Chapter 1: Capitulo 1
Chapter Text
.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
ESPECIALMENTE PARA TI.
CAPITULO I
Había dado un buen salto en el aire justo para poder salvar al pequeño gato marrón que caía del árbol, habiéndose impulsado de las manos de su maestro y golpeado los hombros de aquellos sujetos que había causado el alboroto.
-¡Lo tengo!- dijo enérgica cerrando sus ojos al sentir como estaba cayendo mientras esperaba el impacto inevitable del piso. Abrazo al pequeño animal lista para protegerlo cuando fue sostenida por unos brazos conocidos.
-¡Impresionante! – dijo con el rostro sonriente mientras sus ojos dorados brillaban- ¡eres increíble Mitsuri!
-Rengoku san – suspiro aliviada. Escuchar sus palabras hacía que su felicidad aumentara.
Ahí la estaba sosteniendo en sus brazos, el único hombre que había encontrado belleza en su desmesurada fuerza sin ser juzgada por ser una chica poco femenina.
Y entonces, después de este año a su lado, lo supo. Estaba enamorada de Rengoku Kyojuro.
Comprenderlo hizo que se ruborizara hasta las raíces de su cabello haciendo que su boca se abriese una y otra vez buscando la forma de decir algunas palabras.
"- ¡Estoy orgulloso que seas mi alumna! – siguió con una intensa sonrisa bajándola de sus brazos – si no fuese por ti ese pobre animal hubiese sufrido."
Mitsuri Kanroji sonrió al ver como el niño al cual habían ayudado se acercaba para abrazar a ese pequeño gato.
"- Gracias – manifestó el pequeño de cabellos oscuros.- es una señora muy fuerte – soltó."
La cara de Mitsuri cayo al escucharlo. Toco sus mejillas pensando que se veía mucho mayor de lo que sus diecinueve años aparentaba.
"-¡No soy ninguna señora! – manifestó con entusiasmo asustando al pequeño."
"- Ella es parte de nuestro dojo, es una mujer fuerte y una de las mejores – le guiño el ojo al niño – no hay nada mejor que una mujer decidida con una voluntad apasionada. – terminó despidiéndose de él"
Mitsuri casi gritaba de la emoción. Rengoku-san la estaba llamando por su nombre por primera vez sin mencionar que la felicitaba en público.
-él es genial- pensó fascinada.
Lo miraba embelesada, Rengoku era un hombre apuesto de veinte años de edad, alto con cabellos dorados de mechas rojas un poco desordenado y con ojos color dorado naranja, era instructor de un dojo del cual había pertenecido hace un año producto de una ruptura amorosa.
Recordar cómo había sido parte de una apuesta para llevarla a la cama le revolvía el estómago, pero ahí estaba su maestro quien hasta hace unos minutos solo confirmo la extraña confusión que se había manifestado en ella hace solo unas semanas. Se había enamorado perdidamente de él.
Toco ambos dedos índices dispuesta a decir que siguiese llamándola por su nombre de pila pero él se adelantó mirándola con atención.
"- Mitsuri – dijo acercándose – tu cabello está creciendo – vio las raíces rosas de su cuero cabelludo mientras el resto del cabello era negro – te eh dicho que dejes de ocultarlo, tu cabello es impresionante – sonrió como un niño."
La razón por la que aun ocultaba su verdadero color era por los constantes recuerdos de su antigua relación, la cual encontraba en cada parte de ella algo que estaba mal, claro todo eso cambio cuando conoció a Kyojuro. Sin embargo su inseguridad hacía querer ocultarlo cada vez que podía. Pero no más, se dijo.
Mitsumi sentía como su cabeza echaría humo de un momento a otro. Su maestro era una persona entusiasta y encantadoramente distraído. ¿Cómo alguien no podría enamorarse de el? Sobretodo al ser un perfecto caballero con sus actitudes honorables y sus palabras de aliento.
- ¡Lo hare! – dijo con toda seguridad- si Rengoku san lo desea usare mi cabello naturalmente.
- ¡Así se habla! – levanto su dedo pulgar en señal de aprobación – por cierto Senjuro hizo dulces de nuevo, ¿quieres ir?
Mitsuri no tuvo que pensarlo dos veces, claro que lo acompañaría, y ahora sabiendo que sus sentimientos no eran un juego. Pondría todo su entusiasmo ante un hombre que era un reto.
Sonrió caminando a su lado con toda la alegría desbordando su rostro, tanto así que llamo la atención de Kyojuro.
- Veo que hacer el bien te puso de buen humor ¡ese es el espíritu!
- No, Rengoku-san – le miró de reojo – resulta que encontré al hombre de mis sueños – rio por lo bajo como una colegiala.
- No juzgare si te gustan los pequeños – dijo pensativo recordando al niño dueño de aquel gato – pero los sujetos que estaban fastidiándolo eran despreciables, no puedes fijarte en uno de ellos ¿verdad?
-claro que no - comenzó a reír en un tono suave-¡Ya lo eh dicho Rengoku san, mi futuro novio debe ser más fuerte que yo y muy honorable!- soltó con entusiasmo.
Kyojuro sonrió radiante y miró al frente asintiendo con la cabeza cambiando el tema completamente haciéndola suspirar. Si algo había aprendido en el transcurso de estos meses es que meter una idea romántica en esa cabeza dura que solo pensaba en el honor de su dojo iba a ser algo de verdad difícil.
-Me gustan los retos- pensó sonriendo al recordar el día que conocio a su maestro. ¿Cómo olvidarlo?, prácticamente estuvo apunto de romper las paredes del dojo con él solo para que la aceptara de alumna.
Volvió a ella esas memorias, era un día lluvioso y esa tarde, cansada y empapada debido al desplante que había recibido por el idiota que solo salía con ella por una apuesta decidió inscribirse a ese dojo.
-¿Por qué quieres entrar? Había preguntado él en ese entonces.
No fue sino tiempo después, el día que le confeso sus verdaderas razones de entrar a entrenar en medio de lágrimas "deseo encontrar un novio fuerte y darle su merecido a un par de idiotas"
Kyojuro Rengoku fue el único que no se rio aquel día. La miro con seriedad y acepto continuar como su maestro.
Toda su vida fue juzgada por sus curvas prominentes y sus grades pechos, también por ser fuerte, poco femenina y el color extravagante de su cabello no ayudaba.
Sus brazos tenían más músculos que las chicas de su edad y los hombres solo le buscaban para un acoston fácil pensando que solo era una chica tonta.
Estaba harta de eso, iba a demostrar que podía tener un novio que la aceptase tal cual era, uno tan fuerte que no le importase en lo mas minimo la suya. Le demostraría a sus hermanas que podía hacerlo.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::;;;;;;;;;;;
Estaba enfurecida debido a su ropa húmeda y la humillación que hace poco había recibido de aquel sujeto con anteojos.
Había estado frente a ese establecimiento por veinte minutos por lo que al no recibir respuesta decidió entrar por si sola
-¡Alguien debería atender aqui! - había dicho con decisión mientras encontraba a una niña en el patio delantero de aquel Dojo, parpadeo al estudiarla, estaba vestida con un kimono hakama oscura. Su rasgos eran muy delicados mostrando un color de cabello dorado con punta rojizas y ojos amarillo naranja.-¡Eres una niña muy linda! -solto sin reparo notando el leve sonrojo en la pequeña y su nerviosismo - disculpa por favor - sonrió acercándose.
-¿Qué-Que haces aquí?- había soltado con timidez haciéndola ver mucho mas adorable.
-¡lo siento!, solo deseaba saber si podría inscribirme aquí y…
-Cualquier que desee ingresar debe dar una buena razón para que yo lo entrene- solto una voz justo al lado. Era un hombre alto de cabellos dorados como la niña-
-¡Eres igual a ella!
El silencio tras su comentario la hizo sonrojar. Siempre solía decir lo que pensaba sin reparo y esa era una cualidad poco atractiva para los hombres según su experiencia.
Una risa interrumpió sus pensamientos haciéndola parpadear confundida
-Es un niño, mi hermano menor -corrigió sonriendo amigable- él es Senjuro Rengoku y yo soy el dueño de este Dojo Kyojuro Rengoku - se presentó con entusiasmo.
-lo siento! – dijo avergonzada de haber confundido al pequeño de esa casa- soy Mitsuri Kanroji y eh venido a inscribirme en este lugar.
-Pues dudo que te acepte con esa actitud -solto sin dejar su sonrisa.
-L-Lamento la forma en la que entre aqui… -solto ruborizada-pero de verdad necesito hacer esto. Tu Dojo es famoso por entrenar a personas fuertes- parte de esto era una mentira blanca, se dijo, no conocía este sitio y sabía que halagar el ego de los hombres podría usarlo a su beneficio, después de todo era lo que buscaban siempre, una chica que se viera linda y los halagara como una tonta.
-No - solto de golpe - vamos Senjuro es hora de tu entrenamiento - dijo al colocar su espada de madera sobre su hombro haciendo que el encantador niño mirase a mitsuri con nerviosismo asintiendo con su cabeza en señal de despedida.
-¡Espera¡ ¡¿Porque no puedo entrar?!
- Dame una razón - se giro lo suficiente para mirarla de reojo .
-Quiero... -se ruborizo- quiero darle su merecido a un par de personas.
- No entreno por venganza - se encogió de hombros - cierra la puerta al salir
-¡No es lo que crees! -intento dar unos pasos pero se deslizó debido a sus zapatillas húmedas, cayendo al piso sentada. Profirió una maldición y tras notar como el sujeto se acercaba a ayudar se ruborizo hasta las raíces de su cabello.-eso es genial- pensó con ironía - ahora otro hombre pensara mal de ella debido a su boca.
-¡Eres muy intensa!- sonrió- déjame darte algo con que secarte.
-¿D-De verdad?
-¡Claro! Pero no te aceptaré como alumna.
Mitsuri no pudo evitar enfadarse, haciendo un puchero casi infantil provocando que la risa de aquel sujeto se acentuase. Por lo menos podia percatarse que aunque fuese excéntrico era un persona amable, le había dado algo con que secarse y cubrirse mientras su camisa manga larga de color beige estaba secándose al sol.
En el vestidor pudo ver que le habían pasado una camisa de botones y un pantalón que probablemente eran del hermano mayor.
Cuando termino salió del lugar encontrando a los hermanos Rengoku sentados en el piso del Dojo con tres tazas humeantes de lo que parecía ser te.
Pudo notar por como la miraban que estaban juzgando su cuerpo.
Se sentó doblando sus rodillas cansada de eso.
Era una mujer con grandes pechos, caderas y piernas. Todo debido a una fuerza muscular nata que la hacía verse más robusta que un estándar de chica ideal delgada y esbelta.
Cada chico con el que se había encontrado la había rechazado ya sea por sus modales al comer por tres personas, por su fuerza o su cuerpo el cual solo deseaban llevar a la cama sin otro compromiso.
Lo había sabido siempre, pero quería demostrarse que podía conseguir un buen hombre solo tenía que ser mucho más fuerte que ella, así nunca se sentiría intimidado por nada.
-T-Tu camisa se está abriendo de los pechos - solto Senjuro sonrojado mientras desviaba su mirada
-¡Eres muy grande! -solto Kyojuro entre risas provocando que su pequeño hermano tratará de callarlo
Mitsuri lo miro molesta. ¡Lo sabía! Todos eran iguales, se dijo mientras presionaba sus puños en su regazo. Ella que solo se la pasaba llorando por su condición solo en ocasiones solía darle su merecido a esa clase de engreídos.
Y aunque era muy guapo trataría de darle un golpe en el rostro.
-Rengoku San - dijo con una fingida cara inocente - ¿desea hacer una prueba de fuerza?
-¿Prueba de fuerza?
-Si, algo parecido a las vencidas pero -sonrió al ponerse de pie- debemos empujarnos con ambas manos. El primero que haga retroceder al otro gana.
Kyojuro parpadeo tras guardar silencio y estudiarla.
-No sé porque estas mintiendo ¡Pero acepto!
Le llamó la atención que se diera cuenta que fingía su sonrisa aunque al final daba igual. Iba a ganar, siempre lo hacía
Se miraron fijamente mientras esté colocaba sus manos frente a ella haciéndola que las tomará con fuerza.
-Cuenta hasta tres Senjuro - ordenó
Escuchando la voz del niño, Cuando llego el momento comenzó a empujar notando la expresión de asombro del hombre quien comenzó a tomarla enserio
-Toda mi vida eh escuchado a tipos como Rengoku san, y cuando me lo propongo todos quedan mordiendo el polvo - sus palabras causaron conmoción en él, aprovechando su descuido para usar su fuerza y dar un último empuje, tan fuerte que pudo ver como lo alejaba haciéndolo golpear de espaldas al muro de aquel edificio.
-¡Hermano!- grito el pequeño quien se acercó a auxiliarlo.
Mituri se inclinó ante el con reverencia.
- Gracias por aceptar – intento no reírse debido a su victoria- mañana traeré la ropa que me ha prestado Rengoku san, gracias por su hospitalidad.
Sin tiempo que perder se dirigió al vestidor, tomo sus cosas y salió lo mas rápido que pudo
-¡Oye!- le detuvo la voz de kyojuro-¿A donde crees que vas? - pregunto tocando su zona lumbar mientras su hermano menor le sostenía de un costado - ¡Mañana comienzas a entrenar con nosotros!
-¿Que?
Kyojuro sonrió enérgicamente
-¡Eres sorprendentemente fuerte, necesitamos a una como tú!
-P-Pero... - no podía entender aquel brillo en los ojos de ese sujeto. - ¡Dijiste que era grande! - intento justificarse
-Lo eres - dijo en efecto.
-¡Y lo confirmas!
-Nunca dije que fuese malo - se soltó de Senjuro y se acercó hasta tomarla de las manos- ¡Eres sorpréndete, desde ahora eres mi alumna!
Pudo sentir como todo su rostro se ruborizada debido a la cercanía y las palabras de ese sujeto. Intento leer su rostro pero el…¡No estaba mintiendo! Saberlo, hizo que un par de lágrimas cruzarán sus mejillas
Esas palabras fueron un bálsamo para ella.
-¿Qué es lo que ocurre? - dijo tomándola de los hombros
Una sonrisa cruzó el rostro de mitsuri limpiando sus lágrimas.
-¡Daré lo mejor de mi!
Había dicho, sintiendo varias palmaditas amistosas en su cabeza.
:::::::::
Saliendo de aquellos recuerdos sonreía al caminar ahora a su lado escuchando como repasaba cada paso ese día.
Era el primer hombre que la había aceptado tal cual era, así que haría un esfuerzo por ser una mujer que estuviese a su altura.
-Rengoku San -le llamo captando su atención - quiero volver a luchar - soltó ruborizándose - ¡quiero una prueba de fuerza!
Chapter 2: capitulo II
Chapter Text
Los rayos del sol entraron por su ventana haciendo que poco a poco fuese abriendo sus ojos.
Se despertó de golpe en aquella cama cálida tocando instintivamente su cabello que ahora estaba suelto y no sujeto de trenzas. Corrió hacia el espejo de su habitación y vio como el producto ya había hecho su trabajo, su cabello había vuelto a ser rosa brillante con mechas verdes en ciertas zonas.
Se había tardado todo el día de ayer en arreglarlo después de despedirse de su maestro.
Sonrió ruborizada al recordarlo. Se emocionaba saber que ahora sus sentimientos a él eran verdaderos y que al haber pedido otra prueba de fuerza estaría dispuesta a probarlo.
Sin embargo él había pospuesto el evento para dentro de una semana por lo que acepto.
Decidió comenzar el día tomando un baño y abriendo su pequeño negocio que se enfocaba en los arreglos florales. En ocasiones solía cerrar y entrenar temprano pero ahora... Por primera vez pensaba tomarse el día y reordenar sus ideas.
No era una chica boba a la hora de planear un combate, por lo tanto no debía ser tan diferente en la vida... ¿Verdad?, por lo menos sabía que estar enamorada de alguien como Rengoku podía ser algo muy desastroso al final. El chico era muy distraído sin mencionar que tras meditarlo un poco... No había escuchado nada sobre alguna ex novia o... Novio?
Nunca había pensado en realidad en los gustos de aquel chico y recapitulando su comportamiento, dejaba mucho que desear.
Solía abrazarlo por pura impulsividad, prácticamente en una ocasión la había visto en ropa interior y la expresión de él era tensa sin desaparecer su sonrisa pero no era signo de nerviosismo o que de verdad le gustase. Incluso esa reacción podria ser desagrado.
Pensar en eso la asustó -Rengoku San no es así de Cruel- se dijo tras negar con su cabeza. El es amable y aunque no le gustase... Probablemente nunca haría una cara de asco hacia ella.
Una vez se creyó enamorada pero recordar las criticas constantes de aquel sujeto y lo incomoda que se sentía en el fondo en esa relación debía admitir que esto era totalmente distinto. Así que se dijo a sí misma que Rengoku nunca la vería así.
Se colocó su camisa abrigada de cuello de tortuga acompañado de una falda que se ajustaba a su cintura alta haciendo que sus pechos se acentuaran más.
Suspiro resignada, debía aceptar su cuerpo aunque atrajera miradas desagradables porque... al final, la única mirada que deseaba parecía que sus atributos no eran llamativos para él.
Sonrió con cariño la comprender que siempre deseo que alguien la viese por encima de su apariencia y dejará a un lado el deseo puramente sexual... Pero...
-No me importaría que Rengoku San me tocará...-murmuro para luego sentirse avergonzada y atrevida haciendo que el jarrón que estaba a punto de mover se rompiera en varios pedazos -¡No puede ser!
Luego de limpiar abrió las persianas de su negocio, se colocó un delantal rosa y comenzó su día enérgicamente esperando a sus primeros clientes.
-¡Buenos días! – saludo haciendo una respetuosa reverencia cuando escuchó el sonido de la puerta.
-Buenos días Mitsuri- sonrió con amabilidad y encantó.
-¡Shinobu! - soltó con alegría acercándose para abrazarla - ¿Cuándo regresaste?
- Apenas ayer - sonrió la mujer de ojos violeta claro mientras sacudía su cabello levemente ondulado de color oscuro.
Mitsuri la estudio con completa admiración, Shinobu Kocho era la clase de mujer que siempre deseo ser, elegante, sofisticada, con control absoluto de sí misma, era delgada, pequeña y sus proporciones no exageraban de ningún modo.
La había conocido en el dojo junto a los demás alumnos de la clase.
Shinobu era amiga de Rengoku mucho antes que ella y ambos parecían llevarse bien... Tan bien que de pronto recordó sus interacciones.
¡No podía ser! ¿O si?
Estudio a Shinobu mientras está le explicaba detalles de su viaje visitando a sus padres en el extranjero. Su mente intento negar ciertas situaciones en las que Rengoku y ella quedaban a solas o hablaban en profundo secretismo, sin olvidar que aunque no lo aparentaba, Shinobu era una de las mejores atletas del dojo y sobre todo…ella era la perfección andando.
En cierta ocasión había escuchado la trágica historia de los hermanos Rengoku. Su padre recurrió al alcohol hasta dejarse morir una vez su esposa falleciera a causa de una enfermedad
Rengoku San solía hablar con orgullo de su madre y solía describirla como alguien muy controlada y hermosa. Cierto dia Senjuro le había dado una fotografía la cuál solo había confirmado aquellas palabras.
¿Y si el gusto de su maestro era mujeres parecida a su madre?...
Inclino su cabeza derrotada ante la idea. ¡Entonces, estaba perdida!
-¿Eh? ¿Dije algo desagradable?
-N-No Shinobu... Es solo que recordé algo... Personal... -rio nerviosamente.
-¿Es por tu familia?
Era cierto, se dijo, prácticamente estaba sola desde que su familia se separara debido al divorcio de sus padres, sus hermanas mayores todas casadas habían tomado rumbos distintos dejándola con el negocio y la pequeña casa familiar en la que vivía.
-No somos exactamente una familia unida como en tu caso - sonrió con tristeza.
-Lo siento Mitsuri, escuchar mis palabras pudo haberte causado incomodiad…
-¡No, por supuesto que no! - dijo con toda sinceridad- talvez esté sola pero algún día planeo tener muchos hijos.
Noto cuando la joven de cabellos oscuros se echó a reír.
-Kyojuro tiene razón, eres única.
Se giró para que no notase la pequeña pizca de dolor al darse cuenta hasta ahora que su maestro dejaba que Shinobu le hablase sin formalidades.
-Qué bueno que Rengoku San piense así - trato de tener las manos ocupadas con un arreglo.
-Él quiere a cada uno de sus alumnos por igual , además creo que tú eres su mejor proyecto.
-¿Su mejor proyecto? - pregunto girándose a ella.
- ¿No te lo ha dicho?- parpadeo - este año nuestro dojo organizará un torneo, por eso eh regresado -sonrió encantada - cuando nos hablamos por teléfono solemos hablar de ese festival. En teoría pelearíamos los mejores de su dojo y tú eres una de los nuestros... Me sorprende que no lo sepas.
Había dos cosas que la habían entristecido, que Rengoku San no le haya hablado de algo tan importante y... Que estuviese comunicándose tan íntimamente con Shinobu.
Quería llorar de pura frustración ¿De verdad quería conquistar a alguien que ni siquiera la tomaba en cuenta? Su inseguridad apareció...
-Ah... Bien -sonrio forzadamente- que bueno que no me haya hablado de eso porque no estaría dispuesta a participar.
-¿Que? ¿Porque no?
-Yo.... En realidad
-¡Es tu oportunidad de mostrar cuan fuerte eres!- la animo- además quien sabe y conozcas alguien más fuerte que tú, kyojuro dijo que esa era tu meta.
Mitsuri la miro avergonzada ¿Cómo había podido Rengoku ventilar su secreto como si nada? Hablaba con todos sus compañeros pero eran pocas personas las cuales sabían sus razones sin mencionar que solo su maestro no se echó a reír cuando las escuchó. Aun así esperaba un poco de prudencia por su parte.
Su estado de ánimo decayó y Shinobu se percató de ello por lo que se disculpó y se retiró pidiéndole que hablarán ahora en la práctica.
Mitsuri asintió pero sabiendo que ese día no se acercaría al dojo, no después de todo lo que había sabido.
Lo único bueno es que su trabajo la mantuvo ocupada todo el día hasta el momento del cierre que es cuando decidió tomar otro baño y colocar su pijama que constaba de una camiseta que cubría hasta la mitad de sus muslos.
Miro su celular esperando ver algún mensaje o llamada de Rengoku San, pero siendo ya las diez de la noche parecía que ya no tendría nada.
Sonrió con tristeza, ¿Que más respuesta esperaba? Las únicas veces que había faltado durante el año era por algún resfriado. Ella solía marcarle por su teléfono móvil avisando algún contratiempo y solía desearle mejoría o ayuda si la necesitaba. Nunca había reparado en que él no solía dar el primer paso.
Decidió ir al refrigerador por algo de comer pero fue interrumpida por el ruido insistente de la puerta.
Se comunicó por el interlocutor debido a los constantes golpes.
-Abrimos Mañana Tempra...
-¡Mitsuri! - dijo la voz que reconoció de inmediato - ¡Abre de una vez!
¿Rengoku San? Se dijo, incrédula y halagada, sus esperanzas aumentaron por lo que corrió a abrir.
-¡Rengoku...! - se detuvo al verlo de brazos cruzados - P-Puedo explicarlo - comenzó como si fuese una niña descubierta haciendo una travesura.
- ¡No llegas a tus prácticas y es Shinobu quien dice que debería venir a ver las cosas por mí mismo!
Mitsuri desvió su mirada, claro, había sido idea de alguien más.
-Mitsuri...-murmuro - ¿Qué es lo que ocurre?
-Nada -desvió su mirada - pensé en tomarme el día libre, no es que me necesites para algo ¿O sí?
Era la primera vez desde que lo conoció que lo desafiaba causando una expresión de absoluto asombro en él.
- ¡Muy bien! - dijo con severidad tomándola de la muñeca y entrando a la casa cerrando la puerta tras de si - vamos hablar - soltó halándola - traje dulces que Senjuro preparo para ti.
Trago saliva al saber que no podía decir no a la buena comida del menor así que al final se dejó arrastrar.
-Comer te hará sentir mejor -. Soltó con todo el ánimo posible sirviendo las cosas que había traído.
Como si se tratase de una niña caprichosa desvió su mirada y probó uno de los dulces a base de patata dulce sintiendo su sabor y cambiando su estado de ánimo de un solo momento.
-¡Están delicioso!- dijo emocionada mirándolo.
-¡Es más que cierto! Nuestro pequeño Senjuro será una gran cocinero.
-¡Lo sé! – dijo olvidando por completo su molestia, era como si compartieran la tutela del niño- deberíamos inscribirlo en una escuela en su tiempo libre.
La alegría que sintió se detuvo al notar la sonrisa tranquila de Rengoku mientras la estudiaba
¿No podía poner alguna expresión que no lo hiciera ver guapo? Deseaba maldecirlo por eso.
-Qué bueno que vuelves a sonreír- dijo - además que tu cabello se ve saludable de esa forma.
-¿Saludable? - repitió parpadeando sin entender el halago.
-Tu sabes ... Bien - desvió su mirada mientras metía otro bocado de aquel postre.
Mitsuri puso las manos en su rostro ¿Cómo diablos se iba a desenamorar de este hombre si la rechazaba? ¡Es que ni siquiera sabía si podía odiarlo!
- Rengoku San... Yo...- llevo las manos a su pecho mirando sus piernas sobre aquel sofá en el que estaban sentados, quería ser lo más clara posible - ¿Porque no me hablaste del torneo que realizarías?
-¿Torneo?
-Shinobu me lo dijo.
-Ya veo -murmuro -te lo diría esta semana ¿Es por eso que estás molesta? Casi nadie en el dojo lo sabe -. dijo despreocupado haciéndola enfadar.
-¡¿No crees que es importante que lo supiera?!
-Quiero que luches en él - soltó - quería que estuvieras lista y darte la noticia en su debido tiempo para afinar detalles, además servirá para tu propósito.
-¿Hablas del que te comenté? ¿De él que Shinobu sabe sin mi permiso?
Eso llamo la atención de kyojuro quien llevo una de sus manos atrás de su cuello en un gesto de incomodidad.
-No pensé que fuese a molestarte.
-¿Cómo no hacerlo? ¡Todos pueden reírse de mí!
-Solo se lo comenté a ella, además Shinobu no es esa clase de persona- defendió haciendo que esta vez se enfureciese enserio al sentir como los celos se presentaban en ella por primera vez.
-¡No tienes derecho!- soltó - ¡Yo decido quien puede saberlo!
- ¡Escucha! - exclamó con seriedad levantando su voz - si mencioné tu objetivo es porque me parece admirable y quiero que estés lista para demostrar a los demás que puedes valerte por ti misma ¿Es que aún no puedes comprender lo especial que eres?
Le miro impresionada, Rengoku podía actuar como un despistado pero era un verdadero maestro y como tal... Solo la hizo sentir arrepentida por su arrebato infantil.
No pudo evitar echarse a llorar. Era tan bobo y genial a la vez ¿En qué lío se había metido? ¿Porque no podía verlo como su amigo?
Su llanto se detuvo al sentir como era atraída a él rodeándola con ambos brazos haciendo que su rostro se hundiera en su pecho. Sus lágrimas se siguieron derramando pero no sé atrevió hacer ruido
-Es por él ¿Verdad? - escucho su tono suave y tranquilo como si lo hiciera para no asustarla - me dijiste que lo encontraste ¿Es por eso que estas tan sensible? ¿Es ese sujeto quien te está fastidiando?
Comenzó a sollozar debido a lo irónico del momento.
-¡Si! - soltó- ¡Me enamoré de un idiota ciego!
-¿Eh?
- ¡Es tan idiota que no distingue los celos! , ¡Es tan idiota que ni siquiera me mira!- frustrada inspiró por la nariz con dificultad sintiendo el calor de Rengoku.
- Entonces... ¿Vale la pena? - le escucho preguntar cuando una de sus manos acariciaba su cabeza.
-¡Lo vale! ¡Es lo que más me duele! - siguió llorando.
No supo cuánto tiempo la tuvo abrazada pero ella aprovechó desahogarse todo lo que pudo.
Estaba perdida porque ahora era seguro que tendría que suspirar por él en silencio.
Chapter 3: CAPITULO III
Chapter Text
Suspiro derrotada mientras terminaba de quitar la cáscara de una manzana con el cuchillo.
-Mi hermano tiene razón...- escuchó murmurar a su lado – Mitsuri san se ve triste.
La mencionada miro al pequeño niño a su lado quien se mostró preocupando haciendo que soltase el cuchillo y lo estrechara fuertemente entre sus brazos
-¡Senjuro eres adorable! ¡Gracias por preocuparte!- dijo enternecida por él. Le encantaba ver lo dócil que era.
Sintió como unos golpecitos en su brazo eran señal que lo soltara así que lo hizo.
-Lo lamento, a veces no mido mi fuerza - se sonrojo arreglando el delantal que estaba sobre su uniforme de Kendo el cual portaba desde esa tarde.
-Mitsuri San - dijo agitado mirándola ruborizado - e-es que usted me presiona demasiado a sus... - miro en dirección de su pecho
Mitsuri volvió a disculparse, en realidad solía dar muestras de afecto sin darse cuenta del problema que podía causar.
Aunque desde hace tres días... las interacciones con el mayor de los Rengoku habían cambiado.
Tratando de poner orden en su corazón roto, no quería quedarse a solas con Rengoku, por lo que decidió no mostrarse tan efusiva con él, quería controlar esas reacciones para decirle a su mente que era un caso perdido. Por supuesto era un cambio que todos en el dojo notaban ya que sin darse cuenta siempre solía abrasar a su maestro.
Recapitulando su comportamiento... había sido atrevida en su ignorancia por sus sentimientos, solía tirarse encima de él cada vez que podía y ahora, después de todo lo que había ocurrido la vergüenza le impedía realizarlo.
Hace dos noches había llegado a su casa y por primera vez en un año él la había abrazado. Era algo que no olvidaría nunca... Se sintió demasiado bien sentirlo cerca sin que ella tuviese que dar el primer paso.
-Mitsuri San ¿Qué ocurre?- pregunto Senjuro preocupado al verla llorar con una mueca cómica.
-¡Nada!- sonrió aún con lágrimas - estoy cortando una cebolla.
Senjuro miro la manzana mal cortada y negó con su cabeza debido a la poca creatividad que tenía para hacer una broma.
-Talvez… yo debo encargarme - dijo quitándole el cuchillo con delicadeza.
Era tan joven, se dijo Mitsuri, solo tenía once años y era muy maduro para su edad, tranquilo, elegante y hábil para tareas domésticas y no así para el combate de espadas. Era tan distinto a Rengoku san pero al mismo tiempo era su versión más pequeña.
-¿Tengo algo en el rostro?- pregunto dándose cuenta de su insistente mirada.
-¡Eres tan lindo!- dijo al abrazarlo con fuerza y dejándolo sin aire de nuevo.
-M-Mitsuri san- intento soltarse pero solo pudo separarse cuando ella lo liberó haciéndolo toser - la tarta de manzana estará lista en un rato ¿Porque no va con mi hermano?
-¡E-Estoy esperando a los demás! - se excusó rápidamente.
Su respuesta pareció sorprenderlo.
- Pero mi hermano está solo... A usted le gusta estar con él ¿Acaso te hizo algo?
Se ruborizo hasta las raíces del cabello. ¿Había sido tan obvia antes? Prácticamente Senjuro se dio cuenta de cómo aprovechaba su tiempo merodeando a su maestro incluso antes de saber que estaba enamorada.
-¡No!- sonrió tratando de verse despreocupada - además... No creo que importe que no esté ahora junto a Rengoku san.
Durante aquellos días podía sentir su mirada sobre ella pero en cuanto está le correspondía, Rengoku solo sonreía alegre y despreocupado
-Te equivocas...- murmuró Senjuro sorprendiéndola- mi hermano está muy preocupado por ti.
¡No te ilusiones!, Se dijo mentalmente, ya sabía que él era muy apegado a sus alumnos y era tan malditamente amable y encantador que no era personal. Ella no era especial.
-Senjuro... No creo que...
-Mitsuri san… no será que esta planeando dejarnos… ¿verdad?
-¿Dejarlos?- pregunto sorprendida
-Mi hermano... lo menciono- le miró con tristeza.
-¿Que? ¿De dónde saco esa idea?
El pequeño volvió su vista a su quehacer haciendo que Mitsuri sintiese un enorme peso en su pecho. Adoraba a ese niño y verlo triste era algo que no podía soportar, por lo que se acercó a abrazarlo desde atrás con delicadeza, frunció el ceño molesta por el comentario, pero cerró sus ojos tratando de trasmitirle tranquilidad al pequeño.
-Yo no haré tal cosa, solo estoy un poco pensativa estos días.
-¿De verdad solo es eso?
-¿Te eh mentido alguna vez?
-Omitir la verdad también es una forma de mentir… es lo que dice mi hermano.
Mitsuri sonrió con cansancio debido a la astucia del niño.
-Quédate aquí Senjuro – dijo fingiendo estar en calma - iré hablar con tu hermano.
-Pe-pero...
- Solo espera aquí, ya vuelvo.
Salió de la cocina dirigiéndose al dojo inflando sus mejillas debido a la molestia que sentía. Esta vez tendría que escucharla.
-¡Rengoku San! - dijo la correr la puerta y ver vacío el salón principal.
-¡Estoy aquí! - respondió una voz tras un muro en la esquina, cerca de los vestidores.
Mitsuri camino a pasos apresurados solo para que fuese recibida por un montón de armaduras y espadas de madera.
-¡Perfecto, me ayudarás a moverlos de acá! - sonrió entusiasta - eres la indicada.
Mitsuri agarró como pudo el material que su maestro le había dado. Sujetándolo con fuerza con ambos brazos.
-¡Rengoku san!- le llamo mientras esté estaba entretenido mirando el resto de cosas que se encontraban en un baúl.
- ¿Que sucede? - pregunto distraídamente
-Necesitamos hablar.
-Ya lo estás haciendo – dijo sin mirarla.
- ¡Le has dicho a Senjuro que los dejaré! - soltó molesta sabiendo que si no iba al grano esto se volvería más difícil.
Pasaron varios segundos en silencio hasta que el joven respondió
- Solo dije que era una posibilidad - respondió sin inmutarse haciéndola enfadar aún más.
-¡Yo nunca eh hablado de esa posibilidad! – Agregó – es solo un niño no es necesario decir esas…
- No, pero tarde o temprano lo harás y Senjuro se ha encariñado contigo.
Mitsuri lo miro impotente, tanto así que su impulso hablo por ella.
-¿Y tú Rengoku San? ¿No vas a extrañarme?
La pregunta hizo que el susodicho girará y la mirara sorprendido.
Se puso de pie y se cruzó de brazos frente a ella.
-Entonces es verdad que te iras -afirmo en tono serio, pero con una expresión neutra.
-¿Cómo has sacado esa conclusión? Nunca dije eso pero pareces estar muy seguro de mi decisión.
-Mitsuri -suspiro cansado- ¿Que va a pasar el día que quieras casarte?
-¿Ca-casarme? - repitió sintiendo su rostro ruborizado mirándolo, deseando ser tan insolente y decirle que deseaba quedarse con él y con Senjuro -P-Pues...
- Te irás.
-¡Casarme no impedirá que siga entrenando!
-¿No será así? - alzo una ceja estudiándola con detenimiento.
-¡No¡ ¡Me gusta este lugar, y me gusta tu....! - se detuvo al ver su rostro tenso - tu dojo... Rengoku San.
Guardaron silencio por varios segundos, Mitsuri no se atrevía a levantar su rostro, estaba tan avergonzada al saber que casi se le confiesa.
- Yo solo...
Vio cómo su maestro volvía a darle la espalda regresando si atención al baúl.
-La respuesta es sí.
-¿Que?
-Preguntaste algo al principio, acabo de decir que si y lamento lo que le dije a Senjuro, me disculpare con él.
Su corazón amenazó con salírsele del pecho ¡Lo amaba demasiado! Aunque solo fuese un cariño de maestro a alumno no podía evitar llenar su cabeza de fantasías por esas palabras. ¡Él de verdad la extrañaría!
-Rengoku San...- murmuró de pronto sintiendo que debía expresar todo su amor pero fue interrumpida por el gruñido de su estómago. No había comido nada aún y deseaba esconderse en algún agujero por la vergüenza.
Kyojuro se echó a reír y la miro más animado.
- Eh comprado unos Mochis de una nueva pastelería ¿Quieres probar?
-¡Si!- sonrió alegre olvidando todo el ambiente tenso.
No importaba, se dijo, no podía estar enojada mucho tiempo con él debido a su adorable comportamiento. Además la comida alegraba su dia.
-Buenos tardes...- escucharon una voz por lo que mitsuri decidí adelantarse y salir.
-Buenos tardes – sonrió sabiendo bien que el visitante no podía ver su rostro.
-Déjame ayudarte - exclamó la persona frente a ella.
-No debes preocuparte por eso.- dijo moviendo los artículos de su línea de visión.
Frente a ella había un joven de estatura media, cabello lacio oscuro, mirada tranquila de ojos extravagantes uno parecía más turquesa que el otro sorprendiéndola.
-¡Que ojos más lindos! - soltó sin reparo sorprendiéndolo y provocando que retrocediera avergonzado halándola sin querer hacia él, haciendo que las cosas cayeran al piso con ella sobre el recién llegado.
-¡Lo lamento tanto! - se disculpó acercándose -¿Estás bien?
Noto como el joven frente a ella estaba rojo del rostro mirándola directamente a sus pechos que ahora estaban descubiertos debido a que se había corrido su kendogi hasta revelar su sostén rosa.
No pudo evitar gritar haciendo que kyojuro se acercara corriendo al lugar encontrándose con la extraña escena.
-¡¿Quién eres?!
-¡Rengoku San! - dijo rápidamente poniéndose de pie y moviendo sus manos para llamar su atención - fue mi culpa, yo hice que todo cayese, pude haberlo lastimado, pero no fue mi…
Tras unos segundos noto que su maestro estaba tenso mirando sus pechos tan abiertamente como el otro sujeto, haciéndola balbucear nerviosa pero su movimiento fue más rápido que ella ya que Rengoku agarró los extremos de su kendogi y las cerró de golpe.
- Cúbrete - ordenó mirando directamente al recién llegado.
- M-Me presento - aclaro su garganta - soy Iguro Obanai. Se supone que nuestros dojos tendrán un encuentro esta semana, solo venía acordar la hora y...
- Claro - sonrió neutral, casi con incomodidad sorprendiendo a Mitsuri - ven, puedes pasar por aquí.- señaló su pequeña oficina al fondo.
Iguro Obanai se inclino con mucha seriedad mientras Mitsuri llamo su atención.
-¡Lo siento mucho! - sonrió apenada - soy Mitsuri Kanroji, estudiante de este dojo, espero no haberte lastimado.
Noto como el joven desvió la mirada ruborizado y asintió con su cabeza haciéndola reír pero de pronto sintió un aura extraña tras ella.
Se giro y noto la sonrisa tensa de Rengoku quien al pasar a su lado le ordenó arreglar su uniforme nuevamente.
-S-Si- asintió sosteniendo con más fuerza el kendogi de la parte superior.
Este asintió con seriedad y se alejo con el invitado.
Por un segundo, pudo percatarse que su maestro estaba molesto por algo y aquello era muy extraño en él.
¿Sería acaso que le fue desagradable verla así? ¿La vería como una sinvergüenzas sin decoro?
Decidió correr a los vestidores y arreglarse como era debido, después de todo, la clase de ese día iniciaría dentro de poco.
Chapter 4: capitulo IV
Chapter Text
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
::::::::::::::::::::::::
Sentada en el piso del dojo miraba como el joven de cabellos dorados golpeaba con intensidad a otro de los alumnos, derrotándolo fácilmente.
Acercó sus piernas a su pecho justo cuando Shinobu, quien estaba a su lado, se acercaba a murmurar.
-Es extraño... ¿No te da la impresión de Kyojuro está molesto?
Mitsuri pasó su mirada de ella a su maestro. Mordió su labio inferior preocupada ¿Habrá sido el accidente de ahora? Trataba de creer que algo tan pequeño no podía cambiar el estado de ánimo de alguien tan alegre, entusiasta y hasta cierto punto despreocupado en asuntos pequeños.
- Rengoku San conoció ahora a Obanai Iguro, parece que es el dueño del dojo rival.
- Entiendo -sonrió tranquila hasta que notó que otro alumno decidía acercarse a retar a un duelo a su maestro -¿El todavía sigue aquí? - pregunto frunciendo el ceño.
Mitsuri siguió su mirada y noto a Giyu Tomioka, uno de los veteranos alumnos de aquel dojo. Giyu era un joven alto de cabello oscuro que llegaba hasta su cuello, de ojos oscuros y parecía no mostrar emoción alguna, era demasiado serio y todo parecía indicar que Shinobu no podía soportarlo. Era sorprendente como alguien tan amable y adorable pasaba a tener una expresión sombría al verlo.
-Dejo de venir unos días después que te fuiste. - sonrió - siempre solía preguntar por ti -. Dijo con eso queriendo romper el hielo entre ellos pero parecía que había cometido un error cuando miro la expresión sombría en ella.
-Solo es un pervertido...-murmuro desviando su mirada.
-¿Pervertido?
Shinobu se ruborizo completamente y desvió su mirada
- Hace unos meses ese sujeto entro a los vestidores de mujeres... Y...-se enfureció solo recordarlo- ¡Ni siquiera se disculpa!
- Entiendo - exclamó extrañada - no me parecía que Tomioka fuera esa clase de hombre.
-¡Todos son así! - soltó mandándole una mirada asesina haciendo que el susodicho se la devolviese con expresión aburrida.
-Shinobu...- llamó sonrojase por lo que estaba a punto de preguntar - y... ¿Qué pasa si un hombre no parece interesarle los atributos de una mujer?
-¿Qué?
-T-Tu sabes – soltó mostrándose incomoda- ¿de verdad existirán hombres que no les agrada ninguna parte del cuerpo femenino?
- Pues hay dos respuesta -exclamo pensativa- puede que oculte bien sus intenciones o...que guste de los hombres.
-¿Que?
- O guste de hombres.- repitió con inocencia.
Llevo las manos a su rostro frustrada. No parecía que Rengoku le atrajese ningún sexo en especial pero y si...
-¿Cómo se puede saber algo así con certeza?
- Preguntando directamente - dijo claro.
Mitsuri suspiro.¡No podía hacer tal cosa!
-Mitsuri ...¿Estás interesada en alguien?
-Bueno...yo-intento no verse tan obvia.
- Pensé que tenías más experiencia con chicos -le miro extrañada - es raro que me preguntes algo tan obvio.
-¿Obvio?
- Claro -sonrió encantada - con tus medidas no te debe dificultar atraer al chico que te gusta.
Mitsuri casi se echa a llorar. Shinobu era amable y siempre solía darle ánimos. Se sentía tan culpable sentir celos hacia ella debido a Rengoku.
-¿Mitsuri?
-Nadie puede no quererte Shinobu ¿No es así? - la miro con una sonrisa triste -En mi caso...es que no puedo gustarle - soltó con un llanto cómico.
-¿Eh?
-Me gustaría ser más como tú -dijo como una niña pequeña con toda sinceridad
-No digas eso - sonrió acariciando su cabeza - tú eres muy especial.
Mitsuri inclino su cabeza sintiéndose avergonzada al haberle confesado aquello pero no podía evitarlo, ni siquiera podía detestar a Shinobu por su suerte.
-Shinobu... A ti...¿Te gusta alguien?
Pudo percibir como comenzó a sentirse incomoda mientras suspiraba como si se preparara para la respuesta.
-Si, creo que si...
En el fondo sabía esa respuesta pero una parte de ella deseaba confirmarla.- Sin embargo como tú, no creo que sea su tipo.
-¿En serio crees no ser su tipo? ¡El no es ciego a ti! - soltó cubriendo su boca rápidamente llamando la atención de Shinobu.
-¿Sabes de quién estoy hablando? - pregunto con una expresión asustada.
-Y-Yo creo ... que si -murmuró cayendo en un silencio incómodo.
-¿Soy obvia?-pregunto con un tono angustiado
-No, nada de eso... Solo noté como actúa cuando está a tu lado.
Pudo ver como algo brillo en los ojos de Shinobu, como si fuese esperanza haciendo que Mitsuri sonriese con expresión derrotada.
Después de lo que hablo con Senjuro, abandonar el dojo sería muy cruel para todos, pero probablemente podría pedir un pequeño descanso, viajar y así olvidarse de ese tonto enamoramiento dejando que sus amigos fueran felices.
-Es tu turno Kanroji- le llamo Tomioka haciéndola ponerse de pie con fingido entusiasmo.
-Shinobu – Mitsuri llamo su atención - te estaré apoyando siempre.
La mencionada la estudio en silencio para luego sonreír con cariño a ella.
Decidió tomar una espada de madera y colocarse en posición frente a Tomioka.
Escucho cuando Rengoku dio el aviso comenzando así la lucha.
Pudo esquivar varios ataques, después de todo su cualidad era el de ser flexible y era algo de lo cual estaba orgullosa.
Pudo detener y estocar un par de golpes pero le distrajo la insistente mirada de Shinobu hacia su dirección, aunque no le estaba mirando a ella.
Instintivamente se volvió a su lado, parecía estar mirando a su maestro y fue ese detalle lo que la hizo perder el equilibrio logrando así que Tomioka diese un golpe directo a su hombro derecho.
Soltó la espada rápidamente y se puso de rodillas tomando su hombro
-¡Mitsuri!- grito Rengoku acercándose mientras Tomioka y Shinobu lo hacían igual.
Varios de los jóvenes que estaban entrenando dejaron sus combates por ello pero fue Rengoku quien los disperso.
-¿Puedes levantar tu brazo? - escucho preguntar a Rengoku.
Lo obedeció pero no pudo hacerlo al sentir que el fuerte dolor se lo impedia.
Levantó su mirada a él con ojos llorosos haciendo que este frunciese el ceño y la tomara en brazos.
-Iremos al hospital- exclamó.
-¡Te acompañare! - se ofreció Shinobu.
-Yo igual -respondió Tomioka.
Entre los vaivenes del alboroto, Mitsuri solo podía pensar en su mala suerte y como la mirada soñadora de Shinobu le había partido el corazón. No podía intervenir en la relación de dos de sus más cercanos amigos. Comprenderlo, hizo que comenzara a llorar.
-¿Duele mucho? – Pregunto Rengoku preocupado.
-¡Claro que sí! – soltó como una niña al referirse a su hombro y a su amor no correspondido.
- No te preocupes – dijo en un tono casi nervioso, sorprendiéndola – te ayudare, lo prometo.
Mitsuri escondió su rostro en su pecho mientras la cargaba a la salida del lugar. Era tan malditamente amable y caballeroso que se dijo que debía aprovechar por lo menos esa cercanía.
Habían abordado el auto de Tomioka quien los escoltó a urgencias rápidamente.
Sugirió que ellos bajarán primero en lo que buscaban estacionamiento por lo que Rengoku y Shinobu caminaban cerca de ella para escoltarla.
- Toma asiento- dijo Rengoku - iré a recepción.
Mitsuri asintió estando a lado de Shinobu una vez más
-¿Duele mucho?
-Solo si lo muevo demasiado - mintió sabiendo que el dolor era punzante y persistente pero ya había notado como estaba preocupando a los demás, incluso Tomioka que era muy inexpresivo parecía que la culpa lo estaba afectando.
La verdad es que estaba sudando frío pero ella era fuerte, tendría que soportarlo.
-Pasaremos a una habitación - había dicho Rengoku cuando regreso mientras la ayudaba a ponerse de pie- solo puedo pasar con ella - se dirigió a Shinobu.
-¿Que?
- En teoría solo pueden familiares - exclamó en tono tranquilo - así que tuve que decir que Mitsuri era mi esposa.
-¡¿Que?!- soltaron al unísono ambas chicas.
Mitsuri sintió que se desmayaba y no por el dolor.
-No importa ya - soltó Shinobu al verla malinterpretando su reacción - solo sigue la corriente ¿De acuerdo? - le ordenó.
Trago saliva cuando sintió como el brazo de Rengoku pasaba alrededor de su cintura caminando a su lado hasta sentarla en una camilla de exploración.
Un hombre con anteojos y una bata blanca los recibió mientras corroboraba datos personales.
-Muy bien -sonrió el hombre mirando un par de hojas - ¿Está embarazada?
-¡¿Que?!- soltó sintiendo su rostro caliente.
- Aún no - sonrió Rengoku con todo naturalidad sorprendiéndola - debe disculparla el dolor la ha desorientado un poco.
- Está bien - carraspeó- son preguntas rutinarias debido a los medicamentos que podríamos administrarle.
Mitsuri no sabía si desmayarse de aquel dolor punzante o de escuchar aquella disparatada mentira.
- Le pediré de favor que se descubra hasta su cintura - soltó- me parece una luxación de hombro pero deseo corroborar antes de mandar exámenes de gabinete. - se puso de pie - puede decirle a su esposo que le ayude a desvestirla mientras voy por mis guantes de exploración.
Mitsuri solo deseaba que la tierra se la tragara ¿Cómo iba a dejar que Rengoku hiciera tal cosa?
Sentada sobre aquella camilla noto como el joven de cabellos dorados se colocaba frente a ella.
-Tranquila, ¿Confías en mí? - le mostró una sonrisa cálida y amable recordando porqué estaba perdidamente enamorada de él.
- ¡Siempre eh confiado en ti! - soltó con entusiasmo sorprendiéndolo.
Tras unos segundos de procesar sus palabras comenzó a reír.
- ¡Muy bien! -. Dijo estirando su brazo hasta colocarlos en las solapas de su kendogi comenzado a correrlas hacia sus hombros.
Mitsuri miro el piso tratando de calmar aquella agitación que estaba causando ese acto.
- Trata de sostener tu ropa interior en cuanto quite el seguro - le escucho decir cuando paso su mano frente para quitar el sostén deslizando los tirantes.
Mitsuri protegió sus pechos con su brazo sano y fue entonces que sé atrevió levantar su cabeza y mirar a Rengoku.
Volvió a ver esa expresión tensa y sus movimientos un poco nerviosos logrando sorprenderla.
En un accidente ya la había visto en ropa interior hace unos meses cuando entro por error al vestidor y salió rápidamente. Se comportó como si nada hubiese pasado, más que disculparse por la impertinencia por lo que ella no le tomo importancia debido a que en ese momento asimilaba que no era atractiva para su maestro y no era algo que en ese momento le importara pero ahora que estaba cerca y el la desvestía parecía que ambos estaban afectados.
Algo dentro de ella sonrió al saber que después de todo su maestro no era inmune a su cuerpo
-Por lo menos no le desagrado – pensó.
-Siento que tengas que hacer esto – murmuró tratando de romper ese incomodo silencio.
- Eres mi esposa ¿O no? -mitsuri siguió mirando el piso ocultando la sonrisa de felicidad que adornaba su rostro por aquella mentira, pero fueron interrumpido con la llegada del médico quien gentilmente reviso su lesión.
-Tendremos que inmovilizar este hombro - dijo comenzando a preparar su vendaje - tendrás que estar descubierta un momento y luego podremos sostenerlo con un cabestrillo. Solo es una luxación por lo que en unas cuatro semanas estarás como si nada.
Mitsuri asintió ruborizada al comenzar a bajar su mano para descubrirse dejando que el médico hiciese su trabajo. Levantó su mirada hacia Rengoku quien observaba sus pechos con mucha atención hasta que la notó dirigiéndose a él, por lo que giró su cabeza fingiendo estar aclarando su garganta.
No se atrevió a mirarlo de nuevo sintiendo sus mejillas calientes. Estaba demasiado expuesta.
- Recuerden no mantener relaciones sexuales mientras estés con esta clase de analgésicos. Puede darte problemas si quedas embarazada.
Mitsuri asintió esperando que ese bochornoso momento solo acabará.
Le dio indicaciones para tomar un baño y sobretodo no usar ciertas prendas estás semanas sin mencionar que nada de actividad física.
- Lo tomaremos en cuenta - sonrió su maestro agradecido.
- Espero que te mejores - sonrió el médico- así vuelves a tu vida normal.
-Gracias -. Sonrió mitsuri.
- Te veré en unas semanas para una revisión.
Rengoku se acercó para ayudarle a colocar el kendogi y luego seguir con el cabestrillo para detener el peso de su brazo.
Salieron de ahí a paso lento encontrando a la salida a una Shinobu preocupada.
Rengoku se acercó, comenzó a explicarle todo haciéndola suspirar de alivio mientras ella se volvía a Tomioka con enfado como si le ordenase que hacer.
- Lo lamento – Se acercó el joven de cabellos oscuros haciendo una pequeña reverencia.
-N-No te preocupes - exclamó Mitsuri más apenada - fue una distracción, en realidad fue mi culpa...
-¡No! – Sonrió Shinobu interrumpiendolos – Fue culpa de Tomioka.
- ¡Ya dije que me disculpaba! – Soltó con más seriedad enfureciendo a la pelinegra.
- ¡No lo haces con sinceridad! – respondió molesta.
Mitsuri comenzó a reír más cansada haciendo que Tomioka les ofreciese regresar al dojo.
- En realidad me gustaría volver a mi casa.
-¡No puedes! - soltó Shinobu y Rengoku al mismo tiempo asustándola.
- No podrás sola con el quehacer - soltó Shinobu.
- Es verdad - secundo su maestro - te hospedaras con Senjuro y conmigo.
-¡No! – Dijo demasiado rápido. – N-No sería prudente y… tengo mi negocio…- Sabía que podría escudarse de ese detalle.
-¿Quieres quedarte conmigo? – ofreció Shinobu.
-No quisiera molestar… de verdad…
-Por lo menos pasa la noche en el dojo – soltó Rengoku con una sonrisa energica – es el lugar que está más cerca, además, mañana yo mismo te llevare a tu casa.
Mitsuri tragó saliva al entender que era lo más lógico de hacer y al notar la presión de los demás decidió aceptar
Su día no podía ser mas complicado.
Chapter 5: capitulo V
Notes:
FELIZ AÑO NUEVO, ESPERO QUE LOS POCOS QUE ME LEEN LES GUSTE ESTE CAPITULO, AVISÁNDOLES QUE ESTE FANFIC NO SERA MUY LARGO PERO YA TENGO PLANEADO ESCRIBIR OTRO DE ESTA PAREJA, OBVIO ESCRIBO PARA SACARME PURAS IDEAS DE LA CABEZA XD Y QUE CONSTE QUE ME GUSTA EL OBAMITSU PERO ESTA ´PAREJA SE CONVIRTIÓ EN MI ADORACIÓN, SIENTO QUE ES MAS REALISTA (LO DIGO DESPUÉS DE LEER EL MANGA)
Chapter Text
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Mitsuri se encontraba sentada en el piso de la habitación que le habían asignado, mirando la puerta corrediza con mucha insistencia.
Se erizo al escuchar unos pasos y ver cómo Rengoku entraba con futón en mano.
Trago con dificultad tratando de calmar la vergüenza que la invadía.
-Muy bien, creo que esto será suficiente - dijo al extender el futón.
-Lamento esto...- repitió por quinta vez ese día.
-No tienes que preocuparte.
-Y-Yo ¡tratare de pagar este favor!
- Lo mejor sería que luego de que sanes entrenes como es debido - su entusiasmo la hizo reír por lo bajo.
- Rengoku San – llamó alegremente, siguiendo con la mirada las manos del chico quien arreglaba lo que sería su cama esa noche- creo que este accidente es algo que nunca te hubiese sucedido.
- Supongo que no - dijo pensativo - trato de estar alerta a muchas cosas.
- ¿Acaso no hay algo que te distraiga lo suficiente?
La pregunta hizo que el susodicho la mirase con seriedad para luego volverse al futón que terminaba de arreglar.
- Creo que no - respondió seco, sorprendiéndola.
¿Habrá dicho algo malo? Se preguntó sintiendo esa tensión rara entre ambos.
-P-Por cierto - exclamó tratando de cambiar el tema- en el hospital diste mis datos personales... ¿Inventaste alguno?
-Veamos…- dijo mirando el techo para luego sonreír - tienes 19 años, tu cumpleaños es el 1 de junio, pesas alrededor de 56 kilos, tu tipo de sangre es A y pareces no ser alérgica a algún alimento debido a tu apetito. No tienes mascota, pero te gustan los gatos y los niños, también tienes una fuerza física admirable por lo que una lesión de ese tipo debió ser muy severa para hacerte llorar. - se volvió a ella - ¿Falta algo más?
Mitsuri quedo estupefacta por unos segundos, solo para que luego sintiera como sus ojos estaban a punto de soltar lágrimas. Su maestro era muy observador con ella y se fijó en muchos detalles. Su corazón amenazaba con salírsele del pecho conmoviéndose.
Sin pensarlo mucho ella decidió responderle.
- El maestro Rengoku… tiene 20 años, su cumpleaños es el 10 de mayo, su tipo de sangre es O, no parece tener alergias a ningún alimento, su comida preferida es la que contenga batata dulce, no tiene mascota pero ama a los animales y a su pequeño hermano haciéndose cargo de él y de su hogar completamente cuando se quedó sin sus padres, es muy fuerte y es... Una de las personas que más admiro.
La sorpresa invadió la expresión del joven quien la miro directamente.
-Sabemos mucho uno del otro - sonrió cansado después de un incómodo silencio.
- H-Hemos estado juntos mucho tiempo – respondió a su sonrisa ruborizándose mientras miraba una de sus manos en su regazo.
- Tu tipo de sangre y peso lo sé debido al último torneo interno que realizamos- sonrió- era necesario tener esos datos de los alumnos.
-Es verdad...- dijo entendiendo que era esa la razón por la que lo recordaba
-Ese evento fue divertido.
- ¡Tienes razón! - respondió mitsuri sonriente.- ¿Recuerdas el raspado de fresa ese día? - pregunto emocionada.
-¡Estaba delicioso!- le secundo con entusiasmo.
-Senjuro tendría que haberlo probado.
-Ese día tuvo que asistir a clases – dijo cruzándose de brazos tratando de hacer memoria- pero…¡Deberíamos ir los tres!
-¿Crees que encontremos al dueño del establecimiento? Parece que solo trabaja en festivales.
-¡Eso tiene arreglo, lo buscaremos!
Ambos rieron al imaginarse buscando en toda la ciudad a un anciano por sus raspados. Durante aquel largo año Mitsuri podía recordar cada tontería que hacían juntos y era una de las razones por las cuales lo amaba.
La sonrisa en ambos no desaparecía hasta que se miraron el uno al otro directamente provocando otro silencio que fue interrumpido por los pasos de Senjuro quien se acercaba con un par de sabanas.
- Así puede abrigarse más - dijo ruborizándose cuando se acercaba a Mitsuri - veo que ya hicieron las pases.
-¿Las pases? - preguntaron al unísono.
-E-Es...Estaban muy extraños - dijo mirando el piso al sentarse de rodillas frente a ellos - no parecían los mismos...
Mitsuri parpadeo sorprendida por lo perspicaz del pequeño haciéndola sonreír con calma y atraerlo con un brazo para poder abrazarlo.
-Perdona por haberte preocupado.
-Creo que hemos andado demasiado ocupados con otros asuntos - escucho la voz de Rengoku quien acaricia los cabellos de Senjuro cuando este se separaba un poco de Mitsuri.
-¿No duele mucho? - pregunto mirando su brazo vendado.
-Estoy bien – respondió jactándose de su fuerza.
-En ese caso - dijo el mayor de los hermanos poniéndose de pie - es mejor dejarla descansar. Ordenaré las cosas y cerraré el dojo.
- Está bien - sonrió mitsuri con cariño hasta que lo vio desaparecer. Fue cuando giro su cabeza hacia su lado y notó la mirada curiosa de Senjuro -¿Pasa algo?
Tras unos segundos de silencio pudo preguntar
-Señorita Mitsuri… le gusta mi hermano ¿no es así?
La susodicha palideció de inmediato.
-¿Q-Que?
-¿Le gusta?
-¿P-Porque dices algo así? ¡E-Él es especial para mí pero…!
-Veamos – dijo casi pensativo – suele mirarlo con la misma expresión como cuando ve postres.
Mitsuri sabía que si no se controlaba gritaría histérica al verse descubierta de una forma tan humillante.
-¡No es así!
- ¿No le gusta?
-¡No lo veo como quisiera comerlo!
-Si, lo hace- dijo inocentemente haciéndola ruborizar hasta las raíces de su cabello- ¿Vivirá con nosotros si todo sale bien? – preguntó sonriente.
-No es lo que piensas… - dijo ya angustiada.
-¿No lo quiere?
-¡Senjuro, amo a tu hermano, pero es solo que…!
Calló al saber lo que acababa de decir, ver la expresión sonriente y triunfante del chiquillo frente a ella no fue nada comparada con la figura que pudo apreciar al fondo de la habitación. Ahí tras la puerta corrediza pudo ver la silueta alta que indudablemente era de su maestro. Lo había escuchado.
Su labio inferior tembló y gimió en desesperación ¿Qué demonios acababa de hacer?
Pudo ver como la silueta se iba de ahí sin hacer ruido. ¿Cómo podría verlo a la cara? ¿Qué esperaba que él hiciera?
Senjuro seguía sonriendo y diciendo cosas sobre guardar secretos haciéndola asentir sin entender nada en realidad.
Se despidió de ella mientras Mitsuri intento inútilmente dormir y no fue hasta muy entrada la madrugada que logro hacerlo.
Al día siguiente intentó arreglar su ropa lo mejor que pudo, después de haber despertado con su kendogi abierto exponiendo sus pechos. Con una sola mano colocaba su cabestrillo para evitar seguir moviendo el hombro.
Intentó aplacar su cabello debido a que no podría realizarse sus trenzas características. Por lo menos, se dijo, nadie había entrado y la había visto de aquella forma tan vergonzosa. Ni siquiera podía dormir como una dama.
Su cabello llegaba hasta la cintura pero era molesto en esta ocasión.
Esperaba poder cambiarse y bañarse como era debido aunque primero debía volver casa.
Su rostro se ruborizo mientras arreglaba su futon y se ponía de pie.
Después de lo de anoche debía salir y encarar lo que sea que encontraría de ahora en adelante. Por lo menos, ahora que estaba lesionada tendría un pretexto para no asomarse por semanas.
Salió lentamente corriendo la puerta y cerrándola tras de sí, tratando de hacer el menor ruido pero fue su estómago el que rugió antes haciéndola suspirar.
Tenía hambre de nuevo, pero lo mejor sería despedirse y poder regresar a su casa.
- El desayuno está listo -dijo la voz que la paralizó - iba camino a despertarte, puedes...-
Se detuvo justo cuando ella giro y se quedó observándola detenidamente.
-Y-Yo... bueno... quería...- solo quería huir de aquel lugar y más al ver la mirada del joven de cabellos dorados.
-Hermano -escucho llamar a Senjuro que se acercaba a ellos y que igual al mayor se sorprendió al verla - ¡Su cabello es impresionante!- soltó sin reparo haciéndolo sonrojar.
-¿Qué?
-¡Su cabello es sumamente largo y rosa!
La situación de pronto le pareció cómica, sobretodo al ver el rostro sorprendido del pequeño por lo que se echó a reír junto a Kyojuro quien parecía tener su mismo sentido del humor
- Creo que pensamos igual -sonrió a su hermano - el cabello de Mitsuri es precioso.
Con lentitud, ella tomo un mechón de su cabello. Era la primera vez que alguien decía que era precioso. Se ruborizo encantada por ese cumplido e incluso ver la admiración de Senjuro era muy grata. Cómo adoraba a ese par de hermanos.
-Deberías usarlo así más seguido - dijo Rengoku girandose - vamos a desayunar.
El pequeño Senjuro asintió secundando a su hermano mayor mientras mitsuri los seguía.
Era tanta su felicidad que pasó de largo el hecho que su maestro actuaba normal a pesar de su confesión de amor.
Y no pudo evitar sentirse cómoda de nuevo la probar sus alimentos. Sobre todo porque al igual que Rengoku podía servirse hasta seis veces seguidas.
El menor suspiraba mirando como ambos comían de más haciendo que sonriese un poco apenada.
-Lo siento mucho Senjuro.
-Esta bien señorita Mitsuri - respondió -por lo menos con eso sabemos que está bien de salud.
La susodicha se sonrojo.
-Le dije a Senjuro que tu apetito solo suele desaparecer cuando estás enferma o triste.
-Si, o como la vez que fingió comer menos- el pequeño sonrió - solo provocó que se desmayara en un entrenamiento.
¿Cómo olvidarlo? Se dijo Mitsuri recordando que solía comer menos por apariencia y por las críticas que recibía siendo una mujer.
Era juzgada hasta por la cantidad de alimentos que ingería y fue al estar con los hermanos Rengoku que se sintió cómoda para portarse como era en realidad.
-Siempre eh visto esa cualidad impresionante - dijo Rengoku enérgico - es increíble el combustible que intenta conseguir tu cuerpo para mantener tu fuerza física.
-Siempre eh pensando eso -sonrió encantada de encontrar aceptación- gracias por la comida.
Ayudo a levantar la mesa y lavar los utensilios lentamente aunque los hermanos querían negarse.
-Quiero ayudar, sino me sentiré una inútil- insistió convenciéndolos.
Lo hacía lento con una sola mano pero sonrió satisfecha de esa convivencia. Aunque su maestro actuará como si nada pasara... después de todo ¿No era eso lo mejor? Kyojuro Rengoku no correspondía sus sentimientos y actuar de esa forma le daba un poco de descencia, pero aun así desde el fondo de su cabeza una parte de ella deseaba que algo le hubiese incomodado. Era como si sus palabras no importarán en absoluto.
Un nudo en su garganta volvió a formarse hasta que escucho la voz que la asustó.
-¿Es el dolor otra vez? Por eso no quería que hicieras esto - señaló su trabajo haciéndola aspirar por la nariz.
Mitsuri sabía que no podía llorar de una forma femenina como otras mujeres, normalmente moqueaba mucho, su cara enrojecía y su expresión no era algo que acentuara sus mejores rasgos.
Kyojuro sonrió como lo haría con su hermano pequeño dando un par de palmaditas a su cabeza.
-No es eso - dijo limpiando su nariz avergonzada.
-Entonces...¿Es respecto a que me amas? - pregunto sin delicadeza paralizándola.
Debía verse graciosa, se dijo, estaba ahí de pie sintiendo sus manos heladas mientras su boca era incapaz de cerrarse.
-Mitsuri - sonrió amistoso - tu cualidad es amar a los demás, es algo de la cual estoy orgulloso como tú maestro.
-¿Qué?- parpadeo sorprendida del disparate que acababa de decir.
Había confundido totalmente su confesión. Era su oportunidad de fingir alguna tontería que esté creyese, una parte de ella se alegró pero otra muy en el fondo decía que era inútil.
Vivir suspirando por alguien a largo plazo sería más doloroso que escuchar de su boca el rechazo el cual le ayudaría a seguir adelante.
Le costaría estar junto a Senjuro y Rengoku pero sería lo mejor ¿Estaría dispuesta a verlo casarse algún día? ¿Estar con otra mujer? No, se dijo, no podría pero en estos momentos aunque llorase por él podría superarlo y desearle lo mejor.
Amaba cada rasgo de Kyojuro y si conocía a alguien extraordinario que lo hiciese feliz tendría que demostrarlo aceptando aquello.
-Rengoku San...- llamo desviando su mirada - no es lo que crees... En realidad yo te...
-¡Hola hola! - dijo la voz que los interrumpió.
-¡Buenos días Shinobu! - saludo un Rengoku sonriente.
Mitsuri suspiro derrotada al volver a ver lo bien que se llevaban esos dos sin mencionar lo bien que se miraban juntos.
Su humor se hundió aún más por eso, pero al final trato de controlar sus celos y pedir a Shinobu que la acompañaste a su casa para poder cambiarse, después de todo era algo que no podía pedirle a su maestro.
"Eso quisieras" dijo su mente traicionera haciéndola sonrojar.
-¿Estás bien?- pregunto una Shinobu que caminaba a su lado por la calle - perdona por no venir más temprano, tenía que arreglar un par de asuntos.
-¡Al contrario, muchas gracias! -dijo entusiasta porque después de todo la pelinegra era una persona amable.
Aun así, el pequeño mal entendido con su maestro le dio la pauta de lo que debería hacer para sanar.
-Menos mal que llegue - sonrió- Kyojuro es capaz de seguirte a casa ¿Sabías que me hizo prometer cuidarte? Como si lo necesitarás.
Mitsuri presiono su puño sano y paro de caminar haciendo que la pelinegra hiciera lo mismo.
-¡Lo amo!
-¿Que? - parpadeo varias veces sin comprender.
-¡Amo a Rengoku san! - cerro sus ojos sintiendo que su rostro se calentaba - no importa lo que sientas por él, se lo diré por lo menos y se que… debes pensar que soy una amiga horrible pero necesito hacerlo.
Tomo aire tratando de mantenerse tranquila. Shinobu la odiaría, de eso estaba segura pero esperaba poder convencerla de que necesitaba decirle todo a su maestro.
-¿Estás...? ¿Estás enamorada de Kyojuro? - pregunto haciendo que Mitsuri levantara su mirada a ella encontrándose con una expresión pálida y horrorizada -¡¿Has perdido la cabeza!?
-¡Sé que lo amas! - dijo suplicante -¡Pero yo...!
-¡Yo no estoy enamorada de él! - soltó sorprendiendo a la pelirosa- ¿En qué estás pensando? Sabes que estamos hablando de Kyojuro ¿Verdad?
-¿No sientes nada por él?
- ¿Es por eso que has actuado raro estos días? - puso la mano en su cintura de forma severa haciéndola sonrojar -Mitsuri, ¿De verdad quieres meterte en esto? Rengoku es sumamente distraído para cosas de ese tipo...
-Perdona... Pensé que tú y él...
-Nos conocemos desde hace mucho - sonrió con tristeza. - pero solo es eso, le tengo mucha admiración ¿Estás segura que no confundes esos sentimientos? Eh visto que igual le admiras.
-¿Quién no lo haría? - respondió con ahínco- él es amable, responsable, fuerte y positivo en todo lo que hace, a-además - agrego ruborizada - es muy bueno en la cocina.
La última frase hizo reír a Shinobu.
- Eso es seguro - agrego - pero sería extraño verlo en una relación sería, después de todas las desgracias que han pasado en su vida no me sorprende que esté más centrado en cuidar su dojo y a su hermano.
-L-Lo sé... Pero por lo menos... Quiero que él lo sepa.
-Tuvo muchas conocidas que lo intentaron Mitsuri - dijo con más tristeza.
-¿Que?
-No eres la primera que lo intenta – murmuró - Rengoku es excéntrico pero es muy apuesto y eso atrae a las chicas.
Mitsuri se ruborizo asintiendo. Estaba de acuerdo que la apariencia de su maestro era sin duda muy atrayente.
-¿Estás dispuesta a aceptar su respuesta? - pregunto preocupada - no quiero desanimarte por todo pero debes ser realista.
- N-No importa -. Dijo tras unos segundos de pensarlo - quiero que lo sepa, y si su respuesta no es la que deseo, debo aceptarla.
La miro con total decisión. Ella no se echaría atrás, no ahora. Él era un desafío que iba a superar.
Shinobu sonrió con cariño.
- Muy en el fondo deseo que tengas éxito.
El halago la hizo sonrojar y llenarla de una pequeña esperanza
Chapter Text
:::::::::::::::::::::::::::::::::
Sí, se dijo, ayer estaba muy decidida pero ahora, luego de ver su rostro esa mañana una parte de ella flaqueo cuando se miró al espejo.
"-¿No regresaras al dojo? - había preguntado Shinobu quien le había ayudado con un baño y cambio de ropa."
"-Debo...¡Cuidar mi negocio! - respondió cuando la ansiedad por la idea de volver a ver a su maestro estaba aumentando."
"-¿Esto no tiene que ver nada con Kyojuro? - pregunto cruzándose de brazos."
"-¡Claro que no! - desvió su mirada – yo…solo necesito despejar mi mente ¿De acuerdo?"
"-Sabes que Kyojuro me pidió llevarte de nuevo al dojo ¿Verdad?"
"-Creo… que él entenderá que estoy cansada – sonrió con dificultad haciendo que la pelinegra accediera."
Suspiro derrotada, ayer trato de verse madura y decidida ante Shinobu y ahora sentía sus piernas temblar al pensar que tenía que decirle a Rengoku lo que sentía por él. Estando bajo el mismo techo era más difícil llevar a cabo su plan, deseaba pensar las cosas con más calma.
Toda la tarde se había pasado hablando con su amiga haciendo que una sonrisa agradecida cruzará su rostro, había estado tan aliviada pensar que Shinobu no se sentía atraída por Rengoku, que intento saber a quién se había referido aquel día en el dojo.
La pelinegra se había sonrojado y cambiado el tema de inmediato por lo que ella había accedido respetar ese límite.
Ahora por lo menos tenía alguien con quien desahogarse si todo salía mal.
"-Todo saldrá mal" su mente había dicho haciéndola sacudir su cabeza. Lo mejor era tener su propio espacio cuando quisiera ocultarse para lamer sus heridas.
No podía evitar ser pesimista cuando Shinobu explico detalladamente a las mujeres en la vida de su maestro. Llegó a la conclusión que todas quedaban fascinadas por su forma de ser. Inspiraba respeto y era sincero pero todas al final sufrían rechazo.
"-¿No ha habido nadie por la que él se sintiese atraído?"
"-Nunca conocí a nadie - se encogió de hombros - ¿Porque no le preguntas a Senjuro?"
La idea le había parecido risible, no sabía cómo a abordar una conversación de ese tipo con Senjuro.
Una parte de ella pedía que dejara las cosas tal cual estaban, que no las complicará aún más pero... Ella no era así, cuando sentía algo debía expresarlo aunque está fuese la primera vez que pasaba por un enamoramiento tan intenso. Cuando analizaba sus anteriores relaciones está era distinta.
Había tenido un total de dos "noviazgos" fallidos, Tanto Rengoku como Shinobu sabían su historia con ambos, sobre todo Rengoku quien conocía los detalles sobre la apuesta que se puso sobre ella para poder llevarla a la cama.
Había solo algo que no se atrevía a compartir...era el hecho que aquel sinvergüenza había logrado su cometido tomándole una serie de fotografías por las que tuvo que pelear a mano limpia.
Recordó haberlo dejado en la intemperie, después de haberle propiciado un puñetazo cuando se había reído en su cara mientras la lluvia de ese día trataba de borrar sus lágrimas, fue cuando salió huyendo y encontró el dojo de los hermanos Rengoku.
Aún recordaba el desprecio de ese sujeto y la manera cruel en la cual se burlaba de cada aspecto de ella. Había estado tan avergonzada de sí misma pero fue el compartir cada día con su maestro lo que la había ayudado a superarlo.
Toda su vida su apariencia había llamado la atención y había atraído miradas horrible de los hombres por lo que con Rengoku no se sintió amenazada ya que no mostraba interés, por primera vez era algo alentador pero ... Cuando al fin supo lo que sentía ansiaba ser atractiva para él.
Era la primera vez en su vida que deseaba llamar la atención más de la cuenta. Cruelmente había escuchado cosas desagradables y vulgares de su cuerpo sin mencionar que su actitud alegre y amigable solía hacer que mal interpretaran sus acciones.
En el fondo solo deseaba llorar pero, encontrar aceptación total de todos los que conocía ahora la había hecho feliz. El dojo y Rengoku la habían hecho sentir que pertenecía a un sitio.
Desde la pubertad había podido detectar señales de alarma cuando los chicos se acercaban. Sin embargo fueron en dos ocasiones las cuales fue engañada vilmente. Lastimosamente la última fue la peor
Decidió vestirse rápidamente colocándose un vestido sencillo de tirantes delgados oscuro que cubría hasta sus rodillas. Así sería más sencillo pasarlo por su hombro. Los vendajes eran nuevos gracias al trabajo de Shinobu haciendo que solo colocará su cabestrillo una vez más. Se colocó una pequeña diadema color blanco en el cabello para dejarlo suelto.
El recordatorio de las palabras del joven rubio la hizo sonrojar. Saber que le gustaba su cabello solo hacia querer mostrarlo de esa forma aunque no fuese practico por su actividad diaria.
Intento ordenar su florería y abrir como pudo la persiana. Por lo menos su brazo izquierdo estaba sano y su fuerza en él era aun la que recordaba.
De pronto le pareció gratificante ver que podía realizar casi todo lo de su día normal debido a su fuerza. Por primera vez sonrió con profundo agradecimiento de tener esa cualidad.
Movía jarrones grandes y masetas con un solo brazo.
Estaba tan entusiasmada al poner su letrero en la calle que no noto a la persona tras ella.
-¿Trabajas aquí?- Mitsuri se giró y se encontró con el joven de cabellos oscuros y mirada turquesa.
-¡Eres el chico de los ojos bonitos! - exclamó emocionada haciéndolo sonrojar y toser incómodo -L-Lo siento – sonrió avergonzada - hola, yo soy la encargada de este lugar.
Obanai asintió respetuosamente.
-Me sorprende que pudieses levantar ese jarrón - se cruzó de brazos mirando el sitio - eres muy fuerte.- murmuró claramente impresionado.
-N-No es gran cosa – se ruborizó.
-Estaba viéndote y de verdad lo eres – afirmó
-¿Me estabas viendo?- repitió haciendo que el chico se sonrojara y desviara la mirada.
- ¿Qué fue lo que te sucedió? - pregunto mirando su cabestrillo y cambiando la conversación.
- Tuve un pequeño accidente entrenando - noto como el chico se mostró consternado haciéndolo notar adorable - ¡Pero estoy bien, soy fuerte!
Talvez fue que hizo el ridículo o simplemente dijo algo tonto porque aquel joven comenzó a reír por lo bajo.
Parecía ser muy serio pero sonrió al saber que solo era una fachada
- ¿Qué haces por acá?
-Vivo a dos calles , iba a mi dojo
.- Ya veo - respondió distrayéndose un poco al reordenar algunas flores en el mostrador exterior - dentro de poco tendremos ese pequeño torneo.
-Y parece que no estarás.- señaló su hombro vendado.
- No soy una gran pérdida en realidad, después de todo Rengoku San y los demás son los que darán su mejor presentación.
-Pues espero que hagan un buen trabajo, Rengoku parece muy fuerte.
- Lo es - afirmó casi con orgullo haciendo que el joven la estudiaste con atención, avergonzándose un poco por el entusiasmo que de seguro se notaba al hablar del rubio.
-¿Puedo ayudarte? - pregunto al mirar a su alrededor como si hubiese sentido su incomodidad por lo que cambió de tema.
- ¡Gracias! – asintió.
El chico era un sujeto de apariencia lúgubre pero en realidad era una persona muy amable. Sonrió la pensar que si el destino fuese otro habría acabado en su dojo.
Con él como ayuda termino todo muy rápido por lo que decidió sacar un último artículo de la tienda.
-¿Kanroji? ¿Eres tú?
El sonido de esa voz la había hecho detenerse, hizo que un escalofrío bajara por su espina.
Palideció la reconocer de quién se trataba. De pronto la idea de huir estaba presente en ella "Por favor, no ahora" decía mentalmente deseando estar en un lugar menos visible.
Trago saliva y con lentitud miro a su lado notando al sujeto alto de cabellos oscuros corto y unos anteojos grandes de bordes color negro.
No había cambiado nada, su mirada era fría y en su sonrisa se dibujaba una expresión arrogante.
-No pensé que de verdad te atreverías a poner un local de este tipo, tu cabeza no pudo hacer algo más productivo ¿no es así?
Mitsuri se ruborizo y frunció el ceño permaneciendo en silencio deseando que aquel sujeto se largará. No deseaba hacer una escena y menos frente a Obanai.
- Ya veo...- fingió suspirar - no hablaras...- Mitsuri de pronto se sintió desprotegida con aquel vestido de tirantes. No deseaba recordar cómo se había sentido aquella noche yaciendo con él.
- Aun tenemos asuntos que atender - murmuró - tu golpe fue bastante duro - tocó instintivamente su mejilla- no me extraña, después de todo tienes la fuerza de un gorila, aunque debo decir que ver tus pechos valió la pena..
Aquello había sido el colmo, con lágrimas en los ojos quiso abalanzarse contra aquel sujeto.
Ya no importaba si se veía poco femenina o si Obanai pensaba que era ridícula, no iba permitir que ese sujeto volviese a humillarla, no cuando había tratado de seguir adelante recogiendo lo que le quedaba de su dignidad.
El joven pareció leer sus movimientos ya que se apartó para evitar su puñetazo, no le extrañaba ser más lenta ahora debido a su lesión, algo que el pareció darse cuenta por lo que sin mediar palabras golpeó el mismo hombro lesionado haciéndola palidecer.
-Muy impulsiva... -sonrió arrogante- no has cambiado en nada, estoy dispuesto a olvidar todo si podemos divertirnos de nuevo.
Mitsuri tocó su hombro notando como aquel sujeto había desgarrado uno de los tirantes de su vestido por lo que intento sostenerlo, lo miro furiosa y sin poder evitar las lágrimas un solo pensamiento venía a su mente, ¿Cómo pudo haberse fijado en alguien así?
Estaba a punto de responder cuando sintió como alguien se acercaba a ella rápidamente llegando hacia el joven de cabellos oscuros. Obanai ya lo tenía sujeto de la solapa de su camisa color blanca mirándolo amenazante.
- Eres un maldito ¿Cómo puedes golpear a alguien indefenso? -Pudo ver cómo el chico de anteojos palidecía. De seguro pensó que estaba sola y justo ahora que estaba en desventaja lo agradecía.
-¿Quién diablos eres? ¿Ya te acostaste con ella también? - pregunto insolente haciendo que el pelinegro le diese un golpe furioso directamente a su estómago.
Los lentes cayeron al piso mientras llevaba la mano a su abdomen sin evitar vomitar un poco. Miro a ambos con resentimiento y como pudo se puso de pie.
-¡Eres una idiota! - soltó antes de marcharse haciendo que Mitsuri se sentará en el piso mirando la espalda del sujeto que creyó amar alguna vez.
Saber que había perdido el tiempo en intentar agradarle y amarlo le había costado caro.
No pudo evitar echarse a llorar por su estupidez.
-Oye, calma - dijo Obanai nervioso por ver el llanto - si te duele buscaré ayuda - dijo tocando su cabeza.
Mitsuri lo miro directamente haciéndola asentir
-¡Gracias, de verdad! - dijo sin dejar de llorar asustándolo más.
- E-Espera, es mejor que te levantes.
-Eres muy bueno – exclamo conmovida.
Extendió su mano y él le ayudo a ponerse de pie haciendo que el tirante del lado derecho se cayese mostrando casi todo su pecho por lo que rápidamente intento cubrirse.
En otro momento la escena hubiese parecido divertida pero al girar y ver el rostro sorprendido de Rengoku quien parecía que acababa de llegar, sabía que debía verse muy sospechoso.
-¿Que paso aquí? - pregunto a la defensiva.
-¡No es lo que parece! - respondió el pelinegro quien miro alrededor y percibió el mal entendido. Mitsuri sabía que debía defender a Obanai pero al ver a su maestro no hizo más que sonreír con lágrimas en sus ojos corriendo hacia él con todas sus fuerzas.
Chocó contra su pecho y hundió la cabeza en él para dejar que el llanto saliese.
-Vaya que es fuerte... - murmuró Obanai viendo como la fuerza con la que se había impulsado la chica había hecho que Rengoku casi perdiese el equilibrio debido al impacto.
- Cuando Mitsuri hace eso - dijo Kyojuro con más calma rodeándola con sus brazos - debes tener cierta posición con las piernas o te hará caer.
Sabía que debía avergonzarse por su rudeza pero en el fondo se alegraba que Kyojuro la conociese tan bien y fuese lo suficientemente fuerte para soportarla.
- ¿Qué ocurrió? - pregunto.
- Un hombre vino a insultarla y la lastimó -. Respondió Obanai - siendo tu novia creo que es muy irresponsable dejarla sola con esa lesión.
La afirmación la hizo sonrojar.
-Y-Yo no soy…
-Tienes razón, tendré más cuidado con ella - la abrazo con más fuerza como si estuviese reprendiéndola - muchas gracias por haberla ayudado.
El pelinegro asintió.
-Obanai...gracias por todo - le sonrió con agradecimiento haciéndolo toser incómodo
.-No hay problema- respondió antes de despedirse.
Sin mediar palabra, Rengoku la escoltó al interior de su negocio haciéndola tomar asiento.
-¿Porque no regresaste con Shinobu? – interrogó en tono severo.
-N-Necesitaba... abrir este lugar.
- Hubieras pedido ayuda - dijo lo obvio mientras ella sostenía el tirante de su vestido.
- No quería ser una molestia...
Pudo sentir como Rengoku se alejaba y comenzaba a quitarse su chaqueta de mezclilla dejándolo solo con una camisa de mangas cortas color rojo. Trago saliva desviando la mirada ¿Es que todo le quedaba bien?
-Cúbrete - ordenó- voy a revisar tu hombro.
Entendió perfectamente que debía cubrirse los pechos por lo que lo hizo mientras el jalaba una silla para ponerse a su lado y quitar el cabestrillo inspeccionando el vendaje.
-¿Ese sujeto te hizo esto? – pregunto, haciéndola asentir y notando como se tensaba por su respuesta
-¿Lo conoces?
- ¿Recuerdas porque entre al dojo en primer lugar? – Rengoku asintió y ella miro el piso sintiendo que las lágrimas comenzaban a derramarse.- Fue por él y por lo que logró conmigo-. Kyojuro guardó silencio como si esperase que ella siguiera hablando.- intenté encajar en lo que le gustaba y pensé... que sería diferente, pensé que estaba enamorada y bajo engaños me llevó a la cama… - soltó sintiendo que el joven se había detenido por unos segundos para luego continuar con el vendaje, solo deseaba que no la catalogase como una cualquiera. No se atrevió a mirarlo- pero... Me di cuenta que alguien tomó fotografías de mí, desnuda y me enteré que la apuesta era sobre quien me llevaba a la cama primero para saber si de verdad... Era mi primera vez o no...
Derramaba lágrimas sin poder detenerlas.
-Cuando lo enfrente pude darle un par de puñetazos y destruí las fotografías... Fue el día en que te conocí.
El silencio que siguió a su historia la asusto por lo que levanto su mirada con timidez.
-Espero lo hayas dejado inconsciente - murmuró haciendo que mitsuri le mirase sorprendida notando una sonrisa amable para ella.
- Creo que casi le tiro los dientes - sonrió aun derramando lágrimas.
-¿Esta vez fue Obanai?- bromeó un poco
- Le hizo escupir su estómago cuándo dijo que me había acostado con Obanai.
-¿Dijo eso? - pregunto volviendo a su rostro serio haciéndola asentir, notando que él se estaba enfadando.
- Creí amarlo alguna vez... No siento nada ahora pero... - comenzó a llorar con mucho más fuerza haciendo que el joven la rodeará con sus brazos.
Al fin había confesado completamente todo a Rengoku y como era su costumbre solo había encontrado apoyo.
Sabía ahora lo que era estar enamorada enserio y esta vez estaba segura que no se equivocaba aunque lastimosamente no fuese correspondida.
En silencio, él la había dejado llorar hasta que sus lágrimas se secaron. No supo sí estuvo minutos u horas pero debía verse horrible luego de tanto llanto.
-Quise entrar la dojo para encontrar un hombre fuerte y que no se intimidara por mi propia fuerza... Pensándolo bien... Fue tonto ¿Verdad?
-Si ese es tu sueño debes mostrar el mismo entusiasmo con el cual te vi la primera vez-
Comenzó a reír por lo bajo. Rengoku jamás desestimaba un sueño si consideraba que la persona mostraba pasión por él.
Cayeron en un silencio que esta vez no fue incomodo hasta que volvió a escuchar su tono optimista.
-Eso no te deja más alternativa que vivir con nosotros por un par de semanas.
-¿Que? - pregunto separándose de él para poder ver su rostro con claridad.
- Escucha, no puedes defenderte tu sola si ese sujeto vuelve aparecer. Solo imagina si Obanai no hubiese estado aquí.
Cuando lo planteaba de esa forma una parte de Mitsuri se horrorizada por las posibilidades.
- Estás indefensa -afirmo- por eso quería que Shinobu te trajera de regreso.
-P-Pero...
- Ella puede llegar al dojo y ayudarte - sonrió - además puedo venir contigo a tu tienda e irnos luego de un par de horas.
-¡No podría! - respondió angustiada - sé que debes estar ocupado, yo solo sería una carga.
-Somos amigos- dijo con más ahínco haciéndola sentir inevitablemente triste.
-R-Rengoku san... yo no ...
- Si es muy incómodo para ti podremos decir a los demás que tenemos una relación - soltó cruzándose de brazos con un tono como si estuviese hablando tranquilamente del clima.
No sabía que expresión había puesto pero tras unos segundos de estar estupefacta pudo coordinar sus palabras.
-¡¿En qué se supone que me ayudara decir eso?! - pregunto aún sin creerlo.
-En primera, no notaran extraño que vivamos bajo el mismo techo, segunda, alejara a cualquiera que quiera acercarse a ti - sonrió autosuficiente.
-¡Rengoku San es una locura!
-No, si eso ayuda mientras sanas - se encogió de hombros como si nada.
-Y-Yo no podría...
¿Por qué no? -pregunto con más atención.
-Pues... Yo...
-Solo seremos novios por algunas semanas.
-¡¿Solo unas semanas?! - soltó sin darse cuenta de esas implicaciones- es decir, la idea es...
- Escucha, no tienes porqué molestarte tanto por la idea - murmuró volviendo a su vendaje, dejándolo listo - si me diesen a escoger tener una relación de esta forma contigo me hubiese negado rotundamente. Pero por esta vez no tenemos alternativa.
Lo había dicho en un tono alegre, tranquilo pero para mitsuri había sido un golpe duro.
Su rostro se volvió sombrío haciendo que Rengoku la mirase con más atención.
-Tienes razón...debe ser horrible tener un noviazgo conmigo.
-Espera - se puso de pie rápidamente como si se hubiese dado cuenta de su error – Mitsuri, no quise que sonara como si...
-Estoy cansada - dijo con toda la dignidad que pudo - quiero estar sola.
-Mitsuri, lo mejor sería que...
-¡Déjame sola! - dijo poniéndose de pie para luego huir a su habitación.
No iba a llorar frente a él, no lo haría. Pudo escucharlo dar un par de pasos como si estuviese analizando la situación para luego suspirar y marcharse.
::::::
Notes:
a veces siento que apresuro mucho las cosas en mi historia, ojala puedan entender y disfrutar leyendo, pero tendría que releer demasiado cada capítulo para arreglar cada detalle y lo hago más por diversión, así que muchas gracias a las personas que toleran leerlo.
Chapter 7: Capitulo VII
Notes:
GRACIAS A LAS PERSONAS QUE ME SIGUEN LEYENDO LA VERDAD ESO ME ANIMA A SEGUIR AUNQUE EH DE DECIR QUE EL FIC ESTA CASI COMPLETAMENTE ESCRITO ASI QUE MAS BIEN ME MOTIVA A SEGUIRLO PUBLICANDO.
Chapter Text
Había llorado durante toda la noche lo cual la enojaba consigo misma pensando que sus ojos estaban completamente hinchados.
"¡Es solo un tonto, tonto!" Se repetía mentalmente una y otra vez ¿Cómo se había atrevido a decirle eso? Que doloroso había sido descubrir que ella podría no ser muy agradable para él.
Rengoku la toleraba por ser su alumna pero de seguro no la soportaría siendo algo más.
Era la primera vez en un año que de verdad estaba furiosa con él.
No solo furiosa, estaba decepcionada y dolida por sus palabras.
Era natural que Kyojuro dijese cosas sin pensar pero trataba de ser amable y ahora... Luego de todo lo que le había contado sobre ella se atrevía ofrecerle aquel trato por... ¿Lástima? "Seguro es eso"
Sin necesidad de declarársele podía saber la respuesta del chico. No gustaba de ella, no sentía más que una relación maestro-alumna y debía respetarla.
Lo mejor era alejarse por un tiempo y luego regresar con la cabeza en alto, claro que esa decisión le haría dejar por un tiempo sus entrenamientos de esgrima, algo que extrañaría enormemente sin olvidar que no vería al pequeño Senjuro quien se había ganado su amor tanto como su hermano mayor, por un segundo pensó que era casi como perder a su familia nuevamente. La sola idea de estar lejos le hacía recordar la triste separación de sus hermanas debido al divorcio y muerte de sus padres.
Mitsuri había nacido de una familia que no era del todo unida y aunque tenía una relación cordial con el resto de sus hermanas, todas habían separado caminos después de la muerte de sus padres, haciendo que al final ella quisiera quedarse en aquella vieja casa manteniendo el negocio familiar.
Era esa la razón por la que convivir con Senjuro y Kyojuro le había hecho sentir que pertenecía a un lugar y precisamente su error más grande había sido enamorarse del mayor de los hermanos, alterando completamente la armonía que vivian los tres.
Tomo un baño con dificultad queriendo no pedir ayuda a Shinobu por ahora. Se puso una camisa cuello de tortuga que se adherida a su cuerpo como un guante para volver a colocar su cabestrillo.
Se colocó una falda color oscura que llegaba hasta sus muslos y unas zapatillas cómodas.
Decido mantenerse ocupada tratando de superar esto.
Tras unas horas los primeros clientes llegaron haciéndola olvidar por un momento todo el mal sabor de boca.
Había sobrevivido a cosas peores, esto no era nada, se dijo sintiéndose más tranquila.
Luego de forzar su sonrisa, poco a poco se volvió sincera al estar disfrutando ese día de trabajo.
-¡Buenos días! - saludo al escuchar el ruido de la puerta nuevamente aunque por esta vez, al levantar su cabeza se paralizó al ver quién era el recién llegado.
Se sorprendió, era increíble que después de haberle gritado el día anterior hubiese venido.
-Buenos días...-saludo con una expresión seria el rubio quien tenía las manos en los bolsillos de su pantalón de mezclilla. Era extraño verlo vestir informal y relajado pero no pudo evitar pensar lo bien que se miraba.
En su mano derecha pudo notar que cargaba una bolsa plástica con una caja color blanco que dejó sobre uno de los mostradores.
-Buenos días - repitió mitsuri con el mismo tono volviéndose a una anciana la cual estaba atendiendo minutos antes que Rengoku llegase. Por ahora solo deseaba ignorarlo.
- Puedo sola - sonrió la mujer al notar al recién llegado - ¿Porque no lo atiende?
-Pues...Yo quería…
-Puedo sola querida – sonrió.
-Eso es cierto - escucho la voz del rubio - creo que deberías atenderme.
El que hubiese cambiado su tono a uno sonriente la hizo enfurecer mirándolo de reojo.
Rengoku pareció divertirse cuando ella se volteo y le ofreció ayuda como cualquier otro cliente.
-Veamos... - miro el lugar fingiendo estar concentrado cuando ella sabía perfectamente que estaba fingiendo- quisiera un arreglo especial.
-¿En qué estás interesado? - pregunto siguiendo su papel solo por apariencia a la cliente tras ellos.
- Quisiera pedir perdón… ¿Qué clase de flores me recomendarías para eso?
-¿Que?
-Quiero disculparme con alguien.- repitió.
Mitsuri frunció el ceño, el chico solo estaba jugando.
-E-Eso depende que tan grave haya sido lo que hayas hecho- se cruzó de brazos esperando que volteara, pero Rengoku no lo hizo.
-Dije cosas que se mal interpretaron.- murmuró fingiendo ver las demás flores ahí.
-Siempre eres sincero, es obvio que crees todo lo que dijiste -soltó desviando su mirada avergonzada de que su enojo dominara sus emociones y le reclamase.
Noto como el chico se tensó y se giro para estar frente a ella.
-No estás juzgando esto con claridad - dijo viéndolo fruncir el ceño.
Mitsuri no se intimidó por esa mirada que de pronto se volvió naranja. Solía notar como aquellos ojos cambiaban cuando estaba molesto e increíblemente ambos lo estaban, se miraban como si se estuviesen retando a un duelo de espadas.
Era la primera vez desde que eran amigos que estaban teniendo una discusión de este tipo y todo por sus estúpidos sentimientos. Pensó con cierta tristeza que ojalá nunca se hubiese dado cuenta que lo amaba.
-¡Ya entiendo!- escucharon la voz tras de ellos haciendo que ambos se volvieran a la anciana.- las peleas entre parejas son algo cotidiano, por lo que te sugiero elegir las flores rosadas - sonrió a Kyojuro.- es para pedir perdón a tu novia.
-¡Muchas gracias! - sonrió amablemente haciendo que la anciana le devolviese el gesto ruborizándose levemente.
De pronto el atractivo del rubio la estaba exasperando. Sin necesidad de coqueteos Kyojuro era popular entre las mujeres sin importar la edad.
-Aunque la verdad...- continúo hablando - es que ni siquiera desea ser mi novia.
-¿Es enserio? - pregunto la mujer parpadeando haciendo que Misuri se volviese a él con una mirada de indignación. - ¿Se lo pediste como era debido? ¿Está ciega?
-¡No soy ciega! - dijo inmediatamente mitsuri - ¡Y-Y me lo pidió horriblemente!
-No lo pedí horrible - se defendió.
Mitsuri lo miro con el rostro enrojecido de la vergüenza sabiendo que no estaban solos. No quería recordar las palabras de Rengoku y que las demás personas sintieran pena por ella, sin mencionar que estaba mintiéndole a la anciana haciéndola creer que la petición de él fue romántica.
Sus ojos se aguaron otra vez haciendo que Kyojuro se percatara de ello por lo que frenéticamente miró a varias direcciones como si buscase algo en especial. Deteniéndose en la caja que había traído consigo.
-¡Te traje Mochis cubiertos de chocolate! - exclamó rápidamente -si es de tu agrado podemos ir por más.
Parpadeo mirando la caja mediana deteniendo así sus lágrimas.
Se volvió a él notando como estudiaba su reacción hacia los postres, haciendo que sus mejillas se inflaran con un puchero y tomara la caja sin mediar palabras.
-Te deseo toda la suerte - sonrió la anciana dando un par de palmaditas al hombro de Kyojuro – está muy molesta contigo, aunque... parece que su punto débil es la comida.
-¡Tiene razón! - El rubio asintió y sonrió ante sus buenos deseos.
Se ruborizo al escuchar el comentario de aquella mujer pero... aunque estaba furiosa con él los postres eran una delicia y aunque sabía que debía agradecerle trato de ignorarlo.
La sorpresa fue que el chico no se había retirado del lugar e incluso había comenzado a ayudar atendiendo a varias personas en el local las cuales en su mayoría eran mujeres.
Sin necesidad de mediar palabra entre ellos se habían coordinado para mover y hacer cada cosa.
Cuando llegó el atardecer comenzó a cerrar el sitio recibiendo la ayuda de Kyojuro.
-Ven a casa conmigo - había dicho justo antes de marcharse haciendo que el corazón de la pelirosa latiese rápidamente.
Si su situación fuese otra, lo aceptaría sin pensarlo pero, saber que era lástima por su lesión la hicieron fruncir el ceño.
-. Gracias por los postres y por tu ayuda este día - se inclinó como si lo hiciese con otro de sus clientes y se giró ingresando a su casa. Agradecía el hecho que no la había seguido y no había insistido en hablar.
Al día siguiente para su sorpresa había regresado con otra caja de postres. Sus ojos se iluminaron al verlos haciéndolo sonreír por su reacción.
-Cualquiera diría que me estás sobornando - miro había otro lado avergonzada de no poder evitar su felicidad ante lo dulce.
El rubio sonrió y se alejó justo cuando el primer cliente había entrado.
Pudo ver cómo hablaba con todas las mujeres haciéndola sentir molesta por ello.
Para el colmo, se dijo, estaba celosa de la atención con la que se dirigía a ellas.
- ¿Estar aquí no interfiere con algún compromiso? - pregunto arreglando un ramo mientras el chico se despedía de una cliente.
-Me tome unos días - murmuró pensativo.
-Pe-Pero el torneo es la otra semana - exclamo angustiada.
-Tomioka y Shinobu están ayudándome con los estudiantes
Mitsuri parpadeo, kyojuro no era alguien que dejase sus responsabilidades así como así. De pronto sintió enojo y culpabilidad en su interior.
- Si es por mí, te perdono - soltó - no deberías perder tu tiempo conmigo...
-No lo estoy perdiendo - exclamó con más seriedad mirándola de reojo - hago las cosas porque deseo hacerlas y en este momento deseo estar aquí.
La forma en que lo dijo como si diera una orden la dejo perpleja. Maldita fuera esa actitud que le encantaba de aquel hombre.
No podía evitar mirarlo cada vez que podía y cada vez que él se acercaba sonriendo ella solo flaqueaba. Sabía que tarde o temprano lo perdonaría pero... no era justo.
El joven volvió a permanecer con ella hasta el cierre despidiéndose y volviendo a repetir su petición del día anterior y ganándose otro rechazo por parte de ella.
La rutina se repitió dos veces más haciéndola sentir irremediablemente feliz al tenerlo cerca.
Sin darse cuenta volvieron a hablar un poco más cuando él le mencionó sobre los últimos detalles del torneo y como Shinobu estaba tratando de llevar todo sin problema.
-¿Cómo esta...Senjuro? - pregunto limpiando uno de los mostradores mientras Kyojuro se ocupaba de otra cosa.
Una de las razones que la hacían flaquear era ver al pequeño niño.
-Te extraña - soltó.
-¿Porque no lo has traído? - pregunto rápidamente.
-¿Por qué no has ido a visitarlo? – se cruzó de brazos esperando su respuesta.
-P-Pues… yo…
-Si es por mí no te preocupes, Senjuro no tiene nada que ver con…
-¡Lo sé! – Dijo rápidamente – me quisieras o no cerca no podría separarme mucho tiempo de él…
-Nunca eh dicho que no te quiera cerca – Respondió con franqueza haciéndola ruborizar-Ha estado un poco enfermo – cambio de tema haciendo que mitsuri lo viese preocupada.
-¿Porque no me lo has dicho?
-Ayer visitamos al médico, además pensaras que es un truco para que vayas al dojo.
-¡Jamás pensaría algo así!-se ruborizo.
-Mal interpretaste mis palabras la última vez -exclamo mirándola.
-¡Dijiste que si te diesen a escoger no me habrías elegido!.
Desvió su mirada sintiéndose nuevamente humillada teniendo que repetir sus palabras.
-Mitsuri, lo que quise decir con eso es que no es correcto tener una relación teniendo que ser obligada, no sería lo ideal pero al no haber otra alternativa...
Se detuvo al verla derramar un par de lágrimas.
Se acercó a ella rápidamente colocando las manos en sus hombros.
-Lo siento mucho.
No supo porque pero sintió que aquella disculpa seria su reacción cuando se le confesase. Su mente le jugo una broma al recrear aquella escena pero con forma de rechazo.
De pronto la idea de irse se volvió cada vez más fuerte.
-Volvamos al trabajo - murmuró Kyojuro limpiando una de sus lágrimas mientras sonreía cansado.
Ella asintió y permaneció callada ante su decisión. Seguir en aquella ciudad solo hacía que no pudiese sanar como era debido.
Todas sus hermanas vivían en el extranjero, hablaría con alguna de ellas para pasar unas largas vacaciones fuera.
Debía alejarse de aquel sujeto lo antes posible y debía hablar con claridad con Senjuro de su plan para que no se sintiese triste si se marchaba.
El día pasó sin problemas. Trato de fingir su estado de ánimo y está vez, al despedirse de kyojuro, este no hizo su petición haciéndola suspirar agradecida pero el día siguiente no pudo evitar preocuparse al ver que él no había acudido a la florería como todos esos días.
Decidió marcar a su teléfono móvil y este no respondió.
A su mente solo llego la imagen de Senjuro, por lo que decidió cerrar solo dos horas después de la apertura y se dispuso ir a la casa de los Rengoku.
Tomo su paraguas debido a las nubes que se estaban formando dando a entender que llovería ese día.
Decidió pasar por unos dulces y pensó sonriendo que talvez así Senjuro la perdonaría por no haber llegado durante aquellos tres días.
Por lo menos su brazo sano y su fuerza cumplían con lo necesario para cargar las bolsas.
No podía negar que había disfrutado estar a solas con kyojuro esos días sin mencionar que era agradable el interés que mostraba hacía ella aunque todo se debiera a su fuerte sentido de amistad. Pero el hecho de no decir nada sobre el resfriado de su hermano menor la hacía enfadar.
Había comenzado a llover por lo que abrió su paraguas con la misma mano con la cual llevaba comestibles.
Llegó a la residencia y tocó varias veces sin recibir respuesta.
Decidió abrir sorprendiéndose de no encontrar asegurada aquella puerta principal que daba al patio delantero.
Era un fin de semana por lo que no le pareció raro no encontrar alumnos en los alrededores.
Cerró detrás de sí y camino hacia la puerta principal. Decidió no pasar por el dojo, asumiendo que Senjuro casi siempre pasaba en el interior del hogar.
Fue directamente a la cocina donde dejó todas sus cosas mientras buscaba al pequeño de cabellos dorados.
-¿Senjuro? - llamo una y otra vez visitando la sala hasta dirigirse a las habitaciones.
Deslizó la puerta que conectaba con la habitación del pequeño y fue cuando lo noto en el piso a solo unos pasos de su futon.
-¡Senjuro! - corrió a él tomándolo en brazos y arrastrándolo al futon - ¿Te duele algo?- Pregunto la verlo quejarse un poco mientras comenzaba a revisarlo y notar su temperatura.-¡Estás ardiendo! - exclamó notando su rostro ruborizado y su dificultad para hablar.
Corrió a la cocina por paños y un pequeño balde con agua.
-¿Señorita Mitsuri? - pregunto abriendo con dificultad sus ojos mientras ella abría gentilmente su camisa en la parte superior para colocar paños en su frente y en su tórax.
- ¿Dónde está Rengoku? - pregunto sin una pisca de calma. De verdad se había enfadado de verlo en ese estado y estando solo.
-M-Mi hermano... Salió...- fue todo lo que dijo sintiéndose decaído.
-¿Has comido? - pregunto tratando de no pensar dónde estaría el mayor.
-No tengo apetito...
-Vuelvo enseguida- sonrió levantándose mientras sentía una profunda preocupación y enojo
Decidió preparar una sopa de verduras rápidamente. No tardando más de veinte minutos, regresando a su lado llevándolo con una bandeja.
-Haremos un esfuerzo ¿Te parece? - sonrió sentándose a su lado - te daré de comer.
-Y-Yo no...
- Lo harás o no habrá postre.
- Yo no quiero postre...- protesto con gentileza.
-Si lo querrás - soltó haciéndolo sonreír con dificultad sabiéndose que la chica quería chantajearlo con algo que a ella le gustaría.
Se sentó con dificultad y Mitsuri llevo la cuchara a su boca avergonzándolo.
-P-Puedo solo...
- Lo haré yo - le miro con intensidad sabiendo que no tenía escapatoria ante su entusiasmo
-Lamento esto... Pensé que ya no vendría...
-Senjuro...
-Mi hermano -comenzó a toser haciendo que mitsuri frotara su espalda - dijo que su brazo estaba muy adolorido y que por ello no había venido.
La pelirosa asintió sabiendo que el mayor había mentido. Senjuro era solo un niño aunque muy maduro para su edad, sin embargo no tenía porque saber más asuntos serios entre ellos.
-No hables por ahora - sonrió volviendo a tomar la cuchara - ¿Has comido estos días?
El chico asintió mirando como el vendaje de su brazo sobresalía de las manga corta de su vestido.
-¿Le duele?
-No como hace unos días - sonrió sabiendo que se había retirado su cabestrillo - yo estoy bien, debes comer un poco más.
El pequeño asintió tosiendo mientras mitsuri le ayudaba a recostarse una vez hubo acabado aquella sopa.
-¿Se irá?
-¡No podría dejarte así! - exclamó haciéndolo sonreír cansado.- ¿Dónde está tu hermano?
- él...
-¡Senjuro! - escucharon la voz del rubio quien parecía haber entrado a la casa.
Mitsuri se puso de pie y salió a recibirlo. Cerro la puerta tras de sí encontrándose frente a frente con Kyojuro quien estaba empapado por la lluvia.
Su cabello estaba revuelto y su camisa blanca estaba adherida a su cuerpo.
Trago saliva y frunció el ceño volviéndose a sus ojos que la miraban sorprendidos.
-¿Qué haces aquí?
-¿Porque no estabas aquí con Senjuro? - se cruzó de brazos con tono severo- lo encontré en el piso ardiendo en fiebre.
Sus últimas palabras hicieron que la ignorara y corriera hacia la habitación del susodicho.
Entro rápidamente y se puso de rodillas frente al futón de su pequeño hermano.
-¿Estás bien? - pregunto aún goteando agua de su cabello y ropa.
- La señorita Mitsuri me ayudó - sonrió con dificultad el pequeño.
Mitsuri se alejo y decidió ir por un par de toallas al dojo.
Cuando regreso pudo escuchar los últimos vestigios de su conversación.
-¿Se te dificultó conseguir el medicamento?
- De ningún modo - sonrió con entusiasmo el rubio pero fue mitsuri quien noto la agitación de kyojuro por lo que daba a entender que había sido un lugar lejos de ahí.
- Te resfriaras – dijo Mitsuri al entrar y sentarse a su lado de rodillas.
Puso una toalla en su regazo mientras la otra la colocaba en su cabeza comenzando a secar todo lo que pudo.
Trato de hacerlo de una manera suave, le conmovía pensar que el chico había salido bajo la lluvia por su pequeño hermano.
-Gracias - sonrió este haciéndola ruborizar.
Con sus mechones despeinados y empapados el hombre se veía muy apuesto. Intento aclarar su garganta recordándose que estaba molesta con él.
-¿Po-porque no me llamaste? - se cruzó de brazos - si solo saliste por medicamentos porque no ...
-Senjuro estaba mejorando pero la noche anterior empeoró de pronto por lo que hable con el medico quien me indico al medicamento que debía conseguir... - dijo desabotonándose su camisa comenzando a retirársela sin perder de vista a su pequeño hermano que yacía acostado con los ojos cerrados como si le dificultades estar despierto – solo fui por eso pero comenzó a llover, pensé que regresaría pronto. En cuanto a llamarte sería peligroso con tu brazo aún sanando.
-¡S-solo es una luxación!- dijo sin dejar de mirar su pecho y brazos, al final desviando su mirada sabiendo que la estaba poniendo nerviosa - pude ayudar no soy ninguna discapacitada.
-Mi primera opción fue Shinobu pero toma clases los fines de semana, no quería molestarla
Sabía que todo era por el bien de Senjuro pero no puedo evitar sentir celos al escucharlo.
Desvió su mirada y se puso de pie.
-¿Has comido algo?
-la verdad... es que no - respondió sorprendiéndose por su tono molesto - pero yo...
-Estoy preparando algo, te hablaré cuando esté listo. - su mirada se desvió a Senjuro haciendo que suavizara su expresión - él ya ha comido así que puedes darle sus medicamentos.
Se fue de ahí sin más. Fue a la cocina y como pudo termino el estofado que estaba preparando.
Sabía que prepararía luego algo más liviano para el chico pero ahora lo hacía para el mayor quien tras unos minutos se unió con ella en la cocina.
- Puedo ayudarte - escucho la voz de kyojuro tras ella.
-puedo sola - respondió - ¿Te has cambiado de ropa?
- Claro que sí - le escucho reír por lo bajo girándose para ver qué ya portaba su característica vestimenta con su pantalón hakama y su kendogi.- perdona si te hemos molestado demasiado.
-No lo es - respondió - pero dejar solo a Senjuro fue...
-Mitsuri - sonrió - gracias.
La suavidad con la que había dicho su nombre y calidez al agradecerle la desarmó. Debía Recordar que aquellos hermanos estaban solos y que desde muy corta edad solo se tenían a ellos.
Su labio tembló pero aquel sentimiento amenazó con salírsele del pecho.
-Tienes que darme tu confianza - soltó de pronto sorprendiéndolo - necesito estar segura que si algo paso debo saberlo, no podría seguir si sé que algo te ha ocurrido a ti y Senjuro...
Sabía que deseaba decir que eran su única familia y que necesitaba permanecer a su lado pero sentía que estaba mendigando cariño así que permaneció callada mirando el piso avergonzada de sus palabras.
El ruido de la olla la distrajo pero fue kyojuro quien corrió y apago la estufa rápidamente.
- Confío en ti - murmuró detrás de ella.- pero no quisiera que algo te perjudicará y menos si es culpa nuestra.
-No lo sería – se giró a él - porque yo con gusto estaría a tú la...
Se detuvo cuando noto como el chico se alejaba rápidamente de la estufa para estornudar haciéndola parpadear y reír por la interrupción.
Rengoku la observo igual y comenzó a reír
- Esta frío, deberías abrigarte.
- Estoy bien
- Deberías haber tomado un baño - sonrió - ve mientras sirvo la comida.
De pronto la situación se volvió tranquila, recordaba porque disfrutaba estar con él pero la expresión sería de Kyojuro comenzaba a ponerla nerviosa, era como si la estuviese estudiando.
-Serias muy buena madre Mitsuri - exclamó haciéndola ruborizar hasta la raíz de su cabello.
-D-Deberías apresurarte - se volvió hacia la estufa tratando de calmar los latidos de su corazón.
Chapter 8: capitulo VIII
Notes:
Gracias a las pocas personas que me leen, solo mencionar que dentro de poco la historia terminará
Chapter Text
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Compartieron su tiempo mientras comían tranquilamente. Después de un silencio que no fue del todo incomodo habían comenzado a hablar de los síntomas de Senjuro recordando casualmente alguna salida o comida juntos.
Por un momento olvidó su enojo, no mencionando nada de su pelea o algo relacionado.
La comida en compañía sabía mejor y estando junto a Kyojuro no podía negar su felicidad.
-¿No hay problema que hayas dejado este día tu negocio?
-Senjuro está enfermo - dijo como si esa frase bastara haciéndolo sonreír agradecido.
Se ruborizo al ver esa expresión en él. Intento concentrarse con lo que quedaba de su plato pero un ataque de tos del pequeño les había hecho ponerse alerta haciendo que fueran rápidamente a la habitación quedándose ahí
Rengoku menciono las recomendaciones médicas mientras Mitsuri las escuchaba atentamente tocando la frente de Senjuro.
Hubo un instante que en medio de su delirio febril el pequeño la había llamado madre haciéndola querer llorar.
Aquel llamado parecía haber afectado a Kyojuro quien desvió su mirada por lo que decidió no quedarse de brazos cruzados y se acercó un poco más, colocando la cabeza de Senjuro en su regazo comenzado a tararear una canción de cuna logrando que sus murmullos se calmaran y se quedase dormido.
-¿Sabes que pasarás toda la noche en esa posición verdad? - pregunto Kyojuro con cierta diversión al ver qué cada vez que Mitsuri se intentaba mover el cuerpo del pequeño se inquietaba.
- Supongo que está bien - sonrió para luego sentirse ansiosa - Kyojuro... ¿Qué pasará si la fiebre no baja? - pregunto mirándole angustiada.
Hace poco habían aumentado la dosis del antitermico esperando que está vez la fiebre cediese.
Rengoku la miro por varios segundos en silencio para luego sonreír y llevar una mano a la cabeza de Senjuro.
-Mi hermano es fuerte.- miro al pequeño - saldremos de esto - se volvió a ella transmitiéndole más confianza - Mitsuri... Acabas de usar mi nombre.
-¿Que? -. Parpadeo y se quedó analizando sus palabras. Sintió su rostro tibio al saber lo que había hecho - ¡Y-Yo no quise...!
-Puedes hacerlo, usa mi nombre - la corto rápidamente sorprendiéndola cuando se puso de pie - vuelvo enseguida.
Lo vio salir y sintió su cuerpo temblar ¿En qué demonios estaba pensando? ¿La creería una atrevida? ¿Una aprovechada de la situación?
Su Angustia se reflejó en el movimiento de su cuerpo recibiendo otra queja de Senjuro.
-Tranquilo - murmuró acariciando su cabeza - estoy aquí.
-¿señorita Mitsuri? - pregunto con dificultad.
- Estoy junto a...Kyojuro - murmuró sonriendo levemente al saber que podía llamarlo con más intimidad ahora.
-¿Mi hermano?
- si - sonrió con ternura - no te dejaremos solo.
Sus palabras habían provocado una leve sonrisa en el pequeño que volvió a quedarse dormido.
La habitación quedó en un absoluto silencio hasta que el mayor de los Rengoku entró al lugar con sábanas y algunas almohadas.
-Puedo tomar tu lugar - exclamó colocando las cosas junto a ella.
-¡No quiero despertarlo! -. Dijo rápidamente bajando el tono de su voz luego de que notase que Senjuro se quejaba.
Sin mediar palabra, kyojuro colocó una manta alrededor de sus hombros protegiéndola del frío.
La pelirosa sonrió por el gesto ¿Cómo no amar a ese sujeto tan amable?
-Podremos turnarnos
-Tomare la primera guardia entonces - dijo Mitsuri al volverse a Senjuro - no quiero dejarlo.
El silencio que siguió tras su frase hizo que volviese su mirada a Kyojuro quien parecía analizarla de nuevo.
-¡P-Pero si insistes...!- dijo rápidamente nerviosa.
El rubio no pudo evitar echarse a reír colocando una de sus manos sobre la cabeza de la joven.
- ¡Eres una persona increíble!.
Su buen humor la contagio.
-Creo que tú lo eres aún más.
-¡Entonces los dos lo somos!
-¡Seríamos los tres!- le secundo alegremente - Senjuro la está pasando mal y es muy fuerte.
Su conversación incoherente los hizo reír y tras quedarse en silencio fue Kyojuro quien tomó la palabra.
-Has sido de mucha ayuda -miro a su hermano - a pesar de todo siempre nos apoyas.
-¡Al contrario! - interrumpió - ustedes han sido de gran apoyo para mí... Y ... Pues... los extrañare mucho cuando ya no esté aquí.
Le miro con timidez notando como los ojos dorados del chico se agradaban debido a la sorpresa.
-¿Te irás? - repitió.
-Yo... Eh estado pensándolo mucho y...
-¿Es por ese sujeto que te atacó?
Mitsuri lo miro con tristeza.
-No… exactamente.
-¡¿Entonces?!
-Kyojuro… esto no es…
-¿Es por nuestra pelea?
-Es más bien por el chico que me gusta -. Soltó cansada. Estaban relajados y lo mejor era hablarlo aunque Senjuro estuviese ahí, de seguro no recordaría nada.
-¿Esa persona sabe todo lo que te ha sucedido? - pregunto con seriedad.
La pelirosa asintió y desvió su mirada.
-Yo... él no siente lo mismo por mí y no puedo seguir así...
-¿Por ese detalle te iras? - frunció el ceño.
-Yo...
-¡No es suficiente razón para abandonar a tus amigos!
-S-Solo será por un tiempo... - intento explicarse sin levantar la voz.
- ¿Por un tiempo? - repitió- ¿A dónde irás?
- Estaba planeado ir con una de mis hermanas...
-¡¿En el extranjero?!
-¡Si! - dijo desafiante al ver qué estaba levantando la voz.
-Qué tontería, todo por una persona ciega
-¡Es un idiota! - exclamó molesta.
-¿Entonces porque sigues suspirando por él? - de nuevo sus ojos brillaban sabiendo con eso que Kyojuro se estaba enfadando.
-¡Porque ese idiota eres tú!
Soltó furiosa haciendo que kyojuro se quedase de piedra y solo fue el ataque de tos de Senjuro quien los interrumpió.
Mitsuri sabía lo que había hecho, al fin lo había confesado pero en ese instante solo podía pensar en el pequeño a quién había puesto de costado debido a ese ataque. Noto que su temperatura seguía alta.
-¡Lo despertaste!- dijo Mitsuri sabiendo que su reclamo era más bien la preocupación y vergüenza de haber abierto su boca.
-¡Fueron tus gritos! - se defendió.
-¡Yo no estaba gritando!
-¡Prácticamente gritaste que te gustó!
-¡Pues perdona por decirte lo tonto que eres al no darte cuenta!- soltó poniéndose roja de la vergüenza.
Noto que Kyojuro se había puesto de pie.
-. ¿Adónde vas?
-Preparare un baño, se debe bajar la fiebre como sea.
-Está bien hazlo rápido, yo lo llevaré.
- Vendré por él no podrás cargarlo - exclamó como orden alejándose de ahí.
Mitsuri acaricio la espalda del chico y trato de tranquilizarlo lográndolo parcialmente justo en el instante en que Kyojuro entraba y lo cargaba en brazos.
Cuando el joven se ocupó de él, pidió a Mitsuri hablar con el medico por teléfono.
-¿Qué te ha respondido?- pregunto una vez tuvo a su hermano fuera de la tina mientras lo vestía nuevamente haciendo que Mitsuri corriera a auxiliarlo.
-Vendrá dentro de poco – exclamó ayudando a Senjuro a regresar a su futon.
Una vez lo vieron recostarse ambos suspiraron al ver como el pequeño se disculpaba con ellos.
Mitsuri tomo una de sus manos y no aparto su vista de él hasta escuchar como Kyojuro se alejaba para abrir la puerta y dejar entrar al médico.
Se sorprendió cuando se dio cuenta que no se había percatado de los minutos que habían pasado.
Ella guardo silencio sentada de rodillas en una esquina de la habitación esperando pacientemente que el hombre de cabello canoso terminase con su exploración.
Miro el piso mientras una ansiedad terrible la embargaba. Pero fue el tacto cálido de una mano en su cabeza lo que la hizo salir de sus pensamientos.
-Estará bien – murmuró Kyojuro quien se había acercado a su lado sin perder de vista a Senjuro.
Mitsuri asintió pensando que aunque se notase tranquilo quien más debía estar asustado sería él.
-Bueno – sonrió el hombre una vez termino la exploración y administro algunos medicamentos – no ha sido más que un pico febril que no ha pasado a más. Él se pondrá bien.
Escucharlo había hecho sonreír a ambos jóvenes quienes se miraron el uno al otro.
-Creo que han hecho un buen trabajo cuidándolo – siguió el anciano cuando guardaba sus cosas en una pequeña valija que traía consigo.
-Gracias por todo, perdón por haberlo molestado tan tarde – sonrió el rubio haciendo que Mitsuri asintiese agradecida de la misma forma.
-Puede que esta noche les asuste pero mis recomendaciones escritas tratan de ser claras ante otro posible episodio pero ahora dudo mucho que se presente – entrego la hoja – creo que tú y tu novia lo harán bien.
Mitsuri se ruborizo llevando una de sus manos a su boca fingiendo toser y desviando la mirada mientras Kyojuro asentía como si nada.
Él nunca parecía inmutarse ante la insinuación que eran algo más, es como si ya estuviese acostumbrado; sin embargo la mención de aquello solo la hizo tener miedo ante la posible platica que tendrían una vez todo esto hubiese pasado.
Sacudió su cabeza sabiendo que lo importante ahora era Senjuro. Decidió en ese momento tomar la mano del pequeño permaneciendo en silencio hasta que el rubio había regresado.
No se atrevió a levantar su cabeza ni mirar cuando él parecía analizar las indicaciones médicas y etiquetar cada frasco con medicamentos.
-Duerme, yo tomare el primer turno – dijo en un tono que era más una orden.
Le encantaba ciertas actitudes de liderazgo en él pero justo ahora le había molestado.
-Me quedare despierta – frunció el ceño sin dejar de ver el rostro tranquilo de Senjuro.
-Mitsuri, si ambos nos dormimos no ayudaremos en nada- le escuchó exclamar.
-Te conozco lo suficiente para saber que no me despertarías – le miró de reojo.
-¿Me conoces lo suficiente?-preguntó acercándose haciéndola retroceder instintivamente.
Kyojuro jamás le había dado temor pero para ella era intimidante su cercanía desde que sabía que le atraía. Su corazón se aceleraba sin mencionar que ver una expresión seria en el solo acentuaba lo apuesto que era.
Definitivamente prefería verlo sonreír a verlo con aquella expresión.
El chico notó como ella se encogía tratando de retroceder, colocando una mano en el piso para acorralarla.
-¿Cómo puedes decir que te gusto cuando al mínimo acercamiento huyes?.
Mitsuri abrió sus labios, debió parecer un pez al sentir que no podía cerrar su boca. Sintió el rostro completamente caliente mientras le miraba estupefacta.
¿Es que se estaba burlando de su confesión?
Llevó una mano hacia atrás como si buscara algo que sostener y cuando sintió la almohada decidió arrojársela molesta.
-¡¿Cómo puedes decir eso tan a la ligera?!
La fuerza había hecho que el chico cayese hacia atrás.
Se sentó rápidamente mirando la almohada
-Eres de verdad muy fuerte- murmuró para sí.
-¡No tienes derecho de repetir mis palabras!
-¿Qué te gusto?- preguntó cruzándose de brazos con toda tranquilidad haciéndola enrojecer de nuevo.
-¡Si!
-Entonces ve a dormir – ordenó.
-¡Eso no tiene que nada que ver con…! – se detuvo al ver que su discusión estaba molestando a Senjuro quien se retorció incomodo haciendo que Mitsuri se acercara preocupada.
Una mano sobre su hombro le detuvo.
-No has sanado del todo – escucho la voz de Kyojuro quien había suavizado su tono – y no me ayudaras si pasa por otro episodio de fiebre.
-Pero… - intento protestar, quedando en silencio analizando la situación. Suspiro tras un momento y asintió con cansancio.
Decidió alejarse y tomar una sábana y una almohada para colocarla en la esquina de la habitación.
Esperaba que Kyjouro dijese algo pero este permaneció en silencio hasta que ella se giró dándole la espalda.
-Mitsuri – llamó haciéndola enrojecer al recordar su conversación- Gracias por todo…
Ella asintió y decidió cerrar sus ojos, no sabía si agradecía por la ayuda o por su confesión
Chapter Text
::::::::::
Se movió de un lado al otro sintiendo que algo estaba molestando su rostro.
Presiono sus ojos queriendo dormir un poco más pero fue inevitable abrirlos lentamente enfocando con dificultad la claridad del día.
Se paralizó al ver una sombra casi sobre ella con una manta haciéndola encoger una de sus piernas justo para golpear aquella figura.
Había gritado pero el quejido de dolor de aquella entidad la termino por despertar y entonces pudo enfocarlo mejor.
Kyojuro estaba en el piso sosteniendo su estómago.
-¡¿Kyojuro?!- exclamó corriendo a su lado cubriendo sus piernas solo deseando que el chico no hubiese visto su ropa interior al haber arrojado esa patada -¡Perdóname! - dijo la tocar su estómago y notarlo sonreír con dificultad por el dolor
-Tienes unos buenos reflejos.
-¡M-Me asustaste! - exclamó de rodillas frente a él.
- Te mueves demasiado durmiendo - sonrió - solo quería cubrirte.
-¡Lo siento! - Cerró sus ojos ruborizándose. De seguro el chico se había dado cuenta que ella no dormía precisamente en un solo sitio como una persona normal y tranquila- Y-Yo...
-Mi hermano tiene razón señorita Mitsuri - escucho la voz que la hizo girar, sorprendiéndose de encontrar a Senjuro sentado sobre su futon con una leve sonrisa - buenos días.
Aunque su expresión denotaba cansancio este no se mostraba tan mal como el día anterior por lo que sin mediar palabras se puso de pie y corrió a su lado abrazándolo con todas sus fuerzas. Las lágrimas salían sin poder detenerlas.
-¡Gracias a los cielos! - dijo lloriqueando como una chiquilla haciéndolo sonreír.
-Gracias a usted y mi hermano - dijo el pequeño una vez lo hubo soltado notando cómo respiraba con dificultad sabiendo que lo había abrazado con demasiado ímpetu
-Kyojuro, no me despertaste – mitsuri pasó su mirada de él a Kyojuro, frunciendo su ceño.
-Parecías muy cansada - se justificó acercándose a los dos - además parece que igual me quedé dormido.
-¿Te quedaste dormido? - repitió.
-Creo que mi hermano estaba igual de cansado - dijo al toser un poco causando que Mitsuri colocará una mano sobre su espalda.
- No estás del todo recuperado, lo ideal es que no te levantes de la cama.
-Pero...
- Me encargaré de todo por acá - sonrió - y Mitsuri me ayudara.
-¡Así es! - le secundo sin perder de vista a Senjuro – haremos todo lo posible para que estés cómodo y no tengas necesidad de estar de pie.
-Gracias...- sonrió haciendo que Mitsuri analizará la cantidad de responsabilidad que tenía el chiquillo para ayudar a su hermano mayor.
-Preparare el desayuno - dijo con entusiasmo poniéndose de pie.
-Te ayudaré - exclamó el mayor siguiéndola - descansa un poco más - sacudió los cabellos del pequeño haciéndolo sonreír.
Mitsuri noto la hermosa relación entre ambos sintiendo que su corazón se llenaba de calidez.
Su sonrisa no se borró incluso cuando ya estaba cortando los vegetales en la cocina tarareando una canción.
-Veo que estás muy feliz.
-Senjuro está mejor - explico simplemente haciéndolo reír - incluso tú estás menos tenso.
El comentario pareció sorprenderlo.
-Eres muy observadora
-¿Te lo parece? - respondió volviendo a los vegetales no tomando importancia a su comentario.
- Y muy fuerte...
-¡Lo siento! ¿Aún te duele? - pregunto recordando el golpe que le había propinado.- No quería...
-¿Te quedarás estás semanas con nosotros? - pregunto de presto sorprendiéndola.
Se había dado cuenta como si de la nada le hubiese caído del cielo un balde con agua fría. Era tanto el ajetreo que se había olvidado lo que había pasado la noche pasada. Su confesión aún estaba entre ellos haciendo que de pronto las ganas de huir se presentaran.
Tiró el cuchillo a la mesa y miro ansiosa la puerta de la cocina.
-¿Mitsuri? - pregunto el rubio haciendo que ella no quisiera mirarlo directamente.
-Y-Yo... Tengo que volver a mi casa - dijo rápidamente quitándose el delantal que apenas se había colocado y saliendo del lugar siendo seguida por Kyojuro en el pasillo.
-Si fue algo que dije no volveré a preguntarlo.
-¡No fue algo que dijiste! - dijo apresurando su paso sin siquiera voltear.
-¿Entonces es por lo que haz dicho? ¿Qué me amas?
Escucharlo la hizo detenerse girándose a él con el rostro completamente rojo.
-¡S-Solo dije que me gustas!
- A Senjuro le has dicho que me amas – murmuró - fue la noche de tu accidente.
Mitsuri sintió que se desmayaría. Sí, la había escuchado después de todo.
-¡Lo sabías todo este tiempo! - lo acuso.
En medio de todo pudo sentir como kyojuro se acercaba mucho más rápido a ella. Si de verdad hubiese querido la habría alcanzado desde un principio.
-Entonces es verdad...- murmuró kyojuro confirmándolo con su reacción haciéndola desviar su mirada..
- ¿Si ya me habías escuchado porque actuaste sorprendido ayer por la noche?
- No creí que me lo dirías directamente y menos en esa situación.
Se ruborizo al saber lo impulsiva que podría ser.
-¿Aún piensas en irte del país?- continuó
-S-Si- respondió no queriendo ver la expresión del chico. De seguro lo mal interpretaría como siempre sabiendo que él no correspondía sus sentimientos.
La prueba era que él ya sabía muy bien lo que sentía por él y este actuaba como si nada. Debía ser valiente y respetar eso.
-¿Te irás a pesar que esté idiota ya lo sabe?- sonrió con cierta ironía
-Perdona... Por eso - miro el piso avergonzada recordando como lo había llamado.
-Mitsuri... Yo...
-Escucha - le miro con mucha más determinación, sabía que debía fingirlo por lo menos si no quería salir más humillada - Solo quería que supieras como me siento no deseo saber qué piensas al respecto.
Era una cobarde pero no desea su lástima.
Se giró nuevamente dispuesta a irse pero se detuvo al sentir como el chico la había sujetado de su mano.
-Si no puedo detenerte al menos dime cuánto tiempo estarás fuera.
-No lo sé... Pueden ser meses
-¿Meses? - repitió mirándolo ahora y notando que comenzaba a fruncir el ceño .Kyojuro se estaba enfadando.
- Si...
-¿Por qué tanto tiempo?
-¡Porque quiero dejar de sentir esto! - soltó sorprendiéndolo.
- ¿Cuánto tardaste en sentirlo?
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-¡Tú eres la que dices que me amas y ahora crees que en cuestión de meses me vas a olvidar!
Se ruborizo y le miro molesta.
-¿Entonces que se supone que debería hacer?
-Solo estás confundida Mitsuri - dijo con más seriedad sorprendiéndola - estabas vulnerable cuando te conocí, es obvio que estás confundiendo todo esto.
La pelirosa le miro incrédula, ella estaba segura de sus sentimientos pero al tratar de huir parecía haber dado otra impresión a Kyojuro.
-¡¿Cómo puedes decir eso?!
- Pruébalo entonces, quédate conmigo estás semanas de recuperación - dijo con seriedad - quédate y cuando sanes puedes irte.
-¿Y que se supone que probara eso?
-Sabrás que es lo que quieres.
Mitsuri sintió que su labio inferior temblaba, la idea era tonta sabiendo exactamente como se sentía pero era una oportunidad de pasar más tiempo con él antes de irse. Le ofrecía el cielo y el infierno.
Le miro estudiando cada facción en su rostro. Lo amaba sin dudarlo y le encantaba todo de él. No podía desperdiciar aquella oportunidad aunque todo fuera efímero.
- Me amas así que lo harás - afirmó.
-¡N-No lo digas tan a la ligera!- respondió avergonzada.
No supo cuál fue su expresión pero en el rostro del chico se forma una sonrisa de alivio.
-Entonces sigamos preparando el desayuno - dijo sonriente arrastrándola a la cocina.
Desde su punto de vista las cosas habían vuelto casi a la normalidad. Habían comido los tres juntos y ella se había encargado de los platos para que Kyojuro ayudara al pequeño con un baño.
Luego de eso Mitsuri le ayudó a secar su cabello una vez hubo terminado.
Kyojuro se había retirado para comenzar el aseo del dojo dejándola a solas con Senjuro haciéndola sentir más relajada.
-¿Pasó algo?
-¿A qué te refieres?-. Pregunto Mitsuri un vez hubo terminado de secar su cabello.
El pequeño pareció incómodo y tras un suspiro la miro de reojo.
-Le apoyaré siempre.
-¿Que?
-La siento incomoda alrededor de mi hermano - dijo sorprendiéndola - pero espero no se rinda.
-¿Eh? -. Parpadeo sin creer sus palabras.
-Mi hermano es muy despistado - se disculpó - pero creemos que usted es maravillosa.
Sus palabras fueron un bálsamo para ella, eran tiernas e inocentes. Sabía que no podía echarse a reír porque podría mal interpretar su felicidad por lo que decidió seguir su juego.
- Si él cree que soy maravillosa lo amare aún más.
-¿Me amarás aún más?
Repitió la voz que la paralizó. No podía creer su maldita suerte.
El pequeño Senjuro se había sorprendido de la llegada inesperada de su hermano e inútilmente cambio el tema sobre algo más trivial.
No supo cuál fue su expresión ya que Kyojuro le siguió la corriente como si aquellas palabras nunca fueron dichas.
¿No podía humillarse más? Aquel sujeto tenía un gran poder sobre ella.
Por sus acciones parecía estar disfrutando saber sus sentimientos para divertirse un poco. Si no lo conociera diría que era un narcisista por ello.
-Iré a mi casa ahora - fingió sonreír poniéndose de pie.
-¿Ya se va? - pregunto el pequeño
- Ella regresará dentro de poco ¿No es así? - le pregunto mirándola de reojo como si la retará a decir que no.
-Regresaré pronto Senjuro- dijo tratando de responder directamente sólo al niño
Decidió salir rápidamente de ahí hasta llegar a la puerta principal.
-¿Necesitarás ayuda?
-Solo traeré algunas cosas - respondió colocándose rápidamente los zapatos en la entrada.- no quiero dejar por mucho tiempo a Senjuro.
-Muchas gracias - le escucho decir detrás de ella en un tono suave haciéndola asentir.- y… siempre eh pensado que eres maravillosa.
Mitsuri sintió su cabeza arder. Salió huyendo de ahí sintiendo como su corazón martilleaba. En el fondo era un tonto, sabía lo que ella sentía y no entendía si se estaba burlando o solo siendo encantador.
Kyojuro era un sujeto extraño, si no lo conociera pensaría que estaba coqueteando con ella y claro que aquello era imposible.
,...,...
Después del aquel fin de semana el día esperado había llegado.
Se sorprendió de ver muchas personas en el patio y las afueras del dojo; llenándose de emoción ante la expectativa de los encuentros.
-Explícame nuevamente ¿Cómo es posible que no hayas respondido mis llamadas en estos días y como es que ahora vives con Kyojuro?
Shinobu, quien había llegado muy temprano ese día tratando de organizar a quienes llegaban de diferentes lugares la estaba interrogando luego de que la pelirosa decidiera comentar todo lo que había ocurrido. Ambas portaban su uniforme básico de kendogi por lo que mitsuri siguió revisando el listado de las personas de forma distraída tratando de enmascarar su rubor.
-¿Qué hiciste qué?
-S-Se lo dije... - murmuró ruborizada mientras escribía ciertos nombres en una lista.
-¿Qué fue lo que él te respondió? - como respuesta notó como unas lágrimas se formaban en los ojos verdes de Mitsuri - ya veo... ¿Fue caballeroso al decírtelo? ¿Por que entonces estás viviendo aquí?
-N-No me respondió directamente porque le dije que no era necesario… solo deseaba que lo supiera de mi, por lo que él ofreció que me quedara a su lado hasta que mi brazo sanará y pudiera irme.
Shinobu de pronto la miro como si tuviera dos cabezas. Intento ocultar su risa por lo que llevo una de sus manos a su boca.
-Es decir… ¿Qué no le dejaste que te respondiera por lo que te ofrece vivir con él?-murmuro sonriendo -una actitud muy extraña.
-¿Extraña? - hizo un puchero al inflar sus mejillas - de seguro se está burlando de mí.
-Debes admitir que es divertido - sonrió haciéndola sentir un escalofrío al saber que en el fondo la pelinegra podía ser tan extraña como él- eres tu quien no lo dejo responder – acusó – aun así es interesante la postura que ha tomado. No creo que lo haga con la intención de burlarse completamente, después de todo le has dicho que te iras.
-¿Crees que sea porque me extrañaría? – una pizca de esperanza volvió a inundarla pero decidió desecharla rápidamente.
-Mitsuri eso sería obvio, todos los haríamos - le miro tomando una de sus manos haciéndola sentir cálida.
Shinobu era realmente amable con ella y con eso de pronto una sonrisa triste se formó en sus labios. Es obvio que el rubio la extrañaría por la misma razón que aquella chica.
-Vamos - sonrió -dentro de poco iniciará mi combate ¿Me animaras?
-¡Ganarás! - sonrió animada siguiéndola al interior del dojo.
Shinobu se separó de ella para ponerse la armadura para el combate por lo que miro a los lados queriendo buscar un buen lugar para tomar asiento en el piso como todos los alumnos y audiencia ese día.
Lo encontró a las orillas del lugar, doblando su hakama para ponerse de rodillas.
-¿Te sientes mejor ya?
Se sorprendió por aquella pregunta mirando que se había sentado sin querer al lado del chico de cabellos oscuros y mirada tranquila.
-¡Obanai! - exclamó sin ocultar su alegría haciéndolo carraspear incómodo con un leve rubor- Perdona - murmuró tratando de lo levantar la voz.
-No te eh visto con tu cabestrillo - murmuró - pensé que te sentías mejor.
-Puedo levantar el brazo - sonrió al tomar su kendogi del hombro y correrlo había abajo mostrando su vendaje - creo que está mejorando muy rápido.
Pudo ver el rostro ruborizado del chico haciéndola mirar hacia abajo notando que uno de sus pechos se estaba asomando. Se ruborizo completamente al sentir como su prenda estaba desajustándose desde la cintura debido a la inutilidad de uno de sus brazos. El pánico la embargo sabiendo que con una sola mano no podría cubrirse a tiempo pero fue el agarre que sintió cuando alguien la rodeo con sus brazos lo que la salvo de desnudar parte de su tronco.
Miro a su lado como el rubio se había sentado a su lado rápidamente y la había atraído a su pecho haciéndola girar.
-Obanai - saludo sonriente como siempre haciendo que el susodicho asintiese con un leve rubor a manera de saludo tratando de desviar su mirada hacia la arena.
Sin mediar palabras la tomó en brazos disculpándose con algunos presentes que le miraban extrañados
Por suerte estaban hasta atrás y la mayoría de personas parecían más entretenidas de ver la función.
Mitsuri hundió su rostro en el pecho del chico para ocultar su vergüenza y el hecho que su kendogi se había abierto del pecho.
Kyojuro la llevo a los vestidores dejándola sentada en una banca.
-¿Qué es lo que estabas haciendo?
-N-No hice nada -dijo intentando tomar ambas solapas de su kendogi – quería mostrarle mi vendaje a Obanai y...
-Ahora te ha vuelto a ver los pechos - término con seriedad haciéndola enrojecer.
- Que-Quería hacer conversación con él -murmuro mirado el piso cuando el rubio se había puesto de cuclillas frente a ella - el me ayudó la última vez, solo quería ser amable... ahora dirá que soy una exhibicionista y atrevida ...
-Nadie pensara eso de ti -dijo al tomar rápidamente ambas solapas del kendogi cerrándolas completamente.
-¿Por qué estás tan seguro?
-Porque el idiota que te gusta no dejará que nadie diga algo desagradable sobre ti.
Mitsuri se quedó sin habla. La forma amable y encantadora en la que decía defenderla mientras respetuosamente cerraba su ropa. Sentía que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
Quedó en silencio cuando la hizo ponerse de pie pidiéndole que bajara su hakama un poco haciéndola ruborizar y obedeciendo lentamente.
-Mitsuri - le escucho decir haciendo que le mirase y notará una expresión severa en él - ten cuidado la próxima vez. No quiero que nadie mire tus pechos.
-¿Q-Que? - pregunto incrédula de lo que acababa de oír.- ¿Que acabas de...?
El joven se puso de pie y la tomó de la Mano
-Tenemos que ver la presentación de Shinobu - murmuró
Mitsuri se dejó guiar sintiendo como su corazón se aceleraba.
Ahora sí que estaba soñando, se dijo, porque por un extraño momento le pareció ver a Kyojuro celoso
Notes:
hola, a las personas que me leen solo avisarles que este fic terminara mas o menos dentro de dos o tres capítulos (depende como lo separe) planeo hacer 4 historias de esta pareja, ojala sigan leyéndome.
Chapter 10: Capitulo X
Chapter Text
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Miro como la mano de Kyojuro sujetaba la suya mientras la arrastraba de regreso al salón.
Sus mejillas se tiñeron de rojo y una leve sonrisa se formó en su rostro. Las palabras del joven la habían hecho sentir que podía ser más atractiva para él de lo que de verdad creía.
Llegaron nuevamente al salón donde tomo asiento en el piso, detrás de los demás presentes.
Guardó silencio tratando de no pensar más en el asunto cuando se anunciaba a los próximos competidores mientras miraba el menudo cuerpo de Shinobu quien ya se había colocado su casco con rejillas justo con los otros aditamentos.
Su ansiedad se dejó notar presionando sus manos una junto a la otra solo hasta que sintió que kyojuro había colocado una palma sobre las de ella deteniendo sus movimientos.
-Tranquila, Shinobu es muy fuerte.- siguió mirando al frente concentrado.
-S-Siempre da miedo pensar que puede resultar lastimada - dijo angustiada.
-Creo que ambos sabemos que ella puede sola.
-Pero...-murmuro al ver a su contrincante dos pies más alta que la pelinegra - Obanai es muy fuerte, no dudo que sus alumnos lo sean también.
-¿Cómo sabes eso?
-Cuando me auxilio la vez pasada - murmuró pensativa- noté como su movimiento de pies era rápido y usaba eso en ventaja junto con su fuerza aunque su estatura sea promedio.
Al sentir la mirada del joven se tensó debido su silencio.
-¿P-Pasa algo?
-Mitsuri, eres muy observadora - sonrió -. Algún día podrás ser una buena maestra.
- ¿Yo? ¿De verdad lo crees? – dijo sorprendida para luego mirar el piso debido a la vergüenza.
-Siempre eh pensado que tienes mucho talento.
Mitsuri se quedó mirándolo casi embelesada. El hecho que el chico lo dijese con más seriedad la había hecho feliz. Siempre escucho halagos vacíos y sobreactuados de los hombres pero con su maestro era distinto, incluso podía recordar los días cuando le corregía debido a su falta de experiencia.
-Al principio solías decirme que mi postura y técnica eran muy malas -rio con nostalgia
-De verdad lo hacías horrible - repitió riendo por lo bajo.
No pudieron evitar sonreír como siempre volviendo sus miradas al frente.
-Espero ser más fuerte que Obanai.
-¡Eres fuerte! – respondió Mitsuri rápidamente sin dudarlo haciéndolo sonreír sin dejar de mirar hacia la pista.
-Eso espero.
Le miro largo rato para luego recordar su arrebato en el vestidor. Deseaba ser mas sofisticada y preguntar directamente sobre el significado de sus palabras
En el fondo tenía miedo que estuviese viendo cosas donde no las había, que en realidad el solo terminara diciendo que lo sentía y que no la miraba más que como una amiga.
¿No podía al final solo disfrutar estás semanas con él sin pensar en el mañana?
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el referí dio la señal de que comenzará el duelo.
Noto a Shinobu hacer su primera estocada y como su rival la esquivaba sin problema alguno
Cuando la pelinegra hacia un movimiento el contrincario solamente se movía de lugar como si ya hubiese leído sus movimientos. Shinobu incluso era un poco más rápida que ella por lo que cuando el rival dio el golpe en su pecho con la espada de bambú dando por ello el final del combate fue algo impensable.
Kyojuro se puso de pie y fue directamente hacia la chica mientras Obanai hacia lo mismo acercándose a su alumna.
Mitsuri les miro angustiada sabiendo que solo los maestros podía acercarse en ese momento.
Shinobu se había quitado el casco y supo por su expresión molesta que estaba frustrada ante su derrota mientras Kyojuro sonreía y parecía darle ánimos.
Miró hacia el otro extremo notando a Obanai quien parecía darle indicaciones a su alumno dando una palmada en el hombro como si lo hubiese felicitado.
-Es una lástima por la señorita Kocho...- escucho la voz suave de Senjuro que se había acercado a tomar asiento a su lado.
-¿Estás seguro que quieres estar aquí? - pregunto preocupada volviéndose a él. Ni siquiera se dio cuenta cuando se había acercado.
-Ya me siento mejor - sonrió el pequeño haciéndola sentir aliviada.
-Pero…
-Estoy bien – repitió haciéndola asentir.
-Creo que ahora será el turno de otro alumno antes que Kyojuro – murmuró volviéndose al frente - y hay muchas personas, estoy segura que eso atraerá a más alumnos al dojo.
-La señorita Kocho fungirá como maestra y si usted sigue así estoy seguro que dentro de algunos meses mi hermano podrá elegirla igual.
La emoción en su rostro la hizo sonreír. Miro al frente y poco a poco su sonrisa se fue apagando.
-Senjuro... tengo algo que decirte.
-¿Si?
-Muy probablemente... dentro de unas semanas me vaya de aquí...
-¿Que? - pregunto sorprendido acercándose un poco más debido al ruido del público.
-Visitare a mis hermanas - fingió sonreír - hacía mucho tiempo que no las veo y...
-¿Cuándo regresará? - pregunto con calma.
-Yo... no lo sé...- dijo sin querer mentirle al pequeño.
-¿Mi hermano ya lo sabe?
La pelirosa asintió volviéndose en dirección a Kyojuro.
-¿Es por nosotros?
Mostró una expresión angustiada haciendo que el pecho de Mitsuri se contrajese en dolor.
Colocó su mano sobre la cabeza del chico acariciándolo con ternura.
- ¡Ustedes no son la razón! – Le miró con determinación queriendo borrar esa expresión en el rostro del adorable niño - Escucha, regresaré eso lo prometo pero mientras tanto promete cuidarte y cuidar de Kyojuro - sonrió- tienda a sobre esforzarse en todo.
El pequeño la miro con atención y asintió decaído.
-Me quedaré con ustedes hasta que sane mi brazo - exclamó rápidamente - pero... quería que lo supieras...
-Señorita Mitsuri...¿Ha hablado con mi hermano sobre lo que siente por él? - se ruborizo mirándola con timidez.
-E-Eso... Pues creo que si - sonrió con dificultad.
-¿Entonces?
-Senjuro... a veces las personas no sienten lo mismo que tú por ellas... y está bien - sonrió- no es su culpa y es bueno haberlas conocido de todas formas aprendiendo de la experiencia.
Cuando termino Mitsuri quedó en silencio analizando sus propias palabras. Había decidido ser feliz con lo que tenía y aceptar todo por lo menos esos últimos días.
El pequeño la miro con preocupación haciendo que la pelirosa sonriese mientras le abrazaba.
-¡Eres tan lindo!
Senjuro como siempre se ruborizaba y parecía ahogarse por lo que está le soltó riendo por lo bajo y haciendo que el pequeño riese un poco.
Permanecieron viendo el resto de combates por categoría haciendo que al cuarto encuentro kyojuro y shinobu se acercaran y tomaran asiento junto a ellos.
Mitsuri tenía reclinado a Senjuro a su lado izquierdo mientras Kyojuro se sentaba junto al chico y Shinobu a su lado derecho
-El encuentro de Tomioka fue muy difícil - sonrió a la pelinegra quien se había cruzado de brazos.-pensé que habías ido a animarle cuando te acercaste.
-Creo que le dio un ultimátum - sonrió kyojuro haciendo que shinobu desviará su mirada.
-Pues sea lo que sea... peleó con mucha más fuerza- confirmo Mitsuri sorprendida.
Shinobu cerró sus ojos pero su leve sonrisa de orgullo se dejó notar. -Lamento que hayas perdido.
-Solo me distraje un poco.
-Ahora que lo pienso... Tomioka podría ser un buen maestro.
-No- dijeron kyojuro y shinobu al mismo tiempo.
-¿eh?
-Es demasiado antisocial - respondió shinobu por lo bajo haciéndola reír.
El referí anuncio un último combate por lo que Mitsuri y Senjuro miraron al joven sonriente a su lado.
-Creo que es hora.
-Ten cuidado hermano - exclamó el pequeño.
-¡No te distraigas por nada! - dijo Mitsuri con entusiasmo y una sonrisa animada- mantén tus ojos en sus piernas y...
Se detuvo cuando el chico puso una de sus manos en su cabeza mientras que con la otra acariciaba los cabellos de su hermano.
-Hare todo mi esfuerzo para ganar - sonrió con calidez haciendo que ambos chicos frente a él asintiesen.
Lo vieron ponerse de pie y alejarse haciendo que Mitsuri no le perdiera de vista ningún momento.
La interrumpió la pequeña risa de Shinobu.
-Ahora eres muy obvia.
-¿Qué quiere decir? - comenzó a ruborizarse desviando su mirada apropósito.
-No te preocupes, tu querido kyojuro ganará,- le miro de reojo - parece que te lo ha prometido.
-N-No es así... - exclamó nerviosa - es normal pedírselo, es nuestro maestro y es el dueño de este dojo...
Noto que la pelinegra negaba con su cabeza sonriendo. Ahora sabía que debía ser más discreta en sus muestras de afecto a Kyojuro para no verse demasiado triste el día que abandonara el país.
Decidió centrarse en ambos contrincantes que estaban uno frente al otro ya con sus trajes de kendo. Solo podía distinguirlos por la estatura.
-Mi hermano es mucho más alto - murmuró Senjuro.
-Aun así no hay que confiarse - sonrió- Obanai San es muy fuerte.
-Mitsuri - llamo shinobu con cierta malicia - ¿De qué lado estás?
-S-Solo digo lo obvio - se ruborizo haciéndola reír - yo eh visto lo fuerte que es.
Cuando el referí dio la orden la rapidez con la que ambos daban su primera estocada hizo que shinobu se sorprendiera mientras ella no perdía de vista cada movimiento.
Obanai era una persona impresionante sabía que no se debía subestimar y por la seriedad con la que Kyojuro atacaba supo que se había dado cuenta de ello.
Sonrió sintiendo un cariño en su interior, una de las cosas que más amaba de kyojuro era que no era pretencioso con sus habilidades y no desestimaba el poder de los demás
-Es impresionante ¿Verdad? - dijo sin dejar de ver el combate mientras llamaba la atención de Senjuro.
-Mi hermano siempre lo ha sido - sonrió el pequeño aunque luego su expresión fue cabizbaja- yo por ejemplo... no tengo su habilidad.
-Eso no importa - sonrió acariciando sus cabellos -. Ya verás que con entrenamiento...
-Señorita Mitsuri... ya no deseo seguir entrenando con la espada.
Aquella confesión la había sorprendido, siempre había notado la dificultad del pequeño para adaptarse al entrenamiento pero nunca se había dado cuenta que no le agradaba.
-Senjuro... ¿Tu hermano ya sabe esto? Sabes que él siempre ha querido heredarte el dojo ¿No es así?
Senjuro pareció incomodarse con su comentario mirando su regazo pero fueron interrumpidos al escuchar gritos de emoción al ver cómo kyojuro había dado un golpe en el pecho y Obanai había dado justo en el cuello de su armadura haciendo a un lado el casco con rejilla de kyojuro.
Los jueces determinaron en ese momento que el golpe más rápido había sido el de kyojuro haciéndolo el ganador.
Las sonrisas de Shinobu y Mitsuri fueron cortas al ver qué su maestro tomaba asiento y movía su casco con cierta dificultad.
El resto de los alumnos del dojo, que la mayoría eran más jóvenes que ellos, se acercaban para felicitarlo.
-Algo no está bien - murmuró shinobu mientras mirada de reojo a Mitsuri - los dispersaré, ustedes vayan con Kyojuro.
Mitsuri asintió mientras Senjuro le seguía con preocupación.
Notaron precisamente que al llegar shinobu con los demás había indicado al rubio con un gesto que se dirigiera hacia los vestidores.
Obedeció rápidamente tomando asiento en una banca al llegar y fue Mitsuri quien le había ayudado a remover el casco con cuidado.
Sangraba de su párpado izquierdo mientras su ojo permanecía cerrado.
-¡Hermano! - exclamó Senjuro acercándose - ¡estas herido!
-Calma - sonrió tratando de tranquilizarlo - solo fue un pequeño descuido. No es grave.
Mitsuri frunció el ceño y se dirigió a las regaderas por una toalla la cual humedeció y la coloco sobre su ojo.
-Iré por el botiquín de primeros auxilios - dijo Senjuro haciendo una señal a Mitsuri con su cabeza desapareciendo rápidamente.
-Vaya - murmuró – parecen coordinarse bien.
-Cuando se trata de ti, creo que si - sonrió cansada ocultando el horror que le había causado verlo sangrar - déjame revisar.
Ella se encontraba frente a él mientras este permaneció quieto.
Parecía tener una herida que descendía desde su párpado superior hasta el inicio de su pómulo. No era profunda pero si sangrante.
-¿Cómo no fuiste capaz de notar ese ataque? – preguntó en tono severo. - te dije que no lo subestimaras.
-No lo hice - respondió notando que Mitsuri no dejaba de hacer presión en su ojo - creo que fue tu consejo lo que me ayudó con la última estocada
Mitsuri le miro molesta pero al ver que el chico lo tomaba como un logro solamente le hizo suspirar derrotada y sonreír antes de sentarse a su lado en la banca sin dejar de cubrir la herida por lo que se reclino colocado una mano en el muslo izquierdo de él para sostenerse y comenzar a limpiar el resto de la sangre.
-Me sorprende que te hubiese tocado, es como si no estuvieses del todo concentrado. - hizo un puchero – nos asustaste a todos.
-Por lo menos hemos ganado - sonrió esta vez con cansancio.
Mitsuri no dijo una palabra más, solamente sonrió ante su entusiasmo ya que era algo que siempre solía amar de su maestro.
Guardaron silencio por largo rato mientras seguía limpiando su cara notando de pronto como el chico se quedó mirándola de una forma extraña.
Nunca se había dirigido a ella así y era algo que la asustaba y encantaba al mismo tiempo.
Miro sus labios, estaban bastante cerca por lo que sintió su corazón acelerarse. ¿Está pasando lo que creía que estaba ocurriendo?
No era tonta, había besado a muchos chicos y sabía cuándo estos deseaban hacerlo, por lo que ver a Kyojuro así solo le daba una pauta que eso precisamente era lo que iba a suceder.
Se reclino un poco más por lo que su mano que tenía sobre su muslo se deslizó un poco más hacia arriba haciéndolo salir de aquel trance tomándola de los hombros alejándola y poniéndose de pie rápidamente.
-Debo tomar un baño - exclamó rápidamente dejándola sorprendida.
El chico estaba tenso y pareció oírlo murmurar una maldición entrando a uno de las regaderas de la habitación.
-¡Eh vuelto! -dijo Senjuro quien portaba una pequeña maleta -¿Hermano? - pregunto mirando hacia todas las direcciones.
-E-El... Está tomando un baño.
-¿Que?
-L-Lo mejor es que te quedes aquí - sonrió Mitsuri poniéndose de pie - pasaré dejándote unas toallas y puedes ayudar a Kyojuro.
- Esta bien - sonrió el pequeño sin notar el nerviosismo de la chica.
Mitsuri huyó de ahí. Sabía lo que iba a ocurrir pero el hecho que la hubiese alejado rápido le hizo sentir una enorme vergüenza. ¿Lo habría imaginado? Podía jurar que el chico se había sentido atraído a sus labios tanto como ella a él aunque... ¿Habría sentido repulsión? ¿Había sido solo un momento de debilidad?
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Chapter 11: capitulo XI
Notes:
si estoy actualizando ahora es porque mañana no podre (san valentin) espero este cap sea de su agrado.
Chapter Text
Se había encerrado en el baño mientras colocaba su cabeza en la regadera.
Intento contar hasta cierta cantidad de números sintiendo como el agua fría mojada su cabello mientras su autocontrol regresaba.
Debía calmarse un poco, solo podía recordar las manos la chica pelirosa sobre su muslo y como poco a poco sin darse cuenta había subido para poder acercarse más sin medir la distancia a su entrepierna.
¿Es que nunca parecía darse cuenta de su provocación?
Solo podía ver su expresión inocente, su rostro amable y sus labios suaves acercándose.
Estuvo a punto de sobrepasarse por lo que había decidió empujarla y encerrarse ahí.
Mitsuri era una persona con una mentalidad dulce y hasta cierto punto infantil, en el cuerpo de alguien mayor y atractivo pero en ocasiones parecía no darse cuenta de ello o simplemente no lo veía como un hombre.
Hace unos meses esa había sido su idea ya que la chica prácticamente se le arrojaba encima para mostrar su camaradería, dando abrazos y acercando su cuerpo a él.
Trataba de controlar esas respuestas debido al profundo respeto y cariño que ella se había ganado de él pero había un límite.
Ahora ya estaba descartada esa idea ya que sabía sus sentimientos pero en aquella época, la forma en que se acercaba le había hecho entender que se sentía tan segura a su lado asumiendo que probablemente él no sentía atracción alguna por ella.
Pero estaba muy equivocada...
Al verla por primera vez exigiendo entrar a su dojo solo pensó que eran los caprichos de una chiquilla que parecía obtener todo lo que deseaba por su apariencia y es que aun estando empapada con su maquillaje corrido y su ropa humedecida le había parecía una mujer realmente hermosa, pero fue al reconocer su fuerza que noto su verdadero potencial, sin mencionar que su sueño de por que deseaba ingresar a su entrenamiento era válido para él siempre y cuando se fortaleciera en carácter.
Sin embargo pasar a su lado había creado una amistad sólida en la cual había descubierto sus verdaderas razones y como con vergüenza él reconoció haberla juzgado a primera vista como todos los demás.
Había cometido un error con ella y debía demostrarle que su valía no giraba al hecho de conseguir pareja. Deseaba que entendiera que ella era más especial y encantadora de lo que realmente creía.
Como maestro sacar el potencial de los alumnos que consideraba estrella era emocionante así que Mitsuri se volvió su proyecto.
Sin embargo el hecho que fueran afines a muchas cosas o como solían divertirse juntos hizo que tratase de mirarla como una hermana menor aunque sus esfuerzos por hacerlo eran en vano.
La pelirosa no se daba cuenta del atractivo que tenía, todo daba a entender que era ajena a miradas sutiles, como cuando la notó en ropa interior por error o simplemente cuando miró sus pechos desnudos sin mencionar las ocasiones en las que usaba ropa ajustada. Era difícil no mirar sus curvas siendo sus pechos tan pronunciados.
Mitsuri había tenido varias parejas e incluso tuvo intimidad con uno de esos sujetos pero parecía que no había más experiencia que esa, aun así le era increíble que ella no se diese cuenta del efecto que podía causar.
Se enfurecía pensar que de verdad había sido producto de una apuesta y que solían mirarla solo como carne la cual masticar. En el fondo era una mujer cariñosa, divertida y sobretodo increíblemente fuerte. Sería una suerte tenerla como pareja por lo que al descubrir por un accidente que ella decía amarlo pudo percibir un sentimiento agridulce en su interior.
De seguro solo confundía admiración o gratitud con amor. Solía suceder casi todo el tiempo por lo que intentaba ser amable rechazando a las mujeres.
Su vida no era sencilla y tener una relación seria no ayudaría en nada. Por lo que salía esporádicamente con alguien y se limitaba a no implicar más asuntos personales.
En realidad sentía que sus motivaciones no eran reales. Por lo que escuchar la misma letanía de ella era sumamente triste porque perdería a su amiga.
Intento actuar como si nada pasara para evitar hacerla sentir humillada pero su actitud esquiva lo había fastidiado un poco.
Deseaba que las cosas volviesen a ser como antes pero el hecho de sentir como se alejaba de él lo había hecho actuar extraño. Ni siquiera lo entendía en realidad.
Cuando le pidió que fuera a vivir con él en su recuperación no vio problema alguno; solían llevarse bien y tenerla cerca haría que no se preocupara tanto por ella pero al notar su incomodidad sugirió que podían fingir un noviazgo algo que para su sorpresa la había ofendido.
Con vergüenza asumía que ella accedería sin más pero pareció notar que solo lo había ofrecido como algo vano por lo que decidió disculparse encontrándola de nuevo con Iguro Obanai.
Era extraño como de pronto el chico por el cual sentía admiración debido a sus inicios como maestro le había causado una extraña sensación al verlo junto a Mitsuri y notar la atracción hacia ella.
Río para sí mismo con ironía nombrando a ese sentimiento sobreprotección hacia ella y suponía que Senjuro pensaría lo mismo después de todo él la quería demasiado al punto que lo mejor era dejar en claro la situación. Aunque eran amigos al final solo estaban ellos dos
Detuvo la regadera y salió del baño esperando que la chica hubiera corrido despavorida ante la situación obvia que se hubiese dado de no ser por su retirada. Iba a besarla
Se sentía incómodo sabiendo que se quería aprovechar de la situación sin compartir sus mismos sentimientos.
Le había tomado cariño y deseaba protegerla de todo pero igual... Parecía que deseaba llevársela a la cama.
Sus pensamientos le hicieron detenerse en seco y correr al baño nuevamente donde se colocó bajo la regadera tratando de regañarse a sí mismo.
-¿Hermano? - escucho la voz que lo hizo apartarse y salir nuevamente.
-Senjuro - sonrió saliendo - perdona solo estaba...
-La Señorita Mitsuri dijo que estabas tomando un baño...-le miro extrañado al verlo vestido solo con sus cabellos húmedos mientras extendía una toalla.
-Solo estás refrescándome - exclamó aceptándola secando su cabeza y limpiando su párpado.
-Traje el botiquín - sonrió -puedo ayudarte.
-Claro - respondió encantado. Sabía que su hermano menor le gustaba sentirse útil por lo que se dejó hacer.
El pequeño lo hizo de una forma delicada y tranquila hasta poner algunas tiras de esparadrapo y cerrar su herida, poniendo una pequeña venda para cubrir su ojo.
-¿Eres capaz de combatir de esta forma?
-¿Aun lo dudas? - pregunto riendo.
-En ese aspecto creo que eres tan impulsivo como la señorita Mitsuri.
El hecho de escuchar su nombre y acordarse de ella instantáneamente le hizo sentir un poco incómodo.
-Felicidades por tu victoria. - continuo Senjuro - deberíamos salir de aquí, el maestro del otro dojo pregunta por ti.
Lo obedeció saliendo del sitio siendo recibido de nuevo por sus alumnos por lo que a lo lejos pudo ver a Obanai junto a Mitsuri, Shinobu y Tomioka entablando una conversación de lo más amena.
Decidió acercarse sonriente notando que la pelirosa notaba su presencia y miraba el piso ruborizada.
Suspiro sabiendo que probablemente Mitsuri lo evitaría y suponía que debido a su incomodidad por ahora era mejor alejarse de ella también
-Perdona por eso - señaló Obanai inclinadose levemente a modo de disculpa.
-No fue nada - sonrió - fue un excelente combate, espero repetirlo algún día.
-Claro - sonrió levemente el chico quien no parecía mostrar muchas expresiones - aunque está vez tendré más cuidado, sino tu novia me llamará la atención de nuevo.
Kyojuro parpadeo e instintivamente se volvió a Mitsuri quien parecía mirar al piso como si deseaba esconderse bajo el.
Suspiro, después de todo ella solo estaba preocupada por él por lo que decidió darle alivio y actuar como si nada colocando una mano sobre su cabeza.
La pelirosa le miro con timidez haciéndolo sonreír. Le gustaba transmitirle calma.
-L-Lo siento...- exclamó.
-¿Novia? - pregunto shinobu haciendo que ambos se paralizaran. -¿Acaso ustedes...?- Shinobu les miraba impresionada no sabiendo nada de las suposiciones de Obanai o como él había hecho creer apropósito que Mitsuri era su pareja.
-Creo que iré a cambiarme - sonrió alejándose sabiendo que a Mitsuri le tocaría la explicación.
Supo que está estaría molesta al sentir su mirada tras él la cual asumía no era una mirada agradable.
Habían terminado de despedir a cada persona haciendo que al final solo permanecieran Shinobu y Tomioka con ellos, por lo que habían decidido cenar todos juntos en su casa a modo de celebración por ese festival.
-¿Tomarás más licor? - ofreció Shinobu sentada a su lado cuando quiso llenar su vaso a lo cual él se negó. - parece que solo lo haces socialmente -sonrió.
-No es algo que me guste demasiado - fue su respuesta simple. Sabía bien que convivir con un padre alcohólico había hecho que tratara de volverse abstemio a ciertas bebidas y solo accediendo a momento especiales.
Todos charlaban sin problema pero él trataba de evitar el contacto directo con la pelirosa sin embargo debido al momento parecía que aquello no importaba.
La notaba relajada debido a la bebida mientras sonreía y se mostraba animada junto a Senjuro cuando intentaban sacar alguna sonrisa en Tomioka.
-Mitsuri es agradable - escucho decir a shinobu a su lado haciéndolo tomar un poco de su bebida a propósito. Sabía que ella se había dado cuenta de cómo la miraba- es adorable y parece que le gustas.
Dejó su bebida en la mesa sabiendo que si tomaba demás la escupiría. ¿Mitsuri le habría dicho a shinobu sobre sus sentimientos?
-Ella es muy sincera - continuó como si hubiese leído sus pensamientos – supongo que es una de sus mejores cualidades.
-Tienes razón – murmuró mirando su bebida.
-No te preocupes sino sientes lo mismo, hay varias personas que ya notan lo espacial que es, como ese chico… Obanai – la miro de reojo mientras sonreía con cierta diversión ¿es que se estaba burlando de él?- no dudo que a donde quiera que vaya encontrara alguien que pueda valorarla.
-Creo que eso me alegraría mucho – sonrió con cierta incomodidad debido a que sus palabras le estaban causando aquella sensación.
- Lo más triste de esto es que su amistad se perderá
-Ella siempre será…
- Kyojuro, la distancia hará lo suyo – le interrumpió -Espero que igual sepas lo que de verdad deseas - dijo con más seriedad – si lo descubres muy tarde no podrás dar marcha atrás.
La miro de reojo cuando se puso de pie para acercarse a los demás y comenzar a integrarse con ellos.
Miro su bebida más pensativo. Era un poco incómodo que aquella joven lo supiese pero su palabras eran ciertas, en realidad ¿Qué era lo que sentía por Mitsuri?
La verdad es que era algo que estaba meditando desde hacía días.
No le gustaba separarse de ella pero era el hecho del cariño innegable que le tenía y la familiaridad con la que se llevaban. Nadie podía negar que eran muy buenos amigos y aunque le pareciese atractiva eso no significaba algo que implicaría un sentimiento mayor.
Noto de pronto a lo lejos como su pequeño hermano frotaba uno de sus ojos por lo que se puso de pie mirando el reloj a su lado. Este ya marcaba casi la media noche por lo que era mejor llevarlo a la cama.
Se sorprendió al ver qué fue Mitsuri quien puso la mano en su hombro y le dio una señal para salir de ahí.
Se levantó para seguirlos sonriendo a Shinobu y Tomioka diciéndoles que regresaría pronto a lo que los demás asintieron.
Camino de cerca hasta alcanzar a su hermano y la pelirosa que había salido pronto de la habitación pero fue el tambaleó de Mitsuri lo que lo puso alerta corriendo a su lado para sostenerla del hombro. Esta no llevaba su cabestrillo por lo que tenía que tener cuidado.
-¡Kyojuro! - exclamó ruborizada pero con un tono más alegre y adormilado de lo normal
-Parecen que ha bebido de más - río Senjuro por lo bajo.- ¿Recuerdas la fiesta de fin de año? - se dirigió a su hermano riendo
-¿Cómo olvidarlo? -. Sonrió con nostalgia - la pobre quedó completamente dormida ese día.
-Pero ella nos había dicho que sabía beber.
-En realidad creo fue su primera vez - río la negar con su cabeza y recordar que aquella mujer no paro de cantar durante la noche.
-Creo que pasó enferma todo el día de año nuevo - la miro sonreír aferrándose a uno de los brazos de Kyojuro - ¿Le pasará lo mismo?
-Espero que no, esta vez no la vi beber tanto como aquel día, pero hablare con ella mañana – la miró de reojo- parece que no tolera el licor muy bien ni en pequeñas cantidades.
Senjuro camino con ellos en el pasillo escuchándola Tararear.
-Creo que está noche escucharemos muchas canciones, por lo menos la señorita Mitsuri tiene una linda voz.
Kyojuro sonrió a su hermano mientras la pelirosa murmuraba ciertas cosas.
-¡Yo canto muy bien! - exclamó alegre haciéndolos reír.
Kyojuro dejo sentada a la chica en el pasillo que daba al exterior para que apreciara la luz de la luna que aún se observaba mientras Senjuro se despedía en ese lugar.
-Iré solo, es mejor que la cuides ahora.
-Parecen que siempre término por cuidarla – no pudo evitar suspirar al verla mover sus piernas mientras tarareaba.
-No estaría mal que la cuidarás por el resto de tu vida, ella igual nos protege - se giro y siguió su camino sorprendiéndolo.
Llevo una mano a su cabello tras un suspiro. Comenzaba a sentir frustración al recordar que fue su pequeño hermano quien escucho directamente la confesión de la chica por lo cual se podía hacer una idea equivocada.
La noto relajada ahí sentada por lo que la acompaño para mirar la noche.
No tuvo que sacar conversación alguna, debido a su estado de embriaguez ella ya sacaba conversaciones de cualquier cosa hasta de los gatos que tuvo en su infancia o como se debía limpiar una caja de arena correctamente.
-Una vez ayude a mi gata a dar a luz - dijo con una mano en el pecho como si ese acto fuese heroico y requiriera una gran habilidad.
No pudo evitar reír con cada ocurrencia logrando hacerlo sentir cómodo mirando el paisaje esa noche.
-Me gusta verte reír...
La frase de ella lo había puesto alerta por lo que la vio de reojo notando que lo miraba con tristeza.
Mitsuri portaba aún el uniforme de kendo mientras sus cabellos completamente sueltos cubrían parte de sus hombros.
Ella se puso de rodillas a su lado, mucha más cerca que antes, mirándole con adoración.
-A mí también me gusta que estés feliz -respondió tenso tratando de alejarse un poco pero fue la cabeza de Mitsuri en su hombro lo que le detuvo.
Suspiro sabiendo que ahora no podría moverse. No quería molestarla ya que había cerrado sus ojos y parecía sonreír plácidamente.
No podía negar que su atención hacia él era halagadora y hasta cierto punto, si ella era tranquila le parecía que podría sobrellevar el extraño enamoramiento que decía tener con él.
Un sentimiento sobreprotector se hacía más fuerte en él cuando la veía vulnerable a su lado.
-Kyojuro...-llamo nuevamente captando su atención - si me voy… ¿Me extrañarías?
-Claro que lo haría -. Sonrió respondiendo con sinceridad mirando al frente cuando un suave viento se sintió refrescando aún más la noche.
-¿Sabes que te amo verdad?
Kyojuro no pudo evitar sorprenderse al escuchar de nuevo aquella confesión. Su corazón se aceleraba por ello haciéndolo fruncir el ceño. Rodeó con un brazo a la chica queriendo agradecer el fervor que decía tener hacia él pero permaneció callado ya que no sabía cómo tomaría el agradecimiento o siquiera lo recordaría el día de mañana.
-Talvez conozca a otra persona algún día… y podamos ser buenos amigos como siempre…
La escucho reír y aquello le dejo pensando con una extraña sensación, era tal como lo decía Shinobu. Ella estaría con otra persona y no podrían ser tan cercanos como ahora.
-¿Eso es lo que quieres? ¿Olvidarme? - se escuchó preguntar reprendiéndose a sí mismo porque en el fondo solo deseaba hacerla dudar.
´probablemente ni siquiera lo tome enserio´ se dijo justificando su acción.
-No - levantó su cabeza y le miro con lágrimas en los ojos – ¡Quiero ser tu amiga de nuevo!
-Lo eres- sonrió con cansancio y diversión debido a sus frases contradictorias producto del alcohol
-¡Huyes de mí y no crees que te amo en realidad!- repitió
-Eso no…
-¡Lo haces! – Afirmó – ahora lo hiciste. ¿Es que no te parezco linda?
Sabía por su expresión que la chica estaba a punto de llorar poniéndolo rápidamente en alerta porque no había cosa que le conmoviese más que verla de esa forma.
-Espera, solo estas cansada -. Puso ambas manos en sus hombros cuando ella se acercó él. Tenía la suficiente inteligencia para entender que era la bebida la que le hacía hablar y parte de él no deseaba saber que la estaba lastimando - ¿Te llevo a la cama?
-¡No! - dijo rápidamente - ¡Ni siquiera me ves linda! ¿Cómo podrías llevarme a la cama cuando ni me tocas?
Rengoku se paralizó. La chica estaba mal entendiendo la situación. Aclaro su garganta. Estaba a punto de llorar por lo que calmarla y decir algo ahora no afectaría como lo vería después.
-Mitsuri, me pareces una mujer hermosa -. Soltó con seriedad logrando la atención completa de ella.
-¿Lo soy?- Preguntó haciendo un puchero infantil.
-Eres linda y te creo.
-¿Confías en mi?
-Totalmente.
-Te parezco un buen partido?
-¡Claro que sí! – sonrió con entusiasmo siguiéndole el juego
-¡Entonces llévame a la cama!
Su respuesta lo dejó perplejo haciéndolo sentir como su cara se ponía tibia.
-¡Dios! ¿Te estás sonrojando? – Mitsuri señalo su rostro sorprendida para luego echarse a reír.
Con aquel disparate de reacción no pudo evitar sorprenderse y tras analizarlo un poco le secundo riéndose de sí mismo. No sabía que algo pudiera hacerlo sonrojar y suponía que Mitsuri se reía de esa rareza.
Puso una mano en su cabeza y sacudió sus cabellos.
-Eres increíble Mitsuri - lo había dicho con total sinceridad maravillándose de ella pero lo que había pasado a continuación lo había dejado helado.
Sucedió tan rápido que fue luego de varios segundos que se dio cuenta que sus labios estaban sobre los de él.
Sentía que de pronto sus sentidos se hacían más sensibles y como un silencio sepulcral se había manifestado mientras Mitsuri rodeaba su cuello con ambos brazos.
Ella era suave, cálida, su olor era agradable y solo fue su leve gemido de dolor lo que lo hizo reaccionar al saber que estaba respondiendo al beso mientras presionaba su cuerpo al de ella con más entusiasmo del que debía sintiendo la presión de sus pechos.
La tomó de los hombros rápidamente separándose de ella y poniéndose de pie.
La miro ahí en el piso, notando sus ojos adormilados y su cara ruborizada mientras trataba de respirar con normalidad. Ni siquiera quiso analizar cómo debía verse él.
-Buenas noches - murmuró antes de irse rápidamente.
Debía ir a tomar un baño con agua muy fría y tratar de conciliar el sueño. Debía recordarse que la chica estaba ebria y por ello actuó así.
Aunque era de mencionar que ya la había visto en ese estado antes y nunca había intentado besarlo como ahora.
Para el colmo había respondido y descubrir cuanto le había gustado lo estaba dejando perplejo.
"Es una mujer atractiva, es normal"
Se repetía mentalmente una y otra vez, tratando de que aquella idea entrará en su cabeza cuando parte de ella le decía que no era esa la única razón.
No era un monje ya había interactuado con mujeres antes, no era algo serio pero ahora sintió de verdad ganas de salir huyendo.
No paraba de repetir en su mente el beso y el rostro angustiado de la chica cuando se despidió de ella.
Debía disculparse por aprovecharse de la situación, se dijo, pero ¿Cómo diablos haría eso?
Esperaba no avergonzarla tanto pero debía decirle la verdad si ella le encaraba. Mitsuri inicio el acto en un impulso que podría deber solo al alcohol.
Pero ¿Cómo explicaría él su respuesta?
Mitsuri tenia muchas cualidades que siempre repasaba en su cabeza por lo que era normal sentirse atraido, era natural que cualquiera se enamorara de ella y...
Cuando ese pensamiento cruzó su cabeza se paralizó. Ya había llegado a su habitación y con una expresión sombría entro al lugar.
Decidió al fin tomar una ducha fría y luego se acostó en su futon.
Comenzó a enumerar de nuevo todas sus reacciones pasadas como por qué la seguía a menudo cuando quería alejarse de él o porque sentía cosas extrañas al verla muy familiarizada con otros hombres o como deseaba protegerla de todo.
Miro el techo de su habitación frunciendo el ceño tratando de negar lo que acababa de describir.
Llevo una mano a su rostro cerrando sus ojos solo imaginando a Mitsuri sonriendo para él.
Suspiro derrotado al repasar una y otra vez los pro y los contra de verse enamorado de una mujer por primera vez.
Chapter 12: capitulo 12
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Levantarse fue un verdadero martirio al buscar a tientas el teléfono móvil y darse cuenta que apenas eran las seis de la mañana. Le había resultado difícil conciliar el sueño por lo que calculaba haber dormido solo un par de horas.
Su hombro derecho dolía debido a su imprudencia de la noche anterior.
Tomo la sábana de su futon y la llevó a su rostro cubriendo su rostro y sintiendo ganas de gritar al recordar lo que había hecho. No estaba tan ebria para no darse cuenta de que se había arrojado a los brazos de Kyojuro recordando el tacto suave de sus labios. Era cierto que la bebida la había armado de valor al nublar su juicio pero podía recordar la mayoría de su conversación.
Recordar cómo lo había besado, abrazado y como el chico había respondido con entusiasmo era algo que hubiese sido perfecto sino recordara también como el rostro del chico se había transformado de placer a incomodidad y se había alejado de ella como la peste.
Se dijo mentalmente que había arruinado su amistad de esa forma, el que él haya respondido a su beso pudo haber sido producto de debilidad o incluso el pudo haberse relajado igual por haber tomado licor aunque eso sería una verdadera hazaña ya que Kyojuro nunca bebida de más.
"¿Le habría gustado un poco?" se preguntó mentalmente al desear que aquella respuesta de él fuese verdadera.
A su mente vino el recuerdo que tras ese accidente había regresado con Tomioka y Shinobu quien se había separada un poco del chico tras estarlo regañando por algo y se había acercado a ella con preocupación.
"¿Es que ha ocurrido algo?"
No supo que expresión había puesto pero se había echado a llorar abrazando a la chica mientras el pelinegro les miraba sin entender.
"¿No has dicho que debes ir a dormir?"
Mitsuri había notado como el chico fruncía el ceño levemente antes las palabras de Shinobu y como al pasar a su lado había murmurado "Esta conversación no ha terminado"
Mitsuri pensó que aquello podría haber sido un producto de su imaginación al notar el intenso color rojo de sus mejillas mientras asentia al hombre a quien miraba con cierto nerviosismo.
Recordó permanecer en silencio hasta que Shinobu la interrogo haciéndola hablar. No dijo palabra alguna solamente la escucho hasta que se desahogó y decidio acompañarla a su habitación asegurándole que todo se arreglaría.
Le dolía la cabeza y no hacia falta un espejo para darse cuenta que probablemente estaría despeinada y ojerosa.
Decidió ponerse de pie, ir la baño para cepillar sus dientes y lavar su rostro. Por lo menos tendría que verse presentable antes de su partida.
Lo había decidido en cuestión de segundos, se iría ahora mismo y lo más probable es que tendría que irse del país lo más pronto posible.
Miro su reflejo con tristeza imaginando algún día regresar y volver a ver a Kyojuro en mejores términos. Iba a perder a la persona más importante para ella.
Era una joven adulta y debía comportarse a la altura.
Lo mejor era marcharse ahora y luego podría explicar por teléfono alguna tontería que esperaba que creyesen.
Lastimosamente su estómago hablo primero por ella. Había amanecido con más apetito de lo normal por lo que empacó las pocas pertenencias rápidamente y salió de ahí no son antes cepillar un poco su cabello.
Salió sigilosa de la habitación, cargando su pequeña maleta deportiva en su hombro sano e intento escabullirse del pasillo.
Una extraña sensación la embargo al voltearse y ver de lejos la entrada del dojo estando tan cerca de la salida, presionó con fuerza la mochila y decidió acercarse nuevamente para dar una última mirada al sitio que fue su hogar por un año.
En ese dojo había empezado todo y era el mismo lugar en el cual todo acabaría. Miró con nostalgia las instalaciones siendo agradecida de sus recuerdos. Una leve sonrisa se formó en sus labios.
Se paró justo en la entrada y pudo ver a los lejos a Kyojuro quien estaba de espaldas, parecía reorganizar las armaduras de entrenamiento.
Sintió sus piernas débiles y su labio inferior tembló. Una Parte de ella solo quería huir de ahí y no hablar más del tema pero otra... una que deseaba dar un último adiós le obligó a hablar
-Buenos...días...-murmuro haciendo que el chico arrojase un casco que tenía en sus manos como si se hubiese asustado de escucharla. Por lo general jamás podía sorprenderlo o asustarlo, aquello le pareció extraño
Debía estar muy distraido para no sentir la presencia de alguien más tras él.
-Buenos días Mitsuri - exclamó en un tono neutral sin girarse a ella
-Y-Yo... quería... - presiono su bolso y le miro totalmente ruborizada agradeciendo que no podía verlo directamente -Yo... creo que me iré ahora mismo...
Se sorprendió que el sujeto se detuvo por unos segundos para luego seguir con sus quehaceres.
-¿Irás a tu casa? ¿Te sientes bien?
-¡Si! - dijo rápidamente sintiendo la tensión del lugar.- Yo… Kyojuro…
-Quiero disculparme - dijo rápidamente sorprendiéndola - ayer probablemente yo...
-¡Yo soy la que necesita disculparse! – le interrumpió - estaba... No debí haber bebido así...
-Supongo que no recuerdas todo – Preguntó con cautela girándose a ella sonriendo aliviado y tan amable de nuevo como si nada pasara.
Mitsuri no pudo sonreír, no pudo hacerlo está vez, estaba cansada de posponer algo que de verdad quería. Frunció el ceño y sintió su cuerpo temblar por lo que estaba a punto de decir
-M-Me disculpo por mi comportamiento ¡Pero no me arrepiento! - dijo inclinándose respetuosamente como si se lo dijese a su maestro y no al chico que le gustaba.
Era una tonta, se dijo, ni siquiera actuaba como una chica normal.
Al no escuchar respuesta levantó su vista encontrándose de nuevo con la espalda de Kyojuro quien se había girado para volver a sus asuntos.
-Solo fue un error Mitsuri, no te preocupes.
-¿Un error? - repitió anonadada para luego fruncir el ceño - ¡Te dije que no me arrepiento!
-Mitsuri... - suspiro como si estuviese fastidiado con todo esto haciéndola avergonzar.
La pelirosa presiono su puño y le arrojó con todas sus fuerzas la bolsa que cargaba consigo.
Kyojuro lo detecto rápidamente haciéndose a un lado para esquivar el golpe girandose para ver justo el momento en que ella se acercaba furiosa.
Tomo una de las espadas de bambú del piso e intento golpearlo haciendo que Kyojuro se alejara impresionado por su actitud.
-¿Qué estás...?
Mitsuri volvió a dar una estocada con su brazo izquierdo haciendo que el chico tomase una de las armas de madera para contrarrestar el golpe.
-¿Eres ambidiestra? - pregunto con un brillo extraño en su ojos.
Mitsuri no respondió de nuevo solamente se enfureció y comenzó a golpear con mayor fuerza haciéndolo retroceder.
-¡Eres impresionante! - exclamó con entusiasmo esquivando cada golpe como si estuviese jugando - me avergüenza saber que nunca detecte esa cualidad.
-¡Es porque no la tengo! - grito molesta - ¡Solo tome la espada para partirla en dos sobre tu cabeza!
La verdad es que Mitsuri se sorprendió un poco luego de su impulso. Vestirse y arreglarse le había costado mucho con su brazo izquierdo pero estaba tomando aquella arma como si nada.
Decidió dejar esos pensamiento a un lado, solo quería vencerlo.
-¡Quiero mi prueba de fuerza! - exclamó.
-Es un desventaja en tu estado - dijo al detener otro de sus ataques.
-¡No me tomas enserio!
- Siempre lo eh hecho - exclamo está vez respondiendo y haciendo que Mitsuri concentrará su fuerza en el brazo.
-¡Probaré que sigo siendo más fuerte y me largare para siempre! - soltó enfurecida sorprendiéndose cuando tras su expresión de asombro el rubio comenzó atacar enserio.
Pudo esquivar ciertas estocadas agradeciendo su flexibilidad y enfureciéndose que Kyojuro intencionalmente no atacara la parte derecha de su cuerpo.
-No tengas compasión y pelea enserio.
- Lo estoy haciendo - le dijo con más seriedad - peleó tratando de respetar tus limites, dices que es tu primera vez tomando el arma con el brazo contrario pero lo estás haciendo maravillosamente aunque siempre tienes una mala técnica de pies.
Maldita sea su honor, se dijo ya que era una de las cosas que la habían hecho enamorarse de él.
-Me iré de aquí -. Repitió en medio de su enojo - y ya no tendrás que lidear con los errores.
-¡No eh dicho que eres uno!
-Hablo del beso - dijo sintiendo que estaba mandando al diablo su vergüenza - ¡Me respondiste! - le acuso viendo como la cara de su maestro enrojecía un poco. No sabía si era solo era el esfuerzo de sus movimientos.
Intento una estocada más inclinadose un poco para que el ataque de él pasará sobre ella mientras decidió pasar su espada hacia su mano lesionada para sorprenderlo por lo que esté al detectarlo con sorpresa giro su espada hacia el costado para golpear justo el antebrazo derecho y haciendo que la chica arrojase el arma y cállese de rodillas debido al dolor intenso.
-¡Mitsuri! - le escucho acercarse pero ella sostuvo su brazo con la otra mano y le miro agitada.
-No eres tan honorable después de todo. Al ver qué te ganaría decidiste atacar justo mi brazo lesionado - le acuso haciendo que Kyojuro comenzase a fruncir el ceño.
Sintió unas increíbles ganas de llorar por lo que se giró e inclino su cabeza pero detuvo la salida de estás cuando el chico se puso de rodillas abrazándola desde atrás hundiendo su rostro en su hombro izquierdo.
-Solo tú puedes creer que todo lo que hago es honorable - susurro sintiendo su aliento en el cuello. Se había paralizado debido a agarre que el chico tenía en su cintura atrayéndola a él.- te vencí de todas formas. Tendrás que quedarte acá.
-¿Q-Que? - pregunto con nerviosismo y con un tono más bajo.
El chico permaneció en silencio por varios segundos y el suspiro que escucho parecía de resignación.
-No quiero que te vayas, quiero que te quedes conmigo.
Mitsuri no supo cuántas veces había fantaseado con esas palabras por parte de él pero debido a su experiencia anterior de seguro estaba confundiendo sus palabras.
Quiso alejarse de él pero la sostuvo con más fuerza pegada a su pecho.
-¿Es otro juego? - pregunto directamente intentando de nuevo soltarse sin lograrlo - es mejor que me dejes ir o usaré la fuerza.
Le escucho reír por lo bajo y un escalofrío la atacó cunado el chico se acercó a su oído
-Mitsuri - murmuró- quiero ver lo logres. Me subestimas demasiado.
-S-Soy más fuerte que tú - respondió ruborizada al sentirse demasiado bien cerca de él.
-No cuentas con toda tu fuerza ahora mismo y pediste un combate del cual ya estas cansada, si me lo propongo puedo derrotarte de nuevo.
-Eso... no es justo - exclamó.
-Querías encontrar un hombre más fuerte que tú, yo lo soy, promete quedarte y te soltaré.
-¿Qué estás diciendo?
-Ya me escuchaste - dijo en tono más severo.- quiero que te quedes conmigo.
-¿Es un especie de broma? - pregunto sintiendo temor por comenzar a ilusionarse.- Hace unos minutos parecía no importarte que me fuera.
-Dijiste que ibas a tu casa – acuso.
- ¡Mi intención es marcharme del país!
-Nunca eh dicho que no me importa que te vayas.
-¡Pues eso parece! a-ademas la gente no cambia rápidamente
-¡Yo no soy como los demás! – Dijo ajustando su agarre – Debes quedarte aquí.
-¿Por qué debería?
-¿Por qué demonios crees?
-¡No hay razón suficiente…!
-Tú me amas.
- Ni siquiera crees que te amo – intento separarse con todas sus fuerzas sorprendiéndolo cuando noto que su agarre estaba cediendo debido a la fuerza que estaba ejerciendo.
-¡Te lastimaras el hombro si sigues asi!
-¡No me importa! – dijo derramando lagrimas - ¡Eres un tonto!
- Creo que te amo- dijo tan rápido deteniendo sus sollozos.
-¿Qué tu qué?
- Ya me escuchaste- murmuro hundiendo su rostro en su cuello.
Mitsuri permaneció sin habla durante varios segundos ¿aquello sería un engaño? Quería girar y ver su rostro pero el agarre de Kyojuro se había vuelto más fuerte y el aliento en su cuello estaba mandando escalofríos en su espina dorsal. Entonces dijo lo primero que vino a su mente.
-¿Estas ebrio?
De todas las frases que de seguro el rubio esperaba suponía que había sido la respuesta más extraña al escucharlo reír.
- ¿No me crees?
-¡Por supuesto que no! - soltó con sinceridad logrando que el chico volviese a reír mientras la sujetaba más firmemente a el
- Supongo que me lo merezco…no importa, haré que algún día lo hagas.
:::::::::::::
-¿Cómo lo sientes ahora? - el hombre de bata blanca levantaba el brazo de Mitsuri de arriba abajo mientras está negaba ante cada pregunta relacionado al movimiento y dolor - vaya, parece que ha sanado muy bien.
Un alivio lo embargo al escucharlo. Después de todo hace dos semanas había lastimado ese mismo brazo debido a su pelea con la pelirosa sin mencionar que parte de el se impresionaba por como el cuerpo suave de la chica era capaz de aguantar su fuerza.
Hacerla ceder fue un verdadero reto ya que debió ser firme aunque una parte de el se sentía culpable sabiendo su lesión.
Recordó con vergüenza haber repetido aquellas palabras tantas veces hasta que la chica comenzó a desistir y darle el beneficio de la duda.
El médico felicitaba el progreso de recuperación mientras Mitsuri le miraba agradecida haciendo que no pudiese evitar observarla cuando sonreía o hacia alguna especie de gesto.
Aclaro su garganta al verse de nuevo cautivado por la chica.
-¡Muy bien! - dijo el hombre sonriendo - pueden volver a su actividades cotidianas. Es bueno saber que has cuidado muy bien de tu esposa.
Kyojuro río y se inclinó en señal de gracias sabiendo que Mitsuri prácticamente estaba roja ante sus palabras lo cual le parecía divertido.
Al principio nunca negaba lo que las personas suponían debido a lo graciosa de la chica pero luego comprendió que no le desagradaba para nada la idea y más ahora que indirectamente tenían una relación.
Es esta ocasión debía echarse parte de culpa ya que no podía ser abierto con sus sentimiento pero intentaba dar alguna muestra de afecto para que la chica se sintiera más segura. Sea lo que fuese ella lo aceptaba con gusto y parecía tratar de comprender lo que él no podía expresar con palabras.
Salieron de ahí después de unos minutos notando que ella miraba insistentemente su mano por lo que decidió tomar la suya y entrelazar sus dedos sorprendiéndola.
Había cosas que él debía iniciar sabiendo la timidez de Mitsuri.
A la salida del hospital pudo ver a Senjuro quien los esperaba sonriente.
-¿Todo está bien?- preguntó el chico.
-Estoy completamente sana – respondió en tono alegre.
-¿Porque tardaron tanto?
-El doctor nos entretuvo con su charla de planificación familiar - Rengoku río recordando la cara de la chica.
-¡K-Kyojuro! - llamo su atención ruborizada hasta la raíz de su cabello.
- ¡Qué bien! - sonrió su hermano menor con cierta inocencia - si tienen un hijo cuando menos podrá encargarse del dojo.
El comentario le había sorprendido solo un poco, sabía que su hermano desde hace mucho había decidió optar por otro camino el cual él quiso respetar, pero no pudo evitar reírse un poco por lo agobiada que se miraba Mitsuri.
-Bueno, todo es que Mitsuri así lo quiera – Bromeó poniendo la mano en los cabellos de su pequeño hermano tratando con esto de dar por terminado el tema.
Senjuro sonrió y se apresuró a caminar junto a ellos de regreso a casa.
-Señorita Mitsuri ¿Qué le parece la idea?
-¡Q-Quiero cinco hijos! - le escucho dirigirse a Senjuro con su rostro ruborizado mirándole con completa seguridad haciendo que el niño asintiese inocentemente ante su idea.
La afirmación lo dejo sin palabras por lo que desvió su mirada al sentir su cara tibia.
Mitsuri sería su muerte algún día.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Notes:
Hola! Antes que nada MUCHISIMAS GRACIAS POR LEERME , se que esta historia daba para mucho mas, pero era mas bien un proyecto prueba es decir, me gusta que me den opiniones de mi forma de escribir y me gusta sus criticas pero tenia miedo de encontrar haters de esta pareja y me hubiese desanimado seguir escribiendo por lo que lo hice corto.
Ahora se que habemos muchas que adoramos a estos dos y me siento segura de seguir publicando mis fics de ellos que en total serán unos tres mas.
El otro que estoy haciendo siempre es universo alterno espero que deseen leerlo y en esa si pondré lemon jejej asi que tratare de escribir lo menos vulgar posible.
Puede ser que mas adelante haqa un one shot continuación de esta historia o hasta un epilogo.
Espero que al dejar inconclusa muchas cosas, esta idea subliminal les haya dado ganas de escribir de estos dos y se animen a hacerlo (muerdan el anzuelo)

Pages Navigation
jeni363 on Chapter 1 Wed 23 Feb 2022 04:23PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 1 Wed 23 Feb 2022 04:25PM UTC
Comment Actions
DahliaNoir on Chapter 2 Thu 24 Feb 2022 06:45AM UTC
Comment Actions
DahliaNoir on Chapter 2 Wed 20 Apr 2022 08:12AM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 2 Wed 20 Apr 2022 02:31PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 3 Sun 26 Dec 2021 06:09PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 3 Tue 28 Dec 2021 02:05AM UTC
Comment Actions
DahliaNoir on Chapter 3 Thu 24 Feb 2022 06:57AM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 3 Thu 24 Feb 2022 02:58PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 6 Fri 14 Jan 2022 06:34PM UTC
Comment Actions
DahliaNoir on Chapter 6 Thu 24 Feb 2022 07:45AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 7 Thu 20 Jan 2022 02:08PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 7 Thu 20 Jan 2022 02:13PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 7 Sat 22 Jan 2022 12:02PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 8 Sat 29 Jan 2022 09:45PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 8 Sun 30 Jan 2022 04:08AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 8 Sun 30 Jan 2022 07:25PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 8 Sun 30 Jan 2022 07:27PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 8 Sun 30 Jan 2022 11:21PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 8 Mon 31 Jan 2022 01:12PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 8 Tue 01 Feb 2022 03:19AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 9 Tue 01 Feb 2022 07:09AM UTC
Comment Actions
Raskreyla on Chapter 9 Thu 03 Feb 2022 01:07AM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 9 Tue 08 Feb 2022 02:26AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 9 Mon 07 Feb 2022 07:22PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 9 Tue 08 Feb 2022 02:25AM UTC
Comment Actions
Raskreyla on Chapter 10 Tue 08 Feb 2022 04:33PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 10 Tue 08 Feb 2022 04:38PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 10 Tue 08 Feb 2022 07:47PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 10 Tue 08 Feb 2022 08:30PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 10 Wed 09 Feb 2022 12:56AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 11 Mon 14 Feb 2022 07:47PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 11 Mon 14 Feb 2022 07:53PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 11 Tue 15 Feb 2022 11:18PM UTC
Comment Actions
Raskreyla on Chapter 11 Wed 16 Feb 2022 12:28AM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 11 Wed 16 Feb 2022 12:38AM UTC
Comment Actions
Anid_Blackwood on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 01:26AM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 05:13AM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 12:51PM UTC
Comment Actions
Ana (Guest) on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 12:52PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 01:34PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 12 Sun 20 Feb 2022 01:34PM UTC
Comment Actions
Florencia (Guest) on Chapter 12 Tue 22 Feb 2022 07:26PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 12 Tue 22 Feb 2022 09:02PM UTC
Comment Actions
Elizabeth (Guest) on Chapter 12 Tue 22 Feb 2022 07:28PM UTC
Comment Actions
Ireyamichii on Chapter 12 Tue 22 Feb 2022 09:00PM UTC
Comment Actions
Pages Navigation