Chapter 1: ¡ ONE ! . . . ❛Celo❜ ↷
Summary:
Colombia quiere cachorros, pero sólo le limita a bromear con el venezolano.
Chapter Text
Venezuela se siente como un ratón queriendo escapar de las garras de un gato, pero que, lastimosamente, no logra cumplir con su cometido, pues ya había sido acorralado contra la pared por una alta fémina con ganas de devorarlo —Mira, sé que estas en celo y esas cosas, pero me duele la cabeza. —intentó utilizar una vaga excusa, pero parecía no funcionar contra la colombiana, pues la alfa lo había tomado por debajo de sus axilas para alzarlo y hacer que quedara a su altura; ahora se sentía más intimidado, pues sus dedos ya no tocaban la seguridad del suelo y los pechos del alfa chocan contra su cuerpo. No es que no le gustase tener intimidad con su pareja, ya lo había hecho antes, pero jamás cuando esta está en celo, y, al ser un beta, no sabía si podría aguantar todo aquello.
—Quiero cachorros. —susurró con descaro, haciendo sonrojar violentamente al más bajo.
—¡Tas loca! ¡Yo no soy un. . . —calló instantáneamente, pues sus labios fueron atacados, ahora sólo se podría dejar llevar, al menos está seguro de que no se caería de su lugar, pues la alfa se apegó más a él, así que aprovechó la posición para abrazar a esta con sus piernas. Al fin pudo respirar cuando la fémina había soltado sus labios. Tragó saliva, procesando sus ideas —Sabes que no soy un omega. —susurró en voz baja, a la par que reposaba lentamente sus manos sobre los hombros de la menor.
Colombia sonrió, acercándose peligrosamente hasta posar sus labios cerca de la oreja derecha del mayor —Lo sé, pero no pierdo nada intentándolo. —comentó mientras se relamía los colmillos, reflejando todo el hambre que tenía y sus ganas de saciarla con el pobre beta.
Dios mío, que descarada.
Chapter 2: ¡ TWO ! . . . ❛Mordeduras❜ ↷
Summary:
Colombia marcando territorio.
Chapter Text
No es secreto para nadie que los alfas suelen morder a sus omegas para marcar territorio, combinando los aromas de ambos e indicando que ninguno de los dos está disponible para una relación, ya sea en un contexto sexual o romántico, pero ¿Qué pasa si en lugar de un omega es un beta? Pues fácil, si el alfa lo considera una pareja, entonces realizará las mismas acciones, tal cual le haría a un omega.
En este caso, Venezuela está furioso con su pareja, incluso intentando ignorarla a pesar de que juntos están caminando por las calles, bueno, en realidad Colombia está persiguiendo a este —Mor, por favor, no es para tanto. —soltó una vaga disculpa, aunque en realidad no se arrepentía de sus acciones.
Venezuela, al escucharla, se detuvo de golpe, rodando los ojos y soltando un pesado suspiro, a la par que se da la vuelta para observar directamente a la menor —Marica ¿Esto te parece un chiste? —levantó su brazo, tomando la manga que lo cubría y deslizándosela con fuerza para que viese todos sus crímenes —¡Me tienes todo mordido, y no sólo este brazo! —alzó la parte de su ropa que le cubría el abdomen, poco le importaba que los demás mirasen —¡Tengo que cubrirme todo el mardito cuerpo por tu culpa!
Colombia, ante la vista, no pudo evitar morderse el labio con levedad, divertida, pues morder al contrario también le servía para relajarse cuando está estresada, y, aunque el beta le guste un poco aquellas mordidas, a de admitir que no disfruta tener que usar tanta ropa para cubrirse, menos en verano —Mor, vení pa acá, prometo ya no hacer eso. —viendo que su pareja no respondía, tuvo que acercarse a este, abrazándolo aunque este siguiese molesto, al cabo de pocos segundos Venezuela le correspondió el gesto, apaciguando un poco la arrechera que tiene hacia su alfa; con lentitud cerró sus parpados, pero los volvió a abrir de golpe cuando sintió un leve mordisqueo sobre su cuello, que le obligó a separarse rápidamente de la menor, mientras que su rostro refleja la vergüenza que ha pasado ante la sensación de esos labios contra su piel .
—¡Marica, compórtate! —regañó fuertemente, pero aquella reacción sólo hizo que la colombiana soltarse una fuerte carcajada, pues disfruta ver a su pareja con aquellos tonos rojizos sobre las mejillas —Dios mío. —soltó un pesado suspiro —Agradece que Dios me da paciencia y no fuerza. —se acercó a esta para jalar con levedad uno de sus cortos mechones, en forma de tierno regaño.
—¿O qué? ¿Qué me harás si tuvieras la fuerza? —calló su risa para reflejar un rostro atrevido y sin vergüenza, pero sólo logró intensificar el rubor en el beta.
—A veces te odio ¿Lo sabes?
La menor soltó una leve risa ante sus palabras —Sí, yo también te amo. —besó dulcemente la mejilla del beta, con la esperanza de que este la perdonarse y no la obligarse a dormir nuevamente en el sofá.
Chapter 3: ¡ THEREE ! . . . ❛Olor❜ ↷
Summary:
Colombia marcando territorio nuevamente (ella es algo celosa)
Chapter Text
Venezuela, gracias a que es beta, a tenido muy buenas relaciones con la mayor parte de las otras castas, destacando a los omegas y deltas, y, sobre todo, en el amplio grupo de alfas en la zona, cosa que molesta a la colombiana, teniéndole un enorme odio a cualquiera de esos que se le intentasen acercar a su beta, claro está, no puede negarle a su pareja que siga interactuando con ellos, pues son sus amigos, y ella no es tan posesiva como para impedirle a Venezuela que sea feliz con otras personas, sin embargo, no puede evitar querer marcar territorio, así que, sin que su novio se entere, suele abrazarlo o frotarse encima de él con el objetivo de dejarle implantado su aroma, lo mejor de esto es que el rubio, al ser beta, nunca ha percibido aquello. . . Hasta hoy.
El beta notó como todos sus amigos, de múltiples castas, se comenzaron a alejar de él, siempre tapándose la nariz en el proceso, lo que le pareció raro; alzó el brazo y olió su axila, no tenía violín pues se echaba lo suficiente desodorante como para oler rico todo el día, así que está seguro que no soltaba algún aroma desagradable —Exagerados. —pensó, siguiendo su camino hasta toparse con Ecuador, un beta que salía con una omega brasileña, ambos se saludaron, pero, cuando intentó saludar a Perú, un alfa que hace segundos había comenzado una conversación con el beta de escudo, este automáticamente se alejó, soltando un gruñido inesperado en el proceso.
—Lo siento. —confiesa el alfa al darse cuenta de su reacción, pues aquello sólo había sido un instinto involuntario —Yo. . . Debo irme. —y como mencionó, reaccionó, alejándose de ambos betas rápidamente. Venezuela quedó desorientado, pero Ecuador no tanto, pues sabía lo que estaba pasando, sobre todo porque antes de que llegara el beta, Perú y él estaban hablando sobre el tema.
—Debes decirle a Colombia que se controle. —soltó directo el ecuatoriano, dejando más confundido (de lo que ya está) al venezolano. Ecuador notó aquello, así que soltó un leve suspiro para luego observar al más alto —Hueles a alfa.
—¿Qué? Pero yo soy. . .
—Sí, sí, eres un beta, ya se sabe. —movió su mano frente al otro para callarlo, cosa que molestó un poco al de pecas —Pero no es tu olor, es de otro. —succionó su cigarro y dejó que el humo se esparciese sobre el aire, principalmente en el rostro del otro —-Colombia te ha estado llenando de su olor para marcar territorio.
—¡¿Que ella qué?! —su grito refleja lo shockeado que está ante la confesión, gira con rapidez su cabeza hacía varias direcciones, fijándose en como los otros países sólo lo observan de manera nerviosa.
—Calma, es algo común que hacen las parejas, pero creo que se sobre pasó un poco.
—¿Un poco? —frunció en ceño, pues claramente había pasado limites personales
—Bueno, tal vez si se pasó enserio. —sonrió —Regularmente es un símbolo para que otros alfas no se les acerquen a sus omegas y esas cosas, pero ella es una dominante, incluso sin mala intención te llenó de sus feromonas y ahora hueles horrible. . . Más de lo que ya antes olías. -soltó un insulto amigable, no se iba a perder la oportunidad de molestar a su amigo.
—Colombia. . . -suspiró frustrado, mientras comienza a masajear superficialmente el dorso de su nariz, a ver si así se tranquiliza un poco —Dios mío, dame paciencia con esa mujer. —susurró, cosa que a Ecuador le dio algo de gracia.
—Si te hace sentir mejor, Brasil me comentó que huele a café fuerte. —Venezuela lo observó sin ganas y con deseo de volver a su casa para darse un merecido baño.
Chapter 4: ¡ FOUR ! . . . ❛Maltrato❜ ↷
Summary:
Colombia defiende a su beta.
Chapter Text
Venezuela se sintió sumamente incomodo ante la presencia de aquellos ¨pequeños¨ omegas a su alrededor, se sentía juzgado, raro, como si criticaran cada acción que tomara, y es que así era la situación en que se había metido, el simple hecho de salir con la colombiana le traía problemas indirectos, claro, no se iban a meter con ella por ser una alfa dominante, pero sí con él, porque el simple hecho de ser un beta y conseguir un gran partido como lo es Colombia —Dios ¿Qué vio ella en ti? —soltó con asco el estadounidense, a pesar de ser omega dominante, le supera en altura.
—Ni siquiera eres tan bello como un omega. —comentó el costarriqueño, enredando su dedo en unos de los mechones ajenos, para apto seguido jalarlo con levedad, pero con la suficiente fuerte para hacerle soltar un leve chillido al de pecas —¿Cómo le hiciste para que se fijara en ti? Ni siquiera puedes darle hijos.
—Yo. . . —iba a contestar, pero el surcoreano lo interrumpió.
—¿Tan bien se la mamaste como para engatusarla? —ante su interrogante, los otros dos en la sala no evitaron reír, enorgullecidos al percatarse en que sus palabras sí le afectan al mayor.
—¿Y si así fue, cual es el problema? —las risas callaron antes la voz gruesa de aquella mujer, sin siquiera voltear ya sabían de quien se trataba, llenándolos de un inmerso miedo al estar seguros de que había escuchado todo lo que le comentaban al venezolano.
Ninguno de los 3 omegas respondieron a la pregunta, sólo se dedicaron a darle la cara a la alfa, a la par que retrocedían lentamente hasta quedar atrás del beta, no son estúpidos, al menos sabían que el venezolano, a pesar de todo lo que habían dicho, no permitiría que Colombia usara (siquiera) la voz de mando sobre ellos —No tienes que. . . —nuevamente Venezuela fue interrumpido, pero esta vez por un jalón en su brazo, proveniente de la menor, quien lo apegó a ella y sin mirar a los otros tres hombres.
—Vámonos. —ordenó con voz grave, pero más que una orden es un deseo, queriendo alejar a su beta de aquel trío de víboras resentidas. Venezuela no tuvo tiempo de procesar el pedido, pues se vio arrastrado por la menor, quien aún lo mantenía apegado a su cuerpo, pero ahora abrazándolo con algo de presión.
El beta no tardó mucho en hablar, al fin, sin ser interrumpido, una vez que sintió la lejanía y la falta de presencia de aquellos tres, claramente se podría defender, pero igualmente, siempre quería optar por el camino del dialogo antes que el de la confortación agresiva y casi innecesaria —Gracias. . . Aunque no tenías que.
Colombia buzó ante el comentario, deteniendo su caminar para observar cara a cara al mayor —Psss, por Dios. —intentó sonar indiferente, pero la sonrisa ajena apaciguaba su corazón —No maltrato al marido mío, menos voy a dejar que otros lo hagan —comentó a modo de broma, mientras aprieta con cariño la nariz de su contrario, ocasionando leves risas entre ambos.
Chapter 5: ¡ FIVE ! . . . ❛Sueño❜ ↷ +18
Summary:
Sexo heterosexual con mujer alfa activa.
Chapter Text
Venezuela, como cualquier hombre joven, sentía sus mejillas arder a flor de piel, ante la imagen visual de cualquier hermosa mujer, siempre había soñado con un futuro donde tuviera a una pareja así, y claro está, sus hormonas adolescentes también le traicionaban en el proceso, añorando la idea de acariciar el suave cuerpo de una dama que le correspondiese, que llegasen a tal confianza de entregarse el uno al otro, mientras que esta se encuentre encima de él hasta que ambos se dejasen llevar ante el placer; por suerte, aquella fantasía sí logró cumplirse una vez que llegar la adultez y formar una relación sentimental con la colombiana, aunque nunca imaginó que aquello tuviese ciertas condiciones que no se quejaba del todo.
Fuera de su mente, un agresivo gemido salió de él, al sentir el miembro de la rubia entrar con cierta agresividad en su zona, contradictorio a las suaves caricias que esta le entrega por todo su cadera, llegando a deslizar las manos hasta posarse en sus rodillas, volviendo a esa actitud algo descarada a la hora de abrirle para más accesibilidad.
Los movimientos de la mayor se mantenían continuos, aunque de vez en cuando realizaba ciertas pausas para apreciar las reacciones excitantes que realizaba el venezolano al intentar controlar todas las emociones que se le presentan en su cuerpo. Colombia, con cierta superioridad, se negaba a salir con totalidad del interior ajeno, simplemente alejándose lentamente pero sin sacar la punta, para posteriormente arremeter a su profundidad inicial, logrando agitar más al beta debajo de él, quien se movía al ritmo de las embestidas, al igual que la cama debajo de ellos.
Con fuerza comenzó a apretar las muñecas del contrario, dirigiéndolas por encima de la cabeza de este, aunque el de pecas se quejaba de aquellos, pues en momentos como esos sentía una gran necesidad de abrazarla, mientras se dejaba llevar por el ritmo desesperado de la menor. Aunque no cumplía con la petición de su beta con soltarlo, sí lo complacía en los otros aspectos, apegándose a él y obligándolo (inconscientemente) a que levantara ambas piernas por su propia cuenta, mientras que ella lo comenzaba a besar con urgencia, arrebatándole en poco aliente que tenía en sus pulmones, pero, ni siquiera con su boca tapada, Venezuela puede evitar soltar aquellos vergonzosos sonidos que salen desde su garganta.
A pesar de su poca resistencia, y de que ya se estaba cansando del golpeteo en su interior, en realidad no quería que la colombiana se detuviera, pues quería más, realmente quería sentirse de ella, entregarse en todo sentido a su alfa ¿Así se sentía un omega en su celo? Dios, porque en estos momentos le hubiera encantado nacer como uno.
Por la falta de aire Colombia se vio en la obligación de soltar sus labios para tomar aire, pero ahora era el beta quien se mostraba totalmente necesitado de aquel contacto, pues uso sus pocas fuerzas para levantar su rostro y besar nuevamente a la menor, quien, al principio impactada por estas acciones, no dudó en corresponder el gesto, volviendo a su posición baja para seguir cumpliendo con las fantasías y calenturas del venezolano.
¿Venezuela no había deseado en su juventud a una hermosa mujer encima de él? Pues ahí estaba, cumpliendo con aquel sueño.
Chapter 6: ¡ SIX ! . . . ❛Fuerza❜ ↷
Chapter Text
Colombia sonreía con descaro y sin disimulo, divertida por las expresiones de molestia de su beta, realmente no le está prestado atención, sólo se mantiene entretenida por el intenso caminar del otro sobre su propio eje, dando vueltas mientras se golpea levemente una y otra vez la palma de su mano -Dios, nunca me haces caso, te digo que hagas esto y aquello, pero parece que te entra por una oreja y te sale por la otra. -de lo que hablaba es serio, pues ambos trabajan en una empresa muy importante, y cada detalle de manejo debe ser examinado con cuidado, no como Colombia le pareciese la salida fácil; detuvo su caminar al percatarse del notorio desinterés en su regaño, viendo a la alfa con aquella cara embobada.
Aquel detalle molestó al venezolano, que apresuró sus pasos hasta estar al frente de la mujer, quien está sentada en la silla con una pierna sobre otra —¡¿Estas escuchándome?! —chilló entre dientes, queriendo soltar un grito, pero sólo se aguantó.
—La verdad es que no. —confesó sin pena, a la par que se levanta imponentemente, dejando a la vista la notoria diferencia de altura entre aquellos dos. El beta frunció el ceño ante la aclaratorio, pero no dijo nada, tampoco al sentir la mano de la menor acariciando su cabellera, hasta deslizarla y posarla sobre su mejilla —Me distraje con tus ojos. —a pesar de que sus palabras produjeran un sonrojo sobre el mayor, este no quiso dar su brazo a torcer, aún manteniendo la misma expresión que antes.
—Eres un caso perdido.
—¿Y lo malo? —Venezuela iba a replicar ante la pregunta, pero se calló al sentir el pulgar ajeno sobre sus labios, masajeándolos de izquierda a derecha, buscando una reacción en él, cosa que logró de manera inmediata, pues la sensación intensificó el sonrojo sobre sus mejillas —Eres adorable cuando estas molesto ¿Lo sabías? —apegó su cuerpo con el otro, inclinándose un poco para estar cara a cara con este.
El beta cerró con fuerza sus ojos, pues toda ira anterior había desaparecido, ahora teniendo una personalidad más dócil, casi por arte de magia, y es que era así, pues Colombia sabía jugar sucio, hacerle cambiar de opinión con unos simples toques y algunas bonitas palabras.
Rápidamente volvió a abrir sus ojos, al sentir un repentino abrazo rodear su cintura, alzándolo hasta quedar a la altura de la mujer; intuitivamente observó el suelo, dándose cuenta de que sus pies alzaban en el aire, no pudo evitar abrazar desde el cuello a la alfa, con miedo de caerse, Dios, Colombia sabe que odia cuando hace eso, pues se siente más pequeño de lo que ya es, y claro, ella lo hacía con claras intenciones de molestar.
Giró su mirada hacia la mujer, para darle un directo regaño, pero se calló al sentir los labios de esta, aprisionándolo, obligándolo a no soltar otra cosa que no fueran suspiros de cansancio; tuvo que tomar fuerzas para separar sus rostros, aunque la menor no se mostraba muy contenta por aquello —¡Dios, mujer! ¡Nos pueden ver!
—Pues que vean. —intentó volver a entrar en aquella boca, pero el beta se negó, apretando sus labios.
—Esto es serio.
—¿Pusiste seguro? —no siguió el mismo tema que el venezolano, pues quería continuar, aunque claro está, si el otro seguía diciendo que no, pues no tendría de otra que obedecer, aunque fuera a regañadientes.
Venezuela rodó los ojos, algo molesto, pero mordiéndose los labios para pensar en su respuesta de si seguir con aquello o no, aunque igual después volvería a retomar el otro tema con la menor, una vez que terminarán de la "reunión" —Sí, sí la cerré. —eso fue suficiente para que Colombia volviese a inspeccionar aquella cavidad, mientras se dirigía al escritorio para posar al de pecas en él, ya que tenerlo con los pies deparado del suelo le estaba cansando —Sólo cinco minutos. —aclaró, dejándose desvestir por la impaciente mujer.
—Mejor que sean diez.
Chapter 7: ¡ SEVEN ! . . . ❛Bebé❜ ↷
Summary:
Colombia y Venezuela cuidando al bebé de Ecuador y Brasil
Chapter Text
Venezuela observaba con dulzura la tierna imagen del bebé entre sus brazos, quien es su pequeño sobrino, hijo del beta ecuatoriano y la omega brasileña. Con lentitud se sentó sobre la silla, sin quitar los ojos del menor, el cual también lo observa con la misma expresión, aunque el silencio del lugar se vio eliminado ante la repentina risa del nene, demostrándose también en los pequeños saltos que realiza, a la par que estira sus bracitos para tocar el rostro del de pecas; era claro que se sentía seguro a sus brazos, sobre todo por tener una apariencia similar a la de Ecuador, que, aunque sólo fueran amigos, se tratan como hermanos.
Por otro lado, la colombiana miraba toda la escena, sintiendo una pequeña punzada en su corazón, aunque no de manera negativa, sino que aceptaba la situación, el como su beta siempre trataba tan cariñosamente a los hijos de sus otros amigos, se nota que este no podría ver un bebé porque ya quería comérselo a besos.
Ante la imagen presente, no pudo evitar acercarse, posándose al lado de ambos, pero al frente del bebé, para también apreciar su pegajosa alegría, aunque el menor de repente se calló y miró a la colombiana, ahora se expresa confundido, de seguro porque esta también tiene algo de parecido con el ecuatoriano, para el nene era como ver a dos versiones de su padres.
—¿No te parece tierno? —pregunta el de pecas, alzando un poco al pequeño, aunque claro, ya sabía la obvia respuesta.
Colombia no dice nada, sólo dedicándose a comenzar con las caricias hacia el cabello del bebé, enredando sus dedos en aquellos —Es lindo. . . Tenerlo aquí es como tener un hijo. —ahora es el beta quien se calla, algo sorprendido por aquel repentino comentario. Ninguno podría dar a luz, por culpa de su casta, pero eso no le importaba, podrían adoptar —¿No te gustaría? —posó su vista hacia el mayor, quien intentaba evitar su mirada, para era casi imposible, manteniendo la cabeza al frente pero que sus ojos pasaban rápidamente a verla a ella y al bebé.
—Yo. . .
—Te dejaré descansar, se nota que estas cansado. —con amor besó el cabello del mayor, a la par que carga al pequeño y se dirige a la cocina para poder darle de comer. Más que nada porque le gustaba dejar en estado pensativo al venezolano.
Lo admitía, últimamente le ha estado dejando pequeñas indirectas a este para que ambos pudiesen dar el gran paso y formar una familia completa.

D3STR0Y3D_W0MB on Chapter 4 Wed 15 Oct 2025 01:14AM UTC
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I_Am_Mod on Chapter 4 Wed 15 Oct 2025 01:22AM UTC
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