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Esta es una historia de hace mucho tiempo. En esa época las lenguas y letras eran mucho más parecidas a runas y misterios, muy distintas a las de hoy en día. Hace mucho tiempo. En una tierra muy lejana hacia el Este. De las que no encontrarías actualmente en el mundo. Una hermosa ciudad conocida como Dale yacía frente a las puertas del reino más grande de toda Tierra Media: Erebor, una hermosa ciudad tallada al interior de la montaña, dominio de Thrór rey enano bajo la montaña, el más poderoso en aquella época; la riqueza de dicha ciudad se encontraba en las gemas y grandes vetas de oro, en lo profundo de la montaña...ahí es donde la encontraron; el corazón de la montaña, la piedra del arca, una gran piedra blanca de la cual emanaba un hermoso resplandor, era parte del mayor tesoro de los Reyes de Erebor, lo que hizo que Thrór se volviera loco por una horrible enfermedad a causa del oro.
La muerte es algo inevitable, era algo Thorin, nieto de Thrór tenía muy en claro, por otro lado, el actual rey de aquel tiempo lo veía como algo imposible teniendo al corazón de la montaña en su poder, pues, se creía que con esta, los Valar estaban de su lado, y Aulë podría hacer que la muerte sea algo reversible y transformable. Claro que no muchos opinaban igual al rey, ya que la montaña solitaria se hundió en un terrible pesar por su monarca y la enfermedad que acechaba al linaje de Durin se volvió algo inevitable.
Los rumores empezaron a esparcirse rápidamente por todos los reinos de Tierra Media, llegando a ¿oídos? Equivocados. Smaug, un dragón originario del Brezal Seco en el reino Norte, muy ambicioso, fuerte y malvado, este decidido a invadir Erebor, se dirigió a la montaña solitaria haciendo estragos no solo en la ciudad enana, sino al mismo tiempo a la ciudad de Dane. La estadía del pueblo Dwarrow (enano) era algo imposible, y privados de su tierra natal, los enanos de Erebor, decidieron pedir ayuda al rey elfo Thranduil; este al negarse, hizo que el joven príncipe sintiera rechazo ante la raza élfica, nunca olvidando ni perdonando. Thorin empezó a aceptar empleos donde pudo, para mantener a su gente, y así pasaron los años, pero nunca pudo olvidar el fuego y el humo provenientes del dragón en la montaña.
Más años pasaron y con ellos la añoranza de Thorin hacia su hogar se hizo más grande. Buscando a su padre, con la esperanza de encontrarlo vivo, se encontró con un mago y este le ofreció ayuda para recuperar su tierra, solo con la condición de que el escogiera el decimocuarto miembro de la compañía.
Pero esta historia no se centra principalmente en el regreso de los enanos a Erebor, tampoco en el resentimiento de Thorin hacia los elfos, claro que no
Pero esta historia no se centra principalmente en el regreso de los enanos a Erebor, tampoco en el resentimiento de Thorin hacia los elfos, claro que no. Esta historia empieza y termina en la Comarca...para ser más específicos, en un agujero en el suelo, en donde vivía un hobbit.
Este no era un agujero sucio, húmedo, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, sin nada en qué sentarse o qué comer: era un agujero hobbit, y eso significa comodidad. Tenía una puerta redonda, perfectamente pintada de verde, con una manilla de bronce dorada y brillante, justo en el medio. Las mejores habitaciones estaban todas a la izquierda de la puerta principal, pues eran las únicas que tenían ventanas, ventanas redondas, profundamente excavadas, que miraban al jardín y los prados de más allá, camino del río. En donde vivía un hermoso y talentoso hobbit llamado Bilbo Bolsón, pero ¿Cómo influye él en la historia? Pues, ¡Es el personaje principal! Obviamente va a ser algo interesante, especialmente con la aparición de Escudo de Roble en su vida.
