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El teléfono rosa

Summary:

Como es un tonto que olvidó cargar su teléfono, Yoongi utiliza el cargador de los teléfonos de exposición en una Apple Store. Para distraerse, empieza a jugar a uno de los juegos del teléfono, y encuentra un mensaje muy interesante que decide responder.

Cuando tiene que volver a hacer lo mismo porque nunca deja de ser un tonto, descubre que alguien respondió a su mensaje, y así comienza una relación fantástica a través de un juego.

O un día tuve una epifanía en una Apple Store porque yo también soy imbécil y pensé que esto podría ser bonito.

Notes:

La historia fue escrita originalmente en inglés, y decidí traducirla al español para hacerla llegar a más gente. ¡Espero que lo disfruten!

Work Text:

A Yoongi se le está acabando la batería. No se puede dar el lujo de desaparecer de la conversación que está ocurriendo en ese momento con su potencial jefe, así que corre las dos cuadras que lo separan de la Tienda Apple, donde desconecta sin miramientos uno de los nuevos iPhones en exhibición y conecta el suyo. Mientras espera que se cargue la batería y las respuestas de su futuro empleador, comienza a revisar el iPhone que acaba de desconectar. Es mucho más ligero en comparación con el suyo, de un hermoso color rosa; no es uno que él hubiese elegido, y luce mucho menos manoseado que los otros. Revisa las aplicaciones del teléfono y encuentra en la última página un juego. Es bastante simple, debe mantener al esquiador deslizándose por el desierto, hacerlo saltar lejos de las rocas, haciendo saltos atrás y coleccionando estrellas. De pronto se ve completamente dedicado al juego, murmurando palabrotas cada vez que pierde y debe comenzar de nuevo. Un pensamiento aparece de repente: “De verdad necesito un empleo si esto me está haciendo tan feliz en este momento.”

Cuando alcanza el siguiente nivel, el juego le pide poner su nombre. Va a utilizar su alias de rapero cuando ve lo que el jugador anterior puso como nombre: “Eres valioso”. Muy profundo para un juego de teléfono, pero Yoongi decide que no es importante; por nombre pone: “Por supuesto que eres valioso, yo también soy valioso! Valgo al menos un billón de won ;)” La alerta de un mensaje desde su propio teléfono lo distrae y la conversación pronto le hace olvidar el iPhone rosa. Se va de la tienda con 56% de batería y un nuevo empleo.

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Va super tarde, pero su teléfono está completamente muerto. ¿Qué idiota se va a dormir y no enchufa su teléfono? Yoongi, el estúpido, es ese idiota. Caminando rápidamente por las calles mientras se maldice a sí mismo le hace llegar inconscientemente a la tienda Apple de nuevo. Suspira. Tendrá que arriesgarse a llegar tarde, porque necesita batería para pagar cosas, como su almuerzo y el metro, aunque también necesita el trabajo para al que va a llegar tarde. Sin muchas más opciones, entra de nuevo en la tienda, como hizo tres días atrás, sorprendido de que esté abierta tan temprano. Recuerda el juego que jugó la última vez y busca inmediatamente el teléfono rosa de la esquina. Mientras su teléfono se carga, encuentra el juego y descubre que alguien había pasado del nivel 27 al 30. Juega hasta que supera el nivel, y en su lugar aparece el nombre que dejó el jugador anterior: "¿Un billón ganado? Creo que te estás pasando. Intenta no g" Y se cortó justo ahí. Yoongi supone que la persona se quedó sin espacio y le dio a guardar antes de darse cuenta. Escribe: "(Insertar frase ingeniosa de una canción) Intenta no subir demasiados niveles, estoy deseando llegar al nivel 33" Sonríe y sigue fallando en el juego para que su mensaje quede ahí. Se pregunta brevemente si el jugador anterior es la misma persona, o si es una persona diferente cada vez. Se da cuenta de que su teléfono alcanzó el 20% y ya como ya va quince minutos tarde, sale corriendo.
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Seokjin despide a los últimos empleados de la tienda, cierra las puertas de cristal y se retira a su oficina. Namjoon, el otro gerente, está terminando el papeleo administrativo.

- Hyung, ¿Jimin y Jungkook se acordaron de apagar todas las máquinas?

- No, lo haré ahora mismo.

- ¿Por qué se siguen olvidando? ¡Ese es su trabajo! Hablaré con ellos mañana.

- No hay necesidad, Joon, no me importa hacerlo. Trabajan duro en sus turnos, no les eches la culpa por algún olvido.

- Muy bien, ve a hacer eso entonces, mientras termino esto para que podamos irnos.

- Ok, ok.

Empieza con todos los ordenadores y iPads. Los relojes no valen su tiempo, están hechos para estar encendidos todo el tiempo. Luego va apagando teléfono por teléfono, dejando el rosa para el final. Lo mira fijamente, con una pequeña sonrisa en los labios. Abre el juego y juega el nivel 30 hasta que lo supera y ve el mensaje. Su sonrisa se ensancha. Escribe primero "Preferiría que dejaras el nombre de la canción". Después de superar el siguiente nivel, escribe "Te dejaré esta canción": Greek Song/Rufus Wainwright", una canción que se le quedó grabada en la cabeza durante un mes. En el siguiente nivel escribe "Seré misericordioso y te dejaré los siguientes niveles hasta que escuches la canción". Oye que Namjoon lo llama, apaga el teléfono y se va.

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Yoongi empieza a pensar que su cerebro se olvida a propósito de enchufar el teléfono para tener que pasarse por la tienda a cargarlo de camino al trabajo. Menos mal que su nuevo jefe es comprensivo. Jung Hoseok valora su forma de componer, así que le perdona algunos retrasos. Y aunque este nuevo trabajo es el trabajo de sus sueños - escribir canciones y producirlas para ganarse la vida- mejorando su modo de vida diez veces, sus mejores momentos son en la tienda, esperando a que su teléfono se cargue. Jugando seriamente sólo para poder ver los mensajes dejados por el otro jugador y para dejar sus propios mensajes. Se siente bien cada vez que entra en la tienda para jugar y escribir una vez más. Y el universo está de acuerdo con él, porque sigue perdiendo su cargador en casa, y la cuarta vez en la misma semana que compró un cargador nuevo en la tienda, el super atractivo empleado que siempre le atiende lo reconoció y se burló de él por perder sus cargadores. Yoongi sólo sonrió tímidamente, sintiendo cómo sus orejas y su cuello se ponían rojos por la atención. Decidió ir a otra tienda a comprar un cargador la próxima vez que lo perdiera, pero cuando llegó ese momento -dos días después de comprar el último- decidió no gastar más dinero en ello. Simplemente se rindió a su suerte y siguió cargando su teléfono en la tienda. Cuando Yoongi le explicó a su jefe lo que había pasado en la tienda mientras esperaba a que se cargara su teléfono, estalló en carcajadas estridentes.

- Quizá deberías intentar conocer a esta misteriosa persona en la vida real. De todas formas, el universo parece empeñado en que se conozcan.

Yoongi se lo pensó seriamente. Lleva casi dos semanas entrando en la tienda. Los niveles en el teléfono son cada vez menos cada vez que juega. Sólo hay 100 niveles. Están en el nivel 63. Han intercambiado canciones, nombres de libros, chistes, algo de sabiduría, pero nunca nombres. Ni siquiera sabe si la persona es un hombre o una mujer. ¿Y si era un niño de 12 años jugando? No, no podía ser, ningún niño de doce años es tan sabio y divertido. De lo que está completamente seguro es de que hace mucho tiempo que no siente tantas ganas de hacer algo aparte de componer canciones. Desea activamente esos viajes a la tienda, esas conversaciones a través de muy pocos caracteres. Es peor que tener una conversación en Twitter en los primeros días. Necesita más información y conocer a esa persona, pero aún tiene sus dudas. Cuando le pregunta a Taehyung, su mejor amigo, qué piensa de todo aquello, éste lo miró muy serio.

- Esa persona parece el amor de tu vida. Pide conocer a esa persona, hyung. Has estado soltero demasiado tiempo.

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Terminar el nivel 70 hace muy feliz a Seokjin. Es el nivel más difícil hasta el momento y sabe que la persona con la que está jugando no podrá superarlo en dos días enteros. Escribe en el mensaje "Lo hice por nosotros y ahora estoy muy feliz". En el siguiente nivel escribe "Mi vida es muy triste si soy muy feliz por un juego de teléfono y nada más". Duda antes de darle al botón de "guardar". Es un mensaje un poco personal y, de alguna manera, un poco espeluznante. No conoce a esa persona. Y aunque se muere por conocer a esa persona, tiene miedo, por eso rechazó la oferta de Namjoon de ver las cámaras de seguridad y averiguar la identidad del misterioso jugador. ¿Y si es un impresentable? ¿O una mujer? No le importaba hacer un nuevo amigo, pero estaba desarrollando sentimientos por esta persona. Si era una mujer, consideraría que el universo era demasiado cruel. Decidió no hacer nada al respecto, que no le importe una mierda, así que pulsa el botón de guardar. De todos modos, está acostumbrado a la soledad. No sabría qué hacer con una relación.

Pero sus amigos Jimin y Jungkook no podían quedarse mirando como su amigo era feliz solo por un juego de teléfono. Así que decidieron acechar el teléfono rosa después de que Seokjin lo usara al final de la tarde. Pero nadie más fue a tocar el teléfono rosa. Estaban un poco decepcionados. Hablaron con Namjoon para que comprobara las cámaras de seguridad, pero se negó porque Seokjin se empeñó en NO hacerlo. Así que tuvieron que esperar hasta el día siguiente.

Jimin y Jungkook fueron a un bar al final de su turno, despidiéndose de Namjoon, que se iba a casa con su familia, y de Seokjin, que se negó a ir con ellos alegando un dolor de cabeza. Estaban bebiendo cervezas y bromeando cuando Jimin vio una cara familiar en el mostrador del bar.

- ¡Tae! - gritó, haciéndole señas para que se acercara.

El hombre se dio la vuelta y su cara se dividió en una gran sonrisa. Se acercó a la mesa.

- ¡Jiminie!

- ¿Cómo estás, amigo mío?

- Muy bien. Acabo de llegar huyendo de mi compañero de piso.

- Oh, ¿por qué, está siendo un idiota?

- No, es mi mejor amigo, pero está enfurruñado por nada. Es como si disfrutara del sufrimiento.

Le dieron una mirada comprensiva.

- Sabemos lo que quieres decir - Jimin señaló a Jungkook y a sí mismo - Tenemos un compañero de trabajo que simplemente se niega a ser feliz.

-Tal vez sea una epidemia -dijo Tae y todos se rieron. Jungkook entonces le preguntó sobre su trabajo y pasaron a una conversación fácil y divertida.

Diez cervezas después, estaban apenas borrachos pero muy felices y sinceros.

- Háblame de tu compañero de piso, Tae. ¿Por qué se niega a ser feliz?

- Oh, bueno, él está casi enamorado de esta misteriosa persona que conoció a través de un juego, pero a pesar de que se muere por conocerle, se niega, diciendo que tiene miedo de lo que viene después.

- Oh Dios mío Tae, eso suena terriblemente familiar.

- ¿De verdad?

- ¡Sí! - dijo Jungkook - nuestro compañero de trabajo está pasando básicamente por lo mismo. Insistimos en que conociera a su misteriosa persona en la vida real pero se niega.

- ¿Cuál es el nombre de tu compañero de cuarto?

- Yoongi - dijo Tae - ¿Cuál es el nombre de tu compañero de trabajo?

- Seokjin. Es el gerente de la tienda donde trabajamos. Él podría saber quién es esta persona con sólo mirar las cámaras de seguridad, pero sigue diciendo que no y el otro gerente se niega a buscar por nosotros hasta que Seokjin acceda a hacerlo. Así que ni siquiera podemos entrometernos encontrando a esa persona por él.

- ¿Dónde está la tienda en la que trabajas?

Cuando Jungkook responde, Tae se tapa la boca abierta por la sorpresa.

- Oh dios mío, creo que hemos resuelto este caso.

- ¿De qué color es el teléfono con el que juega tu compañero de piso? - pregunta Jimin.

- Rosa.

 

Ahora son Jimin y Jungkook los que se miran con la boca abierta. Tae da un golpe en la mesa y los sobresalta.

 

- ¡Tenemos que hacer que se conozcan! Lo siento, pero mi compañero de piso y mejor amigo del mundo entero necesita conocer a su alma gemela.

- Ok, pero tenemos que confirmar que son ellos los que se han estado hablando. ¿Puedes venir a la tienda a la hora del almuerzo para convencer a Namjoon de que nos deje ver las cámaras de seguridad?

- ¡Claro que sí!

Al día siguiente, Yoongi va a la tienda, como de costumbre. Sólo hay un hombre alto y larguirucho con hoyuelos en el mostrador, como siempre, leyendo su interminable libro. La tienda está vacía excepto por ellos dos. Se acerca al teléfono rosa, enchufa el suyo, sobrepasa el nivel y ve el mensaje.

"Mi vida es muy triste si soy feliz por un juego de teléfono y nada más"

Yoongi siente algo en el pecho. Se siente cálido y tonto al mismo tiempo. ¿Cómo puede sentir cariño por alguien a quien nunca ha visto ni oído? Escribe: "Yo también soy feliz en mi triste vida por este juego de teléfono" Sigue jugando, y supera otro nivel más. Se siente vacío de palabras por primera vez en su vida. ¿Qué puede decir? Está aterrorizado. Decide dar un paso menos aterrador. "Me encantan las brochetas de cordero. ¿Y a ti?"

No puede quedarse ni un minuto más y se va con solo un 10% de batería.

Cuando Seokjin llega a la tienda veinte minutos después, tras fichar va directo al teléfono rosa. Lee los dos mensajes y se siente cálido por dentro y un poco tonto. Piensa brevemente en poner el teléfono rosa fuera de servicio, detener la tontería, pero su corazón idiota no se lo permite. Escribe " Me encanta la comida en general, me considero un foodie" "Pero el estofado de kimchi es mi favorito para comer y cocinar" Antes de que pueda terminar el siguiente nivel para escribir el siguiente mensaje, entran cuatro clientes y tiene que volver al trabajo.

Durante la hora del almuerzo, Jimin y Jungkook llevan a Taehyung a escondidas a la tienda. Después de cuidadosos lloriqueos y llantos, convencen a Namjoon para que compruebe las cámaras de seguridad. Dejaron a Seokjin en la entrada de la tienda, y comprobaron todas las veces que Seokjin jugó con el teléfono, y la gente antes que él. El único que jugó con el teléfono rosa además de Seokjin fue Yoongi, por supuesto. Les sorprendió que nadie más mostrara interés por el teléfono rosa, ni siquiera las colegialas que entraban a menudo a babearse por los jóvenes. Todos están emocionados, pero inseguros sobre cómo abordar el tema. Hacer que se conozcan en persona no era suficiente si no saben quién era el otro. Permanecieron dentro, planeando cuidadosamente sus próximos pasos.

Esa tarde Yoongi volvió a la tienda. Decidió que tenía que preguntar a los empleados cómo encontrar al misterioso jugador. Entra en la tienda y ve al guapo dependiente del otro día atendiendo toda la tienda él solo. Aunque no hay muchos clientes -con él incluido, sólo hay tres personas además del dependiente-, le parece un poco injusto. Se acerca al mostrador y vuelve a maravillarse ante la belleza del hombre que tiene delante. Pero no debe distraerse. Tose un poco para llamar la atención del hombre, concentrado en el ordenador que tiene delante. El hombre levanta la mirada y una sonrisa florece en su rostro.

- Hola. ¿De verdad has vuelto a perder el cargador o estás aquí por otra cosa? - dijo el hombre y Yoongi siente que se le calienta la cara.

- De hecho, he vuelto a perder el cargador, pero no he venido por eso.

El hombre se ríe y Yoongi no puede evitar sonreír de vuelta.

- Ok, entonces, dime, ¿qué puedo hacer por ti?

- Esto va a sonar absolutamente raro - dijo Yoongi - pero... verás... - Yoongi no sabe cómo continuar.

¿Qué va a pensar este guapo desconocido de él? Tal vez debería dejar de fantasear y tratar de conseguir a alguien real, como el Adonis que tiene delante. Pero algo dentro de él le grita que continúe, así que lo hace.

- Verás, hace un mes estaba teniendo una conversación importante en mi teléfono y me estaba quedando sin batería, así que vine aquí a cargar mi teléfono en los cargadores de los teléfonos de exposición. Y empecé a jugar con el teléfono rosa de la esquina -lo señala, y tanto él como el hombre miran por encima hacia el teléfono solitario- y vi un mensaje en el juego y respondí. Y tres días después tuve la misma emergencia, así que volví y la persona me respondió. En resumen, llevamos más de un mes comunicándonos a través del juego de ese teléfono y no iba a buscar a esa persona porque, qué tontería, ¿verdad? -el hombre le mira con expresión perpleja y Yoongi empieza a perder el coraje- Estar tan interesado en un completo desconocido al que apenas has conocido en un juego de teléfono, pero realmente siento que necesito conocer a esa persona porque me estoy volviendo loco. Así que, para llegar al fondo de esto, porque mientras hablo me doy cuenta de lo raro que suena, ¿es posible comprobar las cámaras de seguridad para ver quién ha estado jugando a ese juego conmigo?

El hombre le mira, todavía con esa expresión perpleja en la cara. Yoongi se da cuenta de que el cuello del empieza a ponerse muy rojo, y el enrojecimiento se extiende a toda su cara en cuestión de segundos. El hombre parece darse cuenta y sacude la cabeza.

- ¿Cómo te llamas? - pregunta.

- Min Yoongi.

- Encantado de conocerte, Yoongi - dice el hombre, tendiéndole la mano. Yoongi la coge, sin saber qué está pasando. - Me llamo Kim Seokjin, y me encantaría invitarte alguna vez a comer brochetas de cordero.

Yoongi abre la boca, con la mano aún en la de Seokjin, y la cierra. Seokjin sigue muy rojo y Yoongi nota su propio enrojecimiento en forma de una sensación imposiblemente cálida. Vuelve a toser.

- ¿Perdona?

- Verás... - dice Seokjin - Estaba súper estresado un día, porque un amigo me estaba echando mierda sobre que la gente bisexual no existe, y vi el nuevo teléfono rosa y empecé a jugar con él y cuando llegué al nivel en el que podía poner mi nombre, decidí dejar ese mensaje, para mí, de que soy válido. Y cuando pensé que debía cambiarlo por cualquier otra cosa alentadora y empezar algún tipo de movimiento, vi que tú habías respondido así que... resumiendo, aquí estamos.

Seokjin suelta la mano de Yoongi al no obtener respuesta del hombre.

- Yo tampoco iba a buscarte - dice Seokjin en un susurro - Pero supongo que has venido a mí.

Yoongi sigue sin habla. Su único pensamiento coherente sale de su boca antes de que pueda detenerlo:

- Eres aún más guapo y sexy de lo que me atrevía a esperar.

Seokjin se ríe de nuevo, toda la tensión desapareciendo de sus hombros.

- Yo puedo decir lo mismo de ti, ¿sabes?

-Oh no, no. No. ¿Quizás deberíamos volver a hablar de esos pinchos de cordero?

Comienzan una conversación sencilla, sintiéndose cálidos y en paz, como cuando jugaban y se dejaban mensajes. Mientras Yoongi está inclinado sobre el mostrador y Seokjin juega con sus manos, los chicos salen de la sala de seguridad, con un plan sólido para que sus amigos se encuentren, pero están desconcertados y felices de ver que se encontraron sin ayuda.

Esa noche, cuando terminó el turno y Namjoon fue a apagar todos los equipos, el teléfono rosa no apareció por ninguna parte.