para no llamar la atención. La avecilla cantó alegremente una vez que se acomodó en el cabello de su dueña.

“Lan-Lan…” dijo sorprendida.

La golondrina continuó cantando alegremente, agitando sus alas azul electro como un niño alegre.

La verdadera niña estaba sorprendida de ver a su mascota personal en la montaña. Su padre no la había dejado llevarla a la montaña, por lo que tuvo que dejarla con la bandada dentro de la matriz.

“Pequeña sin vergüenza, te escapaste de casa” acercó su mano al ave y esta saltó de su cabeza hasta su dedo, así la niña pudo acariciar las suaves plumas, recibiendo un gorjeo alegre a cambio “pero ya que estas aquí, ¿Qué tal si me ayudas a encontrar la cumbre de bestias?”

El ave la miró con sus dos ojitos negros con duda.

“Por favor, te daré semillas extras hoy” con un poco de persuasión, el ave aceptó y alzó el vuelo. Cantó al aire y dio algunas vueltas por el cielo, para luego avanzar en una dirección.

La niña no dudó en seguirla a través de los senderos. Lan-Lan tenía cuidado de no ir demasiado rápido, esperando a la niña de piernas cortas antes de que se perdiera. Así ambas llegaron al punto de encuentro, donde habían estado los maestros inmortales antes. Había niños allí todavía, algunos llorando por no haber sido aceptados y otro que se quejaban en voz alta, diciendo que sus familias se vengarían en su nombre por despreciarlos. Su padre a menudo se quejaba de personajes como estos últimos, como si le estuvieran haciendo un favor al comprar sus productos y pidiendo además rebajas en los precios.

Lan-Lan gorjeó para llamar su atención y ella dejó de prestarle atención a estas personas.

Entre los doce senderos, Lan-Lan escogió uno, pero antes de que pudiese ir allí. Una mano se cerró alrededor de la muñeca de Shang Xue, jalándola hacia atrás.

“Aquí estabas” dijo una voz dura.

Quien la había atrapado era una adolecente de no más de 16 años, de cabellos negros y rasgos profundamente hermosos, pero afilados. Su mirada era negra como la tinta, fría y con un porte elegante que recordaba a las grandes damas de los cuentos que su padre le contaba. Por sus túnicas, era una discípula del pico Xian Shu.

La chica se veía muy molesta “vamos, todas las demás ya están a mitad de camino”

“¡Hey, espera!” la niña jaloneó, liberando su mano.

“¿Ahora qué? A la maestra no le gustan las personas impuntuales, si no quieres perder tu oportunidad de entrar en nuestra cumbre, es mejor que nos demos prisa”

“¡No quiero!” se apartó de la discípula.

La joven rodó los ojos y extendió su mano para sujetarla de nuevo, pero Shang Xue no iba a cometer el mismo error dos veces y evadió el agarre.

“No quiero ir a Xian Shu” repitió.

Frustrada, preguntó: “¿Por qué es eso?”

“Quiero ir a la cumbre de los domadores de bestias. Las discípulas de Xian Shu son muy aburridas, se la pasan jugueteando entre libros todo el día o arreglándose la cara. No son divertidas. Si quisiera ver a alguien retocándose el cabello a cada rato, entonces miraría a un gato. Además, no les gustan la mayoría de los animales, solo las que creen que son lindas. ¡Vi a una discípula de Xian Shu patear un perro en la ciudad una vez solo porque se veía enfermo! ¡No son agradables!”

Ella no había salido del Bosque de Niebla antes de ese día, pero ver a un grupo retratado como amables y prístinas tratando de forma tan cruel a una pequeña criatura y actuando de forma tan despectiva hacia otros niños que rondaban la ciudad la había marcado y puesto en contra de la cumbre antes de poner un pie en esa montaña.

Qi Xiyue, frunció el ceño ante esto, sabía que varias de sus compañeras podían ser bastante petulantes gracias a que venían de familias adineradas o de largos linajes, pero eso no las justificaba para tener un comportamiento así, mucho menos si eso dejaba ante otros una mala imagen sobre el Pico Xian Shu.

A-Xue pensó que la shijie la iba a llevar a rastras. Respiró profundo y comenzó a correr en la dirección donde Lanlan había desaparecido.

Qi Xiyue gimió frustrada antes de perseguirla, pero se sorprendió por la velocidad de la niña.

A-Xue había trasladado el abundante Qi que respiraba a las plantas de sus pies, volviéndose así más rápida y ágil en su escapada.

Un control así demostraba la gran aptitud que la niña tenía para las artes marciales. Qi Xiyue quiso probar hasta donde podía llegar.

Quien sabe cuánto tiempo estuvieron jugando al gato y al ratón, cuando una figura apareció desde el otro lado del camino. Qi Xiyue supo que la hora de juegos había acabado y agarró a Shang Xue por el cuello de su túnica, manteniéndola quieta.

“¿Qué sucede aquí?”

“No es nada, Shizun, solo una situación que tengo bajo control”

La anciana que lideraba el pico Xian Shu era una mujer de cabellos completamente blancos, recogidos en un elaborado peinado sujeto por horquillas de oro blanco y joyas. Sus túnicas llevaban los colores de la secta, pero eran de materiales exquisitos que la hacían lucir como una erudita inalcanzable, llena de sabiduría, pero su expresión era tan rígida como la corteza de un árbol, que haría llorar a un niño pequeño.

Lady Rong alzó una ceja mirando a la niña con sus ojos fríos y afilados.

Shang Xue se sintió intimidada por la mujer mayor, pero hizo su mejor esfuerzo para mantenerse firme.

“¿Por qué no estás con tus compañeras?” la maestra preguntó con voz severa.

La niña se retorció en su misma “No quiero ir”

“¿Hm?”

“No pienso que Xian Shu sea la cumbre para mí, así que pienso ir a otra cumbre”

“Quien no quiere estar en mi cumbre no tiene obligación de estarlo.”

Shang Xue con sus ojos castaños brillando con sorpresa.

“¿Por qué crees eso?”

“Porque…porque…” A-Xue se sintió cohibida bajo la mirada de una mujer con una presencia tan fuerte. Tan diferente a sus jóvenes y suaves tías “A mí me gustaría trabajar con las bestias espirituales y los familiares, cosa que a las discípulas de esta cumbre no les gustan los animales”

“Shizun, parece que hay un malentendido”

“¿Cuál es tu nombre?”

“Shang Xue”

“No sé de donde sacaste esas ideas. Aunque cada cumbre se destaca por un tipo de cultivación, no están atados solo a ese método. Mientras un discípulo muestre el interés y potencial, puede elegir su propio camino. Las doce cumbres existen como un punto de partida”

De entre los arbustos saltó un zorro que se postró frente a lady Rong. Era un animal hermoso, de ojos profundos y un pelaje tan blanco como como la leche. El animal rodeó a su dueña se miró a la niña.

“Pero si realmente está segura, puedo hablar con mi shidi para que te permita realizar sus pruebas”

A-Xue permaneció en silencio, contemplando sus opciones. Tal vez debió conocer un poco más las costumbres de la secta antes de huir tan precipitadamente.

“Shizun, sé que no es lo ideal, pero he visto lo que puede hacer esta niña, manejando el poder espiritual a una edad tan corta. Sería una lástima perder a un candidato tan bueno frente a otras cumbres.

La mujer mayor alzó una ceja elegantemente y Qi Xiyue mantuvo su expresión en blanco lo mejor que pudo con esos ojos conocedores analizándola. La maestra al final asintió sutilmente, mirando a Shang Xue, luego de nuevo a su discípula mayor. Sus ojos brillaron con inteligencia antes de decir su veredicto: “Supongo que sería una lástima perder este potencial. Pero al final, todo depende de ella. ¿Qué es lo que decides?”

Hubo un silbido suave en el fondo producido por las corrientes de aire.

Un brillo desconocido se deslizó alrededor de los ojos de la niña, antes de asentir.

“Quiero aprender”

“…pero Qi Xiyue, es tu responsabilidad vigilarla partir de hoy” agregó Lady Rong, mirando a su discípula.

“¡¿Qué?!” el rostro de la adolecente se torció “¡Pero, Shizun!”

“Será una buena práctica para ti. No sueles relacionarte con tus compañeras, por lo que ver que defendieras a una desconocida fue una sorpresa. Tal vez mejores tus habilidades sociales de esta forma” terminó la conversación.

Shang Xue se acercó con una gran sonrisa que irritó a la joven señorita Qi “Estoy a tu cuidado, Qi-shijie”  

La ceremonia del té se reanudó sin problemas. Oficialmente Shang Xue es una discípula de Xian Shu, para bien o para mal.

- 0 -

Cuando llegó la hora de la cena y las discípulas nuevas eran conducidas hacia el comedor, Shang Xue vio una figura familiar que se acercaba volando en su dirección. Rompió filas y corrió al encuentro de Yue Qi que la recibió con un amoroso abrazo: “¡Da-ge!”

“Mira nada mas como has crecido, parece que solo fue ayer cuando te aferrabas a mis piernas como un koala”

La niña se sonrojó y bufó, pero sin soltar a su hermano todavía “Da-ge, eso es mentira, yo no hacía eso”

“¿Ah no? Pues papá tiene unos lindos retratos donde…”

Una toz falsa interrumpió el momento “Yue-shixiong, sabe que los hombres están prohibidos dentro de los terrenos de la cumbre”

“Tengo un permiso especial. Incluyendo uno también para permitir que A-Xue viaje conmigo a Qiong Ding para reunirse con mi padre y nuestros hermanos”

“¿Hermanos?” dijo desconcertada “¿Esta niña es tu hermana? Y eso quiere decir que es hermana de Shen-shixiong…” su expresión cambio a una de comprensión absoluta “Eso lo explica todo”

Los dos hermanos se miraron entre sí confundidos.

“Yue-Shizi” Lady Rong hizo acto de presencia.

Yue Qi puso su mejor cara y dejó a A-Xue en el suelo, entregando ambos pergaminos con los permisos a la anciana. La mujer no leyó el contenido y solo resopló.

“Ese viejo me avisó esta mañana, solo te envió para fastidiarme. Ya váyanse” sacudió su manga y se alejó junto a las discípulas jóvenes.

Ni cortos ni perezosos, los hermanos bajaron de la montaña tan rápido como pudieron. A-Xue disfrutó de la sensación de vértigo que le dio estar sobre los hombros de su hermano mientras montaban su espada.

Juntos llegaron a la cumbre Qiong Ding a una pequeña cabaña que se había condicionado para la llegada del cultivador Mo Ruhua.

Yue Qi sonrió al escuchar a su padre maldecir entre dientes unas horas antes sobre como esos “viejos pedos” ya tenían todo planeado.

Shen Jiu y Shang Hua ya estaban allí sentados a la mesa frente a muchos platos caseros deliciosos recién cocinados para la cena. Cangrejo dorado con batatas, pinchos de carne, bollos rellenos, pasteles de luna, pasteles de miel, crema y fresas. Tal vez su padre se había excedido un poco en la cocina.

“Padre” A-Xue corrió hacia el hombre cuando apareció junto a un plato de galletas y lo abrazó.

“A-Xue, te vez hermosa con esa túnica nueva. Por favor dime que no hiciste enojar a tu maestra el primer día”

“Shizun da miedo, pero es muy fuerte” dijo la niña alegremente cuando su cabeza fue acariciada tiernamente.

“Siéntate con tus hermanos, entonces podrás contarnos a todos. A-Hua también tuvo un día agitado. ¿Puedes creer que se perdió de camino a An Ding?” agregó maliciosamente.

“¡Papá!” el niño se quejó con el rostro rojo. Ni siquiera se había perdido, solo se distrajo. Conocía el camino a An Ding tan bien que podría recorrerlo con los ojos cerrados, pero no había forma de que pudiera decir eso para justificarse.

A-Xue se burló de su gemelo.

Amaba a su familia.

Notes:

¡Ahora tengo twitter!

Si quieren ver algunos dibujitos de las historias, pásense por allí. Y también así a quienes hagan fanarts de las historias también pueden etiquetarme.

¡Gracias por leer!

Chapter 23: Las aventuras de Avión-baba

Summary:

Titulo Alternativo: Las veces que Avión-baba actúa como casamentero y no lo sabe.

Notes:

Y ya por fin estamos al día. Los niños han crecido y se han asentado, la trama del canon está a punto de comenzar.
Yo estoy nervioso porque ahora tocaría iniciar con el segundo arco.
Este primer arco fue más largo de lo que planee originalmente, pero estoy satisfecho. No me gusta dejar muchos huecos argumentales.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Hace cinco años…

La vida es una perra. Una maldita perra rabiosa que busca el momento exacto de tu vida para joder tu existencia. Él tan solo deseaba aterrizar en un lugar cálido donde pudiera conseguir una sopa caliente y una manta para descongelar sus pies ya azules. Fantaseaba con una cama suave y una larga noche de sueño donde el mundo dejara de existir por un momento, con el corazón en paz porque tiene la maldita fruta en sus manos.

¿Pero cuando el mundo le ha dado lo que quiere?

“¡Oiga! ¡Deténgase ahí! ” un rostro hermoso, pero amenazador lo mira fijamente mientras corre tras él. Túnicas negras y doradas saltan a la vista entre los cálidos rayos del sol que se colaban a través del espeso follaje del bosque de Bailu.

De todas las personas, ¿Por qué tuvo que ser la jodida Su Xiyan?

Cubrió su rostro con el pasamontaña, aferró el bolso con la fruta y comenzó a correr hacia el interior del bosque. Donde el follaje era más frondoso. Había visto el reflejo de una espada en el cinturón de la mujer, salir del bosque le permitiría perseguirlo con su espada y él no podía correr tan rápido, sin importar cuantas veces haya echo maratones entre las doce cumbres.

"¡Por orden del palacio Huan Hua, deténgase!" gritó Su Xiyan, todavía demasiado cerca para que el autor para activar todas sus alertas de peligro. Por suerte ella estaba sola.

No le quitaba lo peligroso, pero al menos no tenía que lidiar con la carne de cañón.

Avión apenas recuerda cuanto tiempo estuvo corriendo por el bosque de Bailu, usando todos los trucos que conocía para despistar a la cultivadora, derribando árboles, arrojando talismanes llenos de humo, e incluso llevándola a un nido de serpientes cabeza de león (no mortales, pero si jodidamente molestas) a propósito, pero Su Xiyan era persistente. Era claro de dónde Luo Binghe había heredado lo terco.

Sería incluso admirable en otra situación.

Pero ahora mismo Avión-Disparando-Hacia-El-Cielo está a punto de desmayarse de la fatiga. Había abusado de su núcleo para desafiar el frio del desierto del norte, para encender una fogata y crear varias barreras de protección. El pobre estaba en su límite.

Llegó al río que atravesaba el bosque de Bailu y se le ocurrió una idea.

Se quitó el abrigo exterior y lo amarró a un conjunto de trozos de madera. Luego puso un talismán de ilusión en ellos y lo dejó flotar.

Cuando Su Xiyan llegó a la orilla del rio, vio como la figura de negro se alejaba río abajo, sujeto de un trozo de leña. Pensó que la carrera de desgaste por fin estaba llegando a su fin y aprovechando el espacio libre que el amplio río ofrecía, montó la hoja plateada y persiguió al fugitivo.

Avión salió de su escondite cuando estuvo seguro de que la mujer se había ido y rápidamente corrió en dirección opuesta, yendo hacia una de las ciudades aledañas.

El lugar estaba lleno de patrullas, tal como lo estaba todo el territorio. Desde su intrusión hace varios años, la seguridad se había redoblado en los territorios cercanos al palacio. Incluso si para cumplirlo dejaban desprotegidas las zonas más periféricas del territorio. El autor llevó sus dedos a la boca y silbó una melodía especial. Al instante, dos golondrinas volaron hacia él y lo rodearon, respondiendo al llamado con su propio gorjeo.

Sonrió y dio un mensaje a cada una de las aves, no sin antes darles algunas de sus semillas como premio.

Las golondrinas volaron en direcciones opuestas y Avión tan solo tuvo que esperar. Aproximadamente una hora después de envió el mensaje, un hombre apareció, llevaba una bolsa que dejó sobre la hierba antes de alejarse rápidamente.

El autor tomó la bolsa y sacó nuevas túnicas de su interior. Rápidamente cambió las gruesas ropas de invierno por el algodón suave y fresco, también había una bolsa llena de dinero. Escondió la vieja ropa en la bolsa y la dejó caer en su bolsa qiankun. Cubrió su cabeza con un sombrero y su velo para dirigirse a la ciudad. No podía confiar en que no se toparía de nuevo con Su Xiyan y la mujer había visto su rostro.

Pero a mitad de camino se arrepintió.

"Ya estoy aquí de todas formas" dio la vuelta tras sus pasos para ir hacia la ciudad capital bajo el palacio Huan Hua.

Cuando pasó junto a los guardias de la entrada sintió una presión en el estómago por nervios. Pero no era un novato en verle la cara otros. Mantuvo su rostro sereno ante los cultivadores de amarillo que lo apuntaron con sus espadas, exigiendo que revelara su rostro para que le dejaran pasar. No tuvo problemas en hacerlo, pero fue extraño como la expresión de los hombres cambió. Por un momento pensó que lo detendrían, pero lo dejaron pasar tranquilamente y ni siquiera le cobraron el impuesto de entrada.

El autor no se iba a quejar y entro rápidamente, antes de que cambiasen de opinión.

La ciudad era tan opulenta como lo recordaba. Todo allí era ridículamente caro para estar a la par de las familias igual de ricas que paseaban con vestidos caros y artículos de oro. Sabía que una buena parte de los ingresos del palacio provenían especialmente de las tiendas de joyería y túnicas de seda que mantenían, pero no había venido a comprar.

El atardecer ya había caído y las linternas de aceite se encendían una a una mientras la ciudad adquiría otro tipo de vida.

Con pasos confiados se deslizó entre las calles hasta una zona que la mayoría aparentaba evitar. El barrio rojo.

Sin mirar a nadie, entró en uno de los establecimientos donde el perfume floral y el incienso se mezclaban, acompañando las risas tontas que se perdían en lo más profundo. Un hombre grande y de aspecto intimidante lo detuvo solo un par de pasos después.

"¿Qué es lo que busca?"

Avión se mantuvo tranquilo mientras tarareaba alegremente: “Si hubiera sabido que las mareas altas eran tan frecuentes, joven me habría casado con un marino”

La expresión del hombre cambió y se apartó de su camino, guiándolo dentro del establecimiento a una habitación que ya había sido acondicionada previamente para él. El cultivador le dio una palmada en el hombro por el buen trabajo y lo despidió. Se sentó en el sillón de cuero rojo, relajando sus adoloridos huesos.

La puerta corrediza se abrió dejando ver una mujer vestida de forma exquisita que mostraba sus hombros blancos y el comienzo de sus pechos, su rostro era hermoso y familiar, pero con una madurez atribuida a sus más de treinta años de edad.

"Mo-Daozhang"

"Tang-mei, han pasado años y todavía te diriges a mí con tanta formalidad"

Lu Tang soltó una risa suave mientras dejaba la bandeja con bocadillos que había llevado. Las semillas de melón eran el dulce principal.

“Supe que estabas por los alrededores, así que me preparé en caso de que estuvieses cerca” comentó mientras servía el té para ambos.

"Ha pasado mucho tiempo desde que vine, ¿has estado bien?"

“Nada demasiado escandaloso en nuestra línea de trabajo. Unos borrachos intentaron pelear dentro, pero el señor Wu los echó a ambos. Amenazaron con demandar por las heridas, pero como siempre, una vez que se dan cuenta de que 'Hijos de la tormenta' es quien respalda el negocio se van con la cola entre las piernas ”

La fama de su negocio era bien conocida en el submundo, pudiendo desenterrar información de cualquier persona, los poderosos hacían lo posible por estar de su lado bueno que, del malo, especialmente porque nadie sabía que tan grande era el alcance de sus ramas. Incluso las grandes sectas preferían ignorarlos mientras eran beneficiosos.

Con el rumor que un cultivador del bosque de niebla protegía la aldea Astillada, el miedo fue perdiéndose entre los mortales y más gente comenzó a mudarse a la aldea, buscando la protección del inmortal. En el burdel donde Lu Tang vivía, la gente del pueblo comenzó a tratarlos de forma diferente, buscando el favor del poderoso inmortal, evitaban ser irrespetuosos y con los años, poco a poco se fueron despegando de su anterior reputación, convirtiéndose en una respetable casa de té.

La mayoría de las chicas, aunque pudo liberarse y conseguir una pequeña fortuna, prefirieron quedarse en la nueva Casa de Té y continuar con la labor de proteger a aquellos que llegaran a su puerta sin otro lugar a donde ir.

Lu Tang vivió unos meses con su nueva libertad, hasta una noche donde el Mo Ruhua apareció con una expresión destruida por el cansancio y el estrés. Fue así que se enteró de los intentos de asesinato en contra de los niños y contra el mismo daozhang, pero el enemigo estaba bien escondido y todo lo que sabían es que podría estar relacionado con el palacio Huan Hua y los cultivadores demoniacos.

Así fue como ella decidió intervenir e infiltrarse en el barrio rojo bajo las narices del palacio Huan Hua.

El inmortal trató de razonar con ella al inicio para quitarle esa idea de la cabeza, pero ella le dio buenas razones para hacerlo. La principal, la facilidad para tomar información de los clientes. No había que subestimar la charla de almohada. Al final aceptó, pero en sus términos. Así fue como jalando algunos hilos en su organización se volvió el socio de uno de los burdeles más famosos de la capital y pidió a sus sirvientes de confianza que vigilaran la situación. Así en caso de cualquier peligro, podrían sacar a Lu Tang de allí.

“Xiao Jiu y Xiao Qi suelen preguntar por ti, deberías escribirles tu misma alguna vez” comentó el autor.

Ella sonrió nostálgicamente, había pasado tanto desde que vio a los niños, aunque probablemente ya no lucían como tales.

"¿Mo-daozhang encontró lo que buscaba?"

“Si, ahora tan solo me faltan dos ingredientes por conseguir y uno de ellos ya está en camino gracias a un pequeño trueque que hice con un mercader del sur” comentó orgulloso.

"Aun no entiendo para que necesita esas plantas"

“No es importante aún, pero lo será” bromeo al hablar de forma tan criptica a propósito.

La mujer que estaba acostumbrada a sus payasadas solo rodo los ojos, ocultando el comienzo de una risa al comer un bocadillo.

 

En la actualidad…

Avión cantó con alegría mientras alzaba su manuscrito recién terminado sobre su cabeza.

Desde que sus niños se han ido a Cang Qiong para estudiar, no tenía nada que hacer. Así que decidió regresar a su viejo pasatiempo de escribir novelas y por fin, después de dos años de sangre sudor y lágrimas, había terminado su primera historia. No solo eso. Había enviado su propuesta a la línea principal de librerías de oriente y les había gustado, por lo que querían que les llevara el manuscrito terminado lo más pronto posible para comenzar el proceso de imprenta.

Salió de la vivienda que había conseguido como anciano honorario de la secta, una casa de bambú simple pero bien posicionada en la cumbre Qiong Ding y caminó apresuradamente con su bastón para llegar a las faldas de la montaña a tiempo.

Era un hermoso día de verano y los discípulos de Qiong Ding correteaban de un lado a otro haciendo sus deberes diarios antes de ir a sus respectivas clases. Algunos lo saludaron, inclinando la cabeza más respetuosamente de lo que lo habrían hecho hecho sus propios discípulos en su mundo original.

Era un poco extraño pensar en ello. Considerando que alguna vez sus homólogos fueron sus shijies y shixiongs - Si. Mejor dejar eso hasta allí.

Realmente no hacía mucho en la secta, a veces hacia algunos seminarios donde mostraba a los niños los tipos de plantas y polen sexual de los que debían cuidarse en sus salidas nocturnas. Y eso solo lo había hecho por aburrimiento, ya que además de visitarlo (vigilarlo) a veces, el líder de secta no le pedía hacer nada.

Así estuvo rotando entre la cordillera y el bosque de niebla durante los últimos años.

Shen Jiu y Yue Qi ya no eran niños, sino adultos desarrollar que ahora entrenaban para suceder a sus maestros en los próximos años. Con él cerca, logró que los ancianos testarudos los dejaran salir a misiones más a menudo. Fue una buena forma de recuperar el tiempo perdido. Aunque a veces la versión joven de Liu Qingge se les unía, convirtiendo todo en un caos.

De alguna forma, en esta nueva vida Shen Jiu y Liu Qingge se llevan aun peor. Aunque todavía no entendía la razón, pero al menos Yue Qi era un buen mediador y Liu Qingge era muy obediente ante sus palabras. Así que, a parte de algunos rasguños, las misiones solían terminar bien. Con el joven Liu colándose en la cena. Al principio esto pasaba solo días esporádicos y francamente, era Avión quien tenía que invitarlo a entrar porque el chico se ponía sumamente nervioso (como le encantaría grabarlo en video y mostrárselo al hermano pepino). Primero una vez a la semana y luego una vez cada dos días, ahora el chico prácticamente había abandonado a la cocina comunitaria y comía al menos dos de las tres comidas con la familia.

Al autor no le molestaba, especialmente porque el joven Liu solía traer carne fresca (a veces todavía vivos) de sus cacerías nocturnas para la cena o té muy caro que su madre le enviaba. 

Una vez incluso recibió correspondencia de parte de la madre de Liu Qingge, agradeciéndole por cuidar de su hijo e invitándolos a la residencia de su clan. Esto descolocó al hámster y ha evadido la invitación tanto como ha podido el último año.

A-Xue y A-Hua no tenían tanta libertad como sus hermanos para ir a Qiong Ding para comer. Pero podía verlos los fines de semana. A veces bordeaba sus cumbres para verlos y sobornaba a some discípulos para enviarles dulces.

No podía entrar en Xian Shu por razones obvias y había evitado An Ding como la peste apenas llegó. No podría lidiar consigo mismo al ver un paisaje tan familiar.

Pensándolo bien, no había visto a Shang Hua desde hace varios días. Ya que iba a bajar de todas formas iba aprovechar para visitarlo.

El camino a An Ding era largo y no tenía una espada espiritual para cortar camino. Hacía tanto ejercicio con esas caminatas que podría ganarle a los maratonistas de su primer mundo gracias a su resistencia.

“¡A-Xue!” jadeó un poco al gritar.

La figura de túnicas rosadas saltó con emoción desde el lado contrario del camino antes de correr hacia él y lo abrazó como saludo. Su pequeña niña también había crecido, convirtiéndose en una hermosa joven con largas pestañas y ojos grandes e inocentes. Su pequeño lirio estaba creciendo y no le gustaba nada.

“Buenos días” saludó “¿Esas buscando a Hua-di?”

“Si, los echo de menos a ambos y es bueno ver que no se hayan metido en problemas o que no hayan incendiado la cumbre para variar”

La cara de la adolecente se tornó roja “¡Eso solo pasó dos veces! ¡Y la segunda fue por culpa de Qi-Shijie!”         

“Es raro no ver a Qi-shizi contigo”

“¡No estamos pegadas por la cadera!” la golondrina en la cabeza de A-Xue cantó en desacuerdo “Y shizun envió a Qi-shizi a una misión con Liu-shixiong. Sobre Hua-di, también quería verlo para preguntarle sobre un informe contable que debo hacer para las caballerizas, pero shibo dijo que didi partió ayer en la tarde junto a otros a entregar algunos bienes al palacio Huan Hua”

“¿Qué?”

“¿Papá?” la chica se preocupó por la expresión de su padre, incluso si se escondía tras el velo, podía verlo en sus ojos.

“Debo salir. Avísale a tus hermanos que estaré fuera un par de días”

“¡Espera!” Sin darle tiempo para seguirlo, Mo Ruhua corrió montaña abajo.

Fue un idiota.

Se había confiado por el hecho de que A-Hua había saltado directamente a discípulo interno para evitar que tuviese esa misión. No solo estaba aterrado porque su hijo se acercará demasiado al palacio Huan Hua sin la protección adecuada, también temía al efecto mariposa que sus acciones habían causado. Xiao Mo debería estar en el norte, pero si él no interrumpía la ruta de la caravana podría ser otro demonio aún más peligroso el que lo hiciera. E incluso si realmente Xiao Mo estuviese allí, podría morir a manos de los cultivadores.

“Idiota. Idiota. Esto es tu culpa. Con razón el hermano pepino te lo recordaba cada día” se maldijo a sí mismo.

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Llegó al bosque de Bailu a tiempo para ver a Shang Hua apuntar una espada a la garganta de Xiao Mo con intención asesina. Era el peor escenario. La bilis se le fue a la garganta y sus piernas comenzaron a correr para intervenir, incluso si debía confesarle a su hijo que estaba trabajando con demonios, era un problema que resolvería después.

Estuvo en el límite del bosque cuando el sonido del metal golpeando el suelo rompió la tensión del aire. Vio a Shang Hua gritar con frustración y llorar antes de que este tomara al demonio inconsciente y lo arrojara sin ceremonias a la carreta para llevárselo.

Mo Ruhua esperaba que Xiao Mo no contusiones cerebrales por la forma en la que su hijo menor lo arrastró.

Soltó un suspiro, evitando los cadáveres de los discípulos. Ninguno era familiar para él, incluso si los conoció en su otra vida habría sido hace demasiadas décadas y en esta vida había procurado alejarse de An Ding tanto como pudo. No se sintió disgustado por los cuerpos, pero sintió lástima por aquellos jóvenes. El lugar y el momento equivocado, pero no olvidaba que intentaron empujar a su hijo. Recordando esto, cualquier rastro de lástima murió.

Volvió a internarse en el lado opuesto del bosque y siguió a la carreta hasta el pueblo.

Suspiró tranquilo al verlos quedarse en un mejor sitio que la cabaña de mala muerte en su última vida. Estaba a la sombra, por lo que el golpe de calor no sería tan rudo como en su vida. También se aseguró de que nadie los molestara, plantando pistas falsas para que los cultivadores pensaran que fueron por otro camino, solo por si las dudas.

Esperó durante un par de días, hasta que Shang Hua salió de casa apresuradamente.

Allí se encontró con Xiao Mo.

“A-Niang…” incluso si había sentido su aura por adelantado, aun lo sorprendía verlo allí.

“Pequeño príncipe, te he dicho que no me llames así…” suspiró frustrado “Ahora veamos qué tan mal está esa herida”

Cuando sacó la bolsa con medicina, un objeto extra cayó rodando junto a la hierba “¡Olvidé entregar mi manuscrito!”

Xiao Mo lo miró con confusión por el grito repentino.

El autor sollozó frustrado. Le había costado mucho obtener el visto bueno de los dueños y quién sabe si ahora lo aceptarían.

No podía hacer nada más, así que solo fue a revisar la herida, pero no había nada que arreglar. A-Hua había hecho un trabajo perfecto, así que solo tuvo que revisar los signos vitales del demonio.

“Ese humano olía como tú”

“Es normal, es mi hijo” no biológico, pero sus gustos en aceites de baño son iguales desde que él era joven, al menos eso fue lo que Avión supuso.

“Eso lo explica…” no parecía que se refiriese al olor, pero cuando Mo Ruhua quiso preguntar, el adolecente ya no le contestó, dejándose tratar por el humano.

Xiao Mo aprovecharía cualquier oportunidad que tuviera para ser mimado por lo más cercano a una figura materna que jamás tuvo. Era su lugar seguro, donde podría mostrarse tan débil como quisiese. Un lujo que jamás podría permitirse en el frío norte, donde su tío y otros peligros acechaban en cada rincón.

Los dos esperaron, pero parecía que Shang Hua realmente no iba a volver. Ambos salieron de la posada a mitad de la noche, cubiertos por la oscuridad para salir del territorio de Huan Hua.

Aunque tuvieron la mala suerte de toparse con una manada de lobos demoniacos y monstruosos en su camino y aunque mataron a una buena cantidad, eran demasiados y Mo Ruhua tenía que cuidar de la herida de Xiao Mo, por lo que huyeron.

El inmortal los mantuvo a raya como pudo, en lo que Xiao Mo recolectaba el poder suficiente para enviarlos a una distancia segura.

El lobo demoniaco mordió la manga de su túnica, jalándolo hacia él. Xiao Mo jaló del cultivador con fuerza dentro del portal y ambos rodaron a través de la oscuridad. El vacío ensordeció sus oídos, antes de que ambos fueran arrojados en un prado fértil.

Los ciervos que pastaban en el lugar, huyeron al ver las dos figuras aterrizar de la nada sobre el lecho verde.

“Te debo esta. Realmente nos salvaste esta vez” jadeó Avión entre lo que parecía una risa y un chillido de terror.

Se sentó sobre la hierba y comenzó a revisar los vendajes de Xiao Mo, ignorando completamente el dolor que palpitaba en su pierna. Probablemente era solo una torcedura, nada grave.

El adolecente demonio parecía estar en perfecto estado, incluso sus heridas estaban casi curadas, a excepción del corte donde el dardo entró, esa aún era una costra grotesca, pero nada que el descanso y la regeneración demoniaca no reparen completamente en un par de días.

“Pareces preocupado” el autor dilucidó aun a través del rostro naturalmente rígido del demonio.

“¿Qué regalos les gustan?”

“¿Eh?”

“Humanos. ¿Qué les gusta?”

El autor quedó pensativo un momento “Flores, dulces, joyas tal vez, no conozco a nadie que haya rechazado una antes”

Xiao Mo se levantó y agradeció al autor, pero se excusó con el motivo de que tenía que regresar pronto al norte. Mo Ruhua no estuvo muy convencido en dejarlo ir, pero el adolecente era especialmente terco ese día y se despidió antes de atravesar el portal de sombras.

 

De alguna manera, Mo Ruhua logró regresar a la capital a tiempo para encontrar la librería aún abierta.

El encargado de la librería e imprenta asintió, estirando sus manos, esperando el borrador prometido.

El rostro de Avión cayó mientras tanteaba su manga, solo para ver que había una gran rasgadura en el fondo, se puso pálido y con un hilo en su voz preguntó: “¿Dónde está mi manuscrito?”

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Paseando junto al camino y tarareando una alegre melodía, un hombre de túnicas sobrias y simples cargaba una pipa en su espalda con un sombrero de paja escondiendo parcialmente su hermoso rostro y la marca roja que brillaba en el centro de su frente que seguramente habría llamado la atención de quien lo viese. Aunque la pequeña serpiente verde que estaba enroscada junto a sus hombros ya llamaba lo suficiente la atención por si sola.

Tianlang-jun, el soberano del reino de los demonios había deseado unas vacaciones desde hacía tiempo. Lidiar con la corte demoniaca no era sencillo. Si no era lidiar con los desafíos a batallas por su poder de parte de otros demonios, eran los ancianos nobles apresurándolo a tomar una esposa o varias para dar pronto a luz un heredero y consolidar su poder.

Pero al joven emperador no le podría importar menos, no fue hasta hace una década que mató a su padre como dictaba la tradición para tomar el título de Tianlang-jun. Deber que ni siquiera le debería haber correspondido. Se suponía que su hermana iba a tomar el manto de emperatriz demoniaca, pero había fallecido de una rara enfermedad junto a su marido dejando a su hijo atrás. El pequeño Zhuzhi-lang era demasiado joven y demasiado serpenteante como para poder lidiar con todo aquello por su cuenta.

Así que él mismo tuvo que hacerse cargo y así evitar que mataran a su sobrino.

Ahora juntos vagaban por el reino humano como artistas itinerantes. Incluso tenían un bonito acto con Zhuzhi-lang bailando en una cesta de mimbre al ritmo de la pipa que fue muy popular entre los niños humanos.

Estaban dirigiéndose al territorio de Huan Hua para montar un espectáculo. Zhuzhi-lang dormitaba en su hombro, aprovechando los cálidos rayos del sol de verano. Cuando entonces algo llamó la atención del demonio mayor.

Tirado a la orilla del camino había un libro con la portada manchada de polvo y barro. El demonio la recogió y se maravilló al ver que era una así llamada ‘novela’ humana.

Sin querer se encontró un buen rato leyendo, hasta que el sol cambió de posición y Zhuzhi-lang alzó su cabeza, somnoliento y hambriento.

“Perdón, Zhuzhi, cazaré algo para ambos ahora” sonrió, guardando el manuscrito en su túnica para continuar leyéndolo.

No necesitó avanzar demasiado cuando sentí el aura de un grupo de cultivadores y el suave olor a Qi demoniaco. Detuvo su andar pensando que opción era más rápida: matarlos y luego seguir tranquilamente o rodearlos y alargar su trayecto.

La opción 1 era muy tentadora.

No había logrado decidirse cuando una joven cultivadora se interpuso en su camino. Sus ojos eran fríos y mantenía una expresión era sería, su porte recto como el de un noble que destacaba por las túnicas doradas y negras.

“Deténgase ahí, este lugar es sitio de investigación” dijo la hermosa joven.

Sonrió coquetamente, alzando ambas manos “Ah. Baja la espada, querida. Este es solo un simple músico errante que busca nuevos lugares para compartir su música. ¿Puedo saber el nombre de la estimada cultivadora? ” La lengua del demonio era hábil y dulce. Nadie pensaría que lo aprendió de los narradores de las casas de té, imitando a los héroes de dichas historias.

“Es descortés pedir el nombre de otro sin dar el suyo primero” dijo, completamente inmune a la belleza del hombre frente a ella.

"Este tiene muchos nombres, pero puedes llamarme 'querido' si estas de humor"

La ceja de Su Xiyan tembló, mostrando su irritación.

“Última advertencia. Da la vuelta o serás detenido ”

Tianlang-jun estaba perplejo, ¿no debería recibir sonrojado o reído coquetamente?

El demonio ignoraba que la mayoría de cosas escritas en las novelas no aplicaban en la vida real y que, si bien muchas mujeres le prestaban atención no era por lo que decía, sino por su cara absurdamente hermosa.

Zhuzhi-lang estaba muy hambriento y siseó descontento, jalando sin querer el sombrero de su tío, dejando al descubierto

"UPS. Hora de irse ”le arrojó un beso antes de huir.

Roja de rabia o vergüenza, Su Xiyan persiguió al demonio sin saber en lo que se estaba metiendo.

Notes:

Se sabe tan poco del pasado de Tianlang-jun que es muy fácil jugar con eso.

No se preocupen. Nuestro hámster logró rehacer su manuscrito a tiempo y lo envió correctamente esta vez.

¿La organización de Avion-jiujiu parece una mafia? - Si, joder.
El que controla la información, controla el juego. Avión lo sabe bien.
Lástima que aun no han encontrado nada de su misterioso enemigo.

Ahora saben porque los gemelos no conocen a Lu Tang, incluso si visitaron el burdel algunas veces.

Liu Qingge y su madre. Ni siquiera se por donde empezar con ellos. Aparecerán mucho en este siguiente arco (Para mala suerte de Shen Jiu).

¡Gracias por leer!

Chapter 24: No es fácil ser un Avión en medio de una tormenta

Summary:

A veces tienes que tomar decisiones difícil por el bien de todos.

Notes:

Damos oficialmente inicio al segundo arco de esta historia.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Es un mal día.

Mo Ruhua no necesita despertar para saber que es un mal día. Las pesadillas son la forma sutil y poco empática de su cerebro de decirle “estas a punto de joderlo, mejor para”, pero de todas formas ¿Qué le queda?

Veinticinco años pasan volando cuando te “diviertes”. Ha superado su expectativa de vida del primer mundo por segunda ocasión. Aunque sin fideos instantáneos ni electricidad, es difícil que vuelva a morir por electrocución.

Entre sueños ve a su rey o lo que cree que es su rey. La memoria es frágil ante el tiempo y se ha encontrado mirando el primer retrato que hizo de Mobei-jun, su Mobei-jun, hace ya tantos años. Aunque, Xiao Mo también es suyo. Algún día el será Mobei-jun también. Comparten un título, pero son tan diferentes.

Xiao Mo es mucho más suave y cuidadoso que el hombre que Avión recuerda, más metódico y menos salvaje, aunque aún dentro de los estándares demoniacos. Pero eso también podría ser una ilusión.

¿Cómo podría confiar en su memoria cuando ni siquiera recuerda su propio nombre?

Si no fuera por el recordatorio del sistema, pensaría que todo lo que recuerda de ese mundo es tan solo un sueño, un espejismo creado por su mente para llenar el vació en su memoria, usando fragmentos de su verdadera y primera vida. Aunque tampoco es que recuerde algo de ese lugar más que sus últimos años encerrado en esa caja de fósforos a la que llamaba “hogar” escribiendo diez mil palabras al día para el alquiler.

¿Qué es real y que no?

Si el hermano Pepino estuviese allí (si existiese realmente) seguro golpearía su cabeza con uno de sus abanicos.

Ni siquiera puede recordar sus voces.

Solo le quedan los garabatos que dibujó una noche con al menos dos botellas de alcohol recorriendo sus venas.

Sigue la sombra de su rey a través de intrincados laberintos y una espesa niebla. Las velas apagadas un entorpecen su camino. Escucha a alguien llamarlo y sabe que está allí porque duele. Su corazón se acongoja cada vez que escucha ese triste llamado en la oscuridad.

"¿Sigues esperándome, mi rey?" murmura, mirando con ojos vacíos al techo de madera.

Regresó a la matriz hace algunos días. Sus niños aunque (definitivamente ya no eran niños) insistido en acompañarlo, pero él se había negado. No podía quedarse allí, no sabiendo lo que sucedería.

"¿Realmente no puedo intervenir?" susurró el autor mirando la pantalla azul que se difuminaba en el aire.

[El Usuario tiene prohibido interferir en puntos clave de la trama]

No importa como lo intentó. La respuesta siempre fue la misma.

Desde el momento en que una carta del Palacio Huan Hua, escrita por la propia mano de Lao-Gongzhu arribó en Cang Qiong, supo que no había vuelta atrás. Las piezas del tablero solo han tomado su posición y ahora solo podían ver como una a una caían, dejando un ganador.

Los doce señores de la cumbre se reunieron y él se incorporó después de mucha persuasión.

"Es una trampa" intervino en ese momento "No hay pruebas de que Su Xiyan haya sido secuestrada por Tianlang-jun"

No había señales del sistema a pesar de sus graves palabras. Había dos opciones. Podría cambiar el resultado en esta reunión o, simplemente todo esfuerzo por detener la emboscada contra el emperador demoniaco era tan inútil que el sistema no tenía motivos para intervenir.

“No podemos solo no responder al llamado de Huan Hua. Es Tianlang-jun del que estamos hablando ” habló uno de los señores.

"Lao-Gongzhu no es confiable"

No importa como intentó convencerlos, era imposible que la secta Cang Qiong rechazara el llamado del palacio Huan Hua cuando todas las demás ya enviaron un grupo decidido. Incluso si realmente no querían verse involucrados, el honor y la credibilidad de la secta estaba en juego. Al final, la mayoría de los votos fueron a favor de asistir.

El anciano de Qing Jing se fue frustrado cuando la reunión terminó. Increíblemente, fue uno de los dos que votó en contra de enviar un grupo, el segundo voto fue del señor de An Ding.

El líder se secta apartó a Mo Ruhua después de la reunión. Su rostro se veía cansado y melancólico y el autor no sabía que decirle ahora que las cartas han sido echadas.

“Ya han pasado más de diez años desde que te uniste a nuestras filas, es increíble como el tiempo pasa. Incluso nosotros, que perseguimos la inmortalidad, no podemos dejar de asombrarnos como la tierra cambia con él ”

"Ir tras Tianlang-jun es una mala idea"

"Lo sé"

"¿Por qué votó a favor entonces?" cuestionó Avión.

“A veces uno solo puede hacer lo que cree que es mejor, incluso si no es de tu agrado. Tal vez entonces pueda haber un futuro donde otros puedan tomar una elección distinta ”

Su camino lo llevó a través del puente arcoíris, hasta la tercera cumbre, el pico Wan Jian. El viejo herrero, el anciano Sang estaba esperándolos en la entrada de una cueva muy familiar para el autor a pesar de que solo había estado allí en persona una vez.

“A pesar de que mi shidi diga lo contrario, soy un hombre realista. Es posible que no todos nosotros regresemos de esta batalla, pero se bien que el peligro todavía asechara en las sombras, deseoso de aprovechar nuestro momento de debilidad… ”

A pesar de lo graves que eran sus palabras, el hombre tenía una expresión serena, como si hubiera aceptado este resultado y estuviese bien con eso.

La cueva de espadas era una gran cúpula que se extiende a través de distintos túneles en el fondo de la montaña, alimentado con el Qi más puro y que una vez alimentaba las almas de las propias espadas.

Apenas puso un pie en el interior cuando una de las espadas saltó de su lugar con entusiasmo, aterrizando en su mano.

Zaisheng*, la ironía de su nombre desconocida para el mundo, cayó en sus manos una vez más. El mango se adaptó perfectamente a su mano y su cuerpo la reconoció como si no hubiese pasado más de un día desde que la blandió. El calor del espíritu resonó en su propia alma, saludándolo como una vieja amiga.

También era la despedida del líder de secta y su ultimo regalo para él.

El autor tuvo que resistir el impulso de no llorar frente al anciano que había llegado a respetar e incluso apreciar como a un amigo en esos años. Se aferró a su espada y agradeció a ambos de corazón.

Luego de eso fue borroso para él, podía escuchar los susurros de los discípulos. Todos estaban preocupados, preguntándose si una guerra se avecinaba. Estaban asustados y podía entenderlo. Ya había vivido la guerra en la Cresta de Maigu, tan horrible como ha de sonar. La batalla no perdonaba a nadie que callera en sus garras, niños o ancianos, nadie escapaba sin secuelas.

Aún recuerda a sus antiguos discípulos luego de la batalla, incluso recuerda aquellas caras que ya no regresaron. Un peso más en su conciencia, uno que esperaba tener la oportunidad de corregir en este mundo.

Las semanas pasaron y el invierno ya se había asentado. La nieve cubría las doce cumbres y los discípulos externos limpiaban la nieve de las escaleras y los caminos, aunque algunos desafortunados todavía resbalaban en el hielo.

Shen Jiu al fin se había enterado y los había acorralado a todos en la casa de ocio de Yue Qi.

“¿Estás seguro de esto?” A-Hua inició.

“No puedo dejar a Shizun solo en esto” Yue Qi contestó.

“¡Idiota! ¡No vez que pueden matarte allí!” Shen Jiu le gritó, tomándolo por los hombros “Puede que tengas una de las espadas más fuertes, pero no es garantía de que salgas bien parado”

“Da-ge, por favor no vayas” A-Xue lloraba. Una cosa era batallar contra bestias y con cultivadores deshonestos. Pero este era el rey demonio más fuerte y su ejército diez veces más grande que sus fuerzas.

“Estaré bien. Confíen en mí” Yue Qi intentó calmarlo “padre, por favor”

“Nada de lo que diga te hará cambiar de opinión de todas formas. Solo, regresa a salvo. Jamás podré perdonarme sino lo haces”

“Lo prometo”

“Papá” Apenas había salido de la casa de Ocio de Yue Qi, cuando A-Hua lo llamó.

Sonrió y acarició la cabeza de su hijo menor, que ahora era tan alto como él “Tengo algo que resolver. Volveré pronto. Quédate en la montaña junto a tus hermanos, no salgan pase lo que pase”

“Pero Qi-ge…” su sonrisa se volvió genuina al ver la preocupación de Shang Hua. Eso no habría sido posible en el villano carne de cañón original.

“Tu hermano tomó su decisión y aunque no lo parezca, ya es un adulto. Solo nos queda rezar y esperar lo mejor” Sistema, por favor protege a mi hijo…

Había nutrido a Yue Qi desde que era un niño, lo había entrenado y fortalecido, evitando además su trágica desviación de Qi que lo unió a su espada. Su niño era más fuerte de lo que había sido en sus otros dos mundos. Si entonces pudo sobrevivir, no había motivos para que eso cambiara. O eso esperaba.

Había abandonado la montaña esa misma noche, antes de que el grupo partiese hacia el territorio de Huan Hua. Regresó a la matriz y dedicó esas noches a preparase para lo que vendría.

El insomnio le asaltó varias noches seguidas. Era demasiado que cuidar para un solo hombre.

Una golondrina entró por la ventana y un lazo dorado estaba atado a su pata.

Era la señal.

Tianlang-jun había sido derrotado y Su Xiyan estaba a punto de escapar.

El autor se obligó a sí mismo a salir de la cama y vestirse para la ocasión. Túnicas blancas de luto que lo ocultarían a través de la niebla y la nieve. Zaisheng enfundada en su cintura, destacaba con una borla de jade, un regalo de Xiao Jiu durante las festividades. Además, llevaba un bolso con mantas, un canasto que podía flotar sin hundirse y, además, un vial de cristal lleno con un líquido azul que exudaba un aire helado como las montañas del norte.

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Su Xiyan se retorció en bote, sosteniendo su estómago mientras el charco de sangre bajo su falda aumentaba su volumen.

Ella miró con recelo al hombre desconocido que se paraba con gracia ante ella y que había aparecido en de la nada, como si la nieve y el viento lo hubiesen traído desde el cielo. Estaban a mitad del río Luo, pero era demasiado temprano, apenas con los primeros rayos del alba asomando por el horizonte. Ellos eran las únicas almas consientes en el lugar.

Su postura a la defensiva y una actitud tan fiera, a pesar de que estaba a mitad de la labor de parto. El autor se sintió orgulloso de esta hija a la que no prestó la atención correcta, al mismo tiempo se sintió aún más triste por el destino que había escrito para ella.

“Eres tú…” reconoció el rostro descubierto y se sintió desconcertada ante los ojos tristes que la miraban fijamente. No podía sentir malicia en él, pero tampoco había sentido la malicia en su maestro y mira a donde la llevó eso.

“Lo siento” el bote se sacudió cuando dio un paso hacia adelante.

Su Xiyan gritó por las fuertes contracciones. No podía retrasar el parto ni siquiera un segundo más.

El pequeño bote se sacudió cuando el hombre se arrodilló entre sus piernas, con una gruesa tela entre los brazos y la puso debajo de ella. El viento invernal se elevó, cortando sus mejillas. El cultivador pícaro sacó entonces un talismán que devolvió el calor a la mujer.

Su Xiyan realmente no quería, pero tuvo que seguir adelante si quería que su niño tuviese una oportunidad.

En medio de las aguas del río Luo y junto a un hombre desconocido, dio a luz a un pequeño bebé de mejillas sonrojadas. El niño era pequeño, arrugado y estaba cubierto de placenta y sangre. En ese estado, era un poco feo, pero para Su Xiyan, que había crecido rodeada de lujos, era lo más hermoso que había visto en su vida.

El corazón de Su Xiyan se aceleró al no oír a su pequeño, intentó ver que sucedía, pero pronto el fuerte llanto del recién nacido resonó como un eco, aliviando las preocupaciones de la mujer.

“Será un llorón al crecer, sus pulmones son fuertes” bromeó el hombre mientras limpiaba al pequeño con cuidado, antes de dárselo a su madre.

La cultivadora abrazó a su hijo con lágrimas en los ojos. Sin la sangre cubriendo su rostro, la marca del demonio celestial brillaba en el centro de la frente del recién nacido. Su niño era mitad demonio y había heredado la marca de su padre.

“No queda mucho tiempo. Lady Su, Tianlang-jun todavía está vivo, pero se encuentra sellado debajo de una montaña y pasarán muchos años antes de que reúna la fuerza suficiente para escapar ”por supuesto que no le quedaba tiempo, podía sentir el veneno destrozando sus órganos internos, e incluso si lograba vivir unos años más con esas heridas, no sobreviviría una vez que sellara la sangre demoniaca de su hijo.

Su pequeño. Es triste, ni siquiera había podido pensar en un nombre para el niño.

"¿Trabajas con los demonios?"

“No tengo un lado realmente. Solo quiero un buen final para todos ”

El hombre sacó un vial y la mujer lo miró con obvio desagrado. Estaba harta de pociones desconocidas.

“Haré todo lo que esté en mi poder para cuidar de Binghe, pero para que pueda verlo, debe beberlo. Esta poción detendrá su corazón y también el veneno. Será como un largo sueño. Le prometo que la próxima vez que despierte, las cosas serán mejores de que son ”

Su Xiyan bebió el contenido de la taza, aun en contra de su voluntad. El liquidó estaba frio, era lo más frio que jamás hubiera sentido. Cuando el líquido se asentó en su estómago pudo sentir como el hielo cubría sus órganos expandiéndose rápidamente, a la vez que la somnolencia la hacía cada vez más débil. Lo último que pudo ver fue solo la sombra del hombre que cargaba a su hijo.

'Binghe... es un bello nombre...' pensó Su Xiyan.

El hielo continúa extendiéndose, envolviendo el pequeño bote como un gran ataúd helado, congelando incluso las aguas aledañas.

Pronto fue tan pesado que poco a poco se hundió en las frías aguas y para cuando las ondulaciones se dispersaron, no quedaba rastro de la joven Su.

El autor estaba parado en la orilla, con el infante envuelto en mantas entre sus brazos. Binghe lloraba, llamando a una madre que ahora se había ido. Era tan pequeño, tal vez incluso más que A-Xue y A-Hua al nacer.

¿Realmente era capaz de dejarlo a su suerte en una canasta a mitad del rio con un clima tan atroz?

[El usuario no puede intervenir en los puntos clave de la trama]

[El usuario no puede intervenir en los puntos clave de la trama]

[El usuario no puede intervenir en los puntos clave de la trama]

Decenas de pantallas azules aparecieron frente a sus ojos, todas con el mismo mensaje.

Abrazó al niño y suspiró entrecortadamente.

Con las manos temblorosas, dejó al pequeño en la canasta, cubierto de mantas gruesas y con el interior cubierto de talismanes que lo mantendrían cálido hasta que llegara a manos de la lavandera.

Pero aún quedaba una cosa por hacer.

Con un cuchillo cortó su propia mano, dejando que la sangre caliente cayera sobre la frente del menor. En aquel entonces, Su Xiyan había usado la sangre del parto para realizar este ritual, pero si quería sobrevivir, la tarea debía caer sobre alguien más.

Cuando la marca demoniaca estuvo oculta bajo la sangre. Mo Ruhua comenzó a cantar el hechizo, extrayendo cada gota de Qi almacenado en su núcleo, dejando solo lo suficiente para no matarse en el proceso. Y entonces estuvo hecho. Los rasgos demoniacos han desaparecido junto a la marca demoniaca, probablemente sus ojos también se han vuelto negros. Binghe era humano ahora y dormía plácidamente, ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor.

Dentro del canasto y junto al menor, dejó una bolsa con frutos de leche. Con algo de suerte, la lavandera sabría que podía alimentarse y alimenta a Binghe con ellos.

Reunió sus fuerzas y caminó en el agua helada, hasta que esta cubrió sus caderas, casi empujándolo por la fuerza de la corriente. Revisó al niño por última vez y en uno de los actos más difíciles que ha tenido que hacer, soltó la canasta, dejando que el rio se la llevara.

La trama había comenzado.

[Misión Principal Completada en un 25%]

[Siga trabajando duro]

 

 

 

Notes:

*Zaisheng = renacimiento

Se que no hemos visto mucho de los polluelos en los últimos capítulos, pero es necesario para la trama que sea así. Hay muchas cosas ocurriendo de fondo que debo agregar para evitar los agujeros de trama.

Para Avión, que ha criado a cuatro niños (+Xiao Mo) fue difícil dejar ir a Binghe, incluso si sabe que su halo de protagonista lo protegerá, no puede evitar pensar en lo cruel que es dejarlo a merced de los elementos y piensa en todos los escenarios en los que puede salir mal.

Chapter 25: Costuras abiertas

Summary:

Surgen nuevos arrepentimientos y el mundo sigue moviéndose, a pesar de que algunos quisieran detenerlo.

Notes:

Este ha sido el capítulo que más me ha costado escribir hasta ahora, no sabía como manejar un suceso que era importante, pero ahora las cosas deberían fluir normalmente.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

“Joder. Joder. Joder” entre maldiciones y un aliento helado, corrió tan rápido como pudo, persiguiendo la pequeña canasta que flotaba rápidamente sobre la corriente del río Luo. Sin su Qi, no podía protegerse del frio, por lo que cada parche de piel descubierta estaba roja y tan sensible, que cada ráfaga de viento helado se sentía como mil agujas cortantes. Sus piernas no estaban mejor. ¿Quién le dijo que meterse a un río a medio congelar era buena idea? Puede que su túnica ya no gotee, pero eso esa solo porque se había congelado hasta el punto que era tan pesado como la piedra y ni hablar de su ropa interior. Probablemente tendrá una conversación incomoda con el anciano señor de la cumbre Qian Can si lograba arrastrarse de regreso a Cang Qiong (y si es que el anciano seguía vivo).

Atravesó los bosques y enterró sus piernas en el barro, casi resbalando un par de veces con el hielo y la nieve. La corriente era veloz y parecía que, en cualquier descuido, el pequeño Binghe desaparecería.

A lo lejos, podía verse un pueblo que era cercano al río, con una gran casa de ricos rodeada de otras más pequeñas y humildes.

Para este punto, todo su cuerpo le gritaba por un descanso. De pronto hacía tanto calor que deseaba quitarse la túnica, pero no había vivido tantas décadas yendo y viniendo del desierto del norte sin saber que no debía ni siquiera intentarlo.

La canasta se acercó a la orilla y entre sus ojos nublados, pudo ver como una figura delgada entraba en el agua para recogerla.

Sostuvo su espada con firmeza, usándola como bastón para acercarse.

La mujer tenía el cabello cano, su túnica era muy sencilla y estaba remendada en varias partes. No podía ver su rostro, pero sí reconoció el grito de sorpresa que hizo cuando se dio cuenta de lo que había en la canasta. Luego escuchó el llanto de Binghe y como la mujer mayor intentaba calmarlo. Ella alzó su cuello, mirando alrededor, con la lujosa tela dorada que cubría a Binghe entre sus manos, buscando alguna señal de donde proviniese el bebé.

Fue entonces que sus miradas se cruzaron y pudo ver por fin el rostro de la lavandera.

“¿Abuela?” su cuerpo no pudo resistir la fatiga y cayó inconsciente en la nieve.

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Era interesante como a pesar de olvidar cosas como su nombre, el rostro de sus padres e incluso capítulos completos de su novela (cosa que lo metió en problemas ya que olvidaba que ya había agregado ese dispositivo de trama y que el hermano pepino “amablemente” se lo señalaba en 10 párrafos de veneno gratuito), pero nunca podría olvidar esos últimos años de su verdadera infancia donde vivió en una pequeña parcela de tierra junto a su abuela.

Xiao Anzhu fue una mujer pequeña, pero de carácter fuerte. Eso fue lo que le permitió sobrevivir a un mal matrimonio y terminar de criar a sus hijos (lastimosamente, todos sus tíos eran tan idiotas como su abuelo). Fue el único miembro de su familia que lo trató como su fuera algo precioso. Su amor por la lectura fue alimentado por ella y todas las historias que le contó, además de su grandiosa cocina. Nunca volvió a probar algo tan bueno como su pollo al mendigo luego de que ella falleciera.

Sufrió mucho luego de su muerte. Recordaba haber llorado hasta que sus ojos se secaron durante el funeral.

Cuando creó a Luo Binghe, no pudo evitar plasmar algunas de sus propias vivencias en su relación.

Si hubiera sabido que el sistema se lo tomaría tan literal, hubiera borrado todos esos párrafos describiendo las penurias de la infancia Binghe. Otra de sus malas decisiones que había regresado para abofetearlo.

¡Una es casualidad, dos son coincidencia, más de tres ya es abuso, Sistema!

“vamos, bebe esto” una taza agrietada chocó contra sus labios e inconscientemente siguió a esa voz familiar. Tragó el líquido tibio, perfumado con aroma de hiervas medicinales e impurezas, sintiendo como quemaba su garganta con su amargura.

En el fondo, podía escuchar el eco de un llanto infantil y los pasos rápidos que se alejaban en dirección a él.

Su conciencia poco a poco comenzó a asentarse, permitiéndole ver que estaba en una pequeña choza de madera que apenas era suficiente para aislar el frío. Sus venas espirituales ardían dolorosamente, al igual que sus músculos. Los médicos de Qian Can definitivamente iban a destrozarlo y luego lo harían sus hijos. No podía dejar que ellos supieran que se había excedido de esa forma. Ya podía escuchar el regaño de Xiao Jiu sobre cómo no pensaba en su salud, con palabras más floridas. De solo pensarlo le daban escalofríos.

Era eso o la hipotermia.

El cultivador se sentó en la cama. Notando que tan solo llevaba su túnica interior, mientras que sus otras ropas se secaban junto a un horno sencillo de barro.

“¡No intente levantarse! ¡¿Qué no ve que casi se muere?!” la mujer mayor le gritó cuando vio intentando salir del kang.  

Un miedo infantil resurgió en su cerebro aun aturdido por la enfermedad y rápidamente regresó a la cama. Bajo esos ojos severos, no había espacio para negarse, así que recostó en la cama viendo por el rabillo del ojo como la mujer mayor caminaba hacia el llanto infantil.

Con el arrullo de una canción de cuna, volvió a dormir.

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Cuando volvió a despertar ya era de noche y apenas podía verse algo dentro de la pequeña choza. Sus viejos huesos todavía dolían, pero su núcleo estaba acostumbrado a este tipo de situaciones y estaba recuperándose lentamente. Mientras tanteaba a su alrededor, encontró sus túnicas dobladas al pie de la cama, junto a su espada y bolsa qiankun. Sacó una perla nocturna y las sombras iluminaron el precario hogar.

Encontró a la mujer envuelta en viejas mantas, reposando junto a la canasta donde el pequeño Luo Binghe dormía sosteniendo uno de sus dedos. Imprudentemente se acercó a ellos, con la perla en la mano. La abuela Anzhu se veía más joven que la última vez que la vio, pero era ella, tenía los mismos rasgos e incluso el mismo lunar en la mejilla que él.

Era aterrador.

Volvió a temblar por el frio que se colaba entre las viejas tablas de la pared. El fuego se había extinguido, dejando solo algunas brazas que Mo Ruhua volvió a avivar a duras penas con la poca leña que había disponible.

“Deberías estar en cama” Anzhu dijo de forma acusatoria, aun sosteniendo las mantas a su alrededor.

“Ya estoy bien, además, no es correcto que los jóvenes acaparen la cama de los niños y ancianos”

“Ambos sabemos que no es tan joven, vi su espada, daozhang” por supuesto que ella no sería tan ciega.

Soltó una risa nerviosa, apartándose del fuego para dirigirse a la mujer. No le pasó desapercibido el cuchillo que escondía bajo las mantas.

“Con mayor razón entonces, dentro de poco estaré completamente recuperado, no tiene que preocuparse por este. Es mejor que usted y el niño suban a la cama y se abriguen para evitar un resfriado” Extendió su mano hacia ella, pero la mujer no tomó su mano y se levantó por su cuenta, llevando la canasta al kang.

Binghe era un bebé muy tranquilo, y continuó durmiendo plácidamente.

“Estoy…” ejem “Este está agradecido por su ayuda, hubiera estado en problemas de no ser por usted y sus cuidados. Este pertenece a una secta bastante conocida y podríamos ayudarla a usted y a su hijo si…”

Una gran pantalla roja saltó en su cara.

[El usuario tiene prohibido interactuar directamente con el protagonista antes de su ingreso oficial en Qing Jing]

[Cualquier acto de desobediencia será merecedor del protocolo de castigo]

Su cuerpo tembló al pensarlo. Solo había escuchado la historia de terror del hermano pepino, pero era suficiente para hacerlo sentir miedo.

“Dices que no puedo interactuar directamente con él”

[Negativo]

“¿Qué tal indirectamente?”

[…]

[Mientras el usuario no interfiera con los puntos de trama, tiene libertad de continuar]

“…quiero decir. Probablemente el líder de secta patearía mi trasero si dejara un acto tan noble y desinteresado sin pago justo” sonrió lo mejor que pudo, mientras abrochaba su túnica externa con su cinturón.

Su mirada se dirigió hacia la canasta donde estaba Binghe y Anzhu lo notó.

No podía interferir directamente en la vida del protagonista, pero tal vez podía usar a Anzhu como intermediario.

De su bolsa Qiankun sacó una más pequeña y corriente que estaba llena de taels de plata y la extendió hacia la mujer.

Al darse cuenta de lo que era, Anzhu se negó “No puedo aceptarlo, es demasiado”

“Aiyo, ¿salvar la vida de este parece tan poca cosa? Por favor acéptelo, ahora tiene otra boca que alimentar después de todo” Fue un truco bajo, pero sirvió para que la testaruda mujer por fin tomara el dinero, que serviría para alimentarlos y con suerte, si sabía administrarlo, podrían reparar las grietas de la casa por el momento.

Al menos hasta que pudiese regresar e inventar otra excusa.

Era difícil no notar la mirada sospechosa de la mujer hacia su persona, pero el inmortal era consciente de lo sospechoso que parecía.

No queriendo tener esos ojos avellana sobre él y destrozando sus nervios, tomó su espada y se despidió, no sin antes dejar un pequeño talismán pegado a la pared que alejaría el frio. Sus venas espirituales protestaron, pero él mismo se sintió mejor al hacerlo.

Con la perla nocturna en la mano, caminó a través de la nieve hasta alejarse de la casa, donde una figura alta ya lo estaba esperando.

“Puntual como siempre, Xiao Mo” Avión sonrió al joven adulto frente a él.

“¿Terminaste tus asuntos, A-N…die?” se tardó un tiempo, pero Xiao Mo por fin había cambiado su forma de llamarlo.

“Si, pero estoy a punto de desmayarme, así que si puedes dejarme en un lugar donde alguien de Qian Can pueda encontrarme, te lo agradecería” no bien, terminó de hablar, sus piernas cedieron.

El príncipe demonio sostuvo al cultivador para que no cayese y suspiró con pesadez. Había acompañado a su extraña nueva figura paternal (materna, pero bien podría contentarlo al llamarlo de otra forma) en suficientes incursiones como para saber que sus acciones, por extrañas que fueran, no eran al azar. Lo que sea que se escondiese en esa casa sería problemático en un futuro.

Sosteniendo a su a-niang, entró en las barreras de la secta como si no fueran más que una cortina de humo. Era ridículo lo fácil que podía entrar, pero era conveniente para este tipo de situaciones furtivas.

Mo Ruhua le dio algunas palmadas en la espalda, mientras le agradecía y se despedía luego de que lo dejaran en su residencia en Cang Qiong. Ya desde allí se las arreglaría solo.

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El joven príncipe se fue, pero no abandonó la montaña. Con la presunta muerte de Tianlang-jun, el reino de los demonios era un caos y eso incluía el norte. Probablemente algunos intentarían levantarse contra los viejos reyes, pensando que tendrían oportunidad y él era demasiado perezoso como para lidiar con pequeñas pestes. Así que, en su lugar, se apareció dentro de la pequeña casa de ocio de discípulo principal donde Shang Hua dormía.

El discípulo principal se levantó al sentir su presencia “¿Qué haces aquí otra vez?  ¿No te dije que la última vez era la última?” Shang Hua siempre estaba de mal humor cuando lo despertaban.

Sin dejarse amedrentar, el demonio caminó hacia la cama y se recostó en el espacio que estaba vació.

Shang Hua maldijo entre dientes antes de volver a recostarse. Lidiaría con el demonio más tarde.

Si se acercaron más mientras dormían, es algo de lo que no se habló.

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La delegación que fue enviada a combatir con Tianlang-jun regresó a Cang Qiong unos días antes, con menos de la mitad de los cultivadores que habían enviado.

Yue Qi, voló a la cabeza de todos ellos, sosteniendo una espada rota envuelta en un velo mortuorio.

La batalla contra Tianlang-jun y su general, Zhuzhi-lang había sido feroz y muchas vidas se perdieron. Entre ellas, estaban el anciano señor de Qing Jing y el propio líder de secta, junto a muchos de su tíos y tías marciales, quienes habían estado en el frente directo.

Era claro que Lao-Gongzhu no les estaba diciendo todo, pero la furia de Tianlang-jun no dejó espacio para dudas y la batalla continuó. No había rastros de Su Xiyan ni al inicio ni al final- No sabe cuántos demonios mató, pero sabe que en el momento que vio la espada de su maestro caer, fue cuando su espada rugió poseída y logró detener a Tianlang-jun el tiempo suficiente como para que la matriz de la montaña se activara, destrozándolo y atrapando sus restos debajo de toneladas de piedra y sellos.

Ni siquiera habían aterrizado en la cordillera Tian Gong cuando un grupo de espadas voló hacia ellos.

Shang Xue, acompañada de otros discípulos de distintas cumbres habían aparecido para ayudar a los heridos y enviar los cuerpos a la cumbre Mortuoria, que era otro nombre para el pico Shui Mian que se encargaba de los ritos fúnebres de todos los discípulos y maestros que fallecían, ya sea en misiones o en su camino de cultivo.

Su hermana lo abrazó con fuerza entre lágrimas, antes de gritarle que, si no hubiese regresado, ella misma lo hubiera resucitado para poder matarlo con sus manos. Yue Qi tuvo paciencia para calmarla, mientras trabajaba en sí mismo para que su cuerpo se relajara.

Ya no estaba en el campo de batalla. No había fuego, humo y sangre, solo la calidez de un abrazo y la frescura de las montañas en invierno.

El encuentro de los cuatro fue como despertar de un sueño. Incluso Xiao Hua había salido de su pesado trabajo en An Ding para visitarlo en la enfermería.

Xiao Jiu se veía fiero como un tigre cuando lo asaltó “Pareces medio muerto. Sigo sin entender que se te pasó por la cabeza cuando te ofreciste a esta misión, fuiste el único de los discípulos principales al que se le permitió ir. Se supone que serás el líder de secta, ¿de qué sirve si te mueres antes de llegar allí?”

“La próxima vez, iré contigo” dijo la persona que recién llegaba.

“¿Y tú a qué hora apareciste? Solo familiares tienen permiso para visitar a los pacientes” le rugió al joven Liu.

“Yo lo llamé, Jiu-ge” A-Xue intervino “él también estaba muy preocupado por Qi-ge”

“Mu-shidi dijo que, si volvían a hacer un escándalo, los iba a echar a ambos buera de la montaña” bajo la mirada furiosa de Shen Jiu, Shang Hua se tosió, haciendo como que no dijo nada.

“Está bien, Xiao Jiu. Me alegra que hayas venido, Liu-shidi, siempre es mejor tener más de la buena compañía” sonrió sinceramente.

El joven Liu asintió con un ligero tono rosa en sus mejillas.

Shen Jiu ocultó su frustración por esos dos detrás de su abanico.

Yue Qi estaba feliz de tenerlos a todos junto él, pero rápidamente notó que alguien faltaba “¿Dónde está papá?”

“¿No estaba contigo?” Shang Xue frunció el ceño.

“Se fue después de que partiste, pensamos que había seguido a la delegación” comentó Shang Hua.

“No. Él no estaba con nosotros”

Los cuatro se miraron entre sí, como si le otro tuviese las respuestas, pero ninguno había tenido noticias durante días. Era como si se hubiera esfumado en el aire.

Pasaron otros tres días antes de que la figura de Mo Ruhua apareciera en la enfermería de Qian Can, pálido como una sábana y usando túnicas inusualmente gruesas.

Eran Yue Qi y Shen Jiu los que estaban en la enfermería cuando esto sucedió. El primero había ido para que le cambiaran los vendajes, el segundo, solo fue a asegurarse de que lo hizo.

Mo Ruhua les dio una mirada cargada de emociones, encogiéndose un poco en sí mismo.

“Volviste, Xiao Qi”

Yue Qi esperó ver alivio en el rostro de su padre y tal vez orgullo por el hecho de que fue él quien le dio el golpe final a Tianlang-jun, pero lo único que pudo ver en esos ojos fue una profunda tristeza, antes de que los brazos cálidos se envolvieran a su alrededor. Entonces ya no sintió orgullo, sino vacío. Sintió la humedad acumularse en sus ojos y se aferró a la túnica del mayor, derramando lágrimas en silencio como un niño pequeño, mientras unas manos suaves acariciaban su espalda.

El verdadero peso de lo que había vivido cayó al fin sobre sus hombros. El sentirse tan cerca de la muerte, el perder a su maestro y a varios de sus compañeros, el saber que pronto tendrá que asumir un cargo para el que no cree que es tá listo. Todo regresó a él y las cicatrices dolieron más que nunca.

Notes:

Lidiar con múltiples protagonistas es difícil, pero la trama esta en línea, solo queda hacerla fluir.

Gracias por leer.

Chapter 26: El ascenso de la generación "Qing"

Summary:

La familia se pone al día y alguno secretos salen al descubierto.

Notes:

Este capítulo fue muy divertido de escribir.

No olviden echarle un ojo a mi twitter por algunos contenidos extra ;)

 

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Chapter Text

La primavera cayó sobre la montaña, llevándose consigo la nieve y el hielo para dejar que los brotes verdes y las flores de todos colores llenasen la montaña gris con la vitalidad de sus pétalos. Era bien sabido que la primavera era una época de cambio y renacimiento, donde la nueva vida reemplazaba las pérdidas del invierno. Fue por eso que los últimos ancianos de Cang Qiong estuvieron de acuerdo que era la fecha ideal para celebrar el ascenso de la nueva generación de señores de la cumbre.

Las abejitas obreras de An Ding corrían de un lado al otro llevando pedidos y las decoraciones entre las distintas cumbres y el anfiteatro principal frente a la cumbre Qiong Ding. Los artesanos de Wan Jian dejaban por primera vez en mucho tiempo el metal de espadas para fabricar hermosas y finas piezas de vajilla que servirían a la mesa durante la celebración. Las hermosas discípulas de Xian Shu ensayaban un hermoso baile de espadas que acompañarían con la música de los diligentes músicos de Qing Jing. Qian Cao preparaba lotes extras de píldoras medicinales para tratar con los típicos imprevistos en cualquier celebración. El antiguo señor de la cumbre Zui Xian sacó de la reserva su alcohol más refinado y exclusivo. Ku Xing y Bai Zhan cazaban bestias míticas que servirían como alimento para todos los invitados y así aligerar la carga de la cumbre de los Domadores de bestias.

Mo Ruhua miraba todo esto y sonreía internamente que lidiar con ese gran tamaño de organización ya no era problema suyo, pero no pudo evitar sentir lástima de sus hijos, quienes estaban atrapados en sus deberes como discípulos principales. Al final no pudo resistirse a ayudar en la organización, a pesar de que nadie se lo pidió, trabajando con el viejo señor de la cumbre de Wan Jian, el anciano Sang para asegurarse que todo estuviese en orden ahora que tanto el anciano líder de sexta y el anterior señor de Qing Jing habían estirado la pata. Con ellos dos muertos y con el señor de An Ding en sus últimas luego de fallar en su ascensión, tuvo que asumir el mando de la secta a corto plazo prácticamente sólo.

Como si no tuviera suficiente teniendo que crear por su cuenta el símbolo de la nueva generación.

La ayuda del joven Mo fue una bendición que el anciano Sang no iba a desaprovechar. Pronto el autor estuvo delante de una pila de papeleo que le envió un desagradable recordatorio de lo que le esperaba si regresaba al otro mundo.

A menos que ya lo hubieran reemplazado…

Continuó trabajando hasta tarde, cayendo en antiguas costumbres hasta que su cuerpo le gritó por un descanso. Sus muñecas dolían como una perra, ya que este nuevo cuerpo carecía de la memoria muscular que había acumulado en su anterior vida. Ni siquiera con su grupo de espías había acumulado tanto papeleo y movían toneladas de información a diario.

Hubo un golpe ligero que lo despertó de su ensoñación y miró hacia la puerta, donde una figura hacía sombra gracias a la luz de una vela.

Murmuró un “adelante” desganado.

Shen Jiu, pronto Qingqiu, entró sosteniendo una bandeja con bocadillos y una mezcla de té lista para ser hervida.

“Te perdiste la cena” le dijo con el ceño fruncido.

“Xiao Jiu, soy un cultivador muy, muy viejo, no importa si me salto paso días sin comer” a su segundo hijo no le gustó nada su respuesta y se lo dejó en claro con una sola mirada.

‘¡Hijo no filial! ¡¿Dónde fue que aprendiste a intimidar a tu padre así?!’ pensó un poco envidioso, dos vidas y todavía sigue dando tanto miedo como un ratón a un gato.

“¿Por qué estás haciendo ese trabajo? Pensé que solo te dedicabas a asesorar a los maestros” comentó mirando de reojo la pila de pergaminos, mientras calentaba el té en la tetera.

“Ah… el viejo Sang me pidió algo de ayuda en toda la logística de la celebración, es bastante complicado para él ahora sin el líder de secta y el anciano Jiang…” dejó pasar el ligero movimiento de cejas de su hijo.

No habían hablado de eso, pero la muerte del anterior señor de Qing Jing también había afectado a Shen Jiu. El autor sabía que el anciano, a pesar de ser estricto y bastante cascarrabias, apreciaba a Xiao Jiu como si fuera su propio hijo, tal vez porque podía ver un poco de sí mismo en Shen Jiu. Era extraño pensar como estos personajes que realmente no pasaron de ser un concepto esporádico habían avanzado tanto hasta ser sus propias personas.

“An Ding también está a rebalsar lidiando con los mercaderes. Los cielos sabrán cómo es que Xiao Hua no ha caído en una desviación de Qi, tendiendo que lidiar solo con todos los estudiantes de su cumbre, incluso si todavía puede pedir consejo a su maestro. Aunque por supuesto, no puedes hacer demasiado con el cuerpo parcialmente paralizado…”

Una taza de té humeante se sirvió frente a él y la tomó gustoso. El suave olor a osmanthus le hizo sonreír de forma inconsciente, eliminando la melancolía y despejando el cansancio de sus hombros.

“Esto me trae recuerdos, siempre te ha gustado este té, incluso si siempre fingías no estar entusiasmado cuando te traía un poco del mercado, podía verse la alegría en tus ojos”

“Me sorprende que recuerdes algo así” sonrió levemente el más joven.

“Bueno, me gusta conservar los momentos felices. Nunca se sabe cuándo las cosas pueden cambiar…” el gusto amargo, pero reconfortante con notas a durazno se deslizó por su garganta, eliminando un poco el frio de su alrededor.

Shen Jiu apretó ligeramente el puño, rasgando la madera de la mesa con sus uñas. Ahí estaba otra vez esa mirada “¿Por qué no nos dices nada? No has sido el mismo desde que sitiaron a Tianlang-jun, tal vez mucho antes, ¿Algo sucedió?”

“No es necesario que calientes tu cabeza con esos temas”

“Entonces si está sucediendo algo” insistió “Los discípulos de Qian Cao dijeron que la noche que regresaste, estabas apenas vivo con un desgaste severo de Qi”

“Esos mocosos… ¿Dónde quedó el secreto profesional?” masculló entre dientes, prometiendo encontrar a la boca floja para entregárselos a su maestro.

“Padre”

“¡No fue nada! Solo un problema con una bestia demoniaca que chupaba Qi, con todos fuera o demasiado ocupados en la secta alguien tenía que hacerse cargo. Que es un poco de Qi”

“Estabas a un paso de que tus venas espirituales se quemaran, además, yo también estaba en la enfermería y vi lo pálido que estabas. Parecías un cadáver” un ligero tono de angustia se mescló con el enojo de su voz “Siempre has hecho eso, sales y regresas medio muerto sin decirnos nada a Yue Qi y a mí”

“Eran niños. No iba a exponerlos a que esos asesinos los encontraran”

“Pero ya no somos niños. No tienes que cargar todo tu solo, podemos ayudarte”

El té que había sido dejado a un lado se enfriaba al igual que el ambiente entre padre e hijo. Las velas se agitaron ligeramente por una corriente de aire, iluminando los rostros jóvenes pero conocedores. La expresión de Shen Jiu cambió del enfado a una de frustración e impotencia. Al verlo, el autor sintió un deje de culpa.

“No es que no confié en ustedes, se mejor que nadie lo fuertes que se han vuelto, dentro de un par de años podrían superar la fuerza de este viejo” sujetó la mano de su hijo y le sonrió con una mirada tranquila “Confío en ustedes, así que también confíen en mí. Déjenme cuidarlos mientras todavía puedo hacerlo”

“No insistiré más, pero debes prometerme que, si se vuelve demasiado, nos pedirás ayuda”

Suspiró pesadamente. Por supuesto que su hijo era terco, pero maldita sea, ¿tiene que parecerse tanto al hermano Pepino? “Lo prometo”

Shen Jiu no tenía motivos para desconfiar de la palabra de su padre y aceptó la promesa. Ambos comieron juntos y al terminar, Shen Jiu permaneció en la casa de ocio para ayudar a Mo Ruhua con los papeleos. Juntos lograron terminar temprano, pero era muy tarde, así que el joven se quedó a dormir en casa de su padre, la habitación lateral. Mo Ruhua sabía mejor, solo era una excusa de su hijo para asegurarse de que estaba durmiendo.

El autor quiso estar molesto por ser regañado por su propio hijo, pero no podía negar que ser cuidado lo hizo sentirse feliz.

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Los invitados comenzaron a arribar a la cordillera antes del amanecer. Familias importantes y cultivadores de renombre, todos con lazos con Cang Qiong asistieron para ver el ascenso de los nuevos señores de las doce cumbres.

A comparación de los de estos grandes señores, el carruaje de Lu Tang era humilde y se sintió cohibida. En ese mundo tan esplendido, una mujer tan impura como ella no encajaba. Aun así, hizo su mejor esfuerzo para aparentar tranquilidad mientras su sequito llevaba el palanquín hacia la cima. Tenía que agradecer una vez más la amabilidad de Mo-Daozhang por conseguirlo por ella. El que tan solo la hubiesen invitado a un día tan importante, había sido una sorpresa. Habían pasado tantos años desde que vio a los niños ¿realmente la recordaban? Mo-Daozhang se lo había mencionado, pero no le había creído.

Esos niños eran brillantes, podía saberlo solo viendo a su padre. Incluso si no estaban relacionados por sangre, todos ellos tenían un resplandor propio.

Pero no podía negar que pensaba en ellos casi a diario. ¿Cómo no hacerlo? Los había visto crecer y los educó. Uno de sus recuerdos más felices había sido cuando luego de varias lecciones, Shen Jiu logró tocar toda una melodía en el Erhu del burdel. La forma en la que sonrió tan orgulloso de sí mismo. También estaban los días en los que Yue Qi se colaba en la cocina y se quedaba observando todos los dulces que las hermanas estaban preparando con ojos hambrientos, pero demasiado tímido como para pedir alguno, a pesar de lo mucho que su familia había hecho por ellas. Ninguna de ellas le hubiera negado nada. Recordaba la risa de los gemelos cuando sacudía los cascabeles sobre sus cabezas e intentaban agarrarlos con sus pequeñas manos. No los había visto desde que eran unos bebés, que fue cuando se ofreció a ayudar al maestro Mo.

¿Qué tanto habrían cambiado en esos años? ¿Se decepcionarían por como la edad la ha alcanzado? Los cultivadores permanecen en la edad que tenían cuando formaron un núcleo dorado.

El aire se volvió menos denso y difícil de respirar. Tomó la máscara que Mo-Daozhang le había enviado junto a su invitación. Al ponérsela, pudo respirar nuevamente y una ligera sensación de frialdad cubrió su piel. Fue un doble objetivo. Se había vuelto bastante famosa entre los cultivadores de Huan Hua y no querían que alguien la reconociera. No solo rompería su tapadera, podría meter Mo-Daozhang y a toda su familia en problemas.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que cuando el palanquín se detuvo, chocó con el frente. Sobó su frente adolorida por debajo de la máscara y agradeció que no se hubiera roto.

Cuando salió del palanquín quedó sorprendida por lo que vio. El cielo había acompañado a aquel día importante, despejando sus nubes, dejando ver un sol radiante, pero sin calor, en medio de un azul infinito. Montaña estaba cubierta por una capa de nieve que brillaba bajo los rayos del sol sin derretirse. Los caminos habían sido despejados y en el fondo podían verse los extensos bosques de bambú que aún seguían verdes. Por el otro extremo, edificios de mármol blanco y tejas verdes, con la luz del sol cayendo sobre ellos, las incrustaciones de Jade y oro resaltaban, soltando un brillo mágico.

“Tang-mei” Mo Ruhua estaba frente a ella, no había cambiado en lo absoluto, incluso si todavía cubría su rostro detrás de un velo, sus ojos eran los mismos “me alegra ver que llegaste a salvo, ¿hubo algún inconveniente en el camino?”

“Ninguno, fue un viaje tranquilo. Gracias por invitarme a la celebración de los niños”

“Vamos, vamos. ¿Crees que Xiao Jiu y Xiao Qi te dejarían fuera? Incluso si hubiese olvidado de enviarte tu invitación, seguro que ellos lo hubieran hecho”

“Sabes que no es apropiado que yo esté aquí” bajó la voz, mirando de reojo a los nobles y cultivadores justo que avanzaban hacia el centro de la secta.

“Eres un miembro de nuestra familia, tienes incluso más derecho a estar aquí que ellos” una familiar voz habló.

“Xiao Jiu, Xiao Qi” no era una pregunta. Detrás de esas túnicas y horquillas lujosas, Lu Tang reconoció a los dos jóvenes al instante.

“Ha pasado mucho tiempo, tía Lu” sonrió detrás de su abanico.

“Han crecido tanto, ni siquiera alcanzo el hombro de Yue Qi ahora, cuando la última vez que nos vimos, todavía era más pequeño que esta anciana. Y se ven tan jóvenes casi como un adolecente, esta anciana se siente envidiosa” bromeó.

“Tía Lu luce vivaz y saludable a pesar de los años” alabó Yue Qi con una sonrisa genuina.

“Pensé que estarían preparándose para la ceremonia” Mo Ruhua comentó.

“Oh, nosotros ya estamos listos” el tono de Shen Jiu no auguraba nada bueno “Vinimos a buscarte a ti para asegurarnos de que estés mejor que esos viejos buitres. Qi-shimei nos espera arriba.”

“¿Qué tiene de malo mi túnica?” La mirada que su segundo hijo le dijo le hizo tragar saliva.

“Tía Lu, me encargaré de escoltarla” ofreció Yue Qi, interponiéndose entre el padre e hijo que discutían y la mujer de mediana edad.

Ella sonrió por la nostalgia y aceptó el brazo que Yue Qi le ofrecía para llevarla a su asiento.

En el fondo, Mo Ruhua se quejaba mientras era arrastrado por Shen Jiu hasta Xian Shu.

Algunas cosas nunca cambian.

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La ceremonia se llevó a cabo cuando el sol alcanzó su altura máxima. El anciano de Sang como el anciano de mayor rango entre los que quedaban, inauguró el evento y los doce discípulos se sentaron frente a la multitud en doce pedestales tallados que simbolizaban cada una de las cumbres. El anciano Sang desató las viejas coronas de discípulo principal de cada uno de ellos, desde la cumbre doce, hasta la principal, Qiong Ding, intercambiándolas por las nuevas que simbolizarían su nuevo estatus como señores máximos. Él mismo las había fabricado con sus propias manos, usando los materiales más preciosos. Cada corona era diferente, acoplándose a la personalidad de cada cultivador, había tenido que observar a los adolescentes por meses antes de decidirse por un diseño.

Todos y cada uno completaron los pasos, recitando el juramento de la secta, prometiendo velar por el bienestar de las doce cumbres, el trabajar juntos para transmitir el conocimiento que sus maestros les dieron a ellos y, por, sobre todo, proteger a los discípulos que estarían a su cargo.

Cuando la última corona fue puesta sobre la cabeza del ahora llamado Yue Qingyuan, todos los invitados aplaudieron al unísono, celebrando por esta nueva generación, la generación Qing, enviando sus buenos deseos para que llevaran a la secta hacia un futuro más brillante.

En su momento, el autor no había prestado la correcta atención a su propia ceremonia de ascensión, demasiado preocupado por no morir. Pero ahora mirando a sus hijos recibir el honor frente a todos, se sintió orgulloso de todos ellos y aplaudió con más ganas que nadie.

[Misión principal completada en un 40%]

[Objetivo de misión: Generación Qing] [Completado]

[+500 puntos B]

La fiesta en celebración no podía faltar. Al anochecer todos se reunieron para saludar a la nueva generación de líderes, pero a medida que avanzaba la noche, se fueron dividiendo en grupos más pequeños donde las familias y los amigos acompañaban a sus conocidos.

La pequeña familia se reunió en una mesa larga para conversar, disfrutando de la compañía mutua mientras compartían la cocina de la secta y poniéndose al día luego de tantos años.  

“¿Qué? ¿En serio?” Shang Xue estaba asombrada por conocer a Lu Tang. Solo sabía de ella por mano de Yue Qi y Shen Jiu, pensaba que sería una mujer muy estricta o similar a su segundo hermano, pero luego de una conversación, las dos congeniaron de maravilla.

Lu Tang también había iniciado una conversación agradable con Madame Liu. Su tema favorito era contar anécdotas de la infancia de los ahora señores de la cumbre, para vergüenza de todos los involucrados.

Qi Qingqi se unió a ellos más tarde, luego de despedirse de su abuela por esa noche.

Shang Xue fue la primera en saludarla.

“¡Felicidades, Shijie! Aunque ahora no puedo llamarte así… ¿debo dirigirme a ti como Shizun? ¿Qi-Shifu? ¿Qi-Laoshi? ¿Mayor Qi? Puaj, pareciera que me estuviera dirigiendo a una anciana” un golpe en la cabeza interrumpió su diatriba.

“¡¿A quién llamas anciana?! ¡Solo soy cinco años mayor que tú!” se quejó, llevando las manos a sus caderas.

Shang Xue la miró con ojos llenos de lágrimas de cocodrilo mientras cubría la zona golpeada “¡Que mala eres Shijie! ¿Por qué eres tan violenta? ¡Así nunca conseguirás marido!”

“¿Para qué quiero un marido? Suficiente tengo lidiando contigo” bufó, con sus manos en las caderas.

“¡Aiyoo, que mala eres!”

“Ustedes pelean como un viejo matrimonio” se burló Shen Qingqiu, quien sostenía su abanico para ocultar su sonrisa cínica.

Qi Qingqi lo miró con desafío “Eres quien para hablar cuando no paras de pelear con Liu Qingge por el menor problema, ¿planean celebrar pronto su boda?”

Shen Qingqiu la miró con dagas en los ojos. Liu Qingge hizo una expresión de asco, acercándose a Yue Qingyuan, quien tenía una sonrisa suave que acompañaba una mirada de resignación.

Madame Liu eligió ese momento para dar un paso a la conversación “Oh, una boda sería el evento perfecto para alegrar este año plagado de tragedias, ¿no lo cree, señor Mo?”

Mo Ruhua se atragantó con su bebida y Shang Qinghua le dio unos golpecitos en la espalda para ayudarlo. Lu Tang se había congelado en su lugar, mirando a Liu Qingge y luego a Yue Qingyuan con incredulidad, para luego mirar a Mo Ruhua ojos que claramente decían: “¿Por qué no me hablaste de esto?”

“¡Madre!” Liu Qingge se adelantó avergonzado.

“¿Qué ocurre, hijo? ¿Estoy diciendo algo incorrecto? Estás en tu mejor edad y ya que el señor Mo ha estado evitando nuestras invitaciones los últimos años…

“¡ya hablamos de esto!” el rostro del dios de la guerra se había sonrojado por completo. Inconscientemente su mirada se desvió hacia Yue Qingyuan quien había volteado a mirarlo gracias a su grito y tenía una expresión atónita en el rostro, acompañado de un color rosa en sus orejas.

Shang Xie ahora tenía un ataque de risa poco digno de una dama, pero Qi Qingqi no estaba en condiciones para regañarla detrás de su propia risa.

“Madame Liu, creo que deberíamos dejar que los niños resuelvan ese tema por su cuenta” Mo Ruhua miró con compasión a los dos jóvenes. Especialmente sintió lástima por Liu Qingge, vaya forma de obligarlo a admitir sus emociones.

Aunque tal vez era lo mejor… considerando la forma de actual de su homólogo en el otro mundo.

“Oh, tal vez. Después de todo no queremos imponernos en las tradiciones de la familia de Mo-xiansheng.

“¡Madre!”

Mo Ruhua soltó una pequeña risa detrás del velo. Al tomar su té, se dio cuenta de que le faltaba uno de sus hijos.

Shang Qinghua se había alejado mientras nadie estaba prestando atención. El autor siguió su rastro fuera de la celebración y lejos de la luz de las linternas, hacia el bosque de bambú.

“¿A-Hua?” tapó su boca al darse cuenta de que su hijo estaba con alguien más. Ocultó su presencia como solo años de experiencia de espionaje y huida logran enseñarle, observando a las dos figuras en la oscuridad.

Shang Qinghua tenía los brazos cruzados y todo su lenguaje corporal indicaba que estaba molesto.

“¡¿Por qué viniste aquí?! ¿Sabes que la montaña está llena de cultivadores? Incluso más de lo usual” masculló entre dientes.

“Es un día importante para Qinghua”

El autor quedó con la boca abierta al ver que era Xiao Mo, Mobei-jun quien estaba junto a su hijo menor.

“Aun así. Vete de una vez o yo mismo te entregaré a los cultivadores” gruñó Shang Qinghua.

Mobei-jun no parecía asustado o molesto por la amenaza. Gracias al cielo. ¿Quién le enseñó a su hijo a hablarse así a un demonio claramente más poderoso que él?

‘No. Espera. Eso no es lo importante. ¿Desde cuánto es que estos dos están en contacto?’ pensó con pánico. Cuando vio a Xiao Mo levantar la mano, pensó que iba a golpear a su hijo, estaba listo para saltar e intervenir.

Para su sorpresa, Xiao Mo entregó desde un portal una gran piel de bestia de un negro noche que solo podía pertenecer a un oso cornudo del desierto. Lo sabía porque su Mobei-jun le había dado una igual cuando eran jóvenes y todavía la guardaba celosamente en su casa en An Ding.

Shang Qinghua parecía sorprendido, pero se reajustó, sonriendo con sarcasmo.

“¿No es este un regalo muy osado para dárselo a un simple sirviente? ¿Siquiera recuerdas que significa?”

¿Esa piel tiene algún significado importante? Avión no podía recordarlo.

Xiao-Mo no respondió y solo empujó la piel en las manos de Shang Qinghua, para luego regresar al norte, dejando al cultivador parado en medio del bosque.

“Hmp… presuntuoso como siempre” se burló, pero estaba todo menos enfadado mientras sostenía el regalo con cuidado.

Mo Ruhua retrocedió silenciosamente. Decidido a fingir que no había visto nada, regresó a la mesa donde todos estaban ya un poco borrachos. Si, alcohol. Justo lo que necesitaba.

Notes:

Omake:

Avión: ¿Acaso esa piel de una bestia mítica y casi imposible de matar tenía algún significado especial?

Avión: Nah, no debe ser nada.

Mobei-jun en SAVE: (...)

Chapter 27: Serás mi discípulo

Summary:

El tiempo pasa con velocidad, es hora de que el protagonista haga aparición.

Otro titulo: en el que Avión casi muere de in infarto.

Notes:

Otro (gran) salto de tiempo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

La vida era un lecho de rosas. Desde fuera puede verse frágil y hermosa, pero entre las flores se esconden afiladas espinas y con cada paso, no sabes si estas a punto de pisar una hasta que sientes el pinchazo.

Siendo un niño, Luo Binghe habia vivido muchas más experiencias que otros niños de su edad. Creció en una tierra pobre donde el invierno duraba más que la primavera y la tierra era difícil para cultivar, obligándolos a vivir al día.  Recientemente había vivido la perdida la persona que más amaba, su madre y habia caminado durante días, para cumplir el último deseo de esta, de tener una vida mejor.

Durante el largo viaje muchas veces fue tentado a rendirse, pero su voluntad era fuerte y luego de semanas de viaje, al fin llegó a la capital de la región.

Al llegar se vio deslumbrado por la gran diferencia que tenía la ciudad con su pueblo natal. El cielo era azul sin una sola nube que lo cubriera. El aire era fresco, salpicado con el aroma de las flores de temporada, además del olor a las distintas comidas que los puestos de comida ofrecían en cada esquina. Los hombres y las mujeres usaban túnicas coloridas, los niños corrían alegremente y no habia rastro de mendigos de ropas raídas. Los que parecían más pobres solo tenían túnicas más neutras, pero bien arregladas.

Pero lo que sin duda destacaba incluso a la distancia, era la cordillera Tian-Gong. Hermosas cumbres que reflejaban la luz del sol sobre la verde vegetación que crecía en sus orillas y la nieve que aún no se derretía de las cumbres más altas. Una neblina cubría lo que Luo Binghe supuso estarían los asentamientos de la secta, impidiendo la visibilidad de cualquiera que mirase desde fuera. Entre la multitud de personas, podía distinguir a los cultivadores, discípulos que charlaban alegremente en sus tiempos de ocio entre recados.

¿Podría ser como ellos alguna vez?

¿Estaría él entre ellos?

Luo Binghe miró la alta cadena de montañas con determinación. Sostuvo el brillante jade debajo de su ropa, el último legado de su madre y suspiró recordando la última conversación que tuvo con su madre.

La anciana yacía en el lecho de la cama, pálida como un fantasma y con el cabello gris cayendo como una cascada en su costado. Un tazón de congee vacío reposaba entre sus manos. Ella sabía que le quedaba poco tiempo, podía verse en sus ojos y lo había aceptado.

“Cuando llegaste a mí, flotando en una canasta por el río, no estabas solo. Al mismo tiempo que te sostuve entre mis brazos, un hombre cayó desmayado cerca de nosotros. Por la espada que cargaba, supe que era un cultivador, pero se veía muy enfermo. Los llevé a ambos a mi casa hasta que él despertó. Fue muy amable, aunque se veía terriblemente pálido. Recuerdo que no dejaba de mirarte. Se fue muy rápido, pero dejó atrás una bolsa con suficiente dinero para que ambos pudiésemos sostenernos por mucho tiempo. Eso me sorprendió, pensé que podría devolvérselo, pero la siguiente vez que apareció, estuvo aún menos tiempo y dejó en mis manos fruta fresca que incluso con el tiempo, no se marchitaba. Así, una vez al año, aparecía de la nada, siempre llevándonos algo que necesitáramos, ya fuera comida o medicina, a veces incluso se quedaba a reparar el tejado de la casa.”

“¿Cómo sabía él eso?” en sus memorias más lejanas, recordaba la sombra de una figura de blanco parada junto a la puerta, pero su rostro estaba cubierto por niebla.

“Nunca lo supe. Sospechaba que nos vigilaba de cerca, pero nunca encontré nada inusual. Tampoco pude preguntarle, porque desaparecía tan inesperadamente como aparecía. No era casualidad. Ese hombre estaba allí para cuidarte, estoy segura. Incluso las túnicas que vestimos, fueron un regalo de ese daozhang” no pudo evitar toser terriblemente, asustando al niño, que corrió a llevare agua tibia.

“¿Entonces por qué no está aquí ahora? Te estas muriendo…”  sus palabras tartamudearon por el llanto mal contenido.

“Tan solo soy una mortal, aunque bebiese la mejor medicina, mi hora llegaría tarde o temprano. Viví una larga vida y no me arrepiento de nada, lo único que lamento es dejarte solo en este mundo. Por eso, Binghe, escucha. Quiero que vayas a Cang Qiong y te unas a sus filas. Si aprendes bien sus artes tendrás la vida garantizada y tal vez puedas encontrar a ese daozhang, seguro que él continuará cuidando bien de ti y tal vez, pueda decirte algo sobre tus verdaderos padres”

“¡tú eres mi única madre!” sus ojos ardían por las lágrimas.

“Criarte hasta hoy ha sido mi mayor orgullo. Eres un buen niño y espero que jamás pierdas ese corazón bondadoso, hijo”

 

Soltó el aire que había estado conteniendo y continuó caminando hacia la montaña.

“Estoy aquí, madre”

Aunque estaba decidido, pronto se encontró con un predicamento. No podía encontrar el camino hacia la montaña. Las personas llenaban la calle, la mayoría de ellos venía para observar a los jóvenes que probarían suerte ese año en las pruebas de la montaña Cang Qiong.

Los vendedores eran amables tanto como podían, sería ventajoso llevarse bien con los futuros miembros de la prestigiosa secta. Luo Binghe se acercó a un puesto donde vendían pez a la parrilla para preguntar indicaciones. La mujer que atendía el local parecía estar en sus 40, con arrugas alrededor de las comisuras de su boca, parecía alguien a quien le gustaba sonreír y por eso lucía amable.

“Pase, pase, jovencito. Para celebrar el ingreso de los nuevos discípulos estamos estrenando una nueva variedad de pez a la parrilla, condimentado con picante importado de la región sur” ofreció.

Binghe sonrió a la mujer, quien le correspondió, mientras que para sus adentros pensaba en lo adorable que era el niño.

“Disculpe, pero estoy buscando el camino hacia la seca Cang Qiong, estoy algo perdido”

“Oh, ¿vienes a dar la prueba también? Muchos niños vienen buscando la oportunidad, pero solo algunos pocos con suerte son escogidos por los propios doce señores máximos. Aunque pareces un niño excepcional, quien sabe, tal vez uno de ellos te elija” le guiñó un ojo antes de indicarle el camino correcto.

Binghe le agradeció de corazón y la mujer le ofreció un pescado para el camino.

“Pero, no puedo pagarlo” la mujer soltó una pequeña risa al verlo angustiado.

“Siempre puedes pagármelo cuando te conviertas en un cultivador famoso. Incluso si no te aceptan, puedes venir y trabajar para mí. Con una cara como la tuya, seguro que nuestro negocio sería famoso” bromeó antes de entregarle el pez preparado y Binghe volvió a agradecerle antes de comenzar a andar.

Dio un par de mordidas al pescado a la parrilla. El sabor era muy bueno, tal vez podría replicarlo alguna vez si le permitían entrar en la cocina de la secta.

Estaba sumido entre sus pensamientos cuando perdió el cruce donde debía doblar. Regresó sobre sus pasos cuando una mano robusta se posó en su hombro. Al girar, vio a un hombre alto que usaba la armadura de los guardias de la ciudad. Su rostro estaba parcialmente cubierto por un casco, pero podía ver una cicatriz que cruzaba desde su mentón, hasta su labio superior.

“¿Estás buscando el camino hacia la secta, joven?” preguntó el guardia.

El menor asintió con la cabeza, queriendo alejarse para continuar su camino, pero el hombre lo detuvo al sujetar su hombro, para luego cambiarlo a agarrar su brazo.

“Permíteme llevarte. No es seguro que un niño vague solo por las calles”

Luo Binghe tenía un mal presentimiento, pero el guardia tenía su brazo firmemente sujeto alrededor de su muñeca mientras lo jalaba en la dirección opuesta. Hubo un ligero tintineo cuando una ficha dorada, escondida entre las ropas del guardia chocó contra la empuñadura de su daga. Un instinto profundo le gritó que corriera y así lo hizo.

Inesperadamente empujó al hombre, golpeándolo con el pincho de pescado y comenzó a correr hacia la multitud con la esperanza de perderlo. Pudo escuchar el gruñido del hombre detrás de él.

A lo lejos vio a un grupo de cultivadoras de la secta, sus túnicas eran de rosa y blanco y sintiendo que el hombre aterrador le pisaba los talones, fue sin dudarlo hacia ellas. Algo debió verse en su cara porque una de ellas lo detuvo.

“¿Estas bien, niño?” él negó.

“Hay un hombre extraño siguiéndome” un escalofrió su espalda cuando reconoció el casco entre la gente.

Las discípulas miraron hacia el lugar donde el niño miraba con miedo y se tensaron. La mayor de ellas, que usaba dos lirios en el cabello dio un paso al frente como si hubiese sentido algo fuera de lugar. Su mano permaneció cerca del mango de su espada, pero la sensación pesada pronto se esfumó y todos respiraron nuevamente.

Luo Binghe estaba nervioso luego de una experiencia como esa.

“Esta se llama Shang Xue, ¿Puedo preguntar tu nombre o debo seguir llamándote “niño”?”

Binghe se sonrojó, avergonzado e hizo una reverencia ante las mujeres “Agradezco a las hermanas cultivadoras por su ayuda que me dieron. Este se llama Luo Binghe”

“Que niño tan educado, entonces, Binghe, ¿vas hacia la ceremonia de selección?” El niño asintió tímidamente “Ora, Ora. Nosotras ya teníamos que regresar a la montaña, puedo llevarte al pie de la montaña para que te juntes con tus compañeros”

“¡¿De verdad?!” Luo Binghe se animó al instante, pero se sintió avergonzado “lamento molestar a las mayores”

“Vamos, vamos. Papá me mataría si no ayudara a un niño en problemas” sonrió agitando su mano, restándole importancia al asunto.

Una de las shijies lo subió a su espada para llevarlo durante el camino.

Mientras el grupo avanzaba, Shang Xue frunció el ceño mientras miraba hacia la multitud. Un sentimiento agrio persistía en su mente, pero no habia nada que hacer. Tendría que hablar con su Da-ge sobre ese asunto.

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Se despidió de las discípulas de Xian Shu en la entrada donde las familias se habían aglomerado. Los participantes ya habían entrado en el círculo y Binghe se apresuró a entrar para alcanzar al grupo. El discípulo mayor que guiaba al grupo los llevó montaña arriba, a través de un intrincado camino. Era difícil subir, algunos se quejaron, pero el discípulo mayor ni siquiera miró atrás mientras seguía avanzando.

Una prueba. Binghe no detuvo el paso y continuó caminando defendiéndose solo para ayudar a otros a subir las partes del peñasco que eran demasiado altas.

Pronto llegaron a un gran plano rodeado de un palco alto con doce asientos donde los grandes inmortales los juzgaban con la mirada. Entonces se les ordenó a todos que hicieran un agujero en la tierra, solo eso, sin más especificaciones ni ayuda.

Se arremangó las mangas de la túnica y se dedicó a su tarea, apartando su mente de los murmullos a su alrededor.

Los minutos pasaron y el tiempo se agotó, todos se apartaron del agujero y los inmortales dieron su veredicto.

“Lo quiero como mi discípulo” Tres voces se alzaron casi al mismo tiempo. Hubo un jadeo general entre los niños participantes y los discípulos que habían asistido para acompañar a sus maestros. Los compañeros de los tres inmortales también tenían expresiones que variaban desde la confusión hasta la sorpresa, pero eran menos expresivos.

Luo Binghe quedó pasmado cuando se dio cuenta de que era él a quien llamaban. No entendía como habia llamado la atención de tres de los señores de la cumbre, cuando ni siquiera confiaba en ser escogido por uno de ellos.

Tres señores de la cumbre se miraban ahora entre ellos.

“Shen Qingqiu, ¿Qué estas tramando?” Liu Qingge fue el primero en alzar la voz.

“Mi discípula ha lamentado en distintas ocasiones ser la más joven de sus hermanos marciales desde hace mucho y este niño muestra todas las cualidades de un discípulo de Qing Jing. Lo que me sorprende es que Shang-shidi también quiera acogerlo”

El hombre de cabello castaño bufó mientras cruzaba sus brazos.

“¿Cómo puede mi cumbre prosperar si ustedes se llevan a todos los que muestran talento nato?” exclamó el señor de la cumbre más bajo. Su rostro era joven, con mejillas suaves como si apenas fuera un adolecente que pasaba a la adultez, pero Binghe sabía bien que el cultivo podía mantenerte joven durante siglos. Pero sus ojos eran agudos y había algo que a Luo Binghe no le gustaba. Esa mirada era de alguien que guardaba muchos secretos.

“No es por ofender, Shang-shibo, pero tu cumbre no se especializa en el combate y sería un desperdicio para el talento del niño” Habló el señor de la cumbre Ku Xing.

“Hay más formas para pelear aparte de solo usar una espada” Shang Qinghua lo miró con enfado.

“No dudamos de tu capacidad de combate, shidi, pero ni siquiera tratas en persona con tus discípulos”

“Liu Qingge se pasa la mitad del año fuera de la secta y la otra mitad de la pasa en Qiong Ding y no veo que nadie diga nada al respecto” se defendió el señor de An Ding.

Wei Qingwei junto al señor de la cumbre de Ziu Xian se atragantaron con su alcohol de la risa. Qi Qingqi soltó una risa burlona. Mu Qingfang tenía una expresión de diversión. En cambio, el señor de la Guerra gruñó molesto, pero no refutó. Desde cerca podía verse el sonrojo en sus mejillas.  

El líder de secta tosió, llamando la atención de los presentes “Por favor, calmados todos. Podemos resolver esto pacíficamente” su voz era tranquila, parecía acostumbrado a ser el mediador.

“Shen-shidi ¿realmente no hay otro discípulo que llame tu atención?”

“Zhangmen-shixiong debe saber que es difícil para mí elegir a alguien adecuado, en la ocasión anterior tan solo elegí a dos niños de los más de cien que habían aparecido”

“Shen-shixiong, te pido que lo reconsideres, hazme este favor” Shang Qinghua insistió.

Parecía que la discusión continuaría, cuando una figura prácticamente se estrelló detrás de los palcos. Varios niños gritaron por el susto, pensando que era una bestia, pero pronto la figura de un hombre se vio detrás del polvo que se levantó.

“¡Aiyo! ¡Esperen un momento!” la nube de polvo se apartó dejando ver a un hombre cuyas túnicas no coincidían con ninguna de las doce cumbres y cuyo rostro estaba cubierto parcialmente por un velo. Su espada levitó a su lado antes de envainarse por sí misma.

“¿Xiansheng? ¿No estabas en reclusión?” Yue Qingyuan cuestionó, aunque parecía aliviado de verlo.

“Se acabó la diversión” Qi Qingqi murmuró por lo bajo a la líder de la cumbre de domadores de bestias mientras intercambiaban algunas monedas. ¿Estaban apostando?

La situación se estaba volviendo un poco surrealista para Luo Binghe. ¿Los grandes inmortales eran así siempre?

“Salí hace poco, no iba a perderme este día luego de haberme perdido todos los anteriores. Entonces ¿Cuál es la situación?”  

Shen Qingqiu explicó el asunto, en toda la situación, no habia perdido la compostura ni la etiqueta.

Su voz jadeaba un poco, como su hubiese tenido que correr una maratón al llegar “Chicos, no hace falta que peleen por esto. Hay muchos discípulos buenos aquí”  

“Pero a Shen Qingqiu realmente no le importa, solo quiere molestarme porque mostré interés en el chico” Liu Qingge se quejó, interrumpiendo al hombre que acababa de llegar. Binghe se sintió intimidado por la potente voz del Dios de la Guerra, pero el hombre de rostro cubierto no se veía incomodo en lo más mínimo.

“Liu-shidi debe dejar de pensar que todas las acciones de este son para importunarlo. Tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo que pensar en formas de hacerte enfadar” El inmortal de túnicas verdes habló desde detrás de su abanico.

Luo Binghe tragó saliva, amedrentado por la poderosa mirada de este hombre. Pero no era como la intimidación bruta que exudaba el dios de la guerra o el peligro en los ojos del señor de An Ding. Era agudo, pero sofisticado, como el filo de una espada.

“Por favor, terminen con esto de una vez. Otros de nosotros todavía tenemos cosas que hacer” Qi Qingqi exclamó molesta con sus hermanos marciales.

“Si no podemos resolver el predicamento entre nosotros, ¿Por qué no dejar que el niño decida?” Mu Qingfang dio su opinión.

“Buena idea, Mu-shizhi” el hombre desconocido alabó antes de posar su mirada en Luo Binghe “Estoy seguro de que estarás familiarizado con las características de cada cumbre. En An Ding aprenderás sobre matemáticas, logística y formas de combate mucho más silenciosas. En Bai Zhan explotaras al máximo tu potencial para combatir usando tu cuerpo y distintas armas a parte de tu espada. Qing Jing por su parte, aunque son luchadores sobresalientes, no se quedan solo allí, para ellos la fuerza también deriva del conocimiento y ven la lucha como un arte. Queda en ti elegir”

Incluso sin sus palabras, Luo Binghe ya tenía una respuesta en su corazón.

Juntó sus manos e hizo una reverencia a los doce maestros “Agradezco las palabras sabias de los maestros, pero a este le gustaría, alabar al señor de Qing Jing, Shen Qingqiu como su maestro, si el inmortal aun quiere aceptarlo”

Liu Qingge bufó y volvió a sentare. Shang Qinghua mantuvo un ceño fruncido, pero no emitió más respuesta antes de sentarse.

Shen Qingqiu entrecerró los ojos detrás de su abanico antes de asentir “Te advierto que no seré un shizun suave. ¡Yingying!”

“¿¡Si, Shizun!?” una jovencita llena de sonrisas se hizo presente.

“Lleva a tu shidi hasta nuestra cumbre, asegúrate de explicarle todo lo necesario antes de la ceremonia del té” ordenó mientras se apartaba del palco.

“¡Entendido, shizun!”

“¡Espera! ¿A dónde vas?”

“No hay nada más interesante aquí” usando su espada, Shen Qingqiu voló de regreso a su cumbre, dejando a los demás para continuar la selección.

La niña de Qing Jing se acercó a Luo Binghe con alegría “Soy Ning Yingying, puedes llamarme Ning-shijie. Oh, esto es emocionante, no pensé que shizun realmente escucharía mi petición sobre tener un nuevo shidi, ¿Cuál es tu nombre?”

“Este se llama Luo Binghe, Ning-shijie”

“Oh, qué bien se escucha eso. Pero no seas tan formal, ahora somos discípulos del mismo maestro” lo tomó del brazo y ambos empezaron a caminar hacia la cumbre.

Ning Yingying es una chica alegre y un poco ingenua, pero de buen corazón. Binghe rápidamente se llevó bien con ella. De camino a la cima, ella le explicó a Binghe sobre la vida en la cumbre Qing Jing y las enseñanzas de shizun y los otros shixiongs y shijies.

“Shijie, ¿Quién es el hombre que apareció durante la ceremonia?”

“Oh, ¿hablas del hombre con el velo?” Binghe asintió “es Mo-xiansheng, aunque los shixiong más antiguos lo llaman Anciano Mo, es uno de los maestros de la secta, pero no pertenece a ninguna cumbre. Ming-shixiong dice que fue el anterior líder de secta quien le pidió unirse como maestro ya que puede cultivar hiervas espirituales que no se encuentran fácilmente”

“Parecía cercano a los maestros”

“Oh, sí. Shizun lo respeta mucho al igual que los otros tíos marciales. Aunque nadie sabe qué edad tiene, ya que incluso con el velo se ve muy joven, así que también su cultivo es muy fuerte”

Binghe se preguntó si ese era el cultivador que estaba buscando, pero el anciano Mo no pareció reconocerlo de ninguna forma, así que puede que no fuera él. 

Ning Yingying le dio un breve recorrido por los edificios de la cumbre, antes de que ambos tuvieran que correr hasta la casa de su shizun porque se habían retrasado.

Notes:

Omake:

*Avión bebe su té tranquilamente sin saber que día es*

[Alerta] [Alerta] [Alerta]

[El protagonista Luo Binghe está a punto de perder el punto de trama "Discípulo de Qing Jing"]

[El usuario será castigado si no lo corrige]

Avión: Holly Shit *corre por su vida montaña abajo*

 

"El que Avión sea el padre de tres de los señores de la cumbre es un secreto que solo los doce señores de la cumbre conocen. El antiguo líder de secta arregló todo para que fuese así, para evitarse inconvenientes. A Avión no le molestó, también pensó que era mejor así, por lo que sus hijos solo lo llaman "papá" cuando están solos"

Chapter 28: Ceremonia del té

Summary:

Continuación del capítulo anterior

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Shen Qingqiu no era un hombre al que podías mentirle. Siendo su padre el líder de una organización de las sombras que traficaba con información, había pocos secretos de ese mundo que escapasen de su alcance. A excepción de los secretos de ese mismo padre.

Era un sentimiento frustrante saber que algo preocupaba enormemente a su padre, hasta el punto de mantenerlo despierto durante las noches, pero no poder saber ni muchos menos ayudarlo.

Yue Qingyuan decía que debían darle espacio y que su padre les diría si fuera importante, pero su hermano siempre había sido el más confiado entre ellos. Hablar con sus otros hermanos tampoco llevaría a nada útil. Shang Xue era demasiado imprudente y Shang Qinghua parecía estar en el mismo estado que su padre (algo con lo que lidiaría a su debido tiempo), así que estaba sólo en eso y se preparó para distintos escenarios donde algo pudiese salir mal.

Extrañamente, fue una década muy silenciosa.

Incluso los asesinos que durante su adolescencia hubieran intentado colarse en la sexta para cortarles la garganta de un tajo, habían desaparecido por completo, sin siquiera dejar un rastro de polvo. Era bastante obvio que alguien con mucho poder estaba moviendo los hilos, pero se había abstenido cuando se dio cuenta de que acabar con tres figuras de poder, una que incluso llevó a Tianlang-jun a su derrota, sería imposible sin delatar su identidad.

El reino de los demonios había entrado en caos sin un rey para mantener a los distintos clanes a raya, pero la mayor parte del caos se había mantenido dentro de los propios límites del reino de los demonios, por lo que los cultivadores se mantuvieron apartados de estas luchas, vigilando las fronteras.  

Mientras esto sucedía, fue habituándose a sus nuevos deberes como señor de la cumbre, lo que incluía lidiar con los nuevos estudiantes. Esto hubiese sido una tarea desagradable de no ser por la experiencia que acumuló viendo y ayudando a su padre a cuidar de las pequeñas bestias gemelas. La mayoría de las veces dejaba la elección de discípulos nuevos a alguno de sus estudiantes mayores, estos serían solo discípulos externos que si se esforzaban lo suficiente podrían ascender en la escala para obtener mejores recursos. Al menos eso fue hasta que, durante la última ceremonia de selección, su padre prácticamente lo había arrastrado hasta la zona de pruebas para que eligiera al menos a un discípulo interno.

Así fue como tomó a Ming Fan de doce años y a Ning Yingying de 10 años como sus discípulos. Esta última había sido un caso excepcional ya que era un poco demasiado joven para la prueba, pero habría sido un desperdicio de talento esperar otros 4 años para que pudiese realizar la prueba, así que consiguió un permiso especial para ella.

Llegó a una conclusión bastante rápido: Los niños eran extraños.

Ming Fan venía de una familia de comerciantes ricos, por lo que su carácter era tosco y arrogante. Algo que no duró mucho bajo sus enseñanzas, pero al contrario de lo que Liu Qingge pudiera creer, el niño no se volvió en su contra, sino que pareció fomentar una confianza ciega y un fuerte deseo por ser reconocido por él que lo llevó a progresar lo suficiente como para obtener el título de discípulo principal. Ning Yingying era similar en eso, siguiéndolo como un cachorro perdido, nunca cuestionaba sus enseñanzas, siendo diligente con su cultivo y su personalidad dulce la volvió la favorita entre sus hermanos marciales que solían buscarla para pedir consejo.

Otros niños elegidos anteriormente habían logrado ascender en su cultivo y volverse discípulos internos, aunque no al mismo nivel que Ming Fan y Ning Yingying.

Shen Qingqiu no pensó que fuese necesario asistir personalmente a la siguiente ceremonia, estaba satisfecho lidiando con los niños que tenía, pero había prometido a su padre asistir al menos a tres ceremonias y Ning Yingying había insistido de forma poco sutil que le gustaría tener un shidi al que cuidar.

Con esta mentalidad fue que asistió a la ceremonia para ver los nuevos prospectos. No estaba buscando algo en particular, tal vez alguien pequeño y tierno para que Ning Yingying juegue por un tiempo, pero que no manche el nombre de su cumbre. Cuando dio con un niño que cumplía los requisitos, escuchó como Liu Qingge lo alababa pensando en llamarlo a su cumbre, no pudo desperdiciar la oportunidad de arruinarle el día al bruto de Bai Zhan.

Que su Hua-didi también hubiese hablado por el niño fue una sorpresa. Su hermano marcial no tenía especial interés en ninguno de los niños que llegaban a su cumbre, siendo aún más apartado que él mismo y trabajando solo con los mayores. Si Shang Qinghua realmente quería al niño en An Ding no iba a interponerse en su camino.

Entonces su padre se estrelló en el escenario y Luo Binghe se unió a Qing Jing.

Cuando Ning Yingying se llevó a Luo Binghe, la selección continuó, pero ya no tenía interés en seguir allí. Le dio una mirada a su padre como diciendo “Ya hice lo que querías, ahora me voy”. Tomó su espada y montó de regreso a la cumbre Qing Jing y nadie lo detuvo.

“¡Shizun!” Ming Fan corrió a su encuentro e hizo una reverencia como saludo “Este discípulo completó los preparativos. ¿Encontró shizun un nuevo discípulo que le agrade?”

“Ning Yingying le debe estar dando un recorrido ahora mismo, entrare a descansar por el momento. Avísame cuando estén aquí”

“¡Sí, shizun!”

Entró en su casa de ocio, sentándose frente a la mesa donde la tetera se estaba calentando. El abanico se desplegó frente a su rostro y lo agitó para refrescarse mientras esperaba. Los minutos pasaron y no hubo rastro de los niños.

“¿Debería ir a buscarlos, Shizun?” preguntó Ming Fan.

“Esperemos por ellos” Probablemente Yingying estaba perdiendo el tiempo arrastrando al niño por toda la montaña, debió haberlos traído a ambos él mismo.

Dos varillas de incienso más tarde una voz infantil se alzó tras la puerta corrediza.

“Esta discípula se disculpa ante shizun por la demora. Me emocioné demasiado enseñando la seca a A-Luo y entonces…”

“Suficiente” era lo que imaginaba “entren”

Ning Yingying avanzó en la habitación hasta pararse junto a los demás discípulos, dejando solo a Luo Binghe frente a Shen Qingqiu, dándole un pulgar arriba para animarlo.

El niño estaba nervioso, pero había determinación en su mirada, cosa que agradó a Shen Qingqiu.

Las tres teteras estaban en su sitio junto a un pequeño frasco de vidrio con la mezcla favorita del maestro, que había sido previamente preparada por Ming Fan, luego de que un niño casi le provoca una intoxicación con su mezcla. Hasta el día de hoy ninguno tiene idea como lo logró.

Luo Binghe era torpe en sus movimientos, pero rápidamente le encontró el ritmo y una taza de olor fragante humeó en la bandeja de plata en poco tiempo.

“Este Luo Binghe ofrece sus respetos al maestro” ojos negros como la tinta lo miraron con timidez detrás de un flequillo esponjoso y mal cortado. Por la diferencia de altura, el niño debía estirar sus manos bastante alto, causando que sus mangas se deslizaran, revelando las costuras.

No había podido observar antes lo familiares que le resultaban esas túnicas. El color y el dobladillo, además de una pequeña mancha de tinta que no había podido ser removida por completo, oscureciendo la tela, sin mencionar una pequeña flor escondida entre las costuras. Era una de las túnicas de su infancia.

Luo Binghe continuaba levantando la bandeja y ofreciendo el té a Shen Qingqiu, nervioso al ver que su maestro no había realizado ningún movimiento para tomarlo. Pensamientos nefastos cruzaban su mente como: “¿Hice algo mal?” “¿hice enojar a shizun?” “Ahora me arrojaran fuera de la montaña”. Su expresión se volvía más angustiada a medida que pasaban los segundos.

Un fuerte golpe fue acertado sobre la pared adjunta, asustando a Luo Binghe. La bandeja con el té hirviendo rodó, salpicando su contenido en las manos del menor antes de golpear el suelo con un fuerte estruendo manchando el suelo hasta las túnicas del maestro. Las lágrimas se aglomeraron en los ojos de Luo Binghe no solo por el dolor, sino también por el miedo. Si el maestro Shen no estaba disgustado con él antes, ahora lo aborrecerá. Desesperado, quiso limpiar el desastre con sus mangas.

¿Cuánto cuestan esas túnicas?

El precio de una de esas prendas era suficiente para que una familia pudiese comer por meses.

Solo al escuchar el llanto doloroso del menor, Shen Qingqiu salió de su estado de su estado pensativo para ver la triste escena frene a él. Los demás discípulos estaban congelados en sus sitios sin saber cómo actuar. Ming Fan esperaba ansioso la reacción de su Shizun, mientras que Ning Yingying cubría su boca para no soltar un gemido angustioso mientras miraba las manos al rojo vivo.

Maldiciendo en su mente, gruñó a sus discípulos para le llevaran el ungüento y los vendajes.

“Detente. Muestra tus manos” ordenó a Luo Binghe.

Con ojos llorosos el menos le mostró las manos rojas con los primeros signos de inflamación. La reacción había sido agresiva. ¿Se había quemado las manos recientemente antes de ir a la montaña?

Shen Qingqiu sostuvo el dorso de ambas manos traspasando un poco de su Qi para aliviar el ardor.

Para Luo Binghe fue como si lo hubiesen sumergido en agua fresca. La quemazón se redujo al instante y el color rojo se redujo a medida que las células se reparaban. Sus ojos negros y brillantes miraron con asombro y adoración al maestro frente a él. ¿Cómo alguien con una expresión tan severa era capaz de un toque tan suave?

Cuando Ming Fan llegó con el ungüento, Shen Qingqiu lo untó cuidadosamente en la zona afectada para posteriormente vendarlo. Podía ser perjudicial forzar a su celular a sanar por completo cuando ni siquiera ha iniciado su camino en el cultivo, dejarlo naturalmente era el mejor curso de acción.

“Alguien puede decirme que fue eso afuera” miró a sus discípulos y estos no pudieron responder.

“Parece que alguien chocó contra la pared shizun, pero no pudimos ver a nadie” La casa de ocio y el bosque de bambú eran cuidadas por el propio Shen Qingqiu, por lo que nadie se acercaba la mayor parte del tiempo, siendo ese día la única excepción donde Ming Fan y otros pudieron ayudar para recibir al nuevo integrante.

“Su-shidi miró en los alrededores del bosque, pero no encontró nada tampoco” añadió Ning Yingying.

Shen Qingqiu chasqueó la lengua, molesto. Iba a investigar ese asunto a fondo más tarde, por ahora… Sus ojos se posaron nuevamente en Luo Binghe. Las lágrimas todavía caían, humedeciendo sus pestañas. Burlonamente pensó en lo similar que era a Yue Qi cuando lloraba, que patético.

“Dime, Luo Binghe. ¿De dónde vienes?”

 “¿Eh? Este se crio en la ribera del río Luo”

“¿Cuántos años tienes?”

“Este discípulo cumplió los 12 a mitad del invierno”

“¿tienes familia?” un destello de tristeza se filtró en ese negro tinta.

“mi madre falleció recientemente, su último deseo fue que viniera a Cang Qiong y me uniera a la secta” Luo Binghe estuvo tentado a contarle sobre el misterioso cultivador que los vigilaba, pero ya había molestado mucho al señor de la cumbre y no quería tentar su suerte.

Shen Qingqiu sabía que el niño no mentía, pero el asunto tenía las huellas de su padre por todas partes. El que apareciera en la ceremonia a último minuto no fue una coincidencia, ¿Cómo no se dio cuenta?

Los discípulos limpiaron el desastre y Ning Yingying le dio una mirada tranquilizadora a Luo Binghe cuando pasaba a su lado.

“¿Qué estas esperando?”

“¿Eh?”

“No dejaras que un pequeño accidente destruya tu espíritu, ¿o sí?” Un nuevo juego de té fue dejado junto al niño.

Los ojos de Luo Binghe se iluminaron y esta vez fue más rápido para preparar el brebaje. El niño aprendía rápido, eso era una buena señal.

La ceremonia continuó sin más incidentes y un conjunto nuevo de túnicas de la cumbre fueron entregadas al nuevo discípulo. Todos los niños y adolescentes presentes soltaron un sutil suspiro de alivio al ver que el nuevo no molestó a Shizun.

El mayor envió a Ming Fan a mostrarle los dormitorios de los discípulos para que pudiera instalarse y cambiarse de ropa. Luo Binghe le agradeció una vez más antes de correr detrás de su shixiong.

Cuando estuvo sólo, cerró su abanico de un golpe, dejándolo sobre la mesa. Caminó hasta su dormitorio y de ahí, hasta su estudio personal y comenzó a rebuscar entre los pergaminos de su biblioteca. Encontró su bitácora y el calendario que venía adjunto. No sería el señor de la cumbre de los ilustrados y estrategas sino fuera meticuloso con cada pequeño detalle explotable. Se dio cuenta entonces que durante el invierno su padre había estado desapareciendo de forma periódica durante varios días.

¿Cómo no se había dado cuenta antes?

Su padre tenía el don de encontrar pequeños talentos. En sus propias palabras, odiaba ver el potencial desperdiciado, así fue como los cuatro llegaron a él, ¿podría ser Luo Binghe lo mismo? Si fue así, ¿Por qué no lo llevó con él?

Además de mantener ese secretismo.

Reunió los pergaminos que registraban los últimos doce años buscando algún acontecimiento en específico. Hace doce años el invierno fue especialmente duro a causa de la inestabilidad en los dos reinos luego de la caída de Tianlang-jun. El rostro pálido de su padre era un fantasma que lo perseguía en sus peores noches.

No podía ser coincidencia. No si su padre estaba involucrado.

Este niño, Luo Binghe. Tenía que vigilarlo de cerca.

Notes:

Omake: ¡Momento de actuación!

Primer acto:
[Avión todo preocupado porque la ceremonia salga bien decide espiar la casa de bambú]

Segundo acto:
[Resbala con el barro y golpea su cabeza contra la pared y gritos se escuchan]

Tercer acto:
[Huye fuera de la cumbre a esconder su verguenza]

¿Cómo se llama la obra?

Chapter 29: ¿Puedo mirarte más?

Summary:

Binghe está creciendo

Notes:

Bing-Bing hace méritos, pero algunos insisten en ponerle las cosas difíciles.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Luo Binghe se había adaptado muy rápidamente a su nueva vida como discípulo. Ming Fan lo había presentado a los demás discípulos internos, que eran en su mayoría mucho mayores que el propio Ming y, por ende, más grandes que el propio Luo Binghe, pero sus apariencias eran las de un adolescente por la formación de su núcleo dorado, por lo que junto al alto y fornido Ming Fan se veían normales.

Recibió algunas palmadas alegres en la espalda y felicitaciones por haber pasado las pruebas de su quisquilloso y estricto shizun, todo un logro conociendo el temperamento de dicho maestro. Este recibimiento tan abierto causó una comezón molesta en el corazón del niño, pero lo descartó pensando que tal vez simplemente no estaba acostumbrado a tratar con gente agradable, no como los mayores de su aldea.

Ning Yingying era la más emocionada por tenerlo en la cumbre y se colaba en los dormitorios masculinos para verlo y llevarlo a sus clases, para horror de los otros varones que tenías que cuidarse las espaldas para que la joven no los viera mientras se cambiaban de ropa. Los dioses sabían lo que las discípulas femeninas de Qing Jing les harían si perturbaban la inocencia de la niña. Preferían lidiar con la ira de Xian Shu que con las mujeres de la cumbre de eruditos.

Luo Binghe intentó convencerla de que dejara de aparecer “Shijie, no es bueno que siguas viniendo a buscarme todas las mañanas”

“Pero A-Luo todavía está acostumbrándose a la secta, ¡sería horrible si te perdieras de camino y más con todos los acantilados!”

Ming Fan suspiró con resignación al ver como otro intento de educar a su ingenua shimei fracasaba. Al final recurrieron a Shizun y luego de un buen regaño, Ning Yingying dejó de aparecer dentro de los dormitorios.

Con los días que pasaban, el niño escuálido comenzó a recomponerse y a ganar músculo, aun siendo el más bajo de sus compañeros, pero era hábil para aprender, con una capacidad de comprensión que rápidamente lo puso al día con shixiongs. Podía verse que se convertiría en un joven fuerte y guapo. A las discípulas femeninas les gustaba mucho este discípulo, siendo dulces con él donde cualquier otro sería repelido y abofeteado, esto causó disgustos y envidia de otros varones que no necesariamente eran de la misma cumbre.

El incidente de Xian Shu fue la gota que colmó el vaso.

Era una regla escrita en piedra que ningún hombre era permitido en los alrededores de la cumbre femenina y que cualquiera visto en los terrenos, sería demolido por las discípulas que patrullaban la frontera. Todos a excepción de Luo Binghe. Incluso Qi Qingqi hacía la vista gorda cuando Luo Binghe era enviado a entregar misivas importantes por parte de Shen Qingqiu.

No consideraron que tal vez fuera por el comportamiento caballeroso y respetuoso que siempre había mostrado hacia las mujeres fuera el motivo por el que estas discípulas de corazón de hierro le permitían ir y venir.

Fue el mismo día que un grupo de adolescentes de Bai Zhan habían intentado colarse la cumbre y habían recibido ahí mismo una paliza por parte de las aterradoras mujeres. Mientras eran arrojados fuera, vieron a Binghe ser llevado por un grupo de mujeres dirigidos por la belleza de la cumbre, Shang Xue y esto los llenó de resentimiento.

En la realidad, Luo Binghe solo había ido a entregar una invitación para almorzar de parte de su shizun para Shang-shijie y esta, intrigada como estaba por el niño por el que había hecho discutir a sus dos hermanos (y su casi cuñado) había decidido molestarlo un poco.

Shen Qingqiu suele pensar para sí: “Entre bestias se entienden” Como había comenzado a llamar a Luo Binghe en secreto luego del incidente del té. Cualquier otro que lo escuchara no diría que hay un trasfondo cariñoso en tal “insulto”.

Una tarde fue el turno de Luo Binghe de ir a buscar leña al bosque de bambú y Ning Yingying lo siguió.

“A-Luo, nunca me mostraste tu colgante de jade”

“¿Eh?”

“Lo vi la primera vez que fui a buscarte, brillaba de una forma muy bonita. ¿puedo verlo de nuevo?” sus ojos brillaban con ilusión.

El niño no pudo dar una respuesta pues el grupo de matones apareció para hacer de las suyas. Si el autor, Avión-disparando-hacia-el-cielo, hubiera estado presente para ver esta escena, se hubiera lamentado de que al sistema le gustaba hacer sufrir al niño incluso si Qing Jing ya no es un sitio hostil para él. Los matones no buscaban impresionar a una niña, como lo hizo Ming Fan en la novela original, sino que buscaban dañar a Luo Binghe. Uno de ellos lo sujetó mientras otro aprisionaba a Ning Yingying.

“No entiendo que ve Shang-shijie en este mocoso, no hay nada especial en él, es solo un huérfano sin valor”

“¡A-Luo vale más que todos ustedes! ¡Hombres sin escrúpulos!” soltó con enojo e impotencia.

Lo sujetaron por el cuello de su túnica, dejando expuesto el lazo rojo antes oculto bajo su ropa.

El matón sonrió cuando lo alcanzó.

“Parece que incluso una rata tiene algo de valor” dijo sosteniendo la brillante pieza en su mano sucia.

“¡Deja eso!” Luo Binghe perdió la calma que había mantenido y pateó a uno de los matones mientras intentaba recuperar su colgante, pero él era demasiado bajo donde el otro era alto.

Arrojó tierra a los ojos del matón, pero cuando soltó el colgante de jade, otro lo tacleo contra el suelo, perdiendo de vista la joya. Así comenzaron a forcejear contra el suelo, con el niño luchando como si estuviera poseído, pera dolor de los matones.

“¡Déjenlo en paz o los delataré con Shizun!”

Ellos ignoraron sus gritos.

Ning Yingying golpeó al que la sujetaba en el estómago con su codo con toda su fuerza. El adolescente no se lo esperaba y en ese lapsus, la soltó. El chico intentó sujetarla de nuevo y entonces hubo un sonido hueco antes de que se soltara un grito de dolor por su rostro cortado.

Luego hubo más y más.

Las hojas volaron como un gran torbellino amenazador y persiguieron a los mocosos de Bai Zhan, rasgando sus ropas y cortando sus caras hasta que estuvieron fuera de su vista.

Los dos niños que aún quedaban allí se miraron entre sí, cuestionándose mutuamente sobre lo que acababa de suceder. Ning Yingying pensó que fue Luo Binghe, pero el propio niño tenía sus dudas. Si shijie no fue, ¿entonces quién?

El pánico llegó a él al sentir la falta de un peso familiar en su garganta.

Durante horas ambos niños buscaron por los alrededores el precioso colgante, pero no tuvieron suerte.

Ning Yingying se sintió culpable por no poder ser útil cuando los matones llegaron, pero Luo Binghe no la culpó por ello y le agradeció su ayuda al buscar el colgante.

“Mañana seguiremos buscándolo, no debe haber caído muy lejos” dijo ella con decisión.

Luo Binghe le dio una pequeña sonrisa antes de ir a recoger la leña que había caído.

Ming-shixiong lo iba a regañar otra vez.

Detrás de ellos, Shen Qingqiu miró el jade que brillaba en sus manos, exudando el suave Qi impregnado en su interior. Su semblante se volvió oscuro a la par que la curiosidad brotaba en sus pensamientos. Era imposible que alguien de un origen tan humilde pudiera poner sus manos en un objeto tan valioso. Sus sospechas sobre el niño solo crecieron.

Inconsciente de los pensamientos de su enigmático y distante shizun, Luo Binghe bajó de regreso a los dormitorios, enfadado por haber perdido el último regalo de su madre y su única pista para encontrar al misterioso cultivador que los cuidó.

Estaba tan frustrado que lloró en silencio hasta dormir.

- 0 -

Junto a varios compañeros discípulos, fue seleccionado para cumplir una misión sencilla bajo la supervisión del propio Shen Qingqiu. Montaron a caballo hasta la ciudad para investigar una serie de asesinatos contra mujeres jóvenes que hubo en los alrededores a las cuales se les arrancaba la piel y el rostro. Era el trabajo de un demonio desollador.

Todo resultó muy mal rápidamente cuando Ning Yingying desapareció cuando ambos buscaban pistas por la ciudad.

Incluso si a veces era demasiado para él, Ning Yingying fue la primera amiga que hizo en la secta y la apreciaba mucho, incluso si a veces los metía en problemas.

Ming Fan estaba furioso con él por perder así a su shijie. Era de conocimiento general el enamoramiento que tenía el discípulo principal por su compañera.

Shen Qingqiu rápidamente acalló sus quejas antes de seguir a Luo Binghe hasta el lugar donde Ning Yingying desapareció. Solo para que Luo Binghe fuera también secuestrado por el demonio.

El demonio que usaba la piel de “Mariposa” era repugnante y sus motivaciones estúpidas a los ojos de ambos menores, pero era mucho más fuerte que ellos. Normalmente solo cazaba mujeres, pero la bonita apariencia de Binghe había atraído su atención. Para cuando Shen Qingqiu arribó furioso al edificio, el demonio tenía sus garras casi en la garganta de Luo Binghe y la sangre ya había comenzado a brotar.

Pero entonces había ocurrido algo inesperado. El pilar cayó de la nada, matando al desollador.

Ninguno de los tres presentes sabía que decir al respecto, incluso en su camino de regreso a la secta. Ming Fan casi cayó sobre Ning Yingying cuestionándola por su salud, solo para girarse a regañar a Luo Binghe por descuidado y dejarse capturar tan fácilmente, incluso con shizun cerca.

La mayoría de los discípulos se habían retirado para guardar los caballos y las provisiones, cuando Luo Binghe fue detenido por su maestro.

El menor bajó la cabeza, listo para recibir su castigo por poner en peligro a su shijie.

Shen Qingqiu abrió su abanico para ocultar su expresión mientras declaraba “El trabajo solo hace más que aumentar, así que este maestro necesita un par de manos extras. Luo Binghe, te mudaras a la habitación lateral de mi casa de ocio y me asistirás en mis deberes”

La expresión de sorpresa de Luo Binghe fue solo superada por la de Ming Fan, quien lucía genuinamente agraviado.

“¡¿Qué?! ¿Por qué él?” tosió para recuperar la compostura, sus orejas se tornaron rosadas “¿Puede este discípulo preguntar la razón? ¿No ha hecho este un buen trabajo como discípulo principal?”

“Este maestro no tiene que dar explicaciones a sus discípulos” Ming Fan encorvó, intimidado por los ojos furiosos de su shizun, pero luego de un largo día, Shen Qingqiu pareció tener piedad por este discípulo “¿No tiene suficiente trabajo ya como discípulo principal? ¿No es suficiente el papeleo e informes que debe completar?”

“Este discípulo…”

“Completa tu trabajo, no sirve de nada darte más trabajo solo para que tu rendimiento se vuelva mediocre y descuides tu cultivo”

Ming Fan parecía haber sido iluminado y miraba a su maestro con adoración “¡Shizun es sabio!”

“Espero que no haya más objeciones” su pesada mirada cayó en los demás discípulos, quienes mantuvieron la boca cerrada “Lleva tus cosas a mi casa e instálate, comenzarás tus deberes a partir de mañana temprano”

Una figura aparece en el horizonte, agitando su mano hacia su shizun. Luo Binghe reconoce el velo perteneciente al extraño anciano que intervino en su selección. Queda decepcionado cuando Shen Qingqiu no duda en dejarlos para ir junto a Mo-xiansheng. La familiar entre ambos es palpable al igual que la suavidad de shizun cuando ve al otro cultivador mayor.

Su hilo de pensamiento es cortado por una ruidosa compañera.

“¡Que envidia te tengo ahora, A-Luo! ¡Estarás más cerca que nadie de shizun!” Ning Yingying saltó sobre su espalda “si fuera un hombre, estaría peleando contigo ahora mismo por ser el asistente de shizun” añadió entre risas.

“¡Shijie!” las mejillas del niño estaban rojas por la vergüenza.

Luo Binghe tampoco esperaba ese cambio de eventos.

Durante mucho tiempo había admirado a su shizun desde la distancia, pudiendo solo verlo en los momentos más raros desde que fue seleccionado como discípulo por hombre. Francamente, estaba decepcionado, pensó que podría recibir lecciones por parte del hombre a parte del Guqin, pero había otros maestros e incluso Ning Yingying decía que su maestro raramente se hace cargo de los alumnos que llegan, siendo ella y Ming Fan una rareza al tener clases privadas para ver sus progresos una vez al mes.  

Además, luego del asunto del demonio desollador, pensó que había decepcionado a su Shizun lo suficiente.

Con ayuda de Ning Yingying llevó sus pocas pertenencias a la casa de bambú que sería su hogar por tiempo indefinido. El lugar era agradable y la vista del lugar donde su shizun estaba sentado cuando curó sus manos le hizo sonrojar. Su shijie se fue después para asistir a sus propias clases.

No hubo señales de que su maestro regresara pronto, incluso cuando terminó de limpiar la habitación lateral. Pensó entonces en hacer algo en agradecimiento para shizun, se dirigió a la cocina para hacer lo único que sabía podía hacer.

Cuando Shen Qingqiu entró en su casa, fue recibido con el olor de una buena comida y tardó cinco segundos en recordar que había invitado a alguien nuevo a entrar en su espacio personal.

“¡Shizun!” el menor asomó su cabeza desde la cocina con una bandeja entre las manos.

“Este discípulo se disculpa por tomar las cosas de shizun sin permiso, pero este quería agradecerle a shizun por salvarlo del desollador y… y yo…” su voz se ahogó en un pequeño gemido patético como el que haría un cachorro pateado.

Podía sentir la mirada de su maestro atravesando su cuero cabelludo, analizándolo.

Shizun hacía eso mucho.

Shen Qingqiu mantuvo su mirada unos instantes más, antes de sentarse en la mesa. Su característico abanico tallado fue cerrado y dejado elegantemente a un lado de la mesa mientras esos ojos verdes como el jade continuaban posados en él.

“¿Qué estás esperando? Ya que has usado mis ingredientes, más vale que valga la pena”

El rostro de Luo Binghe se iluminó “¡Sí, Shizun!”

El dejó la bandeja con platos en la mesa antes de ir a la cocina para traer la cena. No había muchos ingredientes en la cocina de Shen Qingqiu, pero supuso que era normal ya que los cultivadores de su rango suelen practicar inedia y comer solo vegetales simples para mantener sus estómagos ocupados.  Había preparado un sencillo plato de cachas de arroz junto a algunos aperitivos como camarón marinado en miel y salsa de soja, además de algunos pequeños pasteles con la poca harina que encontró.

La ceja de Shen Qingqiu se alzó cuando vio todos los platos.

“¿Tuviste tiempo de hacer todo esto?” Binghe parecía un cachorro esperando a que lo regañaran. Cualquiera que lo viera pensaría que Shen Qingqiu se estaba metiendo con él.

Una pequeña caja de hojas de té había aparecido en la mesa. Shen Qingqiu no hizo ningún movimiento, permitiendo que Luo Binghe le sirviera tranquilamente. Cuando abrió la tapa, rápidamente reconoció el aroma de las hojas como el olor que siempre acompañaba a shizun. Era dulce y aterciopelado, familiar y agradable.

Shizun no le quitó la vista de encima mientras servía el té, podía verse la rigidez en sus hombros, pero se calmó cuando la taza estuvo en sus manos. Parecía estar satisfecho con el desempeño de Luo Binghe, aunque aún no había probado bocado.

“¿No te servirás?”

“Este discípulo está satisfecho viendo a shizun disfrutar de su comida”

“¡Tonterías! Siéntate y come” ordenó “no quiero decir a nadie que en esta cumbre matamos de hambre a nuestros discípulos”

“¡Sí, shizun!” regresó a la cocina por una porción para él.

El niño sintió que todo su esfuerzo valió la pena al recibir una expresión de sorpresa por parte de su maestro cuando probó las gachas. Era obvio que le había gustado, incluso si solo sus ojos mostraban el disfrute al saborear una buena comida.

Ahora fue Luo Binghe quien no pudo quitar la mirada de su maestro. Manos grandes con dedos largos y delgados que sostenían los palillos con delicadeza y elegancia de un erudito de su posición. Cada uno de sus movimientos era fluido y controlado, como una coreografía practicada decenas de veces. ¿Cuándo tiempo tardó en aprender? ¿O nació con el talento? ¿Alguna vez podría ser igual a Shizun? ¿Incluso si solo era un campesino de las clases más bajas?

Un pensamiento menos agradable llega él: ¿Shizun suele compartir comidas así con Mo-xiansheng? ¿Se comporta de la misma forma shizun cuando está en su compañía?

Binghe sabe que no es correcto pensar en eso, son sus mayores, pero recuerda los rumores susurrados por algunas discípulas sobre la intima relación entre Mo-xiansheng y shizun. Algunas discípulas incluso aseguraban que habían visto a Mo-xiansheng salir durante la noche de la casa de bambú.

No le gusta el sentimiento y la comida de pronto es menos sabrosa.

No quiere arruinar el animo, no cuando Shen Qingqiu lo está mirando solo a él por una vez.

Guarda estos pensamientos y suspiros en su corazón, para disfrutar de una agradable cena junto a su shizun y con suerte, la primera de muchas.

Notes:

Como nadie conoce la verdadera relación entre Avión y sus pollos, los rumores no tardaron en surgir.
Por suerte, se han mantenido por lo bajo, sin llegar a mayores consecuencias. Solo por eso no han perseguido activamente a los que dicen esas tonterías, eso haría más mal que bien.

Pobre Avión, ahora Bing-Bing lo ve como su rival por la atención de shizun y ni siquiera han intercambiado una palabra.

Chapter 30: Invasión de demonios.

Summary:

Shang Qinghua no es una buena persona, pero por las personas correctas...

Notes:

Avión ha estado en el fondo últimamente, pero es obvio que sigue moviendo hilos, a pesar de que no lo vemos.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Shang Qinghua no es un hombre que se rinda fácilmente. Si lo fuera, se hubiera suicidado desde el momento en que regresó al pasado, pero entonces se habría perdido de todas las cosas buenas, cosas que una rata traicionera como él nunca debió merecer. No habría visto a su hermana crecer y ser feliz en su camino como cultivadora, tampoco podría haber crecido bajo el cuidado de un Shen Jiu y Yue Qi que no habían sido completamente envenenados por la vida. Y, especialmente, no habría podido conocer a su padre y, por ende, aprender a amar a otros.

Amar a alguien era extraño, porque amar significaba preocuparte por otros y al preocuparte, querías protegerlos. Algo que no siempre podrías garantizar.

No sabía que dios se había apiadado de su alma, interrumpiendo su camino en el ciclo de reencarnación, pero por siempre estaría agradecido por esta segunda oportunidad.

Shang Qinghua no supo amar en su vida anterior. No podría, no cuando ni siquiera podía amarse a sí mismo.  

Pero ahora había personas importantes para él, personas a las que deseaba ver felices y teniendo una larga y prospera vida, para caminar a su lado un día más. Personas que morirían cuando el niño que caminaba junto a Shen Qingqiu descubriera su herencia demoniaca.

Cada vez que sus ojos se cruzaban con los del mocoso, le era difícil no incurrir en viejos instintos. Su repulsión hacia él estaba grabada a fuego en su alma. Había visto el infierno que el chico había creado en medio de sus delirios y el impulso de poner sus manos alrededor de su cuello para acabar con la amenaza desde la cuna se le pasó por la cabeza más de una vez.

Había enviado a sus espías a capturar al niño apenas apareció en la ciudad, pero lo habían perdido por un desafortunado encuentro con su gemela. Posteriormente intentó recogerlo en su cumbre, solo para que fuese su padre quien interviniera y frustrara sus planes. Para Shang Qinghua esto no fue completamente inesperado. Solo era una muestra de que la extraña fortuna del emperador demoniaco lo había seguido hasta el pasado y sabía mejor que nadie que no había forma de acabar con él, no mientras esta extraña bendición estuviera sobre su cabeza.

Se había ido de allí, evitando las miradas de sus hermanos, pero en especial la de su padre. No podía dejar pasar ninguna emoción que pudiese percibir como algo que iba mal. Fue a su casa de ocio y tal vez algunos de sus materiales de oficina sufrieron su ira en el camino, pero cuando Mobei-jun apareció para secuestrar su cama, solo quedaban cenizas ardientes de ese sentimiento y pudo apalearlas lo más profundo de su ser. Por supuesto esto no impidió que los ojos conocedores de Mobei-jun lo evaluaran larga y pensativamente.

Este era otro de los extraños cambios que había tenido su nueva vida. Aunque impactante al inicio. Con el tiempo, la muralla de su corazón cayó por sí sola, para recibir al demonio de nuevo en su vida.

“Qinghua está farfullando otra vez” el demonio se burló desde la cama del señor de la cumbre.

El cultivador le dirigió una mirada de disgusto que no tuvo efecto alguno en el demonio. Quien mantuvo su postura relajada mientras descansaba tranquilamente

Una cuchilla cruzó la habitación y Mobei-jun la atrapó fácilmente a centímetros de su rostro. Una pequeña sonrisa creció en su rostro mientras sus ojos se cruzaban con la mirada enfadada de Shang Qinghua, quien aún tenía la mano extendida. El humano chasqueo la lengua antes de volver a su trabajo.

Desde que Shang Qinghua había perdido el miedo a morir a manos de Mobei-jun, no dudaba en mostrar su disgusto. Por alguna razón esto solo emocionaba al demonio. A veces odiaba la romanización de la violencia en la cultura demoniaca, apenas si le dejaba espacio para vengarse del príncipe mimado.

Estaba tan metido en su mente, maldiciendo al mismo príncipe, que no notó como un portal se abrió detrás de su espalda. Donde un brazo fornido lo sujeto de la cintura y de un segundo a otro estaba recostado en la cama junto al demonio.

“¿Qué haces? ¡Suéltame! ¡Mobei-jun!” odiaba como se había ablandado de alguna forma y el cómo esto le hacía bajar la guardia tanto como para ser sorprendido.  En su vida anterior esto no hubiera sido posible, temiendo ser descubierto o asesinado en cualquier momento. A veces no sabía si era una mejora o una maldición.

“Qinghua debe descansar. A-niang se disgustará mucho si ve que no te has cuidado correctamente.”

Un escalofrió desagradable azotó su espalda “Por favor, ya no lo llames así cuando estás conmigo” hizo una mueca de disgusto “Descansaré. Solo, no”

Mobei-jun se dio por satisfecho mientras cubría el cuerpo del hombre más pequeño con una gruesa manta, antes de volver a abrazarlo. Shang Qinghua estaba enfadado, así que todavía le daba la espalda, pero eso no impidió a Mobei-jun enterrar su rostro en el cuello blanco y respirar el olor sutil a glicinas junto a las campanillas de invierno.

El señor de An Ding suspiró enfurruñado, pero también resignado. Todavía no podía entender del todo la relación que su padre tenía con Mobei-jun. Incluso si sospechaba, no tenía el valor de preguntar. Había escuchado los rumores a través de sus propios espías sobre como el padre de Mobei-jun estaba buscando a un cultivador desconocido por cielo y tierra, eso y la manía de Mobei-jun de llamarlo “a-niang” – le daba escalofríos de solo pensarlo.

Una mano pasó sobre su cadera, aun sobre las mantas, podía sentirlo tazando círculos sobre el hueso, a veces vagando un poco más abajo.

Este demonio. Golpear su mano lo obligaría a separarse de su propio capullo de mantas y entonces Mobei-jun podría colarse bajo sus sabanas. No estaba seguro de si era por influencia de Mo Ruhua, pero el demonio de hielo era mucho más descarado que en su vida anterior.

Un jadeo involuntario escapó de su boca cuando el aliento frio del demonio hizo cosquillas en su nuca.

“¡Mobei!” se giró para gritarle. El demonio mantenía su rostro estoico, pero conocía el brillo en sus ojos “¿Cómo se supone que descanse contigo haciendo eso?” a pesar de que quería sonar enojado, era consciente del calor en sus mejillas y sabía que el demonio también.

Así fue como lo hizo. Pequeños pasos: obsequios aquí y allá, caricias dulces en su cabeza, mejillas, manos, avanzando hasta toques más firmes. Un beso robado fue lo que selló su caída.

Debería estar feliz, ¿no? Estaba siendo cortejado por el hombre que amó en dos vidas y que demostraba que lo amaba tanto como él.

Pero no pensaba que lo mereciera. Todavía luchaba con eso.

Mobei-jun debió notar el cambio en sus pensamientos, porque dejó de jugar y lo cubrió con su abrazo, permitiéndole reposar la cabeza en su hombro.

“Idiota… con acciones como esa, sabes que podrías hacerlo mejor”

“no hay nadie mejor que Qinghua”

Estúpido demonio. Estúpidas palabras cursis.

Shang Qinghua mataría a quien se las hubiera enseñado.

Besos fueron salpicados en su rostro, destinados a llevarse sus pensamientos y dejar solo a Mobei-jun entre ellos.

‘Ah. Que posesivos son los demonios. ¿No le permitirías a esta escoria regodearse en su miseria?’ pensó antes de que el cansancio lo reclamara al fin.

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“¿Estas dejando que un discípulo viva contigo?” solo su autocontrol impidió que la taza de té resbalara de sus manos.

A pesar del buen aroma, estaba menos entusiasmado en beberlo ahora que sabía que fue Luo Binghe quien lo preparó. 

“Disfruten los bocadillos, Shizun. Shishu” el niño hizo una reverencia luego de dejar los postres antes de desaparecer en la habitación lateral.

“Incluso haces que cocine para ti” acusó entre dientes.

Su hermano, Shen Qingqiu tenía un rostro impasible mientras bebía su té, pero si el temblor en su parpado izquierdo significaba algo, no le gustó lo que pensaba que Shang Qinghua estaba sugiriendo.

“Luo Binghe tomó la iniciativa por su cuenta, este simplemente pensó que sería un desperdicio no aprovechar sus buenos deseos” tomó un pastel de crema de frutos rojos, redondo y de un tamaño pequeño. Con solo dos bocados, el postre había aparecido.

Shang Qinghua frunció el ceño “Sabes que no es correcto mostrar un favoritismo tan marcado hacia un discípulo. Se esparcirán rumores”

Shen Qingqiu le dirigió una mirada mordaz “Hablas como si este fuera ese tipo de persona, bestia” ahí estaba ese apodo otra vez. 

Sintiéndose como un niño regañado, a pesar de ser mucho más viejo, volvió a su lugar y centró su atención en la bandeja de postres. Alzó una ceja al notar el color anaranjado de uno que claramente su er-ge estaba guardando para el final de la reunión. Permitiéndose ser un poco infantil, robó el postre, a pesar de la mano rápida de Shen Jiu y lo metió en su boca. Postre de osmanthus. Su hermano era predecible.

Para su sorpresa, Shen Qingqiu no saltó a su garganta por el robo, sino que rodó los ojos y tamborileo los dedos sobre su abanico. “¿Sigues enojado porque Luo Binghe escogió Qing Jing en lugar de An Ding?” soltó.

“¿Qué?” los ojos castaños se fruncieron.

“Durante la ceremonia de selección. Usualmente no fijas tu vista en los aspirantes”

“Tú tampoco sueles hacerlo, si fuera por ti, no habrías recogido otros discípulos luego de ese niño oso, Ming Fan y Ning Yingying”

“Yingying quería un shidi” contestó, haciendo una ademan con la mano para descartarlo.

“Con lo mucho que mimas a tu hija, van a pesar que es tu hija secreta” hizo una mueca, pero Shang Qinghua pensó que esos rumores serían mejor que aquellos que hubo en su vida pasada, que ahora, bien sabia, nunca tuvieron pies ni cabeza “Y este no está enfadado por eso. Es solo un discípulo”

Shang Qinghua continuó bebiendo su té, ignorando el buen sabor que había dejado el postre en su boca. Ah. Tal parecía que los rumores sobre la cocina del emperador no habían sido infundados, pero preferiría morderse la lengua que admitirlo.

La tierra tembló y pronto un discípulo abrió la puerta con una expresión de pánico.

“¡Hay demonios en la secta! ¡Han destruido los puentes arcoíris!” el niño estaba aterrorizado, cuando una segunda seguidilla de explosiones ocurrió.

“Maldita sea, ¡¿Por qué ahora que el estúpido de Yue Qingyuan no está?!” Shen Qingqiu como segundo en la jerarquía, sería su responsabilidad ante la ausencia del líder de secta.

Ambos señores de la cumbre tomaron sus espadas y sobrevolaron el desastre a toda velocidad, hacia el punto donde el ejército de demonios había roto la barrera. Podían ver a los discípulos luchando por contener al enemigo, pero estos se habían colado por distintos puntos y estaban causando desastres en todas partes.

No entendía como se habían colado tan fácilmente, en esta vida no había debilitado la barrera para ayudarlos ni había dado a los enemigos la información necesaria.

Shen Qingqiu rápidamente se hizo cargo de la situación en el frente, mientras que Shang Qinghua dio las ordenes por detrás.

Shang Qinghua no esperaba que el tema de la invasión estuviese sucediendo también en esta línea de tiempo, pero dejó de cuestionarse ese tipo de cosas hace tiempo. Miró a Shen Qingqiu mientras este encaraba a Sha Hualing. Al menos Liu Qingge no murió en esta línea de tiempo, pero probablemente no llegaría a su noche de bodas si seguía provocando a Shen-shixiong cada vez que Yue-shixiong no estaba cerca.

Con su espada le cortó los brazos a un demonio que perseguía uno de los discípulos de Qian Cao.

“g-gracias, shibo” el niño corrió junto a los demás de su cumbre para atender a los heridos.

Chasqueó la lengua cuando otros demonios fueron hacia él, confiados en su número para someterlo. Ilusos ellos. En esta nueva línea de tiempo, hace mucho que abandonó la idea de actuar como un cobarde y no dudó en actuar tan despiadado como su corazón era. No era el más fuerte, pero sin duda, era el que tenía más experiencia y usaba eso a su favor.

Entonces Sha Hualing ordenó que los suyos se reagruparan para dar inicio a ese pequeño torneo que había ideado por capricho. Ahora era joven, pero le había dado verdaderos dolores de cabeza en su vida pasada y si pudiera cortar su cabeza, estaría encantado de tener una preocupación menos a futuro al eliminar a los dos generales de Luo Binghe.

El torneo ocurrió tal y como en su vida anterior, incluso si ahora Shen Qingqiu tenía una buena opinión de su discípulo, volvió a arrojarlo a los demonios sin dudarlo. Era una suerte que Xue-jie hubiera acompañado a Yue Qingyuan en su misión como parte de su sequito. Conociéndola, ella hubiera intervenido para luchar en el lugar de Luo Binghe, sabiendo su debilidad por niño desde que lo salvó (otra razón para odiar al mocoso).

Lastimosamente para él, Luo Binghe salió victorioso y relativamente ileso. Sonriendo con esa mirada orgullosa a Shen Qingqiu y con esa adoración pegajosa cuando este lo salvó de un ataque a traición del demonio del garrote gigante.

Le revolvía las entrañas.

Su padre apareció entonces, con Liu Qingge apoyado sobre su hombro, junto a otros discípulos. El hombre parecía destrozado, como si le hubiese pasado por encima un rinoceronte pitón luna negra, pero sostenía su espada con fuerza mientras miraba con ira al ejercito de demonios.  Sha Hualing sabía que no podía ganar a tantos cultivadores a la vez. Por lo que se retiró con su ejército, no sin antes dedicar unas últimas palabras.

“¡A la próxima vez, debes jugar conmigo también!” gritó al viento, confundiendo a los presentes, antes de escapar con los suyos.

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“¿algo que decir?” Shang Qinghua encaró a Mobei-jun la siguiente vez que este apareció en su casa de ocio.

El demonio albino quedó acorralado contra la pared, con la daga favorita de Shang Qinghua apuntando hacia su estómago. Esto no lo preocupaba, de hecho, estaba feliz de que a su humano le gustara tanto su regalo de cortejo. Pero incluso si no había peligro, no le gustaba ver a Qinghua infeliz.

“El padre de Sha Hualing la arrojó lejos cuando era un cachorro, mi padre pensó que, si la arrojaba sobre mí, aprendería algo”

“Pero tú se lo arrojaste a alguien más” ahora estaba evitando su mirada. Maldita sea.

“¿Por qué ella apareció aquí entonces?” sujetó el puente de su nariz, sintiendo el futuro dolor de cabeza que se asomaba y los planes que probablemente tendría que cambiar.

Mobei-jun gruñó por lo bajo “No estoy seguro. Mi padre no debe saberlo o ya habría arrojado su propia invasión sobre la montaña. Sha Hualing es estúpida, pero no lo se lo diría. Incluso ella lo sabe”

Shang Qinghua no podía con esto.

¿De cuántos mocosos demoniacos se hizo cargo su padre y que ahora están regados por ahí?

¿Quién sigue ahora, Luo Binghe?

Gracias a los cielos que el mocoso no había mostrado reconocimiento sobre su padre de ninguna forma. Si tuviera que llamar a ese monstruo de piel humana “hermano” él mismo saltaría de la cumbre Qiong Ding.

Notes:

¿Avión lo pasó agradable cuidando de la mini-Sha Hualing?
No

La mocosa es tan mala como su versión adulta y tenía una fijación con morder a Avión que incluso a los catorce años no se le quita. Es peor cuando logra colarse en el portal de MBJ los días que lo visita.

Avión: Los niños demonio son demasiado trabajo ¡¿Por qué querría otro?!

SAVE MBJ: *Existe*

Avión: oh.

Notes:

Old Note:
No duele sin consuelo. Al final todo valdrá la pena y el hermano Avión saldrá mas feliz que cuando llegó. Lo prometo.

30-01-2025:
¡Feliz año de la serpiente! ¡Volvemos al rodeo!
(๑˃́ꇴ˂̀๑)

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