1 - 20 of 25 Works by parad
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“Sorry, Reo.” She doesn't sound apologetic at all. They lock eyes, and the silence stretches on. After a pause that feels like a century, Nagi asks, “Can I touch them?”
Reo gawks. “Are you crazy?”
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It was all Shidou's fault.
Sae's grip on the pregnancy test tightened. He put more force into it, bending the plastic until the offending thing snapped in half. He threw it in the trash, where it joined its two other discarded brothers, all of them positive. One of them even had the gall to chime “Congratulations! You're pregnant.” Disgusting. Lukewarm.
or: the one where Sae gets an abortion.
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- Part 1 of bllk abortion cinematic universe
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Nagi gives the bottle back. As his fingers brush Reo's, he says, “Reo. Let's get married.”
The bottle slips from Reo's grasp and falls with a plastic thud.
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“It’s not that serious, Parad. He’s just a child.”
“Well, you never know,” Kiriya chimed in. “He might grow up and come back to make good on his promise.”
Emu shot him a deadpan look.
“Kiriya-san, you’re not helping.”
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A week. A whole week they had been separated. No, two years. It had been two years for Parad. They had been apart for longer before, but not after the reconciliation. Not after fighting together and living together and knowing the joy of seeing each other everyday everywhere, having built a life with and around each other.
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“What humans call 'falling in love'… I have never experienced it,” Parad began, trying to put his thoughts into words. “I was born from Emu's desires. My feelings for him, they were the first thing I knew about myself. There has never been a time where I didn't love him.”This answer didn't seem to help Poppy at all. Rather, it made her look more dejected.
“Then, maybe… Maybe it's not possible for humans and bugsters to be together if they're not connected.”
On Valentine's Day, Parad and Poppy contemplate bugster-human relationships.
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"Suppose you're right. Why bring all of this up anyway? Are you going to take the blame and repent then? I can't imagine you're going to beg for my forgiveness. So what is it, then? What do you want from me?"
Kuroto pauses for a moment, surprised at being interrupted. He recovers quickly, slowly approaching Kiriya again, his smile this time almost resembling something genuine.
"I just want you to be honest with yourself, Kujou Kiriya. I want you to admit I'm not the only one you hold a grudge against." He places a hand on his shoulder, leaning in close to his ear. Kiriya doesn't even tense.
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And that was the thing about Parad's love. It was genuinely unconditional. In Parad's eyes, Emu was perfect. No matter what Emu did or who he became, Parad's love for him wouldn't change.
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A couple of months after the events of Kamen Rider Chronicle, Emu and Parad spend their first winter together.
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"Why are you going this far for me…? I'm just a virus that infected you…"
Because he knew Parad, unlike Kuroto, would be able to understand. Because Parad was so much more than just a virus, he was an irreplaceable part of him. Without Parad, the current Hojo Emu would never have existed.
Emu had meant to teach Parad a lesson, but he had taught himself a very valuable one in the process.
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Aiolia and Camus get into a fight. Saga and Aiolos handle it like the very responsible teenagers that they are.
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"This one goes for the sexy goth who's been driving me crazy all night." Camus turned back to the stage so fast he almost gave himself whiplash. The mirth in the bassist's gaze told him he was, in fact, talking to him. "Don't go just yet, I wanna meet you backstage!"
Unbelievable. Absolutely unbelievable. Camus stayed rooted to the spot as the bassist started singing Florescent Adolescent, openly staring at him the whole time. Against his better judgment, he decided to stay.
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Al final de un largo día de entrenamiento, Saga y Aioros comparten un momento a solas en las gradas del coliseo.
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- Part 10 of 30 días de Géminis
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La fascinante historia de como Kanon logró que se celebrara el día de las madres en el Santuario, un regalo a la vez.
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- Part 9 of 30 días de Géminis
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—¿Estuvieron otra vez en Cáncer contando historias de terror? Ya saben lo que dijo Saga sobre eso, si se entera los va a poner a darle veinte vueltas al Santuario la próxima vez que esté a cargo del entrenamiento.
Milo palideció. Abrió los ojos como platos y finalmente soltó a Kanon para ponerse de rodillas.
—¡Por favor no le digas a Saga, yo les pedí que no lo hicieran y todos me ignoraron! —rogó desesperadamente, incluso algunas lágrimas se agruparon bajo sus ojos. Sus dotes de actuación estaban mejorando.
—No es cierto —habló Camus, por primera vez— Milo fue el de la idea, yo fui el que les advirtió que no lo hicieran. Milo siempre empieza y luego no puede dormir porque las historias de Deathmask le dan pesadillas. Deathmask le sigue el juego porque le gusta asustarnos.
—¡Camus! —exclamó Milo sintiéndose traicionado. No esperaba que su mejor amigo lo delatara de esa manera.
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- Part 8 of 30 días de Géminis
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Aioros soltó una risa y se acercó a él para tomarle la mano, acariciando con ternura el anillo que le había dado hace ya más de tres años— No, nuestra relación va de maravilla. Precisamente por eso quería hablarte de algo que solo hacen las parejas felices.
—Hm, ¿y qué es eso exactamente?
—Tener hijos.
El cerebro de Saga hizo corto circuito. Hijos. Hijos. ¿¡HIJOS!? ¿¡Aioros quería tener hijos!? De todas las posibilidades, está era la que nunca había considerado. ¿Desde cuándo Aioros quería tener hijos? ¿Le había pedido matrimonio con esa intención? ¿Cómo es posible que nunca lo hubieran hablado antes?
—¿Qué? ¿Así como un perro?
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- Part 7 of 30 días de Géminis
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La primera vez de Saga fue planeada con cautela y anticipación. Se giró para ver a Aioros de frente y colocó su mano derecha sobre sobre su mejilla, acariciándola con su pulgar. El ambiente no era tan malo después de todo, el templo abandonado proveía un aire de misterio y la luz de la luna como única iluminación suavisaba los rasgos de sus rostros y le daba una atmósfera mágica a la situación. Saga atrajo el rostro de Aioros y unió sus labios en un tierno beso. Se besaron con tranquilidad, sin prisas, moviendo sus labios contra los contrarios con parsimonia.
La primera vez de Kanon fue con un hombre mayor detrás de un bar en Rodorio.
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- Part 6 of 30 días de Géminis
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—Una apuesta es una apuesta, no importa como la ganes —Radamanthys sintió como sus piernas chocaban contra el borde de la cama y maldijo por lo bajo. Esbozando una sonrisa malvada, Kanon lo empujó y lo hizo caer sobre la cama. Se sentó sobre su regazo, aprisionandolo entre el colchón y la pared.
Radamanthys se resignó a su destino. Todo por culpa de esa maldita apuesta. ¿En qué estaba pensando? Todo el mundo sabía que nunca debías apostar con Kanon, pero Radamanthys se había confiado, pensando que podía ganarle en su propio juego. Deseaba poder viajar al pasado y golpearse a si mismo por ser tan estúpido.
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- Part 5 of 30 días de Géminis
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El primer beso fue suave, exploratorio. Un ligero roce de labios, lleno de curiosidad, motivado por la necesidad de experimentar nuevas sensaciones. El segundo beso, más intencionado, les supo a gloria. Los que le siguieron fueron más atrevidos, más apasionados, buscando más, más, más. Disfrutando de una cercanía que antes solo habían podido imaginar.
—Eres hermoso, Saga.
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- Part 4 of 30 días de Géminis
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Un martes después de almuerzo, Hyōga le informó a su padre que le habían asignado una exposición sobre las Olimpiadas. Les tocaba presentar en dos semanas. Habían 5 puntos y sólo cuatro niños. Camus decidió que a Hyōga no le vendría mal decir el punto extra, le faltaba práctica en las expocisiones. Dos días después ya se habían repartido los puntos y acordaron reunirse para armar la cartelera el próximo jueves. Camus asumió que no tendría que preocuparse al respecto hasta el día de la reunión.Se sorprendió bastante cuando al día siguiente recibió una llamada del padre de Athena, quien no conocía la dinámica que llevaban y estaba un poco preocupado por enviar a su hija sola a casa de un extraño. Camus se sintió ligeramente irritado, no le caían muy bien los padres sobreprotectores, aún así trato de comprender al hombre, su hija era nueva en la clase y era la única niña en un grupo de puros varones, era normal que se preocupara por ella. Le explicó tranquilamente que los niños ya habían venido a su casa a realizar trabajos y que él mismo se quedaba a supervisarlos, no tenía nada de qué preocuparse.
Título alternativo: ¡Saga vs Camus! ¡Pelea de mamás histéricas!Series
- Part 3 of 30 días de Géminis