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Durante muchos siglos se ha pasado de boca a boca las historias de los cuatro cuentos "El príncipe que complació a los dios", "el joven señor que derramó vino", "el general que rompió su espada" y "la princesa que se cortó la garganta".

Claro que tampoco debemos olvidar sus contrapartes... las famosa 4 calamidades, llamadas así por ser fantasmas con un poder tan grande que incluso son capaces de asesinar a un dios si así lo desean.

Al igual que los cuentos, las calamidades eran conocidas por diferentes razones, por ejemplo; linterna verde que vaga por la noche Qi Rong, era conocido por ser un fantasma asqueroso y su bosque de cadáveres colgantes, Agua negras que hunde barcos He Xuan... su mismo nombre lo dice, la calamidad vestida de blanco Bai Wuxiang, era famoso por acabar con el reino de Xian Le y traer la enfermedad del rostro humano.

Y por el último, el terror de todos los dioses... Lluvia Carmesí que busca la flor.. Hua Cheng, famoso por enfrentar a 33 dioses con su cimitarra maldita, quemar sus templos, robar a sus creyentes, atormentar a los dioses que no aceptaron su duelo a y no olvidemos el hecho de que dios que entra a su territorio... dios del que no se vuelve a saber de el.

Todo esa información era muy bien conocida por los dioses, pues a ninguno le agradaba la idea de toparse con alguna de las calamidades. Sin embargo había una pequeña.. diminuta y casi insignificante cosita de la cual nadie en la corte celestial estaba enterado y es que existía una quinta calamidad.

Esta a diferencia de las otras cuatro, le gustaba mantener un perfil bajo y ayudaba a la gente común.

Las pocas veces que se dejó ver vestía con túnicas blancas y llevaba una máscara, razón por la cual era confundida con la calamidad vestida de blanco, solo que en vez traer consigo la enfermedad del rostro humano traía consigo una muy pero muy mala suerte que afectaba a los de su alrededor.

Pero como se dijo anteriormente, esta calamidad en realidad no quería afectar a los humanos o bueno al menos no a los inocentes, así que por eso no era conocida.

Ahora la pregunta aquí es ¿Quién es está calamidad? bueno, es nada mas y nada menos que el príncipe que complació a dios, aquel que trató de ayudar a su país que estaba en guerra, fue desterrado dos veces del cielo y era conocido como el hazmerreir de los tres reinos.

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Xie Lian.

Continuara........

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La calma que generalmente había en aquella aldea alejada de todo, fue rota cuando una gran luz iluminó por varios minutos el cielo nocturno. Nadie sabía de que se trababa ¿Algún fantasma? ¿Algún dios?, todos los pueblerinos esperaron con temor un ataque pero eso jamás llegó. Después de un pequeño rato la luz desapareció, dejando a los habitantes de aquel pueblo muy extrañados.... y de paso provocando que un rey fantasma estallara en furia esa misma noche.

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Una multitud de dioses en su mayoría sorprendidos, se encontraba viendo con temor y despecho al supuesto nuevo dios que había ascendido a los cielos. Ellos habían pensado que se trataba de alguien sumamente poderoso pero no fue así, solo se trataba de un mísero dios de la basura, aquel que era llamado el hazmerreír de los cielos.

- ¿Su alteza? - llamó Ling Weng, la diosa encargada de recibir a los dioses ascendidos - ¿Su alteza, está todo bien? - volvió a llamar al ver aquel muchacho vestido de blanco, poner una mirada de asombro y preocupación.

- no no no no no no no -murmuró el joven castaño - esto no debería de haber pasado. Yo... no puedo ascender - dijo esto ultimo para si mismo.

La diosa solo se le quedó mirando por un rato, inspeccionando la apariencia del que alguna vez fue el príncipe heredero de Xian Le. Su cabello castaño esta totalmente suelto escondiendo parte de sus orejas, sus ropas aunque eran de un color simple se podía notar que eran suaves al tacto, su cuello y brazos estaban vendados, un hilo rojo atado a su meñique y lo que mas le preocupó era la inusual palidez de su piel. Si no fuera porque veía que su pecho subía y bajaba con regularidad, Ling Weng pensaría que estaba viendo a un fantasma.

Por otro lado, Xie Lian no podía creer lo que estaba sucediendo. Se suponía que el debía estar despertando sintiendo los besos y caricias de su esposo por todo su cuerpo, no estar en el cielo rodeado de un montón de dioses sin importancia.

- Yo ... ah , lo siento Ling Weng. Pero esto debe ser un error.- dijo el ahora dios con un tono preocupado. - Yo no debería estar aquí, tengo que regresar abajo.

La mayoría de los dioses se ofendió al escuchar eso ¿Quién en su sano juicio prefiere ser un recogedor de basura que ser un dios?.

- Pero alteza, no se puede ir sin pagar su deuda. - recordó la diosa de la literatura.

- ¿Deuda? ¿Qué deuda? - preguntó el contrario sobando su frente con una notable molestia.

- Durante su ascensión, varios castillos dorados fueron derribados, la campana fue rota y aparecieron varias fisuras en diferentes construcciones.

El de blanco solo pudo soltar un suspiro de frustración y fruncir ligeramente su ceño. El ni siquiera había querido ascender en primer lugar, literalmente no estaba haciendo nada cuando eso pasó y ahora resulta que tiene una gran deuda a los cielos. Ahora entendía a su esposo cuando este no aceptó la ascensión.

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Mientras fingía escuchar a la diosa, el príncipe heredero se debatía entre reir o llorar por la situación.

Hacía ya mucho tiempo que el se había resignado a que no volvería a ser parte de los cielos debido a su nueva condición, pero al parecer el destino tenía otro planes para el.

- ¿Su alteza? ¿ Me está escuchando? - preguntó la mujer al ver la mirada perdida del contrario.

- ¿Ah? Yo .. oh si si, la estoy escuchando.

- Bien, entonces como le decía ¿Aún se acuerda la contraseña de la matriz espiritual?

- Si por supuesto que me acuerdo- respondió con una pequeña sonrisa.

La diosa solo miró con extrañeza y luego con un simple gesto entró a la matriz, mientras que al mismo tiempo el príncipe repetía las acciones mujer, solo que cuando el entró se quedó callado en espera de que lo mencionaran para lo cual no tuvo que esperar mucho pues al poco rato escuchó su nombre entre la conversación que estaban teniendo los dioses.

"¿Porqué un dios de la basura está aquí? "

"¿Quién se cree para armar un escándalo tan grande? Ni que fuera alguien con importancia."

"¿Vieron la ropa que llevaba? Apuesto que en estos 800 años ni siquiera ha tenido suficiente dinero como para comprarse unas buenas túnicas".

" ¿Cómo quieres que tenga dinero si ni siquiera tiene un solo creyente?".

"Yo pensé que ya había muerto, pero ese infeliz sigue vivo ¿Cómo demonios lo hizo?".

Xie Lian escuchó todos y cada de las palabras que decían, apretando los puños por todas esas mentiras que decían sobre el. Si esto fuera su territorio ya hubiera mandado a que les cortaran la lengua por atreverse a decir tales falacias.

Quería contradecirlos y gritarles en la cara que el si tenia un creyente que era muy fiel y que además. .. en realidad no estaba vivo.

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Los dioses siguieron diciendo mierda de aquel príncipe heredero, hasta que escucharon una ligera tos.

- Siento mucho interrumpir, solo venía a pedir perdón a los dioses que salieron afectados por mi ascensión. Prometo que trabajaré muy duro para poder pagarles. - habló Xie Lian con una voz dulce y calmada.

Nadie dijo nada, pero el príncipe podía intuir que de seguro lo estaban maldiciendo en su mente.

- Bien, eso era todo lo que tenía que decir. Me retirare para poder realizar mi ..

Ni siquiera pudo terminar de hablar, cuando fue interrumpido por una voz que aunque se escuchaba calmada, habia un poco de burla en el tono con el que hablaba.

- ¿Acaso su alteza ya recuperó su poder espiritual?.

El castaño no contestó y prefirió quedarse callado. Después de todo ¿Qué tenía que importarle a Mu Qing si tenía o no poder espiritual? Y si no tenia para eso tenía a su amado que esposo que siempre estaba dispuesto a darle un poco.

Por que si, el príncipe había logrado reconocer el dueño de esa voz ya que ¿Quién podía olvidar la voz de aquel que alguna vez consideró su amigo y le dio la espalda?

Continuara.....

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La atmósfera en el canal espiritual se volvió muy incómoda, pero eso no quitaba el hecho de que todos los dioses presentes estaban atentos a la futura discusión que se podría llevar a cabo. Después de todo ¿Quién no estaba interesado en ver como era el reencuentro entre el general Xuan Zhen y el ex príncipe heredero?

- Por supuesto que no general.... - Xie Lian habló y luego dejó un espacio en blanco en donde se supone que debía haber ido el nombre del otro dios, sin embargo pasaron unos segundos y ningún ruido volvió a salir de su boca, dando a entender que Xie Lian el príncipe heredero del caído reino de Xian Le, no recordaba a aquel que alguna fue su sirviente.

Ante esto, Mu Qing solo pudo soltar un bufido y también se quedó callado. La verdad es que aunque no lo pareciera el dios estaba preocupado por aquel a quien alguna vez sirvió y ahora no lo recuerda. No sabía porque se soprendía, el sabía que eso pasaría pero aun así en su corazón mantenía la esperanza de que Xie Lian lo recordara.

- Bueno .. si eso fue todo, me retiro- habló de nueva cuenta el príncipe, saliéndose de la matriz espiritual para poder cumplir su misión.
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Mientras caminaba por las calles de la ciudad celestial, Xie lian sentía la presencia de alguien atrás pero aún que volteara hacia atrás no veía a nadie.

Decidió no darle importancia, después de todo podía intuir de quién se trataba. Siguió caminando y cuando pudo verificar que estaba en una calle desolada, decidió hablar.

- Se que estás ahi A-Xuan, ya puedes salir de tu escondite - comentó al aire y poniendo una sonrisa su rostro al ver cómo una figura vestida de negro salía de entre las sombras.

- Ah ... Bien, me atrapaste - respondío He Xuan con un tono plano pero también poniendo una diminuta sonrisa - Tu esposo me mandó a cuidarte, me prometió reducir la deuda un 1%.

El de blanco solo soltó una risita ante las ocurrencias de su esposo y le proporcionó unas ligeras palmaditas en la cabeza a la otra calamidad.

- ¿Me acompañaras a la misión?

- Obvio, no quiero que ese 1% disminuya- comentó el de negro empezando a seguir al príncipe y la razón por la cual su deuda con Hua Cheng ya no había aumentado.

Ambos saltaron al reino mortal, logrando aterrizar en un lugar bastante cerca del pueblo a dónde deberían ir para realizar la misión.

Caminaron por un rato, hasta que por fin llegaron al pueblo. Lo primero que hicieron aparte de analizar el ambiente que había ahí, fue buscar algún lugar donde pudieran conversar a gusto. No pasó mucho tiempo cuando pudieron encontrar una linda casita de té, en donde se acomodaron en una mesa y pidieron algunos bocadillos para poder conversar sobre la misión.

- ¿Porqué tu esposo no ha aparecido? - preguntó Aguas Negras llevándose un pequeño bollo a la boca.

- Lo hará más tarde... Oh al menos eso me acaba de decir .

- Entiendo. -

- Ah ... Pobre de mi San Lang, debe sentirse muy solito - suspiró el castaño con un deje de tristeza.

Desde que su esposo y el se habían reencontrado, no habían durado tanto tiempo separados así que ya empezaba a extrañarlo. Quería sentir aquellos brazos rodear su cintura, sus labios fríos besar con ternura todas y cada de una de sus cicatrices .. y sobre todo quería tanto escuchar su voz mientras le decía "Te amo".

- Ah... ya estas aquí - habló de la nada He Xuan, ocasionando que el otro levantara la vista solo para notar como una pequeña mariposa plateada revoloteaba a su alrededor. A veces se paraba en su nariz , otras veces se posaba en su hombro y otras solo se quedaba revoloteando a su alrededor.

Estaba tan concentrado en ver aquella mariposa, que no se dio cuenta que había invitados extras hasta que escuchó la voz molesta de He Xuan.

- Ya lo estoy ayudando yo, no necesita que ustedes lo ayuden - exclamó la calamidad.

- ¡Tu no puedes decidir por su alteza! - dijo uno de los invitados... el cual a Xie Lian se le hacía muy pero muy familiar.

- Pensé que al señor de la tierra no le gustaba convivir con los demás dioses - comentó el otro invitado que de igual manera se la hacía familiar al príncipe.

Ante esto, Xie Lian solo pudo ocultar la mariposita entre su cabello, poner la sonrisa mas tranquila que podía hacer y rogar a todos los dioses que esos dos invitados no sean quien el creía que eran.

- Vamos a calmarnos ¿si? - expresó el ahora dios con una calma en su voz que hizo que los otros dos tuvieran escalofríos - Primero que nada, podrían decirme ¿Quiénes son ustedes?

- Nang Feng

- Fu Yao

- Ya veo... ¿Los mandaron sus oficiales? - preguntó con el mismo tono, ni siquiera saber de que palacio eran o a quien servían pero tenía que aparentar.

- Vinimos por cuenta propia - contestó Fu Yao con un tono que si lo hubieran escuchado en su territorio ya le hubieran cortado la lengua.

- Oh.. bueno, realmente siento decir esto . Pero no crea sea necesario su ayuda - sonrió el príncipe - Será mejor que regresen a su palacio. No quiero problemas con sus oficiales así que por favor... váyanse de aquí. Ya tengo la ayuda que necesito.

Tras eso, ambos oficiales se quedaron en blanco. No esperaban esa respuesta por parte del príncipe y por un momento pensaron que era una mala broma, pero cuando viendo que Xie Lian no se ría y su expresión pasaba a una de ligera molestia decidieron hacer caso y marcharse de la casita de té . Claro que en realidad no se irían de ahí y solo los seguirían, pues querían saber que estaba pasando .

Continuara....

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Para cuándo ambas calamidades se dieron cuenta, ya había anochecido y ahora estaban buscando algún lugar para poder pasar la noche. Por lo que buscaron alguna cueva que les pudiera servir de refugio.

Sabían que probablemente sería más seguro buscar un templo de algún dios para pasar la noche, pero ninguno de los dos se sentía cómodo con la idea. Además, sería mejor así pues podían tomar sus verdaderas formas sin sentirse vigilados.

— Ah.. hace mucho que no había pasado mucho tiempo así — expresó el príncipe mientras cambiaba de forma. 

Diferente a He Xuan a quien incluso su tono de piel cambiaba a uno mas grisáceo y su cuerpo tomaba algunas características de seres acuáticos, Xie Lian casi no tenía muchos cambios tan drásticos a excepción de uno... no contaba con sus hermosos ojos miel, debido a que se los había arrancado para no ser testigo de como lo apuñalaban 100 veces,  era mayormente sordo del oído derecho , lo que ocasionaba que a veces no pusiera mucha atención sobre su entorno y tenía una gran cicatriz en su cuello.. la hermosa herida mortal.

Agradecía que su esposo le había enseñado varios trucos para poder ver y escuchar mientras usa otra piel. Pues no sabría que hacer si alguien lo viera así de vulnerable.

— Con el tiempo te acostumbras, aunque debo admitir que para mi sigue siendo muy molesto estar así — replicó He Xuan haciendo lo mismo que el contrario.

— Ni modo, es tu trabajo — dijo una voz desde afuera de la cueva.

Al escucharla, las dos calamidades tuvieron reacciones diferentes. Por una parte, Xie Lian rápidamente se incorporó del piso y estiró sus brazos en dirección de a la salida de la cueva.

— ¡San Lang! — exclamó con emoción una vez que sintió unos fuertes brazos al rededor de su cintura. 

— Te tardaste — regañó el fantasma de negro, pero no le sirvió de mucho pues Hua Cheng lo ignoró por completo.

— ¿Me extrañaste gege? — preguntó al mismo tiempo que dejaba un dulce beso sobre la frente de su esposo.

─ Uhm ─ asintió el castaño, escondiendo el rostro en el cuello de su esposo quien solo atrajo más a cuerpo para poder calmarlo.

─ ¿Y bien? ¿Qué trabajo le mandaron a hacer a mi querido esposo?.

A medida que He Xuan le iba contando a Hua Cheng los detalles de la misión, este se enojaba aun más con esa bola de dioses flojos. Por la descripción del fantasma podía intuir que era alguien débil, no sabía porque no se habían hecho cargo de esa cosa.

─ ¿Hay tiempo límite para que cumpla la misión? ─ preguntó el fantasma de rojo, acariciando el cabello de su esposo quien había caído dormido momentos atrás.

─ Parece que no,  pero yo recomiendo que no se tarde tanto si lo que quiere es descansar. No le hará bien gastar toda su energía en seguir con ese disfraz ─ respondió He Xuan, llevando un pedazo de comida de quien sabe donde había sacado a su boca.

─ Bien, entonces mañana nos podremos hacer cargo de esa cosa 

Ante esto, la otra calamidad asintió varias veces. Entre mas pronto terminara la misión mas pronto podría regresar a su guarida a dormir.. o eso esperaba.

─ Cierto, se me había olvidado decirte. Esos dos sirvientes de su alteza están otra vez queriendo acercarse ─ anunció Aguas Negras con mas seriedad, pues el sabía la historia que había entre esos dos y su alteza ─ Hoy poco después de que descendimos, nos los encontramos en la casa de té, debo decir que los dioses no saben hacer buenos disfraces porque esos dos son rápidamente reconocibles.

Al escuchar esto, Hua Cheng solo frunció su ceño y atrajo a su esposo más hacia el. Esos dos.. ¿Quienes se creían para atreverse a acercarse a su gege después de lo que dejaron solo?

─ Encárgate de eso, no quiero que se le acerquen. Su alteza no está para aguantarlos de nuevo a esas sabandijas ─ escupió con odio esas palabras.

─ Lo haré ─ respondió He Xuan a quien tampoco le agradaba mucho esos dos.. tal vez su odio no era tanto como el que le tenía a Shi Wudu pero definitivamente era una cantidad significativa.

─ Cambiando de tema ¿Alguien notó el estado de su alteza? ─ preguntó del de rojo con preocupación. No es que le importara que descubrieran que su esposo era un fantasma, pero si eso llegaba a suceder significaba que tenía decir como murió y bueno.. eso era un tema delicado todavía.

─ Parece que no

Ninguno de los dos dijo alguna otra palabra y solo se dedicaron a velar el sueño del príncipe, quien se encontraba agotado por mantener mucho su disfraz.

A la mañana siguiente, los tres se dispusieron a hacer un recorrido por el pueblo en busca de algún indicio o rumor que los pudiera guiar al dichoso novio fantasma, pero lo único que escuchaban es que solía atacar en la noche y solo a la caravana de la novia.

─ Ahg, no dicen nada nuevo ¿Qué acaso no saben alguna otra cosa sobre ese fantasma? ─ se quejó He Xuan, luego de que se habían detenido para ir a la casa de té otra vez.

─ Parece que no, aunque no los culpo. Si solo ataca a las novias, es normal que la gente solo escuché los mismos rumores ¿no lo crees A-Xuan? ─ habló Xie Lian con total calma, sosteniendo el pergamino como si este le fuera a dar todas las respuestas.

─ Bueno tomando en cuenta que..

Justo cuando Aguas Negras iba a responder, se vio interrumpido por un alboroto que venía de afuera. Al asomarse vieron que se trataba de una caravana nupcial y se notaba que iba directamente hacía la montaña.

─ ¡Joven Dama por favor! no vaya ¿No ve que solo están usando para atrapar al novio fantasma?─ se escuchó gritar a una jovencita quien se había puesto delante del carruaje de la novia tratando de sacar a la pobre mujer, solo para momentos después descubrir que se trataba de un simple muñeco.

─ ¡Estúpida! haz arruinado mi señuelo ¿O es que acaso quieres ir tu aquí? ─ gritó el hombre que parecía ser el encargado de ese plan.

Los gritos siguieron entre la joven y el hombre, causando desinterés en los tres fantasmas o al menos en dos de ellos, pues Xie Lian no había despegado su atención del hombre que se ponía cada vez más agresivo. Solo esperó un poco más y justo en el momento en el que ese pedazo de basura se atrevía a levantarle la mano a la joven, mandó un solo pétalo hacia la cabeza de ese sujeto y en cuestión de segundos, el hombre se encontraba en el suelo con su carroza nupcial destruida y su ropa rasgada.

Nadie supo que pasó, solo de repente el hombre se había caído y bueno.. todo lo demás se hablaba por si mismo.

Regresando con el trío de calamidades, estos seguían pensando en un plan hasta que..

─ Ya lo tengo ─ anunció He Xuan ─ Si lo que queremos es atraer al novio, entonces hay que llevarle una novia

─ Eso se te acaba de ocurrir por lo que viste hace rato ─ dijo Hua Cheng ─ Además, no creo que el novio caiga ante un maniquí y no podemos arriesgar a un humano..al menos que..

─ ¿Al menos que qué?..

Hua Cheng ya no dijo nada ,solo sonrió como cuando estaba a punto de hacer una travesura y se volteó para mirar a su marido.

─ Gege ¿Quieres casarte de nuevo? 

Continuara....

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En cuanto Xie Lian asintió ante la sugerencia de su esposo, Hua Cheng rápidamente lo tomó por la cintura y se fueron de nuevo hacia la cueva para poder arreglarlo.

─ Rápido, consigue los suficientes sirvientes para que formen parte la procesión de gege y también consigue el sedán mas bonito ─ ordenó el fantasma a través de su canal espiritual mientras terminaba de arreglar el bonito vestido de novia que usaría su amado. Cabe aclarar que no era el vestido que había usado en su boda, pues ese era considerado una reliquia. Pero aun así se las arregló para encontrar uno digno de su esposo en tan poco tiempo.

Por su parte, He Xuan había ido a la montaña para verificar que todo estuviera en orden y asegurarse que no estuvieran ninguno de esos dos dioses molestos. Cuando estuvo satisfecho, se dirigió de nueva cuenta hacia la cueva donde Xie Lian ya se encontraba listo para la misión.

─ Ah, esto me trae bellos recuerdos─  dijo Xie Lian mientras Hua Cheng terminaba de ajustar el velo. 

─ Listo gege ─ anunció el fantasma de rojo al mismo tiempo que tomaba las manos de su esposo ─ Te ves tan hermoso...

Y estuvo a punto de acercarse para besarlo de no ser porque He Xuan interrumpió el momento romántico.

─ Ay no, no enfrente de mi. Vayan a ser cursis a otro lado ─ se quejó al ver a la parejita de esposos estar en su burbuja de amor ─ En fin, la montaña está despejada. No hay ningún rastro de dioses molestos ni de mortales entrometidos.

─ Bien.. entonces ya es hora ─ suspiró el ahora dios, empezando a caminar hacia fuera de la cueva siendo seguido de los otros dos.

En cuanto estuvieron fuera, Hua Cheng chasqueó sus dedos y en ese mismo instante aparecieron varios fantasmas con apariencia humana cargando un majestuoso sedán.

─ Con cuidado cariño.. ─ murmuró la calamidad carmesí al ver como su esposo se subía al sedán y tomaba asiento ─ ¿Estás cómodo? ¿Necesitas algo? ¿Quieres energía espiritual para tu vista? 

─ San Lang, estoy bien. Tu quédate tranquilo ¿si? No me pasará nada, además se que tu también serás parte de la procesión ─ respondió con un tono calmado y suave, en un intento de de calmar a su esposo.

Ante esto, Hua Cheng solo pudo soltar un suspiro y besar la frente de su amado antes de tomar su lugar  en la procesión. Realmente deseaba que nada malo pasara, aunque sabía que su esposo era muy fuerte y podía defenderse solo, no podía evitar preocuparse por el.

Llevaban mucho tiempo caminando entre la montaña que la luna ya se asomaba en lo alto y aun no había rastro de ese dichoso novio fantasma lo cual era demasiado extraño tomando en cuenta que los escritos del cielo decían que casi en cuanto la procesión de la novia pisaba la montaña, esta era atacada por el fantasma.

─  ¿Crees que esa cosa pueda detectar nuestra energía? ─  le preguntó He Xuan a Hua Cheng en un tono bajo.

─ No creo, ya hubiera dado algún indicio de que...

Apenas iba a terminar su frase, cuando de repente el ambiente cambió drásticamente. El viento ahora gélido mecía con fuerza las ramas de los árboles, ruidos de animales se empezaron a escuchar y una neblina emergió de la nada, cubriendo todo al rededor de ellos.

Como si se tratara de un presagio, Xie Lian comenzó a tararear una melodía que aunque era inofensiva, debido al momento le daba un toque muy macabro al ambiente.

─ Mn.. la melodía pide cosas muy extrañas.. dice que deje de sonreír ─ habló el dios con el tono de voz mas suave que podía hacer .

Ante la extraña confesión, el duo de calamidades solo se puso en alerta esperando el momento, esperaron por un par de minutos y entonces ¡Lobos salvajes empezaron atacar y no solo ellos, también aparecieron esclavos de bajo rango!

Si esta situación se hubiera dado en otras circunstancias (léase donde no hubiera tres calamidades presentes) probablemente estos esclavos hubieran dado un par de problemas, ya que si bien eran muy débiles, al estar en grupo se podían volver una molestia.

Pero no fue así, los esclavos fueron eliminados con éxito en menos tiempo de lo que tardaba una mariposa en dar un aleteo.

─ Debemos seguir, mas adelante hay un templo Ming Guang. De seguro ahí es donde encontraremos a esa molestia ─ anunció Aguas Negras, mientras se limpiaba la sangre que había caído en sus túnicas.

Hua Cheng solo asintió y se llevó a Xie Lian en brazos para evitar que su vestido se manchara con los charcos de sangre que había. Claro está que el dios no se quejó, en primera porque realmente disfrutaba de estar así con su esposo y en segunda porque sabía que era inútil convencer al contrario que lo bajara cuando el suelo estaba sucio.

No pasó mucho tiempo, antes de que llegaran  a la entrada de un bosque con cadáveres colgantes en el.

─ Uhg.. debí suponer que esa rata estaba metido en esto ─ habló He Xuan con total desagrado al referirse a Qi Rong 

─ Debió irse en cuanto sintió nuestra presencia.. tks es un cobarde ─ se quejó Hua Cheng, mientras sacaba su paraguas para evitar que la sangre manchara a su gege. Ante esto, la otra calamidad solo pudo acomodar su túnica para que pudiera taparlo lo más que pudiera de la sangre, aunque eso significara que terminaría totalmente manchada.

Poco tiempo después, pudieron llegar al templo del cual se sentía una gran energía resentida.

─ No se supone que este templo es del general Ming Guang ¿Porqué está tan abandonado? ─ preguntó Xie Lian con gran incredulidad. El bien sabía que la única manera de que el templo de un dios llegara a estas condiciones tan deplorables era porque se trataba de un dios olvidado y según a lo que le había dicho su esposo, el general Pei Ming no era un dios olvidado.

En cuanto entraron al templo, Xie Lian le pidió a cortésmente a su amado que se retirara pues era seguro que en cuanto atraparan al fantasma, un oficial llegaría para llevárselo y si lo veía ahí de seguro se armaría un caos. Cabe decir que Hua Cheng se quejó pero de todas maneras aceptó lo que su gege le pidió y se fue de ahí, no sin antes darle un beso.

Una vez solos, Xie Lian y He Xuan se dispusieron a buscar al "novio" fantasma. No fue fácil, pues el lugar estaba oscuro y había muchos escombros que dificultaban les dificultaban el paso. En especial al príncipe heredero, quien al no tener memorizado el entorno solo podía guiarse por las indicaciones que le daba el otro fantasma.

Ambos seguían caminando, hasta que de repente He Xuan se detuvo y eso causó que Xie Lian se pusiera en alerta.

─ A-Xuan ¿sucede algo? ─ preguntó con curiosidad, mientras trataba de hacer uso de su oído bueno pero lo único que podía escuchar era el viento soplar.

─ Las novias...acabamos de encontrar a las novias...

Y tal como dijo el fantasma del agua, ahí frente a ellos se encontraban las 18 mujeres, todas vestidas con sus hermosos vestidos de novia aunque a algunas ya se les notaba que el tiempo les estaba cobrando factura a sus cuerpos. 

Ante esto, Xie Lian solo pudo orar por ellas y sugerir darles un buen descanso. He Xuan estuvo de acuerdo y lo ayudó sacar a cada novia del templo y colocarlo en el patio principal , pero justo cuando estaban terminando de hacerlo fueron atacados por nada más y nada menos que el novio fantasma..o debería decir novia fantasma, quien había decidido irse contra el dios al pensar que también se trataba de una mujer.

No hace falta decir que la pelea duró poco, si bien Xie Lian ya no veía ni escuchaba bien, sus habilidades en pelea seguían siendo superiores. 

─ ¡Contacta con Ling Wen y dile que tenemos al fantasma! ─ ordenó el príncipe mientras retenía a la mujer con ayuda de su arma espiritual.

─ ¡Malditos! ¡Déjenme ir! ¡Pei Ming merece pagar! ─ gritó la mujer mientras trataba de zafarse del agarre ─ ¡Ese maldito infeliz arruinó mi vida! ¡Me prometió que nos casaríamos y solo me utilizó!

Xie Lian iba a replicar, pero fue interrumpido por el sonido de una campana. Sabiendo de lo que se trataba, ambas calamidades tomaron su otra forma y se prepararon mentalmente para aguantar a los cielos.. otra vez.  

─ Su alteza, maestro de la tierra ─ dijo el dios.. el cual resultó ser el oficial Pei jr ─ El palacio Ming Guang se hará cargo de ella, muchas gracias por su ayuda.

─ No es nada, solo hicimos lo que tuvimos que hacer ─ contestó el castaño poniendo una leve  sonrisa en su rostro, solo para disimular que estaba analizando a ese dios menor que por alguna razón se le hacía bastante conocido.

─ ¿Podrían llevarse a esa mujer de una vez por todas? Sus gritos me están empezando a molestar ─ se quejó "Ming Yi", recibiendo solo unas disculpas por parte del dios menor quien no tardó en llevarse a la mujer de vuelta al cielo para ver que harían con ella.  

─ Bueno..parece que eso fue todo...

─ Aun no acaba, recuerda que todavía tienes reportarte ante el cielo..─ le recordó He Xuan.

─ Cierto..

Ah, parecía que todavía faltaba para su descanso. Solo esperaba que esa reunión fue rápida y no hubiera inconvenientes. 

Continuara....

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Cuando He Xuan y Xie Lian arribaron a los cielos, fueron recibidos por Ling Weng, quien no tardó en pedirle los detalles de la misión.

Ambos no tardaron en resumir todo lo que había pasado, tratando de no omitir detalles importantes, claro que omitieron dar respuesta cuando Ling Weng les preguntó sobre los oficiales de menor rango que habían ido con ellos. 

─ Ah si.. los oficiales.. Bueno los mandé de regreso, porque no quería que se metieran en problemas con sus superiores ─ fue lo que respondió Xie Lian, tratando de quitarle importancia al asunto.

Sin que nadie de los que estaban ahí lo supiera, esa conversación estaba siendo escuchada por Feng Xin y Mu Qing, quienes aun no podían creer como su alteza había rechazado su ayuda.. o bueno, la ayuda que les ofrecieron Nang Feng y Fu Yao.  Ambos conocían muy bien a su alteza y sabía que esa respuesta era una completa mentira.

Fue por eso mismo, que justo cuando vieron que el maestro de la tierra y Xie Lian se marchaban, fueron tras de ellos para pedir explicaciones.

─ ¡Su alteza! Espere un minuto ─  exclamó Feng Xin al mismo tiempo que se colocaba justo enfrente de esos dos ─ Por favor... ─agregó al pensar que había sido grosero.

Por su parte, Mu Qing solo se colocó al lado de Feng Xin y no dijo nada o al menos no con su boca, pues su rostro reflejaba lo que parecía ser un poco (por no decir mucho) de disgusto. 

─¿Si? ¿En qué puedo ayudarlo? ─ preguntó el príncipe, usando un tono de voz confundida solo para poder seguir con su actuación de que no los reconocía ─ ¿Hice algo para ofender a mi señor al momento de mi ascension? Si es así, me disculpo de antemano, le prometo que no volverá a pasar. 

Ahora el turno de Feng Xin quedarse en blanco, había escuchado por parte de Mu Qing que su alteza parecía que no los reconocía pero no creía que eso fuera posible. 

─ Yo.. ─ trató de decir alguna otra cosa pero nada salía de el ─ no,  no no... ¿Cómo podría ofenderme? no ha hecho nada malo ─ aclaró rápidamente el general, buscando que mas decir.

─ ¡Oh bien! Entonces no tenemos nada de que hablar ¡Cuídese! ─ respondió Xie Lian,  solo para después saltar al mundo terrenal junto al maestro de la tierra, dejando a ese par de dioses con mas dudas que respuestas.

Ya había pasado un rato desde el regreso de Xie Lian al reino terrenal luego de haber dado su reporte de misión y ahora se encontraba disfrutando de un baño caliente dado por su esposo.

Como había sido un día pesado para el príncipe, Hua Cheng había decidido acompañar la sesión con relajantes caricas y dulces palabras. ¿Funcionó? un poco, pero al menos Xie Lian ya no se encontraba tan alterado como hace un par de horas.

─ Gege ¿No quieres ir a disfrutar del festival fantasma? tal vez eso te anime un poco más ─ sugirió el de rojo mientras terminaba de cepillar el cabello de su amado.

─ Mn, podríamos ir un ratito ─ murmuró el castaño, con un tono adormilado debido a las caricias.

Al escuchar esto, Hua Cheng no tardó en tomar un atuendo bonito pero cómodo para él, así como unos zapatos diferentes a las botas de cultivador que solía usar su marido.

Una vez listos, ambos salieron de la mansión y caminaron un rato por las calles abarrotadas de la ciudad. 

Miles y miles de fantasmas se encontraban disfrutando del festival, en especial porque era el tiempo donde se ponían más creativos con sus recetas que tenían como ingrediente principal a los humanos (a pesar de que la presentación ya no era tan explícita debido a una regla que implementó Hua Cheng).

El ambiente era divertido, lleno de risas y canciones. Algunos fantasmas rodearon a sus reyes para darles pequeños obsequios o comida y otros más se acercaban para guiarlos a sus respectivos puestos.

Los más emocionados eran los pequeños niños, quienes corrían alrededor de Xie Lian al coro de pequeños grititos que no paraban de llamarlo .

"Xie-gege mira lo que me compré",

"Xie-gege juega conmigo"

"Xie-gege ¿Te puedo dar un abrazo?"

"Xie-gege...."

Ante esto, Xie Lian solo sonreía y se dejaba llevar por los pequeñitos. No los corregía cuando le pedían que viera algo y tampoco le molestaba que lo hicieran.  

Por su parte, Hua Cheng solo disfrutaba de ver la escena, para él se le hacía muy tierno como los niños siempre buscaban la atención de su esposo y este con gusto se las daba. Como era raro que las almas de los niños llegaran a la ciudad fantasma, el grupito no era tan grande, muy apenas llegaban a ser 6 pequeñitos por lo que para el de blanco era fácil prestarle atención a todos.

─ Muy bien pequeños polluelos, su Xie-gege ya debe descansar y ustedes igual ─ anunció Hua Cheng luego de un rato de ver como los fantasmitas seguían a Xie Lian como pequeños pollitos.

─ Buh..¿Y no nos podemos quedar en la casa de Xie-gege  y Hua Chengzu como la otra vez? Prometemos que esta vez si nos dejaremos bañar ─ habló el mas grande de ellos, el cual apenas llegaba a los 8 años de edad. 

Los demás niños corearon en señal de acuerdo, los más pequeños incluso se abrazaron a las piernas de ambos fantasmas y se negaban a soltarse.

La pareja de esposos solo pudo mirarse y soltar una risita ante las ocurrencias de los "pollitos". ¿Cómo iban a negarse ante tanta insistencia?.

─  Bien, pero todos deben quedar bien bañaditos antes de dormir ¿entendido? ─ habló Xie Lian mientras cargaba al más pequeño del grupo, el cual solo tenía 2 añitos.

─ ¡Si Xie-gege! ─ gritaron los pequeños  mientras seguían a la pareja a la mansión.

La luna ya se encontraba en lo alto indicando que ya era más de la noche y la pareja de esposos por fin se encontraba acostada en su cama, mientras los demás pequeñitos se encontraban dormidos en el nido de almohadas y mantas que habían preparado al lado de su propia cama, dejando que solo el más "bebé" durmiera en medio de ambos.

─ Gege.. ¿Mañana te gustaría ir al Santuario PuQi? hace mucho que no vamos ─ preguntó Hua Cheng en un murmullo.

─ Mn, me parece bien. Sirve que le damos una pequeña limpiada ─ rio bajito el príncipe, recordando como habían dejado la pequeña cabaña la última vez ─ Podemos ir después de dejar a los pequeños en la guardería.

Ante esto, el de rojo solo asintió varias veces en señal de que se encontraba de acuerdo con su amado.

─ Bien, entonces mañana iremos al santuario. Solo espero que al cielo no se le vaya a ocurrir darme otra misión ..

Continuara...