Work Text:
Cada mañana cuando Shikamaru salía de su habitación, encontraba a su madre mirando un retrato que reposa en la mesita de la sala. Siempre a la misma hora de la mañana, cuando se percataba de su presencia le daba una pequeña sonrisa, pero el lo notaba; sus ojos reflejaban tristeza.
Solo fue una ocasión cuando su curiosidad le ganó y miro aquella foto; un grupo de personas se encontraban en una mesa haciendo un brindis. Solo reconoció a sus padres quienes lucían más jóvenes que ahora, su madre junto con una muchacha pelirroja obligaban alzar una copa a un hombre castaño con el logo Uchiha en la manga en su camisa y otro hombre que por sus ojos pudo reconocer que era un Hyuga. La situación parecía problemática
—Mamá —Esa mañana se acerco a su madre
—¿Que sucede, hijo? —Le respondió la mujer acomodando los platos en la alacena. Por un momento pareció dudar.
—¿Por qué mira esa foto cada mañana?
La mano de su madre quedó suspendida en el aire pero recobro la compostura cuando se dió cuanta de su mirada. Dejó de lado su trabajo para mirar a su hijo con atención, por un momento dudó pero lo remplazó para mirarlo con melancolía.
—Eran nuestro antiguo grupo cuando éramos jóvenes. Así como el tuyo —Le explico de manera sencilla con una sonrisa en su mirada. Shikamaru ladeó un poco su cabeza, ¿Un grupo como el suyo? ¿como Naruto, Chouji, Kiba y los demás?
—¿Que les pasó? Porque no reconozco a ninguno —Se sentó de manera perezosa, si eran tan amigos de sus padres al menos los hubiera visto en casa alguna vez además de los líderes Yamanaka y Akimichi.
Normalmente no era tan curioso como Naruto, pero le intrigaba porqué cada día su madre miraba aquella foto y lucía tan melancólica.
—Muchos de ellos murieron. Solo quedamos seis de once —echó un pequeño vistazo al cielo al través de la ventana. Shikamaru dejo escapar un pequeño "Oh" de cierta forma él lo esperaba, en el mundo ninja aquello era algo muy común— Aunque ha pasado años desde sus muertes, no hay día que no pensemos en ellos.
Yoshino desde su lugar dirigió su mirada hacia la sala donde reposaba la foto y sonrió con nostalgia al recordar a su antiguo grupo.
***
La época de antes era diferente a la del presente, donde la guerra no perdonaba a nadie, en donde cada misión no aseguraba una victoria ni un regreso a casa. Por eso en una ocasión Yoshino planteo reunirse con los demás cada semana después de una misión para distraerse de sus problemas. Claro, no esperaba que que Hiashi o Fugaku se uniera al grupo, así que eran; Mikoto, Kushina, Fugaku, Inoichi, el vago de Shikaku, Hiashi, Hizashi y ella. Tsume y Chouza no pudieron asistir la primera por una cita su actual pareja y Chouza por motivos que el tarado de Shikaku no mencionó. Y Shibi... Bueno era tan silencioso que nunca respondió la invitación.
Al notar la cantidad de personas sudo frío, ¿No iba a pagar por todo ello, verdad?
El primer platillo fue servido. Al principio todo se mantuvo en un silencio incómodo, hasta que Kushina decidió romperlo con su típica expresión sarcástica y burlona
—Con los ruidosos que son normalmente, esto es muy raro —Aquel comentario sarcástico logro sacarles risa a los presentes. Yoshino sonrió divertida, siempre le gustó como Kushina hacia sus comentarios sin importar la opinión de los demás, era terca y algo boca suelta pero lo comenzaba con su amabilidad.
—Siendo está nuestra primera reunión, es normal ¿No crees, Kushina? —Minato miro con diversión a la pelirroja quien soltó un bufido tomando un pequeño trago de Sake que Mikoto le ofrecía. Hiashi, quien normalmente mantenía su cara inexpresiva, suavizó sus calculadores ojos al mirar a Kushina. Yoshino sabía que el Hyugas guardaba sentimientos profundos por la pelirroja, pero también que estos sentimientos estaban destinados a permanecer ocultos por el respeto que le guardaba. Siendo consiente que no era correspondido
—Entonces, ¿Como les fue en las misiones? —Prosigue Minato cuando nadie estaba dispuesto hablar. Fugaku resopló ante aquella pregunta
—La misión en la frontera fue bastante complicada —La profunda voz del Uchiha se escuchó raposa y seria como siempre mientras se tomaba un vaso de agua.
Que para la opinión de la pelinegra, lo consideraba aburrido— Los enemigos eran más fuerte de lo esperado.
—Si, pero logramos evocarlos —Yoshino miró con molestia como Shikaku Nara soltaba un gran bostezo.
—¿Cuando dejarás de ser tan maleducado? —Se cruzó de brazos dirigiéndole una mirada amenazante, pero el chico lo ignoro murmurando un "Que problemática".
—Aunque por culpa de Hizashi casi matamos al que tenía la información que necesitábamos. —Hiashi puso los ojos en blanco -mas de lo que ya eran- por otro lado su hermano rió nervioso
—Crei que habían dicho que le sellaramos sus puntos de chakra.
—Pero no del corazón, idiota. —Esta vez fue Fugaku quién miro con fastidio al Hyuga gemelo.
Todos sonrieron divertidos cuando vieron la cara de indignación del chico.
—Vamos Fugaku, lo dices como si nunca hubieras cometido algún error en una de las misiones —replicó Yoshino arqueando una ceja—. Antes casi matas a un comerciante al tratar de meterlo en un Genjutsu
—¿De verdad? —Mikoto miro con sorpresa al castaño, las mejillas del hombre se enrojecieron.
—Solo fue por que el hombre se resistió. No fue error mío.
—Quien diría que el Uchiha cometería un error como ese —Se burló Kushina con gracia mirando al hombre con otro vaso de sake en la mano
—¡Eh! —Fugaku miro con indignación a la pelirroja, pero en su lugar Yoshino notaba la pequeña sonrisa que se formaba en su rostro.
Aveces le sorprendía como podía decifrar a Fugaku y a Hiashi con facilidad. No sabía si era por los años que llevaban siendo un equipo, o la confianza que empezaron a tener después de una se sus antiguas misiones.
Después de que todos se volvieron oficialmente chunnin se distanciaron. Pocas veces les tocaba alguna misión en conjunto, y Yoshino no podía mentir en decir que no los extrañaba.
—Recuerdo esa misión —Minato se encontró divertido—. El pobre hombre no dejaba de temblar lo que ponía nervioso a Fugaku.
—No me puse nervioso, solo trataba de ser precavido para evitar un desastre —Se excuso desviando la mirada cuando Mikoto lo miro divertida.
—Si, lo mismo dijiste tiempo atrás cuando Minato y Shikaku te dieron una paliza —Se burló Yoshino recargando su cabeza en su palma con diversión, el Nara ríe junto con los demás.
Fugaku la miro con desprecio pero la pelinegra solo rió
—¿Sabían que Hiashi estuvo buscando por una hora completa a un gato usando su Byakugan? —Mikoto comento con diversión mirando a los demás, todos parpadearon ante esa revelación. Las orejas de Hiashi se tiñeron de rojo
—¡Mi-Mikoto, no fue así! —Todos rieron ante el tartamudeo del Hyuga
—¡Fue un desastre! —Se unió a las risas Hizashi recostándose en su sitio—. El gato estaba escondido en un árbol, y mi hermano casi se cae al intentar atraparlo.
—¡¿Tú también Hizashi?!
—Tranquilo, Hiashi —dijo Kushina, dándole una palmada en su hombro—. Todos cometemos errores, lo importante es que aprendemos de ellos.
—Y que nos burlemos de ellos. —Agrego Yoshino, guiñando el ojo.
El rostro de Hiashi enrojeció completamente, causando más risas en los demás.
La conversación fluyó está vez con otras pequeñas bromas entre ellos, recordando misiones o algún otro momento vergonzoso. La atmósfera dejo de ser incómodo y se convirtió en un momento relajado y amigable donde solo eran ellos.
—¡Vamos Inoichi, habla! Llevas toda la noche en silencio —Animó Kushina al rubio quien se removió incómodo en su lugar.
Inoichi siempre había sido un hombre tímido y reservado, especialmente en grupos grandes.
—No tengo nada que decir —Murmuro Inoichi bajando su mirada hacia su plato—. Solo... He estado pensando.
—¿Pensando en qué? —preguntó Mikoto con curiosidad. Todos miraron al chico ocasionando más nervios al rubio,
Inoichi respiró hondo y se enderezó en su asiento. Para nadie paso desapercibido la mirada sombria que poseía en sus ojos
—He estado hablando con mi padre —comenzó, con voz firme—. Y él cree que es hora de que piense en... en comprometerme.
Shikaku se ahogo con su propio trago de sake, Minato tuvo que darle varias palmadas en su espalda para que lo pasara
—¡¿Que?! —Por primera vez, Yoshino miraba como el Nara se alteraba ante una noticia. Pero no era para menos, al ser clanes aliados tenían que seguir su legado para las siguientes generaciones y eso incluía ponerse de acuerdo para temas como las siguientes generaciones.
La noticia cayó como un balde de agua fría. A pesar de la época, la noticia del compromiso a temprana edad, les tomo por sorpresa.
—¿Compromiso 'ttebane? —exclamó Kushina, incrédula—. ¡Pero si todavía somos muy jóvenes!
—Eso —Aunque legalmente al convertirse en ninjas ya eran adultos a los ojos de los demás, apenas habían entrado a la edad de 16 con años de diferencia. Minato y Kushina eran los más jóvenes de todos ellos
—Lo sé —respondió Inoichi, con un suspiro—. Pero así son las cosas en nuestro clan. Los herederos deben asegurar el futuro de la familia.
—Mi padre no me ha mencionado nada de ello. ¿Como que cosas de nuestro clan? Se supone que al ser aliados tenemos la mismas tradiciones
—Shikaku, respira —Hizashi le paso un vaso de agua al estratega. Yoshino evito sonreír divertida, no era el momento.
—¿Y tienes alguna candidata en mente? —preguntó Fugaku, con una ceja levantada.
Inoichi se sonrojó aún más y bajó la mirada.
—Aún no —admitió—. Pero mi padre tiene algunas opciones.
—¿Opciones? —repitió Kushina, con un tono amenazante—. ¿Como si fueran unas flores que elegir cuál decoración 'ttebane?
—No es así —se defendió Inoichi—. Solo... es una tradición.
Nuevamente se escuchó al Nara gemir ocultando su rostro
—No deberías dejar que te obliguen a casarte con alguien que no amas 'ttebane —gruñó la pelirroja.
—Kushina tiene razón —intervino Minato—. El matrimonio es un compromiso de por vida. Deberías poder elegir a tu propia esposa a alguien que ames.
Inoichi asintió, pero su expresión era sombría.
—Lo sé —dijo—. Pero mi padre... él solo quiere lo mejor para mí.
—¿Pero comprometerte ya? —Mikoto lució preocupada. Yoshino pudo darse cuanta como Hiashi y Fugaku compartían una mirada
—No se preocupen —sonrio suavemente el Yamanaka mirando a sus amigos—. Si es necesario, lo haré. A parte, mi padre se asegurará que ambos estemos de acuerdo
—De esa manera no suena tan mal —Fugaku pareció considerarlo después de todo el clan Uchiha era uno de los más tradicionales y estrictos, no era ajeno a los matrimonios arreglados.
—Aunque Shikaku no piensa lo mismo. —solto una risa Hizashi mirando al Nara.
—Las mujeres son problemáticas, ¿Por qué comprometernos?
Yoshino puso los ojos en blanco
Mientras tanto, Hiashi permanecía en silencio, con la mirada fija en su vaso de agua. Él también era heredero de un clan importante, y la presión por asegurar el futuro de su familia era una carga constante.
A diferencia de Inoichi, Hiashi no tenía la opción de elegir. Su matrimonio ya había sido arreglado desde su nacimiento, una unión política destinada a fortalecer los lazos entre clanes. La idea de casarse con alguien a quien no amaba le resultaba repulsiva, pero como heredero, no tenía otra opción.
—¡Suficiente 'ttebane! —Kushina se levantó llamando la atención de todos—. Se supones que estamos aquí para distraernos.
—Kushina tiene razón —La siguió Mikoto obteniendo una afirmación de la otra pelinegra—. No podemos dejar que esto nos amargue la noche.
—Hagamos un brindis —anuncio la pelirroja tomando la botella de sake. Comenzó a llenar los recipientes de todos, incluyendo las de Fugaku y Hiashi quienes no tomaban—. Por nuestra amistad, que ninguna misión o muerte nos separe.
—¿Acaso nos estamos casando o qué? —Se burló Fugaku ocasionando varias risas.
—Brindemos —Levanto su bebida Yoshino con una sonrisa—. No importa que pase, prometamos reunirnos cada noche y celebrar que estamos vivos. Apoyémonos y si alguien comete un error estemos ahí para darle unas patadas.
Minato, Hizashi y Mikoto miraban divertidos a la dos muchachas, aún así levantaron sus choko
—No me agrada que me aten así —Puso los ojos en blanco Shikaku levantando el suyo e Inoichi lo siguió soltando una risa
Kushina y Yoshino sonrieron, pero aún faltaban dos
Fugaku evitaba la escena, e Hiashi desvió la mirada
—Yo no tomo
—Yo menos —Secundó Hiashi con el mismo tono indiferente que Fugaku
Kushina entrecerró los ojos, con una sonrisa pícara.
—¿No toman? —preguntó, con un tono que prometía problemas—. ¿O es que tienen miedo de brindar con sus amigos?
Fugaku frunció el ceño.
—No tengo miedo de nada —replicó, con un tono desafiante.
—Entonces, demuestra que no tienes miedo —lo retó Kushina, extendiéndole una choko lleno—. Brinda con nosotros, Fugaku. Es una prueba de nuestra amistad 'ttebane
—¿No estás exagerado Kushina? —Minato miro con diversión y cariño a la pelirroja.
Yoshino se acercó a Hiashi, con una sonrisa suave.
—Hiashi —dijo, con voz tranquila—. Por esta vez, únete. Mira que es la primera vez que compartimos, No amargues está noche.
Hiashi miró a sus amigos, luego a Kushina, y finalmente a Yoshino. Sus ojos se encontraron con los de Kushina una vez más
—Está bien —cedió Hiashi, aceptando el trago—. Brindaré con ustedes.
Yoshino ocultó nuevamente una sonrisa divertida
Fugaku, viendo que Hiashi había aceptado, suspiró y tomó el suyo también.
—Está bien —dijo, con un resoplido—. Brindaré. Pero solo esta vez.
Kushina y Yoshino sonrieron triunfantes.
—¡Eso es! —exclamó Kushina, levantando su sake—. ¡Por nuestra amistad!
—¡Por nuestra amistad! —repitió Yoshino, chocando su choko con la de Kushina.
Todos, incluyendo Fugaku y Hiashi, chocaron sus recipientes y bebieron el sake. La tensión en el aire se disipó, reemplazada por una sensación de alivio.
—¡Salud! —exclamó Minato, con una sonrisa radiante.
—¡Salud! —respondieron todos al unísono.
***
Era un recuerdo lejano, pero no había día que no se le pasaba por la mente. Ahora todos eran adultos, y ante la muerte de Kushina y Minato comenzaron a distanciarse, después siguió Hizashi y por último Mikoto junto a Fugaku
Desde un principio lo sabían, la muerte era asegurada cada día. Aún así se entristecía ante aquellas perdidas que quedaron en el pasado.
Shikamaru no podía evitar encontrarse un poco sorprendido cuando su mamá terminó de contar aquel recuerdo
—Asi que... Todos ellos... —Su vista se dirigió a la foto con una perspectiva diferente. Ahora la sonrisa fantasmales de jóvenes le causaba algo de pena ante el destino que le esperaría.
¿Algo similar le pasaría a él con los chicos?
Imaginar a Chouji y la fastidiosa de Ino parte de su pasado, o al idiota de Naruto sin poder escuchar que sería Hokage...
Con tan solo ese pensamiento le causaba un revoltijo en su estómago
—No pongas esa cara Shikamaru —Yoshino se acerco a su hijo acomodando los mechónes rebeldes que se le escapaba—. Cada uno de ellos murieron cumpliendo su deber. De eso hay que estar orgulloso
—Parecian un grupo bastante problemáticos —Es lo único que pudo decir al respecto. Su madre solo sonrió
—Lo eran, pero aún así eran admirables. Aunque no se lo diga a Hiashi, solo le alimentará la arrogancia —Le guiño el ojo con complicidad ante de volver a su trabajo. Shikamaru solo puso los ojos en blanco, creer que su madre tuvo esa confianza con el líder más temible del clan Hyuga era bastante problemático.
Pero... Le gustaría tener esa confianza con los chicos, aunque eran los bastantes ruidosos para su gusto no dudaba que siempre estarían ahí.
¿Pero llegarían a sobrevivir todos?
—Tsk que fastidio. Espera, ¿Entonces mi papá también quedó comprometido contigo? —La duda surgió de la nada, pero su madre solo sonrió dándole una mirada cómplice.
—Esa es una historia para otro día.
