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Presenciando el futuro

Summary:

- Tócame o a ella y no dudare en golpearte. – Dijo poniendo a Rose detrás de ella.

- Y se supone que tu madre es decente, se volvió tan salvaje como tu padre. – Dijo condescendiente. – Y tú, pequeña mocosa, deberías mantenerte alejada de los otros antes de que los contagies, veras lo que pasa cuando hable con tu madre, como te atreviste a lastimar a mi niño y sus amigos.

- Porque son unas pequeñas mierdas. – Sonó otra voz detrás de ella, esta hizo que la mujer que no dejaba de regañar y decirle cosas ofensivas a las niñas se volvió pálida por la voz, los demás se tensaron cuando vieron quien se acercó detrás de la mujer, con el gesto completamente enojado.

- ¿Katniss? – Le pregunto Gale, todos veían de un lado a otro, intentando conectar la persona parada a su lado y la mujer que apareció detrás de todos sorprendiéndolos.

-
Un fic donde de algún modo desconocido, los protagonistas viajan al futuro, se vuelven observadores silenciosos mientras observan lo que creen serán sus vidas en el futuro, e intentan averiguar lo que paso en el medio y como volver a su tiempo

Notes:

Hola a todos, espero les interese esta historia, personalmente no se bien a donde llegara, tengo la idea general, peor falta bastante para que llegue ahí, espero les guste, recuerden votar y dejar algún comentario.

Originalmente esta idea me vino porque amo las historias así y no hay ningún fic de lectura de los juegos del hambre o vista de películas, pero como yo nunca he sido buena escribiendo esas historias decidí hacerlo desde otro ángulo.

Descargo de responsabilidad, los juegos del hambre obviamente no son míos, pero ciertamente los amo, así que por fin me anime a jugar con los personajes, solo este fic me pertenece así como los personajes originales creados aquí.

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: ¿Donde? ¿Cuando? ¿Por qué?

Chapter Text

Capítulo 1: ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Abrió los ojos para sentirse cegada por la luz, sintió que alguien la sacudía.

-Katniss despierta. – Sintió los empujones y lucho por acostumbrarse a la luz y abrir los ojos, sobre ella se encontró a Marge, del otro lado estaba Gale, que fue quien la sacudía. – Espera, detente, ya está abriendo los ojos.

- ¿Qué rayos paso? – Les pregunto a ambos siendo contestada por alguien mas

- Nadie lo sabe preciosa. – De pie estaba Haymitch que se acercaba a la acompañante del distrito Effie para ayudarla a ponerse de pie sobre esas plataformas de vértigo, esta se quejaba por haber despertado en el suelo.

- ¿Me dieron algo y por eso estoy soñando esto? – Pregunto un chico que sabia se llamaba Finnick Odair desconcertando totalmente a la chica, ¿Que hacia el vencedor del cuatro en el doce?

- Entonces fuimos dos, porque yo también estoy viendo cosas. – Dijo seca otra mujer que se acercó a ayudarlo a levantarse.

- ¿Qué hacemos en el doce? – Pregunto otro hombre

- No tengo idea. – Dijo otra mujer, todos por fin de pie.

- Ya que estamos en una situación sumamente extraña donde parece que fuimos secuestrados de una manera extraña, qué tal si todos nos presentamos… Bien no se peleen, yo inicio, mi nombre es Haymitch Abbernaty y soy del distrito doce. – Siguió cuando vio que nadie se ofreció

- Mi nombre es Effie Trinkett soy del capitolio y escolta del doce – Contesto con su horrible acento de capitolio la mujer con ropa extravagante, al igual que el hombre, Katniss la reconoció sin problemas, como olvidar a la mujer que solía llevarse a los niños de su distrito para nunca volver.

- Mi nombre es Gale Hawthorne, del doce. – Contesto su amigo a su lado.

- Marge Undersee, doce.

- Primrose Everdeen, soy del doce. – Dijo la vocecita de su hermana, fue la primera vez que la vio ahí, algo que iba a empezar a volverla loca por que estuviera ahí, solo la detuvo de entrar en un ataque de pánico la mano de un chico en su hombro, al girar le fue imposible no reconocer esos ojos.

- Tranquila Katniss, lo que sea que este pasando estamos juntos, la protegeremos. – Dijo con una voz que la calmo de una manera impresionante, frente a ella estaba Peeta Mellark, y a pesar de ser la primera vez que hablaban de algún modo supo leerla para saber que pasaba y así evitar que tuviera un ataque frente a desconocidos, con los labios formo la palabra gracias, se veía algo sonrojada, más por la sonrisa que el chico le lanzo, antes de que alguien la viera se aclaro la garganta y giro para presentarse. - Soy Peeta Mellark, del doce.

- Katniss Everdeen, doce.

- Hay demasiados del doce, yo soy Johana Mason, siete. – Dijo una mujer que parecía podía cortar con la mirada, su tono no le gusto a la chica, aunque sabía que, de las vencedoras de los últimos años, ella era quien más le gustaba.

- Finnick Odair, ella es Annie Cresta y ella es Mags, somos del cuatro.

- Soy Seeder y el Chaff, once. -Dijo una mujer de piel oscura cerca de ellos, mientras el hombre se acercaba a Haymitch y lanzaban algunas burlas, la mujer permaneció más estoica observando a todos.

- Cashmere y Gloss, uno. – Dijo una rubia despampanante junto a un hombre que parecía una pared rubia y hermosa, ambos llenos de glamur

- Beete y Wires, tres. – Dijo un hombre con una mujer a su lado, ambos observaban todo con una peculiar curiosidad, la mujer parecía un poco perdida en su mundo.

-Blight, siete. – Dijo un hombre de forma escueta.

- Cecelia, ocho. – Dijo una mujer, a pesar del dolor en sus ojos transmitía calma.

- Cinna y ella es Portia, del capitolio. – La apariencia de estos dos sorprendió a Katniss, en especial del hombre, pues se veía normal.

- Muy bien, ya que al parecer somos todos y hemos dado una linda presentación ¿Saben dónde carajo estamos? – Dijo claramente Johanna, Effie la miro mal por su vocabulario.

- Parece el doce. – Se oyó la pequeña voz de Prim que estaba en medio de Katniss y Marge.

-¿Así se ve el doce? Creí que estaría más… Sucio. – Dijo encogiéndose de hombros Finnick, recordando cuando dio su gira, lo pudo que vio estaba lleno de carbón y las personas no se veían así de felices

- Esto no parece el doce. – Dijo con una mueca Gale.

- No lo parece, pero si es. – Dijo Peeta. – Mira es la panadería de mi familia. – Dijo señalando un lugar. – O eso creo, se ve deferente.

- Mas grande ¿Remodelaron chico? – Pregunto Haymitch empezando a ver las similitudes que decían los chicos, pero sin comprender como su distrito cambio de la noche a la mañana.

- Con que dinero. – Repuso el rubio con una mueca burlona, Katniss tapo la pequeña sonrisa que le causo el comentario, jamás pensó que el chico del pan lo tuviera dentro, creyó que logro esconderlo, hasta que vio la mirada que Mason le enviaba, a lo que hizo una mueca y se concentró en endurecer el rostro.

- Touche chico, pero tienes razón, lo parece.

- Alla está el quemador, pero se ve menos…

- Ilegal. – Completo por ella Marge, lo que hizo reír a Katniss.

- Iba a decir sucio y oculto, pero eso también funciona. – Dijo encogiéndose de hombros, haciendo reír a Prim que la veía emocionada.

- Okey, establecimos que es el doce, la pregunta es ¿Cómo llegamos nosotros aquí? – Cuestiono Gloss viéndolos, a lo que todos se encogieron por la ignorancia.

- ¿Qué estaban haciendo antes de venir aquí? – Pregunto Cinna

- Descansaba. -Respondió Katniss, forzándose a recordar. – Estaba cerca de un pequeño acantilado, sentada pensando y de repente sentí como si callera y todo se volvió negro, desperté aquí.

- Yo estaba en la panadería decorando, sentí lo mismo.

- Estaba en los bosques caminando, creí que tropecé, pero desperté aquí. – Comento Johanna pensando lo último que vio.

- Estábamos conociéndonos para los siguientes juegos y todo se volvió negro. – Dijo con su peculiar tono Effie, viendo a Cinna y Portia, que fueron con quienes estaba antes de todo, estaba desconcertada, pero Haymitch la estaba vigilando, Katniss vio que parecía buscar algún golpe o herida, la acción le pareció curiosa, pero no mala, después de todo probablemente eran amigos, después de todos los años trabajando juntos tendría sentido.

- Estábamos en el uno, en casa, no hacíamos nada. – Dijo Cashmere, siendo apoyada por su hermano.

- Entonces, podemos establecer que todos estábamos en nuestros distritos, haciendo nuestras cosas de siempre, nada nuevo y de repente, aparecimos aquí. – Completo Finnick por todos, viendo que ninguno daría algo especifico que denotara que ocurría, todos asintieron y vieron a todos lados, intentando buscar algo que ayudara a ubicarlos.

- Katniss!!! – Exclamo Marge, cuando giraron a verla vieron pálida a la chica.

- Marge ¿Qué ocurre? – Pregunto asustada tomándola, pero la chica siguió viendo en la misma dirección, hasta que giro la cabeza hacia ella y después volvió en la otra dirección.

- ¿Tienes una hermana que no conocía?

- Claro que no.

- Undersee ¿Qué ocurre? – Se acerco Haymitch a la chica al ver el miedo.

- ¿Dónde demonios estamos? – Le pregunto al hombre mayor

- Linda si no nos dices que pasa estamos perdidos. – Dijo intentando centrarla, Marge tiro de su muñeca indicándole que mirara en la dirección de ella, se quedo pasmado por lo que vio, después giro a la chica que sujetaba a Marge y volvió a mirar al otro lado, abría y cerraba los ojos, parecía intentar enfocar e intentar ver si veía bien.

- Podrían decirnos que demonios les ocurre, todos estamos en blanco. – Dijo ya cansada Johanna siendo seguida por los otros que se quejaban.

- Oigan esto no puede estar bien. – Dijo Beete, después de ver un papel al que lo acerco Wires y vio la fecha, acercándolo para que viera con ella.

- Ahora tú también no Peletier, di de que hablas. – Dijo Chaff fuerte, confundido por la actitud de Haymitch

- La fecha. – Indico jalando a Blight y a Cecelia para que vieran y lo comprobaran.

- Esto tiene que estar mal. – Dijo el hombre a su lado la mujer se veía confundida

- ¿Qué dice? – Se acerco Gale, cuando vio se tenso al igual que ellos. – Esto es imposible.

- No tiene lógica. – Le dijo Beete, todos ellos pensando en lo que vieron.

- Ya díganlo o me las pagaran. – Dijo Johanna ya cansada de su actitud misteriosa.

- Toma. – Dijo Blight extendiéndole el papel, el grito que pego hizo que todos se volvieran a verla.

- ¿Qué es esta jodida broma? – Gruño furiosa.

- ¿Qué dice? – Dijo Haymitch soltando a Marge y acercándose ansiosa, tomo el extraño papel que habían tomado y se quedo pasmado. – Bueno eso podría explicar eso.

- Haymitch, explica querido, nadie te entiende si hablas a medias. – Le regaño suavemente Effie se acerco a ver el papel, negándose a tomar el papel de la basura.

- Effie si esto esta correcto es preocupante. – Cuando vio que todos le veían les explico por fin. – Esto dice que son 20 años en el futuro.

- No bromees. – Le dijo Peeta

- No lo hago, todos leímos lo mismo y eso explicaría eso. – Dijo por fin señalando, oyeron el pequeño grito de Prim.

- Katniss es igual a ti. – Dijo señalando a la niña que habían estado viendo, esta estaba en unos columpios en lo que parecía un pequeño parque infantil.

- Eso es imposible. – Dijo sin voz Katniss mirando a la niña, empezó a acercarse rápidamente para ver quien era.

- Hey preciosa espera. – Haymich corrió detrás de ella, todos la siguieron.

- ¿Estas segura de que la niña es igual a tu hermana linda? – Le pregunto Cashmere a Prim al acercarse, la niña le lanzo una linda sonrisa y asintió entusiasmada.

- Si, mira es igual, lo único diferente son sus ojos. – Dijo tirando de ella para que se acercara más.

- Hola ¿Tú quién eres? – Preguntó tranquilamente Katniss cuando se acercó, pero la niña siguió balanceándose como si nada tarareando una canción.

- Niña, hey. – Dijo Gale alcanzando a ambas, intento tomar el hombro de la niña, pero la atravesó, asustando a todos.

- ¿Qué hiciste? – Dijo Annie asustada.

- No lo sé, solo intente tocarla.

- Inténtalo de nuevo. – Le dijo Johanna sin entender cómo era posible.

- Pasa igual conmigo. – Dijo Katniss cuando intento tocarla e igualmente vieron como su mano la atravesaba como si no estuviera ahí.

- ¿Cómo es posible? – Pregunto Cecelia asustada

- ¿Estamos muertos? – Pregunto Chaff, empeorando la situación, ganándose un fuerte empujón de Haymitch cuando Effie parecía que iba a caer en un ataque de pánico, solo era porque no quería oír sus chillidos, o eso se decía.

- No lo creo, si es así, ¿Qué nos pasó? ¿Cómo todos acabamos aquí? – Le dijo enojada Cashmere cuando vio a Prim brincar asustada por la idea, la niña no se había soltado de la mano de la rubia, igualmente asustada por ver como su hermana atravesó a la niña que se veía igual a ella.

- Y ¿Dónde es aquí? – Pregunto Beete igualmente intrigado.

-Si dejamos las preguntas de como y porque estamos aquí por el momento y mejor vemos donde y cuando estamos tal vez nos ayude a entender más rápido, así que recopilemos – Dijo Cinna tranquilizador, tal vez asentar a todos en los mismos pensamientos ayudarían a guiar de manera mas efectiva las posibilidades.

- La fecha decía que son como veinte años en el futuro. – Dijo Portia respondiendo una

- Y establecimos que es el doce. – Ofreció Peeta, aunque repetidamente sus ojos vagaban hacia la niña en el columpio, sintió que veía un fantasma del pasado.

- Okey, ya tenemos esto, ahora ¿Por qué aparecer en este momento y lugar de la manera que fuese? – Cuestiono Johanna, todos se habían reunido dejando atrás a la niña que tarareaba y se balanceaba.

- ¿Están seguros de que alguien no hizo nada especial que pudiera hacer algo que nos hiciera acabar aqui? – Pregunto Gloss después de unos momentos de silencio

- Si por especial quieres decir beber, no, después de todo no somos del seis.  – Dijo burlón Chaff.

- ¿Qué dice Mags? – Pregunto Beetee a Finnick cuando oyeron los balbuceos de Mags

- Dice que cree que tiene que ver con la niña.

- ¿Porque la niña seria especial? – pregunto Cecelia sin ver que tendría de diferente una niña pequeña

- Se parece a ella. – Murmuro Wires que parecía tener un ataque, o lo que le pasaba cuando su brillante cerebro resolvía cosas que otros no y se quedaba incomunicada hasta que las cosas se resolvieran

- Pero eso es imposible. – Dijo rápidamente Katniss

- No lo es, si es el futuro, bien podría ser tu hija. – Dijo con simpleza Cinna

- No, no lo entienden, yo jamás tendré hijos, no pienso tener hijos para que sean enviados a su muerte. – Dijo enojada a todos, causando silencio.

- ¿No quieres hijos? – Pregunto lastimera su hermana menor acercándose a ella, haciendo que la chica soltara un quejido.

- No Prim.

- ¿Por qué?

- Porque es mejor así, no pienso traer una personita al mundo, amarla y entonces que pasen dolor o miedo o hambre, no puedo. – Dijo a su hermana, a pesar de todo la niña se quedó con el ceño fruncido mientras Marge ponía la mano en el brazo de Katniss, comprendiendo su razonamiento, al ver a los demás, estos parecían comprender la reticencia.

- Pero ¿Entonces de donde salió esa niña? – Pregunto Cashmere

- Tal vez sea de Prim. – Ofreció Peeta, ganándose la mirada de todos. – No me miren así, es una posibilidad, si de algún modo esto es veinte años en el futuro ella seria lo suficientemente grande para que ella sea suya.

- Y eso resolvería el porque la niña es idéntica a Katniss, pero con ojos azules. – Completo Haymitch pensando que eso tendría sentido.

- ¿Con quién me abre casado? – Pregunto Prim a su hermana.

- No sé, patito, probablemente lo descubriremos, después de todo no sabemos cuando terminara esto. – Dijo Katniss sonriendo a la chica que la miro con ojos brillantes, pero algo dentro de ella se sentía mal, los ojos de Prim no se parecían a los de la niña, la niña era igual a ella y si, sus ojos eran azules, pero el tono de azul no era el azul claro bebe de los de su madre y Prim, la niña tenia unos hermosos ojos azules profundo, como se imaginaba que seria el color del mar abierto, como se veía el cielo durante el atardecer, un azul vivaz y puro, uno profundo y oscuro, muy diferente a su familia, así que solo pudieron ser resultado de quien sea el padre de la niña.

- Mira nada mas a quien tenemos aquí. – Vieron un pequeño grupo de niños acercarse, eran cuatro y eran un poco mas grande que la niña.

- O, o, matones. – Dijo Gale frunciendo el ceño.

- ¿Cómo estás seguro? – Pregunto Prim

- Vienen en grupo, van hacia alguien mas pequeño y que consideran mas débil. – Dijo Cinna

- Pavonándose como idiotas. – Completo Cashmere

- Con el pecho hinchado denotando su inflado ego. – Dijo Johanna con un bufido viendo interesada

- Pero si es la hija del sinsajo. – Dijo uno en burla

- Yo no soy hija de un pájaro. – Contesto gruñendo la niña, a todos se les hizo extraña la burla, vieron que la niña tampoco la entendía por la frustración que presentaba.

- Mira la pequeña niña ni siquiera lo sabe

- Claro que no, de verdad crees que su amada madre se lo diría.

- ¿Qué cosa según ustedes no me ha dicho mi madre?

- Que es una asesina. – Dijo el que parecía el líder del grupillo, pero esto tenso a todos que giraron a ver a la pequeña Prim que sujetaba a su hermana con inmensos ojos.

- ¿Yo lastime a alguien?

- Por supuesto que no, probablemente es un malentendido. – Le contesto su hermana intentando relajarla

- Pero ellos dijeron….

- Prim no tenemos idea de a que se refieren. – Dijo Gale algo cortante, sin poder creer un segundo que esa niña fuera una asesina.

- Prim, tu quieres se doctora ¿No? – Le pregunto Peeta

- Si

- Tal vez sea por eso.

-Claro. – Contesto Marge intentando llegar a una razón lógica para eso. – Probablemente eres doctora, tal vez perdiste algún paciente por eso dicen eso, pero no lo mataste, no puedes salvar a todos Prim. – Tal vez no era perfecto, pero era una idea mejor.

- Mi mami no es asesina. – Resoplo enojada como si fueran tonterías.

- Aaaww mira a la niña de mami. – Se burlo uno

- Claro que sí, mi madre nos lo dijo, sino ella estaría muerta.

- Entonces fue en defensa propia.

- Por supuesto que no, no es más que una asesina… - Antes de que pudiera decir nada más, la niña le volteo la cara de un fuerte golpe, el niño acabo en el suelo quejándose y lloriqueando, con la sangre corriendo por la nariz, manchando todo en él.

- Eso es, dale una lección. – Dijo Johanna feliz

- Muéstrale quien manda. – Exclamo Gloss

- Me gusta. – Dijo Cashmere riéndose al ver la reacción del chico.

- Una chica fuerte. – Dijo Finnick sonriendo.

- Que defiende a su madre. – Dijo Annie mirando a la niña y lo fuerte que parecía a pesar de su pequeño tamaño.

- Generalmente no apreubo la fuerza bruta sobre el intelecto, pero admito que me hubiera gustado tener la valentía de hacer eso con los que me molestaban de niño. – Dijo Beetee entretenido, podían oír las risas de Chaff, Blight y Haymitch como si viera un programa.

- No debería hacer eso, golpear a las personas no es la solución. – Dijo Effie indignada.

- El capitolio envía 24 niños al año a asesinarse a sangre fría, ¿Por qué un golpe es diferente? – Dijo Seco Gale a la mujer, pero sonreía orgulloso a la niña por defender a su madre.

 - Nunca hables de mi madre idiota.

- Te acusare. – Dijo entre lágrimas, otro de los niños se le iba a ir encima, cuando una niña más grande apareció y lo tomo de la blusa y lo arrojo sobre su espalda, se voltearon para también decirle algo, pero cuando vieron quien era se quedaron con la palabra en la boca.

- Huy los matones que en sus estupideces la niña linda sale confrontándolos en protección de alguien más. – Dijo interesado Finnick.

- ¿Qué rayos estan pensando? – Dijo la nueva figura enojada, esta era una niña preciosa, de cabello rubio y rizado, con unos impresionantes ojos azul grisáceo y piel de un blanco cremoso, a diferencia de los otros niños con piel aceitunada.

- Amelia, veras. – Intento justificarse uno.

- ¿Qué le decían a Rose?

- La verdad, mi madre dijo que… - Dijo un niño de dientes grandes.

- Tu madre es una perra con una boca demasiado grande entonces. – Corto enojada la niña, los cuatro niños se callaron como si los hubiera golpeado físicamente.

- Esa boca. – Dijo indignada Effie, sin entender porque tuvo un fuerte impulso por corregirla.

- Déjala mujer, defiende el honor de alguien que quiere. – Dijo Haymitch mientras todos se reían y miraban a la niña fascinados, habrá parecido una muñeca, pero no tenia los modales de una.

- Pero Amelia. – Intento uno.

- Pero nada. – Dijo enojada

- Esta niña me gusta, tiene carácter. – Dijo Johanna sonriendo, Cashmere a su lado asentía feliz.

- ¿Cómo puedes defender a la lesbiana? – Dijo uno enojado con el cabello negro

- Estúpido mocoso. – Dijo Katniss enojada, apretando los puños indignada, algo como eso no era algo que le importara, sabía que Marge gustaba de las chicas, igual que ella había llegado a sentirse atraída por alguna, pensar que molestaran a esta pequeña niña por algo como eso le hervía la sangre, a su lado Marge tenía la mandíbula fuertemente cerrada, sabía que le dolerían después los dientes.

- Me gustaría estar ahí para darle una lección yo misma. – Gruño Johanna enojada, por primera vez pareciendo estar de acuerdo con la chica de ojos grises, muchos de los otros se veían igual, habían tenido demasiado contacto con el capitolio, algo como eso no era mal visto, muchas veces fueron contratados por personas del mismo sexo y fue algo que tenían que hacer, algo que no consideran malo después de todo lo que vivieron.

- Esa lesbiana es mi hermana, mi familia, y sea o no, a mi no me importa, yo la amo igual, además cuarteto de imbéciles no la molestaban por eso, la molestaban por mi tía ¿Qué creen que dirían si les dijera a todos que sus estúpidas madres están hablando rumores de la heroína de Panem solo por ser unas perras celosas? – Dijo enojada, poniéndose a un lado de la niña, que sonreía al verlos

- Espera, ¿Es su hermana o su prima? – Cuestiono confundido Gloss

- Probablemente es su prima, pero por la cercanía de edad y la familiaridad la trata como su hermana, la defiende como tal. – Dijo Portia después de pensarlo un segundo, varios asintieron pensando que tenia sentido.

- Hay otra cosa, dijo que la madre de la niña es la heroína de Panem. – Dijo Gale después de analizar lo que oyó, esto llamo la atención de todos.

- Dejemos esto en un punto aparte para pensarlo después. – Dijo Haymitch esperanzado, muchos de los otros se veían igual, pero no querían hacerse ilusiones de a que se referían los niños.

- No, por favor. – Dijo otro suplicando.

- O, ya no te gusta que alguien más se meta contigo verdad, apuesto a que tu padre le sacaría de un golpe los dientes a tu madre por hablar mal de mi tía. – Dijo algo sádica

- No puedes hacer eso.

- No puedes obligarme a nada.

- Eres una niña, así que hazte a un lado para que nos ocupemos del pequeño fenómeno y después que tal que te invitamos por unos dulces. – Dijo el de dientes grandes intentando sonar coqueto, ganándose una mueca asqueada de la niña.

- Ella no va contigo a ningún lado. – Exclamo Rose a un lado de la chica rubia.

- Tu cállate pequeño estorbo, tu madre debió morir hace años, al menos así podríamos habernos evitado la desagradable experiencia de conocerte, así que porque no Amelia querida, te haces a un lado como niña buena y después te atendemos linda.

- ¿Cómo se atreve? – Dijo esta vez indignada Effie, con fuego en los ojos, las demás mujeres se veían así.

- Sera mejor que no les haga caso. – Dijo enojado Peeta, incrédulo de que unos niños pequeños pudieran ser tan imbéciles.

El chico se acercó a tomarla del brazo, fue un error, pues cuando lo hizo la niña pequeña lo tomo e hizo una llave, se oyó un crack cuando le doblo el brazo y lo arrojo al suelo, se oyó un fuerte grito de parte del chico.

- Pequeña mocosa, como te atreves a tocar a mi hijo. – Llego una mujer de la nada, habían estado tan concentrado que no la notaron, vieron como tomo del brazo a la niña de manera brusca y la jaloneo.

-Suéltala. – Dijo enojada Katniss, queriendo poder tocarlas para darle una paliza a la tipa ella misma.

- ¿Cómo se atreve a tocar una niña que no es suya? – Dijo indignado Peeta, Prim estaba fuertemente aferrada a su hermana, asustada por lo que veía, quería que acabara.

- Haymitch has algo. – Dijo estrujando su brazo Effie preocupada por ambas niñas, el hombre hizo una mueca por la fuerza, había estado emocionado por la niña, pero ahora no estaba tan feliz.

- Dale una paliza. – Exclamo Gloss, ganándose un manotazo de su hermana

- ¿Cómo lo va a hacer genio es una niña pequeña? – Le dijo Beetee burlón

- Que le lance otro derechazo. – Dijo Chaff siendo apoyado por Blight, ocasionando que Cecelia y Seeder torcieran los ojos exasperadas.

- Claro eso arreglara todo. – Dijo sarcástico Finnick, sosteniendo a Annie cerca de él, podía ver que estaba ansiosa por las vistas.

- Porque se lo merece. – Respondió atrevida la niña, los niños veían con satisfacción, mientras podían ver a Amelia que al ver las sonrisas tomo una vara y le acomodo los dientes a uno con un buen golpe, haciendo que también terminara lloriqueando como los otros.

- Ven aquí, como se atreven ustedes dos, pequeñas escorias creen que por sus padres pueden hacer lo que quieran. – Intento tomar a ambas, pero Rose le dio una fuerte mordida causando que la soltara y cuando intento tomar a la otra, esta levanto la vara amenazándola.

- Tócame o a ella y no dudare en golpearte. – Dijo poniendo a Rose detrás de ella.

- Y se supone que tu madre es decente, se volvió tan salvaje como tu padre. – Dijo condescendiente. – Y tú, pequeña mocosa, deberías mantenerte alejada de los otros antes de que los contagies, veras lo que pasa cuando hable con tu madre, como te atreviste a lastimar a mi niño y sus amigos.

- Porque son unas pequeñas mierdas. – Sonó otra voz detrás de ella, esta hizo que la mujer que no dejaba de regañar y decirle cosas ofensivas a las niñas se volvió pálida por la voz, los demás se tensaron cuando vieron quien se acercó detrás de la mujer, con el gesto completamente enojado, detrás de ella venían dos hombres luciendo igual a ella.

- ¿Katniss? – Le pregunto Gale, todos veían de un lado a otro, intentando conectar la persona parada a su lado y la mujer que apareció detrás de todos sorprendiéndolos.

Chapter 2: Mama oso

Notes:

Hola a todos aquí un nuevo capitulo, espero les guste y disfruten la historia, recuerden que me encanta leer sus comentarios, me encantaría leer cualquier comentario, pregunta, sugerencia o petición, y si leen alguna de mis otras historias me gustaría saber que piensan y cuales de las opciones de historias tengo por ahora, también recuerden dejar su kudos, sin mas por el momento el capitulo.

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Capítulo 2 Mama oso

- ¿Cómo es posible? – Preguntó Marge algo pálida

- ¿En serio es el futuro? – Cuestiono Finnick, Johanna y los hermanos estaban pasmados, a pesar de no conocer bien a la chica, podían ver que era ella, solo que no una chica, una mujer.

-Que mierda. – Exclamaron al unisonó Haymitch y Katniss viendo la escena, esta se veía pálida, Marge la tomo del brazo por temor que fuera a desvanecerse

- Señora Everdeen… - Intento recomponerse con tono zalamero

- Cállate. – Exclamo enojada, parándola en seco, pudieron ver como esta tragaba duro. – No me interesan tus palabras ni tus excusas, escuche todo, lo escuchamos, más bien, siempre supe que eras una pequeña perra odiosa, pero una cosa es que digas mierda de mi a puerta cerrada y otra muy diferente es que insultes a las niñas e incluso jales a Rose como si fuera una muñeca, eso nadie lo hace, así que no te haré nada, pero que quede bien claro esto, no importa lo que digas de mí, pero vuelve a tocar a mi hija, y te arrancare la piel como a los animales que caso. – Dijo con una frialdad que los hizo tragar por lo dura que se veía.

- ¿Mi hija? – Preguntó con la voz apretada Katniss, Marge y Prim le tomaron fuertemente de los brazos cuando vieron que parecía tambalearse.

-Eso está caliente. – Dijo Johanna provocadora, Marge se pegó a Katniss que se sonrojo fuertemente por las miradas de todos.

- ¿Creí que dijiste que no querías hijos? – Le cuestiono burlón Chaff

- No lo hacía.

- Se nota que en algún momento eso cambio, ahora cállate, quiero oír. – Le cayó Seeder ganándose una mirada agradecida de la aturdida chica, no vio que a su lado los dos chicos veían a su yo más grandes con miradas intensas, al menos se ahorró esa vergüenza.

- Ellas atacaron a mis hijos y sus amigos. – Dijo indignada buscando apoyo de los hombres detrás de ella.

- Y se lo merecían, atacar a una niña más pequeña que ellos en grupo, que cobardes, no pienso regañarlas por defenderse, y sus padres tampoco lo harán, así que, porque no mejor te los llevas contigo, como los cobardes que son y dejan en paz a mis chicas. – Ofreció la mujer con los brazos cruzados, viendo a la mujer como si fuera poca cosa.

- ¿Cómo de atreves?

- Abigail, cierra la boca, como te atreves tú, a decir esas cosas de la señora Everdeen, o a permitir que los niños hagan esto.

- Pero papa ellas nos… - Intento el niño con la nariz herida

- Lo vi, y se lo merecían, todos ustedes, espera a que lleguemos a casa.

- Fred no puedes.

- Puedo y lo haré, igualmente hablare con los padres de ellos, Señora Everdeen lo lamento mucho, no pensé que mis hijos pudieran hacer eso, le prometo que me encargare personalmente de que se disculpen y no vuelvan a molestar a su hija.

- Pero papa ella se lo merece, es una… - Antes de que el ultimo niño que se había librado de los golpes pudiera decir una palabra despectiva sobre la niña, su padre le volteo el rostro de una bofetada, haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas, inundado de vergüenza.

- Cállate, jamás quiero que vuelvan a molestarla, no importa lo que diga su madre, ella solo está hablando mierda. – Le lanzo una mala mirada a su mujer cuando vio que abriría la boca. – Si los vuelvo a oír decir algo así de una dama no recibirán el castigo en la privacidad de la casa, ahora vámonos, después me encargare de ustedes y de que se disculpen. – Todos los niños bajaron los rostros avergonzados y el hombre los obligo a dar un lo siento de inicio, él y el otro hombre volvieron a disculparse con la mujer y las niñas para después partir, marchándose tan rápido como aparecieron.

- Gracias tía Kat. – Se acerco la rubia abrazando la cintura de la mujer, por fin dejando el palo que había usado para defenderse.

- No hay nada que agradecer cariño, nadie puede decirles nada o tratarlas mal ¿Vienes con nosotras?

- No, estaba por ir a casa de una amiga, pero los vi molestando a Rosie y vine a ayudar, pero tengo que irme. – Dijo la rubia señalando hacia unas calles, la mujer la abrazo y se quedó viéndola alejarse. – Anda, vamos a casa Rose – Dijo la Katniss grande a la niña restante, para que caminara, pero esta no veía a la mujer. – Cariño, se lo que te dijeron, y te lo explicare, hablaremos de eso, pero lo haremos en casa, donde podemos tener la privacidad necesaria. – Dijo tomando su mano y llevándola, aunque la niña iba arrastrando los piesitos.

-Vengan, hay que seguirlas. – Dijo Cinna, haciendo que reaccionaran y las siguieran.

Al caminar por el distrito vieron aún más cambios, las calles limpias, nadie muriéndose de hambre, no había la capa de carbón que solía cubrir todo, las antiguas y viejas chozas eran ahora casas enormes y llenas de brillo, todos veían interesados intentando captar todo, en especial los del doce que observaban el cambio.

-Nuestra casa es para allá, porque van allá. – Les llamo la atención Prim deteniéndolos un momento, no tenían que ir tan pegadas a la mujer y la niña, pues iban en completo silencio desde que iniciaron su camino.

- Si Katniss se casó probablemente le dieron su propia casa Prim. – Le explico Marge, la palabra matrimonio genero un sonrojo y una mueca de Katniss por la idea.

- Pero va a la aldea de vencedores. – Dijo Gale, generando un frío en todos.

- Eso no es posible verdad. – Dijo la chica viendo hacía Haymitch que la miro con tristeza, pues llego a la misma conclusión. - ¿Por eso me llaman asesina? ¿Fui a los juegos?

- Probablemente si preciosa, es la única explicación que tengo. – Le dijo mirándola con tristeza, los demás vencedores empezaron a vigilarla, si tenía 15 podía ser la ganadora de alguno de los siguientes tres juegos del hambre.

- ¿Cuál es tu habilidad? – Pregunto Gloss, pero Haymitch lo corto.

- Ni creas uno, no les digas nada preciosa, si voy a hacerla vencedora no quiero que intenten avisarles a sus tributos. – Se apresuro Haymitch

- Si sabes que eso es inútil ¿No? – Pregunto Finnick

- Ellos tienen razón, probablemente con esto veremos como la chica lo logro de todos modos. – Dijo Beetee analizando las cosas mientras cruzaban el arco de la villa de vencedores.

- Entonces esperare a que lo veamos aquí, no digas nada preciosa. -  Apunto a Katniss que se encogió de hombros y asintió entendiendo, aunque no comprendía que hizo para sobrevivir a ellos, los del capitolio parecían felices por ella, los de su distrito en cambio estaban asustados de pensarla en la arena, no importa que supieran que sobreviviría, los demás vencedores parecían intrigados por saber cómo la chica sobreviviría.

- Entra a la casa y siéntate en los taburetes, necesito revisar esa mano. – Oyeron decir a la mujer, mientras mantenía abierta la puerta para la reticente niña, necesito un empujón de su madre para que pasara, todos aprovecharon para pasar rápidamente, no sabían si podrían cruzar o no la puerta, pero prefirieron no arriesgarse hasta descubrirlo.

- ¿Tú la vas a revisar? Que gracioso Catnip, tus capacidades de doctora son tan buenas como las de Haymitch para criar un niño. – EL comentario de Gale se ganó dos” Hey” insultados de parte de los susodichos, aunque hizo reír a los demás.

- ¿Por qué no vas con mama?

- No lo sé, tal vez no lo haga a menos que crea que es grave, si de verdad tengo una hija, lo cual aún es sorprendente, lo más probable es que he tenido que aprender algunas cosas de medicina. – Dijo Katniss sin darle mucha importancia, pero por dentro se hacia la misma pregunta, y el estómago se retorcía de saber a la niña herida, lo cual le parecía absurdo, casi tanto como el hecho de ser una especie de fantasma con todos los demás y ver el futuro, donde casualmente al parecer tenía una hija, levanto la vista a Marge y vio que comprendió lo que le preocupaba y la enojaba en este mar de confusión, ¿Cómo diablos se atrevió a tener hijos? Y ¿Dónde estaban los demás y solo la seguían a ella? Aunque en su cabeza había otra que sonaba duro ¿Quién es el padre?

- Au. – Oyeron venir de la niña cuando Katniss empezó a tocar los huesos.

- Una buena noticia, nada está roto, la mala es que esta magullado y dolerá por algunos días, nada que el descansando y hielo no ayuden. – Afirmo después de unos momentos, saco de un refrigerador hielo y se lo puso sobre la mano, viendo el gesto de incomodidad de la niña la mujer se rio. – Eso te hará pensar dos veces antes en volver a romperle la nariz a alguien cariño.

- ¿De cuándo acá eres así? – Le replico Gale, mientras Katniss balbuceaba.

- No sabemos qué ha pasado todos estos años, además ya no es adolescente, es una mujer y madre, no puedes juzgar su actitud sin saber lo demás. – Dijo Peeta cuando vio a la chica en crisis sin comprender completamente todo lo que ocurría.

- No seas bruto, Peeta tiene razón. – Regaño Marge empujándolo por meterse con su amiga, sabía que estaba enfrentándose a todo aquello que un día negó tendría. – Además si todos estamos aquí significa que probablemente veamos cosas de todos, así que ten cuidado con lo que dices o podrías patearte después. – Termino cortante, sin darse cuenta las miradas que se ganó de los vencedores.

- ¿No estas enojada?

- No, sé que te han estado molestando por algunos meses, solo rompiste, lo cual siendo mi hija era de esperar, aunque soportaste bastante.

- ¿Tu sabias que…?

- ¿Que te molestaban? Sí.

-¿Como? – Pregunto desconcertada, pero una mirada a su madre pareció hacerla comprender. – Papa te lo dijo. – No fue pregunta, era bastante obvio.

- No. – Esto sorprendió a la niña que vio a su madre para ver si mentía. – Fueron tus maestros, después de eso yo observe, al final Amelia y Rion me lo confirmaron.

- Pequeñas comadrejas. – Oyeron el susurro de la niña, pero su madre rió por eso.

- No te enojes, ellos solo querían ayudarte, pero sabían que eras terca sobre que tú puedes sola y más, pero cariño, soy tu madre, puedes decirme cualquier cosa, nadie puede lastimarte, sea física o verbalmente. – Dijo añadiendo cuando vio que iba a decir algo sobre que no la habían intentado tocar hasta ese momento.

- No quería que te preocuparas

- ¿Recuerdas lo que te enseñe cuando salimos a los bosques del siete? – Dijo cambiando radicalmente de conversación, ganándose la mirada confundida de la niña que no entendía.

- ¿Cómo llego al siete? – Preguntó confundido Finnick

- Obviamente por tren. – Se burlo Gloss

- No idiota, Finnick quiere decir por qué. – Respondió Cecelia dura.

- ¿Por qué irían a casa? – Preguntó desconcertada Johanna, girándose a la Katniss joven, pero esta hizo una mueca desconcertada.

- Esa no es la cuestión, no solo porque, el cómo también es importante, como consiguió que las dejaran ir a otro distrito, no solo ella, sino su hija, cuando a nosotros nos han dejado pagando el precio, claro – Les puso en la mesa Finnick tensando a los vencedores.

- ¿A qué se refieren con precio? – Preguntó Peeta preocupado

- No creerás que al ganar nos dejan en paz o sí. – Dijo Cashmere

- Claro que sí, eso es lo que siempre dicen. – Dijo Gale igual que el otro chico, los más jóvenes algo asustados, pero todos los adultos parecían entenderlo.

- No es así, aun tienes que pagar, jamás te salvas, una vez que subes a ese tren si vuelves como “ganador” jamás te bajas de verdad. – Dijo Haymitch viendo con tristeza a la chica, Effie quiso decir algo, pero Haymitch la detuvo, sabiendo que ella no entendía en su totalidad, pero sin querer que metiera la peluca hasta el fondo.

- ¿Cuándo vimos al oso?

- Si

- Dijiste que no debíamos acercarnos ni molestarla.

- No para todos es obvio mi amor, recuerdas cuando ese perro ataco al adolescente hace unos meses.

- Si, tiene la cara llena de marcas. – Dijo la niña en respuesta a lo mencionado.

- Exacto, ahora recuerdas lo que ocurrió con los gansos de Haymitch

- ¿Tengo que? – Cuestiono el hombre extrañado

- ¿Por qué tienes gansos? – Le soltó Blight consiguiendo una mirada confundida del hombre

- Al menos ya sabemos que estas en algún lugar cerca. – Dijo Wires

- ¿Y dónde más estaría? Es la aldea de los vencedores, aquí está mi casa.

- Tal vez en un agujero muerto por la bebida, no lo se Haymitch, en veinte años puede pasar mucho. – Dijo Johanna, haciendo que el hombre por fin comprendiera a que se referían, ahora la cuestión era verlo.

- Si, atacaron a un niño.

- Ahora, ¿Te das cuenta del patrón?

- ¿Cual?

- La razón por la que esos animales atacaron o podrían atacar.

- ¿Entraron a su espacio?

- Mmhm, sí y no, hay una razón aún más fuerte por la que algunos de ellos atacaron o podrían atacar hasta la muerte.

- No se.

- Es fácil, sumamente fácil, todas eran hembras y ninguna estaba sola, todas tenían crías, recuerdas que querías acercarte a acariciar al osezno, o que el chico del perro intento tomar un cachorro o que los gansos defendían sus huevos. – Esto fue recibido por una mirada intrigada de la niña siempre curiosa.

- Lo entiendo, pero ¿Qué tiene que ver con esto?

- Que tú. – Empezó, tocando la nariz de la niña con el dedo, causando que sonriera. - Eres mi cachorro, sé que no querías preocuparme, pero bebe, ese es mi trabajo, desde el día que quede embarazada de ti, mi mayor objetivo es que estés sana y feliz, el preocuparme viene implícito con el papel de madre, porque eres mi bebe, incluso en treinta, cuarenta o cincuenta años seguirás siendo mi bebe, así que si alguien intenta lastimar a mi bebe. – Dijo cambiando a un tono juguetón, rodeando la isla mientras se acercaba cautelosa y como si la cazara se dirigió hacia la niña, que empezó a reír al ver a su madre jugar. – Se las tendrá que ver conmigo.

- Tu bebe ¿Eh? – Le pregunto Prim, dándole un empujoncito

- Muy bien ¿Qué te paso? – Dijo riendo por su actitud Gale, todos se reían de ver los juegos de la mujer con su hija.

- Eres buena con ella. – Le dijo Effie feliz, viendo la inocencia de la pequeña y la mujer en la que se convertiría.

- Jamás pensé que la tendría.

- No parece tan malo ¿No? – Le pregunto Peeta ocasionándole un sonrojo por su sonrisa, aunque todos lo atribuyeron a su anterior negativa a tener hijos.

- No, no lo hace.

- Les hablaras como hoy lo hiciste. – Dijo riéndose al ver la pose de su madre que parecía moverse e imitar un gato salvaje.

- Si o tal vez, los muerda. – Dijo saltando sobre la niña y haciendo como si la mordiera, pero termino, lanzándole trompetillas en el cuello y haciéndola reír.

- No mami. – Dijo entre risas la niña que se retorcía intentando escapar de las manos de la mujer, entre el jaloneo la niña se tiro de la silla intentando escapar, con ella en el suelo su madre se le fue encima y levantando rápidamente su blusa ataco el pequeño vientre, que aún tenía algo de la gordura de bebe que en los próximos años se iría.

-Que tonta Kat. – Dijo Marge carcajeándose al ver a su amiga jugar así.

- ¿Que? Claramente estoy haciendo un punto con ella. – Intento defenderse la sonrojada chica.

- Tus gruñidos lo aclaran. – Dijo riéndose Johanna alzando su pulgar.

- O sus risas. – Dijo divertido Finnick, todos reían por eso y la pequeña vergüenza de la joven al verse jugando como tonta, pero había un rubio que la miraba con ojos de corazón, imaginando ser el padre de tan preciosa niña y esposo de tan maravillosa mujer, la única que se dio cuenta de esto fue una pequeña rubia que lo hizo sonrojarse cuando vio su reacción.

- Mami está de viaje, mama oso está en modo proteger a su osito. – Dijo cambiando la voz y soplando frambuesas en el estómago lo cual la hizo chillar más fuerte.

- Pero atacas a tu osito. – Replico la niña que intentaba alejarse a rastras, pero la mujer la tomo de los tobillos y la arrastro hacia atrás, tomándola de la cadera y sentándola en su regazo, rodeándola con los brazos para evitar que huyera de ella.

- Si, pero hay veces en que las mamis deben cuidar a sus bebes de ellos mismos y tu cariño no me has dicho todo. – Planto un beso en su regordeta mejilla, la niña había dejado de pelear, respirando fuertemente para recuperarse, estaba completamente recargada en el pecho de su madre, mientras ella se balanceaba tarareando e iba dejando besos en su cara.

- ¿Por qué dijeron que eres una asesina? – Pregunto jugando con los dedos de su madre acabando con el ambiente juguetón, girando a verla mínimamente de costado, pudieron ver como Katniss se tensaba por la pregunta.

- Ven, vamos a ponernos cómodas. – Dijo pasando un brazo debajo de las rodillas de la niña y dirigiéndose a la sala, todos los espectadores las siguieron cuando se acomodaron, Katniss dejo a su hija en su regazo, abrazándola como si fuera un bebe, la Katniss joven fue a sentarse en la mesita de centro baja frente a ellas, estaba completamente concentrada en la pareja, aun sin poder creer que de algún modo estuvieran ahí y ella hubiera tenido un bebe, todos los demás se mantuvieron cerca, entretenidos por lo que les mostraban y curiosos de descubrir más. – ¿Recuerdas tus lecciones de historia?

- Algunas partes. – Dijo jugando con el cierre de la chaqueta de la mujer, sus deditos tirando de la tela y jugando con los dientes.

- Recuerdas la guerra. – Esto intrigo a todos, queriendo saber que ocurrió, si de verdad hubo una segunda revolución, por lo que se acercaron para no perderse nada.

- Si, decía que los distritos se rebelaron contra el capitolio, que ellos mataban niños para asustar a los distritos hasta que hubo una chispa, que una niña la encendió y los distritos empezaron a levantarse en armas. – Explico en su mayor comprensión de algo que paso solo unos años atrás, algo que no vivió y que le parecía tan lejano e incomprensible, pero que empezaba a serle enseñado, los adultos se sintieron frustrados por la explicación, pero pareció satisfacer a la mujer que la sostenía.

- Si, exacto, algo así, pues, yo fui ahí. – Pudieron ver el rostro de la mujer y como le costaba hablar de eso.

- ¿Tu estuviste en la guerra? – Pregunto asombrada, levantándose un poco para ver a su madre.

- Si.

- ¿Hubo una guerra? ¿Una nueva? – Cuestiono incrédulo Blight, todos viéndose igual.

- ¿Cuándo? – Pregunto frustrado Beetee por no obtener todos los datos.

- ¿Por eso esos niños te llamaron así?

- Si. – Dijo, pero pudieron ver que le costaba decirlo, no decía la verdad o al menos no toda.

-¿Qué le ocultas? – Le cuestiono Johanna, pero solo recibió una mirada de burla de la chica. – Olvídalo descerebrada.

- ¿Por qué? ¿Por qué fuiste a pelear?

- Porque era lo correcto, porque peleábamos por la libertad, por nuestras vidas, cariño, ¿Sabes lo que son los juegos del hambre?

- No. – Dijo intentando evitar la mirada de su madre, pero esta no se lo trago.

- No mientas, sé que los más grandes suelen decirles cosas que no deberían a los pequeños, así que dime que sabes.

- Se que hacían que fueran veinticuatro niños, pero solo uno volvía, hacían que ellos mismos lo hicieran y hacían a todos verlo

- Exacto.

- ¿Tu fuiste uno de ellos?

La pregunta paralizo a todos que se quedaron viendo a la mujer que parecía costarle hablar.

- Si

-Mierda. – Dijo Katniss poniéndose de pie y girándose, una cosa era intuirlo, otra era saberlo.

- Esta bien, sobreviviste. – Intento su hermana, pero podían ver el terror en su rostro

- ¿Mataste a alguien ahí?

- ¿Porque tiene que preguntar eso? ¿Por qué se lo tienes que decir? Si ella no lo ha vivido, porque no dejarlo así. – Dijo la chica, sin querer ver la reacción de la niña al saberlo, a su lado sintió que Marge tomaba su mano, intentando calmarla, sintió una de las pesadas manos de Gale en su hombro como apoyo.

- Si

- ¿Ellos te lastimaron? – Pregunto preocupada mirándola, viendo como a su madre le costaba cada vez más, los demás oían expectantes, Katniss estaba paralizada, como le decía eso a su hija, sintió como Prim se aferraba a ella, mientras iban descubriendo más del futuro.

- Si, sé que debe ser confuso para ti, no has tenido que vivirlo, cuando yo supe de su existencia toda mi vida, era el terror cada año, sabiendo de la muerte inminente de niños, pero debes entender que no había otras opciones, no lo hice porque quise o por desear ganar, lo único que quería era sobrevivir, sé que no es bueno, pero es la verdad, sé que debe ser confuso el saber que yo fui capaz de lastimar a otros, pero necesito que entiendas que jamás te lastimaría a ti o a alguien de nuestra familia. – Le dijo seria cuando vio que su hija se había mantenido con la cabeza gacha tanto tiempo, cuando se la levanto vio el rostro de su hija surcado de lágrimas. – No mi amor, no llores, no quería asustarte. – Dijo limpiándola, pero entrando en pánico pensando que su hija estaba asustada de ella, se calmó cuando la niña se arrojó y se aferró a su cuello. – Tranquila, ya está, está bien, tranquila. – Dijo acariciando su espalda y tomándola fuertemente, había acomodado el cuerpo de la niña para que sus piernas la rodearan, en vez de que se clavaran en su vientre.

- Mami. – Dijo quejándose con un fuerte lamento mientras se aferraba más fuerte a su cuello.

- Ssshh tranquila, aquí estoy, nada malo te ocurrirá, ya todo está bien, estamos bien.

- ¿Por qué lo hicieron? – Pregunto cuando su madre la separo un poco de su cuerpo para poder ver su cara.

- No lo sé amor, pero eso ya acabo, no necesitas pensar en eso bien.

- Pero te lastimaron. – Dijo llorando en voz alta volviéndose a arrojar sobre ella.

- Lo hicieron, pero ahora estoy bien. – Oyeron unos golpes en la puerta, la mujer ante la incapacidad de desenredarse de su hija solo grito a la puerta. – Esta abierto

- Creí oír llantos ¿Están bien? – Pregunto Haymitch entrando a la casa dirigiéndose a la mujer y la niña.

-Valla Haymitch te vez viejo. – Se burlo Chaff, todos estaban sorprendidos de ver al hombre apareciendo en la casa de la chica.

- Te vez bien. – Ofreció Effie sorprendida por lo sano y feliz que lucía el hombre.

- ¿Por qué estás en su casa? – Dijo Gale

- Se te ven los celos hasta la luna chico, relájate. – Dijo burlón Gloss, ganándose una mala mirada del adolescente

- No es tan extraño, si ambos son vencedores, son vecinos. – Racionalizo Portia, consiguiendo que varios asintieran comprendiendo la razón.

- Pero tan bien se llevan para que entre a su casa como si nada.

- Probablemente. – Le termino diciendo Katniss al ver la calma que parecía tener su yo grande con la presencia del hombre, aunque la mirada herida del chico le hizo torcer los ojos.

-Lo estamos, solo algunas conversaciones importantes.

- ¿Así?

- Si, por cierto, prepárate, mira esto. – Dijo tomando la manita de su hija y enseñándosela al hombre.

- Valla, pero ¿Como te hiciste esto linda?

- Defendiendo mi honor rompiéndole la nariz a un chico– Le conto al hombre que silbo impresionado.

- Wow, Johanna estará tan orgullosa.

- ¿Hablan de mí? – Dijo la mujer sorprendida, vio a Katniss, ambas mirándose sorprendidas.

- Si soy vencedora deberé conocerte, además de que no conozco a nadie más con ese nombre – Ofreció la más joven, aun así, todos se sorprendieron.

- ¿En serio lo crees? – Dijo la niña

- O si, y se lo dirá a Kate. – Dijo como si nada el hombre con los ojos saltones, cuando la niña vio a su madre ella asintió con una sonrisa emocionada, esto consiguió un sonrojo de la niña.

-¿Quién es Kate? – Pregunto Peeta intrigado, pero todos negaron en la ignorancia

- Tal vez otra vencedora de los juegos, no sabemos cuál fue el último, tal vez fue de mis años, o más joven, mientras no sepamos los tiempos estamos perdidos. – Dijo Katniss sin querer sentir el dolor de cabeza que pensar todo eso podría traerle.

- Voy al columpio. – Grito queriendo escaparse, parecía vibrar en su lugar y corrió emocionada, ellos se quedaron callados hasta que oyeron el sonido de las cadenas tallarse.

- Esa niña es un puñado.

- Lo es

- Es idéntica a ti. – Dijo viéndola, ambos soltaron pequeñas risas.

- Pobre de ella.

- Creo que tiene suerte, tiene una buena madre, una que la ama y daría la vida por ella.

- Tiene una asesina por madre.

- Hey, preciosa. – Dijo llamándole la atención, levantándole el rostro. - ¿De dónde sacaste eso?

- Unos niños de la escuela la molestaron y se lo dijeron, tuve que decirle algo.

- Todos tenemos que decirles algo en algún momento.

- Lo sé, sabía que tenía que decírselo tarde o temprano, pero no tan pronto.

- Preciosa se sincera, si fuera por cualquiera de nosotros jamás les diríamos ni una palabra de eso, de verdad querrías que sepan que eres el sinsajo.

-Fui. – Dijo duro

- Lo eres y siempre lo serás, aun después de todos estos años tu símbolo, lo que tu representas no ha terminado, aun tu ahí tienes un peso y valor diferente y eso será incluso mucho después de que tu mueras, te guste o no, formas parte de la historia.

- Formamos.

- Si lo hacemos, y tendremos que vivir con eso el resto de nuestras vidas y ellos deben saberlo.

- Ojalá no tuvieran que hacerlo, no quiero que me vea así, no quiero que me vea matar, es mi bebe y yo solo… - Se quedo callada pensando que decir, ambos recargados en sus rodillas, juntos.

- No quieres que cambie su visión de ti.

- Es mi hija, no quiero que me tema.

- Por favor, la niña te adora de pies a cabeza, eres su héroe, saber lo que viviste no cambiara el amor que tiene por ti.

- Espero tengas razón. – Dijo con lágrimas en los ojos, el hombre puso la mano en la nuca de la mujer y la jala a él, planteándole un beso en la cabeza.

- Ya verás, ahora relájate.

- Ojalá estuviera aquí, él siempre es mejor hablando. – Dijo quejumbrosa tallando las manos en la cara.

- Tu chico amoroso estaría orgulloso de como lo manejaste.

- Eso espero, aun así, tendremos que hablar con ella, y no te preocupes, le diré que no le diga nada a los demás, cada quien debe elegir cuando y como.

- Gracias.

-Por cierto, al rato voy por Peggy.

- Mejor vengan a cenar y después regresan a la casa, mi rubia no estará feliz sino se quedan más tiempo, sabes que es noche de cena.

-¿Tu rubia? – Preguntaron todos al unisonó, girando a ver a Haymicht que se encogió de hombros tan confundido como ellos

- Se me había olvidado, no te preocupes ahí estaremos. – Dijo despidiéndose cuando el hombre salió por la puerta, vieron a Katniss echarse atrás en el sillón, se veía sumamente cansada, parecía que iba dormirse hasta que el torbellino anterior entro emocionada y salto sobre ella sacándole el aire y gruñendo. – Tranquila mi amor.

- Mami, ¿Cuándo vendrá Kate?

- No sé, ¿Por qué? - Dijo mirándola con una ceja alzada y una pequeña sonrisa tirando de los labios.

- Nada.

- Claro, nada, no será que quieres ver unos lindos ojos verdes sonriéndote. – Dijo subiendo y bajando las cejas rápidamente.

- Nnooo. – Dijo alargando las palabras con un lindo sonrojo, entre ver a su madre y girándose.

- Nnooo, claro que no, ¿Cómo puedo decir eso? – Dijo sonriendo hacia otro lado, pero veía por el rabillo del ojo a su hija que sonreía avergonzada. – Pero si ese es el caso no tiene nada de malo.

- ¿No te importa que sea niña como yo?

- No

- Pero los niños dicen…

- Mírame. – Dijo tomando la cara de su hija para dirigirla a ella. – Lo que ellos digan no me interesa más que como te afecte a ti, pero necesito que me escuches bien, no me importa si te gustan los niños o las niñas, solo quiero que seas feliz, que sea una buena persona que te quiera, a quien llegues a amar, no restara cuanto te amo yo a ti, o tu padre para el caso. – Limpio las lágrimas del rostro de su hija por las palabras, acercándola a su cuerpo para poder abrazarla.

- ¿Cómo supiste que amabas a papa? – Cuestiono Rose con la mano en el pecho de su madre, haciendo círculos.

- Cuando me di cuenta de que no podía vivir sin él.

- ¿Lo conociste mucho tiempo?

- Si, se pudiese decir

- ¿Cuándo se enamoró el de ti?

- Cunado me oyó cantar. – Esto sorprendió a todos, en especial a Katniss.

-¿Cantas? – Preguntó Effie

- No desde hace años. – Le contesto igualmente sorprendida, sin ver al rubio que por un momento se tensó detrás de ellos.

- Tal vez empezaste de nuevo con los juegos. – Ofreció Finnick, pero pudieron ver la reticencia de Katniss a hacerlo.

- Bueno tienes una voz muy hermosa mami.

- ¿En serio? Gracias bebe. – Planto un beso en la mejilla de su hija que se retorcía feliz en sus brazos.

- Crees que si canto… - La pequeña se quedó callada, pero su madre lo completo.

- Si cantas atraerás a alguien que te gusta, quizá, no puedo decirlo con certeza, pero recuerda ser tú, la persona que te ame vendrá a ti por quién eres no por quien aparentas ser.

- Eso es lo que papa vio en ti.

- Si, eso creo. – Dijo con tono esquivo la mujer, que hizo una mueca cuando su hija la abrazo.

- Vamos mama. – Se activo levantándose y yendo a la puerta.

- ¿Qué? ¿Donde?

- A casa de abuelo.

- Pero él dijo que más tarde. – A pesar de su protesta la mujer se ponía los zapatos junto a su hija.

- Entonces hay que sorprenderlo. – Dijo saliendo de la casa con su madre siguiendo la, todos las siguieron fuera de la casa a ver a donde irían, dirigiéndose a una de las casas de enfrente.

-- Esta es mi casa. – Exclamo Haymitch generando miradas confundidas en todos.

- Así que eres abuelo. – Dijo burlón Chaff

- No digas tonterías

- Hey pongan atención debemos entrar en la casa. – Los regaño Seeder, todos listos para apurarse, pero se quedaron paralizados al ver quien abrió la puerta ante los repetidos golpecitos de la niña a la puerta.

- Abuela. – Exclamo la niña arrojándose a las piernas de la mujer que abrió.

- ¿Abuela? – Cuestionaron todos viendo a la mujer.

- Rosie, Katniss, pasen. – Hablo con una voz más tranquila y baja una linda rubia, una que también estaba entre ellos, giraron a ver a Effie que se veía completamente sorprendida de verse a sí misma de esa forma

Chapter 3: Effie

Summary:

Mas sorpresas y pequeños clones.

Notes:

Hola a todos, aquí un nuevo capitulo, espero les guste, díganme que les parece, que teorías se les ha ocurrido, que mas descubrirán con su viaje.

Chapter Text

Capítulo 3 Effie 

-¿Qué mierda está pasando? – Dijo Johanna con ojos saltones, diciendo en voz alta los pensamientos de todos.

- No tengo la menor idea. – Dijo Haymitch viendo impresionado entre la mujer del futuro y aquella que estaba a su lado. - ¿Tu cabello es rubio?

- Pues sí, o así era de niña, pero ¿Qué me paso? – Pregunto completamente horrorizada, viéndose en pantalones, una blusa pegada que marcaba su cuerpo y su cabello cayendo en rizos alrededor de su rostro-

- Hola cariño.

- Hola Effie, perdón por venir tan temprano, alguien estaba algo ansiosa. – Dijo la mujer siguiendo a la rubia, le susurro algo a Rose, ella asintió comprendiendo antes de salir corriendo escaleras arriba.

- Sabes que no debes de preocuparte por eso, esta es tu casa cariño, puedes estar aquí cuanto necesites, en realidad si quieren quedarse a dormir hasta que vuelve tu esposo son más que bienvenidas. – Dijo con dulzura la mujer, al pasar al lado de Katniss dejo un beso en su cabeza para acomodar su cabello y después girar a vigilar la comida.

- ¿Qué tienen todos por besarte la cabeza? – Dijo Gale con el ceño fruncido, a lo que la chica se encogió de hombros, sorprendida por lo fácil que su otra yo mostraba o aceptaba afecto.

- Dijeron que venían por algo, pero donde esta. – Pregunto Bette viendo a todos lados sin ver nada claro.

- Tal vez una mascota. – Dijo Prim emocionada, a lo que Katniss acaricio su cabello por la inocencia de su hermana.

Entonces vieron que detrás de una puerta algo se asomó y volvió a esconderse, vieron que Effie también lo vio y sonrió, haciéndole señas a Katniss a lo que la mujer se mordió la boca para no reír.

-¿Qué hay ahí atrás? – Pregunto Gloss, pero ninguno tuvo tiempo de acercarse a ver, pues se distrajeron con las mujeres, viendo que Katniss se levantó lo más silenciosamente posible justo después de ver que lo que sea que la observaba se había escondido detrás de un mueble más cerca, se levantó y entro en la cocina, preguntándole algo a Effie y haciéndole señas para que siguiera hablando, a lo que la mujer sonrió, todos estaban intrigados, hasta que de detrás del mueble vieron asomarse una niña pequeña, que se iba a dirigir a la silla donde antes estuvo la mujer, al no verla la niña se detuvo extrañada, volteando a todos lados.

- Oh cielos esta tan confundida. – Dijo riendo divertida Johanna, todos sonrieron por la cara de confusión de la pequeña, que claramente no pasaba de un par de años.

- Bien creo que ya sabemos por quién vienes. – Dijo Marge divertida, poniendo su brazo en los hombros de Katniss, que al captar lo dicho se giró a verla en pánico, consiguiendo que riera más.

- No puede ser. – Exclamo.

- Eso dijiste antes y mírate, además, es igual a ti. – Le dijo Marge, Gale vio hacia ambas, pero se quedó callado.

Antes de que pudieran decir nada más Katniss salió por el otro lado, quedando detrás de la pequeña que dio pasitos entrando hacia la cocina, estirando el cuello buscando a la mujer, ignorando que detrás de ella Katniss se acercaba con un sigilo impresionante, se agacho al nivel de la pequeña y se puso totalmente detrás de ella y dio un fuerte resoplido que sabían la bebe sentiría, giro rápidamente y se sorprendió soltando un pequeño grito, cuando Katniss la levanto en brazos.

-¿Me buscabas mi cielo? – Dijo entre risas la mujer, haciendo cosquillas a la niña que se retorcía en sus brazos.

- Mami no. -Chillo el infante, retorciéndose en los brazos que la tenían atrapada y que pronto la llevaron a la isla de la cocina, donde la otra mujer reía divertida al verlas jugar.

- Mami no, pero era lo que querías hacerme a mí. – Dijo indignada la mujer, poniendo las manos en sus caderas y separándose un poco, pero no logro alejarse cuando pequeños puños tomaron su gabardina impidiendo que se alejara de la isla.

- Si, pero me ganaste. – Dijo con un puchero, pero cuando la mujer la imito ella empezó a reírse por la mueca de su mama, arrojándose nuevamente a sus brazos.

- ¿Te divertiste con la abuela? – Pregunto con ella en sus brazos

-Perdón ¿Abuela? – Pregunto Effie incrédula, aunque podía ver que su otra yo no parecía molestarse por eso, sino que parecía feliz.

-¿Abuela? – Dijeron todos los demás viendo a los del futuro, voltearon a ver a Katniss que levanto las manos mostrando inocencia ante el desconocimiento del hecho.

- Si, fue muy divertido, pero te extrañe. – Dijo enterrando la cabeza en el cuello de Katniss, que la sostuvo feliz contra ella, acariciando los rizos de su cabello oscuro, un lindo color chocolate que hacía resaltar los ojos azules que poseía, ojos que la Katniss joven sabia había visto antes.

- Yo también te extrañe mucho mi cielo. -Dijo enternecida, oliendo el cabello del bebe, Effie las veía con dulzura.

Los siguientes minutos los pasaron oyendo a las mujeres hablar, pero eran cosas simples, muchas de cosas del distrito, pero si se dieron cuenta que varios nombres no los reconocían, y nunca mencionaron a otros, la niña se había quedado dormida aferrada a Katniss, cuando se movía quejumbrosa por la alteración de su sueño, Katniss se levantaba caminando por la cocina con Effie, susurrándole algo a la niña mientras le daba golpecitos en la espalda y el trasero, regresándola a su mundo de ensueño al saberse a salvo en manos de su madre.

-Haymitch me dijo lo que paso ¿Están bien? – Pregunto la mujer, mientras ambas acomodaban la mesa, todos veían curiosos que ponían muchos asientos.

- En lo que cabe, aun debo hablar mejor con ella, solo que no es fácil, no se que decir que sea lo correcto ¿Cómo le explicas a tu hija que eres una asesina?

- No creo que allá una manera apropiada, Haymitch ha tenido problemas también con eso, y tiene la suerte de que son mas grandes, o mira a Annie, todos tuvimos que ayudarla, pero no estas sola y tu niña es idéntica a ti, fuerte y determinada, y te adora, no le será fácil saber lo que ocurrió, pero lo pasara. – Ofreció a la chica consuelo, al pasar cerca.

- ¿Qué pasa si quiere verlos?

- Puedes detener eso ahora, aun es joven, no tiene ni diez, pero Katniss tú y yo sabemos que hay muchas maneras en que podrá buscarlos si lo desea, en la biblioteca, el canal histórico donde los transmiten cada cierto tiempo y sabes que los tuyos son de los más repetidos, cielos, incluso en la secundaria es probable que se los pongan, ella podría verlo, aunque se lo niegues, creo que seria mejor si das el permiso en unos años que a que lo haga a escondidas de ti.

- Me gustaría poder estar ahí cuando lo haga, sé que tienes razón y los vera, y todos dicen que soy fuerte, pero aun después de años no creo ser lo suficientemente fuerte para verlos, ni siquiera fui capaz de ver la retransmisión con Cesar.

- Y eso es justo, cada noche cierras los ojos y regresas a esa arena, revives esas cosas, horrores del pasado que vuelven con otras caras, lo sé, y si no te sientes bien como para ver tus juegos con ella, nosotros lo haremos, recuerda que esta bien no poder hacerlo, tu y Jo hicieron eso por Finni ya que Annie no pudo entrar, y ustedes resistieron el entrar a esa sala de cine para que no estuviera solo, creo que los demás te tendrían la misma consideración cielo.

- Esperen, hablan de Annie ¿Esta Annie? – Pregunto Gloss apuntando a la mujer que Finnick tenía abrazada.

- Dan a entender vencedores, creo que es lo mas probable concluir que se refieren a ella. – Dijo Cinna pensándolo un minuto.

- Pero porque entrarían a ver los juegos con alguien porque Annie no pudo. – Dijo Cashmere volviéndose a Johanna y Katniss, pero ambas negaron desconcertadas.

- ¿Quién es Finni? – Cuestiono Bette dudoso.

- Pues podría ser un diminutivo, pero el nombre se parece al del señor Odair aquí. – Señalo Effie, ganándose la mirada sorprendida de todos al darse cuenta de que tenía razón.

- ¿Creen que…? – Pregunto Finnick, pudieron ver su mirada resplandecer con la idea que le llego.

- Es el futuro y parece que Snow cayo así que, por que no. – Le dijo Haymitch y el chico parecía emocionado, aunque Annie parecía algo perdida en su mente y no darse cuenta de a que se referían.

- Cállense, alguien viene. – Dijo Gale a todos, se giraron a la entrada al escuchar muchas pisadas golpear el suelo.

-Tía K. – Dijo al unísono un par de adolescentes gemelos que gritaron emocionados al ver a la mujer, para arrojarse sobre ella, aplastando al bebe en medio que chillo descontenta por aber sido despertada.

- Niños, cuidado con Peggy, que no ven que estaba descansando. – Regaño a ambos chicos que parecían apenados por haber asustado al bebe que ahora lloraba en el hombro de su madre.

- Lo siento tía K, lo siento Pegs. – Dijo uno acercándose a darle un beso tanto a la mujer como al bebe que los veía de lado, el otro igualmente se acerco e hizo lo mismo con ambas, detrás apareció Rose que camino hacia su madre para poder ver al bebe que lloraba.

- ¿Peggy esta bien? – Pregunto molesta porque llorara.

- Lo está, solo la asusto el fuerte ruido. – Dijo calmando a su hija.

- Tontos. – Dijo la niña al par de adolescentes.

Todos veían asombrados lo que ocurría, con la niña peleando con los chicos por hacer llorar a su hermanita.

-¿Quiénes son ellos? – Pregunto dudosa Effie, a su lado Haymicht se veía pálido.

- Se ven igual a Haymicht de joven. – Dijo Chaff al observarlos bien, Seeder y Mags apoyaron esto, cuando vieron al hombre, con las peleas y al cena de fondo, parecía apunto de irse de espaldas.

- ¿Haymicht tiene hijos? – Pregunto Finnick sorprendido, todos voltearon a ver para ver que ambos eran una calca perfecta del hombre, lo único diferente eran los ojos azules como los de Effie.

- Esto no es posible. – Dijo mareado.

- Eso dije yo y ahora parece que tengo dos mini yo. – Dijo Katniss a su lado, lo había atrapado de un brazo, con Johanna del otro cuando lo vieron tambalearse, la chica entendía lo que el pobre hombre sentía con lo que parecía esta extraña realidad alterna.

- Pero como…

- No creo que debamos explicarte eso ¿Verdad? – Pregunto molestándolo Johanna, todos se vieron atraídos a la escena cuando la niña que antes había abrazado a Katniss y protegió a Rose.

-Mami. – Chillo lanzándose a Effie.

- Hola cariño ¿Qué tal todo?

- Muy bien, fue muy divertido, papa y yo paseamos un rato. – La chica se lanzo a su historia de su día, con los chicos siguiéndole el paso y Katniss preguntando amablemente sobre como le fue, mientras Haymitch se acercaba a saludar a la mujer rubia, sorprendiendo a todos cuando le beso así.

- Así se hace hombre. – Dijo Blight por el beso, Gloss y Chaff silbando como lobos, Effie estaba muy mortificada por su comportamiento.

- No sabia que te gustaban los colores del capitolio hombre. – Lo empujo Bette burlón, Haymitch le hizo una seña obscena, aunque se distrajo al ver a Effie revisándolo de pies a cabeza.

- Despierta. – Recibió un fuerte golpe en la cabeza de Katniss para que reaccionara y sacara la cabeza de la cuneta.

- ¿Qué estamos viendo? – Dijo Cinna divertido por todo, se quedaron ahí durante el resto de la cena, con los gemelos y las niñas jugando en la mesa, descubrieron que los gemelos se llamaban Thomas y Tobías, eran pequeños pillos, encantadores a mas no poder, pero claramente buenos niños.  

A pesar de los juegos y platicas, los niños desaparecieron poco después, dejando al trio de adultos con la bebe Peggy en la sala, entrando en una discusión que se ganó la atención de todos.

-¿Cuándo viene Johanna? – Haymitch le dijo a Katniss.

- No sé, no me dijo ¿Por qué me preguntas a mí?

- Porque si alguien de todos nosotros habla con ella eres tú.

- Si, pero tú también podrías llamarle. – Dijo con el mismo tono de obviedad.

- Por favor, esa mujer solo habla bien con contadas personas, tú eres su favorita.

- Eso no es cierto, Jo habla bien con Annie.

- Oh si, pero Annie no fue su amante. – Dijo riendo a carcajadas, por suerte Peggy estaba tan dormida que no pareció inmutarse con el fuerte sonido del hombre.

- ¿Que? – Dijo fuerte Gale, volteando a ver a Katniss que se veía muy roja, todos voltearon a verla tanto a ella como a Johanna, solo que mientras Johanna coqueteaba y jugaba, Katniss no sabía donde esconderse.

- Mira quien habla, el hombre que embarro sus ojos por todo el cuerpo de Johanna cuando se desnudo frente a nosotros en el elevador. – Dijo burlona, el hombre le dirigió una mirada de advertencia, pero fue demasiado tarde, se oyó una clase de sonido estrangulado desde la cocina, que tenso al hombre, Katniss se rio por su aparente miedo.

- No te pienses en ir. – Le gruño, pero ella comenzó a levantarse mas que divertida.

- Effie ya nos vamos, es hora de acostarse. – Dijo algo mas fuerte hacia la cocina donde estaba la rubia, que apareció con una sonrisa demasiado practicada como para no ser fingida, se despidió de ambas, con Rose bajando las escaleras e igualmente diciendo adiós. – Que duermas bien Haymitch. – Le dijo cantarina al hombre, que trago duro al ver la mirada que su esposa le dirigió a espaldas de Katniss, la mujer salió claramente divertida de la casa, dejando al hombre a merced de una rubia claramente celosa.

- ¿Qué tu viste a Johanna cómo? – Pregunto con la voz cantarina y aguda del Capitolio, no con la dulce y normal voz con la que había estado hablando.

- Pues… - Dijo nervioso sin querer contestar a la rubia claramente enojada frente a él.

Los demás se quedaron viendo divertidos todo el asunto y el apuro del hombre ante la pequeña mujer frente a él que parecía lista para escupir fuego.

Chapter 4: Pesadillas

Summary:

Otro personaje llega, que opinaran de todas las revelaciones que este puede traer, asi como su dinámica con los demas.

Notes:

Hola a todos, perdón, se que me he tardado, pero tuve un gran bloqueo, espero no volver a tardar tanto, pero no prometo nada, mas allá de no pensar en abandonar mis historias, aunque me tarde, estas serán actualizadas en algún momento.

Sus votos y comentarios son agradecidos, amo leerlos y me animan a continuar, sin mas por el momento, el capitulo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Capítulo 4: Pesadillas

-Tu cara no tenía igual. – Dijo Chaff burlándose de Haymicht y como balbuceante el hombre había intentado explicarle a la rubia lo que aparentemente había pasado muchos años atrás, para que ella lo viera con ojos entre cerrados y se fuera de la sala, dejando al hombre nervioso por lo que eso podría significar.

- Cierra la boca. – Refunfuño molesto. – Todo por culpa de alguien. – Dijo entre dientes hacia Katniss que parecía divertida por como el campeón del 12 parecía aterrorizado por la menuda capitolina.

- En todo caso es tuya por no ser sincero con tu mujer. – Dijo subiendo y bajando las cejas, consiguiendo que ambos se sonrojaran, se vieron entre ellos y cuando Effie pareció darle una mirada apreciativa el hombre se sorprendió.

- Al parecer mis gustos no cambian mucho. – Dijo como si nada encogiéndose de hombros sorprendiendo a todos, mientras Haymitch la miraba interesado, se rio divertido por la actitud de la pelirrosa. - ¿Que? – Dijo al ver como la veían los demás. – Los del capitolio son demasiado pulcros y, como decirlo, simples, los hombres más rústicos son interesantes.

- Ella tiene razón. – Dijo Portia después de un segundo de considerarlo, un hombre fuerte e imponente, tosco incluso, tenía un buen atractivo para ellas que estaban acostumbradas a hombres demasiado vanidosos y pulcros.

- No creo que por hoy haya algo más interesante aquí ¿Por qué no regresamos a la casa de la chica? – Dijo Gloss divertido por el hombre.

Todos prefirieron seguir la propuesta, aunque en casa de Katniss tampoco pareció haber nada más interesante después de eso, solo vieron como la mujer jugaba con sus hijas, bañándolas y cantando para ellas, algo que los sorprendió, en serio tenía una voz hermosa, mientras cantaba para sus niñas, la mujer pronto desapareció en lo que pensaron era su habitación y Cashmere detuvo a su hermano y a Finnick.

-¿Adónde creen que van ustedes? Pervertidos, esto ya es bastante invasión a la privacidad para que ahora quieran seguir a alguien al baño. – Los regaño, obteniendo un gracias de la chica por evitarle esa vergüenza, sin notar que Gale y Peeta estaban detrás de ella, claramente molestos por las intenciones de los hombres.

- No entiendo que debemos hacer ahora. – Dijo Johanna, vieron a Katniss acostarse no mucho después y todo quedo en silencio, pero ellos seguían sin ser vistos y no es como si fueran a desaparecer pronto.

- ¿Por qué no intentamos dormir? No parece que vallamos a salir de aquí ahora mismo solo porque parece haber una pausa en los acontecimientos. – Dijo Katniss como leyendo sus pensamientos.

- Creo que entonces algunos obtendrán sillones y otros el suelo, la casa es muy grande, al menos diez cuartos, en algún otro debe haber camas, Effie y Portia pueden compartir una, Annie y Mags otra. – Ofreció Haymicht checando algunos cuartos, para que esas mujeres estuvieran más cómodas.

- Yo me quedo en el sillón. – Dijo Katniss comenzando a bajar las escaleras.

- Yo contigo. – Dijo Marge. – Ven Prim, te quedas con nosotras.

Al final Johanna y Cashmere terminaron durmiendo con ellas, los demás se repartieron en diversos sillones o sillas de la casa, Haymitch en realidad prefirió el suelo, se durmieron poco después, ninguno parecía querer pensar demasiado en todo lo que habían vivido, necesitaban un descanso mental de todo, no fue hasta un par de horas después que todos despertaron por unos horribles gritos, se levantaron asustados, corrieron al segundo piso, para encontrar que venían del cuarto de Katniss.

-¿Qué le pasa? ¿Alguien entro? – Dijo asustada Prim

- No Prim, creo que es una pesadilla. – Dijo Haymitch a la niña que veía la habitación asustada, por fin todos se fijaron como Katniss se retorcía en la cama, sola, aterrada por lo que sea que veía en sueños, lanzaba horribles gritos aterrados que les helaba la sangre, hasta que se levantó asustada, haciéndose hacia atrás hasta chocar con la cabecera, veía a todos lados intentando orientarse, con la respiración pesada y la piel cubierta de sudor, se pasó las manos por la cara, limpiándose el cabello de la cara e intentando regular su respiración agitada, pareció que empezó a hacer alguna clase de lista, de conteo.

- Soy Katniss Everdeen, soy del distrito doce. – Comenzó a recitar entrecortadamente, como si eso la ayudara a ubicarse. – Fui a los juegos dos veces, sobreviví, destruyeron el distrito, pase la guerra, volví al doce, mejore, estoy casada, tengo hijos, estoy bien, todo está bien, nadie nos lastimará, nadie se llevará a mis hijos. – Dijo respirando profundamente, intento relajar su corazón, una vez que lo logro, respiro tranquila, solo para volver a saltar hacia atrás por el movimiento de las sábanas de algo que se movía hacia ella, claramente estaba tan perdida en su mente, que no noto cuando su hija entro en la habitación, no se calmó hasta que las sábanas se alzaron y mostro a Rose frente a ella. – Rose, me asustaste cariño. – Acepto riendo relajada.

- Lo siento mami, pero oí tus gritos ¿Estas bien? – Pregunto subiéndose a su regazo, movió la mano sobre su cabello.

- Si bebe, lo estoy, solo un muy mal sueño.

- Siempre tienes sueños malos cuando papi no está. – Dijo inclinando la cabeza, a lo que su madre asintió dándole la razón.

-Si, es que el me hace sentir segura, porque sé que nos protegerá de todo, me ayuda a que los malos sueños no lleguen. – Dijo dejando un beso sobre su nariz. – Pero tu debes ir a dormir, es muy tarde, anda vamos te llevare a la cama.

- No. – Pidió, abrazándose con fuerza a su madre.

- ¿No? No quieres que vallamos a tu cuarto.

- No, me quiero quedar aquí contigo, sé que no soy papa, pero yo también puedo cuidarte, mantendré los malos sueños lejos para que no te molesten, como tu haces conmigo. – Ofreció encantada la solución más lógica del mundo para ella, ninguna noto lo tierna que pareció la escena para los demás, algo que alivio el estrés de los gritos de antes.

- ¿Estas segura bebe? – Pregunto nerviosa, sabiendo lo horribles que podían ser sus gritos por las pesadillas.

- Si mami, no quiero que estes sola. – Dijo recostándose con ella.

- Bueno, si estas segura, esta bien. – Dijo Katniss, volviéndose a bajar en las mantas y acomodando su cuerpo en la cama, Rose se quedo sobre ella, sin la más mínima intención de moverse de su lugar feliz, no tardo mucho en quedarse dormida, aunque para Katniss la historia fue diferente, se quedó ahí un rato, pasando las manos en la espalda de su hija, sin querer volver a cerrar los ojos, muchas veces solo viendo el rostro de su hija para calmarse.

-¿Porque tiene esas pesadillas? – Pregunto Gale al aire.

- ¿Las tienes ahora? Pesadillas tan violentas como estas. – Le pregunto Cinna a Katniss que negó.

- Tengo pesadillas, pero nunca reacciono asi, nunca he gritado asi, o pareciera que no sé dónde me encuentro ¿Alguna idea de eso Haymitch?

- Creo que sí, es parte de vivir con los recuerdos de los juegos, yo también las tengo, muchos las hemos tenido, creo que eso es lo que mas te afecto a ti, todos hemos encontrado maneras de lidiar con ellas, o tenemos otros problemas, parece ser que tu mayor problema son las pesadillas.

- Vengan, vámonos a dormir, no creo que pase nada mas esta noche. – Effie los empezó a llevarlos a salir, aunque Katniss tenia problemas para esto queriendo quedarse observándolas, como si pudiera cuidarlas, se quedo casi hasta el final, y sintió que alguien le tocaba el hombro, salto un poco de la sorpresa y giro a ver quien la llamaba, para encontrarse con un par de ojos azules.

- Estarán bien Katniss, lo mejor será ir a dormir y en la mañana hablaremos, ha sido mucha información y no sabemos que descubriremos mañana. – Peeta la animo a salir, de algún modo sus palabras le dieron algo de paz, asi que dirigiéndole una ultima mirada a su yo mas grande y a su hija, salió del cuarto, esperando no volver a oír los gritos.

-

-Soy yo, o después de eso no pude dormir bien. – Se quejo Finnick al bajar las escaleras, se quejaba estirándose incomodo.

- No eres solo tú, si asi gritas de terror no se si me gustaría oírte en la cama. – Dijo quejumbrosa Johanna, dejando a la chica pensando hasta que comprendió lo que quiso decir y su rostro se pintó de rojo, prefirió quedarse callada a decir algo.

- Déjenla, ustedes deberían comprenderla. – Dijo Marge molesta.

- Lo entendemos, pero por eso mismo nos burlamos, si nosotros no nos burlamos de eso, como soportamos. – Dijo Chaff sin darle mucha importancia, entendía lo que era dar esos gritos, las pesadillas eran lo que lo atormentaban.

- ¿Ya se fueron? – Pregunto entrando cansado Gloss.

- Si, se fueron temprano, tenemos la casa sola. – Dijo Effie en una silla.

- No creo que Katniss tarde, solo fue a dejar a Rose a clases. – Dijo Haymicht.

- ¿Vieron algo nuevo? – Pregunto Cashmere a lo que todos negaron.

- ¿Ya notaron que ninguno se ha quejado de hambre, pero llevamos horas sin comer? – Dijo Cinna atrayendo la atención de todos.

- Es cierto, alguien ha sentido algo. – Dijo Haymicht a la sala, pero todos negaron después de considerarlo unos segundos.

- ¿Qué demonios pasa? Esto no tiene sentido. – Se quejo Cecelia a lo que todos le dieron la razón.

- Creo que debemos de esperar, de algún modo llegamos y por algún motivo vemos todo esto, tal vez volveremos igual cuando hayamos visto lo suficiente. – Supuso Finnick, abrazando a Annie que se veía nerviosa, la atención de todos cambio cuando la puerta se abrió, entrando Katniss con Peggy, la dejo en el suelo y la niña corrió a una esquina a jugar con sus juguetes, mientras la mujer se internaba en la cocina.

- Bien, esto es demasiado extraño. – Se quejo Johanna, a lo que los demás tuvieron que darle la razón, solo distraídos cuando Katniss comenzó a llamar a alguien.

-Buttercup. – Llamo afuera en voz alta.

-¿Buttercup? ¿Cómo tu gato sigue vivo? ¿Y porque lo llamo yo? – Pregunto incrédula Katniss a su hermana pequeña que se veía tan sorprendida como ella.

- Tal vez por fin te gusta.

- Si claro. – Dijo sarcástica sin poder creer algo asi, pero dejando la inocencia de su hermana actuar.

-Ahí estas, ven, hora de desayunar. – Todos se levantaron para ir a la cocina, donde vieron a Katniss cargando al gato, que tenía mucho de su pelaje descolorido y se veía claramente viejo. – Se que eres un viejo orgulloso, pero ya no estas en condiciones de ir muy lejos y menos de seguir cazando tus ratones, asi que come. – Katniss iba acariciando al gato hasta dejarlo frente a unos platos metálicos, llenos de agua, comida húmeda y leche. – Eso es amigo, debes mantenerte fuerte. – Katniss acaricio un poco la espalda del gato mientras comenzaba a comer, este parecía contento con dejarla, ronroneando mientras se daba un festín. – Eso es, se que no estas listo para retirarte, créeme te entiendo, algún día siento que los chicos me quitaran mis arcos y me impedirán salir a cazar al bosque, entonces podrás pensar en mi como la vieja orgullosa que es terca con lo que hace porque probablemente tendrán que amarrarme o esconder mis cosas para que no lo haga. -Dijo sonando divertida, curiosamente, el gato parecía escucharla.

- No entiendo porque tengo a tu gato o porque actúo asi con él. – Dijo nerviosa Katniss viendo a su hermana que solo parecía quedarse con el hecho de que Katniss se llevaba bien con la bola de pelos y no las ramificaciones de lo que podría significar ¿En qué mundo ella cuidaría y se llevaría bien con ese gato? La pregunta misma le dio escalofríos, porque sabia que la respuesta no debería de ser buena, viendo hacia Gale el intento calmarla diciéndole que respirara, no debían adelantarse a nada, probablemente solo era temporal.

Permanecieron en la sala con su versión mas grande, mientras esta comenzaba a cerrar los ojos un momento en el sillón, aunque al verla sabia que no estaba dormida, probablemente solo se relajaba, pero pronto se vieron sorprendidos por la interrupción de alguien.

-Descerebrada. – Entro gritando una mujer más grande haciendo saltar a Katniss de su asiento, grito mientras ponía las manos en su pecho.

- Johanna!!! – Grito molesta volteándose a ver a la mujer, todos los observadores vieron divertidos la expresión de ambas mujeres. - ¿Qué haces aquí?

- Valla recibimiento, soy prácticamente tu segunda esposa y asi me recibes.

- Pues me hubieras dado un beso, no un infarto, idiota. – Gruño, lanzando cojines contra la mujer que esquivaba divertida y provocaba a Katniss hasta que la derribo, podían oír los gritos de Peggy al escuchar a su madre y Johanna peleando en el suelo, todos veían la escena rodeándolos.

- Asi que ¿Segunda esposa? – Dijo Johanna mirando hacia Katniss que estaba riendo, pero el sonrojo provocado por la mujer le dificultaba reaccionar.

- Seguramente no tenia mejor opción. – Dijo con descaro a la mujer sorprendiendo a todos.

-¿Mejor opción? Te mostrare tu mejor opción, sor la jodida mejor opción. – En esta ocasión quien perseguía a la chica era Johanna.

- Dejen de correr. – Dijo molesto Haymitch, por lo que Cinna atrapo a Katniss y Finnick a Johanna que veía retadora a la niña.

- Porque no mejor seguimos viendo. – Propuso Effie, que, a pesar del poco recato, le pareció divertido la interacción de ambas.

- Ha, gane. – Dijo Johanna sentada en las caderas de Katniss y sujetando sus muñecas sobre su cabeza.

- Wow que impresión ¿Te quitas ya? – Pregunto molesta y sonando un poco sin aliento.

- Aaaw pero querida, acabamos tan rápido y ahora solo te vas sin darme algo de cuidado posterior. – Mientras la versión joven se sonrojaba con las insinuaciones y como actuaba la mujer con su otra versión, la mayor no parecía nada impresionada por la mujer.

- ¿En serio? Volvemos a las insinuaciones sexuales, creí que eras mas lista que eso, sabes que hace mucho aprendí a seguirte el paso. – Dijo en un particular ronroneo que sorprendió a todos aún más a la versión joven, incluso pareció mecerse debajo de ella, lo que empeoraba todo.

- ¿Por qué actúas tan raro? – Pregunto Prim a su hermana que estaba en medio de una batalla de miradas con Johanna, luchando contra el sonrojo que parecía comenzar a bajar a su pecho.

- No lo sé, es el futuro. – Fue lo único que pudo decir en su defensa, algo le dijo que repetiría mucho esas palabras mientras estuvieran ahí.

- Aaw la chica en llamas tiene garras. – Le dijo sonando encantada, Johanna se inclino sobre ella como si fuera a besarla, pero al inclinarse dejo libres sus caderas, cosa que Katniss aprovecho para hacer palanca, lanzando a Johanna hacia un lado y dejándole el paso libre de levantarle.

- Oh lo sé, como crees que hice que mi esposo me embarazara. – Dijo divertida desde arriba, mientras Johanna se quejaba en el suelo por el golpe.

Katniss observaba horrorizada desde su perspectiva, completamente avergonzada en este punto del aparente atrevimiento de parte de su yo mas grande, recibiendo varias miradas divertidas.

- Dejen de verme, no soy yo. – Gruño sonrojada, a su lado podía sentir a Marge moverse mientras contenía las ganas de reírse de su suerte. - ¿Por qué soy yo prácticamente la única con la que estamos? – Pregunto molesta, pero al final todos se hacían esa pregunta.

- Creí que solo le dijiste adelante y no tardo en abalanzarse sobre ti. – Dijo mostrando su dedo medio a Katniss, pero esta rio y le lanzo un beso de burla.

- Eso también es cierto, pero la voz parece incitarlo.

- Hombres, pero no lo culpo, tiene sentido. – Acepto, aceptando la mano de Katniss para ayudarla a levantarse.

- Me alegro de verte. – Katniss la tiro en un fuerte abrazo, cosa que Johanna correspondió feliz.

- Yo también, te extrañe.

- Aaw miren, Johanna tiene una amiga. – Dijo burlona Cashmere, ganándose una vulgaridad de la mujer, que se preguntaba como llego a eso con la niña.

- Creí que te quedarías más tiempo en el cuatro. – Katniss la llevo a la cocina donde saco algún tipo de postre.

- Ese era el plan, pero… - La duda en su rostro y en su voz a seguir hablando atrajo la atención de todos.

- Tuviste un episodio. – Afirmo Katniss sin tener que preguntar, Johanna asintió llenando una taza con café.

- Han pasado quince años lo sé, es estúpido, pero a veces cuando estoy en un lugar con mucha agua…

- Es como volver a estar en las celdas del capitolio.

-¿Celdas? – Pregunto nerviosa viendo a los lados, varios mostraron su mismo nerviosismo, en especial aquellos que sabían que había mucho mas en juego.

- Si, es estúpido.

- No lo es, han pasado quince años y ayer en la noche Rose se metió en mi cama porque la desperté con mis gritos, las pesadillas no se han ido, solo han cambiado y ya no se si eso es mejor. – Acepto, Johanna se estiro, tomando su mano a través de la isla.

- ¿Qué fue esta vez? – Pregunto casi en un susurro, como si hablar asi se hubiera vuelto una forma de secretismo y confidencialidad por años entre dos personas que se conocen mucho.

- Fue la muerte de Rue, pero no era Rue en mis brazos, era Rose, con esa lanza saliendo de su estómago, llamándome una y otra vez hasta que moría en mis brazos. – Confesó, los ojos de la mujer se llenaron de lagrimas y su amiga rodeo la encimera, jalándola a un abrazo, Katniss jadeo horrorizada por la perspectiva de la pesadilla, toda su vida había padecido de terribles sueños, pero ahora saber que estos tenían aun mas material para atormentarla, le daba miedo saber cuales serian los otros escenarios.

- Yo también tengo esas pesadillas, a veces vuelvo a los juegos y los veo morir, a veces vuelvo y veo cuando te saqué el rastreador y mis manos llenas de sangre las puse en tu cuello para aparentar una herida, pero ahí, no es solo una farsa, el hacha no corto tu brazo, sino que corto tu cuello y te mato, digamos que pesadillas como esas me hacen entender porque Haymicht y muchos de los otros preferían vivir en el estupor de la bebida y drogas. – Suspiro con resignación.

- Si, también me lo he preguntado, odio volver ahí, ver la guerra, a mis hijos, pensar que al final no fue del todo malo, sino tal vez ellos no existirían y aun existirían los juegos.

- Oh los tendrías, tal vez porque el presidente te obligo, pero existirían, pero Snow se hubiera deleitado enviando a Rose a los juegos a sus doce años para torturarte y hacerte sufrir.

- Si, lo hubiera hecho. – Dijo teniendo un escalofrió, su mirada parecía estar muy lejos, como si se imaginara justamente ese escenario. – Oye ¿Dónde están las chicas?

- ¿Chicas? – Pregunto Johanna.

- En plural, ¿No te conformas con un amante Mason? – Dijo con una carcajada estruendose Chaff ganándose un gruñido de la mujer.

-No seas cerdo. – Regaño Cashmere, pero al ver que las caras de varios de los chicos delataban que ellos habían pensado lo mismo suspiro exasperada.

- Están afuera, me encontré con Effie en la calle y se quedaron un rato con ella mientras venia a saludar, en realidad cierra los ojos, tengo un regalo para ti. – Dijo levantándose y yendo a la salida.

-¿Regalo? No es mi cumpleaños.

- Obvio no descerebrada, lo sé, tomando en cuenta que hay un día en tu honor. – Dijo en burla, la Katniss ahí solo torció los ojos exasperada con la información, mientras que la otra veía todo completamente extrañada, los demás igual veían de un lado a otro intentando descifrar si Johanna futura hablaba en serio o solo jugaba con ella. - En realidad no es un regalo, más bien es algo que te envían, algo asi, ahora ven aquí, cierra los ojos y prepárate. – Dijo sonriendo traviesa, a pesar de todo, Katniss le hizo caso, parándose en la entrada de la cocina y cerrando los ojos, completamente atenta a cualquier cambio a su alrededor.

Todos se quedaron viendo hacia la puerta, se reunieron en las entradas de las salas y detrás de la mujer para ver que ocurriría, Katniss y Marge que estaban justo a un lado de la puerta parecieron quedarse pálidas cuando vieron lo que Johanna traía, los demás esperaban a alguna explicación, pero ellas solo miraron a la otra como buscando confirmación, para después regresar la mirada a la puerta entre abierta, a ninguno le dio tiempo de decirles nada, pues se vieron interrumpidos por una pequeña figura entrando, anunciándose con un  chillido de felicidad.

-MAMI!!!!

Notes:

Hey a todos ¿Qué les pareció? ¿Se esperaban a Johanna? ¿Qué tal su relación con Katniss y lo cercanas que son?
¿Qué les pareció que Buttercup este ahí? El pobre es muy grande, pero es uno de los mayores supervivientes de los libros, se lo debemos reconocer.
¿Cómo creen que reaccionaran al saber que ocurrió con Prim?
¿Cómo reaccionaran al chico del pan?

Me encantaría saber que piensan de la historia y hacia a donde creen que van.

Hasta la próxima.

Chapter 5: Intimidad

Summary:

Nuevas llegadas y descubrimientos impactantes y divertidos.

Mucho de Katniss y Johanna.

Notes:

Hola a todos, se que he tardado un poco, pero por fin aquí esta, es más largo como compensación por el tiempo que he tardado, espero les guste.

Por cierto a todos aquellos, no se cuantos mexicanos allá aquí, pero yo soy mexicana y ayer fue la celebración de la independencia aquí, así que espero tuvieran una gran noche mexicana y estén teniendo un gran puente de clases.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Capítulo 5: Intimidad

-Bebe!! – Contesto feliz Katniss levantando a su hijo, un precioso niño de rizos rubios, ojos grises y hoyuelos en las mejillas, un pequeño querubín perfecto que corría emocionado hacia Katniss.

-Mami te extrañe mucho. – Balbuceaba en su pequeño tono chillón.

- Mami también te extraño mi hermoso bebe, pero que haces aquí, se suponía que vendrías con papa. – Katniss vio hacia Johanna que se encogió de hombros junto a la puerta.

- Me los encontré en el cuatro, cuando me despedí de tu querido esposo, Riu me escucho decir que venía hacia acá y no dejo de llorar hasta que aceptamos que viajara conmigo porque quería volver contigo. – Explico la mujer, podían ver al niño aferrado con fuerza a Katniss, con una gran sonrisa.

- Aww mi bebe me extraño. – Katniss dejo una serie de besos en la mejilla de su bebe, lo que ocasiono que riera encantado, y como pudo dio picotazos de besos en la mandíbula de su mama.

- Mucho mami.

- Riu, Riu. – Chillo emocionada Peggy corriendo hacia ellos.

- Peggs. – El niño dijo emocionado de ver a su hermana bebe.

- Anda, ve a jugar con tu hermana un rato. – Katniss animo al pequeño a soltarse de ella para ir detrás de su hermana, abrazándose largamente como si no se hubieran visto por años.

- Demonios, tus hijos tuvieron que heredar lo pegajosos que son tú y tu chico amoroso, yac. – Exclamo fingiendo asco, lo que hizo reír a Katniss.

- No somos pegajosos. – Dijo en su defensa Katniss.

- No, claro que no, solo duermen cada noche aferrados al otro y se besan cada que pueden y me sorprende que al ritmo al que tienen sexo no tengan más hijos. – Dijo divertida siguiendo a Katniss por la cocina, pero a diferencia de su versión joven, que se veía mortificada por las palabras, Katniss sonrió con lascivia sobre su hombro a Johanna.

- Si, pero esa es la parte divertida de hacer bebes ¿No? Los intentos. – Johanna le dio la razón, mientras Katniss joven no sabía si esconderse o taparse los oídos, solo quería que la tierra la tragara de la vergüenza con todos los demás viéndola demasiado entretenidos con su vergüenza.

-Mierda. – Exclamo Katniss con una mueca.

- Katniss. – Regaño Prim por su vocabulario, pero en este punto estaba tan mortificada que importaba poco, a su lado Madge estaba mordiéndose con fuerza los labios para no reírse.

- ¿Cómo…? – Pregunto la chica hacia su amiga, completamente incrédula, refiriéndose a la persona que ambas sabían que debía ser el padre del bebe, a lo que Madge la vio divertida, encogiéndose de hombros.

- Bueno preciosa, cuando a una abeja le gusta una flor… - Comenzó Haymich para molestarla, pero Effie le dio un fuerte empujón, a pesar de que varios reían por las burlas, Katniss no se refería para nada a eso.

- Ella no se refiere a eso, se refiere a, el padre. – Dijo divertida Madge, pero Katniss le hizo una mueca para que se callara y no fuera a decir quién era quien pensaban.

- ¿Sabes quién es Katniss? – Pregunto emocionada Prim tomándola de la parte baja de su blusa y tirando de ella.

- Eso creo. – Dijo escueta mirando a Madge, ambas parecían leerse el pensamiento, solo veían ligeros movimientos en sus labios y ojos, pero parecían poder comunicarse solo con eso.

- ¿Quién es? Dime, vamos. – Pedía Prim emocionada dando saltitos frente a ella.

- No. - Sentencio Katniss

- Katniss vamos. – Suplico la pequeña.

- No Prim, no sabemos si sea esa persona, Madge y yo solo especulamos, asi que no. – Dijo Katniss, no le gustaba frenar la energía de su hermana, pero ninguna de las dos estaba segura de que la persona que suponían fuera el padre, y ni siquiera sabía cómo eso era posible tomando en cuenta que él no era de la veta y no entendía como terminarían juntos, incluso si ella ganara los juegos y se volviera millonaria, no tenía sentido, aunque no era porque no lo considerara guapo, al menos su sonrojo pasado ayudaba a disimular el que floreció en su rostro ante el pensamiento de Peeta no muy lejos de ella, pero no entendía porque un chico tan amistoso y lindo como él se fijaría en alguien tan hosca como ella, ni siquiera habían hablado una vez.

- Pero Katniss…

- No Prim, entiende que no sabemos qué pasa, Madge y yo solo especulamos porque el niño, bueno… se parece a quien pensamos es, pero hasta no estar seguras no confirmare nada.

- Más bien es idéntico. – Murmuro Madge desde su lugar, cosa que fue escuchada por Beete y Wirees que miraban intrigados, no entendían la reticencia de la chica a hablar sobre quien podría ser el padre, no si estaban ellos, pues la mayoría no eran de su distrito, por lo que no lo conocerían, a menos que el chico estuviera con ellos, se miraron con las respuestas en los ojos, encantados con haber seguido el mismo camino, aunque aún no podían estar seguros del todo, ya tenían una buena teoría.

- Gracias por traer a Riu, espero no allá molestado durante el viaje. – La conversación de sus versiones futuras atrajo la atención de todos.

- Fue un ángel, después de saber que vendría con nosotras no dejo de hablar de ti y de casa, está bien, fue un poco cansado oír las alabanzas de tu hijo por ti, pero no es como si no las hubiera escuchado antes de su padre y otros. – Dijo Johanna con los ojos en blanco, pero de manera juguetona.

- Lamento eso, no debería haber dejado que Octavia lo cuidara, pero con Peggy enferma ella era la mejor opción, además se ofreció como niñera de emergencia. – Confeso Katniss con una mueca divertida, pensando en lo que la mujer pudo haberle estado diciendo a su hijo.

- No entiendo como confías en esos capitolinos con tus hijos. – Dijo Johanna negando molesta, esto sorprendió a todos, que se pusieron atentos ante eso.

- Sabes que en todo mi viaje ellos estuvieron conmigo, sé que no son los más listos o conscientes, al menos antes, pero después de la guerra fueron diferentes. – Defendió Katniss a alguien, aunque los demás veían algo extrañados sin entender completamente de quienes hablaban.

- Aun asi, yo odiaba a mi equipo de preparación de pies a cabeza, desde los maquillistas a mi diseñador, era un imbécil, pero tú siempre has querido a todos ellos, desde Effie hasta los demás, y no digo que Effie sea mala, probablemente la influencia de Haymich la cambio más de lo que pensó, incluso años antes de la guerra y ahora es diferente, pero jamás comprendí como viste a través de ellos antes de que cambiaran. – Dijo Johanna confundida, sentada frente a Katniss.

Todos se acercaron interesados por saber que había ocurrido, saber más de los pocos fragmentos que estaban logrando conseguir.

- Bueno, si soy sincera, Effie me desquiciaba al inicio. – Confeso divertida la mujer, consiguiendo que a la joven su Effie la viera indignada, mientras los demás se reían ligeramente por los problemas en los que metieron a la joven, pues evitaba ver hacia la estrafalaria mujer. – Siempre andaba por todos lados diciendo que era un día maravilloso, con su tono y el sonido de los tacones moviéndose por el piso, reprendía a Haymicht, nos vigilaba, no fue hasta que estuve en la arena y pude pensar mucho, que comprendí que al final del día, Effie solo intentaba cuidarnos, bien o mal, ya sea que en realidad pensara que moriría adentro, ella solo estaba cuidándome, pero para ese punto yo no dejaba que nadie cuidara de mí, ni siquiera mi madre, probablemente menos ella, asi que cuando Effie pasaba por mi habitación en la noche para desearme buenas noches o me levantaba en las mañanas, que ella comenzara a notar que alimentos disfrutaba más de todos los que nos servían para pedirlos los días que ella me veía triste o cansada por los juegos, que intentara que nuestras presentaciones fueran buenas y nuestras notas elevadas al presentarnos, era su manera de ayudarnos, de intentar darnos algo antes de ir a la arena, gustar a los patrocinadores para que nos ayudaran, ella al final tampoco podía hacer mucho sin meterse en problemas, asi que desde su lugar, desde donde podía, intentaba cuidarnos. – Le conto a Johanna que escuchaba interesada, todos lo hacían.

- Amas más a esa mujer como tu madre que a tu propia madre. – Comento al aire Johanna, pero pudo ver como el comentario tenso a Katniss que después de unos segundos asintió distraída, Todos pendientes de cada palabra que saliera de su boca.

- Si, sí, creo que no estas equivocada. – Dijo Katniss con voz queda, podían ver la mueca en su rostro, Prim la veía con el ceño fruncido hacia su hermana, mientras Magde se acercaba y sujeto la mano de Katniss, creyendo saber porque pensaba asi.

- No deberías sentirte culpable por eso, tu madre dejo mucho que desear en tu vida, te dejo por su depresión, después tú te ocupaste de tu familia y si lo intento, pero cuando todo la sobrepaso, no solo a ella, sino también a ti, no se ocupó de ti, ella se largó Kat, te dejo sola y quienes cuidaron de ti fueron Effie y Haymicht. – El par volteo a ver a la chica, esta no parecía importarle mucho la idea de que su madre la hubiera dejado, casi parecía resignada, una vieja aceptación de un duro pasado, un mal pensamiento que ahora confirmaba se haría realidad, algún día su madre la abandonaría, no sería suficiente para ella.

- Eso también es cierto, pero siento que mi padre me hubiera pedido que lo intentara más con ella. – Dijo Katniss con tono culpable.

- Tu lo intentaste, te vi muchas veces hacerlo, pero ella te defraudo muchas veces y sabes que no miento, cuando comenzaste a vivir con tu chico amoroso ella solo refunfuño molesta de que vivían juntos sin estar casados, cuando para todos era obvio que el se hubiera casado contigo en un segundo si tú le dijeras algo, pero respeto tu elección de necesitar tiempo, cuando tuviste hijos, claro, vino, pero huyo como el infierno en cuanto pudo después de ver a Rose, es egoísta, porque sin importar los problemas que tú y yo hemos tenido en la vida, todas las pérdidas y el dolor, jamás le haríamos eso a nuestros hijos ni a nuestros sobrinos, igual que sé que Effie no te dejaría, para ella ya eres suya, ha tomado su lugar de madre en tu vida y ha actuado en consecuencia, te ama tanto como a sus propios hijos. – Dijo Johanna molesta, hablando de frente con Katniss, emocionada, con fuerza como si tuviera que hacerle a Katniss comprender eso, pero la mujer puso la mano en su brazo, calmándola.

- Lo sé, lo he sabido por años, ellos son los mejores abuelos que mis hijos puedan tener, dado que ni los de mi esposo ni los míos fueron los mejores, esta familia es la mejor, rota y bastante descocida, algo loca, a decir verdad, pero… - Se encogió de hombros a Johanna con una mueca que hizo reír a la mujer sabiendo que ella tenía razón. – Es lo que tenemos, solo te digo como fue todo esto, sé que para muchos debe ser raro, Gale jamás entendió porque era tan unida a Effie o a Cinna o al equipo de preparación, nunca entendió porque los quería tanto o me entendían o mantenían unida, pero el nunca entendió lo que fue estar ahí, que ellos fueran los que me sostuvieran y me ayudaran a volver a casa, créeme ni yo sé en qué momento todos ellos se metieron en mi corazón, pero lo lograron. – Dijo la mujer con ironía.

- Como cucarachas entrando por las grietas más pequeñas. – Dijo burlona Johanna haciendo reír a Katniss, todos pudieron ver la emoción que brillaba en los ojos de Effie, Haymicht mantenía su mano en su espalda, acariciando en círculos, dejando vislumbrar a todos en realidad lo cerca que ellos mismos ya estaban y que no habían notado, Katniss comprendió un poco más a su otra yo, aunque le gustaría saber más ¿Qué termino de romper su ya casi inexistente relación con su madre?

- En cuanto a mi equipo de preparación en un inicio, ni siquiera era capaz de verlos como personas. – Acepto Katniss encogiéndose de hombros.

- ¿Cómo es eso? – Pregunto curiosa la mujer, que agarro algunas cosas para preparar algo de comer, tan cómoda como si estuviera en su casa.

- Bueno imagínate esto, me cosechan, me meten en un tren y antes de darme cuenta estoy en el capitolio, acabábamos de pelear con Haymich, bueno, más bien, casi le apuñalo la mano para que viera que queríamos vivir, queríamos que dejara de emborracharse he hiciera algo, por más mínimas que fueran nuestras posibilidades, queríamos pelear, moriríamos peleando, asi que él nos dijo tres cosas a cumplir, se podría decir, uno, gánense a la gente, consigan patrocinadores, dos, cuando estén dentro consigan refugio, y una orden, cuando sean llevados por los estilistas, no se quejen de nada, por supuesto no sabes cuantas veces lo maldije en mi mente mientras Flavius me tenía con las piernas abiertas en una mesa, desnuda y me depilaba todo con cera. – Al decir esto Katniss movió las manos en círculos frente a su área púbica.

 Katniss hizo una mueca ante la imagen mental, muchos de los demás también fruncieron la cara imaginando el dolor que eso debía causar, aunque las vencedoras hicieron muecas de acuerdo, pues eran constantemente sometidas a esos largos tratamientos de horas.

- ¿Solo en tu mente? Yo casi mato a uno después de que me arrancara la primera tira en la parte baja de mi vientre, cuando se acercaron a mi vagina patee a uno tan fuerte que lo arroje sobre una de sus mesas metálicas de utensilios, me sentía como una fabricación, un muto. – Dijo Johanna molesta.

- Precisamente, yo como pájaro desplumado, pero me calle, no me queje ni una vez, y solo escuche, sabes que la idea de desnudarme no me gustaba, pero ellos eran tan extravagantes y extraños en todo sentido que mientras daban vueltas alrededor de mí con pinzas buscando el mínimo rastro de pelo para quitármelo solo podía imaginarlos como pájaros de exóticos colores picoteando a mi alrededor, dije algunas palabras tontas de agradecimiento y como en mi distrito no había algo asi, ellos casi lloraron a mares por esto, se fueron poco después.

- Y con esa interacción te encariñaste y ellos comenzaron a adorarte, ahora sé porque con tu primer encuentro de verdad con tu esposo, te enamoraste. – Katniss arrojo a su cabeza una galleta en represalia, todos se veían confundidos, intrigados por lo que eso pudiera significar.

- No, es, no sé, estando en el capitolio, esas semanas donde la sentencia estaba en mi cabeza, sus parloteos tontos eran un distractor para mí, ellos y mi estilista me hacían sentir mejor, me hacían ver hermosa, tan hermosa como jamás podría creer, antes al verme al espejo jamás lo pensé como un adjetivo para describirme, verme al espejo solo era para no parecer un desastre, que avisaran al orfanato y nos llevaran a Prim y a mí, pero ellos me hacían ver maravillosa y me hacían sentir poderosa, estaban tan felices cuando gane, y cuando los volví a ver no creerías cuanto extrañe sus balbuceos, pero cuando fue el vasallaje, yo sabía que no saldría con vida, todos lo hacían, ellos lloraban todo el tiempo y yo ya sabía que moriría, no necesitaba que alguien más me lo recordara y se lo dije a Cinna, no sé qué les dijo, pero en el último día, recuerdo que estaban totalmente callados maquillándome, hasta que sentí una gota caer en mi mano, al girar vi a Octavia, llorando en silencio, Venia la regaño y salió de la habitación, rato más tarde Flavius igual, y tuvo que salir, Venia termino haciendo todo, uñas, peinado, maquillaje, al terminar no sabía que decir, sería la última vez que la vería, quería decir gracias por cuidarme, por hacerme ver hermosa, lo que sea, pero ella se paró frente a mí, me sostuvo y me dijo lo orgullosos que estaban todos ellos de mí, el privilegio que fue para ellos hacerme lucir hermosa, después salió corriendo para no llorar frente a mí, no sabes las ganas que tuve de llorar después de eso, seguía despidiéndome de gente sin querer hacerlo.

- Bueno, al menos me alegro de que tu equipo no fuera tan imbécil como el mío.

- Para nada, a todos los quiero. – Dijo triste, claramente recordando a todos los que había perdido en ese tiempo.

- Estas recordando a la avox que cuidaba de ti. – Dijo con certeza Johanna, Katniss solo asintió.

- La lastimaron por mí, su sentencia de muerte vino por ser importante para mí. – Se lamento molesta. – Igual que la de Darius. – Esto paralizo a todos los del distrito 12 que reconocieron el nombre del pelirrojo.

- Eso no fue tu culpa, fue Snow. – Declaro Johanna.

- Lo sé, pero él sabía que la conocía a ella, estuve en el bosque cuando se la llevaron y de repente aparece justo en nuestro piso durante nuestra estadía, y me volví loca, fue como si me dijeran que sabían que estuve ahí y la única razón por la que nunca vinieron por nosotros fue porque no querían, pero en cualquier momento pudieron haberlo hecho, y con Darius, lo condenaron, si, esta bien, no era el mejor, pero era bueno, no nos hacia daño, era divertido, y cuando llegue y lo vi, mierda, ojala hubiéramos podido salvarlos a ambos. – Se lamento Katniss viendo por la ventana, Johanna dejo lo que hacía acercándose a ella por detrás.

- Katniss, todos perdimos personas, familia, amigos, conocidos, todos los que sobrevivimos nos sentimos culpables por aquellos que no salvamos, jamás me dejare de culpar por ser la causante de que mataran a mi familia, de haber perdido a tantos, hasta que me dejaron sola, entonces solo me quedaron los demás vencedores.

- Finnick. – Dijo Katniss sin girar a verla, aunque Johanna estuvo justo detrás de ella.

- Si, ese idiota, y Haymicht, el entendía, todos, bien o mal, terminamos aislados, porque como aprendiste, una vez que entras a esa arena, aunque salgas vivo, tu moriste adentro, y nadie lo comprende, excepto los demás vencedores, recuerdo tus juegos a la perfección, vi como saliste de ese túnel prendida en fuego y como todos vitoreaban tu nombre como locos, como fuiste a esa arena y luchaste cada día en un tablero de ajedrez donde tu eras obligada a jugar a ciegas y todos los demás movíamos piezas, hasta que quedaste al último, pero algo que todos vimos esos juegos además de tu capacidad y fuerza, fue cuanto Haymicht ya se preocupada por ustedes, tu eres su preciosa, ustedes fueron los primeros decididos a luchar con todo, y ante esto fue como si algo en el reaccionara, después de décadas viendo a sus dos tributos morir, tenia dos que estaban llegando a la final como favoritos, el y Effie estaban algo locos, pero entonces con su victoria vino otra cosa, que él se encariño con ustedes, en especial contigo, te volviste su niña, demasiado parecida a él, cuando te veía, se veía a si mismo, y se propuso protegerte como no hubo nadie para protegerlo a él, dándole a Snow algo para herirlo después de décadas, Katniss lo que quiero decir es que nada de lo que nos pasó, desde intentos de asesinato a tortura, nada de eso fue tu culpa, todos lo sabían y lo saben, tu ayudaste a dar la libertad que tenemos hoy, lamentablemente como bien aprendimos, no podemos salvar a todos. – Dijo Johanna, poniendo una mano en su hombro, cuando vio que Katniss no rechazo el contacto, se acercó, rodeándola con los brazos y apretándola fuerte entre ellos, intentando aliviar algo de su dolor.

Claramente todos pudieron ver como hablar del pasado era doloroso, como a pesar de años detrás de ellos, el dolor y culpa seguían pesando, podían verlo a través de ellas dos, especialmente de Katniss, igual que podían ver la intimidad que entre ambas mujeres se había desarrollado, una creada a partir de años de amistad y vivencias traumáticas similares.

-Bueno al menos ya confirmamos porque estoy aquí, al parecer querida seré tu estilista en unos meses, es un placer conocerte. – Dijo Cinna a Katniss después de un rato, cuando por fin las dos mujeres se separaron para hablar de cosas más triviales, dejándoles a ellos un momento de distracción para hablar.

- Igual que Effie y yo, todos nosotros estaremos en el equipo del doce este año. – Dijo Portia, aunque todos sabían que Effie llevaba años en él.

- Eres el nuevo, lamento que te arrojaran a mi distrito, no hay mucho que puedan hacer. – Dijo Katniss sincera sin poder pensar en alguna posibilidad de lo que ellos pudieran pensar, solo deseando por dentro “No polvo de carbón” “No polvo de carbón”

- Eso lo dudo, si lo que Johanna del futuro dijo es cierto, nuestro plan no salió nada mal. – Aseguro Portia emocionada con ver el resultado.

- Oigan al parecer esto aquí no a término. – Llamo Haymicht la atención de todos, para ver la puerta de entrada abrirse, dando paso a una niña de cabello oscuro y ojos verdes, entrar corriendo emocionada.

- Tía Katniss. – Llamo la niña emocionada saltando contra la mujer que la levanto con facilidad.

- Hola muñeca, me alegra tanto verte. – Katniss parecía feliz sosteniendo en el aire a la niña.

- Hola, ya llegamos. – Effie entro, con otra pequeña niña en la cadera, este se veía igual a la anterior, solo que era más pequeña, paso la pequeña niña a Katniss cuando se estiro para saludarla.

- Abuela!!! – Llamo con fuerza Rion corriendo a la cocina para aferrarse con fuerza a las piernas de la mujer detrás de él, venia Maggie que rápidamente saludo a la mujer, para después chillar emocionada al ver a las niñas.

– Ronin!!! – Chillo Maggie con fuerza empezando a saltar en los pies de su madre hasta que bajo a la niña más pequeña de tal vez unos tres años.

-Mags. – La niña se tambaleo hacia la más pequeña, cayendo en un lindo abrazo, pronto se olvidaron de todo y ambas corrieron de vuelta a la sala con Rion siguiéndolas.

- ¿Por qué nuestras hijas tienen que ser tan malditamente adorables? – Dijo Johanna a Katniss que se rio divertida, dejando un beso en la niña que seguía en sus brazos.

- Nuestras hijas. – Grito la Johanna del pasado, que giraba la cabeza de un lado a otro, entre la pequeña en brazos de Katniss y aquella que corrió fuera de la cocina, basto su expresión de incredulidad y unos segundos para que todos los demás registraran lo dicho para que comenzaran a reír, con mucho el que sobresalía de todos era Finnick, que veía encantado a la niña.

- Oh Manson, esto es espectacular. – Dijo entre jadeos Cashmere mientras Gloss se abrazaba el estomago de la fuerza de su risa.

- Jamás pensé que vería esto. – Dijo Chaff recargándose en Haymicht que reía con él, la única razón por la que Johanna no pudo decirles que se callaran fue por la sorpresa que cubría su rostro.

- Tía Kat ¿Dónde está Rose? – Pregunto dulcemente la morena, rodeando sus hombros con los brazos.

- Salió un rato con Amelia, pero no creo que tarden mucho, ve a jugar con los demás en lo que viene. – Katniss bajo a la niña que salió corriendo de la cocina para ir con los demás.

- Si, definitivamente volvimos a casa. – Dijo Johanna cuando de la sala llegaron los chillidos y agudas risas de los niños.

- Bueno, ya era hora se les extraño. – Dijo Effie animando a Katniss y Johanna.

-Creo que cruzamos a otro mundo extraño, porque esas no pueden ser mis hijas. – Dijo Johanna incrédula, estirándose un poco hacia la sala para ver si podía ver a las niñas.

-Vamos Jo, es obvio que son tuyas, se parecen demasiado para no serlo. – Comento Finnick encantado de ver la crisis de Johanna, pero feliz de saber que, de algún modo en el futuro, si eso era esto, los juegos ya no existían, y su mejor amiga era feliz.

- ¿Dónde estaremos los demás? – Pregunto Chaff curioso, intrigado cada vez más por todo esto, mientras dejaban a las mujeres hablando en la cocina.

- Bueno hablan de no solo los juegos de Katniss, sino también sobre el vasallaje y hacer mención que de algún modo Johanna y Katniss estuvieron juntas en los juegos, lo que podría darnos la respuesta de en qué consistirá el siguiente vasallaje. – Dijo Cashmere después de unos segundos, consiguiendo la atención mortificada de todos.

- No querrás decir lo que creo ¿Verdad? – Dijo Cecelia asustada por la idea que Cashmere les presento.

- Creo que Cashmere tiene razón, con lo que hemos oído, creo que el siguiente vasallaje será de vencedores, eso explicaría que hacemos todos nosotros aquí, todos seguimos principalmente a Katniss, una próxima vencedora, ya vimos las razones por las que algunos que aún no conoce están aquí, eso significa que en algún momento antes o durante el vasallaje, todos nosotros la conoceremos. – Dijo Finnick con lógica.

- Si, pero eso mismo significa que algunos de nosotros para este punto ya no debemos estar vivos. – Dijo Wiress como si nada, paralizando a todos que no habían pensado en eso.

- ¿Por qué crees eso? – Pregunto Gloss nervioso.

- Porque todos somos vencedores, algunos más fuertes que otros, otros más listos, pero al final de algún modo ganamos, por ahora sabemos que Johanna y Katniss estuvieron juntas ahí, pero no tenemos idea de como las dos salieron, también Haymitch, si son dos tributos, el distrito 12 solo tiene dos vencedores, lo que haría que el también estuviera ahí, pero el también está vivo, si lo que han dado a entender dice algo, de algún modo los juegos se interrumpieron o ellas escaparon, lo que podría indicar que otros también, pero durante todo esto debió de haber encuentros y peleas, lo que significa que algunos de nosotros no sobrevivimos al vasallaje o a la guerra. – Dijo Bettee expresando algunos de los pensamientos que últimamente ha tenido.

- Demonios, tenemos que saber ya que paso, pero parecemos estar atados a la velocidad que avanza esto. – Expreso Chaff molesto hacia el entorno y los niños, Sedder lo calmo poniendo una mano en su hombro, molestarse no harías las cosas correr más rápido.

- ¿Creen que ir a algún otro lado de aquí nos ayude a saber algo? – Pregunto Gale curioso.

- No lo creo, tal vez fue importante, pero parece ser que lo que sea que paso ya fue hace muchos años, encontrar a alguien hablando específicamente de todo esto a detalle seria difícil. – Dijo Haymitch después de considerarlo un segundo.

- Tal vez con los niños podremos saberlo, Rose ya parece interesada en saber que pasa, tal vez si se interesa más termine sabiendo más cosas y por ende, nosotros. – Dijo Madge a lo que los demás tuvieron que ceder dándole la razón.

-

Pasaron otros dos días antes de que algo interesante nuevamente volviera a pasar, solo lograron escuchar referencias aquí y allá, pero nada más que indicara algo personal para ellos o algo nuevo que no supieran antes.

Se encontraron en la cocina con Katniss y los hijos de Haymicht, estos escapándose a su casa para dejar que sus padres tuvieran algo de tiempo juntos. Los demás niños correteaban afuera divertidos.

-Oye tía K, tenemos una pregunta. – Dijo uno de los gemelos llenándose la boca con cereal.

- Claro, adelante cariño. – Dijo la mujer mientras guardaba cosas en los estantes después de ir de compras temprano.

- Queríamos saber algo ¿Quién fue tu primer beso? – Pregunto el chico que ahora sabían tenía que ser Thomas.

- Okey esto por fin se vuelve interesante. – Dijo Gloss divertido, Katniss vio molesta como todos comenzaban a poner atención a lo que sea que estuviera pasando.

- ¿De dónde viene esta pregunta? – Dijo Katniss volviéndose a verlos divertida, ambos chicos viéndola expectantes.

- Bueno es que Thomas cree que tu primer beso fue el tío, pero yo creo que eso no es cierto, en ese video se ve que claramente pareces saber lo que haces, el primer beso importante de verdad de alguien nunca se ve tan confiado y apasionado. – Dijo Tobias divertido hacia la mujer, que cada vez se le hacía más difícil contener su sonrisa.

- Por favor dime que al menos tu primer beso no fue con el idiota de Gale. – Pidió Thomas a su tía que rio.

- No, no fue con él. – Dijo Katniss consiguiendo suspiros relajados.

-Oye. – Exclamo molesto Gale al escuchar a los gemelos, aunque los demás lo vieron divertidos.

- Bueno, creo que es obvio quien no es el futuro esposo de Katniss. – Dijo Chaff molestando al chico.

- Era obvio que mis hijos no son de Gale. – Dijo como si nada Katniss consiguiendo la atención de todos.

- ¿Cómo estabas tan segura? – Pregunto Bettee intrigado.

- Por Riu. -Fue lo único que dijo Katniss encogiéndose de hombros a su lado Madge confirmo esto, consiguiendo miradas sorprendidas.

- ¿Entonces con quién? – Pregunto Tobias intrigado. – Algún chico de la escuela.

- O tal vez si fue el tío y solo eres buena besando. – Intento Thomas para ganar su apuesta, las miradas picaras en los rostros de ambos fueron suficientes para hacer reír a Katniss con verlos.

- Pues no, puedo confirmarles que no fue con ninguna de sus opciones, asi que ambos perdieron la apuesta. – Dijo Katniss, pero esto sorprendió a los chicos que la miraban sin entender.

Los demás vieron hacia su Katniss que estaba sonrojada y parecía hacer muecas molesta hacia su yo adulto como si eso fuera hacer que se callara y no rebelara lo que sabia que ahora diría, Madge miraba divertida todo esto, esperando a ver si decía la verdad.

-Oh vamos, entonces ¿Quién fue? – Pregunto Tobias intrigado.

- Mi amiga Madge. – Dijo Katniss después de unos momentos de dejar en suspenso a sus sobrinos, que saltaron completamente sorprendidos con la noticia, los del pasado al unísono se giraron a ver a su Katniss que estaba completamente roja, Madge a su lado se veía igual, pero también parecía tragarse las risas.

-¿Eso ya paso? – Pregunto Prim inocente, consiguiendo que Katniss se viera acorralada.

- Claro que sí, por su cara era obvio que sabia lo que su futuro yo diría. – Dijo burlón Finnick, mientras muchos miraban sorprendidos a la chica, pues a pesar del corto tiempo que habían pasado juntos, no fue algo que la imaginaran haciendo.

-¿Que? – Pregunto Tobias alzando la voz.

- No pensaba que fueras una rompecorazones tia K. – Dijo Thomas haciendo reír a la mujer que veía a ambos chicos divertida.

- No soy una rompecorazones, Madge era mi mejor amiga, y bueno, la curiosidad es natural. – Dijo sonriendo divertida, más por las miradas incrédulas que le daban ambos chicos.

- Si antes eras mi ídolo ahora más. – Dijo Tobias viéndola como si fuera la persona más increíble del mundo, lo que hizo que la mujer al avanzar al fregadero lo viera sobre su hombro y le lanzara un guiño.

- Muy bien, entonces tu primer beso fue con una chica o primeros besos, bien. – Dijo Thomas que parecía seguir digiriendo la nueva información.

- ¿Pero tu primera vez si fue con el tío? ¿Verdad? – Pregunto Tobias como si el pensamiento intrusivo acabara de llegar a su mente.

Si antes Katniss estaba sonrojada, ahora todos pudieron ver como su rostro dio paso al guinda.

-¿O también fue con Madge? – Sugirió Thomas.

- No, no fue con ella, pero tampoco fue con tu tio, bueno, no técnicamente hablando. – Dijo Katniss como volviéndose a verlos, movió la cabeza de un lado a otro como si sopesara cual era la verdad de la pregunta.

- ¿Cómo es posible que pueda o no ser que perdieras tu virginidad con el tío? – Pregunto Tobias dudoso.

- Bueno es que hice otras cosas con alguien antes asi que depende de lo que consideres para saber si para ti la perdí o no. – Dijo Katniss divertida al ver a sus sobrinos que parecían a punto de tener un corto circuito en la cabeza.

- ¿Con quién? – Pregunto Tobias.

- ¿Lo conocemos? – Pregunto Thomas.

- ¿Fue bueno? – Pregunto Tobias a toda velocidad después de su hermano.

- ¿Fue Gale? – Pregunto al final Thomas, consiguiendo que ambos frenaran sus preguntas cuando Katniss hizo una mueca de asco ante el pensamiento.

- ¿Por qué alguien dice el nombre de ese imbécil en esta casa? – Dijo Johanna entrando a la cocina para ver a Katniss sacudiendo la cabeza como si eso fuera a sacar la idea de su cabeza.

- Los chicos quieren saber quien fue mi primera vez y preguntaron si fue con él. – Le explico Katniss, Johanna frunció la boca frente a ella y en medio de lo que parecía una platica en silencio entre ambas mujeres los chicos siguieron comiendo, llenándose la boca de cereal.

- ¿Por qué quieren saber eso? – Termino preguntándoles a los chicos Katniss.

- Curiosidad. – Dijeron ambos sin dejar de comer.

- Bueno ya que tienen tanto interés, si conocen a la persona. – Dijo Katniss consiguiendo la atención de los chicos que dejaron su comida en la boca sorprendidos. – Y no, no fue Gale.

- Fue alguien mil veces mejor que al menos sabe complacer a una mujer. – Dijo Johanna por ella dándole emoción.

- ¿Qun? – Balbucearon ambos con la boca llena, por lo que salió más como un pujido, pero que ambas reconocieron por lo que intentaron decir “¿Quién?”

- Esta frente a ustedes. – Dijo Katniss divertida, podían verla forzando su boca a no mostrar la sonrisa que parecía querer extenderse en su cara, ambos chicos primero lucieron desconcertados, sin entender que quiso decir la mujer, aunque los observadores se veían igual, hasta que Finnick rompió el silencio con una fuerte carcajada, siendo seguido lentamente por los demás cuando se dieron cuenta de lo que aquella Katniss decía, mientras la suya parecía sumamente mortificada viendo hacia Johanna que la miraba con lascivia para molestarla.

- Chicos fui yo. – Dijo Johanna entre divertida y exasperada al ver como ambos veían entre ellas como si no pudieran comprender las palabras de Katniss, vieron como los ojos de ambos se abrieron hasta sus límites, mostrando el blanco de sus ojos, Johanna reacciono rápido al ver lo que harían, jalando a Katniss de la mano, la abrazo por la cintura y la aparto del camino cuando ambos chicos escupieron con fuerza la leche y cereales que habían mantenido en su boca, terminaron recargadas en la pared abrazadas, asomándose cuando pareció que habían terminado y empezaron a jadear por aire.

- ¿Están bien chicos? – Pregunto Katniss tragándose la risa.

- Creo que los rompimos Kat. – Dijo Johanna divertida viendo como las veían de una a otra y veían como Johanna seguía sujetándola, casi como si ese simple tacto fuera a mostrar alguna clase de secreto, una comodidad intima que no solo era de amistad y de tiempo, sino algo llevado a más muchos años antes y que antes no habían logrado distinguir.

-Que mierda. – Soltó Gale molesto viendo con fiereza a Katniss que levanto las manos como rindiéndose, Haymicht se acerco a callarlo cuando Katniss escucho una ligera risa cerca, divertida, pero que no le resultaba tan molesta como las de los vencedores y capitolinos, al voltear se encontró con Peeta viendo divertido el asunto, negando fascinado.

- ¿Qué cosa? – Pregunto Katniss al chico que la veía incrédulo.

- Nada. – Dijo Peeta, pero seguía sonriendo.

- De ser nada no te reirías, ¿También te enojaras? – Pregunto escueta haciendo referencia hacia Gale que parecía seguir queriendo hacer pucheros.

- No hay nada de que enojarse, que te guste una chica no es diferente a que te guste un chico y ciertamente no hay indignación ahí, la familiaridad e intimidad que esa Johanna y tu comparten viene de tiempo y de muchas vivencias, de haber sobrevivido juntas, no tiene nada de malo, en realidad es bueno ver que tienes a alguien tan cercano, es como si fueran mejores amigas, una clase extraña de hermanas, alguien que te comprende en todo sentido, como Haymicht, nadie debería estar solo en las vivencias duras, es bueno que la tengas, solo…

- ¿Sí? – Le pregunto Katniss queriendo saber que más diría

- ¿Por qué crees que me molestaría? – Pregunto el rubio extrañado.

- Bueno Gale se enojo por nada, pero tu te reíste, solo tuve curiosidad. – Dijo sonriendo ligeramente, algo sonrojada de hablar con el chico que sonrió emocionado de haber hablado con ella y no haber tartamudeado, sin tener idea de que la respuesta verdadera pasaba en ese momento por la mente de la chica “Porque si no me equivoco, tú eres mi marido”

Notes:

Hola.

¿Qué les pareció? ¿Les sorprendió lo que hice? ¿Cómo termine enredando a Katniss tanto con Madge y Johanna? Lo siento, pero los fics de Johanna y Katniss me gustan tanto como los de ella con Peeta, así que espero también les guste o al menos les divierta como lo introduje aquí, nos vemos la próxima.

Los comentarios son agradecidos, muchas gracias por su apoyo a todos los que sigan aquí.

Bye.

Chapter 6: Un cambio de imagen doloroso

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Capítulo 6: Un cambio de imagen doloroso

-Este tema es sumamente interesante ¿Quién lo pensaría de la chica? – Dijo Gloss burlón hacia Katniss que lo miraba molesta por tantas burlas que los demás hacían.

- ¿Podemos continuar con lo que sigue? Algo más interesante debe de suceder. – Dijo Katniss, pero parecía más una súplica a los del futuro para que algo pasara, como si su petición se escuchara, la puerta principal se abrió, esto se vio acompañado por el fuerte llanto de Rose que llegaba hasta ellos.

- ¿Cariño? ¿Qué paso? – Katniss adulta reacciono de inmediato al sonido de su hija llorando, fueron hacia la puerta para encontrar a una Rose llorosa cubriéndose la cabeza y una pequeña Kate que venía luciendo un ojo morado.

- ¿Quién te hizo eso? – Cuestiono de inmediato Johanna pasando a Katniss para avanzar de inmediato a su hija, que seguía sujetando con fuerza la mano de Rose.

- Esos estúpidos niños que molestan a Rose. – Dijo Kate completamente enfadada.

- Demonios, ya me hartaron, iré yo misma a partirle la cara a las madres de esos pequeños bastardos. – Dijo Johanna molesta, despotricando a un lado, mientras Katniss se arrodillaba frente a su hija.

- Mi amor ¿Qué paso? ¿Por qué lloras? ¿Te hirieron? – Pregunto Katniss preocupada tomando suavemente los brazos de Rose, pero rápidamente noto que su cuerpo estaba bien a pesar de la suciedad que tenia en la ropa, intento quitarle la capucha que cubría su rostro, pero la niña se hizo un poco hacia atrás. – Cariño si te hirieron necesito ver.

- Te enojaras. – Balbuceo Rose entre lágrimas, los chicos veían a un lado detrás de sus tías sin tener idea de lo que pasaba, Thomas desapareció un momento para volver con una bolsa con hielos y entregársela a Johanna para la cara de Kate.

- Me enojare por lo que te hicieron, pero no me enojare contigo. – Prometió Katniss, permitiéndole un momento más a su hija.

- Pero no me defendí.

- Fueron todos ellos contra ti, son unos cobardes, como podrías defenderte, además te atacaron por la espalda. – Gruño Kate, todos los que veían claramente el parecido con Johanna por el tono de la voz.

- Me ocupare de ellos después, claramente hace unos días el mensaje no se entendió como debía. – Dijo molesta la mujer viendo hacia Johanna que asintió, pero cuando Katniss se volteó, esta vio hacia los gemelos que asintieron comprendiendo el mensaje que la mujer les quería decir, los demás lo notaron, tal vez Katniss iría a hablar con los padres, pero Johanna estaba yendo por una opción más al nivel infantil, tal vez ella no podría hacer nada, pero ahora los gemelos y Amelia estaban encomendados a la tarea de hacer sufrir a los mocosos. – Ahora déjame ver. – Pidió nuevamente Katniss y con tristeza, luciendo completamente derrotada, Rose dejo caer las manos, permitiendo que Katniss quitara la capucha, revelo la cabeza de Rose, donde antes hubo una gran melena castaña oscuro como la de su madre, ahora el cabello estaba completamente tijereteado casi al ras de la cabeza en algunas partes, mientras que lo que quedaba estaba manchado en color rubio, demasiado rubio como para ser pintura o algo sobre puesto, al tocarlo, Katniss pareció confirmar que era el cabello de su hija.

- ¿Qué demonios? – Dijo sin aliento Johanna al ver a la niña.

- Me cortaron el cabello. – Grito con demasiado dolor Rose por su cabello, deshaciéndose nuevamente en un mar de lágrimas, dejo que su madre la arrastrara hacia su cuerpo, donde se escondió llorando amargamente.

Katniss olfateo su cabeza cuando la tenia así, frunciendo la nariz por lo que sea que debieron arrojarle para quitarle el color a su cabello, levanto en brazos a Rose y la llevo a la cocina donde la sentó en su regazo, los demás siguiéndolas hasta ahí.

-¿Saben que le arrojaron? – Pregunto Johanna revisando los mechones recortados de su sobrina.

- No, pero olía un poco como el alcohol. – Dijo su hija, a lo que los adultos especularon debió ser agua oxigenada o algo por el estilo.

- Vayan por su madre y quédense ustedes con los niños, díganle que es mejor que traiga sus cosas para intentar arreglar su cabello. – Katniss les dijo a sus sobrinos que salieron rápidamente de la casa.

- Tranquila, esta bien, se que debes estar molesta, no debieron de hacer eso, ni lastimarte, pero volverá a crecer. – Tranquilizaba suavemente Katniss frotando la espalda de su hija.

- Pero ellos lo hicieron para molestarla. – Dijo molesta Kate llamando su atención.

- ¿De qué hablas? – Le pregunto Johanna a su hija.

- Saben que a Rose le encanta su cabello por ser igual a la tía K, por eso le hicieron eso, porque saben que eso la lastimaría.

- ¿Es eso cierto bebe? ¿Por qué no quieres dejar de verte como yo? – Pregunto Katniss a Rose que soso moqueaba, Johanna le paso papel para secarse los ojos ahora que estaba un poco más tranquila.

- Es que nos parecemos, no me parezco a papa, y tu eres hermosa, quiero ser así y ahora no me parezco. – Dijo molesta, la voz de Rose se cortó lamentándose, volviendo a llorar.

- Cariño eres mi hija, incluso si no nos pareciéramos, eres mía. – Dijo Katniss sin poder entender completamente que pasaba.

- Pero ya no puedo peinarme y quiero verme como tu… - Las lagrimas volvieron a caer, Johanna y Katniss se vieron con una mirada algo desesperada, los niños eran tercos por naturaleza, y muchas veces con ideas extrañas que les llegaban y no paraban con las lagrimas hasta obtener lo que quisieran o se cansaran al ser ignorados, pero esto parecía un poco más profundo, sabían que lo que hicieron al atacar así podría pasar desapercibida, los golpes eran diferentes, pero atacar la imagen podía ser muy doloroso mentalmente, pero generalmente seria más benigno ante los ojos de otros, como una broma pesada o algo así, pero sabían que el dolor que sentía Rose era completamente normal y entendible.

- Pobre niña, estúpidos mocosos, espero que hagas algo contra ellos niña. – Glimmer dijo molesta viendo hacia Katniss que, a pesar de verse molesta, asintió como si nada. – Y será mejor que tu yo grande haga sufrir a esos niños. – Dijo esta vez hacia Johanna sabiendo que la chica seria aun mas peligrosa, los pocos escrúpulos que tenía la hacían más peligrosa sabiendo que podía rebajarse al nivel de ellos.

- Me ocupare de ellos, aunque parece que sus hijos me ayudaran. – Dijo Johanna apuntando hacia Haymicht y Effie.

- Habitualmente me molestaría por eso y que mis hijos se comporten mal, pero que ataquen la imagen personal de alguien es un límite claro para mí, no me opondría a que les ayudaran a vengarse por el crimen que hicieron contra el cabello de Rose. – Opino Effie, sorprendiendo a todos los que la oyeron, ciertamente Effie parecía que habían tijereteado su propio cabello con lo enojada que se veía.

- Okey esto es sorprendente, pero ¿Por qué no mejor seguimos viendo esto? – Propuso Gale, aunque sorprendido un poco por el arrebato de Effie, también quería saber que pasaría con la hija de Katniss, en especial ver si le harían algo a esos niños.

- ¿Entonces de las cosas que más te molestan de que te hubieran cortado el cabello es que no te pareces a mí? – Escucharon a Katniss mayor hablar con su hija, al parecer se perdieron parte del argumento, Rose asintió luciendo demasiado triste, pero al menos ya no lloraba.

- Ellos dijeron que ahora si parecía que me habías adoptado, porque no era posible que alguien tan cobarde y estúpida fuera tu hija. – Confeso Rose lo que le dijeron.

- Claramente no conocen a tu madre, ciertamente no es cobarde, pero la parte de estúpida, pues… es debatible. - Dijo Johanna frente a ellas en la isla de la cocina, Katniss tomo la bolsa de hielo derretido de las manos Kate y le dio una rápida bofetada con ella a Johanna que la miro indignada, el golpe dio de lleno en la cara Johanna, girándola, la cara de sorpresa que hizo lanzo a ambas niñas en un ataque de risas, aunque todos los que veían igualmente se rieron por esto.

- Ignorando aquello que dijo tu tía, lamento que lo que te digan te afectara bebe, pero que nuestra apariencia no sea parecida no te hace menos mi hija, pero ya que parece afectarte tanto, creo que tengo una manera de arreglarlo. – Sugirió Katniss dejando a su hija sentada en la silla a su lado, sin darle tiempo a nadie para reaccionar, se estiro hacia el juego de cuchillos en la isla de la cocina, tomando las tijeras de la última línea las movió hacia ella, llevándolas al costado de su cabeza, hizo un rápido corte que provoco ruidos asombrados de todos los espectadores, dejo caer frente a su hija el gran montón de cabello moviéndose del otro lado corto, dejando su cabello por encima de sus orejas, pero claramente desigual. – Listo, ahora Effie también tendrá que arreglarme a mí. – Dijo como si nada, dejando las tijeras frente a ella, Johanna miraba entre asombrada y horrorizada, mientras que su hija la veía con estrellas en los ojos como si fuera lo más increíble.

- Pero tu cabello mama. – Dijo Rose asombrada, estiro la mano y paso sus manos por su cabello, las cortas hebras corrían entre los dedos ya sin poder cubrirlos.

- Mi cabello volverá a crecer, igual que el tuyo, tenerlo corto un tiempo no me importa. – Se vieron interrumpidos por la puerta abriéndose y Effie hablando sin parar sobre lo que haría, llamo a Rose sin esperarla, subiendo inmediatamente las escaleras, por los fuertes golpes sabían que llevaba algo con ella. – Ya llego, ahora porque no van con la abuela, y dile que cuando termine contigo, pasara conmigo, ahora vayan. – Katniss ánimo, ahora una más tranquila Rose se dejo llevar de la mano por Kate, sus rápidos pasos por la escalera fueron el único sonido que quedo, dejando un extraño silencio entre las mujeres.

- ¿Qué mierda hiciste? – Dijo sin voz Johanna viéndola.

- Solo llama a Effie. – Dijo con voz cortada Katniss mientras con expresión asustada pasaba las manos por los mechones cortos y veía hacia los restos cortados.

-¿Estas loca? – Dijo Gale viéndola.

- Cállate. – Le corto Madge molesta antes de que la hiciera sentir peor, pues veían como Katniss miraba desenfocada el aspecto de su yo mayor.

- ¿Cómo se le pudo ocurrir hacer eso? Su cabello era hermoso. – Dijo Cashmere casi sintiendo dolor.

- Eso es tener huevos. – Dijo Gloss viendo a la chica.

- Al parecer fue lo correcto, Rose se sintió mejor después de eso. – Dijo Katniss asintiendo, aunque también parecía movida por lo que hizo y la apariencia de su yo mayor.

- Claro ahora las dos se ven igual de horribles. – Dijo Johanna para molestarla, negando divertida, Katniss le dio un fuerte empujón que la hizo tropezar sobre Finnick que divertido la atrapo e impidió que se arrojara sobre Katniss, viendo como de algún modo ellas se volvieron amigas en su extraña relación, ya quería saber como paso esto, pues parecían tener una peculiar relación.

- Cierra la boca. – Dijo indignada en nombre de su hija, no le importaba que le hubieran recortado el cabello, incluso entonces su niña era hermosa.

-

- ¿Por qué no nos dejaron ir con ellas? – Pregunto aburrido Chaff, había pasado un rato después de todo el incidente, Rose y Kate habían sido mandadas a jugar fuera justo después de arreglar el cabello de Rose.

Al final Effie no pudo hacer mucho, solo cortar bien su cabello, dejando un corte de duendecillo y emparejo la decoloración de su cabello, dejándolo en rubio, uno que según la mujer era igual al de su padre, después de eso, Katniss y Johanna subieron juntas a encontrarse con Effie, la única señal de que habían llegado fueron los gritos de Effie en cuanto vio la cabeza de Katniss, pero la mujer no permitió que nadie subiera, esos momentos de belleza eran privados, en especial si como había visto, debería cortar aun más su cabello, lo que quedaba para emparejarlo, por lo que debían permitir esa privacidad para que Katniss se aclimatara o llorara si quería, la pobre sacrifico su cabello para consolar a su hija, no fue su elección, pero fue un dulce sacrificio para consolar a su hija, solo harías algo así por alguien que amas mucho.

-Porque ellas necesitan privacidad. – Le dijo molesta Cecelia, Chaff ya había preguntado cuatro veces antes.

- Además no creo que todos entremos en el baño. – Proporciono Blight tirado en el pasto.

Todos salieron un rato, dejándose caer en las escaleras y la entrada de la casa, en diferentes posiciones rodeando a Rose y Kate que jugaban con unas cartas de colores.

Justo entonces el sonido de voces y pasos adentro les llamo la atención, Kate fue llamada adentro por Effie cuando ella salía de la casa y tomaba el camino a la suya, prometiendo tener la cena y que esperaba a todos en unas horas, Rose se quedo sola en las escaleras, juntando toda la baraja y jugando con ellas de un lado a otro y mezclándolas.

El sonido de la puerta volviéndose a abrir atrajo su atención, la boca de varios cayo cuando vieron a Katniss saliendo, su cabello ahora corto, peinado hacia un lado, en perfecto arreglo como si el aire lo hubiera despeinado de manera natural, pero lo que más los sorprendió fue que el color había cambiado completamente, ya no era su hermoso todo caoba oscuro, sino que era rubio, lo que sorprendentemente la hizo ver hermosa con los jeans ajustados que tenia y su chaleco café sobre una camisa de manga larga negra.

-Te arruinaron. – Dijo Gale con una mueca, ganándose un fuerte golpe de Cashmere que estaba detrás de él sobre la barandilla de piedra, Katniss pensó que se veía muy bien, hermosa, pero las palabras de Gale rompieron eso, haciéndole bajar la cabeza.

- Hermosa. – El susurro atrajo su atención, para ver que, sentado frente a ella, del otro lado del camino de entrada, estaba Peeta, sus ojos azules creciendo desmesuradamente para ver con asombro a su yo mayor, un empujón a su lado la hizo girar, para encontrar a Madge levantando el pulgar con aprobación, y subiendo y bajando las cejas mientras veía hacia Peeta lo que hizo que su sonrojo empeorara, bajando por su cuello.

- El cabello corto te queda bien preciosa. – Dijo Haymicht desde su lugar sentado, Katniss volteo a ver a los demás para verlos sonreír y asentir de acuerdo.

- Los cambios suelen ser buenos, pueden mejorar los desarrollos que antes ya eran precisos. – Opino Wiress desde su lugar, su mirada de ensoñación no le dejo saber que tan presente estaba y la certeza de sus palabras.

- Bueno niña, al parecer tu momento de locura te beneficio, luces sexy. – Dijo Johanna asintiendo, Cashmere, Portia y Effie dieron su aprobación, dándole la razón, lo que sonrojo a Katniss que murmuro un agradecimiento al ver que ellas hablaban en serio.

Katniss bajo los escalones hasta llegar al mismo que Rose, donde se dejó caer, permaneció en silencio por unos momentos, hasta que Rose levanto la vista a verla, la fuerte exhalación de Rose fue lo que hizo que Katniss girara la vista a verla, la niña la veía como si hubiera colgado las estrellas en el cielo.

-¿Qué te parece cielo? ¿Volvemos a ser lo suficientemente parecidas? – Pregunto juguetona, inclinándose hacia su hija.

- Te vez hermosa. – Chillo la niña arrojándose contra su madre, se quedaron viendo como Katniss sostenía a la niña en su regazo, ambas disfrutando del momento juntas, viendo su nuevo aspecto.

Katniss veía esto embelesada, siempre había dicho que no quería hijos, en especial después de la muerte de su padre y todos los problemas y dificultades por las que tuvo que pasar para mantener con vida a su familia, pero este futuro que estaban presenciando, le hacia desear lo contrario, claro mientras eso también estuviera incluido el final de los juegos del hambre, porque ese probablemente era su mejor razonamiento para no tener hijos, el riesgo de que termine en la cosecha, de que pueda terminar siendo cosechado y verlo morir en un cruel y frio espectáculo donde grabarían su muerte para el disfrute del Capitolio, era algo que la aterrorizaba, pero este futuro se veía lleno de amor y esperanza, claro que aún no sabían mucho de lo que había pasado, de todo lo malo que paso, de todo el costo que fue participar en lo que eran los juegos y al parecer en la guerra, pero ver a esa pequeña niña abrazando a su yo adulto y todo el amor que parecía desbordar de su futuro yo por ella, bastaba para considerar la idea de verdad como una posibilidad real.

-Hey niña. – La voz de Cecelia llamo su atención. – Nada mal. – Le dijo sonriendo, felicitándola con un asentimiento, Katniss no se sentía completamente merecedora de eso, aun no era madre, aun era una adolescente, pero que otra mujer que era madre reconociera que ella no era mala, era algo bueno, haciéndola sentir que, si ella misma llegaba a tener hijos, podría con eso, incluso cuando en momentos difíciles donde no supiera que hacer, encontraría una manera para mejorar las cosas y no lo haría horrible, sus hijos no la resentirían como ella a su madre.

-

Por suerte la catástrofe del cabello había sido resuelta con éxito por Katniss, aunque si escucharon que estaba algo preocupada de lo que pensaría su esposo de tan radical cambio de apariencia, cosa que Johanna calmo rápidamente al mencionar el gran amor que tenía por ella, que, si las marcas de quemaduras no habían disminuido su amor por ella y tampoco la tortura, un corte de cabello no le haría pedir un divorcio.

Pero en los siguientes tres días, donde Katniss pareció resolver el problema con los niños, o con sus padres y evito que Johanna los matara, aunque debían aceptar que fue divertido ver la cara de todos los padres de esos niños, tanto hombres como mujeres, tragar con fuerza cuando vieron a ambas acercarse y notaron el hacha que llevaba Johanna en el cinturón, además de ver la reacción de todos cuando notaron el cambio de look de Katniss, algunas de las mujeres dieron un comentario mordaz, pero Katniss los acepto sin quedarse callada, pues sus respuestas fueron tan agudas y concisas que parecieron mordidas de serpiente, poniéndolas en su lugar desde el inicio, ciertamente aprendieron lo intimidantes que podían ser juntas, además del buen equipo que hacían.

-¿Estamos seguros de que en realidad no son ustedes las que están casadas? Porque parecen una pareja casada. – Cuestiono Gloss divertido al ver a Katniss poner la mano en la espalda baja de Johanna como apoyo.

- Cierra la boca. – Le gruño Johanna molesta.

- Jo, vamos, debes aceptar que tiene razón, al menos parecen esposas del trabajo. – Dijo Finnick divertido, chocando los cinco con Gloss, los últimos días todos les hacían burlas por como actuaban sus yos futuras.

-

El problema de estos días, después de resolver los problemas con la pequeña pandilla, que satisfactoriamente se enteraron, no lograron sentarse bien en la escuela, fue la preocupación de Katniss por Buttercup, el gato había estado muy taciturno, Katniss tenia que ayudarlo a subir las escaleras, incluso llevarlo afuera para hacer sus necesidades, notaron algo claro, mientras todos intentaban calmarla a ella y a Rose sobre que este se repondría y que solo estaba cansado, detrás de ellas pudieron ver la preocupación crecer en sus rostros, la mano de Effie apoyada en el brazo de Haymicht con esa mirada triste, la preocupación del hombre por Katniss era clara, y sabiendo la edad que el gato debía poseer, no era para menos.

En cambio con Johanna la vieron hablar por teléfono con alguien, lamentablemente cuando Blight y Beete lograron acercarse más, solo dijeron que lograron escuchar la voz de una mujer, pero que no la reconocían, los demás escucharon lo básico de la llamada, Johanna instando a alguien a llegar antes, al parecer una invitada, la mujer también estaba preocupada por Katniss, aun no entendían porque Katniss tenia al gato de su hermana, en especial si parecía que al gato no le quedaba mucho tiempo de vida, pero Johanna estuvo ahí para Katniss intentando calmarla, la acompaño al veterinario con él, el cual solo les dijo que no podía hacer nada, era normal que el animal estuviera taciturno por la edad, pero a diferencia de los otros, no le dio grandes esperanzas, sino que de forma respetuosa intento avisar que era mejor que Katniss se preparara para despedirse, la mujer pareció que le rompieron el corazón con pensarlo, aunque ella sintió y pareció aceptarlo, acunando al animal con cariño en sus brazos, sus ojos se habían llenado de lágrimas que se negó a derramar mientras se iban del lugar.

-¿Por qué eres tan unida a Buttercup? Lo odias. – Le cuestiono Gale mientras veían a Katniss con Buttercup en brazos y Johanna a su lado en el sillón, acompañándola, queriéndola hacer sentir mejor.

-Eso mismo me gustaría saber. – Dijo Katniss, pero se guardo lo demás, no quería pensar en las opciones, el mal presentimiento que sentía y le preocupaba tener que confirmarlo ¿Dónde diablos estaba Prim? Hasta ahora habían visto más de una semana de su aparente vida adulta, pero en ningún momento menciono a su hermana si quiera.

-¿Mama? – La voz de Rose los trajo de vuelta, las mujeres mirándola mientras rodeaba el sillón para quedar frente a ellas.

-¿Qué ocurre cariño? – Pregunto amable Katniss, en su regazo descansaba Buttercup, ronroneando por las atentas caricias de su dueña.

- Buttercup ¿Estará bien? – Pregunto preocupada viendo al animal.

- Bueno, pues… - Katniss dudo, claramente sin saber explicar apropiadamente a una niña pequeña lo que era la muerte.

- Cariño, lo llevamos al veterinario, pero Buttercup es muy grande. – Intento Johanna, pero incluso ella se veía dudosa.

- ¿Va a morir? – Pregunto Rose, sus ojitos llenándose de lágrimas. – No quiero que muera mami.

- Oh cariño, yo tampoco, si pudiera me gustaría que el viviera aun mas que yo y asi el te acompañara toda tu vida, pero los gatitos no son eternos. – Admitió con tristeza Katniss mientras Rose se dejaba caer a su lado y estirando su mano derecha acariciaba la pequeña cabeza del animal.

- ¿Adonde ira? Si muere ¿Quién cuidara de Buttercup? Estará solo. – Se lamento preocupada por el animal.

- Bueno, ira al cielo, ahí tenemos muchos amigos, ellos lo cuidaran hasta que pueda ir con el. – Aseguro Katniss, intentando calmar a la niña, aunque su afirmación final hizo que Rose la viera asustada.

- Pero eso será dentro de muchos, muchos años ¿Verdad? – Cuestiono alargando las preguntas, asustada por la respuesta.

- Si mi vida, dentro de muchos, muchos años, el sabe que tardare mucho tiempo en llegar, pero el lo sabe, porque sabe que debo quedarme a cuidar de ustedes y algún día le contare muchas aventuras de ustedes cuando vuelva a verlo.

- Igual que todos tus amigos que están en el cielo, les contaras de nosotros.

- Oh claro que sí, tendré tantas cosas que decir, como la vez que tu padre se arrodillo para pedirme matrimonio y todo su pantalón se rasgó, dejando su ropa interior al aire. – Aporto Katniss ocasionando que el tenso ambiente cambiara, consiguiendo que Johanna se carcajeara por el recuerdo y Rose estuviera entre divertida y asombrada por la noticia.

La propia Katniss chica se rio de la escena en su mente.

- Creí que la pedida había sido perfecta. – Dijo Rose incrédula.

- Que haya ocurrido un accidente no quiere decir que no la considerara perfecta.

- Oh también podemos contar la vez que tu y Finnick aterrorizaron a tu esposo. – Dijo Johanna riendo divertida.

- ¿Qué le hicieron a papa? – Pregunto ansiosa la niña.

- Bueno, ambos estábamos heridos, quemaduras por los mutos y la manera de curarnos fue sumergirnos en agua salada y una crema especial, pero esta nos hacia ver horribles, nos hacía bultos gigantescos y nos daba una horrible tonalidad verde, así que mientras tu padre dormía, nos pusimos sobre él, le llame con una voz muy dulce para despertar, y entonces nos vio y grito muy fuerte. – Dijo Katniss divertida de recordar la escena, los que escuchaban reían divertidos por la imagen que les fue creada.

- No quiero decirle adiós. – Dijo triste Rose después de un rato acariciando a Buttercup.

- Yo tampoco cariño.

- ¿Tu estuviste lista para decirle adiós a los que murieron? – Le pregunto curiosa Rose a su madre.

- No, creo que jamás estas lista cuando es abrupto, a menos que la persona que quisiste estuviera enferma o muy grande, no estas listo, e incluso entonces a veces no lo estas. – Aporto su madre, vieron que cuando Rose se inclino un poco hacia el otro lado de su madre para ver a Johanna, espero la respuesta de esta, que vino con un pequeño y ligero asentimiento para darle la razón a Katniss.

- ¿Mama? – La pequeña voz de Rose se escuchaba dudosa, pudieron ver que la niña se veía apenada, pero que quería decir algo.

- Sabes que puedes preguntar cualquier cosa, mientras pueda contestar, lo hare.

- ¿Y no te enojaras? – Pregunto con voz queda.

- Claro que no ¿Por qué no preguntas? – Antes de que Rose pudiera por fin responder, el llanto de Peggy vino desde el segundo piso, llamando su atención rápidamente. – Rayos.

-Yo iré por ella. – Se ofreció Johanna, a lo que Katniss agradeció, notando que esto parecía importante para Rose.

- Bueno, ahora sí, dime que quieres preguntarme. – Katniss se concentro en su hija, aunque en sus brazos seguía acariciando a Buttercup.

- ¿Cómo murió la tía Prim? – Se noto que esto saco completamente de balance a Katniss que se vio a su hija paralizada.

La reacción de los observadores fue diferente, la voz de Prim atrajo la atención de todos que ahora parecían libidos por la impactante noticia, ciertamente si cuestionaran el estado de vida de alguno de ellos, jamás hubieran cuestionado el de la niña más pequeña.

-¿Katniss estas bien? – Pregunto asustada, pareció no captar bien lo que dijeron sobre ella, o tal vez prefirió ignorarlo, concentrándose en algo que podía resolver, como el mal aspecto que en segundos arruino el semblante de su hermana.

- No me siento muy bien. – Susurro Katniss, los labios pálidos preocuparon a varios, cuando pareció que Katniss trastabillaría Peeta logro atraparla, sabiendo que, si caía hacia Prim, esta no podría detener la caída de su hermana.

-Tranquila Katniss, siéntate, debemos escuchar lo que dicen, debes respirar. – Susurro el chico, Madge lo ayudo a guiarla a un sillón para permitirle un momento, aunque todos se veían como si lo necesitaran antes de escuchar la historia de la Katniss del futuro.

Notes:

Hola a todos.

Solo como una pequeña nota, la Katniss que imagino con el corte de pelo es la actriz cuando estaba en su etapa entre las pelis de los juegos del hambre, que tenia el cabello corto y de su color natural rubio, creo que la actriz se veía hermosa, así que porque no ocurrir esto, cambiar el look de Katniss completamente.

Y ese final, si, lo siento, jjajjaja, pero espero no tardar tanto con el siguiente cap.

Y como duda, ¿Ustedes ya vieron Balada de pájaros cantores y serpientes? Personalmente me gusto la película, tal vez si fue algo larga, al menos el final se siente un poco así, pero sinceramente me gusto, en especial las canciones, se que muchos se quejan por la cantidad de canciones que ponen, pero como leí los libros y veo que es bastante fiel al suyo, lo acepto, además la voz de la actriz es hermosa y tantos guiños a la saga son fabulosos, pero cuéntenme que les pareció, ¿Qué esperan que pase ahora?

Chapter 7: Paracaídas explosivos.

Summary:

La platica entre Katniss y Rose.

Notes:

Hola a todos, aquí esta el capítulo, espero les guste.

Me he tardado un poco estos días en poder escribir porque he estado muy enferma, he pasado de gripe a una gastroenteritis con un fuerte dolor que no me dejo dormir, así que no he tenido energía de escribir mucho, pero pude terminar este, espero les guste.

Como un pequeño aviso, entre todas las historias que voy escribiendo, tengo varias otras adelantadas de diferentes fandoms, pero sinceramente no se aun si subirlos o esperar un poco más para seguir adelantando estas, pero ya veré que hago, por ahora espero esto les guste.

Cualquier cosa, comentario o sugerencia estaré feliz de leerlos, me encanta saber que piensan y amo leer sus teorías, a veces me dan ideas o me dejan ver las posibilidades que la historia pudo tener, al final son múltiples, pero por ahora, sin más por el momento, les dejo leerlo, bye.

Chapter Text

Capítulo 7: Paracaídas explosivos

-Bueno esa es una pregunta algo difícil. – Admitió Katniss, tomo una fuerte respiración, como si lo necesitara para obtener la inspiración necesaria y poder contestar a su hija.

- Si es muy difícil, lo siento, no quería molestarte. – Dijo Rose apenada por molestar a su madre.

- Es difícil, aunque no tanto como hace años, además, ya eres bastante grande para saberlo.

- ¿De verdad?

- Bueno, mi generación y muchas otras crecieron viendo a otros niños asesinándose en una arena en la televisión, aunque me gustaría, no puedo pintarte el mundo color de rosa, debes saberlo. – Confirmo la mujer, para este punto parecía más resignada a hablar. – Fue al final de la guerra, la mayor parte del equipo con el que iba murió mientras nos acercábamos al centro del capitolio, dejamos a tu padre en casa de Tigris con Pollux y Cressida, Gale y yo nos internamos a las calles principales, donde todos los refugiados de las orillas del Capitolio, se dirigían a la casa presidencial, al acercarnos más vimos como todo estaba rodeado de agentes de la paz, al llegar a una parte vimos que había una línea de agentes de la paz, le quitaban los gorros a todos antes de dejarlos pasar, Gale y yo nos dimos la vuelta para intentar volver, pero hacia nosotros venían más agentes, revisando persona por persona, estábamos rodeados, pero justo entonces de los edificios empezaron las explosiones, nos tiramos al suelo, algunos ya no se levantaron, en el caos corrimos hacia el centro, había una barricada rodeada de los agentes de la paz, detrás de ella estaba llena de niños, ellos serian los primeros en ingresar, recuerdo sus gritos llamando a sus padres desde ahí, pasaban a los niños de adulto en adulto hasta adelante donde los agentes los pasaban por la barda.

-¿Por qué separaban a los niños? – Pregunto Rose curiosa.

- Como refugiados primero iban a admitir a los niños, que son los más vulnerables, después serian las mujeres y al último los hombres, los rebeldes comenzaron a salir de todos lados, de los techos, avenidas, los disparos venían de todos lados, Gale fue capturado y me pidió dispararle, pero no pude, si los rebeldes llegaron a ese punto, el no estaría capturado mucho tiempo, era el final, avance más, me cubrí con una estatua para que no me fueran a disparar por la espalda, y observe todo, intento orientarme, entonces un aero deslizador se acercó, pasando sobre nosotros, y de este cayeron paracaídas iguales a los que levaban regalos a los tributos en los juegos, el pequeño tintineo que hacían pareció causar un silencio alrededor, como si todos pusieran atención a los regalos, todos esperábamos, no tenía sentido, creí que tal vez eran regalos, porque estos iban directamente a la zona donde los niños esperaban, todos alzaron sus manos para atraparlos. – Katniss hablaba, viendo hacia su hija, pero al mismo tiempo parecía perdida en sus recuerdos, contándolo como si estuviera viendo una película en su memoria.

Todos la veían absorta, tratando de captar todo lo posible sobre lo que fue el pasado y seria su futuro, hasta ahora más de lo que habían escuchado desde su llegada.

-¿Qué les mandaron? – Rose pregunto inocente, la mirada atormentada de la mujer hizo temblar a los observadores, temerosos de aquello que fuera a contar.

- Cuando las manos de los niños los tocaron, las capsulas explotaron, los paracaídas eran bombas. – Esto ocasiono la mirada horrorizada de todos.

- ¿En serio el Capitolio esta tan loco para hacer esto a sus propios niños? – Les gruño molesto Gale a los vencedores de los distritos ricos y a los capitolinos.

- Eso no tiene sentido, Snow mata por objetivo, matar a estos niños no tiene nada lógico. – Dijo Finnick viendo a todos lados, los demás vencedores le dieron la razón, habían estado cerca de ellos lo suficiente, al menos como para saber que todo lo que Snow hacia tenía una razón mayor, asustar, intimidar, eliminar un obstáculo, pero matar a niños de su propia gente no tenia pies ni cabeza.

- ¿Hablas de las mismas personas que mandan a niños a matarse en una arena? Claro, eso tiene mucha lógica. – Dijo Gale sarcástico, muy molesto.

- Si, pero esos niños son de los distritos, no del capitolio, sabes que jamás nos han visto como algo mas que criaturas, casi animales, muy separados de ellos y su estatus, nosotros, nuestras muertes no importan mientras las vidas de otros suplan el trabajo para cubrir sus necesidades, pero estos eran sus niños, no es igual. – Dijo Beete analizándolo, todos estaban extrañados por esto.

- ¿Por qué mandaron bombas? – Pregunto Rose consternada.

- Porque no fueron ellos, solo hicieron creer que fueron ellos. – Las palabras de Katniss confundieron a todos. – En fin, cuando el aire se despejo, solo se oían cientos de lamentos, todos los niños derribados en el suelo, con sus ropas abullonadas y coloridas cubiertas de hollín, escombros y sangre, entre el desastre, los gritos de los adultos comenzaron a crecer, vi a agentes de la paz dejando las armas y sus puestos, corriendo a la zona infantil, sus hijos habían estado ahí, levantando sus cuerpos gritaban por ayuda, y entonces un grupo de médicos llego, estos eran médicos enviados por los rebeldes, empecé a acercarme entre toda la confusión, y vi algo, entre todos los ayudantes, entre todos los padres que corrían por sus hijos, vi a Prim entre ellos, la llame, ella se giró a verme y entonces la segunda secuencia de la explosión se activó, ella murió ahí, la muerte de los niños fue lo que finalizo la guerra.

Las palabras de Katniss generaron un frio y cruel silencio entre todos mientras procesaron las palabras de la mujer, horrorizados por la imagen que les fue pintada, eran niños, incluso si eran capitolinos, no merecían morir asi.

-¿Quién haría algo tan horrible como eso? – Cuestiono Effie viendo hacia Haymicht como si el pudiera darle una razón suficientemente buena para hacer algo asi, su tono cantado había disminuido, oyéndose más como la Effie futura, sus ojos inundados de lágrimas parecieron pesar más sobre el hombre que todas las veces que lo regañaba por algo, asi que se acerco y la abrazo, el no tenia una buena respuesta a esa pregunta y no creía que nadie la tuviera.

-¿Cómo sabes que el Capitolio no fue quien envió las bombas? – Rose pregunto temerosa, trago con fuerza al descubrir que el final de su tía fue ese.

-Porque en primera, no tenia sentido que el capitolio lo hiciera, días después llegue a hablar con Snow, lo tenían prisionero y me permitieron hablar con él, me dio sus condolencias por la muerte de Prim, le recrimine y me dijo algo muy cierto, lo que confirmo mis sospechas.

- ¿Qué cosa?

-Después de volverme vencedora y algunos trucos que hice en la arena que no le gustaron, él los tomo como rebeldía, igual que algunos distritos, que empezaron a pelear, el vino a la casa y me amenazo, con lastimar a mi familia si no me comportaba bien ante las cámaras y lograba convencerlos a todos de que lo que hice en la arena fue un acto desesperado de amor y no un acto de rebelión, estarían en peligro, intente razonar, decir que no era mi intención, nada funcionó, entonces él me propuso un acuerdo, mientras solo estuviéramos él y yo, jamás volveríamos a mentirnos, porque el odiaba las mentiras y a cambio, seria sincero conmigo y lo que esperaba de mi y lo que pasaría si no cumplía con lo que quería, cuando fui a verlo y lo llame mentiroso por eso, me recordó eso, él estaba divertido al ver como por fin confirmaba mis sospechas, Snow jamás mataba sin motivo, todo tenia un porque, una razón, terror, miedo, control, pero aquí no había nada de eso, el no mataba sin motivo, lo consideraba un desperdicio, me dijo, él dijo que estaba a punto de dar un comunicado donde el capitolio se rindió, los rebeldes atravesaron todas las defensas, éramos todos los distritos contra ellos, esta vez no tenían escapatoria, estaba a punto de presentar la rendición cuando las bombas fueron lanzadas.

- Entonces si no fue él quien mato a esos niños y a la tía Prim ¿Quién lo hizo? ¿De quién dudabas? – Rose pregunto desconcertada

- De los rebeldes.

Esto hizo que todos miraran extrañados a la mujer, los rebeldes eran su grupo, esta bien, tal vez matar a un grupo de niños, serviría para aterrorizarlos, hasta cierto punto, por horrible que fuera la idea, lamentablemente seria efectiva como lo que los distritos le hicieron a los distritos por más de 70 años.

-Eso no tiene sentido mama.

- Pero lo tiene y yo ya sospechaba, porque las bombas de ese día, las trampas, yo las conocía, porque estuve presente en el laboratorio cuando su creador, le presentaba la idea a Beete.

Todos se volvieron al hombre que parecía algo libido con esta información, nunca quiso que las cosas que inventara hicieran algo como matar a decenas de niños.

-¿Quién fue?

- Gale. – La palabra ahora hizo que las miradas se volvieran a él, que parecía asustado por la idea.

-¿Por eso ya no eres su amiga? – Pregunto Rose.

- Eso y que él cambio mucho, o tal vez ya era asi, pero con la guerra él se volvió frio, despiadado, no le importaba a quien mataba mientras estos fueran agentes de la paz o capitolinos, o cualquiera que los apoyara, acepto hacer muchas cosas que jamás haría, se que era la guerra, pero no por eso me gustaba la idea de matar a otros, lo odiaba, durante un ataque en el que el dirigió, a pesar de que era una idea que personalmente yo odiaba por lo que implicaba, el vino a verme y estaba molesto conmigo por que yo no quisiera hacerles daño a estas personas, dijo que la muerte no era personal y que yo debería entenderlo mejor que nadie, yo le dije que por eso mismo yo sabia que la muerte siempre es personal, entonces el plan funciono y escuche a todos gritar triunfales detrás de nosotros, para él siempre pareció ser fácil, como si fuera “Sabes lo siento por matarte, pero me estorbas” mientras yo jamás he podido sacarme de la memoria a todos aquellos a los que  dañe, esa trampa no me gustaba, porque implicaba matar inocentes, se suponía que las bombas estallan en la primer secuencia, y la siguiente será entre un minuto o dos después, lo que permite a otros soldados o médicos acercarse a ayudar, entonces la segunda secuencia, que es más fuerte, explota y mata a todos.

- Pero no entiendo aun que tiene que ver contigo ¿Por qué lastimar a esos niños o rescatistas de su propio equipo?

- Porque entre los rescatistas iba mi hermana, la jefa de los rebeldes se podría decir que era Alma Coin, obviamente cuando Snow y su grupo fueran derrocados, alguien debería tomar el control al menos temporal antes de llevar el asunto a elecciones y todo eso, pero obviamente ella quería ese poder, un amigo, el líder de mi escuadrón me mostro esto, yo era un peligro para ella, porque mi respuesta inmediata ante apoyarla tardaba segundos en ser dada, no era sincera completamente o mas bien, no era incondicional a ella, al acabar la guerra muchos querrían el poder y quien yo apoyara seria probablemente el ganador porque todos me seguían a mí, como a sus planes de matarme, sobreviví, decidió debilitarme en otro sentido, quitarme aquello que me mantenía cuerda, tu tía, los demás vencedores o estaban muertos o mal, mis amigos muertos, yo estaba sola, solo la tenia a ella, y me la arrebato.

- Ella era mala también. – Se quejo Rose molesta.

- Ella cedió a su ambición, aunque al final no fue tampoco la presidenta. – Dijo Katniss, luciendo presumida.

- ¿Los demás se enteraron de lo que hizo? – Pregunto Rose animada.

- No, murió, pero eso no importa ahora, básicamente eso fue lo que paso. – Termino de contar Katniss, dejando que Rose procesara todo.

Los demás escucharon sorprendidos, algunos incluso aturdidos, Katniss ahora agarraba con fuerza a su hermana, las lágrimas corrían por su rostro, pero trago cada sonido que pudo crear, solo el movimiento causado por el hipo era notorio, Madge se sentó con ella, sin poder creerlo, triste por pensar que la hermana pequeña de su amiga había muerto, la persona a la que más amaba llevaba años muerta y esta jamás había llegado a conocer la hermosa familia que Katniss formo.

-Oye niña, no entiendo porque estamos aquí, menos aún el cómo, pero debe de ser por algo, de algún modo volveremos a casa y si todo esto es cierto, podemos cambiarlo. – Le dijo Haymitch, inclinándose junto a Katniss para animarla, a lo que la chica asintió forzadamente, el hombre entendía lo que sentía, así que solo se quedo junto a la chica, apoyándola.

- Mama, si todo exploto ¿Cómo conseguiste el cuerpo de la tía Prim para enterrarlo? – Pregunto Rose extrañada.

- Cariño, no hubo nada para recuperar, todo eran trozos de tela llena de sangre y quemaduras, una extraña neblina roja, pero no huesos, o partes, todo quedo completamente un amasijo quemado de lo que un día fue, la tumba solo es como un recuerdo, Prim no esta ahí, no hay anda ahí. – Le confeso Katniss, viendo como la pequeña Rose se encogía de tristeza en su lugar, dejándose caer contra ella.

-Mama.

- Si cariño. – Continuo Katniss, pero no agrego nada más, permitiendo que Rose hablara a su tiempo.

-Quiero ver los juegos, se que hay documentales sobre ellos, quiero ver los juegos de todos. – Pidió Rose, la resolución clara en su expresión, estaba decidida, quería hacerlo y la mujer pareció ver que no habría manera de hacer que cambiara de opinión, así que al hablar pareció completamente resignada.

- Bien, pero primero hablara con tu padre y con Johanna, tal vez sea momento y deje que Kate los vea de una vez también.

-Mierda. – Suspiro Madge molesta, todos estaban callados, tensos al escuchar esa parte de la historia, sin saber como ver a la niña que al parecer murió por las bombas de la guerra en los últimos minutos de esta, sin saber como ver a su hermana mayor, que parecía que le habían quitado cualquier fuerza o esperanza que tuviera.

- Bueno, al parecer al menos esto sirvió de algo, cuando den el permiso, veremos los juegos con Rose. – Sentencio Cinna, a lo que algunos asintieron, dándose cuenta de que pronto podrían por fin escuchar toda la historia y no solo pedazos.

Chapter 8: Despedida

Notes:

Hola a todos, aquí un nuevo capitulo, solo para avisar, en este hay una canción, pero no es de ninguno de los libros o películas, es la canción de The climb de Miley Cyrus, amo esa canción y la he estado escuchando y no dejaba de pensar en la letra y tonada con la escena con la que aquí esta, espero les guste.

Por cierto, mil gracias a todos los que comentaron en el capítulo anterior y mil gracias a todos los que leyeron y votaron, créanme o no, pero yo siempre reviso todos esos datos cuando actualizo, porque me gusta ir sabiendo si hay más lectores y cosas así, me entretiene revisar, así que a todos por su apoyo mil gracias, eso me impulso para apurarme con este capítulo, espero les guste, sin más por el momento, lo dejo con el Cap, bye.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Capítulo 8: Despedida

-Odio esto. – Refunfuño molesta Katniss, aun aturdida con todo esto.

Por fin la noche había caído, los habitantes de la casa se fueron a descansar, después de aquella dura platica, pareció quedar en pausa por el momento, permitiendo que ellos digirieran todo mientras Katniss adulta se desidia a hablar con los otros adultos.

-Oye esto podría ayudarnos. – Replico Haymitch desde su esquina.

- Eso no quiere decir que necesariamente esto nos guste. – Dijo Madge desde el lado de Katniss, dejando que su amiga pensara todo.

- La cuestión ahora es esperar al parecer que tu esposo regrese de quien sabe dónde para que se tome la decisión, espero sea pronto. – Dijo Johanna cansada, aun dudosa con todo lo que habían visto, en especial con verse a si misma de esa forma, le era difícil aceptar que algún día volvería a tener una familia, y que esta vez no se la quitarían.

Dejaron que el silencio los cubriera, lentamente algunos salieron para acostarse y cuando por la noche escucharon gritos, ninguno se levantó, casi cada noche desde que llegaron, Katniss había despertado en algún momento de la noche, a veces solo la veían bajar por agua o algo de comer después de una pesadilla, podían ver que su piel estaba sudorosa y ella se veía algo aturdida, lo que les hacia saber que era una pesadilla lo que la despertó, a veces se levantaría, pero por que alguno de los niños la despertó para meterse en su cama o algo por el estilo, aunque no sabían si en realidad esas noches no grito porque los niños la despertaron antes de que el sueño avanzara y la pesadilla se desarrollara.

De a poco todos cedieron al cansancio, dejando que los nuevos conocimientos se asentaran sobre ellos, sabiendo que la nueva rebelión si funciono, que los distritos eran libres, Snow, aquel que los había aterrorizado, controlando sus vidas, vendiéndolos a extraños bajo amenazas, se había ido, jamás volvería a hacerles daño, les daba una extraña sensación de seguridad y alivio que no habían sentido desde que eran los niños que fueron llevados a la cosecha.

Con ideas rondando sobre múltiples cosas, los juegos de la niña, el tercer vasallaje, la guerra, y lo que veían, todos aquellos que no se habían visto aun, se cuestionaban si seguían vivos en este futuro, si habían logrado sobre vivir a todo lo que pasaría en los siguientes años, en como seria la libertad cuando todo terminara.

Algunos pensamientos atormentaban a otros, para Gale el saber que en un futuro no tendría ninguna oportunidad con Katniss, que fue su culpa que Prim muriera, que probablemente ya ni siquiera se hablaran, Katniss solo podía pensar en que había perdido a su hermana y de algún modo siguió con su vida, no entendía como pudo hacerlo, como continuar, casarse, ser feliz, no entendía que la hizo levantarse y seguir adelante, ahora no era capaz de pensarlo, esperaba que lo que Haymicht le dijo, asi como Madge después, pudiera ser verdad, pudieran cambiar esto de algún modo.

-

Los llamados de Katniss adulta fueron los que los despertaron por la mañana, ella ahora estaba abajo paseándose, buscando alrededor de ellos, lo que para ellos era extraño, no ser más que extraños fantasmas frente a ella, observando todo en silencio y sin poder hacer nada, sin ser notados en absoluto.

-¿Qué pasa descerebrada? – Pregunto Johanna entre bostezos, algo que habían descubierto en estos días también era la gran comodidad entre esas dos, en realidad esa noche, debido a lo que había estado hablando y que Buttercup estaba mal, Johanna había decidido quedarse con sus hijas en su casa, invadiendo la cama de Katniss y la mujer permitiéndolo.

-No encuentro a Buttercup. – Dijo Katniss nerviosa.

- ¿Segura? Lo dejaste junto a la chimenea anoche. – Esto pareció activar a Johanna que bajo rápidamente para ayudarla.

-¿Vieron a donde fue el gato? – Pregunto Beetee a los que se quedaron a dormir en la sala.

- Lo vi salir hace rato, salió al patio, tal vez fue al baño o a cazar. – Dijo Gale, que en su estado de insomnio el mínimo sonido que hizo el viejo gato lo alerto lo suficiente para verlo.

- Probablemente solo es eso, deberían dejar al animal que haga sus necesidades, a de haber ido a conseguir un ratón como desayuno. – Dijo Gloss restándole importancia.

Los sonidos de Mags atrajeron la atención de todos ellos, que se voltearon a verla.

-¿Qué dijo? – Pregunto Johanna a Finnick y Annie que estaban junto a ella y que entendían todo lo que decía.

- Que ayer Buttercup ya no podía ni pararse solo. – Susurro Annie por Finnick que se quedo quieto pensando en lo que dijo Mags.

- NO creerán que… - Intento decir Cinna, cuando un insulto de Johanna les hizo levantarse y seguir a Katniss.

-Dime que atascamos la puerta de atrás. – Le dijo a Katniss que había ido a revisar los platos de Buttercup para ver si había comido algo, notando el plato que dejaron con leche ayer, completamente vacío.

-Para que, ya no podía caminar.

- Si y ahora dime donde esta. – Dijo molesta, a lo que Katniss rápidamente se dirigió a la puerta de atrás, saliendo a buscar al gato.

La siguieron rápidamente, Johanna fue hacia los juegos de los niños, tal vez el gato fue a acostarse a sus cosas, solía seguir a las niñas cuando jugaban afuera todo el tiempo, pero en cambio, se quedaron al lado de Katniss que se quedo viendo a Johanna un momento, antes de suspirar, un suspiro que sonaba triste y resignado, antes de comenzar a rodear la casa, iba inclinada, llamando suavemente al gato en caso de que estuviera dormido, revisaba los arbustos que rodeaban la casa, notaron al caminar que estos tenían frutos, pequeñas moras empezaban a crecer de ellos, pero Katniss llego hasta el frente de la casa de esa forma, hasta que se detuvo unos metros adelante, una planta que estaba al lado de las escaleras de la entrada, la vieron acuclillarse a un lado y estiro la mano, pequeños sollozos llegaron hasta a ellos, dejándolos saber que había ocurrido.

-Katniss ¿Dónde…? – Johanna llego detrás de ellos, atravesándolos, lo que aun les daba algo de escalofríos. - ¿Katniss?

-Lo encontré. – La voz de Katniss sonaba estrangulada, con el brazo se limpió las lágrimas, Buttercup había muerto.

- Mierda, de verdad lo siento. – Johanna se había inclinado con ella, al acercarse, pudieron ver arrinconado entre las hierbas el pelaje amarillento blanquecino de Buttercup, en una quietud anormal. – Ven, vamos adentro. – Intento animarla a levantarse, retirándose del lugar y que dejara de ver la triste escena.

-Espera, quiero sacarlo de aquí, no quiero que los niños lo vean. – Katniss intento inclinarse, pero un mareo la hizo caer de lado, Johanna fue lo suficientemente rápida para sostenerla y evitar que se golpeara con fuerza.

- ¿Estas bien? – Pregunto preocupada al ver inestable a Katniss.

- Si, solo me siento algo mareada.

- Vamos adentro, le pediré a Haymitch que venga por Buttercup. – Johanna ánimo, al final sin dar muchas opciones cuando levanto a Katniss y la abrazo a ella, sosteniéndola con fuerza y llevándola dentro de la casa.

-Buttercup. – Murmuro con tristeza Prim al ver el pequeño cuerpo de Buttercup enroscado debajo de las plantas.

- Tranquila Prim, el ya esta bien. – Aseguro Katniss calmando a Prim, la pequeña rubia se arrojó contra ella, escondiendo su cara en el estómago de su hermana.

- Pero se fue. – Se lamento.

- Cariño, por lo que nos han dicho, él vivió muchos, muchos años, fue cuidado, feliz y muy consentido, murió rodeado de amor, y se fue durmiendo, mira como esta, acurrucado, se fue tranquilo. – Finnick se inclino hacia Prim, sus palabras parecieron tranquilizarla, al final, todos podían darse cuenta de esto.

Tal vez su primer dueña fue Prim, pero ella murió hace muchos años, más de la mitad de su vida, el gato los vivió al cuidado de Katniss, y por lo que vieron durante los días que habían estado siguiéndola, Katniss amaba al gato, se había vuelto su compañero, una amada mascota por la que lamentaría dolorosamente su perdida. Era notorio por el aspecto que había sido muy cuidado y querido, como toda mascota debería de ser.

-Vamos, hay que ir adentro, en unas horas deberán enterrarlo, podemos ir. – Aseguro Katniss para animar a su hermana, todos se encaminaron a la casa, pero pronto pudieron ver salir de su casa a Haymitch, Johanna ya debería de haberlo llamado, pudieron ver como con cuidado y hablando amigablemente al animal, como si aun estuviera vivo, Haymitch lo saco de donde se había escondido para morir, se levanto con el en brazos antes de seguirle hablando.

-Ahí estas amigo, ya te tengo, veo que escogiste un lugar seguro para descansar ¿Eh? Veo que querías sentirte cerca de Prim, ahora ya debes estar con ella, gracias por haber aguantado tanto para cuidar de la preciosa ahí dentro y a su familia, se hubiera vuelto loca sin ti hace años. – Decía el hombre con cariño, llevándoselo a su casa, donde podían ver que Effie lo esperaba, probablemente para prepararlo para enterrarlo.

- ¿A qué se refería Haymitch con que se sintiera cerca de Prim? – Pregunto Cashmere a los demás.

- Primulas, son las flores que le dieron su nombre. – Señalo Katniss viendo las flores blancas del arbusto.

– A eso debía referirse, que busco morir cerca de las flores por las que fue nombrada, como si con eso la tuviera cerca. – Comento Seeder viendo las flores, comprendiendo el significado, aunque no podían dejar de pensar lo peculiar que debió ser el gato como para hacer una conexión asi.

-

Los avisos a los niños fueron tristes, en especial para Rose, Kate y Amelia, para Rion, Peggy y Ronin, fue algo confuso, ellos solo tenían cuatro y dos, no entendían completamente la muerte, no sabían que pasaba, pero las niñas aunque no comprendían tampoco, sabían que la muerte era definitiva, Buttercup se había ido, era viejo y era hora de que descansara, eso no redujo la pena que sentían por que el animal muriera, las tres lo conocían bien, desde que eran bebes Buttercup acompañaba sus primeros recuerdos, mientras lo perseguían por la casa al caminar o el se quedaba cerca mientras jugaban o dejarlas disfrazarlo. Fue un buen compañero y ahora debían darle un adiós adecuado.

Katniss había estado en conflicto porque su esposo no estaba aquí, y por lo que supieron, hablo con él por teléfono, fue sorprendente lo recompuesta que parecía cuando salió de la habitación donde había estado hablando con él, le había dado ánimos para enfrentar todo esto, en especial para sus hijos.

Los niños se vistieron cómodamente con prendas amarillas, se negaron a vestirse de negro, Rose dijo que quería que fueran del color del pelaje de Buttercup en honor a él, para es triste evento, no solo los hijos de Katniss y ella fueron, a esto Johanna y sus hijas también debían asistir y antes de darse cuenta, al pequeño paseo, Haymitch y su familia se unieron para emprender un viaje de caminata fuera del distrito, una que todos los demás decidieron acompañarlos, al final todas llevaban comida en mochilas, planeando hacer una pequeña comida después del entierro casi como un funeral humano.

-¿Adonde vamos? – Pregunto Gale curioso al dar un giro diferente en el bosque, un lugar al que no estaba acostumbrado a ir, jamás había ido tan lejos.

- ¿Qué tan lejos se supone estamos? Ya hemos caminado demasiado. – Se quejo Gloss después de una hora.

- Creo que se dónde, pero… - Katniss se calló, mordiéndose los labios.

- Pero ¿Qué? ¿Sabes a dónde vamos? – Johanna se acerco y la tomo del brazo, para que le respondiera.

- Si, por el camino que tomamos si, pero no entiendo porque los llevo ahí. – Dijo molesta apuntando hacia su versión adulta.

- ¿Algún secreto a compartir cariño? – Pregunto Finnick que venía caminando con Maggs en su espalda.

- Si estoy en lo correcto, los llevo a un lago que esta bajando la colina. – Se resigno a contestar cuando vio que sus futuros seguían bajando.

- Yo nunca he visto un lago. – Dijo Gale escéptico

- Porque jamás te he llevado. – Le contesto Katniss, sin notar lo molesto que Gale estaba por esto.

- ¿Y eso que tiene de secreto? – Pregunto Cashmere evitando que Gale fuera a replicar molesto.

- Que venía aquí con mi padre, era nuestro lugar. – Le contesto, una respuesta que bastaba para que muchos de ellos comprendieron, era un lugar especial que jamás quiso compartir, como si con eso perdiera lo que tuvo ahí con su padre, aunque algunos no lo entendieron de esa forma, a Katniss no le importo, este había sido su lugar.

-Wow este lugar es hermoso. – Exclamo Prim cuando por fin bajaron lo suficiente y vieron al final de la línea de árboles, un hermoso lago azul.

Katniss busco la pequeña cabaña que estaba aquí, solo para encontrar que en vez de la vieja cabaña, estaba una cabaña grande, no parecía tener más que unos pocos años, se veía llena de vida, ya no era para nada una casita de unos pocos metros cuadrados, era una casa que al verla, fácilmente podía recibir a todos los que iban en este viaje, levantada sobre una base de madera, al menos unos dos metros sobre el nivel del agua, probablemente para evitar problemas si es que por las tormentas en temporada de huracanes, este crecía demasiado y pudiera inundarla.

La línea de árboles había sido cortada un poco para dejar espacio a la vivienda de dos pisos, alrededor del lugar parecía haber una gran cantidad de arbustos de bayas, frambuesas, fresas y algunas plantas de hierbas medicinales y de comida, había una pequeña casita a un lado, que podría ser como un armario, tal vez había cosas de pesca y cosas para el lago.

-¿Esto está aquí y no me lo habías dicho? – Pregunto Gale molesto, todos veían sorprendidos la hermosa casa que se alzaba sobre el lago.

- Oye no, no asi, hay una pequeña y vieja cabaña abandonada, mi padre me traía, pero era un espacio de dos o tres metros donde guardábamos las cosas para pescar, pero no algo como esto, la cabaña es muy vieja, hasta donde se la mama de mi padre la conocía, igual que sus amigos, pero solo yo la visito en la actualidad, probablemente fue hecha incluso antes de la guerra de los días oscuros, esta construcción en cambio es reciente, tal vez solo unos pocos años. – Aseguro Katniss, subieron las escaleras, siguiendo a los demás, encontraron una especie de terraza o balcón que daba al lago con una hermosa vista, ahí había varias bancas y sillas para descansar.

- Katniss tiene razón, la madera puede ser vieja, pero no es de los árboles genéticamente modificado del Capitolio para que crezcan rápidamente, estos son abedules, pinos y nogales, arboles grandes y fuertes, rodean todo el lugar, incluso pasamos por varios cerezos negros, tal vez también fueron usados en algunas partes de la construcción, no es vieja. – Comento Johanna pasando los dedos por la madera de las paredes.

- Pero ¿Por qué construí esto aquí y cómo? – Pregunto Katniss dudosa, aunque asombrada de que Johanna pudiera decir todo eso con solo ver y tocar la madera, aunque después se dio cuenta que no debería ser tan sorprendente teniendo en cuenta que Johanna venia del distrito maderero y se dedicaba a eso, probablemente en la escuela a ellos les enseñaban los diferentes tipos de árbol y sus propiedades como a los del doce los educaban en la grandiosa y fascinante historia del carbón.

- Esperemos aprenderlo en estos días. – Dijo Beetee, todos daban vueltas afuera, esperando a que volvieran a salir, dijeron que solo entrarían a dejar la comida que llevaban para salir a enterrar a Buttercup, por lo que esperaron, pronto salieron Johanna con Amelia, la mujer se subió a la barandilla, sentándose contra uno de los pilares con cada pierna de cada lado de la barandilla.

- Tía Jo. – Llamo Amelia, subiéndose a la barandilla entre las piernas de la mujer, dejando que esta vigilara atentamente que la niña no fuera a irse de espaldas a la orilla del lago.

- Si, Amy.

- ¿Cuánto tardaste en construir esto? – Pregunto Amelia curiosa, todos se pusieron atención de inmediatos, sorprendidos.

-Bueno, en realidad tardamos varios meses, fue un proyecto que Katniss y yo tuvimos, nos ayudó a concentrarnos y a mantener nuestra mente ocupada, no buscábamos apurarnos, pero en estimación, poco más de un año, ya que fuimos nosotras y a veces tu padre y tío cuando venían con nosotras. – Dijo Johanna después de considerarlo un minuto.

- ¿Dónde aprendiste a construir? – Pregunto la niña curiosa.

- Bueno, en el 7 era algo básico, estudiar arquitectura, todas nuestras casas eran de madera, mi padre era leñador, pero mi madre era muy lista, por lo que pudo dedicarse a construir casas y muebles, aprendí de los dos, yo cree los planos y entre tu tía y yo cortamos madera y de a poco fuimos dándole forma a la casa.

- Wow y ¿Cómo encontraron este lugar? – Pregunto Amelia demasiado interesada en saber más.

- Tu tía venia aquí con su padre, era un lugar seguro para ella, como un lugar paralizado por el tiempo donde al volver podría volver a estar con él.

- Entonces, si era tan especial ¿Por qué los trajo? – Pregunto Amelia envuelta en lo que descubría.

- Bueno, hace muchos años, cuando ni siquiera ustedes habían nacido, en uno de nuestros viajes al bosque, ella quería ir a otro lado, quería tomar un camino que nunca había tomado, quiso ir sola, pero me negué, ambas somos tercas, pero creo que ese día por fin estuvo lista para compartir este lugar y me trajo con ella.

- Es asombroso ¿Cómo conseguiste que todo este lugar sea de ustedes? – Pregunto curiosa. – Es bosque.

- Bueno tiene sus ventajas ser ganadores, sabes que después de lo que pasamos, la participación en la guerra, la tortura, todo a lo que nos sometieron, el gobierno decidió que en compensación por haber pasado por los juegos seguiría dándonos dinero en compensación, nos ayudaron mucho, tratamiento médico y psicológico, sabes que la presidenta Paylor es buena con nosotros y tener muchos amigos en el gobierno ayuda, como es natural, las ciudades crecen y se expanden, se que tomara tiempo aquí en el 12, sabes que del distrito menos del 10% de los pobladores sobrevivieron a la guerra, asi que tardarían mucho en extenderse hasta aquí, pero no quería arriesgarme, los bosques deberían ser protegidos, en especial uno tan grande como este, asi que hable con Paylor y sobre como este lugar significaba para Katniss, le dieron las escrituras del lugar y todo esto es de ella, cuando se entero quiso hacer algo hermoso, y para todos, es como un paraíso de descanso para todos los vencedores vivos, asi que juntas hicimos esto.

-Espera, regresen a eso ¿Cómo que menos del %10 de la población del 12 sobrevivió? – Pregunto horrorizado Peeta.

- Eso no es posible, hay más de 10,000 personas en el distrito, como menos de 1000 lo lograron. – Dijo Katniss confundida.

- Espero averigüemos eso, no es posible que lo permitamos. – Dijo Haymitch decidido.

- ¿Cuántas personas creen que haya ahora? – Pregunto curioso Gale a lo que varios se encogieron de hombros.

-¿Están listos? – Llego Katniss, levantando en brazos a Amelia que la abrazo con fuerza.

- Si ¿Puedo dejar mi dibujo con Buttercup? – Pregunto mientras Katniss la llevaba en brazos, detrás salieron los demás, con el cuerpo de Buttercup y algunas hojas de papel, si no se equivocaban los niños llevaban dibujos y cosas para enterrar con el animal, Effie llevaba a Riu, mientras uno de los gemelos llevaba en sus hombros a Peggy, los siguieron mientras rodeaban el lago, del otro lado avanzando unos minutos más, llegaron a lo alto de una pequeña colina, hacia abajo el lugar estaba despejado, solo pasto y flores, llegaron a un árbol, un cerezo negro por lo que confirmo Johanna, hermosas flores rosas cubrían cada rama del árbol, resaltando entre todo lo demás.

El otro gemelo, Tobias, si no se equivocaran, rápidamente cabo un agujero en el suelo de poco más de medio metro, todos formaron un semi circulo alrededor, esperando.

-Bien ¿Cómo deberíamos empezar? – Pregunto Kate confundida, la pequeña estaba abrazada a la cadera de su madre, solo su perfil mostrándose.

- Creo que seria poner a Buttercup en el suelo. – Opino Katniss que triste avanzo hacia Haymitch, este le tendió el pequeño cuerpo envuelto en una manta de bebe azul.

- Quítale la cobija mami. – Pidió Riu recargándose en Effie.

- Cariño, pero… - La mujer claramente no quería que vieran el cadáver.

- No tía, Butter necesita estar en la tierra para sentirla, para que todo de el vuelva y se vuelva parte de la naturaleza. – Aseguro Ronin apoyando a Riu, dudosa, vieron como claramente busco la mirada de Johanna primero que se encogió de hombros dudosa, en cambio Haymitch le dio un pequeño asentamiento, los niños debían verlo, y era cierto que el cuerpo se descompondría más rápido sin la manta.

- Bien, ayúdame por favor. – Pidió, a lo que Johanna rápidamente extendió las manos y la ayudo a desenvolverlo, quedándose con le manta.

Katniss avanzo hasta el lugar, donde se arrodillo, bajando con cuidado a Buttercup hacia su lugar de descanso, lo acomodo con cariño, dejándolo tendido, pareció darle unas ultimas caricias, antes de levantarse y regresar al lado de Johanna, Rose se aferro a ella como Kate de Johanna.

-Bien niños, porque no dicen algunas palabras para Buttercup, para despedirse. – Dijo Effie, animándolos a decir algo, pero los niños parecían dudosos sobre que decir.

- ¿Qué tal que inicio yo? – Propuso Thomas a lo que su padre asintió. – Bueno, Buttercup fue el gato más valiente y genial que ha existido, sobrevivió a la guerra y ha sido un buen guardián familiar, siempre nos soportó, a pesar de molestarlo, fue increíble y espero que ahora este cazando ratones en el cielo de los gatos o abrazado por Prim.

- Butters es el mejor. – Chillo seseante con fuerza Peggy desde la cabeza de Thomas, haciendo reír a todos.

- Si lo fue. – Susurro Katniss, pudieron ver que la mano de Johanna subió, haciendo círculos en la espalda de Katniss.

- Fue asombroso, ojalá hubiera sido eterno, los gatos deberían vivir para siempre. – Dijo Tobias, recargado en la pala.

-Un gato ejemplar y divertido, además de que le gustaban los abrazos, daba buenos abrazos, sabia cuando estabas triste. – Dijo Amelia, Haymitch la abrazaba desde atrás, sus enormes manos dieron un reconfortante apretón en los pequeños hombros.

- Fue un gran amigo e invitado en las fiestas de tee, su asiento jamás podrá ser suplido por nadie, se extrañará en cada uno. – Dijo Kate, solo sacando la cabeza para decir esto, pero volvió a esconderse en el estómago de Johanna cuando las lagrimas llenaron sus ojos y su voz fallo.

- Lo amo. – Dijo Ronin junto a Riu

- Yo también, extrañare que duerma sobre mi y ronroneaba. – Completo Riu.

De los niños ahora solo faltaba Rose, que tardo unos segundos en poder recuperarse para hablar.

-Lo extrañare todos los días, extrañare que se suba a mi cama o se restriegue en mis piernas, que lograra que un mal día mejorara cuando se ponía a jugar con nosotros, que pareciera escuchar todo lo que decía, y que jugara conmigo, que parecía hacer sentir mejor a mama, jamás olvidare a Buttercup, fue el mejor y mas rudo gato, gracias por haber sido parte de nuestra familia, te amo. – Concluyo Rose entre lágrimas, sujetándose con fuerza a Katniss, que se agacho y dejo un beso en su rubio cabello, permitiéndole llorar.

- Bueno, creo que los niños hicieron cosas para él. – Dijo Effie, empujando a los niños a avanzar a la tumba mientras les entregaba sus correspondientes papeles, habían pasado la mañana dibujando cosas para Buttercup.

-Yo dibuje a Buttercup en el patio tomando el sol. – Dijo Riu, al acercarse a ver el dibujo pudieron ver los garabatos infantiles, las orejas puntiagudas era lo más claro a distinguir entre un mar de verde puntiagudo que simbolizaba el pasto y manchones de colores que mostraban flores, el dibujo fue dejado a un lado de la tumba, como si Buttercup fuera a girarse y poder verlos.

- Yo lo dibuje cazando un ratón, era asombroso. – Dijo Amelia dejando su dibujo a un lado del de Riu.

- Yo matando una araña, me salvo de ella, fue mi héroe. – Dijo Ronin, en el dibujo se veía un gato amarillo y de su boca salían líneas negras, mostrando que en su boca tenia a la araña, a un lado del dibujo lo que parecía una niña, obviamente Ronin celebrando, lo más divertido del dibujo es que Buttercup tenía atrás una capa roja, como de super héroe.

-Mio, rey Buttercup. – Dijo Peggy, dejada en el suelo, mostro su dibujo, un gato de garabato amarillo y dos círculos azules como ojos, sobre su cabeza una corona rayada en dorado.

- En el mío está tomando el té con Rose y yo. – Anuncio Kate.

- En el mío está en brazos de mama, nosotros estamos ahí, para que no nos olvide. – Dijo Rose, avanzando, pero a diferencia de los otros niños, su dibujo era muy nítido, mostrando que sabía lo que hacía, pero la única que logro ver el dibujo fue Katniss que estaba justo al lado de la tumba cuando Rose lo bajo, logrando ver a todos los integrantes del dibujo, Buttercup en sus brazos, Rose de su lado izquierdo y Riu en sus piernas, pero a su derecha un hombre con Peggy en su regazo asintió reconociendo rápidamente al chico, era Peeta, miro desde su lugar a Madge, que interesada por su mirada pregunto con los ojos, un rápido cambio de lugar entre los ojos de Madge y el lugar que ocupaba Peeta a su lado, el leve asentimiento a la chica, la hizo mirarla asombrada, pero comprendiendo se relajó rápidamente, para que no lo notaran.

- Bueno, yo traje algo similar, una foto de todos ustedes abrazándolo, para que jamás olvide cuan amado fue. – Agrego Effie dejando una foto en el fondo.

-Traje algunas flores. – Johanna se acercó, dejando un pequeño ramo de primroses y katniss en el fondo. – Y Ronin quiso traer algunas de sus golosinas, por si tiene hambre.

- Ojalá pudiéramos hacer más por él. – Dijo Amelia triste.

- Él ya se fue ¿Cierto? – Pregunto Rose a su madre, que lo confirmo. – A Buttercup le gustaba cuando nos cantabas ¿Podrías cantar para él? Por favor mami. – Suplico Rose cuando vio que su madre se negaría, pronto los otros niños asintieron y animaron emocionados.

-Te atraparon. – Murmuro a su lado Johanna, sonriendo.

- Bien, lo hare, pero no tengo idea de que cantar cariño. – Intento salirse con esa ultima oportunidad, claro estaba que sus hijos no la soltarían tan fácilmente.

-La canción del prado. – Pidió Riu levantando la mano como si estuviera en la escuela.

- No, el árbol del ahorcado. – Pidió Kate.

- No, la escalada, es hermosa. – Dijo Rose a lo qué cediendo, Katniss asintió cuando los demás apoyaron esa última canción.

-¿Qué canción es esa? – Le pregunto Prim a Katniss, sus ojitos rojos, emocionada por lo lindo del funeral a su gato.

-No lo se. – Le dijo su hermana, no muy cómoda de pensar que la escucharían cantar.

Vieron a Katniss acomodarse, dejando que los niños avanzaran juntos en una línea unos pasos delante de los cuatro adultos, rodeando el pequeño espacio de Buttercup. Tomando una profunda respiración, Katniss comenzó, sorprendiendo a los que estaban observando.

 

Casi puedo verlo

Ese sueño que estoy soñando

Pero hay una voz en mi cabeza

Diciendo que nunca lo lograré

 

La voz de Katniss pareció crear un silencio en el valle, los animales se callaron, al levantar la vista, vieron como de a poco, algunos pequeños pájaros negros azulados se acercaron, observando atentamente desde las ramas más bajas de los árboles.

 

Cada paso que estoy dando

Cada movimiento que hago se siente

Perdido, sin dirección

Mi fe se está abatiendo

 

Mas pajarillos se habían acercado, pero podían ver que ellos solo estaban atentos al momento de despedida, mientras los demás veían a todos lados.

Pudieron ver una ligera interacción, Kate intentando acercarse a Rose, pero parecía tener miedo, algo que Johanna también noto.

 

Pero yo, yo debo seguir intentándolo

Debo mantener mi cabeza en alto

Siempre va a tener una otra montaña

Siempre voy a quererla mover

 

Johanna empujo ligeramente con el brazo el de Katniss, llamando su atención a lo que pasaba enfrente de ellas, Johanna tendió su mano hacia Katniss, que pareciendo entender que buscaba hacer, cuando Kate miro hacia su madre nerviosa, sujeto la mano de Johanna, girándose hacia ella y dejándola rodearla con sus brazos, mientras se comenzaban a balancear juntas, bailando.

 

Siempre habrá una batalla cuesta arriba

A veces tendré que perder

No se trata de cuan rápido llegaré allá

No se trata de lo que te espera en el otro lado

Se trata de la escalada

 

Con esto, por fin pareció ser el empujón final que la valentía de Kate necesitaba, ofreciéndole su propia mano a Rose, que con lagrimas en los ojos, capto la mano de Kate y se arrojó a sus brazos, dejando que Kate las balanceara juntas mientras lloraba en su hombro, al verlas, los gemelos de Haymitch decidieron unirse, Tobias levantando en brazos a Peggy y dando vueltas con ella, mientras Thomas empezó a bailar con Amelia, Ronin y Riu se unieron divertidos, aunque su torpeza de tropezones daba más ternura, mostrando claramente que las únicas parejas que sabían bailar de verdad eran la de Johanna y Katniss y la de Haymitch con Effie.

 

Las dificultades a las que estoy enfrentando

Las oportunidades que estoy tomando

A veces pueden que me derriba, pero

No, yo no me estoy rompiendo

Puede que todavía no sepa

Pero estos son los momentos que

Los voy a recordar más, sí

Solo tengo que seguir adelante

Y yo, yo tengo que ser fuerte

Solo debo seguir intentando

 

La canción ciertamente era hermosa, con un significado profundo, pronto las parejas de padres dejaron de prestar atención a sus hijos, simplemente disfrutando su momento bailando.

Pudieron ver como más pájaros se acercaban interesados mientras Katniss seguía con la canción, pareciendo dejar ir toda la tristeza que sentía, cada emoción goteaba de cada estrofa, la canción creada desde lo más profundo e importante para ella, una evocación emocionante que podía erizar la piel de todos.

 

Siempre va a tener una otra montaña

Siempre voy a quererla mover

Siempre habrá una batalla cuesta arriba

A veces tendré que perder

No se trata de cuan rápido llegaré allá

No se trata de lo que te espera en el otro lado

Se trata de la escalada

 

-¿Qué pájaros son esos? – Pregunto Beetee curioso al ver la peculiar atención de los animales.

-Son sinsajos. – Le contesto Katniss.

- No había oído de ellos. – Dijo extrañada Cecelia.

- No son del gusto del capitolio, durante la guerra y posteriormente muchos charlajos dieron vueltas por el distrito, cuando ya no fueron convenientes, ya que los rebeldes aprendieron a usarlos en su contra, muchos fueron abandonados a su suerte, la cuestión fue que, al quedar libres, en vez de morir y ser olvidados, se reprodujeron con los sinsontes del área, creando la variante entre ambos, los sinsajos. – Les conto Haymitch

- ¿Ellos son capaces de imitar las voces? – Pregunto Wiress interesada.

- Van a replicar la canción de Katniss. – Pregunto Finnick fascinado al ver la atención de las peculiares aves.

- Solo la melodía, los sinsajos a diferencia de sus padres, no pueden reproducir las palabras humanas, pero pueden memorizar cualquier sonido o melodía que les guste y la repetirán de principio a fin sin problemas. – Les comento Peeta, encantado al ver esto nuevamente, ver la facilidad con la que Katniss encantaba a los animales con su voz, solo había podido vivir esto una vez, el día que la conoció, no iba a desaprovechar la oportunidad de escuchar su hermosa voz y como todo el mundo alrededor parecía detenerse a escuchar.

 

Continúa moviéndote

Continúa escalando

No pierdas la fe, cariño

Todo se trata de la, todo se trata de la escalada

Mantén la fe

 

La canción finalizo y con ella el baile, tardo solo unos segundos, cuando el silencio contemplativo que se había creado se desvaneció, siendo cubierto por el cantar de los pájaros, que rápidamente se unieron al unísono, reproduciendo la melodía a la perfección, lo que ocasiono que todos miraran hacia arriba, mientras el bosque cercano se cubría con el mismo sonido de los pájaros.

-Bueno chica en llamas, es claro que aun lo tienes en ti. – Dijo Johanna burlona, pero podían ver la sonrisa sincera en su cara, mientras disfrutaba del sonido, aun sujetando a Katniss en su posición de baile.

-El tío tenía razón, puedes hacer que todo se detenga solo para escuchar. – Dijo asombrada Amelia, los niños riendo encantados por lo que ocurría.

- Bueno chicos, es hora. – Anuncio Effie, dejando un casto beso en los labios de su esposo y con una voz que se oía algo chillona, más parecida a su acento capitolino. – Vamos a la casa y preparemos el almuerzo.

- Pero no hemos acabado. – Dijo Rose dudosa.

- Ya lo hicieron, solo falta cubrir a Buttercup y lo hare yo, anda, vayan con la abuela. – Katniss dejo un beso en la cabeza de cada uno de sus hijos, y cuando Kate paso junto a ella, igual que Amelia, atrapo a ambas, besándolas igual y empujándolas ligeramente hacia los gemelos y sus padres, que para animarlos comenzaron a caminar de regreso.

- Mama ¿Quieres que me quede a ayudarte? – Pregunto Riu sin querer dejar a su madre sola y como siempre dispuesto a ayudar.

- No cariño, ve.

- No te preocupes por tu madre, yo me quedare a ayudarla, llegaremos pronto, por favor, puedes cuidar de Ronin por mí. – Pidió Johanna, a lo que el pequeño se animó, aceptando la tarea y alejándose para tomar la mano de Ronin, que avanzaba unos pocos pasos antes de detenerse y girar, buscando a Riu, al alcanzarla se tomaron de la mano, caminando juntos y siendo vigilados por Tobias.

- ¿Por qué siento que mis dos hijas van a terminar casadas con dos de tus hijos? – Pregunto Johanna cuando desaparecieron de la vista, consiguiendo que Katniss levantada la mirada de la tumba de Buttercup, donde estaba en cuclillas.

- Tal vez porque no sería algo sorprendente. – Sugirió burlona.

- Idiota ¿Hay algo que te falte hacer? – Pregunto Johanna al verla mirar al gato, sobre ellas, los sinsajos seguían repitiendo la canción.

- No sé qué decir ¿Cómo te despides después de tanto? ¿Cómo das las gracias suficiente por todo lo que me dio? Buttercup me ayudo a mejorar después de la muerte de Prim, pudo haberse ido cuando regreso y descubrió que Prim ya no estaba, pero en vez de eso se quedó.

- Bueno, los animales no son estúpidos, cuando te encontró, debió saberlo, o te entendió, sabía que Prim había muerto, y tal vez no lo has pensado, pero creo que el encontró consuelo contigo tanto como tu con él, Prim era un ancla para ambos, cuando se fue, se sintieron perdidos, tu con la guerra y todo lo que paso con todos al final y el, solo en el distrito 13, se escapó, buscándola, camino desde ahí, solo para llegar y descubrir que se había ido, entre ustedes solo estaba ella, y si pudo irse, pero creo que él encontró tanto consuelo contigo como tú, tú lo cuidaste y queriste, y de algún modo, debiste recordarle a Prim, no fue unilateral, creo que tenía tanto que agradecerte como a él, pero lo importante es que él sabía lo que sentías por él. – Aseguro Johanna, calmando a Katniss.

- Los chicos tenían razón, ojalá hubiera sido eterno.

- Si, lamentablemente no es asi, pero fue feliz y ahora él esta bien, anda, vamos, los demás nos estarán esperando. – Animo Johanna, limpiando las mejillas con lagrimas de Katniss.

- Bien. – Acepto Katniss, se levanto con Johanna, pero vieron que se tambaleo, Johanna rápidamente se acercó, atrapándola de la cintura.

- Katniss ¿Qué te esta ocurriendo? ¿Por qué los mareos? – Pregunto preocupada Johanna, ayudando a Katniss a llegar a una rama algo alzada, donde la sentó.

- No lo se.

- Déjame terminar rápido y te llevare de vuelta, pero cuando volvamos necesitamos que vayas al doctor. – Sentencio Johanna, a lo que Katniss ya solo asintió dándole la razón. – Bien, ojala fueras asi de fácil para convencer en otras circunstancias y no fueras tan terca. – Comento divertida Johanna, recibiendo una grosería de parte de Katniss, mientras ella se giraba a terminar su trabajo, dándole su lugar de descanso a Buttercup.

Notes:

Hola ¿Qué les pareció? Me encantaría saber que piensan, amo leerlos, espero les allá gustado y pronto tener el siguiente, gracias por leer, bye.

Chapter 9: Pequeño pececito

Summary:

Un pececito llega a poner las cabezas de todos patas arriba

Notes:

Por fin aquí el nuevo capítulo, espero les guste, y lamento la tardanza, espero les guste.

Chapter Text

Capítulo 9: Pequeño pececito

-Bueno confirmamos que puedes cantar niña. – Le dijo Gloss a la chica que hizo una mueca.

- Si, bueno, tienes la voz de tu padre ciertamente. – Confirmo Haymitch mientras descansaban afuera, a causa de la larga caminata, todos se fueron a descansar temprano, por lo que ahora estaban afuera, disfrutando del silencio de la noche y la maravilla de las estrellas en el cielo.

- ¿Lo conociste? – Pregunto Katniss al hombre.

- Claro que sí, al final en el doce no somos tantos y él era un par de años menor que yo, durante fiestas y otros eventos escolares él solía cantar, asi que era difícil no saber quién era el ruiseñor del doce, después también lo vi durante muchos años en el quemador, a veces teníamos ligeras conversaciones mientras comíamos con Sae. – Comento escueto Haymicht, aunque dio la impresión de que diría algo más, pero el hombre se lo guardo.

- No sabía eso, muchos en el quemador me tratan bien por mi padre, en especial cuando empecé a comerciar sola, pero incluso cuando aún vivía no me acuerdo de haberte visto ahí. – Comento la chica después de pensarlo un poco, intentando vagar por recuerdos que había luchado por apartar por años, triste por recordar a su padre.

- No, no lo harías, iba a horas más altas como para que una niña de tu edad estuviera ahí, durante la noche solo habría adultos, incluso muchos agentes de la paz. – Conto Haymitch sin querer ahondar más en el tema.

Después de esto el silencio descendió sobre ellos durante algún tiempo, no sería hasta un par de horas después que un Haymicht sacudido salió a trompicones a donde estaban, parecía alterado danto fuertes respiraciones, el aire pareció calmarlo después de unos minutos, ya no tenían que decir nada, sabían que al igual que Katniss y Johanna, Haymich debió tener una pesadilla, solo que menos ruidosa que las que las mujeres tenían, después de unos minutos, Amelia salió con un abrigo que seguramente debía pertenecer a su madre, lo sabían tanto por el tamaño más pequeño de la prenda, tanto como por el perfume dulzón que tenía.

-Deberías estar descansando cariño. – Dijo Haymicht a la niña cuando lo alcanzo en la barandilla.

- Tu también papa ¿Tuviste otra pesadilla? – Pregunto la niña, pero no era necesario que el hombre le respondiera. – Olvida que pregunte, es obvio que sí, no sueles dejar a mama sola en la cama mucho tiempo.

- ¿Y tú de donde sacas eso corazón? No soy tan empalagoso con ella como tu tía Katniss y tu tío. – Comento divertido el hombre, viendo por el rabillo del ojo a su hija, Katniss se ganó un empujón burlón de Madge al escuchar eso.

- Por favor, papa adoras el piso por el que mama camina, aunque no te guste demostrarlo, además ella también tiene pesadillas y como con la tía Katniss con el tío, cuando tu estas con ella es menos probable que eso pase. – Aseguro la niña confiada.

- Hablas como si fuera el esclavo de tu madre. – Dijo el hombre indignado.

- Bueno, el otro día pasaste media hora diciéndole lo hermosa que era mientras se probaba vestido tras vestido porque se sentía gorda y creía que ya no le quedaba bien su ropa y ya no te parecería atractiva, o que basta que te de una mirada para que te calles o…

- Ya, ya, está bien, soy el esclavo de tu madre, contenta. – Aseguro el hombre deteniéndola por su recorrido como marido complaciente.

-Ahora lo aceptas, bien Haymicht ese es el primer paso. – Dijo Johanna divertida.

- Si sabes que has sido su esclavo desde que ella fue nombrada la acompañante del doce. – Dijo encantado Cinna, divertido de ver ruborizado a su amigo, mientras la pequeña mujer parecía satisfecha consigo misma.

Los demás veían divertidos, aunque en su mayoría curiosos por la interacción de ambos y que probablemente, lo que sea que tuvieron comenzó mucho antes de que la guerra terminara.

- Mucho, papa. – Llamo la niña sonando dudosa.

- Si Lia.

- Quiero ver los juegos. – Esto tenso al hombre que veía nervioso hacia la niña.

-Cariño, sabes que…

- Lo sé, lo sé, ni siquiera los gemelos los han visto, pero esa fue decisión de ellos, oí a mama hablar con la tía Kat y la tía Jo, Rose quiere verlos y por ende están cuestionando si Kate debería verlos con ella de una vez, la tía lo quiere hablar con el tío, pero sinceramente, quiero verlos, no, no solo quiero, necesito verlos. – Pidió la pequeña rubia con insistencia a su padre.

- ¿Por qué tanta insistencia en verlos? ¿Por qué quieres ver eso? – Pregunto el hombre preocupado, queriendo entender.

- En la escuela todos hablan de eso, sabes, como en nuestro distrito hay la mayor cantidad de vencedores vivos y de los más notorios, mientras la mayoría de los distritos se quedó sin uno solo por la guerra, muchos de mis compañeros vieron los juegos, y los oigo decir cosas, de todos ustedes, lo listo que fuiste, lo brutal de la tía Jo, lo hermoso y letal del tío Finnick, la fuerza de la tía Kat, de todos, hablan de los desfiles, de las muertes, me dicen lo geniales que fueron, que debería estar orgullosa y hablan tantas cosas que simplemente no entiendo, necesito comprender, no solo desde los libros de historia y como hablan de eso, hablan de eso, nombres, fechas, vencedores, pero jamás he visto ninguno de los juegos, a veces parecen más un cuento de terror que una realidad, ustedes crecieron viendo los juegos en las pantallas de sus televisiones, ahora quiero ver. – Solicito la niña empecinada, sonando sumamente confiada en todo esto.

-Cariño, entiendo, aunque no quiero, lo hago, necesitas saber, esa ignorancia tampoco es buena y comprendo que necesitas entenderlo de otra manera, y eso solo será si vez las cosas de primera mano, pero ¿Estas segura de que quieres que tu primer juego sea uno de los nuestros?

- ¿Podría empezar con algún otro? – Pidió la niña después de titubear un segundo, a pesar de querer verlo, estaba reticente a ver a su familia en algunos de sus momentos más traumáticos.

- Claro que sí, podemos hacer eso, aunque aún debo hablar con tu madre, ella también debería dar permiso, pero necesito que me prometas algo. – Pidió el hombre a la niña, a lo que esta asintió. – Que no serás mala acerca de lo que descubras de nuestro pasado, no son bonitos, hay muchas muertes, mucha sangre que cae sobre nuestras manos, veras un lado nuestro que no conoces, éramos jóvenes, asustados y solos ahí dentro, hicimos cosas horribles para sobrevivir, todos los que entramos en la arena cambiamos de una manera irreparable, asi que necesito que prometas que no serás mala con ninguno de nosotros por lo que descubras a pesar de que sé que es imposible que tu visión sobre nosotros no cambie ante lo que veras. – Pidió el hombre serio y preocupado.

- Lo prometo papa, al final seguirán siendo mi familia, sé de qué tratan los juegos y sé que la mayoría de ustedes mataron a otros para estar aquí hoy, pero eso no quitara el hecho de que los conozco demasiado como para no saber cómo son hoy. – Aseguro la niña a lo que Haymitch revolvió su cabello, feliz por su madurez, pero podían ver que aún tenía miedo con la idea.

La pareja de padre e hija permanecieron un rato más ahí, pero cuando la niña se recargo en su padre, empezando a quedarse dormida, el hombre la levanto en voladas y la llevo adentro para dormir, dejando a los demás pensando, sintiéndose cansados fueron de a poco rindiéndose al cansancio, esperando a ver que descubrirían al día siguiente, todos sabían que debían hablar, nadie había querido expresar muchas cosas en voz alta, intentando guardarse las emociones que las revelaciones comenzaban a causar, sin querer pensar demasiado en todo eso, pero el tiempo corría y cada día se hacía más difícil no cuestionarse algunas cosas.

-

Seis días más tarde, las cosas no progresaron demasiado, solo una pequeña discusión entre Effie y Haymicht y sus dudas sobre dejar que sus hijos vieran los juegos, algo a lo que finalmente la mujer cedió, comprendiendo que era hora de que comenzaran a entender.

Fuera de eso el tiempo paso entre alguna que otra visita a la tumba de Buttercup, nadar en el lago, Johanna y Katniss molestándose mutuamente y los niños corriendo libremente de un lado a otro, felices de la vida, ignorantes de todo el dolor y miedo que los adultos parecían cargar los siguientes días, seria hasta el séptimo día, después de volver a la villa de los vencedores, que algo volvería a sacudir las cosas.

Por la mañana, Katniss salió al bosque, en lo que parecía ser una rutina común para ella, Johanna termino siguiéndola, dejando a los niños en una larga pijamada en casa de Haymicht, que a pesar de que lanzo un gruñido, Effie se veía reluciente mientras tomaba a Peggy y desapareció escaleras arriba, probablemente camino de regreso a su cama para acurrucarse con su bebe.

Nuevamente, siguieron de vuelta al bosque a ambas mujeres, a pesar de tomar sus armas y avanzar por el lugar, en realidad no hicieron ningún intento por cazar, simplemente disfrutaban de estar en el bosque, un lugar natural para ambas.

Su paz no se vio alterada hasta tres horas después al volver a casa de Katniss, cuando alguien grito el nombre de las mujeres, atrayendo su atención de inmediato cuando estaban a punto de entrar, un chico corría apresurado hacia ellas desde la casa de Haymicht, una gran sonrisa iluminando su rostro.

- ¿Finnick? – Pregunto confundida Johanna al hombre a su lado, pero este también miraba extrañado, el chico definitivamente era igual a él, pero se veía más joven.

- Tía Kat, tía Jo. – Gritaba el chico emocionado cuando se acercó, arrojándose sobre ambas mujeres.

- Finni. – Dijo entre risas Katniss, divertida por el actuar infantil del chico.

- Hola enano, al fin llegaron. – Comento Johanna con sorna, pero también abrazo fuerte al muchacho, contenta de verlo.

- Hace un rato, pero el tío Haymicht dijo que se fueron a pasear un rato, ya ni siquiera llegamos para saludar a las chicas, ya se habían ido a la escuela. – Conto el chico, mientras seguía las mujeres dentro de la casa.

-¿Tía? – Preguntaron al unísono tanto Katniss como Johanna, viendo hacia Finnick.

- ¿Finni? ¿Lleva mi nombre? – Comento el rubio aturdido.

- Si, hablando del ego, vas y le poner tu nombre a tu hijo. – Dijo Chaff divertido por todo esto, todos podían ver la reacción de Finnick que aun parecía tratar de procesar que en realidad el chico del que habían estado hablando en este par de semanas presentes en realidad era su hijo y era idéntico a él.

Un hermoso par de ojos azul, un azul solo comparable con el mar abierto, una maravilla que refulgía en vida, su cabello rubio y rizado por si solo ya lo pondría en una categoría como pequeño rompecorazones pero su deslumbrante sonrisa ya era ganadora de muchas miradas.

-Si lo sé, pero ya en un par de semanas tendrán vacaciones lo que facilitara las cosas. – Aseguro Katniss luciendo aliviada por esto, dejando su chaqueta colgada y adentrándose a la cocina.

- ¿Vendrán de visita al cuatro? – Pregunto el joven chico emocionado, a lo que ambas mujeres se miraron sin saber que contestar.

- Debo ir a casa de Haymicht, volveré en un rato con los demás. – Aseguro Johanna rápidamente, escapándose de la situación.

- Cobarde. – Murmuro molesta Katniss al ver a Johanna en retirada.

- Tía ¿Qué ocurre? – Pregunto Finni dudoso por la reacción de Johanna.

- Bueno cariño, lo que sucede es que las chicas han expresado que desean ver los juegos, creen que están listas. – Conto lentamente Katniss al chico, analizando su reacción, que se veía bastante sorprendido. – Asi que, a pesar de nuestro disgusto, pensamos que lo mejor sería ir al Capitolio, Paylor nos daría acceso a todos los juegos en una sala privada donde las chicas podrán verlo todo, las presentaciones, las cosechas, entrevistas y los juegos.

- ¿Entraran con ellas? – Pregunto el muchacho viendo a la mujer, intrigado.

- Me gustaría poder decir que soy fuerte y podre hacerlo, tal vez podría en los de Haymicht, en los de Jo que los vi siendo joven, pero… sinceramente no creo serlo para revivir los míos, Johanna y Haymicht tampoco quieren entrar, Johanna debió ir a hablar con tu madre de eso y ciertamente tampoco creo que ella o mi esposo quieran entrar a verlos, crecimos viéndolos, los vivimos en carne propia y los revivimos cada noche al cerrar los ojos, no necesitamos refrescar los recuerdos. – Aseguro Katniss al chico, a lo que este asintió, comprendiendo.

- Tía ¿Puedo preguntarte algo? – Pregunto Finni dudoso mientras la mujer y él caminaban hacia afuera de la casa, donde había un largo columpio asiento para dos o tres personas en la parte trasera, donde podía ver todo el patio trasero.

- Claro cariño. – Aseguro la mujer, los demás los seguían al ver la seriedad que la conversación parecía haber tomado.

- ¿Cómo murió mi padre? – Pregunto el chico de golpe viendo atento a la mujer.

Ninguno de los dos podía ver el gran golpe que esto fue para los observadores, Annie rompió en un fuerte y ruidoso llanto que desbordaba la angustia y el dolor, se aferró a Finnick, mientras que Mags dejo rodar las lágrimas en silencio, varios de sus viejos conocidos lo veían sin poder creerlo, sabían que probablemente muchos de ellos no estaban vivos, asi como se enteraron de la muerte de Prim, pero ahora a esto se le sumaba la muerte de Finnick y empeoraba las cosas.

Finnick aturdido se aferró a Annie, intentando concentrarse en ella y no en la noticia, que había dejado a su hijo solo y probablemente no estuvo ahí mientras crecía.

-Vamos directo a las preguntas duras verdad cielo. – Dijo Katniss con el conflicto grabado en el rostro.

- ¿Quieres un azucarito? Eso podría ayudar. – Pregunto el chico mientras sacaba una pequeña bolsa de su ropa y en su mano le presentaba a la mujer un montón de cubos de azúcar, sin saber que esto la lanzaría en un ataque de risas y llanto. - ¿Qué ocurre? – Pregunto el chico preocupado por la mujer que se limpiaba las lágrimas entre risas.

- Dios, eres increíble, eres igual a tu padre. – Fue lo que le dijo Katniss, todos pudieron ver cuanto significaban las palabras para el muchacho.

- ¿De verdad? Incluso si no lo conocí ¿Crees que es verdad? -Pregunto ansioso el chico, a lo que la mujer asintió, limpiándose las lágrimas que aun caían por su cara.

- Oh si, no solo físicamente eres igual a él, tu sentido del humor es igual, eres brillante y divertido, demonios, casi puedo escuchar el ego de tu padre inflarse desde donde sea que este por lo que te estoy diciendo. – Katniss se rio por la idea, aunque pudo evitar efectivamente el tema de la muerte de Finnick, con facilidad distrajo al chico, moviéndose a otro tema, sin saber lo cierto que era de que una versión fantasma de él estuviera sintiendo exactamente eso junto a ella sin saberlo. – El día que lo conocí fue en el desfile de tributos del tercer vasallaje, yo no conocía a nadie fuera de Haymicht y tu tío, y desde que todo empezó Haymicht nos advirtió, “todos aquí se conocen de años, ustedes son los nuevos”, obviamente la que consideraban más fácil de molestar fue a mí, tu padre fue el primero en acercarse mientras yo solo estaba acariciando a los caballos del 12 intentando ser invisible para todos, llego, casi desnudo, y me ofreció azucaritos.

-¿Es en serio? – Pregunto el chico divertido. - ¿Y porque pensaba que algo de eso te molestaría? – Pregunto sin comprender esa parte.

- Porque durante mis primeros juegos tu tío estaba muy herido y quien crees que tuvo la suerte de ayudarlo, tuve que curar todas sus heridas y tenía un horrible corte en la pierna, lo ayude a lavar todo su cuerpo, estaba completamente limpio, los vendajes blancos y entonces vi sus calzoncillos llenos de barro, asi que le dije que se tapara con la mochila mientras yo se los lavaba, a él se le hizo muy fácil decirme, “Oh no me importa que me veas desnudo” y lo regañe “eres igual a mi familia, a mi si me importa” – Esto hizo reír al muchacho mientras su tía contaba todo con exasperación, los otros veían divertidos la escena, aunque más de uno le lanzo sonrisas lascivas a la chica, Madge la empujo burlona “Ya no creo que te importe ahora” Le murmuro Madge a Katniss para que solo ella escuchara, aun asi, se ganó un fuerte codazo de la morena por eso, aunque Madge se divirtió más con el sonrojo de su amiga.

-Por eso creyó que si se acercaba a ti medio desnudo te incomodaría.

- Oye al menos no me toco, Chaff me beso para joderme y perdí la cuenta de las veces que Johanna se desvistió frente a mí, solo se me acerco mucho y me dijo que quería saber todos mis secretos. – Katniss se acercó al chico con un tono de voz ronroneante mientras se hacía ojos soñadores y aleteaba las pestañas, haciendo reír al muchacho.

- ¿Qué dijo el tío cuando le contaste eso? – Pregunto encantado por la historia, por saber más de su padre.

- Se rio y dijo que tenía que hacer fila. – Dijo Katniss encantada por el recuerdo de su esposo riendo.

- Papa no te caía bien al principio ¿Cierto? – Pregunto el muchacho momentos después.

- No, no confiaba en él, en casi ninguno de ser sincera, solo confiaba en Mags, Bettee y Wiress, Haymicht parecía querer asfixiarme por mi elección de aliados, pero sentía que tu padre ocultaba algo, tenía más motivos detrás de esa sonrisa y modales encantadores, no me equivocaba, pero no era malo.

- ¿Cómo se volvieron amigos? Mama dice que se volvieron como hermanos, que papa te quería mucho, igual que a la tía Jo.

- Fue durante nuestra estancia en 13, ambos estábamos muy mal, pasábamos más tiempo en el área psiquiátrica que cualquier otro lado, yo aterrada y llena de pesadillas, pensando que tu tío estaba retenido en el capitolio, probablemente muerto o siendo torturado, tu madre como rehén y tu tía Johanna también, el miedo nos estaba comiendo vivos, y en todo ese dolor nos unimos, no necesitábamos hablar para entender, a veces el otro aparecía en la habitación del otro y podíamos pasar ahí todo el día, sin hablar, sin hacer nada, pero juntos, en ese tiempo me separe mucho de todos los que conocía, fue como si la barrera que los juegos levantaron cuando volví la primera vez aumentara, porque sin importar que los demás no comprendían lo que era entrar en esa arena y saber que una gran parte de ti no sale, Gale se volvió parte del ejército y rápidamente fue ascendiendo, se volvió más un soldado que mi amigo, cuando me di cuenta de que llegaba a avisar a los otros de mí, deje de confiar, mi madre y hermana se la vivían en el hospital, por fin podían hacer lo que amaban, asi que no las culpaba, además odiaba que me vieran con lastima, asi que tener a tu padre, a Effie a Haymicht cerca y después a Johanna, me ayudó mucho.

“Tu padre fue un gran apoyo, él fue el que me hizo darme cuenta que amaba a tu tío, que me hizo comprender porque me sentía como me sentía durante mucho tiempo, pero por todo lo que teníamos alrededor no podía ver, no podía permitirme ser solo una adolescente hormonal cuando tenía que preocuparme de alimentar a mi familia, de mantener vivas a Prim y mi madre, después los juegos, y ahora no solo era ellos, sino también tu tío, Haymicht, había demasiado para pensar y sabia tan poco, en lo que menos me pude concentrar era en mi enamoramiento” – Dijo frustrada la mujer.

-No entiendo como lo hacen. – Comento el chico de forma apagada, después de unos minutos en silencio.

- ¿Qué cosa cariño?

- ¿Cómo superaste tanta muerte? – La pregunta dejo callada a la mujer por un rato, probablemente pensando la respuesta.

- Creo, cariño, que no la supere, perder a personas que quieres no es precisamente algo que superas, creo que, en realidad, simplemente, aprendes a vivir con ese dolor, se vuelve parte de ti, y partes de ahí.

- ¿Quieres decir que jamás deja de doler? Entonces, después de perder a tantos, como vives.

- Si soy sincera, en un inicio, ni siquiera quería eso, sentía que gran parte de mi había muerto, no sentía que tuviera una razón o propósito, después de la guerra, para mi todo se vino abajo, yo intente suicidarme, aunque tu tío lo impidió, fui encerrada y finalmente me liberaron al ver que no estaba en el mejor espacio mental, partí con Haymicht desde el capitolio, apenas si pudimos decir adiós a Effie, pero ciertamente la mujer es terca, sino fuera asi no podría haber lidiado con un Haymicht alcohólico, ella no hubiera permitido que nos fuéramos sin decir adiós, llegue a una casa vacía, Haymicht tampoco estaba en el mejor estado como para cuidar de mí.

“La depresión era horrible, podía estar días enteros sin hacer nada, apenas si me levantaba de la cama, casi no comía, solo dormía y respiraba, llego el punto que, un día, después de que Buttercup regresara, desperté y no me sentí tan triste, sorprendentemente haber llorado y permitirme sentir después de que el gato apareciera en la casa, pareció despejar un poco mi cabeza, y lo primero que note es que olía muy mal, cuando me quite la ropa, escamas de piel cayeron del tiempo que había estado usando la ropa”

-Que asco, pues cuanto tiempo estuviste asi. – Cuestiono el chico a la mujer, sin poder imaginársela asi, aunque en realidad nadie de su público lo creía posible, no podían compaginar la imagen de la mujer feliz ante ellos con la de una adolescente queriendo morir.

- Semanas, finalmente, decidí salir, entrar al pueblo y ver que muchos de los cadáveres ya habían sido retirados, empecé a ver el distrito doce recuperarse de apoco, termine llegando a lo que un día fue el edificio de justicia, donde vi a un viejo amigo de Gale sacando en carretas los huesos calcinados de aquellos que vivían en la casa, tal vez no tenían piel, pero sabía que uno de esos cuerpos era el de Madge y me derrumbe de nuevo, aturdida. – Conto Katniss, lo que ocasiono que la joven viera con lágrimas en sus ojos a la chica rubia a su lado, que se veía igual de aturdida, descubrir en cuestión de minutos que dos de los presentes ya estaban muertos los tensiono a todos, nerviosos siguieron escuchando.

- ¿Cuándo volviste a salir? – Pregunto Finni, luciendo cada vez más triste.

- Días después me forcé a levantarme, había tenido un sueño, donde oía a Rue llamarme en los bosques y necesitaba ir, obviamente ella no estaba ahí, pero volver al bosque, oír los sinsajos, me trajo paz, algo que llevaba mucho sin sentir, al volver vi a alguien plantando en mi jardín, primero vino la curiosidad, ¿Quién demonios estaba en mi patio? Entonces tu tío levanto la cabeza y me mostro que estaba plantando prímulas, para mí, para recordar, lo único que pude hacer fue abrazarlo fuerte, habían pasado más de cuatro meses, no sabes el alivio que sentí al verlo volver.

“A partir de ahí las cosas fueron avanzando, volví a conectar mi teléfono y comencé a llamar a mi terapeuta, parecía complacido cuando le llame, cuando al hablar pudo ver que comencé a luchar por vivir, no era fácil, y aun había días que solo quería desaparecer, pero con el tiempo, cada vez fueron menos, nos juntábamos a cenar con Haymicht, tu tío y yo pasábamos la mayoría de los días juntos, a veces sin hacer nada, solo existiendo en el mismo espacio, pudimos volver a estar juntos en el mismo lugar sin sentir la necesidad de llevar los vacíos, no era necesario, entonces un día, al llegar a casa de Haymitch vimos que la puerta estaba abierta, al entrar encontramos a Effie adentro, viéndose completamente diferente, como es ahora, ella tampoco había estado muy bien en el capitolio, nos extrañaba, y cuando vino, se sintió bien, antes de darnos cuenta ella se mudó con tu tío, empezábamos a sentirnos como una familia”

“Para entonces tu ya habías nacido, viajamos al cuatro cuando cumpliste un año, eras la cosa más hermosa del mundo, regordeta y adorable, amabas que te abrazáramos, que jugáramos contigo, Johanna estaba ahí en ese momento, y volver a verla, también fue increíble, creo que nos abrazamos unos 15 minutos seguidos por lo que dijo Bettee al contarlos, pero obviamente Johanna y yo lo negamos, eso no era posible.” – Aseguro la mujer bufando, a lo que el chico sonrió, pero se veía que le creía más al hombre que a ellas.

-¿La tía Johanna no vino de inmediato a vivir aquí? ¿Cierto? Porque la recuerdo viviendo con nosotros cuando era pequeño. – Dijo el chico intrigado.

- Lo hacía, después de la guerra, a pesar de amar a su distrito, Johanna no quería estar sola, no más, asi que, al enterarse de todo, cuando Annie le aviso que estaba embarazada de ti y que tenía miedo, Johanna partió de inmediato con ella, se quedó con ustedes algunos años, pero sabes los problemas que tiene con las fuentes de agua, como nosotros visitamos, ustedes también vinieron y a Johanna le gusto, el doce se parece mucho al siete, finalmente decidió permanecer aquí.

- Pero y mi mama ¿Por qué ella no participo en la guerra? – Pregunto el chico.

- Bueno después de sus juegos a ella le costó mucho adaptarse y el capitolio prefirió llenarla de drogas, asi que durante algunos años su mente estuvo perdida, muy confundida para estabilizarse, pero estar en el 13 con medicación adecuada y con tu padre y después tenerte pareció despejarla, a pesar de perder a tu padre, te puedo asegurar que al final de la guerra ella era mucho más fuerte que todos nosotros, en especial contigo para darle fuerzas, pero comprenderás que ella no estaba de ningún modo en un estado mental apropiado para entrar a la guerra, apenas si nosotros lo estábamos. – Aseguro Katniss al muchacho que asintió, comprendiendo.

- ¿Tía? – Pregunto el muchacho después de unos minutos en silencio.

- ¿Si Finni?

- Creo que quiero ver los juegos. – Dijo el muchacho consiguiendo que Katniss volteara a verlo con seriedad, a lo que con mayor seguridad Finnick continuo. – Quiero hacerlo, es hora de ver lo que en realidad paso ¿Me dejarían entrar con las chicas?

- Por supuesto, si te sientes listo, te lo permitiremos, solo, recuerda que si en algún momento se vuelve demasiado puedes retirarte. – Ofreció la mujer con calma, a lo que recibió una sonrisa agradecida de parte del muchacho, antes de que pasaran a temas más alegres sobre la vida del chico, que animado paso a contar sobre la pesca y sobre la escuela, dejando que los demás cayeran en momentos de silencio, cerca, pero todos en sus mentes, analizando el momento.

Chapter 10: Bienvenida

Summary:

Nuestro chico del pan por fin va a llegar, espero les guste, porque Johanna se esta divirtiendo mucho.

Chapter Text

Capítulo 10: Bienvenida

Permitieron que sus futuros yos y los demás siguieran con su día, no hablaron de nada fuera de lo común para ellos, por lo que aprovecharon los momentos de paz para poder hundirse en sus pensamientos.

Katniss se distancio un poco, aunque ciertamente no estaba sola, Madge había ido con ella, ambas permanecieron sentadas al fondo del jardín, Madge estaba perdida, viendo a todos lados principalmente sin mirar nada, solo al aire, al cielo, pensando en su muerte, pensando que en este futuro ella y sus padres habían estado muertos durante más de una década, que ella se había ido hacía mucho y no estuvo ahí con Katniss para todo lo que vivió, Katniss era su única amiga, y no estuvo ahí durante la guerra, no tenía idea de nada de lo que pasaría, la idea de que ella no había tenido un futuro era aquello que más daba vueltas en su cabeza, que murió en un bombardeo con su familia, que de ella solo quedaron huesos irreconocibles y que Katniss tuvo que verla, que eso la afecto a ese nivel.

Prim parecía más pensativa hacia lo que había pasado que hacia su propia muerte, había comprendido el hecho de lo que paso, murió en la guerra, intentando ayudar a otros, a inocentes que fueron usados, al parecer se volvió fuerte, lo suficiente para ofrecerse voluntaria para ir al campo, obviamente no término de la mejor forma, la mataron, sintió un fuerte dolor al saber lo que su muerte le hizo a su hermana, quería llorar de nuevo, pero las risas de Peggy desde la casa de Haymicht viajaron hasta ella por el viento y no pudo evitar sonreír, sabiendo que al final su hermana tenia un hermoso final, tenia familia, era feliz, tal vez ella no viviría, pero su hermana lo haría, y eso le basto por el momento, no podía hacer nada por su muerte más que sentir tristeza y aceptación, en cambio, podía sentirse feliz por la vida de Katniss.

Annie a pesar de estar algo perdida, se aferró a Finnick, no entendía del todo, no entendía como llegaron ahí, o porque, aunque al parecer nadie lo sabia con certeza lo que la hacia sentir un poco mejor, pero descubrir esto, saber que perdería a Finnick le partía el corazón, se mantuvo aferrada a él, Mags por su parte acariciaba el rostro de Finnick con los ojos llenos de lágrimas, los tres eran una familia, saber que perdieron a Finnick, que tuvieron un hijo que el hombre no vio crecer causaba grandes dolores en sus corazones, enormes huecos que parecían tragarse todo lo bueno que podían sentir, ahogados por la perspectiva de perdida que parecía caer sobre ellos.

Los demás rondaban el lugar con diversos grados de aturdimiento, Haymicht sentía que lo habían tomado y sacudido con fuerza, aun sin poder comprender todo, mientras todos se repartían por los patios, Effie gravito hacia él, Haymicht estaba sentado en un tronco mojado, su estado incorpóreo parecía servir de algo, pues a pesar de sentir la humedad pegarse a su ropa, sabía que en realidad su ropa no permanecería mojada una vez que se levantara, pero sabía que Effie no podría sentarse a su lado porque se negaría a la sensación y tendría miedo que aun asi su ropa terminara manchada de tierra y agua, asi que sin pensarlo mucho, atrapo su mano y tiro suavemente de ella, dejando que se diera la vuelta con calma y se dejo caer en su regazo, Haymicht termino de rodearla, dejando que la mujer se recargara contra él en silencio y asegurándose de que no fuera a caerse al suelo, sabía que ella misma estaba en medio de un tornado de pensamientos, por lo que permaneció ahí, simplemente recargo su cabeza en el hombro de Effie, respirando el excesivo olor dulzón de la mujer, pero sabiendo que debajo del fuerte perfume, podía oler la piel de Effie, cosa que lo relajo un poco y distrayéndolo de pensar en la muerte de tres de ellos.

Lo que quedo de la tarde paso en medio de gritos emocionados de los niños que se unieron para jugar con Finni, recibiendo a su primo mayor con amor y emoción, y de las mujeres permaneciendo con Annie, podían ver la enorme sonrisa de Annie, sus ojos despejados y su actitud activa, estaba presente y lucida, un cambio radical a la Annie que estaba a su lado que temblaba sin control y estaba encogida sobre si misma.

Se quedo todo el tiempo con Katniss y Johanna, riéndose de sus bromas y juegos, una mujer completamente diferente a la chica que se refugiaba en los brazos de Finnick ahora.

-

Por la noche, nuevamente las pesadillas llegaron para atacar con fuerza, pero esta vez la que los despertó fue Johanna, Katniss había tenido muchos sueños inquietos y pudieron oír sus quejidos, pero esta noche, hasta el momento, no se levantó gritando, sino que se levantó lanzando maldiciones, para después pisotear por el pasillo hasta el cuarto de Katniss, la siguieron curiosos para ver como Johanna despertaba con brusquedad a Katniss y la empujaba fuera de la mitad de la cama, para hacerse espacio.

-Johanna ¿Qué ocurrió? – Katniss se sentó apurada, lista para levantarse.

- Nada descerebrada, ahora hazme espacio. – Gruño Johanna, metiéndose en la cama.

- ¿Tuviste una pesadilla? – Le pregunto Katniss relajándose, sabiendo que no era nada malo.

- Cállate descerebrada. – Fue la respuesta de Johanna y fue todo lo que Katniss necesito como respuesta.

- Esta bien, puedes quedarte aquí. – Dijo Katniss bostezando, se arrastró de nuevo hacia abajo, acercándose a Johanna.

- Como si necesitara tu permiso. – Mascullo Johanna de muy mal humor, dándole la espalda a Katniss, aunque su cuerpo estaba casi en la mitad de la cama.

- ¿Quieres que te abrace? – Pregunto Katniss ya acomodada de lado, viendo hacia ella.

- ¿Por qué querría eso? No molestes ni te creas especial chica en llamas, ahora déjame en paz. – Mordió Johanna de mal humor, casi gruñendo.

- Okey. – Dijo con simpleza Katniss, pero después de unos segundos de silencio, Johanna se movió incomoda en su espacio, moviendo las piernas molesta, termino pateando a Katniss que lanzo un suspiro cansado, antes de arrastrarse en el espacio vacío hasta ella, cerro el espacio y rodeo a Johanna con los brazos, su cara la acomodo en el cuello de la mujer más grande, Johanna no se movió hasta entonces, pero se sacudió sin mucha convicción.

- Te dije que me dejaras en paz. – Mascullo malhumorada, pero el mal humor claramente había disminuido, todos podían ver que en realidad Johanna no quería que Katniss la soltara, solo fingía ser dura, pero las patadas lanzadas eran con doble intención.

- Lo estoy haciendo, no te hablo más, pero ya es hora de dormir y sabes que soy una abrazadora compulsiva, si duermes en mi cama te atienes a terminar recibiendo los abrazos. – Le dijo con simpleza Katniss, se encogió de hombros, pero se pego más a ella, abrazando con fuerza a Johanna.

- Se supone que haces eso durmiendo y estas despierta. – Le contesto Johanna aunque se acomodó en el abrazo.

- ¿Quién dice que no lo estoy? – Después de eso Katniss fingió roncar, lo que hizo a Johanna reír levemente.

- Ya cállate. – Johanna lanzo un codazo al aire, una risita se escucho en medio de la oscuridad antes de que ambas se quedaran dormidas, teniendo por fin una noche pacífica entre ambas.

Los observadores salieron en silencios, sus cabezas demasiado cansadas para pensar demasiado en la interacción de las mujeres, pero los vencedores reconocieron algo, algo que la mayoría de ellos habían ido perdiendo con los años, la posibilidad de la conexión con otras personas, sin miedo a que las personas que amas sean lastimadas, y eso, esa posibilidad, era embriagante.

-

-Ustedes de verdad son muy cercanas. – Comento Bettee mientras por la mañana veían a ambas mujeres moverse de manera sincronizada por la casa, haciendo el desayuno y empacando el almuerzo de los niños para el receso en la escuela, asi como su limpieza y orden.

- Bueno, dormir juntas lo haría obvio. – Dijo Gloss aunque obviamente su intención era otra mientras las miraba burlón.

- Ya quisieras ver cualquier cosa. – Gruño Johanna descarada, consiguiendo que los vencedores mayores se divirtieran, mientras que Katniss se veía horrorizada de pensar que completos extraños la vieran haciendo cosas más privadas de las que ya habían visto, aunque no negó para nada o rechazo tajante el hecho de estar con otra mujer, cosa que los adultos notaron.

Vieron a los niños partir, Finni iba con ellos, queriendo acompañarlos hasta la escuela, el chico partió llevando a Rose y Amelia de la mano, Annie disfrutaba de tener a Peggy para ella, pues la niña estaba concentrada en la pelirroja que con gusto le daba toda su atención, Ronin y Riu estaban siguiendo a Haymich afuera, mientras regaban las plantas de la casa, y a lo lejos, oyeron a Katniss al teléfono, hablaba con alguien, quien supusieron debía ser su esposo ya que dejaba escapar palabras como amor y cariño a la persona del otro lado, pero por primera vez desde que llegaron hubo algo nuevo en este extraño evento de su vida.

Cuando intentaron atravesar la puerta, como lo hacían ya con todas, esta vez si se vieron detenidos, estrellándose con la madera.

-¿Qué mierda? – Dejo escapar Haymicht cuando se golpeó la cara.

-Esa boca. – Le regaño en un chillido ofendido Effie, dándole un manotazo, para después proceder a tomar su rostro y revisar su cara para ver si estaba lastimado.

- Oye y a mi cuando me revisas. – Dijo Chaff burlón, lanzando besos entre ella y Haymicht, pero el rubio le mostro los dientes como para gruñirle.

- ¿Por qué no podemos pasar? – Pregunto Bettee extrañado, se recargo en la puerta incluso, pero se mantuvo tan sólida como antes.

- Esto no había pasado antes, a pesar de poder tocar algunas de las cosas de la casa, las puertas nunca han sido sólidas para nosotros. – Dijo Portia extrañada.

-No debemos saber con quien habla. – Comento Wires en su extraño y peculiar tono que ahora todos sabían no debían cuestionar, por algún motivo la mujer parecía comprender y saber cosas de manera diferente, pero eso no hacia que estuviera mal, sino que parecía lo contrario, asi que no cuestionaron más, no en voz alta, pero todos se vieron extrañados ¿Por qué aun no debían de saber con quién hablaba la chica?

-

Fue unos pocos días después cuando pareció que las cosas volvieron a cambiar, en medio de una comida donde todos los vencedores y sus hijos hasta el momento, todos estaban juntos, preparando la comida y organizando el jardín, los niños jugando por los jardines, los adultos en la cocina, cuando Ronin entro emocionada a la cocina.

-El tío ya llegó, el tío ya llegó. - Irrumpió Ronin en la cocina, saltando hacia afuera, mientras todos la veían desaparecer tan rápido como lo llego, detrás de ella los demás corrieron, entre ellos los hijos de Haymitch, los de Katniss y Finni, al parecer en cuanto Ronin grito, todos sus primos la escucharon, pues se oyeron gritos y el sonido de niños corriendo como locos, saludando a alguien a gritos, les confirmo lo avisado, pronto todos los niños volvieron a correr en dirección contraria, volviendo a salir de la casa.

-Bueno tu chico ya llegó, cuando los saludos terminen estaremos afuera para saludarlo. - Anuncio Effie, que rápidamente se acercó y acomodo el cabello corto de Katniss, para que se viera desordenado pero sexy. - Ahí estás mi niña, deberías saludar a tu hombre luciendo hermosa.

-Como si antes no la hubiera visto en el peor momento, si recuerdas que la ha visto, drogada, ensangrentada, acabada de parir y de despertar, después de eso no hay muchas peores maneras que pueda verla. - Dijo Johanna burlona, consiguiendo que Katniss le sacará la lengua desde donde estaba.

-Ya quisieras verte tan genial como yo en un día cualquiera, siempre pareces recién levantada. - Le replicó Katniss a lo que Johanna parecía que iría hacia ella en ese momento y la golpearía.

-Basta, iremos con los chicos a comprar helado y a mi casa, cuando los saludos terminen vengan a avisarnos, pero será mejor que se laven muy bien las manos y la boca antes de venir a saludar. - Dijo Haymitch burlón mientras tomaba a Effie del brazo y la sacaba rápidamente de la cocina antes de que Katniss pudiera lanzarle algo.

Los demás se quedaron viendo como por fin entro el chico del que tanto hablaron y que la mayoría no tenía idea de quién era, después de oír la puerta cerrarse y la voz de un hombre saludar, un Peeta adulto entro en la cocina, les tomo un momento reconocerlo, pero venía con Peggy en brazos que se reía aferrada a él, aunque la niña rápidamente quiso bajar y corrió en busca de los demás niños, permitiendo que por fin Peeta se concentrara en las dos mujeres en la cocina.

-Hola be… - Peeta se enderezo y se giro buscando a Katniss, pero en cuanto la vio se interrumpió, se detuvo asombrado, los ojos casi saliéndosele en cuanto vio a su esposa.

- Hola cariño. – Le dijo Katniss con una enorme sonrisa, Johanna veía desde un lado, completamente disfrutando el espectáculo.

- Per… ¿Cuándo…? ¿Por qué no…? No me dijiste. – Fue lo que termino dejando escapar.

- ¿No te gusta? – Pregunto Katniss dudosa, viendo hacia Johanna, pero la mujer comenzó a reír, sus hombros se sacudían divertidos.

- Oh creo que, si le gusta, y mucho. – Dijo Johanna burlona, moviendo las cejas, apunto hacia Peeta, pero en dirección baja, cosa que hizo que no solo Katniss mirara hacia abajo, sino todos los demás en la cocina, para notar el notable bulto en el pantalón de Peeta.

-Johanna. – Gruño Peeta hacia ella, tapándose con la chaqueta que aun traía en el brazo.

-Oh cielos. – Murmuro la Katniss joven, tapando los ojos de Prim que reía.

Madge a su lado reía levemente, divertida, Katniss se sonrojo profundamente, evitando mirar a su amiga, pero sonreía.

-Esperen ¿Fue correcto? ¿Ya lo sabían? – Les pregunto Finnick encantado.

Chaff, Haymicht, Gloss y Johanna se reían sin contenerse, los demás, aunque sonreían, negaban con la cabeza a los burlones, Peeta estaba avergonzado, y Gale se veía molesto, torciendo los ojos.

-Si. – Dijo Katniss, asintiendo.

- ¿Cómo supiste que tendría que ser él? – Le pregunto Gale molesto porque no se lo dijera antes, los demás miraron interesados a la chica, que movía los ojos de un lado a otro apenada.

- Por Rion, es igual a Peeta cuando éramos niños. – Fue todo lo que Katniss, cosa que impresiono a todos por recordar cómo se veía el chico de pequeño.

- No te avergüences querido, si se ve asi a través del pantalón, ya puedo imaginarme como te veras sin nada, con razón tienes tan contenta a la chica en llamas. – Johanna se burló, acercándose a Peeta, pero cuando Katniss pareció que iba a arrojarse sobre ella para golpearla por molestarlos, Johanna se apartó, riendo como loca, nuevamente los observadores reían, mientras el rubor en los rostros tanto de Katniss como el de Peeta parecían que estallarían de los rojos que estaban.

- Mejor iré a refrescarme. – Dijo Peeta cuando Katniss lo cubrió de la vista molesta de Johanna, el hombre dejo rápidamente un beso en los labios de su esposa antes de salir apresuradamente de la cocina, dejando a las dos mujeres solas.

- ¿En serio debías meterte tanto con él? Simplemente está feliz de verme. – Le dijo Katniss a Johanna con las manos en la cintura.

- Oh vamos, no te enojes ¿Qué te parece esto? Yo iré a reunirme con los demás, y a cambio de esta hermosa carcajada, te dejare que vayas a saludar a tu marido como se debe sin ser interrumpidos por los niños ¿Trato? – Ofreció Johanna, Katniss saltaba en las puntas de los pies después de pensarlo unos segundos. – Oh vamos, ve a saludar a tu chico como se debe.

Katniss lo pensó un segundo, antes de correr hacia Johanna, darle un beso fuerte en la mejilla y salió corriendo por la puerta, se escucharon sus pasos subiendo rápidamente las escaleras, mientras Katniss se iba, Johanna le grito.

-Si tienen una niña será mejor que le pongan Johanna. – Le llamo Johanna con fuerza.

Haciendo reír aun con más fuerza a sus vigilantes, lo ultimo que escucharon fue la risita de Katniss mientras subía las escaleras.

-

-¿Nunca me vas a dejar olvidar esto? ¿Cierto? – Dijo Katniss después de un rato, Madge seguía sonriendo y a ratos veía hacia Katniss, todos lo hacían, y la chica solo volvió a sonrojarse, todos estaban en el jardín, no habían seguido a los niños, sino que se quedaron esperando, pero ya habían esperado más de una hora y su versión mayor seguía arriba con Peeta, Katniss ni siquiera podía mirar al rubio, a quien los hombres arrastraron lejos y hablaban con él, como si lo animaran con algo.

- Nunca lo hare, aunque… - Comento Madge dejándolo en el aire.

- ¿Aunque que…? – Gruño avergonzada Katniss.

- Aunque ahora entiendo porque siempre estas viendo a Peeta.

- Yo no hago eso. – Se defendió Katniss, pero Prim se rio a un lado de ella.

- Si lo haces. – Dejo escapar Prim entre risitas, avergonzando aun más a su hermana, mientras Prim y Madge reír como niñas, la risa de su hermanita y de su amiga le alegro el corazón, en especial disfrutó el sonido sabiendo que su yo futuro ya no las tenia para escucharlas, asi que a pesar de que se estaban burlándose de ella, no estaba enojada de que se mofaran de ella, valía la pena la vergüenza por ellas.

-

Finalmente, Katniss y Peeta volvieron a bajar, completamente arreglados de nuevo como si no hubiera pasado nada, aunque el rubor en las mejillas de ambos y las sonrisas felices eran notorias, los adultos los miraban burlones, mientras los niños estaban en la ignorancia, aunque pareció que Finni finalmente se dieron cuenta de lo que había pasado, pues su cara horrorizada era la mejor del mundo.

En otras instancias, la Katniss joven parecía sufrir y que en cualquier momento le daría algo de la vergüenza por lo roja que estaba, Peeta probablemente terminaría con moretones en los brazos de los codazos que le daban los hombres, empujoneandole a cada rato.

-Están disfrutando demasiado esto. – Murmuro Katniss después de que Johanna le hiciera otra burla obscena.

- Si, tanto como tu yo adulta disfruto de saludar a su Peeta. – Le contesto Madge, Katniss asombrada por la respuesta se lanzó contra su amiga, haciendo a ambas tropezar, mientras Madge reía a carcajadas, demasiado encantada.

Chapter 11: Conversaciones decisivas

Summary:

Los adultos hablan de que va a pasar.

Notes:

Hola a todos, se que he tardado mucho en actualizar, pero e estado trabajando en varios proyectos, tanto en mi vida personal como en mis historias, entre lo que fue recuperarme de la operación y tomar decisiones importantes para poder finalizar mi carrera, espero en lo que queda del año, e estado saturada, por eso, lo siento.

En cuanto a mis historias, solo para reiterar, que no pienso abandonar ninguna, aunque algunas parecen dejadas de lado desde hace mucho, prometo que me voy a poner a ello, pero quería contarles sobre algo que estoy haciendo.

Por varias insistencias de amigos, de que me hablaban y apoyaban a arriesgarme, e intentar algo nuevo, me he inscrito en Patreon, y también voy a comenzar a publicar ahí, pero para aclarar de inmediato, no por eso voy a dejar de publicar aquí, todas mis historias aquí serán finalizadas y con el tiempo se agregaran más, allá publicare anticipadamente otras historias, además de publicar investigaciones o reseñas como otro tipo de trabajo, que aquí no publico.

Por el momento todo en el perfil es publico y solo tengo una encuesta que acabo de publicar, así que si quisieran apoyarme con esa encuesta, se los agradecería mucho, les dejo el link de la encuesta para que puedan verla.

https://www.patreon.com/posts/que-les-gusta-140308033?utm_medium=clipboard_copy&utm_source=copyLink&utm_campaign=postshare_creator&utm_content=join_link

Fuera de eso, les dejo el capítulo, espero les guste, bye.

Chapter Text

Capítulo 11: Conversaciones decisivas

-Por fin se durmieron. – Exclamo con alivio Peeta mientras llegaba a la cocina donde Katniss estaba terminando de guardar cosas, levanto los brazos al aire como si hubiera terminado una tarea titánica, cosa que hizo reír a Katniss, todos observaban el encuentro, todos lucían divertidos, pero Katniss estaba nerviosa y aprehensiva de lo que fueran a ver, Peeta intentaba no lucir una sonrisa tonta.

- Oh cariño parece que extrañaste demasiado la domesticidad de la casa. – Dijo Katniss divertida, Peeta se acerco a ella por la espalda, mientras ella acomodaba cosas, abrazándola por la espalda, haciéndola reír. - ¿Acostaste a todos los niños?

- Oh si, hasta Johanna está roncando, creo que Annie la va a amordazar en cualquier momento. – Esta vez Katniss se carcajeo, imaginando la escena.

La Johanna del pasado miro divertida hacia Annie, pero Finnick y Gloss reían divertidos por la imagen.

- Oh ya lo imaginé, pero es bueno que todos los niños duerman, asi tenemos tiempo para hablar. – Katniss giro en sus brazos para estar de frente, Peeta le beso rápidamente antes de contestar.

- Si. – Peeta suspiro cansado, escondió la cara en el cuello de Katniss, respirando profundamente. – Lo sé, y estuve pensando, pero primero, quería decirte que lo siento. – Peeta salió de su escondite para decirle esto.

- ¿Por qué cariño? No hiciste nada malo. – Le cuestiono Katniss, aunque parecía analizar cuál era la razón de su disculpa.

-Por no haber estado aquí cuando Buttercup murió, se cuánto significaba para ti y no pude estar aquí para apoyarte con todo, hablar con los niños, aportar algo al entierro, lo siento bebe. – Katniss tenia lagrimas en los ojos y estaba intentando no llorar, pero las palabras de Peeta parecieron hacer que todo volviera de nuevo, lloro aun más fuerte que antes, Peeta termino levantándola y llevándola al sillón, donde la sentó en sus piernas mientras la consolaba hasta que se pudo calmar.

Todos los seguían, Katniss se sintió incomoda de que todos la vieran siendo tan sensible y vulnerable, curiosamente, en cambio si pensaba la idea de que Peeta fuera su esposo, y el sentirse tan cómoda con él como para mostrarse asi, no se sentía mal, este era un escenario diferente, un juego nuevo, uno donde no había juegos, donde ella había podido amar sin miedo y donde sus posibles hijos crecerían libres y sin miedo.

- Gracias por decirlo, se que no fue tu culpa y no podías volver, pero si te quería aquí. – Sollozo Katniss mientras terminaba de llorar, se limpio los ojos con la mano, pero Peeta la aparto y le limpio él la cara con las manos, dejo un beso en su frente, acomodándola en sus brazos.

- Y todavía teniendo que pensar en lo de los niños. – Murmuro Peeta cansado, acaricio el cabello de Katniss que levanto la cabeza para hablar.

- Si ¿Que has pensado? ¿Crees que es buena idea de que vean los juegos ahora? – Le pregunto Katniss a su esposo.

- Creo que seria bueno que los vieran, pero creo que seria bueno que empiecen viendo otros juegos, y no el de ninguno de nosotros, ellos no entienden como fueron, nosotros apenas estamos empezando a comprender como fueron manipulados los juegos, como nos arrojaron a ellos, lo que nos hicieron y a nosotros si nos afectaron nos quitaron mucho, pero fuimos muy jóvenes cuando la guerra empezó, pronto habremos vivido más de nuestras vidas sin juegos que con ellos, nuestros hijos jamás los han vivido, no entienden el miedo, el dolor que traen.

- Temo que nos teman después. – Confesó Katniss a su esposo, el hombre negó divertido.

- Todos nuestros niños te aman, eres la mama genial, y la tía genial, por eso ellos deberán ver otros primero.

- Te equivocas, la tía genial es Johanna y de lo otro, ellos no entenderán, no completamente, no lo vivieron. – Le dijo Katniss, pero Peeta rio divertido.

- Ambas lo son querida y te prometo que ellos comprenderán, porque tienes razón, ellos no entenderán como nosotros, pero nadie lo entiende como nosotros, tal vez todos los grandes vivieron los juegos, temieron a las cosechas, sufrieron el hambre, la muerte, las ejecuciones, el miedo, pero nadie comprende el terror de los juegos como nosotros porque nadie más sabe lo que se siente cuando tu nombre fue llamado en la cosecha, no saben lo que es decir adiós a tu familia, cuando sientes que ya estas muerto, lo que es llegar con completos extraños para que te desvistan y jueguen contigo como muñecas a los que pueden cambiar de modelos como si nada, saber que todo el juego vale, cada gesto, cada actitud, cada palabra, y menos comprenden el pánico cuando te meten en esos tubos y asciendes hasta la arena, vez alrededor e intentas comprender, mientras escuchas el reloj ir en reversa, que en cualquier momento se vuelve matar o morir.

“Ellos nos verán ahí, verán todo, pero necesitamos hablar con ellos para que comprendan lo que sentimos, lo que pensamos, porque eso no se ve, y es lo más difícil y por qué para el capitolio era tan fácil manipular los juegos a su conveniencia, ellos podrán ver la verdad ahora, porque tenemos las cintas completas, tenemos las historias de casi todos, sabrán sobre los primeros juegos y lo crueles que eran con los chicos, simplemente lanzándolos a la arena, aterrados y muertos de hambre, verán lo que le hicieron a Mags, a Beetee, a Wiress, a Haymicht, a Finnick y a todos, como los usaron, los vendieron, los torturaron, y aunque no lo entiendan completamente, sabrán la verdad, merecen la verdad, pero no nos amaran menos, o nos temerán, somos sus padres, sus tíos, su familia, y permaneceremos juntos.”

-¿No temes lo que pensaran de nosotros después? – Le pregunto Katniss, aunque parecía más calmada que antes.

- Esto pasaría tarde o temprano, es mejor que lo hagan por nosotros que por otros, tomando en cuenta que todos participamos en algún nivel en la guerra, y que todos fuimos ganadores de los juegos, no somos exactamente personas de bajo perfil, todos lo saben, asi que prefiero que nosotros les mostremos a los niños en nuestros términos a que otros se metan con ellos.

- ¿Por qué siempre tienes que hablar con tanto sentido? – Gruño Katniss dándole un empujón en el hombro, cosa que hizo reír a Peeta y tiro de ella para abrazarla más fuerte, apretándola contra su pecho.

- Porque es la verdad y ya lo sabes, simplemente necesitabas que yo te lo dijera.

-Tienes demasiada fe en mi inteligencia. – Dijo Katniss, haciéndolo reír más fuerte, y le daba palmadas en la espalda baja.

- Eso lo sabemos todos descerebrada. – Comento Johanna mientras entraba a la sala, se dejo caer en el sillón a un lado de ellos después de asaltar rápidamente el refrigerador.

- ¿No estabas dormida? – Le cuestiono Peeta divertido al verla acomodarse con otra rebanada de pastel.

- Estaba es la palabra clave. – Murmuro Annie frustrada, entrando igualmente con postre, sentándose junto a Johanna.

- La pateaste de la cama verdad. – Le dijo Katniss sonriendo, demasiado divertida por la idea mientras se giraba sobre el regazo de Peeta hacia ellas.

- No entiendo como puedes aguantarla metiéndose en la cama contigo cuando ronca como motor viejo y no entiendo como no roncaste durante tus juegos y destapaste tu escondite ante todos para que te mataran. – Le dijo Annie, Johanna asintió cuando Katniss hablo, aunque miraba divertida a la pelirroja por su despotrique.

Katniss y Peeta rieron levemente por las palabras.

Dándose cuenta de que se volvería una conversación algo larga, Peeta le dio un beso Katniss y la dejo a un lado, se levantó y fue por café y más postres para todos.

-¿Ya lo pensaron? Dejaran que sus hijos vean los juegos. – Les pregunto Peeta a las mujeres.

- He retrasado por años que Finni vea los juegos, no quiero que vea los míos, y eso que son de los juegos considerados fracasos por que inundaron la arena y no fue tan divertido ver solo morir ahogados a los demás, pero no me gustaría que viera la de Finnick, solo puede conocer a su padre por videos y odio que sean los del capitolio, pero he retrasado veinte años que lo haga, necesita saberlo, necesita ver lo que todos vivimos. – Acepto Annie.

- Lo sé, yo también lo odio, pero esos niños han estado molestando a Rosie, ella necesita estar lista, y ver lo de todos nosotros, pero solo ella, Riu y Peggy son demasiado pequeños, no me importa si todos nosotros crecimos viéndolos en la tele, ellos no necesitan verlos ahora. – Les dijo Katniss a lo que Johanna la apunto.

-Igual aquí, no nos queda de otra, también Kate entrara a verlos, pero como nuestra sinsajo dijo, Ronin aun es pequeña, puede esperar unos años y algún día podrá verlos, espero que con Riu. – Les dijo Johanna, a lo que Katniss y Peeta asintieron de acuerdo.

-¿Saben si Haymicht y Effie van a dejar a sus hijos? – Les pregunto Annie, comiendo más galletas de Peeta.

- Creo que Amelia pidió verlos. – Comento Johanna.

- Si dejaran que ella vea también los gemelos, son más grandes. – Les dijo Peeta.

- Si lo harán, ninguno esta emocionado por eso, pero Effie hablo con Haymicht para convencerlo, los niños nunca han visto nuestro libro de recuerdos, no saben todo lo que Haymicht escribió de sus juegos, o lo que nosotros hemos vivido, pero necesitan saberlo y no estarán solos. – Comento Annie, pero Katniss se retorció.

-No se ustedes, se que puede ser cobarde, pero… Yo no creo que pueda entrar, ni la de otros ni los nuestros, crecí viendo sus juegos. – Katniss señalo a Johanna y Annie. – Viví los míos, no necesito revivirlos.

- Yo tampoco entrare, me la pasare lanzando insultos, no creo que los chicos necesiten ese peso extra con mi hermosa presencia. – Murmuro Johanna con la boca lleva de pastel, Annie le lanzo una servilleta hecha bola a la cara.

- Los juegos ya están bastante completos, recuerden que Plutarch ha hecho todos esos documentales y restaurado cintas viejas, muchas entrevistas y mucha información recopilada, en realidad no creo que seriásemos necesarios, creo que estorbaríamos más. – Les dijo Peeta a las mujeres, mientras acariciaba el muslo de su esposa.

-Entonces la verdadera pregunta es cuando nos vamos al Capitolio. – Las palabras de Annie generaron un silencio entre todos, entre el pasado y el futuro, con una pregunta tan inmensa y pesada flotando sobre sus cabezas.

Se quedaron en un tenso silencio, el peso sobre ellos caía con el significado de lo que traería el futuro, sobre lo que significaba, sobre aquello que sabían sus hijos verían, y el terror que desenterrar lo que el pasado les traía a ellos mismos, porque sabían que era imposible que esto no les afectara directamente.

Notes:

Hola espero lo hayan disfrutado, si tienen alguna duda estaré feliz de responderla, sus peticiones, comentarios y sugerencias son bienvenidos y agradecidos, sin más por el momento Bye.