Chapter 1: Aclaraciones
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Aclaraciones
— Capítulos cortos.
— Fanfic sobre los cubitos, no los streamers.
— Omegaverse.
— Roier alfa y Spreen omega.
— Embarazo adolescente.
Chapter 2: I
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Spreen esperaba muchas cosas de su vida... Nada salió como él lo planeaba, absolutamente todo se salió de su control y tomó un camino que él no deseaba.
Desde niño, él creía que se presentaría como un alfa grande y fuerte igual que su papá Vegetta. Creía que tendría un aroma profundo a café como el de él y conseguiría a un lindo omega con el cual formaría una familia feliz como la suya.
Sin embargo en cuanto Spreen cumplió los 10 años, sus feromonas liberaron un olor a fresas, un aroma frutal más parecido al de su papá Rubius, ¿Por qué olía a frutas?
Bueno, el médico lo declaró dos días después.
Él es un omega.
Su vida entera cayó en pedazos, todo lo que él pensó que sería cambio drásticamente.
Ya no sería un alfa grande y fuerte... Ahora es un omega delgado, pequeño no, agradecía mucho los genes híbridos de su papá Rubius y sin importar su casta sería alto de todos modos.
Pero el punto aquí es que la vida decidió golpearlo al hacerlo omega.
Y no fue la única vez.
Los papás de Spreen tenían dos amigos que eran pareja.
Sus tíos Luzu y Quackity. Luzu era un beta y Quackity un omega, ellos dos tuvieron un hijo, un niño tonto llamado Roier.
Roier era "amigo" de Spreen, amigo solo por la amistad de sus padres. Para Spreen, Roier no era más que un chico tonto, escandaloso y en extremo fastidioso.
Durante años en la escuela, Spreen molestaba a Roier diciéndole que era tan tonto y debilucho que seguramente resultaría ser un omega.
Y la vida nuevamente lo jodió con ganas porque Roier terminó presentándose como un alfa solo dos semanas después de la presentación de Spreen.
Era raro que un niño de 10 años creyera en el karma, pero Spreen estaba convencido de que todo eso fue obra del karma por todo el bullying que le hizo a Roier durante dos años.
Y el karma siendo la perra que es, no se detuvo con eso, oh no. Al destino no le bastó con hacer a Spreen un omega y hacer del chico tonto de Roier un alfa, oh no, por supuesto que debía joderlo más.
Su pesadilla se hizo realidad cuando terminó dándose cuenta de que había caído rendido por el amor. Él se había enamorado de Roier, un amor que se sentía tan fuerte en su pecho que a veces creía que su corazón explotaría al ver a Roier o al oírlo reír, al mínimo roce entre ellos.
Un Spreen de 15 años terminó por aceptar aquello, estaba enamorado de Roier y su corazón no iba a dejarlo alejarse, él necesitaba estar con Roier, era casi como si todo su cuerpo lo estuviera obligando a estar a su lado, quería estar con él.
Spreen pensaba que como la vida lo odiaba, Roier terminaría enamorado de alguien más, sin embargo las cosas no fueron así. Parecía que por primera vez, la vida se apiadó de él, porque una tarde de primavera, Roier vino a él con un ramo de flores y un pequeño obsequio, un libro que Spreen llevaba meses buscando.
Roier lo estaba cortejando.
Spreen estaba encantado, por fin su vida iba en positivo.
Tenía una relación estable, sus padres aceptaron de maravilla a Roier y los padres de Roier lo aceptaron inmediatamente a él, iba bien en clases, estaba feliz.
Pero Spreen ya sabía que la vida es una mierda y la vida lo odia. Y por esos a sus 16 años se topó con una gran sorpresa...
— Van a ser abuelos— Spreen habló y la mirada de sus padres cambió de golpe.
— ¿Qué?...— Rubius habló.
— Y Roier me marcó— Dijo el joven omega.
— Je, je, je...— Roier sonrió un poco— ¿Sorpresa?—
Continuará...
Chapter 3: II
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En la casa De Luque había un gran escándalo de gritos, golpes y demás.
Dentro, Spreen y Roier estaban sentados en el comedor, bebiendo té helado mientras observaban el show que los padres del omega estaban haciendo.
— ¡Chiqui, tranquilo!— Vegetta gritó y se escondió cuando Rubius le lanzó un libro.
— ¡No me digas que me tranquilice, De Luque!— Gritó Rubius con enojo— ¡Dijiste que habías hablado con él!—
— ¡Y lo hice!— El alfa se asomó por la esquina— ¡Le di la charla y lo aconsejé!—
— ¿¡Le aconsejaste que se embarazara a los 16!?— Rubius gritó aún más fuerte y lo siguiente en ser lanzado fue un cenicero que tiró la pintura de la pared.
— ¿No deberíamos detenerlo?— Preguntó Roier.
— Nah— Spreen negó con la cabeza— En cuánto menos atención ponga en nosotros, mejor—
Roier se encogió en hombros, dándole la razón a su pareja y decidió que beber de su té helado era mejor actividad.
— ¡Le dije que debía esperar a encontrar a la persona indicada para formar una familia!— Vegetta se defendió, pero fue golpeado en la cabeza por el vape del oso— Madre mía, tiraste tu vape, sí que estás enojado—
— ¿¡Tú qué crees!?— Rubius preguntó, lleno de ira.
— ¡Chiqui ya! ¡Solo le di la misma charla que a Brayan!—
— ¿¡Qué!? ¿¡A mi Brayan también le dijiste lo mismo!?— Rubius gritó y ahora fue la lámpara la que casi se estrella en la cabeza de Vegetta— ¡Ven aquí!—
5 minutos después.
— Tú, ahí— Rubius dijo con enojo, haciendo que Vegetta, quien cabe aclarar sostenía una bolsa con hielo en su rostro, se sentará en una de las sillas— Y ustedes dos, van a explicarse, ¿Cómo coño es que pensaron que esto era una buena idea? Tienen 16 años, son unos niños—
— Ya somos adolescentes— Dijo Spreen.
— ¡Silencio!— Rubius gritó— ¿En qué mierda estaban pensando? Si es que estaban pensando, claro, par de tontitos—
— Yo amo a Roier y Roier me ama a mí— Spreen habló nuevamente— Papá me dijo que si yo encontraba a la persona perfecta para mí, no debía soltarle y aferrarme para estar juntos—
— Sí, pero no me refería a que fueras con tu primer novio y te embarazaras a los 16— Vegetta respondió— Esto fue una irresponsabilidad—
— Claro que fue una irresponsabilidad— Rubius asintió varias veces— Sé que son tontos, pero no imbéciles—
— Chiqui...—
— ¡De Luque vuelve a decirme "chiqui" una vez más y voy a enterrar mis garras en tus arrugadas bolas!— Rubius amenazó, mostrando sus garras.
— Bien...—
— Yo sé que somos jóvenes, pero yo de verdad amo a Spreen y al bebé que aún no nace— Roier dijo, tomando la mano de Spreen— Me haré cargo con todo lo necesario, créanme cuando les digo que seré el alfa más responsable, cariñoso y trabajador que existe para poder mantener a mi omega y a mi futuro hijo—
Rubius y Vegetta quedaron en silencio, luego se miraron el uno al otro y suspiraron.
— ¿Tus padres ya lo saben, Roier?— Preguntó Rubius.
— Aún no— El castaño negó con la cabeza.
— Bien...— Rubius dijo, moviéndose por la casa hasta la puerta de entrada y tomó sus llaves.
— ¿A dónde vas?— Preguntó Spreen.
— A casa de Roier, los cuatro iremos, hay que decirle a sus padres— Rubius respondió y sonrió un poco— Con una pequeña condición—
— ¿Cuál?—
— Déjenme a mí decirle a Luzu— Rubius dijo con su tono de falsa inocencia.
Continuará...
Chapter 4: III
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— ¡HIJOS DE LA CHINGADA!—
El grito de Quackity se escuchó en todo el barrio.
Dentro de su hogar había mucho caos.
Quackity estaba gritando, con una chancla en su mano derecha, dispuesto a atacar. Vegetta estaba tratando de detenerlo de dañar a alguien. Luzu estaba en el suelo, en estado de shock. Rubius estaba de pie a su lado, riéndose a todo pulmón. Finalmente Roier estaba escondido detrás de Spreen.
— ¡YA SALIERON CON SU DOMINGO 7!—
— ¡Quackity ya!— Vegetta intentó calmarlo.
Quackity gruñó y lanzó su chancla, la cual sobrevoló por encima de Spreen, luego chocó contra la pared y se regresó, golpeando a Roier en la cabeza, luego rebotó para golpear a Spreen en la cabeza y por algún motivo volvió a rebotar y regreso a mano de Quackity.
— Vale, eso fue genial— Vegetta comentó, soltando a Quackity.
— ¡Pinches chamacos!— Quackity gritó— ¿¡En qué vergas pensaban!?—
— En amor— Roier dijo, asomándose desde su escondite.
— Su amor se puede ir derechito a chingar a su...—
— Quackity— Luzu lo interrumpió mientras se levantaba lentamente del suelo— Yo me hago cargo—
Luzu sin duda alguna era el más tranquilo de los 4 adultos, sin duda era quien más serenidad traía.
— Solo queremos entender, si este embarazo no fue accidental, ¿Por qué lo hicieron? ¿Y cuánto llevan planeándolo?— Luzu preguntó.
— Hace seis meses— Roier respondió— Spreen me dijo que él me amaba tanto y sabía que yo era el elegido para él, así que debíamos sellar nuestro amor—
— ¿Teniendo un hijo?—
— Mi papá me dijo que formar una familia es una gran muestra de amor— Spreen dijo, Rubius le dedicó una mala mirada a Vegetta— Y yo quería mostrarle a Roier todo mi amor... Y tengo un mes y medio—
— ¿Mes y medio?— Vegetta preguntó y se quedó pensando— Nuestro viaje de aniversario—
Rubius abrió bastante la boca.
— Hijos de puta, esperaron a que no estuviéramos en casa— Rubius dijo.
— Fue el fin de semana que dejamos a Roier quedarse con Spreen— Quackity habló.
— Yo tenía un calendario para saber mis fechas de celo— El de ojos morados habló— En cuánto mis viejos se fueron yo dejé de tomar mis supresores—
— Ay, chicos— Luzu negó con la cabeza— No estamos enojados—
— ¡Yo lo estoy!— Dijeron Rubius y Quackity al mismo tiempo.
— Bien, dos de nosotros están enojados— Luzu se corrigió— Y tienen razón en estar enojados, chicos ni siquiera son mayores de edad, hicieron todo un plan de embarazo a nuestras espaldas, se aprovecharon de nuestra confianza e hicieron todo esto, Roier marcaste a un omega y lo preñaste, acaban de ponerse una responsabilidad enorme en sus hombros—
— Lo entendemos— Spreen dijo.
— No, es que aún no entienden...— Rubius suspiró, hablando con más seriedad en su voz.
— Creo que lo mejor es que nosotros cuatro hablemos— Vegetta opinó.
— ¿Hablar de nosotros como si no estuviéramos acá?— Preguntó Spreen, cruzándose de brazos.
— En cuánto ustedes dos sigan siendo menores de edad, siguen siendo responsabilidad nuestra— Quackity dijo— Así que sus acciones son nuestro asunto y sus consecuencias son nuestras consecuencias, se me quedan aquí los dos mientras los adultos hablamos—
Y con eso, los cuatro se fueron de la sala.
Continuará...
Chapter 5: IV
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Roier y Spreen estaban juntos en el sofá de la casa, tomándose la mano, el alfa acariciaba la mano de su omega.
Spreen no lo diría, pero Roier sentía que su novio estaba tenso, angustiado y nervioso. El joven híbrido de oso era conocido por no dejar ver sus emociones tan obvias, sin embargo Roier ya era capaz de reconocerlas, además Spreen estaba apestando a ansiedad.
— Ven— Roier habló, atrayendo a Spreen en un abrazo.
Spreen rápidamente ocultó su rostro en el cuello de Roier, acercándose a sus clavículas. Spreen empezó a olfatear cerca de las glándulas de olor de Roier, dejando que el aroma a canela de su alfa lo relajara.
— Tengo miedo...— Spreen finalmente confesó, acomodando las piernas sobre el regazo de Roier— ¿Qué pasa si no nos quieren más?—
— Spreen...—
— Quiero tener al bebé, no quiero que me obliguen a abortar— Spreen habló con voz débil.
— Yo lo sé, pero aun así, sabemos que este embarazo es de riesgo porque aún somos jóvenes— Roier explicó, sosteniendo el cuerpo de Spreen.
— ¿Te arrepentís?—
— Nunca me voy a arrepentir de nada que tenga que ver contigo, mi vida— Roier respondió y abrazó más fuerte a Spreen.
— Volvimos, muchachos— Rubius dijo, alertando a ambos, Spreen rápidamente se puso sus gafas oscuras.
Vegetta, Rubius, Quackity y Luzu se sentaron en una silla que habían traído, acomodándose frente a la pareja.
— Estuvimos hablando— Dijo Luzu— Y llegamos a un punto de mutuo acuerdo—
— Dejaremos que este embarazo continúe— Quackity habló.
Spreen y Roier sonrieron.
— Sin embargo— Vegetta habló— Spreen, sigues siendo menor de edad, así que nosotros seguimos siendo responsables de decisiones médicas sobre ti—
— ¿Qué querés decir con eso?— Preguntó el omega.
— Que si en algún punto sufres alguna complicación que te lleve al hospital y los médicos nos den a elegir— Rubius empezó a explicar— Vamos a elegirte a ti por sobre el bebé, sin excepciones—
Spreen hizo una pequeña mueca, pero terminó por asentir.
— Van a tener apoyo económico de nuestra parte— Luzu habló nuevamente— Ustedes deben seguir con su educación, Roier sé que tienes trabajo de medio tiempo, no queremos que trabajes extra, ¿Entendiste?—
— Sí papá—
— En cambio, tú Spreen— Vegetta dijo— Eres en extremo talentoso para los dibujos, así que creemos que es una buena idea que abras comisiones—
— Lo que pretendemos lograr con esto— Rubius habló— Es que aún teniendo nuestro apoyo financiero, ustedes necesitan aprender a hacerse responsables de su propio dinero, llegará el punto en el que ustedes van a hacerse cargo de todos los gastos sobre su hijo—
— Lo entendemos— Spreen dijo.
— Y una cosa más— Quackity dijo— Tendrán que casarse—
Continuará...
Chapter 6: V
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— Este traje es incómodo— Spreen se quejó.
— Ningún traje es cómodo, cariño— Rubius dijo, terminando de acomodarlo el saco de su hijo.
— ¿Ya está?— Preguntó el menor.
— Aún no, necesitas algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul— El mayor habló.
— ¿Y eso para qué?—
— Porque es tradición— Rubius dijo, tomando una gran bolsa vieja de regalo.
— No lo entiendo— Spreen dijo.
— Bueno, en las bodas, los omegas acostumbran llevar justamente eso que dije, algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul— Rubius mencionó sacando un velo de encaje blanco.
— ¿Y por qué?—
— Porque simbolizan muchas cosas para el matrimonio— Rubius explicó mientras volvía a acercarse al menor— Lo viejo simboliza la continuidad, es algo que se ha mantenido bien cuidado durante años, justo como se espera que se mantenga un matrimonio. Así que por eso usarás el mismo velo que use yo cuando me case con tu padre, mi madre también lo usó y espero que dentro de muchos, muchos años, mi nieto también lo usará—
Rubius empezó a ajustar el velo en la coleta de Spreen, acomodándolo perfectamente para evitar que cayera.
— Lo nuevo simboliza el optimismo por el futuro, lo más fácil de usar también, tu traje ya es nuevo— Rubius se encogió en hombros volviendo a la bolsa. Spreen se miró al espejo.
El traje no era extravagante ni nada, solo un traje normal, de color blanco, aunque el saco se ajustaba a su cintura. Eso era algo que Spreen odiaba de su condición de como omega, los omegas tenían cinturas delgadas y las caderas un poco más anchas que los demás, Spreen prefería parecer un tablón antes que tener la silueta de una Barbie, pero no podía hacer nada contra su propia naturaleza.
— Lo prestado es un elemento con el que se desea un matrimonio próspero y feliz— Rubius se acercó de nuevo a su hijo, sosteniendo lo que parecía un listón negro, luego empezó a pasarlo por el cuello de la camisa de su hijo— Tu padre te está prestando este moño, el mismo que usó en nuestra boda—
Spreen sonrió, ajustándose un poco el moño mientras su padre sacaba algo más de la bolsa.
— Y finalmente, lo azul inicialmente era para representar la pureza y la virginidad, tú evidentemente naciste sin lo primero y ese feto en tu vientre es prueba de que tampoco tienes lo segundo— Rubius dijo, mostrándole a Spreen una pulsera de cuentas color azules— Sin embargo actualmente significa confianza y lealtad en el matrimonio—
El omega mayor terminó por colocarle la pulsera.
— Estás listo— Rubius sonrió viendo a Spreen— No esperaba verte así tan pronto, pero aun cuando estoy sumamente molesto por tu plan de embarazo... Estoy feliz de que tengas un buen alfa a tu lado, y no negaré que me emociona ser abuelo—
Spreen sonrió y se acercó a abrazarlo con fuerza.
— Ahora, nada de dramas, hay que llevarte al altar—
Continuará...
Chapter 7: VI
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— ¡Vivan los novios!—
La gente en aquel salón de fiestas con jardín aplaudieron mientras veían a la joven pareja recién casada besarse para Sellar su matrimonio.
Una vez acabada la ceremonia, fueron los padres de Roier quienes hablaron a los invitados.
— Bueno invitados y gorrones— Quackity empezó a hablar— Les pedimos que vayan entrando al salón para sentarse en lo que sirven la comida—
Poco a poco, la gente empezó a abandonar el patio para a entrar al salón de fiestas, mientras que cada chico recién casado, era abordado por sus grupos de amigos.
— Wey, pinche Roier, ya te nos casaste— Aldo fue el primero en hablar, ocultando su llanto, pero fallaba en el intento.
— Nombre mien— Mariana habló acercándose también— Oigan, ¿Será que si yo también me dejo preñar puedo amarrar al Foolish?—
— ¡Hey!— Roier se quejó— Spreen no se embarazó para "amarrarme", fue una decisión mutua entre él y yo—
— Sí wey, además, ¿Neta quieres un chamaco de ese wey?— Aldo mencionó, señalando a Foolish, el novio del Mariana, el cual estaba colgado de cabeza en una rama de un árbol, sin poder bajar.
— ¡Ayúdenme!— Gritó Foolish sin poder bajarse.
— Pinche Foolish— El omega se quejó, empezando a caminar en dirección al árbol— ¿Cuántas veces te he dicho que no te subas a los árboles porque no te sabes bajar? ¿Eh mierda?—
Mientras eso pasaba, Spreen estaba junto a Robleis y Carrera, abrazando al omega en cinta.
— Wacho, estoy muy feliz por vos— Robleis dijo cuando el abrazo grupal finalizó.
— Sos un forro— Fue lo que Carre dijo, riéndose— ¿Embarazarte a los 16 y dejarte marcar?—
— Boludo, fue un acto de amor— Spreen dijo y miró en dirección a dónde Roier estaba, riéndose junto a Aldo mientras veían como Mariana intentaba bajar a Foolish del árbol, todo para que el alfa cayera encima del de lentes.
— ¡Par de pendejos!— Dijo Roier.
Spreen sonrió bastante, sonrojándose, poco después, Carre le llamó la atención.
— Boludo, baja las feromonas— Dijo Carre, cubriéndole la nariz a Robleis.
— ¿Qué? ¿Estoy apestando?— Spreen preguntó, oliéndose.
— Es por tu embarazo— Dijo Robleis aún con la nariz siendo tapada— Mi mamá estuvo igual en su último embarazo, tus feromonas son más fuertes—
— ¿En serio?—
Robleis alzo bastante las cejas.
— ¿Te embarazaste sin saber todo lo que el embarazo iba a causarle a tu cuerpo?— Preguntó Robleis— Boludo, no me creo que seas tan inteligente, pero al mismo tiempo tan imbécil—
— Bueno, yo... Sí, fui algo impulsivo— Spreen asintió con lentitud— ¿Qué más me va a pasar?—
— ¿Che, alguna vez prestaste atención a la clase de educación sexual?— Preguntó Carre.
— Me estaba mensajeando con mi hermano la mayoría de clases...— El omega en cinta confesó.
— Pues para empezar, las náuseas matutinas van a ser el pan de cada día— Dijo Robleis.
— Además wey, él va a tener un chingo de cambios de humor— Aldo dijo, mirando a Roier.
— Los pechos se te van a hinchar— Dijo Carre, señalando el pecho de Spreen.
— Va a tener antojos bien pinches raros— El Mariana dijo.
— Vas a tener dolores de espalda insoportables— Robleis dijo.
— El primer trimestre del embarazo es estúpidamente riesgoso— Foolish habló— Incluso un estornudo muy fuerte puede causar un aborto espontáneo—
— Te dolerán los pies—
— Te puede sangrar allí abajo—
— Se puede orinar encima algunas veces—
— Vas a llorar por todo—
— Las encías te van a sangrar—
— Le saldrán hemorroides—
— Tendrás mucha acidez estomacal—
— Va a andar estreñido—
— Tendrás migrañas—
Roier y Spreen recibían esa información, asustándose cada vez más. Entre todo el mar de malos momentos se lograron ver el uno al otro.
¿En qué se habían metido?
Continuará...
Chapter 8: VII
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Roier estaba en el suelo, acariciando la espalda de Spreen mientras esté vomitaba en la taza del baño.
— Ya Spreen, ya pasará— Roier dijo.
Spreen terminó de vomitar y escupió dentro de la taza del baño.
— Que asco doy— Spreen dijo en voz baja.
— No es cierto...— Roier parpadeó un poco— Bueno, el vómito da un chingo de asco, pero esto es normal—
— Ayúdame a levantarme— Dijo Spreen.
Roier lo ayudó, levantándolo lentamente, luego Spreen caminó hasta el lavabo para lavarse los dientes mientras Roier bajaba la palanca del la taza.
— Cuando me dijeron de las náuseas no creía que fueran así de fuertes— Spreen se quejó y escupió en el lavabo.
— ¿Ya te sientes mejor, mi vida?— Roier preguntó.
— Quiero acostarme todo el día...—
Roier ayudó a Spreen a caminar hasta volver a la cama que ambos compartían.
Después de la boda, Roier se había mudado a la casa de la familia Dobluque, esto porque su casa era más grande que la de Luzu y Quackity, eso permitiría mayor espacio para cuando el bebé finalmente llegará.
— Ugh— Spreen se quejó cuando se acostó en la cama.
Poco después, Roier también subió a la cama y abrazó de cucharita a Spreen.
— Ro, me siento terrible— Spreen confesó mientras dejaba que el aroma de Roier lo relajara.
— Lo sé, lo sé— Roier dijo, besando la nuca de Spreen.
— No pensamos esto...— Spreen dijo.
— Todas las consecuencias que hay...— Roier habló.
— Somos unos pelotudos— El omega híbrido negó con la cabeza— Tengo miedo de lo que va a pasar—
— Yo también tengo miedo— Roier confesó— Pero estamos juntos, mientras estemos juntos, estaremos bien—
Spreen sonrió un poco, queriendo llorar, malditas hormonas del embarazo que lo volvieron así de sensible en esos tres meses de embarazo.
— Estoy de acuerdo con lo que dijo mi pá...— Spreen habló— Es nuestro bebé, pero si yo estoy en riesgo...—
— Yo elegiría salvarte a ti mil veces— Roier dijo, abrazando más fuerte a Spreen.
— Te amo— Spreen dijo.
— Y yo a ti— El alfa dijo también, mirando el reloj en la mesita de noche— Todavía es temprano, duérmete otro ratito—
Spreen hizo caso, cerrando los ojos y dejándose dormir, siendo abrazado por su alfa.
Aunque...
Unas dos horas después, Spreen abrió los ojos de golpe. Roier ya no estaba en la cama. Miró su reloj, ya eran las 11 de la mañana, debía levantarse a desayunar.
— Mierda...— Spreen se quejó, aún había algo de náuseas y acidez, sentía presión en la zona de su vientre y algo más— Boludo, me oriné en la cama—
Se quejó en voz alta, ya le habían advertido de eso, pero no podía creer que él lo hiciera.
Apartó las cobijas de encima de él, lo que ahí había no era orina.
Las sábanas blancas estaban manchadas de sangre.
Mientras que abajo, Roier estaba terminando de ayudar a su suegro Rubius a poner la mesa para el desayuno del sábado por la mañana.
— Oiga señor Rubius— Roier habló.
— ¿Qué pasa Roier?— Preguntó el mayor.
— ¿Por qué si usted y el señor Vegetta son españoles, Spreen tiene acento argentino?— Roier cuestionó.
— Bueno, eso es muy sencillo— Rubius asintió— Lo que pasa es...—
— ¡Roier! ¡Roier! ¡Roier!—
Los gritos alarmados de Spreen llegaron al comedor y los sentidos de alfa de Roier se activaron.
Dejo todo en la mesa y rápidamente empezó a correr, saltando casi todos los escalones, siendo rápidamente seguido por Rubius.
Roier abrió la puerta con fuerza, casi tirándola y entró al cuarto, viendo a Spreen sentado en la cama, con toda la sangre en la zona de su entrepierna y en la cama.
— ¡Spreen!— Roier se puso a su lado— ¿¡Qué pasó!? ¿¡Estás bien!?—
— N-No sé...— Spreen respondió entre llantos.
— ¡Spreen!— Rubius entró, alarmado, pero debía mantenerse más sereno ante los menores— ¿Te duele algo?—
— No...— Spreen negó con la cabeza— Mi vientre, se siente raro—
— Está bien— Rubius suspiró— Roier, ayuda a Spreen a bajar, debemos ir al hospital, vamos—
Roier asintió, ayudando al omega a levantarse y ofreciéndose cómo apoyo para caminar.
— Todo va a estar bien, ¿Sí? Estás bien, el bebé también estará bien—
Roier decía en intentos de calmar a Spreen, sin embargo él solo estaba preocupado.
Continuará...
Chapter 9: VIII
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Spreen había sido llevado a un hospital de renombre, fue admitido de inmediato y fue llevado a una zona especial para omegas embarazados.
Estuvo ahí casi hora y media, con toda su familia esperando por noticias. Roier, Rubius, Vegetta, Luzu y Quackity estaban en la sala de espera, llenos de ansiedad y nervios.
— Familia de Spreen De Luque— Una enfermera los llamó y los cinco se pusieron de pie rápidamente— Síganme, el doctor quiere hablar con ustedes—
La enfermera empezó a caminar, siendo seguida por la familia, avanzando por el hospital hasta la habitación donde Spreen estaba.
Aquella zona era grande, con habitaciones para dos personas.
Cuando entraron, vieron a Spreen sentado en su cama, comiéndose un helado, el doctor estaba ahí también.
— ¿De dónde conseguiste un helado?— Preguntó Roier, caminando hasta él, sentándose a su lado y Spreen le ofreció una cucharada.
— El joven fue muy vocal sobre que quería un helado y no la gelatina del hospital, que aparentemente sabe a mierda— El doctor respondió.
— Ese es mi hijo— Rubius sonrió.
— Pues tan mal ya no se ve el chamaco— Quackity opinó.
— Sí, respecto a eso, la salud de Spreen está perfecta al igual que la del feto— El doctor informó.
— ¿Y por qué el sangrado?— Luzu preguntó.
— Spreen presentó un caso de placenta previa—
— ¿Y qué vergas es eso?— Preguntó Quackity.
— La placenta previa es un trastorno que se produce durante el embarazo— El doctor empezó a explicar— La placenta normalmente se une a la parte superior o lateral del útero, sin embargo la placenta previa se une a la parte inferior, cubriendo parte del cuello uterino y causa el sangrado—
— ¿No es eso riesgoso?— Vegetta preguntó.
— No del todo, es un problema que termina por corregirse por sí solo, ya que la placenta se acomoda en su lugar correcto— El doctor dijo, aliviando a todos— Y es algo común en embarazos como el de Spreen—
— ¿A qué se refiere con eso?— El oso mayor preguntó.
— ¿Aún no lo saben?— Preguntó el doctor.
— ¿Saber qué?—
— Spreen está esperando gemelos—
Al oír eso, absolutamente todos se sorprendieron y Roier empezó a ahogarse con el helado.
— ¿Tengo dos pendejittos dentro?— Preguntó Spreen.
— ¿Cómo es que?...— Roier intentó hablar— ¿Embaracé con gemelos a Spreen?—
— Si tienen familiares con gemelos, era de esperarse que el gen gemelo estuviera en alguno— Dijo el doctor.
— Ay verga...— Quackity habló— Eso viene de mi familia, mi mamá y mi tío Jacinto son gemelos, y mis primos Beni y Cochi son gemelos también, yo tengo un gemelo... Ay pinche Roier, otra cosa me hubieras heredado—
— Bien...— Rubius habló— Dos nietos... Necesito fumar—
Fue lo que dijo antes de salir de la habitación rápidamente.
— ¿Hay alguna recomendación?— Preguntó Vegetta.
— Sí, descansar, yo recomiendo unos cuatro días de reposo en cama, buena alimentación y en estos casos, tener a su alfa cerca para relajarse— El doctor sonrió— Ahora, recomiendo que empecemos el papeleo para darlo de alta, ¿A nombre de quien está el seguro?—
— Mío— Vegetta dijo.
— Bien, sígame por favor—
El doctor salió del cuarto junto a Vegetta.
— Roier— Quackity le llamó la atención a su hijo— Ven para acá, tu padre y yo tenemos que hablar contigo—
Roier asintió un poco, luego miró a Spreen y besó su mejilla.
— Vuelvo pronto—
Los tres salieron del cuarto también, Spreen creyó que estaba solo, pero la cortina que se ubicaba entre las dos camas se abrió.
Un omega de cabello rizado color rubio oscuro, con una prominente barriga se hizo presente.
— Oí que no te comerás tu gelatina, ¿Me la das?— Preguntó aquel desconocido.
— Sí, toda tuya capo— Spreen se encogió en hombros.
— Gracias— El omega de aspecto más mayor canturreo y tomó el botecito para volver a su cama y volver a sentarse, con mucho esfuerzo.
— ¿Cuántos meses?— Spreen preguntó.
— 7 meses y medio...— El otro se logró sentar nuevamente en su cama— ¿Tú?—
— 3 meses—
— Te ves demasiado joven, ¿Cuántos años tienes?— Pregunta el omega mayor.
— 16...—
— ¿¡Dieciséis!? Eres un niño—
— ¿Qué decís vos? Viejo de mierda—
— Solo tengo 25 años—
— Anciano— Spreen dijo y ambos cayeron en un silencio incómodo, cada quien comiendo su comida.
— ¿Cómo te llamas?— Pregunta el mayor.
— Spreen— El joven respondió— ¿Y vos?—
— Clay, pero todos me llaman Dream— El otro omega responde.
— ¿Y por qué andas acá?— Preguntó Spreen.
— Creí que el bebé ya venía, pero solo fueron contracciones falsas, aún me quise quedar un poco aquí en caso de que no fueran tan falsas— Dream comentó— Oí que estás aquí por algo de tu placenta, ya que tendrás gemelos—
— Sí... Gemelos— Spreen comentó, sin mucho ánimo.
— ¿Embarazo accidental?—
— No, fue planeado— Spreen respondió— Bueno, a medias... No me esperaba tener dos, mi novio y yo no pensamos bien todo—
— Está juventud—
— Anciano—
— Cállate—
Ambos se rieron por esos comentarios.
— ¿El tuyo fue planeado?—
— Sí. Este es mi segundo embarazo, pero es el primero que llega a estas alturas— Dream acarició su vientre lentamente— Mis novios y yo planeamos esto durante mucho tiempo—
— ¿Novios?—
— Tengo dos, George y Sapnap—
— Oh... ¿Y quién te lo puso dentro?— Spreen pregunta y eso hace reír a Dream.
— Es de George, él es el alfa, Sapnap también es omega—
Spreen abrió bastante los ojos, él era consciente de las relaciones de ese tipo, las poliamorosas, pero nunca había conocido a alguien que estuviera en una.
— ¿Y te dejaron solo acá?—
— No, tuve que mandarlos a casa porque George estaba demasiado nervioso y Sapnap parecía querer golpear al primer doctor que entrara por la puerta— Dream respondió con una gran sonrisa en sus labios— De todos modos saldré de aquí en un par de horas—
Nuevamente se sumieron en silencio, está vez uno más cómodo, ambos comiendo.
— ¿Quieres un buen consejo?— Dream ofreció y Spreen sintió lentamente— Ten tus sentidos alerta—
— ¿Por qué?—
— No quiero ser ese tipo de personas, pero en este mundo, existen omegas descontrolados—
— ¿A qué te refieres?—
— Bueno, sabes que cuando un omega queda embarazado, su alfa adquiere un poco del aroma del omega, para hacer más obvio el vínculo— Dream explicó mientras Spreen le ponía atención— Bueno, para algunos omegas, ese nuevo aroma es mucho más atrayente que el normal y estos omegas buscan acercarse a los alfas para coquetear con ellos. Lo he visto varias veces, desde que me embaracé he visto varios omegas acercarse a George que antes no le hacían caso—
— Oh...—
— Así que te aconsejo estar atento a tu entorno y decirle a tu alfa para que evite situaciones incómodas con otros omegas—
— Gracias por el consejo— Spreen le sonrió, aunque se quedó pensando en sus palabras.
¿Habrá otro omega detrás de Roier?
Continuará...
Chapter 10: IX
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— Roier, ya te dije que no es necesario que lleves mis cosas— Spreen se quejó cuando entraron a la escuela y Roier cargaba su mochila.
— Es muy necesario— Roier respondió.
Tras salir del hospital, el doctor había recomendado que Spreen no debía hacer esfuerzos muy grandes y Roier se lo tomó muy en serio.
— Solo déjame cargar mi mochila— Spreen dijo, pero Roier insistió y el híbrido se resignó— Espera, ¿Vos que clase tenés ahora?—
— Tengo matemáticas... Verga sí es cierto, tenemos horarios diferentes— Roier dijo— ¿Qué clase tienes?—
— Química—
— ¿Te acompaño a tu salón?— Preguntó Roier mientras se detenía en el casillero de Spreen.
— Roier, tu casillero está lejos de acá y el salón de mate más, vete yo puedo solo— Spreen le dijo.
— Pero...—
— Buenos días— Robleis los interrumpió cuando se acercó a su casillero que estaba junto al de Spreen.
— Robleis me ayuda— Spreen le quitó su mochila a Roier para prácticamente lanzársela a Robleis.
— ¿Y yo por qué?—
— Porque sos un alfa y a todos les cae bien un alfa amable— Spreen respondió con una sonrisa y Robleis suspiró con frustración.
— Ya, ve a tu clase, te veo en historia— Spreen dijo y se acercó a besar a Roier en los labios.
— Ya que— Roier sonrió un poco y empezó a alejarse, caminando hasta su casillero.
Cuando llegó y lo abrió, sonrió.
— A huevo, sabía que deje mi calculadora aquí— El castaño dijo, tomando su calculadora, luego procedió a guardar los libros que no ocuparía en esa clase y luego cerró, asustándose cuando vio a alguien a su lado.
— Hello, Roier—
— Hola, Wilbur— Roier saludó.
Wilbur era un estudiante de intercambio, llevaba varios meses en la escuela y se volvió muy popular entre todos.
Él es un omega, uno con un aroma peculiar, ya que a los pocos días de entrar a la escuela ya tenía a varios alfas y betas detrás de él, sumado a su personalidad coqueta, era bastante cotizado.
Aunque Roier nunca notó lo especial que tenía el aroma de Wilbur.
— Quería felicitarte por tu boda— Wilbur dijo— Me hubiera encantado ir, pero no recibí invitación—
— Ay, perdón, es que solo fue para la familia y amigos más cercanos— Roier respondió.
— Que directo— Wilbur dijo— Como sea, necesito un poco de tu ayuda. Resulta que no entiendo las últimas dos ecuaciones de la tarea—
— Claro que te ayudo— Roier le sonrió mientras ambos se movían hacia el salón de clases.
Aunque Wilbur iba con el ceño fruncido.
Desde que llegó a esa escuela ha tenido el ojo sobre Roier, intentó coquetear y usar su aroma especial, pero el otro parecía siempre estar ajeno a todo.
Pero no importa que ese Spreen esté esperando los hijos de Roier. Él haría que Roier cayera rendido a sus pies.
Continuará...
Chapter 11: X
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Spreen y Robleis estaban fuera del salón de matemáticas, esperando a que sus parejas salieran de su clase.
Por fortuna no esperaron mucho, ya que la clase comenzó a salir uno a uno, siendo Carre el primero en salir, quien corrió a Robleis para besarlo mientras Spreen seguía esperando.
Finalmente, Spreen sonrió cuando vio a Roier salir, pero la sonrisa se borró al ver junto a quien iba.
— Al fin entiendo el proceso para resolverlo— Wilbur dijo mirando sus notas— Explicas mucho mejor que el profesor, ¿Sabes?—
Spreen frunció el ceño cuando Wilbur se pegó mucho al brazo de Roier y se restregaba contra su hombro, como si intentará impregnar su olor en él.
— Ya llegó el rompe hogares— Robleis susurró.
— Roier— Spreen dijo, sonriendo bastante para acercarse a su pareja, Roier sonrió igualmente, alejándose de Wilbur.
— Hola, mi vida— Roier saludó, pero entonces Spreen se abrazó fuertemente a Roier— Ay, ¿Tanto me extrañaste?—
— Sí— Respondió secamente, pero en realidad estaba viendo a Wilbur por sobre el hombro de Roier. Lanzándole la mirada más amenazante que heredó de sus padres— Yo y los bebés te extrañamos mucho—
Wilbur también miró a Spreen, alzando una ceja, aceptando el reto.
— Bueno Roier, en vista de que tienes a tu querido omega contigo, me voy, pero te veo en historia— Wilbur se despidió, guiñando un ojo en dirección al alfa— Adiós—
— Ay que amable— Roier dijo y Spreen puso los ojos en blanco— Es chido, ¿No creen?—
— El pelotudo te está coqueteando— Dijo Spreen.
— Ay Spreen, ¿Él coqueteando conmigo?— Preguntó Roier— Wilbur solo necesitaba ayuda con matemáticas—
— Pero el hijo de puta te está coqueteando porque hueles rico—
— Spreen, mi olor es de canela, está clasificado cómo uno de los olores alfa que genera más desagrado— Roier comentó— Apenas el pendejo de Mariana y Carre lo soportan—
— Pero mi embarazo hace que huelas mejor...— Spreen miró a Carre y lo jalo— Mirá—
Spreen tomó a Carre del cabello y lo empujó contra el hombro de Roier.
— ¡Spreen!—
— Carre, olelo— Spreen le ordenó— ¿Huele bien?—
Carre solo se quejó y empezó a olfatear el aroma de Roier, al inicio estaba serio, pero al oler abrió bastante los ojos.
— Huele bastante bien...— Carre cerró los ojos y aspiró con más fuerza, soltando un suspiro de satisfacción.
— ¡Rodrigo!— Spreen y Robleis gritaron con fuerza.
— ¡Perdón!— Carre dijo, alejándose de Roier.
— ¿Viste?— Spreen habló— Tu aroma se vuelve más atractivo para otros omegas y Wilbur no es la excepción—
Roier se quedó en silencio y asintió lentamente para hablar.
— Bien, mira, si yo noto que Wilbur se pone coqueto conmigo, lo voy a detener, ¿Y sabes que le diré?— Roier miró a Spreen.
— ¿Qué?—
— Que yo ya tengo a alguien a quien amo con todo mi corazón— Roier sonrió y beso a Spreen en la nariz— Y nada ni nadie me alejara de ti—
Spreen se sonrojó.
— Bien, estoy satisfecho con eso—
Roier sonrió y tomó la mano de Spreen.
— Bien, vámonos que ya vamos tarde para historia— Robleis dijo.
— Ustedes adelántense— Carre dijo, jalando varias veces el cuello de su playera para refrescarse— Debo ir a la enfermería, necesito que me bajen el calor antes de que empiece a ver a Roier con otros ojos—
Tosió un poco mientras empezaba a alejarse, luego Robleis miró mal a Spreen quien le mostró una sonrisa nerviosa.
Continuará...
Chapter 12: XI
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Spreen estaba en su quinto mes de embarazo, lo que significaba algo que alegraba mucho al omega.
Ya no más náuseas matutinas.
Oh, despertar sin tener vómito subiendo por su garganta se sentía bien.
Aunque ahora tenía dolores de espalda que en ocasiones se volvían insoportables, pero Spreen se regañaba a sí mismo, él había querido todo eso, él debía aceptar las consecuencias.
La verdad, en ese tiempo las cosas iban bien.
Bueno, Wilbur seguía rondando a Roier, pero sus coqueteos disminuyeron, Spreen agradecía tener a Carre como infiltrado, ya que él coincidía con Roier y Wilbur en sus clases y podía darle todo un informe a Spreen.
Así que las cosas iban bien.
Pero como ya deben saberlo, el destino odia a Spreen.
— Bien muchachos, como sabrán, es momento de hacer las exposiciones— El profesor de historia habló mientras veía a toda la clase— Estás exposiciones serán realizadas en parejas y el tema es sobre mitos y leyendas—
— Que bueno, podemos trabajar juntos en la misma casa— Dijo Spreen, mirando a Roier.
— Las parejas las formaré yo— Dijo el maestro.
— ¿Qué?—
— Y también les diré sobre que mito o leyenda sobre la que expondrán— El profesor mencionó, empezando a mirar la lista de asistencia.
Fue así que formó parejas al azar.
— Spreen y Karl— Dijo el profesor— Ustedes harán su exposición sobre el mito de Eris, la diosa de la discordia—
Spreen frunció el ceño y alzó la mano derecha.
— ¿Puedo trabajar con mi esposo?— Preguntó el de ojos morados, mirando a Wilbur cuando hizo enfasis en la palabra "esposo".
— No— Dijo el maestro.
— Pero...—
— La siguiente pareja es, Roier y...—
Spreen empezó a rogarle a todos los dioses que conocía que la pareja de Roier fuera otro que no fuera Wilbur. Carre y Foolish estaban libres, incluso lo dejaría trabajar con el fenómeno de Cucurucho, todo menos Wilbur.
— Wilbur, van a exponer sobre la leyenda del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl—
El maestro dijo eso y Spreen soltó un grito de frustración que llamó la atención de todos.
— ¿Todo bien, Spreen?— Preguntó el profesor.
— Eh... Uno de los bebés pateó— Spreen mintió para excusarse.
— ¡Oww! ¿Mis ajolotitos ya están pateando?— Roier preguntó, casi levantándose de su banca mientras varios más empezaron a centrarse en Spreen.
— ¡Hey! Ya, suficiente— El profesor calmó a la clase.
Spreen miró entonces a Wilbur, quien le sonría y alzaba ambas cejas repetidas veces.
— Roier— Habló el omega.
— ¿Sí, chiquito?— Preguntó Roier.
— Si Wilbur...—
— Si Wilbur me empieza a coquetear, le dejaré las cosas claras— Dijo Roier— Confía en mí, ¿Sí?—
Spreen lo miró un poco y sonrió.
— Confío en ti, Ro— Spreen sonrió más, con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
— Spreen, controla las feromonas— El maestro dijo.
— Cerra el orto, viejo de mierda— Spreen dijo, sin notar lo que dijo hasta que vio la cara de Roier, luego giró la cabeza para ver al maestro, quien estaba bastante enojado.
El profesor luego se sentó en su escritorio, sin apartar su mirada de él.
— ¿Detención?— Preguntó Spreen.
— Detención— El maestro asintió.
— Me parece justo—
Continuará...
Chapter 13: XII
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— Tienes una bonita casa— Karl dijo cuando se sentó en el sofá de la sala.
— Gracias capo, mi papá la diseñó— Spreen respondió y con esfuerzo, se sentó en el sofá.
— ¿Es muy pesado el embarazo?— Preguntó Karl.
— Mucho, nunca te embaraces antes de los 18— Spreen dijo, mirando a su compañero.
— No planeaba hacerlo— Karl soltó una pequeña risa.
— ¡Ya me voy!— Gritó Roier cuando bajó las escaleras, sosteniendo su mochila— ¿Y mis suegros?—
— Mis viejos no están, llegan tarde hoy— Spreen dijo.
— Bueno, yo debo irme a casa de Wilbur, ¡Ay, hola Karl!— Roier saludó.
— Hola, Roier— Karl sonrió.
— Bueno, ya me voy— Roier sonrió bastante— Vuelvo para la cena—
Roier se acercó al sofá, besando a Spreen en los labios rápidamente, para después caminar rápidamente hacia la salida.
— ¡Y recuerda que no golpear a un omega es más discriminatorio que golpearlo!— Gritó Spreen.
— ¡No voy a golpearlo!— Gritó Roier desde la puerta y luego salió.
Tras un momento de silencio, Karl habló.
— Sí que odias a Wilbur— Dijo Karl, empezando a sacar sus cosas de su mochila.
— Bastante— Spreen asintió— Ese pelotudo quiere ligarse a mi esposo—
— Sí, Wilbur es bastante...— Karl se quedó pensando bastante aunque se encogió en hombros— No encuentro un término que suene correcto. Wilbur es una zorra—
— No tiene respeto por él mismo ni por las relaciones ajenas— Spreen asintió bastante.
— Aunque... He oído rumores sobre su antigua escuela— Karl empezó a hablar y luego se encogió en hombros— No sé, a veces me da lástima—
— A mí no me dará lástima a menos que mantenga sus ojos lejos de mi alfa— El de ojos morados habló— Como sea, ¿Quién es esa Serisa?—
— Eris— Karl corrigió— Leí un poco, según la mitología griega, ella causó la guerra de Troya—
Tras esa corta plática, Spreen empezó a hacer un boceto de una manzana en su cuaderno, tratando de simular la manzana dorada del mito mientras que Karl se encargaba de recopilar información.
— ¿Ya le han hablado a los bebés?— Karl preguntó cuando estaban en un descanso corto.
— Roier insiste en leerles cuentos todas las noches— Spreen respondió mientras se apoyaba mejor en el sofá para aliviar el dolor en su espalda— Se supone que a partir de este mes ya pueden oírnos, pero no estoy seguro de que entiendan lo que decimos—
— Mi mamá dice que hablarle a los bebés en el vientre sirve para que puedan acostumbrarse a las voces de su entorno— Karl comentó— Y también es bueno para estímulos sensoriales, por eso muchos omegas escuchan música clásica durante el embarazo—
— Odio la música clásica...— Spreen se quejó— A menos que sea música de los 90's—
— Entonces tus bebés saldrán del vientre bailando como Vanilla Ice— Karl dijo y tanto él como Spreen empezaron a reírse.
— Boludo, sos re buena onda, ¿Por qué no hablamos antes?— Preguntó el de ojos morados— Siempre te veo hablando con alguno de mis conocidos—
— Supongo que simplemente nunca nos interesamos en hablar el otro incluso cuando tenemos muchos amigos en común— El otro respondió, mostrando una sonrisa cálida en el rostro.
Spreen sonrió también.
— En un mes mis viejos me harán un baby shower, ¿Querés venir?— Preguntó Spreen.
— Oh, ¿En serio?— Karl preguntó— Wow, no esperaba está invitación, pero sí, me encantaría ir—
— Este es el comienzo de una buena amistad— Spreen asintió— Boludo necesito más amigos omegas que no sean el Mariana y Carre—
— Alguna vez dije que las amistades grandes empiezan por proyectos escolares— Dijo el otro omega sonriendo.
— Sí...— Spreen dijo y suspiró— Espero que con Roier y Wilbur no sea así—
Continuará...
Chapter 14: XIII
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Roier tocó el timbre de aquella casa y se quedó a esperar a que la puerta se abriera. Miró alrededor, se sorprendió mucho que Wilbur viviera en el mismo barrio que él, pero al parecer las mamás de Wilbur eran tan ricas como los papás de Spreen.
Tras segundos de espera, la puerta se abrió y Wilbur sonrió bastante al verlo.
— Roier, bienvenido, pasa— El omega dijo.
Roier sonrió y entró a la casa, siguiendo a Wilbur.
— Ponte cómodo en el sofá, te traeré un vaso con jugo— Wilbur señaló hacia la sala y empezó a caminar en dirección a lo que Roier supuso sería la cocina.
— Eh... Gracias— Dijo en voz baja mientras caminaba lentamente hasta la sala y se sentó a esperar.
Poco después, Wilbur volvió con dos vasos llenos de jugo de naranja, Roier sonrió aunque notó que el omega tenía los tres botones superiores de su camisa abiertos.
"Sí, definitivamente va a intentar algo hoy" Pensó el alfa mientras agradecía la bebida.
— Bien, hay que ponernos a trabajar— Roier mencionó y bebió un poco.
— Sí, verás, estuve investigando un poco y nuestra leyenda es sobre el amor— Wilbur dijo con una gran sonrisa en su rostro.
— Ajá— Roier asintió, luego abrió su mochila— Mira, encontré música ambiental que queda con el tema—
Wilbur resopló mientras veía como Roier sacaba un cuaderno con varias ideas escritas ahí.
— ¿Sabes? Me pareció muy bella esta historia que nos asignó el profesor— El omega volvió a hablar— Es una historia sobre el amor y como este perdura años.
Mientras hablaba, Wilbur se iba acercando a él, arrastrándose por el sillón.
— Dos trágicos amantes que aún después de muertos...— Wilbur se fue inclinando sobre Roier— Permanecen juntos—
— Sí— Roier habló alejándose hasta la orilla, para luego terminar levantándose rápidamente, haciendo que Wilbur casi cayera— Muy romántico, ¿No?—
Roier empezó a caminar por detrás del sillón, luego Wilbur se levantó también.
— Demasiado romántico diría yo— Wilbur empezó a liberar más de sus feromonas y se fue acercando a Roier— Un amor milenario, como muchos actuales que pueden durar años y años—
Wilbur se iba acercando más mientras Roier se aleja a más.
— Sí... ¿Sabes qué?— Rápidamente Roier puso un boceto enfrente de la cara de Wilbur— Spreen mi ESPOSO, hizo este boceto del volcán y la montaña para que lo usemos en nuestra exposición—
— Sí, sí, muy...— Wilbur alzo las cejas bastante y tomó el boceto— Es un muy buen dibujo, nunca noté que Spreen dibujara tan bien—
— ¿Verdad que sí?— Roier sonrió— Es tan talentoso en lo que hace, dibuja bien chingón, si lo vieras bien feliz que él andaba pintando la habitación de nuestros hijos—
Y el humor de Wilbur se fue al carajo.
— Veo que te gusta mucho la idea de ser papá, ¿No?— Preguntó Wilbur, entregándole el boceto.
— Mucho— Roier dijo con mucha felicidad.
— ¿Y no quieres tener más?— Wilbur dijo de pronto, poniendo sus manos sobre los hombros de Roier.
— ...— Roier parpadeó varias veces— ¿Qué?—
— Vamos Roier, no te hagas el tonto, ya sabes que me interesas— Wilbur empujó a Roier para que cayera sentado al sillón y Wilbur rápidamente saltó sobre él.
— Wilbur detente, estoy casado— Roier dijo alejando sus manos de Wilbur.
— Y eso hace esto mucho más divertido— Wilbur dijo mientras acercaba su rostro al de Roier— Leí cosas, mi aroma no se impregnará en ti, así que no te debes preocuparte porque Spreen se entere—
— Wilbur...—
El mencionado simplemente dejo salir más feromonas, las cuales finalmente lograron hacer una reacción en Roier.
Wilbur sonrió hasta que vio a Roier hacer una mueca de asco y cubrirse la nariz.
— ¿Qué ese pinche olor?— Roier se quejó y empujó a Wilbur fuera de su regazo— ¿Tu aroma es de peonias?—
— ¡Sí!— Wilbur dijo.
— Que puto asco— Roier dijo.
— ¡Oye! Pero si la peonia huele delicioso—
— Mi abuelita tenía su jardín lleno de peonias— Roier empezó a explicar— Me harté de ese aroma y ugh, apestas muy mal para mí—
Wilbur hizo un gesto ofendido al oírlo.
— Fue mala idea venir— Roier dijo, empezando a guardar sus cosas en su mochila.
— Pero Roier...— Wilbur le tomó el brazo, pero Roier lo apartó.
— No entiendes que estoy casado, ¿Eres sordo acaso?— Preguntó el alfa con enojo— Te la pasas coqueteando conmigo aún sabiendo que tengo pareja, que voy a tener hijos y que no estoy interesado en ti—
Roier dijo mientras Wilbur escuchaba en silencio.
— Yo soy amable contigo porque así soy yo, si obtuviste otra señal pues es tu bronca— Roier dijo— Fui tu amigo, te ayude en clase y te defendí de esos pendejos que nadaban inventando cosas de ti, porque era amable contigo, pero ya no más—
— Roier...—
— ¡Me largo de aquí!— El alfa gritó e hizo que Wilbur bajara la cabeza.
Luego empezó a irse, caminando rápidamente hacia la salida.
— ¡Pero la exposición!—
— ¡Yo la voy a hacer y luego te voy a pasar tu información para que puedas exponer!— Roier gritó cerrando la puerta con fuerza.
Y Wilbur se quedó solo.
Continuará...
Chapter 15: XIV
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En la casa de nuestro joven matrimonio había música y celebración en el jardín trasero.
La familia y amigos de ambos estaban felices en el baby shower de Spreen, algunos charlando, otros bailando y Quackity fue delegado al trabajo de entregar bocadillos.
— Pinche Rubius, culero— Quackity se quejó— Y todo por andar de mamador con su chamaco—
Más allá de Quackity y su charola de salchichas cocteleras, Spreen estaba pegado a Rubius, abrazándolo bastante.
— Te quiero mucho, pá— Dijo Spreen, llegando su cara al pecho del omega mayor.
— Oh Spreen, también te amo, mi niño— Rubius respondió, acariciando la cabellera de su hijo.
Algo lejos de ahí, en la piscina estaban Roier, Aldo y Mariana, el primero estaba sentado en la orilla junto a Mariana, ambos con las piernas en el agua y Aldo estaba sobre un gran cisne inflable flotando sobre el agua.
— Nunca había visto a Spreen tan meloso con ninguno de sus papás— Dijo Aldo.
— Él nada más está aprovechando los últimos momentos siendo el consentido— Roier respondió, comiendo de su gelatina.
— Ah chinga, ¿Y por qué?— Preguntó Mariana.
— Por eso— Roier señaló hacia la entrada al jardín trasero.
— Ugligli—
— ¡Titi!— Rubius gritó, alejándose rápidamente de Spreen para luego correr y tomar al niño de peculiar cabello verde, levantándolo— Mi niño consentido—
El niño soltó una risita mientras Rubius le hacía cosquillas con su barba.
— ¿Qué onda, Titi?— Spreen sonrió saludando a su pequeño primo.
— Saurio— El pequeño niño extendió sus manitas, mostrando dos dinosaurios de juguete.
— ¿Son para los bebés?— Preguntó Spreen, tomando los juguetes.
— Du— Titi asintió.
— Gracias—
— Tan lindo ni niño, ¿Quieres caramelos?— Rubius preguntó y Titi asintió varias veces— Vamos por caramelos—
Spreen solamente se rio al verlos irse.
— Juro que quiere a Titi más que a mí— Spreen dijo y soltó un suspiro empezando a caminar lentamente.
— ¿Ocupas ayuda?— Preguntó Karl, acercándose a él y ofreciendo su brazo.
— Por favor— Spreen tomó el brazo del otro omega— A la pileta por favor—
Karl ayudó a Spreen a acercarse poco a poco a la alberca.
— Hola, mi amor— Roier saludó— ¿Necesitas algo?—
— No— Spreen negó— Solo quería acercarme al Sol un poco antes de abrir los regalos—
Karl ayudó a Spreen a sentarse en una de las sillas y el omega embarazado pudo descansar al fin.
— Tus papás se la rifaron con la fiesta, Spreen— Aldo dijo, levantando su bebida.
— Simón, ya quisiera yo que mis jefes me hicieran fiestas así, pero al menos mi novio sí me consiente— Mariana dijo y volteó a su izquierda— ¿Y Foolish?—
— Dónde crees— Dijo Aldo en respuesta.
— ¡Ayuda!— Gritó Foolish.
— ¡Otra vez en el puto árbol!— Mariana se levantó para después irse caminando al árbol del patio— ¡Foolish! Cabrón, ¿Cuántas veces debemos tener esta plática?—
Spreen y Karl empezaron a reírse, recibiendo también a Robleis y Carre quienes acababan de llegar.
Mientras eso pasaba, Roier dirigió una mirada a Spreen y su sonrisa se fue borrando gradualmente, luego miró el agua.
Spreen está esperando gemelos, pero su barriga no es del tamaño de gemelos. Roier se la pasó leyendo del tema, el vientre de Spreen era muy pequeño para tener gemelos.
Y Roier se preocupaba por eso, solo espera que sus hijos estén bien.
Continuará...
Chapter 16: XV
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— ¡Me estás lastimando la mano, idiota!— Gritó Wilbur.
— ¡Cerra el orto!— Spreen gritó también.
En ese momento, la puerta se abrió con una fuerte patada y Roier finalmente pudo entrar al salón.
— ¡Spreen!— Roier gritó.
— ¡Roier!— Gritó Spreen.
— ¡Spreen!— Robleis gritó.
— ¡Weyes!— Aldo gritó entrando al salón.
— ¡Aldo!— Roier gritó mirando a su amigo.
— ¡Mi mano!— Gritó Wilbur.
— ¡Cállate Wilbur!— Gritó Carre.
— ¡Spreen!— Gritó Karl cuando miro todo el desastre.
— ¡Ya cállense a la verga!— Gritó Mariana.
— ¡Burro!— Gritó Foolish.
— ¡ROIER!— Spreen gritó de nuevo.
— ¡Spreen!— Roier gritó corriendo hacia él.
— ¡Hagan que me suelte!— Gritó Wilbur.
— ¡Hagan algo ya pelotudos, no quiero dar a luz en la escuela!—
Todo era caos... Y se preguntarán, ¿Cómo empezó todo? Bueno, es algo gracioso.
Aquel día había empezado bien, Spreen estaba atravesando su séptimo mes de embarazo y eso solo significa una cosa.
Incapacidad obligatoria.
Spreen podría pasar el resto del embarazo en casa, haciendo tareas escolares y en su caso específico de él, podría tomar sus exámenes más tarde cuando esté mejor después de parir.
Y ahí estaba Spreen, tomando cosas de su casillero.
— ¿Tenías que venir voy?— Preguntó Robleis al ver a su amigo.
— ¿Qué decís?—
— Hoy es viernes, luego es la última semana de clases y después tenemos vacaciones de primavera, dos semanas libres— Comentó el joven alfa.
— Ni muerto faltaría a clases, no quiero romper mi asistencia perfecta sin tener justificante médico— Spreen dijo, dándole sus libros a Robleis— Un embarazo no me bajará del puesto #1 en la escuela—
Ambos empezaron a caminar por el pasillo en dirección a su clase, pero alguien se paró frente a Spreen, haciendo que ambos se detuvieran.
— Pero si es mi embarazado favorito— Wilbur sonrió.
— ¿Qué querés ahora, chupa pijas?— Preguntó Spreen, frunciendo el ceño.
— Que grosero, solo quería saludar— Wilbur dijo con fingida inocencia.
— Wilbur...— Robleis intentó hablar, pero Spreen lo mando callar.
— Yo me encargo— Comentó Spreen, sonriendo un poco— Roier me contó de lo patético que te viste tratando de hacer que te cogiera—
— Que Roier me haya rechazado una vez no significa que lo hará en un futuro— Wilbur comentó, alzando ambas cejas.
— ¿Qué te hace creer que Roier estará contigo?— Preguntó Spreen, cruzado de brazos.
— ¿Sabías que la taza de omegas abandonados durante y después del embarazo crece anualmente?— Wilbur dijo con un gran toque de malicia en la voz.
— ¿Qué insinuás?— Preguntó Spreen.
—Nada, solo estoy diciendo que estás en un punto muy avanzado de tu embarazo, ¿No estás ya en el punto dónde el embarazo es incapacitante?— Wilbur se apoyó en los casilleros— Te estás volviendo una carga, ni siquiera eres capaz de cargar tus propios libros—
— Porque Robleis se ofreció a hacerlo—
— Y ahora te irás de la escuela, ¿No es así?— Wilbur habló— Estarás acostado todo el día, sin querer moverte, sin querer ver películas, sin querer salir por un helado—
— ¿Cuál es tu punto?— Spreen interrumpió.
— Mírate, tu cuerpo ya no es el más atractivo— Wilbur dijo— Y no lo digo yo, ¿Ya viste la lista de atractivos en la escuela?—
Esa puta lista.
Un día, un grupo de alfas imbéciles creyó que era buena idea hacer una lista de los omegas más atractivos de la escuela, no solo eso, ponían nombres, nivel de belleza, si eran solteros y que tan fácil era acostarse con ellos, esa lista causó un gran escándalo a nivel estatal, los estudiantes se quejaron, los padres se quejaron y la directora de la escuela mando a quemar todas las copias físicas de la lista y expulsó a los cuatro alfas que empezaron a hacer eso. Aunque ellos terminaron expulsados, la lista siguió viva en redes, además de ser constantemente actualizada.
Spreen siempre ocupó el segundo lugar en esa lista, solo por debajo de Wilbur. Aunque la mayor diferencia es que Spreen tenía un "extremadamente difícil" en la sección de facilidad para acostarse con él, mientras que Wilbur tenía un "Sumamente accesible".
A Spreen esa lista siempre le pareció una mierda omegafobica, solo creó caos, desconfianza e inseguridades en los omegas de la escuela.
— Eso a mí me importa una mierda— Dijo Spreen.
— Lo digo porque bajaste del segundo lugar al décimo octavo puesto— Wilbur se encogió en hombros— Ahora, tú no ves la lista como algo importante, ¿Pero qué hay de Roier?—
Spreen por primera vez flaqueó.
— ¿Que?—
— ¿Cómo sabes que Roier te sigue viendo atractivo?— Wilbur ladeó la cabeza— Ya no tienes tu linda figura, ya no tienes tu misma energía, solo es cuestión de tiempo, tarde o temprano Roier entrara en celo y tú no podrás ayudarlo—
— Suficiente— Robleis estuvo a punto de intervenir, pero Spreen lo detuvo con su brazo.
— Roier sería incapaz de dejarme por vos—
— ¿Cómo estás tan seguro?— Wilbur dijo— Los instintos de alfa son impredecibles y cuando Roier se canse de ti y tu embarazo, ahí estaré yo, dispuesto a brindar una mano amiga... Incluso más que una mano, si sabes a lo que me refiero... Y limpiate esas lágrimas—
Wilbur le dijo, dándose media vuelta para alejarse de ahí.
Spreen se pasó las manos por los ojos, ¿En qué momento había empezado a llorar? ¿Las palabras de Wilbur realmente lo dañaron así?... ¿Roier le había contado toda la verdad de lo que pasó en casa de Wilbur? No... Él no iba a dudar de Roier.
Ahora estaba empezando a sentir la rabia subir por su cuerpo. Se enojó y tomó uno de los libros que sostenía Robleis y después lo lanzó, golpeando la nuca de Wilbur.
— ¡Oye!— Gritó Wilbur volteando para mirarle— ¿Qué mierda te pasa?—
— Sos una zorra, un hijo de puta, un chupa pijas sin dignidad— Spreen se le empezaba a acercar— ¿Quién mierda te hizo tanto daño para que vos quieras dañar a otros?—
— Cierra la boca imbécil— Wilbur dijo— Tú no sabes nada de mi vida—
— Solo sé lo necesario para saber que sos un idiota hambriento de atención— Spreen negó con la cabeza.
Wilbur frunció el ceño y se acercó lentamente al rostro de Spreen.
— Los labios de Roier saben tan bien— Wilbur dijo y Spreen perdió el control.
— ¡Te voy a matar!— Spreen gritó avanzando hacia Wilbur.
Rápidamente un grupo de alumnos rodeó a ambos, empezando a gritar varias veces.
— ¿Qué está pasando aquí?— Preguntó una maestra, mirando el desastre.
— ¡Hijo de puta!— Gritó Spreen.
De un segundo a otro, Spreen cerró su puño y golpeó a Wilbur en la nariz con fuerza, haciéndolo retroceder y sostenerse el rostro.
— ¡Suficiente!— Gritó la maestra empezando a pasar entre los adolescentes.
— Ya basta Spreen— Robleis dijo acercándose— Vámonos antes de que el idiota decida atacar—
— Wilbur no es tan imbécil como para golpear a un embarazado— Spreen dijo.
Entonces Wilbur lo golpeó en el mentón, haciéndolo retroceder, pero Robleis fue capaz de detenerlo.
— ¡Ustedes vienen conmigo!— La maestra dijo, tomando a Spreen y a Wilbur de un brazo.
— ¡Él empezó!— Gritaron ambos.
— No me importa quien empezó, ustedes dos irán a la oficina de la directora ahora mismo— La maestra sentenció.
Continuará...
Chapter 17: XVI
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Aquella pequeña pelea en el pasillo había traído una gran consecuencia para ambos omegas, pues la directora los envió a detención después de clases.
Era la primera infracción grande de ambos así que no fue un castigo severo.
Y ahí estaban Wilbur y Spreen, en el salón de detención, sentados en bancas diferentes mientras el profesor encargado leía un periódico.
Wilbur estaba jugando en su celular, mientras que Spreen estaba apoyado en la banca, sobando su vientre por las leves punzadas que había estado sintiendo desde la madrugada.
— Carajo...— Spreen se quejó.
— Silencio— El profesor regaño.
Spreen solo frunció el ceño, queriendo insultar al profesor, pero prefirió callar. Solo quería irse a casa y dormir el resto del día.
De un momento a otro, el profesor se puso de pie.
— Suficiente, cinco minutos es mi límite, volveré en cincuenta minutos para dejarlos irse— El profesor dijo y simplemente salió del salón, cerrando la puerta.
— Que maestro tan negligente— Comentó Wilbur al ver al adulto irse.
— Pelotudo— Spreen dijo.
— ¿Quieres seguir peleando?— Preguntó el otro omega.
— Solo cierra el orto— Spreen volvió a acariciar su vientre.
Roier debía irse a casa, pero conociéndolo estaría en la fuente frente a la escuela donde comúnmente se reunían al salir de clases. Mierda, Spreen deseaba estar con él.
— Todo esto es tu culpa— Spreen dijo.
— ¿¡Mi culpa!?— Preguntó Wilbur ofendido— Fuiste tú quien me golpeó primero—
— Y vos me estuviste provocando— Spreen se enderezó para verlo— Y volvería a golpearte mil veces, hijo de puta, ¿Por qué tenés que ser tan zorra con MI esposo?—
Wilbur frunció el ceño.
— No me llames así— Wilbur dijo.
— Todo el mundo te llama así, ridículo— Spreen dijo— ¿No te enorgullece eso, chupa pijas sin dignidad?—
— Cierra la boca, imbécil— Wilbur se cruzó de brazos— No soy yo quien se embarazó para asegurar tener alguien a su lado—
— Yo no...— Otra punzada— Yo no hice eso, este embarazo fue consentido por ambos—
— Todo el mundo dice eso— Wilbur se burló al arrmedar lo que dijo Spreen— Quieres pelear usando rumores, entonces soporta lo que dicen de ti—
Spreen frunció el ceño.
— ¿Qué hay de lo que decían sobre tu otra escuela?— Preguntó Spreen mirándolo— Oí que en realidad nadie te quiso ahí por cogerte a un profesor—
— ¡Eso no es verdad!— Gritó Wilbur.
— Como dice mi suegro: Hazte fama y échate a dormir— Spreen dijo antes de sentir otra punzada.
— ¿Tú crees que yo quería está fama?— Wilbur preguntó.
— Nunca te vi discutir tu rumor de ser una zorra— Spreen se encogió de hombros.
— Vete a la mierda, ¿Sabes qué? Puedes quedarte con el idiota de Roier— Wilbur dijo— Ese tonto ya parece estar bajo tu control como para ponerlo bajo el mío—
— ¿Por qué tan obsesionado con él de todos modos?— Spreen lo miró— Literalmente tenés a todos los alfas y betas detrás de vos, boludo, ¿Por qué querés tanto meterte en una relación?—
— Porque puedo y porque quiero— Wilbur dijo sin dejar de verlo— Y a ti no debe importarte una mierda mi vida—
— Vos te volviste una molestia en mi vida, así que tengo derecho a hacer de la tuya una puta mierda, pelotudo— Spreen ahogó un casi grito por otra punzada— Debería salir y confirmar lo que decían de ti en la otra escuela—
— ¡Vete a la mierda!— Gritó Wilbur nuevamente, lanzando una bola de papel que le dio a Spreen en la cabeza— ¡No tienes idea alguna de lo que pasó en mi otra escuela!—
— ¿A quién le importa?— Preguntó el omega embarazado— Seguramente cogiste con todos los alfas ahí y buscaste que otra escuela donde propagarte—
— Spreen...—
— Es tu fama de todos modos— Comentó, encogiéndose en hombros.
— ¿¡Tú crees que yo quería está fama!?— Wilbur gritó.
— No te he visto querer negarla—
— Porque al menos aquí yo sí acepté las aventuras— Wilbur dijo con voz baja.
— ¿Qué querés decir con eso?—
Wilbur se mantuvo callado mientras miraba en dirección a la ventana.
— Cuando me presenté como omega, resultó que mi aroma era como el de las peonias— Wilbur comentó— Uno de los aromas más raros para los omegas y también uno de los más atrayentes. Cuando inicie la pubertad, el aroma simplemente enloqueció—
Spreen frunció el ceño, sin entender hacia donde iba la historia de Wilbur.
— Cuando cumplí 14 años, mi aroma era muy difícil de disfrazar y los alfas eran muy molestos...— Wilbur parpadeó un poco— Las primeras veces que pasó son muy confusas, siguen nubladas en mi cabeza—
— Oh...— Spreen finalmente comprendió.
— Me acostumbré a qué alfa tras alfa tras alfa vinieran por mí— Wilbur siguió hablando.
— ¿Alguna vez le dijiste a tus madres?— Preguntó el azabache.
— Sí, ellas estaban furiosas y exigieron al director que hiciera algo— Comentó el otro omega.
— ¿Y qué pasó?—
— Esa escuela es muy tradicionalista, prefirieron culpar al omega que se dejaba usar por otros alfas— Wilbur le resto importancia— El plan era cambiarme de escuela, pero entonces descubrí el programa de intercambio, eso me permitiría alejarme de la escuela sin perder el año escolar—
Spreen se quedó en silencio ante lo que Wilbur decía.
— Cuando llegue aquí tenía miedo de que todo se repitiera— Wilbur confesó— Cuando el primer alfa intentó algo estuvo a punto de llorar, pero fui capaz de decir que no por primera vez—
— Pero...—
— Funcionó lo que hice, pero tuve curiosidad de saber sí yo podía hacer algo diferente, entonces días después me acerqué a ese mismo alfa— Wilbur habló— Logré usar mi aroma para que él se acostara conmigo... Por primera vez yo tuve el control—
— ¿El control?—
— En esa otra escuela yo no tuve el control, pero aquí sí, aquí yo elegía con quién acostarme— Wilbur asintió, mirando a Spreen— Y... Tal vez me encapriche con Roier porque ver a alguien rechazándome constantemente me hizo enloquecer—
Spreen miró a Wilbur, el cual tenía un gesto diferente en el rostro.
— Eh... Wilbur—
— Aunque al final... Me volví igual que los alfas de la anterior escuela— Wilbur suspiró y se pasó las manos por el rostro— Yo... Ay carajo, necesito salir de aquí—
Wilbur se paró rápidamente y comenzó a caminar hacia la puerta, tomando la manija intentando abrirla.
— ¿Ahora qué?— Wilbur se quejó tratando de abrir, pero estaba bloqueada— ¿¡El puto nos encerró!?—
Wilbur empezó a golpear la puerta con frustración sin lograr conseguir abrir, finalmente se hartó y abandonó la puerta para ir hacia Spreen, quien estaba inmóvil cómo estatua.
Al acercarse un poco más, alcanzó a ver qué debajo de Spreen había un pequeño charco.
— Spreen...—
— Creo que acabo de romper fuente— Spreen dijo.
Continuará...
Chapter 18: XVII
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— ¡Abran está puta puerta!— Gritó Wilbur mientras empujaba la puerta que no se abría por el seguro.
Spreen por otro lado, estaba tratando de levantarse, pero el dolor en su vientre era bastante fuerte.
— ¿No puedes llamar a Roier?— Preguntó Wilbur.
— El puto del maestro guardó los teléfonos en el escritorio, pelotudo— Spreen dijo mientras caminaba, usando los pupitres para apoyarse. Pero sus pies resbalaron y cayó al frente.
Lo bueno, él no cayó en el suelo, lo malo, se golpeó en el vientre contra la esquina del escritorio y eso lo hizo gritar.
— Ay mierda, ¿Spreen estás bien?— Wilbur se acercó rápidamente, pero Spreen solo se quejaba mientras acariciaba su vientre— Bien, uh... Carajo no sé qué hacer—
Wilbur miró a Spreen, entonces algo en su cerebro se iluminó.
— Ay que idiota soy— Wilbur dijo— ¿Puedes enderezarte un poco, Spreen?—
— Un poco... ¡Me duele la espalda!— Spreen se quejó.
— Bien, debes ponerte cómodo... ¿Prefieres recostarte o en cuclillas?— Wilbur preguntó.
— Uh... Recostado, supongo— Spreen dijo y Wilbur asintió.
— Bien, voy a necesitar de tu ayuda aquí— Wilbur saltó al escritorio— Vamos, trata de sentarte en el escritorio, ven, a las tres—
Wilbur pasó sus manos bajo las axilas de Spreen y el omega embarazado apoyó las manos en el escritorio.
— Uno, dos, tres— Wilbur contó y con mucho esfuerzo y quejas, Spreen logró sentarse en el escritorio— Recuestate. Escucha, una de mis madres es partera y he leído mucho de sus consejos médicos—
— ¿Acostarme en un escritorio es un consejo médico?— Preguntó Spreen con sarcasmo.
— Bueno, dar a luz en una escuela tampoco viene en el manual de parteras— Wilbur le respondió con el mismo nivel de sarcasmo— No tenemos teléfonos, no parece habrá alguien aquí... Mierda, estamos jodidos—
Entonces Spreen empezó a gritar de nuevo mientras colocaba sus manos en su vientre, sintiendo dolores más fuertes.
— ¡Puta madre!—
Wilbur se asustó, ¿Qué debía hacer? No podía estar ahí con un embarazado que entró en labor de parto. Entonces el chico miró la ventana.
— ¿Roier no te dejaría aquí, verdad?— Preguntó el castaño.
— No... Seguramente está con los demás en la fuente frente a la escuela— Spreen respondió, empezando a respirar como su médico le había recomendado.
— Tengo una idea— Wilbur subió a la silla del escritorio y alcanzó la ventana superior para abrirla— ¿Has usado tu voz?—
— ¿Mi voz?— Spreen se quejó nuevamente— Una vez, pero... No es tan fuerte como la de alfa—
— Pero está es una emergencia, estás desprotegido, en un momento malo— Wilbur dijo viendo hacia afuera— Grita, llama a Roier. Estamos en un costado del salón, pero si ya están casados y unidos por la marca, él te oirá—
Spreen soltó otro grito por el dolor mientras tenía los codos sobre el escritorio.
— ¡Roier!— Spreen gritó mientras cerraba los ojos por el dolor y con lágrimas saliendo de sus ojos— ¡Roier!... ¡ROIER!—
— Tiene que ser más fuerte— Wilbur dijo bajando de la silla, dejando una mano sobre el escritorio y Spreen aprovechó para tomarla con fuerza.
— ¡ROIER!—
Ese grito fue haciendo eco, las ondas de ese sonido tan particular salieron por la ventana de la escuela.
Y sentado en una fuente, estaba Roier, jugando con su celular, en la fuente también estaba Aldo quien platicaba con Karl, luego estaban Foolish y Mariana comiéndose sus bocas y finalmente Robleis y Carre regresaban de comprarse limonadas.
— ¿Hasta qué hora termina la detención?— Preguntó Karl.
— Dura casi una hora— Aldo respondió.
Roier quería seguir jugando, pero un grito llegó a sus oídos, igual que al de los otros alfas en el grupo.
— ¿Ese fue?...— Aldo preguntó.
— ¡Spreen!— Gritó Robleis.
Nadie se movió debido a que se quedaron quietos cuando vieron a Roier levantarse y empezó a correr a toda velocidad, cruzando la calle.
Roier actuaba por instinto, él ni siquiera pensaba claro, solo tenis algo en la mente, Spreen lo necesitaba y era urgente.
Sus amigos trataban de seguirle el paso, pero Roier iba mucho más rápido, prácticamente saltando las escaleras hasta llegar la piso donde estaba el salón de detención.
— ¡SPREEN!— Gritó Roier al detenerse en el pasillo.
— ¡ROIER!— Spreen gritó y Roier corrió a la puerta, tratando de abrirla, pero no pudo.
— ¡La puerta tiene seguro y Spreen entro en labor de parto!— Gritó Wilbur— ¡Y me está rompiendo la mano!—
— Están atrapados dentro— Roier dijo mirando a sus amigos que apenas estaban subiendo las escaleras.
— Bien, necesitamos buscar al profesor o a alguien más que pueda abrir la puerta— Aldo dijo, pero todos se giraron al oír un enorme golpe.
Roier había abierto la puerta de una sola parada.
Y así es como llegamos a ese momento donde todos se gritaban y nadie sabía qué hacer.
— Spreen, mi amor— Roier se precipitó a él, tomándolo de la mano y Spreen la tomó con fuerza.
— Ya vienen...— Spreen dijo antes de volver a quejarse del dolor— Me duele mucho...—
— Mi mano también duele mucho— Wilbur dijo.
— Cállate Wilbur— Roier dijo y volvió a ver a su esposo— Tranquilo sí, la ambulancia ya estará aquí pronto—
— ¿Ya la llamaron?— Preguntó el omega y Roier abrió bastante los ojos.
— ¡Llamen a una puta ambulancia!— Gritó Roier mirando a sus amigos.
— ¡Ya lo estoy haciendo!— Foolish levantó el pulgar mientras tenía su teléfono en su oreja.
— Llamaré a los papás de Spreen— Dijo Carre, alejándose un poco.
Roier uso su mano izquierda para sacar su celular y extenderlo a sus amigos.
— Alguien rápido, llame a mis papás también—
Aldo rápidamente tomó el teléfono y todos los demás empezaron a movilizarse.
Roier por su lado estaba concentrado en Spreen.
— Todo va a salir bien, ¿Sí?— Intentó sonreír— La ambulancia va a venir y vamos a ir al hospital, todo estará bien—
Spreen no pudo decir nada por qué seguía chillando por el dolor que estaba sintiendo.
— ¡Sus padres ya vienen!— Gritó Aldo.
— ¡La ambulancia llega en tres minutos!— Foolish gritó también y empezó a salir del salón— ¡Los iré a esperar afuera!—
Roier pudo sonreír.
— ¿Oíste Spreen?— Roier preguntó y miró a Spreen— ¿Spreen?—
La sonrisa de Roier se borró porque Spreen estaba inmóvil y con los ojos cerrados.
— ¿Spreen?— Preguntó Roier, sacudiendo al omega un poco— ¿¡Spreen!?—
— Se desmayó por el dolor— Wilbur comentó— No es buena señal—
— ¡Por aquí!—
El grito de Foolish vino desde el pasillo y loco después dos mujeres entraron con una camilla.
— ¡A un lado!— Una paramédica dijo— ¿El alfa del chico está aquí?—
— Soy yo— Dijo Roier.
— Bien, necesitaremos que vengas con nosotros, pero debes estar calmado, un alfa estresado con un omega dando a luz es caótico— La paramédica explicó mientras Roier asentía— Subiremos al chico a la camilla y después iremos al hospital, ¿Sí?—
Roier asintió de nuevo y Spreen fue transportado rápidamente a la camilla y salieron.
Continuará...
Chapter 19: XVIII
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Spreen respiraba lentamente, su sentido del oído captaba el sonido que hacía la máquina que mostraba los signos vitales y era molesto.
Fue abriendo los ojos lentamente, mirando la luz incandescente del techo, cerró sus ojos y se quejó.
— Mierda...— Se quejó y pudo abrir bien los ojos.
Estaba en la habitación de un hospital, demasiado blanca, fría y limpia. Cómo odiaba esas habitaciones.
Parpadeó un par de veces para ver con más claridad y después miró a sus lados, logrando ver a Roier dormido en una silla.
— ¿Roier?— Preguntó Spreen en voz baja, pero eso fue suficiente para que Roier reaccionara.
— ¿Spreen?... ¡Spreen!— Roier despertó y luego miró al omega. El alfa se apuró a ir con él— ¿Cómo te sientes?—
— Siento como si hubiera cagado una calabaza— Spreen dijo y suspiró— Me siento cansado—
— Es normal— Roier se acomodó, sentándose en la cama— Me asusté, estaban todos gritando y de pronto tú estabas inconsciente y... No quería que te pasará nada—
Spreen miró con pena a su alfa y le tomó la mano.
— Pero estoy bien...— Spreen sonrió un poco y luego miró hacia abajo, observando su vientre plano... ¿¡Vientre plano!?— ¿¡Y los bebés dónde están!?—
— Eh... ¿Nacieron?— Roier dijo, alzando una ceja.
— ¿Pero en dónde están?— Spreen preguntó, empezando a alarmarse.
— Tranquilo, los bebés están bien— Roier lo calmó— Pero fueron prematuros, ellos están en la incubadora—
— ¿Incubadora?— Preguntó Spreen— ¿Cuánto tiempo?—
— El doctor nos dijo que unos diez días como mucho— Roier respondió.
— ¿Y podemos verlos?—
— Sí, pero quiero que descanses primero... Y no te pongas mamón que tienes que descansar, cabrón— Roier le regañó— Eres el primer omega que da a luz en parto natural estando dormido—
Spreen parpadeó un poco y se empezó a reír, siendo su risa seguida inmediatamente por la de Roier.
— No puedo creer que ya tenemos hijos— Spreen dijo— Vos y yo, tenemos dos hijos—
— Ya somos papás— Roier dijo, como si apenas estuviera cayendo en cuenta de todo— ¡Wey somos papás!—
Pronto, ambos volvieron a reírse hasta que Roier se acomodó mejor, acostando al lado de Spreen.
— Oye, te quiero preguntar algo— Roier dijo.
— ¿Qué es?— Spreen preguntó mientras se giraba a verle.
— ¿Te quieres casar conmigo?— Roier preguntó mientras miraba a Spreen a los ojos.
— Ro, ya estamos casados— Spreen mencionó.
— Ya lo sé— El castaño asintió— Pero no pude pedírtelo formalmente—
Él sonrió y Spreen sintió su corazón conmovido.
— Sos un cursi de mierda— Spreen dijo, pero sonrió— Sí, acepto casarme con vos—
— Te amo Spreen— Roier dijo.
— También te amo Roier— Spreen sonrió.
Ambos se sonrieron y juntaron sus frentes para quedarse ahí quietos.
Unos cuarenta minutos después, la puerta del cuarto se abrió cuando Rubius y Quackity entraron a la habitación, encontrando a la pareja dormida y abrazada.
— No pueden estar ni un día separados— Dijo Rubius mientras los veía.
— Se ven tan felices— Quackity comentó— Pero pinches culeros, nos hicieron abuelos bien jóvenes—
— Sí...— Rubius dijo, pero con un tono más serio.
— ¿No le has dicho?— Quackity preguntó.
— No, y esto solo va a complicar las cosas, ¿Cómo se supone que voy a cuidar de mis nietos cuando yo estoy esperando otro hijo?— Rubius suspiró mientras se pasaba las manos por el rostro.
— No pues, ya nos jodimos— Quackity habló.
Continuará...
Chapter Text
— Vegetta, llevas diez minutos dando vueltas de un lado a otro, me estás mareando— Luzu dijo.
— Estoy muy nervioso, estamos a punto de conocer a nuestros nietos— Vegetta respondió.
— Vegettita— Rubius lo calmó— Moviéndote como león enjaulado no haré que el tiempo pase más rápido—
— Así que ya siéntate a la verga o te meto un putazo— Quackity amenazó y Vegetta finalmente se sentó.
Tras otros cinco minutos de espera, una enfermera salió de la habitación donde Spreen y Roier estaban.
— Ya pueden pasar— La enfermera dijo.
Los cuatro adultos se levantaron y empezaron a caminar hacia la puerta, cuando la abrieron, se toparon con una cortina que les impedía ver la cama.
— ¿Era necesario poner esta cortina?— Preguntó Luzu.
— Sí— Spreen respondió.
— Os juro que es un dramático— Rubius dijo al mismo tiempo que abría las cortinas.
Frente a ellos cuatro, está a la cama donde Spreen estaba sentado, con Roier sentado en la orilla, cada uno sostenía a un bebé envuelto en una manta de color azul claro.
A los adultos se les iluminaron los ojos y se acercaron rápidamente.
— Miren esas pequeñas bolitas de grasa— Quackity dijo mientras se acercaba a ver a uno de sus nietos.
— Se ven tan lindos— Vegetta sonrió.
El bebé que Spreen sostenía estaba dormido, pero el bebé sostenido por Roier tenía sus ojos violeta abiertos, mirando de un lado a otro, acostumbrándose a su nuevo mundo.
— ¿Ya eligieron sus nombres?— Preguntó Luzu.
— Sí— Roier asintió y miró al bebé que cargaba— Esté pequeñín de aquí, se llama Bobby—
— Y este de aquí, es Ramón— Spreen. Dijo, arrullando al bebé dormido.
Rubius por su parte ya estaba fotografiando a los bebés con su celular.
— Le enviaré estás fotos a Brayan, él vendrá para el verano para conocerlos— Rubius dijo.
— Hombre, ver estos bebés me hacen querer otro hijo— Vegetta dijo, pero en tono de broma.
— Podríamos volver a tener hijos al mismo tiempo como la última vez— Luzu le siguió con el chiste.
— Pues si ustedes insisten— Rubius habló.
— Pues adivinen qué— Quackity dijo.
— ¿De qué están hablando?— Preguntó Luzu, mientras él y Vegetta miraban a los omegas, quienes sonreían hacia ellos.
— Estamos embarazados— Dijeron Rubius y Quackity al mismo tiempo.
— Verga wey— Dijo Roier.
Continuará...
Chapter 21: XX
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Spreen dormía plácidamente en la cama, con la cara de costado sobre la cama, roncaba suavemente, pero todo eso no duró mucho debido a que un movimiento en la cara le hizo abrir los ojos.
— Da-da—
— Bobby, 5 minutos más— Spreen dijo volviendo a cerrar los ojos.
— Ese es Ramón— Dijo Roier.
Spreen abrió los ojos de nueva cuenta y esta vez se enfocó mejor para ver que el bebé que le estaba restregando las manos en la cara. Luego miró por el cuarto para observar a Roier en el cambiador del cuarto, arreglando la ropa de Bobby.
— Ay mi patitas de cheetos— Roier hablaba, jugando con los piecitos del bebé.
Spreen se sentó sobre la cama, tomando a Ramón para sentarlo en su regazo, luego miró a Roier y Bobby, sonriendo al observarlos.
En esos 5 meses Roier demostró ser un muy buen padre con los gemelos, jugaba con ellos, ayudaba a alimentarlos, les cambiaba los pañales porque el olfato de Spreen sigue demasiado sensible.
Spreen no se quedaba atrás, cuidaba bien de sus cachorros como los llamaba, no en voz alta, que puto cringe que alguien lo escuche hablándole así a sus hijos, y como el buen omega que es fue en extremo protector con los gemelos los primeros meses.
— Ya están buen vestidos los mocosos— Roier dijo, cargando a Bobby mientras volvía a la cama, dejando al bebé en la cama y luego él también subió a la misma.
Al estar cerca, Bobby se movió y jaló una mano de Ramón, haciendo que el segundo se le fuera encima y así ambos empezaron a jugar, balbuceando y haciendo ruidos de bebés mientras daban vueltas sobre la cama.
— Sigo sin creérmelo— Spreen dijo, mirando a sus dos bebés jugando entre ellos sobre la cama.
— Ni yo, cada día despierto y me emociono viendo a estos dos en su cuna— Roier sonrió, mirando a Ramón "mordiendo" un pie de Bobby— Lo único malo es que va a haber más llantos en un mes—
— No me lo recordés— Spreen suspiró— Mi papá dice que Missa es tan inquieto como yo—
— Ja, pues que suerte— Roier se puso a reír— Mi papá dice que está sufriendo con Tubbo el doble de lo que sufrió conmigo durante el embarazo—
Spreen se puso a reír un poco, viendo ahora como Bobby parecía querer morder la cabeza de Ramón. Sintió una enorme calidez en su interior, la cual aumentó cuando Roier lo rodeó con un brazo.
— Roier—
— ¿Sí?—
— Quiero más hijos— Dijo Spreen sin dejar de ver a sus gemelos.
— Bueno— Roier respondió y se acomodó para ver a su esposo mejor— Pero basta los 25—
— Yo nunca dije cuando— Spreen respondió.
Ambos soltaron una risita y se abrazaron mejor, viendo a sus dos hijos moverse por la cama, pero vigilando qué no se acercarán demasiado a la orilla de la cama.
Un par de horas más tarde, Spreen estaba en el comedor, entreteniendo a los dos bebés, quienes estaban en sus sillas entrenadoras.
Poco después, Roier entró al comedor con dos platos con puré de frutas en sus manos, dejando uno en cada silla. Puré de pera para Ramón y puré de manzana para Bobby.
— A comer— Dijo Roier.
En cuestión de segundos, Roier comenzó a darle de comer a Ramón mientras Spreen hacia lo mismo con Bobby.
Claro que alimentar a los niños era una odisea porque al momento de hacerlo era un caos. Bobby era una bomba de energía qué se movía y manoteaba tanto que a veces ha tirado los platos, Ramón no era mucho mejor, era más relajado, pero relajado en exceso, tan relajado que ni siquiera abre la boca por más que tenga la cuchara en los labios.
Pero se las habían arreglado cuando notaron que la energía desbordada de Roier funcionaba con Ramón y el aura de seriedad de Spreen funcionaba con Bobby.
Cuando terminaron de alimentar a los gemelos, les limpiaron la cara lentamente y luego los sacaron de las sillas para dirigirse a la nueva sala acondicionada para bebés, sin mesa de centro, con tapete suave y juguetes limpios espaciados en el suelo.
— ¿Sabes? Creo que estamos siendo buenos padres— Roier dijo, con su orgullo de alfa inflado.
— Y mis viejos diciendo que íbamos a sufrirlo— Spreen también sonrió— Somos los verdaderos pros—
— Aunque mi papá Luzu siempre dice que los hijos siempre traen el karma a los papás— Roier dijo.
— ¿Y eso que significa?— Preguntó Spreen.
— No sé, supongo que habrá que esperar a ver que karma traerán— Roier dijo.
Luego ambos se acurrucaron juntos en el sofá.
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16 años después.
— Queremos decirles algo— Dijo Ramón mientras su hermano y él miraban a sus padres.
La vida siempre ha sido una mierda con Spreen, ¿Lo recuerdan? Bueno, él y Roier temían qué ocurriría, pero fueron buenos padres.
Con el tiempo sus gemelos terminaron presentándose, Bobby como alfa y Ramón como un omega.
Ambos fueron claros con sus hijos al momento de darles la plática sobre el sexo, sobre cómo cuidarse y más que nada no ser impulsivos.
¿Qué como terminó eso?
Pues...
— Van a ser abuelos— Bobby dijo, jugueteando con sus manos— Deje embarazado a mi novio—
— Y mi novia me embarazó a mí— Ramón dijo, soltando una risa nerviosa
Roier y Spreen estaban inmóviles, viendo a sus dos hijos, al novio omega de Bobby y a la novia alfa de Ramón.
— Yo los mato— Spreen dijo caminando a ellos.
— ¡No, Spreen espérate!— Roier gritó yendo detrás de él.
Fin

sabijeons on Chapter 6 Sun 30 Apr 2023 03:15AM UTC
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yerco (Guest) on Chapter 6 Sat 22 Jul 2023 05:15PM UTC
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Patukwakwa on Chapter 6 Tue 21 May 2024 03:13AM UTC
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Sigoigo (Guest) on Chapter 6 Sun 04 Jun 2023 05:46PM UTC
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Patukwakwa on Chapter 9 Tue 21 May 2024 01:15PM UTC
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Patukwakwa on Chapter 19 Thu 23 May 2024 03:34AM UTC
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AtinaLovesPenguins on Chapter 21 Thu 15 Aug 2024 09:48PM UTC
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