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La jerarquía de las castas estaba muy marcada en el mundo, se rige de igual manera que los sexos, a lo largo de los años han habido cambios para más igualdad aunque aún sigue habiendo cosas que siguen igual.
Normalmente a los 13 años se empieza a manifestar el subgénero que el mundo decidió darte, alfa, omega o beta, se determina mediante un examen de sangre, luego están los extraños casos donde se puede determinar desde la gestación a que casta pertenecería.
Asano Gakushuu había nacido ya con un género predeterminado, al igual que el director es un Omega, la casta más baja de la jerarquía social que se impuso desde la década de los 50.
"Incluso si la sociedad dice que debemos estar aquí" Gakuho señalo el esquema del libro de texto que le estaba enseñando a su hijo de 6 años.
"No le debes de dar importancia, eres mi hijo y al igual yo escalaras hasta estar en la cima, no importa la casta que seamos, nosotros pertenecemos a la cima, lo entiendes?"
"Ujmh, nosotros estamos en la cima" El niño repitió con determinación ante esa nueva lección.
"Exacto, estudia hasta la página 50, a la hora de la cena te voy hacer preguntas de cada página"
Gakushuu aprendió en tres días todos lo que tenia que saber sobre las castas a la par que estudiaba su inglés y coreano, sería el omega más poderoso como papá.
Aunque todavía es muy joven para desarrollar lo que decía el libro, por cierto urgh sobre lo que pasaría en el primer celo.
"No deberías de estar leyendo eso en esta edad Gakushuu" Padre le dijo al verlo sentado en una esquina leyendo su gran enciclopedia de las castas.
"Papá dijo que ya soy lo suficientemente grande para poder leerlo, tengo que estudiar si quiero estar adelantando a los demás, esto podría venir en mi examen"
Karasuma solo suspiro preguntándose si su hijo también heredó la locura por estar en la cima de Gakuho, eso si quiere puede heredarse?
Los años pasaron, Gakushuu se mantuvo firme ante tantos cambios que vio pasar preguntándose si alguna vez el director tuvo algún instinto materno omega con él, parecían más un estudiante y maestro que "mamá" e hijo, lo mismo con su padre, se sentía como un desconocido para su propia familia.
Tal y como aprendió en sus libros desde temprana edad, ya estaba empezando a desarrollar características omega como su dulce aroma a fresas dulces que era adictivo si no lo controlaba, saco provecho de eso cuando aprendió a manipular a los demás.
El director también lo hace, si aplicas la cantidad correcta de feromonas podrías drogar a los Alfas hasta convertirlos en gente sumisa, Gakushuu no cree que sea necesario usarlo, era como trampa.
"El porcentaje de las tres castas esta casi equilibrio de algún modo, como haces esto" El rubio fresa murmuró leyendo el informe del censo de la escuela para averiguar que casta era la más poblada en Kunugigaoka.
Como un buen líder es su deber saber ese detalle, si había demasiados Alfas debía de haber un porcentaje que se creían ser superiores a él solo por ser omega olvidando la regla básica de Kunugigaoka, aquí el cerebro vale más que tu casta.
…
Gakushuu no faltaría a clases por nada del mundo, eso es sinónimo que no estará al pendiente de su clase aunque ya esté adelantando en los temas, el director le echaría cara en su oficina por dejarse vencer por eso.
Como si no hubiera sido él quien le prohibió ir a la escuela en ese estado!
"Que dijiste?" Gakushuu le pregunto al director aunque se sentía extrañamente mareado.
"Estas pasando por tu primer celo, si vas así a la escuela vas perjudicar a tu clase y no puedo permitir eso, vete a tu habitación de una vez" Gakuho le dijo moviendo su nariz al reconocer el aroma de un omega en celo, demasiado dulce y empalagoso.
"Odio esto" Murmuró para si mismo abrazando su abdomen al sentir los dolores aparecer.
Al ser su primer celo no podía tomar supresores si no quería alterar su sistema y no pensaba perder más clases por hacer esa imprudencia.
Se escondió debajo de sus mantas aunque el calor lo comenzaba a sofocar.
Al menos le da consuelo saber que a los Alfas cuando le llega el primer rut tienen una erección automática y eso puede pasar en cualquier momento.
***
Karma sabía que sus padres solo venían en pocas ocasiones por sus ocupadas vidas como comerciantes intradías, así que le sorprendió mucho encontrarlos antes de lo esperado en casa.
"Perdieron sus trabajos?" El pelirrojo menor le pregunto a su madre que ya se encontraba cocinando.
"No digas tonterías querido, vinimos para llevarte a hacerte el examen de castas" La omega pelirroja le respondió con una sonrisa natural.
"Qué?"
"Tenemos que saber si necesitaras supresores para omegas o para Alfas" Su padre le dijo buscando sus documentos médicos en una caja.
"Y si soy un beta?" Ni el mismo se cree esa mentira pero quiero molestar a sus viejos.
"Karma eres un chico inteligente, ya estas desprendiendo un aroma a chocolate amargo, alfa o omega no hay de otra" Su madre le explicó con una sonrisa presumida.
"Después de comer tu madre te acompañara al hospital más cercano para hacerte el examen, mañana entregan los resultados y en la noche partimos a Croacia"
"No se van quedar por más tiempo? Enseñarme sobre mi nueva casta y eso?" Karma no necesita que le enseñen nada pero es una buena excusa para que pasen tiempo con él.
"Te trajimos libros donde esta todo lo que necesitas saber y además tienes Internet, puedes buscarlo ahí" Su madre se justificó, descarta la idea de quemar los libros.
"Ahora en ves de preocuparte por eso ayuda a tu padre a buscar tu hoja de vacunas"
Karma termino ayudando de mala gana a su padre, se tardaba a propósito para perder el tiempo, vaya manera de pasar tiempo de caridad, había preferido pasar su tarde entera jugando videojuegos.
"(Porque no me dejaron traer mi Nintendo portátil)" Pensó mientras esperaban en el pasillo blanco a que sea su turno, le sacarían sangre y si tiene suerte podría obtener una paleta del tarro de la doctora.
"No estas nervioso?"
"No me interesa, me compraras un helado cuando salgamos?"
"Solo si no haces escándalo"
"No soy un niño pequeño mamá, soy todo un angelito" El pelirrojo se justifico colocando su sonrisa más angelical que su madre no creía.
Sabe como es su hijo y esas llamadas por suspensiones tras mandar a unos niños al hospital no son comportamientos de un angelito.
"Eres mi angelito cariño" Pero sigue siendo su hijo, ella se rio al ver el sonrojo avergonzado.
"Akabane Karma es su turno"
Karma no recibió una paleta pero su mamá le compró un helado cuando se fueron.
…
Al día siguiente sus resultados llegaron al correo electrónico de su madre, Karma no estaba muy emocionado por descubrir si era un omega o un alfa, los betas no suenan mal, sería una persona normal sin tantos problemas.
"Papá! Suéltame!" Grito al sentir los bruscos brazos apretando sus costillas.
"Eres un alfa Karma! Felicidades!"
"Alfa?"
"Ujmh, 100% confirmado, eres un alfa pastelito, querido tenemos que ir a comprar supresores de Alfas y un bozal"
"Qué dijiste?" Karma pregunto al escuchar eso último, no creía que sus viejos estarían tan locos para comprarle ya eso!
Mientras que los omegas tienen que usar un collar, los Alfas tenían que usar un humillante bozal para evitar accidentes de mordidas.
"No soy tonta y se que dejarte qué tu mismo te compres un bozal significa que no lo harás, solo es precaución"
Jamás había odiado tantos a sus padres como en ese día, un estúpido bozal ahora estaría en su casa...
Ese misma noche sus padres se fueron después de dejarle todo lo que necesitaría, Karma se fue a dormir sin cenar, no tenía hambre.
Alfa, esta en la cima de la jerarquía según el sistema, eso es lo único bueno de su nueva revelación.
Karma empezó a pensar desde ese momento si en algún momento de su vida le empezarían a interesar los omegas o humanos en general, se lo dejaría para el Karma del futuro, ahora mismo tiene que pasar ese último nivel de su Nintendo portátil para olvidar esa desastrosa visita de sus padres.
