Chapter Text
Ya era costumbre que Takemichi no durmiera desde que su vida dio un giro inesperado. Pero ahora no solo se trataba por la presión... ¡Era algo más grave!.
En la presentación no solo dejó en ridículo a Shinichiro, también a la familia Sano.
Cometer ese error si que le costará mucho. Aunque sabe que no fue culpa suya, solo se trató de un accidente. Pero Shinichiro no se fijará en eso, solo le hará pagar.
Ahora todos los criticaran por la tontería que hizo el nuevo integrante de la familia.
Tan joven y ya será juzgado no por una o dos personas, serán por muchas.
¿Qué dirán de él?
Obviamente nada bueno.
¿Será rechazado por la sociedad?
Claro. E incluso insultado.
¿Qué podrá hacer ahora?
¿Huir?
No es una mala idea.
¿Salir del país y cambiarse de identidad?
Eso ya es demasiado exagerado. Pero imposible de realizar.
Esta demasiado alterado que ya solo se está dejando llevar por las ideas que hace su cerebro. De tanto estar enfocado en sus pensamientos, ignoraba las llamadas de su amigo Chifuyu. Realmente no quería hablar con nadie.
...
Aunque Takemichi se la paso en vela, Manjirou fue el primero en ir hacia la cocina y prepararse un poco de café, mientras leía el periódico. En primera plana estaba el "espectáculo" que hizo el ojiazul ante todos.
El ojinegro estaba tan enfocado en su lectura, que no escucho cuando llegó el menor y se puso frente a él.
La sensación de la cercanía de alguien termino dejando de lado lo que leía y bajo el periódico.
Observó como Takemichi, con una expresión de vergüenza y culpa, inclino parte de su cuerpo.
— ¡Lo siento mucho!. — exclamó
Manjirou tenía un semblante de asombro y confusión.
— ¿Por qué te disculpas? — preguntó
— Por lo de ayer. Mi torpeza hizo que pasaran un incómodo y vergonzoso momento. Ahora mismo deben odiarme todos tus hermanos, incluso tú, y tienen todo el derecho de hacerlo. — aseguró, aún sin mirar a los ojos al pelinegro — No pienso oponer resistencia si quieren hacer algo contra mí.
— ¿Eso crees?, ¿Crees qué te odiamos?. Porque esa no fue la contestación que mis hermanos me dieron. — explicó, dejando a un Takemichi confuso, quien por fin se decidió a mirar al mayor
— ¿Qué?
Con una sonrisa divertida Mikey le respondió.
— Emma e Izana no te odian. Su reacción fue totalmente distinta. Hablé con ellos por lo sucedido y no pudimos evitar reírnos al recordarlo. Fue la mejor reunión.
Takemichi estaba procesando lo que escuchaba.
— La reunión de ayer fue la primera en la que nos la hemos pasado de maravilla. Nunca nos habíamos divertido tanto. — confesó sonriente — Así que no te agobies, que nadie te odia.
El ojiazul no pudo evitar reírse ligeramente con nerviosismo.
— Me alegra saberlo. En partes me alivia saber que Emma-chan e Izana-kun no estén molestos conmigo. Pero Shinichiro–
— Tampoco te preocupes por lo que pueda decir. Yo intentaré calmarlo.
— ¿Eh?. No, no quiero que tengas más problemas. Ya es demasiado con los que te he ocasionado. — comentó incómodo
— Tú no has ocasionado nada, es solo Shinichiro quien se hace ideas tontas y creé que nosotros somos los culpables y solo le traemos problemas tras problemas, ya que no seguimos bien sus indicaciones. Sé cómo manejar esto, no debes porque angustiarte por lo que pueda decir. — aseguró firme
Manjirou solo esta intentando hacer sentir bien a Takemichi. Pero aún así él menor no está del todo convencido que Shinichiro se quede tranquilo. Con algo lo hará pagar.
Tan poco tiempo lleva conociéndolo y ya sabe de lo que es capaz.
— Dejemos ese tema. Mejor toma asiento y desayuna conmigo. — pidió el ojinegro
Hanagaki se enfocaba en relajarse y termino aceptando la petición del mayor.
— ¿Qué te parece si después del desayuno, salimos a dar un paseo?, el aire fresco te vendría bien. — propuso
— Es una buena sugerencia, pero lo que ahora menos quiero es ver a la gente, después de lo de ayer. — dijo con un tono apagado — Agradezco tus intenciones de reanimarme o hacerme olvidar un poco lo ocurrido, pero me sentiría un poco mejor estando encerrado y sin ver a nadie por hoy. Aunque no quiera, mañana tengo que ir al instituto.
— Entiendo y no pienso obligarte a salir. Si quieres permanecer todo el día en tu habitación, lo aceptaré.
— No quiero parecer grosero. — dijo apenado
— Descuida, ya te dije que entiendo.
— En serio te agradezco mucho por tu comprensión.
— No agradezcas nada, solo quiero que te encuentres bien, porque me preocupo por ti. — confesó con un suave sonrisa
El ojiazul se ruborizo un poco.
— Sigamos desayunando.
— Hah, claro.
Manjirou mantenía serenidad ante la situación, pero sabe perfectamente que Shinichiro intentará "castigar" al menor. Debe ser muy inteligente y manejar las cosas. Esta consciente que no lo hará entender con palabras, pero no tiene otra opción más.
...
Emma se encontraba en su habitación, arreglarse, que al terminar tomo su bolso y salio del cuarto.
Intentaba bajar lo más posiblemente silenciosa de los escalones, para que su hermano mayor no se percatara que saldría. No obstante, el pelinegro permanecía en la planta baja, cerca de la puerta principal. Solo observaba a poca distancia como su hermana se escabullia.
— ¿Vas a salir? — interrogó en un tono serio, haciendo estremecer a la chica. Ésta se giró para ver a su hermano — No recuerdo que me hayas avisado que saldrías hoy.
— No lo hice... porque apenas Senju me invitó. — contestó nerviosa
— ¿Segura? — caminó hacia donde su hermana estaba parada — Espero que no me estés mintiendo. — aclaró parándose frente a la ojimiel
— No lo estoy haciendo.
Alguien tocaba el timbre de la casa, una mujer fue abrir la puerta y enseguida observaron los dos hermanos que se trataba de Senju.
— Hola. — saludó y entró a la vivienda
— Hola, Senju. — habló Shinichiro
— Disculpa que mi visita se ha imprevista.
— Descuida, no pasa nada. ¿En qué puedo ayudarte?
— Realmente quisiera pedirte un gran favor. Sé que te debo avisar con tiempo, pero con la reunión de ayer no tuve la oportunidad de comentarte si podrías dejar salir a Emma-chan. Verás, tengo que realizar unas compras y necesito de la gran ayuda y sabiduría de tu pequeña hermana. — explicó en un tono de casi súplica. Conoce lo estricto que es Shinichiro con sus hermanos, especialmente con la única mujer de la familia. Solo espera que el mayor de los Sano acceda
Hubo solo un ligero momento de silencio, Shinichiro se mantuvo, como siempre, con un semblante serio y pensando si debería darle la autorización.
— ¿Solo irán a eso?
— Así es. No debes porque dudar. — comentó Senju
— No dudo de ti. — sus ojos los dirigió hacía su hermana — Pero si de ella. Una vez quiso verme la cara de estúpido, pero ya no lo volverá hacer. Es por eso mismo que tiene estrictamente prohibido salir sin autorización, sobretodo sin compañía.
Emma solo agacho la mirada, sintiéndose avergonzada. Senju noto esa expresión.
— Lo tengo muy presente.
— Eres una persona de gran confianza, así que pueden salir. — sus ojos los fijó en la ojimiel — Te pediré que la tengas muy bien vigilada, sobretodo procura que no hable con ningún extraño.
— Se cuáles son las condiciones. Y no debes porque preocuparte, Shinichiro, que la estaré vigilando. No le quitaré los ojos de encima. — dijo transmitiendole confianza al pelinegro
— Te agradezco mucho por tu ayuda. Creo que tú eres de las pocas personas que entienden y no juzgan, ni reprochan mis ideas. Parece que tengo más apoyo de otras personas que de mi propia familia. — se quejó, dirigiendo sus palabras hacia la ojimiel — Ya no les quito más su tiempo. Solo procura traerla antes de la hora de la comida.
— Claro que lo haré. Descuida. — Senju miró a Emma y tomó su mano — Vamos, Emma-chan. —
— Sí. — asintió
Las chicas salieron de la residencia Sano, abordaron el vehículo y sin más que esperar se fueron.
...
Más tarde, en una parte de la ciudad, el automóvil que llevaba a las chicas se detuvo cerca de una tienda de motos.
— No tardaré. Ven por mí en una hora, ¿Sí? — pidió Emma, mientras sacaba su teléfono y se lo entregaba a Senju
— Está bien. Cualquier cosa, me comunicaré de inmediato a tu otro número de teléfono. — comunicó
— Sí. — asintió
— Solo procura que nadie te reconozca y entre menos tengas contacto con alguien, es mucho mejor. Si Shinichiro se entera de esto...
— Descuida, que tendré precaución. — aseguró mientras se peinaba en una coleta y se colocaba unos lentes oscuros
Por pulso, Senju abrazó a Emma.
— Pásala bien y olvídate de todo lo que tu hermano quiere hacer. Aún estamos a tiempo de pensar las cosas para que esa boda con mi hermano no se lleve acabo. — comento con seguridad y dejó de abrazar a la ojimiel — Saludalo de mi parte, ¿Sí?
— Claro, yo le diré. — sonrió y bajó del vehículo con normalidad
— Te agradezco mucho por tu apoyo, Haruka. — le dijo a su chófer
— Siempre pueden contar conmigo usted y la señorita Emma. — afirmó el hombre
— Bien, deberíamos irnos de aquí. En cualquier momento Shinichiro puede rastrear el teléfono de Emma-chan y será peligroso si se entera que ella está aquí. — comunicó
— Entendido. — el hombre dio marcha al auto y se fueron de ahí
Emma sin dudar entro al establecimiento.
En el mostrador se encontraba un chico de cabello rapado de los lados, de color negro, al igual que sus ojos. Visualizó la entrada de la chica al lugar y sonrió.
— Emma. — mencionó
La pelirrubia se acercó hasta el hombre y lo abrazó fuertemente. Igual reaccionó de la misma manera el contrario.
— Me da mucho gusto volverte a ver, Draken. — mencionó la chica
— A mí igual me alegra verte.
Se dejaron de abrazar y ambos se miraron.
— Tengo mucho de que hablas contigo.
— Me imagino de que tratará. En las noticias se rumora acerca de tu próxima boda con ese hombre. — dijo serio y con algo de dolor el hombre
— Mi hermano sigue con esa tonta idea. Yo no me quiero casar con ese hombre. No lo amo, al único que amo con todo mi corazón es a ti. — confesó, mientras sus ojos se empañaban de lágrimas
— Yo estoy totalmente dispuesto a enfrentarme a tu hermano. Pero tú sigues con esa necedad de no hacerlo. — dijo en un tono suave, mientras le daba ligeras caricias a la mejilla de Emma
— Conozco perfectamente a mi hermano, se que pretenderá algo contra ti. No quiero que salgas herido.
— Él ya lo está haciendo, me está hiriendo de la peor manera. No nos deja estar juntos y es realmente frustrante para mí.
— Lo sé. También a mí me duele mucho que mi hermano solo siga sus ideales, sin importarle que haga infelices a sus propios hermanos.
— Es mejor cambiar de tema. Nos reunimos para pasar un agradable momento. — comentó el pelinegro
— Tienes razón. — dijo Emma, mientras se secaba sus ojos
— Preparé un poco de té. Espero te guste.
— ¡Me encanta!
Ambas personas entraron a una habitación, que al parecer se trata de la oficina del local.
Así es, Emma Sano, la menor de esa familia tiene un romance secreto con una persona que no tiene que ver con su misma clase, pero a quien ama de verdad. De esa relación solo lo sabe su mejor amiga, Senju Akashi, hermana menor de su comprometido. La chica, al igual que Manjirou, no acepta que obliguen a dos personas que no se aman, a casarse. Puede que se trate de su propio hermano, pero no quiere ver a nadie de las personas que tanto quiere y aprecia, a estar infelizmente unidos solo por los absurdos pensamientos de sus familiares.
...
El tiempo en que Emma y Senju habían acordado, estaba por terminar, la menor de los Akashi ya se encontraba afuera del lugar, esperando a su amiga.
— La hora se pasó tan rápido. — dijo desanimada la chica
— Pero nos la pasamos muy bien. — dijo con una ligera sonrisa el hombre
— Tienes razón. Fue un gran día para mí. Espero que pronto nos volvamos a ver. — comentó
— Yo siempre estoy a tu disposición, Emma. Yo aquí feliz te estaré esperando. — tomó la mano de la chica y con la otra le entregó una bolsa de compras
Emma le dió un abrazo a Ryuguji.
— Te amo.
— Yo igual te amo mucho.
— No quiero irme. Quisiera quedarme contigo.
— Te lo he propuesto muchas veces, pero parece que no te convenceré.
— No lo hago porque yo no quiera, me da miedo cuál pueda ser la reacción de Shinichiro. — dijo en un tono algo tembloroso — Yo se que mis otros hermanos me apoyarán en cualquier desición que tome, no quiero meterlos a ellos en problemas por mi culpa. — dejó de abrazar a Draken y lo miró — Quiero hacer las cosas bien. Solo debo pensarlo.
— También yo veré la manera de hacer bien todo esto, sin perjudicar a nadie.
— Creo que ya es hora de irme. — dijo con dificultad
— Cuídate.
— Igual tú. — resignada, soltó la mano del hombre y se fue alejando de él, hasta salir de la tienda y desaparecer de la vista de su novio
El pelinegro suspiró profundamente. Odia tener que alejarse de la chica que ama. Pero sino fue por su egoista hermano, ellos ya estuvieran viviendo felizmente juntos.
Shinichiro creé que Ken Ryuguji no podrá darle una gran vida a su hermana. Pero se equivoca, Draken no solo podrá con darle lo material, lo más importante aquí es que se amen los dos. Una cosa que el mayor de los Sano no quiere ver o aceptar.
...
En el transcurso del camino, Emma le contó a Senju lo bien que la pasó con Draken y las lindas conversaciones que tuvieron. La pequeña de los Akashi la escuchaba con atención y se alegra por su amiga. Ojalá llegue el momento en que pueda ver con esa linda sonrisa a su amiga, sin que su hermano mayor sea el encargado de arrebatarsela.
Antes de llegar a la casa de los Sano, Senju y Emma acordaron en qué dirán en caso que Shinichiro las comience a interrogar.
Al llegar y entrar a la mansión, Shinichiro ya las esperaba.
— ¿Cómo estuvo su día?
— Fue increíble. En serio, te agradezco por dejar a Emma-chan salir conmigo. Fue de gran ayuda. — dijo con una gran sonrisa
— Yo igual me la pasé increíble.
— Me alegra. Y yo te agradezco por traerla y no dejarla de vigilar. — dijo el mayor
— No agradezcas nada. Ahm... creo que... ya debería irme, para que puedan comer con tranquilidad.
— ¿Estás segura que no quieres quedarte a comer con nosotros? — preguntó Emma
— Estoy segura. Debo llegar a mi casa y preparar unas cosas para mañana. Pero les agradezco por la invitación.
— De acuerdo.
— Nos veremos pronto, Emma-chan. — dijo y abrazó rápido a su amiga — Hasta luego, Shinichiro.
— Adiós. — se despidió
Cuando ambos hermanos se quedaron solos, Shinichiro se acercó a Emma.
— ¿Compraron cosas? — interrogó
— Sí, hubo algunas cosas que me gustaron.
Shinichiro solo miró por unos segundos a la chica y después le dio la espalda.
— Ve a dejar eso a tu habitación y después bajas. Están por servir la comida.
— Sí.
Emma subió normal a su habitación, mientras era observaba por su hermano. Aunque intentara actúe con normalidad, Shinichiro sospechaba un poco, pero se hacia el tonto.
Al entrar a su habitación, de la bolsa de compras que le dió Draken, sacó la sorpresa que le obsequió; se trataba de un lindo oso rosa de peluche. Al verlo, Emma se emocionó mucho y lo abrazó con mucho amor.
Se sentía feliz, pero a su vez desdichada, ya que debe ocultar su noviazgo, solo porque su hermano no acepta que ellos dos estén juntos.
Desearía que llegue el día en que Shinichiro acepte a su novio, sin importar la clase social.
